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DOCTRINA, IDEOLOGIA Y POLITICALas ideologas comprenden una visin del mundo, del hombre, de la vida, en un conjunto de ideas, que algunos la asumen desde la sumisin y otros desde la liberacinJorge Bolvar en el segundo tomo de su libro Teoras y juegos de la dominacinEs una explicacin clara referenciada a los diferentes comportamientos que las corrientes ideolgicas han tenido a lo largo de la historia, cuando por diferentes vas, llegaron al poder.Ni el materialismo histrico ni el pensamiento cientfico marxista pudo prever ni anticipar un Stalin, desde la instalacin de la dictadura del proletariado.Ni el socialismo republicano espaol de la guerra civil imagin que en el mismo siglo, la social democracia del partido socialista obrero espaol PSOE, encarnara el ala izquierda del neoliberalismo, en su pas en particular y en Europa en general.Tampoco los liberales del siglo XlX de la mano del pensamiento deAdam Smith podran imaginar, en esa poca, la debacle monetarista financiera neoliberal de estos tiempos, que no slo exprimi el Mercado hasta agotarlo, teora de A. Schopenhauer de que el desarrollo del mercado provocara su propia crisis por agotamiento del consumo, en su famosa polmica con Marx que afirmaba que la crisis del capitalismo sera se dara por la contradiccin entre el capital y el trabajo, que llevara a la lucha de clases.En definitiva el eje financiero de la economa capitalista ha provocado las ms grave crisis econmica desde los albores del siglo XX, en los aos 1929, cuando para salir de la misma, lo hicieron con las polticas keynesianas, con ms estado, con ms obra pblica, ms inversin estatal y subsidios, contrarias en su esencia, a los ajustes neoliberales de los ltimos 40 aos.( ver La insubordinacin fundante Marcelo Gullo).Tambin las religiones, funcionaron como ordenadores sociales y ejes polticos, en los tiempos de la historia, trazaron diferencias entre doctrina, ideologa o fe y poltica.As como la Biblia fue el elemento convocante de la fe o ideologa catlica, los Concilios y las articulaciones en el tiempo de necesaria reafirmacin doctrinaria, junto a las encclicas y las implementaciones polticas puntuales en cada tiempo y espacio histrico, permitieron la construccin de un modelo institucional, en cuanto a la Iglesia como poder terrenal, independientemente de los temas confesionales.Lo mismo podramos relatar con el Corn y el Talmud, en cuanto a su devenir histrico y el rol jugado con las adaptaciones doctrinales en los tiempos.Pocos dejaron de ser marxistas por un Stalin, ni por Trozky, ni por Bakunin, ni dejaron de ser capitalistas por un Madoff estrella financiera, estafador con los fondos de inversin, ni por Lehrman Brothers la quebrada consultora global que condujo a la crisis del 2009, ni siquiera abandonaron el capitalismo de estado nacionalista deshumanizado, por Hitler, ni por Franco, ni por Bush.Tampoco dejaron de ser socialistas por los gobiernos claudicantes socialdemcratas europeos, ni los catlicos por la Inquisicin, ni de ser judos por el sionismo terrorista, ni musulmanes por los Talibanes.Como se observa los contenidos ideolgicos son desarrollados en formatos diferentes, aunque conserven el discurso utpico que le dio nacimiento.Entonces las certezas ideolgicas no existen?Si que existen, son los objetivos estratgicos de una nacin, de una regin, de un continente, es el marco conceptual necesario para cualquier accin humana que tenga contenido estratgico, aunque desde un mismo aspecto conceptual existan teoras, algunas con objetivos centralmente econmicos quecabalgan en la idea del crecimiento productivo como meta, independientemente de la calidad de vida de los pueblos, en las concepciones puramente economicistas, tanto del capitalismo liberal de los pases occidentales, como en el capitalismo de estado en los pases socialistas o de economa centralizada.Diferentes sin dudas es la centralidad econmica, a otras construcciones sociales y polticas, tanto