enlace por mi fe viviré 1

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libro de fe

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Introducción al libro

CAPÍTULO 1

Jesús está buscando tu fe

CAPÍTULO 2

La fe

CAPÍTULO 3

Nuestra confianza

CAPÍTULO 4

Promesas de mi posición en Cristo 

CAPÍTULO 5

Promesas de libertad

C O N T E N I D O

CAPÍTULO 6

Promesas en contra del temor

CAPÍTULO 7

Promesas de paz

CAPÍTULO 8

Promesas de sanidad

CAPÍTULO 9

Promesas de bendición y prosperidad

C O N T E N I D O

A todos los que hemos hecho una decisión firme por Jesús, la Escritura nos define como creyentes. El creer es parte de la esencia de todo cristiano. Una de las condiciones más importantes para ser un discípulo es precis-amente creer en la palabra del Maestro, esto se convierte en un elemento medular de la fe y es la llave que abre la puerta de lo sobrenat-ural y del cumplimiento de las promesas que el Señor ha establecido en su Palabra y que ha reservado para los creyentes, aquellos que han depositado su confianza en Dios.

La fe involucra una confianza plena puesta en Dios, un descansar en Su Palabra, un corazón refugiado en lo que el Señor ha dicho y que está persuadido por el Espíritu Santo que es verdad.

Independientemente de las circunstancias que podamos estar viviendo, nuestra confian-za esta fundada y cimentada en las promesas que Dios habló para nosotros. La fe nos lleva a creerlas, tomarlas y apropiarlas con una con-vicción inquebrantable de que se realizarán en nuestra vida en el tiempo del Señor.

El justo, el creyente, el que pone su confianza en Dios, vivirá por la fe que se sustenta por la Palabra que se confiesa día a día, comerás el

fruto de tus palabras confesadas. La Escritura declara en el libro de Proverbios, capítulo 18, versos 20 y 21, que seremos saciados de la co-secha que se produce de lo que hablamos en todo tiempo, sea bueno o malo.

Proverbios 18:20 Del fruto de la boca del hombre se llenará su vientre;Se saciará del producto de sus labios.18:22 La muerte y la vida están en poder de la lengua, y el que la ama comerá de sus frutos.

Es imprescindible poner atención a lo que estamos hablando y confesando porque con nuestra boca traemos vida a nuestro hogar, a nuestro presente y futuro, a nuestros sueños, a la labor de nuestras manos. De igual manera, podemos traer el estancamiento del propósi-to perfecto de Dios para nosotros y para todo lo que nos rodea.

En el libro de Deuteronomio el Señor nos da a escoger entre dos caminos, nos posiciona en la intersección de la senda de nuestra vida y nos dice: Escoge tú lo que quieres que te acontezca, escoge la autopista por la cual vas a transitar. Son dos realidades opuestas y por más que huyamos de decidir inevitablemente estaremos cursando alguna. Por eso el mismo Señor nos recomienda que tomemos la deter-

I N T R O D U C C I Ó N

El justo por su fe vivirá

He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; mas el justo por su fe vivirá.

Habacuc 2:4 (RVR1960)

minación de escoger la vida y la bendición. Todo empieza y termina por la confesión que hagamos de nuestra decisión.

Deuteronomio 30:19 A los cielos y a la tierra lla-mo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia.

Indefectiblemente recibirás el fruto de tus conversaciones, tu llamas y atraes a la reali-dad lo que tu boca declara, tu alma se alimen-ta de lo que dices y cada vez que tu hablas reafirmas en tu corazón lo que crees. Esto fun-ciona para lo bueno y recto de acuerdo a la Palabra y para lo negativo que se aparta de ella. Tu eres la suma de tu confesión y lo que hables determina no solo lo que eres y crees, sino lo que recibes.

Si hablas la Palabra de Dios y la crees vivirás de ella, y todo lo que Él habló se cumplirá. Si declaras la Palabra de Dios estarás en acuer-do con Él y entonces todo será posible, el cie-lo estará a tu favor y verás el poder de Dios actuando en medio de las circunstancias para hacer que lo imposible se vuelva posible. No hay enfermedad, escasez, fracaso, imposibili-dad, destrucción, barrera o fortaleza que, ante la promesa de Dios establecida en la Palabra y arraigada en un corazón lleno de fe y con-fesada con plena certeza, pueda mantenerse de pie o pueda triunfar sobre lo que Dios ha dicho. La fe en la Escritura tiene el poder de cambiar las circunstancias de acuerdo a lo que Dios ha determinado en su voluntad man-ifiesta que es su Palabra; por lo tanto no te quejes de lo que estás viviendo, toma la fe y empieza hablar lo que la Palabra de Dios dice que debes vivir, y será la Palabra la que traerá nueva vida a tu realidad. En ti habita el espíri-tu de fe, para que hables y actúes conforme a lo que posees en Jesús.

2 Corintios 4:13 Pero teniendo el mismo espíritu de fe, conforme a lo que está escrito: Creí, por

lo cual hablé, nosotros también creemos, por lo cual también hablamos,4:14 sabiendo que el que resucitó al Señor Jesús, a nosotros también nos resucitará con Jesús, y nos presentará juntamente con vosotros.

En Jesús estaba el espíritu de fe y el habló de acuerdo a lo que el Padre le dijo, Jesús alineó su confesión a la del Padre y el Padre siem-pre honró y cumplió la palabra del hijo. Él no dudo de la Palabra del Padre, sino que creyó y caminó por ella y fue esta la que le permitió siempre experimentar el poder sobrenatural de Dios para vencer cualquier adversidad. El apóstol Pablo nos insiste que adoptemos en nosotros ese mismo espíritu de fe que había en Jesús, el espíritu que nos conduce a creer y hablar. El que cree y no habla , el que cree y no actúa, su fe está muerta.

Santiago 1: 17 Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.1:18 Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.

Si dices creer, entonces habla no lo que tu quieras sino lo que Dios dice. Si crees, actúa en fe y no en duda, determínate a vivir la vida abundante que Cristo nos vino a dar, deja de confesar derrota, fracaso o imposibilidad, declara que todo lo puedes en Cristo que te fortalece. (Filipenses 4:13)

Tu vida no está determinada por lo que puedas alcanzar con tus fuerzas, el éxito no depende de tu capacidad humana, no vivirás por el bra-zo de carne, tu dependes de la Palabra que ha salido de la boca de Dios y que tu has puesto en tu boca para confesarla. Por ella es que las cosas van a florecer y te sucederá entonces lo que Él ha prometido.

Mateo 4:4 El respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda pal-abra que sale de la boca de Dios.

Queda más clarificado ahora las palabras del profeta Habacuc con las cuales iniciamos: “…Aquel cuya alma no es recta…”; en otras pal-abras, aquel que aleja de su vida, de su cora-zón, de su alma y de su confesión la Palabra que Dios ha dicho, tiende a apoyarse y enor-gullecerse de su humanidad y termina fra-casando pero el justo, el creyente, el que ha puesto su confianza en Dios y camina en su fe que es nutrida por la Palabra, vive, se sos-tiene y avanza porque es la Palabra la que le abre el camino, la que allana los obstáculos y le introduce a la tierra prometida, a la tierra de promesa que es herencia de Dios para cada creyente.

El escritor de Hebreos toma esta realidad y la presenta de esta forma:

Hebreos 10:35 No perdáis, pues, vuestra confian-za, que tiene grande galardón;10:36 porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, ob-tengáis la promesa.10:37 Porque aún un poquito, y el que ha de venir vendrá, y no tardará.10:38 Mas el justo vivirá por fe; y si retrocediere, no agradará a mi alma.10:39 Pero nosotros no somos de los que retro-ceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma.

Esta obra tiene como objetivo primordial animarte en tu fe, que seas movido a buscar un estilo de vida de confesión diaria de las promesas que son tuyas por herencia, que fue adquirida para ti por el maravilloso sacrificio de Jesús en la cruz. Que tu boca sea llena de la Palabra viva y eficaz de Dios y que por ella tu vida, tus convicciones y tus conversaciones sean transformadas, alineando tu ser a lo que Dios ha hablado, para que entonces puedas experimentar el cumplimiento de todo lo que Dios juró que habría de cumplir en todos los que somos de fe, de acuerdo a lo que esta-blece Gálatas 3 versos 6 en adelante.

Gálatas 3:6 Así Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia. 3:7 Sabed, por tanto, que los que son de fe, éstos son hijos de Abraham.3:8 Y la Escritura, previendo que Dios había de justificar por la fe a los gentiles, dio de antemano la buena nueva a Abraham, diciendo: En ti serán benditas todas las naciones.3:9 De modo que los de la fe son bendecidos con el creyente Abraham.

3:14 para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu.

Es indispensable que tu confesión se alinea a tus convicciones que son nutridas y cimenta-das en la fe por la Palabra de Dios, para que te sean abiertos los tesoros que Dios ha res-ervado para aquellos violentos en la fe que se apropian de lo que determinó en Su voluntad y declaró en su Palabra. El cielo está atento a lo que haga, Jesús está buscando hijos de fe a los cuales bendecir con el cumplimiento de lo que Él ganó en la cruz del calvario. De eso quiero hablarte a continuación.

Jesús caminó por la tierra buscando personas con fe, aquellas que por medio de ella, pu-diesen ser un receptor de su poder extraor-dinario. Jesús no fue impresionado por la necesidad o las dificultades o los elogios, ni mucho menos las excusas que se pudieran es-grimir para justificar la condición de aquellos con quienes se encontró; a Jesús lo movió la fe de personas que al encuentro con la Palabra viva determinaron creer y reconocieron que Él les podía libertar de su condición.

Debes entender que tu necesidad no es lo que mueve al Señor pero tu fe sí. Dios se conmueve por tu dolor, pero es tu convicción firme en Su Palabra lo que atrae Su poder y Su gloria sobre ti. Tus palabras no lo impresionan, pero tus actos de fe si lo hacen. Jesús esta buscando tu fe, está viendo tu reacción ante Su Palabra con respecto a las circunstancias que te rodean. Él está presto para extenderte su mano, Él deter-minó manifestar su Poder sobre tu necesidad, Él quiere poner su manto de Gloria sobre lo que ha estado en oscuridad y destruido en tu vida. Él está esperando que tú te apropies por la fe de lo que Él ya determinó hacer, Él está buscando tu fe!

Mateo 9:1 Entonces, entrando Jesús en la barca, pasó al otro lado y vino a su ciudad.9:2 Y sucedió que le trajeron un paralítico, tendi-do sobre una cama; y al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Ten ánimo, hijo; tus pecados te son perdonados.

Mateo 9:6 Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para per-donar pecados (dice entonces al paralítico): Levántate, toma tu cama, y vete a tu casa.9:7 Entonces él se levantó y se fue a su casa.

Jesús bajó de la barca, vino a su ciudad natal, en medio de lo que hacía en aquel momento algo atrajo su atención, algo lo hizo detenerse para atender el asunto. El pasaje de Mateo 9 nos declara que al Maestro lo detuvo un puña-do de personas que traían a un paralítico en una cama, no lo impresionó la condición del paralítico. A Jesús le llamó la atención un solo aspecto, la fe de los que cargaban a aquel lisi-ado.El Evangelio de Marcos nos amplía el detalle de esta historia que describe el acto de fe de estos hombres intrépidos y valientes.

C A P Í T U L O 1

Jesús está buscando tu fe

¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles?

Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?

Lucas 18:7

Marcos 2:3Entonces vinieron a él unos trayendo un paralítico, que era cargado por cuatro.2:4 Y como no podían acercarse a él a causa de la multitud, descubrieron el techo de donde es-taba, y haciendo una abertura, bajaron el lecho en que yacía el paralítico.2:5 Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados.

AL ver Jesús la fe de aquellos cuatro, que no se detuvieron ante los obstáculos de no poder llegar al Maestro a causa de la multitud que se aglutinó en la casa, y como su convicción los llevó a destechar parte de la misma, para sub-ir al paralítico desde afuera y bajarlo al lugar donde Jesús estaba. Este acto de fe hizo que el Maestro declarara la Palabra y que esta hi-ciese que la fuerza y la vida tomaran las pier-nas de aquel hombre postrado y se levantará de una vez.

Podrás estar postrado por las dificultadas, pero en este día, en esta hora, el Maestro está viendo tu fe y conforme a ella recibirás de Dios el milagro que esperas.

De igual forma aconteció a dos ciegos que se encontraron con el autor de la vida, con la Pa-labra Viva, el verbo, Dios hecho carne, en Ma-teo capítulo 9 en los versos 27 y subsiguientes encontramos su historia.

Mateo 9:27 Pasando Jesús de allí, le siguieron dos ciegos, dando voces y diciendo: ¡Ten miseri-cordia de nosotros, Hijo de David!9:28 Y llegado a la casa, vinieron a él los ciegos; y Jesús les dijo:¿Creéis que puedo hacer esto? El-los dijeron: Sí, Señor.9:29 Entonces les tocó los ojos, diciendo: Con-forme a vuestra fe os sea hecho.9:30 Y los ojos de ellos fueron abiertos.

La respuesta de Jesús ante el clamor y la pe-tición de aquellos dos ciegos fue: “¿Creéis que puedo hacer esto?” De la misma manera Dios te pregunta a ti: ¿Crees que puedo hac-

er posible tu imposible?, ¿Crees que puedo cumplir lo que me estás pidiendo? Si es así, la respuesta del Señor será: “ Conforme a tu fe te sea hecho”. Conforme a lo que creas y declaras, así vas a recibir de parte de Dios.

Una respuesta parecida recibió una mujer que tan bien por su fe, provocó que el Maestro asintiera a su petición.

Mateo 15:21 Saliendo Jesús de allí, se fue a la región de Tiro y de Sidón.15:22 Y he aquí una mujer cananea que había salido de aquella región clamaba, diciéndole: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí! Mi hija es gravemente atormentada por un demo-nio.15:23 Pero Jesús no le respondió palabra. Entonc-es acercándose sus discípulos, le rogaron, dici-endo: Despídela, pues da voces tras nosotros.15:24 El respondiendo, dijo: No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel.15:25 Entonces ella vino y se postró ante él, dici-endo:¡Señor, socórreme!15:26 Respondiendo él, dijo: No está bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos.15:27 Y ella dijo: Sí, Señor; pero aun los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos.15:28 Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mu-jer, grande es tu fe; hágase contigo como qui-eres. Y su hija fue sanada desde aquella hora.

Aquella fe agresiva, sólida e inquebrantable arrancó de la boca del Maestro las palabras: “Oh mujer, grande es tu fe; hágase contigo como quieres.” Aquella mujer no se detuvo al escuchar lo que parecía como una negativa a su petición, lo que para muchos sería motivo de desánimo y deserción; para ella fue un es-calón para desafiarse en fe y eso era lo que Jesús precisamente estaba esperando.

