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FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS DE LAS EDUCACIÓN UNIVERSIDAD DE JAÉN Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación Estado emocional en adolescentes y su relación con variables del contexto familiar Alumno: Raquel Moreno López Tutor: D. Lourdes Espinosa Fernández Dpto: Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico

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UNIVERSIDAD DE JAÉN Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación

Trabajo Fin de Grado

Estado emocional en adolescentes y su

relación con variables del contexto familiar

Alumno: Raquel Moreno López

Tutor: D. Lourdes Espinosa Fernández

Dpto: Personalidad, Evaluación y Tratamiento

Psicológico

2

ÍNDICE

3 Resumen / Abstract

3 Introducción

7 Método

7 Participantes

7 Instrumentos

9 Procedimiento

9 Resultados

24 Discusión

29 Bibliografía

36 Anexos

37 Consentimiento Informado

39 Comisión Ética

40 Visto Bueno del Tutor

42 Informe TAUJA

3

ESTADO EMOCIONAL EN ADOLESCENTES Y SU RELACION CON VARIABLES

DEL CONTEXTO FAMILIAR

Raquel Moreno López

Universidad de Jaén (España)

RESUMEN

Este estudio analiza la relación existente entre depresión, autoestima y ansiedad social con

diferentes variables del contexto familiar como son el estilo parental percibido y la emoción

expresada percibida en una muestra de adolescentes haciendo diferencias entre chicos y

chicas. Participaron 124 adolescentes de edades comprendidas entre los 12 y los 17 años. Los

resultados de los análisis correlacionales arrojan relaciones significativas entre las variables

estudiadas, donde se puede concluir que depresión y ansiedad se encuentran relacionadas

negativamente con estilo parental percibido y positivamente con emoción expresada

percibida. Siendo estos resultados a la inversa en el caso de la variable autoestima. Además se

han realizado los análisis con chicas y chicos por separado, obteniendo resultados en su

mayoría similares, pero encontrándose algunas diferencias.

Palabras clave: Depresión, autoestima, ansiedad, emoción expresada percibida, estilo

parental percibido, adolescentes.

ABSTRACT

This study analyzes the existing relation between depression, self-esteem and social anxiety

with different variables of the familiar context as the style parental perceived and the

expressed emotion perceived in a sample of teenagers doing differences between boys and

girls. In this study took part 124 teenagers of ages understood between the 12 and 17 years.

The results of the correlate analyses it generated significant relations between the variables

studied, where it is possible to conclude that depression and anxiety are related negatively

with the style parental perceived and positively with emotionally expressed perceived. Being

these results inversely in case of the variable self-esteem. In addition, the mentioned variables

have been related with girls and boys separately, obtaining similar result, but discovering

some differences.

INTRODUCCIÓN

La adolescencia es considerada uno de los periodos más relevantes en lo que se refiere a la

formación de la autoestima, donde los adolescentes se vuelven más propensos a experimentar

4

un descenso de ésta. Esta etapa se caracteriza por la presencia de acontecimientos nuevos y

que pueden resultar estresantes, y que pueden suponer un gran reto para la visión que

presentan los adolescentes sobre si mismos (Steinberg y Morris, 2001; Twenge y Campbell,

2001) y su estabilidad emocional (Larson, Moneta, Richards y Wilson, 2001). Por esto, la

autoestima es considerada un factor clave para el desarrollo del adolescente. Los adolescentes

buscan ser diferentes a los demás, desarrollar todas sus habilidades y corroborar sus talentos y

destrezas. Es decir, en esta etapa se busca el desarrollo de la identidad. Sin embargo, se ha

comprobado que existen numerosas acciones que tienden a debilitar ésta, como pueden ser el

no encontrarse con apoyo patero-materno cuando se dispone a desarrollarse personalmente, el

valorarse negativamente, las críticas, el no encontrar apoyo social fuera del entorno familiar,

la sobreprotección de los progenitores, entre otros. Siguiendo esta línea, las investigaciones

han comprobado que altas puntuaciones en autoestima correlacionan negativamente con

depresión en adolescentes y viceversa (Cava, Musitu, y Vera, 2000; McCullough, Huebner y

Laughlin, 2000). En este sentido, y según esos datos, la baja autoestima es un buen predictor

de la aparición de síntomas depresivos y resulta oportuno comprobar si la autoestima se

encuentra influenciada por diversas variables del contexto familiar o si por el contrario esta no

depende de ningún factor que se encuentre dentro del ámbito familiar. Jiménez, Murgui y

Musitu (2007) afirman en su investigación que en diversos estudios se ha demostrado que una

relación positiva paterno-filial eleva la autoestima del adolescente. Sin embargo, una relación

negativa entre ambos puede ser un importante predictor de una baja autoestima durante la

adolescencia (Fering y Taska, 1996; Jiménez et al., 2007). Teniendo en cuenta dichos

estudios, es posible que exista un efecto indirecto de las relaciones paterno-filiales y la

sintomatología depresiva. En algunos estudios, se ha comprobado, que estas relaciones

familiares se relacionan con la autoestima, además de con el apoyo social percibido, siendo

ambos factores protectores de la sintomatología depresiva (Jiménez et al., 2007).

La ansiedad es otro factor a tener en cuenta en la adolescencia. Los adolescentes empiezan a

desarrollarse como personas independientes y se ven expuestos a situaciones en las que suelen

experimentar un alto grado de síntomas ansiosos que si no son capaces de controlar pueden

dar lugar al desarrollo de un trastorno de ansiedad. Uno de los trastornos de ansiedad que

muestra mayor incidencia entre los adolescentes es el de la fobia social. Este trastorno afecta a

más del 15% de la población en general (Ruscio et al., 2008; Wittchen, Stein y Kessler,

1999). Aunque los síntomas de este trastorno se dan durante todo el ciclo vital es en la

adolescencia donde son más comunes (García-López y Storch, 2008). Ya que se trata de un

trastorno que se desarrolla desde edades tempranas sería bueno contemplar qué relación

5

presenta el mismo con algunos factores del ambiente familiar como puede ser el estilo

parental y la emoción expresada.

En este estudio nos vamos a centrar en la relación existente entre estas variables (autoestima,

ansiedad y depresión) con algunas variables del contexto familiar, como son emoción

expresada, estilo parental percibido y conflictos familiares, todas ellas centradas en los

adolescentes. Diversos estudios señalan un aumento considerable de los síntomas depresivos

durante la adolescencia. Por ejemplo, en investigaciones que utilizan medidas de auto-informe

como el Center of Epidemiological Studies Depression Scale (CES-D), se ha encontrado que

aproximadamente entre un 8 y un 10% de los adolescentes puntúa por encima del punto de

corte en depresión clínica (Fombonne, 1998; Lewinsohn, Rohde y Seeley, 1998). En 2001,

Field, Diego y Sanders utilizaron esta misma escala e informaron de un porcentaje del 37%,

por lo que es un porcentaje bastante sustancial, sugiriendo la necesidad de indagar por las

causas de este problema.

La calidad de las interacciones entre padres e hijos es considerada una de las variables de

riesgo más importante y por tanto, una de las que más ha sido estudiada, ya que muestra un

alto valor predictivo de síntomas depresivos en adolescentes. Estas interacciones pueden

deteriorarse debido al excesivo control que, a veces, pueden querer ejercer los padres. Estos

pueden creer que sus hijos aún no se encuentran preparados para tomar el control de su vida,

constándoles entender, que están creciendo. Sin embargo, los adolescentes piensan lo

contrario, buscan un alto nivel de independencia y autonomía y se ven lo suficientemente

capacitados para poder dirigir su vida sin ayuda. Por lo que la oposición de opiniones genera

conflictos en las relaciones padres e hijos y pueden desembocar en síntomas depresivos de los

últimos, lo que aumenta la probabilidad de que la calidad de las relaciones se vea aún más

deteriorada. Diversos estudios afirman que las relaciones entre padres e hijos deprimidos son

menos afectivas (Buist, Dekovic, Meeus, y van Aken, 2004), menos proveedoras de apoyo

(Hoffman y Su, 1998) y se caracterizan por una comunicación más pobre y negativa (Estévez,

Musitu y Herrero, 2005).

