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PROYECTO DE INVESTIGACIÓN
ESTUDIO ANTROPOLÓGICO Y PALEOPATOLÓGICO DE LA POBLACIÓN RECLUSA
DE LA ALGABA ENFERMEDAD, ABANDONO Y MUERTE EN UN
CAMPO DE CONCENTRACIÓN DEL FRANQUISMO
Juan Manuel Guijo Mauri, Jesús Román Román, Elena Vera Cruz y Juan Carlos Pecero Espín
31/05/2016
Proyecto de exhumación e investigación bioarqueológico de los restos esqueléticos de los presos del campo de concentración de Las Arenas
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La existencia de campos de concentración vinculados a la represión ejercida por el franquismo no deja de ser un terreno desconocido para muchos ciudadanos. Semejantes espacios se convierten en lugares de secuestro, hambre, enfermedad y muerte para una ingente población reclusa. Entre todos estos espacios de muerte el campo de concentración de Las Arenas representa una clara voluntad de limpieza social mediante el exterminio de la población menesterosa de Sevilla y su entorno. La denuncia del grupo Remhsa de Cgt Andalucía en el verano de 2014 sobre la situación del antiguo cementerio y del campo de Las Arenas justificó una primera intervención de la Dirección General de Memoria Democrática. Los reclusos de Las Arenas representarían en la mayor parte de los casos un grupo humano muy dañado por la enfermedad y el hambre antes de su realojo. En su encierro han de afrontar las peores condiciones posibles de insalubridad, malnutrición y enfermedad, de tal intensidad que las muertes registradas por Victoria Fernández Luceño alcanzan casi los 140 prisioneros en algo más de un año. Las condiciones de vida, enfermedad y nutrición pueden reflejarse sobre el esqueleto, dejando una huella susceptible de ser registrada mediante el estudio antropológico. Tampoco resulta usual contar con la oportunidad de investigar a una población reclusa en los primeros tiempos de franquismo. Dadas las características de los reclusos resulta esencial enfocar la investigación hacia la enfermedad y malnutrición reflejadas en los huesos, además de la identificación de las características demográficas que podrían apuntalar los perfiles indivduales. La Paleopatología o estudio de las enfermedades del pasado reflejadas en el esqueleto, entendemos que constituye el mejor modo de recuperación de la memoria de esa población marginal exterminada. Sin un estudio antropológico y paleopatológico resultará incluso de mayor dificultad la delimitación del grupo de Las Arenas de aquellos otros enterramientos asociados a población no reclusa. Planteamos el estudio en dos fases: exhumación y recuperación de la población reclusa e investigación antropológica al máximo nivel de la misma, en la que el estudio de la patología ósea constituirá una parte esencial.
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ANÁLISIS ANTROPOLÓGICO Y PALEOPATOLÓGICO DE LA POBLACIÓN RECLUSA DE LAS ARENAS
A. FUENTES Los trabajos de Victoria Fernández Luceño sobre la población reclusa del campo de concentración de Las Arenas nos proporcionan valiosos datos, incluyendo datos biográficos y causas de muerte de la mayor parte. Muchas de las características vitales recogidas son susceptibles de tener una lectura en el esqueleto, tanto en lo que se refiere a la demografía, a las formas de vida y a las enfermedades como causa de muerte o como compañeras en su vida. Al tratarse de una población marginal estamos hablando de un grupo en el que la dureza de las condiciones de vida se reflejará en forma de trastornos patológicos de entidad, en muchos casos sin posibilidad de reflejarse en el esqueleto peo en otros con notable repercusión en el mismo. Las causas de muerte que recoge Luceño se engloban en su inmensa mayoría en procesos infecciosos, que en una evolución aguda difícilmente dejarán una huella en el esqueleto. Sin embargo, algunos como la sífilis y la tuberculosis, sí podrían tener un reflejo en los únicos testimonios conservados y que nos hablan de las terribles condiciones de vida y muerte de esas personas. Consideramos imprescindible la incorporación como asesora de la historiadora Victoria Fernández Luceño.
B. DEMOGRAFÍA La investigación de Victoria Fernández Luceño define a un grupo integrado en su totalidad por sujetos masculinos, lo cual nos podrá permitir descartar aquellas evidencias antropológicas femeninas inhumadas en el cementerio. Los perfiles de edad corresponden a sujetos adultos, con algunas excepciones de preadultos situados alrededor de 17 años y algunos adultos muy jóvenes. En el diagnóstico de la edad nos encontraremos ante un grupo adulto joven que debería aportar suficientes indicios anatómicos para su identificación. Aunque en edades más avanzadas la contundencia diagnóstica es más limitada se podrían diferenciar a grandes rasgos los diversos componentes demográficos.
En el momento de acometer la excavación y registro de inhumaciones, la actuación sobre la evidencia esquelética ha de tener en cuenta la existencia de zonas anatómicas que proporcionan elementos diagnósticos decisivos relativos a la edad y al sexo del individuo y que, ya sea por la fragilidad inherente a la zona o por factores postdeposicionales, requieren de una precaución en el momento de incidir sobre ellas.
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Vértebras de un sujeto de poco más de 20 años, con una incompleta fusión de las láminas epifisiarias. Adulto joven procedente del monasterio de Santa Clara de Sevilla (siglos XVI-XVIII)
Zona medial de una clavícula. Sujeto adulto joven, con la lámina epifisiaria en proceso de fusión
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Sínfisis púbicas de un sujeto a principios de la veintena (a la izquierda) y adulto maduro (a la derecha)
. Zonas esternales costales de sujetos de diferentes edades, con más deterioro en el caso de la izquierda
Superficie auricular del ilion de un adulto joven. Monasterio de Santa Clara De Sevilla (siglos XVI-XVIII)
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A la izquierda vista dorsal de la zona púbica de un individuo femenino de época romana bajoimperial (siglos IV-V), procedente de calle Relator (Sevilla), con muescas secundarias al parto. A la derecha zona dorsal del pubis de un sujeto femenino islámico procedente de Écija (PE, siglo XII)
C. ENFERMEDAD Y MUERTE: PALEOPATOLOGÍA PLANTEAMIENTO Y OBJETIVOS Nos encontramos ante una población marginal, que antes de su reclusión había pasado penurias y carestías de todo tipo y que en el tiempo de campo de concentración ve como se aceleran procesos patológicos latentes y se adquieren otros, en medio de unas condiciones de vida de hambre, malos tratos y ausencia total de cuidados físicos. El tifus fue una de las causas de mortalidad mayor, seguida de las infecciones respiratorias. Sea cual sea la causa de muerte no cabe pensar en la presencia de patologías aisladas en los diversos sujetos sino en múltiples trastornos cuya acción combinada puede acelerar la muerte o en procesos que, sin tener consecuencias mortales, predisponen a esas personas a terribles sufrimientos. Considerando las causas de muerte recogidas en la investigación histórica y la potencial incidencia de otros procesos patológicos proponemos el desarrollo de una investigación en tres campos. 1. Causas de muerte conocidas y que podrían tener reflejo osteológico 2. Enfermedades que pueden asociarse a una población marginal, para lo que recurrimos
al conocimiento adquirido con las evidencias arqueológicas de la pobreza, el abandono y la marginación en Andalucía occidental entre los siglos XV y XVIII. Estos estados patológicos serían una base idónea para la potenciación de las enfermedades que aparecen como conseuencia de la reclusión
3. La presencia de lesiones previas o el estado de malnutrición favorecerían la acción de los procesos definidos como causantes de la muerte. Además del estudio paleopatológico planteamos una calibración del estado nutricional a través del estudio químico (paleodietas) de una muestra de material óseo, a cargo de la Universidad Politécnica de Valencia