Hoy te desafío para que te levantes en fe una vez más, que esa respuesta negativa que aparentemente has recibido por días, tal vez meses o años, no te hagan renunciar al sueño de verte libre, sano, prospero, y en victoria.

Jesús está esperando que te levantes a un niv-el mayor de fe, que Él hallé en ti una fe grande, madura, que expecta los milagros, una fe sóli-da que no admite duda, incredulidad o temor. Toma la Palabra una vez más y que se haga contigo como quieres, como has creído y pe-dido de acuerdo a las promesas que Dios dejó para ti en su Palabra.

Hebreos 6:11 Pero deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma solicitud hasta el fin, para plena certeza de la esperanza,6:12 a fin de que no os hagáis perezosos, sino im-itadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas.

Tu fe activa te conducirá hacia el cumplimien-to de las promesas que Dios te ha entregado en Su Palabra, si te mantienes perseverando en tu confesión y convicción, si te mantienes en pie de lucha aunque la tormenta arrecie, verás el fruto de la victoria, el testimonio de la Palabra siendo una realidad en ti y en todo lo que te rodea.

1 Timoteo 6:12 Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena pro-fesión delante de muchos testigos.

Pon la Palabra en tu boca, no dejes de usarla, que su Poder cambiará la realidad circundan-te. Echa mano de los recursos espirituales que el Señor te ha entregado en Cristo, mantente firme en tu profesión de fe y Dios galardonará tu persistencia con cielos abiertos y su brazo de poder para socorrerte en cualquier dificul-tad que enfrentes.

No te detengas, aún si aparentemente la re-spuesta es un no, persiste, la fe incrementa en la medida que tu vida sea cada vez más ex-puesta a la Palabra. Si la montaña no se mueve a la primera, háblale nuevamente, una y otra vez hasta que por la fe tu alma sea completa-mente convencida de que Dios lo hará y no se encuentre en ti la más mínima duda, entonces

verás a ese imposible quitarse del medio de tu camino. La fe no es algo automático sino un músculo que se ejercita para que crezca y se vuelva fuerte, es un proceso que va en aumento conforme creces en tu relación con Dios.

La Escritura nos enseña que si no está pre-sente la fe en la vida del creyente, es im-posible, es inalcanzable lograr agradar a Dios y por ende obtener su favor y complacencia. Por esta razón la fe es uno de los temas fun-damentales que todo cristiano debe aprender y profundizar, ya que es de vital importancia para el Reino del Señor.

Pero que es la fe? El mismo libro de Hebreos nos muestra la respuesta en el capítulo 11, nos define la fe de la siguiente manera:

Versión Reina Valera 60:

Hebreos 11:1 Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.

En la Versión Reina Valera Actualizada lo ex-presa así:

Hebreos 11:1 La fe es la constancia de las cosas que se esperan y la comprobación de los hechos que no se ven.

La versión Reina Valera de 1909 lo plantea de la siguiente forma:

Hebreos 11:1 ES pues la fe la sustancia de las co-sas que se esperan, la demostración de las cosas que no se ven.

La Nueva Versión Internacional lo define en estas palabras:

Hebreos 11:1 Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve.

Y la versión Dios habla hoy dice:Hebreos 11:1 Tener fe es tener la plena seguridad de recibir lo que se espera; es estar convencidos de la realidad de cosas que no vemos.

Si analizamos a profundidad este texto desde el griego vemos que la fe es:“pistis” cuyas acepciones son: Persuasión, credibilidad, convicción.

Ahora bien si tomamos Hebreos 11 en las dis-tintas versiones mencionadas vemos que:

Es la sustancia: la esencia o naturaleza misma de algo, otra acepción, aquello que perman-ece en algo que cambia.Es la constancia: firmeza y perseverancia del ánimo en las resoluciones y los propósitos, ac-ción y efecto de hacer constar algo de manera fidedigna.Es la garantía: Efecto de afianzar lo estipulado, seguridad o certeza que se tiene sobre algo.Es la certeza: Firme adhesión de la mente a algo conocible sin temor de errar.Es la demostración, comprobación: verificar, confirmar, la veracidad o exactitud de algo.

Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay,

y que es galardonador de los que le buscan.

Hebreos 11: 6

C A P Í T U L O 2

La fe

*(Definiciones provenientes del Diccionario de la Real Academia Española.)

En síntesis podemos esbozar que la fe es la convicción firme e inmutable acerca de la ve-racidad de la Palabra de Dios. Dicho de otra manera, es una confianza firme en Dios y sus promesas es una credibilidad interna que no fluctúa acerca de lo que Dios es y represen-ta para nosotros. La fe nos caracteriza como hijos de Dios, y al ejercitarla eres capacitado para vivir una vida en el Espíritu.

En el plano personal, la fe es la garantía de la intervención sobrenatural de Dios en lo natu-ral. Ella nos hace conocer quién es Dios y esa fe nos debe identificar como creyentes. Nos conduce irrestrictamente a creer en lo que Dios ha establecido, en su voluntad manifies-ta que es Su Palabra. No puedo decir que tengo fe, si hay duda o incredulidad a lo que Él ha instituido en su Palabra. Por la fe creo, hablo, confieso, actúo, veo. Por la fe recibo!

La fe es puesta en evidencia a través de las obras, las obras de la obediencia a la instruc-ción de la Palabra que el Señor constante-mente nos habla. No podemos decir que tenemos fe si no hay una demostración de ac-ciones de fe. La Fe no es pasiva, es lo opuesto, requiere siempre de nosotros una acción, una actitud, un levantarse, un declarar, un mover, un actuar.

Lucas 6:47 Todo aquel que viene a mí, y oye mis palabras y las hace, os indicaré a quién es se-mejante.6:48 Semejante es al hombre que al edificar una casa, cavó y ahondó y puso el fundamento sobre la roca; y cuando vino una inundación, el río dio con ímpetu contra aquella casa, pero no la pudo mover, porque estaba fundada sobre la roca.6:49 Mas el que oyó y no hizo, semejante es al hombre que edificó su casa sobre tierra, sin fun-damento; contra la cual el río dio con ímpetu,

y luego cayó, y fue grande la ruina de aquella casa. Versión Reina Valera 1960

En el libro de Santiago en su capítulo primero, se nos reafirma la verdad bíblica del que oye y no actúa termina siendo igual que no oír del todo la Palabra.

Santiago 1:22 Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vo-sotros mismos.1:23 Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. 1:24 Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era. 1:25 Mas el que mira atentamente en la per-fecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace. Versión Reina Valera 1960

La fe en la Palabra obliga a un actuar consis-tente con esa fe, a un cambio en el acción y la reacción, de lo contrario se vuelve muerta.

Santiago 2:14 Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle? 2:15 Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimien-to de cada día, 2:16 y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? 2:17 Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.2:18 Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras. 2:19 Tú crees que Dios es uno; bien haces. Tam-bién los demonios creen, y tiemblan. 2:20 ¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta? 2:21 ¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac

sobre el altar? 2:22 ¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras? 2:23 Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios. 2:24 Vosotros veis, pues, que el hombre es jus-tificado por las obras, y no solamente por la fe.Versión Reina Valera 1960

¿Cómo obtenemos fe?

La Escritura nos enseña la fuente de nuestra fe. En el libro de Hebreos en su capítulo 12 versos 1 y 2, dice:

Hebreos 12:1 Por tanto, nosotros también, te-niendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos 12:2 puestos los ojos en Jesús, el autor y con-sumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. Versión Reina Valera 1960

Dios es la fuente de nuestra fe. En el libro de Efesios, el Apóstol Pablo nos instruye a que aún la fe para creer en el Hijo de Dios, provi-ene de Dios mismo, como un don que es sum-inistrado a nosotros.

Efesios 2:4 Pero Dios, que es rico en misericor-dia, por su gran amor con que nos amó,2:5 aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos),2:6 y juntamente con él nos resucitó, y asimis-mo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús,2:7 para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.2:8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; Versión Reina Valera 1960

Adicionalmente la Biblia nos enseña que la fe es nutrida y se fortalece en la medida en que somos expuestos constantemente a la Palabra del Señor.

Romanos 10:17 Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios

Cuanto más estés intimando con la Palabra, cuanto más la pongas en tu boca y la declares, cuanto más la guardes en tu corazón y en tu mente, la fe se apoderará de tu vida, hábitos, conversaciones, e irá creciendo en tu ser a tal punto que lo que digas te será hecho, porque alinearás tu persona con la preciosa persona de Jesús.

La fe es como un músculo, entre más lo uses y lo ejercites más poderoso se vuelve, mas fuerte será en tu interior y producirá que seas capacitado para emprender retos cada vez mayores en tu vida espiritual que incide en tus victorias y conquistas naturales.

No esperes a entenderlo todo o razonar lo que hasta aquí has recibido, toma la Palabra, pon-la en tu boca y empieza a vivir por ella, ese es el paso fundamental. Permítele al Espíri-tu Santo que en el transitar por tu camino Él acomode y enseñe todas las cosas, trayendo las respuestas a las inquietudes que puedan surgir en el trayecto. Descansa en la Palabra, pon tu confianza en lo que Dios puede hacer y no en los recursos o medios que tienes a la mano, la Palabra es más poderosa que todo lo que tú creas que tienes para afrontar los desafíos. Es imperativo que quites la mirada y la confianza de lo que racionalmente te afer-ras pensando que son tu salvavidas y que te centres en lo único y verdadero que te puede librar de lo que estás pasando. Es tu confianza en la Palabra la que te levantará del lugar de la dificultad y te remontará a nuevas alturas.

Como un ingrediente indispensable de la fe está la confianza y esta se presenta como una esperanza firme que descansa y se sostiene en la seguridad que brinda el Señor y Su Palabra. Podemos decir que confianza tiene que ver con la esperanza de un cumplimiento, tiene que ver con la seguridad de que lo que Dios ha dicho es veraz y se cumplirá en el tiempo perfecto. Ineludiblemente, confianza tiene que ver con un refugiarse apresuradamente en la Palabra en el tiempo de la angustia, an-siedad e incertidumbre, cuando estás lleno de preguntas, cuestionamientos y no encuentras salida, pero tu sabes que si te refugias en lo que Dios dijo encontrarás el camino, la puerta, la respuesta y la paz.

La confianza es el arma que vence la duda y la incredulidad, porque es un ancla firme en el alma que te obliga a creer y descansar emo-cionalmente en la seguridad de la Palabra, sin cuestionarla, sin permitir que razonamientos te dicten que es imposible que en tu caso se cumpla lo que ella establece. La confianza ale-ja de tu alma todo argumento de duda y temor y te permite estar tranquilo sabiendo que Dios nunca llega tarde o se adelanta, sino que en el

tiempo preciso vendrá a tu socorro.

La confianza en el Señor y Su Palabra tienen recompensa extraordinaria. Jeremías 17 nos habla de ello: Aquel que ha puesto su confian-za en Jehová, será como aquel árbol frondoso que se yergue firme y fuerte a la orillas de un gran río, cuyas raíces profundas lo arraigan a la tierra con determinación y aunque se le-vanten vientos y vengan tormentas lo sostiene como sólida fortaleza. Un árbol vigoroso, sano que su hoja esgrime las tonalidades más her-mosas de profundo verde, y sea en verano o en invierno su hoja no decae; árbol cuya cual-idad más notable es que es un productor con-stante de fruto, independientemente de las circunstancias climáticas, siempre se puede encontrar en él preciado fruto, característico de un árbol maduro.

Así será tu vida si pones toda tu confianza en el Señor y su Palabra, podrán venir dificultades, azotarte la sequía, soplar los vientos más vi-olentos, podrán levantarse los enemigos más temidos pero tu siempre estarás firme, fuerte, nada te podrá dañar y siempre seguirás dan-do fruto, fruto digno de una vida sólida, mad-

Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová.Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la

corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar

fruto.

Jeremías 17:7

C A P Í T U L O 3

Nuestra confianza

ura, adiestrada en la Palabra. Tu mayor rec-ompensa será que las dificultades no podrán doblarte ni mucho menos quebrarte, sino que siempre serán escalones para mayores victo-rias y conquistas por la fe.

Hebreos 10:35 No perdáis, pues, vuestra confian-za, que tiene grande galardón;10:36 porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, ob-tengáis la promesa.10:37 Porque aún un poquito,Y el que ha de venir vendrá, y no tardará.10:38 Mas el justo vivirá por fe;Y si retrocediere, no agradará a mi alma.

Tu confianza puesta en el Señor va de la mano con la paciencia, que espera el proceso de formación de Dios. El Señor es un Dios de procesos, y estos van produciendo madurez y perfeccionamiento en tu ser interior, de tal manera que te fortalezcan y capaciten para vi-vir una vida plena de fe.

Santiago 1:3 sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia.1:4 Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna

Cada proceso de fe que afrontes con la con-fianza puesta en el Señor y Su Palabra pro-ducirán en tu vida no solo la paciencia para soportar el camino que recorras, sino que te habilitarán para conquistar cualquier victoria y una vez ganada esta, el Señor hará que en ti toda falencia, faltante, hueco sea llenado con Su poder y Gloria, de tal manera que saldrás de aquel proceso, de aquella batalla, mejor de lo que entraste, serás perfeccionado en medio de la batalla y al final no faltará cosa alguna en tu vida. Eso es maravilloso, declaro en el nombre de Cristo Jesús que así será en tu vida. Prepárate porque Dios te levantará a un nivel mayor como lo declara el Salmo 40:

Salmo 40:1 Pacientemente esperé a Jehová,Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor.

40:2 Y me hizo sacar del pozo de la deses-peración, del lodo cenagoso;Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos.40:3 Puso luego en mi boca cántico nuevo, ala-banza a nuestro Dios.Verán esto muchos, y temerán,Y confiarán en Jehová.40:4 Bienaventurado el hombre que puso en Je-hová su confianza,Y no mira a los soberbios, ni a los que se desvían tras la mentira.

Te animo hoy a que sueltes todo argumento que ha competido con la fe, deja a un lado las dudas, el temor y toda incredulidad, pon tu confianza en el Señor, empieza a poner la Palabra en tu boca, actúa de acuerdo a ella y verás a Dios cumpliendo su Palabra en tu vida, en tu hogar y sobre tus hijos. Tu familia será apacentada por la verdad de la Palabra y la promesa del Señor, verás tus sueños cump-lidos y tus peticiones siendo respondidas, el Señor será tu defensa y protección, su luz de-splazará toda tiniebla que el enemigo quiso traer para nublar tus caminos.

Salmos 37:3 Confía en Jehová, y haz el bien;Y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad.37:4 Deléitate asimismo en Jehová,Y él te concederá las peticiones de tu corazón.37:5 Encomienda a Jehová tu camino,Y confía en él; y él hará.37:6 Exhibirá tu justicia como la luz,Y tu derecho como el mediodía.37:7 Guarda silencio ante Jehová, y espera en él.No te alteres con motivo del que prospera en su camino,Por el hombre que hace maldades.

