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Ser y parecer universitario: : Marzo 2018
El bufete El caballero delJabalí Blanco
La lectora de Jade El escarabajo de oro
Un mundo armado hasta los dientes
El precio de la paz Sociedad exigente para otorgar el perdón
Paraísos ar�ficiales: las ar�mañas de
las drogas
Algo para ver en TV Recomendacionesde cine
Clásicos debiblioteca
A dónde ir El arte del buencomer
Arte gráfico Aprende a perder el �empo y da sen�do a
tu vida
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EL BUFETE
Encuéntralo en la biblioteca con la clave: 863.7 MAR 2012 23 Autor: Borja Martínez-Echevarría Imp / Ed.: Madrid : Martínez Roca, 2012 Temas: Novela española
Alberto Spínola es un joven, ambicioso y brillante abogado. Apenas ha terminado un máster de abogacía internacional es contratado por Kline & Burbridge, un prestigioso bufete internacional que opera en España. La vida le sonríe. Dinero, poder y privilegios llaman a su puerta. Berta es una astuta y tenaz periodista del diario económico Financiero. Su nombre empieza a sonar en todos los círculos gracias a sus exclusivas y la forma poco ortodoxa de conseguirlas. Es temida por todos aquellos que reciben una llamada suya.
Las vidas de los protagonistas se cruzarán inesperadamente cuando la multinacional GlobalHerz decide adquirir Petrospaña —la petrolera más grande de España y la cuarta del mundo— mediante una OPA hostil. Una compra que desde el primer momento generará todo tipo de problemas: desde un accidente de la petrolera de incalculable dimensión en el Mar del Norte hasta sobornos, asesinato de niños inocentes y un gigantesco complot...
EL CABALLERO DEL JABALÍ BLANCO: LA NOVELA DE LOS PIONEROS DE LA RECONQUISTA
Encuéntralo en la biblioteca con la clave: 863.64 ESP 2012 23 Autor: José Javier Esparza Imp / Ed.: Madrid : La Esfera de los Libros, 2012 Temas: Novela española
Transcurren los últimos años del oscuro siglo VIII de nuestra era. El joven protagonista de esta novela, Zonio, hijo de Lebato y Muniadona, atraviesa las montañas cántabras con su familia en busca de un fértil valle que pueda alimentarlos a todos. Saben que por su audacia pueden acabar muy mal: asesinados en sus nuevas tierras saqueadas por los musulmanes o esclavos e n el gran mercado de Córdoba; pero el hambre aprieta y se niegan a seguir viviendo escondidos. Así comienza la epopeya de la Reconquista.
LA LECTORA DE JADE
Encuéntralo en Biblioteca con la clave: 843.92 DEG 2013 23 Autor: Frédérique Deghelt Imp / Ed.: Barcelona: Principal de los Libros, 2013 Temas: Literatura francesa Una joven periodista decepcionada por una reciente ruptura decide secuestrar a su abuela para impedir que la internen en una residencia. Juntas se van a vivir al piso de Jade en París, donde emprenderán un viaje literario que les cambiará la vida para siempre.
EL ESCARABAJO DE ORO
Disponible en PDF Autor: Edgar Allan Poe La vida de tres hombres, William Legrand, su fiel criado Júpiter y el propio narrador, está a punto de cambiar para siempre. Todo comienza con el hallazgo casual por Legrand, entomólogo aficionado, de un ejemplar de escarabajo de una especie desconocida hasta el momento. El hallazgo del escarabajo y las inquietantes supersticiones de Júpiter impregnan los comienzos del relato, creando un ambiente de extrañeza y de misterio. Ciertamente, el desconcertante comportamiento de Legrand no contribuye a despejar el desasosiego que rezuma la historia. ¿Se ha vuelto loco, como sospechan sus amigos? Tras un inesperado giro de los acontecimientos, la narración cambia por completo, se vuelve analítica y racional, casi matemática.
Un mundo armado hasta los dientes
La preocupación por la proliferación de armas ha llevado a tres organizaciones no
gubernamentales (ONGs) a lanzar una campaña que intenta limitar este comercio.
Amnistía Internacional, Oxfam, e International Action Network on Small Arms...
La preocupación por la proliferación de armas ha llevado a tres organizaciones no
gubernamentales (ONGs) a lanzar una campaña que intenta limitar este comercio.
Amnistía Internacional, Oxfam, e International Action Network on Small Arms
anunciaron la iniciativa en Inglaterra el 9 de octubre.
Las tres organizaciones se mostrarán activas en este tema en más de cincuenta
países, decía la nota de prensa. La campaña de Control de Armas intenta reducir la
proliferación de armas y su uso erróneo y convencer a los gobiernos para que
introduzcan un tratado para endurecer el comercio de armas.
Las ONGs sostienen que los actuales controles de exportación de armas están
llenos de agujeros. La disponibilidad de armas incrementa la incidencia de la
violencia armada y prolonga las guerras una vez que han estallado, defienden.
Además, apuntan a que los esfuerzos para luchar contra el terrorismo internacional
están realmente estimulando la venta de armas, sin importar la preocupación por
los derechos humanos y el desarrollo.
«El comercio de armas está fuera de control», afirmaba Barbara Stocking, directora
de Oxfam. «Es un problema global con horrorosas consecuencias locales – y son
los pobres los que más sufren. Se necesita desesperadamente un tratado de
comercio de armas, para parar el flujo de armas a los explotadores y ayudar a volver
nuestras sociedades más seguras».
Un informe publicado coincidiendo con el lanzamiento de la campaña observaba
que un tercio de los países gastan más en lo militar que en servicios sanitarios. El
problema es particularmente agudo en los países en vías de desarrollo. Los países
de África, Asia, Oriente Medio y América Latina se gastan una media de 22.000
millones de dólares al año en armas. Sólo la mitad de esta cantidad permitiría que
todos los niños de estas regiones fueran a la escuela primaria. En total, el 42% de
los países con los gastos más altos en defensa están entre los más bajos en
desarrollo humano.
Se ha desarrollado un borrador de tratado de comercio de armas por un grupo de
ONGs de derechos humanos, desarrollo y control de armas, que incluyen a Amnistía
Internacional y Oxfam en colaboración con expertos legales internacionales. El
objetivo principal es proporcionar una serie de principios comunes mínimos para el
control de las transferencias de armas, sólidamente basado en las
responsabilidades existentes para los estados según las leyes internacionales.
Grandes ventas
En agosto, el Instituto de Investigaciones Internacionales de Paz de Estocolmo
(SIPRI), publicaba su libro anual sobre armamento y seguridad internacional. El
estudio revelaba que el gasto militar mundial, ya en aumento desde 1998, se aceleró
de manera pronunciada en el 2002. El año pasado aumentó en un 6% en términos
reales, hasta los actuales 794.000 millones de dólares. Esta cantidad equivale al
2,5% del producto interior bruto mundial. Los actuales niveles de gastos militares en
el mundo están ahora un 14% en términos reales por encima de la cifra más baja
de 1998 tras la guerra fría. Pero todavía están un 16% por debajo del techo
alcanzado en 1988.
Casi tres cuartos del incremento del 2002 vinieron de Estados Unidos, que aumentó
el gasto militar en un 10% en respuesta a los atentados del 11 de septiembre del
2001. Los Estados Unidos contabilizan ahora el 43% del gasto militar mundial.
Otro país que ha aumentado notablemente su gasto ha sido China. Aumento el
gasto militar en un 18% en el 2002. Rusia también intensificó sus gastos, con un
12% de aumento. Los cinco países que más gastan –Estados Unidos, Japón, Reino
Unido, Francia y China- suman el 62% del gasto total mundial. Los 15 que más
gastan el 82%.
Detrás de las cifras totales de gasto militar existen notables disparidades regionales.
En el 2001, el año más reciente del que se tienen datos disponibles, el gasto militar
de Oriente Medio se estimaba en un 6,3% de su producto interior bruto, mientras
que América Latina gastó sólo el 1,3%.
