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FACULTAD DE MEDICINA - UNIVERSIDAD NACIONAL DE TUCUMAN
TESIS DOCTORAL:
ENFERMEDAD DE CHAGAS EN TUCUMAN CONSIDERACIONES SOBRE ALGUNOS
ASPECTOS EPIDEMIOLOGICOS INFLUENCIA DE LA
MODIFICACION DEL ECOSISTEMA
AUTOR: FRANCISCO JOSE SOSA
DIRECTOR DE TESIS: DR. SERAFIN FERNANDO VERA
AÑO 1997
TOMO 1
DEPARTAMENTO DE CLINICA MEDICA HOSPITAL ANGEL C. PADILLA
CARRERA DE POST GRADO DE ESPECIALIZACION EN MEDICINA DEL
TRABAJO
III CATEDRA DE PATOLOGIA Y CLINICA MEDICA - U.N.T. FACULTAD DE MEDICINA - UNIVERSIDAD NACIONAL DE
TUCUMAN
DEDICATORIA A mi esposa que con la mansa bondad y la santa paciencia que
Dios le dio me acompañó en mis desvelos. A mis ocho hijos que colman mi existencia de felicidad.
ii
AGRADECIMIENTOS
Deseo expresar mis agradecimientos a las personas que contribuyendo a
mi enriquecimiento personal han servido de "luz en el camino" en la
realización del presente trabajo.
Mi más sincero reconocimiento, con el más puro de los sentimientos en el
"infinito universo de Dios", a :
* Los miembros de la Comisión de Supervisión Dres.: Serafín Fernando
Vera, Nestor Gutiérrez y Patricio Fidalgo, quienes atentamente supieron
seguir mis entusiastas exposiciones, sobre la ansiada búsqueda del objetivo
anhelado.
* El Dr. Alberto Martínez, quién con mesurada atención y sagáz mirada
espectaba mi entusiasmo en cada uno de los diálogos que habíamos
emprendido, aportando en oportuno momento con su vasta experiencia y
nutrida bibliografía.
* La Dra. Isolina Flores, quién con clara inteligencia, sin egoismos,
actitud justa y oportuna, supo proveerme de tan útil y pertinente información.
* El Dr. Jorge Raúl Medina, por su objetividad, espontaneidad y cálida
amistad.
* El Sr. Joaquín Zárate, por su técnica objetividad.
* Los Sres. César Augusto Lobo y Rubén Indauro Vizcarra, por los
aportes e información brindadas, frutos de sus experiencias personales.
* El Sr. Daniel Anibal García, por el entusiasmo puesto en las tomas
filmicas durante las entrevistas a personas afectadas con la enfermedad de
Chagas.
iii
* Las personas entrevistadas, por su desprendimiento testimonial.
* El Sr. José A. Giménez por la espontánea y desinteresada colaboración
brindada.
* El Sr. Néstor Díaz Suárez, por la calidad de las filmaciones, su
comportamiento de caballero y ser "gran amigo".
* La Dra. Elsa Segura, que habiendome conocido desde no hace mucho
tiempo, supo confiar en mi persona facilitandome textos, útil bibliografía.
* El Dr. Sergio Sosa Estani quién supo oir mis pedidos, y me brindó la
información adecuada.
* El Lic. Raúl Conforti y a la Dra. Marta Lauricella, por la bibliografía
aportada, y la atención brindada, en especial por la última persona.
* El Dr. Enrique Bucher, quién sin conocerme, a través de la
recomendación del Dr. Patricio Fidalgo, me proveyó de información (como
dando vigencia al aforismo: "los amigos de mis amigos, son mis amigos").
Gracias.
* El Dr. Pedro Petrino, que desde San Salvador de Jujuy, me hizo llegar
buena información.
* La Dra. María Ester Yelamos, quién supo brindarme los medios
administrativos en la obtención de materiales para la realización del proyecto
de Tesis.
* La Sra. Graciela Sosa de López Islas, por su objetividad, capacidad y
precisión en la información estadística realizada.
* El Sr. Alejandro Alauie, leal amigo, quién me brindó excelente
asistencia técnica en computación.
iv
* El Dr. Luis Héctor Morales y Sr. Tomás Carmona Ramirez, por su
información relativa a los Bancos de Sangre.
* El Sr. Angel Simón Castro, por las excelentes tomas fotográficas
realizadas a los insectos, y su permanente buen estado de disponibilidad.
* El Dr. Ramón Gonzalez por su valiosa colaboración y asesoramiento en
el manejo bibliográfico.
* En modo muy especial, a quién en forma desinteresada y con tenacidad
supo seguir paso a paso las experiencias producidas, como descorriendo la
cortina del misterio, sin inconvenientes de horarios, mi apreciado discípulo y
amigo: Ignacio Larré del Puerto, quién al enterarse de mi cometido, me ofreció
espontáneamente su incondicional colaboración y cuyo compromiso concretó.
* El Ing. Agrónomo, Ricardo Benjamín Paz por aportar con relevantes
datos sobre el medio ambiente proveyendome de tan útil información.
* El Dr. Carlos Miguel Ripoll, por haberme proporcionado una
satisfactoria bibliografía.
* A mi hermano, el Ing. Químico Atilio B. Sosa, quién me supo dar la
fórmula para hallanar algunos de los inconvenientes suscitados.
* La Srta. Nora Estela Pinasco quien con discresión y gran disimulo supo
corregir los errores cometidos en el desarrollo gramatical de la temática.
* A mis hijos que me estimularon permanentemente en la presente
realización.
"En fin, a toda persona que en forma directa o indirecta haya contribuido
de una u otra manera en la realización de mi cometido."
v PREFACIO
Procurar detener la marcha del tiempo es tan imposible como pretender
contener entre los dedos el destino de los pueblos, o como querer cambiar la historia
cuando los hechos ya han sucedido; pero tratar de modificar el curso de los
acontecimientos cotidianos en la búsqueda de un mejor futuro para la humanidad, es
tarea de cada uno de nosotros, y los frutos resultantes dependerán del cumplimiento
consciente y tesonero, y de la magnitud de los esfuerzos aplicados en la tarea
impartida por nuestra propia conciencia, de las fuerzas morales que motorizan el yo
en lo que hacemos, sin desmedros ni reticencias sobre la obra resultante.
Sin dudas el hombre es el artífice de su propio destino, y en la medida que
aplique su capacidad física y su inteligencia, podrá labrar un promisorio futuro en
beneficio de su descendencia.
Clara muestra de conjunción de lúcida inteligencia y firme labor, constituye el
invalorable aporte a la ciencia que nos legara Carlos Chagas, el que con la sutileza
propia de los iluminados descubriera casi simultáneamente la patología, el agente
causal y su vector, identificando la enfermedad que hoy lleva su nombre.
Basta tener en cuenta los escasos recursos con que se contaba en esa época,
para reconocer la genialidad en la obra realizada.
Resulta no menos meritoria, por cierto, la patriada de Salvador Mazza,
"Redescubridor de la enfermedad de Chagas", llevada a cabo en el primer tercio del
presente siglo en nuestro país, quién desplazándose desde la gran urbe, que ya
constituía en aquella época la Ciudad de Buenos Aires, punto de confluencia de
inmigrantes de diversas partes del mundo, emprendió la proeza, introduciéndose en
lo más recóndito de nuestra tierra, en búsqueda del estudio de las patologías
vi
regionales, y entre ellas la enfermedad de Chagas.
Si bien con posterioridad se sucedieron innumerables trabajos de investigación
sobre la enfermedad, en los que se relacionaron diversos planos de la actividad
científica, no siempre surgieron muy definidas conclusiones.
Pero la inexorable acción del tiempo no se detiene, todo sigue su curso, los
hechos se suceden unos tras otros y los acontecimientos corren día a día, como el
agua clara del manantial que se escurre sobre la gris amarillenta arena de los arroyos.
Y el hombre en su acción transformadora, todo lo cambia, todo lo modifica. Modifica
el medio que lo rodea, la naturaleza, sus costumbres, su vida y las propias
patologías que padece. Modificando el medio, también modifica la epidemiología de
las enfermedades que lo aquejan, patrón al que no escapan las diversas patologías
regionales cualquiera sea el punto del mundo terreno en el que se encuentre.
Planteados los hechos de este modo, es propósito del presente trabajo,
establecer la relación entre algunos de los diversos factores que pudieron obrar en
forma influyente sobre la evolución de la Enfermedad de Chagas en Tucumán.
Teniendo en cuenta su carácter histórico; las modificaciones del ecosistema
impresas por la acción del hombre en su evolución económica, social, política y
cultural; la aplicación de nuevas tecnologías en la explotación agroindustrial; la
influencia sobre la fauna y la flora, determinada por la desmesurada "tala de
bosque"; el alejamiento de la frontera de bosque y sus acción sobre los ciclos
silvestre, peridoméstico y doméstico del insecto vector de la enfermedad de Chagas,
establecer las características más evidentes del comportamiento de las
migraciones humanas y cómo obran éstas, respecto a la Tripanosomiasis
americana.
En cierto modo, la observación y el análisis de estos factores permitirán ver,
vii
cómo en la disminución de la prevalencia e incidencia de la enfermedad de Chagas
en nuestro medio, son un concurrente de importante trascendencia, y que tal
disminución, no sólo es el fruto de la acción de la lucha directa contra el vector
en la procura de su erradicación. Esta lucha se cumplió gracias a la tesonera
dedicación de quienes participaron desde el inicio de las actividades antichagas en
nuestra provincia, hasta el presente. Entre ellas quiero destacar al Dr. Alberto M.
Martínez, Médico Sanitarista de primera línea, quien fue también profesor de Salud
Pública en nuestra Facultad de Medicina de la U. N. T y al Dr. Julio Horacio Ousset
Avila, ya fallecido, cuyo paso por el Servicio en Tucumán, dejó impreso su accionar,
del mismo modo en que lo hizo, más atrás en el tiempo, como protagonista de la
erradicación del Paludismo, jalón importante de la Salud Pública en nuestro medio.
Otro objetivo está constituído por la búsqueda de resultados valederos, con la
finalidad de realizar planteos conclusivos en las actitudes médico-sanitarias a
adoptar, y en las metodologías aplicables en el control epidemiológico de la
enfermedad de Chagas.
A tal efecto, se ha realizado una amplia recopilación de datos informativos
obtenidos de diversas fuentes. Antecedentes históricos y entomológicos sobre los
Triatominos de nuestro medio, adquiridos en variada bibliografía, fruto intelectual de
expertos autores, profundos conocedores de la temática en cuestión, y de los
invalorables aportes realizados por miembros de la Base Tucumán del Servicio Nacional
de Chagas y del Instituto Nacional de Chagas "DR. Mario Fatala
Chaben", tomando los más sustanciosamente informativos.
Antecedentes sobre áreas de desmonte, obtenidos de la Secretaría de
Agricultura y Ganadería de la Provincia de Tucumán, apoyados en informes de
relevamientos aéreo y satelital, han constituído datos referenciales de importancia,
viii
para poner en evidencia el compromiso ecológico, la extensión de las áreas afectadas
y su accionar sobre la flora y la fauna en la provincia de Tucumán.
Los invaluados datos de la repercusión de la mecanización de la Industria
Azucarera, hasta ahora principal actividad productiva de la provincia, como posible
partícipe en la generación de desocupación, la influencia de ésta sobre la migración
pendular foránea de sujetos con serología positiva para la enfermedad de Chagas, y
los efectos epidemiológicos que se generan.
Para la identificación migratoria se procesó información de archivo,
proveniente del Laboratorio de Chagas de la Asistencia Pública de Tucumán,
correspondiente a los años 1990-1995.
Se realizaron diversos registros fílmicos sobre cosecha integral de caña de
azúcar y aplicación de químicos en el control de plagas; entrevistas a personas que
viven en área rural, en relación con sus hábitos culturales, sus viviendas, el sentir y
proceder respecto a la vinchuca y la enfermedad de Chagas, constituyendo un sólido
soporte y un ingrediente más en la presente realización.
No deja de ser un profundo anhelo, que tanto el esfuerzo físico como el
intelectual volcados en la confección del presente trabajo, que sustrajo no pocas de
las reducidas horas de descanso del autor, no sean sólo vanas aspiraciones, y que
todo lo realizado sirva de utilidad a quienes pudieran llevar los pensamientos del
mismo entre sus manos.
Francisco José Sosa
ix
RESUMEN
El presente trabajo condensa la experiencia personal del autor. Considera cómo
la tala indiscriminada de bosque, la aplicación de nuevas tecnologías de explotación
agropecuaria e industrial en Tucumán, produjeron modificaciones en el medio
ambiente obrando sobre flora y fauna. Condicionaron el alejamiento de la frontera de
bosque, de los reservorios naturales del Tripanosoma cruzi y la vinchuca silvestre,
en relación a la vivienda humana. Cómo, la desocupación generada por dichas
tecnologías, trajo migraciones humanas determinando la radicación del "infectado
chagásico" en centros poblados, constituyendo reservorios latentes posible fuente de
dispersión de la enfermedad por medios no naturales.
Realizó gran parte de la investigación en archivos del Laboratorio de Chagas de
la Asistencia Pública de Tucumán, y mediante un complejo manejo de datos de
procedencia y actual radicación de reactivos con exámenes serológicos de primera
vez, pudo establecer sus movimientos migratorios.
Arribó a importantes conclusiones respecto a migraciones de infectados
chagásicos en el ámbito de la provincia, mostrando que un gran número de ellos se
encuentran radicados en la capital y centros urbanos vecinos. Infirió que la
disminución de los infectados chagásicos, no es resultante exclusiva de la lucha
antivectorial, sino que existen otros factores, y que al no tenerselos en cuenta,
podrían condicionar sesgos en estadísticas epidemiológicas.
Se aportan propuestas que podrían ser útiles para el anhelado control y
erradicación de la enfermedad de Chagas en el marco de la estrategia de atención
primaria de la salud de la O.M.S. y adherida por nuestro país para alcanzar la
meta de Salud Para Todos.
x
El lector deberá disculpar la reiteración de ciertos conceptos y descripciones en
algunos capítulos del texto, estas tienen por finalidad obrar como marco conceptual.
xi
12
INTRODUCCION
Quien lea las líneas que se van configurando en el papel, a medida que la tinta
que se escurre sobre el mismo lo permita, podrá preguntarse porqué: "Enfermedad de
Chagas en Tucumán. Consideraciones sobre algunos aspectos epidemiológicos.
Influencia de la modificación del Ecosistema", ha sido elegido como tema para el
desarrollo de un trabajo de Tesis Doctoral, en épocas en las que se vislumbra la
posibilidad de eliminar a dicha enfermedad en plazos que parecieran que se acortan
cada vez más. Pudiendose leer al respecto algunos titulares periodísticos, como el
publicado por La Gaceta de Tucumán, con fecha lunes 19 de agosto de 1996, página 4,
que dice: "El mal de Chagas, al borde de ser curado. La cura del Mal de Chagas,
una enfermedad infecciosa febril producida por un parásito microscópico, podría
llegar a clínicas y hospitales en dos años, informaron hoy portavoces científicos",
que tal vez hacen destellar los ojos sembrando gran espectativa en quienes
padecen tan funesta enfermedad.
Pues bien, la temática sobre esta patología es apasionante, pero es más
apasionante ver cómo, cuando uno desde que ha comenzado a dar los primeros
pasos en la medicina, poco a poco ha ido mimetizandose con el sufrimiento de los
demás, aprendiendo a captar cual es su realidad; pero se vuelve aún más apasionante,
al ver cómo, vivencias percibidas a temprana edad, van dejando su huella y no se
pueden olvidar jamás.
He tenido oportunidad desde pequeño, de poder observar los tirantes de los
techos de la casona de campo donde vivían mis mayores, cargados, renegridos,
atestados de vinchucas, y oir el seco ruido que producían éstas, al caer sobre viejos
papeles, en el oscuro altillo en el que estaban almacenados.
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He podido ver además cómo, al anochecer, entre las grietas de los horcones, las
rendijas de las tablas, cañas huecas del encatrado de la pirgua y en el gallinero del
galpón, sigilosamente se deslizaban.
En la inocencia de mi niñez, de todo esto aún no entendía su significado, y solía
quedar deslumbrado al ver las caprichosas imágenes de sangre que en la pared se
dibujaban, cuando el criado de la casa al ser picado por estos insectos, y siguiéndolos
al azar con la penumbra de un viejo mechero, a tan solo escasos centímetros de la
cabecera de su cama, con la palma de su mano los estampaba.
Con el transcurrir del tiempo, durante mi carrera universitaria, luego en el
cotidiano ejercicio de la profesión en hospitales de campaña, como el de
Concepción, Medinas, Famaillá, Angel C. Padilla y a través de mi docencia,
comprendí las verdaderas implicancias de esta patología, sus influencias sociales,
económicas, políticas y culturales. De esta forma, logré apreciar como el blanco que
más padece la enfermedad, el labriego, trabajador del campo, sosten de economías
regionales, las injurias de tan nefasta enfermedad, estoicamente soportaba.
He podido ver cómo, los cambios tecnológicos implementados por el propio
hombre, lo sometieron a pauperrimas condiciones, presionado por economías
foráneas, haciendolo padecer un proceso de transformación muy caro a sus
idiosincracias transmitidas generacionalmente, llevandolo a romper con hábitos y
viejas costumbres, con las que el antiguo trabajador para labrar la tierra, tan solo se
contentaba con el arado, la pala y la azada. De este modo, tuvo que adaptarse tal vez
sin otro remedio, contra su propia voluntad, a esas tecnologías, para estar acorde a
los nuevos tiempos y lograr su subsistencia, y pasó a trabajar el suelo en forma
distinta a la tradicional.
Esta nueva actitud de explotación agroindustrial, fue imprimiendo
insidiosamente en el ambiente modificaciones de la ecología, en la que participaron
14
la indiscriminada tala de bosques, ya sea debido a la industrialización de la madera o
por la búsqueda de una más amplia área de cultivos para una mayor produccción,
generandose la migración, desaparición o extinción, de especies integrantes de la
fauna y flora propias de la región. Condicionó el alejamiento de la frontera de bosque, y de
la a veces hasta descontrolada utilización de químicos de alto impacto
ambiental, en la búsqueda de combatir plagas que afectan la produccción.
Otro aspecto de la tecnificación agrícola, lo constituyó la desocupación, el
abandono de la radicación en el campo, generando cambios migratorios humanos,
resintiendo la inmigracion temporaria de trabajadores foráneos, e intensificando la
emigración de los nativos del medio.
De este modo, realizando un análisis sobre las factibles influencias que pudieran
haber obrado las modificaciones implementadas al ecosistema por el hombre, con la
avanzada tecnológica sin precedentes sobre el medio ambiente realizada a través de
los últimos tiempos, y teniendo en cuenta la vinculación directa o indirecta de tales
hechos sobre las migraciones humanas y las connotaciones epidemiológicas de estas
últimas, al influir sobre los componentes involucrados en el ciclo de la enfermedad
de Chagas, es que he procedido a la búsqueda de fundamentos necesarios, que
permitan establecer con mayor precisión, la relevancia y el comportamiento de estos
elementos constituyentes de la estructura epidemiológica: agente etiológico, huésped
y medio ambiente que determinan los caracteres epidemiológicos que hacen visible
la conducta de la enfermedad en la comunidad humana a través de sus
manifestaciones según personas, lugar y tiempo. Es también nuestro interés sugerir
pautas para una mejor sistematización y control y, llegado el caso, pretender la
erradicación de tan temible enfermedad o por lo menos la de su agente vector.
Suprimiendo el vector, se interrumpirá un importante eslabón en la cadena de
transmisión. La experiencia del Control y erradicación del Paludismo en nuestra
15
provincia, nos estimula la esperanza de llegar a conseguirlo también con la
enfermedad de Chagas en Tucumán.
El interés de brindar al lector la oportunidad de contar con una información
detallada y actualizada me llevó a estructurar este trabajo separandolo en dos partes
intimamente relacionadas entre sí.
La primera parte trata de una puesta al día de todo lo referente a definición del
Problema, Antecedentes mediatos e inmediatos sobre la problemática de la
Enfermedad de Chagas, a manera de un marco conceptual derivado de la
investigación bibliográfica. Esta última fue para mí tan laboriosa y fecunda, que me
pareció egoísta de mi parte dejar de transcribirla, con el riesgo de resultar fatigosa su
lectura.
Es mi intención que esta primera parte pueda servir para consultar algún tema
sobre el cual el lector deseara profundizar, además de servir de referencia de lo que
se expone en la segunda parte.
En la segunda parte, titulada "Trabajo de Campo" se expone sobre los
Objetivos, Material y Métodos utilizados, Resultados, Discusión, Conclusiones y
Propuestas. Cada vez que se juzga necesario para una mejor comprensión, se remite
al lector, a verificar directamente del texto contenido en la primera parte lo que se
afirma en cada oportunidad. Se establece así un sistema de retroalimentación que
redunda, a mi criterio, en mejor conocimiento y comprensión del tema en cuestión.
PARTE I
Consideraciones sobre la Enfermedad de Chagas
CAPITULO Nº1
La Enfermedad de Chagas
18 1.1.- INTRODUCCION
Hablar de la enfermedad de Chagas entraña el compromiso de tener presente la
imágen de una descollante personalidad, el Dr.Carlos Chagas, médico brasileño
quién en los albores del presente siglo descubrió la Tripanosomiasis americana. Tal
el reconocimiento que hiciera de él Jonathan Leonard (1).
Era persona fuera de lo común: sus dotes, educación, laboriosidad y
profundo conocimiento de la vida rural y de la gente de campo de Brasil eran
verdaderamente inusuales. Era también un observador perpicaz y científico
riguroso. Por esas razones, casi era de esperar que descubriera alguna enfermedad
ignota o poco conocida que acechara en el interior del país.
Descubrir el agente causal, efectuar la identificación y caracterización del
vector transmisor de la enfermedad, fue el gran destello del Dr. Carlos Chagas, quien
estudió el Schizotrypanum cruzi en la sangre de 29 portadores durante el transcurso
de 25 años. Constituyó un caso único en los anales de la investigación en patología
humana, ya que se identificó primero el agente causal, y después la enfermedad (2).
En nuestro país, desde 1926 y hasta 1946 (en el lapso de 20 años), Salvador
Mazza, al frente de la Misión de Estudios de Patología Regional Argentina
(MEPRA), consigue reunir 1.400 casos de Trypanosomiasis americana; 1.100 de
los mismos con presencia directa de parásitos en la sangre (28).
Esta enfermedad, se encuentra muy difundida geográficamente ya que se
extiende desde el sur de los Estados Unidos de Norte América hasta el sur la
República Argentina, donde estan expuestas a contraer la infección
aproximadamente 90.000.000 de personas, de las cuales ya se encuentran infectadas
entre 16.000.000 a 18.000.000 (3).
19
Al parecer, menos del 10% de las personas comprometidas mueren durante el
primer episodio, pero la infección puede persistir varias décadas en los
supervivientes y generar desde leves trastornos, los que generalmente suelen pasar
inadvertidos, hasta cuadros de insuficiencia cardíaca y muerte súbita. Nada de esto
se sabía antes de 1909, ya que se ignoraba la enfermedad.
La Trypanosomiasis americana, constituye uno de los mayores problemas
sanitarios de América. Representa un grave problema de salud en 17 países
latinoamericanos (4). La distribución de los triatomas que la transmiten, va desde el
paralelo 40º N a 45º S, dandose las posibilidades del desarrollo de la formas agudas
o crónicas de la enfermedad, entre el estado de Arizona en USA y la Patagonia
Argentina (5).
Según lo expresado por Humberto Lugones......."Se puede decir que es
estrictamente americana y más propiamente, "Latinoamericana""(35).
Constituye una permanente amenaza para cerca de la cuarta parte de la población de
Latino América (6).
En la República Argentina la zona endémica se extiende de norte a sur hasta el
norte de la provincia de Chubút, claro está que se han comunicado casos que afectan
a humanos hasta en Tierra del Fuego (7).
La vinchuca doméstica en nuestro país (Triatoma infestans) habita entre los paralelos
12º y 44º (en regiones de isotermas 11º a 26º).
El área de distribución endémica de la enfermedad de Chagas coincide con la del T.
infestans (29).
Se sostiene que en esas áreas, con excepción de las grandes capitales en sus
zonas céntricas o lugares residenciales de niveles socioculturales elevados, y en las
poblaciones ubicadas en puntos geográficos de gran altitud, por encima de los 3.700
metros de altura sobre el nivel del mar, los habitantes están expuestos prácticamente
20
en forma permanente al riesgo de contraer la enfermedad, lo que no condice
totalmente con la realidad ya que se podría decir que ni aún los habitantes de grandes
centros urbanizados, medios residenciales de acomodados niveles económicos y
sociocultural estan libres de contraer la infección chagásica, debido a que no es
necesario entrar en contacto directo con el vector natural, pudiendosela adquirir por
otras vías como la transplacentaria, o mediante el manipuleo de sangre contaminada
con trypanosomas, con la que se trabaja en laboratorio; por vía transfusional y
también mediante transplantes de órganos que contienen formas quísticas del
parásito productor de la enfermedad (8).
Con la finalidad de ubicar en terreno al lector y facilitar su penetración en la
compleja trama que representa la enfermedad de Chagas, se procura brindar en las
siguientes líneas una apretada síntesis sobre esta entidad.
1.2.- CONSIDERACIONES GENERALES
La enfermedad de Chagas es una afección parasitaria hemática y tisular cuyo
agente causal es un protozoario flagelado, el Trypanosoma cruzi, transmitido en
forma natural por insectos hemipteros hematófagos pertenecientes a la subfamilia
Triatominae.
Introducido en el organismo este parásito, tras circular por el torrente
sanguíneo arriba, anida y se reproduce en la estructura tisular que conforman
diversos tejidos del organismo humano (como el corazón), donde genera inflamación
e infección.
El insecto transmisor de la enfermedad de Chagas en la Argentina, el más
frecuente, adaptado y ecosituado en la vivienda humana, es el T. infestans. (9)
21 1.3.- CONCEPTOS EPIDEMIOLOGICOS
En la Argentina, en sentido más estricto, las áreas de triatomismo y chagasismo
descriptas abarcan casi el 70% (2.000.000) de los 2.780.000 km² de su área de
extensión territorial continental (10), extendiendose desde los límites con Bolivia,
Brasil y Paraguay hacia el sur, del siguiente modo:
- triatomismo hasta los 44º58' de latitud sur (corresponde a Malaspina, provincia de
Chubut);
- tripanosomismo triatomínico hasta los 43º15' de latitud sur (corresponde a Gaimán,
provincia de Chubut);
- tripanosomismo mastozoológico hasta un poco más de los 39º de latitud sur, corresponde
a Felis domésticus. En Fuerte General Roca, provincia de Rio Negro;
- tripanosomismo humano habiendose comprobado T. cruzi por xenocultivo hasta
los 46º35' de latitud sur y por prueba de fijación de complemento hasta los 51º38' de
latitud sur.
En altitud se ha comprobado la existencia de:
- triatomismo hasta los 3.682 metros sobre el nivel del mar (en la provincia de Jujuy,
en Cienaguillas). Se refieren ejemplares de Rinconada, a 3.950 metros sobre el nivel
del mar, no existiendo certeza absoluta sobre la procedencia de los mismos;
- tripanosomismo triatomínico hasta los 3.462 metros sobre el nivel del mar (en la
Quiaca provincia de Jujuy);
- tripanosomismo mastozoológico domiciliado hasta los 2.260 metros sobre el nivel
del mar, correspondiente a Felis domesticus, en Seclantas, provincia de Salta;
- tripanosomismo mastozoológico salvaje hasta los 1.700 metros sobre el nivel del
mar correspondiendo al Chaetophractus vellerosus pannosus en El Barrial (Salta),
capturado en vivendas de la citada localidad;
- tripanosomismo humano determinado mediante examen parasitológico de sangre
hasta en los 1.700 metros sobre el nivel del mar (en el Barrial, Salta); y prueba de
22
fijación del complemento hasta en los 3.682 metros sobre el nivel del mar (en la
Cienaguilla, provincia de Jujuy) (37) (38) (39).
Los datos citados con anterioridad corresponden a T. infestans.
En esta área existen zonas con baja, mediana y alta endemia:
- Baja endemia: se encuentra en casi la totalidad de la provincia de Buenos Aires,
Capital Federal, Córdoba (centro y sur), Santa Fé y la mesopotamia.
- Mediana endemia: en áreas urbanas y periurbanas del alto valle de Rio Negro,
norte de la Pampa, sur de Mendoza, sur de San Luis, norte de Neuquén, donde
existen buenos rindes de producción ganadera, agrícola e industrial.
- Alta endemia: en territorios rurales de muy baja productividad donde existen
límites de subsistencia humana y en zonas periurbanas, caracterizadas por el bajo
nivel sociocultural. Esta área cubriría una superficie de 1.265.000 km², y una
población de 6.900.000 habitantes (10).
Se ha notificado en el año 1991 en el país, una tasa aproximada del 20,01
º/0000 habitantes comprometidos con la enfermedad de Chagas, y en área del
Programa Nacional de Lucha contra la enfermedad de Chagas 28,6 º/0000 habitantes
en idéntica situación.
Por año fallecen en el país cerca de 900 personas debido a la enfermedad en
cuestión, lo que representa una tasa de 5,5 º/0000 habitantes (10).
1.4.- CONSIDERACIONES CLINICAS
Desde el punto de vista de su etiopatogenia la infeccón chagásica se transmite
en forma natural a través de las deyecciones de triatominos contaminadas con T.
cruzi, cuando entran en contácto con las mismas, animales silvestres, domésticos y el
hombre (22).
23
De lo expresado con anterioridad se puede señalar el trípode epidemiológico
que constituyen: el agente causal (T. cruzi), el vector (Triatomino) y el huésped
(hombre, animal doméstico, o animal silvestre), en el sustento de la enfermedad de
Chagas.
El T. cruzi, es un protozoario de la clase Mastigophora, tiene tanto una forma
flagelada (tripomastigote) como una aflagelada (amastigote), y una tercera forma de
transición y evolutiva (epimastigote).
Los tripomastigotes, se encuentran en las deyecciones de los insectos vectores,
los que poseen además las formas amastigotes y epimastigotes; la última de éstas,
también observadas en el hombre y algunos vertebrados.
Los tripomastigotes, se encuentran en la sangre del hombre y en dichos
vertebrados, como forma circulante; en cambio los amastigotes, se hallan en los
tejidos. En cuanto a su aspecto, los tripomastigotes toman forma de S o C, sus
dimensiones son de 20mµ de largo por 2mµ de ancho aproximadamente; mientras
que, los amastigotes son ovales o redondeados, y de un diámetro de 2mµ-4mµ (12).
El agente transmisor, es un insecto de orden Hemíptera, de la familia
Reduviidae, perteneciente a la subfamilia Triatominae, Género Triatoma. Vinchuca
en nuestro acervo popular, del quechua: dejarse caer.
Han sido descriptas aproximadamente unas cien especies silvestres y
domiciliarias de Triatominos. En áreas tropicales de Africa y Asia fueron
identificadas unas 10 especies, pero ninguna de ellas infectadas.
Siete son las especies de Triatomíneos domiciliadas que en la mayoría de los
casos pueden efectuar la transmisión de la enfermedad de Chagas en América
Central y del Sur a saber: T. infestans, T. brasiliensis, T. sordida, T. dimidiata,
Panstrongylus megistus, Rhodnius prolixus y R. pallescens. Son características de
24
los espacios naturales abiertos de estas regiones y también de ecotopos preparados
por el hombre (22).
Alrededor de 12 especies de Triatominos vectores, fueron consideradas por
algunos autores con importancia epidemiológica; y unas 50, infectadas naturalmente
por T. cruzi.
Las especies Rhodnius prolixus, T. dimidiata y T. infestans estan bien
adaptadas a la vivienda humana y son los principales vectores de la Trypanosomiasis
americana (30). T. infestans constituye la especie de mayor importancia sanitaria en
la República Argentina (31).
Diversas son las formas de transmisión de la Triapanosomiasis americana a los
seres humanos; en las zonas rurales de Latinoamérica, es habitual el pasaje al
hombre, del T. cruzi contenido en las heces de Triatominos infectados.
Como se ha expresado anteriormente, en las ciudades donde no existen
vectores naturales, el parásito puede ser transmitido principalmente, por vías
placentarias y transfusional.
Otras vías de contagio son: la digestiva, ya que durante el amamantamiento la
madre puede transmitir a su hijo la enfermedad (forma excepcional); y
accidentalmente, en laboratorio, mediante el manejo de sangre contaminada por el
parásito; y en los transplantes de órganos circunstancialmente infectados (práctica de
cierta relevancia en la actualidad) (23).
La transmisión a través de transfusiones de sangre representan cifras de
importante consideración en relación a la transmisión vectorial, por acontecer en
zonas urbanas donde se conglomera el 70% de la población total del continente; y
donde gran parte de la población, está compuesta por migrantes que han pasado sus
primeros años de vida en zonas endémicas (27).
25
Al respecto de la transmisión por vía sanguínea los índices de seropositividad
en donantes de sangre supera a menudo el 20% en zonas altamente endémicas de
Argentina y Brasil, alcanzando el 63% en Bolivia. En ciudades como Buenos Aires,
Santiago de Chile, Caracas, Rio de Janeiro, situadas fuera de zonas endémicas, los
índices de seropositividad en los bancos de sangre oscilan entre 0,5-2% (24).
La transmisión congénita no sólo se circunscribe a zonas naturalmente
afectadas, ya que puede ocurrir también en ciudades donde no existen vectores
naturales, a raíz de la considerable corriente inmigratoria de mujeres infectadas y en
edad de fecundar, provenientes de zonas rurales (24).
Respecto a la transmisión de la enfermedad de Chagas mediante la leche
materna, es una posibilidad que debe ser tenida en cuenta, ya que existen
antecedentes que datan de 1936 cuando se comprobó tripomastigotes en la leche de
una madre de la provincia de Salta (Argentina) en la fase aguda de la enfermedad,
habiéndose atribuído a la lactancia la transmisión de la enfermedad al niño. También
se informó en el año1983, el caso de un niño de 2 meses de edad con infección
chagásica aguda, el que había sido amamantado por su madre, que era chagásica
crónica y tenía pezones sangrantes (25). Publicaciones sobre esta modalidad de
transmisión, ya fueron realizadas por Salvador Mazza en 1936 (32).
La transmisión en forma accidental e infrecuente en el laboratorio se debe por
lo general a hincaduras con agujas infectadas, manejo de materiales contaminados en
forma inadecuada, aspiración de cultivos de T. cruzi al trabajar con pipeta, y a
eventuales salpicaduras con material contaminado, en las conjuntivas oculares (26).
En relación a la transmisión oral, "mediante investigaciones epidemiológicas
de dos brotes independientes de enfermedad de Chagas aguda se han obtenido
pruebas sumamente convincentes de la transmisión oral a través de la ingestión de
alimentos contaminados". Esto es de particular importancia por el potencial peligro
26
que entraña la posibilidad de adquirir la infección chagásica mediante la ingestión de
alimentos que han sido contaminados por secresiones de animales que invaden la
vivienda humana, como las zarigüeyas por ejemplo (26).
La posibilidad de que la infección chagásica se realice por vía oral, se encuentra
ampliamente documentada en observaciones realizadas por múltiples investigadores
(32).
La utilización de vísceras infectadas con T. cruzi en los trasplantes de órganos,
hacen peligrar los resultados esperados habiendose registrado algunos casos fatales.
Además el receptor del órgano trasplantado suele recibir terapeutica
inmunosupresora lo que aumenta considerablemente el riesgo de contraer la
infección. De identica forma, sucede con el receptor chagásico crónico, que puede
agravar su situación como consecuencia de haber sido sometido a tratamiento
inmunosupresor (26).
Otras vías de infección son las determinadas mediante el manejo de animales
parasitados; la vía sexual y las picaduras de insectos hematófagos (32). Al respecto
de lo manifestado es necesario conocer que:
- La infección mediante animales parasitados ha sido observada en algunas regiones
rurales de Bolivia y Perú en el desollamiento de animales silvestres o semidomésticos
como los cuises, utilizados en la alimentación familiar (36)
- La manipulación de perros y gatos parasitados, también pueden ser causa de
infección, habiendose encontrado trypanosomas en la saliva de caninos con alta
parasitemia (32).
- Las picaduras de insectos hematófagos cuando existe regurgitación del contenido
de la parte anterior de su tracto digestivo, como puede acontecer con T. infestans
pleno de sangre y altamente infectado con T. cruzi; en forma experimental se ha
27
demostrado también, este medio de contagio en garrapatas, chinches, ácaros, pulgas
y culícidos (32).
- En lo referente a la transmisión sexual, también estudios experimentales en ratones,
muestran que esta es una vía por la que se puede contraer la infección. En relación a
lo citado, en la sangre menstrual de mujeres infectadas con T. cruzi, chagásicas
asintomáticas, Jörg y Oliva en un estudio realizado en Ecuador sobre un total de 40
mujeres, en 18 (45%) encontraron tripomastigotes del parásito productor de la
enfermedad de Chagas (32).
1.5.- FISIOPATOLOGIA
Al trasponer la barrera defensiva cutanea o mucosa por la puerta de entrada, el
Trypanosoma penetra en el organismo humano, se disemina a través de la sangre y la
linfa alcanzando diferentes visceras. Se ubica en el corazón, sistema nervioso,
músculos, sistema retículo endotelial, aparato digestivo, sitios donde realiza su
reproducción por división binaria, con la forma aflagelada de amastigote. Genera en
cada asentamiento alteraciones inflamatorias y fenómenos de destrucción tisular,
vinculados con reacciones inmunopatológicas que determinan la persistencia de la
enfermedad (11).
La fase aguda está relacionada con la presencia del parásito en el organismo
humano, cuyo cuadro clínico tiene correlación serológica, hematológica, e
histopatológica, con nidos de amastigotes en los tejidos comprometidos, donde al
multiplicarse intracelularmente constituyen seudoquistes, los que al romperse son
fagocitados por los macrófagos, produciendose el pasaje de algunos parásitos como
Tripomastigote a la circulación sanguínea.
En la fase crónica, es escaso el parasitismo tisular o está ausente. En ésta
juegan posibles factores inmunoalergicos y neurotóxicos de importancia, ya que el
28
huésped parasitado puede elaborar una respuesta tanto al parásito como a sus
propias células (12).
1.6.- CLINICA
La enfermedad de Chagas, en su evolución cursa por las siguientes fases:
1) Aguda.
2) Crónica.
1.6.1.- FASE AGUDA
El periodo de incubación es aproximadamente de una semana en las primeras
décadas de la vida (de 0 a 9 años). La puerta de entrada, puede ser conjuntival en el 50% de
los casos, con complejo oftalmoganglionar (Signo de Romaña); en un 25%
de los casos, puede no ser reconocible; o bien el chagoma de inoculación, puede
estar ubicado en cualquier otra parte del cuerpo (25%).
Puede tomar las características de un cuadro infeccioso constituído por: fiebre,
cefalea, inapetencia, palpitaciones, disnea, precordalgias, adenopatías,
hepatoesplenomegalia; y además tener edemas, diarrea, taquicardia, broncopatía, etc.
Estos signos pueden desaparecer en forma espontanea entre la cuarta y octava
semana (12).
El compromiso cardiológico se expresa como miocardítis aguda inespecífica
con pericardítis, mientras que la complicación neurológica se manifiesta por una
grave meningoencefalítis.
La evolución suele ser más favorable cuando afecta a personas de mayor edad.
Los exámenes de rutina como el hemograma, muestran leucocitosis,
linfocitosis, monocitosis, neutropenia y posterior eosinofilia; eritrosedimentación
29
ligeramente elevada. Puede haber hipoproteinemia, hipoalbuminemia e
hiperglobulinemia.
1.6.2.- FASE CRONICA
La forma de presentación puede ser: Indeterminada o Visceral. Esta última
puede ser: cardíaca, esofágica, colónica o comprometer otras visceras huecas.
a.- Forma Indeterminada (Incaracterística): puede ser asintomática durante unos
10 a 20 años, siendo única evidencia de infección, la brindada por la serología
específica.
b.- Forma visceral: puede ser, Cardíaca y Organomegalias.
b.1.- Cardíaca: Puede expresarse como miocarditis crónica, siendo la
causa más frecuente de muerte súbita en zonas endémicas y de incapacidad
progresiva permanente (el 15 y 20 % hacen lesión miocardica) (12).
Algunos autores sostienen que la gravedad de esta tripanosomiasis radica en la
frecuente evolución hacia la cardiopatía crónica, la que se instalaría después del
transcurso de varios años de evolución, en la edad madura, constituyendose de este
modo en la principal causa de mortalidad de la enfermedad de Chagas por
insuficiencia cardíaca irreversible o por muerte súbita, justamente cuando es mayor
la capacidad productiva del hombre (33).
Son de valor orientador para el diagnóstico, los antecedentes de procedencia de
zona endémica, la existencia de serología chagásica positiva, el registro
electrocardiográfico y la ausencia de otras patologías (12).
* Electrocardiograficamente. Las alteraciones más frecuentes están
constituídas por: - Trastornos de conducción intraventricular, como el bloqueo
completo o incompleto de rama derecha, pudiendo estar aislados o asociados con
hemibloqueo anterior izquierdo del haz de His;
30
- Signos de disfunción del nodulo sinusal con bradicardia extrema,
o paros sinusales;
- Frecuencia cardíaca no modificable con estímulos fisiológicos
(ejercicio) y con drogas como la atropina o el isoproterenol;
- Extrasistoles ventriculares frecuentes, uni o politópicas, que
pueden ser aisladas o en duplas;
- Agrandamiento del ventrículo izquierdo, con cambios primarios
de repolarización y zonas electricamente inactivas;
- Bloqueo auriculoventricular;
- Bloqueo trifascicular;
- Taquicardia ventricular sostenida repetitiva;
- Puede producirse fibrilación ventricular, con hipoperfusión
cerebral, sincope o muerte súbita, y en cuadros avanzados insuficiencia cardíaca
global.
* Radiológicamente. Se puede encontrar:
- Cardiomegalia;
- Signos de congestión circulatoria pulmonar; y
- Signos de déficit tricuspídeo funcional.
* Ecocardiográficamente (Eco-Bidimensional). Se puede observar:
- Aneurisma de la punta cardíaca;
- Trombos murales, potenciales productores de embolizaciones
sistémicas o pulmonares.
b.2.- Organomegalias: Las mismas pueden ser (12):
- Esofágicas: exteriorizadas por difagia progresiva, dolor retroesternal,
regurgitaciones y crisis de epigastralgia;
31
- Colónica: megacolon, con estreñimiento, meteorismo y disminución
del reflejo defecatorio;
- Organos huecos: estando comprometidos vísceras como el estómago,
duodeno, yeyuno, ureter y vejiga.
1.7.- CHAGAS CONGENITO
Tiene una incidencia del 5% en nuestro país. Los infectados chagásicos
congenitos suelen ser prematuros, de bajo peso corporal, tener
hepatoesplenomegalia, ictericia y compromiso neurológico.
La infección transplacentaria puede confirmarse mediante la detección del
parásito. La presencia de mastigotes en la placenta no siempre es prueba de la
infección del niño, tampoco es posible detectar parásitos en las placentas en todos
los niños infectados. En estudios realizados se encontraron parásitos en el cordón
umbilical, en cerca de la mitad de los niños en relación a placentas que tenían
parásitos (18).
Los infectados chagásicos congénitos requieren cuidado intensivo, con
tratamiento sintomático y específico implementado precozmente debido a que la
mortalidad es superior al 50% (20).
1.8.- CHAGAS POSTRANSFUSIONAL
Suele presentarse como un sindrome febril de oscura etiología unas 4 semanas
después de una transfusión de sangre, con fiebre, palidéz, adenopatías y
hepatoesplenomegalia (13).
32
1.9.- LABORATORIO
El mismo es importante, debido a que la existencia de infección se demuestra
mediante la presencia del agente causal o de sus antígenos específicos. En la
infección latente o de respuesta protectora, se identifica con los anticuerpos
específicos.
La fase aguda se caracteriza por la presencia de parásitos circulantes y
anticuerpos tipo IgM. Lo mismo ocurre en la transmisión connatal.
En la fase crónica, se puede demostrar la presencia de anticuerpos de tipo
IgG, tenga o no manifestaciones clínicas; es difícil encontrar parásitos circulantes en
sangre.
La identificación del Trypanosoma cruzi circulante, se puede efectuar
mediante:
* Métodos Directos: Gota gruesa, Strout, Separación por gradiente de
densidad y Hemocultivo;
* Métodos Indirectos: Xenodiagnóstico, Inoculación a animales
suceptibles (no recomendable) (19) y determinación Antígenos circulantes (12) (34).
En relación al diagnóstico serológico, es necesario considerar que el T. cruzi
tiene una estructura antigénica compleja; en él se reconocen tres tipos de antígenos:
* Antígenos de superficie celular;
* Antígenos somáticos;
* Exoantígenos.
Para la identificación de los anticuerpos contra antígenos de superficie del
T. cruzi se pueden aplicar las siguientes reacciones serológicas:
* Aglutinación directa;
* La inmunofluorescencia indirecta;
* Hemaglutinación indirecta.
33
Para los anticuerpos contra antígenos citoplasmáticos del T. cruzi se puede
efectuar:
* Hemoaglutinación indirecta;
* Reacción de fijación del complemento;
* Aglutinación de partículas de látex;
* E.L.I.S.A.;
* Diversas pruebas: membranas poliamídicas, anticuerpos monoclonales,
sondas de DNA, procedimientos inmunoelectroforéticos (12) (34).
En la actualidad, como no se dispone de un antígeno el cien por cien específico,
se aconseja la realización de tres reacciones serológicas en forma simultanea. Para
confirmar el diagnóstico de infección chagásica, por lo menos dos de ellas deben ser
positivas.
En áreas de nuestro país, donde existe mayor endemia, se aceptan como signo de
positividad, para aglutinación directa, hemaglutinación indirecta e
inmunofluorescencia indirecta, títulos de 1:32 a 1:64.
Cuando no existen síntomas y signos característicos, como el "signo de
Romaña" por ejemplo, el exámen parasitológico es negativo, y la prueba serológica
es positiva, se hace difícil afirmar que la infección por T. cruzi es reciente. La
seropositividad, e incluso el xenodiagnóstico positivo, pueden deberse a una
infección contraída anteriormente y que no ha sido reconocida como tal. En estas
cirscunstancias la única manera de confirmar el diagnóstico es mediante la detección
de anticuerpos IgM específicos con las técnicas IFI-IgM, ELISA-IgM o la
combinación de AD y 2-MEAD (18).
En el niño recién nacido, la confirmación de una infección por T. cruzi por lo
general, se basa en la detección de parásitos en la sangre. Los métodos más
34
corrientes son el exámen en sangre fresca, frotis sanguíneos gruesos o delgados,
cultivo sanguíneo y/o xenodiagnóstico. La concentración de los parásitos por el
metodo Strout o en tubo capilar aumenta la posibilidad de encontrar el parásito
mediante la microscopía (18).
La selección serológica para los bancos de sangre, con HAI o la aglutinación de
látex, en condiciones controladas, dilución 1:8, son de utilidad para examinar sueros
como primer paso para el control de la sangre. Los resultados positivos deben ser
confirmados con dos pruebas antes de rotular a los donantes como seropositivos, y
destinarlos a recibir atención médica (21).
1.10.- ANATOMOPATOLOGIA
El compromiso tisular es diferente si la fase es, aguda o crónica.
En la fase aguda, hay inflamación específica que compromete diversos
órganos, con un sustrato común determinado por la presencia del agente causal.
El chagoma de inoculación, tiene ciertas caracteristicas según cuál sea la
puerta de entrada del parásito:
* En la lesión conjuntival hay erosión epitelial, con infiltración
polimorfonuclear y acúmulos histiolinfocitarios en el corion;
* En el chagoma cutáneo, las capas de la piel se encuentran afectadas; en la
dermis hay infiltración polimorfonuclear e histiocitica, y edema; en la hipodermis
granulomas histiocitarios, citoesteatonecrosis en focos y edema gelatinoso.
Se observan adenomegalias superficiales y profundas, con tres niveles de
participación; "Tipo I, satélite a la puerta de entrada: adenitis aguda abscedada,
necrotizante y hemorrágica. Tipo II, vecina al satélite, con intensa actividad
proliferativa. Tipo III, generalizada con hiperplasia reaccional" (12).
35
El bazo se presenta congestivo, con hiperplasia histiocitaria; y el hígado con
degeneración grasa de los hepatocitos, células de Kuppfer hiperplasicas, y acumulo
linfocitico y plasmocitario portal.
Miositis en el músculo cardíaco (patente más característica), esquelético y liso;
hay disociación edematosa de las fibras, nidos de amastigotes; degeneración cérea,
granulosa y grasa; infiltrado instersticial linfocitario difuso, histiocitosis y
plasmocitosis. Existen por otra parte, trastornos degenerativos graves en las
neuronas comprometidas. En el cuadro inflamatorio participan tanto el pericardio,
como el endocardio y el sistema de conducción.
En la fase crónica, de difícil confirmación anatomopatológica por la
inespecificidad de las lesiones y casi total ausencia de parásitos en las mismas, se
encuentran afectados el corazón y vísceras huecas como el esófago, intestino grueso,
vejiga, uréteres, etc.
* En la forma indeterminada de la fase crónica, se pueden observar fibrosis
focal y discretos infiltrados aislados de monomorfonucleares. La fibrosis focal puede
comprometer el nódulo aurículoventricular, haz de His y su rama derecha. La
microscopía electrónica permite identificar imágenes de alteraciones del sistema T y
mitocondriales, no observables con el microscopio óptico.
* En la forma cardíaca, las alteraciones pueden corresponder a cardiopatía:
descompensada y muerte súbita.
- Descompensada: hay aumento del volúmen cardíaco, siendo de aspecto
globuloso. Las cavidades cardíacas estan dilatadas y la consistencia del miocardio
disminuida, además hay adelgazamiento, desaparición de la musculatura de la punta
del corazón (aneurisma de la punta ventricular), puediendo haber trombosis y
espesamiento endocárdico.
36
- Muerte súbita: corazón cónico de consistencia normal, aneurisma apical,
y a veces trombosis parietal. Se ve también, inflamación crónica inespecífica,
diferenciándose de las formas agudas por el componente fibrótico. Por otra parte,
debido a la pancarditis, existen lesiones parietales en el ventrículo derecho que
afectan el tabique y el sistema conductor. A la microscopía electrónica se ha podido
observar: hipertrofia nuclear, degeneración mitocondrial, edema, sistemas T
dilatados y lisis miofibrilar.
* En la forma digestiva, se observan en el megaesófago y megacolon,
necrosis y disminución del número de células ganglionares del plexo mientérico. La
microscopia electrónica revela el alojamiento del parásito en las células de Schwann.
* La transmision transplacentaria, presenta amastigotes aislados o
enquistados en el corion vellositario, lesión inflamatoria focal y necrosis.(14)
1.11.- TRATAMIENTO
* Terapéutica sintomática. Se emplean:
- Digitálico, en dosis adecuada para corregir la insuficiencia cardíaca;
- Amiodarona, como antiarritmico de elección debido a su alta eficacia; y
- Marcapaso implantable definitivo, para los trastornos de conducción
según el tipo de alteración existente (bloqueo A.V completo).
* Terapéutica anticausal.
- En pacientes con enfermedad de Chagas aguda, los que generalmente son
jóvenes y suelen tener adecuada tolerancia a los efectos de los fármacos utilizados,
se emplean tripanosomicidas. Uno de ellos es el nifurtimox (un derivado del
nitrofurano), el que se administra en dosis de: 8-10 mg/ kg/día,por vía oral,
repartidos en tres tomas diarias durante 60, 90 y 120 días a los adultos; y de 15
37
mg/kg/día a los niños, de igual modo. Este medicamento tiene escaso margen
terapéutico, debido a la superposición de la dosis útil con la tóxica. Sus efectos
indeseables pueden ser debido a su neurotoxicidad, la producción de polineuritis
reversibles e inestabilidad psíquicas del paciente (acción proconvulsivógena). Otro
es, el benznidazol (un nitroimidazol), se administra en dosis diaria de: 5 mg/kg de
peso en dos tomas diarias durante 60 días, en los adultos; y a los niños: 10 mg/kg/día
por vía oral en dos tomas diarias durante 60 días. Pueden observarse tanto
dermopatía alergica (eritema polimorfo), como polineuropatías sensitivas periféricas.
Ambos medicamentos, son activos sobre los parásitos circulantes y en tejidos. El
control de la terapéutica se efectúa en los casos agudos con el paciente internado
mediante xenodiagnóstico semanal, en cambio en crónicos con tratamiento
ambulatorio, es mensual, durante 11 a 16 meses.(17).
En estudios recientes se está investigando la eficacia terapéutica del allopurinol.
Los mismos indican que podría ser de acción tripanosomicida en dosis diarias de 600 mg
administradas durante 30-60 días. Como no se dispone de información acerca de
la eficacia del mismo en la prevención del desarrollo de la enfermedad de Chagas
crónica, no está indicado durante la fase indeterminada de la infección (15).
En relación a la prevención de la endemia chagásica en el país, las iniciativas
datan del año 1946 con la propuesta del modelo de rancho higiénico, del Instituto de
Medicina Regional.
- En 1949 se propuso un proyecto de Codigo Sanitario Nacional en el que se
establecía que no podía ser dador de sangre quién esté parasitado con el T. cruzi.
38
- En 1950 se creó el Comite Directivo para Investigaciones y Profilaxis de la
Enfermedad de Chagas (propuesta de Cecilio Romaña) y en el año 1951 el Servicio
Nacional de Lucha y Profilaxis de la Enfermedad de Chagas.
- En el año 1961, se cosideró la necesidad de llevar a cabo un programa
nacional en todo el país, lo que motivó la creación, del Servicio Nacional de
Chagas, dependiente del Ministerio de Salúd Pública de la Nación, a fines del año
1962.
- En 1976 se creó la Comisión Nacional de Estudio y Lucha contra la Enfermedad
de Chagas.
El objetivo esencial del programa de lucha, es la búsqueda de la eliminación del
triatomismo domiciliario, mediante la prospectiva de una etapa de ataque, otra de
consolidación y una última etapa de vigilancia epidemiológica.(16)
En lo que respecta a la acción de la lucha antichagásica en nuestra provincia, se
realizarán las pertinentes consideraciones en otra parte del texto, para lo cual el
lector deberá dirigirse al capítulo sobre Consideraciones Epidemiológicas, donde
dicha temática es tratada en mayor extensión.
CITAS BIBLIOGRAFICAS
(1) Leonard J. Carlos Chagas, pionero de la salud en el interior del Brasil.
Boletín de la Oficina Sanitaria Panamericana, 1991 Año 70, 110 (3): 185-198.
(2) Basso G., Basso R., Bibiloni A. Investigaciones sobre la enfermedad de
Chagas-Mazza. Editorial Universitaria de Buenos Aires,1978, pág: XI.
39
(3) Durante E. de Isola, González Cappa S. Vectores Transmisores: Triatominos,
"Vinchucas". En Enfermedad de Chagas. Storino R., Milei J. Mosby
Doyma Argentina, 1994, pág: 41.
(4) OMS. Comité de Expertos. Control de la Enfermedad de Chagas. Serie
de Informes Técnicos 811.Ginebra, 1991, pág:1.
(5) Storino R., Milei J. op. cit. pág:1.
(6) OMS. Comité de Expertos. op. cit. pág:1.
(7) Durante E. de Isola, González Cappa S. op. cit. pág: 41.
(8) OMS. Comité de Expertos. op. cit. pág:33.
(9) Storino R., Milei J. op. cit. pág:1.
(10) Gorodner J. O., García J., Alonso J. M., Gorodner O. L. Z. de.
Patología Regional Argentina. Fundación Argentia Linea Editorial, 1991, pág: 2.
(11) Storino R., Milei J. op. cit. pág:1.
(12) Gorodner J. O., García J., Alonso J. M., Gorodner O. L. Z. de. op. cit.
págs: 4, 5, 6, 7, 10, 11.
(13) Ibid., pág: 8.
(14) Ibid., págs:10, 11, 12, 13.
(15) OMS. Comité de Expertos. op. cit. pág: 45.
(16) Gorodner J. O., García J., Alonso J. M., Gorodner O. L. Z. de.1991.
op. cit. págs: 14, 15.
(17) Ibid., pág: 14.
(18) OMS. Comité de Expertos. op. cit. pág: 44.
(19) Ibid., pag: 43.
(20) Gorodner J. O., García J., Alonso J. M., Gorodner O. L. Z. de. op. cit.
pág: 8.
(21) OMS. Comité de Expertos. op. cit. pág: 45.
40
(22) Ibid., pág: 33.
(23) Ibid., págs: 33, 34.
(24) Ibid., págs: 34, 35.
(25) Ibid., pág:35.
(26) Ibid., pág:36.
(27) Ibid., pág:34.
(28) Sierra Iglesias J. P. Salvador Mazza- su vida, su obra- redescubridor de
la enfermedad de Chagas. Universidad Nacional de Jujuy. San Salvador de Jujuy,
1990, pág: 221.
(29) Abalos J. W. Educación Sanitaria y Participación de las Comunidades
en la erradicación de la enfermedad de Chagas-Mazza. Segundas Jornadas
Entomoepidemiológicas Argentinas. II (1965). Buenos Aires, 1967, págs: 93, 94.
(30) OPS. Enfermedad de Chagas. Boletín Epidemiológico.1982; Vol.3,
Nº.3, pág: 2.
(31) Gorodner J. O., García J., Alonso J. M., Gorodner O. L. Z. de. op. cit.
pág: 4.
(32) Storino R., Jörg M. op. cit. págs: 185, 189, 190, 195, 196, 198.
(33) Basso G., Basso R., Bibiloni A.op. cit. pág: 231.
(34) Cerisola J. A. Actualizaciones sobre Enfermedad de Chagas. Nº 2.
Diagnóstico por el Laboratorio. Ministerio de Bienestar Social Subsecretaría de
Salud Publica. Dirección Nacional de Promoción y Protección Departamento de Zoonosis,
Reservorios y Vectores, 1972, págs:1-69.
(35) Lugones. H. S. Enfermedad de Chagas. Generalidades y situación
actual. Santiago del Estero. Federación Santiagueña de Clínicas y Sanatorios, 1991,
pág: 3.
41
(36) Pinto Dias J. C. Situación actual de la enfermedad de Chagas en las
Américas. En Actualización en la enfermedad de Chagas. Simposio satélite,
Cordoba, Noviembre 1992. Editores Madoery R. J., Madoery C., Camera M. I.
Impreso en Grafiquil. Buenos Aires, 1993, pág: 3. (37) Bejarano Juan F. R. Estado Selvático de T. infestans y otros aspectos a
tener en cuenta para la eliminación de la enfermedad de Chagas. Segundas Jornadas
Entomoepidemiológicas Argentinas III (1965). Buenos Aires, 1967, págs: 177-181.
(38) OMS. Comité de Expertos. op. cit. págs: 29-30.
(39) Carcavallo R. U., Martínez A. Comunicaciones Científicas.
Entomoepidemiología de la República Argentina. Junta de Investigaciones
Científicas de las Fuerzas Armadas Argentinas, 1968; Nº 13, Tomo I, pág: 47.
CAPITULO Nº2
Antecedentes Históricos-Chagas en Tucumán
43
2.1.- GENERALIDADES
A través de la búsqueda de los hechos históricos, surgen como nebulosas
imágenes del pasado, testimonios que no deben ser desconocidos, ........."ya que se
ha demostrado signología chagásica en momias de 2.500 años de antigüedad
exhumadas en la Quebrada de Tarapacá, en el norte de Chile"(1)......... y hace
pensar que es tan vieja como la humanidad, perdiendo sus rastros en la nebulosa de los
tiempos.
Por supuesto que recientes informaciones difundidas por el Diario La Gaceta de
Tucumán, con fecha Sábado 10 de Mayo de 1997, en la página 6, dan cuenta de una
mayor antigüedad que la mencionada anteriormente, la misma dice al respecto:
"CHAGAS. DETECTAN SIGNOS EN MOMIAS PERUANAS. LONDRES, 9
(Reuter).-
Investigadores encontraron evidencias de un parásito mortal en momias
peruanas de hace 4.000 años. Los resultados indican que el mal de Chagas
apareció en la región mucho antes de lo que se calculaba" (48).
La enfermedad de Chagas en América, traza su presencia desde antes de Colón, en
donde todo su espectro es focal y disperso, limitada a reducidos ambientes
específicos, en algunas áreas de Bolivia, Chile y el norte Argentino, en aquellas en
donde el hombre introdujo pequeños mamíferos selváticos en el ámbito domiciliario
como alimento ("cuey").
........"El T. infestans, es conocido desde el siglo XVI, pero la endemia se
dispersa solamente después de las "conquistas" hispanoportuguesas, con el
desplazamiento de poblaciones, la apertura de nuevas y múltiples fronteras
agrícolas, acentuación del desequilibrio social, etc." (2)......., es sustancialmente
poscolombina.
44
Los Trypanosomas primitivos que no eran necesariamente parásitos sufrieron
cambios adaptativos que los llevaron al parasitismo de plantas. Hacia ellas se
acercaron animales fitófagos, como los redúvidos que dieron origen a los
Triatominos, y posteriormente estos insectos, al pasar a ser hematófagos fueron
sometiendo al parásito a nuevas posibilidades de subsistencia. Se gestaron entonces
interacciones entre flagelados y mamíferos, e ahí el inicio de la enzootia chagásica
primitiva (3).
Con la asociación de los Triatomíneos con el T. cruzi y con los mamíferos
silvestres se constituyeron nichos naturales dentro un caracteristico biotopo, hasta
que el medio con posterioridad fue invadido y perturbado por el hombre (4).
"La participación del hombre en la cadena epidemiológica se inicia cuando
éste invade o modifica el ambiente silvestre" (39).......
2.2.- CARLOS CHAGAS
En el escenario de la historia, la enfermedad surge a la luz de la realidad recién
a comienzos del presente siglo, y al respecto su propio descubridor, el Dr.Carlos
Chagas, refería:
En 1907, me fué encargado por el Dr. O. Cruz, Director del Instituto
Manguinhos, organizar una campaña anti-malaria en el norte del Estado de Minas
Gerais, donde la Compañía de Ferrocarril Central de Brasil estaba construyendo
un ferrocarril. Ahí, me fué informado de la existencia de un insecto chupasangre
(llamado "barbeiro" (barbero) por la población local) el cual vive en
asentamientos humanos.
Ataca al hombre de noche después que no hay luces, en el día se esconde en
las grietas de las paredes, en los techos de paja o cualquier escondite donde puede
encontrar resguardo. Como regla, los insectos son más comunes en asentamientos
45
pobres, en cuyas paredes de barro y techos de pasto, se reproducen enormemente,
así que pueden ser encontrados en grandes cantidades en las grietas y hendiduras
de las chozas.
Son extremadamente dañinos al punto de interrumpir el sueño. Yo he
presenciado frecuentemente el ataque del insecto; pocos minutos después de irse la
luz, dejan sus refugios (o escondite) en gran número y pican sus víctimas
preferentemente en la cara. Si se enciende la luz, los insectos se escurren
rápidamente, así que es bastante dificil agarrarlos.
Los insectos se mantienen unicamente en los asentamientos mientras esté
habitado por seres humanos; desaparecen rápidamente de chozas abandonadas,
probablemente por falta de alimento.
La población local cree que son insectos de bosque los cuales son atraídos a
sus chozas por la noche, se mantienen ahí y se reproducen. Esto parece abrir un
interrogante, ya que ni he visto ésto suceder, ni he encontrado alguna vez al insecto
fuera de asentamientos humanos.
El "barbeiro" es un Reduviideo del orden Hemíptera, heteroptera y
pertenece al genero Conorhinus.
La especie es probablemente megistus BURM. El estudio del insecto,
especialmente su biología, está siendo llevada en el Departamento de Zoología del
Instituto por el Dr. A. Neiva, quién informará sus resultados a su tiempo.
Al examinar el contenido del intestino de varios insectos los cuales habían
sido recogidos dentro de moradas humanas en Minas Gerais, encontré muchos
flagelados con las caracteristicas morfológicas de crithidia.
Envié muestras del insecto al Instituto (Manguinhos) y al Director, Dr.
Oswaldo Cruz, traté de infectar a un mono de la especie Callithrix penicillata, el
cual fue expuesto a la picadura de varios insectos. Después de 20 a 30 días de la
46
picadura, la sangre periférica del mono presentaba gran número de trypanosomas,
totalmente y morfológicamente diferente a cualquier especie conocida de los
generos Trypanosoma.
Por consiguiente comence a estudiar los flagelados e inmediatamente logré
infectar varios animales de laboratorio, tales como conejillos de india, perros,
conejos y otros monos. El parásito probó ser patógeno en todos estos animales,
más intensamente en los Callithrix y conejillos de india y en menos escala en
perros adultos, los cuales sobreviven a la infección hace tiempo.
Los Callithrix y conejillos de India mueren dentro de un periodo regular,
usualmente menos que un mes; los conejillos de india sobreviven algo más que los
Calithrix; lo mismo ocurre con los perros jóvenes. El más sensible de los animales
experimentales parece ser el Callithrix. Siempre muestra una infección más
abundante que los otros animales, y la acción patógena es también más marcada.
Durante la evolución total de la enfermedad, en el Callithrix así como en los
otros animales de laboratorio, los parásitos son encontrados en la sangre
periférica, hay periodos cuando el número de flajelados crece considerablemente el
cual parece indicar reproducción periódica.
Después de estudiar el doble ciclo evolutivo del flagelado en los animales de
laboratorio e insectos transmisores y no saber cuál podría ser el huésped definitivo
del parásito, llevamos a cabo nuevas investigaciones en la región donde los
Conorhini infectados fueron encontrados, para aclarar la pregunta si es posible.
En este punto tuvimos éxito, ya que se encontró que el flagelado es un parásito
humano, el agente etiológico de esta bien caracterizada entidad morbida.
Esto no fué sorprendente para nosotros, considerando los hábitos del
insecto chupa sangre, el cual vive unicamente en asentamientos humanos y se
alimenta de sangre humana, preferentemente.......................... (5).
47
Tal, la clara concepción de la iluminada inteligencia de Carlos Chagas que sus
estudios a fines del año 1910 motivaron la inquietud científica del Dr. Nicolás
Lozano, quien se encargo de difundir y realizar investigaciones procurando
determinar la existencia de dicha enfermedad en la República Argentina. Con los
Dres. C. Maggio y Francisco Rosembusch, en las sesiones de la Sociedad de Higiene
Pública e Ingeniería Sanitaria de Buenos Aires, del 3 de Octubre y 27 de Noviembre
de 1911, consideraron aspectos de la referida dolencia chagásica, con materiales
clínicos y anatomopatológicos, suministrados por los Dres. Carlos Chagas y
Oswaldo Cruz, cuando visitaron el Instituto Manguinos, en Rio de Janeiro (6).
Más tarde el Dr. Lozano con el apoyo del Dr. Jorge Penna, presidente del
Departamento Nacional de Higiene, junto a C. Maggio y F. Rosnbusch del Instituto
Bacteriológico del Dpto. Nacional de Higiene realizaron estudios sobre Triatominos,
identificando varios de ellos infectados en diferentes provincias argentinas (Salta,
Tucumán, Santiago del Estero, Catamarca, La Rioja, Córdoba, Santa fe, La Pampa
y Buenos Aires), sin lograr demostrar la infección de estos insectos en Río Negro.
"En estas investigaciones, recién comunicadas en 1915 (en una revista
europea), hicieron notar que no se habían encontrado infecciones humanas".
Nuevos estudios sobre la enfermedad, realizados en 1915 y 1916, por
Rossenbusch, Kraus y C. Maggio, no reportaron existencia alguna de infecciones
humanas. En Octubre de 1916, La Prensa Médica Argentina, en su Volúmen III, Nº
13, 14, y 15, publicó tres artículos, firmados por el Dr. Carlos Chagas, sobre
Aspectos Clínicos y Anatomopatológicos de la Tripanosomiasis Americana; éstos
despertaron gran interes en el ambiento médico argentino (6). (Ver fotografía Nº 1,
en Anexo de Figuras y Fotografías, página Nº 402).
48
2.3.- SALVADOR MAZZA
No se puede hablar de la historia de la enfermedad de Chagas en nuestro país,
cualquiera sea el punto geográfico de referencia, sin la justiciera mención de la
personalidad del "mas probo y visionario investigador de las patologías regionales
de nuestro país, el Dr. Salvador Mazza".
Hijo de don Francisco Mazza y doña Josefa Alfise, humildes inmigrantes
italianos, oriundos de Palermo, Sicilia, nacido el 6 de junio de 1886. Perdió a su
padre cuando tan sólo contaba sus cuatro años de edad. En el poblado de Rauch se
encontraba su hogar de infancia, a unos 240 km al sur de Buenos Aires.
Tras haber cursado sus estudios primarios en el Colegio Salesiano San Carlos,
en el barrio de Almagro, y los secundarios en el Colegio Nacional Central de la
ciudad de Buenos Aires, del que egresó en 1902, ingresó a la Facultad de Medicina
en el año 1903, trabajando con ahínco para ascender por mérito personal. Llegó a
ser conocido como un estudiante excepcional, y culminó sus estudios universitarios
con el título de Médico en 1910 (7) (8).
El 30 de Octubre de 1903 inició el practicantado ad-honorem de vacuna de la
Asistencia Pública de la Ciudad de Buenos Aires, permaneciendo en el cargo hasta
1905.
En enero1904, en épocas de vacaciones, se desempeñó como inspector
sanitario de la Municipalidad de Rauch. Organizó la oficina de desinfección en una
epidemia de escarlatina, y dirigió una campaña de vacunación antivariólica en esa
población, en la que se inmunizó a unas 6.000 personas.
El 3 de abril de 1905 fue nombrado en la Dirección General de Correos y
Teléfonos, con funciones provisorias, y en forma cirscunstancial prestó sus servicios
en expedición al interior. Además para poder solventar sus gastos, enseñaba francés
y latín en colegios particulares.
49
El 21 de enero de 1907 fue designado ayudante de farmacia del Hospital
Francisco Javier Muñíz (ex- Casa de Aislamiento), dependiente de la Municipalidad
de la Capital Federal, y en agosto de ese mismo año, ayudante de laboratorio del
mismo establecimiento asistencial.
El 17 de marzo de 1907, fue nominado como ayudante interino en Fisiología,
cátedra dependiente de la Facultad de Medicina de Buenos Aires, y el 18 de abril de
1907, fue confirmado en el mismo puesto, por concurso.
El 31 de mayo de 1907, fue designado como secretario de la comisión directiva
del Centro de Estudiantes de Medicina.
El 23 de setiembre de 1907 es aceptado en el Ministerio de Marina como
médico del transporte de guerra "1º de Mayo", que trasladaba presos a Ushuaía,
desempeñandose como cirujano de segunda clase (personal civil). Servicio del que
solicitó su baja en Rio Gallegos, el 28 de noviembre de ese año.
El 25 de enero de 1908 fue designado delegado del Centro de Estudiantes de
Medicina para participar en el "Primer Congreso Internacional de Estudiantes
Universitarios", realizado en Montevideo, desempeñandose como secretario de la
representación argentina.
En 1908-1909 fue secretario de redacción y después subdirector de la "Revista
del Centro de Estudiantes de Medicina".
El 1º de enero de 1909 optó por la ayudantía del laboratorio de la Cátedra de
Clínica Epidemiológica del prof. José A. Penna en el Hospital Muñíz. A raíz de una
grave infección por contagio hospitalario en un brazo, suspendió sus estudios
durante un año.
El 30 de enero de 1909 aceptó la dirección de la Biblioteca y Museo del
Círculo Médico Argentino.
50
El 30 de junio de 1909 fue el primer director de las revistas pertenecientes al
Círculo Médico Argentino y Centro de Estudiantes de Medicina, las que se habían
fusionado, desempeñandose en el citado cargo durante un año.
A comienzos de 1910 le cupo la designación de delegado de séptimo año en la
comisión directiva del Círculo Médico Argentino y del Centro de Estudiantes de
Medicina.
El 27 de junio de 1910 el Círculo Médico Argentino y el Centro de Estudiantes
de Medicina lo designaron relator oficial en el "Segundo Congreso de Estudiantes
Americanos" efectuado en Buenos Aires; relató el tema: "Profilaxis y lucha contra
enfermedades contagiosas de América". El 6 de agosto renunció como ayudante
rentado del laboratorio del Hospital Muñíz. Fue designado delegado de medicina
ante la Federación Universitaria, ese mismo año.
Diversos trabajos publicados en: "Revista del Centro de Estudiantes de
Medicina", "Revista del Círculo Médico", "Revista del Jardín Zoológico", estudios
de mordeduras de serpientes y arañas, y estudios sobre depuración de las aguas
cloacales de diversas poblaciones del país, datan de esa época.
La actividad desplegada, le permitió la cobertura de sus gastos y el
atesoramiento, en corto tiempo, de importantes conocimientos sobre principios
fundamentales, que pudo aplicar en otros lugares (9) (10).
En 1910 egresó con el título de Médico, y en marzo de 1911 se doctoró en
medicina, en la Universidad de Bs. As. con la tesis "Formas nerviosas y cutaneas del
aracnoidismo" (11).
Tras concluir sus estudios en medicina en el año 1910, Mazza comenzó como
bacteriólogo en el Departamento Nacional de Higiene. En el año 1911, como jefe del
Laboratorioe isla Martín García, lugar en el que funcionaba desde 1874 un
lazareto, destinado al exámen y cirscunstancial aislamiento de pasajeros que tenían
51
destino la ciudad de Bs. As., y que por razones de procedencia pudieran ser
portadores de enfermedades infectocontagiosas como, cólera y fiebre amarilla.
Durante su permanencia en la Isla, fueron examinadas 1.500 personas y se
procesaron más de 7.000 muestras en las que se investigó la existencia de vibrión
colérico (11).
Por acuerdo internacional, todos los inmigrantes debían ser examinados en el
puerto de embarque; pero no obstante ello Mazza y colaboradores encontraron dos
(2) portadores asintomáticos; uno de ellos, inmigrante regular que no se había
sometido a la investigación bacteriológica, procedente de Constantinopla y que había
pasado por Génova, y el otro, un polizón procedente de Nápoles (12) (13) (14).
El adecuado funcionamiento del programa fue suficiente para impresionar a
Rudolph Krause, el famoso bacteriólogo alemán que arribó a Bs. As. en setiembre
de 1913 para dirigir el Instituto Bacteriológico del Departamento Nacional de
Higiene. Krause al notar la habilidad de Mazza, lo hizo trasladar al Instituto, con el
que colaboró en varios proyectos (13).
Concluída la tarea asignada, el 7 de diciembre de 1914 en la ciudad de Rosario,
contrajo matrimonio con Clorinda Brigada Razori, a quién conocio ocasionalmente,
en la Clínica de José Arce, donde Mazza trabajaba, y en la que una tía de la joven
había sido sometida a cirugía (15).
En el año 1915 ingresó a la sanidad militar, siendo su primer destino,
Corrientes.
En 1916 viajó al continente europeo para estudios, enviado por el Ejercito
Argentino. En Viena trabajó con Krauss y Paltauf, estudió procedimientos de
elaboración de vacunas antitífica, antiparatífica y anticolérica, y métodologías a
aplicar en estas infecciones (17) (18).
52
Prosiguió su perfeccionamiento en Alemania, con el estudio de materiales
sanitarios aplicables a las fuerzas armadas e hizo cursos de anatomopatología con el
Profesor Osterreich. Frecuentó el Kaiser Wilhelm Institut, donde se relacionó con
Wassermann y Hartmann, destacados bacteriólogos. En Berlín visitó el Instituto
Koch para enfermedades infecciosas, y el Königliche Charité (Hospital Real de la
Caridad) (17) (18).
Con esta gran experiencia retornó al país, desempeñandose en diversos cargos
en la Sanidad Militar.
En 1918 conoció a Carlos Chagas, en el transcurso de la "2da. Conferencia de
la Sociedad Sudamericana de Higiene, Microbiología y Parasitología" en el
Instituto "Oswaldo Cruz" de Manguinhos, Brasil, donde asistió representando no
sólo a la Sanidad Militar Argentina sino a otras instituciones del país.
Introduciendose de este modo, en la temática de la Tripanosomiasis Americana,
En el año 1920, solicitó la baja de la Sanidad Militar. Fue nombrado Director del
Laboratorio Central del Hospital de Clínicas, desempeñandose en el mismo hasta
1922.
En 1923, realizó su segundo viaje de estudios a Europa, concurriendo en Paris,
al Instituto Pasteur y al Laboratorio de Parasitología del Profesor Brumpt. A fines de
mayo de ese año, participó en Strasburgo, como representante de la U.B.A, en los
festejos realizados con motivo del primer centenario del natalicio de Luis Pasteur.
Visitó en Berlín, la Cátedra de Anatomía Patológica del Profesor Lubarsch en el
Hospital Virchow, el Instituto de Anatomía Patológica de Christeller, y el de
Quimioterapia de Wassermann.
En Hamburgo visitó el Instituto de Medicina de Enfermedades Tropicales, y en
Londres, entabló relaciones con Castellani y Ross (19). Con posterioridad pasó al
53
norte de Africa, concurriendo al Instituto Pasteur de Argel, para ubicarse allí, con los
hermanos Etienne y Edmon Sergent.
