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El Norte lunes, 28 de abril de 2008 SOCIEDAD 42 «Seamos generosos con la alabanza y tacaños con la crítica» ENTREVISTA / Guillermo Ballenato Prieto - Psicólogo JAVIER PÉREZ MARTÍNEZ En una sociedad cambiante, donde a me- nudo es difícil encontrar un sitio propio y en la cual los esquemas tradicionales dan paso a nuevas reglas, hay personas a quie- nes les cuesta mucho encontrar la estabili- dad con que encauzar sus vidas. Para hacer más llevaderas esas dificultades cotidianas, el psicólogo Guillermo Ballenato lleva va- rios años ofreciendo una serie de herra- mientas con las que sacar partido a todo el potencial que cada uno guarda dentro. Desde 1997 trabaja en el Gabinete Psicope- dagógico de la Universidad Carlos III de Madrid, donde dirige la Asesoría de Técni- cas de Estudio. Colabora, asimismo, con la ONCE y es docente y conferenciante espe- cializado en temas como la comunicación, la educación, el aprendizaje y el desarrollo personal. Amante de los cuentos y las fra- ses, su último libro, Educar sin gritar, es una guía para educar a los hijos en un am- biente de complicidad y confianza que saque lo mejor del niño sin tener que recu- rrir a la violencia física o verbal. PREGUNTA: Se dice que todos los que deciden estudiar psicología es porque en realidad están un poco trastornados y lo estudian a modo de terapia, ¿cómo nació su interés por la psicología? RESPUESTA: Bueno, yo tengo un her- mano mayor que hizo psicología y me llamo la atención. Veo que hay gente que cuando coge la carrera tiene una vocación muy clara, sin embargo yo, no. Aunque esto que comentas es cierto: está muy extendida la creencia de que la gente que hace psico- logía está pensando en resolver traumas personales. Yo creo que se trata más bien de profundizar en el conocimiento del ser hu- mano y en la explicación de todas esas dudas que todos tenemos sobre quiénes somos, qué hacemos aquí, y de entender un poco mejor ese mundo de las emociones y la conducta que, en definitiva, sigue siendo la gran incógnita del ser humano. Lleva once años trabajando en el ga- binete psicopedagógico de la Carlos III, ¿han cambiado mucho las cosas durante este tiempo? RESPUESTA: Cada nuevo curso me parece que hace falta un refuerzo en estos contenidos que trabajamos en la asesoría de técnicas de estudio. A mí me da la impre- sión de que o bien el nivel que traían los alumnos ha bajado, o bien es que la univer- sidad ahora exige demasiado, pero lo cierto es que he observado una especie de descua- dre entre las exigencias de la universidad y el nivel de los alumnos. Seguramente en estos diez años ha bajado un poquito el nivel y por ello creo que se deben hacer es- fuerzos por recuperarlo, ahora que viene la armonización del espacio europeo de edu- cación superior con una nueva forma de en- señar y de aprender. Ahora creo que la relevancia del trabajo que hacemos en el ga- binete es muchísimo mayor que la que tenía antes. Lo sorprendente es que hace diez años ya estuviésemos planteando algo que es lo que Bolonia propone ahora: el alumno es el protagonista y debe tener un papel mucho más activo en su aprendizaje. ¿Cree que, en este sentido, será po- sitiva Educación Para la Ciudadanía? Es una pena que habiendo un consenso tan general en que son necesarios los valo- res, se hayan encargado unos y otros de es- tropear el sentido de Educación Para la Ciudadanía, y yo creo que la educación «He observado un des- ajuste entre las exigencias de la universidad y el nivel de los alumnos» tiene que estar por encima de religiones y de ideas políticas. La educación son pala- bras mayores. Cuando hablamos de la recu- peración de valores es porque porque se ha perdido algo que es muy importante: la edu- cación que antes se recibía en un entorno más supervisado como es el entorno fami- liar, donde, generalmente, era la madre quien desarrollaba las principales tareas. La incorporación de la mujer al mundo