EXPERIENCIA EDUCOMUNICATIVA

DE LA “CAJA MÁGICA”

A LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS

DE LA INFORMACIÓN Y

LA COMUNICACIÓN

ANTECEDENTES PRIMARIOS

Desde que el día 13 de junio de 1954 la televisión inició sus transmisiones en

Colombia y empezó a hacer parte fundamental en el contexto de los hogares,

el género de las telenovelas se convirtió en una forma de mirar la realidad

existente, “La telenovela se ha consolidado en América Latina como el tipo de

programa no sólo más legitimado en las preferencias de sintonía, sino además

como la forma de producción local que mayor éxito comercial ha alcanzado en

nuestros países…(Martín Barbero, Jesús, La telenovela en Colombia:televisión,

Melodrama y Vida Cotidiana, www.dialogosfelafacs.net/dialogos_epoca/.../17-

04JesusMartin.pdf), por eso desde un principio se basaban en adaptaciones

de obras literarias reconocidas, tanto por pertenecer al ámbito nacional como el

caso de la novela María, de Jorge Isaacs o internacional como Los Novios, del

italiano Alessandro Manzoni. No obstante, a medida que pasó el tiempo, se

fueron introduciendo nuevos esquemas que hacían más cercanos los temas

tratados y transformaban la realidad que la “caja mágica” daba a conocer.

Entre 1984 y 2007 hubo proliferación de historias que intentaban llegar más

cerca a la vida cotidiana de los colombianos, y se empezaron a dar los casos

de Gallito Ramírez, versión del cuento costumbrista del escritor colombiano,

David Sánchez Juliao, que versaba sobre el desarrollo de un romance entre un

boxeador de clase baja que se involucra con una mujer de clase alta de la

sociedad de Cartagena de Indias, pero que mostraba claramente las

costumbres de las ciudades de la Costa Atlántica (región de los departamentos

que poseen costa en el Mar Caribe), le siguieron entre otras muchas de corte

regional, La casa de las Dos Palmas, adaptación de la obra de Manuel Mejía

Vallejo, cuyo argumento giraba alrededor de la vida de los primeros habitantes

de la región llamada paisa (ocupada por departamentos del interior del país,

cuyos habitantes luego se esparcieron por otras regiones) y este ciclo de

telenovelas que perpetuaban los estereotipos, culminó con Café, Aroma de

Mujer, cuyo tema se centraba en el papel de la mujer en el Eje cafetero (región

de los departamentos andinos del centro del país, donde su economía gira

alrededor de la siembra del café).

Estos tres ejemplos de telenovelas dentro de otras tantas, con temática

parecida fueron escogidos por estudiantes de Periodismo de la Universidad del

Sinú de Montería (Córdoba-Colombia), para ser estudiados desde una mirada

crítica que los llevara a reevaluar el concepto de estereotipo, acierto que se

reconoce en palabras de J. I. Aguaded en La educación en televisión:

Televisión educativa. Las Potencialidades educativas del medio, p. 11 “…el

estereotipo da forma a nuestro universo simbólico, determinando sus fronteras

y excluyendo todo aquello que, en teoría, no le pertenece. El estereotipo

establece una relación entre la representación, la diferencia y el poder.”, ya que

los alumnos veían en el manejo de las series, una hiperbolización de las

características de su región y percibían que de igual manera podían darse

esquemas de la misma manera en las que se hablaba de otros lugares, lo que

llevaría a crear una polarización del colectivo imaginario que redundaría en

detrimento de las culturas mencionadas.

En dicho trabajo, los alumnos debían hacer una previa “investigación” sobre las

diferentes teorías del signo, el concepto de estereotipos, diversas opiniones

sobre las regiones colombianas (son seis, a saber: Atlántica, Andina,

Amazónica, Insular, el Pacífico y la Orinoquía) y el manejo de los temas desde

el punto de vista de las telenovelas en Latinoamérica.

