especial educación 2010 - ii publicación

EDUCACIÓNESPECIALES PERIÓDICO

ESPECIAL

ESPECIALES PERIÓDICO

un hábito que debemos alimentarEscribir bien,

Uno de los problemas más frecuentes en los estudiantes, ya sea de educación básica o educación superior, es el mal uso del español, y esto se ve reflejado no solo en la forma en la que hablan sino también la forma en la que escriben.

Para hacer un buen uso de la lengua castellana es indispensable tener en cuenta la ortografía, que es, según la de� ne el diccionario de la Real Academia Española, “el conjunto de normas que regulan la es-critura de una lengua”, por lo tanto, tener mala ortografía signi� ca, como explica el profesor Cleobulo Sabogal, académico de la Academia Colombiana de la Lengua “el vicio consistente en faltar a las reglas de la ortografía, cometer disgrafías o errores ortográ� cos que también se pueden llamar cacografía.”

Siendo la producción textual un ejercicio básico del estudiante, es normal suponer que la redacción y la ortografía son cosas que se dan por hecho y es cuando la comunidad docente se da cuenta que no se está cumpliendo con la competencia oral y escrita, una de las más importantes en la educación, pues como a� rma el Ministerio de Educación Nacional, el lenguaje “Además de ser un instrumento indispen-sable para participar en las actividades académicas, negociar acuerdos y trabajar en colaboración con otros, es un mediador de la actividad mental por la cual los estudiantes aprenden, re� exionan y entran a participar en el diálogo continuado en el que se construye el conocimiento.”

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¿A qué se debe?Hoy en día los jóvenes incurren en muchas faltas ortográfi cas debido a la poca importancia que se le da a este tema en la educación, pues como bien lo señala el profesor Sabogal “los jóvenes de ahora no saben ortografía, porque no hay mucho énfasis en esta materia ni en primaria ni en el bachillerato”.

Otra de las causas del atropello a la lengua se encuentra en las nue-vas tecnologías, debido a que varios de los programas que posee el computador corrige por sí solo algunos de los errores que se come-ten mientras se escribe, por lo que se olvida por completo aprender las normas básicas de ortografía, dejando que el computador actúe por nosotros, pero “el procesador de texto muchas veces se equivo-ca”, porque no identifi ca dentro de sus palabras agregadas o con-fi guradas aquellas que con sólo ubicar la tilde en una vocal distinta signifi can algo diferente “por ejemplo con una palabra como publico, si le ponemos tilde en la u es público, si no le ponemos tilde es

publico que es infl exión del verbo publicar, y si le ponemos tilde a la última o es publicó, con una palabra así el computador

no puede pensar por nosotros para decirnos en el contexto donde debe llevar la tilde”, indicó el

Profesor Sabogal, agregando que los errores más comunes tienen que ver con la acen-tuación, la confusión en las letras c, s, y z o en la b y la v, entre muchos otros.

¿Qué hacer?La educación por tanto tiene una gran responsabilidad al instruir, fomentando el buen uso y manejo del idioma castellano, porque como afi rmaba el ya desaparecido Eduardo Guzmán, “la ortografía no es cosa de ilustración sino de educación”; por tal razón, no es del todo desca-bellado la propuesta que se lleva a cabo en Cuba, en donde el Ministerio de Educación pretende no graduar a ningún estudiante que tenga cacografía. La pregunta en-tonces sería ¿qué tan buena idea sería aplicar esta medida en un país como Colombia? A lo que el profesor Cleobulo Sabogal responde que le parece una muy buena decisión, para “que no hayan tantos profesionales que se equivocan en una simple carta, en un derecho de petición, en una simple nota de agradecimiento, en donde cometen todo tipo de errores ortográfi cos”.

Para esto una de las mejores formas de mejorar la ortogra-fía se encuentra en el Manual de Ontología y Ortografía de la Lengua Castellana de José Manuel Marroquín citado por el profesor Sabogal en donde se señala que “El único método efi caz de dominar la ortografía es leer mucho y escribir mucho y con mucho cuidado”.

