PARTE II

Ensayos

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La prensa durante la guerra y en la formacion de los paradigmas nacionales

Benjamin Ortiz Brennan*

Introduccion

Apenas un mes despues del cese del fuego en el Alto Cenepa, la revista Pulso, pu­blicada por el Programa Latinoamericano de Periodismo de La Universidad Inter­nacional de Florida, dedic6 la portada y articulo central de su edici6n de abril de 1995, al tema Informaci6n y desinformaci6n en el conflicto entre Ecuador y Pe­ru. En la caratula de la revista aparece una mana formada con el recorte de papel peri6dico, sobre la cual se lee: "Periodisrno bajo fuego".

John Virtue, el editor, advierte que "nunca se pone mas a prueba el papel de la prensa que en la cobertura de una guerra entre un pais y otro". Virtue, corres­ponsal de la UPI, director de un peri6dico en Puerto Rico y mas tarde profesor de etica del periodismo, plantea una serie de interrogantes, algunas de las cuales se agitan en el trasfondo de este documento, que podrfan ser crfticas a los medios de comunicaci6n, cuando, en medio de una guerra, escriben bajo 10que podrfamos Hamar, la presi6n del patriotismo.

l.Debe la prensa defender ciegamente la polftica de su gobierno? l.Debe la prensa aceptar a sabiendas la manipulaci6n par parte del gobiemo? l.Es apropia­do que la prensa oculte los errores de los militares? l.Es apropiado que la prensa cubra los errores de los militares? En nombre de la seguridad nacional l.debe aceptar la prensa tranquilamente la censura? l.Debe convertirse en lfder para mo­vilizar al pueblo hacia la guerra? l.Debe la prensa sucumbir ante una cobertura sensacionalista con el fin de aumentar las ventas 0 los niveles de audiencias? l.Puede publicar artfculos cnticos sobre la guerra? Mas adelante, Virtue plantea

* Canciller de la Republica del Ecuador; ex-Director Diario Hoy.

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otras cuestiones para los tiempos de guerra: (,debe dejarse a un lado los principios periodfsticos de tiempos de paz? Al derecho publico a la informaci6n (,debe an­teponerse el derecho de la naci6n a usar todos los medios de prensa como un ins­trumento para ganar la guerra, incluso mintiendo a los ciudadanos?

La informaci6n en tiempos de conflicto armado tiene tres referentes princi­pales: el gobiemo, dentro del cual el eje central es las fuerzas armadas, los me­dios de comunicaci6n y, finalmente, la sociedad, que en terminos de periodismo se convierte en la audiencia. La revista Pulso invito a Cecilia Valenzuela de la re­vista Caretas de Lima y a quien escribe esta nota, director del Diario HOY de Quito, para analizar la polftica informativa y la conducta de los medios en los dra­maticos meses de enero y febrero de 1995, cuando Ecuador y Peru se enfrentaron en una guerra no declarada en el Alto Cenepa.

Comunicaci6n durante la guerra

En el caso del Ecuador, ellibre acceso a las fuentes informativas del Gobiemo; la posibilidad de llegar al frente de combate en viajes organizados por los milita­res; y una produccion sin tregua de noticias, fueron los pilares de la estrategia de comunicacion oficial y de las Fuerzas Armadas durante el conflicto belico que se extendio entre enero y marzo de 1995.

La apertura del sector oficial rindio frutos en beneficio de la credibilidad de sus versiones. No hubo censura en los contenidos y la informaci6n de fuente ecuatoriana se difundio ampliamente en el mundo. Mas de 200 periodistas extran­jeros llegaron al Ecuador y obtuvieron faciles contactos con las autoridades, vo­ceros oficiales e incluso viajaron a los escenarios de la guerra. Esta apertura en el frente politico y el acceso organizado en el frente militar, rindieron resultados po­sitivos para el flujo de la informaciones desde fuentes ecuatorianas.

