floreal ocaña - la escuela moderna - serie educación iii

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    La Escuela ModernaLa Escuela ModernaLa Escuela ModernaLa Escuela ModernaLa Escuela Moderna Floreal OcaaFloreal OcaaFloreal OcaaFloreal OcaaFloreal Ocaa

    la

    Escuela Moderna

    Floreal Ocaa

    LIBERTARIA1919191919

    Extrado de:

    Tiempos NuevosTiempos NuevosTiempos NuevosTiempos NuevosTiempos NuevosN 13 Octubre-Noviembre 1938

    el racionalismo humanitario, que consiste en inculcar a lainfancia el afn de conocer el origen de todas las injusticiassociales para que, con su reconocimiento, pueda luego com-batirlas y oponerse a ellas.

    La enseanza racional y cientfica de la Escuela Moderna hade abarcar, como se ve, el estudio de cuanto sea favorable ala libertad del individuo y a la armona de la colectividad me-diante un rgimen de paz, de amor y bienestar para todos sin

    distincin de clase ni de sexo.FFFFF. FERRER GU. FERRER GU. FERRER GU. FERRER GU. FERRER GUARDIAARDIAARDIAARDIAARDIA

    Crcel Modelo de Madrid, 1-5-1907

    serie: Educacin III

    Casa

    finidad

    M

    ontevideo-URUGUAY

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    El 30 de julio de 1937, en el Saln de Actos de la Casa C. N. T.. F. A.I., Floreal Ocaa pronunci la ltima conferencia del ciclo que, sobre losproblemas fundamentales de la Escuela, organiz la Federacin Regionalde Escuelas Racionalistas de Catalua.

    Tiempos Nuevos ofrenda a sus lectores este texto en ocasin delrecin 29 aniversario del asesinato del Maestro.

    Recin se cumpli el 29 aniversario del asesinato de Ferrer y TIEMPOS

    NUEVOS no puede silenciar esa fecha que conmovi la mentalidad librede todo el mundo. Por ello es que dedicamos unas pginas a l y a lo quefue su obra. Sin efectismos, sin rituales oficiales que caricaturizan lossentimientos ferrerianos, nosotros, estando muy lejos de la idolatra,rendimos este testimonio de recuerdo al hombre cuyos ideales pedaggi-cos no han sido superados.

    Porque se equivocan los pedagogos que aseguran el fracaso de lasconcepciones pedaggicas de Ferrer... Cuando ms se habrn superadolas tcnicas del hacer escolar, pero el ideal que sirvi de cauce a lasrealizaciones de la Escuela Moderna contina an siendo el vrtice de esengulo dirigido hacia la justicia social.

    Cierto que la Pedagoga Moderna se acerca admirablemente a lospuntos fundamentales de la Pedagoga Ferreriana. Pero cierto tambinque todas las modernas tendencias pedaggicas se olvidan o temenabordar el problema que fue fundamental en la Escuela Moderna. Pudi-ramos decir que fueron cuatro los puntos capitales sobre los que Ferrerbas sus orientaciones pedaggicas: 1 La investigacin cientfico-psico-lgica del educando. 2 El mximo respeto a su personalidad. 3 Laadaptacin de la escuela al nio y no del nio a la escuela. 4 Considerara la escuela como medio propicio a la formacin natural y espontnea dementalidades libres forjadoras de justicias sociales.

    Y, cuando ms, las modernas corrientes escolares coinciden con Ferreren los tres primeros puntos. La pedagoga oficial toda procura modelar alnio en perfecto ciudadano, acatador de leyes y conveniencias estatales

    y continuador de prejuicios y convencionalismos sociales.Quienes conocemos la obra de Ferrer sabemos que el espritu de toda

    su obra era esencialmente antiestatal. Lo dicen con claridad meridiana lasediciones de su biblioteca y de una forma que no deja lugar a dudas lasanotaciones por el hechas a los libros que la Escuela Moderna edit...Aquellas atinadas observaciones a algunos de los preciosos cuentos de Piy Arsuaga en Preludios de la Lucha y el sin fin de otras en todas lasobras de la Biblioteca, ms la obra toda del Boletn de la EscuelaModerna, hablan claro, clarsimo, de aquel espritu libertario de queestaba henchida toda la obra de aquel hombre.

    Y eso fue as porque Ferrer fue anarquista. (No teman quienes no seatreven a declararlo con esta crudeza.) Y ninguno de los realizadores dela pedagoga oficial lo ha sido ni es.

    La Escuela Moderna no fue una escuela laica. Ferrer cre una escuelaantiestatista, anticapitalista y antirreligiosa: UNA ESCUELA RACIONALIS-TA.

    Y aqu nadie ha continuado la obra de FERRER. Slo el MovimientoLibertario, el proletariado consciente y revolucionario, trat de realizaruna dbil continuacin de aquella obra gigante... y lo consigui a me-dias. Con enormes sacrificios y con deficiencias mil, los sindicatos,perseguidos siempre, los ateneos de espritu libertario en perenne clan-destinidad y los grupos de padres voluntariosos y constantes lograrontener escuelas que no fueron, desgraciadamente, nunca expresin fiel delespritu de la Escuela Moderna...

    Ni aun despus de la Revolucin (de esta revolucin que fue) hahallado realizacin la idea de Ferrer... No!, la Escuela Nueva Unificada notiene parentesco alguno con la Escuela Moderna...

    Por lo que los ideales de Ferrer quedan por realizar.

    El pensamiento pedaggico de Ferrer

    Andan errados quienes creen que Ferrer pretendi dar a la EscuelaModerna sabores insaboros. Andan errados u obran de mala fe. Losideales pedaggicos de Ferrer fueron bien definidos y de un marcadoperfil libertario.

    Y lgico es que as sea. La pedagoga moderna se caracteriza por suamor a la libertad individual. Las nuevas tcnicas y los planes nuevos sonms perfectos cuanto ms libres... Y las ms amplias concepciones de la

    libertad convergen en la Anarqua.Y las concepciones pedaggicas del Anarquismo pueden ser magistral-

    mente expresadas en estas palabras de Ferrer:

    desde la crcel

    UN PROGRAMA DE ACCINUN PROGRAMA DE ACCINUN PROGRAMA DE ACCINUN PROGRAMA DE ACCINUN PROGRAMA DE ACCIN

    Cuando hace seis aos tuvimos el grandsimo placer de abrirla Escuela Moderna de Barcelona, hicimos resaltar mucho quesu sistema de enseanza seria racional y cientfico.

    Ante todo, advertimos al pblico que siendo la razn y laciencia la anttesis de todo dogma, en nuestra escuela no seenseara religin alguna. Sabamos que esta declaracin pro-vocara el odio de la casta sacerdotal, y que nos veramoscombatidos con las armas que suelen emplear quienes sola-mente viven del engao y de la hipocresa, abusando de lainfluencia que les dan la ignorancia de sus fieles y el poder delos gobiernos. Pero todo cuanto se nos hablaba de lo temera-rio que era ponerse tan fundamentalmente enfrente de laiglesia imperante, ms alientos sentamos para perseverar ennuestros propsitos, persuadidos de que cuanto ms grandees un mal y cuanto ms poderosa es una tirana, ms vigor seha de emplear para combatirla y ms energa se necesitapara destruirla.

    El clamoreo general elevado por la prensa clerical contra laEscuela Moderna, al que podremos deber un ao de crcel,nos prueba que acertamos en la eleccin del mtodo deenseanza, y nos ha de dar a todos los racionalistas nuevosalientos para proseguir la obra con ms tesn que nunca yengrandecerla, propagndola hasta donde alcanza nuestropoder.

