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Ser y parecer universitario: : Marzo 2018 El bufete El caballero del Jabalí Blanco La lectora de Jade El escarabajo de oro Un mundo armado hasta los dientes El precio de la paz Sociedad exigente para otorgar el perdón Paraísos arficiales: las armañas de las drogas Algo para ver en TV Recomendaciones de cine Clásicos de biblioteca A dónde ir El arte del buen comer Arte gráfico Aprende a perder el empo y da sendo a tu vida CULTURA CINE ESTUDIOS DE ACTUALIDAD LIBROS Para leer, da click en la imagen

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Ser y parecer universitario: : Marzo 2018

El bufete El caballero delJabalí Blanco

La lectora de Jade El escarabajo de oro

Un mundo armado hasta los dientes

El precio de la paz Sociedad exigente para otorgar el perdón

Paraísos ar�ficiales: las ar�mañas de

las drogas

Algo para ver en TV Recomendacionesde cine

Clásicos debiblioteca

A dónde ir El arte del buencomer

Arte gráfico Aprende a perder el �empo y da sen�do a

tu vida

CULTURA

CINE

ESTUDIOS DE ACTUALIDAD

LIBROS� Para leer, da click en la imagen

EL BUFETE

Encuéntralo en la biblioteca con la clave: 863.7 MAR 2012 23 Autor: Borja Martínez-Echevarría Imp / Ed.: Madrid : Martínez Roca, 2012 Temas: Novela española

Alberto Spínola es un joven, ambicioso y brillante abogado. Apenas ha terminado un máster de abogacía internacional es contratado por Kline & Burbridge, un prestigioso bufete internacional que opera en España. La vida le sonríe. Dinero, poder y privilegios llaman a su puerta. Berta es una astuta y tenaz periodista del diario económico Financiero. Su nombre empieza a sonar en todos los círculos gracias a sus exclusivas y la forma poco ortodoxa de conseguirlas. Es temida por todos aquellos que reciben una llamada suya.

Las vidas de los protagonistas se cruzarán inesperadamente cuando la multinacional GlobalHerz decide adquirir Petrospaña —la petrolera más grande de España y la cuarta del mundo— mediante una OPA hostil. Una compra que desde el primer momento generará todo tipo de problemas: desde un accidente de la petrolera de incalculable dimensión en el Mar del Norte hasta sobornos, asesinato de niños inocentes y un gigantesco complot...

EL CABALLERO DEL JABALÍ BLANCO: LA NOVELA DE LOS PIONEROS DE LA RECONQUISTA

Encuéntralo en la biblioteca con la clave: 863.64 ESP 2012 23 Autor: José Javier Esparza Imp / Ed.: Madrid : La Esfera de los Libros, 2012 Temas: Novela española

Transcurren los últimos años del oscuro siglo VIII de nuestra era. El joven protagonista de esta novela, Zonio, hijo de Lebato y Muniadona, atraviesa las montañas cántabras con su familia en busca de un fértil valle que pueda alimentarlos a todos. Saben que por su audacia pueden acabar muy mal: asesinados en sus nuevas tierras saqueadas por los musulmanes o esclavos e n el gran mercado de Córdoba; pero el hambre aprieta y se niegan a seguir viviendo escondidos. Así comienza la epopeya de la Reconquista.

LA LECTORA DE JADE

Encuéntralo en Biblioteca con la clave: 843.92 DEG 2013 23 Autor: Frédérique Deghelt Imp / Ed.: Barcelona: Principal de los Libros, 2013 Temas: Literatura francesa Una joven periodista decepcionada por una reciente ruptura decide secuestrar a su abuela para impedir que la internen en una residencia. Juntas se van a vivir al piso de Jade en París, donde emprenderán un viaje literario que les cambiará la vida para siempre.

EL ESCARABAJO DE ORO

Disponible en PDF Autor: Edgar Allan Poe La vida de tres hombres, William Legrand, su fiel criado Júpiter y el propio narrador, está a punto de cambiar para siempre. Todo comienza con el hallazgo casual por Legrand, entomólogo aficionado, de un ejemplar de escarabajo de una especie desconocida hasta el momento. El hallazgo del escarabajo y las inquietantes supersticiones de Júpiter impregnan los comienzos del relato, creando un ambiente de extrañeza y de misterio. Ciertamente, el desconcertante comportamiento de Legrand no contribuye a despejar el desasosiego que rezuma la historia. ¿Se ha vuelto loco, como sospechan sus amigos? Tras un inesperado giro de los acontecimientos, la narración cambia por completo, se vuelve analítica y racional, casi matemática.

Un mundo armado hasta los dientes

La preocupación por la proliferación de armas ha llevado a tres organizaciones no

gubernamentales (ONGs) a lanzar una campaña que intenta limitar este comercio.

Amnistía Internacional, Oxfam, e International Action Network on Small Arms...

La preocupación por la proliferación de armas ha llevado a tres organizaciones no

gubernamentales (ONGs) a lanzar una campaña que intenta limitar este comercio.

Amnistía Internacional, Oxfam, e International Action Network on Small Arms

anunciaron la iniciativa en Inglaterra el 9 de octubre.

Las tres organizaciones se mostrarán activas en este tema en más de cincuenta

países, decía la nota de prensa. La campaña de Control de Armas intenta reducir la

proliferación de armas y su uso erróneo y convencer a los gobiernos para que

introduzcan un tratado para endurecer el comercio de armas.

Las ONGs sostienen que los actuales controles de exportación de armas están

llenos de agujeros. La disponibilidad de armas incrementa la incidencia de la

violencia armada y prolonga las guerras una vez que han estallado, defienden.

Además, apuntan a que los esfuerzos para luchar contra el terrorismo internacional

están realmente estimulando la venta de armas, sin importar la preocupación por

los derechos humanos y el desarrollo.

«El comercio de armas está fuera de control», afirmaba Barbara Stocking, directora

de Oxfam. «Es un problema global con horrorosas consecuencias locales – y son

los pobres los que más sufren. Se necesita desesperadamente un tratado de

comercio de armas, para parar el flujo de armas a los explotadores y ayudar a volver

nuestras sociedades más seguras».

Un informe publicado coincidiendo con el lanzamiento de la campaña observaba

que un tercio de los países gastan más en lo militar que en servicios sanitarios. El

problema es particularmente agudo en los países en vías de desarrollo. Los países

de África, Asia, Oriente Medio y América Latina se gastan una media de 22.000

millones de dólares al año en armas. Sólo la mitad de esta cantidad permitiría que

todos los niños de estas regiones fueran a la escuela primaria. En total, el 42% de

los países con los gastos más altos en defensa están entre los más bajos en

desarrollo humano.

Se ha desarrollado un borrador de tratado de comercio de armas por un grupo de

ONGs de derechos humanos, desarrollo y control de armas, que incluyen a Amnistía

Internacional y Oxfam en colaboración con expertos legales internacionales. El

objetivo principal es proporcionar una serie de principios comunes mínimos para el

control de las transferencias de armas, sólidamente basado en las

responsabilidades existentes para los estados según las leyes internacionales.

Grandes ventas

En agosto, el Instituto de Investigaciones Internacionales de Paz de Estocolmo

(SIPRI), publicaba su libro anual sobre armamento y seguridad internacional. El

estudio revelaba que el gasto militar mundial, ya en aumento desde 1998, se aceleró

de manera pronunciada en el 2002. El año pasado aumentó en un 6% en términos

reales, hasta los actuales 794.000 millones de dólares. Esta cantidad equivale al

2,5% del producto interior bruto mundial. Los actuales niveles de gastos militares en

el mundo están ahora un 14% en términos reales por encima de la cifra más baja

de 1998 tras la guerra fría. Pero todavía están un 16% por debajo del techo

alcanzado en 1988.

Casi tres cuartos del incremento del 2002 vinieron de Estados Unidos, que aumentó

el gasto militar en un 10% en respuesta a los atentados del 11 de septiembre del

2001. Los Estados Unidos contabilizan ahora el 43% del gasto militar mundial.

Otro país que ha aumentado notablemente su gasto ha sido China. Aumento el

gasto militar en un 18% en el 2002. Rusia también intensificó sus gastos, con un

12% de aumento. Los cinco países que más gastan –Estados Unidos, Japón, Reino

Unido, Francia y China- suman el 62% del gasto total mundial. Los 15 que más

gastan el 82%.

