etica

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219 JOAN CARRERA ¿QÚE ES LA ÉTICA CIVIL? «Hay una ética civil compartida por creyentes de distintas confesio- nes religiosas y por no creyentes? Sería una ética desde la cual los que nos sabemos ciudadanos del mundo podemos aunar nuestros es- fuerzos en esa tarea de construir un mundo más humano. La ética que mi fe implica ¿puede articularse con éticas no cristianas y traba- jar con ellas en este proyecto humanizador sin perder su especifici- dad?» Estas son algunas de las preguntas que la profesora de Ética de la Universidad de Valencia Adela Cortina ya en 1994 lanzaba en el XIII Congreso de Teología del Centro Evangelio y Liberación de Madrid. Nuestra revista concluía así el resumen de su contribución: «Así como la universalidad de los mínimos es exigible, la de los máxi- mos de felicidad es ofertable» (ST nº 134,1995, 139-142; de la mis- ma autora: Ética empresarial y opinión pública ST nº 147, 1998, 219-228). El autor del presente artículo vuelve sobre el tema de la Ética Civil y lo expone con un rigor y una claridad que ayuda a situarlo en su contexto actual, a valorar sus ventajas y sus inconve- nientes y a comprender mejor cuál ha de ser la actitud cristiana fren- te a la ética de mínimos propia de la Ética Civil. Què és l’Ètica Civil?, Bioètica i debat 4 (1999) 1-6. En nuestra sociedad plural y democrática conviven diversas formas de pensar, de entender la felicidad. Hemos consagrado un sistema político que, pese a sus deficiencias, permite el respeto a la pluralidad. Existe también un amplio consenso alrededor de determinados valores: la justicia, el respeto a las personas...El pro- blema se presenta cuando quere- mos vivir estos valores en situa- ciones concretas. Sin embargo, en nuestra sociedad se levantan mu- chas voces exigiendo respuestas globales a los problemas de la humanidad (ecológicos, bioéticos, etc). La Ética Civil se presenta como un nuevo intento de construir una ética universal basada en unos mínimos éticos compartidos por todo el mundo. Ello supone: a) la aconfesionalidad de la sociedad, b) la posibilidad de una ética pura- mente racional, c) que los huma- nos viven sus éticas de felicidad sin poder esperar compartirlas. La Ética Civil pretende compartir entre todos unos mínimos éticos que sirvan de base para nuestra legislación. No pretende ser una ética independiente de las otras, sino que las supone. El problema de esta propues- ta estriba en cómo definir estos mínimos éticos comunes. Para con- seguir estos mínimos compartidos y poder irlos ampliando, aplica el método de la Ética Discursiva de Habermas y Apel. Los contenidos se buscan a través de un diálogo

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ETICA

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  • 219

    JOAN CARRERA

    QE ES LA TICA CIVIL?

    Hay una tica civil compartida por creyentes de distintas confesio-nes religiosas y por no creyentes? Sera una tica desde la cual los quenos sabemos ciudadanos del mundo podemos aunar nuestros es-fuerzos en esa tarea de construir un mundo ms humano. La ticaque mi fe implica puede articularse con ticas no cristianas y traba-jar con ellas en este proyecto humanizador sin perder su especifici-dad? Estas son algunas de las preguntas que la profesora de ticade la Universidad de Valencia Adela Cortina ya en 1994 lanzabaen el XIII Congreso de Teologa del Centro Evangelio y Liberacin deMadrid. Nuestra revista conclua as el resumen de su contribucin:As como la universalidad de los mnimos es exigible, la de los mxi-mos de felicidad es ofertable (ST n 134,1995, 139-142; de la mis-ma autora: tica empresarial y opinin pblica ST n 147, 1998,219-228). El autor del presente artculo vuelve sobre el tema de latica Civil y lo expone con un rigor y una claridad que ayuda asituarlo en su contexto actual, a valorar sus ventajas y sus inconve-nientes y a comprender mejor cul ha de ser la actitud cristiana fren-te a la tica de mnimos propia de la tica Civil.

    Qu s ltica Civil?, Biotica i debat 4 (1999) 1-6.

    En nuestra sociedad plural ydemocrtica conviven diversasformas de pensar, de entender lafelicidad. Hemos consagrado unsistema poltico que, pese a susdeficiencias, permite el respeto ala pluralidad. Existe tambin unamplio consenso alrededor dedeterminados valores: la justicia,el respeto a las personas...El pro-blema se presenta cuando quere-mos vivir estos valores en situa-ciones concretas. Sin embargo, ennuestra sociedad se levantan mu-chas voces exigiendo respuestasglobales a los problemas de lahumanidad (ecolgicos, bioticos,etc).

