evaluaciÓn de la formulaciÓn e implementaciÓn del …
TRANSCRIPT
1
EVALUACIÓN DE LA FORMULACIÓN E IMPLEMENTACIÓN DEL PROYECTO
SOCIAL ESTUDIO DE CASO “ESTRATEGIA DE PROMOCIÓN DE DERECHOS
DE LOS NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES”
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y RELACIONES INTERNACIONALES
CARRERA DE CIENCIA POLÍTICA BOGOTÁ D.C.
2015
2
EVALUACIÓN DE LA FORMULACIÓN E IMPLEMENTACIÓN DEL PROYECTO
SOCIAL ESTUDIO DE CASO “ESTRATEGIA DE PROMOCIÓN DE DERECHOS
DE LOS NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES”
JANES KAROLINA RAMIREZ FONSECA
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y RELACIONES INTERNACIONALES
CARRERA DE CIENCIA POLÍTICA BOGOTÁ D.C.
2015
3
EVALUACIÓN DE LA FORMULACIÓN E IMPLEMENTACIÓN DEL PROYECTO
SOCIAL“PROMOCIÓN DE DERECHOS DE LOS NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES” DESDE LA PARTICIPACIÓN
JANES KAROLINA RAMIREZ FONSECA
DIRECTOR DEL TRABAJO DE GRADO
ROBERTO GARCÍA Alonso Ph. D Ciencia Política
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y RELACIONES INTERNACIONALES
CARRERA DE CIENCIA POLÍTICA BOGOTÁ D.C.
2015
4
Contenido
1. INTRODUCCIÓN ..................................................................................................................................................... 5
2. Objetivos........................................................................................................................................................................... 9
2.1. Objetivo general ................................................................................................................................................... 9
2.2. Objetivos específicos ........................................................................................................................................ 9
3. EL DERECHO DE LA PARTICIPACIÓN PARA LOS NNA ................................................................. 11
3.1. ¿De qué tipo de participación estamos hablando? ......................................................................... 15
3.2. La Participación como oportunidad para la socialización ............................................................ 19
5. LA EVALUACIÓN DE PROYECTOS SOCIALES ................................................................................... 24
5.1 ¿Que es un proyecto social? ....................................................................................................................... 30
6. DISEÑO METODOLÓGICO ................................................................................................................................ 31
7. Evaluación .................................................................................................................................................................... 34
7.1. Análisis del proyecto....................................................................................................................................... 34
7.1.1. Claridad en el objetivo. ......................................................................................................................... 35
7.1.2. Objetivos del producto ......................................................................................................................... 35
7.1.3. Planteamiento del problema .............................................................................................................. 36
7.1.4. Metodología. .............................................................................................................................................. 37
7.1.5. Etapas del proyecto. .............................................................................................................................. 37
7.1.6. Fases de planeación. ............................................................................................................................ 37
7.1.7. Ejecución del proyecto. ........................................................................................................................ 37
7.1.8. Participación de la comunidad. ........................................................................................................ 39
7.1.9. Seguimiento y evaluación interna del proyecto. ...................................................................... 40
7.2. Análisis de los criterios de evaluación. ................................................................................................. 42
7.4. Buenas prácticas y lecciones aprendidas ........................................................................................... 50
7.5. Síntesis de la evaluación ............................................................................................................................. 52
8. Conclusiones ............................................................................................................................................................... 52
9. ANEXOS........................................................................................................................................................................ 56
ANEXOS. 1 ................................................................................................................................................................... 57
ANEXO 2 ....................................................................................................................................................................... 58
ANEXO 3 .......................................................................................................................... 60
ANEXO 4 .......................................................................................................................... 61
ANEXO 5 ............................................................................................................................. 62
10. Referencias ............................................................................................................................................................... 64
5
1. INTRODUCCIÓN
La libertad y los derechos de los niños, niñas y adolescentes (en adelante NNA) se
encuentran subordinados a las funciones y responsabilidades de los adultos. A nivel
mundial, se reconocen los derechos fundamentales que tienen los menores de ser
cuidados, alimentados, educados y atendidos en caso de enfermedad, contemplando
y regulando las obligaciones que tiene los adultos con relación al cumplimiento
efectivo de sus derechos. En este contexto, los NNA son considerados como simples
receptores pasivos, y se ha desconocido el derecho que tienen de ser una parte
activa en los procesos que hacen parte de su vida cotidiana.
Por el contrario, se debería promover y hacer valer el derecho de los NNA a
participar en las actividades que se realicen en familia, en las instituciones
educativas, asociaciones, programas estatales, departamentales, distritales y
municipales que sean de su interés, lo cual, en conjunto, representaría una estrategia
de socialización en la que es posible detectar los riegos y vulnerabilidades de este
colectivo, previniendo los riesgos y diseñando estrategias que permitieran mejorar de
manera efectiva su situación y sus oportunidades.
En un contexto de vulnerabilidad, en donde los NNA deben afrontar
constantemente las consecuencias de la pobreza, la violencia, la discriminación, la
exclusión y la criminalización, la participación se convierte en un asunto relevante
que permite el desarrollo de formas no violentas de expresión y de comunicación,
que los NNA puedan realizar diagnósticos de las situaciones desfavorables que
están viviendo, que establezcan análisis críticos de su realidad y determinen, de
manera conjunta, el desarrollo de las estrategias, procesos y conductas que se
deben aplicar con el fin de ayudar a mejorar la situación y a obtener una mejor
calidad de vida.
6
El concepto de participación se vincula directamente con el empoderamiento,
entendido como un movimiento o un proceso de adquisición del poder,
implementando con el fin de alcanzar un objetivo específico (Le Bossé y Dufort,
2002). Según Rapapport (1987), el empoderamiento es, ante todo, un mecanismo a
través del cual las personas, organizaciones y comunidades tienen la posibilidad de
obtener un dominio sobre sí mismas, estableciendo un control personal en relación
con el contexto político o social al cual pertenecen.
La promoción y el fortalecimiento de la participación y del empoderamiento de
los NNA en condición vulnerable es importante para la construcción colectiva de
propuestas que tomen en consideración sus puntos de vista, ayudando a superar las
fragmentaciones sociales que experimentan a través de la identificación de
problemas comunes. Además, el diseño y ejecución de escenarios de participación
entre los NNA, permite desplazar gradualmente los comportamientos violentos,
promoviendo otra clase de relaciones entre ellos mismos, con sus familias y con el
entorno, a partir del diálogo y de la comprensión.
Teniendo en cuenta la participación de los NNA en condición vulnerable, la
Unidad de Atención y Reparación Integral a las Víctimas (UARIV), en el marco de la
línea de Prevención Temprana, suscribió el Convenio 1015 de 2011 con la Agencia
Colombiana para la Reintegración (ACR), desde el cual se contemplan dos líneas de
acción: I) Fortalecimiento Comunitario y participativo y, II) Prevención del
reclutamiento de los NNA. En el marco de la segunda línea de acción, la UARIV ha
implementado la estrategia de promoción de derechos de NNA con el proyecto
llamado: “Estrategia de Promoción de derechos de los niños, niñas y adolescentes,
que busca fortalecer los entornos protectores en los que transcurre la vida cotidiana
de los niños, garantizando el cumplimiento del goce efectivo de sus derechos y de
una eficaz oferta institucional que ayude a satisfacer sus necesidades.
En este sentido, el objetivo general del presente estudio es evaluar el
proyecto social. Los objetivos específicos se dirigen a analizar los resultados
obtenidos frente a los objetivos, metas e indicadores del programa propuestos;
7
definir el conjunto de buenas prácticas y lecciones aprendidas a través del desarrollo
del proyecto; y establecer una propuesta para una óptima formulación, evaluación y
monitoreo de proyectos sociales de este tipo, ayudando a mejorar su planteamiento y
diseño. El principal criterio que se utiliza para la evaluación es precisamente la
participación de los NNA en cada una de las fases del proyecto, analizando la
manera en que sus experiencias y conocimientos han sido articulados con los
objetivos, y la forma en que se ha apoyado el desarrollo de su pensamiento crítico
para comprender su situación y mejorarla. Este criterio se implementa teniendo en
cuenta que la participación de los NNA, desde el contexto del presente estudio, se
entiende como una estrategia que permite detectar los riegos y vulnerabilidades, y
que permite mejorar la orientación y el desarrollo de la planeación de los proyectos
de acción social.
Teniendo en cuenta los proyectos sociales no deben surgir como el resultado
de una decisión independiente, sino que deben alinearse a las estrategias de la
comunidad para promover el desarrollo, y se establecen como una iniciativa de un
grupo de personas con objetivos comunes, enfocados a mejorar el bienestar general
y el progreso de la comunidad, para el diseño de la evaluación y de la propuesta se
tiene en cuenta el concepto de participación, reconociendo la importancia de vincular
las experiencias y conocimientos de la comunidad atendida en cada una de las fases
y actividades que componen el proyecto, y de potenciar las capacidades que les
permitirán ejecutar sus propias iniciativas.
A nivel metodológico, desde el Manual para la formulación, evaluación y
monitoreo de proyectos sociales, desarrollo por la Comisión Económica Para
América Latina y el Caribe (CEPAL), se explica que a diferencia de la evaluación
inicial, en la cual se trabaja con objetivos y metas a alcanzar de acuerdo con la
planeación, en la evaluación final se deben utilizar datos reales, implementados el
proyecto, en donde se miden y estudian los datos relativos a la gestión. Por lo tanto,
para el desarrollo de un buen proceso de evaluación se deben considerar la
disponibilidad de información confiable y válida, que permita generar
recomendaciones eficientes que ayuden en el mejoramiento de los proyectos.
8
Una evaluación como la que se plantea permite construir un conocimiento,
partiendo de los aportes teóricos, técnicos y metodológicos, que sirve de orientación
para afrontar los problemas sociales por medio del diseño de proyectos efectivos que
integren la participación de la comunidad afectada, como un elemento clave para
detectar las vulnerabilidades y proponer estrategias efectivas que ayuden a mejorar
las situaciones negativas.
La evaluación que se propone es final o de cierre, con la finalidad de valorar el
desempeño global de un proyecto cuya ejecución ha finalizado, extrayendo las
correspondientes enseñanzas. En este sentido, la evaluación permite analizar la
manera en que se aplican las herramientas y estrategias para alcanzar los objetivos,
además de reconocer los procesos que no arrojaron los resultados esperados y que
es preciso corregir en futuras intervenciones. Además, en la evaluación se identifican
las fortalezas y debilidades, lo cual es útil para la formulación posterior de nuevos
proyectos, y para consolidar un conjunto de experiencias desde cuyo análisis sea
posible determinar los pasos que deben seguirse para generar y aplicar un proyecto
social exitoso.
En síntesis, el proceso evaluativo propuesto permitirá desarrollar una
retroalimentación o mejora de los proyectos sociales, y aprovechar las experiencias
del pasado para el desarrollo de las actividades futuras, que beneficien a todos
aquellos implicados en los procesos de acción social. Terminada la evaluación, los
resultados deberían ser distribuidos al interior de las organizaciones interesadas, con
el fin de que fuesen analizados y se pudieran hacer las correcciones necesarias en la
gestión para mejorar la eficiencia y eficiencia del proyecto.
Para el desarrollo de una propuesta para la óptima formulación y monitoreo de
proyectos sociales, a partir de la evaluación del desarrollo y ejecución del proyecto
“Estrategia de promoción de derechos de los niños, niñas y adolescentes”, se
analizan los resultados de la gestión, buenas prácticas y lecciones aprendidas y se
estudian los componentes teóricos que componen el desarrollo del proyecto.
Además, se analizan los criterios y principios que comúnmente se utilizan en la
9
evaluación y monitoreo de proyectos productivos; y se identifica la relación entre los
objetivos propuestos y los resultados que se han alcanzado en la ejecución del
proyecto. Como herramienta principal para el desarrollo de este análisis se cuentan
con las narrativas de los líderes del proyecto, como recurso fundamental para
construir el proceso de evaluación.
2. Objetivos
2.1. Objetivo general
Desarrollar una propuesta para la óptima formulación de proyectos sociales, a partir
de la evaluación del desarrollo y ejecución del proyecto “Estrategia de promoción de
derechos de los niños, niñas y adolescentes” analizando sus resultados de gestión,
buenas prácticas y lecciones aprendidas, teniendo en cuenta la metodología
propuesta en el Manual para la formulación, Evaluación y Monitoreo de Proyectos
sociales de CEPAL.
2.2. Objetivos específicos
Analizar los componentes teóricos que componen el desarrollo del proyecto,
principalmente la participación de los niños, niñas y adolescentes en condición
de vulnerabilidad.
Analizar los criterios y principios que comúnmente se utilizan en la evaluación
y monitoreo de proyectos sociales.
Reconocer los principios y pautas metodológicas que se presentan en el
Manual para la formulación, Evaluación y Monitoreo de Proyectos sociales de
CEPAL.
Identificar la relación entre los objetivos propuestos y los resultados que se
han alcanzado en la ejecución del proyecto.
10
11
3. EL DERECHO DE LA PARTICIPACIÓN PARA LOS NNA
La participación, es el eje central del proyecto de promoción de derechos de los
NNA. Se entiende como un derecho sustantivo, que promueve la oportunidad de que
los niños desempeñen en su propia vida un papel protagónico, en lugar de ser
únicamente beneficiarios pasivos del cuidado y de la protección de los adultos; y
como un derecho procesal, a través del cual los NNA pueden acceder a otro tipo de
derechos, como obtener justicia, influir en los resultados y en los procesos de toma
de decisión, y denunciar cualquier tipo de abusos que se comentan en su contra
(Willow, 2022).