Detrás de las cifras totales de gasto militar existen notables disparidades regionales.

En el 2001, el año más reciente del que se tienen datos disponibles, el gasto militar

de Oriente Medio se estimaba en un 6,3% de su producto interior bruto, mientras

que América Latina gastó sólo el 1,3%.

Algunos datos del informe del SIPRI vierten un jarro de agua fría sobre la afirmación

de que la guerra contra el terror ha agravado la proliferación de armas y los

conflictos. En el 2002, hay 21 conflictos armados importantes en 19 lugares del

mundo. Tanto el número de conflictos como el de localizaciones fue menor que en

el 2001, cuando había 24 conflictos armados importantes en 22 lugares. De hecho,

el número de conflictos armados importantes en el 2002 ha sido el más bajo desde

1998.

Además, a pesar de que se han elevado los gastos militares, las grandes

transferencias para armas convencionales en el periodo 1998-2002 permanecieron

en las cifras bajas de la etapa posterior a la guerra fría, informaba el SIPRI. A pesar

del aumento en el periodo 2000-2002, la media móvil de cinco años hasta el 2002

ha sido la más baja hasta ahora.

Estados Unidos ha sido el mayor suministrador de armas en 1998-2002, con el 41%

de las entregas totales. Rusia, en segundo lugar, sumó el 22% de las transferencias

totales de armas. Por segundo año consecutivo, Rusia ha sido en el 2002 el mayor

suministrador, con el 36% de las entregas totales.

El SIPRI observaba que entre los mayores receptores de armas estaban países

implicados en la guerra contra el terrorismo. Con todo, indicaba que los datos «no

apoyan la hipótesis de que los niveles de más importantes transferencias de armas

serían más altos a causa de las entregas por el antiterrorismo en el 2002». De

hecho, el SIPRI observaba que muchas de las transferencias de armas

convencionales durante el 2002 fueron resultado de decisiones tomadas antes de

septiembre de 2001. Según el informe, es demasiado pronto para decir en qué

medida las importantes actividades antiterroristas incidirán en la futura tendencia de

transferencias de armas

El informe ponía de relieve los problemas de controlar las ventas de armas,

especialmente al implementarse los embargos de armas de Naciones Unidas.

Precisaba la necesidad de un mayor desarrollo de instrumentos de control del

comercio de armas, tanto cerrando los agujeros como coordinando el control de

transferencias de armas desde el punto de salida hasta el de llegada al destino final

autorizado.

Control de armas ligeras

Un área del comercio de armas que ha recibido mayor atención en los últimos

tiempos es la proliferación de armas ligeras. Del 7 al 11 de julio, las Naciones Unidas

tuvieron un encuentro para revisar la implementación del «Programa de Acción para

Prevenir, Combatir y Erradicar el Comercio Ilícito de Armas Ligeras en Todos sus

Aspectos», del año 2001.

Las armas ligeras matan a más de medio millón de personas cada año, que incluyen

a unas 300.000 en conflictos armados y 200.000 por homicidios y suicidios, afirmaba

la nota de prensa de Naciones Unidas del 3 de julio. El Programa de Acción pide

una serie de medidas: legislación sobre la fabricación, posesión, almacenamiento y

comercio ilegales de armas ligeras; destrucción de armas confiscadas; identificación

y seguimiento de las armas ilícitas; cooperación internacional y asistencia a los

estados para fortalecer su capacidad de identificar y seguir las armas ilícitas; y

campañas de concienciación pública.

Durante el encuentro en Nueva York, algunos países informaron sobre las nuevas

legislaciones nacionales para limitar las armas ligeras, observaba una nota de

prensa del 9 de julio. Algunos delegados de Naciones Unidas apuntaban a la

necesidad de una mayor cooperación internacional, señalando la proliferación en

las fronteras y las redes cada vez más internacionales.

Una investigación internacional sobre armas ligeras, publicado durante el

encuentro, reveló muchos problemas que todavía hay que tratar. El estudio

mostraba niveles decepcionantemente bajos de transparencia sobre el comercio

mundial de armas, con sólo veinte países proveyendo informes anuales de

exportaciones, informó el 8 de julio Associated Press. Se sabe que sesenta países

están implicados en el comercio legal.

La investigación decía que se estima que el valor de la producción mundial de armas

ligeras permanece sin cambios alrededor de los 7.400 millones de dólares. Peter

Batchelor, director del proyecto de investigación, afirmaba que el comercio ilícito se

cree que pueda tener un valor de unos 1.000 millones de dólares.

Fuente: Zenit.org

El precio de la paz Juan Miguel Otxotorena

Todos queremos la paz, pero los hechos prueban que no nos ponemos de acuerdo

en qué precio pagar por ella. La cuestión se suscita ante las amenazas que todavía

la comprometen en nuestro entorno, cercano y lejano. Y es que no falta quien

pretende imponerla por la fuerza, ni tampoco quien la quebranta al recurrir a la

violencia para apresurar un cambio suficiente que desactive las propias tensiones

que presuntamente padece.

Suele decirse que la paz constituye el objetivo supremo de la acción política; pero

ha de basarse también en la justicia. Es claro que la paz será viable a medio plazo

tan sólo si no hay fuertes tensiones larvadas capaces de estallar y, en definitiva, si

las reivindicaciones legítimas de parte se encuentran satisfechas. Debemos pensar,

en efecto, que si hay justicia parece difícil el arraigo de actitudes rebeldes capaces

de hacerse fuertes y volverse amenazadoras. Ahora bien: de entrada, cabe que eso

no sea óbice para que, a pesar de todo, haya o pueda haber elementos

descontentos aislados, capaces de sublevarse contra el orden social y de ponerlo

en jaque para lograr sus objetivos particulares, más o menos egoístas y además tal

confusión plantea, como la de si estricto, global, conquistas intermedias y soluciones

posibilistas.

Así, por ejemplo, seguramente podemos y debemos aceptar con resignación que

no hay justicia en este mundo: no cabe una situación de justicia total, sino sólo

movimientos y procesos, más o menos satisfactorios, orientados en la buena

dirección. Sin duda, la apreciación resulta pertinente: responde al reconocimiento

de la inevitable efectividad de la entropía y el rozamiento. Los hechos la demuestran

cargada de razón; y lleva a concluir que para lograr realmente la paz es necesario

armarse para defenderla, prepararse para la guerra buscando con esto unos efectos

de carácter preventivo y disuasorio.

El lema de los ejércitos de los países avanzados ha sido durante mucho tiempo,

precisamente, el de si vis pacem para bellum; y se corresponde con la resignación

de quien reconoce la imposibilidad de una idílica pax olímpica, de una paz completa

y estable, y asume la necesidad de enseñar los dientes a todo aquel que pueda un

día llegar a perturbarla.

Por desgracia, esta resignación es fruto de la experiencia. Por eso, la idea de que

la paz ha de basarse en la justicia no puede servirse sola, aislada: remite a una

cuestión de acentos. Preocuparse por la realización de la justicia es sin duda el

mejor modo de trabajar por la paz; no obstante, puede no ser suficiente mientras tal

realización se alcanza, a lo largo del proceso de su consecución; y, en general, la

cosa se agrava en tanto, según ocurre, tal consecución resulte y deba reconocerse

inalcanzable en plenitud, y, por tanto, inasequible en sentido estricto.

Los peligros de un enunciado

El caso es que es frecuente oído a propósito de las situaciones de violencia crónica

que todavía ensombrecen la imagen de nuestro mundo, en especial ante el tema

del terrorismo. No es difícil encontrar a este respecto pronunciamientos del tipo:

«Estoy a favor de la paz, pero la paz ha de basarse en la justicia»; ni escuchar de

labios de los propios terroristas que el objetivo de su lucha no es otro que justamente

la paz, la consecución de una paz duradera y estable.

El asunto está en si es posible avanzar hacia la paz a través de la guerra. Apunta a

un debate muy vidrioso y movedizo; y lo que viene a plantear, en el fondo, es si la

paz puede tener un precio o si, más bien, hay que ponerla en primer plano

subordinando cualquier otro objetivo al de la paz y, en tal caso, a quién debe exigirse

que lo haga.