laboral ha dejado un tanto desasistidas a las fami- lias, y creo que puede ser ése el origen de un cierto descuadre en los jóvenes. No se les puede indoctrinar en una clase, sino que los modelos que uno tiene más cercanos se en- cuentran en el entorno familiar; eso sí trans- mite valores. Parece que Educación Para la Ciudadanía es una necesidad que, lamenta- blemente, va a ser aprovechada por unos y otros: unos para golpear al gobierno y otros para extender sus postulados sobre cómo debe ser la sociedad. Deben ser elementos mucho más asépticos y compartidos por todos, y que tienen que ver con valores oc- cidentales intocables, tales como la paz, el respeto a los demás, la solidaridad, la ayuda al otro, el reconocimiento. En esta asigantura se aborda un tema polémico como el asunto de la ho- mosexualidad. ¿Qué opina la psicología en lo referente a las familias formadas por parejas homosexuales? La psicología lleva muchos años abo- gando por abrir un poco la mentalidad de la sociedad y hay algo esencial: lo primero son las personas y después ya podemos hablar de otras cosas. En psicología lo que interesa es el ser humano: su bienestar, su contribu- ción al mundo y a la sociedad, su relación con los demás; y, desde esa perspectiva, lo primordial es ver de qué manera los cam- bios sociales y la evolución de la sociedad contribuyen al bienestar y la felicidad del individuo. Uno aprende a vivir en sociedad en el microsistema familiar, donde se apren- den roles, formas de interacción, maneras de comunicar. Para mí es esencial esa recu- peración del entorno familiar como un am- biente que facilite la integración futura en la sociedad. Y ese entorno familiar debe tener unos principios que no tienen que ver con la composición de la familia, sino con el afecto que se transmita a los hijos. Lo im- portante no es quién lo hace o cómo se ha establecido el sistema, sino la contribución de los padres al desarrollo integral de los hijos. ¿Considera que es relevante el papel de los medios en el aprendizaje de niños y jóvenes? Sin dramatizar mucho, creo que hay una crisis no generada por los medios de co- municación, sino por la falta de educación en el entorno familiar a la hora de dar unas pautas de sentido crítico ante lo que uno está viendo por la pantalla. La televisión no es buena o mala en sí misma sino que de- pende de la utilización que hagamos de ella. Ahora bien, los medios de comunicación son un reflejo de la sociedad. Y, en algunos casos, es para echarse a temblar. Los me- dios de comunicación tienen un papel im- portante y, desde luego, creo que han cambiado mucho y están haciendo por dónde para ser más selectivos y establecer normativas y pautas para los horarios in- fantiles. ¿Es bueno que los niños tengan tele- visión u ordenador en su habitación? El hogar es un entorno para la convi- vencia. A veces, hay una televisión encen- dida y da igual que esté en el salón si estamos todos mirando la tele y, cuando se acaba la programación, cada uno se va por su lado. Realmente hemos estado física- mente juntos pero psicológicamente solos. No es tanto el espacio físico como el espa- cio psicológico el que yo valoraría. Y ahí valoraría especialmente el entorno donde hay una cierta complicidad, confianza mutua, espacio de comunicación, tiempo para compartir: eso es lo que realmente me interesa. Televisión sí, ordenador sí, pero «Hay una carencia a la hora de dar unas pautas de sentido crítico ante lo que se ve en la pantalla» dando las pautas previas para un buen uso de esos medios: ésa es la clave. Y mos- trando confianza en los hijos. Hay dos men- sajes que yo daría a las familias y creo que mejorarían los valores dentro de la socie- dad: seamos generosos con la alabanza y ta- caños con la critica, hagamos la alabanza en público y la crítica en privado, y tratemos a nuestra familia como a invitados. A un in- vitado no le dirías: “¡que vengas a cenar, que te lo he dicho cien veces!”. Le dirías JAVIER PÉREZ

