flujo de inversion y crecimiento

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FLUJOS DE INVERSIÓN Y CRECIMIENTO ECONÓMICO EN BOLIVIA Hernán Aguilar Pacajes * Analista e Investigador Independiente Septiembre de 2013 RESUMEN El documento explora la incidencia de la inversión pública, privada y extranjera en el crecimiento económico de Bolivia. Inicialmente se evidencia ciclos de corta duración, ligado a rendimientos decrecientes de productividad con intensidad laboral. La contabilidad del crecimiento sugiere: una combinación de mayor PTF en relación al trabajo y una tasa constante de capital para lograr altas tasas de crecimiento. La economía atraviesa ‘brecha positiva’ con desinflación, pero con ‘desempleo cíclico’, denotando holguras de producción. No hay indicios de efectos crowding-out en los flujos estudiados, sólo causalidad unilateral de la inversión privada a la pública. Las estimaciones confirman mayor incidencia de la inversión doméstica (privada, pública) respecto a la extranjera, haciendo de Bolivia menos vulnerable a la contracción de IED y a la crisis financiera internacional. Una nueva revelación es el impacto negativo de la política de depreciación al producto, aspecto robustecido por la significancia estadística y positiva de la reorientación de la política cambiaria. Clasificación JEL: C22, E22, E32, F21 Palabras clave: Crecimiento económico, inversión, análisis espectral, VAR-VECM * Correo electrónico: [email protected] El contenido, error u omisión del presente documento es responsabilidad del autor. La investigación fue presentada en el 6 O ENCUENTRO DE ECONOMISTAS DE BOLIVIA, Tarija 24 y 25 de octubre de 2013.

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Inversion publica, privada, extranjera directa

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Page 1: Flujo de Inversion y Crecimiento

FLUJOS DE INVERSIÓN Y CRECIMIENTO ECONÓMICO EN BOLIV IA

Hernán Aguilar Pacajes * Analista e Investigador Independiente

Septiembre de 2013

RESUMEN

El documento explora la incidencia de la inversión pública, privada y extranjera en el

crecimiento económico de Bolivia. Inicialmente se evidencia ciclos de corta duración,

ligado a rendimientos decrecientes de productividad con intensidad laboral. La

contabilidad del crecimiento sugiere: una combinación de mayor PTF en relación al

trabajo y una tasa constante de capital para lograr altas tasas de crecimiento. La

economía atraviesa ‘brecha positiva’ con desinflación, pero con ‘desempleo cíclico’,

denotando holguras de producción. No hay indicios de efectos crowding-out en los flujos

estudiados, sólo causalidad unilateral de la inversión privada a la pública. Las

estimaciones confirman mayor incidencia de la inversión doméstica (privada, pública)

respecto a la extranjera, haciendo de Bolivia menos vulnerable a la contracción de IED y a

la crisis financiera internacional. Una nueva revelación es el impacto negativo de la

política de depreciación al producto, aspecto robustecido por la significancia estadística y

positiva de la reorientación de la política cambiaria.

Clasificación JEL: C22, E22, E32, F21

Palabras clave: Crecimiento económico, inversión, análisis espectral, VAR-VECM

*Correo electrónico: [email protected] El contenido, error u omisión del presente documento es responsabilidad del autor. La investigación fue presentada en el 6O ENCUENTRO DE ECONOMISTAS DE BOLIVIA, Tarija 24 y 25 de octubre de 2013.

Page 2: Flujo de Inversion y Crecimiento

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I. INTRODUCCIÓN

La prosperidad económica es una latente preocupación, en tanto un buen desempeño

reflejado en altas y sostenibles tasas de crecimiento del producto de un país,

coadyuvarían a la mejora del bienestar económico de su población. Una forma de acelerar

el crecimiento desde una perspectiva económica, está ligado al flujo de inversiones de

largo plazo. El presente documento cuantifica la incidencia simultánea de la inversión

pública, privada y extranjera en el crecimiento económico, circunscrito al período ‘90-‘12.

El análisis se efectúa mediante técnicas econométricas de series temporales.

El documento evidencia hechos estilizados de la literatura ligada al crecimiento y los flujos

de inversión en Bolivia i.e. Ramírez (1992), Flexner (2000), Boyán y Loza (2005),

Humérez y Dorado (2006), Mendieta y Martin (2008) y Morales (2011). El principal, ligado

a la baja incidencia de la inversión extranjera directa (IED) en el crecimiento de producto y

el impacto negativo de la inflación; otro patrón regular, vinculado a la elevada magnitud de

de la inversión pública respecto a la privada y a la inversión extranjera.

La principal contribución de esta investigación es el hallazgo de mayor incidencia de la

inversión doméstica (privada, pública) respecto a la IED. La primacía de la inversión

doméstica respecto a la IED, hicieron de Bolivia menos vulnerable a la contracción de IED

y a la crisis financiera internacional. Los resultados dan pie a sostener la hipótesis del

modelo de crecimiento endógeno aunado a la apertura económica. Una nueva revelación

es el impacto negativo de la política de depreciación al producto, aspecto robustecido por

la signficancia estadística y positiva de la reorientación de la política cambiaria.

El documento está estructurado al margen de la introducción en tres apartados. La

segunda parte bajo el rótulo de hechos estilizados, caracteriza los rasgos estructurales de

la economía: inicia identificando los ciclos económicos de Bolivia, para luego explorar sus

causas de la corta duración; seguidamente estima la incidencia de los factores

productivos; luego analiza cómo la política monetaria coadyuva al crecimiento; la sección

concluye caracterizando la importancia relativa del flujo de inversiones respecto al PIB y la

afluencia de IED. El tercer apartado evalúa las incidencias de los flujos de inversión sobre

la tasa de crecimiento del producto. La última, remarca los resultados de la investigación.

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II. HECHOS ESTILIZADOS

II.1. Caracterización de los ciclos económicos en B olivia El ciclo económico ha sido identificado mediante el filtro Hodrick y Prescott, previo

tratamiento1 del PIB, cuya frecuencia trimestral corresponde al período 1990-2012. A

partir del primer trimestre del ‘90, habría habido cinco recesiones y cinco recuperaciones o

períodos donde el PIB creció mayor a la tendencia.2 El cenit de mayor auge sucedió el

segundo trimestre del ’98, en contraste la recesión más profunda ocurrió el 2003.T3

(Gráfico 1). Mientras el mayor auge duró 20 trimestres, la recesión más prolongada duró

28, donde se advierte al menos 'cinco significativas caídas'.