Pues bien: cabe que, en la medida en que se la aísle y se la saque de contexto, la

idea de que la paz ha de basarse en la justicia -sea cual sea su formato o su

expresión- resulte tanto capciosa en el plano argumentativo cuanto, en la práctica,

poco constructiva. En efecto: por un lado, el recurso a este enunciado puede resultar

un tanto interesado y cómplice; quizá donde esta idea encuentra más sentido y

acomodo es en el marco de un discurso reivindicativo que, si bien sin querer

aprobarla de modo formal o expreso, reconoce de manera implícita una cierta

legitimidad a la violencia, aunque sea indirecta: la estaría viendo como el resultado,

quizá excesivo y no deseable pero en último extremo explicable, de una situación

de injusticia que presume real y pendiente de solución.

Por otro lado, hay que contar con que, a sus propios ojos, los antagonistas en los

conflictos a que tal idea se refiere tienen seguramente muy buenas razones para

pensar que la justicia está de su parte, con lo que la mera apelación a su necesidad

puede ser muy poco útil.

Las situaciones de violencia de este tipo, en la medida en que además se enquistan

y retroalimentan, suelen terminar enconando las posturas y repartiendo de manera

paralela -virtualmente simétrica- excesos verbales, agravios desmedidos, rencores

y deseos de venganza. Así pues, la referencia a la justicia y la equidad puede no

resultar resolutiva y, por tanto, suficiente. Es preciso completarla, plantear el tema

en otros términos. Ahora bien, eso supone trascenderla, superarla por elevación. Lo

cierto es que, aunque pueda parecer simplista o ingenuo proponerlo de manera tan

directa, esos otros términos no pueden ser sino los de la magnanimidad, la

comprensión y, en definitiva, la generosidad.

El bien supremo de la paz

Puede resultar ilustrativo a este respecto recordar la posición del Papa en relación

con los trágicos sucesos del ya célebre 11 de septiembre de 2001, formulada por él

mismo en el momento -al hilo de los acontecimientos en su viaje a Kazastán: frente

a esta terrible tragedia, que hará que este día sea recordado "como un día negro en

la historia de la humanidad", Juan Pablo II clama por "el bien supremo de la paz",

instando a todos a”... rezar por la paz, para que el mundo sea preservado del inicuo

flagelo del terrorismo", recordando que el diálogo y la negociación son métodos para

resolver los conflictos más acordes a las necesidades de la paz de la humanidad

que el recurso a las armas.

Los medios de comunicación destacaron del conjunto de sus declaraciones una

frase muy similar a las aludidas al principio: el Papa dijo, en efecto, que "la paz no

va desligada de la justicia"; pero hay que remitir tal frase a su contexto, escucharla

entera: "Ciertamente, la paz no va desligada de la justicia, pero esta debe ser

alimentada por la clemencia y el amor". Cabe que esto no sea un mero recurso

retórico de signo espiritualista y correlativo de cierta sensación inevitable de

impotencia. Puede que la solución a la violencia requiera, de suyo, necesariamente,

una llamada a la clemencia y a la generosidad por lo demás, existe una razón de

fondo que se impone subrayar a tal respecto. Asumir que, en último extremo: por un

lado, en efecto, no hay justicia en este mundo, en el sentido de que no existe una

especie de estadio de llegada, definitivo e ideal, que satisfaga todas nuestras

demandas y aspiraciones; y por otro, la justicia y la caridad se encuentran de por sí

en una relación de continuidad íntima y fundamental que relativiza la imagen

separativa que solemos manejar de ellas, acaso debido a nuestra obsesión por

delimitar el alcance exacto de nuestras obligaciones.

La justicia se cumple verdaderamente en la caridad, entendiendo por talla

solidaridad y piedad: no puede haber discontinuidad entre ellas. Algo de esto se

intuye al considerar, por ejemplo, cómo no puede haber razón -por importante que

sea- para saltarse o pasar por alto los derechos humanos: la dignidad humana

merece toda atención, sea cual sea el precio; hay bienes innegociables que son

absolutos, que no se pueden poner en la balanza para medirse con otros.

Imprescindible compasión

La cuestión está en la medida en que sólo cabe la llamada a superar el discurso

apoyado en argumentos de justicia por el basado en la compasión, y en cómo y

dónde puede esta llamada ser planteada.

Tal llamada (la apelación a la generosidad y la magnanimidad), en todo caso, cabe

y se impone de acuerdo con dos premisas más, que tan poco es posible dejar de

lado: en primer término, en la medida en que la Í1uciativa relativa al fenómeno de la

violencia es de una de las partes -al menos por lo que se refiere a la violencia directa

y física-, esta llamada a la generosidad y la amplitud de miras ha de estar dirigida

especialmente a ella, que sin duda aparece cargada de una especial

responsabilidad; y a su vez, en segundo término, el reconocimiento de la necesidad

de esa llamada -y, si se quiere, la apuesta por ella- no significa obviar la diferencia

en los grados objetivos de justicia que pudieran apoyar las respectivas posiciones y

motivaciones subjetivas de los antagonistas: es sólo, y no es poco, el camino de

salida (es claro a este respecto que, en principio, no cabe justificar el terrorismo por

la medida en que supone una relativización de los derechos humanos y el recurso

a la extorsión para el logro de objetivos políticos; y menos en el interior de una

democracia que pueda considerarse tal, aunque tenga problemas e

imperfecciones).

Una llamada que espera respuesta

Hay que hacer, por tanto, una llamada prudente y responsable a la generosidad y

grandeza de alma, dirigida especialmente a los terroristas y sus mentores políticos.

Tal llamada no es una mera salida ingenua que resulta de (y demuestra) la carencia

de argumentos que pudiera desnivelar una hipotética balanza; constituye

precisamente la conclusión desniveladora que arroja la confrontación silogística de

sus argumentos con aquellos contra los que se sublevan. Por eso no es

simplemente voluntarista sino seria, madura y rigurosa; y por eso puede también

esperar una respuesta que esté a la altura.

Seguramente la experiencia nos previene contra cualquier tentación de optimismo,

e incluso frente al escaso margen para la esperanza que esa conclusión vendría a

imponernos. La historia está llena de precedentes de la mofa cruel con que los

halcones suelen despreciar las actitudes cándidas de las palomas, potencialmente

llamadas a engrosar la lista de sus víctimas. No obstante, a la larga, la fuerza de su

callado grito --(vale la pena matar?, ¿vale la pena morir?- traspasa las fronteras de

espacio y tiempo y se impone sobre los odios y sobre el rugir de las armas; y remite

con una eficacia intangible al juicio definitivo que, por encima de los límites del

mundo, termina llegando a nuestras conciencias.

Fuente: Revista nuestro tiempo N°573

Sociedad exigente para otorgar el perdón Juan Domínguez

No está fácil conseguir el perdón en la sociedad actual. Y si no, que se lo pregunten

a Tiger Woods, el deportista mejor pagado del mundo. En su primera aparición

pública tras la revelación de sus infidelidades matrimoniales, el golfista ha tenido

que reconocer ante un grupo de sus íntimos y ante las cámaras de televisión sus

yerros y su deseo de cambiar.

En su declaración no ha faltado ninguno de los tradicionales elementos de la

penitencia. Reconocimiento de sus fallos. “Fui infiel. Engañé. Me dejé llevar por las

tentaciones”. Arrepentimiento: “Tengo que enmendarme y no repetir los errores”.

Petición de perdón: a su familia, a sus patrocinadores, a su fundación, a los jóvenes

que le admiran... Penitencia: empezó una terapia hace 45 días, en un centro

cerrado, y que regresaba ese mismo día. Una declaración leída en 13 minutos y

medio, con la mayor sobriedad y con el deseo de reconciliarse con el público.

¿Quién dijo que la confesión estaba en desuso? Lo que ocurre es que en la era de

la comunicación de masas, la confesión es cara al público. De la reserva del

confesonario, hemos pasado al plató, donde las celebrities pilladas en falta y los

desconocidos ansiosos de notoriedad desnudan su intimidad.

