etica kantiana

17
ETICA KANTIANA La Ética Kantiana destaca por que a pesar de ser de raíz ilustrada tiene connotaciones religiosas, por lo que fue alabado por los filósofos cristianos, y criticado por los filósofos ateos. Los dos puntos fundamentales de la ética Kantiana son los siguientes Demostrar la falsedad de toda doctrina moral que pretenda a apoyarse en consideraciones empíricas. Otorgar a la ética una base exclusivamente racional y apriorística. Para comprender estos dos puntos hace falta saber que el empirismo consiste en la adquisición del conocimiento a través de la experimentación, es decir que para saber algo antes tienes que comprobarlo. Y apriorística se refiere a que sabes algo antes de comprobarlo mediante una deducción lógica. IMPERATIVO CATEGORICO Otro punto fundamental de la Ética Kantiana es el imperativo categórico que consiste en norma que considera incondicional, necesaria y absoluta, y que debe ser el fundamento racional de toda conducta moral. Para Kant las opciones morales solo son validas si pueden si pueden ser adoptadas por todos y en todo momento, el imperativo categórico es un mandato que debe ser obedecido como un deber moral por encima de los intereses individuales pero por propia voluntad. TEORIA DEONTOLOGICA Para Kant la deontología es en sí misma una ciencia de los deberes o imperativos categóricos en la que no importan los fines, sino la intencionalidad del acto, independientemente de las consecuencias materiales de aquél. La base de la ética kantiana se encuentra en el siguiente principio básico: "Obra siempre de acuerdo con aquella máxima que al mismo tiempo puedes desear que se convierta en ley universal". Y eso quiere decir que una persona actuaría éticamente si está de acuerdo en que su regla de conducta debe ser aplicada por todo aquel que se llegara a encontrar en una circunstancia similar. TEORIA ETICA UNIFICADA INTRODUCCION Tras escribir sobre los principales puntos de la teoría ética, a mi parecer es buena idea unirlos en un solo punto, tarea que no había hecho anteriormente por la no comprensión de los datos, lo que me ha obligado a indagar mas, mientras buscaba la teoría deontologica arriba expuesta me he encontrado con un compendio de la teoría ética de Kant que si que he podido entender, por lo que en este momento creo que ya

Upload: rai-panduro-diaz

Post on 27-Dec-2015

22 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: ETICA KANTIANA

ETICA KANTIANA

La Ética Kantiana destaca por que a pesar de ser de raíz ilustrada tiene connotaciones religiosas, por lo que fue alabado por los filósofos cristianos, y criticado por los filósofos ateos.

Los dos puntos fundamentales de la ética Kantiana son los siguientes

Demostrar la falsedad de toda doctrina moral que pretenda a apoyarse en consideraciones empíricas.

Otorgar a la ética una base exclusivamente racional y apriorística.

Para comprender estos dos puntos hace falta saber que el empirismo consiste en la adquisición del conocimiento a través de la experimentación, es decir que para saber algo antes tienes que comprobarlo. Y apriorística se refiere a que sabes algo antes de comprobarlo mediante una deducción lógica.

IMPERATIVO CATEGORICO

Otro punto fundamental de la Ética Kantiana es el imperativo categórico que consiste en norma que considera incondicional, necesaria y absoluta, y que debe ser el fundamento racional de toda conducta moral. Para Kant las opciones morales solo son validas si pueden si pueden ser adoptadas por todos y en todo momento, el imperativo categórico es un mandato que debe ser obedecido como un deber moral por encima de los intereses individuales pero por propia voluntad.

TEORIA DEONTOLOGICA

Para Kant la deontología es en sí misma una ciencia de los deberes o imperativos categóricos en la que no importan los fines, sino la intencionalidad del acto, independientemente de las consecuencias materiales de aquél. La base de la ética kantiana se encuentra en el siguiente principio básico: "Obra siempre de acuerdo con aquella máxima que al mismo tiempo puedes desear que se convierta en ley universal". Y eso quiere decir que una persona actuaría éticamente si está de acuerdo en que su regla de conducta debe ser aplicada por todo aquel que se llegara a encontrar en una circunstancia similar.