Gráfico 1. CICLO ECONÓMICO DE BOLIVIA, 1990.T1-2012.T4 (En porcentaje)

FUENTE: Elaboración propia con información del INE

La duración promedio del ciclo económico en Bolivia fue de 9,1 trimestres, con una

desviación estándar de 8,9 trimestres. Los períodos de contracción económica, definidos

como el cambio desde un punto mínimo a uno máximo del producto, duraron en promedio

4,3 trimestres y los períodos de expansión económica, 4,8 trimestres. Los ciclos

económicos en el pasado se caracterizaron por ser más prolongados, en cambio los

recientes, fueron de corta duración. La apertura de un nuevo ciclo se advierte desde el

2011.T3, cuya fase de recuperación perdura hasta el 2012.T4.

1 A fin de liberar los componentes de corto plazo en línea con Valdivia y Yujra (2008) inicialmente a la serie PIB se extrajo el componente ciclo-tendencia mediante el filtro X12-ARIMA. Luego se extrajo el componente de tendencia, utilizando el filtro de Hodrick y Prescott con coeficiente de penalización (λ=7185) obtenido para la economía boliviana por Rodríguez (2007). 2 Recuperación se entiende aquí como el tránsito que hace el PIB desde el punto más bajo (valle) hasta el punto más alto (pico) de un ciclo. Asimismo es preciso notar que los ciclos están medidos como desviaciones del producto respecto de la tendencia. En consecuencia, las recesiones no corresponden necesariamente a períodos de crecimiento negativo del producto.

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La identificación histórica (o fechado) de los puntos de giro (turning points) del ciclo

económico del PIB real se realizó con la metodología del National Bureau of Economic

Research (NBER), mediante el algoritmo de Bry y Boschan (1971)3, los mismos se

exhiben en el Cuadro 1. Durante el período enero-1990 a diciembre-2012, se identificaron

10 ciclos. El promedio de duración o longitud de la fase de contracción fue 4,3 trimestres;

de la expansión, 4,8 trimestres y del ciclo completo, 9 trimestres.

Cuadro 1: PUNTOS DE QUIEBRE DEL CICLO ECONÓMICO EN BOLIVIA, 90.T1-12.T4

FUENTE: Elaboración propia con información del INE

Calderón (2012, p. 112) resume la duración de los ciclos económicos: “… los ciclos de

Stocks de Abramovitz tienen una duración de 40 meses, los ciclos Kitchin entre 3 y 5 años, los

ciclos Juglar oscilan entre 6 y 10 años, las fluctuaciones infra largas o de Kuznets duran entre

16 y 20 años y, por último, los ciclos Kondratieff tienen una duración de 48 a 60 años.

Schumpeter desarrolló una tipología interesante de los ciclos: cada ciclo Kondratieff contiene

seis ciclos mayores (ciclos Juglar) y el ciclo Juglar se descompone en tres ciclos menores

(ciclos Kitchin). Siguiendo esta tipología un ciclo Kuznets contendría en promedio dos o tres

ciclos Juglar. Por lo que un ciclo Kondratieff contiene en promedio tres ciclos Kuznets.”

El Cuadro 2 presenta la duración los ciclos económicos de países de la región, en él al menos

tres grupos de países pueden aglomerarse respecto al ciclo de largo plazo, aquellos cuya

duración está en torno a 62 años, los de 31 años y menores a 22. Brasil, Barbados, Chile,

Costa Rica, Jamaica y Perú corresponden al primero. Bolivia, Ecuador, Guatemala, y Santa

Lucía al segundo. Finalmente, Uruguay, Trinidad y Tobago, República Dominicana, Argentina

y Colombia. A continuación una tentativa respuesta económica del ciclo corto en Bolivia.

3 Una alternativa a esta metodología es la sugerida por Artis et al. (1995).

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Cuadro 2: CICLOS ECONÓMICOS1/ DE PAÍSES SELECCIONADOS, 1950-2012

II.2. Dinámica de la oferta agregada La función Cobb-Doublas, además de la sencillez de la estimación, teóricamente posee

dos virtudes en términos económicos: por un lado, devela la escala de rendimiento de una

economía y por otro, caracteriza la intensidad de uso de un determinado factor en la tasa

de crecimiento del producto (Yt). A efectos de la descomposición de las contribuciones de

cada uno de sus determinantes: capital (Kt), empleo (Lt) y productividad total de factores

(At), se especifica una función de producción neoclásica Cobb-Douglas para la economía

boliviana, cuya expresión relaja el supuesto de retornos constantes a escala:

Donde α representa elasticidad producto-capital y (β) la elasticidad producto-trabajo. Los

rendimientos pueden ser crecientes, si la sumatoria de las elasticidades son mayores a

uno (α+ β >1); constantes a escala, si las participaciones capital y trabajo suman uno (α+

β=1) y decrecientes a escala, si la adición de las elasticidades son menores a la unidad

(α+ β <1).

Page 6: Flujo de Inversion y Crecimiento

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La ecuación (1) se estimó a través de Vectores de Corrección de Errores (VEC) á la

Engle-Granger4. La información corresponde al PIB real (yt), un indicador de empleo (lt), la

formación bruta de capital fijo (kt) y dos dummies: la primera captura períodos de crisis de

la década de los '50 y '84; la segunda, es una variable de escala. Las series son anuales

para el período 1950-2012. La ecuación estimada satisface las pruebas econométricas

convencionales como se aprecia al pie de la estimación.

La relación de corto plazo revela 'rendimientos decrecientes a escala', en tanto aumentos

proporcionales en los factores de producción, resultarán en aumentos menos que

proporcionales en el producto. La intensidad en mano de obra5 es otra particularidad de la

economía boliviana, cuya elasticidad del empleo al producto es superior respecto a la

elasticidad del capital al producto. Los periodos inflacionarios sacrificaron la tasa de

crecimiento del producto6. El desequilibrio es corregido anualmente en 5,2%.

Los resultados del ejercicio guardan coherencia con algunas estimaciones previas

(Cuadro 3), i.e. Boyán y Loza (2005) y Rodríguez (2007). El hallazgo común en los

ejercicios son los 'rendimientos decrecientes a escala'7, a excepción de Mendieta y Martín

(2008) y Jemio (2008)8, quienes destacan 'rendimientos constantes a escala' resaltando la

intensidad en capital de la economía boliviana al igual que Chahín (2011). Los resultados

relativamente mixtos se deben al uso de distintas variables proxy, diferentes frecuencias

de las series y periodos de análisis, e incluso, variadas metodologías de estimación; bajo

esta salvedad se cotejan los resultados.