Retén tu confianza firme, que sea una convic-ción inquebrantable en tu vida, determínate ahora a tomar la Palabra de Dios y que ella sea un estilo de vida diario, que sea lo prim-ero que pronuncies al levantarte, que sea lo último que confiesas antes de acostarte, por ella sean conducidas tus conversaciones y que ella moldee lo que salga de tu boca. Que

te adorne en lo que digas y te de la gracia para el éxito en lo que hagas, que la Palabra traiga los mejores días a tu familia y que ella cumpla los propósitos para lo cual Dios la envió, y que por esa confianza que tienes des testimonio a los cielos que eres uno con Cristo, digno de ser parte de su cuerpo y de su misión.

Hebreos 3:14 Porque somos hechos participantes de Cristo, con tal que retengamos firme hasta el fin nuestra confianza del principio

De aquí en adelante con ese mismo espíritu de fe que habitó en Cristo, con la confianza puesta en la verdad de la Palabra y la seguri-dad de que ella es viva y eficaz y que se cum-plirá y producirá vida dentro de ti, prosigue y has de cada una de las promesas, que te pre-sento a continuación, tu confesión diaria de fe sobre cada circunstancia de la vida.

Es fundamental comprender en que lugar nos puso Jesús una vez que rescató nuestra vida del pecado y nos libró de la muerte eterna y del dominio de Satanás. Creo firmemente que muchos cristianos, creyentes en Jesús, viven una derrota constante porque desconocen su posición en Cristo y cuales son sus derechos fundamentales como ciudadanos del Reino del Señor.

No puedes extenderte hacia lo que Dios tiene para ti, si primero no comprendes correcta-mente de donde provienes y lo que eres en Dios. En la actualidad es triste encontrarse con creyentes en las iglesias cuyas vidas tropiezan una y otra vez por la falta de raíces firmes, sus familias están tambaleándose en un mar de conflictos ya que no construyeron sus proyec-tos de vida a partir de fundamentos sólidos de su identidad en Cristo, sus hijos están a la deriva porque desconocen la herencia de lo que Jesús ganó para ellos e ignoran los prin-cipios y derechos de su ciudadanía espiritual.

La libertad en el alma (entendida como la mente, la voluntad y las emociones) se pro-duce cuando nos ubicamos correctamente en la posición que tenemos en Cristo, y esa pos-tura espiritual me conduce a discernir las im-plicaciones de lo que esa verdad incide en las tinieblas, en el enemigo y por supuesto en mi propia vida.

Un creyente que sabe lo que es, lo que tiene y lo que Dios le ha prometido, es una persona que no será enredada por los tentáculos de mentira del enemigo, es un soldado que está preparado para discernir las estrategias y el

campo de batalla sobre el cual va a pelear, por consiguiente conoce las armas adecuadas para triunfar ante cualquier adversidad.

Así que es vital que la Palabra nos conteste una de las preguntas básicas para el creyente: ¿Quién soy en Dios?

Eres un hijo de Dios

La Escritura nos responde ampliamente y nos permite entender fundamentalmente nuestro origen espiritual. En el libro de Juan capítulo 1 dice:

Juan 1:12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;1:13 los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.

Jesús te confirió por su autoridad y dominio el ser constituido hijo de Dios. Te fue entregado un título legal supremo, emitido por la auto-ridad más grande del universo, para tener los derechos, privilegios, responsabilidades y la herencia de un hijo del Rey de Reyes y Señor de Señores. Gracias a la obra redentora de Jesús fuiste adoptado, comprado a precio de sangre, tu Padre es el dueño y creador de todo. Tu eres su hijo amado y nada en el mundo, visible o invisible, podrá separarte de su amor.

Romanos 8:38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados,

C A P Í T U L O 4

Promesas de mi posición en Cristo

ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,8:39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

Tu eres un hijo o una hija agradable, amado, renovado , restaurado, lleno de Él, para cum-plir una misión extraordinaria en la tierra: lle-var su amor y su Palabra a todas las personas que aún desconocen que tienen un Padre mar-avilloso con la respuesta a su crisis, personas que caminan por la vida huérfanas, faltos de amor y de una esperanza.

1 Juan 3:1 Mirad cuál amor nos ha dado el Pa-dre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él.3:2 Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es.

Como hijo, eres heredero de todas las promesas en Dios

Mientras estuviste lejos de Dios, fuiste hecho esclavo de un reino de tinieblas el cual te qui-to todo acceso y derecho a disfrutar de lo que Dios había creado para sus hijos. Sin embargo, Jesús pagó en su muerte el precio de tu lib-ertad, por ella dejaste de ser esclavo exento de cualquier derecho y oportunidad y te fue entregado el título que te acredita como hijo heredero de un reino establecido sobre ex-traordinarias promesas.

Gálatas 4:7Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos. Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama:¡Ab-ba, Padre!

Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo.

Eres heredero de todo lo que Dios puso a dis-posición de sus hijos en su Reino: vida abun-dante, salud, libertad, paz, protección, la ben-dición del cielo, su Gloria como una cobertura para ti, entre muchas otras promesas. Son los recursos ilimitados de Dios para ser derrama-dos en cualquier circunstancia que puedas es-tar viviendo.

Gálatas 3:29 Y si vosotros sois de Cristo, cierta-mente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa.

Son promesas que Dios no ha hecho en vano, ellas llevan el juramento de Dios. El juró por su nombre que las habría de cumplir en Cristo y por Cristo para todos aquellos que le recibi-mos por la fe. Ahora son tuyas, créelo, aprópi-ate de ellas, vive tu vida con el discernimiento correcto de quién eres en Dios.

Romanos 8:15 Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos:¡Abba, Padre!8:16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.8:17 Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que pade-cemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados. 8:18 Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse

No eres un huérfano de padre, no estás des-amparado; aunque tu padre y madre biológi-co te dejaren, Dios nunca te desamparará, porque eres su hijo o hija amado. Permite que ese espíritu de adopción venga a traer una sanidad a tu autoestima de la persona que eres, del contexto que te tocó vivir y de las heridas que traes de tu familia. Entiende que tu vida no está marcada por el linaje de san-gre del cual naciste sino que está determina-

da por el linaje espiritual que tienes en Cristo. Tus derechos y beneficios como hijo o hija de Dios son extremadamente grandes y no de-penden de quién tu eres o de la familia de la cuál provienes, es por los méritos que hizo Jesús en la cruz por ti, fue su sangre la que te limpió y te hizo calificar para ser adoptado por Dios para siempre.

Eres una persona nueva en Jesús

Muchas personas viven atadas a su pasado y este les grita constantemente trayendo los trapos sucios de lo que con vergüenza es-condieron en lo más profundo del baúl de los recuerdos, estos les impiden vivir un presente y futuro en plena libertad. Pero mi querido amigo o amiga, tengo que decirte que en el momento que hiciste la decisión de entregar-le tu vida a Jesús tu pasado dejó de contar y de ser relevante para Dios, y lo debe dejar de ser para ti. La Escritura dice:

2 Corintios 5:17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasa-ron; he aquí todas son hechas nuevas.

Estar en Cristo implica un nuevo comienzo, donde el pasado queda en el olvido y Dios pone al frente un nuevo camino lleno de grandes bendiciones y nuevas oportunidades.

No sólo Dios transforma tu vida y vuelves a nacer sino que el cambio se extiende a lo que te rodea y Dios provoca que las diferentes áreas de tu vida vengan a ser alineadas a su voluntad. Por supuesto es un proceso, no todo cambia de la noche a la mañana, pero lo in-dispensable aquí es entender que en ese pro-ceso de transformación no debes permitir que el diablo ni ninguna otra voz te robe la paz de saber que el pasado yace en el fondo del mar, Dios lo puso ahí y ahí se tiene que quedar. El está construyendo a través de su Palabra un nuevo presente para ti y para tu hogar, así que

nunca más permitas que pensamientos erra-dos traigan a tu realidad, lo que el Señor ya perdonó y sepultó.

Isaías 43:18 No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas.43:19 He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad.

Jesús vive en tu interior

No sólo eres una nueva persona, sino que Jesús mismo vive en ti, tu antigua forma de vida es relegada y Cristo viene a moldear y a redefinir tu forma de vivir.

Gálatas 2:20 Con Cristo estoy juntamente cruci-ficado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.

Ahora es la fe en la Palabra la que debe per-mear cada aspecto de tu ser. Esto no es au-tomático, debe ser una conciencia diaria que te lleve a entender que tu antigua forma de creer, vivir, hablar, de accionar y de compor-tamiento, viciada por el pecado y la maldad, tiene que ser crucificada, para que la vida de Cristo Jesús venga a ser edificada en mí.

En Cristo has muerto al pecado

Uno de los logros extraordinarios del sacrificio de Jesús en la cruz tiene que ver con la reali-dad de la destrucción de la potestad del peca-do sobre nuestras vidas. Es imprescindible entender que el pecado ya no se puede en-señorear de ti, no te puede atar, no estamos más bajo el yugo de la vieja naturaleza cor-rupta. Somos libres porque esa naturaleza corrupta fue crucificada con Jesús.

Romanos 6:3 ¿O no sabéis que todos los que he-mos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte?6:4 Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.6:5 Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección;6:6 sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuer-po del pecado sea destruido, a fin de que no sir-vamos más al pecado.6:7 Porque el que ha muerto, ha sido justificado del pecado.6:8 Y si morimos con Cristo, creemos que tam-bién viviremos con él;6:9 sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de los muertos, ya no muere; la muerte no se en-señorea más de él.6:10 Porque en cuanto murió, al pecado murió una vez por todas; mas en cuanto vive, para Dios vive.6:11 Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro.

En Cristo he muerto al pecado. Sabiendo esta realidad espiritual, te toca a ti levantarte y empezar a sustituir los malos hábitos que te ataban por nuevos hábitos espirituales, con-forme a la Palabra. Declara cada día al levan-tarte: “Ya no vivo yo, mi vieja naturaleza fue sepultada con Cristo, mi viejo hombre fue crucificado, el pecado fue quebrantado en mí por la sangre poderosa de Cristo Jesús, el pas-ado quedó atrás, soy nueva criatura en Cris-to, nuevas han sido hechas todas las cosas y tengo un presente y un futuro de gloria que me espera para conquistarlo con el poder del Espíritu Santo. Amén.

Gálatas 5:24Pero los que son de Cristo han cruci-ficado la carne con sus pasiones y deseos.5:25 Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu

No estás solo en ese proceso de cambio, muchos se desaniman y dicen: “jamás po-dré vencer esos vicios” o “estos malos hábi-tos son más poderosos que yo y no los po-dré conquistar”. En algunos casos se cae en la realidad de que hay cosas que sé que son malas y que me afectan en mi relación con el Señor, pero el problema es que no las quiero dejar porque me gustan. Sin embargo se nos olvida que Jesús nos mandó al Espíritu Santo precisamente para ayudarnos en nuestra de-bilidad y para afirmarnos en esos momentos donde creo que la dificultad sobrepasa mi ca-pacidad, es ahí cuando tengo que asirme de lo que dice Zacarías 4, verso 6.

Zacarías 4:6 Entonces respondió y me habló dic-iendo: Esta es palabra de Jehová a Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos.

No vencerás poniendo tu confianza en tu fuer-za o en tus recursos, de la única manera que lo lograrás es dándole el control al Espíritu Santo.

Has sido trasladado del reino de las tinieblas al reino de su luz

Otra verdad que tienes que interiorizar con-siste en que en esa nueva vida, ese nuevo ser que ha nacido en Cristo, fue reubicado de una realidad o un ámbito de influencia a otro. Es decir, fuiste trasladado del lugar de influencia del enemigo, de las tinieblas, del poder de la maldad y del pecado, al reino de la realidad del poder de Jesucristo, en donde operan las poderosas leyes espirituales del Reino de Dios y Su Palabra. Dicho de otra manera, antes en el mundo, lejos de Dios, eras presa fácil del enemigo y de las tinieblas, ahora en Cristo fuiste puesto en un lugar más alto donde el enemigo no tiene ni potestad, derecho legal, dominio ni poder para tocarte.

olosenses 1:12 con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la heren-cia de los santos en luz;1:13 el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo,1:14 en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.

Aleluya, mi amado amigo, amiga, si estas en Cristo, ya las tinieblas no ejercen ningún do-minio sobre ti, a menos que le des permiso. Es tiempo que quites ese pensamiento que el diablo te puede tocar y traer cosas malas para dañarte. Tu estás bajo la cobertura de Cristo, en un reino diferente, donde las tinieblas ya no tienen ningún poder sobre ti o tu casa, así que con toda la autoridad que tienes en Cristo échalas fuera de tu familia en el nombre de Jesús, fuera de tu vida y de tus hijos y declara que toda tu casa está bajo el dominio único y exclusivo del Reino del Señor y que los planes del cielo, los diseños de Dios, su voluntad y su Reino, son establecidos en tu hogar y sobre tu familia.

Hebreos 2:4 Así que, por cuanto los hijos par-ticiparon de carne y sangre, él también partic-ipó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo,2:5 y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre.

Por su sangre, Jesús quebrantó las cadenas que te tenían atado al temor, al pecado, a la maldad, quitó los candados de la cárcel emo-cional y espiritual en la cual el enemigo te tenía, te hizo libre y trajo la luz de un nuevo día. Esa luz irradia tu vida y todo lo que te ro-dea, ya está consumado, ya fue hecho, ahora te toca creerlo por la fe y que sea una verdad manifiesta.

1 Tesalonicenses 5:4 Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sor-prenda como ladrón.

5:5 Porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos del día; no somos de la noche ni de las tinieblas.

La luz de Cristo brilla en ti y tu eres llamado a proyectar esa luz al mundo, tu vida debe irra-diar la luz de Cristo, tus conversaciones deben ser consecuentes con esa verdad, tus acciones deben ser evidencia de que la luz gobierna en tu ser.

Efesios 5:8 Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz.

Cuanto más convivas con la Palabra, cuan-to más permitas que ella cambie tu interior, cuanto más consientas que esté en tu boca, entonces serás mas lleno de la luz y la influ-encia de tu testimonio será mas grande y evi-dente al mundo. Consecuentemente te levan-tarás como ese faro que alumbra en medio de la oscuridad y muchos vendrán a ti a buscar lo que tienes.

Mateo 5:14 Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.5:15 Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa.5:16 Así alumbre vuestra luz delante de los hom-bres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cie-los.

