español pre alfonsí

27
[25] REPRESENTACIÓN GRÁFICA DE LAS SIBILANTES EN EL SIGLO XVI: DIFERENTES NORMAS GRÁFICAS 1 ANABEL EUGENIA OYOSA ROMERO Facultad de Filosofía y Letras, UNAM 1. INTRODUCCIÓN El desarrollo del sistema de sibilantes castellanas es uno de los temas de mayor interés en la evolución del español. Son diver- sos los estudios realizados –Lapesa (1965), Menéndez Pidal (1968), Alonso (1969), Alvar (1990), Alarcos (1988), Guitar- te (1991), Penny (1993), Ariza (1994) y Parodi (1995)– que ofrecen distintas teorías sin tomar en cuenta los testimonios documentales, los cuales pueden aportar información sobre algunos aspectos de la evolución de nuestra lengua, por ejem- plo, las normas gráficas utilizadas por los escribanos, o bien, la identificación de ciertos cambios fonético-fonológicos ocu- rridos en el español. No obstante, existen algunos trabajos que han hecho uso de fuentes documentales, tal es el caso de Frago (1989, 1999, 2002), cuyo interés principal es la da- tación de algunas características representativas del andaluz, como el seseo, yeísmo o la lenición de la /d/ intervocálica, sin embargo, este tipo de estudio es reciente y aún queda mucho por trabajar en el campo de la grafemática. Ante este panorama, la presente investigación pretende ser una aportación a lo elaborado en torno a este tema tan complejo, a través de una propuesta distinta, sustentada en 1 Agradezco a la doctora Beatriz Arias Álvarez por sus acertados comen- tarios.

Upload: aultrenarai

Post on 18-Dec-2015

37 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

Breve guía a través de las distintas normas del español a lo largo de los siglos.

TRANSCRIPT

  • [25]

    RepResentacin gRfica de las sibilantes en el siglo XVi:

    difeRentes noRmas gRficas1

    AnAbel eugeniA OyOsA ROmeROfacultad de filosofa y letras, unAm

    1. intROduccin

    el desarrollo del sistema de sibilantes castellanas es uno de los temas de mayor inters en la evolucin del espaol. son diver-sos los estudios realizados lapesa (1965), menndez pidal (1968), alonso (1969), alvar (1990), alarcos (1988), guitar-te (1991), penny (1993), ariza (1994) y parodi (1995) que ofrecen distintas teoras sin tomar en cuenta los testimonios documentales, los cuales pueden aportar informacin sobre algunos aspectos de la evolucin de nuestra lengua, por ejem-plo, las normas grficas utilizadas por los escribanos, o bien, la identificacin de ciertos cambios fontico-fonolgicos ocu-rridos en el espaol. no obstante, existen algunos trabajos que han hecho uso de fuentes documentales, tal es el caso de frago (1989, 1999, 2002), cuyo inters principal es la da-tacin de algunas caractersticas representativas del andaluz, como el seseo, yesmo o la lenicin de la /d/ intervoclica, sin embargo, este tipo de estudio es reciente y an queda mucho por trabajar en el campo de la grafemtica.

    ante este panorama, la presente investigacin pretende ser una aportacin a lo elaborado en torno a este tema tan complejo, a travs de una propuesta distinta, sustentada en

    1 agradezco a la doctora beatriz arias lvarez por sus acertados comen-tarios.

  • 26 AnAbel eugeniA OyOsA ROmeRO

    un anlisis grafemtico de documentos coloniales.2 por con-siguiente, el principal objetivo de este trabajo es detectar las posibles normas grficas utilizadas por escribanos peninsu-lares y novohispanos del siglo xvi y, de forma paralela, tam-bin registrar uno de los principales cambios que present el sistema fonolgico del espaol, el seseo, evolucin que su-cede en el andaluz y el espaol americano.

    en la historia del espaol escrito se han propuesto diver-sas normas de escritura, las de mayor importancia en el siglo xvi se relacionan con la escuela de traductores en toledo de alfonso X el sabio y la publicada por antonio de nebrija (1527).

    la norma alfons o toledana se refiere a las grafas que fueron empleadas en las traducciones de obras latinas, ra-bes y hebreas, realizadas durante la monarqua de alfonso X. sin embargo, se ha puesto en duda la intencin delibera-da por parte del monarca, de llevar a cabo una reforma or-togrfica, por lo que la importancia de la labor de alfonso X est centrada en el uso escrito del castellano en documentos que anteriormente eran redactados en latn.

    los textos elaborados en la poca alfons se dividen en tres grandes grupos: derecho, historia y ciencia. Hay que considerar, sin embargo, que esta empresa ya tena sus or-genes varios aos antes, incluso centurias, en el caso de los manuscritos jurdicos y los fueros o leyes de diferentes regio-nes. en relacin con el segundo grupo, el de obras histri-cas, las ms representativas son: la Estoria de Espaa y General Estoria, esta ltima, narracin de la historia de la humanidad desde sus orgenes, cuya base se fundamenta en los escritos de autores latinos, as como la biblia y poemas picos. el l-timo grupo se relaciona con el campo de la ciencia, el ms vasto de la produccin alfons, los documentos son traduc-ciones de libros y tratados de autores rabes sobre astrologa y la magia astral.

