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E STRATEGIAS PARA RECUPERAR LECTORES Charla a Cargo de Raquel M. Barthe Octubre de 2008 El Mangrullo

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ESTRATEGIAS PARA

RECUPERAR LECTORES

Charla a Cargo de

Raquel M. Barthe

Octubre de 2008

El Mangrullo

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CÓMO INCENTIVAR LA LECTURA

ESTRATEGIAS PARA RECUPERAR LECTORES Y LOGRAR LA FORMACIÓN DE

NUEVOS LECTORES DESDE LA ESCUELA Y LAS BIBLIOTECAS ESCOLARES Y PÚBLICAS

Comenzaremos tratando de determinar cómo analizar un texto literario desde dife-rentes didácticas: Didáctica de la lectura creadora y Taxonomía de Barret.

LACAU, María Hortensia, 1910-2006. Didáctica de la lectura creadora / María Horten-sia Delia Palisa Mujica de Lacau ; con prólogo de: Raquel M. Barthe — 1a,ed. — Haedo : Kimeln Grupo Editor, 2008. — 232 p. ; 20 cm. — ISBN 978-987-1475-05-6.

PRÓLOGO

Conocí a María Hortensia Lacau durante su gestión directiva, cuando yo terminaba la escuela primaria y comenzaba mis estudios de magisterio. En esa época

era una adolescente que la miraba y admiraba a la distancia, entre las miles de alum-nas de la Escuela Normal N° 4 “Estanislao S. Zeballos».

Entonces estaba muy lejos de suponer que algún día tendría el honor de here-dar -de acuerdo a la voluntad expresada en su testamento- los Derechos de Autor dela totalidad de su obra. Y mucho más aún de saber que llegaría a tener el orgullo deprologar uno de sus libros; este que, a mi entender, es una obra que se adelanta enel tiempo porque cuando nadie hablaba de teorías constructivistas, ella las puso enpráctica. Lo curioso es que no era consciente de hacerlo, ya que el constructivismoformaba parte de su persona y lo sentía y vivía con total naturalidad. Ella no lo habíaaprendido de los libros a modo de receta, como muchos que aun hoy recitan lasteorías sin aplicarlas.

Ya cerca de los 90 años, un día me preguntó qué era eso del «constructivismo»y si podía explicárselo, ¡a mí, que lo había aprendido de ella! Claro, ella lo enseñabacon el hacer cotidiano y no con palabras vacías de contenido.

Este libro es una clara muestra de lo que afirmo y quienes lo lean me darán larazón, ya que después de más de medio siglo, sigue teniendo plena vigencia. Fueleído -y todavía se lee- en muchos países donde aplicaron su método de enseñanza,tratando de desterrar el conductismo imperante (y que aún subsiste, aunque se loniegue).

La Didáctica de la lectura creadora propone una clara metodología para el análi-sis de las obras literarias. Apunta a que el alumno logre profundizar la lectura de textosque promuevan la creatividad, el goce por la lectura misma y el placer por el encuentrocon el libro, formándose de esta manera como un lector competente y crítico.

La importancia de propiciar la lectura literaria está en que, por el plural de lectu-ras que implica, es la única capaz de producir el desarrollo intelectual, emocional yafectivo del individuo.

Esta didáctica muestra las diferencias que existen entre el análisis de un textoliterario y un texto informativo, teniendo en cuenta que el texto literario refuerza elmensaje por el mensaje mismo, ya que su objetivo principal no es el QUÉ sino elCÓMO. Hay un estudio acabado de la lengua, de los recursos estilísticos; un dete-nerse en la escritura, un jugar con el lenguaje, con las reglas, transgrediendo, ocul-

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tando. Está atravesado por la subjetividad y la persona verbal puede ir desde unaprimera del singular o plural hasta una tercera impersonal. El narrador juega con elYO, TÚ, ÉL, como forma de construir los personajes y María Hortensia Lacau rescata,en su hacer docente, todas estas condiciones de la literatura.