Esta primera base debía apoyarse tanto en textos, como en documentación

encontrada en Internet, (que era muy escasa y mal manejada) ya que su visión

iba a verse sostenida por diferenciación de conceptos al respecto, y fue certero

que en este caso hicieran de la diversificación del lenguaje corporal, verbal, los

modismos, las costumbres en las comidas, bailes, celebraciones, etc., de los

personajes en las telenovelas, un fuerte en sus apreciaciones, si se tiene en

cuenta que “se hace evidente que el análisis crítico de las representaciones

mediáticas no debe limitarse, al menos desde nuestra perspectiva, al estudio

de los textos, sino también al de los contextos, como menciona J. I. Aguaded,

Op. Cit. p. 9, y su análisis televisivo pedía ser reorganizado dentro de un

espacio que demostrara si la realidad del medio era la que transformaba el

concepto de la gente o era un reflejo de lo que las personas hacían y pensaba

en su región, y así se tuvo presente lo que nos menciona José Luis Fecé en

Lectura Crítica de los Medios p.4 “…la lectura crítica de los medios

audiovisuales consiste, básicamente, en desmontar la aparente naturalidad de

las imágenes, en discutir la supuesta “transparencia” de los medios

audiovisuales”

Teniendo en cuenta que “…educación y televisión inciden en los procesos de

socialización de las personas y la transmisión cultural del saber…” (La

educación en televisión: Televisión educativa. Las Potencialidades educativas

del medio, J. I. Aguaded, p. 3), el estudio de los estereotipos y su manejo en

las telenovelas estaba enmarcado en un análisis cualitativo, y que arrojaría

resultados generados por simple observación, debía ser mirado con atención y

gran seriedad y aunque pareciese que este género no trascendía en los

saberes de los jóvenes, por ser una tema muchas veces manido y “culebrón”,

se manejó convenientemente, ya que fue asumido en mi papel de docente

pensando que“… cualquier programa de televisión es un medio didáctico en

manos del profesor, si éste decide integrarlo en un diseño curricular concreto”

(J. I. Aguaded, Op Cit p. 16), por lo tanto, las expectativas se cumplieron,

según pude constatar. Se percataron que “Los medios son soportes que

registran o representan y trasladan signos y lenguajes preexistentes. (Del texto

al hipermedia, José Manuel Pérez Tornero, p. 1), y los estereotipos no son

ajenos a ese lenguaje, sino que se acercan de manera casi peligrosa,

perpetuando un sesgo cultural en el inconsciente colectivo.

EL PRESENTE CON LAS TIC

Sin embargo, hoy en día al conocer las diversas herramientas que las nuevas

Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), nos proporcionan en el

ámbito educativo, se hace una retrospectiva vivencial y se le otorgarían

muchos de esos instrumentos que nos proporcionan estas diversas maneras

de enseñanza-aprendizaje, y se alcanzarían resultados mucho más

favorecedores y enriquecedores en el proceso educacional, no solamente para

el estudiante, sino también para el docente, ya que como dice José Manuel

Pérez Tornero refiriéndose al manejo de las imágenes “Si consideramos la

suma de reflexión y conciencia que se ha conseguido y añadimos a ello la

operatividad que da la recién estrenada posibilidad sistemática de manipulación

de esos nuevos lenguajes, podemos hablar del surgimiento de una nueva

comprensión, de una nueva racionalidad lingüística y semiótica. El concepto de

competencia comunicativa puede, por tanto, extenderse y ampliarse.” Op. Cit.

p. 6, y en este caso se ampliaría de igual manera al ente educativo, por la

trascendencia que genera estos acontecimientos importantes para las causas

institucionales en las áreas académicas.

La coordinación del trabajo de los estudiantes se podría, primeramente,

coordinar desde una plataforma Moodle, para monitorear el trabajo individual y

a su vez la experiencia se alimentara del proceso grupal, interactuando y

retroalimentándose cada uno de ellos, con las experiencias recogidas en su

análisis.