Algunos datos del informe del SIPRI vierten un jarro de agua fría sobre la afirmación
de que la guerra contra el terror ha agravado la proliferación de armas y los
conflictos. En el 2002, hay 21 conflictos armados importantes en 19 lugares del
mundo. Tanto el número de conflictos como el de localizaciones fue menor que en
el 2001, cuando había 24 conflictos armados importantes en 22 lugares. De hecho,
el número de conflictos armados importantes en el 2002 ha sido el más bajo desde
1998.
Además, a pesar de que se han elevado los gastos militares, las grandes
transferencias para armas convencionales en el periodo 1998-2002 permanecieron
en las cifras bajas de la etapa posterior a la guerra fría, informaba el SIPRI. A pesar
del aumento en el periodo 2000-2002, la media móvil de cinco años hasta el 2002
ha sido la más baja hasta ahora.
Estados Unidos ha sido el mayor suministrador de armas en 1998-2002, con el 41%
de las entregas totales. Rusia, en segundo lugar, sumó el 22% de las transferencias
totales de armas. Por segundo año consecutivo, Rusia ha sido en el 2002 el mayor
suministrador, con el 36% de las entregas totales.
El SIPRI observaba que entre los mayores receptores de armas estaban países
implicados en la guerra contra el terrorismo. Con todo, indicaba que los datos «no
apoyan la hipótesis de que los niveles de más importantes transferencias de armas
serían más altos a causa de las entregas por el antiterrorismo en el 2002». De
hecho, el SIPRI observaba que muchas de las transferencias de armas
convencionales durante el 2002 fueron resultado de decisiones tomadas antes de
septiembre de 2001. Según el informe, es demasiado pronto para decir en qué
medida las importantes actividades antiterroristas incidirán en la futura tendencia de
transferencias de armas
El informe ponía de relieve los problemas de controlar las ventas de armas,
especialmente al implementarse los embargos de armas de Naciones Unidas.
Precisaba la necesidad de un mayor desarrollo de instrumentos de control del
comercio de armas, tanto cerrando los agujeros como coordinando el control de
transferencias de armas desde el punto de salida hasta el de llegada al destino final
autorizado.
Control de armas ligeras
Un área del comercio de armas que ha recibido mayor atención en los últimos
tiempos es la proliferación de armas ligeras. Del 7 al 11 de julio, las Naciones Unidas
tuvieron un encuentro para revisar la implementación del «Programa de Acción para
Prevenir, Combatir y Erradicar el Comercio Ilícito de Armas Ligeras en Todos sus
Aspectos», del año 2001.
Las armas ligeras matan a más de medio millón de personas cada año, que incluyen
a unas 300.000 en conflictos armados y 200.000 por homicidios y suicidios, afirmaba
la nota de prensa de Naciones Unidas del 3 de julio. El Programa de Acción pide
una serie de medidas: legislación sobre la fabricación, posesión, almacenamiento y
comercio ilegales de armas ligeras; destrucción de armas confiscadas; identificación
y seguimiento de las armas ilícitas; cooperación internacional y asistencia a los
estados para fortalecer su capacidad de identificar y seguir las armas ilícitas; y
campañas de concienciación pública.
Durante el encuentro en Nueva York, algunos países informaron sobre las nuevas
legislaciones nacionales para limitar las armas ligeras, observaba una nota de
prensa del 9 de julio. Algunos delegados de Naciones Unidas apuntaban a la
necesidad de una mayor cooperación internacional, señalando la proliferación en
las fronteras y las redes cada vez más internacionales.
Una investigación internacional sobre armas ligeras, publicado durante el
encuentro, reveló muchos problemas que todavía hay que tratar. El estudio
mostraba niveles decepcionantemente bajos de transparencia sobre el comercio
mundial de armas, con sólo veinte países proveyendo informes anuales de
exportaciones, informó el 8 de julio Associated Press. Se sabe que sesenta países
están implicados en el comercio legal.
La investigación decía que se estima que el valor de la producción mundial de armas
ligeras permanece sin cambios alrededor de los 7.400 millones de dólares. Peter
Batchelor, director del proyecto de investigación, afirmaba que el comercio ilícito se
cree que pueda tener un valor de unos 1.000 millones de dólares.
Fuente: Zenit.org
El precio de la paz Juan Miguel Otxotorena
Todos queremos la paz, pero los hechos prueban que no nos ponemos de acuerdo
en qué precio pagar por ella. La cuestión se suscita ante las amenazas que todavía
la comprometen en nuestro entorno, cercano y lejano. Y es que no falta quien
pretende imponerla por la fuerza, ni tampoco quien la quebranta al recurrir a la
violencia para apresurar un cambio suficiente que desactive las propias tensiones
que presuntamente padece.
Suele decirse que la paz constituye el objetivo supremo de la acción política; pero
ha de basarse también en la justicia. Es claro que la paz será viable a medio plazo
tan sólo si no hay fuertes tensiones larvadas capaces de estallar y, en definitiva, si
las reivindicaciones legítimas de parte se encuentran satisfechas. Debemos pensar,
en efecto, que si hay justicia parece difícil el arraigo de actitudes rebeldes capaces
de hacerse fuertes y volverse amenazadoras. Ahora bien: de entrada, cabe que eso
no sea óbice para que, a pesar de todo, haya o pueda haber elementos
descontentos aislados, capaces de sublevarse contra el orden social y de ponerlo
en jaque para lograr sus objetivos particulares, más o menos egoístas y además tal
confusión plantea, como la de si estricto, global, conquistas intermedias y soluciones
posibilistas.
Así, por ejemplo, seguramente podemos y debemos aceptar con resignación que
no hay justicia en este mundo: no cabe una situación de justicia total, sino sólo
movimientos y procesos, más o menos satisfactorios, orientados en la buena
dirección. Sin duda, la apreciación resulta pertinente: responde al reconocimiento
de la inevitable efectividad de la entropía y el rozamiento. Los hechos la demuestran
cargada de razón; y lleva a concluir que para lograr realmente la paz es necesario
armarse para defenderla, prepararse para la guerra buscando con esto unos efectos
de carácter preventivo y disuasorio.
El lema de los ejércitos de los países avanzados ha sido durante mucho tiempo,
precisamente, el de si vis pacem para bellum; y se corresponde con la resignación
de quien reconoce la imposibilidad de una idílica pax olímpica, de una paz completa
y estable, y asume la necesidad de enseñar los dientes a todo aquel que pueda un
día llegar a perturbarla.
Por desgracia, esta resignación es fruto de la experiencia. Por eso, la idea de que
la paz ha de basarse en la justicia no puede servirse sola, aislada: remite a una
cuestión de acentos. Preocuparse por la realización de la justicia es sin duda el
mejor modo de trabajar por la paz; no obstante, puede no ser suficiente mientras tal
realización se alcanza, a lo largo del proceso de su consecución; y, en general, la
cosa se agrava en tanto, según ocurre, tal consecución resulte y deba reconocerse
inalcanzable en plenitud, y, por tanto, inasequible en sentido estricto.
Los peligros de un enunciado
El caso es que es frecuente oído a propósito de las situaciones de violencia crónica
que todavía ensombrecen la imagen de nuestro mundo, en especial ante el tema
del terrorismo. No es difícil encontrar a este respecto pronunciamientos del tipo:
«Estoy a favor de la paz, pero la paz ha de basarse en la justicia»; ni escuchar de
labios de los propios terroristas que el objetivo de su lucha no es otro que justamente
la paz, la consecución de una paz duradera y estable.
El asunto está en si es posible avanzar hacia la paz a través de la guerra. Apunta a
un debate muy vidrioso y movedizo; y lo que viene a plantear, en el fondo, es si la
paz puede tener un precio o si, más bien, hay que ponerla en primer plano
subordinando cualquier otro objetivo al de la paz y, en tal caso, a quién debe exigirse
que lo haga.
Pues bien: cabe que, en la medida en que se la aísle y se la saque de contexto, la
idea de que la paz ha de basarse en la justicia -sea cual sea su formato o su
expresión- resulte tanto capciosa en el plano argumentativo cuanto, en la práctica,
poco constructiva. En efecto: por un lado, el recurso a este enunciado puede resultar
un tanto interesado y cómplice; quizá donde esta idea encuentra más sentido y
acomodo es en el marco de un discurso reivindicativo que, si bien sin querer
aprobarla de modo formal o expreso, reconoce de manera implícita una cierta
legitimidad a la violencia, aunque sea indirecta: la estaría viendo como el resultado,
quizá excesivo y no deseable pero en último extremo explicable, de una situación
de injusticia que presume real y pendiente de solución.