En el año1924, se trasladó al Instituto Pasteur de Túnez, donde conoció a
Charles Nicolle, con quien entabló una gran amistad, que influyó marcadamente en la
vida de Salvador Mazza, y que solamente se extinguió con la muerte del notable
investigador acontecida en 1936. ............"Conocerlo y encontrar al maestro que
siempre había deseado, fueron una misma cosa"......... (20).
Ya de regreso al país, fue designado Jefe del Laboratorio de Clínica Quirúrgica,
por el Dr. José Arce, Rector de la U.B.A. y Profesor de la Cátedra de Clínica
Quirurgica en la Facultad de Medicina de dicha casa de estudios.
Mazza, teniendo en cuenta el interés que tenía Nicolle en conocer el norte argentino,
entusiamó al Profesor José Arce y al Dr. Araoz Alfaro (presidente del Departamento
Nacional de Higiene) para que invitaran al mismo, el que arribó a nuestro país en
noviembre de 1925 (21).
Cumplidos los actos de recepción, y después de visitar servicios médicos
especializados, Nicolle exteriorizó sus deseos de conocer el interior del país con la
finalidad de investigar las patologías existentes en el mismo. Como Mazza no había
sido incluído como parte de la comitiva, Nicolle medió para que se sumara a ella. Así
partió la comitiva, hacia la ciudad de San Salvador de Jujuy, donde fue recibida por
el entonces Gobernador de la provincia Don Benjamín Villafañe, y por el Dr.
Ricardo Alvarado, Director del Cosejo de Higiene Pública de la provincia.
En la Estación Sanitaria local, Nicolle, con medios de cultivo preparados por él
mismo, logró aislar la Leishmania brasiliensis, en un enfermo del Hospital San Roque.
Posteriormente se desplazaron hacia San Pedro de Jujuy y al Ingenio La
Esperanza, en cercanías de esa población, donde conocieron al Dr. Guillermo
54
Cleland Paterson, médico inglés, arribado en 1894, y en su compañía fueron a la
población de Arroyo Colorado, en el departamento de San Pedro, donde
investigaron microfilarias en escolares de la localidad. Recorrieron Los Pericos,
Tilcara, Humauhaca, para retornar a la ciudad de Jujuy.
En estas cirscunstancias, se pone de manifiesto la idea de Mazza, de crear en el
Noroeste de la República, un instituto destinado al estudio de las enfermedades de la
región. Ante tal acontecimiento el Dr. Benjamín Villafañe, comprometió el donativo,
a la Universidad de Buenos Aires, de una casa y dinero suficiente para ese objetivo,
siempre que el citado laboratorio se instalara en la ciudad de Jujuy. (Primer viaje de
Salvador Mazza al norte, 3 de noviembre al 12 de diciembre de 1925) (22) (23)
(24).
Ya en Buenos Aires y después de haber dictado varias conferencias de su
especialidad, Nicolle retornó a Europa, habiendole comunicado mediante epístola al
Dr. Arce, la aspiración de Mazza sobre la necesidad de la fundación de un instituto
en el noroeste argentino, para realizar el estudio de las enfermedades propias de la
región. Fue este hecho, el que más tarde llevó al Dr. Arce, a la elevación de un
proyecto de ordenanza (26 de febrero de 1926), ante el Honorable Consejo Superior
de la Universidad de Buenos Aires, solocitando la creación en la capital jujeña del
aspirado instituto de investigaciones, el que luego sería la "Misión de Estudios de
Patología Regional Argentina"(MEPRA) (25).
El 16 de abril de 1926 el Consejo universitario autorizó al Dr. Arce para la
ejecución del proyecto (26). El 23 de febrero de ese mismo año, en Jujuy, en el
local del Consejo de Higiene Pública, quedó constituída la primera filial, de la que
fuera la Sociedad Argentina de Patología Regional del Norte S.A.P.R.N, (Jujuy,
Salta, Tucumán), primera sociedad científica médica de la provincia cuya
presidencia, inicialmente fue ejercida por el Dr. Guillermo Paterson (27). Al
55
siguiente día de fundada la filial Jujuy de la S.A.P.R.N, (24 de febrero de 1926),
dejó constituída la filial salteña y el Círculo Médico de Salta (28) (29). Realizó 1.404
análisis a residentes de ambas provincias. (Segundo viaje de Salvador Mazza).
Con posterioridad llegó a la ciudad de San Miguel de Tucumán, estrechando
relaciones con los médicos de la misma.
El 28 de marzo de 1926 Mazza fundó la filial Tucumán de la S.A.P.R.N. .
"Sociedad de Patología Regional (Tucumán-Salta-Jujuy)". El diario La Gaceta de
San Miguel de Tucumán, daba la noticia en su 29 edición:
........De acuerdo con lo anunciado por " La Gaceta" en una edición
anterior, ayer en el Instituto Bacteriológico tuvo lugar una reunión de médicos,
bajo la presidencia del Dr. Salvador Mazza, con el objeto de constituir la sección
Tucumán de la Sociedad Argentina de Patología Regional del Norte.
En medio de una numerosa y entusiasta concurrencia de médicos de la
ciudad y provincia, el Dr. Mazza expresó el programa de trabajos, que bajo el
auspicio de la Universidad de Buenos Aires y con el concurso D.H.N y del
Laboratorio Bacteriológico de Tucumán se proponía realizar, encontrando en sus
colegas la más franca aprobación.
Expuestos los fines, planes de trabajo, etc., por el presidente de la reunión,
Dr. Mazza, se constituyó una comisión provisoria formada: por los Dres. Rufino
Cossio (h), Miguel Critto, Adolfo de la Vega, Alberto Navarro y J.
Prebisch".............
Los días 29 y 30 de marzo de 1926 en la ciudad de Jujuy (también visitó Salta),
realizó la Primera Reunión de la S.A.P.R.N. Practicó 1.271 análisis a los habitantes
de las tres provincias argentinas anteriormente citadas. (Tercer viaje de Salvador
Mazza). El 14 de mayo de ese año, visitó nuevamente Tucumán, Salta y Jujuy.
Preparó la Segunda Reunión de la S.A.P.R.N. y realizó además 900 análisis.
56
(Cuarto viaje de Salvador Mazza). A fines de agosto, recorrió Salta, Jujuy, Tucumán
y Catamarca, y el 30 y 31 del mismo mes, llevó a cabo en Salta, la Segunda
Reunión de la S.A.P.R..N.; y el 15 de septiembre, fundó la filial Catamarca; primera
sociedad médica de Catamarca.(Quinto viaje de Salvador Mazza). El 6 de noviembre del
citado año, visitó las provincias de Santiago del Estero, Catamarca, Tucumán, Salta y Jujuy.
El día 7, dejó constituída la filial santiagueña, en la Biblioteca Sarmiento de esa
ciudad. Se efectuaron 617 análisis; y asesoró a los médicos en el estudio de las
enfermedades de la región. (Sexto viaje de Salvador Mazza).
En 1927, el día 6 de enero, recorrió las provincias de Jujuy, Salta, Catamarca,
Tucumán y La Rioja; y el día 8, dejó constituída la filial riojana de la S.A.P.R.N., en
el Club Social de la capital de esa provincia. En ese viaje hizo 1.420 análisis.
(Séptimo viaje de Salvador Mazza). En abril, visitó las provincias de Tucumán,
Salta, Jujuy, Santiago del Estero, y la entonces Gobernación del Chaco. Al concluir
el viaje, entre los días 7 y 10 de junio, se realizó la Tercera Reunión de la
S.A.P.R.N., en San Miguel de Tucumán. Efectuó 1.574 análisis. (Octavo viaje de Salvador
Mazza).
El 7 de noviembre de ese año, incorporó en su accionar científico, a la
provincia de Corrientes, y se practicaron 451 análisis. (Noveno viaje de Salvador
Mazza); y el 24 de diciembre, visitó las provincias de Jujuy y Santiago del Estero, en
búsqueda de material científico. En esa oportunidad se realizaron 43 análisis.
(Décimo viaje de Salvador Mazza).
En 1928, el día 6 de enero, viajó hacia la provincia de Jujuy, donde visitó la
M. E. P. R.A., en la que se realizaban obras de construcción. (Undécimo y último
viaje del Dr. Salvador Mazza).
57
En los tres últimos viajes, tomó muestras de sangre a mamíferos y aves con el
propósito de efectuar la búsqueda en ellos, de Tripanosomas y Microfilarias.
Así fue como en tres años de tenáz y ardua labor, Mazza cristalizó su obra en la
fundación de la S.A.P.R.N, con sus seis filiales (Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca,
Santiago del Estero y La Rioja); la realización de tres reuniones de la citada
sociedad (Jujuy, Salta y Tucumán); y lo más significativo, la creación de una nueva
conciencia entre los médicos y las autoridades sobre las patologías que afectaban a la
región (30).
La séptima filial de la S.A.P.R.N, nació en la ciudad de Paraná (Entre Rios) el
17 de julio de 1933; la octava y última, en Corrientes, el 3 de diciembre de 1935.
Con posterioridad, se adhirieron varias sociedades médicas: "Asociación
Médica del Norte Santafecino" (Reconquista, el 28 de enero de 1931); "Sociedad
Médica del Chaco" (Resistencia, el 6 de mayo 1931); " Sociedad Médica de Santa
Fé", (4 de septiembre de 1931); "Centro Médico Cruceño" (Santa Cruz de la Sierra,
Bolivia, el 27 de abril de 1932), y la " Sociedad Médica de Mendoza", (16 de julio
de 1932).
Por otra parte, la S.A.P.R.N se encontraba adherida a la "Federación
Internationale des Societés de Medicine et d'Hygiene Tropicale" con sede en
Alejandría (egipto), además realizaba intercambios de publicaciones con "La Revue
Belge des Sciences Medicales" (31).
En relación al parasitismo humano por el T. cruzi, en la República Argentina,
la primera comprobación fue realizada por el Dr. Santiago Jorge Baca, director del
Laboratorio Regional de Profilaxis Antipalúdica de la Ciudad de Jujuy en el año
1918, en un extendido e sangre de un aborigen; información aportada por los Dres.
58
Borzone y Coda. Estos preparados fueron examinados con posterioridad por los
Dres. G. Paterson, N.Uriarte y el mismo Borzone (32).
En el año 1924, una comisión del Instituto Bacteriológico del Departamento
Nacional de Higiene, presidida por Peter Mühlens, del Instituto de Enfermedades
Tropicales de Hamburgo e integrada por los Dres. Roberto Dios, J. Petrochi y el Sr.
J. Zuccarini, mientras estudiaban sangre de pacientes sospechosos de paludismo,
en el norte argentino, descubrió y comunicó dos casos agudos de la enfermedad de
Chagas, (en el texto de Storino y Milei, como los dos primeros casos en Argentina)
(33).
.......uno detectado en una niña de cinco años de edad, que vivía en San
José de Flores, en el departamento de Monteros, Tucumán, y el otro ( en una niña
de 8 años) en Ledesma, en la provincia de Jujuy, (Nº 1 y 2 de la Tesis de Niño), a
los que se les asignó el carácter de, simples portadores de parásitos......... (34).
En el año1925, M. C. Coda y R. A. Borzone, descubrieron un cuarto caso de
infección, en una niña de las cercanías de la ciudad de Tucumán, (hallazgo que
ha sido tomado como no ratificado por estudiosos como Flavio Niño) (34).
En el mismo año R. L. Dios, J. Zuccarini y J. Oyarzábal detectaron el quinto caso de
infección en una niña de Nueva Baviera, Famaillá, en la provincia de Tucumán (34),
(en el texto de Milei y Storino como el tercer caso) (33).
De este modo se llega al año 1926, con cinco casos de infección humana
descritos, uno de ellos muy cuestionado.
Es en esa época, como ya se ha mencionado, en la que irrumpió Salvador
Mazza, en el escenario de la Patología Regional Argentina, y difundió entre los
médicos del norte del país, conocimientos sobre la enfermedad descripta por
59
Chagas, a través de la S.A.P.R.N. mediante cursos dictados en diversos puntos del
país.
En 1942 el Dr. Cecilio Romaña, fundó y dirigió el INSTITUTO DE MEDICINA
REGIONAL DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE TUCUMAN prosiguiendo la
obra de Salvador Mazza en la Argentina; con un grupo de colaboradores efectuó
aportes sobre esta endémica enfermedad. Cecilio Romaña, el Dr. Ramón Rojas, y el
Dr. Fernando Cossio, aportaron con sus casuísticas clínicas y anatomopatológicas,
ratificando la miocardiopatía chagásica crónica (35).
Estos estudios, sin embargo, sólo tuvieron repercusión en 1949 en Bs. As. por
la presentación del primer caso mortal de cardiopatía chagásica subaguda estudiado
por Mas y Polak (36). En 1943, la M.E.P.R.A. ya había comprobado 690 casos
agudos de la enfermedad de Chagas, distribuidos en 13 provincias y cuatro
gobernaciones argentinas (37).
En septiembre de 1944, Romaña dio comienzo a la publicación: "Anales del
Instituto de Medicina Regional de Tucumán"; con ella se hicieron conocer múltiples
estudios científicos del mismo y sus colaboradores.
Los cambios políticos de la época trajeron la reducción de personal e instrumental
del citado Instituto de Medicina Regional, y fue trasladado en 1954 por el Dr.
Romaña a la filial de Resistencia en el Chaco. Al crearse la Universidad Nacional del
Nordeste, pasó a depender de la misma; siguió llamandose "Instituto de Medicina
Regional" permaneciendo el Dr. Romaña a su frente (38).
En 1946, la M.E.P.R.A fue trasladada a la Ciudad de Buenos Aires, y el 7 de
noviembre de ese mismo año falleció Salvador Mazza, en Monterrey, México.
60
Constituye motivo de observación la disparidad diagnóstica de la causa de muerte
de Salvador Mazza, ya que según distintas fuentes, tiene una asignación diferente:
.........."debido a un infarto agudo de miocardio" (40).
.......El cardiólogo Luis Lausi, infortunadamente desaparecido en 1978,
formuló una hipótesis que publicó en un artículo de la Revista de la Asociación
Médica Argentina, "La enfermedad cardíaca de Salvador Mazza"; atribuyó su
muerte a una cardiopatía chagásica, se basó en los electrocardiogramas de
Salvador Mazza que examinó en el museo Roca. Lausi que tomó copia de estos
trazados dibujandolos en papel, en reiteradas oportunidades con esos esquemas
trató de convencernos en su ponencia........ (41).
......"De Nuevo León se dirigió a Monterrey a hablar de sus propias
experiencias y allá murió repentinamente de insuficiencia cardíaca a la edad de 60 años,
a las 9 de la noche del 7 de noviembre de 1946"......... (42).
El matrimonio Mazza no tuvo descendencia, tal la austera vida que llevó el
mismo que acaecida su muerte, su esposa para poder subsistir debió vender en
distintos momentos, parte de la biblioteca personal que había tenido el extinto, el
archivo científico, único en el mundo sobre la enfermedad de Chagas, instrumental
de laboratorio, muebles y un viejo automóvil. Ella falleció a los 62 años de edad en
Bs. As. el 30 de diciembre de 1954, después de una larga y penosa dolencia (15)
(16). (Ver fotografía Nº 2, en Anexo de Figuras y Fotografías, página Nº 402).
2.4.- POSTERIOR A SALVADOR MAZZA
Después de la muerte de Mazza, diversos fueron los médicos que pasaron por
la conducción de la Misión, entre los que se contaron: Miguel E. Jörg (1946),
61
Alberto Manso Soto (1946-1955), Flavio L. Niño (1955) y Guido a Loretti (1955-
1959).
La disolución de la Misión, se produjo el 16 de mayo de 1959, en el rectorado
interino del Dr. Florencio Escardó, debido a que se consideraba que la institución no
cumplía con los motivos de su creación (43).
El acúmulo de información y permanente prédica sobre la enfermedad, dieron
su fruto en las Recomendaciones de la 1ª Reunión Panamericana de Enfermedad de
Chagas realizada en San Miguel de Tucumán en el año 1949, antecedente de la
Resolución Ministerial Nº 30.063 del 18 de diciembre de 1950, por la cual el Dr.
Ramón Carrillo, Ministro de Asistencia Social y Salud Pública de la Nación, creó el
Comité Directivo para las Investigaciones y Profilaxis sobre la Enfermedad de
Chagas en el país, con el propósito de ....."planear acciones, orientar las
investigaciones, tratar el empleo conveniente de los recursos y organizar una
campaña nacional de profilaxis"...... El citado Comité designó Coordinador de los
programas al Dr. Cecilio Romaña.
En 1951, se crea dentro del ámbito del citado Ministerio, el Servicio Nacional
de Profilaxis y Lucha Contra la Enfermedad de Chagas (SNPLECh), ....."para
el cumplimiento y vigilancia de los programas redactados a ese fin"...., con sede en
la Capital Federal. Su dirección fue encomendada al Dr. Cecilio Romaña, director
por ese entonces, del Instituto de Medicina Regional de la Universidad Nacional de
Tucumán.
En ese mismo año, el 25 de junio, se realiza la Primera Conferencia Nacional de
Enfermedad de Chagas (44).
62
El 18 de agosto de 1953 se llevaron a cabo las Primeras Jornadas
Entomoepidemiológicas Argentínas, en el Hospital Militar Central "Cirujano Mayor
Dr. Cosme Argerich", primera reunión científica en nuestro país, para tratar en
forma exclusiva, distintos aspectos de las enfermedades humanas transmitidas o
provocadas por artrópodos en la Argentína. Permitieron establecer cuán incompletos
eran los estudios epidemiológicos realizados hasta esa fecha, que la abundancia de
infectados descubiertos estaba más en relación con la intensidad de estudios
practicados por investigadores locales que con la realidad nosológica, ya que si se
examinaban mapas de la época, con la distribución de enfermos chagásicos se podían
apreciar focos con numerosos casos en Chaco, Mendoza y Tucumán, en relación
con investigadores que allí desarrollaban sus estudios. El resto del país ofrecía casos
dispersos al azar de hallazgos clínicos accidentales.
La mayor cantidad de los infectados conocidos, se debía a la casuística
publicada, además, algunas investigaciones sobre grupos humanos indiscriminados
habían puesto al descubierto la frecuencia de infectados asintomáticos, que
representaban un elevado porcentaje dentro de la población, en los lugares en los
que abundaban los Triatominos Domésticos.
El estudio de estos infectados asintomáticos proporcionaba una visión más real
y completa de la importancia epidemiológica de la endemia, que los casos clínicos
diagnosticados en la consulta.
Se consideró que las estadísticas de infectados debían basarse en
investigaciones epidemiológicas dirigidas, más que en la casuística de enfermos
declarados. Este concepto fué tomado como valedero no sólo para la enfermedad de
Chagas, sino también para otras enfermedades transmisibles, donde las estadísticas
se basan en las formas clínicas diagnosticadas y no en los infectados asintomáticos,
mucho más numerosos.
63
Gran parte de los estudios sistemáticos indiscriminados habían sido realizados
por el Instituto de Medicina Regional de la Universidad de Tucumán, sin que hayan
estado ajustados a un plan uniforme a causa de condiciones fortuitas. En su mayoría,
parte de estos estudios habían sido hechos en niños en edad escolar, lo que no daba
una verdadera proporción de la infección total de la población. No obstante eso, los
sondeos realizados al respecto, en su mayor parte por medio de xenodiagnóstico y
completados en ciertos casos por reacción de fijación de complemento, daban
motivo a reflexión y enseñanza
Sobre 3.071 individuos investigados en diversas regiones del país, se citan 606
positivos por T. (S) cruzi, es decir un porcentaje de 19,7%, o sea casi 20% de
infectados. Esa cifra muestra una idea aproximada de la realidad epidemiológica de
la enfermedad de Chagas, en ese entonces, en el país. Las investigaciones habían sido
realizadas en diversas condiciones de método, tiempo, edades, etc; que no permitian
generalizar resultados. Como era necesario algún elemento de juicio para acercarse a
la realidad, se podían tomar provisoriamente los datos aportados con la finalidad de
tener una idea de la importancia epidemiológica de la infección chagásica en la zona
rural argentina.
El cálculo realizado en forma aproximada significaba que 3.500.000 habitantes
del país estarían en contacto con T.infestans, en esa actualidad. La infección de un
20% de los mismos por T. (S) cruzi arrojaba un saldo de 700.000 sujetos
contaminados por el parásito.
Se presumía que gran parte de los infectados latentes, no serían nunca
enfermos, pero se estimaba que una gran mayoría haría una lesión cardíaca o de otra
índole que se ignoraba. A pesar de las bases inciertas se sospechaba que el número
de cardíacos por enfermedad de Chagas alcanzaba entre el 6% y 10% de los
infectados (45).
64
En relación a lo manifestado hace cuarenta y cuatro años atrás, nos
encontramos aún en la actualidad, con una enfermedad que posee gran repercusión
en la sociedad no sólo en salud pública, sino también, en lo económico, social y
cultural, comprometiendo enormemente a la masa productiva de la nación.
A partir de entonces se sucedieron una serie de cambios, los que se sintetizan a
continuación:
* En el año 1953, se fijó la sede del SNPLECh en la Capital Federal, pasando en
1955 a depender de la Dirección de Epidemias y Endemias.
* En 1957, el mismo se instala en dependencias del Instituto de Entomología
Sanitaria, en Avda. Parral Nº 522 de Capital federal, integrandose con la Dirección
de Enfermedades Transmisibles del Ministerio de Salud Pública. Operó allí, el primer
Laboratorio dedicado a la enfermedad de Chagas, organizado por el Dr. Alberto
Cerisola, quién inició los primeros cultivos del T. cruzi con cepas cedidas por el Dr.
José Rispoli, Jefe del Laboratorio de la MEPRA, la cría de T. infestans y Rhodnius
prolixus. Por esa época, los Dres. Cerisola y Mauricio Rosenbaum, realizaron las
primeras encuestas epidemiológicas en Santiago del Estero (Ojo de Agua), Cordoba
(S. el Cano), La Rioja (Capital, Chilecito, Aimogasta), La Pampa (Capital y Gral.
Acha), y en San Juan, encargadas por el SPLENCh. Tales encuestas, mostraron la
relación existente entre la prevalencia serológica y el desarrollo de cardiopatías y
comenzaron a definir la importancia sanitaria de la enfermedad. Los resultados
obtenidos fueron publicados por la Prensa Médica Argentína en 1960; por tal motivo
recibieron el Premio Accésit de la Sociedad Argentina de Cardiología.
* En el mismo año, los Dres. Rosenbaum y Cerisola fueron designados
respectivamente Jefe de Servicio de Cardiología y Jefe de Laboratorio del Servicio
Nacional de Chagas, transformado ya en Dirección Nacional de Lucha Contra La
Enfermedad de Chagas, instalada en el 1º piso de Bernardo de Irigoyen 244 de la
65
Capital Federal. En ese año el Dr. Ignacio Pirosky Director del Instituto Nacional de
Microbiología "Dr. Carlos Malbrán", pasó a desempeñar simultaneamente la
Dirección de Enfermedades Transmisibles y resuelve disolver La Dirección Nacional
de Lucha Contra La Enfermedad de Chagas; por lo que el Laboratorio Sanitario es
trasladado al Instituto Malbrán, donde el Dr. Zuccarini ejercía la Jefatura de la
Sección Parasitología.
Al finalizar la década del 50, las autoridades del Ministerio de Salud, habían
reconocido ya la trascendecia y extensión del problema de la enfermedad de Chagas.
* En el año 1958, Tucumán pasa a ser sede del Servicio Nacional de Chagas,
formulándose un plan de lucha integral en toda el área endémica. Se llevó a cabo un
programa piloto de eliminación de la vinchuca, primero en la provincia de La Rioja y
luego en el Chaco.
* En septiembre de 1959, en la ciudad de La Rioja, se desarrolló un seminario,
congregando a técnicos y a sanitaristas. Las experiencias recogidas se volcaron en un
volúmen titulado: "Exigencia mínimas para un Programa contra la Enfermedad de
Chagas-Mazza", el que sirvió de normativa para los programas de todas las
provincias ubicadas en las zonas endémicas.
* En 1960, la Dirección de Enfermedades Transmisibles, fue separada del Instituto
Malbrán y el Laboratorio Sanitario, a Cargo de Cerisola, y trasladada al edificio de la
Avda. Ingeniero Huergo Nº 690, compartiendo las instalaciones con el Centro de
Higiene Social del Puerto, la Delegación de Paludismo y Fiebre Amarilla y la
Dirección de Sanidad de Migraciones y Transportes.
* En julio de 1961, en Catamarca, se efectuó una nueva conferencia nacional. Se
revisaron las actividades realizadas y se entregaron fondos para los programas de
lucha.
66
* En el año 1962, el jóven médico Fatala Chaben, fue contratado por la Dirección de
Enfermedades Transmisibles para trabajar en Laboratorio, y en el mes de junio de
ese año mientras operaba con T. cruzi de alta virulencia, contrajo la infección
chagásica, falleciendo el 22 de julio de ese año, con tan sólo 26 años de edad, como
consecuencia de una miocardítis aguda ocasionada por el mismo parásito.
* El 16 de julio de 1963, en postrer homenaje, se impuso al citado Laboratorio
Sanitario, el nombre de: " DR. MARIO FATALA CHABEN".
* En 1963, como se quería conocer la real importancia del Chagas en el país y se
requería contar además, con técnicas uniformes de diagnóstico, al Laboratorio "Dr.
Mario Fatala Chaben" le fue encomendada la investigación epidemiológica y
experimental, como así también la producción y distribución de antígeno, y la
organización de laboratorios con adecuados recursos humanos, para el diagnóstico
serológico de la enfermedad a nivel de toda la nación.
* En el año 1966, tuvo lugar la Regionalización del PROGRAMA NACIONAL DE
LUCHA CONTRA LA ENFERMEDAD DE CHAGAS-MAZZA, mediante
convenios entre la Nación y las Provincias, pasando a ser responsabilidad de éstas
gran parte de su ejecucuión.
* En 1967, la OPS, seleccionó al Laboratorio "Fatala Chaben", representante
argentino, en la realización de un trabajo multicéntrico, para la estandarización de la
técnica de fijación del complemento en el diagnóstico de la enfermedad de Chagas.
* En el año 1968, un Grupo Internacional de Expertos convocados por la OPS
recomendó la centralización de los estudios sobre antígenos y técnicas diagnósticas,
en el Laboratorio anteriormente citado .
• En 1969, se efectuó la reorganización y transformación del Laboratorio en
Instituto para el Diagnóstico e Investigación de la Enfermedad de Chagas "Dr.
Mario Fatala Chaben", con dependencia de la Dirección de Zoonosis, Reservorios y
67
Vectores, a cargo del Dr. Alfredo Rabinovich (Ministro de Salud Pública y Medio
Ambiente de la Nación, en esa época). A partir de entonces, el Instituto amplía sus
objetivos, busca el control de los insectos vectores, mejores técnicas de diagnóstico,
efectúa el estudio de agentes terapéuticos y vacunas, a la vez que organiza y
coordina una Red de Centros de Diagnóstico, de la enfermedad de Chagas y la
detección serológica del Chagas transfusional, y otras protozoosis. Dicha red cuenta
en la actualidad con 850 Laboratorios en la Argentina y países limítrofes.
* En el mes de septiembre de 1969, la Dra. Elsa Segura (en Farmacia y Bioquímica),
residente en Córdoba, donde había cursado los estudios universitarios y fundado el
Centro de Patología Regional del Programa Nacional de Control de Chagas, recibió
el ofrecimiento del Dr. José Cerisola, para incorporarse al Instituto.
* En enero de 1970, se efectúa la integración de la Dra. Segura al Instituto,
haciendose cargo de la división de Investigación, hecho que coincidió con la
iniciación del Programa Especial de Investigación y Entrenamiento en Enfermedades
Tropicales de la OMS. Mediante el citado Programa la OMS ha apoyado
activamente los planes de Investigación del Instituto, con grupos colaboradores en
serología (1968-1990), en programas de investigación con equipos y suministros
necesarios (desde 1978), y en la formación de recursos humanos con entrenamiento
en: Inmunología, Biología Molecular, Biología Celular y en Epidemiología en
calificados laboratorios y universidades de Europa y Estados Unidos. Se agregaron a
éstos, aporte recientes de Francia y Suecia. Mediante convenios, expertos
extranjeros, trabajaron en los laboratorios del Instituto en períodos de cuatro a seis
meses, aportando a la actualización científica y tecnológica local.
* En el año 1971, se dispuso que el Servicio Nacional de Chagas trasladara su sede a
Buenos Aires en 1982 y a Córdoba en 1987.
68
* En 1973, el Instituto adquirió la denominación de: "Instituto Nacional de
Diagnóstico e Investigación de la Enfermedad de Chagas 'Dr. Mario Fatala Chaben
“(INDIECH)”, orientandose una nueva estructuración, con los Departamentos de
Diagnóstico, Investigación y Producción.
* En julio de 1975, el INDIECH es trasladado al actual edificio de Avda. Paseo
Colón Nº 568, su actual sede.
* En 1976 el INDIECH, es colocado en dependencia de la Dirección Nacional de
Institutos de Investigación.
* En el año 1978, por renuncia del Dr.Cerisola, la Dra. Elsa Segura asume la
dirección del INDIECH, inicialmente en forma transitoria y posteriormente por
concurso.
* En el año 1980, es promulgado el Decreto-Ley 22360 o Ley de Chagas, habiendo
sido reglamentada por el Decreto 1451/82. Se concretó de este modo, uno de los
proyectos más largamente impulsados desde el INDIECH. La misma, aparte de
declarar de interés nacional, asigna un carácter prioritario, dentro de la política
sanitaria nacional, a la prevención y lucha contra la enfermedad de chagas. La citada
Ley:
- Defiende la capacidad laboral del infectado chagásico en su art. 14;
- Posibilita el Control de Bancos de Sangre (art. 18);
- Provee herramientas para revertir el crecimiento del área territorial afectada
por la endemia resultante de las migraciones internas.
Merced al esfuerzo cooperativo de una red de Laboratorios, la Argentina, es el único
país del continente que, en la actualidad cuenta con un sistema de control de
transmisión de la enfermedad orgánico y coordinado en todo el territorio.
* A partir del año 1981, el INDIECH toma el carácter de Centro Nacional de
Referencia en Investigación y Diagnóstico de Chagas y otras Protozoosis,
69
implicando ello el compromiso de colaboración y supervisión, en ese campo, de
laboratorios de todo el territorio nacional.
* En 1983, se efectuaron cambios en la estructura del INDIECH, que incluyó un
Departamento Administrativo y tres Departamentos Técnicos: Diagnóstico,
Investigación y Producción. Ha estimulado la organización de redes provinciales de
protozooisis.
* En 1992, (julio 10), por Decreto del Poder Ejecutivo Nacional Nº 1.686, fue
aprobada la estructura organizativa del Instituto, que posee actualmente.
A lo largo de 30 años, el INDIECH ha mantenido vínculos con diversas
instituciones del país y del extrangero (CONICET, OMS, OPS, etc.) las que
ayudaron a paliar las necesidades surgidas por las periódicas crisis de financiamiento
del Estado nacional (46).
2.5.- ACCION ANTICHAGASICA EN TUCUMAN
En relación a la acción antichagásica en la provincia de Tucumán se exponen a
continuación aportes vinculados por el convenio firmado entre los Ministerios de
Salud Pública de la Provincia de Tucumán y de la Nación en el año 1960, durante la
gobernación del Dr. Arturo Gelsi y la presidencia. del Dr. Arturo Frondizi,
respectivamente.
A continuación, se reportan datos que ha sido extraídos de la correspondiente
documentación. Expediente: 1991-M-1960. Iniciado por el MINISTERIO DE
ASISTENCIA SOCIAL Y SALUD PUBLICA DE LA NACION. En el mismo se
remite la copia del Dto. 12.646 por el que se aprueba el convenio celebrado con la
Provincia de Tucumán, que establece las normas para la lucha contra la enfermedad
de Chagas-Mazza. En él se encuentran contenidas comunicaciones dirigidas a las
autoridades del gobierno de Tucumán de la época:
70
BUENOS AIRES, 2 OCT 1960
Al señor Gobernador de la provincia de Tucumán,
doctor Celestino Gelsi
del Ministro de Asistencia Social y Salud Pública,
doctor Héctor V. Noblía
Me es grato poner en conocimiento del
señor Gobernador que el Poder Ejecutivo Nacional dictó con fecha 17 de octubre
del año en curso, el Decreto Nº 12.466-cuya copia autenticada se acompaña- por
el cual se aprueba el convenio celebrado con esa provincia el día 9 de setiembre de
1960, mediante el cual se establecen normas para la lucha contra la enfermedad de
Chagas-Mazza en todo el territorio de la misma, y del cual también se le remite
una copia para su mayor información.
Saludo al señor Gobernador con las
expresiones de mi consideración más distinguida.
Nota Nº 2783 -60.
Expte. Nº 84.486/60.-
DR. HECTOR NOBLIA
71
BUENOS AIRES, 17 de octubre de 1960.
Visto que el Ministerio de Asistencia
Social y Salud Pública, ha suscrito con la provincia de Tucumán. "ad referendum"
de los respectivos gobiernos, un convenio de lucha conta la enfermedad de Chagas-
Mazza en todo el territorio de la mencinada provincia,
EL PRESIDENTE DE LA NACION ARGENTINA
D E C R E T A :
Artículo 1º.- Aprobar el convenio celebrado con fecha 9 de setiembre de
1960, entre el Ministerio de Asistencia Social y Salud Pública de la Nación y el
Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social de la provincia de Tucumán,
mediante el cual se establecen normas para la lucha conta la enfermedad de
Chagas-Mazza en todo el territorio de dicha provincia.
Artículo 2º.- El presente decreto será refrendado por los señores Ministros
Secretarios de los Departamentos de Asistencia Social y Salud Pública y del
Interior.
Artículo 3º.- Comuníquese; publíquese; dése a la Dirección General del
Boletín Oficial e Imprentas y archívese.
DECRETO Nº 12.646.-
Expte. Nº 84.486/60.
(Fdo.): F R O N D I Z I
Héctor V. Noblía
A. Vítolo
72
-------En virtud de las disposiciones contenidas en el Decreto Nº 31.589, del
30 de noviembre de 1944, ratificado por la Ley Nº 12.912 y Decreto Nº 27.576 de
fecha 27 de diciembre de 1950, relativos a la acción médico asistencial, sanitaria y
social, propugnando la ayuda federal, entre el Ministerio de Asistencia Social y
Salud Pública de la Nación, representado para este acto por el titular del mismo,
doctor HECTOR V. NOBLIA, y el señor Ministro de Salud Pública y Asistencia
Social, doctor NAPOLEON BAACLINI, se firma el presente convenio de "Lucha
contra la Enfermedad de Chagas-Mazza", destinado a la realización de una
campaña que abarque toda la extensión de la provincia de Tucumán, durante los
años 1960/61, "ad referendum" de los respectivos gobiernos, bajo las siguientes
clausulas:
-----Artículo 1º.- La Dirección Técnica de la lucha contra la Enfermedad de
Chagas-Mazza en la provincia de Tucumán, tendrá su sede en la Capital de dicha
provincia y será ejercida por el Médico Jefe del Programa nombrado "ad
referendum" del Ministerio de Asistencia Social y Salud Pública de la Nación,
estando a cargo de la Subsecretaria de Salud Pública de Tucumán todo lo
concerniente a la administración, conservación y mantenimiento de la totalidad del
material empleado en dicha campaña.-----------------------------------------------------------
Artículo 2º.- El Ministerio de Asistencia Social y Salud Pública proporcionará
con carácter precario y con destino a servir en el plan de lucha mencionado lo
siguiente:
A) ELEMENTOS DE DOTACION FIJA:
1) Los equipos completos de campaña para cuatro (4) unidades
operativas y elementos de reposición, necesarios para cada equipo.
2) Los equipos completos de trabajo para cuatro (4) unidades operativas
y los elementos de reposición necesarios para cada equipo.
73
3) Los equipos completos de protección para cuatro (4) unidades
operativas y los elementos de reposición necesarios para cada equipo.
4) Los elementos necesarios para ser utilizados en el Laboratorio Central
de la Dirección General de Medicina Sanitaria y Social de la
provincia de Tucumán que solicite la misma y gestionará se arbitre la
provisión de cuatro (4) automotores "Jeep" y un (1) camión para cinco
toneladas.
B) ELEMENTOS DE CONSUMO:
Los que se solicitara la provincia, en base al estudio de necesidades que
realice.
C) PERSONAL:
1) El Ministerio de Asistencia Social y Salud Pública destinará "en
comisión" al personal necesario para la atención de las unidades
operativas completas y aportará fondos destinados a la retribución de los
contratados. Los importes en concepto de sueldos, retribuciones y
viáticos serán administrados por la Delegación Sanitaria Federal en
Tucumán, la que deberá cumplir estrictamente las normas
administrativas contables de la Nación, con observancia de los
procedimientos del Ministerio de Asistencia Social y Salud Pública. Las
órdenes de pago serán suscritas por el Jefe del programa y el Jefe
Administrativo de la Delegación Sanitaria Federal, a cargo de la
contabilidad de los fondos.
2) El personal a que hace referencia el punto anterior será controlado por
la Susecretaría de Salud Pública de la provincia de Tucumán con
facultades de aplicar medidas disciplinarias que crea oportunas a
propuesta del Jefe del Programa y "ad referendum" del Ministerio de
74
Asistencia Social y Salud Pública de la Nación.
-----Artículo 3º.- El Gobierno de la Provincia de Tucumán proporcionará para el
cumplimiento de la lucha, los siguientes elementos:
1) El Laboratorio Central de la Dirección General de Medicina Sanitaria y Social.
2) Los servicios profesionales del Jefe del Programa y la totalidad de los médicos
dependientes del Ministerio de Saluda Pública y Asistencia Social de dicha
provincia en sus respectivas zonas, donde se efectúe la campaña.
-----Artículo 4º.- El Ministerio de Asistencia Social y Salud Pública, en
representación del Estado Nacional, y el Ministerio de Salud Pública y Asistencia
Social, en representación de la provincia contratante, tendrán facultades de
verificación del cumplimiento de las condiciones pactadas en este convenio.--------------
Artículo 5º.- El presente convenio entrará en vigencia a partir de la fecha en
que sea aprobado por los respectivos gobiernos y tendrá duración de dos (2) años a
partir de esa fecha, pudiendo las partes contratantes denunciarlo en cualquier
momento previa notificación con seis (6) meses de anticipación en cuyo evento no
podrán reclamarse compensaciones por ningún concepto.------------------------------------
Artículo 6º.- Los equipos, vehículos y demás bienes y elementos de uso
permanente o dotación fija de propiedad de la Nación aportados para la lucha,
deberán ser devueltos por la Subsecretaría del Ministerio de Salud Pública y
Asistencia Social de la provincia de Tucumán al Ministerio de Asistencia Social y
Salud Pública dentro de los quince (15) días del vencimiento del presente convenio
o denuncia del mismo.-----------------------------------------------------------------------------
Artículo 7º.- En fe de lo expuesto se firman dos (2) ejemplares de un mismo
tenor, a los nueve días del mes de setiembre del año mil novecientos sesenta.--------
Expediente Nº 84.486/60. (FDO.) : Héctor V. Noblía
Napoleón Baaclini
75
BUENOS AIRES, 25 de OCT 1960
Al señor Ministro de Salud Pública y Asistencia Social
de la Provincia de Tucumán, doctor Napoleón Baaclini
del Subsecretario de Asistencia Social y Salud Pública,
doctor Andrés Martínez Marchetti
Me es grato poner en conocimiento del señor Ministro que
el Poder Ejecutivo Nacional dictó en fecha 17 de octubre del año en curso, el
Decreto Nº 12.646 -cuya copia autenticada se acompaña- por el cual se aprueba el
convenio celebrado con esa provincia el día 9 de setiembre próximo pasado,
mediante el cual se establecen normas para la lucha contra la enfermedad de
Chagas-Mazza en todo el territorio de la misma.
Saludo al señor Ministro con las expresiones de mi
consideración más distinguida.
Expediente nº84.486/60.
Nota nº 2779 -960.-
Dr. ANDRES MARTINEZ MARCHETTI "
Se transcribe a continuación el Primer Informe de la Campaña Antivinchuca
de la Provincia de Tucumán, expedido por las Autoridades de la Base Nacional de la
Lucha antichagásica, fechado 21 de Julio de 1961, (Folio Nº 147-148), que expresa lo
siguiente:
76
La provincia de Tucumán, con una superficie aproximada a los 27.000 Km²
se halla situada en la parte Norte del País, conlindando; al Norte con la Provincia
de Salta, al Sud-Este con Santiago del Estero y al Sud-Oeste con Catamarca; de
clima cálido por ser región subtropical, se encuentra cruzada de Norte a Sud por
una cadena montañosa, que da características geográficas particulares a cada una
de sus fajas laterales. Políticamente se encuentra dividido en 11 departamentos
cuya densidad de población sobrepasa a los 780.000 habitantes de los cuales
287.000 corresponden al departamento de Capital.
De los trabajos de relevamiento sanitario y geográfico efectuados
conjuntamente con el Ministerio de Salud Pública de la Provincia, en la campaña,
en zonas rurales y urbanas de los respectivos departamentos, y tomando como
límite para las respectivas encuestas las jurisdiccciones Comunales, dió como
resultado una X cantidad de viviendas, prevaleciendo los cuartos de construccción
primitiva, apropiados para la cría el desarrollo y la mantención del vector de la
enfermedad de Chagas Mazza conforme lo demuestra el resumen de las planillas
adjuntas.
La Provincia de Tucumán es la mejor estudiada en lo que respecta a la
epidemiología de la enfermedad de Chagas, labor desarrollada por la U.N.T por
intermedio del Instituto de Enfermedades Tropicales, entre los años 1942 al 1953.
En sus publicaciones oficiales dicho Instituto marca la Endemia en toda la
extensión de la Provincia, con prevalencia de la infectación domiciliaria en los
departamentos limítrofes con Santiago del Estero, es decir en las zonas de la
llanura Sud-Este.
En el año 1934 se describe en el departamento de Monteros, el primer caso
de enfermedad aguda y luego por intermedio de la U.N.T. se publican 530 y 340
casos agudos y crónicos respectivamente entre los años 1942 y 1953, marcando
77
una curva de ascenso hasta el año 1951 y luego dicha curva decrece. Esta
incurvación se debe principalmente, a que en los primeros años de las
publicaciones cuenta la Provincia con un Instituto especializado, donde los
servicios asistenciales de las zonas urbanas y rurales envian para la certificación
los presuntos enfermos chagásicos y por la influencia que dicho centro de
investigación tiene hacia la población. La desaparición de dicho centro y el uso de
insecticidas por parte privada y oficial, del tipo del hexaclorocicloexano explica el
fenómeno de la curva descendente. Adjuntamos planos de casos publicados tanto
agudo como crónicos donde puede verse que la enfermedad de Chagas-Mazza se
encuentra diseminada en todos los departamentos que constituyen el territorio de la
Provincia, es decir que se presupone que la infectación domiciliaria es total y que
una campaña de erradicación del Triatoma debe ser intensa y extensiva a todo el
territorio de la Provincia y en acción conjunta con las tareas similares a realizarse
en las provincias vecinas.
Como dato complementario detallamos a continuación el índice de infección
de vinchucas en dos poblaciones del departamento de Trancas, según las primeras
jornadas Entomoepidemiológicas en la Argentina del año 1959.
Desde la labor desarrolada hasta el presente, relacionadas con la faz
preparatoria de la campaña ha realizarse, debemos destacar:
1º.- Instalación de las oficinas en la Regional Norte (Mantenimiento Técnico), calle
Italia 1919, teléfono 21515 Tucumán.
2º.- Apoyo por parte del Ministerio de Salud Pública de la Provincia en lo
concerniente a personal, útiles de oficina, combustibles y lubricantes para el
mantenimiento y desenvolvimiento de las dos unidades Jeep, pertenecientes a la
campaña, como así el sinnúmero de atenciones brindadas para el mejor
desenvolvimiento de la misma.
78
3º.- Datos de mortalidad por causas Chagásicas y por causas mal definidas o
desconocidas, suministrados por la Dirección de Estadísticas de la Provincia.
4º.- Gráfico de las juridicciones policiales y comunales de la Provincia donde se
dan los límites juridiccionales respectivos, el número de viviendas, densidad de
población, tipo de edificación predominante en la zona urbana y rural, vías de
comunicación, provisión de agua, etc.
5º.- Curvas de nivel de: lluvias, presión atmosférica, temperatura, humedad
relativa y vientos, datos de la Capital y poblaciones departamentales, informes
suministrados por la Dirección General del Servicio Meteorológico Nacional a fin
de destacar los regímenes de lluvias para las futuras operaciones de rociado.
6º.- La ubicación de Escuelas Nacionales en el territorio de la Provincia a fin de
desrrollar una acción conjunta en la divulgación del mal de Chagas-Mazza.
7º.- La elavoración por intermedio del Departamento de Cartografía de cartas de
la Provincia en escala 1:100.000.
8º.- La recopilación de material bibliográfico especializado, que sirva como fuente
de capacitación para el personal de campaña.
9º.- Gestión y vinculación permanente con: Instituto Meteorológico Provincial y
Nacional, Dirección de Estadísticas, Dirección de Paludismo y Fiebre Amarilla,
Universidad Nacional de Tucumán, Instituto Miguel Lillo, Dirección de Comunas
Rurales, Automóvil Club Argentino, Dirección de Turismo, Dirección Provincial y
Nacional de Vialidad, Dirección de Aeronáutica, Jefatura de Policía,
Radiemisoras, Diarios, Consejo de Educación, etc.
10º.- La contratación de la Secretaria Administrativa y Cartógrafo previa
autorización de la E.E.T.
11º.- La apertura de un libro de aspirantes a los cargos, para una futura selección
conforme a lo determinado en las reglamentaciones vigentes.
79
Referente a la labor a desarrollar en el futuro próximo a fín de completar la
etapa preparativa diré:
1º.- Reconocimiento geográfico (donde certificaremos el número total de viviendas,
la cantidad de las misma por población, el relevamiento de caminos, nacionales,
provinciales, vecinales y privados para tener así una exácta idea del acceso a las
distintas localidades en el menor tiempo y con menor recorrido.
2º.- La realización de encuesta de infección domiciliaria, a los efectos de poder
delimitar las áreas sucias y limpias para su posterior rociado.
3º-. Adiestramiento de personal con la clara visión del objetivo a cumplir.
La propaganda Sanitaria de tanta importancia en estas campañas de
grandes luchas se ha iniciado, adelantando que se halla personal del Ministerio de
Salud Pública de la Provincia, capacitandose en la referida materia, en la escuela
del Ministerio de Salud Pública de la Nación.
Nota: El presente informe no registra firma alguna.
El análisis de este informe a treinta y siete años de emitido, permite la
deducción de que no estaban desacertados los funcionarios que organizaron el
Servicio de la Lucha Antichagásica, en cuanto a la ubicación en el terreno y la
diseminación de la endemia y de como se podría organizar la campaña de
erradicación Triatomínica, dotando a dicho Servicio de la capacidad operativa, en
cuanto a personal y equipos, como de jefaturas apropiadas, que aparte de poseer los
conocimientos técnicos precisos, supieron transmitirlos desarrollando una adecuada
preparación del personal, con acorde concientización de la realidad, la que aún
persiste en la actualidad (47).
80
Creo justo mencionar aquí que desde que se inició la "Lucha" con la jefatura
del Dr. Raúl S. Montini hasta el presente, dos figuras se deben destacar, sin
desmerecer las otras: se trata del Dr. Julio Horacio Ousset Avila y del Dr. Alberto
M. Martínez; así como una característica que tuve oportunidad de apreciar: el
valioso elemento humano que lleva a cabo sus tareas, con dedicación, capacidad y
espíritu de lucha. Esto es a mi criterio una base firme que permite a la actual
conducción acudir a los niveles eficientes para un mejor servicio de la población.
Previo convenio acordado entre el Ministerio de Bienestar Social de la Nación
y el Gobierno de la Provincia de Tucumán, mediante Decreto Nº 2.834/21-SESP-
(Expediente Nº15.340/410-D-1981) de fecha 13 de octubre de 1981 se aprueba el
PROGRAMA PROVINCIAL DE LUCHA CONTRA LA ENFERMEDAD DE
CHAGAS-MAZZA, confeccionado por el Servicio Nacional de Chagas- Jurisdicción
Tucumán- y funcioarios del Departamento de Epidemiología de la DIRECCION
GENERAL DE PROMOCION Y PROTECCION DE LA SALUD, dependiente de
la SECRETARIA DE ESTADO DE SALUD PUBLICA, que contaba de treinta y
ocho (38) fojas y que se ejecutaría en la provincia en el año 1982.
Mediante nota fechada en Buenos Aires, el 7 de junio de 1984 el Dr. David
Becker, Director del Servicio Nacional de Chagas, efectúa el envio al Dr. Julio H.
Ousset de la Jurisdicción Tucumán de la Lucha contra la enfermedad de Chagas-
Mazza de un modelo de convenio de transferencia del Servicio, de la Nación a la
Provincia como éste último se lo había requerido, en la que le manifestaba la
conformidad de algunas de la autoridades con el mismo. En el citado modelo de
convenio se contemplaba la transferencia de la actividad operativa del Programa
Nacional, lo que después de ciertos vaivenes, aún hasta la fecha no se concretó, por
lo que al respecto, sigue dependiendo de la Nación.
81
CITAS BIBLIOGRAFICAS
(1) Storino R., Milei J. Introducción. En Enfermedad de Chagas Storino, Milei.
Mosby Doyma Argentina, 1994, pág: 2.
(2) Pinto Dias J. C. Situación actual de la enfermedad de Chagas en las
Américas. En Actualización en la enfermedad de Chagas. Simposio satélite,
Cordoba, Noviembre 1992. Editores Madoery R. J., Madoery C., Camera M. I.
Impreso en Grafiquil. Buenos Aires, 1993, pág: 3.
(3) Ibid., pág: 3.
(4) OMS Informe de un Comité de Expertos. Control de la enfermedad de
Chagas. Serie de Informes Técnicos 811. Ginebra, 1991, pág: 18.
(5) Lewinsohn R. Carlos Chagas (1879-1934): The discovery of
Trypanosoma cruzi and of American Trypanosomiasis. Transactions of the Royal
Society of Tropical Medicine and Hygiene, 1979; Vol. 73: Nº 5, págs: 522-523.
(6) Sierra Iglesias J. P. Salvador Mazza -su vida su obra-redescubridor de la
enfermedad de Chagas. Universidad Nacional de Jujuy. San Salvador de Jujuy, 1990,
págs: 215, 216.
(7) Ibid., pág: 5.
(8) Leonard J. Investigaciones en el Interior de la Argentina: la búsqueda de
la salud emprendida por Salvador Mazza. Boletín de la Oficina Sanitaria
Panamericana, 1992; Vol. 113: Nº4, pág: 302.
(9) Sierra Iglesias. J. P., op. cit., págs: 6, 7, 8.
(10) Leonard J. op. cit., pág: 302.
82
(11) Sierra Iglesias J., Storino R., Rigou D. Antecedentes Históricos. En
Enfermedad de Chagas. Storino, Milei. Mosby Doyma Argentina, 1994, pág: 14.
(12) Ibid., pág: 14.
(13) Leonard J. op. cit., pág: 303.
(14) Sierra Iglesias. J. P., op. cit., pág: 15.
(15) Leonard J., op. cit. pág: 303.
(16) Sierra Iglesias. J. P., op. cit., pág: 25.
(17) Sierra Iglesias J., Storino R., Rigou D., op. cit., pág: 14.
(18) Sierra Iglesias. J. P., op. cit., págs: 33, 34.
(19) Sierra Iglesias J., Storino R., Rigou D., op. cit., pág: 14.
(20) Sierra Iglesias. J. P., op. cit., pág: 44.
(21) Ibid., pág: 51.
(22) Ibid., págs: 58, 59, 60.
(23) Sierra Iglesias. J. P., op. cit., pág: 62.
(24) Sierra Iglesias J., Storino R., Rigou D., op. cit., pág:15.
(25) Ibid., pág:16.
(26) Leonard J., op. cit., pág: 306.
(27) Sierra Iglesias. J. P., op. cit., pág: 68.
(28) Ibid., pág: 69.
(29) Leonard J., op. cit., pág: 306.
(30) Sierra Iglesias. J. P., op. cit., págs: 68 a 73.
(31) Ibid., págs: 76, 77.
(32) Ibid., pág: 216.
(33) Sierra Iglesias J., Storino R., Rigou D., op. cit., pág: 13.
(34) Sierra Iglesias. J. P., op. cit., pág: 216.
(35) Ibid., pág: 221.
83
(36) Sierra Iglesias J., Storino R., Rigou D., op. cit., pág: 23.
(37) Sierra Iglesias. J. P., op. cit., pág: 221.
(38) Sierra Iglesias J., Storino R., Rigou D., op. cit., págs: 23, 24.
(39) Pinto Días. Enfermedad de Chagas-Epidemiología Clínica-Terapeutica.
Edición auspiciada por la Fundación de Estudios de Enfermedades Endémicas. 1984,
pág:11.
(40) Sierra Iglesias J., Storino R., Rigou D., op. cit., pág: 20.
(41) Sierra Iglesias. J. P., op. cit., pág:294
(42) Leonard J., op. cit., pag: 312.
(43) Sierra Iglesias J., Storino R., Rigou D., op. cit., pags: 23, 24.
(44) Instituto Nacional de Chagas "Dr. Mario Fatala Chaben". Nuestra
Memoria Histórica 1962-1995. La enfermedad de Chagas y el Ministerio de Salud:
del '49 al '57. Editorial Atlántida, Buenos Aires, 1995, pág: 11.
(45) Romaña C. Panorama Epidemiológico de la Enfermedad de Chagas en
la Argentina a Través de Investigaciones Sistemáticas. Primeras Jornadas
Entomoepidemiológicas Argentinas. Dirección General de Sanidad de la Secretaría
de Guerra. Buenos Aires, 1959, págs: 27-29.
(46) Instituto Nacional de Chagas "Dr. Mario Fatala Chaben", op. cit., págs:
7 a 16.
(47) Eliseo Zarate. Datos aportados en forma personal por el Sr. Jefe de la
Base de la Lucha Nacional contra la enfermedad de Chagas, Jurisdicción Tucumán. 1997.
(48) Chagas. Detectan Signos en Momias peruanas. En La Gaceta de
Tucumán, Sábado 10 de Mayo de 1997, página: 6.
CAPITULO Nº3
El Medio Ambiente
85
3.1.- CONSIDERACIONES GENERALES
El T. cruzi en América se encuentra incorporado a diversos ecotopos en su
estado natural, escenario donde históricamente el hombre con su presencia ha
modificado sustancialmente el panorama. El parásito se encuentra ampliamente
disperso desde las extensas áreas deserticas de los Estados Unidos hasta la amplia
llanura patagónica, y desde el multifacético territorio brasilero hasta el empinado
gigante andino (1).
La enfermedad de Chagas en la República Argentina posee un patrón regional
diferencial, caracterizado por áreas altamente endémicas restringidas al noroeste, noreste
y centro del país, las que contrastan con otras que tienen mediana y baja
endemicidad, tal se ha manifestado en otra oportunidad.
Las áreas de tasas endémicas altas cubren en forma parcial o total las provincias
de: Tucumán, Salta, Jujuy, Catamarca, La Rioja, Santiago del Estero, Córdoba,
San Luís, La Pampa, San Juan, Mendoza, Chaco, Formosa y Santa Fé.
En las áreas rurales, los vectores de la enfermedad de Chagas, pueden colonizar
las fronteras salvajes, domésticas y peridomésticas. De ellos el T. infestans es el
Triatomino más importante, con una distribución geográfica amplia y gran aptitud
para ubicarse en dichas fronteras, integrando numerosas poblaciones (3).
Los huéspedes reservorios animales y los parásitos, integran un sistema
interactivo sumamente dinámico.
En el ciclo selvático a pesar de la elevada parasitemia que suelen tener los
huéspedes infectados, el parásito no les afectaría adversamente, en cambio en el ciclo
doméstico de la enfermedad, algunos animales como el perro, pueden
sufrir efectos adversos. Aparentemente, las cabras y algunas especies de ratas, pueden
naturalmente eliminar la infección (2).
86
Como se puede apreciar, integran un sistema, y éste que es un "sistema
interespecífico interactivo", incluye al hombre y "las vinchucas", las que pueden
extenderse también a los radios de asentamientos periurbanos y urbanos. El sistema
resulta un beneficio trófico favorable al insecto vector, y por supuesto en contra del
hombre y su salud. Esta relación se mantiene como consecuencia de la persistencia
de formas ancestrales de vida en los medios rurales de las áreas endémicas, donde el
hombre sustenta su existencia en la agricultura, cría de cabras y otros animales
domésticos, y es desde allí, de la frontera rural, de donde ha experimentado la
penetración en los dominios urbanos del hombre (3).
En la región endémica el T. infestans es el principal vector; se pueden encontrar
en las casas rurales T. guasayana, T. sordida, T. platensis, pero sus niveles
domésticos son intrascendentes, comparados con la alta densidad que tiene el
mencionado en primer lugar.
El asentamiento de T. guasayana, T. sordida y T. breyeri es factible en corrales
de cabras y gallineros, los que ciertamente provienen del monte, compitiendo con T.
infestans en el área peridoméstica, donde también es más numeroso (3).
3.2.- GEOGRAFIA REGIONAL
Formando parte de las áreas de altas tasas endémicas, tenemos a la provincia
de Tucumán, con una superficie de 22.524 Kms². Esta provincia que integra el
NOA con Salta, Jujuy, Catamarca, La Rioja y Santiago del Estero, en una superficie
de 465.590 Kms², representa solamente el 4,83% de la extensión territorial de la
región y tan sólo el 0,80% de la del país: Siendo el Area Continental Argentina de
2.791.810 Kms², sin inclusión del Sector Antártico (con inclusión del Sector
87
Antártico es de 4.027.024 Kms²), el N.O.A representa el 16,67% del territorio
nacional (4).
Son puntos geográficos extremos de Tucumán, los siguientes:
Referencia Coordenadas límite Lugar (1) Norte Lat. 26º 05' Sur Margen derechadel Long. 65º 20' Oeste Rio Tala. (2) Sud Lat. 28º 01' Sur Ruta Nacional 38 Long. 65º 34' Oeste (3) Este Lat. 26º 18' Sur Mojón del Medio o Long. 64º 28' Oeste Campo Redondo (4) Oeste Lat. 26º 37' Sur Sierra de Quilmes Long. 66º 09' Oeste o del Cajón. (5).
(Ver Figura Nº 1, en Anexo Figuras y Fotografías, página Nº 403).
Si observamos los datos definitivos aportados por el CENSO NACIONAL DE
POBLACION Y VIVIENDA correspondientes al año 1991, vemos que Tucumán
cuenta con una población total de: 1.142.105 habitantes, de los que 561.101 son
masculinos y 581.004 femeninos, que se encuentran distribuídos en la superficie
anteriormente citada, representando una densidad de habitantes por km² de 50,71,
con un índice de masculinos = 96,57 (índice de urbanización de 79,89).
A la Capital le corresponde un total de 473.271 habitantes, repartidos en
223.757 varones y 249.514 mujeres, distribuídos en una superficie de 90 kms², lo
que representa una densidad de habitantes por km² de 5.258,57 (con un índice de
masculinos = 89,68) y un índice de urbanización = 99,48 (6).
88
3.3.- ECOLOGIA: PASADO, PRESENTE Y FUTURO
Con lo citado en relación al marco geográfico y estadístico poblacional,
debemos tener en cuenta el ambiente ecológico que existe en la citada área, siendo
de gran importancia en relación a la enfermedad de Chagas, máxime si analizamos
las diversas características que configuran el panorama territorial.
Ya Carlos Chagas, había reconocido la íntima relación existente entre la
mencionada enfermedad y la pobreza rural, donde la vivienda constituye un
importante indicador. Es indudable la trascendencia de esta correlación ya que, en un
análisis más profundo la endemia tiene que ver bastante con la pobreza y los factores
determinantes que la mantienen (7).
Si tenemos en cuenta la participación geográfica, orográfica e hidrográfica de
nuestra provincia, vemos ciertos caracteres del Parque Chaqueño Argentino (área a
la que pertenecemos), más aún, si relacionamos los recursos naturales de la región
con los patrones prevalentes en el uso de la tierra, extraeremos conclusiones que son
notables, al respecto de los componentes del "Ecosistema ".
El "Gran Chaco", constituye una región natural de 1.000.000 Kms²
aproximadamente. Se extiende entre Argentina, Bolivia, Brasil y Paraguay, en una
extensa planicie, sustentada sobre sedimentos provenientes de los andes orientales,
donde abundan minerales primarios y sales solubles, y soporta la acción de tórridos
veranos; inundable en épocas de lluvia, contando con escaso drenaje de aguas y
provista de cuencas salinas en Santiago del Estero y Córdoba en especial. Su
población es de baja densidad, con un promedio de menos de 5 habitantes por Km².
A su vegetación la forman un mosaico de monte, bosque, sabana y pastizales, con
una variada cantidad de especies de plantas que la caracterizan. La región chaqueña
89
occidental es árida y comprende las áreas ocupadas por el bosque de quebracho y
otros tipos de vegetación asociada, (en las provincias de Formosa, Chaco, Santa Fé,
Córdoba, Santiago del Estero,Catamarca, Salta y Tucumán) (8).
En esta región predominan las altas temperaturas, constituyendo cifras récord
en America Latina, con bajos regímenes de lluvias, precipitaciones que no suelen
pasar de los 500 mm anuales y una agricultura que casi no se puede practicar, si no
se dispone de riego, siendo este el factor decisivo, que inclinó a la producción
ganadera y la explotación forestal de madera dura (quebracho) de alta cotización
comercial.
Primitivamente la región chaqueña se encontraba constituída por manchones
boscosos y pastizales, con un aspecto estable en su vegetación; pero más tarde,
sufrió la acción de culturas foráneas, por la presencia del inmigrante europeo,
dedicado a la cría de ganado sometiendo a los suelos al sobrepastoreo, lo que
menguó el esplendor de la hierba, precipitó la erosión, se modificó además el
regimen estacional de inundación, cambiando los caracteres naturales de la región
cayendo también la capacidad de cría de ganado. Luego los ganaderos sustituyeron
el ganado bovino por el caprino, lo que afectó no solo las pasturas, sino también,
árboles y arbustos, generando mayor deterioro en la vegetación.
Por otra parte, la desmesurada explotación del bosque, con la tala casi sin
límites de ejemplares de gran porte, para la extracción de madera, tanino y carbón,
fue otro componente modificador de las caracteristicas naturales del "gran Chaco",
ejerciendo su efecto en la población, disminuyendo su número, afectando el nivel de
vida de quienes permanecieron radicados en la región.
La prosperidad en la zona de frontera occidental del monte talado fue fugáz, la
misma desapareció cuando se extinguieron los últimos quebrachales, tornandose
90
casi inhóspita, con habitantes en extrema pobreza, gran dispersión de los mismos y
migración.
Las cabras y el ganado vacuno remanente impidieron la recuperación de la
vegetación, generando un bosque reducido, con tan solo achaparrados y espinudos
ejemplares configurando la vegetación.
Es, en esta árida y pobre geografía, donde resaltan los ranchos de palos, paja y
adobe, el gallinero y el corral de cabras, el hábitat ideal para la vinchuca, insecto
vector de la enfermedad de Chagas (9).
El progresivo empobrecimiento, le imprimió un carácter nómade a la población,
obligándola a la migración en búsqueda de trabajos estacionales o temporarios, al
levantamiento de cosechas en otros lugares con mayor producción (caña de azúcar,
algodón, etc.). Tales desplazamientos, desde zonas rurales empobrecidas generaron
diversos problemas de índole social, como la exportación de la enfermedad de
Chagas y sus vectores (9).
La tala indiscriminada de bosques no fue la única consecuencia del accionar del
hombre, ya que por detrás de ella, la rica fauna otrora existente (constituída por
especies autóctonas como el armadillo, la vizcacha, la corzuela, diversos roedores,
marsupiales, aves y murciélagos, etc.) también se diezmó, constituyendo un signo
más, del daño en el equilibrio ecológico de la región.
Es lógico pensar que con el alejamiento de la frontera de bosque, el acceso de
la "vinchuca silvestre" (en un sentido más general) hacia la vivienda del hombre se
tornó más dificultosa, limitando el alcance de su acción.
91
Cabe las consideraciones que se realizan en el "Informe 811, del Comité de
Expertos de la OMS" sobre el "Control de la Enfermedad de Chagas", de la Serie de
Informes Técnicos, en Ginebra en 1991, cuyas líneas se transcriben:
En la actualidad se acepta que la adaptación de los triatomíneos al ámbito
doméstico ha tenido lugar principalmente en regiones naturales de América Latina.
A través de los asentamientos humanos sobrevinieron cambios drásticos de la
naturaleza, especialmente debido a la intensa deforestación. Como reacción a esos
cambios y para superar la escasez de fuentes de sangre y de refugios naturales, las
poblaciones de triatomíneos colonizaron las viviendas de los seres humanos. La
deficiente administración de las zonas deforestadas dió como resultado una
desertificación irreversible de las tierras, lo cual favoreció la dispersión de los
triatomíneos domésticos. En contraste con esto, el desarrollo agrícola y otras
formas de administración ambiental en varias zonas chagásicas dieron como
resultado una considerable simplificación del hábitat, lo cual redujo mucho el
riesgo de invasión de las viviendas, extinguiéndose así los focos naturales de los
triatomíneos. Sin embargo, donde las actividades humanas se han extendido a
regiones habitadas por gran número de especies selváticas, tal como la cuenca del
Amazonas, la transmisión vectorial de la enfermedad de Chagas se propagará a
zonas que hasta el presente han estado libres de dicha transmisión (10).
De acuerdo a lo expresado por Joao C. Pinto Dias:
Las cirscunstancias naturales y la acción del hombre ubican la enfermedad.
El fuego, los cultivos extensivos, los plaguicidas en gran escala, los
desplazamientos faunoflorísticos, las inundaciones, etc., pueden localizar los focos
humanos de la tripanosomiasis, pero también pueden exterminar las reservas
naturales de triatomas (18).
92
3.3.1.- DESMONTE
Es pertinente efectuar consideraciones más específicas al respecto de las áreas
de desmonte en la provincia de Tucumán, ya que de acuerdo a datos suministrados
por integrantes del Equipo Técnico de la División Forestación perteneciente a la
Dirección de Recursos Naturales y Suelos de la Secretaría de Agricultura y
Ganadería de la Provincia de Tucumán, las cifras que se disponen oficalmente sobre
Desmontes autorizados ( Datos: Tucumán en Cifras II- 1980), son las siguientes:
Período 1973-1980 en has.
- 1973: 13.963,00
- 1974: 33.605,00
- 1975: 18.236,00
- 1976: 18.885,00
- 1977: 42.750,00
- 1978: 23.732,20
- 1979: 16.103,40
- 1980: 1.220,00
Total: 168.494,60
Tasa Media de Extracción: 12,5% Anual (1973-1980). (Fuente DRN-
Prov.Tucumán. Año 1990)
Mediante el análisis digital de cintas satelitales de la serie LANDSAT DEL
TERRITORIO PROVINCIAL Mapas temáticos, con control visual de material
fotográfico, se determinaron los siguientes caracteres: ubicación, límites y extensión
de cada formación y tipo forestal, identificadoselos según el detalle que se expone:
93
Bosque chaqueño (llanura y serrano) 382.133 has. (42,5%)
Bosque de transición (llanura y serrano) 28.243 has. (3,1%)
Bosque Montano (inferior y superior) 488.546 has. (54,4%)
Superficie boscosa total reconocida 898.922 has. (100%)
Además, en base a la estadística proporcionada por Tucumán Cifra II-1980, se
determinó una tasa media de desmonte autorizado por SEAG, lo que arroja un índice
de 12,5% anual en el periodo 1973-1980. Considerando que la misma se mantiene, y
proyectando este índice a la década del 80, se obtiene, sin tener en cuenta los
desmontes no autorizados, una superficie media anual de desmonte del orden de los
21.062,3 has.
Los datos proporcionados por el CFI (Consejo Federal de Inversiones)
respecto a las áreas boscosas en todo el territorio revelan el resultado de: 898.922
has. a diciembre de 1990 (año en que se efectuaron las tomas satelitales), lo que se
utiliza como valor para análisis restrospectivo que permite determinar teóricamente
la superficie boscosa existente en el año 1980.
Luego 210.623 has. demontadas en el período 1980-1990 aplicadas en su
mayor parte del Parque chaqueño provincial.
Dado que, el informe de las mediciones planimétricas sobre carta, brindada por
el Mapa de Uso del Suelo (UNT), determina una superficie entre Montañas y Sierras
de 886.275 has. Si consideramos la superficie boscosa total reconocida por el CFI de
898.922 has. con una diferencia de 4 años, entre toma (Spot) y la otra (LANDSAT),
tenemos una diferencia de 12.647 has., que se pueden atribuir en parte al
Parque chaqueño que aún quedaba con monte.
En síntesis, en una primera aproximación, se puede inferir que en el período
comprendido entre 1980-1990, se reduce la superficie boscosa del territorio
94
provincial en el orden de las 200.000 has., del 1.109.545 has., que existían en 1980;
a esta cifra, habría que sumarle las áreas que se desmontan sin autorización, y que no
fueron determinadas.
Se puede decir entonces que, como idea general, la mayor parte del área
desmontada, corresponde al Parque chaqueño en un 50%, vemos entonces, la
tendencia actual en avanzar sobre el Oeste de la Provincia en las zonas de los
bosques de transición y bosques de montaña inferior. El mapa de Uso del Suelo
ilustra graficamente esta situación en el año 1990. (Ver Fotografía Nº 3, en Anexo
Figuras y Fotografías, página Nº 404).
He ahí pues, la justificable preocupación y las permenentes recomendaciones
que a diario realizan las organizaciones no gubernamentales defensoras del medio
ambiente y de la ecología, y las sugerencias similares de los entes responsables del
Estado Nacional y Provincial sobre la necesidad de preservar nuestros bosques, no
encontrando en Tucumán el eco esperado. Efectos tan temidos como la tala
irracional, la desaparición de especies forestales y de la capa fértil de los suelos, y la
desprotección de las laderas de las montañas, entre otros efectos, hoy son una
realidad en la selva Tucumana. Este cuadro de situación fue confirmado por los
estudios realizados por expertos de la Fuerza Aérea Argentina (F.A.A) (12), que
efectuaron un relevamiento de bosques y cultivos asociados en Tucumán, utilizando
técnicas de interpretación visual de Imágenes Satelitales (Lansat; Thematic.
Mapper).
Lo manifestado no es para quedar en tranquilidad, ya que si hacemos un análisis
restrospectivo con relación a los desmontes y al estado actual del bosque nativo, se
puede observar que la acción depredadora del hombre en Tucumán hizo desaparecer
el 60% del bosque natural.
95
3.3.2.- PERTENENCIA
Después de un glorioso pasado, los exuberantes algarrobos y tarcos enfrentan
la tala indiscriminada.
En el año 1500, casi el 95% del territorio tucumano estaba cubierto por
bosques, hoy solamente una delgada franja del oeste tucumano (40%) alberga unas
cuantas especies de vegetales de valor económico. Las estadísticas muestran que
entre 1973 y 1983 se desmontaron 184.427 has. de bosque nativo. Entre 1984 y
1991 la tala totalizó 17.039 has. más.
Se estima que en los dos últimos años, las cifras superaron las 200.000 has.
Estos datos bastan para tener una imágen de la cultura forestal que se tiene en
Tucumán. No la tuvieron los Quilmes ni los Lules, ni mucho menos los Españoles,
llegados a ésta a fines de 1550. Claro está, que la diferencia radica en que los indios
pese a que fueron grandes agricultores, poseían un sentido de pertenencia que nunca
tuvieron los conquistadores. Los Quilmes sabían por ejemplo, que su subsistencia
dependía del entorno boscoso. Lo que hoy los economistas engloban bajo el extraño
término de "externalidad", no era más que una verdad revelada para los Quilmes (13).
Por eso, la aspiración más grande no debería ser de índole económica sino más
bien intelectual: "el cambio de mentalidad". Es decir, revertir una cultura que nunca
ha valorado el recurso forestal en sus dimensiones productivas y ecológicas. Es
evidente: "Tucumán necesita una cultura forestal".
Con la finalidad de mostrar el panorama de la superficie de la provincia
destinada a la agricultura, se puede decir que durante los años 1993 – 1994 la
superficie total plantada en los más importantes rubros son las siguientes: caña de
azúcar: 224.800 has., soja : 90.000 has., poroto: 8.150 has., papa: 6.500 has., limón:
96
20.826 has., naranja: 4.260 has., mandarina: 1.400 has., pomelo: 1.520 has.,
superficie forestada (1993): 5.214 has. (11).
3.3.3.- ESTADO ACTUAL DEL MONTE. PEDEMONTE
Son reveladoras del estado actual del bosque, del territorio provincial, las
cifras publicadas en PANORAMA TUCUMANO del Diario la Gaceta, con fecha 29
de mayo de 1997, bajo el título "Leña del árbol caído", que dice: "En la actualidad
sólo quedan 750.000 hectáreas de ese tapiz verde, es decir, menos del 30% del
territorio provincial ".
Prosigue dicho mensaje: "Paulatinamente y con el avance de la agricultura se
fueron perdiendo esos espléndidos árboles nativos: primero el quebracho, luego el
algarrobo y más tarde el cebil, el pacará y la tipa". Con ello sufrió en forma
considerable el pedemonte (17).
Ahora bien, si se tiene en consideración a la deforestación pedemontana, con
recorrer simplemente "el pedemonte" se puede objetivar el avance de las
plantaciones de citrus con fines de explotación industrial. Las cifras de Estadísticas
Agropecuarias y Pesqueras del Ministerio de Economía y Obras y Servicios
Públicos. Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (1994) son reveladoras del
incremennto de las áreas de cultivo de citrus en nuestra provincia, las que indican
para el limón en la Campaña agrícola 1989/1990: 19.220 hectáreas y en la
Campaña agrícola 1993/94: 20.826 hectáreas (datos provisionales para esta
última) (11).
97
Lo que correponde considerar, son las caracteristicas actuales de las
condiciones en que se encuentra la progresión del daño ecológico ocasionado, con la
prosecusión de esta tendencia franca de depredación.
De lo antes expuesto, se podrán sacar conclusiones con relación a la alta
implicancia de la acción antrópica sobre el medio ambiente y su vegetación, y las
posteriores consecuencias, poniendolo en riesgo inminente de una marcada
desertización, con suelos áridos, sujetos a alteraciones similares a las acontecidas en
la región este de la provincia, en límites con Santiago del Estero, donde
objetivamente se puede evidenciar las características de su degradación.
Como se podrá apreciar, el gran "desmantelamiento forestal" que ha ido
sufriendo a través del tiempo el bosque provincial, con repercusiones en la fauna
integrada al mismo, ha generado cambios ecológicos donde mucho tiene que ver la
mano del hombre, siendo de dificil práctica la reforestación, más aún si se pretende
realizarla con ejemplares autóctonos, ya que en su mayoría son de delicada
preservación y prolongada evolución, como sucede con el Quebracho, especie
longeva que tarda unos 50 años en adquirir estado de adultez; y según el crecimiento
de la masa que lo constituye, lograr 1,50 m de diámetro, tal vez a través de unos 500
años de antigüedad (14).
3.3.4.- ECONOMIA REGIONAL
Como se habrá podido observar, la población rural del Chaco occidental que
era mayor en los inicios del presente síglo, ha sufrido decrecientes valores que se
traducen en la caída de la productividad. El emergente económico pudo ser
subsanado en parte con producciones estacionales, como la caña de azúcar, algodón,
etc., que estimularon cíclicas migraciones (pendulares o temporarias) dentro de la
98
misma región, y lo que no pudo ser absorbido por ellas, fue motivo de migración
permanente hacia grandes centros urbanos que ofrecían mejores perspectivas de
trabajo y remuneración.
Esta situación, determinó el traslado de grupos famíliares integros, con sus
enseres y muebles, convirtiendolos en agentes de diseminación pasiva de la
enfermedad de Chagas y portadores latentes de la infección (15). Esos trabajadores
migrantes no dejan de tener sus inconvenientes, ya que son rechazados como mano
de obra en los centros urbanos del país, cuando proceden de áreas endémicas, por
considerárselos comprometidos por la citada afección (16).
Si bién es cierto que, las extensas áreas de desmonte en las zonas dedicadas a la
explotación agropecuaria, fueron y siguen siendo generadoras de dispersión de la
población, relacionada con las características del uso del suelo, no menos cierto es
que, con la actual aplicación de nuevas tecnologías de cultivos y de industrialización,
en la búsqueda de objetivos de mayores logros de producción (cosechas a granel de
cítrus, granos, caña de azúcar) se genera una significativa desocupación,
incrementandose la migración hacia los centros urbanos de potenciales transmisores
de la infección, viable particularmente por transfusión (15).
CITAS BIBLIOGRAFICAS
(1) Pinto Días J. C. Situación actual de la enfermedad de Chagas en las
Américas. En Actualizaciones en la enfermedad de Chagas. Simposio satélite,
Córdoba, Noviembre 1992. Editores: Madoery R. J., Madoery C., Camera M. I.
