estado poblacional, distribuciÓn y evaluaciÓn de …
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ESTADO POBLACIONAL, DISTRIBUCIÓN Y EVALUACIÓN DE HÁBITAT
PARA EL ESTABLECIMIENTO DE PERSPECTIVAS DE MANEJO DE LA BABILLA
(Caiman crocodilus fuscus) EN LA REPRESA HIDROELÉCTRICA DEL RÍO PRADO
EN EL DEPARTAMENTO DEL TOLIMA
NOHORA CRISTINA MORA RIVERA
Trabajo de grado como requisito parcial para optar al título de
Doctora en Planificación y Manejo Ambiental de Cuencas Hidrográficas
Directores
MIGUEL ÁNGEL QUIMBAYO CARDONA
Doctor en Ciencias
CARLOS IGNACIO PIÑA
Doctor en Ciencias Biológicas
UNIVERSIDAD DEL TOLIMA
FACULTAD DE INGENIERÍA FORESTAL
DOCTORADO EN PLANIFICACIÓN Y MANEJO AMBIENTAL DE CUENCAS
HIDROGRÁFICAS
IBAGUÉ-TOLIMA
2020
2
3
AGRADECIMIENTOS
Al equipo de trabajo del Doctorado en Planificación y Manejo Ambiental en Cuencas
Hidrográficas de la Facultad de Ingeniería Forestal de la Universidad del Tolima y demás
profesores de la Facultad, por sus valiosos aportes en mi formación y su apoyo
incondicional durante este proceso. A: Ing. Nelson Javier Albarán, Dr. Jáder Muñoz
Ramos, Dr. Rosven Libardo Arévalo F., Ing. Luis Alfredo Lozano Botache, Grupo de
Investigación en Biodiversidad y Dinámica de Ecosistemas Tropicales (GIBDET), pues sus
votos de confianza me brindaron la oportunidad de desarrollar este trabajo.
A la Oficina de Investigaciones y Desarrollo Científico de la Universidad del Tolima y al
Programa de Apoyo de Investigación para estudiantes del Grupo de Especialistas de
Cocodrilos de la UICN (CSG-SSC-UICN) por el aporte financiero otorgado para desarrollar
parte de este proyecto.
A mis directores Dr. Miguel Ángel Quimbayo Cardona y Dr. Carlos Ignacio Piña por su
orientación, su ilimitada paciencia, motivación y presencia incondicional. Sus valiosas
sugerencias y enseñanzas aportaron no solo al desarrollo de este trabajo sino a mi
formación profesional y personal. Infinitas gracias por su amistad y cariño.
A los Biólogos Sigifredo Clavijo, Víctor Fabio Luna, Ronald Parra, Ornitólogo William
Figueroa, Asistentes de Campo Fabio García y Felipe Machado, por su colaboración y
asistencia profesional. Su amabilidad y disposición hicieron de cada salida una experiencia
inolvidable, su amor y respeto al trabajo fueron un aporte significativo para este proceso.
Su amistad, un tesoro invaluable.
A los integrantes de la Asociación HidroPrado Tour, la comunidad Educativa Isla del Sol y
a todas aquellas personas del embalse que pusieron su granito de arena en este proceso.
Mil gracias por su interés, amabilidad, hospitalidad y acogida. El mar interior de Colombia
es un lugar realmente mágico porque ustedes hacen parte de él. Al sargento Libardo
Rodríguez y la Policía Nacional del Puerto de Prado, por su disposición y apoyo
incondicional. Sargento, su interés por el prójimo y su amor a la naturaleza son un ejemplo
que pone en alto el nombre de la institución. Mil gracias por su amistad.
4
A mi familia y amigos por su apoyo incondicional, comprensión, tolerancia, cariño y
respeto. Gracias por ser parte de mi vida. Y a todas las personas que en mayor o menor
medida colaboraron e hicieron parte de esta historia.
A todos ustedes mi gratitud, respeto y cariño.
5
CONTENIDO
1. INTRODUCCIÓN ...................................................................................................... 15
2. MARCO TEÓRICO ................................................................................................... 19
2.1 ECOLOGÍA POBLACIONAL ................................................................................... 19
2.2 CONDICIÓN CORPORAL ....................................................................................... 20
2.3 USO DE HÁBITAT .................................................................................................. 21
2.4 PERCEPCIÓN SOCIAL Y CONOCIMIENTO TRADICIONAL ................................. 22
2.5 FAUNA SILVESTRE EN LA PLANIFICACIÓN Y MANEJO DEL TERRITORIO. .... 23
2.6 BABILLA (Caiman crocodilus fuscus) ...................................................................... 26
3. OBJETIVOS .............................................................................................................. 31
3.1 OBJETIVO GENERAL ............................................................................................. 31
3.2 OBJETIVOS ESPECÍFICOS ................................................................................... 31
4. ÁREA DE ESTUDIO ................................................................................................. 32
4.1 DESCRIPCIÓN DE LOS TRANSECTOS ................................................................ 34
5. CAPÍTULO 1: ECOLOGÍA POBLACIONAL Y USO DE HÁBITAT DEL Caiman
crocodilus fuscus EN LA REPRESA DEL RÍO PRADO (Hidroprado). ..................... 41
5.1 INTRODUCCIÓN..................................................................................................... 41
5.2 METODOLOGÍA ...................................................................................................... 43
5.3 RESULTADOS ........................................................................................................ 50
5.4 DISCUSIÓN ............................................................................................................ 74
5.5 CONCLUSIONES .................................................................................................... 84
5.6 RECOMENDACIONES ........................................................................................... 85
6
6. CAPÍTULO 2: PERCEPCIÓN Y CONOCIMIENTO POPULAR DE LA COMUNIDAD DE
LA REPRESA HIDROELÉCTRICA DEL RÍO PRADO (Hidroprado) SOBRE Caiman
crocodilus fuscus ........................................................................................................ 87
6.1 INTRODUCCIÓN..................................................................................................... 87
6.2 METODOLOGÍA ...................................................................................................... 88
6.3 RESULTADOS ........................................................................................................ 89
6.4 DISCUSIÓN ............................................................................................................ 97
6.5 CONCLUSIONES .................................................................................................. 101
6.6 RECOMENDACIONES ......................................................................................... 102
7. CAPÍTULO 3. PERSPECTIVAS DE MANEJO PARA LA POBLACIÓN SILVESTRE DE
Caiman crocodilus fuscus DE LA REPRESA HIDROELÉCTRICA DEL RÍO PRADO
(HIDROPRADO) ......................................................................................................... 103
7.1 INTRODUCCIÓN................................................................................................... 103
7.2 METODOLOGÍA .................................................................................................... 109
7.3. RESULTADOS ..................................................................................................... 109
7.4 DISCUSIÓN .......................................................................................................... 124
7.5 CONCLUSIONES .................................................................................................. 128
REFERENCIAS ........................................................................................................... 129
7
LISTA DE TABLAS
Tabla 1.Especies de crocodílidos usados como especies focales .................................. 25
Tabla 2. Análisis de Kruskal Wallis entre número de observaciones de C.c.fuscus en
Hidroprado y los niveles del agua ................................................................................... 50
Tabla 3. Resultados de la prueba de Kruskal Wallis entre número de observaciones de
C.c.fuscus en Hidroprado y los transectos ...................................................................... 51
Tabla 4. Parámetros poblacionales de C.c.fuscus en Hidroprado por transecto bajo el
método valor máximo observado. p=fracción visible; Nt=población total por transecto; Dt=
densidad por transecto .................................................................................................... 52
Tabla 5. Análisis de la Varianza de las densidades de C.c.fuscus en Hidroprado, los
transectos y los niveles del agua ..................................................................................... 53
Tabla 6. Valores del factor de Fulton (K) C.c.fuscus en Hidroprado por transecto ......... 62
Tabla 7. Valores del factor de Fulton (K) C.c.fuscus en Hidroprado por nivel del agua .. 63
Tabla 8. Desplazamientos de los C.c.fuscus en la represa de Hidroprado a partir de las
capturas y recapturas. ..................................................................................................... 66
Tabla 9. Número de individuos de C.c.fuscus observados por Clase de tamaño, en los
diferentes tipos de hábitat. AA=Aguas Abiertas; E=Empalizada; RC=Rocas, Suelo
desnudo y Cuevas; VA=Vegetación Acuática; VI= Vegetación Inundada; según los
diferentes niveles de agua ............................................................................................... 68
Tabla 10. Variables ambientales en Hidroprado en los nueve transectos y los cuatro
niveles de agua ............................................................................................................... 71
Tabla 11. Variables ambientales en Hidroprado en los cuatro niveles de agua.
TAg=temperatura del agua, TAi= temperatura del aire, H=Humedad ............................. 73
Tabla 12. Tabla de clasificación de resultados por validación cruzada del Análisis de
Discriminante Canónico ................................................................................................... 73
Tabla 13. Frecuencias y proporciones de los aspectos socio-demográficos de los
encuestados .................................................................................................................... 90
Tabla 14. Opinión de los encuestados respecto de la interacción humano-babilla ......... 96
Tabla 15. Legislación Colombiana relacionada a la conservación y uso sostenible de la
babilla (C.c.fuscus) ........................................................................................................ 104
8
Tabla 16. Sector productivo .......................................................................................... 110
Tabla 17. Desastres de origen antrópico (incendios forestales) ................................... 111
Tabla 18. Investigación y Monitoreo ............................................................................. 113
Tabla 19. Manejo sostenible de la especie ................................................................... 116
Tabla 20. Educación Ambiental y Participación Comunitaria ........................................ 119
Tabla 21.Gestión y Fortalecimiento Institucional ........................................................... 122
9
LISTA DE FIGURAS
Figura 1. Caiman crocodilus fuscus (Cope, 1868) en la represa de Hidroprado. a. Cría y
b. Adulto. ......................................................................................................................... 27
Figura 2. Distribución de la babilla (C.c.fuscus, Cope 1868) .......................................... 27
Figura 3. Ubicación de la represa Hidroeléctrica del Río Prado (Hidroprado) ................ 32
Figura 4. Área de estudio donde se observa la represa de Hidroprado en el departamento
del Tolima. Se ubicaron los transectos: Tomogó (T1), Corinto (T2), Isla del Sol (T3), San
Buenaventura (T4), Bocas de salero 1(T5), Bocas de salero 2 (T6), Yucupí (T7), Tafurito
(T8) y el Caimán (T9). ..................................................................................................... 40
Figura 5. Categorías de hábitat. AA=aguas abiertas; VI=vegetación inundada;
E=Empalizada; R/C=Rocas/Suelo desnudo/Cuevas; VA=vegetación acuática .............. 45
Figura 6. Número de C.c.fuscus observados en Hidroprado por transecto y nivel de agua
........................................................................................................................................ 51
Figura 7. Estructura poblacional de C.c.fuscus en Hidroprado por transecto a partir de las
observaciones. T1=Tomogó, T2=Corinto, T3=Isla del Sol, T4=San Buenaventura, T5=
Bocas de salero 1, T6=Bocas de salero 2, T7=Yucupí, T8=Tafurito y T9=El Caimán ..... 54
Figura 8. Estructura poblacional de C.c.fuscus en Hidroprado en los distintos niveles del
agua. ............................................................................................................................... 55
Figura 9. Número de individuos capturados por clase y transecto. ................................ 56
Figura 10. Número de individuos capturados por clase y sexo ...................................... 57
Figura 11. Machos y hembras capturados por transecto ................................................ 57
Figura 12. Machos y hembras de la clase I capturados por transecto ............................ 58
Figura 13. Machos y hembras de la clase II capturados por transecto ........................... 58
Figura 14. Valores del factor de condición corporal de Fulton (K) de los individuos de
C.c.fuscus capturados en Hidroprado por sexo y clase de tamaño ................................. 61
Figura 15. Valores del factor de condición corporal de Fulton (K) de los individuos de
C.c.fuscus capturados en Hidroprado por transecto ....................................................... 61
Figura 16. Valores del factor de condición corporal de Fulton (K) de los individuos de
C.c.fuscus capturados en Hidroprado por cada nivel del agua ....................................... 63
10
Figura 17. Ubicación geográfica de C.c.fuscus en Hidroprado. Transectos: Tomogó (T1),
Corinto (T2), Isla del Sol (T3), San Buenaventura (T4), Bocas de salero 1(T5), Bocas de
salero 2 (T6), Yucupí (T7), Tafurito (T8) y el Caimán (T9) .............................................. 65
Figura 18. Vereda de Tafurito en los diferentes niveles del agua. A= Nivel del agua Medio-
Alto (abril); B= Nivel del agua Bajo (octubre) .................................................................. 69
Figura 19. Análisis de Correspondencias Múltiples para visualizar relaciones entre el nivel
del agua, tipo de hábitat (AA=Aguas Abiertas; E=Embalsado; RC=Rocas, suelo desnudo
y cuevas; VI=Vegetación Inundada; VA=Vegetación Acuática) y Clase de tamaño (I, II y
III-V). ................................................................................................................................ 70
Figura 20. Distribución de individuos observados de C.c.fuscus a partir de las clases de
tamaño y de acuerdo al tipo de hábitat en los diferentes niveles de agua: A=Alto; B=Medio-
Alto; C=Medio-Bajo; D=Bajo. ........................................................................................... 70
Figura 21. Análisis de Discriminantes Canónicos basado en variables ambientales y los
niveles del agua .............................................................................................................. 73
Figura 22. Veredas del embalse donde la comunidad manifiesta registros visuales de
C.c.fuscus ........................................................................................................................ 92
Figura 23. Ítems alimenticios sugeridos por los encuestados ......................................... 93
Figura 24. Artes de caza más frecuentes de las babillas. A= Cicatriz en el dorso de una
babilla de 186 cm por arpón; B= Arpón; C= Malla ........................................................... 94
Figura 25. Incidentes humano-babilla presentados en Hidroprado ................................ 94
Figura 26. Causas de conflicto humano-babilla en Hidroprado ...................................... 95
11
RESUMEN
Las represas son utilizadas en la gestión del recurso hídrico, ya que permiten el
abastecimiento de agua para diversos usos; el manejo de estas, debe contemplar la
satisfacción de las demandas del recurso a partir del funcionamiento de la biodiversidad y
sus servicios ecosistémicos. Desde el punto de vista de la biodiversidad el interior de los
embalses presentan heterogeneidad de sustratos y coberturas que los convierten en
ecosistemas acuáticos y zonas de vida con gran potencial biológico. En la cuenca del río
Magdalena, se encuentra ubicada la represa hidroeléctrica del río Prado (Hidroprado) la
cual es considerada como un humedal artificial de gran importancia ambiental para el
departamento del Tolima, dados los servicios ecosistémicos que brinda, la biodiversidad y
la comunidad que lo habita. Dentro de las especies promisorias que habitan el embalse se
encuentran la babilla (Caiman crocodilus fuscus), este caimán registrado en el apéndice II
de la CITES, posee importancia ecológica y sociocultural, y potencial productivo; además,
la conservación y uso sostenible de este recurso biológico, requiere de la conservación
del hábitat, lo que permite considerarlo como especie focal y utilizarlo como herramienta
para la gestión ambiental del recurso hídrico y del ecosistema al cual está asociado. Para
este fin, se hizo necesario conocer la distribución, ecología poblacional y uso de hábitat
de la especie a partir de recorridos diurnos y censos nocturnos, así como las relaciones
etnozoológicas de la comunidad con la que cohabitan mediante encuestas y entrevistas
semiestructuradas. En Hidroprado, se observó que la población de C.c.fuscus, la cual se
distribuyen por todo el embalse, se comporta como una especie plástica y generalista en
términos de hábitat, usando de manera conveniente los distintos tipos de hábitats
presentes en el embalse en función del nivel del agua, lo que se refleja en la buena
condición corporal que presenta la población. A nivel poblacional, se estimó la densidad
de C.c.fuscus en 7.8 ind/km, lo que destaca a Hidroprado como una zona donde habita
una población significativa de esta especie, si bien, su estructura refleja que la población
está siendo sometida a un uso inadecuado, la presencia de individuos de la clase I (LT ≤
50 cm) evidencia la reproducción en la zona y la clase II (LT= 50.1 - 120 cm) aporta al
reclutamiento a la clase reproductora. Además, la inclinación hacia las hembras en la
proporción de sexos en las clases II y III-IV (LT >120 cm) favorece al mantenimiento de la
12
especie en el embalse. Por otra parte, los estudios sociales mostraron que la comunidad
posee poco conocimiento sobre la ecología de C.c.fuscus, pero están familiarizadas con
la especie ya que cohabitan con ella y la usan para el consumo de su carne. Existen
conflictos humano-babilla por la competencia del recurso pesquero, el daño de las artes
de pesca y el consumo de animales domésticos, sin embargo, las personas están
interesadas en participar en acciones en pro de la conservación y uso sostenible de la
especie siempre y cuando se generen beneficios particulares o colectivos. Las condiciones
ecológicas y sociales de C.c.fuscus en Hidroprado, sumada a su potencialidad como
especie focal, permite proponer acciones participativas que aportan a la conservación de
la especie a corto y mediano plazo, y el uso sostenible de la población de C.c.fuscus a
largo plazo; como una alternativa para el desarrollo comunitario de los habitantes del
embalse, lo que puede generar la apropiación y valoración del territorio y aportar a la
planificación y manejo ambiental de este importante ecosistema. Por último, este estudio
aporta información ecológica y social sobre el C.c.fuscus en embalses y visualiza a
Hidroprado como un área significativa para ser considerada como un sitio piloto adicional
para el programa nacional de rancheo con fines de conservación y uso sostenible de la
especie.
Palabras clave: embalses, ecología poblacional, crocodílidos, conservación y uso
sostenible
13
ABSTRACT
He dams are used in the management of water resources, as they allow the water supply
for different uses, the management of these, must contemplate the satisfaction of the
demands of the resource from the functioning of the biodiversity and their ecosystem
services. From the point of view of the biodiversity the damns represent substrate
heterogeneity and coverages that turn them into aquatic ecosystems and life areas with
huge biological potential. In the Magdalena river basin, is the located the hydroelectric dam
of Prado river (Hidroprado) which is consider as an artificial wetland with big environmental
importance for Tolima´s department, because of the ecosystem services that provides, the
biodiversity and the community who live in there. Among the promising species of the dam,
is the babilla (caiman crocodilus fuscus) register in the appendix II of the CITES, have
ecological and sociocultural importance, and productive potential; also the conservation
and sustainable use of these biological resource, requires the conservation of the habitat,
reason to be considered as a focal specie and also to be used as a tool for the
environmental administration of the water resource and the ecosystem that is related with.
For this purpose, was necessary to know the distribution, ecology population and the usage
of the habitat of the specie with tours during the day and night censuses as, the relationship
ethno-zoological of the community who they live with, through surveys and semi-structured
interviews. In Hidroparado was found that the population C.c.fuscus that is distributed by
the whole dam behave as plastic species and generalist in terms of habitat, conveniently
using the different types of present habitats relative to the water level, that show the good
corporal conditions the population have. About population of the C.c.fuscus was estimated
7.8 ind/km density and that stands Hidroprado out as an area with significative population
of this kind, even structures show the population is subjected for a inappropriate use, the
presence of the individuals class I evidence the reproduction in the area and the class II
helps the recruitment of the reproductive class. The inclination towards females on genders
on classes II y III- IV promotes the maintenance of the kind in the dam. On the other hand
the social studies revealed that the community has little knowledge about the ecology of
the C.c.fuscus but they are related to these kind as they live in the same place and also
use it to eat their meat. There are conflicts between men-babilla for the competition of the
14
fishing resource, the damage of the fishing art, the consumption of domestic animals, even
so, people are interested in participate in activities for the good conservation and
sustainable usage of these specie as far as it generates particular or collective benefits.
The ecological and social conditions of the C.c.fuscus in Hidroprado adding the potential
of the focal specie allow to propose participatory actions that contribute to the conservation
of this kind in short and medium terms and the sustainable usage of the population of
C.c.fuscus for long terms; as an alternative of community development across all the dam,
that can generate ownership of the area and contribute to the planning and environment
management of these important ecosystem. Finally, this study provides ecological and
social information about the C.c.fuscus in dams and display Hidroprado as a significant
area to be consider as an aditional pilot place for the national program of ranching with
purpose of conservation and sustainable usage of these kind.
Keywords: reservoirs, population ecology, crocodilians, conservation and sustainable use
15
1. INTRODUCCIÓN
Las cuencas hidrográficas son sistemas continuos que involucran diferentes elementos
(clima, suelos, recurso hídrico, biodiversidad, sistemas de producción y comunidades) que
interactúan en tiempo y el espacio (Carrie, 2005; Gaspari, Rodríguez Vagaría, Senisterra,
Delgado y Besteiro, 2013). Por tanto, son consideradas como unidades fundamentales
para la planificación y el ordenamiento ambiental del territorio, bajo el equilibrio, entre el
aprovechamiento social y la conservación de la estructura biofísica de la cuenca,
particularmente, el recurso hídrico (Ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible,
2012). Dentro del desarrollo de las cuencas hidrográficas, se contemplan diversas
infraestructuras hidráulicas para el aprovechamiento del recurso hídrico (diques de
protección, canales, esclusas, trasvase, sistemas de riego, estaciones de bombeo,
represas, entre otros), donde se generan impactos positivos y negativos al cambiar el uso
del suelo y modificar la dinámica hídrica de la cuenca (Londoño, 2001; FAO, 2017). En
consecuencia, la planificación y el manejo de estas infraestructuras debe contemplar la
satisfacción de las demandas sociales a partir del funcionamiento de la biodiversidad y sus
servicios ecosistémicos (De Vriend, van Koningsveld, Aarninkhof, De Vries y Baptist,
2015).
Las represas son vistas como herramientas utilizadas para el control y manejo de recursos
hídricos, ya que permiten el abastecimiento de agua para uso doméstico, industrial,
agropecuario y generación de energía eléctrica. Sin embargo, la construcción de las
represas implica la modificación de las condiciones del equilibrio hídrico de los cursos de
agua que la componen, ya que pasa de ser un sistema lótico (en movimiento), estocástico
(causal o aleatorio) y de flujo libre con descargas de agua variables, a un sistema léntico
(agua almacenada) y de flujo controlado con un amplio rango de alteraciones de las
características ambientales del entorno local. Los cambios hidrológicos, se relacionan con
las características del embalse en cuanto a su tamaño y aporte hídrico de la cuenca, y se
acentúan por el control de la operación de la presa que varía según las condiciones
ambientales y los requerimientos de uso (Palau, 1998; Vericat y Batalla, 2004; Martínez
Yrízar, Búrquez y Calmus, 2012).
16
Desde el punto de vista de la biodiversidad, las represas presentan dos condiciones: la
primera, se basa en la amenaza y el impacto que implica su construcción con la alteración
de los regímenes hidrológicos y térmicos, las características químicas, el transporte de
sedimentos, y las barreras de dispersión; lo que implica una disminución inicial en la
biodiversidad (Márquez y Guillot, 2001; Navarro, García Berthou y Armengol, 2010); la
segunda, es que ya construida la presa, el interior del embalse proporciona nuevos hábitats
donde se iniciarán procesos de sucesión y colonización que conducen al establecimiento
de individuos y poblaciones de diferentes especies (Baxter, 1977). La estabilización
ecológica en las represas se da entre dos a siete años después del llenado, lo cual
dependerá del tamaño, las condiciones biofísicas y climáticas del embalse (Straskraba,
Tundisi y Duncan, 2013). La represa hidroeléctrica del río Prado (Tolima) lleva 46 años de
funcionamiento y es considerada como el humedal artificial más importante del
departamento dado su tamaño (4300 ha) y sus servicios ecosistémicos (Ministerio de
Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, 2011). En los estudios de fauna realizados en
el embalse, se han registrado 28 familias de macroinvertebrados, 67 especies de
mariposas, 142 de aves, 5 mamíferos, 13 de murciélagos, 49 de peces y 29 de herpetos
(Villa Navarro, 1999; Cortolima, Corpoica, Universidad del Tolima, 2006; Lasso Alcalá y
Morales Betancourt, 2011). Además, se han identificado 17 especies promisorias dentro
de las que se encuentran Caiman crocodilus fuscus (Cortolima et al., 2006).
C.c.fuscus registrada en el apéndice II de la CITES y categorizada en preocupación menor
por la UICN (Velasco y Ayarzagüena, 2010) es de gran importancia para Colombia por su
contribución ecológica, sociocultural y productiva (Balaguera Reina y González Maya,
2010a; Baptiste et al., 2012; Caldwell, 2018). Además, C. crocodilus, se ha considerado
como herramienta complementaria para la planificación, monitoreo y manejo de los
recursos naturales, o bien, como objeto de conservación e incentivo para el ecoturismo,
donde se ha utilizado como especie focal en las siguientes categorías: especie clave
(Bodmer et al., 2006; La Encrucijada, 2010; Espinosa Blanco y Vargas Clavijo, 2014),
especie bandera (Geenen et al., 2000; Espinosa Blanco y Vargas Clavijo, 2014), especie
indicadora (Bodmer et al., 2006; La Encrucijada, 2010; Grant, Woudneh y Ross, 2013;
Naranjo y Restrepo, 2017; Carlos Erazo, Núñez del Prado, Gonzales Ore y Capuñay
17
Becerra, 2016; Carlos Erazo, Núñez del Prado, Quispe y Capuñay, 2017) y especie
sombrilla (Naranjo y Restrepo, 2017).
C.c.fuscus en el embalse de Hidroprado puede ser utilizada como herramienta de gestión
dado su potencial como especie focal. Su asociación indefectible al agua y su posición en
la cadena trófica, permite tomarla a futuro como especie indicadora de las condiciones
ecológicas del recurso hídrico. Sus requerimientos de vida en especial la nidificación,
implican la conservación del hábitat, en este caso, los remanentes de bosques, la
cobertura vegetal ribereña y las rondas hídricas de las quebradas que abastecen el
embalse. Sus condiciones biológicas como el crecimiento lento, madurez sexual tardía y
reproducción anual requieren que la caza de subsistencia respete las tallas de caza, se
protejan las áreas de nidificación y las nidadas. Por último, su potencial socio-económico,
posibilita que el uso sostenible de la especie sea una alternativa para el desarrollo
comunitario lo que aporta a la valoración del ecosistema y la apropiación del territorio. Con
la finalidad de establecer acciones para la conservación y manejo de la población de
C.c.fuscus de Hidroprado que contribuyan a la gestión ambiental del embalse, se hizo
necesario conocer la distribución de la especie, densidad, estructura poblacional,
condición corporal de la población y el uso de hábitat, así, como la percepción de la
comunidad frente a la especie.
Los resultados de este trabajo se presentan en tres capítulos.
En el Capítulo 1, titulado “Ecología poblacional y uso de hábitat del Caiman crocodilus
fuscus en la represa del río Prado (Hidroprado)”, se estimó la densidad, la población total,
la estructura de clases, la proporción de sexos y condición corporal de los individuos de la
población. Además, se estudió la distribución y uso de hábitat en los distintos sitios y
niveles del agua durante el periodo de estudio.
El Capítulo 2, permite dar respuesta a la pregunta planteada: ¿Cuál es la percepción y el
conocimiento popular de la comunidad de Hidroprado sobre Caiman crocodilus fuscus?