TEORIA ETICA UNIFICADA

INTRODUCCION

Tras escribir sobre los principales puntos de la teoría ética, a mi parecer es buena idea unirlos en un solo punto, tarea que no había hecho anteriormente por la no comprensión de los datos, lo que me ha obligado a indagar mas, mientras buscaba la teoría deontologica arriba expuesta me he encontrado con un compendio de la teoría ética de Kant que si que he podido entender, por lo que en este momento creo que ya estoy en posición de dar una visión global de la ética de Kant y no de meros puntos separados.

TEORIA ETICA

Kant partía del punto de vista de que la diferencia entre el bien y el mal era algo realmente real, para Kant todos los seres humanos disponemos de la capacidad de razonar en cada momento si algo es bueno o es malo moralmente, por lo tanto la capacidad de distinguir entre el bien y el mal es innata como el resto de cualidades de la razón.

Para llegar al bien supremo de la razón práctica para Kant hay tres postulados que se deben cumplir:

Primer postulado: la libertad. El mundo del fenómeno está regido por la necesidad, mientras que el mundo de la razón práctica esta regido por la libertad.

Page 2: ETICA KANTIANA

Segundo postulado: la inmortalidad del alma. Llegar al bien supremo supone la santidad, perfecta conformidad entre la voluntad y la ley moral, lo que sólo es posible suponiendo la inmortalidad del alma.

Tercer postulado: la existencia de Dios. Lograr el bien supremo requiere también llegar a la felicidad adecuada a la moralidad y para ello tenemos que postular la existencia de Dios como realidad en la que el bien supremo se cumple

Estos tres postulados posibilitan la ampliación el conocimiento.

Para Kant todo hombre o mujer posees la capacidad de distinguir el bien y el mal moral, una acción moral correcta para Kant es cundo se hace uso de esa capacidad para hacer el bien sin importar las consecuencias, lo único que cuenta es la intención.

De manera práctica se puede expresar con la idea de que das limosna a un vagabundo para ayudarle pero este se lo gasta en tabaco, tú has hecho lo correcto, aunque supieras que se lo iba a gastar en vicios, ya que en tu corazón esperas que no sean así, ya que tu intención era buena es correcta.

Otro caso en el que esta convicción se expresa de manera practica es si presencias un accidente de trafico, y con el objeto de sacarle del coche que tiene el riesgo de inflamarse le provocas una lesión medular al conductor, y al final el coche no se inflama, como tu intención era buena tu actuación es correcta pese a que los resultados finales de tu actuación son negativos.

Page 3: ETICA KANTIANA

Etica kantiana: la razón práctica

Antes de empezar a explicar las características de la ética de Kant hay que partir de una distinción previa que él propone: la de éticas materiales y éticas formales.             Son materiales aquellas éticas que afirman que la bondad o maldad de la conducta humana depende de algo que se considera bien supremo para el hombre: los actos serán, por tanto, buenos cuando nos acerquen a la consecución de tal bien supremo, y malos cuando nos alejen de él. Las éticas materiales suponen que hay bienes, cosas buenas para el hombre, y determinan cuál es el bien supremo o fin último del hombre (el placer para Epicuro, la felicidad virtuosa para Aristóteles, etc.) Según cuál sea el bien supremo, la ética establece normas o preceptos con el fin de alcanzarlo.            Toda ética material tiene contenido, en este doble sentido: 1) hay un bien supremo 2) se proponen los medios para alcanzarlo.            Kant rechaza las éticas materiales, pues presentan deficiencias. En primer lugar, son empíricas, es decir, a posteriori. Su contenido está extraído de la experiencia. Esto impide que sus principios sean universales, pues sólo lo a priori puede serlo. En segundo lugar, sus preceptos son hipotéticos o condicionales. No valen absolutamente, sino sólo de modo condicional para conseguir un cierto fin. Esto impide también que sean universalmente válidas. Por último, son heterónomas. Es decir la voluntad es determinada a obrar de un modo u otro por el deseo o inclinación a algo (placer, por ejemplo)            Visto lo anterior, Kant afirma que una ética que pretende ser universal y racional no puede ser material, ha de ser, por lo tanto, formal. La ética ha de estar vacía de contenido, es decir: 1) no debe establecer ningún bien o fin que haya de ser perseguido, y 2) no nos dice lo que hemos de hacer, sino cómo hemos de actuar.            La ética formal se limita a señalar cómo debemos obrar siempre, se trate de la acción concreta de que se trate. Un hombre actúa moralmente, según Kant, cuando actúa por deber. El deber es, según Kant, “la necesidad de una acción por respeto a la ley” es decir, el sometimiento a una ley, no por la utilidad o la satisfacción que su cumplimiento pueda proporcionarnos, sino por respeto a la misma.            Kant distingue tres tipos de acciones:

1. Acciones contrarias al deber.2. Acciones conforme al deber.3. Acciones por deber. Sólo estas últimas poseen valor moral.

            Supongamos un comerciante que no cobra precios abusivos a sus clientes. Su acción es conforme al deber. Ahora bien, tal vez lo haga para asegurarse así la clientela, en tal caso la acción es conforme al deber, pero no por deber. La acción es un medio para conseguir un fin. Si, por el contrario, actúa por deber, es decir por considerar que ese es su deber, la acción no es un medio para conseguir un fin o propósito, sino que es un fin en sí misma, algo que debe hacerse por sí.            El valor moral de una acción radica en el móvil que determina su realización. Cuando este móvil es el deber tiene valor moral.           La exigencia de obrar moralmente se expresa en un imperativo que no es ni puede ser hipotético, sino categórico. Kant ofrece varias formulaciones del imperativo categórico.

Page 4: ETICA KANTIANA

La más famosa de estas formulaciones es la siguiente: obra sólo según aquella máxima que puedas querer que se convierta, al mismo tiempo, en ley universal. La “máxima” se  refiere a los principios subjetivos de la voluntad, a sus propios móviles que, de no existir el imperativo categórico impuesto por la razón, se impondrían a la voluntad. Este imperativo no es material, pues no dice qué debemos hacer. Es formal, en cuanto dice cómo hay que actuar. Proporciona una regla para medir las acciones, gracias al imperativo podemos evaluar cualquier acción y calificarla como conveniente o inconveniente de acuerdo con el principio del deber.

 Existe una segunda formulación famosa del imperativo categórico, que es así:

obra de tal modo que trates la humanidad, tanto en tu persona como en la de cualquier otro, siempre como un fin, y nunca meramente como un medio. Kant entiende que los seres humanos se caracterizan por su autonomía, es decir, la capacidad de darse normas a ellos mismos o de seguir de forma crítica las que les dan otros. Esta capacidad es única en la naturaleza y convierte a los seres humanos en seres excepcionales, incomparables con cualquier otro, por lo que no tienen precio, sino que se le aplica un concepto distinto que es el valor. Este valor es expresable en el concepto ético básico para la antropología de Kant, la dignidad. La dignidad supone el deber de actuar con el otro como si fuera un fin en sí mismo, es decir, la imposibilidad de utilizarlo como una cosa, como un medio para nuestra conveniencia.

 A pesar de que Kant evita en buena medida hablar de lo bueno y lo malo, él

entiende que existe algo absolutamente bueno: lo bueno incondicionado. Esto es la buena voluntad, el deseo de hacer siempre las cosas adecuadamente. Kant entiende que la ética (la razón práctica) tiene algunos postulados que no son demostrables, como los tenía también la razón pura. Estos postulados son la libertad, la inmortalidad del alma y la existencia de Dios. Esto es así porque la ética tan sólo tiene sentido si existe la libertad; la felicidad, que sería la perfecta adecuación entre nuestros deseos individuales y el deber moral tan sólo se podría dar si fuésemos infinitos, porque supondría una voluntad santa en este mundo y esto es imposible. Por último, la propia idea de felicidad supone la existencia de una causa suprema de la naturaleza dotada de entendimiento y voluntad, es decir, Dios.