de los pueblos del Tercer Mundo en su momento histrico, como de los pases emergentes en la actualidad, intentando construir modelos sociales con centralidad en el hombre, recuperando el humanismo, arrasado en nombre de la modernidad y la globalizacin, que con frmulas llamadas heterodoxas, intentan sacar a millones de personas de la pobreza y la marginacin social, como sucede en Amrica Latina, China, India, Sudfrica y otros, que por otros andariveles distributivos y desarrollos econmicos, con polticas anticclicas, an con diferentes escenarios polticos e ideolgicos, consiguen mejorar sus indicadores sociales.En nuestro pas y en latinoamrica, en funcin del relato oficial histrico antinacional, anglfilo y eurocentrista, se denigr el pensamiento nacional y latinoamericano, en especial al peronismo, a quien no se le otorg la jerarqua de sistema de construccin de ideas, siendo tratado peyorativa y denigratoriamente, con la frmula genrica del populismo, usado luego por el imperialismo y los centros de poder internacionales, para atacar y golpear a todas las expresiones latinoamericanas que expresaban e intentaban construir sus propias teoras polticas soberanas, de desarrollo nacional.Es decir aquello que no era generado por las usinas internacionales del pensamiento hegemnico imperial y eurocntrico como liberales, marxistas, socialistas, socialcristianos entre otras, automticamente era y es rechazado por la academia de los pensadores surgidos de las universidades con deformacin liberal, por los medios de comunicacin, por los politlogos y analistas, por el sistema y lo polticamente correcto, siendo visible esta situacin en la formacin profesional y en las currculas de las diferentes carreras humanistas, desde filosofa hasta literatura, desde antropologa pasando por sociologa, hasta llegar a cualquiera de las ciencias sociales, donde el pensamiento dominante y colonizado sigue siendo en nuestro pas y en Latinoamrica, entregado a la sumisin y el cipayismo intelectual.Se conoce mucho del pensamiento llamado universal, que ignora por prepotencia imperial a miles de millones de seres humanos del planeta y se desconoce que teora expresaban, por ejemplo y para no abundar, las comunidades Tehuelches en estos lares hace 10.000 aos, que con un pensamiento estratgico, ideolgico decan que Dios haba puesto al hombre sobre la tierra para cuidar su fauna y su flora, que ellos eran los mayordomos de Dios en ese cuidado y que cuando les llegase la hora biolgica de su muerte, si haban cumplido su tarea subiran a la Va Lctea e iran al encuentro con Dios.As podramos describir cada una de las culturas milenarias, negadas al acceso universal por procesos imperiales, de dominacin y colonizacin, avasalladas por el poder de fuego y los genocidios de los pases centrales. En China, India , Irn, Afganistn, Egipto, Turqua entre otros que estudian su historia en la escuela primaria desde los 7.000 aos, en que el relato tiene pautas de certezas, sin llegar a confundirse con las mitologas que son las construcciones sin certezas del imaginario colectivo.Sin embargo, pese a ese bagaje de experiencia histrica, la falta de respeto a sus costumbres, sus culturas, sus tiempos de decisin y sus manejos polticos son siempre denigrados por el llamado occidente cristiano, de slo 2.500 aos, asumiendo ser fuente de toda sabidura, destinada a decidir entre el bien y el mal, estigmatizando al mundo, porque es quien ostenta el podermilitar imperial para imponer el discurso nico hegemnico, desde lo econmico a lo cultural.As el manejo de la soberbia colonizadora ha enterrado culturas y conocimiento cientfico, que desde los chinos, otomanos y rabes irrumpieron al mundo llevando conocimientos y culturas milenarias a una Europa brbara e inculta. La misma situacin de enterramiento fue el de los pueblos azteca o el inca, verdaderas civilizaciones, llamadas salvajes por codiciosos aventureros, marginales y ladrones genocidas europeos, llegados desde el otro lado del mar.