Para esto se realizaron encuestas y entrevistas semiestructuradas a las personas de la
comunidad, donde se trataron temas relacionados con la biología de la especie, usos y
relación hombre-C.c.fuscus. Si bien, el conocimiento sobre la historia natural de la especie
18
no es amplio en la comunidad, las personas al compartir el hábitat y hacer uso del recurso
por medio de la caza de consumo están familiarizada con C.c.fuscus. Además, se
evidenció la existencia de conflictos humano-babilla, sin embargo, la comunidad manifestó
el interés en participar en proyectos relativos a la conservación y uso de C.c.fuscus.
Por último, con base en los resultados de los capítulos anteriores, en el capítulo 3 se
establecieron las perspectivas de manejo de C.c.fuscus en la represa de Hidroprado,
buscando la conservación y uso sostenible de la especie a futuro; tomando este recurso
biológico como especie focal para la protección del hábitat.
19
2. MARCO TEÓRICO
2.1 ECOLOGÍA POBLACIONAL
La ecología es la ciencia biológica que estudia las interacciones entre los seres vivos y su
entorno (Sutton y Harmon, 1976); se divide en diferentes disciplinas de estudio, basándose
en el individuo (autoecología o ecología del individuo, ecofisiología y etología o ecología
de la conducta), la población (ecología de poblaciones y demografía), la comunidad
(sinecología o ecología de las comunidades) y el ecosistema (ecología de los sistemas;
Begon, Towsend y Harper; 2006; Odum y Barrett, 2006; Smith y Smith, 2007).
La ecología de poblaciones toma como unidad básica de investigación la población,
entendida como un grupo de individuos de la misma especie que ocupan un área
determinada y que realiza intercambio de genes (Sutton y Harmon, 1976). Esta disciplina,
estudia los atributos de la estructura de la población como el número de individuos
(abundancia y densidad); la biomasa total, la proporción de las edades, la proporción de
los sexos y la distribución espacial. Además, de las diferentes dinámicas de la población
como las curvas e índices de crecimiento, las tasas de natalidad y mortalidad, las
migraciones e inmigraciones (Hauser y Duncan, 1959; Odum y Barrett, 2006; Smith y
Smith, 2007).
Teniendo en cuenta que las poblaciones pueden ser estudiadas a diferentes escalas, la
ecología de poblaciones permite entender los diferentes procesos biológicos de la
población, aportando la base científica a la toma de decisiones para el adecuado manejo
sostenible de las especies y los ecosistemas (Mandujano Rodríguez, 2011). Desde el
punto de vista de su aplicación, la ecología de poblaciones, se usa en diversas áreas
relacionadas con el ambiente como: la agricultura, para el control biológico de plagas; la
zootecnia, para la cría de animales dedicados a diversas modalidades de uso; la medicina
de la conservación, para el control de especies patógenas e invasoras; la conservación de
la biodiversidad, para el mantenimiento de las poblaciones de las especies de flora y fauna
con algún grado de vulnerabilidad; las evaluaciones de impacto ambiental, para el
20
diagnóstico de las poblaciones de especies flora y fauna existentes en el área, la
identificación y monitoreo de especies indicadoras; y la gestión y manejo de fauna
silvestre, para evaluar los factores que determinan la distribución y abundancia de las
especies, los factores que limitan el crecimiento de la población, la tasa finita de
crecimiento poblacional y la capacidad de carga (Smith y Smith, 2007; Coria, 2008;
Mandujano Rodríguez, 2011 y 2012).
La estructura de una población representa la composición y organización de los individuos
bajo los siguientes caracteres estructurales: abundancia (número absoluto de individuos
que conforman una población), densidad (número de individuos por unidad de superficie),
estructura de edades (cantidad o proporción de individuos de cada clase de edad),
proporción de sexos (número de individuos de uno y otro sexo), pirámide poblacional
(gráfica de la población donde se combinan la abundancia, la proporción de sexos y la
estructura de edad) y distribución (disposición que ocupan los individuos en el espacio).
Por otro lado, la dinámica poblacional, representa las fluctuaciones o variaciones de la
estructura poblacional en el tiempo y reflejan las relaciones inter e intra específicas; toma
en cuenta el crecimiento poblacional como resultado de las interacciones entre los
nacimientos, las mortalidades y las migraciones (Sutton y Harmon, 1976; Odum y Barrett,
2006; Begon et al., 2006; Smith y Smith, 2007).
2.2 CONDICIÓN CORPORAL
La condición corporal es un método que permite evaluar de manera rápida la salud y el
bienestar de los individuos y observar de manera general la salud de su entorno
(Stevenson y Woods, 2006). Los índices de condición corporal se basan en una medida
de longitud y una medición volumétrica del individuo. En los crocodílidos, Zweig (2003)
plantea cuatro métodos para calcular índices de condición corporal:
1). Análisis de la Covarianza (ANCOVA) de la longitud y el peso. Este método permite las
comparaciones entre los grupos dentro de una población y los análisis temporales de la
misma población.
21
2). Factor de condición relativa (Kn). Este método mide la desviación de un individuo a
partir del promedio de los datos de la población real. Kn se usa a menudo donde el
crecimiento suele ser alométrico y se calcula "n" a partir de datos de campo. Se calcula
bajo la fórmula Kn = W / aLn, donde, W= peso, L= longitud y a=constante. Este método no
permite comparar el valor del factor de condición entre diferentes poblaciones.
3). Índice de condición de peso relativo (Wr). Se calcula bajo la fórmula Wr = (W/Ws) x
100, donde, W= peso de los individuos, WS = es el peso estándar para un individuo de la
misma longitud. Este método permite la comparación entre individuos de diferentes
longitudes y distintas poblaciones.
4). Factor de condición de Fulton (K). Se calcula bajo la fórmula K = W / L3 x 10n, donde,
W= peso, L= longitud y n= 2, 3, 4 o 5 y se elige tomando en cuenta que la media de K sea
mayor que uno. Este es uno de los índices más utilizado en diferentes poblaciones de
crocodílidos (Zweig, 2003; Rice, 2004; Cedeño Vázquez, González Ávila y Castro Pérez,
2011; Mazzotti et al., 2012; Zweig, Rice, Percival y Mazzotti, 2014; Shirley, Burtner, Oslisly,
Sebag y Testa, 2017; Téllez, Arévalo, Paquet Durand y Heflick, 2017) ya que es el más
apropiado para evaluar y comparar espacialmente los individuos y las poblaciones de
crocodílidos.
2.3 USO DE HÁBITAT
El hábitat puede considerarse como el área en que la combinación de los factores bióticos
y factores abióticos proporciona apoyo directo a una especie determinada, permitiendo su
sobrevivencia y reproducción (Ojasti y Dallmeier, 2000; Delfín, Gallina y López, 2011;
Gallina, 2011). El hábitat real, se refiere a cuando en el espacio existe la presencia de una
especie; y el hábitat potencial, es donde no está presente una especie pero puede
constituir un hábitat para ella, dicha ausencia puede deberse a factores históricos,
demográficos o biogeográficos, y dependerá de sus requerimientos de vida y las
características del entorno (Delfín et al., 2011; Gallina, 2011).
22
Por otra parte, la disponibilidad de hábitat es la accesibilidad que tienen los individuos a
los elementos (químicos, físicos y biológicos) que componen el hábitat. Así mismo, la
capacidad que el ambiente tiene para ofrecer dichos elementos se conoce como calidad
de hábitat. En la práctica, la disponibilidad de hábitat se estudia midiendo la abundancia
de recursos de un área que potencialmente pueden ser utilizados y la calidad se categoriza
dependiendo de los requisitos de vida a satisfacer (bajo: recursos disponibles para la
sobrevivencia, medio: recursos para la reproducción, alto: recursos para la persistencia de
la población; Hall, Krausman y Morrison, 1997; Krausman, 1999; Johnson, 2005)
En cuanto a los individuos, la selección del hábitat se entiende como la compilación de
conductas innatas y aprendidas que le permite a un animal escoger lo que necesita para
reproducirse, sobrevivir y persistir. Como resultado de esta selección, la preferencia del
hábitat, es la inclinación al uso de un hábitat en particular por algunos de los elementos
que lo componen. El uso de hábitat, por su parte, es la forma como el animal utiliza los
recursos (bióticos y abióticos) para satisfacer sus requisitos de vida, los cuales pueden
cubrirse en uno o varios hábitat y en diferentes temporadas (Litvaitis, Titus y Anderson,
1994; Hall et al., 1997; Krausman, 1999).
A nivel práctico, conocer el uso del hábitat de una especie es un factor básico que aporta
a estudios posteriores en biología, temas referentes a hábitos alimenticios, y en la
ecología, temas concernientes a las relaciones especie/hábitat, selección y calidad del
hábitat o evaluaciones de hábitat existentes y potenciales a diferentes escalas,
evaluaciones de impacto ambiental, entre otros (Delfín et al., 2011; Gallina, 2011).
2.4 PERCEPCIÓN SOCIAL Y CONOCIMIENTO TRADICIONAL
La escuela de la Gestalt (psicología de la forma o psicología de la configuración) estudia
la percepción y la define como: “una tendencia al orden mental. Inicialmente, la percepción
determina la entrada de información; y en segundo lugar, garantiza que la información
retomada del ambiente permita la formación de abstracciones (juicios, categorías,
conceptos, etc.)” (Oviedo, 2004). Por otro lado, Melgarejo (2014), plantea que la
percepción es biocultural, ya que depende de estímulos físicos y sensoriales; además de
23
la selección y organización de los estímulos y sensaciones, las cuales se interpretan y
adquieren un significado a partir de las pautas culturales e ideológicas aprendidas en las
primeras etapas de vida.
La percepción social, es el proceso por el cual las personas interpretan la realidad social;
y tiene dos elementos: el contenido, que se refiere a la percepción de los objetos sociales
(percepción de las personas) y el proceso, que son los determinantes sociales de la
percepción tales como: valores, normas sociales, hábitos, motivaciones, entre otros, que
influyen en la percepción (Pérez, 1989). A nivel práctico, conocer la percepción individual
y social que la comunidad tiene de un objeto es significativo para la investigación y la toma
de decisiones. Además, identificar las representaciones sociales facilita entender las
creencias, los valores y las actitudes que los sujetos tienen sobre el objeto (Jara Guerrero
y Torres Melgoza, 2011).
La percepción social de una comunidad es parte importante del conocimiento tradicional
de la misma; la Política Nacional para la Gestión Integral de la Biodiversidad y sus
Servicios Ecosistémicos (PNGIBSE), considera el conocimiento tradicional como: “un
conjunto acumulativo de conocimientos, prácticas y creencias que han evolucionado por
procesos adaptativos en grupos humanos y transmitidos a través de diferentes
generaciones. El conocimiento tradicional puede no ser exclusivo de comunidades
indígenas o locales y se distingue por la forma en que se adquiere y es utilizado a través
de procesos sociales de aprendizaje e intercambio de conocimientos” (MADS, 2012). Este
tipo de conocimiento es dinámico, ya que se modifica y adapta en función de las
características propias de cada comunidad. El conocimiento tradicional es relevante para
la gestión, ya que proporciona información que facilita la comprensión holística del
ambiente, los recursos naturales y la cultura, y la interrelación entre ellos y la comunidad,
además, ha desempeñado un papel significativo en la solución de problemas, la
investigación y la ordenación del territorio (Berkes, Colding y Folke, 2000; Sarukhán y
Whyte, 2005; Chianese, 2016).
2.5 FAUNA SILVESTRE EN LA PLANIFICACIÓN Y MANEJO DEL TERRITORIO.
24
La fauna silvestre ha sido utilizada en la gestión de los recursos naturales como indicador
ecológico a nivel de especies basándose en el estudio de sus poblaciones, la dinámica
que las caracteriza y su relación con el entorno (Caro y O´Doherty, 1999; Isasi Catalá,
2011). Como herramienta, se plantean las especies focales, entendidas como aquellas
especies en las cuales se concentra la atención, con la finalidad de aportar como especie
sustituta en la planificación, monitoreo y manejo de ambientes naturales o bien, como
objeto de conservación (Kattan, Naranjo y Rojas, 2008; Isasi Catalá, 2011).
Existen diversas categorías en la planificación y manejo de la biodiversidad y el paisaje:
Especie clave o piedrangular, es aquella que su abundancia afecta la dinámica de otras
especies, y la estructura y función del sistema natural (Groom, Meffe y Carrol, 2006). El
uso de esta categoría, requiere el conocimiento de la relación piedrangular y la dinámica
poblacional de las especies involucradas en la relación (Kattan et al., 2008).
Especie bandera, es aquella que puede ser utilizada como símbolo o insignia, ya que
son especies carismáticas o se encuentran en algún estado de vulnerabilidad o amenaza
(Isasi Catalá, 2011).
Especie sombrilla, es aquella que posee requerimientos grandes o específicos de
hábitat, por tanto, sus requerimientos mínimos de hábitat permitirán abarcar otras especies
(Kattan et al., 2008). Para el uso de esta categoría, se debe conocer la biología de la
especie objetivo, la especie debe ser fácilmente muestreable y sensible a perturbaciones
antrópicas para que reflejen las respuestas a dichas perturbaciones (Caro, 2010).
Especie indicadora, es aquella que por sus características puede ser utilizada como
estimadoras del estatus de otras especies o de las condiciones ambientales (Isasi Catalá,
2011). Esta categoría, se ha usado como herramienta de monitoreo y de selección de
áreas prioritarias para la conservación (Kattan et al., 2008).
Especie del paisaje, es aquella que requiere áreas grandes y ecológicamente diversas,
además, afecta la estructura, función y composición de los ecosistemas, así mismo,
contempla el paisaje biológico y humano, y la interacción entre los humanos y la especie
focal. Esta categoría toma en cuenta los requisitos de área, heterogeneidad de hábitat,
vulnerabilidad, funcionalidad ecológica e importancia socioeconómica (Sanderson,
Redford, Vedder, Coppolillo y Ward, 2002).
25
En el caso de los crocodílidos, se han utilizado como especies focales en las siguientes
categorías:
Tabla 1.Especies de crocodílidos usados como especies focales
Categoría de
Especie focal Especie(s) Autor
Especie bandera,
emblemática y
objeto de
conservación
Crocodylus johnstoni Tisdell, Wilson y Swarna Nantha,
2004
Crocodylus intermedius Zarate et al., 2005
Correa, Arévalo y Ruiz, 2006
Arévalo y Sarmiento, 2009
Morales Betancourt y Lasso
Alcalá, 2017
Crocodylus cataphractus Shirley, 2010
Crocodylus rhombifer Ramos Targarona, 2013
Crocodylus porosus Tisdell, Wilson y Swarna Nantha,
2004
Nekaris, Arnell y Svensson, 2015
Crocodylus acutus Balaguera Reina, Prieto, Farfán
Ardila, Vides y Carvajal Bonilla,
2018
Venegas Anaya et al., 2015
Ulloa Delgado y Sierra Díaz, 2012
Especie
indicadora
Alligator mississippiensis Heaton Jones, Homer, Heaton
Jones y Sundlof, 1997
Caiman latirostris Poletta, 2011
Caiman yacare Sousa, 2014
Vieira et al., 2011
Crocodylus moreletii Trujillo Vázquez, 2016
Buenfil Rojas, Álvarez Legorreta y
Cedeño Vázquez, 2015
26
Categoría de
Especie focal Especie(s) Autor
Especie
indicadora
Crocodylus acutus García Grajales y Buenrostro,
2017
Ulloa Delgado, Sierra Díaz y
Cavanzo Ulloa, 2005
Caiman crocodilus Schneider et al., 2012
Grant et al., 2013
La Encrucijada, 2010
Melanosuchus niger Schneider et al., 2012
Especie clave
Crocodylus niloticus Tellería, Ghaillani, Fernández
Palacios, Bartolomé y Montiano,
2008
Fernández Palacios, Tellería,
Ghaillani, Bartolomé y Montiano,
2008
Crocodylus rhombifer Larriera, Piña y Dacey, 2008,
Ramos Targarona, 2013
Crocodylus acutus La Encrucijada, 2010
Caiman crocodilus fuscus La Encrucijada, 2010
Especie sombrilla Crocodylus intermedius Clavijo y Anzola, 2013
Crocodylus cataphractus Shirley, 2010
2.6 BABILLA (Caiman crocodilus fuscus)
Colombia es uno de los países que alberga la mayor cantidad de especies del orden
Crocodylia (Rueda Almonacid et al., 2007), así como uno de los mayores productores y
27
exportadores de piel de cocodrilianos (368.515 pieles de C.c.fuscus en 2016; Caldwell,
2018). La babilla (Caiman crocodilus fuscus) es una de las cuatro subespecie de caimán
que habita el país; es de talla pequeña con una longitud total de 2.0 m (Morales Betancourt,
Lasso, De La Ossa y Fajardo Patiño, 2013). Sin embargo, se ha reportado para Caiman
crocodilus como talla máxima para los machos 2.5 a 2.8 m de longitud, con un peso
alrededor de 65 kg y en las hembras 1.8 m de longitud con 20 kg de peso. Las crías al
nacer miden entre 22 a 25 cm y pesan alrededor de 36 a 47 g (Seijas, 2011). Los adultos
son de coloración verde oliva a marrón y las crías de color marrón claro con machas
marrón oscuro a negro (Ayarzagüena, 1983; Thorbjarnarson, 1990; Rueda Almonacid et
al., 2007; Velasco y Ayarzagüena, 2010; Seijas, 2011; figura 1).
Figura 1. Caiman crocodilus fuscus (Cope, 1868) en la represa de Hidroprado. a. Cría y
b. Adulto.
Fuente: la autora
Se distribuye desde el Caribe de Honduras hasta las tierras bajas del Pacífico de Colombia
y Ecuador, extendiéndose por el litoral Caribe hasta el río Yaracuy en Venezuela
(Escobedo Galván, Cupul Magaña y Velasco, 2011). En Colombia se encuentra en las
áreas hidrográficas del Caribe, Magdalena, Cauca y Pacifico (Morales Betancourt et al.,
2013). En el departamento del Tolima, ubicado en el valle del río Magdalena, se encuentra
presente en los municipios de Honda, Mariquita, Armero-Guayabal, Lérida, Venadillo,
Alvarado, Piedras, Prado, Purificación, Saldaña, Guamo, Espinal, Melgar, Carmen de
Apicalá e Ibagué (obs pers; figura 2).
Figura 2. Distribución de la babilla (C.c.fuscus, Cope 1868)
28
Fuente: Velasco y Ayarzagüena, 2010; Escobedo Galván et al. (2011), la autora
Esta especie presenta una protuberancia ósea preocular, por lo que se conoce
comúnmente como caimán de anteojos. Su cuerpo es comprimido en forma dorsoventral,
la cola es musculosa y afilada lateralmente. La disposición de las placas óseas en las
babillas siguen los siguientes patrones: dos (2) a tres (3) hileras de placas post-occipitales,
17 a 20 hileras de placas dorsales, 13 a 14 hileras en las crestas dobles caudales y de 23
a 24 placas en la cresta simple caudal (Seijas, 2011); cuatro (4) hileras de placas
cervicales o nucales con disposición dorso caudal de cuatro placas en cada una de las
dos primeras hileras y dos placas en cada una de las dos últimas hileras (4:4:2:2) y 20 a
24 hileras de placas ventrales (CITES, 1995).
Como en el resto de los crocodylia, la madurez sexual no está relacionada sólo con la
edad, ya que el tamaño juega un papel fundamental. En C.c.crocodilus la madurez sexual
se ha reportado en machos a 1.5 m y en hembras alrededor de 1.2 m. Sin embargo
Palacios y Beltrán (2005), reportan que las hembras de C.c.fuscus presentan actividad
ovárica mínima a partir de los 96 cm de longitud total. La ovoposición transcurre
29
usualmente durante la época lluviosa donde depositan de 16 a 40 huevos en nidos de
material vegetal con forma de montículo. El período de incubación en promedio es de 75
a 80 días (Ayarzagüena, 1983; Thorbjarnarson, 1990; Velasco y Ayarzagüena, 2010;
Seijas, 2011).
El C.c.fuscus es adaptable en términos de hábitat, ocupando ríos, arroyos, caños de
quebradas, lagos, lagunas, pantanos, represas, canales de riego, pozos artificiales, entre
otros (Gorzula y Seijas, 1989; Allsteadt, 1994, Bolaños, Sánchez y Piedra, 1996-1997;
Seijas, 2011; De La Ossa y De La Ossa Lacayo, 2013). Los crocodylia, son animales
oportunistas, su dieta varía con la edad iniciando con invertebrados, incorporando
crustáceos, moluscos, peces, aves, reptiles y mamíferos, siendo así controladores
biológicos de las poblaciones presa (Thorbjarnarson, 1994).
En cuanto al manejo y el estatus de conservación, la Convención sobre el Comercio
Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) clasifica a
C.c.fuscus en el Apéndice II; por otro lado, la Unión Internacional para la Conservación de
la Naturaleza (UICN) cataloga a C.c.fuscus en preocupación menor (LC; Morales
Betancourt et al., 2013). Hasta la fecha en el país, se han regulado: el aprovechamiento
de poblaciones silvestres y la caza de fomento (resoluciones 530 y 564 de 1970, y 847 de
1973 del INDERENA; Código Nacional de los Recursos Naturales Renovables y del
Ambiente de 1975 y el decreto 1608 de 1978 de la Presidencia de la Republica); los
criterios para la producción y comercialización nacional e internacional de las especies
cultivadas (resoluciones 154 de 1999, 767 de 2002 y 1172 de 2004 del Ministerio de Medio
Ambiente; resoluciones 221 y 1660 de 2005 del Ministerio de Ambiente, Vivienda y
Desarrollo Territorial; resoluciones 2651 y 2652 de 2015 del Ministerio de Ambiente y
Desarrollo Sostenible); las medidas de manejo y control ambiental para las subespecies
C.c.fuscus y C.c.crocodilus (resoluciones 1740 de 2010 y 644 de 2011 del Ministerio de
Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial).
En las últimas dos décadas, se han realizado programas de conservación y planes de
manejo para los crocodílidos en distintas regiones del país. Se ha trabajado en: Crocodylus
intermedius a nivel nacional (Naranjo et al., 2002); Crocodylus acutus en Santa Martha,
30
Bahía Portete, Bahía Cispatá y ríos Sardinata, San Miguel, Nuevo Presidente y Tibú
(Corpoguajira y Asociación Desarrollo Guajiro, 2006; Ulloa Delgado, Sierra Díaz y
Cavanzo Ulloa, 2005; Ulloa Delgado y Peláez Montes, 2011; Ulloa Delgado y Sierra Díaz,
2012; CITES, 2016a; Balaguera Reina et al., 2018); Melanosuchus niger en Amazonas
(Castellanos, Maldonado y Alonso, 2006; Alonso, Bonilla, Castellanos y Maldonado, 2008;
Bermúdez Romero, Trujillo, Solano, Alonso y Ceballos Ruiz, 2010); Caiman crocodilus
fuscus en Atlántico, Bolívar, Cundinamarca y Valle del Cauca (Mercado y Palacios, 2006;
Medrano Bitar y Rojano, 2008; Universidad Nacional de Colombia y CAR, 2009; González
Anaya y Asprilla Posso, 2011). Actualmente, C.c.fuscus es objeto de prioridad inmediata
de investigación como parte de las estrategias de participación de la población civil y
comunidades dentro del proceso del postconflicto en Colombia, bajo la implementación
del “Programa de ciclo mixto de Caiman crocodilus fuscus” (CITES, 2017; Velasco, 2017).
31
3. OBJETIVOS
3.1 OBJETIVO GENERAL
Conocer la ecología poblacional de C.c.fuscus y su relación etnozoológica con la
comunidad para el establecimiento de perspectivas de manejo de la babilla (Caiman
crocodilus fuscus) en la Represa Hidroeléctrica del río Prado en el Departamento del
Tolima.
3.2 OBJETIVOS ESPECÍFICOS
Estimar la distribución, densidad, la estructura poblacional, condición corporal y el uso
de hábitat de C.c.fuscus en la zona en el embalse de Hidroprado
Establecer la percepción y conocimiento popular de la comunidad de Hidroprado sobre
el C.c.fuscus
Proponer las perspectivas de manejo para la población silvestre de C.c.fuscus de la
Represa Hidroeléctrica del Río Prado (Hidroprado)
32
4. ÁREA DE ESTUDIO
La Central Hidroeléctrica del Río Prado (Hidroprado), se encuentra ubicada al sureste del
departamento de Tolima, en la vertiente occidental de la cordillera Oriental. El área de
influencia de HIDROPRADO corresponde a 16 veredas de los municipios de Prado,
Purificación y Cunday (Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, 2011;
Cortolima et al., 2006; figura 3).
Figura 3. Ubicación de la represa Hidroeléctrica del Río Prado (Hidroprado)
Fuente: La autora
HIDROPRADO denominado turísticamente como el mar interior de Colombia, pertenece
al sistema de la cuenca del Río Magdalena y se localiza entre los 03º 45´ de Latitud Norte
y los 74º 50´ de Longitud Oeste en la cuenca mayor del Río Prado; entró en funcionamiento
en 1973, posee un área de 4300 ha y una longitud de Sur a Norte de 28 km; presenta una
profundidad promedio de 45m. Posee una capacidad de almacenamiento de 966.22
millones de m3 de agua, de los cuales 506.84 corresponden a embalse útil. Los niveles
máximo y mínimo de operación permitidos corresponden a las cotas 367.20 msnm y 348.7
33
msnm respectivamente (Márquez y Guillot, 2001; Ministerio de Ambiente, Vivienda y
Desarrollo Territorial, 2011).
Presenta un clima cálido con temperaturas medias de 25 a 30°C durante el año y una
precipitación entre 700 a 2000 mm lo que corresponde a la zona de vida de bosque seco
tropical (bs-T, Márquez y Guillot, 2001; Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo
Territorial, 2011). La distribución temporal en general, es bimodal con períodos secos en
los meses de diciembre a febrero y de junio a agosto, los lluviosos en los meses de marzo
a mayo y de septiembre a noviembre (Velasco Rivera y Díaz Granados, 2006; Cortolima
et al., 2006).
Hidroprado recibe el agua de más de 100 quebradas permanentes e intermitentes que
componen las cuencas del Río Cunday, Quebrada las Bajas, Quebrada Yucupí, el Río
Negro y Quebrada Tomogó, constituyéndose en sus principales afluentes. Su principal
efluente es el río Prado que desemboca en la margen derecha del Río Magdalena a una
cota de 300 msnm (Cortolima et al., 2006). El embalse es un ecosistema léntico,
estratificado térmica y químicamente, con bajos niveles de oxígeno, gran cantidad de
materia orgánica y producción de ácido sulfhídrico en un ambiente totalmente anóxico; la
condición eutrófica se puede atribuir a los aportes de los tapetes de macrófitas, la biomasa
inundada, la contaminación por aguas residuales y de riego propios del embalse y de las
cuencas que lo nutren (Márquez, 1984; Carrillo y Reinoso, 2001; Peña Santos, Galvis,
Becerra y Grattz, 2012). La temperatura del agua presenta una variación de 4 °C entre 2
y los 9 m (30.3 y 26.4 °C respectivamente). Por último, las condiciones de estabilidad de
la columna de agua y los procesos biológicos han llevado a la disminución de los niveles
de oxígeno disuelto creando condiciones hipóxicas, subóxicas y anóxicas a lo largo de la
columna de agua en las diferentes áreas del embalse (Castro González, 2014).