Dentro de esas relaciones padres-hijos, cobra especial importancia, el estilo de crianza

ejercido por los padres. En la etapa de la adolescencia, los chavales buscan su desarrollo

personal, captan criterios y valores, así como normas, que lo conducen a forjarse como un ser

social. Aquí, las prácticas de crianza ocupan un papel fundamental, ya que los padres son la

principal fuente de la cual los adolescentes extraen esos datos (Grusec y Goodnow, 1994;

Grusec, Goodnow y Kuczynski, 2000; Hoffman, 1990). Son de gran importancia las

relaciones tanto con la madre como con el padre, además de la implicación de ambos en la

6

crianza, la disponibilidad y el grado de apoyo que percibe el adolescente de ellos, y en

general, la preponderancia de una buena comunicación, para percibir un buen apoyo

instrumental y emocional de ambos padres (Rodrigo, et al., 2004).

Un buen estilo educativo y una gran calidad de las relaciones paterno-filiales se ven

influenciados por las dimensiones de control, afecto y grado de implicación en la crianza de

los hijos, considerándose estas dimensiones fundamentales en la educación de los hijos

(Carlo, Raffaelli, Laible y Meyer, 1999; Mestre, Frías, Samper y Nácher, 2003; Mestre,

Samper, Tur y Díez, 2001; Tur, 2003). Además, estos factores inciden sobre la cohesión

familiar, el grado de adaptabilidad y la calidad de la comunicación entre los miembros de la

misma familia, que pueden favorecer o enturbiar tanto la cohesión como la adaptabilidad

(González-Pineda, et al., 2003).

Otro punto a destacar y que puede influir en el estado emocional de los adolescentes es la

comunicación familiar. La investigación señala que la comunicación entre padres e hijos se va

deteriorando conforme se va pasando de la infancia a la adolescencia, disminuyendo el tiempo

que pasan interactuando juntos, la comunicación espontánea de sus asuntos como el colegio o

los amigos disminuye considerablemente y la comunicación se hace mucho más difícil

(Barnes y Olson, 1985). Por otra parte, se encuentran los conflictos. Independientemente de la

evolución que sigan los conflictos familiares, la mayoría de los estudios coinciden en afirmar

que se produce un incremento sustancial de estos al inicio de la adolescencia. Han sido

propuestas diferentes explicaciones con el fin de llegar a un punto de acuerdo respecto a este

fenómeno. Para algunos autores el origen de los problemas se encuentra en las diferencias

entre lo que los progenitores esperan de sus hijos y su comportamiento real (Collins, 1992;

Collins, Laursen, Mortensen, Luebker y Ferreira, 1997), para otros, los procesos cognitivos

son los responsables del aumento de la conflictividad (Selman, 1981; Smetana 1988, 1989;

Youniss y Smollar, 1985), ya que el desarrollo del pensamiento formal llevaría al adolescente

a mostrarse más crítico con las normas y regulaciones impuestas por los progenitores, a

utilizar argumentos más sólidos en sus discusiones y a percibir a sus padres de forma menos

idealizada (Parra y Oliva, 2002).

Para finalizar, la emoción expresada, término acuñado por Brown y cols. en 1972, hace

referencia a la manifestación por parte de la familia de expresiones críticas u hostiles, así

como la excesiva sobreimplicación emocional de ésta en relación con el paciente (Hooley,

1985, 2007). Brown et al. (1972), Vaughn y Leff (1976) y posteriormente corroborado por

otros autores como Muela y Godoy (1997, 2003), categorizaron a la Emoción Expresada

como un constructo subdividido en cinco componentes: comentarios críticos, hostilidad,

7

sobreimplicación emocional, calidez y comentarios positivos. En psicología se ha visto que la

emoción expresada es capaz de predecir el curso de alteraciones tales como los trastornos de

ansiedad, los trastornos del estado de ánimo, trastornos psicóticos, alcoholismo e incluso

enfermedades como la diabetes, el cáncer, etc. Según Hamilton, Asarnow y Tompson (1997)

cuando aumenta el comportamiento negativo de los adolescentes aumenta también el

criticismo y las evaluaciones negativas de sus padres, lo que afectará al adolescente volviendo

a aumentar su comportamiento negativo, convirtiéndose esto en un círculo vicioso entre

padres e hijos. Dada esta información se ve oportuno indagar en la relación existente entre

emoción expresada y autoestima, ansiedad y depresión, ya que se cree que la emoción

expresada percibida por los adolescentes tendrá una gran importancia en el desarrollo de estas

variables. Si la emoción expresada percibida es baja se cree que el adolescente presentará una

buena autoestima, acompañada de una baja sintomatología depresiva y ansiosa.

De este modo, el objetivo general de esta investigación es comprobar si diversas variables del

contexto familiar están relacionadas con el estado emocional de los adolescentes. De manera

más concreta, se plantea comprobar si la depresión y ansiedad social en adolescentes está

relacionada con la emoción expresada y el estilo educativo de los padres (ambos aspectos

evaluados desde la percepción de los adolescentes) y si hay diferencias en relación al género.

Otra variable incluida en los análisis es la autoestima, explorando su relación con la

depresión, ansiedad social, así como con las variables anteriores.

MÉTODO

Participantes

La muestra está constituida por 124 estudiantes de Educación Secundaria Obligatoria de los

cuatro cursos que consta (29 alumnos de primer curso, 31 de segundo, 30 de tercero y 34 de

cuarto curso). Estos alumnos pertenecen al Instituto de Educación Secundaria Ulia Fidentia de

la localidad de Montemayor, provincia de Córdoba, el cual pertenece a una zona de nivel

social, económico y cultural medio. Los adolescentes se encuentran dentro de un rango de

edad entre los 12 y los 17 años (siendo la edad media 14,15 años y una desviación típica de

1,403). De todos ellos 61 son chicos y 63 chicas.

Instrumentos

Cuestionario de Depresión Infantil, CDI. (Children’s Depression Inventory, Kovacs, 1992),

en su adaptación al castellano por Del Barrio y Carrasco (2004). Consta de 27 ítems, cada uno

de ellos enunciado en tres frases que recogen la distinta intensidad o frecuencia de su

8

presencia en el niño o adolescente. El contenido de los ítems cubre la mayor parte de los

criterios para el diagnóstico de la depresión infantil. El CDI evalúa dos escalas: disforia

(humor depresivo, tristeza, preocupación, etc.) y autoestima negativa (juicios de ineficacia,

fealdad, maldad, etc.) y proporciona una puntuación total de depresión. Es aplicable en un

rango de edad desde los 7 a los 17 años. La adaptación española muestra un alfa de Cronbach

de 0,7.

Escala de Autoestima de Rosenberg (Rosenberg, 1965). Escala adaptada al español por

Echeburúa (1995). Se trata de una de las escalas más utilizadas para la medición global de la

autoestima. Consta de 10 ítems, 5 planteados en forma positiva y 5 en forma negativa, para

controla la aquiescencia y la tendencia a responder afirmativamente. Es usada con el objetivo

de evaluar el sentimiento de satisfacción que una persona tiene consigo misma. La autoestima

refleja la relación entre la autoimagen real y la autoimagen ideal. Los análisis de fiabilidad

realizados por Vázquez-Morejón (2004) para población española ofrecen datos de

consistencia interna de un alpha de Cronbach de 0,87.

Inventario de ansiedad y fobia social, forma breve (SPAI-B). Versión abreviada del SPAI

validada para adolescentes y creada por García-López, Hidalgo et cols., (2008). Esta escala

consta de 16 ítems, los cuales evalúan síntomas cognitivos, conductuales y somáticos de igual

modo que la versión original. En referencia a la consistencia interna, estos investigadores

comprobaron que presenta un alpha de Cronbach de 0,92.