Durante los años que ella ejerció como profesora de Castellano[1] y Literaturaen escuelas medias, tuvo oportunidad de experimentar el rechazo que los jóvenesmostraban hacia los libros y la lectura y, al tratar de encontrar soluciones, fue crean-do una didáctica propia y personal, que se adaptara a los alumnos.

En estas páginas, desarrolla la metodología utilizada, y explica cómo formabalos equipos entre los que rotaban periódicamente los libros para que todos los alum-nos pudiesen leerlos todos.

Es una obra destinada a orientar a los docentes, para que puedan propiciar enlos estudiantes el placer de leer y de poder hacerlo «en profundidad», comprendien-do e interpretando lo que leen. Una lectura que, según sus palabras es «la que vamás allá de la letra de los libros y nos convierte en habitantes de mundos nacidos delhombre creador». Para María Hortensia Lacau, la vida de un verdadero lector era«otra forma de vida paralela y permanente» y por eso le asignaba tanta importancia ala enseñanza de su materia.

Pero también, este es un ensayo que puede interesar a bibliotecarios, padres,especialistas, investigadores y a otros mediadores entre el libro y los lectores infan-tiles y juveniles que, como ella, pretendan un mundo mejor, con ciudadanos críticos,que puedan pensar, discernir, opinar y elegir, comprender e interpretar la vida misma.Y en esta dialéctica de la lectura, es oportuno recordar las palabras de Paulo Freire:“La lectura del universo antecede a la lectura de la palabra y, por eso, la lectura deésta no puede prescindir de aquél. Lenguaje y realidad están unidos dinámicamente”.

Raquel M. Barthe

Fragmento de la introducción:

«Es con afecto y emoción como evoco los años de mi vida pasada junto a adolescen-tes, intentando enseñarles a amar los libros, la lectura en profundidad, la posibilidadde expresarse.Intentando hacerles sentir que el buen gusto es algo tan formativo que llega a cons-tituir una norma de vida; que la sensibilidad nada tiene que ver con la sensiblería;que la posibilidad de aprender a leer con hondura embellece el vivir y amplía suámbito, lo lleva más allá de sí mismo y, como la música, abre el pórtico del viaje sinque nos apartemos del sillón predilecto.»

María Hortensia LacauFinal:

Si con el relato y sistematización de esta sencilla experiencia logré de alguna maneraaumentar las posibilidades de que la lectura se convierta en práctica viviente y que-rida para los jóvenes, si conseguí contribuir en algo a que la frecuentación de loslibros sea habitual y paralela al tránsito por la vida, habré realizado un doble anhelo:el de cumplir una vieja deuda de gratitud hacia todos los autores que tantas ideasinolvidables me brindaron desde las páginas de sus libros, que llenaron de deleite,apasionamiento, reflexión, sueño y realidad, tantas horas de mi vida; y el de cumplirotra deuda tan vieja casi como la vida misma: con la escuela, que primero me recibióen la infancia, y más tarde me vio marchar a lo largo del existir, dueña de la tarea de

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enseñar, vivida como un destino elegido y necesario, como una frecuentación inquie-ta del ser humano, como un latido de solidaridad fraterna, sin el cual ninguna tareame parece sincera.La Didáctica de la lectura creadora fue publicada, durante años, hasta completaronce ediciones.Su reedición es posible porque su contenido y su estructura no están subordinados aninguna época especial ni a ningún nivel escolar preciso. Son el resultado de unaexperiencia personal y su logro depende de cómo se los emplee.En la presente edición mantengo mi constante y fervoroso deseo de que el jovenlector sea protagonista de su lectura, que tome parte y partido y se sienta cerca delautor como de un ser humano creador que habla de sí mismo y de su obra.María Hortensia LacauDiciembre de 1993[1] Así se llamaba entonces esta materia, que a través de los años fue cambiando denombre.enseñar, vivida como un destino elegido y necesario, como una frecuentación inquie-ta del ser humano, como un latido de solidaridad fraterna, sin el cual ninguna tareame parece sincera.La Didáctica de la lectura creadora fue publicada, durante años, hasta completaronce ediciones.Su reedición es posible porque su contenido y su estructura no están subordinados aninguna época especial ni a ningún nivel escolar preciso. Son el resultado de unaexperiencia personal y su logro depende de cómo se los emplee.En la presente edición mantengo mi constante y fervoroso deseo de que el jovenlector sea protagonista de su lectura, que tome parte y partido y se sienta cerca delautor como de un ser humano creador que habla de sí mismo y de su obra.