Si se quiere empezar una nueva vida, no hay nada mejor que una confesión general,

estilo Tiger Woods, en busca del perdón de la audiencia. Sin ocultar nada. Sin

excusas. Pues el público es tan propicio a endiosar al ídolo, como a condenarlo sin

contemplaciones cuando revela sus fragilidades y cae del pedestal.

La petición de perdón en nuestra era no se exige solo para las faltas intencionadas.

También en estos días el presidente de Toyota –el mayor fabricante de coches del

mundo– está presentando sus excusas por los fallos en el acelerador del Lexus, lo

que le ha obligado a llamar a revisión a nueve millones de vehículos.

Toyota tiene que ofrecer soluciones a los clientes, pero también pedir perdón por

los errores humanos en la gestión de la crisis. Se investiga si se subestimaron los

fallos y si se ocultaron por algún tiempo. El presidente, Akio Toyoda, ha ofrecido ya

sus excusas ante las cámaras de televisión, pero se le reprocha que el gesto con el

que pidió disculpas no fue suficiente. Por lo visto, en el ritual japonés hay distintos

grados de arrepentimiento, según que la inclinación del arrepentido sea de 25º, 45º

ó 90º y según los segundos que dure.

Polvo y ceniza

Ante ejercicios de humillación tan estrictos, es inevitable recordar la sencillez del

sacramento de la Confesión en la Iglesia católica, tan privado y misericordioso.

Precisamente, la Iglesia acaba de entrar en la Cuaresma, un tiempo de conversión.

“Recuerda que eres polvo, y al polvo volverás”, es el mensaje del Miércoles de

Ceniza, advertencia que viene bien tanto si uno es Tiger Woods como si es el que

le lleva los palos de golf. Benedicto XVI, hablando en el Miércoles de Ceniza de la

llamada a la conversión, ha dicho que “conversión es ir contracorriente, donde la

‘corriente’ es el estilo de vida superficial, incoherente e ilusorio, que a menudo nos

arrastra, nos domina y nos hace esclavos del mal o en todo caso prisioneros de la

mediocridad moral”. Esa mediocridad que en la vida pública se manifiesta en

fenómenos como la corrupción, la intolerancia del adversario, la avidez de

ganancias, y otros fenómenos que están en el origen de crisis sociales y personales,

y ante los que con razón se exige un cambio profundo.

La ventaja de la conversión en la Iglesia católica es que no es una mera cuestión

de carácter y voluntad, sino que cuenta con la ayuda de quien puede hacer posible

lo difícil. “La conversión –sigue diciendo Benedicto XVI– no es una simple decisión

moral, para rectificar nuestra conducta de vida, sino que es una decisión de fe, que

nos implica enteramente en la comunión intima con la persona viva y concreta de

Jesús. Convertirse y creer en el Evangelio no son dos cosas distintas o de alguna

forma solo cercanas, sino que expresan la misma realidad”.

Obtener el perdón de los pecados en el sacramento de la Penitencia requiere

también humildad, aunque no tanta humillación como para confesarse ante las

cámaras y reclamar el perdón de la audiencia. El perdón de Dios es siempre más

fácil. No solo porque es más generoso, sino también porque tiene una idea más

elevada del hombre. “El hombre es polvo y al polvo volverá –dice Benedicto XVI–,

pero es polvo precioso ante los ojos de Dios, porque Dios ha creado al hombre

destinándolo a la inmortalidad”. En cambio, si pensamos que el hombre está

destinado, en el más triunfador de los casos, a la celebridad, es fácil arrastrarlo por

el polvo cuando el ídolo ha caído.

Lo que se ha visto estos días es que en situaciones de crisis, ya sean de un famoso,

de una empresa o de cualquiera que siente el agobio de la culpa, el reconocimiento

de la verdad y la petición de perdón es lo más útil para volver a empezar.

Fuente: Aceprensa

Paraísos artificiales: las artimañas de las drogas Héctor Zagal Arreguín

Contra lo que suele pensarse, la drogadicción no sólo ataca a los desprotegidos. La

evasión que ofrecen los estupefacientes es buscada por quien necesita huir de un

mundo en el que no se encuentra a gusto. Madurez, progreso y realismo pueden

ser la solución a este mal que reside potencialmente en la condición humana.

Si no le tuviera tanto miedo, en lugar de pan me atiborraría de hachís.

Flaubert

Hace algunos años sufrí una intervención quirúrgica de cierta importancia. Poco

antes de entrar a la sala de operaciones, me encontraba francamente nervioso. Ya

en camilla y con el catéter en las venas, la enfermera añadió un mágico ingrediente

al suero. En pocos minutos pasé de la inquietud y el desazón a la serenidad más

absoluta.

No perdí la conciencia, sabía perfectamente que en cuestión de minutos un grupo

de galenos estaría abriendo mi vientre con bisturí. A mi lado, un par de camillas

ocupadas por pacientes que no parecían estar en su mejor día.

Mentiría si dijera que la substancia aquella no me hizo sentir bien. Tuve la claridad

de mente para fijarme en los detalles de la antesala de operaciones: los aparatos,

el afanoso y rutinario trajín del personal, las bromas de los médicos; y todo ello

mientras hacía cola para entrar al quirófano. Entendí el sentido de la frase «felicidad

en gotitas». Poco después me aplicaron la anestesia y perdí la conciencia.

Nunca averigüé el nombre de la medicina ni he vuelto a recibir una dosis. Para estar

lúcido por las mañanas utilizo una taza de café y para fomentar el optimismo me

conformo con una copa de vino. Sin embargo, cuando platiqué mi experiencia

tóxico-quirúrgica a un colega (cuyo nombre omito por razones obvias), se

entusiasmó con la posibilidad de obtener alegría encapsulada (en vano precisé que

se trataba de una solución). Espero que fiel a su condición de petit bourgois, mi

amigo no habrá pasado de fanfarronear.

Un mundo imperfecto

Desafortunadamente son muchos quienes no fanfarronean y consiguen

proveedores de «felicidad». Los titulares de periódicos y los telenoticieros hablan

continuamente de la lucha contra el narcotráfico. No me parece mal. Sin embargo,

el combate a la producción es insuficiente. Toda demanda genera una oferta: una

ley elemental del libre mercado. La causa primera del narcotráfico es la

drogadicción, aunque en un segundo momento la oferta apuntala la demanda (otra

ley del mercado).

La búsqueda de «paraísos artificiales» ―la elocuente expresión se atribuye al

ensayista Thomas de Quincey― no es exclusiva del siglo XX. La humanidad es

proclive a los estimulantes, tranquilizantes y «agentes de placer». El vino es el

primero; incluso la Biblia elogia la alegría provocada por su moderada ingestión. El

café fue recibido en el siglo XVIII como una bebida salvadora del alcoholismo y,

sobre todo, como un estimulante para trabajar constante e intensamente. El café

durante el desayuno y después de la comida es símbolo del orden burgués: horario

madrugador y sin posibilidad de siesta.

Paradójicamente, la popularización del aguardiente hacia finales del mismo siglo

estuvo asociada a la revolución industrial. Los obreros ingleses escapaban en los

Gin Palaces a la rutina de la fábrica, magistralmente retratada por Chaplin en

Tiempos modernos.

El opio también se difundió en la Europa del siglo XIX. Las clases bajas lo

consumían, como se lee en los relatos de sir Conan Doyle. Lo llamativo fue la buena

fama del opio entre algunos intelectuales y artistas: De Quincey, Coleridge, Edgar

Allan Poe, Baudelaire, Nerval, Gautier. El personaje de Doyle, Sherlock Holmes, es

morfinómano. El brillante detective recurre a la morfina cuando se aburre por falta

de casos.

Las drogas eran fuente de placer, de inspiración; visita a una irrealidad interesante

y fantástica. Una rebelión contra el orden establecido.

En ocasiones el combate a la drogadicción es un poco ingenuo. La búsqueda de

paraísos artificiales está asociada al ansia natural de felicidad y a la imposibilidad

de encontrarla plenamente en un mundo imperfecto. Por ello, la droga atenaza lo

mismo a los países desarrollados que a los pobres, lo mismo a la plutocracia que a

los desposeídos. No es una cuestión de ingresos económicos, como tampoco lo es

el alcoholismo. Algunos se embriagan con whisky escocés, otros con aguardiente

de caña. Algunos recurren a la heroína; otros a los solventes.