EL ANARQUISMO como IdeologaEn el pasado los marxistas sin excepcin se empearon en presentar el anarquismo ya como una ideologa de los pequeos propietarios rurales y de la pequea burguesa (artesanado, etc.), ya como una ideologa dellumpen proletariat. El propio Marx trataba a Proudhon como unpetit-bourgeoisy a Bakunin como undesclasado. Hoy, algunos marxistas ms lcidos o menos dogmticos reconocen que el anarquismo ha sido y es una de las alternativas ideolgicas de la clase obrera.Si de algo sirviera, podramos recordar que Proudhon era hijo de un tonelero y de una sirvienta, mientras Marx lo era de un prspero abogado y Engels de un rico industrial. Pero entonces tendramos que traer a colacin tambin el hecho de que Kropotkin era un prncipe que perteneca a una de las ms antiguas estirpes nobiliarias del Imperio Ruso y que Bakunin era tambin miembro de una aristocrtica familia, vinculada a altos dignatarios de la corte del zar.Lo cierto es que all donde el anarquismo floreci y logr influencia decisiva sobre el curso de los acontecimientos, sus huestes estaban mayoritariamente integradas por obreros y campesinos. Varios ejemplos podran traerse, pero el ms significativo es, sin duda, el de Espaa.Bien sabido es que, pese al esfuerzo y al disciplinado tesn de los enviados de Marx y de los discpulos de Pablo Iglesias, la clase obrera espaola, en la medida en que tuvo alguna ideologa consciente, fue mayoritariamente anarquista (al menos entre 1870 y 1940). No en todas las regiones y provincias de Espaa, sin embargo, el anarquismo arraig con igual fuerza. Su principal baluarte fue, indiscutiblemente, Barcelona. Ahora bien, Barcelona era la ciudad ms industrializada y, por consiguiente, la de mayor poblacin obrera en la pennsula. La conclusin es clara. No se puede dudar de que el anarquismo es all la ideologa de la clase obrera, y ello no slo porque la mayor parte de los trabajadores industriales la han abrazado como propia, sino tambin porque tal ideologa es el motor principal (si no nico) de todos los cambios autnticamente revolucionarios que all se producen. Pero es cierto tambin que en muchas regiones el anarquismo es profesado por las masas de los campesinos sin tierra y que en esas regiones en nombre del anarquismo se realiza todo cuanto de revolucionario se hace.Ms an, inclusive ellumpen proletariatha abrazado a veces el anarquismo, sobre todo en los momentos de gran agitacin social y de efervescencia revolucionaria (lo cual no quita que otras veces se haya puesto al servicio del fascismo).Quiere esto decir, entonces, que el anarquismo es una ideologa policlasista? Quiere decir que, aunque surge, se desarrolla y alcanza su mayor fuerza dentro de la clase obrera, es una ideologa de todas las clases oprimidas y explotadas en cuanto tales, mientras sean capaces de liberarse sin oprimir o explotar a otras clases, quiere decir que, si bien halla ante todo en la clase obrera su protagonista, corresponde asimismo a otras clases sometidas e inclusive puede extenderse a minoras discriminadas.[3]En esto se muestra el carcter amplio y no dogmtico del anarquismo: no tendra ninguna dificultad en aceptar que la clase obrera puede, en determinadas circunstancias histricas, dejar de ser la protagonista de la revolucin y que su bandera puede ser recogida por otra clase o por un sector de otra clase. Las ideas de Marcuse a este respecto, que tanto escandalizan a la ortodoxia marxista, no son una hereja ni siquiera una novedad para el anarquismo. Dentro de la misma clase obrera son los sectores ms explotados, las vctimas de los may res rigores del sistema capitalista y de la ms cruel represin policaco-militar los que, en general, se inclinan ms hacia el anarquismo. El marxismo, por el contrario, encuentra sus mejores adeptos sobre todo en las capas medias y altas de la clase obrera, entre los obreros especializados y alfabetizados, entre los semitcnicos y los cuasiletrados y desde luego, entre quienes renuncian a la opcin pequeo-burguesa por la aspiracin ms o menos consciente al funcionariado en el presunto Estado socialista.Sociedad y EstadoAnarquismo no significa en modo alguno ausencia de orden o de organizacin. Los pensadores anarquistas, desde Proudhon, opusieron el orden inmanente, surgido de la vida misma de la sociedad, de la actividad humana y del trabajo, al orden trascendente, externo, impuesto desde afuera por la fuerza fsica, econmica o intelectual. El primero, que es no slo el nico autntico sino tambin el nico slido y duradero, supone la supresin del segundo, falaz y esencialmente inestable. En esta oposicin se basa la aparente paradoja proudhoniana: La libertad no es la hija del orden sino su madre.Aunque en un momento dado se produjo un debate bastante violento entre los anarquistas partidarios de la organizacin por un lado y los enemigos de la misma por otro, la disputa se refera ms