El área del embalse a nivel general presenta consolidaciones donde predominan las áreas
con relieve de quebrado a escarpado con afloramientos rocosos, pendientes de 60 a 90°
con erosión hídrica laminar de moderada a severa, exhibe suelos desnudos o coberturas
de gramíneas de bajo porte. Estas consolidaciones se acompañan de bosque seco tropical
secundario, vegetación natural arbustiva, pastos naturales, con rastrojo y/o enmalezado
34
(utilizados para ganadería extensiva), cultivos semipermanentes y permanentes de
pancoger. Además, en Hidroprado habitan 2379 personas (Cortolima et al., 2006) y posee
vocación turística; por tanto, algunas áreas del embalse presentan infraestructura hotelera,
cabañas privadas y viviendas rurales, lo que presenta un alto grado de intervención
antrópica.
En Hidroprado se han identificado 131 especies de plantas en donde se destacan:
Piptadenia flava (Yopo), Casearia oblongifolia (Ondequera), Pricamnia latifolia (Coralito),
Lonchocarpus sericeus (Garrapato o Guacaco), Cyclanthus bipartitus (Palma Tijera),
Bactris minor (Palma Hojalata), Costus sp. (Caña Agria), Anacardium excelsum (Caracolí),
Luehea semanii (Guázimo Tablón), Cupania cinerea (Guacharaco), Guarea guidonia
(Requia), Curatella americana (Chaparro), Xylopia aromatica (Sembe o Escobo),
Byrsonima crassifolia (Peraleja), Guazuma ulmifolia (Guácimo) y Triplaris americana (Vara
Santa). En las orillas del embalse en las áreas menos profundas se forman colonias
emergentes de Eichornia crassipes (Buchón de Agua) y Polygonum hispidum (Tabaquillo,
Cortolima et al., 2006; González-Zárate, Montenegro y Castaño-Mora, 2011).
En este humedal artificial se han identificado 28 familias de macroinvertebrados, 67
especies de mariposas, 29 de herpetos, 142 de aves, 5 mamíferos, 13 de murciélagos y
49 de peces de los cuales 18 son especies promisorias Potamotrygon magdalenae (raya),
Pimelodus grosskopfii (capaz), Rhamdia quelen (guabina), Ageneiosus pardalis (doncella),
Loricaria variegata (cucho), Sternopygus aequilabiatus (caloche), Eigenmannia viriscens
(caño), Caquetaia umbrifera (mojarra negra), Geophagus steindachneri (jacho),
Oreochromis niloticus (mojarra plateada), Oreochromis spp. (mojarra roja), Hoplias
malabaricus (perro), Ctenolucius hujeta (agujeto), Curimata magdalenae (madre de
bocachico), Leporellus vittatus (corunta), Parodon suborbitale (sardina), Astyanax
magdalenae (sardina colirroja), Caiman crocodilus fuscus (babilla; Villa Navarro, 1999;
Cortolima et al., 2006; Lasso Alcalá y Morales Betancourt, 2011).
4.1 DESCRIPCIÓN DE LOS TRANSECTOS
35
Para la realización de los estudios ecológicos y de uso de hábitat en las babillas, se
establecieron nueve transectos con base en la morfología del embalse, los usos del suelo
y la disponibilidad de la comunidad para los monitoreos nocturnos. Con la finalidad de
cubrir todo el perímetro del embalse los transectos se ubicaron en las veredas Tomogó,
Corinto, Isla del Sol, Tafurito y el Caimán en el municipio de Prado y las veredas San
Buenaventura, Bocas de salero y Yucupí del municipio de Purificación. A continuación se
describen cada transecto (figura 4).
4.1.1 Transecto 1 (Tomogó). Este transecto tiene una longitud de 5.8 kilómetros y está
ubicado en la vereda Tomogó en el municipio de Prado al sur del embalse entre las
coordenadas 03°42.864" N; 74°52. 357"O y 03°43.395"N; 74° 53.671"O. Esta el área
presenta la mayor vocación turística del embalse, por tanto hay infraestructura hotelera,
restaurantes, cabañas privadas, fincas y la base de la Armada Nacional. Es la única vereda
en la que existe la comunicación terrestre hasta el casco urbano del Municipio de Prado.
Es una de las áreas menor pendiente del embalse (<10°), presenta como matriz bosque
seco tropical secundario, con diversos parches de pastos que son usados como potreros
para la ganadería y algunos cultivos para consumo (plátano, yuca, frutales y cítricos). En
la zona, se ubican diferentes quebradas permanentes y emergentes, en especial la
quebrada Tomogó, uno de los afluentes importantes del embalse. Dicha quebrada
desemboca en la Cascada del Amor, un sector con poca profundidad donde se forman
colonias emergentes de buchón de agua (Eichornia crassipes) y tabaquillo (Polygonum
hispidum). Cuando el nivel del agua está bajo proliferan las rocas que forman cuevas,
suelo desnudo y palizadas, también afloran zonas con troncos semi-sumergidos de
distintos tamaños a diferentes distancias de la orilla.
36
4.1.2 Transecto 2 (Corinto). Este transecto tiene una longitud de 8.0 kilómetros y está
ubicado en el municipio de Prado en la vereda Corinto a la margen izquierda del embalse,
a 900 metros de la represa entre las coordenadas 03°45.874"N;74° 52.915"O y
03°46.426"N; 74° 51.905"O. Se aprecian cabañas privadas, jaulas flotantes para pesca,
un balneario-restaurante y cultivos pancoger. Se encuentra el Paso del Boquerón que es
el inicio de la segunda parte del embalse, la zona más angosta (160mts) y profunda del
embalse (90m). Como matriz se observan pastizales consecuentes de los incendios
forestales de origen antropogénico (frecuentes en el transcurso del año), en la parte baja
(<400 msnm) se observan parches de bosque seco tropical secundario que acompañan
las orillas de las múltiples quebradas presentes en la zona; se destaca la quebrada Corinto
como uno de los afluentes significativos que abastecen el embalse. Dado a que gran parte
del lugar es de alta pendiente (> 80°) se observa que en algunos sectores sobresalen las
rocas con la formación de cuevas, suelo desnudo y palizadas, también afloran zonas con
troncos de distintos tamaños, sumergidos a diferentes distancias de la orilla que en
algunos casos dificulta la navegación.
4.1.3 Transecto 3 (Isla del Sol). Este transecto tiene una longitud de 6.0 kilómetros. La
Isla del Sol tiene una extensión de 8 hectáreas y se ubica en el municipio de Prado en las
coordenadas 03°46.093"N; 74°51.462"O entre las veredas Chipa de Tena, Corinto y
Tafurito. Es un área con alta vocación turística, por tanto, hay hoteles, restaurantes y
cabañas privadas; además, se encuentra la Institución Educativa Isla del Sol. La isla
presenta parches de bosque seco tropical secundario, pastos, vegetación ornamental,
árboles frutales y suelo desnudo en la parte más alta. Cuando aumenta el nivel del agua
se inunda la vegetación arbórea y cuando el nivel baja quedan grandes zonas de suelo
desnudo y rocas, también sobresalen los troncos que estaban sumergidos; si el nivel baja
al límite de operación de la represa, se logra unir la isla con la vereda Chipa de Tena por
un gran montículo de tierra.
37
4.1.4 Transecto 4 (San Buenaventura). Este transecto tiene una longitud de 9.8
kilómetros. La vereda de San buenaventura se encuentra en la margen izquierda del
embalse en el municipio de Purificación entre las coordenadas 03°47.207"N;74°51.358"O
y 03°49.717"N;74°50.261"O. Esta zona presenta áreas con pendientes >80°, parches de
bosque seco tropical secundario, palmas reales dispersas (Attalea butyracea), pastos
producto de los incendios forestales utilizados para la ganadería, cabañas privadas y
casas rurales de la comunidad donde sobresalen árboles frutales y cultivos de plátano. En
algunas zonas tanto en aguas altas como en aguas bajas se observan deslizamientos y
remoción en masa en la orilla del embalse. En aguas bajas sobresalen montículos de tierra
de diversos tamaños y a distintas distancias de la orilla.
4.1.5 Transecto 5 (Bocas de Salero 1). Este transecto tiene una longitud de 6.2 kilómetros
y hace parte de la vereda Bocas de Salero, la cual se encuentra ubicada al norte de la cola
del embalse en la margen izquierda en el municipio de Purificación entre las coordenadas
03°52.300"N;74°47.963"O y 03°50.810"N;74°49.184"O. Presenta áreas con pendientes
>70°, parches de bosque seco tropical secundario, presencia de palmas reales dispersas
(Attalea butyracea), rastrojos, guaduales (Guadua angustifolia), pastos utilizados como
potreros, cabañas privadas y casas rurales de la comunidad; como hace parte de la
desembocadura del río Cunday, en época de lluvias se acumulan troncos, guaduas,
vegetación acuática (Eichornia crassipes, Polygonum hispidum y Pistia stratiotes) y
material vegetal transportados por el río. Cuando baja el nivel del agua se observan
grandes áreas con acumulación de sedimento que dificulta la navegación en la cola del
embalse.
38
4.1.6 Transecto 6 (Bocas de Salero 2). Este transecto tiene una longitud de 17.0
kilómetros y se encuentra ubicado al norte en la margen derecha de la cola del embalse,
en la desembocadura del río Cunday entre las coordenadas 03°53.248"N;74° 97.005"O y
03°47.478"N;74°50.543"O. Presenta un gran afloramiento rocoso con pendientes mayores
a los 85°, quebradas, parches de bosque seco tropical secundario en las partes más bajas,
pastos, pocas palmas reales dispersas (Attalea butyracea), guaduales (Guadua
angustifolia), cabañas privadas y casas rurales de la comunidad con pequeños cultivos y
animales domésticos en especial ganado bovino. Cuando el nivel del agua baja se genera
grandes áreas con material de arrastre que forman valles lodosos con vegetación
gramínea emergente que es usada para alimentar el ganado, así como sectores con rocas
de más de 2m y montículos de tierra. En época de lluvias se acumulan troncos y material
vegetal transportados por el río.
4.1.7 Transecto 7 (Yucupí). Este transecto tiene una longitud de 7.15 kilómetros y se
encuentra ubicado en el municipio de Purificación en la vereda Yucupí, a la margen
derecha del embalse entre las coordenadas 03°48.640"N; 74°48.449"O y 03°47.731"N;
74°49.366"O. En esta área se encuentra el río Yucupí que es uno de los afluentes
importantes del embalse siendo el resultado de la microcuenca que lleva el mismo nombre.
Se observan cañones con pendientes del 90°, las paredes presentan pequeños parches
de vegetación boscosa y pastos producto de los incendios forestales en la parte alta,
existen múltiples quebradas permanentes y emergentes con parches de bosque seco
tropical y vegetación acuática (Eichornia crassipes y Polygonum hispidum) en las
desembocaduras. Dada la topografía hay presencia de cuevas de diversos tamaños
sobresaliendo las cuevas del Mohán y de los Guacharos como atractivos turísticos. En las
áreas con menor pendiente se encuentran cabañas privadas, hoteles y casas rurales de
la comunidad.
39
4.1.8 Transecto 8 (Tafurito). Este transecto tiene una longitud de 8.0 kilómetros y se ubica
en el municipio de Prado en la vereda Tafurito al oriente del embalse en la margen derecha
entre las coordenadas 03°47.049"N;74°50.158"O y 03°45.897"N;74°50.247"O. El Cerro de
Angostura es una formación rocosa que conforma dos cañones que se expanden a zonas
amplias con la desembocadura de diversas quebradas, parches bosque seco tropical
secundario, pastos, suelos desnudos, rocas, cuevas, palizadas y vegetación acuática
(Eichornia crassipes, Polygonum hispidum y Pistia stratiotes) en las áreas más planas.
Fuera del Cerro de la Angostura el transecto presenta afloraciones rocosas, parches de
bosque seco tropical secundario y pastos producto de los incendios forestales, en las
pocas áreas planas hay casa de campo.
4.1.9 Transecto 9 (El Caimán). Este transecto tiene una longitud de 9.3 kilómetros y se
ubica en el municipio de Prado en la vereda el Caimán al oriente del embalse en la margen
derecha. Esta área presenta gramineas de bajo porte con parches de bosque seco tropical
secundario, suelos desnudos, rocas, troncos sumergidos y vegetación acuática
(Torulinium odoratum y Polygonum hispidum) en las áreas más planas de la
desembocadura del río Negro, afluente significativo del embalse. En época de lluvia se
inunda la vegetación arbórea y arbustiva, en la época seca se observan empalizadas,
rocas y suelo desnudo en la zona más baja.
40
Figura 4. Área de estudio donde se observa la represa de Hidroprado en el departamento
del Tolima. Se ubicaron los transectos: Tomogó (T1), Corinto (T2), Isla del Sol (T3), San
Buenaventura (T4), Bocas de salero 1(T5), Bocas de salero 2 (T6), Yucupí (T7), Tafurito
(T8) y el Caimán (T9).
Fuente: la autora
41
5. CAPÍTULO 1: ECOLOGÍA POBLACIONAL Y USO DE HÁBITAT DEL Caiman
crocodilus fuscus EN LA REPRESA DEL RÍO PRADO (Hidroprado).
5.1 INTRODUCCIÓN
Colombia es uno de los países que alberga la mayor cantidad de especies del Orden
Crocodylia (seis especies). Entre ellas se encuentra Caiman crocodilus fuscus, el cual es
uno de los principales reptiles que habita la cuenca alta del río Magdalena y es considerado
especie clave, dado a que aporta al control de presas y el reciclado de nutrientes (Morales
Betancourt et al., 2013); además, contribuye con la seguridad alimentaria local, posee un
gran potencial zootécnico y atractivo turístico (Balaguera Reina y González Maya, 2010b).
Si bien, el país se ha generado un buen nivel en la modalidad de producción de ciclo
cerrado con C.c.fuscus (CITES, 2016a), la investigación realizada en las poblaciones
silvestres es insuficiente en gran parte de su área de distribución, la falta de información
sobre la ecología poblacional, uso de hábitat y etnozoología dificulta establecer un
panorama actual del recurso biológico en algunas regiones del país (Larriera, Webb,
Velasco, Rodríguez y Ortiz, 2004; Morales Betancourt et al., 2013; CITES, 2016b).
En Colombia, se han desarrollado diversos trabajos sobre la ecología poblacional y uso
de hábitat de C.c.fuscus en cursos y cuerpos de aguas naturales y artificiales. Se realizó
en 1994-1997 un censo nacional que permitió establecer un panorama general de
C.c.fuscus en gran parte de su área de distribución (Rodríguez, 2000). En los últimos 15
años, se han realizado estudios en Atlántico, César, Chocó, Córdoba, Cundinamarca, Isla
Gorgona, Isla de San Andrés, Magdalena, Pacífico vallecaucano y Sucre, donde, los
autores presentan a C.c.fuscus como adaptable a diferentes ecosistemas y generalista en
cuanto a tipos de ambientes naturales y artificiales, donde su uso del hábitat se asocia a
los hábitats en la interface agua-tierra; Además, se establecieron las distribuciones,
estructuras poblacionales y se reportaron las densidades relativas (0.11 a 36.82 ind/km),
el uso del recurso biológico (en algunos casos inadecuado) y la pérdida del hábitat en la
mayoría de zonas (Agudelo, Vergara, Borja y Mejía, 2005; Ulloa Delgado, Sierra Díaz y
42
Cavanzo, 2005; Forero, Castaño y Rodríguez, 2006; Balaguera Reina y González Maya,
2010a; Balaguera Reina et al., 2010; González Anaya y Asprilla Posso, 2011; Balaguera
Reina, 2012; De la Ossa y De La Ossa Lacayo, 2013; Castro Herrera, Valencia Aguilar y
Villaquiran, 2013; Moreno Arias, Ardila Robayo, Martínez Barreto y Suárez Daza, 2013;
De la Ossa, 2014; Moreno Arias, Ardila Robayo y Martínez Barreto, 2016).
A nivel de represas nacionales, se han realizado dos estudios poblacionales en el embalse
del Guájaro (Atlántico) y uno en el embalse de Hidroprado (Tolima). En el embalse del
Guájaro se identificó la distribución de las babillas; se estimó la densidad (5.42 ind/km en
2005 y 0.34-0.59 ind/km en 2016), la población total (160 ±50 babillas en 2005 y 289 ±198
babillas en 2016), la proporción de sexos macho-hembra (1:1, n=28 en 2005 y 1:3, n=21
en 2016) y la estructura de clases, donde la clase II tuvo mayor proporción que las clases
III y IV, reflejando el uso no apropiado de los individuos; además, se observó que
C.c.fuscus no tiene preferencias para la nidificación dado que utiliza los ambientes y
materiales disponibles (Agudelo et al., 2005; Moreno Arias et al., 2016). Por último, el
embalse del Guájaro es considerado un lugar de interés para la implementación del
programa piloto de rancheo con fines comerciales (CITES, 2016a).
Por otra parte, en el embalse de Hidroprado, Rodríguez (2000), reportó una baja densidad
y abundancia de C.c.fuscus (0.0042 ind/ha, n=18), además, observó un aprovechamiento
intensivo de la subespecie y la destrucción del hábitat; cabe aclarar, que este trabajo no
especifica el área monitoreada del embalse y la distancia recorrida, ni toma en cuenta su
dinámica hídrica.
Tomando en cuenta que la represa de Hidroprado es de gran importancia a nivel regional
por los diversos servicios ecosistémicos que ofrece (Márquez, 1984; Márquez y Guillot,
2001; Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, 2011) y que la población
de C.c.fuscus que habita el embalse es significativa a nivel ecológico y sociocultural; se
consideró este recurso biológico como especie focal ya que su manejo puede aportar en
la gestión ambiental del embalse. Por tanto, el objetivo de este capítulo fue estimar la
distribución, densidad, estructura de clases, proporción de sexos y uso de hábitat de la
población de C.c.fuscus en el embalse a partir de los diferentes niveles del agua. Dicha
43
información posibilita contribuir al conocimiento de la ecología de la especie en estos
ecosistemas artificiales y aportar a la línea base para establecer estrategias de
conservación y manejo sostenible de la subespecie y su hábitat.
5.2 METODOLOGÍA
Con el fin de analizar la ecología poblacional y uso de hábitat del Caiman crocodilus fuscus
en el embalse de Hidroprado, se realizaron recorridos diurnos y nocturnos tomando en
cuenta los máximos de las temporadas de lluvias (abril y octubre) y secas (febrero y julio).
Se establecieron nueve transectos (ítem 4.1; figura 4), en las veredas Tomogó (T1=5.8
km), Corinto (T2=8.0 km), Isla del Sol (T3=6.0 Km), San Buenaventura (T4=9.8 km), Bocas
de salero 1 (T5=6.2 km), Bocas de salero 2 (T6=17.0 km), Yucupí (T7=7.15 km), Tafurito
(T8=8.0 km) y el Caimán (T9=9.3 km); en total se muestrearon 77.2 km por cada monitoreo
(con un total de 308.8 km en cuatro monitoreos). Los recorridos se realizaron en una
embarcación de 7.62 m de eslora en fibra de vidrio propulsada por un motor de 40 hp. Se
llevaron a cabo recorridos diurnos para identificar los elementos que conforman el paisaje
y los tipos de hábitat presentes en los sitios. Los recorridos nocturnos se realizaron en la
fase de luna nueva donde se exploraron las orillas y la superficie del embalse con una
lámpara potente (1.500.000 candelas), con la finalidad de reconocer y ubicar a los
animales por medio de la iluminación del tapetum lucidum (Chabreck, 1966).
La distancia de la orilla dependió de la forma del lugar y el nivel del agua, dado que se
inunda la vegetación en el nivel de agua alto y se forman palizadas, áreas pandas,
montículos de arena y rocas a medida que disminuye el nivel del agua. Sin embargo, se
lograron distancias cortas (3m) entre la embarcación y las babillas para la identificación de
la talla, ya que están habituadas a los motores fuera de borda y la presencia humana.
Una vez localizados los individuos, se registró la fecha, transecto, coordenadas, hora,
humedad, temperaturas del agua y del aire; se le estableció la clase de tamaño a la que
pertenecieron los individuos, utilizando la categorización propuesta por Ayarzagüena
(1983): clase I (LT ≤ 50 cm), clase II (LT= 50.1 - 120 cm), clase III (LT= 120.1 - 180 cm) y
44
clase IV (LT > 180 cm). Dada las pocas observaciones de la Clase IV (n=10), estos
individuos se incluyeron en la clase III tomando en este estudio todos los individuos
mayores al 120.1 cm LT como clase III-IV.
Las capturas, se realizaron de manera activa con pértiga y lazo de acero, pinza ofídica y
la mano, dependiendo el tamaño de las babillas y la distancia de la embarcación a los
individuos. A los animales capturados y recapturados, se les registró la hora de captura,
ubicación (unidad de muestreo y Coordenada), datos morfométricos (longitud total–LT y
longitud hocico cloaca–LHC; longitud total del cráneo–LTC, anchura entre las
protuberancias premaxilares–APM; perímetro de la cola), peso (g) y sexo, el cual se
determinó por medio de palpación de cloaca, introducción en la cloaca de un especulo
nasal de killian® o la visualización de órganos reproductivos realizando presión lateral en
la región de la cloaca; estos métodos se aplicaron en los individuos mayores 35 cm de
longitud total, los animales de tallas menores o a los que no se logró determinar el sexo
se registraron como indeterminados (Llobet, 2002). Por último, el marcaje de los individuos
se realizó a partir del corte de escamas caudales, tomando las escamas simples caudales
para centenas, las escamas dobles caudales derechas para decenas y las escamas
dobles caudales izquierdas para unidades (Domínguez Laso, Hinojosa Falcón y Padilla
Paz, 2011).
Durante los recorridos se tomaron datos sobre las características del hábitat donde se
encontraban los individuos y se determinaron cinco categorías de hábitat utilizando la
posición de los individuos de C.c.fuscus en relación a la orilla del embalse. Las
categorizaciones utilizadas por Seijas (1996) y Espinosa Blanco y Seijas (2010) se
modificaron y contextualizaron a las características del hábitat del embalse, las cuales
fueron (figura 5):
Empalizada (E): acumulación de troncos o ramas de árboles secos en la orilla del
embalse.
45
Vegetación Acuática (VA): vegetación flotante presente sobre el cuerpo de agua o en el
borde del vaso del embalse y/o vegetación acuática emergente en la orilla del embalse.
Esta cobertura está asociada a las zonas con menos pendiente.
Vegetación Inundada (VI): vegetación arbórea, arbustiva, guaduales y gramíneas que se
inundan con el aumento del nivel del agua.
Aguas Abiertas (AA): individuos alejados de la orilla.
Rocas/Suelo desnudo/Cuevas (R/C): acumulación de rocas de diferentes tamaños o
suelo desnudo, producto de la disminución del nivel del agua y las cuevas que son grietas
en las afloraciones rocosas.
Por otro lado, se establecieron cuatro categorías del nivel del agua tomando como
referencia las cotas del embalse: a) Alto de 367.2 a 362.58 msnm (febrero); b) Medio-Alto
de 362.57 a 357.96 msnm (abril); c) Medio-Bajo de 357.95 a 353.31 msnm (julio) y; d) Bajo
de 353.30 a 348.7 msnm (octubre). Estas categorías fueron estimadas a partir de la cota
máxima de inundación (367.2 msnm) y la cota mínima de funcionamiento (348.7 msnm).
La dinámica del embalse en estos rangos determina la disponibilidad del hábitat presente
en los sitios, debido a que la profundidad con respecto a la orilla es altamente variable y
permite en ciertos rangos, afloramientos de vegetación inundada o por el contrario, suelos
totalmente desnudos y la formación de pequeñas cuevas entre las rocas. Para el
establecimiento del nivel de agua en cada temporada de monitoreo, se tomó la medición
de dicho parámetro en la en la regla métrica oficial de escala graduada en cm, ubicada en
las compuertas radiales del aliviadero en el puerto.
Figura 5. Categorías de hábitat. AA=aguas abiertas; VI=vegetación inundada;
E=Empalizada; R/C=Rocas/Suelo desnudo/Cuevas; VA=vegetación acuática
46
Fuente: la autora
5.2.1 Tamaño poblacional y densidad. A fin de evaluar la naturaleza de los datos de las
observaciones nocturnas y conocer si cumplen los supuestos estadísticos de la
distribución normal se realizaron: la prueba de normalidad de Shapiro-Wilk (recomendada
para muestras <50 observaciones; Balzarini et al., 2008), la prueba de Levene a partir del
análisis de la varianza del valor absoluto de los residuos para observar la homogeneidad
de las varianzas (Homocedasticidad) y se graficó la dispersión de residuos para examinar
la independencia de los errores. Dado que los datos no cumplieron los supuestos
estadísticos, se aplicaron pruebas no paramétricas con un nivel de significancia (α) de
0.05.
Para determinar si el número de observaciones variaba en cada monitoreo (reflejado en
los niveles del agua), se usó la prueba no paramétrica de Kruskal Wallis (H). Teniendo en
cuenta que no existieron variaciones en las observaciones, estas se tomaron para estimar
47
la fracción visible (porcentaje de la población observada) en cada transecto de acuerdo al
método basado en el valor máximo del número de individuos observados propuesto por
King & Messel (King, Espinal y Cerrato, 1990; Escobedo Galván, 2003; Morales Betancourt
et al., 2013). Para la aplicación de este modelo se consideró: a) no hay entradas ni salidas
de individuos en la población; b) los individuos observados representan la fracción visible
de la población; c) la fracción no visible, está compuesta por los animales ubicados en el
transecto recorrido pero no se observan porque están sumergidos y/o escondidos; d) el
método no está relacionado con el tipo de distribución que asuma la fracción visible de la
población (ya sea normal o binomial).
Las fracciones visibles (p) de cada transecto, se calcularon por medio del promedio de los
animales observados ( ) y el número máximo de individuos observados durante todo el
estudio (m) utilizando la siguiente ecuación: p= /(m). Se estimó la población total por
transecto (Nt) con la siguiente ecuación: Nt= (m)*100/p. A partir de las poblaciones totales
estimadas por transecto (Nt), se determinaron las densidades para cada transecto (Dt=
Nt/km recorridos en el transecto). Con base en estas densidades, se calculó la densidad
poblacional promedio del embalse (Dt ). Tomando la densidad promedio, se estimó la
densidad máxima y mínima con la siguiente ecuación:
Dt ±Zα/2 * S2/√𝑛, a partir del nivel de confianza del 95% (Zα/2=1.96), la varianza (S2) y la
cantidad total de transectos (n). Por último, la población total del embalse (Ne) se
determinó con densidad promedio máxima y mínima del embalse (Dt ) por el perímetro
total del embalse (107 km).
Para determinar si existieron diferencias entre el número de registros y las unidades de
muestreo se aplicó la prueba no paramétrica de Kruskal Wallis (H) y entre la densidad de
cada transecto (Dt), los niveles del agua y las unidades de muestreo (transectos) se realizó
un Análisis de la Varianza (ANOVA) con niveles de confianza de 95%.
No se utilizó el método captura-recaptura (Ojasti y Dallmeier, 2000; Cupul Magaña, 2009)
para estimar el total de la población del embalse, debido a que el 92% de las recapturas
48
están sesgadas a la clase I, además, dichas recapturas se efectuaron en cinco de los
nueve transectos establecidos y el 51% de recapturas fueron en un solo transecto.