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Al afrontar la recuperación de restos óseos humanos procedentes de contextos arqueológicos podemos encontrarnos con una conservación que puede estar influida directamente por una condición patológica. Esas modificaciones ante mortem fijadas por la enfermedad pueden afectar a la densidad del tejido óseo, a la normal morfología del hueso y a la modificación de sus límites, pudiendo convivir distintos procesos en un mismo individuo o existir variaciones dentro de una misma pieza. El conocimiento de estas particularidades se antoja imprescindible para el estudio de una población arqueológica así como para la conservación de evidencias que pueden tener un carácter único. Podemos hablar de afecciones que conllevan la disminución de la calidad del hueso, destruyendo o disminuyendo su componente inorgánico, de procesos patológicos que implican el proceso contrario, un endurecimiento del hueso, y de otros que alteran la forma, introducen elementos nuevos junto a las evidencias esqueléticas o dan lugar a la fusión de huesos distintos. En todo caso, es la pérdida de calidad del tejido óseo la que representa las mayores amenazas para su supervivencia en el contexto arqueológico, por cuanto que facilita la acción de los agentes tafonómicos, abriendo vías de acceso y acortando el tiempo de resistencia tras el enterramiento del hueso. PROCESOS PATOLÓGICOS DE POTENCIAL REFLEJO EN EL ESQUELETO
34,53
65,47
% individuos con posibles lesiones óseas asociadas a la causa de la muerte
Lesiones óseas Sin lesiones óseas
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Septicemia
Se identifica como casusa de muerte de dos personas. Representa una infección grave y potencialmente mortal de rápida evolución y que puede surgir de otras infecciones en el cuerpo, entre ellas, infecciones en los pulmones, el abdomen y las vías urinarias. Puede aparecer antes o al mismo tiempo de infecciones tales como:
Óseas (osteomielitis) Del sistema nervioso central (meningitis) Del corazón (endocarditis) Otros tejidos
Meningitis
Meningitis José Antonio Gil Márquez, natural de Cerro de Andévalo (Huelva), de 28 años
La zona endocraneal puede presentar claras sobreposiciones periósticas, cuya estratigrafía se advierte con claridad en el corte del hueso (Roberts 2000). También las reacciones inflamatorias-hemorrágicas meníngeas pueden relacionarse con hematomas epidurales (Ortner 2003).
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Meningitis Sífilis Bronconeumonía Tuberculosis
Distribución de las lesiones con posible afección del esqueleto (% sobre enfermedades con posible asociación esquelética)
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Alteraciones endocraneales en un sujeto infantil (a la izquierda) y magnificación x 20 aumentos (a la derecha) de la neoformación sobre la superficie original del hueso
Alteraciones en la tabla interna de un cráneo subadulto
Cortes histológicos de casos clínicos con las alteraciones endocraneales señaladas por las flechas
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Vista endocraneal de un caso clínico de un sujeto subadulto con meningitis
Occipital en vista endocraneal con neoformaciones en las fosas cerebrales y cerebelosas
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Detalle de una de las fosas cerebrales en el hueso occipital con las neoformaciones endocraneales
Magnificación (x 20) de una zona de alteraciones endocraneales
SÍFILIS TERCIARIA Sífilis terciaria José Albalaz, natural de Martos, soltero, de 20 años
Francisco Felipe Camacho, de Tavita (Algarbe portugués), 34 años
Esta enfermedad se origina por el contacto con la bacteria Treponema pallidum a través de las mucosas, desde las cuales llega a los ganglios linfáticos y de ahí a la sangre (Waldron 2001: 68)(Carmona 2005: 211), dejando sentir sus primeros síntomas a las 3 o 4 semanas. El proceso cursa en una serie de etapas. La primera se prolonga entre 1 y 5
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semanas durante las cuales aparece una llaga en el lugar del contacto y con la bacteria circulando por todo el organismo (Carmona 2005: 211) En la segunda etapa (secundaria), sobreviene la inflamación de los ganglios linfáticos de cuello, axilas e ingles (con bubas que no supuran). Dura de 1 a 4 años, apareciendo síntomas cutáneo-mucosos y erupciones o manchas en la piel (exantemas), dolor de garganta, fiebre y cefaleas y en menor medida pérdidas de memoria, delgadez, anemia, etc. (Carmona 2005: 211-212). En una ulterior fase o periodo latente los síntomas de las dos primeras fases pueden desaparecer durante años. La última fase puede conducir al daño del encéfalo, parálisis, demencia, trastornos cardiovasculares y nerviosos, pérdida de equilibrio y ceguera (Aufderheide y Rodríguez 1998: 158)(Robers y Manchester 1996: 153)(Carmona 2005: 212)(Waldron 2001: 68-69) y a la aparición de daños en el esqueleto. El cráneo aporta los cambios más claros para identificar este proceso patológico. La fase inicial de la neurosífilis, según Hackett, se caracteriza por orificios múltiples que confluyen con posterioridad (Aufderheide y Rodríguez 1998: 163) a la que seguirían en una fase más avanzada lesiones extensivas exocraneales (Brothwell 1987: 193)(Ortner y Putschar 1985) y focos de destrucción localizada. En uno de los casos sí resultan evidentes las claras erosiones confluyentes, o caries sicca, típicas de fase terciaria de la sífilis. Frente a otros diagnósticos diferenciales, como el cáncer metastático y la tuberculosis, las evidencias craneales estudiadas presentan reacciones óseas que no se dan en el primero y una tabla interna inalterada como ocurriría en la segunda (Ortner 2003: 280). Los huesos largos afectados en la sífilis puede dar lugar a notables engrosamientos, sobre todo en aquellos elementos que tienen un mayor grosor muscular (Ortner 2003: 285) (Dastugue y Gervais 1992: 149) (Graciansky 1973: 150). Son usuales los marcados engrosamientos corticales y la aparición de una superficie externa irregular e hipervascularizada, viéndose afectada incluso la zona medular (zona endosteal) (Ortner 2003: 285-286). En ésta, el canal medular puede llegar a estar completamente obliterado por la formación endosteal de hueso (Figuras 32 y 33) (Goff 1967: 279-290) (Aufderheide y Rodríguez 1998: 159), sin diferenciación clara entre el tejido esponjoso que rellena la médula y el córtex. En las extremidades inferiores afecta de manera dominante a fémures y tibias (Graciansky 1973: 150). El fuste del hueso puede presentar estos cambios en toda su extensión. En los huesos mayores de las extremidades, con lesiones presentes en casi todos los fémures y tibias, las alteraciones presentan una gran variedad. 1) Sobreposiciones periósticas de tejido poroso reactivo, lo que evidencia un proceso en marcha en el momento de la muerte, que llegan a alcanzar engrosamientos notables. Estas neoformaciones se localizan de manera dominante sobre la cortical externa aunque también afecta a la cavidad medular en algunos casos. En el estudio de la sección del hueso puede apreciarse claramente la estratigrafía de los cambios óseos. 2) Periostitis de tipo estriado acompañada de neoformaciones nodulares y especuladas, en su mayor parte asociadas a tejido esclerótico y en limitados casos a tejido poroso reactivo en otras zonas de un mismo hueso. 3) Oclusión de la cavidad medular, con dominio del tejido poroso reactivo y en algunos casos por tejido totalmente esclerótico en el momento de la muerte. Estos casos se asocian tanto a piezas que presentan los cambios anteriores como a huesos que presentan un marcado engrosamiento y remodelación. 4) Vascularización notable en zonas localizadas de elementos óseos, fenómeno lógico en los mecanismos de estimulación perióstica.