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Los niños prefieren jugar y no estudiar

Escuchar este tipo de soluciones resulta ser no muy útil ni prudente; según el pediatra, psi-

quiatra y psicoanalista Inglés, Donald Winnicott, “el juego es la zona del desarrollo humano por excelencia, que al extenderse a la vida adulta da lugar a la crea-ción y a la salud”. El problema sobre el alto con-sumo de tecnología y la des-atención de labores escolares se debe a una sencilla razón: a los niños desde muy temprano se les enseña que el estudio es un deber en el cual no hay cabi-da para la diversión, en donde

se imponen

condiciones tales como “si trae buenas notas pue-

de jugar, si no, no” “el estudio está primero”

“para jugar si tiene tiempo” entre otras, lo que ha generado una visión errada por parte de los niños de lo que es realmente el estu-

dio y de la diversión que este puede proveerles; esto muestra que la solución no radica en quitarle a los niños la tecnología, sino saber encausar-la para propósitos más útiles y beneficiosos.Una de las solu-ciones plantea-das por la docen-te universitaria Ibeth Molina “es crear actividades que involucren estas nuevas herramientas, que per-mitan repensar la educación, y que proporcionen al estudiante el interés de indagar, investigar y analizar”.

Hay que tener en cuenta “que los escenarios en donde se imparte el co-nocimiento están cam-

biando por el auge de la tecnología, y la escuela se ha

quedado en el mismo lugar, por eso los estudiantes lo ven como un espacio muy rígido y vertical, que no le permite al pensar, ma-nifestarse como es él, porque le toca cumplir las reglas impues-tas por el profesor”, afirma la docente Ibeth. Agrega además que “la internet, está creando nuevos escenarios de cons-trucción de conocimiento, más significativos y llamativos para los estudiantes por tanto, las nuevas tecnologías no deben ser vistas como un premio o un castigo y mucho menos como

una herramienta que sólo proporciona un espacio

de entretenimiento ajeno al proceso edu-cativo”. Si se pasan por alto la creación de nuevas

estrategias de aprendi-zaje con el apoyo de he-

rramientas tecnológicas, ligadas a la motivación por parte de los padres y docentes al alumno, con el fin de cambiar sus há-bitos de estudio, incorporando en él la creatividad y dinámicas tanto grupales como individua-les, seguiremos viendo cómo “la tecnología se enfrenta a la educación” y cómo ésta primera gana cada día más adeptos.

En pleno siglo XXI, los docentes y padres de familia hablan de prohibir el uso de las nuevas herramientas tecnológicas a los niños, como solución a la problemática del uso excesivo de la misma y la poca atención al estudio.

condiciones tales como “si trae buenas notas pue-

de jugar, si no, no” “el estudio está primero”

“para jugar si tiene tiempo” entre otras, lo que ha generado una visión errada por parte de los niños de lo que es realmente el estu-


se imponen y analizar”.Hay que tener en cuenta

“que los escenarios en donde se imparte el co-nocimiento están cam-

biando por el auge de la tecnología, y la escuela se ha

tecnología, sino saber encausar-la para propósitos más útiles y beneficiosos.Una de las solu-ciones plantea-das por la docen-te universitaria Ibeth Molina “es crear actividades que involucren estas nuevas herramientas, que per-

castigo y mucho menos como una herramienta que sólo

proporciona un espacio de entretenimiento

ajeno al proceso edu-cativo”. Si se pasan por alto la creación de nuevas

estrategias de aprendi-zaje con el apoyo de he-

rramientas tecnológicas, ligadas


TECNOLOGÍA Vs. EDUCACIÓN

Para Pensar

Tanto educadores como educandos, deben crear nuevas pautas, en donde se integre la educación formal y se aproveche los avan-ces tecnológicos. Entre los docentes es bien conocida la frase “La didáctica es a la enseñanza lo que la pedagogía a la educación. Se trata de dos saberes que orientan dos prácticas”.