4 Las pruebas de raíz unitaria y de cointegración dan cuenta del orden de integración de las series, I(1), Las pruebas no reportan. 5 Nuestros hallazgos son consistentes con estudios internacionales, i.e. Gollin (2002) para varios países obtiene un ratio mayor al original de Cuentas Nacionales, luego realiza ajustes por la economía informal, cuyo cálculo para Bolivia encuentra un ratio original de 0,256, pasa a ser luego de los ajustes por la economía informal: 0,835; 0,627 y 0,571. 6 Mendieta y Martin (2008) estiman el costo acumulado de crecimiento provocado por la inflación de1929-2005. 7 Similar resultado encuentra Valverde (1994) al estimar una función de producción de la industria nacional boliviana. 8 Los rendimientos constantes a escala en el caso de Jemio op. cit. es por definición, supuesto que subyace cuando se estima la función estándar Cobb-Douglas del tipo Y=AKα L1-α.

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Cuadro 3: COEFICIENTES DE LAS FUNCIONES COBB-DOUGLAS PARA BOLIVIA, 2005-2013

La baja intensidad en capital pareciera un hecho estilizado en países en desarrollo. Las

investigaciones clásicas en el área, apoyan la hipótesis señalada (Cuadro 4). Los

ejercicios donde la muestra incluye a Bolivia revelan baja intensidad en capital,

particularmente cuando las especificaciones son ampliadas (Rincón, 1998 y Mankiw et

al., 1992). La mención no parece ajena en Asia del Este ni EE.UU. No obstante, queda

abierto el debate a nuevos hallazgos. Si asumimos el supuesto de rendimientos

constantes, admitiríamos implícitamente la intensidad laboral.

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II.2.1. Intensidad laboral y rendimientos decrecien tes a escala A fin de evaluar si los rendimientos son constantes, crecientes o decrecientes a escala se

examinó las restricciones de los parámetros de la ecuación 2. Los resultados del Cuadro 5

evidencian los rendimientos decrecientes a escala de la economía boliviana, lo cual indica

que el producto aumenta en una proporción menor al aumento de los factores.

Igualmente, se respalda la intensidad del factor trabajo en la economía, quizá se explique

porque es el factor relativamente abundante en el país9.

Los resultados del análisis a nivel macroeconómico son consistentes con hallazgos desde

una perspectiva microeconómica. Chávez y Dorado (1996) analizan la industria

manufacturera durante 1983-1993, destacan la relevancia del capital10 de 1983 a 1985,

año donde ocurrió un quiebre estructural. A partir de la aplicación de la reformas

estructurales la industria fue intensa en trabajo, con rendimientos decrecientes, siendo

excepcionales los rendimientos crecientes, 1983, 1988, 1991 y 1992 (Gráfico 2).

9Mendieta y Martín (2008) plantean como hipótesis la vigencia del autoempleo y la existencia de pequeñas empresas. 10 Morales R. (1984) para el periodo 1970 a 1982 habría estimado (α=0,7), para una función de producción de la industria manufacturera, citado por Jemio (2008).

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¿Por qué es plausible postular la 'intensidad laboral' de la economía boliviana? Los

resultados del Gráfico 3 (Panel a) sugieren el uso intensivo de mano de obra11, en tanto la

tasa de ocupación sigue similar senda del PIB per cápita y registra menor volatilidad en

contraste a la formación bruta de capital fijo, cuya volatilidad es la regla más que la

excepción; no obstante, es destacable su acompañamiento de la trayectoria (expansión y

contracción) del producto. Adicionalmente el Panel b, evidencia el deterioro12 de la

productividad marginal del capital a diferencia del factor laboral.

A fin de sustentar el planteamiento mencionado como ejercicio complementario se realizó

el análisis coespetral. El Gráfico 4 (Panel a) evidencia que la coherencia entre el PIB per

cápita y el empleo es alta, ligada a ciclos con un periodo de 9 años, (correspondiente a la

frecuencia 0,1, esto es de largo plazo). En contraste, el PIB per cápita y la FBCF

muestran alta coherencia, asociada a ciclos con un periodo de 2,5 años (correspondiente

a la frecuencia 0,4, de corto plazo), (Panel b). Por tanto, resulta admisible postular la

intensidad laboral de la economía boliviana; empero, queda pendiente establecer la

contribución de los factores al producto.

11 Vargas (2010, p. 17) usando una función Cobb-Douglas ampliada encuentra “…que cerca de la mitad del crecimiento del producto es explicado por el crecimiento en el factor trabajo. La acumulación del stock de capital físico solamente explicaría un 15% del crecimiento promedio de la economía.” 12 Machicado (2012) ofrece argumentos del detrimento de la productividad marginal del capital.

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II.2. Productividad total de factores y contabilida d de crecimiento La productividad total de factores (PTF) dada su inobservabilidad, fue calculada en base a

la estimación de la ecuación (2). Posteriormente se aplicó el filtro de Hodrick y Prescott

con parámetro apropiado para datos anuales de Bolivia, estimado por Choudhary et al.

(2013). El Gráfico 5 (Panel a) visualiza el comportamiento de largo plazo de la PTF,

identificando ocho periodos donde la PTF (estimada) creció superior a su potencial, con

ciclos cada vez de menor duración. La PTF respecto al PIB fue procíclica, creciendo a

ritmos menores al PIB, a excepción del tramo 1999-2001 (Panel b).

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El Cuadro 6 destaca los hitos económicos en cada periodo de los quiebres identificados

anteriormente y reporta la descomposición del crecimiento. Los resultados en el período

analizado (1950-2012) advierten como motor de crecimiento económico al factor trabajo13,

el cual en promedio explica el 50,2%; el capital contribuye al producto en torno al 8,5%; y

el residuo de Solow (PTF) –otros factores desconocidos– explica el crecimiento en 41,3%.

La contribución de los factores de producción fue heterogénea, a excepción del capital,

por tanto, resulta difícil establecer una regla de combinación de factores para alcanzar

altas o bajas tasas de crecimiento. Empero, la “época de oro” con el reciente hito de la

“demanda interna”14 guardan similares rasgos: mayor PTF en relación al trabajo. Por otra,

los magros crecimientos (1,7% y 1,5%) estarían ligados a depresiones del trabajo y

excesos de PTF. Aun en contextos de elevada inflación son alcanzables modestas tasas

(2,3%), prioritariamente sostenidas en el trabajo y una contribución marginal de PTF.