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5) Lesiones destructivas asociadas a orificios de drenaje por infección de la cavidad medular u osteomielitis. Estas lesiones conviven con lesiones de tipo productivo, sin que contemos con evidencias en las que los procesos osteolíticos se impongan a los osteogénicos.
Sección de un cráneo afectado por sífilis (arriba) y por tuberculosis (abajo)
Caries sicca. Sífilis en sujeto adulto, con defectos osteolíticos exocraneales
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Cráneo con alteraciones asociadas a la sífilis terciaria (caso clínico)
Cráneo sifilítico procedente de Morón de la Frontera (Sevilla)-principios del siglo XX
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Posibles alteraciones sifilíticas en el hueso frontal
A la derecha alteraciones sifilíticas en una tibia en comparación con una pieza sana (a la izquierda)
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A la derecha alteraciones sifilíticas en un húmero en comparación con una pieza sana (a la izquierda)
INFECCIONES PULMONARES Las autopsias definen claramente entre bronconeumonía y tuberculosis pulmonar. Puesto que resulta difícil creer en la existencia de análisis científicos que perfilen ambos procesos patológicos, englobamos ambos en un grupo genérico de infecciones pulmonares. Tanto en procesos específicos como la tuberculosis como infecciones pulmonares en general la paleopatología ha demostrado la existencia en muchos casos de lesiones en la zona visceral de las costillas, a lo que se une la posibilidad de afección de zonas articulares y huesos esponjoso en el caso de la tuberculosis. Sin embargo, en ausencia de otros signos esqueléticos en un mismo sujeto, las modificaciones en la cara costal visceral (pleural) son compatibles con un amplio ramillete de procesos patológicos, por lo cual optamos por un diagnóstico de infección pulmonar inespecífica en los dos sujetos subadultos que presentan estos daños. 1. BRONCONEUMONÍA (n=34) La bronconeumonía es un proceso inflamatorio, casi siempre infeccioso, que afecta al aparato respiratorio, en concreto a la zona más distal de las vías aéreas (los bronquios), y a los pulmones. Con frecuencia existe una historia previa de encajamiento, malnutrición,
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alguna enfermedad, subyacente importante, aspiración del contenido gástrico o infección del aparato respiratorio superior Bronconeumonía José Trigueros Cantillana, natural de Sevilla, de 52 años
Félix Ruiz Expósito, natural de Andujar (Jaén), de 17 años
Luis Núñez Romero, natural de Campofrio (Huelva), de 47 años
Juan Zamorano Prieto, natural de Lepe (Huelva), soltero, de 60 años
José Duarte Morito, natural de Marbella (Málaga), de 57 años
Antonio Gallego Martínez, de Sevilla, 19 años
Francisco Roldán Morales, natural de Huevar (Sevilla), de 45 años
Julio Sánchez Herrera, natural de Osuna (Sevilla), de 57 años
José Morilla Romero, natural de Morón de la Frontera (Sevilla), de 30 años
Francisco Melero Díaz, natural de Alameda (Málaga), de 60 años, hijo de Juan y Josefa
Bernardo Pascual Crugag, natural de Nerva (Huelva)
Joaquín Perea Mora, de Río Tinto (Huelva), de 41 años
Miguel Tinoco Rey, natural de Medinas de las Torres (Badajoz), de 47 años
Diego Álvarez Martos, natural de Jaén, de 52 años
Antonio Prieto Martín, natural de Sevilla, de 30 años
Manuel Cabrera Segovia, natural de Sevilla, de 28 años
Donato González Roca, natural de Madrid, de 50 años
Juan Tenorio Elías, natural de Lepe (Huelva), de 45 años
Francisco Vela Gil, natural de San Fernando (Cádiz), de 57 años
Bartolomé Domínguez León, natural de Cabezas Rubias (Huelva), de 55 años
Juan Delgado Manchado, de Morón (Sevilla), con 46 años
Lorenzo Ríos Fernández, natural de Fuente Herido (Huelva), de 32 años, soltero, hijo de Valentín y Cinaida, ficha 106, de neumonía
Manuel Juan García, natural de Orán (Argelia), viudo de 44 años
Juan del Castillo Gómez, natural de Rociana, de 46 años
Guillermo Apolo Azogil, natural de Valverde (Huelva), de 39 años
José Orge Fernández, natural de Utrera (Sevilla), de 21 años
Luis Alfalla Sousa, natural de Sevilla, de 48 años
Alfredo Martínez López, natural de Gerena (Sevilla), de 54 años
Pedro Mayoral Expósito, natural de Madrid, de 38 años
Cayetano Franco Blanco
Francisco Navarro Paz, natural de Sevilla, de 22 años
Pedro Collado Pérez, natural de Solvas (Almería), de 35 años
José Bando Rincón, natural de Sevilla, de 23 años
Eustaquio Rodríguez Vizcaíno, natural de Sanlúcar la Mayor (Sevilla), de 48 años
Salvador Perales Cejudo, de Gatoril (Málaga), 48 años-bronquitis crónica
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2. TUBERCULOSIS PULMONAR (n=11) La existencia de alteraciones subperiósticas en la cara visceral de las costillas ha sido relacionada por Kelley y Micozzi con diversos trastornos pulmonares, entre los cuales la tuberculosis suele ser una de las afecciones más frecuentes (Kelley y Micozzi 1984). Tuberculosis pulmonar
Ramón Penzanín Corona, natural de Cala (Huelva), de 47 años
Antonio Hera Carrasco, de 22 años
José Fernández Sánchez, natural de Bornos (Cádiz), soltero de 32 años
Rafael López Moyano, natural de Guadalcanal, Sevilla, 26 años
Gregorio Sánchez Romero, de Arroyomolinos de León (Huelva)
Eugenio Serrano Pernil, natural de Huelva, de 42 años
Vicente Novoa Groba
Francisco Morales Fernández, natural de Salobreña (Granada), de 48 años
José Aroba Amador, natural de El Puerto de Santa María (Cádiz), de 58 años
Antonio Fernández Perea, natural de Marchena (Sevilla), de 44 años
Dámaso Martín Gúzman, natural de Canillas, Madrid, de 44 años
La tuberculosis (abreviada TBC o TB), llamada antiguamente tisis (del griego φθίσις, a través del latín phthisis) es una infección bacteriana contagiosa que compromete principalmente a los pulmones, pero puede propagarse a otros órganos. Puede afectar también el sistema nervioso central, el sistema linfático, el sistema circulatorio, el sistema genitourinario, el aparato digestivo, los huesos, las articulaciones e incluso la piel. Los síntomas clásicos de la tuberculosis son una tos crónica, con esputo sanguinolento, fiebre, sudores nocturnos y pérdida de peso. La tuberculosis se contagia por vía aérea, cuando las personas infectadas tosen, estornudan o escupen. Tras una infección pulmonar el bacilo puede circular por el torrente sanguíneo hasta alojarse en algún hueso o articulación, se trataría así de una osteoartritis tuberculosa o tuberculosis osteoarticular. También puede aparecer osteomielitis tuberculosa sin afectación articular, aunque su frecuencia es baja.