    2 los resultados obtenidos en esta investigacin estn basados en mi tesis de maestra, estudio grfico-fonolgico: el reajuste del sistema de sibilantes en documentos coloniales del siglo xvi.

  • RepResentAcin gRficA de sibilAntes en el xvi 27

    desde una perspectiva lingstica, la obra emprendida por alfonso X resulta esencial, no en cuanto a una norma-lizacin ortogrfica del castellano, sino por la prioridad que este monarca decidi conceder a esta lengua, aunque la di-fusin de los documentos fue variable y la redaccin de stos an ms. alfonso X el sabio contaba con varios colabora-dores para la elaboracin y traduccin de los documentos, tanto peninsulares como rabes, por lo que exista variedad dialectal, lo que impeda la presencia de una norma comn, la nica opcin que comparten ntidamente los textos al-fonses es la de emplear una modalidad castellana, pero ello no implica que el castellano de los textos est exento de va-riacin dialectal (fernndez-ordez, 2004: 399). las dife-rencias grficas y, por lo tanto, dialectales, de acuerdo con la investigadora, se basan en la presencia o ausencia de un proceso fonolgico, como es el caso de la asimilacin del fo nema lateral / l / en la yuxtaposicin de una preposicin + artculo: enla > enna, o en la apcope en palabras como, fuert, muert, y tambin la ausencia de diptongacin en tempo, corpo.

    los colaboradores de alfonso X procedan de diferen-tes regiones, por lo que no resulta extrao encontrar diver-gencias en el uso de las grafas. snchez-prieto (2004: 423) apunta que en la norma alfons deben diferenciarse dos tradiciones muy distintas, la de los grandes cdices y la de la cancillera.. el trmino tradicin indica que los usos grfi-cos presentes en los documentos elaborados durante el rei-nado de alfonso X, no fueron exclusivos de su tiempo, aos antes otros ya haban redactado documentos en castellano, aunque con variaciones regionales. de acuerdo con lo ante-rior, la denominada norma alfons debe referirse, ms bien, a una tradicin grfica del siglo xiii, sin minimizar el esfuerzo de alfonso X.

    la norma toledana o cortesana consista en el uso etimol-gico de las grafas de los fonemas sibilantes, como se mues-tra a continuacin:

  • 28 AnAbel eugeniA OyOsA ROmeRO

    gRAfA (s) fOnemAs

    c o africado dentoalevolar sordo

    z africado dentoalveolar sonoro

    s-, -ss- y -s fricativo picoalveolar sordo

    -s- fricativo picoalveolar sonoro

    x fricativo prepalatal sordo

    g o j fricativo prepalatal sonoro

    por otra parte, la primera ortografa del castellano de la que se tiene noticia es la realizada por antonio de nebrija, Reglas de orthographia en lengua castellana (1527), cuya elabo-racin estaba orientada a la regularizacin del uso de las gra-fas de acuerdo con los fonemas existentes en el castellano de la poca. para este autor cada letra deba corresponder a un sonido, por lo que su objetivo fue encontrar las corres-pondencias grficas con los fonemas del castellano. en rela-cin con los usos grficos de los antiguos fonemas sibilantes, antonio de nebrija menciona que:

    1. la grafa c, de oficio propio heredado del latn ante {a,o,u} para el fonema oclusivo velar sordo /k/. adems, tie-ne dos oficios prestados, el primero se trata de la grafa ante cualquier vocal, para el fonema africado dentoalveolar sordo, y el segundo la digrafa ch, representacin del fone-ma palatal africado //.

    2. de la grafa z del fonema africado dentoalveolar sono-ro slo se indica que la representacin se adopta del latn.

    3. para determinar las grafas de los fonemas picoalveo-lares, el autor ofrece primero una explicacin acerca de la naturaleza de cada uno de estos fonemas acontece a las le-tras ser floxas o apretadas, y por consiguiente, sonar poco o mucho, como la r y la s, porque en comieno de la pala-bra suenan dobladas o apretadas (nebrija, 1527: 141). los trminos floxas y apretadas estn relacionados con la oposi-cin de sonoridad entre los fonemas picoalveolares; as la

  • RepResentAcin gRficA de sibilAntes en el xvi 29

    digrafa ss pertenece al correlato sordo o apretado /s/ y la grafa s al sonoro o floxo /z/.

    4. la grafa x como representante del fonema prepala-tal sordo //. no ofrece ninguna descripcin del fonema y no da ejemplos.

    5. la grafa g tiene dos oficios: uno propio ante {a,o,u}, que pertenece al fonema oclusivo velar sonoro /g/, y uno prestado ante {e,i}, para el fonema fricativo prepalatal sono-ro //.

    tanto la norma alfons como lo establecido por nebrija suponen un uso homogneo de las grafas, sin embargo, la recuperacin y anlisis de documentos resguardados en ar-chivos histricos aportan testimonios sobre posibles normas utilizadas por los escribanos, como lo seala frago:

    si los signos grficos se fueron imponiendo como expresin simblica del cuerpo fontico-fonolgico de la lengua en un determinado tramo de su diacrona, nada de particular tiene que la transformacin de ese fonetismo d pie a distorsiones en el status previamente acordado para su manifestacin graf-mica, no importando demasiado ahora que la representacin ortogrfica de la realidad lingstica siempre sea imperfecta. todo el mundo sabe, sin embargo, que para el hablante existe un nexo mental entre letra y sonido, de modo que si la equiva-lencia aprendida se quiebra, el lapsus calami tiene ya motivos ms que suficientes para aflorar, y el fillogo, si afina sus armas interpretativas, podr encontrar en l claves muy concretas para la reconstruccin histrica (1993: 20).

