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Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en Colombia. Luz Adriana Acosta Cardona Universidad Nacional de Colombia Facultad de Minas, Departamento de Geociencias y Medio Ambiente y Desarrollo Medellín, Colombia 2015

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Evaluación de factores ambientales y climáticos

como elementos de riesgo asociados con la

transmisión del dengue y la leishmaniasis a

diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

Luz Adriana Acosta Cardona

Universidad Nacional de Colombia

Facultad de Minas, Departamento de Geociencias y Medio Ambiente y Desarrollo

Medellín, Colombia

2015

Evaluación de factores ambientales y climáticos

como elementos de riesgo asociados con la

transmisión del dengue y la leishmaniasis a

diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

Luz Adriana Acosta Cardona

Tesis presentada como requisito parcial para optar al título de:

Magister en Medio Ambiente y Desarrollo

Director:

Ph.D. Germán Poveda Jaramillo

Codirector:

MSc. Horacio Cadena Peña

Grupos de Investigación:

Centro de Investigaciones del Clima de Colombia - CICLICO, Universidad Nacional de

Colombia, Sede Medellín.

Programa de Estudio y Control de Enfermedades Tropicales – PECET, Universidad de

Antioquia.

Universidad Nacional de Colombia

Facultad de Minas, Departamento de Geociencias y Medio Ambiente

Medellín, Colombia

2015

Agradecimientos

La realización de mis estudios de maestría, de la cual esta tesis es producto, fue

posible gracias a la constante orientación, valiosas enseñanzas, consejos y arduo

trabajo conjunto con el profesor Germán Poveda. A él manifiesto un profundo

sentimiento de agradecimiento.

Agradezco también a mi papá porque todo lo bueno de su ser influyó en mi vida.

A mi mamá por ser el ejemplo de buena mujer, de sobrevivir y ser perseverante

ante las adversidades.

A mi hermano por ser mi guía, amigo y ejemplo a seguir, por apoyarme en la idea

de seguir estudiando.

Gracias a Hoover Esteban Pantoja por cruzarse en mi camino, generar grandes

sonrisas y creer en mí.

A mis amigos y compañeros del PECET y de la UN por compartir estos años de

investigación y de trabajo a mi lado.

Le doy gracias a Alejandra Carmona por su apoyo en el desarrollo del capítulo 1.

y por motivarme a incluirlo en la tesis.

A todos mis compañeros que me apoyaron en el trabajo en campo y en el

laboratorio. A Horacio por su apoyo en el desarrollo de esta tesis. A Andrés, Luis

Gregorio y Edgar por el apoyo en las actividades de campo.

A los profesores Juan Carlos Salazar y Víctor Ignacio López por la dedicación en

la asesoría estadística.

A los pobladores del municipio de Ovejas.

VI Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en Colombia.

A la Universidad Nacional de Colombia por respaldar mis estudios de maestría

través del “Programa Nacional de Proyectos para el fortalecimiento de la

Investigación, la Creación y la Innovación en Posgrados de la Universidad

Nacional de Colombia 2013-2015” y el “Programa Nacional de Apoyo a

Estudiantes de Posgrado para el Fortalecimiento de la Investigación, Creación e

Innovación de La Universidad Nacional de Colombia 2013-2015”.

Al PECET de la Universidad de Antioquia por ser mi escuela durante muchos

años y por acoger a grandiosas personas que tienen el sueño de investigar.

Al IDEAM por los datos de precipitación y temperaturas suministrados. También a

la secretaria de Salud de Antioquia y al Instituto Nacional de Salud a través del

SIVIGILA por proporcionar los datos de casos de dengue y leishmaniasis.

Finalmente agradezco el apoyo de COLCIENCIAS a través de la Conformación

de un Banco de Elegibles de Programas CT+I en Salud, convocatoria 537-2011.

Resumen

Resumen

Colombia presenta las condiciones ecológicas, climáticas y epidemiológicas que

posibilitan la transmisión de variedad de enfermedades tropicales, entre estas, el

dengue y la leishmaniasis, además de la distribución de una variedad de

especies de animales vectores y reservorios implicados en la transmisión. En

conjunto estas condiciones hacen que en los últimos 7 años en el país, se

presente en promedio 94.91 casos de leishmaniasis y 312.85 de dengue por cada

100.000 habitantes en las zonas de riesgo.

Algunas de las enfermedades infecciosas de mayor prevalencia en el mundo son

muy sensibles a condiciones de variabilidad climática, principalmente a través de

su influencia sobre los ecosistemas terrestres. Por ejemplo, la temperatura, la

precipitación y la humedad tienen una fuerte influencia en la reproducción, la

supervivencia y las tasas de picadura de los insectos que transmiten la malaria, el

dengue y la leishmaniasis, entre otras. Entre los factores de riesgo climáticos,

diversos estudios han demostrado la relación entre la variabilidad climática

interanual, cuyo principal modulador es el evento El Niño/Oscilación del Sur

(ENSO), y sus dos fases extremas: El Niño (fase cálida) y La Niña (fase fría), con

la emergencia, reemergencia o intensificación de enfermedades tropicales, con

graves impactos sociales, económicos y en salud para diferentes regiones o

países. El número de casos de dichas enfermedades incrementa

considerablemente durante la fase cálida del (El Niño) del evento climático El

Niño-Oscilación del Sur (ENSO en inglés).

Debido a que el clima afecta las temperaturas, la humedad del aire y del suelo, y

los regímenes de lluvias, la salud humana es afectada a través de tres

mecanismos ligados entre sí: (1) distribución y calidad de las aguas superficiales,

(2) ciclos de vida de los vectores de enfermedades y relaciones huésped/vector, y

(3) dinámica de los ecosistemas de las relaciones predador/presa las cuales

controlan las poblaciones de vectores de enfermedades (Epstein y Stewart 1995).

La distribución de las enfermedades transmitidas por vectores (ETV´s) es

determinada por una compleja interacción entre los factores ambientales y

sociales. Varios estudios han evaluado los efectos potenciales del clima en la

distribución e incremento de las ETV´s, incluyendo enfermedades como la

VIII Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en Colombia.

malaria y el dengue, entre otras. Estos estudios responden a la creciente

preocupación por el impacto del cambio climático en la salud humana y al hecho

de que muchos aspectos biológicos de la transmisión de las ETV´s presentan

procesos cuantificables que dependen de factores meteorológicos específicos.

Sin embargo, la distribución de las ETV´s no sólo están vinculados a las

condiciones climáticas; la difusión, establecimiento y persistencia de estas

enfermedades también dependerá en gran medida de las características de lo

natural (que es decir, la vegetación y las características geológicas) y entornos

humanos-construidos. Por ejemplo, las tendencias de urbanización y patrones de

movimiento humano se cree que han sido principales impulsores de la expansión

geográfica y el aumento endemicidad del dengue en los últimos 70 años.

Este trabajo investigativo tiene por objeto identificar los elementos climáticos

(índices macroclimáticos del ENSO, Índice de vegetación – NDVI, temperatura y

precipitación) y ambientales (físicos, demográficos y biológicos asociados a las

viviendas) que participan en la dinámica epidemiológica de la leishmaniasis y el

dengue como factores de riesgo en diferentes escalas espaciales (nacional,

regional y municipal) y temporales (mensual e interanual) en el país.

Con el propósito de desarrollar el objetivo general, el diseño experimental

concebido comprendió dos fases: una fase de campo, estudio entomológico y

epidemiológico realizado en una región endémica de transmisión de

leishmaniasis, y una fase de análisis, para la asociación de variables climáticas y

ambientales con el número de casos de dengue, casos de leishmaniasis, y

abundancia de insectos del genero Lutzomyia (vectores de leishmaniasis) en

Colombia. La fase de campo comprendió alrededor de un año de muestreo

entomológico y epidemiológico: Febrero/2013-Abril/2014, y fue realizado en la

cabecera municipal de Ovejas, en el departamento de Sucre. Para el análisis de

la relación entre el dengue y leishmaniasis con la variabilidad climática a nivel

nacional, departamental y municipal se empleó la información climática, y de

casos registrada desde el año 2005 para darle mayor robustez al análisis

estadístico. La posibilidad de disponer de un registro de información de nueve

años de extensión, permite a futuro la realización de modelos de predicción con

mejor capacidad de pronóstico.

La fase de análisis comprendió las siguientes evaluaciones: 1. Relación entre la

variabilidad climática y la distribución de los vectores de la leishmaniasis en el

municipio de Ovejas, Sucre. 2. Efecto de la variabilidad climática sobre las

dinámicas endemo-epidémicas de casos de leishmaniasis y dengue a escala

Resumen IX

nacional, regional y municipal, con énfasis en los casos autóctonos de

leishmaniasis urbana del municipio de Ovejas. 3. Condiciones ambientales

(físicas, bióticas y demográficas) de los domicilios que influyen como factores de

riesgo de casos de leishmaniasis en Ovejas, Sucre. 4. Asociación entre el índice

de actividad vegetal – NDVI con el número de casos de dengue y leishmaniasis a

escala nacional, regional y municipal. 5. Finalmente, se esboza un modelo

matemático de predicción como primer acercamiento a la integración de todas las

variables climáticas influyentes de la presentación de casos dengue.

Los resultados demuestran que según la fuerte señal en la escala de tiempo

interanual ENSO detectada en la serie temporal de casos de dengue, se realizó

un análisis de correlación cruzada rezagada entre dos índices del ENSO (ONI y

MEI) y los casos de la enfermedad a escala nacional, regional y municipal. A

escala nacional, se encontró una asociación estadística fuerte entre el ENSO y la

incidencia del dengue en Colombia, con valores de correlación de r = 0,7 (p>

0,99), alcanzando un máximo de un retraso de 7 meses.

A escala regional, los coeficientes de correlación rezagados muestran un patrón

interesante de onda viajera desde el suroeste a noreste de Colombia, en el

sentido de que la señal del ENSO aparece más rápido (rezago = 4 meses) sobre

el suroeste de Colombia y más tarde (rezago = 9 meses) sobre el noreste de

Colombia.

En una escala espacial más pequeña, los municipios de la zona metropolitana de

Medellín exhiben un patrón espacial de las correlaciones cruzadas similares a los

que a escalas nacional y regional, lo que implica correlaciones ENSO-dengue

invariantes en la escala en Colombia. En todas las escalas espaciales, la relación

entre el ENSO y el creciente número de casos de dengue con un retraso de

varios meses para la ciudad de Medellín.

Existe una relación temporal consistente y estadísticamente significativa entre El

Niño y la intensificación de los brotes epidémicos de dengue en Colombia. Es

claro que la epidemia de esta enfermedad es el resultado de múltiples factores,

pero la variabilidad climática asociada a El Niño-Oscilación del Sur permite

explicar una porción importante de la varianza de los casos de dengue en el país.

Esta evidencia permite conjeturar que la ocurrencia del ENSO también está

relacionada con otras enfermedades de origen hídrico o de transmisión vectorial

en Colombia, en particular el dengue. Estas correlaciones estadísticas pueden

ser de gran utilidad en el desarrollo de sistemas de alerta temprana de las

condiciones climáticas que conducen a brotes epidémicos, facilitando así la

X Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en Colombia.

intervención de las autoridades del sector salud en Colombia, mediante el

fortalecimiento de los programas de control integrado de la enfermedad.

Por otro lado, desde un enfoque entomológico, los análisis de correlación para las

series comunes de tiempo entre la temperatura y la precipitación, y la abundancia

de vectores de leishmaniasis indicaron que no hubo relación alguna para el

municipio de Ovejas. El conocimiento acerca del efecto que ejercen algunas

variables como la precipitación y temperatura sobre la abundancia de los

flebotomíneos es necesario en salud pública para planificar anticipadamente las

actividades de prevención y control entomológico de la enfermedad, en la medida

en que permite predecir el incremento en la población vectorial. Por esto es

importante identificar los otros componentes que determinan la abundancia de

Lu. evansi, así como conocer los sitios de reposo y cría que utiliza este vector en

áreas urbanas.

La variabilidad climática asociada al ENSO presentó una asociación estadística

con los casos de leishmaniasis a escala nacional en Colombia. Esto estuvo

representado por el máximo coeficiente de correlación cruzada obtenido (r = 0.3;

P>0,99), a los cero meses de rezago. Esto es, que cerca del 30% de los casos de

la enfermedad son explicados por el ENSO, que durante la ocurrencia de la fase

cálida/fría del ENSO existe una alta probabilidad de que haya un

aumento/disminución de casos de leishmaniasis a nivel nacional y de manera

simultánea el evento climático.

En la escala departamental el aumento en número de casos de leishmaniasis en

sus diferentes formas clínicas, se presenta posterior a la fase cálida del ENSO (El

Niño). Se observó una relación estadística importante entre los casos de

leishmaniasis y el ENSO (principalmente con el ONI), representada por el

máximo coeficiente de correlación entre 0,3 – 0,4 con un rezago de 0-3 meses en

los departamentos más próximos al occidente del país, estos son, Antioquia,

Chocó, Valle y Nariño. Sin embargo, Tolima y Caldas presentan una correlación

máxima en un lapso de 8 y 9 meses posteriores al evento climático (r = 0.5, P>

0,99; y r = 0.6, P> 0,99 respectivamente).

Con los resultados expuestos acerca de la alta correlación existente entre la

variabilidad climática del ENSO y los casos de leishmaniasis en el país se sugiere

que estos sean incluidos en el análisis de factores de riesgo importantes en el

diseño de sistemas de alerta temprana para prevenir a futuro brotes de la

enfermedad. Estos nuevos conceptos permiten abrir nuevas líneas de

investigación en el desarrollo de posibles sistemas de predicción, modelaje y

Resumen XI

monitoreo con relevancia en salud pública para un mejor control de la

enfermedad.

En la escala municipal (agregada por subregiones) se encontró persistencia de

los patrones de alta correlación hallados en las dos escalas espaciales superiores

(nacional y departamental). Caldas mostró una máxima correlación ENSO-

leishmaniasis con un rezago de 9 meses en las subregiones del Magdalena

Caldense (r = 0.8, P> 0,99) y Alto Oriente (r = 0.7, P> 0,99). Tolima, por su parte,

tuvo las máximas correlaciones en las subregiones de Norte (r = 0.7, P> 0,99),

Nevados (r = 0.5, P> 0,99), e Ibagué (r = 0.4, P> 0,99) con rezagos de 7, 7 y 10

meses respectivamente. Los municipios que conforman estas subregiones

aportan el mayor número de casos de la enfermedad para ambos departamentos.

La asociación lineal entre los índices del ENSO (ONI y MEI) y la leishmaniasis en

las subregiones del departamento de Sucre no fue evidente. Las máximas

correlaciones fueron cercanas a r = 0.2 y sin significancia estadística.

Estos hallazgos reflejan la importancia de la variabilidad climática sobre la

incidencia de la leishmaniasis y la relación con la transmisión vectorial por

especies de flebotomíneos, siendo los índices macroclimáticos (ONI y MEI) los

factores climáticos más significativamente asociados con el comportamiento de la

enfermedad. En las tres escalas evaluadas en el presente trabajo se puede

observar un incremento de la enfermedad ante la presencia de la fase de El Niño.

Todo esto tiene importancia al poder modelar las relaciones y prever posibles

incrementos en la enfermedad ante la determinación de anomalías climáticas con

tendencia a El Niño, las cuales están bajo un proceso de monitorización y

vigilancia mediante herramientas de detección locales y satelitales que en última

instancia pueden permitir tomar decisiones en políticas de salud casi en tiempo

real.

La tasa de prevalencia de la leishmaniasis para el municipio de Ovejas arrojó que

el 31% de las personas ha tenido contacto con el parásito Leishmania spp. en

Villa Paz, Pradera y Ciudad de la paz, el 24.2% en los barrios El Oasis y El

Tolima, y el 16% en San José. La tasa de prevalencia acumulada de

leishmaniasis en la población estudiada fue del 29.8% en el sexo masculino y de

24.3% en el femenino. La tasa de prevalencia acumulada de leishmaniasis en la

población estudiada fue del 26%.

Los factores de riesgo asociados con la transmisión de la leishmaniasis en

Ovejas, medidos a través de la prueba de Montenegro son los siguientes: tener

animales en el intradomicilio (OR 2.34 IC95% 1.4-3.9), no tener animales en el

peridomicilio (OR 2.29 IC95% 1.3-3.8), vivir en la zona 3 con respecto a la 1 (OR

3.30 IC95% 1.6-6.6), vivir en la zona 2 con respecto a la 3 (OR 1.12 IC95% 0.5-

XII Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en Colombia.

2.1), tener techo de palma con respecto a eternit (OR 3.52 IC95% 1.3-9.1), techo

de eternit con respecto a zinc (OR 2.12 IC95% 1.1-3.8), y por último tener

basuras alrededor (OR 4.25 IC95% 2.5-7.1). Según el resultado para el factor

“animales en el peridomicilio”, este parece ser un factor de protección

zooprofiláctico, dado que el no tener animales alrededor de la vivienda aumenta

el riesgo de la transmisión.

Los factores de riesgo de la enfermedad medidos a través del número de casos

fueron los siguientes: tener animales en el intradomicilio (OR 3.57 IC95% 1.8-

7.0), no tener animales en el peridomicilio (OR 2.50 IC95% 1.3-4.6), techo de

palma con respecto al de eternit (OR 5.56 IC95% 2.2-13.8), techo de eternit con

respecto a zinc (OR 2.71 IC95% 1.3-5.4), ventanas de angeo con respecto a

vidrio (OR 3.15 IC95% 1.3-7.2), ventanas de angeo con respecto a madera (OR

12.82 IC95% 5.1-32.2), y por ultimo tener basuras alrededor de la vivienda (OR

7.93 IC95% 4.3-14.7). Cabe anotar que tener animales en el peridomicilio parece

ser un factor de protección.

Con respecto a el índice de vegetación, la serie del NDVI presenta un patrón

cíclico coincidente con el ciclo anual de la lluvia en el país, esto es, que la

vegetación aparentemente aumenta poco después de los meses de más lluvia

(marzo-abril-mayo y septiembre-octubre-noviembre) y disminuye después de los

meses de menos lluvia (diciembre-enero-febrero y junio-julio-agosto) en el país.

En las tres escalas espaciales, el ciclo anual para la leishmaniasis y el dengue, y

el NDVI mostró claramente la relación en fase y antifase para el periodo entre

2005 y 2013. Durante los meses de enero a junio se observa una relación en

antifase, es decir, que el NDVI disminuye durante enero a marzo; luego va en

aumento en abril a junio, hasta alcanzar la fase con respecto a los casos le

leishmaniasis y dengue en julio a noviembre.

La dinámica espacio-temporal de la relación entre el índice de actividad vegetal

NDVI y el número de casos de leishmaniasis arrojó lo siguiente: A escala

departamental (Tolima, Caldas, Santander y Sucre) y municipal (Samaná,

Rioblanco) se observó asociaciones lineales positivas y rezagadas entre los

valores estandarizados del índice de vegetación NDVI y los casos de

leishmaniasis. A escala nacional este comportamiento no se pudo apreciar, dado

que no se evidencia una asociación estadísticamente significativa entre el NDVI

espacialmente promediado y los casos de leishmaniasis.

Por otro lado, para las series de dengue y su asociación con el NDVI, los análisis

de correlación cruzada mostraron una asociación estadísticamente significativa

entre el NDVI espacialmente promediado y los casos de dengue a nivel nacional.

Resumen XIII

A nivel departamental Tolima, Caldas, Santander, y Sucre fueron los únicos

departamentos que mostraron una correlación significativa para ambas series. A

nivel municipal dos municipios mostraron una correlación clara: Ibagué y Cali.

La relación entre el NDVI y el ONI (índice macroclimático del ENSO) a escala

nacional muestran fuertes correlaciones positivas de manera simultánea. Para los

departamentos también es evidente una fuerte asociación lineal para Valle,

Nariño, Antioquia, Caldas, Santander, Chocó, Tolima, Huila.

Además, la cobertura vegetal se comporta como un substituto de la

evapotranspiración de las plantas, refleja efectos de la temperatura, humedad,

precipitación y propiedades edáficas, resultando un indicador, a escala local, de

condiciones favorables de hábitat para el desarrollo de los insectos vectores. Los

índices de vegetación junto con los otros factores influyentes se pueden utilizar

para desarrollar sistemas de alerta temprana para pronosticar incidencia de

leishmaniasis y dengue en áreas endémicas.

Los modelos de predicción resultan ser explicativos para la serie del dengue solo

cuando esta se encuentra rezagada en uno o dos trimestres en función de las

variables climáticas. Es decir, que el efecto del ENSO sobre el dengue no es

simultáneo. Es probable que el modelo predictivo presentó un

sobreentrenamiento en la fase de calibración debido a que este contiene datos

anómalos de dengue presentados en la epidemia sin precedentes del año 2009-

2010 en el país. En todos los modelos predictores se evidenció la fuerte

correlación entre las variables climáticas del ENSO.

La aplicación de los modelos cuando las series no están estandarizadas presenta

un alto grado de asociación lineal entre las variables climáticas y el dengue, y

este resulta tener una utilidad práctica grande por saltar un cálculo matemático de

estandarización. Se encontró un modelo parsimonioso utilizando solo una

variable explicativa (ONI), el cual presentó la mayor correlación y la mayor

significancia estadística. Los diferentes análisis demuestran el poder predictivo

potencial que puede llegar a tener un modelo que integre la variable ONI para

ayudar a predecir los casos del dengue en avance de una epidemia en Colombia.

Los resultados obtenidos evidencian una contribución para una mejor

identificación y determinación del papel que tienen las condiciones climáticas y

complementariamente el estado de la cobertura vegetal en el aumento de la

incidencia y la propagación del dengue y la leishmaniasis en Colombia. Además,

se muestra que la influencia del ENSO sobre los casos de ambas enfermedades

XIV Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en Colombia.

se manifiesta en las tres escalas espaciales del análisis evidenciando una

importante utilidad práctica al momento de desarrollar Sistemas de Alerta

Temprana.

Palabras clave: Variabilidad climática, ENSO, El Niño, Dengue, Leishmaniasis,

Factores de riesgo.

Contenido XV

Contenido

Pág.

Resumen ........................................................................................................................ VII

Lista de figuras ........................................................................................................... XVII

Lista de tablas .............................................................................................................. XX

Introducción .................................................................................................................... 1

1. Capítulo 1 .................................................................................................................. 9 VARIABILIDAD CLIMÁTICA Y EL DENGUE EN COLOMBIA..................................... 9 1.1 INTRODUCCIÓN ............................................................................................. 9 1.2 MATERIALES Y METODOS .......................................................................... 14 1.3 RESULTADOS .............................................................................................. 19 1.4 DISCUSIÓN ................................................................................................... 28 1.5 CONCLUSIONES .......................................................................................... 31

2. Capítulo 2 ................................................................................................................ 33 VARIABILIDAD CLIMÁTICA, DISTRIBUCIÓN DE VECTORES Y TRANSMISIÓN PERIURBANA DE LEISHMANIASIS EN COLOMBIA. ............................................. 33 2.1 INTRODUCCIÓN ........................................................................................... 33 2.2 OBJETIVOS .................................................................................................. 40 2.3 MATERIALES Y METODOS .......................................................................... 40 2.4 RESULTADOS .............................................................................................. 44 2.5 DISCUSIÓN ................................................................................................... 54 2.6 CONCLUSIONES .......................................................................................... 58

3. Capítulo 3 ................................................................................................................ 61 FACTORES DE RIESGO INCIDENTES EN LAS DINÁMICAS ENDEMO-EPIDEMICAS DE LEISHMANIASIS ......................................................................... 61 3.1 INTRODUCCIÓN ........................................................................................... 61 3.2 MATERIALES Y MÉTODOS .......................................................................... 62 3.3 RESULTADOS .............................................................................................. 67 3.4 DISCUSIÓN ................................................................................................... 73 3.5 CONCLUSIONES .......................................................................................... 77

4. Capítulo 4 ................................................................................................................ 79 COBERTURA VEGETAL Y TRANSMISIÓN DE DENGUE Y LEISHMANIASIS EN COLOMBIA. ............................................................................................................. 79 4.1 INTRODUCCIÓN ........................................................................................... 79 4.2 MATERIALES Y METODOS .......................................................................... 84

XVI Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

4.3 RESULTADOS ...............................................................................................85 4.4 DISCUSION ................................................................................................. 106 4.5 CONCLUSIONES ......................................................................................... 112

5. Capítulo 5 .............................................................................................................. 115 ELEMENTOS CLIMATICOS PREDICTORES DEL DENGUE EN COLOMBIA. ...... 115 5.1 INTRODUCCIÓN ......................................................................................... 115 5.2 MATERIALES Y METODOS ........................................................................ 116 5.3 RESULTADOS Y DISCUSIÓN ..................................................................... 119 5.4 CONCLUSIONES ......................................................................................... 128

6. Conclusiones y Trabajo a futuro.......................................................................... 129 6.1 Conclusiones generales ............................................................................... 129 6.2 Trabajo a futuro ............................................................................................ 133

7. Publicaciones, certificados de Congresos y Simposios académicos. .............. 137

8. Referencias ........................................................................................................... 141

A. Anexo: Formato de datos epidemiológicos ........................................................ 163

Contenido XVII

Lista de figuras

Pág.

Figura 1. Localización geográfica del área de estudio. Comprende las tres escalas

espaciales del análisis. ................................................................................................... 14

Figura 2. Espectro de Hilbert de la serie de dengue en Valle, Colombia......................... 21

Figura 3. Casos mensuales estandarizados dengue en Colombia y los índices

macroclimáticos ONI y MEI. ........................................................................................... 22

Figura 4. Correlación cruzada simultánea y rezagada a escala nacional en Colombia

entre el ENSO y el dengue. **:p<0,01; *:p<0,05 ............................................................. 22

Figura 5. Función de autocorrelación para las series de Dengue (A), θ=8.72 meses; ONI

(B), θ =4.97 meses; y MEI (C), θ =5.66 meses ............................................................... 23

Figura 6. Casos estandarizados de dengue en Colombia e índices del ENSO (ONI y

MEI). .............................................................................................................................. 24

Figura 7. Correlaciones cruzadas entre el ENSO y el dengue a nivel departamental en

Colombia. **:p<0,01; *:p<0,05 ........................................................................................ 25

Figura 8. Interpolación de la Correlación cruzada entre el ENSO (ONI) y el dengue a nivel

municipal en Colombia. Periodo 2005-2013. .................................................................. 26

Figura 9. Correlaciones cruzadas entre ENSO y el dengue en 9 municipios dentro del

Área Metropolitana de Medellín. La significación estadística de las correlaciones se

definen como **:p<0,01; *:p<0,05 ................................................................................... 27

Figura 10. Distribución mundial de la leishmaniasis cutánea. El 70 a 75% de los casos

ocurre en Afganistán, Algeria, Brasil, Colombia, Costa Rica, Etiopia, Irán, Perú, Sudán y

Siria. B: Distribución mundial de la leishmaniasis visceral. El 90% de los casos ocurren en

Bangladesh, Brasil, Etiopía, India, el sur de Sudán y Sudán. Adaptado de OMS (2014). 34

Figura 11. Localización geográfica del área de estudio. Comprende las tres escalas

espaciales del análisis. ................................................................................................... 41

Figura 12. Abundancia de flebotomíneos (panel superior) y fluctuación mensual de la

abundancia de las especies de importancia médica en cada campaña de campo (panel

inferior). .......................................................................................................................... 45

Figura 13. Fluctuación diaria de la abundancia de Lu. evansi con relación a la

temperatura media diaria (panel superior) y la precipitación acumulada diaria (panel

inferior). Verde: temperatura y precipitación en la estación Primates, Azul: temperatura y

precipitación en Ovejas. ................................................................................................. 46

Figura 14. Casos estandarizados de leishmaniasis en Colombia e índices del ENSO.... 48

Figura 15. Correlación cruzada simultánea y rezagada a escala nacional en Colombia

entre el ENSO (ONI y MEI) y los casos de leishmaniasis. **:P>0,99; *:P>0,95............... 48

XVIII Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

Figura 16. Función de autocorrelación para las series de Leishmaniasis (A), ONI (B), y

MEI (C). .......................................................................................................................... 49

Figura 17. Casos estandarizados de leishmaniasis en Colombia e índices del ENSO (ONI

y MEI). ............................................................................................................................ 50

Figura 18. Correlaciones cruzadas entre el ENSO y la leishmaniasis a nivel

departamental en Colombia. **:P>0,99; *:P>0,95 ............................................................ 51

Figura 19. Correlaciones cruzadas entre el ENSO y la leishmaniasis a nivel regional en

Caldas. **:P>0,99; *:P>0,95 ............................................................................................ 52

Figura 20. Correlaciones cruzadas entre el ENSO y la leishmaniasis a nivel regional en

Tolima. **:P>0,99; *:P>0,95 ............................................................................................ 53

Figura 21. Correlaciones cruzadas entre el ENSO y la leishmaniasis a nivel regional en

Sucre. **:P>0,99; *:P>0,95 .............................................................................................. 54

Figura 22. Localización geográfica de la zona de estudio. Municipio de Ovejas.............. 63

Figura 23. Ciclo interanual del NDVI y la leishmaniasis en Colombia. Series sin

estandarizar (panel superior), series estandarizadas (panel inferior). ............................. 86

Figura 24. Ciclo interanual estandarizado del NDVI y la leishmaniasis a escala

departamental. 2005-2013. ............................................................................................. 87

Figura 25. Ciclo interanual estandarizado del NDVI y la leishmaniasis a escala municipal.

2005-2013. ...................................................................................................................... 88

Figura 26. Ciclo anual del NDVI y la leishmaniasis en Colombia. 2005-2013 .................. 89

Figura 27. Ciclo anual del NDVI y la leishmaniasis a nivel departamental. 2005-2013 .... 90

Figura 28. Ciclo anual del NDVI y la leishmaniasis a nivel municipal. 2005-2013 ............ 91

Figura 29. Correlación cruzada simultánea y rezagada a escala nacional en Colombia

entre el NDVI y los casos de leishmaniasis. **:P>0,99; *:P>0,95 .................................... 92

Figura 30. Correlación cruzada simultánea y rezagada a escala departamental entre el

NDVI y los casos de leishmaniasis. **:P>0,99; *:P>0,95 ................................................. 92

Figura 31. Correlación cruzada simultánea y rezagada a escala municipal entre el NDVI y

los casos de leishmaniasis. **:P>0,99; *:P>0,95 ............................................................. 93

Figura 32. Ciclo interanual del NDVI y el dengue en Colombia. Series sin estandarizar

(panel superior), series estandarizadas (panel inferior). .................................................. 94

Figura 33. Ciclo interanual estandarizado del NDVI y el dengue a escala departamental.

2005-2013. ...................................................................................................................... 95

Figura 34. Ciclo interanual estandarizado del NDVI y el dengue a escala municipal. 2007-

2014. ............................................................................................................................... 96

Figura 35. Ciclo anual del NDVI y el dengue en Colombia. 2005-2013 ........................... 97

Figura 36. Ciclo anual del NDVI y el dengue a nivel departamental. 2005-2013. ............ 98

Figura 37. Ciclo anual del NDVI y el dengue a nivel municipal. 2005-2013. .................... 99

Figura 38. Correlación cruzada simultánea y rezagada a escala nacional en Colombia

entre el NDVI y los casos de dengue. **:P>0,99; *:P>0,95 ............................................ 100

Figura 39. Correlación cruzada simultánea y rezagada a escala departamental entre el

NDVI y los casos de dengue. **:P>0,99; *:P>0,95 ........................................................ 101

Figura 40. Correlación cruzada simultánea y rezagada a escala municipal entre el NDVI y

los casos de dengue. **:P>0,99; *:P>0,95 ..................................................................... 102

Contenido XIX

Figura 41. Ciclo interanual de las series estandarizadas del NDVI, el ONI, el dengue

(panel superior) y la leishmaniasis (panel inferior) en Colombia. 2005-2013. ................104

Figura 42. Correlación cruzada simultánea y rezagada a escala nacional entre el ONI y el

NDVI. **:P>0,99; *:P>0,95 .............................................................................................105

Figura 43. Correlación cruzada simultánea y rezagada a escala departamental entre el

ONI y el NDVI. **:P>0,99; *:P>0,95. ..............................................................................106

Figura 44. Determinación de los periodos de calibración y validación de los modelos de

predicción. .....................................................................................................................119

Figura 45. Aplicación de los modelos calibrados con 2/3 de los datos en el pronóstico de

casos de dengue. ..........................................................................................................124

Figura 46. Aplicación de los modelos calibrados con 1/2 de los datos en el pronóstico de

casos de dengue. ..........................................................................................................125

Figura 47. Comparación del porcentaje promedio de error de los dos métodos de

calibración en los modelos de pronóstico. .....................................................................126

Contenido XX

Lista de tablas

Pág.