II.2.3. Política monetaria, crecimiento e inflación A fin de evaluar las presiones inflacionarias y su impacto en el crecimiento, basado en la

función Cobb-Douglas se calculó el PIB potencial15 y por extensión natural, la brecha del

producto (output gap). Los periodos donde el PIB real creció mayor al potencial hubo

presiones inflacionarias, i.e. ‘50-‘5516, ‘72-‘8317, lapsos donde se deterioró el crecimiento

(Gráfico 6, Panel a). Paradójicamente, no fue el caso durante 1994-1998 y 2008-2012

13 Este es un hecho estilizado, véanse Loayza et al. (2004), Mendieta y Martín (2008) y Vargas (2010). 14 La ruta del crecimiento en Latinoamérica se destaca por un crecimiento impulsado desde dentro, véase De la Torre et al. (2013). 15 Una vez calculado la productividad (PTF) se descompuso la serie en dos partes: el componente tendencia el cual representa la productividad determinística del crecimiento y el componente estocástico correspondiente al déficit o excedente en torno a la productividad potencial. La tendencia fue estimada aplicando el filtro Hodrick-Prescott con λ específico para Bolivia. Una vez estimada la productividad de tendencia se reemplazó en la ecuación (1), obteniéndose de esta forma el producto potencial. 16 El 4 de agosto de 1956 –debido las elevadas tasas de inflación– fue implementado el Plan Eder, un plan de similares características al implementado en 1986, (véase Aguilar, 2012a). 17 La hiperinflación de 1985 quizá es la inflación emblemática, hecho por el que Bolivia figura en los manuales de macroeconomía, la misma fue aplacada mediante un plan ortodoxo plasmado en el D.S. 21060.

Page 12: Flujo de Inversion y Crecimiento

12

donde acaeció brecha positiva con desinflación. Empero, la correlación es negativa18 y

significativa (Panel b), denotando el costo de la inflación en el crecimiento.

La brecha positiva figura en cuatro tramos: las dos primeras con rasgos de

sobrecalentamiento; en cambio las siguientes no condicen con la teoría económica. A éstas

podríamos catalogarlas como fases de crecimiento sin presiones inflacionarias19, con uso de

mayor capacidad en lugar de ‘plena’, en tanto hay holguras de capacidad de producción. Las

fases de sobrecalentamiento (‘50-‘55, ‘72-‘83) estuvieron acompañadas de episodios de

déficits gemelos (fiscal y de cuenta corriente) aunada al exceso de emisión monetaria (Gráfico

7, Panel a).

La ultima brecha positiva (‘08-’12), a diferencia de las anteriores acaeció en un contexto de

twin superávits (Gráfico 7, Panel a), desinflación y sostenido crecimiento20. La aplicación de

política monetaria heterodoxa explicaría la moderación en la inflación al igual que la

incorporación de otros instrumentos operativos de política21, entre ellos el saldo de

colocaciones netas (Gráfico 7, Panel b) y una gama de instrumentos de política empleados por

el BCB para maniobrar la inflación22.

18 Cossio et al. (2008, p. 90) compila literatura mixta respecto a esta relación. 19 Un aspecto pendiente es la estimación de la tasa de desempleo no aceleradora de la inflación (NAIRU). 20 La mención sería consistente con el mandato de la Constitución Política del Estado, artículo 327: “… es función del Banco Central de Bolivia mantener la estabilidad del poder adquisitivo interno de la moneda, para contribuir al desarrollo económico y social.” 21 Cernadas y Aldazosa (2011, p. 25) dan cuenta del uso de “… otros instrumentos como el saldo de colocaciones netas y la tasa de interés para afectar la inflación y reducir la brecha en la actividad económica.” Los autores estiman tres funciones de reacción: para el tipo de cambio nominal, la tasa de interés relevante y el saldo de colocaciones netas. La postura del ente emisor consistiría en reservarse el uso el tipo de cambio nominal como instrumento adicional de política más agresivo en un escenario muy inflacionario; en cambio, los otros instrumentos identificarían la postura habitual de la autoridad monetaria, siendo el saldo de colocaciones netas el canal de transmisión más efectivo a diferencia de la tasa de interés. 22 Véase el Informe de Política Monetaria (2013) para apreciar los instrumentos de la política monetaria heterodoxa en Bolivia.

Page 13: Flujo de Inversion y Crecimiento

13

La economía boliviana atravesó tres recesiones23 (brechas negativas) con periodos

gradualmente acortados. Una posible hipótesis para tal efecto fue la ausencia de política

monetaria. Pues, hasta 1985, ésta fue subordinada a la fiscal; en los ochenta y los noventa –

pese a la independencia del Banco Central– los elevados grados de dolarización limitaron el

ejercicio de política monetaria24 (Gráfico 8, Panel b). La gradual recuperación de política

monetaria en un ambiente de bolivianización financiera explicaría la reducida recesión.25

23 La duración de la recesión tipificada oscila entre 16, 10 y 9 años respectivamente: 1956-1971, 1984-1993 y 1999-2007. 24 Morales (2003) y Aguilar (2013). 25 Incluso los repuntes inflacionarios del 2008 en un ambiente de bolivianización financiera no afectaron al crecimiento del producto.

Page 14: Flujo de Inversion y Crecimiento

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La política monetaria si bien contribuye indirectamente26 al crecimiento económico de

largo plazo, manteniendo la estabilidad de los precios en términos de nivel y baja

volatilidad (Gráfico 8, Panel a), dista su alcance en afectar directamente a variables reales

i.e. el desempleo. Los episodios donde el producto real creció mayor al potencial fueron a

costa de ‘desempleo cíclico’ (Gráfico 9, Panel a), tal parece explicar el desempleo

estructural27. La tasa de empleo respecto a la brecha del producto es anticíclica, aspecto

visibilizado en el Gráfico 9, Panel b.

II.3. Los flujos de inversión de largo plazo en Bol ivia Una vez efectuado una radiografía de la oferta agregada de la economía boliviana en las

siguientes líneas se esboza el comportamiento de los flujos de inversión de largo plazo: la

inversión pública (IPUB), la privada (IPRI) y la inversión extranjera directa (IED). La

inversión extranjera directa en relación al producto hasta el 2005 fue contracíclico; en

cambio, la inversión privada y la pública procíclicas, excepcionalmente, esta última fue

anticíclica como se aprecia en el Gráfico 10, Panel a y b. La inversión doméstica (privada

y pública) en cuanto a la magnitud fue mayor a la extranjera, excepto el período 1997-

2001, resultado de la capitalización; agotado las empresas estatales, la IED volvió a su

cauce.