Por otro lado, hay que contar con que, a sus propios ojos, los antagonistas en los
conflictos a que tal idea se refiere tienen seguramente muy buenas razones para
pensar que la justicia está de su parte, con lo que la mera apelación a su necesidad
puede ser muy poco útil.
Las situaciones de violencia de este tipo, en la medida en que además se enquistan
y retroalimentan, suelen terminar enconando las posturas y repartiendo de manera
paralela -virtualmente simétrica- excesos verbales, agravios desmedidos, rencores
y deseos de venganza. Así pues, la referencia a la justicia y la equidad puede no
resultar resolutiva y, por tanto, suficiente. Es preciso completarla, plantear el tema
en otros términos. Ahora bien, eso supone trascenderla, superarla por elevación. Lo
cierto es que, aunque pueda parecer simplista o ingenuo proponerlo de manera tan
directa, esos otros términos no pueden ser sino los de la magnanimidad, la
comprensión y, en definitiva, la generosidad.
El bien supremo de la paz
Puede resultar ilustrativo a este respecto recordar la posición del Papa en relación
con los trágicos sucesos del ya célebre 11 de septiembre de 2001, formulada por él
mismo en el momento -al hilo de los acontecimientos en su viaje a Kazastán: frente
a esta terrible tragedia, que hará que este día sea recordado "como un día negro en
la historia de la humanidad", Juan Pablo II clama por "el bien supremo de la paz",
instando a todos a”... rezar por la paz, para que el mundo sea preservado del inicuo
flagelo del terrorismo", recordando que el diálogo y la negociación son métodos para
resolver los conflictos más acordes a las necesidades de la paz de la humanidad
que el recurso a las armas.
Los medios de comunicación destacaron del conjunto de sus declaraciones una
frase muy similar a las aludidas al principio: el Papa dijo, en efecto, que "la paz no
va desligada de la justicia"; pero hay que remitir tal frase a su contexto, escucharla
entera: "Ciertamente, la paz no va desligada de la justicia, pero esta debe ser
alimentada por la clemencia y el amor". Cabe que esto no sea un mero recurso
retórico de signo espiritualista y correlativo de cierta sensación inevitable de
impotencia. Puede que la solución a la violencia requiera, de suyo, necesariamente,
una llamada a la clemencia y a la generosidad por lo demás, existe una razón de
fondo que se impone subrayar a tal respecto. Asumir que, en último extremo: por un
lado, en efecto, no hay justicia en este mundo, en el sentido de que no existe una
especie de estadio de llegada, definitivo e ideal, que satisfaga todas nuestras
demandas y aspiraciones; y por otro, la justicia y la caridad se encuentran de por sí
en una relación de continuidad íntima y fundamental que relativiza la imagen
separativa que solemos manejar de ellas, acaso debido a nuestra obsesión por
delimitar el alcance exacto de nuestras obligaciones.
La justicia se cumple verdaderamente en la caridad, entendiendo por talla
solidaridad y piedad: no puede haber discontinuidad entre ellas. Algo de esto se
intuye al considerar, por ejemplo, cómo no puede haber razón -por importante que
sea- para saltarse o pasar por alto los derechos humanos: la dignidad humana
merece toda atención, sea cual sea el precio; hay bienes innegociables que son
absolutos, que no se pueden poner en la balanza para medirse con otros.
Imprescindible compasión
La cuestión está en la medida en que sólo cabe la llamada a superar el discurso
apoyado en argumentos de justicia por el basado en la compasión, y en cómo y
dónde puede esta llamada ser planteada.
Tal llamada (la apelación a la generosidad y la magnanimidad), en todo caso, cabe
y se impone de acuerdo con dos premisas más, que tan poco es posible dejar de
lado: en primer término, en la medida en que la Í1uciativa relativa al fenómeno de la
violencia es de una de las partes -al menos por lo que se refiere a la violencia directa
y física-, esta llamada a la generosidad y la amplitud de miras ha de estar dirigida
especialmente a ella, que sin duda aparece cargada de una especial
responsabilidad; y a su vez, en segundo término, el reconocimiento de la necesidad
de esa llamada -y, si se quiere, la apuesta por ella- no significa obviar la diferencia
en los grados objetivos de justicia que pudieran apoyar las respectivas posiciones y
motivaciones subjetivas de los antagonistas: es sólo, y no es poco, el camino de
salida (es claro a este respecto que, en principio, no cabe justificar el terrorismo por
la medida en que supone una relativización de los derechos humanos y el recurso
a la extorsión para el logro de objetivos políticos; y menos en el interior de una
democracia que pueda considerarse tal, aunque tenga problemas e
imperfecciones).
Una llamada que espera respuesta
Hay que hacer, por tanto, una llamada prudente y responsable a la generosidad y
grandeza de alma, dirigida especialmente a los terroristas y sus mentores políticos.
Tal llamada no es una mera salida ingenua que resulta de (y demuestra) la carencia
de argumentos que pudiera desnivelar una hipotética balanza; constituye
precisamente la conclusión desniveladora que arroja la confrontación silogística de
sus argumentos con aquellos contra los que se sublevan. Por eso no es
simplemente voluntarista sino seria, madura y rigurosa; y por eso puede también
esperar una respuesta que esté a la altura.
Seguramente la experiencia nos previene contra cualquier tentación de optimismo,
e incluso frente al escaso margen para la esperanza que esa conclusión vendría a
imponernos. La historia está llena de precedentes de la mofa cruel con que los
halcones suelen despreciar las actitudes cándidas de las palomas, potencialmente
llamadas a engrosar la lista de sus víctimas. No obstante, a la larga, la fuerza de su
callado grito --(vale la pena matar?, ¿vale la pena morir?- traspasa las fronteras de
espacio y tiempo y se impone sobre los odios y sobre el rugir de las armas; y remite
con una eficacia intangible al juicio definitivo que, por encima de los límites del
mundo, termina llegando a nuestras conciencias.
Fuente: Revista nuestro tiempo N°573
Sociedad exigente para otorgar el perdón Juan Domínguez
No está fácil conseguir el perdón en la sociedad actual. Y si no, que se lo pregunten
a Tiger Woods, el deportista mejor pagado del mundo. En su primera aparición
pública tras la revelación de sus infidelidades matrimoniales, el golfista ha tenido
que reconocer ante un grupo de sus íntimos y ante las cámaras de televisión sus
yerros y su deseo de cambiar.
En su declaración no ha faltado ninguno de los tradicionales elementos de la
penitencia. Reconocimiento de sus fallos. “Fui infiel. Engañé. Me dejé llevar por las
tentaciones”. Arrepentimiento: “Tengo que enmendarme y no repetir los errores”.
Petición de perdón: a su familia, a sus patrocinadores, a su fundación, a los jóvenes
que le admiran... Penitencia: empezó una terapia hace 45 días, en un centro
cerrado, y que regresaba ese mismo día. Una declaración leída en 13 minutos y
medio, con la mayor sobriedad y con el deseo de reconciliarse con el público.
¿Quién dijo que la confesión estaba en desuso? Lo que ocurre es que en la era de
la comunicación de masas, la confesión es cara al público. De la reserva del
confesonario, hemos pasado al plató, donde las celebrities pilladas en falta y los
desconocidos ansiosos de notoriedad desnudan su intimidad.
Si se quiere empezar una nueva vida, no hay nada mejor que una confesión general,
estilo Tiger Woods, en busca del perdón de la audiencia. Sin ocultar nada. Sin
excusas. Pues el público es tan propicio a endiosar al ídolo, como a condenarlo sin
contemplaciones cuando revela sus fragilidades y cae del pedestal.
La petición de perdón en nuestra era no se exige solo para las faltas intencionadas.