 Como vemos, para Kant, la moralidad coloca al hombre en el umbral de la religión.

Sin embargo, aunque lleva hacia ella, no es su objetivo porque el hombre no debe tender a la felicidad, sino a la racionalidad. La religión sirve como esperanza para la moralidad.

Page 5: ETICA KANTIANA

Ni en el mundo, ni, en general, tampoco fuera del mundo, es posible pensar nada que pueda considerarse como bueno sin restricción, a no ser tan sólo de una buena voluntad Fundamentación de la metafísica de las costumbres, Kant

La actitud de Kant frente a la problemática metafísica es por cierto, algo ambigua en tanto afirma por un lado que no conocemos ni podemos conocer el absoluto (puesto que el conocimiento humano se limita a la experiencia) pero, al mismo tiempo, considera al hombre un ente dotado de razón, facultad de lo incondicionado, de manera tal que la metafísica es considerada una necesidad natural en el hombre. El hombre no puede ser indiferente a la problemática metafísica, tal es la razón por la cual siempre tomamos alguna posición al respecto.

Kant busca resolver esta aparente contradicción, pero no en el plano gnoseológico sino en el mo ral, en el campo de la razón práctica (es decir, la razón en tanto determina la acción del hombre).

Si bien no podemos alcanzar el absoluto, sí tenemos cierto acceso a algo que se le acerca. Este contacto de aproximación se da en la conciencia moral, o la conciencia del bien y del mal, lo justo y lo injusto, lo que debemos hacer y lo que no debemos hacer. La conciencia moral, es para Kant, la presencia de lo absoluto o al menos, parte del absoluto en el hombre.

La conciencia moral manda de modo absoluto, ordena de modo incondicionado, nos dice: "me conviene ser amable con él porque así evitaré problemas", este sería un criterio de conveniencia. La conciencia moral dirá: "debo ser amable con el porque es mi deber tratar bien a la gente" y no importa si ello me cuesta la vida, la fortuna, o lo que fuere, el mandato de la conciencia no está condicionado por las circunstancias. Puede suceder que uno no cumpla con su deber, pero eso no le quita autoridad al mandato absoluto. El deber no supone conveniencias, satisfacciones o estrategias, es un fin en sí mismo.

La conciencia moral es entonces la conciencia de una exigencia absoluta que no se explica y que no tienen sentido alguno desde el punto de vista de los fenómenos de la naturaleza. En la naturaleza no hay deber sino tan solo suceder, una piedra no "debe" caer, simplemente, "cae".

La conciencia moral

Mientras que en la naturaleza todo se encuentra condicionado por las leyes de la causalidad en la conciencia moral rige un imperativo que no conoce condiciones, un imperativo categórico. La conciencia moral dice 'no mentirás' ssin condicionar en modo alguno el mandamiento, no establece circunstancias particulares bajo las cuales la ley tiene validez o

Page 6: ETICA KANTIANA

no, el mandanto es siempre absolutamente válido, de otra forma, no sería una exigencia moral.

Kant diferencia el imperativo categórico del imperativo hipotético. En este último, el mandato se halla condicionado o reducido a una circunstancia determinada: 'si quiero ganar su confianza, no debo mentir' porque si no es importante para mí ganar su confianza, mentir o no mentir, deja de ser un mandato.

La buena voluntad

De acuerdo a la ética de Kant, sólo la buena voluntad es absolutamente buena en tanto que no puede ser mala bajo ninguna circunstancia:

"La buena voluntad no es buena por lo que se efectúe o realice, no es buena por su adecuación para alcanzar algún fin que nos hayamos propuesto, es buena solo por el querer, es decir, es buena en sí misma" Fundamentación de la metafísica de las costumbres, Kant

Analicemos el pasaje citado:

1. Imaginemos que una persona se ahogando en el río, hago todo lo posible por salvarla pero no lo logro. La persona muere, de todas formas.