A pesar de que existe un amplio marco jurídico en el cual se justifica y se
plantea la necesidad y la importancia de garantizar los derechos de los niños, y de
promover y propiciar su participación –principalmente el artículo 12 de la Convención
sobre los Derechos del Niño-, la realidad demuestra que los NNA se consideran, ante
todo, como un sujeto que debe ser cuidado por el adulto, que debe ser educado y
moldeado con el fin de convertirse en un ciudadano productivo, en medio de un
contexto sumamente protector en el que se le niega muchas veces el derecho a
opinar sobre los asuntos que le competen, y a reconocer sus ideas y percepciones
como el punto de partida para el diseño y aplicación de estrategias efectivas que
ayuden a mejorar su situación (Chang y Henríquez, 2013).
De acuerdo con las consideraciones de Lansdonw (2013), el hecho de que los
NNA tengan pocas oportunidades para participar activamente en los procesos de
toma de decisiones, no se debe, como se ha querido mostrar, a sus capacidades
limitadas debido a su corta edad e insuficiente madurez, sino a las expectativas del
propio contexto comunitario, al grado de apoyo brindado por los adultos y a las
representaciones comúnmente asociadas con la niñez.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos proclamada por la
Asamblea General de las Naciones Unidas (1948), incluye la participación entre sus
cuatro principios rectores, reconociéndola como el derecho a todas las personas de
tomar parte activa en la vida política, económica, social y cultural de cada país. En su
12
artículo 19, se consignan los derechos de todas las personas a recibir información, a
investigar y expresar sus opiniones de manera libre. Desde esta instancia la
participación se ha constituido como un derecho humano fundamental que alcanza a
todos los seres humanos sin distinción de género, raza, religión, nacionalidad, clase
social ni edad.
En primer lugar, cabe aclarar con Marshall (1998), que desarrollar proyectos y
estrategias para fomentar y fortalecer la participación de los niños, niñas y
adolescentes, con el fin de que expresen su opinión y compartan sus inquietudes en
el plano social y político, es fundamental para contribuir al desarrollo de sociedades
más democráticas, en donde las soluciones a los problemas se establezcan a partir
de la colaboración y el acuerdo de cada uno de sus integrantes, a partir de la base
del diálogo, el respeto, la equidad y la inclusión. El propio Tonucci (2012) afirma que:
“nadie puede representar a los niños sin preocuparse de consultarlos, de implicarlos,
de escucharlos. Haber hablar a los niños no significa pedirles que resuelvan los
problemas de la ciudad, creados por nosotros; significa en cambio aprender a tomar
en cuenta sus ideas y sus propuestas” (P, 64). En este orden de cosas, el ejercicio
de la participación de los NNA se convierte así en la mejor manera de garantizar su
reconocimiento como sujetos de derechos, y por ende en el compromiso conjunto de
la necesidad de promover escenarios efectivos de participación, en donde los NNA
tengan la posibilidad de ser escuchados.
En Latinoamérica, el discurso sobre el protagonismo infantil se alimenta de las
fuentes del protagonismo popular que agrupa a diversos colectivos que luchan por la
mejora de sus condiciones de vida. Cussianovich (2001), considera que aspectos
como la dignidad, la iniciativa, el poder, la excelencia, el reconocimiento y la
aceptación deben convertirse en conceptos asociados con el ejercicio del
protagonismo de niños y niñas. Citando sus palabras:
Por ello, el protagonismo, definitivamente, no es sólo una propuesta conceptual sino
que posee de modo inherente un carácter político, social, cultural, ético, espiritual,
que, a su vez, reclama una pedagogía e invita a un replanteamiento del “status social
13
de la infancia y de la adultez, de sus roles en la sociedad local y en concierto de los
pueblos.” (Cussianovich, 2001, p, 12.)
Para la organización Save the Children (2006), es fundamental reconocer la
importancia del protagonismo infantil, considerando que la participación de los NNA
no sólo implica que tengan la posibilidad de expresar libremente sus opiniones,
pensamientos, sentimientos y necesidades, sino que además dicho conjunto de
expresiones influyan directamente en las decisiones y cursos de acción. Por lo tanto,
los NNA deben verse involucrados democráticamente en los procesos de toma de
decisión de la familia, la escuela, los gobiernos locales, los medios de comunicación,
los organismos gubernamentales y no gubernamentales. En este sentido, el
protagonismo es, ante todo, un punto de unión, un encuentro que también implica
asumir responsabilidades, aportar y construir conjuntamente. La participación de los
NNA implica la interacción e interrelación constante con su entorno, con los demás,
entendiendo las opiniones de los demás y construyendo de manera conjunta las
soluciones que aporten en el desarrollo de una mejor calidad de vida.
Para Massal (2008) la participación es un derecho que se logra a través de un
proceso de construcción y lucha individual y colectiva con responsabilidad y
organización, para garantizar que la opinión y expresión de los niños, adolescentes y
adultos (sin distinción de raza, religión, capacidades físicas, sexo, opinión política ni
de ningún tipo) incidan en forma prepositiva en la toma de decisiones en todos los
ámbitos. Este proceso de construcción debe fundamentarse en relaciones
horizontales, con respeto, solidaridad, excelencia, dejando de lado las formas
decorativas, enunciativas y de manipulación.
En el contexto Colombiano, el Código de Infancia y Adolescencia (Ley 1098 de
2006), tiene por finalidad garantizar a los niños, a las niñas y a los adolescentes su
pleno desarrollo para que crezcan en el seno de la familia y de la comunidad, en un
ambiente de felicidad, amor y comprensión, en donde debe prevalecer el
reconocimiento a la igualdad y la dignidad humana, sin discriminación alguna. El
Código tiene por objeto establecer normas sustantivas y procesales para la
14
protección integral de los NNA, garantizar el ejercicio de sus derechos y libertades
consagradas en los instrumentos internacionales de Derechos Humanos, en la
Constitución Política y en las leyes. Dicha garantía y protección será obligación de la
familia, la sociedad y el Estado.
El CONPES “Política de Prevención del reclutamiento y utilización de NNA por
parte de los grupos armados organizados al margen de la ley y de los grupos
delictivos organizados” 3673 de 2010 busca generar herramientas de protección
integral a los NNA, contrarrestar las diversas formas de violencia, garantizar una
adecuada, asertiva, pertinente y eficaz oferta institucional y promover el
reconocimiento de los NNA como sujetos de derechos. El CONPES identifica
situaciones de vulnerabilidad que potencializan el riesgo de los NNA frente al
reclutamiento y la utilización.
En cuanto al tema de la participación de los NNA que viven en condiciones de
vulnerabilidad, es importante referenciar el documento titulado “La participación de
niños, niñas y adolescentes en las Américas”, desarrollado por la Organización de los
Estados Americanos (2010), en donde se explica que los menores que hacen parte
de contextos en donde la pobreza y la exclusión cumplen un papel determinante, se
impregnan de violencias de diversa naturaleza y de necesidades de distintos tipos, a
las cuales responden con comportamientos violentos que se pueden transformar
positivamente mediante el desarrollo de escenarios de participación, en donde sus
opiniones sean escuchadas y en donde tengan la oportunidad de compartir sus
ideas.
Igualmente, en el documento: “Derecho a la Participación de los Niños, Niñas
y Adolescentes Guía Práctica para su Aplicación”, desarrollado por UNICEF (2006),
se afirma que a mayor participación, se baja el nivel de vulnerabilidad y de riesgo,
pues se facilita el desarrollo de escenarios de diálogo en donde los NNA aprenden
desde edades tempranas la importancia de la comunicación para solucionar sus
problemas, y para enfrentar de manera adecuada las situaciones adversas que
deben enfrentar en la cotidianidad.
15
Ya que se ha identificado la importancia y la necesidad de que los NNA
participen activamente en los procesos de toma de decisiones en una comunidad, es
importante analizar qué es lo que se quiere decir en realidad cuando se habla de
participación de los NNA, especificando la relación de este concepto, no con la
simple posibilidad de que expresen abiertamente sus ideas y opiniones, sino con el
desarrollo de una estrategia de socialización y de detección de riesgos y
vulnerabilidades, que parta de la comprensión de sus iniciativas, para materializar
proyectos sociales que ayuden a mejorar o revertir las situaciones negativas.
3.1. ¿De qué tipo de participación estamos hablando?
Las más graves violaciones a los derechos de los NNA tienen entre sus causas la
persistencia de la vulnerabilidad de la niñez y de la asimetría de poder ante los
adultos. Ante esta situación, explica Hevia (2007), es necesario promover el libre
ejercicio de los derechos de los NNA, impulsado en sus familias y en su comunidad
el reconocimiento de sus derechos y de la importancia de sus expresiones e ideas, lo
que ayudará a reducir la vulnerabilidad, minimizando los riesgos y protegiéndolos de
los aspectos que amenazan su bienestar.
Chang y Henriquez (2013), plantean que el análisis de la participación infantil y
el desarrollo de estrategias que permitan reconocerlos como sujetos activos, que
mediante sus ideas y percepciones pueden generar cambios positivos en el entorno,
deben partir de preguntas como: ¿De qué manera se están entendiendo a los niños y
niñas hoy?, ¿Cuáles son las representaciones sociales que subyacen al
entendimiento de los niños y niñas, que orientan la manera en que se abordan las
diferentes problemática de la infancia? Y especialmente: ¿Cuáles son los espacios
que se están generando para que los niños y niñas participen en la construcción de
una sociedad más justa, solidaria y equitativa?
En general, para Chang y Henríquez la participación infantil tiene dos
funciones primordiales: la primera es comprender que los NNA no son sujetos que
simplemente se deben moldear, sino que son sujetos con participación activa que
reconocen emociones propias, para luego, a través del diálogo y de la expresión de
16
ideas, desarrollar competencias que fomenten la reflexión de las acciones cotidianas.
La segunda es transformar a los niños y niñas, de sujetos obedientes a sujetos
activos, reflexivos y críticos, que se hacen cargo de las decisiones que toman, y que
se interesan más por las problemáticas del contexto en el que viven.
En este sentido, Lansdown (2003) insiste en la importancia de que se
reconozcan que los NNA tienen los suficientes conocimientos en relación con su
propia vida, y que tienen la capacidad efectiva de transmitir una visión profunda en
relación con sus propias experiencias. Además, por naturaleza, los niños y niñas son
comunicadores hábiles que expresan sus ideas, sus conocimientos y experiencias a
través de diversos lenguajes, que enriquecen la interpretación de los hechos.
Similarmente, Clark y Moss (2001), afirman que es importante que los niños y niñas
participen, pues son agentes activos que generan una influencia indiscutible en el
mundo que los rodea y en los escenarios en donde se desarrolla su vida, y son
constructores del significado de su propia existencia, que interpretan a partir de su
particular visión del mundo.
En países como Colombia, donde existen graves problemas sociales, y en
donde se presenta una gran inequidad y desigualdad, se ha considerado a estas
estrategias “de participación” de NNA como manera de atender a estos colectivos, en
especial a aquellos en situaciones de riesgo, caracterizándolas así como población
vulnerable en contextos caracterizados por la pobreza, el conflicto y la exclusión
social. Una de las principales estrategias que se deben generar es el desarrollo de
programas que fomenten y fortalezcan la participación de los NNA más vulnerables,
en donde tengan la oportunidad de organizarse partiendo de valores como el
respeto y la tolerancia, generando de esta manera formas no violentas de expresión
y de comunicación.
En este sentido, el fortalecimiento de la participación es un proceso clave y
fundamental para reconocer, valorar y potenciar las experiencias, voces y
conocimientos de las personas que viven en condiciones de vulnerabilidad y de
sometimiento. A través de los procesos que se diseñen y se establezcan para
17
propiciar y promover la participación de los NNA, es importante hacer énfasis en sus
fortalezas y en sus potencialidades, por medio de la organización y la promoción
para el ejercicio constante de sus derechos, dentro de los que se destacan el
derecho a opinar y a incidir activamente en el tratamiento de los asuntos que les
incumben, con el fin de generar cambios positivos en su entorno social, en su familia,
en su escuela y en el lugar que se les asigna en relación a los centros de poder
(Montero, 2003)
Hart (1993), ha desarrollado una de las conceptualizaciones en torno a la
participación que más se ajustan al planteamiento del presente estudio. Según sus
palabras, la participación se debe entender como la capacidad que tienen las
personas para expresar decisiones que afectan a la vida propia y/o a la vida de la
comunidad en la que viven, y que sean reconocidas por el entorno social. Es
precisamente este reconocimiento el que se debe promover en los proyectos
sociales, con el objetivo de validar y dar a conocer las opiniones y percepciones de
las comunidades frente a las problemáticas que enfrentan en la cotidianidad,
identificando sus vulnerabilidades y logrando desarrollar, a partir de ello, estrategias
y programas efectivos que ayudan a mejorar la situación.
Por lo tanto, fortalecer y mejorar la participación de los NNA significa generar
en ellos la confianza en sí mimos para que compartan sus iniciativas; generar los
espacios y oportunidades propicias para que puedan colaborar, aportar y cooperar
para el progreso común, y posicionarlos como sujetos sociales que tienen la
capacidad de hacer valer sus opiniones frente a los temas que les incumben,
expresando sus opiniones y decisiones en los asuntos que les competen
directamente.
Otro aspecto que se debe tener en cuenta es que la participación, tal y
como se ha establecido, es decir, como una socialización de iniciativas e ideas que
buscan ser reconocidas, varía dependiendo de la edad y la etapa en la que se
encuentre el niño o el adolescente. En el artículo 12 de la Convención sobre los
Derechos del Niños, se establece que los Estados deben garantizar a los niños que
18
estén en condiciones de formarse un juicio propio, el derecho de expresar su opinión
en todos los asuntos que les incumbe, dándole la oportunidad de ser escuchados en
todo procedimiento judicial o administrativo que los afecte. El problema se encuentra
en determinar en qué momento un niño tiene un juicio propio que le permita asumir y
ejercer su participación.