También en estos días el presidente de Toyota –el mayor fabricante de coches del
mundo– está presentando sus excusas por los fallos en el acelerador del Lexus, lo
que le ha obligado a llamar a revisión a nueve millones de vehículos.
Toyota tiene que ofrecer soluciones a los clientes, pero también pedir perdón por
los errores humanos en la gestión de la crisis. Se investiga si se subestimaron los
fallos y si se ocultaron por algún tiempo. El presidente, Akio Toyoda, ha ofrecido ya
sus excusas ante las cámaras de televisión, pero se le reprocha que el gesto con el
que pidió disculpas no fue suficiente. Por lo visto, en el ritual japonés hay distintos
grados de arrepentimiento, según que la inclinación del arrepentido sea de 25º, 45º
ó 90º y según los segundos que dure.
Polvo y ceniza
Ante ejercicios de humillación tan estrictos, es inevitable recordar la sencillez del
sacramento de la Confesión en la Iglesia católica, tan privado y misericordioso.
Precisamente, la Iglesia acaba de entrar en la Cuaresma, un tiempo de conversión.
“Recuerda que eres polvo, y al polvo volverás”, es el mensaje del Miércoles de
Ceniza, advertencia que viene bien tanto si uno es Tiger Woods como si es el que
le lleva los palos de golf. Benedicto XVI, hablando en el Miércoles de Ceniza de la
llamada a la conversión, ha dicho que “conversión es ir contracorriente, donde la
‘corriente’ es el estilo de vida superficial, incoherente e ilusorio, que a menudo nos
arrastra, nos domina y nos hace esclavos del mal o en todo caso prisioneros de la
mediocridad moral”. Esa mediocridad que en la vida pública se manifiesta en
fenómenos como la corrupción, la intolerancia del adversario, la avidez de
ganancias, y otros fenómenos que están en el origen de crisis sociales y personales,
y ante los que con razón se exige un cambio profundo.
La ventaja de la conversión en la Iglesia católica es que no es una mera cuestión
de carácter y voluntad, sino que cuenta con la ayuda de quien puede hacer posible
lo difícil. “La conversión –sigue diciendo Benedicto XVI– no es una simple decisión
moral, para rectificar nuestra conducta de vida, sino que es una decisión de fe, que
nos implica enteramente en la comunión intima con la persona viva y concreta de
Jesús. Convertirse y creer en el Evangelio no son dos cosas distintas o de alguna
forma solo cercanas, sino que expresan la misma realidad”.
Obtener el perdón de los pecados en el sacramento de la Penitencia requiere
también humildad, aunque no tanta humillación como para confesarse ante las
cámaras y reclamar el perdón de la audiencia. El perdón de Dios es siempre más
fácil. No solo porque es más generoso, sino también porque tiene una idea más
elevada del hombre. “El hombre es polvo y al polvo volverá –dice Benedicto XVI–,
pero es polvo precioso ante los ojos de Dios, porque Dios ha creado al hombre
destinándolo a la inmortalidad”. En cambio, si pensamos que el hombre está
destinado, en el más triunfador de los casos, a la celebridad, es fácil arrastrarlo por
el polvo cuando el ídolo ha caído.
Lo que se ha visto estos días es que en situaciones de crisis, ya sean de un famoso,
de una empresa o de cualquiera que siente el agobio de la culpa, el reconocimiento
de la verdad y la petición de perdón es lo más útil para volver a empezar.
Fuente: Aceprensa
Paraísos artificiales: las artimañas de las drogas Héctor Zagal Arreguín
Contra lo que suele pensarse, la drogadicción no sólo ataca a los desprotegidos. La
evasión que ofrecen los estupefacientes es buscada por quien necesita huir de un
mundo en el que no se encuentra a gusto. Madurez, progreso y realismo pueden
ser la solución a este mal que reside potencialmente en la condición humana.
Si no le tuviera tanto miedo, en lugar de pan me atiborraría de hachís.
Flaubert
Hace algunos años sufrí una intervención quirúrgica de cierta importancia. Poco
antes de entrar a la sala de operaciones, me encontraba francamente nervioso. Ya
en camilla y con el catéter en las venas, la enfermera añadió un mágico ingrediente
al suero. En pocos minutos pasé de la inquietud y el desazón a la serenidad más
absoluta.
No perdí la conciencia, sabía perfectamente que en cuestión de minutos un grupo
de galenos estaría abriendo mi vientre con bisturí. A mi lado, un par de camillas
ocupadas por pacientes que no parecían estar en su mejor día.
Mentiría si dijera que la substancia aquella no me hizo sentir bien. Tuve la claridad
de mente para fijarme en los detalles de la antesala de operaciones: los aparatos,
el afanoso y rutinario trajín del personal, las bromas de los médicos; y todo ello
mientras hacía cola para entrar al quirófano. Entendí el sentido de la frase «felicidad
en gotitas». Poco después me aplicaron la anestesia y perdí la conciencia.
Nunca averigüé el nombre de la medicina ni he vuelto a recibir una dosis. Para estar
lúcido por las mañanas utilizo una taza de café y para fomentar el optimismo me
conformo con una copa de vino. Sin embargo, cuando platiqué mi experiencia
tóxico-quirúrgica a un colega (cuyo nombre omito por razones obvias), se
entusiasmó con la posibilidad de obtener alegría encapsulada (en vano precisé que
se trataba de una solución). Espero que fiel a su condición de petit bourgois, mi
amigo no habrá pasado de fanfarronear.
Un mundo imperfecto
Desafortunadamente son muchos quienes no fanfarronean y consiguen
proveedores de «felicidad». Los titulares de periódicos y los telenoticieros hablan
continuamente de la lucha contra el narcotráfico. No me parece mal. Sin embargo,
el combate a la producción es insuficiente. Toda demanda genera una oferta: una
ley elemental del libre mercado. La causa primera del narcotráfico es la
drogadicción, aunque en un segundo momento la oferta apuntala la demanda (otra
ley del mercado).
La búsqueda de «paraísos artificiales» ―la elocuente expresión se atribuye al
ensayista Thomas de Quincey― no es exclusiva del siglo XX. La humanidad es
proclive a los estimulantes, tranquilizantes y «agentes de placer». El vino es el
primero; incluso la Biblia elogia la alegría provocada por su moderada ingestión. El
café fue recibido en el siglo XVIII como una bebida salvadora del alcoholismo y,
sobre todo, como un estimulante para trabajar constante e intensamente. El café
durante el desayuno y después de la comida es símbolo del orden burgués: horario
madrugador y sin posibilidad de siesta.
Paradójicamente, la popularización del aguardiente hacia finales del mismo siglo
estuvo asociada a la revolución industrial. Los obreros ingleses escapaban en los
Gin Palaces a la rutina de la fábrica, magistralmente retratada por Chaplin en
Tiempos modernos.
El opio también se difundió en la Europa del siglo XIX. Las clases bajas lo
consumían, como se lee en los relatos de sir Conan Doyle. Lo llamativo fue la buena
fama del opio entre algunos intelectuales y artistas: De Quincey, Coleridge, Edgar
Allan Poe, Baudelaire, Nerval, Gautier. El personaje de Doyle, Sherlock Holmes, es
morfinómano. El brillante detective recurre a la morfina cuando se aburre por falta
de casos.
Las drogas eran fuente de placer, de inspiración; visita a una irrealidad interesante
y fantástica. Una rebelión contra el orden establecido.
En ocasiones el combate a la drogadicción es un poco ingenuo. La búsqueda de
paraísos artificiales está asociada al ansia natural de felicidad y a la imposibilidad
de encontrarla plenamente en un mundo imperfecto. Por ello, la droga atenaza lo
mismo a los países desarrollados que a los pobres, lo mismo a la plutocracia que a
los desposeídos. No es una cuestión de ingresos económicos, como tampoco lo es
el alcoholismo. Algunos se embriagan con whisky escocés, otros con aguardiente
de caña. Algunos recurren a la heroína; otros a los solventes.
Cada quien tiene sus motivos
Me atrevo a señalar tres factores que contribuyen a buscar la evasión a través de
las drogas.