Impreso en Grafiquil. Buenos Aires.1993, pág: 3.
99
(2) OMS. Informe de un Comité de Expertos. Control de la enfermedad de
Chagas. Serie de Informes Técnicos. 811. Ginebra.1991, pág: 29.
(3) Ronderos R. A. and Schnack J. A. Chagas´Disease Vectors. Volumen I.
Taxonomic, Ecological, and Epidemiological Aspects. CRC Press. Inc.1988, pág:
86.
(4) Tucumán en Cifras II 1980. Relación de Superficie. Tucumán, Noroeste
Argentino y País. Gobierno de la Provincia de Tucumán. Secretaría de Estado de
Planeamiento y Coordinación. pág: 15.
(5) Tucumán en Cifras II 1980. Puntos Geográficos extremos. Gobierno de
la Provincia de Tucumán. Secretaría de Estado de Planeamiento y
Coordinación.1980, pág:16.
(6) Censo '91. Censo Nacional de Población y Vivienda 1991. Dirección
General de Estadistica. Tucumán Ministerio de Economía. Abril de 1995; Nº3: pág:
9.
(7) Bucher E. H., Schofield C.J. Uso de la Tierra y Enfermedad de Chagas.
Centro de Zoología Aplicada. Universidad Nacional de Cordoba. Facultad de
Ciencias Exactas Fisicas y Naturales. Córdoba.1984; Publicación Nº 8: pág:7.
(8) Bucher E. H., Abalos (+). J. W. Análisis de los Factores que Inciden en el
Control de la Vinchuca en la Región Chaqueña Argentina. Symposia, VI Jornadas
Argentinas de Zoología. 1981, pág: 177.
(9) Bucher E.H, Schofield C.J. Uso de la Tierra y Enfermedad de Chagas,op.
cit. págs: 7, 8, 9, 10.
(10) OMS. Informe de un Comité de Expertos, op. cit. págs: 22, 23.
(11) Estadísticas Agropecuarias y Pesqueras. Campañas agrícolas 1979/80-
1993/94. Subsecretaría de Economía Agropecuaria. 1994; págs: 54, 75, 84, 94, 97,
101, 104, 107, 217.
100
(12) La Gaceta. Suplemento "Economía y Finanzas". Tucumán 08 de mayo
de 1996, pág: 6.
(13) Martinelli G. Leña del árbol caído. En Panorama Tucumano. Tucumán
necesita una cultura forestal. La Gaceta. Tucumán 29-09-96, pág: 9.
(14) Tortorelli L. A. Maderas y Bosques Argentinos. Edit. ACME. S.A.C.I.
Bs. As. 1956, págs: 509-513.
(15) Bucher E. H., Abalos J. W.Análisis de los Factores que Inciden en el
Control de la Vinchuca en la Región Chaqueña Argentina., op. cit. pág: 184.
(16) Bucher E. H., Schofield C. J. Uso de la Tierra y Enfermedad de Chagas,
op. cit. pág: 10.
(17) Martinelli G. Leña del árbol caído. En Panorama Tucumano. La Gaceta.
Tucumán, 29-05-97, pág: 7.
(18) Pinto Días J. C. Situación actual de la enfermedad de Chagas en las
Américas, op. cit. pág: 5.
CAPITULO Nº 4
Los Triatominos Argentinos - Sus Caracteres y Hábitos
102
4.1.- CARACTERES
Pretender explicar el porqué de la existencia exclusiva de la enfermedad de
Chagas solamente en América, si los Triatominos muestran su presencia no solo en
el continente americano, entraña escudriñar a través de la nebulosa de los tiempos,
hechos que nos remontan a la prehistoria del hombre, desde donde parásito e insecto
vector recorrieron hasta el presente en forma paralela sus caminos.
Estos insectos, que en el principio no eran hematófagos, derivan ancestralmente
de redúvidos, seres esencialmente fitófagos, los que con el devenir de los tiempos y
tras cambios bioecológicos, fueron adquiriendo caracteres diferentes; algunos
predadores, otros más tarde, hematófagos...... luego surgieron las "vinchucas".
Los primitivos trypanosomas no eran necesariamente parásitos, algunos eran
autotróficos (Euglenas), sufrieron adaptaciones y parasitaron plantas, a las que se
acercaron diversos seres fitófagos, incluso redúvidos, posteriores generadores de
triatomas hematófagos, éstos sometieron gradualmente al parásito a nuevas
alternativas biológicas, seleccionando de este modo el camino para el T. cruzi.
Posteriormente se produjeron interacciones entre flagelado, vector y mamíferos,
dando inicio a la llamada enfermedad de Chagas selvática (enzootia chagásica
primitiva).
Tal vez, después de la configuración de los continentes tanto el flagelado
como el insecto vector, hicieron su adaptación en América. La ausencia del T.
cruzi en Africa, Asia y Australia, explicarían porqué los redúvidos hematófagos
de allá no vehiculizaron la enfermedad.
La enzootia chagásica en América parece ser muy antígua, si se tiene en
cuenta la perfecta adaptación del parásito entre marsupiales y roedores en el
medio selvático. La incorporación del hombre a la cadena de transmisión se
produjo con posteridad (1).
103
Casi todas las especies triatomíneas estan limitadas a regiones
neotropicales y neoárticas, algunas de ellas se encuentran ubicadas en ambas
regiones, de amplia distribución geográfica, ya que extienden desde Salt Lake
City a 41º de latitud N en los Estados Unidos de América, donde se ha
notificado la existencia de T. proctata, hasta la Patagonia Argentina en
Sudamérica, donde se ha encontrado T. patagónica a los 46º de latitud Sud; y
en altitudes de hasta 3.700 metros sobre el nivel del mar (2) (3).
Vitichi y Molle Grande (Bolivia) son los lugares de mayor altitud en los
que se comprobó la existencia de casos humanos de enfermedad de Chagas-
Mazza, ubicados a 3.100 metros de altura. También se han identificado
Triatominaes parasitadas por T. (S.) cruzi en la Paz (Bolivia) a 3.600 metros
sobre el nivel del mar; y Triatominos no parasitados por el flagelado, en
Llallagua (Bolivia) a 4.100 metros de altura (referentes a T. infestans) (4).
Los Triatominos, son insectos del orden Hemíptera, hematófagos
obligados, necesitan para su subsistencia la ingesta obligatoria de sangre; se
proveen de la misma en diversos animales, como pájaros y mamíferos del medio
donde se encuentran, incluso del hombre, lo que los motiva vivir en cercanías de
sus fuentes de alimentación. En ello radica la posibilidad de poder transmitir el
agente patógeno de la enfermedad de Chagas (5).
El insecto vector juega un rol de importancia en el "ciclo zoótico" donde se
infectan con mamíferos silvestres y a la vez infectan a los mismos, en el
"ciclo humano" en la cadena hombre-triatomino-hombre, y en el "ciclo zoo-
antropótico", donde el Triatomino se infecta sobre un animal e infecta al
104
humano, como acontece con frecuencia en lugares donde la convivencia del
hombre con perros, gatos y otros animales se hace frecuente (143).
Diversas son la designaciones comunes por las que se los conoce:
vinchuca, vinchuca negra (15), chinche, chinche voladora, chinche del monte,
chupasangre, chinche-jarupucu, chepito, quipito, pito, chipos (denominadas en
español); barbeiro, bicho de pared, picudo, borrachudo, cafote, chupa "pito",
chupanza, chupón, hincón, furás, percevejo, percevejo del interior (en
portugues, Brasil); arizona-bedbug, arizona-tiger, bellow-bug, cone-nose,
Kissing-bug (6), Chinche gaucha, vinchuca negra (en Ingles, E.E.U.U.) (7).
La palabra "vinchuca", que significa tirarse, dejarse caer, tiene origen
quichua, y entrañan raices históricas, en relación al conocimiento de la misma,
por los nativos descendientes de los incas (8).
Las referencias históricas sobre la existencia de los Triatominos en
América, datan de 1590, a través de las descripciones efectuadas en las
narraciones realizadas por el Padre Reginaldo Lizárraga, al pasar por Tucumán
(Argentina) de inspección en los conventos religiosos. Los describió claramente,
sin dejar lugar a dudas de la existencia de los mismos en ese siglo (9) (10).
Lausi, en su relato hacía la siguiente descripción: "....estos tienen un
aguijón con el cual " pican " a la noche , después de apagada la luz, en forma
tan delicada que no se lo siente....son torpes de los pies ya que los tienen
largos y delgados, y llenan la " panza " con la sangre succionada, no pudiendo
andar ".....
105
Según Lent, en 1784 el Pe. Martín Dobrizhoffer describió muy bien a los
Triatominos. Sin embargo, solamente en 1773 el hemíptero fue caracterizado
desde el punto de vista entomológico por De Geer, que describió el Cimex
Rubrofasciata, proveniente de la India y que posteriormente caracterizó
Laporte en 1883 como la especie-tipo del género Triatoma.
En 1817 Samuel Haig, viajero Inglés (testigo de la batalla de Maipú)
refiere que en la posta de Desmochados aprendió a "distinguir cuando era de
vinchuca la marca que quedaba en la piel, que se encontraba al despertar"
(11).
Otra afamada referencia, más reciente, la de Charles Darwin, de quien se
cree haber muerto por enfermedad de Chagas, y que pudo haberla contraído al
pasar por América del Sur, al viajar alrededor del mundo, narraba lo siguiente:
....... No he podido descansar por haberme visto atacado por un
numeroso y sanguinario grupo de insectos negros de las pampas, perteneciente
al género vinchuca, una especie de reduvius..... Uno que tomé estaba muy
vacío. Colocado sobre la mesa, en medio de una porción de gente, al
presentarsele un dedo, el atrevido insecto sacaba su trompa y lo atacaba sin
vacilar, y si se le permitía, chupaba sangre. Era curioso observar su cuerpo
durante el acto de succión y ver como en menos de diez minutos se
transformaba de chato en redondo como una esfera..... (12).
Son seres salvajes, y la adaptación de varias especies a la vivienda humana,
traducen un nicho ecológico satisfactorio para la misma en relación a sus
condiciones físicas, protección contra sus enemigos, procreación y alimentación,
106
no conociendose en las causas ni el mecanismo por los que adquirieron domiciliación
(adaptación a la vivienda humana) (143).
Entre los Triatominos, algunos tienen hábitos silvestres y son vectores del
Trypanosoma entre los mamíferos salvajes; otros suelen invadir el peridomicilio:
gallineros, corrales, conejeras, etc., alimentandose sobre animales domésticos
participando en la transmisión del parásito a gatos, perros, roedores y otros
mamíferos que se crian próximos a la vivienda del hombre, están muy cerca del
hombre, pero no llegan a invadir su vivienda; de ellos en nuestro país, una sola
especie de vinchuca (el T. infestans) convive con las personas, comparte la
vivienda y se alimenta de su sangre (13).
Estos insectos, ovíparos, de metamorfosis gradual o incompleta, ápteros o
alados (según su estadio), son aplanados dorsoventralmente, se sustentan en
delgadas patas y estan provistos de un aparato suctopicador a través del cual se
alimentan.
La pequeña cabeza, los ojos compuestos, la trompa y antenas implantadas
por delante de éstos, son elementos de referencia para su caracterización (14).
La hembra deposita hasta 200 huevos, en las grietas de las paredes, en la
tierra y en otros lugares; los mismos son elípticos y de blanco color en reciente
deposición, virando al rosado a medida que se completa (entre 20 a 50 días) la
evolución del embrión (15) (16).
Dos semanas después de depositados salen del huevo diminutas vinchucas,
réplica en miniatura de las adultas, carentes de alas, y que rápidamente se inician
en la tarea de chupar sangre. En tal tamaño, se encuentran ya en aptas
condiciones para transmitir el Trypanosoma. Desde que sale del huevo hasta
107
que adquiere el estado de adulto, el insecto sufre una serie de transformaciones,
esa metamorfosis posee una duración que es variable según la humedad,
temperatura y alimentación (15).
Esta evolución se realiza dentro de un plazo de siete meses en condiciones
óptimas; la vida del insecto adulto es de unos quince meses (16).
En la primera fase de su evolución, ("chinche pila"), y transcurrida una
semana, la ninfa muda su piel, aumenta de tamaño manteniendose aún sin alas.
Las mudas se repiten en número de cinco, cada una de las cuales da origen a
una ninfa de mayor tamaño. Las alas aparecen con la última muda, con lo que el
insecto toma su aspecto definitivo (16).
El Triatomino, observado desde su cara dorsal, presenta tórax trapezoidal,
el pronoto y escutelo triangular. En el adulto las alas anteriores, tienen una parte
basal oscura: corio; otra distal: membrana, plegadas sobre la estructura abdominal,
que presenta un borde saliente: el conexivo (cuenta con manchas de
diferente color, de valor taxonómico para las distintas especies) (17).
Las vinchucas en estadio evolutivo inferior (ninfas) son muy parecidas
entre las diferentes especies, de modo que su clasificación es dificultosa (Ver
Fotografía Nº 4, en Anexo Figuras y Fotografías, página Nº 405).
Se han descubierto más de cincuenta especies de insectos Triatomíneos
con infección natural de T. cruzi y unas doce, tienen importancia epidemiológica
como vectores (18).
108
Se las puede clasificar de la siguiente manera:
Reino: Animalia.
Phylum: Artrópoda.
Clase: Insecta.
Orden: Hemíptera.
Familia: Reduviidae.
Subfamilia: Triatominae.
Géneros: Panstrongylus, Rhodnius, Triatoma,etc (19).
Se reconocen alrededor de 100 especies de Triatominos, distribuidas en:
a) Tribu Balboderini: 1.- Belminus
2.- Bolbodera
3.- Microtriatoma
4.- Parabelminus
b) Tribu cavernicolini: 5.- Cavernicola
c) Tribu Rhodniini: 6.- Psammolestes
7.- Rhodnius
d) Tribu Triatomini: 8.- Dipetalogaster
9.- Eratirus
10.- Nesotriatoma
11.- Panstrongylus
12.- Paratriatoma
13.- Triatoma
109
De éstos, a tres solamente, se les asigna real importancia epidemiológica:
Rhodnius, Panstrongylus y Triatoma. Los dos últimos géneros, existen en la
República Argentina, junto a un tercero, Psamolestes, al que se le asigna escasa
importancia sanitaria (20).
Existen claves para la determinación tanto de los géneros, como para las
especies argentinas.
4.1.1.- CARACTERISTICAS IDENTIFICATORIAS
A continuación se consideran algunas características o claves
identificatorias de los géneros y especies Argentinas:
A) Géneros
· Psamolestes: cabeza subcuadrada; genas fuertemente divergentes,
alcanzando el borde anterior del labro.
· Panstrongylus: Cabeza corta y ancha. Tubérculos anteníferos ubicados
junto al borde anterior ocular.
· Triatoma: cabeza grácil, alargada, excepto en el T. platensis.
Tubérculos anteníferos ubicados más o menos en la mitad de distancia de la
región preocular (21).
B) Especies
1) Psamolestes:
- Psamolestes coreodes Bergroth (1911). Especie en la que se basó Bergroth
(1911) para fundar el género. Cuerpo de aspecto aberrante. Los ejemplares de
mayor tamaño apenas alcanzan 15 mm.. Cabeza muy corta, truncada y chata;
patas cortas y gruesas. Su color general es pajizo, jaspeado o negro, el que
110
le imprime un aspecto inconfundible (22). Bergroth, se basó en esta especie para
fundar el género y fue Lent quien posteriormente estudió la biología y sistemática de
este insecto. En forma más completa fue estudiado por Wygodzinsky y Abalos.
2) Panstrongylus Berg (1879):
- Panstrongylus megistus Burmeister (1835) (conorinus megistus):
Especie grande, de 21 a 34 mm., de color negro opaco; dibujos rojizos, en
tórax, abdomen y alas. Patas negras (23) (26). Cabeza muy corta, en relación a
otras especies (23). Lóbulo anterior del pronoto con espinas (26). Esta especie
descripta en el género Conorhinus, fue considerada por Chagas en 1909. En
1873, Walker describe un sinónimo (Conorhinus porrigens) y Del Ponte hace lo
mismo en 1923 (Triatoma wernickei) (42).
- Panstrongylus güentheri Berg (1879). (Sinonimia: Triatoma larroussei;
T. seai; Panstrongylus larrousei) (48). De cabeza muy corta; más delgado que el
P.megistus. Suele alcanzar hasta 27 mm de longitud. Su color general es similar al de
la tierra seca de su área de distribución: castaño rojizo o amarillento, con manchitas
casi imperceptibles, oscuras (24). Pronoto sin diseño definido; lóbulo anterior con
surco medial longitudinal profundo; fémures de un solo color (26).
- Panstrongylus geniculatus Latreille (1811). Color castaño claro; dibujos
negros visibles sobre todo el cuerpo (25). Pronoto con diseños negros definidos;
lóbulo anterior con surco longitudinal poco impreso; fémures oscuros, con anillo
distal claro. (Latreille) (26).
3) Triatoma Laporte (1833):
- Triatoma infestans Klug (1834). En el estado adulto, el color general es negro.
El tamaño varía entre 21 y 26 mm.. Cabeza: se destacan dos largas antenas y
111
ojos laterales. El tórax, parte ventral: se implantan seis patas largas. Abdomen, parte
superior: se pliegan sus cuatro alas membranosas. Abdomen, en sus costados:
manchas amarillentas. Trocánteres y base de los fémures de color amarillo; resto de
las patas negro. La hembra es de tamaño ligeramente mayor que el macho. Tiene una
pequeña saliencia en la parte posterior del abdomen (26) (27). (Ver Fotografías Nº
5 y Nº 6, en Anexo Figuras y Fotografías, página Nº 406).
- Triatoma guasayana Abalos y Wygdozinsky (1949). Fue descripta
originariamente de Santiago del Estero en 1949 (71). Taxonómicamente, el único
estudio realizado es el de los autores que la describieron (72). (Ver Fotografías Nº 7
y Nº8, en Anexo Figuras y Fotografias, página Nº 407). Se lo ha confundido
muchas veces con el T. sordida por su idéntico tamaño y parecida coloración; se
distingue de ella por el color negro de fondo y la ausencia de las manchitas claras de
los ángulos posteriores del tórax. En las dos especies las patas son bicolores (73). Su
color de fondo es completamente negro (28). Fémures uniformemente oscuros;
algunas manchas claras en la base o dispersas en la superficie. Pronoto en la base y
cada lado con una mancha clara, o pronoto negro píceo, uniforme (26).
- Triatoma sordida Stal (1859). (Conorhinus sordidus). Descripta
originariamente del Brasil en 1859. Es citada para la Argentina por Berg en 1879
(79). Desde cuando ha sido descripta, diversos autores han estudiado la especie; ha
sido confundida en varias oportunidades con T. Guasayana y T. garciabesi, en
nuestro país. De cabeza más larga que el pronoto; el ancho de la misma (tomada
desde los bordes externos) a la altura de los ojos, es aproximadamente la mitad del
largo; 2º artejo antenal fino (26). Es una especie chica; tamaño entre 15 y 20 mm
de largo. Su coloración es castaña oscura, con regiones más claras y amarillas.
Manchitas caracteristicas en los ángulos posteriores del tórax (29).
112
- Triatoma del pontei Romaña y Abalos (1947). Descripta de Santiago del
Estero (109). Al describirsela, fue confundida con T. platensis, debido a su aspecto
muy semejante. En 1951, Wygodzinsky y Abalos, la redescriben en la Monografía de
las Triatominas argentinas. El pronoto es de bordes laterales no marginados con
rojizo o amarillento. Cuerpo y apéndices, poseen pilosidad abundante y corta; la
membrana de los hemiélitros tienen mancha oscura e irregular. Su cuerpo y
apéndices pueden ser de pilosidad rala, poco sobresaliente; membrana de hemiélitros
sin mancha. Antenas insertas más cerca al ápice distal que al borde ocular. La
pilosidad de la tibia posterior, larga y visible a simple vista (26).
- Triatoma rubrofasciata De geer. Pronoto negro o castaño, los bordes
laterales marginados por una banda más clara, amarillenta o rojiza (26). Su
coloración es típica: sobre el negro mate de fondo; en el cuerpo, realzan en rojo
oscuro: los bordes del tórax, una línea sobre cada ala y finas líneas dispuestas
transversalmente. Sus patas son completamente negras (70).
- Triatoma platensis Neiva (1913). Descripta de La Pampa, en 1913 (112),
por Neiva; en 1930, Del Ponte se ocupa de su morfología. Fue estudiada por otros
autores; Mazza en 1936 la describe como T. rosenbuschi, único sinónimo de esta
especie (112) (113).Parecida al T. infestans; de color general marrón. En el abdomen
manchitas amarillas poco perceptibles. Patas de color uniforme (34). Inserción de
las antenas a igual distancia del borde ocular que del ápice distal; pilosidad de la tibia
posterior muy corta, poco sobresaliente (26).
- Triatoma eratyrusiforme Del Ponte (1929). Descripta en 1929 de
Cacheuta, Mendoza (102). Aunque originalmente fue incluída en el género
Triatoma; Pinto en 1931, la considera como perteneciente al género Eratyrus,
aceptado por diversos autores entre ellos Mazza y Jörg, Neiva y Lent.
113
Wygodzinsky en su sistemática, lo transfiere nuevamente al género Triatoma,
siendo redescripta como tal posteriormente por él y Abalos (103).
Su tamaño oscila entre 18 y 24 mm.. De aspecto generalmente alargado. Coloración
castaño oscura, lustrosa. Pelos largos en antenas y patas. Costados del abdomen con
manchas claras de mayor o menor intensidad y extensión. Patas de color uniforme.
Angulos posteriores del tórax, fuertemente salientes (33) (26).
- Triatoma rubrovaria Blanchard (1843). Color general negro;
contrasta con el rojo intenso de la parte posterior del tórax, de algunas regiones
de las alas y de los bordes abdominales. Son insectos bastante grandes: 21 a 25
mm (30). Pronoto uniformemente negro, o pronoto negro con áreas rojo
sangre; manchas del mismo color en el conexivo abdominal (26). Las patas son
negras en toda su extensión (30). Ha sido descripto originariamente del
Uruguay en 1843, como Conorhinus rubrovarius, posteriormente Peninngton la
consideró dentro del género Triatoma, al que está incorporado actualmente (95).
-Triatoma patagónica Del Ponte (1929). Descripta del "Valle del Lago
Blanco, Patagonia", (Chubut), Mazza (1937). Esta especie, que ha sido estudiada
por Pinto (somáticamente), y por Mazza (sistemáticamente) en 1937; Neiva y Lent
en 1941, los que la consideran incluída en el género Eutriatoma. Es muy parecida a
T. guasayana (ésta tiene patas uniformemente negras) (31). Hemiélitros manchados
de claro en la base; conexivo abdominal con áreas amarillas bien delimitadas por
áreas negras; 2º artejo de la antena grueso (26).
-Triatoma breyeri Del Ponte (1929). Fue descripta en de La Rioja, y luego
fue señalada en Catamarca, por Del Ponte en 1929. (99) Del Ponte trató esta
especie describiendo T. breyeri variedad dallasi. Abalos y Wygodzinsky la
describieron con detención. Tamaño y forma alargada con aspecto parecido a T.
114
eratyrusiforme. Tiene ausencia de pelos largos en los apéndices. Los ángulos
posteriores del tórax son redondeados. Los bordes laterales del abdomen son de
coloración uniforme (32). Hemiélitros de color oscuro uniforme; banda marginal del
conexivo abdominal clara (amarilla) no delimitada por áreas negras; 2º artejo de la
antena uniforme (26).
-T. circummaculata limai Del Ponte (1929). Posee grandes manchas que
rodean el abdomen. Rostro con el 3 artejo notablemente más corto que el 2º,
cilindroide (26).
-Triatoma ninioi Carcavallo, Martínez, Prosen y Cichero (1964).
Descripta de Córdoba, como niñoi; cambió su grafía por ninioi en 1965
(107).
Pronoto con ángulos posteriores no proyectados en espina; negro de pez; especie
robusta (26).
-Triatoma garciabesi Carcavallo, Martínez, Prosen, Cichero y Ronderos (1967).
Ha sido descripta, sobre ejemplares del noroeste argentino. Cabeza con longitud casi
igual a la del pronoto; el ancho de la misma, tomado a la altura del borde externo de
los ojos es mayor que la mitad del largo; la región preocular a la altura de lo
tubérculos anteníferos, es más ancha que larga; 2ºartejo de la antena engrosado (26).
4.2.- HABITOS PARTICULARES DE LAS ESPECIES DE TRIATOMINOS
- Psamolestes coreodes:
......."Es la vinchuca argentina más aberrante; no sólo por el aspecto de
su cuerpo, sino también por su biología"..... (35).
115
Se la encuentra en nidos de aves silvestres Furnariidae ("colgaditos") (36);
lugar de ubicación más frecuente, y nunca, en contacto con el hombre. Se
mantiene alejada de las habitaciones y sus dependencias (37).
La localidad tipo de ubicación, es "Rio Salado" en Santiago del Estero. No
se ha detectado su infección natural por T. cruzi. Es una especie de ambientes
secos (38). Ha sido capturada en las provincias de Córdoba, Catamarca, La
Rioja y Salta. En esta última en nidos de Psittacidae (cotorra) (36).
En nuestro país además de las provincias mencionadas habita en: Jujuy,
Tucumán, Santiago del Estero, Formosa, Chaco, Santa Fe, Corientes y Entre
Rios. Ha sido señalada también en Bolivia y Paraguay (39) (40).
Poco se conoce el rol que pueda desempeñar esta especie en el ciclo
zoótico de la tripanosomiasis. No ha sido encontrada con infección de T. (S)
cruzi, aunque su infección experimental es posible.
En Tucumán se la encontró en lugares como: El Puestito de Arriba, El
Molino, Arcadia, La Cocha, La Madrid, Los Puestos (Departamento de Leales),
y Burruyacu. (41).
- Pantrongylus megistus:
Esta especie, es la más importante en la transmisión del T. cruzi en Brasil
donde convive con el hombre, habiendo sido encontrada en la Argentina en
algunas localidades de Misiones y Corrientes, nunca en habitaciones humanas
(1956). Su probada capacidad de establecerse en gran número en los domicilios,
hace necesario su conocimiento (43) (44).
Existen posteriores referencias de que en la Argentina su captura se limita
a ejemplares aislados encontrados en Misiones, Corrientes; en Salta, (García
Bes, 1967) y en Jujuy (Martínez y Cichero, 1972), quienes dicen "... y por el
116
noroeste se encontró en los domicilios de los alrededores de la ciudad de Salta
y en la faja de selva subtropical de montaña de esa provincia hasta la frontera
con Bolivia y en la provincia de Jujuy" (45).
Es considerada por Bejarano, como "ocasionalmente doméstica", para
nuestro país (46).
Esta especie tiene amplia valencia ecológica. Ha sido hallada bajo de la
corteza y en huecos de troncos de árboles, refugio de pequeños mamíferos y
batracios.
Argao (1961) expresa que el P. megistus en Brasil, desde Sao Paulo al sud
se presenta en estado silvestre (47).
- Panstrongylus güentheri:
Poco se sabe del modo de vivir de esta vinchuca. Es atraida a veces por la
luz de las casas. Es probable que viva en huecos de árboles, en refugios de
pequeños mamíferos (49). Ha sido encontrada en depósitos de leña, junto a
roedores, en zona de monte, en cactus y en cuevas de mamíferos
indeterminados. Mazza la ha señalado en zonas boscosas en relación con
"ardillas". Bejarano, como posible ocupante de nidos de aves. En la Rioja en
Oltra, fueron capturados algunos ejemplares con trampas de luz en zonas
agrestes, donde había población humana, entre lajas y piedras en donde existían
roedores en abundancia. Suele ser atraída por la luz de los domicilios. Mazza la
señaló como frecuentemente doméstica; ha sido encontrada infectada por T.
cruzi.
Su distribución geográfica se extiende a Tucumán (Rumi Punco,
Choromoro, Burruyacu), Jujuy, Salta, Catamarca, Santiago del Estero, La
Rioja, Chaco, Santa Fe, Corrientes, Entre Rios, Córdoba, San Luis, San Juan,
117
Mendoza, Buenos Aires, La Pampa, Rio Negro y Neuquén. Ha sido señalada
también en Paraguay y Bolivia (50).
- Panstrongylus geniculatus:
Sus sinónimos son: Conorhinus letulentus (Erichson, 1848);Conorhinus
corticalis (Walker, 1873); Triatoma tenuis (Neiva, 1914); Triatoma fluminensis
(Neiva y Pinto, 1922) (51).
Este Triatomino, habita esencialmente en la América tropical, aunque se
han obtenido ejemplares en Chaco y Santa Fe.
Se las encuentra en cuevas de armadillos, dato de interes, ya que estos
mamíferos a menudo estan infectados por el T.(S) cruzi, siendo reservorios de la
enfermedad de Chagas (52). También parasita nidos de roedores, tamanduas,
marsupiales, y murciélagos. Se han obtenido en forma accidental en casas donde
fueron atraidos por la luz artificial.
En Argentina ha sido citada su presencia en Formosa, Chaco, Misiones,
Santiago del Estero y Santa Fe (53).
- Triatoma infestans:
Ha sido descripta como Reduvius infestans por Klug, en Chile y
redescripta como nueva por diversos autores, motivo por el cual posee diversos
sinónimos: Conorhinus Renggeri (Herrich-Schaeffer 1848); Conorhinus Paulseni
(Spinola 1852); Conorhinus octotuberculatus (por el mismo autor
mencionada anteriormente); Triatoma mazzai (Joerg 1937). La diversidad de
nombres, responde a las diferencias cromáticas y de tamaño del insecto (54).
Este insecto es de hábitos domésticos o peridomésticos en toda su
dispersión geográfica. Ha sido encontrado en nidos de aves por Mazza y
118
Schreirber; en albergues naturales de "cuises" por Basso, Miyara y Mazza;
también en nidos de Graomys y refugio de marsupiales. Debajo de cortezas de
árboles, y en sus huecos, como así también en nidos en cactus, por el mismo
Mazza. El mismo autor señaló la parasitación de T. infestan silvestre por T.
cruzi.
Bejarano refiere observaciones personales de T. infestans silvestre
ubicados lejos de la vivienda humana en Formosa y en La Rioja, constató con
certeza que la invasión de la vinchuca a los vehículos detenidos en el camino
provenía del monte, donde no había ninguna vivienda en un radio 5 kms (55).
En nuestro país hay una sola especie de vinchuca que convive
habitualmente con el hombre, alojándose en el interior de su vivienda y
alimentándose con su sangre, es el T. infestans (56).
A diferencia de las especies domésticas y de las estrictamente silvestres,
está el grupo de las que sin haber abandonado su nicho selvático original, se han
instalado en el área peridoméstica en corrales y gallineros tales como: T. sordida, T.
patagonica y T. guasayana. Se considera que estas dos últimas no
colonizan en las habitaciones humanas debido a la posible existencia de factores
ecológicos en el interior de la vivienda que no les son favorables, los que en
cambio, no afectan al T. infestans.
La importancia epidemiológica del T. infestans para la transmisión de la
enfermedad de Chagas, radica en el hecho de que además de tener hábitos
domiciliarios, alcanza altos niveles de población, es antropófila, buena receptora
del T. cruzi, y deyecta apenas ha efectuado su alimentación (57). Este último es
un factor de importancia en la transmisión del Trypanosoma.
119
No cualquier vivienda es elegida por el insecto para anidar, ya que se
ubican, por lo general en casas que reúnen características especiales
favorecedoras a sus hábitos; se refugian... "en las grietas de los pisos y de las
paredes"...(58) , detrás de muebles, objetos diversos que no son movidos con
frecuencia, y en lugares que no se asean con regularidad. Se la puede ubicar
debajo de la cubierta de los techos, pajas; en las paredes de quincha mal
embarradas o sin revocar.
La presencia de la vinchuca puede ser detectada con relativa facilidad,
debido a que las deyecciones de estos insectos caen sobre las paredes
ensuciandolas como manchas de tinta china. Tiene hábitos nocturnos desde que
nace, y en todas las etapas de su desarrollo se alimenta exclusivamente con
sangre humana o de animales de sangre caliente (perro, gato, ratas, cerdos,
ovejas, gallinas, etc) y ataca al hombre en horas de la noche mientras se
encuentra entregado a su descanso (58).
A diferencia de otros artrópodos hematófagos como las chinches, las
vinchucas no viven sobre el cuerpo del huésped, sino que se esconden en
diversos refugios después de haberse alimentado. Este hábito constituye una
gran dificultad en la lucha que se encara contra ellas (59).
Cuando se ve llegar desde afuera vinchucas de la especie doméstica,
son ejemplares que vienen de las casas vecinas, no del monte. Sobre ésto no
hay que tener duda: la vinchuca doméstica vive exclusivamente en la casa del
hombre.
Algunas veces encontramos en el interior de las habitaciones algún
ejemplar de vinchucas silvestres; suelen venir atraídos por la luz de las
lámparas, pero no se quedan allí como moradores permanentes, salvo que
120
algunos se establezcan en los gallineros, si se trata de especies que en la
naturaleza se alimentan sobre pájaros.
......"El vuelo de la vinchuca es corto y torpe; no pasa de un centenar
de metros" (65).........
Las especies domésticas cumplen todo su ciclo evolutivo en la vivienda
humana, lo que no sucede con las peridomiciliarias y silvestres, motivo por el
cual sólo se encuentran formas aladas, y/o ninfales, de los dos últimos grupos
citados, en las habitaciones (61).
En las noches calurosas o templadas, cuando las personas apagan la luz
para dormir, salen de sus refugios (60).
Grande es la astucia demostrada por las vinchucas, ya que cuando la
persona busca protegerse con mosquitero para dormir, tiene que introducir los
extremos del mismo debajo del colchón, debido a que el insecto busca cualquier
lugar descuidado para penetrar; por otra parte, los brazos y piernas de la
persona no deben quedar en contacto con el tul, por que el insecto lo puede
picar a través del mismo (62).
Una vez sobre el hombre o animal, del que busca alimentarse con su
sangre (que por lo general está descansando), ... "la vinchuca endereza su pico,
que recordamos lleva normalmente plegado sobre la parte inferior de la
cabeza" (62)... , y apoyándolo por su extremo en la superficie corporal de la
victima, lo introduce a través de la piel y trás inyectar saliva anticoagulante e
irritante realiza la extracción (la misma dura unos 20 minutos) (62) (64),
defecando a continuación y depositando con las heces los Tripanosomas
metecíclicos infectantes.
121
Si bien la picadura no es dolorosa, produce prurito y el rascado de la
persona o animal, sobre el lugar afectado, favorece la penetración del parásito y
la contaminación.
La vinchuca llena de sangre presenta el aspecto de una uva amoratada; su
peso le impide volar, por lo que debe caminar por el piso y la pared, en forma
lenta, con demora de minutos y aún horas en el regreso a su escondrijo.
El Triatomino, ninfa o adulto, en gran actividad, puede chupar hasta 1/2cc
de sangre por vez, con una frecuencia de hasta 2 veces por semana.
Si se tiene en cuenta la gran cantidad de vinchucas que puede haber en una
vivienda afectada con alta densidad de Triatominos, es de suponer la enorme
expoliación de sangre que producen a los habitantes de esa morada (64).
La vinchuca sufre una serie de transformaciones para llegar al estado
adulto. Una vez depositados los huevos pequeños, elípticos, de color blanco,
estos se vuelven rosados a medida que se desarrolla el embrión, y completan su
evolución entre 20 y 50 días, de acuerdo a la temperatura del ambiente,
produciendose más tarde el nacimiento del pequeño insecto vector (66).
En la primera fase de su vida, éste apenas tiene 3mm de longitud
(vinchuquita), es muy parecido al adulto, su diferencia más notable, radica en
que carece de alas ("chinche pila").
En su evolución, los Triatominos pasan por el estadio de huevo (....."una
hembra llega a poner hasta 500 y dos semanas después nace la vinchuca,
perfecta miniatura del adulto, con excepción de la falta de alas, que luego
nomás comienza a chupar sangre"......), 5 estados ninfales y el de adulto. La
metamorfosis de los mismos se caracteriza por el polimorfismo que presentan, y
que es controlado genéticamente y estimulado por factores físicos, químicos y
hormonales.
122
Las diversas mudas que poseen, están en relación con la temperatura, ya
que por arriba de los 35º este proceso se retarda. Si el pequeño insecto se ha
alimentado adecuadamente, evoluciona bien, cambia su piel, saliendo de la muda
una ninfa más grande, con igual aspecto que la anterior. Pasa de este modo por
cuatro mudas sucesivas, de las cuales salen ninfas de un tamaño cada vez
mayor. El T. infestans tolera temperaturas que van desde 0º a 37º C.
En las ninfas entre el III y el V estadío, se observa a continuación del
tórax, dos cápsulas, más notables en el V; dentro de estas vainas se desarrollan
las alas, de las que luego estaran provistas las vinchucas adultas. Con el último
cambio de piel, se tiene la adulta con su aspecto definitivo, el que conservará
hasta la muerte.
Para llegar al estado de adulto desde el huevo, la vinchuca tarda entre 100
y 200 días, lo que depende de la temperatura y frecuencia de su alimentación.
La vida del insecto se prolonga por unos 15 meses (67).
En América se la ha encontrado en una altura máxima a los 4.100m sobre
el nivel del mar, en Bolivia (Llallagua) (55).
En la República Argentina, se encuentra en una altitud de 3.439m (Yavi
Chico) y 3.682m sobre el nivel del mar (Cienaguillas). Se han capturado
ejemplares a 3.950m sobre el nivel del mar (Rinconada) (55). La distribución del
insecto en nuestro país, obedece fundamentalmente a su adaptación a los climas
secos y cálidos, encontrandose en menor proporción, en el litoral (68).
Su distribución geográfica es extensa, abarcando las provincias de: Jujuy,
Salta, Catamarca; Santiago del Estero, La Rioja, Córdoba, San Luis, San Juan,
Mendoza, Formosa, El Chaco, Misiones, Corrientes, Entre Rios, Santa Fé,
Buenos Aires, La Pampa, Neuquén, Rio Negro, Chubut.
123
En Tucumán; corresponden a su distribución: Lules, Famaillá, Monteros,
Concepción, Aguilares, Alberdi, La Cocha, Rumipunco, Tafí Viejo, La Higuera,
Tapia, San Pedro de Colalao, Trancas, Monteagudo, Taco Ralo, La Madrid,
Graneros, Arboles Grandes, Leales, 7 de Abril, Alderetes, Aráoz, La Cejas,
Garmendia, Tafí del Valle, Amaicha del Valle, Colalao del Valle, La Ramada,
Burruyacu (69).
- Triatoma rubrofasciata:
Esta especie, acompaña al hombre en diversas regiones de la tierra, donde
la temperatura le permite su desarollo. Es probable que tenga su origen en el
Viejo Mundo. Se la ha encontrado en varios países, entre ellos, en la Argentina,
de donde se conocen solamente dos ejemplares. Transmite la enfermedad de
Chagas y otras dolencias del hombre. Este insecto es del mismo tamaño que el
T. infestans.(70)
- Triatoma guasayana:
Con frecuencia se la puede ubicar en ranchos (sólo adultos), en los
gallineros, corrales de cabras y palomares. Ha sido encontrada además en cactus
y debajo de la corteza de árboles; debajo de piedras conviviendo con sapos
(Bufo arenarum), y debajo de troncos de árboles caídos donde sólo había
lagartijas (Iguánidos) (74) (75).
De gran ubicuidad, habiendose acercado con más frecuencia al domicilio
humano, como consecuencia del desplazamiento del nicho ecológico dejado por
el T. infestans, el que ha sido combatido sostenidamente con insecticidas en el
hábitat humano, por la Lucha Antichagásica..
124
Con respecto a la tendencia de la ubicación en el hábitat humano que
posee T. guasayana, miembros integrantes de grupos de rociado domiciliario de
la Base de la Lucha Nacional contra el Chagas, Jurisdicción Tucumán,
personalmente hicieron el aporte que en las zonas limítrofes con la vecina
provincia de Santiago del Estero, al caer la tarde, cuando los lugareños se
reunen debajo de la ramada de sus ranchos, son picados por guasayanas como
si fuesen mosquitos provenientes del monte vecino.
Por otra parte, debo manifestar que me fueron remitidos tres ejemplares de
T. guasayana, para estudio, capturados dentro de una vivienda en Taco Ralo.
Se ubican en los corrales de cabras (peridomicilio), construidos con tallos
de cactus secos, los que tienen numerosos huecos; suelen encontrarse en gran
número, donde se han capturado ejemplares infectados con T. cruzi. Se la
encuentra además, en gallineros de zonas rurales.
Es considerado como accidental, el hallazgo de ejemplares en el interior
de la vivienda humana, ya que siempre se trata de animales alados. Suelen ser
atraídos por la luz artificial de las casas especialmente en las noches cálidas en
las que se anuncian tormentas. Es un indicativo de que no colonizan la vivienda
humana, el hecho de no encontrarse formas ninfales en las mismas (76).
Se la ha registrado en las provincias de: Jujuy; Salta; Tucumán; Santiago
del Estero, donde es muy común; Catamarca; La Rioja; San Juan; Mendoza;
Córdoba; San Luis; La Pampa; Chaco; Santa Fé; Buenos Aires; Capital Federal,
(ocasionales hallazgos en depósitos de leña del Ferrocarril Mitre; y en vidrieras
de la calle Cabildo, durante la noche, atraídas por la luz) (77).
125
Conforme a los distintos autores, su distribución comprende todo el norte
del país, con excepción de las provincias mesopotámicas, hasta la Pampa, al sud
(78).
- Triatoma sordida:
Se señaló a esta especie con un área de distribución doméstica y
peridoméstica, con abundantes ejemplares en los gallineros y a veces en las
habitaciones humanas y en condiciones silvestres: en nidos de pájaros, bajo la
corteza de árboles y en la orilla de los ríos (80). Ejemplares aislados
(posiblemente introducidos con la leña u otros productos rurales) han sido
capturados en la Capital Federal y en Mendoza.
De distribución geográfica en las provincias de: Misiones, Chaco,
Formosa, Corrientes, Salta y Santa Fé (81). Comprende también, el Uruguay,
Paraguay, Bolivia y Chile. Su hallazago no es frecuente en Argentina (82).
- Triatoma garciabesi:
Se encuentra en la zona central y norte de la Argentina. Estudios
morfológicos y sobre hemolinfa permitieron fundamentar correctamente la
especie (clasificada hasta ese entonces como T. sordida.) (83).
Ha sido encontrada en nidos de furnáridos y cotorras (Myopsitta monacha
cotorra), en nidos de graomys, en zonas secas del centro y noroeste del país,
exepto en la penetración fitogeográfica boliviano-oranense..
No ha sido encontrada en domicilio ni en peridomicilio (84), no alcanza el
ámbito doméstico (85).
126
Su distribución geográfica abarca las provincias de: Jujuy, Salta,
Tucumán, Santiago del Estero, Catamarca, La Rioja, San Juan, Mendoza,
Córdoba y Santa Fé. Oeste de Formosa y Chaco (84) (85).
- Triatoma circummaculata limai:
Ha sido encontrada bajo piedras en estrecha relación con roedores
silvestres. Jöerg la ha capturado en Carlos Paz (Córdoba) atraída por la luz de las
casas. Se encontraría restringida a zonas serranas, pedregosas.
Su distribución geográfica ha sido descripta en Córdoba (Anisacate, Los
Cocos, El Sauce, Agua de Oro, Cabana, El Diquecito, Copacabana).
Con respecto a la biología y eco-etología de esta subespecie es poco lo que se
sabe (86).
Martínez y Cichero (1972) mencionan material recolectado en Cruz del
Eje y una localidad no indicada de San Luis, capturado en peridomicilio (87).
- Triatoma patagónica:
Es muy ubicuista, ya que se la encuentra en la llanura pampeana, como en
zonas semideserticas, monte xerófilo, etc. En las regiones pedregosas, se la
puede localizar en pircas próximas a albergues de animales domésticos, en
exteriores de domicilios, y aún dentro de éstos, en los que se introducen; pero
no se los ha encontrado colonizándolos (88) (89) (90).
Es una especie muy agresiva y ávida, ataca en el ámbito silvestre, tanto al
hombre como a los animales, en forma indiscriminada e insistentemente en horas
del crepúsculo vespertino y nocturnas (90) (91) (92). Con frecuencia se
encuentra infectada con el Trypanosoma de la enfermedad de Chagas (91) (92).
127
En lugares alejados de la presencia del hombre y de los animales
domésticos, vive parasitando a roedores y ocasionalmente a aves (93).
Se la ha ubicado distribuida en: Salta, Catamarca, La Rioja, San Juan,
Mendoza, Corrientes, Entre Rios, Santa Fé, Buenos Aires, Córdoba, San Luis,
La Pampa, Rio Negro y Chubut, en donde alcanzaría el Paralelo 46º (94).
- Triatoma rubrovaria:
En la Argentina tiene preferencias rupestres, atacan a los obreros que
trabajan en canteras y que se alojan en refugios precarios y en sus
inmediaciones. Es agresiva para el hombre, pica aún a plena luz de día. (96),
aunque sus hábitos son crepusculares y nocturnos, apareciendo al atardecer los
días calurosos. Pican tanto a animales como a personas, y lo hacen en forma
indiscriminada (95).
En verano se pueden encontrar ejemplares adultos en el interior de las
viviendas, pero no colonizan a las mismas (96).
Ha sido observada atacando a picapedreros de las canteras de Corrientes
en sus horas de descanso. Ejemplares capturados en las canteras eran
portadores del Trypanosoma de la enfermedad de Chagas (97).
También ha sido observado en nido de roedores, en esas zonas pedregosas
(96). Su distribución geográfica corresponde a: Misiones, Corrientes, Entre
Rios y Córdoba (98).
- Triatoma breyeri:
Es una especie silvestre con hábitos peridomésticos, penetra
ocasionalmente en la vivienda rural atraída por la luz artificial. Naturalmente
128
parasita a roedores, coloniza en los cercos de ramas próximos al refugio de los
mismos (100).
Su distribución geográfica abarca: Catamarca, La Rioja, Córdoba (101).
- Triatoma eratyrusiforme:
Es una especie silvestre, rupestre y muy agresiva, vive próxima a cuevas
de edentados y roedores (103) (105). Se la suele hallar en sonas serranas, en el
área peridoméstica bajo de las piedras, pircas y aún dentro de las habitaciones;
no coloniza en ellas; los hallazgos se refieren siempre a formas adultas. Existen
ejemplares parasitados con T. cruzi. Los adultos suelen ser atraídos por la luz
artificial hacia el domicilio de las personas, pero no hay datos de colonización
de los mismos (104). Se la halla con relativa frecuencia en los gallineros (105).
Su distribución geográfica abarca las provincias de:Tucumán (Colalao del
Valle, Concepción), Salta, Catamarca, La Rioja, San Juan, Mendoza, Córdoba,
San Luis, La Pampa, Rio Negro y Neuquén (106).
- Triatoma ninioi:
Es una especie rupestre y se la encuentra dentro y en las inmediaciones de
cuevas de cávidos. En las noches cálidas, pueden llegar a la vivienda humana;
no colonizan la misma (107) (108).
Ha sido ubicada geográficamente en: Catamarca y Córdoba y San Luis
(108).
- Triatoma del pontei:
Se le ha asignado un hábitat muy restringido, encontrandoselo solamente
en nidos de cotorra (Myopsitta monacha cotorra), donde se alimenta con su
129
sangre. Ha sido encontrada además en nidos abandonados de sitácidos y en los
que se refugiaban roedores y marsupiales (110).
La M. monacha, puede diseminar esta especie de Triatominos, mediante el
transporte pasivo de sus huevos pegados a las plumas. Esta ave se distribuye en
el sudeste del Brasil, este de Bolivia, Paraguay, Uruguay y en Argentina,
alcanza hasta Rio Negro. Martínez y Cichero, refieren haber encontrado T.
delpontei en Paraguay, en la frontera con Salta.
Se ha determinado la infección natural con T. cruzi, explicandose esto, por
la presencia de roedores en los nidos.
La distribución geográfica comprende: Salta, Catamarca, La Rioja,
Santiago del Estero y Córdoba (111).
- Triatoma platensis:
Es una especie avícola; habita en los nidos de diversos pájaros, sobre los
que se alimenta, atacando a los mamíferos que se refugian en ellos (113) (115),
se la suele encontar colonizando gallineros en la zona rural, conviviendo con el
T. infestans; con esta especie puede producir híbridos (Abalos, 1949). Ha sido
encontrada naturalmente infectada con el T. cruzi (114).
La predilección que tiene por las aves, la lleva a gallineros, y desde ahí a la
habitación de los humanos, esta especie suele encontrarse en el interior de los
ranchos.
Geográficamente corresponde a la región seca y llana, comprendida entre
el Chaco Salteño y Río Negro (115). Abarca las provincias de: Jujuy, Salta,
Tucumán, Catamarca, Santiago del Estero, La Rioja, Córdoba, San Juan,
Mendoza, San Luis, La Pampa, Rio Negro, Formosa, Chaco, Corrientes, Entre
Rios, Santa Fé y Buenos Aires.
130
Martínez y Cichero (1972), expresan haber visto ejemplares del sud de
Bolivia y del Paraguay, considerado hallazgo lógico de esperar por Jorge W.
Abalos (116) (117).
4.3.- HABITOS GENERALES DE LOS TRIATOMINOS.
En relación a lo tratado hasta el presente, y aún con la posibilidad de ser
reiterativo, son necesarias algunas consideraciones en general, debiendose tener
en cuenta las diferencias entre hemípteros hematófagos, fitófagos y predadores.
La mayoría de las especies de hemípteros son fitófagos, de los que muy
probablemente evolucionaron los reduviideos, habiendose diferenciado en otros
dos tipos según el modo de alimentación: uno predador (gran porcentaje), que
se alimenta de otros insectos, a los que mata con sustancia venenosa excretada a
través de su trompa; otro, hematófago, que se alimenta de sangre de
vertebrados.
Los predadores en general, no son dañinos para el humano, claro que al
ser fastidiados, producen picadura dolorosa.
Las especies fitófagas, predadoras y hematófagas se diferencian por la
configuración de su trompa. En las primeras,es larga y constituída por cuatro
segmentos en total; las segundas, poseen tres segmentos, con ligera incurvación,
en cambio, las hematófagas si bién tienen tres segmentos, estos son rectos
(118) (119). (Ver Fotografías Nº 9 y Nº 10, en Anexo Figuras y Fotografías,
página Nº 408).
Los Triatominos tienen como característica en su comportamiento, el
hecho de permanecer inmóviles en sus refugios durante las horas del día, y
emerger durante la noche buscando lugares descubiertos en el cuerpo de las
131
personas cuando estas se encuentran durmiendo, procediendo de idéntico modo
con relación a los animales domésticos, como ser perros y gatos. Estos insectos
domiciliados pueden picar incluso en horas del día, cuando se les presenta la
ocasión, que sucede en los días estivales, en horas de la siesta cuando se
oscurecen las habitaciones para dormir.
Algunas especies salvajes, como el Dipetalogaster maximus y Triatoma
spinolai, viven entre las piedras y debajo de las rocas en áreas semiáridas, y
atacarán a las personas o a los pájaros a plena luz del día (120) (122).
En América la mayoría de los Triatominos hematófagos, son
fundamentalmente ornitófilos, especies que raramente entran en contacto con el
T. cruzi. El género Pasomolestes, por ejemplo, se lo ubica en nidos de pájaros
Furnariidae; nunca se lo encontró infectado en forma natural (121).
Los redúvidos hematófagos en forma estricta, suelen efectuar la toma de
sangre en mamíferos generalmente en reposo, y en huéspedes móviles lo que
está asociado con características evolutivas fisiológicas y morfológicas que les
permiten fácil ubicación de la víctima, y su rápida alimentación nocturna u
ocasional, para lo que disponen de termorreceptores eficientes (119).
Estos insectos hematófagos, introducen a través de la piel del huésped la
trompa de la que estan provistos, y a la vez que excretan saliva con efecto
anestésico, efectuan la succión de sangre en la víctima, de la que se alimentan
(123). Chupan sangre durante unos 20 minutos aproximadamente (144).
El desarrollo de los Triatominos, está sujeta a la especie a que pertenecen,
la temperatura y la humedad del medio en donde se desarrollan, como así
también a la frecuencia de su alimentación.
132
Las ninfas desde su primer estadío, requieren sangre para su alimentación,
obteniendola de uno (T. sórdida, siendo su fuente aves especialmente) o varios
huéspedes, aunque en la actualidad, la sangre humana le sirve de alimento en un
16-32% (126).
Los Triatominos, poseen la particularidad de permenecer durante algunos
meses sin alimentarse, y con una actividad mucho más reducida durante la
época fría del año, lo que contribuye a dificultar su erradicación del hábitat
humano, donde se refugian en las grietas de las paredes a resguardo, tanto de la
acción de sus predadores, como de cualquier insecticida aplicado en la
superficie interior de la vivienda.
Los Triatominos, pueden permanecer durante prolongados periodos de
tiempo en ayunas sin sufrir daños de carácter funcional: la ninfa del primer
estado vive hasta tres meses sin necesidad de alimentarse, observándose
la máxima resistencia en la ninfa del estadío V, que puede soportar hasta 200 días
de ayuno (127).
Trabajos efectuados por Hack (128), demostraron, que en el primer
estadío, desde que eclosiona el huevo, puede subsistir durante 96 días, sin
alimentarse. Y en los diferentes estadíos, con una única alimentación, hasta 171 días
el 2º; 235 el 3º; 239 el 4º; 250 el 5º, y los adultos hasta 150 días aproximadamente.
Estos estudios fueron confirmados por otros autores (129).
Otra característica, está dada por el hecho de que los insectos adultos rara
vez vuelan, y los ejemplares domésticos no suelen dejar las viviendas, si tienen
suficiente provisión de sangre para su alimentación.
133
Por lo general, los machos alados de algunas especies son atraídos por la
luz artificial y pueden arribar a la vivienda humana, pero varios insectos pueden
llegar a la misma, llevados de distintas formas por el hombre, más que por sus
propios medios; por lo que, la dispersión de la especie doméstica es realizada
por el humano mismo, entre el material que utiliza para la construcción de su
vivienda, como hojas de palmeras, palos, paja, etc.
También, se han encontrado Triatominos de diferentes especies entre las
pertenencias del hombre, transportadas como equipajes por distintos medios de
transportes (trenes o camiones). La dispersión pasiva de Triatominae por los
medios de transportes ha permitido comprobar a Niño, la llegada de T. Infestans
a Buenos Aires; T infestans, T. guasayana, y T. sórdida a Manso Soto y Prosen
en el mismo lugar (145).
Algunas especies de Rhodnius procrean en nidos de pájaros de larga
migración (Jabiru mycteria (Lich.) y Mycteria americana L., Ciconiidae)
colocando sus huevos sobre las plumas de estas aves, las que sirven de agente
de dispersión (124) (63).
Como se ha visto, en su desarrollo natural, los Triatominos, vivían
inicialmente en ecótopos silvestres, reconociendose varios tipos de los mismos,
como los nidos de aves, huecos de piedras, tronco de árboles, teniendo
generalmente un mamífero como fuente de alimentación.
En la actualidad, la mayoría de las especies, continúan con estos hábitats,
mientras que, unas cuantas se han afincado en la casa del hombre. De acuerdo al
grado de adaptación a la vivienda humana, Zeledón, ha clasificado a éstos insectos
en diversos grupos:
134
1) Domiciliados:
a) Completamente: Triatoma rubrofasciata.
b) Bien adaptados: Triatoma Infestans y Rhodnius prolixus.
2) En proceso de adaptación, pero con muchos ecotopos silvestres: T. sórdida,
T dimidiata, T. brasiliensis, T. maculata, Pastrongylus megistus.
3) Esencialmente silvestre:
a) Con algunas tentativas de adaptación domiciliaria, como el T.
proctata, R.neglectus, T. rubrovaria.
b) Incapaz de colonizar la vivienda humana, aunque se pueden hallar
adultos ocasionalmente en ella y difíciles de criar en el laboratorio: P.
geniculatus, P. lutzi, T. nítida.
4) Enteramente silvestres, no colonizan la vivienda humana, no se adaptan al
laboratorio: Psammolestes, Cavernicola, Belminus, etc. (129).
A lo citado anteriormente, corresponde agregar lo que sería la tendencia
de otros Triatominos, a cubrir nichos ecológicos dejados al descubierto por
haber sufrido total o parcial extinción, como sucede con el T. infestans, que al
ser combatido por el hombre, ha ido sufriendo un aniquilamiento biológico, que
de acuerdo a testimonios vertidos por el Sr. Joaquín Zárate y técnicos en
rociado, de la Base Tucumán del Servicio Nacional de Chagas, no es raro
observar, en zonas vecinas a los limites con la provincia de Santiago del Estero,
en horas del atardecer, cómo T. guasayana, se aproxima a la vivienda humana y
135
hasta pica con la naturalidad de los mosquitos, lo que no suele suceder con el T.
infestans.
El papel de los Triatominos como transmisores de la enfermedad de
Chagas, es de relevancia, ya que si bien, algunos artrópodos han sido
experimentalmente infectados con el T. cruzi, sólo los Triatominos son
importantes en la transmisión de la misma.
El hecho de que, la picadura de los Triatominos sea generalmente
indolora, por el estar dormidas sus víctimas y por el efecto anestésico de su
saliva, favorece que los insectos puedan picar a un gran número de personas
(129). Existe entonces, el riesgo de que sean infectadas por T. cruzi, o de sufrir
una importante pérdida de sangre, máxime si se encuentran expuestas ante el
insecto durante un período prolongado ya que la vinchuca adulta puede chupar
hasta 1/2cc de sangre por vez. En estado de mayor actividad, cada insecto suele
salir de su escondrijo 2 veces por semana para alimentarse (130), siendo este un
hecho de importancia, ya que al poco tiempo de hacerlo, proceden a defecar
(60). El tiempo que transcurre entre su alimentación y la posterior defecación,
varía en las diferentes especies, lo que reviste importancia epidemiológica
cuando se considera que la forma infectiva metacíclica (Tripomastigotes) se
encuentran solamente en las heces.
En varios insectos vectores, el parásito es transmitido por la saliva durante
la picadura; esto es cierto para otras especies de Trypanosoma transmitidos por
un Triatomino, T. rangeli, que penetrando en la cavidad general del insecto,
llega a las glándulas salivales del mismo, a través de la hemolinfa (141) pero no
para el T. cruzi, el que sólo es transmitido a través de las heces (131).
136
La vinchuca, originariamente no está infectada con el T. cruzi, agente
causal de la enfermedad de Chagas, infectandose cuando chupa sangre de
alguna persona o animal infectados (132).
Todas las especies de Triatominos, son potencialmente vectores del T.
cruzi, pero sólo en pocos casos se dan las condiciones adecuadas para la
transformación de una especie de potencial a actual y efectivo vector de la
enfermedad de Chagas en el hombre, a saber:
a) Alto grado de antropofilia.
b) Adaptación a la vida en viviendas humanas.
c) Corto espacio de tiempo entre la alimentación y la defecación.
d) Extensa distribución geográfica (133).
En la actualidad, sólo hay unas pocas especies que reunen todas o la
mayoría de las condiciones citadas, entre ellas, en especial el T. infestans, y en
la que el acto defecatorio cumple un importante rol, siendo necesario tener en
cuenta a tal efecto, las características constitutivas del aparato digestivo del
insecto, integrado por sus tres segmentos: intestino anterior, medio y posterior,
donde el T. cruzi, cumple parte de su evolución (125).
Como ésta especie, otras han sido encontradas en las viviendas o en
situación peridoméstica, sin que colonicen las casas, sin embargo, especies de
éste grupo constituyen potenciales vectores, ya que la mayoría de las mismas
han sido localizadas en la naturaleza infectadas por el T. cruzi; o se lo ha
conseguido experimentalmente en el laboratorio.
La mayoría de las especies salvajes de Triatominos, se alimentan de
mamiferos y aves; los reptiles o los anfibios solo constituyen hospederos
ocasionales (133).
137
El contacto de la especie salvaje con el hombre o los animales domésticos,
es solo potencial, pero no se puede ignorar la posibilidad de una ocupación de
los nichos domésticos y peridomésticos por cualquiera de ellas. Algunas
especies colonizan las viviendas humanas, esto antes no sucedía, sino más bien
en tiempos recientes (ej.: Rhodnius neglectus, R. ecuadoriensis); y otras
especies estan colonizando ahora, mientras todavía mantienen una población
salvaje (ej.: Panstrongylus megistus, T. guasayana y otros). Es de esperar otras
colonizaciones, cuando nuevos nichos sean aprovechados, como nuevas
construcciones de viviendas en áreas despobladas con antigüedad o cuando los
nichos hayan sido vaciados, como ser, por sucesivos programas de erradicación,
dirigidos no necesariamente hacia los Triatominos (ej.: contra la malaria) (133).
En los Estados Unidos, no hay una especie de Triatomino verdaderamente
doméstica. En este país, las variadas especies y subespecies de ratas de la
madera, zarigüeyas y otros hospedadores menores, son el mayor reservorio
salvaje del T. cruzi. Esto, probablemente, se debe al tipo de construcción de la
vivienda humana y a un mejor saneamiento, los que no favorecen la
colonización de los insectos. Sin embargo, insectos como el T. sanguisuga, T.
lecticularia y T. proctata, son encontrados con frecuencia en las viviendas del
hombre, atraídos probablemente por la luz artificial. La picadura por el
Triatoma puede suceder, pero no en la escala masiva que se podría esperar, si
las especies de Triatominos hubiesen colonizado verdaderamente las viviendas
(133).
El insecto vector, tanto el macho como la hembra, puede adquirir el T.
cruzi en sus primeros estadios ninfales, permaneciendo contaminado de por
138
vida, siendo bajo su condición de hematófago, un eficiente transmisor de la
enfermedad de Chagas. Las heces de estos insectos, pueden contener parásitos,
desde pocos días después de haber efectuado la ingesta de sangre contaminada,
encontrandose mayor número de los mismos, entre los 20 y 30 días. Estos
insectos, no transmiten la infección a la descendencia por que los huevos se
encuentran libres del T. cruzi (134).
Los factores climáticos, principalmente la temperatura, al parecer
controlan los indices del aumento de las poblaciones de insectos triatomíneos.
Se han establecido patrones estacionales relacionados con la abundancia y
estructura etaria de las poblaciones domiciliarias de T. infestans y P. Megistus
en Argentina y Brasil, y de R. prolixus en Venezuela (135).
Los cambios estacionales, influyen también en la proporción de los
vectores infectados, la que es más elevada a comienzos de la estación calurosa.
La transmisión vectorial, se produce en los climas cálidos durante todo el año,
alcanzando un máximo punto en el verano; mientras que, en las regiones
templadas se concentra en la mitad del año más calurosa. Este es un hecho
reflejado en el hallazgo epidemiológico de la frecuencia de casos agudos de la
enfermedad de Chagas en seres humanos, la que aumenta marcadamente en
verano (135).
En su carácter de ovíparos, los Triatominos comienzan a depositar sus
huevos entre 10 a 30 días después de la copula. La oviposición puede continuar
por varios meses. ........"El número total de huevos colocados en un tiempo o
durante toda la vida de la hembra, varía d e acuerdo a l a especie, los factores
139
ambientales, como con la provisión de sangre, humedad y temperatura".........
Una hembra puede producir por encima de 1.000 huevos en su vida; lo habitual
es alrededor de 500 en total. Las hembras vírgenes si bien pueden poner huevos,
son infértiles y escasos.
Los huevos pueden estar adheridos al substrato o en forma libre, según la
especie; esto puede variar aún en especies muy relacionadas. El T. infestans por
ejemplo, probablemente un primitivo habitante de cuevas de roedores, efectúa el
depósito de sus huevos libremente, pero el T. platensis y T. delpontei adhieren
sus huevos sobre los pájaros que se encuentran en los nidos. El número de
huevos depende de los distintos estadíos de desarrollo del Triatomino que los
deposita, y su evolución, a partir de la oviposición, es variable y se relaciona
con la temperatura y humedad del medio donde han sido depositados.
Mediante estudios de investigación, se ha dado la posibilidad de dividir la
vida adulta de las hembras en diferentes periodos:
- Pre-maduréz: abarca desde su muda hasta la primera postura de huevo, en
ambiente de laboratorio con temperatura y humedad variables; y sin calefacción,
fue de 26 días (en estufa: 15 días a 25ºC; 11 días a 33ºC). Varía en sentido
opuesto a la temperatura.
- Juvenil: en laboratorio, de los 26-66 días, durante el cual el número de
huevos depositados va creciendo hasta alcanzar un máximum.
- Maduréz: de los 66-176 días.
- Presenilidad: hasta los 236 días, en el que decrece el número de huevos
puestos.
- Senilidad: hasta los 346 días, con escasa o nula oviposición, que termina con la
muerte del insecto.
140
Todos los periodos se acortan notablemente en la estufa a 33ºC y
desaparece la senilidad. La alimentación también es necesaria para posibilitar la
oviposición, ya que cada repasto sanguíneo determina un período de
oviposición que varía en las condiciones de laboratorio entre 11 y 12 días (142).
Los períodos de desarrollo embrionario, dependen de la temperatura a que
están sometidos los huevos, acelerándose cuando ésta aumenta, siendo más
uniforme en los huevos sometidos a temperaturas más elevadas (142).
Los huevos, recientemente depositados son blanco nacarados en la
mayoría de las especies, pero grisáseos en algunas (Ej. Rhodnius pictipes). El
color original, en varias especies, es mantenido hasta completar el desarrollo; en
otras, los huevos toman un color rosa y finalmente rojizos. En algunas especies
los ojos del embrión en desarrollo en su primera etapa de ninfa, se hacen visibles
a través del corion del huevo. El desarrollo del embrión se efectúa entre 10 y 30
días después de la oviposición. El primer estado de ninfa es rosado y con un
cuerpo blando, se endurece en poco tiempo; la ninfa, se encuentra lista para
alimentarse a las 48 o 72 horas de salir del huevo. Cinco son los estados
ninfales; se requiere una completa alimentación con sangre para cada muda,
como mínimo, pero más de una para las siguientes etapas de la II a la V.
Los Triatominos, en su mayoría, aún los de climas tropicales, tienen un
largo ciclo de vida, de alrededor de 300 días para llegar de huevo al estado
adulto. Algunas especies, pueden demorar dos años en completar su ciclo,
como sucede con Triatominos como: P. megistus, Paratriatoma hirsuta, algunas
poblaciones de T. Eratyrusiformis (entre otros), donde el último estado ninfal
141
puede entrar en una lenta pausa. Algunos Triatominos, como el Rhodnius sp. se
encuentran listos a desarrollarse a la maduréz en sólo 90 a 120 días (136).
Los animales sinantrópicos cumplen con su presencia un triple papel:
1.- son fuente de alimentación; contribuyen al aumento y preservación
de la densidad de las poblaciones de vectores domiciliarios y peridomiciliarios;
2.- pueden ser predadores de los triatomíneos; y además,
3.- intervenir en la dispersión pasiva de los vectores.
Existen pruebas de que, aunque los Triatomínos son succionadores
oportunistas de sangre, tienen preferencia por un huésped, es el ejemplo de T.
sordida, insecto que en su acción peridomiciliaria atacando por lo general, a las
aves. Esta es la razón principal por la cual algunas especies son domiciliarias
predominantemente, y otras peridomiciliarias.
Los animales domésticos como el gato y el perro, para ciertos vectores
como el T. brasiliensis, son fuente de alimentación mucho más importante que
los seres humanos, siendo éstos últimos, la tercera fuente más importante,
excepto en la Argentina, donde el hombre es el más relevante.
En Perú y Bolivia, la antigua costumbre de criar cobayos en el interior de
las viviendas como medio de sosten para los humanos, contribuye a establecer
una relación con los Triatominos, constituyendo una significativa fuente de
provisión de sangre
En cambio la importancia que revisten los roedores es muy limitada,
aunque tienen gran valor como predadores de los insectos Triatominos. Los
pollos y los gatos también pueden atacar a estos insectos, contribuyendo a
disminuir a su número. En fin, los animales pueden servir tanto de predadores,
142
como de vehículos para la dispersión pasiva de los vectores. Se considera por
ejemplo, que la cigüeña migratoria de los bosques (Mycteria americana), aunque
no es sinantrópica, ha contribuído en la dispersión de los Triatominos llevando
R. prolixus desde el norte de Sudamérica hasta Centroamérica y México (137).
Estudios realizados en países endémicos sobre las seis principales especies
de vectores en América del Sur (T. infestans, T. brasiliensis, T. dimidiata, T.
sordida, P. megistus y R. prolixus) han logrado identificar (con algunas
excepciones) un patrón general respecto a la succión de la sangre. El hombre es
la principal fuente proveedora de sangre para estos insectos, seguiendole
pájaros, pollos y palomas.
El hábito nocturno y la picadura indolora permiten a la vinchuca efectuar
largas comidas, durante las cuales pueden absorber las cantidades de sangre
necesarias para efectuar la muda (cambio de estado).
Las ninfas mantenidas en ayunas mueren sin mudar. Las ninfas de I a IV
estadío inclusive, cumplen con un alto porcentaje de mudas mediante una sola
comida abundante. Las ninfas de V estadío, pueden mudar con una sola comida
abundante; también lo hacen después de dos comidas, aún sin ser tan
abundantes las mismas. La resistencia al ayuno varía de un estado al otro y aún
en ejemplares que se encuentran en un mismo estadío. Los estadíos II, III y IV,
son los más resistentes al ayuno en cualquier ambiente.
El descenso de la temperatura prolonga la resistencia al ayuno. En cambio
la baja humedad (36-40%) obra negativamente.
Por lo general, los adultos son menos resistentes que las ninfas, siendo
igualmente sensibles ante la falta de alimento, tanto machos como hembras
(142).
143
Los Triatominos tienen enemigos naturales, entre los que se encuentran
muchas especies de predadores y parásitos. Los predadores artrópodos incluyen
diversas arañas, hormigas, cucarachas, pseudoescorpiones y otros Hemípteros
Redúvidos no Triatominos. Diversas especies de avispas, microhimenópteros,
muy pequeñas parasitan los huevos de los mismos; y algunos nematodos,
hongos y bacterias atacan a ninfas y adultos. Los roedores, lagartos y aves
domésticas también se alimentan de Triatominos (138).
En apretada sintesis se puede expresar lo siguiente:
- En 1859, comenzó el estudio de las Triatominae, en la República Argentina,
con Stal quién describió T. circummaculata, atribuyéndole a Buenos Aires
como localidad típica. En el mismo trabajo, hace mención a la presencia de T.
rubrovaria, confirmado por Pennington en 1920.
- Burmeister en 1861, reconoce y determina por vez primera a T. infestans
(especie descripta en Chile) en las vinchucas que lo atacan en un caserío
ubicado a unos 20 kilómetros al Noroeste de Mazan, La Rioja, en el límite con
Catamarca.
- En 1872, Stal registra T. infestans y T. circummaculata.
- En 1879, en su monografía de los hemípteros de la Argentina, Berg menciona
T. infestans, T. sordida, T. circummaculata, y hace la descripción original de P.
guntheri.
- En 1914, Neiva menciona para la Argentina T. rubrofasciata, T.
circummaculata, T. infestans, T. platensis (especie nomenclada por él el año
anterior), T sordida y T. sanguisuga, esta última, por haberla encontrado en la
colección de hemípteros de Berg, rotulada como proveniente de Misiones;
144
manifestando el autor brasileño lo siguiente: ......"la hipótesis de una rotulación
errónea no está del todo excluida"....... (139).
- En 1920, Pennington para la Argentina hace la siguiente distribución: T.
infestans, T. platensis, T. rubrovaria, T. sordida, T. circummaculata y
P. guntheri.
- En 1923, Del Ponte, al considerar Triatoma, da las mismas especies que el
precitado autor agregando T. sanguisuga (dato que toma de Neiva).
- En 1930, Del Ponte suma a su lista anterior las especies descriptas por él en
1929: T. patagonica, T. breyeri y T. eratyrusiforme, y P. güntheri, T.
rubrofasciata y P. samolestes coreodes (Bergroth -1911) con lo que los
Triatominos catalogados ascienden a 12, si se elimina a T. sanguisuga, al que
incluye con signo de interrogación.
- En 1931, Pinto agrega P. geniculatus, ya que había recibido material de esta
especie, de Santa Fé, enviado por Mazza. En su lista ignora a Psamolestes
coreodes.
- En 1936, Neiva y Lent asignan 12 especies para la Argentina, con exclusión de T.
sanguisuga.
- En 1941, los mismos autores citados anteriormente incorporan al T. limai,
especie que había sido señalada en Córdoba por Mazza y Jörg (1937).
- En 1951, en su trabajo Abalos y Wygodzinsky listan 17 especies, a las que
agregan T. bruchi, T. delpontei, T. guasayana, y P. megistus, que fuera
señalado en Argentina en 1946.
- Las listas que se dieron con posteridad son de Cichero, Carcavallo y Martïnez en
1968, Blaksley y Carcavallo, del mismo año, y la de Martínez y Cichero de
1972. Todos los mencionados, agregan: T. garciabesi, T. ninioi, especies de
creación reciente y eliminan T. rubrofasciata, T. bruchi y T. circummaculata.
145
El rol de Triatominos para la Argentina, conforme a estos autores es la
siguiente:
- Psamolestes coreodes.
- Panstrongylus geniculatus.
- Panstrongylus günteri.
- Panstrongylus megistus.
- Triatoma breyeri.
- Triatoma circummaculata limai.
- Triatoma delpontei.
- Triatoma eratyrusiforme.
- Triatoma garciabesi.
- Triatoma guasayana.
- Triatoma infestans.
- Triatoma ninioi.
- Triatoma patagonica.
- Triatoma platensis.
- Traitoma rubrovaria.
- Triatoma sordida.
Las investigaciones efectuadas por los citados autores, han ampliado la
distribución conocida de los Triatominos argentinos y han aportado inportante
información sobre la ecología de las especies silvestres y peridomésticas (140).
146
CITAS BIBLIOGRAFICAS
(1) Pinto Dias J. C. Situación actual de la enfermedad de Chagas en las
Américas. En Actualizaciones en la Enfermedad de Chagas. Simposio satélite,
Córdoba, Noviembre 1992. Editores Madoery R. J., Madoery C., Camera M. I.
Impreso en Grafiquil. Buenos Aires, 1993, págs: 2, 3.
(2) OMS. Informe de un Comité de Expertos. Control de la Enfermedad
de Chagas. Serie de Informes Técnicos 811. Ginebra, 1991, pág:15.
(3) Carcavallo R. U., Martínez A. Comunicaciones Científicas.
Entomoepidemiología de la República Argentina. Junta de Investigaciones
Científicas de las Fuerzas Armadas Argentinas, 1968; Nº 13, Tomo I, pág: 23.
(4) Bejarano J. F. Estado Actual de Algunos Aspectos de la Enfermedad
de Chagas - Mazza. En Primeras Jornadas Entomoepidemiológicas Argentinas.
Dirección General de Sanidad de la Secretaría de Guerra, Buenos Aires, 1959,
pág: 59.
(5) Abalos J. W., Wygozynsky P. Las Vinchucas Argentinas. Ministerio
de Educación de la Nación. Universidad Nacional de Tucumán. Instituto de
Medicina Regional, 1956. Publicación Nº 705. Folleto de Divulgación Nº 7,
pág: 3.
(6) Sherlock. I. A. Trypanosoma cruzi e Doença de Chagas. Guanabara
Koogan, Rio de Janeiro, 1979, pág: 43.
(7) educación para la salud. Enfermedad de Chagas-Mazza, 1977; Serie
2 Nº 9, pág: 7.
(8) Sherlock. I. A.Trypanosoma cruzi e Doença de Chagas, op. cit.,
pág: 42.
(9) Ibid., pág: 42.
147
(10) Durante E. de Isola, González Cappa S. Vectores Transmisores:
Triatominos, "Vinchucas". En Enfermedad de Chagas. Storino, Milei. Mosby
Doyma Argentina, 1994, pág: 45.
(11) Storino R, Milei J. En Enfermedad de Chagas, op. cit., pág: 2.
(12) Sherlock. I. A. Trypanosoma cruzi e Doença de Chagas, op. cit.,
pág: 42.
(13) educación para la salud. Enfermedad de Chagas-Mazza, op. cit.,
pág: 6.
(14) Durante E. de Isola, González Cappa S. Vectores Transmisores:
Triatominos, "Vinchucas". En Enfermedad de Chagas, op. cit., pág: 45.
(15) educación para la salud. Enfermedad de Chagas-Mazza, op. cit.,
pág: 7.
(16) educación para la salud. Un Enemigo Temible: la Vinchuca.
Adhesión al 75 aniversario de la OPS, 1977; Nº 40, pág: 20, 21.
(17) Durante E. de Isola, González Cappa S. Vectores Transmisores:
Triatominos, "Vinchucas". En Enfermedad de Chagas, op. cit., pág: 46.
(18) Boletín Epidemiológico de la Organización Panamericana de la
Salud. Enfermedad de Chagas, 1982; Vol.3, Nº 3, pág: 2.
(19) Durante E. de , González Cappa S. Vectores Transmisores:
Triatominos, "Vinchucas". En Enfermedad de Chagas, op. cit., pág: 46.
(20) Carcavallo R. U., Martínez A. Comunicaciones Científicas.