    La tica Civil se presenta comoun nuevo intento de construir unatica universal basada en unos

    mnimos ticos compartidos portodo el mundo. Ello supone: a) laaconfesionalidad de la sociedad, b)la posibilidad de una tica pura-mente racional, c) que los huma-nos viven sus ticas de felicidadsin poder esperar compartirlas. Latica Civil pretende compartirentre todos unos mnimos ticosque sirvan de base para nuestralegislacin. No pretende ser unatica independiente de las otras,sino que las supone.

    El problema de esta propues-ta estriba en cmo definir estosmnimos ticos comunes. Para con-seguir estos mnimos compartidosy poder irlos ampliando, aplica elmtodo de la tica Discursiva deHabermas y Apel. Los contenidosse buscan a travs de un dilogo

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    con una serie de condiciones, porej.: tener presentes a todos losafectados por la cuestin pro-puesta, considerar a todo el mun-do como interlocutor vlido y quetodas las conclusiones sean siem-pre revisables hasta llegar a unasituacin de verdadera comunica-cin racional. El dilogo propues-to llega a un consenso, que no esestratgico o de mayoras, sinouna convergencia tica entre to-dos los participantes. Los conte-nidos consensuados han de seraceptados por todo el mundo ylos contenidos ticos de mximos,que viven las diversas comunida-des, han de ser tolerados.

    Los contenidos bsicos de latica Civil podran concretarse,actualmente, en el respeto a losDerechos Humanos de primera,segunda y tercera generacin. Sue-len denominarse de primera ge-neracin los que hacen referen-cia a la libertad (derecho a la vida,a la libertad de expresin, de des-plazamiento, a la intervencin enpoltica...) que surgieron a la luzdel liberalismo. Los de segundageneracin son los denominadosderechos sociales, econmicos yculturales (hacen referencia a lavivienda, el alimento suficiente, lacultura, la salud, la jubilacin, laproteccin ante el paro...) Fueronlas conquistas de los movimien-tos socialistas. Estas dos genera-ciones fueron reconocidas por laDeclaracin Internacional de De-rechos de la ONU (1948). Losderechos de tercera generacin nohan sido recogidos en ningunadeclaracin internacional. Entreellos figuran: el derecho de todapersona a nacer y vivir en un am-

    biente sano, no contaminado, y denacer y vivir en una sociedad enpaz.

    Puntos ms validos de la pro-puesta de la tica Civil

    Acepta el pluralismo tico dela sociedad actual. No pretendeser totalitaria ni imponerse pormedios que no sean pacficos.

    Pretende consensuar unamoral mnima para preservar unosvalores que se suponen compar-tidos por toda la humanidad. Pro-pone adems un proceso para irampliando estos mnimos ticos.

    No se opone a las ticas defelicidad o de mximos, mientrasse respeten estos mnimos.

    Da respuesta a una preocu-pacin de toda la humanidad paraobtener respuestas a problemascomunes. Esto es particularmen-te importante en un momento enque la humanidad es conscientede que muchos de los problemasactuales slo tienen solucin me-diante respuestas a nivel mundial(problema ecolgico, escasez derecursos y su distribucin...).

    Realiza una fuerte crtica alconsenso entendido como unpuro acuerdo estratgico, en elque las mayoras siempre se im-ponen. Fomenta la democracia en-tendida como una participacinde todos en las cosas comunes ypblicas.

    Invita a todos los implicadosen una cuestin a entrar en esteproceso de dilogo sin hacer ex-clusiones y en condiciones deigualdad. Esto permite interveniren defensa de los oprimidos y losdbiles para posibilitar las condi-

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    ciones de igualdad. La tica Civil no tiene miedo

    de enunciar los contenidos mni-mos conseguidos por consenso,como mnimos necesarios para laconvivencia humana. En esto se di-ferencia de la tica Discursiva queslo propona un mtodo para lle-gar a ellos. Estos contenidos mni-mos siempre se pueden conside-rar provisionales por dos motivos:por una continua profundizacinen el dilogo, que nunca queda ce-rrado; y porque el dilogo siem-pre puede ampliarse mediante laparticipacin de ms personasafectadas por el mismo problema.

    En la situacin actual de granpluralismo tico, marca unos mni-mos ticos que desacreditan de-terminadas praxis por su inhuma-nidad.

    Busca unos mnimos para po-der legislar en los pases demo-crticos. Estos mnimos son los quelegitiman las leyes positivas.

    Puntos ms dbiles de la pro-puesta de la tica Civil

    En este proceso de dilogopara buscar unos mnimos, nosencontramos con que, cuanto msamplia sea la base participativa,ms difcil ser poder llegar aacuerdos y, probablemente, algu-nos de los contenidos a los quese llegar sern demasiado abs-tractos o genricos, para poderincluir todas las sensibilidades.