Cada quien tiene sus motivos

Me atrevo a señalar tres factores que contribuyen a buscar la evasión a través de

las drogas.

La crisis de un marco de valores culturales. Un caso ejemplar es la difusión del

alcoholismo en Mesoamérica al terminar la conquista. La ingestión del pulque

estaba severamente regulada en el mundo mexica. Los conquistadores trastocaron

los valores culturales y colocaron a los indígenas frente a una situación nueva y sin

marcos de referencia. La difusión de la droga en amplios sectores de la burguesía

mexicana y en los países desarrollados se asocia a la carencia de valores y a la

impotencia de otros mecanismos de control («civismo», «derecho», «buenas

maneras»).

La ausencia de expectativas a largo plazo. Aristóteles advirtió que el incontinente

―quien no puede controlar sus pasiones― actúa contra la razón porque considera

exclusivamente el placer presente y no el bien futuro. Cuando un diabético devora

golosamente una caja de chocolates considera el placer inmediato y soslaya los

dolores. El coma y la hospitalización no están presentes. Mutatis mutandi, a las

clases menos favorecidas les dice muy poco el futuro. Vivir sin drogas hoy no

equivale a tener empleo digno en tres años, aunque vivir con drogas hoy sí

disminuya la remota posibilidad de mejorar el nivel de vida mañana. El futuro es

siempre intangible y para los pobres es prácticamente irreal. Resulta poco

persuasiva una campaña basada en una mejora futura, cuando lo inmediato es un

presente agobiante. Sin posibilidades reales de ascenso social el combate es

quijotesco.

Un entorno urbano estéticamente hostil. Basta caminar por las calles de Chalco o

Nezahualcóyotl para entender a lo que me refiero. Muchos millones de mexicanos

pasan una cuarta parte de su vida en transportes públicos infrahumanos y habitan

en barrios sin árboles, donde las casas son de tabicón gris y el cielo ocre. ¿Qué

experiencia de la belleza se puede tener creciendo en un lugar así? Tres son las

escapatorias usuales: la televisión, el alcohol y las drogas. Las «ciudades perdidas»

―chabolas, favelas― son literalmente poblaciones perdidas: la sensibilidad más

rústica es agredida por una atmósfera opaca y sin rastros de belleza. La TV es la

única ventana barata hacia la belleza con que cuentan sus habitantes.

No niego los esfuerzos que se han hecho en este terreno, son encomiables. El punto

neurálgico es que el recurso a la droga es un camino de evasión. Y nos evadimos

de un lugar cuando no estamos a gusto en él. Para no recurrir la evasión es

menester aceptar lo que no podemos cambiar (madurez), cambiar lo que debemos

cambiar (progreso), y conocer la diferencia entre lo uno y lo otro (realismo). Cambios

estructurales y valores universales. La filantropía palia, pero no resuelve el

problema. Madurez personal y expectativas sociales son la solución, el Estado y la

familia son los dos grandes responsables.

Fuente: Istmo N° 271: 2004

LA INTENCIÓN ES LO QUE CUENTA

NETFLIX

Típico que no sabes qué hacer un domingo en la tarde y comienzas a buscar recetas para lucirte con tus dotes para la repostería. Sin embargo, te dejas llevar por aplicaciones como Pinterest y te pones metas…un tanto altas. ¿Resultado? Un mega fail que, de ser publicado en tus redes, se volvería viral de inmediato.

Y es que justamente de eso se trata el nuevo programa de Netflix, “Nailed it”, en el que un grupo de pasteleros aficionados tendrán la labor de realizar diferentes preparaciones que no solo lucen deliciosas, sino que parecen verdaderas obras de arte.

CÓMO GANAR EN TODO

NATIONAL GEOGRAFIC CHANNEL

Cablevisión Monterrey: 403 | Izzi: 405 | Sky: 254 | Megacable: 280 | Axtel TV: 406 | Gigacable: 401 | Totalplay: 377 | Cablecom: 31 | Dish: 312

Horario: De miércoles a viernes a las 13:00 hrs

Esta serie te equipará con todo lo que necesitas saber para ser más rápido, más listo, tener más éxito e incluso ser más admirado por tus colegas. Te pondrás en lo más alto del ranking de tu oficina, marcarás el gol ganador y no volverás a hacer mal una maniobra de aparcamiento. Y nadie sabrá que es todo gracias a las matemáticas, la física, la química, y la psicología, y un poquito de suerte y paciencia.

AMISTADES INSÓLITAS

NATGEO CHANNEL

Cablevisión Monterrey: 403 | Izzi: 405 | Sky: 254 | Megacable: 280 | Axtel TV: 406 | Gigacable: 401 | Totalplay: 377 | Cablecom: 31 | Dish: 312

Horario: Lunes y martes 12:55 hrs

Podremos ver la increíble relación entre un perro nadar por horas con un delfin. Un gato doméstico con una relación muy especial con un buho recién nacido y a un orangután compartiendo una gran amistad con un perro. Estas relaciones nos van a emocionar y mostrar cómo está en el instinto de los animales socializar con otras especies.

QUISIERA SER MILLONARIO

Premios Oscar ganados: Mejor película, mejor director, mejor guion adaptado, mejor banda sonora, mejor canción original, mejor fotografía, mejor montaje, mejor sonido.

En la octogésima entrega de los premios de la academia la película Slumdog Millionaire dirigida por el inglés Danny Boyle, ganó 8 de las 10 categorías en que estuvo nominada.

Encuéntralo en la biblioteca con la clave: PEL 791.456 SLU 2009 22

Director: Danny Boyle

Año: 2009

Duración: 2 horas

Género: Drama

Reparto: Dev Patel, Freida Pinto, Anil Kapoor, Rubina Ali

Sinopsis:

Jamal Malik, un joven proveniente de los barrios bajos de Mumbai, se presenta en la versión india de "¿Quién quiere ser millonario?" Ante la sorpresa de todos, responde correctamente todas las preguntas. ¿Cómo es posible que un chico como él sea capaz de conocer todas las respuestas? Cuando está a punto de responder a la última pregunta -la que le hará ganar 20 millones de rupias- es detenido bajo

sospecha de fraude. Jamal abrirá su corazón para contar la historia de su vida y de la mujer que ha amado... desde el primer instante que la vio.

LA PASIÓN DE CRISTO

Encuéntralo en la biblioteca con la clave: PEL 791.436 543 ADA 2007 23

Imp / Ed.: Los Angeles CA: Twentieth Century Fox, 2008

Descripción: 1 disco óptico de computadora (126 min): sonoro, digital, estéreo, color; 4 3/4 plg

Sinopsis: Recrea los agónicos y redentores eventos que tuvieron lugar durante las últimas doce horas en la vida de Jesús de Nazaret desde el momento en que acude al Huerto de los Olivos (Getsemaní) con los apóstoles a orar tras la última cena, enfrentándose a las tentaciones de Satanás. Allí sufre la traición de Judas Iscariote (Luca Lionello), siendo arrestado y conducido a Jerusalén para ser juzgado por blasfemia, según denuncian los fariseos. Jesús es presentado ante Pilatos (Histro Naumov), el gobernador romano en la provincia, quien escucha las acusaciones levantadas contra él y se da cuenta de que se trata de un conflicto político, delegando el asunto en el rey Herodes que no tarda en devolverlo a las autoridades romanas para ser juzgado.

KAROL : THE POPE, THE MAN

Encuéntralo en la biblioteca con la clave: PEL 270.092 KAR 2009 22

Imp / Ed.: San Francisco, CA: Ignatius Press, c2009

Descripción: 1 videodisco (ca. 185 min.): son., col.; 4 3/4 plg

Sinopsis: Polonia 1930. Karol Wojtyla, de 10 años, tiene sueños, muchos sueños. Uno a uno se rompen. Primero, por la pérdida de su querida madre y hermano. Luego, por el estallido de la guerra y el éxodo humano que huía de la muerte, que siguió. Y finalmente, por los primeros signos de la persecución judía. Estos eventos marcarán el inicio del largo viaje de Karol de trabajadora, a poetisa y maestra. Un viaje lleno de encuentros que finalmente lo lleva a convertirse en sacerdote y finalmente, en 1978, a convertirse en el hombre que todos conocemos, un hombre que ha marcado una era, un hombre que ha hecho historia como el Papa Juan Pablo II.