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El Norte lunes, 28 de abril de 2008 SOCIEDAD 42

«Seamos generosos con la alabanza y tacañoscon la crítica»

ENTREVISTA / Guillermo Ballenato Prieto - Psicólogo

JAVIER PÉREZ MARTÍNEZ

En una sociedad cambiante, donde a me-nudo es difícil encontrar un sitio propio yen la cual los esquemas tradicionales danpaso a nuevas reglas, hay personas a quie-nes les cuesta mucho encontrar la estabili-dad con que encauzar sus vidas. Para hacermás llevaderas esas dificultades cotidianas,el psicólogo Guillermo Ballenato lleva va-rios años ofreciendo una serie de herra-mientas con las que sacar partido a todo elpotencial que cada uno guarda dentro.Desde 1997 trabaja en el Gabinete Psicope-dagógico de la Universidad Carlos III deMadrid, donde dirige la Asesoría de Técni-cas de Estudio. Colabora, asimismo, con laONCE y es docente y conferenciante espe-cializado en temas como la comunicación,la educación, el aprendizaje y el desarrollopersonal. Amante de los cuentos y las fra-ses, su último libro, Educar sin gritar, esuna guía para educar a los hijos en un am-biente de complicidad y confianza quesaque lo mejor del niño sin tener que recu-rrir a la violencia física o verbal.

PREGUNTA: Se dice que todos los quedeciden estudiar psicología es porque enrealidad están un poco trastornados y loestudian a modo de terapia, ¿cómo naciósu interés por la psicología?

RESPUESTA: Bueno, yo tengo un her-mano mayor que hizo psicología y mellamo la atención. Veo que hay gente quecuando coge la carrera tiene una vocaciónmuy clara, sin embargo yo, no.Aunque estoque comentas es cierto: está muy extendidala creencia de que la gente que hace psico-logía está pensando en resolver traumaspersonales. Yo creo que se trata más bien deprofundizar en el conocimiento del ser hu-mano y en la explicación de todas esasdudas que todos tenemos sobre quiénessomos, qué hacemos aquí, y de entender unpoco mejor ese mundo de las emociones yla conducta que, en definitiva, sigue siendola gran incógnita del ser humano.

Lleva once años trabajando en el ga-binete psicopedagógico de la Carlos III,¿han cambiado mucho las cosas duranteeste tiempo?

RESPUESTA: Cada nuevo curso meparece que hace falta un refuerzo en estoscontenidos que trabajamos en la asesoría detécnicas de estudio. A mí me da la impre-sión de que o bien el nivel que traían losalumnos ha bajado, o bien es que la univer-sidad ahora exige demasiado, pero lo ciertoes que he observado una especie de descua-dre entre las exigencias de la universidad yel nivel de los alumnos. Seguramente enestos diez años ha bajado un poquito elnivel y por ello creo que se deben hacer es-fuerzos por recuperarlo, ahora que viene laarmonización del espacio europeo de edu-cación superior con una nueva forma de en-señar y de aprender. Ahora creo que larelevancia del trabajo que hacemos en el ga-binete es muchísimo mayor que la que teníaantes. Lo sorprendente es que hace diez

años ya estuviésemos planteando algo quees lo que Bolonia propone ahora: el alumnoes el protagonista y debe tener un papelmucho más activo en su aprendizaje.

¿Cree que, en este sentido, será po-sitiva Educación Para la Ciudadanía?

Es una pena que habiendo un consensotan general en que son necesarios los valo-res, se hayan encargado unos y otros de es-tropear el sentido de Educación Para laCiudadanía, y yo creo que la educación

«He observado un des-ajuste entre las exigenciasde la universidad y el nivelde los alumnos»

tiene que estar por encima de religiones yde ideas políticas. La educación son pala-bras mayores. Cuando hablamos de la recu-peración de valores es porque porque se haperdido algo que es muy importante: la edu-cación que antes se recibía en un entornomás supervisado como es el entorno fami-liar, donde, generalmente, era la madrequien desarrollaba las principales tareas. Laincorporación de la mujer al mundo laboralha dejado un tanto desasistidas a las fami-

lias, y creo que puede ser ése el origen de uncierto descuadre en los jóvenes. No se lespuede indoctrinar en una clase, sino que losmodelos que uno tiene más cercanos se en-cuentran en el entorno familiar; eso sí trans-mite valores. Parece que Educación Para laCiudadanía es una necesidad que, lamenta-blemente, va a ser aprovechada por unos yotros: unos para golpear al gobierno y otrospara extender sus postulados sobre cómodebe ser la sociedad. Deben ser elementosmucho más asépticos y compartidos portodos, y que tienen que ver con valores oc-cidentales intocables, tales como la paz, elrespeto a los demás, la solidaridad, la ayudaal otro, el reconocimiento.

