exili violeta_la vanguardia

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15 Cultura|s La Vanguardia Miércoles, 13 abril 2011 ESCRITURAS El mundo amarillo es esto: ener- gía, humor, ternura, optimismo y conciliación con el presente. “Me hace feliz ver que mi mundo se ex- tiende mucho más de lo que me hu- biera imaginado”, expresa con sa- tisfacción el autor pero sin ápice de autocomplacencia: “Ya estoy en nuevos proyectos, la continuación de Polseres vermelles, una obra de teatro sobre una apuesta de pó- quer y un nuevo libro, del que ya sé que ocupará 1.200 páginas”. Tanta actividad no le impide responder los centenares de correos diarios y los comentarios en Facebook. “La gente me da energía, me emocio- na”. Y le nutre de historias o frases que incorpora aquí o allá (como un patchwork, su obra está llena de re- latos robados y homenajes a gente conocida). Desde que con 25 años publicó sus vivencias en el hospital como enfermo de cáncer, El mundo ama- rillo, Espinosa ha ido ganando po- pularidad por su forma de encarar –y contar– las adversidades de la vida. En todo su trabajo aparece el lado de la vida en el que los huma- nos no suelen manejarse con natu- ralidad: la diferencia, el dolor, el miedo, la enfermedad, la pérdida, la ausencia, la muerte... Espinosa ofrece entonces sus reflexiones con la experiencia de una vida cer- cana a la muerte pero vivida inten- samente, con humor y poesía. Esa vocación de ayuda vertebra toda su creación. En Si tú me dices ven lo dejo todo... pero dime ven (título regalado por una desconocida en la panadería) abre los capítulos con frases de reflexión, algunas propias, otras también prestadas: “Si te pierdes de pequeño, no te perderás de mayor”, “Aprender a caer antes que a caminar”... Para la serie Polseres... escribe un blog des- pués de cada emisión en el que ayu- da a los espectadores –muchos ni- ños y adolescentes– a comprender los acontecimientos. En el capítulo 10, tras una inesperada muerte, es- cribe, por ejemplo, que entiende que los espectadores sientan triste- za o rabia pero que el duelo es ne- cesario “para superar la pérdida y transformarla en ganancia”. “¡Viva la vida con Espinosa!”, ex- claman en Facebook. “¡Humilde, transparente, poco convencional, auténtico!”, reza otro. Amarillo. Ese es el mundo en el que quieren vivir sus seguidores, un mundo cá- lido, lleno de luz y sensibilidad, donde los desconocidos son perso- nas fiables, y la muerte un aliado que recuerda cuánto amor dejaron los que se fueron y cuán intensa- mente hay que vivir. Lo dicho, pa- rece que el amarillo se expande. | ANNA M. GIL Empezaban a trazar una estela en el cielo cultural. Eran inteligentes, trabajadoras, independientes; algu- nas, también, divertidas, sexys y elegantes. Se preparaban. Y cobra- ban visibilidad en el teatro, la nove- la, la poesía, el periodismo, la tra- ducción, la crítica, la ilustración, la política, la promoción del saber. Pe- ro la guerra y la dictadura las puso ásperamente en su sitio. o. Marta Pessarrodona (Terrassa, 1941) nos habla de esas modernas catalanas, nacidas gracias a la Re- pública española de 1931 y conde- nadas a un exilio exterior e inte- rior, en este ensayo poco conven- cional, con un discurso sinuoso, plagado de datos, reiteraciones, co- mentarios y excursos; y con un di- dáctico apéndice de personajes, instituciones y hechos. Un ensayo surgido de la necesidad de revisar y completar la historiografía repu- blicana, que invita a reconstruir el contexto de una época, con nacien- tes espacios de libertad y frustran- tes condicionamientos sociocultu- rales. Y que evita las sentencias ab- solutorias o de condena –aunque ofrece opiniones contundentes–; que