5.2.2 Estructura poblacional y proporción de sexos. Para determinar la estructura
poblacional, se realizaron histogramas con los individuos observados, se categorizaron
por las clases de tamaño: clase II (LT= 50.1 - 120 cm), clase III (LT= >120.1- 180 cm) y
clase IV (LT= >180.1 cm); la clase I (LT= <50 cm) no se incluye por su gran variación
dependiendo de la época de muestreo y su tasa de sobrevivencia del 20% (Seijas, 2011);
se estableció la estructura poblacional por cada nivel del agua (mes de monitoreo) y cada
unidad de muestreo (T1 a T9). Para establecer la proporción de sexos (Razón de sexos =
número de machos/número de hembras) se utilizaron los datos obtenidos en las capturas,
donde no se discriminó lugar de captura (Ayarzagüena, 1983). Se estimó la proporción de
sexos en general y por clase; Las proporciones de sexo y las estructuras poblacionales
fueron evaluadas por medio de pruebas de homogeneidad de Chi-Cuadrado (X2).
5.2.3 Condición corporal. Con el objetivo de determinar la condición corporal de Caiman
crocodilus fuscus en las diferentes áreas de Hidroprado, se calculó el factor de condición
de Fulton (factor K; Le Cren, 1951), el cual relaciona parámetros de longitud y volumen del
individuo (Stevenson y Woods, 2006). Zweig (2003) sugiere este factor de condición como
el más apropiado para evaluar y comparar espacialmente las poblaciones de crocodílidos.
El factor K se calculó bajo la siguiente formula: K = W/L3x 10n, donde, W es una medida
volumétrica, L es una medida de longitud y n es un exponente que va de 2 a 5. Siguiendo
las recomendaciones de Zweig (2003) para crocodílidos se utilizó n=3, W= peso (g) y
L=Longitud Hocico-Cloaca (cm). Se calculó el factor K para todas las capturas y se
aplicaron pruebas de Kruskal Wallis (H) y comparaciones de a pares para observar las
diferencias entre las áreas de Hidroprado y los niveles del agua. La condición corporal de
los individuos se clasificó por medio del criterio utilizado por Castro González, Aurioles
Gamboa, Montaño Benavides, Pérez Gil y López Orea (2001), el cual se basa en el cálculo
de la media ( ) y la desviación estándar (S) de los valores del factor de condición. Las tres
categorías de la condición corporal son: condición baja= -1S, condición buena= -1S ≤
≤ +1S y condición excelente= +1S.
49
5.2.4 Distribución espacial y uso de hábitat. Para visualizar la distribución de la población
de Caiman crocodilus fuscus en Hidroprado se elaboró una base de datos espacial con
las georreferencias de individuos capturados utilizando el software Quantum GIS (QGIS
Development Team, 2016). Con las capturas y las recapturas se determinó la dispersión
de los individuos en el embalse estableciendo la distancia euclidea entre los puntos de
captura y recaptura. Además, se determinó la distancia no euclidea al considerar que los
individuos se desplazan por la costa ya que el embalse presenta diferentes eminencias
topográficas que pueden variar desde 385 msnm a 664 msnm con pendientes >45° las
cuales serían barreras geográficas que podrían impedir los desplazamientos en tierra de
los individuos.
En cuanto al uso de hábitat, para identificar las frecuencias de los individuos observados
y describir su distribución por clase (I, II y III-VI) en relación al tipo de hábitat: aguas
abiertas (AA), empalizadas (E), Rocas, suelo desnudo y cuevas (RC), vegetación acuática
(VA) y vegetación inundada (VI) en cada nivel del agua (Alto, Medio-Alto, Medio-Bajo y
Bajo) y por unidades de muestreo (transectos de T1 a T9), se realizaron tablas de
contingencia e histogramas.
Para visualizar la relación entre el nivel del agua, las categorías de hábitat (AA, E, RC, VA
y VI) y las clases de tamaño de los individuos de C.c.fuscus (I, II, III-IV) se realizó un
Análisis de Correspondencia Múltiple (ACM) con el software INFOSTAT 2016e (Di Rienzo
et al., 2016); donde se obtuvieron la tabla Burt, los valores de inercia de los ejes del Biplot
y las medidas de discriminación de las variables. Diversos autores que han trabajado con
uso de hábitat de Caiman crocodilus (ej, Llobet, 2002; Espinosa Blanco y Seijas, 2010;
Moreno, Hernández, Molina y Amauci, 2014), excluyen a la clase I (< 50cm), por considerar
que el hábitat que ocupan las crías corresponde a los lugares de nidificación y crianza
escogidos por las madres. Sin embargo, en este trabajo se los incluye ya que con las
capturas-recapturas se observó en individuos <50cm dispersiones por el borde de la costa
de hasta 4391metros (distancia no euclidea; tabla 8), por tanto, se consideró que el uso
de hábitat lo podrían establecer por cuenta propia.
50
Por otro lado, con el propósito de identificar si existen patrones que permitan discriminar
entre los diferentes niveles del agua (Alto, Medio-Alto, Medio-Bajo y Bajo) a partir de las
diferentes variables ambientales (temperatura media del agua, temperatura media del aire
y humedad relativa) encontradas en cada unidad de muestreo (transectos), se realizó un
análisis multivariado de Discriminantes Canónicos usando el software SPSS 21.0. Este
análisis se desarrolló con base en la hipótesis de diferenciación entre las distintas
temporadas de monitoreo y que repercuten en las diferentes unidades de muestreo. Este
análisis, además de buscar diferencias significativas entre los diferentes niveles del agua
(diferentes temporadas de monitoreo), permitió identificar qué variable o variables
ambientales son las que explican el mayor porcentaje de discriminación y proporciona una
tabla de clasificación pronosticada en relación a los niveles del agua.
5.3 RESULTADOS
5.3.1 Tamaño poblacional y densidad. En el embalse de Hidroprado se realizaron en los
conteos nocturnos un total de 3141 observaciones ( =785.25). Se observó el mayor
número de avistamientos en el nivel del agua Alto (febrero; n=833); el número de
observaciones en general disminuyó en los diferentes niveles del agua, donde, se
observaron 815 babillas en nivel de agua Medio-Alto (abril), 756 en el nivel del agua Medio-
Bajo (julio) y 737 babillas en el nivel del agua Bajo (octubre). No obstante, la prueba de
Kruskal Wallis (H) evidenció que las observaciones no difirieron estadísticamente en los
distintos niveles del agua (H=0.51; gl=8; p=0.9169; tabla 2), lo que permitió utilizar estas
observaciones para estimar la fracción visible.
Tabla 2. Análisis de Kruskal Wallis entre número de observaciones de C.c.fuscus en
Hidroprado y los niveles del agua
Nivel del agua N Medias D.E. Medianas H p
Alto (febrero) 9 92.56 52.29 92 0.51 0.9169
51
Medio-Alto (abril) 9 81.89 62.21 80
Medio-Bajo (julio) 9 90.56 64.38 87
Bajo (octubre) 9 84 59 94
Del total de observaciones, el 14.8% de los registros se realizaron en Tomogó (T1; n=466),
el 7% en Corinto (T2; n=211), el 3.2% en Isla del sol (T3; n=102), el 4.4% en San
Buenaventura (T4; n=139), el 15.2% en Bocas de salero 1 (T5; n=478), el 23.4% en Bocas
de salero 2 (T6; n=736), el 3.9% en Yucupí (T7; n=121), el 14.7% en Tafurito (T8; n=461)
y el 13.3% en el Caimán (T9; n=417). El número de observaciones realizadas mostró
diferencias entre los transectos (H=13.18; p=0.0005; tabla 3), donde, los menores registros
se realizaron en los transectos T3, T4, T7 y T2 a diferencia de los transectos T9, T5, T8 y
T1 que presentaron números más altos de observaciones. Por último, T6 presentó los
mayores registros de observaciones en los niveles del agua Alto, Medio-Alto y Bajo (Figura
6).
Figura 6. Número de C.c.fuscus observados en Hidroprado por transecto y nivel de agua
Fuente: la autora
Tabla 3. Resultados de la prueba de Kruskal Wallis entre número de observaciones de
C.c.fuscus en Hidroprado y los transectos
Transecto N S Medianas H p
52
T1 4 116.5 25.72 112.5 27.74 0.0005
T2 4 55.25 28.18 50
T3 4 25.5 11.27 23.5
T4 4 34.75 30.83 24
T5 4 119.5 55.55 126
T6 4 184 30.28 188.5
T7 4 30.25 15.59 25.5
T8 4 115.25 19.84 120.5
T9 4 104.25 10.66 102
Sin incluir la clase I (59%; n=1844), se realizaron 1297 avistamientos ( =324.2), de estos,
el 29.3% (n=380) fueron en el nivel de agua Alto (febrero), el 24.7% (n=321) en el nivel de
agua Medio-Alto (abril), 25% (n=324) en el nivel de agua Medio-Bajo (julio) y el 21%
(n=272) en el nivel de agua bajo (octubre). Se determinaron las densidades relativas y se
estimaron las poblaciones totales de todas las unidades de muestreo (tabla 4). La
densidad fue similar en los diferentes niveles del agua (F=0.67; gl=3; p=0.5816). Sin
embargo, se obtuvieron diferencias en las densidades entre los transectos (F=5.52; gl=8;
p=0.0005; tabla 5). Las menores densidades de C.c.fuscus en Hidroprado se obtuvieron
en los sectores de Bocas de salero 2 y Yucupí, con valores de 5.9 y 5.1 ind/km,
respectivamente. Isla del sol, San Buenaventura, Tafurito y el Caimán registraron valores
de densidades entre 6.8 a 9.2 ind/km; mientras que las densidades más altas se
registraron en las zonas de Tomogó (12.8 ind/km) y Bocas de salero 1 (29.1 ind/km). A
partir de las densidades estimadas por transecto (Dt), se estableció la densidad
poblacional promedio del embalse (Dt ) en 7.8 ± 3.9 ind/km y se estimó la población total
del embalse (Ne) en 835.4 babillas (417.4 ≤ Ne ≤ 1248.3 Individuos).
Tabla 4. Parámetros poblacionales de C.c.fuscus en Hidroprado por transecto bajo el
método valor máximo observado. p=fracción visible; Nt=población total por transecto; Dt=
densidad por transecto
Transecto
53
Nivel del
agua T1 T2 T3 T4 T5 T6 T7 T8 T9
Alto 62 42 30 14 47 73 26 45 41
Medio-Alto 37 29 21 11 42 66 26 34 55
Medio-Bajo 58 13 13 14 96 49 14 22 45
Bajo 64 12 13 38 19 25 8 42 51
Total 221 96 77 77 204 213 74 143 192
±DS 55.25
±12.4
24
±14.3
19.25
±8.1
19.25
±12.6
51
±32.4
53.25
±21.4
18.5
±9.0
35.75
±10.3
48
±6.2
p 86.3 57.1 64.2 50.7 53.1 72.9 71.2 79.4 87.3
Nt 74.1 73.5 46.8 75.0 180.7 100.1 36.5 56.6 63.0
Dt (Ind/km) 12.8 9.2 7.8 7.6 29.1 5.9 5.1 7.1 6.8
Tabla 5. Análisis de la Varianza de las densidades de C.c.fuscus en Hidroprado, los
transectos y los niveles del agua
F.V. SC gl CM F p-valor
Modelo. 232.3 11.0 21.1 4.2 0.0
Transecto 222,27 8 27.78 5.52 0.0005
Nivel agua 10.05 3 3.35 0.67 0.5816
Error 120.85 24 5.04
Total 353.17 35
5.3.2 Estructura poblacional y proporción de sexos. La estructura poblacional de las
babillas en Hidroprado, se estableció a partir de las observaciones (3141; =785.25)
registradas en los cuatro niveles del agua. De este total, el 58.7% pertenecieron a la clase
I (n=1844), el 32.1% a la clase II (n=1009), el 8.9% a la clase III (n=72) y el 0.3% a la clase
IV (n=10); sin embargo, para la construcción de los histogramas de la estructura
poblacional se utilizaron las categorías II, III y IV. La estructura poblacional presentó
diferencias entre el número de observaciones por clase y las distintas zonas de muestreo
(X2=67.43; gl=16; p=<0.0001). Tomogó, Bocas de salero 1 y 2, Tafurito y el Caimán fueron
54
los lugares donde más observaciones se realizaron de la clase II y III. Por el contrario,
Corinto, Isla del Sol, San Buenaventura y Yucupí fueron los lugares con menor presencia
de individuos de estas clases. La Clase IV se observó en mayor cantidad en San
Buenaventura, Bocas de salero 2 y Yucupí (figura 7).
Con base en los histogramas comparativos de las estructuras poblacionales naturales de
C.crocodilus en los llanos de Venezuela propuestos por Velasco y Ayarzagüena (1995),
se observó, que la población de babillas de Hidroprado ha sido sobre-explotada ya que las
estructuras de todos los transectos (excepto Yucupí) presentan forma de escalera, donde,
la clase II representa la mayor porción de la estructura, la clase III está reducida y la clase
IV tiene poca presencia o está exigua. La estructura de Yucupí presenta la clase II y III con
la misma porción y la clase IV presenta muy pocos individuos.
Figura 7. Estructura poblacional de C.c.fuscus en Hidroprado por transecto a partir de
las observaciones. T1=Tomogó, T2=Corinto, T3=Isla del Sol, T4=San Buenaventura, T5=
Bocas de salero 1, T6=Bocas de salero 2, T7=Yucupí, T8=Tafurito y T9=El Caimán
Fuente: la autora
La estructura poblacional en los distintos niveles del agua presentó diferencias
significativas entre el número de observaciones por clase y los niveles del agua
(X2=111.96; gl=6; p=<0.0001). La estructura presenta una forma de escalera donde la
clase II tiene poca variación en los niveles de agua Alto, Medio-Bajo y Bajo. En el nivel de
55
agua Medio-Alto, esta clase disminuyó en un 15% (n=41). La clase III disminuye a medida
que decrece el nivel del agua; en el nivel del agua Bajo solo se observaron cinco individuos
de esta clase. Por último, se observaron solo 10 machos adultos (clase IV) en todo el
estudio, en el nivel de agua Alto se observaron dos individuos, en los niveles Medio-Alto y
Medio-Bajo se observaron cuatro individuos en cada uno, y en el nivel de agua bajo no se
observó ninguna babilla de esta clase (figura 8).
Figura 8. Estructura poblacional de C.c.fuscus en Hidroprado en los distintos niveles del
agua.
Fuente: la autora
En los cuatro monitoreos se realizaron un total de 349 capturas de las cuales el 75%
(n=262) pertenecieron a la clase I, el 22% (n=77) a la clase II y el 3% (n=10) a la clase III-
IV (figura 9). Se capturaron individuos en todas las unidades de muestreo. La clase I, se
capturó en mayor medida en Tafurito, Bocas de salero (1 y 2), Tomogó y Corinto, los
sectores con menos capturas de esta clase fueron los sectores de Isla del Sol y San
Buenaventura. La clase II, también se capturó en todos los transectos; las mayores
capturas se realizaron en Tafurito, Bocas de salero (1 y 2), el Caimán y Tomogó, en el
resto de transectos se capturaron pocos individuos de esta clase. Las capturas de los 10
individuos de la clase III-IV se realizaron en los transectos Tomogó, Isla del Sol, Bocas de
salero 1 y 2, Yucupí y Tafurito. La eficiencia de captura fue del 11% con respecto al número
de observaciones tenidos en cuenta en la estructura poblacional (n=3141).
56
Figura 9. Número de individuos capturados por clase y transecto.
Fuente: la autora
De los 349 animales capturados se determinó el sexo a 214 individuos. De los cuales el
59% fueron Clase I (n= 127); el 36% fueron clase II (n=77) y el 5% fueron clase III-IV
(n=10) (figura 10). La proporción de sexos no fue homogénea en las clases de tamaño
(X2=8.49; gl=2; p=0.0144). Se estableció que la proporción sexual Macho/Hembra (M/H)
en la clase I fue de 1.1:1 M/H (H=61; M=66); para la clase II fue de 0.5:1 (H=53; M=24) y
para la clase III-IV fue de 0.6:1 M/H (H=6; M=4). En términos generales las proporciones
de sexo (M/H) de los individuos capturados de C.c.fuscus fue de 0.8:1 (H=120; M=94).
La proporción sexual Macho/Hembra de los individuos capturados difieren en los
transectos (X2=29.19; gl=8; p=0.0003), presentando una proporción 1:1 en el Caimán (T9),
una proporción con inclinación hacia las hembras en los transectos Tomogó (T1; 0.4:1),
Bocas de salero 1 (T5; 0.4:1) y Tafurito (T8; 0.4:1), y una inclinación hacia los machos en
los transectos Corinto (T2; 3:1), Isla del Sol (T3; 2.3:1), San Buenaventura (T4; 3:1), Bocas
de salero 2 (T6;1.2:1) y Yucupí (T7; 2.5:1) (figura 11).
57
Figura 10. Número de individuos capturados por clase y sexo
Fuente: la autora
Figura 11. Machos y hembras capturados por transecto
Fuente: la autora
Las proporciones sexuales por clases de tamaño mostraron diferencias por transecto, los
individuos capturados de la clase I mostraron proporciones sexuales inclinadas hacia las
hembras en los transectos: Tomogó (T1; 0.2:1), Bocas de salero 1 (T5; 0.6:1), Yucupí (T7;
58
0.8:1) y Tafurito (T8; 0.7:1); la proporción de sexos con inclinación a los machos se
presentaron en los transectos: Corinto (T2; 4:1), Bocas de salero 2 (T6; 3:1) y el Caimán
(T9, 1.6); en la Isla del sol se capturaron solo machos (n=4) (figura 12). En esta clase, se
capturaron grupos de individuos con proporciones iguales, sesgadas en alguno de los dos
sexos y grupos unisexuales (dos grupos de solo machos y un grupo de solo hembras).
Figura 12. Machos y hembras de la clase I capturados por transecto
Fuente: la autora
La clase II presentó una proporción sexual M/H de 1:1 en el transecto de San
Buenaventura (T4); las proporciones con mayor representación de machos se observaron
en Corinto (T2; 2:1), Isla del sol (T3; 1.5:1) y Yucupí (T7; 3:1). Los transectos Tomogó (T1;
0.8:1), Bocas de salero 1 (T5; 0.29:1) y 2 (T6; 0.21:1), Tafurito (T8; 0.23:1) y el Caimán
(T9; 0.33:1) presentaron la mayor proporción de hembras (figura 13). Por último, en la
clase III-IV se capturaron cuatro machos (T1=1, T7=2 y T9=1) y 6 hembras (T1=1, T3=1,
T5=1, T6=2 y T7=1).
Figura 13. Machos y hembras de la clase II capturados por transecto
59
Fuente: la autora
5.3.3 Condición corporal. A partir del peso y la longitud hocico-cloaca de los 349 individuos
capturados se calculó el factor de condición de Fulton (K), se obtuvo la media ( =2.3) y la
desviación estándar (S=0.82). La categorización de condición corporal para las babillas de
Hidroprado fue: baja K ≤1.53, buena K=1.54-3.16 y excelente K ≥ 3.17. A nivel general, se
observó que el 77% (n=269) de los individuos presentó una condición corporal buena, el
15% (n=51) una condición corporal excelente y el 8% (n=29) de los individuos una
condición baja.
En cuanto las clases de tamaño se observó que los individuos que presentaron condición
corporal baja fueron disminuyendo a medida que aumentó la clase de tamaño. El 75.2%
(n=197) de los individuos de la clase I mostraron condición corporal buena, el 15.6%
(n=41) una condición excelente y el 9.2% (n=24) una condición baja. En la clase II, la
condición corporal del 84.4% (n=65) de los individuos fue buena, el 10.4% (n=8) excelente
y 5.2% (n=4) baja. Por otro lado, de los 10 individuos capturados de la clase III-IV, el 70%
presentó condición corporal buena, el 20% excelente y el 10% baja. A nivel de los sexos,
de los 214 individuos sexados, las hembras presentaron mejor condición corporal que los
machos. El 83.3% (n=100) de las hembras presentó una condición buena, el 10% (n=12)
excelente y el 6.7% (n=8) baja. En cuanto a los machos el 86.2% (n=81) de los individuos
60
presentaron una condición corporal buena, el 4.3% (n=4) una condición excelente y el
9.6% (n=9) una condición baja. Por último, de los individuos a los cuales no se le identifico
el sexo (n=135), el 65.2% (n=88) mostró una condición corporal buena, el 25.9% (n=88)
una condición excelente y el 8.9% (n=12) una condición baja (figura 14).
Respecto a los valores de K por transecto (figura 15; tabla 6), la prueba de Kruskal Wallis
(H) mostró que existen diferencias entre las unidades de muestreo (H= 78.59; gl=8; p=
<0.0001). Se observó que en general todos los transectos se encuentran dentro de la
categoría de condición corporal buena. Sin embargo, Yucupí (T7) y el Caimán (T8)
presentaron los valores más bajo del Factor K, por el contrario, Tomogó (T1), Isla del Sol
(T3), Bocas de salero 1 (T5), Bocas de salero 2 (T6) y Tafurito (T8) presentaron los valores
más altos. Por otra parte, en Corinto (T2), Isla del Sol (T3) y San Buenaventura (T4) los
individuos no presentaron condición corporal baja.
Los valores de condición corporal (K) difieren en los distintos niveles del agua (H=120.40;
gl=3; p=<0.0001; figura 16). En los cuatro niveles del agua (Alto, Medio-Alto, Medio-Bajo
y Bajo) el mayor porcentaje mostró condición corporal buena (77.1%, n=269; K=1.54-3.15,
=2.15). El número de individuos que presentó condición corporal excelente fue
disminuyendo a medida que decreció el nivel del agua, en el nivel del agua Bajo ninguno
de los 40 individuos capturados presentó esta condición corporal (95% condición corporal
buena y 5% condición corporal baja). Por otro lado, de las 29 babillas que presentaron
condición corporal baja, cuatro se capturaron en el nivel del agua Alto (n=119), dos en el
nivel del agua Medio-Alto (n=68), dos en el nivel del agua Bajo (n=40), siendo, el nivel del
agua Medio-Bajo donde se capturaron el mayor número de individuos con esta condición
corporal (tabla 7).
61
Figura 14. Valores del factor de condición corporal de Fulton (K) de los individuos de
C.c.fuscus capturados en Hidroprado por sexo y clase de tamaño
Fuente: la autora
Figura 15. Valores del factor de condición corporal de Fulton (K) de los individuos de
C.c.fuscus capturados en Hidroprado por transecto
Fuente: la autora
62
Tabla 6. Valores del factor de Fulton (K) C.c.fuscus en Hidroprado por transecto
Transecto* Condición corporal n % K-Mín K-Máx
T1
Excelente 2 6.9 3.26 4.19 3.73
Buena 25 86.2 1.56 2.77 2.16
Baja 2 6.9 1.36 1.48 1.42
T2 Excelente 8 21.1 3.28 3.83 3.51
Buena 30 78.9 1.58 3.15 2.39
T3 Excelente 2 20 3.47 5.53 4.5
Buena 8 80 1.64 2.62 2.06
T4 Excelente 4 50 3.19 4.06 3.46
Buena 4 50 1.85 2.23 2.08
T5
Excelente 2 4.1 3.28 4.63 3.96
Buena 27 55.1 1.59 2.81 1.98
Baja 20 40.8 1.13 1.53 1.43
T6
Excelente 5 9.4 3.17 4.74 3.94
Buena 46 86.8 1.54 2.85 1.97
Baja 2 3.8 1.52 1.53 1.53
T7
Excelente 1 3 3.19 - -
Buena 30 90.9 1.59 3.05 2.25
Baja 2 6.1 1.05 1.29 1.17
T8
Excelente 25 27.8 3.19 7.34 4.12
Buena 64 71.1 1.58 3.09 2.16
Baja 1 1.1 1.13 - -
T9
Excelente 2 5.1 3.57 3.57 3.57
Buena 35 89.7 1.75 3.05 2.27
Baja 2 5.1 1.09 1.52 1.31
*T1=Tomogó; T2=Corinto; T3=Isla del Sol; T4=San Buenaventura; T5=Bocas de Salero 1;
T6=Bocas de Salero 2; T7=Yucupí; T8=Tafurito; T9=el Caimán
63
Figura 16. Valores del factor de condición corporal de Fulton (K) de los individuos de
C.c.fuscus capturados en Hidroprado por cada nivel del agua
Fuente: la autora
Tabla 7. Valores del factor de Fulton (K) C.c.fuscus en Hidroprado por nivel del agua
Nivel del agua Condición corporal n % K-Mín K-Máx
Alto
Excelente 42 35.3 3.19 7.34 3.84
Buena 73 61.3 1.54 3.15 2.44
Baja 4 3.4 1.05 1.52 1.30
Medio-Alto
Excelente 5 7.4 3.17 4.05 3.53
Buena 61 89.7 1.62 3.05 2.21
Baja 2 2.9 1.29 1.53 1.41
Medio-Bajo
Excelente 4 3.3 4.19 5.92 5.10
Buena 97 79.5 1.56 2.70 1.94
Baja 21 17.2 1.13 1.53 1.42
Bajo
Buena 38 95 1.71 2.81 2.05
Baja 2 5 1.09 1.52 1.30
64
5.3.4 Distribución espacial y uso de hábitat. Se observó la presencia de babillas en todos
los transectos monitoreados en el embalse (Figura 17). La distribución espacial según las
clases de tamaño sugieren que las clases I y II están presentes en todas las unidades de
muestreo; sin embargo, Isla del sol, Yucupí y San Buenaventura son las áreas con menor
presencia de individuos de estas clases de tamaño. Por otro lado, Bocas de salero 2,
Tomogó, Tafurito y el Caimán son las áreas con los registros más altos de individuos de
estas dos clases. La clase III-IV también se observa a lo largo del embalse; sin embargo,
los sectores de Isla del sol, San Buenaventura y Tafurito son las áreas con poca presencia
de esta clase, a diferencia de Bocas de salero 2, el Caimán, Yucupí y Tomogó, donde se
observa en mayor cantidad.
A partir de las recapturas (n=27), se observó que los individuos durante el estudio se
dispersaron dentro de cada unidad de muestreo en la que se capturaron inicialmente y no
mostraron patrones de desplazamiento; sin embargo, un individuo de la clase I fue
capturado en el Caimán (T9) con una longitud total de 33cm y se recapturó 142 días
después en Tafurito (T8) con una longitud total 41cm recorriendo 4391 m de distancia no
no euclidea. En la clase I (<50cm) el mayor desplazamiento por el borde de la costa fue
de 4391 m y el menor desplazamiento fue de 40m ( =794.9m). El Caimán, Corinto y
Tafurito fueron los lugares donde se observaron los mayores desplazamientos de los
individuos de esta clase, por el contrario, Yucupí presentó las menores dispersiones. Los
desplazamientos de los dos individuos de la clase II (50.1-120 cm) fueron de 2030 m por
la costa (1438 m distancia euclidiana) para el primer individuo en la Isla del sol y 827 m
(288 m distancia euclidiana) para el segundo individuo en Tafurito (tabla 8).
65
Figura 17. Ubicación geográfica de C.c.fuscus en Hidroprado. Transectos: Tomogó (T1),
Corinto (T2), Isla del Sol (T3), San Buenaventura (T4), Bocas de salero 1(T5), Bocas de
salero 2 (T6), Yucupí (T7), Tafurito (T8) y el Caimán (T9)
Fuente: la autora
66
Tabla 8. Desplazamientos de los C.c.fuscus en la represa de Hidroprado a partir de las
capturas y recapturas.