Entomoepidemiología de la República Argentina. Junta de Investigaciones
Científicas de las Fuerzas Armadas Argentinas, op. cit., pág: 23.
(21) Carcavallo R. U., Martínez A. Comunicaciones Científicas.
Entomoepidemiología de la República Argentina. Junta de Investigaciones
Científicas de las Fuerzas Armadas Argentinas, op. cit., pág: 24.
148
(22) Abalos J. W., Wygozynsky P. Las Vinchucas Argentinas, op. cit.,
pág: 36.
(23) Ibid., pág: 30.
(24) Ibid., pág: 32.
(25) Ibid., pág: 34.
(26) Carcavallo R. U., Martínez A. Comunicaciones Científicas.
Entomoepidemiología de la República Argentina. Junta de Investigaciones
Científicas de las Fuerzas Armadas Argentinas, op. cit., págs: 24, 25, 27.
(27) Abalos J. W., Wygozynsky P. Las Vinchucas Argentinas, op. cit.,
pág: 7.
(28) Ibid., pág: 16.
(29) Ibid., pág: 14.
(30) Ibid., pág: 20.
(31) Ibid., pág: 18.
(32) Ibid., pág: 24.
(33) Ibid., pág: 22.
(34) Ibid., pág: 12.
(35) Ibid., pág: 36.
(36) Carcavallo R. U., Martínez A. Comunicaciones Científicas.
Entomoepidemiología de la República Argentina. Junta de Investigaciones
Científicas de las Fuerzas Armadas Argentinas, op. cit., págs: 27, 28.
(37) Abalos J. W., Wygozynsky P. Las Vinchucas Argentinas, op. cit.,
pág: 36.
(38) Abalos J. W. Distribución de Vectores en la Argentina. Simposio
Internacional sobre Enfermedad de Chagas. Sociedad Argentina de
Parasitología. Buenos Aires, 1972, pág: 350.
149
(39) Carcavallo R. U., Martínez A. Comunicaciones Científicas.
Entomoepidemiología de la República Argentina. Junta de Investigaciones
Científicas de las Fuerzas Armadas Argentinas, op. cit., pág: 27.
(40) Abalos J. W. Distribución de Vectores en la Argentina, op. cit.,
pág: 350.
(41) Carcavallo R. U., Martínez A. Comunicaciones Científicas.
Entomoepidemiología de la República Argentina. Junta de Investigaciones
Científicas de las Fuerzas Armadas Argentinas, op. cit., pág: 28.
(42) Ibid., págs: 28, 29.
(43) Abalos J. W., Wygozynsky P. Las Vinchucas Argentinas, op. cit.,
pág: 30.
(44) Carcavallo R. U., Martínez A. Comunicaciones Científicas.
Entomoepidemiología de la República Argentina. Junta de Investigaciones
Científicas de las Fuerzas Armadas Argentinas, op. cit., pág: 29.
(45) Abalos J. W. distribución de Vectores en la Argentina, op. cit.,
pág: 352.
(46) Carcavallo R. U., Martínez A. Comunicaciones Científicas.
Entomoepidemiología de la República Argentina. Junta de Investigaciones
Científicas de las Fuerzas Armadas Argentinas, op. cit., pág: 29.
(47) Abalos J. W. Distribución de Vectores en la Argentina, op. cit.,
pág: 352.
(48) Carcavallo R. U., Martínez A. Comunicaciones Científicas.
Entomoepidemiología de la República Argentina. Junta de Investigaciones
Científicas de las Fuerzas Armadas Argentinas, op. cit., pág: 33.
(49) Abalos J. W., Wygozynsky P. Las Vinchucas Argentinas, op. cit.,
pág: 32.
150
(50) Carcavallo R. U., Martínez A. Comunicaciones Científicas.
Entomoepidemiología de la República Argentina. Junta de Investigaciones
Científicas de las Fuerzas Armadas Argentinas, op. cit., pág: 33.
(51) Ibid., pág: 34.
(52) Abalos J. W., Wygozynsky P. Las Vinchucas Argentinas, op. cit.,
pág: 34.
(53) Abalos J. W. Distribución de Vectores en la Argentina, op. cit.,
pág: 351.
(54) Carcavallo R. U., Martínez A. Comunicaciones Científicas.
Entomoepidemiología de la República Argentina. Junta de Investigaciones
Científicas de las Fuerzas Armadas Argentinas, op. cit., pág: 47.
(55) Ibid., pág: 47.
(56) educación para la salud. Un Enemigo Temible: la Vinchuca, op.
cit., pág: 20.
(57) Abalos J. W. Distribución de Vectores en la Argentina, op. cit.,
pág: 355.
(58) educación para la salud. Un Enemigo Temible: La vinchuca, op.
cit., pág: 21.
(59) Abalos J. W., Wygozynsky P. Las Vinchucas Argentinas, op. cit.,
pág: 3.
(60) educación para la salud. Un Enemigo Temible: La vinchuca, op.
cit., págs: 21, 22.
(61) Bejarano J. F. Estado Actual de Algunos Aspectos de la
Enfermedad de Chagas - Mazza, op. cit., págs:70-74.
(62) educación para la salud. Un Enemigo Temible: La vinchuca, op.
cit., págs: 21, 22.
151
(63) OPS. Boletin Epidemiológico. Enfermedad de Chagas. Vol.3, Nº.
3, 1982. pág:2.
(64) educación para la salud. Enfermedad de Chagas-Mazza, op. cit.,
pág: 11.
(65) Abalos J. W. La Vinchuca Doméstica Universidad Nacional de
Tucumán. Facultad de Medicina. Instituto de Medicina Regional, 1956,
Publicación Nº 714; Folleto Nº 8. pág: 3.
(66) educación para la salud. Enfermedad de Chagas-Mazza, op. cit.,
pág: 7.
(67) Abalos J. W. La Vinchuca Doméstica, op. cit., pág: 4.
(68) Romaña C. Panorama Epidemiológico de la Enfermedad de Chagas
en la Argentina a través de Investigaciones Sistemáticas. Primeras Jornadas
Entomoepidemiológicas Argentinas. Dirección General de Sanidad de la
Secretaría de Guerra. Buenos Aires, 1959, pág: 27.
(69) Carcavallo R. U., Martínez A. Comunicaciones Científicas.
Entomoepidemiología de la República Argentina. Junta de Investigaciones
Científicas de las Fuerzas Armadas Argentinas, op. cit., pág: 54.
(70) Abalos J. W., Wygozynsky P. Las Vinchucas Argentinas, op. cit.,
pág: 10.
(71) Abalos J. W. Distribución de los Vectores en la Argentina, op. cit.,
pág: 353.
(72) Carcavallo R. U., Martínez A. Comunicaciones Científicas.
Entomoepidemiología de la República Argentina. Junta de Investigaciones
Científicas de las Fuerzas Armadas Argentinas, op. cit., pág: 37.
(73) Abalos J. W., Wygozynsky P. Las Vinchucas Argentinas, op. cit.,
pág: 16.
152
(74) Carcavallo R. U., Martínez A. Comunicaciones Científicas.
Entomoepidemiología de la República Argentina. Junta de Investigaciones
Científicas de las Fuerzas Armadas Argentinas, op. cit., pág: 37.
(75) Abalos J. W., Wygozynsky P. Las Vinchucas Argentinas, op. cit.,
pág:16.
(76) Abalos J. W. Distribución de Vectores en la Argentina, op. cit.,
pág: 353.
(77) Carcavallo R. U., Martínez A. Comunicaciones Científicas.
Entomoepidemiología de la República Argentina. Junta de Investigaciones
Científicas de las Fuerzas Armadas Argentinas, op. cit., pág:39.
(78) Abalos J. W. Distribución de Vectores en la Argentina, op. cit.,
pág: 353.
(79) Ibid., pág: 353.
(80) Carcavallo R. U., Martínez A. Comunicaciones Científicas.
Entomoepidemiología de la República Argentina. Junta de Investigaciones
Científicas de las Fuerzas Armadas Argentinas, op. cit. págs: 39, 40.
(81) Abalos J. W., Wygozynsky P. Las Vinchucas Argentinas, op. cit.,
pág: 14.
(82) Abalos J. W. Distribución de Vectores en la Argentina, op. cit.,
pág: 353.
(83) Carcavallo R. U., Martínez A. Comunicaciones Científicas.
Entomoepidemiología de la República Argentina. Junta de Investigaciones
Científicas de las Fuerzas Armadas Argentinas, op. cit., pág: 43.
(84) Ibid., pág: 43.
(85) Abalos J. W. Distribución de los Vectores en la Argentina, op. cit.,
pág: 353.
153
(86) Carcavallo R. U., Martínez A. Comunicaciones Científicas.
Entomoepidemiología de la República Argentina. Junta de Investigaciones
Científicas de las Fuerzas Armadas Argentinas, op. cit., pág: 45.
(87) Abalos J. W. Distribución de los Vectores en la Argentina, op. cit.,
pág: 350.
(88) Carcavallo R. U., Martínez A. Comunicaciones Científicas.
Entomoepidemiología de la República Argentina. Junta de Investigaciones
Científicas de las Fuerzas Armadas Argentinas, op. cit., pág: 58.
(89) Abalos J. W. Distribución de los Vectores en la Argentina, op. cit.,
pág: 354.
(90) Carcavallo R. U., Martínez A. Comunicaciones Científicas.
Entomoepidemiología de la República Argentina. Junta de Investigaciones
Científicas de las Fuerzas Armadas Argentinas, op. cit., pág: 58.
(91) Abalos J. W. Distribución de los Vectores en la Argentina, op. cit.,
pág: 354.
(92) Abalos J. W., Wygozynsky P. Las Vinchucas Argentinas, op. cit.,
pág: 18.
(93) Carcavallo R. U., Martínez A. Comunicaciones Científicas.
Entomoepidemiología de la República Argentina. Junta de Investigaciones
Científicas de las Fuerzas Armadas Argentinas, op. cit., pág: 58.
(94) Abalos J. W. Distribución de los Vectores en la Argentina, op. cit.,
pág:354.
(95) Carcavallo R. U., Martínez A. Comunicaciones Científicas.
Entomoepidemiología de la República Argentina. Junta de Investigaciones
Científicas de las Fuerzas Armadas Argentinas, op. cit., pág: 62.
154
(96) Abalos J. W. Distribución de los Vectores en la Argentina, op. cit.,
pág:351.
(97) Abalos J. W., Wygozynsky P. Las Vinchucas Argentinas, op. cit.,
pág: 20.
(98) Carcavallo R. U., Martínez A. Comunicaciones Científicas.
Entomoepidemiología de la República Argentina. Junta de Investigaciones
Científicas de las Fuerzas Armadas Argentinas, op. cit., pág: 63.
(99) Abalos J. W. Distribución de los Vectores en la Argentina, op. cit.,
pág:351
(100) Carcavallo R. U., Martínez A. Comunicaciones Científicas.
Entomoepidemiología de la República Argentina. Junta de Investigaciones
Científicas de las Fuerzas Armadas Argentinas, op. cit., pág: 63.
(101) Ibid., pags: 63-66.
(102) Abalos J. W. Distribución de los Vectores en la Argentina, op.
cit., pág: 352.
(103) Carcavallo R. U., Martínez A. Comunicaciones Científicas.
Entomoepidemiología de la República Argentina. Junta de Investigaciones
Científicas de las Fuerzas Armadas Argentinas, op. cit., pág: 66.
(104) Abalos J. W. Distribución de los Vectores en la Argentina, op.
cit., pág: 352.
(105) Abalos J. W., Wygozynsky P. Las Vinchucas Argentinas, op. cit.,
pág: 22.
(106) Carcavallo R. U., Martínez A. Comunicaciones Científicas.
Entomoepidemiología de la República Argentina. Junta de Investigaciones
Científicas de las Fuerzas Armadas Argentinas, op. cit., pág: 67.
(107) Ibid., pág: 67.
155
(108) Abalos J. W. Distribución de los Vectores en la Argentina, op.
cit., pág: 352.
(109) Ibid., pág: 349.
(110) Carcavallo R. U., Martínez A. Comunicaciones Científicas.
Entomoepidemiología de la República Argentina. Junta de Investigaciones
Científicas de las Fuerzas Armadas Argentinas, op. cit., pág: 71.
(111) Abalos J. W. Distribución de los Vectores en la Argentina, op.
cit., pág: 349.
(112) Ibid., pág: 352.
(113) Carcavallo R. U., Martínez A. Comunicaciones Científicas.
Entomoepidemiología de la República Argentina. Junta de Investigaciones
Científicas de las Fuerzas Armadas Argentinas, op. cit., pág: 75.
(114) Abalos J. W. Distribución de los Vectores en la Argentina, op.
cit., pág: 352.
(115) Abalos J. W., Wygozynsky P. Las Vinchucas Argentinas, op. cit.,
pág: 12.
(116) Abalos J. W. Distribución de los Vectores en la Argentina, op.
cit., pág: 352.
(117) Carcavallo R. U., Martínez A. Comunicaciones Científicas.
Entomoepidemiología de la República Argentina. Junta de Investigaciones
Científicas de las Fuerzas Armadas Argentinas, op. cit., págs: 75, 76.
(118) educación para la salud. Enfermedad de Chagas-Mazza, op. cit.,
pág: 5.
(119) Durante E. de Isola, González Cappa S. Vectores Transmisores:
Triatominos, "Vinchucas". En Enfermedad de Chagas, op. cit., pág: 46.
156
(120) Lent H., Wygodzinsky P. Revision of the Triatominae (hemiptera
reduviidae), and their significance as vectors of Chagas Disease. Bulletin of de
American Museum of Natural History. Neuw York:, 1979; Volume 163: Article
3. págs: 133-134.
(121) Pinto Dias J. C. Situación actual de la enfermedad de Chagas en
las Américas, op. cit., pág:2
(122) Lent H., Wygodzinsky P., op. cit., págs: 134, 135.
(123) Durante E. de Isola , González Cappa S. Vectores Transmisores:
Triatominos, "Vinchucas". En Enfermedad de Chagas, op. cit., pág:46.
(124) Lent H., Wygodzinsky P., op. cit., págs: 134, 135.
(125) Durante E. de Isola , González Cappa S. Vectores Transmisores:
Triatominos, "Vinchucas". En Enfermedad de Chagas, op. cit., pág: 46.
(126) OMS. Informe de un Comité de Expertos, op. cit., pág: 19.
(127) educación para la salud. Un enemigo temible: La vinchuca, op.
cit., pág: 22.
(128) Durante E. de Isola, González Cappa S. Vectores Transmisores:
Triatominos, "Vinchucas". En Enfermedad de Chagas, op. cit., pág: 47.
(129) Ibid., pág: 47.
(130) educación para la salud. Enfermedad de Chagas-Mazza, op. cit.,
pág: 11.
(131) Lent H, Wygodzinsky P., op. cit., págs: 136, 137.
(132) educación para la salud. Un enemigo temible: la vinchuca, op. cit.,
pág: 22.
(133) Lent H., Wygodzinsky P., op. cit., págs: 136, 137.
(134) Durante E. de Isola , González Cappa S. Vectores Transmisores:
Triatominos, "Vinchucas". En Enfermedad de Chagas, op. cit., pág: 48.
157
(135) OMS. Informe de un Comité de Expertos. op. cit., págs: 20, 21.
(136) Lent H., Wygodzinsky P., op. cit., págs: 137, 138.
(137) OMS. Informe de un Comité de Expertos, op. cit., págs: 21, 22.
(138) Ibid., pág: 23.
(139) Abalos J. W. Distribución de los Vectores en la Argentina, op.
cit., pág: 347.
(140) Ibid., págs: 347-349.
(141) D' Alessandro A. Importancia del Exámen de la Hemolinfa de
Triatomíneos en el estudio de la Tripanosomiasis. Antioquía Médica, 1965;
Volumen 15, Número 5, págs: 313, 314.
(142) Hack W. H.. Estudios sobre Biología del Triatoma Infestans
(Klug, 1834) (Hem. Reduviidae). Anales del Instituto de Medicina Regional de
la Univ. Nac. de Tucumán, 1955; Vol. 4 (2) págs: 125-148.
(143) Bejarano J. F. R. Estado Selvático de T. infestans y otros aspectos
a tener en cuenta para la eliminación de la enfermedad de Chagas. En Segundas
Jornadas Entomoepidemiológicas Argentinas. Buenos Aires, 1971; Tomo III,
págs: 171- 193.
(144) Botero D., Restrepo M. Parasitosis Humanas. CIB, Medellín
Colombia, 1994, pág: 201.
(145) Bejarano Juan F. R. Estado Selvático de T. infestans y otros aspectos
a tener en cuenta para la eliminación de la enfermedad de Chagas. Segundas
Jornadas Entomoepidemiológicas Argentinas III (1965). Buenos Aires, 1967, pág:
182.
CAPITULO Nº 5
Reservorios
159
5.1.- GENERALIDADES
El protagonista fundamental en la historia de la Tripanosomiasis Americana
fue Carlos Chagas, quién tras identificar la existencia de su agente productor, en la
sangre de la niña Berenice, a quien asistió en grave estado de enfermedad, el 14 de
Abril de 1909 en Lassance (Brasil), reveló al mundo (22 de abril de 1909), la
existencia de la enfermedad que hoy lleva el nombre del mismo (1).
De este modo, Chagas da comienzo a una sucesión de hallazgos que llevaron a
la caracterización de la enfermedad; prosiguiendo con sus investigaciones, identificó
con posterioridad 29 casos de formas agudas. Describió las formas crónicas de la
dolencia, el compromiso cardíaco y nervioso, y relacionó el mega esófago (mal de
los atorados), el bocio y el cretinismo endémico, con la enfermedad. Halló el parásito
en algunos animales silvestres, reconociendolos como verdaderos reservorios de la
misma (1) (2).
Es así como, en un periodo de 3 años (1912) Chagas descubrió el T. cruzi en
las deyecciones de un Triatomino domiciliado (Panstrongylus megistus), además
demostró la presencia del parásito en un animal doméstico (gato); en el hombre; en
un animal salvaje (Dasypus novemcinctus-tatu-) y en un Triatomino salvaje (P.
geniculatus) capturado en la cueva del tatú (3) (4).
Sus pasos no se detuvieron allí, sino que habiendo descubierto que el armadillo
era un reservorio natural del T. cruzi, asoció la enfermedad crónica con el tamaño
del corazón afectado por el parásito, trastornos glandulares y nerviosos; y publicó un
informe definitivo sobre la fase crónica de la enfermedad (5).
Conforme a ello, se sabe hoy, que los mamíferos que pueden ser hospedadores
del T. cruzi en América, sobrepasan los 200 (1).
160
En nuestro país, no se descuidó la investigación sobre la enfermedad de
Chagas, ya que la tesonera actividad desplegada por Salvador Mazza brindó sus
frutos.
En la septima reunión de la S.A.P.R.N. realizada entre los días 5, 6 y 7 de
octubre de 1931, en San Miguel de Tucumán, diversas comunicaciones realizadas
por Mazza y colaboradores, reiteraron sobre la existencia de diferentes animales
silvestres infectados en forma natural por T. cruzi, en el norte de la Argentina.
Presentó un estudio comparativo sobre la infección natural y experimental del
quirquincho por T. cruzi en Jujuy. En este mismo evento, el Dr. C. Romaña y la Srta.
Schurman hicieron referencia a la "Infección espontanea y experimental del tatú del
Chaco Santafesino por Tripanosoma cruzi". Por otra parte los Dres. Mazza y
Romaña, trataron la "Infección espontánea de la comadreja del Chaco Santafesino
por el Tripanosoma cruzi" (6).
Como se podrá observar, nada se encuentra inconexo en la historia de esta
enfermedad en sus polifacéticos aspectos. En el conjunto, uno de sus partícipes: "los
reservorios naturales del parásito", juega su rol de gran trascendencia.
Los huéspedes reservorios animales del T. cruzi, coinciden en su amplia
distribución geográfica con la dispersión Triatomina (mencionada con anterioridad)
entre los 43º de latitud norte, al sur de los Estados Unidos de Norte América y los
46º de latitud sur en la Patagonia Argentina (12). Se han identificado diversos
reservorios naturales, en naciones centro y sudamericanas, siendo en varios de estos
países, aún desconocidos sus huéspedes (18).
Si efectuamos un análisis sobre la epidemiología de la Trypanosomiasis
Americana y consideramos los tres cíclos evidenciados casi desde el descubrimiento
161
de la misma: Silvestre, Peridoméstico y Doméstico (al que se le agrega el Urbano,
en áreas sin Triatominos, desde1979) podemos ver que cada uno de ellos tiene
tendencia a autoperpetuarse, no son estancos, aún estando aislados de los demás.
Existe un acomodamiento de la cadena epidemiológica que parece estar en
concordancia con la propia determinación biológica de la parasitosis, no
cirscunscripta unicamente a ella misma, sino a otras causales que la hacen más
compleja y agraban su endemicidad, dependiendo de factores ecológicos,
económicos, políticos y culturales obrantes en la sociedad (7).
En el presente capítulo consideraremos los distintos ciclos en los que
intervienen los Triatomineos, teniendo en cuenta la relación existente entre estos
vectores, el T. cruzi y el hombre. En el mismo se tendrá en cuenta el papel que
juegan los reservorios de la enfermedad de Chagas:
5.2.- PRIMER CICLO, ORIGINAL, NATURAL, SILVESTRE, ZOOTICO
Bastante tiene que ver con los reservorios naturales de la Tripanosomiasis
Americana, y en especial si se considera que originariamente la parasitosis, era una
zoonosis que afectaba en forma casi exclusiva, a numerosos Triatominos y animales
salvajes, en focos naturales, que el humano y los animales domésticos estaban
ausentes, y que por el contacto de las personas con el vector en los asentamientos
rurales, que el propio hombre ha ido instalando, generó modificaciones sobre los
habitats naturales, y facilitó los ciclos domiciliarios y peridomiciliarios (8).
En el ciclo silvestre, el sustrato ecológico del Trypanosoma (S) cruzi está
sustentado esencialmente por los mamíferos parasitados en forma natural y al
sistema excretor de los "triatominos ecosituados" (7).
En diferentes situaciones ecológicas, varias especies animales sirven de
reservorios. La infección natural ha sido comprobada en numerosas especies
162
animales silvestres. No todas las especies tienen la misma importancia como
participantes en la enzootia chagásica silvestre, siendo una o dos las que sirven de
huéspedes primarios en una región ecológica (36).
Mediante recientes estudios sobre Didelphis marsupialis se ha evidenciado que
el T. cruzi presenta un ciclo único en sus glándulas anales, hecho de importancia ya
que un mamífero, la zarigüeya, podría eliminar el parásito en etapa infectiva por sus
secresiones glandulares, heces y orina. Al parecer la zarugüeya es capaz introducir
en viviendas rurales y urbanas cepas selváticas de T. cruzi. El movimiento de los
huéspedes reservorios selváticos entre las zonas silvestres y domiciliarias relaciona
los ciclos selvático y peridoméstico (9).
Los reservorios naturales del T. cruzi se distribuyen por toda América; los más
importantes son sin duda los marsupiales del genero Didelphis ("comadrejas",
"zarugüeyas", "rabipelados", "mucuras", "gambás", "carachupas", etc), los que por
su estrecha convivencia con los Triatominos y su acercamiento a la vivienda humana,
su gran movilidad y longevidad, llevan al T. cruzi al ciclo doméstico. Los roedores,
también constituyen importantes reservorios selváticos.
Los "tatús" (Dasypus novencinctus), muy estudiados por los investigadores de
antaño, son de muy poca relevancia epidemiológica en la actualidad, son de poca
presencia en el hábitat humano y tienen restrictiva asociación con triatominos
selváticos: Panstrongylus geniculatus, que tampoco se acerca al hombre (11).
En este ciclo, el T. (S) cruzi se mantendría por transmisión a través de las
deyecciones infectadas de los Tritominos, o por mamíferos insectívoros que ingieren
Triatomineos parasitados, o por alimentarse algunos mamíferos carnívoros de otros
mamíferos parasitados (7).
163
El ciclo silvestre puede observarse aún dentro de ciudades importantes, tal el
caso citado por Bejarano: en el barrio de Santa Teresa, de Rio de Janeiro, en donde
en un bloque selvático, se comprobó un foco, habiendose encontrado en la
vegetación del mismo varios mamíferos, como Didelphis aurita, Didelphys
marsupialis y Metachirus nudicaudatus y un Triatomino, el P. carioca, infectados
por T. cruzi. Refiere además, el mismo autor, que en un edificio vecino se
encontraron ejemplares de P. megistus parasitados por T. cruzi, cuyos criaderos
debían encontrarse en la vegetación del referido bloque (13).
Las alternativas entre las interacciones que se presentan en el ciclo silvestre,
dan las diferentes posibilidades que a continuación se mencionan:
- Triatominos silvestres infectados por T.(S) cruzi, contaminan al hombre o a los
carnívoros domésticos en el medio silvestre.
- Triatominos silvestres parasitados por T.(S) cruzi, tras invadir la vivienda humana
contaminan al hombre o a carnívoros domésticos (perros y gatos).
- Mamíferos silvestres infectados por T. (S) cruzi, contaminan al hombre cuando éste
los desuella, eviscera o emplea su sangre o visceras.
- Mamíferos silvestres parasitados por T. (S) cruzi, penetran en las viviendas o en el
peridomicilio, siendo fuente de infección de Triatominos domésticos, que luego
contaminan al hombre y a animales domésticos.
- Carnívoros domésticos, se contaminan al alimentarse de mamíferos silvestres
parasitados por T. (S) cruzi, que capturan en el medio silvestre o que han invadido la
vivienda (13).
Hasta la actualidad, se han registrado más de 150 especies de 24 familias de
mamíferos silvestres y domiciliarios o peridomiciliarios con infección por T. cruzi. El
164
perro, y en ciertas regiones los roedores y la zarigüeya, tal vez sean los reservorios
más importantes dentro del ciclo peridomiciliario; esta última y el armadillo son los
más vigentes en el cíclo selvático (14) (35).
La importancia del rol que desempeña un reservorio animal tanto en el cíclo
selvático como en el doméstico del T. cruzi, depende de la especie a la que
pertenece, su ecotopo domiciliario, peridomiciliario o selvático, el grado y alcance
de su dispersión geográfica, el nivel de contacto con el vector, las preferencias
tróficas que tienen los vectores y las relaciones parásito-reservorio-huésped (15).
Hoy se sabe que, pasan de 200 en América, los mamíferos que pueden ser
reservorio natural de T. cruzi (18) (19).
En lo concerniente a los animales selváticos y domiciliarios o peridomiciliarios
identificados como infectados por T. cruzi, huéspedes reservorios, integran una largo
listado; mencionaremos los más comunes en la geografía de nuestro país.
Entre los mamíferos encontrados infectados naturalmente en Argentina, se
pueden referir los siguientes:
5.2.1.- MAMIFEROS SILVESTRES
- Marsupiales: comadreja, marmota, etc.
- Edentados: mulita, tatús, pichis, perezosos, etc.
- Quirópteros: murciélagos, vampiros.
- Carnívoros: zorro, coatí, hurones, etc.
- Lagomorfos: tapetí, conejo silvestre.
- Rodentia: cuises, ardillas, rata de campo, vizcachas, chinchillas, tuco-tuco, etc.
- Primates: diversos monos, cebus, aouttus, carayá (22).
165
Orden Marsupialia.(comadrejas, marmotas etc)
* Familia Didelphidae:
- Marmosa elegans (33) (Córdoba) (21)
- Marmosa pusilia (33). Marmosa pusilla pallidior (Thomas, 1898) (22).
Se han descripto también los marsupiales que se mencionan a continuación:
* Lutreolina crassicaudata paranalis (Santa Fe) (21) (Thomas, 1923) (22)
(Coligrueso o "Comadreja" colorada) (34).
* Didelphis azarae azarae (Salta, Santa Fe, Santiago del Estero) (21)
(Temminck, 1825) (22) (Zarigüeya o "comadreja" overa) (34).
Orden Edentata.[ mulitas, tatúes (armadillos)].
* Familia Dasypodidae:
- Cabassous tatouay (33). Cabassous unicinctus (33) (21). Cabassous
tatouay (Desmarest, 1819) o Cabassous lugubris (Gray, 1873) o
C. unicinctus auct. (22) .
- Chaetrophractus vellerosus (33) (Jujuy) (quirquincho) (21).
Chaetorphractus vellerosus vellerosus (quirquincho) (Gray 1865) o
(Dasypus hybridus auct.) (22).Chaetorphractus vellerosus pannosus
(Thomas, 1902) (22).
- Chaetophractus villosus (33). (Formosa) (peludo) (21) (Desmarest, 1804)
(22).
- Dasypus novemcinctus (33). (Chaco, Santa Fe) (tatú o mulita
paraguaya)(21) Lin.1785 (22).
- Tolypeutes matacus (33). (Salta) (quirquincho bola) (21) (Desmarest
1804) (22).
- Zaedyus pichiy (33) (Mendoza) (Piche) (21) (Thomas 1928) (22).
166
Orden Chiroptera.(murciélagos, vampiros)
* Familia Phyllostomidae:
- Phyllostomus hastatus (33) (21).
* Familia Vespertilionidae:
- Eptesicus brasiliensis (33) Epitesicus brasiliensis argentinus. (Thomas,
1920) (22).
- Eptesicus furinalis (33) (D' Orbigny, 1847) (22).
- Histiotus montanus (33) (Córdoba) (21).
- Lasiurus borealis (33) (Catamarca) (21).
* Familia Molossidae:
- Eumops bonariensis. (33) Eumops bonariensis beckeri (Sanborn, 1932)
(22).
Orden Carnívora (zorros, coatí, hurones, perros, gatos etc.)
*Familia canidae:
- Cerdocyon thous (33) (21). Cerdocyon thous entrerrianus. (Burmeister
1861) (22) .
- Dusicyon culpeus (33). Dusicyon culpeus andinus (Thomas. 1914) (22).
- Dusicyon griseus (33). Dusicyon griseus gracilis (Burmeister 1861) (22).
* Familia Procyonidae:
- Nasua nasua (33) (Chaco) (21).
* Familia Mustelidae:
- Eira barbara (33). Eira barbara barbara. Lin 1758 (22).
- Galictis cuja (33). Galictis cuja furax (Santa Fe) (21). Galictis cuja cuja
(Mendoza) (21). Galictis cuja cuja. (Molina 1782) (grisonella ratellina
(Thomas 1921) (22). Galictis cuja huronax (Thomas. 1921) (22).
167
* Familia Felidae:
- Felis yaguaroundi.(33) (Córdoba) (21).
- Grisonella huronex (hurón) (32).
Se han descripto entre otros además:
- Tayra barbara (Jujuy) (21).
- Pseudalopex culpeus culpeus (Mendoza) (21).
- Psudalopex gracilis gracilis (Salta) (21).
- Pseudalopex andinus (Jujuy) (21).
Después de las investigaciones realizadas por Chagas (1909), numerosos
fueron los trabajos que describieron la infección natural del gato y del perro por el T.
cruzi. En cuanto a los carnívoros silvestres, las primeras observaciones sobre la
infección natural se deben a Mazza, Miyara y Sanjurjo (1936) que registraron en la
Argentina, Gallictis cuja cuja (Grisonella ratelina) y Dusicyon culpaeus culpaeus
naturalmente parasitados (23).
Orden Rodentia (cuises, tuco-tuco, chinchillas, ardillas, rata de campo, vizcachas,
etc.)
* Familia Sciuridae:
- Sciurus ignitus (33) Scirius ignitus argentinnius (Thomas, 1921) (22).
* Familia Cricetidae:
- Calomys laucha (33).
- Phyllotis griseoflavus (33) (La Rioja) (21).
168
* Familia Caviidae:
- Cavia sp.(33) (Córdoba) (21).
- Cavia porcellus porcellus (Lin, 1758) (22).
- Leptosciureus argentinus (Jujuy) (21).
Orden Lagomorpha (tapetí, conejo silvestre). Sin referencia.
Orden Primates (monos diversos: aouttus, cebus, carayá, etc.). Sin referencia, solo
la experimental (33) (10).
En el ciclo silvestre aparte de la forma "clásica" de transmisión del tripanosoma
se han descripto otras modalidades, algunas comprobadas, otras en estudio, tal vez
tan importantes como la típica.
Diversas son las formas que se dan: ingestión por carnívoro de mamífero
infectado con T. cruzi (cuis ingerido por zorro); ingestión de Triatominos
parasitados con T. cruzi, por insectívoros u omnívoros (comprobada en primates,
marsupiales y roedores); a través de la cópula (comprobada en cavia, rodentia); a
través de la placenta (comprobada en cánidos, roedores y primates); mediante el
amamantamiento de la cria con leche infectada por T. cruzi; ingesta de alimentos
contaminados con orina de marsupiales; mediante mordeduras en peleas entre
mamíferos parasitados por el Tripanosoma; eventual posibilidad de transmisión
directa por regurgitación en picaduras de Triatominos (T. (S) cruzi metacíclicos).
Aunque falta confirmación experimental de algunos de estos modos de
transmisión, no caben dudas de que ellos pueden mantener la enzoótia en
169
determinadas áreas, aún en ausencia de Triatominos o de otros Redúvidos
hematófagos.
De lo expuesto, se puede inferir lo complejo que resulta la no bien conocida
estructura del ciclo silvestre (19).
Entre los animales selváticos citados como huéspedes reservorios, numerosas
especies arbóreas y terrestres de mamíferos se encuentran involucradas (ya ha sido
comentado anteriormente); existiendo notificaciones de casi todos los países
americanos sobre infecciones naturales por T. cruzi. Algunas especies invaden el
peridomicilio, con el incremento del riesgo de transmisión al ser humano (reservorios
potenciales), no habiendose evaluado en forma precisa aún, el papel que desempeñan
en ese sentido (15).
5.2.2 ALGUNAS CARACTERISTICAS PARTICULARES DE LOS
RESERVORIOS NATURALES DEL TRYPANOSOMA CRUZI.
Orden marsupialia: La zarigüeya (didelphis), importante reservorio del T. cruzi en
diversos países; ampliamente distribuida entre los Estados Unidos de America y la
Argentina, tiene elevada densidad poblacional, hábitos alimentarios omnívoros,
ingiere aún los Triatominos ubicados en su madriguera; es de persistente y marcada
parasitemia, amplia ubicuidad selvática y doméstica alojandose en árboles, techos y
altillos. Las tasas de infección notificadas por algunos países son altas, oscilan entre
el 20 y el 100%. En forma experimental, se ha confirmado la posibilidad de que la
zarigüeya se infecte por la ingestión de Triatominos infectados, murciélagos y
pequeños roedores. Pareciera que, este mamífero es capaz de introducir cepas
selváticas a las viviendas rurales y urbanas; siendo factible que elimine parásitos en
una etapa infectiva a través de la orina, secresiones glandulares y las heces (15) (37).
170
Orden edentata: se encuentran distribuidos en la extensa área que va desde los
Estados Unidos de América a la Argentina. Más de 20 especies y subespecies se
infectan con el T. cruzi. El armadillo del género Dasypus, y especialmente el D.
novemcinctus, son sus huéspedes reservorios adecuados, manteniendo la infección
en los hábitats selváticos. El armadillo en su madriguera, ofrece refugio y microclima
con alimento adecuado para algunas especies de Triatominos como el P.
geniculatus. Su densidad e índice de dispersión son inferiores a la zarigüeya, puede
tener una tasa de infección por T. cruzi elevada, de hasta el 50% en algunas regiones
de Venezuela y Brasil.
Dentro del orden edentata, se encuentran comprometidas también algunas
especies de perezosos y osos hormigueros (15).
Orden rodentia: se han notificado más de 50 especies y subespecies infectadas por
T. cruzi; las que mantienen el ciclo selvático de la Trypanosomiasis Americana. En
Venezuela, se encuentran infectadas, con índices del 100% (15).
Orden chiroptera (murciélagos): son muy numerosas las especies parasitadas en
toda América. Los murciélagos pueden ser portadores de otros Tripanosomas "no
cruzis" especialmente del grupo "vespertillionis" (37).
Gran número de murciélagos, han sido infectados por el T. cruzi; contribuyen a
mantener el ciclo enzootico en los focos naturales, y pueden introducir cepas
selváticas en áreas domiciliarias, debido a que constituyen fuente de sangre para
Triatominos domésticos (15).
Romaña en el año 1944, hacía referencias sobre el hallazgo de ejemplares de
Eptesicus furinalis parasitados con Tripanosomas que tenían la morfología del
171
Schizotrypanum cruzi. Desde entonces aumentó el número de E. furinalis
encontrados infectados en forma natural. En otra especie de Eptesicus (procedentes
de Mercedes, Corrientes), el E. argentinus Thomas, también se encontraron
Tripanosomas, de similar aspecto. Sus dimensiones corresponden a muestras
virulentas halladas en otros quirópteros; parásito no infectante para animales de
laboratorio y no se desarrolla en Triatomineos (24).
Orden carnívora: se cree que su participación como huéspedes reservorios de la
infección por T. cruzi, es bastante baja, máxime si se tiene en cuenta que las especies
selváticas tienen amplia distribución geográfica, y baja densidad poblacional.
En la región noroeste del estado de Sao Paulo, en Brasil, se estableció que el
índice promedio de infección entre 100 carnívoros era aproximadamente del 8,6%
(15).
Orden primates: han sido encontradas alrededor de 22 especies infectadas con T.
cruzi. Se han informado en algunos países altos índices de infección; del 45% en la
selva amazónica primaria, del Brasil,en monos Saimiri scieurus; y 42% entre Cebus
apella, en Venezuela. En Brasil y Bolivia, se han encontrado monos infectados por T.
rangeli y T. cruzi (20).
Otros órdenes: carnívoros varios, yaguaretés, hurones, gatos monteses, zorros,
etc. presentan infección natural de relativa importancia.
Se han descripto una serie de animales poiquilotermos, que pueden alimentar a
los vectores como: cobras, lagartos, etc., hecho que ha sido evidenciado en el
ambiente silvestre y domiciliario (37).
172
Correspone incluir en este listado, animales de cria como las cabras, y animales
domésticos como el perro, los que al entrar en contacto con los vectores infectados
en el ciclo silvestre pueden contraer el parásito y ser reserva del Tripanosoma (10).
Como se podrá apreciar, entre los mamíferos citados existen algunos
integrantes de la fauna del ámbito silvestre y peridomicilio en nuestra provincia,
estando integrada por mamíferos como la vizcacha (lagostomus maximus), cuis,
ratas silvestres, comadrejas, quirquinchos, cabras y otros mamíferos, sin dejar de
tener en cuenta la presencia de murciélagos que se desplazan entre el bosque y la
vivienda del hombre. El avance de las áreas de desmonte en búsqueda de mayor
disponibilidad de suelos, suceptibles a la aplicación de nuevas tecnologías de
explotación agropecuaria, y la acción depredadora del hombre mediante la práctica
de cacerías indiscriminadas, pueden haber contribuído al enrarecimiento de la
población de dichas especies, e influído a la vez en la disminución de los reservorios
parasitarios. En la actualidad, varios de estos mamíferos, se encuentran en vías de
extinción (mulita, quirquincho, etc.), lo que podría significar un factor contribuyente
a la disminución de la transmisión del T cruzi.
5.3.- SEGUNDO CICLO, PERIDOMESTICO O PERIDOMICILIARIO
Enlace natural entre los Ciclos Silvestre y Doméstico. Basicamente lo integran
los mamíferos de cría, domésticos, algunos silvestres que ocasionalmente arriban
hacia el hábitat humano y se radican en el peridomicilio.
Los Triatominos "peridomiciliarios" especies sustancialmente silvestres en vías
de adaptación al citado hábitat, convendría citar a T. platensis, T. delpontei y T.
guasayana, los dos primeros en nidos de cotorras (Myopsita monacha cotorra) en
las vecindades de la vivienda humana, que también son reservorios y transmisores.
173
Perros, gatos y otros mamíferos como cabras, ovejas, conejos, cerdos y a veces
el ganado caballar, al ser fuente de alimentación de los triatominos infectados con T.
cruzi., se constituyen en reservorios hospedadores del parásito. A estos se pueden
agrerar múridos sinantrópicos, comadrejas, zorrinos, hurones, murciélagos y el
propio hombre cuando contacta con vectores al reposar en galpones.
Las aves como las gallinas si bien no permiten el desarrollo de T. cruzi al
alimentar Triatominos que luego puedan contactar con mamíferos infectados,
contribuyen al sosten del ciclo parasitario (10).
En ciertas regiones, el perro, la zarigüeya y los roedores, son probablemente los
huéspedes reservorios más importantes dentro del ciclo peridomiciliario (8).
5.3.1.- MAMIFEROS DOMICILIARIOS Y PERIDOMICILIARIOS
- Canis familiaris: (Córdoba, Corrientes, Chaco, Formosa, Jujuy, Mendoza,
Salta, Santa Fe, Santiago del Estero, Tucumán, Catamarca, La Rioja) (21).
- Felis domesticus (Buenos Aires, Corrientes, Chaco, Formosa, Jujuy, Mendoza,
Rio Negro, Salta, Santa Fe) (21) (Lin. 1785) (22).
Se han descripto como potenciales reservorios, tras demostración experimental
de receptividad, los siguientes mamíferos:
- Akodon azarae.
- Calomys laucha.
- Calomys masculinus.
- Oryzomys flavescens.
- Cavia pamparum.
- Galea sp. (21).
174
5.4.- TERCER CICLO, DOMICILIARIO O DOMESTICO
En el ciclo doméstico, (intimamente ligado con el ciclo citado anteriormente, el
más conocido), el huésped reservorio de mayor valor es el humano. La estrecha
relación y el contácto que puedan tener los insectos Triatominos con las personas en
el reducido espacio intradomiciliario es importante, en donde estos vectores por lo
general pican a las personas durante las horas de la noche, cuando se encuentran
recogidas en su sueño (15). En cambio los reservorios domésticos no humanos de la
enfermedad de Chagas, tienen variable importancia. Sus tasas de infección pueden
ser altas, y varían entre 10 y 60% en áreas no controladas en América Latina, las que
disminuyen sustancialmente cuando los vectores domésticos son controlados. El más
importante de estos reservorios domésticos es el perro, siguiendoles los gatos y
roedores domésticos (16).
En el hábitat humano, es donde se establece una muy estrecha relación entre
hombre, mamíferos domesticados y agente transmisor del T. cruzi.
Tanto el hombre, como los diversos animales domésticos que conviven con él,
brindan permanente disponibilidad de sangre; cuando la densidad de los Triatominos
domiciliados es elevada, se produce un más frecuente contácto entre humano y
vector.
La mayoría de los animales domésticos pequeños, se infectan con T. cruzi, pero
sólo unos cuantos sufren un elevado índice de infección, en cambio los animales
domésticos de mayor tamaño, como cerdos, vacunos y equinos, infrecuentemente se
infectan (10) (29).
En relación a los animales domésticos, como el perro y el gato se han efectuado
investigaciones, registrandose en algunos países como Argentina, Venezuela, Chile,
175
y Brasil, gran variabilidad en las tasas de infección, cuyos valores oscilan para el
perro entre 4,5 y 100%, y para el gato 0,5 a 60,9%. En 15 países se han notificado
infecciones en perros, y gatos, en 7. En las zonas investigadas, estos animales eran
los principales huéspedes reservorios en el medio doméstico, especialmente cuando
los vectores eran T. infestans, T. sordida y T. dimidiata (25).
El gato tiene la particularidad de que cuando es jóven, el parásito permanece
siempre en la sangre circulante, a diferencia del hombre en el que el T. cruzi
abandona en forma rápida la circulación, pasando a los tejidos (31).
El perro es un huésped reservorio importante del T. cruzi en áreas rurales del
norte y centro de la República Argentina, especialmente en Santiago del Estero,
jugando un rol fundamental como principal reservorio, y a través del estrecho
vínculo en la relación hombre-perro, obra como factor de mantenimiento y
transmisión de la enfermedad en la región (26).
Se ha comprobado en diversas ocasiones, que la prevalencia en estas especies
en las áreas endémicas, era superior a la del hombre.
Si bien la infección transcurre en los animales silvestres con forma clínica
inaparente, en el perro es a veces sintomática, de modo similar al hombre, pudiendo
observarse tanto una forma aguda como crónica. La fase aguda, que se instala entre
5 y 42 días de incubación, se exterioriza con moderada fiebre, edema palpebral (a
veces), adenopatías diversas, hepatomegalia, alteraciones nerviosas y
manifestaciones cardíacas. En la forma crónica puede presentar, como en el hombre,
miocarditis. Esta Tripanosomiasis canina suele ser mortal (36).
En relación a los ratones, se han notificado infecciones de Mus musculus en 5
países, con un índice de infección del 10 a 30%. Como los mismos se alimentan de
176
Triatominos pueden contraer la enfermedad y transmitirla a los gatos que los
devoran.
Se han notificado ratas infectadas con T. cruzi en una amplia extensión
geográfica que abarca nueve países, desde los Estados Unidos de Norte América
hasta la República Argentina. Entre ellas figuran principalmente Rattus norvegicus y
R. rattus. La tasa de infección de R. rattus, alcanza el 9,5% y hasta el 100% en la
región suroccidental de Bahía, en el Brasil.
Las ratas, debido a la elevada densidad poblacional que presentan en relación al
ratón, teniendo más estrecho su contacto con el hombre y los Triatominos
domiciliarios, constituyen un importante reservorio del T. cruzi. Además, a veces
frecuenta hábitats selváticos y domésticos, desplazandose entre los mismos con
facilidad (26).
En Perú y Bolivia, donde la cria de cobayos como fuente de alimentación, es
común dentro de la vivienda, existen elevadas tasas de infección por T. cruzi; 19,2%
para el primero y 10,5-61,1% para el segundo país (26).
Animales domésticos como: caballos, vacas, cabras y cerdos, raramente se
infectan, y como consecuencia de su baja densidad poblacional y parasitemia, y
contacto menos estrecho con el hombre con relación a otros animales domiciliarios,
no tienen un papel importante como reservorios (26).
Los caprinos, presentes en varias áreas endémicas practicamente no tienen
parasitemia crónica detectable, siendo dudosa su participación en el ciclo doméstico
de la enfermedad (28).
Las palomas y pollos, si bien no son suceptibles a la infección (27), no dejan de
tener su importancia, ya que sirven como fuente de alimentación a los Triatomíneos,
los que después pueden infectarse con otros animales contaminados y efectuar la
transmisión de la Tripanosomiasis.
177
5.5.- CUARTO CICLO O URBANO
Con apariencia de ciclo nuevo, pero no lo son los conceptos que definen al
mismo, ya que se encuentran influyendo sobre la salud desde hace muchos años. Es
el más reciente de los ciclos en la Historia Natural de la Enfermedad. "Su identidad
es perfectamente diferenciable y comparte con los Tres Primeros la capacidad de
autosustentarse, luego de constituido" (29).
Ubicado en regiones no necesariamente consideradas como endémicas, carece
en absoluto de Triatominos, donde la calidad de la vivienda y sus condiciones no
tiene influencia alguna.
"Este ciclo está formado exclusivamente por el parásito en el hombre y el
propio hombre como reservorio, transmisor y principal afectado, en ausencia total
de Triatominos, reservorios no humanos y aún disfrutando de las mejores
condiciones habitacionales posibles" (30).
Este nuevo aspecto de la Epidemiología Chagásica, ha sido observado y
estudiado por el Dr. Diego J. Carpintero y colaboradores, en pacientes infectados
por T. (S) cruzi en periodos de latencia y crónicos, que tenían radicación en partidos
del Conurbano Bonaerense y en la misma Capital Federal.
Las observaciones realizadas, pusieron en evidencia que en cada encuesta
efectuada, los porcentajes de prevalencia de infección eran cada vez más altos,
asignandoles importancia a las corrientes de inmigración proveniente de Paraguay y
Bolivia y a las migraciones internas en nuestro país, desde zonas de alta endemia
178
NOA, NEA, Cuyo, provincias del centro del país, etc., hacia el Gran Buenos Aires,
y la misma Capital Federal en las décadas del 40 y 50.
Tal hipótesis es correcta en cuanto a la fuente, pero incompleta, ya que
no explica el mantenimiento del parásito y el aumento de los infectados a lo largo
de 50 años sin vinchucas ni reservorios animales, y sin ranchos de paja y adobe,
aún cuando algunos pudieran habitar viviendas en peores condiciones de
estructura y menos higienicas que las rurales.
Los estudios epidemiológicos comprendieron pacientes atendidos desde 1977 a
1989, algunos resultados se publicaron en el II SIMPOSIO INTERNACIONAL DE
CHAGAS, entre noviembre y diciembre de 1979, en Buenos Aires.
Los pacientes estudiados por el autor tenian serología y xenodiagnóstico
positivos, la mayoría de los resultados fueron reconfirmados por el Instituto Fatala
Chaben. Se practicó además electrocardiografía, ergometría, radiología y
electroencefalografía.
Sobre un total de 9.684 pacientes atendidos en el mencionado periodo, el 9%
eran falsos positivos (872). El resto, 8.812 presentaban al menos dos reacciones
serológicas repetidamente positivas. En más o en menos un 25% (2.420) de los
mismos, los xenodiagnósticos fueron positivos; realizándose la encuesta sobre ellos,
revelando los siguientes datos.
Del 100% de los encuestados (2.420):
* 1.404 nacieron; o nacieron y se criaron en áreas endémicas de Argentina,
Paraguay, Bolivia, Chile, Perú y otros paises (58%).
* 1.016 nacieron en la Capital Federal, Conurbano Bonaerense, provincias australes
o eran extranjeros oriundos de países sin enfermedad de Chagas, (42%).
179
De los 1.016:
- 484 permanecieron; o viajaron y permanecieron en zonas consideradas
endémicas (20%); y
- 532 nunca viajaron a zonas endémicas (22%).
El autor en base a la anmnesis de este último grupo, considera la posibilidad de
una "contaminación clásica" en los restantes, "aunque fuera ignorada por los
pacientes". Separó al grupo total en "un universo de riesgo real de contaminación
típica: 78%" y a los otros en "universo sin tal riesgo: 22%".
Carpintero, haciendo un análisis elemental de este grupo, pensó que podían
surgir pautas que le permitieran comprender las causas del mantenimiento de la
Trypanosomiasis Americana, e incluso el incremento de la misma en las ciudades,
medianas o grandes, sin la concurrencia de los vectores naturales (100% = 532), de
ellos:
* El 18% tenían la madre o ambos padres y aún abuelos nacidos en zonas de
endemia (18% = 96).
* El 22% habían recibido en una o mas oportunidades transfusión de sangre, la
mayoría en centros privados (22% = 117).
* El 29% refirió haber comido mamíferos, proveniente de provincias endémicas, de
cría o caza, en más de una oportunidad ( 29% =154).
* El 8% debido a su actividad habían tenido contacto con enfermos chagásicos
(enfermeras, técnicos de laboratorio, obstétricas, etc.) (8% = 43).
* El 4% de los pacientes, de sexo masculino, habían estado o estaban casados, o
habían tenido relaciones con mujeres chagásicas (4% = 21).
* Sobre el 19% restante, no se pudo suponer el modo de captación del T. cruzi
(19% =101).
180
En el Ciclo Urbano no existe la "transmisión clásica"; no interviene la
vinchuca; si lo hiciera correspondería al Tercer Ciclo, el que también puede darse en
las ciudades (30).
De lo expuesto a lo largo del presente capítulo, en relación a los reservorios de
la enfermedad de Chagas, resalta un factor convergente, cualquiera sea la ubicación
que se haga en los ciclos epidemiológicos que tiene la misma, y ese factor, es el
propio hombre, constituyendo un gran reservorio latente, se encuentre donde se
encuentre, aún alojado en la ciudad lejos del agente vector: "la vinchuca".
CITAS BIBLIOGRAFICAS
(1) Sierra Iglesias J. P. Salvador Mazza-su vida, su obra- redescubridor de la
enfermedad de Chagas. Universidad Nacional de Jujuy. San Salvador de Jujuy, 1990,
pág: 224.
(2) Sierra Iglesias J., Storino R., Rigou D. Antecedentes Históricos. En
Enfermedad de Chagas. Storino, Milei. Mosby Doyma Argentina, 1994, pág: 12.
(3) Bejarano J. F. R. Estado Selvático de T. infestans y otros aspectos a
tener en cuenta para la eliminación de la enfermedad de Chagas. En Segundas
Jornadas Entomoepidemiológicas Argentinas. Salta, 2 al 9 de octubre de 1965.
Buenos Aires, 1971; Tomo III: pág: 171.
(4) Carcavallo R. U., Martínez A. Comunicaciones Científicas.
Entomoepidemiología de la Republica Argentina. Junta de Investigaciones
Científicas de las Fuerzas Armadas Argentinas, 1968; Nº 13, Tomo I, pág: 76.
181
(5) Chagas. C. Nuevas entidades mórbidas del hombre. Memorias. Instituto
Oswaldo Cruz, 1911; 3, págs: 219-275.
(6) Sierra Iglesias J. P., op. cit., págs: 187, 188.
(7) Carpintero. D. J. El Problema de la Infección Chagásica en las Grandes
Urbes. Consultor de Salud. 26 de agosto. Buenos Aires, 1.994, Nº 99, pág: 10.
(8) OMS. Informe de un Comité de Expertos. Control de la Enfermedad de
Chagas. Serie de Informes Técnicos 811. Ginebra, 1.991, pág: 24.
(9) Ibid., pág: 27.
(10) Carpintero. D. J., op. cit., pág: 10.
(11) Pinto Dias J. C. Situación actual de la enfermedad de Chagas en las
Américas. En Actualizaciones en la Enfermedad de Chagas. Simposio satelite,
Córdoba, Noviembre 1992. Editores: Madoery R. J., Madoery C., Cámera M. I.
Impreso en Grafiquil. Buenos Aires, 1993, pág: 5.
(12) OMS. Informe de un Comité de Expertos, op. cit., pág: 25.
(13) Bejarano J. F. R. Estado Actual de Algunos Aspectos de la Enfermedad
de Chagas-Mazza. En Primeras Jornadas Entomoepidemiológicas Argentinas.
Dirección General de Sanidad de la Secretaría de Guerra, Buenos Aires, 1959, pág:
77.
(14) OMS. Informe de un Comité de Expertos, op. cit., pág: 24.
(15) OMS. Informe de un Comité de Expertos, op. cit., pág: 25.
(16) Pinto Dias J. C., op. cit., pág: 5.
(17) OMS. Informe de un Comité de Expertos, op. cit., pág: 25.
(18) Sierra Iglesias J. P., op. cit., pág: 224.
(19) Carpintero. D. J., op. cit., pág 10.
(20) OMS. Informe de un Comité de Expertos, op. cit., pág: 28.
(21) Carcavallo R. U., Martínez A., op. cit., págs: 76-92.
182
(22) Pereira Barretto M. Reservorios de Trypanosoma (Schizotrypanum)
cruzi.Chagas, 1.909. Symposio Internacional sobre Enfermedad de Chagas. Buenos
Aires, 1972, págs: 357-368.
(23) Ibid., pág: 366.
(24) Romaña C., Toranzos L. B. (h). Schizotrypanum de murciélagos del
Género Eptesicus.Anales del Instituto de Medicina Regional. Tucumán, 1947,
págs:41-54.
(25) OMS. Informe de un Comité de Expertos, op. cit., pág 26.
(26) Gürtler, R. E et al. The prevalence of Trypanosoma cruzi and the
demography of dog populations after insecticidal sptaying of houses: a predictive
model. Annals of tropical medicine and parasitology, 1990; 84, págs: 313-323.
(27) OMS. Informe de un Comité de Expertos, op. cit., pág 27.
(28) Pinto Dias J. C., op. cit., pág:5.
(29) Carpintero. D. J., op. cit., pág 10.
(30) Ibid., pág:11.
(31) Chagas Carlos. Amerikanische Trypanosomiasis, 1925, .folleto con 14 páginas,
sin numerar, sin pié de imprenta.
(32) Cornejo A. Atlas de Enfermedades Regionales del Norte Argentino.
Depósitos naturales de Schizotrypanum. Salta,1980, págs: 177, 180.
(33) OMS. Informe de un Comité de Expertos, op. cit., págs: 95, 96, 97.
(34) Cabrera A., Yepes J. Los Mbicures o Comadrejas. En Los Marsupiales
Mamíferos Sud-Americanos. Historia Natural Ediar. Buenos Aires, 1940, pág: 23.
(35) Pereira Barretto M., op. cit., págs: 357-368.
(36) Acha P. N, Szyfres B. Enfermedad de Chagas. En Zoonosis y
enfermedades transmisibles comunes al hombre y a los animales. OPS. Publicación
Científica Nº 503. Segunda edición. E.U.A, 1983, págs: 590-596.
183
(37) Pinto Días. Enfermedad de Chagas-Epidemiología Clínica-Terapeutica.
Edición auspiciada por la Fundación de Estudios de Enfermedades Endémicas.1984,
págs: 14, 15, 16.
CAPITULO Nº 6
El Hábitat del Vector
185
6.1.- GENERALIDADES
La principal característica biológica que identifica a los Triatominos
hematófagos es el hábito de succionar sangre para su alimentación en un solo
ambiente, ocurriendo esto tanto en el estado de ninfa como de adulto del insecto.
Sus hábitats naturales están constituídos por ecotopos silvestres, nidos o
refugios de diversas aves, mamíferos y reptiles, en donde los Triatominos conviven
con vertebrados que constituyen sus fuentes de alimentación. La mayoría de los
mismos suelen tener una amplia variedad de huéspedes, pero algunos de ellos
prefieren determinadas especies de animales.
En la naturaleza la asociación de triatominos, parásito y mamíferos silvestres,
llevó a la integración de nichos ecológicos, estableciendose cierto nivel de
convivencia entre los mismos, pero hizo su aparición el hombre perturbando el
ambiente, destruyó los hábitats naturales, lo que trajo como consecuencia la invasión
por estos insectos, de terrenos peridomésticos y domésticos, donde se ubicaron,
entre piedras, corrales, nidos de aves, huecos de árboles y en otros ecotopos (1).
Al transcurrrir el tiempo, el hombre alteró cada vez más el medio ambiente, taló sin
control los bosques, cultivó la tierra, crió ganado, y con esta acción modificó la
flora produciendo gran dispersión de la fauna. El hambre pasó a ser uno de los
principales causales de la diseminación de los insectos hematófagos hacia diversos
ecotopos en búsqueda de nuevas fuentes de alimentación, creandose las condiciones
epidemiológicas que involucraron al hombre y a los animales domésticos en el ciclo
de transmisión, en donde la asociación natural del T. cruzi y los Triatominos
constituyeron una verdadera antropozoonosis (1).
186
Hoy se acepta que, en la adaptación de los Triatominos al ambito doméstico en
regiones naturales de América, han tenido que ver los drásticos cambios generados
por los asentamientos humanos en la naturaleza, obrando especialmente a través de
la intensa deforestación. Por otra parte, la desertización de las tierras, la deficiente
administración de las zonas deforestadas, favoreció la dispersión de los Triatominos
domésticos, contrastando con ello, otras modalidades de administración ambiental, la
aplicación de nuevas tecnologías agropecuarias en zonas rurales chagásicas, que
simplificaron el hábitat y redujeron en forma significativa el riesgo de invasión con la
extinción de los focos naturales de dichos insectos (2).
Estos factores pueden localizar los focos humanos de tripanosomiasis,
exterminar las reservas naturales de Triatomas, con cambios dinámicos, son
detectables en todo el continente, influyendo en la aparición de nuevos focos y
determinando la desaparición de otros (42).
6.2.- ESPECIES
De todas las especies, vectores potenciales del T. cruzi, seis son las que tienen
especial importancia epidemiológica en América del Sur a saber:
- T. infestans;
- T. brasiliensis;
- T. dimidiata;
- T. sordida;
- Panstrongylus megistus;
- R. prolixus; y una séptima especie,
- R. pallescens, que tiene un importante papel en América Central y Panamá (1).
187
Ciertos factores climáticos y la acción "antrópica" sobre el medio, juegan un rol
importante en el desarrollo de estos insectos.
Entre los factores climáticos, principalmente la temperatura y la humedad (T.
brasiliensis: en regiones secas, Panstrongylus megistus: monte húmedo del Brasil)
(3) al parecer controlan el índice de aumento de las poblaciones de Triatomíneos.
En gran parte del Brasil (Goiás), donde no existen grandes amplitudes térmicas,
las temperaturas máximas y mínimas anuales tienen pocas variaciones, las
poblaciones de T. infestans producen dos generaciones por año. El desarrollo de las
ninfas y la tasa de fecundidad de las hembras adquieren en el verano, su máximo
nivel. Como así también la máxima aparición de los adultos tiene lugar entre
diciembre y enero y el mínimo, en los meses de junio y julio, época en que la
población se encuentra constituida principalmente por adultos y ninfas de 4ª y 5ª
metamorfosis (43).
Los animales sinantrópicos juegan un importante papel como fuente de
alimentación, preservación y aumento de las poblaciones domiciliarias y
peridomiciliarias de Triatominos, pueden ser predadores y dispersar pasivamente los
insectos vectores (43).
En la gran mayoría de los paises donde la enfermedad de Chagas es endémica,
se han evidenciado ciclos de transmisión que involucran una amplia gama de
huéspedes. Actualmente se ha registrado más de 150 especies de 24 familias de
mamíferos silvestres y domiciliarios o peridomiciliarios infectados (4). La mayor
parte de los mismos son silvestres, de algunos se conocen muy pocos ejemplares,
otros son abundantes y han logrado hacerse sinantrópicos o domiciliarios mediante
188
procesos de adaptación, en algunos de ellos probablemente a través de varios siglos
(5).
El agente de la enfermedad de Chagas es parásito de una serie amplia de
animales silvestres. Algunos insectos infectados rara vez o nunca llegan a tener
contacto con el hombre; otros en cambio, (en algunos lugares), han abandonado
prácticamente el biotopo silvestre para alojarse en la morada humana o se encuentran
en diferentes estados de adaptación y algunos adultos son asiduos visitantes del
hombre en su habitación (5).
En América, la mayor parte de los insectos Triatominos, son ornitófilos,
especies que raramente entran en contácto con el T. cruzi (Psamoleste ubicados en
nidos de Furnariidae) (6).
En este capítulo, vamos a referirnos solamente a aquellos insectos que, por su
mayor o menor contacto con el hombre, pueden ocasionalmente convertirse en
vectores potenciales o efectivos de la enfermedad de Chagas, y por lo tanto tienen o
pueden llegar a tener importancia epidemiológica, analizados en su ecotopo. Para
una ilustración que amplíe el panorama de su dispersión en las distintas provincias
Argentinas, ver el capítulo de los Triatomíneos y sus hábitos (Cap:4).
- Psamolestes coreodes: ha sido encontrado en nidos de pájaros, sin excepción
(7). En nidos de aves silvestres como los "colgaditos" (Furnariidae), el que sería el
único "habitat", en Córdoba. En La Rioja, Catamarca y Salta los nidos de
Furnariidae son el lugar donde más frecuentemente es ubicada esta especie. Se la ha
ubicado en nidos de cotorras (Psittacidae) en la provincia de Salta (8). Es una
especie que habita en lugares donde el ambiente es seco. No convive con el hombre,
189
se mantiene lejos de las habitaciones y sus dependencias. Tampoco se lo ha
encontrado infectado por T. (S.) cruzi, aunque es factible la infección experimental
del mismo (9).
- Pantrongylus megistus: ha sido localizado debajo de la corteza y en los
huecos de troncos de árboles, en refugios de pequeños mamíferos y batracios. Es
considerado como "ocasionalmente doméstico" por Bejarano (10). Esta especie es
de gran valencia ecológica, encontrandose distribuída en una gran área del Brasil,
constituyendo el más importante transmisor del T. cruzi al hombre. En la Argentina
su captura se limita a ejemplares aislados en Misiones, Corrientes y Salta (García
Bes, 1967), en Jujuy por Martínez y Cichero (1972), quienes expresaron ".....y por el
noroeste se encontró en los domicilios de los alrededores de la ciudad de Salta y en
la faja de selva subtropical de montaña de esa provincia hasta la frontera con
Bolivia y en la provincia de Jujuy"; no se le asigna importancia epidemiológica
alguna (11). Es un temible transmisor de la enfermedad de Chagas en amplias
regiones del Brasil, donde convive con el hombre. Los ejemplares obtenidos en
algunas localidades de Misiones y Corrientes, nunca lo han sido dentro de las
habitaciones de la vivienda humana (12).
- Panstrongylus günteri: este insecto, ha sido encontrado en depósitos de leña,
junto a roedores, en zonas de monte, en cactus y en cuevas de mamíferos
indeterminados. Mazza lo ha señalado en algunas zonas boscosas en relación con
"ardillas". Bejarano lo ubicó como posible ocupante de nidos de aves. Ha sido
capturado en agrestes zonas de La Rioja (en Olta), con trampas de luz artificial, en
donde había población humana, entre lajas y piedras, en lugares donde existían
roedores en abundancia.
190
Fue señalado por Mazza como frecuentemente doméstico. Esta especie ha sido
encontrada infectada en forma natural por el T. cruzi (13). En el país, habita en
regiones secas entre el Chaco salteño y Río Negro (14).
- Panstrongylus geniculatus: especie capturada debajo de la corteza y en
huecos de troncos de árboles, conviviendo en cuevas con armadillos, en nidos de
aves, en las copas de los árboles (15). Es una especie descripta del Ecuador; de
disposición neotropical. Se la ha encontrado siempre en ámbito silvestre, con
preferencia en cuevas de armadillos, (como se ha mencionado anteriormente),
aunque parasita nidos de roedores, marsupiales, tamanduas y hasta albergues de
murciélagos. Se la ha visto llegar de modo accidental al hábitat humano, atraída por
la luz de las lámparas de las casas. Es común encontrar ejemplares infectados con T.
cruzi (16).
- Triatoma infestans: insecto muy adaptado al domicilio humano, en íntima
relación desde la antigüedad con el hombre, con escasos habitats naturales y un buen
grado de diseminación pasiva habiendo sido transportada por el humano en sus
migraciones. Reúne condiciones de adaptabilidad excepcionales, su amplia
distribución en América de Sur así lo demuestran.
La característica de su gran facilidad para alimentarse con sangre humana y de
animales domésticos, ha sido demostrada en Brasil y Argentina por medio de
pruebas realizadas mediante precipitinas (Correa y Aguiar, 1952; Mayer y Alcaráz,
1955; Barretto, 1968). Parece tener además una gran capacidad de adaptación a
diversos climas; es posible que la alta humedad a determinadas temperaturas sea un
factor limitante para el desarrollo de esta especie. La gran adaptabilidad del T.
191
infestans, explicaría el éxito que ha tenido en algunos focos en Brasil, lugar donde
no se creía que era capaz de desarrollarse (17).
A la gran capacidad de domiciliación que posee el T. infestans la puede
reconfirmar la experiencia referida por Dias y Zeledón (1955), quienes recogieron en
una cabaña de Minas Gerais 4.645 ejemplares (18).
En controles epidemiológicos contínuos en Goiás, Brasil, entre 1980-1992
(dirigirse al capítulo sobre epidemiología), durante casi todo el período de estudio,
T. infestans se manifestó como un colonizador intradomiciliario, a donde llegó
principalmente por transporte pasivo humano. No habiendo sido infestadas por esta
especie las zonas peridomiciliarias (gallineros), durante los últimos ocho años
(momento en que se realizó la evaluación), confirmó que su invasión es secundaria a
la domiciliaria. Existiendo un riesgo constante de reinvasión de los domicilios por el
insecto, siempre que existan localidades vecinas infestadas sin programas de control
adecuado (19).
Entonces, este insecto posee hábitos casi exclusivamente domésticos o
peridomésticos, en toda la amplia dispersión geográfica que tiene. Ha sido
encontrado en nidos de aves por Mazza y por éste y Schreiber, en nido de "cuises"
por Mazza, Miyara, Basso; en albergues de Graomys, en madrigueras de
marsupiales. Debajo de la corteza de troncos y en los huecos de los árboles y en
nidos en cactus fué señalada por Mazza. El mismo Mazza, señaló la parasitación del
T. infestans silvestre por T. cruzi. Bejarano, también lo identificó infectado por T.
cruzi, publicando ocho observaciones personales, de T. infestans silvestre
infectados, ubicados lejos de la vivienda humana (Cita 55, Capítulo 4).
192
El T. infestans es la única especie de las que existen en la Argentina, que tiene
hábitos intradomiciliarios. Los niveles de población que alcanza son muy altos,
disponiendo de buena capacidad para infectarse, además muestra predilección por el
hombre efectuando sus deposiciones inmediatamente después de alimentarse, con lo
que reúne todas las condiciones para ser un excelente transmisor de la enfermedad
de Chagas al humano (20). Se caracteriza por su capacidad de ubicación en
diferentes ambientes de la vivienda: galpones, gallineros y cualquier ambiente donde
duermen animales domésticos; sale de noche para alimentarse sobre sus moradores, a
los que contamina con frecuencia con sus deyecciones (21).
En condiciones salvajes, el T. infestans se encuentra en los instersticios de las
paredes de piedra; entre las rocas; debajo de la corteza de plantas, en sus huecos; y
debajo de troncos de árboles caídos. Se han recogido T. infestans, en nidos y
madrigueras de animales silvestres: marsupiales (didelfos), roedores (Microcavia
australis), Graomys sp, Galea musteloides leucoblephara (Burmeister) o pájaros
(buhos). Habitan también en nidos de pájaros abandonados por sus ocupantes
originales y recuperados por pequeños mamíferos. "Esto último, puede considerarse
importante, no obstante el Triatoma infestans es principalmente una especie
doméstica en estos momentos y el hallazgo de especímenes salvajes es la excepción
más que la regla para esta especie" (22) (44).
- Triatoma guasayana: se encuentra frecuentemente en los ranchos, con una
domiciliación en porcentaje menor al T. infestans, en gallineros, palomares, y
corrales de cabras. En forma natural, fue ubicada en cactus y debajo de la corteza de
los árboles; debajo de piedras; conviviendo con sapos (Bufo arenarum); y debajo de
troncos de árboles, donde había abundantes lagartijas (23). De amplia ubicuidad, ha
producido su acercamiento al domicilio humano por el desplazamiento del nicho
193
ecológico a raíz de que el T. infestans fue combatido en forma sostenida con
insecticidas en el hábitat humano.
Tratándose de una especie que se muestra ávida para alimentarse sobre el
hombre, se supone que hay factores en el interior de las casas que no favorecen su
instalación, aún en áreas donde es particularmente abundante no se la observa
colonizando el ámbito intradoméstico (24).
- Triatoma sordida: insecto citado como frecuente en el nordeste del país, en los
gallineros y a veces en las habitaciones humanas. De ubicación silvestre, en nidos
de pájaros y debajo de la corteza de los árboles. En la Argentina es de zonas no
demasiado húmedas o altas, su distribución termina en límites aproximados entre
Santiago y Córdoba. Existen antecedentes de haberse capturado ejemplares en
Capital Federal y en Mendoza, en forma aislada, que posiblemente fueron
introducidos con leña u otros productos rurales (25).
- Triatoma garciabesi: insecto que ha sido encontrado en nidos de furnáridos y
cotorras (Myopsitta monacha cotorra), en zonas secas del país; en el centro y
noroeste (con excepción de la penetración fitogeográfica boliviano-oranense), en
nidos de Microcavia y Graomys. No ha sido registrado domiciliado ni en
peridomicilio (26). También ha sido recojido bajo la corteza de árboles (27).
- Triatoma circummaculata limai: especie que ha sido encontrada bajo
piedras relacionada con roedores silvestres. Jöerg la ha capturado en Carlos Paz
(Córdoba) atraída por la luz de las lámparas. Estaría restringida a zonas pedregosas
serranas (45). Martínez y Cichero (1972) refieren haber capturado ejemplares en
peridomicilio en Cruz del Eje y en San Luis (28).
194
- Triatoma patagonica: muy parecida a T. guasayana (30), es una especie muy
ubicuista, se la encuentra en la llanura pampeana, como en zonas semideserticas,
monte xerófilo, etc. Debido a su marcada agresividad, ataca tanto al hombre en el
ámbito silvestre como a los animales, en forma indiscriminada e insistente, al
atardecer y de noche. Se la puede encontrar refugiada en regiones donde abunda la
piedra en los exteriores de los domicilios, en cuevas de pequeños roedores, en los
corrales bordeados de pircas, en gallineros, conejeras y en algunas cirscunstancias
conviviendo con el hombre en el interior de su vivienda. Si bien penetran en las
mismas, no se las ha encontrado colonizandolas (46).
En los lugares alejados del hombre y de los animales domésticos, vive
parasitando mamíferos pequeños, preferentemente roedores, y en forma ocasional sobre
aves (29). Es una especie que frecuentemente, se encuentra infectada con T.
cruzi. Habita en la región Sud del país, extendida entre Córdoba y Chubut. Llega
hasta Catamarca en alta montaña, se han encontrado algunos ejemplares en
Corrientes (30).
- Triatoma rubrovaria: insecto que ha sido observado atacando a picapedreros
en las canteras de Corrientes, en sus horas de descanso. Se distribuye en zonas
pedregosas; sus hábitos son actividad crepuscular y nocturna; aparecen al atardecer y
en días calurosos. De marcada agresividad ya que pican no solo a los animales sino
también a las personas, haciendolo en forma indiscriminada. Coloniza la vivienda
precaria de los lugareños en zonas de corrientes. Se lo ha observado en nidos de
roedores en estos lugares. Los ejemplares capturados han mostrado generalmente
alto índice de infectación por T. cruzi. La agresividad hacia el hombre se expresa
picando a plena luz del día (31) (47).
195
- Triatoma breyeri: es una especie silvestre con hábitos peridomésticos, atraída
por la luz artificial penetra en ocasiones en la vivienda rural. Naturalmente parasita a
los roedores que viven en las partes inferiores de cercos de ramas. Pudiendo ser
encontrados en el verano en el interior de las casas. No colonizan el ámbito
doméstico (32) (48).
- Triatoma eratyrusiforme: especie silvestre, rupestre y agresiva, vive entre las
piedras próxima a cuevas de edentados y roedores. Los insectos adultos suelen ser
atraídos por la luz artificial hacia el domicilio de las personas. No existen datos que
evidencien la colonización de viviendas por los mismos (33). Es relativamente
frecuente hallarlos en los gallineros y en las habitaciones humanas (34).
- Triatoma ninioi: especie rupestre que suele ser encontrada en aledaños y
dentro de las cuevas de cávidos. En las cálidas noches de primavera y verano pueden
llegar hasta la vivienda humana; no ha sido encontrada colonizando a la misma (35)
(36).
- Triatoma delpontei: este insecto posee hábitat muy restringido, se lo encuentra
unicamente en nidos de cotorra (Myopsitta monacha cotorra), se alimenta con su
sangre. También se lo ubicó en nidos abandonados de sitácidos, en los que se refugiaban
roedores y marsupiales (37). No se lo ha visto en gallineros (38).
- Triatoma platensis: en el medio natural se encuentra en nidos de diversas
aves y pájaros. En la zona rural se la suele ubicar colonizando gallineros, donde
convive con T. infestans, especie con la que suele producir híbridos naturales. Se la
ha encontrado naturalmente infectada con T. cruzi, en zonas llanas y secas. Ha sido
196
detectada dentro de los ranchos en zonas llanas y secas (entre el Chaco Salteño y
Rio Negro) (39) (49) (50).
En relación a las características de los diferentes hábitats citados anteriormente,
se pueden observar como los ecotopos obedecen a una amplia gama de
características vinculadas con las posibilidades de alimentación del insecto. Estos
integran una asociación lo más cercana posible con el mamífero, que le sirve de
sustento, aunque sus condiciones naturales le permitan a estos insectos, periodos de
prolongada abstinencia, que sin duda, cada vez se hace mayor, lo que motiva a
ciertas especies entre ellas T. guasayana, a un mayor acercamiento hacia la morada
del humano.
Ya se ha citado en el capítulo 3, cómo la exagerada tala de bosques, la
migración y desaparición de algunas especies de animales silvestres que sostienen en
el medio natural al Triatomino, han ido desapareciendo.
Se ha visto además cómo, por la caracteristica biológica que tienen en su
condición de hematófagos obligados, estos insectos necesitan ingerir sangre para
completar su ciclo vital, aunque en algunas cirscunstancias sus ninfas se alimenten de
otros insectos (tanto en condiciones naturales como en el laboratorio), habiendo sido
reportado entre ellas inclusive el canibalismo.
Tienen que enfrentarse a enemigos naturales, entre los que cuentan parásitos y
predadores. Los predadores incluyen hormigas, acáridos, pseudoescorpiones,
muchas especies de arañas, cucarachas y diversos hemípteros redúvidos no
triatominaes, roedores, aves domésticas y lagartos. Los huevos de los Triatominos
pueden ser parasitados por muchas especies de avispas microhemípteras pequeñas.
Algunas bacterias, hongos y nematodes afectan a ninfas y adultos (40).
197
También se ha visto que, el hábitat principal de los Triatominos se encuentra
en y cerca del resguardo de conejeras, nidos de homeotermos salvajes, marsupiales,
edentados, roedores, carnívoros, pájaros y murciélagos; como buscan y se alimentan
de pequeños roedores (en muros de piedra y entre las rocas), iguanas y otros
lagartos con los que comparten el hábitat con los mismos.