En contraste, el gobiemo del Peru impuso 10 que Cecilia Valenzuela de la revista Caretas califico como la estrategia del silencio, que describe en los si­guientes terminos: "la politica de comunicaci6n del Gobiemo peruano durante el conflicto consistio en lirnitar el acceso informativo a los medios que consideraba adictos. La prensa extranjera y los periodistas independientes fueron discrirnina­dos y expulsados de las cornitivas autorizadas a entrar en las zonas de combate",

Valenzuela cita, en su nota, una popular tira comica aparecida en un diario limefio. "(,Juras decir la verdad, solamente la verdad y nada mas que la verdad?, pregunta Alberto Fujimori a un periodista. Si juro, responde el periodista. Enton­ces no viajas conrnigo, replica el presidente".

La apertura de fuentes en Ecuador y el cierre en Peru fue un marco de tra­bajo en el cual se dieron similitudes y diferencias durante el conflicto. Los me­

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dios de ambos paises estuvieron marcados por un tono patri6tico en sus versio­nes. Sin embargo, en la prensa ecuatoriana hubo artfculos de franco pacifisrno, o cr6nicas que pusieron mucho enfasis en las coincidencias y amistad entre am­bos pueblos. El trabajo periodistico se cumpli6 en un ambiente de libertad pro­fesional.

Para la prensa peruana, por la circunstancia de estar alejada de las fuentes primarias, la difusi6n de contenidos se convirti6 en un acatamiento de versiones oficiales, que mas tarde esta1l6 en dos posiciones contradictorias y extremas so­bre los acontecimientos. Cesar Hilldebrant, columnista del diario La Republica, citado por Valenzuela, hace notar que, en efecto, "ahora hay un Peru ganador pa­ra la prensa oficialista y un Peru derrotado para la prensa de oposicion".

Militares y periodistas

Las noticias, en tiempos de guerra, nos llevan a la consideraci6n de la compleja relaci6n entre milicia y prensa. La cultura -entendida como un modo de ser- de las fuerzas armadas y de la prensa responden, en terrninos de comunicacion, a una l6gica diferente. Las fuerzas armadas cuidan, por su naturaleza, de la discreci6n e incluso del secreta respecto a sus capacidades y operaciones frente al publico. Allf radica buena parte de su potencial y eficiencia. Mientras tanto, los periodis­tas y medios de comunicaci6n consideran que su funci6n profesional y social es revelar a sus lectores y audiencias, los elementos significativos de la vida social, entre los cuales ocupa un lugar prominente 10 relacionado con el poder militar.

Estas orientaciones profesionales, que corren en direcciones opuestas, han sido fuente de conflictos, no solo en el Ecuador y Peru, sino en todas las socieda­des. Los militares estan convencidos de que la sorpresa y el secreta aumentan la eficiencia de sus eventuales operaciones relacionadas con la seguridad e integri­dad del Estado. Por el contrario, los periodistas conceptuan que revelar 10 oculto es su rol primario y que noticia, como decfa un ex director de la agencia EFE, es algo que alguien no quiere que se publique.

Pero no solamente es cuesti6n de profesiones en caminos distintos, pues tras las acciones militares estan el poder y los intereses polfticos 0, valores que pue­den estar enmarcando y dando significado de fondo a los hechos. EI contraste de prop6sitos entre secreta y divulgaci6n es un fen6meno propio de las sociedades dernocraticas, en donde la prensa tiene espacios de acci6n independiente y la li­bertad de expresi6n es un valor fundamental. Serfa imposible pensar en un pro­blema parecido en las sociedades totalitarias, 0 simplemente en las dictaduras. en donde la prensa se somete a los designios del aparato politico militar que contro­la el pais () esta obrando bajo amenaza, 0 en el marco de la arbitrariedad.

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Vietnam y la Guerra del Golfo, dos casos para comparar

La compleja y, a veces, asimetrica relacion entre fuerzas armadas y prensa en de­mocracia, se puede ilustrar con dos casos opuestos del ejercicio de la actividad periodistica frente a problemas de seguridad nacional. Sus consecuencias, asf co­mo los valores que estuvieron en juego, todavia se discuten. Se trata de la reve­lacion de los papeles del Pentagono durante la guerra de Vietnam, ocurrida en los afios setenta por una parte; y del control militar de la cobertura de la guerra del Golfo, durante los afios 90.