La crisis de un marco de valores culturales. Un caso ejemplar es la difusión del
alcoholismo en Mesoamérica al terminar la conquista. La ingestión del pulque
estaba severamente regulada en el mundo mexica. Los conquistadores trastocaron
los valores culturales y colocaron a los indígenas frente a una situación nueva y sin
marcos de referencia. La difusión de la droga en amplios sectores de la burguesía
mexicana y en los países desarrollados se asocia a la carencia de valores y a la
impotencia de otros mecanismos de control («civismo», «derecho», «buenas
maneras»).
La ausencia de expectativas a largo plazo. Aristóteles advirtió que el incontinente
―quien no puede controlar sus pasiones― actúa contra la razón porque considera
exclusivamente el placer presente y no el bien futuro. Cuando un diabético devora
golosamente una caja de chocolates considera el placer inmediato y soslaya los
dolores. El coma y la hospitalización no están presentes. Mutatis mutandi, a las
clases menos favorecidas les dice muy poco el futuro. Vivir sin drogas hoy no
equivale a tener empleo digno en tres años, aunque vivir con drogas hoy sí
disminuya la remota posibilidad de mejorar el nivel de vida mañana. El futuro es
siempre intangible y para los pobres es prácticamente irreal. Resulta poco
persuasiva una campaña basada en una mejora futura, cuando lo inmediato es un
presente agobiante. Sin posibilidades reales de ascenso social el combate es
quijotesco.
Un entorno urbano estéticamente hostil. Basta caminar por las calles de Chalco o
Nezahualcóyotl para entender a lo que me refiero. Muchos millones de mexicanos
pasan una cuarta parte de su vida en transportes públicos infrahumanos y habitan
en barrios sin árboles, donde las casas son de tabicón gris y el cielo ocre. ¿Qué
experiencia de la belleza se puede tener creciendo en un lugar así? Tres son las
escapatorias usuales: la televisión, el alcohol y las drogas. Las «ciudades perdidas»
―chabolas, favelas― son literalmente poblaciones perdidas: la sensibilidad más
rústica es agredida por una atmósfera opaca y sin rastros de belleza. La TV es la
única ventana barata hacia la belleza con que cuentan sus habitantes.
No niego los esfuerzos que se han hecho en este terreno, son encomiables. El punto
neurálgico es que el recurso a la droga es un camino de evasión. Y nos evadimos
de un lugar cuando no estamos a gusto en él. Para no recurrir la evasión es
menester aceptar lo que no podemos cambiar (madurez), cambiar lo que debemos
cambiar (progreso), y conocer la diferencia entre lo uno y lo otro (realismo). Cambios
estructurales y valores universales. La filantropía palia, pero no resuelve el
problema. Madurez personal y expectativas sociales son la solución, el Estado y la
familia son los dos grandes responsables.
Fuente: Istmo N° 271: 2004
LA INTENCIÓN ES LO QUE CUENTA
NETFLIX
Típico que no sabes qué hacer un domingo en la tarde y comienzas a buscar recetas para lucirte con tus dotes para la repostería. Sin embargo, te dejas llevar por aplicaciones como Pinterest y te pones metas…un tanto altas. ¿Resultado? Un mega fail que, de ser publicado en tus redes, se volvería viral de inmediato.
Y es que justamente de eso se trata el nuevo programa de Netflix, “Nailed it”, en el que un grupo de pasteleros aficionados tendrán la labor de realizar diferentes preparaciones que no solo lucen deliciosas, sino que parecen verdaderas obras de arte.
CÓMO GANAR EN TODO
NATIONAL GEOGRAFIC CHANNEL
Cablevisión Monterrey: 403 | Izzi: 405 | Sky: 254 | Megacable: 280 | Axtel TV: 406 | Gigacable: 401 | Totalplay: 377 | Cablecom: 31 | Dish: 312
Horario: De miércoles a viernes a las 13:00 hrs
Esta serie te equipará con todo lo que necesitas saber para ser más rápido, más listo, tener más éxito e incluso ser más admirado por tus colegas. Te pondrás en lo más alto del ranking de tu oficina, marcarás el gol ganador y no volverás a hacer mal una maniobra de aparcamiento. Y nadie sabrá que es todo gracias a las matemáticas, la física, la química, y la psicología, y un poquito de suerte y paciencia.
AMISTADES INSÓLITAS
NATGEO CHANNEL
Cablevisión Monterrey: 403 | Izzi: 405 | Sky: 254 | Megacable: 280 | Axtel TV: 406 | Gigacable: 401 | Totalplay: 377 | Cablecom: 31 | Dish: 312
Horario: Lunes y martes 12:55 hrs
Podremos ver la increíble relación entre un perro nadar por horas con un delfin. Un gato doméstico con una relación muy especial con un buho recién nacido y a un orangután compartiendo una gran amistad con un perro. Estas relaciones nos van a emocionar y mostrar cómo está en el instinto de los animales socializar con otras especies.
QUISIERA SER MILLONARIO
Premios Oscar ganados: Mejor película, mejor director, mejor guion adaptado, mejor banda sonora, mejor canción original, mejor fotografía, mejor montaje, mejor sonido.
En la octogésima entrega de los premios de la academia la película Slumdog Millionaire dirigida por el inglés Danny Boyle, ganó 8 de las 10 categorías en que estuvo nominada.
Encuéntralo en la biblioteca con la clave: PEL 791.456 SLU 2009 22
Director: Danny Boyle
Año: 2009
Duración: 2 horas
Género: Drama
Reparto: Dev Patel, Freida Pinto, Anil Kapoor, Rubina Ali
Sinopsis:
Jamal Malik, un joven proveniente de los barrios bajos de Mumbai, se presenta en la versión india de "¿Quién quiere ser millonario?" Ante la sorpresa de todos, responde correctamente todas las preguntas. ¿Cómo es posible que un chico como él sea capaz de conocer todas las respuestas? Cuando está a punto de responder a la última pregunta -la que le hará ganar 20 millones de rupias- es detenido bajo
sospecha de fraude. Jamal abrirá su corazón para contar la historia de su vida y de la mujer que ha amado... desde el primer instante que la vio.
LA PASIÓN DE CRISTO
Encuéntralo en la biblioteca con la clave: PEL 791.436 543 ADA 2007 23
Imp / Ed.: Los Angeles CA: Twentieth Century Fox, 2008
Descripción: 1 disco óptico de computadora (126 min): sonoro, digital, estéreo, color; 4 3/4 plg
Sinopsis: Recrea los agónicos y redentores eventos que tuvieron lugar durante las últimas doce horas en la vida de Jesús de Nazaret desde el momento en que acude al Huerto de los Olivos (Getsemaní) con los apóstoles a orar tras la última cena, enfrentándose a las tentaciones de Satanás. Allí sufre la traición de Judas Iscariote (Luca Lionello), siendo arrestado y conducido a Jerusalén para ser juzgado por blasfemia, según denuncian los fariseos. Jesús es presentado ante Pilatos (Histro Naumov), el gobernador romano en la provincia, quien escucha las acusaciones levantadas contra él y se da cuenta de que se trata de un conflicto político, delegando el asunto en el rey Herodes que no tarda en devolverlo a las autoridades romanas para ser juzgado.
KAROL : THE POPE, THE MAN
Encuéntralo en la biblioteca con la clave: PEL 270.092 KAR 2009 22
Imp / Ed.: San Francisco, CA: Ignatius Press, c2009
Descripción: 1 videodisco (ca. 185 min.): son., col.; 4 3/4 plg
Sinopsis: Polonia 1930. Karol Wojtyla, de 10 años, tiene sueños, muchos sueños. Uno a uno se rompen. Primero, por la pérdida de su querida madre y hermano. Luego, por el estallido de la guerra y el éxodo humano que huía de la muerte, que siguió. Y finalmente, por los primeros signos de la persecución judía. Estos eventos marcarán el inicio del largo viaje de Karol de trabajadora, a poetisa y maestra. Un viaje lleno de encuentros que finalmente lo lleva a convertirse en sacerdote y finalmente, en 1978, a convertirse en el hombre que todos conocemos, un hombre que ha marcado una era, un hombre que ha hecho historia como el Papa Juan Pablo II.