Nro. Marca LT
(cm) Transecto
Fecha Distancias (m)
Captura Recaptura días Euclidea No Euclidea
1 128 28.6 T2 Febrero Abril 53 1548 1790
2 64 32.8 T8 Febrero Abril 60 41 65
3 134 48 T1 Febrero Abril 56 454 765
4 133 28.2 T2 Febrero Julio 137 1548 1790
5 131 28.2 T2 Febrero Julio 137 1548 1790
6 107 33 T9 Febrero Julio 142 1994 4391
7 61 35.5 T8 Febrero Julio 145 72 83
8 79 34 T8 Febrero Julio 145 493 580
9 63 30 T8 Febrero Julio 145 119 138
10 62 33.9 T8 Febrero Octubre 236 256 300
11 145 65.5 T3 Abril Julio 86 1438 2030
12 172 36.2 T8 Abril Julio 86 284 345
13 174 31.5 T8 Abril Octubre 184 299 365
14 171 36.2 T8 Abril Julio 86 287 371
15 170 33.5 T8 Abril Octubre 184 130 145
16 224 27 T2 Julio Octubre 95 781 3089
17 319 45 T8 Julio Octubre 92 288 827
18 317 35.5 T8 Julio Octubre 92 302 500
19 309 39.5 T8 Julio Octubre 92 298 534
20 328 42 T8 Julio Octubre 95 505 1800
21 228 23 T7 Julio Octubre 96 40 40
22 229 23 T7 Julio Octubre 96 40 40
23 230 24 T7 Julio Octubre 96 40 40
24 231 24 T7 Julio Octubre 96 40 40
25 233 24 T7 Julio Octubre 96 40 40
26 234 23.5 T7 Julio Octubre 96 40 40
27 171 41 T8 Julio Octubre 88 194 217
67
En cuanto el uso de hábitat, en las salidas de campo, se observó que el nivel del agua
presente en el momento de monitoreo, determinó el hábitat disponible para las babillas.
En el nivel de agua Alto (durante el mes de febrero de 2015), se inundó la vegetación
ribereña y quedaron expuestos pocos afloramientos rocosos y empalizadas. A medida que
el nivel del agua fue disminuyendo (en los meses de abril, julio y octubre de 2015), se
observaron áreas muy heterogéneas con presencia de vegetación ribereña inundada
ubicada en los lugares con menor pendiente, zonas con vegetación emergente y acuática,
suelos desnudos, montículos de arena y afloramientos rocosos con formación de cuevas
(figura 18). En los cuatro monitoreos se realizaron un total de 3141 registros, sin embargo,
103 registros no correspondieron a las cinco categorías de hábitat propuestas para este
estudio, por tanto se trabajó con un total de 3038 registros (nivel del agua Alto, n= 809;
Medio-Alto, n=775; Medio-Bajo, n=730 y Bajo, n=724) de los cuales el 59.2% fueron clase
I (n=1800), el 32.7% clase II (n=994) y el 8% clase III-IV (n=244).
En el Análisis de Correspondencia Múltiple (ACM) la variable mejor reflejada en el eje 1
es el nivel del agua (54.17% de la varianza) y el hábitat es la variable mejor reflejada en la
dimensión 2 (38.77% de la varianza). Las babillas se asocian a los diferentes tipos de
hábitat presentes en el embalse, los cuales se encuentran en función del nivel del agua; a
nivel general, las aguas altas se relacionan en mayor medida con la vegetación inundada
y la vegetación acuática, y las aguas bajas con las empalizadas, las rocas, el suelo
desnudo y las cuevas (figura 19). En el nivel de agua Alto y Medio-Alto el tipo de hábitat
más usado fue la vegetación acuática (VA) seguido de la vegetación inundada (VI),
representando en el nivel Alto el 43.9 % en VA y el 30.5% en VI; y en el nivel de agua
Medio-Alto el 47.8% en VA y el 22.5 % en VI. El menor número de individuos se registró
en las rocas-suelo desnudo-cuevas (RC; 6.05%) y las empalizadas (E; 11.2%) en el nivel
de agua Alto, sin embargo, en el nivel de agua Medio-Alto aumentó el número de
avistamientos en RC a un 11% y E a un 15.9% (tabla 9 y figura 20).
Conforme el nivel del agua fue decreciendo a los niveles Medio-Bajo y Bajo, se realizó una
mayor cantidad de observaciones en las rocas, el suelo desnudo, las cuevas (RC),
vegetación acuática (VA) y empalizadas (E) disponibles. En la vegetación inundada aún
presente en la costa en las áreas con menor pendiente del embalse (colas del vaso del
68
embalse) se observaron 40 individuos de la clase I en el nivel del agua Medio-Bajo y un
individuo clase III-IV en el nivel del agua Bajo. En aguas abiertas (AA), se observaron
individuos de la clase de la clase III-IV en todos los niveles del agua e individuos de la
clase II en el nivel de agua Alto a Medio-Bajo, pero ningún individuo se registró en el nivel
de agua Bajo (tabla 9 y figura 20).
Tabla 9. Número de individuos de C.c.fuscus observados por Clase de tamaño, en los
diferentes tipos de hábitat. AA=Aguas Abiertas; E=Empalizada; RC=Rocas, Suelo
desnudo y Cuevas; VA=Vegetación Acuática; VI= Vegetación Inundada; según los
diferentes niveles de agua
Nivel del Agua Tipo de hábitat
Individuos por Clase Total
I II III-IV
Alto
AA 0 8 10 18
E 47 22 22 91
RC 27 15 7 49
VA 265 106 33 404
VI 107 105 35 247
Total 446 256 107 809
Medio-Alto
AA 0 4 17 21
E 53 52 18 123
RC 43 28 14 85
VA 275 82 14 371
VI 106 49 20 175
Total 477 215 83 775
Medio-Bajo
AA 0 7 16 23
E 108 68 10 186
RC 143 82 11 236
VA 131 101 13 245
VI 40 0 0 40
Total 422 258 50 730
Bajo AA 0 0 2 2
69
Nivel del Agua Tipo de hábitat
Individuos por Clase Total
I II III-IV
E 128 60 0 188
RC 253 188 1 442
VA 74 17 0 91
VI 0 0 1 1
Total 455 265 4 724
TOTAL REGISTROS 1800 994 244 3038
Figura 18. Vereda de Tafurito en los diferentes niveles del agua. A= Nivel del agua Medio-
Alto (abril); B= Nivel del agua Bajo (octubre)
Fuente: la autora
70
Figura 19. Análisis de Correspondencias Múltiples para visualizar relaciones entre el nivel
del agua, tipo de hábitat (AA=Aguas Abiertas; E=Embalsado; RC=Rocas, suelo desnudo
y cuevas; VI=Vegetación Inundada; VA=Vegetación Acuática) y Clase de tamaño (I, II y
III-V).
Fuente: la autora
Figura 20. Distribución de individuos observados de C.c.fuscus a partir de las clases de
tamaño y de acuerdo al tipo de hábitat en los diferentes niveles de agua: A=Alto; B=Medio-
Alto; C=Medio-Bajo; D=Bajo.
Fuente: la autora
71
El Análisis de Discriminantes Canónicos (ADC) mostró que las variables ambientales
(temperatura media del agua, temperatura media del aire y humedad relativa; tabla 10)
fueron diferentes en los cuatro niveles del agua (Lambda de Wilks=0.046; P=0.0001). La
humedad y la temperatura del agua fueron las variables que explicaron en mayor
proporción la discriminación de los cuatro grupos (figura 21). En los cuatro niveles de agua
la temperatura del aire osciló de 23.7 a 29.7 °C, la temperatura del agua osciló de 24 a
33.5 °C y la humedad fluctuó entre el 42% y el 97% (tabla 11). Los niveles de agua Alto y
Medio-Bajo fueron similares en un 11.1%, ya que la humedad y la temperatura del agua
fueron similares en el transecto T1 (Tomogó). Asimismo, en el nivel de agua Bajo, fue
similar al nivel de agua Alto en 11.1% ya que los valores de estas variables fueron similares
a los del transecto T2 (Corinto); además, fue similar en un 33% al nivel de agua Medio-
Alto en los tractos T2 (Corinto), T5 (Bocas de salero 1) y T7 (Yucupí) (tabla 12).
Tabla 10. Variables ambientales en Hidroprado en los nueve transectos y los cuatro
niveles de agua
Transecto Nivel del agua Temperaturas (°C)
Humedad (%) Agua Aire
T1
Alto 33 28.4 54
Medio-Alto 31.5 26.75 95
Medio-Bajo 30 27.45 67.5
Bajo 30 28.55 67.5
T2
Alto 32 27.25 54
Medio-Alto 31 27.55 87
Medio-Bajo 24.5 26.45 78
Bajo 32 23.85 70
T3
Alto 29.5 29.3 42
Medio-Alto 33 26.5 86
Medio-Bajo 24 26.9 87.5
Bajo 30.5 28.95 65.5
T4 Alto 31.5 27.5 50.5
72
Transecto Nivel del agua Temperaturas (°C)
Humedad (%) Agua Aire
Medio-Alto 30 25.95 97
Medio-Bajo 24 25.05 83
Bajo 32 27.7 84
T5
Alto 32.5 28 59
Medio-Alto 31 26.4 95
Medio-Bajo 24.5 25.8 91.5
Bajo 31 26.25 87
T6
Alto 33.5 28.95 56
Medio-Alto 30 25.7 96.5
Medio-Bajo 24 25.6 86
Bajo 31 26.7 82
T7
Alto 29.5 27 65
Medio-Alto 30 25.45 97
Medio-Bajo 25 26.25 85
Bajo 29.5 24.5 95.5
T8
Alto 31 27.5 59
Medio-Alto 30.1 25.2 94
Medio-Bajo 27 23.7 95
Bajo 29 24.85 89
T9
Alto 33.5 27.5 48.5
Medio-Alto 29.5 25.25 94
Medio-Bajo 25 24.7 90.5
Bajo 29.5 28.4 85.5
73
Tabla 11. Variables ambientales en Hidroprado en los cuatro niveles de agua.
TAg=temperatura del agua, TAi= temperatura del aire, H=Humedad
Nivel_agua TAg (°C) SD TAi (°C) SD H (%) SD
Alto 29.5-33.5 31.7 1.5 27-29.3 27.9 0.8 42-65 54.2 6.7
Medio-Alto 29.5-33 30.67 1.1 25.2-27.5 26.1 0.8 86-97 93.5 4.1
Medio-Bajo 24-30 25.33 2.0 23.7- 27.4 25.8 1.2 67.5-95 84.9 8.2
Bajo 29-32 30.5 1.1 23.8-28.9 26.6 1.9 65.5-95.5 80.6 10.5
Tabla 12. Tabla de clasificación de resultados por validación cruzada del Análisis de
Discriminante Canónico
Nivel del Agua Grupo de pertenencia pronosticado (%)
Alto Medio-Alto Medio-Bajo Bajo
Alto 100 0.0 0.0 0.0
Medio-Alto 0.0 100 0.0 0.0
Medio-Bajo 11.1 .0 88.9 0.0
Bajo 11.1 33.3 0.0 55.6
Figura 21. Análisis de Discriminantes Canónicos basado en variables ambientales y los
niveles del agua
Fuente: la autora
74
5.4 DISCUSIÓN
5.4.1 Tamaño poblacional y densidad. En el embalse de Hidroprado, se estimó una
población total (Ne) de 835.4 babillas (sin incluir la clase I), siendo, esta la primera
estimación de la población de C.c.fuscus para esta represa hidroeléctrica. Teniendo en
cuenta la ubicación (321 a 400 msnm) y el tamaño (4300 ha) de Hidroprado, se podría
considerar este humedal artificial como uno de los lugares donde se podría encontrar una
población notable de C.c.fuscus en el departamento del Tolima.
Son pocos los estudios realizados en C.crocodilus en represas donde se estime la
población total del embalse. El tamaño poblacional estimado en el embalse de Hidroprado
(4300ha) fue mayor a los estimados para el embalse del Guájaro en el departamento del
Atlántico (9000ha) por Agudelo et al. (2005) en la zona norte (N=128), la zona centro
(N=92) y la zona centro-sur (N=66), y por Moreno Arias et al. (2016) para todo el sistema
(289 ± 198 individuos), estos autores plantean que las poblaciones de este embalse
presentaron un aprovechamiento no sostenible del recurso. Esto mismo fue observado en
Hidroprado por Rodríguez (2000) en el censo nacional. En este estudio, la estructura
poblacional refleja que los C.c.fuscus tiene un aprovechamiento inadecuado de individuos
en el embalse, sin embargo, la población se está reproduciendo ya que se observó la
presencia de individuos clase I ( =461±160 observaciones).
Con respecto a la densidad, los únicos datos disponibles para Hidroprado son los
presentados por Rodríguez (2000) en el censo nacional realizado entre 1994 y 1997,
donde reportó una densidad relativa de 0.0042 ind/ha a partir de los 18 registros y el
tamaño del embalse (4300ha); el autor no especificó el área de Hidroprado monitoreada,
la distancia recorrida, el esfuerzo de muestreo ni el tamaño de los individuos. Por otra
parte, la densidad relativa en este estudio se expresó en individuos por longitud de
perímetro del cuerpo del agua (7.8 Ind/km), lo que dificulta las comparaciones de la
densidad de los dos estudios, sin embargo, la cantidad de registros realizados en este
trabajo (n=3141; =785.2) muestra un aumento de la población de C.c.fuscus en 23 años.
75
Las densidades presentadas en las diferentes áreas del embalse, pueden estar
relacionadas con las características particulares de cada unidad de muestreo y el efecto
en estas de las fluctuaciones del nivel del agua. Las menores densidades se obtuvieron
en los sectores de Yucupí, Bocas de salero 2, el Caimán, Tafurito, San Buenaventura, Isla
del sol y Corinto (5.1 a 9.2 ind/km), estas zonas poseen pendiente de 45° a 90°, donde las
fluctuaciones del nivel del agua se hacen más evidentes: los afloramientos rocosos con
pendientes >70°, los montículos de arena > a 3 m y se presentan deslizamientos y
remoción en masa, además presentan mayores modificaciones de la costa. Las
densidades más altas se registraron en las zonas de Tomogó y Bocas de salero 1 (12.8 y
29.1 Ind/km, respectivamente), estos sectores poseen menores pendientes (<10°) y
presentan características de hábitat favorables para la presencia y supervivencia de la
especie (reproducción, alimentación y refugio).
Otras posibles causas que influyen en las variaciones de las densidades en los transectos
son: 1) la concentración de individuos en ciertos sectores por la disminución del cuerpo de
agua (Rueda Almonacid et al., 2007; De La Ossa Velásquez, 1996); esta situación se
observó en Tafurito, Isla del sol, Yucupí y Bocas de salero 1; 2) el nivel del agua puede
influenciar en el movimiento de los individuos a zonas más favorables (Gorzula, 1978;
Ayarzagüena, 1983; Seijas, 1986); esto se evidenció en los cañones de Yucupí, donde la
pendiente es de 90° y en San Buenaventura donde son constantes los deslizamientos y
las remociones en masa; 3) la presión antrópica por cacería a la que están sometidas las
babillas (Agudelo et al., 2005; Balaguera Reina, 2012; Moreno Arias et al., 2013); este
factor se observó en todo el embalse dado a que las babillas son cazadas si los individuos
brindan la oportunidad, sin embargo, Bocas de Salero, Corinto, Tafurito, Tomogó y Yucupí
son áreas donde la presión de caza es mayor ya que son las zonas donde vive la
comunidad y/o son áreas de pesca; 4) factores relacionados al conteo nocturno, ya sea
por la cautela de los individuos por la presión de caza o por los elementos del paisaje
resultado de las fluctuaciones del nivel del agua que dificultaran la visibilidad de los
organismos (Da Silveira, Magnusson y Campos, 1997).
A nivel de embalses, la densidad estimada en Hidroprado (7.8 ind/km) fue mayor a la
densidad reportada por Moreno Arias et al. (2016) y Agudelo et al. (2005) para embalse
76
del Guájaro (0.59 y 5.42 ind/km, respectivamente) en Colombia y las encontradas por
Seijas (1996) en los embalses de Cumaripa (2 ind/km), Jatira (1.11 ind/km), Pueblo Viejo
(2.91 ind/km) y Tacarigua (6 ind/km) en Venezuela. En otros sistemas lénticos y lóticos a
nivel nacional, las densidades de Caiman crocodilus son muy variables; las densidades
observadas en el municipio Cambao en el departamento de Cundinamarca (Moreno Arias
et al., 2013), las ciénagas de Corozo, Balsita, Guarumo, Feréz (Ulloa Delgado et al., 2005)
y la isla de San Andrés (Forero et al., 2006) son más altas (9.1 a 36.8 Ind/km) a la densidad
encontrada en Hidroprado. Por otro lado, se reportan densidades más bajas (0.15 a 3.5
ind/km) a las observadas en este estudio en los departamentos del Atlántico, Magdalena,
Cundinamarca y Valle del Cauca (Ulloa Delgado et al., 2005; Agudelo et al., 2005,
Balaguera Reina y González Maya, 2010a; Moreno Arias et al., 2013, González Anaya y
Asprilla Posso, 2011; Moreno Arias et al., 2016). Lo anterior, destaca que en el embalse
de Hidroprado habita una población significativa de C.c.fuscus y que dada la importancia
de este recurso biológico a nivel local y nacional requiere estrategias y acciones de manejo
que permitan la conservación de la subespecie y a futuro su uso sostenible.
5.4.2 Estructura poblacional y proporción de sexos.El análisis de la estructura poblacional
permite establecer si la población ha sido impactada por el uso del recurso (Ayarzagüena,
1983; Velasco y Ayarzagüena, 1995). La estructura poblacional de las babillas en el
embalse de Hidroprado en general es de tipo escalonado, muestra que las clases I y II
representan la mayor porción de la estructura, seguida de la clase III y la clase IV está muy
reducida o ausente en los distintos niveles del agua. Este tipo de estructura, refleja que si
bien, existe reproducción y reclutamiento en la zona, la población de babillas está siendo
sometida a un uso inadecuado, presentando una extracción de individuos adultos lo que
puede influenciar en el crecimiento poblacional a largo plazo (Velasco y Ayarzagüena,
1995). Sin embargo, Ross (1999), plantea que las poblaciones de crocodílidos se pueden
recuperar de la sobre-explotación, si al eliminar la presión de caza, existe un número alto
de individuos de las clases jóvenes.
En Hidroprado, C.c.fuscus experimenta presión antrópica por cacería de subsistencia
(individuos >120 cm), cacería intencional sin uso del individuo por conflictos humano-
babilla por competencia del recurso pesquero y daño de las artes de pesca; cacería
77
incidental en las faenas de pesca y mortalidad accidental en las mallas de pesca. El uso
inadecuado del recurso biológico, también ha sido registrado a nivel nacional en las
poblaciones de C.c.fuscus de la cuenca Alta del Río Magdalena (Rodríguez, 2000), Vía
Parque Isla de Salamanca (Balaguera Reina y González Maya, 2010a), Ciénagas
Zapatosa y Costilla (Balaguera Reina, 2012), cuenca baja y media del río Atrato
(Balaguera Reina et al., 2010), el departamento de Cundinamarca (Moreno Arias et al.,
2013), el embalse del Guájaro (Agudelo et al., 2005; CITES, 2016b) y las ciénagas Grande
y de Luruaco (CITES, 2016b) y en Costa Rica en el río Sierpe (Escobedo Galván y
González Maya, 2006) y Caño Negro (Escobedo Galván y González Maya, 2008).
A nivel de los transectos, las estructuras poblacionales son de forma escalonada lo que
refleja la extracción inadecuada de individuos en gran parte del embalse, a excepción del
área de Yucupí, en donde la estructura poblacional muestra que las clases II y III tienen la
misma proporción y la clase IV está muy reducida. Velasco y Ayarzagüena (1995),
plantean que este tipo de estructura refleja un uso reciente de los individuos de mayor
tamaño, lo que conlleva a un aumento de la proporción de la clase II equiparándose en
porcentaje de individuos a la clase III. La zona del río Yucupí, no es un área de uso habitual
por parte de los pescadores ya que presenta diversos cañones y laberintos. Sin embargo,
en esta área se observan individuos de gran tamaño los cuales son cazados si dan la
oportunidad.
En cuanto a la proporción de sexos de los individuos capturados, la clase I mostró en
general una proporción macho-hembra de 1.1:1. En esta clase, se capturaron en los
diferentes transectos grupos de individuos con proporciones iguales, sesgadas en alguno
de los dos sexos y unisexuales. Si bien, en este trabajo no se estudiaron los factores que
influyen en la proporción sexual de los animales capturados, se considera que en esta
clase de tamaño, la proporción de sexos está influenciada en gran medida por el sexo de
las crías al nacimiento (Ayarzagüena, 1983). La determinación sexual de los embriones
se asocia a las características ambientales de las áreas de anidamiento, en especial la
cobertura vegetal (Lang y Andrews, 1994) y las condiciones climáticas locales (Lance,
Elsey y Lang, 2000; Simoncini, Piña, Siroski, Cruz y Larriera, 2008).
78
Los factores climáticos como la temperatura ambiental, la humedad relativa y la
precipitación son determinantes para la viabilidad de los huevos y la diferenciación sexual
de los embriones. A nivel de las precipitaciones, Rhodes y Lang (1996) encontraron en
Alligator mississippiensis que las lluvias disminuyen la temperatura de incubación en los
nidos favoreciendo el nacimiento de hembras. Sin embargo, Simoncini et al. (2008)
observaron que en nidos de Caiman latirostris el aumento de las precipitaciones
disminuyen la presencia de hembras. Por otra parte, Simoncini, Cruz, Larriera y Piña
(2014), sugieren que el aumento de las precipitaciones puede disminuir la temperatura del
nido o aumentarla los días posteriores a la lluvia debido a la descomposición de material
vegetal influyendo en la proporción de sexos.
En cuanto a la temperatura, Simoncini et al. (2008), observaron que el porcentaje de
hembras aumenta en los nidos de la naturaleza (>50%) a temperaturas medias entre 25 y
26.5 °C. Por otra parte, Escobedo Galván, Retana, Méndez y González Maya (2012),
plantean que el aumento de temperatura y disminución de las precipitaciones puede
favorecer al aumento del porcentaje de machos. No obstante, Lang y Andrews (1994),
observaron que en C.c.crocodilus la determinación sexual presenta un patrón hembra-
macho-hembra, el cual se basa en la producción de machos en temperaturas intermedias
y hembras en bajas y altas temperaturas. Estas condiciones pueden ser de gran
importancia en la determinación sexual de las babillas en Hidroprado ya que la región
Andina del país presenta variaciones notables y en algunos casos extremos de la
temperatura y la precipitación en el ciclo ENOS (García, Piñeros Botero, Bernal Quiroga y
Ardila Robles, 2012).
En el caso de Hidroprado, la temperatura ambiental varía entre 20 a 33°C presentando
una media de 26.5°C, lo que favorecería el nacimiento de hembras en la zona. Sin
embargo, la variación de las características climáticas en los fenómenos fuertes del Niño
(cálidos) y de la Niña (fríos) podría influenciar las proporciones sexuales de las crías. El
embalse de Hidroprado de 2010 a 2012 fue afectado por un caso extremo del fenómeno
de la Niña que se caracterizó por una disminución de la temperatura media de 0.5°C y un
aumento de las precipitaciones >90% (Montealegre, 2014), lo que pudo haber favorecido
el nacimiento de hembras. Por otro lado, en 2014-2015 se presentó un caso extremo del
79
fenómeno del Niño donde la temperatura media aumento 2°C y las precipitaciones
disminuyeron en un 40% (UNGRD, 2014), lo que pudo haber favorecido el nacimiento de
machos bajo la premisa de Escobedo Galván et al., 2012 o de hembras bajo el patrón FMF
propuesto por Lang y Andrews (1994) para la especie. Tomando en cuenta estas
circunstancias, se visualiza la importancia de realizar estudios sobre los efectos del cambio
climático en las proporciones sexuales de las babillas en Hidroprado con la finalidad
estimar la tendencia de dichas proporciones en el ciclo ENOS y conocer su impacto
(positivo o negativo) en la población.
Los individuos capturados de las clases II (0.5:1 M/H) y III-IV (0.6:1 M/H) en general
presentaron una mayor proporción de hembras. Estas proporciones difieren de las
proporciones sesgadas a los machos reportadas por Moreno Arias et al. (2013) para
C.c.fuscus en Cundinamarca (Colombia); La Encrucijada (2010) para C.c. chiapasius en
la Reserva de la Biosfera La Encrucijada (México) y Escobedo Galván (2008) y Aranda
Coello (2017) para C.crocodilus en Caño Negro (Costa Rica). Por otra parte, Agudelo et
al., (2005) observaron en los individuos capturados de estas mismas clases de tamaño
proporciones macho/ hembra de 1:1 en C.c.fuscus en el embalse del Guájaro (Colombia)
y Gómez Vásquez (2015) reportaron estas mismas proporciones para la clase II en los
C.crocodilus en la Reserva Nacional Pucacuro (Perú).
Se considera que las proporciones sesgadas a las hembras de los individuos capturados
en Hidroprado podrían deberse a los siguientes factores: 1) las proporciones de la clase II
podrían estar definidas desde la incubación dado que en 2010 a 2012 se presentó un
fenómeno extremo de la Niña lo que pudo favorecer el nacimiento de hembras; 2) la
selección diferenciada de hábitat (Thorbjarnarson, 1997), la mayoría de las hembras se
capturaron en Tomogó, Bocas de Salero, Tafurito y el Caimán, consideradas áreas de
anidación en el embalse; Oliveira (2010) observó que Caiman crocodilus presenta un
sistema de apareamiento poligámico donde un macho se aparea con más de una hembra,
por tanto, pueden observarse en algunas áreas la presencia de una mayor proporción de
hembras; además, el comportamiento agonístico de los machos podría influir en el
desplazamiento de otros machos de menor tamaño lo que disminuiría la presencia de
machos (Ayarzagüena, 1983) y 3) la presión de caza que existe en Hidroprado suscita un
80
elevado nivel de cautela de los individuos de mayor talla lo que pudo influir en la baja
captura de machos adultos.
En términos de manejo, la situación observada en Hidroprado donde la proporción tiene
una inclinación hacia las hembras es favorable la viabilidad de la especie, dado a que
varias hembras pueden ser fertilizadas por un macho, por tanto, en una temporada
reproductiva una cantidad mayor de hembras aportaría una mayor cantidad de crías a la
población lo que es importante para su mantenimiento a largo plazo (Buitrago Vannini,
1998). Además, Ross (1999), plantea que el mantenimiento de la población de las
hembras reproductivas y la protección del hábitat donde estas habitan, son dos factores
de importancia crítica para la sobrevivencia de la especie.
5.4.3 Condición corporal. El factor de condición corporal de Fulton (K) mostró que los
individuos de C.c.fuscus en Hidroprado, presentaron condiciones corporales buenas a
excelentes, si bien, no se realizaron estudios sanitarios y nutricionales en los organismos,
los resultados sugieren que el embalse actualmente, presenta condiciones ecológicas y
medioambientales favorables para la satisfacer los requisitos de vida de los individuos
(alimentación, termorregulación y refugio) permitiendo alcanzar las condiciones corporales
óptimas para el mantenimiento y desarrollo de la población. La condición corporal de los
crocodílidos puede diferir por factores internos como: procesos fisiológicos, patológicos y
comportamentales (Huchzermeyer, 2003; Ayarzagüena, 1983), y factores externos como:
la temperatura ambiental que influye directamente en la alimentación, las condiciones
ambientales que afectan la disponibilidad de las presas o limitan los recursos, la
contaminación que afecta la salud de los individuos, la densidad poblacional que puede
generar condiciones de estrés por competencia intraespecífica y las presiones antrópicas
como la caza (Zweig, 2003; Rice, 2004; Mazzotti et al., 2012).