No hay que olvidar que todos somos educadores y por ende la

tarea es de todos.


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asunto de educaciónPrevenir accidentes en los niños,Prevenir accidentes en los niños,

Todos sabemos que a la hora de sufrir un accidente, ca-tástrofe o cualquier otro peligro, los niños son los más vulnerables, debido a su naturaleza de “exploradores”.

Según las cifras de la Secretaría Distrital de Salud de Bogotá, solamente en el año 2007 se presentaron 9.248 acciden-tes, el 40% de estos fueron en el hogar,

18% en el colegio y 7% en las zonas públicas y de juego.

Por esta razón es muy importante estar pen-diente de nuestros niños y evitar al máximo que sufran algún accidente, aunque es mucho más importante enseñarles a evitarlos pues no siempre podemos estar pendientes de ellos, pero ¿cómo hacerlo?.

Debido a que los niños suelen ser bastante in-quietos resulta una labor complicada enseñar-les medidas de seguridad, pero es mucho más fácil si llamamos su atención proponiendo di-námicas y juegos; de esta forma lo niños pue-den aprender a cuidarse mientras se divierten.

Todos sabemos que a la hora de sufrir un accidente, ca-tástrofe o cualquier otro peligro, los niños son los más vulnerables, debido a su naturaleza de “exploradores”.

El primer paso: Mantener la calmaAntes que nada, es de vital importancia enseñar a un niño a mante-nerse tranquilo, no obstante es muy difícil cuando los mismos padres no pueden contener la calma ante situaciones difíciles. Sin embargo, gracias a la alta receptividad y capacidad de aprendizaje de los peque-ños es posible enseñarles, poco a poco, a tranquilizarse ante cualquier eventualidad.

¿Qué harías si…?Jugar con los niños es muy importante para su aprendizaje y crecimiento, y al adaptar esta herramienta pedagó-gica para enseñarles medidas de seguridad estamos contribuyendo a su formación personal. Uno de los juegos que se pueden implementar para este fi n es el de ¿Qué harías si…? hay un accidente, hay un incendio, un desconocido te habla, te encuentras algo, te pierdes etc. Así es mucho más fácil explicarles y enseñarles como reaccionar y qué hacer en caso de que se presente alguna de estas situaciones.

Siempre hay que hablar

Por miedo o por vergüenza los niños tienden a no comunicar lo que les sucede, lo importante aquí es ofrecerles seguridad y confi anza a los pequeños, asegurarles que nada malo les va a pasar, que los problemas se pueden solucionar en familia, y que no hay por qué temer, de esta forma el niño se sentirá seguro y contará lo que le sucede.


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Test

útiles a la hora de estudiarLa mayoría de los jóvenes se muestran indecisos al momento de decidir su futuro profesional. Sin embar-go, existen test como instrumentos de medición, que les ayudan a conocer mejor sus destrezas, intereses, preferencias, gustos, posibilidades, vocación, perso-nalidad, y salida a trabajar al momento de elegir una carrera universitaria. Descubrir que en la primera opor-tunidad no se escogió debidamente, no debe ser para

ellos ni para sus padres el fin del mundo.

Para la psicóloga Martha Ja-neth Rodríguez, “lo impor-tante es que los test sean empleados por un profesio-nal idóneo, aunque no hay que utilizarlos como orien-tación, ni creer que son la única solución, y menos descartarlos totalmente. El test vocacional es más bien una sugerencia que puede acercar al alumno a una idea de aquello que puede resul-

En cuanto a la metodología a utilizar, debe es-tar acorde con las expectativas de la institución educativa y los objetivos de la misma. Es conveniente realizar alguna reunión previa con los padres de los alumnos, para informar y dialogar acerca del sentido de la Orientación Vocacional, el plan propuesto y la entrega de encuestas para ser completadas en el hogar, sobre algunas características de sus hijos.

También se sugiere la realización de una en-cuesta entre los docentes.