    el trmino lapsus calami resulta esencial en el anlisis de documentos escritos en otras pocas. como indica este au-tor, las normas grficas son convencionales y conservadoras de las representaciones de los fonemas de una lengua. sin embargo, cuando la relacin entre fonema y grafa se altera, es posible que en ese manuscrito el amanuense deje entre-ver algunas caractersticas de su lengua o dialecto, la mayo-ra de las veces separado de la norma conservadora.

  • 30 AnAbel eugeniA OyOsA ROmeRO

    adems, el estudio de manuscritos permite identificar los usos grficos que hacan los hablantes de la lengua en dis-tintas pocas, regiones y estratos sociales. empero, las gra-fas presentes en este tipo de manuscritos requieren un an-lisis cuidadoso, ya que pueden generarse interpretaciones errneas en la evolucin de una determinada lengua. esto lo observa pensado (1983) cuando seala que un testimo-nio grfico debe considerarse pertinente para el anlisis de cambios fonolgicos si los cambios registrados entre las gra-fas corresponden a cambios presentes en la lengua habla-da, pero nunca a la inversa. de esta manera, seala algunos puntos en los que las grafas no son garanta de cambio:

    1. Una grafa puede generalizarse siglos despus de que el fenmeno fontico que la motiva se haya consumado; por lo tanto, la falta de innovacin grfica no demuestra la falta de innovacin fontica: por .

    2. Una grafa puede distinguir artificialmente lo que en la pronunciacin es igual, o bien porque se ha nivelado. Una distincin grfica no indica forzosamente la existencia de una diferencia fontica: / .

    3. Una grafa igual encubre pronunciaciones diferentes: aou / ei.

    4. las grafas pueden sufrir procesos de arcaizacin, sin que esto influya forzosamente en la lengua hablada: (pensado, 1983: 25-26).

    por lo tanto, en esta investigacin slo se consideran aque-llas grafas que apuntan a una innovacin en el uso de los grafemas de fonemas sibilantes.3 adems, se observan otras variables que permiten identificar posibles normas grficas utilizadas por los amanuenses, las cuales se relacionan con

    3 los lineamientos en los que se basa el anlisis del presente estu- dio forman parte del proyecto de investigacin origen, evolucin y con-solidacin del espaol en la nueva espaa (papiit 404707), dirigido por la doctora beatriz arias lvarez, investigadora del instituto de investi-gaciones filolgicas, unAm.

  • RepResentAcin gRficA de sibilAntes en el xvi 31

    aspectos diatpicos, diastrticos, diafsicos y diacrnicos. en cada uno de estos niveles se registran diferencias o coinci-dencias en cuanto al uso de las grafas, de acuerdo con el lugar donde fueron escritos los documentos (espaa y nue-va espaa), el origen del amanuense, el tipo de registro y el periodo de elaboracin de los manuscritos.4

    as, los escritos utilizados se distribuyeron en tres cortes cronolgicos de 25 aos, as como el lugar de origen del es-cribano, el estrato social y el tipo de registro del documento:

    cORtes cROnlOgicOs

    ORigen AmAnuense

    estRAtO sOciAl tipO de RegistRO

    1525-1550 castilla criollos formal

    1551-1575 la corte mestizos semiformal

    1576-1600 extremadura mulatos informal

    andaluca no castellanohablantes

    Vascongadas

    en lo posible, se obtuvieron documentos de todas las re-giones y castas en cada uno de los periodos, as como de tipo formal, semiformal e informal. la paleografa que se realiz de los manuscritos es estrecha, es decir, apegada a la estruc-tura y grafas originales, esto con el fin de tener una copia fiel de los escritos para la realizacin del anlisis grfico/fo-nolgico, como se muestra a continuacin (lmina 1):

    4 el corpus empleado en esta investigacin est conformado por manuscritos de los siguientes archivos: archivo general de la nacin, archivo Histrico del estado de Zacatecas, archivo Histrico de madrid y archivo general de indias.

  • 32 AnAbel eugeniA OyOsA ROmeRO

    lmina 1. carta de privilegios, burgos, 1531, archivo Histrico nacional, madrid.