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Depósito de hueso en la cara visceral de una costilla
Depósito de hueso en la cara visceral de una costilla
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Periostitis en la zona visceral de una costilla infantil
Anquilosis de origen tuberculoso de varias vértebras dorsales formando un solo bloque
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Tuberculosis osteoarticular. Caso clínico
Tuberculosis osteoarticular. Caso clínico
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OTROS PROCESOS PALEOPATOLÓGICOS COMO FUENTE DE LAS CONDICIONES DE VIDA
TRAUMAS
Traumas y condicionantes en la recuperación de la evidencia esquelética
MODIFICACIÓN CIRCUNSTANCIA
DISMINUCIÓN DE LA CONSISTENCIA DEL HUESO
En la fase osteolítica subsiguiente a la fractura: porosidad y reabsorción
En los primero depósitos minerales durante el proceso reparador, caracterizados por un hueso poroso e inmaduro
En las complicaciones infecciosas
En las fisuras o líneas de fractura
Pérdidas de densidad por daños funcionales
MODIFICACIÓN LOCAL DE LA FORMA
Engrosamientos relacionados con callos óseos exuberantes
Hematomas subperiósticos
Desviaciones en la alineación, hundimientos o pérdidas de altura
FIJACIÓN DE LAS RELACIONES ANATÓMICAS
Anquilosis que pueden seguir al desarrollo de procesos inflamatorios, complicaciones infecciosas o articulares consecuencias del trauma
MODIFICACIONES EN LAS RELACIONES ANATÓMICAS
Consecuencias de un trauma determinado y su reflejo o irradiación en otros huesos o zonas: parálisis, pérdidas o adaptaciones funcionales
ROTURAS SOBRE HUESO FRESCO Traumas perimortem
Fracturas en vida en la extremidad inferior, con acortamientos significativos
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Fractura de dos vértebras dorsales
A la izquierda fractura tibial y callo óseo visible. A la derecha depresión traumática en el lado derecho del frontal
INFECCIONES
Procesos infecciosos y conservación
MODIFICACIÓN EN LA CONSERVACIÓN DEL HUESO O EN LA RELACIONES ANATÓMICAS NORMALES
PROCESO
Neoformaciones subperiósticas de tipo poroso, asociadas o no a infecciones concretas
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MENOR RESISTENCIA DEL TEJIDO ÓSEO Osteomielitis
Procesos destructivos relacionados con la lepra, tuberculosis, la sífilis en menor medida y otros procesos infecciosos
FUSIONES ENTRE DIVERSOS ELEMENTOS Cambios secundarios a la lepra
Bloques vertebrales en la tuberculosis
A la izquierda osteomielitis de una tibia de un sujeto islámico de Huelva (engrosamiento en relación a la otra). A la derecha destrucciones subnasales por lepra (evidencia islámica almohade de Sevilla).
Tuberculosis vertebral (izq) de un sujeto del siglo X de Córdoba. A la derecha osteomielitis en un quinto metacarpiano (comparación con uno sano), en un sujeto del siglo XVII de Sevilla.
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LESIONES REUMÁTICAS
Procesos reumáticos y conservación
MODIFICACIÓN EN LA CONSERVACIÓN DEL HUESO O EN LA RELACIONES ANATÓMICAS NORMALES
PROCESO
MENOR RESISTENCIA DEL TEJIDO ÓSEO
Quistes subcondrales y porosidad en la artrosis Zonas expuestas en las artropatías erosivas
APORTAN NUEVOS RELIEVES Osteofitos, calcificación de ligamentos y estructuras articulares
FAVORECEN LA RESISTENCIA DEL TEJIDO ÓSEO
Modificaciones escleróticas en diversos procesos Calcificación de elementos periarticulares Osteofitos
CREAN FIJACIONES ARTICULARES (FUSIONES)
Por calcificación de estructuras interarticulares Por calcificación de estructuras periarticulares
A la izquierda detalle de la zona lumbar con proyecciones óseas entre L4 y L5 que llegan a provocar su fusión y osteofitos marginales entre L3 y L4 y entre L2 y L3. Sujeto romano de Hispalis. A la derecha columna dorsal y lumbar de un sujeto de principios del siglo XX, con grandes alteraciones osteofíticas.
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Fusión de dos metacarpianos en un sujeto almohade de Écija (izq) y fusión de dos dorsales por calcificación del ligamento común anterior de la columna (der)
A la izquierda vista de la superficie articular proximal de un radio de un sujeto almohade de Écija con claras evidencias de eburneación y marcada porosidad que altera la resistencia de la superficie. A la derecha superficie articular proximal de la tibia derecha de un sujeto femenino de los siglos XVI-XVIII, con un primer plano del cóndilo interno con eburneación, producto del roce de hueso con hueso) y porosidad tras la pérdida de hueso compacto que expone la esponjosa.
EPISODIOS PALEONUTRICIONALES
Episodios críticos y anémicos
1. Hipoplasia del esmalte El esmalte dental es por su durabilidad e incapacidad de remodelación una vez concluida su formación, un tejido de gran carga informativa como indicador de la calidad de vida de un individuo durante su etapa de crecimiento. Entre los trastornos de desarrollo del esmalte la hipoplasia constituye un excelente marcador de episodios críticos acontecidos en la etapa subadulta. Esos episodios determinan una alteración de la calidad del esmalte
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por un déficit en la formación de la matriz inicial en el momento en que se está produciendo su formación (etapa ameloblástica), con consecuencias estructurales macroscópicas y microscópicas en cuanto a su percepción. La alteración de la calidad de la construcción del esmalte queda reflejada en la aparición de surcos o bandas que recorren transversalmente la superficie del diente. El ritmo de deposición del esmalte desde oclusal (superficies masticatorias) hasta cervical (cuello del diente), perfectamente conocido en estudios radiológicos, histológicos y ecográficos, y el hecho de que los dientes se formen a edades diferentes, nos permiten obtener una secuencia cronológica de los momentos críticos durante todo el periodo de crecimiento. El grosor y la cantidad de dichas bandas o surcos variará de acuerdo con la intensidad y cronicidad del periodo crítico. El origen de esos episodios críticos ambientales reside en diversos procesos como puedan ser repercusiones del destete, fiebres, gastroenteritis, enfermedades infecciosas, malnutrición e incluso causas tóxicas. La compleja interacción de esos procesos nos llevan a un origen multifactorial como la hipótesis más probable, independientemente de la confrontación de la incidencia poblacional con otros marcadores paleopatológicos. 2. Procesos anémicos Junto a las signos dentarios de estos episodios críticos que acontecen en la etapa subadulta, se han identificado fenómenos porosos en el techo orbitario y en la bóveda craneal, conocidos como Cribra Orbitalia e hiperostosis porótica, que representan manifestaciones anémicas. Los dos conceptos aluden a la cribosidad que presentan la bóveda craneal, sobre todo en el hueso frontal, eminencias parietales y techo orbitario. Las alteraciones en las zonas citadas se deben a cambios en el espacio medular y la lámina externa, de modo que el tejido compacto es reemplazado por orificios de tamaño y número variables. Tiene lugar un aumento anormal del grosor del diploe, tejido situado entre las láminas externas del cráneo a expensas de la tabla externa compacta, que presenta una imagen radiográfica de cepillo (espiculosa). Los estudios de diversos autores como Cook (1984), Martin et al (1985) y Walter (1985) consideran ambas alteraciones como partes de un mismo indicador de anemia (Graver 1993: 203). Los trabajos de Stuart-Macadam (1985)(1989)(1991)(1996) han evidenciado a partir de referencias clínicas una vinculación de estas alteraciones a ferropenias o procesos carenciales de hierro. Stuart-Macadam estima que ambos procesos son representativos de una condición anémica de la infancia, momento en que la médula roja es abundante, siendo muy rara en el adulto.