    Cuantos menos participen enel dilogo ms fcil ser llegar aacuerdos, pero stos sern siem-pre parciales porque respondernslo al pensamiento de determi-nados grupos culturales.

    El presupuesto sobre la exis-tencia de valores ya compartidosms all de las diversas culturases capital para una tica Civil, peroes un a priori que no se puededemostrar.

    Difcilmente se cumplirn lascondiciones del dilogo que pro-pone la tica dialgica y, por tan-to, los contenidos siempre sernprovisionales y sometidos a pos-teriores aclaraciones. Esto puededar un aire de relativismo a susconcreciones, que haga que nosean tomadas muy en serio.

    La propuesta de esta ticamnima puede dar lugar a unamentalidad de mnimos. Sera unatica ms, con la ventaja de sermnima.

    La tica Civil cree que loshombres pueden compartir algoen comn, aun cuando slo seauna racionalidad que permita es-tablecer un dilogo para buscaraquello que compartimos comohumanos. Pero muchas de las co-rrientes ticas actuales ya nocreen en la posibilidad de unauniversalizacin y afirman que latica slo depende de las tradi-ciones de las diversas comunida-des.

    Si estos contenidos que pro-pone quedan a un nivel muy ge-nrico para incluir muchos par-ticipantes, entonces dejar susconcreciones en manos del dere-cho, y ste, al elaborar sus leves,utilizar un mtodo de consensofctico de mayoras, ya que la le-gislacin ha de ser concreta y so-metida a pocas posibilidades deambigedad. El derecho tambinpuede optar por dejar vacos le-gales en aquellas cuestiones en

  • 222 Joan Carrera

    que todava no haya consensosocial, a la espera de que se lleguea acuerdos.

    El mtodo de la tica Civil eldialgico, presupone crear previa-mente condiciones de igualdadentre los interlocutores vlidos.Por tanto, esta tica exige unareforma social a fin de que todoel mundo, incluso los ciudadanosdel Tercer Mundo, puedan parti-cipar en ella. Si no fuera as, en-tonces esta tica slo sera apli-cable al Primer Mundo y slo ser-vira para justificar el manteni-miento de las diferencias del Ter-cer Mundo respecto al Primero.La tica Civil no se puede limitara la esttica del mtodo, sino queha de hacer posibles las condicio-nes de posibilidad del dilogo.Creemos que esta tica no estvaca de contenido proftico sirealmente es considerada en susltimas consecuencias. Pero pue-de ser difcilmente aplicable enaquellas situaciones de violenciao de injusticia generalizada cuan-do, antes del dilogo, se han decrear las condiciones adecuadaspara hacerlo posible.

    Aunque ha de estar incluidaen el sistema educativo de lospases democrticos, la tica Civilno pretende sustituir la educacintica o de valores que haya quedar en el seno de cada comuni-dad moral, ya que todos los valo-res estn relacionados y es en elseno de las comunidades dondese han de aprender los modelosde comportamiento.

    Para definir la tica Civil demanera que pueda ser bien acep-tada por parte de los cristianos yde otros grupos, se hace necesa-

    rio la afirmacin de su provisio-nalidad, en el sentido de que, ens misma, tiene la pretensin de irprofundizando en el dilogo y queno se limita a ser una afirmacinde aquello que ya compartimos.

    Aceptacin por parte de loscristianos

    1.La aceptacin de la tica Ci-vil conducir a los cristianos acolaborar con todos los grupos eindividuos de buena voluntad.La tica Civil constituye un hori-zonte comn y de dilogo entrecreyentes y no creyentes. El Con-cilio Vaticano II propone el dilo-go como la manera de ir buscan-do soluciones para estos proble-mas ticos comunes a toda la hu-manidad.

    2.En la situacin actual de plu-ralismo, los cristianos, libres de latentacin del imperialismo moral,pueden entrar en dilogo con lasotras opciones desde su proyec-to moral, pero reconociendo queno tienen la exclusiva competen-cia sobre el campo de la normati-va tica ni la nica justificacin delas opciones morales vlidas.

    3.La aceptacin de la tica Ci-vil por parte de los creyentes noha de suponer que se diluye latica cristiana, ya que sta es demximos. Y recordemos que sonestas ticas de mximos las quedan sentido a la vida. El creyenteha de proteger siempre su fe y sumoral, pero consciente de que supropuesta la ha de manifestar conuna actitud tolerante hacia lasdems posiciones ticas.

    4.La tica Civil afirma la posi-bilidad de una tica no religiosa.