Nivel de Emoción Expresada (Level of Expressed Emotion- LEE). Cuestionario desarrollado

originalmente por Cole y Kazarian en 1988, aunque ha recibido varias modificaciones. Este

cuestionario cuenta con cuatro factores: falta de apoyo emocional, hostilidad, intrusividad, y

crítica negativa, percibidos por el adolescente. Consta de 38 items con una escala de respuesta

tipo Likert de cuatro puntos; (más o menos falso, más o menos verdadero y verdadero). La

escala incluye 8 ítems adicionales con los que se evalúa la crítica positiva. Para la puntuación

total de emoción expresada sólo se tienen en cuenta los 38 items de los cuatro factores

anteriores.

Escala para la evaluación del Estilo parental (Oliva et al., 2007). Consta de 41 ítems en los

que el adolescente evalúa de forma independiente 6 dimensiones del estilo educativo materno

y paterno. Las dimensiones son: Afecto y comunicación, Promoción de autonomía, Control

conductual, Control psicológico, Revelación y Humor. Los índices de fiabilidad oscilan entre

0,80 y 0,92.

9

Procedimiento

El instituto fue seleccionado por cercanía y conocimiento de la directiva del centro. Tras

comunicarle a ésta y a los responsables del departamento de orientación del IES en qué

consistía el estudio se les entregó a los alumnos el consentimiento informado (ver anexo 1)

para que se lo dieran a sus padres y lo devolvieran firmado y, de esta manera, tener su

autorización para poder participar en el estudio. El cuadernillo de cuestionarios fue

cumplimentado de forma colectiva en las horas lectivas que la directiva había establecido

previamente. Los alumnos contestaron los cuestionarios en sus clases, teniendo conocimiento

de que el cuadernillo era totalmente anónimo y la información proporcionada sería

confidencial. Así mismo, contaron con mi presencia, estudiante de último curso de psicología,

para resolver cualquier tipo de duda que pudiera surgirles durante el proceso.

En los cuadernillos se encontraban todos los cuestionarios y escalas explicados anteriormente

(contrabalanceados en su presentación), más una hoja donde se le solicitaba información

adicional como su edad, edad de los padres y profesión de los mismos, número de hermanos y

nota media del último trimestre.

RESULTADOS

Para realizar los análisis se utilizó el paquete estadístico SPSS (versión 19). Se llevaron a

cabo análisis de correlación de Pearson para determinar la relación existente entre las

diferentes variables del estudio.

La relación de las variables se presenta en varios apartados. En primer lugar, nos centramos

en la relación entre depresión, ansiedad y autoestima. Primeramente en relación a la muestra

total y luego diferenciando entre chicas y chicos.

Relación entre depresión, ansiedad y autoestima

Tal y como aparece en la tabla 1 los resultados hallados muestran la existencia de una relación

significativa directa entre ansiedad y depresión tanto con la puntuación total como con las

escalas de disforia y autoestima negativa. También existe una relación significativa e inversa

entre depresión (puntuación total y los dos factores) y autoestima, así como entre esta y

ansiedad.

10

Tabla 1. Matriz de correlaciones entres las variables Depresión, Autoestima y Ansiedad (también se presentan las medias y desviaciones típicas de las variables)

M (DT) Depresión Disforia Autoestima

Negativa

Autoestima Ansiedad

Depresión

Total

11,38 6,46 -

Disforia 7,05 4,45 ,949** - Autoestima

Negativa

4,34 2,63 ,850** ,642** -

Autoestima 31,56 4,96 -,572** -,503** -,548** - Ansiedad 37,52 13,03 ,394** ,353** ,368** -,375** -

*p<0,05(bilateral); **p<0,01 (bilateral)

En las tablas 2 y 3 aparecen los resultados hallados con las variables anteriores en las

muestras de chicas y chicos respectivamente. Los resultados coinciden con lo hallado en la

muestra total, es decir, tanto en chicas como en chicos, hay una relación significativa directa

entre ansiedad y depresión; y una relación significativa inversa entre depresión y autoestima y

entre ansiedad y autoestima.

Tabla 2. Matriz de correlaciones entres las variables Depresión, Autoestima y Ansiedad en la muestra de Chicas (también se presentan las medias y desviaciones típicas de las variables)

M (DT) Depresión Disforia Autoestima

Negativa

Autoestima Ansiedad

Depresión

Total

11,81 6,23 -

Disforia 7,49 4,36 ,940** -

Autoestima

Negativa

4,33 2,59 ,823** ,580** -

Autoestima 31,24 4,75 -,539** -,427** -,567** - Ansiedad 37,40 12,58 ,.473** ,402** ,457** -,327** -

*p<0,05(bilateral); **p<0,01 (bilateral)

Tabla 3. Matriz de correlaciones entres las variables Depresión, Autoestima y Ansiedad en la muestra de Chicos (también se presentan las medias y desviaciones típicas de las variables)

M (DT) Depresión Disforia Autoestima

Negativa

Autoestima Ansiedad

Depresión 10,93 6,70 -

Disforia 6,59 4,52 ,959** - Autoestima

Negativa

4,34 2,70 ,880** ,709** -

Autoestima 31,90 5,18 -,596** -,567** -,534** -

Ansiedad 37,64 13,58 ,326* ,313* ,286* -,420** - *p<0,05(bilateral); **p<0,01 (bilateral)

Relación entre depresión, ansiedad, autoestima y estilo parental percibido

A continuación, nos centramos en la relación entre las variables anteriores (depresión,

ansiedad, autoestima) y el estilo parental percibido. En primer lugar, se presentan los datos

11

referidos al estilo parental de la madre, primero en la muestra total (tabla 4) y luego en la

muestra de chicas (tabla 5) y chicos (tabla 6). Y en segundo lugar, aparecen los resultados

referidos al estilo parental del padre, tanto en la muestra total (tabla 7) como en la muestra de

chicas (tabla 8) y chicos (tabla 9).

Estilo parental percibido de la madre en la muestra total

En el caso de la relación entre las variables y la muestra total (tabla 4) se contempla que la

depresión se relaciona negativamente con las siguientes dimensiones del estilo parental

percibido de la madre: afecto y comunicación (r = -0,382), control conductual (r = -0,328),

promoción de autonomía (r = -0,253) y humor (r = -0,385). Sin embargo, presenta una

relación significativa positiva con la dimensión control psicológico (r = 0,212). La variable

autoestima revela relación significativa positiva con las dimensiones afecto y comunicación (r

= 0,367), control conductual (r = 0,257), promoción de la autonomía (r = 0,353) y humor (r

=0,291). Por último, la ansiedad muestra relación significativa negativa con afecto y

comunicación (r = -0,191), promoción de autonomía (r = -0,203) y humor (r = -0,273).

Estilo parental percibido de la madre en la muestra de chicas

Centrándonos, ahora, en la relación entre las diferentes variables y las dimensiones del estilo

parental percibido por parte de las chicas en relación a sus madres (tabla 5) se hallan los

siguientes resultados. En el caso de la depresión, los resultados coinciden con lo hallado en la

muestra total. Esto es, hay una relación significativa negativa con las dimensiones afecto y

comunicación (r = -0,418), control conductual (r= -0,377), promoción de la autonomía (r = -

0,293) y humor (r = -0,415); mientras que con la dimensión control psicológico hay una

relación significativa positiva (r = 0,305).

Por su parte, la autoestima muestra una relación significativa y positiva con las dimensiones

afecto y comunicación (r = 0,319), control conductual (r = 0,363) y promoción de la

autonomía (r = 0,294), mientras que se relaciona negativamente con control psicológico (r = -

0,260).

Con la variable ansiedad no aparece ninguna relación significativa. De igual modo, la

dimensión revelación tampoco se ve relacionada significativamente con depresión, ansiedad o

autoestima.