María Hortensia LacauDiciembre de 1993

[1] Así se llamaba entonces esta materia, que a través de los años fue cambiando denombre.

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Introducción al tema:

«Por qué los alumnos rechazan la lectura dentro de la escuela» María HortensiaLacau dice: «Era forzoso pensar, entonces, en que si el mal no estaba en el materialde lectura ni en quienes leían, había que buscarlo en cómo se leía, es decir en lasformas de realización y aprovechamiento de la lectura.

Y aquí surgió esa constante recóndita, esa realidad subyacente antes apunta-da: no sabían leer, no se les había enseñado a leer en profundidad, no se sentíancomprometidos, no formaban parte de la lectura y por lo tanto no sabían tampocoaprovecharla.»

Entonces, continúa diciendo: «La pregunta clave era ahora esta: la forma en quese realiza la lectura, ¿ofrece posibilidades de que el adolescente transfiera a ella algode su edad y mundo mágico, y de que lo que allí ocurre pueda hacerlo soñar o vivir a élmismo? O inversamente: dada la forma en que se realiza la lectura, ¿puede el lectorinyectarle algo de sus propias posibilidades de creación hipotética? Y dicho de otromodo: ¿qué perspectivas de vivir esa lectura se le brindan al adolescente?»

María Hortensia Lacau comienza a indagar los métodos más empleados comoaprovechamiento de la lectura y como módulo de trabajo, y el resultado fue que laenorme mayoría de los libros que eran leídos conocían dos tipos de enfoque funda-mental: resumen de la obra y comentario, opinión o juicio acerca de la misma. Enton-ces se pregunta qué es un resumen y qué supone o implica la realización de unresumen para el alumno. Un resumen vendría a ser la síntesis expresiva de lo másimportante de una obra literaria; la síntesis de los hechos fundamentales narrados; elhilo conductor de la narración o de la acción y, dentro de él, a veces, la ubicación máso menos rápida de los personajes en el acaecer narrativo o dramático. Y llega a laconclusión de que «el alumno no estaba en condiciones de realizar ese análisis conla suficiente perspicacia como para que se concretara en una síntesis expresiva de laobra literaria; carecía de madurez mental y de cultura para recomponer, en una uni-dad menor, la visión coherente de elementos interrelacionados.

Además, ignoraba hacia qué plano debía orientar su captación, y el resultadoera entonces previsible; se limitaba, como es lógico, a un pálido paseo superficialsobre un borroso camino: el del argumento.

Eso suponía más bien adelgazar una obra y no sintetizarla, porque quedabanfuera otros aspectos literarios y extraliterarios, pero consustanciados en la unidad».

Una obra literaria no puede quedar reducida solo a su argumento y María Hor-tensia Lacau pone como ejemplo expresivo de ello El casamiento de Laucha y sepregunta: «¿Dónde quedaría la captación de los recursos de estilo mediante los cua-les Payró logra crear la presencia del “auditorio fantasma” que escucha el relato deLaucha, y que sin aparecer expreso ni una sola vez está siempre presente, hasta elpunto de que percibimos sus reacciones y hasta sus gestos?»