Diversos Triatomíneos han ido buscando el ámbito peridoméstico, y se los
encuentra en galpones, pirguas y corrales; en gallineros, conejeras y palomares, pero
desde el punto de vista epidemiológico el más importante de los hábitats, lo
constituye el humano, la vivienda humana, y en forma especial las chozas, los
ranchos de barro, o las construcciones de adobe, comúnes en América Latina, y muy
frecuentes en nuestro medio, pero no confundir, creyendo que solamente se puedan
hallar en viviendas con estas caracterissticas de construcción, ya que aún se las
puede encontrar en moradas construídas con ladrillos o bloques de cemento, ya sea
en grietas, agujeros de paredes, debajo de tejados, en los tirantes de los techos y en
todo recoveco que les pueda ofrecer resguardo de la luz y sus predadores, en
especial durante horas del día (41).
Algunos Triatominos tienen un hospedero definitivo preferencial (algo de esto
ya ha sido mencionado): cavernícola pilosa está asociada invariablemente con
murciélagos; Psamolestes, T. delpontei y T. platensis en nidos de pájaros; el P.
geniculatus muestra una definida preferencia por la madriguera de los armadillos; el
Paratriatoma hirsuta y varias especies del grupo proctata, parasitan exclusivamente
a ratas del bosque del género neotoma (51).
Algunas especies se asociaron intimamente al hombre, constituyendo el T.
infestans el clásico ejemplo de este grupo y en la asociación hombre - vivienda
198
humana-vinchuca, el hábitat humano se transforma también en hábitat de la vinchuca
y sin disputarse el mismo conviven en "nefasta sociedad".
Sus hábitos llevan a los Triatomíneos a la búsqueda de un hábitat con
determinadas caracteristicas y estas características son las que permiten establecer la
división general en especie selvática y doméstica, con la categoría intermedia de
peridoméstica. Estas últimas si bién, ocasionalmente son atraídas por la luz de las
casas, no las colonizan, y ocasionalmente se alimentan del hombre.
En la vivienda humana, los Triatominos buscan lugares oscuros que los
resguarde; en las paredes (grietas, cuadros, calendarios, repisas, cortinas, ropa
colgada); en las coberturas de los techos (barro, paja, camalote, hojas de palmera,
tirantes, caña hueca, tejados, chapas de zinc); y en otros elementos, como baúles,
cajas que contienen papeles; en catres, camas, hamacas, cunas, colchones, etc.
En estos lugares el insecto doméstico no solo se refugia, sino que acecha a su víctima, y
se reproduce.
En la vivienda rural construída con barro, con bambú, palos e incluso con
ladrillos, es en donde el Triatomino prospera. Las construcciones de madera también
pueden ser colonizadas, por estos insectos, especialmente en áreas que poseen alta
tasa de infestación.
Las viviendas construídas con paredes libres de recovecos, grietas, blanqueadas
con cal, cubiertas con techos con cielorraso, y que no contengan material vegetal
como paja u hojas de palmeras, inhiben la colonización Triatomínea, constituyendo
una de las mejores medidas de prevención ( 40) (41).
199
CITAS BIBLIOGRAFICAS
(1) OMS. Informe de un Comité de Expertos. Control de la enfermedad de
Chagas. Serie de informes Técnicos 811. Ginebra, 1991, pág:18.
(2) Ibid., págs: 22, 23.
(3) Pinto Dias J. C. Situación actual de la enfermedad de Chagas en las
Américas. En Actualizaciones en la enfermedad de Chagas. Simposio satélite,
Córdoba, Noviembre 1992. Editores: Madoery R. J., Madoery C., Cámera M. I.
Impreso en Grafiquil. Buenos Aires,1993, pág: 2.
(4) OMS. Informe de un Comité de Expertos, op. cit., pág: 24.
(5) Zeledón R. Los vectores de la enfermedad de Chagas en América.
Simposio Internacional sobre Enfermedad de Chagas. Buenos Aires, 1972, pág: 327.
(6) Pinto Dias J. C., op. cit., pág:1.
(7) Abalos J. W. Distribución de los vectores en la Argentina. Simposio
Internacional sobre enfermedad de Chagas. Secretaría de Salud Pública de la Nación.
Buenos Aires, 1972, pág: 350.
(8) Carcavallo R. U., Martínez A.Comunicaciones Cientificas.
Entomoepidemiología de la Republica Argentina. Junta de Investigaciones
Científicas de las Fuerzas Armadas Argentinas, 1968; Tomo I, Nº 13, pág: 27.
(9) Abalos J.W., Wygodzinsky P., op cit., pág: 36.
(10) Carcavallo R. U., Martínez A.,op. cit., pág: 29.
(11) Abalos J.W., Wygodzinsky P., op. cit., pág: 36.
(12) Ibid., pág: 36.
(13) Carcavallo R. U., Martínez A., op. cit., pág: 33.
(14) Abalos J.W., Wygodzinsky P., op. cit., pág: 32.
(15) Carcavallo R. U., Martínez A., op. cit., pág: 34.
200
(16) Abalos J. W. Distribución de los vectores en la Argentina, op. cit., pág:
351.
(17) Zeledón R., op. cit., pág:339.
(18) Abalos J. W. Distribución de los vectores en la Argentina, op. cit., pág:
354.
(19) Marsden P., Marco Tulio A., Garcia-Zapata M.T.A, Castillo E. A. S.,
Prata A. R., Macedo V. O. Los 13 primeros años del control de la enfermedad de
Chagas en Mambaí, Goiás, Brasil, 1980-1992. Bol. Of. Sanit. Panamericana, 1994,
116 (2), págs: 111-116.
(20) Abalos J. W. Distribución de los vectores en la Argentina, op. cit., pág:
355.
(21) Abalos J.W., Wygodzinsky P., op. cit., pág: 7.
(22) Herman Lent, Pedro Wygodzinsky. Revisión of Triatominae
(Hemiptera, Reduviidae), and their significance as vectors of Chagas disease.
Bulletin Of de American Museum of Natural History. New York, 1979;Volume 163,
Article 3, págs: 131-137.
(23) Carcavallo R. U., Martínez A., op. cit., pág: 37.
(24) Abalos J. W. Distribución de los vectores en la Argentina, op. cit., pág:
354.
(25) Abalos J.W., Wygodzinsky P., op. cit., pág: 14.
(26) Carcavallo R. U., Martínez A., op. cit., pág: 43.
(27) Abalos J. W. Distribución de los vectores en la Argentina, op. cit., pág:
350.
(28) Ibid., pág:350.
(29) Ibid., pág: 354..
(30) Abalos J.W., Wygodzinsky P., op. cit., pág: 18.
201
(31) Abalos J. W. Distribución de los vectores en la Argentina, op. cit., pág:
351.
(32) Ibid., pág: 351.
(33) Carcavallo R. U., Martínez A., op. cit., pág: 66.
(34) Abalos J.W., Wygodzinsky P., op. cit., pág: 22.
(35) Carcavallo R. U., Martínez A., op. cit., pág: 67.
(36) Abalos J. W. Distribución de los vectores en la Argentina, op. cit., pág:
352.
(37) Carcavallo R. U., Martínez A., op. cit., pág: 71.
(38) Abalos J.W., Wygodzinsky P., op. cit., pág: 13.
(39) Abalos J. W. Distribución de los vectores en la Argentina, op. cir., págs:
352, 353.
(40) OMS. Informe de un Comité de Expertos, op. cit., págs: 22, 23.
(41) Lent H., Wygodzinsky P., op. cit., págs: 131-134.
(42) Pinto Dias J. C., op. cit., pág: 5.
(43) OMS. Informe de un Comité de Expertos, págs: 20, 21.
(44) Carcavallo R. U., Martínez A., op. cit., pág: 47.
(45) Ibid., pág: 45.
(46) Ibid., pág: 58.
(47) Abalos J.W., Wygodzinsky P., op. cit., pág: 20.
(48) Carcavallo R. U., Martínez A., op. cit., pág: 63.
(49) Ibid., pág: 75.
(50) Abalos J.W., Wygodzinsky P., op. cit., pág: 12.
(51) OMS. Informe de un Comité de Expertos, op. cit., págs:18, 19, 20.
Indice Tomo1
203 INDICE
TOMO 1
Dedicatoria Pág. Nº ii. Agradecimientos Pág. Nº iii. Prefacio Pág. Nº vi. Resúmen Pág. Nº x. Introducción Pág. Nº 12. PARTE I: "Consideraciones sobre la Enfermedad de Chagas" Capítulo Nº 1: La Enfermedad de Chagas 1.1.- Itroducción Pág. Nº 18. 1.2.- Consideraciones Generales Pág. Nº 20. 1.3.- Conceptos Epidemiológicos Pág. Nº 21 1.4.- Consideraciones Clínicas Pág. Nº 22. 1.5.- Fisiopatología Pág. Nº 27. 1.6.- Clínica Pág. Nº 28. 1.6.1.- Fase Aguda Pág. Nº 28. 1.6.2- Fase Crónica Pág. Nº 29. 1.7.- Chagas Congénito Pág. Nº 31. 1.8.- Chagas Postransfusional Pág. Nº 31. 1.9.- Laboratorio Pág. Nº 32. 1.10.- Anatomopatología Pág. Nº 34. 1.11.- Tratamiento Pág. Nº 36. Citas Bibliográficas Pág. Nº 38. Capítulo Nº 2: Antecedentes Hitóricos - Chagas en Tucumán 2.1.- Generalidades Pág. Nº 43. 2.2.- Carlos Chagas Pág. Nº 44. 2.3.- Salvador Mazza Pág. Nº 48. 2.4.- Posterior a Salvador Mazza Pág. Nº 60. 2.5.- Acción Antichagásica en Tucumán Pág. Nº 69 CitasBibliográficas Pág. Nº 81. Capítulo Nº 3: El Medio Ambiente 3.1.- Consideraciones Generales Pág. Nº 85. 3.2.- Geografía Regional Pág. Nº 86. 3.3.- Ecología: Pasado, Presente y Futuro Pág. Nº 88. 3.3.1.- Desmonte Pág. Nº 92. 3.3.2.- Pertenencia Pág. Nº 95. 3.3.3.- Estado Actual del Monte - Pedemonte Pág. Nº 96. 3.3.4.- Economía Regional Pág. Nº 97. Citas Bibliográficas Pág. Nº 98.
204
Capítulo Nº4: Los Triatominos argentinos sus caracteres y hábitos 4.1.- Caracteres Pág. Nº 102.
4.1.1.- Características Identificatorias Pág. Nº 109. 4.2.- Hábitos particulares de las especies de triatominos Pág. Nº 114. 4.3.- Hábitos generales de los triatominos Pág. Nº 130. Citas Bibliográficas Pág. Nº 146. Capítulo 5: Reservorios 5.1.- Generalidades Pág. Nº 159. 5.2.- Primer Ciclo, Original, Natural, Silvestre, Zoótico Pág. Nº 161. 5.2.1.- Mamíferos Silvestres Pág. Nº 164. 5.2.2.- Algunas Características Particulares de los Reservorios Naturales del T. Cruzi Pág. Nº 169. 5.3.- Segundo Ciclo, Peridoméstico o Peridomiciliario Pág. Nº 172. 5.3.1.- Mamíferos Domiciliarios y Peridomiciliarios Pág. Nº 173. 5.4.- Tercer Ciclo, Domiciliario o Doméstico Pág. Nº 174. 5.5.- Cuarto Ciclo o Urbano Pág. Nº 177. Citas Bibliográficas Pág. Nº 180. Capítulo 6: El Hábitat del Vector 6.1.- Generalidades Pág. Nº 185. 6.2.- Especies Pág. Nº 186. Citas Bibliográficas Pág. Nº 199. Indice Tomo 1 Pág. Nº 203.
TESIS DOCTORAL:
ENFERMEDAD DE CHAGAS EN TUCUMAN CONSIDERACIONES SOBRE ALGUNOS
ASPECTOS EPIDEMIOLOGICOS INFLUENCIA DE LA
MODIFICACION DEL ECOSISTEMA
AUTOR: FRANCISCO JOSE SOSA
DIRECTOR DE TESIS: DR. SERAFIN FERNANDO VERA
AÑO 1997
TOMO 2
DEPARTAMENTO DE CLINICA MEDICA HOSPITAL ANGEL C. PADILLA
CARRERA DE POST GRADO DE ESPECIALIZACION EN MEDICINA DEL
TRABAJO
III CATEDRA DE PATOLOGIA Y CLINICA MEDICA - U.N.T.
PARTE II
Trabajo de Campo
CAPITULO Nº 7
Aspectos Epidemiológicos
208
7.1.- GENERALIDADES
El conocimiento en el ambiente médico, en el año 1909, sobre el
descubrimiento efectuado por Carlos Chagas de una nueva Tripanosomiasis
humana, motivó la realización de estudios tendientes a confirmar la infección de los
Triatominos. Una gran mayoría de quienes efectuaron tales estudios, buscaron el
desprestigio del que había realizado tal hallazgo. La observación del parásito en la
sangre periférica de humanos, en Centro y Sudamérica, fue tomado como un simple
parasitismo en portadores sanos, lo que en nuestro país, tampoco constituyó una
excepción. Al respecto, es válido citar la carta que refería el Dr. Flavio Niño, haber
sido enviada a su persona por el Profesor Rodolfo Krauss (director del Instituto
Bacteriológico del Departamento Nacional de Higiene de Chile), fechada el 7 de
julio de 1931 en Santiago, en la cual le expresara:
......Recibí su interesante trabajo por cuyo envío le quedo agradecido.
Después de haber leído la historia de portadores de parásitos, soy de la misma
opinión que sostuve siempre, que estos casos significan solamente parasitismo,
pero no la enfermedad de Chagas. En Panamá tuve ocasión de ver casos sin
ninguna sintomatología de la enfermedad, con parásitos en la sangre, que
corresponden a los casos citados por Mülens y otros. Por tales razones, creo que
será indispensable revisar el asunto por una Comisión Internacional, para
establecer de una vez lo que es enfermedad aguda y lo que es enfermedad
crónica........
Niño se preguntaba: "¿Qué clase de parasitismo es éste que lesiona órganos
vitales como el miocardio, originando en el correr de los años una pléyade de
inválidos cardíacos que exterioriza su dolencia precisamente, en los mejores años
de la vida?". Por otra parte, se planteaba: "¿Qué podría adelantar la Comisión
Internacional propugnada por el sabio austríaco, si Chagas y colaboradores
209
dejaron bien establecido desde el principio de sus trabajos lo que eran formas
agudas y formas crónicas de la tripanosomiasis americana?" (1).
Todo esto es historia, en relación a lo que se conoce sobre la parasitosis en la
actualidad, claro está, que lo sucedido atrasó en un cuarto de siglo los conocimientos
sobre dicha enfermedad (1).
En nuestro país los estudios de Mazza y colaboradores, con el sello de la
M.E.P.R.A., generaron una serie de publicaciones que dan cuenta de la profícua
labor realizada con metodología científica y gran empeño, con lo que se ponía de
manifiesto la severidad de la noxa en todas sus facetas, desterrandose en forma
definitiva el mito del parasitismo, no sólo en la República Argentina sino también en
toda América Latina.
A casi 20 años de la muerte del Dr. Salvador Mazza (7/11/1946), en el país
existía plena conciencia de la gravedad que representaba la enfermedad de Chagas en
toda el área de dispersión del T. infestans, significando su control, un importante
problema sanitario de difícil solución (2).
Se estimaba que entre los paralelos 22º y 44º de latitud Sud, la cordillera de los
Andes y el litoral fluvial y marítimo de la República Argentina, 17.000.000 de
habitantes estaban expuestos a la infección chagásica. De ese total, 2.000.000 se
encontraban infectados, de acuerdo a pruebas de Machado - Guerreiro, y que 200.000
de los infectados presentaban cardiopatías que respondían a etiología chagásica.
Técnicos de la Sanidad Militar, sobre un total aproximado de 3.000 ciudadanos
de la clase 1943, sometidos a exámen médico previo a la incorporación a las filas del
ejercito, evidenciaron que el 20% presentaba infección chagásica, y el 3%
cardiopatía de la misma etiología, con alteraciones de conducción y del ritmo
cardíaco registradas en electrocardiogramas, signos de lesión irreversible, en jóvenes
210
de tan solo 20 años de edad, procedentes de zonas donde la endemia expresaba su
máxima intensidad (2).
De los 360.000.000 de habitantes de los países endémicos, 90.000.000 (el 25%
de la población) se consideran expuestos al riesgo de infectarse y 16.000.000 a
18.000.000, que ya han contraído la infección.
Teniendo en cuenta estudios realizados en Brasil, se acepta que en el 30% de la
población comprometida por la infección chagásica, se manifestará clinicamente la
enfermedad (4,8-5,4 millones) (8).
La distribución geográfica de la infección humana, en el Continente Americano
abarca desde el sur de los Estados Unidos de Norte América, hasta los 44º 45' de
latitud sur, en Chubut (7).
....."Es estrictamente americana y más propiamente, ´Latinoamericana´"......
(52).
7.2.- LA REALIDAD ARGENTINA
En la República Argentina, los resultados de encuestas relacionadas con la
serología de la enfermedad, realizadas durante cuatro años consecutivos (1981-
1985), a un número aproximado de un millón de varones de 18 años, permitieron
establecer una prevalencia del 6%. Se ha observado tanto en nuestro país como en el
Brasil, en los últimos 20 años, una disminución de la prevalencia y del compromiso
cardiológico entre infectados (4).
En una perspectiva global, el control de la enfermedad de Chagas es
categorizado en tercer lugar después del control de la Malaria y Schistosomiasis.
211
En relación al alcance de la enfermedad de Chagas existe la siguiente
información:
* El 25% de la población de Centroamérica y América del Sur está en riesgo de
contraer la enfermedad.
* Se producen un millón de casos anuales.
* Más de 45.000 muertes por año.
* De16 a 18 millones de personas actualmente se encuentran infectadas: 2 a
3 millones de éstas con posibles alteraciones crónicas y más de 3 millones aún, en
período de incubación.
* Las lesiones incurables de la enfermedad de Chagas se desarrollan en un
tercio de los infectados, en algunos entre 10 a 30 años después de la fase aguda
inicial, e incluye: cardiopatía crónica (27%), lesiones digestivas crónicas (6%), y
desordenes neurológicos (3%).
* Pacientes con enfermedad crónica severa, se agravan y mueren
generalmente por fallas cardíacas.
* Se discapacitan 2.740.000 por año (5).
La infección humana, en lo que respecta a su densidad, tiene grandes
variaciones, encontrandose en relación directa con la intensidad de la infestación
doméstica por T. infestans.
La infestación por Triatominos en las viviendas, es grande en algunas zonas del
país, mientras que en otras los insectos vectores son escasos, obedeciendo a factores
climáticos, higiénicos y ecológicos, los que influyen sobre la biología de los citados
redúvidos (6).
Si bien, durante la década de 1980, los datos básicos sobre prevalencia y
morbilidad de la enfermedad de Chagas, mejoraron tanto en cantidad como en
212
calidad, aún hoy es dificil establecer con precisión la distribución geográfica y la
prevalencia de la misma.
En nuestro país la zona de transmisión comprende las áreas extendidas desde
los 44º 45' de latitud Sur hacia el norte, cubriendo el 59,5% del territorio nacional.
En 1981 la prevalencia de la infección chagásica fue del 5,8%, en hombres de
18 años de edad que ingresaban al servicio militar, alcanzando un índice de
prevalencia del 30% en las zonas de máxima transmisión, siendo similar el porcentaje
de infectados que presentaban signos clínicos de la enfermedad.
En las zonas urbanas, la prevalencia de la seropositividad entre donantes a los bancos
de sangre, oscila entre el 5% y más del 20% (9).
En la Argentina se calculan alrededor de 3.000.000 de infectados (datos
subvaluados por falta de estadísticas fidedignas), con la posibilidad de la
existencia de 750.000 enfermos con alteraciones cardíacas de distinto grado a lo
largo de su vida y 60.000 casos nuevos por año. De los mismos e l 75% son
portadores y el 25% restante son enfermos declarados (uno de cada 10 argentinos
porta en su sangre el T. cruzi). De los 750.000 afectados cardíacos, más de 12.000
necesitan marcapasos, unos 7.000 requieren transplante de corazón (10) (11).
Brasil posee 6.000.000 de enfermos de Chagas y un tercio de su población vive
en situación de riesgo. Chile tiene un millón y medio de infectados (12).
Como ya se ha expresado anteriormente, la enfermedad de Chagas constituye
una zoonosis capaz de perpetuarse en focos enzoóticos, sin que exista infección en el
ser humano. Los ciclos enzoóticos abarcan con cierta aproximación, entre los 42º de
latitud N, hasta los 46º de latitud S. La distribución geográfica de la infección
213
humana cubre desde el sur de los Estados Unidos de Norte América, hasta la
provincia argentina de Chubut (desde los 44º 45´ de latitud S, hacia el norte del país)
(3).
“La distribución de las "vinchucas" domiciliarias en América se superpone
al mapa de la enfermedad humana del continente, lo cual indica la tremenda
importancia del vector y de su control”(49).
De los casi 2.800.000 Kms² de la extensión continental de la República
Argentina, aproximadamente 2.000.000 Kms² ( el 70%) se encuentra afectada por la
endemia chagásica) (50). Los huéspedes reservorios animales del T. cruzi, tienen una
distribución geográfica, que en líneas generales coincide con las de los Triatomíneos
(54) y constituye el ámbito donde se puede encontrar T. infestans (vinchuca). El área
de distribución endémica de la enfermedad de Chagas coincide con la del T. Infestans
(55).
El área de dispersión del vector, prácticamente se superpone con el área
endémica, la que abarca las tres cuartas partes del territorio nacional, extendiéndose
desde el extremo norte hasta la provincia de Rio Negro inclusive, con variada
intensidad, siendo las más afectadas, las provincias de del N.O.A, N.E.A, Cuyo y en
menor grado las restantes y las del Litoral (52).
En Argentina, existen áreas de altas tasas endémicas, que cubren parcial o
totalmente las provincias de: Jujuy, Salta, Tucumán, Santiago del Estero,
Catamarca, La Rioja, Córdoba, San Juan, Mendoza, San Luis, La Pampa, Formosa,
Chaco y Santa Fe; y áreas de bajas tasas endémicas que comprenden Buenos Aires,
Neuquén, Rio Negro, Chubut y parte de la Mesopotamia.
214
En la Patagonia, salvo el T. infestans, algunos Triatominos no tienen relevancia
en las casas, sin embargo existen publicaciones que mencionan el incremento de T.
platensis, T. patagónica y T. eratyrusiformes. Los niveles de infestaciones por T.
cruzi son más bajos en la misma, que en el centro del país. Se citan personas
infectadas por T. cruzi en Río Gallegos, ubicado a 51º 38' S, lo que no significa que
la enfermedad de Chagas haya sido transmitida por Triatominos en ese mismo lugar.
Tal hecho ha sido atribuido a migraciones de humanos infectados, provenientes de
zonas endémicas, santiagueños, y catamarqueños.
La existencia de un caso agudo autóctono con complejo oftalmoganglionar en
Perito Moreno (Provincia de Santa Cruz), hace suponer que en la Patagonia andina,
el triatomismo llega hasta el norte de dicha provincia. (Según Bejarano y
Colaboradores, 1967) (18).
En relación a cuán lejos llega el Triatomino en latitudes frías, se ha mostrado a
través del análisis de las isotermas de temperaturas mínimas que, -10º C es la menor
temperatura que permite la superviviencia del T. infestans en Argentina.
Dentro del área de baja endemia, la provincia de Buenos Aires y la región de la
Pampa húmeda, son zonas sometidas a fuerte actividad agropecuaria e industrial; el
gran desarrollo de las mismas, fue causal de acentuada migración a las grandes
ciudades, generandose conglomerados de villas de emergencia que permitieron a los
Triatominos instalarse por medios pasivos, encontrando la enfermedad de Chagas un
ambiente favorable para su expansión.
Si bien la fauna de Triatominos en Buenos Aires es rica y abundante, en los
ambientes domésticos y peridomésticos es escasa, se han encontrado en los mismos
P. güntheri, T. Guasayana y T. patagónica. Aunque la enfermedad de Chagas tiene
su más alto impacto en el ambiente rural, también acciona en el medio urbano, donde
215
existe el riesgo de su transmisión no solo por contacto directo, sino también
mediante transfusiones de sangre (13).
Las migraciones humanas explican en parte porqué, las vinchucas ocupan
diferentes secciones urbanas. Un detallado control de productos provenientes de la
zona silvestre y periódicamente trasladados a centros urbanos, confirman que el
transporte realizado por humanos, es el principal medio que permite a T. infestans
establecerse en pueblos y grandes urbes, como ha sucedido con T. guasayana y T.
sordida en la Ciudad de Buenos Aires (14).
La colonización doméstica y recolonización, dependen de tres causas
principales:
1) la existencia de focos residuales en las casas,
2) transporte pasivo; y
3) colonización activa.
La segunda causa, favorecida por las migraciones humanas, es la más importante
(13).
En tiempos pasados era común el transporte de vinchucas entre las pertenencias
de las personas, acostumbradas a llevar consigo cuanto podían, transitando a través
de vías de comunicación, en no muy buen estado de conservación, con escasos y
lentos medios de movilización (carruajes, trenes y colectivos) en penosos viajes,
especialmente en el medio rural. Se movilizaban grandes cargamentos de madera,
granos y pasajeros con sus bienes, los que a veces debían pernoctar en áreas
silvestres descampadas, debido a los inconvenientes presentados en cada travesía,
haciendo más factible el transporte del insecto vector. En la actualidad, es más
remota dicha posibilidad, por el cambio de los hábitos y costumbres de las personas,
216
y la no tan exigente necesidad de trasladar tantos bienes personales, pudiéndose
acceder a distintos elementos en diversos lugares con más facilidad. No obstante ello,
se considera aún en la actualidad que, ..... ."uno de los problemas importantes
para combatir a la vinchuca, es que viaja en equipajes y cargas, especialmente de
leña"....... a distintos puntos del país (15).
Por otra parte, no toda vinchuca transportada en forma pasiva suele estar
infectada, ya que por lo general provienen de pirgüas, galpones o depósitos de
carbón, donde por lo común duermen gallinas, en cuya sangre no se produce el
desarrollo del agente causal de la enfermedad de Chagas (20).
En relación a lo manifestado con anterioridad, al buscar información, sobre la
posible presencia de "vinchucas"en la Ciudad de San Miguel de Tucumán, los datos
aportados por la Jefatura de la Jurisdicción Tucumán, del Servicio Nacional de
Chagas son negativos, habiendo obtenido la certificación que expresa, que en los
últimos siete años no hubo denuncias ni detectado presencia de cualquier variedad de
Triatomineos y en especial de T. infestans en la ciudad de San Miguel de Tucumán.
(Ver certificación en la página siguiente).
Como se podrá apreciar, en relación al transporte pasivo de Triatominos y
posible colonización en los suburbios y zona urbana de San Miguel de Tucumán
(oficialmente al menos) no se constata tal hecho, lo que permite suponer que la gran
mayoría de los pacientes con serología positiva para la enfermedad de Chagas, han
transportado por migración personal la enfermedad, por haber tenido radicación
anterior en medios infestados por vinchucas, haberla adquirido congenitamente, por
transfusión de sangre; al haber salido de cacería, pesca, vacaciones etc. a zona de
campaña, o mediante otra vía de transmisión no convencional.
218
Lo manifestado tiene su significación, ya que con la migración, si bien la
persona se aleja del foco infestado por Triatominos, desaparece el contacto con
contacto con el insecto vector, o
omo dador de sangre a obviarse la normas de control serológico transfusional, en
unos reservorios y
ectores hacia los medios urbanos. (17), modificando la prevalencia en su punto de
Argentina" (51). Los problemas ambientales son diversos y la presión antrópica
el vector, pero al estar infectado, es un portador (reservorio migrante), pudiendo ser
fuente para la transmisión, al entrar nuevamente en
c
forma accidental o por "negligencia profesional".
Otras alternativas las constituyen eventualmente las dadas en los transplantes de
órganos, ya sea a través del donante o del receptor (23).
Al respecto es válida la noticia difundida por el Diario la Gaceta de Tucumán,
fechada el 11 de enero de 1996, en la página 6, que dice lo siguiente:
.......En Catamarca, el gobierno provincial finalizó reconociendo que en el
hospital público "San Juan Bautista" - el centro hospitalario más importante del
lugar-, se ha transfundido sangre con serología reactiva para Chagas en por lo
menos ocho pacientes. "Hubo negligencia médica de la jefa del servicio de
Hemoterápia...........(16).
A través del tiempo la vía "entomológica", ha sido la más importante en la
transmisión chagásica. En sus migraciones, el hombre se llevó alg
v
orígen y afectando la incidencia en su nueva radicación, pasando a contribuir con su
presencia en el "gran reservorio de la ciudad", que con nuevas migraciones, fue
creciendo cada vez más. (Ver el capítulo sobre migraciones).
"La enfermedad de Chagas sigue siendo la mayor endemia parasitaria de la
219
sobre los ecosistemas forestales produce, además de la pérdida de recursos de la
flora y de la fauna significativos procesos de erosión (19).
entre factores demográficos,
culturales, y ecológicos, esa es la enfermedad de Chagas.
ión que se alimenta de sangre humana o de la sangre de
las poblaciones reservorios animales en relación con las poblaciones
umanas; el índice de infección en los vectores, en los huéspedes reservorios
a le siguió la de domiciliación de
s Triatominos, los que instalados en el hábitat humano convivieron con el hombre,
Si hay alguna enfermedad importante en nuestro medio, en la que se puedan
verificar en forma clara las relaciones epidemiológicas
En el índice de transmisión del T. Cruzi influyen numerosos factores,
incluyendo la densidad de los vectores; sus frecuencias específicas de
alimentación; la proporc
otros huéspedes reservorios importantes; su longevidad; su suceptibilidad a la
infección; su capacidad de permitir la multiplicación de los parásitos y de
excretarlos; el intervalo entre la alimentación y la defecación; la susceptibilidad de
las poblaciones reservorios humanas y animales a la infección; la distribución de
vector y de
h
animales y humanos, y la duración de las parasitemias (42).
Se insiste en dos consecuencias principales de la irrupción humana en el
llamado "ciclo enzootico primitivo" (rotación preexistente de T. cruzi entre
Triatominos y mamíferos pequeños): la vivienda precaria y la desvastación del
ambiente circundante.
A esta etapa de enzoótia primitiv
lo
creandose la endemia en las zonas rurales, debido al contacto masivo entre hombre y
vector, en un período en que la deforestación para cultivo coincidió con la
220
concentración de la propiedad agraria y tareas que exigían intensiva mano de obra, lo
que atrajo trabajadores con viviendas precarias (21).
n de amplias regiones agrarias, produciendose migraciones internas en
úsqueda de supervivencia, y a la suburbanización de la endemia, llegando a afectar
cediendo
llo con preferencia en las que tienen carácter precario, y donde se genera el
humano, fue
ariable, dependiendo de la especie (24).
La situación socioeconómica generada posteriormente, condicionó la
despoblació
b
las grandes ciudades (22).
La presencia de los Triatominos está descripta desde la antigüedad (siglo XVI)
en las culturas andinas de Sudamérica, ya que pequeños mamíferos domesticados
eran criados por los nativos como recurso de alimentación (cobayos) y que ya en
ese entonces, constituían reservorios de la infección con relativa afectación al
humano (22).
Los Triatominos, no se domicilian si la vivienda está desocupada, su
e
ambiente ideal para subsistencia del vector, habiendo contribuido a tal proceso la
deforestación, expulsando al insecto del ámbito perimetral silvestre, factor
importante en la domiciliación, etapa siguiente a la enzoótia primitiva. Por otra
parte, la capacidad de adaptación del Triatomino al nuevo medio
v
La relación enfermedad de Chagas-vivienda no sólo se limita al concepto techo
y paredes, sino que tienen que ver los diversos elementos que pertenecen al
mobiliario de la misma, como cuadros y objetos fijos diversos, los que constituyen
escondrijos a los Triatominos; como así también la poca iluminación, la semi-
221
e
ficiente, y la
presencia de reservorios silvestres, juegan un rol trascendental en la permanencia de
vinchuca como agente transmisor, siendo subestimada en su
portancia y tolerada como una molestia "imposible de combatir" (26).
sobrehabitados por familias numerosas, con niños que permanecen
La relación estrecha, existente entre la enfermedad y el grado de subdesarrollo
social y tiene su máximo exponente en la
penumbra que los favorece, y el medio en el que desarrolla el hombre su cotidiana
labor (25).
El marco de la endemia tiene implicancias más sustanciales en las dos etapas
que siguen a la enzoótia primitiva, la domiciliación y la suburbanización
condicionada en forma especial por las migraciones internas. Los factor s
ambientales en donde se entrelazan la baja productividad agropecuaria y forestal, los
recursos naturales degradados, como así también la red vial extensa y de
la endemia en la región chaqueña. A ello se suman las condiciones socioeconómicas
y culturales de bajo nivel, y el marcado ausentismo y deserción escolar.
De todo lo manifestado, cabe agregar por otra parte, que a las muertes súbitas
y dolencias cardíacas, no se las relaciona en el medio, con la enfermedad de Chagas;
tampoco se asocia a la
im
Los factores demográficos que tienden al aumento de tamaño de la familia,
como la alta natalidad (también con alta mortalidad), y la baja densidad de población
en un espacio geográfico determinado, tienden a atraer a los Triatominos hacia los
pocos ranchos
aún durante el día en medio de la oscuridad, lo que constituye para el insecto vector
una exelente fuente para su hematofagia (27).
económico de una comunidad,
222
Trypan omiá de
la pob s endémicas, en donde, aparte de la salud
afectada, existe un deterioro de alim ción, trabajo, vestimenta, vivienda e
e ió le u c
r
uales, cuando se trata de vigilancia y
ontrol de vectores (29).
con claridad la importancia del problema y la relación con la mala vivienda,
v
uctividad) (31).
os sis americana. Sin duda, los condicionantes del bajo nivel de vida
lación comprometida en las área
enta
inadecuada r creac n, cump n n rol protagónico en su perpetua ión. Con lo que
se configura así, el círculo vicioso de ignorancia, pobreza y enfermedad (28).
La insatisfactoria educación tradicional con debil influencia específica a través
de la escuela, como la carencia de una adecuada espuesta de la población en
general, para superar resquemores en relación a pérdida de identidad cultural, han
sido factores influyentes. Sin embargo, la participación real de la comunidad
afectada, ha sido positiva en experiencias punt
c
Con relación a la educación sanitaria insuficiente, se considera que los escolares
de la región endémica no reciben adecuada ilustración sobre el tema, que les permita
entender
lo que ha sido atribuído a deficientes planes educativos y falta de información de los
maestros (30).
Desde el punto de vista médico social la enfermedad de Chagas-Mazza es en la
actualidad, la endemia de mayor importancia sanitaria en el país. Surge la misma
como consecuencia de:
- la gran área geográfica in olucrada,
- el enorme número de afectados,
- su incidencia en mortalidad infantil y de adultos jóvenes, y
- el deterioro económico-social que produce (pérdidas de jornales y
en la prod
223
condiciones socioeconómicas adversas, y o es lógico de pensar sin planificación,
la
encia, estos ciclos se reducen
l parásito en el hombre, donde el ser humano como causa y fin, bastante tiene que
Conurbano Bonaerense) donde, sobre
.420 encuestados (100%) el 58% nació y se crió, o al menos nació en áreas
d y
Sin duda alguna, las migraciones e inmigraciones tienen gran importancia en la
existencia de la magnitud de afectados chagásicos en medios urbanos ya sean
En lo que respecta a las migraciones desde vastas regiones rurales
sudamericanas hacia los grandes centros poblados, ellas han sido la consecuencia de
com
contribuyendo las mismas al tras do del insecto vector entre las pertenencias de las
personas. Fue así como comenzaron a describirse los casos autóctonos de la
"ciudad", sin dejar de transmitirse por otras vías. La endemia urbana no alcanza a
tener la extensión que posee la rural, debido a la existencia de barreras espaciales y
culturales que tienden a focalizar sus brotes (32).
En los ciclos urbanos ubicados aún lejos de regiones endémicas, los
Triatominos estan ausentes y la vivienda no ejerce influ
a
ver (33).
Claro está, sobre los ciclos anteriormente citados, influyen en forma manifiesta
los desplazamientos humanos, lo que se puso en evidencia a través de estudios
realizados en Buenos Aires (Capital Federal y
2
endémicas. Estas son cifras que permitieron asignarle importancia a las
inmigraciones provenientes e países limítrofes como Paraguay Bolivia; y a
migraciones procedentes de regiones altamente endémicas en nuestro país (Central,
Cuyo, NOA y NEA) acontecidas en la década del 40 a 50 hacia Capital Federal y
Gran Buenos Aires principalmente, como causa del alto número de infectados por T.
(S) cruzi detectados (33).
224
asintomáticos no; t mpoco se puede dudar, que en dichos ámbitos, el
mantenimiento y prolongación de la parasitosis humana, se vincula con factores
como: transfu
o a
siones, transmisión connatal, contaminaciones profesionales, consumo
de animales infectados mal cocinados; fo de contaminación por T. cruzi que han
c
una dificil prevención primaria (35).
ersiste la corrupción en los gobiernos, la
r c
m h y
de los agentes transmisores. La desinsectización con productos
químicos de acción residual y la vigilancia entomológica, constituyen una directa y
rápida acción.
rmas
sido demostradas, y tal vez algunas otras que no se conocen todavía.
"En el cuarto ciclo no existe la transmisión "clásica", porque no hay
vinchucas vectoras; si las hubiera sería tercer ciclo, el cual, como se explicó
anteriormente, también puede darse en las ciudades" (34).
Además el marco ecológico, so ial y cultural en que nace y se extiende la
endemia chagásica, está caracterizado por valores trastocados, falta de solidaridad e
injusticia social, expresados en pobreza y marginalidad, e indican la emergente
prioridad de
La acción preventiva es función de gobierno y hace necesaria la búsqueda de
medidas que rompan con la pobreza y marginalidad. No se podrán obtener
nutrición, vivienda, educación, saneamiento y recreación adecuadas, entre otras
cosas requeribles para la prevención, si p
selvática lucha implementada a través de la desr egulación, ya que son factores on
los que sólo se consigue mayor desocupación, marginación y desamparo a la
población.
Se debe ejorar los niveles de salud y las condiciones del uésped protegerlo
de la acción
225
En relación al control entomológico, el control químico del vector tiene una
satisfactoria acción, cuando se aplican biocidas en dosis justas a nivel domiciliario y
La vía de lucha entomológica es ultosa, cara y requiere una adecuada
te e
lógica, muestran que el tratamiento de la endemia chagásica en
ucumán, destinado al ataque del vector con sustancias químicas se remonta a la
cias del Norte, Centro y Cuyo en
c
s propias, derivadas de la estructura
idemiológica de la endemia, conocidas hasta entonces y con muchos puntos a ser
dependiente
scasa o nula participación de los organismos
provinc les d
producidos por su uso, en la población y en el
peridomiciliario, lo que debe seguirse de una estrecha y adecuada vigilancia para
evitar que en el hábitat humano, se produzca una nueva reinfestación (36).
dific
organización. Esta lucha protege en forma satisfactoria al mejorar la estructura y
organización de la vivienda y el peridomicilio, demandando una mayor y constante
dedicación.
Los anteceden s existentes relacionados con la m todología tradicional de la
lucha entomo
T
década del 60, conjuntamente con las demás provin
el país, a través de un total de 20 programas.
La metodología utilizada fué similar a la apli ada en el programa de
erradicación del paludismo, con modalidade
ep
descubiertos, algunos de los cuales fueron develados con el transcurso del tiempo
mientras se desarrollaba la experiencia, otros aún siguen siendo motivo de
investigación.
La modalidad aplicada fue de tipo vertical, con personal totalmente
de Salud Pública de la Nación, y con e
ia e salud.
El alto costo del programa, en el que tenía fuerte incidencia el elemento
químico usado como insecticida (Isomero gama, Carbamatos, fosforados, etc.) y los
efectos secundarios no deseados
226
Sistema ecológico, llevaron a las autoridades a realizar ciertas modificaciones,
algunas de aspecto dministrativo (tansferencia del programa a las provincias, en
calidad de programa asistido, convenio con municipios, etc.) otras
a
de orden técnicos,
como ca
nacional y sus acciones no se
detuvieron, mientras que, en otras provincias no se obtuvo el efecto deseado
inicialm
de Córdoba, funciona con personal propio, con
depend
ersiguen son:
- disminuir la infestación de los Triatominos en toda el área de la
provinc o a
recién nacidos y en menores de 14 años, en maternidades, CAPS,
Bancos de Sangre, mediante técnicas de laboratorio actualizadas (Strout, Gota
to con Beznidazol a niños menores de 5 años,
el mbio de insecticidas por otros menos nocivos para el humano
(piretroides).
7.3.- LUCHA ANTICHAGASICA EN TUCUMAN
El programa en Tucumán, continúa siendo
ente al transferirse a esas jurisdicciones.
En la actualidad el Servicio Nacional de Chagas, Jurisdicción Tucumán, con
Jefatura Nacional en la Ciudad
encia nacional y tiene como metas coordinar sus acciones con el Organismo
provincial de Salud ( SIPROSA ), con municipios y comunidades locales.
Los propósitos que se p
ia a niveles lo más bajos posibles, para p der interrumpir l transmisión del
agente causal de la enfermedad de Chagas a las personas, con acciones programadas
y participación activa comunitaria;
- detectar la profundidad y extensión de la enfermedad en grupos de
madres y niños
gruesa, serología, Elisa (IgM, IgG), Hemoaglutinación Indirecta, etc.; y
- efectuar tratamien
habiendose hecho extensiva posteriormente hasta las edades de 14 años.
227
En nuestra provincia, el accionar de la Base del Servicio Nacional de Chagas
tes:
1.-) Control vectorial: consiste en el adiestramiento de miembros de una
efectuado in situ, por personal capacitado,
guiendo las normas del programa.
proporciona los medios consistentes en: bombas rociadoras e
v .
s 5
es al SIPROSA y a la Municipalidad de San Miguel de
adas por el Servicio
Nacion
2.- Eva
5.- Coo
Jurisdicción Tucumán se canaliza por dos vertien
determinada comunidad con la que se ha convenido la aplicación de insecticidas en
los domicilios. Tal adiestramiento es
si
El servicio,
insecticida (piretroides), y supervisa en forma periódica las acciones conducentes a la
eliminación de la inchuca
2.-) Control no vectorial: se basa en la investigación de la presencia
del parásito (T. cruzi) en madres y recien nacidos y en niño menores de años de edad;
el tratamiento de niños positivos, con la participación de varios Servicios
Asistenciales pertenecient
Tucumán.
Se pueden citar como principales actividades desarroll
al de Chagas, las siguientes:
1.- Lucha química contra el vector: rociado con insecticida en domicilio y peridomicilio.
luación entomológica: pre y post-tratamiento de la vivienda, con insecticida.
3.- Controles serológicos: en Bancos de Sangre y Población.
4.- Educación Sanitaria- Acción Comunitaria.
rdinación con provincias limítrofes (Santiago del Estero, Catamarca y Salta).
228
6.- Ot pr
.- Lucha química
Entre 1960 y 1982 se completó el rociado de viviendas, en dos ciclos
semestrales en nuestra provincia. A ir de 1983 y habiendose detectado
especial en zonas límitrofes con otras provincias, como
l 100% de las casas de un área que presenta un
ción a las viviendas negativas, (con buena construcción e higiene)
* Fosforados: Mercaptothion y Fenitrothion, ambos de gran acción ovicida
o, requieren una sola aplicación por tratamiento.
229
ras actividades evistas: mejoramiento de la vivienda y erradicación de
viviendas rancho (de difícil concreción).
1
part
reinfestación de viviendas, en
ser Santiago del Estero, se incorporó una nueva metodología consistente en el
tratamiento selectivo con insecticida en viviendas en las que se descubriera la
presencia de vinchucas, respetando las normas del Programa Nacional, con previa
evaluación entomológica.
La Lucha Química consiste en los siguientes pasos:
a) Aplicación del rociado a
índice de infestación superior al 10%, incluyendo el peridomicilio.
b) Si el índice de infestación es menor del 10% de las viviendas de un área,
se tratan solamente las viviendas positivas, su peridomicilio y las viviendas aledañas.
c) En rela
pero con peridomicilio positivo, se tratan solamente estos últimos.
Los insecticidas empleados en la etapa Quimica son:
y efecto residual prolongad
* Piretroides: Deltametrina, Cipermetrina, etc,. de acción residual
prolongada, lo suficiente como para eliminar ninfas nacidas con posterioridad al
tratamiento.
2) Evaluación entomológica:
Se realiza evaluación entomológica pre y post-tratamiento, consistente en la
de hora-hombre, esto es: una
persona
por negativa la vivienda investigada.
d
realizada por personal adiestrado previamente, como ser, un
Agente
en el
ño 1985 se efectuaron investigaciones serológicas en los habitantes de cada
de iniciar el tratamiento selectivo de
Graneros: Arboles Grandes, La
camente, en el grupo de 0 a 5
Patria, sobre
230
búsqueda de formas adultas, ninfas y huevos de Triatominos en domicilios y
peridomicilios ya tratados. El método empleado es el
adiestrada busca elementos, si transcurrió 1/2 hora y no encuentra nada, se
aplican sustancias irritantes, y si en la segunda media hora no se obtiene nada, se da
La práctica de la evaluación continua, es de importancia, la misma consiste en
la instalación e sensores para observación periódica (máximo 3 meses). La
observación puede ser
Sanitario.
Con los resultados obtenidos con cualquiera de estos métodos se confeccionan
índices o tasa de infestación intra y extradomiciliaria.
3) Controles serológicos
Además de los controles efectuados en Bancos de Sangre y población,
a
vivienda seleccionada por muestreo, antes
viviendas, en el departamento de Burruyacu, en las localidades: Paso de la Patria,
Puesto del Medio, Chilcas; en el Departamento de
Madrid, Los Cercos, Palo Seco y Tres Pozos, en total nueve localidades en los dos
Departamentos.
Los grupos de edad investigados fueron de 0 a 5 años, 6 a 10, 11 a 16 y 16 y
más años. Los resultados obtenidos fueron los siguientes:
* En el Departamento de Burruyacu úni
años, se encontraron dos niños reactivos en la localidad de Paso de la
un tota
que en este departamento, por diversos motivos se realizaron
reiterad
grupo de edad de 0 a 5 años, se
encontró un 25% de positividad, en la localidad de Arboles Grandes, y 20% en Palo
Seco. E ciclos de rociados fueron de escaso número y poca
regular as.
Las técnicas utilizadas son las norma s por el programa, realizadas por
personal entrenado del Servicio, con la colaboración de agentes sanitarios del lugar.
a
, por indicación de
o
eliminación del Triatoma, como agente
e r s
-
l de 48 muestras obtenidas en dicho grupo, lo que da un 4,1% de positividad.
Cabe recordar
os tratamientos.
* En el Departamento de Graneros, en el
n este departamento, los
idad, debido a dificultades económic
tizada
4) Educación Sanitaria-Acción Comunitaria.
La modalidad implementada actualmente al programa, por el Servicio Nacional
de Chagas, se basa en la acción activa de la comunidad.
Dicho programa fue propuesto en 1990, y la Jurisdicción Tucumán, incorporó
la acción comunitaria p ulatinamente a partir de diciembre de 1993, teniendo como
referencia las experiencias adquiridas en la aplicación de dichas normas en los
Departamentos de "Pellegrini y Gimenez", en Santiago del Estero
la Jefatura del servicio Naci nal, con sede en Córdoba.
Con este nuevo enfoque, se distinguen dos tipos de medidas de control:
a) Control vectorial, dirigido a la
vector.
b) Control no v ctorial, es decir sobre la t an misión del parásito al
hombre, por otra vía que no sea la vectorial, como ser:
1.- transfusional,
2. transplacentaria,
3.- accidental (laboratorio),
231
4.- transplantes de órganos.
a) Control Vectorial: se convoca a la comunidad mediante sus líderes
naturales, para la participación de las actividades del programa. Una vez informada
la misma, se firma un convenio sobre las acciones a realizar y elementos que se
proveen al efecto. Posteriormente, se procede a la capacitación mediante "talleres"
de las personas elegidas por dicha comunidad para cada tarea, se describen y efectúa
muestreo los distintos elementos que utilizarán, los que quedarán en su
poder
(máquinas para rociado, insecticidas, e bajo la supervisión del personal del
r l
t p
bicación adecuada de corrales, animales
domést
xo Figuras y Fotografías, página Nº 409). Los mismos se
encuentran construidos en base a cartón plegado con el aspecto de cajas planas y
os. Se los aplica en el
tc),
Servicio Nacional de Chagas. El citado control, consta de tres etapas:
1) Ataque químico con insecticidas: se ealiza con a aplicación de piretroides
sintéticos, en forma de rociado. En dos ciclos de tratamiento en las zonas de mayor
infestación; en otras, un sólo ciclo es suficiente.
2) Mejoramiento de la vivienda: se practica con los elementos al alcance de sus
moradores; alisamiento de echos y paredes; lim ieza y orden en los distintos
enseres. Se aconseja sobre cuál debe ser la u
icos y depósitos de granos (pirgua).
3) Vigilancia entomológica: mediante la realización de taller, se entrena a la
comunidad sobre la observación de la factible aparición de vinchucas, después de
haber sido realizada la aplicación química mediante el rociado. A tal efecto, se
recurre a biosensores que detectan la presencia del insecto ("Sensores María") (Ver
Fotografía Nº 11, en Ane
perforadas, brindando atractivo refugio a los Triatomin
probable trayecto, entre el refugio del insecto y el lecho de las personas. La
identificación de manchas de excrementos (deyecciones pardoamarillento y negro
que manchan como si fueran gotas de tinta china) (37), huevos, ninfas, mudas o
232
adultos, revelan la presencia del insecto. Los sensores son ontrolados mensualmente
(por ejemplo: 1º domingo del mes). En el caso de evidenciar la existencia de
Triatominos, se trata nuevamente la vivienda con insecticida, dentro de los treinta
días, por lo que el habitante de dicha vivienda debe recurrir al "líder" con la muestra
(insecto, o sensor), quién
c
tras verificar los hechos, debe proveer de máquina e
secticida para un nuevo rociado. También es factible la aplicación de pote
mígeno, el que elimina humo con insecticida.
b) Control no vectorial: la sangre que se suministra en el Banco Oficial del
p
Tucumán. Los Bancos privados se encuentran adheridos al programa
ón Primarias de la Salud (CAPS), de áreas afectadas al programa. Las
etectadas como positivas, son registradas y sometidas a seguimietno hasta el
in
fu
SIPROSA, es controlada por el Laboratorio que osee el Servicio Nacional de
Chagas, en las dependencias de la Asistencia Pública de la Municipalidad de San
Miguel de
mediante convenio realizado con el Instituto "Fatala Chaben" quien provee los
reactivos correspondientes.
7.4.- PROGRAMA DE CHAGAS MATERNO-INFANTIL
Consiste en la detección serológica de la infección chagásica en las madres con
sus hijos recien nacidos en la Maternidad Ntra. Sra. de las Merecedes, en San Miguel
de Tucumán; como así también, en las embarazadas asistidas en los Centros de
Atenci
d
nacimiento del niño. Si el niño es de serología positiva para Chagas, se continúa con
dicho seguimiento para instruir el tratamiento y verificar la evolución de su
serología, hasta un año posterior al tratamiento (según las circunstancias, este lapso
puede extenderse a 2 años).
233
Los exámenes serológicos se efectúan en el Laboratorio de la Maternidad,
habiédose obtenido: 4 a 6% reactivos en las madres y de 2,59% en los recien
nacidos.
En los niños de 2 a 14 años de las áreas operativas Sud-este y Sudoeste del
área programática Centro del
SI.PRO.SA. Las muestras son remitidas al laboratorio
d
consecutivos, el primero por tamizaje (HAI) punción en dedo y el 2do. por punción
ación continua, existen antecedentes extranjeros como
el Brasil (1980), en donde fue creado el Proyecto Mambaí, con la finalidad de
l
casas ic .
d
la vigilancia epidemiológica en los 13
del Servicio Nacional de Chagas ya menciona o.
Los niños de 5 años que dan reacción positiva luego de dos exámenes
venosa (Elisa -IgG, IgM) son derivados al Hospital del Niño Jesús (SI.PRO.SA.),
sala de Enfermedades Infecciosas, para su tratamiento con Benznidazol (Randanil)
(38).
En lo referente a la evalu
en
estudiar longitudinalmente los rasgos c ínicos y epidemiológicos de la enfermedad de
Chagas, y de adoptarlo como programa piloto del Ministerio de Salud del Brasil. Se
efectuó un censo inicial con evaluación de viviendas, con exploración clínica y
análisis de laboratorio a sus habitantes. Después de la fase de ataque masivo con
insecticidas, se organizaron tareas de vigilancia epidemiológica continua para
detectar focos Triatomínicos residuales en todas las del mun ipio Esta
campaña incluyó un programa de educación sanitaria y contó con la participación de
la comunidad. A toda casa infestada, se le practicó "tarea e fumigación selectiva".
En 1988 se llevó a cabo un nuevo censo y una encuesta serológica en niños nacidos
después del inicio del control.
Se efectuaron las evaluaciones de
primeros años del programa, evidenciandose que la prevalencia de T. infestans en los
234
domicilios, disminuyó hasta niveles que sugieren el bloqueo de la transmisión
vectorial de la enfermedad en Mambaí. Sin embargo, el riesgo de reinfestación a
partir de zonas vecinas no controladas, y el riesgo de colonización de vectores
secundarios tipo T. sordida, constituyen factores potenciales que deben
monitorizarse con cuidado (39).
Entre los periodos 1980-1992, el sistema de vigilancia implementado en
Mambaí, Goiás, Brasil, se apoyó en un rama educativo en las escuelas rurales
ron la existencia de focos
s
edentes en mayor parte de las
asas infestadas, lo que permitió eliminar el T. infestans de los domicilios. Los
235
prog
del municipio y contó con la participación de líderes comunitarios y de los
habitantes, que utilizaron las "unidades de vigilancia" (cajas de Gómez-Núñez,
calendarios o carteles detectores de heces de Triatominos, bolsas de plástico y
equipos cilíndricos peridomiciliarios) y notifica
Triatomínicos residuales a una red de puestos colectores distribuida en todo el
minucipio. Los profesores rurale fueron responsables de diseminar y reforzar el
programa educativo de las escuelas pertenecientes al municipio. Los escolares fueron
los agentes principales del programa, difundiendo aún más la información y
notificando la detección de los Triatominos.
Toda vivienda infestada, recibió tratamiento de "fumigación" por el guardia
rural federal; en las localidades de difícil acceso, por un líder de la comunidad
capacitado previamente para esta labor. Los propios habitantes efectuaban las
notificaciones y las "unidades de vigilancia" eran proc
c
resultados obtenidos, asociados a los bajos costos del sistema, lo transforman en el
procedimiento viable para su aplicación en gran escala en países con escasos
recursos humanos y financieros donde la enfermedad de Chagas es endémica (40).
Retomando el rocedimiento de prác ica en nuestro medio, los relevamientos
serológicos deben realizarse cuando la vigilancia está instalada, para que garantice el
control del agente transmisor, ya que la inexistencia de éste ltimo evitará la
reinfección de los niños con tratamiento antiparasitario.
Es pertinente la observación en trabajos de investigación, en los que se
comunica la existencia de una estrecha asociación entre la presencia de perros
infectados y la infección en niños que residen en la
p t
ú
misma vivienda. En consecuencia,
s perros podrían utilizarse en programas de control; en especial como indicadores
del grado de riesgo y la presencia niños potencialmente infectados en
e precisamente se inició la formación de
236
lo
de
determinadas viviendas y para servir de centinelas naturales que ayuden a detectar la
introducción de T. cruzi en el ciclo de transmisión doméstica, especialmente durante
la etapa de vigilancia, teniendo en cuenta que el parásito se transmite a los
reservorios caninos más rápidamente que a los niños (41).
Este "centinela indicador" es de factible implementación, máxime si se tiene en
cuenta que por costumbre en nuestro país, es común encontrar tres o cuatro perros
por vivienda y bién podría sumarsele a cada equipo de rociado la acción operativa de
un técnico especializado en la realización del citado control.
Los controles serológicos masivos, se realizan en los departamentos que
históricamente mostraron fuerte incidencia, tomándose principalmente como objetivo
las áreas de mayor riesgo, en las qu
comisiones comunitarias de vigilancia y sólo donde ellas están operando.
Posteriormente se ha de continuar en las franjas restantes, en la medida que avance la
vigilancia (se piensa que las diferentes franjas presentarán un % de infección en menos, en
la medida que se va desde la perifería hacia el centro).
Con el serokit se toman muestras principalmente en las escuelas, a los niños en
edad escolar, y a los no asistentes a la escuela se les efectúa la práctica de extracción
en su domicilio, con el propósito de que las madres conozcan
y participen del
muestreo. Al mismo tiempo, se evalúa la colocación de los sensores y su revisión
La incorporación de las madres, tiene la finalidad de establecer el probable
e incorporan además, datos sobre
igración. Interesa que las madres conozcan su estado de salud con relación a la
enfermedad de Chagas y a partos futuros, de tal forma que, las mujeres reactivas
de los
(potenciales adiestradores futuros).
t
237
periódica.
vínculo de transmisión congénita a sus hijos, para verificar al mismo tiempo, la
existencia o no, de transmisión vectorial mediante la detección de niños reactivos
hijos de madres con serología negativa. S
m
sean inducidas al control del recién nacido.
Los técnicos a cargo de la extracción de muestras reciben capacitación del
Servicio Nacional de Chagas, a través de talleres, previos a la realización
operativos en los distintos departamentos. Por lo general se trata de enfermeras y
agentes sanitarios del SIPROSA
A comienzos de 1996 existían alrrededor de unos 40 agentes adiestrados como
efectores y unos 20 con capacidad de adiestrar, se prevee para un futuro inmedia o,
la incorporación de un mayor número de personas a este último grupo.
7.5.- VIGILANCIA ENTOMOLOGICA EN LA PROVINCIA DE TUCUMAN
Se realiza de acuerdo a las normas dictadas por el INDIECH (Instituto
Nacional de Diagnóstico e Investigación de la Enfermedad de Chagas "Dr. Mario
Fatala Chaben") y el Servicio Nacional de Chagas.
La instalación de la vigilancia, puede ser llevada a cabo mediante diferentes
efectores, con la preparación de agentes estatales: agentes sanitarios, comunales,
municipales, o por comisiones vecinales integradas por miembros de la comunidad.
Las normas para la vigilancia, determinan una sola conducta de aplicación,
homogénea en todos los casos.
En la localidad prevista para la realización del control entomológico, se busca
establecer si existió tratamiento previo reciente, y no existiendo razones para la
sospecha de la presencia residual de Triatominos, se puede llevar a la práctica
inmediata la vigilancia entomológica. En las localidades que hubieran recibido
tratamiento, siempre que no haya transcurrido tres años o más años, de igual modo
se puede instalar la vigilancia con la colocación de los sensores, en caso de que las
e que existe una infestación aproximada del 50% o más, se
d
r e en p
grupo comunitario, encargarse
del relevamiento de datos informativos, estableciendo el detalle del tipo de
Triatomino capturado, la cantidad de producto químico suministrado, y de verificar
238
muestras de reinfestación superen los límites de lo mínimo aconsejable, se retiran los
sensores de todas las viviendas y se ejecuta un tratamiento total. Si no fueron
tratadas nunca o se conoc
deben aplicar dos ciclos de rociado e inme iatamente después se porcede a la
colocación de los sensores.
La vigilancia entomológica, es realizada por el propio habitante, los primeros
días de cada mes, que puede ser el día sábado o domingo, se revisan los sensores
dando cumplimiento a las instrucciones impartidas por el "líder" y que se encuentran
impresas en cada sensor. En caso de encontrarse Triatominos o elementos que
indiquen la existencia de una reinfestación, se transportan los elementos encontrados,
en el interior de una bolsita para verificación. Cuando el resultado es positivo, el
"lider" p oveerá de los lem tos necesarios ara una nueva aplicación de rociado
con insecticida a la vivienda, debiendo éste en cada
de que el cumplimiento de la nueva aplicación sea eficiente y en profundidad, ya que
la aparición de vinchucas puede ser consecuencia de un defieciente tratamiento
aplicado con anterioridad..
El conjunto de las normas operativas instrumentadas se asisten mediante
programas de radiodifusión hacia la comunidad, con emisoras locales o de gran
alcance, y durante horarios de mayor audiencia y receptividad. La radio difusión es el
medio adecuado al que recurre el Servicio Nacional, habiendo
se demostrado en la
manifestado, el personal cordobés que a en los departamentos de Moreno y
las
comendaciones radiales que se efectúan desde Tucumán.
El armado, distribución y colocación de sensores puede realizarse mediante la
intervención del asistente comunitario, agente sanitario, habitantes o los alumnos en
últimos grados de escolaridad. Todas estas formas fueron probadas, presentando
algunas, problemas en la práctica. De acuerdo al criterio de los integrantes de la
Jusdiricción Tucumán del Servicio Nacional de Chagas, la más rápida y mejor
manera, es la realizada con los chicos en las localidades donde existen escuelas. En
donde no las hay, por lo general, se encarga a uno de los miembro de la comisión
para que proceda a retirar los sensores y a transmitir a los demás miembros de la
comunidad, su modo de colocación y desarmado para la evaluación.
La experiencia enseñó, que la participación de los niños en el armado,
colocación y control de los sensores, es de gran importancia, ya que con previa
concientización de las funciones que cumplirá este dispositivo (estratégicamente
239
práctica su utilidad. Al respecto de la "audiencia radial" existen fundamentadas
razones para sostener que los habitantes de zonas rurales prestan mayor atención a
los locutores, que a los mismos responsables de su comunidad y es evidente lo
oper
Alberdi refieren que los habitantes de esos departamentos, escuchan
re
ubicado dentro de los dormitorios), suelen brindar un servicial y entusiasta apoyo (38).
Si procuramos establecer las diferencias, entre el Procedimiento Convencional
omunitaria, podremos decir que, si bien el método convencional de
control vectorial tiene sus beneficios, tam
s:
iado de la
vivienda, porque era realizado por personal especializado.
Se avanzaba en forma contigua y progresivamente creciente con rociado
total de las viviendas o selectivo acorde a la infestación encontrada.
nder áreas limítrofes de provincias vecinas, sin
tratamiento alguno y fuertemente infestadas, cuyos habitantes por razones laborales
m
ción de recursos técnicos, económicos y humanos.
240
y el de Acción C
bién posee sus inconvenientes.
7.6.- PROCEDIMIENTO CONVENCIONAL
Beneficio
* Con el método tradicional se obtenía una calidad óptima en el roc
*
* Se trataba y/o evaluaban áreas de riesgo por departamento, comenzando
por el norte de la provincia de Tucumán, y a los tres (3) años aproximadamente se
completaba el ciclo, y se comenzaba nuevamente desde el norte; si bién esto permitió
un control aproximado a lo ideal con cada vez menos infestación, no garantizaba la
total erradicación por falta de un sistema de vigilancia local.
Inconvenientes:
* Imposibilidad de ate
u otros otivos se trasladaban a esta provincia, ejerciendo un transporte pasivo del
insecto.
* Progresiva disminu
* La congelación de vacantes desde 10 años a esta parte, no permitió el
reemplazo del personal capacitado y con el riesgo, de que si se aplica la ley de
jubilaciones, aproximadame te un 50% del personal permanente, quedaría fuera de
servicio. Lo que disminuye notablemente la capacidad operativa (el Servicio tiene 33
años, una persona
n
que haya ingresado con 25 años de edad, por el régimen de riesgo
que tie
1978).
de la
"Acción
vector).
7.7.- PL
ncientización de la realidad
sobre agas para la salud de las personas, y
busca
tiempo para llegar a tener la calidad necesaria de un rociado
óptimo de las viviendas.
idad como Delegados Comunitarios.
Ausencias relativas de los "líderes", por razones de trabajo en las zonas de
acción operativa.
241
ne la actividad, por cada 3 años de servicio se le resta uno de edad, por lo
tanto esa persona está en condiciones de jubilarse a los 58 años en la actualidad;
sistema en vigencia desde
Lo anteriormente manifestado tendría su paliativo con la aplicación
Comunitaria" (sistema sustentado en la participación de la comunidad en la
lucha y control del
AN O ACCION COMUNITARIA
Si bien procura integrar a la comunidad, con la co
lo que representa la enfermedad de Ch
en la misma una acción operativa integrada, en beneficio de la propia
comunidad, presenta algunos inconvenientes en su aplicación técnica, entre los que
corresponde citar:
* A pesar de transmitirle a los pobladores los conocimientos técnicos de
rociado, llevará su
* Dificultad en la reproducción de los mensajes, oportunamente brindados a
las personas elegidas ("líderes") por la comun
*
* Idiosincracias (rivalidades, política, etc.) de algunas familias que ofrecen un
obstáculo para concretar el objetivo del "Plan Comunitario".
* Inadecuadas vías de acceso (caminos).
ales, jornaleros, que en forma
cirscun
7.8.-
LA EN
De
Chagas realizada en Buenos Aires entre e 16 y 21 de octubre de 1989, se extraen
aportes de los que se puede concluir que:
n c
e transmisión, las
caracte
ersistan las
* Desacertada elección de algunos miembros de la Comisión Comunitaria
como ser maestros, policías, empleados municip
stancial pueden ser trasladados de sus puestos de trabajo, debido a su función
y que dejan un vacio en la comisión, generando inconvenientes en el funcionamiento
de la misma (43).
CONSIDERACIONES DEL COMITE DE EXPERTOS EN EL CONTROL DE
FERMEDAD DE CHAGAS (1989)
la reunión del Comité de Expertos en el Control de la Enfermedad de
l
* La enfermedad de Chagas representa una amenaza permanente para cerca
de la cuarta parte de la población de América Latina.
* La enfermedad se extiende por casi toda América Central y del Sur, sus
caracteristicas epidemiológicas y ma ifesta iones son variables entre una y otra zona
endémica. Las tasas de prevalencia son variables, como el modo d
risticas parasitarias, la patología clínica, y los vectores y reservorios.
• Más que cualquier otra enfermedad parasitaria, la enfermedad de chagas se
relaciona con el desarrollo económico y social; los insectos Triatominos y las
enfermedades que ellos transmiten existirán mientras en Latinoamérica p
viviendas inadecuadas, la migración frecuente de personas y la rápida urbanización.
242
Hasta que no cambien esas condiciones, para lo cual habrán de transcurrir muchos
años, deberá continuarse la lucha contra la enfermedad.
* La enfermedad de Chagas, representa un problema de salud grave en 17
paises latinoamericanos, con un total estimado de 100.000.000 de per nas
expuestas a la enfermedad y de 16-18 millones de personas infectadas.
* En otro
so
s países aunque estén presentes los vectores, y el parásito pueda ser
aislado de los animales reservorios, parece que las personas contraen en forma
s naturales, la
e en frecuencia creciente.
n d
Cabe destacar, que el Programa Especial para Investigación y Adiestramiento en
N LA ARGENTINA
d i
p n i
esporádica la enfermedad; además se ha notificado, fuera de los foco
transmisión de la enfermedad por transfusión de sangr
* En las dos últimas décadas, los conocimientos sobre la enfermedad de
Chagas, se han incrementado considerablemente tanto entre los científicos como
entre las Autoridades Sanitarias en general. Además han aume ta o las inversiones
en programas de investigación, con apoyo nacional e internacional, como también se
ha intensificado el intercambio de ideas, materiales y tecnología a todos los niveles.
Enfermedades Tropicales, PNUD/Banco Mundial/OMS, han contribuído con
diversas actividades de investigación y movilización de recursos humanos y
financieros (44).
7.9.- SINTESIS SOBRE EL CONTROL DE LA TRANSMISION DEL
TRYPANOSOMA CRUZI E
En la década el 50 con Cec lio Romaña en el Chaco, Carlos A. Soler en La
Rioja y Carlos Bravo en la rovincia de Catamarca, se i ician las acc ones para
controlar la transmisión del T. cruzi. Mauricio Rosembaum y José A. Cerisola
publicaron datos que relacionaban la prevalencia serológica en los infectados de
poblaciones rurales con cardiopatía producida por el parásito. Los resultados
243
obtenidos generaron alarma, esto llevó al Ministerio de Salud a la organización del
Servicio Nacional de Control de Chagas, y el Instituto Nacional de Investigación de
la Enfermedad de Chagas "Dr Mario Fatala Chaben". Dicho Servicio se fijó como
objetivo el control de la transmisión ve
ctorial en 10 provincias argentinas. Más
ad de las viviendas de un área determinada. Las
n t
rindando capacitación de recursos humanos, distribución de reactivos y
control de calidad de las actividades q realizan, para el diagnóstico de los
, a ser incorporados al
c
244
tarde, el programa fue incorporando a otras provincias, en 1979 contó con 19
provincias de área endémica.
Los objetivos propuestos, se basaron en estrategias y metodologías aplicadas
en los años 40, con un responsable del Programa Nacional y delegados
jurisdiccionales, formando con su personal brigadas capacitadas en la aplicación de
insecticidas, rociando la totalid
decisiones eran tomadas a distancia del problema y generalmente disociadas de los
Sistemas de Salud de las provincias. En forma simulta ea el Ins ituto desarrolló
técnicas diagnósticas; creó una Red Nacional de Laboratorios (llegan a 600 en la
actualidad), b
ue se
infectados y el control en bancos de sangre.
Los beneficios obtenidos en la lucha contra el Chagas, se traducen en las
prevalencias serológicas que corresponden a los últimos 30 años de funcionamiento
del Programa, observadas en varones de 18 años de edad
Servicio militar. La prevalencia del 10.3% entre 1965-1969, descendió al 1.8% en
1993. La mayoría de las provincias de áreas endémicas, tenían más del 75% de
viviendas infestadas por T. cruzi.
Los controles realizados por los estados provinciales on insecticidas clorados
(1962-1983) y/o fosforados (1976-1989), modificaron el mapa de infestación
domiciliaria por T. infestans, disminuyendo la densidad vectorial en vastas zonas de
la República.
A partir del año 1979 se transfirió la responsabilidad operativa a las provincias;
la normatización y coordinación siguieron bajo el nivel nacional lo que desaceleró
las acciones del control vectorial, tomando nuevamente impulso a raíz de los
resultados del estudio serológico para Chagas realizado en 1981.
Con los resulta os obtenidos a través del Proyecto María ("Tecnolo ía
Apropiada en el Control de la transmisión de C
d g
hagas en la Estrategia de Atención
bajo d
una
estrategia realizados, los rociados de viviendas
en ataque químico que en 1991 no superaban las 70.000, pasaron a más de 100.000
iviendas rociadas en 1993, y a 142.000 en 1994. Concomitantemente entre los años
992 y 1994, se desarrolló el Proyecto María II, que permitió la profundización de la
estrategia del María I, con el accion omunitario, mediante la operación de
Primaria de la Salud") realizado la conducción el INDIECH, se determina
nueva modificación en la estrategia del programa. Se ha producido así,
importante reducción en la infestación domiciliaria en amplias zonas, donde la misma
está por debajo del 3%, la infección por T. cruzi en los Triatominos capturados
(zonas en vigilancia entomológica) es de 0.
Con los cambios de filosofía y
v
1
ar c
"líderes" comunitarios y con tecnología apropiada.
En 1994 se ha completado la capacitación de 7.500 líderes comunitarios
destinados a cubrir 800.000 viviendas a vigilar en el área de alto riesgo en el país.
En lo que a costos se refiere, se han invertido en el programa en sus 33 años de
funcionamiento aproximadamente US$ 600.000.000, versus US$ 3.000.000.000 que
se han ahorrado en AVAD ( Años de Vida Ajustados a la Discapacidad) por las
acciones de control desarrolladas (45).
245
7.10.- EL PROGRAMA DE CHAGAS EN LA ACTUALIDAD
La reestructuración de Programa Nacional de Chagas realizada en 1992, ha
o", fue el inicio de la redimensión del
a
acciones por agentes
intermedios y tecnología apropiada". Su objetivo fue el rociado de 500.000
ataque y 800.000 viviendas a ser vigiladas. Los ajustes
D
e de ataque se implemento la de vigilancia con el fin de evitar
la reinstalación de la transmisión vectorial.
La Dirección de Epidemiología de stituto "Fatala Chaben" y el Servicio
resentan el Programa 1992-1995 siendo el objetivo final cortar
r" para la eliminación de la transmisión de la enfermedad de Chagas de
246
brindado acciones y cobertura eficientes a las poblaciones en riesgo de infección.
El Programa "DR. Ramón Carrill
Program Nacional lanzado en la localidad de Loreto, en Santiago del Estero en
junio de 1991 por el Presidente de la República Dr. Carlos Menem. El citado
programa se sustenta en la "horizontalización de las
viviendas en fase de
metodológicos se basaron en experiencias del IN IECH. con la "Vigilancia de la
Transmisión de la Enfermedad de Chagas con Tecnologías Apropiadas" en Rio
Hondo (Santiago del Estero) entre 1985-1989. Con posterioridad se profundizaron
los conocimientos a las estrategias participativas comunitarias (1992-1994).
Concretada la fas
l In
Nacional de Chagas, p
la transmisión vectorial para 1999 en la República Argentina (45).
Estrategias de Control
En la XXIII Conferencia Panamericana de Sanidad 1990, Argentina, Brasil,
Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay lanzaron un acuerdo "Iniciativa para los países
del Cono Su
sus áreas, basada en estrategias de control combinando el control del vector y el
screening de la sangre.
Prioridades de Control
Se idas,
la utili turas insecticidas, que han demostrado ser
altamen o la transmisión doméstica
sino ta nfección. Se han obtenido buenos resultados con
program realización de screening de sangre a
transfu
Técnicos representantes de cada Ministerio han sido designados para formar
ubernamental" a cargo de la implementación y evaluación de
Objetivos Propuestos
* La interrupción de la transmisión es esperada en :
- 1996 en Chile y Uruguay,
l e
aguay.
e l
de Salud de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile,
247
aplican métodos de control vectorial basados en el rociado con insectic
zación de potes fumígenos y pin
te efectivas, no sólo reduciendo o interrumpiend
mbién la incidencia de la i
as de mejoramiento de viviendas y la
ndir.
una "Comisión Interg
los programas de control en los países involucrados.
* Eliminar la transmisión de la enfermedad de Chagas en los países del Cono
Sur comprendidos en la iniciativa.
- 1998 en Argentina y Brasi , y n el año
- 2000 en Bolivia y Par
Recursos Necesarios
El presupuesto asignado para la realización de las operaciones de control n os
seis países citados, para los años 1992 a 1994 fue de 90.000.000 de dólares (46).
En el mes de julio de 1991, en Brasilia, en el marco de la "Iniciativa de los
Países del Cono Sur", los Ministerios
Paraguay
plan de
acción
ar en forma especial la situación y los planes nacionales existentes, más
las
. infestans.
- Reducción y eliminación de la transmisión transfusional, mediante el
rtalecimiento de la Red de Bancos de Sangre y selección efectiva de donantes de
sangre.
plirse a 10 años, incluyendo de rociado con insecticida
C s S
248
y Uruguay, emitieron la Resolución sobre Control de Enfermedades
Zoonosis, 04-3-CS, que indica:
Crear una Comisión Intergubernamental para la enfermedad de Chagas,
con la OPS como Secretaría, para la elaboración de un programa y un
subregional para la eliminación del T. infestans domiciliario y la
interrupción de la transmisión del T. cruzi por transfusión. Ese trabajo debía
consider
los mecanismos de cooperación técnica interpaíses, habiendose establecido para su
conclusión un termino de seis meses.
El programa y plan de acción Subregional presentan como objetivos:
- Eliminación del T. infestans de las viviendas y su peridomicilio en
áreas endémicas y probables.
- Reducción y eliminación de infestaciones domésticas de otras especies de
Triatomíneos que concurren en las mismas zonas ocupadas por el T
fo
El programa debía cum
de acción residual en ciclos trimestrales, a partir del primer año (ataque) en
operaciones regulares, vigilancia epidemiológica, entomológica y de monitoreo
serológico de la población de carácter permanente, participación comunitaria activa.
La omisión Intergubernamental e reunió en diferentes puntos de udamérica
entre los años 1992 y 1995, cumpliendo en cada una de las mismas con la evaluación
de lo actuado anteriormente y proyección de futuras acciones (47).
Estado Actual en Tucumán
"Según un informe de la Municipalidad, los registros chagásicos de la
década del 60 indicaban que eran algo más del 35 % las personas infectadas en
Tucumán. Los porcentajes disminuyeron sensiblemente en los últimos años, de
e l
SA y el Servicio Nacional de
Ciudad de Termas de Rio Hondo, en
la provincia de Santiago del Estero, entre los días 6 al 9 de Junio de 1997, en el
Simposium sobre Chagas, expresó que: esar de que muchos manifiestan que el
l
todo el NOA, todo Cuyo, el NEA, norte de Córdoba, norte de Santa
acuerdo a los studios serológicos rea izados en los departamentos de mayor
riesgo, ubicados al este de la provincia. Tal estudio indica que entre 1995 y 1996,
sobre un total de 13.50% niños de 0 a 14 años y madres de niños menores de 5
años, sólo el 2,7% está infectado". Estadísticas confirmadas por el Dr. Jorge Raúl
Medina, coordinador del programa "Grandes Maternidades para el Chagas".