26 Véase Cernadas y Fernández (2010). 27 El tipo de desempleo en Bolivia no es de tipo friccional, sino de carácter estructural, cuyas manifestaciones se expresan en el subempleo y el autoempleo.

Page 15: Flujo de Inversion y Crecimiento

15

El Gráfico 11 (Panel a) presenta la tendencia de la IED en Bolivia, distinguiendo dos

indicadores. El primero es un Índice de entradas efectivas de IED (Openness to FDI

extra)28, mide la magnitud de la IED recibida por un país destinatario de inversiones,

considerando el peso del producto del país huésped y del producto mundial. El segundo,

es un Índice de apertura de IED (Openness to FDI intra), incluye los ingresos (inward FDI)

y salidas de inversión (outward FDI), respecto al producto de la economía anfitriona.

28 El cálculo considera: FDIIit= [(FDIit/FDIwt)] / [(GDPit/GDPwt)]; donde FDI es la inversión extranjera directa, GDP es el producto interno bruto, i el país huésped, w el mundo y t el período. El segundo indicador queda expresado formalmente como: FDIOit=(FDIit Inward + FDIit outward ) / GDPit; el primer término del numerador se refiere a los ingresos de IED recibidos por la economía anfitriona i. El segundo, alude a la IED del país i hacia el resto del mundo.

Page 16: Flujo de Inversion y Crecimiento

16

El similar comportamiento de los ratios denota que el ritmo de la afluencia de inversiones

en Bolivia estuvo en consonancia con el ciclo de IED en América Latina y el mundo,

debido a la sintonía de políticas. Las leyes de apertura (del ’90, ’92 y ’94) a nivel local

propiciaron el boom de IED en 1998, bajo la modalidad de capitalización. La IED en

Bolivia y en el resto del mundo sufrió severa contracción29, cuya caída libre en el país tocó

fondo el 200530. Aun en contextos de ‘nacionalización’ y de crisis financiera internacional,

Bolivia recibió mayores flujos de IED respecto a inicios de la década de los ’90.

La infraestructura, nichos de mercados, recursos naturales, habilidades y bajos costos

laborales incentivarían la afluencia de IED a Bolivia –según el índice potencial de

recepción de IED de la UNCTAD (Gráfico 12, Panel b). El informe ubica a Bolivia en el

puesto 82 en un ranking de 176 países, ocupando China el primer sitial seguido de

EE.UU. Por otra, capitales ’transbolivianos’31 (outflow investment) gradualmente

recobraron importancia (Panel a), queda en agenda de investigación los países destino y

los sectores de inversión.

29 El descenso de IED a partir de 1999, en parte se explica por el agotamiento de empresas estratégicas del Estado para fines de capitalización; por otra, el año 1999 la crisis Asiática golpeó fuertemente a Bolivia, registrando -1.9% la tasa de crecimiento del PIB. 30 La abrupta caída de la ‘entrada neta de capitales’ (incluye la IED) previo a la etapa nacionalizadora, según Boyán y Loza (2005) se debió a dos frenazos súbitos (sudden stops), causado por salidas de capital de corto plazo. El primer episodio habría ocurrido entre 1999 y el 2000; el segundo, entre 2002 y 2003. Además, del tsunami político contemporáneo en época democrática y por motivos de RRNN, la denominada ‘guerra del gas’, la cual derivó en el referéndum vinculante. 31 El fenómeno no es nuevo, i.e. recuérdese a los varones del estaño, cuyas inversiones se localizaron principalmente en Inglaterra y en el sector minero.

Page 17: Flujo de Inversion y Crecimiento

17

III. EVIDENCIA EMPÍRICA, FLUJO DE INVERSIÓN Y PIB III.1. Crowding-in effect o crowding-out del flujo de inversiones Inicialmente se calcularon las correlaciones simples entre los flujos de inversión (pública,

privada y extranjera), a fin de revelar el tipo de asociación entre ellas, porque es

sugerente la existencia de eslabonamientos intra inversiones (crowding-in effect), la

ausencia de relación y/o efectos trade off (crowding-out effect). Asimismo, al posible

efecto de complementariedad se vio por conveniente establecer el tipo de causalidad en

sentido de Granger (1980). El objetivo fue verificar el sentido de la causalidad y

determinar la inversión dinamizadora.

El Gráfico 13 muestra evidencias significativas a favor del efecto complementario entre los

flujos de inversión, en consecuencia no existe efectos crowding-out. Pero, ¿cuál el tipo de

causalidad entre ellos? El Cuadro 7 reporta el test de causalidad de Granger, donde se

observa causalidad unilateral, de la inversión privada a la pública, y no existe causalidad

entre la inversión pública y extranjera directa. Mientras la materialización de la inversión

privada requiere de la pública, no ocurre ello con la IED.32

32 Véase Aguilar (2012b) acerca de los determinantes de la IED a nivel sectorial y Aguilar (2012a) desde una perspectiva global.

Page 18: Flujo de Inversion y Crecimiento

18

A fin de constrastar si las variables bajo analisis ingresarían como regresoras de los

modelos de inversión, ameritó un analisis preliminar. El Cuadro 7 verifica causalidad

bidireccional de la inversión pública al PIB y viceversa; la significación relativamente débil

estaría ligada a que parte del financiamiento de la inversión pública corresponde a

recursos externos (Gráfico 14). El producto causa unilateralmente a la inversión privada y

a la extranjera, a la primera con mayor significancia que a la segunda.

Page 19: Flujo de Inversion y Crecimiento

19

III.2. Inversión extranjera directa y crecimiento El modelo incluye variables típicamente correlacionadas con el crecimiento económico en

línea con Flexner (2000), entre ellas: inversión extranjera directa, términos de intercambio,

gasto de gobierno, inflación y una dummy, ésta representa la crisis financiera de EE.UU y

la europea (2008-2010). Los datos son de frecuencia anual de 1990 a 2012. La ecuación

se estimó mediante OLS. Las variables están expresadas en diferencias logarítmicas. El

modelo estimado cumple con las propiedades estadísticas deseables y los signos son

coherentes con la teoría.

Los resultados indican modesta incidencia de la inversión extranjera directa sobre el

producto, estimado en 0,03%, estadísticamente significativo al 1% de nivel de

significación.33 Los términos de intercambio inciden en 0,31%, similar al impacto del gasto

de gobierno. La inflación afecta negativamente al crecimiento en 0,39%. La crisis

internacional no afectó directamente al producto y no incidió de forma negativa, porque los

canales de transmisión se dieron vía precios34.