Tabla 1. Propiedades del IMF para las series de dengue en Colombia. .......................... 20

Tabla 2. Flebotomíneos infectados naturalmente y/o confirmados como transmisores de

especies de Leishmania en América. .............................................................................. 36

Tabla 3. Coeficientes de correlación de las asociaciones entre la abundancia de Lu.

evansi y las variables climáticas en Ovejas, Sucre. ........................................................ 47

Tabla 4. Parámetros tabulados de las variables asociadas a los casos y Montenegros por

vivienda........................................................................................................................... 65

Tabla 5. Prevalencia acumulada de leishmaniasis por grupos de edad, en la población

estudiada. ....................................................................................................................... 67

Tabla 6. Análisis de efectos. Montenegro vs. Variables ambientales .............................. 68

Tabla 7. Análisis del estimador de máxima verosimilitud para la asociación Montenegros

y variables ambientales. .................................................................................................. 69

Tabla 8. Estimador de Odds Ratio. ................................................................................. 69

Tabla 9. Análisis de efectos. Casos de leishmaniasis vs. Variables ambientales ............ 70

Tabla 10. Análisis del estimador de máxima verosimilitud para la asociación casos de

leishmaniasis y variables ambientales. ........................................................................... 71

Tabla 11. Estimador de Odds Ratio. ............................................................................... 71

Tabla 12. Estimador Poisson para la relación entre el Número de vectores y las variables

ambientales con covariable casos de leishmaniasis. ...................................................... 72

Tabla 13. Estimador Poisson para la relación entre el Número de vectores y las variables

ambientales con covariable montenegro. ........................................................................ 73

Tabla 14. Coeficiente de correlación cruzada con rezago entre los casos de dengue y el

NDVI promedio/mes. ..................................................................................................... 103

Tabla 15. Datos climáticos y casos de dengue utilizados en los modelos de predicción.

..................................................................................................................................... 118

Tabla 16. Modelos de Regresión Lineal Múltiple ........................................................... 120

Tabla 17. Coeficiente de correlación de Pearson entre cada par de variables para el

MRLM con las series no estandarizadas. ...................................................................... 121

Tabla 18. Coeficiente de correlación de Pearson entre cada par de variables para el

MRLM con las series estandarizadas. ........................................................................... 122

Tabla 19. Modelos producto de la calibración con 2/3 de los datos. .............................. 123

Tabla 20. Matriz de error del modelo predictivo. ............................................................ 124

Tabla 21. Modelos producto de la calibración con 1/2 de los datos. .............................. 125

Introducción

Colombia presenta gran número de condiciones biológicas, biogeográficas y

climáticas (Andrade, 1991) propicias para albergar gran diversidad en flora y

fauna, y una amplia gama de recursos naturales (IGAC/IDEAM/MAVDT, 2010).

En el país las condiciones ecológicas, climáticas y epidemiológicas posibilitan la

transmisión de variedad de enfermedades tropicales, entre estas, el dengue y la

leishmaniasis, además de la distribución de una variedad de especies de

animales vectores y reservorios implicados en la transmisión (OPS/OMS, 2014).

En conjunto estas condiciones hacen que en los últimos 7 años en el país, se

presente en promedio 94.91 casos de leishmaniasis y 312.85 de dengue por cada

100.000 habitantes en las zonas de riesgo (INS, 2008-2014).

Algunas de las enfermedades infecciosas de mayor prevalencia en el mundo son

muy sensibles a condiciones de variabilidad climática, principalmente a través de

su influencia sobre los ecosistemas terrestres. Por ejemplo, la temperatura, la

precipitación y la humedad tienen una fuerte influencia en la reproducción, la

supervivencia y las tasas de picadura de los insectos que transmiten la malaria, el

dengue y la leishmaniasis, entre otras, así mismo, la temperatura afecta los ciclos

de vida de los agentes infecciosos de las mismas. Además, el número de casos

de dichas enfermedades incrementa considerablemente durante la fase cálida del

(El Niño) del evento climático El Niño-Oscilación del Sur (ENSO en inglés)

(Cárdenas et al., 2006; Suaréz et al., 2008; Brunkard et al., 2008; Sánchez et al.,

2009; Poveda et al. 2001; Rúa et al., 2012; Chaves et al., 2014; Quintero-Herrera

2014).

Variabilidad climática, Leishmaniasis y Dengue

La variabilidad climática que rige el clima de Colombia, está controlada en gran

medida por la Zona de Confluencia Intertropical - ZCIT, por la dinámica de los

océanos Pacífico y Atlántico y por la dinámica de las cuencas del Amazonas y el

Orinoco. El país presenta regímenes de variabilidad climática significativos a lo

largo del territorio: en el sur la estacionalidad entre lluvias y menos lluvia está

invertida con respecto a la del país, mientras que, en la región Andina, los

2 Introducción

regímenes de precipitación tienen una tendencia bimodal y en la región Caribe la

tendencia es unimodal. Con un régimen climático que varía significativamente

entre regiones, los efectos de las alteraciones climáticas no se perciben de

manera homogénea en el país.

Entre los factores de riesgo climáticos, diversos estudios han demostrado la

relación entre la variabilidad climática interanual, cuyo principal modulador es el

evento El Niño/Oscilación del Sur (ENSO), y sus dos fases extremas: El Niño

(fase cálida) y La Niña (fase fría), con la emergencia, reemergencia o

intensificación de enfermedades tropicales, con graves impactos sociales,

económicos y en salud para diferentes regiones o países (Poveda et al., 2000;

Thompson et al., 2002; Cárdenas et al., 2006; Rúa et al., 2012).

Si bien se sabe, el principal mecanismo de modulación de la variabilidad climática

a diversas escalas de tiempo (mensual hasta la intradecadal) es el llamado

evento EL Niño-Oscilación del Sur (ENSO), el cual corresponde a un evento

climático natural que ocurre en el océano Pacífico ecuatorial central, como

resultado de la interacción entre el océano y la atmosfera. El ENSO produce

fuertes perturbaciones sobre la circulación atmosférica global, y sus efectos

climáticos tienen dramáticas implicaciones socioeconómicas, ambientales y en la

salud pública. Es así que durante EL Niño se producen sequias en África, en la

parte tropical de Suramérica, en Australia; inundaciones en el oeste de

Norteamérica, China, Ecuador y el Sur de Suramérica, entre otros.

La fase cálida del ENSO se manifiesta principalmente, por un aumento de la

Temperatura Superficial del Mar (TSM) y una disminución de los vientos alisios en

el lado este del océano Pacífico. Estas condiciones anómalas generan fuertes

precipitaciones, tanto en los países ribereños del Pacífico sudoriental, como en

otras partes del mundo. La Niña, fase inversa o fría de ENSO, se caracteriza por

presentar TSM más frías que lo normal, intensificación de los vientos alisios en el

este del océano Pacífico y períodos de sequía.

Dado que las fases del ENSO, El Niño/La Niña están asociados con el

aumento/disminución anómalo de la temperatura superficial del mar, la Oficina

Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en

inglés) ha desarrollado algunos indicadores para hacer seguimiento a estos

fenómenos, tales como el ONI y el MEI. El primero es el Índice Oceánico del

Niño (ONI, por sus siglas en inglés). Este índice es calculado a partir de

mediciones de la TSM en el sector central del Pacífico tropical frente a las costas

de Suramérica. En condiciones El Niño, el ONI debe ser igual o superior a +0,5

grados Celsius de anomalía, mientras que en condiciones La Niña, el ONI es

igual o inferior a -0,5 grados Celsius.

Introducción 3

El MEI, Índice Multivariado del ENSO se utiliza para medir la intensidad del ENSO

y puede ser entendido como la media ponderada de seis variables sobre el

Pacifico tropical, a saber: presión atmosférica a nivel del mar, componente zonal

(este-oeste) y meridional (norte-sur) del viento en superficie, temperatura de la

superficie del mar, temperatura del aire en superficie, y cantidad total de

nubosidad. Los valores positivos del MEI representan la fase caliente de ENSO

(El Niño).

Los impactos del evento El Niño en el territorio andino se traducen en el

incremento de lluvias, movimientos en masa e inundaciones, principalmente en

las zonas bajas de Ecuador, Perú y Bolivia (costa y Amazonia, respectivamente),

y déficit de precipitaciones y sequías en Colombia y el altiplano de Perú y Bolivia.

Los efectos se traducen, por lo tanto, en daños en sectores productivos como la

agricultura y la pesca, en la infraestructura vial, en las viviendas y en miles de

damnificados por pérdida de sus bienes y medios de vida, así como por

afectaciones en la salud por el aumento de enfermedades por vectores que

proliferan con cambios temporales en los regímenes climáticos.

Los impactos más documentados y conocidos corresponden a los episodios

de1982-1983 y 1997-1998, en razón de la magnitud de los efectos

socioeconómicos relacionados tanto con la intensidad del evento climático como

con la vulnerabilidad dela población y los sectores afectados. Los mayores

impactos de El Niño 1997- 1998ocurrieron en Ecuador y Perú, con cerca del 50%

de las pérdidas en los sectores productivos, especialmente pesca y agricultura,

según la evaluación realizada por la Corporación Andina de Fomento (CAF, 2000

c, d). Hubo importantes daños en la infraestructura, especialmente del sector

transporte, por el deterioro y destrucción de carreteras y puentes.

Debido a que el clima afecta las temperaturas, la humedad del aire y del suelo, y

los regímenes de lluvias, la salud humana es afectada a través de tres

mecanismos ligados entre sí: (1) distribución y calidad de las aguas superficiales,

(2) ciclos de vida de los vectores de enfermedades y relaciones huésped/vector, y

(3) dinámica de los ecosistemas de las relaciones predador/presa las cuales

controlan las poblaciones de vectores de enfermedades (Epstein y Stewart 1995).

La distribución de las enfermedades transmitidas por vectores (ETV´s) es

determinada por una compleja interacción entre los factores ambientales y

sociales. Varios estudios han evaluado los efectos potenciales del clima en la

distribución e incremento de las ETV´s (McMichael, Woodruff, & Hales, 2006;

Rogers & Randolph, 2006), incluyendo enfermedades como la malaria (Gething et

4 Introducción

al., 2010; Patz & Olson, 2006; Poveda et al., 2001; Poveda & Rojas, 1997), y el

dengue, entre otras (Banu, Hu, Hurst, & Tong, 2011; G. Rúa-Uribe, Suárez-

Acosta, Chauca, Ventosilla, & Almanza, 2013; Russell et al., 2009). Estos

estudios responden a la creciente preocupación por el impacto del cambio

climático en la salud humana (McMichael, Haines, Slooff, 1996; Sutherst, 2004) y

al hecho de que muchos aspectos biológicos de la transmisión de las ETV´s

presentan procesos cuantificables que dependen de factores meteorológicos

específicos (World Health Organization WHO, 2012). Por ejemplo, las

temperaturas más altas se asocian con el aumento en las poblaciones de

insectos vectores, con el aumento en la tasa de picadura y cambios en

supervivencia vector, mientras que el período de incubación de patógenos dentro

de los vectores pueden disminuir a medida que aumenta la temperatura (Mattar,

Morales, Cassab, & Rodríguez-Morales, 2013; Tabachnick, 2010). Por lo tanto, el

efecto del cambio climático sobre estos factores se ha convertido en un problema

de salud pública generalizada, y es claramente fundamental para incluir variables

meteorológicas al modelar la distribución actual o futura de estas enfermedades.

Sin embargo, la distribución de las ETV´s no sólo están vinculados a las

condiciones climáticas; la difusión, establecimiento y persistencia de estas

enfermedades también dependerá en gran medida de las características de lo

natural (que es decir, la vegetación y las características geológicas) y entornos

humanos-construido. Por ejemplo, las tendencias de urbanización y patrones de

movimiento humano se cree que han sido principales impulsores de la expansión

geográfica y el aumento endemicidad del dengue en los últimos 70 años.

En Colombia, la variabilidad y el cambio climático ha sido estudiada en algunas

enfermedades de transmisión vectorial, tales como la malaria (Ruiz D. et al.,

2014; Siraj AS. et al., 2014), el dengue (Mattar S. et al., 2013; Cassab A. et al.,

2003; Diaz-Quijano F. et al., 2008; Suarez C. et al., 2008; Rúa-Uribe G. et al.,

2013) y la leishmaniasis (Cárdenas et al., 2006; Cárdenas et al., 2008;

Valderrama-Ardila et al., 2010), en Antioquia, la costa caribe, el noreste del país y

la región cafetera al centro del país (Castañeda-Hernández et al., 2013; Martinez-

Pulgarin et al., 2014; Saldarriaga-Arenas y Rodríguez-Morales 2013).

Este trabajo investigativo tiene por objeto identificar los elementos climáticos

(índices macroclimáticos del ENSO, Índice de vegetación – NDVI, temperatura y

precipitación) y ambientales (físicos, demográficos y biológicos asociados a las

viviendas) que participan en la dinámica epidemiológica de la leishmaniasis y el

dengue como factores de riesgo, y tiene relación con el incremento del número de

casos y la presencia de la enfermedad en el país.

Introducción 5

Con el propósito de verificar la hipótesis planteada, se estableció como objetivo

general: Determinar los factores de riesgo climáticos y su influencia en la

presencia de casos de dengue y leishmaniasis a las escalas espaciales (nacional,

regional y municipal) y temporales (mensual e interanual).

El diseño experimental concebido para alcanzar el objetivo propuesto,

comprendió dos fases: una fase de campo, estudio entomológico y

epidemiológico realizado en una región endémica de transmisión de

leishmaniasis, y una fase de análisis, para la asociación de variables climáticas y

ambientales con el número de casos de dengue, casos de leishmaniasis, y

abundancia de insectos del genero Lutzomyia (vectores de leishmaniasis) en

Colombia. La fase de campo comprendió alrededor de un año de muestreo

entomológico y epidemiológico: Febrero/2013-Abril/2014, y fue realizado en la

cabecera municipal de Ovejas, en el departamento de Sucre. Para el análisis de

la relación entre el dengue y leishmaniasis con la variabilidad climática a nivel

nacional, departamental y municipal se empleó la información climática, y de

casos registrada desde el año 2005 para darle mayor robustez al análisis

estadístico. La posibilidad de disponer de un registro de información de nueve

años de extensión, permite a futuro la realización de modelos de predicción con

mejor capacidad de pronóstico.

La fase de análisis comprendió las siguientes evaluaciones: 1. Relación entre la

variabilidad climática y la distribución de los vectores de la leishmaniasis en el

municipio de Ovejas, Sucre. 2. Efecto de la variabilidad climática sobre las

dinámicas endemo-epidémicas de casos de leishmaniasis y dengue a escala

nacional, regional y municipal, con énfasis en los casos autóctonos de

leishmaniasis urbana del municipio de Ovejas. 3. Condiciones ambientales

(físicas, bióticas y demográficas) de los domicilios que influyen como factores de

riesgo de casos de leishmaniasis en Ovejas, Sucre. 4. Asociación entre el índice

de actividad vegetal – NDVI con el número de casos de dengue y leishmaniasis a

escala nacional, regional y municipal.

El documento que se presenta a continuación se encuentra organizado por

capítulos según el desarrollo de los objetivos específicos. Así, en los capítulos

uno y dos se describe, respectivamente, la evaluación de la asociación entre la

variabilidad climática interanual y el dengue; la leishmaniasis en Colombia y la

distribución de sus vectores en la zona endémica de ovejas, abarcando un

estudio a tres escalas espaciales (nacional, departamental y municipal). El tercer

capítulo trata de la identificación de condiciones ambientales de los domicilios que

actúan como factores de riesgo en las dinámicas epidémicas de casos de

6 Introducción

leishmaniasis periurbana en Ovejas, Sucre. En el capítulo cuatro se presenta la

dinámica espacio-temporal de la asociación entre el índice de actividad vegetal –

NDVI con el número de casos de dengue y leishmaniasis a escala nacional,

regional y municipal. El último capítulo se sugiere por fuera de los objetivos

planteados como herramienta de predicción bajo un modelo estadístico del

comportamiento de casos de dengue a futuro bajo condiciones del ENSO. En las

siguientes sesiones aparecen las conclusiones del estudio y perspectivas o

trabajo a futuro, respectivamente. Y en la última sección se reúnen las

publicaciones generadas por este estudio y certificados de participación en

congresos, simposios y otros eventos en donde se presentó a la comunidad

científica los resultados obtenidos.

Introducción 7

OBJETIVOS

Objetivo General

Determinar los factores de riesgo climáticos y su influencia en la presencia de

casos de dengue y leishmaniasis a las escalas espaciales (nacional, regional y

municipal) y temporales (mensual e interanual).

Objetivos Específicos

1. Establecer el efecto de la variabilidad climática (a escala interanual) sobre las

dinámicas endemo-epidémicas de casos de dengue a escala nacional,

regional y municipal.

2. Determinar la asociación entre la variabilidad climática (desde la escala diurna

hasta la interanual) y la distribución de los vectores de la leishmaniasis

(distribución espacial, abundancia y diversidad), en el municipio de Ovejas,

Sucre.

3. Establecer el efecto de la variabilidad climática (desde la escala diurna hasta

la interanual) sobre las dinámicas endemo-epidémicas de casos de

leishmaniasis a escala nacional, regional y municipal, con énfasis en los casos

autóctonos de leishmaniasis urbana del municipio de Ovejas.

4. Determinar las condiciones ambientales (físicas, bióticas y demográficas) de

los domicilios que influyen como factores de riesgo en las dinámicas endemo-

epidémicas de casos autóctonos de leishmaniasis periurbana en el municipio

de Ovejas, Sucre.

5. Cuantificar la dinámica espacio-temporal de la asociación entre los índices de

actividad vegetal con el número de casos de dengue y leishmaniasis a escala

nacional, regional y municipal.

6. Determinar el grado de asociación y la posible capacidad predictora de

algunas variables climáticas con los casos de dengue en Colombia.

1. Capítulo 1

VARIABILIDAD CLIMÁTICA Y EL DENGUE EN

COLOMBIA.

Objetivo: Establecer el efecto de la variabilidad climática (a escala interanual) sobre las

dinámicas endemo-epidémicas de casos de dengue a escala nacional, regional y

municipal.

1.1 INTRODUCCIÓN

Caracterización epidemiológica del dengue

El dengue es una de las enfermedades transmitidas por vectores de mayor importancia

en el mundo (Bhatt et al., 2013a), es ubicuo en los trópicos y subtrópicos, con

aproximadamente 4 mil millones de la población mundial en riesgo y casi 400 millones

de infecciones al año (25% de los cuales son sintomáticos). Es una enfermedad viral

sistémica aguda con amplia distribución a nivel mundial, tanto en los ciclos de

transmisión endémica y epidémica. La infección por el virus dengue en los humanos a

menudo es imperceptible (Simmons et al., 2012; Endy et al., 2011), pero puede

conllevar un amplio grupo de manifestaciones clínicas, en la mayoría de los casos, la

enfermedad se manifiesta como síntomas similares a la gripe, como fiebre y dolor de

cabeza, aunque los casos más graves se producen en la fiebre hemorrágica.

Actualmente no hay agentes antivirales efectivos para tratar la infección del dengue, y

no hay ninguna vacuna autorizada a pesar de la existencia de algunos candidatos

prometedores (WHO, 2009).

Existen cuatro serotipos del virus del dengue, los cuales se ubican en la familia

Flaviviridae, género Flavivirus. (Duane J Gubler, 2002; WHO, 2013). Los serotipos se

denominan DENV-1, DENV-2, DENV-3 y DENV-4, y la infección con cualquiera de los

cuatro virus favorece la inmunidad permanente a ese serotipo especifico (Gibbons &

Vaughn, 2002).

10 Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

El dengue se transmite entre los humanos por la picadura de mosquitos del

género Aedes, que ingieren la sangre de los humanos durante el día y ponen sus

huevos en recipientes que contienen agua en entornos domésticos. La mayoría

de las especies del género Aedes, incluyendo el vector principal Aedes aegypti,

requieren temperaturas cálidas para la persistencia, y la incubación del virus del

dengue en el interior de estos mosquitos. Por estas razones, Ae. aegypti es un

vector urbano eficiente de los virus del dengue en las zonas tropicales y

subtropicales. De otra manera, Ae. albopictus se ha adaptado a climas más

templados de Europa y Norte América (Messina et al., 2015).

El dengue es particularmente frecuente en las ciudades de zonas tropicales y

subtropicales, donde la combinación de abundantes mosquitos y altas densidades

de poblaciones humanas soportan altas tasas de infección. El clima también

ejerce una fuerte influencia, en combinación con factores socioeconómicos. Las

fuertes lluvias pueden causar el agua estancada, mientras que la sequía puede

fomentar a la gente para que almacene más agua en el hogar, por lo tanto

proporcionan criaderos para los mosquitos. A su vez, las temperaturas altas

aumentan las tasas de desarrollo tanto del mosquito vector y el virus, lo que

favorece una transmisión más intensa. El dengue está aumentando en muchas

partes del mundo, impulsada por el desarrollo y la globalización, la combinación

de la urbanización rápida y no planificada, la circulación de mercancías y

personas infectadas, la dispersión de los mosquitos a nuevas zonas y

condiciones climáticas (WHO y WMO 2012).

Como muchos aspectos de la transmisión del dengue tienen procesos

cuantificables que dependen de la temperatura, el efecto del cambio climático en

el futuro la transmisión del dengue se ha convertido en un problema de salud

pública generalizada. Los cambios de humedad y precipitación pueden afectar el

comportamiento de mosquitos adultos y la disponibilidad de hábitats acuáticos

necesarios para el desarrollo de larvas de Aedes. La persistencia de dengue

también depende de las características y los cambios en el medio ambiente y la

población humana. Por ejemplo, las tendencias de urbanización y patrones de

movimiento humanos, incluido el aumento de la frecuencia de los viajes

internacionales, es probable que sean igual, si no mayor, los contribuyentes a

cambiar en el futuro panorama de dengue como el cambio climático (Messina et

al., 2015).

Capítulo 1 11

Impacto mundial e incidencia del dengue en Colombia.

El dengue se produce en más de 125 países con alrededor de 100 millones de

infecciones sintomáticas por año (Bhatt et al., 2013a) entre 3.97 billones de

personas que, en el 2010, se estimaron que vivían en zonas de riesgo de la

enfermedad (Brady et al., 2012). Se espera que la expansión del dengue va en

aumento debido a factores tales como la dinámica moderna del cambio climático,

la globalización, los viajes turísticos, el comercio, la socioeconomía, además a

múltiples factores, incluyendo cambios ambientales y sociales, que favorecen su

incidencia y epidemiología; así como a la evolución viral y la aparición del nuevo

serotipo (DEN5) (Murray, Quam, & Wilder-Smith, 2013).

Se espera que la transmisión del virus del dengue se intensifique en áreas

endémicas (Duane J. Gubler, 2011; Murray et al., 2013) y se extienda a zonas

que actualmente son de bajo riesgo en Asia, Europa y Norte América (Monath,

1994; Murray et al., 2013). Sin embargo, la difusión de la enfermedad debido a

factores antrópicos y de cambio climático sigue siendo un tema de debate

(Erickson et al., 2012; Richard et al., 2010; Reiter 2001).

En la mayoría de los países del sureste de Asia y América Latina, representa un

riesgo para la salud pública y se ha asociado su epidemiologia con la variabilidad

y el cambio climático durante las últimas décadas (Franco-Paredes et al., 2007;

Rodríguez-Morales y Santos-Preciado 2007; Herrera-Martinez y Rodríguez-

Morales 2010; Mattar et al., 2013; Zambrano et al., 2012). En Colombia, sin

embargo, son pocos los estudios que evidencia tal asociación, particularmente en

regiones endémicas (Cassab, Morales, y Mattar 2011; Eastin et al., 2014; Mattar

et al., 2013; Rúa-Uribe et al., 2013).

El dengue en Colombia representa un problema prioritario en salud pública

debido a la reemergencia e intensa transmisión con tendencia creciente en las

últimas tres décadas, el comportamiento de ciclos epidémicos cada dos o tres

años, el aumento en la frecuencia de brotes de dengue grave, la circulación

simultánea de diferentes serotipos, la reintroducción del serotipo DENV-3, la

infestación por Ae. aegypti de más de 90% del territorio nacional situado por

debajo de los 2.200 msnm, la introducción de Ae. albopictus y la urbanización de

la población por problemas de violencia. De igual forma, desde el primer caso de

dengue grave (hemorrágico) en diciembre de 1989, en Puerto Berrío, Antioquia,

se ha observado en el país una tendencia al rápido incremento en el número de

casos, al pasar de 5,2 casos por 100.000 habitantes en la década de 1990 a 18,1

casos por 100.00 habitantes en los últimos cinco años. Esta situación se observa

de igual manera en el comportamiento de la mortalidad, la cual pasó de 0,07

12 Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

defunciones por 100.000 habitantes en los 90, a 0,19 defunciones por 100.000

habitantes en la presente década (INS, 2014; INS, OPS 2011).

Un gran porcentaje del territorio nacional presenta adecuadas condiciones de

temperatura, humedad relativa y pluviosidad (75% de su área, hasta una altitud

de 1.800 m), y registra transmisión endémica urbana de dengue. Esta se

distribuye en 620 municipios endémicos, donde existe una población en riesgo de

23.607.414 de personas. El 80% de la carga de la enfermedad se registran en

100 municipios endémicos. Desde su reemergencia en la década de los setenta,

la transmisión dela enfermedad ha presentado una amplia expansión geográfica e

intensificación en el territorio Colombiano. Este fenómeno se pudo evidenciar

mejor durante la última década, cuando se registró una tendencia creciente en el

número de municipios que registran casos de dengue anualmente, pasando de

402 municipios con transmisión endémica en el año 1999, a 621 municipios en

2009.

Desde el año 2010 se cambia la clasificación de caso para la notificación según la

nueva evidencia disponible y se denomina dengue y dengue grave. Durante ese

mismo año se presentó la mayor epidemia de la historia de nuestro país durante

la última década, con un total de 147.426 casos de dengue en total, 221 muertes

confirmadas y una letalidad de 2,26%, teniendo un gran impacto en la salud de la

población (INS, 2014).

Variabilidad climática y el dengue

La transmisión del dengue es multicausal puesto que en ella intervienen

diferentes factores: entomológicos, socioeconómicos y climáticos (Bisset Lazcano

et al., 2006). En particular, se ha evidenciado que estos últimos juegan un papel

importante en la distribución espacial y temporal de la enfermedad (Cárdenas et

al., 2005; Gubler et al., 2001; Patz et al., 1998).Es ampliamente aceptado que la

distribución y la dinámica de la enfermedad es particularmente sensible a las

condiciones climáticas, por virtud de la sensibilidad delas poblaciones de A.

aegypti a las variaciones en la temperatura, la humedad relativa, la precipitación,

la evaporación, y la cantidad y calidad del agua estancada utilizada como sitios

de oviposición (Bhatt et al., 2013b; Chen et al., 2010; Focks y Barrera 2006; Hales

et al., 2002; Johansson et al., 2009; Su 2008; Wu et al., 2007).

Por otro lado, estudios recientes también sugieren que eventos climáticos

naturales como El Niño/Oscilación del Sur (ENSO por sus siglas en inglés),

regulador importante de la variabilidad climática interanual, promueve la variación

Capítulo 1 13

interanual dela incidencia del dengue (Earnest et al., 2012; Gagnon et al., 2001;

Hales et al., 1996; Kovats et al., 2003;Povedaet al., 2000). Durante eventos

ENSO, hay cambios significativos en las temperaturas, la cantidad y la intensidad

de la precipitación en los trópicos y, especialmente sobre el sudeste de Asia y el

norte de América del Sur (Dai y Wigley, 2000). En el sur de Taiwan, las

correlaciones entre el dengue local y el ENSO se han demostrado a través de

análisis de series temporales (Lai 2011; Yu et al., 2011). En Tailandia y Honduras

se observó una fuerte asociación con años El Niño, demostrando una importante

influencia en la sincronía de epidemias de dengue para el país (Cazelles et al.,

2005; Zambrano et al., 2012).

En Colombia, la enfermedad ha ampliado su distribución geográfica en los últimos

25 años, pasando de 1.500 a 1.800 msnm (Rodríguez, de la Hoz, & Rodriguez,

2005),afectando algunas de las más importantes ciudades del país, lo que

conlleva a que la mayoría de la población se encuentre en riesgo de enfermar o

morir por dengue (INS, 2014). También se ha documentado que la incidencia

temporal de la enfermedad en el país es afectada por el evento climático de El

Niño (Poveda et al., 2000; Rúa-Uribe et al., 2012).

Algunos estudios indican el aumento de casos de dengue asociados a años El

Niño, donde el índice ONI (r=0.329) estuvo altamente asociado a la incidencia de

la enfermedad para el departamento de Risaralda. En otras ciudades de baja

incidencia como Cereté, Córdoba, se encontró una influencia significativa entre el

clima y la morbilidad de dengue (Mattar et al., 2013). En Medellín, la transmisión

dela enfermedad tiene en particular una asociación fuerte con la precipitación, lo

que permitió construir un modelo predictivo para comprender la dinámica de

transmisión para posteriores estrategias de control. Además, se ha demostrado

una no simultaneidad temporal por la asociación estadística entre los casos de

dengue y la temperatura superficial del océano con un rezago de 3-6 meses, es

decir, que posterior a la ocurrencia del evento El Niño, aumenta la incidencia de la

enfermedad en Medellín, una de las ciudades de mayor incidencia en el país Rúa-

Uribe et al., 2012; Rúa-Uribe et al., 2013). Las asociaciones encontradas entre el

dengue y el clima podrían tenerse en cuenta para el entendimiento y el diseño de

modelos estratégicos apropiados para el control del dengue.

14 Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

1.2 MATERIALES Y METODOS

1.2.1 Área de estudio

Se seleccionó tres escalas geoespaciales: nacional, departamental y municipal

(Figura 1). El análisis comprendió los departamentos del país, con especial

énfasis en aquellos donde se ha registrado históricamente mayor número de

casos de la enfermedad, así, Antioquia, Valle, Tolima, Santander, Caldas, Nariño,

Huila, y Sucre. La escala municipal estuvo representada por Cali, Quibdó,

Florencia, San José del Guaviare, Arauca, Armenia, Chinchiná, Pereira, Ibagué,

Neiva, Popayán, Tumaco, Mocoa, Yopal, Bucaramanga, Cúcuta, Santa Marta,

Valledupar, Mitú, Inírida, Puerto Carreño, Tunja, Villavicencio, Bogotá, Medellín,

Cartagena, Barranquilla y Sincelejo. Sin embargo, se hace especial énfasis en los

nueve municipios del área metropolitana del Valle de Aburrá en el departamento

de Antioquia, uno de los más representativos en registro de casos de dengue en

Colombia durante el periodo de estudio (INS, 2015).

Figura 1. Localización geográfica del área de estudio.

Capítulo 1 15

1.2.2 Obtención del registro de casos de dengue

La información de los casos de dengue fue suministrado a nivel de semana

epidemiológica por el Sistema de Vigilancia Epidemiológica del Instituto Nacional

de Salud, Ministerio de Salud de Colombia para el periodo comprendido entre el

año 2005 y 2013 (INS, 2015). Para el análisis de la información los datos de

dengue se expresaron así: 1. casos totales de dengue (dengue y dengue grave),

2. los casos semanales fueron agregados a escala mensual siguiendo el

calendario epidemiológico oficial del Ministerio de Salud y Protección Social de

Colombia, el cual es definido por la Organización Panamericana de la Salud

(OPS, 2015).

1.2.3 Obtención de las series de datos climáticos

Los datos climáticos obtenidos se basaron en dos índices macroclimáticos

globales, el Índice Oceánico de El Niño (ONI, en inglés) y el Índice Multivariado

del ENSO (MEI, en inglés) que clasifica los períodos climáticos según La Oficina

Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos

(NOAA, por sus siglas en inglés). Los índices macroclimáticos se encuentran

disponibles en la página web oficial del servicio nacional de meteorología de la

NOAA, para el ONI (NOAA, 2015a) y para el MEI (NOAA, 2014b).

Para establecer diferencias en el número de casos de dengue según los períodos

climáticos, se tomó la categorización a nivel mensual de El Niño, Neutro y La Niña

según la valoración del índice para el periodo de estudio. Así, la identificación de

episodios cálidos (anomalías positivas, El Niño) se presentan cuando el valor del

ONI supera el umbral de +0.5, valores menores de -0.5 corresponden a episodios

fríos (anomalías negativas, La Niña), y valores en el intervalo -0.5 a +0.5 son

condiciones normales del evento durante por lo menos cinco periodos

consecutivos (Smith et al., 2008). El ONI se calcula como la media móvil de tres

meses de las anomalías de la temperatura superficial del mar para la región El

Niño 3.4 (es decir, la franja comprendida entre 5°N-5°S y 120°-170°W).

El MEI por su parte, se construye mediante un proceso estadístico especial de

agregación de las seis variables de interacción océano-atmósfera más relevantes

para el análisis del comportamiento anómalo en el Pacífico tropical, estas son, la

presión atmosférica al nivel del mar, componente zonal del viento, componente

meridional del viento, temperatura superficial del mar, temperatura del aire, y

nubosidad. Índices con signos positivos representan la fase caliente del ENSO (El

Niño) y los negativos del MEI, la fase fría (La Niña). Durante un evento caliente,

16 Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

hay sucesión de índices mayores que +0.5, y en la fase fría, una sucesión de MEI

menores que -0.5 (Wolter, 1987).