Eres un linaje especial de reyes y sacerdotes

Otra realidad maravillosa de tu posición en Cristo radica en que Él como Sumo sacerdote te ha constituido también en sacerdote para Dios. Tienes un llamado santo, un oficio es-piritual extraordinario, perteneces a un linaje real muy escogido, una estirpe de sacerdotes para ministrar la adoración al Señor y ser re-cipientes de su poder y gloria, para impactar

a un mundo que requiere la manifestación de ese linaje que no puede ser concebido por medios humanos sino que viene directamente del cielo.

1 Pedro 2:9 Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquiri-do por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz ad-mirable;2:10 vosotros que en otro tiempo no erais pueb-lo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia.

Esto no significa necesariamente que todos tenemos que ser ministros a tiempo completo o ser llamados a fungir como pastores, profe-tas, maestros, etc., sino que en el lugar donde Dios te puso, en el ámbito en el que te de-sarrollas, en la profesión que elegiste o en el oficio que haces, en el lugar de tu trabajo o en la intimidad de tu hogar, eres llamado por Dios a ser testimonio de esa estirpe de reyes y sacerdotes que Él levantó para evidenciar su Gloria. El Señor desea ponerte como un ejem-plo vivo de su poder y que el testimonio de tu vida hable de Su grandeza para que los que te rodean crean que Él es real y le busquen de todo su corazón.

Apocalipsis 1:6 y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén

Tienes la mente de Cristo

En ese linaje especial, Jesús puso su mente en ti para que puedas hablar, pensar, vivir y actuar con fe. Tienes que aprender a declarar que en tu mente no dominan los malos pens-amientos, ni aquellos que te hablan de der-rota o que ven el imposible. Tu mente tiene que ser renovada y sometida a la autoridad de Cristo y dejar que la mente del Señor se imponga sobre lo que hasta hoy has racional-

izado, evaluado en tu lógica y encuadrado en tu experiencia.

1 Corintios 2:11 Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie con-oció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.2:12 Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido,2:13 lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual.2:14 Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.2:15 En cambio el espiritual juzga todas las co-sas; pero él no es juzgado de nadie.2:16 Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.

Deja de actuar en tu humana sabiduría y emp-ieza a buscar que sea el Espíritu Santo el que te guíe en tu caminar, lo natural no te va a permitir avanzar mucho más con el Espíritu de Dios el panorama cambiará radicalmente. Las cosas espirituales ordenarán las naturales y entonces cambios extraordinarios empezarán a producirse en todas las cosas. Permite que tu mente sea reprogramada por la mente del Señor y tu vida dará un giro de 180 grados.

Mayor es el que está en ti que el que se mueve en el mundo

No solo tienes la mente del Señor sino que Él habita en tu interior, para darte el poder para vencer las circunstancias diarias que se levan-tan en tu contra y buscan apagar la fe y la Pa-labra de Dios en tu corazón.

La Escritura declara en 1 Juan capítulo 4 y ver-so 4 que:

1 Juan 4:4 Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo.

Declara con tu boca que no hay diablo, im-posible, enemigo, principado ni potestad que puede prevalecer en tu contra, porque mayor que ellos es Jesús y ya los venció en la cruz. Tienes el poder en Cristo para vencer, esos en-emigos no tienen poder sobre ti, ellos actúan a través de la mentira haciéndote creer que son grandes y poderosos, sin embargo la real-idad es que frente a nuestro Dios no son más que míseras pulgas que son aplastadas por el dedo de Jehová.

Eres lleno de la plenitud de Dios

A través de tu intimidad con el Señor y su Pa-labra, con el transcurrir del tiempo vas a ver como Él te llena con su plenitud, literalmente Dios quiere cubrir con su vida, su esencia y poder cada hueco, cada espacio faltante en tu ser, entonces enfrentarás los retos que te presente la vida de forma diferente, no con tus fuerzas, no con tus capacidades, sino con el poder de Dios que es manifestado a través tuyo. Verás a Dios actuando de maneras más grandes de lo que pensabas que era posible o que imaginabas que podía acontecer.

Efesios 3:17para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor,3:18 seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la lon-gitud, la profundidad y la altura,3:19 y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.3:20 Y a Aquel que es poderoso para hacer to-das las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros.

Es ahí entonces que podrás ver el cumplimien-

to de lo que establece el libro de Filipenses en su capítulo 4 y verso 13.

Filipenses 4:13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece

Es la plenitud de Dios, su poder y Gloria com-pletando, supliendo, proveyendo y trayendo el cumplimiento y la victoria en las diferentes situaciones que puedan venir.El apóstol Pablo entendiendo esta realidad manifiesta a los miembros de la iglesia de los filipenses que:

Filipenses 4:19 Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús

En su gloria y plenitud encontrarás todo lo que te haga falta, todo lo que necesitas está en Él y es tuyo, si puedes buscarle y permitir que sea su vida la que se manifiesta en ti. En Jesús estás completo, nada te falta, cree esa verdad y vive por ella en fe, entonces verás a Dios llenando los faltantes. Amén

Colosenses 2:8 Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudi-mentos del mundo, y no según Cristo.2:9 Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad,2:10 y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad.

Te he presentado parte de la verdad de la Pa-labra que te posiciona en el lugar que tienes en Cristo y parte a lo cual tienes derecho de vivir en Jesús. Por supuesto no es todo lo que la Biblia establece pero es un buen comien-zo, estas promesas te ayudarán a fortalecer tu caminar y brindarte un norte sobre el cual puedes ir profundizando más en la Palabra. Entre más interiorices quién tu eres en Dios y cuales son tus derechos como hijo estarás más firme y con la capacidad espiritual para vencer cualquier ataque del enemigo.

En el libro de 1 de Juan en su capítulo 5 y verso 4 dice:1 Juan 5:4 Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha ven-cido al mundo, nuestra fe.5:5 ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios

Será la fe, que es cimentada por la Palabra que te reafirma el linaje y la posición que ostentas como hijo de Dios, la que te permitirá vencer los embates del enemigo y del mundo. De aquí en adelante mientras más llenes tu interior, tu ser y tu confesión con las promesas de Dios, verás como esa Palabra te habilita y capacita con poder, para que emprendas cosas nuevas que van más lejos de tu lógica y tu razón, cam-inarás por el camino de lo sobrenatural!

La Escritura declara: “Al que cree todo lo es posible”, así que adelante, pon Sus promesas en tu boca, guárdalas en tu corazón y vive por ellas la vida abundante que Jesús vino a en-tregarte. Amén.

En los siguientes capítulos podrás encontrar promesas de la Palabra que puedes utilizar con poder en las distintas situaciones que en-frentes. Estas promesas deben formar parte integral de una confesión diaria, ellas predis-pondrán tu cuerpo, tu alma y tu espíritu para que sea alineado a la perfecta voluntad de Dios y te habilitarán para que puedas recibir el fruto, la cosecha de lo que declares contin-uamente.

La Palabra profetizada por el profeta Isaías, apuntaba a lo que Jesús lograría con su veni-da, muerte y resurrección para todos aquellos que le aceptarán en su corazón. Jesús vino en el poder del Espíritu Santo, para sacar al hom-bre de la esclavitud del pecado, del lazo de la muerte y de la condenación eterna. A traer la buena noticia de que llegó el día de libertad y a destruir el yugo de cualquier tipo de esclavi-tud que oprimía y subyugaba al hombre. En su sangre, Jesús trajo el decreto, la orden judicial de exoneración de toda la culpa que pesaba sobre nosotros. Enviado del cielo con la ejecu-toria legal para abrir los cerrojos de la cárcel en la cual estábamos, en esa verdad es que puedes tener lo confianza y la seguridad de reclamar en Cristo tu libertad y la de los tuyos.

Él te hizo libre de tus pecados

Isaías 38:16 He aquí, amargura grande me sobre-vino en la paz, mas a ti agradó librar mi vida del hoyo de corrupción; porque echaste tras tus es-paldas todos mis pecados.

Jesús llevó las marcas en su espalda del cas-tigo por tus transgresiones y pecados. Cada golpe del látigo laceraba y molía su dorso y en cada uno de ellos se cumplía la condena de tu libertad.

Isaías 53:5 Mas él herido fue por nuestras rebe-liones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.Jesús pago por todos y cada uno de los peca-dos cometidos, pasados, presentes y futuros, no hay ninguna razón en Cristo para que estés atormentado por la culpa de lo que fuiste e hiciste en el pasado. No te dejes engañar por las voces del enemigo que tratan de hacerte creer que nunca serás perdonado por el gran tamaño de tus pecados. Eso es una mentira! Tu libertad no dependió del tamaño de tus transgresiones sino de lo grande y suficiente del sacrificio puro y perfecto de Jesús. Solo él podía cargar con ese peso, solo él tenía los méritos para pagar por tu culpa, y lo más her-moso, solo Él estaba dispuesto a morir por ti, por el inmenso amor que te tiene.

Romanos 8:2 Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.8:3 Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne.

Los que antes por la ley eran condenados aho-ra en Cristo tenemos una nueva vida en liber-tad para que por el Espíritu podamos vivirla de acuerdo a la voluntad de Dios.

C A P Í T U L O 5

Promesas de libertad

El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a

los presos apertura de la cárcel.

Isaías 61:1

Él te hizo libre de la muerte.

Oseas 13:14 De la mano del Seol los redimiré, los libraré de la muerte. Oh muerte, yo seré tu muerte; y seré tu destrucción, oh Seol; la compa-sión será escondida de mi vista.

No solo fuiste libre de pecado, sino también Jesús eliminó el acta de decreto de muerte que pesaba sobre ti.

Colosenses 2:14 anulando el acta de los decre-tos que había contra nosotros, que nos era con-traria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, y despojando a los principados y a las potesta-des, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz…

El imperio de la muerte ya no tiene jurisdic-ción, potestad, ni ningún derecho sobre tu vida, ahora perteneces a Cristo y en El está tu libertad.

Isaías 25:6 Y destruirá en este monte la cubierta con que están cubiertos todos los pueblos, y el velo que envuelve a todas las naciones. Destruirá a la muerte para siempre; y enjugará Jehová el Señor toda lágrima de todos los ros-tros; y quitará la afrenta de su pueblo de toda la tierra; porque Jehová lo ha dicho

Jesús venció a la muerte y con su victoria te dio la libertad para que nunca más estés cau-tivo por el temor a la muerte.

Hebreos 2:14 Así que, por cuanto los hijos par-ticiparon de carne y sangre, él también partic-ipó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo,2:15 y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre.

Tienes una herencia en los cielos, puedes es-tar seguro que tendrás vida eterna, todo tem-or a la muerte debe ser quitado de tu mente,

porque como hijo o hija de Dios tienes la es-peranza de un futuro de gloria en la presencia del Señor por la eternidad.

1 Corintios 15:53 Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mor-tal se vista de inmortalidad.15:54 Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la pal-abra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria.15:55 ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?15:56 ya que el aguijón de la muerte es el peca-do, y el poder del pecado, la ley.15:57 Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucris-to.

Él te hizo libre de toda clase de tinieblas.

Colosenses 1:12 con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la heren-cia de los santos en luz;1:13 el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo,1:14 en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.

Jesús vino a traer luz a tu vida, a sacarte de las tinieblas de la antigua manera de vivir sometida al gobierno del enemigo, a librar tu mente, tu alma de toda obra de oscuridad y que puedas caminar en la luz de Su gloria y Su Reino.

Isaías 9:2 El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos.

Es la aurora de lo alto que te ha visitado para sacar tu vida, tu hogar, tus hijos de la oscuri-dad, de la ignorancia, de la maldad, de la con-fusión, del fracaso y de la influencia de toda tiniebla que fue puesta por el enemigo para truncar el destino profético que Dios diseño

para ti y tu generación

Lucas 1:78 Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,Con que nos visitó desde lo alto la aurora,1:79 Para dar luz a los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte;Para encaminar nuestros pies por camino de paz.

Levántate hoy y reclama por la fe la libertad de tu casa, la luz ha venido a tu vida para de-splazar las tinieblas para siempre, ese es tu destino en Dios así que vívelo en el nombre de Cristo Jesús.

Juan 12:46 Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas.

No sólo desplazó las tinieblas con su luz, sino que también te hizo libre de la influencia del sistema del mundo que es contrario a los principios del Reino del Señor, por lo tanto no estás sometido a la presión del mundo ni a su forma de vida.

Gálatas 1:3 Gracia y paz sean a vosotros, de Dios el Padre y de nuestro Señor Jesucristo,1:4 el cual se dio a sí mismo por nuestros peca-dos para librarnos del presente siglo malo, con-forme a la voluntad de nuestro Dios y Padre.

Eres un hijo y una hija de la luz, es imposible que las tinieblas tengan derecho sobre ti, Jesús te libertó del reino de la oscuridad así que camina como un ciudadano del Reino de la luz de Jesucristo.

1 Tesalonicenses 5:5 Porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos del día; no somos de la noche ni de las tinieblas.

El trajo su verdad para sacarte de la igno-rancia que te mantenía en esclavitud

La Escritura dice en el libro de Isaías 5:13

que el pueblo del Señor fue llevado cautivo porque no tuvo conocimiento, no lograron comprender la ley del Señor y a causa de esa ignorancia se apartaron de Dios y Su Palabra. Más el Señor profetizó en Jeremías 31:33 que con la venida de Jesús Él escribiría Su Palabra en nuestra mente y en las tablas de nuestro corazón para que nunca más la ignorancia de sus principios nos condujera a la esclavitud de la desobediencia.Jesús dijo:

Juan 8:31 Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis dis-cípulos;8:32 y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.

La Palabra de Dios en tu vida te conducirá a una libertad completa, la verdad de Dios te dará la luz y el discernimiento para que camines en obediencia y entonces hagas prosperar tu camino y todo te salga bien, ya que el Señor bendecirá todo lo que hagas.

El ha prometido librarte de todo enemigo sea físico, emocional, o espiritual que qui-era venir contra ti o tu casa para someter-

te a esclavitud

Salmo 91:1 El que habita al abrigo del AltísimoMorará bajo la sombra del Omnipotente.91:2 Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío;Mi Dios, en quien confiaré.91:3 El te librará del lazo del cazador,De la peste destructora.

Declara en el nombre de Cristo Jesús que el lazo del cazador no podrá atar tu vida, o tu casa, no podrá venir en contra de tus hijos, porque tu hogar está bajo el amparo del Al-tísimo y bajo la protección del Omnipotente Dios, verás su mano de poder derrotando al enemigo y trayendo libertad completa a tu ho-gar.

Salmo 35:10 Todos mis huesos dirán: Jehová, ¿quién como tú,Que libras al afligido del más fuerte que él,Y al pobre y menesteroso del que le despoja.

Gálatas 5:13 nos reafirma que a libertad nos llamó el Señor, El te ha hecho libre de la es-clavitud para siempre. Eres un hijo libre del pecado, la maldad, las tinieblas, la muerte, el sistema del mundo, el enemigo y todos sus diseños y planes; estás bajo la cobertura de Dios, de Su Palabra, Su autoridad y su Reino, mantente en esa realidad por medio de la fe y la confesión permanente de sus promesas de libertad.