12

Estilo parental percibido de la madre en la muestra de chicos

En el caso de los chicos (tabla 6), la depresión se relaciona significativa y negativamente con

las dimensiones afecto y comunicación (r = -0,355), control conductual (r = -0,290) y humor

(r = -0,358). En cuanto a la autoestima, hay relación significativa y positiva con afecto y

comunicación (r = 0,421), promoción de la autonomía (r = 0,419) y humor (r = 0,384). En

este caso, sí que se encuentra relación significativa entre ansiedad y las dimensiones afecto y

comunicación (r = -0,275) y humor (r = -0,357).

Estilo parental percibido del padre en la muestra total

A continuación, nos centramos en el estilo parental percibido por los adolescentes en relación

a sus padres (varones) en la muestra total (tabla 7).

Se encuentra una relación significativa y negativa de la variable depresión con las mismas

dimensiones halladas cuando los chavales hacían referencia a sus madres, y que son: afecto y

comunicación (r = -0,420), control conductual (r = -0,346), promoción de la autonomía (r = -

0,294) y humor (r = -0,378); las únicas excepciones están en la dimensión revelación, que

aquí sí aparece una relación significativa y negativa (r = -0,322) y en cuanto a la dimensión

control psicológico, que en este caso, no hay una relación significativa. En el caso de la

autoestima, se ha encontrado relación significativa y positiva con las dimensiones afecto y

comunicación (r = 0,335), control conductual (r = 0,198), promoción de la autonomía (r =

0,297), humor (r = 0,238) y revelación (r = 0,237). Por último, la ansiedad se ve relacionada

significativamente y de forma negativa con afecto y comunicación (r = -0,257), promoción de

la autonomía (r = -0,248) y humor (r = -0,280).

Estilo parental percibido del padre en la muestra de chicas

En el caso de cómo perciben las chicas el estilo parental de su progenitor masculino (tabla 8),

se encuentran relaciones significativas negativas entre depresión y las dimensiones: afecto y

comunicación (r = -0,464), control conductual (r = -0,501), promoción de la autonomía (r = -

0,329), humor (r = -0,329) y revelación (r = -0,331). La autoestima en chicas se encuentra

relacionada significativa y negativamente sólo con la dimensión control psicológico (r = -

0,293). Sin embargo, no se encuentra ninguna relación significativa entre la variable ansiedad

y las diferentes dimensiones del estilo parental percibido.

13

Estilo parental percibido del padre en la muestra de chicos

Para finalizar este apartado relacionado con el estilo parental, analizamos los resultados

obtenidos de cómo los adolescentes de sexo masculino perciben el estilo parental de su padre.

Observamos una relación significativa y negativa entre depresión y las dimensiones de afecto

y comunicación (r = -0,376), promoción de la autonomía (r = -0,263), humor (r = -0,443) y

revelación (r = -0,308). En el caso de la variable autoestima, encontramos relación

significativa y positiva con afecto y comunicación (r = 0,456), promoción de la autonomía (r

= 0,382), humor (r = 0,405) y revelación (r = 0,343). Sin embargo, la ansiedad muestra

relación significativa negativa con afecto y comunicación (r = -0,408), promoción de la

autonomía (r = -0,280) y humor (r = -0,316).

14

Tabla 4. Matriz de correlaciones con Estilo Parental Percibido de la Madre en la muestra total (se presentan también las medias y desviaciones típicas de las variables)

*p<0,05(bilateral); **p<0,01 (bilateral)

M (DT) Depresión Disforia Aut.

Negativa

Autoestima Ansiedad Afec y

Comun

Cont.

Conduct.

Cont.

Psicol.

Prom.

Autono.

Humor Revelación

Depresión 11,38 6,46 - Disforia 7,05 4,45 ,949** -

Aut.Negativa 4,34 2,63 ,850** ,642** - Autoestima 31,56 4,96 -,572** -,503** -,548** -

Ansiedad 37,52 13,03 ,394** ,353** ,368** -,375** - Afecto y

Comunicación

40,64 6,86 -,382** -,335** -,370** ,367** -,191* -

Control

Conductual

27,18 6,96 -,328** -,305** -,285** ,257** -,053 ,287** -

Control

Psicológico

26,59 10,28 ,212* ,167 ,238** -,185* ,115 ,235** -,177* -

Promoción

Autonomía

37,63 7,93 -,253** -,207* -,269** ,353** -,203* ,590** ,267** -,123 -

Humor 27,97 6,11 -,385** -,385** -,295** ,291** -,273** ,632*** ,249** -,139 ,547** - Revelación 20,95 6,81 -,137 -,110 -,153 ,121 ,024 ,321** ,316** ,047 ,341** ,331** -

15

Tabla 5. Matriz de correlaciones con Estilo Parental Percibido de la Madre por las chicas (se presentan también las medias y desviaciones típicas de las variables)

M (DT) Depresión Disforia Aut.

Negativa

Autoestima Ansiedad Afec y

Comun

Cont.

Conduct.

Cont.

Psicol.

Prom.

Autono.

Humor Revelación

Depresión 11,81 6,23 -

Disforia 7,49 4,36 ,940** - Aut.Negativa 4,33 2,59 ,823** ,580** -

Autoestima 31,24 4,75 -,539** -,427** -,567** - Ansiedad 37,40 12,58 ,473** ,402** ,457** -,327** -

Afecto y

Comunicación

40,94 6,89 -,418** -,350** -,417** ,319* -,103 -

Control

Conductual

27,59 6,86 -,377** -,351** -,310* ,363** -,022 ,322* -

Control

Psicológico

24,03 9,90 ,305* ,208 ,387** -,260* ,170 -,220 ,160 -

Promoción

Autonomía

37,89 8,14 -,293* -,223 -,325** ,294* -,161 ,697** ,319* -,154 -

Humor 27,98 6,23 -,415** -,417** -,289* ,199 -,190 ,638** ,222 -,181 ,515** -

Revelación 21,94 6,91 -,077 -,050 -,106 ,061 ,130 ,362** ,324** ,009 ,406** ,237 - *p<0,05(bilateral); **p<0,01 (bilateral)

16

Tabla 6. Matriz de correlaciones con Estilo Parental Percibido de la Madre por los chicos (se presentan también las medias y desviaciones típicas de las variables)

*p<0,05(bilateral); **p<0,01 (bilateral)

M (DT) Depresión Disforia Aut.

Negativa

Autoestima Ansiedad Afec y

Comun

Cont.

Conduct.

Cont.

Psicol.

Prom.

Autono.

Humor Revelación

Depresión 10,93 6,70 - Disforia 6,59 4,52 ,959** -

Aut.Negativa 4,34 2,70 ,880** ,709** - Autoestima 31,90 5,18 -,596** -,567** -,534** -

Ansiedad 37,64 13,58 ,326** ,313** ,286* -,420** -

Afecto y

Comunicación

40,33 6,88 -,355** -,333** -,323* ,421* -,275* -

Control

Conductual

26,75 7,11 -,290* -,275* -,260* ,169 -,081 ,248 -

Control

Psicológico

29,27 10,06 ,168 ,188 ,101 -,163 ,063 -,245 ,239 -

Promoción

Autonomía

37,37 7,77 -,219 -,199 -,211 ,419** -,246 ,471** ,209 -,081 -

Humor 27,95 6,03 -,358** -,356** -,293* ,384** -,357** ,625** ,279* -,109 ,584** - Revelación 19,92 6,61 -,221 -,207 -,203 ,203 -,078 ,207* ,297* ,175 ,265* ,445** -

17

Tabla 7. Matriz de correlaciones con Estilo Parental Percibido del Padre en la muestra total (se presentan también las medias y desviaciones típicas de las

variables)

*p<0,05(bilateral); **p<0,01 (bilatera

M (DT) Depresión Disforia Aut.

Negativa

Autoestima Ansiedad Afec y

Comun

Cont.

Conduct.

Cont.

Psicol.

Prom.

Autono.