pretende dar testimonio de un tiempo desaparecido y contradicto- rio, de generosas protestas revolu- cionarias, de vivos sueños de justi- cia social, de amores en carne viva; también, de traiciones y vengan- zas, de todos contra todos, de san- gre y fuego. Estudio impulsado por Dones per la Llibertat i la Democràcia, di- rigido a todos los públicos, sin tesis ni respuestas fáciles, que abre inte- rrogantes (sobre el papel de la Ge- neralitat y algunos políticos, entre otras cuestiones), L’exili violeta es el producto de una ingente y ardua recopilación de materiales (cartas, memorias, documentos diversos, encontrados en archivos recóndi- tos). Un trabajo de años, que ha fructificado en otros títulos como Mercè Rodoreda i el seu temps, Do- nasses. Protagonistes de la Catalu- nya moderna y França 1939. La cul- tura catalana exiliada, publicado recientemente, junto al poemario Animals i plantes, y el que nos ocu- pa, últimas entregas de una trayec- toria merecedora del reciente Pre- mi Nacional de Cultura. Con un feminismo militante y antidogmático, y un talante disci- plinado, que no se diluye en deta- llismos sentimentales y efectistas, Marta Pessarrodona, erudita y con- testataria, sigue la pista –por Barce- lona y el extranjero, en la diáspora de los campos de internamiento y las residencias de acogida, por tie- rras de nadie– de Margarida Xir- gu, Aurora Bertrana, Mercè Rodo- reda, Anna Murià, Clementita Ar- deriu, Rosa Leveroni, Irene Polo, Mª Luz Morales, Teresa Vernet, Elvira Augusta Lewi, Lola Angla- da, Teresa Pàmies, Federica Mont- seny, Francesca Bonnemaison y Núria Folch, entre muchas otras. En su búsqueda, la ensayista inten- ta recuperar una genealogía disper- sa de escritoras, intelectuales y ar- tistas. Analiza la influencia de las instituciones femeninas antes del conflicto bélico; la presencia de la mujer en los nacientes organismos deportivos y culturales de la época y el protagonismo femenino en la política y la sociedad. Un protago- nismo siempre menor al deseable (por ejemplo, en la Institució de les Lletres Catalanes, el Institut d’Estudis Catalans o la universi- dad). Y en esta celebración de las mujeres en busca de sí mismas, se- guras y dependientes (de las cir- cunstancias, de los demás), Marta Pessarrodona traza el laberinto de las pasiones en el exilio. Las modernas catalanas inten- tan hacerse un hueco en un mun- do de hombres; de ahí que sean ellos, con sus acciones y omisio- nes, con sus logros y sus fracasos, con su forma de llevar las riendas de la historia, quienes –realidad obliga– ocupan gran parte del li- bro. Mientras, ellas intentan encon- trar su lugar, con osadía y coraje, sin agresividad ni rencor, pasando de la lucha por la supervivencia a la cooperación y el diálogo con el sexo masculino. Ellas, destinadas a vagar por territorios peligrosos e inciertos, viven intensamente sus dramáticas existencias, no renun- cian a su sueño civilizado ni al amor: causa de mil contrariedades, y una forma de protegerse de la nostalgia y la muerte. | Marta Pessarrodona L’exili violeta / El exilio violeta Traducción al castella- no de Mireia Sust METEORA 279 PÁGINAS 18 EUROS França 1939. La cultura catalana exiliada ARA LLIBRES 365 PÁGINAS 21,95 EUROS Espinosa: “Me hace feliz ver que mi mundo se extiende mucho más de lo que me hubiera imaginado” Ensayo Marta Pessarrodona ha obtenido el Premi Nacional de Cultura de la Generalitat. Comentamos sus trabajos recientes sobre el exilio republicano Las modernas catalanas Destinadas a vagar por territorios peligrosos, viven sus dramáticas existencias sin renunciar al amor Marta Pessarrodo- na, fotografiada en su domicilio con su perra Món MANÉ ESPINOSA