Conjuntamente, la Municipalidad, el SIPRO
Chagas aplican en Tucumán el programa mencionado, destinado a la detección y
control de la embarazada chagásica, y el programa "Dr. Ramón Carrillo", destinado
a la eliminación de la vinchuca (48).
En relación al estado actual de la enfermedad de Chagas el Dr. Humberto
Lugones, en el marco del XVI Congreso Nacional de Cardiología de la Federación
Argentina de Cardiología, llevado a cabo en la
"a p
problema sigue igual o peor que antes, eso no es así".
Refiere a tres indicadores confiables para conocer la marcha de un programa de
una campaña antichagas y que cuando comienza la lucha contra la enfermedad de
Chagas en la Argentina, año 61, as provincias y regiones más afectadas por la
endemia, eran
Fé, La Rioja, y las otras provincias en mucho menor grado. Refiere las cifras a esa
zona, a esa área de gran endemicidad y en general.
249
Que la infestación triatomídea de la vivienda es una situación absolutamente
necesaria, esencial para que en un país, en una región haya endemia chagásica, que
podrán darse casos aislados como sucede en
el sur de los Estados Unidos de Norte
En la actualidad no se puede hablar de la población en general porque, estan los
l año 81 en esa población de 18 años de edad sobre aproximadamente 200.000
individuos, encontraron un 7% de infectados, población en general de todo el país
América, pero endemia no, para que haya endemia tiene que haber vinchuca
domiciliada.
En la década del 60, y posteriormente cual era el estado general: 60%, en
algunas provincias mucho más, como en Santiago o Catamarca. En el año 92 el
Servicio Nacional encuentra un índice del 6 % para 19 provincias argentinas, sobre
una muestra de 350.000 viviendas evaluadas.
Otro indicador valioso es la serología, en el comienzo de esta campaña también,
arriba del 50 %; en provincias como Santiago, norte de Córdoba, norte de Santa Fé,
mucho más, 60-70% de la población infectada.
adultos que van a seguir dando positivo.
Los datos de gente jóven y niños en Santiago del Estero, año 83: las escuelas
rurales tenían el 30% de infectados, en la actualidad ese índice es del 4%. El Fatala
Chaben ha trabajado durante muchos años con el muestreo de los preconscriptos; en
e
incluída por supuesto el área chagásica; y esa misma población: 120.000 en el año
92, menos del 2% de infectados chagásicos entre los preconscriptos.
En relación a los nuevos casos, los Chagas agudos, con anterioridad a la lucha
antichagásica, era común ver en todas las provincias que ha mencionado, decenas o
cientos de casos agudos de Chagas. En la actualidad en la mayoría de las provincias
de área endémica no se ven casos agudos, sólo excepcionalmente: Jujuy el último
250
caso vectorial que vió, año 82 y desde entonces sólo ven formas congénitas, tal vez
alguna transfusional, pero vectorial ninguna. Santiago del Estero en este sentido, es
e
ual es diametralmente
puesta a la de comienzo de la lucha.
El mismo expresa que, queda un problema sin resolver, el de millones de
hagásicos sean simples infectados o enfermos, que ignoran que lo son, y que habría
por lo que propone que las autoridades del Gobierno
efectúe
a
e son chagásicos y que ignoran su cardiopatía (53).
BIBLIOGRAFICAS
(2) Ibid., Niño F. L. pág: 80
251
totalmente demostrativa, por ser la provincia que ha podido observar mayor núm ro
de agudos, no solamente en la República Argentina, sino en Latino América. Y bien,
en 1968 en el Centro de Chagas se vieron 289 casos, en el año siguiente 232 casos y
así, más o menos todos los años próximos, en el 95 se ven 15 casos; en el 96 se ven
9 casos, y en lo que va de este año 4 casos. Del 67 al 70 casi 980 casos (casi 1.000
casos), no se ha llegado al control, pero la situación act
o
c
que detectarlos para curarlos,
n un Censo Serológico no sólo para niños como lo está haciendo el Fatala
Chaben, sino también para de infectados chagásicos, gente jóven y personas m yores
que ignoran qu
CITAS
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tener en
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(7) OMS. Comité d
(8) Ib d., pág: 29.
(9) Ibid., pág:31.
(10) La Gaceta. Hay 3.000.000 de chagásicos. Tucumán. Doming
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(11) Storino R., Milei J., op. cit., pág: 2.
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(20) OMS Comité de Expertos. op. cit., pág:27.
(21) Storino R., Barragan H., op. cit., pág: 54.
(22) Ibid., pág: 54.
(23) OMS. Comité de Expertos. op. cit., pág: 36.
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(25) Días, J. C. P.; Borges Días,
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(27) Storino R., Barragan H., op. cit., pág: 55.
(28) Storino, R.; Milei, J. Miocardiopatía Chagásica Crónica. Ed. Club de
Estudio. Bueno
253
(29) Días, J. C. P.; Borjes Días, R., op. cit.; 16: 453.
(30) Bucher E. Abalos J. W. (+)., op. cit., pág: 185.
(31) educación para la salud. Enfermedad de Chagas-Mazza. 1977. Serie 2,
Nº 9, p
H., op. cit., pág: 55.
randes
Urbes.
e Chagas, Jurisdicción Tucumán en el marco de la Carrera de Post Grado
de Med
fermedad de Chagas en
Mamba
de Chagas:
control
(41) Gütler R. E., Wisnivesky-Colli Solarz N. D., Lauricella M., Bujas
M. A.
104 (2), pág: 130.
tos. Control de la Enfermedad de
Chagas
254
ág: 21.
(32) Storino R., Barragán
(33) Carpintero D. J. El problema de la infección chagásica en las G
Consultor de Salud. 26 de Agosto de 1994, Nº 99, pág: 11.
(34) Ibid., pág: 10.
(35) Storino R., Barragán H., op. cit., pág: 55.
(36) Ibid., págs: 56-57.
(37) educación para la salud. Enfermedad de Chagas-Mazza. op. cit., pág:9.
(38) Zarate E. . Datos aportados por la Jefatura de la Base del Servicio
Nacional d
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(40) Marco Tulio A. García-Zapata y Marsden P. Enfermedad
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Brasil. Febrero de 1994. Bol. Of. Panam 116 (2), pág: 97 a 101.
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(42) OMS. Informe de un Comité de Exper
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(43) Zarate E. Enero de 1997. Datos aportados por la Jefatura de la Base del
Servicio Nacional de Chagas, Jurisdicción Tucumán .
(44) OMS. Comité de Expertos. op. cit., pág:1.
, 15:33, page 1 of 3.
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Americ
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P
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de C
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255
(53) Lugones H Simposio Chagas. XVI Congreso Nacional de Cardiología.
Federación Argentina de Cardiología. Termas de Rio Hondo. Santiago del Estero.
Junio 6 de 1997.
) OMS. Comité de Expertos. op. cit., pág: 25.
(55) Abalos J. W. Educación y Participación de las Comunidades en la
rradicación de la enfermedad de Chagas-Mazza. Segundas Jornadas
ntomoepidemiológicas Argentina. II (1965). 1967, págs: 93, 94.
(54
e
E
CAPITULO Nº 8
Aspectos Socioeconómicos, Políticos y Culturales
de la
Enfermedad de Chagas desde la Perspectiva Médica
257
8.1.- GENERALIDADES
La enfermedad de Chagas, de compleja característica, es una patología muy
particular del Continente Americano, en donde tanto el contexto bioecológico, como
el político-social tienen mucho que ver; donde la historia de las personas y de los
grupos sociales infectados por el T. cruzi, desde la fase aguda de esta afección hasta
muerte del sujeto, puede depender en su evolución no solo del parásito, sino
d (1).
esde los 41º de latitud N, a los 46º de latitud S, sin que los Triatominos se
Patagonia Argentina y el Estado de Texas, en
.E.U.U.
A la enfermedad de Chagas la encontramos con carácter endémico, en estas
regiones. Al decir de Humberto Lugon ......"es estrictamente americana y más
la
también, del huésped, el ambiente, su carga de trabajo, las posibilidades o no de
acceso a un sistema de salud y a otros factores que entran en juego e interactúan en
la cadena epidemiológica de la enfermeda
Costituye una permanente amenaza en casi la cuarta parte de toda la población
de la América Latina, siendo variables sus características epidemiológicas entre las
diferentes zonas donde es endémica (2).
Casi todas las especies de Triatominos vinculados a esta patología se limitan a
las regiones neotropicales y neoárticas, algunas de ellas se encuentran en ambas
regiones, d
hayan adaptado a los hábitats domiciliarios, en los Estados Unidos de Norte América
(2). Como ya se ha expresado anteriormente, el T. cruzi cumple su ciclo selvático
entre los límites establecidos entre la
E
es:..
propiamente, "Latinoamericana" (3)".
258
8.2.- INFLUENCIA DEL SUBDESARROLLO
La antropozoonosis chagásica de amplia difusión en América Latina, es de
raigambre histórica, pólitica y social. Si bien en este ámbito compromete a vectores
y mamíferos en sus ecotopos naturales donde el parásito circula desde la antigüedad,
el compromiso humano es de una más cercana actualidad; habiendo estado asociada
a un contácto más focal inicialmente, entre el hombre y los vectores; l enfermedad
se difundió con posterioridad más extensamente en el Continente
a
Americano, en la
edida en que los protagonistas de la conquista invadieron el nuevo mundo, hecho
p r n
a endémica por la enfermedad de Chagas, alcanzando en ellas su
del T. cruzi al humano
n c l
ambiente; el otro, las características de la vivienda humana.
nfestans, y en Venezuela de focos
e Rhodnius prolixus, en el período post-colombino a consecuencia de migraciones
259
m
que trajo como consecuencia, migraciones de pueblos y significativos cambios de la
naturaleza del medio y desigualdad social mantenida a través de los tiempos,
favoreciendo la difusión de la endemia y su oste ior urba ización (4).
Son evidentes el grado de subdesarrollo económico y social en las comunidades
afectadas en form
máximo expresión. Las condiciones de escaso nivel de vida, inadecuada
alimentación, educación, indumentaria, y recreación, como así también las
características del trabajo, juegan un importante rol, en la evolución natural de la
enfermedad (5).
He ahí pues, que en las áreas endémicas, la transmisión
es una consecuencia de la relación establecida entre el i secto ve tor y e hombre a
través de su domiciliación, siendo partícipes dos soportes epidemiológicos: uno, el
desequilibrio ecológico generado por el mismo hombre y su accionar en el medio
La enfermedad de Chagas tendría su punto de partida en el Valle de
Cochabamba (Bolivia), de aislados focos de T. i
d
de aborígenes ocasionadas por la invasión española en su acción colonizadora, la que
generó pobreza y marginalidad social y cultural (6).
Al decir de Pinto Días:
La enfermedad de Chagas se sitúa entre las entidades vinculadas al
bdesarrollo socio-cultural y económico de pueblos y naciones, estando
d b Cabe
érica Latina,
a
r
n 7
n
onstituídos por vegetación montaraz, donde anidan roedores, marsupiales y otros
mamíferos; éstos conforman el nutriente de la endemia, a lo que se suma
c
arca una
260
su
correlacionada estrechamente con las malas condiciones de la vivienda, el
subempleo, la falta e tierra y de ienes de producción. agregar que la
propia enfermedad agrava y contribuye a perpetuar este panorama social (11).
La influencia de la acción cultural caracterizó el aspecto de la vivienda, con
algunas diferencias regionales en distintos puntos de la Am
evidenciandose en ella los denominadores sociales de la endemi chagásica en
América. Los anchos de hoja de palma de las zonas rurales de Honduras y
Venezuela, no so lo mismo que los de paja y barro de Santiago del Estero ( ) o
como los de quincha de suncho, despunte o chacra del lugareño tucuma o.
El rancho y el campesino son producto del contexto, con su entorno de
restricciones y pobreza, viviendas de palos, cañas huecas, adobe, piso de tierra,
techo de paja, entre otros materiales, provistos de innumerables grietas que
favorecen el alojamiento del Triatomino. El peridomicilio pobre, sucio y
desorganizado en extremo, y el medio que rodea al mismo, configuran ecotopos
c
permanente
una población humana desarraigada y sometida económica, social y ulturalmente,
en permanente búsqueda de estrategias de supervivencias. Todo ello enm
miserable situación, donde el Triatomino significa poco más que un elemento
adicional, y muchas veces secundario, en la condición de vida del individuo (8).
Las migraciones en América, consecuencia de las presiones socioeconómicas,
son responsables de la urbanización de
la endemia chagásica y del desplazamiento
el parásito hasta países no endémicos. Existen cifras que revelaban la presencia de
del campesino adquirió el carácter de
bio ecológico determinado por las modificaciones
aso de las políticas
rícolas, generaron el fenómeno de la urbanización de la enfermedad de Chagas en
d
200.000 infectados en Rio de Janeiro (Brasil) y en idéntico modo en Buenos Aires,
en la República Argentina (en 1992) (9).
A través de los tiempos la migración
obligatoria, y con ella transportó el insecto vector y el parásito, sumando de este
modo nuevas áreas rurales del continente, a la endemia, mientras buscaba zonas más
fértiles y desarrolladas, para su superviviencia.
Por otra parte, la acción antrópica es causante de cambios en la flora y la fauna,
facilitando la dispersión de algunas especies y dificultando el desarrollo de otras.
Ejemplo de ello es el cam
implementadas a raíz de la expansión de las áreas de cultivo soja y caña de azúcar
en la región del Paraná, lo que produjo el cambio del nicho ecológico de T. Sordida
en Argentina, Brasil y Paraguay.
La aparición de un nuevo modelo urbano industrial y el frac
ag
casi toda América en el presente siglo, sin el cambio de las condiciones
psicosociales, económicas y culturales del sujeto chagásico rural (10).
Mucho es lo que se ha hablado y se habla del "mal de Chagas" y de la
"vinchuca"; poco e insuficiente lo hecho hasta el presente, ya que de haber sido en
261
forma totalmente efectiva, dicha patología sería historia en la medicina. Se habla y se
reconoce del enfermo chagásico, como marginal económico y social, pero no es
necesario ser marginado para contraer la enfermedad. Por supuesto que, es innegable
la influencia que ejerce la pobreza con sus carencias, porque donde falta el trabajo, la
alimentación, el agua potable, la indumentaria es pobre, predomina el hacinamiento y
la mala atención a la salud de las personas, la vivienda es inadecuada y defectuosa su
higiene; el sujeto vive sumido en
la ignorancia, sin acceso a una satisfactoria
r s
r i
ia una
integración activa, democrática y participativa en la búsqueda de un beneficio
comunitario más efectivo, en el propio dio de explotación agropecuaria, y en
educación, tal como suele acontecer en nuestro medio rural, evidentemente más que
en otros lugares, se dan las condiciones ideales para la persistencia e imposibilidades
de la erradicación de la enfermedad.
Tal vez sea menester proponer una adecuada legislación, en la que además de la
acción directa de los organismos oficiales sobre la enfermedad de Chagas, a través
de la lucha química y la vigilancia entomológica y de otras e ponsabilidades que
recaen sobre Instituciones de la Nación, comprometan en actitud solidaria a quienes
explotan la tierra, con una participación más directa y activa en planes de acción,
para un mejor control de la patología en cuestión. Dicha legislación debería
imponer, la condición de efectuar el control del vector en los predios donde se
practica la explotación, a cambio de una razonable degravación impositiva sobre los
costos, tanto por la inversión realizada en el rociado de las viviendas de los obreros,
como de otros insumos vinculados en la operación; con pautas c iter osas donde a
través de organismos competentes de Salud Pública, se efectúen las verificaciones
correspondientes al cumplimiento de la norma. Con ello, se podrá aspirar hac
me
forma especial, ante la eventual dificultad de acceso al interior de fundos privados.
262
Se de este modo, descompri ir al Estado las obligaciones
inherentes al sostén en forma directa de la lucha antichagásica, se evitarían además
los inconvenientes económicos generados a cada Administración de Gobierno en
épocas como las actuales, donde las disponibilidades de recursos son
superlativamente insuficientes. Modalidad qu
lograría m de
e podría determinar una mayor toma de
a lo re
l o g
te, economisaría al Estado el requerimiento de grandes
p
idemiológico, fiscalización y verificación del
Por otra parte, con la mencionada legislación se establecerían mecanismos de
ontrol, por los residentes en dichas viviendas en relación a la provición patronal de
insecticidas y demás accesorios para satisfacer las necesidades de la operación.
concienci de que presenta la enfermedad de Chagas para el trabajador, por
parte de quienes usufructúan a explotación del suelo y de cóm tal patolo ía
repercute en el rendimiento de la producción.
Por otra par
emprendimientos en la lucha contra la enfermedad, disminuirían los costos, se
tranferirían gastos materiales y se haría más participativa la acción comunitaria de las
personas del medio.
A todo esto se podría agregar, que si se efectúa control químico contra el
vector antes de cada siembra y al final de cada cosecha en los respectivos fundos, se
podría realizar un acorde control epidemiológico. Se disminuíria la carga operativa
que representan las acciones contra dicho vector a las distintas "Bases de la lucha
Antichagásica", las que podrían cum lir solamente un rol de apoyo y asistencia en la
vigilancia, como en el control ep
cumplimiento de las normas impartidas; lo que circunscribiría en forma más
específica su accionar operativo sobre núcleos poblacionales en comunas y
municipios del interior de la provincia.
c
263
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Storino R., Mile
(5) Storino R., Milei J. Aspectos psicolígicos, social, leg
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(6) Pinto Días J., Briceño-León R, S
(7) Pinto Dias J. C., op. cit., pág:3.
(8) Storino Rubén, José Milei, op. cit., pág: 1-6.
(9) Pinto Días J. C., op. cit., pág: 5.
(10) P
E
p
CAPITULO Nº 9
La Vivienda Humana
265
9.1.- GENERALIDADES
La naturaleza y calidad de construcción, como las condiciones de la vivienda, el
acúmulo de los muebles y diversos enseres del hogar en el interior y exterior de la
asa, son factores de importancia en la colonización domiciliaria efectuada por los
a
, integrando el "sistema interespecífico interactivo" que
involucra hombre y vinchuca. Sistema en el que el beneficio es unilateral hacia el
jas costumbres y hábitos en el manejo de la tierra y
animales domésticos en las zonas endémicas, donde las condiciones de salud y
r
c
Triatomíneos. En los hábitats peridomicilarios y domiciliarios se crean microhábitats
que protegen a dichos insectos de los predadores (1).
En medios rurales de las áreas con ltas tasas endémicas, que abarcan las
provincias de Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca, La Rioja, San Juan, Mendoza,
Santiago del Estero, Córdoba, San Luis, La Pampa, Formosa, Chaco y Santa Fé, los
Triatominos, vectores de la enfermedad de Chagas, son capaces de colonizar las
fronteras salvajes, como las peridomésticas y domésticas. El T. infestans es el más
importante por su amplia inserción geográfica y la aptitud para establecerse en
espacios domésticos y peridomésticos donde se lo puede identificar en numerosas
poblaciones de vectores
insecto transmisor de la enfermedad de Chagas, en detrimento de las condiciones
sanitarias del hombre (2).
Ello es resultante de vie
educación han sufrido empobrecimiento creciente, y en las que las formas de vida de
las familias son precarias (19).
Tal situación del medio ural juega a favor del insecto vector; en ese hecho es
posible observar un flujo eficiente para la enfermedad, que con probable génesis en la
266
frontera rural penetra hacia áreas urbanas, sosteniendose luego por el transporte
pasivo facilitado por el hombre. El T. infestans constituye el principal vector en la
región endémica, debido a que tiene especial aptitud de integración al ámbito
humano. En las casas rurales es posible encontrar T. guasayana y en forma ocasional
f
eden ocultarse de sus enemigos naturales y del hombre, durante las
í
cla de ramas y pelos,
onforman un medio adecuado, donde los Triatominos se desplazan en corta
h
habitan las casas siendo el principal o trófico; y a la inversa, es menos
o
267
T. platensis, como también T. sordida, T. breyeri y T. guasayana en corrales de
cabras y gallineros, insectos que provienen del monte y compiten con T. in estans en
el área peridoméstica.
La heterogeneidad de las construcciones domésticas, dada por los techos
(mezcla de varas, ramas y barro), paredes de adobe que cuentan con grietas y
agujeros distribuídos irregularmente, constituyen el refugio de los insectos vectores,
lugares donde pu
horas del día, encontrandose en proximidad a su fuente de alimento (humanos,
perros, gatos, aves, etc.), son factores claves en la competencia interespec fica y en
su supervivencia.
Los corrales de cabras, su contenido de guano con la mez
c
extensión durante la noche, para alimentarse sobre estos mamíferos que reposan
junto a las cercas, integrando un favorable hábitat para los mismos.
Entre los Triatominos, el T. infestans, debido a su longevidad, es una especie
de adecuadas condiciones para integrar sistemas estables, como en los ranc os en
las áreas rurales, donde la temperatura y otros factores climáticos tienen un carácter
más o menos uniformes, estas condiciones se incrementan cuando grandes familias
recurs
adaptable a cambios impredecibles, tal como ocurre en l s corrales cuando se extrae
para su venta en forma periódica el guano. Dependen del hombre y sus actividades,
la existencia de factores ecológicos que permiten a las vinchucas colonizar el
a i
minado en diversas regiones del país muchos centenares de nidos, cuevas
se
quedan allí como moradores permanentes, salvo que algunos se establezcan en los
aturaleza se alimentan sobre pájaros.
n
dominio humano (2). (Ver Fotografías Nº 12, en Anexo Figuras y Fotografías,
página Nº 409).
La divulgación de ciertos conceptos suelen ser contradictorios en cuanto a la
"vinchuca" se refiere, ya que se ha publicado respecto al T. infestans lo que
textualmente se reproduce:
La vinchuca doméstica (técnic mente llamada Triatoma nfestans) es el más
peligroso y desagradable de los insectos que se alojan en las viviendas rurales y
suburbanas de nuestro país, desde Salta y Misiones hasta Río Negro.
Habita exclusivamente en la casa del hombre y sus dependencias. Suele
creerse que viene del monte, suponiéndose que vive en nidos de pájaros, cuevas de
animales o huecos de árboles. Esto es un error; en el transcurso de varios años
hemos exa
y árboles, sin que encontráramos nunca vinchucas Triatomas infestans; en cambio
(y de ahí la confusión) hemos hallado otras especies de vinchucas de hábito
silvestre.
Cuando se ve llegar desde afuera vinchucas de la especie doméstica, son
ejemplares que vienen de las casas vecinas, no del monte. Sobre ésto no hay que
tener duda: la vinchuca doméstica vive exclusivamente en la casa del hombre.
Algunas veces encontramos en el interior de las habitaciones algún ejemplar
de vinchucas silvestres; suelen venir atraídas por la luz de las lámparas, pero no
gallineros, si se trata de especies que en la n
El vuelo de la vi chuca es corto y torpe; no pasa de un centenar de metros. (34).
268
Por otra parte se publicó lo siguiente:
Bejarano (15) refiere ocho observaciones personales de Triatoma infestans
silvestre, lejos de la vivienda humana, dos de las cuales describe con detalle, una
en Formosa (entre El Chorro y Pozo de Maza), y la otra en La Rioja (en Olta y
atuna). En ambos casos constató con certeza que la invasión de la vinchuca a los
Se comprobó en La Rioja, a más de 5 kms del Establecimiento de Guayapa, la
s
e desde
endémicas que tienen altas tasas de infección chagásica a otras con menores
vivienda humana colonizandola (dom ación), lugar en el que cumple
C
vehículos detenidos en el camino provenía del monte, donde no había ninguna
vivienda en un radio de más de cinco kilómetros.
presencia de T. infestans en nidos de aves abandonados y ocupados temporalmente
por Phyllotis griseoflavus (35).
Existen distintas modalidades de transporte pasivo del insecto vector realizado
por el hombre, el que puede acarrear Triatominos cuando viaja, en medio de su
equipaje, ropas y accesorios, ya sean huevos o pequeñas ninfas. El hombre
contribuye a la expansión geográfica del Triatomino, lo que explica su pre encia en
villas, pueblos y ciudades lejanas de áreas endémicas. La migración de la gent
áreas
tasas y la persistencia en las condiciones culturales inmigrantes tal vez sea
probablemente la razón de que T. infestans ahora tenga tan amplia distribución (2).
Los Triatominos son seres salvajes por naturaleza, que han ido adquiriendo
(varias especies de los mismos) domiciliofilia. De estas, algunos se han adaptado a la
icili
completamente su ciclo biológico. La adaptación de especies de Triatominae a la
vivienda humana, indica que su nicho ecológico es satisfecho por la misma en
269
relación a las condiciones físicas, alimentación, protección contra enemigos,
procreación y a su comportamiento. No se conocen las causas, tampoco el
ecanismo por el que esas especies se hicieron domiciliarias y se adaptaron a la
y de la densidad de su población, resultante de las
condiciones que presenta la vivienda, pudiendo ser la domiciliación, permanente o
nda humana integrando la cadena epidemiológica de
enfe hagas, requiere un análisis de las diferentes situaciones ecológicas
ue pu species Triatominae, posean o no domiciliofilia; y según estas
2) Domiciliada,
- Intradomiciliada: permanente o circunstancial; o
m
vivienda humana, y mientras no se las logre conocer, se pueden explicar por un
proceso genético (mutación) asociado a presión selectiva (3).
El conocimiento del proceso biológico de la domiciliación del insecto vector es
interesante, ya que permite comprender ciertas características de la enfermedad de
Chagas, ver como se establecen las relaciones íntimas entre las Triatominae
domiciliadas con el hombre y animales domésticos, que viven en el interior de la
vivienda humana, y con los mamíferos salvajes, que arriban invadiendo a ésta y aún,
se instalan en ella. Lo que sucede con posterioridad depende de la eficiencia del
insecto como vector del T. cruzi
cirscunstancial. El hombre juega importante papel en la dispersión de las especies
domiciliadas de Triatominae (4).
El cómo participa la vivie
la rmedad de C
q eden tener las e
se domicilien o no, pueden ser:
1) Silvestre,
- Peridomiciliada: permanente o circunstancial (5).
270
En el área de triatomismo, determinadas caracteristicas de la vivienda,
permiten la existencia de triatomismo intradomic liario permanente, contribuyendo
al desarrollo de la endemia chagásica en forma intensa, en donde la prevalencia se
encuentra relacionada por lo general con la densidad de la población de Triatominos,
el grado de parasitación por T. cruzi y la antropofilia del mi
i
smo. Dichas
d
te por Triatominos, desde
se relaciona en forma directa con
las viviendas que presentan triatomismo intradomiciliario permanente, lo cual
nda, se puede considerar a
sta como determinante de un contínuo cruzamiento de las variantes que integran los
caracteríssticas actúan como fuente de infestación triatomínica para vivien as
próximas o distantes, y permiten la existencia de triatomismo peridomiciliario,
facilitando la invasión de los domicilios inmediatos y de viviendas distantes.
Cuando las viviendas no permiten triatomismo intradomiciliario ni
peridomiciliario, pueden ser invadidas ocasionalmen
viviendas próximas o distantes. Las mismas pueden tener elementos que permitan la
formación de criaderos de vinchucas que a veces cuesta encontrar, como huecos
para conductos de calefacción, muebles, estufas, cajas, etc.
La prevalencia del tripanosomismo humano,
implica su distribución en las áreas silvestres, rurales y urbanas, y los grupos
humanos a los que afecta en forma predominante (6).
Si se tienen en cuenta las complejas relaciones que se establecen entre
Triatominae, mamíferos y hombre en el interior de la vivie
é
ciclos silvestre, peridomiciliario y domicilirio, lo que es de importancia en la afección
zoo-antropótica, que constituye la enfermedad de Chagas (7).
Los Triatominos no desarrollan la domiciliación si la vivienda no es de
características precarias estables; si no son expulsados del medio silvestre; y si no
271
hay efectos de desvastación peridomiciliaria. La instalación del hombre en el medio
silvestre habitando una vivienda con las características citadas, genera un ámbito
a
ne con sus
de sangre caliente, actualmente en vías de extinción.
La relación enfermedad de Chagas-vivienda no sólo está limitada al concepto
la especie de vector circundante es un factor decisivo; en relación
ontra los mismos.
En el Brasil se ha comprobado que la densidad domiciliaria del P. megistus,
ideal de conviviencia con el vector, al que contribuyen nacesariamente en su
expulsión del ámbito perimetral silvestre, los procesos de deforestación para cultivos
(8).
Se dice que, el citado redimensionamiento del espacio natural por la
intervención humana, genera la domiciliación de la etapa que sigue a la enzootia
primitiva, pero lo que no se menciona es el nexo que sería el responsable más íntimo
de esta domiciliación, ya que si bien, el actor de l modificación es el hombre, el
obrante en intimidad lo constituiría la modificación que el hombre impo
conductas desvastadoras, alterando el medio, generando migración y la desaparición
de los hospedadores naturales del insecto, como el armadillo, la comadreja, la
marmota y otros animales
de paredes y techo, sino al ambiente natural en el cual el hombre desarrolla su
actividad cotidiana (2).
El grado de infestación doméstica por los insectos Triatomíneos, vectores de la
enfermedad de Chagas, se relaciona a factores entomológicos y antropológicos;
entre los primeros
a los segundos, son de importancia el tipo de construcción de la vivienda, el acceso a
la fuente de alimentación por los insectos hematófagos, y el insecticida que se utiliza
c
puede influir directamente en las tasa de positividad serológica a los antígenos de T.
272
cruzi. Por otra parte, un informe preliminar de otro estudio, en ese mismo país,
reveló que el número de P. megistus infectados obtenidos en cada captura, se
relacionaba en forma directa con los patrones de las infecciones en curso entre los
miembros de una familia, y un informe posterior indica que el índ
ice de captura
madera o trozos de bambú y los pisos de tierra.
ienen también importancia otros componentes como, la poca iluminación de las
acopio de granos, depósito de ladrillos de adobe o
e a f
e las viviendas donde se esconden, como ser grietas profundas en las paredes,
teniendo suficiente protección ante cualquier isecticida. Los insectos pueden
273
puede servir de guía para pronosticar el riesgo de infección en el hombre. Otro
estudio, revela la relación inversa entre la edad del habitante seropositivo más jóven,
y la proporción de P. megistus infectados capturados en cada vivienda (9).
Numerosos son los hábitats domiciliarios de los insectos, y se encuentran en
relación con las características de la construcción de la vivienda. La prevalencia del
T. infestans, es mayor en las viviendas de adobe, en las rendijas de las paredes de
barro y en los techos de palma o paja, aunque pueden colonizar en viviendas
construídas con ladrillos cocidos o bloques de cemento, donde juegan un papel de
trascendencia las grietas y rajaduras en las paredes, las juntas del adobe y del
cemento; los espacios entre tablas de
T
habitaciones, el uso de cortinas,
palos en interiores de la casa (10) (36).
Lent y Wygodzinsky dicen:
.............Los triatominos pueden permanecer sin alimentarse de sangre por
algunos meses, y su actividad s mucho más reducida durante l época ría del
año. Estos factores contribuyen a la dificultad en la erradicación de los triatominos
d
permanecer durante meses sin entrar en contacto con los insecticidas que han sido
rociados sobre la superficie pero no han penetrado dentro de sus
escondites......(10).
También influyen considerablemente en la presencia de vectores en el interior
de la morada humana y en l transmisión del parásito, la existencia de animales
domésticos (estrecha asociación, especialmente con los caninos), las car
a
acterísticas
e la construcción de las dependencias complementarias, ya sean para almacenar
s , e
tierra son favorables a T. dimidiata, los techos de palma a R.
rolixus. En forma particular, el hábito de reparar los techos, da la posibilidad del
contrae en la infancia especialmente, y porqué afecta en forma más o menos
equilibrada tanto al sexo masculino com enino; no existe predominio racial y si
274
d
producto o alojar animales como la distancia entr esas construcciones y el
ambiente donde se produce el giro principal de las personas que la habitan (11).
La importancia que revisten los diversos factores domiciliarios y
peridomiciliarios, dependen de la especie a que pertenezca el vector local, ya que por
ejemplo, los pisos de
p
transporte de huevos de vectores en las hojas, provenientes del medio selvático, en
forma pasiva (36) (10).
Para todas las especies, particularmente para el T. infestans, las rajaduras y
grietas de las paredes, como otras fallas en la construcción, son de importancia (12).
Las viviendas en las que se halla el Triatominae en forma permanente son las de
barro y paja, de madera, de piedra y de material sin revocar y sin cielorraso. Los
elementos que se mencionan explican el porqué la enfermedad de Chagas-Mazza se
o fem
éste aparece en algunas áreas de América, es como resultante directo del riesgo de
infección a que están sometidos los individuos de acuerdo con la vivienda donde se
alojan (13).
Al examinar una vivienda con vinchucas salta de inmediato a la vista, la mala
calidad y el inadecuado estado de conservación de las habitaciones, lo que se
encuentra en relación directa con la situación económica y grado de cultura de las
alta proporción, cerca del 70%. Otras villas en la provincia, también
dependencias como: gallineros, corrales, palomares y conejeras; como así
también en las inmediaciones protegidas donde duermen animales. La presencia de la
vinchuca se reconoce por la existencia que manchan de negro las
personas que la habitan. Bajo nivel cultural, pobreza, ignorancia, signan como una
fórmula a la enfermedad de Chagas-Mazza (14).
Varias observaciones realizadas por Soler, incluyendo 12.000 casa urbanas y
16.000 casa rurales, revelaron que el número de Triatominos domésticos está
directamente relacionado con la cantidad de lugares ocultos (agüjeros, grietas, etc.)
y este número se incrementa cuando las casas son más precarias. Este autor encontró
100% de casas infestadas con Triatominos por un programa de muestreo
desarrollado en 300 casas localizadas en Mazán, una villa de La Rioja. En la ciudad
de La Rioja, en casi 8.000 casas visitadas, Soler encontró que los Triatominos
estaban en
mostraron un alto grado de colonización por Triatominos. Migraciones humanas de
un lugar a otro explican en parte porqué las vinchucas ocupan diferentes secciones
urbana (15).
En las casas invadidas por estos insectos, se los encuentra en gran número en
diversas
de deyecciones
paredes.
275
En algunos lugares donde abundan estos insectos, los habitantes de los ranchos
ncia de vinchucas;
demás, cuanto más insectos de este tipo hay en una zona, mayor es el número de
del vector de la enfermedad de
hagas, solamente se puede lograr, mediante la modificación de la vivienda en las
alimentación para los
ioja, que oscilaron en alrededor de 20.000 individuos por corral.
La población de vinchucas del corra más difícil de combatir con insecticidas
276
se ven obligados a dormir con luces encendidas, para evitar su agresión ya que pocas
veces se atreven a salir si no media oscuridad (16).
La enfermedad de Chagas muy difundida en los medios rurales y suburbanos de
amplias regiones de nuestro país, es coincidente con la prese
a
enfermos de Chagas que se producen. Como término medio, la mitad de los insectos
que se recogen en una casa están parasitados por Trypanosomas (16).
En la estructura del rancho, las paredes de barro poseen la particularidad de ser
fácilmente absorbentes de los insecticidas que se suelen aplicar, lo que dificulta el
control del vector (17).
Se considera que el control a largo plazo
C
zonas endémicas, de tal forma que sean inapropiadas para su colonización por el
insecto (18), y la educación sanitaria de la población.
La presencia durante la noche del rebaño de cabras junto a las casas, en el
corral peridoméstico, constituye una accesible fuente de
Triatomíneos, que refugiados entre los troncos y ramas de los corrales, pueden
alcanzar densidades como las estimadas por Soler y colaboradores (1977) en La
R
l, es
que en la vivienda del hombre, como consecuencia de la acción de la intemperie
sobre los insecticidas (Cichero 1972). Por otra parte se considera que las vinchucas
del corral serían capaces de reinfestar las casas (20).
La precariedad de la vivienda, la migración interna, la realidad socioeconómica
adversa, la desocupació
n, el subempleo, la propiedad ajena de la tierra, escaséz de
recurso y ausencia de estructuras de servicio, son los diversos factores que se
todas tienen importancia directa en la
ansmisión de la enfermedad al hombre, para lo cual la especie de Triatomino debe
cerca del hombre, pero no llegan a invadir el
terior de las mismas, por lo tanto no se alimentan sobre él, ni le transmiten la
enfermedad; pero en cambio, sí lo hace infestans, manteniendo una permanente
s,
encadenan para generar la endemia, su domiciliación y suburbanización, a partir de la
enzootia primitiva (21).
Todas la especies de Triatominos de la Argentina han mostrado, ya sea en
forma natural o experimental, su capacidad para infectarse con T. cruzi y transmitir
el mismo a través de sus deyecciones; pero no
tr
reunir ciertas condiciones biológicas como: tener hábitos domiciliarios, antropofilia y
deyectar inmediatamente después de alimentarse.
Los Triatominos de hábitos silvestres, y silvestres-peridomésticos, tienen
importancia indirecta en la infección del hombre, porque transmiten el Tripanosoma
entre los mamíferos silvestres y domésticos, estableciendose en gallineros, conejeras,
corrales etc.; se alimentan sobre los mismos, participando en la transmisión del
parásito el perro, gato y otros mamíferos que se crian cerca de las viviendas. Estas
especies de vinchucas están muy
in
el T.
fuente de infección domiciliaria (22).
277
De las 16 especies de Triatominos en existencia en nuestro país, solamente una
especie tiene las condiciones adecuadas, consideradas de importancia epidemiológica
para la transmisión de la enfermedad de Chagas-Mazza al hombre, y es el T.
infestans (Klug, 183
4), que reúne las condiciones citadas anteriormente (vive en el
domésticos, además deyecta inmediatamente después de
relación entre el grado de infección que presentan los
i
soportes, por medios como la
, p i d
e e l
bios e p i
costumbres tradicionales, conduce al
mantenimiento de la estructura doméstic peridoméstica descripta. De este modo
e
.
278
interior de la morada del hombre, en la zona peridoméstica, se alimenta sobre el
hombre y los animales
haberse alimentado).
Las 15 especies restantes de la fauna argentina de Triatominos son silvestres o
silvestre-peridomésticos.
En las áreas donde hay vinchucas, siempre se encuentran ejemplares infectados
con el T. cruzi, habiendo
insectos y su densidad en el área (a mayor población de "vinchucas", mayor índice de
infección tripanosómica de las mismas). La infestación puede alcanzar varios millares
de insectos en una sola casa.
En la lucha contra la expans ón domiciliaria de los Triatominos, parece
razonable dirigir la acción sobre los corrales y otros
educación tendientes a romover camb os e costumbres y estructuración de las
viviendas, n la búsqueda de otras modalidades n a disposición y manejo de
animales, para prevenir la colonización de estos insectos.
Los cam que generalm nte se proponen, arecen de mpracticable
realización a corto plazo, aún aceptando que el uso de insecticidas puede
eventualmente mantener un bajo número de nivel de Triatominos. El mantenimiento
de la forma de vida regional, sujeta a
a y
las caracteristicas culturales de los habitantes y de las conomías regionales, tienen
efecto negativo en los programas de control (23)
La infestación domiciliaria entre 1992-1994 por T. infestans en Tucumán,
resenta el siguiente registro en horas hombre:
- 2.658 viviendas positivas = 8,56 % de infestación (33).
riatominos, tenemos:
.- Encontrados en la vivienda humana:
d
recuencia en algunas zonas, conviviendo habitualmente con T.
especies y manteniendo su ciclo silvestre (domiciliofilia y
tiva):
a.
- T. patagónica.
sional:
rme.
- P. geniculatus.
279
p
* 31.050 viviendas evaluadas:
En relación a la domiciliofilia, de los T
9.2.- RELACION TRIATOMINOS - VIVIENDA
a
* En el domicilio de toda el área de triatomismo, y como especie exclusiva o
predominante (domiciliofilia y omiciliación practicamente absoluta): T. infestans.
* Con cierta f
infestans u otras
domiciliación rela
- T. guasayan
- T. platensis.
- T. sórdida.
* Con hallazgo oca
- T. delpontei.
- T. eratyrusifo
- P. güntheri.
- P. megistus.
b.- En peridomicilio:
al y adaptadas (domiciliofilia relativa):
.
* Ocasionalmente:
ei.
forme.
ei.
aramente).
ca.
.
- P. geniculatus.
- P. güntheri.
- P. megistus (24).
280
* En forma habitu
- T. guasayana
- T. infestans.
- T. patagónica.
- T. platensis.
- T. sórdida.
- T. delpont
- T. eratyrusi
c.- Silvestre:
- T. breyeri.
- T. delpont
- T. guasayana.
- T. infestans (r
- T. ninioi.
- T. patagóni
- T. platensis.
- T. rubrovaria
- T. sórdida.
En relación a la dispersión pasiva de los Triatominos, en nuestro país se han
realizado observaciones del transporte por distintos medios. Niño comprobó la
nida en una valija remitida por tren (dos veces), en una encomienda,
mbién remitida por tren (una vez) y entre cajones transportados por camión (una
º C, ocurriendo de identico modo
on la humedad, adaptandose desde zonas secas a húmedas. Por otra parte, la acción
mismo hombre, en su afan de combatir y eliminar el insecto vector con el rociado de
llegada a Buenos Aires de T. infestans; Manso Soto y Prosen, de T. infestans, T.
guasayana y T. sórdida.
Se han identificado T. Infestans (cuatro ejemplares) que habían llegado en
distintos momentos a un domicilio de Barrio Palermo de la Capital Federal, entre
ropa conte
ta
vez) (25).
Los desplazamientos humanos producidos desde el interior hacia la Capital
Federal y zona inmediata a la misma y el emplazamiento de villas miserias,
infundieron el temor en tiempos pasados que T. infestans pudieran instalarse en las
mismas, teniendo en cuenta su tolerancia a variantes de temperatura, ya que puede
superar los 40º C y resistir por debajo de los -10
c
de la temperatura se atenúa con su domiciliación (26).
Las diferencias que se conocen en la distribución geográfica y la ubicación
domiciliaria de Triatominos en nuestro país, orientan a la existencia de elementos
naturales que actúan sobre las mismas como barreras ecológicas, y como factores
influyentes sobre su biología. Es posible que el hombre juegue un importante papel
en relación a la amplia dispersión de T. infestans y en su domiciliofilia, la que en la
práctica resulta total. Es necesario tener en cuenta los factores mencionados, pues el
insecticidas en la vivienda, sus dependencias y los diversos elementos que estas
281
contienen, va más allá, debido a que si se logra su eliminación, la misma podrá o no
to, encierra y mata al
secto, la pintura del interior de la vivienda con cal, como el techado con tejas o
ica,
bre lo que se hace conveniente la búsqueda de alternativas, especialmente ante la
a a
n de largo alcance, debe asegurar
n adecuado control de la reinfestación, ya que de este modo, será más facil la
etección y control del vector de la enfermedad (31).
282
ser suplantada por otras especies, consideradas en vías de adaptación (27).
La cobertura de las grietas con barro o tierra y cemen
in
chapas de metal, no facilita el desarrollo de los Triatominos (28).
La higiene y el orden en la vivienda son medidas tan eficaces para controlar y
erradicar el insecto, como la aplicación de insecticidas (29). Además no se debe dejar
de lado, los hábitos y pautas culturales de los habitantes de las zonas endém
so
difícil posibilidad del cambio de la vivienda, medida no tan factible de concretar (30).
Se debe echar a mano a la búsqueda de posibilidades, para la obtención de
mejores resultados, procurando normatiz ciones en relación a l construcción de
viviendas y corrales, obrando a través de la educación, y teniendo en cuenta las
condiciones climáticas del medio, la fauna doméstica, etc. para prevenir la
multiplicación de los Triatominos. Esta acción, aú
u
d
CITAS BIBLIOGRAFICAS
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tener en cuenta para la eliminación de la Enfermedad de Chagas. Segundas Jornadas
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Bejarano J. F. R., op. cit., pág: 172.
Ibid., pág: 172, 173.
Ibid., pág: 173.
Ibid., pág: 174.
Ibid., pág: 175.
(8) Storino R., Barragán H. Epidemiología. En Enfermedad de Chagas.
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(11) Gürtler. R. E., Wisnivesky-Colli C., Solarz N. D., Lauricella M., Bujas
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(12) OMS Informe de un Comité de Expertos. Control de la Enfermedad de
Chagas. Serie de Informes Técnicos. 811, Ginebra, 1991, pág: 22.
283
epidem
(3)
(4)
(5)
(6)
(7)
(13) Bejarano J. F. Estado Actual de algunos aspectos de la enfermedad de
Chagas-Mazza. Primeras Jornadas Entomoepidemiológicas Argentinas. Dirección
General de Sanidad de la Secretaría de Guerra. Buenos Aires, 1959, pág: 63.
(14) Abalos J. W. Educación Sanitaria y participación de las comunidades en
la erradicación de la Enfermedad de Chagas-Mazza. Segundas Jornadas
Entomoepidemiológicas Argentinas, 1967; II, pág: 93.
(15) Ronderos R. A., Schnack J. A., op. cit., pág: 90.
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la Facultad de Medicina de la U. N. T., 1956, Publicación Nº: 714; Folleto Nº 8,
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(18) OMS Informe de un Comité de Expertos. Control de la Enfermedad de
Chagas. Serie de Informes Técnicos. 811, Ginebra, 1991, pág: 52.
(19) Lugones H. S. "Enfermedad de Chagas Generalidades y situación
actual". Federación Santiagueña de Clínicas y Sanatorios. Santiago del Estero,1991,
pág: 3.
(20) Bucher E. H., Abalos J. W. (+)., op. cit., pág: 184.
(21) Storino R., Barragán H., op. cit., pág: 55.
(22) educación para la salud. Enfermedad de Chagas-Mazza.OPS. 1997,
Serie 2. Nº9, pág: 6.
(23) Ronderos R. A., Schnack J. A., op. cit., pág: 95.
(24) Bejarano J. F. R. Segundas Jornadas Entomoepidemiológicas
Argentinas. op. cit., págs: 181-182.
(25) Ibid., pág: 182.
284
(26) Ibid., pág: 182.
(27) Ibid., pág: 182.
(28) Storino R., Barragán H., op. cit., pág: 57.
(29) Ibid., pág: 58.
(30) Ibid., pág: 58.
(31) Ronderos R. A., Schnack J. A., op. cit., págs: 95, 96.
(33) Boletin Epidemiológico Nacional, 1994, Nº2. pág:14.
(34) Abalos J. W., op. cit., pág: 3.
(35) Carcavallo R. U., Martínez A. Comunicaciones Científicas.
Entomoepidemiología de la República Argentina. Investigaciones Científicas de las
Fuerzas Armadas Argentinas. 1968; Nº 13, Tomo I , pág: 47.
(36) O.M.S Informe de un Comité de Expertos. op. cit., pág: 19.
CAPITULO Nº 10
La Influencia de las Nuevas Tecnologías Agroindustriales sobre las Migraciones Humanas y
la Enfermedad de Chagas
286
10.1.- ECONOMIAS REGIONALES
Sin duda, las economías regionales juegan un rol decisivo en el problema
endémico de la Enfermedad de Chagas en la Argentina.
Las cirscunstancias naturales y la acción del hombre ubican la enfermedad.
El fuego, los cultivos extensivos, los plaguicidas en gran escala, los
desplazamientos faunofloristicos, las inundaciones, etc., pueden localizar los focos
humanos de la tripanosomiasis, pero también pueden exterminar las reservas
naturales de triatomas. Son cambios dinámicos y a veces muy rápidos, detectables
en todo el continente, corresponsables por la aparición de nuevos focos o por la
desaparición de otros (1).
En la región chaqueña las actividades agrícolas son restringidas a consecuencia
de las bajas tasas anuales de lluvias y al semiárido clima que posee, tornando difícil la
cría de ganado vacuno, la que tuvo hace muchos años un apreciable grado de
desarrollo. Como consecuencia de que ha sufrido un irracional manejo de la tierra en
la última centuria, cuando el ambiente natural del mismo, no se cargó
adecuadamente de pasturas para bovinos, la introdución de las cabras, precipitó la
degradación del suelo y el empobrecimiento de la región. De este modo el ganado ha
generado modificaciones en el ambiente y alterado la heterogeneidad del medio,
llevandolo al desarrollo de una espinuda vegetación.
El fuego y la indiscriminada tala del monte, también desvastaron la región,
llevando al empobrecimiento de la biota y a los asentamientos humanos aislados,
sujetando su sostén a economías de supervivencia. La subsistencia de las personas
pasó a depender de la cría de cabras, de la madera, de trabajos temporarios en
medios dispersos de la región y de la caza de animales silvestres como el conejo
287
(Pediolagus salinicola) y las "vizcachas" (Lagostomus maximus), lagartos
(Tupinambis teguixin), zorros (Ducicyon sp.), puma (Felis concolor) y gatos montés
(Felis sp.), provistos de pieles de alto valor comercial.
Esta clase de economía regional adquirió en sociedad un mal estado sanitario y
un bajo nivel educacional. Es ahí pues, donde asentó la patología Chagásica, y como
consecuencia de que la mayoría de los que la padecen carecen de signos, en las
zonas endémicas no se preocupan por ella, más aún, los Triatominos, a esa gente, les
son tan familiares, como sus cabras. Estructuras domésticas, corrales de cabras,
asentamientos humanos aislados y las migraciones son como un todo; elementos
influyentes en el estado de subdesarrollo de la región (2).
Tucumán, como integrante del Bosque Chaqueño no escapa a las generales de
la ley.
Que la pobreza modifica el mapa epidemiológico de una provincia lo
corrobora el creciente porcentaje de personas infectadas del mal de chagas, que
actualmente se concentra en la ciudad de San Miguel de Tucumán y en su periferia,
y que ha convertido a esta enfermedad tradicionalmente rural en una enfermedad
urbana. La "urbanización" de esta endemia rural, dicen los expertos es producto
de las migraciones internas que ha sufrido la provincia de Tucumán desde 1966, el
año de cierre masivo de ingenios azucareros (12).
Se estima que en menos de 5 años el duro oficio de zafrero podría quedar
extinguido en el interior tucumano. La incorporación constante de modernas
maquinarias desplaza anualmente a miles de trabajadores que no tienen otra
alternativa que la de emigrar a otras provincias en busca de nuevas fuentes
laborales.
288
Tal el mensaje del Diario La Gaceta de Tucumán, fechada el día 4 de agosto de
1996. Luego sigue:
Aunque la FOTIA sostiene que los obreros del surco ascienden
actualmente en la provincia a 25.000 de los 40.000 que ocupaban hasta hace 4
años, algunos sindicatos que nuclean a estos asalariados aseguran que en realidad
no superan 15.000.
A decir verdad, ya los extensos cañaverales no tienen la presencia masiva de los
zafreros. Quince años atrás, la cosecha de caña movilizaba alrededor de 100.000
peladores de esa materia prima.
Reveladores son los datos aportados por la Jefatura del INTA de Aguilares en
lo relacionado con la mecanización implementada en la zafra azucarera, y en lo
referente a ello el mensaje de la Gaceta prosigue:
.......las integrales sólo en algunas fincas no pueden ser incorporadas
porque tienen surcos cortos y cabeceras angostas....... Observando además el
mensaje: .......En estos casos la capacidad laboral de estas máquinas se reduce
hasta en un 50% por el tiempo que insume en dar la vuelta, de modo que ahora los
cultivos de caña son preparados con surcos largos y cabeceras anchas a fin de que
en futuras zafras puedan utilizar las integrales......Remarcando que: .......Una de las
cosechadoras citadas, es capaz de cosechar un millón de kilos por día, recorriendo
15 kilómetros por hora, mientras que un obrero puede lograr 3.000 kilos diarios.
Así una cosechadora integral con esa capacidad de trabajo, puede suplir a 339
zafreros......
Por otra parte las tareas que antes contemplaban 56 funciones (a cumplirse
entre cultivo y cosecha), con la aplicación de las cosechadoras y volteadoras, dichas
funciones se redujeron a un mínimo de 3.
289
En el citado mensaje periodístico, se hace referencia además a la
desvalorización de la tarea de los zafreros, la que ha llegado a valores inadmisibles,
ya que el convenio laboral de 1988, que establecía en $ 2,36 por tonelada, la tarea de
limpiar recortar y decolar la caña sigue en vigencia. De modo tal, que el obrero para
poder contar con un ingreso mensual de $ 566, tendría que pelar 8 toneladas diarias
de caña de azúcar, rendimiento laboral difícil de lograr, aún concurriendo a trabajar
con todo su núcleo familiar (3).
10.2.- ECONOMIA LIBERAL Y TECNOLOGIA
Tal es la situación creada, de índole económico y laboral, más acentuada aún
con las "Politicas de Globalización" impuestas por la "Economía Liberal"
generadora de desocupación y migración.
Antes era muy común ver las caravanas de zafreros procedentes de vecinas
provincias como: Catamarca, Salta y Santiago del Estero, que arribaban en épocas
de zafra azucarera para levantar la cosecha, pero hoy por hoy, eso es historia. El
zafrero transportaba consigo no sólo a su familia, sino también sus enseres,
elementos de trabajo y algunos animales domésticos, y entre ellos llevaba también
las "vinchucas", es decir toda la estructura epidemiológica.
La decisión de incorporar tecnología para cosechar y transportar la materia
prima, está asociada a una etapa de cambio profundo en la actividad agroindustrial
de la caña de azúcar.
La fuerte crisis que afecta al sector azucarero, se traduce en precios bajos para
el azúcar y en ingresos menores por la materia prima, haciendo decisivo para el
futuro de las empresas agroindustriales y productores cañeros, el ajuste de sus
sistemas de producción a esquemas de mayor eficiencia y menores costos, como
única alternativa viable para seguir teniendo vigencia en esa actividad.
290
De ahí que, las nuevas tecnologías sean consideradas una herramienta
fundamental para lograr rendimientos de azúcar por unidad de superficie y menores
costos, pero además se hace exigible también, el ajuste a las caracteristicas de la
explotación.
Si bien es cierto que tiempo atrás (1960), el desempeño de las máquinas
cosechadoras de caña no fue bueno, por no estar adecuadamente preparados los
cañaverales para la cosecha integral, brindando bajos promedios de rendimiento en
Tucumán (10 toneladas hora), y que muchas de ellas pasaron gran parte de la zafra
en galpón, no es menos cierto el futuro que deparan los nuevos modelos de las
mismas, por su eficacia, versatilidad y elevado rendimiento de trabajo, las que a
partir de la zafra 1993, fijaron el punto de partida para un nuevo proceso de
mecanización (4).
Es lógico preveer entonces que con tan sofisticada tecnificación, se tendrán
mayores rendimientos productivos a un menor costo, aplicando una menor exigencia
de operarios, menor mano de obra activa, con menores insumos de jornales,
generandose de este modo desocupación y por consiguiente, migración.
La cosecha manual demanda consumo de energía en el trabajador, en el marcado de
la "tarea" (seis surcos de 100 metros de longitud), el "hachado" (con machete) y
"pelado" de la caña (con cuchillo de regular tamaño) para eliminar malhoja y
"despunte" y quitar las partes inmaduras del tallo, para luego apilar y acondicionar la
caña, siendo cargada mas tarde, en carros de baja altura y acomodada en paquetes de
aproximadamente 3.000 kilogramos. Esta práctica no es un mero capricho de
procedimiento, sino que se sustenta en una tradicional costumbre arraigada en el
cañero y afianzada a través del tiempo, estando condensada su máxima expresión en
el Laudo Alvear (1928). En él se especifica con claridad (artículo 6, inciso B), que la
291
caña de azúcar tenía que ser enviada a los ingenios azucareros para su recepción,
como: ......"caña fresca, de tres días cuando más de cortada, bien pelada, limpia, y
despuntada en el último entrenudo maduro, libre de raices y tierra".....
En la cosecha manual, predominante en los pequeños fundos cañeros donde la
mecanización es antieconómica, grande resulta el esfuerzo físico que debe realizar el
obrero para la obtención de tan magro rendimiento de trabajo (5).
10.3.- ESFUERZO HUMANO VS. TECNOLOGIA
Los jornales requeridos para levantar la cosecha, dependen de la modalidad
aplicada en dicha acción, siendo diferente cuando ella exige el esfuerzo directo del
trabajador, en relación a la aplicación de procedimientos mecanizados.
El simple análisis de los datos estimativos que se aportan sobre jornales por
hectárea, según el sistema de cosecha implementado en cada caso en particular (6),
evidencia la trascendencia que adquiere como generadora de desocupación la
tecnificación agroindustrial.
Procedimiento de cosecha de caña:
- Totalmente manual 61 jornales / ha (1)
- Sistema integral 1,3 jornales / ha (2)
(1) Comprende: corte, pelada, despuntado, apilada y carga manual.
(2) Todo el trabajo es integralmente realizado por una sola máquina (6).
Si nosotros tenemos en cuenta que en el año 1990 la superficie de caña de
azúcar cosechada en la provincia de Tucumán fue de 205,8 miles de hectáreas (9)
podemos formarnos una acabada idea de la magnitud de mano de obra requerida
292
para operar con el sistema manual: 205,8 x 1.000 = 205.800 has. x 61 jornales/has. =
12.553.800 jornales. Con el sistema integral: 205,8 x 1.000 = 205.800 has. x 1,3
jornales/has. = 267.540 jornales. Lo que significaría que el sistema manual requiere
46,92 más veces mano de obra o jornales que el sistema integral.
Los valores precedentes indican la drástica reducción de mano de obra a
medida que se intensifica la implementación de cosecha mecanizada.
Al respecto de la mecanización implementada en la actividad azucarera, es
pertinente la siguiente observación con relación a la magnitud que puede adquirir tal
aplicación en los Ingenios azucareros, como lo expresa el Folleto de Divulgación de
la Compañía Azucarera Concepción S. A. que en una de sus páginas, en el subtítulo
"Materia prima propia" dice lo siguiente:
Semimecanizada (30 %) de la caña cosechada en sus plantaciones, para lo
cual cuenta con 13 cortadoras y 20 cargadora mecánicas.
Mecánica (70 %) el ingenio cuenta con 25 máquinas cosechadoras
integrales de su propiedad (10).
De ello se desprende que si una máquina integral para cosecha de caña de
azúcar puede sustituir 339 zafreros, 25 máquinas representan el reemplazo de
8.475 obreros, y por lo tanto es evidente su acción sobre la migración temporaria de
los zafreros, que otrora solían ser por lo general en su mayoría, en los diferentes
ingenios azucareros, procedentes de Santiago del Estero.(Ver Fotografías Nº 13, en
Anexo Figuras y Fotografías, página Nº 410).
La relevancia que adquieren la tecnificación y las migraciones humanas es tal,
con relación a la enfermedad de Chagas, que de los informes obtenidos en terreno de
un Ingenio Azucarero de la zona este de nuestra provincia (departamento de Cruz
Alta) en el que se han implementado nuevas tecnologías en la explotación azucarera,
293
tanto en fábrica, como en campo, se pueden sacar datos conclusivos, particularmente
si se establece la relación de, personas sometidas a exámenes de aptitud física
preocupacionales con serología positiva para enfermedad de Chagas, en función de
las innovaciones tecnológicas aplicadas (7).
En este análisis se involucran personas entre 20 y 40 años de edad,
provenientes de zonas rurales de la provincia de Santiago del Estero; zonas rurales,
periurbanas y urbanas de la provincia de Tucumán, que se postularon para ingresar
como operarios en dicha fábrica azucarera, (antecedentes debidamente
documentados). Se realizaron estudios serológicos consistentes en: Test de
Hemoaglutinación Indirecta, Test de Inmunofluorescencia Indirecta, en esta última
reacción se utilizó una suspensión antigénica de forma epimastigotes de T. cruzi,
producida por el Instituto Nacional de Diagnóstico e Investigación de la Enfermedad
de Chagas "Dr. Mario Fatala Chabén", Buenos Aires Argentina.
Sobre 389 sueros analizados, los resultados fueron los siguientes: 333 sueros
no reactivos y 56 sueros reactivos, obteniendose una reactividad promedio del
14,4%.
Merecen destacarse por el alto grado de reactividad registrada, los sujetos
provenientes de las zonas del Bobadal (68%), Arenales (35%), Las Delicias (66%),
Termas de Rio Hondo (33%), ubicadas en la provincia de Santiago del Estero; y las
zonas de Gdor. Garmendia (21%), Las Cejas (17%), Leales (16%), ubicadas en la
provincia de Tucumán.
294
Es válido considerar la evolución de la prevalencia de infección chagásica, en
los exámenes preocupacionales de la citada fábrica azucarera entre los años 1984-
1996, obtenidos de la misma fuente, donde se puede observar: Año Total sueros analizados Total sueros reactivos Porcentaje reactividad
1984 389 56 14,4%
1985 236 26 11,0%
1986 177 14 7,9%
1987 194 19 9,8%
1988 115 8 6,9%
1989 73 4 5,5%
1990 51 3 5,8%
1991 43 3 6,9%
1992 27 1 3,7%
1993 31 2 6,4%
1994 38 1 2,6%
1995 33 0 0,0%
1996 42 0 0,0%
En los estudios serológico, se utilizaron los test anteriormente mencionados, desde
1984 a 1992. A partir de ese entonces, se emplean: el Test de Hemaglutinación Indirecta
(HAI) y ELISA. En caso de existir discordancia, se emplea el Test de Inmunofluorescencia
Indirecta.
Las edades de los pacientes oscilaban:
- 1984 - 1987: entre 20 y 45 años, con un promedio de 32 años;
- 1988 - 1992: entre 19 y 33 años, con un promedio de 26 años;
- 1993 - 1996: entre 18 y 24 años, con un promedio de 21 años.
295
La procedencia de los pacientes fue variando, de una netamente rural a una
zona, a partir del año 1994, netamente urbana, del Dpto. de Cruz Alta.
El nivel de instrucción tuvo variaciones desde un estudio primario incompleto a
un estudio, a partir del año 1991, secundario completo, y en algunos casos
incompletos.
Las consideraciones a realizar sobre las migraciones de los obreros de la citada
Fábrica Azucarera, desde el año 1984 a 1996, son las siguientes:
a) En el año 1984 había aproximadamente 4.000 operarios, a la fecha hay alrededor
de 2.500.
b) De éste universo, en el año 1984 estaban trabajando aproximadamente 1.100
obreros santiagueños, lo que representa el 27%.
c) En la actualidad trabajan aproximadamente 200 santiagueños, lo que representa el
8 %.
Las posibles causas que obraron sobre dicha situación son las siguientes:
1) Diversos problemas económicos.
2) Cambio de las caracteristicas de la limpieza manual por limpieza
hidrocinética, en diferentes equipos de fábrica.
3) Uso de cosechadora integral de caña.
4) Suspensión de "LAS AYUDAS", especialmente en lo que a integración
participativa de trabajo del grupo familiar se refiere.
Recientes publicaciones realizadas por el diario LA GACETA DE TUCUMAN, de
fecha domingo 13 de julio de 1997, en "ECONOMIA Y FINANZAS" (6ª
SECCION), página 3, dicen lo siguiente:
Muchos ingenios aplican la modalidad de levantar la cosecha de los
productores y lo hacen a través de contratistas.
296
El gremio azucarero estima que el ajuste también llegó a los surcos y que si
hace una década implicaba 28.000 puestos de trabajo, hoy brinda ocupación a
15.000 zafreros, sin la presencia de mano de obra de otras provincias, como
ocurría en esos tiempos.
La ocupación en las fábricas está en el orden de 9.000 operarios y si bien la
tecnología redujo operarios en algunas líneas de producción, hizo necesaria la
presencia de mano de obra más calificada en otras. A esto hay que agregar que la
gran mayoría de los ingenios incorporaron refinado y fraccionado propio, lo que
también hizo necesaria la cobertura de esos puestos de trabajo (11).
De lo anteriormente expuesto resulta en forma evidente que, las nuevas
tecnologías de explotación agroindustrial, cumplen un rol trascendental sobre los
movimientos migratorios humanos (8) y con ello sobre el giro epidemiológico de la
patología chagásica, cuya cuantificación se puede extraer del análisis que se realiza al
respecto, en el capítulo sobre Migraciones Humanas y la Enfermedad de Chagas.
CITAS BIBLIOGRAFICAS
(1) Pinto Días J. C. Situación actual de la enfermedad de Chagas en las
Américas. En Actualizaciones en la enfermedad de Chagas. Simposio satelite,
Córdoba, Noviembre 1992. Editores: Madoery R. J., Madoery C., Cámera M. I.
Impreso en Grafiquil. Buenos Aires,1993, pág: 5.
(2) Ronderos R. A., Schnack J. A. Chagas' Disease Vectors. Taxonomic,
Ecological, and Epidemiological Aspects. CRC Press. Inc.1988; Volume I, pág: 91.
297
(3) La Gaceta. Actividad Azucarera. Una zafra con poco trabajo. Aumenta la
cosecha mecanizada en perjuicio de la mano de obra. Tucumán, 4 de agosto de
1996, pág: 16.
(4) Scandaliaris J., Gonzalez Teran C., Olea I. L, Romero E. El retorno de
las integrales. Avance agroindustrial, marzo de1993; Nº 52, pág: 3.
(5) Fogliata F. Agronomía de la Caña de Azúcar. Ediciones El Graduado
Tucumán, 1995; Tomo I pág: 327.
(6) Ibid., pág: 374.
(7) Medina J. R. Prevalencia de Infección Chagásica, en Pacientes
Preocupacionales, Chequeados para una Fábrica Azucarera, ubicada en el Dpto.Cruz
Alta, de la Provincia de Tucumán, Republica Argentína, en el año 1984. Laboratorio
de Análisis Clínicos Privado. Laprida 834, San Miguel de Tucumán.
(8) Bucher E. H., Abalos J. W.(+) Análisis de los factores que inciden en el
control de las vinchuca en la Región Chaqueña Argentina.Symposia, VI Jornadas
Argentinas de Zoología, 1981, pág: 184.
(9) Fogliata F., op. cit., pág: 29.
(10) Compañía Azucarera Concepción S. A.. "Folleto de Divulgación". 1980-
1983, pág: 10 (sin numerar).
(11) La Gaceta. El citrus absorbió mano de obra del sector azucarero. La
cosecha mecanizada de caña y la mayor tecnología en los ingenios redujeron
ocupación. En economías y Finanzas. Tucumán, domingo 13 de Julio de 1997; 6º
sección, pág: 3.
(12) La Gaceta. El Mal de Chagas, en un proceso de "urbanización",
domingo 10 de agosto de 1997, 1º sección, pág: 18.
CAPITULO Nº 11
Algunas Consideraciones con Relación al Control
Químico y Biológico de los Triatominos
299
11.1.- CONTROL QUIMICO
Si se dirige el interés sobre el control químico de los vectores, los insecticidas
merecen especial consideración, ya que este tipo de control afecta la energía de vida
no sólo en los vectores, sino también en sus enemigos naturales, y eventualmente en
los animales domésticos y el hombre (1).
En las décadas de 1950 y 1960 se utilizaron hidrocarburos clorinados, como
HCH (Hexacloro Ciclo Hexano) y el dieldrin, en el control de los vectores de la
enfermedad de Chagas (2).
Si bien el HCH es de buena acción letal, costo relativamente bajo y de fácil
aplicación, tiene algunos aspectos negativos, como su corta acción residual, falta de
actividad ovicida, y capacidad de acumularse en grageas, y puede significar en áreas
endémicas rociadas, el acúmulo de altas concentraciones del compuesto en granos y
carnes. El dieldrin, si bien es eficáz y de buena acción residual, tiene alta toxicidad
para el hombre y animales domésticos; no tiene acción ovicida. El DDT fue
descartado por la poca eficacia que mostraba contra los Triatominos que se
procuraban eliminar (3).
Los hidrocarburos clorinados tuvieron que ser aplicados en dos ciclos
sucesivos, debido a su corta acción residual (30-180 días). Con la primera aplicación
se eliminaba a las ninfas y adultos; en la segunda aplicación, que se realizaba entre
30-180 días más tarde, se mataba las ninfas provenientes de los huevos depositados
antes de la primera aplicación. La dosis de HCH empleada (en forma de isomero-
gamma, lindano), fue de 500 mg/m². El método era sumamente lento y caro, por lo
espaciado de las aplicaciones y por requerirse el doble en cantidad, con relación a las
demandadas por los de una sola aplicación.
300
Se buscaron entonces, métodos más económicos y rápidos que permitieran un
único rociado, y debido a ello, se realizaron investigaciones con nuevos insecticidas
de un mayor efecto residual y más baja toxicidad, tanto para el ser humano como
para los animales de granja.
Se emplearon carbamatos como el propoxur, con satisfactorios resultados, el
costo era demasiado elevado para la aplicación en gran escala (4), además su acción
no es buena cuando es aplicado sobre paredes de barro, siendo medianamente tóxico
para el hombre (5).
Con posterioridad, se experimentó con órganofosforados, como el diclorvos
con aplicaciones en forma de niebla seca y en tabletas de liberación lenta,
empleandoselo también en forma de potes fumígenos.
Otros órganofosforados, como el malatión y fenitrothión, introducidos en los
programas de control en 1975, permitieron disminuir la frecuencia de aplicaciones
con lo que se redujeron los costos operativos; debido a su fuerte y desagradable olor
la población los rechazó. Son muy eficaces cuando se los aplica en el peridomicilio
en lugares como chiqueros, gallineros, corralones, letrinas etc. Se los sigue aplicando
en la actualidad, empleándose dosis de 2g/m² (6). Se los emplea como polvos que
pueden ser incorporados a pinturas El fenitrothion en cambio, si bien tiene buena
acción inmediata, residual y poder ovicida, aún no ha sido empleado masivamente (7).
Vapona (D.P.V), otra arma contra el insecto vector del chagas, se utiliza en
forma de niebla, efectivo en alto grado en ambientes cerrados. Requiere doble ciclo
de tratamiento debido a que no tiene poder ovicida. Estos productos químicos
aplicados a los T. infestans adultos, ejercen la acción típica de los venenos tóxicos
301
del sistema nervioso produciendo hiperactividad, hiperexcitabilidad, convulsiones,
parálisis y muerte (8).
Desde 1980, se han utilizado los piretroides sintéticos con éxito, como el
deltametrín en una dosificación de 25-50 mg/m², o el cipermetrín y el permetrín, en
forma de líquido o polvo en dosificaciones de 100-200 mg/m². Los piretroides
pueden mantener las viviendas y el peridomicilio libres de vectores por el término de
unos dos años. Es un producto natural que se extrae de los crisantemos; fue
ensayado por el Servicio Nacional de Chagas de la República Argentina; demostró
alta efectividad, prolongada acción residual, baja toxicidad para las personas (a veces
produce reacciones alérgicas) y los mamíferos (9).
El hábitat peridomiciliario es importante; el vector puede ser controlado en el
peridomicilio mediante la combinación de rociamiento y administración ambiental, ya
que puede producirse el reemplazo del T. infestans por especies secundarias de
vectores como ha sucedido dentro del programa realizado en el Brasil. (10).
En los últimos años, se han practicado novedosas técnicas de control, como el
pote fumígeno y compuestos de liberación lenta especialmente insecticidas
incorporados a las pinturas. La activación del pote fumígeno, produce liberación de
gas compuesto de elementos de acción sinergica como los insecticidas diclorvos y
fenitrotión. El malatión mezclado con acetato de polivinilo se utiliza en pinturas de
acción residual.
La combinación de rociado con piretroides en el peridomicilio, el empleo de
pote fumígeno en la vivienda, y la vigilancia entomológica, constituyen una adecuada
302
combinación para el control vectorial, en zonas en donde la implementación de
campañas convencionales de rociados con insecticidas es dificultosa.
Se ha documentado resistencia de los Triatomineos a los insecticidas, en ciertas
zonas de Venezuela donde el R. prolixus ofrece un alto grado de resistencia al
dieldrín.
El control de suceptibilidad de los Triatomineos a los insecticidas que se
aplican con frecuencia, debe ser realizada anualmente en cada zona de control
vectorial, utilizando el estuche de prueba de suceptibilidad proporcionado por la
OMS (11).
No es despreciable la posible acción de los insecticidas de alto impacto
ambiental, que aplicados en el control de plagas (rociados aéreos o terrestre),
puedan actuar sobre Triatomineos silvestres vecinos a la frontera de bosque o en el
peridomicilio del medio rural. A tal fin, cabe destacar lo expresado por Joao Pinto
Días:
Las cirscunstancias naturales y la acción del hombre ubican la enfermedad.
El fuego, los cultivos extensivos, los plaguicidas en gran escala, los
desplazamientos faunoflorísticos, las inundaciones, etc., pueden localizar los focos
humanos de la tripanosomiasis, pero también pueden exterminar las reservas
naturales de triatomas (12).(Ver Fotografías Nº 14, en Anexo Figuras y
Fotografías, página Nº 410).
El control químico debe ser integrado con acciones de educación sanitaria
acorde a la situación cultural de cada región, teniendo en cuenta las tecnologías y el
uso que la gente hace de los recursos naturales en las mismas. Dichos aspectos
deben ser adaptados de modo que contribuyan a mejorar el control vectorial sin
alterar los hábitos y actividades normales de los habitantes. Esto implica una
303
modificación del habitat y una mejor administración de los recursos naturales,
tomados usualmente del medio ambiente donde se encuentran.
Es más factible realizar el control del vector en áreas urbanas y periurbanas que
en las rurales, ante las posibilidad de obrar mas convincentemente sobre la gente, ya
que el vector es realmente un habitante más en el dominio humano de este medio.
Por lo tanto, en áreas rurales las autoridades deben dirigir sus esfuerzos hacia
cambios de mentalidad en los habitantes, y capacitarlos para un más claro
entendimiento del rol que juegan los Triatominos en el mantenimiento de la endemia (13).
En la búsqueda de otras alternativas que permitan combatir al insecto vector de
la enfermedad de Chagas, se han hecho experiencias ensayando productos químicos
con efectos antialimentarios, como los ésteres metílicos de ácidos maleámicos N-
sustituidos, los que producen bloqueo de los receptores sensoriales que llevan a la
inhibición de la alimentación en vinchucas (T. infestans).
De estos químicos, los isómeros cis puros son entre 2 y 20 veces más efectivos
que las correspondientes mezclas cis-trans. Se encontraron reducciones
poblacionales significativas hasta los 450 días para los metil maleámicos con
constituyente etilo y octilo (EEM y OMM), hasta 300 días para heptilo (HpMM), y
hasta 200 días para butilo (BMM). Estas alteraciones poblacionales son interesantes,
ya que brindan la posibilidad de control de T. infestans, menos contaminantes del
medio ambiente y más específicas (14).
Si bien, la aplicación de métodos químicos han dado hasta ahora satisfactorios
resultados, contra la acción de los insectos vectores que transmiten enfermedades
como el paludismo, no son nada despreciables los obtenidos con relación a la
304
enfermedad de Chagas, pero desde el comienzo del uso de insecticidas, aparecieron
problemas relacionados con los vectores, como la resitencia al efecto de los mismos,
y en forma más reciente, las limitaciones para la utilización de insecticidas en sanidad
y en la agricultura, debido a que son contaminantes del medio ambiente.
Esto ha sido un determinante de la suspensión de la fabricación de insecticidas,
a raíz de la prohibición de su utilización en diversos estados.
La situación generada, ha llevado a la búsqueda de otras alternativas para
encarar la lucha contra el insecto vector de la enfermedad de Chagas.
El problema de la resistencia a los insecticidas fue observada por vez primera
en 1908, cuando el pulgón de San José, se hizo resistente al azufre calcinado en
USA. Alrededor de 1970, el número de especies de insectos y ácaros con desarrollo
de poblaciones resistentes ascendía a 224. Entre las mismas, 105 tienen importancia
veterinaria o sanitaria, encontrandose comprendidos casi todos los vectores
importantes de enfermedades como: mosquitos anofelinos, culicinos, moscas
domésticas, pulgas, piojos, simúlidos y redúvidos. Además se ha producido el
aumento de la extensión geográfica en donde han sido encontradas poblaciones
resistentes, habiendose producido también el aumento del número de los insecticidas
afectados (carbamatos, órganoclorados, órganofosforados).
El estudio de la genética, ha permitido establecer en qué grado puede
desarrollarse la resistencia. La misma facilitaría la identificación de genotipos
resistentes, antes de que aumente suficientemente su frecuencia, que pueda ocasionar
el fracaso de programas de lucha contra los insectos y buscar además insecticidas
alternativos.
Más de un mecanismo interviene en la resistencia fisiológica; para el DDT y los
compuestos organoclorados hay destoxicación mediante la dehidroclorinasa, pero
305
también existe reducción de la penetración cuticular y de la sensibilidad nerviosa
(investigaciones sobre T. infestans con dieldrin) (15).
Como mencionara anteriormente, la resistencia de los Triatominos a los
insecticidas, ha sido documentada en Venezuela con relación al R. prolixus, el que
ofrece un alto grado de resistencia al dieldrín (16).
Es consecuencia de la resistencia a los insecticidas, la búsqueda de alternativas
que sean efectivas y diferentes a las de sustento químico, para realizar el control
vectorial de la enfermedad de Chagas. Es así como, se ha incursionado en el terreno
del control biológico a base de la acción de otros insectos, que mediante su
aplicación pudieran ser útiles en la lucha antivectorial.