  • RepResentAcin gRficA de sibilAntes en el xvi 33

    Transcripcin estrecha[1]

    1. Jn deino_ie amen sea notorio alos que el pre2. ente publico intrumento vierencomo en la muy noble ibdad de3. burgos a veynte e siete dias delmes de nobienbre ao del nai4. miento del nro albador ihuxpo de mill e quinientos e treynta

    [otra grafa] 5. e vn aos antel el muy reuerendo eor diego depequera cano 6. nigo enla ancta ygleia de burgos juez apotolico conerbador to 7. mado y elegido por parte del muy reuerendo e deuotos pa-dres el co 8. mendador frayles e conbento del monaterio de nra eora anta ma 9. ria dela mered extramuros dela dichaibdad de burgos por virtud de 10. las bullas e privilegios bulgarmente llamadas maremagnum alas 11. quatro hordenes mendicantes conedidas e por virtud devna vulla 12. es conedido alos rreligiosos dela horden dela mered pue-dan gozar 13. egozen delos dichos priuilegios e mare magnum / een pre-enia de 14. mi pedro de najera notario e delos tetigos infra criptos pa-resio 15. preente fray franico depinoa frayle del dicho monaterio de 16. la mered ennonbre e como procurador ques por ante mi el 17. dicho notario de los dichos eores comendadores e frayles del 18. dicho monesterio de la md e preento [ilegible] eleer hizo pormi 19. el dicho notario epuo vnademanda por escripto apero rezio ve 20. zino de mahamud que estaba preente u thenor de la quales es

  • 34 AnAbel eugeniA OyOsA ROmeRO

    21. teque e igue, muy reuerendo eor diego de pequera canoni 22. go enla ancta ygleia de burgos juez apotolico conervador 23. dado e deputado al reuerendo padre comendador frayles e 24. conbento del monaterio de nuetraeora dela mered deta 25. ibdad de burgos fray franisco despinoa religioo procura 26. dor y ennonbre del dicho convento / demando ante vra mered 27. apero rezio vezino de mahamud e digo que johan alono e ma 28. ri alono u muger vezinos que fueron dellugar de preienzo us 29. aguelos e dieron aldicho mona terio vna carga deeno detri-go30. encada vnao perpetuamente bueno de dar y tomar por reme [otra grafa]31. dio deus animas ituada obre quatro tierras de panllevar32. itas(?) eneltermino de prezienzo que on limitadas egund decla33. rare enla pro ecuiondelacaua las quales quiieron e34. hordenaronque u hijo mayor e de us deendientes tuvie35. en las dichas quatro tierras e suediee enellas todas jun36. tas por parte desulegitima y estepagae la dichacarga37. deeno e ansi es queenesta forma uedio y latubo y pa38. go pero rreio vezino de precieno padredeldicho pe39. ro rreio todo eltiempo que vibo e an si las deve y ha de

    [rbrica]

    los datos detectados en cada una de las variables, como se ver en las lneas siguientes, aportan informacin relevante en relacin con las normas de escritura empleadas en el si-glo xvi que, a su vez, dejan ver los cambios ocurridos en el sistema de sibilantes castellanas en distintos tiempos, regio-nes, capas sociales y registros.

  • RepResentAcin gRficA de sibilAntes en el xvi 35

    2. difeRenciAs diAtpicAs

    Castilla la Vieja

    los escritos pertenecientes a castilla la Vieja fueron elabora-dos en la ciudad de burgos, Valladolid y briviesca, los cuales presentan los siguientes usos de las grafas de los fonemas sibilantes: ausencia de la digrafa -ss- constase, vacilacin en el empleo de la digrafa -ss- y la grafa -s- tuuiessen ~ es-tuuiesen, sustituciones de la grafa por z, en inicio de palabra zessionarios, y de z por , en posicin intervocli-ca veino.

    La Corte

    el nico documento que presenta un uso ms conservador pertenece a un escribano de madrid, en el que se detecta el uso de una norma cortesana. los usos que presentan otras zonas, toledo, almodvar del campo y cuenca, se encuen-tran ms cercanos a lo visto en castilla la Vieja, vacilacin la digrafa -ss- y -s- oviesse ~guardase, la sustitucin de z por aer, incluyendo el reemplazo de j por x semexantes.

    Extremadura

    los documentos de escribas extremeos muestran vacila-cin con la grafa -s- casa ~cassa, o no presentan la digrafa -ss-, fuese. Resultan interesantes algunas particularidades de cada uno de los escritos extremeos, por una parte, la susti-tucin de la grafa z por d maestradgo, que podra indicar una posible interdentalizacin, sin embargo, es necesario tomar en consideracin el origen latino de esta palabra, ju-dicare, pues contiene un fonema oclusivo dental sonoro /d/ durante su proceso de evolucin y era empleado durante toda la edad media. por otra parte, tambin se registra la sustitucin de o c por s nesesario en otro documen-to, aunque esto se deba posiblemente a la permanencia del

  • 36 AnAbel eugeniA OyOsA ROmeRO

    escribano en sevilla, o a la influencia de la koin presente en la nueva espaa.

    Andaluca

    los escribanos andaluces, originarios de sevilla y granada, de acuerdo con los datos obtenidos, realizan un nmero ele-vado de sustituciones entre las representaciones de los fo-nemas picoalveolares y africados dentoalveolares. los ama-nuenses reemplazan las grafas , c y z por s siertas, prensipal y, en ocasiones, la grafa s por z, auzensia, mis-mas que se encuentran de forma regular en todos los perio-dos estudiados y que indican, indiscutiblemente, seseo en el habla de los escribanos.5 aunque es necesario sealar que dos documentos presentan la digrafa -ss- con vacilacin con la grafa -s-, mandase ~ vsso, y la sustitucin de z por , raon.