Gálatas 5:1 Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez su-jetos al yugo de esclavitud.

Una realidad espiritual extraordinaria y poderosa que nos revela la Escritura consiste en el hecho fundamental de que Jesús en la cruz del calvario y en su resurrección doblegó al enemigo, a la muerte, potestades, principa-dos, gobernadores de regiones celestes y todo ente espiritual de maldad; los exhibió públi-camente, triunfó sobre ellos, les quitó toda autoridad, dominio, potestad y derecha legal.

Satanás no pudo prevalecer, sus planes de muerte y destrucción fueron cancelados, derogados por la preciosa sangre del Cordero de Dios; el acta de decretos que nos conden-aba a la muerte eterna fue abolida y colgada en el madero. La muerte ya no tiene su agu-ijón, el sepulcro no tuvo su victoria. Jesús re-tiró toda capacidad que tenía el enemigo de atormentarnos con temor y pánico al futuro y a la muerte.

Si permaneces en Jesús, no hay razón alguna para que permitas que el miedo venga a tomar dominio en tu corazón. El temor con el cual el enemigo busca enlazarte para mantenerte cautivo, no está fundamentado en un derecho legal que el tenga en tu contra, no está respal-dado en nada legal o verdadero que el pueda argumentar contra ti. En lo único que se fun-damenta ese temor que el enemigo trae es en la mentira que él pueda lograr hacerte creer. No son hechos ni realidades, son mentira! El quiere hacerte creer que eres débil e indefen-

so, que no mereces ninguna misericordia, no puedes salir adelante, que eres un pecador y tu mente esta quebrada, que emocionalmente estás arruinado. Todas esas razones son sim-ples mentiras, él necesita alejarte de la ver-dad de la Palabra para que así puedas creer sus razones y entonces aprisionarte con tem-or. Por eso es imprescindible que compren-das lo que Dios te dejó en la Palabra como un cimiento real para tu vida y te posiciones en él para desechar y destruir todo argumento de mentira del enemigo y así vuelvas a tu estado natural de libertad que Cristo consiguió para ti. La Palabra dice en Romanos:

Romanos 8:15 Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!

Tu Padre, Jehová de los ejércitos, revirtió en lo espiritual todas las consecuencias de las mentiras que había vendido el enemigo, El quito las cadenas que te mantenían cautivo a la oscuridad y te adoptó para estar en su Reino, ahora eres hijo de la luz, Él se compro-metió a estar a tu lado, a rodearte con brazos de amor. El prometió defenderte, ser tu escu-do y fortaleza, ya no estás más bajo el yugo de esclavitud del temor, te revistió de una nueva naturaleza y puso en ti un espíritu distinto del que el enemigo contamino con sus mentiras.

El temor del hombre pondrá lazo;Mas el que confía en Jehová será exaltado

Proverbios 29:25

C A P Í T U L O 6

Promesas en contra del temor

2 Timoteo 1:7 Porque no nos ha dado Dios espíri-tu de temor, sino de poder, de amor y de dominio propio.

Has recibido de Dios una extraordinaria her-encia, El Espíritu Santo habita en tu interior, El es poder para darte victoria, El es amor que trae confianza y aparta el miedo de ti, El es autoridad que te infunde dominio propio para que sometas tus emociones, pensamientos y sentimientos al gobierno de Dios. No peleas esta batalla solo o sola, tienes al aliado por excelencia, a la fuerza más poderosa que ex-iste sobre la tierra, al maravilloso Espíritu de Dios, El es tu ayudador. No recibiste de Dios una esencia de miedo, de conflicto, pánico, recibiste de Él una impartición de su propia naturaleza, Dios mismo habitando en ti para levantarte, para llenarte de valor, para darte la capacidad en El de vencer todo temor. Dios te dice yo estoy contigo.

Isaías 41:10 No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te es-fuerzo; siempre te ayudaré, siempre te susten-taré con la diestra de mi justicia.41:11 He aquí que todos los que se enojan con-tra ti serán avergonzados y confundidos; serán como nada y perecerán los que contienden con-tigo.41:12 Buscarás a los que tienen contienda conti-go, y no los hallarás; serán como nada, y como cosa que no es, aquellos que te hacen la guerra.41:13 Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sost-iene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo.

Toma la Palabra en tu boca, declara que Dios te sostiene de tu mano derecha, su mano de poder te sustenta, te guarda, estás escondido en el hueco de su mano, eres la niña de sus ojos, Jehová de los ejércitos, el comandante en jefe de las huestes celestiales tiene exten-dida su diestra para luchar a tu favor, para li-brarte de toda opresión sea espiritual, física o

emocional. El pelea la batalla por ti, todos los enemigos que se levantaron en tu contra para atormentarte, para traer dolor, miedo, insegu-ridad, serán derrotados. No temas, créelo con tu corazón y declara con tu boca, que tu con-fesión de fe llene cada fibra de tu ser de valor y tranquilidad por Su Palabra.

Deuteronomio 31:8 Y Jehová va delante de ti; él estará contigo, no te dejará, ni te desamparará; no temas ni te intimides

El enemigo busca paralizarte a través del tem-or, él quiere frenar tu caminar, tu crecimiento, sabe que la única manera de truncar el que la promesa de Dios se cumpla en tu vida es deteniendo tu avance a través de la duda y el miedo. Pero debes entender que el Señor ha prometido ir delante de ti como poderoso gi-gante

Jeremías 20:11 Mas Jehová está conmigo como poderoso gigante; por tanto, los que me per-siguen tropezarán, y no prevalecerán; serán avergonzados en gran manera, porque no pros-perarán; tendrán perpetua confusión que jamás será olvidada.

Jehová tu Dios estará contigo en cualquier lu-gar que vayas, en cualquier situación que ten-gas que enfrentar, Él te dice esfuérzate y sé valiente, vas a conquistar lo que está delante de ti, en el nombre de Cristo Jesús.

Josué 1:5 Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, es-taré contigo; no te dejaré, ni te desampararé.Josué 1:9 Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Je-hová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.

Si el Señor está contigo, quién podrá estar contra ti, si Él te defiende de quién vas a te-mer. Él es la fortaleza de tu vida, no estarás

desamparado, sé valiente, cobra ánimo en el nombre de Cristo Jesús, declaramos que sales de esa atmosfera de temor y tomas nueva-mente el rumbo hacia la tierra de promesa, hacia la herencia que Dios te ha preparado. El Señor te dice: Levántate y toma la tierra del cumplimiento de lo que te he prometido!

Deuteronomio 1:21 Mira, Jehová tu Dios te ha en-tregado la tierra; sube y toma posesión de ella, como Jehová el Dios de tus padres te ha dicho; no temas ni desmayes

No temas porque delante de Dios no eres un desconocido, Sus ojos están sobre ti para cuidarte, el te formó, para Él eres de gran es-tima.

Isaías 43:1 Ahora, así dice Jehová, Creador tuyo, oh Jacob, y Formador tuyo, oh Israel: No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú.

Eres su propiedad exclusiva y el Señor cuida su posesión, estás cercado así que no hay de quién temer.

Isaías 44:1 Ahora pues, oye, Jacob, siervo mío, y tú, Israel, a quien yo escogí.44:2 Así dice Jehová, Hacedor tuyo, y el que te formó desde el vientre, el cual te ayudará: No te-mas, siervo mío Jacob, y tú, Jesurún, a quien yo escogí.44:3 Porque yo derramaré aguas sobre el se-quedal, y ríos sobre la tierra árida; mi Espíritu derramaré sobre tu generación, y mi bendición sobre tus renuevos…

Te es necesario entender que el temor en la gran mayoría de ocasiones tiene sus funda-mentos en ideas que distorsionan la realidad, magnifican los problemas y nublan las posibles salidas, se alimentan de ideas y sentimientos basados en falsedades, presunciones y deses-peros. Es en medio de esa atmósfera que de-bes recordar y mantener una convicción firme

en tu espíritu que tu Padre Celestial no solo prometió estar contigo sino que Él dispuso ve-nir en tu socorro y transformar la atmosfera contraria. El dice: si estás en un desierto yo lo transformaré en un lugar de bosques, si te sientes seco y muerto yo derramaré sobre ti aguas de vida, mi Espíritu vendrá a transfor-mar la realidad que impera en tu vida. En El siempre tendrás la salida a tu imposible!

Joel 2:21 Tierra, no temas; alégrate y gózate, porque Jehová hará grandes cosas.2:22 Animales del campo, no temáis; porque los pastos del desierto reverdecerán, porque los ár-boles llevarán su fruto, la higuera y la vid darán sus frutos.2:23 Vosotros también, hijos de Sion, alegraos y gozaos en Jehová vuestro Dios; porque os ha dado la primera lluvia a su tiempo, y hará de-scender sobre vosotros lluvia temprana y tardía como al principio.2:24 Las eras se llenarán de trigo, y los lagares rebosarán de vino y aceite.2:25 Y os restituiré los años que comió la oruga, el saltón, el revoltón y la langosta, mi gran ejér-cito que envié contra vosotros.2:26 Comeréis hasta saciaros, y alabaréis el nom-bre de Jehová vuestro Dios, el cual hizo maravil-las con vosotros; y nunca jamás será mi pueblo avergonzado.2:27 Y conoceréis que en medio de Israel estoy yo, y que yo soy Jehová vuestro Dios, y no hay otro; y mi pueblo nunca jamás será avergonzado.

El hará grandes cosas contigo, si piensas que eres pequeño, insignificante para salir adelan-te, cambia tu perspectiva y permite que lo que Dios ha dicho de ti, se apodere de tu mente y tu corazón. Dios te tomará para provocar una obra extremadamente grande y maravillosa, reverdecerás y darás fruto para vida y ben-dición, estarás libre de temor por el porve-nir porque Dios toma control de los acontec-imientos de tu presente para gestar un futuro glorioso para ti y los tuyos.

El te dice no solo voy a intervenir en tu pre-sente y en lo venidero, sino que voy a restituir lo que te robaron y perdiste en tu pasado, lo que se te fue como agua por las manos, en Dios será restituido. Es tiempo que sueltes ese temor y dolor que te encadeno por los aconte-cimientos del pasado, entiende que para Dios ya pasó, quedó en el fondo del mar y El dice: Te restituiré, lo que viene para tu hogar será maravilloso.

Isaías 54:2 Ensancha el sitio de tu tienda, y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas; no seas escasa; alarga tus cuerdas, y refuerza tus estacas. Porque te extenderás a la mano derecha y a la mano izquierda; y tu descendencia heredará na-ciones, y habitará las ciudades asoladas. No temas, pues no serás confundida; y no te avergüences, porque no serás afrentada, sino que te olvidarás de la vergüenza de tu juventud, y de la afrenta de tu viudez no tendrás más me-moria.

Amplía los horizontes de tus pensamientos y que eso determine las acciones y tus declara-ciones, deja la estreches que te produjo el te-mor, extiende tu visión hacia lo que Dios te pone al frente, trabaja en realizar los planes del cielo en tu hogar, levanta tus anhelos, em-pieza a ver más allá de tus circunstancias. No quedarás postrado, no estarás confundido, te olvidarás de los fracasos porque Dios traerá nuevos comienzos de gloria y victoria sobre ti.

Isaías 54:14 Con justicia serás adornada; estarás lejos de opresión, porque no temerás, y de tem-or, porque no se acercará a ti.54:15 Si alguno conspirare contra ti, lo hará sin mí; el que contra ti conspirare, delante de ti caerá.

Dios será tu justicia y tu amparo, El viene para quitar la opresión, nunca más el temor te po-drá hacer preso en el nombre de Cristo Jesús.

Declara: Soy libre para siempre, Dios me hizo libre, rompió las cadenas y no volveré a estar preso. Sea hecho Amén.

Jeremías 30:10 Tú, pues, siervo mío Jacob, no te-mas, dice Jehová, ni te atemorices, Israel; porque he aquí que yo soy el que te salvo de lejos a ti y a tu descendencia de la tierra de cautividad; y Jacob volverá, descansará y vivirá tranquilo, y no habrá quien le espante.

Que gloriosa realidad tienes en Dios, que maravillosa promesa te dejó. El te ha dicho: volverás y descansarás, vivirás tranquilo y no habrá quién te espante. Que Sus palabras sean un ancla firme en tu alma y en tu mente, que tus pensamientos y emociones sean pro-fundamente impregnados de esa verdad. En-tonces aunque camines en medio de la noche estarás seguro y confiado.

Salmo 91:5 No temerás el terror nocturno,Ni saeta que vuele de día,91:6 Ni pestilencia que ande en oscuridad,Ni mortandad que en medio del día destruya.91:7 Caerán a tu lado mil,Y diez mil a tu diestra;Mas a ti no llegará.

Podrán estar las cosas difíciles, podrán ser nada alentadoras las noticias, los veredictos, los dictámenes. Se podrán caer las cosas y las personas a nuestro alrededor pero Dios te dice: “Más a ti no llegará”. Para ti que has puesto tu confianza en Él y en Su Palabra hay una salida diferente, una respuesta de victo-ria, una última palabra que no está determi-nada por lo que hay en tu mano o se vive en la tierra sino por lo que Dios dice y tiene en el cielo, por lo que El es y ha dispuesto para ti.

Proverbios 3:21 Hijo mío, no se aparten estas co-sas de tus ojos;Guarda la ley y el consejo,3:22 Y serán vida a tu alma,

Y gracia a tu cuello.3:23 Entonces andarás por tu camino confiada-mente,Y tu pie no tropezará.3:24 Cuando te acuestes, no tendrás temor,Sino que te acostarás, y tu sueño será grato.3:25 No tendrás temor de pavor repentino,Ni de la ruina de los impíos cuando viniere,3:26 Porque Jehová será tu confianza,Y él preservará tu pie de quedar preso.

Caminarás tranquilo, te acostarás y descan-sarás, declara que a partir de este día tus noches serán diferentes, habrá paz, podrás dormir sin temor, la opresión será alejada de ti. No te despertarás atemorizado, no tendrás pesadillas, tu sueño será placentero, porque Dios te cuida aún mientras duermes.

Salmo 112:7 No tendrá temor de malas noticias;Su corazón está firme, confiado en Jehová.112:8 Asegurado está su corazón; no temerá,Hasta que vea en sus enemigos su deseo.