TRASCENDER
Encuéntralo en la biblioteca con la siguiente clave: PEL 791.436 15 TRA 2014 23
Imp / Ed.: México : Alcon Entretainment, 2014.
Descripción: 1 videodisco (109 min) : sonoro, digital, estereo, color ; 4 3/4 plg.
Sinopsis: El Dr. Will Caster (Johnny Deep) es uno de los investigadores más reconocidos en el campo de la inteligencia artificial. Su labor lo ha llevado a crear una máquina que combina la inteligencia colectiva de todo aquello que es conocido por el amplio espectro de las emociones humanas. A causa de estos experimentos se ha convertido en el blanco de extremistas anti tecnología que intentarán detenerlo a cualquier precio. Su esposa Evelyn (Rebecca Hall) y su mejor amigo Max Waters (Paul Bettany), también investigadores se preguntan si pueden ayudarlo y si en realidad deben hacerlo, pues sus peores miedos se van materializados cuando el hambre constante de conocimiento de Will se convierte en una búsqueda de poder y lo más aterrador es que nada podrá detenerlo
LA NOVIA SIRIA
Encuéntralo en la biblioteca con la siguiente clave: PEL 791.436 552 SYR 2004 23
Imp / Ed.: México : Zima Entertainment, distribuidor 2004.
Descripción: 1 videodisco (96 min.) : sonido, color, digital ; 4 3/4 in.
Sinopsis: Para Mona, el día de su boda es el más triste de su vida. Una vez que cruce la frontera entre Israel y Siria para casarse con la estrella de la televisión siria, Tallel, no podrá volver jamás con su familia en Majdal Shams, un poblado druso bajo el control israelí en los Altos del Golán. La historia de Mona es una de fronteras físicas, mentales y emocionales y el deseo por cruzarlas. La historia de una familia separada por diferencias de tradición, políticas y prejuicios. En el Medio Oriente, una vez que se cruza una frontera, casi nunca hay forma de regresar. Y tras un largo día, la novia, su familia, el gobierno y los oficiales militares reunidos a ambos lados de la frontera encaran un futuro incierto: están atrapados en la tierra de nadie.
EL JOROBADO DE NUESTRA SEÑORA DE PARÍS
Horario: Del 5 al 15 de abril a las 20:30 hrs
Lugar: Instituto Cultural Cabañas
Precio: $260-400
Descripción:
A las puertas de la catedral de Nuestra
Señora de París una mujer abandona un bebé
y el archidiácono Claude Frollo lo acoge
nombrándolo Quasimodo, dada su
deformidad, por la cual llegó a ser conocido entre el pueblo como el Jorobado de Nuestra
Señora. Frollo lo confina al campanario, la Catedral y las campanas fueron su mundo,
hasta que un día, durante el Carnaval, animado por los bailarines de los juglares y la
alegría del pueblo, Quasimodo decide desobedecer a Frollo y bajar al campanario a la
plaza. Quasimodo es proclamado Rey de Carnaval, en son de burla por su desagradable
apariencia, y solo la bella gitana Esmeralda lo defiende. Quasimodo se enamora de ella,
por ser la primera persona que le muestra compasión.
IL DIVO
Horario: 27 de abril a las 21:00 hrs
Precio: $500-2300
Lugar: Auditorio Telmex
Descripción:
El tenor suizo Urs Buhler, el barítono Carlos Marín de
España, el francés Sebastien Izambard artista pop y el tenor David Miller de EE.UU.
Regresan a Guadalajara "IL DIVO" con su gira TIMELESS.
JALISCO OPEN
Precio: $70-160
Lugar: Polideportivo Metropolitano de Tenis
Horario: del 16 al 22 de abril
Descripción:
Torneo de tenis oficial de la ATP World Tour.
NATIVO TALLER GASTRONÓMICO
Precio: Consultar menú
Lugar: São Paulo 2377, Providencia
Horario: De lunes a domingo de 14:00 a 1:00
Descripción:
Restaurante Mexicano Contemporáneo que combina
tendencias en gastronomía actuales con técnicas clásicas
y el mejor producto.
Gastronomía de Perú
Las gastronomías de América Latina tienen cada vez mayor peso en el orden mundial
culinario. Especialmente las de Argentina, México y Perú. Estos tres países, con sus
restaurantes más destacados, los valedores de su propia alta cocina, copan más de la mitad
de los puestos de la lista Latin America’s 50 Best desde que fuese creada allá por el 2013.
O lo que es lo mismo: estos tres territorios concentran en sus ciudades más de la mitad de
los mejores establecimientos del subcontinente, siendo los peruanos los más abundantes
durante varios años. Algo que no es casual.
Por eso sirve como ejemplo una cocina como la peruana, tan importante y tan de moda en
los últimos tiempos en Europa, especialmente en países como España. Más allá de los
grandes nombres de la restauración del país de los Andes, con Gastón Acurio como el
principal exponente, son muchos los profesionales de los fogones, desconocidos y no, los
que se encargan de llevar por todas partes los platos más tradicionales y representativos
de una gastronomía con mucha historia y mestizaje. Una culinaria diversa y heredera de
aquella que practicaban los antiguos habitantes del imperio precolonial, influenciada con el
tiempo por la llegada de españoles y otros europeos, en primer término, y de asiáticos,
especialmente japoneses, en segundo.
Orígenes de la cocina peruana La diversidad de la gastronomía de Perú encuentra su razón de ser, sobre todo, en otra
diversidad: la de su geografía. A lo largo de su territorio, especialmente alrededor de la
cordillera de los Andes, existen un buen número de altitudes donde se cultivan frutas,
verduras y toda una variedad de vegetales. Estas diferencias en la altura sobre el nivel del
mar provocan que existan varios tipos de microclimas en el país y, con ellos, tierras que
pueden cultivar una amplia gama de materias primas.
A la particularidad de sus pisos altitudinales se suma, además de su cercanía al ecuador
geográfico, su costa en el océano Pacífico. Sus aguas frías y las corrientes de esta gran
masa de agua son el hábitat ideal para un buen número de variedades de mariscos y peces
que hacen de Perú uno de los principales países pesqueros del mundo. Ambos
condicionantes, los principales y esenciales, son los responsables de que desde el inicio
este vasto territorio haya sido notablemente rico gastronómicamente hablando.
En el mundo antiguo, los andes centrales peruanos fueron uno de los epicentros de la
domesticación de plantas. De ellos provienen algunas especies que son universales en la
actualidad, como puedan ser el tomate, la calabaza, la chirimoya, las patatas y sus muchas
variedades, el maíz… y otras que no lo son tanto, pero no pueden faltar en las cocinas
influenciadas por los sabores latinoamericanos, como el maní, la yuca, la palta, los frijoles,
el camote, la mandioca o la quinoa, que en estos momentos goza de gran popularidad.
Todos ellos presentes todavía en su gastronomía.
Otra diversidad más, la de las culturas que componían el Imperio incaico, previamente a la
llegada de los españoles, conformó también el devenir de la historia de la cocina de Perú y
su presente actual. Aunque compartían elementos comunes, prácticas similares a la hora
de cocinar como emplear, por ejemplo, condimentos como la cocha yuyo, la sal o el famoso
ají, hoy más que imprescindible como rasgo distintivo, o deshidratar muchos alimentos
evitando así su descomposición, cada uno de los pueblos tenía platos propios y costumbres
que normalmente solamente ellos poseían. Un conjunto patrimonial que desgraciadamente
conocemos parcialmente.
La dieta que la mayoría tenía se basaba en el consumo de grandes cantidades del
abundante pescado y marisco presente en sus costas, vegetales de los muchos que
cultivaron a lo largo de su historia y la ingesta de algunas carnes, como la de patos,
camélidos domésticos como la llama, venado o incluso alguna clase de lagarto, sobre todo
en la costa norte del país. Todas estas materias primas podían servirse en forma de sopas,
de guisos como la carapulca, que está considerado el más antiguo de Perú, los pescados
podían salarse, también se tostaban granos como el maíz y se empleaban desde ollas de
barro a hornos de tierra natural para cocinar. También, en este periodo precolonial, se
consumían diferentes tipos de cerveza hecha a partir del abundante maíz y también de
yuca.