1.2.4 Análisis de los datos

Estandarización de las series de casos de dengue

La normalización es un método común utilizado en estadística para llevar todas

las variables en proporción uno con el otro restando la media de la muestra a

partir de los datos brutos individuales y luego dividiendo la diferencia por la

desviación estándar de la muestra. En hidrología la estandarización permite filtrar

los datos mediante la transformación de la serie original, , de forma que:

Donde , y representan la media estimada y la desviación estándar de la

variable del mes , y se ejecuta a través del número total de años de registros,

N.

Este procedimiento tiene las siguientes implicaciones: i) se obtiene una serie con

media cero y varianza de uno, es decir, una serie de anomalías en el que los

datos positivos representa un dato por encima de la media, mientras que un valor

estándar negativo representa un dato por debajo de la media y ii) que elimina el

ciclo estacional a largo plazo y por lo tanto fenómenos en otras escalas de tiempo

puede ser estudiado. Para este estudio, es de los fenómenos particulares de

interés en la escala interanual, como el ENSO, dado que en Colombia es el

modulador predominante de la variabilidad climática (Poveda et al., 2001).

Transformada de Hilbert-Huang

En algunos estudios se ha demostrado que los casos de dengue exhiben una

dinámica compleja no lineal, con una fuerte estacionalidad, oscilaciones de

múltiples años, y no estacionariedad. Estas características de los datos implican

que los métodos estadísticos convencionales pueden no ser adecuados (Cazelles

et al., 2005) y para ello se propone utilizar la transformada de Hilbert-Huang para

detectar los modos de variabilidad en las series dengue.

Esta metodología combina el análisis espectral de Hilbert y el algoritmo de modo

de descomposición empírica (EMD en inglés) y fue diseñado específicamente

Capítulo 1 17

para los datos no lineales y no estacionarios (Huang y Wu, 2008). Una de las

principales ventajas del análisis espectral de Hilbert es que en lugar de asumir la

frecuencia y la amplitud constante de una serie, como metodologías espectrales

tradicionales (es decir, la transformada de Fourier), asume frecuencias y

amplitudes instantáneas, para estimar la distribución tiempo-frecuencia-energía

de los datos.

Huang et al., (1998) exploró la aplicabilidad de la transformada de Hilbert a la

serie geofísica y se encontró que para un proceso estocástico arbitrario la

frecuencia obtenida a partir de la transformada de Hilbert no necesariamente

tiene significado físico y por lo tanto demostró que para una estimación adecuada

de la frecuencia instantánea a través de la transformada de Hilbert era necesario

estudiar una función puramente oscilatoria con un nivel de referencia cero. Este

análisis condujo al desarrollo del algoritmo de EMD, que es un proceso de filtrado

que permite la descomposición de una serie de tiempo en un número finito de

funciones de modo intrínseca (FMI), cada uno asociado con los diferentes modos

de oscilación embebidos en la serie original y que contienen variables de

amplitudes y frecuencias dependientes del tiempo. El EMD es un método que

trabaja directamente en el dominio del tiempo, y se deriva exclusivamente de los

datos, por lo que no asume a priori ningún requisito matemático empírico para un

método de descomposición de series de tiempo, incluyendo la convergencia,

integridad, ortogonalidad, y la singularidad (Huang et al., 1998).Los detalles de la

transformada de Hilbert Huang y el algoritmo de EMD se encuentran en Huang y

Wu (2008) y Rao y Hsu (2008).

Coeficiente de correlación cruzada y la escala de fluctuación

Se estimaron los coeficientes de correlación cruzada simultáneos y rezagados

entre los índices del ENSO y los valores estandarizados de los casos de dengue.

El coeficiente de correlación rezagado , es la principal medida de

asociación lineal entre dos variables cuantitativas. Este coeficiente entre dos

series de tiempo en el sitio , y en el sitio de , se estima como (Salas

et al., 1980),

18 Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

Donde ecuación (2) denota la función de autocorrelación de las series de

tiempo. Para el propósito de este estudio, los valores de rezago

meses, donde indica la correlación simultánea, y indican las

correlaciones rezagadas cuando los índices del ENSO llevan las series de casos

de dengue por meses.

Este coeficiente, cuyo valor no depende de las unidades de medida de las

variables, está acotado entre -1 y +1; su signo indica la dirección, positiva o

negativa, de la asociación lineal y su valor absoluto la intensidad de la misma. En

caso de asociación lineal perfecta toma el valor 1; si no hay asociación lineal

toma el valor 0, lo cual no implica que no pueda haber asociación de otro tipo.

La significancia estadística de las correlaciones cruzadas estimadas se evaluó

mediante una prueba rigurosa que consiste en la estimación de la magnitud de la

fluctuación, un parámetro estadístico para calcular el intervalo de tiempo entre las

observaciones independientes y el intervalo óptimo de muestreo de datos para

obtener una muestra independiente en una serie de tiempo (Vanmarcke, 1983):

Donde denota el coeficiente de autocorrelación rezagado de las series. Para

un proceso discreto muestreado a horas fijas, la escala de fluctuación se estima

como,

Donde indica la suma de la función de autocorrelación de la serie hasta

el rezago .

Por lo tanto, una serie de tiempo de observaciones de una variable aleatoria

tiene una serie de observaciones independientes (grados de libertad), dada por

. Se requiere tal número de grados de libertad en la prueba de significancia

estadística de las correlaciones estimadas. Este procedimiento es aún más

necesario cuando se trata de series de tiempo cortas. Según la literatura es

recomendable que el número de rezagos no exceda un número equivalente a la

cuarta parte del número de datos (Vanmarcke, 1983).

Capítulo 1 19

Análisis espacial de las correlaciones y sus rezagos

Se realizó una interpolación en Arcgis 10.0, utilizando los valores más altos de la

correlación entre el dengue (dengue y dengue grave) y el ONI a escala mensual

por un periodo de 9 años (2005 – 2013) para los municipios más incidentes de la

enfermedad en cada uno de los departamentos del país. Las correlaciones fueron

sometidas a una prueba de significancia estadística (valor P>0,99). Los

departamentos de San Andrés, Córdoba, Amazonas, Atlántico, Bolívar y La

Guajira no son incluidos en el análisis por no presentar significancia estadística

en la correlación entre el dengue y el ONI.

La interpolación fue realizada con la herramienta kriging de ArcGis 10.0, la cual

consiste en ponderar los valores de medición cercanos a las correlaciones de los

municipios más incidentes de dengue para derivar un valor predicho para una

ubicación no medida. Los pesos se basan en la distancia entre los puntos de

medición (municipios más incidentes), las ubicaciones de predicción, y la

disposición espacial general entre los puntos medidos.

1.3 RESULTADOS

Identificación de la variabilidad de la serie de dengue mediante la transformada

de Hilbert-Huang

En este capítulo el objetivo principal es el estudio de las series de datos de

dengue en la escala interanual, donde el mecanismo climático dominante es El

Niño/Oscilación del Sur (ENSO). Para este propósito, se procedió a analizar

mediante la transformada de Hilbert-Huang, las series de datos estandarizados

de dengue resultante del procedimiento de normalización que se describió en la

sección 2.2.4.

Algunos estudios indican que las series de tiempo de la incidencia del dengue

están dominadas principalmente por un modo de oscilación anual (Cazelles et al.,

2005) y el presente estudio muestra que, efectivamente, la señal anual sigue

presente. En particular, a escala nacional, todas las series de datos de casos de

dengue presentan 3 frecuencias comunes asociadas a un periodo de 3 meses, 6-

8 meses y 1 año (aproximadamente). Sin embargo, resulta de mayor interés otras

frecuencias asociadas a los períodos de 2-3 años, comunes a todas las series,

excepto a los datos del departamento de Chocó, y que curiosamente son los

modos dominantes, explicando hasta 78% de la varianza de la serie. Por último,

hubo otra frecuencia asociada a un período de 4,6 años, pero éste sólo se ha

20 Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

encontrado en la serie de casos de dengue en Chocó, Santander, Tolima y a nivel

nacional.

En la Tabla 1 se presentan las propiedades del IMF para la serie del dengue a

nivel nacional, su frecuencia media, el período al que se asocia cada frecuencia y

el porcentaje de potencia de cada IMF. Este porcentaje representa el porcentaje

de energía de cada IMF comparado con la señal original, es decir, una medida de

la contribución de cada IMF a la varianza de la serie.

Tabla 1. Propiedades del IMF para las series de dengue en Colombia.

El estudio de Cummings et al., (2004) utiliza la descomposición del modo

empírico para demostrar la existencia de una onda espacial y temporal a lo largo

del territorio de Tailandia. Sus resultados encontraron un periodo de 3 años de la

varianza que se cree puede reflejar la dinámica de la población huésped-

patógeno para el dengue grave. Sin embargo, al analizar los resultados,

esencialmente del espectro de Hilbert, se observa en el espectro de potencia

unas señales fuertes en años que han sido reportados como años ENSO. En la

Figura 2 se presenta un ejemplo del espectro de Hilbert para la serie de dengue

en el departamento del Valle, en el que la frecuencia asociada a un período de 3

años, muestra una señal fuerte en los años siguientes: 2005 (El Niño débil), 2009-

2010 (El Niño moderado), 2010-2011 (La Niña fuerte) y 2011-2012 (La Niña

débil). Para esta serie de dengue en el departamento del Valle, este modo de

oscilación de 3 años explica el 77,5% de la varianza de la serie. Es decir, que en

las series de casos de dengue se logra observar una señal interanual coincidente

con el ENSO.

Capítulo 1 21

Una vez analizadas las series de casos de dengue, el siguiente paso fue realizar

las correlaciones entre las series de casos de dengue y los índices

macroclimáticos del ENSO, ONI y MEI.

Correlación entre los casos de dengue y los índices climáticos del ENSO

Análisis a escala nacional:

Para cuantificar la asociación entre el ENSO y los casos de la enfermedad, en la

Figura 3 se presentan las series estandarizadas de dengue y los índices

macroclimáticos de análisis. Se hace más evidente la fuerte asociación entre el

evento ENSO y la variabilidad de los casos de dengue en Colombia, lo cual es

confirmado por el análisis de correlación cruzada (Figura 4). Aquí se muestra que

la ocurrencia de El Niño lleva a un aumento significativo y rezagado en los casos

de dengue, mientras que La Niña conduce a una disminución del dengue,

también con un rezago evidente.

El análisis de correlación de Pearson entre los valores mensuales de los índices

del ENSO (ONI y MEI) y los valores estandarizados de casos de dengue en

Colombia en la escala nacional, muestran un alto coeficiente de correlación

cruzado, estadísticamente significativo (r = 0,7; p> 0,99) entre los 6 y 7 meses, es

decir, que durante estos meses posteriores a la ocurrencia del evento ENSO

existe una alta probabilidad de que haya un brote de dengue a nivel nacional

(Figura 4).

Figura 2. Espectro de Hilbert de la serie de dengue en Valle, Colombia.

22 Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

Figura 3. Casos mensuales estandarizados dengue en Colombia y los índices macroclimáticos ONI y MEI.

Figura 4. Correlación cruzada simultánea y rezagada a escala nacional en Colombia entre el ENSO y el dengue. **:p<0,01; *:p<0,05

Capítulo 1 23

La Función de autocorrelación y la escala de fluctuación:

En la Figura 5 se presentan los autocorrelogramas o funciones autocorrelación de

las series de tiempo de dengue, ONI y MEI. La significancia estadística de las

correlaciones se estimó mediante la escala de fluctuación (ecuación 4), proceso

estocástico que se define como la integral de correlación en el tiempo. En análisis

hidrológicos, proporciona una cuantificación de la estructura de correlación lineal

de los procesos hidrológicos, así como del intervalo de muestreo óptimo de

variables hidrológicas.

La escala de fluctuación sirve para aplicar con rigor la prueba de significancia

estadística de los coeficientes de correlación entre el ENSO y el dengue,

descartando la memoria del proceso para confiar que los datos son

independientes. La escala de fluctuación ( ) se estimó por el método de la función

de autocorrelación para la series de datos de dengue, ONI y MEI, y arrojó valores

de iguales a 8.7, 4.9 y 5.6 meses, y un alto número de datos independientes

equivalentes a 12.3, 21.7, y 19.0 respectivamente para las tres series.

Análisis a escala departamental:

A una escala menor, a nivel departamental, el aumento en número de casos de

dengue en sus diferentes formas clínicas, se presenta de manera rezagada y

posterior a la fase cálida del ENSO (El Niño), este patrón es muy evidente en el

brote epidémico del año 2010 para los departamentos de Antioquia, Valle, Nariño,

Caldas, Tolima, Santander, y Huila (Figura 6).

Figura 5. Función de autocorrelación para las series de Dengue (A), θ=8.72 meses; ONI (B), θ =4.97 meses; y MEI (C), θ =5.66 meses

24 Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

El análisis de correlación cruzada también se llevó a cabo entre los índices del

ENSO y los casos de dengue para todos los departamentos de Colombia. Estas

correlaciones fueron sometidas a una prueba de significación estadística (p>

0,99), y por lo tanto los resultados se consideraron significativos para todos los

departamentos a excepción de San Andrés, Córdoba, Amazonas, Atlántico,

Bolívar y La Guajira. La Figura 7 muestra los resultados correspondientes a las

correlaciones cruzadas rezagados entre los índices del ENSO (ONI y MEI) y los

Figura 6. Casos estandarizados de dengue en Colombia e índices del ENSO (ONI y MEI).

Capítulo 1 25

casos de dengue para los departamentos con las mayores significancias

estadísticas.

Los valores del coeficiente de correlación cruzada muestran un patrón de onda

viajera muy interesante que se desplaza desde el suroeste hacia el noreste de

Colombia, ya que se encontró que la correlación máxima se produce en un lapso

de 4 meses en el Valle del Cauca (donde el coeficiente de correlación es igual a r

= 0,6, con p>0,99), con un rezago de 5-6 meses en Huila, Tolima y Santander (r =

0,6, p> 0,99), en un lapso de 7 meses en Antioquia (r = 0,7, p> 0,99), y un lapso

de 9 meses en Sucre (r = 0,60, p> 0,99).

Figura 7. Correlaciones cruzadas entre el ENSO y el dengue a nivel departamental en Colombia. **:p<0,01; *:p<0,05

26 Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

Análisis a escala municipal:

Así mismo, al analizar espacialmente las máximas correlaciones ENSO-dengue y

sus rezagos a nivel municipal (municipios más endémicos) en el 90% de los

departamentos, se observa que las correlaciones máximas ocurren con un rezago

de 4,3 a 5 meses en los municipios de Cali, Quibdó, Florencia, San José del

Guaviare y Arauca. Con un retraso de 5,1 a 6,1 meses existe una correlación

significativa en Armenia, Chinchiná, Pereira, Ibagué, Neiva, Popayán, Tumaco,

Mocoa, Yopal, Bucaramanga, Cúcuta, Santa Marta y Valledupar. Los últimos

municipios en manifestar el efecto de la asociación entre el ENSO y los casos de

dengue son Mitú, Inírida, Puerto Carreño, Tunja, Villavicencio, Bogotá, Medellín,

Cartagena, Barranquilla y Sincelejo con un rezago de 6,2 a 8,3. Se confirma la

observación del patrón de onda que viaja desde el suroeste hacia el noreste de

Colombia (mencionada anteriormente) (Figura 8).

Figura 8. Interpolación de la Correlación cruzada entre el ENSO (ONI) y el dengue a nivel municipal en Colombia. Periodo 2005-2013.

Capítulo 1 27

También se intentó en el estudio de la asociación entre el ENSO y la incidencia

de dengue en los municipios de la zona metropolitana de Medellín, uno de los

municipios de mayor importancia en el registro de caos de dengue. La región se

encuentra a 1.500 m.s.n.m dentro de un valle interandino en la cordillera central

de Colombia. En la Figura 9 se observa que las correlaciones cruzadas entre los

índices del ENSO y los casos de dengue para estos municipios presentan un

patrón de correlación cruzada similar a los de la escalas nacional y regional, con

correlaciones máximas de 6-8 meses (r = 0,7; p> 0,99) en los municipios de

Medellín, Bello, Itagüí y Copacabana. Con estas correlaciones se puede concluir

que el comportamiento ENSO-Dengue tiene un comportamiento invariante en las

tres escalas espaciales en Colombia.

Figura 9. Correlaciones cruzadas entre ENSO y el dengue en 9 municipios dentro del Área Metropolitana de Medellín. La significación estadística de las correlaciones se definen como **:p<0,01; *:p<0,05

28 Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

1.4 DISCUSIÓN

La dinámica de transmisión del dengue está mediada por diversos factores, entre

ellos, la inmunidad humana, aspectos entomológicos asociados con el virus y el

vector, y la variabilidad climática (Bisset et al., 2006; Gubler., 1998). Algunos

estudios en países como Venezuela, Costa Rica, Puerto Rico, México, Indonesia

y Australia han demostrado la evidente asociación entre la variabilidad del clima y

la incidencia del dengue, soportado en los informes de la Organización Mundial

de la Salud (OMS) y el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC)

sobre la importancia del clima en la distribución espacial y temporal de la

incidencia de esta enfermedad (Bangs et al., 2006; Brunkard et al., 2008; Fuller et

al., 2009; Hu et al., 2010).

Colombia también evidencia una relación entre el dengue y la variabilidad

climática. En particular, los estudios llevados a cabo por Poveda et al. (2000,

1999), Quintero-Herrera et al. (2014) y Rúa-Uribe et al. (2012, 2013) determinaron

el papel de los eventos de El Niño en la dinámica de transmisión del dengue en

Colombia. En ciudades de baja incidencia como Cereté, Córdoba, se encontró

una influencia significativa entre el clima y la morbilidad de dengue (Mattar et al.,

2013). En Medellín, la transmisión de la enfermedad tiene en particular una

asociación fuerte con la precipitación, lo que permitió construir un modelo

predictivo para comprender la dinámica de transmisión para posteriores

estrategias de control. Además, se ha demostrado una no simultaneidad temporal

por la asociación estadística entre los casos de dengue y la temperatura

superficial del océano con un rezago de 3-6 meses, es decir, que posterior a la

ocurrencia del evento El Niño, aumenta la incidencia de la enfermedad en

Medellín, una de las ciudades de mayor incidencia en el país (Rúa-Uribe et al.,

2012; G. Rúa-Uribe et al., 2013).

En el presente capítulo se desarrolla un análisis en tres escalas espaciales donde

se observa el efecto del fenómeno de El Niño/La Niña sobre la dinámica de la

transmisión del dengue. En particular, para el caso del país, algunos

departamentos y la ciudad de Medellín y su área metropolitana, se encontró una

correlación altamente significativa entre los casos de dengue y los índices

macroclimáticas (ONI y MEI) en comparación con los reportes de Rúa-Uribe et al.

(2012), sin embargo, también se evidenció una no simultaneidad temporal en la

relación estadística ONI/MEI con los casos de dengue con algunos rezagos en

meses, tal como lo referencia Rúa-Uribe et al. (2012, 2013).

Capítulo 1 29

La utilidad de estos índices en el contexto de la variabilidad climática y su impacto

sobre el dengue fueron reportados también por Quintero-Herrera et al., (2014)

para el departamento de Risaralda. Sus resultados evidenciaron la asociación

entre la precipitación, la temperatura y un índice macroclimático del ENSO (ONI),

con el dengue. El aumento de casos de dengue estuvo asociado a años El Niño,

donde el índice ONI (r=0.329) estuvo altamente asociado a la incidencia de la

enfermedad para el departamento. En este trabajo utilizaron un modelo de

regresión para mostrar que el ONI y la precipitación son variables independientes

con asociaciones altamente significativas con la incidencia del dengue (p<0,001).

Sus resultados son similares a lo que se ha encontrado en nuestra investigación.

Lamentablemente, las variables microclimáticas como la lluvia, la humedad y la

temperatura, no estaban disponibles para este estudio.

Las correlaciones entre los casos de dengue e índices macroclimáticas también

se han reportado en Rifakis et al. (2005), quienes utilizaron modelos de regresión

lineal para encontrar una asociación estadísticamente significativa entre el

dengue y la lluvia en Caracas (p=0,0319), así como con las temperaturas

máximas registradas (p<0,0001). Llegan a la conclusión de que la asociación del

dengue con el cambio y la variabilidad climática se debe considerar siempre como

elementos que influyen en la epidemiología de la enfermedad; y que los modelos

predictivos deberían desarrollarse con mayor frecuencia con mayores datos

disponibles de los centros de vigilancia de las enfermedades.

Los resultados mostrados en este capítulo evidencian que las altas correlaciones

cruzadas pueden ser consideradas por las autoridades de salud a diferentes

escalas espaciales y ser tenidas en cuenta en las políticas para el desarrollo de

programas adecuados y sistemas de alerta temprana para la prevención y control

de enfermedades de tanto impacto como el dengue. Esto se ha realizado

anteriormente en México, Tailandia y Australia, donde las variables

macroclimáticas (SST1 y ONI) se han considerado como indicadores de la

incidencia del dengue y podrían ser utilizados para desarrollar modelos de

vigilancia (Hu et al., 2010; Hurtado-Díaz et al., 2007; Tipayamongkholgul et al.,

2009). Nuestros resultados sugieren que los factores climáticos y ambientales

asociados con la variabilidad climática interanual del ENSO tienen una influencia

significativa en la dinámica de casos de dengue en Colombia. El efecto de El Niño

sobre las epidemias de dengue es probablemente mediado por un aumento de

las temperaturas del aire, que a su vez refuerza la replicación del virus del

dengue y la tasa de picadura del vector Aedes aegypti (Scott et al., 2000; Watts et

1 SST: Temperatura superficial de océano, por sus siglas en inglés.

30 Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

al., 1987). Como se indicó previamente, el brote epidémico que ocurrió en el año

2010 en Colombia estuvo fuertemente asociado con EL Niño 2009/2010. Las

razones que pueden explicar la estrecha relación entre la ocurrencia del evento

climático de El Niño y la intensificación del dengue en Colombia tiene que ver con

aspectos microclimáticos locales, reflejo de las consecuencias del ENSO. En

particular el incremento de las temperaturas del aire, y la disminución de lluvias

(que contribuye al almacenamiento de aguas), y que ocurre en Colombia durante

el Niño, parecen ser los principales mecanismos que influyen sobre la dinámica

de los sistemas ecológicos de los vectores y el virus que producen y transmiten la

enfermedad. Sin embargo, esta es una de las primeras aproximaciones al

entendimiento de la relación ENSO-dengue, cabe anotar que se requieren

análisis mucho más amplios con series de tiempo mayores para afirmar las

conclusiones aquí expuestas.

Los resultados presentados en este capítulo apoyan la creciente evidencia de las

influencias importantes de la variabilidad climática sobre la morbilidad del dengue

en Colombia y las ciudades de América Latina (Herrera-Martínez y Rodríguez-

Morales 2010; Mattar et al 2013; Rúa-Uribe et al 2012; Rúa-Uribe et al., 2013;

Zambrano et al., 2012). Además, la incidencia del dengue se ve afectada

considerablemente por las variables ambientales en Colombia según los

resultados de Poveda et al. (1999, 2000), Rúa-Uribe et al. (2012, 2013), Quintero-

Herrera et al. (2014). Debido a esto, la vigilancia local debe incorporar las

variables ambientales relacionadas con el ENSO para seguir la infección y

transmisión de dengue en el tiempo con series de datos mucho más amplias.

También investigaciones a futuro deben llevarse a cabo para estudiar los

patrones de esta influencia con el objetivo de desarrollar medidas adecuadas y

eficientes de prevención, y diseñar sistemas de alerta temprana como política de

la salud pública, como se ha recomendado en otros países.

Por otro lado, teniendo en cuenta los impactos de ENSO en los acontecimientos

históricos más fuertes (1982/1983 y 1997/1998), es necesario analizar lo que

podría suceder bajo escenarios de cambio climático y si la dinámica de este tipo

de eventos se modificara en el futuro. Muchos estudios han analizado el efecto de

un calentamiento proyectado en el Pacífico tropical y su impacto en la variabilidad

climática (Guilyardi 2006; Merryfield 2006; Philip y van Oldenborgh 2006; Yeh y

Kirtman 2007; Zelle et al., 2005). Estos han demostrado que la respuesta del

ENSO al calentamiento global difiere considerablemente de un modelo a otro, por

lo que es difícil predecir sus posibles características futuras. No obstante, Cai et

al. (2014) presentó recientemente los resultados que muestran un aumento

significativo en la frecuencia e intensidad de eventos extremos como El Niño,

Capítulo 1 31

trayendo como consecuencia inundaciones, sequías, ciclones tropicales, entre

otros (Aronson et al., 2000; Cai et al., 2012; Glynn y Weerdt 1991; Vincent et al.,

2011; Vos et al., 1999), con importantes impactos socio-económicos. Además,

Campbell et al. (2011) sugirieron que bajo diferentes escenarios climáticos (2071-

2100 años), los patrones de lluvia en la región norte del Caribe podrían ser

sometidos a una mayor variabilidad, lo que podría resultar en el aumento de la

escasez de agua durante los períodos de sequía y las inundaciones después de

episodios de lluvias fuertes. Esto afecta indudablemente los hábitats de

reproducción de Ae. aegypti y Ae. Albopictus, los principales vectores del dengue.

Por lo tanto, es posible que las regiones que han sido endémicas para la

enfermedad, presenten aumentos de casos de dengue con El Niño en la mayoría

de los escenarios de cambio climático (Van Kleef et al. 2010). Además, con el

aumento de las temperaturas, los casos de dengue se podía esperar en las zonas

donde actualmente aún no hay registros de la enfermedad. En estas

circunstancias, y teniendo en cuenta el presente estudio, sería posible determinar

qué regiones en Colombia serían las primeras en mostrar los efectos y por lo

tanto qué áreas requieren atención prioritaria. Por lo tanto, las correlaciones

cruzadas rezagadas deben ser tomadas en consideración por las autoridades de

salud a diferentes escalas espaciales y políticas para el desarrollo de programas

adecuados y sistemas de alerta temprana para la prevención y control de

enfermedades como el dengue. Sin embargo, estudios similares, se llevarán a

cabo con una mayor serie de registros para reforzar nuestros resultados.

1.5 CONCLUSIONES

En el presente capítulo se realizó dos tipos de análisis estadístico para estudiar la

dinámica temporal de la incidencia del dengue en Colombia a escala nacional,

regional y municipal. En primer lugar, se cuantificaron los principales modos de

variabilidad temporal de la incidencia del dengue utilizando el espectro de Hilbert-

Huang. Los resultados señalan que para la mayoría de las series de anomalías se

encontraron frecuencias asociadas con períodos de 2 a 3 años son

concomitantes con años que han sido reportados como El Niño/La Niña y parecen

ser los modos dominantes de variabilidad que explican hasta el 78% de la

varianza de las series.

Dada la fuerte señal en la escala de tiempo interanual ENSO detectada en la

serie temporal de casos de dengue, se realizó un análisis de correlación cruzada

rezagada entre dos índices del ENSO (ONI y MEI) y los casos de la enfermedad a

32 Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

escala nacional, regional y municipal. A escala nacional, se encontró una

asociación estadística fuerte entre el ENSO y la incidencia del dengue en

Colombia, con valores de correlación de r = 0,7 (p> 0,99), alcanzando un máximo

de un retraso de 7 meses.

A escala regional, los coeficientes de correlación rezagados muestran un patrón

interesante de onda viajera desde el suroeste a noreste de Colombia, en el

sentido de que la señal del ENSO aparece más rápido (rezago = 4 meses) sobre

el suroeste de Colombia y más tarde (rezago = 9 meses) sobre el noreste de

Colombia.

En una escala espacial más pequeña, los municipios de la zona metropolitana de

Medellín exhiben un patrón espacial de las correlaciones cruzadas similares a los

que a escalas nacional y regional, lo que implica correlaciones ENSO-dengue

invariantes en la escala en Colombia. En todas las escalas espaciales, la relación

entre el ENSO y el creciente número de casos de dengue con un retraso de

varios meses, coincide con lo reportado por Rúa-Uribe et al. (2012) para la ciudad

de Medellín.

Estos resultados muestran que existe una relación temporal consistente y

estadísticamente significativa entre El Niño y la intensificación de los brotes

epidémicos de dengue en Colombia. Es claro que la epidemia de esta

enfermedad es el resultado de múltiples factores, pero la variabilidad climática

asociada a El Niño-Oscilación del Sur permite explicar una porción importante de

la varianza de los casos de dengue en el país.

Esta evidencia permite conjeturar que la ocurrencia del ENSO también está

relacionada con otras enfermedades de origen hídrico o de transmisión vectorial

en Colombia, en particular el dengue. Estas correlaciones estadísticas pueden ser

de gran utilidad en el desarrollo de sistemas de alerta temprana de las

condiciones climáticas que conducen a brotes epidémicos, facilitando así la

intervención de las autoridades del sector salud en Colombia, mediante el

fortalecimiento de los programas de control integrado de la enfermedad.

2. Capítulo 2

VARIABILIDAD CLIMÁTICA, DISTRIBUCIÓN DE

VECTORES Y TRANSMISIÓN PERIURBANA DE

LEISHMANIASIS EN COLOMBIA.

2.1 INTRODUCCIÓN

La leishmaniasis comprende un grupo de enfermedades causadas por más de 20

especies de parásitos flagelados pertenecientes al género Leishmania

(Kinetoplastida: Trypanosomatidae), que afectan tanto al ser humano como a

otros vertebrados. Es endémica en extensas áreas tropicales, subtropicales y de

clima templado, excepto en Australasia y el sureste asiático (Ashford, 2000). Se

enmarca dentro del grupo de enfermedades tropicales olvidadas (NTDs:

neglected tropical diseases) (Brooker y Utzinger, 2007), debido a su asociación

con la pobreza y a la escasez de recursos disponibles en materias de tratamiento,

diagnóstico y control (Alvar et al., 2006).

La Organización Mundial de la Salud (OMS) incluye la leishmaniasis en la

categoría de enfermedades emergentes y sin control (Murray et al., 2005). Se

estima que unos 350 millones de seres humanos de 98 países están expuestos a

la infección. Con una prevalencia aproximada de 12 millones de personas, cada

año surgen 1.3 millones de casos nuevos, 1.3 millones de leishmaniasis cutánea

y 500.000 de leishmaniasis visceral humana; y se producen 20.000 a 30.000

muertes cada año (OMS 2014). Se calcula que las pérdidas por discapacidad

afectan a más de 2,35 millones de personas, de los cuales el 2,3% ocurre en

América (Brooker y Utzinger, 2007; OPS 2014). El número real de casos de

leishmaniasis es notablemente mayor que el obtenido a partir de la detección

pasiva, ya que sólo se considera enfermedad de declaración obligatoria en 33 de

los 98 países afectados y porque, incluso en estos países, existe una importante

subdeclaración (Desjeux, 2004).

34 Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

La mayoría de las leishmaniasis son zoonosis rurales o periurbanas en las que el

humano se infecta de forma esporádica. En cambio, en las leishmaniasis

antroponóticas, con un componente urbano más evidente, el ser humano actúa

como reservorio de la enfermedad y hospedador susceptible al mismo tiempo.

En Colombia, durante la década de 1990 se notificaron en promedio 6.500 casos

nuevos de leishmaniasis; en la década del 2000 se han notificado en promedio

14.000 casos, lo cual evidencia un incremento inusitado de los casos durante los

últimos años. Es una patología endémica en casi todo el territorio, excepto en San

Andrés Islas, Atlántico y Bogotá D.C.; se estima que en el país existen alrededor

de 10 millones de personas en riesgo, y la transmisión es principalmente rural.

Las tres formas clínicas de la enfermedad se presentan; la cutánea (95% de los

casos) es la más frecuente; la leishmaniasis visceral es endémica principalmente

Figura 10. A: Distribución mundial de la leishmaniasis cutánea. El 70 a 75% de los casos ocurre en Afganistán, Algeria, Brasil, Colombia, Costa Rica, Etiopia, Irán, Perú, Sudán y Siria. B: Distribución mundial de la leishmaniasis visceral. El 90% de los casos ocurren en Bangladesh, Brasil, Etiopía, India, el sur de Sudán y Sudán. Adaptado de OMS (2014).

Capítulo 2 35

en el Valle del Río Magdalena y sus afluentes, existen focos que corresponden

con la distribución del vector Lutzomyia longipalpis en Tolima, Huila,

Cundinamarca, Bolívar, Córdoba, Sucre, Santander y Norte de Santander.

La leishmaniasis no se distribuye homogéneamente en la naturaleza sino que se

circunscribe a zonas geográficas específicas llamados focos naturales de

transmisión, que son aquellos lugares donde están presentes los elementos

claves de la transmisión: vectores y reservorios infectados. A su vez, la presencia

de estos elementos y especialmente de los vectores está condicionada a factores

de tipo ecológico como el clima, la humedad, la temperatura, la vegetación, entre

otros, que permiten no solo la presencia del vector sino además su densidad

relativa, su distribución espacial y con ellos la distribución los focos de

transmisión y en buena medida el grupo de población humana que van a infectar.

Distribución de los vectores de leishmaniasis en Colombia

Los flebotomíneos son pequeños dípteros hematófagos de la familia

Psychodidae, subfamilia Phlebotominae de importancia en salud pública por su

papel como vectores de parásitos del género Leishmania. Algunas especies

también son transmisores de otros agentes patógenos como: Bartonella

bacilliformis, agente causal de la Bartonelosis, virus de la Estomatitis Vesicular,

de algunos Phlebovirus, Arbovirus y tripanosomas de reptiles y anfibios (Tesh,

1988; Montoya-Lerma y Ferro, 1999).