Por otra parte, mi experiencia como docente estaría en capacidad de contribuir

con asesoramiento permanente y no habría que esperar a llegar al aula para re

direccionar los pasos dados por el alumno, así como también observaría

nuevas miradas de estudio que no habían sido tenidas en cuenta, pero que los

estudiantes en su observación detectan con gran facilidad, apoyándolos con

herramientas virtuales de seguimiento y evaluación.

Tendrían la posibilidad dentro de su estudio pormenorizado, encontrar más

vertientes ideológicas, coadyuvándoles a crear nuevos argumentos que

sustentaran las posibles ideas que surgieran al mirar con detenimiento las

imágenes televisivas; y con elementos más precisos, como los multimedia que

hoy se manejan en la red de redes, considerarían mejores posibilidades de

aumentar y crear nuevas significaciones teniendo en cuenta que como dice

Pérez Tornero, José Manuel, “Los hipermedia son como el reverso de la

moneda. No permiten un recorrido, sino muchos. Su estructura difícilmente

reconoce un sólo sentido que permita establecer un principio y un fin, más bien

es laberíntica y probabilística.” Op. Cit. p. 8

Asimismo, ya todo lo que gira alrededor de los medios de comunicación se está

nutriendo de diversas vertientes comunicacionales que convergen para

transformar la conceptualización de la realidad, y actualmente “A la pantalla del

televisor se le han sumado la del ordenador, la del teléfono móvil y la de las

consolas de videojuegos; además de otras que, el i-pod y similares están en

plena expansión.”(La Sociedad Multipantallas: retos para la alfabetización

mediática, José Manuel Pérez Tornero, p. 2), por lo que las experiencias

educativas de los estudiantes con las TIC tendrían diferentes resultados y

conseguirían crear nuevas expectativas en su entorno.

En la experiencia mencionada sería factible agregar un mejor manejo de las

tecnologías por parte tanto del docente, como de los estudiantes, circunscrito

sólo al uso de los medios de comunicación masiva, lo que en un primer instante

sesgaba y parcializaba los objetivos de la actividad, ya que muchas de las

opiniones surgidas del estudio se notaban con secuelas de datos ya

establecidos por otros medios. Pues las telenovelas del estudio de caso eran

tema constante no sólo del saber popular, sino de los críticos en revistas y

periódicos, lo que en parte contribuía a desarrollar un prejuicio con relación a

ella, y en ese momento no se pensó en que“…se hace necesario, así, que los

individuos participen de una forma más activa en sus interacciones con los

medios, dada la creciente influencia de éstos en la sociedad actual, para

superar el mero papel receptivo que hasta ahora se les ha

asignado.(Estrategias de Edu-Comunicación en la Sociedad Audiovisual, J. I.

Aguaded, p. 4), lo que hubiese aportado un tanto a los elementos ya conocidos

y establecidos en el estudio.

Cabe señalar que los estudiantes hoy en día estarían en capacidad de crear

productos multimedia en donde confluyeran sus resultados y sus nuevas

posturas sobre el estereotipo manejado en las telenovelas colombianas, a

través de un blog o una página web desarrollando una mirada heterogénea de

la telenovela, para romper el cliché sobre que la televisión solamente produce

banalidades por lo que en los ciudadanos originan “… una actitud de rechazo

hacia el análisis, pues, en general, las ficciones audiovisuales se consideran

como un simple entretenimiento o a lo sumo, como productos culturales que

sólo pueden ser analizados en términos económicos o, en algunos casos,

tecnológicos.” (La educación en televisión: Televisión Educativa. Las

Potencialidades educativas del medio, J.I. Aguaded, p. 5), sino que trasciendan

en la sociedad para una mejor valoración de lo que ofrecen los medios

audiovisuales en el hogar, y no únicamente de los colombianos, sino del mundo

en general.