Teniendo en cuenta esta problemática Hart (2001) ha desarrollado una escala
de participación infantil, que se ha establecido como una manera de modelar
procesos de participación efectivos y estructurar diversas alternativas para que los
NNA puedan participar debidamente. En concreto, son 8 etapas específicas, que se
mencionan a continuación.
A partir del nivel 4 se consideran modelos de participación genuina:
1). Manipulación o engaño: Es el nivel más bajo, caracterizado porque los
adultos utilizan a los niños para participar en ideas y mensajes impuestos, que
los niños no han escogido por sí mismos.
2) Decoración: En el segundo escalón, los adultos utilizan a los niños para
promover causa en las que no tienen ninguna implicación.
3) Política de forma sin contenido: Los niños se utilizan como una fachada con
el fin de impresionar a políticos o a la prensa
4) Asignados, pero informados: Aunque los niños no son los que inician y
planean los proyectos, están informados sobre sus objetivos y conocen las
implicaciones de los mismos.
5) Consultados e informados: Los niños se involucran activamente en los
procesos en la medida en que lo entienden, son consultados y tomados en
cuenta.
6) Iniciado por un adulto, con decisiones compartidas con los niños: En este
tipo de acciones se toman decisiones conjuntas entre los adultos y los niños y se
da una relación de igualdad.
19
7) Iniciado y dirigido por niños: En esta etapa los niños son los toman las
decisiones, y los adultos participan sólo si los niños solicitan su apoyo y ayuda.
8) Iniciado por niños, con decisiones compartidas con los adultos: Los niños
inician su propio proyecto, y los gestionan por sí mismos.
Sin embargo, explica Hart (1993), no se trata de decir que los mejores proyectos son
aquellos en los que los adultos son excluidos, pues los niños no se deben ver como
un sector totalmente independiente de la comunidad. De tal manera que si los NNA
eligen incluir a los adultos en el proyecto que han gestionado y dirigido por sí
mismos, es importante apoyarlos de manera efectiva, orientando el desarrollo de sus
decisiones y aplicando criterios válidos de evaluación para identificar fortalezas y
debilidades.
A través del análisis que se ha planteado, se puede concluir con Tonucii
(1996), que la participación de los NNA no implica pedirles que solucionen los
problemas sociales y políticos que han creado los adultos. Más allá de ello, el
objetivo primordial de este tipo de participación es aprender a tener en cuenta sus
ideas y sus propuestas, socializar sus iniciativas y propender el desarrollo de
estrategias que, partiendo de sus consideraciones, ayuden a detectar sus
vulnerabilidades y a mejorarlas mediante proyectos de acción social efectivos. A
continuación se analiza en qué medida la participación de los NNA implica la
socialización de sus iniciativas y de sus conocimientos, por medio de un proceso que
debe partir por escucharlos, con el fin de materializar en la práctica las ideas.
3.2. La Participación como oportunidad para la socialización
En la actualidad, la principal herramienta con la que se cuenta para permitirles a los
niños socializar, es decir, desenvolverse como sujetos de derechos cuyas iniciativas
e impresiones deben ser reconocidas y tenidas en cuenta, es la participación, que
puede manifestarse en espacios como la familia, la escuela, la iglesia y el barrio,
entre otros. Básicamente, la concepción de la participación como una herramienta
ideal para promover la socialización de ideas, se recoge en el análisis planteado por
Ruíz y Carli (2009):
20
Las modalidades participativas tienen como objetivo desarrollar nuevos métodos de
relación entre los(as) ciudadanos(as) y la administración pública. Al mismo tiempo,
es una ocasión para experimentar conexiones distintas, gracias a la diferenciación de
intereses, necesidades, valores e historias de vida, buscando un sentido de adhesión
a la colectividad y cultivando relaciones significativas, en contextos que permiten
experimentar el sentido de comunidad. (Ruiz y Carli, 2009, p. 19)
Precisamente, la participación posibilita el desarrollo de nuevas conexiones y
relaciones sociales, a través de las cuales los NNA tienen la posibilidad de que sus
opiniones sean tomadas en cuenta y que sean asumidas según su grado de madurez
y desarrollo. No basta con escuchar las opiniones de los NNA, sino en socializarlas,
es decir, analizarlas, estudiarlas y validarlas, con el fin de que puedan ser
desarrolladas de manera efectiva para ayudar a detectar las vulnerabilidades y para
mejorar su situación.
La vulnerabilidad se desarrolla a través de factores económicos, como
ingresos insuficientes para satisfacer las necesidades básicas; sociales, como la falta
de acceso a los servicios públicos, a la educación y a la salud; y políticos, debido a la
ausencia de espacios de participación para la población (Vignoli, 2001). En este
sentido, debido a la amplitud de la noción de la vulnerabilidad, es preciso que los
procesos de ayuda partan por identificar, en primera instancia, cuáles son las
privaciones, necesidades y demandas de las poblaciones que se pretende ayudar,
reconociendo las causas por las cuales se han visto damnificadas a través del
tiempo, y estableciendo un conjunto de estrategias concretas para poder alcanzar los
objetivos en plazos de tiempo adecuados.
Mejorar la participación implica, por tanto, mejorar la socialización de ideas,
iniciativas y experiencias, que permitan generar un impacto positivo en el bienestar y
calidad de vida de las comunidades, a partir de proyectos sociales efectivos que
integren las capacidades y habilidades de la población. La participación, por tanto, es
una herramienta para construir el capital social, para lo cual es fundamental construir
y estructurar escenarios que vinculen a la sociedad civil con la esfera de lo público.
21
Si no se posibilita el desarrollo de este tipo de escenarios, no es posible incluir las
capacidades e iniciativas de la población en el desarrollo de procesos de cambio,
que partan por contemplar todas las opiniones y percepciones, incluyendo las de los
NNA, que, como se ha visto, deben tener la capacidad de hacer valer su opinión
sobre los asuntos que les incumben, y lograr que sea reconocida.
Por tanto, explica Marshall (1998), se debe motivar la generación de políticas
públicas que fomenten la participación de los NNA, incrementando la confianza,
Además, se debe generar una reflexión sobre el impacto negativo de la no inclusión
de este conjunto en la toma de decisiones sobre los espacios en los cuales
desarrollan su vida, como la familia y la escuela. La toma de consciencia sobre el
papel preponderante de la sociedad civil en las decisiones públicas, el fortalecimiento
de la participación política, la articulación de las organizaciones sociales con el
Estado, el mejoramiento de la confianza de la sociedad hacia los NNA son una
expresión de un cambio o transformación en la cultura política, fundamental para
garantizar el desarrollo de las comunidades.
La participación como eje central del proyecto, permite que los beneficiarios, así
como lo plantea la CEPAL, tengan un rol que ayudan a maximizar el impacto o la
incidencia de resultados per cápita de un proyecto, convirtiendo así este rol como
parte fundamental de estos procesos.
Existen múltiples pruebas en América Latina, África y Asia que la participación
incrementa substancialmente tanto la eficiencia como el impacto de los programas y
proyectos sociales.
Permite que el diagnóstico exprese la estructura de las necesidades objetivas,
priorizadas por la población destinataria.
Posibilita una formulación con alternativas de solución que optimicen las
opciones tecnológicas combinándolas con las potencialidades de los recursos
locales disponibles.
22
Hace que la evaluación, el monitoreo y el control de gestión se complementen
con el control social, lo que aumenta la productividad global del proceso del
proyecto.
Proporciona a los beneficiarios un sentimiento de positiva propiedad sobre un
proyecto a ellos destinado.
La pregunta no es, entonces, si la participación es o no deseable, sino en qué
realmente consiste y cómo debe ser implementada. La participación en su expresión
más pasiva consiste en recibir la información que resulta relevante para un proceso
decisorio. Pero se perfecciona en su forma activa cuando se traduce en incidir
concretamente en las decisiones que se adopten. (CEPAL pag 11)
Por lo tanto, un proyecto es participativo, cuando su población objetivo es un tiene el
rol central en la elaboración del diagnóstico, la priorización de las necesidades que
se van a satisfacer, caso de la “Estrategia de promoción de derechos de los NNA”
que llevo toda su metodología en rol de la participación de los NNA, como el medio
de las opciones técnicamente viables para lograr los objetivos perseguidos, el
monitoreo, el control de gestión y la evaluación ex-post.
4. PROYECTO: “Estrategia de Promoción de derechos de los niños, niñas y
adolescentes”
La UARIV es una entidad cuyo enfoque estratégico es el de acercar el Estado a las
víctimas del conflicto, a través de una coordinación eficiente de acciones que
promuevan la participación de las víctimas en su proceso de reparación. Ha sido un
escenario de trabajo para el diseño, la implementación y el seguimiento de políticas
público de atención y proyectos enfocados a la atención y reparación integral de las
víctimas del conflicto armado en Colombia. En respuesta a los principios que orientan
su función, la UARIV suscribió el Convenio 1015 de 2011 y 2295 de 2012 con la
Fundación Panamericana para el Desarrollo Colombia para su ejecución en cuatro
fases generales en un periodo de 2 años, que son: (ANEXO 1)
23
Etapa de Formulación: Se realiza una selección de los municipios de
intervención, selección del personal de campo para la intervención con
actividades pertinentes a la promoción de derechos. La definición de la
Estrategia, objetivo, logros, dimensiones de cobertura y población beneficiaria
directa e indirecta.
Etapa de sensibilización: Se reconocen las causas y consecuencias de la
falta de respeto y garantía de los derechos de NNA, promoviendo la no
repetición de las prácticas sociales, familiares, comunitarias, políticas y
culturales que generan condiciones favorables para la falta de respeto y
garantía de los derechos de NNA.
Etapa NNA como sujetos de derechos: Se busca que los NNA tengan la
capacidad de incidir en la creación o en el fortalecimiento de espacios de
participación y en la definición de la agenda pública. Además, se busca
promover el reconocimiento por parte de las administraciones municipales,
familias y comunidad a los NNA como sujetos de derechos, promoviendo la
implementación de políticas efectivas para su beneficio.
Apropiación local de la estrategia: Se busca fomentar la apropiación local
de la estrategia propuesta, con el fin de dejar capacidad instalada en el
municipio que facilite el respeto y la promoción de los derechos de los NNA.
A partir de esta línea de acción, la estrategia de promoción de derechos de NNA y
de prevención de su reclutamiento y utilización por parte de grupos organizados al
margen de la ley y grupos delictivos organizados: “Estrategia de promoción de
derechos del los niños, niñas y adolescentes”, desarrollada por la UARIV, buscaría
impulsar el cumplimiento de los siguientes objetivos contemplados por el CONPES
3673 de 2010, los cuales son:
Generar y fortalecer las herramientas de protección integral de NNA en
sus espacios vitales, prioritariamente en zonas con presencia ocasional,
frecuente o transitoria de grupos armados al margen de la ley que los
reclutan y utilizan.
24
Contribuir a la reducción de diversas formas de violencia ejercidas
contra los NNA en los entornos en los que transcurre su vida
Entregar a los NNA herramientas para desarrollar el pensamiento crítico
con el fin de que lograr que permanezcan en sus comunidades
desarrollando un proyecto de vida y reduciendo los NNA que son
reclutados y utilizados.
Desde el proyecto se establece la importancia de garantizar el desarrollo de un
entorno protector para los NNA en condición de vulnerabilidad, el cual se entiende
como un espacio físico en donde se establecen una serie de relaciones sociales
capaces de actuar conjuntamente para proteger, promover, exigir y defender los
derechos de NNA. Esto es, la sola presencia del menor en el programa tendría por
objeto reducir la condición de vulnerabilidad del mismo. Un entorno protector es
aquel que considera a los NNA como sujetos de derecho, que deben tener la
posibilidad de participar activamente en escenarios de participación, libres de todas
las formas de violencia, de explotación y de exclusión (Fundación Panamericana
para el Desarrollo, 2012)
A continuación se observan y analizan los criterios que se deben tener en
cuenta para el desarrollo de una evaluación dirigida proyectos de este tipo,
observando las estrategias que se pueden generar para evaluar aspectos como la
eficiencia, la eficacia, la pertinencia, el impacto y la sostenibilidad, y determinando la
manera en que se pueden proponer las recomendaciones, a partir de la información
recopilada, con el fin de mejorar el diseño los proyectos sociales.
5. LA EVALUACIÓN DE PROYECTOS SOCIALES
La evaluación debe ser utilizada, ante todo, como una herramienta que promueve el
bienestar social, que mejore la calidad de vida de las comunidades y que genere un
aporte efectivo en el desarrollo de las personas y de los grupos de personas que
comparten un objetivo común (Donaldson, 2012). El desarrollo de procesos de
evaluación en proyectos sociales, afirman Alsop, Frost y Holland (2006), es vital para
recrear la imagen presente y futura que las comunidades poseen sobre sí mismas y
25
su entorno, facilitando la identificación de sus problemáticas, necesidades y
potencialidades, estableciendo compromisos conjuntos y definiendo las iniciativas y
soluciones que permitan mejorar las situaciones adversas.
En torno a la manera de evaluar proyectos sociales, es importante reconocer
el análisis planteado por Cohen y Martínez (2010), quienes explican que a diferencia
de la evaluación inicial, en la cual se trabaja con objetivos y metas a alcanzar de
acuerdo con la planeación, en la evaluación final se utilizan los datos reales, medidos
en el proyecto, en donde se miden y estudian los datos relativos a la gestión. Para el
desarrollo de un buen proceso de evaluación se deben considerar la disponibilidad
de información confiable y válida, que permita generar recomendaciones eficientes
que ayuden en el mejoramiento de los proyectos.