Los papeles del Pentagono consisten en 47 vohimenes de documentos que contienen 'la historia de la presencia militar de los Estados Unidos en Indochina desde 1947', elaborados a pedido del Secretario 0 Ministro de Defensa, Robert MacNamara. Describen una historia de ineptitud, engafio y encubrimiento de los militares norteamericanos en su actuacion en el Sudeste asiatico, El periodico The New York Times comenzo su publicacion el 13 de junio de 1971, cuando su pais estaba en plena guerra.

i,Se podia 0 no revelar al gran publico semejante informacion? i,Era etico y legitime? i,Acaso no hubo en ella incluso traicion ala patria?

Quienes opinan a favor de la publicacion afirman que, en democracia, el pu­blico tiene derecho a conocer los problemas de interes general y mas aiin, los acontecimientos cruciales de la vida nacional. Ninguna informacion militar im­portante, en terminos de armamento, fue revelada a los lectores y audiencias. El periodico fue fiel a los conceptos basicos de libertad de expresion que es uno de los elementos esenciales de la democracia. Sin embargo, la revelacion del New York Times tambien atrajo severas criticas: fue una violacion de los secretos y confidencialidad militar, contribuyo a la erosion del gobiemo y la ley en plena guerra. Henry Kissinger, el Secretario de Estado y Ministro de Defensa, condeno la publicacion en los siguientes terminos: "la hemorragia masiva de secretos de Estado ha levantado dudas en otros gobiemos, sean amigos 0 enemigos, sobre la confiabilidad e incluso la estabilidad del sistema politico norteamericano". En efecto, la publicacion creo enormes dudas sobre la solidez de la politic a exterior de los Estados Unidos.

Un juez de Nueva York expidio una orden temporal prohibiendo la publica­cion despues de tres entregas, argumentando que "la diseminacion publica de la historia causara irreparable dana ala seguridad nacional de los Estados Unidos". El periodico apelo la providencia a la Corte Suprema de los Estados Unidos que autorizo, a los periodicos, la publicacion de los papeles del Pentagono por seis votos a favor y tres en contra. Vale la pena citar la siguiente opinion de los jue­ces Douglas y Black: "El hecho de que pueda haber abuso de la libertad de pren­sa porque algunos malandrines provean de escandalos a los periodistas y al pu­

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blico, no hace menos necesaria proteger la inmunidad de la prensa frente a las res­tricciones previas, cuando la prensa esta tratando de mala conducta y corrupci6n de funcionarios public os".

Los jueces, opuestos a las publicaciones, seiialaron que la libertad de pren­sa es solo una parte de la Constituci6n y de las instituciones piiblicas; la misma que, par otro lado, entrega al Ejecutivo la responsabilidad sobre politica exterior y seguridad nacional, que no puede ser puesta en peligro por el ejercicio de la li­bertad de expresi6n.

Veinte aiios despues, durante la Guerra del Golfo de Arabia, la politica in­formativa norteamericana cambi6 par completo, no solamente frente a la even­tual revelaci6n de algo tan dramatico como el incidente de los papeles del Penta­gono, sino en las restricciones y acceso de la prensa a la informaci6n sobre el con­f1icto y las operaciones. El Gobiemo y la Fuerzas Armadas norteamericanas de­cidieron manejar el flujo informativo de manera que aquello que se publique sea un apoyo a los objetivos politicos de las acciones militares, a fin de evitar los efectos piiblicos considerados disociadares y peligrosos que se dieron por la ac­tuaci6n de la prensa en la guerra de Vietnam.