El género Lutzomyia alberga a más de 700 especies y se caracteriza por la

presencia de una sutura interocular completa, número de filas de dientes en el

cibarium y por la ausencia de la seta episternal (Young y Duncan, 1994).Debido a

la importancia de los flebotomíneos por su papel de vectores de agentes

patógenos, se hace necesario establecer el papel que juega una especie

determinada o población de dicha especie, en la transmisión de un agente

infeccioso, causante de alguna enfermedad. El estudio del papel que cumple una

especie en un foco de transmisión es lo que se conoce como incriminación

vectorial (Eldridge y Edman, 2003). En América existen más de 350 especies de

flebotomíneos diferentes, pero solo 17 han sido encontradas infectadas

naturalmente y/o confirmadas como vectores de leishmaniasis (Tabla 2).

36 Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

En general, los estudios entomológicos sobre flebotomíneos pueden ser producto

de evaluaciones puntuales, así como parte fundamental de los estudios de foco

de transmisión; esto último brindaría información más sólida para direccionar

acciones de prevención y control de la leishmaniasis en áreas geográficas

determinadas.

Tabla 2. Flebotomíneos infectados naturalmente y/o confirmados como transmisores de especies de Leishmania en América.

Capítulo 2 37

Relación entre el clima, los factores entomológicos y la transmisión de la

leishmaniasis.

Los estudios han demostrado que la variabilidad climática interanual (Davies et

al., 2000; Huarcaya et al., 2004), además de aspectos ecológicos como el tipo de

hábitat de los insectos, la modificación de estos por parte de los humanos, así

como la presencia de animales domésticos cerca de las viviendas se han

considerado como condiciones determinantes de la transmisión de la enfermedad

en cada foco en particular (Michalsky et al., 2009). Estos aspectos proporcionan

elementos para la comprensión de los mecanismos de transmisión, así como

información relevante para el diseño de las estrategias más apropiadas para la

prevención y control de vectores y de la enfermedad (Dias et al., 2007).

Como en la malaria y el dengue, los insectos vectores de estas enfermedades

son susceptibles a muchas variaciones ambientales y particularmente

meteorológicas que pueden afectar el ciclo de vida del insecto, tales como las

precipitaciones, temperatura, humedad, entre otras (Williams 1970; Bayoh y

Lindsay 2003. Todas estas variables son a su vez afectadas por la variabilidad

climática, definida como variaciones en el estado promedio y otros parámetros

estadísticos del clima en todas las escalas temporales y espaciales, más allá de

eventos climáticos individuales. La transmisión de la leishmaniasis está

determinada por aspectos ecológicos inherentes al vector, el parasito y el

reservorio (Michalsky et al., 2009).Los factores meteorológicos, como la

temperatura ambiental y la humedad, juegan también un papel importante en la

dinámica de transmisión de la enfermedad, ya que afectan a los parámetros que

aumentan la probabilidad de transmisión de la infección actuando sobre la

supervivencia del flebotomíneo, la duración del ciclo biológico del parásito en el

insecto y los hábitos de alimentación de los vectores (Gubler DJ. 1998).

Esta variabilidad puede ser causada por procesos naturales internos dentro de un

sistema climático, debido a variaciones en las fuerzas naturales, o por influencias

antropogénicas externas, esto último incluido dentro del concepto de cambio

climático global (WHO 2003). En Colombia, la variabilidad climática es altamente

afectada por eventos como las fases cálida y fría del ENSO (Mesa et al. 1997;

Poveda et al. 2004). Las enfermedades tropicales que más se han estudiado en

relación a su variación de acuerdo con influencias climáticas son la malaria y el

dengue (Delgado et al. 2004; Gagnon et al. 2002; Morrison et al. 1998; Patz et al.

2000; Poveda et al. 1999, 2000; Quintero-Herrera et al. 2014; Rodríguez et al.

2003; Rúa-Uribe et al. 2012, 2013), pero otras enfermedades como la

38 Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

leishmaniasis han sido muy poco estudiadas (Cárdenas et al. 2006; Chaves et al.

2014; Cross et al. 1996; Franke et al. 2002; Kuhn 1999), especialmente en

América.

Se considera que la precipitación, la temperatura y la humedad relativa son los

factores ambientales más asociados con la distribución del vector, afectando

tanto su actividad como su abundancia y, por consiguiente, determinantes en la

dinámica de transmisión de la enfermedad. Para la forma visceral de la

enfermedad, Lu. evansi es más abundante en Colombia durante la temporada de

lluvias (Montoya-Lerma y Lane, 1996), y Lu. longipalpis se correlaciona

positivamente con la humedad y la precipitación registrada tres semanas antes

(Morrison et al., 1995). En Venezuela se ha encontrado que Lu. evansi es más

abundantes al final de la temporada de lluvias, pero se sustituye por Lu.

longipalpis durante la estación seca (Feliciangeli et al., 1999).

La leishmaniasis cutánea (LC) presenta una correlación con el clima en América,

con una alta incidencia en Bolivia, donde aumenta (disminuye) durante La Niña

(El Niño) (Gómez et al., 2006). En Costa Rica la enfermedad se ve afectada por la

temperatura, la cobertura vegetal, y los índices del ENSO (Chaves y Pascual,

2006; Chaves et al., 2008). Para Colombia el uso del suelo, la altitud y las

diversas variables climáticas están asociadas con el aumento de las tendencias

de la LC (Valderrama-Ardila et al, 2010.), Lo que también aumenta (disminuye)

durante El Niño (La Niña) (Cárdenas et al., 2006, 2008). En Venezuela, la LC

incrementó (67%) durante La Niña (Cabaniel et al., 2005). Para Surinam esta es

una enfermedad estacional con picos máximos durante la estación seca de marzo

(Van der Meide et al., 2008), mientras que en la Guayana Francesa se intensificó

después de la temporada seca de octubre-diciembre (Rotureau et al., 2007). De

la misma manera, las tasas de incidencia de la leishmaniasis visceral (LV) han ido

en aumento en Brasil (el más alto de Latinoamérica), debido a la deforestación

(Cascio et al., 2011; Sortino-Rachou et al., 2011), y con la ocurrencia de El Niño

(Ready, 2008), así como también en Argentina, Paraguay y Uruguay (Bern et al.,

2008; Dupnik et al., 2011; Salomón et al., 2011; Fernández et al., 2012). La

transmisión de LV en el occidente de Venezuela también está asociada con el

régimen bimodal de la precipitación anual (Feliciangeli et al., 2006; Rodríguez-

Morales et al., 2010).

La leishmaniasis ha sido históricamente una enfermedad rural y selvática en

América. Sin embargo, en varias ciudades de Colombia se han venido reportando

focos urbanos y periurbanos de transmisión asociados con la presencia de

vectores (Bejarano, et al., 2001; Agudelo, et al., 2002; Vivero, et al., 2010), lo que

Capítulo 2 39

sugiere la adaptación de los insectos vectores a las condiciones urbanas. En el

caso particular de Colombia, la mayoría de los estudios de foco de leishmaniasis

se han realizado en zonas rurales, y muy poco se conoce de las características

ecoepidemiológicas que favorecen la incidencia y prevalencia en áreas urbanas y

periurbanas. El comportamiento epidemiológico de la leishmaniasis en el país ha

presentado cambios desde hace 20 años, y actualmente se evidencian casos de

la enfermedad en mujeres y niños en ambientes periurbanos de algunas ciudades

de Sucre, Bolívar, Santander y Antioquia, así como la presencia de vectores

potenciales en el intradomicilio (Vélez et al., 2001).

Algunos brotes epidémicos de leishmaniasis cutánea y visceral se han reportado

en el municipio de Ovejas, Sucre, con brotes a nivel periurbano, registrando por

primera vez para la costa Caribe colombiana casos de leishmaniasis a finales de

los años setenta (Camacho et al., 1977). La enfermedad mantiene hasta la fecha

un carácter endémico con casos urbanos autóctonos tanto de LC como de LV,

con el registro de 904 casos de la enfermedad entre 2006 y 2013 (Departamento

Administrativo de Seguridad Social en Salud de Sucre-DASSSALUD,

comunicación personal).Dichos brotes de LC y LV en Ovejas se han relacionado

principalmente con la formación de asentamientos humanos subnormales

provenientes de zonas endémicas, que generan ambientes ecológicos favorables

para la adaptación de especies vectoras y reservorios putativos. No obstante, se

desconocen cuáles son las variables ecológicas, ambientales y climáticas en

estos nuevos escenarios periurbanos en el país, que facilitan la multiplicación del

vector y la transmisión del parásito.

Es por lo anterior que la carencia de estudios sobre la influencia de factores

ambientales y climáticos en la incidencia de la enfermedad y en las dinámicas

biológicas de los vectores, hace de este estudio una oportunidad para estimar los

elementos de riesgo ambiental de transmisión de la leishmaniasis periurbana en

una zona endémica de Colombia. El estudio de estos factores de riesgo aporta al

entendimiento holístico de la enfermedad, que permita generar medidas eficientes

de prevención y control, y se contribuye al desarrollo de un sistema de alerta

temprana. Entonces en el presente trabajo se evalúan los posibles impactos de

ENSO sobre la leishmaniasis como aporte a los estudios sobre variabilidad

climática y su impacto en enfermedades tropicales. Además, se pretende

evidenciar el efecto de la variabilidad climática sobre la distribución de insectos

vectores de la enfermedad en el municipio de Ovejas.

La investigación se enmarca en un proyecto de investigación de mayor alcance

que se desarrolló en el municipio de Ovejas, titulado “Estrategia integral para el

40 Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

control de la leishmaniasis en Colombia”. Este fue aprobado en la convocatoria

537-2011 del Programa Nacional de Ciencia y Tecnología de la Salud de

Colciencias.

2.2 OBJETIVOS

- Determinar la asociación entre la variabilidad climática (desde la escala diurna

hasta la interanual) y la distribución de los vectores de la leishmaniasis

(distribución espacial, abundancia y diversidad), en el municipio de Ovejas, Sucre.

- Establecer el efecto de la variabilidad climática (a escala interanual) sobre las

dinámicas endemo-epidémicas de casos de leishmaniasis a escala nacional,

regional y municipal, con énfasis en los casos autóctonos de leishmaniasis

periurbana del municipio de Ovejas.

2.3 MATERIALES Y METODOS

2.3.1 Área de estudio

Para el análisis entre la variabilidad climática y distribución de vectores, el área de

estudio se enmarcó en el municipio de Ovejas en el departamento de Sucre,

donde se han reportado casos de leishmaniasis de manera endémica a lo largo

de varios años. El municipio de Ovejas está ubicado en la costa norte del país

(09º 31’ 48” N; 75º 14’ 01" W), hace parte de la subregión de los Montes de María

en el departamento de Sucre, y se encuentra a una altitud de 265 metros con una

extensión territorial es de 45.700 hectáreas y una población de 21.000 habitantes

(11.900 habitantes en zona urbana). La costa norte del país es una de la regiones

con mayor registro de casos de leishmaniasis, en especial de la forma visceral de

la enfermedad, con predominio de Lutzomyia evansi, vector de Leishmania

infantum. Más del 50% de los casos se concentran en los municipios de Ovejas,

El Carmen de Bolivar, Neiva, San Andrés de Sotavento y Tuchín (INS 2014). Esta

zona de vida está clasificada por Holdridge como seco de sabana tropical.

Para el análisis entre la variabilidad climática interanual y los casos de

leishmaniasis, se seleccionó tres escalas geoespaciales que comprenden el nivel

nacional, departamental y municipal (agregado a subregiones) (Figura 11). Las

Capítulo 2 41

diferentes escalas utilizadas hacen referencia a la necesidad de entender el

comportamiento de la enfermedad y determinar el grado de asociación existente

con la variabilidad climática, así como, establecer las diferencias significativas de

dicha asociación a nivel espacial en el país.

2.3.2 Datos entomológicos

El muestreo entomológico se realizó en tres zonas periurbanas del municipio de

Ovejas, así: Zona 1 (barrios El Oasis y El Tolima), Zona 2 (barrios Villa Paz y

Pradera), Zona 3 (barrio San José). Las zonas se seleccionaron con base en los

registros de transmisión de leishmaniasis, la presencia de vectores de esta

enfermedad y la facilidad de acceso. En cada una de las zonas se eligieron 50

viviendas para capturar flebotomíneos periódicamente durante el estudio. Del

Figura 11. Localización geográfica del área de estudio. Comprende las tres escalas espaciales del análisis.

42 Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

total de la casas, 5 fueron seleccionadas aleatoriamente durante cada campaña

de campo para la instalación de las trampas entomológicas.

En cada zona se realizó un estudio entomológico longitudinal, efectuando visitas

de una semana cada dos meses durante la duración del estudio. Los muestreos

entomológicos se realizaron durante 10 campañas entre febrero de 2013 y abril

de 2014. La colecta de insectos flebotomíneos adultos se realizó con trampas de

luz CDC (una en el intra y otra en el peridomicilio) durante dos noches

consecutivas por vivienda seleccionada; instaladas entre las 18:00 y 06:00 horas,

periodo de mayor actividad de picadura. Se instaló una trampa Shannon con cebo

humano protegido ubicada en cada zona de manera simultánea entre las 18:00 y

21:00 horas; e igualmente se realizó una búsqueda activa en sitios de reposo y

sitios potenciales de cría en el peridomicilio. El material entomológico colectado

se recogió en viales y se etiquetó especificando: localidad, zona, tipo de trampa y

ubicación con respecto a la vivienda. Este fue llevado al Laboratorio de

Entomología del PECET de la Universidad de Antioquia para proceder con el

montaje y su debida identificación taxonómica por medio de las claves de Young

y Duncan (1994), y Galati (2003).

2.3.3 Casos de leishmaniasis y series de datos climáticos

La información del número de casos de leishmaniasis a nivel de semana

epidemiológica fue suministrada por el Instituto Nacional de Salud de Colombia a

través del Sistema de Vigilancia Epidemiológica – SIVIGILA del Ministerio de

Salud. Los datos fueron obtenidos en tres escalas espaciales diferentes para un

periodo de 2005-20013: escala nacional, departamental que incluye 10

departamentos con mayor incidencia de la enfermedad, y municipal agregados

por subregiones que conforman los departamentos de Caldas y Tolima

(departamentos con mayor correlación ENSO-leishmaniasis) y Sucre

(departamento de interés en el estudio). Los casos semanales fueron agregados

a escala mensual según el calendario epidemiológico del ministerio de salud y

seguridad social de Colombia para ser analizados a la misma escala de los datos

climáticos.

Para la obtención de los valores promedios de temperatura y precipitación, se

seleccionó la estación climatológica N°13095020PRIMATES en Coloso

(9°31”48,5´N, 75°21”4,9´W, 200 m.s.n.m, registros disponibles para el periodo

enero de 2013 - diciembre de 2014, ubicada a 21Km de Ovejas e instalada por el

IDEAM). Además, se obtuvo los registros de datos climáticos de la estación

Capítulo 2 43

climatológica (Davis Vantage VueTM) instalada en la localidad de estudio durante

el desarrollo de la primera fase del estudio “Estrategia integral para el control de

la leishmaniasis en Colombia”. Con base en la información de estas estaciones,

se realizó el análisis entre las series climáticas y la información entomológica.

Con el objetivo de representar la variabilidad interanual y su asociación con los

casos de leishmaniasis a las diferentes escalas geoespaciales, se definieron dos

índices ampliamente utilizados por la comunidad científica para evaluar el ENSO,

estos son: el Índice Oceánico de El Niño (ONI), y el Índice Multivariado del ENSO

(MEI), disponibles respectivamente en

http://www.cpc.noaa.gov/products/analysis_monitoring/ensostuff/ensoyears_1971-

2000_climo.shtml y http://www.esrl.noaa.gov/psd/enso/mei/table.html.

El ONI está basado en el promedio de la temperatura superficial del mar en la

región Niño 3.4, y es una medida principal para el seguimiento, evaluación y

predicción del ENSO; se obtiene mediante el promedio móvil de la anomalía de la

temperatura de la superficie del mar, en relación con el período de referencia

1971-2000, con tres meses sucesivos: la anomalía del mes, la anomalía del mes

que le antecede y la del mes que le sigue, en la región Niño 3.4 (5º N a 5º S y

120ºWa 170ºW). Los índices con valores mayor o igual que 0,5ºC representan la

fase caliente (El Niño) o igual o menor que -0,5ºC la fase fría (La Niña).

El MEI resume un conjunto de variables oceánico-atmosféricas en el Pacífico

tropical en representación de la dinámica del ENSO empleando componentes

principales con seis variables: temperatura de la superficie del mar, temperatura

del aire, presión atmosférica al nivel del mar, nubosidad, componente zonal del

viento y componente meridional del viento. El MEI es una media móvil de dos

meses: así, el primer valor del año es el promedio de diciembre del año anterior y

enero; el segundo, de enero y febrero,..., hasta noviembre y diciembre del año

siguiente. Los índices con signos positivos representan la fase caliente del ENSO

(El Niño) y los negativos del MEI, la fase fría (La Niña).

2.3.4 Análisis de datos

La búsqueda de asociación entre las series históricas de variables climatológicas,

entomológicas y epidemiológicas disponibles en periodos comunes de registro, se

realizó empleando análisis correlación cruzada y correlación de Pearson, se

empleó la prueba ANOVA para determinar la relación estadística entre las

variables con el software estadístico Statgraphics para los análisis de datos.

44 Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

Para examinar la influencia del ENSO sobre los casos de la leishmaniasis en

Colombia se cuantificó el grado de dependencia lineal existente entre tales

variables, mediante la estimación de correlaciones cruzadas simultánea y para

diferentes rezagos. Se calcularon correlaciones cruzadas entre los meses de las

variables macroclimáticas con cada uno de los meses de la variable

epidemiológica. La confiabilidad de estas estimaciones se determinó a partir del

cálculo de la significancia estadística para valores entre 90% y el 99%, de

acuerdo con la prueba F, y corrigiendo el número de grados de libertad con la

escala de fluctuación del proceso (Vanmarcke, 1988). La metodología para el

análisis de los datos se describió en detalle en la sección 1.2.4 (Coeficiente de

correlación cruzada y la escala de fluctuación) de los materiales y métodos del

capítulo 1.

2.4 RESULTADOS

Con el fin de tener una mayor extensión de datos climáticos, entomológicos y

epidemiológicos, y darle una mayor robustez al análisis del efecto de la

variabilidad climática sobre la dinámica de población del vector y sobre la

incidencia de la enfermedad, se empleó la información registrada desde el 2007

para los casos de leishmaniasis y desde el 2013 para la información

entomológica.

2.4.1 Variabilidad climática y distribución de vectores de leishmaniasis

De los 11417 flebotomíneos colectados en las tres zonas periurbanas de Ovejas,

el mayor porcentaje correspondió a Lu. evansi (81,5%), el porcentaje restante

estuvo distribuido en 12 especies, de las cuales se resalta Lu. panamensis y Lu.

gomezi, especies de importancia médica, aunque en bajo porcentaje de captura.

En la Figura 12 se presenta la distribución mensual del número de insectos y las

especies capturadas durante las 10 campañas de campo en Ovejas.

Debido a la altísima abundancia de la especie Lu. evansi los análisis de

asociación con la variabilidad climática se centraron sobre esta especie y se

descartan las demás especies debido a que los resultados pueden ser espurios.

Las correlaciones entre la temperatura y precipitación de dos estaciones del

IDEAM (Primates y Corozal) y la estación instalada en Ovejas indicaron que

ambas tienen una asociación lineal aceptable (r= 0,8868 y r= 0,6409; con P<0.01)

Capítulo 2 45

(Tabla 3), sin embargo se decidió continuar los análisis con la estación de mayor

correlación, esta es Primates.

La estacionalidad de los flebotomíneos a lo largo del período de estudio está

representada en las figuras 13 y 14, en las que fueron ploteados: el número total

de especímenes colectados mensualmente en todos las localidades de captura,

la precipitación acumulada diaria y la temperatura promedio día Ovejas, Sucre. El

análisis estadístico indicó que el incremento/disminución en el número de

insectos vectores no mostró una asociación estadística con las variables

climáticas. No se observó asociación entre la abundancia de Lu. evansi y la

Figura 12. Abundancia de flebotomíneos (panel superior) y fluctuación mensual de la abundancia de las especies de importancia médica en cada campaña de campo (panel inferior).

46 Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

variabilidad en la temperatura media diaria y la precipitación acumulada diaria

(Figura 14, Tabla 3). El efecto de la temperatura ambiental y la precipitación sobre

la abundancia de Lu. evansi no fue claro.

Los análisis de correlación para las series comunes de tiempo entre la

temperatura (p=0.72) y la precipitación (p=0.95), y la abundancia de vectores

indicaron que no hubo relación alguna en el periodo de estudio para el municipio

de Ovejas (Figura 13).

Figura 13. Fluctuación diaria de la abundancia de Lu. evansi con relación a la temperatura media diaria (panel superior) y la precipitación acumulada diaria (panel inferior). Verde: temperatura y precipitación en la estación Primates, Azul: temperatura y precipitación en Ovejas.

Capítulo 2 47

Tabla 3. Coeficientes de correlación de las asociaciones entre la abundancia de Lu. evansi y las variables climáticas en Ovejas, Sucre.

Asociación Coeficiente de

correlación Tamaño de la

muestra Valor P

T° media/día Primates vs T° media/día Ovejas

0,8868** 253 0,0000

Precipitación Corozal vs Precipitación Ovejas

0,6409** 268 0,0000

Lu. evansi vs temperatura media/día Primates

-0,1261 10 0,7285

Lu. evansi vs precipitación acumulada/día Primates

0,0200 10 0,9562

**: P<0.01. En la asociación clima/vectores, las variables climáticas anteceden los factores entomológicos

durante cinco días.

2.4.2 Variabilidad climática y casos de leishmaniasis

En esta sesión del capítulo el objetivo principal es el estudio de las series de

datos de leishmaniasis en la escala interanual, donde el mecanismo climático

dominante es el ENSO.

Análisis a escala nacional:

El análisis de correlación de Pearson entre los valores mensuales de los índices

del ENSO (ONI y MEI) y los valores estandarizados de casos de leishmaniasis en

Colombia en la escala nacional, muestran que la ocurrencia de El Niño lleva a un

aumento significativo y simultaneo en los casos de leishmaniasis, en especial en

el brote epidémico del año 2010, mientras que La Niña conduce a una

disminución de casos de leishmaniasis (Figura 14). Los resultados muestran el

máximo coeficiente de correlación cruzado en el mes cero de rezago (r = 0,31; p>

0,99), esto es, que cerca del 30% de los casos de la enfermedad son explicados

por el ENSO, que durante la ocurrencia de la fase cálida/fría del ENSO existe una

alta probabilidad de que haya un aumento/disminución de casos de leishmaniasis

a nivel nacional y de manera simultánea el evento climático (Figura 15).

48 Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

Figura 14. Casos estandarizados de leishmaniasis en Colombia e índices del ENSO.

Figura 15. Correlación cruzada simultánea y rezagada a escala nacional en Colombia entre el ENSO (ONI y MEI) y los casos de leishmaniasis. **:P>0,99; *:P>0,95

Capítulo 2 49

La Función de autocorrelación y la escala de fluctuación:

En la Figura 16 se presentan los autocorrelogramas o funciones de

autocorrelación de las series de tiempo de leishmaniasis, ONI y MEI. La

significancia estadística de las correlaciones se estimó mediante la escala de

fluctuación (ecuación 4), proceso estocástico que se define como la integral de

correlación en el tiempo. En análisis hidrológicos, proporciona una cuantificación

de la estructura de correlación lineal de los procesos hidrológicos, así como del

intervalo de muestreo óptimo de variables hidrológicas.

La escala de fluctuación ( ) se estimó por el método de la función de

autocorrelación para la series de datos de leishmaniasis, ONI y MEI, y arrojó

valores de iguales a 16.90, 4.97 y 5.66 meses, y un alto número de datos

independientes equivalentes a 6.38, 21.71, y 19.07 respectivamente para las tres

series. La escala de fluctuación sirve para aplicar con rigor la prueba de

significancia estadística de los coeficientes de correlación entre el ENSO y la

serie de leishmaniasis, descartando la memoria del proceso para confiar que los

datos sean independientes.

Análisis a escala departamental:

A una escala menor, a nivel departamental, el aumento en número de casos de

leishmaniasis en sus diferentes formas clínicas, se presenta posterior a la fase

cálida del ENSO (El Niño), este patrón es evidente en el brote epidémico del año

2010 para los departamentos de Antioquia, Caldas, Tolima, Valle, y Córdoba.

Estos departamentos se encuentran ubicados en el extremo centro occidental del

territorio nacional. Sin embargo, para otros departamentos ubicados en el lado

oriental del país (ej: Santander, Meta, Sucre), este comportamiento en los casos

no es evidente (Figura 17).

Figura 16. Función de autocorrelación para las series de Leishmaniasis (A), ONI (B), y MEI (C).

50 Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

Por otro lado, los valores del coeficiente de correlación cruzada muestran una

correlación entre 0,3 – 0,4 con un rezago de 0-3 meses en los departamentos

más próximos al occidente del país, estos son, Antioquia, Chocó, Valle y Nariño.

Sin embargo, Tolima y Caldas presentan una correlación máxima en un lapso de

8 y 9 meses (r = 0.5, P> 0,99; y r = 0.6, P> 0,99 respectivamente) (Figura 18).

Figura 17. Casos estandarizados de leishmaniasis en Colombia e índices del ENSO (ONI y MEI).

Capítulo 2 51

Análisis a escala municipal:

Al analizar la escala municipal, se agregaron los municipios pertenecientes a las

diferentes subregiones que conforman los departamentos de Caldas y Tolima por

presentar endemicidad de leishmaniasis y un alto número de casos con respecto

a los demás departamentos del país. El departamento de Sucre también fue

Figura 18. Correlaciones cruzadas entre el ENSO y la leishmaniasis a nivel departamental en Colombia. **:P>0,99; *:P>0,95

52 Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

analizado de la misma manera, y aunque no reporta un considerable número de

casos históricos, es objeto de estudio de este trabajo investigativo.

Para las subregiones del departamento de Caldas (Figura 19) se encontró una

máxima correlación ENSO-leishmaniasis con un rezago de 9 meses en las

subregiones del Magdalena Caldense (r = 0.8, P> 0,99) y Alto Oriente (r = 0.7, P>

0,99), así mismo, los municipios que los conforman aportan el mayor número de

casos de la enfermedad para el departamento (SIVIGILA 2015). Las demás

subregiones no presentaron correlaciones estadísticamente significativas y los

valores fueron considerados bajos.

Figura 19. Correlaciones cruzadas entre el ENSO y la leishmaniasis a nivel regional en Caldas. **:P>0,99; *:P>0,95

Capítulo 2 53

El departamento de Tolima, por su parte, tuvo las máximas correlaciones en la

asociación ENSO-leishmaniasis en las subregiones de Norte (r = 0.7, P> 0,99),

Nevados (r = 0.5, P> 0,99), e Ibagué (r = 0.4, P> 0,99) con rezagos de 7, 7 y 10

meses respectivamente (Figura 20). Estas subregiones reportan el mayor número

de casos del departamento.

La asociación lineal entre los índices del ENSO (ONI y MEI) y la leishmaniasis en

las subregiones del departamento de Sucre no fue evidente (Figura 21). Las

máximas correlaciones fueron cercanas a r = 0.2 y sin significancia estadística.

Las subregiones que mayor número de casos aporta al departamento son los

Montes de María y Sabanas.

Figura 20. Correlaciones cruzadas entre el ENSO y la leishmaniasis a nivel regional en Tolima. **:P>0,99; *:P>0,95

54 Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

2.5 DISCUSIÓN

El presente estudio entomológico como parte de uno de los objetivos de este

capítulo destaca la mayor abundancia observada de Lu. evansi (81,5%) por estar

incriminada en la transmisión de Leishmania infantum, el agente etiológico de la

leishmaniasis visceral en la Región Caribe colombiana. Su predominancia en el

ambiente doméstico y peridoméstico en la zona periurbana, especialmente en los

barrios periféricos del municipio, con mayor prevalencia de casos humanos, es un

fuerte indicativo del comportamiento antropofílico de esa especie, evidencia su

importante papel en la transmisión local de la leishmaniasis cutánea y visceral.

Esto puede conducir al surgimiento de brotes de la enfermedad en humanos, y,

Figura 21. Correlaciones cruzadas entre el ENSO y la leishmaniasis a nivel regional en Sucre. **:P>0,99; *:P>0,95

Capítulo 2 55

por ese motivo, este vector ha sido considerado el más importante de la LV en la

costa caribe colombiana (Travi et al., 1996).

Los resultados obtenidos en esta investigación son similares a los registrados por

otros autores en la zona urbana de Sincelejo, en las cuales Lu. evansi fue la

especie más abundante (Lambraño et al., 2012). La presencia de Lu. evansi en el

área urbana corrobora la supervivencia de este grupo de insectos en ambientes

intervenidos por el humano, situación que transciende al ámbito epidemiológico

porque constituye la base para el establecimiento de microfocos urbanos de

transmisión. La alta abundancia relativa y amplia distribución geográfica y

temporal de Lu. evansi en Sincelejo confirman la persistencia de la especie en

condiciones antropogénicas (Bejarano et al., 2002; Travi et al., 2002). Situación

que evidentemente también se puede estar presentando en el cercano municipio

de Ovejas. Sobresale además por su importancia médica Lu. gomezi y Lu.

panamensis, flebotomíneos asociado con la transmisión de parásitos causantes

de leishmaniasis cutánea en diferentes focos de Colombia (Santamaría et al.,

2006; Vélez et al., 1991), aunque su baja densidad durante el año limitaría su

participación en el ciclo epidemiológico de la enfermedad en Ovejas.

Desde el enfoque entomológico, es ampliamente conocido que factores climáticos

como la precipitación y temperatura, que determinan la cobertura vegetal, pueden

influir en la abundancia de Lutzomyia spp (Barata et al., 2004; Oliveira et al.,

2008; Salomón et al., 2003). La precipitación es uno de los parámetros más

relacionados con la dinámica poblacional de los flebotomíneos (Perruolo 2004),

aunque su efecto varía según el área geográfica evaluada (Condino et al., 1998).

El papel de la precipitación y la temperatura en la distribución y abundancia del

vector, y en la transmisión de la leishmaniasis puede deberse, tanto al impacto

que tiene la pluviosidad sobre los sitios de cría, como a la asociación que tiene la

lluvia con la humedad relativa. Es posible que las lluvias propicien condiciones

favorables para el desarrollo de los estados inmaduros de las especies, lo cual se

refleja en el aumento del número de adultos un mes después, que corresponde

aproximadamente al tiempo que transcurre desde la alimentación sanguínea de la

hembra madre hasta la emergencia de los adultos de la siguiente generación

(Martínez-Suárez et al., 2012).

En los resultados anteriormente expuestos en el capítulo no se observó una

asociación entre la abundancia de flebotomíneos y los cambios en la precipitación

y la temperatura, diferente a lo registrado para otros estudios, en donde la lluvia

es uno de los principales factores que genera epidemias (Cabaniel et al., 2005) y

el incremento sobre la tendencia media de las precipitaciones se asocia con

incrementos sobre las tendencias de la LC, mostrando asociaciones

56 Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

estadísticamente significativas en los modelos de regresión lineal entre ambas

variables. En el estudio de Lambraño et al., (2012) se observó una correlación

positiva y significativa entre la abundancia de Lu. evansi y la precipitación

acumulada del mes anterior. Sus resultados permiten inferir que las variaciones

temporales de Lu. evansi en el área urbana de Sincelejo están directamente

correlacionadas con las lluvias, puesto que su más alta abundancia poblacional

se registró justo después de los meses de mayor precipitación.

La relación entre la abundancia del insecto vector y la transmisión de la

enfermedad no fue objeto del actual estudio, sin embargo, en la incidencia de la

leishmaniasis, es bien sabido que además del grado de antropofília de los

flebotomíneos, la abundancia en el intra y peridomicilo juega un papel muy

importante como criterio de incriminación vectorial (Killick-Kendrick, 1990) y es un

factor de riesgo potencial de transmisión de la enfermedad (Zorrilla et al., 2005).

La asociación entre ambas variables no fue evidente dado que el número de

casos fue muy bajo (4 casos) en comparación con la abundancia de los

flebotomíneos capturados en el periodo de estudio.

Aun cuando este estudio tiene por limitación la relación entomológica con la

variabilidad climática por dificultades en la toma de datos climáticos simultáneos a

las capturas entomológicas, muestra una asociación entre el patrón

epidemiológico de la enfermedad y el clima, que debe ser precisado en un futuro

con estudios entomológicos que tomen en cuenta las variables estudiadas así

como otras, tales como humedad relativa, altitud, temperaturas máximas y

mínimas. Más aún, el aceptado cambio climático que se está produciendo a nivel

mundial ha hecho pensar en la posibilidad de que enfermedades tropicales como

la leishmaniasis puedan tomar áreas donde previamente no estaban presentes o

eran de poca importancia, debido a condiciones favorables para la dispersión

geográfica de los vectores, tal como se ha planteado por Cabaniel et al., (2005)

en España y la cercanía con zonas endémicas de África para dichas

enfermedades tropicales.