    Vascongadas

    los documentos escritos por amanuenses vascos presentan, en general, un uso conservador, debido a la formalidad que los caracteriza. cabe destacar que ninguno emplea la digra-fa -ss- esos, que podra indicar el ensordecimiento de los fonemas sibilantes fricativos alveolares. no obstante, a pesar de las semejanzas en el uso de las representaciones de los fonemas sibilantes, cada manuscrito presenta sustituciones distintas, las ms importantes se detectan en un escrito de 1582, pues en l se identifica la sustitucin de z por s en posicin implosiva, paresca.

    5 cabe destacar que estos testimonios de seseo coinciden con mi pos-tura en relacin con la naturalidad del cambio en el andaluz, en la cual se desarrolla una posible evolucin con base en los rasgos de los fonemas africado dentoalveolar sordo /ts/ y fricativo alveolar sordo /s/, as como la interaccin de estos fonemas con otros dentro del sistema consonntico castellano.

  • RepResentAcin gRficA de sibilAntes en el xvi 37

    las grafas analizadas en este nivel muestran distintos usos por parte de los amanuenses. slo se registr un caso con la norma alfons o toledana, escrito en la zona cortesana; los de-ms documentos elaborados en la corte presentan vacilacio-nes y reemplazos como en la zona castellano-vieja. en cas-tilla la Vieja se observa la vacilacin en el uso de las grafas -s- y -ss-, as como sustituciones de c, por z y z por ; en lo que se refiere al primer tipo de reemplazo, podra apuntar al ensordecimiento de estos fonemas sibilantes, que tal vez estara extendindose a los africados dentoalveolares. lo mismo se advierte en los documentos de extremadura y Vascongadas, con algunas particularidades, como la apa-ricin de d en maestradgo o s en paresca. por ltimo, en andaluca se registran cambios grficos que sugieren seseo en el habla de los escribas de esta zona, aunque es necesa-rio sealar que tambin realizan cambios en las grafas de las sibilantes africadas dentoalveolares, tal como ocurre en escritos producidos por escribanos extremeos y vascones (lmina 2).

    3. difeRenciAs diAstRticAs

    Criollos

    el manuscrito elegido para esta casta pertenece a un fraile que enfrenta un proceso de inquisicin, en el cual se detec-tan algunas sustituciones, entre otras, de la grafa z por vees y de j por x trabaxos, asimismo, presenta vacilacin en el uso de la digrafa -ss- y la grafa -s- diesse ~ vsase.

    Mestizos

    en manuscritos de escribanos mestizos se observa el uso de la digrafa -ss- en final de palabra tress, empleo que slo mar-ca un fonema sordo, adems de algunas sustituciones entre las representaciones de los fonemas sibilantes, por ejem plo

  • 38 AnAbel eugeniA OyOsA ROmeRO

    lmina 2. cdula Real, Valladolid, 1554, archivo Histrico nacional, madrid.

  • RepResentAcin gRficA de sibilAntes en el xvi 39

    , c por s, susedido, z por s, beses, s por z, zido, s por ase, y j por x xusto, las dos primeras indicios de seseo en el habla del amanuense.

    Mulatos

    en lo concerniente a documentos de mulatos, resulta un tanto complicado determinar la autora, pues, aunque pre-sentan la firma de los acusados y sta corresponde a la grafa del documento, muchas veces el notario pblico, los escri-banos o el defensor elaboraron el manuscrito. si se toma en cuenta esta posibilidad, es fcil comprender que las grafas empleadas estn relacionadas con el uso que hacen de ellas los amanuenses de la zona cortesana, manteniendo las re-presentaciones de los fonemas sibilantes; no obstante, un documento presenta dos sustituciones: una en posicin im-plosiva de z por s, paresco, y en posicin final s por z, tianguez, palabra de origen indgena.

    No castellanohablantes

    los manuscritos pertenecientes a esta casta fueron elabora-dos por personas originarias de flandes, grecia y portugal. en el primer caso, no se detecta la digrafa -ss- fuese, asi-mismo, el escribano realiza sustituciones de z por juiio y de z por s rasonable. en los otros dos documentos se observa la ausencia de la digrafa -ss- mirase y, aunque en general utilizan las grafas de sibilantes de manera regular, cada uno de los escribanos realiza sustituciones slo detecta-das en escritos de amanuenses no castellanohablantes, como es el caso de la sustitucin de la grafa s por x aox en final de palabra, por parte del escribano portugus.

    en los documentos de las castas novohispanas tambin se detectan usos diversos de las grafas de los fonemas sibi-lantes, por una parte, el escriba criollo realiza vacilaciones y sustituciones que se encuentran en los manuscritos escritos pos amanuenses castellano-viejos, extremeos y vascones, ya

  • 40 AnAbel eugeniA OyOsA ROmeRO

    que posiblemente intentara seguir la norma peninsular. los escritos de mestizos, por otra parte, muestran sustituciones con referencias seseantes, lo cual podra apuntar a un posible seseo en el habla de estos escribanos. en cuanto a los manus-critos de mulatos presentan la norma cortesana, es decir, no realizan sustituciones de , c por z o de z por , c, no obstante, fueron identificados reemplazos en posicin implosiva y final de palabra, esto ltimo en una palabra de origen nhuatl. finalmente, los usos grficos en escritos ela-borados por no castellanohablantes se registraron vacilacio-nes y sustituciones castellano-viejas, pero al mismo tiempo se identificaron casos de reemplazos de s por x en final de palabra, quiz un uso representativo del habla del escriba portugus (lmina 3).