    Hay que advertir, sin embargo, que la misin de la EscuelaModerna no se limita a que desaparezca de los cerebros elprejuicio religioso, pues si bien es ste uno de los que ms se

    oponen a la emancipacin intelectual de los individuos, nolograramos nicamente con ello la preparacin de la huma-nidad libre y feliz, puesto que se concibe un pueblo sin religiny tambin sin libertad.

    Si la clase trabajadora se librara del prejuicio religioso y con-servara el de la propiedad, tal cual existe hoy; si los obreroscreyeran cierta la profeca que afirma que siempre habr po-bres y ricos; si la enseanza racionalista se limitara a difundirconocimientos higinicos y cientficos y preparase slo buenosaprendices, buenos dependientes, buenos empleados y bue-nos trabajadores de todos los oficios, podramos vivir muy en-tre ateos ms o menos sanos y robustos segn el escasoelemento que suele permitir los menguados salarios, pero nodejaramos de hallarnos entre esclavos del capital.

    La Escuela Moderna pretende combatir cuantos prejuiciosdificulten la emancipacin total del individuo, y para ello adopta

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    AMIGOS:A partir del 19 de julio de 1936 se ha mistificado y deforma-

    do grandemente el pensamiento de Francisco Ferrer respectoa su interpretacin de la Escuela Moderna, a su orientacintica-pedaggica, y por eso creo oportuno y necesario iniciarla conferencia defendiendo la pureza de sus concepcionesque injustamente se han querido empaar, desvalorizar y fal-sear.

    No somos idlatras, pero es un deber de conciencia recor-dar la obra de Ferrer, del hombre bueno cuyo crimen consistien abrir escuelas nuevas, verdaderamente nuevas, en las quelos nios aprendieran a desarrollar ntegramente su complejopsquico-biolgico, y que en las ciencias naturales hallasen loselementos primordiales para la formacin de su personalidadmoral e intelectual.

    El mundo todo sabe que este fue su gran delito, la causaque le llev a los tribunales y que, pese a todas las protestasdel pueblo espaol y del pensamiento libre internacional, lecondenaran a muerte. Jams podremos olvidar sus ltimos

    momentos, en que de pie, frente al pelotn que haba defusilarle, pidi que no le vendaran los ojos; quera recibir ladescarga criminal mirndoles sonriente como los profunda-mente tranquilos, como los realmente fuertes; quera recibiren sus ojos los ltimos rayos de luz, impregnar de idealidad elambiente con sus ltimas miradas. No se lo consintieron, por-que temieron, seguramente, no poder resistir de frente susojos serenos en los que slo brillaba firmeza, intel igencia, amoruniversal. nicamente consigui quedar de pie, aunque qui-sieron arrodillarle. Y as, sin estremecimientos musculares, comosmbolo de la voluntad humana indoblegable, recibi la des-carga que haba de matarle, mezclada con su grito: Viva la

    Escuela Moderna! Y su cuerpo pletrico de vida fsica, intelec-tual y moral, cay envuelto en su propia sangre.La Iglesia y el Estado lanzaron un suspiro de satisfaccin...

    Con Ferrer, pensaron, hemos terminado con la Escuela Mo-derna; pero se equivocaron. Ni Ferrer ni su obra murieron.Desde el 13 de octubre de 1909 vive en el corazn del Pueblo,en el corazn de todos los hombres buenos que supieroncomprender el crimen de lesa humanidad que se cometicontra el mrtir de la Escuela Moderna. Y el grito de Viva laEscuela Moderna!, sus ltimas palabras, eran su vida que noslegaba para que la cuidramos con cario, para que aumen-tramos su riqueza de amor y saber, y no permitiramos que

    nadie en nombre de nada, la desviara y la maleara. Acepta-mos la herencia. Individualidades fuertes, Ateneos y Agrupa-ciones Culturales, cte., pusieron manos a la obra, y la EscuelaModerna creci y se multiplic.

    Francisco Ferrer comenz su obra con treinta alumnos, en-tre nios y nias, y hoy se cuentan por miles los educandosque concurren a escuelas que siguen sus mtodos tico-pe-daggicos que el tiempo rejuvenecen. Su postrer Viva laEscuela Moderna!, fue el Pur si muove de Galileo, que seabre paso a pesar de los obstculos que la ignorancia, la in-comprensin, el egosmo y la maldad le oponen.

    En lo ntimo de la conciencia popular fue desarrollndose elconvencimiento de que todas las escuelas religiosas y polticashan sido y son las escuelas del odio y de la guerra, y que alfundador de la Escuela Moderna lo hicieron matar la Iglesia yel Estado, que mantienen los beneficiarios del estancamiento

    de los fines ms nobles.Visto el desequilibrio existente entre el deficiente progreso

    de los sentimientos y el maravilloso progreso de la mecnica;constatando que aunque este ltimo se detuviera la Huma-nidad podra vivir muy feliz, disfrutando de todas las comodi-dades con slo los hombres se entendieran y quisieran, laescuela racionalista, humanitaria, tiene la misin fundamen-tal de preparar a los nios, futuros hombres, para que sean

    positivos elementos de progreso cientfico y moral, de trabajoy de concordia humana.

    La Escuela Moderna, convencida de que si el hombre con-tina siendo lobo del hombre se debe a estar rezagados en elprogreso de los sentimientos, en el cultivo de la sensibilidad,dedica la mayor cantidad, por no decir toda, de actividadpedaggica a romper ese desequilibrio, que tantos sufrimien-tos, injusticias y crmenes ha hecho sufrir, innecesariamente, alos seres humanos, haciendo avanzar moralmente a la Hu-manidad doliente para que halle la dicha que merece.

    Ninguna escuela ha llenado ni ha querido llenar este gran

    vaco tico, porque todas, con algunos afeites morales,lo ms, han servido a los intereses particulares de la Iglesia,del Estado, de la doctrina, del partido, y no a los interesesgenerales de la Sociedad, de los individuos que la constituyen.La Escuela Moderna est resuelta a llenarlo formando en suseno al nuevo tipo social, consciente de sus derechos y debe-res iguales a sus semejantes.

    El problema planteado a las criaturas humanas que pobla-mos el globo terrestre es de orden moral.

    Hay que resolver con premura; hay que iniciar con energael avance de la civilizacin sin odios, sin egosmos y sin guerrasque representa la Escuela Moderna. Demorar la marcha sig-nifica prolongar la era de miseria fsica, moral e intelectual contodas sus manifestaciones dolorosas.

    Si padres y maestros cuidis de los nios rodendoles decario y de saber, ante el deber cumplido para con la Huma-nidad vuestra conciencia se sentir satisfecha como la ma; osparecer que un blsamo bienhechor invade vuestro ser,hacindoos ms humanos; os sentiris felices de colaborar enla noble obra de construir un mundo nuevo de seres libres,activos y buenos que slo puede perecer con la misma tierra.

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    moral e intelectual de los pueblos.Los ltimos hechos producidos en Espaa el 19 de julio de

    1936, que continan ensangrentando el pueblo espaol, de-muestran el fracaso completo de la enseanza dogmticaque, despus de dos mil aos de tener en sus manos el po-der econmico y la influencia poltica, no ha logrado la frater-nidad entre los hombres. Y no slo no la ha conseguido, sinoque, al contrario, ha ahondado el malestar social colocndose

    al servicio de los privilegiados en perjuicio de los desheredados.Y en julio de 1936 pareca que una nueva era cultural iba a

    iniciarse en Espaa. Nunca como en aquellas histricas jorna-das de honda transformacin social y econmica se sinti msprofundamente el afn de renovacin cultural. Y fueron losexplotados, los que siempre sufrieron hambre de libertad ycultura, los que en Espaa vencieron al fascismo en la mitadde su territorio, los tachados milenariamente de groseros eincultos por la clase privilegiada, explotadora y parasitaria, quesolamente permita el cultivo de sus facultades mentales has-ta el grado que podan favorecerla, quienes se dieron cuenta,con certera visin, de que la renovacin moral de la sociedadempieza en la educacin.