Una especificación alterna se estimó en línea con Boyán y Loza (2005) para evaluar el

impacto de la inversión extranjera directa en el crecimiento. La nueva especificación

incluye un indicador de empleo y una dummy, ésta representa el impacto de la crisis

financiera internacional de EE.UU. del año 2008 y el inicio de la crisis fiscal europea el

2009. La ecuación se estimó a través de OLS para el período 1990-2012, las variables se

expresaron en diferencias logarítmicas. El modelo cumple con las bondades de ajuste y el

signo de los coeficientes concuerda con la teoría.

33 Las estimaciones son coherentes con las de Flexner (2000), quien para el período 1990-1998 con información trimestral, estimó la incidencia de la inversión en 0,0275% sobre el crecimiento del PIB per cápita (significativa al 10%). Además el impacto sobre el PIB, según el autor sería rezagada en un trimestre. Incluso la dummy que captura el efecto de la capitalización fue estimado en 0,0956%. Flexner (op. cit, 20) menciona: “The low level of significance of the FDI to GDP ratio and the insignificance of capitalization inflows reflect the importance of time. The time period covered in our model is relatively short while the impact of FDI on growth is not immediate. Technology must be adopted and diffused, and management and production techniques must be enhanced, processes that are only just beginning to take shape in Bolivia.”. 34 Véase Vera y Loza (2009) acerca del efecto de los precios externos en los commodities en Bolivia.

Page 20: Flujo de Inversion y Crecimiento

20

La inversión extranjera directa es significativa al 7% de significación e incide positiva y

modestamente en el crecimiento del producto en 0,029%35. Los términos de intercambio

inciden en 0,42% en el PIB. La contribución del indicador de empleo es estadísticamente

significativa, pero además la magnitud es relevante, e implica un incremento en la tasa de

crecimiento del producto en 1,5%, tal aspecto refuerza la intensidad laboral de la

economía. La crisis internacional no afectó directamente al producto y no incidió de forma

negativa, porque la trasmisión fue a través de los precios.

III.3. Inversión privada nacional y crecimiento ¿Cómo influye la inversión privada nacional en el crecimiento del PIB? La especificación

econométrica está en línea con Ramírez (1992). El modelo tiene como variables

explicativas la inversión privada nacional, el tipo de cambio nominal y una dummy, ésta

representa la reorientación de la política cambiaria ligada a la apreciación cambiaria. Los

datos son anuales de 1990 a 2012. Las variables están expresadas en diferencias

logarítmicas, y se estimó mediante ROLS, obteniendo ajustes razonables y significativos.

El impacto de la inversión privada nacional según las estimaciones contribuye positiva y

significativamente al producto, aunque con baja incidencia, en torno a 0,026%. La

sostenida depreciación del ‘tipo de cambio nominal’36 tuvo efectos adversos sobre el

crecimiento37, el mismo habría deteriorado el crecimiento en 1,1%. La reorientación de la

política cambiaria38 estadísticamente es significativa aunque con baja incidencia.

35 Los resultados son congruentes con las estimaciones de Boyán y Loza (2005), así la IED incide en la tasa de crecimiento del PIB en 0,0805% con rezago de dos años. 36 La misma especificación se estimó incluyendo el ‘tipo de cambio real’, siendo el coeficiente -0,41%, significativo al 7%. No se reportó in extenso al adolecer problemas de autocorrelación y colinealidad. 37 Mendoza (2012) reporta argumentos acerca de los efectos contractivos de la devaluación, véase Recuadro 1. 38 Cerezo et al. (2010) destacan las ventajas del régimen cambiario crawling peg adoptado en Bolivia en 1985.

Page 21: Flujo de Inversion y Crecimiento

21

RECUADRO 1. HECHOS ESTILIZADOS DEL EFECTO CONTRACTIVO DE LA DEVALUACIÓN EN ECONOMÍAS DOLARIZADAS

� Los resultados de las devaluaciones sobre el TCR pueden ser rápidamente contrarrestado por su efecto en la inflación (Hinkle y Montiel, 1999)

� La estructura productiva es rígida en el corto plazo, por lo que una depreciación real no genera un incremento suficientemente rápido en la producción de transables (Krugman y Taylor, 1978).

� Una devaluación redistribuye el ingreso real de los trabajadores a los capitalistas, dado que éstos poseen menor propensión marginal a consumir, se contrae el gasto en bienes de consumo, introduciendo un efecto contractivo en la demanda agregada (Krugman y Taylor, 1978).

� Una devaluación puede introducir efectos contractivos al encarecer los costos de producción debido a incrementos de salarios nominales (Agénor y Montiel, 1999).

� Una devaluación incrementa los costos de adquisición de insumos importados introduciendo un efecto contractivo en la oferta agregada (Gylfason y Schmidt 1983).

� Una devaluación puede introducir efectos contractivos en la hoja de balance de los diversos agentes económicos (en especial el sistema financiero), debido al encarecimiento de la deuda y pago de servicios de deuda, si es que ésta se encuentra denominada en moneda extranjera (Haussman 2001, Reinhart 2002 y Krugman 1999).

� La deuda pública y operaciones del sector público denominadas en moneda extranjera, se ven afectadas por la devaluación, lo que lleva a medidas compensatorias del gobierno, que pueden introducir efectos contractivos en la demanda agregada (Krugman y Taylor 1978, Wijnbergen 1986 y Edwards 1989).

Fuente: Mendoza (2012)

III.4. ¿El modelo de crecimiento en Bolivia es endó geno o exógeno? Una preocupación de los policy makers es develar con meridiana claridad cuál el principal

motor de crecimiento de una economía. A este propósito se estimó un modelo donde se

incluye simultáneamente la inversión pública, privada y extranjera. A fin de evitar el sesgo

de especificación resultaron significativos los términos de intercambio y una dummy, ésta

captura el impacto de la crisis financiera internacional de 2008. La frecuencia de los datos

es anual de 1990 a 2012, la ecuación fue estimada mediante OLS.

El crecimiento económico en Bolivia, según el modelo estimado evidencia la importancia

–en términos de magnitud– de la inversión pública, privada y extranjera respectivamente.

La modesta incidencia sobre el PIB de la inversión doméstica (pública y privada) respecto

a la extranjera difiere temporalmente. Mientras la IED impacta inmediatamente39 en el

crecimiento; en cambio, la pública y privada inciden con rezago de un año40. El rezago de

la pública se explica por su lenta maduración, y la privada por los rendimientos

decrecientes causada por la volatilidad como fue evidenciado.