Con la llegada de los españoles y el establecimiento del Virreinato de Perú, como pasó en
otros territorios conquistados por el Imperio español, se incorporaron diferentes usos y
costumbres a la culinaria local, mimetizándose, mezclándose, sin arrebatar el protagonismo
y sencillamente, en la mayoría de los casos, enriqueciéndose al mismo tiempo que se
ampliaba y complementaba. Hoy en día, por poner un ejemplo, muchos no entenderían el
ceviche sin el limón peruano y, este cítrico, es fruto de la introducción de la lima desde
Europa y su evolución hasta la variedad local, de un color verde intenso, talla pequeña y
alta acidez. Igualmente decisiva fue la llegada del azúcar a aquellas tierras, la construcción
de conventos y la abundancia de frutas en el entorno, lo que derivó en el surgimiento de
una próspera tradición repostera, común a otros países hispanos, donde brillan dulces
como el maná o el alfajor.
Antes de terminar con los orígenes de la gastronomía peruana, los albores de la cocina de
hoy, no podemos olvidar las influencias llegadas desde otros rincones del globo. En primer
lugar, las que vinieron de la mano de los esclavos africanos enviados por los españoles y
han dado lugar a no pocas especialidades de la cocina criolla, como los famosos
anticuchos, el rachi, las mollejitas o el tacu-tacu, una receta esta última preparada por las
esclavas de raza negra con la comida sobrante.
Y, en segundo lugar, las que llegaron después de alcanzar la independencia en 1821.
Destaca la introducción del arroz, los sabores agridulces y los salteados a mediados del
siglo XIX por la migración de chinos, especialmente habitantes de la provincia de Cantón.
También el legado que dejó otra inmigración asiática, la japonesa, a finales de aquel mismo
siglo XIX, unió técnicas de cortes y presentaciones cuidadas a las costumbres peruanas
dando como resultado platos híbridos como el tiradito, fruto del cruce entre el sashimi y el
ceviche. Sin olvidar a los italianos, que también a mitad del siglo XIX, casi al mismo tiempo
que los chinos cantoneses, llevaron a Perú el uso de las pastas, con el nacimiento de los
tallarines verdes o rojos, y la preparación de postres típicos como el panetón, en la
actualidad un imprescindible en la Navidad peruana.
La gastronomía de Perú actualmente Hoy en día la cocina peruana conserva gran parte del legado dejado por aquellos que
habitaron el imperio previo a la conquista y el conjunto de los platos surgidos tras ella. Si
no totalmente, sí en parte gracias a esa asimilación de las nuevas técnicas y los nuevos
ingredientes preparaciones antiguas perviven actualmente, especialmente en las zonas
más rurales del país. Es la riqueza de la que no hemos dejado de hablar, el patrimonio que
da lustre a Perú y convirtió a Lima, en el marco de la cumbre Madrid Fusión 2006, en la
capital gastronómica de América. La comida es una bandera más de los peruanos, desde
las recetas más tradicionales a la cocina practicada en los mejores restaurantes, impulsores
de innovaciones y vanguardias a través de la alta cocina.
Uno de los platos más populares en la actualidad, seguramente el que más se consume en
el país, es el pollo a la brasa. Básicamente hablamos de un pollo asado, similar al que se
consume en otras partes del planeta, empleando como combustible carbón, leña o gas y
alguna clase de herramienta que lo hace girar frente a la fuente de calor. En este caso, en
Perú, el pollo eviscerado se macera con diferentes hierbas y especias siendo acompañado
a la hora de servirlo con patatas fritas, ensaladas, salsas como la de ají o, incluso, plátano
frito. Presentar este acompañante es habitual en la selva del país, renunciando entonces a
las patatas. La receta, además, está considerada una «Especialidad Culinaria de Perú» por
el Instituto Nacional de Cultura.
Cómo no hablar del ceviche, también llamado cebiche, seviche o incluso sebiche. Está
declarado Patrimonio Cultural de la Nación y es también uno de los más consumidos,
además de estar especialmente de moda en países como España. En las diferentes
regiones que componen Perú existen variedades diversas, también reinterpretaciones
hechas por cocineros de renombre que innovan con él, pero todos suelen partir siempre de
una base bastante idéntica y aceptada por todos. La receta más esencial consistiría en
pescado a trozos, tanto de mar como de río, zumo de limón, ají, cebolla roja y sal,
incluyendo frecuentemente mariscos, algas marinas u otro tipo de vegetales más
convencionales. El resto de los ingredientes ya son los propios de cada lugar o cada
cocinero: desde lechuga a aguacate, desde yuca a cancha serrana. Es un plato con muchas
posibilidades y eso se nota, sin olvidar, por supuesto, la leche de tigre que lo baña y
compone.
Terminamos acordándonos del arroz chaufa, una de las elaboraciones que se enmarcan
dentro de la cocina chifa, esa fusión entre la comida peruana y la llevada por los migrantes
chinos de Cantón. Se trata de un arroz frito, muy similar al típico de la gastronomía china,
en el que el cereal se saltea con un fuego muy vivo para, después, añadir diferentes
ingredientes. Existe arroz chaufa de pollo, pescado, cerdo, mariscos, langostinos, lagarto e
incluso caimán, existiendo también una variante en la que el arroz se sustituye por quinoa.
Sabores ancestrales, en gran medida, que han evolucionado a lo largo del tiempo y los
lugares tomando personalidad propia.
Fuente: Toni Castillo (2017). Gastronomía peruana, una de las más diversas del mundo. 14/02/18,
de Bonviveur, Sitio web http://www.bonviveur.es/the-food-street-journal/gastronomia-
peruana-una-de-las-mas-diversas-del-mundo
Artículo cultural
Aprende a perder el tiempo y da sentido a tu vida Jorge Merodio
Curiosamente, personas con grandes conquistas no saben disfrutar de lo que
construyen en su camino. Parten del paradigma engañoso de trabajar duro muchos
años para luego vivir cómodamente tras el retiro. Pero resulta que a descansar
también se aprende, alimentando la imaginación, la creatividad y la mente.
Llama la atención en ciertos ambientes el número de personas que tienen
aparentemente una vida envidiable, éxito profesional, grandes logros económicos y
reconocimiento social, pero basta profundizar un poco para advertir que no están
contentas con lo que tienen o con lo que hacen.
Con frecuencia escuchamos historias de gente que se lamenta por el tiempo
perdido. Directores que han alcanzado un importante desarrollo profesional y
reconocen amargamente: «Se me ha ido la vida y el ritmo vertiginoso que ésta ha
adquirido sólo parece ir en aumento». Un ritmo que compromete, por lo menos, la
posibilidad de tener control sobre la propia vida.
Hay quienes se han dedicado completamente a su trabajo, comprometidos hasta
los huesos, entregando todas sus capacidades y todo su tiempo, desarrollando su
oficio hasta niveles verdaderamente excepcionales. Sin embargo, no alcanzan a
ver, o no quieren aceptar, que no podrán realizar esa función para siempre: «¡No
quiero dejarle el puesto! ¿Qué sigue para mí?». Al final de su carrera profesional se
encuentran desprevenidos y desarmados. A veces tristes, a veces solos o
simplemente aburridos.
Otros más previsores amasan fortunas y construyen grandes patrimonios después
de años de intenso trabajo, pero también experimentan desconcierto: «No me
preparé para este momento», «soy un desconocido en mi casa». Con la mira puesta
en el retiro, descubren, para su sorpresa, que no saben disfrutar de todo aquello
que han construido porque su cabeza y su corazón se enfocaron únicamente en
construir, sin preguntarse por el sentido de aquello o sin haber creado o sostenido
las relaciones para compartirlo. En estos casos, la riqueza material no parece ser el
factor que determina el nivel de satisfacción o de desconcierto.
También conocemos historias más dramáticas, algún empresario optimista que se
había fijado un momento en el futuro, por ejemplo los 55 años, para empezar a vivir
el segundo tiempo, pero su vida no llegó a dicha edad, de modo que tampoco
disfrutó lo que iba consiguiendo.