En todo el embalse solo 29 individuos de las 349 babillas capturadas presentaron
condición corporal baja de los cuales el 82.7% (n=24) pertenecieron a la clase I, las clases
II y III-IV (n=5), presentaron valores del factor de condición de Fulton en el límite superior
de esta categoría. Se considera que esta condición corporal presentada por los individuos
de menores tallas pudo deberse a condiciones propias de los individuos, como bajo peso
al nacer o patologías (Huchzermeyer, 2003); el cambio en la composición de la dieta a
81
medida que avanza su desarrollo (Ayarzagüena, 1983) y la densidad, ya que el 83% de
estos individuos se capturó en Bocas de salero 1, esta zona presentó la mayor densidad
del embalse, lo que podría generar estrés por alimento y refugio.
Por otra parte, las fluctuaciones del nivel del agua generan cambios en el hábitat afectando
los elementos que componen el interface agua-tierra y la productividad del embalse, estos
factores pueden influir en la condición corporal de los crocodílidos de diferentes tamaños
(Márquez y Guillot, 2001; Brandt, Beauchamp, Jeffery, Cherkiss y Mazzotti, 2016). En
2015, el embalse de Hidroprado presentó una disminución gradual del nivel del agua que
generó cambios significativos en la topografía de la costa como el incremento de las
distancias de la cobertura vegetal ribereña al borde del agua, la disminución de la
vegetación acuática, así como, el aumento del suelo desnudo, rocas y cuevas lo que
afectaría la disponibilidad de las presas (entomostráceos, gasterópodos, invertebrados y
peces; Villa Navarro, 1999; Carrillo y Reinoso, 2001) y reduciría las áreas de refugio,
generando factores de estrés por competencia intraespecifica por los recursos disponibles
afectando la condición corporal de los individuos (Ayarzagüena, 1983).
5.4.4 Distribución espacial y uso de hábitat. Los C.c.fuscus se distribuyen en
prácticamente todas las áreas del Hidroprado. Sin embargo, se observan agregaciones en
los lugares con presencia de individuos de la clase I (nidadas), dado que esta clase tiende
a estar agrupada como mecanismo defensivo ante la depredación (Ayarzagúena, 1983;
Seijas, 2011). La babillas en general se localizan en los sectores cóncavos de las
márgenes y las desembocaduras de ríos y quebradas que alimentan el embalse, donde,
se acumula vegetación acuática y palizadas; las formaciones rocosas de distintas
pendientes y tamaños en el que existen acumulación de rocas y formación de cuevas; las
áreas con menor pendiente y las colas del embalse en las que se forman valles lodosos
con desarrollo de gramíneas y herbáceas de diferentes portes. Si bien, cada embalse tiene
sus propias características dada su heterogeneidad espacial, temporal y social lo que
dificulta las comparaciones (Márquez y Guillot, 2001), lo observado en Hidroprado coincide
con lo descrito por Agudelo et al. (2005) para el embalse el Guájaro (Colombia).
82
Las fluctuaciones del nivel del agua en los embalses pueden ser más intensas, frecuentes
(periodos cortos de tiempo) e irregulares con tasas de renovación más elevadas que los
cuerpos lénticos naturales, por las operaciones hidráulicas (Márquez y Guillot, 2001). En
Hidroprado, los cambios del nivel del agua del embalse se condicionan generalmente por
factores antrópicos como: el uso del recurso hídrico y el control de la operación de la
represa, y por factores naturales como: la morfología del embalse, la disponibilidad hídrica
superficial y la distribución temporal de las precipitaciones que en el caso de Hidroprado
presenta dos períodos secos en los meses de diciembre a febrero y junio a agosto,
intercalados por dos periodos lluviosos en los meses de marzo a mayo y de septiembre a
noviembre (Velasco Rivera y Díaz Granados, 2006; Ministerio de Medio Ambiente,
Vivienda y Desarrollo Territorial, 2011; Autoridad Nacional de Licencias Ambientales,
2013, 2017). No obstante, en el año 2015 se presentó una disminución gradual y anormal
del nivel del agua (Alto/febrero, Medio-Alto/abril, Medio-Bajo/julio y Bajo/octubre) que llegó
a los 14 m con un cambio significativo en la topografía de la costa. Esto como resultado
de las condiciones severas del fenómeno del Niño que provocaron disminución en las
precipitaciones anuales y consecuentemente una disminución en el aporte hídrico de las
cuencas (EPSA E.S.P., 2016).
Los avistamientos de C.c.fuscus en los diferentes niveles de agua fueron similares en las
clases I y II, sin embargo, la clase III-IV fue disminuyendo hasta llegar a cuatro
observaciones en el nivel de agua más bajo; se considera que esto pudo deberse a que
cuando el nivel del agua está bajo, la topografía de la costa ofrece pocos lugares para el
refugio de individuos de tallas mayores a 120 cm. Además, en Hidroprado existe una alta
presión de caza de individuos adultos por parte de la comunidad para consumo de su
carne (datos no publicados), por lo que estas dos situaciones podrían presionar a los
individuos a moverse a zonas del embalse que ofrece mejores condiciones para
refugiarse, como son las quebradas perennes que abastecen el embalse, los parches de
bosque más cercanos de las orillas o las cuevas de los afloramientos rocosos. Campos,
Mourão y Magnusson (2017) plantean que los movimientos de los crocodílidos están
influenciados por el nivel del agua y la variación estacional en los hábitats acuáticos.
Además, se ha registrado en el Pantanal brasilero que los individuos de Caiman yacare
realizan movimientos naturales de sus lugares de permanencia como respuesta a
83
perturbaciones como la cacería (Campos, Coutinho y Magnusson, 2003). Por otra parte,
Ayarzagüena (1983) y Seijas (1986), observaron en Caiman crocodilus en Venezuela
movimientos de individuos de un lugar a otro cuando los factores ambientales no eran los
apropiados por condiciones de estrés hídrico. Esto mismo fue registrado en el C.c.fuscus
en lagunas artificiales en Colombia por De La Ossa Velásquez (1996). Por otro lado,
Rueda Almonacid et al. (2007) proponen que C.crocodilus muestran pocos
desplazamientos en la estación seca (10 ha), los cuales aumentan en la época de lluvias
llegando a mostrar ámbitos de actividad de 40 ha.
Las babillas (C.c.fuscus) en el embalse de Hidroprado, se asocian a la interface tierra-
agua; lo que ha sido reportado por otros autores para esta subespecie en distintas áreas
de su distribución en el país (Agudelo et al., 2005; Forero et al., 2006; Balaguera Reina y
González Maya, 2010a; Moreno Arias et al., 2016). En esta interface agua-tierra en
Hidroprado, los resultados sugieren que las babillas se comportan como una especie
generalista y plástica en cuanto al hábitat; ya que se observaron individuos de todas las
clases de tamaño en diferentes tipos de hábitat presentes en la costa del embalse que se
hacen disponibles en función del nivel del agua. A nivel general C.c.fuscus, se asoció a la
vegetación ribereña inundada, la vegetación acuática tanto flotante como emergente, las
empalizadas y las cuevas; se considera que estos tipos de hábitat proveen a los individuos
recursos alimenticios y refugio, especialmente para las clases I y II, ante los posibles
depredadores, incluido el hombre (Llobet, 2002; Villarroel, Velasco, Colomine y De Sola,
2004; Balaguera Reina y González Maya, 2010a; Espinosa Blanco y Seijas, 2010);
además, de protección contra el oleaje producto del tráfico fluvial de las embarcaciones
(motores fuera de borda entre 40 a 150 hp), debido a que Hidroprado es un lugar turístico
y dentro del embalse habitan 2379 personas (Agudelo et al., 2005). En cuanto a las rocas,
el suelo desnudo y los montículos estos hábitats pueden ofrecer zonas para la
termorregulación (Ayarzagüena, 1983; Morales Betancourt et al., 2013).
En términos de las variables ambientales, observamos que el rango de humedad en el
nivel de agua alto fue de 42 a 65%, los valores de humedad aumentaron en los niveles de
agua más bajos donde se registraron humedades de 95.5 a 97%. Se considera que el
aumento de la humedad relativa pudo deberse a las inversiones térmicas nocturnas ya
84
que en los niveles de agua Medio-Alto a Bajo se registraron temperaturas del aire más
bajas (23.7 a 28.9 °C) que las temperaturas del agua (24 a 32 °C). La temperatura del
agua, clasifica a Hidroprado como un embalse cálido (>24°C; Márquez y Guillot, 2001), sin
embargo, el régimen térmico de los embalses puede variar por: el transporte de
temperatura a lo largo de la masa de agua; el intercambio de calor agua-atmósfera, los
caudales de entrada y salida; la trasferencia de calor entre el agua y el sustrato; y la
profundidad del agua (Arbat Bofill, 2015). Por otro lado, la temperatura ambiental
observada en Hidroprado, está dentro de los rangos de la zona de vida de bosque seco
tropical (bs-T; 24 y 30°C; piso térmico cálido; Pizano y García, 2014) en la que está ubicado
Hidroprado (Márquez y Guillot, 2001). Por último, se considera que las variables
ambientales (temperaturas del agua y la temperatura del aire) en Hidroprado oscilan
dentro de los rangos de temperatura (23 a 29.3°C), que le permite a los individuos de
C.c.fuscus alcanzar la temperatura corporal óptima (30-33°C en el día y 26-30°C en la
noche; Rueda Almonacid et al., 2007) para que su metabolismo sea el adecuado para
funciones básicas como: respuesta inmunológica, alimentación (actividad de caza y
digestión), reproducción (copula e incubación) y crecimiento (Huchzermeyer, 2003), lo que
permite el desarrollo de individuos de C.c.fuscus en el embalse de Hidroprado.
5.5 CONCLUSIONES
La densidad de C.c.fuscus observada en Hidroprado, destaca a este embalse como una
zona donde habita una población significativa de esta especie a nivel local y regional
que requiere a corto plazo estrategias de conservación que permitan a futuro la
implementación de un programa de su uso sostenible.
La estructura poblacional de C.c.fuscus en Hidroprado refleja que la población está
siendo usada, presentando una extracción de individuos adultos lo que puede
influenciar en el crecimiento poblacional a largo plazo. Esta situación requiere medidas
de acción con la comunidad que permitan la conservación de la especie.
La proporción de sexos de los individuos capturados en Hidroprado tiene una inclinación
hacia las hembras lo que en términos de manejo favorece el mantenimiento de la
85
especie. Sin embargo, los fenómenos del Niño y la Niña, los cuales tienen gran impacto
en la zona Andina donde se ubica Hidroprado, pueden influir de manera significativa en
la proporción de sexos.
La condición corporal de los individuos de C.c.fuscus refleja que el embalse presenta
condiciones ecológicas y medioambientales favorables para la satisfacer los requisitos
de vida de los individuos permitiendo el mantenimiento y desarrollo de la población.
C.c.fuscus en Hidroprado se comporta como una especie plástica y generalista en
términos de hábitat ya que usa de manera convenientemente los distintos tipos de
hábitat presentes en el embalse, los cuales su disposición está en función de la
dinámica hídrica de la represa.
5.6 RECOMENDACIONES
a) Establecer un programa de monitoreo a corto, mediano y largo plazo bajo metodologías
estandarizadas con la finalidad de conocer la dinámica poblacional de los C.c.fuscus en
el embalse.
b) Desarrollar en la población de C.c.fuscus investigaciones en:
Biología reproductiva con el objetivo de identificar las áreas de nidificación, establecer
el ciclo reproductivo, determinar las características de los nidos y la nidificación, el
tamaño de las puestas y características de los huevos, éxito de eclosión y causas de
pérdida de nidadas, conocer las tallas de madurez sexual, los factores que influyen
sobre las proporciones sexuales y su impacto en la población.
La tendencia de las proporciones de sexos en el ciclo ENOS (fenómenos del Niño y la
Niña) y conocer su impacto en la viabilidad de la especie a largo plazo.
Ecología trófica con el propósito de conocer la composición de la dieta, la estrategia
alimentaria y las interacciones tróficas en los distintos niveles del agua.
86
Genética poblacional con la finalidad de conocer la composición genética de la
población de C.c.fuscus de Hidroprado y los mecanismos de cambio microevolutivo
de dicha composición y su efecto en la población (mutación, migración, selección
natural, flujo génico y deriva génica).
c) Conocer el estado sanitario de la población de C.c.fuscus de Hidroprado realizando
estudios hematológicos, bioquímicos, toxicológicos, parasitológicos y microbiológicos.
Además, monitorear la condición corporal de la población con la finalidad de evaluar el
bienestar de los individuos y observar de manera general la salud del hábitat.
d) Diseñar e implementar acciones para la recuperación del hábitat en las zonas
fuertemente impactadas por los incendios forestales y la ampliación de la frontera
agropecuaria.
e) Formular e implementar un programa para la conservación y uso sostenible de Caiman
crocodilus fuscus bajo el enfoque de gestión y manejo adaptativo.
87
6. CAPÍTULO 2: PERCEPCIÓN Y CONOCIMIENTO POPULAR DE LA COMUNIDAD
DE LA REPRESA HIDROELÉCTRICA DEL RÍO PRADO (Hidroprado) SOBRE
Caiman crocodilus fuscus
6.1 INTRODUCCIÓN
Las relaciones entre las sociedades y los ecosistemas dependen de los contextos
culturales particulares, donde sus interacciones determinan las percepciones, posiciones,
estrategias y acciones que los individuos toman frente a los distintos componentes de los
ecosistemas (Castillo et al., 2009). La percepción de los habitantes de un territorio acerca
de sus propias dinámicas sociales y ambientales, se puede considerar como un
instrumento para el desarrollo comunitario que contribuye de manera participativa a la
gestión de su entorno. Por medio de éstas percepciones, se puede interpretar la manera
cómo los actores comprenden y valoran el mundo natural, y visualizan su responsabilidad
y la de otros (Restrepo, 2012).
La fauna silvestre como componente fundamental de los ecosistemas es de gran
importancia para las comunidades con las que interactúa, sea en relaciones utilitarias o
simbólicas. Por tanto, su uso incide no solo en las poblaciones silvestres de las especies
utilizadas, sino también en el hábitat y el bienestar de las personas sea de manera
individual o colectiva (Corona, 2011; Restrepo, 2012). Por tanto, conocer los vínculos entre
las personas y la fauna, así como los mecanismos que los pueden debilitar o fortalecer,
se hacen necesarios para la gestión integral de las especies y su entorno (MADS, 2012;
Carter et al., 2014).
Es de gran importancia conocer y entender la percepción que tienen las personas sobre
las especies de fauna silvestre con las que cohabitan; cuando estas especies son
depredadores la percepción de los individuos puede ser negativa al considerarlos como
perjudiciales por el consumo de especies con cierto valor económico o peligrosos para las
personas (Treves y Bruskotter, 2014). En el caso de los crocodílidos, la percepción de las
comunidades con las que cohabitan puede ser negativa debido a su estatus como
88
depredadores generando conflictos humano-crocodílidos. Sin embargo, son un elemento
fundamental en la planificación del territorio dado su potencial como especies focales. Por
tanto, la percepción y el conocimiento popular sobre la especie focal, es el punto de partida
para establecer estrategias de manejo coherentes a nivel socio-cultural que permita
minimizar los conflictos, generar alternativas participativas para la conservación y uso
sostenible del recurso biológico y establecer medidas de manejo para protección del
hábitat.
La represa de Hidroprado es uno de los principales cuerpos de agua del departamento del
Tolima y representa una de las zonas donde habita una población significativa de Caiman
crocodilus fuscus a nivel local y regional. Sin embargo, se desconoce la relación de la
especie con las personas que habitan en el embalse, por tanto, el objetivo del presente
capítulo fue conocer la percepción y conocimiento popular (biología de la especie, usos,
conflictos y raciones culturales) que tiene la comunidad sobre la especie con la finalidad
de aportar información para las perspectivas de manejo de la especie en el embalse.
6.2 METODOLOGÍA
Con la finalidad de determinar el conocimiento de los habitantes del embalse con respecto
a C.c.fuscus presentes en el área, se utilizaron dos técnicas para la recolección de datos,
la encuesta y la entrevista no estructurada. Como técnica de muestreo, se empleó la bola
de nieve, la cual se basó en la identificación de informantes que a su vez recomendaron a
nuevas personas de acuerdo con los intereses de este estudio (Blernackl y Waldorf, 1981).
La encuesta se estructuró con 21 preguntas relacionadas con la identificación del
participante, la biología, distribución de la especie y relación etnozoológica entre la
comunidad y las babillas (López Romo, 1998). La población objetivo constó de personas
mayores de 15 años, que llevaban mínimo cinco años viviendo en el embalse y que
tuvieron la disposición para participar en el estudio1. Por otra parte, las entrevistas no
1 Los habitantes de Hidroprado son cautelosos para hablar sobre fauna silvestre ya que conocen que la caza está regulada. Además, son muy reservados con sus opiniones dado a que esta región fue afectada por el
89
estructuradas, se desarrollaron con preguntas abiertas, sin un orden preestablecido,
adquiriendo características de conversación, la información fue consignada por los
integrantes del equipo; las entrevistas, se enfocaron en aquellas personas que conocían
de la temática y que llevaran el mayor tiempo viviendo en la zona (Aranda y Araújo, 2009).
Aunque la población de Hidroprado no se encuentra muy oculta, algunas áreas del
embalse son de difícil acceso (biofísico, social y logístico), por tanto, las encuestas y las
entrevistas se realizaron en visitas a los hogares, intercepción en el momento de pesca,
en reuniones de las diferentes organizaciones sociales locales en el puerto y en la
institución educativa Isla del Sol para el caso de los estudiantes de básica secundaria. El
análisis de datos fue de tipo descriptivo, basado en tablas e histogramas de frecuencia,
utilizando el software INFOSTAT 2016e (Di Rienzo et al., 2016).
6.3 RESULTADOS
Se realizaron un total de 111 encuestas. Los encuestados fueron el 61% hombres (n=68)
y el 39% mujeres (n=43); la edad de los participantes osciló entre los 15 y 74 años siendo
el promedio los 36 años. Los oficios más desempeñados son la pesca (39%) y los oficios
varios (15%) que dependen de la oferta laboral en el sector agropecuario o turístico, de
estos oficios también participan las amas de casa (11%) en las temporadas altas de
turismo en el embalse. La escolaridad en general es básica (primaria y secundaria), la
educación técnica y universitaria la presentan la policía, los administradores de hoteles o
restaurantes y los docentes de la Institución Educativa Isla del Sol. Se encuestaron
personas de todas las veredas del embalse, sin embargo, se realizaron más encuestas en
la vereda Bocas de Salero, San Buenaventura y Tafurito ya que son las zonas donde viven
más personas de la comunidad (tabla 13).
En cuanto a las entrevistas, en total se entrevistaron a seis (6) personas. Todos los
participantes fueron del sexo masculino con edades entre los 40 a los 70 años y con más
de 30 años de estar viviendo en Hidroprado. Uno de los entrevistados manifestó haber
conflicto armado (Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario, 2002; González Arias y Gómez Alarcó, 2015).
90
vivido en la zona antes de la construcción del embalse. Las seis personas entrevistadas
no tienen un oficio fijo ya que se han desempeñado en el sector agropecuario (pesca,
agricultura y ganadería) y en oficios varios (construcción y transporte fluvial). La
escolaridad de los seis entrevistados fue básica primaria. Los lugares de residencia fueron
Bocas de salero, Tafurito, el Caimán, Yucupí, Corinto y Tomogó.
Tabla 13. Frecuencias y proporciones de los aspectos socio-demográficos de los
encuestados
Ítem Frecuencia Porcentaje (%)
Sexo Hombre 68 61
Mujer 43 39
Edad
(años)
15-25 30 28
26-35 18 17
36-45 31 28
46-54 15 14
55-64 10 9
65-74 5 5
Ocupación
Administrador 5 5
Agricultor 5 5
Ama de casa 12 11
Comerciante 4 4
Estudiante 14 13
Lanchero 7 6
Oficios Varios 17 15
Pescador 43 39
Policía 2 2
Profesora 2 2
Nivel de Educación
Ninguno 11 10
Primaria 44 40
91
Ítem Frecuencia Porcentaje (%)
Segundaria 49 44
Técnico 5 5
Universitario 2 2
Vereda de residencia
Bocas de salero 27 24
Corinto 10 9
El Caimán 10 9
Isla del Sol 6 5
San Buenaventura 15 14
Tafurito 13 12
Tomogó 10 9
Yucupí 5 5
El puerto 15 14
Años viviendo en la
represa
5-12 38 34
13-18 13 12
19-25 16 14
26-31 7 6
32-38 12 11
39-44 25 23
El 100% de las personas encuestadas manifestaron estar familiarizadas con las babillas
en el embalse; el 40% (n=44) de las personas expresaron que las babillas habitan en todas
las veredas de Hidroprado, el 27% (n=30) informó que las han observado en Bocas de
salero-Lozanía, y el 26 % (n=37) restante manifestó haber tenido registros visuales en
Tomogó, Corinto, Yucupí y el Caimán (figura 22). Las personas entrevistadas comentaron
haber visto y cazado babillas en todas las veredas del embalse en especial en la
desembocadura del río Cunday en la vereda Bocas de Salero.
92
Figura 22. Veredas del embalse donde la comunidad manifiesta registros visuales de
C.c.fuscus
Fuente: la autora
Las personas encuestadas poseen poco conocimiento sobre su ecología reproductiva de
las babillas. El 76% (n=84) de los encuestados expresaron que no saben en qué época
del año se reproducen, el 14% (n=16) consideran que lo hacen todos los meses, el 6%
(n=7) que se reproducen de agosto a diciembre y el 4% (n=4) de junio a agosto. En cuanto
a la nidificación y la cantidad de huevos que ovopositan las babillas, el 50% (n=55) de los
encuestados manifestaron no saber cómo son los nidos, el 46% (n=51) manifiesta que son
montículos de hojarasca y el 5% (n=5) consideran que las babillas realizan la postura en
huecos en la arena. Por otro lado, el 90% (n=100) de los encuestados consideran que las
babillas ovopositan de 15 a 50 huevos y el 10% (n=11) restante consideran que las
posturas son de 50 a 300 huevos. Por otro lado, las personas entrevistadas consideran
que las babillas se reproducen todo el año (copulan y nidifican), observando el aumento
de las crías de febrero a abril (entre la finalización de la época seca y el inicio de la primera
temporada de lluvia anual) y de septiembre a noviembre (segunda temporada de lluvia
anual), y manifestaron que en las nidadas abiertas por ellos y en las hembras cazadas han
encontrado de 25 a 46 huevos.
93
Con respecto a la alimentación, el 68% (n=75) de los encuestados contestó que las
babillas se alimentan de peces y animales domésticos como: gallinas (Gallus gallus
domesticus), patos (Anas sp.), cerdos (Sus scrofa domesticus) y perros (Canis lupus
familiaris); el 18% (n=20) de los encuestados (todos pescadores) expresaron que las
babillas se alimentan exclusivamente de peces como: Mojarra plateada (Oreochromis
niloticus), Mojarra Roja (Oreochromis sp.), Doncella (Ageneiosus pardalis) y Capaz
(Pimelodus grosskopfii); el 9% (n=10) de los encuestados manifestó que las babillas se
alimentan de aves, herpetos y plantas. Por último, el 5% manifestó que no saben de qué
se alimentan las babillas. Las personas entrevistadas coinciden con los ítem alimenticios
mencionados anteriormente, además, manifestaron encontrar plantas (gramíneas) en los
estómagos de las babillas cazadas (figura 23).
Figura 23. Ítems alimenticios sugeridos por los encuestados
Fuente: la autora
En Hidroprado la babilla se caza (91% de los encuestados); siendo, el arpón (47%; n=52),
la escopeta, el machete y la malla (31%; n=34) las herramientas de caza más utilizadas
(figura 24), el 23% de los encuestados no sabe con qué herramienta se cazan las babillas
(n=25). En cuanto al uso, el 90% (n=100) de los encuestados respondieron que las babillas
son utilizadas para consumo de la carne y la grasa (la piel se entierra) y el 10% (n=11)
respondió que la babilla en el embalse no se usa (tabla 14).
94
Figura 24. Artes de caza más frecuentes de las babillas. A= Cicatriz en el dorso de una
babilla de 186 cm por arpón; B= Arpón; C= Malla
Fuente: la autora
A los encuestados se les preguntó si consideraban la babilla un animal peligroso a lo que
el 50% (n=55) respondió que no las consideraban peligrosas, por el contrario, el 50%
(n=56) sí las consideran peligrosas porque pueden atacar a las personas (73%; n=40) y a
los animales domésticos (27%; n=15). Los encuestados reportaron nueve incidentes con
las babillas: cinco mordidas en la pantorrilla, dos mordidas en la mano donde una fue con
eliminación de la uña, una mordida de brazo y una mordida de pie; ninguno de los
incidentes fue de gravedad, estas interacciones se dieron en el momento de soltar las
babillas atrapadas incidentalmente en las mallas de pesca y en el manejo al cazarlas con
arpón (figura 25). Las personas entrevistadas (n=6) plantearon que las babillas son
agresivas cuando se sienten amenazadas o la hembra está anidando.
Figura 25. Incidentes humano-babilla presentados en Hidroprado
Fuente: la autora
95
El 37% (n=41) de las personas respondió que no consideran que existan conflictos con las
babillas en el embalse, sin embargo, el 63% (n=70) respondió que sí los hay; siendo, el
consumo de peces el mayor conflicto ya que los pescadores consideran que las babillas
solo consumen los peces de interés comercial (47%; n=33); el consumo de los animales
domésticos, ya que los encuestados manifestaron pérdidas económicas por la disminución
de los animales y el daño de las mallas, que si bien, no están autorizadas como arte de
pesca en el embalse son utilizadas por la comunidad de pescadores (24%; n=17; figura
26). No obstante, el 90% (n=101) de las personas encuestadas contestó que estarían
dispuestas a participar en proyectos para la conservación y uso sostenible del Caiman
crocodilus fuscus en el embalse. El 9% (n=10) restante, manifestó no estar interesado en
participar en ningún proyecto, las razones que aportaron fueron: no le gustan las babillas
(50%, n=9), les tienen miedo (40%; n=4) y no las consideran importantes (10%, n=1; tabla
14). Las personas entrevistadas también consideraron como posible conflicto el peligro
que podría representar para la comunidad y los turistas la presencia de las babillas en el
embalse y recalcan la competencia por el recurso pesquero como el mayor conflicto entre
la comunidad y las babillas.