2. Imaginemos ahora que hago todo lo posible por salvarla y que tengo éxito, salvando su vida.

3. Imaginesmos la tercera posibilidad: la persona se está ahogando y yo la atrapo por casualidad mientras pesco con una gran red.

¿Cuál es el valor moral de cada uno de estos posibles actos imaginados? La tercera posiblidad carecería de valor moral porque ocurre sin intencionalidad. Moralmente no es ni buena ni mala, simplemente neutra. Los otros dos actos son moralmente buenos y tienen el mismo valor, en tanto que la buena voluntad es buena en sí misma.

El deber

El deber refiere a que la 'buena voluntad', bajo ciertas limtaciones, no puede manifiestarse por sí sola.

El hombre, no es un ente puramente racional, sino que también es sensible. Kant observará que las acciones del hombre en parte están determinadas por la razón pero existen tambien 'inclinaciones' como el amor, el odio, la simpatía, el orgullo, la avaricia, el placer... que también ejercen su influencia. El hombre reune en su jeugo la racionalidad y las inclinaciónes, la ley moral y la imperfección subjetiva de la voluntad humana. Entonces, la buena voluntad, se manifiesta en cierta tensión o lucha con estas inclinaciones, como una

Page 7: ETICA KANTIANA

fuerza que parece oponerse. En la medida que el conflicto se hace presente, la buena voluntad se llama deber.

Si una voluntad puramente racional sin influencia alguna de las inclinaciones fuese posible, sería para Kant, una voluntad santa (perfectamente buena). De esta forma, realizaría la ley moral de modo espontáneo, esto es, sin que conforme una obligación. Para una voluntad santa, el 'deber', carecería entonces de sentido en tanto que el 'querer' coincide naturalmente con el 'deber'. Pero en el hombre, ley moral, suele estar en conflicto con sus deseos.

Se distinguen así tres tipos de actos:

a. Actos contrarios al deber: En el ejemplo de la persona que se está ahogando en el río. Supongamos que disponiendo de todos los medios necesarios para salvarlo, decido no hacerlo, porque le debo dinero a esa persona y su muerte me librará de la deuda. He obrado por inclinación, esto es, no siguiendo mi deber sino mi deseo de no saldar mi deuda y atesorar el dinero.

b. Actos de acuerdo al deber y por inclinación mediata: El que se ahora en el río es mi deudor, si muere, no podré recuperar el dinero prestado. Lo salvo. En este caso, el deber coincide con la inclinación. En este caso se trata de una inclinación mediata porque el hombre que salva es un medio a través del cual conseguiré un fin (recuperar el dinero prestado). Desde un punto de vista ético, es un acto neturo (ni bueno ni malo).

c. Actos de acuerdo al deber y por inclinación inmediata: Quien se está ahogando es alguien a quien amo y por lo tanto, trato de salvarlo. También el el deber coincide con la inclinación. Pero en este caso, es una inclinación inmediata porque la persona salvada no es un medio sino un fin en sí misma (la amo). Pero para Kant, este es también un acto moralmente neutro.

d. Actos cumplidos por deber: El que ahora se ahoga es un ser que me es indiferente... no es deudor ni acredor, no lo amo, simplemente, un desconocido. O pero aún, es un enemigo, alguien que aborrezco y mi inclinación es desear su muerte. Pero mi deber es salvarlo y lo hago, contrariando mi inclinación. Este es el único caso en que Kant considera que se trata de un acto moralmente bueno, actos en los que se procede conforme al deber y no se sigue inclinación alguna.

El imperativo categórico

El valor moral de una acción, no reside en aquello que se quiere lograr, no depende de la realización del objeto de la acción, sino que consiste única y exclusivamente en el principio por el cual ésta se realiza, alejando la influencia de cualquier deseo.

El principio por el cual se realiza un acto es llamado por Kant, 'máxima' de la acción, es decir, el principio o fundamento subjetivo del acto, el principio que de hecho me lleva a obrar.