Los norteamericanos utilizaron a Arabia Saudita para controlar el acceso a la zona de conflicto. Los periodistas fueron obligados a obtener visa en Arabia Saudita, 10 cual en el fondo fue un gran filtro de los servicios de seguridad. Des­pues se organizaron 'pulls' de medios que salian en caravanas conducidas por mi­litares. Nada parecido a Vietnam, en donde la prensa deambulaba por las zonas de combate y publicaba cuanto tenia al alcance.

Marvin Kalb, Decano de Prensa de Harvard University, recordaba a prop6­sito de los efectos sociales de una y otra politica informativa, que "ya sea que vi­vamos en democracia 0 dictadura, somos prisioneros de la informaci6n que dis­ponemos. El control de las fuentes y de los contenidos significa control de los comportamientos personales y sociales''.

Seguridad nacional e informacion

La seguridad, define el General Paco Moncayo, en su libro Fuerzas Armadas y Sociedad, como "EI estado de la sociedad en el cual sus miembros disfrutan de la certeza de que no existen amenazas que temer, 0 que de presentarse se cuenta con los medios y previsiones para anular y paliar sus efectos".

En este sentido tan amplio, la seguridad nacional es un concepto que reba­sa los objetivos de rechazar una agresi6n 0 controlar el desorden. Se trata de un objetivo social que abarca todo el desenvolvimiento de la comunidad, desde el desarrollo econ6mico, hasta el ejercicio del poder 0 las amenazas de muy diver­

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so genero, que podrfan "descomponer al Estado y destruir a su poblacion", como afirma el General Moncayo.

Por otro lado, la Iibertad de expresi6n "es el derecho reconocido a todos los habitantes de la naci6n de publicar por la prensa sus ideas, sin censura previa".

(,Son conceptos antag6nicos seguridad nacional y Iibertad de expresi6n? En democracia, la seguridad nacional y la libertad de expresi6n no deberfan ser con­ceptos opuestos, pueden ser incluso complementarios. La informaci6n permite identificar los peligros y amenazas que pesan sobre la sociedad y desencadena procesos de tom a de conciencia y auto depuraci6n. Los totalitarismos y las dicta­duras han perecido por la falta de Iibre informacion, pues no desarrollaron los an­ticuerpos para enfrentar las crisis, como es el caso del comunismo en la Uni6n Sovietica y Europa; muri6 de 10 que parecfa su fortaleza mayor, el control de la informaci6n. El derrumbe de los pafses comunistas se debi6 mas a un proceso de intoxicaci6n por su propia propaganda, falta de crftica, antes que a la ineficiencia econ6mica del sistema.

La seguridad nacional requiere de informaci6n amplia y libre, sin restric­cion, es parte de su fortaleza. La seguridad militar, que ataiie a la guerra, requie­re un cierto grado de confidencialidad, frente a informaciones que afecten su ca­pacidad operativa. Pero, como sefiala la sentencia de la Corte Suprema de los Es­tados Unidos en el caso de los papeles del Pentagono, cuando hay mala conduc­ta y corrupcion de funcionarios, incluidos militares, no pueden existir restriccio­nes a la libertad de informar.

EI secretismo militar y la experiencia ecuatoriana

El Ecuador, en las dos iiltimas confrontaciones con el Peru (Paquisha en 1981 y el Alto Cenepa en 1995), ha vivido experiencias distintas en cuanto a polfticas in­formativas y efectos sociales e intemacionales diferentes. En 1981, durante el conflicto de Paquisha, la reacci6n polftica y militar fue la reserva y secreta de la informaci6n, a mas de una notable incapacidad para producir noticias, incluso de aquellas que podrfan responder a los intereses y esquemas de las autoridades ofi­ciales. La consecuencia de semejante actitud fue que en la lIamada guerra de la informaci6n, el Peru tom6 la iniciativa y coloc6 su versi6n de los hechos en el mundo entero.

En 1995, durante el conflicto del Cenepa, la polftica informativa fue dife­rente. El objetivo fue dar informaci6n en forma abierta y organizar todos los ele­mentos para lIegar a los hechos. El Ecuador asumi6 la iniciativa frente a la au­diencia intemacional, mientras Peru intentaba mantener reservas y ejercer contro­les, 10 cual se tom6 en su contra.