bien al tipo de organizacin deseable y a la participacin de los anarquistas en los sindicatos. Nadie o casi nadie ha desconocido la necesidad de una organizacin; todos los anarquistas, sin excepcin, se han pronunciado contra cualquier organizacin artificiosa, impuesta y, sobre todo, vertical.Anarquismo no quiere decir, tampoco, negacin de todo poder y de toda autoridad: quiere decir nicamente negacin del poder permanente y de la autoridad instituida o, en otras palabras, negacin del Estado.Los anarquistas pueden admitir perfectamente la intrnseca autoridad del mdico en lo que se refiere a la enfermedad y a la salud pblica en general o del agrnomo en lo que toca al cultivo del campo: no pueden aceptar, en cambio, que el mdico o el agrnomo, por el hecho de haber sido elegidos por el sufragio popular o impuestos por la fuerza del dinero o de las armas, decidan permanentemente sobre cualquier cosa, sustituyan a la voluntad de cada uno, determinen el destino y la vida de todos.Del mismo modo que las sociedades llamadas primitivas no desconocen el poder (y aun, como quiere Clastres, el poder poltico), pero se caracterizan esencialmente frente a los pueblos civilizados por ignorar el Estado, esto es, el poder poltico permanente e instituido, los anarquistas aspiran a una sociedad no dividida entre gobernantes y gobernados, a una sociedad sin autoridad fija y predeterminada, a una sociedad donde el poder no sea trascendente al saber y a la capacidad moral e intelectual de cada individuo.En una palabra, los anarquistas no niegan el poder sino ese cogulo del poder que se denominaEstado. Tratan de que el gobierno, como poder poltico trascendente, se haga inmanente, disolvindose en la sociedad.La Sociedad, que todos los pensadores anarquistas distinguen cuidadosamente del Estado, es para ellos una realidad natural, tan natural por lo menos como el lenguaje. No es el fruto de un pacto o de un contrato. No es, por consiguiente, algo contingente, accidental, fortuito.[4]El Estado, por el contrario, representa una degradacin de esa realidad natural y originaria. Se lo puede definir como la organizacin jerrquica y coactiva de la sociedad. Supone siempre una divisin permanente y rgida entre gobernantes y gobernados.Esta divisin se relaciona obviamente con la divisin de clases y, en tal sentido, implica el nacimiento de la propiedad privada.El marxismo coincide, en lneas generales, con esta ltima tesis. Pero un grave problema se plantea a este propsito y la solucin del mismo vuelve a dividir a marxistas y anarquistas.Para los primeros la propiedad privada y la aparicin de las clases sociales da origen al poder poltico y al Estado. Este no es sino el rgano o el instrumento con que la clase dominante asegura sus privilegios y salvaguarda su propiedad. El poder poltico resulta as una consecuencia del poder econmico. ste surge primero y engendra a aqul. Hay, por tanto, una relacin lineal y unidireccional entre ambos: poder econmico (sociedad de clases) poder poltico (Estado).Para los anarquistas, en cambio, es cierto que el Estado es el rgano de la clase dominante y que el poder econmico genera el poder poltico, pero ste no es sino un momento del proceso gentico: tambin es verdad que la clase dominante es rgano del Estado y que el poder poltico genera el poder econmico. La relacin es aqu circular y, sin duda, dialctica (a pesar de que algunos anarquistas como Kropotkin, rechacen toda forma de dialctica):Poder econmico (sociedad de clases) Poder poltico (Estado)La raz de todas las diferencias entre el marxismo y el anarquismo en lo referente a la idea de la sociedad, del Estado, de la revolucin, se encuentra precisamente aqu.Los anarquistas saben (desde Proudhon y Bakunin) que una revolucin que pretenda acabar con las diferencias de clase sin acabar al mismo tiempo (y no ms tarde) con el poder poltico y la fuerza del Estado est inevitablemente condenada no slo a consolidar el Estado y a atribuirle la totalidad de los derechos, sino tambin a engendrar una nueva sociedad de clases y una nueva clase dominante. En este sentido, las palabras que Bakunin escribiera en su polmica con Marx y la socialdemocracia de su tiempo resultaron profticas. Algunos marxistas lo reconocen as en nuestros das, obligados por el mismo Marx a confesar que los llamados pases socialistas han sustituido simplemente el clsico capitalismo de la libre empresa por un capitalismo de Estado; que el papel de la burguesa ha sido cmodamente asumido, en la URSS, por una nueva clase tecno-burocrtica; que las llamadas democracias populares, lejos de superar las limitaciones e incongruencias de la democracia representativa, las han agravado hasta la caricatura, y que de la autntica democracia directa de los soviets de 1918 no queda hoy sino el nombre irnicamente adosado al nombre de un Estado donde no hay ningn tipo de autogestin autntica.