    He aqu por que, sin esperar a que se disipara el olor de laplvora, se silenciara la voz homicida de los fusiles ni el t ronarde los caones, en el fragor del titnico y pico combate por lalibertad, entre nubes de balas y charcos de sangre, rodeadospor la muerte y la vida, iluminados por el gran ideal humanoque les impulsaba a lanzarse contra el fascismo fratricida, con-forme iban vencindole en pueblos y ciudades de Espaa, yparticularmente en Catalua, se incautaban de los edificiosque mejores condiciones ofrecan para transformarlos en es-cuelas, pensando ya, en plena batalla social, en el maana

    dichoso que las nuevas generaciones viviran educadas para elBien.Constatacin histricaConstatacin histricaConstatacin histricaConstatacin histricaConstatacin histrica

    -Se enga al pueblo y se burl a F-Se enga al pueblo y se burl a F-Se enga al pueblo y se burl a F-Se enga al pueblo y se burl a F-Se enga al pueblo y se burl a Francisco Francisco Francisco Francisco Francisco Ferrererrererrererrererrer

    Desde el 19 de julio de 1936, y dos meses siguientes, todose hall a merced del proletariado, nico vencedor del fascis-mo. En Catalua, que es donde hemos vivido la gigantescalucha de un pueblo que quiere ser libre, la Escuela Modernaflotaba en el ambiente popular como nica solucin que se lepoda dar al problema de la cultura. Los que luchaban contrael fascio, los productores, que nada les importaba ni importa

    sacrificarse por un mundo mejor, a qu orientacin educativaconfiaran sus hijos para hacer imposible la gestacin de nue-vas tragedias? Haba llegado el momento de poner en prc-tica las sublimes concepciones pedaggicas de Francisco Ferrer.

    Se contaba con medios econmicos y con la simpata detodos. Los partidos polticos llamados de izquierda, ni ningu-no de sus jefes, hubiranse atrevido a ser obstculo pblico atan nobles propsitos, ya que en todos los aniversarios, slo enlos aniversarios, se haban declarado siempre admiradores su-yos.

    Y al llegar la hora de la verdad, la hora de la sinceridad, losque no pasa ao sin que vayan en peregrinacin a la tumba

    que guarda los restos de Ferrer, a dejar ramos de flores y glosarsu figura poco de acuerdo con su pensamiento, organizaron laEscuela Nueva Unificada, haciendo correr de boca en boca,que sta vena no solamente a reemplazar a la Escuela Mo-

    cin mental exterior.Y si el profesor, aprovechndose de sus mayores conoci-

    mientos y de la estima que ha podido conquistar en el nio,logra convencerle -no por va experimental, porque no puededemostrrselo, sino por va verbal- que haga voluntariamentegimnasia, habr conseguido hacerle ms dao: que aceptevoluntariamente ser disciplinado, obedecer maquinalmentesus indicaciones.

    Los juegos de los nios, con sus correras y brincos, es gimna-sia que pone en ejercicio ms msculos, y por el placer cere-bral que experimenta ejerce una influencia bienhechora entodo su ser. Mientras la gimnasia local, mecnica, sin vidapsquica, responde slo a una porcin del organismo, produ-ciendo hasto, fatigndolo, la gimnasia espontnea respondea necesidades psicolgicas y fisiolgicas generales que produ-cen alegra, intenso contento en el nio y la nia.

    No se ha dicho y repetido que un enfermoautosugestionado por el mdico que le hace sentir confianzaen la curacin, consigue influir con dosis de optimismo a su

    ms pronto restablecimiento?A un organismo bien nutrido, existe algo que puede bene-ficiarle ms que las sensaciones de placer? Posee la gimnasiametodizada los estmulos morales y la poesa que hllanse enel juego?

    El juego es la gimnasia que del nio brota como ley biolgi-ca, necesaria para su completo desarrollo. Y hacer lo contrarioes contravenir esta ley, es frenar los naturales instintos del nioque le impulsan a conservar el bienestar corporal y psicolgicoque busca en el juego, con todas sus manifestaciones poti-cas, que no por lo rudimentarias carecen de belleza.

    El juego es la gimnasia natural, completa, libre y beneficio-sa; la gimnasia metodizada es artificial, incompleta y perjudi-cial, generalmente hablando.

    Sin embargo, no la rechazamos completamente. En todaregla hay excepcin. Si bien afirmamos que la gimnasia, pesea responder a la mecnica fisiolgica de una porcin del cuer-po humano, no responde a las necesidades expansivas y vita-les de los nios, que son mucho ms amplias, la aceptamoscomo medio curativo. Hay alguna especie animal que prac-tique la gimnasia? No. Pero su vida en contacto con la Natu-raleza les hace poseer las cualidades y actitudes naturales quenecesita para su conservacin.

    Bien que la gimnasia se aplique a los nios poseedores derganos que no funcionen normalmente o de msculosdeficientemente desarrollados. Estos son enfermos que nece-sitan el trato especial. Por eso creemos imprescindible la ins-peccin peridica medical y psicotcnica en las escuelas. Laclasificacin de los tarados mentales que por una y otras cau-sas no pueden seguir los estudios ordinarios y fsicos, es precisorealizarla para la aplicacin acertada y cientfica de la pedago-ga y teraputica.

    Para esta labor el educador necesita, pues, la ayuda delmdico y del psiquiatra.

    ConclusinConclusinConclusinConclusinConclusinYa hemos hablado de los aspectos fundamentales de la

    Escuela Moderna, que pueden resumirse en uno: que toda laenseanza tienda a estimular a los educandos a la realizacin

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    derna, sino que la superaba.Y pese a los esfuerzos que unos pocos hicimos para dejar al

    descubierto la maniobra, cuyos alcances comprendimos enseguida, la astucia poltica triunf en un problema que siem-pre habr de estar al margen de las pugnas polticas y sociales,que habr de solucionarse sin tener en cuenta la particularforma de pensar de ninguna agrupacin de adultos, y pen-sando nicamente en los intereses vitales del nio y de la

    sociedad que reclama nuevas clulas sociales, incapaces deproducir entre s ms discordias.

    Esa propaganda, que tuvo la virtud de desviar la atencindel pueblo que trabaja, lleg a adquirir tales proporciones quehasta en el mismo Congreso Cultural de la ConfederacinRegional del Trabajo en Catalua, celebrado los das 8 y 9 deoctubre de 1936, en Barcelona, en el cine Amrica, un dele-gado dijo:

    Francisco Ferrer me merece todos los respetos; todas lasconsideraciones; me enorgullezco de ser uno de sus discpulos;pero tengo que confesar, pese a cuanto le admiro, que su

    obra es incompleta, puesto que escuela racionalista quieredecir escuela de la razn, y la Escuela Nueva Unificada vienea cultivar la razn y la sensibilidad. No s, pues, por qu sepone peros a esta ltima.

    Sin embargo, el Congreso, con bastante buen acierto, acep-t la ponencia, de la que form parte, que, en uno de susprrafos, dice:

    En caso de que las escuelas racionalistas ingresen en la E.N. U., el Comit de la misma atender todas sus necesi-dades econmicas.

    Interpretadas estas lneas debidamente, quieren decir quese admiten con todas sus caractersticas, y que no se impon-drn condiciones a ninguna de ellas. No poda ni puede ser deotro modo. Ya que no pudo conseguirse descentralizar total-mente la enseanza, lo menos que poda obtenerse es quelas escuelas racionalistas, las pocas que existan, gozaran delos mismos derechos que las del Estado y siguieran el ritmopedaggico que tenan trazado, sin que se inmiscuyera nin-guno de sus representantes. Quin haba aplastado al fascis-mo en Catalua y en el resto de la Espaa libre? El pueblo. Yl era el nico que tena derecho a organizar la nueva educa-cin que se dar a sus hijos.