El punto de vista o posición del narrador:

Desde esta perspectiva, María Hortensia Lacau se propone «vincular al lectorcon la obra, ya fuese como personaje que actuara desde dentro o desde fuera deella; ya fuese como colaborador con posibilidad de enmendar hechos, crear circuns-tancias, agregar matices; o como crítico constructivo, o como polemista inteligente, ocomo recreador de las intenciones del autor en pensamientos o designios; o en fin,desde cualquier ángulo o con cualquier enfrentamiento que suscitase situacionesactivas y vividas».

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Un plan cíclico de lectura creadora

María Hortensia Lacau dividió la clase en diez grupos (o lo que el número dealumnos permitiera) de cuatro alumnos cada uno y los numeró como grupo 1, grupo2, etc. A cada alumno del grupo 1 le asignó la misma obra y el mismo tema; otra obray otro tema para los cuatro alumnos del grupo 2 y así, sucesivamente, hasta comple-tar diez obras y diez temas; una obra y un tema para cada grupo.

En todos los casos la tarea debía ser realizada en forma individual e indepen-diente. Asignó también un tiempo fijo para la lectura de cada libro y la entrega delcorrespondiente trabajo de redacción. Este tiempo osciló, por lo general, entre quin-ce y veinte días.

Al cabo de ellos debía ser entregado el trabajo escrito y se realizaba la rotación.Los libros del grupo 1 pasaban al grupo 2, los del 2 al 3, etc., los del 10 al 1.

Pareció aconsejable como práctica, que el rotar de los libros se realizara siem-pre entre los mismos alumnos, en una línea de rotación mantenida. Entonces cadauno sabía sistemáticamente de quién recibiría el libro y a quién se lo entregaba.

Este procedimiento presentaba también una doble ventaja: por una parte la deser económico, pues cada alumno compraba una obra y leía diez, en el mejor de loscasos. Además, como cada libro llevaba el nombre de su dueño, y este reconocía lalínea sostenida de poseedores momentáneos, podía localizar su ejemplar en cual-quier momento, con lo cual se anulaban los riesgos de una irresponsabilidad anóni-ma y la consiguiente pérdida de los libros. Y esta era la segunda ventaja, que apun-taba a formar normas de convivencia.

Textos para analizar:

(I)

XILA MALA SUERTE

Para levantar una carga tan pesada, ¡haría falta tu ánimo, Sísifo! Por másque uno ponga el corazón en el trabajo, el Arte es largo y el tiempo breve.

Lejos de las sepulturas célebres, hacia un cementerio aislado, mi corazón,como un tambor velado, va acompasando marchas fúnebres.

-Mas de una joya duerme amortajada en las tinieblas y el olvido, muy lejosde los azadones y las sondas; más de una flor derrama, a pesar suyo, sudulce perfume, como un secreto, en las soledades profundas.

En: BAUDELAIRE, Charles. Las flores del mal. -- Buenos Aires : Gaglianone, 1984. -- 208 p. : 23 x 23 cm. -- ISBN 978-950-9004-11-5. -- (p. 33).

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(II)

La dama corrió la cortina negra de la ventanilla de su coche y preguntó:-¿Por qué no vas más de prisa? ¡Ya sabes lo que significa para mí llegar a

tiempo a la fiesta!El cochero cojo se inclinó desde el pescante hacia ella y contestó:-Hemos entrado en un convoy, madame. Yo tampoco sé cómo. Seguramente me

quedé un poco dormido. Sea como fuere, está ahí de pronto esa gente que nos atas-ca la carretera.

La dama se asomó a la ventana. Efectivamente, la carretera estaba ocupada poruna larga comitiva. Eran niños y viejos, hombres y mujeres, todos vestidos con extra-vagantes y multicolores trajes de saltimbanquis, con sombreros fantásticos sobre lascabezas y grandes fardos a las espaldas. Algunos iban montados sobre mulas, otrossobre grandes perros o avestruces. Entremedias traqueteaban también carros dedos ruedas, cargados hasta arriba con cajas y maletas o carros entoldados en losque iban familias.