Experimentarás un cambio aún en la forma de ver la vida y cada asunto lo abordarás con otra actitud, aún las posibles malas noticias no serán motivo de temor, los problemas no po-drán socavar tu fe porque tu no caminas por sentimientos, emociones, sentidos, ni razones; tu caminas por la fe en los principios de la Pa-labra, por la confianza y seguridad en lo que Dios te ha prometido y eso será un cimiento firme para tu corazón. Recuerda, el temor es un arma que usa el enemigo distorsionando la realidad y estrechando lo que ven tus ojos para que no puedas ver una salida y pierdas toda esperanza. El utiliza argumentos mentiro-sos de fracaso, para atarte en una prisión de oscuridad. Pero lo que proviene de Dios no se deja guiar por la vista, ni por razones, sino por lo que dicta la Palabra del Señor, en la confi-anza de que ella tiene la orden divina aún de cambiar la realidad imperante para alinearla a los diseños que Dios ha establecido. Así que

mantente confesando Su Palabra que ella te liberará del temor de forma sobrenatural y te abrirá un panorama diferente de victoria y luz.

Salmo 34:1 Bendeciré a Jehová en todo tiempo;Su alabanza estará de continuo en mi boca.34:2 En Jehová se gloriará mi alma;Lo oirán los mansos, y se alegrarán.34:3 Engrandeced a Jehová conmigo,Y exaltemos a una su nombre.34:4 Busqué a Jehová, y él me oyó,Y me libró de todos mis temores.

Así sea hecho en tu vida en el nombre precio-so de Cristo Jesús. Amén.

La paz racionalmente es asociada a un sen-timiento de quietud y estado emocional en el cual se carece de conflicto, un estado precia-do que la gente rebusca con tanta anhelo e intensidad, desdichadamente y por lo gener-al inquirida en aquellos lugares donde no se puede hallar.

La Biblia nos enseña que la paz es mucho más vasta y profunda que una sensación de tranquilidad y bienestar, va más allá del sen-timiento o la emoción de quietud, es aún may-or que la idea de la inexistencia de conflictos, sea internos o externos. La paz se circunscribe en la Escritura a un ligamen íntimo con el Señor, es imposible disfrutarla fuera de El ya que es parte de la esencia misma de lo que El es. El Señor se da a conocer a la humanidad por su nombre Shalom. El es Jehová Shalom, Jehová nuestra paz. El escritor del libro de Hebreos en el capítulo 13 y verso 20 reafirma esta verdad y se refi-ere al Señor como “El Dios de paz.” La Palabra es muy clara en establecer que la paz que el hombre requiere y busca con tanta deses-peración, solo podrá ser encontrada cuando nos cruzamos con el Señor, cuando permiti-mos que Dios nuestra paz, venga a establecer-la en nuestra vida a través de su Espíritu.

El vocablo Shalom en el hebreo implica to-talidad, un estar completo, una plenitud que solo puede ser alcanzada en Dios. Involucra una acción sobrenatural del Señor en la cual viene a llenar nuestros vacíos, suplir nues-tras carencias, traer balance a nuestra vida y proveernos de todo aquello que requerimos para alcanzar el destino profético que El es-tableció. También en esa manifestación de Dios como Shalom El ordena con su decreto de autoridad calmar cualquier tempestad que se levanta para golpear nuestras vidas. El trae calma a las aguas de nuestro ser interior y nos conduce hacia lugares de reposo para hacer-nos descansar.

La paz tiene que ver también con la carac-terística paternal de Dios, su figura como proveedor y su atributo como sustentador de su creación. Shalom significa adicionalmente: Falta de ningún bien y/o recurso humano, es-piritual y emocional que provoque una caren-cia en nuestra vida y que nos limite para al-canzar lo que Dios prometió que tendríamos.

El salmista, en el Salmo 34 nos da una puntu-al recomendación: “Busca la paz y síguela”; no es suficiente alejarse de lo malo y practicar lo justo, eso trae satisfacción pero nunca llenará a plenitud, no basta con ser bueno, lo único

Apártate del mal, y haz el bien;Busca la paz, y síguela.

Salmos 34:14

C A P Í T U L O 7

Promesas de paz

suficiente y que nos conduce a esa plenitud es cuando se es hijo y se está apegado a Dios el Padre, buscándole a Él y siguiendo Su Palabra.El Rey Salomón escribe:

Proverbios 3:1 Hijo mío, no te olvides de mi ley,Y tu corazón guarde mis mandamientos;3:2 Porque largura de días y años de vidaY paz te aumentarán.

Salomón escribe desde la perspectiva de Dios como un papá que toma el tiempo para en-señar y encaminar a su hijo dándole los con-sejos valiosos para una vida plena. El encierra todo el consejo a una directriz vital: “No te ol-vides de la Palabra”. Es gracias a la revelación del Nuevo Testamento que podemos entender que la Palabra es en sí misma la persona de Jesús, el Verbo, la Palabra hecho carne.

Podríamos decir hoy: Hijo mío, no te olvides de Cristo Jesús, de lo que Él hizo por ti, de la herencia que te dejó, de sus principios, de su modelo de comportamiento, de sus man-damientos, porque si los guardas tendrás am-plitud de días en abundante vida y la paz te será multiplicada.

Por la obra de Cristo Jesús es que fuimos conectados al Shalom de Dios, a esa paz que sobrepasa lo natural y humano, que no puede ser hallada en nada de lo que existe en la tier-ra, no puede ser comprada, ni aprendida; no se encuentra en las universidades, ni en la en-señanza humana, la ciencia no la puede crear, solo se puede recibir del cielo, de la fuente de la vida, de la Palabra viva de Dios. Esa paz inmerecida que vino del fruto, del pago, de lo consumado del castigo que pesó sobre el cuerpo del Mesías, solo Él pudo abrirnos la puerta y darnos acceso a Su Shalom.

Isaías 53:5 Mas él herido fue por nuestras rebe-liones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.

Solo a través del castigo que soportó en su carne, a través de las laceraciones, las llagas producidas por el látigo que hacía surcos en su espalda, fue a través de lo brutal de los golpes que desfiguraron su rostro y cuerpo, solo a través del sacrificio del hombre inocen-te, del cordero sin mancha, es que hoy puedes recibir el preciado tesoro de su paz. En el nuevo testamento en el evangelio de Lucas se profetiza con claridad la misión que Jesús vendría a realizar a la tierra.

Lucas 1:78 Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,Con que nos visitó desde lo alto la aurora, Para dar luz a los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte;Para encaminar nuestros pies por camino de paz.

El vino a sacarte de oscuridad, a traer la luz de un nuevo día a tu vida, a retirar todo domin-io de la muerte y trasladarte de ese camino de destrucción, aflicción, amargura, angustia y dolor, para posicionarte en una ruta de vida y Shalom; es decir, una plenitud, una vida en-tera y completa en Dios, lo cual fue siempre la voluntad del Padre. El diseño original de Dios en el libro de Jeremías, el Señor expresa cual ha sido su deseo:

Jeremías 29:11 Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pens-amientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.29:12 Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré;29:13 y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón.

El Señor siempre ha tenido pensamientos de bien y de Shalom para tu hogar, tu familia y para ti. El quiere hacer una obra completa y perfecta, llevarte a un nivel de plenitud en Cristo en el cual sea suplido todo lo que te hace falta para cumplir tu destino. El desea manifestar su poder en cada área de tu vida y

darte el objetivo, el fin que siempre espero ver cumplido en ti.Más aún tan fuerte fue su pensamiento y su deseo que hizo un pacto contigo, un compro-miso formal e inquebrantable para que ten-gas la seguridad de que El está determinado a que se haga real en tu vida. Ezequiel 34 lo establece:

Ezequiel 34:22 Yo salvaré a mis ovejas, y nunca más serán para rapiña; y juzgaré entre oveja y oveja.34:23 Y levantaré sobre ellas a un pastor, y él las apacentará; a mi siervo David, él las apacentará, y él les será por pastor.34:24 Yo Jehová les seré por Dios, y mi siervo David príncipe en medio de ellos. Yo Jehová he hablado.34:25 Y estableceré con ellos pacto de paz, y qui-taré de la tierra las fieras; y habitarán en el de-sierto con seguridad, y dormirán en los bosques.34:26 Y daré bendición a ellas y a los alrededores de mi collado, y haré descender la lluvia en su tiempo; lluvias de bendición serán.

Un pacto de Shalom que involucra protección, cuidado, pastoreo, bendición del cielo, pro-visión; es decir, una vida completa donde nada falte. Un pacto inquebrantable de misericor-dia y compasión, un pacto de restauración y restitución es lo que Dios te ha prometido.

Isaías 54: 8 Con un poco de ira escondí mi ros-tro de ti por un momento; pero con misericordia eterna tendré compasión de ti, dijo Jehová tu Re-dentor.54:9 Porque esto me será como en los días de Noé, cuando juré que nunca más las aguas de Noé pasarían sobre la tierra; así he jurado que no me enojaré contra ti, ni te reñiré.54:10 Porque los montes se moverán, y los colla-dos temblarán, pero no se apartará de ti mi mi-sericordia, ni el pacto de mi paz se quebrantará, dijo Jehová, el que tiene misericordia de ti.

Ese pacto de paz fue el que vino a cumplir

Jesús, vino para hacerlo efectivo y eficaz en tu vida. Es por esa razón que el Mesías nos dejó esta promesa, cuando dijo en el evangelio de Juan capítulo 14:

Juan 14:27 La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo

Es su Shalom, paz que no puede ser medida por nada que se encuentre en el mundo, paz que no puede ser sustituida por nada que el hombre pueda tener o crear. Su Shalom es lo único que puede traer el orden, la tranquil-idad, la estabilidad y la plenitud en tu vida. En esa paz vas a encontrar promesas gloriosas sobre las cuales puedes asirte con esperanza y declarando que se cumplirán en tu vida.He aquí algunas de ellas:

Salmo 29:11 Jehová dará poder a su pueblo;Jehová bendecirá a su pueblo con paz

EL Shalom de Dios es una bendición exclu-siva para sus hijos, para su pueblo fiel, es una manifestación de esa fidelidad de Dios hacia su pacto y que provoca una diferencia eviden-te y marcada entre aquel que le sirve del que no lo hace.

Salmo 119:165 Mucha paz tienen los que aman tu ley,Y no hay para ellos tropiezo

Entre más ames Su Palabra y la busques con intensidad, más recibirás el cumplimiento de ella en tu vida y los beneficios de su Shalom tomarán lugar en lo que digas, en lo que ha-gas, en lo que emprendas y hasta en los de-safíos y dificultades que tengas que atravesar.

Salmo 37:9 Pues de aquí a poco no existirá el malo;Observarás su lugar, y no estará allí.

Pero los mansos heredarán la tierra,Y se recrearán con abundancia de paz.

La palabra recrear tiene varias connotaciones, una de ellas tiene que ver con deleitarse, otra va en el sentido de reproducir algo que ya ex-iste o volver a hacer algo de nuevo. Esto es poderoso porque tienes que entender que si vives para El y honras Su Palabra, ella recreará en tu vida el modelo perfecto de lo que Dios diseño en la eternidad para ti, El Shalom de Dios reordenará, reconstruirá aquello que fue destruido por el enemigo, el pecado, la vida pasada sin Cristo y traerá la buena, agradable y perfecta voluntad de Dios a toda tu vida y lo que la rodea.

Salmo 147: 12 Alaba a Jehová, Jerusalén;Alaba a tu Dios, oh Sion.147:13 Porque fortificó los cerrojos de tus puer-tas;Bendijo a tus hijos dentro de ti.147:14 El da en tu territorio la paz;Te hará saciar con lo mejor del trigo.

Su Shalom será una muralla fortificada alred-edor de tu casa, de tus hijos, de todo lo que te rodea. Cada ámbito, cada esfera de tu vida será afectada por su paz y su bendición bro-tará en todo lo que emprendas, caminarás bajo cielos abiertos y el Señor te saciará con lo mejor de su bendición.

Isaías 26:3 Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado.26:4 Confiad en Jehová perpetuamente, porque en Jehová el Señor está la fortaleza de los siglos.

Declara con tus labios que por causa de que persevera la Palabra en tu mente y en tu cora-zón serás guardado por Jehová. Ahí en lo pro-fundo de su Presencia hallarás seguridad y protección y el enemigo no te puede alcanzar, estarás lejos de la conspiración del hombre y

de las tinieblas, cercado por su Shalom.

Isaías 32:7 Y el efecto de la justicia será paz; y la labor de la justicia, reposo y seguridad para siempre. Y mi pueblo habitará en morada de paz, en habitaciones seguras, y en recreos de reposo.

En medio de esa cobertura de Shalom verás la manifestación de otro atributo del nombre del Señor como lo es Jehová ”Tsidquenu”: Je-hová mi justicia, el Dios que me hace justicia, el Señor que endereza mis caminos y los hace rectos y derechos. El alineará tu caminar para que no tropieces en piedra, El enderezará tus veredas, El te hará justicia en medio de la in-justicia que te haga el hombre. Ese efecto de la justicia de Dios operando en medio de tu caminar traerá paz en la atmosfera de tu hog-ar, de tu familia, en medio de tu trabajo y ne-gocios. Las cosas caerán en su perfecto lugar, Dios traerá orden en el caos, Dios hará que lo que estaba torcido se alinee en su posición correcta. Entonces te sentirás seguro y re-posado porque estarás en el centro de la vol-untad del Señor. Y podrás exclamar la oración del Rey David cuando dijo:

Salmo 4:8 En paz me acostaré, y asimismo dormiré;Porque solo tú, Jehová, me haces vivir confia-do.

Ya no caminarás inseguro, tu paso será firme, el crecimiento en tu vida será constante, hab-rá paz en el día y en la noche, cuando te ac-uestes estarás tranquilo porque descansas sobre la Palabra y no sobre tus fuerzas y tus capacidades. Será tan extraordinario lo que el Shalom de Dios operará en tu vida que aún en medio de conflicto Dios alzará bandera de victoria por ti, como lo declara Proverbios 16.

Proverbios 16:7 Cuando los caminos del hombre son agradables a Jehová,

Aun a sus enemigos hace estar en paz con él.

Los que procuraban tu mal serán repelidos, aquellos que querían tu derrota serán opaca-dos y con los que habías peleado Dios propi-ciará que venga la calma y se instaure la paz. Ten por cierto que aún en las relaciones ro-tas en tu familia, si a habido discordia, pleito, amargura, rencor, Dios propiciará el ambiente espiritual para la reconciliación. Su Shalom traerá restauración de aquellas relaciones ro-tas. Aún en medio de tus hijos, porque Dios declara que tu descendencia será instruida por la manifestación del Señor en ellos.

Isaías 54:13 Y todos tus hijos serán enseñados por Jehová; y se multiplicará la paz de tus hijos.