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Alteraciones hipoplásicas en un primer molar permanente
Alteraciones hipoplásicas (surco transversos) en los incisivos permanentes
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Cribosidad orbitaria
LESIONES DENTARIAS
Lesiones dentarias y conservación de la evidencia anatómica
MODIFICACIÓN EN LA CONSERVACIÓN DEL HUESO O EN LA RELACIONES ANATÓMICAS NORMALES
PROCESO
MENOR RESISTENCIA DEL TEJIDO ÓSEO
En las destrucciones dentarias por caries En los márgenes de las cavidades formadas en lesiones periapicales En los márgenes alveolares expuestos a enfermedad periodontal
EVIDENCIAS PATOLÓGICAS ADHERIDAS Cálculo o sarro dental
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A la izquierda detalle de la zona dental de un sujeto islámico de Écija (PE), con abscesos en los molares superiores e inferiores del lado derecho. A la derecha detalle de la zona derecha del maxilar y la mandíbula (in situ) de un sujeto almohade de Écija, con varios abscesos alveolares y destrucciones del esmalte por caries en el maxilar superior. Los daños patológicos periapicales hacen fácilmente desprendibles a las piezas dentarias.
A la izquierda fístula en el paladar de un sujeto mozárabe cordobés a causa de la fractura de la corona del incisivo central derecho. A la derecha paladar de un sujeto del siglo XVIII del Puerto de Santa María, Cádiz), con una gran cavidad y reacción vital (¿secundario a infección dentaria?)
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EXHUMACIÓN
A. OBJETIVOS
Delimitación del grupo de reclusos inhumados en el antiguo cementerio de La Algaba en relación a la población no reclusa atendiendo a: Ruptura de la normalidad ritual
Los testimonios apuntan a la presencia de cuerpos arrojados o inhumados si ataúd, lo que puede implicar la presencia de posiciones anómalas o distorsiones
En algunos casos podríamos estar ante inhumaciones dobles o múltiples considerando los decesos diarios apuntados por Victoria Fernández Luceño
Especifidades demográficas La presencia exclusiva de sujetos masculinos adultos implicará el descarte de subadultos y de esqueletos femeninos. Afecciones paleopatológicas Considerando la presencia de afecciones que pueden manifestarse en el esqueleto será esencial una primera inspección durante la fase de campo, con la posterior necesidad de confirmar o refutar estos diagnósticos en el estudio definitivo.
B. PROTOCOLOS METODOLÓGICOS: ANTROPOLOGÍA
1. Consideración de la cadena de custodia de los restos extraídos
El comienzo de cualquier exhumación deberá tener en cuenta el diseño previo de
una cadena de custodia de los restos que se van a extraer:
a) Evidencias no relacionadas con los reclusos
Cualquier actuación en un cementerio se encontrará ante un material antropológico
y restos de actividad funeraria normalizada a los que es necesario encontrar acomodo en
un espacio del cementerio, ya sea en el osario o en los sondeos estériles producto de la
búsqueda de fosas. En el transcurso de las excavaciones se evitará desparramar ese
material y se recogerá hasta su depósito final, evitando así falsas interpretaciones.
b) Evidencias de reclusos
De forma previa a su exhumación habrá de contarse con un lugar de depósito en el
que puedan custodiarse hasta el momento de su inhumación final, así como con los
receptáculos adecuados hasta ese momento. El lugar de depósito deberá tener unas
condiciones aceptables que aíslen a los restos de la humedad, cambios de temperatura y
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acceso humano y animal. De las diversas fases por las que pasa la custodia de los restos
se tendrá cumplido registro gráfico y delimitación de responsabilidades.
FASE DE LA CUSTODIA DE LOS RESTOS MECANISMOS DE CONTROL
1) Extracción a. Fecha de la extracción de cada individuo b. Responsable
2) Almacenamiento
a. Etiquetado-identificación del contenido: número individuo, referencias arqueológicas
b. Fecha de entrada en el depósito c. Número de bolsas
3) Estudio laboratorio
a. Fecha del comienzo del estudio b. Fecha del fin del estudio c. Cambios en el inventario d. Fecha de entrega del informe
4) Muestreo
a. Fecha en que se toma la muestra b. Persona que toma la muestra c. Identificación de la muestra
5) Entrega para análisis genético (si procede)
a. Fecha de entrega b. Persona responsable de la entrega c. Persona responsable de la recepción
6) Fin del análisis
7) Fecha final de análisis 8) Fecha de entrega de informe 9) Devolución/destrucción de la muestra
2. Sobre los depósitos y actividades no vinculadas a las víctimas
a) La actividad funeraria como interferencia en la fosa
Se trata de delimitar en qué medida la fosa o sus componentes se han visto
afectados, con lo cual sí es esencial excavar y procesar el depósito agresor.
o Delimitación de la zona de afección y registro o Consideración de los materiales perdidos o Planteamiento de cautelas sobre depósitos secundarios que pueden contener
evidencias de la fosa b) La actividad funeraria sin afección de la fosa
Con anterioridad nos hemos referido a la necesidad de no volcar la actuación hacía terrenos estériles, que nada tienen que ver con la investigación de episodios represivos. Sí es necesario tener en cuenta, a partir de los trabajos previos, que no se va a producir alteración alguna en enterramientos con una identidad determinada.