39 Boyán y Loza (2005, p.20) estiman un modelo donde incluyen como regresoras de la tasa de crecimiento del PIB a los flujos de capital netos de corto plazo, flujo de financiamiento oficial y la IED. Ésta muestra un impacto rezagado en dos años y es “marginalmente significativa”, siendo el coeficiente 0,0414% para el período 1980-2003 y 0,0423% para el período 1990-2003. 40 Los resultados guardan relativa similitud con los hallazgos de Morales (2011, p. 7), quien estima el impacto de la inversión pública luego de dos años e inmediato impacto de la inversión privada en el PIB; en cambio, según el autor “La inversión extranjera directa no tiene incidencia estadísticamente significativa en el crecimiento.”

Page 22: Flujo de Inversion y Crecimiento

22

El impacto asimétrico de los flujos de inversión sobre el crecimiento probablemente estén

ligados a la proporción invertida. Históricamente la inversión pública fue mayor a la

privada y ésta a la extranjera; además, períodos donde el crecimiento declinó, la inversión

pública fue anticíclica (Gráfico 15, Panel a). La incidencia positiva de los términos de

intercambio en el crecimiento es destacable, cuyo comportamiento histórico fue

ascendiendo (Panel b). Por último, la crisis financiera internacional del 2008 capturada en

la dummy, paradójicamente impactó positivamente en el crecimiento económico de Bolivia

debido al modelo de crecimiento endógeno, tal como sugieren los siguientes ejercicios.

La estimación anterior parcialmente evidenció como principales motores del crecimiento a

la inversión pública y privada, aunque no quedó claro el horizonte temporal durante el cual

Page 23: Flujo de Inversion y Crecimiento

23

un shock en los flujos de inversión inciden en el crecimiento. A esta finalidad, usando la

misma información se estimó un VAR (Vector autoregresivo) irrestricto, donde únicamente

la dummy se incluyó como exógena y las otras (PIB, flujos de inversión y términos de

intercambio) como endógenas. El VAR se estimó con un rezago según criterios

convencionales41.

El Gráfico 16 muestra la descomposición Pesaran y Shin (1998) de las funciones impulso

respuesta (FIR) del crecimiento del PIB a una innovación estándar en los flujos de

inversión. Los signos son los esperados: un shock de una desviación estándar en los

flujos de inversión impacta positivamente sobre el producto; aunque difieren en términos

de magnitud y persistencia. El shock de la inversión pública se disipa en 14 años, la

privada en 13 y la extranjera en 6. Los resultados evidencian la primacía de la inversión

doméstica (privada y pública) respecto a la IED. Los rasgos citados hacen de Bolivia

menos vulnerable a la contracción de IED y a la crisis financiera internacional.

41 Los estadísticos de Razón de Máxima Verosimilitud (LR), Error de Predicción Final (FPE), Criterio de Información de Akaike (AIC), y Criterio de Información de Hannan-Quinn (HQ). El modelo cumple las propiedades deseables: R2 ajustado (0,9575), estabilidad (todos los autovalores del sistema se encuentran dentro del círculo unitario) y residuos ruido blanco, homoscedásticos, distribuidos normalmente.

Page 24: Flujo de Inversion y Crecimiento

24

Los flujos de inversión muestran un lento proceso de maduración, i.e. el primer período, el

shock en el producto –otras variables no incluidas en el VAR42– contribuye en 100% la

varianza del PIB (Cuadro 8). A partir del segundo período la inversión privada y pública

inciden positivamente, explicando en promedio en una década el 38% de las variaciones

del PIB y la IED 8,5%. Los resultados dan pie a sostener la hipótesis del modelo de

crecimiento endógeno aunado a la apertura económica; la mejoría de los términos de

intercambio inciden en 26% las variaciones del PIB en el mismo horizonte temporal.

42 Swaby (2007) obtiene similares resultados para Jamaica al estimar la descomposición de varianza, donde en el primer periodo el producto no reacciona a la inversión privada (aproximada por el crédito al sector privado), la inversión pública (aproximada por el gasto en capital), la inversión extranjera directa y el tipo de cambio real.

Page 25: Flujo de Inversion y Crecimiento

25

IV. CONCLUSIONES

Los ciclos económicos en el pasado se caracterizaron por ser más prolongados, en

cambio los recientes, fueron de corta duración. La apertura de un nuevo ciclo se advierte

desde el 2011.T3, cuya fase de recuperación perdura hasta el 2012.T4. Una inspección

de los ciclos económicos en países de la región –en relación a los ciclos de largo plazo–,

permite tipificar a Bolivia junto a otras economías en una categoría intermedia. Pues, los

ciclos de largo plazo de éstos países es de 31 años, menor a lo previsto por Kondratieff

(54 años cuando menos).

Una causa económica de la corta duración del ciclo en Bolivia está vinculado a los

rendimientos decrecientes a escala de los principales factores productivos, con mayor

incidencia laboral que de capital. La intensidad del factor trabajo se manifiesta a nivel

macro y microcoeconómico, reflejado en una creciente productividad marginal. La baja

incidencia del capital en el producto –en cambio–, se explica por su voltilidad, reflejado en

la decreciente productividad marginal. El análisis coespectral evidencia relación de

mediano plazo entre el producto y el empleo, y de corto plazo con el capital.

La contribución de los factores de producción –según la contabilidad del crecimiento– fue

heterogénea, a excepción del capital, por tanto, resulta difícil establecer una regla de

combinación de factores para alcanzar altas o bajas tasas de crecimiento. Empero, la

“época de oro” con el hito de la “demanda interna” guardan similares rasgos: mayor PTF

en relación al trabajo. Los magros crecimientos estarían ligados a depresiones del trabajo

y excesos de PTF. Aun en contextos de elevada inflación son alcanzables modestas

tasas, prioritariamente sostenidas en el factor laboral y una contribución marginal de PTF.

Los periodos donde el PIB real creció mayor al potencial hubo presiones inflacionarias

(‘50-‘55, ‘72-’83), deteriorando el crecimiento. Paradójicamente, no fue el caso durante ‘94-

‘98 y ‘08-‘12 donde acaeció brecha positiva con desinflación. Lo anterior denotaría uso de

mayor capacidad en lugar de ‘plena’, indicando holguras de capacidad de producción. La

última brecha positiva (‘08-’12) acaeció en un contexto de twin superávits, desinflación,

sostenido crecimiento y activa política monetaria, a diferencia de los sobrecalentamientos de

los cincuenta y setenta donde además hubo emisión inorgánica de dinero.