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El mundo actual, dominado por la cornunicacion inmediata y global, requie­re de informaci6n abierta y dinamica; cuando falta informaci6n de una parte, el ru­mor llena el espacio de las noticias. Por ello, la seguridad nacional tiene mas que ver con amplios y dinamicos flujos informativos que con reservas y secretos. El prestigio viene de la credibilidad y no de la manipulaci6n informativa que ahora es muy dificil. Es digno de mencionarse, por ejernplo, el reconocimiento ecuatoriano de un error en la informaci6n sobre helic6pteros peruanos durante el conflicto, a los que al comienzo identific6 como los entregados para el control de narcotrafico,

La penetracion de seguridad militar en los medios

Los departamentos de seguridad politica y militar siguen con atenci6n 10que ocu­rre en los medios de comunicaci6n, pero ademas quisieran penetrar con conteni­dos, sus espacios y columnas. Este es un fen6meno universal y una experiencia hist6rica que se vuelve particularmente sensible en los tiempos de contlicto. En el casu ecuatoriano, hay que reconocer que no ha existido una penetraci6n y me­nos aiin amedrentamiento, como tarnpoco el afan de controlar contenidos 0 intro­ducir informaci6n provocadora 0 interesada. Alguna ocasi6n se explor6 la posi­bilidad de organizar comites de comunicaci6n 0 algo similar, despues del conflic­to del Cenepa, pero esas iniciativas no han progresado.

El casu del Peru ha sido diferente. Una carga tributaria muy pesada sobre la prensa, como actividad empresarial, crea una fragilidad econ6mica en los medios que puede ser utilizada polfticamente, En repetidas ocasiones los medios se han que­jado de espionaje telef6nico y de penetraci6n de los organismos de seguridad mili­tar. Quiza el suceso mas grave ocurri6 con el despojo de la propiedad de Canal 2 al ciudadano peruano-israeli Baruch Ivcher, despues de transmitir noticias que no fue­ron del agrado del regimen, algunas de elias relacionadas al conflicto Ecuador-Peru.

Tension yentendimiento

La prensa ecuatoriana y peruana han intent ado crear espacios de entendimiento frente al conflicto. Los peri6dicos y revistas, en especial, mantienen una relaci6n de cooperaci6n profesional y amistad que se inici6 en 1991, con la visita de los directores ecuatorianos al Peru. Fue la primera ocasion en que se produjo un am­plio dialogo que llev6 a ciertos acuerdos puntuales, como la moderaci6n de 1ater­minologfa. En 1994, los directores peruanos devolvieron la visita al Ecuador.

La guerra de 1995 cre6 nuevas tensiones en 10 que los militares lIaman el frente informativo. Los representantes de los medias de los peri6dicos concurri­mas a la reunion de la Sociedad Interamericana de Prensa, SIP, en San Petesbur­

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go, Florida, Estados Unidos, con un memorial de agravios de la hostilidad que ha­bian sufrido los periodistas en Ecuador y Peru, respectivamente. La cuesti6n se perfilaba, en principio, como un intercambio de inculpaciones sobre violacion de la libertad de expresion, en el otro pais. AlIi surgio entonces una solucion dife­rente. Los representantes de los peri6dicos de ambos parses acordaron que Ecua­dor y Peru presentanan un solo informe. Asf, la prensa unida en una sola defen­sa de la libertad de expresion, present6 los testimonios de los periodistas de am­bos pafses que habian sufrido agresiones, amedrentamientos u obstrucci6n para cubrir la informaci6n. Ninguno present6 casos contra las fuerzas armadas 0 go­biemos de su propio pais.