    Algunas escuelas racionalistas ingresaron en la E. N. U. por-

    que creyeron, y creen, que disfrutaran de plena independen-cia pedaggica, y que si algn control era preciso, en bien dela misma enseanza, sera ejercido por una comisin organi-zada por las escuelas afines. Hoy puede organizarse por me-dio de la Federacin de Escuelas Racionalistas de Catalua,que est interesada en que las escuelas respondan, de formaeficiente, al cultivo integral de la personalidad infantil.

    Se har as? Dentro de la E. N. U., un puado de hombres,de maestros racionalistas, estn haciendo la experiencia, ypronto podrn hablar y escribir ms sobre problema tan im-portante.

    La escuela racionalista humanitariaLa escuela racionalista humanitariaLa escuela racionalista humanitariaLa escuela racionalista humanitariaLa escuela racionalista humanitariaLa E.N.U. no es superior a la Escuela Moderna.La Escuela Moderna, la escuela racionalista humanitaria,

    que inici Francisca Ferrer en Barcelona, puede superarse en

    vctimas de aberraciones mentales y fsicas que tantos daoshan causado y causan al adolescente abandonado a su suer-te.

    Si la vida moral e intelectual del nio cuidamos de orientarlapor cauces racionales y humanitarios, no podemos descuidarsu vida fsica, puesto que todas las manifestaciones psicolgi-cas son fruto de los fenmenos fisiolgicos y biolgicos.

    La educacin sexual debe empezar despus de ese largoperodo de convivencia con los nios; despus de haber logra-do su acercamiento moral en los juegos, de haber conseguidoque el nio y la nia intervengan juntos en los trabajos escola-res. Conseguido en la labor coeducativa que los nios se mirencomo hermanos, es la hora de iniciar la educacin sexual.

    Siendo las ciencias naturales la base de toda obra culturalde la Escuela Moderna, no puede esta dejar al margen de susestudios a la naturaleza humana. Sera ridculo y contraprodu-cente. Dada la inmoralidad reinante, se har empezando porensear al nio y a la nia cmo se reproducen las especiesvegetales y animales; cmo nacen, crecen y se desarrollan y

    mueren. Acabando dicindoles, por ejemplo, que la cepa noda uva, no produce frutos, hasta que ha llegado al grado dedesarrollo fisiolgico suficiente para no estorbarle en su creci-miento. Y si la planta, que no tiene sistema nervioso, que nopiensa, obra as, hablando por ella la naturaleza misma, porqu los seres humanos, que tienen uso de razn, han de obrarcontrariamente? Hay que manifestar al nio que si el campe-sino arranca de raz toda la hierba mala que rodea a la cepa,que le impedira crecer y le hara morir, l, planta humana, quepuede realizar por su cuenta esa labor de cuidado vital, ha delimpiar de su alrededor todos los libros pornogrficos, todas lasnovelas soeces, toda la literatura mala escrita por personas

    que negocian y se enriquecen con su desventura, porque es lamala hierba que hace palidecer a muchos nios, a muchasplantas humanas, y las hace morir sin alcanzar su plenitudfisiolgica. Y que, como la cepa, el peral, etc., tiene el deberde conservar toda su savia vital, todas sus fuerzas fsicas, paraalcanzar su completo desarrollo orgnico y poder tener ma-ana la dicha de producir bellos y saludables frutos.

    De este modo llegar a comprender que la generacin,que la reproduccin es una necesidad biolgica y no una in-moralidad; que lo inmoral, frente a la vida, es no respetar susleyes de organizacin y de madurez natural para llegar a seraptos en una de las funciones ms importantes para la pro-

    longacin de la especie humana.

    La gimnasia en la escuelaLa gimnasia en la escuelaLa gimnasia en la escuelaLa gimnasia en la escuelaLa gimnasia en la escuela

    Si la Escuela Moderna rechaza en la educacin toda coac-cin material, todo medio coercitivo y disciplinario que tiendea ahogar lo espontneo del nio y sus intuiciones maravillosas,no puede aceptar la gimnasia metodizada, la de los movi-mientos de ritmo mecanizado. El nio que corre, juega ysalta, incansablemente, es obligado a practicar montonosejercicios gimnsticos por el profesor, por el adulto, que, inca-paz de seguirle en su gimnasia natural, le esfuerza a detener-se y le hace ejecutar determinados movimientos que le dice le

    son convenientes para el buen funcionamiento de tal o cualrgano, o para desarrollar tales o cuales msculos. Y as suaccin es gris; el educador la uniformiza, la limita, la disciplina.No obra por s mismo, sino que piensa y acciona por imposi-

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    tcnica escolar, en la edicin, por ejemplo, de libros para ense-ar a leer, a escribir, a dibujar, a resolver problemas aritmticos,cte., que los estudios psicolgicos demuestren pueden atraerms la atencin del nio, despertar su amor al saber y facilitarsu ms rpida comprensin de lo que ve y toca. No en baldehan pasado veintiocho aos. Dentro de algn tiempo esosmismos cuadernos de matemticas, de escritura, de dibujo,cte., y aparatos cientficos resultarn anticuados tambin; ten-

    drn que arrinconarse para ser reemplazados por otros msmodernos, ms perfectos, ms tiles a los fines instructivos.Pero esto es lo transitorio. La Escuela Moderna -su nombre

    ya lo indica, asimilacin de todo lo nuevo- adopta cuantoselementos pueden ayudarla a demostrar al nio, ms clara yrpidamente, la verdad sobre cuanto le rodea.

    Ferrer, al inaugurar la Escuela Moderna, en septiembre de1901, procur dotarla del mejor material escolar entoncesconocido. Y si hoy viviera adoptara cuanto de bueno se vaescribiendo y construyendo para instruir a los educandos eimpulsar las ciencias de la educacin. Y no slo se conformaracon adoptarlo, sino que sera uno de los ms tenaces renova-dores.

    Lo que distingue a la Escuela Moderna de todas las demsescuelas es la moral, lo permanente de su mtodo educativontimamente vinculado a las leves naturales y a las necesida-des biolgicas del cuerpo social. Esto es lo que le hace impe-recedero, lo que permitir que se desarrolle y viva mientrasencima de la corteza terrestre hayan seres pensantes.

    Quien afirme que la Escuela Moderna slo se dedica alcultivo de la razn, descuidando el de los sentimientos, desco-noce completamente la obra de Francisco Ferrer. La costum-bre de hablar constantemente de escuela racionalista en vez

    de Escuela Moderna ha servido de pretexto, a los que en elfortalecimiento de la voluntad humana ven un peligro parasus mezquinos intereses particulares, para propagar que elracionalismo es slo una parte, y no la ms importante, de lalabor a realizar por el maestro en la escuela. Y as han engaa-do al pueblo y burlado a Francisco Ferrer.

    Ferrer, al vocablo racionalista una siempre el de humanita-rio. Jams los presentaba desligados, y para substituirlos adoptlos de Escuela Moderna. Su ttulo significa sntesis de ticauniversal, humana y cientfica.

    Ciertamente, escuela racionalista quiere decir escuela que

    se dedica al cultivo de la razn. Pero este criterio no ha deprosperar, por infundado y porque significa deseo de colocar laobra de Francisco Ferrer en segundo trmino, cuando vivimosmomentos que debiera ya ocupar totalmente el primer planoen la enseanza. Quien lea con alguna atencin su libro, LaEscuela Moderna, sacar la conclusin de que el mtodo deFrancisco Ferrer abarca el racionalismo, y tambin el cultivo dela sensibilidad; que es superior a todos los mtodos pedaggi-cos conocidos, y que es el nico que los pedagogos, que loseducadores de buena voluntad, deben abrazar si quieren quelos nios reciban una sana educacin.