Como ya ha citado con anterioridad, se debe tener en cuenta que los enemigos
naturales de los Triatominos, son muchas especies de predadores y parásitos. Los
predadores artrópodos: numerosos pseudoescorpiones, arañas, cucarachas, acáridos,
hormigas, y otros insectos redúvidos no triatomíneos. Contribuyen a esta acción
además, roedores, lagartos y aves domésticas, como así también, varias especies de
avispas pequeñas que parasitan los huevos de Triatomíneos, aparte de bacterias,
hongos y algunos nematodos que atacan a las ninfas y adultos (17).
Es la mencionada resistencia de los insectos ante los insecticidas, lo que ha
hecho prender la idea entre los investigadores, sobre la necesidad de realizar la
búsqueda de la aplicación del control biológico a los Triatominos, lo que resulta
bastante atractivo por carecer de toxicidad.
Los insectos que destruyen a los bichos chupadores fueron estudiados en
Centro y Sudamérica, India, Pakistán y Singapur.
306
Barret hizo una lista de parasitoides y predadores, que fue ampliada por los
investigadores Luis De Santis, Marta S. Loiácono y Marta del C. Coscarón (18).
11.2.- CONTROL BIOLOGICO.
11.2.1.- ENEMIGOS NATURALES.
A continuación se consideran algunos enemigos naturales de la vinchuca,
estudiados ante la alternativa de posible aplicación en la lucha antivectorial:
A.- Predadores del Orden Heteroptera:
La mayoría de los predadores Heteroptera de los bichos chupadores pertenecen
a la familia Reduviidae y entre ellos tenemos:
1) Predadores del Género Apiomerus.
a.- El Apiomerus arnaui (Costa Lima et al.) En forma experimental, Carcavallo
ha observado que puede ser importante en el control biológico de T. infestans. Por
otro lado, Carpintero ha encontrado en Tucumán, ninfas y adultos de A. arnaui
nigromarginatus, junto a vinchucas, en un corral de cabra.
b.- El Apiomero hempeli Costa Lima. En Entre Ríos, en nidos de pájaros de la
Familia Furnariidae, Carpintero encontró ninfas del 2º y 3º, atacando ninfas de T.
platensis.
c.- Apiomerus pilipes (Fabricius). Existen observaciones como A. pilipes puede
atacar a Rhodnius, matando y succionando su contenido intestinal e infectándolo con
Tripanosoma.
d.- Apiomerus lanipes (Fabricius). En Córdoba, fueron encontradas por
Carpintero, ninfas de 3º y 4º estado en cuevas de Cavia Sp., atacando ninfas de T.
infestans.
307
2) Predadores del Género Cosmoclopius: en nuestro país fue investigado por
Carpintero, el que menciona: C. intermedius, de Entre Rios, en nidos de "leñateros",
atacando ninfas de T. platensis; y C. nigroannulatus, destruyendo ninfas de T.
rubrovaria. C. pallidus de Sgo. del Estero atacando ninfas de T. infestans, del 2º y
3º estado; C. poecilus de Córdoba atacando a ninfas de T. platensis, en el primer
estado y; C. annulosus, también de E. Rios en nidos de "leñateros".
3) Predadores del Género Daraxa: Carpintero refiere 3 especies de este género de
E. Rios, D. ambrossetti en cuevas de Ctenomys sp. con T. rubrovaria; D. nigripes,
encontrado en nidos de Furnariidae atacando a T. infestans y T. platensis y D.
telichii atacando a T. infestans en cuevas de edentata.
4) Predador del Género graptocleptes, estudiado por Carpintero, G. bicolor de E.
Rios que ataca al T. infestans y T. rubrovaria, habiendo sido encontrado en
matorrales, cuevas de Rodentia y Edentata bajo de piedras.
5) Predador del Género Microtomus: Carpintero, en el Chaco, ha observado que
la especie M. cinctipes ataca los adultos de P. guentheri. Encontró además M.
reuteri en Entre Rios y Córdoba, comiendo ninfas y adultos de T. rubrovaria y T.
infestans.
El Microtomus linifer es un enemigo natural del T. infestans, su empleo contra
la vinchuca ha sido discutido frecuentemente, Carpintero lo ubicó en Jujuy con
Psammolestes coreodes en nido de "leñatero"
6) Predador del Género Opisthacidius: en Santiago del Estero, Carpintero
encontró O. Lutzi en corral de cabras atacando a ninfas y adultos de T. breyeri y T.
infestans.
7) Predadores del Género Rasahus: fueron encontrados por Carpintero atacando
adultos de T. rubrovaria y T. infestans.
308
8) Predador del Género Zelurus: diversas especies de este género fueron citadas
como predadores de los Triatominos. Silva en Tucumán ha observado que donde
hay muchos Zelurus no hay bichos chupadores; Carpintero ha observado que estas
especies destruyen adultos y ninfas de T. infestans, T. rubrovaria y T. platensis (19).
B.- Parasitoides del Orden Hymenoptera:
1. Esceliónidos parasitoides de Triatominos.
Entre las especies de esceliónidos estudiados se pueden citar las del género
Telenomus (Haliday, 1833):
a.- Telenomus fariai Costa Lima (1927), tiene amplia distribución en América; ha
sido señalada en México, El Salvador, Costa Rica, Brasil, Perú, Bolivia, Chile y la
República Argentina. Presentan diferencias bionómicas y morfológicas significativas,
entre ejemplares de Argentina y los provenientes de otros países. Fue estudiado
en el monte, en ambiente natural. Ha sido criado en huevos de Panstrongylus megistus
(Brum), y T. infestans (Stal).
b.- Telenomus costalimai Ortiz et Alvarez (1959), con su distribución geográfica
en Venezuela. Es un parasitoide de huevos de R. prolixus Stal. Cuando las hembras
son colocadas en frascos de cierto tamaño, junto con huevos de R. prolixus, son
atraídas en forma inmediata por éstos y una vez que los reconocen con las antenas,
suben sobre ellos y apoyándose sobre las patas intermedias y posteriores, clavan su
oviscapto perforando el corion y ubicandose en posición vertical todo el tiempo que
dura la oviposición. Fue introducida bajo control técnico para ensayarla contra la
vinchuca de nuestro medio, habiendose comprobado en todos los experimentos
realizados que no sienten atracción alguna por los huevos de T. infestans y no se la
pudo observar nunca, efectuando la puesta sobre los mismos.
309
c.- Telenomus capito De Santis et Loiácono, de Venezuela, ataca los huevos del
Triatomino Psamolestes arthuri Pinto. Considerado un potencial parasitoide de T.
infestans y se estudia la posibilidad de introducirla en la República Argentina.
2.- Los calcidoideos parasitoides de Triatominos.
En el país, se ha descubierto un nuevo parasitoide que destruye los huevos de
la vinchuca T. infestans, es un eupélmido del género Anastatus, subgénero
Proanastatus De Santis.
a.- Anastatus (Pronastatus) excavatus, cuya distribución geográfica en la
República Argentina, es en Buenos Aires y Córdoba. Parasitoide de los huevos de T.
infestans, el mismo fue criado de huevos de insecto no identificado.
b.- Ooencyrtus trinidadensis venatorius De Santis et Vidal. Su distribución
geográfica abarca Venezuela, en donde el huésped es R. prolixus. De los
parasitoides conocidos, criados de otras especies de vinchucas, O.t. venatorius es el
único capáz de perforar el corion de los huevos de T. infestans. Por ser un
hiperparasitoide potencial de Telenomus fariai, no es aconsejable su liberación en la
República Argentina y otros países que tienen la plaga.. Por otra parte el intento de
efectuar la introducción en el país de parasitoides asiáticos vivos: Gryon triatomae
Masner, 1975, y G. linshootei Masner, 1975, que no pudo concretarse, no ofrecen
mayor interes después de experiencias realizadas en Bolivia en 1972, en las que se
comprobaron que sus hembras son incapaces de perforar el corion de los huevos de
T. infestans para efectuar la puesta (20).
Del conjunto de las 5 especies de microhimenópteros que parasitan huevos de
Triatominae en el centro de la Argentina, el Telenomus fariai, mostró en el
laboratorio, características promisorias para constituirse en un buen agente de
control biológico aumentativo.del T. infestans, en un programa de control biológico.
Liberaciones experimentales de las avispas en campo mostraron que en cortos
310
periodos de tiempo, son capaces de parasitar hasta el 60% de los huevos de las
vinchucas presentes.
Entre los parásitos y predadores de los Triatominos ha sido estudiado un
pequeño hymenóptero de la familia Scelionicae y este es el Telenomus fariai,
remarcando la caracteristica del mismo por ser endófago de huevos. El telenomus
fariai tiene distribución geográfica amplia en América, ya que se lo encuentra en
México, Costa Rica, El Salvador, Perú, Bolivia, Brasil, Argentina y Chile ( 21) (22).
El telenomus fariai ha sido señalado en huevos de T. infestans (12%) en la
zona de foresta en Córdoba. También fueron reportados en la zona del Chaco (23).
El Anastatus (Anastatus) charitos De Santis, especie de braquipteros, de
Oofilos parasitoides de T. infestans, fueron descubiertos en Córdoba por la Dra.
Brewer y colaboradores. En condiciones de laboratorio desarrolla un parasitismo del
70,4 % (en un termino de 35 días en esas condiciones) (24).
Hasta el momento no ha sido estudiada la capacidad de predadores, de regular
la densidad poblacional de especies Triatominae, pero si se considera, la elevada tasa
de mortalidad preadulta de especies estudiadas T. infestans y Rhodnius y la
competencia intraespecífica por alimentos que promueve la mortalidad y fecundidad
densodependiente se podría predecir, que tampoco ellos constituirían factores
reguladores de la densidad Triatominae.
Por otro lado, estudios realizados sobre poblaciones experimentales de T.
infestans desarroladas bajo condiciones climáticas naturales, mostraron que su
abundancia varía estacionalmente (por efecto de las temperaturas mínimas en
especial), y que la probabilidad de que una población se extinga, depende de la
abundancia de la población inicial y de la estación climática, desde que esta
población empieza a crecer. Poblaciones pequeñas, por mortalidad determinada por
311
la acción de insecticidas o bajas temperaturas, fueron capaces de restablecer las
densidades poblacionales observadas en la estación cálida anterior, en la siguiente
estación cálida (25).
Los estudios ecológicos deben ser considerados con atención especial, debido a
que no solo son la base para la correcta utilización de insecticidas, sino que pueden
representar verdaderos métodos alternativos en la lucha antivectorial. La lucha
antivinchuca en América, si bién esta apoyada sobre la utilización de compuestos
químicos, la solución de carácter definitivo del problema sería el reemplazo del
rancho por la vivienda antivinchuca. He ahí la importancia que adquiere la
investigación de la ecología de las enfermedades transmisibles por vectores,
problemática aún poco abarcada. Diversos son los ejemplos en los que mediante estudios
de Saneamiento Ambiental, se emprendieron acciones que determinaron la
modoficación de los nichos ecológicos de vectores (intubación de agua corriente,
diques, drenajes etc.) (26).
Si bien, la aplicación de los plaguicidas constituye una extraordinaria ventaja en
los tiempos que corren en la lucha contra plagas de interés agrícola o sanitario, el
precio que se ha pagado por ignorar el medio ambiente como una totalidad, ha sido
alto.
Los efectos nocivos laterales de los plaguicidas de acción química son diversos,
entre los que podemos mencionar la producción de residuos tóxicos, los efectos
directos e inmediatos sobre organismos distintos de los que se busca combatir, la
producción de efectos depresores sobre la plaga con resurgimiento posterior más
enérgico que los previos al tratamiento realizado, aparición de plagas secundarias a
la destrucción de sus enemigos naturales, generación de variedades resistentes a los
plaguicidas y modificación de los componentes bióticos (reduccción y simplificación)
312
del ecosistema y los daños a la salud humana por contaminación de productos
agrícolas comestibles (27).
En las zonas endémicas, la lucha antichagásica debe tener el soporte constituido
por la educación sanitaria, el mejoramiento de la vivienda y el control del vector, en
cambio en áreas no endémicas es importante el control en los bancos de sangre (28).
CITAS BIBLIOGRAFICAS
(1) Ronderos R. A., Schnack. J. A. Chagas' Disease Vectors. Taxonomic,
Ecological, and Epidemiological Aspects. CRC Press. Inc.1988; Volumen I, pág: 95.
(2) OMS. Informe de un Comité de Expertos. Control de la enfermedad de
Chagas. Serie de informes Técnicos.811. Ginebra, 1991, págs: 50, 51.
(3) Durante E. de Isola, González Cappa S. Vectores Transmisores:
Triatominos, "Vinchucas". En Enfermedad de Chagas. Storino R., Milei J. Mosby.
Doyma Argentina, 1994, págs: 48, 49.
(4) OMS. Informe de un Comité de Expertos., op., cit., págs: 50, 51.
(5) Durante E. de Isola, González Cappa S. Vectores Transmisores:
Triatominos, "Vinchucas"., op., cit., págs: 48, 49.
(6) OMS. Informe de un Comité de Expertos., op., cit., págs: 50, 51.
(7) Durante E. de Isola, González Cappa S. Vectores Transmisores:
Triatominos, "Vinchucas"., op., cit., págs: 48, 49.
(8) Ibid., págs: 48, 49.
(9) Ibid., págs: 48, 49.
(10) OMS. Informe de un Comité de Expertos., op., cit., págs: 50, 51.
313
(11) Ibid., págs: 50, 51.
(12) Pinto Días. J. C. Situación actual de la enfermedad de Chagas en las
Américas. En Actualizaciones en la enfermedad de Chagas. Simposio satelite,
Córdoba, Noviembre 1992. Editores: Madoery R. J., Madoery C., Cámera M. I.
Impreso en Grafiquil. Buenos Aires,1993, pág: 5.
(13) Ronderos R. A., Schnack. J. A. Chagas' Disease Vectors., op., cit., pág:
95.
(14) Vassena, C. V., Picollo, M. I. y Zerba, E. N. Control Químico de Poblaciones de
vinchucas por Compuestos Antialimentarios. IX Congreso y XIV
Jornadas Interdisciplinarias de Toxicología de la Asociación Toxicológica Argentina.
Acta Toxicol. Argent. (1994) 2 (1 y 2): 10-28.
(15) Hak W. H. "Aspectos Entomológicos". 4º Congreso Argentino de
Saneamiento. En 1er. Simposio Sobre Insecticidas y Saneamiento Córdoba,1972,
págs: 1-13.
(16) OMS. Informe de un Comité de Expertos., op. cit., págs: 50, 51.
(17) Ibid., pág: 23.
(18) De Santis L., Loiácono M. S. and Coscarón M. del C. Parasitoids and
Predator Insects. En Chagas' Disease Vectors. Taxonomic, Ecological, and
Epidemiological Aspects. CRC Press. Inc.1988; Volume I; pags: 22, 24, 25, 27, 32.
(19) Ibid., pags: 22, 24, 25, 27, 32.
(20) De Santis L., Regalia J. A. V. S. de, Silva M. S. L. de, Larramendi M. del
C. C. de. Identificación de los Enemigos Naturales de la Vinchuca. Facultad de
ciencias Naturales y Museo de La Plata, La Plata. Medicina. Buenos Aires,1980; 40
(Supl,1) :197-206.
(21) Durante E. de Isola, González Cappa S. Vectores Transmisores:
Triatominos, "Vinchucas"., Op., cit., págs: 48, 49.
314
(22) De Santis L., Regalia J. A. V. S. de, Silva M. S. L. de, Larramendi M. del
C. C. de. Identificación de los Enemigos Naturales de la Vinchuca., op., cit.:197-
206.
(23) Durante E. de Isola, González Cappa S. Vectores Transmisores:
Triatominos, "Vinchucas"., op., cit.,págs: 48, 49.
(24) De Santis L., Loiácono M. S. and Coscarón M. del C. Parasitoids and
Predator Insects. En Chagas' Disease Vectors., op., cit., pags: 22, 24, 25, 27, 32.
(25) Gorla D. E. Perspectivas Biológicas y Ecológicas para el Desarrollo de
Resistencia en Triatominos. IX Congreso y XIV Jornadas Interdisciplinarias de
Toxicología de la Asociación Toxicológica Argentina. Acta Toxicologica
Argentina.1994, pág: 49.
(26) Hak W. H. "Aspectos Entomológicos"., op., cit., págs: 1-13.
(27) Bucher. E. H ."Plaguicidas y Medio Ambiente"., op., cit., págs: 1-3.
(28) Durante E. de Isola, González Cappa S. Vectores Transmisores:
Triatominos, "Vinchucas"., op., cit., págs: 48, 49.
CAPITULO Nº 12
La Enfermedad de Chagas, el Trabajo y la Ley
316
12.1.- LEGISLACION LABORAL
En nuestro país se han producido significativos adelantos científicos sobre la
enfermedad de Chagas, pero esta patología no ha tenido similar evolución respecto a
la legislación laboral.
En el ámbito nacional, la Ley 22.360 sancionada y promulgada el 23 de
diciembre de 1980, y que actualmente se encuentra en vigencia, en su texto establece
lo siguiente:
I- De la materia de esta ley, su alcance territorial y autoridad de aplicación
Art. 1º- Declárase de interés nacional y asignase carácter prioritario dentro de la
política sanitaria nacional a la prevención y lucha contra la enfermedad de
Chagas.
A fin de propender al control y erradicación de esta endemia en el país se
aplicarán en todo el territorio de la República las disposiciones de esta ley.
Cada una de las provincias y la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires
dictará, complementariamente, las concordantes medidas accesorias.
Art 2º- Las disposiciones de esta ley y las reglamentaciones que se dicten en su
consecuencia, se cumplirán y harán cumplir por la autoridad sanitaria nacional, la
de cada provincia y la de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires en su
respectiva jurisdicción.
La autoridad sanitaria nacional podrá concurrir en cualquier parte del país para
cumplir, contribuir al cumplimiento de esta ley y velar por la observancia de sus
disposiciones y las de su reglamentación.
317
II- De las autoridades sanitarias
Art 3º- A los fines de esta ley, la autoridad sanitaria nacional, deberá:
a) Formular las normas técnicas aplicables en todo el país, para la elaboración,
ejecución, evaluación y control de los programas de lucha de acción directa e
indirecta contra la enfermedad, así como de registro, orientación y tratamiento de
los enfermos.
b) Determinar métodos y técnicas, de aplicación en todo el país, para las
comprobaciones clínicas y de laboratorio que corresponde realizar.
c) Elaborar los programas a desarrollar por los organismos de su dependencia,
determinar sus costos, prever las fuentes de financiación y disponer lo necesario
para su cumplimiento.
d) Intervenir oportunamente, a efectos de su aprobación técnica, en los programas
que las provincias y la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires deberán
preparar y desarrollar.
e) Prestar colaboración técnica y ayuda financiera a las demás autoridades
sanitarias del país cuando ellas lo requieran y sea necesario para la formulación o
desarrollo de programas.
f) Propender a la concertación de acuerdo con los países limítrofes para la
formulación y desarrollo de programas comunes relacionados con los fines de esta
ley.
g) Gestionar oportunamente el arbitrio de los recursos necesarios, durante cada
ejercicio fiscal, para la financiación de los programas a desarrollar.
h) Establecer un programa nacional de información.
i) Acceder a inmuebles de propiedad privada, cualquiera sea su naturaleza y
destino, a efectos de desarrollo de los programas de lucha contra el vector o para
318
verificar la observancia de las normas aplicables. Intervenir para el tratamiento
adecuado del vehículo de pasajeros y cargas de las cosas que en ellas se
transporten.
j) Proponer al Poder Ejecutivo los requisitos de organización técnica y de
capacidad operativa que deban satisfacer las entidades privadas que pretendan
desarrollar actividades concurrentes.
k) Arbitrar las medidas necesarias para la adecuada y oportuna atención,
orientación y tratamiento de los enfermos chagásicos en los servicios de su
dependencia y de asesoramiento y supervisión para aquellos que funcionen para tal
fin fuera de su ámbito de competencia.
l) Proponer al Poder Ejecutivo, si así lo estimare conveniente el arancelamiento de
determinadas prestaciones de sus organismos dependientes.
m) Auspiciar la concesión de créditos especiales para la remodelación o
construcción de viviendas rurales conformadas a las especificaciones técnicas que
se establezcan.
n) Desarrollar y auspiciar actividades de educación sanitaria.
o) Propender al desarrollo de actividades de investigación científica en su ámbito,
coordinando sus actividades con la Secretaría de Estado de Ciencia y Tecnología
como órgano específico de competencia.
p) Proveer a toda persona asistida o controlada en sus dependencias de la
constancia correspondiente, la que se extenderá en formularios de tipo y validez
uniforme en todo el país según los modelos que se establezca a tal efecto.
q) Requerir de los obligados por la presente ley al cumplimiento de sus deberes,
solicitando en caso necesario, la pertinente orden judicial o el auxilio de la fuerza
pública.
r) Imponer las sanciones que correspondan.
319
Art. 4º- A los fines de esta ley, la autoridad sanitaria de cada provincia y de la
Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, deberá:
a) Elaborar, con observancia de las normas técnicas establecidas por la autoridad
sanitaria nacional, los programas a desarrollar por los organismos de su
dependencia, arbitrando los recursos necesarios para su financiación.
b) Solicitar en caso necesario, la colaboración técnica y el apoyo financiero de la
autoridad sanitaria nacional.
c) Atender el desarrollo y supervisión de los programas aprobados.
d) Proponer si lo estimara conveniente, a la autoridad competente el
arancelamiento de determinadas prestaciones de sus organismos dependientes.
e) Autorizar, de acuerdo a las normas nacionales que se establezcan, el
funcionamiento de entidades privadas a que se refiere el inc. f) del art. 3º, aprobar
los programas que elaboren, supervisar estrechamente su desarrollo y evaluar sus
resultados.
f) Cumplir oportunamente con las especificaciones del sistema nacional de
información que debe establecerse de acuerdo al inc. h) del art. 3º.
g) Cumplir en su jurisdicción las disposiciones establecidas en los incs. i), k), m),
n), o), p), q), y r) del art.3º.
III- De la colaboración de las autoridades sanitarias y de las obligaciones de los
propietarios y ocupantes de bienes inmuebles
Art. 5º- Los funcionarios públicos y los organismos oficiales cualquiera sea la
jurisdicción de que dependan, las entidades privadas cualquiera se la finalidad y
naturaleza jurídica y las personas de existencia visible, deben prestar a la autoridad
320
sanitaria competente la colaboración necesaria para facilitar el cumplimiento de
las actividades correspondientes a los fines de esta ley.
Art. 6º- Los propietarios, directores, gerentes, administradores o reponsables por
cualquier título de entidades, empresas o establecimientos urbanos o rurales de
carácter industrial, comercial, deportivo, artístico, educacional o de cualquiera
otra finalidad, así como los propietarios, inquilinos u ocupantes de inmuebles
dedicados a viviendas, deberán:
a) Cumplir y hacer cumplir las disposiciones sobre saneamiento ambiental y
tratamiento de vectores que la autoridad sanitaria competente establezca en
relación con esta ley.
b) Permitir el acceso de la autoridad sanitaria competente a cualquier efecto
relacionado con el cumplimiento de esta ley.
c) Adecuar las construcciones existentes y futuras conforme a las normas que
establezcan las autoridades competentes en materia de vivienda y salud.
IV- De los aspirantes a empleo permanente o transitorio en relación de
dependencia y de los empleadores
Art. 7º- Serán obligatorias las reacciones serológicas para determinar la infección
chagásica, así como los exámenes complementarios que permitan el diagnóstico de
enfermedades vinculables, de acuerdo a lo que establezca la autoridad sanitaria
nacional.
La simple serología reactiva para la enfermedad de Chagas no podrá constituir
elemento restrictivo para el ingreso al trabajo siempre que a la fecha del exámen
preocupacional no existan otros elementos diagnósticos clínicos, radiológicos y
321
electrocardiográficos que indiquen disminución de la capacidad laboral imputable a
infección chagásica.
Art. 8º- Los establecimientos sanitarios oficiales deberán practicar sin cargo
alguno los exámenes a que se refiere el artículo anterior ante la simple solicitud de
los interesados evitándoles toda molestia o dilación que no sea absolutamente
indispensable.
En todo establecimiento oficial de atención médica que determina la
reglamentación, deberá disponerse la habilitación de un sector especialmente
aplicado al cumplimiento de las disposiciones de este artículo.
Art 9º- Del resultado de los exámenes que deban practicarse como consecuencia de
lo dispuesto en los arts. 7º y 8º, se dejará constancia en certificados oficiales de
características uniformes para todo el país que deberá establecer la autoridad
sanitaria nacional; estos certificados se entregarán sin cargo a los interesados.
Art. 10- Los certificados extendidos de conformidad a lo prescripto en la presente
ley tendrán validez por el tiempo que determine la reglamentación.
Durante ese lapso su presentación en los casos exigidos por esta ley será admitida
cualquiera haya sido la causa por la que fueron obtenidos y no dará lugar a un
nuevo examen excepto en los casos establecidos en el inc. c) del art. 16 y en el art.
18.
Art. 11- Todo empleador deberá colaborar con la autoridad sanitaria competente a
efectos de que sus dependientes den oportuno y adecuado cumplimiento a las
prescripciones de orden médico, emanadas de aquellas para la prevención y
tratamiento de la enfermedad de Chagas.
322
V- De los alumnos y de las autoridades de establecimientos educacionales
Art. 12- Los alumnos que ingresen en los establecimientos de enseñanza oficial y
privada de todos los niveles, deberán someterse en la oportunidad que la autoridad
sanitaria determine, a los estudios y exámenes correspondientes. La ejecución de
este programa anual, comenzará en un plazo no mayor de tres (3) años.
Art. 13- A los efectos del art. 12 serán aplicables las disposiciones de los arts. 8º y
9º.
Art. 14- Cualquiera sea el resultado de los exámenes que se practiquen como consecuencia
de lo establecido en el art. 12 no podrá constituir elemento restrictivo para el ingreso
y curso de los estudios.
Art. 15- Los responsables de los establecimientos educacionales a que se refiere el art.
12, deberán colaborar con la autoridad sanitaria competente a fin de que sus
alumnos den oportuno y adecuado cumplimiento a las prescripciones de orden
médico, emanadas de aquellas para la prevención y tratamiento de la enfermedad
de Chagas.
VI- De otras personas obligadas a los exámenes establecidos por el art. 7º
Art. 16- Además de las personas cuyas obligaciones se establecen en las
disposiciones de esta ley, deberán someterse a los exámenes previstos en el art. 7º
según lo determine la autoridad sanitaria.
a) Las mujeres grávidas.
323
b) Los niños de hasta seis (6) años de edad.
c) Los convocados por las Fuerzas Armadas para el cumplimiento del servicio
militar.
Art. 17- A los efectos de los incs. a) y b) del art. 16 serán aplicables las disposiciones de
los arts. 8º y 9º.
Los servicios de sanidad de las Fuerzas Armadas dispondrán lo necesario para el
cumplimiento del inc. c) del art. 16.
VII- De los bancos de sangre, servicios de hemoterapia y dadores de sangre
Art. 18- Los bancos de sangre, servicios de hemoterapia y establecimientos públicos
o pivados de cualquier denominación, legalmente autorizados para extraer o
transfundir sangre humana o sus componentes, deberán practicar los exámenes
necesarios y observar los recaudos indispensables para evitar toda posibilidad de
transmitir la enfermedad de Chagas por los elementos transfundidos.
En caso de detectar serología positiva para Chagas deberán comunicar a la
autoridad sanitaria competente e informar de ello al dador, con claridad y arreglo
a su nivel cultural y orientarlo debidamente para su adecuado tratamiento.
Art. 19- Todo posible dador de sangre que tenga conocimiento o sospecha de
padecer o haber padecido infección chagásica deberá ponerlo oportunamente en
conocimiento del servicio al que se presente para la extracción.
324
VIII- De las faltas y sanciones
Art. 20- Los actos u omisiones que impliquen transgresión a las normas de esta ley y
a las reglamentaciones que se dicten en su consecuencia seran consideradas
faltas administrativas sin perjuicio de cualquier otra responsabilidad
administrativa, civil o penal en que pudieran incurrir los infractores.
Art. 21- Los infractores a que se refiere el art. 20 serán sancionados por la
autoridad sanitaria competente, de acuerdo a la gravedad y/o reincidencia de la
infracción con:
a) Apercibimiento.
b) Multa graduable.
c) Clausura temporaria, total o parcial de establecimientos por un lapso que no
podrá exceder de treinta (30) días en cada oportunidad.
Esta sanción no alcanzará en ningún caso a las viviendas ocupadas por
dependientes del infractor cuando aquéllos no puedan ser ubicados en otras de
análogas características.
Las sanciones establecidas en los incs. b) y c). podrán aplicarse independiente o
conjuntamente en función de las cirscunstancias previstas en la primera parte de
este artículo.
Art. 22- El importe mínimo y el máximo de las multas aplicables según lo
determinado en el inc. b) del art. 21. serán actualizadas semestralmente de
conformidad al incremento que increnmento que experimenten en el semestre
anterior al índice de precios al por mayor, nivel general, que publicare el Instituto
Nacional de Estadística y Censos.
325
Art. 23- A los efectos determinados en este título se considerará reicidentes a
quienes, habiendo sido sancionados incurran en nueva infracción dentro del
término de cuatro (4) años contados desde la fecha en que haya quedado firme la
sanción anterior, cualquiera fuese la autoridad sanitaria que la impusiera.
Art. 24- El monto recaudado en concepto de multas que por intermedio de esta ley
aplique la autoridad sanitaria nacional ingresará a la cuenta especial Fondo
Nacional de la Salud, dentro de la cual se contabilizará por separado y deberá
utilizarse exclusivamente en erogaciones que propendan al logro de los fines
indicados en el art. 1º.
El producto de las multas que apliquen las autoridades sanitarias provinciales y de
la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires ingresará de acuerdo con lo que al
respecto se disponga en cada jurisdicción, debiéndose aplicar con la finalidad
indicada en el párrafo anterior.
IX- De los procedimientos, medidas preventivas y facultades de inspección
Art. 25- Las infracciones a esta ley serán sancionadas por la autoridad sanitaria
competente previo sumario, con audiencia de prueba y defensa de los imputados.
Las constancias del acta labrada en forma, al tiempo de verificarse la infracción -y
en cuanto no sean enervadas por otros elementos de juicio- podrán ser
consideradas como plena prueba de la responsabilidad de los imputados.
Art.26- Contra las decisiones administrativas que la autoridad sanitaria nacional
dicte en virtud de esta ley y de sus disposiciones reglamentarias podrán
interponerse los recursos previstos en las normas procesales vigentes.
326
Art. 27- La falta de pago de las multas aplicadas hará exigible su cobro por
ejecusión fiscal, constituyendo suficiente título ejecutivo el testimonio autenticado
de la resolución condenatoria firme.
Art. 28- En cada provincia los procedimientos se ajustarán a lo que al respecto
resuelven las autoridades competentes de cada jurisdicción, de modo concordante
con las disposiciones de este título.
Art. 29- Las autoridades sanitarias a las que corresponde actuar de acuerdo a lo
dispuesto en el art. 2º de esta ley están facultadas para verificar su cumplimiento y
el de sus disposiciones reglamentarias mediante inspecciones y/o pedidos de
informes según estime pertinente. A tales fines, sus funcionarios autorizados
tendrán acceso a cualquier lugar previsto en la presente ley y podrán proceder a la
intervención o secuestro de elementos probatorios de su inobservancia. A esos
efectos podrán requerir el auxilio de la fuerza pública o solicitar orden de
allanamiento de los jueces competentes.
X- Disposiciones generales
Art. 30- El Poder Ejecutivo reglamentará las disposiciones de esta ley con alcance
nacional dentro de los noventa (90) días de su promulgación.
Art. 31- Comuniquese, etc.
Al respecto del presente trabajo, en relación a la Ley 22.360, son pertinentes
las siguientes consideraciones:
1) Teniendo en cuenta lo referido en el título II, art. 3º, incisos c) e i)
327
2) Por otra parte, el programa en sus 33 años de funcionamiento, ha significado una
inversión aproximada de US$ 600.000.000, a nivel país (1).
Como cifras ilustrativas se expone el Resumen General Presupuestario previsto
para el Programa de Chagas en el año 1982 en la provincia de Tucumán ($ en miles)
(anexo5): Partida Total Aportes Nacionales Nacionales Elemen- Provinciales Transferencias tos y Equipos Erogaciones corrientes 2.986.301 2.700.000 136.301 150.000 (ª) Erogaciones de capital 490.121 260.000 230.121 . . Total 3.476.422 2.960.000 366.422 150.000 (ª)
(ª) Planta, equipamiento y personal ya existente en la provincia.
Programa de Chagas año 1982, para la provincia de Tucumán, muestra los
siguientes detalles en $ miles en concepto de Plus por desplazamiento de area y/o
mayor dedicación (Mensual) (anexo 6): Cargos Operarios de Jefes de Evaluad. Jefes de Choferes Jefe de Jefe de Jefe de Profesional Adminis- Campo Brigada Unidades Evaluac. Operac. Programas trativos o Cocineros Operativ. de camp de Provincia Técnicos Mecánicos 49 764.584 15 255.730 4 81.845 6 113.764 15 267.169 1 18.274 1 31.288 1 90.913 2 37.158 6 108.454
328
En cuanto al presupuesto analítico del gasto de Bienes y Servicios no
personales, para el Programa Chagas Año 1982 destinado a la Provincia de Tucumán
(en $ miles) (anexo7) es el siguiente:
Rubro Precio Total Presupuesto Nacional Presupuesto Provincial
Bienes de
Consumo 960.000 960.000
Servicios no
Personales 1.740.000 1.740.000
Total 2.700.000 2.700.000 (Desglosado del anexo 5)
El presupuesto Analítico del Gasto en Inversiones (anexo 8) ($ en miles) para
el Programa de Chagas-Año 1982, en la Provincia de Tucumán es el siguiente:
Bien Precio Total Presupuesto Nacional Presupuesto Provincial
Equipamiento 220.000 220.000 -
Inversiones
Administrativas 40.000 40.000 -
Total 260.000 260.000 - (Desglosado del anexo 5)
("Decreto Nº 2.834 / 21- SESP-EXPEDIENTE Nº 15.340 / 410-D-1981".
Fechado 13 de Octubre de 1981") (2).
En los considerandos sobre costos de Campaña de lucha contra el vector
transmisor de la enfermedad de Chagas en Tucumán, resulta de interes la
observación comparativa de dichos costos entre el "Metodo Tradicional" (año 1993)
y el "Plan Comunitario de Trabajo" (año 1996) en el Departamento de Burruyacu.
329
Los valores estimativos aproximados son los siguientes: CONCEPTO AÑO 1993 AÑO 1996 CANTIDAD VIV. TRATADAS 678 1.233 MONODOSIS (INSECTICIDA) 900 407 PROMEDIO DE MONODOSIS POR VIVIENDA 2,83 UNI. 4,28 UNI. COMBUSTIBLE $ 1.919,70 $ 413,00 INSECTICIDAS $ 3.510,00 $ 1.595,44 REINTEGRO DE GASTOS POR CAMA Y COMIDA $ 49.833,00 $ 13.860,00 SUELDOS $ 121.153,76 $ 13.307,68 TOTALES : $ 176.415,70 $ 33.176,12
Observaciones: El trabajo realizado estaba dirijido a la franja limítrofe con Santiago
del Estero considerada zona de alto riesgo para nuestra provincia.
- La franja cubierta es aproximadamente de 1.261 km² equivalente a un 35 %
del citado Departamento de Burruyacu.
- El reintegro de gastos (de cama y comida) por persona en el año 93 era de
$ 42, y en el año 96 es de $ 63.
- En el año 93 el grupo se integraba por 14 personas, y en el año 96 solo se
afecta a 2 agentes (3).
De la simple observación de lo arriba expuesto, se pueden sacar conclusiones
de la diferencia que representan las caracteristicas económicas que brinda el sistema
de "Plan Comunitario de Trabajo" pudiendose abaratar aún más el costo operativo si
se tiene en cuenta la propuesta de la implementación de un nuevo sistema de
desembolso y reintegro que más adelante se propondrá. 3) Con respecto al título III, Art. 6º en los incisos: a), b) y c)
330
4) En relación al título IV, art. 7º. Dato que de simple carácter informativo (a simple
serología) se convierte en un elemento marginador para quién intenta acceder a un
trabajo, ya en la diaria realidad, el empresario, enterado de la serología, se queda
unicamente con este informe, no completando los estudios según prescribe la ley,
dejando de lado a quién aspira a cubrir un puesto de trabajador y genera marginación (4).
Debido a disposiciones legales, en algunos países se solicitan exámenes
preocupacionales a los aspirantes a ocupar puestos de trabajo, siendo mal
interpretadas las disposiciones impartidas, lo que pueden generar problemas
sociales, debido al carácter de limitantes que les imprimen a la oportunidad de
acceso laboral en relación de dependencia a pesar de que la simple serología positiva
para la enfermedad de Chagas no debe ser tomada como causa para la exclusión
laboral (5)
......"Esto hace que generalmente se niegue la posibilidad de trabajar a los
infectados sanos", lo que a su vez trae aparejada "la marginación social, ya que
personas sin problema alguno de salud y en plena etapa laboral se ven obligadas a
emplearse en tareas menos jerarquizadas, con menores salarios y sin cobertura
sanitaria"...... (6).
Este marginamiento se acentúa y es mayor si se tiene en cuenta lo que
representa la tecnificación (ver capítulo sobre Nuevas Tecnologías, Migraciones y
Chagas) agroindustrial, que con la hidroneumatización en los Ingenios Azucareros,
en la planta fabril y la implementación de la cosecha integral de caña en "campo", al
generar considerable desocupación y en forma especial de obreros santiagueños
(como se podra ver en el capítulo sobre Chagas y Migración), los que muestran altas
cifras de serología positiva para Chagas; y los restantes trabajadores de igual
331
procedencia aceptados, ocupan viviendas en no muy adecuadas condiciones.(Ver
Fotografías Nº 15, en Anexo Figuras y Fotografías, página Nº 411).
En relación a los referentes anteriormente citados, se podría proponer algún
cambio en la actual legislación, como una alternativa válida en la búsqueda de
disminución de costos, un efectivo control sanitario en viviendas de zonas de dificil
accesibilidad. A tal efecto, podría ser válida la implementación de rociado en las
viviendas, en épocas alternativas: antes de que el obrero ocupe la vivienda que se le
asigna, y después de concluida cada cosecha. Tal inversión podría encontrarse a cargo
del dueño del fundo agropecuario, acto sujeto a certificación por la autoridad
competente, de que se ha dado cumplimiento con la norma establecida, y que bien
podría ser actuado por miembros del Programa Nacional de Chagas (en el caso de
nuestra provincia, la Jurisdicción Tucumán). Debiendo tener la misma la
característica de ser desgravable impositivamente ("Sistema de desembolso y
reintegro impositivo), con todo ello, se beneficiarían: obrero, Estado y empleador.
Por otra parte, se podrían establecer intercontroles respectivos: el Trabajador
exigir la provisión de una vivienda en adecuadas condiciones de rociado y vigilancia
entomológica; el Estado efectuar la verificación del real cumplimiento de la norma a
través de la fiscalización, y el Empleador, que habiendo dado cumplimiento a la
correspondiente imposición, pueda reclamar la citada degravación. Y que en caso de no
dar cumplimiento con lo reglamentado, este último, pudiera ser pasible a una
penalización determinada (multa).
Tal proceder representaría un significativo ahorro de jornales, combustible,
insecticidas, equipos de rociado, dispersión de esfuerzos y permitiría además,
mayores disponibilidades de medios para el eficiente accionar operativo
epidemiológico en centros más densamente poblados.
332
CITAS BIBLIOGRAFICAS
(1) Boletin Epidemiológico Nacional, 1994; Nº 2, pág: 8.
(2) Decreto Nº 2.834 / 21- SESP- EXPEDIENTE Nº 15.340 / 410-D-1981.
13 de Octubre de 1981. Tucumán.
(3) Zarate E. Dicembre de 1996. Referencias de experiencia personal. Jefe
de La Base Nacional de Chagas, Juridicción Tucumán.
(4) Storino R., Milei J. Aspectos Legales y Laborales. En Enfermedad de
Chagas. Storino R., Milei J. Mosby Doyma Argentina,1994, pág: 552.
(5) Actualización sobre Enfermedad de Chagas, Leishmaniasis y Paludismo.
Ministerio de Salud y Acción Social. Instituto Nacional de Diagnóstico e
Investigación de la Enfermedad de Chagas " Dr. Mario Fatala Chaben". Octubre de
1986, pág: 11.
(6) La Gaceta. Hay 3.000.000 de chagásicos. Tucumán, 17 de Setiembre de
1995, pág: 9.
CAPITULO Nº 13
Chagas y Migración
334
13.1.- GENERALIDADES
Desde los orígenes de la humanidad, el hombre transitó caminos que lo
transportaron a ignotos lugares, mas allá del horizonte, mas allá de lo que su propia
vista le podría haber permitido alcanzar.
Se conoce, a través de las Sagradas Escrituras que, Adán y Eva migraron en su
destierro del "Paraíso Terrenal".
Por el "Diluvio" migró Noé con su familia bajo los designios de Dios. Y
después del mismo, migraron los hijos y descendientes de Noé (1).
En la Época Patriarcal, ......"Abraham es el peregrino que vive pendiente de la
promesa de Dios"....... "Obedeciendo a esa palabra divina, y sin otra garantía que
su confianza en la fidelidad de Dios, Abraham rompió sus ataduras terrenas, sus
vínculos nacionales y familiares, y partió hacia un país desconocido (Heb. 11. 8-
10)" (2).
Más adelante refieren las Sagradas Escrituras:......."Entonces hubo hambre en
aquella región, y Abraham bajó a Egipto para establecerse allí por un tiempo,
porque el hambre acosaba al país".......(2).
De este modo, el hombre esparció su descendencia migrando a través del
mundo y de los tiempos; migraron los Griegos y los Egipcios. También lo hicieron
los Mongoles, los Romanos, y los Turcos.
Hacia el "Nuevo Mundo" migraron Españoles, Portugueses, Ingleses, Italianos,
Franceses, y de otros países, los que, en su afán de conquista, asentaron sus raíces en
suelos Americanos.
Es decir, que desde los orígenes de la humanidad, el hombre lleva implícita
como una condición de su existencia, la tendencia a migrar, como una fuerza
incontrolable que se acentuó cada vez más.
335
13.2.- POBLAMIENTO PREHISTORICO
En nuestro país, el hombre primitivo, cazador y nómada, habitó en la llanura
Pampeana desde los albores de la Era Cuaternaria, es decir en el Pleistoceno. Se
reconocen tres "razas prehistóricas":
- La primera raza prehistórica: el Hombre Chapadmalense. Los restos
humanos más antiguos fueron encontrados en Miramar y Monte Hermoso.
- La segunda raza prehistórica: el Hombre Ensenadense, de gran difusión
difundida en el territorio argentino, con posibles ramificaciones en el resto del
continente de América.
- La tercera raza prehistórica: el Hombre Lujanense; vivió en un medio
provisto de una rica fauna. Trabajó la piedra y el hueso, habiéndose encontrado
restos de esa industria en algunos lugares de Córdoba, Buenos Aires y Santa Fé.
Como sus antecesores, vivió de la caza y la pesca (3).
En sisntesis:
_ El país estuvo habitado por el hombre del Paleolítico. "Se esparcieron en
las planicies pampeanopatagónicas y a lo largo de las costas".
_"La ocupación del territorio argentino comenzó, pues, en épocas tan
antiguas como en los Paleolíticos del resto del mundo".
_ Su número fue reducido y la caza de los animales, a los que seguía en sus
migraciones (falta de agua, períodos de sequía), y la pesca (más estable y segura
que la anterior) determinaron su género de vida. Fueron nómadas por excelencia.
_ Vivieron preferentemente en cavernas de reducidas dimensiones. Se
hallaban muy dispersas y contenían pocos restos, todo lo cual confirma el escaso
número de habitantes prehistóricos de nuestro suelo (3).
336
13.3.- LA POBLACION ABORIGEN
En el momento histórico de su descubrimiento por los españoles el actual
territorio argentino estaba ocupado por población indígena.
Las tribus aborígenes segun la región que ocupaban recibieron diferente
designación:
- De la Región del Noroeste.
- De la Región del Chaco
- De las Regiones del Litoral y Mesopotamia.
- De la Región de las Sierras Centrales.
- De la Región de Cuyo.
- De las Regiones de la Pampa y Patagonia (3).
13.4.- DESDE EL PERIODO COLONIAL A LA ACTUALIDAD
De la escasa población prehistórica que habitó en el actual territorio argentino,
fueron sus sucesores unos 350.000 aborígenes, dispersos, desde el noreste y
noroeste hasta el extremo sur de la Patagonia.
En realidad, quienes iniciaron el poblamiento del país fueron las tres corrientes
conquistadoras, procedentes del este o de España, del norte o del Alto Perú y del
oeste o de Chile, respectivamente. A raíz de las mismas se fundaron ciudades, se
crearon núcleos familiares que cultivaron la tierra, criaron ganado y explotaron
yacimientos mineros (3).
A mediados del siglo XVII fue más amplia la distribución de la población
motivada por el crecimiento vegetativo y por el arribo de inmigrantes, soldados,
comerciantes y funcionarios españoles, canalizándose más hacia el litoral (3).
337
Desde 1810 hasta 1869, desde la Revolución de Mayo hasta la presidencia de
Bartolomé Mitre, en un medio poblacional con incipiente predominio de "raza
blanca" y decadencia de las restantes, el crecimiento de la población se debió
fundamentalmente a la disminución de la mortalidad "por el paulatino control de las
enfermedades epidémicas como la viruela" y al aporte inmigratorio. Tal aumento de
población repercutió " en la modificación de las estructuras sociales y económicas
del país".
Entre 1869 y 1914 la población aumentó en 6.148.161 (Censos Nacionales de
Población: 1869, 1895 y 1914). En este crecimiento jugó un papel importante la
inmigración, de carácter eminentemente europeo.
"Las tasas de crecimiento de población de esos años, como también las de los
anteriores a la Primera Guerra Mundial, alcanzan niveles más altos que se haya
observado en momento alguno de la historia de la población del actual territorio
argentino"(3).
La población urbana aumentó progresivamente, fueron factores importantes en
el emplazamiento de la población, el ferrocarril, la colonización agrícola y la
conquista del desierto.
Desde 1914 hasta 1960, la población aumentó en 12.128.556 habitantes
(Censos Nacionales de Población: 1914, 1947 y 1960).
"Hacia 1947 no existían en el país áreas despobladas en absoluto".
Las entradas y salidas de migrantes en el país, redujeron su diferencia después
de la Primera Guerra Mundial. Entre 1919 y 1930, arribaron al país unos 90.000
migrantes por año, que luego se redujeron a solamente 23.000 anuales.
Con la Segunda Guerra Mundial muchos migrantes regresaron al país, mientras
que otros recién se instalaban por primera vez, igualándose los récords de inicios de
siglo.
338
"Fue el último aporte europeo al poblamiento argentino".
- "La inmigración europea fue reemplazada paulatinamente por la de los
países limítrofes".
- "Paralelamente se produjo un aumento creciente de las migraciones internas
que determinaron un explosivo crecimiento de las grandes ciudades a expensas de
la población rural, que a su vez, se redujo" (3).
Desde 1960 a 1980 (censos 1960, 1970 y 1980) la población aumentó en
8.233.356 habitantes, en medio de una situación harto inestable, de constantes
cambios. Los europeos dejaron de instalarse en el país, lo que produjo año tras año
la reducción de los saldos migratorios.
Fueron sustituídos por el desplazamiento de habitantes de países limítrofes:
chilenos, paraguayos, uruguayos y bolivianos. Esta tendencia sustitutiva de los
inmigrantes europeos procedentes de España, Italia, y de otros países del resto del
mundo, es observable desde 1955.
Dada la situación económica política y social." El argentino ilustrado como el
dueño de una mano de obra calificada, sin alicientes, procede a la inversa:
abandona el país para instalarse en otro" (3).
En este complejo juego de movimientos de personas se ensamblan los
desplazamientos protagonizados por inmigrantes y emigrantes nativos empadronados
en una provincia distinta a la de su nacimiento. Las migraciones internas crecen
debido a las mejores posibilidades de prosperidad que brindan algunas regiones con
relación a otras, como trabajo, educación, vivienda adecuada y cobertura de
servicios sociales, y que son motivos que justifican los desplazamientos de
población. Estos movimientos internos se caracterizan por la importancia del
339
volúmen que representan y por su tendencia a la concentración en zonas bien
definidas (3).
Lo manifestado al presente representa una clara evidencia de los
desplazamientos de personas que se operan en el país, máxime si se tiene en cuenta
que durante 1975-80 un millón y medio de habitantes cambió su residencia de una
provincia a otra (movimiento que abarcó el 6% de los habitantes del país). En 1980:
6.494.715 personas residían fuera de la provincia de origen (el 23,3% de la
población del país censada ese año). Estas migraciones internas produjeron netas
ganancias de habitantes a provincias como Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe,
Neuquén, la Pampa, Tierra del Fuego, Chubut, Santa Cruz y Rio Negro. Las mismas
tienen múltiples efectos, tanto en las regiones de origen como en las de destino. Las
áreas de emigración se ven afectadas por la pérdida de población no sólo en sus
valores absolutos, sino que además se resiente su economía con el aumento
proporcional de la población inactiva con relación a la que produce bienes y
servicios.
En la región receptora generan dinamismo que se traduce, entre otros hechos,
la necesidad de ampliar servicios de educación, vivienda, sanidad, etc; por supuesto
que no dejan de generar inconvenientes, como la formación de villas de emergencias,
de lo que como un claro ejemplo podemos citar las 1.100 villas de emergencias
asentadas en 19 partidos de Buenos Aires, donde vivían 317.000 personas, en 1982.
A esta cifra habrá que agregar la sumatoria de varios miles más que llegaron en
condiciones de "villeros" por la crisis existente en la actualidad (3).
340
Dentro de los movimientos migratorios producidos en el país se debe distinguir:
- a) la inmigración dirigida, fundamentalmente concretada por particulares, en las
que se instalaron a los interesados en colonias localizadas;
- b) la inmigración masiva o espontánea, en la que el arribo al país se produce por
iniciativa del propio migrante, con control y respaldo del Estado.
Dentro de la inmigración dirigida se encuentra a los primeros colonizadores, los
jesuitas.
La inmigración espontánea o masiva se caracterizó por alcanzar significativas
cifras hasta después de mediados del siglo XIX. La mayoría de los migrantes eran
europeos y en especial de países del Mediterráneo (Italia y España), los que se
dedicaron en forma preferente a las labores agrícolas, carente de recursos
económicos y escasamente instruída.
La inmigración sudamericana, caracterizada por inmigrantes procedentes de
países como Paraguay, Chile y Bolivia, reemplazaron en forma significativa a los
inmigrantes procedentes de los países europeos mencionados anteriormente, en
especial a partir de 1955, constituyendo en la actualidad el grueso de la inmigración
que recibe el pais.
Frente a las anteriormente citadas, se encuentran las migraciones internas, las
que son protagonizadas por los inmigrantes y emigrantes nativos de empadronados
en una provincia distinta a la de su nacimiento. Y son motivos de dichos
movimientos humanos la existencia en el interior del país, de zonas más prósperas
que otras, las que brindan mejores posibilidades de trabajo, con cobertura de
educación, servicios sociales y vivienda adecuada.
Se encuentran también las migraciones estacionales relacionadas con tareas o
cultivos agrícolas, las que insumen determinado esfuerzo humano, y en especial en
341
aquellas zonas donde la mano de obra exigida por la producción es insuficiente para
dar cumplimiento con las tareas demandadas por las cosechas (3).
De lo expuesto hasta este momento sobre las migraciones humanas, se puede
decir que revisten especial interés, las migraciones estacionales, en relación al
presente trabajo.
Estas "migraciones estacionales", "de retorno" o "temporarias" tienen sus
propias características:
- Están motivadas por razones de trabajo.
- A diferencia de las migraciones internas, más estables, son "migraciones de
retorno" (cesada la tarea del migrante, retorna a su lugar de origen) en ellas no
intevienen poblaciones del exterior, salvo las que provienen de países limítrofes.
- Su duración es escasa.
- Los riesgos a los que está expuesto el migrante son mayores que en la
migración definitiva: por las malas viviendas, atención de salud, y alimentación
deficientes; carga de trabajo e inadecuada remuneración.
- Hacia 1970 se estimaba que aproximadamente se movilizaban 200.000
personas por año en función de las cosechas, en el país.
- A medida que crece la tecnificación agrícola, disminuye el empleo de mano
de obra, lo que hace presuponer que si no llegan a desaperecer estas migraciones,
acentuadamente decrecerán (3).
Las tareas que demandan mano de obra, generando migración estacional
cuentan:
* El cultivo del algodón; moviliza santiagueños y correntinos hacia el Chaco
y norte de Santa Fe.
342
* La zafra azucarera de Tucumán; determina la migración temporaria de:
santiagueños, catamarqueños, riojanos, salteños, jujeños y bolivianos.
* Cosecha de tabaco en Salta y Jujuy; moviliza gente de las poblaciones
citadas anteriormente.
* La vendimia; genera el desplazamiento hacia mendoza de riojanos,
puntanos y bolivianos.
* La cosecha de manzanas y otros productos; hacia el Alto Valle de Rio
Negro de neuquinos y chilenos.
* La esquila de ovejas; que movilizan personas, que entre octubre y marzo
recorren la Patagonia desde Carmen de Patagones hasta Río Negro.
Otras migraciones que tenían cierta trascendencia, fueron perdiendo la misma,
como la cosecha de la papa en la zona sureste de Buenos Aires, la cosecha de la
yerba mate o el té en Misiones y la cosecha anual de maíz en el norte de la Región
Pampeana. A todo esto cabe agregar los "movimientos pendulares" de la población,
motivados por razones laborales cotidianas desde el domicilio habitual del sujeto
hacia su lugar de trabajo y retorno nuevamente a su vivienda (3) (4).
El lector podrá preguntarse ¿qué importancia tiene lo considerado hasta el
presente?.
Pués bién, cuando el hombre migra, no solo traslada sus bienes consigo mismo
sino que, como es sabido, puede transportar además como portador enfermo o
asintomático enfermedades transmisibles como el Paludismo, Colera, Lues, Sida y
otras más, entre las que no constituye una excepción la enfermedad de Chagas, y
hasta llevando consigo su propio vector.
Las migraciones en América, son una resultante de presiones socioeconómicas
directas, responsables de la urbanización de la endemia chagásica y el
343
desplazamiento del parásito hasta países no endémicos. Recientes datos dan cuenta
de la presencia de 300.000 infectados en la ciudad de San Pablo, Brasil, 200.000 en
Río de Janeiro y algo similar en Buenos Aires. En los Estados Unidos, como
consecuencia de la migración de los latinoamericanos, ha comenzado a preocupar, en
los bancos de sangre (5).
Mecanismos sociales de movilización de poblaciones y crecimiento de ciudades,
han producido modificaciones profundas en el contexto de la enfermedad de Chagas,
"urbanizando la endemia", a través de las migraciones de infectados principalmente y
de la transmisión mediante la vía transfusional (8).
Si tenemos en cuenta que, entre las formas de transmisión de la enfermedad de
Chagas a seres humanos, en las zonas rurales de América Latina, el T. cruzi se
transmite a través de las heces de los Triatomíneos infectados; en cambio en las
ciudades, donde estos insectos se encuentran sólo ocasionalmente presentes por
introducción accidental, el parásito se transmite principalmente por transfusión
sanguínea o congénitamente. Otros medios constituyen la contaminación por la boca,
el trasplante de órganos infectados, o menos comunmente la infección en el
laboratorio al manipular elementos contaminados con tripanosomas (6).
Además, los patrones socioculturales también favorecen el movimiento
frecuente de las poblaciones humanas y la infestación pasiva de las viviendas por
parte de los vectores alojados en los objetos y productos que se trasnportan de la
morada anterior a la nueva. Las migraciones humanas, sean estacionales o
recurrentes, que responden a la necesidad de buscar mejores condiciones de vida,
no solamente aumentan el riesgo de la dispersión pasiva de los vectores
344
trasladados con los enseres hogareños, sino que incrementan la contaminación de
los bancos de sangre debido a que los migrantes pobres a menudo venden su
sangre.
El alcance de la transmisión por transfusión sanguínea es
considerablemente mayor que en la transmisión vectorial debido a que se trata de
zonas urbanas (donde habita el 70% de la población total del continente), en las
cuales una gran parte de la población está compuesta por migrantes que han
pasado sus primeros años de vida en zonas endémicas.
Existen pruebas cada vez más evidentes de que la enfermedad de Chagas
congénita está más difundida que lo que se creía anteriormente. La transmisión no
se limita a las zonas rurales, sino que ocurre también en las ciudades donde, si
bien no existen vectores, ha habido una considerable corriente inmigratoria de
mujeres infectadas provenientes de zonas rurales, quienes están en edad fecunda (6).
Las migraciones individuales no programadas, y las temporarias o estacionales,
motivadas por actividades productivas regionales como la Industria Azucarera, no
escapan a los conceptos citados en los anteriores considerandos.
La actividad azucarera demandó a través del tiempo, y aún demanda, gran
volúmen de mano de obra, para el levantamiento de la cosecha y el procesamiento
fabril de la caña de azúcar; genera considerables migraciones humanas temporarias
de grupos poblacionales, provenientes de provincias vecinas y aún de países
limítrofes, donde la enfermedad de Chagas es endémica. Hecho de gran
significación, si se tienen en cuenta las características ambientales, climáticas, y la
precariedad de la vivienda de los jornaleros; y las condiciones en que se opera la
cosecha de la caña de azúcar, lo que adquiere mayor relevancia aún, si se tiene en
345
cuenta la endemicidad de la citada enfermedad en nuestro medio. Es evidente la
influencia que podría ejercer la cosecha mecanizada integral de la caña de azúcar
sobre las migraciones, y la repercusión de éstas sobre la epidemiología de la
enfermedad de Chagas en la provincia de Tucumán..
Por otra parte, si se cumpliesen ciertas normas civiles, como las relacionadas
con la ubicación domiciliaria de las personas, tal lo determina el Art. nº 47 de la ley
17.671, los beneficios del mismo podrían servir para el seguimiento de los afectados
por enfermedades transmisibles, como sucede con la enfermedad de Chagas por
ejemplo.
El citado artículo reza lo siguiente: "Todas las personas de existencia visible o
sus representantes legales, comprendidas en la presente Ley, están obligados a
comunicar en las oficinas seccionales, consulares o que se habiliten como tales, el
"cambio de domicilio", dentro de los treinta días de haberse producido la novedad" (7).
Además, con un adecuado control administrativo en el registro de los afectados
por Chagas, en los Establecimientos Asistenciales del Sistema Provincial de Salud,
en los que generalmente se efectúa el asiento diagnóstico de las manifestaciones
secundarias como: arritmias, trastornos de conducción, cardiopatías dilatadas, etc. y
no la patología chagásica de fondo. Con la implementación de "Archivos
ocupacionales" a través de la Secretaría de Trabajo de la Provincia", se podrían
efectuar seguimientos más acordes con la evolución epidemiológica de las
enfermedades vinculadas con la Salud Pública de la población general, las
migraciones y en lo que respecta a su relación ocupacional.
Los referidos registros, si bien se efectúan en los Establecimiento Asistenciales
del S.I.P.R.O.S.A., no se realizan con regularidad que se requieren en la actividad
346
asistencial; tampoco trasciende la existencia de algún registro migratorio
ocupacional, habiendo recurrido el autor del presente trabajo, en forma personal, en
la búsqueda de datos referentes a migraciones, tanto en la Dirección de Estadística y
Censo de la Provincia, como en el Juzgado Electoral y en el Registro de las Personas
del Registro Civil de la Provincia, lugares en donde la respuesta a los requerimientos
realizados, era de que no se llevaban registros estadísticos de las mismas.
CITAS BIBLIOGRAFICAS
(1) "El libro del Pueblo de Dios. La Biblia". El catálogo de las naciones.
Desde Noé hasta Abraham. Ediciones Paulinas. 3ª edición revisada y aumentada,
abril de 1987. Madrid-Buenos Aires. Génesis 10. 22, pág: 43.
(2) "El libro del Pueblo de Dios. La Biblia". Los Orígenes del Pueblo de
Dios: La Epoca Patriarcal. op, cit, págs: 45, 46.
(3) Rossi F. Geografía Humana, Económica, Política y Social de la República
Argentina. Editorial Stella, Buenos Aires, 1987, págs: 52-71.
(4) Pinto Días J. C., Briceño-León R., Storino R. Aspectos Sociales,
Económicos, Políticos, Culturales y Psicológicos. En Enfermedad de Chagas.
Storino, Milei. Mosby Doyma Argentina, 1994, pág: 536.
(5) Pinto Dias J. C. Situación actual de la enfermedad de Chagas en las
Américas. Actualizaciones en la enfermedad de Chagas. Simposio satelite, Córdoba,
Noviembre 1992. Editores Madoery R. J., Madoery C., Cámera M. I.. Impreso en
Grafiquil. Buenos Aires, 1993, pág: 5.
347
(6) OMS. Informe de un Comité de Expertos. Control de la Enfermedad de
Chagas Serie de Informes Técnicos. 811. Ginebra. 1991, págs: 33, 34, 37.
(7) Ley 17.671 Art. 47. Código Civil. Ediciones Codice. Buenos Aires.
Argentina. Febrero de 1992, pág: 1806.
(8) Pinto Días. Enfermedad de Chagas-Epidemiología Clínica-Terapeutica.
Edición auspiciada por la Fundación de Estudios de Enfermedades Endémicas.1984,
pág: 11.
CAPITULO Nº 14
Trabajo de Campo Metodología
349
14.1.- OBJETIVOS
Teniendo en cuenta las consideraciones generales realizadas sobre la
enfermedad de Chagas, y tomando como marco referencial la Provincia de Tucumán,
se puede decir que son objetivos del presente trabajo, mostrar:
- Las influencias ejercidas sobre la epidemiología de enfermedad de Chagas, por las
modificaciones del ecosistema, la aplicación de nuevas tecnologías de explotación
agroindustrial, y las migraciones humanas.
- Las relaciones existentes entre las mismas.
- Establecer conclusiones, que permitan efectuar propuestas valederas para un más
adecuado control de la mencionada enfermedad.
14.2.- MATERIALES Y METODOS
14.2.1.- MATERIAL ESTUDIADO
Para la realización de este trabajo, se utilizó material proveniente de diversas
fuentes, tanto bibliográfica, como de campo e instrumental, el que se detalla a
continuación:
a.- FUENTES
* Archivos de pacientes con serología chagásica positiva, pertenecientes al
Laboratorio de Chagas de la Asistencia Pública de San Miguel de Tucumán,
correspondientes al período 1990-1995.
* Información de la Dirección de Estadística y Censo de la Provincia de Tucumán.
* Censo Nacional de Población y Vivienda 1991, con sus resultados definitivos.
350
* Información correspondiente al Relevamiento Forestal de la Provincia de
Tucumán, sobre áreas de desmonte obtenido por Sistema Satelital, provista por la
Secretaria de Agricultura y Ganadería de la Provincia de Tucumán.
* Información sobre Exámenes Preocupacionales correspondientes a una Fábrica
Azucarera del Departamento de Cruz Alta de la provincia de Tucumán.
* Aportes bibliográficos efectuados por el Instituto Mario Fatala Chaben.
* Información bibliográfica de valor histórico, como Datos Estadísticos de la Base
del Servicio Nacional de Chagas, Jurisdicción Tucumán.
* Información brindada por operarios de la Base del Servicio Contra la Enfermedad
de Chagas, Jurisdicción Tucumán, fruto de la experiencia personal de los mismos.
* Aportes obtenidos en forma directa en entrevistas con personas afectadas por la
Enfermedad de Chagas, mediante Trabajo de Campo.
* Bibliografía referente a la repercusión de la Mecanización Agroindustrial en la
producción Azucarera.
* Variada bibliografía vinculada con aspectos entomológicos, ecológicos, hábitos y
hábitats de los Triatominos, de diversos autores, provistos por la Cátedra de
Parasitología, la 3ª Cátedra de Patología y Clínica Médica, y del Departamento de
Salud Pública de la Facultad de Medicina de la U.N.T.
* Información por Microsoft Internet Explorer.
* Conferencias grabadas mediante cinta magnética electrónica, en el marco del
XVI Congreso Nacional de Cardiología (F.A.C.), realizado en Termas de Rio
Hondo, Santiago del Estero, 6 al 9 de Junio de 1997.
* Biblioteca Personal.
351
b.- INSTRUMENTAL TECNICO
Con la finalidad de procesar la información, fue necesaria la elaboración de una
"Base de Datos", recurriendo a tal efecto a la aplicación de los siguientes elementos:
* Computadora integrada por :
- CPU Pentium -S (90)
- Monitor Color Spectrum AOC SVGA 14"
- Impresora a chorro de tinta.
- Procesador de texto, para Windows.
- Planillas de Cálculos, para Windows.
* Tinta para impresora (H.P.), color y negro.
* Didkettes 3.5" de alta densidad, para resguardo de la documentación registrada.
* Hojas para impresión: Papel Xerográfico-Apto para Laser de 210 x 297 mm.
* Registro en Fotografía y Video- Equipos y materiales empleados:
- Fotografía. Equipo de toma: Camara reflex de un objetivo, 35mm, cuerpo
marca "MINOLTA", Tipo XE-1, con óptica zoom de 28 a 85mm., f:4, marca
"HOYA".
- Para macrofotografías se utilizaron lentillas de aproximación o fuelle y
lente 85 mm. f: 1.7, según el caso.
- Fotografía. Material sensible: película tipo 135x36. Negativo color,
sensibilidad ISO 100.
- Video. Equipo de toma: CAMCORDER SUPER VHS, marca
"PANASONIC", tipo NV-M9000, óptica zoom 12x y Zoom digital 100x.
Ocasionalmente se emplearon lentillas de aproximación. El sonido fue tomado con el
microfono propio de la cámara o un sensor alambrico, según el caso.
352
- De acuerdo con las necesidades, se empleó un trípode profesional para cine
y video, marca "BOLEX PAILLARD", con cabezal hidraulico "MANFROTTO",
tipo 136.
- Video. Material de registro: Videocassette S-VHS tipo T-120.
- Video. Equipo de post-producción: Isla de edición S-VHS marca
"PANASONIC", con dos máquinas tipo NV-HS 1000, mixer digital
"PANASONIC" tipo MX-12 con tituladora tipo KB50, monitor de video y
sonido "SANYO". El diseño gráfico se realizó en una computadora marca
"AMIGA" modelo 4.000, con digitalizador de video y genlock. La totalidad del
equipo es de norma PAL-B.
- Sonido: consola de sonido de 8 entradas marca "SAN-KEY" tipo BX-810,
deck de cassettes marca "TECHNICS" tipo M18, ecualizador gráfico "SANSUI"
tipo SE-8, box de efectos digitales marca "ART / SGE, tipo MACH II. La edición
del sonido se efectuó en una máquina VSH profesional marca "JVC" tipo 8.600.
14.2.2.- METODOS
La metodología aplicada, consistió en el ordenamiento secuencial de los
hechos, habiendose estratificado los pasos a seguir de forma casi espontánea, debido
a la naturaleza propia de la temática sobre la que se pretendía investigar. Al punto de
partida, lo constituyeron la concepción de planteos que siempre fueron interrogantes
en la vida personal y profesional de quién realizo la investigación, procediendo del
siguiente modo:
* Amplio acopio bibliográfico sobre la enfermedad de Chagas, ya citado.
* Gestión y obtención de la correspondiente autorización para acceder a los
"Archivos" de pacientes registrados en el Laboratorio de Chagas de la Asistencia
Pública de Tucumán, en el período comprendido entre los años 1990-1995 inclusive,
353
considerando que constituían una población apreciable (13.880 individuos) para la
realización del análisis estadístico sobre serología chagásica positiva y migración.
Para el logro de lo propuesto, se cumplieron los siguientes pasos:
1.- Solicitud de acceso a los "Archivos" del Laboratorio de Chagas de La
Asistencia Pública de Tucumán, mediante nota fechada el día 21 de febrero de 1996.
2.- Adquisición de los"Archivos" correspondientes a los años 1990-1995,
el día 23 de febrero de 1996.
3.- Puesta en práctica de la investigación.
Se exponen a continuación los valores que representan la mencionada
población estudiada:
- Año 1990...........2.276
- Año 1991...........2.766
- Año 1992...........2.911
- Año 1993...........2.162
- Año 1994...........2.015
- Año 1995 ..........1.750
- Total 13.880
* De idéntico modo al item anterior, se gestionó el acceso al "Archivo
Personal" del Laboratorio de Analisis Clínicos Privado del Dr. Jorge Medina,
informante sobre datos correspondientes a exámenes serológicos preocupacionales,
efectuados en aspirantes a cubrir puestos de trabajo en una Fábrica Azucarera del
Departamento de Cruz Alta, en el período comprendido entre los años 1984-1996.
354
* Gestión y obtención de la información sobre áreas de desmonte
autorizados por la Secretaría de Agricultura y Ganadería de la Provincia de
Tucumán, correspondientes al período 1973-1980.
* Se realizaron diversos viajes de campaña, entre los años 1995 y 1997, en
los meses de julio a enero, termino de tiempo en los que se efectuaron registros
fotográficos y tomas filmicas sobre:
1.- Areas de desmonte en zonas del bosque chaqueño, en los
límites entre las provincias de Santiago del Estero y Tucumán, constituyendo punto de
referencia Arboles Grandes, en el Departamento de Graneros (Tucumán),
lindero con la localidad de Villa Pujio (S. del Estero).
2.- Cosecha integral de caña de azúcar en fundos azucareros
del Departamento de Famaillá.
3.- Aspersión aérea en plantaciones y frontera de bosque en
La Cocha, zona sur de la provincia de Tucumán.
* Se filmaron viviendas de diferentes características en zonas de campaña,
entrevistas con personas nativas de áreas con alta incidencia chagásica, registrandose
real y suficiente documentación, para brindar una mayor objetividad al presente
trabajo. La obtención de tales registros, demandó esforzada actividad física
desplegada en jornadas de casi interminable labor.
* Se ha realizado la búsqueda de datos estadísticos, sobre los movimientos
migratorios humanos en la provincia de Tucumán, tanto en la Dirección Provincial
de Estadíasticas y Censo, como en el Padrón Electoral y en la Dirección de Registro
de las Personas, del Registro Civil de la Provincia de Tucumán, no habiendose
obtenido resultados satisfactorios, especialmente en éste último ya que no se llevan
relevamientos estadísticos.
355
El procesamiento de los archivos, que dieron sustento al análisis migratorio de
los pacientes chagásicos, insumió un mayor porcentaje de tiempo de elaboración
intelectual con relación a los otros tópicos vinculados con el resto del contexto
bibliográfico estudiado, requiriendo la elaboración del juego migratorio de las
personas con serología chagásica positiva, el insumo de un tiempo próximo a los
seis meses, como consecuencia del complejo movimiento de las mismas como más
adelante se podrá observar. Creo oportuno aclarar aquí que a lo largo de todo el
trabajo se habla de serología de Chagas positiva, en realidad, técnicamente
corresponde usar la palabra "reactiva" o "no reactiva" en vez de "positiva" o
"negativa", según se la usa en la actualidad. Preferí conservar el término clásico
"positiva" o "negativa" para facilitar la comprensión del lector.
El material estudiado, se vuelca extensamente en las diferentes partes de este
trabajo, que hacen al desarrollo previo del presente capítulo.
Con la finalidad de encasillar y establecer los distintos tipos de desplazamientos
se diseñaron las siguientes planillas de cálculos:
1) DATOS GENERALES, en las que se incluyen:
- Edad.
- Sexo.
- Serología, positiva o negativa, excluyéndose los serológicos dudosos.
- Existencia o no de migración.
- Pocedencia y radicación actual.
- Si la serología era de primera vez o de varias veces.
2) Registro de CASUISTICA MENSUAL de pacientes, teniendo en cuenta los siguientes
datos:
- Sexo Masculino.
- Sexo Femenino.
356
- Serológía positiva de primera vez.
- Serológía positiva de varias veces.
- Serológía negativa.
- Exclusión de la Serología dudosa.
3) CASUISTICAS ANUALES.
4) MIGRACIONES desde y hacia la provincia de Tucumán, con las siguientes
características:
a) Migraciones intraprovincia con serología positiva de primera vez, hacia capital
y zonas urbanas vecinas.
b) Migraciones intraprovincia con serología positiva de más de una vez, hacia la
capital y zonas urbanas vecinas.
c) Migraciones intraprovincia con serología positiva de primera vez, desde la
capital y zonas urbanas vecinas hacia el interior de la provincia.
d) Migraciones intraprovincia con serología positiva de más de una vez, desde la
capital y zonas urbanas vecinas hacia el interior de la provincia.
e) Migraciones interpueblo, con serología positiva de primera vez.
f) Migraciones interpueblo, con serología positiva de más de una vez.
g) Pacientes serológicos positivos de primera vez, intraprovinciales, sin
migración.
h) Pacientes serológicos positivos de más de una vez, intraprovinciales, sin
migración.
i) Migraciones extraprovincia con serología positiva de primera vez, hacia capital
y zonas urbanas vecinas.
j) Migraciones extraprovincia con serología positiva de más de una vez, hacia
capital y zonas urbanas vecinas.
357
k) Migraciones extraprovincia con serología positiva de primera vez, hacia el
interior de la provincia.
l) Migraciones extraprovincia con serología positiva de más de una vez, hacia el
interior de la provincia.
m) Migraciones extraprovincia con serología positiva de primera vez, hacia fuera
de la provincia.
n) Migraciones extraprovincia con serología positiva de más de una vez, hacia
fuera de la provincia.
ñ) Pacientes serológicos positivos de primera vez, extraprovinciales, sin
migración hacia la provincia.
o) Pacientes serológicos positivos de más de una vez, extraprovinciales, sin
migración hacia la provincia.
5) Se registraron datos de pacientes en forma anual, de 1990 a 1995 inclusive, en las
respectivas planillas.
6) Se procedió al análisis de cada situación en particular. Para evitar complicaciones
en el procesamiento de datos; a las zonas urbanas vecinas se las dividió en, Este y
Oeste. La zona Este comprende: Banda del Rio Salí, Alderetes, Ing. San Juan, y
Lastenia. La zona Oeste: El Manantial, San Pablo, Yerba Buena, Villa Carmela, y
Tafí Viejo.
7) Se manejó la información mediante computación, con la finalidad de mejorar su
procesamiento, tanto en la ubicación geográfica, como en edades y sexo. Se utilizó
Hoja de Calculos EXCEL para Windows, efectuándose los cálculos estadísticos,
gráficos y curvas correspondientes.
Se trabajó sobre la población comprendida en el período 1990-1995 inclusive,
habiéndose analizado los casos que figuran registrados en los "Cuadernos de
358
Archivo" del Laboratorio de Chagas de la Asistencia Pública de San Miguel de
Tucumán. Se excluyeron las personas cuyos datos de identificación eran
incompletos, especialmente en lo que a procedencia y última radicación se refiere,
como así también los de serología dudosa.
Se establecieron dos universos: los pacientes con serología positiva y los
pacientes con serología negativa.
Del total de los mismos, se extrajeron aquellos que tenian serología positiva
para la enfermedad de Chagas y se los dividió a su vez en otros dos universos: los
con serología positiva de primera vez, y los con serología positiva de varias veces.
Posteriormente, se trabajó sobre los serológicos positivos de primera vez, con
la finalidad de determinar la incidencia de la infección chagásica y analizar los
diversos comportamientos de las diferentes formas de migraciones, en el citado
período.
La ubicación de las citas bibliográficas, aunque parezcan redundantes, al final
de cada capítulo en consideración, y aún existiendo una bibliografía general al final
del texto, se justifica por las características de una temática tan polifacética y
multidisciplinaria como lo es la enfermedad de Chagas, sustentándose tal proceder en
la concepción ética sobre el respeto y reconocimiento a cada autor intelectual,
fuente de tan valiosa información.
14.3.- RESULTADOS
14.3.1.- TABLAS Y GRAFICOS
A continuación, se citan las diferentes tablas y gráficos, de modo tal que el
lector pueda tener una visión más clara sobre el planteamiento realizado por el autor;
359
observar la interrelación existente (mediante los datos procesados), en el campo de
las migraciones, la patología chagásica y la actividad laboral de las personas.
Las TABLAS, y los GRAFICOS, se muestran correlativamente ubicados en
PARTE III, del Tomo II.
TABLA Nº 1 (Gráficos Nº1 y Nº2).
En esta Tabla se muestra: El Universo Total Estudiado con Pruebas
Serológicas para Chagas, constituído por 13.880 individuos (7.509 masculinos y
6.371 femeninos), que concurrieron al Laboratorio de Chagas de la Asistencia
Pública de Tucumán, comprendidos en el período 1990 - 1995 y distribuídos del
siguiente modo:
- 1990: 2.276 casos; 1.254 masculinos; 1.022 femeninos. 16,40% del total.
- 1991: 2.766 casos; 1.363 masculinos; 1.403 femeninos. 19,92% del total.
- 1992: 2.911 casos; 1.648 masculinos; 1.263 femeninos. 20,97% del total.
- 1993: 2.162 casos; 1.186 masculinos; 976 femeninos. 15,60% del total.
- 1994: 2.015 casos; 1.049 masculinos; 966 femeninos. 14,51% del total.
- 1995: 1.750 casos; 1.009 masculinos; 741 femeninos. 12,60% del total.