Por la paz y la transparencia informativa

Quiza uno de los mayores avances que se haya alcanzado, en tiempo de conflic­to, en materia de definicion de una conducta etica en materia de informacion, es la Cartilla de Prensa por la Paz y la Transparencia lnformativa que fuera suscrita en Lima, el 27 de septiembre de 1997, por los principales periodicos y revistas de los dos pafses, Por la importancia del documento, vale la pena trans­cribirlo:

"Fundamentos

Los representantes de los periodicos del Ecuador y Peru, reunidos en Lima pa­ra estrechar las relaciones y amistad entre los medios de comunicaci6n de am­bos paises:

1. Reiteran su adhesion a los principios de la Cultura de Paz, contenidos en la Declaraci6n de Puebla, aprobada en Mayo de 1997, por directores y edito­res de America Latina, bajo el patrocinio de la UNESCO, especialmente cuando proclama que "oO.los rnedios de comunicacion, actuando en libertad, pueden dar una contribuci6n capital a una cultura de paz, al divulgar los puntos de vista y opiniones de cada cual sin violencia y con sentimientos de comprension y respeto hacia el projimo".

2. Estos objetivos s610 pueden alcanzarse si contamos can informacion libre, veraz y confiable.

3. Destacan que ambos pueblos comparten la misma historia y cultura. 4. Asumen la responsabilidad de orientar a sus lectores mediante la difusion de

informacion confiable, sin perrnitir la manipulaci6n de las diferencias entre los dos paises.

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5. Advierten sobre la posibilidad de que sectores ultra nacionalistas e incluso algunas autoridades, puedan entregar informaci6n tendenciosa sobre e1 te­rna, que conduzca a la publicaci6n de contenidos inexactos y provocadores.

6. Destacan que existe una Cartilla de Normas de Comportamiento para evi­tar incidentes fronterizos entre Ecuador y Peru, proporcionar apoyo mutuo, y estrechar los lazos de amistad entre militares y policfas de ambos lados, por 10 cual -y con mayor raz6n- ese espfritu debe tambien estar presente en los medios de comunicaci6n de los dos pafses,

En consecuencia asumen las siguientes normas de comportamiento:

1. Contribuir a una soluci6n definitiva que permita la integraci6n de nuestros pueblos y evite la dilapidaci6n de recursos en adquisiciones de armamentos.

2. Crear y mantener un marco de transparencia y libertad informativa sobre las relaciones entre los dos paises.

3. Evitar informaciones que sean la apologia de la violencia, el conflicto 0 la guerra.

4. Publicar informaci6n que contribuya al mutuo conocimiento de nuestros pueblos y fomente la aceptaci6n y colaboraci6n entre ellos.

5. Promover el intercambio de informaci6n, articulos de opini6n y periodistas. 6. Facilitar el acceso a la informaci6n de los periodistas del otro pais, con las

salvedades de rigor por razones de seguridad y reserva. 7. Informar fidedignamente y ser mesurados en e1 uso del lenguaje, evitando

epitetos 0 calificaciones que puedan exacerbar las pasiones negativas, den­tro del natural derecho de cada medio a determinar su linea editorial.

8. Incentivar encuentros de periodistas peruanos y ecuatorianos intercalando las sedes.

9. Resaltar los esfuerzos de acercamiento generados por los distintos estamen­tos de la ciudadania y las autoridades.

En situaciones de tensi6n se comprometen especial mente a:

1. lncrementar la comunicaci6n con los periodistas del otro pais. 2. Contrastar fuentes de las dos naciones buscando la mayor objetividad posible. 3. Utilizar cautelosamente las informaciones oficiales que puedan implicar

una agudizaci6n del conflicto. 4. Limitarse a informar sobre la situaci6n de tensi6n evitando calificar a las

respectivas naciones y pueblos.

Reflexion Final

Los directores y representantes de los peri6dicos de Ecuador y Peru ratifican su invariable fe en sus patrias y lealtad a los deberes que les imponen, asf como en

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la soluci6n pacifica de sus diferencias, todo 10 cual sera mejor servido con este compromiso por la paz, la verdad y la libertad de expresi6n."

Este documento tiene, en sintesis, el prop6sito de colaborar con la paz, evi­tar que la guerra se traslade a los medios de comunicaci6n y, en especial, crear una barrera contra la penetraci6n de organismos de seguridad en la prensa.