Urge aprender a descansar
Es curioso cómo, casi contraintuitivamente, algunas personas educadas e
inteligentes, con grandes logros y conquistas, no saben disfrutar. Resulta que a
disfrutar también se aprende. Y se aprende no en los libros o en las aulas: se
requiere entrenamiento. Hay que declarar con Aristóteles: Cuanto más perfecto es
un individuo, más pura es la felicidad que busca y más elevado su origen, con lo
cual, para ocupar dignamente el tiempo, hay necesidad de conocimientos y de una
educación especial».1
Impera, en esta época, el engañoso paradigma de trabajar duro muchos años para
luego retirarnos y vivir cómodamente los que nos queden. Es engañoso, de entrada,
porque no sabemos ni podemos controlar el número de años «que nos queden». Es
una apuesta arriesgada. El viejo esquema de trabajo arduo seguido de un retiro
relajado debe ser desechado,2 tanto por el bien del trabajo arduo, como por el bien
del retiro, tanto por la eficacia en la actividad profesional, como por la fecundidad
fuera de ella. Prepararse para disfrutar de la vida es un ejercicio que debemos iniciar
con sentido de urgencia.3
La clave del entrenamiento
¿Existe alguna guía para empezar el entrenamiento requerido para disfrutar la vida?
La clave está en vivir un pequeño domingo cada día (tomo prestada la expresión a
Scott Hahn, teólogo norteamericano). Los directores necesitan descanso, y ¡a
descansar también se aprende!
El domingo refiere al descanso, pero no al ocio sin más, al sofá, las pantuflas o la
televisión, a ese no hacer nada que termina en un sentimiento de vacío o, cuando
menos, en aburrimiento.
Vivir un pequeño domingo cada día es la clave del entrenamiento y la preparación
para disfrutar de la vida; es aprender a descansar activamente, alimentando la
imaginación, la creatividad, la mente. El domingo es el descanso en la belleza, en
la amistad, en la familia, en la oración, en las actividades que podemos compartir.
Ese descanso invita a volver a lo más fundamental de la vida humana.
Vivir un pequeño domingo cada día es descubrir esas fiestas que no terminan en
resacas físicas, emocionales o morales, sino aquellas verdaderamente reparadoras
del cuerpo y del espíritu. Son descansos que llenan de energía para volver con más
pasión, más eficacia y con más recursos interiores a las labores propias del
directivo. Vivir un pequeño domingo no sólo prepara para trabajar con más
intensidad y de mejor manera, también dispone para «el segundo tiempo de la vida»
(si se nos regala vida para llegar a ese momento), y además, permite disfrutar el
camino.
Descansar es imprescindible
El trabajo no es sólo el medio para conseguir el alimento (o la riqueza material), no
es ese mal necesario para satisfacer otras necesidades: es en sí mismo
humanizante y disfrutable. Pero requiere descanso y diversión que, bien llevados,
también nos enriquecen y expanden. «El juego es principalmente útil en medio del
trabajo», dice Aristóteles (aunque alguien podría pensar que es una idea innovadora
de alguna empresa funky de nuestro siglo), «el hombre que trabaja tiene necesidad
de descanso, y el juego no tiene otro objeto que procurarlo. El trabajo produce
siempre fatiga y una fuerte tensión de nuestras facultades, y es preciso, por lo
mismo, saber emplear oportunamente el juego como un remedio saludable. El
movimiento que el juego proporciona afloja el espíritu y le procura descanso
mediante el placer que causa».4
El descanso requiere de una medida humana para ser verdaderamente reparador,
esto es, que sea razonable en cuanto a calidad y a cantidad.5 Se puede fallar en la
medida por el lado de la cantidad, por falta de organización. El descanso debe
distribuirse en el tiempo, como el alimento, para que pueda aprovecharse: no
conviene dejar de comer toda la semana y atiborrarse el fin de semana, nuestro
cuerpo no funciona así. Sin embargo, siendo tan obvio, se nos olvida este principio
con respecto al sueño o a la diversión. Ese pequeño domingo se requiere,
efectivamente, cada día. También erramos contra esa medida humana por el lado
de la calidad, cuando se malgasta el tiempo en diversiones que menguan la dignidad
de la persona o de su profesión. Cualquier tipo de falla en esa medida razonable,
aunque se «descanse», limita la posibilidad de obtener los frutos que el descanso
ofrece.
El principal enemigo del descanso no es el trabajo o la falta de tiempo, como podría
pensarse de manera superficial: el principal enemigo es uno mismo. El tiempo, lo
sabemos perfectamente, es un recurso limitado: debemos cambiar la intención de
manejar el tiempo por la idea de manejarnos a nosotros mismos en el tiempo
disponible.6 Es nuestra propia necesidad de reconocimiento la que nos mantiene
demasiadas horas en la oficina, nuestra propia ambición la que no nos permite
detenernos, nuestra curiosidad o nuestra flojera la que nos distrae de las cosas en
que deberíamos estar concentrados, nuestra inseguridad la que no nos permite
decir que no cuando deberíamos, nuestro egoísmo el que no nos deja dimensionar
adecuadamente nuestros propios objetivos.7
Vivir un pequeño domingo cada día significa arriesgarse a «perder el tiempo» en
actividades reparadoras para el cuerpo y el espíritu, para que así la vida adquiera
nuevos relieves y acentos, para que dimensionemos nuestras distintas actividades,
las ordenemos, jerarquicemos y adquieran sentido. Tomar un descanso activo nos
permitirá descubrir las cosas más fundamentales y reservar en la agenda espacios
razonables para ellas.
Sin descanso, lo importante se desdibuja: ¿cuánto espacio ocupan en nuestra
agenda la diversión, los amigos, la familia, Dios? Estos «asuntos» no suelen figurar
en la agenda. Nos llenamos de reuniones y tareas por hacer y lo más fundamental
se relega al tiempo sobrante. Pero, ¿en verdad tenemos tiempo de sobra? No es lo
habitual. Y la consecuencia lógica es que no le dedicamos suficiente tiempo.
Si no nos enfocamos en lo importante, el tiempo y la energía se malgastan, se
despilfarran. Este despilfarro genera ansiedad, estrés, resultados pobres e
insatisfacción. En contraste, el tiempo bien empleado es fuente de serenidad y
alegría.8
No se trata de cuidar la salud y recuperar la energía física para volver como brutos
a trabajar más, sino de recobrar la claridad y la lucidez para trabajar con más
intensidad, productividad y eficiencia, concentrados en las cosas más importantes
y dedicando más energía a lo que objetivamente conviene. Es, en suma, restablecer
el orden de nuestra actividad y el orden interior.
Cuando en una ocasión le preguntaron a Carlos Llano sobre la relación entre el
trabajo y la felicidad comentó: «la felicidad es inasequible sin el buen trabajo. Sin
embargo, no basta trabajar bien para ser feliz. El trabajo, por muy importante que
sea, está inserto en una variedad más rica de las facetas del hombre. Uno, además
de trabajar bien, debe tener familia, amistades, un hobby… Todo ello también
constituye la felicidad. Buscarla sólo por una de las fibras del hombre es reducirlo.
Debemos buscar la felicidad en un radio omniabarcante». Y aunque parece obvio,
vale la pena recordar, porque solemos olvidarlo, que no basta tener una familia,
tener amistades o tener un hobby, sino que cada una de estas facetas de nuestra
vida reclama cierto tiempo de dedicación. Reclamo que no debe entenderse como
una carga, sino como una oportunidad de ampliar nuestros propios horizontes.9
El ritmo vertiginoso de la vida nos plantea un gran reto: no ser esclavos de las
circunstancias, tomar el control de la propia vida y estar atentos a aquello que nos
permita recuperar lo más humano, sin volcarnos hacia afuera en un activismo que
puede terminar siendo poco fértil. Evitar el riesgo de «perder el tiempo» en el
recogimiento, en la apertura a los demás, en la diversión sana, conduce a un riego
más grave: el riesgo de vivir una vida sin fecundidad, en un mundo en que, sin
fecundidad, la vida no se puede aprovechar ni disfrutar.
Fuente: Revista Istmo