    4. difeRenciAs diAfsicAs

    los usos ortogrficos que se detectaron en los manuscritos analizados tambin proporcionan datos en relacin con los tipos de registro: formal, semiformal e informal. esta clasi-ficacin de los escritos depende del grado de formalidad, el contenido de los mismos, as como al tipo de destinatario. as, la divisin, de acuerdo con estos criterios, es la siguiente:

    1. formales: cdulas reales, poderes notariales, limpieza de sangre, entre otros, los cuales escritos por escribanos cor-tesanos, cuyas grafas corresponderan a la norma toleda-na, es decir, mantienen la distincin grfica de los anti-guos fonemas sordos y sonoros.

    2. semiformales: escritos dirigidos a autoridades, denun-cias hechas por testigos o por los mismos acusados, co-rrespondencia de inquisidores. este tipo de documentos se caracterizan por ser menos formales en dos aspectos, por una parte, estn dirigidos a autoridades eclesisticas, elaborados por testigos en procesos de inquisicin o de los mismos acusados, as como cartas entre autoridades

  • RepResentAcin gRficA de sibilAntes en el xvi 41

    lmina 3. nueva espaa, mestizo, 1564, archivo general de la nacin, mxico.

  • 42 AnAbel eugeniA OyOsA ROmeRO

    inquisitoriales, y por otra, aunque pueden tener la estruc-tura de un manuscrito formal, el contenido, generalmen- te, tiende a ser narrativo, por lo que las grafas que em-plean no estn apegadas a la norma alfons, ya que pre-sentan sustituciones y reemplazos entre ellas.

    3. informales: cartas personales, recados. los escritos de este tipo estn dirigidos a esposos, hijos y familiares, lo que incrementa los pasajes narrativos y, por lo tanto, se traslucen algunos aspectos del habla de los escribanos.

    lo esperado en los documentos del primer tipo es un em-pleo ms conservador de las grafas de los antiguos fonemas sibilantes castellanos, ms ajustado a la norma cortesana. sin embargo, los escribas castellano-viejos o cortesanos realizan vacilaciones y sustituciones grficas en todos los periodos elegidos, principalmente de -ss- por -s- fuesse ~ estuuiesen, en algunos casos de o c por z, de z por y en muy pocas ocasiones de j o g por x semejantes < semexantes, lo que apuntara a una prdida de oposicin de sonoridad. con todo, se presenta un solo documento cortesano escri-to en madrid [1536] en el que se observa un uso bastante conservador, pues no se detecta ningn tipo de sustitucin o vacilacin entre las grafas, lo cual nos indica que la norma alfons o toledana era empleada en una zona bastante res-tringida, en un momento especfico, y lo ms importante en un tipo de escrito en particular.

    en relacin con los documentos de tipo semiformal, escri-tos tanto por amanuenses peninsulares como novohispanos o no castellanohablantes, presentan un mayor nmero de sustituciones o vacilaciones que, incluso, evidencian cam-bios fonolgicos como el seseo: reemplazo de , c o z por s, proseso, aserme o la ausencia en la oposicin de sonoridad entre los antiguos fonemas africados dentoalveolares: vacila-cin de -ss- ~ -s-, pusiese.

    por ltimo, en los manuscritos informales se eleva el n-mero de sustituciones con referencias seseantes, , c o z por s, por parte de escribanos andaluces, novohispanos y

  • RepResentAcin gRficA de sibilAntes en el xvi 43

    no castellanohablantes en todos los periodos. asimismo, los amanuenses peninsulares realizan las sustituciones mencio-nadas lneas arriba: o c por z, z por o c, j, g por x y x por j, g, las dos ltimas con menor frecuencia.

    de lo anterior, se puede observar que en la mayor parte de los documentos existen vacilaciones o sustituciones entre los fonemas, lo cual lleva a cuestionar el uso generalizado, por parte de los escribanos, de la norma cortesana. el nico documento que presenta sin modificaciones las grafas de las sibilantes es de tipo formal, escrito en madrid. sin embargo, otros manuscritos elaborados en la zona cortesana exhiben cambios grficos, que representaran el ensordecimiento de los fonemas sibilantes. por otra parte, en los escritos del tipo semiformal e informal, se detecta un nmero mayor de sustituciones y vacilaciones, entre stas las que sugieren re-ferencias seseantes, es importante destacar que las realizan escribanos andaluces, mestizos y no castellano-hablantes. no obstante, tambin presentan los reemplazos que llevan a cabo los amanuenses de castilla la Vieja, como c, por z o z por c. as, se puede sealar que la norma que siguen los escribas de la nueva espaa no corresponde a la cortesana, sino la que utilizaban los castellano-viejos, con la desfonologizacin de los fonemas sonoros sibilantes, los cuales, posiblemente para este siglo, fueran ya atrados por sus correlatos sordos (lmina 4).