TRASCENDER

Encuéntralo en la biblioteca con la siguiente clave: PEL 791.436 15 TRA 2014 23

Imp / Ed.: México : Alcon Entretainment, 2014.

Descripción: 1 videodisco (109 min) : sonoro, digital, estereo, color ; 4 3/4 plg.

Sinopsis: El Dr. Will Caster (Johnny Deep) es uno de los investigadores más reconocidos en el campo de la inteligencia artificial. Su labor lo ha llevado a crear una máquina que combina la inteligencia colectiva de todo aquello que es conocido por el amplio espectro de las emociones humanas. A causa de estos experimentos se ha convertido en el blanco de extremistas anti tecnología que intentarán detenerlo a cualquier precio. Su esposa Evelyn (Rebecca Hall) y su mejor amigo Max Waters (Paul Bettany), también investigadores se preguntan si pueden ayudarlo y si en realidad deben hacerlo, pues sus peores miedos se van materializados cuando el hambre constante de conocimiento de Will se convierte en una búsqueda de poder y lo más aterrador es que nada podrá detenerlo

LA NOVIA SIRIA

Encuéntralo en la biblioteca con la siguiente clave: PEL 791.436 552 SYR 2004 23

Imp / Ed.: México : Zima Entertainment, distribuidor 2004.

Descripción: 1 videodisco (96 min.) : sonido, color, digital ; 4 3/4 in.

Sinopsis: Para Mona, el día de su boda es el más triste de su vida. Una vez que cruce la frontera entre Israel y Siria para casarse con la estrella de la televisión siria, Tallel, no podrá volver jamás con su familia en Majdal Shams, un poblado druso bajo el control israelí en los Altos del Golán. La historia de Mona es una de fronteras físicas, mentales y emocionales y el deseo por cruzarlas. La historia de una familia separada por diferencias de tradición, políticas y prejuicios. En el Medio Oriente, una vez que se cruza una frontera, casi nunca hay forma de regresar. Y tras un largo día, la novia, su familia, el gobierno y los oficiales militares reunidos a ambos lados de la frontera encaran un futuro incierto: están atrapados en la tierra de nadie.

EL JOROBADO DE NUESTRA SEÑORA DE PARÍS

Horario: Del 5 al 15 de abril a las 20:30 hrs

Lugar: Instituto Cultural Cabañas

Precio: $260-400

Descripción:

A las puertas de la catedral de Nuestra

Señora de París una mujer abandona un bebé

y el archidiácono Claude Frollo lo acoge

nombrándolo Quasimodo, dada su

deformidad, por la cual llegó a ser conocido entre el pueblo como el Jorobado de Nuestra

Señora. Frollo lo confina al campanario, la Catedral y las campanas fueron su mundo,

hasta que un día, durante el Carnaval, animado por los bailarines de los juglares y la

alegría del pueblo, Quasimodo decide desobedecer a Frollo y bajar al campanario a la

plaza. Quasimodo es proclamado Rey de Carnaval, en son de burla por su desagradable

apariencia, y solo la bella gitana Esmeralda lo defiende. Quasimodo se enamora de ella,

por ser la primera persona que le muestra compasión.

IL DIVO

Horario: 27 de abril a las 21:00 hrs

Precio: $500-2300

Lugar: Auditorio Telmex

Descripción:

El tenor suizo Urs Buhler, el barítono Carlos Marín de

España, el francés Sebastien Izambard artista pop y el tenor David Miller de EE.UU.

Regresan a Guadalajara "IL DIVO" con su gira TIMELESS.

JALISCO OPEN

Precio: $70-160

Lugar: Polideportivo Metropolitano de Tenis

Horario: del 16 al 22 de abril

Descripción:

Torneo de tenis oficial de la ATP World Tour.

NATIVO TALLER GASTRONÓMICO

Precio: Consultar menú

Lugar: São Paulo 2377, Providencia

Horario: De lunes a domingo de 14:00 a 1:00

Descripción:

Restaurante Mexicano Contemporáneo que combina

tendencias en gastronomía actuales con técnicas clásicas

y el mejor producto.

Gastronomía de Perú

Las gastronomías de América Latina tienen cada vez mayor peso en el orden mundial

culinario. Especialmente las de Argentina, México y Perú. Estos tres países, con sus

restaurantes más destacados, los valedores de su propia alta cocina, copan más de la mitad

de los puestos de la lista Latin America’s 50 Best desde que fuese creada allá por el 2013.

O lo que es lo mismo: estos tres territorios concentran en sus ciudades más de la mitad de

los mejores establecimientos del subcontinente, siendo los peruanos los más abundantes

durante varios años. Algo que no es casual.

Por eso sirve como ejemplo una cocina como la peruana, tan importante y tan de moda en

los últimos tiempos en Europa, especialmente en países como España. Más allá de los

grandes nombres de la restauración del país de los Andes, con Gastón Acurio como el

principal exponente, son muchos los profesionales de los fogones, desconocidos y no, los

que se encargan de llevar por todas partes los platos más tradicionales y representativos

de una gastronomía con mucha historia y mestizaje. Una culinaria diversa y heredera de

aquella que practicaban los antiguos habitantes del imperio precolonial, influenciada con el

tiempo por la llegada de españoles y otros europeos, en primer término, y de asiáticos,

especialmente japoneses, en segundo.

Orígenes de la cocina peruana La diversidad de la gastronomía de Perú encuentra su razón de ser, sobre todo, en otra

diversidad: la de su geografía. A lo largo de su territorio, especialmente alrededor de la

cordillera de los Andes, existen un buen número de altitudes donde se cultivan frutas,

verduras y toda una variedad de vegetales. Estas diferencias en la altura sobre el nivel del

mar provocan que existan varios tipos de microclimas en el país y, con ellos, tierras que

pueden cultivar una amplia gama de materias primas.

A la particularidad de sus pisos altitudinales se suma, además de su cercanía al ecuador

geográfico, su costa en el océano Pacífico. Sus aguas frías y las corrientes de esta gran

masa de agua son el hábitat ideal para un buen número de variedades de mariscos y peces

que hacen de Perú uno de los principales países pesqueros del mundo. Ambos

condicionantes, los principales y esenciales, son los responsables de que desde el inicio

este vasto territorio haya sido notablemente rico gastronómicamente hablando.

En el mundo antiguo, los andes centrales peruanos fueron uno de los epicentros de la

domesticación de plantas. De ellos provienen algunas especies que son universales en la

actualidad, como puedan ser el tomate, la calabaza, la chirimoya, las patatas y sus muchas

variedades, el maíz… y otras que no lo son tanto, pero no pueden faltar en las cocinas

influenciadas por los sabores latinoamericanos, como el maní, la yuca, la palta, los frijoles,

el camote, la mandioca o la quinoa, que en estos momentos goza de gran popularidad.

Todos ellos presentes todavía en su gastronomía.

Otra diversidad más, la de las culturas que componían el Imperio incaico, previamente a la

llegada de los españoles, conformó también el devenir de la historia de la cocina de Perú y

su presente actual. Aunque compartían elementos comunes, prácticas similares a la hora

de cocinar como emplear, por ejemplo, condimentos como la cocha yuyo, la sal o el famoso

ají, hoy más que imprescindible como rasgo distintivo, o deshidratar muchos alimentos

evitando así su descomposición, cada uno de los pueblos tenía platos propios y costumbres

que normalmente solamente ellos poseían. Un conjunto patrimonial que desgraciadamente

conocemos parcialmente.

La dieta que la mayoría tenía se basaba en el consumo de grandes cantidades del

abundante pescado y marisco presente en sus costas, vegetales de los muchos que

cultivaron a lo largo de su historia y la ingesta de algunas carnes, como la de patos,

camélidos domésticos como la llama, venado o incluso alguna clase de lagarto, sobre todo

en la costa norte del país. Todas estas materias primas podían servirse en forma de sopas,

de guisos como la carapulca, que está considerado el más antiguo de Perú, los pescados

podían salarse, también se tostaban granos como el maíz y se empleaban desde ollas de

barro a hornos de tierra natural para cocinar. También, en este periodo precolonial, se

consumían diferentes tipos de cerveza hecha a partir del abundante maíz y también de

yuca.