EI resultado practico es dificil de medir. Algunos de los medios firmantes del Peru han publicado contenidos en extrema hostiles y versiones aventuradas de la situaci6n. Sin embargo, nadie podia calcular cuan mas grave habna sido la situaci6n sin esta forma de acercamiento. De todas maneras, la colaboracion en­tre los medios de los dos pafses ha permanecido y, en algunos momentos criticos, hubo publicaci6n de articulos del 'otro lado' en los respectivos peri6dicos y re­vistas.

EI 21 de noviembre de 1997, los directores y representantes de los peri6di­cos de Ecuador y Peru. se reunieron otra vez en Quito, bajo el patrocinio de sus respectivas organizaciones profesionales. En el encuentro se ratific6 la coopera­cion establecida entre los distintos medics, se examin6 el intercambio tecnico y profesional, y se revisaron los acontecimientos posteriores a la suscripci6n de la Cartilla de Transparencia Informativa. Se produjo un significativo intercambio de archivos para evaluar con gran franqueza cuan cerca 0 lejos estaba cada medio del cumplimiento de la Cartilla.

Los diarios ratificaron la decisi6n de mantener y profundizar su cooperaci6n en beneficio de los lectores. Reconocieron, ademas, que la Cartilla de Transpa­rencia contribuye a lograr una informaci6n objetiva y profesional. Se resolvio, ademas, intercambiar informaci6n sobre los contenidos publicados en los respec­tivos paises, y se puso de manifiesto que el conocimiento de los elementos cultu­rales, economicos, sociales y de toda indole creara empatia entre los dos pueblos.

Finalmente, se decidi6 que los jefes operativos, editores generales o jefes de informaci6n de los peri6dicos de los dos paises se reuninan en Lima. en un pla­zo no mayor a la primera quincena de enero de 1998, para fomentar el mutuo co­nocimiento y analizar las informaciones publicadas en el marco del pleno respe­to a la linea periodistica e independencia de cada medio. La organizaci6n de esta reuni6n estaria a cargo del Consejo de Prensa Peruana. Este ultimo acuerdo no ha tenido concreci6n practica.

Dos realidades historicas distintas

La vieja disputa territorial entre Ecuador y Peru, que se remonta a los ongenes de las republicas, ha sido alimentada por dos visiones diametralmente distintas de los hechos. Esta circunstancia ha convertido a la prensa en un elemento clave pa­

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ra afirmar, poner en dud a 0 cambiar la vision de los paradigmas que han estado vigentes en ambos paises.

La prensa ha cumplido este papel de manera deliberada 0 vencida por la fuerza de los hechos. Pero, en todo caso, los medios de Ecuador y Peru han cam­biado la forma de ver el conflicto a 10 largo de los ultimos tres afios, desde que los pafses pasaron de la guerra a la negociacion,

Ecuador y Peru se habian refugiado en sendas posiciones extremas. Ecua­dor declare la nulidad del Protocolo de Rio, la forma de decir que no existe juri­dicamente ese documento; mientras el Peru habfa sostenido, con parecida intran­sigencia, que no existfa problema alguno con Ecuador, a pesar de las guerras y la frontera sin delimitar.

l,Cmil es la vision que Peru ha cambiado sobre su relacion con Ecuador en materia de definicion de frontera en este lapso? El primer descubrimiento ha si­do que si existe un problema, tanto que ambos paises se enfrentaron en una bre­ve pero cruenta guerra en 1995; despues, que es preciso entablar negociaciones, a pesar de que se haya querido disimular la naturaleza de la cuestion con el nom­bre de conversaciones y, finalmente, que el asunto requiere de la colaboraci6n de terceros, momento actual del proceso, que busca un desenlace para la soluci6n global y definitiva.