Finalmente, cabe señalar que las variaciones climáticas pueden potencialmente

afectar la dinámica epidemiológica de cualquier enfermedad metaxénica. La

leishmaniasis puede estar bajo la influencia de los actuales cambios climáticos y

cambiar con base a factores sociales, pero también a situaciones estacionales

que propician el desarrollo biológico del insecto vector, dado que incrementos en

la temperatura parecen, probablemente, acelerar el desarrollo de los protozoarios,

Leishmania, pero inhibir el desarrollo de algunos vectores; por ende los efectos

finales aun no son claros (Cabaniel et al., 2005). Para la leishmaniasis, pocos

Capítulo 2 57

estudios anteriormente publicados han indicado los cambios potenciales en la

enfermedad debidos al clima (Cross et al., 1996; Kuhn 1999). Estudios de

modelaje en el Sudeste Asiático han demostrado el rango potencial de dispersión

de Phlebotomus papatasi con el cambio climático global (Cross et al., 1996). En

Italia se encontró que las bajas temperaturas parecen ser uno de los factores que

evitan la dispersión de Ph. perniciosus al norte de Europa (Kuhn 1999).

Como se ha indicado anteriormente, la variabilidad climática incide en la

epidemiologia de la enfermedad y esto fue observado en este estudio. Tal como

ha sido observado para la leishmaniosis visceral, los cambios climáticos pueden

explicar también en parte la aparición de brotes epidémicos y vincularse a un

aumento en la capacidad vectorial al incrementarse las tasas de reproducción

tanto de vectores como de los patógenos propiciando mayor transmisión y mayor

número de casos temporal y espacialmente (Cárdenas et al., 2005).

Los casos de leishmaniasis a nivel nacional, departamental y regional se

encontraron fuertemente asociados con la variabilidad climática interanual del

ENSO, analizado a través de los índices ONI y MEI. El Niño lleva a un aumento

significativo y simultáneo a nivel nacional, y significativo y rezagado a nivel

departamental y regional en los casos de leishmaniasis; mientras que la niña

conduce a una disminución de casos. Estos resultados conforman y soportan las

evidencias registradas para el noreste de Colombia de la asociación entre los

casos de leishmaniasis y la ocurrencia del evento El Niño (Cardenas et a., 2006;

Cárdenas et al., 2005), fenómeno climático que en Colombia se caracteriza por

incrementos en la temperatura y disminución en el régimen de precipitación

(Poveda et al., 2000). Incrementos en los casos de leishmaniasis asociados con

la ocurrencia de El Niño, también han sido registrados en países como Brasil y

Venezuela (Cabaniel et al., 2005; Rodriguez-Morales et al., 2005). En contraste,

Cabaniel et al., (2005), observan en su trabajo un incremento de la LC ante la

presencia de la fase de La Niña.

En consonancia con la variabilidad climática y la enfermedad, los índices

climáticos tales como el SOI, el MEI o el ONI pueden ser útiles dada su

accesibilidad y disponibilidad para este tipo de estudios. Aunque en algunos

trabajos tiene mayor relación las anomalías en las precipitaciones y temperaturas

con respecto a las poblaciones de vectores, quienes presentan gran influencia en

el riesgo y brotes epidémicos, vale la pena destacar que ambos tipos de variables

(macro y microclimáticas) ejercen una influencia tanto biológica como

epidemiológica de la enfermedad.

58 Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

Un punto importante a comentar, está dado por el apropiado registro de los

casos, la mejora en las técnicas diagnósticas y en la transmisión de la

información a través de las bases de datos oficiales del Ministerio de Salud. Es

evidente que las enfermedades endémicas pueden tener un carácter crónico,

como la leishmaniasis cutánea, puede existir un considerable subregistro de

casos. Esta situación pudo ser influyente en no encontrar significancia estadística

con relación a los índices climáticos evaluados para el departamento de Sucre en

particular. El disminuir dicha situación permitirá modelar epidemiológicamente

mejor la relación entre las variables epidemiológicas y las climáticas.

Clásicamente, en Venezuela y en muchos países de Latinoamérica, no existen

programas formales de lucha contra la leishmaniasis como sí ocurre con la

malaria, dengue, enfermedad de Chagas, entre otros. Esto también puede tener,

ciertamente, un impacto positivo en un mejor registro de la información, en su

diagnóstico, tratamiento y prevención, sobre todo si pueden usarse los elementos

de la variabilidad climática en la predicción de posibles zonas con mayor riesgo

para la presentación de nuevos casos, dadas las condiciones propicias que se

crean para el desarrollo de vectores de la enfermedad.

Todo lo anterior presenta importancia al poder modelar las relaciones clima-

enfermedad y prever posibles incrementos en la enfermedad ante la

determinación de anomalías climáticas, las cuales están bajo un proceso de

monitorización y vigilancia mediante herramientas de detección locales y

satelitales que en última instancia pueden permitir tomar decisiones en políticas

de salud casi en tiempo real. Por otro lado, los resultados hallados en este

estudio indican los potenciales impactos de la variabilidad climática sobre la

leishmaniasis. Sin embargo, se requiere de estudios profundos al respecto

orientados a desarrollar estrategias para una mejor vigilancia de estas

enfermedades con las bases de la predicción y la detección temprana de

condiciones apropiadas para el incremento en la incidencia de la enfermedad, tal

como se ha venido haciendo con la malaria y el dengue (Delgado et al., 2004;

Rogers et al., 2002).

2.6 CONCLUSIONES

Los análisis de correlación para las series comunes de tiempo entre la

temperatura y la precipitación, y la abundancia de vectores indicaron que no hubo

relación alguna para el municipio de Ovejas. El conocimiento acerca del efecto

que ejercen algunas variables como la precipitación y temperatura sobre la

Capítulo 2 59

abundancia de los flebotomíneos es necesario en salud pública para planificar

anticipadamente las actividades de prevención y control entomológico de la

enfermedad, en la medida en que permite predecir el incremento en la población

vectorial. Por esto es importante identificar los otros componentes que determinan

la abundancia de Lu. evansi, así como conocer los sitios de reposo y cría que

utiliza este vector en áreas urbanas.

La variabilidad climática asociada al ENSO presentó una asociación estadística

con los casos de leishmaniasis a escala nacional en Colombia. Esto estuvo

representado por el máximo coeficiente de correlación cruzada obtenido (r = 0.3;

P>0,99), a los cero meses de rezago. Esto es, que cerca del 30% de los casos de

la enfermedad son explicados por el ENSO, que durante la ocurrencia de la fase

cálida/fría del ENSO existe una alta probabilidad de que haya un

aumento/disminución de casos de leishmaniasis a nivel nacional y de manera

simultánea el evento climático.

En la escala departamental el aumento en número de casos de leishmaniasis en

sus diferentes formas clínicas, se presenta posterior a la fase cálida del ENSO (El

Niño). Se observó una relación estadística importante entre los casos de

leishmaniasis y el ENSO (principalmente con el ONI), representada por el máximo

coeficiente de correlación entre 0,3 – 0,4 con un rezago de 0-3 meses en los

departamentos más próximos al occidente del país, estos son, Antioquia, Chocó,

Valle y Nariño. Sin embargo, Tolima y Caldas presentan una correlación máxima

en un lapso de 8 y 9 meses posteriores al evento climático (r = 0.5, P> 0,99; y r =

0.6, P> 0,99 respectivamente).

Con los resultados expuestos acerca de la alta correlación existente entre la

variabilidad climática del ENSO y los casos de leishmaniasis en el país se sugiere

que estos sean incluidos en el análisis de factores de riesgo importantes en el

diseño de sistemas de alerta temprana para prevenir a futuro brotes de la

enfermedad. Estos nuevos conceptos permiten abrir nuevas líneas de

investigación en el desarrollo de posibles sistemas de predicción, modelaje y

monitoreo con relevancia en salud pública para un mejor control de la

enfermedad.

En la escala municipal (agregada por subregiones) se encontró persistencia de

los patrones de alta correlación hallados en las dos escalas espaciales superiores

(nacional y departamental). Caldas mostró una máxima correlación ENSO-

leishmaniasis con un rezago de 9 meses en las subregiones del Magdalena

Caldense (r = 0.8, P> 0,99) y Alto Oriente (r = 0.7, P> 0,99). Tolima, por su parte,

tuvo las máximas correlaciones en las subregiones de Norte (r = 0.7, P> 0,99),

60 Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

Nevados (r = 0.5, P> 0,99), e Ibagué (r = 0.4, P> 0,99) con rezagos de 7, 7 y 10

meses respectivamente. Los municipios que conforman estas subregiones

aportan el mayor número de casos de la enfermedad para ambos departamentos.

La asociación lineal entre los índices del ENSO (ONI y MEI) y la leishmaniasis en

las subregiones del departamento de Sucre no fue evidente. Las máximas

correlaciones fueron cercanas a r = 0.2 y sin significancia estadística.

En conclusión, estos hallazgos reflejan la importancia de la variabilidad climática

sobre la incidencia de la leishmaniasis y la relación con la transmisión vectorial

por especies de flebotomíneos, siendo los índices macroclimáticos (ONI y MEI)

los factores climáticos más significativamente asociados con el comportamiento

de la enfermedad. En las tres escalas evaluadas en el presente trabajo se puede

observar un incremento de la enfermedad ante la presencia de la fase de El Niño.

Todo esto tiene importancia al poder modelar las relaciones y prever posibles

incrementos en la enfermedad ante la determinación de anomalías climáticas con

tendencia a El Niño, las cuales están bajo un proceso de monitorización y

vigilancia mediante herramientas de detección locales y satelitales que en última

instancia pueden permitir tomar decisiones en políticas de salud casi en tiempo

real.

3. Capítulo 3

FACTORES DE RIESGO INCIDENTES EN LAS

DINÁMICAS ENDEMO-EPIDEMICAS DE

LEISHMANIASIS

Objetivo: Determinar las condiciones ambientales (físicas, bióticas y

demográficas) de los domicilios que influyen como factores de riesgo en las

dinámicas endemo-epidémicas de casos autóctonos de leishmaniasis periurbana

en el municipio de Ovejas, Sucre.

3.1 INTRODUCCIÓN

Algunos brotes epidémicos de leishmaniasis cutánea y visceral se han reportado

en el municipio de Ovejas, Sucre, con brotes a nivel urbano, registrando por

primera vez para la costa Caribe colombiana casos de leishmaniasis a finales de

los años setenta (Camacho et al. 1977). La enfermedad mantiene hasta la fecha

un carácter endémico con casos urbanos autóctonos tanto de LC como de LV,

con el registro de 462 casos de la enfermedad entre 2007 y 20142 (INS, 2015).

Según la (OMS 2015) la enfermedad afecta a las poblaciones más pobres y está

asociada con un conjunto de elementos que constituyen factores de riesgo como

la malnutrición, los desplazamientos de la población, las malas condiciones de

vivienda, cambios ambientales y climáticos.

En el año 1993 una tendencia de aumento en la población rural con respecto a la

urbana, a partir de ese momento se nota una disminución en la población rural,

debido al conflicto armado que se vivió en esta zona, lo que provoco cierres de

2 Hasta la semana epidemiológica 32

62 Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

las comercializadoras de tabaco asentadas en el Municipio y que se aprecia en

los siguientes años hasta el 2005, debido a que el mayor desplazamiento de la

población de este municipio es de la zona rural (Mussy 2015).

Dichos brotes de LC y LV en Ovejas se han relacionado principalmente con la

formación de asentamientos humanos subnormales provenientes de zonas

endémicas, que generan ambientes ecológicos favorables para la adaptación de

especies vectoras y reservorios putativos. No obstante, se desconocen cuáles

son las variables ecológicas, ambientales, climáticas y socioeconómicas en estos

nuevos escenarios periurbanos en el país, que facilitan la multiplicación del vector

y la transmisión del parásito.

Es por lo anterior que la carencia de estudios sobre la influencia de factores

ambientales y climáticos en la incidencia de la enfermedad y en las dinámicas

biológicas de los vectores, hace de este estudio una oportunidad para estimar los

elementos de riesgo ambiental de transmisión de la leishmaniasis periurbana en

una zona endémica de Colombia. El estudio de estos factores de riesgo aporta al

entendimiento holístico de la enfermedad, que permita generar medidas eficientes

de prevención y control, y se contribuye al desarrollo de un sistema de alerta

temprana.

3.2 MATERIALES Y MÉTODOS

3.2.1 Área de estudio

Se seleccionó el municipio de Ovejas en el departamento de Sucre, región costa

caribe Colombiana. El municipio está ubicado a 41 km de la ciudad de Sincelejo y

hace parte de la subregión de los Montes de María, (09º31'33" Norte, 75º13' 38

Oeste), con una población actual de 30.000 habitantes, ubicado a una altura de

265m, con una temperatura media de 28°C y una precipitación de 1100 mm/año.

La zona urbana de Ovejas es habitada por cerca del 47% de la población del

municipio, son comunidades campesinas, que tienen como actividad principal la

agricultura, complementada con la crianza de animales domésticos, y en menor

escala el comercio, contando con un alto porcentaje las personas de bajos

recursos económicos. Las viviendas varían en el tipo y material de construcción,

encontrándose paredes de “tapia” (mezcla de barro y piedra) y piso de tierra, así

Capítulo 3 63

como paredes de adobe, piso de madera o cemento, ventanas de madera, y

techo en zinc o “paja” (hojas secas de palma).

El criterio de selección del área de estudio fue la endemicidad en la transmisión

de leishmaniasis a lo largo de 40 años. En la cabecera municipal se

seleccionaron 3 zonas que agrupan barrios de la periferia urbana, así: Zona 1

(barrios El Oasis, El Tolima, y el 4 de Octubre), Zona 2 (Pradera, Villa Paz), y la

Zona 3 (San José) (Figura 22). Las 3 zonas son equidistantes al centro urbano y

presentan características ecológicas y de construcción similares. Así, están

rodeadas por relictos de bosque seco tropical y sabana, existen viviendas en

diferentes tipos de materiales (ladrillo, bareque, madera, zinc, palma, eternit) y en

su mayoría integran la cocina al patio trasero de la vivienda donde se encuentra

además, diversos animales domésticos y vegetación.

Se seleccionó de manera aleatoria, un grupo de viviendas en cada zona que

comprendió 50 casas, para un total de 150, con características similares que

incluyeron la presencia y ausencia de casos de leishmaniasis autóctonos; así

como alta o poca actividad de picadura intradomiciliar del vector según los

habitantes, y la distancia o proximidad de las viviendas a relictos de bosque o

vegetación a los alrededores del centro urbano, por ser estos potenciales sitios de

cría de los insectos vectores de la enfermedad.

Figura 22. Localización geográfica de la zona de estudio. Municipio de Ovejas.

Zona 1

Zona 2

Zona 3

64 Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

3.2.2 Registro de factores de riesgo

Entre febrero y mayo de 2013, a inicios de esta investigación, se realizó una

entrevista personal casa por casa entre la población periférica de la cabecera

municipal de Ovejas expuesta a leishmaniasis, lo que permitió obtener

información que incluyó: nombre, edad, sexo, ocupación, número de habitantes

por casa, tiempo de residencia en el área, viajes a otras zonas, historia de

cicatrices o lesiones cutáneas, localización y número de lesiones; fecha, lugar,

tratamiento recibido. Así mismo, se obtuvo información concerniente a datos

socioeconómicos, físicos y bióticos asociados a las viviendas, como material de

construcción, disposición de basuras y aguas, tenencia de animales domésticos,

protección antivectorial, cultivos o plantas ornamentales.

Igualmente, se aplicó la prueba de intradermorreacción de Montenegro (IDRM)

para determinar la prevalencia de infección de la población en la zona y

determinar el grupo de población en mayor riesgo de infección. La prueba de

Montenegro consiste en medir la respuesta de inmunidad celular retardada, la

cual se utiliza para detectar las características de las poblaciones que están o han

estado infectadas con Leishmania spp. Además, aporta información valiosa

cuando es un resultado positivo en menores de edad o mujeres que permanecen

en la zona durante varios años.

Otro de los elementos que forman la cadena epidemiológica de la leishmaniasis

es la presencia de flebotomíneos potenciales vectores de la enfermedad. Se

evaluó la presencia y abundancia de los insectos vectores mediante capturas

sistemáticas con trampas de luz CDC (1 en el intra y 1 en el peridomicilio) en 5

viviendas (seleccionadas aleatoriamente) durante 3 noches consecutivas y de

manera simultánea en las 3 zonas por campaña de campo. También se instaló

una trampa Shannon en el peridomicilio durante 1 noche cerca de las viviendas

seleccionadas. El muestreo entomológico se realizó durante un año (2013-2014)

con intervalos de 2 meses entre las capturas para un total de 11 muestreos que

comprendieron época de sequía y lluvia.

Para la tabulación de los datos y su ingreso en el paquete estadístico utilizado

para el análisis, se categorizaron las variables según su naturaleza, así, para la

ausencia de la variables se denotó como cero (0) y para la presencia como uno

(1). Igualmente en la se denotan los valores de los parámetros que corresponden

a cada variable de interés.

Capítulo 3 65

3.2.3 Análisis de datos

La información obtenida fue registrada de manera tabulada y las variables

analizadas en el sistema de análisis estadístico SAS/STAT ® software. La

identificación de posibles factores de riesgo asociados con la transmisión de la

leishmaniasis se realizó mediante un modelo de regresión logística múltiple o

Logit, el cual permite medir la magnitud y la asociación entre las variables

mediante el cálculo de Odds Ratios (OR) con intervalos de confianza (i.c.) de

Cornfield al 95%, y el valor p (0.05). Para determinar el OR, se definió como

variables respuesta: personas con diagnostico positivo de leishmaniasis (casos

actuales o históricos), personas con IDRM positivo, se compararon estas

variables con los probables factores de exposición a la leishmaniasis mediante el

modelo Logit expresado de manera lineal (ecuación 4) y que finalmente conlleva

a determinar el OR (ecuación 7).

Tabla 4. Parámetros tabulados de las variables asociadas a los casos y Montenegros por vivienda.

66 Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

La regresión logística (RL) forma parte del conjunto de métodos estadísticos que

caen bajo tal denominación y es la variante que corresponde al caso en que se

valora la contribución de diferentes factores en la ocurrencia de un evento simple.

La regresión logística es especialmente útil cuando solo hay dos posibles

respuestas (cuando la variable de respuesta es dicotómica), que es el caso más

común. Las probabilidades que describen el posible resultado de un único ensayo

se modelan, como una función de variables explicativas, utilizando una función

logística.

Pala los fines de este estudio, se consideró un valor OR>1.5 como indicador de

una asociación evidente entre el factor de riesgo y la leishmaniasis. Un intervalo

de confianza mayor de 1.5, indica una asociación entre el factor de riesgo y la

enfermedad; mientras que los intervalos que contienen a 1 o son menores que

1.5, indican que no hay relación evidente entre el factor de riesgo y la enfermedad

(Baltazar 1994; Rosner 1978).

Por otro lado, se utilizó el Modelo lineal generalizado (MLG) con distribución

Poisson para determinar si las variables ambientales (variables independientes o

covariables) explican el comportamiento de la variable respuesta (variable

dependiente). Este modelo fue escogido dada la naturaleza de conteo de la

variable respuesta, que fue el número de insectos vectores asociados a las

viviendas donde se recolectó información de casos de la enfermedad o reacción

positiva para la prueba IDRM. Las variables también fueron analizadas en el

sistema de análisis estadístico SAS/STAT ® software.

El modelo lineal generalizado surge de la necesidad de expresar en forma

cuantitativa relaciones entre un conjunto de variables, en las que una de ellas se

denomina variable respuesta o dependiente y las restantes son llamadas

covariables, variables explicativas, o independientes. La regresión de Poisson es

un tipo de modelo lineal generalizado en el que la variable de respuesta tiene una

distribución de Poisson y el logaritmo de su valor esperado puede ser modelado

por una combinación lineal de parámetros desconocidos, es decir, el logaritmo es

la función de enlace canónica. Se usa para modelar datos de conteo (número de

veces que ocurre cierto fenómeno aleatorio) y tablas de contingencia. El modelo

de Poisson es apropiado cuando la variable dependiente es un conteo, como por

Capítulo 3 67

ejemplo, el número de llamadas que llegan a una central telefónica, que

dependen de otras variables como, por ejemplo el día de la semana o la hora del

día. Los sucesos tienen que ser independientes. Para mayor detalle sobre el MLG

consultar Berk y MacDonald (2008).

3.3 RESULTADOS

En las tres zonas de estudio dentro de la cabecera municipal de Ovejas, se

encuestó 921 personas, 474 (51.5%) hombres y 447 (48.5%) mujeres que habitan

las 150 viviendas seleccionadas, lo que representa aproximadamente el 8.3% de

la población de la cabecera municipal. La edad promedio de la población

estudiada fue de 22,7 años, con un rango que varió entre menores de 1 año hasta

85 años. La búsqueda activa de casos arrojó como resultado sólo 4 casos activos

de leishmaniasis cutánea en extremidades como brazos y piernas, todos estos en

personas mayores de 20 años.

A través de la prueba de Intradermorreacción de Montenegro (IDRM) se

determinó que el 24.2% de personas ha tenido contacto con el parásito

Leishmania spp. en los barrios El Oasis y El Tolima, el 31% en Villa Paz, Pradera

y Ciudad de la paz; y el 16% en San José. Estas tres localidades constituyen los

focos de más alta transmisión de la enfermedad en la zona urbana del municipio

de Ovejas. La tasa de prevalencia acumulada de leishmaniasis en la población

estudiada fue del 29.8% en el sexo masculino y de 24.3% en el femenino. El

grupo >51 años presentó la más alta tasa de prevalencia (46%), seguido de los

de 16 a 50 años (32%) y los de 6 a 15 años (14%), mientras que el grupo de 0 a 5

años no presentó ninguna positividad para la prueba de IDRM. La tasa de

prevalencia acumulada de leishmaniasis en la población estudiada fue del 26%

(Tabla 5).

Tabla 5. Prevalencia acumulada de leishmaniasis por grupos de edad, en la población estudiada.

68 Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

Al desarrollar el modelo estadístico Logit se encontró los siguientes resultados:

Montenegro vs. Variables ambientales

Cuando la variable respuesta en el modelo es el número de personas con

resultado positivo en la prueba de Montenegro, se analizaron las posibles

variables que influyen en el contacto parásito-humano y que estuvieran asociados

a condiciones de la vivienda, número de habitantes, número de insectos vectores,

animales cercanos, entre otras que se describieron en detalle en la metodología.

Se realizó una prueba de hipótesis por medio del estadístico Chi-cuadrado de

wald para determinar si las variables ambientales están relacionadas

estadísticamente con la variable respuesta, que para este caso corresponde a

Montenegro positivo de personas que han viviendo en las casas evaluadas. En la

Tabla 6 se determina que el modelo utilizado es estadísticamente significativo

(P<0.05) para las variables: Animales en el intra y peridomicilio, para la zona, el

tipo de techo, y las basuras alrededor de la casa, las demás variables

recolectadas durante la encuesta fueron eliminadas del modelo por no presentar

una significancia estadística.

El análisis del estimador de máxima verosimilitud (Tabla 7) presenta valores

positivos/negativos cuando el riesgo es mayor/menor para la prevalencia de la

enfermedad. Según se observa en la Tabla 7 las viviendas que no tienen al menos

1 animal en el intradomicilio presentan una disminución en el riesgo de ser caso

positivo para la leishmaniasis. Por el contrario, la no tenencia de animales en el

peridomicilio aumenta el riego. Vivir en la zona 1 presenta menor riesgo que la

zona 2. Si la vivienda presenta una construcción con un techo de palma, y

Tabla 6. Análisis de efectos. Montenegro vs. Variables ambientales

Capítulo 3 69

basuras alrededor, aumenta el riesgo para la enfermedad en dicha vivienda. En

contraste, el techo de zinc disminuye el riesgo, es decir, que parece ser factores

de protección.

Según los resultados arrojados por el estimador de Odds Ratio en la Tabla 8, los

factores de riesgo asociados con la transmisión de la leishmaniasis en Ovejas,

Sucre medidos a través de la prueba de Montenegro son los siguientes: tener

animales en el intradomicilio (OR 2.34 IC95% 1.4-3.9), no tener animales en el

peridomicilio (OR 2.29 IC95% 1.3-3.8), vivir en la zona 3 con respecto a la 1 (OR

3.30 IC95% 1.6-6.6), vivir en la zona 2 con respecto a la 3 (OR 1.12 IC95% 0.5-

2.1), tener techo de palma con respecto a eternit (OR 3.52 IC95% 1.3-9.1), techo

de eternit con respecto a zinc (OR 2.12 IC95% 1.1-3.8), y por último tener

basuras alrededor (OR 4.25 IC95% 2.5-7.1). Según el resultado para el factor

“animales en el peridomicilio”, este parece ser un factor de protección

zooprofiláctico, dado que el no tener animales alrededor de la vivienda aumenta

el riesgo de la transmisión.

Tabla 8. Estimador de Odds Ratio.

Tabla 7. Análisis del estimador de máxima verosimilitud para la asociación Montenegros y variables ambientales.

70 Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

Casos de leishmaniasis vs. Variables ambientales

Cuando la variable respuesta en el modelo fueron los casos de leishmaniasis en

la zona de estudio, se analizaron las posibles variables que influyen en la

presentación de casos y que estuvieran asociados a condiciones de la vivienda,

número de habitantes, animales cercanos, entre otras que se describieron en

detalle en la metodología.

Se realizó una prueba de hipótesis por medio del estadístico Chi-cuadrado de

wald para determinar si las variables ambientales están relacionadas con la

variable respuesta, que para este caso corresponde a los casos de leishmaniasis

de personas que han viviendo en las casas evaluadas. En la Tabla 9 se identifica

que el modelo Logit utilizado es estadísticamente significativo (P<0.05) para las

variables: Animales en el intra y peridomicilio, para el techo, las ventanas y las

basuras alrededor de la casa, las demás variables recolectadas durante la

encuesta fueron eliminadas del modelo por no presentar una significancia

estadística.

El análisis del estimador de máxima verosimilitud (Tabla 10) presenta valores

positivos/negativos cuando el riesgo es mayor/menor para los casos de la

enfermedad. El estimador entonces, arroja como resultado que las viviendas que

no tienen animales en el intradomicilio presentan una disminución en el riesgo de

ser caso positivo para la leishmaniasis. Por el contrario, la no tenencia de

animales en el peridomicilio aumenta el riego. Si la vivienda presenta una

construcción con un techo de palma, ventanas de madera, y basuras alrededor,

aumenta el riesgo para la enfermedad en dicha vivienda. En contraste, el techo

de zinc y las ventanas de vidrio disminuyen el riesgo, es decir, que parecen ser

factores de protección.

Tabla 9. Análisis de efectos. Casos de leishmaniasis vs. Variables ambientales

Capítulo 3 71

Según el estimador de Odds Ratio en la Tabla 11, los factores de riesgo

asociados con la transmisión de la leishmaniasis en Ovejas, medidos a través del

número de casos son los siguientes: tener animales en el intradomicilio (OR 3.57

IC95% 1.8-7.0), no tener animales en el peridomicilio (OR 2.50 IC95% 1.3-4.6),

techo de palma con respecto al de eternit (OR 5.56 IC95% 2.2-13.8), techo de

eternit con respecto a zinc (OR 2.71 IC95% 1.3-5.4), ventanas de angeo con

respecto a vidrio (OR 3.15 IC95% 1.3-7.2), ventanas de angeo con respecto a

madera (OR 12.82 IC95% 5.1-32.2), y por ultimo tener basuras alrededor de la

vivienda (OR 7.93 IC95% 4.3-14.7). Cabe anotar que tener animales en el

peridomicilio parece ser un factor de protección.

Cuando la variable respuesta en el modelo fue el número de insectos vectores de

la especie Lu. evansi, se analizaron las posibles variables que influyen en el

aumento /disminución de insectos y que estuvieran asociadas a condiciones de la

vivienda, número de habitantes, animales cercanos, entre otras que se

describieron en detalle en la metodología. Para este análisis se desarrolló el

modelo lineal generalizado MLG con distribución Poisson, dada la naturaleza de

conteo de la variable respuesta, encontrándose los siguientes resultados:

Tabla 11. Estimador de Odds Ratio.

Tabla 10. Análisis del estimador de máxima verosimilitud para la asociación casos de leishmaniasis y variables ambientales.

72 Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

En la Tabla 12 se especifica el estimador Poisson que arrojó el análisis cuando

una de las covariables es el número de casos de la enfermedad. Así, la tenencia

de animales tanto en el intra y peridomicilio aumenta la probabilidad de mayor

número de vectores (Lu. evansi) al interior del domicilio (0.17 y 0.05

respectivamente). Vivir en la zona 1 aumenta la probabilidad de tener mayor

número de vectores (0.32), lo contrario sucede en la zona 2 (-0.12); el techo de

palma disminuye (-0.18) mientras que el techo de zinc lo aumenta (0.47). Las

paredes tanto de bareque como de ladrillo aumenta el número de vectores en la

casa (0.43 y 0.64, respectivamente); lo mismo sucede con las ventanas de vidrio

y madera (0.78 y 0.081, respectivamente); el piso de cemento disminuye el

número de Lutzomyia (-0.26); no tener basuras alrededor de la vivienda las

aumenta (0.49); y tener bosque cercano a la casa lo disminuye (-0.28). Cabe

anotar que todos los estimadores presentaron una significancia estadística.

En la Tabla 13 se especifica el estimador Poisson que arrojó el análisis cuando

una de las covariables es la IDRM para la enfermedad. Así, la tenencia de

animales tanto en el intra y peridomicilio aumenta la probabilidad de mayor

número de vectores (Lu. evansi) al interior del domicilio (0.18 y 0.047

respectivamente). Vivir en la zona 1 y 2 aumenta la probabilidad de tener mayor

número de vectores con respecto a la zona 3 (0.49 y 0.19, respectivamente); el

techo de palma aumenta (0.01) y el de zinc (0.46) aumenta en mayor medida. Las

paredes tanto de bareque como de ladrillo aumenta el número de vectores en la

casa (0.40 y 0.81, respectivamente); lo mismo sucede con las ventanas de vidrio

y madera (0.86 y 0.04, respectivamente); el piso de cemento disminuye el número

Tabla 12. Estimador Poisson para la relación entre el Número de vectores y las variables ambientales con covariable casos de leishmaniasis.

Capítulo 3 73

de Lutzomyia (-0.40); no tener basuras alrededor de la vivienda las aumenta

(0.70); y tener bosque cercano a la casa lo disminuye (-0.23).

3.4 DISCUSIÓN

En la Costa Caribe del país, tanto la leishmaniasis cutánea como la visceral

constituyen un importante problema de salud pública, por el carácter endémico

que presentan en áreas rurales y el carácter emergente que se ha venido

observado en algunas ciudades como es el caso de Ovejas, que tradicionalmente

aportaba solo casos rurales de la enfermedad pero que en los últimos años viene

registrando casos urbanos. Al parecer esos centros urbanos presentan elementos

que forman la cadena epidemiológica de la leishmaniasis: casos humanos con

lesiones en las que se ha determinado la presencia de amastigotes de

Leishmania; en los casos de lesiones cicatrízales, con Intradermorreacción de

Montenegro positiva, animales silvestres y domésticos probables reservorios del

parásito; y flebotomíneos vectores potenciales de la enfermedad, como sucede

en otras áreas endémicas de leishmaniasis.

En el estudio de Zorrilla et al. (2005) para una localidad de Cajamarca, Perú

determinan que el grupo de mayor prevalencia de leishmaniasis es entre los 5 y 9

años de edad. En el actual estudio la mayor prevalencia ocurre entre las edades

Tabla 13. Estimador Poisson para la relación entre el Número de vectores y las variables ambientales con covariable montenegro.

74 Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

de 16 a >51, edad donde las personas presentan actividad económica y viajan en

su mayoría a fincas en zona rural a trabajar la agricultura. Los niños menores de

5 años no presentan contacto con el parásito Leishmania, y esto fue evidenciado

en las encuestas epidemiológicas. La ocurrencia de infección en ambos sexos,

más frecuente en adultos que en niños, sugiere una transmisión extradomiciliar

de la leishmaniasis en el municipio de Ovejas, ya que hombres y mujeres en edad

laboral están expuestos por igual a la picadura de los flebotomíneos.

Observaciones similares han sido realizadas en Perú por Cordero et al., (1991) en

Santa Cruz, Ancash; Miranda et al., (1991) en La Libertad, quienes resaltan esta

característica epidemiológica de la leishmaniasis cutánea andina.

No obstante, algunos factores ambientales se han descrito como factores que

favorecen el ciclo epidemiológico y por lo tanto se constituyen en factores de

riesgo para la enfermedad, estos son según Llanos-Cuentas (1993) para algunos

departamentos de Perú, la ubicación, el tipo de construcción y las características

ecológicas alrededor de la vivienda; el hacinamiento en que viven las personas y

algunas actividades realizadas por los pobladores. Estos factores implican que la

transmisión de la enfermedad ocurre en a) en el interior de las casas, b) alrededor

de la vivienda, c) en el ambiente doméstico, pero no claramente definido si es

dentro o fuera de las casas, y d) en áreas extradomiciliarias.