Humor Revelación

Depresión 11,38 6,46 - Disforia 7,05 4,45 ,949** -

Aut.Negativa 4,34 2,63 ,850** ,642** - Autoestima 31,56 4,96 -,572** -,503** -,548** -

Ansiedad 37,52 13,03 ,394** ,353** ,368** -,375** - Afecto y

Comunicación

36,88 9,54 -,420** -,377** -,392** ,335** -,257** -

Control

Conductual

24,27 8,45 -,346** -,335** -,281* ,198* -,083 ,465** -

Control

Psicológico

25,22 10,45 ,125 ,075 ,178* -,156 ,155 -,196* ,255** -

Promoción

Autonomía

35,89 9,57 -,294** -,228* -,334** ,297** -,248** ,647** ,431** -,190* -

Humor 27,80 7,36 -,378** -,320** -,385** ,238** -,280** ,701** ,383** -,201* ,593** - Revelación 18,24 7,31 -,322** -,276** -,324** ,237** -,143 ,469** ,474** ,028 ,507** ,520** -

18

Tabla 8. Matriz de correlaciones con Estilo Parental Percibido del Padre por las chicas (se presentan también las medias y desviaciones típicas de las variables)

*p<0,05(bilateral); **p<0,01 (bilateral)

M (DT) Depresión Disforia Aut.

Negativa

Autoestima Ansiedad Afec y

Comun

Cont.

Conduct.

Cont.

Psicol.

Prom.

Autono.

Humor Revelación

Depresión 11,81 6,23 -

Disforia 7,49 4,36 ,940** - Aut.Negativa 4,33 2,59 ,823** ,580** -

Autoestima 31,24 4,75 -,539** -,427** -,567** - Ansiedad 37,40 12,58 ,473** ,403** ,457** -,327** -

Afecto y

Comunicación

36,63 10,06 -,464** -,402** -,436** ,220 -,113 -

Control

Conductual

24,23 8,78 -,501** -,501** -,358** ,147 -,039 ,603** -

Control

Psicológico

22,45 10,16 ,166 ,052 ,312* -,293* ,214 -,290* ,156 -

Promoción

Autonomía

35,95 9,85 -,329** -,245 ,347** ,215 -,217 ,675** ,489** -,333**

-

Humor 27,76 7,70 -,329* -,229 -,376** ,077 -,248 ,697** ,372** -,298* ,600** -

Revelación 17,84 7,28 -,331** -,267* -,349** ,115 -,094 ,500** ,542** -,193 ,541** ,469** -

19

Tabla 9. Matriz de correlaciones con Estilo Parental Percibido del Padre por los chicos (se presentan también las medias y desviaciones típicas de las variables)

M (DT) Depresión Disforia Aut.

Negativa

Autoestima Ansiedad Afec y

Comun

Cont.

Conduct.

Cont.

Psicol.

Prom.

Autono.

Humor Revelación

Depresión 10,93 6,70 -

Disforia 6,59 4,52 ,959** - Aut.Negativa 4,34 2,70 ,880** ,709** -

Autoestima 31,90 5,18 -,596** -,567** -,534** - Ansiedad 37,64 13,58 ,326** ,313** ,286* -,420** -

Afecto y

Comunicación

37,13 9,06 -,376** -,351** -,347** ,456** -,408** -

Control

Conductual

24,31 8,17 -,190 -,163 -,200 ,250 -,127 ,297* -

Control

Psicológico

28,03 10,06 ,133 ,163 ,056 -,076 ,110 -,121 ,382** -

Promoción

Autonomía

35,84 9,36 -,263* -,215 -,294* ,382** -,280* ,615** ,365** -,048 -

Humor 27,84 7,07 -,443** -,422** -,395** ,405** -,316* ,707** ,396** -,113 ,584** -

Revelación 18,64 7,39 -,308* -,278* -,300* ,343** -,189 ,436** ,402** ,224 ,474** ,578** - *p<0,05(bilateral); **p<0,01 (bilateral)

20

Relación entre depresión, ansiedad, autoestima y emoción expresada percibida por los

adolescentes

Ya por último, nos centramos en la relación entre depresión, ansiedad, autoestima y emoción

expresada percibida, por un lado en la muestra total (tabla 10) y por otro en las muestras de

chicas (tabla 11) y chicos (tabla 12).

Emoción expresada percibida en la muestra total

Tal y como aparece en la tabla 10, hay una relación significativa y positiva entre depresión y

emoción expresada (puntuación total) (r = 0,413) y con los factores: escaso apoyo emocional

(r = 0,437), irritabilidad (0,301) y crítica (r =0,277). Entre depresión y crítica positiva hay una

relación significativa y negativa (r = -0,288). Con autoestima aparecen los mismo resultados,

pero en sentido opuesto, esto es, la autoestima muestra una relación significativa y negativa

con la emoción expresada (r = -0,282) y los factores: escaso apoyo emocional (r = -0,297),

irritabilidad (r = -0,258) y crítica (r = -0,240); con la crítica positiva presenta una relación

significativa y positiva (r = 0,291). En cuanto a la ansiedad, los resultados muestran una

relación positiva con la emoción expresada (r = 0,234) y con los factores: escaso apoyo

emocional (r = 0,255) y hostilidad (r = 0,234); con la crítica positiva aparece una relación

significativa y negativa, (r = -0,263).

Emoción expresada percibida en la muestra de chicas

En el caso de lo que perciben las chicas (tabla 11), podemos ver que la depresión muestra una

relación significativa y positiva con la Emoción Expresada (r = 0,562) y con los factores

escaso apoyo emocional (r = 0,562), hostilidad (r=0,401) y crítica (r = 0,303). Sin embargo se

relaciona significativa y negativamente con la variable crítica positiva (r = -0,335). En cuanto

a la autoestima, se observa una relación significativa inversa con la emoción expresada (r = -

0,281) y con el factor escaso apoyo emocional (r = -0,386); con el factor crítica positiva se

relaciona significativa y positivamente (r = 0,378). En el caso de la ansiedad no aparecen

relaciones significativas con ninguna variable.

Emoción expresada percibida en la muestra de chicos

En este caso (ver tabla 12), aparece una relación significativa y directa entre depresión y

emoción expresada (r = 0,403), así como con los factores escaso apoyo emocional (r = 0,393)

y crítica (r = 0,309); con la crítica positiva se relaciona de manera inversa, (r = -0,276). En

relación a la autoestima aparece una relación significativa y negativa con la emoción

21

expresada (r = -0,345) y los factores escaso apoyo emocional (r = -0,277), irritabilidad (r = -

0,306) y crítica (r = -0,286).

En este caso, la variable ansiedad muestra relaciones significativas positivas con la emoción

expresada (r = 0,307) y con los factores escaso apoyo emocional (r = 0,325) y hostilidad (r =

0,282); con crítica positiva la relación es negativa (r = -0,306).

22

Tabla 10. Matriz de correlaciones con las variables Emoción Expresada, Depresión, Autoestima y Ansiedad en la muestra total (se presentan también las medias y desviaciones típicas de las variables)

*p<0,05(bilateral); **p<0,01 (bilateral)

M (DT) Esc.

Apoyo

Emocional

Intrusiv. Hostili. Critica Crítica

Positiva

Emoción

expresada

Depresión Disforia Autoestima

Negativa

Autoestima Ansiedad

EAEmocional 37,57 8,93 -

Intrusividad 20,28 4,60 -,115 -

Hostilidad 14,06 3,06 ,522** ,018 -

Crítica 10,11 2,90 ,560** -,059 ,547** -

Crít Positiva 25,98 5,23 -,577** ,212* -,265** -,532** -

EExpresada 82,03 13,25 ,878** ,261** ,709** ,702** -,493** -

Depresión 11,38 6,46 ,437** -,034 ,301** ,277** -,288** ,413** -

Disforia 7,05 4,45 ,384** -,044 ,268** ,219* -,237** -,354** ,949** -

Aut Negativa 4,34 2,63 ,422** -,010 ,286** ,307** -,302** ,414** ,850** ,642** -

Autoestima 31,56 4,95 -,297** ,088 -,258** -,240** ,291** -,282** -,572** -,503** -,548** -

Ansiedad 37,52 13,03 ,255** -,010 ,234** ,160 -,263** ,258** ,394** ,353** ,368** -,375** -

23

Tabla 11. Matriz de correlaciones con las variables Emoción Expresada, Depresión, Autoestima y Ansiedad para chicas (se presentan también las medias y desviaciones típicas de las variables)

M (DT) Esc.