-¿Quiénes sois? preguntó la dama a un muchacho vestido de arlequín que ca-minaba al lado del coche. Llevaba una pértiga al hombro cuyo extremo llevaba unamuchacha de ojos almendrados vestida como una china De la pértiga colgaban todaclase enseres domésticos, encima iba sentado un pequeño mono que tenía frío-.¿Sois un circo?

-No sabemos quiénes somos -dijo el muchacha-. No somos un circo.-¿De dónde venís? -quiso saber la dama.-De las Montañas del Cielo -respondió el muchacho-, pero de eso hace ya mu-

cho tiempo.-¿Y qué hacíais allí?-Eso era antes de que yo viniese al mundo. Yo nací por el camino.Ahora intervino en la conversación un viejo que llevaba un gran laúd o teorbe a

la espalda:-Allí representábamos el Espectáculo ininterrumpido, bella dama. El niño no

puede saberlo. Era un espectáculo para el sol, la luna y las estrellas. Cada uno denosotros estaba sobre una cumbre distinta y nos gritábamos las palabras. Actuába-mos sin cesar, pues aquel espectáculo mantenía unido al mundo. Pero ahora lo haolvidado ya también la mayoría de nosotros. Hace ya demasiado tiempo.

-¿Por qué dejasteis de representarlo?-Había sucedido una gran desgracia, bella dama: Un día nos dimos cuenta de

que faltaba una palabra. Nadie nos la había robado, tampoco la habíamos olvidado.Sencillamente ya no estaba. Pero sin esa palabra no podíamos seguir actuando, por-que ya nada daba sentido. Era precisamente la palabra por la que todo se relacionacon todo. ¿Comprende, bella dama? Desde entonces viajamos de un lado a otro paraencontrarla de nuevo.

-¿Por la que todo se relaciona con todo? -preguntó la dama, asombrada.-Sí -dijo el viejo, asintiendo serio con la cabeza-, seguro, bella dama, que usted

también se habrá dado cuenta ya de que el mundo sólo se compone de fragmentosque no tienen nada que ver los unos con los otros. Eso es así desde que perdimos lapalabra. Y lo peor es que los fragmentos se siguen descomponiendo y quedan cadavez menos cosas que guarden relación entre sí. Si no encontramos la palabra quereúna todo con todo, un día el mundo se pulverizará por completo. Por eso viajamosy la buscamos.

-¿Creéis acaso que la encontrareis un día?

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El viejo no contestó, aceleró sus pasos y la adelantó. La muchacha de los ojosalmendrados que caminaba ahora junto a la ventana de la dama, explicó tímidamente:

-Escribimos la palabra sobre la superficie de la tierra con el largo camino querecorremos. Por eso no nos quedamos en ningún sitio.

-Ah -dijo la dama-, entonces sabéis siempre dónde tenéis que ir?-No, nos dejamos guiar.-¿Y quién o qué os guía?-La palabra contestó la muchacha y sonrió como si pidiese disculpas.La dama se quedó mirando a la niña durante largo tiempo, luego preguntó en

voz baja:-¿Puedo ir con vosotros?La muchacha no dijo nada, sonrió y adelantó despacio el coche siguiendo al

muchacho que iba delante.-¡Alto! -gritó la dama a su cochero.Este tiró de las riendas, se volvió y preguntó:-¿Quiere de verdad ir con ésos, madame?La dama estaba sentada en los cojines, muda y derecha, mirando de frente.

Poco a poco pasó el resto de la tropa junto al coche parado. Cuando pasó el ultimorezagado, la dama se apeó y siguió la comitiva con la mirada hasta que se perdió enla lejanía. Empezó a llover un poco.

-¡Volvamos! -ordenó al cochero subiendo de nuevo-, regresamos. He cambiadode idea.

-¡Gracias a Dios! dijo el cojo-, ya creía que quería irse de verdad con ésos.-No -contestó la dama sumida en pensamientos-, yo no les sería de utilidad.