Por su parte, Licandro y Echevarriarza (2006), afirman que la evaluación se
establece con el fin de determinar si en realidad es conveniente continuar con el
proyecto, definiendo estrategias y ajustes que permitan cumplir de manera más
efectiva con los objetivos propuestos. Específicamente, en la evaluación de
proyectos sociales se deben medir y sistematizar los resultados en torno a factores
como cobertura, focalización, eficacia, eficiencia, efectos, impacto y relación entre los
costos y el impacto. En todo caso, los resultados de la evaluación deben ser
difundidos al interior de la organización, con el objetivo de analizarlos y hacer las
correcciones necesarias para generar un efecto positivo en la eficiencia y el impacto.
En este sentido, el principal factor para tener en cuenta en la evaluación de
proyectos sociales, es que su principal actor, participante y gestor, sea la propia
comunidad que día a día enfrenta las consecuencias de la pobreza y de la
vulnerabilidad (González y Rangel, 2006). El Estado, por lo tanto, debe actuar detrás
del escenario, cumpliendo el papel de facilitador y asesor, brindando las
herramientas técnicas y tecnológicas que se precisan, además de las capacitaciones
útiles para promover los conocimientos en torno a temas de producción y de
mercadeo entre la población, pero siempre dejándole la última palabra y la toma de
26
decisiones a la comunidad, que debe ser la propia gestora de su desarrollo y de su
bienestar.
Cohen y Martínez (2010), consideran tres pilares desde los cuales se deben
evaluar los proyectos sociales. El primero de ellos es el trabajo, pues es un medio
clave del desarrollo social, humano y económico de toda comunidad. El segundo
pilar es la participación, la cual debe ser garantizada para cada una de las personas
que estén interesadas en promover y generar distintos tipos de iniciativas, y es la
base para que cada quien puede expresar libremente sus ideas y opiniones. Por
último, el tercer pilar es la solidaridad, ya que cada proyecto debe contar con la
cooperación activa de varias personas interesadas, además del apoyo y la asistencia
de entidades e instituciones, con el fin de que sea posible cumplir de manera
adecuada con los objetivos planteados.
Es importante tener en cuenta el enfoque planteado por Cousins y Whitmore
(1998), quienes reconocen la importancia de la evaluación participativa, como una
estrategia efectiva para incluir en los procesos de análisis las opiniones,
percepciones y experiencias de aquellos que cumplieron una parte activa en el
proyecto, como los organizadores, los participantes, los financiadores y los miembros
de las comunidades. Es un proceso que debe contar con un diseño y una
metodología flexible, pues se basa en el desarrollo de procesos colaborativos
basados en la inclusión y en el análisis de diversas perspectivas que permitan
evaluar de manera profunda lo que sucedió en la ejecución del proyecto.
Principalmente, las razones que plantean estos autores para aplicar un proceso de
evaluación participativa son las siguientes:
Permite desarrollar una evaluación más realista, que se ajuste a los hechos,
partiendo del análisis de los datos y la información generada por los
participantes.
Permite construir una mayor organización y capacidad individual.
Democratiza el proceso de evaluación.
Promueve el empoderamiento de los participantes.
27
Permite obtener un entendimiento claro y conciso sobre el proyecto.
Permite consolidar relaciones basadas en la confianza.
Según Donaldson (2012), en lugar de generar una distancia entre investigadores y
participantes, por medio de la evaluación participativa se establece un proceso de
democratización, una relación horizontal y simétrica en la cual no hay un sujeto que
analiza y define las características de un objeto, sino simplemente sujetos que
interactúan y que, partiendo de una situación de interpretación específica, se
encuentran y se comunican para analizar un proceso o proyecto en particular.
Sin embargo, para obtener las diferentes ventajas que se generan a partir de
un proceso de evaluación participativa, es importante realizar un proceso de
selección adecuado en donde se establezcan quiénes son los participantes con los
que se puede contar para el desarrollo de la evaluación, generando escenarios de
diálogo en donde las personas puedan expresar libremente sus opiniones, con el fin
de que los análisis realizados sean profundos y efectivos, y manteniendo un control
riguroso de los datos, con el fin de poder comunicar los resultados de la manera
esperada.
Según Alsop, Frost y Holland (2006), la evaluación de los proyectos sociales
que involucra un enfoque participativo promueve el empoderamiento de las
personas, en el sentido en que permite analizar las construcciones históricas y
sociales por medio de las cuales se establecen las percepciones de los grupos
involucrados en torno a un fenómeno en específico. En este sentido, la evaluación
surge como un proceso de reconocimiento y de aprendizaje, en donde se integran
los conocimientos teóricos de los investigadores sobre una situación o un problema,
con las experiencias y saberes que han elaborado las comunidades en medio de su
cotidianidad y de sus vivencias particulares.
Un aspecto fundamental de la evaluación al servicio del empoderamiento es
su poder transformador, pues le permite tanto al investigador como a las
28
comunidades e interesados poner sus conocimientos al servicio de cambios
fundamentales en el desarrollo de unas mejores condiciones de vida, con el fin de
reconocer y establecer las estrategias que favorecen el progreso, teniendo en cuenta
las particularidades del contexto, las necesidades de la población y la manera de
aplicar los aprendizajes en el desarrollo social, humano y económico del entorno
(Alsop, Frost y Holland, 2006).
Por medio de una evaluación de este tipo se producen una serie de
conocimientos que no sólo son de carácter interdisciplinario, sino que también
poseen un sentido emancipador, en la medida en que su principal objetivo es el de
reivindicar las percepciones y experiencias de las culturas y poblaciones
subordinadas ante las representaciones hegemónicas de la modernidad.
Es precisamente a través de esta articulación entre los conocimientos
científicos y humanísticos con los conocimientos empíricos, tradicionales, y
populares; entre el diálogo que se establece entre los aprendizajes teóricos de los
investigadores con la práctica cotidiana y cultural de las comunidades, que se
produce el empoderamiento, en medio de la cual los conocimientos se conciben
como prácticas, como experiencias vitales que se incorporan a las estrategias de
desarrollo y progreso.
Por otro lado, en cuanto a las consideraciones técnicas y metodológicas, la
evaluación de los proyectos sociales depende primordialmente de los estudios
previos realizados, en donde se contemplen las características de la población, del
ambiente y del mercado. En este sentido, las dos primeras condiciones que
posibilitan el examen a través de un proceso evaluativo son: que sus propuestas
sean congruentes con las problemáticas y los contextos, y que sean sustentables en
relación con el medio natural (García y Ramírez, 2009,).
El desarrollo exitoso de proyectos sociales diseñados por la población
vulnerable, sólo puede darse mediante el papel de organizaciones que ayuden a
compensar las carencias que enfrenta este tipo de población, brindándoles una
29
asesoría efectiva para poder alcanzar los resultados propuestos. Por otro lado, los
principales aspectos en los que deben fijarse la evaluación de los proyectos
sociales, acorde a RedeAmérica (2010) son:
1) El alcance, analizando qué grupos sociales se beneficiaron y qué actores se
involucraron en el proceso.
2) La amplitud, delimitando con precisión cuál fue el conjunto de capacidades
humanas que se promovieron y potenciaron.
3) La apropiación, enfocándose en el papel de los individuos como actores
claves en su propio desarrollo.
De lo anterior se puede deducir que el éxito de los proyectos depende de la
cooperación y la solidaridad que exista entre los participantes, y de la ayuda
eficiente de entidades y de instituciones que presten el apoyo financiero y técnico
necesario para poder planear y ejecutar las estrategias que permitan obtener una
serie de beneficios útiles para los participantes. Por ello, es posible afirmar, según
García y Ramírez (2009), que el desarrollo exitoso de diversos emprendimientos
no depende únicamente de las capacidades de la población, sino también de un
tejido de relaciones existentes entre instituciones, organismos del estado,
organizaciones sociales y entidades. El análisis y evaluación de estas redes es
vital para establecer recomendaciones que ayuden al fortalecimiento de los
proyectos, puesto que ayudan a incentivar la vocación y el espíritu emprendedor y
productivo de la comunidad, favoreciendo la mejora en la calidad de vida de la
población local.
En conjunto, el análisis que se ha planteado en este apartado permite
comprender e identificar una serie de criterios que deben tenerse en cuenta para el
desarrollo del proceso de evaluación al proyecto “Mambrú NO va a la guerra… Este
es otro cuento”, estableciendo los aspectos que se deben analizar para poder
proponer un conjunto de recomendaciones efectivas que ayuden a mejorar el diseño
y planteamiento de esta tipo de intervenciones sociales.
30
Finalmente el modelo de evaluación para el proyecto “Estrategia de promoción
de derechos de los niños, niñas y adolescentes, se desarrollara a través de la
formulación, evaluación y monitoreo de proyectos sociales de la CEPAL, en el cual
especificara los alcances, el cumplimiento de los objetivos del proyecto y que diseños
de la estrategia se quedan cortos a la hora de la formulación, implementación y
evaluación.
5.1 ¿Que es un proyecto social?
Según la CEPAL en su manual de formulación, evaluación y monitoreo de proyectos
sociales. Un proyecto social es la unidad mínima de asignación de recursos, que a
través de un conjunto integrado de procesos y actividades pretende transformar una
parcela de la realidad, disminuyendo o eliminando un déficit, o solucionando un
problema. Un proyecto social debe cumplir las siguientes condiciones:
1. Definir el o los problemas sociales, que se persigue resolver (especificar
cuantitativamente el problema antes de iniciar el proyecto).
2. Tener objetivos de impacto o de productos claramente definidos (proyectos con
objetivos imprecisos no pueden ser evaluados).
3. Identificar a la población objetivo a la que está destinada el proyecto (la que
teniendo las necesidades no puede satisfacerlas autónomamente vía el mercado).
4. Especificar la localización espacial de los beneficiarios.
5. Establecer una fecha de comienzo y otra de finalización.
Los proyectos sociales producen y/o distribuyen bienes o servicios (productos), para
satisfacer las necesidades de aquellos grupos que no poseen recursos para
solucionar autónomamente, con una caracterización y localización espacio-temporal
precisa y acotada.
El proyecto de la “Estrategia de promoción de derechos del los niños, niñas y
adolescentes” Cumple con las condiciones de evaluación de selección, que en
31
conjunto con el análisis que se realizara en el capitulo 6 del presente documento,
mostrará las dificultades en el diseño de la evaluación, su formulación e
implementación y el fracaso en especificar indicadores de impacto, en un proyecto en
el cual su metodología es cualitativa y descriptiva.
6. DISEÑO METODOLÓGICO
Se plantea el desarrollo de una evaluación cualitativa y descriptiva, con el objetivo de
desarrollar una propuesta para la formulación y implementación de “Estrategia de
promoción de derechos del los niños, niñas y adolescentes” a través de la evaluación
de proyectos sociales, analizando los resultados de la gestión, buenas prácticas,
objetivos de los productos y lecciones aprendidas, estudiando los componentes
teóricos que tiene el desarrollo del proyecto La CEPAL, en el manual de formulación,
evaluación y monitoreo plantea una serie de sugerencias y requisitos que deben
cumplir a nivel metodológico los proyectos sociales, de tal manera que la evaluación
se orientará por el análisis de dichas sugerencias, identificando en cada caso si los
lineamentos, estrategias y procesos que han sido implementados y cumplen con los
criterios mencionados en el documento.
A continuación se definen los pasos que orientan el desarrollo del estudio.
Motivación para evaluar:
Realizar una apreciación sistemática y objetiva sobre el proyecto.
Determinar la pertinencia de los objetivos del proyecto y su grado de
realización.
Reconocer las lecciones aprendidas y las buenas prácticas.
El proyecto no tuvo un diseño metodológico de evaluación.
Proponer recomendaciones para mejorar el diseño de futuras intervenciones.
Definición de unidad, qué, quienes y cuando: Se evalúa específicamente el
proyecto: “Mambrú no va a la Guerra… Este es otro cuento”, desarrollado por la
UARIV, desde el momento de su cierre o finalización. Con una intervención en 32
municipios de Colombia, con una población de intervención directa de NNA e
32
indirecta de padres de familia, comunidad e instituciones, en un periodo de
intervención de 2 años.
Necesidades informativas: La información recopilada mediante la evaluación es
importante para poder analizar y determinar las lecciones aprendidas durante la
ejecución del proyecto, las buenas prácticas y los errores cometidos, con el fin de
desarrollar la propuesta final en donde se incluyen una serie de recomendaciones
para mejorar el diseño y la planeación de los proyectos sociales.
Criterios de valor, preguntas relevantes: Las preguntas relevantes que guían el
desarrollo de la investigación se desprenden de los criterios clásicos de la
evaluación:
Eficacia: ¿En qué medida los objetivos han sido alcanzados?
Eficiencia: ¿qué resultados se han obtenido en relación con el esfuerzo
realizado? ¿Los resultados podrían haberse logrado de otra forma mejor?
Pertinencia: ¿En qué medida se justifica el proyecto en relación a las
prioridades de desarrollo?
Objetivo del producto: ¿Cuáles son los cambios y efectos positivos y
negativos? ¿Viabilidad/sostenibilidad: ¿En qué medida los efectos positivos
del proyecto continuarán después de que la ejecución del proyecto haya
finalizado?
Diseño metodológico: Una evaluación que se basa en el análisis cualitativo,
involucra y emplea métodos de recolección de datos, que deben cumplir con el
propósito de explorar y evaluar aspectos, dimensiones o componentes del fenómeno
que se investiga. La metodología de trabajo apuntará a analizar los componentes
“clásicos” de la evaluación (eficacia, eficiencia, pertinencia, impacto, viabilidad,
sostenibilidad) así como aquellos efectos no previstos y que en el curso del proceso
de ejecución se han desencadenado.