TABLA Nº 2 (Gráfico Nº 3).
Muestra el total de casos con serología positiva para Chagas, distribuídas por
mes y sexo, correspondientes al año 1990. En la misma se puede observar que sobre
un total de 2.276 estudios serológicos, 1.254 corresponden al sexo masculino y
1.022 al sexo femenino. Por otra parte, los resultados muestran 251 serológicos
positivos de primera vez, 58 serológicos positivos de varias veces, y 1.967
serológicos negativos.
360
TABLA Nº 3.
Esta tabla muestra resultados serológicos positivos para Chagas (distribuídos
por mes) en relación al estado migratorio de los individuos estudiados que
presentaron serología positiva de primera vez. Se discriminan las migraciones
intraprovincia hacia capital y zonas urbanas vecinas; desde capital y zonas urbanas
vecinas hacia el interior de la provincia; las migraciones interpueblos; y los casos sin
migración.
TABLA Nº 4.
Esta tabla muestra resultados en pacientes con serología positiva de primera
vez para Chagas, considerando las situaciones migratorias de tipo extraprovincial.
Se registran las migraciones extraprovincia: con inmigración hacia la capital de
Tucumán y zonas urbanas vecinas; inmigraciones hacia el interior de la provincia; y
se consideran las emigraciones desde la provincia, y serológicos positivos
provenientes de otras provincias, sin migración a Tucumán.
TABLAS Nº 5, Nº 6 y Nº 7. (En relación a la Tabla Nº 5, ver Gráfico Nº 4).
Muestran datos correspondientes al año 1991, de idéntica forma a lo expresado
para las tablas Nº2, Nº 3, y Nº 4. Los resultados son los siguientes:
- TABLA Nº 5: 2.766 estudios serológicos:
- 1.363 masculinos
- 1.403 femeninos.
- 225 serológicos positivos de primera vez.
- 61 serológicos positivos de varias veces.
-2.480 serológicos negativos.
- TABLAS Nº 6 y Nº 7 migraciones intraprovincia y migraciones extraprovincia.
361
TABLAS Nº 8, Nº 9 y Nº 10 (La Tabla Nº 8, se encuentra representada en el
Gráfico Nº 5).
Las mismas presentan datos correspondientes al año 1992:
- TABLA Nº 8: 2.911 estudios serológicos:
- 1.648 masculinos
- 1.263 femeninos.
- 222 serológicos positivos de primera vez.
- 72 serológicos positivos de varias veces.
- 2.617 serológicos negativos.
- TABLAS Nº 9 y Nº 10: migraciones intraprovincia y migraciones extraprovincia.
TABLAS Nº 11, Nº 12 y Nº 13. (Respecto a Tabla Nº 11, ver Gráfico Nº 6).
Corresponden al año 1993, las mismas muestran:
- TABLA Nº 11: 2.162 estudios serológicos:
- 1.186 masculinos.
- 976 femeninos.
- 243 serológicos positivos de primera vez.
- 61 serológicos positivos de varias veces.
- 1.858 serológicos negativos.
- TABLAS Nº 12 y Nº 13: migraciones intraprovincia y extraprovincia en forma
respectiva.
TABLAS Nº 14, Nº15 y Nº 16 (Tabla Nº 14, ver Gráfico Nº 7).
Son referentes al año 1994, y en ellas se puede observar lo siguiente:
- TABLA Nº 14: 2.015 estudios serológicos:
- 1.049 masculinos.
362
- 966 femeninos.
- 222 serológicos positivos de primera vez.
- 73 serológicos positivos de varias veces.
- 1.720 serológicos negativos.
- TABLAS Nº 15 y Nº 16: migraciones intraprovincia y extraprovincia,
respectivamente.
TABLAS Nº 17, Nº18 y Nº 19 (Ver Gráfico Nº 8).
Pertenecen al año 1995, y muestran:
- TABLA Nº 17: 1.750 estudios serológicos:
- 1.009 masculinos.
- 741 femeninos.
- 142 serológicos positivos de primera vez.
- 58 serológicos positivos de varias veces.
- 1.550 serológicos negativos.
- TABLAS Nº 18 y Nº 19: migraciones intraprovincia y extraprovincia en forma
correlativa.
TABLA Nº 20 (Ver Gráfico Nº 9).
Esta tabla muestra serología positiva de primera vez para Chagas, en pacientes
discriminados por año y sexo, comprendidos en el período 1990-1995, estando
representados del siguiente modo: masculinos: 691; femeninos: 614; y un total
general de 1.305 casos.
363
TABLA Nº 21 (Gráfico Nº 10; Gráfico Nº 13).
Esta tabla presenta pacientes con Serologías positiva de única vez para Chagas,
en el período 1990-1995, teniendo en cuenta grupos etareos, sexo y migración, hacia
la capital y centros urbanos vecinos. En la misma se puede observar que, los
mayores porcentajes corresponden a las edades comprendidas entre los 20 y 59
años; grupo económicamente activo.
Se puede ver cómo, en este grupo etareo, ha ido decreciendo el porcentaje de
serológicos positivos que tuvieron migración desde el interior de la provincia, del
84,62% (sobre un total de 52 casos) en 1990, al 60,98% (total = 41) en 1991,
82,86% (total= 35) en 1992, 80,55% (total= 36) en 1993, 73,08% (total= 52) en
1994, y 71,43% (total= 28) en 1995. También se observa decrecimiento en el total
de las edades.
Se reitera que Zonas Urbanas Vecinas corresponden a localidades que se
encuentran inmediatamente pegadas a San Miguel de Tucumán y ellas son las
siguientes:
1) En la Zona Este: Alderetes, Bda. del Rio Salí, Ingenio San Juan y
Lastenia.
2) En la zona Oeste: San Pablo, El Manantial, Yerba Buena, Villa Carmela y
Tafi Viejo.
TABLA Nº 22 (Gráfico Nº 11, Gráfico Nº 13).
La misma se refiere a individuos serológicos positivos de primera vez, en
relación a migraciones extra provincia (inmigraciones) hacia San Miguel de Tucumán
y zonas urbanas vecinas, en el período 1990-1995, por grupos etareos y sexo.
364
Esta tabla, presenta también en el grupo etareo de 20 a 59 años una
disminución de porcentaje, que del 74,19% (para un total de 62) en 1990, baja a
64,70% (para un total de 34) en 1995.
TABLA Nº 23 (Gráficos Nº 12 y Nº13).
Muestra los serológicos positivos de primera vez para Chagas, sin migración,
radicados en la capital y zonas urbanas vecinas. En la misma se evidencia un
predominio de los porcentajes de la serología positiva, en los individuos entre 20 a
59 años, con relación a las otras edades.
TABLA Nº 24
En esta tabla que muestra los porcentajes de pacientes con serología positiva de
primera vez para Chagas, sin migración, radicados en el interior de la provincia (en el
mismo período). En ella se puede observar como, entre los 20 a 59 de edad van
decreciendo los citados porcentajes desde el 72,41% (para un total de 29 en 1990) al
68,42% ( total = 19 en 1995) en la población estudiada.
TABLA Nº 25 (Gráficos Nº 12a y Nº12b).
Esta tabla está referida a los serológicos positivos de primera vez,
radicados en el interior de la provincia, capital y zonas urbanas vecinas, sin
migración, en el período 1990-1995. En la misma se puede observar, en los totales
generales, cómo decrecen desde 1990 a 1995. Se puede ver en valores absolutos en
los pacientes estudiados, que de 75 casos en 1990 bajan a 45 en 1995. Como
observación, relacionada con este hecho, no se debe dejar de tener en cuenta la
acción del Servicio Nacional de Chagas emprendida a partir de 1962, y que se
intensificó en los últimos años.
365
TABLA Nº 26 (Gráfico Nº 14).
En esta tabla se presentan las serologías positivas de primera vez provenientes
del interior de la provincia, según localidades de procedencia, radicados en capital y
zonas urbanas vecinas, en el período 1990-1995.
Se puede observar que los mayores porcentajes sobre 52 casos, en el año 1990,
correspondían a: Leales (26,92%), Burruyacú (15,39%) y Cruz Alta (13,46%), y
Monteros (9,62%), pasando a tener los mismos, los siguientes valores en el año
1995 ( para un total de 28 casos): el primero de los citados el 21,43%, el segundo
14,28%, y el tercero 10,71%.
Obsérvese cómo las cifras citadas son coincidentes con las épocas de cierre de
Ingenios Azucareros y con la implementación de nuevas tecnologías de explotación
agropecuaria e industrial. En el gráfico Nº 14 podemos observar el aporte que
diversas localidades del interior de la provincia hicieron a la capital y zonas urbanas
vecinas, con serológicos positivos durante todo el período 1990-1995. Se destaca
Leales con 51 casos, siguiendole Burruyacú con 32, Cruz Alta (27) y Monteros (26).
TABLA Nº 27 (Gráfico Nº 15).
Esta tabla muestra en su total general, los valores correspondientes a casos
serológicos positivos de primera vez para Chagas, provenientes de otras provincias y
otros países, radicados en la capital y zonas urbanas vecinas, en el período 1990-
1995. En la misma se puede observar en valores absolutos que, sobre un total de 62
serológicos positivos, en el año 1990, 34 eran provenientes de Santiago del
Estero, 7 de Salta, 4 de Catamarca, 3 de Córdoba, 2 de Buenos Aires, 2 del
Chaco, 1 de Formosa, 1 de Jujuy, 1 de San Luis, 1 de Santa Fe, y 6 de Bolivia. En
el año 1995, sobre 34 serológicos positivos de primera vez, 13 provenían de
Santiago del Estero, 4 de Catamarca, 3 de Jujuy, 3 de Mendoza, 3 de Salta, 1 de
366
Buenos Aires, 1 de Córdoba, 1 del Chaco, 1 de Santa Fe, y 4 de Bolivia. En el
Gráfico Nº 15 vemos el importante aporte, en serológicos positivos (primera vez)
que hace Santiago del Estero (139) seguido por Salta (37), Bolivia (37) y Catamarca
(18).
TABLAS Nº 26 y Nº 27.
Muestran la "Población Migrante" de zonas urbanas vecinas, otras localidades,
provincias y países, y radicados en San Miguel de Tucumán. período 1990-1995.
Toman los radicados en San Miguel de Tucumán que tuvieron migraciones,
detallando su procedencia.
TABLA Nº 28 (Gráfico Nº 16a y Nº 16b).
Presenta porcentajes de pacientes con serología positiva de primera vez para
Chagas por grupos etareos, sexo y año, inmigraciones hacia la provincia, radicados
en el interior de la misma, correspondientes al período 1990-1995. Se puede
observar en los totales cómo, sobre 15 casos en el año 1990, se baja a 5 en 1995.
Existe además, una coincidencia de valores porcentuales en el grupo etareo de los
20-59 años, presentando los siguientes valores: 86,66% para 1990 y 60,00% para
1995. Estos datos deben ser tenidos en cuenta con relación a la disminución del
requerimiento de las tareas en la zona de campaña, como consecuencia de la
implementación de las nuevas tecnologías y al despoblamiento del campo y la
migración humana hacia los centros mas poblados, los que ofrecen mejores
perspectivas de subsistencia.
367
TABLA Nº 29 (Gráfico Nº 17).
Se pueden apreciar los serológicos positivos de primera vez para Chagas,
provenientes de otras provincias y otros países radicados en el interior de la
provincia según su procedencia. En valores absolutos para el año 1990 en un total de
15 reacciones serológicas positivas 6 provenían de Santiago del Estero, 3 de Salta, 1
de Catamarca, 1 de Córdoba, 1 de Formosa y 3 de Bolivia. Estos valores sufren su
modificación para el año 1995 del siguiente modo, sobre un total de 5 sujetos con
serología positiva de primera vez 3 eran procedentes de Santiago del Estero, 1 de
Córdoba y 1 de Bolivia. En el total del período, también aquí, la provincia que más
aportó fue Santiago del Estero (28) seguida de Bolivia (14) y luego Salta (6),
Catamarca 3.
TABLA Nº 30 (Gráficos Nº 18 y Nº 19).
En esta tabla, ya en números absolutos, se observa una disminución en el total
de casos analizados correspondientes a exámenes preocupacionales en una Fábrica
Azucarera del departamento de Cruz Alta, también en ese período comprendido
entre 1990 y 1995, vinculable con lo expresado en la Tabla Nº 20, que el número de
trabajadores disminuyó por la Tecnología de Punta implementada. Como la
tabla presenta un lapso mayor (desde 1984), en la columna correspondiente al total de
sueros analizados, notamos que el descenso se viene produciendo desde aquella
fecha para caer bruscamente a partir de 1989, año anterior al período de nuestro
estudio. La caída de los porcentajes de reactividad acompaña también a la
observación mencionada.
368
TABLA Nº 31 (Gráfico Nº 20).
En esta tabla se presentan valores comparativos de individuos con migración y
sin migración radicados en San Miguel de Tucumán, comprendidos en el período
1990 -1995. En la misma se puede observar que el 66% corresponden a migrados
con resultados reactivos de primera vez, y el 34% a no migrados.
14.4.- DISCUSION
De acuerdo con lo manifestado hasta el presente se pueden realizar las
siguientes consideraciones, teniendo en cuenta tres aspectos:
1.- Desmonte y Ecosistema;
2.- Nuevas tecnologías agropecuarias, relación laboral y migraciones humanas;
3.- Migraciones de pacientes con serología chagásica positiva de primera vez.
14.4.1.- DESMONTE Y ECOSISTEMA
Según los datos que se citan en el Capítulo 3, pág. 90, sobre El Medio
Ambiente, y considerando los aportes suministrados por integrantes del Equipo
Técnico de la División Forestación de la Dirección de Recursos Naturales y Suelos
de la Secretaría de Agricultura y Ganadería de la Provincia de Tucumán, las cifras
que se disponen oficalmente sobre Desmontes autorizados (Datos: Tucumán en
Cifras II - 1980), son las siguientes:
Período 1973-1980 en has.
- 1973: 13.963
- 1974: 33.605
- 1975: 18.236
- 1976: 18.885
- 1977: 42.750
369
- 1978: 23.732,2
- 1979 16.103,4
- 1980: 1.220
Total: 168.494,6
Lo que representa una Tasa Media de Extracción Anual del 12,5% entre los años
1973-1980 (Fuente DRN-Prov. Tucumán. Año 1990).
Por otra parte, mediante el análisis digital de cintas satelitales de la serie
LANDSAT DEL TERRITORIO PROVINCIAL, mapas temáticos, con control
visual de material fotográfico, se determinaron los caracteres de ubicación, límites y
extensión, de cada formación y tipo forestal, identificadoselos de acuerdo a lo
siguiente:
Bosque chaqueño (llanura y serrano) 382.133 has (42,5%)
Bosque de transición (llanura y serrano) 28.243 has (3,1%)
Bosque Montano (inferior y superior) 488.546 has (54,4%)
Superficie boscosa total reconocida 898.922 has (100%)
Además en base a la estadística proporcionada por Tucumán Cifra II-1980, se
determinó una tasa media de desmonte autorizado por SEAG, arrojando un índice de
12,5% anual en el período 1973-1980. Considerando que la misma se mantiene y
proyectando este índice a la década del 80 se obtiene, sin tener en cuenta los
desmontes no autorizados, una superficie media anual de desmonte del orden de las
21.062,3 has.
Los datos proporcionados por el CFI respecto a las áreas boscosas en todo el
territorio revelan el resultado de: 898.922 has. a diciembre de 1990 (año en que se
efectuaron las tomas satelitales), lo que se utiliza como valor para análisis
370
restrospectivo, que permite determinar teóricamente la superficie boscosa existente
en el año 1980.
Luego 210.623 has. demontadas en el período 1980-1990 aplicadas en su
mayor parte del Parque chaqueño provincial.
Dado que el informe de las mediciones planimétricas sobre carta, brindada por
el Mapa de Uso del Suelo (UNT), determina una superficie entre Montañas y Sierras
de 886.275 has. Si consideramos la superficie boscosa total reconocida por el CFI de
898.922 has. con una diferencia de 4 años, entre toma Spot y LANDSAT, tenemos
una diferencia de 12.647 has., que se pueden atribuir en parte al Parque chaqueño
que aún quedaba con monte.
En una primera aproximación, se puede inferir que en el período
comprendido entre 1980-1990, se reduce la superficie boscosa del territorio
provincial en el orden de las 200.000 has., de las 1.109.545 has. que existían en
1980, a esta cifra habría que sumarle las áreas que se desmontan sin
autorización, y que no fueron determinadas.
Se puede decir entonces que, como idea general, la mayor parte del área
desmontada, corresponde al Parque chaqueño en un 50%, vemos entonces la
tendencia actual en avanzar sobre el Oeste de la Provincia en las zonas de los
bosques de transición y bosques de montaña inferior. El mapa de Uso del Suelo
ilustra graficamente esta situación en el año 1990. (Ver fotografía Nº3 en Anexo
Figuras y Fotografías, página Nº 404).
De acuerdo a lo manifestado, si hacemos un análisis restrospectivo con relación
a los desmontes y al estado actual del bosque nativo, se puede observar que la
acción depredadora del hombre en Tucumán hizo desaparecer el 60% del
bosque natural.
371
Si nos remontamos al año 1500, casi el 95% del territorio tucumano estaba
cubierto por bosques, y hoy solamente una delgada franja del oeste (40%) alberga
unas cuantas especies de vegetales de valor económico. Las estadísticas muestran
que entre 1973 y 1983 se desmontaron 184.427 has. de bosque nativo. Entre 1984 y
1991 la tala totalizo 17.039 has. más (cita 13, capítulo 3). Estimandose que en los
dos últimos años las cifras superaron las 200.000 has.
Los datos referentes a la superficie total que ha sido forestada en el año
1993 indican la existencia de 5.214 has (cita11, capítulo 3).
Al respecto, revelan el estado actual del bosque en el territorio de la provincia,
las cifras publicadas en PANORAMA TUCUMANO del Diario la Gaceta, del 29 de
mayo de 1997, bajo el título "Leña del árbol caído", que dice: "En la actualidad
sólo quedan 750.000 hectáreas de ese verde tapíz, es decir, menos del 30% del
territorio provincial". Citando además que, "Paulatinamente y con el avance de la
agricultura se fueron perdiendo esos espléndidos árboles nativos: primero el
quebracho, luego el algarrobo y más tarde el cebil, el pacará y la tipa". Habiendo
sufrido en forma considerable el pedemonte (cita 13, capítulo 3).
Podemos ver además, en el mismo Capítulo 3 que, hoy se acepta en relación a
la adaptación de los Triatominos al ámbito doméstico en regiones naturales de
América, que han tenido que ver los drásticos cambios generados por los
asentamientos humanos en la naturaleza, obrando especialmente a través de la
intensa deforestación. Por otra parte, la desertización de las tierras, la inadecuada
administración de las zonas deforestadas, favoreció la dispersión de los Triatomíneos
domésticos, contrastando con ello otras modalidades de administración ambiental; la
aplicación de nuevas tecnologías agropecuarias en zonas rurales chagásicas,
372
simplificaron el hábitat y redujeron en forma significativa el riesgo de invasión, con la
extinción de los focos naturales de Triatomíneos.
Estos factores pueden localizar los focos humanos de Trypanosomiasis,
exterminar las reservas naturales de Triatomas, con cambios dinámicos; son
detectables en todo el continente, influyendo en la aparición de nuevos focos y
determinando la desaparición de otros (cita 10, capítulo 3). Y del mismo Capítulo 3,
de acuerdo a lo expresado por Joao C. Pinto Dias: "Las cirscunstancias naturales y
la acción del hombre ubican la enfermedad. El fuego, los cultivos extensivos, los
plaguicidas en gran escala, los desplazamientos faunoflorísticos, las inundaciones,
etc., pueden localizar los focos humanos de la tripanosomiasis, pero también
pueden exterminar las reservas naturales de triatomas" (cita 18, capítulo 3).
Como se podrá apreciar en el Capítulo 6, se señala que en la gran mayoría de
los países en los cuales existe el T. cruzi, se han evidenciado ciclos de transmisión
que involucran una amplia gama de huéspedes, habiendose registrado actualmente
más de 150 especies de 24 familias de mamíferos silvestres y domiciliarios o
peridomiciliarios infectados (cita 4, capítulo 6), entre los cuales, la mayor parte de
los mismos son silvestres; de algunos se conocen muy pocos ejemplares, otros son
abundantes y han logrado hacerse sinantrópicos o domiciliarios mediante procesos
de adaptación, en algunos de ellos probablemente a través de varios siglos (cita 5,
capítulo 6).
Por otra parte, es válido referirnos a lo manifestado en el Capítulo 8, he ahí
pues que, en las áreas endémicas, la transmisión del T. cruzi al humano es una
consecuencia de la relación establecida entre el insecto vector y el hombre a través
de su domiciliación, donde participan dos soportes epidemiológicos, uno el
373
desequilibrio ecológico generado por el hombre al accionar sobre el medio ambiente;
el otro, las características de la vivienda del mismo (cita 6, capítulo 8).
A través de los tiempos, la migración del campesino adquiere el caracter de
obligatoria, y a través de ella, transporta al insecto vector y al parásito, sumando
nuevas áreas rurales en el continente como consecuencia de la búsqueda de zonas
más fertiles y desarrolladas que permitan la superviviencia, contribuyendo de este
modo a la expansión de la endemia chagásica.
Por otra parte, se debe tener en cuenta, que la acción antrópica es determinante
de cambios en la flora y la fauna, facilitando la dispersión de algunas especies y
dificultando el desarrollo de otras; son ejemplos de ello, las modificaciones
ecológicas producidas a raíz de la expansión de las áreas de cultivo de soja y caña de
azúcar en la región del Paraná, habiendo determinado el cambio del nicho ecológico
de T. sordida en Argentina, Brasil y Paraguay.
La aparición de un nuevo modelo urbano industrial y el fracaso de las políticas
agrícolas generó el fenómeno de la urbanización de la enfermedad de Chagas en casi
toda América, en el presente siglo; habiendose producido ello, sin el cambio de las
condiciones psicosociales, económicas y culturales del sujeto chagásico rural (cita
10, capítulo 8).
Como se podrá apreciar, ante la acción modificadora del ecosistema generada
por el hombre (de acuerdo a lo expresado en el Capítulo 5), no escapan algunos
integrantes de la fauna del ámbito silvestre y peridomicilio de nuestra provincia como
vizcachas, cuis, ratas silvestres, comadrejas, quirquinchos, mulitas, y otros
mamíferos, sin despreciar la presencia de murciélagos que se desplazan entre el
bosque y la vivienda del hombre.
374
El avance de las áreas de desmonte en búsqueda de mayor disponibilidad de
suelos, suceptibles a la aplicación de nuevas tecnologías de explotación
agropecuaria, y la acción depredadora del hombre mediante la práctica de cacerías
indiscriminadas, son factores contribuyentes al enrarecimiento de la población de
dichas especies, influenciando a la vez en la disminución de los reservorios naturales
parasitarios. En la actualidad varios de estos mamíferos se encuentran en vías de
extinción (mulita, quirquincho, etc.), lo que significa un importante contribuyente en
la disminución de la transmisión del T cruzi en el medio silvestre.
14.4.2.- NUEVAS TECNOLOGIAS AGROPECUARIAS, RELACION LABORAL Y
MIGRACIONES HUMANAS
Claro está que, en relación a este tema, se deben tener en cuenta las citas
efectuadas en el Capítulo 10 del presente trabajo.
Realizando una visión retrospectiva y remontandonos al año 1966, al
producirse el cierre masivo de los Ingenios Azucareros, se generaron migraciones en
la provincia, y en forma especial las de tipo interno, constituyendo un factor de
"urbanización" de la endemia chagásica (cita 12, capítulo 10).
Se debe considerar además, acuerdo a los datos que brindan las TABLAS Nº
26 y 30 de este trabajo, que los mismos son vinculables con informaciones
periodísticas publicadas por el Diario La Gaceta, con fecha 4 de agosto de 1996,
mencionandose lo siguiente:
"Se estima que en menos de 5 años el duro oficio de zafrero podría quedar
extinguido en el interior tucumano. La incorporación constante de modernas
maquinarias desplaza anualmente a miles de trabajadores que no tienen otra
alternativa que la de emigrar a otras provincias en busca de nuevas fuentes
laborales". Prosiguiendo que: "Aunque la FOTIA sostiene que los obreros del
375
surco ascienden actualmente en la provincia a 25.000 de los 40.000 que ocupaban
hasta hace 4 años, algunos sindicatos que nuclean a estos asalariados aseguran
que en realidad no superan 15.000".
Lo que significa que los extensos cañaverales no tienen la presencia masiva de
zafreros como hace quince años atrás, cuando la cosecha de caña movilizaba cerca
de 100.000 peladores de esa materia prima.
Además teniendo en cuenta la mecanización implementada en la zafra
azucarera, son reveladores los datos aportados por la Jefatura del INTA de
Aguilares, publicado por el Diario la Gaceta, en donde menciona que: "las integrales
sólo en algunas fincas no pueden ser incorporadas porque tienen surcos cortos y
cabeceras angostas". "En estos casos la capacidad laboral de estas máquinas se
reduce hasta en un 50% por el tiempo que insume en dar la vuelta, de modo que
ahora los cultivos de caña son preparados con surcos largos y cabeceras anchas a
fin de que en futuras zafras puedan utilizar las integrales".
"Una de las cosechadoras citadas, es capaz de cosechar un millón de kilos
por día, recorriendo 15 kilómetros por hora, mientras que un obrero puede lograr
3.000 kilos diarios. Así una cosechadora integral con esa capacidad de trabajo,
puede suplir a 339 zafreros ".
Claro que, en la década del 60, las cosechadoras de caña de azúcar no tuvieron
buen desempeño, debido a que los cañaverales no estaban adecuadamente
preparados para la cosecha integral, y los rendimientos eran de bajos promedios (10
toneladas/hora) y que algunas de ellas pasaron la mayor parte de la zafra en galpón;
siendo otro el futuro que deparan las nuevas versiones de cosechadoras, por su
eficacia y elevado rendimiento, a lo que se agrega el empleo de equipos de
transporte de alta capacidad de carga y costos reducidos. Fijaron, a partir de la zafra
1993, el arranque de un nuevo proceso de mecanización (cita 4, capítulo 10).
376
Si se tiene en cuenta, lo que representa la cosecha manual de la caña de azúcar
comparativamente con la cosecha integral, el simple análisis de los datos estimativos
que se aportan luego, sobre jornales por hectárea, según el sistema de cosecha
aplicado en cada caso en particular (cita 6, capítulo 10), el lector podrá observar con
claridad la trascendencia que adquiere como generadora de desocupación,
la tecnificación agroindustrial.
Procedimiento de cosecha de caña:
- Totalmente manual 61 jornales/ha (1)
- Sistema integral 1,3 jornales/ha (2)
(1) Comprende: corte, pelada, despuntado, apilada y carga manual.
(2) Todo el trabajo es integralmente realizado por una sola máquina.
Si tenemos en cuenta que, en el año 1990 la superficie de caña de azúcar
cosechada en la provincia fue de 205,8 miles de has (cita 9, capítulo 10), podemos
formarnos una clara idea de la magnitud de mano de obra requerida para operar:
- Sistema manual:
205,8 x 1.000 = 205.800 ha x 61 jornales/ha = 12.553.800 jornales.
- Sistema integral:
205,8 x 1.000 = 205.800 ha x 1,3 jornales/ha = 267.540 jornales.
Lo que significa que el sistema manual requiere 46,92 veces más, mano de obra o
jornales que el sistema integral.
Los valores precedentes, indican la drástica reducción de mano de obra a
medida que se intensifica la implementación de cosecha integral. Por otra parte, las
tareas que antes contemplaban 56 funciones, a cumplirse entre cultivo y cosecha, con
377
la aplicación de cosechadoras y volteadoras, redujeron a éstas últimas, a un mínimo
de 3.
De acuerdo a lo mencionado en el Capítulo 10 (cita 3, capítulo 10), la
desvalorización de la tarea del zafrero, ha llegado a valores inadmisibles, debido al
convenio laboral de 1988 que sigue en vigencia, el que establece la remuneración de
$2,36 por tonelada, la tarea de limpiar, recortar y decolar la caña de azúcar. El
obrero para poder contar con un ingreso mensual de $566, tendría que alcanzar 8 toneladas
diarias; tal rendimiento laboral es difícil de lograr, aún concurriendo el
mismo a trabajar con todo su núcleo familiar.
En relación a lo manifestado, sobre la mecanización implementada en la
actividad azucarera, es importante observar, como tales implementaciones
tecnológicas pueden influir en gran magnitud sobre la desocupación de mano de
obra. En un Folleto de Divulgación de la Compañía Azucarera Concepción S. A., en
una de sus páginas, bajo el subtítulo: "Materia prima propia" dice lo siguiente:
"Semimecanizada (30%) de la caña cosechada en sus plantaciones, para lo
cual cuenta con 13 cortadoras y 20 cargadora mecánicas.
Mecánica (70%) el ingenio cuenta con 25 máquinas cosechadoras integrales
de su propiedad"(cita 10, capítulo 10).
De ello se desprende que, si una máquina integral para cosecha de caña de
azúcar puede sustituir 339 zafreros, entonces 25 máquinas representan el reemplazo
de 8.475 obreros del surco, y por lo tanto es evidente su repercusión sobre la
migración temporaria de los zafreros, que otrora solían ser por lo general en su
mayoría (en los diferentes ingenios azucareros) procedentes de Santiago del Estero.
378
A través de resultados obtenidos en exámenes preocupacionales efectuados en
terreno de un Ingenio Azucarero de la zona este de nuestra provincia, en el que se
han implementado nuevas tecnologías en la explotación azucarera (tanto en fábrica
como en campo), se pueden realizar importantes observaciones respecto a la
serología positiva para la enfermedad de Chagas, y a los antecedentes de radicación
anterior de las personas a las que se les practicaron estos análisis (cita 7, capítulo
10).
Los citados resultados se exponen a continuación:
Año Total sueros analizados Total sueros reactivos Porcentaje reactividad
1984 389 56 14,4 %
1985 236 26 11,0 %
1986 177 14 7,9 %
1987 194 19 9,8 %
1988 115 8 6,9 %,
1989 73 4 5,5 %
1990 51 3 5,8 %
1991 43 3 6,9 %
1992 27 1 3,7 %
1993 31 2 6,4 %
1994 38 1 2,6%
1995 33 0 0,0%
1996 42 0 0,0 %
379
En el citado trabajo se puede ver que, desde el año 1984 a 1987 las edades de
los pacientes oscilaban entre 20 y 45 años, con un promedio de 32 años; desde el '88
al 92' las edades oscilaban entre 19 y 33 años, con un promedio de 26 años; desde el
'93 al '96 las edades comprendían entre los 18 y 24 años, con un promedio de 21
años.
La procedencia de los pacientes fue variando, desde una netamente rural a una
zona, a partir del '94, netamente urbana, del Dpto. Cruz Alta.
El nivel de instrucción fue variando desde un estudio primario incompleto a un
estudio, a partir del año '91, secundario completo y en algunos casos incompletos.
Los exámenes serológicos consistieron en: Test de Hemoaglutinación Indirecta,
Test de Inmunofluorescencia Indirecta, en esta última reacción se utilizó una
suspensión antigénica de forma epimastigotes de T. cruzi, producida por el Instituto
Nacional de Diagnóstico e Investigación de la Enfermedad de Chagas "Dr. Mario
Fatala Chabén", Buenos Aires Argentina.
Por otra parte en esa misma Fábrica Azucarera, en exámenes preocupacionales
efectuados en 1984 se estudiaron individuos, cuyas edades oscilaban entre 20 y 40 años,
provenientes de zonas rurales de la provincia de Santiago del Estero; zonas
rurales, periurbanas y urbanas de la provincia de Tucumán, que se postularon para
ingresar como operarios de la citada fábrica. Habiendose empleado los mismos tipos
de reactivos citados con anterioridad.
Sobre 389 sueros analizados, se obtuvieron los siguientes resultados: 333
sueros no reactivos y 56 sueros reactivos, obteniendose una reactividad promedio
del 14,4%.
380
Merecen destacarse por el alto grado de reactividad registrada los sujetos
provenientes de las zonas del Bobadal (68%), Arenales (35%), Las Delicias
(66%), Termas de Rio Hondo (33%), ubicadas en la provincia de Santiago del
Estero y laa zonaa de Gdor. Garmendia (21%), Las Cejas (17%), Leales (16%),
ubicadas en la provincia de Tucumán.
Las consideraciones a realizar sobre migracion de los obreros de la citada
Fábrica Azucarera, desde el año 1984 a 1996, son las siguientes:
a) En el año 1984 había aproximadamente 4.000 operarios, a la fecha hay
aproximadamente 2.500 operarios.
b) De éste universo, en el '84, estaban trabajando aproximadamente 1.100
obreros santiagueños, lo que representa el 27%.
c) En la actualidad trabajan aproximadamente 200 santiagueños, lo que
representa el 8%.
Pero se debe destacar que el % de Reactivos en el año 1995, como en 1996 es
"0", y esto se debe a que el personal tomado actualmente no procede de provincias
vecinas.
Obraron entre otras, las posibles causas que se mencionan a continuación:
1) Diversos problemas económicos.
2) Cambio de las caracteristicas de la limpieza manual por limpieza
hidrocinética, en diferentes equipos de fábrica.
3) Uso de cosechadora integral de caña.
4) Suspensión de "LAS AYUDAS", especialmente en lo que a integración
participativa de trabajo del grupo familiar se refiere.
381
14.4.3.- MIGRACIONES DE PACIENTES CON SEROLOGIA CHAGASICA
POSITIVA DE PRIMERA VEZ
En el análisis de los hechos, es necesario manifestar que para las
determinaciones de la serologicas de los individuos que se estudiaron, que
concurrieron al Laboratorio de Chagas de la Asistencia Pública de San Miguel de
Tucumán, en el periodo 1990-1995, se efectuaron por lo menos tres pruebas
serológicas: ELISA, Test de Inmunofluorescencia y Hemaglutinación indirecta para
Chagas, siguiendo las normativas estipuladas por el Instituto Fatala Chabén.
Se ha procedido a la observación del universo constituído por 13.880
individuos de ambos sexos: 7.509 masculinos y 6.371 femeninos, como se puede ver
en la Tabla Nº1, en la que se expusieron cifras cuyos valores reiteramos:
- 1990: 2.276 casos; 1.254 masculinos, 1.022 femeninos. 16,40% del total.
- 1991: 2.766 casos; 1.363 masculinos, 1.403 femeninos. 19,92% del total.
- 1992: 2.911 casos; 1.648 masculinos, 1.263 femeninos. 20,97% del total.
- 1993: 2.162 casos; 1.186 masculinos, 976 femeninos. 15,60% del total.
- 1994: 2.015 casos; 1.049 masculinos, 966 femeninos. 14,51% del total.
- 1995: 1.750 casos; 1.009 masculinos, 741 femeninos. 12,60% del total.
En síntesis mediante la investigación realizada, se ha considerado un total
de 13.880 (100%) pacientes, comprendidos en el período 1990-1995. De los
mismos: 7.509 masculinos y 6.371 femeninos.
Posteriormente se procedió a la selección de los casos serológicos positivos de
única vez, hecho que hace al sustento del presente trabajo, ya que los serológicos
positivos de varias veces no son computables en el procedimiento estadístico, por
382
constituir factores de sesgo, debido a que con ello se corre el riesgo de caer en la
reiteración de inclusión de los mismos, factor que desvirtuaría los resultados de la
investigación realizada. En cambio, con el serológico positivo de primera vez, se
tiene una mayor veracidad sobre el movimiento migratorio que se intenta analizar.
De tal procedimiento, resulta que se ha separado la cantidad de serológicos positivos
de primera vez, tanto masculinos como femeninos, sometidos a serología en el
período 1990-1995 como se puede ver en las Tablas Nº 2 a Nº19.
Si observamos la TABLA Nº 2, se puede ver el total de casos con serología
positiva para Chagas, por mes y en ambos sexos, correspondientes al año 1990,
contando con 2.276 estudios serológicos, 1.254 pertenecientes al sexo masculino y
1.022 al sexo femenino. Los resultados muestran: 251 serológicos positivos de
primera vez; 58 serológicos positivos de varias veces; y 1.967 serológicos
negativos.
Por otra parte tenemos que en la TABLA Nº 3 se muestran resultados
serológicos positivos para Chagas, distribuídos por mes, en relación al estado
migratorio de los individuos estudiados, que presentaron serología positiva de
primera vez, discriminándose las migraciones intraprovincia hacia capital y zonas
urbanas vecinas; desde capital y zonas urbanas vecinas hacia el interior de la
provincia; las migraciones interpueblos; y los serológicos positivos sin migración.
Además en la TABLA Nº 4, se muestran resultados en pacientes con serología
positiva de primera vez para Chagas, en relación a las situaciones migratorias de
tipo extraprovincial: inmigración hacia la capital de Tucumán y zonas urbanas
vecinas; inmigraciones hacia el interior de la provincia; emigraciones desde la
provincia; y serológicos positivos provenientes de otras provincias, sin migración a
Tucumán.
383
En las TABLAS Nº 5, Nº 6 y Nº 7 se muestran datos correspondientes al
año 1991, de idéntica forma a lo expresado para las tablas Nº2, Nº 3 y Nº 4: 2.766
estudios serológicos (1.363 masculinos, 1.403 femeninos) de los cuales: 225 son
serológicos positivos de primera vez:; 61 serológicos positivos de varias veces; y
2.480 serológicos negativos.
De idéntico modo, se pueden ver los datos correspondientes al año 1992, en las
TABLAS Nº 8, Nº 9 y Nº 10: 2.911 estudios serológicos (1.648 en masculinos;
1.263 en femeninos) que comprenden: 222 serológicos positivos de primera vez;
72 serológicos positivos de varias veces; y 2.617 serológicos negativos.
Prosiguiendo con el análisis de los datos obtenidos en las TABLAS Nº 11,
Nº12 y Nº 13, para el año 1993 se tiene: 2.162 estudios serológicos (1.186 en
masculinos, 976 en femeninos) de los cuales: 243 son serológicos positivos de
primera vez; 61 serológicos positivos de varias veces; y 1.858 serológicos
negativos.
En las TABLAS Nº 14, Nº15 y Nº 16, se expresan los valores
correspondientes al año 1994, y en ellas se puede observar: 2.015 estudios
serológicos (1.049 masculinos, 966 femeninos), los que comprende: 222 serológicos
positivos de primera vez; 73 serológicos positivos de varias veces; y 1.720
serológicos negativos.
En las TABLAS Nº 17, Nº18 y Nº 19 pertenecientes al año 1995 se muestran:
1.750 estudios serológicos (1.009 masculinos, 741 femeninos), valores que
comprende: 142 serológicos positivos de primera vez; 58 serológicos positivos de
varias veces; y 1.550 serológicos negativos.
384
Finalmente en la Tabla Nº 20 podemos ver el total de los serológicos
positivos de primera vez para Chagas que se procesaron, los que suman: 1.305 casos.
De estos 1.305 casos estudiados, se han considerado los serológicos positivos
de primera vez que han tenido desplazamientos hacia la Ciudad de San Miguel de
Tucumán y Zonas Urbanas Vecinas, ya sean provenientes del interior de la
provincia (total=244: 122 masculinos, 122 femeninos) (Tabla Nº 21); del exterior
de la provincia (total=277: 125 masculinos, 152 femeninos) (Tabla Nº 22) hacia
Capital y Zonas Urbanas vecinas, como así también los sin migración de la Capital
(total= 252: 145 masculinos, 107 femeninos) (Tabla Nº 23), de valor en relación a
la "Urbanización de la enfermedad de Chagas" (Gráfico Nº 13).
Por supuesto que no dejan de tener importancia los migrantes extraprovincia
hacia el interior de la provincia (total=60: 26 masculinos, 34 femeninos) (Tabla Nº
28), en lo que respecta a la implementación de las "Nuevas Tecnologías de
Explotación Agropecuarias e Industrial. Los del interior de la provincia sin
migración (total=167: 102 masculinos, 65 femeninos) (Tabla Nº 25), como los con
migración desde Capital y Zonas Urbanas Vecinas hacia el interior de la provincia
(total=64: 41 masculinos, 23 femeninos) (Tabla Nº32). Los de migración
interpueblos (total=54: 36 masculinos, 18 femeninos) (Tabla Nº33), hacia fuera de
la provincia (total=21: 10 masculinos, 11 femeninos Tabla Nº34) y los
extraprovinciales sin migración hacia la provincia de Tucumán (totales=166: 84
masculinos, 82 femeninos) (Tabla Nº35) integrantes del conjunto estudiado,
constituyen un grupo sin considerable significación, en lo que respecta a la citada
"migración y urbanización" de la enfermedad de Chagas.
385
En la TABLA Nº 21 considerando los grupos etareos, con migracíon hacia la
capital y centros urbanos vecinos a San Miguel de Tucumán, se puede observar que
los mayores porcentajes corresponden a los individuos comprendidos entre los
20 y 59 años de edad, es decir, en el grupo económicamente activo.
Se puede ver cómo, en este grupo etareo, ha ido decreciendo el porcentaje de
serológicos positivos que tuvieron migración desde el interior de la provincia, del
84,62% (sobre un total de 52 casos) en 1990, al 60,98% (total = 41) en 1991,
82,86% (total= 35) en 1992, 80,55% (total= 36) en 1993, 73,08% (total= 52)
en 1994, y 71,43% (total= 28) en 1995. Siendo la disminución en este grupo en un
54,55 %; 45,45 (en 20-59 años); 53,85 (en totales).
Observese en relación a la "implementación tecnológica" en la provincia,
cómo son coincidentes los valores porcentuales del año 1990, 1992 y 1993.
La TABLA Nº 22 se refiere a individuos serológicos positivos de primera vez,
en relación a migraciones extra provincia (inmigraciones) hacia San Miguel de
Tucumán y zonas urbanas vecinas, en el período 1990-1995, por grupos etareos y
sexo.
Esta tabla, presenta también en el grupo etareo de 20 a 59 años una
disminución de porcentaje, que del 74,19% (para un total de 62) en 1990, baja a
64,70% (para un total de 34) en 1995. Existe una disminución de 52,17%, para el
citado grupo. Para el grupo total estudiado, en todas las edades, corresponde el 45,16%.
La TABLA Nº 23 muestra los serológicos positivos de primera vez para
Chagas, sin migración, radicados en la capital y zonas urbanas vecinas. Se evidencia
un predominio de los porcentajes de la serología positiva, en los individuos entre 20
386
a 59 años, con relación a las otras edades. El grupo etareo de 20 a 59 años de edad,
decrece en 48,79%. El grupo total estudiado (siempre correspondiente al período 1990-
1995) decrece el 43,48%, para todas las edades.
En la TABLA Nº 24 se ven los porcentajes de pacientes con serología
positiva de primera vez para Chagas, sin migración, radicados en el interior de la
provincia. En ella se puede observar que, entre los 20 a 59 de edad van decreciendo
los citados porcentajes desde el 72,41% (para un total de 29 en 1990) al 68,42%
(total = 19 en 1995) en la población estudiada. Este grupo decrece en el período
1990-1995 en el 38,09%. A la población general, para todas las edades,
corresponde el 34,48%.
Es probable que tal disminución de valores entre 1990 y 1995, se vean influenciados
por las migraciones de individuos desplazados hacia centros urbanos más
importantes, lo que fue generando despoblamiento de la zona de campaña, y no
solamente a la acción de la lucha antivectorial implementada a partir de 1962, en
la provincia de Tucumán e incrementada en los últimos años.
En la TABLA Nº 25 referida a los serológicos positivos de primera vez,
radicados en el interior de la provincia, capital y zonas urbanas vecinas, sin
migración, se puede observar cómo, los totales generales decrecen desde 1990 a
1995. En valores absolutos, de 75 casos en 1990, bajan a 45 en 1995 (40,0%)
En relación a la TABLA Nº 26, se puede decir que en la misma se presentan las
serologías positivas de primera vez provenientes del interior de la provincia, según
procedencia, radicados en capital y zonas urbanas vecinas, en el período 1990-1995.
387
Se puede observar que los mayores porcentajes sobre 52 casos, en el año 1990,
correspondían a: Leales (26,92%), Burruyacú (15,39%) y Cruz Alta (13,46%), y
Monteros (9,62%), pasando a tener éstos, en el año 1995, para un total de 28 casos,
los siguientes valores: el primero de los citados el 21,43%, el segundo 14,28%, y el
tercero 10,71%.
Observese cómo las cifras citadas son coincidentes con las "épocas de cierre de
Ingenios Azucareros y con la implementación de nuevas tecnologías de explotación
agropecuaria e industrial ".
La TABLA Nº 27 muestra en su total general, los valores correspondientes a
casos serológicos positivos de primera vez para Chagas, provenientes de otras
provincias y otros países, radicados en la capital y zonas urbanas vecinas, en el
período 1990-1995. En la misma se puede observar en valores absolutos que, sobre
un total de 62 serológicos positivos, en el año 1990, 34 eran provenientes de
Santiago del Estero, 7 de Salta, 4 de Catamarca, 3 de Córdoba, 2 de Buenos
Aires, 2 del Chaco, 1 de Formosa, 1 de Jujuy, 1 de San Luis, 1 de Santa Fe, y 6 de
Bolivia. En el año 1995, sobre 34 serológicos positivos de primera vez, 13
provenían de Santiago del Estero, 4 de Catamarca, 3 de Jujuy, 3 de Mendoza, 3
de Salta, 1 de Buenos Aires, 1 de Córdoba, 1 del Chaco, 1 de Santa Fe, y 4 de
Bolivia.
Las TABLAS Nº 26 y 27 muestran la "Población Migrante" de zonas urbanas
vecinas, otras localidades, provincias y países, y radicados en San Miguel de
Tucumán. período 1990-1995. Toman los radicados en San Miguel de Tucumán y
zonas urbanas vecinas que tuvieron migraciones, detallando su procedencia.
388
La TABLA Nº 28, presenta porcentajes de pacientes con serología positiva de
primera vez para Chagas por grupos etareos, sexo y año, inmigraciones hacia la
provincia, radicados en el interior de la misma, correspondientes al período 1990-
1995. Se puede observar en los totales cómo, sobre 15 casos en el año 1990, se baja
a 5 en 1995. Existe además, una coincidencia de valores porcentuales en el grupo
etareo de los 20-59 años, siendo los siguientes: 86,66% para 1990 y 60,00% para
1995. Estos datos deben ser tenidos en cuenta con relación a la disminución del
requerimiento de las tareas en la zona de campaña, como consecuencia de la citada
implementación de las nuevas tecnologías, al despoblamiento del campo y la
migración humana hacia los centros mas poblados, donde se ofrecen mejores
perspectivas de subsistencia.
En la TABLA Nº 29, se pueden apreciar los serológicos positivos de primera
vez para Chagas, provenientes de otras provincias y otros países radicados en el
interior de la provincia, según su procedencia. En valores absolutos para el año 1990
en un total de 15 reacciones serológicas positivas 6 provenían de Santiago del
Estero, 3 de Salta, 1 de Catamarca, 1 de Córdoba, 1 de Formosa y 3 de Bolivia.
Estas cifras sufren su modificación en el año 1995 del siguiente modo, sobre un total
de 5 sujetos con serología positiva de primera vez 3 eran procedentes de Santiago
del Estero, 1 de Córdoba y 1 de Bolivia.
En la TABLA Nº 30, en números absolutos, se observa una disminución en el
total de casos analizados correspondientes a exámenes preocupacionales en una
Fábrica Azucarera del departamento de Cruz Alta, también en ese periodo
comprendido entre 1990 y 1995, vinculable con lo expresado en la Tabla Nº 21, que
el número de trabajadores disminuyó por la Tecnología de Punta
389
implementada. En la citada tabla, se exponen en un más amplio espectro (sin
marcar en negrita) valores comprendidos entre los años 1984 y 1996, pudiendose
observar el marcado descenso producido en los sueros analizados 389 (1984) y 42
(1996) con los sueros reactivos 56 (1984) y 0 (1996).
Los valores comparativos de la Tabla Nº 31, nos indican claramente los
individuos con serología positiva para Chagas con migración y los sin migración
radicados en San Miguel de Tucumán, revelandonos un total de 407 para los
primeros y 214 para los últimos, correspondientes al período 1990-1995. Estos
valores nos muestran la magnitud de la población comprometida, en el medio
urbano, y la importancia que adquieren las migraciones en lo que a epidemiología de
la enfermedad Chagásica se refiere. Por otra parte si se observa la configuración del
Gráfico Nº 13, se puede apreciar la significación que adquieren las migraciones en
relación al desplazamiento humano con serología positiva de primera vez para
Chagas hacia San Miguel de Tucumán y los centros urbanos vecinos, lugares donde
con la ubicación de la población comprometida por la mencionada enfermedad, se
aloja una conglomerado de serológicos positivos, como "reservorio urbanizado".
En el Capítulo 7, se puede ver como las migraciones desde vastas regiones
rurales sudamericanas hacia los grandes centros poblados, han sido la consecuencia
de condiciones socioeconómicas adversas, y como es lógico de pensar sin
planificación, contribuyendo las mismas al traslado del insecto vector entre las
pertenencias de las personas. Fue así como, comenzaron a describirse los casos
autóctonos de la "ciudad" (a Chagas se refiere), sin dejar de transmitirse por otras
vías. La endemia urbana no alcanza a tener la extensión que posee la rural, debido a
la existencia de barreras espaciales y culturales que tienden a focalizar sus brotes
390
(cita 32, capítulo 7). Por otra parte, cabe la observación realizada en la página 217
de ese mismo capítulo, en relación a la certificación extendida por la Jefatura de la
Base de la Lucha Nacional de Chagas, Jurisdicción Tucumán.
En los ciclos urbanos ubicados aún lejos de regiones endémicas, los
Triatominos estan ausentes y la vivienda no ejerce influencia, estos ciclos se reducen
al parásito en el hombre donde el ser humano como causa y fin, bastante tiene que
ver (cita 33, capítulo 7).
Sin duda alguna, las migraciones: emigraciones e inmigraciones tienen
importancia en la existencia de gran cantidad de afectados chagásicos en medios
urbanos, ya sean asintomáticos o no, tampoco se puede dudar que en esos ámbitos el
mantenimiento y prolongación de la parasitosis humana se vincula con factores
como: transfusiones, transmisión connatal, contaminaciones profesionales, consumo
de carne de animales infectados mal cocinada; formas éstas de contaminación por T.
cruzi, que han sido demostradas, existiendo posiblemente algunas otras que no se
conocen todavía (capítulo7, cita 34).
De este modo se pone a luz en forma evidente la influencia ejercida por el juego
migratorio en la provincia de Tucumán, impuesto por los cambios que se fueron
generando como resultante de acciones económicas y sociales, y que repercutieron a
través de modificaciones ecológicas influyentes sobre la epidemiología de la
enfermedad de Chagas, y sobre la que no obró unicamente la acción de la lucha
antivectorial instalada en la búsqueda del control de dicha enfermedad, sino también
los factores considerados.
391
14.5.- CONCLUSIONES
De las consideraciones efectuadas en el ámbito de la provincia de Tucumán
sobre:
1.- Desmonte y Ecosistema;
2.- Nuevas tecnologías agropecuarias, relación laboral y migraciones humanas;
3.- Migraciones de pacientes con serología chagásica positiva de primera vez.
.......se desprenden las siguientes conclusiones:
14.5.1.- DESMONTE Y ECOSISTEMA
1) Que, en nuestra provincia, es evidente la acción participativa de diversos factores,
cumpliendo roles de importancia, directa o indirectamente sobre la epidemiología
de la enfermedad de Chagas.
2) Que, las acciones económicas, a través del hombre han sido y son en gran parte,
un eje sobre el cual se ha ido produciendo el giro de determinantes de carácter
epidemiológico en nuestra provincia.
3) Que, la desmesurada tala de bosques, cualesquiera hayan sido las causas de la
misma, ha generado modificaciones que han calado en profundidad en el ecosistema,
con el consecuente empobrecimiento del medio, produciendo alteración tanto de la
flora como de la fauna auctoctóctonas; ha generado migración y extinción de
mamíferos, posibles hospedadores de la vinchuca, contribuyendo en la ruptura del
ciclo silvestre de la enfermedad de Chagas. Con el agregado de que al alejar la
frontera de bosque, se generó con el transcurso del tiempo, dificultad al acceso de la
vinchuca silvestre a la vivienda humana.
4) Que, la modificación del ciclo silvestre en la enfermedad de Chagas, se trasunta en
gran parte con los testimonios existentes de la propia gente que vive en el medio
explorado y de los protagonistas directos, involucrados en la lucha vectorial, sobre el
392
Triatomino transmisor de la misma, poniendose en clara evidencia la tendencia al
desplazamiento y cobertura del nicho ecológico que va dejando el T. infestans,
por vectores como T. guasayana.
5) Que, la mayor agresividad y tendencia a la domiciliación de T. guasayana, cada
vez más cercana a la vivienda humana, esté probablemente vinculada con la
disminución de sus recursos de subsistencia, por la desaparición de sus hospedadores
naturales no sólo a través del desmonte, sino también, por la depredación humana en
cacerías de mamíferos.
14.5.2.- NUEVAS TECNOLOGIAS AGROPECUARIAS, RELACION LABORAL Y
MIGRACIONES HUMANAS
1) Que, las innovaciones tecnológicas en la explotación de la tierra, al imprimir
nuevas características a los cultivos y cosechas, especialmente de la caña de azúcar,
han dado un nuevo caríz a la migración humana, intensificando el desplazamiento de
las personas del interior de la provincia hacia centros poblados importantes,
menguando la afluencia de zafreros desde otras provincias, que solían ser un brazo
productivo fuerte en el agro, proveniente por lo general de Santiago del Estero, la
provincia argentina más afectada por la endemia chagásica.
2) Que, con respecto a estas tecnologías, los rociados o aspersiones por tierra y las
aéreas con agroquímicos de alto impacto en la lucha contra las plagas de la
agricultura, podrían haber actuado como causales de disminución de la vinchuca
silvestre, por lo que se debería efectuar un estudio analítico más amplio con la
finalidad de establecer el posible grado de participación de las mismas.
3) Que, con las migraciones se produjo un considerable desplazamiento y posterior
radicación de infectados chagásicos, serologicamente confirmados en la capital de
nuestra provincia y centros urbanos vecinos.
393
14.5.3.- MIGRACIONES DE PACIENTES CON SEROLOGIA CHAGASICA
POSITIVA DE PRIMERA VEZ
1) Que, la demanda de estudios serológicos para Chagas entre el año 1990 a 1995
fue cada vez menor, habiendo sido mayor en el sexo masculino que en el femenino.
2) Que, los individuos con serología reactiva para Chagas comprendidos en el
período 1990-1995, ha ido decreciendo notablemente, revelando una disminución de
los infectados chagásicos en Tucumán. Datos proveniente del Laboratorio de Chagas
de la Asistencia Pública de San Miguel de Tucumán.
3) Que, la población más comprometida, corresponde al sexo masculino.
4) Que, en relación a la incidencia de la enfermedad de Chagas sobre la población,
son más proclives a la Serología Positiva, las edades entre los 20 y 59 años, edades
de etapa netamente productiva. Permitiendo ver una línea descendente en la
incidencia, que es coincidente con lo observado en el universo considerado.
5) Que, tanto las migraciones intraprovincia, como las extraprovincia hacia capital y
zonas urbanas vecinas, coincidentes con el universo considerado, fueron
disminuyendo en el período 1990-1995.
6) Que, en relación a los individuos con serología positiva de primera vez, radicados
en la capital y zonas urbanas vecinas, como en el interior de la provincia y que no
tienen migración, han ido en descenso en forma coincidente en ambas series, claro
está, presentando valores más altos para los de capital y zonas urbanas vecinas, que
de 46 en 1990, bajan a 26 en 1995; en cambio para los radicados en el interior de la
provincia de 29 en 1990, desciende a 19 en 1995. Hecho de llamativas
características, ya que se podrían atribuir las citadas cifras a transmisión por
transfusiones no debidamente controladas desde el punto de vista serológico, o tal
vez al nacimiento de personas en la ciudad capital, hijos de infectadas chagásicas
(madres provenientes de la campaña).
394
7) Que, en relación a las localidades de procedencia de los individuos migrantes,
desde el interior de la provincia hacia la capital y zonas urbanas vecinas,
corresponden las cifras más elevadas y en sentido decreciente a: Leales, Burruyacú,
Cruz Alta, Monteros, Rio Chico, Simoca, Graneros y Trancas.
8) Que, en relación a los sujetos serológicos positivos de primera vez, migrantes
desde otras provincias, corresponden las mayores migraciones a Santiago del Estero,
seguido por Salta, Catamarca y Jujuy. Siendo manifiesta la disminución de la
migración santiagueña que de 34 casos en 1990, desciende a 13 en 1995, en cifras
absolutas. Hecho coincidente con la implementación de nuevas tecnologías de
explotación agroindustrial en la provincia de Tucumán y al cierre de ingenios.
Tendencia claramente evidenciada, en el estudio de exámenes preocupacionales de
alguna fábrica azucarera del Departamento de Cruz Alta, la que ha implementado
una alta tecnificación tanto en campo, como en planta fabril.
9) Que, en relación a los individuos procedentes de países vecinos, Bolivia aportó
con 37 serológicos positivos en el período 1990-1995, habiendo sido el mayor
ingreso correspondiente a 1992 (11 casos).
10) Que, en relación a las inmigraciones, y teniendo en cuenta las edades de 20 a 59
años "grupo economicamente activo" radicado en el interior de la provincia de
Tucumán ha descendido en sus valores de serológicos positivos de primera vez, en
forma ostensible, ya que en 1990 de un total de 13, baja a tan solo 3 en 1995. Hecho
este último, coincidente con el universo estudiado. Vinculable con la introducción de
Tecnologías de Punta Agroindustriales en zonas de la campaña.
11) Que, en el número de casos de serológicos positivos por migración
intraprovincia, extraprovincia y los radicados en San Miguel de Tucumán y zonas
urbanas vecinas, constituyen un relevante núcleo de serológicos que muestran la
importancia de la urbanización de la serología positiva para Chagas. Se verifica un
395
alto porcentaje de los que migraron desde el interior de la provincia: 32%;
migraciones extraprovincia: 35%; y radicados en capital y zonas urbanas vecinas, sin
migración: 33%.
12) Que, en capital se identifican en calidad de migrados: 66%, y como no migrados:
34%. Este hecho revela una vez más, el caracter de urbanización que adquiere la
infección chagásica a raíz de las migraciones humanas, condicionadas
fundamentalmente por factores económicos.
13) Que, teniendo en cuenta la totalidad de los serológicos positivos radicados en la
ciudad capital, tanto los con migración, como los sin migración, es apreciable el
conglomerado de los mismos, constituyendo una considerable "masa latente de
reservorios humanos con serología positiva para Chagas", ubicados en el medio
urbano y potenciales fuentes para la prosecusión de la "cadena epidemiológica" en la
transmisión de la enfermedad por cualquiera de las vías que la misma pueda
disponer.
14) Que, el número de trabajadores provenientes de Santiago del Estero (con alto
nivel de endemicidad chagásica) disminuyó por la Tecnología Agroindustrial de
punta implementada.
15) Que, estos portadores, en su nueva radicación, implican un permanente riesgo
encubierto para la posible transmisión de la enfermedad, tanto por vías
convencionales, como por las no convencionales, lo que torna necesario el estrícto
cumplimiento de las normas de controles transfusionales, para órganos de
transplantes, laboratorio y en maternidades, y mayor énfasis en el actual programa de
Chagas materno infantil.
16) Que, no existe un seguimiento del derrotero migratorio del paciente infectado de
Chagas.
396
17) Que, la migración de cada individuo con serología positiva para Chagas hacia la
Ciudad de San Miguel de Tucumán y Centros Urbanos Vecinos, significa un
chagásico menos en el lugar de su anterior radicación, lo que implica modificaciones
estadísticas epidemiológicas, constituyendo una causa de sesgo si no se tienen en
cuenta tales migraciones y la época del año en las que se realizan los relevamientos
epidemiológicos, especialmente en la campaña. Debido a esto, sería útil el relevar a
los individuos serológicos positivos radicados en la provincia y especialmente en el
medio urbano, con la finalidad de cuantificar la magnitud de los infectados.
18) Que, si bién se han implementado medidas por el Programa Nacional de la
Lucha Contra la Enfermedad de Chagas, y que están dando sus frutos, ello no deja
de ser una inversión de alto costo para el Estado Nacional, haciendose necesario
implementar medidas de carácter operativo, a través de una más amplia legislación,
que podría hacer más real, participativa y solidaria la presencia de quienes se vean
beneficiados con tales medidas, como los explotadores de fundos agropecuarios,
trabajadores, toda la población, y que no recaiga la responsabilidad del esfuerzo
demandado solamente en el Estado.
19) Que, en los útimos siete años no se han recibido denuncias ni detectado
presencia de Triatominos y en especial T. infestants, en el Egido Municipal de San Miguel
de Tucumán.
Como síntesis, se desprende que, no todo lo que significa disminución de la
incidencia de la enfermedad de Chagas en Tucumán, puede ser atribuído a la Acción
operativa del Servicio Nacional de Chagas cuya eficacia está por encima de toda
consideración, sino que influyeron favorablemente como complemento de la misma
otros factores, como ser, los citados anteriormente.
397
14.6.- PROPUESTAS
Teniendo en cuenta los diversos considerandos efectuados surge como
necesidad realizar las siguientes propuestas:
1) En lo referente a las personas en situación de migración, se propone como
objetivo poner en plena vigencia el:
Art. 47 de la Ley Nº 17.671: Todas las personas de existencia visible o sus
representantes legales, comprendidas en la presente Ley, están obligados a
comunicar en las oficinas seccionales, consulares o que se habiliten como tales, el
"cambio de domicilio", dentro de los treinta días de haberse producido la novedad
(cita 7, capítulo 13).
Con la finalidad de que se realice el correspondiente asiento del cambio domiciliario
de las personas, según lo establece la misma, hecho que brindaría el beneficio de
efectuar, más adecuadamente el control migratorio citado anteriormente.
2) De los referentes mencionados anteriormente, sale a luz la necesidad de efectuar
algún cambio en la actual legislación como una alternativa para disminuir costos y
obtener un más efectivo control sanitario en viviendas de zonas de dificil
accesibilidad, para lo que es válida la propuesta de imponer el rociado de las
viviendas (en épocas alternativas, antes de ser ocupadas por el obrero y después de
terminada cada cosecha) a cargo del dueño de los fundos agropecuarios, sujetos a
certificación de haber dado cumplimiento con la norma, por la Autoridad
competente, hecho que bien podría ser efectivado por miembros del Programa
Nacional de Chagas (en el caso de nuestra provincia, la Jurisdicción Tucumán), en la
que los costos sean desgravables impositivamente. Con tal medida se beneficiarían,
tanto el obrero, como el Estado y el empleador ("Sistema de desembolso y reintegro
impositivo").
398
Tal normatización, se podría concretar con una adecuada legislación, de modo
que los respectivos intercontroles los realizarían:
- El trabajador mediante la exigencia de la provisión de una vivienda en
adecuadas condiciones de habitabilidad asegurando el rociado periódico y la
vigilancia entomológica;
- El Estado mediante la verificación del real cumplimiento del control, a ser
efectuado por la Jurisdicción respectiva del Servicio Nacional de Chagas,
- El empleador, que habiendo dado cumplimiento a la norma establecida,
tenga el derecho de reclamar la correspondiente "desgravación impositiva", caso
contrario convendría la aplicación de una determinada penalización (multa) por
incumplimiento de la norma establecida.
Tal proceder, determinaría una significativa disminución de gastos, en relación a
jornales, combustible, insecticidas, equípos de rociado y dispersión de esfuerzos, lo
que le permitiría además, un más uniformado accionar operativo epidemiológico
hacia los centros más poblados del personal involucrado en el Servicio Nacional de
Chagas.
Por otro lado, se obviarían los inconveniente emergentes en la vigilancia
entomológica comunitaria, en lugares de mayor dispersión poblacional y dificil
acceso.
3) La implementación de "Archivos ocupacionales" a través de la Secretaría de Trabajo de
la Provincia, en coordinación con el Sistema provincial o los sistemas
locales de salud, con los que se podrían efectuar seguimientos más acordes con la
evolución epidemiológica de la enfermedad, ya que se encuentra vinculada no sólo
con la salud de la población, sino también con las migraciones, y en especial con
relación a la actividad ocupacional.
399
4) La necesidad de efectuar un catastro provincial de pacientes con serología
positiva para la enfermedad de Chagas, que sirva de indicador de la realidad
epidemiológica de la misma.
5) Mayor cumplimiento de las normas para transfusión, trasplantes de órganos,
laboratorios de análisis clínicos etc.
6) Reforzar y extender el actual Programa de Chagas Materno Infantil.
7) Acelerar las acciones, ya iniciadas, para alcanzar la meta de "erradicación" del
Triatoma infestans dentro de la estrategia de la atención primaria de la salud para
aproximarse más al objetivo propuesto por los organismos nacionales e
internacionales de "Salud para todos en el año 2.000".
PARTE III
Anexos
Figuras y Fotografías
402
Fotografía Nº 1 Dr. Carlos Chagas. Extraída de "Salvador Mazza - su vida, su obra – redescubridor
de la enfermedad de Chagas". Jobino P. Sierra Iglesias. (Ref. Capítulo Nº 2, Pág. Nº 47).
Fotografía Nº 2 Dr. Salvador Mazza. Extracción: Idem anterior. (Ref. Capítulo Nº 2, Pág. Nº 60)
403
Figura Nº 1 Mapa de Tucumán. Puntos geográficos extremos (Ref. Capítulo Nº 3, Pág. Nº 87).
404
Fotografía Nº 3 Mapa de uso de suelo de Tucumán. (Ref. Capítulo Nº 3, Pág. Nº 94).
405
Fotografía Nº 4 Estadíos Evolutivos del T. infestans (Ref. Capítulo Nº 4, Pág. Nº 107).
406
Fotografía Nº 5 T. infestans adulto. Vista dorsal (Ref. Capítulo Nº 4, Pág. Nº 111).
Fotografía Nº 6 T. infestans adulto. Vista Lateral (Ref. Capítulo Nº 4, Pág. Nº 111).
407
Fotografía Nº 7 T. guasayana adulto. Vista dorsal (Ref. Capítulo Nº 4, Pág. Nº 111).
Fotografía Nº 8 T. guasayana adulto. Vista lateral (Ref. Capítulo Nº 4, Pág. Nº 111).
408
Fotografía Nº 9 Fitófago adulto. Vista dorsal (Ref. Capítulo Nº 4, Pág. Nº 130).
Fotografía Nº 10 Fitófago adulto. Vista lateral (Ref. Capítulo Nº 4, Pág. Nº 130).
409
Fotografía Nº 11 Sensor María (Ref. Capítulo Nº 7, Pág. Nº 231).
Fotografía Nº 12 Rancho-Corral de Cabras (Ref. Capítulo Nº 9, Pág. Nº 267).
410
Cosechadora Integral de caña de azúcar (Ref. Capítulo Nº 10, Pág. Nº 292).
Fotografía Nº 13
Fotografía Nº 14 Aplicación aéra de insecticidas. Control de plagas (Ref. Capítulo Nº11, Pág. Nº 302).
411
Fotografía Nº 15 Vivienda de zafrero (Ref. Capítulo Nº 12, Pág. Nº 331).
Tablas y Gráficos
VER EN LA CARPETA SOBRE TABLAS Y GRAFICOS ANEXA EN ESTE MISMO C. D. (PAGINAS: 413 A 472).
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Indice Tomo 2
485
INDICE
TOMO 2 PARTE II: "Trabajo de Campo" Capítulo 7: Aspectos Epidemiológicos 7.1.- Generalidades Pág. Nº 208. 7.2.- La Realidad Argentina Pág. Nº 210. 7.3.- Lucha Antichagásica en Tucumán Pág. Nº 226.
7.5.- Vigilancia Entomológica en la provincia de
Control de la enfermedad de Chagas (1989) Pág. Nº 241.
8.1.- Generalidades Pág. Nº 257.
Citas Bibliográficas Pág. Nº 263.
sobre las Migraciones Humanas y la Enfermedad de
Capítulo Nº 11: Algunas Consideraciones con Relación al Control Químico y Biológico de los Triatominos
7.4.- Programa de Chagas Materno - Infantil Pág. Nº 232.
Tucumán Pág. Nº 236.
7.6.- Procedimiento Convencional Pág. Nº 239. 7.7.- Plan o Acción Comunitaria Pág. Nº 240. 7.8.- Consideraciones del Comité de Expertos en el
7.9.- Síntesis sobre el Control de la Transmisión del Trypanosoma cruzi en la Argentina Pág. Nº 242. 7.10.- El Programa de Chagas en la Actualidad Pág. Nº 245. Citas Bibliográficas Pág. Nº 250.
Capítulo Nº 8: Aspectos Socioeconómicos, Políticos y Culturales de la Enfermedad de Chagas desde la Perspectiva Médica
8.2.- Influencia del Subdesarrollo Pág. Nº 258.
Capítulo Nº 9: La Vivienda Humana 9.1.- Generalidades Pág. Nº 265. 9.2.- Relación Triatominos - Vivienda Pág. Nº 278. Citas Bibliográficas Pág. Nº 282. Capítulo Nº 10: La Influencia de las Nuevas Tecnologías Agroindustriales
Chagas 10.1.- Economías Regionales Pág. Nº 286. 10.2.- Economía Liberal y Tecnología Pág. Nº 289. 10.3.- Esfuerzo Humano vs. Tecnología Pág. Nº 291. Citas Bibliográficas Pág. Nº 296.
11.1.- Control Químico Pág. Nº 299. 11.2.- Control Biológico Pág. Nº 299.
486 11.2.1.- Enemigos Naturales Pág. Nº 306.
Citas Bibliográficas Pág. Nº 312. Capítulo Nº 12: La Enfermedad de Chagas, el Trabajo y la Ley 12.1.- Legislación Laboral Pág. Nº 316. Citas Bibliográficas Pág. Nº 332. Capítulo Nº 13: Chagas y Migración: 13.1.- Generalidades Pág. Nº 334. 13.2.- Poblamiento Prehistórico Pág. Nº 335. 13.3.- La Población Aborígen Pág. Nº 336.
Laboral y Migraciones Humanas Pág. Nº 374.
14.5.- Conclusiones Pág. Nº 391.
13.4.- Desde el Periodo Colonial a la Actualidad. Pág. Nº 336. Citas Bibliográficas Pág. Nº 346.
Capítulo Nº 14: Trabajo de Campo: Específico. Metodología 14.1.- Objetivos Pág. Nº 349. 14.2.- Materiales y Métodos Pág. Nº 349. 14.2.1.- Material Estudiado Pág. Nº 349. 14.2.2.- Métodos Pág. Nº 352. 14.3.- Resultados Pág. Nº 358 14.3.1.- Tablas y Gráficos Pág. Nº 358 14.4.- Discusión Pág. Nº 368. 14.4.1.- Desmonte y Ecosistema Pág. Nº 368. 14.4.2.- Nuevas Tecnologías Agropecuarias, Relación
14.4.3.- Migraciones de Pacientes con Serología Chagásica Positiva de Primera Vez Pág. Nº 381.
14.5.1.- Desmonte y Ecosistema Pág. Nº 391. 14.5.2.- Nuevas Tecnologías Agropecuarias, Relación Laboral y Migraciones Humanas Pág. Nº 392. 14.5.3.- Migraciones de Pacientes con Serología Chagásica Positiva de Primera Vez Pág. Nº 393. 14.6.- Propuestas Pág. Nº 397. PARTE III: "Anexos" Figuras y Fotografías Fotografía Nº 1 Pág. Nº 402.
Fotografía Nº 2 Pág. Nº 402. Figura Nº 1 Pág. Nº 403.
487 Fotografía Nº 3 Pág. Nº 404. Fotografía Nº 4 Pág. Nº 405. Fotografía Nº 5 Pág. Nº 406. Fotografía Nº 6 Pág.Nº 406. Fotografía Nº 7 Pág.Nº 407. Fotografía Nº 8 Pág. Nº 407. Fotografía Nº 9 Pág. Nº 408. Fotografía Nº 10 Pág. Nº 408. Fotografía Nº 11 Pág. Nº 409. Fotografía Nº 12 Pág. Nº 409. Fotografía Nº 13 Pág. Nº 410. Fotografía Nº 14 Pág. Nº 410. Fotografía Nº 15 Pág. Nº 411.
Tablas y Graficos Tabla Nº 1 Pág. Nº 413 Tabla Nº 2 Pág. Nº 414 Tabla Nº 3 Pág. Nº 415 Tabla Nº 4 Pág. Nº 416 Tabla Nº 5 Pág. Nº 417 Tabla Nº 6 Pág. Nº 418 Tabla Nº 7 Pág. Nº 419 Tabla Nº 8 Pág. Nº 420 Tabla Nº 9 Pág. Nº 421 Tabla Nº 10 Pág. Nº 422 Tabla Nº 11 Pág. Nº 423 Tabla Nº 12 Pág. Nº 424 Tabla Nº 13 Pág. Nº 425 Tabla Nº 14 Pág. Nº 426 Tabla Nº 15 Pág. Nº 427 Tabla Nº 16 Pág. Nº 428 Tabla Nº 17 Pág. Nº 429 Tabla Nº 18 Pág. Nº 430 Tabla Nº 19 Pág. Nº 431 Tabla Nº 20 Pág. Nº 432 Tabla Nº 21 Pág. Nº 433 Tabla Nº 22 Pág. Nº 434 Tabla Nº 23 Pág. Nº 435 Tabla Nº 24 Pág. Nº 436 Tabla Nº 25 Pág. Nº 437 Tabla Nº 26 Pág. Nº 438 Tabla Nº 27 Pág. Nº 439 Tabla Nº 28 Pág. Nº 440 Tabla Nº 29 Pág. Nº 441 Tabla Nº 30 Pág. Nº 442
488 Tabla Nº 31 Pág.Nº 443
Tabla Nº 32 Pág. Nº 444 Tabla Nº 33 Pág. Nº 445 Tabla Nº 34 Pág.Nº 446 Tabla Nº 35 Pág. Nº 447
Gráfico Nº 1 Pág. Nº 448 Gráfico Nº 2 Pág. Nº 449 Gráfico Nº 3 Pág. Nº 450 Gráfico Nº 4 Pág. Nº 451 Gráfico Nº 5 Pág. Nº 452 Gráfico Nº 6 Pág. Nº 453 Gráfico Nº 7 Pág. Nº 454 Gráfico Nº 8 Pág. Nº 455 Gráfico Nº 9 Pág. Nº 456 Gráfico Nº 10 Pág. Nº 457 Gráfico Nº 11 Pág. Nº 458 Gráfico Nº 12a Pág. Nº 459 Gráfico Nº 12b Pág. Nº 460 Gráfico Nº 13 Pág. Nº 461 Gráfico Nº 14 Pág. Nº 462 Gráfico Nº 15 Pág. Nº 463 Gráfico Nº 16 Pág. Nº 464 Gráfico Nº 17 Pág. Nº 465 Gráfico Nº 18 Pág. Nº 466 Gráfico Nº 19 Pág. Nº 467 Gráfico Nº 20 Pág. Nº 468 Gráfico Nº 21 Pág. Nº 469 Gráfico Nº 22 Pág. Nº 470 Gráfico Nº 23 Pág. Nº 471 Gráfico Nº 24 Pág. Nº 472 Bibliografía Pág. Nº 474 Indice Tomo 2 Pág. Nº 485
BIOGRAFIA DEL AUTOR
El Dr. Francisco José Sosa nació en Tucumán el 8 de diciembre de 1942. Sus dos
primeros años de escolaridad los realizó en la Escuela Nacional Nº 258, en Macio,
Departamento de Monteros, (zona rural) completando la misma en la Escuela Patricias
Argentinas de la Ciudad Capital.
Cursó en nivel secundario en el Colegio Nacional Bartolomé Mitre de Tucumán del que
egresó con el Título de Bachiller en el año 1960.
Se graduó como Médico Cirujano, el 29 de Julio de 1968, en la Facultad de Medicina de
la Universidad Nacional de Tucumán.
Se incorporó a la docencia a partir de 1969:
Completó la Carrera Docente de Pos Grado en la Cátedra de Semiología de la Facultad
de Medicina de la U. N. T., como Docente Autorizado en Semiología, el 14 de agosto de
1968.
Fué Jefe de Trabajos Prácticos, con Dedicación Simple y Semidedicación en Semilogía.
Jefe de Trabajos Prácticos con Semidedicación en la IIIª Cátedra de Patología y Clínica
Médica de la Facultad de Medicina de la U. N. T., a la cual pertenece en la Actualidad.
Actualmente es Profesor Adjunto de la citada Cátedra.
Es Especialista en Medicina Interna (certificación de la Academia Nacional de Medicina,
19/11/96), en Cardiología (F.A.C., 30/11/96).
Médico del Trabajo (Fac. de Medicina de la U. N. T., 5 de diciembre de 1997).
Doctorado en Medicina (31 de Marzo de 1998). Su Tesis Doctoral fue calificada:
"Sobresaliente". Recibió el premio a “La Mejor Tésis Doctoral” (Premio Anual) que
otorga la Asociación Israelita Sefaradí en la Facultad de Medicina de la Universidad
Nacional de Tucumán.