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o La actividad debe evitar dañar enterramientos o estructuras en uso y con preservación de la memoria de la persona difunta
o Cualquier necesidad de actuar en un depósito, si ha transcurrido el tiempo que según los plazos legales impide cualquier intervención, habrá de pactarse con los familiares e instituciones locales y
o ofrecer una alternativa o La actuación en la vecindad de estructuras normalizadas de enterramiento puede
hacer necesaria la adopción de medidas protectoras e incluso la intervención del arquitecto municipal o de un arquitecto técnico
o Los restos antropológicos anónimos se recogerán e inhumarán en sitios habilitados del cementerio, sin otras necesidades de investigación
3. La excavación de la inhumación primaria. Consideraciones metodológicas
c) Análisis de la evidencia ósea preliminar
Identificación de lo particular-Qué
tenemos
Qué hueso tenemos ante nosotros Qué parte percibimos Dónde se ubican las articulaciones
adyacentes
Cómo se orienta
Identificación del sector inmediato-con qué se relaciona
Qué elementos deben corresponder a las articulaciones identificadas
Qué abanicos de posiciones pueden presentar éstos
Qué anomalías o armonías anatómicas se pueden definir
Identificación del conjunto global-
cómo se sitúan el resto de las evidencias
Cual es la posición y orientación de los restos del esqueleto
Coherencias e incoherencias en las relaciones anatómicas
Diferenciación con otros conjuntos
d) Delimitación perimetral
La delimitación perimetral persigue, al mismo tiempo que facilitar la operatividad del proceso de excavación, evitar incidir en zonas especialmente frágiles como puedan ser la caja torácica, la cintura pélvica y el esqueleto facial. Resulta incongruente comenzar la excavación de un conjunto articulado por dichas zonas, las cuales por su mayor fragilidad pueden ser más fácilmente dañadas por el desplazamiento del sedimento y el instrumental. Por el contrario, la disposición de un espacio libre en el perímetro facilitará tal proceso. En la medida en que el contexto patrimonial así lo permita el acceso al nivel de base sobre el que se apoya el esqueleto, liberando en lo posible el contorno, facilitará el movimiento por gravedad del sedimento. El resultado de todo ello será que antes de comenzar la minuciosa excavación que requieren por ejemplo la caja torácica o manos y
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pies conoceremos la periferia del esqueleto, lo que nos proporcionará una mejor capacidad de planificación.
e) Restauración del espacio del depósito original
La intervención en el depósito antropológico implicará la definición, en función de que las alteraciones póstumas lo permitan, del espacio en el que se conformó el enterramiento, tanto en su contorno como en el nivel de base o superficie sobre la que se dispone el cuerpo, reflejando las diferencias de cota entre los componentes del conjunto anatómico.
Excavación con la completa exposición del esqueleto sobre la superficie original. Inhumaciones de represaliados por el
franquismo de Aguilar (córdoba) (permiso de Aremehisa)
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Detalle de una inhumación medieval de un sujeto islámico de Écija (Plaza de España), con completa definición de la base de apoyo y del esqueleto en su contorno
f) Metodología adaptada a las posiciones Decúbíto prono
Por sí misma es una prueba de que no se ha seguido protocolo ritual alguno e
indicativa de volteamientos o liberaciones del cuerpo a la gravedad. La posición de las
extremidades, con diverso grado de distorsión y abducción condiciona la estrategia, salvo
la zona torácica. En este caso hay que tener en cuenta la fragilidad de la escápula,
completamente expuesta, así como las apófisis espinosas y transversas, proyectadas en
vertical y hacia los lados respectivamente. La cintura pélvica protege en esta posición a la
zona púbica.
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Decúbíto supino
La posición en decúbito supino concede una estabilidad al esqueleto que no se da en las posiciones lateralizadas. Además de los contados casos en que se sigue un protocolo ritualizado (p.e. consejos militares) la adopción de esta posición no es inusual, si bien se puede acompañar de un variado repertorio en distorsiones del esqueleto apendicular, en forma de diversos grados de flexión y abducción. La posición de los miembros condicionará el proceso pero el proceso lógico implica marcar el perímetro a partir de los miembros, relegando la excavación de tronco y zonas esponjosas al final. La caja costal, por su disposición, impone una excavación desde arriba abajo. Debe tenerse la máxima cautela con la zona púbica en el proceso de excavación.
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Decúbíto lateral
El punto de partida ideal es la exposición de la zona más elevada que puede
presentarnos la extremidad superior (brazo y antebrazos) y la extremidad inferior (fémur, tibia y peroné). La definición preliminar de estas últimas evidencias dará mayores garantías frente a la extremidad superior, por el riesgo de afectar a la zona torácica en estos momentos preliminares en que se trata de establecer la silueta del cuerpo. La identificación de la cota de base o superficie en la que se apoya el cuerpo, a partir de esos primeros testimonios de la extremidad inferior, nos servirá de medida para los
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rebajes que habrá que efectuar alrededor del esqueleto. Considerando la mayor potencia que alcanza un cuerpo en decúbito lateral, frente al supino y al prono, la evacuación de sedimentos será considerablemente mayor, proceso que puede verse afectado por la posibilidad de encontrarnos ante fosas mucho más estrechas. Por ello, el conocimiento de dónde se debe proceder a los rebajes, con la delimitación en lo posible de la cota de base y de los límites del esqueleto o, dicho de otro modo, con el establecimiento de pasillos perimetrales, permitirá un ritmo más intenso dentro de una racionalidad metodológica.
La definición de la posición del cuerpo en esos primeros momentos, grado de lateralización o buzamiento, tanto en tórax como en extremidad inferior, será fundamental para prever la ubicación de los diferentes elementos, considerar su posición o las diferentes posibilidades que puede presentarnos, como mejor vía para delimitar con precisión el contorno del cuerpo. A una mayor caída anterior o posterior del cuerpo se unirá una mayor capacidad de utilizar los elementos mayores de las extremidades como marco de referencia, mucho más consistente que un esbozo de la silueta en base a la caja torácica. A una mayor lateralidad del cuerpo la acompañará una mayor estrechez del espacio (en anchura) que ocupa el esqueleto y una mayor potencia del depósito óseo. La identificación del lado que aparece en la cota más alta nos puede hablar indirectamente del límite de la fosa, puesto que éste puede haber actuado como un freno a la caída anterior o posterior del cuerpo, pudiendo incluso asociarse a la preencia de algún tipo de calzo del cuerpo.
+
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4. Depósitos colectivos, múltiples y osarios. Consideraciones metodológicas
La conservación de las posiciones anatómicas y de las relaciones que se establecen entre los diversos depósitos ha de ser el precepto básico en la excavación de este tipo de depósitos, pudiendo permitirnos reasignaciones de elementos alterados en conjuntos individuales. El estudio de las conexiones anatómicas y la definición de las diversas entidades individuales nos pueden permitir inferir desplazamientos de huesos, superposiciones y desarticulaciones. Dependiendo del grado de descomposición de las inhumaciones precedentes, las nuevas inhumaciones producirán modificaciones sobre restos aún provistos de tejidos de retención o alterarán evidencias totalmente esqueletizadas, lo que implicará diferentes respuestas del material afectado. Las relaciones ante quem, post quem y los comportamientos sincrónicos aportarán los principales argumentos interpretativos de este tipo de depósitos. Podemos hablar de diversas realidades antropológicas: Depósitos primarios íntegros y que mostrarán relaciones físicas donde las evidencias
óseas se adosan Depósitos primarios parcialmente alterados, esqueletos parciales o porciones del
mismo, de los que se deduce la existencia de retenciones anatómicas en el momento en que fueron conformados, algo ilógico en el panorama de las fosas del franquismo
Depósitos primarios afectados por las remociones y de cuyas alteraciones se deduce una completa esqueletización al sobrevenir la remoción o pérdida de zonas anatómicas, circunstancia factible en los depósitos de cementerios afectados por la actividad funeraria normalizada
La superficie de un depósito antropológico viene configurada por los tiempos de uso, sincrónicos o diacrónicos, la potencia que alcanza la acumulación, la forma en que
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se dispone el material antropológico o se deja caer, el grado de colmatación y todo el universo posdeposicional. De este modo, los límites de una unidad estratigráfica representada por un esqueleto pueden no presentarse en un plano horizontal e idealizado si el plano de buzamiento del lecho es marcado o los depósitos previos conservan espacios disponibles para albergar importantes grados de abducción de zonas del esqueleto apendicular. A mayor sincronía se suelen asociar pautas en el espacio del depósito donde los materiales se disponen en planos horizontales. A mayor densidad de los depósitos y diferencias temporales entre los mismos corresponden mayores buzamientos.