El número de personas durmiendo en la misma habitación en estado de

hacinamiento (seis o más) fue reportado como factor de riesgo para la

enfermedad (Zorrilla et al., 2005), sin embargo, en el actual estudio esta relación

no arrojó resultados estadísticos. Igualmente, la convivencia con animales

domésticos dentro de la vivienda, constituye un factor de riesgo, pues atraen a los

flebotomíneos antropofílicos, los que ingresan libremente a través de los agujeros

de las paredes de “bareque”, ventanas de madero y/o angeo y por los techos de

hoja de palma para las zonas evaluadas en Ovejas, Sucre.

En Costa Rica se comprobó que la presencia de animales en el intradomicilio y en

el peridomicilio ejerce una atracción sobre los flebotomíneos y así constituye un

factor de riesgo para aquellas personas que tuvieran contacto con estos

animales (Rojas 1992). En algunas localidades endémicas de leishmaniasis en

Perú Llanos-Cuentas (1993) determinó como factores de riesgo para contraer

esta enfermedad: vivir en casa con vegetación cercana (OR 2,8, IC95% 1,1-4,1) y

tener ganado vacuno alrededor de la vivienda (OR 1,3, IC95% 1,1-1,6), debido a

que los animales domésticos atraen a los flebotomíneos y las plantas constituyen

una fuente de azúcares para éstos, favoreciendo su desarrollo.

Capítulo 3 75

No obstante, los resultados aquí presentados demuestran que tener animales

dentro de la vivienda aumenta el riesgo para la enfermedad, y que por el

contrario, la tenencia de animales en el peridomicilio parece ser un factor de

protección zooprofiláctico, dado que el no tener animales alrededor de la vivienda

aumenta el riesgo de la transmisión. Esta situación en particular, se ha reportado

por algunos autores (Gebresilassie et al., 2015; Teodoro et al., 2007) como un

mecanismo de protección o barrera zooprofilactica que reduce el número de

vectores en el intradomicilio y disminuye la probabilidad de exposición de las

personas al vector y al parásito. En la zona de estudio los habitantes crían

diversos animales como cerdos, burros, aves y vacas, y por lo general se

mantienen en recintos cercanos o al interior de las casas residenciales. Esta

manera de subsistencia económica puede proporcionar una barrera

zooprofiláctica reduciendo potencialmente el contacto humano-vector cuando los

animales permanecen en el peridomicilio, o puede agravar el riesgo de infección

cuando permanecen al interior de la vivienda.

No se constató la presencia de animales domésticos con lesiones compatibles

con leishmaniasis en las casas visitadas, con los resultados encontrados en este

estudio no podemos afirmar o negar el papel de los animales domésticos en la

cadena de transmisión de la leishmaniasis, sin embargo, se levanta la posibilidad

que estos podrían comportarse como reservorios (ej: el perro). Dentro de los

animales incluidos en las encuestas en campo se encontró un amplio número de

aves de corral, entre ellas, gallinas, pollos, patos, y gansos. Debido a que las

aves son el objetivo de vertebrados preferido para los vectores (Alexander et al.,

2002; Dias et al., 2003), pero no huéspedes adecuados para los parásitos de

Leishmania (Otranto et al., 2010), pueden desviar la atención de los vectores de

reservorios como los perros, reduciendo así las tasas de picaduras y, en

consecuencia, las tasas de infección en los mismos. El papel de las aves como

fuentes de alimento sanguíneo, atrayentes de vectores, y agentes zooprofiláctico

para la leishmaniasis se ha discutido previamente (Alexander etal., 2002; Caldas

et al., 2002; Otranto et al., 2010).

El tipo de construcción de las viviendas como factor de riesgo para Zorrilla et al.

(2005) está en relación al piso de tierra (OR 4,31, IC95% 1,98-9,39) y paredes de

“tapia”3 (OR=3,09, IC95%1,48-6,46), mientras que las viviendas con paredes de

adobe (OR=0,18, IC95%0,08-0,39) y pisos de madera y/o cemento (OR=0,23,

IC95% 0,10-0,54) estuvieron mejor protegidas. Aunque en nuestro modelo estas

dos variables no fueron estadísticamente significativas, se resalta otras

3 Se refiere a pared construida de una sola vez con tierra amasada, que sirve de cerca o límite.

76 Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

características de la construcción de la vivienda que favorecen el riesgo de la

enfermedad en Ovejas, estas son, el techo de palma como riesgo para la

presentación de casos (OR 5.56 IC95% 2.2-13.8) y como riesgo para la

positividad de IDRM (OR 3.52 IC95% 1.3-9.1), y las ventanas de angeo (OR

12.82 IC95% 5.1-32.2). Mientras que las viviendas con techo de zinc generan

protección para los casos (OR 0.36 IC95% 0.1-0.7) y protección para la

positividad de IDRM (OR 0.47 IC95% 0.2-0.8); y las ventanas de vidrio (OR 0.31

IC95% 0.1-0.7) también parecen tener mayor protección.

Cabe anotar que el número de casos actuales de leishmaniasis en las localidades

estudiadas fue muy bajo durante el periodo de estudio, cuatro en total, y los casos

históricos encontrados se refieren a casos que ocurrieron hace más de 10 años,

fecha donde probablemente estas personas adquirieron la enfermedad en un

lugar de procedencia diferente a la cabecera municipal de Ovejas, dado que los

barrios muestreados tienen aproximadamente 10 años de construcción. Es por lo

anterior que se decidió realizar el análisis con un MLG con distribución Poisson

para evaluar la variable respuesta (Número de Lu. evansi intradomiciliar) en

función de las variables ambientales asociadas al domicilio. Sin embargo, algunas

relaciones se consideran poco claras y hasta con resultados espúreos debido

probablemente a los tamaños muestréales, a posibles interacciones entre

variables, y a la alta variabilidad del número de Lutzomyia en algunas viviendas.

Un gran número de Lu. evansi al interior de las viviendas dá cuenta del posible

contacto humano-vector, y esto en sí se constituye en un factor de riesgo de

transmisión, por la posible presentación de casos o por la prevalencia medida a

través de la IDRM. En este análisis se evidencia algunos resultados poco

concluyentes o contradictorios con lo reportado por la OMS, por ejemplo, las

condiciones precarias de construcción de las viviendas como el techo de palma

en comparación al zinc disminuyen la abundancia del vector en el intradomicilio.

Así mismo, no tener basuras alrededor de la casa aumenta su abundancia. Según

la OMS (2015b) las malas condiciones de vivienda y las deficiencias de

saneamiento de los hogares (por ejemplo, la ausencia de sistemas de gestión de

residuos, alcantarillado abierto) pueden promover el desarrollo de los lugares de

cría y reposo de los flebotomíneos y aumentar su acceso a la población humana.

Capítulo 3 77

3.5 CONCLUSIONES

Se concluye que, el municipio de Ovejas, Sucre, en su zona periurbana es una

zona endémica de leishmaniasis, con poca velocidad de propagación de la

enfermedad, la que afecta en mayor frecuencia a personas en edad productiva

entre los 16 y 50 años. La transmisión histórica de la leishmaniasis ocurre en

ambientes peri y extradomiciliarios de las áreas rurales, y sólo un caso fue

reportado como autóctono en la zona periurbana durante el estudio. Dicho caso

no pudo ser demostrado, dado que solo se obtuvo información verbal del

paciente.

La tasa de prevalencia de la leishmaniasis arrojó que el 31% de las personas ha

tenido contacto con el parásito Leishmania spp. en Villa Paz, Pradera y Ciudad de

la paz, el 24.2% en los barrios El Oasis y El Tolima, y el 16% en San José. La

tasa de prevalencia acumulada de leishmaniasis en la población estudiada fue del

29.8% en el sexo masculino y de 24.3% en el femenino. La tasa de prevalencia

acumulada de leishmaniasis en la población estudiada fue del 26%.

Los factores de riesgo asociados con la transmisión de la leishmaniasis en

Ovejas, medidos a través de la prueba de Montenegro son los siguientes: tener

animales en el intradomicilio (OR 2.34 IC95% 1.4-3.9), no tener animales en el

peridomicilio (OR 2.29 IC95% 1.3-3.8), vivir en la zona 3 con respecto a la 1 (OR

3.30 IC95% 1.6-6.6), vivir en la zona 2 con respecto a la 3 (OR 1.12 IC95% 0.5-

2.1), tener techo de palma con respecto a eternit (OR 3.52 IC95% 1.3-9.1), techo

de eternit con respecto a zinc (OR 2.12 IC95% 1.1-3.8), y por último tener

basuras alrededor (OR 4.25 IC95% 2.5-7.1). Según el resultado para el factor

“animales en el peridomicilio”, este parece ser un factor de protección

zooprofiláctico, dado que el no tener animales alrededor de la vivienda aumenta

el riesgo de la transmisión.

Los factores de riesgo de la enfermedad medidos a través del número de casos

fueron los siguientes: tener animales en el intradomicilio (OR 3.57 IC95% 1.8-

7.0), no tener animales en el peridomicilio (OR 2.50 IC95% 1.3-4.6), techo de

palma con respecto al de eternit (OR 5.56 IC95% 2.2-13.8), techo de eternit con

respecto a zinc (OR 2.71 IC95% 1.3-5.4), ventanas de angeo con respecto a

vidrio (OR 3.15 IC95% 1.3-7.2), ventanas de angeo con respecto a madera (OR

12.82 IC95% 5.1-32.2), y por ultimo tener basuras alrededor de la vivienda (OR

7.93 IC95% 4.3-14.7). Cabe anotar que tener animales en el peridomicilio parece

ser un factor de protección.

4. Capítulo 4

COBERTURA VEGETAL Y CASOS DE DENGUE Y

LEISHMANIASIS EN COLOMBIA.

Objetivo: Cuantificar la dinámica espacio-temporal de la asociación entre un

índice de actividad vegetal con el número de casos de dengue y leishmaniasis a

escala nacional, regional y municipal.

4.1 INTRODUCCIÓN

Para abordar el estudio de la enfermedades transmitidas por vectores (ETV´s)

como la leishmaniasis y el dengue en Colombia, se han realizado estudios

epidemiológicos en zonas donde estas son altamente endémicas, sin embargo,

dado su naturaleza multicausal, todos estos estudios han pasado por alto en su

mayoría componentes espaciales de la enfermedad y se han restringido a la

investigación de las características de los pacientes, vectores y reservorios en un

área de estudio. Recientemente, las tecnologías geoespaciales, tales como los

sistemas de información geográfica, imágenes de sensores remotos, y

estadísticas espaciales se han comenzado a utilizar para estudiar las relaciones

entre los factores ambientales y las ETV´s.

El uso de información obtenida por los satélites es clave para entender la

dinámica espacial de procesos ambientales, ecológicos y vegetativos a gran

escala, debido a la posibilidad de captar emisión de radiación proveniente de la

tierra a distintas bandas del espectro electromagnético. Uno de esos parámetros

que es posible obtener a partir de información digital es el llamado Índice de

Vegetación de Diferencia Normalizada (NDVI, en inglés). El NDVI es una medida

de la productividad primaria de la vegetación en la tierra. Estudios previos han

estimado la influencia de las fluctuaciones del ENSO sobre la vegetación en el

trópico de Suramérica (Colombia, Venezuela, Guyana y la cuenca del rio

Amazonas) encontrando mayor impacto por el evento climático durante el periodo

80 Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

entre Diciembre y Febrero, mientras que el periodo entre Junio y Agosto es el

menos afectado por el ENSO (Poveda et al.,1999).

En este capítulo se abordan las dos enfermedades de interés desde la

perspectiva geoespacial con la cobertura vegetal, la cual puede ser considerado

como un indicador sustituto que representa las interacciones ambientales y las

condiciones climáticas (Bavia et al., 2001).

Índice de vegetación

La teledetección proporciona información temporal sobre la cobertura vegetal en

la tierra conocida como los índices de vegetación, tales como el índice de

vegetación de diferencia normalizada (NDVI). Este índice, junto con los otros

datos obtenidos por teledetección han sido ampliamente utilizados para controlar

algunas enfermedades transmitidas por vectores como la malaria en todo el

mundo (Wayant et al. 2010).

Los índices de vegetación indican la cantidad, calidad y desarrollo de la

vegetación a través de su reflectancia de esta en las longitudes de onda de las

regiones rojas y del infrarrojo cercano de la cámara multiespectral de satélites

espaciales de teleobservación. Dichas mediciones se realizan por medio de

sensores remotos instalados comúnmente desde una plataforma espacial, los

cuales están en la capacidad de captar la intensidad de la radiación de ciertas

bandas del espectro electromagnético que la vegetación emite o refleja.

Aproximadamente el 90% de la información relativa a la vegetación está

contenida en las bandas de la región visible del espectro electromagnético4 del

Rojo (R) e Infrarojo cercano (NIR); es por esto que los índices de vegetación

están restringidos a combinaciones de estas dos bandas: la roja, fuertemente

correlacionada con el contenido de clorofila y la infrarroja, controlada por el LAI

(leaf area index o índice de superficie foliar) y la densidad de la vegetación verde

(Bannari et al., 1995). La vegetación verde y vigorosa refleja mucha menos

radiación en la banda R, que en la banda NIR, región de alta reflectancia del

componente celulósico. Cuando la vegetación sufre estrés, los valores de la

banda R aumentan y los de la banda NIR decrecen. Estas propiedades llevaron a

definir varios índices de vegetación basados en operaciones algebraicas entre

ambas bandas.

4 Espectro electromagnético: http://es.wikipedia.org/wiki/Espectro_electromagn%C3%A9tico

Capítulo 4 81

Los índices de vegetación, son imágenes calculadas a partir de operaciones

algebraicas entre distintas bandas espectrales. El resultado permite obtener una

nueva imagen donde se destacan gráficamente determinados píxeles

relacionados con parámetros de las coberturas vegetales: densidad, índice de

área foliar y actividad clorofílica.

Uno de los índices de vegetación más utilizados en análisis geoespaciales es el

NDVI (Normalized Difference Vegetation Index), el cual tiene la cualidad inherente

de los datos relativos no sólo a la cobertura vegetal, sino también variables

ambientales del paisaje, tipos de suelo, profundidad del suelo, humedad del

suelo, el color del suelo, capacidad de retención de agua del suelo, textura del

suelo, patrón de suelo, régimen de humedad del suelo, pendiente y la elevación

del terreno (Wu G. et al., 2002; Odiit M. et al., 2005; Peterson et al., 2005; Raso

G. 2006; Boone RB. et al., 2000). El valor del NDVI puede variar en función del

uso de suelo, estación fenológica, situación hídrica del territorio y ambiente

climático de la zona. Estas propiedades hacen que el NDVI sea una valiosa

herramienta para la evaluación de coberturas vegetales, así como para estudiar la

clasificación y dinámica vegetal y sus aspectos fenológicos.

Las series temporales de NDVI con alta resolución temporal (por ejemplo,

NOAA/AVHRR, MODIS, etc.) permiten monitorear diferentes indicadores

sintéticos de la dinámica de la intercepción de radiación por parte de la

vegetación terrestre, tales como el promedio anual, la estacionalidad, la fenología

del ecosistema, y la estabilidad, con los que es posible caracterizar y monitorear

diferentes aspectos del funcionamiento de los ecosistemas. Sin duda, el NDVI

(Rouse et al., 1974), ha sido uno de los índices más ampliamente utilizado en

estudios globales de seguimiento y evaluación de la dinámica vegetal, gracias a

su facilidad de cálculo e interpretación (Chuvieco, 2002). En particular el NDVI

transforma datos multiespectrales en una única banda o imagen única, según el

siguiente algoritmo:

Donde, NDVI: Índice de vegetación de diferencia normalizada; las variables R y

NIR están definidas por las medidas de reflexión espectral adquiridas en las

regiones del rojo e infrarrojo cercano, respectivamente. Estas reflexiones

espectrales son en sí cocientes de la radiación reflejada sobre la radiación

entrante en cada banda espectral individual; por tanto, éstos toman valores entre

un rango de 0,0 a 1,0. El NDVI varía entre -1,0 y +1,0.

82 Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

Leishmaniasis e índice de vegetación

El NDVI ha sido utilizado para el estudio y el mapeo de la transmisión de la

leishmaniasis. La distribución y abundancia de los vectores, reservorios y casos

de esta enfermedad está directa o indirectamente afectados por varios factores

ambientales, entre estos, los factores climáticos como la temperatura, la

precipitación y la cobertura vegetal donde ocurre su ciclo biológico (WHO 2012;

Ready 2008; Kelly-Hope y Thomson 2008). En general, los índices de vegetación

tienen el carácter distintivo de alta sensibilidad al fondo del suelo, lo que altera el

medio en el que se desarrolla el vector, afectando su abundancia, longevidad y

supervivencia, y la transmisión de la enfermedad (Jackson 1983).

Algunos estudios en India sugieren que los índices de vegetación derivados de

los datos de satélite de alta resolución, tienen un papel importante en la

producción de un mapa de referencia para el seguimiento de los aspectos

espaciales y temporales de los hábitats del vector, su abundancia, y la

probabilidad de personas con riesgo de transmisión de leishmaniasis visceral.

Estos utilizan la asociación entre los casos de la enfermedad con el NDVI para

identificar importantes factores de riesgo geográfico y estratificar una región en

diferentes áreas de riesgo de transmisión, proporcionando así una pauta para la

cartografía de las áreas bajo el riesgo de transmisión de la enfermedad

(Mushinzimana et al., 2006).

En Brasil el tipo de vegetación y los factores climáticos juegan un papel

importante en la transmisión de leishmaniasis (Ministério da Saúde 2003), la alta

incidencia de casos de leishmaniasis visceral y la abundancia de flebotomíneos

en las afueras del mismo, el valor promedio y mínimo del NDVI ha estado

estrechamente asociado con la transmisión de esta enfermedad (Thompson et al.

2002, 2004; Werneck 2002). La abundancia del insecto vector es altamente

específico con el tipo de vegetación y los hábitats de cría, y la dinámica de la

vegetación ha estado jugando un papel importante en la determinación de la

distribución espacial de la transmisión de leishmaniasis (Elnaiemet al., 2003).

Dengue e índice de vegetación

Se sabe que las ciudades presentan habitualmente los requerimientos de hábitat

de Aedes aegypti, como por ejemplo: la presencia de néctar, disponibilidad de

sangre y lugares favorables para el descanso y la oviposición (Vezzani et al.,

Capítulo 4 83

2001). Por otro lado, se han observado, diferencias regionales en la relación con

los factores climáticos tales como la temperatura, precipitación y humedad,

determinantes sobre la distribución del vector. Los patrones estacionales de

Aedes aegypti responden en forma bastante ajustada a las variaciones en la

precipitación y la humedad relativa (Micieli y Campos 2003). No obstante la

disposición espacial de la vegetación integra efectos de la temperatura,

precipitación y propiedades edáficas, resultando un indicador, a escala local, de

variables que influyen sobre procesos demográficos básicos como la mortalidad,

natalidad y la dispersión de estas especies.

En relación con el dengue algunos estudios evidencian la relación entre la

biomasa fotosintéticamente activa (medida a través de algunos índices) y el

desarrollo de la enfermedad. La diferencia en cobertura de vegetación también

está relacionada con los niveles de infección, según estudios llevados a cabo en

Buenos Aires, Argentina (Carbajo et al., 2001; Vezzani et al., 2001), la asociación

entre la vegetación y la presencia de Aedes aegypti mostró un fuerte impacto de

la calidad de la sombra. Para Colombia, un estudio arrojó como resultado que los

casos de la enfermedad están ligados a la humedad del suelo, la temperatura, las

condiciones geológicas y la altura del área, y que los criaderos están ligados a

estos mismos factores y también a la vegetación y la calidad del agua (Echavarria

et al., 2012). Es indudable que sobre ésta situación inciden diversos factores

ambientales que actúan en diferente medida en la problemática del dengue, su

reemergencia, difusión y actual situación en el continente Americano. Por tal

motivo, es evidente la necesidad de comprender cuales son los macro-factores

asociados a la expansión de la enfermedad y aquellos que condicionan o evitan

su desarrollo.

Desde un punto de vista biológico se esperaría que los datos entomológicos y

epidemiológicos covaríen con variables como el Índice de Vegetación Diferencial

Normalizado (NDVI), además de la Temperatura de la Superficie Terrestre

(LST), la altura sobre el nivel del mar proveniente de Modelos Digitales de

Elevación (DEM) y las Precipitaciones (Lamfri et al., 2015; Porcasi et al., 2013).

En cuanto a la distribución de especies vectoras de las ETV´s, ésta ha sido

asociada con indicadores de la variabilidad espacial y temporal de la biomasa

fotosintéticamente activa (Gorla 2002; Randolph y Rogers 1997; Rogers y

Randolph 1993; Rogers et al., 2002). La disposición espacial de la vegetación

integra efectos de la temperatura, precipitación y propiedades edáficas,

resultando un indicador, a escala local, de variables que influyen sobre procesos

demográficos básicos como la mortalidad, natalidad y la dispersión de estas

especies.

84 Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

En este sentido, los resultados obtenidos a continuación, utilizando imágenes

digitales de satélite, muestran el grado de significancia de la relación entre el

dengue y el NDVI en la zona de estudio seleccionada.

4.2 MATERIALES Y METODOS

4.2.1 Área de estudio

La zona de estudio para este objetivo corresponde a las tres escalas espaciales

mencionadas anteriormente en los capítulos 1 y 2. La escala nacional incluye la

totalidad de los departamentos que reportan casos de ambas enfermedades, la

escala departamental seleccionada corresponde a los departamentos de

Antioquia, Valle, Tolima, Caldas, Santander y Sucre; y la municipal (Medellín,

Cali, Ibagué, Chinchiná, Bucaramanga y Ovejas) compuesto por los municipios

más endémicos para dengue; y los municipios más endémicos para la

leishmaniasis (Valdivia, Samaná, Rioblanco y Ovejas). La escogencia de los

departamentos y municipios endémicos se basó en los reportes oficiales de

ocurrencia de ambas enfermedades en los boletines epidemiológicos del Instituto

Nacional de Salud de Colombia (INS 2015).

4.2.2 Datos epidemiológicos y climáticos

Los datos de casos de leishmaniasis (cutánea, mucosa y visceral) y dengue

(clásico y grave) corresponden al número de casos oficiales registrados por el

SIVIGILA, estos fueron vinculados con su respectiva ubicación geográfica a nivel

de departamento y municipio, y trasladados de semana epidemiológica a una

serie mensual según corresponde al calendario epidemiológico de cada año de

estudio (2005 a 2013) para manejar la misma escala mensual de las series

climáticas de NDVI.

Para caracterizar la variación ambiental en el tiempo en todo el país, se obtuvo el

Índice de Vegetación de Diferencia Normalizada (NDVI) promediado para cada

municipio, a través de imaginería satelital de 250m de resolución espacial para el

periodo mensual comprendido entre el año 2005 al 2013. Los datos se obtuvieron

del sensor MODIS (espectroradiómetro de imágenes de media resolución, por sus

siglas en inglés), sensor a bordo del satélite TERRA y AQUA de la NASA, y

fueron descargados del portal de datos LAADS Web de la NASA

(https://ladsweb.nascom.nasa.gov). La cobertura vegetal de la zona de estudio se

Capítulo 4 85

clasificó en dos categorías, incluyendo áreas sin vegetación (-1<NDVI<0), y con

vegetación (0<NDVI<1).

4.2.3 Análisis de los datos

Se analizaron los datos climáticos y epidemiológicos utilizando los valores del

NDVI para evaluar la influencia de los factores ecológicos sobre el número de

casos de dengue y leishmaniasis a escala nacional, regional y municipal. Los

análisis consistieron en tres partes principales. En primer lugar, se graficaron los

casos mensuales (dengue y leishmaniasis) y los valores del NDVI para todo el

país, departamentos y municipios de interés. A continuación, se graficó ambas

series de datos con el promedio mensual de cada mes que comprende el año

calendario para el periodo de estudio (Enero a diciembre de 2005-2013) y así

determinar si los datos presentan algún comportamiento regido por el ciclo anual.

Y por último se llevó a cabo el análisis de correlación lineal simultánea y rezagada

(explicado en detalle en los capítulos 1 y 2) para examinar el tipo y la intensidad

de las relaciones entre las variables de NDVI espacialmente promediados y los

casos de las enfermedades a nivel de municipio, departamento y nacional.

4.3 RESULTADOS

Los resultados presentados a continuación, utilizando imágenes digitales de

satélite, muestran el grado de significancia de la relación entre la cobertura

vegetal y el desarrollo de las enfermedades de interés.

4.3.1 Asociación entre el índice de actividad vegetal NDVI y la leishmaniasis

Teniendo en cuenta la información oficial de casos suministrada por el INS

(2015), el total de casos de leishmaniasis notificados para todo el país durante el

periodo de estudio 2005-2013 fue de 84.093, lo que representa un promedio

anual de 9.344 casos. Del total de departamentos, 13 de ellos (Antioquia, Meta,

Santander, Nariño, Guaviare, Tolima, Caquetá, Bolívar, Putumayo, Chocó,

Caldas, Córdoba, Valle) concentran el mayor número de casos, 69.675, que

equivalen a un 83% del total, siendo Antioquia el que presenta una mayor

ocurrencia de la enfermedad (20%).

El comportamiento de los casos mensuales de leishmaniasis (incluyendo todas

las formas clínicas) y el índice NDVI mensual promediado para todo el territorio

Colombiano se representa en la Figura 23. La serie del NDVI presenta un patrón

86 Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

cíclico aparentemente estable que coincide con el ciclo anual de la lluvia en el

país (Poveda, 2004), esto es, que la vegetación aparentemente aumenta luego de

los meses de más lluvia y disminuye después de los meses de menos lluvia en el

país. A escala interanual el NDVI parece presentar un patrón estable, con

fluctuaciones menores y cíclicas durante el periodo de estudio (panel superior),

todas estas se mantienen en el rango de la cobertura vegetal fotosintética activa

(0<NDVI<1), mientras que los casos de leishmaniasis muestran su

comportamiento fluctuante a escala interanual con un pico máximo y anómalo

entre el 2009 y 2010 (panel superior e inferior).

Figura 23. Ciclo interanual del NDVI y la leishmaniasis en Colombia. Series sin estandarizar (panel superior), series estandarizadas (panel inferior).

Capítulo 4 87

A una escala espacial menor, los departamentos seleccionados para este análisis

muestran un comportamiento similar al nacional para ambas series de tiempo, sin

embargo el número de casos de leishmaniasis en la epidemia nacional del 2009-

2010 no es evidente para Santander ni Sucre. Particularmente los departamentos

de Caldas y Tolima muestran el máximo pico de casos de la enfermedad posterior

a un aumento en el NDVI (Figura 24).

Figura 24. Ciclo interanual estandarizado del NDVI y la leishmaniasis a escala departamental. 2005-2013.

88 Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

La escala municipal del análisis presenta un menor número de datos en las series

analizadas, estas corresponden a un periodo de 8 años, desde enero de 2007 a

diciembre de 2014. Los municipios analizados, corresponden a los que

representan mayor endemia y aporte en número de casos de la enfermedad para

Antioquia, Tolima, Caldas y Sucre, estos son: Valdivia, Rioblanco, Samaná y

Ovejas. Las series de casos y el NDVI de Rioblanco y Samaná coinciden con lo

observado a nivel departamental, es decir, previo al brote epidémico del 2010

ocurrió un incremento del NDVI en estos municipios que coincidió con un año El

Niño, los demás municipios no muestran un patrón concluyente en ambas series

de tiempo (Figura 25).

Por otro lado, el ciclo anual para ambas series de tiempo es analizado a

continuación. En la Figura 26 se representa el ciclo anual para la leishmaniasis y

el NDVI a nivel nacional, donde es evidente la relación fase-antifase muy

Figura 25. Ciclo interanual estandarizado del NDVI y la leishmaniasis a escala municipal. 2005-2013.

Capítulo 4 89

interesante que presentan ambas series de tiempo durante el ciclo anual; durante

los meses de enero a junio se observa una relación en antifase, es decir, que el

NDVI disminuye durante enero a marzo; luego va en aumento en abril a junio,

hasta alcanzar la fase con respecto a los casos le leishmaniasis en julio a

noviembre. Así mismo, el ciclo anual de los departamentos y los municipios

analizados mostraron un patrón similar al nacional, se observa claramente la

relación en fase y antifase entre el NDVI y los casos de la leishmaniasis para el

periodo entre 2005 y 2013 (Figura 27 y Figura 28).

Según la relación de fase-antifase hallada durante el ciclo anual entre las series

de NDVI y los casos de leishmaniasis se espera que las autoridades de salud la

tengan en cuenta para el diseño de los programas y sistemas de alerta temprana

en el país para así ejecutar medidas acordes a la realidad.

Figura 26. Ciclo anual del NDVI y la leishmaniasis en Colombia. 2005-2013

90 Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

Figura 27. Ciclo anual del NDVI y la leishmaniasis a nivel departamental. 2005-2013

Capítulo 4 91

Para determinar la asociación lineal entre el NDVI y los casos de leishmaniasis se

realizó un analisis de correlacion cruzada simultanea y rezagada entre ambas

series. De acuerdo con la Figura 29, no se evidencia una asociación

estadísticamente significativa entre el NDVI espacialmente promediado y los

casos de leishmaniasis a nivel nacional, esto es causado por la relación de fase-

antifase que se encontró anteriormente. El mayor valor del coeficiente de

correlación (r =0.14) es muy bajo y sucede en el rezago 0 sin presentar

asociación estadística. Sin embargo, para los departamentos de análisis, si se

evidencia una correlación significativa para Tolima (r=0.4, P<0.01) con un rezago

de 4 meses, para Caldas (r =0.4, P<0.01) en el mes 8, para Santander (r =0.3,

P<0.01) en el mes 8, y para Sucre (r =0.4, P<0.01) en el mes 5 de rezago (Figura

30). Así mismo, los municipios de Samaná (r =0.4, P<0.01) y Rioblanco (r =0.3,

P<0.01) con un rezago de 8 y 10 meses respectivamente (Figura 31). Los

municipios que presentaron correlación entre el NDVI y los casos de

leishmaniasis corresponden a los de mayor aporte en número de casos al

departamento que corresponde, y son los que presentan el mismo

comportamiento en el ciclo interanual que las demás escalas espaciales.

Figura 28. Ciclo anual del NDVI y la leishmaniasis a nivel municipal. 2005-2013

92 Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

Figura 29. Correlación cruzada simultánea y rezagada a escala nacional en Colombia

entre el NDVI y los casos de leishmaniasis. **:P>0,99; *:P>0,95

Figura 30. Correlación cruzada simultánea y rezagada a escala departamental entre el NDVI y los casos de leishmaniasis. **:P>0,99; *:P>0,95

Capítulo 4 93

4.3.2 Asociación entre el índice de actividad vegetal NDVI y el dengue

Durante el periodo de estudio se notificaron en total 429.554 casos de dengue y

dengue grave, representado en un promedio anual de 47.728 casos (INS 2015).

Del total de departamentos analizados, 15 de ellos (Valle, Santander, Antioquia,

Norte de Santander, Meta, Huila, Tolima, Quindío, Risaralda, Casanare,

Cundinamarca, Cesar, Barranquilla, Sucre, Arauca) concentran el mayor número

de casos, 355.399, que equivale a un 83% del total, siendo Valle el que presenta

una mayor ocurrencia de la enfermedad (13%).

El comportamiento de los casos mensuales de dengue y el índice NDVI mensual

promediado para todo el territorio Colombiano se presenta en la Figura 32. La

serie del NDVI presenta un patrón cíclico aparentemente estable que coincide con

el ciclo anual de la lluvia en el país (Poveda, 2004), esto es, que la vegetación

aparentemente aumenta luego de los meses de más lluvia y disminuye después

de los meses de menos lluvia en el país. A escala interanual el NDVI parece

presentar un patrón estable, con fluctuaciones menores y cíclicas durante el

periodo de estudio (panel superior), todas estas se mantienen en el rango de la

cobertura vegetal fotosintética activa (0<NDVI<1), mientras que los casos de

Figura 31. Correlación cruzada simultánea y rezagada a escala municipal entre el NDVI y los casos de leishmaniasis. **:P>0,99; *:P>0,95

94 Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

dengue muestran su comportamiento fluctuante a nivel interanual con un pico

máximo y anómalo en el 2010 (panel superior e inferior).

En la escala departamental los análisis muestran que Antioquia, Valle, Caldas,

Tolima y Santander presentan el mismo pico máximo de casos de dengue en el

2010, tal como se observa a nivel nacional; para Sucre no es evidente. Durante

dicho brote epidémico se observa que el NDVI presenta un aumento y luego una

disminución a medida que lo hace el registro de casos de dengue (Figura 33).

Figura 32. Ciclo interanual del NDVI y el dengue en Colombia. Series sin estandarizar (panel superior), series estandarizadas (panel inferior).