La economía boliviana atravesó tres recesiones con periodos gradualmente acortados. La

progresiva recuperación de política monetaria en un ambiente de bolivianización financiera,

Page 26: Flujo de Inversion y Crecimiento

26

explicaría la reducida recesión. La política monetaria si bien contribuye indirectamente al

crecimiento económico de largo plazo, manteniendo la estabilidad de los precios en

términos de nivel y baja volatilidad, dista su alcance en afectar directamente a variables

reales i.e. el desempleo. Los episodios de ’brecha positiva’ fueron a costa de ‘desempleo

cíclico’, tal parece explicar el desempleo estructural, porque la tasa de empleo muestra

ser anticíclica en relación a la brecha del producto.

Una vez caracterizado los rasgos estructurales de la economía –en materia– de los flujos

de inversión respecto al PIB muestran relevancia: la pública, la privada y la extranjera.

Únicamente en el el período 1997-2001, resultado de la capitalización la IED fue mayor a

la inversión doméstica; agotado las empresas estatales, la IED volvió a su cauce. La IED

en relación a la tasa de crecimiento del PIB hasta el 2005 fue contracíclico; en cambio, la

inversión privada y la pública procíclicas, excepcionalmente, esta última fue anticíclica.

La afluencia de inversiones en Bolivia estuvo en consonancia con el ciclo de IED en

América Latina y el mundo, debido a la sintonía de políticas. Acaecido el boom de IED en

1998, en Bolivia y en el resto del mundo sufrió severa contracción, cuya caída libre en el

país tocó fondo el 2005. Aun en contextos de ‘nacionalización’ y de crisis financiera

internacional, Bolivia recibió mayores flujos de IED respecto a inicios de la década de los

’90. La infraestructura, nichos de mercados, recursos naturales, habilidades y bajos

costos laborales incentivarían la afluencia de IED a Bolivia según el WIR 2012.

No hay indicios de efectos crowding-out los flujos de inversión en Bolivia. Mientras la

materialización de la inversión privada requiere de la pública, no ocurre ello con la IED. El

resultado se desprende tras confirmar causalidad unilateral, de la inversión privada a la

pública, no existiendo causalidad entre la inversión pública y la extranjera directa.

Igualmente se verifica causalidad bidireccional entre la inversión pública y el producto;

finalmente, el PIB causa unilateralmente a la inversión privada y extranjera.

La inversión extranjera directa resultó estadísticamente significativa; empero, en ambos

modelos evidencian baja incidencia en el producto. La inflación, el gasto de gobierno, los

términos de intercambio muestran relevancia en las variaciones del PIB en la

especificación inicial. La segunda especificación, reporta la importancia del empleo y de

Page 27: Flujo de Inversion y Crecimiento

27

los términos de intercambio. La crisis internacional no afectó directamente al producto y

no incidió de forma negativa, porque los canales de transmisión se dieron vía precios.

La inversión privada nacional resultó estadísticamente significativa con modesto impacto

en el PIB. La depreciación del tipo de cambio nominal resultó significativa, cuyo efecto

fue adverso para el crecimiento económico. El resultado se muestra robusto cuando en la

especificación resultó positiva y muy significativa la dummy que captura la reorientación

de la política cambiaria, aunque muestra una baja incidencia en el producto.

Una evaluación simultánea de los flujos de inversión en el producto, destaca la

importancia –en términos de magnitud– de la inversión pública, privada y extranjera

respectivamente. Mientras la IED impacta inmediatamente en el crecimiento; en cambio,

la pública y privada inciden con rezago de un año. Igualmente, los términos de

intercambio en relación a los flujos de inversión impactan con mayor magnitud. La dummy

que captura los efectos de la crisis financiera internacional, paradójicamente impactaron

positivamente. El hallazgo robustece las estimaciones de la IED y la inversión privada.

La estimación del VAR resultó muy elocuente al capturar la dinámica temporal, durante el

cual un shock en los flujos de inversión incide en el crecimiento. La FIR del crecimiento

del PIB a una innovación estándar en los flujos de inversión, reporta impactos positivos

sobre el producto, con mayor incidencia de la privada, pública y extranjera. La

persistencia del shock de la inversión pública se disipa en 14 años, la privada en 13 y la

IED en 6. La primacía de la inversión doméstica respecto a la IED, hacen de Bolivia

menos vulnerable a la contracción de IED y a la crisis financiera internacional.

La descomposición de varianza refuerza el rezago del impacto del flujo de inversiones en

el PIB. Los flujos de inversión muestran un lento proceso de maduración, i.e. el primer

período, el shock en el producto –otras variables no incluidas en el VAR– contribuye en

100% la varianza del PIB. A partir del segundo período la inversión privada y pública

incide positivamente, explicando en promedio en una década el 38% de las variaciones

del PIB y la IED 8,5%. Los resultados dan pie a sostener la hipótesis del modelo de

crecimiento endógeno aunado a la apertura económica: la mejoría de los términos de

intercambio inciden en 26% las variaciones del PIB en el mismo horizonte temporal.

Page 28: Flujo de Inversion y Crecimiento

28

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Page 31: Flujo de Inversion y Crecimiento

31

APÉNDICE A

Gráfico A1: SERIES INCLUIDAS EN LAS ESTIMACIONES ECONOMÉTRICAS

NOTA: Las series están en nivel, empero en los ejercicios ingresaron en diferencias logarítmicas

NOMENCLATURA

GDP Gross Domestic Product EMP Employment CPI Consumer Price Index PIG Public Investment DPI Domestic Private Investment FDI Foreign Direct Investment NEX Nominal Exchange TOT Terms of Trade SGV Government Spending

3,000

3,500

4,000

4,500

5,000

5,500

1990 1995 2000 2005 2010

GDP

2,000

2,200

2,400

2,600

2,800

3,000

3,200

3,400

1990 1995 2000 2005 2010

EMP

0

100

200

300

400

1990 1995 2000 2005 2010

CPI

0

500

1,000

1,500

2,000

2,500

3,000

1990 1995 2000 2005 2010

PIG

0

500

1,000

1,500

2,000

2,500

1990 1995 2000 2005 2010

DPI

0

1,000

2,000

3,000

4,000

1990 1995 2000 2005 2010

FDI

3

4

5

6

7

8

9

1990 1995 2000 2005 2010

NEX

40

60

80

100

120

140

1990 1995 2000 2005 2010

TOT

0

2,000

4,000

6,000

8,000

10,000

12,000

14,000

1990 1995 2000 2005 2010

SGV