Figura 26. Causas de conflicto humano-babilla en Hidroprado
Fuente: la autora
96
Tabla 14. Opinión de los encuestados respecto de la interacción humano-babilla
ítem Frecuencia Porcentaje
(%)
Existe caería de babillas en
Hidroprado
SI 101 91
NO 10 9
Herramientas de caza Arpón 52 47
Machete, escopeta y malla 34 31
No sabe 25 23
Usos de la babilla Consumo de carne y grasa 100 90
No la usan 11 10
La babilla es un animal
peligroso
SI 55 50
NO 56 50
Por qué son peligrosas Atacan a las personas 40 73
Atacan a los animales 15 27
Incidentes Hombres-
babillas
Mordida en la pantorrilla 5 56
Mordida en la mano 2 22
Mordida en el pie 1 11
Mordida en el brazo 1 11
Existen conflictos con las
babillas en Hidroprado
SI 70 63
NO 41 37
Conflictos humano-babilla Consumo de peces 33 47
Consumo de animales
domésticos
20 29
Daño las mallas 17 24
Participaría en un programa
de conservación
SI 101 90
NO 10 9
Por qué no participaría en
el programa
Miedo 4 40
No le gustan 5 50
No las consideran
importantes
1 10
97
6.4 DISCUSIÓN
En la represa de Hidroprado habitan 2379 personas, las cuales no se encuentran ubicadas
de manera homogénea en el embalse debido al relieve que es quebrado a escarpado, con
afloramientos rocosos en gran parte del área; los sectores más habitados son las áreas
con menor pendiente de las veredas Tomogó, Corinto, Isla del sol, San Buenaventura,
Tafurito, el Caimán y Bocas de salero (Autoridad Nacional de Licencias Ambientales,
2013). Así mismo, estas veredas en los estudios poblacionales presentaron las mayores
densidades de C.c.fuscus (6.8 a 29.1 Ind/km), lo que suscita una mayor interacción entre
la comunidad y la especie por competencia por el hábitat y el recurso pesquero e
incrementa los conflictos por pérdidas económicas generadas por el daño de mallas o
trasmallos y el consumo de animales domésticos. Si bien, esta situación genera una
percepción negativa de las babillas en especial en la comunidad pesquera, las personas
del embalse manifestaron el interés de participar en actividades para la conservación y
uso sostenible de la especie, siempre y cuando, se generen beneficios individuales o
colectivos; esta premisa presenta una gran oportunidad ya que el desarrollo de programas
de uso sostenible que proveen incentivos económicos con beneficios locales es una
estrategia importante que aporta a la conservación de los crocodílidos y su hábitat (Ross
y Godshalk, 1997; MacGregor, 2002; Sine, Wilkins y Solmu, 2008).
C.c.fuscus experimenta en Hidroprado dos tipos de caza: 1) cacería sin uso de los
individuos generado por la competencia por el recurso pesquero, debido a que los
pescadores consideran que las babillas se alimentan solo de los peces de interés
comercial y lo hacen con una alta frecuencia, siendo significativo dado que la pesca es un
renglón importante de la economía del embalse; este contexto requiere el desarrollo de
una investigación participativa sobre la ecología trófica de la especie, además, de la
capacitación sobre buenas prácticas pesqueras y la normatividad para la pesca artesanal
en la cuenca del río Magdalena la cual rige en la represa de Hidroprado. 2) cacería para
consumo, lo que aporta a la seguridad alimentaria local y es permitido en el país como
caza de subsistencia (Decreto 1608, 1978; Artículo 30 de la Ley 84, 1989). Sin embargo,
los entrevistados comentaron que si la babilla es mayor a 1.20 m y da la oportunidad, es
98
cazada; por tanto, se deben continuar con los monitoreos para conocer el impacto de este
uso en la población a fin de establecer tallas, áreas e intensidad del aprovechamiento con
el propósito de proteger la población de hembras reproductivas como factor de importancia
para la sobrevivencia de la especie en el embalse (Ross, 1999).
Por otra parte, la percepción de las personas que habitan el embalse acerca de las
babillas, se construye a partir del contacto directo con la especie dado su consumo o la
interacción cotidiana al compartir el mismo hábitat. Sin embargo, dentro del patrimonio
cultural inmaterial de la comunidad de Hidroprado no existen expresiones literarias,
musicales, rituales y mitológicas con referencia a las babillas. Adicionalmente, se observó
que la comunidad posee poco conocimiento acerca de su biología en especial la
alimentación y reproducción, lo que acentúa los conflictos humano-babilla presentes en el
embalse. Esto puede deberse al desarraigo que se produce en la comunidad rural como
impacto social de la construcción del embalse, con la consecuente pérdida de costumbres
y saberes ligados al conocimiento ecológico local dando como resultado relaciones
hombre-naturaleza netamente utilitarias (Ojeda, 1995).
Respecto a la alimentación, las personas contestaron que las babillas se alimentan de
peces y animales domésticos, lo que coincide con los trabajos de percepción realizados
por Balaguera Reina y González Maya (2010a), Balaguera Reina (2012) y Aranda Coello
et al., (2015). Ayarzagüena (1983) señala que la dieta de C.crocodilus varía de acuerdo al
tamaño de los individuos y la disponibilidad de presas; las crías y los juveniles (<1m) se
alimentan de crustáceos, moluscos e invertebrados y los individuos de mayor tamaño
consumen anfibios, reptiles, aves, pequeños mamíferos y peces (Rueda Almonacid et al.,
2007). Si bien, no se han realizado estudios referidos a los hábitos alimentarios de
C.c.fuscus en Hidroprado, el embalse ofrece potenciales presas para la especie, ya que
se han identificado 28 familias de macroinvertebrados, 29 especies de herpetos, 142 de
aves, 5 de mamíferos, 13 de murciélagos y 49 de peces (Villa Navarro, 1999; Cortolima et
al., 2006; Lasso Alcalá y Morales Betancourt, 2011).
Las personas que han cazado babillas en Hidroprado mencionaron que la especie
consume plantas ya que al limpiar los órganos observaron restos de gramíneas en el
99
estómago. En C.crocodilus, se ha observado en los contenidos estomacales la presencia
de gramíneas (tamaños pequeños hasta bolos), hojas, material leñoso y semillas (Vásquez
Ruesta, 1983; Thorbjarnarson, 1993; Forero et al., 2006; Bontemps, Cuevas, Ortiz,
Wunderle y Joglar, 2016). Los crocodílidos pueden consumir material vegetal, semillas y
frutas de manera accidental en el momento de la captura de presas en áreas vegetadas
(Webb, Manolis y Buckworth, 1982) o de manera deliberada, ya que el material lignificado
y las frutas pueden aportar de manera mecánica al igual que los gastrolitos al proceso
digestivo (Borteiro, 2005; Platt et al., 2013).
En relación con la reproducción, las personas manifestaron que los nidos son montículos
hechos de hojas, palos y tierra, estas apreciaciones están acordes con lo observado para
Caiman crocodilus por Allsteadt (1994), Agudelo et al. (2005), Moreno Arias et al. (2013)
y Aranda Coello (2016). En lo concerniente al número de crías que tienen las babillas, la
mayoría de los encuestados contestaron que están entre 15 a 50 crías, por otra parte, los
entrevistados comentaron que en las hembras cazadas se observaron de 25 a 46 huevos.
El número de huevos que reportan los participantes está dentro de los rangos observados
por Ayarzagüena (1983; 20-40 huevos) y Pérez (1999; 17-42 huevos). Por último, parte de
los encuestados plantean que las babillas tienen más de 100 huevos lo que ha generado
que parte de la comunidad considere que hay sobre población de babillas en el embalse
y que esto repercute en la cantidad de peces disponible para los pescadores.
Las personas no tienen claro en qué meses se reproducen las babillas. No obstante,
manifestaron un aumento del número de crías en las temporadas de lluvias de cada
semestre. En los monitoreos no se observaron diferencias significativas en el número de
avistamientos de individuos de la clase I (<50cm) en los cuatro monitoreos (febrero=453;
abril=494; julio=432 y octubre=465). Sin embargo, los individuos de menor talla (22 cm) se
capturaron en la cuarta semana de febrero, lo que sugiere que en Hidroprado los
nacimientos de estos individuos se presentaron semanas antes de la primera época de
lluvias del año. Por tanto, la incubación ocurriría en la temporada de seca (diciembre-
febrero), donde la vegetación caducifolia del bosque seco tropical y las gramíneas
emergentes de alto porte brindarían el material para los nidos y la disminución del nivel
del agua reduciría el riesgo de inundación de los nidos; y las eclosiones en las temporadas
100
de lluvias (marzo-mayo), donde el incremento en el nivel del agua inunda la vegetación
ribereña y acumula la vegetación acuática, lo que dispone de zonas potenciales para
alimentación y refugio para los neonatos y las madres. Esto difiere de lo reportado por
Agudelo et al. (2005) para el embalse del Guájaro (Atlántico) el cual también se ubica en
la cuenca del río Magdalena pero presenta variaciones cronológicas propias del régimen
bimodal de la región caribe donde son más acentuadas las épocas secas (secas:
diciembre-abril y junio-agosto; lluvias: mayo y septiembre-noviembre), esta población de
C.c.fuscus anida iniciando la estación lluviosa y los nacimientos ocurren al final de esta
estación o a inicios de la estación seca lo que coincide con lo reportado para otras
poblaciones de C.crocodilus en Venezuela y Costa Rica (Velasco y Ayarzagüena, 2010;
Pérez, 1999; Aranda Coello, 2016). Ayarzagüena (1983) sugiere que la reproducción de
los C.crocodilus varía con las estaciones presentes en el área y con las condiciones
ambientales favorables del entorno. Para poder establecer un programa de conservación
y uso sostenible de las babillas en Hidroprado se hace necesario conocer el ciclo
reproductivo, las características y fenología de la reproducción y nidificación, así como la
identificación y conservación de las áreas de nidificación.
A nivel de percepción del riesgo, parte de los encuestados consideran a las babillas como
peligrosas ya que pueden lastimar a las personas de la comunidad, a los turistas y a los
animales domésticos. En el embalse sólo se conocen nueve incidentes (ninguno de
gravedad) que sucedieron por intentar sacar las babillas de la malla de pesca y en el
manejo inadecuado de los individuos en el momento de la caza. Esta situación también
fue observada por Aranda Coello et al. (2015) en el Refugio de Vida Silvestre Caño Negro
(Costa Rica). Actualmente, Hidroprado no cuenta con señalética que informe a los turistas
de la presencia de las babillas en embalse, por tanto, es adecuado instalar letreros
informativos en sitios visibles donde se realicen actividades de esparcimiento con el
objetivo de socializar a los turistas sobre la biología de la especie y brindar las pautas de
comportamiento para evitar situaciones de riesgo. Por último, se hace necesario diseñar
e implementar un programa de sensibilización que promueva la conservación y uso
sostenible de C.c.fuscus que permita la prevención y reducción de los conflictos entre la
comunidad y la especie.
101
6.5 CONCLUSIONES
Los sectores más habitados del embalse presentan las mayores densidades de
C.c.fuscus lo que acrecienta la interacción entre la comunidad y la especie, dando como
resultado conflictos por competencia por el hábitat y el recurso pesquero, además, del
daño de las artes de pesca y el consumo de animales domésticos.
Los participantes en especial los pescadores poseen una percepción negativa sobre
las babillas dados los conflictos humano-babilla. Sin embargo, manifestaron la
disposición de participar proyectos para la conservación y uso sostenible de la
especie, y la protección del hábitat, lo que brinda la oportunidad para el diseño e
implementación de esta estrategia de conservación.
Las babillas en Hidroprado sufren de presión de caza por parte de la comunidad; se
presenta cacería de subsistencia ya que la especie es un recurso biológico que aporta
a la seguridad alimentaria local, y cacería sin aprovechamiento de los individuos por
conflictos humano-babilla; esta presión de caza puede repercutir en la viabilidad de la
especie a largo plazo.
La percepción de las personas que habitan la represa de Hidroprado acerca de las
babillas, se construye a partir de la interacción con la especie al compartir el hábitat y
de su relación utilitaria; el conocimiento que tiene la comunidad acerca de la biología
de la especie en especial la alimentación y reproducción, incrementa los conflictos
humano-babilla presentes en el embalse.
102
6.6 RECOMENDACIONES
a) Realizar investigaciones participativas sobre los hábitos alimenticios y la reproducción
de las babillas en el embalse, con la finalidad de ampliar el conocimiento de la
comunidad sobre la especie y atenuar los conflictos humano-babilla.
b) Conocer el impacto de la presión de caza en la población de babillas a corto, mediano
y largo plazo, y establecer estrategias de manejo que permitan la caza de subsistencia
de manera sostenible.
c) Identificar los impactos de origen antrópico sobre la población de babillas y establecer
medidas de mitigación.
d) Incorporar el tema de conservación y uso sostenible de Caiman crocodilus fuscus en
los diferentes organismos o instituciones que actúan en el embalse, así como en la
comunidad que lo habita, a través de la Educación Ambiental. La temática debe
enfatizarse en la Biología de la especie, su función en el mantenimiento del ecosistema,
su importancia como especie focal, los factores de amenaza y su valor como especie
promisoria.
e) Establecer un programa de señalética y sensibilización que informe a la comunidad y a
los turistas sobre la presencia de la especie y promueva su conservación y uso
sostenible, dado que Hidroprado es uno de los atractivos turísticos más importantes del
departamento del Tolima donde se realizan deportes náuticos, pesca deportiva y otras
actividades asociadas al recurso hídrico.
f) Diseñar e implementar acciones participativas para la conservación y uso sostenible del
C.c.fuscus en Hidroprado y la protección de su hábitat bajo un enfoque de gestión
adaptativa.
103
7. CAPÍTULO 3. PERSPECTIVAS DE MANEJO PARA LA POBLACIÓN SILVESTRE
DE Caiman crocodilus fuscus DE LA REPRESA HIDROELÉCTRICA DEL RÍO
PRADO (HIDROPRADO)
7.1 INTRODUCCIÓN
El uso sostenible de los crocodílidos se refiere al aprovechamiento del recurso biológico
de una manera que contribuya a la conservación de la especie utilizada y su hábitat;
contempla la generación de beneficios económicos para la población local, con la finalidad
de ser considerado como un recurso económico valioso. Los programas de uso sostenible
(programas de colecta y rancheo) consideran un esquema de monitoreo de la población
utilizada, un componente de investigación sobre la historia de vida y las adecuadas
capacidades de aplicación en el contexto local. Los beneficios económicos generados por
los programas a nivel nacional, deben aportar al cumplimiento de la normativa así como al
fortalecimiento de la cadena de valor productivo, procurando la organización social. A nivel
local, deben ser una valiosa herramienta para incentivar el cambio de patrones de uso
inadecuado a conductas de uso sostenible (Thorbjarnarson, Messel, King y Ross, 1992).
A nivel comercial, el aprovechamiento (lo que define el sistema de producción), se clasifica
en tres categorías: cría en cautiverio, rancheo y la recolección silvestre. La forma de
aprovechamiento varía entre países y especies pues depende de los estados poblaciones
silvestres de las especies utilizadas y las políticas nacionales (Manolis y Webb, 2016).
En Colombia a nivel legal, se establece el manejo y aprovechamiento de los crocodílidos
a partir de la caza de fomento (obtención de parentales para zoocría), subsistencia
(consumo de proteína) y programas de zoocría que se dividen en: ciclo abierto, basado en
la cosecha de individuos silvestres en cualquier fase biológica para ser criada en cautiverio
hasta su comercialización; ciclo cerrado, se refiere a la cría en cautiverio en todas las
etapas de vida, el pie parental se puede obtener del medio silvestre o de cualquier sistema
de manejo de fauna y el ciclo mixto, basado en el manejo tanto del ciclo abierto como el
cerrado de una o varias especies (ley 611 de 2000). A partir de la década del 1970 y bajo
104
el marco de la CITES (ley 17 de 1981), el aprovechamiento de la especie en el país se ha
enmarcado en diversas normas referentes a su caza, cría, manejo, transporte, comercio y
exportación (tabla 15).
Tabla 15. Legislación Colombiana relacionada a la conservación y uso sostenible de la
babilla (C.c.fuscus)
Instrumento Legal Objetivo
Decreto N°2811 de 1974 Código Nacional de Recursos Naturales Renovables y de
Protección al Medio Ambiente
Decreto N°1608 de 1978 Reglamenta el Código Nacional de los Recursos Naturales
Renovables y de Protección al Medio Ambiente y la Ley 23
de 1973 en materia de fauna silvestre
Ley N°17 de 1981 Se aprueba la Convención sobre el Comercio
Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora
Silvestres (CITES) en Colombia
Constitución de Colombia
de 1991
Artículo 8. Es obligación del Estado y de las personas
proteger las riquezas culturales y naturales de la Nación.
Artículo 80. El Estado planificará el manejo y
aprovechamiento de los recursos naturales, para
garantizar su desarrollo sostenible, su conservación,
restauración o sustitución
Ley N°99 de 1993 Ley general del ambiente de Colombia
Ley N°611 de 2000 Dicta las normas para el manejo sostenible de especies de
Fauna Silvestre y Acuática.
Resolución N°1317 de
2000
Por la cual se establecen unos criterios para el
otorgamiento de la licencia de caza con fines de fomento
y para el establecimiento de zoocriaderos y se adoptan
otras determinaciones.
Resolución N°438 de 2001 Establece el Salvoconducto Único Nacional para la
movilización de especímenes de la diversidad biológica
105
Instrumento Legal Objetivo
Resolución N°1172 de
2004
Por la cual se establece el Sistema Nacional de
Identificación y Registro de los Especímenes de Fauna
Silvestre en condiciones Ex Situ.
Resolución N°1660 de
2005
Establece el procedimiento y la metodología que deben
adoptar las Corporaciones Autónomas Regionales y de
Desarrollo Sostenible para efectos del cálculo anual de la
cantidad de especímenes a aprovechar en zoocriaderos
cerrados de la especie babilla (Caiman crocodilus fuscus)
y la subespecie Caiman crocodilus crocodilus.
Resolución N° 2352 de
2006
Modifica la Resolución 0221 de 2005, en lo relacionado
con el establecimiento de plazos para el marcaje de pie
parental de establecimientos de cría en cautividad de la
especie Caiman crocodilus fuscus y se adoptan otras
disposiciones.
Resolución N°923 de 2007 Establece los métodos de marcaje para los individuos
nacidos en cautiverio
Resolución N°1772 de
2010
Establece los requisitos para adelantar la fase comercial y
su registro ante la Secretaría Cites de los zoocriaderos en
ciclo cerrado que manejan especies incluidas en el
Apéndice I de la Convención sobre el Comercio
Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora
Silvestres - Cites y se adoptan otras disposiciones.
Resolución N°1740 de
2010
Se adoptan unas medidas de manejo y control ambiental
para la especie babilla (Caiman crocodilus fuscus) y la
subespecie Caiman crocodilus crocodilus y se adoptan
otras determinaciones.
Decreto N°2041 de 2014 Establece que la Autoridad Nacional de Licencias
Ambientales (ANLA) es la competencia para otorgar las
licencias ambientales a los zoocriaderos en el país
106
Instrumento Legal Objetivo
Decreto Único
Reglamentario N°1076 de
2015
Establece las disposiciones aplicables a los
estacionamientos para el fomento de la fauna silvestre de
los zoocriaderos
Resolución N° 2651 De
2015
Establece las medidas para el control y seguimiento del
corte de pieles de Caiman crocodilus en los
establecimientos debidamente autorizados como
zoocriaderos, curtiembres, comercializadoras y
manufactureras que trabajan con esta especie
Resolución N° 2652 DE
2015
Establece las medidas para el control y seguimiento de las
pieles y partes o fracciones de pieles de la especie Caiman
crocodilus que son objeto de exportación.
El Grupo de Especialistas de Cocodrilos de la Comisión de supervivencia de Especies de
la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (CSG-IUCN-SSC) realizó en
2004 la revisión de la situación de los crocodílidos de Colombia, donde se proporcionó la
asesoría en conservación, manejo y uso sostenible. Dicha misión evidenció el posible uso
inadecuado de las poblaciones silvestres de C. crocodilus, la falta de apoyo a la
conservación de las especies por parte del sector productivo, la necesidad de prevenir la
caza de adultos salvajes de babilla, la potencialidad del rancheo como programa que
beneficiaría a la conservación y la importancia de implementar una gestión adaptativa
(Larriera et al., 2004).
Por otra parte, las autoridades ambientales colombianas y la cadena de valor productivo
bajo el marco de la CITES y con la cooperación de CSG-IUCN-SSC han venido revisando
el tema del comercio de los individuos criados bajo el ciclo cerrado, estableciendo
diferentes medidas para inspección, vigilancia y control de los zoocriaderos, curtiembres,
manufactureras y comercializadoras. Además, se realizó ante la CITES la Declaración
Unilateral de Colombia acerca de Caiman crocodilus fuscus, donde se propuso, generar
la reglamentación y los mecanismos de seguimiento para el control de la exportación,
conocer el estado de las poblaciones y las perspectivas para establecer programas de
107
rancheo en sitios piloto, fijar la cuota de exportación basada en un dictamen de extracción
no perjudicial de rancheo, establecer e implementar un sistema de marcaje para los
especímenes de rancheo y revisar la normativa sobre la talla específica de exportación
(Webb y Jenkins, 2016; CITES 2016a; CITES 2016b; CITES, 2017).
Como parte del cumplimiento de la Declaración Unilateral en junio de 2016 y diciembre de
2017, Colombia elaboró informes sobre el comercio de pieles de Caiman crocodilus
fuscus, donde, se presentaron los estudios poblacionales de la especie realizados de 1994
al 2015 en las diferentes zonas de su área de distribución. Se informó acerca de las
experiencias de rancheo con participación comunitaria y se destacó que su continuidad
aportaría a la consolidación de esta estrategia de conservación y uso sostenible de las
poblaciones silvestres a corto plazo. Se presentaron los resultados preliminares de los
estudios poblacionales realizados en 2015 en cuatro zonas piloto. Dichos estudios
generarán la línea base para la planificación e implementación de programas de rancheo
y el diseño de la estrategia de conservación y uso sostenible de la especie en el país
(CITES, 2016b; CITES, 2017). Actualmente, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo
Sostenible en cooperación con la CITES, la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales
(ANLA), la academia y los diferentes actores involucrados en la cadena de valor, están
realizando diversas acciones para la elaboración del programa nacional que contempla el
rancheo y el ciclo mixto de Caiman crocodilus fuscus, tomando a la especie como objeto
de prioridad inmediata de investigación como parte de las estrategias de participación de
la población civil y comunidades dentro del proceso del postconflicto en Colombia (CITES,
2017; Velasco, 2017).
A nivel del departamento del Tolima, se encuentran ubicados dos zoocriaderos los cuales
hacen aprovechamiento y comercialización de Caiman crocodilus fuscus (N. Sierra y Cía
en el municipio de Carmen de Apicalá y Tropical Fauna Ltda. en el municipio de Melgar).
Sin embargo, no se ha realizado el Plan de conservación de la especie como lo especifica
la resolución 1660 de 2005, la cual establece que sí existe zoocría en el territorio, y como
estrategia de conservación la Corporación Autónoma Regional debe diseñar e
implementar un plan de conservación en su área de jurisdicción. Por tanto, los estudios
108
poblacionales y sociales sobre C.c.fuscus desarrollados en la represa hidroeléctrica del
río Prado (Hidroprado) son los primeros realizados en el departamento.
La represa hidroeléctrica del río Prado (Hidroprado) ubicada en la Cuenca Mayor del río
Prado es un humedal artificial de gran importancia ambiental para el departamento del
Tolima, dado los servicios ecosistémicos que brinda y la biodiversidad que lo habita
(Cortolima et al., 2006). Hidroprado cuenta con el Plan de Manejo Ambiental de la Central
Hidroeléctrica Prado, el cual es implementado por la Empresa de Energía del Pacífico S.A.
E.S.P. –EPSA (Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, 2011) y el Plan
de Manejo y Ordenamiento de la Cuenca Mayor del río Prado (Cortolima et al., 2006), sin
embargo, estos dos instrumentos de planificación no identifican a C.c.fuscus dentro de la
biodiversidad presente en el embalse.
Los estudios poblacionales de C.c.fuscus mostraron que la población que habita en el
embalse de Hidroprado es significativa a nivel local y regional. Por tanto, esta especie
puede aportar a la planificación y gestión ambiental en Hidroprado, debido a que la
conservación y uso sostenible de la población a largo plazo requiere de acciones
participativas para la protección de los diferentes hábitats en el embalse (microcuencas,
remanentes de bosque, vegetación ribereña y acuática, entre otros). Por otra parte, a nivel
social contribuye a la seguridad alimentaria local (aporte de proteína) y su potencial
económico puede ser una alternativa para el desarrollo comunitario de los habitantes del
embalse (comercio y turismo); para tales fines, se requiere un trabajo coordinado de los
actores involucrados (comunidad, EPSA, entes gubernamentales, organizaciones no
gubernamentales y academia) lo que brinda la oportunidad para lograr un cambio de visión
de la comunidad sobre el ecosistema aportando a la apropiación y valoración del territorio.
Por último, teniendo en cuenta que Hidroprado y su área de influencia fue parte del
conflicto armado del país, podría considerarse como parte del proceso del postconflicto y
establecer el embalse como un sitio piloto para la implementación del Programa Nacional
de ciclo mixto de Caiman crocodilus fuscus. Bajo este contexto y con base en los estudios
ecológicos y sociales realizados, se propone el Plan de Acción para la conservación y uso
sostenible de la babilla (Caiman crocodilus fuscus) en la represa hidroeléctrica del rio
Prado.
109
7.2 METODOLOGÍA
Con base en los resultados de los estudios ecológicos y sociales realizados en las babillas
(Caiman crocodilus fuscus) que habitan en la represa hidroeléctrica del río Prado, se
estableció el Plan de Acción para su conservación y uso sostenible, el cual comprende
cinco líneas de acción: 1) Recuperación y protección del hábitat; 2) Investigación y
Monitoreo; 3) Manejo sostenible de la especie; 4) Educación Ambiental y Participación
Comunitaria; 5) Gestión y fortalecimiento institucional. Cada línea de acción presenta el
objetivo, las actividades, los indicadores, los actores involucrados y la prioridad en este
plan es de corto plazo (1 a 3 años) y mediano plazo (3 a 6 años) (Kattan, Mejía y
Valderrama, 2005). Por último, se considera necesario para cumplir con los objetivos de
las líneas de acción, las actividades propuestas se diseñen e implementen bajo un enfoque
de gestión adaptativa la cual es un proceso participativo de retroalimentación continua que
busca mejorar las prácticas de manejo y conservación partiendo de los procesos,
decisiones y aprendizajes locales, los cuales pueden ajustarse para mejorar los resultados
(Holling, 1978; Walters, 1986).
7.3. RESULTADOS
7.3.1 PLAN DE ACCIÓN PARA LA CONSERVACIÓN Y USO SOSTENIBLE DE LA
BABILLA (Caiman crocodilus fuscus) LA REPRESA HIDROELÉCTRICA DEL RIO PRADO
Este Plan de Acción tiene como objetivo generar estrategias enfocadas a la conservación
y aprovechamiento sostenible de la población de babilla (C.c.fuscus), contribuyendo a la
protección del ecosistema, a través de acciones participativas concertadas entre los
actores involucrados en el manejo de esta especie.
7.3.1.1 Línea de Acción 1. Recuperación y Protección del Hábitat. En las salidas a
campo en el embalse de Hidroprado se observó que la ampliación de la frontera
agropecuaria, la construcción de infraestructura hotelera y los incendios forestales han
contribuido a la disminución de la cobertura vegetal con el consecuente deterioro del
110
hábitat; esta situación puede afectar a las babillas a largo plazo en la disponibilidad de
material para nidificación y áreas de refugio e influir en la disponibilidad de presas. Por
tanto, se requieren acciones para la recuperación y protección del hábitat las cuales
deberán considerar todo el embalse, priorizando las zonas más habitadas de Tomogó,
Corinto, San Buenaventura, Bocas de Salero, el Caimán y Tafurito que son los sectores
más afectados.
Objetivo: Favorecer la recuperación y protección de los hábitats que ofrecen los recursos
necesarios para el desarrollo de la población de C.c.fuscus en Hidroprado.