Con la llegada de los españoles y el establecimiento del Virreinato de Perú, como pasó en

otros territorios conquistados por el Imperio español, se incorporaron diferentes usos y

costumbres a la culinaria local, mimetizándose, mezclándose, sin arrebatar el protagonismo

y sencillamente, en la mayoría de los casos, enriqueciéndose al mismo tiempo que se

ampliaba y complementaba. Hoy en día, por poner un ejemplo, muchos no entenderían el

ceviche sin el limón peruano y, este cítrico, es fruto de la introducción de la lima desde

Europa y su evolución hasta la variedad local, de un color verde intenso, talla pequeña y

alta acidez. Igualmente decisiva fue la llegada del azúcar a aquellas tierras, la construcción

de conventos y la abundancia de frutas en el entorno, lo que derivó en el surgimiento de

una próspera tradición repostera, común a otros países hispanos, donde brillan dulces

como el maná o el alfajor.

Antes de terminar con los orígenes de la gastronomía peruana, los albores de la cocina de

hoy, no podemos olvidar las influencias llegadas desde otros rincones del globo. En primer

lugar, las que vinieron de la mano de los esclavos africanos enviados por los españoles y

han dado lugar a no pocas especialidades de la cocina criolla, como los famosos

anticuchos, el rachi, las mollejitas o el tacu-tacu, una receta esta última preparada por las

esclavas de raza negra con la comida sobrante.

Y, en segundo lugar, las que llegaron después de alcanzar la independencia en 1821.

Destaca la introducción del arroz, los sabores agridulces y los salteados a mediados del

siglo XIX por la migración de chinos, especialmente habitantes de la provincia de Cantón.

También el legado que dejó otra inmigración asiática, la japonesa, a finales de aquel mismo

siglo XIX, unió técnicas de cortes y presentaciones cuidadas a las costumbres peruanas

dando como resultado platos híbridos como el tiradito, fruto del cruce entre el sashimi y el

ceviche. Sin olvidar a los italianos, que también a mitad del siglo XIX, casi al mismo tiempo

que los chinos cantoneses, llevaron a Perú el uso de las pastas, con el nacimiento de los

tallarines verdes o rojos, y la preparación de postres típicos como el panetón, en la

actualidad un imprescindible en la Navidad peruana.

La gastronomía de Perú actualmente Hoy en día la cocina peruana conserva gran parte del legado dejado por aquellos que

habitaron el imperio previo a la conquista y el conjunto de los platos surgidos tras ella. Si

no totalmente, sí en parte gracias a esa asimilación de las nuevas técnicas y los nuevos

ingredientes preparaciones antiguas perviven actualmente, especialmente en las zonas

más rurales del país. Es la riqueza de la que no hemos dejado de hablar, el patrimonio que

da lustre a Perú y convirtió a Lima, en el marco de la cumbre Madrid Fusión 2006, en la

capital gastronómica de América. La comida es una bandera más de los peruanos, desde

las recetas más tradicionales a la cocina practicada en los mejores restaurantes, impulsores

de innovaciones y vanguardias a través de la alta cocina.

Uno de los platos más populares en la actualidad, seguramente el que más se consume en

el país, es el pollo a la brasa. Básicamente hablamos de un pollo asado, similar al que se

consume en otras partes del planeta, empleando como combustible carbón, leña o gas y

alguna clase de herramienta que lo hace girar frente a la fuente de calor. En este caso, en

Perú, el pollo eviscerado se macera con diferentes hierbas y especias siendo acompañado

a la hora de servirlo con patatas fritas, ensaladas, salsas como la de ají o, incluso, plátano

frito. Presentar este acompañante es habitual en la selva del país, renunciando entonces a

las patatas. La receta, además, está considerada una «Especialidad Culinaria de Perú» por

el Instituto Nacional de Cultura.

Cómo no hablar del ceviche, también llamado cebiche, seviche o incluso sebiche. Está

declarado Patrimonio Cultural de la Nación y es también uno de los más consumidos,

además de estar especialmente de moda en países como España. En las diferentes

regiones que componen Perú existen variedades diversas, también reinterpretaciones

hechas por cocineros de renombre que innovan con él, pero todos suelen partir siempre de

una base bastante idéntica y aceptada por todos. La receta más esencial consistiría en

pescado a trozos, tanto de mar como de río, zumo de limón, ají, cebolla roja y sal,

incluyendo frecuentemente mariscos, algas marinas u otro tipo de vegetales más

convencionales. El resto de los ingredientes ya son los propios de cada lugar o cada

cocinero: desde lechuga a aguacate, desde yuca a cancha serrana. Es un plato con muchas

posibilidades y eso se nota, sin olvidar, por supuesto, la leche de tigre que lo baña y

compone.

Terminamos acordándonos del arroz chaufa, una de las elaboraciones que se enmarcan

dentro de la cocina chifa, esa fusión entre la comida peruana y la llevada por los migrantes

chinos de Cantón. Se trata de un arroz frito, muy similar al típico de la gastronomía china,

en el que el cereal se saltea con un fuego muy vivo para, después, añadir diferentes

ingredientes. Existe arroz chaufa de pollo, pescado, cerdo, mariscos, langostinos, lagarto e

incluso caimán, existiendo también una variante en la que el arroz se sustituye por quinoa.

Sabores ancestrales, en gran medida, que han evolucionado a lo largo del tiempo y los

lugares tomando personalidad propia.

Fuente: Toni Castillo (2017). Gastronomía peruana, una de las más diversas del mundo. 14/02/18,

de Bonviveur, Sitio web http://www.bonviveur.es/the-food-street-journal/gastronomia-

peruana-una-de-las-mas-diversas-del-mundo

Pinturas universales

Not to be reproduced

Rene Magritte

Lessines, Bélgica.

Artículo cultural

Aprende a perder el tiempo y da sentido a tu vida Jorge Merodio

Curiosamente, personas con grandes conquistas no saben disfrutar de lo que

construyen en su camino. Parten del paradigma engañoso de trabajar duro muchos

años para luego vivir cómodamente tras el retiro. Pero resulta que a descansar

también se aprende, alimentando la imaginación, la creatividad y la mente.

Llama la atención en ciertos ambientes el número de personas que tienen

aparentemente una vida envidiable, éxito profesional, grandes logros económicos y

reconocimiento social, pero basta profundizar un poco para advertir que no están

contentas con lo que tienen o con lo que hacen.

Con frecuencia escuchamos historias de gente que se lamenta por el tiempo

perdido. Directores que han alcanzado un importante desarrollo profesional y

reconocen amargamente: «Se me ha ido la vida y el ritmo vertiginoso que ésta ha

adquirido sólo parece ir en aumento». Un ritmo que compromete, por lo menos, la

posibilidad de tener control sobre la propia vida.

Hay quienes se han dedicado completamente a su trabajo, comprometidos hasta

los huesos, entregando todas sus capacidades y todo su tiempo, desarrollando su

oficio hasta niveles verdaderamente excepcionales. Sin embargo, no alcanzan a

ver, o no quieren aceptar, que no podrán realizar esa función para siempre: «¡No

quiero dejarle el puesto! ¿Qué sigue para mí?». Al final de su carrera profesional se

encuentran desprevenidos y desarmados. A veces tristes, a veces solos o

simplemente aburridos.

Otros más previsores amasan fortunas y construyen grandes patrimonios después

de años de intenso trabajo, pero también experimentan desconcierto: «No me

preparé para este momento», «soy un desconocido en mi casa». Con la mira puesta

en el retiro, descubren, para su sorpresa, que no saben disfrutar de todo aquello

que han construido porque su cabeza y su corazón se enfocaron únicamente en

construir, sin preguntarse por el sentido de aquello o sin haber creado o sostenido

las relaciones para compartirlo. En estos casos, la riqueza material no parece ser el

factor que determina el nivel de satisfacción o de desconcierto.

También conocemos historias más dramáticas, algún empresario optimista que se

había fijado un momento en el futuro, por ejemplo los 55 años, para empezar a vivir

el segundo tiempo, pero su vida no llegó a dicha edad, de modo que tampoco

disfrutó lo que iba consiguiendo.