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15

Cultura|sLa

Vanguardia

Miércoles,13abril2011

ESCR

ITURASElmundo amarillo es esto: ener-

gía, humor, ternura, optimismo yconciliación con el presente. “Mehace feliz ver quemimundo se ex-tiendemuchomásde loquemehu-biera imaginado”, expresa con sa-tisfacción el autor pero sin ápicede autocomplacencia: “Ya estoy ennuevos proyectos, la continuaciónde Polseres vermelles, una obra deteatro sobre una apuesta de pó-quer yunnuevo libro, del que ya séque ocupará 1.200 páginas”. Tantaactividad no le impide responderlos centenares de correos diarios ylos comentarios en Facebook. “Lagente me da energía, me emocio-na”. Y le nutre de historias o frasesque incorpora aquí o allá (comounpatchwork, suobra está llenade re-latos robados y homenajes a genteconocida).Desde que con 25 años publicó

sus vivencias en el hospital comoenfermode cáncer,Elmundo ama-rillo, Espinosa ha ido ganando po-pularidad por su forma de encarar–y contar– las adversidades de lavida. En todo su trabajo aparece ellado de la vida en el que los huma-nos no suelenmanejarse con natu-ralidad: la diferencia, el dolor, elmiedo, la enfermedad, la pérdida,la ausencia, la muerte... Espinosaofrece entonces sus reflexionescon la experiencia de una vida cer-cana a lamuerte pero vivida inten-samente, con humor y poesía. Esavocación de ayuda vertebra todasu creación. En Si tú me dices venlo dejo todo... pero dime ven (títuloregalado por una desconocida enla panadería) abre los capítuloscon frases de reflexión, algunaspropias, otras también prestadas:“Si te pierdes de pequeño, no teperderás de mayor”, “Aprender acaer antes que a caminar”... Para laseriePolseres... escribeunblog des-puésdecada emisiónen el queayu-da a los espectadores –muchos ni-ños y adolescentes– a comprenderlos acontecimientos. En el capítulo10, tras una inesperadamuerte, es-

cribe, por ejemplo, que entiendeque los espectadores sientan triste-za o rabia pero que el duelo es ne-cesario “para superar la pérdida ytransformarla en ganancia”.“¡Viva la vida conEspinosa!”, ex-

claman en Facebook. “¡Humilde,transparente, poco convencional,auténtico!”, reza otro. Amarillo.Ese es el mundo en el que quierenvivir sus seguidores, unmundo cá-lido, lleno de luz y sensibilidad,donde los desconocidos son perso-nas fiables, y la muerte un aliadoque recuerda cuánto amor dejaronlos que se fueron y cuán intensa-mente hay que vivir. Lo dicho, pa-rece que el amarillo se expande. |

ANNA M. GILEmpezaban a trazar una estela enel cielo cultural. Eran inteligentes,trabajadoras, independientes; algu-nas, también, divertidas, sexys yelegantes. Se preparaban. Y cobra-banvisibilidad en el teatro, la nove-la, la poesía, el periodismo, la tra-ducción, la crítica, la ilustración, lapolítica, la promocióndel saber. Pe-ro la guerra y la dictadura las pusoásperamente en su sitio.o.Marta Pessarrodona (Terrassa,

1941) nos habla de esas modernascatalanas, nacidas gracias a la Re-pública española de 1931 y conde-nadas a un exilio exterior e inte-rior, en este ensayo poco conven-cional, con un discurso sinuoso,plagadodedatos, reiteraciones, co-mentarios y excursos; y con un di-dáctico apéndice de personajes,instituciones y hechos. Un ensayosurgido de la necesidad de revisary completar la historiografía repu-blicana, que invita a reconstruir elcontextodeunaépoca, connacien-tes espacios de libertad y frustran-tes condicionamientos sociocultu-rales. Y que evita las sentencias ab-solutorias o de condena –aunqueofrece opiniones contundentes–;que pretende dar testimonio de untiempodesaparecidoycontradicto-rio, de generosas protestas revolu-cionarias, de vivos sueños de justi-cia social, de amores en carne viva;también, de traiciones y vengan-