Acompañan a los participantes en la búsqueda y conocimiento de aspectos subjetivos.

Entre los principales objetivos que se logran al realizar estos tests, se pueden mencionar los siguientes:

vocacionales,

tarle interesante y motivan-te, para obtener una realiza-ción más profunda”.

Según un orientador voca-cional de la Universidad Na-cional, existen dos aspectos a tener en cuenta al momento de elegir una carrera: el inte-rior y el exterior. El primero, implica saber qué le gusta al estudiante, y qué estaría dispuesto a hacer durante

mucho tiempo, teniendo en cuenta que a través de esto le aportará a la sociedad. El segundo, tiene que ver con lo que el alumno desea ha-cer y la oferta de las dife-rentes carreras existentes, ya que no hay áreas que se amolden a él, sino que hay que ver cuál se adapta a la ocupación laboral a la que se aspira.

Metodología

Generan espacios de re� exión, información e intercambio de opiniones, y expectativas sobre el ciclo que comenzará para cada alumno.


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U n estudio realizado por del Ministerio de Edu-cación señala que el 52 por ciento de los estudiantes colombianos, que inician una carrera profesional no la cul-minan.

De acuerdo al informe presen-tado por el Sistema Nacional de Información de Educación (SNIES), la deserción “en las insti-tuciones de educación superior en Colombia, a enero de 2009, alcanzó el 60.5 por ciento para las carreras técnicas; 53.7 por ciento para las tecnológicas; y 44.9 por ciento para las univer-sitarias”.

Estas cifras fueron discutidas en el Foro Internacional sobre Permanencia Estudiantil, que tuvo lugar en Bogotá el mes pasado, con el fin de “conocer las estrategias que las Institu-ciones de Educación Superior IES- han promovido al interior de los planteles para asegurar la permanencia de los estu-

diantes y analizar el éxito de las mismas”.

A partir de los estudios realiza-dos se llegó a la conclusión de que reducir las cifras de deser-ción es una tarea de todos, por ende, los padres de familia y los docentes, deben brindar al bachiller una orientación pro-fesional óptima, antes de iniciar una carrera profesional. Igualmente las universidades

deben incluir en su Plan de De-sarrollo, la ejecución de accio-nes estratégicas que garanticen dicha reducción.

¿Por qué desertan los universitarios?A pesar de los incentivos que ha utilizado tanto las universi-dades como las diferentes ins-tituciones, el nivel de deserción no baja, ¿a qué se debe este fenómeno?

Niveles de deserción universitaria en Colombia siguen aumentando

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un factor vocacional y finalmen-

te aspectos familiares.

Según las cifras del SNIES los

impedimentos económicos

representan un 42 por ciento

de la deserción total. A nivel

nacional, este fenómeno en

estudiantes provenientes de

familias con ingresos menores a

los dos salarios mínimos legales

vigentes alcanza el 48.40 por

ciento, mientras que en familias

con ingresos superiores a los

nueve salarios mínimos llega a

un 42.50 por ciento.

Otra de las causas de aban-

dono, se debe al bajo nivel

académico, esto se ve reflejado

en los primeros semestres, que

es cuando más se presenta el

fenómeno de la deserción.

¿Cuál es la solución?

El Ministerio de Educación

plantea, como parte de la so-

lución, la formación por ciclos,

en donde el bachiller inicia con

una carrera técnica, sigue el tec-

nólogo y finalmente se gradúa

como profesional.

“Ese modelo le permite al estu-

diante concluir en corto tiempo

un programa de estudios y deci-

dir si continúa su formación o se

incluye en el mercado laboral”,

afirmó Fernando Soler, rector

de la Escuela Colombiana de

Carreras Industriales –ECCI-.

Los estudios realizados por las

diferentes universidades del

país afirman que este fenóme-

no se presenta principalmente

por factores económicos ya

que los costos de la matricula

y manutención del estudiante,

no pueden ser asumidos por los

padres; en segundo lugar, está

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