Apoyo

Emocional

Intrusivi. Hostili. Critica Critica

Positiva

Emoción

expresada

Depresión Disforia Autoestima

Negativa

Autoestima Ansiedad

EAEmocional 35,16 8,54 -

Intrusividad 20,21 4,80 -,191 -

Hostilidad 13,71 3.43 ,603** ,048 -

Crítica 9,37 2,57 ,532** -,114 ,470** -

Crít Positiva 26,84 5,05 -,648** ,316* -,326** -,614** -

EExpresada 78,44 12,83 ,862** ,237 ,782** ,638** -,523** -

Depresión 11,81 6,23 ,562** -,111 ,401** ,303* -,335** ,500** -

Disforia 7,49 4,36 ,469** -,083 ,330** ,224 -,262* ,414** ,940** -

Aut Negativa 4,33 2,59 ,563** -,130 ,406** ,349** -,360** ,505** ,823** ,580** -

Autoestima 31,24 4,75 -,386** ,243 -,246 -,246 ,378** -,281* -,539** -,427** -,567** -

Ansiedad 37,40 12,58 -197 ,035 ,203 ,121 -,221 ,223 ,473** ,402** ,457** -,327** -

*p<0,05(bilateral); **p<0,01 (bilateral)

Tabla12. Matriz de correlaciones con las variables Emoción Expresada, Depresión, Autoestima y Ansiedad para Chicos (se presentan también las medias y desviaciones típicas de las variables)

M (DT) Esc.

Apoyo

Emocional

Intrusivi. Hostili. Critica Critica

Positiva

Emoción

expresada

Depresión Disforia Autoestima

Negativa

Autoestima Ansiedad

EAEmocional 40,07 8,70 -

Intrusividad 20,36 4,41 -,051 -

Hostilidad 14,42 2,61 ,405** -,029 -

Crítica 10,89 3,03 ,522** -0,21 ,646** -

Crít Positiva 25,08 5,31 -,475** ,113 -,160 -429** -

EExpresada 85,74 12,73 ,873** ,300* ,626** ,720** -,420** -

Depresión 10,93 6,70 ,393** ,049 ,211 ,309* -,276* ,403** -

Disforia 6,59 4,52 ,394** ,002 ,230 ,285* -,257* ,385** ,959** -

Aut Negativa 4,34 2,70 ,307* ,120 ,140 ,292* -,255* ,356** ,880** ,709** -

Autoestima 31,90 5,18 -,277* -,072 -,306* -,286* ,245 -,345** -,596** -,567** -,534** -

Ansiedad 37,64 13,58 ,325* -,058 ,282* ,198 -,306* ,307* ,326* ,313* ,286* -,420* -

*p<0,05(bilateral); **p<0,01 (bilateral)

24

DISCUSIÓN

El objetivo general de nuestro estudio ha sido analizar la relación entre autoestima, depresión

y ansiedad con los estilos parentales y la emoción expresada percibidos por una muestra de

adolescentes españoles. La muestra estuvo formada por 124 adolescentes con edades

comprendidas entre los 12 y los 17 años (61 chicos y 63 chicas).

Las medias obtenidas de la muestra total en depresión, evaluadas con el cuestionario CDI,

indican que los adolescentes se encuentran por debajo del punto de corte utilizado por los

autores del instrumento para indicar la presencia de sintomatología depresiva. De igual modo,

las medias de chicos y chicas por separado también se encuentran por debajo del punto de

corte establecido. Para la autoestima, las medidas obtenidas son similares tanto en chicos

como en chicas, encontrándose dentro del rango de una autoestima normal. En referencia a la

ansiedad, ocurre algo parecido al caso de la autoestima, las puntuaciones para chicas y chicos

también son muy similares entre sí.

Centrándonos en la relación entre esas tres variables se constata, tal y como se esperaba, que

las tres se encuentran relacionadas significativamente entre sí. En concreto, puntuaciones altas

en autoestima se relacionan con puntuaciones bajas en depresión y ansiedad. Esta relación

puede ser debida a que no existe una diferenciación clara de la presencia de los eventos vitales

y de su impacto sobre la respuesta de ansiedad o depresión, pues los eventos no predicen el

trastorno con el que la persona responderá a ellos. Es posible que la ansiedad anteceda a la

depresión y viceversa (Eaton y Ritter, 1988), pero sí que son dos trastornos asociados que en

la mayoría de los casos van de la mano.

En referencia al primer objetivo propuesto, se ha analizado la relación existente entre

depresión, autoestima, ansiedad y estilo parental percibido del padre y de la madre por

separado, así como haciendo diferencias entre chicos y chicas. Los resultados confirman lo

que se esperaba, según la literatura. Las dimensiones de estilo parental percibido: afecto y

comunicación, control conductual, promoción de la autonomía y humor muestran una relación

negativa con depresión y una relación positiva con autoestima. En este sentido, se podría decir

que debido a que los adolescentes que reciben más apoyo por parte de sus padres, ya sea por

la presencia de afecto en casa, por dejar a estos una mayor autonomía para que puedan

comenzar a desenvolverse por sí mismos, por no controlar todos los actos que estos realizan

y/o por tomarse las cosas con humor, muestran un enfoque más adaptativo a las nuevas

situaciones estresantes que se producen en la etapa de la adolescencia, disminuyendo así la

probabilidad de sufrir depresión y aumentando de la misma forma su autoestima, ya que el

apoyo de sus padres les reconforta para enfrentarse a estas situaciones de forma positiva.

25

Estos resultados están en la misma línea que lo hallado en otros estudios, (Noller y Callan,

1991; Oliva, Parra y Sánchez, 2002; Allen, Hauser, Eickholt, Bell y O’Connor, 1994; Allen et

al., 1994; Hodges, Finnegan y Perry, 1996; referenciados en Oliva y Parra, 2004). La

dimensión control psicológico aparece relacionada de manera negativa con la autoestima y de

manera positiva con la depresión, pero esto sólo sucede, cuando los adolescentes se refieren al

estilo parental ejercido por las madres, pero no así por los padres; estos datos apoyan los

obtenidos por Barber, Olsen y Shagle (1994) y Oliva, Parra y Arranz (2008). Por esto, los

adolescentes que perciben a sus madres como controladoras, manipuladoras y chantajistas

podrían presentar una elevada sintomatología depresiva y una baja autoestima. En este

sentido, Rosa-Alcázar et al., (2014), quienes también hallaron diferencias entre padres y

madres, encontraron relaciones significativas entre un alto control psicológico y la presencia

de problemas emocionales y depresivos, al igual que otros autores en estudios anteriores

(Barber, 1996; Barber et al., 1994; Garber, Robinson y Valentiner, 1997; Hauser et al.m 1991;

Silk et al., 2003; estas referencias aparecen en Oliva y Parra, 2004). En cuanto a la dimensión

revelación, los resultados hallados coinciden también otros estudios (Alcázar et al., 2014), en

los que se ve relacionada significativamente con depresión de forma negativa y con

autoestima de forma positiva en el caso del estilo parental percibido del padre pero no con el

de la madre. Es decir, la manifestación o revelación por parte del adolescente de sus

problemas e inquietudes hacía su progenitor masculino se vería relacionado con menos

síntomas depresivos y una alta autoestima, pues pueden sentirse reconfortados tras compartir

con ellos sus inquietudes y que estos puedan proporcionarles la ayuda o consejo necesario.

Estos resultados van en la misma dirección de Kerr y Stattin (2000), quienes señalaban que la

manifestación de inquietudes se relacionaba con un buen ajuste, mientras que el elevado

control y la excesiva vigilancia de los padres se relacionaba con una mala adaptación. En la

misma línea, Hasebe, Nucci y Nucci (2004) afirmaron que cuando los adolescentes se abren

contando sus asuntos privados de forma espontánea pueden presentar mejores índices de salud

mental.