Perspectivas de dos fosas colectivas sincrónicas de represaliados republicanos en 1936 y 1937 (permiso de AMHyJA y permiso ARMH19-MG)
A la izquierda fosa de inhumación secundaria producto de la remoción de una inhumación primaria in situ para hacer acomodo a un nuevo sujeto (pe, u. 1216). A la derecha fosa de inhumación secundaria individual procedente del monasterio de Santa Clara de Sevilla, superpuesta sobre una inhumación primaria de la que se perciben los fémures y tibias
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5. Registro antropológico
a. El hueso como informante de contexto, hechos vitales e históricos
La recogida de información a lo largo de todo el proceso de exhumación y el
subsiguiente trabajo de laboratorio va encaminada al conocimiento de los aspectos
vitales, o anteriores al enterramiento, así como a aclarar los diversos aspectos o
circunstancias de la muerte, como manipulaciones del cadáver o daños acontecidos en el
entorno de la inhumación. En muchos casos habremos de delimitar los hechos póstumos
a la inhumación, como historia que nada tiene que ver con la realidad histórica buscada
pero que sí puede contribuir a destruirla o a disfrazarla.
ENTORNO DEPOSICIONAL TRANSFORMACIÓN
PROCESOS PREDEPOSICIONALES
Características vitales (condiciones
predeposicionales) Transformaciones rituales de la evidencia
antropológica PROCESOS PERIDEPOSICIONALES Condiciones intencionadas en las que se
gesta el depósito (características del cuerpo, sujeciones, etc,)
Modificaciones accidentales
PROCESOS POSTDEPOSICIONALES
Alteraciones ambientales (procesos postdeposicionales) de tipo biótico o abiótico
Alteraciones acontecidas por una mala praxis arqueológica
b. La estratigrafía de las relaciones de proximidad entre las diversas inhumaciones
Los diversos conjuntos individuales, sea cual sea su grado de conservación, son el producto de las condiciones ambientales en las que se ha formado el depósito y de los procesos intencionales (rituales o no) por parte del grupo que gestó ese depósito. Se generan así una serie de relaciones de proximidad e intersecciones entre todas esas evidencias, las cuales van a constituir la prueba estratigráfica de la sucesión y el modo en que ésta acontece. Esas referencias, que nos hablarán del estado de los cuerpos cuando acontecen nuevas inhumaciones, serán consideradas esenciales en el registro en la argumentación de la diacronía o sincronía de las deposiciones. Zonas anatómicas y huesos en contacto (bajo, sobre, junto a) Relaciones de causa-efecto derivadas de esas relaciones de proximidad (se adosa,
rompe a, es roto por, desplaza a, es desplazado por)
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Valoración de los tipos de tejido en las zonas de contacto por su diferente resistencia estructural (tejido compacto más resistente a hechos intrusivos, tejido esponjoso más sensible a pequeños factores intrusivos)
Valoración de la morfología y tamaño del hueso por las diferencias que la forma puede tener en desplazamientos o migraciones (migraciones verticales, migraciones horizontales, rodamientos)
El grado de conexión articular (en conexión normalizada, en conexión alterada, en proximidad anatómica, desarticulado)
Descripción de las unidades estratigráficas
RELACIONES FÍSICAS RELACIONES TEMPORALES RELATIVAS
DATACIÓN
Bajo
Cubre a
Corta a
Sobre
Es cubierta por
Es cortada por
Rellena a
Se adosa a
Igual a
Contiene a
Se le adosa
Posterior a
Anterior
Igual a
Cronología
Fase
Repercusión sobre otras unidades
UNIDAD ESTRATIGRÁFICA INDUCTORA O FACTOR CAUSAL
RELACIONES FÍSICAS
EFECTO CAUSADO INFERENCIAS CRONOLÓGICAS
Fosa
Estructura
Relleno sedimentario
Evidencias osteológicas
Corta a
Encima de
Desplaza a
Se adosa a
Pérdidas de sustancia
Destrucciones
Remoción de elementos secos
Remoción de huesos provistos de tejidos
Introducción de nuevos depósitos o elementos
Igual a
Posterior a
Repercusión desde otras unidades
ENTIDAD ESTRATIGRÁFICA INDUCTORA (EVENTO QUE INCIDE SOBRE EL DEPÓSITO QUE DESCRIBIMOS)
RELACIONES FÍSICAS
EFECTO CAUSADO INFERENCIAS CRONOLÓGICAS
Fosa
Estructura
Relleno sedimentario
Evidencias osteológicas
Se adosa a / junto a
Cortada por
Debajo de
Pérdidas de sustancia
Destrucciones
Remoción de elementos secos
Remoción de huesos provistos de tejidos
Introducción de nuevos depósitos o elementos
Anterior a
Igual a
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c. El registro anatómico y antropológico
1) Análisis de las evidencias detectadas y reconstrucción de la realidad o Constatación de la realidad apreciada
Identificación de las conexiones anatómicas existentes y de las realidades ausentes
Análisis de la posición y orientación por elementos Registro fotográfico y dibujo
o Delimitación de los diversos depósitos o Definición de los vacíos o ausencias anatómicas (desplazamientos, pérdidas) o Tratamiento de cada individuo desde la realidad apreciada a la reconstrucción de la
posición original o Lecturas globales-reconstrucciones de la realidad encontrada y reconstrucción de
todos los sujetos o Delimitación de las situaciones póstumas y de los procesos distorsionantes de la
realidad histórica o Reconstrucción de la secuencia de enterramientos o Análisis antropológico, que puede poner de manifiesto compatibilidades o
contradicciones en la atribución de elementos óseos, durante el proceso de extracción y en el estudio posterior (de cara a la Memoria Científica)
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2) Objetivos Definición de los patrones de conservación y delimitación de las causas
o Por otros depósitos o Por causas ambientales
Entorno en el que acontece la esqueletización o Entorno colmatado o Entorno mixto o Entorno no colmatado
Factores perideposicionales y postdeposicionales en la colocación del cuerpo:
o Inferencia de la posición original o Inferencia de las modificaciones: causas y consecuencias
Podríamos agrupar las alteraciones postdeposicionales en dos grandes bloques, procesos bióticos y modificaciones abióticas, cuya naturaleza u origen sólo será discernible en muchos casos a través de analíticas muy concretas pero cuya claridad de adscripción en otros casos nos evitará alguna falsa lectura del registro. 3) Síntesis individual La síntesis individual se refleja en una ficha en la que se aunan los siguientes registros:
Relaciones estratigráficas de las unidades antropológicas
Artefactos y ecofactos asociados
Conservación osteológica
Características deposicionales (rituales y no rituales)
Diagnósticos antropológicos y morfometría
4) Fichas temáticas (demografía, métrica, patología)
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FICHA DE REGISTRO DE DEPÓSITOS ANTROPOLÓGICOS
Código: Yacimiento Referencia catastral:
ESTRUCTURA: INDIVIDUO: Nº BOLSA 1 2 3 4 5 6 7 8 9
Contenido