Pero tú y yo podemos dar fe de que existen y que les hemos visto.El cochero hizo dar media vuelta a los caballos.-¿Puedo preguntar algo, madame?-¿Qué quieres?-¿Cree madame que encontrarán alguna vez esa palabra?-Si la encuentran –contestó la dama-, el mundo tendría que transformarse de

una hora a otra. ¿No lo crees? Quién sabe, tal vez seremos alguna vez testigos deello. ¡Y ahora echa a andar!

En: ENDE, Michael. El espejo en el espejo : un laberinto / Michael Ende: Traducciónde Antón y Genoveva Dieterich. – 2a. ed. – Buenos Aires : Alfaguara, 1990. – ISBN950-511-068-5. — (p. 59-63).

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(III)

UNO Y SIETE

He conocido a un niño que era siete niños.Vivía en Roma, se llamaba Paolo y su padre era tranviario.Pero también vivía en París, se llamaba Jean y su padre trabajaba en una fábri-

ca de automóvi-les.Pero también vivía en Berlín; y allá se llamaba Kurt y su padre era profesor de

violoncelo.Pero también vivía en Moscú, se llamaba Yuri, como el astronauta Gagarin, y su

padre era albañil y estudiaba matemáticas.Pero también vivía en Nueva York, se llamaba Jimmy su padre tenía una gasolinera.¿Cuántos he dicho? Cinco. Faltan dos:Uno se llamaba Chu, vivía en Shanghai y su padre era pescador: el último se

llamaba Pablo, vivía en Buenos Aires y su padre era pintor de brocha gorda.Paolo, Jean, Kurt, Yuri. Jimmy, Chu y Pablo eran siete, pero eran a la vez el

mismo niño que tenía ocho años, sabía leer y escribir e iba en bicicleta sin poner lasmanos en el manillar.

Paolo era moreno, Jean rubio y Kurt castaño, pero eran el mismo niño. Yuritenía la piel blanca y Chu la piel amarilla, pero eran el mismo niño. Pablo iba al cineen español y Jimmy en inglés, pero eran el mismo niño y reían en el mismo idioma.

Ahora los siete son mayores y ya no podrán hacerse la guerra, porque los sieteson un solo hombre.

RODARI, Gianni. Uno y siete. – p. 102 ; 23 cm. -- En Cuentos por teléfono / GianniRodari. – 16ª. ed. — Barcelona : Juventud, 1998.

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LIBROS QUE BUSCAN LECTORES(formar lectores)

* Lectura como “hábito”: “Modo espe-cial de proceder o conducirse adquirido porrepetición de actos iguales o semejantes,u originado por tendencias instintivas. Fa-cilidad que se adquiere por larga y cons-tante práctica en un mismo ejercicio.”1

* Propósito: Educar para obedecerClaude Lévi-Strauss dice: “La aparición dela escritura (...) parece favorecer la explo-tación de los hombres antes que su ilumi-nación (...). Si mi hipótesis es exacta, esnecesario admitir que la función primariade la comunicación escrita es la de facili-tar el sometimiento. El empleo de la escri-tura con fines desinteresados en vista deobtener satisfacciones intelectuales y es-téticas es un resultado secundario, aun-que se reduzca muchas veces a un mediopara reforzar, justificar o disimular al otro”.“Si la escritura no bastó para consolidarlos conocimientos, era indispensable paraafianzar las dominaciones [...]. La acciónsistemática en apoyo de la instrucciónobligatoria [...] va de la mano con la ex-tensión del servicio militar y la proletariza-ción. Así, la lucha contra el analfabetismose confunde con el refuerzo del control delos ciudadanos desde el poder. Porque esnecesario que todos sepan leer para queeste último pueda decir: se supone quenadie desconoce la ley.” 2

* Finalidad: utilitaria

LECTORES QUE BUSCAN LIBROS(potenciar la capacidad lectora)

* Lectura como actividad conscientey voluntaria: Leer es un proceso deinteracción entre lector y texto. Es cons-truir el significado del texto; interrogaral texto a partir de una expectativa real.