Búsqueda y diseño de fuentes de verificación primarias y secundarias: Como
no se cuenta con el desarrollo de una evaluación inicial que permita contrastar los
resultados obtenidos con los objetivos alcanzados, el principal instrumento con el que
33
se cuenta para analizar la información relevante son las narrativas de los líderes de
gestión del proyecto, en medio de las cuales se develan sus percepciones,
experiencias y conocimientos en torno a las fases de aplicación, los procesos que
guiaron el desarrollo de las actividades, la gestión organizacional, la participación de
la comunidad y los aspectos que se deben mejorar.
Recopilación y sistematización de datos: El desarrollo de la investigación permite
evaluar el desarrollo y ejecución de un proyecto específico desarrollado por la
UARIV, considerando para ello las narrativas, experiencias y percepciones de sus
líderes, estableciendo así un diagnóstico completo e integral sobre los objetivos,
indicadores, lecciones aprendidas y buenas prácticas.
Análisis e interpretaciones: A partir de la recolección de la información y de
análisis, a partir de los informes sobre el desarrollo del proyecto, se produce el
análisis de la misma, orientando los resultados de la propuesta final.
Juicios: Los juicios se establecen como la base de partida para una propuesta para
la formulación, evaluación y monitoreo de proyectos sociales, planteando la manera
en que deben plantearse este tipo de programas, y explicando los aspectos y
objetivos que se deben considerar en las fases de planeación, ejecución y cierre.
Recomendaciones: Se establecen recomendaciones para el desarrollo de cada una
de las procesos, previniendo cualquier tipo de percances que puedan ocurrir en su
desarrollo; en la fase de ejecución es vital para poder replantear y realizar los ajustes
necesarios si se llegan a presentar desviaciones o modificaciones en el proceso; y,
por último, en la fase final, se posibilita la realización de evaluaciones precisas y
estimaciones de los costos del proyecto, contando con una serie de especificaciones
detalladas en torno a los recursos técnicos y humanos que han sido utilizados.
Comunicación de resultados: La propuesta final se desarrolla partiendo de una
evaluación detallada, que permite reconocer los aspectos que se deben tener en
cuenta para mejorar la formulación, ejecución y seguimiento de los proyectos
sociales, sirviendo de gran ayuda para el desarrollo de futuras intervenciones, y
generando así un beneficio importante no sólo para las persona que organizan,
34
gestionan y financian esta clase de proyectos, sino también para la comunidad que
participa activamente en emprendimientos que les permiten, por medio del enfoque
de la participación, desarrollar plenamente sus capacidades para enfrentar las
situaciones adversas. Es importante comunicar los resultados y las recomendaciones
a los agentes interesados, con el fin de que se apliquen de manera efectiva las
mejoras.
7. Evaluación
Existen dos tipos de evaluación según el momento que se realiza y el objetivo
perseguido:
1. Evaluación ex-ante, que se realiza antes de la inversión y la operación. Ella
permite estimar tanto los costos como el impacto (o beneficios) y así tomar la
decisión (cualitativa) de implementar o no el proyecto. A partir de esto resulta posible
priorizar distintos proyectos e identificar la alternativa óptima para alcanzar los
objetivos perseguidos.
2 Evaluación ex-post se lleva a cabo tanto en la etapa de operación como una vez
finalizado el proyecto. La cual tiene dos funciones:
una cualitativa, que permite decidir si debe continuarse o no con el
proyecto - cuando se realiza durante la operación-, o establecer la
conveniencia de formular otros proyectos similares -cuando esta haya
finalizado. Esta última será tomada par el presente estudio de caso.
otra cuantitativa, que surge en proyectos que se encuentran operando y
posibilita tomar la decisión de si es necesario o no reprogramar. (CEPAL)
7.1. Análisis del proyecto
A continuación se expone la evaluación de los principales aspectos que, de acuerdo
al planteamiento teórico y conceptual que se ha desarrollado, posibilitan el éxito de
los proyectos sociales.
35
7.1.1. Claridad en el objetivo.
Siguiendo el análisis planteado por La CEPAL en el Manual para la Formulación,
Evaluación y Monitoreo de Proyectos sociales, la elaboración es el punto de partida
del ciclo de vida de un proyecto. En esta fase se diseña y se proporciona la
estructura del proyecto; se define qué es lo que se pretende conseguir, cómo se
logrará y cómo se verificarán los progresos. Por ello, la fase de elaboración es la más
significativa, pues de ello depende en gran medida el éxito y buen funcionamiento de
cada una de las etapas y fases del proyecto.
A través de la elaboración, los objetivos que se proponen a través de la ejecución del
proyecto eran:
Generar y fortalecer las herramientas de protección integral de NNA en sus
espacios vitales, prioritariamente en zonas con presencia ocasional, frecuente
o transitoria de grupos armados al margen de la ley que los reclutan y utilizan.
Contribuir a la reducción de diversas formas de violencia ejercidas contra los
NNA en los entornos en los que transcurre su vida
Entregar a los NNA herramientas para desarrollar el pensamiento crítico con
el fin de que lograr que permanezcan en sus comunidades desarrollando un
proyecto de vida y reduciendo los NNA que son reclutados y utilizados.
Brindar Capacidad instalada con las guías metodológicas en promoción de
derechos.
La estrategia pueda convertirse en una política pública en los municipios de
focalización.
Para cumplir estos objetivos, el instrumento principal que se emplearía serían los
programas de prevención y talleres de participación, que partiesen del
reconocimiento de los NNA como sujetos de derechos, garantizando, protegiendo, y
promoviendo sus derechos.
7.1.2. Objetivos del producto
Según el manual desarrollado por la CEPAL, los productos de un proyecto social
deben ser congruentes con las problemáticas y necesidad de cada contexto. En
36
particular, deben ayudar a mejorar la calidad de vida y el bienestar de la población
vulnerable. Los productos que plantea una alternativa son los medios con que busca
producir el impacto deseado. Son el bien o servicio terminal que recibe la población
objetivo. Por tanto, es necesario especificar con claridad los productos de cada
alternativa y su población beneficiaria. El producto como tal, para el proyecto serían
las iniciativas desarrolladas por los NNA en los espacios de participación, pero no se
definen objetivos claros para la ejecución práctica de cada una de ellas.
7.1.3. Planteamiento del problema
De acuerdo a las consideraciones expuestas en el manual de la CEPAL, la existencia
de un problema es el punto de partida de los proyectos de desarrollo, la descripción
del problema justifica la necesidad de la intervención, y el documento del proyecto
explica cómo contribuyen las acciones previstas a su solución. En todo caso, no es
posible lograr establecer y definir la solución de un problema si primero no se realiza
un esfuerzo por conocerlo y analizarlo en todas sus dimensiones.
En este sentido, el objetivo general de todo proyecto parte por identificar un
problema que deviene de una carencia o necesidad de la población, o de aprovechar
una oportunidad cuyos resultados podrían beneficiar a un grupo específico de
personas en condición vulnerable. Aunque identificar el problema es el primer paso,
el hecho de haberlo conseguido no significa realizar un proyecto, pues, el proyecto
hace referencia al conjunto de medidas y acciones que se determinan con el fin de
dar una respuesta satisfactoria a un problema específico, de manera racional y
estratégica.
El proyecto “Estrategia de promoción de derechos del los niños, niñas y
adolescentes”, parte de una problemática clara que afecta considerablemente los
derechos de los NNA, el cual es el reclutamiento ilícito por parte de los grupos
ilegales. En este sentido, el proyecto se establece como una estrategia para
disminuir y reducir este fenómeno, a través del fortalecimiento de los espacios de
participación para los NNA.
37
Sin embargo, algo de lo que carece el proyecto, y que es especificado en el
manual de la CEPAL, es que se deben identificar profundamente los aspectos
negativos de una situación y establecer relaciones de “causa-efecto” entre los
problemas existentes, comprendiendo las causas del problema y los efectos que éste
ocasiona entre los beneficiarios. Aunque en el proyecto se presenta el problema, no
se hace esta relación de causa y efecto, ni se analiza con detenimiento en qué
medida se han visto afectadas las poblaciones por el reclutamiento ilícito de
menores,
7.1.4. Metodología.
Cabe resaltar, en primera instancia, que el proyecto contó con una metodología
basada en la importancia de generar una comunicación continua con la comunidad.
En efecto, la metodología consistía en generar un vínculo directo con las
comunidades, familias y escuelas en donde se generaron las actividades del
proyecto, mediante la creación de espacios en donde los niños y niñas tuvieran la
posibilidad de encontrarse consigo mismos, y de reflexionar en torno a las
situaciones negativas que han tenido que atravesar, analizando las posibles
soluciones y determinando estrategias conjuntas para mejorar su bienestar.
7.1.5. Etapas del proyecto.
En la siguiente tabla (No. ANEXO 2) se presentan las etapas del desarrollo del
proyecto, incluyendo los objetivos y un análisis evaluativo para cada uno de ellos.
7.1.6. Fases de planeación.
Para su implementación se preveía una serie de fases que llevaban asociadas la
obtención de determinados objetivos concretos. En la siguiente tabla (No. 2) se
muestran dichas fases con sus correspondientes objetivos. (ANEXO 3)
7.1.7. Ejecución del proyecto.
La implementación se llevaría a cabo en una serie de actividades concretas y
estructuradas. Aun cuando el proyecto no contemplaba esta clasificación, podemos
identificar como las actividades fueron referidas a las siguientes: Selección de la
muestra:
38
Seleccionar el municipio en donde se aplica el proyecto, a partir de estudios
previos que den cuenta de su situación actual y de sus necesidades en
materia de participación y desarrollo de iniciativas de acción social.
Focalizar un conjunto de sitios o lugares (corregimientos, cabeceras
municipales, inspecciones, escuelas, etc…) claves para el desarrollo de las
actividades.
Para cada sitio seleccionado, definir la cobertura poblacional y territorial, así
como los participantes por género.
Se clasifican los participantes por roles.
Identificación de riesgos, amenazas y vulnerabilidades.
Con el apoyo de la población, se identifican los riesgos, amenazas y
vulnerabilidades.
Proceso de reconocimiento participativo sobre la situación de los derechos de
los NNA en el municipio.
Determinación de causas y consecuencias de la vulneración a los derechos de
los NNA.
Propuestas de solución.
Proceso de planeación de las iniciativas y proyectos de los NNA.
Por grupos, los niños proponen sus iniciativas, las cuales se registran como el
resultado final del proyecto.
Se establecen las conclusiones y recomendaciones a partir de los resultados
de la intervención.
Como se puede apreciar, el proyecto seguiría un hilo conductor que permite llevar un
registro detallado de las actividades, así como orientar los objetivos de acuerdo a
una serie de pasos y procedimientos específicos.
Por otro lado, cada una de las etapas debe estar debidamente justificada. Según el
manual de la CEPAL, en la justificación básicamente se exponen las motivaciones
por las cuales se desarrolla la etapa, haciendo énfasis en la forma en que ésta
contribuirá al desarrollo local, mejorando la calidad de vida y el bienestar de la
39
población vulnerable. Además de ello, en la justificación se definen las razones por
las cuales las etapas del proyecto son coherentes con las políticas de desarrollo de
la región, y con las necesidades y privaciones particulares de la población. En el
caso del proyecto que se evalúa, aunque las etapas se mencionan y se describen, no
se justifican con la profundidad esperada, por lo cual se sugiere justificar de manera
adecuada cada etapa y acción.
7.1.8. Participación de la comunidad.
En el desarrollo de proyectos sociales la participación debe ser garantizada para
cada una de las personas que estén interesadas en promover y generar distintos
tipos de iniciativas, y es la base para que cada quien puede expresar libremente sus
ideas y opiniones. Sin duda alguna, en el proyecto se incentivó y se fortaleció la
participación de las comunidades atendidas, por medio de espacios en donde
expresaban sus ideas y reflexiones en torno a las problemáticas y vulnerabilidades
que los afectaban. Así mismo, se tuvieron en cuenta las percepciones e ideas de los
niños para motivarlos a desarrollar sus iniciativas. Por tanto, se puede decir que la
participación ha sido el pilar fundamental de este proyecto, la cual ha permitido
cumplir con los objetivos programados.
De acuerdo al Manual de la CEPAL, para potenciar la participación de la
comunidad en el proyecto se deben analizar, de manera inicial sus fortalezas y
debilidades, que se refieren a al capacidades internas que favorecen o limitan la
aplicación efectiva de las estrategias y acciones para alcanzar los objetivos del
proyecto. Si al analizar estos aspectos se llega a la conclusión de que los
participantes poseen un conjunto de debilidades que les impiden realizar y ejecutar
con éxito el proyecto, se deben tomar uno de estos dos caminos: incluir nuevos
participantes que complementen y potencien las fortalezas de los demás, o realizar
capacitaciones, ya sea por parte de los propios integrantes, o con ayuda de las
entidades de financiación, para así superar las debilidades. En todo caso, una buena
estrategia de proyecto consiste en aprovechar al máximo las fortalezas de los
participantes, y en adoptar medidas para disminuir y eliminar el impacto negativo de
las debilidades.
40
Para el que caso del proyecto que se evalúa, las capacidades y fortalezas de
los NNA se analizaron a través de los talleres de participación, a través de los cuales
se establecieron estrategias para fortalecerlas y mejorarlas, a través del desarrollo
continuo de sus iniciativas.