Partidos polticos1.- Definicin:Es una organizacin poltica que se adscribe a una ideologa determinada o representa algn grupo en particular, creado con el fin de ayudar de una forma democrtica a la determinacin de la poltica nacional y a la formacin y orientacin de la voluntad de los ciudadanos.Segn el artculo 1 de la Ley de Partidos Polticos, se reserva la denominacin de "partido" a los reconocidos como tales por el Registro de Organizaciones Polticas del Jurado Nacional de Elecciones.Adems son de creacin libre, amparados pues en el artculo que consagra el derecho de asociacin en la constitucin (Art. 2-17), pero no son rganos del Estado. Teniendo derecho a acceder de ayuda financiera de parte del Estado.2.-Tipos de Partidos Polticos:a) De masas:Estos son los partidos que se basan en la poblacin basndose en los atractivos de sus lderes y no tanto apoyndose en la fuerza estructura orgnica. Busca reclutar a las masas. La financiacin se realiza a travs de las cuotas de los militantes. La ideologa es muy importante.b) De cuadro:Son partidos creados desde el poder. Surgen cuando el sufragio era restringido. El reclutamiento de sus miembros se hace en funcin de los atributos o cualidades personales. Son escogidos selectivamente. La financiacin de estos partidos es capitalista, y su organizacin es dbil y est confiada a las elites. La ideologa no es importante, el partido es casi un club selecto. Su influencia en la poblacin est dada por el trabajo poltico de sus militantes ms que por la influencia de sus lderes.c) De electores:Intentan capturar el mayor nmero de votos posibles. En estos partidos, la ideologa pierde importancia, slo buscan conseguir votos, as que disminuye la intensidad de la ideologa para llegar a ms votantes. En cambio, se refuerza la figura de los lderes polticos3.- Sistemas de partidos:Los partidos polticos no actan aisladamente, se necesitan los unos a los otros, interactan, conformando los sistemas de partidos (el resultado de la interaccin entre los partidos que compiten entre s en la lucha poltica). Hay dos tipologas de sistemas de partidos:

a) Por el nmero de partidos que compiten:-Sistemas de partido nico:Solamente hay un partido. Ejemplo: El PCUS de la URSS.

-Sistemas bipartidistas:Hay dos partidos compitiendo. Es perfecto si hay slo dos, e imperfecto si hay pocos ms.

-Sistemas multipartidistas:Hay muchos. Es moderado si hay de 3 a 5 partidos (aproximadamente), polarizante si hay entre 7 y 10, y el atomizado (ms de diez). Siempre si estos partidos se presentan en el mbito estatal.b) Por modelo de competencia:-Modelo de competencia centrfuga:Los partidos huyen del centro, van hacia las posiciones ms marcadas. Esto lo hacen porque en el centro hay pocos votantes, estn todos repartidos entre la derecha y la izquierda. Por eso son ms radicales.

-Modelo de competencia centrpeta:La mayora de los votantes son de centro, por tanto, los partidos mayoritarios buscan el centro y se moderan (para captar el mayor nmero de votos posibles).4.- Funciones:Las principales funciones de los partidos polticos son las siguientes:

-Crean objetivos, ideologa y programas. La mayora de ciudadanos tiene una preferencia poltica ms o menos explcita.

-Son instrumentos de socializacin y motivacin poltica. Promueven la participacin poltica de los ciudadanos (no solo la electoral, sino tambin la militancia, el asociacionismo...).

-Bsqueda de elites. Tienen casi el monopolio del reclutamiento del personal representativo (ministros, alcaldes, concejales...).

-Agregacin de intereses y demandas. Toman en consideracin los intereses, preocupaciones, demandas, y las convierten en polticas generales.

-Elaboracin de polticas pblicas.5.- Organizacin interna de los partidos polticos:Los partidos polticos que actan en los pases democrticos tienen una organizacin interna que coincide con las caractersticas del sistema poltico en el cual actan. De manera muy general, las cartas orgnicas (documento por el cual cada partido establece su estructura directiva y los derechos y obligaciones de las autoridades partidarias y de los afiliados) de los partidos prevn tres poderes:*Un comit o consejo superiorcuya denominacin cambia segn el partido del que se trae, que ejerce la funcin ejecutiva de direccin de la agrupacin.*La Asamblea de afiliados o convencin partidaria, que toma las principales decisiones como, por ejemplo, la sancin de la plataforma electoral o del rgimen de sanciones de que son posibles los afiliados, etc.*El Tribunal de disciplina o de conducta, que aplica las sanciones a aquellos dirigentes o afiliados que hayan incurrido en los supuestos de indisciplina que se contemplan en la carta orgnica.Esta estructura corresponde a los organos centrales del partido. A su vez, los partidos polticos estn compuestos por una organizacin de base que, se denominan clubes o centros y que en el nuestro, generalmente, se conocen con el nombre de comits, unidades bsicas. Estas unidades tienen sus correlatos a nivel de ciudades, provincias y Nacin.En la actualidad, todas las Constituciones modernas fijan ciertos principios en materia de partidos polticos a partir de los cuales se dictan leyes especiales donde se desarrollan los aspectos sustanciales de la vida de los partidos.6.- Importancia:a) Los partidos polticos en los sistemas democrticos representativos:1. Son el sentir y el pensamiento de los peruanos, a los que estn obligados a defender y beneficiar con las leyes y medidas que aprueben.1. Son los cauces bsicos para crear, agrupar y representar opiniones e intereses polticos de cara a los procesos electorales.1. Contribuyen a seleccionar las elites polticas y a los gobernantes.1. Formulan los programas y opciones ideolgicas que compiten en el terreno poltico, engarzan intereses y preferencias ideolgicas.1. A travs de ellos se estructura y realiza en el estado todo lo que tiene importancia poltica.b) La intervencin de los partidos en la sociedad:1. La intensidad de su intervencin vara de una sociedad a otra.En el caso de las elecciones generales y parlamentarias, tienen el candidato, pero tambin existen otros factores que son determinantes para obtener la mayora de votos, como su pertenencia o alianza con uno o ms partidos, o que se presente determinado programa de gobierno.