Page 8: ETICA KANTIANA

En esta línea, Kant formula el imperativo categórico:

Obra según una máxima tal que puedas querer al mismo tiempo que se torne ley universal

De esta forma, obraremos moralmente solo cuando podamos desear que nuestro deseo sea válido para todos. Así, lo que se pretende es eliminar las excepciones, siendo igualmente válida para todas las personas.

Fundamentación de la metafísica de las costumbresDe Wikipedia, la enciclopedia libre

Page 9: ETICA KANTIANA

Saltar a: navegación, búsqueda

La Fundamentación de la metafísica de las costumbres (en alemán, Grundlegung zur Metaphysik der Sitten) es la primera obra moral importante del filósofo prusiano Immanuel Kant. Fue publicada por vez primera en 1785, cuatro años después que la Crítica de la razón pura (1781).

En esta obra Kant busca desarrollar el sistema de toda la moralidad, pudiéndosele considerar como el «edificio de la moralidad».[1]

La base de la obra es lograr el estudio de la moralidad pura, dejando de lado cualquier principio empírico y asentando la moralidad en la buena voluntad, que sería lo único bueno sin restricciones.

Por eso mismo es la Fundamentación la obra moral de Kant en donde su pensamiento ético llega a mayor claridad de expresión y en donde se encuentran las fórmulas más felices y preñadas de sentido.

Manuel García Morente, introducción a la Fundamentación

Contenido

[ocultar]

1 Divisiones del libro 2 Ediciones en español 3 Referencias 4 Véase también 5 Enlaces externos

[editar] Divisiones del libro

Prefacio. Capítulo primero: Tránsito del conocimiento moral, vulgar de la razón al conocimiento

filosófico. Capítulo segundo: Tránsito de la filosofía moral popular a la metafísica de las costumbres. Capítulo tercero: Último paso de la metafísica de las costumbres a la crítica de la razón

pura práctica.

Page 10: ETICA KANTIANA

LA ÉTICA DE KANT

Lo bueno, según Kant, está en la buena voluntad regida por la ley moral. Si alguien actúa por temor y no por respeto al deber implícito en la ley moral, sus

acciones no son morales. Tampoco lo serán aquellas que se realizan por accidente o como medio para obtener beneficios posteriores.

Nacido en Königsberg, Prusia, y educado en los principios del pietismo religioso (protestante), Kant mostró una gran preocupación por los asuntos morales. Bochenski dice que Kant se dio a la tarea de salvar el espíritu, el

saber, la moral y la religión en un mundo invadido por sistemas de pensamiento diversos y antagónicos entre sí como el empirismo, el fideísmo

y el escepticismo por mencionar sólo algunos.

Sus obras fundamentales son la "Crítica de la razón pura" y la "Crítica de la razón práctica". En la primera Kant aborda el problema del conocimiento elaborando un sistema teórico sobre el mismo sumamente complejo. En la "Crítica de la razón práctica", se propone descubrir y exponer el principio

fundamental de la moralidad con dos objetivos:

a) Demostrar la falsedad de toda doctrina moral que pretenda apoyarse en consideraciones empíricas.

b) Otorgar a la Ética una base exclusivamente racional y apriorística.

Como Kant prescinde de elementos empíricos y se funda de manera exclusiva en la razón, se dice que su Ética es formal; es una Etica

estrictamente racional.

El imperativo categórico.

Si la tarea de la Ética consiste en fundamentar la moral; una moral formada por una serie de normas, costumbres y formas de vida que se presentan

como obligatorias, en Kant encontramos un elaborado intento por fundamentar las obligaciones morales del hombre, en conceptos de la razón

pura, (de aquí la necesidad de hacer referencia a la primera obra mencionada, cuando se intenta exponer la ética kantiana).

La razón pura se expresa por medio de juicios analíticos y juicios sintéticos, nos dice Kant.

a) Los juicios analíticos son explicativos; el predicado está contenido en el sujeto y por lo tanto no aumentan el conocimiento. El fundamento de validez lo encontramos en el principio de identidad, es decir, que son tautologías. Ej.

"El triángulo tiene tres ángulos".