El Ecuador ha descubierto elementos que desconocia el cormin de las per­sonas, por ejemplo, que entre el Protocolo Pedemonte Mosquera de 1830, en don­de se sefiala en el mapa oficial, el Amazonas como frontera, y el Protocolo de Rio, firmado en 1942, hubo otros pronunciamientos en materia territorial, aceptados libremente por Ecuador, que modificaron la condicion riberefia del Ecuador, en especial el Tratado Herrera Garcia de 1890 y la declaratoria de Status Quo de 1936, tan similar a la frontera del Protocolo de Rio. Estos datos confirman que la perdida territorial neta por el Protocolo de Rio fue de 14.000 kil6metros cuadra­dos y no de mas de 200.000 kilometros cuadrados, como se repetia sin mas ana­!isis. Por otra parte, Ecuador tom6 conciencia que la linea de frontera que se cum­pie desde hace mas de medio siglo es la del Protocolo de Rio.

Tanto Ecuador como Peru, a 10 largo de las negociaciones, han encontrado que guardan un gran potencial de colaboraci6n.

Paradigmas y patriotismo

Mariano Grondona, conductor del programa politico mas influyente de la televi­si6n argentina, invit6 a OOS directores de peri6dicos para participar en Hora Cla­ve, cuando los grandes temas del continente eran el efecto tequila, por la cafda fi­nanciera de Mexico, y la guerra Ecuador- Peru, a principios de 1995. Manuel

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D'Ornellas, director de EI Expreso de Lima y quien escribe esta nota, Director de HOY de Quito, concurrimos a ese programa para exponer la vision de cada uno de nosotros sobre el conflicto fronterizo. A la entrevista con Grondona siguieron otros programas de television en Argentina, reportajes en los diarios y un contra­punta en La Nacion de Buenos Aires.

EI rol de los periodistas ha sido multiple con relacion a la guerra y a la ne­gociacion, a 10 largo de estos tres alios. Con alguna frecuencia hemos pasado de intermediarios de los acontecimientos a ser una especie de protagonistas, y de manera especial, como en el programa de Grondona. Cuando subimos al escena­rio de la noticia, los periodistas no solo tenemos opinion, traemos versiones de los acontecimientos que nos dan mayor credibilidad que a los mismos dirigentes oficiales, porque por razones profesionales se supone que estamos a cierta distan­cia de los hechos. Sin embargo, tales versiones han estado irremediablemente condicionadas a la nacionalidad que cada uno ostenta, han sido versiones --es preciso reconocerlo- tendenciosas. La independencia ha sido dificil de alcanzar en este periodismo ligado a una guerra internacional, y tambien influido por las visiones contrapuestas de Ecuador y Peru sobre la cuestion territorial. En este proceso de informacion y opinion, de mediacion y protagonismo hubo diversos grados de compromiso 0 de desviacion a la fidelidad de los hechos que debe os­tentar un periodista.

El periodismo insuflado de animo patriotico, cuando ha permanecido detras de cronicas 0 descripciones de la realidad, ha sido peligroso y negativo, ha defor­mado los hechos, en beneficio de una supuesta causa nacional; ha puesto tambien en riesgo el derecho de las audiencias a conocer la verdad. Las mayores desvia­ciones 'patrioticas' se han producido al presentar, con todo despliegue, las versio­nes interesadas de los mandos militares sobre eI cumplimiento del cese al fuego u otras acciones que buscaban estigmatizar a la otra parte. En este aspecto, algun sector de la prensa peruana -mucho mas los tabloides que jamas firmaron La car­ta de conducta- ha caido en versiones declamatorias y hostiles. Frente a este pe­riodismo tendencioso ha existido otro, ocupado de la revelacion de los aconteci­mientos historicos que permanecieron ocuItos por una educacion tendenciosa, 0

un periodismo que no ha temido sefialar los peligros del armamentismo. Ha sido una labor consistente que ha abierto eI camino de entendimiento entre Ecuador y Peru, una tarea educativa que la prensa ha cumplido en busca de cambiar viejos paradigmas. En Ecuador, fueron los periodicos los que primero tomaron posicion a favor de la formula para eI desbloqueo de la negociacion, mediante la interven­cion de los garantes.