Capítulo 4 95

Los municipios analizados corresponde a los de mayor endemicidad para el

dengue, estos corresponden a los principales municipios de los departamentos

anteriormente descritos. En todos los municipios se observa claramente el brote

epidémico de casos de dengue durante el año 2010, sin embargo no se observa

una aparente relación entre la distribución de la serie NDVI y los casos de la

enfermedad. Cabe anotar que los municipios de Medellín, Chinchiná, Cali e

Figura 33. Ciclo interanual estandarizado del NDVI y el dengue a escala departamental. 2005-2013.

96 Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

Ibagué presentan un aumento seguido de una disminución en el índice de

vegetación durante el gran pico de casos del 2010 (Figura 34).

El ciclo anual de las series del NDVI y los casos de dengue a nivel nacional se

estimó para el periodo 2005 a 2013, en la Figura 35 se observa un patrón para

ambas series que se comporta en fase-antifase para el ciclo anual, durante los

meses de enero a junio se observa una relación en antifase, es decir, que el NDVI

disminuye durante enero a marzo; luego va en aumento en abril a junio, hasta

Figura 34. Ciclo interanual estandarizado del NDVI y el dengue a escala municipal. 2007-2014.

Capítulo 4 97

alcanzar la fase con respecto a los casos de dengue en julio a noviembre. Esta

misma relación se observó para las series de casos de leishmaniasis (numeral

anterior).

Para los departamentos, el ciclo anual mostró un patrón similar al observado a

nivel nacional, durante los primeros 6 meses del año ambas series de datos se

comportan en antifase (excepto Antioquia), y durante los últimos 6 meses en fase

(Figura 36). En los municipios (Figura 37) también es evidente la relación en fase

y antifase del NDVI y los casos de dengue durante el ciclo anual, sin embargo, el

municipio de Medellín no mostró dicho patrón, teniendo un comportamiento

similar a su departamento.

En general, la distribución del ciclo anual de los casos de dengue y las series de

NDVI conservan la misma relación de fase y antifase en algunos meses del año

durante el periodo 2005 a 2013 en las tres escalas espaciales (nacional,

departamental y municipal. Según la relación de fase-antifase hallada durante el

ciclo anual entre las series de NDVI y los casos de dengue se espera que las

autoridades de salud la tengan en cuenta para el diseño de los programas y

sistemas de alerta temprana en el país para así ejecutar medidas acordes a la

realidad.

Figura 35. Ciclo anual del NDVI y el dengue en Colombia. 2005-2013

98 Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

Figura 36. Ciclo anual del NDVI y el dengue a nivel departamental. 2005-2013.

Capítulo 4 99

Los resultados del análisis de correlación cruzada mostraron una asociación

estadísticamente significativa entre el NDVI espacialmente promediado y los

casos de dengue a nivel nacional (opuesto al caso de la leishmaniasis) con un

rezago de 5 meses (r=0.4; P<0.01) (Figura 38). Para mayor detalle, en la Tabla

14 se observa los valores de los coeficientes de correlación cruzada con rezago

entre el NDVI y los casos de dengue en las tres escalas analizadas.

A nivel departamental Tolima, Caldas, Santander, y Sucre fueron los únicos

departamentos que mostraron una correlación significativa para ambas series.

Figura 37. Ciclo anual del NDVI y el dengue a nivel municipal. 2005-2013.

100 Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

Por el contrario Antioquia y Valle no evidenciaron asociación lineal entre los casos

de dengue y el NDVI (Figura 39, Tabla 14). A nivel municipal dos municipios

mostraron una correlación clara: Ibagué (r=0.4; P<0.01) y Cali (r=0.4; P<0.01) en

el rezago 0 y 5 respectivamente, asociación no evidente para los demás

municipios analizados (Figura 40).

Figura 38. Correlación cruzada simultánea y rezagada a escala nacional en Colombia entre el NDVI y los casos de dengue. **:P>0,99; *:P>0,95

Capítulo 4 101

Figura 39. Correlación cruzada simultánea y rezagada a escala departamental entre el NDVI y los casos de dengue. **:P>0,99; *:P>0,95

102 Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

Figura 40. Correlación cruzada simultánea y rezagada a escala municipal entre el NDVI y los casos de dengue. **:P>0,99; *:P>0,95

Capítulo 4 103

Tabla 14. Coeficiente de correlación cruzada con rezago entre los casos de dengue y el NDVI promedio/mes.

Rezago (mes)

0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

Colombia 0,144 0,163 0,187 0,226 0,285 0,363 0,323 0,283 0,280 0,177 0,129

Antioquia -0,174 -0,111 -0,062 0,003 0,070 0,085 0,074 0,065 -0,028 -0,080 -0,047

Valle -0,102 -0,087 -0,081 -0,070 -0,041 -0,008 -0,039 -0,038 -0,002 -0,050 -0,067

Tolima 0,368 0,396 0,386 0,419 0,490 0,469 0,390 0,286 0,192 0,088 0,008

Caldas 0,175 0,247 0,306 0,38 0,383 0,357 0,302 0,283 0,247 0,235 0,225

Santander 0,121 0,202 0,229 0,258 0,307 0,368 0,327 0,315 0,349 0,366 0,363

Sucre 0,398 0,345 0,338 0,310 0,231 0,129 0,072 0,092 0,098 0,092 0,044

Nariño -0,179 -0,112 -0,105 -0,081 -0,118 -0,112 0,003 0,033 0,072 0,065 0,044

Medellín 0,131 0,071 0,062 -0,034 0,028 0,053 0,072 0,125 0,181 0,164 0,08

Cali 0,254 0,264 0,265 0,355 0,394 0,401 0,372 0,367 0,328 0,259 0,215

Ibagué 0,361 0,357 0,322 0,367 0,361 0,328 0,262 0,217 0,153 0,098 0,042

Chinchiná 0,141 0,136 0,144 0,238 0,223 0,094 0,072 0,102 0,153 0,113 0,162

Bucaramanga 0,211 0,157 0,089 -0,076 -0,093 -0,146 -0,207 -0,207 -0,156 -0,090 -0,046

Ovejas 0,142 0,143 0,040 -0,136 -0,053 -0,227 -0,251 -0,145 0,019 0,077 -0,033

Tumaco 0,181 0,118 0,020 -0,064 -0,074 -0,188 -0,179 -0,244 -0,196 -0,187 -0,187

4.3.3 Asociación entre el índice de actividad vegetal NDVI y el ONI

Para tratar de abarcar todas las posibles relaciones entre la variabilidad climática

del ENSO, el NDVI y los casos de dengue y leishmaniasis, se pretendió identificar

la posible asociación entre el NDVI y El ENSO (a través del índice ONI). Los

resultados presentados en la sección anterior ponen de presente los fuertes

vínculos existentes entre la actividad de la vegetación y los casos de dengue en

Colombia, aunque la relación no fue evidente para la leishmaniasis.

En la Figura 41 se muestra el ciclo interanual de las series NDVI, ONI y

dengue/leishmaniasis de manera simultánea a nivel nacional para Colombia.

104 Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

Cabe anotar que los periodos que fueron considerados como El Niño estuvieron

comprendidos en los años 2004-2005, 2006-2007, 2009-2010; años en los cuales

se observa un considerable aumento de los valores estandarizados del NDVI; y

La Niña en 2007-2008, 2010-2011, 2011-2012, años donde el NDVI tiende a

presentar valor negativos.

La Figura 42 muestra las correlaciones cruzadas entre el Índice Oceánico de El

Niño – ONI (que es el estándar que la NOAA utiliza para identificar eventos

cálidos (El Niño) y fríos (La Niña) en el océano Pacífico tropical), y los valores

promedios mensuales del NDVI sobre el País. Los resultados muestran fuertes

correlaciones positivas (r=0,44) en el rezago cero (simultáneas) y rezago uno

(r=0,43).

Figura 41. Ciclo interanual de las series estandarizadas del NDVI, el ONI, el dengue (panel superior) y la leishmaniasis (panel inferior) en Colombia. 2005-2013.

Capítulo 4 105

Para los departamentos las correlaciones entre el ONI y el NDVI se muestra para

Valle (r=0.41; P<0.01), Nariño (r=0.36; P<0.01) y Antioquia (r=0.20; P<0.05) con

rezago cero; Caldas (r=0.51; P<0.01), Santander (r=0.32; P<0.01) y Chocó

(r=0.16; P<0.01) con rezago de un mes; y Tolima (r=0.51; P<0.01) y Huila (r=0.43;

P<0.01) con rezago de 2 meses. Esta correlación cruzada es considerablemente

altas en algunos de los departamentos analizados como Valle, Caldas, Tolima,

Huila, Nariño y Santander (Figura 43).

Figura 42. Correlación cruzada simultánea y rezagada a escala nacional entre el ONI y el NDVI. **:P>0,99; *:P>0,95

106 Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

4.4 DISCUSION

Los resultados obtenidos en el presente trabajo pueden considerarse como una

contribución para una mejor identificación y determinación del papel que tiene el

estado de la cobertura vegetal en el aumento de la incidencia y la propagación de

la leishmaniasis y del dengue en Colombia.

NDVI – Leishmaniasis

Tal como se observó en los resultados del presente capítulo, los valores

negativos de NDVI podrían indicar disminución en la vegetación en las regiones

evaluadas (correspondiente a ambientes secos), que podría estar asociada con

Figura 43. Correlación cruzada simultánea y rezagada a escala departamental entre el ONI y el NDVI. **:P>0,99; *:P>0,95.

Capítulo 4 107

una modificación del paisaje significativa y en consecuencia las condiciones

ecológicas propicias para el desarrollo de Lutzomyia spp. y para la transmisión de

Leishmania spp. Por el contrario, los valores positivos podrían indicar áreas

ecológicas no modificadas con condiciones de vegetación natural con transmisión

de leishmaniasis más estable o más baja (correspondiente a ambientes

húmedos), así como se encontró en los departamentos de Santander y Norte de

Santander en Colombia (Cardenas et al., 2006). En el presente trabajo el NDVI

mostró una asociación lineal positiva y rezagada con los casos de leishmaniasis a

escala departamental y municipal: Tolima, Caldas, Santander y Sucre; y Samaná

y Rioblanco evidenciaron una correlación significativa entre las series. Dichas

correlaciones quieren decir que a mayor cobertura vegetal existente en la zona de

estudio, es mayor la incidencia de la enfermedad, pero el efecto no es

instantáneo, sino que se presenta con un rezago de pocos meses.

Estos resultados están en contraposición, en particular con los obtenidos en

diversos estudios, donde la transmisión de la leishmaniasis visceral por ejemplo,

ha sido espacialmente concordante con poca vegetación densa cuando se habla

de manera simultánea (Bhunia et al., 2010; Dhima y Dinesh 1992; Elnaiem et al.,

2003). Según Cárdenas et al., (2006) Colombia refleja un patrón consistente en

los factores ecológicos entre períodos de El Niño y La Niña, con mayores casos

cuando los valores de NDVI fueron <0,06, concordante con los periodos de El

Niño (estación seca); y menores casos cuando los valores fueron >0,06 durante

los períodos de La Niña (estaciones húmedas). Sin embargo, Connor et al.,

(1995) señala que los valores bajos de NDVI (<0.2) que indican menor actividad

fotosintética de la cobertura vegetal, no representan riesgo para la enfermedad en

comparación a valores altos (>0.2) identificados en zonas endémicas. El valor de

NDVI en Sudán ha sido altamente asociado con la abundancia de los

flebotomíneos, en especial de Phlebotomus papatasi, y éste refleja sin duda,

mayor densidad de árboles posterior al inicio de las lluvias. Los valores NDVI

entre 0.0 y 0.06, junto con los otros datos meteorológicos se han determinado

espacialmente con la presencia del vector en el Oriente Medio y con la

enfermedad (Cross et al., 1996).

A escala nacional, los resultados expuestos, no evidencian una asociación

estadísticamente significativa entre el NDVI espacialmente promediado y los

casos de leishmaniasis debido a la relación fase-antifase. Es posible que si

estimamos las correlaciones a escala trimestral, las correlaciones si sean altas y

significativas, (positivas en unos trimestres y negativas para otros trimestres). El

mayor valor del coeficiente de correlación (r =0.14) es muy bajo y sucede en el

rezago 0 sin presentar asociación estadística. Esto quizá pudo deberse a que los

108 Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

valores NDVI para todo el país fueron espacialmente promediados para abarcar

toda la escala nacional, así los valores determinados satelitalmente a escala

municipal pueden estar alejados de lo que sucede a la escala nacional.

Durante el brote epidémico del año 2009-2010 para leishmaniasis y del año 2010

para dengue se observa que el NDVI presenta un aumento a lo largo del 2009 y

luego una disminución en el 2010, esto es probablemente debido a que el año

2009-2010 fue un año El Niño y pudo traer efectos de reducción de la actividad

vegetal al disminuir las lluvias, tal como lo manifiesta Poveda et al., (1999). Sin

embargo los comportamientos de las series de NDVI y casos tanto de

leishmaniasis como de dengue no parecen tener una asociación evidente en su

ciclo interanual.

NDVI – Dengue

En algunas localidades de Colombia se ha estudiado la influencia de la cobertura

vegetal en el dengue, específicamente en el departamento de Córdoba se

encontró que las correlaciones son negativas y estadísticamente significativas, lo

que quiere decir que a mayor cobertura vegetal existente en la zona de estudio

(principalmente pastos y cultivos), es menor la incidencia de la enfermedad

(Meza-Ballesta y Gonima 2014). Estos resultados concuerdan, en particular, con

los obtenidos en estudios realizados en Costa Rica entre 2002 y 2004, en los

cuales se encontró la misma relación inversa entre el NDVI y los casos de dengue

para la estación seca, lo que puede reflejar diferencias estacionales con respecto

a los tipos hábitat más productivos para las larvas (Troyo et al., 2009).

Para enfermedades como la fiebre amarilla y la malaria, las densidades del vector

y la incidencia de la enfermedad son generalmente más altas en áreas con

valores positivos de NDVI, donde los vectores y sus hábitat están presentes en

los bosques, o áreas de cultivo rurales (Rogers et al., 2006; Sithiprasasna et al.,

2003). Para la malaria se ha explorado la relación con el NDVI en Colombia

(Poveda et al., 2008). Se encontró que es necesario tener un valor de NDVI

mayor que 0,35 para que se presenten más del 10% de los casos de malaria del

año en un mes dado. Este umbral permitió construir un mapa de riesgo

epidemiológico de malaria. Cabe señalar, que la relación entre ambas variables

es el reflejo de que en Colombia generalmente la capa vegetal está por encima

de valores NDVI 0,3; y que la actividad vegetal integra efectos de la temperatura,

humedad, precipitación y propiedades edáficas, resultando un indicador, a escala

local, de condiciones favorables de hábitat para el desarrollo de los insectos

vectores de esta enfermedad.

Capítulo 4 109

En contraste, para el dengue se espera una relación inversa con la incidencia, ya

que el NDVI y la densidad de vectores de las viviendas (en zonas urbanas

principalmente) se correlacionan de manera inversa (Eisele et al., 2003). En

general, los estudios anteriores que han utilizado imágenes de satélite han

demostrado que el dengue está relacionado con las zonas urbanizadas en

contraposición a las zonas boscosas (Nakhapakorn y Tripathy 2005), pero la

cobertura arbórea puede jugar un papel importante dentro de las ciudades. Varios

estudios han demostrado que los hábitats al aire libre protegidas de la luz solar

directa tienen alta probabilidad de contener larvas de Ae. aegypti y que la

cobertura vegetal está asociada con hábitats larvarios más adecuados (Barrera et

al., 2006; Bisset et al., 2006). Por lo tanto, la sombra proporcionada por los

árboles en los patios más grandes y espacios abiertos como parques pueden

proteger los hábitats de mosquitos de las altas temperaturas y la luz directa del

sol, lo que puede dar lugar a mayores densidades de vectores en localidades con

más cobertura arbórea.

Es posible que lugares que presentan bajo índices de NDVI y altas densidades de

vectores, presenten más casos de dengue debido a varias razones, entre estas,

al hacinamiento en zonas urbanas y porque los hábitats donde se desarrollan los

mosquitos vectores pueden ser los recipientes que se llenan manualmente con

agua (floreros, jarrones, tinas de lavandería y recipientes de almacenamiento de

agua durante las sequias). Estos hábitats son comunes durante la estación seca

en otras áreas urbanas de América Latina y Costa Rica, especialmente donde el

servicio de agua se interrumpe con frecuencia (Calderon-Arguedas et al., 2004;

Pontes et al., 2000). Por el contrario, la distribución espacial del dengue durante

la temporada de lluvias puede haber sido más afectada por otros factores

relacionados con la actividad humana, así como los efectos de las lluvias y la

vegetación en los hábitats de larvas de mosquitos vectores.

Se cree que las variaciones temporales de la biomasa fotosintéticamente activa

de una ciudad, no expresaría las fluctuaciones de factores que influyen sobre la

abundancia y presencia del vector del dengue como si lo hace la humedad,

temperatura y precipitación, tal como se ha demostrado en trabajos de Randolph

y Rogers (1997), Gorla (2002), Lanfri et al., (2011). Esto puede deberse a que los

valores bajos de NDVI en la vegetación de invierno o épocas desfavorables para

el crecimiento aéreo de las plantas, son muy similares a los de las edificaciones o

suelo desnudo del sector urbano (cercanos a 0). Por ende, la variabilidad del

NDVI en la ciudad es menor durante las épocas de menores precipitaciones y

menor temperatura, que a su vez, normalmente se corresponden a las épocas de

110 Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

menor actividad de Ae. aegypti (Barbazan et al., 2010; Carbajo et al., 2001;

Dominguez et al., 2000; Rueda et al., 1990).

Por el contrario, los resultados expuestos en este capítulo demuestran poca

claridad en la relación espacial entre el NDVI y los casos de dengue, dada la

correlación positiva entre ambas variables (r=0.4; P<0.01) y además con un

rezago de 5 meses para todo Colombia durante el 2005-2013. Todo esto hace

necesario calcular las correlaciones trimestrales. Esta misma correlación fue

observada a nivel departamental para Tolima, Caldas, Santander y Sucre, más no

para Antioquia y Valle, departamentos con mayor número de casos reportado. A

nivel municipal Ibagué y Cali mostraron una correlación clara, no evidente para

los demás municipios analizados. Se infiere que dicha correlación positiva

pudiese ser el reflejo de las diferentes distribuciones y/o tipos de hábitats de las

larvas del vector, a las actividades de control vectorial que se puedo presentar en

las zonas endémicas durante el periodo de estudio, y a que espacialmente los

casos de dengue se ciñen a unas ciudades en particular y por el contrario los

valores de NDVI aquí utilizados presentan precisiones imperfectas por el

promedio de todo el municipio, departamento y país en el que sea el caso de

análisis. Cabe señalar que, recientemente se sugiere que las variables

relacionadas con la temperatura pueden ser más importantes que los índices de

vegetación en la determinación de la distribución de dengue a escala global

(Rogers et al., 2006), pero se necesitan más estudios a una escala más fina.

También se infiere que el análisis aquí expuesto y los resultados en cuanto a la

correlación positiva es debido a que se promedió espacialmente los valores de los

pixeles del NDVI de 250m de resolución espacial a una escala grande de

municipio, departamento e incluso país, homogenizando los valores que

posiblemente presentan alta variabilidad entre pixeles según la zona. Esto se

argumenta en la medida que en Portugal, un estudio analizó los valores NDVI a

través de diferentes ventanas de tamaño de pixeles, comprendidos entre 250 y

2500 m de resolución espacial, con el propósito de evaluar la variabilidad espacial

del NDVI con las densidades de Anopheles atroparvus. Se encontró que a mayor

resolución espacial (menor número de pixeles y menor tamaño de los mismos),

más consistente fue la correlación entre el NDVI y las densidades del vector

(Lourenço et al., 2011). Sin embargo, cabe señalar que para el dengue se debe

realizar un análisis similar para concluir de manera acertada al modelo de la

enfermedad.

Por otro lado, y a partir de los resultados aquí expuestos, se sugiere explorar a

futuro las relaciones NDVI-dengue a partir de otras imágenes provistas por otros

sensores que presenten mayor resolución y a menor escala espacial para ambas

Capítulo 4 111

series. En Costa Rica la clasificación de imágenes satelitales de QuickBird

evidenció relaciones más detalladas entre la incidencia del dengue y la estructura

urbana de la ciudad de Puntarenas. El NDVI usualmente resulta en valores altos

(por ejemplo> 0,5) para la vegetación fotosintéticamente activa (árboles, hierbas,

arbustos pequeños), mientras que otras superficies (hormigón, techos de zinc,

suelos, superficies impermeables) valores bajos de visualización (por ejemplo,

<0,3). Por lo tanto, un NDVI medio puede haber capturado sólo una pequeña

parte de las diferencias detalladas para cada tipo de superficie en una localidad,

mientras que imágenes QuickBird permiten una separación aceptable entre

clases de vegetación en zonas construidas donde Ae. aegypti raramente estaría

presente como carreteras, grandes masas de agua y secciones de césped o

suelo desnudo.

Relación ONI-NDVI

La relación entre la variabilidad climática del ENSO y la actividad fotosintética en

la superficie terrestre ha presentado algunas evidencias. Según Poveda et al.,

(2008) en el desarrollo de un sistema de alerta temprana para la malaria en

Colombia, determinó la influencia de las fluctuaciones del ENSO (El Niño

Oscilación del Sur) y la NAO (Oscilación del Atlántico Norte) sobre la vegetación

en el trópico de Sur América (Colombia, Venezuela, Guyana y la cuenca del río

Amazonas). En dicha investigación se concluye que el período entre Diciembre y

Febrero es el más impactado por el fenómeno del ENSO y por la NAO mostrando

valores negativos del NDVI, mientras que el período entre Junio y Agosto es el

menos afectado por el ENSO y el período entre Marzo y Mayo es el menos

influenciado por la NAO. En conclusión se determinó que existe una buena

coherencia entre la dinámica de la vegetación en el trópico de Suramérica y el

evento climático del ENSO. Sin embargo, en el presente trabajo este tipo de

análisis no fue realizado a nivel de ciclo anual, sino de manera interanual,

encontrándose un comportamiento simultáneo de ambas series, es decir que a

medida que se presenta años El Niño (valores positivos del ONI), el NDVI

también lo es y el efecto es simultaneo (rezago cero). No obstante, para Poveda

et al., (1999) tales correlaciones positivas entre el ONI y el NDVI indican una

disminución en la actividad vegetal durante El Niño, consistentemente con las

anomalías negativas halladas en la precipitación y en los caudales, así como en

la humedad de suelo. Existe evidencias que indican que las limitaciones de agua

(como es el caso durante El Niño), imponen condiciones de “stress” hídrico aún

sobre bosques tropicales (Oren et al., 1996).

112 Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

Por otro lado, Anyamba et al., (2001) en África, demuestra que El Niño afecta de

manera significativa la vegetación mostrando valores negativos del NDVI debido

probablemente a la disminución de lluvias, mientras que durante La Niña los

valores NDVI son positivos debido a la intensificación de las lluvias, y que ambas

asociaciones el efecto se aprecia de manera rezagada. Para indonesia, un

análisis de correlación de series de tiempo entre las anomalías del NDVI y el

ENSO para los episodio cálidos de 1982-1983 y 1997-1998 mostró que, ambos

eventos tuvieron un impacto significativo sobre la vegetación en términos de

anomalías negativas del NDVI (Erasmi et al., 2009).

Los resultados del presente capítulo contrastan con lo enunciado anteriormente,

estos muestran fuertes correlaciones positivas a nivel nacional entre el ONI y el

NDVI (r=0.44) en el rezago cero (simultáneas) y rezago uno (r=0,43), es decir que

el efecto potencial que el ONI ejerce sobre el NDVI es casi instantáneo.

Igualmente para los departamentos de Valle, Nariño, Huila, Caldas, Tolima y

Santander las correlaciones cruzadas son considerablemente altas y positivas

(r=0.32 a 0.51) y presentan significancia estadística (P<0.01). Cabe destacar que

los resultados expuestos no concuerdan con la literatura, y que es necesario

ampliar las series de tiempo y realizar los análisis a una escala más fina

(municipios) dada la resolución de la información satelital que se obtuvo.

4.5 CONCLUSIONES

La serie del NDVI presenta un patrón cíclico coincidente con el ciclo anual de la

lluvia en el país (Poveda, 2004), esto es, que la vegetación aparentemente

aumenta poco después de los meses de más lluvia (marzo-abril-mayo y

septiembre-octubre-noviembre) y disminuye después de los meses de menos

lluvia (diciembre-enero-febrero y junio-julio-agosto) en el país.

En las tres escalas espaciales, el ciclo anual para la leishmaniasis y el dengue, y

el NDVI mostró claramente la relación en fase y antifase para el periodo entre

2005 y 2013. Durante los meses de enero a junio se observa una relación en

antifase, es decir, que el NDVI disminuye durante enero a marzo; luego va en

aumento en abril a junio, hasta alcanzar la fase con respecto a los casos le

leishmaniasis y dengue en julio a noviembre.

Capítulo 4 113

La dinámica espacio-temporal de la relación entre el índice de actividad vegetal

NDVI y el número de casos de leishmaniasis arrojó lo siguiente: A escala

departamental (Tolima, Caldas, Santander y Sucre) y municipal (Samaná,

Rioblanco) se observó asociaciones lineales positivas y rezagadas entre los

valores estandarizados del índice de vegetación NDVI y los casos de

leishmaniasis. A escala nacional este comportamiento no se pudo apreciar, dado

que no se evidencia una asociación estadísticamente significativa entre el NDVI

espacialmente promediado y los casos de leishmaniasis.

Por otro lado, para las series de dengue y su asociación con el NDVI, los análisis

de correlación cruzada mostraron una asociación estadísticamente significativa

entre el NDVI espacialmente promediado y los casos de dengue a nivel nacional.

A nivel departamental Tolima, Caldas, Santander, y Sucre fueron los únicos

departamentos que mostraron una correlación significativa para ambas series. A

nivel municipal dos municipios mostraron una correlación clara: Ibagué y Cali.

La relación entre el NDVI y el ONI (índice macroclimático del ENSO) a escala

nacional muestran fuertes correlaciones positivas de manera simultánea. Para los

departamentos también es evidente una fuerte asociación lineal para Valle,

Nariño, Antioquia, Caldas, Santander, Chocó, Tolima, Huila.

Por otra parte, la cobertura vegetal se comporta como un proxy de la

evapotranspiración de las plantas, refleja efectos de la temperatura, humedad,

precipitación y propiedades edáficas, resultando un indicador, a escala local, de

condiciones favorables de hábitat para el desarrollo de los insectos vectores. Los

índices de vegetación junto con los otros factores influyentes se pueden utilizar

para desarrollar sistemas de alerta temprana para pronosticar incidencia de

leishmaniasis y dengue en áreas endémicas.

5. Capítulo 5

MODELACIÓN EXPLICATIVA DE LA INCIDENCIA DEL

DENGUE EN COLOMBIA EN FUNCIÓN DE

VARIABLES CLIMÁTICAS

Objetivo: Determinar el grado de asociación y la posible capacidad predictora de

algunas variables climáticas con los casos de dengue en Colombia.

5.1 INTRODUCCIÓN

La motivación de este capítulo radica en la posibilidad de incorporar los

resultados de la asociación entre la variabilidad climática y el dengue, como

posible metodología que apunta a futuro al desarrollo de un Sistema de Alerta

Temprana-SAT para el dengue en Colombia. El objetivo de todo SAT consiste en

anticipar la ocurrencia de brotes y epidemias de la enfermedad, y de este modo,

disponer de medidas preventivas para mitigar el impacto de epidemias en las

poblaciones en riesgo de enfermar.

De acuerdo con los resultados de los capítulos 1 y 4 se concluye que el ENSO

tiene influencia sobre el comportamiento de la vegetación y sobre los casos de

dengue en el país. Partiendo de esta conclusión en este capítulo se presenta un

análisis de regresión lineal múltiple, en donde las series de datos macroclimáticos

del ONI, MEI, BEST, NDVI, Precipitación y Temperatura se usaron como

variables predictoras para la variable dependiente de casos de dengue. El

objetivo consiste en identificar un modelo matemático con capacidad predictora

que explique el efecto y la medida que cada variable ejerce sobre el

comportamiento de casos de dengue.

116 Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

5.2 MATERIALES Y METODOS

5.2.1 Área de estudio

La zona de estudio para este capítulo comprende la totalidad de departamentos

de Colombia.

5.2.2 Datos epidemiológicos y climáticos

Los datos de casos de dengue corresponden a datos oficiales provistos por el

Instituto Nacional de Salud (INS, 2015). Estos incluyen las dos formas clínicas de

la enfermedad (dengue y dengue grave) y para el objetivo propuesto se ajustaron

a la sumatoria del número de casos trimestrales de todos los departamentos del

país para coincidir con el formato de datos de las variables macroclimáticas

utilizadas en el análisis, así: diciembre, enero y febrero – DEF de 2005, hasta

septiembre, octubre y noviembre – SON de 2013.

Con el propósito de definir el modelo de regresión lineal múltiple propuesto, se

tuvieron en cuenta seis variables climáticas, las cuales fueron agrupadas por el

promedio trimestral DEF de 2005 hasta SON de 2013. Las variables climáticas y

macroclimáticas correspondieron a el ONI, el MEI y el NDVI, las cuales son

discutidas en los capítulos 1, 2 y 3 respectivamente; el índice BEST, la

Precipitación y la Temperatura para todo el país fueron adquiridos como se

explica a continuación:

Los datos del índice BEST (Bivariate ENSO Time series, en inglés) fueron

consultados de los registros publicados por la Earth System Research Laboratory-

NOAA (NOAA, 2015), correspondientes a las anomalías de El Niño región 3+4,

desde el primer trimestre del 2005 al último trimestre del 2013. El índice BEST fue

diseñado para proveer una serie histórica larga de los eventos ENSO.

Combinando los valores del SOI, con los registros de la temperatura superficial

del mar (SST) en la región de El Niño 3.4', en el pacifico ecuatorial, se integran

los procesos atmosféricos y oceánicos en un solo indicador.

Los datos de temperatura y precipitación a nivel nacional fueron obtenidas a partir

de KNMI - Royal Netherlands Meteorological Institute, de su página web:

http//:climexp.knmi.nl. La información de series climáticas disponible se descargó

para el periodo de diciembre de 2004 a noviembre de 2013, luego fueron

agregados como valores promedio trimestrales para coincidir con los datos de los

índices del ENSO. La información se obtuvo bajo los parámetros de ubicación

geográfica de Colombia (Latitud -4°N a 12,5°N; y Longitud -79°E a -66,5°E).

Capítulo 5 117

En el capítulo anterior se demuestra que el NDVI tiene una asociación estadística

con los casos de dengue, pero dicha relación es positiva y no coincide con lo

reportado en la literatura. Sin embargo, estos resultados se deben probablemente

a la relación fase-antifase, y es preciso determinar las correlaciones trimestrales

para reflejar de manera más acertada la relación entre ambas series de tiempo.

Por lo anterior, se decidió incluir el NDVI en el modelo predictivo en aras de

explorar la combinación de distintas variables como posibles variables

explicativas de los casos.

5.2.3 Análisis de los datos

Análisis de regresión lineal múltiple

Se aplicó un modelo de regresión lineal múltiple (MRLM) para describir la relación

entre el dengue (variable dependiente) y las seis variables climáticas (variables

independientes). Este modelo trata de explicar el comportamiento de determinada

variable dependiente (representada como Y) en función de un conjunto de k

variables explicativas X1, X2, ..., Xk mediante una relación de dependencia lineal:

Y = β 1 + β 2 ⋅ X 2 +... + β k ⋅ X k +U

Siendo U el término de perturbación o error. Para determinar el modelo anterior,

es necesario estimar el valor de los coeficientes β1, β2, ..., βk. La linealidad en

parámetros posibilita la interpretación correcta de los parámetros del modelo. Los

parámetros miden la intensidad media de los efectos de las variables explicativas

sobre la variable a explicar. El MRLM fue estimado mediante el software

Statgraphics

Por otro lado, se muestra los coeficientes de correlación de Pearson entre cada

par de variables. Estos coeficientes de correlación oscilan entre -1 y 1 y miden la

fuerza de la relación lineal entre las variables. También se muestra el valor P que

pone a prueba la significación estadística de las correlaciones estimadas. Los

valores inferiores a 0,05 indican correlaciones estadísticamente significativas en

el nivel de confianza del 95,0%.

Modelo predictivo: Calibración y validación

Con el fin de desarrollar un modelo explicativo que dé cuenta del comportamiento

del dengue en relación con el comportamiento histórico de las series climáticas

(variables explicativas) y el grado de asociación, se procedió a realizar la

calibración y luego la validación de los modelos arrojados por el programa

118 Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

estadístico. En la Tabla 15 se presentan los datos utilizados y en la Figura 44 se

ejemplifica gráficamente los dos periodos determinados tanto para la calibración

(DEF 2005 – SON 2010) como para la validación de los modelos (SON 2010 –

MAM 2013). Aquí el periodo de calibración comprende 2/3 de los datos de casos

de dengue y de cada una de las variables climáticas asociadas para el periodo

que se disponga.

Tabla 15. Datos climáticos y casos de dengue utilizados en los modelos de predicción.