    5. difeRenciAs diAcRnicAs

    los usos de las representaciones de los antiguos fonemas sibilantes presentan cierta regularidad en relacin con las sustituciones o vacilaciones entre las grafas, como se men-cion, slo un documento presenta la norma cortesana. as, tenemos que en los tres periodos analizados existen cons-tantes modificaciones en el empleo de las grafas, desde la vacilacin de la digrafa -ss- ~ -s-, hasta la sustitucin de ,c o z por s, con referencias seseantes.

  • 44 AnAbel eugeniA OyOsA ROmeRO

    lmina 4. nueva espaa, carta personal, 1597, archivo general de la nacin, mxico.

  • RepResentAcin gRficA de sibilAntes en el xvi 45

    lmina 5. nueva espaa, carta de relacin, 1532, archivo general de la nacin, mxico.

    1525-1550

    en este periodo se registr la vacilacin entre las grafas -ss- ~ -s- pagasse ~ pagase, y de ,c ~ z recio ~ rezio, as como la sustitucin de j por x, semexante. tambin se de-tect el reemplazo de o c por s, siertas, de z por s, alcanso y de s por z quiziera. otro caso que se observ fue el uso de la grafa d en judgar, as como algunas ultraco-rrecciones, como el empleo de -ss- no etimolgica ssean, sucessores, doss (lmina 5).

  • 46 AnAbel eugeniA OyOsA ROmeRO

    lmina 6. espaa, carta personal, 1564, archivo general de la nacin, mxico.

    1551-1575

    las modificaciones en el uso de las grafas de las antiguas sibilantes castellanas en este periodo se refieren a la vacila-cin de la digrafa -ss- y la grafa -s- tuuiessen ~ estuuiesen, uso exclusivo de -s- cumpliesen, empleo no etimolgico de ss sser. tambin se detectaron sustituciones de o c por s, resibo, de z por s, hiso, de s por , auenia y j por x, mexor (lmina 6).

  • RepResentAcin gRficA de sibilAntes en el xvi 47

    1576-1600

    en este ltimo periodo se presentan vacilaciones y sustitu-ciones en todos los documentos estudiados, sin importar el origen geogrfico o estamentario. as, se identificaron tanto vacilaciones del tipo -s- por -ss-, fuesse ~ fuese, como susti-tuciones de z por c dezir, de x por j, dijo y j por x, trabaxos. en relacin con reemplazos en documentos de es-cribas andaluces, novohispanos y no castellanohablantes se registraron las siguientes: o c por s, suseso, z por s, dise, s por z, bezo, s por , ienta y s por x, aox, este ltimo caso se observa slo en un documento escrito por un amanuense portugus (lmina 7).

    lmina 7. espaa, limpieza de sangre, 1592,archivo general de la nacin, mxico.

  • 48 AnAbel eugeniA OyOsA ROmeRO

    cOnclusiOnes

    los datos obtenidos en el anlisis en esta investigacin per-miten advertir diferentes usos ortogrficos, que van a depen-der del grado de formalidad de los manuscritos, as como del dominio lingstico del amanuense. el anlisis realizado en los distintos estratos, se contrapone a la tradicin grfica que diversos autores, como lapesa (1985), suponen exista en la pennsula ibrica.

    en lo que se refiere al nivel diatpico, se identificaron tres distintos usos de las grafas de las antiguas sibilantes castella-nas. por una parte, se puede distinguir un uso conservador en el documento elaborado en madrid, que mantiene sin modi-ficaciones todas las grafas de los antiguos fonemas sibilantes.

    los manuscritos realizados por escribanos de castilla la Vieja, extremadura, Vascongadas y otra regiones cortesanas, como toledo, realizan sustituciones entre las representacio-nes de los antiguos fonemas dentoalveolares, como veino, as como vacilaciones en el uso de las grafas de los fonemas picoalveolares estuuiessen ~ estuuiesen, lo cual cuestiona la supuesta homogeneidad del empleo grfico en la pennsula ibrica, aunque se podra sealar que, quiz, la norma que seguan los amanuenses era la castellano-vieja y no la corte-sana, esto debido a los cambios que se registraron en los es-critos, los cuales son ms afines a lo presente en castilla la Vieja.

    en cuanto al medioda peninsular, los escribas andaluces tambin llevaron a cabo las sustituciones presentes en las zonas antes mencionadas: mandase ~ vsso raon, pero, adems, se observaron modificaciones grficas que sugieren un posi-ble seseo, tal es el caso de prensipal, auzensia..

    en relacin con el nivel diastrtico, los amanuenses novo-hispanos siguen el uso grfico de castilla la Vieja, esto es, sus-tituyen z por c o vees y j por x trabaxos, asimismo, se observa vacilacin entre las grafas -s- y -ss- diesse ~ vsa-se. entre los aspectos ms relevantes, se encuentran las refe-rencias seseantes en los documentos de escribanos mestizos,

  • RepResentAcin gRficA de sibilAntes en el xvi 49

    que se detectan con las alteraciones grficas del tipo , c y z por s, z por s y s por z o , ase, beses, zido, de los cuales es posible deducir que el denominado seseo ya se encontraba presente en el habla de los conquistadores y co-lonizadores andaluces, particularidad del andaluz que form parte de la primitiva koin americana, que abarc tanto cana-rias como las islas caribeas, y que permaneci en la nueva espaa.