  • Qu es la tica civil? 223

    Por tanto, afirma la posibilidad depoder hablar de tica sin hacerreferencia a Dios. Al presentarsecomo una tica de mnimos renun-cia a ser una tica de salvacin (deplenitud del ser, de felicidad).Como tica no religiosa deja delado cualquier aspecto escatol-gico trascendente, pero presentaun aspecto tambin escatolgi-co (que va ms all de lo inme-diato). La comunidad ideal ac-ta como factor crtico y estimu-lador, recordando que las situacio-nes de dilogo que se dan en larealidad de nuestro mundo no sontodava esta comunidad ideal decomunicacin.

    Los cristianos pueden hacerun gran servicio a la reflexin ti-ca si viven a fondo su proyectotico y si muestran tambin enesta reflexin la plausibilidad desu apertura al trascendente, elpotencial humanizador del pro-yecto de Jess de Nazaret.

    5.El mismo Jess de Nazaretaduce razones humanas para fun-damentar su conducta ante la leyjuda. As, por ej., para justificar suscuraciones en sbado, afirma queel sbado es para el hombre y noviceversa (Mc 2,27).

    Para concluir este apartado,dos palabras sobre la articulacinde los creyentes en el mbito dela tica Civil.

    Esta propuesta exige a los cre-yentes que sean testigos vivos desu proyecto tico y que lo defien-dan en este dilogo, pero sabedo-res de que muchas cuestionesconcretas no tienen solucionesque se deriven directamente dela Revelacin, sino nicamente degrandes principios ticos genera-

    les. Los creyentes han de entraren el dilogo, conscientes de que,por la razn comn a todos loshombres inspirada en la presen-cia del Espritu, podemos irnosacercando a la verdad.

    Para los creyentes, Dios noest ausente de nuestro mundo y,por tanto, han de ver este dilogoentre diferentes concepcionesticas como una huella de Dios,que quiere que su Reino sea detodos y para todos. A lo largo dela historia de la humanidad, Diosha ido enseando progresivamen-te cul es la manera ms humani-zadora de vivir.

    En otras palabras: Dios ha res-petado en su Revelacin la pro-gresividad del aprendizaje huma-no. Si Dios ha aceptado esto, no-sotros creyentes en l, hemos deaceptar que el descubrimiento delas verdades en este dilogo es unproceso lento, en el cual se llega-r a verdades parciales e inclusoa tolerar acciones que los creyen-tes creen que son malas.

    Los cristianos no podemospermanecer en un gueto, ence-rrados dentro de nuestra comu-nidad de creyentes. Hemos desalir hacia fuera para proclamarnuestra Buena Nueva y escuchara los otros y aprender de ellos, yaque la nueva humanidad la hemosde construir entre todos. Cree-mos que el encerrarnos en nues-tra comunidad de fe slo puederesponder a una inseguridad anteel mundo y a una visin muy ne-gativa del mismo, como si el bieno la misma presencia del Esprituestuviera solamente en nuestracomunidad.

    La aceptacin de esta propues-

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    ta moral por parte del creyentetiene mucho que ver con la con-cepcin teolgica de fondo sobrela pneumatologa y la revelacin.As, determinados presupuestosteolgicos ms escpticos sobrela presencia del Espritu en elmundo o con la visin de un mun-

    do excesivamente marcado por elpecado o que nieguen que la ra-zn de todo hombre puede lle-gar a encontrar el bien sin una feexplcita en Dios, difcilmente ve-rn como positiva la propuesta dela tica Civil.

    Tradujo y condens: JOAQUIM PONS

    El ser humano tiene un valor en s. Ms an: es la fuente de todovalor. El valor genuinamente humano reside en el hecho, sin paraleloen ningn otro hecho del mundo, de que por l y slo por l surge lapregunta sobre el bien y el mal. As, el ser humano debera ser prote-gido porque es fuente de todo valor, dispone de capacidad tica.

    H. Jonas propone como ley fundamental que la existencia o la esen-cia de los humanos jams puede ser manipulada. As, formula un nue-vo imperativo categrico de la doctrina humana: Obra de tal maneraque los efectos de tu accin sean compatibles con la existencia de unavida humana autntica en la tierra o, expresado negativamente: obrade tal modo que los efectos de tu accin no sean destructivos para lafutura posibilidad de esa vida o simplemente, no pongas en peligro lascondiciones de la continuidad indefinida de la humanidad en la tierra.

    Para preservar la capacidad tica humana, es tambin indispensa-ble preservar el complejo hombre-naturaleza-cultura. La sensibilidadtica no existe sino en el ser humano tal como est constituido natu-ral y culturalmente. Como la capacidad lingstica, tambin la capaci-dad tica est inscrita en el genoma humano, aunque no sea ms quecomo posibilidad.

    J. CARRERA, tica i tecno-cincia, Quaderns Cristianisme i Justcia,n 105 (2001) pg. 57.