Evaluar para aprender Enfoque formativo de la evaluación

La evaluación: actividad indispensable para mejorar el proceso de enseñanza aprendizaje

Arrastrando la cultura del miedo, en la que muchos recibieron su instrucción escolar, al oír la palabra evaluación tienden al sobresalto, y por que no decirlo, a la zozobra, al pánico.

Lo anterior no se cambia por decreto, es necesario transformar la cultura de la evaluación para resarcir años del subjetivismo, que se da en algunos casos, al evaluar.

Es necesario entender que el profesor es el encargado de la evaluación y de realizar el seguimiento, pero no de otorgar una calificación arbitraria. La condición anterior mitigará el miedo a ser evaluado

Para qué no sirve la evaluación

Para intimidar: una evaluación no debe ser vista como algo definitivo, todo es perfectible en el proceso de enseñanza - aprendizaje.

Para reprobar: la evaluación no es para obtener una calificación únicamente, es para brindar apoyo a quien lo necesita

Para dividir a los inteligentes de los no inteligentes: la evaluación busca la integración y el aprovechamiento de todos sus integrantes. Todos son aptos para mejorar.

Para proteger el estatus de autoridad del profesor: la evaluación no debe funcionar como látigo justiciero ante las irreverencias o indisciplina de los alumnos en el salón de clase.

Para qué sí sirve la evaluación Para integrar a todos los actores del proceso

enseñanza – aprendizaje, desde las más altas esfera educativas, hasta los alumnos, quienes reciben directamente los beneficios de una buena evaluación.

Para realizar mejoras en la práctica escolar. Para saber específicamente qué se necesita

reforzar en el alumnos. Para ponderar el conocimiento sobre el

número y que los alumnos valoren más un conocimiento que un DIEZ, es decir, para potenciar sus logros.

¡De acuerdo!: ¿Entonces cómo vamos a evaluar?

Primero Haciendo partícipes a los alumnos de qué, cómo y cuándo se va a evaluar. No hay nada que motive más y erradique el miedo que saber cuáles son las condiciones para evaluar el trabajo.

Siendo transparentes y mostrando las evidencias que llevaron al alumno a conseguir ese grado de conocimiento.

Comunicando lo que el profesor desea lograr con sus actividades y reflexionando respecto al resultado.

Contando con referentes claros de los aprendizajes esperados, para llegar a un lugar, primero es necesario conocer la dirección correcta.

Promoviendo distintos tipos de evaluación, en primer lugar la:

Diagnóstica: para conocer los saberes previos.

Formativa: se realizan durante el proceso de aprendizaje y sirven para valorar los avances.

Sumativa: para tomar decisiones relacionadas con la acreditación.

En segundo lugar las evaluaciones de tipo: La autoevaluación: funciona para conocer y

valorar su proceso de aprendizaje. La coevaluación: sirve para valorar los

procesos y actuaciones de sus compañeros con responsabilidad.

Con qué instrumentos contamos para evaluar y obtener evidencias

Rúbrica o matriz de verificación:

• La escala para calificar se ubica en la fila horizontal superior, con una gradación que vaya de mejor a peor, debe ser obvia y precisa.

• En la primera columna vertical están los aspectos que se han seleccionado.En las celdas centrales se describen de forma clara y concisa los criterios que se van a utilizar para evaluar esos aspectos. Recuerde que estas celdas centrales explican cuáles son las características de un trabajo excelente, de uno malo y las variaciones intermedias entre el uno y el otro.

Lista de cotejo:

A diferencia de la rúbrica, la lista de cotejo no muestra detalladamente los criterios, es recomendable para procesos de aprendizaje más simples y obvios.

Registro anecdótico o anecdotario:

Permite identificar alumnos que se encuentren en los extremos, ya sea que muestren un alto o bajo grado de avance.

Observación directa: cuando se hace con objetividad y ojo crítico, es una herramienta muy eficaz para el docente, pues le permite abarcar un gran número de aspectos de manera simultanea.

Producciones escritas, que muestran de manera significativa los avances.

Pruebas escritas y orales: los cuestionario deben buscar la reflexión y no sólo la memorización.

Mapa conceptual es una teoría desarrollada por Joseph Donald Novak y se basa en su acomodo visual de la información y en los conectores o palabras enlace las cuales se recomienda que no sean más de tres.

La heteroevaluación es saludable para detectar con mayor facilidad los factores a corregir. Los ejemplos antes mencionados no son determinantes, son pautas para generar ideas y métodos de recabar información.

La cultura de la evaluación puede cambiar la visión que se tiene de la escuela, de los alumnos y profesores, pero es necesario comenzar… de lo contrario jamás comprobaremos si teníamos razón.

Se sugieren los siguientes títulos: Miguel Ángel Santos Guerra, La evaluación como aprendizaje y Matthew Lipman, Pensamiento complejo y educación .