Para el desarrollo de la evaluación del proyecto “Estrategia de promoción de
derechos de niños, niñas y adolescentes”, se cuenta como principal herramienta los
informes finales en torno a la aplicación y desarrollo del proyecto, en medio de las
cuales se develan las experiencias y conocimientos en torno a las fases de
aplicación, los procesos que guiaron el desarrollo de las actividades, la gestión
organizacional, la participación de la comunidad y los aspectos que se deben
mejorar. En primer lugar, se presentan los resultados de dichas narrativas, para
luego, a partir de ello, aplicar los pasos de evaluación que se establecieron y
definieron en la metodología.
7.1.9. Seguimiento y evaluación interna del proyecto.
En este punto se encuentra la principal debilidad del proyecto, pues nunca se
generaron evaluaciones de línea base, o evaluaciones iniciales que permitieran
prever el impacto que se esperaba obtener, para analizar estructuralmente cada uno
de los componentes y fases del proyecto, corregir a tiempo los errores, fortalecer las
debilidades y potenciar las fortalezas. Este es un aspecto fundamental que se debe
tener en cuenta para la realización de proyectos sociales, con el objetivo de medir
una serie de objetivos que después puedan ser analizados de acuerdo con los
resultados obtenidos.
A pesar de que no se desarrolla una evaluación de línea base para el
proyecto, sí se estableció una evaluación final en donde se consultó la participación
de las comunidades intervenidas. Las preguntas que guiaron esta evaluación fueron:
1. ¿Qué cambios ha habido en las familias y en la comunidad desde el inicio
del programa?
2. ¿Qué diferencia han hecho estos cambios en la vida de la gente, en
particular en la de los niños, niña y adolescente?
41
3. ¿Qué oportunidades de mejora identifica para la implementación del
programa en el municipio?
4. ¿Qué recomendaría para la sostenibilidad de la Estrategia en el corto,
mediano y largo plazo?
A partir de las reflexiones de la comunidad en torno a las preguntas se analizó el
desarrollo de la intervención, se propusieron mejoras y se consolidaron los
resultados para orientar el desarrollo de la propuesta en otros municipios del país.
De acuerdo al análisis desarrollado en el manual de la CEPAL, todo proyecto social
debe orientarse por los siguientes aspectos:
Definición del problema: implica conocer detalladamente cuáles son las
causas y consecuencias del problema que se pretende solucionar con el
proyecto.
Evaluación de línea base: Se orientan los objetivos y se analizan cuáles son
los resultados que se esperan obtener.
Acceder a fuentes información: Son todas aquellas fuentes que se pueden
revisar para tener acceso a información sobre el producto o servicio que se
espera producir.
Desarrollo de la intervención: Una vez se identifica el problema y se analiza
la información, se desarrollan las estrategias y procesos.
Desarrollo de la evaluación final: Se analiza cuáles fueron los resultados de
la intervención.
A pesar de que el proyecto plantea un adecuado planteamiento del problema, y se
nutre de la información necesaria, no desarrolla un proceso de evaluación de línea
base, y se limita, en la evaluación final, a analizar la primera etapa /reconocimiento.
Por tanto, se debe implementar un proceso de evaluación integral, al principio y al
final, que permite prever y medir los resultados.
42
7.2. Análisis de los criterios de evaluación.
A continuación se presenta la evaluación del proyecto, teniendo en cuenta los
criterios clásicos de un proceso evaluativo para proyectos
Eficacia. ¿En qué medida los objetivos han sido alcanzados?: El proyecto
demuestra una buena eficacia, teniendo en cuenta que la estrategia
desarrollada, las actividades generadas y los procesos efectuados propiciaron
cambios en la vida, las actitudes y comportamientos de los NNA. A partir de
las actividades fue posible cambiar de una manera positiva sus impresiones
sobre su entorno, y que entendieran las distintas posibilidades que tienen para
mejorar su situación. Por otro lado, los NNA fortalecieron considerablemente
sus capacidades para reflexionar y analizar las situaciones que los rodean,
aprendieron la importancia de expresas sus ideas e impresiones sin temor, de
ser solidarios y de respetar las opiniones de los demás, generando así un
ambiente armonioso basado en la aplicación continua de valores.
En cuanto a la cobertura total del proyecto, Los talleres con niños y niñas,
adolescentes y adultos, y también las mesas de trabajo interinstitucionales
permitieron la vinculación de actores para la elaboración de los diagnósticos y
la identificación de factores de riesgo y las capacidades de protección,
obteniendo las cifras que se muestran en la siguiente tabla (No. 3)
Tabla (3) Cobertura total del proyecto – Indicador de Producto
Actores Total de
personas
programadas
Total de personas que
participaron
Porcentaje de
la cobertura
Niños, niñas y
adolescentes
5.040
personas.
6.268 personas (3.716 niños y
niñas y 2.552 adolescentes):
124%
Adultos 3.780
personas
3.757 personas, de los cuales 71
son personas de organizaciones
y/o funcionarios de entidades del
sector privado.
99%
Funcionarios públicos
municipales vinculados
al proceso
756 personas 790 personas
104%
43
Como se puede apreciar, el porcentaje de la cobertura superó las expectativas en el
caso de los NNA y de los funcionarios públicos vinculados al proceso. Sólo en el
caso de los adultos la cobertura fue menor a la esperada, pero sólo por un 1%.
La intervención del proyecto tuvo un cubrimiento en 10 departamentos (Antioquia,
Huila, Caquetá, Meta, Norte de Santander, Tolima, Vichada, Cauca, Guaviare y
putumayo) y 32 municipios focalizados, los cuales fueron con 2 criterios de
selección. 1. Altas cifras de reclutamiento en NNA y 2. Zonas de conflicto armado.
En la siguiente tabla (No. 4) se muestran los indicadores de evaluación para la
eficacia del proyecto.
Tabla (4) Indicadores de eficacia
Indicador Evaluación
Cobertura del proyecto Se cumple, y se supera con las expectativas de la cobertura.
Fortalecimiento de las
capacidades de los NNA para
reflexionar y analizar su
situación.
Por medio de los espacios de participación se promueven y fortalecen
las capacidades de los NNA para generar reflexiones profundas en
torno a la realidad en la que viven.
Desarrollo y ejecución de las
iniciativas por parte de los
NNA.
Aunque se generan los espacios para que los NNA diseñen y
planifiquen sus iniciativas con el fin de mejorar sus posibilidades de
participación, no se ejecutan dichas iniciativas, pues el proyecto se
limita a propiciar los espacios para que los NNA tengan la oportunidad
de proyectar sus estrategias, pero no de desarrollarlas.
Eficiencia. ¿Qué resultados se han obtenido en relación con el esfuerzo
realizado? ¿Los resultados podrían haberse logrado de otra forma
mejor?: Uno de los principales resultados obtenidos, a demás del cambio en
la actitud y en los procesos de aprendizaje de los NNA, es que los adultos
aprendieron que los NNA también tienen opiniones y percepciones valiosas
que deben ser tenidas en cuenta, y que es importante considerar sus
derechos de participación y libre expresión, además de entender la necesidad
de afecto, protección y oportunidades que requieren para desarrollarse de una
manera integral.
44
Se reconoce que la estrategia utilizada a lo largo del proyecto, basada en
generar encuentros y espacios de comunicación con la comunidad, en donde
las personas tuvieras la oportunidad de reflexionar sobre su situación actual y
sobre las oportunidades que tienen los NNA de expresarse y de participar
activamente en los procesos de toma de decisión, es la más acertada, pues
aunque requiere de mucho tiempo y esfuerzo, permite generar una interacción
adecuada con las personas, y darles la oportunidad de desarrollar sus ideas y
de aprender nuevos conocimientos que les ayuden a comprender mejor su
situación, a evaluarla y a proponer iniciativas efectivas.
Para analizar la eficiencia, es importante analizar el logro de cada una de las
actividades desarrolladas a través del proyecto, que corresponden a los
espacios participativos diseñados para sensibilizar y promover la reflexión en
los participantes. En la siguiente tabla (No 5), se muestran los logros
obtenidos en cada actividad. (ANEXO 4)
A continuación, en la siguiente tabla (No. 6), se muestran los indicadores de
eficiencia con su correspondiente evaluación.
Tabla (6) Indicadores de eficiencia
Indicador Evaluación
Desarrollo de espacios para
fomentar la participación de los
NNA
Se concretó la pparticipación activa de 10.815 personas, entre NNA,
padres de familia, cuidadores de niños y niñas, líderes comunitarios,
directivos de centros educativos y docentes, funcionarios públicos y
profesionales de instituciones privadas y no gubernamentales.
Calidad de las actividades
desarrolladas a lo largo del
proyecto
Como se vio en la tabla No. 4, a través de las actividades se
generaron logros importantes para el complimiento de los objetivos.
Cambio en la actitud de los
adultos frente a los NNA
Gracias a las actividades fue posible dar a entender a los adultos la
importancia de promover y fortalecer la participación de los NNA.
Pertinencia: ¿En qué medida se justifica el proyecto en relación a las
prioridades de desarrollo? El proyecto cumple con el criterio de pertinencia
en la medida en que las iniciativas desarrolladas y gestionadas parten de un
45
análisis, desarrollado por los propios NNA, en torno a la situación actual que
atraviesan, sus necesidades vulnerabilidades. De esta manera, se puede
concluir que las iniciativas desarrolladas a través del proyecto son pertinentes,
en la medida en que parten de un análisis detallado de las necesidades, con el
fin de ayudar de manera efectiva en el desarrollo y mejora del bienestar de los
NNA.
Con el fin de que las estrategias y actividades fueran pertinentes con las
problemáticas de la comunidad, en cada municipio se desarrollaría una
relación de amenazas, vulnerabilidades y capacidades identificadas en el
proceso de Reconocimiento. Un ejemplo de la manera es que se establece
este proceso se muestra en la siguiente tabla (No. 7)
Tabla (7) Amenazas, vulnerabilidades y capacidades
Amenazas Vulnerabilidades Capacidades
Conflicto armado y
narcotráfico.
Microtráfico de drogas y
consumo.
Matoneo
Rompimiento del tejido
social
Hogares desestabilizados.
Desorganización
comunitaria.
Baja capacidad de
entidades educativas
Analfabetismo.
Niñas Adolescentes
cautivadas por los grupos
armados
Gestión desde la Alcaldía
de El Tambo y sus
entidades.
Presencia de entidades y
programas del nivel
Nacional.
Presencia de
Organizaciones No
Gubernamentales y del
sector privado
A continuación, en la siguiente tabla (No. 8), se muestran los indicadores de
evaluación para la pertinencia:
Tabla (8) Indicadores de pertenencia
Indicador Evaluación
Análisis y
documentación de
la información
El proyecto contó con una amplia información sobre estos aspectos, partiendo
de datos ofrecidos por las autoridades locales, además de los informes que
46
sobre
vulnerabilidades y
riesgos.
rendía la comunidad en los escenarios de participación.
Reconocimiento de
la situación previa
de los NNA en cada
comunidad.
A lo largo del proyecto se elaboraron documentos con los resultados del
proceso, y se tuvieron en cuenta los informes municipales acerca de los riesgos
que amenazan y vulneran los derechos de NNA. Se tuvo en cuenta la
percepción de los diversos actores, identificando las capacidades institucionales,
de la comunidad, las familias y los NNA, para promover y garantizar su
protección.
Pertinencia de las
estrategias
desarrolladas
frente a los
hallazgos.
Por medio de la información recopilada se diseñaron los talleres con Niños,
Niñas, Adolescentes, adultos, docentes y funcionarios municipales, que
permitieron la vinculación de actores para la elaboración de los diagnósticos y la
identificación de causas y consecuencias de la falta de respeto y garantía de los
derechos de los NNA, y los factores de protección por sitio focalizado.
En el manual desarrollado de la CEPAL, se explica que el éxito de los
proyectos sociales depende en gran medida de la posibilidad de reconocer y
comprender la diferentes necesidades y carencias de la población vulnerable, pues la
vulnerabilidad no sólo se define a partir de la falta de satisfacción de las necesidades
materiales, sino que también incluye las conductas discriminatorias o las
consecuencias producidas por los conflictos sociales, tales como la violencia, la
inseguridad y el desplazamiento. Por ello, la elaboración y planeación de un proyecto
social debe comprender la variedad de carencias e insatisfacciones de la población
vulnerable, las particularidades del contexto, y los problemas que deben enfrentar en
su cotidianidad, como la inseguridad o la falta de acceso a servicios básicos, lo cual
hace que el desarrollo exitoso de dichos proyectos se vea entorpecido y debilitado
constantemente por factores negativos, ante los cuales es preciso diseñar una serie
de estrategias precisas que sean útiles para poder superar las situaciones adversas.
En este sentido, se puede afirmar que el proyecto cumple con este requisito,
en la medida en que la estrategia incluye una fase inicial de reconocimiento, en
donde se analizan, por medio de informes y de la propia participación de la
comunidad, las diferentes necesidades que tienen las personas que harán parte del
proyecto, las situaciones que deben ser mejoradas a través de intervenciones
47
efectivas, y las capacidades que poseen para superarlas. A partir de este análisis se
diseñan las estrategias y procesos que orientan el desarrollo del proyecto.
Impacto ¿Cuáles son los cambios y efectos positivos y negativos?
¿Cuáles son los cambios previstos o no previstos en el proyecto, en
relación con los beneficiarios? Los principales logros y efectos positivos del
proyecto son los siguientes:
Reconocer a los niños, niñas y adolescentes como sujetos de
derechos.
Tener en cuenta las necesidades, la voz y las reflexiones tanto de los
niños como de las niñas.
Atender a los requerimientos y problemáticas particulares que afectan
la vida cotidiana y el ejercicio de derechos de los NNA.
Indagar, hacer visibles y buscar soluciones a las problemáticas, a partir
de las decisiones de los miembros de los grupos infantiles y
adolescentes de participación.