RELACIONES FÍSICAS CON OTROS SUJETOS
Bajo Sobre Rellena a Contiene a
Bajo Sobre Rellena a Contiene a
Corta a Es cortada por Igual a
DATOS ESQUELÉTICOS
POSICIÓN GENERAL
Cráneo
Extremidad superior
Extremidad inferior
Esqueleto costovertebral
GRADO DE ARTICULACIÓN Y ENTORNO DE LA ESQUELETIZACIÓN
Conexión anatómica
Asociación anatómica
Desarticulado Esqueletización sin colmatación
Esqueletización con colmatación
Remoción en seco
Remoción con retenciones
Cráneo
Columna
Costillas
Extremidad superior
Extremidad inferior
ASPECTOS TAFONÓMICOS/ALTERACIONES AMBIENTALES
Agentes abióticos Agentes bióticos Daños póstumos
OBJETOS ASOCIADOS
Tipo Definición Material
Textil
Cuero
Metal
Otros
IDENTIFICACIÓN DEL SEXO
Bases morfológicas
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PELVIS-ECM -PUBIS CRÁNEO -Temporal -Frontal -Occipital -Malar -Mandíbula
Bases métricas -CAB RAD -CAB HUM -CAB FEM
Otros criterios
VALORACIÓN DE LA CONSERVACIÓN
IDENTIFICACIÓN DE LA EDAD-Fundamentos diagnósticos EPÍF HL: COSTILLAS: PROCESOS DEGENERATIVOS ART: EPÍF TARDÍAS: COL COX SÍNFISIS PÚBICA: DEGENERATIVOS DEN CALCIFICACIÓN DENTAL: ERUPCIÓN DENTAL
CARACTERES MORFOLÓGICOS
Tipología craneal Rasgos epigenéticos Desarrollos musculares
-BÓV -FACIAL -POSCR
-ESUP -EINF
Estatura Húmero Cúbito Radio Fémur Tibia Peroné MEDIA
Lado D I D I D I D I D I D I
Longitud
Talla
PALEOPATOLOGÍA
1 Trauma 6. Deformidad/malformación
2 Infección-inflamación n.e. 9. Tumoración
3 Infección específica 10. Proceso reumático
4.1 Hipoplasia 11. Proceso de origen desconocido
4.2. Cribosidad 12. Dental
Descripc/ficha patológica/dental
Episodios violentos
cráneo
Episodios violentos Esqueleto poscraneal
REFERENTES MÉTRICOS
Clavícula Húmero Cúbito Radio Fémur Tibia Peroné Calcáneo Asttrágalo
Lado I D I D I D I D I D I D I D I D I D
Mxprox
Circ
Mxdis
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Las características de los miembros nos pueden remitir a sujeciones, tracciones o
en definitiva manipulaciones de los cuerpos en el momento de la inhumación. Las
posiciones anómalas constituirán otra prueba de violencia en cuanto que existe una
desviación del protocolo usual de inhumación y una ausencia de intenciones de rectificar
esas anomalías.
B. REGISTRO ARQUEOLÓGICO
El proceso de localización, identificación y exhumación de las fosas comunes se llevará a cabo mediante la excavación e interpretación de la secuencia estratigráfica, se realizará siguiendo los principios sobre estratigrafía arqueológica.
Los principios estratigráficos se fundamentan en la excavación y análisis del terreno individualizando las estructuras, capas e interfacies que se puedan localizar. La documentación y registro toma como base la Unidad Estratigráfica, en función de la cual se referencia toda la información siendo la propia unidad de registro la base para la ordenación de la información y su posterior informatización.
Para el registro de cada unidad se realizará una ficha específica para las intervenciones en fosa comunes de la Guerra Civil. En ellas se debe contar con datos sobre tipología de la unidad de estratificación, localización en el sector de la fosa, topografía relativa y absoluta, relaciones estratigráficas –bajo, sobre y relacionada-, descripción y cronología.
También se tiene que registrar de forma gráfica toda la documentación obtenida, para lo que se realizaran dibujos de plantas y alzados que incluyen las unidades y los restos óseos documentados. De esta forma la reconstrucción de cómo fue el proceso de ocultación se hará más visible en el momento de la presentación didáctica del informe. Así mismo, es necesario llevar un amplio registro fotográfico digital complementario a la planimetría, que permita observar como ha sido todo el proceso de excavación y exhumación arqueológica.
1. Levantamiento topográfico.
1.- Trabajos previos.
1.1 Trabajos de topografía.
Se realiza un reconocimiento y estudio visual del terreno, estableciendo bases fijas que compone la red de bases principales, cálculo del sistema de coordenadas (SCL) en proyección UTM, colación de reseñas, toma de datos de todos y cada uno de los puntos significativos. Para la toma de datos mediante radiación de los alzados se utilizará estación total con capacidad de medición avanzada con prisma de gran alcance (Nikon 330).
1.2 Trabajo de oficina técnica.
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Topografía. Transformación de coordenadas geográficas y ajuste del sistema de coordenadas UTM. Volcado de datos de campo, cálculo y compensación de la red principal de bases, cálculo y compensación de las redes secundarias. Volcado de la nube de puntos tomadas en planta por radiación. Volcado de la nube de puntos tomadas mediante radiación y EDM y abatimiento de los mismos.
2.- Análisis.
El resultado de los trabajos aportará las planimetrías:
2.1 En formato digital (AutoCAD)
En formato digital (dwg) se presenta el levantamiento planimétrico a escala gráfica.
2.2 En formato impreso
Se presenta con escala gráfica, a fin de su encaje cómodo en las correspondientes Memorias
3.- Presentación de la documentación.
Una vez obtenida toda la documentación de campo, tanto de la intervención arqueológica, se procede a la realización de la Memoria Final, donde quedan recogidos los resultados de la intervención y sus conclusiones finales. Toda la documentación obtenida, se presenta en formato papel a las Administraciones competentes. La calidad y presentación didáctica de la información será esencial de cara a:
o La información por parte de las familias o Su integración disponibilidad a otros investigadores, para lo cual conllevaría una
necesidad de conservación y accesibilidad pública o Integración en una base de datos de fosas o centro documental, con su ubicación
cartográfica y características documentadas de forma gráfica y fotográfica, complementando y renovando si es posible la información el mapa de fosas de Andalucía.
4. Registro de campo y de materiales.
Se llevará a cabo un control exhaustivo de los datos extraídos y los documentos generados por la investigación, y para ello se emplearán varios registros informatizados, con sus bases de datos correspondientes:
Ficha de registro de unidades estratigráficas.
Ficha de unidad estratigráfica.
Ficha de actividades funerarias.
Ficha de listado de enterramientos.
5. Redacción de Memoria.
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Apartados básico que debe tener toda Memoria preliminar o final una vez concluida la intervención arqueológica y efectuados los análisis de laboratorio.
Ficha técnica.
Introducción.
Estudio documental.
Objetivos.
Metodología de la intervención.
Descripción de los trabajos desarrollados.
Relación individualizada.
Conclusiones.
Medidas adoptadas en la custodia de los restos.