Capítulo 5 119

5.3 RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Modelo de regresión lineal múltiple

Con el fin de determinar cuál o cuáles variables climáticas explican en mayor

medida el comportamiento del dengue a nivel nacional, se empleó el MRLM tanto

para las series estandarizadas como no estandarizadas y se realizó de manera

simultánea, con un rezago (1 trimestre) y con dos rezagos (2 trimestres).

Como una aproximación inicial se corrieron los modelos utilizando las series no

estandarizadas. En la Tabla 16 se puede apreciar los tres modelos arrojados por

el programa estadístico, donde el modelo 1 comprende la variable respuesta

dengue de manera simultánea con las variables explicativas o variables

climáticas; el modelo 2 incluye la variable dengue con un rezago de un trimestre

con respecto a las variables climáticas; y el modelo 3 presenta un rezago de dos

trimestres para los casos de dengue con respecto a las variables climáticas. Esto

tanto para para las series estandarizadas como no estandarizadas.

Figura 44. Determinación de los periodos de calibración y validación de los modelos de predicción.

120 Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

Los resultados arrojados por el modelo de regresión lineal múltiple determinó que

los modelo 2 y 3 en las series no estandarizadas se ajustan en mayor medida

dado que ambos presentan una relación estadísticamente significativa (p=0,0034

y p=0,0006, respectivamente). Sin embargo, el modelo 3 presenta el mayor valor

de R2. El modelo 1 se descartó dado que el valor P en la tabla ANOVA es mayor

o igual a 0,05, y por esto no hay una relación estadísticamente significativa entre

las variables en el nivel de confianza del 95% o superior, y solo el 21% de la

varianza es explicado por el modelo. Por el contrario el modelo 2 presenta un

R2=48% y el modelo 3 un R2= 55%.

Para las series estandarizadas (Tabla 16) los resultados son semejantes. Los

modelos 2 y 3 presenta significancia estadística (p=0,0078 y p=0,0013,

respectivamente), mientras que el modelo 1 no mostro relación estadística entre

las variables (p=0,23). La mayor varianza es explicada en el modelo 3 (R2=50%).

En la Tabla 17 se muestra los coeficientes de correlación de Pearson que miden

el porcentaje de la varianza de la variable dependiente en relación con cada una

de las variables independientes. Estos coeficientes de correlación oscilan entre -1

y 1. En paréntesis se muestra el número de pares de valores de datos utilizados

para calcular cada coeficiente. El tercer número en cada lugar de la tabla es un

valor P que pone a prueba la significancia estadística de las correlaciones

estimadas en el nivel de confianza del 95%. Los siguientes pares de variables

tienen valores de P<0,05 para el modelo 1: ONI-MEI, ONI-NDVI, ONI-BEST, MEI-

Tabla 16. Modelos de Regresión Lineal Múltiple

Capítulo 5 121

NDVI, Precipitación-Temperatura. Y los mayores coeficientes de correlación

suceden en la relación ONI-MEI (0,93), MEI-BEST (0,94), ONI-BEST (0,91). Cabe

anotar que estas variables corresponden a índices macroclimáticos del ENSO y

es de esperarse la alta correlación entre las mismas.

El modelo 2 presenta significancia estadística (P<0,05) para la relación Dengue-

ONI, Dengue-MEI, Dengue-BEST, ONI-MEI, ONI-NDVI, ONI-BEST, MEI-BEST,

Precipitación-Temperatura. El modelo 3, por su parte, presenta mayores

asociaciones entre Dengue-ONI, Dengue-MEI, Dengue-BEST, Dengue-

Precipitación, Dengue-Temperatura, ONI-MEI, ONI-NDVI, ONI-BEST, MEI-BEST,

Precipitación-Temperatura.

Cabe destacar que el modelo 3 de las series sin estandarizar presenta una

utilidad práctica grande por determinar un alto grado de asociación lineal entre las

variables climáticas y el dengue con un rezago de 2 trimestres, dicho rezago fue

encontrado en el capítulo 1 como de gran importancia dado que en este ocurre la

mayor correlación entre los casos de dengue y el ENSO.

Tabla 17. Coeficiente de correlación de Pearson entre cada par de variables para el MRLM con las series no estandarizadas.

Modelo 1 Modelo 2

Modelo 3

122 Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

Para estos modelos los coeficientes de correlación son altos entre las variables

del ENSO. Nótese que en estos últimos dos modelos (modelo 2 y 3) la variable

dengue presenta una alta correlación con el ONI, MEI y BEST, y que estas

asociaciones se vienen explicando en el capítulo 1 del presente trabajo. Además,

son estos los modelos que mejor explican la variable respuesta. La relación

dengue-NDVI no es apreciada en este tipo de análisis múltiple, sin embargo, en el

capítulo anterior, el análisis de correlación simple si muestra una alta correlación

dengue-NDVI a escala nacional.

Los coeficientes de correlación de Pearson para las series estandarizadas se

presentan en la Tabla 18. El modelo 1 no presenta asociación estadística entre

los casos de dengue y las variables explicativas. Los siguientes pares de

variables que presentaron significancia estadística en los tres modelos fueron:

ONI-MEI, ONI-NDVI, ONI-BEST, ONI-Precipitación, MEI-BEST, MEI-

Precipitación, BEST-Precipitación, concordante entre variables climáticas. Sin

embargo, solo los modelos 2 y 3 presentaron, además de las variables anteriores,

relación estadística entre la variable dengue y el ONI, MEI, BEST, y Precipitación.

Los coeficientes de correlación son altos entre las variables del ENSO, pero se

considera que las asociaciones de estas con el dengue también son altas y

oscilas entre -0,39 a 0,68.

Tabla 18. Coeficiente de correlación de Pearson entre cada par de variables para el MRLM con las series estandarizadas.

Modelo 1 Modelo 2

Modelo 3

Capítulo 5 123

En todos los modelos se presenta multicolinealidad debido a que se presenta una

fuerte correlación entre las variables explicativas del modelo, en especial entre los

índices del ENSO (ONI, MEI, BEST). Si se suprimen variables que están

correlacionadas con otras, la pérdida de capacidad explicativa será pequeña y la

colinealidad se reducirá. Es por esto que en los modelos a continuación se reduce

cada vez la variable menos explicativa para simplificar el modelo de predicción y

cumplir con el principio de parsimonia del modelo, esto es, optar por un modelo

sencillo en vez de uno complicado, dado un conjunto de posibles explicaciones

igualmente buenas, la más sencilla se convierte en la mejor.

Modelo predictivo: Calibración y validación

Se partió del modelo 3 de las series sin estandarizar (rezago de 2 trimestres) de

la sección anterior, debido principalmente a que el modelo presentó la mayor

significancia estadística con el mayor número de variables y el mayor R2. El

siguiente paso correspondió a la calibración del modelo, este procedimiento

consiste en tomar los primeros 2/3 partes de las series de datos (dengue, ONI,

MEI, NDVI, BEST, P, T) y correr el modelo de regresión lineal múltiple cuantas

veces el modelo lo requiera, eliminando cada vez las variables menos explicativas

y cumpliendo con el principio de parsimonia, el cual es una propiedad interesante

en los modelos de pronóstico. Posteriormente, se realizó la validación en periodo

no utilizado en la calibración (1/3 partes restantes) aplicando cada modelo

arrojado y dando como resultado valores pronóstico de la serie dengue a futuro.

Los modelos arrojados en la calibración fueron 6 en total (Tabla 19), siendo el

último el más parsimonioso utilizando solo una variable explicativa (ONI), el cual

presentó la mayor correlación y la mayor significancia estadística. Los 6 modelos

son aplicados posteriormente en el periodo de validación (meses SON de 2010 a

Tabla 19. Modelos producto de la calibración con 2/3 de los datos.

124 Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

MAM de 2013), arrojando valores pronóstico de casos de dengue (Figura 45).

Cada modelo está denotado por un color particular para diferenciarlo de la serie

de casos observado en el mismo periodo (línea negra). Se estimó además, una

matriz de error para conocer qué tan acertados son los modelos, en especial el

modelo 6, con los valores observados para el periodo analizado.

En la Tabla 20 se presenta la matriz de error, la cual indica el error de cada

modelo con respecto a los datos observados de casos de dengue. Nótese que el

modelo 6 es el que presenta menor error (-97), y menor porcentaje promedio de

error (-8.7%) con respecto a los demás.

Figura 45. Aplicación de los modelos calibrados con 2/3 de los datos en el pronóstico de casos de dengue.

Tabla 20. Matriz de error del modelo predictivo.

Capítulo 5 125

Según la validación de los 6 modelos, el último (modelo 6) sería el ideal para el

pronóstico de casos a futuro, sin embargo, aunque presenta el menor porcentaje

de error, gráficamente no se observa una tendencia similar de este modelo con

los datos observados de casos. Se infiere que esto es probablemente porque el

ONI se correlaciona fuertemente con los casos de dengue, pero el brote

epidémico del 2009-2010 puedo generar un sobreentrenamiento del modelo.

A continuación, se decidió explorar otra opción volviendo a hacer el proceso de

calibración de los modelos con una serie de menor tamaño (la mitad de la serie)

excluyendo en el entrenamiento del modelo el pico máximo de dengue ocurrido

en el 2009-2010 para tratar de minimizar los efectos de este en el pronóstico de

casos. En la tabla 21 se aprecia los 6 modelos nuevos arrojados por el programa

estadístico, de los cuales el índice BEST fue la variable más correlacionada

(mostrando parsimonia) y la precipitación la menor.

Al validar los modelos, los casos de dengue pronosticados se observan

igualmente alejados de los observados (Figura 46). Es decir, que los modelos

aunque muestran una parsimonia y alta correlación entre las variables

explicativas, parecen no generar un buen pronóstico de casos de dengue a futuro.

Tabla 21. Modelos producto de la calibración con 1/2 de los datos.

Figura 46. Aplicación de los modelos calibrados con 1/2 de los datos en el pronóstico de casos de dengue.

126 Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

Comparando las dos metodologías para saber qué tanto ganan o pierden los

modelos en pronóstico al pasar de la calibración con 2/3 a 1/2 de los datos, se

calculó el porcentaje promedio de error, el cual se aprecia en la Figura 47. En rojo

se observan los errores promedio de los modelos con calibración 1/2 en menor

porcentaje de error con respecto al de 2/3. Este resultado es poco claro dado que

es de esperarse que mientras más número de datos contenga las series

utilizadas en el entrenamiento o calibración de los modelos de pronóstico, menor

será el porcentaje promedio de error. Se infiere que los modelos con mayores

errores (en azul, calibración de 2/3) se deben a un sobreentrenamiento de los

modelos producto del registro anómalo evidenciado en la epidemia del 2009-2010

para dengue en Colombia.

Según la OMS (2012), los brotes de dengue pueden reducirse además de, la

vigilancia epidemiológica y entomológica coordinada, la promoción de los

principios de manejo integrado de vectores y la implementación de medidas de

control de vectores adaptadas localmente, mediante la aplicación de la mejora de

los modelos de predicción. Es por lo anterior que este capítulo adquiere una gran

importancia, sin embargo los resultados no fueron concluyentes y es necesario

contar con una serie de datos mucho más amplia para minimizar los efectos que

los datos anómalos pueden generar en los modelos predictivos. Es de resaltar, la

fuerte correlación entre los casos de dengue y las variables del ENSO, en

Figura 47. Comparación del porcentaje promedio de error de los dos métodos de calibración en los modelos de pronóstico.

Capítulo 5 127

especial el ONI, la cual fue evidenciada también en el capítulo 1 del presente

trabajo. Los diferentes análisis demuestran el poder predictivo potencial que

puede llegar a tener un modelo que integre la variable ONI para ayudar a predecir

los casos del dengue en avance de una epidemia en Colombia.

Actualmente existe gran interés en estudiar los efectos que tiene el clima en la

salud humana, desde hace algunos años se comenzó a abordar los modelos

predictivos de las epidemias de dengue, utilizando datos climáticos como la

precipitación, la temperatura y la ocurrencia de la enfermedad, estos han

permitido pronosticar los casos de dengue hemorrágico en Townsville, Australia

(Halide y Ridd 2008). Así mismo, se confirmó que en el municipio Libertador,

Venezuela, la temperatura del aire y la precipitación influyen en la ocurrencia de

casos de dengue (Sáez 2006). Del mismo modo, en Argentina, la precipitación y

la temperatura fueron las variables más contribuyentes en la explicación de un

modelo predictivo de casos de dengue y el NDVI medio de la ciudad el menos

contribuyente.

Finalmente, estos modelos explicativos tienen como objetivo prevenir brotes

epidémicos de las enfermedades y por eso recientemente en Brasil se creó un

sistema de alerta temprana de las epidemias del dengue, utilizando pronósticos

estacionales del clima (Lowe et al., 2011). Teniendo en cuenta las facilidades

actuales para la generación automatizada y publicación on-line de los productos

satelitales, y datos requeridos para este tipo de modelos (Lanfri et al., 2011;

Porcasi et al., 2012; Yang et al., 2012), debería considerarse la posibilidad de

usar este tipo de modelos como sistema de alerta temprana y vigilancia vectorial,

supeditado a someterlo a validaciones y actualizaciones periódicas, hasta que la

comprobación de su robustez, permita una implementación con niveles de

confianza deseados.

128 Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

5.4 CONCLUSIONES

Los modelos de regresión lineal múltiple implementados en este capítulo son

herramientas adecuadas para la modulación temporal de la ocurrencia de dengue

en Colombia. En particular, en el presente estudio se ha encontrado que los

modelos tienen un mejor desempeño explicativo cuando las variables

independientes (índices del ENSO, en particular ONI y MEI), anteceden a la

variable dependiente (casos de dengue) en uno ó dos trimestres. Estos

resultados confirman los hallazgos del capítulo 1 en relación con las altas

correlaciones entre el índice ONI y los casos de dengue en Colombia, los cuales

se presentan con rezagos entre 6-8 meses.

Es probable que el modelo predictivo presentó un sobreentrenamiento en la fase

de calibración debido a que este contiene datos anómalos de dengue

presentados en la epidemia sin precedentes del año 2009-2010 en el país.

En todos los modelos predictores se evidenció la fuerte correlación entre las

variables climáticas del ENSO.

De particular interés son los resultados de los modelos de regresión lineal múltiple

cuando las variables no están estandarizadas, dadas las altas correlaciones

encontradas entre las series de tiempo entre variables climáticas y el dengue en

Colombia. Este resultado tiene una gran utilidad práctica dado que el

procedimiento no requiere estandarizar las series de tiempo de ninguna de las

variables.

Se encontró un modelo parsimonioso utilizando solo una variable explicativa

(ONI), el cual presentó la mayor correlación y la mayor significancia estadística.

Los diferentes análisis demuestran el poder predictivo potencial que puede llegar

a tener un modelo que integre la variable ONI para ayudar a predecir los casos

del dengue en avance de una epidemia en Colombia. Sin embargo, se

recomienda ampliar las series de datos para generar un modelo potente de

pronóstico.

6. Conclusiones generales y Trabajo futuro

6.1 Conclusiones generales

1. Los resultados obtenidos en el presente trabajo pueden considerarse como

una contribución para una mejor identificación y determinación del papel

que tienen las condiciones climáticas y, complementariamente, el estado

de la cobertura vegetal en el aumento de la incidencia y la propagación del

dengue y la leishmaniasis en Colombia.

2. A escala nacional, se encontró una asociación estadística fuerte entre el

ENSO y la incidencia del dengue en Colombia, con valores de correlación

de r = 0,7 (p> 0,99), alcanzando un máximo de un retraso de 7 meses.

3. A escala regional, los coeficientes de correlación rezagados muestran un

patrón interesante de onda viajera desde el suroeste a noreste de

Colombia, en el sentido de que la señal del ENSO aparece más rápido

(rezago = 4 meses) sobre el suroeste de Colombia y más tarde (rezago = 9

meses) sobre el noreste de Colombia.

4. En una escala espacial más pequeña, los municipios de la zona

metropolitana de Medellín exhiben un patrón espacial de las correlaciones

cruzadas similares a los que a escalas nacional y regional, lo que implica

correlaciones ENSO-dengue invariantes en la escala en Colombia.

5. Estos resultados muestran que existe una relación temporal consistente y

estadísticamente significativa entre El Niño y la intensificación de los brotes

epidémicos de dengue en Colombia, así como una disminución de casos

durante La Niña. Es claro que la epidemia de esta enfermedad es el

resultado de múltiples factores, pero la variabilidad climática asociada con

El Niño-Oscilación del Sur permite explicar una porción importante de la

varianza de los casos de dengue en el país en las tres escalas espaciales

analizadas.

6. Estas correlaciones estadísticas pueden ser de gran utilidad en el

desarrollo de sistemas de alerta temprana de las condiciones climáticas

130 Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

que conducen a brotes epidémicos, facilitando así la intervención de las

autoridades del sector salud en Colombia, mediante el fortalecimiento de

los programas de control integrado de la enfermedad.

7. Desde el enfoque entomológico para el caso de la leishmaniasis, es

probable que los cambios ambientales y climáticos (incluso los asociados

con el evento ENSO) influyan en la dinámica de los criaderos, de los

estados inmaduros y la longevidad de Lutzomyia spp. y Aedes spp.

afectando la transmisión de las enfermedades. Los análisis de correlación

para las series comunes de tiempo entre la temperatura y la precipitación,

y la abundancia de vectores de leishmaniasis indicaron que no hubo

relación alguna para el municipio de Ovejas.

8. La variabilidad climática asociada con el ENSO presentó una asociación

estadística con los casos de leishmaniasis a escala nacional en Colombia,

aunque menor que para los casos de dengue. Esto estuvo representado

por el máximo coeficiente de correlación cruzada obtenido (r = 0.3;

P>0,99), a los cero meses de rezago.

9. En la escala departamental el aumento en número de casos de

leishmaniasis en sus diferentes formas clínicas, se presenta posterior a la

fase cálida del ENSO (El Niño). Se observó una relación estadística

importante entre los casos de leishmaniasis y el ENSO (principalmente con

el ONI), representada por el máximo coeficiente de correlación entre 0,3 –

0,4 con un rezago de 0-3 meses en los departamentos más próximos al

occidente del país, estos son, Antioquia, Chocó, Valle y Nariño. Sin

embargo, Tolima y Caldas presentan una correlación máxima en un lapso

de 8 y 9 meses posteriores al evento climático (r = 0.5, P> 0,99; y r = 0.6,

P> 0,99 respectivamente).

10. En la escala municipal (agregada por subregiones) se encontró

persistencia de los patrones de alta correlación hallados en las dos escalas

espaciales superiores (nacional y departamental). Caldas mostró una

máxima correlación ENSO-leishmaniasis con un rezago de 9 meses en las

subregiones del Magdalena Caldense (r = 0.8, P> 0,99) y Alto Oriente (r =

0.7, P> 0,99). Tolima, por su parte, tuvo las máximas correlaciones en las

subregiones de Norte (r = 0.7, P> 0,99), Nevados (r = 0.5, P> 0,99), e

Ibagué (r = 0.4, P> 0,99) con rezagos de 7, 7 y 10 meses respectivamente.

131

Los municipios que conforman estas subregiones aportan el mayor número

de casos de la enfermedad para ambos departamentos.

11. Los factores de riesgo asociados con la transmisión de la leishmaniasis en

Ovejas, medidos a través de la prueba de Montenegro son los siguientes:

tener animales en el intradomicilio (OR 2.34 IC95% 1.4-3.9), no tener

animales en el peridomicilio (OR 2.29 IC95% 1.3-3.8), vivir en la zona 3

con respecto a la 1 (OR 3.30 IC95% 1.6-6.6), vivir en la zona 2 con

respecto a la 3 (OR 1.12 IC95% 0.5-2.1), tener techo de palma con

respecto a eternit (OR 3.52 IC95% 1.3-9.1), techo de eternit con respecto

a zinc (OR 2.12 IC95% 1.1-3.8), y por último tener basuras alrededor (OR

4.25 IC95% 2.5-7.1).

12. Los factores de riesgo de la enfermedad medidos a través del número de

casos fueron los siguientes: tener animales en el intradomicilio (OR 3.57

IC95% 1.8-7.0), no tener animales en el peridomicilio (OR 2.50 IC95% 1.3-

4.6), techo de palma con respecto al de eternit (OR 5.56 IC95% 2.2-13.8),

techo de eternit con respecto a zinc (OR 2.71 IC95% 1.3-5.4), ventanas de

angeo con respecto a vidrio (OR 3.15 IC95% 1.3-7.2), ventanas de angeo

con respecto a madera (OR 12.82 IC95% 5.1-32.2), y por ultimo tener

basuras alrededor de la vivienda (OR 7.93 IC95% 4.3-14.7). Cabe anotar

que tener animales en el peridomicilio parece ser un factor de protección.

13. Con respecto a la relación entre el NDVI y los casos de ambas

enfermedades, se concluye que en las tres escalas espaciales, el ciclo

anual para la leishmaniasis y el dengue, y el NDVI mostró claramente la

relación en fase y antifase para el periodo entre 2005 y 2013.

14. La dinámica espacio-temporal de la relación entre el índice de actividad

vegetal NDVI y el número de casos de leishmaniasis arrojó lo siguiente: A

escala departamental (Tolima, Caldas, Santander y Sucre) y municipal

(Samaná, Rioblanco) se observó asociaciones lineales positivas y

rezagadas entre los valores estandarizados del índice de vegetación NDVI

y los casos de leishmaniasis. A escala nacional este comportamiento no se

pudo apreciar, dado que no se evidencia una asociación estadísticamente

significativa entre el NDVI espacialmente promediado y los casos de

leishmaniasis.

15. Para las series de dengue y su asociación con el NDVI, los análisis de

correlación cruzada mostraron una asociación estadísticamente

132 Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

significativa entre el NDVI espacialmente promediado y los casos de

dengue a nivel nacional. A nivel departamental Tolima, Caldas, Santander,

y Sucre fueron los únicos departamentos que mostraron una correlación

significativa para ambas series. A nivel municipal dos municipios mostraron

una correlación clara: Ibagué y Cali.

16. Por otra parte, la cobertura vegetal se comporta como un substituto de la

evapotranspiración de las plantas, refleja efectos de la temperatura,

humedad, precipitación y propiedades edáficas, resultando un indicador, a

escala local, de condiciones favorables de hábitat para el desarrollo de los

insectos vectores. Los índices de vegetación junto con los otros factores

influyentes se pueden utilizar para desarrollar sistemas de alerta temprana

para pronosticar incidencia de leishmaniasis y dengue en áreas

endémicas.

17. Los modelos de predicción resultan ser explicativos para la serie del

dengue solo cuando esta se encuentra rezagada en uno o dos trimestres

en función de las variables climáticas. Es decir, que el efecto del ENSO

sobre el dengue no es simultáneo.

18. Es probable que el modelo predictivo presentó un sobreentrenamiento en

la fase de calibración debido a que este contiene datos anómalos de

dengue presentados en la epidemia sin precedentes del año 2009-2010 en

el país.

19. En todos los modelos predictores se evidenció la fuerte correlación entre

las variables climáticas del ENSO.

20. La aplicación de los modelos cuando las series no están estandarizadas

presenta un alto grado de asociación lineal entre las variables climáticas y

el dengue, y este resulta tener una utilidad práctica grande por saltar un

cálculo matemático de estandarización.

21. Se encontró un modelo parsimonioso utilizando solo una variable

explicativa (ONI), el cual presentó la mayor correlación y la mayor

significancia estadística. Los diferentes análisis demuestran el poder

predictivo potencial que puede llegar a tener un modelo que integre la

variable ONI para ayudar a predecir los casos del dengue en avance de

una epidemia en Colombia.

133

6.2 Trabajo a futuro

Variabilidad climática y dengue

Es preciso abordar a futuro análisis que conlleven a entender las dinámicas

físicas y atmosféricas que interfieren en la no simultaneidad temporal encontrada

en este trabajo con respecto a la asociación entre los casos de dengue y El

ENSO. Investigaciones a futuro deben llevarse a cabo para estudiar los patrones

de esta influencia con el objetivo de desarrollar medidas adecuadas y eficientes

de prevención, y diseñar sistemas de alerta temprana como política de la salud

pública, como se ha recomendado en otros países.

Se recomienda continuar con los análisis incluyendo las variables microclimáticas

como precipitación, temperatura y humedad para encontrar una correlación más

precisa con los casos de dengue en las diferentes escalas espaciales de análisis.

Dicha información contribuiría en gran medida en los programas de prevención y

control de la enfermedad.

Igualmente, es necesario analizar lo que podría suceder en la relación ENSO-

dengue bajo escenarios de cambio climático y si la dinámica de este tipo de

eventos se modificara en el futuro en el país. Así, como evaluar el efecto sobre

los hábitats de reproducción de Ae. aegypti y Ae. Albopictus, los principales

vectores del dengue.

Se sabe que con el aumento de las temperaturas, los casos de dengue se podía

esperar en las zonas donde actualmente aún no hay registros de la enfermedad.

En estas circunstancias, y teniendo en cuenta el presente estudio, sería posible

determinar qué regiones en Colombia serían las primeras en mostrar los efectos y

por lo tanto qué áreas requieren atención prioritaria. Las correlaciones cruzadas

rezagadas deben ser tomadas en consideración por las autoridades de salud a

diferentes escalas espaciales y políticas para el desarrollo de programas

adecuados de prevención de la enfermedad.

134 Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

Variabilidad climática y vectores de leishmaniasis

Se recomienda ampliar la información climática local y entomológica para

identificar los componentes climáticos (precipitación, temperatura, humedad

relativa) que determinan la abundancia de Lu. evansi, así como conocer los sitios

de reposo y cría que utiliza este vector en áreas periurbanas como el municipio

de Ovejas. Es necesario precisar el impacto del cambio en las condiciones del

clima sobre los elementos entomológicos de la leishmaniasis en zonas

periurbanas como Ovejas.

Las intrincadas relaciones entre la variabilidad climática y los elementos

entomológicos de la leishmaniasis, y la existencia simpátrica de diferentes

especies vectores en una región en particular, hace de estas asociaciones una

temática compleja de estudiar. Sin embargo, la evaluación del efecto de la

temperatura y la humedad in-situ sobre los elementos entomológicos de la

leishmaniasis, permitirá determinar el rango de temperaturas y humedad más

favorables para la capacidad vectorial. Esto con el objetivo de que el sector salud

pueda tomar en cuenta estos factores para planificar anticipadamente las

actividades de prevención y control entomológico de la enfermedad, en la medida

en que permite predecir el incremento en la población vectorial.

Es preciso determinar la relación entre la abundancia del insecto vector y la

transmisión autóctona de la enfermedad en Ovejas, Sucre, dado que otros

estudios han corroborado casos periurbanos de leishmaniasis en el departamento

de Sucre y otras localidades de Colombia.

Variabilidad climática y leishmaniasis

La leishmaniasis presenta un alto subregistro de casos en el país. Se recomienda

continuar con el análisis de asociación clima-leishmaniasis con series de tiempo

mucho más amplias y completas, y así reforzar los análisis sobre el grado de

asociación encontrado en el presente trabajo. Vale la pena, indagar la posible

relación de estas variables a nivel de escala menor, es decir en algunos

departamentos como Sucre o incluso a nivel municipal. El disminuir dicha

situación permitirá modelar epidemiológicamente mejor la relación entre las

variables epidemiológicas y las climáticas.

Con los resultados expuestos acerca de la alta correlación existente entre la

variabilidad climática del ENSO y los casos de leishmaniasis en el país a

135

diferentes escalas, se sugiere que estos sean incluidos en el análisis de factores

de riesgo importantes en el diseño de sistemas de alerta temprana para prevenir

a futuro brotes de la enfermedad. Estos nuevos conceptos permiten abrir nuevas

líneas de investigación en el desarrollo de posibles sistemas de predicción,

modelaje y monitoreo con relevancia en salud pública para un mejor control de la

enfermedad.

Factores de riesgo de la leishmaniasis

Con el propósito de profundizar más en la evaluación de factores predictores de

la leishmaniasis, sería recomendable abordar la enfermedad y su predicción

desde una perspectiva holística. Abordar según la localidad aspectos al interior de

las viviendas que son el reflejo de las actividades y costumbres de las personas y

que posiblemente propicien el ingreso de vectores, su permanencia y desarrollo,

convirtiéndose en un factor de riesgo inminente.

Es necesario incluir en un Sistema de Alerta Temprana - SAT a futuro, además de

factores climáticos, factores socio-ambientales, demográficos y ecológicos

asociados a las casas residenciales, en la evaluación de riesgo de transmisión de

la enfermedad en una localidad en particular.

Actividad de la vegetación, dengue y leishmaniasis

Dado que en las tres escalas espaciales, el ciclo anual para las series de

leishmaniasis y el NDVI mostró claramente la relación en fase y antifase para el

periodo entre 2005 y 2013 se recomienda abordar el análisis desde otra

perspectiva estadística especial para este tipo de series.

Es posible a futuro realizar un análisis de asociación entre series locales de NDVI

junto con otros datos meteorológicos para determinar espacialmente la presencia

del insecto vector junto con los casos de la leishmaniasis.

Modelos de predicción

Con el propósito de profundizar más en la evaluación de modelos predictivos para

conocer el comportamiento de casos de dengue a futuro, sería recomendable:

136 Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

Continuar abordando las variables climáticas en un modelo de predicción de

dengue que incluya otro fuerte evento El Niño, similar al registrado en el periodo

2009/2010, permitiendo disponer de un mayor horizonte de información

epidemiológica y climática, con el cual se podría estimar de manera más real el

comportamiento de los casos de dengue a futuro.

Por otro lado, es necesario abordar un modelo predictivo capaz de predecir la

favorabilidad ambiental del desarrollo del vector y que, a su vez, se incorpore la

variable “control vectorial”, para estimar el efecto de las campañas

gubernamentales sobre las poblaciones del vector (reducción de criaderos y de

adultos).

La necesidad de implementación de sistemas de alerta temprana eficientes,

continúa sigue siendo prioritaria en un continente que registra un constante

aumento en la incidencia y distribución del dengue y la leishmaniasis. Se

recomienda la creación de productos de vigilancia de estas enfermedades, de

distinta escala espacio-temporal, para el país, basados en la utilización de

imágenes satelitales de media y alta resolución espacial, e información de campo

de distintos orígenes.

Se recomienda profundizar en el conocimiento de la asociación entre la

variabilidad climática y la dinámica de población de vectores de dengue y

leishmaniasis, evaluar la dinámica de los sitios de cría en aspectos como

disponibilidad, fluctuación en tamaño o densidad, y presencia de fauna

acompañante como posibles depredadores. La evaluación de estos elementos

permitirá conocer como la densidad de los vectores adultos se relaciona con la

ecología de los estados inmaduros.

Proponer a las autoridades de salud la inclusión de los marcadores climáticos en

los programas de prevención y control de la leishmaniasis y el dengue en

Colombia.

137

7. Publicaciones, certificados de Congresos y Simposios académicos.

A continuación se presentan las asistencias a eventos académicos realizadas

durante mis estudios de maestría, relacionadas con los resultados parciales de

este trabajo de investigación. Una publicación está en proceso, basada en el

capítulo 1.

Internacionales:

- WCRP Conference for Latin America and Caribbean: Developing, Linking

and applying climate knowledge. Marzo 17-21 de 2014, Uruguay. Presentación

en Poster: Strong Statistical Association Between Dengue Incidences in Colombia

and El Niño/Southern Oscillation (ENSO) at NAtional and Regional Scales. Acosta

LA, Poveda G.

- IECID 2015 – Impact of Environmental Changes on Infectious Diseases.

Marzo 23-25 de 2015, España. Presentación es Poster. Invariance Across Spatial

Scales and Travelling Wave in the ENSO-Dengue Association of Colombia.

Acosta LA, Carmona AM, Poveda G.

Nacionales:

- XIV Simposio PECET: Avances en la investigación de enfermedades

tropicales. Mayo 15-16 de 2014. Presentación oral. Asociación estadística entre

la incidencia de leishmaniasis en Colombia y El Niño/Oscilación del Sur (ENOS) a

escala nacional y regional. Acosta LA, Cadena H, Viveros R, Vélez-Mira A, Vélez

ID, Estrada LG, Ortega E, Bejarano E, Uribe S, Poveda G.

- X Coloquio de Estadística: Aplicaciones Estadísticas. Universidad

Nacional de Colombia. Presentación en Poster. Noviembre 2014, Medellín.

Determinación de Factores de Riesgo Asociados a La Transmisión de la

Leishmaniasis en Ovejas Sucre Usando un Modelo de Regresión Logística.

Acosta LA, Salazar JC, López VI, Cadena H, Poveda G.

- XVI Congreso Colombiano de Parasitología y Medicina Tropical 50 años de la Asociación Colombiana de Parasitología y Medicina Tropical “Transformando la Salud en el Trópico con Evidencia Científica”. Presentación oral. 21-23 octubre de 2015, Santa Marta. Factores de Riesgo para la

138 Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

Leishmaniasis Periurbana en Ovejas, Sucre. Acosta LA, Cadena H, Salazar JC, López VI, Poveda G.

Se presenta a continuación los certificados de participación en los diferentes

eventos.

139

Premio a mejor poster:

140 Evaluación de factores ambientales y climáticos como elementos de riesgo asociados con la transmisión del dengue y la leishmaniasis a diferentes escalas temporales y espaciales en

Colombia.

141

8. Referencias

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