En esta asigantura se aborda untema polémico como el asunto de la ho-mosexualidad. ¿Qué opina la psicologíaen lo referente a las familias formadaspor parejas homosexuales?

La psicología lleva muchos años abo-gando por abrir un poco la mentalidad de lasociedad y hay algo esencial: lo primero sonlas personas y después ya podemos hablarde otras cosas. En psicología lo que interesaes el ser humano: su bienestar, su contribu-ción al mundo y a la sociedad, su relacióncon los demás; y, desde esa perspectiva, loprimordial es ver de qué manera los cam-bios sociales y la evolución de la sociedadcontribuyen al bienestar y la felicidad delindividuo. Uno aprende a vivir en sociedad

en el microsistema familiar, donde se apren-den roles, formas de interacción, manerasde comunicar. Para mí es esencial esa recu-peración del entorno familiar como un am-biente que facilite la integración futura enla sociedad. Y ese entorno familiar debetener unos principios que no tienen que vercon la composición de la familia, sino conel afecto que se transmita a los hijos. Lo im-portante no es quién lo hace o cómo se haestablecido el sistema, sino la contribuciónde los padres al desarrollo integral de loshijos.

¿Considera que es relevante el papelde los medios en el aprendizaje de niñosy jóvenes?

Sin dramatizar mucho, creo que hayuna crisis no generada por los medios de co-municación, sino por la falta de educaciónen el entorno familiar a la hora de dar unaspautas de sentido crítico ante lo que unoestá viendo por la pantalla. La televisión noes buena o mala en sí misma sino que de-pende de la utilización que hagamos de ella.Ahora bien, los medios de comunicaciónson un reflejo de la sociedad. Y, en algunoscasos, es para echarse a temblar. Los me-dios de comunicación tienen un papel im-portante y, desde luego, creo que hancambiado mucho y están haciendo pordónde para ser más selectivos y establecernormativas y pautas para los horarios in-fantiles.

¿Es bueno que los niños tengan tele-visión u ordenador en su habitación?

El hogar es un entorno para la convi-vencia. A veces, hay una televisión encen-dida y da igual que esté en el salón siestamos todos mirando la tele y, cuando seacaba la programación, cada uno se va porsu lado. Realmente hemos estado física-mente juntos pero psicológicamente solos.No es tanto el espacio físico como el espa-cio psicológico el que yo valoraría. Y ahívaloraría especialmente el entorno dondehay una cierta complicidad, confianzamutua, espacio de comunicación, tiempopara compartir: eso es lo que realmente meinteresa. Televisión sí, ordenador sí, pero

«Hay una carencia a lahora de dar unas pautas desentido crítico ante lo quese ve en la pantalla»

dando las pautas previas para un buen usode esos medios: ésa es la clave. Y mos-trando confianza en los hijos. Hay dos men-sajes que yo daría a las familias y creo quemejorarían los valores dentro de la socie-dad: seamos generosos con la alabanza y ta-caños con la critica, hagamos la alabanza enpúblico y la crítica en privado, y tratemos anuestra familia como a invitados. A un in-vitado no le dirías: “¡que vengas a cenar,que te lo he dicho cien veces!”. Le dirías

JAVIER PÉREZ

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bien: “¿serías tan amable de venir a cenar?”.Las relaciones dentro del entorno familiarson palabras mayores y hacen que unotenga un cierto estado de equilibrio y de fe-licidad que luego puede trasladar al mundo.

¿En qué medida la actitud de nues-tros políticos influye en el aprendizaje delos niños?