Pueden estar en este momento lejos y aparta-dos del Señor pero hoy anímate a creer y afér-rate de esta promesa, declárala día a día con fe, Dios saldrá al encuentro de tus hijos para instruirlos, para hacerlos volver a su camino, el enemigo no los adoctrinará ni tampoco el mundo, el vicio o el pecado. Tus generaciones serán marcadas por la Palabra que sale de la boca de Dios y que El siembra en sus cora-zones, es hecho por la fe en Cristo Jesús. No te afanes, no desesperes, desde ahora da gracias por lo que El ya esta haciendo en ti y hará en tus generaciones. No te quejes, que tu boca no este pronunciando palabras neg-ativas que anulen o impidan el cumplimiento de la promesa de Dios en tu vida. Aún si la tormenta arrecia con más fuerza, mantente en lo que el Apóstol Pablo recomendó en la carta a los Filipenses en su capítulo 4.

Filipenses 4:6 Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gra-cias.4:7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo enten-

dimiento, guardará vuestros corazones y vues-tros pensamientos en Cristo Jesús.

Si lo haces permanentemente el Shalom de Dios va a cubrir tus pensamientos, emociones y sentimientos, su paz será una fortaleza en tu interior que impida que la duda, el temor o la incredulidad golpee tus convicciones y te hagan retroceder en lo que esperas por la fe. También preservará tu corazón en el proceso de espera y paciencia mientras el milagro de Dios se manifiesta, entonces el enemigo nun-ca podrá robarte tu victoria en Cristo Jesús.

La promesa de su paz es gloriosa y podero-sa, camina sobre ellas, ydeja que su Shalom vaya provocando un cambio radical en tu vida y hogar, que a través de este maravilloso pro-ceso de fe seas encaminado hacia tu tierra de promesa y declaro sobre tu vida la bendición sacerdotal que el Señor mandó en Números 6 que dice:

Números 6:24 Jehová te bendiga, y te guarde;6:25 Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia;6:26 Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz.

Así sea hecho en tu vida. Amén.

Una realidad inmutable, inequívoca y sólida ancla de nuestra fe es la verdad maravillo-sa de la obra que Cristo consiguió en la cruz del calvario por nosotros y selló con su res-urrección. En la cruz fue conseguida nuestra contundente victoria sobre la muerte, la con-denación eterna, sobre la oscuridad y el ene-migo, pero también Jesús logro un categórico triunfo sobre la enfermedad. Hoy en Cristo puedes y debes tener la convicción firme de que en El hay sanidad por su herida de cual-quier dolencia, mal y condición física adversa. El pagó el precio de tu sanidad, el cargó tu en-fermedad para que tu seas libre de ese azote, Dios encarnado llevó sobre sí mismo todas y cada una de las enfermedades que han cas-tigado al hombre. El determinó doblegar ese mal que te ha aquejado y ponerle fin de una vez y para siempre. Ahora por la fe te toca a ti recibirlo, arrebatar el milagro, creyendo lo que dice la Escritura en Marcos 9:23.

Marcos 9:23 Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible.Dios se reveló a su pueblo en el atributo de

su nombre como sanador. Jehová “Rapha”, nuestro médico, curador y sanador, quien cura nuestras heridas, quita toda dolencia, restau-ra cada fibra de nuestro ser, célula y órgano. Cada parte de nuestro cuerpo ante el poder de su nombre recibe vida aunque el diagnósti-co sea de muerte. El es el que tiene la última palabra frente a tu enfermedad, en Su nombre hay poder, Él le dijo a su pueblo:

Éxodo 15:26 y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfer-medad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador.

En su diseño perfecto El quiso que sus hijos se mantuviesen en salud y vida, aún en los momentos en los cuales su pueblo se apartó de El y que por causa de su desobediencia vino la esclavitud, la derrota, la enfermedad y el oprobio, su corazón y voluntad fue siem-pre sanarlos y restaurarlos al diseño perfecto, como lo declara en Jeremías 30:17.

El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los

quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados; a or-denar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de

gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová,

para gloria suya.

Isaías 61:1-3

C A P Í T U L O 8

Promesas de sanidad

Jeremías 30:17 Mas yo haré venir sanidad para ti, y sanaré tus heridas, dice Jehová; porque desechada te llamaron, diciendo: Esta es Sion, de la que nadie se acuerda.

El Salmo 107 nos recuerda esa fidelidad de Dios a pesar de la inconstancia del hombre, que aún en el momento de la angustia, siem-pre que levantó un clamor, Dios trajo sanidad.

Salmo 107:9 Pero clamaron a Jehová en su an-gustia,Y los libró de sus aflicciones. Envió su palabra, y los sanó,Y los libró de su ruina. Alaben la misericordia de Jehová,Y sus maravillas para con los hijos de los hom-bres; Ofrezcan sacrificios de alabanza,Y publiquen sus obras con júbilo.

Dios ha enviado la Palabra viviente a sanarte, Jesús llevó en su carne tu enfermedad, es Su Palabra en ti la que será medicina a tu vida, debes tomar la determinación de que la Pal-abra tome autoridad sobre tus huesos, sobre tus órganos, sobre cada área de tu ser y pro-duzca la asignación que tiene dada por el Pa-dre, provocar sanidad sobre tu cuerpo.En el libro de Proverbios, Salomón escribe desde la óptica de Dios el Padre que le recu-erda a su hijo que si guarda su Palabra, la ate-sora y la mantiene en su corazón, ella vendrá a ser medicina a su cuerpo:

Proverbios 4:20 Hijo mío, está atento a mis pal-abras;Inclina tu oído a mis razones.4:21 No se aparten de tus ojos;Guárdalas en medio de tu corazón;4:22 Porque son vida a los que las hallan,Y medicina a todo su cuerpo.

Es fundamental entender que Jesús operó en la tierra en esa esencia de Dios como sanador. Él manifestó ese atributo divino y todo aquel

que se topó con El con un corazón de fe fue sanado, la enfermedad no pudo prevalecer ante su poder y autoridad. Un objetivo claro de su misión fue quitar la opresión que trajo este enemigo de la enfermedad.

Hechos 10:36 Dios envió mensaje a los hijos de Israel, anunciando el evangelio de la paz por medio de Jesucristo; éste es Señor de todos.10:37 Vosotros sabéis lo que se divulgó por toda Judea, comenzando desde Galilea, después del bautismo que predicó Juan:10:38 cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimi-dos por el diablo, porque Dios estaba con él.

La asignación de Jesús fue venir a establecer el Reino de Dios a la tierra, el vino con esa au-toridad, poder y dominio. Sometió al pecado, a la muerte, a la enfermedad, la miseria, po-breza y al sistema satánico que imperaba. Tri-unfó sobre ellos, todo el sistema corrupto fue puesto bajo sus pies. Mientras Jesús caminó por Israel fue inevitable que el Reino de el Señor se manifestara para vida y sanidad de los que vinieron a la luz del mundo.

Mateo 4:23 Y recorrió Jesús toda Galilea, en-señando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enferme-dad y toda dolencia en el pueblo.4:24 Y se difundió su fama por toda Siria; y le tra-jeron todos los que tenían dolencias, los afligi-dos por diversas enfermedades y tormentos, los endemoniados, lunáticos y paralíticos; y los sanó

Así como Jesús lo hizo en Israel, Él prometió hacerlo contigo también si tu puedes creer que su sacrificio es suficiente para tu comple-ta libertad.El ha provisto sanidad, quiere traer medici-na a tu vida, desea curar tus padecimientos y restablecer sobre tu vida esa plenitud de paz. Determínate a creer que El manifestará en tu

vida su promesa y tu tendrás la evidencia de Su Poder, serás un testimonio de que El es real y que Su Palabra no miente.

Jeremías 33:6 He aquí que yo les traeré sanidad y medicina; y los curaré, y les revelaré abundancia de paz y de verdad.33:7 Y haré volver los cautivos de Judá y los cau-tivos de Israel, y los restableceré como al prin-cipio.33:8 Y los limpiaré de toda su maldad con que pecaron contra mí; y perdonaré todos sus peca-dos con que contra mí pecaron, y con que contra mí se rebelaron.

El pagó un alto precio para traerte esa medici-na y sanarte completamente; fue el precio más alto que jamás se volverá a pagar, su preciosa sangre, la cual se derramó por tu victoria. Fue el castigo del inocente en sustitución por el culpable, el lugar que te tocaba a ti Jesús lo ocupó para que con Su sufrimiento tuvieras una vida plena, abundante, restaurada y libre de la enfermedad.

Isaías 53:3 Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el ros-tro, fue menospreciado, y no lo estimamos.53:4 Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.53:5 Mas él herido fue por nuestras rebelion-es, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.

Por su llaga ya fuiste curado, ya fue consumada tu sanidad, cree que ya El lo hizo. A ti te corre-sponde aceptarlo sin temor, sin incredulidad, es un regalo inmerecido y maravilloso que no tiene comparación; un regalo inmerecido, de plena gracia y favor. Regalo que El quiere que lo disfrutes hoy. Recíbelo!1 Pedro 2:24 quien llevó él mismo nuestros peca-dos en su cuerpo sobre el madero, para que no-sotros, estando muertos a los pecados, vivamos

a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.

Puede imperar hoy la enfermedad pero tu ac-titud debe ser contundente al creer y declarar que esa enfermedad tiene que doblegarse ante la obra redentora y completa de Jesús. NO desmayes en tu confesión de fe, cree que ya está hecho y que se manifestar como el salmista:y dirndeza de nuestro Diosisto, contarJestun-dente al creer y declarar que esa enfermedad tiene que doblegarsá en tu vida para gloria y honra de nuestro Señor Jesucristo, contarás un testimonio de la grandeza de nuestro Dios y te gozarás de sus maravillas y dirás como el salmista:

Salmo 118:15 Mi fortaleza y mi cántico es Jehová,Y él me ha sido por salud. Voz de júbilo y de salvación hay en las tiendas de los justos;La diestra de Jehová hace proezas. La diestra de Jehová es sublime;La diestra de Jehová hace valentías. No moriré, sino que viviré,Y contaré las obras de Jehová.

Para comprender la magnitud del alcance de la bendición de Dios, debemos posicionar-nos en el decreto original y primario que Dios estableció para su creación en el mismo mo-mento en que la hizo.

Es digno de puntualizar que al momento mis-mo de la creación la primera orden que Dios da y que se convertiría de ahí en adelante en una promesa a través de las generaciones y los tiempos, tiene que ver con la cualidad y la posibilidad de prosperar, crecer, desarrol-larse, extenderse y producir fruto. Cuando Dios contempló lo creado y vio que era bueno, pronunció una palabra de autori-dad que se incrustó en lo más profundo de todo ser viviente y lo condicionó a la realidad de ser portador de una semilla que produjera fruto.

En el libro de Génesis en su capítulo 1 y ver-sos 27 y 28 encontramos ese decreto extraor-dinario de Dios para con su creación, esa palabra determinante que marcó a todo ser viviente especialmente al hombre, al único ser hecho a la imagen y semejanza del Eterno Rey del universo.

Génesis 1:27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.1:28 Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven so-bre la tierra.

La palabra fructificad significa: Capacidad de producir o llevar fruto, ser fructífero. No solo

se refiere a tener hijos, sino que el hombre está condicionado por una orden divina a que todo lo que haga y emprenda produzca un fru-to. Es decir Dios nos concibió para que seamos fértiles, es decir que seamos una tierra buena capaz de que toda semilla que es sembrada tenga la facultad de germinar, florecer y pro-ducir la cosecha.

En relación a esta capacidad de producir Jesús hace una referencia maravillosa en el evange-lio de Juan en el capítulo 15.

Juan 15:16 No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto per-manezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé.

EL propósito de Dios no es solo que produz-camos fruto, sino que esta cualidad sea de forma continua, permanente y abundante. El deseo de Dios siempre ha sido y será que tu produzcas fruto, para bendición tuya y de muchos más que Dios conectará contigo para que a través tuyo sean bendecidos.

Otro aspecto de esta orden de Dios para su creación involucra que este fruto, esta cose-cha que se experimenta al ejecutar esta ley irrevocable, no va a ser escaso, es decir lleva la instrucción del cielo de que sea multiplica-do. Esta palabra en el original hebreo implica un aumento, abundancia, un crecimiento, en-sanchamiento y exceder más allá. Esto es su-mamente significativo ya que debes entender que nunca fue el plan de Dios que su creación estuviese en estreches, estancamiento, escas-

C A P Í T U L O 9

Promesas de bendición y prosperidad

es o con recursos sumamente limitados. El Señor en múltiples etapas de la historia del hombre le recordó que habría de cumplir esta bendición, por ejemplo al patriarca Abram le dijo:

Génesis 17: 2 Y pondré mi pacto entre mí y ti, y te multiplicaré en gran manera.

Génesis 17:6 Y te multiplicaré en gran manera, y haré naciones de ti, y reyes saldrán de ti.17:7 Y estableceré mi pacto entre mí y ti, y tu de-scendencia después de ti en sus generaciones, por pacto perpetuo, para ser tu Dios, y el de tu descendencia después de ti.17:8 Y te daré a ti, y a tu descendencia después de ti, la tierra en que moras, toda la tierra de Canaán en heredad perpetua; y seré el Dios de ellos.

Así también a Isaac:

Génesis 26:24 Y se le apareció Jehová aquella noche, y le dijo: Yo soy el Dios de Abraham tu pa-dre; no temas, porque yo estoy contigo, y te ben-deciré, y multiplicaré tu descendencia por amor de Abraham mi siervo.

Lo mismo hizo con Jacob:

Génesis 28:13 Y he aquí, Jehová estaba en lo alto de ella, el cual dijo: Yo soy Jehová, el Dios de Abraham tu padre, y el Dios de Isaac; la tierra en que estás acostado te la daré a ti y a tu descen-dencia.28:14 Será tu descendencia como el polvo de la tierra, y te extenderás al occidente, al oriente, al norte y al sur; y todas las familias de la tierra serán benditas en ti y en tu simiente.28:15 He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que fueres, y volveré a traerte a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho.

De la misma manera a su pueblo:

Levítico 26:9 Porque yo me volveré a vosotros, y os haré crecer, y os multiplicaré, y afirmaré mi pacto con vosotros.

Esta verdad es realmente importante que tu la entiendas y la recibas por la fe. Dios no solo habló e hizo un pacto con Abraham, Isaac, Ja-cob e Israel. La bendición que Dios juró habría de cumplir en la descendencia de Abraham también te incluye a ti que por la fe recibiste la herencia en Cristo Jesús.En el libro de Gálatas capítulo 3 el apóstol Pablo nos recuerda esta verdad poderosa.

Gálatas 3:14 para que en Cristo Jesús la bendi-ción de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Es-píritu.

Así que Dios le juró a Abraham y a nosotros que nos multiplicaría y que seríamos instru-mento de bendición para muchos.

Génesis 12:2 Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición.12:3 Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.

De igual manera en el capítulo 22.