    Leamos algunos de sus prrafos:

    La misin de la Escuela Moderna-dice Ferrer en la pgina38 del precitado libro-consiste en hacer que los nios ynias que se le confen lleguen a ser personas instruidas,verdicas, justas y libres de todo prejuicio.

    Y al no hacerle vctima de sufrimientos fsicos tampoco moles-taba a sus amiguitos. La fuente de sus violencias se hallaba enla violencia misma.

    LA CALLE Y EL HOGARComprendida la importancia del hogar y de la calle en la

    educacin, es preciso el contacto del maestro con los padres,

    la relacin estrecha de los adultos educadores para que lalabor educativa sea completa. En todos los educadores, pa-dres, maestros, ha de haber el inters real de que la escuela yel hogar transformen la calle, hacindola corriente de virtudesmorales y no de vicios y de inmoralidades que es hoy.

    Conseguida por el educador la estima sincera de sus alum-nos; consiguiendo el hacerse respetar y no temer por ellos,que no es igual, pues media un abismo moral, el abismo de lasdos interpretaciones educativas fundamentalmente opues-tas, antagnicas; considerado por los nios su ayudante expe-rimentado, su amigo, el mejor de los amigos, ante el cual nohan de vacilar en presentarse tal cual son; formando en la

    escuela el ambiente de solidaridad, de confianza, de mutuaestimacin, podr el educador, entonces, practicar las impor-tantes manifestaciones instructivas y educativas. Sus ejem-plos, sus lecciones sern escuchadas y observadas con respe-to, y no tendrn lugar las picardas que, del ambiente viciadodel exterior, los nios traen al colegio.

    Esta fue, creemos, la causa principal que movi a Ferrer aestablecer la enseanza coeducativa. No separando a los ni-os y a las nias en la clase, recibiendo ambos sexos el mismogrado de cultura, las mismas lecciones de moral, acabandopor sentirse iguales y no ver ms diferencia entre nio y niaque la del vestir. La audacia de Ferrer arremetiendo contra

    todo el falso sistema educativo, proclamando la necesidad deacostumbrar a estudiar y a jugar juntos nios y nias, fueconsiderada por la enseanza oficial como una de las msgrandes inmoralidades de la Escuela Moderna.

    No quera verse ni comprenderse que la coeducacin es unmtodo de educacin consciente adoptado con el fin de edu-car, desde la ms tierna edad, los sentimientos de ambossexos, ennoblecindolos. Habituados el nio y la nia a convi-vir en la escuela, a conocer sus defectos y sus perfecciones,acabarn por estimarse y respetarse como hermanos queviven bajo el mismo techo. Que ha ocurrido y ocurre con la

    escuela que los separa? La mayor inmoralidad reina. En todoinstante se levanta el interrogante: Por que nos separan?Que malo hay en estudiar y jugar juntos? Y las respuestas,dado el ambiente viciado y morboso, producto de la falsaeducacin que la sociedad ha dado a los nios y a los hom-bres, no las desconoce el educador, psiclogo experto.

    La coeducacin har que el nio y la nia de hoy, quejugaron y estudiaron juntos, maana, al llegar a la pubertad,se respeten, se guarden sincera consideracin moral y seanrepresentantes de la nueva educacin.

    La coeducacin es el arte de ensear a vivir juntos al nio ya la nia, de prepararles para una vida esttica y una tica

    humana.Siguiendo toda la actividad pedaggica el proceso moral

    que vamos pasando y describiendo, se prepara el terreno paraimpedir que el nio y la nia, al llegar a la adolescencia, sean

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    Para ello substituir el estudio dogmtico por el razonadode las ciencias naturales.

    Excitar, desarrollar y dirigir las aptitudes propias de cadaalumno, a fin de que con la totalidad del propio valerindividual, no slo sea un miembro til a la sociedad, sinoque, como consecuencia, eleve proporcionalmente el valorde la colectividad.

    Ensear los verdaderos derechos y deberes sociales, deconformidad con la justa mxima: no hay deberes sinno hay deberes sinno hay deberes sinno hay deberes sinno hay deberes sinderechos; no hay derechos sin deberesderechos; no hay derechos sin deberesderechos; no hay derechos sin deberesderechos; no hay derechos sin deberesderechos; no hay derechos sin deberes.

    Y en la pgina 44 y 45, dice:Por todas partes, la ciencia disipa los errores tradicionales;con el procedimiento seguro de la experiencia y de laobservacin, capacita a los hombres para que formenexacta doctrina, criterio real, acerca de los objetos de lasleyes que los regulan, y en los momentos presentes, conautoridad inconcusa, indispensable para el bien de la hu-manidad, para que terminen de una Vez para siempreexclusivismos y privilegios, se constituye en directora nica

    de la vida del hombre, procurando empaparla de un sen-timiento universal, humano.

    En la pgina 146, al hablar del programa escolar del segun-do ao, proclama:

    En la educacin del alumno ponemos exquisito cuidadopara que las representaciones intelectuales sugeridas aleducando se transformen en jugo de sentimientos; por-que ste, cuando adquiere cierto grado de intensidad, sedifunde de modo inefable por todo el ser, colorando yperfilando el carcter de la persona.

    De una carta que escribi Francisco Ferrer, desde la Crcel

    Modelo de Madrid, el 1-5-1907, reproducida en la pgina216, extraemos el siguiente prrafo:La Escuela Moderna pretende combatir cuantos prejui-cios dificulten la emancipacin total del individuo, y paraello adopta el racionalismo humanitario.

    Los conceptos de Ferrer expuestos bastan para demostrarque la Escuela Moderna, que l fund, no es la escuela racio-nalista a secas. Es la escuela que, como dice Spencer, el fin desu educacin es formar un ser apto para gobernarse a s mis-mo, no un ser apto para ser gobernado por los dems.

    Basar la pedagoga en el estudio de las ciencias naturales;empapar la ciencia de sentimiento universal, humano; adop-tar el racionalismo humano, no es acaso el ideal de todobuen educador?

    Francisco Ferrer, al decir racionalismo humanitario se referaa la Razn y al Corazn, a la Ciencia y al Bien, a la Verdad y ala Solidaridad. Esta, y no otra, es la interpretacin que puededarse a sus ideas.

    Por qu no se ha adoptado la escuela moderna?Por qu no se ha adoptado la escuela moderna?Por qu no se ha adoptado la escuela moderna?Por qu no se ha adoptado la escuela moderna?Por qu no se ha adoptado la escuela moderna?

    Si no se ha adoptado la Escuela Moderna en Espaa, yparticularmente en Catalua, es porque representa la nuevacivilizacin de los seres libres e iguales socialmente hablando.

    En la regin catalana, para mejor ocultar qu intencionestenan quienes trataban de reorganizar la Escuela del Estado,se adopt el ttulo de Escuela Nueva, semejante al de EscuelaModerna. Y es que sta, la fundada por Ferrer, no admite laenseanza limitada a un dialecto cualquiera ni la subordina-

    continuos castigos de que era vctima por parte de su padre, alpropio tiempo que mostraba en su espalda las seales evi-dentes de los golpes dados por el autor de sus das.