LIBROS QUE BUSCAN LECTORES VS.LECTORES QUE BUSCAN LIBROS

Raquel M. Barthe

* Propósito: Educar para pensarLos lectores se forman de adentro haciaafuera.“Formar es tomar una materia prima ydarle forma, moldearla, organizarla. De-bemos rehusarnos a formar. La forma-ción brota de la misma persona, crecede adentro hacia afuera.”3

* Finalidad: gratuidad; leer por placer.Al decir de Robert Escarpit4, que satisfa-ga una necesidad cultural (no utilitaria).

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* Tipos de lectura:* Funcional* Informativa.

* Para qué sirve leer: para informarse,recibir información útil (las señales detránsito, los avisos, los boletines); fun-ción cognoscitiva (necesidad de infor-mación); función instrumental (comoherramienta de aprendizaje, para en-contrar información general o datos es-pecíficos, para seguir instrucciones conel fin de realizar una labor)

* Tipos de lectura:* Literaria* Argumentativa.

* Para qué sirve leer: para distraerse(gratuidad, placer); para comunicarse;función cognoscitiva (satisfacer la cu-riosidad y necesidad de información);función instrumental (como herramien-ta de aprendizaje, para solucionar pro-blemas, para encontrar informacióngeneral o datos específicos; con el finde realizar una labor, para encontrar ac-tividades que ocupen su tiempo libre).

* Lenguaje: dialógico

* Relación interpersonal: yo-túConsidera al otro como persona.

* Marco teórico: Constructivismo

* Metodología didáctica: Con partici-pación activa de los grupos. Inferente

* Metodología de la evaluación: seevalúa el proceso.

* Lenguaje: monológico

* Relación interpersonal: yo-ello5Reduce al otro a la condición de obje-to.

* Marco teórico: Conductismo

* Metodología didáctica: Expositiva

* Metodología de la evaluación: seevalúa el producto.

* Atmósfera y rol docente: Autocrática6

El docente determina todas las políti-cas y los detalles. Toma las decisionesque estima oportunas, formula los ob-jetivos del grupo, distribuye el trabajoy exige obediencia. Las direcciones sedan poco a poco. Las recompensas ylos castigos se otorgan arbitrariamen-te. Se genera entonces una atmósferade tensión, temor, ambivalencia ante laautoridad, rutina de la tarea.

* Atmósfera y rol docente: DemocráticaEste grupo puede denominarse tambiénparticipativo. Los miembros trabajan enconjunto para lograr una elevada cohe-sión. Se asigna gran importancia al cre-cimiento y desarrollo de todos los miem-bros, ninguno de los cuales es líder vi-talicio: el liderazgo es distribuido, a ve-ces, dentro de una misma reunión. Lasdecisiones son tomadas por el grupo.Se trabaja según el principio de con-senso y se trata de obtener un elevadogrado de relaciones interpersonales.Todos los objetivos y actividades sonelegidos por el grupo y todos los miem-bros se identifican con ellos.El maestro o coordinador sólo asegurael orden. Suprime obstáculos, aclaramalentendidos, contribuye a que la dis-cusión vaya por los carriles normales.En general en este tipo de grupo se“tarda en empezar a trabajar”, ya que

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* Estructura didáctica: aulaLa distribución de mesas y sillas no per-mite el trabajo de equipo ni el inter-cambio de opiniones, sino que promue-ve el trabajo individual. El maestro estáal frente y los alumnos en hileras.

* Función de la lectura: Texto informa-tivo-funcional.Cumple con una función: sirve para sa-tisfacer necesidades cognitivas y el textopor lo general ofrece un significadounívoco; es un instrumento de apren-dizaje; alcanza para buscar informacióngeneral o datos específicos. Sólo requie-re una lectura textual.

todos participan en cada discusión. Songrupos cohesionados y de duración es-table.