En este estudio habíamos incluido la variable ansiedad. No se encuentra relación significativa

entre estilo parental percibido y sintomatología ansiosa en el grupo de las chicas, pero sin

embargo sí que se encuentra relación en el caso de los chicos, lo que conlleva que en la

muestra total nos aparezca significativa esta variable con el estilo parental percibido. Esto nos

lleva a concluir que el estilo parental no influye en la sintomatología ansiosa en el caso de las

chicas, pero que en el caso de los chicos, la ausencia de humor, el bajo afecto o una mala

comunicación con sus progenitores conlleva que estos experimenten síntomas ansiosos

26

cuando deben hacer frente a situaciones difíciles. Esto puede ser debido a que las chicas

enfocan estos problemas hacia otro problema como puede ser la depresión y los chicos sin

embargo, proyectan esto hacía síntomas ansiosos.

Continuando con la diferencia entre sexos, cabe destacar que en el caso de la madre las chicas

sí que muestran relación entre las mismas dimensiones que la muestra total a excepción de

que humor no influye en autoestima, es decir, que las madres se tomen las cosas con humor

no influye en que las hijas desarrollen una mayor autoestima. Sin embargo, en el caso de los

chicos, los síntomas depresivos no se encuentran relacionados ni con control psicológico de la

madre ni con promoción de la autonomía por la misma, y en ellos la autoestima no se

encuentra relacionada con ningún tipo de control, ni conductual ni psicológico. Esto quiere

decir, que el que las madres sean manipuladoras, controladoras, estrictas e intenten que sus

hijos tengan las mismas ideas y pensamientos que ellas no influye en que los chicos puedan

desarrollar sintomatología depresiva, esto puede ser debido, a que estas conductas para los

hijos son más temidas sí provienen de parte del padre y no tanto de la madre. Del mismo

modo que las madres manipuladoras, chantajistas y que intentan controlar las decisiones de

sus hijos no influye en que su autoestima empeore, pudiendo ser debido esto, a la actitud

pasiva que los adolescentes varones suelen presentar en esta edad.

Por otro lado, en cuanto a la diferencia de sexos de lo percibido en relación al padre vuelve a

ocurrir lo mismo que anteriormente para el caso de las chicas con la variable depresión y

cuando se referían al estilo de crianza ejercido por las madres. Sin embargo, no ocurre lo

mismo con la autoestima, que en este caso sólo se ve relacionada con el control psicológico

del padre, encontrándose que ésta disminuye cuando el control psicológico del mismo

aumenta. Esto quiere decir, que el que un padre se muestre manipulador y/o chantajista

influye en el desarrollo de la autoestima de la adolescente, viéndose esta disminuida. Ocurría

lo mismo para el caso de las madres, por lo que podemos afirmar, que el chantaje y la

manipulación en el caso de las chicas es un factor que influye de manera considerable en su

desarrollo emocional, tanto si viene del padre como de la madre.

En los chicos sin embargo, la sintomatología depresiva no se ve relacionada ni con control

psicológico ni conductual y vuelve a ocurrir lo mismo que sucedía cuando se referían al estilo

de crianza ejercido por la madre; esto es, que el padre se muestre controlador, estricto,

manipulador y/o chantajista no influye en que los chicos desarrollen síntomas negativos, pero

sí que el control conductual se ve relacionado con la autoestima. Que este factor afecte a la

autoestima puede ser debido a que si el adolescente contempla que su padre no confíe en lo

27

que hace e intenta que haga todo a su manera, esto puede reducir también la decisión que el

muchacho puede tomar sobre sus conductas, viéndose así afectada la autoestima.

En cuanto a la ansiedad, en el caso de las chicas vuelve a no encontrarse relacionada con

ninguna de las dimensiones de estilo parental percibido del padre. Sin embargo, en ellos se ve

relacionada significativamente con las dimensiones afecto y comunicación, promoción de la

autonomía y humor. Con esto podríamos afirmar que en el caso de los chicos, una mala

comunicación, acompañado de un pobre afecto, unos padres que dejan poca libertad a sus

hijos y que no muestran humor hacia ellos y sus “problemas” son buenos predictores para la

presencia de sintomatología ansiosa en ellos.

El segundo objetivo busca la relación existente entre las tres variables anteriores (depresión,

autoestima y ansiedad) y la emoción expresada percibida por parte de los adolescentes de sus

progenitores. Podemos afirmar que los resultados hallados indican que la emoción expresada

se relaciona significativamente con las tres variables; de manera positiva o directa, con

depresión y ansiedad y de manera negativa o inversa con autoestima. Esto sucede tanto en la

muestra en general, como en el caso de los chicos, sin embargo en el caso de las chicas no se

encuentra relación significativa entre emoción expresada y ansiedad, aunque sí con depresión

y autoestima.

El factor intrusividad no se ve relacionado con ninguna de nuestras variables ni para la

muestra total ni para chicos y chicas por separado.

Los factores escaso apoyo emocional, hostilidad y, crítica se relacionan positivamente con

depresión, es decir, cuando se produce un aumento de estos factores también se producirá un

aumento en la sintomatología depresiva, por lo que los hijos de padres que no dan apoyo

emocional a sus hijos cuando estos lo necesitan, los que responden a las necesidades de sus

hijos con enfados, enojos o/y los que muestran críticas ante las conductas de sus hijos son más

propensos a experimentar síntomas depresivos. Los mismos factores se relacionan de la

misma forma en ansiedad a excepción de la crítica. Es decir, los mismos factores que influyen

en la sintomatología depresiva también influyen en la sintomatología ansiosa a excepción de

las críticas recibidas por los padres, esto puede ocurrir debido a que ansiedad y depresión son

trastornos asociados, por lo que los mismos factores que hacen que un trastorno se vea

agravado contribuyen también al empeoramiento del otro. Knappe et al. (2009) y Rapee y

Spence (2004) afirmaron que bajos niveles de crítica y hostilidad y altos niveles de

sobreimplicación o control son predictores de ansiedad social en adolescentes. Estos datos se

encuentran en concordancia con los obtenidos en este estudio, a excepción de que aquí no

aparece relacionada la crítica con ansiedad. Clark (2005) afirma según la teoría de la emoción

28

que emociones negativas y positivas juegan un papel importante en la depresión. Otros

estudios posteriores, han demostrado que los niveles más altos de emoción negativa, como la

hostilidad, son predictores tanto para ansiedad como para depresión, sin embargo, la

depresión se caracteriza más por los reducidos niveles de emoción positiva como puede ser el

escaso apoyo emocional (Clark, 2005; Clark y Watson, 1991).

Con autoestima la relación es negativa, esto es, a mayores puntuaciones en esos factores que

conforman la Emoción Expresada, menor es la puntuación de los adolescentes en autoestima.

Como se ha expuesto anteriormente, ocurre lo contrario que en los casos de depresión y

ansiedad. Cuando un adolescente recibe un buen apoyo emocional de sus padres y estos se

muestran comprensivos ante las situaciones complicadas que este plantea, su autoestima

aumenta, ya que al recibir apoyo y comprensión por parte de sus progenitores el adolescente

se siente reconfortado.

La crítica positiva se encuentra relacionada también con nuestras variables pero a la inversa.

Mientras más crítica positiva reciben los adolescentes menos indicadores de depresión y

ansiedad muestran, lo que todo a su vez les conlleva a un aumento de autoestima. Cuando un

adolescente recibe comentarios positivos acerca de las acciones que realiza esto lo reconforta

moral y emocionalmente, ayudándole así a aumentar la autoestima, convirtiéndose esto en un

escudo que les ayuda a prevenir sintomatología depresiva y ansiosa.

Sin embargo, para los chicos, el factor hostilidad parece no influir en depresión y la crítica

positiva tampoco influye en el caso de la autoestima.