    Llam al padre de este desgraciado nio y le hice compren-der lo inhumano de su proceder, a la vez que le explicaba,como dato de la formidable influencia que en nuestra vidatiene el proceder paternal, esta ancdota, ocurrida en nuestrapropia familia:

    Tena yo entonces quince aos. Mi madre, ayudada por mipadre, preparaba la cena. La mesa iba ocupndose con platosy alimentos. El cntaro se hallaba en el centro de la misma.Una hermanita pidi agua, y al coger el cntaro not queestaba vaco. Lo coloqu en el mismo sitio. La pequea sepuso a llorar pidiendo agua. No gustndonos la del depsitode casa, tenamos que ir a buscarla a la fuente, que se hallabaa diez minutos de camino. Me hice el distrado. Mi madre nosdijo: Id uno en busca de agua. Todos nos excusamos y nin-guno fuimos. Nuestro padre, que haba contemplado la esce-na, pidi que no gritramos ms por motivo tan poco impor-tante y pregunt:

    - Quin quiere ir a la fuente?

    Volvi a reproducirse la discusin, y nuestro padre, sin hablarms, cogi el cntaro diciendo:

    -No os peleis por tan poca cosa. Ya ir yo a la fuente, quepor lo visto soy el ms ligero, el que tiene las piernas msfuertes y el que est ms descansado despus de trabajartodo el da.

    Y uniendo la accin a la palabra, abri la puerta y baj lasescaleras. Cuando nuestro padre lleg con el agua estbamosms nerviosos y excitados que al marchar l. Al verle entrar,todos nos callamos. Por no habernos maltratado nunca, lequeramos infinitamente. Nos sentimos en su presencia hu-millados, avergonzados; no nos atrevamos siquiera a mirarle.Si nos hubiera castigado no nos hubiera hecho tanto mal,producido tanta pena.

    Nos acercamos a la mesa y apenas mirbamos al plato. Medaba cuenta que pudo forzarnos a ir a la fuente y no lo hizo.Hubiera producido ms benficos resultados en nuestros es-pritus el castigo corporal? No. A su ejemplo sigui una relativafrialdad en el trato con nosotros. Al acostarnos no nos dio elbeso de costumbre. Y en la cama llor la prdida de unashoras de amistad suya que estimaba tanto como mi vida. Al

    otro da todos rivalizbamos en hacer cosas para conquistarde nuevo su cario. Y as logr que, al entrar en la edad de larazn, comprendiramos todo el valor de su conducta, de sucomportamiento para con nosotros.

    He aqu cmo el mtodo del no castigo nos hizo respetuo-sos, tolerantes, capaces de vivir bajo el mismo techo a todoslos hermanos...

    El padre del alumno B., con los ojos humedecidos por algu-nas lgrimas rebeldes, extendi su mano, y apretando la macon fuerza de la emocin sentida, me prometi cooperareficazmente en mi labor.

    - Procuremos obrar de acuerdo y ver cmo le desapareceel defecto del lenguaje y se har mejor. De usted dependeque su hijo sea desgraciado o un ser relativamente feliz -termin dicindole.

    Pasaron los meses. Al ao ya no tartamudeaba y lea bien.

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    cin al Estado. Adoptar el ttulo de Escuela Moderna significa-ba aceptar una responsabilidad que no estaban dispuestos acontraer.

    En la pgina 37 de su libro La Escuela Moderna, Ferrerdeclara:

    As, por ejemplo, hubo quien inspirado en mezquindadesde patriotismo regional, me propuso que la enseanza sediera en cataln, empequeeciendo la humanidad y elmundo a los escasos miles de habitantes que se contie-nen en el rincn del Ebro y los Pirineos. Ni en espaol loestablecera yo -contest al fantico catalanista- si el idio-ma universal, como tal reconocido, lo hubiera ya anticipa-do el progreso.

    Antes que el cataln, cien veces el esperanto.

    En la escuela, decimos nosotros, no deben aceptarse impo-siciones lingsticas que reduzcan el rea de comprensin en-tre los pobladores de la tierra; en la escuela debe adoptarse ellenguaje que ms ayuda a extender la ciencia y la fraternidadhumana, y ste es el que ms alcance geogrfico y contenido

    humano tenga. No hay lenguaje maternal. Ningn nio nacehablando. El hombre crea el lenguaje, y el hombre, tambin,es el que debe tener inters en cambiarlo y adoptar el quemejor pueda facilitarle la noble tarea de hermanar a los habi-tantes de las regiones ibricas y de todo el mundo. Con elidioma de cortos lmites geogrficos, slo se busca cultivar elnacionalismo, la patria pequea.

    La historia y la experiencia que vivimos nos demuestran queel fascismo es el estallido mximo de los sentimientos nacio-nalistas alimentados por el Estado.

    El pueblo, que conserva vivo el recuerdo de Francisco Ferrer,reclama su escuela, la Escuela Moderna, que a medida quehace evolucionar mentalmente a las criaturas humanas, si-guiendo su proceso psquico-biolgico, va eliminando las difi-cultades de comprensin que existe entre ellas, las diferenciasque los lenguajes establecen, reduciendo cada vez ms sunmero, hasta dejar uno slo que significar, adems, ungrado elevado de perfeccin de la especie humana.

    El lenguaje de la Escuela Moderna, el lenguaje de la razny del corazn, es el nico capaz de establecer armona social.

    Una nueva religin: El estadoUna nueva religin: El estadoUna nueva religin: El estadoUna nueva religin: El estadoUna nueva religin: El estado

    La escuela nacionalista, la escuela laica, la escuela del Esta-

    do, es la que quiere hoy reemplazar a la escuela de la Iglesia.El error educativo permanece. Si fracasada est la una, fraca-sada est la otra. La guerra de 1914-18, que seg ms de dosdocenas de millones de jvenes, ancianos, mujeres y nios,fue el resultado indudable de la falsa educacin dada a lostrabajadores. En las lecciones de geografa e historia, por ejem-plo, la enseanza estatal procura infiltrar en el cerebro y en elcorazn del nio la idea y el sentimiento de inferioridad de losdems pueblos y razas, a los que debe atacar y aniquilar, sinpreguntar por qu, cuando cualquier representante del Esta-do se lo ordene, sin ensearle que no hay deber ms elevadoque el de respeto a la vida humana.

    Queriendo centralizarlo todo, impedir todo lo bueno, dirigir-lo todo, dominarlo todo, se llega a querer someter al maestro,a hacer de l un servidor del Estado que propague sus virtu-des, su poder infinito y lo haga adorar por los nios como el

    se desarrollen plenamente sus facultades nobles y creadoras.El temor al castigo le hace hipcrita: engaa al maestro y asus padres que castigan desconsideradamente sus actosirreflexivos, propios de su tierna edad y de su inexperiencia. Lascosas ms nimias se las calla; les teme y, en vez de depositaren ellos su confianza, la deposita en otros nios comunicn-dose mutuamente sus pensamientos y resolviendo los proble-mas ms morales de la forma ms perjudicial.

    As los adultos educadores acaban por desconocer total-mente la vida psicolgica del educando, y las desviacionespsquicas y deformaciones del carcter se acentan lamenta-blemente. Y no solamente esto, sino que violentado diaria-mente, al cabo de algn tiempo se hace insensible a la violen-cia y al dolor y se rebela contra los mismos que aprovechan susuperioridad fsica para imponerse con razn o sin ella. He ahel porqu la generalidad de los nios odian al maestro, a laescuela, a los libros y al estudio que les sirve de tortura.

    Son pocos los que han comprendido que la escuela se for-ma para los nios, para l slo, y que esto obliga a tratarle sinviolencia, a seguir, como el campesino a la planta, las leves desu desarrollo, sin imponerle un ambiente distinto a su natura-leza, un cultivo y abono contrarios a su constitucin fisiolgi-ca que nicamente conseguira matarlo o deformarlo. As laescuela puede alcanzar el objetivo propuesto: hacer que elpequeo ser de hoy, al llegar a adulto, sea respetuoso, labo-rioso y un agente consciente de fraternidad y de justicia hu-mana en la vida social.