El liberalismoLa primera observacin que hay que hacer en torno al liberalismo tiene que ver con su imprecisin, su indefinicin y lo elusivo de su naturaleza histrica. En realidad, nadie debe alarmarse porque el liberalismo tenga ese contorno tan esquivo. Probablemente ah radica una de las mayores virtudes de esta corriente de pensamiento. El liberalismo no es una doctrina con un recetario unvoco, ni pretende haber descubierto leyes cientficas universales, capaces de desentraar los misterios de la evolucin histrica de las sociedades y el comportamiento de los seres humanos. No. Nada de eso. El liberalismo es un cmulo de ideas y no una ideologa cerrada y excluyente que se ensea como una verdad.El liberalismo, ya puestos a la tarea de su asedio, es un conjunto de creencias bsicas, de valores y de actitudes organizadas en torno a la conviccin de que a mayores cuotas de libertad individual se corresponden mayores ndices de prosperidad y felicidad colectivas. De ah la mayor virtud del liberalismo: ninguna novedad cientfica lo puede contradecir porque no establece verdades inmutables. Ningn fenmeno lo puede desterrar del campo de las ideas polticas, porque siempre ser vlida una gran porcin de lo que el liberalismo ha defendido a lo largo de la historia.El liberalismo es un modo de entender la naturaleza humana y una propuesta para conseguir que las personas alcancen el ms alto nivel de prosperidad que sean capaces de alcanzar, de acuerdo con los valores, actitudes y conocimientos que tengan, junto al mayor grado de libertad posible dentro del respeto por los dems, en el seno de una sociedad que ha reducido al mnimo los inevitables conflictos que entraa la convivencia. Al mismo tiempo, el liberalismo descansa en dos actitudes vitales que conforman su talante: la tolerancia y la confianza en la fuerza de la razn.

El liberalismo se basa en cuatro simples premisas bsicas:

Los liberales creen que el Estado ha sido concebido para servir de soporte al accionar del individuo y no a la inversa. Valoran el ejercicio de la libertad individual como algo intrnsecamente bueno y necesario, y como una condicin insustituible para alcanzar los mayores niveles de progreso en una sociedad. Entre esas libertades estn las consagradas en la Declaracin Universal de Derechos del Hombre. En particular, la libertad de poseer bienes (el derecho a la propiedad privada) resulta fundamental, puesto que sin ella el individuo estara perpetuamente a merced del Estado. Por supuesto, los liberales tambin creen en la responsabilidad individual y en la solidaridad. No puede haber libertad sin responsabilidad. Los individuos son responsables de sus actos, y deben tener en cuenta las consecuencias de sus decisiones y los derechos de los dems. Precisamente para regular los derechos y deberes del individuo con relacin a los dems, los liberales creen en el Estado de Derecho. Es decir, creen en una sociedad regulada por leyes neutrales que no le den ventaja a ninguna persona o grupo social alguno, y que eviten enrgicamente los privilegios. Los liberales tambin creen que la sociedad debe controlar estrechamente las actividades de los gobiernos y el funcionamiento de las instituciones del Estado.

ElneoliberalismoTambin llamadonuevo liberalismooliberalismo tecnocrtico es la corriente econmica y poltica inspirada y responsable del resurgimiento de las ideas asociadas alliberalismo clsicooprimer liberalismodesde las dcadas de1970y1980.Los defensores del neoliberalismo apoyan una amplialiberalizacin de la economa, ellibre comercioen general y una drstica reduccin delgasto pblicoy la intervencin delEstadoen la economa en favor delsector privado, que pasara a desempear las competencias tradicionalmente asumidas por el Estado.Sin embargo, el uso y definicin del trmino ha ido evolucionando en las ltimas dcadasy no hay un criterio unificado para determinar qu es neoliberalismo.Originalmente el neoliberalismo era unafilosofaeconmica surgida entre los eruditos liberales europeos en la dcada de1930que trataban de encontrar un tercer camino o un camino entre medias de la disputa que en ese momento se libraba entre elliberalismoclsico y laplanificacin econmica.El impulso de desarrollar esta nueva doctrina surgi del deseo de evitar nuevos fracasos econmicos tras laGran Depresiny el hundimiento econmico vivido en los primeros aos de la dcada de1930, fracasos atribuidos en su mayora al liberalismo clsico. En las dcadas siguientes la teora neoliberal tendi a estar en contra de la doctrinalaissez-fairedel liberalismo, promoviendo unaeconoma de mercadotutelada por unEstadofuerte, modelo que lleg a ser conocido como laeconoma social de mercado.En la dcada de1960, el uso del trmino disminuy en gran medida. El trmino se introdujo de nuevo en la dcada de1980, debido a las reformas econmicas realizadas enChiledurante ladictadura de Augusto Pinochety que fueron impulsadas y supervisadas por economistas de la llamadaEscuela de Chicago, losChicago Boys. A partir de aqu, el trmino empez a adoptar connotaciones peyorativas y a ser empleado por los crticos de estas reformas, al tiempo que el neoliberalismo pas de defender una postura liberal moderada a una ms radical que inclua la defensa a ultranza dellaissez-fairey elcapitalismoen general. El trmino es a menudo asociado a los trabajos de los economistas liberalesFriedrich HayekyMilton Friedman. Tambin representa y se asocia al conjunto de polticas econmicas introducidas porMargaret Thatcheren elReino UnidoyRonald Reaganen losEstados Unidos.1Una vez que se estableci el nuevo significado del trmino entre los estudiosos de habla hispana, pronto empez a ser habitual en los estudios econmicos de autores anglosajones. En la actualidad el trmino mantiene sus connotaciones negativas y es utilizado por sus crticos como una condena general alliberalismo econmicoy sus polticas, esto es, laprivatizacinde empresas estatales y la apertura ydesregularizacin de los mercados.46La adopcin de las polticas neoliberales y la aceptacin de su teora econmica desde la dcada de1970por la mayora de lospases desarrolladosse ven como la causa delhundimiento del sistema financiero internacional del ao 2007 y 2008que ms tarde se manifest en la llamadaGran Recesin.