En general, las iniciativas parten de una reflexión sobre la realidad del goce efectivo
de derechos de los niños, niñas y adolescentes en cada sitio focalizado y de la
problematización de las situaciones de amenaza y vulneración que enfrentan en
cada lugar donde se desarrolla el programa. Por tanto, se puede decir que el
proyecto alcanza logros importantes en cada comunidad, debido a que se
implementan una serie de principios, fases y actividades que orientan la consecución
de las metas, y que permiten llevar cuenta de los resultados obtenidos.
El impacto también se mide en las estrategias y resultados desarrollados en torno a
la identificación de los derechos de los NNA vulnerados en cada población. Para ello,
a partir de los talleres participativos, de los informes de las autoridades, y de los
diálogos con la comunidad, se establecía una matriz de análisis, en donde se definen
los derechos vulnerados, las posibles causas, y los efectos y consecuencias. A
continuación se muestra un ejemplo de la manera en que se establece esta matriz:
48
De esta manera se establecía un análisis adecuado en torno a las cusas y efectos de
los derechos vulnerados. Sin embargo, la estrategia llegaba hasta el reconocimiento
de las vulnerabilidades, pero no en proponer acciones efectivas que ayudaran a
remediar la situación negativa detectada.
A continuación, en la siguiente tabla (No. 9) se muestran los indicadores de
evaluación para el impacto.
Tabla (9) Indicadores de incidencia
Indicador Evaluación
Atención a las necesidades y
requerimientos de la población en
materia de participación de los NNA
Los talleres de participación no sólo lograron que los NNA fueran
escuchados y que tuvieran la libertad de expresas sus ideas, sino que
además los adultos comprendieron la importancia de generar este
tipo de espacios, y de reconocer a los menores como sujetos activos
que pueden influir considerablemente en los procesos de toma de
decisiones.
Además, se generó el reconocimiento de la Unidad de Víctimas como
un actor estratégico en los municipios, para la Promoción de los
derechos de los NNA
Colaboración con distintas
instituciones
El proyecto contó con un amplio respaldo de las autoridades locales
en 62 municipios de 16 departamentos del país. Sin embargo, no se
contó con asociaciones u organizaciones que ayudaran a materializar
en la práctica las iniciativas que fueron formuladas por los NNA
durante los talleres de participación
Identificación de las problemáticas y
construcción de estrategias efectivas
para su solución.
El proyecto parte de una fase de reconocimiento en donde se
identifican las necesidades, vulnerabilidades y factores de riesgo. A
partir de esta información se diseñan las actividades y se planifican
los objetivos.
Viabilidad/sostenibilidad ¿En qué medida los efectos positivos del
proyecto continuarán después de que la ejecución del proyecto haya
Derecho vulnerado: Derecho a la vida y a
la calidad de vida y a un ambiente sano.
Causa: Inadecuado manejo de las
basuras y contaminación de las fuentes
hídricas.
Efecto: Enfermedades y muerte
49
finalizado? Un aspecto importante que se debe mencionar en este aspecto es
que el proyecto está enmarcado en la Estrategia de “Promoción de Derechos
de los niños, niñas y adolescentes”, que se entiende como una iniciativa
liderada por la UARIV, e implementada por FUPAD-Colombia, con el fin de
contribuir a la generación de acciones para la protección de los derechos
humanos de la niñez y la adolescencia en cada municipio focalizado. De esta
manera, teniendo en cuenta que el proyecto hace parte de una estrategia que
abarca varias iniciativas, se puede decir que los efectos positivos del proyecto
tienen una continuidad en el tiempo, en la medida en que se siga desarrollado
la estrategia por parte de las entidades mencionadas.
Por otro lado, uno de los objetivos centrales del proyecto es fomentar la
apropiación local de la estrategia propuesta en el marco de la política
pública de promoción de derechos de los NNA, con el fin de dejar
capacidad instalada en el municipio que facilite el respeto y la promoción de
los derechos de los NNA.
A continuación, en la siguiente tabla (No, 10) se muestran los indicadores de
evaluación para el impacto.
(Tabla 10) Indicadores de sostenibilidad
Indicador Evaluación
Capacidad instalada No se establecen las medidas ni las estrategias necesarias para
dejar instaladas entre la población las capacidades y habilidades
necesarias para seguir con la implementación de la estrategia.
Capacitaciones para mantener
la estrategia.
Al final del proyecto, no se implementan capacitaciones para que la
población aprenda una serie de conocimientos y habilidades que
les permitan continuar aplicando por sí mismos la estrategia para
el desarrollo y fortalecimiento de la participación de los NNA.
Responsables y asociados para
continuar con las actividades
No se definen responsables que orienten el diseño y aplicación de
las actividades.
50
7.3. Expectativas y objetivos cumplidos
A continuación se establece un análisis en donde se confrontan las expectativas del
proyecto frente a los logros que se han obtenido.
7.4. Buenas prácticas y lecciones aprendidas
En síntesis, el desarrollo de la evaluación permite identificar el siguiente conjunto de
buenas prácticas y de lecciones aprendidas.
Buenas prácticas
El objetivo que se propone a través del proyecto es claro, y se especifica
también la manera de alcanzarlo.
51
El proyecto contó con una metodología definida, basada en la importancia de
generar una comunicación continua con la comunidad.
El proyecto contó con unas fases bien definidas, que perseguían unos
objetivos concretos.
El desarrollo y ejecución del proyecto se estableció a partir de actividades
concretas y estructuradas
El proyecto siguió un hilo conductor que permite llevar un registro detallado de
las actividades, así como orientar los objetivos de acuerdo a una serie de
pasos y procedimientos específicos.
En el proyecto se incentivó y se fortaleció la participación de las comunidades
atendidas, por medio de espacios en donde expresaban sus ideas y
reflexiones en torno a las problemáticas y vulnerabilidades que los afectaban.
Se estableció una evaluación final en donde se consultó la participación de las
comunidades intervenidas
La estrategia desarrollada, las actividades generadas y los procesos
efectuados propiciaron cambios en la vida, las actitudes y comportamientos de
los NNA
El proyecto cumplió con el criterio de pertinencia en la medida en que las
iniciativas desarrolladas y gestionadas parten de un análisis, desarrollado por
los propios NNA
Se fomentó la apropiación local de la estrategia propuesta en el marco de la
política pública de promoción de derechos de los NNA.
Lecciones aprendidas
Antes de iniciar la ejecución del proyecto, se debe realizar una evaluación de
línea base que permita prever el desarrollo y alcance de los objetivos.
Para dejar la capacidad instalada en las comunidades, es preciso seleccionar
los responsables que se encargarán de reunir a las personas y de generar los
espacios de reflexión y propuesta de iniciativas.
52
Es importante realizar seguimientos posteriores en las comunidades
intervenidas para ver qué cambios se han generado a partir del desarrollo del
proyecto en lo relacionado al respeto de los derechos de los NNA y a su
participación.
Al final del proyecto, se deben implementan capacitaciones para que la
población aprenda una serie de conocimientos y habilidades que les permitan
continuar aplicando por sí mismos las estrategias adecuadas para el
desarrollo y fortalecimiento de la participación de los NNA.
Aplicar un proceso de evaluación que permita analizar el desarrollo de cada
una de las etapas del proyecto, y no sólo la primera, en la cual se establece el
reconocimiento de la comunidad en donde se desarrollará el proyecto.
Es importante que las iniciativas diseñadas por los NNA durante los talleres,
sean implementadas y ejecutadas en la práctica, con el objetivo de que ellos
vean realizadas sus ideas, y que noten que efectivamente sus iniciativas
pueden ser llevadas a cabo con el fin de mejorar o cambiar una situación
negativa.
7.5. Síntesis de la evaluación
A continuación, en la siguiente tabla (No. 11), se presenta la síntesis del proceso
evaluativo, en donde se establecen los objetivos, estrategias, actividades, resultados
y recomendaciones finales. (ANEXO 3)
8. Conclusiones
Conforme a los resultados de evaluación desarrollados para el programa, se
determinan a continuación una serie de conclusiones que incluyen las buenas
prácticas encontradas en el análisis del proyecto, así como las lecciones aprendidas
y ajustes que es necesario establecer para el desarrollo de futuras intervenciones.
1. En primer lugar, para la formulación de un proyecto de este tipo es
indispensable, identificar de manera adecuada el problema, es clave
para el buen resultado de un proyecto. A partir del problema es que se
53
diseñan los instrumentos y estrategias que implican la preparación, el
diseño y la evaluación del proyecto. En este sentido, la existencia de un
problema es el punto de partida de los proyectos de desarrollo, la
descripción del problema justifica la necesidad de la intervención, y el
documento del proyecto explica cómo contribuyen las acciones
previstas a su solución.
2. El objetivo general de todo proyecto parte por identificar un problema
que deviene de una carencia o necesidad de la población, o de
aprovechar una oportunidad cuyos resultados podrían beneficiar a un
grupo específico de personas en condición vulnerable. Aunque
identificar el problema es el primer paso, el hecho de haberlo
conseguido no significa realizar un proyecto, pues el proyecto hace
referencia al conjunto de medidas y acciones que se determinan con el
fin de dar una respuesta satisfactoria a un problema específico, de
manera racional y estratégica.
3. Un aspecto ampliamente relevante para el desarrollo de proyectos
sociales, es el análisis de los objetivos, que se utiliza para describir la
situación futura, una vez que el problema ha sido resuelto. Además de
los datos generales del proyecto, se debe incluir la justificación del
proyecto, en donde básicamente se exponen las motivaciones por las
cuales se elige, haciendo énfasis en la forma en que éste contribuirá al
desarrollo local, mejorando la calidad de vida y el bienestar de la
población vulnerable.
4. Es importante especificar a qué grupos sociales se beneficiará con el
proyecto, qué actores se involucrarán en el proceso y quiénes serán los
encargados de desarrollar una evaluación que permita determinar y
analizar los resultados. Para ello, es muy importante seleccionar de
manera adecuada cuáles van a ser los beneficiarios del programa, pues
en cada caso es importante que los participantes cuenten con un
conjunto de habilidades o capacidades mínimas que garanticen la
viabilidad y la productividad del proyecto.
54
5. También se debe definir cuál es el conjunto de capacidades humanas
que se pretende promover y potenciar. En el caso de un proyecto
social, las capacidades se relacionan con las habilidades y destrezas
que necesitan los participantes para cumplir de manera eficiente con
sus funciones, ya sea mejorar la calidad de la producción a partir del
aprendizaje de nuevas técnicas y conocimientos, generar un impacto
positivo en las actividades del proyecto mediante la aplicación eficiente
de nuevas ideas, o estimular el crecimiento de los ingresos mediante el
desarrollo de estrategias ligadas a la productividad y a la rentabilidad.
6. El proyecto se debe enfocar en explicar y argumentar el papel de los
individuos como actores claves en su propio desarrollo. Es importante,
para ello, definir las fortalezas y debilidades de los participantes, así
como las oportunidades y amenazas del proyecto. Las fortalezas y
debilidades son capacidades internas de los participantes que
favorecen o limitan la aplicación efectiva de las estrategias y acciones
para alcanzar los objetivos del proyecto.
7. Por otro lado, en el manual de la CEPAL se establece que es
importante incluir indicadores de producto que midan directamente el
cumplimiento de los objetivos. Cada uno de los indicadores deben ser
prácticos (medir lo que es importante, utilizar el menor número de
indicadores posibles para cada objetivo; independientes (reflejar el
resultado del objetivo, no los medios utilizados para alcanzar el
resultado); focalizados (ser específicos y medibles); y Verificables
Objetivamente (la medición debe ser clara y precisa para cualquier
observador externo).
8. Cada una de las actividades y objetivos que sean incluidos en el
proyecto debe tener un indicador que cumpla con estas condiciones,
para poder aplicar un proceso de seguimiento y monitoreo adecuado,
con el fin de corregir a tiempo cualquier inconveniente que se presente
en el proceso. Sin embargo, el proyecto evaluado no incluye
55
indicadores que permitan medir los objetivos, por lo cual se establece
como sugerencia la necesidad de incluirlos con el fin de realizar un
mejor seguimiento a las metas del proyecto.
9. Por otro lado, la evaluación debe tener dos propósitos centrales: rendir
cuentas en torno a la ejecución del proyecto, y generar un aprendizaje
continuo para corregir y mejorar la situación futura del proyecto. La
evaluación en los proyectos sociales debe ser un proceso continuo, que
se debe realizar periódicamente por medio de reuniones en las cuales
las personas compartan sus experiencias en torno al proyecto, y entre
todos puedan identificar las fortalezas y las debilidades alrededor de los
procesos productivos, con el fin de lograr mejorar el posicionamiento de
sus productos en el mercado. Por ello, en el último método es
importante definir cuáles son las actividades que se van a realizar para
evaluar el curso del proyecto, como reuniones entre los participantes y
análisis financieros periódicos, determinando a las vez los
responsables de cada una de las actividades.
56
9. ANEXOS
57
ANEXOS. 1
58
ANEXO 2
Tabla (1)
Etapas del proyecto
Etapa Objetivo Evaluación
Reconocimiento Analizar las vulnerabilidades,
factores de riesgo y necesidades
de la comunidad en donde se
establece el proyecto.
El proyecto contó con una amplia
información sobre la comunidad,
partiendo de datos ofrecidos por
las autoridades locales, además
de los informes que rendía la
comunidad en los escenarios de
participación.
Se elaboraron documentos con
los resultados del proceso, y se
tuvieron en cuenta los informes
municipales acerca de los riesgos
que amenazan y vulneran los
derechos de NNA.
Sensibilización Visibilizar y posicionar la
promoción de derechos de los
NNA en la agenda pública local,
en los tres entornos de protección:
familia, comunidad y Estado
(autoridades locales e
instituciones).