    por otra parte, en el aspecto diafsico se confirma la ausen-cia de una norma grfica nica, ya que los tipos de registro mostraron una acusada heterogeneidad en cuanto al uso de las representaciones de los antiguos fonemas sibilantes cas-tellanos. los documentos de tipo formal presentan variacio-nes en el empleo de las grafas, contrario a lo que se ha afir-mado en torno a una norma grfica exclusiva en la prctica de los escribanos, estos escritos deberan presentar la norma cortesana, sin embargo, slo uno de ellos mantiene las gra-fas etimolgicas, en los dems manuscritos se identificaron sustituciones y vacilaciones, que podran tener relacin con la desfonologizacin de los fonemas sibilantes, es decir, el en-sordecimiento de al menos los fonemas africados dentoalveo-lares y picoalveolares.

    en cuanto a los registros de tipo semiformal e informal, se detect un nmero elevado de cambios grficos, incluso con referencias seseantes en los elaborados por escribanos andaluces y mestizos, no obstante, presentan las sustituciones y variaciones detectadas en los escritos de tipo formal, esto debido a que contienen pasajes narrativos que, tal vez, permi-ten reflejar el habla de los amanuenses.

    por ltimo, en el nivel diacrnico se detectaron los cam-bios grficos antes descritos en cada uno de los periodos establecidos. as, de 1525 a 1550 se localizaron vacilaciones grficas, sustituciones con alusiones seseantes, as como usos no etimolgicos: pagasse ~ pagase, recio ~ rezio, semexante, sier-tas y ssean. en el corte de 1551 a 1575 tambin se registr vacilacin entre las representaciones, empleo no etimolgi-co, sustituciones que remiten al denominado seseo o de un

  • 50 AnAbel eugeniA OyOsA ROmeRO

    posible ensordecimiento de los fonemas sibilantes: tuuiessen ~ estuuiesen, sser, resibo, mexor. en el periodo de 1576 a 1600 se detectaron vacilaciones y sustituciones que pueden alu-dir a la desfonologizacin de los fonemas sibilantes, fuesse ~ fuese, dezir, dijo, as como referencias seseantes en el habla de los escribas, suseso, ienta, dise, bezo, y algunos casos particu-lares de amanuenses no castellano-hablantes, como aox.

    en suma, se observ en cada uno de los niveles determi-nados para el anlisis datos importantes en dos aspectos, uno de ellos se refiere a constantes modificaciones en el empleo de las grafas, lo cual contradice el supuesto uso ex-tendido de la norma cortesana, tanto en la pennsula ibrica como en la nueva espaa. asimismo, en los documentos se pudo identificar uno de los cambios ms relevantes en la historia del espaol, el seseo, a travs de alteraciones grfi-cas que se relacionan con esta caracterstica del andaluz y del espaol americano.

    bibliOgRAfA

    AlARcOs llORAch, emiliO (1988), de nuevo sobre los cambios fonticos del siglo xvi, en m. ariza, a. salvador y a. Viudas (eds.), Actas del I Congreso Internacional de Historia de la Lengua Espaola, madrid, arco / libros.

    AlvAR, mAnuel (1990), Norma lingstica sevillana y espaol de Amri-ca, madrid, ediciones de cultura Hispnica.

    AlOnsO, AmAdO (1969), De la pronunciacin medieval a la moderna en espaol, ultimado y dispuesto para la imprenta por Rafael lape-sa, madrid, gredos.

    ARizA, mAnuel (1994), Sobre fontica histrica del espaol, madrid, arco / libros.

    feRnndez-ORdOez, ins (2004), alfonso X el sabio en la historia del espaol, en Rafael cano (ed.), Historia de la lengua espaola, barcelona, ariel.

    fRAgO gRAciA, J. AntOniO (1989), el seseo entre andaluca y amri-ca, Revista de Filologa Espaola, lXiX, pp. 277-310.

    (1993), Historia de las hablas andaluzas, madrid, arco / libros.

  • RepResentAcin gRficA de sibilAntes en el xvi 51

    fRAgO gRAciA, J. AntOniO (1999), Historia del espaol de Amrica. Tex-tos y contextos, madrid, gredos, biblioteca Romnica Hispnica.

    guitARte, guilleRmO (1991), Siete estudios sobre el espaol de Amrica, mxico, unAm.

    lApesA melgAR, RAfAel (1965), Historia de la lengua espaola, madrid, escelicer.

    (1985), Estudios de historia lingstica espaola, madrid, paraninfo.menndez pidAl, RAmn (1968), Manual de gramtica histrica espa-

    ola, 13 ed., madrid, espasa-calpe.nebRiJA, eliO AntOniO de (1527), Reglas de orthographia en lengua cas-

    tellana. estudio y edicin de antonio Quilis, bogot, imprenta patritica del instituto caro y cuervo.

    pAROdi, clAudiA (1995), Orgenes del espaol americano, mxico, unAm.penny, RAlph (1993), Gramtica histrica del espaol, barcelona, ariel.pensAdO, cARmen (1983), El orden histrico de los procesos fonolgicos,

    salamanca, Universidad de salamanca.snchez-pRietO bORJA, pedRO (2004), la normalizacin del caste-

    llano escrito en el siglo xiii. los caracteres de la lengua: grafas y fonemas, en Rafael cano (ed.), Historia de la lengua espaola, barcelona, ariel.