EL SOCIALISMOPara hablar del Socialismo en El Peru, tendramos que iniciar hablando del Maximo representante de este. Maritegui se forma en una Amrica Latina sacudida por grandes convulsiones como la Reforma Universitaria (Argentina), la Reforma Agraria (Mxico) y la lucha antiimperialista (Centroamrica). Tambin hay que recordar que Maritegui confes -con alguna exageracin- que su mayor aprendizaje lo realiz durante su estancia europea (1919-1922), lo cual exige ubicarlo en el impacto de la Revolucin Sovitica, los movimientos de masas en Italia o Alemania y el surgimiento de nuevas tendencias dentro del pensamiento marxista, especialmente las ideas del italiano Antonio Gramsci.De otro lado, debemos recordar que en la dcada de 1920 la preocupacin por el problema nacional adquiere una dimensin generacional; numerosos intelectuales de clase media, muchos de origen provinciano, con sentimiento antioligrquico tratan de responder una pregunta aparentemente simple: qu es el Per? Ante este tema reiterado Maritegui, desde un marxismo heterodoxo, escribe su famosos7 ensayos de interpretacin de la realidad peruana(Lima, 1928) para rescatar la verdadera tradicin, insertarse en la historia del pas.El Per era, para Maritegui, una posibilidad de nacin. Quera decir que si bien su proceso de conformacin haba sido interrumpido y distorsionado por el colonialismo, existan las bases sobre las cuales terminara levantndose. Los cimientos sobre los cuales deba construirse el nuevo Per eran fundamentalmente tres:a) la tradicin cultural mantenida y desarrollada por los intelectuales de avanzada, especialmente por la vital corriente indigenista, donde por medio de la reivindicacin del hombre andino, los escritores buscaban articularse a las masas campesinasb) los movimientos populares, al interior de los cuales Maritegui llam la atencin sobre la necesidad de hacer la crnica de las luchas obreras y estudiar las rebeliones campesinas del presente (como el caso de Rumi Maqui en Azngaro, 1915) y del pasado (Tpac Amaru en el Cusco, 1780)c) la experiencia histrica del pasado autctono, anterior a la conquista europea, en el que se haba desarrollado un comunismo agrario todava subsistente en las comunidades campesinas.Este comunismo agrario demostraba que el socialismo en el Per tena races y poda encontrar en la cultura andina ciertas formas -como la reciprocidad- en las que apoyarse. Por lo tanto, en la medida que el socialismo recogiera la tradicin colectivista del Incario, cumplira con retomar la tradicin nacional, dejara de ser extrao al pas y sera el instrumento imprescindible para la construccin de la nacin peruana.