Urge aprender a descansar

Es curioso cómo, casi contraintuitivamente, algunas personas educadas e

inteligentes, con grandes logros y conquistas, no saben disfrutar. Resulta que a

disfrutar también se aprende. Y se aprende no en los libros o en las aulas: se

requiere entrenamiento. Hay que declarar con Aristóteles: Cuanto más perfecto es

un individuo, más pura es la felicidad que busca y más elevado su origen, con lo

cual, para ocupar dignamente el tiempo, hay necesidad de conocimientos y de una

educación especial».1

Impera, en esta época, el engañoso paradigma de trabajar duro muchos años para

luego retirarnos y vivir cómodamente los que nos queden. Es engañoso, de entrada,

porque no sabemos ni podemos controlar el número de años «que nos queden». Es

una apuesta arriesgada. El viejo esquema de trabajo arduo seguido de un retiro

relajado debe ser desechado,2 tanto por el bien del trabajo arduo, como por el bien

del retiro, tanto por la eficacia en la actividad profesional, como por la fecundidad

fuera de ella. Prepararse para disfrutar de la vida es un ejercicio que debemos iniciar

con sentido de urgencia.3

La clave del entrenamiento

¿Existe alguna guía para empezar el entrenamiento requerido para disfrutar la vida?

La clave está en vivir un pequeño domingo cada día (tomo prestada la expresión a

Scott Hahn, teólogo norteamericano). Los directores necesitan descanso, y ¡a

descansar también se aprende!

El domingo refiere al descanso, pero no al ocio sin más, al sofá, las pantuflas o la

televisión, a ese no hacer nada que termina en un sentimiento de vacío o, cuando

menos, en aburrimiento.

Vivir un pequeño domingo cada día es la clave del entrenamiento y la preparación

para disfrutar de la vida; es aprender a descansar activamente, alimentando la

imaginación, la creatividad, la mente. El domingo es el descanso en la belleza, en

la amistad, en la familia, en la oración, en las actividades que podemos compartir.

Ese descanso invita a volver a lo más fundamental de la vida humana.

Vivir un pequeño domingo cada día es descubrir esas fiestas que no terminan en

resacas físicas, emocionales o morales, sino aquellas verdaderamente reparadoras

del cuerpo y del espíritu. Son descansos que llenan de energía para volver con más

pasión, más eficacia y con más recursos interiores a las labores propias del

directivo. Vivir un pequeño domingo no sólo prepara para trabajar con más

intensidad y de mejor manera, también dispone para «el segundo tiempo de la vida»

(si se nos regala vida para llegar a ese momento), y además, permite disfrutar el

camino.

Descansar es imprescindible

El trabajo no es sólo el medio para conseguir el alimento (o la riqueza material), no

es ese mal necesario para satisfacer otras necesidades: es en sí mismo

humanizante y disfrutable. Pero requiere descanso y diversión que, bien llevados,

también nos enriquecen y expanden. «El juego es principalmente útil en medio del

trabajo», dice Aristóteles (aunque alguien podría pensar que es una idea innovadora

de alguna empresa funky de nuestro siglo), «el hombre que trabaja tiene necesidad

de descanso, y el juego no tiene otro objeto que procurarlo. El trabajo produce

siempre fatiga y una fuerte tensión de nuestras facultades, y es preciso, por lo

mismo, saber emplear oportunamente el juego como un remedio saludable. El

movimiento que el juego proporciona afloja el espíritu y le procura descanso

mediante el placer que causa».4

El descanso requiere de una medida humana para ser verdaderamente reparador,

esto es, que sea razonable en cuanto a calidad y a cantidad.5 Se puede fallar en la

medida por el lado de la cantidad, por falta de organización. El descanso debe

distribuirse en el tiempo, como el alimento, para que pueda aprovecharse: no

conviene dejar de comer toda la semana y atiborrarse el fin de semana, nuestro

cuerpo no funciona así. Sin embargo, siendo tan obvio, se nos olvida este principio

con respecto al sueño o a la diversión. Ese pequeño domingo se requiere,

efectivamente, cada día. También erramos contra esa medida humana por el lado

de la calidad, cuando se malgasta el tiempo en diversiones que menguan la dignidad

de la persona o de su profesión. Cualquier tipo de falla en esa medida razonable,

aunque se «descanse», limita la posibilidad de obtener los frutos que el descanso

ofrece.

El principal enemigo del descanso no es el trabajo o la falta de tiempo, como podría

pensarse de manera superficial: el principal enemigo es uno mismo. El tiempo, lo

sabemos perfectamente, es un recurso limitado: debemos cambiar la intención de

manejar el tiempo por la idea de manejarnos a nosotros mismos en el tiempo

disponible.6 Es nuestra propia necesidad de reconocimiento la que nos mantiene

demasiadas horas en la oficina, nuestra propia ambición la que no nos permite

detenernos, nuestra curiosidad o nuestra flojera la que nos distrae de las cosas en

que deberíamos estar concentrados, nuestra inseguridad la que no nos permite

decir que no cuando deberíamos, nuestro egoísmo el que no nos deja dimensionar

adecuadamente nuestros propios objetivos.7

Vivir un pequeño domingo cada día significa arriesgarse a «perder el tiempo» en

actividades reparadoras para el cuerpo y el espíritu, para que así la vida adquiera

nuevos relieves y acentos, para que dimensionemos nuestras distintas actividades,

las ordenemos, jerarquicemos y adquieran sentido. Tomar un descanso activo nos

permitirá descubrir las cosas más fundamentales y reservar en la agenda espacios

razonables para ellas.

Sin descanso, lo importante se desdibuja: ¿cuánto espacio ocupan en nuestra

agenda la diversión, los amigos, la familia, Dios? Estos «asuntos» no suelen figurar

en la agenda. Nos llenamos de reuniones y tareas por hacer y lo más fundamental

se relega al tiempo sobrante. Pero, ¿en verdad tenemos tiempo de sobra? No es lo

habitual. Y la consecuencia lógica es que no le dedicamos suficiente tiempo.

Si no nos enfocamos en lo importante, el tiempo y la energía se malgastan, se

despilfarran. Este despilfarro genera ansiedad, estrés, resultados pobres e

insatisfacción. En contraste, el tiempo bien empleado es fuente de serenidad y

alegría.8

No se trata de cuidar la salud y recuperar la energía física para volver como brutos

a trabajar más, sino de recobrar la claridad y la lucidez para trabajar con más

intensidad, productividad y eficiencia, concentrados en las cosas más importantes

y dedicando más energía a lo que objetivamente conviene. Es, en suma, restablecer

el orden de nuestra actividad y el orden interior.

Cuando en una ocasión le preguntaron a Carlos Llano sobre la relación entre el

trabajo y la felicidad comentó: «la felicidad es inasequible sin el buen trabajo. Sin

embargo, no basta trabajar bien para ser feliz. El trabajo, por muy importante que

sea, está inserto en una variedad más rica de las facetas del hombre. Uno, además

de trabajar bien, debe tener familia, amistades, un hobby… Todo ello también

constituye la felicidad. Buscarla sólo por una de las fibras del hombre es reducirlo.

Debemos buscar la felicidad en un radio omniabarcante». Y aunque parece obvio,

vale la pena recordar, porque solemos olvidarlo, que no basta tener una familia,

tener amistades o tener un hobby, sino que cada una de estas facetas de nuestra

vida reclama cierto tiempo de dedicación. Reclamo que no debe entenderse como

una carga, sino como una oportunidad de ampliar nuestros propios horizontes.9

El ritmo vertiginoso de la vida nos plantea un gran reto: no ser esclavos de las

circunstancias, tomar el control de la propia vida y estar atentos a aquello que nos

permita recuperar lo más humano, sin volcarnos hacia afuera en un activismo que

puede terminar siendo poco fértil. Evitar el riesgo de «perder el tiempo» en el

recogimiento, en la apertura a los demás, en la diversión sana, conduce a un riego

más grave: el riesgo de vivir una vida sin fecundidad, en un mundo en que, sin

fecundidad, la vida no se puede aprovechar ni disfrutar.

Fuente: Revista Istmo