La política influye en cierta medida,pero yo creo que la verdadera influenciaviene del entorno más cercano. La políticatiene mucho que ver con vender ideas, aun-que, a veces, no hay correspondencia entrelo que se está vendiendo y lo que finalmentese hace. No recuerdo de quién es la frase,pero decía: “nunca se miente tanto comoantes de las elecciones, durante la guerra ydespués de la cacería”. No digo que sea asínecesariamente, pues los políticos sabenque lo que están diciendo lo tienen que lle-var a la práctica porque está en juego la su-pervivencia de su propio partido y suprestigio. Por ello, los avances que se expe-rimentan en la sociedad se deben a que la

«Con la psicología ocurrecomo con Santa Bárbara:sólo se acuerdan de ellacuando truena»

gente que se dedica a la política detecta ne-cesidades en los ciudadanos y hace lo nece-sario para que los recursos se asignen aaquellas cosas que la gente necesita. Y esoson progresos que, a la larga, los niños tam-bién aprenden: que ellos pueden votar, pue-den decidir, y que si no están a gusto con loque hay pueden votar para que exista uncambio.

Sin embargo, los políticos no parecenmuy preocupados por la atención psico-lógica de los ciudadanos. ¿Hay algún tipode iniciativa para mejorar los serviciosde psicología en la sanidad pública?

El colegio oficial de psicólogos man-tiene una lucha constante con las adminis-traciones porque es inadmisible que lapsicología no tenga el reconocimiento quede verdad merece en la sociedad. Ocurrecomo con Santa Bárbara, que se acuerdande ella cuando truena; cuando ha ocurridoalguna catástrofe, como el 11M, se ha mo-vilizado todo un colectivo de psicólogospara intentar apoyar a las víctimas. Existeuna demanda exagerada. Por ello, hay quedar un paso de gigante. Lo importante esque, poco a poco, se va avanzando y que se-guiremos en esa línea, y las propias perso-

nas se dan cuenta de qué importante es.¿Se puede decir, entonces, que des-

pués de treinta años de democracia, lapsicología sigue siendo un tema tabú?Hace falta mucho más trabajo en ese sen-tido y mucha más sensibilidad. Hemosavanzado muchísimo: somos una sociedadmoderna, muy avanzada. Porque tenemosuna cultura de la que podemos sacar muchopartido, una cultura muy rica y plural, muysolidaria: somos el primer país en donacio-nes de órganos, un ejemplo para muchos enmuchos sentidos. La psicología ha ido pocoa poco cobrando una importancia y papelrelevantes, pero en ningún caso está dondedebería estar. El papel de la psicología escrítico y, además, sus conocimientosdeberían estar incorporados en los cu-rrículos del aprendizaje de la personadurante toda su vida; es una formaciónnecesaria pues ¿por qué sólo los psi-cólogos pueden disponer de una seriede herramientas –de las que yo meconsidero un privilegiado– con queafrontar situaciones criticas y adversi-dades?

¿Qué es más difícil: ser padre oser psicólogo?

Son dos tareas muy complejas yapasionantes. En la relación del padrecon los hijos existe un vínculo tan es-trecho y directo que la subjetividadposee un componente muy importante,mientras que en la actividad como psi-cólogo, el profesional debe mantenercierta objetividad y cierto distancia-miento, aunque casi siempre hay unaimplicación emocional en lo que sehace. Un psicólogo no es simplementeun dispensador, sino que existe unaimplicación personal, que puede sermucho más objetiva en la intervenciónclínica que en el cuidado de los niños;y cuando, además, se tienen herra-mientas para educar a los hijos, la edu-cación no es un trabajo ni es difícil,sino que es un lujo, un privilegio, unhonor. Por otro lado, la intervenciónclínica implica una gran responsabili-dad porque durante una hora de con-sulta estás dentro de la mente de otrapersona, estás intentando ver el mundoa través de sus ojos, sentir cómo sientepara ver de qué manera puedes ayudarle. Esuna labor de gran responsabilidad y que, sinduda, la persona que recibe esa atención va-lora. Cuando llevas muchas entrevistas esdifícil. Un trabajo duro.