Para cumplir este objetivo, se
desarrollaron talleres de
pensamiento crítico y de
promoción de derechos, cuyo
resultados fueron una serie de
documentados para analizar en
qué medida se han cumplido las
metas de la sensibilización, y para
determinar cuál ha sido e l cambio
en las ideas, actitudes y
reflexiones de los participantes a
través de los talleres.
NNA como sujetos de derechos Reconocer desde y hacia los
NNA como sujetos sociales
con múltiples vínculos con el
entorno social, político,
cultural, medio ambiental y
A partir de un documento en el
que se determinan las causas y
consecuencias de la falta de
respeto y garantía de los derechos
de NNA, se establece el diseño
participativo de una estrategia de
59
económico. formación a entornos protectores,
y se propone una metodología
para su implementación. Por
tanto, se concluye que se ha
establecido un proceso adecuado
para medir la percepción de los
NNA frente al reconocimiento,
respeto y garantía de las
instituciones, comunidades y
familias de sus necesidades,
derechos y responsabilidades.
Apropiación local de la
estrategia
Fomentar la apropiación local de
la estrategia propuesta en el
marco de la política pública de
promoción de derechos de los
NNA, con el fin de dejar capacidad
instalada en el municipio que
facilite el respeto y la promoción
de los derechos de los NNA.
Se establecen documentos donde
se consta la creación, el impulso y
la promoción de un espacio de
participación de los NNA,
definiendo las estrategias para
dejar las capacidades instaladas
en la comunidad. Sin embargo,
este punto carece de
herramientas que permitan
evaluar la manera en que la
propia comunidad, partiendo de su
propia iniciativa, sigue generando
espacios para la reflexión de la
situación de los NNA. Tampoco se
delegan responsabilidades entre
la misma comunidad, lo cual hace
muy difícil garantizar la
continuidad de la estrategia.
60
ANEXO 3
Tabla (2) Fases y objetivos
Fases Objetivos
Fase 1: Conocimiento de la
población en donde se desarrolla el
proyecto
Generar espacios de diálogo con la comunidad para conocer sus
principales necesidades y su situación actual.
Fase 2: Lectura colectiva del
territorio
Reconocer, partiendo de las percepciones y experiencias de la
comunidad, las situaciones que allí suceden y el lugar que tienen los
NNA en cada municipio y zona focalizada.
Fase 3: Instalación de los espacios
de participación por parte de los
NNA.
Promover espacios en donde los NNA generen reflexiones para
comprender su presente, analizar su pasado reconocerse a sí mismos
como sujetos que tienen la oportunidad de expresarse y de participar en
la toma de decisiones que los involucran
Fase 4: Desarrollo de las iniciativas Ejecutar las iniciativas y proyectos propuestos por los NNA,
desarrollando los saberes producidos a lo largo del proceso.
61
ANEXO 4
(Tabla 5) Actividades y logros
Actividad Logros
Comités de justicia
transicional y comités de
infancia y adolescencia
Visibilización y contextualización general de la estrategia en los
municipios y la articulación de acciones con las entidades públicas y
privadas involucradas con la promoción de los derechos de los NNA
Mesas de trabajo Análisis y reflexión sobre factores de riesgo, factores protectores,
vulnerabilidades y capacidades locales identificadas en los municipios.
Grupos focales El análisis de los factores de riesgo, factores protectores, las capacidades
locales y las vulnerabilidades que afectan los derechos de los NNA del
municipio y que fueron priorizados por las instituciones en la mesa de
trabajo.
Talleres participativos Sensibilizar, reflexionar y analizar los factores de riesgo y factores
protectores relacionados con el ejercicio de los derechos de los NNA.
Talleres con niños y niñas: se realizaron 197 talleres con niños y niñas y
164 talleres con adolescentes, para un total de 361 talleres realizados: el
143% de los 252 programados.
Talleres con adultos: la participación de este segmento de población
correspondió al 96% (242 talleres) de los 252 talleres establecidos como
meta.
Jornadas de promoción
de derechos
Articulación de acciones de los diferentes programas que se desarrollan
en los municipios y así mismo, el posicionamiento de la oferta institucional
en torno a la Promoción, Prevención y Protección de los Derechos de
NNA.
Estrategias de
comunicación
Participación de autoridades locales y entidades, a través de actividades
relacionadas con los derechos de NNA en los municipios
Talleres de pensamiento
crítico
Desarrollo de 12 jornadas de talleres en los municipios, orientadas hacia
la reflexión de los NNA sobre el conocimiento de sus derechos, su visión
sobre la garantía de los mismos y el análisis de las acciones protectoras
de sus derechos desde los diferentes roles sociales.
62
ANEXO 5
(Tabla 11)
Síntesis de la evaluación
Objetivos Estrategias Actividades Resultados Recomendación
Generar y
fortalecer las
herramientas
de protección
integral de
NNA en sus
espacios
vitales,
prioritariamente
en zonas con
presencia
ocasional,
frecuente o
transitoria de
grupos
armados al
margen de la
ley que los
reclutan y
utilizan.
-Establecer un
vínculo directo con
las comunidades,
familias y escuelas
en donde se
generaron las
actividades del
proyecto.
-Propiciar el
desarrollo de
cambios en la
vida, las actitudes
y comportamientos
de los NNA
-Comités de
justicia transicional
y comités de
infancia y
adolescencia.
-Mesas de trabajo.
-Tener en cuenta
las necesidades,
la voz y las
reflexiones tanto
de los niños como
de las niñas.
-Participación
activa de 10.815
personas, entre
NNA, padres de
familia, cuidadores
de niños y niñas,
líderes
comunitarios,
directivos de
centros educativos
y docentes,
funcionarios
públicos y
profesionales de
instituciones
privadas y no
gubernamentales.
Realizar evaluaciones de
línea base que permita
prever el desarrollo y
alcance de los objetivos,
con el fin de aplicar un
proceso de seguimiento
efectivo a las actividades.
Contribuir a la
reducción de
diversas
formas de
violencia
ejercidas
contra los NNA
-Creación de
espacios en donde
los niños y niñas
tuvieran la
posibilidad de
encontrarse
-Grupos focales.
-Jornadas de
promoción de
derechos
-Indagar, hacer
visibles y buscar
soluciones a las
problemáticas, a
partir de las
decisiones de los
miembros de los
A partir de los resultados
del proyecto, dejar
capacidad instalada en las
comunidades, con el fin de
que puedan continuar
aplicando las estrategias
63
en los entornos
en los que
transcurre su
vida
consigo mismos, y
de reflexionar en
torno a las
situaciones
negativas que han
tenido que
atravesar.
-Cambiar de una
manera positiva
las impresiones
de los NNa sobre
su entorno, y que
entendieran las
distintas
posibilidades que
tienen para
mejorar su
situación.
grupos infantiles y
adolescentes de
participación.
-Atender a los
requerimientos y
problemáticas
particulares que
afectan la vida
cotidiana y el
ejercicio de
derechos de los
NNA.
-Visibilización de
las acciones del
Estado a través de
la implementación
de la estrategia de
Promoción de
derechos de los
NNA.
que permitan continuar
generando reflexiones e
iniciativas para respetar
los derechos de los NNA y
para promover su
participación.
Entregar a los
NNA
herramientas
para
desarrollar el
pensamiento
crítico con el fin
de que lograr
que
permanezcan
en sus
comunidades
desarrollando
un proyecto de
vida y
reduciendo los
-Partir del
reconocimiento de
los NNA como
sujetos de
derechos,
garantizando,
protegiendo, y
promoviendo sus
derechos.
-Desarrollo de
talleres para que
los NNA
aprendieran la
importancia de
expresas sus
-Talleres
participativos.
-Estrategias de
comunicación.
-Talleres de
pensamiento
crítico.
-Reconocer a los
niños, niñas y
adolescentes
como sujetos de
derechos.
-Planteamiento de
iniciativas por
parte de los NNA
para mejorar su
situación.
Desarrollo de
espacios para
Las iniciativas diseñadas
por los NNA durante los
talleres, producto de su
reflexión, deben ser
implementadas y
ejecutadas en la práctica,
con el objetivo de que
ellos vean realizadas sus
ideas, y que noten que
efectivamente sus
iniciativas pueden ser
llevadas a cabo con el fin
de mejorar o cambiar una
situación negativa.
64
NNA que son
reclutados y
utilizados.
ideas e
impresiones sin
temor, de ser
solidarios y de
respetar las
opiniones de los
demás, generando
así un ambiente
armonioso.
potenciar las
capacidades
críticas y
reflexivas en
relación con el
entorno.
65
Referencias
Alsop, R., Frost, M. & Holland, J. (2006). Empowerment in practice. From analysis to
implementation. Washington: The World Bank.
Anillas, G., y Pauccar, N. (2004). Indicadores de participación en niños, niñas y
adolescentes en proyectos. Save the Children Suecia- Escuela para el
desarrollo. Lima.
CEPAL (2007). Cohesión social. Inclusión y sentido de pertenencia en América
Latina y el Caribe. AECI-SEGIB. Chile.
Chang, S y Henríquez, K. (2013) Adultocentrismo y ciudadanía infantil Dos discursos
en conflicto para la convivencia. Serie Documentos de Trabajo, Red de
Posgrados, no. 45. Buenos Aires.
Chiaviola, C., Cendros, P., y Sánchez, D. (2008). El empoderamiento desde una
perspectiva del sistema educativo. Omnia, 130-143.
Clark A. y Moss P. (2001), Listening to young children: The mosaic approach,
National Children’s Bureau, Londres.
Cohen & Martínez. (2010). Formulación, evaluación y monitoreo de proyectos
sociales. CEPAL: División del Desarrollo Social.
Cousins, J.B. & Whitmore, E. (1998). Framing Participatory Evaluation. New
Directions for Evaluation, 80, 5–23
Cussianovich, A. (2001) - La infancia en los escenarios futuros Facultad de Ciencias
Sociales Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Lima.
66
Donaldson, S. I. (2012). Program theory-driven evaluation science: Strategies and
applications. Routledge
Font, J (2001). Ciudadanos y Decisiones Públicas. España: Ariel.
Fundación Panamericana para el Desarrollo. (2003). Informe ejecutivo nacional
estrategia de promoción de derechos de niños, niñas y adolescentes –NNA-.
Bogotá D.C.
Fundación Panamericana para el Desarrollo. (2012). Documento de análisis y
sistematización de factores de riesgo, vulnerabilidades y factores de
protección. Bogotá D.C.
García, G y Ramírez, N. (2009). Manual práctico para elaborar proyectos sociales.
Madrid: siglo XXI.
Gonzáles, J & Rangel, A. (2006). Proyectos productivos: Una buena historia que
contar 2004-2006. México D.F: Cuadernos del consejo de desarrollo social.
Hart, R. (1993). La participación de los niños: de una participación simbólica a una
participación auténtica, en Ensayos Innocenti nº4. UNICEF. HART, ROGER A.
(2001). La participación de los niños en el desarrollo sostenible. Barcelona:
UNICEF/P.A.U. Education.
Hevia, F (2007). Participación ciudadana institucionalizada y despolitización: análisis
crítico de los marcos legales de la participación en América Latina, Centro de
Estudos da Metrópole/Centro Brasileiro de Análise e Planejamento
(CEM/BRBRAP). (Disponible en OPALC: http://www.opalc.org/web/
consultado: septiembre de 2009).
67
Le Bossé, Y. & Dufort, F. (2002). El empoderamiento de las personas y
comunidades: otra forma de intervenir. En F. Dufort & J. Guay (Eds.), Agir au
coeur des communautés: La psychologie communitaire et le changement
social (pp. 75-115). Laval, Canadá: Les Presses de l'Université Laval.
Lansdown G. (2003), “Involving children and young people in shaping the work of
Save the Children”, Save the Children UK, Londres
Lansdown, G. (2013) Take Us Seriously! Engaging children with disabilities in
decisions affecting their lives [¡Tómennos en serio! Cómo atraer la
participación de niñas y niños con discapacidades en las decisiones que
afectan su vida], U N IC
Licandro, O & Echevarriarza, M. (2006). Reflexiones metodológicas para el diseño de
proyectos productivos asistidos. Uruguay: Organización de las Naciones
Unidas.
Marshall, T. (1997). “Citizenship and social class”, en Goodin, R.y Pettit, P.
Contemporary Political Philosophy, Oxford: Blackwell, pp. 291-319
Massal, J., (2008). Representación o participación. Los retos y desencantos andinos
en el siglo XXI. Bogotá: IEPRI-IFEA.
Montero, M. (2003). Teoría y práctica de la Psicología Comunitaria. Ed. Paidos
Buenos Aires, Argentina.
Organización de los Estados Americanos (2010). La participación de niños, niñas y
adolescentes en las Américas. [En línea]. Disponible en:
http://www.sename.cl/wsename/otros/Marco_IIN.pdf
68
Rapapport, J. (1987). Terms of empowerment, examplers of prevention: toward a
theory for community psychology. American Journal of Community
Psychology, 121-124.
RedeAmérica (2010). Factores de éxito de las iniciativas comunitarias de generación
de ingresos y estrategias para apoyarlas. Fundación DIS.
Rogers, C. (1977). El poder de la persona. México: Manual Moderno.
Save the Children (2006). Participación de los NNA a 15 años de la CDN.
Tonucci, F. (1996). La Ciudad de los Niños. Buenos Aires: Losada.
UNICEF. (2010). Derecho a la Participación de los Niños, Niñas y Adolescentes Guía
Práctica para su Aplicación. [En línea]. Disponible en:
http://www.unicef.org/republicadominicana/uniCef_proyecto.pdf
Vignoli, J. (2001).Vulnerabilidad y grupos vulnerables: un marco de referencia
conceptual mirando a los jóvenes. Chile: CEPAL.