Tabla 16. Sector productivo
Actividades Indicadores Actores Prioridad
Formular e implementar
en el embalse
proyectos
agroforestales para la
protección del recurso
hídrico, el suelo y la
vegetación nativa
Número de proyectos
formulados e
implementados
Número de personas
involucradas en los
proyectos
Número de sistemas de
producción mejorados
Unidades Municipales
de Asistencia Técnica
Agropecuaria
Comunidad
Instituciones de
Educación Superior
Agencia de
Desarrollo Rural
EPSA
Corto y
mediano
plazo
Implementar
herramientas del
paisaje en los sistemas
de producción para
aumentar la
conectividad entre los
diferentes ecosistemas
del embalse (sistemas
silvopastoriles,
corredores biológicos,
enriquecimiento del
bosque natural, cercas
Herramientas del paisaje
implementados en los
sistemas de producción en
el embalse
Unidades Municipales
de Asistencia Técnica
Agropecuaria
Comunidad
Instituciones de
Educación Superior
EPSA
Corto y
mediano
plazo
111
Actividades Indicadores Actores Prioridad
vivas, ampliación de
parches de bosque o
cañadas, arboles
dispersos en potrero,
Bosques
dendroenergéticos)
Capacitar a la
comunidad sobre las
buenas prácticas
(manejo de recurso
hídrico y el suelo,
manejo de residuos
entre otros) en la
producción animal y
agrícola
Número de capacitaciones
realizadas
Número de participantes en
las capacitaciones
Unidades Municipales
de Asistencia Técnica
Agropecuaria
Juntas de acción
comunal
Comunidad
Instituciones de
Educación Superior
EPSA
Agencia de
Desarrollo Rural
Corto y
mediano
plazo
Tabla 17. Desastres de origen antrópico (incendios forestales)
Actividades Indicadores Actores Prioridad
Fortalecer al Comité de
Prevención de
Desastres con
presencia en el
embalse mediante
capacitación y
adquisición de equipo
Actores involucrados en el
comité de prevención de
desastres naturales
Número de capacitaciones
realizadas
Equipo con el que cuenta el
comité
Policía Nacional
Defensa Civil
Bomberos
Alcaldías
Juntas de acción
comunal
Comunidad
EPSA
Corto
plazo
112
Actividades Indicadores Actores Prioridad
Formular e implementar
proyectos para la
restauración ecológica
de las rondas hídricas
de las quebradas
impactadas por los
incendios forestales
Número de proyectos
formulados e
implementados
Número de quebradas con
rondas hídricas
restauradas
Número de personas
involucradas en el proceso
Alcaldías
Juntas de acción
comunal
Comunidad
EPSA
Comité de prevención
de desastres
Corto
plazo
Ejecutar jornadas de
reforestación en las
áreas impactadas por
los incendios forestales
Número de hectáreas
reforestadas
Número personas
involucradas en el proceso
Comité de prevención
de desastres
Juntas de acción
comunal
Comunidad
EPSA
Corto
plazo
Diseñar e implementar
un sistema de
recolección de residuos
sólidos dentro del
embalse para evitar la
quema como forma de
eliminación
Tipo de residuos
generados en el embalse
Metodologías
implementadas de
segregación en la fuente y
disposición final
Alcaldías
Juntas de acción
comunal
Comunidad
Corto
plazo
Acondicionar los
tendidos eléctricos para
evitar los incendios
forestales
Número de respuestas de
acondicionamiento por
parte de Compañía
Energética del Tolima S.A.
Enertolima
EPSA
Juntas de acción
comunal
Comunidad
Corto y
mediano
plazo
Implementar los
comparendos
ambientales
establecidos en el
nuevo código de la
Policía Nacional
Número de comparendos
ambientales impuestos
Tipos de contravenciones
Policía Nacional
Corto
plazo
113
7.3.1.2 Línea de Acción 2. Investigación y Monitoreo. La adecuada toma de decisiones
frente a la población de babillas de Hidroprado, requiere del seguimiento de los cambios
espaciales y temporales en su distribución, densidad, estructura poblacional, proporción
de sexos y condición corporal a través de monitoreos continuos a partir de los resultados
presentes en este estudio (capítulo I). Por otra parte, el diseño e implementación de
investigaciones aplicadas que amplíen el conocimiento y comprensión de la biología y
ecología de la especie desde su estructura y función permitirán generar acciones de
conservación y manejo que atenúen los conflictos humano-babilla presentes en el
embalse.
Objetivo. Ampliar el conocimiento sobre la biología, ecología y estado sanitario de las
babillas (Caiman crocodilus fuscus) que habitan la represa de Hidroprado
Tabla 18. Investigación y Monitoreo
114
Actividades Indicadores Actores Prioridad
Evaluar la ecología
reproductiva de la
población
Informes, papers o tesis
que incluyan:
Abundancia de nidos
Áreas de nidificación
Identificadas
Ciclo reproductivo anual
Cronología
Supervivencia de los
huevos
Cortolima
Comunidad
Instituciones de
Educación Superior
ANLA
Ministerio de Medio
Ambiente y
Desarrollo Sostenible
Alcaldías
Corto plazo
Estudiar los hábitos
alimenticios
Informes, papers o tesis
que incluyan:
Ítem alimenticios
Frecuencias de los ítem
alimenticios
Hábitos alimenticios por
clase de tamaño
Cortolima
Comunidad
Instituciones de
Educación Superior
ANLA
Ministerio de Medio
Ambiente y
Desarrollo Sostenible
Alcaldías
Corto plazo
Establecer los
patrones de
dispersión y rango de
distribución
Informes, papers o tesis
que incluyan:
Análisis de distancias
recorridas
Variación de los patrones
de dispersión y home
range por género y clase
de tamaño
Cortolima
Comunidad
Instituciones de
Educación Superior
ANLA
Ministerio de Medio
Ambiente y
Desarrollo Sostenible
Alcaldías
Mediano
plazo
115
Realizar estudios de
genética poblacional
con el propósito de
conocer la
composición genética
de la población de
C.c.fuscus de
Hidroprado
Informes, papers o tesis
que incluyan:
Mecanismos de cambio
microevolutivo presentes
en la población de
C.c.fuscus (mutación,
migración, selección
natural, flujo génico y
deriva génica)
Cortolima
Comunidad
Instituciones de
Educación Superior
ANLA
Ministerio de Medio
Ambiente y
Desarrollo Sostenible
Alcaldías
Mediano
plazo
Actividades Indicadores Actores Prioridad
Estudiar las
características
hematológicas y
química sanguínea de
los C.c.fuscus de
Hidroprado
Informes, papers o tesis
que incluyan:
Parámetros hematológicos
y de la química sanguínea
Valores de referencia para
los C.c.fuscus de
Hidroprado
Cortolima
Comunidad
Instituciones de
Educación Superior
Alcaldías
EPSA
Mediano
plazo
Realizar estudios
sobre los endo y
ectopársitos que
afectan a los
C.c.fuscus de
Hidroprado e
identificar el potencial
zoonótico
Informes, papers o tesis
que incluyan:
Especies de parásitos y
sus frecuencias
Especies de parásitos con
potencial zoonótico
Cortolima
Comunidad
Instituciones de
Educación Superior
Alcaldías
EPSA
Mediano
plazo
7.3.1.3 Línea de Acción 3. Manejo sostenible de la especie
Las condiciones ecológicas y sociales que presenta la población de C.c.fuscus en
Hidroprado, sumada a su potencialidad como especie focal, permite proponer acciones de
manejo que aportan a la conservación de la especie a corto y mediano plazo y el uso
116
sostenible a largo plazo; como una alternativa para el desarrollo comunitario de los
habitantes del embalse, generando la apropiación y valoración del territorio lo que aporta
a la planificación y manejo ambiental de este importante ecosistema en la cuenca alta del
río Magdalena. Sin embargo, para lograr una planificación y manejo integral del recurso
biológico y su hábitat, es adecuado trabajar bajo el enfoque de gestión adaptativa y
requiere de la articulación de los actores involucrados y acompañamiento de
gubernamental.
Objetivo. Desarrollar acciones participativas para la conservación y uso sostenible del
C.c.fuscus en Hidroprado
Tabla 19. Manejo sostenible de la especie
117
Actividades Indicadores Actores Prioridad
Establecer la
participación
comunitaria para el
programa de monitoreo
de la poblacion de
C.c.fuscus en
Hidroprado
Densidad
Estructura poblacional
Proporción de sexos
Condición corporal
Abundancia de nidos
Cortolima
Comunidad
Instituciones de
Educación Superior
ANLA
Ministerio de Medio
Ambiente y
Desarrollo Sostenible
CSG-IUCN
Corto
plazo
Implementar el
programa para la
conservación de
C.c.fuscus en
Hidroprado
Actividades desarrolladas
dentro del marco del plan
Número de huevos
colectados para la cría y
levante
Número de animales
destinados a liberación
Proporción de sexos y
clases de tamaño de los
animales destinados a
liberación
Número de personas
involucradas en el
programa
Cortolima
Comunidad
Universidades
ANLA
Ministerio de Medio
Ambiente y
Desarrollo Sostenible
Alcaldías
CSG-IUCN
Corto,
mediano y
largo
plazo
118
Diseñar e Implementar
un programa piloto para
el uso sostenible de la
especie en Hidroprado
Actividades desarrolladas
dentro del marco del plan
Cupo de aprovechamiento
Número de animales
destinados a repoblamiento
Proporción de sexos y
clases de tamaño de los
animales destinados a
repoblamiento
Número de participantes
involucrado en el plan
Cortolima
Comunidad
Instituciones de
Educación Superior
ANLA
Ministerio de Medio
Ambiente y
Desarrollo
Sostenible
Alcaldías
CSG-IUCN
Mediano
Plazo
7.3.1.4 Línea de Acción 4. Educación Ambiental y Participación Comunitaria. En
Hidroprado se debe implementar la educación ambiental y la participación social como
herramientas fundamentales para la gestión ambiental del embalse de manera articulada
y coherente con el contexto local, dado que permite desarrollar conciencia ambiental y
dinamizar las potencialidades de la comunidad en la conservación y uso sostenible de la
biodiversidad y sus servicios ecosistémicos. Así mismo, es adecuado fortalecer la
educación ambiental formal en la Institución Educativa Isla del Sol a fin de incentivar el
compromiso de acciones y la participación ambiental en la comunidad educativa en el
embalse.
Objetivo. Promover acciones de Educación Ambiental para la sensibilización y
capacitación para la conservación y uso sostenible del C.c.fuscus en Hidroprado y la
protección de la biodiversidad asociada y su hábitat.
119
Tabla 20. Educación Ambiental y Participación Comunitaria
Actividades Indicadores Actores Prioridad
Diseñar e implementar
un Programa de
Educación Ambiental
no Formal para ser
implementado en la
comunidad y con los
turistas que visitan
Hidroprado
Actividades realizadas
Número de participantes de
la comunidad en las
actividades
Número de turistas
sensibilizados
Evaluación de la cobertura
y alcance del programa
Cortolima
Comunidad
Instituciones de
Educación
Superior
Alcaldías
EPSA
Turistas
Mediano
plazo
Diseñar un Programa
de Educación
Ambiental Formal para
ser implementado con
la comunidad educativa
de la Institución Isla
del Sol que por medio
de la babilla y su fauna
asociada se promueva
el buen uso de los
recursos naturales, la
prevención de
Incendios Forestales y
el Manejo de los
residuos Sólidos
Actividades realizadas
Número de participantes de
actividades
Evaluación de la cobertura
y alcance del programa
Cortolima
Instituciones de
Educación
Superior
Alcaldías
EPSA
Comunidad
Educativa Isla del
Sol
Corto
plazo
120
Actividades Indicadores Actores Prioridad
Desarrollar una
iniciativa de turismo
científico y experiencial
que permita la
transferencia de
conocimientos
científicos, la
recolección de datos y
el desarrollo de otros
procesos de
investigación
Número de turistas que
participaron en la iniciativa
Número de estudiantes que
participaron en la iniciativa
Número de personas de la
comunidad que participaron
en la iniciativa
Investigaciones realizadas
a partir de la iniciativa
Evaluación de la cobertura
y alcance de la iniciativa
Cortolima
Comunidad
Instituciones de
Educación
Superior
ANLA
Ministerio de
Medio Ambiente y
Desarrollo
Sostenible
Alcaldías
EPSA
Turistas
Sector turístico
Mediano
Plazo
Promover la
capacitación de los
pescadores y
cazadores en temas de
conservación y uso
sostenible de la
biodiversidad
Número de pescadores y
cazadores capacitados
Alcaldías
Policía
Cazadores y
pescadores
Autoridad Nacional
de Acuicultura y
Pesca-AUNAP
Corto
plazo
121
Actividades Indicadores Actores Prioridad
Realizar acciones de
capacitación
participativa con las
personas involucradas
en los programas de
monitoreo,
conservación y uso
sostenible en el
manejo, biología,
ecología poblacional y
reproductiva de
C.c.fuscus
acciones de capacitación
participativa
Número de personas
capacitadas
Cortolima
Instituciones de
Educación
Superior
Alcaldías
EPSA
Comunidad
CSG-IUCN
Mediano
Plazo
Incentivar la creación
de un semillero de
investigación en la
Institución Educativa
isla del Sol para la
conservación y uso
sostenible de
C.c.fuscus y su fauna
asociada en Hidroprado
Número de alumnos
participantes del semillero
de investigación
Investigaciones y
actividades realizadas
Instituciones de
Educación
Superior
Educativa Isla del
Sol
Corto
plazo
7.3.1.5 Línea de Acción 5. Gestión y Fortalecimiento Institucional
La articulación entre de la comunidad, las autoridades ambientales, las instituciones de
gobierno local y regional, la academia y las organizaciones e instituciones no
gubernamentales es una condición indispensable para el logro de los objetivos de Plan de
Acción para la conservación y uso sostenible de C.c.fuscus. Se hace necesario establecer
mecanismos y alianzas estratégicas que permitan la gestión operativa, el seguimiento, la
gestión administrativa y la canalización de recursos a corto, mediano y largo plazo.
Objetivo. Promover y consolidar la capacidad gestión y cooperación local y regional para
la implementación del Plan de Acción para la conservación y uso sostenible de C.c.fuscus
en Hidroprado
122
Tabla 21.Gestión y Fortalecimiento Institucional
Actividades Indicadores Actores Prioridad
Fortalecer los
esfuerzos locales,
regionales, nacionales
e internacionales
orientados hacia la
conservación y uso
sostenible de
C.c.fuscus en
Hidroprado y el
departamento del
Tolima.
Acciones de cooperación
interinstitucional y
comunitarias
Número de convenios
interinstitucionales
Asignación de recursos
humanos, logísticos y
financieros
Cortolima
Comunidad
Instituciones de
Educación
Superior
ANLA
Ministerio de
Medio Ambiente y
Desarrollo
Sostenible
Alcaldías
EPSA
Autoridad Nacional
de Acuicultura y
Pesca-AUNAP
CSG-IUCN-SSC
The Nature
Conservancy
(TNC)
Corto
plazo
Realizar y consolidar
convenios de
cooperación
interinstitucionales para
canalizar recursos
económicos que
permitan la
implementación de las
acciones del plan a
corto, mediano y largo
plazo
Mediano
plazo
123
7.3.1.6 La gestión adaptativa como estrategia para la implementación del Plan de Acción
establece actividades prioritarias para la conservación y uso sostenible de la babilla
(Caiman crocodilus fuscus) en la represa hidroeléctrica del río Prado, contemplando a
C.c.fuscus como especie objeto que aporta a la planificación y manejo ambiental del
embalse de Hidroprado. La implementación de las líneas de acción requiere que las
actividades propuestas se diseñen e implementen bajo un enfoque de gestión adaptativa
ya que permite planificar de manera participativa con los actores involucrados dentro de
un contexto de incertidumbre y complejidad, asumiendo que el cambio como una
herramienta que aporta en la construcción de aprendizaje y la adaptación de las tomas de
decisiones buscando mejorar los resultados de la gestión a largo plazo. Este enfoque de
gestión conlleva un proceso cíclico de ajustes de la toma de decisiones en respuesta a las
observaciones de su efecto, a partir de la retroalimentación de los actores como
instrumento dinámico, lo que requiere de un seguimiento y una evaluación continua de los
procesos generando una gestión contextualizada y flexible (Holling, 1978; Walters, 1986).
Bajo el enfoque de gestión adaptativa las actividades deben efectuar un proceso cíclico
de los siguientes términos: 1) Conceptualizar (analizar la situacional inicial, identificar los
actores clave y las amenazas críticas); 2) Planificar la actividad (definir los objetivos,
estrategias, supuestos; diseñar el plan de monitoreo y evaluación; diseñar el plan
operativo); 3) Implementar la actividad (desarrollar el plan de trabajo, el cronograma y el
presupuesto); 4) Analizar y adaptar (analizar los resultados y adaptar el plan de trabajo y
el presupuesto); 5) Capturar y compartir el aprendizaje (construir espacios para el
aprendizaje; documentar y compartir el aprendizaje).
7.3.1.7 Fuentes de financiación para el desarrollo del Plan de Acción. La implementación
del Plan de acción para la conservación y uso sostenible de la babilla (Caiman crocodilus
fuscus) en la represa hidroeléctrica del río Prado, requiere la participación activa de
diferentes actores a nivel presupuestal, por tanto, se deben realizar convenios y acuerdos
interinstitucionales de cooperación y gestión de recursos.
Las posibles fuentes de financiación y cooperación son:
124
Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible
Gobierno departamental y municipal
Zoocriaderos que operan en el departamento
EPSA
Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca-AUNAP
Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y
Flora Silvestres (CITES)
The Nature Conservancy (TNC)
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN)
Conservación Internacional
CSG-IUCN-SSC
ONG’s regionales, nacionales e internacionales
Fondo para la Acción Ambiental
Colciencias
Cortolima
Instituciones Educación Superior
7.4 DISCUSIÓN
La conservación In situ de las especies tiene como eje principal el mantenimiento de
poblaciones viables; los planes de acción, manejo, recuperación o programas de
conservación de especies se toman como las herramientas que reflejan su estado de
conservación y aportan a garantizar el mantenimiento de las especies y la protección de
su hábitat (Sutherland, 2000). A nivel de los crocodílidos, el Grupo de Especialistas de
Cocodrilos de la Comisión de supervivencia de Especies de la Unión Internacional para la
Conservación de la Naturaleza (CSG-IUCN-SSC), propuso un plan de acción para la
conservación de los cocodrilos a nivel mundial en 1992 con la finalidad de conocer el
estado de las poblaciones silvestres y los programas de gestión realizadas en las
diferentes especies, priorizar las especies con necesidades de acciones de conservación
y desarrollar los proyectos prioritarios de conservación por especie (Thorbjarnarson et al.
1992). Este plan, fue remplazado en 1998 por el estudio de estado y plan de acción para
125
la conservación de los cocodrilos, el cual proporciona información sobre la biología de los
crocodílidos, los principios generales para su conservación, la conservación y uso
sostenible; muestra la aplicación y efectividad de los programas de conservación y uso
sostenible; establece los estatus de conservación de las especies y proporciona las
acciones de conservación para cada especie (Ross, 1998). Por último en 2010, se
actualizaron las acciones para la conservación de 21 especies de crocodílidos (disponibles
en: http://www.iucncsg.org), donde se establece información sobre la distribución, ecología
e historia general, estatus y medidas de conservación, y los proyectos prioritarios para la
conservación y uso sostenible de la especie.
Por otra parte, diversos actores involucrados con la gestión de los crocodílidos han
planteado planes de acción para la conservación y uso sostenible, planes de manejo,
programas de conservación, monitoreo y repoblamiento en el mundo en diferentes
especies como: Crocodylus acutus (Lazcano Barrero, 1993; Corpoguajira y Asociación
Desarrollo Guajiro, 2006; Ulloa Delgado y Peláez Montes, 2011; Ulloa Delgado y Sierra
Díaz, 2012; Balaguera Reina et al. 2018); C. intermedius (Naranjo et al., 2002; Seijas,
2003), C. moreletii (Sánchez, López, García y Benítez, 2011; Barrios y Cremieux, 2018),
C. rhombifer (Ramos, 2013); C. porosus y C. johnstoni (Parks and Wildlife Commission of
the Northern Territory, 1998 y 2005; Delaney, Neave, Fukuda y Saalfeld, 2010; Saalfeld,
Fukuda, Duldig y Fisher, 2016; Department of Environment and Heritage Protection, 2017);
C. niloticus y C. cataphractus (Department of Wildlife, 1994; Botha, 2010; Ministry of
Environment and Tourism of Namibia, 2014), Alligator mississippiensis (Palmisano,
Joanen y NcNease, 1973; Johnson, Lobpries y Thompson, 1985; Joanen y McNease,
1987; Bennett y Buhlmann, 2005; The Game Management Section’s Alligator Committee,
2010); Melanosuchus niger (Vásquez y Pickens, 1997; Cisneros Arza, 2006), Caiman
yacare y C. latirostris (Pacheco, 1996; Subcentral Indígena TIPNIS, SERNAP-TIPNIS,
Faunagua y BANKENGRUPPE, 2005; Larriera y Imhof, 2006; MMAyA, 2009; Rumiz y
Llobet. 2005) y en C.crocodilus (Ulloa Delgado, 2007; Medrano Bitar y Rojano, 2008;
Mercado y Palacios, 2006; Universidad Nacional de Colombia y CAR, 2009; Cazadores
Kichwas, Asociación de cazadores de Intuto y CSG/SSC/IUCN, 2015). Si bien, cada
instrumento de planificación presenta particularidades basadas en el estatus de
conservación de la especie objeto, el contexto normativo, social, ambiental y económico,
126
las iniciativas contemplan elementos similares como: un diagnóstico previo, componentes
de monitoreo, investigación, protección del hábitat, prevención de incidentes y
aprovechamiento sostenible, fortalecimiento institucional y legislativo, capacitación y
educación ambiental.
Diferentes esfuerzos e iniciativas de conservación y manejo de crocodílidos han mostrado
buenos resultados; donde, la investigación, la gestión participativa de los actores
involucrados, el manejo adaptativo y el uso sostenible han sido clave para la continua
mejora de los resultados (Mazzotti, Cherkiss, Cook y McKercher, 2003; Parks and Wildlife
Commission of the Northern Territory, 2005; Aparicio y Ríos, 2006; Ploeg y Weerd, 2006;
Ulloa Delgado y Sierra Díaz, 2012; Marioni, Botero Arias y Fonseca Junior, 2013; Heaton,
Fukuda y Saalfeld, 2018; Louisiana Department of Wildlife and Fisheries, 2018). Varios
autores plantean que el uso sostenible en el caso de los crocodílidos ha sido una estrategia
que aporta de manera significativa a la conservación del recurso biológico, la protección
del hábitat y al desarrollo comunitario dado que provee incentivos económicos en la
cadena de valor productivo lo que generaría la valorización de la especie y el hábitat,
además, de la apropiación del territorio (Ross y Godshalk, 1997; MacGregor, 2002; Ploeg
y Weerd, 2008; Sine, Wilkins y Solmu, 2008). Sin embargo, Aranda Coello (2016), plantea
que en el caso de C. crocodilus en Caño Negro (Costa Rica), si bien, existe un mercado
interesado en la piel de la especie, es difícil gestionar el manejo del recurso biológico por
desconocimiento de la especie, la falta de recursos, la poca integración de actores
sociales, la baja capacidad de gestión y débil vinculación institucional.
En Colombia en las últimas dos décadas se han realizado varios Planes de acción,
programas de conservación y planes de manejo para los crocodílidos en el país con la
participación de los entes gubernamentales, ONG´s, consultoras, universidades,
Organizaciones internacionales y la comunidad. A nivel nacional se diseñó en 2002 el
Programa Nacional para la Conservación del Caimán del Orinoco (Crocodylus intermedius,
Naranjo et al., 2002). En Crocodylus acutus se han desarrollado Planes de conservación,
manejo y uso sostenible en los departamentos del Norte de Santander (Ulloa Delgado y
Peláez Montes, 2011), Guajira (Corpoguajira y Asociación Desarrollo Guajiro, 2006) y
Magdalena (Balaguera Reina et al., 2018). Por otra parte, en Caiman crocodilus fuscus se
127
han realizado instrumentos de gestión para la conservación, manejo y uso sostenible en
los departamentos del Atlántico (Medrano Bitar y Rojano, 2008), Bolívar (Mercado y
Palacios, 2006), Cundinamarca (Universidad Nacional de Colombia y CAR, 2009) y Valle
del Cauca (González Anaya y Asprilla Posso, 2011), como parte del cumplimiento de la
resolución 1660 de 2005; por último, en Melanosuchus niger la Corporación para el
Desarrollo Sostenible del Sur de la Amazonia (Corpoamazonia) incluyó la especie en los
retos locales y regionales para la conservación de la fauna acuática del sur de la Amazonía
Colombiana y la protección de su hábitat (Bermúdez et al., 2010).
Una iniciativa que cabe resaltar a nivel nacional es la realizada con Crocodylus acutus
(Caimán Aguja) por la Corporación Autónoma Regional de los Valles del Sinú y del San
Jorge (CVS) y Asocaimán en la Bahía de Cispatá (Córdoba). Esta iniciativa toma al C.
acutus como especie focal para la conservación del manglar y su fauna asociada,
desarrollando programas de recuperación de hábitat, ecoturismo, monitoreo de la
población, reproducción para repoblación y uso sostenible. Por último, esta experiencia ha
dado aportes a los lineamentos para el Programa Nacional del Caimán Aguja (Ulloa
Delgado y Sierra Díaz, 2012).
Morales et al. (2013) identificaron que algunas iniciativas mencionadas anteriormente, no
se han reflejado en acciones reales de conservación y uso sostenible a largo plazo, por
falta de la articulación, acompañamiento y financiamiento oficial; condiciones
indispensables para la sostenibilidad de este tipo de estrategias o acciones. Sin embargo,
con base en los buenos resultados de iniciativas experimentales de ciclo mixto, que se
han desarrollado en las diferentes zonas del Atlántico y Bolívar, en 2015 el Ministerio de
Ambiente y Desarrollo Sostenible iniciaron un proyecto para completar la línea base de las
poblaciones silvestres en cuatro sitios piloto (municipios de Magangué y Barranco de Loba
en la depresión Momposina y las ciénagas del Guájaro y Luruaco) que permita sustentar
el modelo alternativo de uso de C.crocodilus, con la finalidad de fijar cuotas experimentales
de rancheo bajo el modelo de uso mixto. Además, se espera que esta experiencia piloto
brinde las bases para la reglamentación de las normativas que permitan la utilización de
dicho sistema de producción lo que sería un incentivo para la conservación de la especie
y la protección de su hábitat en otras regiones del país (CITES, 2016a; CITES, 2016b).
128
7.5 CONCLUSIONES
El Plan de Acción para la conservación y uso sostenible de la babilla (Caiman crocodilus
fuscus) en la represa hidroeléctrica del río Prado propone actividades e indicadores que
requieren de la articulación y fortalecimiento de los diversos actores involucrados bajo
el enfoque de gestión adaptativa buscando la mejora continua de los resultados en las
tomas de decisiones.
El C.c.fuscus en Hidroprado puede considerarse como especie objetivo de planificación
y manejo ambiental del embalse ya que su conservación y uso sostenible requiere de
acciones participativas para la conservación del hábitat, así mismo, dichas acciones
aportan la apropiación del territorio y al desarrollo comunitario bajo incentivos
económicos.
129
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