Page 11: ETICA KANTIANA

b) Los juicios sintéticos, por el contrario, son extensivos y sí aumentan el conocimiento. El predicado no está contenido en el sujeto y su fundamento

de validez podemos encontrarlo en el mundo empírico. Ej. "Los cuerpos son pesados". En este ejemplo, un concepto sujeto (los cuerpos), se une a un

concepto predicado (pesados) mediante una cópula (son) que nos dice lo que ocurre en la experiencia.

El comportamiento moral del hombre no puede encontrar su fundamentación en alguna forma de conocimiento que tenga que ver con la razón pura,

puesto que no es posible acceder a ello por juicios analíticos o explicativos ni tampoco por medio de los juicios sintéticos. En esta forma, Kant se vio precisado a buscar otro camino para fundamentar la moral, elaborando una

ética sustentada en la razón práctica puesto que Kant rechaza radicalmente el fundamentar la obligación moral en la naturaleza del hombre, o en las

circunstancias del universo en el que éste se encuentra, o bien, subordinándola a fines exteriores (la búsqueda de la felicidad, por ejemplo).

La razón práctica, no puede expresarse ni por medio de los juicios analíticos o explicativos ni por medio de los juicios sintéticos, puesto que no dice lo que acontece en la experiencia, sino lo que debe ocurrir en ella. Ej. "Los

hombres deben ser honestos". Así, la forma de conocimiento práctico, no es un juicio, sino un imperativo.

Ahora bien, los imperativos pueden ser de dos tipos:

a) Hipotéticos; Ej. "Si quieres aprobar el examen debes estudiar." En el ejemplo se ordena una acción para conseguir un fin posible, el cual puede o

no ser deseado.

b) Categóricos; Ej. "El hombre debe ser veraz". En este último ejemplo, el imperativo ordena una acción de manera absoluta, es decir que la acción no

se considera como medio, sino como un fin en sí mismo, último e incondicionado.

De acuerdo con Kant, el ideal moral está formado por imperativos categóricos que se originan en la voluntad moral, una voluntad autónoma

que se encuentra libre de los fines u objetos de deseo.

La fórmula del imperativo categórico, base de la moral kantiana, se expresa así: "Obra de manera que la máxima de tu voluntad pueda servir siempre

como principio de una legislación universal." Esta fórmula es la ley moral.

Lo que persigue Kant es fundamentar una Ética Racional Universal basada

Page 12: ETICA KANTIANA

en leyes que determinan la voluntad y que no puede estar sustentada en la pluralidad de fines, puesto que éstos varían y son contingentes. Si puede

haber una Ética Racional, ésta descansará sobre principios universales y no sobre relativismos culturales, históricos, etcétera.

El acto moral

Para determinar la validez de un acto moral, de acuerdo con la Etica Kantiana, debemos prestar atención a la voluntad del sujeto que lo determina

y no a la acción misma. Los actos, según Kant, no son ni buenos ni malos; bueno o malo es sólo el sujeto que los realiza.

Lo que es moral o inmoral es la disposición del ánimo del agente. Un acto será moralmente bueno si el sujeto que lo realiza lo hace porque lo considera

como absolutamente debido, como un fin absoluto, como imperativo categórico; por el contrario un acto es malo si se hace con el propósito de

obtener alguna consecuencia favorable, si se realiza como medio o imperativo hipotético.

Lo bueno, según Kant, está en la buena voluntad regida por la ley moral. Si alguien actúa por temor y no por respeto al deber implícito en la ley moral, sus acciones no son morales. Tampoco lo serán aquellas que se realizan por

accidente o como medio para obtener beneficios posteriores.

Ejemplos: la acción de pagar una deuda puede no tener ninguna significación moral (amoral) si se realiza por temor a la consecuencias; una promesa que se cumple por accidente, o porque se desea obtener algo como

resultado de la acción, tampoco tienen significación moral conforme a la ética kantiana; las acciones que se realizan de acuerdo a la buena voluntad,

es decir las que se realizan por deber y conforme al deber (imperativo categórico) son las acciones valiosas que hacen del individuo una persona

genuinamente moral.