* Estructura didáctica: tallerEs un espacio para trabajar, elaborar ytransformar algo para ser utilizado. Unaprender haciendo en grupo.La distribución de mesas y sillas se ajus-tará a las necesidades del momento.

* Función de la lectura: Texto literario.Tiene un plural de lecturas. La lecturaliteraria tiene como único fin la gratui-dad; se despliega en el terreno de laficción y permite el desarrollo lúdico através del cual el niño se constituyecomo sujeto.El juego es el campo propio de la ni-ñez. Según Freud, el juego en los niñoses el equivalente de las fantasías en losadultos. Para Winnicott, el espacio dejuego, sienta las bases para el desarro-llo de la creatividad y la experienciacultural.

* Lectura: connotativa (leer entre líneas);lectura valorativa, crítica y reflexivaLa connotación es una determinación,una relación, un rasgo que tiene el po-der de referirse a menciones anterio-res, ulteriores o exteriores, a otros lu-gares del texto o de otro texto.

* Lectores“La pasión de Bastián Baltasar Bux eranlos libros.Quien haya pasado tardes enteras de-lante de un libro, con las orejas ardién-dole y el pelo caído sobre la cara, le-yendo y leyendo, olvidado del mundo ysin darse cuenta de que tenía hambreo se estaba quedando helado...” 8

* Lectura: denotativa (decodificar).La lectura denotativa sólo alcanza paraadquirir información. La denotación re-presenta la inocencia colectiva del len-guaje y nos ajusta al texto clásico.

* LeedoresDice Collete Chilland: “La aptitud parareconocer los signos gráficos, para re-unirlos, para descifrar las palabras, yaun los mensajes, -ser leedor- se mues-tra separada del gusto de leer, del pla-cer de sumergirse en un mundo que,siendo exterior gracias a los pequeñostrazos impresos o manuscritos, es inte-rior por los pensamientos, las imáge-nes, los sentimientos que moviliza -serlector-”.7

* Actitud: pasiva frente al libro y la lectura.

* Resultado: sometimiento del individuo

* Actitud: activa frente al libro y la lec-tura.

* Resultado: liberación del individuo

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BIBLIOGRAFÍA

1 Diccionario de la Lengua española / Real Academia Española. – 21ª. ed. – Madrid :Espasa Calpe, 1994. – ISBN 84-239-9200-4.

2 Tristes trópicos / C. Lévi-Strauss. — Eudeba, 1969.

3 BARILKO, Jaime. En Magisterio del Río de la Plata. — Revista Nº 2 - Año 7. (1993).

4 ESCARPIT, Robert. Sociología de la literatura / Robert Escarpit. – Buenos Aires : Loslibros del Mirasol, 1962.

5 LÓPEZ QUINTÁS, Alfonso. Estrategia del lenguaje y manipulación del hombre / AlfonsoLópez Quintás. – 4ª. ed. – Madrid : Narcea, 1988. – ISBN 84-277-0380-5.

6 Ministerio de Cultura y Educación; Consejo Nacional de Educación (Argentina). Educa-ción para la reconstrucción: técnicas generales de aprendizaje (nº 5). Buenos Aires:CNE, [1973]. P. 7.

7 Si nos dejaran leer... / Genevieve Patte. — colección Cultura y Educación.— Bogotá :CERLALC Procultura y Kapelusz, 1984.

8 La historia interminable / Michael Ende. — Alfaguara,1991.

RAQUEL M. BARTHE: bibliotecaria, escritora y Editora graduada por la UBA.Además de escribir, dicta cursos para docentes y coordina talleres virtualesde Literatura Infantil. También trabaja como Agente Literaria, especializadaen temas de educación y de literatura infantil y juvenil, y edita la revistadigital El Mangrullo, dedicada a la literatura infantil y la lectura. Llevapublicados más de veinte libros.