    En las travesuras, aparentemente ms injustificables, el nioes irresponsable. Ved el ejemplo del nio B., que lleva un aoen mi clase. Al ingresar en la escuela ya not que tartamu-deaba; que al llamarle, en momentos que estaba ocupado

    con sus trabajos, se asustaba; que al tocarle el hombro, en esamisma circunstancia, se pona a temblar v se retiraba brusca-mente como el que se .dispone instintivamente a huir. Com-prend que el defecto de la articulacin de las palabras y sussobresaltos involuntarios lo produca una causa exterior. Pro-cur ganar su confianza y hacerle hablar. Todo intil en loscinco primeros meses. El muchacho estaba amedrentado ytema decir nada relativo a su penoso estado.

    Bastaba que otro nio le preguntara algo, le hiciera algunaindicacin para orientarle en el estudio, rozara su cuerpo sinquerer, o simplemente mirara qu haca en un papel, paraque se enfureciera y le pegara.

    En tanto buscaba la solucin de aquel difcil problema psi-colgico tuve que aislarlo en un rincn de la clase. No practi-cando el castigo, y convencido que la palabra misma ha de sereliminada del vocabulario educativo, procur que no lo inter-pretara como tal. Aprovech el momento que rea con otropara intervenir; trat de hacerle comprender la necesidad dereformarse o trabajar apartado de los dems, ya que com-prenda que no siempre era l el promotor de los disgustos.

    El muchacho acept la invitacin de trabajar aislado... has-ta que otro da, un condiscpulo le afe su trabajo burlndoseal mismo tiempo, lo que motiv que B. sigilosamente volcara

    un tintero en los trabajos limpios del nio burln. Esto motivuna nueva reflexin ma hecha en el momento en que todoslos dems no estaban en la clase, y ante mi extraeza de suproceder (dado que puse siempre inters en que pensara queyo no lo consideraba como un nio malo), me explic los

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    nuevo dios sin cuya intervencin nada es posible sobre la su-perficie terrestre.

    La obra cultural del Estado? Ah est presente: guerras,odios, egosmos, miseria fsica, moral e intelectual, fascismos...

    Por eso Ferrer la rechaza; por eso nosotros la rechazamoscon l. La escuela del Estado es la escuela del mito modernoque la conciencia humana no admite, porque es el continua-dor de todos los mitos victimarios.

    La escuela de la Iglesia y la del Estado estn fracasadas,repetimos, por ser religiosas, por ser portadoras de patronesdogmticos. La escuela esencialmente irreligiosa es la Escue-la Moderna. Las dos primeras se fundamentan en la idea dedestrozar toda accin impulsiva, todo espritu de libertad, todamanifestacin espontnea del nio, en perjuicio de su desa-rrollo fisiolgico y de su vida psquica. Ambas se esfuerzan aque se deje conducir; a que no obre nunca por su cuenta si noconcuerda con la direccin moral que han establecido de res-peto a la Iglesia o al Estado.

    Y as logran, en proporciones que apena, que se pierda lo

    que el pequeo ser vale, que sea lo que quieren y no lo que es,lo que valdra y sera al llegar adulto si dejaran que su actividadfsica, intelectual y moral se manifestara y desarrollara sinmoldes, segn sus propios intereses vitales, ayudado por laexperiencia del educador.

    Pero si nosotros pretendiramos hacer desaparecer las es-cuelas religiosas y polticas para substituirlas por otra, de noimporta qu tendencia filosfica o doctrinal, por razonable yjusta que como adultos la considersemos, el problema con-tinuara en pie, y pedaggica y ticamente, nada esencialhabramos resuelto ni rectificado.

    El Congreso Cultural de la C.N.T. de Catalua, celebrado el8 y 9 de octubre de 1936, acord intensificar la creacin deescuelas racionalistas-humanitarias, y si trabajamos para quetodas tengan esta orientacin no es con el fin de apartar aunos moldeadores de criaturas, a unos deformadores de cere-bros, para ocupar nosotros su lugar. Supondra una enormeinmoralidad que no cometeremos, que no estamos dispues-tos a cometer. Quede esto para los autoritarios, para los quetodo lo fan a la violencia, encubridora de la incapacidad y dela injusticia; para los que todas las acciones, por reprobablesque sean, son admisibles con tal de conseguir poder y dinero.

    Afirmamos que el nio no se debe a la forma de pensar del

    padre, de la madre, del maestro, del partido ni del Estado. Elnio se debe a s mismo, al Bien, a la Humanidad.Es indudable que la resultante cultural de la Escuela Moder-

    na es hacer del nio amante de la Libertad, de la Solidaridad,del Trabajo, de la Verdad. Por consiguiente, cuanto ms in-tensamente estime la Verdad, ms intensamente repudiarla Mentira; cuanto ms intensamente estime la Solidaridad,ms intensamente rechazar el Egosmo; cuanto ms inten-samente estime la Libertad, ms intensamente odiar la Ti-rana; cuanto ms intensamente estime el Trabajo, ms in-tensamente le repugnar la Holganza; es decir, cuanto msintensamente estime el nio el Bien, en todas sus manifesta-

    ciones, ms intensamente lo defender contra todas las ma-nifestaciones del Mal.

    Este es el corolario natural, biolgico, del buen cultivo fsico,moral e intelectual de la personalidad humana.

    maestra se empolva la cara o se pinta, ensucindosela enlugar de limpiarse, sus consejos sern estriles.

    Las contradicciones en la educacin moral son contrapro-ducentes y perniciosas. Y hasta tal grado las consideramosperjudiciales, que proclamamos la necesidad de no admitir enlas escuelas educadores que no estn educados para educar.

    El premio y el castigoEl premio y el castigoEl premio y el castigoEl premio y el castigoEl premio y el castigo

    El premio y el castigo son otros defectos de la vieja educa-cin que dan origen a los mayores males educativos que sufreel nio y, de rebote, la Humanidad: la insolidaridad, la vani-dad, el orgullo mezquino y la violencia por todo argumento.

    El premio, en cualquiera de sus manifestaciones, es inmo-ral, porque slo sirve para humillar a unos v envanecer a otros.Adems, en vez de estimular, limita esfuerzos y destroza lasvoluntades del mayor nmero de muchachos, porque los biendotados son, por desgracia, los menos. Un nio bien dotado,que ve que sin esforzarse es siempre el primero, no alcanza,generalmente, el grado de cultura que su naturaleza permite,porque estudia hasta el lmite que comprende que no han deavanzarlo. Y si debido a los constantes premios en libros, colo-res, etc., que el maestro le da para que contine estudiando,y a la amistad que ste le brinda, superior a los otros nios,despliega todas sus energas fsicomentales, el mal que se leproduce es mayor, porque su soberbia, entonces, no conocerlmites.

    El estmulo a base de competicin personal, de exaltar aunos en tanto a otros empequeece y ridiculiza, lleva a losnios a no fraternizar; a no aclarar entre s dudas; a no ayudar-se mutuamente; a alegrarse que uno olvide llevarse a su casala aritmtica, la gramtica, el problema a resolver, etc., etc.,

    para que no sepa la leccin y el maestro lo haga retroceder enla seccin, llegando hasta a ver con alegra que uno de los msinteligentes enferme y se atrase para adelantar un puesto asu costa, etc. Y si, por el contrario, el nio es fisiolgica ymentalmente pobre. pero ama el estudio y se esfuerza, mo-vido por el estmulo del premio, por colocarse al nivel del mejorde todos, buscando conquistar ms grados de amistad delprofesor y alma compensacin material, al ver que pese aestudiar ms que el primero no consigue su propsito, quetodos sus esfuerzos resultan intiles. termina por cruzarse debrazos y por odiar al estudio y a los libros que nicamente leproporcionan amarguras.