En el caso de las chicas, las diferencias más significativas, se encuentran en el caso de la

autoestima, los factores hostilidad y crítica, no parecen influir en el buen desarrollo de ésta.

Con los datos obtenidos se puede decir que, en general, la emoción expresada de los padres,

esto es, un escaso apoyo emocional y la emisión de expresiones críticas y hostiles, según lo

perciben los adolescentes, se relaciona con la sintomatología depresiva de estos. Becerra

(2009) afirmó que la emoción expresada por la madre es la que más influye en el desarrollo

emocional del adolescente. El escaso apoyo emocional y la crítica, parecen ser dos de los

factores que más se ven vinculados a la presencia de síntomas depresivos, baja autoestima y

ansiedad, aunque también parece ser importante la irritabilidad presentada por el padre. No

obstante, la crítica positiva influye de forma beneficiosa en el estado psicológico de los

adolescentes potenciando la autoestima y reduciendo los síntomas de depresión y ansiedad.

Por tanto, y a modo de conclusión, podemos decir, que las variables estilo parental y emoción

expresada se relacionan con la presencia de sintomatología depresiva y ansiosa, así como con

el nivel de autoestima en la muestra de adolescentes de 14 a 17 años utilizados en nuestro

29

estudio. No obstante, debemos tener en cuenta que estamos ante un estudio transversal y

correlacional, lo que nos impide hablar de una relación causa-efecto. Sin embargo, estos

resultados pueden ser importantes de cara a campañas de prevención, pues se pueden

considerar factores de riesgo. Si estas variables son empleadas adecuadamente, se les puede

proporcionar a los hijos un desarrollo mucho más adaptativo de esta etapa, además, de evitarle

problemas relacionados con depresión, ansiedad y autoestima. Como afirma Lemos (2003),

tanto las relaciones familiares conflictivas como la baja autoestima, pueden ser factores de

riesgo. Sin embargo, si estos factores son tratados de forma adecuada, pueden convertirse en

todo lo contrario, proporcionándoles a los adolescentes un factor de protección. En este

sentido, sería recomendable que los padres fomenten un ambiente familiar donde los

adolescentes se encuentren cómodos, puedan mantener una comunicación fluida con ellos, se

sientan apoyados emocionalmente, se les realice críticas positivas y no destructivas o

negativas. De esta manera, los padres estarán dando a sus hijos una fuente de riqueza

emocional, previniendo que se vean libres de síntomas tanto depresivos como ansiosos e

incitándoles a desarrollar una elevada autoestima que les ayudará a enfrentarse de manera más

adecuada con aquellas situaciones que a lo largo de su desarrollo evolutivo se van a tener que

ir encontrando y enfrentando. Los padres han de ser conscientes de la etapa evolutiva por la

que están pasando sus hijos (Oliva, 2006).

A lo largo del estudio, se ha contado también con una serie de limitaciones. Ante la selección

de la muestra, el proceso no fue aleatorio, sino que se utilizaron los datos de todos los sujetos

del centro elegido. Por lo que para mejorar el estudio, sería conveniente recabar información

de más centros, para poder contrastar los resultados y ver si estos son similares o varían

según el centro. Otra de las limitaciones está relacionada con la fuente de información

utilizada. Enriquecería el estudio, si además de los adolescentes, se utilizara a los padres

como informantes, lo que permitirá también contrastar la información proporcionada por ellos

con la proporcionada por los padres. Estas limitaciones pueden ser objeto de mejora en

investigaciones futuras o en una ampliación de la misma.

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36

ANEXOS.-

Consentimiento Informado

Comisión de Ética

Visto Bueno del Tutor

Informe TAUJA

37

Anexo I.- CONSENTIMIENTO INFORMADO

(DOCUMENTO INFORMATIVO)

Antes de proceder a la firma de este consentimiento informado, lea atentamente la

información que a continuación se le facilita y, si es necesario puede consultar las dudas que

tenga en el teléfono o dirección que aparece al final de esta página.

Naturaleza del estudio:

Se va a llevar a cabo un estudio cuyo título es “Estado emocional en adolescentes y su

relación con variables familiares” y para ello, se va a recoger información, a través de una

serie de cuestionarios, a chavales con edades comprendidas entre los 12 y 16 años. El estudio

se enmarca dentro de los Trabajos Fin de Grado que los alumnos del Grado de Psicología de

la Universidad de Jaén han de realizar en su cuarto año de carrera. En concreto, este estudio

será realizado por la alumna Raquel Moreno López, bajo la tutorización de la Doctora y

Profesora de Psicología en la Universidad de Jaén Lourdes Espinosa Fernández. La

administración de los cuestionarios a los chavales, se realizará, de manera colectiva, en el

horario que determine el tutor de cada curso y tras la autorización y visto bueno por parte del

equipo directivo del centro docente. La administración de las pruebas no conllevará más de

una hora de duración.

Implicaciones para el participante:

• La participación es totalmente voluntaria.

• El participante puede retirarse del estudio cuando así lo manifieste, sin dar explicaciones y

sin que esto conlleve ninguna repercusión para él.

• Todos los datos de carácter personal, obtenidos en este estudio son confidenciales y se

tratarán conforme a la Ley Orgánica de Protección de Datos de Carácter Personal 15/99.

• La información obtenida se utilizará exclusivamente para los fines específicos de este

estudio.

Riesgos para el participante: Ninguno

Si requiere información adicional se puede poner en contacto con Raquel Moreno López en el

teléfono 619143992 ó mediante correo electrónico: [email protected]

38

CONSENTIMIENTO INFORMADO

“Estado emocional en adolescentes y su relación con variables familiares”

Yo (Nombre y Apellidos):…………………………………………………………., padre o

madre del alumno/s:………………………………………………... …………

…………………………………………………………………………………………….

• He leído el documento informativo que acompaña a este consentimiento.

• He podido resolver las dudas que se me han planteado.

• Comprendo que la participación de mi hijo es voluntaria y soy libre de participar o no en

el estudio.

• Se me ha informado que todos los datos obtenidos en este estudio serán confidenciales y

se tratarán conforme establece la Ley Orgánica de Protección de Datos de Carácter

Personal 15/99.

• Se me ha informado de que la información obtenida sólo se utilizará para los fines

específicos del estudio.

Comprendo que puedo retirarme del estudio:

• Cuando quiera.

• Sin tener que dar explicaciones.

• Sin que esto repercuta de ninguna forma en mi hijo.

Presto libremente mi conformidad para que mi hijo participe en el estudio sobre “Estado

Estado emocional en adolescentes y su relación con variables familiares”

Firma del padre o la madre (o representante legal en su caso)

D/Dª:………..……………….……………………………..

Fecha: ……………..………………………

(DEVOLVED ESTA HOJA AL TUTOR/A)

39

UNIVERSIDAD DE JAÉN

Vicerrectorado de Investigación, Desarrollo Tecnológico e Innovación

Anexo II.- COMISIÓN DE ÉTICA

Tipo de actividad: TFG

Referencia: CEIH 220414-2

Título de la actividad: Estado emocional en adolescentes y su relación con

variables del contexto familiar

Convocatoria y/o entidad a la que se presenta: TFG UJA Curso 13-14

Tutora: Lourdes Espinosa Fernández

Tipo de documentación examinada: Solicitud de informe; Consentimiento informado.

Tipo de experimentación o actividad sometida a informe: Investigación en

humanos: entrevistas, encuestas y test

Informe que se emite: FAVORABLE

Observaciones:

Jaén, 26 de junio de 2014

Mª Ángeles Peinado Herreros

Presidenta Comisión de Ética

Vicerrectorado de Investigación, Desarrollo Tecnológico e Innovación

Campus Las Lagunillas, s/n. Edificio B-1 Rectorado – Telf. 953 212597 – Fax 953 211968 – E-mail: [email protected]

40

Anexo III.- VISTO BUENO DEL TUTOR

41

42

Anexo IV.- INFORME TAUJA

43