¿Cómo puede explicar el hecho deque en las sociedades más desarrolladas ydonde los ciudadanos disfrutan de unmayor bienestar sea, precisamente,donde mayores casos de depresión y sui-

cidios se registran?Me parece un fenómeno que merece un

análisis profundo. ¿Qué ocurre en los paí-ses nórdicos que aquí en España no ocurre?¿Por qué hay la calidad de vida que existeaquí? Porque en España, por ejemplo, haytiempo para las relaciones; al menos, porahora, incluso en las grandes ciudades. Túsales por Madrid y la gente está tomandosus cañas y charlando y hay una red deapoyo social que en otros sitios no se da. Yel hecho de que España sea un país tan di-verso, con tantas culturas, y haya sido unpaís tan acogedor hace que tengamos unaforma de ser especial. Y ojalá no lo perda-mos nunca, pues sería una pena que el pro-

greso acabara con ello. Cuando me pidenque resuma que es vivir, digo: “vivir escrear y compartir”. Tenemos un gran poderde intervención sobre nuestro entorno ypoder para compartir lo nuestro con losdemás. Es sorprendente que en países tanavanzados no se haya progresado en unacosa tan sencilla como es la felicidad. A lomejor aquí, sin querer y sin saberlo, porquesomos así de quijotes y sanchos, se aúnan lo

idealista y lo materialista y se da lugar a unacultura especial que permite a la gente rela-cionarse con fluidez.

LouMarinoff nos recomendaba haceaños “más Platón y menos Prozac”, ¿quéfórmula recomienda Guillermo Balle-nato para el éxito personal?

En uno de mis artículos hay una com-paración que utilicé para hablar del bienes-tar de las personas y es uno de los que másorgulloso estoy. Se titula Perder la torre yganar la partida, y en él recojo lo que con-sidero clave para la felicidad de las perso-nas, y es que la vida es como una partida deajedrez en la que cada uno cuenta con unaserie de piezas. En la vida se van perdiendo

piezas, pues es una pérdida constante,y también se van ganando otras cosasque son aquéllas con las que se cuentapara ganar la partida. Puedes estar dosaños amargado porque has perdidouna relación de pareja o a un ser que-rido, y es tiempo que no se está utili-zando; ese mirar fuera del tablero teimpide ver cómo está la jugada y quépiezas tienes ahora para jugar. Estáclaro que el rey es la vida, si lo pierdesse acaba la partida; la reina puede serla familia, la pareja, aquello que esesencial, que está a tu lado y se muevecon agilidad. Creo que hay tenemos,en gran parte, el secreto de la felici-dad: tener mucho cuidado con haciadónde estamos mirando: hacia lo quehemos perdido o hacia lo que tenemosy cómo podemos jugar mejor y ha-cerlo con toda la ilusión posible.

¿Está trabajando en un nuevolibro? ¿Alguna primicia?

Hay un libro que, probablemente,estará listo para el inicio del próximocurso, y será una recopilación de lasclaves para la mejora personal. Todoel trabajo que hemos ido haciendoaquí en la universidad durante esta úl-tima década, pues nos ha hecho verque existen una serie de competenciasy habilidades que son claves para eléxito, entendido éste como éxito per-sonal, social, académico, profesional.En esa línea va la publicación que,probablemente, llevará por título algoasí como Competencias para el éxito.

Son artículos que se han ido publicando su-cesivamente para que estuvieran a disposi-ción de los alumnos y algunos todavía estánpendientes de terminar. Lo que pasa que al-gunos de esos escritos los veo ahora conuna cierta distancia y he cambiado un poco,por lo que estoy pensando retocarlos paraadaptarlos a la realidad de hoy o recojerlostal y como aparecieron en su momento.

El último libro de Guillermo Ballenato, Edu-car sin gritar, es una guía para padresdonde se ofrecen una serie de claves paraeducar a los hijos sin recurrir a la violenciay buscando su bienestar.