entrevista y pautas familia @ tdah
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ENTREVISTA A LA FAMILIA
1. Datos de identificación:
Nombre y apellidos:
Fecha de nacimiento
Fecha de la entrevista
Centro escolar
Curso
Tutor/a
2. Motivos de evaluación.
Demanda de la familia
Demanda del tutor
Demanda de otros profesionales del centro
Motivos:
3. Documentación/ Información aportada:
Embarazo y parto
Desarrollo físico y motor
Aspectos emocionales y de adaptación social
Enfermedades o problemas médicos
Alergias
Medicación que toma
Historia escolar
Estilo de aprendizaje y motivación.
4. Análisis de contexto socio familiar
Antecedentes familiares de TDAH
Estructura y funcionamiento del núcleo familiar
Tipo de comunicación establecida
Nivel socio-cultural
Ocio
Expectativas
Dificultades dentro y fuera de casa
ORIENTACIONES A LA FAMILIA.
Los padres necesitan información y formación previa. Los padres tienen que estar permanentemente involucrados en el proceso de formación de sus hijos.
Existen variables de crianza, que incluyen una disciplina consistente y respetuosa, con mucho control externo de la conducta del niño a lo largo de todo su desarrollo.
La disciplina entendida como un entorno ordenado y predecible, con horarios y rutinas, normas y límites claros (pero flexibles) y consecuencias consistentes en caso de transgredirlas, proporciona seguridad al niño. Adicionalmente, le permite manejarse mejor, ya que es conocida la falta de autocontrol de las conductas y los problemas para planificar y ordenar su entorno que tienen estos niños. El contexto ordenado, afectuoso, amable, pero firme, es una variable clave.
La comunicación permanente con el colegio y los acuerdos que se logren en cuanto a normas mínimas de disciplina y convivencia potenciará los esfuerzos de cada uno. Estos niños tienen pocas destrezas y habilidades para detectar claves sociales finas que les indiquen qué hacer y qué no hacer en diferentes contextos. La uniformidad en las reglas y las consecuencias de transgredirlas, produce un efecto muy positivo en el desempeño social del niño.
Es conveniente que los integrantes de la familia compartan sus experiencias, fortalezas y carencias con grupos de familias que viven situaciones similares al contar con miembros con TDAH, debido a que, al escuchar a otras personas, es posible identificarse, pertenecer y abordar el trastorno familiar de manera diferente y más funcional.
Dentro de cada familia, dependiendo el número de integrantes, la edad, el género y las situaciones específicas, suele ser frecuente que los hijos desconozcan qué le sucede al integrante con TDAH; por lo tanto, perciben las relaciones padres-hijos como injustas, carentes de amor y con preferencias para quien tiene el trastorno. Al igual, suelen sentir vergüenza de su propia familia y niegan la existencia de que exista un problema.
La comunicación adecuada es el recurso más necesario y elemental para establecer cualquier tipo de aprendizaje, enseñanza, habilidad, y para establecer cualquier tipo de norma familiar y estrategia que se quiera utilizar, sin importar la edad de los hijos, el número de miembros de la familia, las condiciones específicas de pareja o las relaciones particulares que se establecen en cada sistema.
También es necesario que los padres aprendan recursos para regular las emociones que van a experimentar (ira, frustración, ansiedad, desesperanza, rabia, miedo, cansancio,
etc) porque inevitablemente, en el transcurso de la aceptación y posteriormente, de la intervención, van a aparecer, y deben estar preparados para ello.
Cuáles son las pautas que se recomiendan a la familia para trabajar las diversas necesidades del niño. Dependiendo de la situación familiar y de las necesidades de cada niño, ese establece unas u otras. Pero se podrían destacar:
Colaborar con el colegio en los diferentes programas de e intervención en mejora de la Atención, la reflexividad, habilidades socio emocionales y autocontrol que se van a iniciar.
Ofrecer demostraciones de afecto, caricias, comentarios positivos? cuando realice avances en conductas.
Jugar con él, el niño debe descubrir que puede obtener vuestra dedicación con juegos tranquilos y sosegados.
Darle pequeñas responsabilidades domésticas.
Crear rutinas en la vida familiar.
Ayudarle a aceptar sus limitaciones y aceptarle tal y como es.
Ponerse en contacto con Asociaciones o Fundaciones especialistas en TDAH.
Asistir a una Escuela de Padres.
Estas pautas hay que ponerlas en práctica de forma sistemática y de un modo continuado.
La planificación del ocio también es algo fundamental, puesto que si no es un aspecto que tenemos en cuenta, con la `locura` del día a día es sencillo que no tengamos tiempo para él. Por ello, debemos planearlo, tanto el tiempo para pasar en familia, con la pareja o tiempo para nosotros mismos. Ver la tele, pasear, charlar, etc. la acción ya dependerá de cada familia, pero no olvidéis que es prioritario tenerlo en cuenta para desconectar de lar rutina diaria, descansar y cargar las pilas.
Decálogo de la intervención familiar
1. Aceptar y conocer el trastorno. Para todos los padres puede ser muy complicado, pero lo más difícil esta hecho, porque encontrado el problema, podemos aplicar la solución.
2. Reforzar lo positivo y obviar lo negativo. La familia debe ser observadora de sus propias conductas y reflexionar sobre sus consecuencias, para conocer y trabajar sus fortalezas y debilidades.
3. Establecer unos límites y normas y las consecuencias de no cumplirlas. Estos niños deben tener claro cuáles son las normas a cumplir, y para ello se tienen que prefijar con antelación mediante consenso. Deben estar en lugar visible siempre.
4. La comunicación debe ser asertiva y empática, evitando cualquier tipo de mensaje crítico ante sus fracasos e intentando ponerse en el lugar de los niños.
5. Establecer planificaciones diarias. La organización diaria del tiempo y del espacio creando rutinas, será necesario para facilitar la adquisición de hábitos de autonomía en los niños.
6. Distinguir persona de conducta. No debemos olvidar que estos niños tienen la autoestima debilitada debido a todos los fracasos que han ido acumulando en su vida, por eso cuando les hagamos una crítica, esta debe ir dirigida a su conducta. Por ejemplo, le diremos: "tu cuarto esta desordenado", en vez de "Eres un desordenado".
7. No olvidar que los padres son sus mejores modelos a seguir. Nosotros debemos ser su guía en sus actuaciones día a día.
8. Contacto continuo entre familia y colegio. La coordinación y la intervención en ambos ámbitos será la mejor herramienta para paliar las dificultades que se irán encontrando a lo largo de su vida escolar.
9. Mejorar su autoestima. Es necesario compensar sus dificultades proporcionando los apoyos necesarios haciendo hincapié en sus potencialidades. Debemos exigirles en función de sus posibilidades.
10. Paciencia y constancia serán fundamentales para conseguir nuestros objetivos y unas mejores relaciones familiares.