    Son aceptables uno y otro resultado? No. He ah por qula escuela racionalista humanitaria rechaza el premio que esun castigo, y no pequeo, substituyndolo por el estmuloconstante que despierte en los nios el amor al trabajo yencuentre cada educando el premio en la labor personal que,contrastndolo con la de sus amiguitos, le permita valorizarlanaturalmente. Bastante premiado ha de sentirse el que apren-de ms que los otros!

    El castigo corporal es tan antipedaggico e irracional comoel premio. Tanto el premiar como el castigar materialmente,o violentar al nio con el lenguaje, indica la incapacidad deleducador.

    No pegar al educando, pero s amenazarle, resulta unaviolencia semejante, y a veces peor. Una y otra forma violentale deprimen, y el educador-verdugo logra que el pequeocultive sus caracteres defensivos de ser dbil y no permite que

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    En estas horas de grandes sinceridades, de grandes convul-siones polticas, de profundos sesmos sociales, decimos a to-dos los educadores: No ms enseanza de la Iglesia ni delEstado! No ms cultura religiosa! Abrazad hoy con ms fuer-za que en 1909 la causa de la liberacin de las conciencias, laobra cientfica humana que inici el malogrado Francisco Ferrer.No hagis que el nio levante el puo, ni que pasee militariza-do por las calles y plazas; no le inculquis vuestras ideas he-

    chas, ni la violencia de las pasiones de adultos que os hacenmirar como enemigos a los hombres que no piensan comovosotros; haced, s, que ame intensamente la libertad, la vida;que estime a sus semejantes sin importarle cmo piensan nien qu lugar geogrfico de la tierra han nacido. No lo maleis,no lo deformis, aprovechndoos de vuestra superioridad fsi-ca y mental. Cavad cuidadosa, pero profundamente, en surazn y en su corazn; removedlos, abonadlos con los mejoresmateriales que la ciencia pone en vuestras manos, procuran-do no perjudicarles por exceso o escasez de abonos -conoci-mientos- sembrad en los surcos abiertos la semilla del bien;cuidad a los nios, plantas que se desarrollan en el jardn esco-

    lar, con sumo cuidado para que se cumplan sus particularesleyes naturales de desarrollo, y los beneficios que la Sociedadcosechar, al llegar a su mximo crecimiento, sern ptimos yabundantes.

    El educador en la escuelaEl educador en la escuelaEl educador en la escuelaEl educador en la escuelaEl educador en la escuela

    Comprendemos el esfuerzo que precisa haga el educadorpara frenar sus ideas, sus pasiones, para no imponerlas a loseducandos. Sin embargo, la salud del nio y la Humanidad loexigen. Brindo un ejemplo para demostrar que si

    hay verdaderos deseos de forjar una nueva civilizacin, aunen circunstancias tan propicias como las presentes, para lasdesviaciones psquicas y deformaciones del carcter del nio ydel hombre, puede hallarse siempre solucin consecuente conlos principios universalistas que caracteriza a la nueva educa-cin que propaga la Escuela Moderna.

    Una muestra bien patente de ello puede ser el caso ocurri-do en nuestra Escuela Moderna de La Torraxa (Hospitalet deLlobregat), en la reapertura de curso, en noviembre del 36.

    Recordamos cmo nuestros nios acudieron completamentecambiados despus de aquellos primeros meses de revolucinen que forzosamente hubimos de suspender las clases... To-dos llegaron ataviados con insignias y distintivos de los diferen-

    tes partidos y organizaciones antifascistas. Eso dio motivo aquerellas y agrias discusiones que hubieran terminado en ver-daderas batallas de no haber intervenido nosotros y expresa-do de esta forma en la primera sesin escolar:

    -Cuando forzados por las circunstancias tuvimos que cerrarla escuela, constituamos una buena familia escolar que servade ejemplo a todos. Cunta armona habra entre los sereshumanos, decamos con frecuencia, si todos se consideraranhermanos, miembros de la gran familia humana! Y si noscausa pena ver que el hombre contina siendo enemigo delhombre, no es ms doloroso que aqu, en la Escuela Moder-na, en la escuela que quiere acabar con los odios, y conseguir

    que los padres y hermanos de unos fraternicen con los padresy hermanos de los otros, nos miremos como enemigos tam-bin? S, yo no podra odiar a ninguno de vosotros; a todos osestimo por igual. Y as deseo que pensis todos, as deberais

    pensar si amis a vuestros padres, porque los hijos que anhe-lan que sus padres se peleen con los padres de sus amiguitos,no pueden ser buenos hijos. No olvidar que nosotros represen-tamos ya el maana que no tendr ni reconocer banderas;el maana en que todas las personas sern solidarias y sesentirn felices de hacerse mutuamente bien.

    Nuestra bandera, la hermosa bandera que nosotros soste-namos ayer, que sostenemos hoy y que hemos de sostener

    siempre, es la bandera de la bondad y de la cultura; y estabandera que no todos son capaces de comprender y de de-fender, no se ve, como las otras, con los ojos de la cara, sinocon los ojos de la razn y del corazn.

    Por otra parte, hay entre vosotros quien crea que estalucha que sostenemos contra el fascismo durar hasta queseis hombres? Tened en cuenta que os faltan seis, siete,ocho y ms aos para llegar a serlo, y sera una desgraciademasiado grande que sobre el suelo de Espaa continuarantodava los hombres matndose. Como yo, ninguno creisque esto sea posible. Y para cuando termine esta horriblesituacin conviene que los que habis sido educados en laescuela formis la nueva sociedad que no permita la fabrica-cin de armas, que ha servido para que los hombres maleducados hayan intentado imponernos el fascismo.

    Quisiera que me comprendierais, que os dierais cuenta quevosotros representis el mundo nuevo de paz entre los hom-bres; quisiera que tuvierais la suficiente voluntad para andarpor este camino bueno dndoos todos las manos. De vosotrosdepende que la Humanidad sea ms buena o ms mala. Sivais por el camino bueno, que es el del saber y el de la bondad,el que seguimos en la Escuela Moderna, desde hace algunosaos, con todos vosotros, yo os acompaar con gran satis-

    faccin, porque emplearemos mejor el tiempo, y no perdere-mos ni un minuto en discusiones que producen discordias venemistades; estos son los consejos que os da quien se consi-dera vuestro mejor amigo.

    Al salir al jardn, la mayora se haban arrancado las insignias.Pas la maana, y a la tarde slo media docena llevabandistintivos de colores. Nada les dije. A la hora del patio, losmismos nios les afeaban su conducta. Moralmente desar-mados, no encontraban argumentos para defenderse. Al dasiguiente ninguno vino con insignias.

    Para consolidar la obra con tan buenos resultadosrecomenzada, ped ayuda a los padres de los alumnos. Lesexpuse la orientacin educativa que crea convena dar a suspequeuelos, la misma que acabo de explicar. Y aunque per-tenecientes a distintas tendencias polticas y sociales, todossin excepcin aprobaron. Algunos, por cierto de los tempera-mentos ms violentos, quizs por lo mucho que la desigual-dad econmica y social les ha hecho sufrir, lloraron al exponer-les el plan educativo que se quera aplicar a sus hijos, las in-fluencias benficas que por l conseguiramos si todos estba-mos dispuestos a practicarlo.

    Claro que si queremos hacer al nio fsica, intelectual ymoralmente fuerte, particularmente en este ltimo aspecto,

    hemos de ser reflejo objetivo de lo que anhelamos que sea eleducando; si damos al nio o a la nia reglas de higiene,nociones de fisiologa con demostraciones de los elementosque dificultan el buen desenvolvimiento de los rganos y, porotra parte, ven que el maestro fuma y bebe licores, que la