zas, de todos contra todos, de san-gre y fuego.Estudio impulsado por Dones

per la Llibertat i laDemocràcia, di-rigido a todos los públicos, sin tesisni respuestas fáciles, que abre inte-rrogantes (sobre el papel de la Ge-neralitat y algunos políticos, entreotras cuestiones), L’exili violeta esel producto de una ingente y arduarecopilación de materiales (cartas,memorias, documentos diversos,encontrados en archivos recóndi-

tos). Un trabajo de años, que hafructificado en otros títulos comoMercè Rodoreda i el seu temps, Do-nasses. Protagonistes de la Catalu-nyamoderna yFrança 1939. La cul-tura catalana exiliada, publicadorecientemente, junto al poemarioAnimals i plantes, y el que nos ocu-pa, últimas entregas de una trayec-toria merecedora del reciente Pre-mi Nacional de Cultura.Con un feminismo militante y

antidogmático, y un talante disci-plinado, que no se diluye en deta-llismos sentimentales y efectistas,MartaPessarrodona, erudita y con-

testataria, sigue la pista–porBarce-lona y el extranjero, en la diásporade los campos de internamiento ylas residencias de acogida, por tie-rras de nadie– de Margarida Xir-gu, Aurora Bertrana, Mercè Rodo-reda, Anna Murià, Clementita Ar-deriu, Rosa Leveroni, Irene Polo,Mª Luz Morales, Teresa Vernet,Elvira Augusta Lewi, Lola Angla-da,TeresaPàmies, FedericaMont-seny, Francesca Bonnemaison yNúria Folch, entre muchas otras.En su búsqueda, la ensayista inten-ta recuperarunagenealogía disper-sa de escritoras, intelectuales y ar-tistas. Analiza la influencia de lasinstituciones femeninas antes delconflicto bélico; la presencia de lamujer en los nacientes organismosdeportivos y culturales de la épocay el protagonismo femenino en lapolítica y la sociedad. Un protago-nismo siempre menor al deseable(por ejemplo, en la Institució deles Lletres Catalanes, el Institutd’Estudis Catalans o la universi-dad). Y en esta celebración de lasmujeres en busca de sí mismas, se-guras y dependientes (de las cir-cunstancias, de los demás), MartaPessarrodona traza el laberinto delas pasiones en el exilio.Las modernas catalanas inten-

tan hacerse un hueco en un mun-do de hombres; de ahí que seanellos, con sus acciones y omisio-nes, con sus logros y sus fracasos,con su forma de llevar las riendasde la historia, quienes –realidadobliga– ocupan gran parte del li-bro.Mientras, ellas intentanencon-trar su lugar, con osadía y coraje,sin agresividad ni rencor, pasandode la lucha por la supervivencia ala cooperación y el diálogo con elsexomasculino. Ellas, destinadas avagar por territorios peligrosos einciertos, viven intensamente susdramáticas existencias, no renun-cian a su sueño civilizado ni alamor: causa demil contrariedades,y una forma de protegerse de lanostalgia y la muerte. |

MartaPessarrodonaL’exili violeta /El exilio violetaTraducción al castella-no de Mireia Sust

METEORA279 PÁGINAS18 EUROS

França 1939. Lacultura catalanaexiliada

ARA LLIBRES365 PÁGINAS21,95 EUROS

Espinosa: “Me hacefeliz ver que mi mundose extiende mucho másde lo que me hubieraimaginado”

EnsayoMartaPessarrodonahaobtenido el PremiNacional deCultura de laGeneralitat. Comentamossus trabajos recientes sobre el exilio republicano

Lasmodernascatalanas

Destinadas a vagar porterritorios peligrosos,viven sus dramáticasexistencias sinrenunciar al amor

Marta Pessarrodo-na, fotografiada ensu domicilio con superra MónMANÉ ESPINOSA