Génesis 22:16 y dijo: Por mí mismo he jurado, dice Jehová, que por cuanto has hecho esto, y no me has rehusado tu hijo, tu único hijo;22:17 de cierto te bendeciré, y multiplicaré tu de-scendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar; y tu descen-dencia poseerá las puertas de sus enemigos.22:18 En tu simiente serán benditas todas las na-ciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz.

Debes comprender que Dios quiere prosper-arte para que seas un canal de bendición, El quiere que crezcas, te desarrolles y que cada

área de tu vida en la cual fuiste llamado a pro-ducir fruto, sea multiplicada para bendición tuya y de muchos que Dios ha dispuesto ben-decir a través del cumplimiento del destino profético que el determinó para tu vida.

La prosperidad de Dios es parte del pacto que Él concertó con su pueblo.

Cuando Dios trajo liberación a su pueblo de la opresión de Egipto, Dios le recordó que había un pacto hecho Abraham sobre una heren-cia, una tierra que Dios haría que su pueblo la poseyera, una tierra llena de bendición y abundancia, una tierra de reposo en la cual su pueblo podría ser fructífero y que su fruto fuese multiplicado de forma extraordinaria. Pero lo más significativo de estas palabras que Dios le recuerda al pueblo en el libro de Deuteronomio en su capítulo 8 y que quiero que centres tu atención, se encuentran a la al-tura del verso 18. Ahí Dios establece una ver-dad determinante que nos incluye a nosotros como herederos en Cristo del pacto que Dios hizo con Abraham, es un recordatorio para que nunca olvides que es El quién te da el poder para prosperar, porque Dios no miente en su pacto. El juró bendecirte y manifestar su poder para que puedas producir fruto que sea multiplicado.

Deuteronomio 8:6 Guardarás, pues, los man-damientos de Jehová tu Dios, andando en sus caminos, y temiéndole.8:7 Porque Jehová tu Dios te introduce en la bue-na tierra, tierra de arroyos, de aguas, de fuentes y de manantiales, que brotan en vegas y montes;8:8 tierra de trigo y cebada, de vides, higueras y granados; tierra de olivos, de aceite y de miel;8:9 tierra en la cual no comerás el pan con esca-sez, ni te faltará nada en ella; tierra cuyas pie-dras son hierro, y de cuyos montes sacarás co-bre.8:10 Y comerás y te saciarás, y bendecirás a Je-hová tu Dios por la buena tierra que te habrá

dado.8:11 Cuídate de no olvidarte de Jehová tu Dios, para cumplir sus mandamientos, sus decretos y sus estatutos que yo te ordeno hoy;8:12 no suceda que comas y te sacies, y edifiques buenas casas en que habites,8:13 y tus vacas y tus ovejas se aumenten, y la plata y el oro se te multipliquen, y todo lo que tuvieres se aumente;8:14 y se enorgullezca tu corazón, y te olvides de Jehová tu Dios, que te sacó de tierra de Egipto, de casa de servidumbre;8:15 que te hizo caminar por un desierto grande y espantoso, lleno de serpientes ardientes, y de escorpiones, y de sed, donde no había agua, y él te sacó agua de la roca del pedernal;8:16 que te sustentó con maná en el desier-to, comida que tus padres no habían conoci-do, afligiéndote y probándote, para a la postre hacerte bien;8:17 y digas en tu corazón: Mi poder y la fuerza de mi mano me han traído esta riqueza.8:18 Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este día.

Acuérdate siempre que si vives una vida en obediencia a Su Palabra, Su poder será mani-fiesto en ti para darte la habilidad y capacidad de generar y producir fruto y recursos que te permitirán ser un factor de bendición para tu hogar y para muchos más.

Es su poder que El derrama sobre ti en forma de bendiciones extraordinarias que no podrás cuantificar de forma natural y lógica, es su buen tesoro el cielo que abre para derramar Su lluvia que riega cada esfera de tu vida y la hace productiva.

Ezequiel 34:26 Y daré bendición a ellas y a los alrededores de mi collado, y haré descender la lluvia en su tiempo; lluvias de bendición serán.34:27 Y el árbol del campo dará su fruto, y la tier-ra dará su fruto, y estarán sobre su tierra con

seguridad; y sabrán que yo soy Jehová, cuando rompa las coyundas de su yugo, y los libre de mano de los que se sirven de ellos.

Otro aspecto maravilloso que involucra esa bendición que Dios hace descender para sus hijos que aman obedecer su Palabra, la en-contramos en el libro de Proverbios 10, cuan-do establece que una característica de esa bendición es que no genera con ella ni dolor, ni producirá conflicto que traiga tristeza al corazón.

Proverbios 10:22 La bendición de Jehová es la que enriquece,Y no añade tristeza con ella.

En el mundo muchos prosperan de la forma equivocada y hasta con métodos que bien serían cuestionables y hasta ilegales, esa riqueza nunca podrá producir una satisfac-ción plena, siempre traerá consigo un vacío imposible de llenar, más sin embargo la ben-dición de Dios no solo hace que sus hijos crez-can y sean enriquecidos sino que también trae paz al corazón y una satisfacción porque se puede reconocer que lo que hemos recibido y tenemos proviene de la gracia y el favor sin comparación de nuestro Padre, Rey y Señor.

Tu prosperidad está directamente ligada a tu obediencia de la Palabra de Dios.

Deuteronomio 7:12 Y por haber oído estos de-cretos y haberlos guardado y puesto por obra, Jehová tu Dios guardará contigo el pacto y la mi-sericordia que juró a tus padres.7:13 Y te amará, te bendecirá y te multiplicará, y bendecirá el fruto de tu vientre y el fruto de tu tierra, tu grano, tu mosto, tu aceite, la cría de tus vacas, y los rebaños de tus ovejas, en la tierra que juró a tus padres que te daría.7:14 Bendito serás más que todos los pueblos; no habrá en ti varón ni hembra estéril, ni en tus ga-nados.

Si deseas experimentar la bendición de Dios, es indispensable que tengas una disposición voluntaria, comprometida y permanente de escuchar, atesorar y cumplir los principios, mandamientos y preceptos de Dios. Amar Su Palabra, es amarlo a El, cumplirla es sinónimo de ser su discípulo, si afirmo que le creo a Él pero no hago lo que me pide, en-tonces vengo a ser un mentiroso y por lo tanto Dios no me puede bendecir a plenitud como El desea, porque sus promesas están condicio-nadas a la obediencia.

Deuteronomio 28:1 Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamien-tos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra.28:2 Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios.28:3 Bendito serás tú en la ciudad, y bendito tú en el campo.28:4 Bendito el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, el fruto de tus bestias, la cría de tus vacas y los rebaños de tus ovejas.28:5 Benditas serán tu canasta y tu artesa de amasar.28:6 Bendito serás en tu entrar, y bendito en tu salir.28:7 Jehová derrotará a tus enemigos que se le-vantaren contra ti; por un camino saldrán contra ti, y por siete caminos huirán de delante de ti.28:8 Jehová te enviará su bendición sobre tus graneros, y sobre todo aquello en que pusieres tu mano; y te bendecirá en la tierra que Jehová tu Dios te da.28:9 Te confirmará Jehová por pueblo santo suyo, como te lo ha jurado, cuando guardares los mandamientos de Jehová tu Dios, y anduvieres en sus caminos.28:10 Y verán todos los pueblos de la tierra que el nombre de Jehová es invocado sobre ti, y te temerán.28:11 Y te hará Jehová sobreabundar en bienes,

en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu bestia, y en el fruto de tu tierra, en el país que Jehová juró a tus padres que te había de dar.28:12 Te abrirá Jehová su buen tesoro, el cie-lo, para enviar la lluvia a tu tierra en su tiem-po, y para bendecir toda obra de tus manos. Y prestarás a muchas naciones, y tú no pedirás prestado.28:13 Te pondrá Jehová por cabeza, y no por cola; y estarás encima solamente, y no estarás debajo, si obedecieres los mandamientos de Je-hová tu Dios, que yo te ordeno hoy, para que los guardes y cumplas,28:14 y si no te apartares de todas las palabras que yo te mando hoy, ni a diestra ni a siniestra, para ir tras dioses ajenos y servirles.

Las consecuencias de la obediencia a la Pa-labra son extraordinarias y serán tuyas si te dispones a vivir una vida de honra hacia el Señor y lo que El ha establecido.

Salmo 115:11 Los que teméis a Jehová, confiad en Jehová;El es vuestra ayuda y vuestro escudo.115:12 Jehová se acordó de nosotros; nos bend-ecirá;Bendecirá a la casa de Israel;Bendecirá a la casa de Aarón.115:13 Bendecirá a los que temen a Jehová,A pequeños y a grandes.115:14 Aumentará Jehová bendición sobre vo-sotros;Sobre vosotros y sobre vuestros hijos.115:15 Benditos vosotros de Jehová,Que hizo los cielos y la tierra.

El temor de Dios involucra un respeto profun-do a Su Palabra y una disposición completa a obedecerla, no es miedo a lo que El pueda de-jar de hacer si no le cumplo, es más bien una actitud de reverencia, humildad y deseo de honrarle y vivir para Él. Aquellos que caminan en el temor de Dios provocan que la bendición del cielo les alcance a ellos y a sus genera-ciones de una manera gloriosa. Si vives tu vida

poniendo un énfasis en obedecer al Señor, honrando sus principios y mandamientos te acontecerá lo que el Señor promete en el li-bro de Malaquías: “te abriré las compuertas del cielo para derramar bendición hasta que sobreabunde.”

Malaquías 3:10 Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vo-sotros bendición hasta que sobreabunde.3:11 Reprenderé también por vosotros al devora-dor, y no os destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, dice Jehová de los ejércitos.3:12 Y todas las naciones os dirán bienaventura-dos; porque seréis tierra deseable, dice Jehová de los ejércitos.

Si honras el principio que está en la Palabra, la bendición contenida en el te

honrará a ti.

En el primer libro de Samuel en su capítulo 2 y verso 30, el Señor hace una declaración muy puntual sobre dos tipos de personas. El dice: “yo honro a los que me honran y desprecio a los que me desprecian.”Aquellos que mantienen un código de honor y obediencia a El y su Palabra recibirán el fruto, la cosecha, la recompensa de la promesa con-tenida en ella, contrariamente aquellos que a causa de un corazón incrédulo la desprecian.Este principio lo encontramos en la encomien-da que Dios le hace a Josué en la víspera de entrar a la conquista de la tierra prometida.

Josué 1:8 Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.

Dicho de otra manera: ¿Quieres hacer

prosperar tu camino y que todo te salga bien? Pues entonces que no se aparte la Palabra de tu vida. Si tu honras el Precepto de Dios, el precepto te honrará a ti con el cumplimiento de la promesa que contiene.

En el Salmo 1 habla sobre aquel bienaventura-do que puso su delicia, su atención, su priori-dad en la Palabra y que por ello, como conse-cuencia recibe la honra de dicha actitud de fe. Este Salmo dice así:

Salmo 1:2 Sino que en la ley de Jehová está su delicia,Y en su ley medita de día y de noche.1:3 Será como árbol plantado junto a corrien-tes de aguas,Que da su fruto en su tiempo,Y su hoja no cae;Y todo lo que hace, prosperará.

La Palabra de Dios es recíproca con aquel que la busca, si tu buscas hacer lo que ella manda, ella te recompensará con la vida abundante que contiene, recuerda la Palabra no es algo es alguien, es Cristo y el vino para darte vida en abundancia.

Deuteronomio 30:14 Porque muy cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas.30:15 Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal;30:16 porque yo te mando hoy que ames a Jehová tu Dios, que andes en sus caminos, y guardes sus mandamientos, sus estatutos y sus decretos, para que vivas y seas multiplicado, y Jehová tu Dios te bendiga en la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella.

Recuerda esto siempre y siempre, la prosper-idad de Dios nunca, nunca, nunca podrá ser desligada de una actitud y una determinación irrestricta a obedecer la Palabra del Señor de forma integral, no es algo mágico, es conse-

cuencia directa de un caminar en fe en el Pre-cepto del Señor.

Dios de tu semilla hace prosperar la cosecha, pero no pretendas fruto de donde

no hay semilla.

Un aspecto sumamente relevante en el prin-cipio bíblico para prosperar, es que Dios retor-nará multiplicado lo que das, lo que siembras y ofrendas.

En el libro de Gálatas capítulo 6 dice:Gálatas 6:7 No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.

Proverbios 11 es muy claro al evidenciar esta verdad, Dios hace prosperar al que tiene una actitud generosa para dar, para repartir y com-partir lo que de gracia Dios le da.

Proverbios 11:24 Hay quienes reparten, y les es añadido más;Y hay quienes retienen más de lo que es justo, pero vienen a pobreza.11:25 El alma generosa será prosperada;Y el que saciare, él también será saciado.

Así mismo Jesús fue enfático en esto cuando hablo sobre el dar en el evangelio de Lucas 6 dice:

Lucas 6:38 Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vues-tro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir.

Siempre tu cosecha retornará a ti de forma mas abundante y sobrenatural de lo que fue tu semilla al salir de tu mano. De lo que das, recibirás aumentado por la bendición de Dios, pero no pretendas recibir si tu corazón es avaro para dar.

El apóstol Pablo refiere este principio en su carta a la Iglesia de los filipenses en su ca-pitulo 4, y les hacer ver que lo que ellos dan, no son contribuciones, dádivas o donaciones, en el Reino del Señor y máxime cuando se tra-ta de sembrar en su obra, lo que das es fruto que es almacenado en tu cuenta y Dios lo hará venir en forma de bendiciones mucho más grandes de lo que aún esperas.

Filipenses 4:17 No es que busque dádivas, sino que busco fruto que abunde en vuestra cuenta.4:18 Pero todo lo he recibido, y tengo abundan-cia; estoy lleno, habiendo recibido de Epafrodito lo que enviasteis; olor fragante, sacrificio acep-to, agradable a Dios.4:19 Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.

Una promesa maravillosa cuando se da al necesitado.

Otra promesa magnifica que encontramos en la Escritura refiere a la actitud dispuesta para dar al necesitado, ayudar al que socorro necesita. Cada vez que das al necesitado es-tableces un recordatorio al cielo que traerá como respuesta bendiciones abundantes.

Proverbios 28:27 El que da al pobre no tendrá po-breza;Mas el que aparta sus ojos tendrá muchas mal-diciones.

Tan contundente es esta verdad que la Biblia muestra que al que tiene esta actitud de dar al pobre, Dios mismo le sustentará a El en el momento de la necesidad, le librará de estar en esa circunstancia de escases.

Salmo 41:1 Bienaventurado el que piensa en el pobre;En el día malo lo librará Jehová.41:2 Jehová lo guardará, y le dará vida;

Será bienaventurado en la tierra,Y no lo entregarás a la voluntad de sus enemigos.41:3 Jehová lo sustentará sobre el lecho del do-lor;Mullirás toda su cama en su enfermedad.

Aún mayor proverbios declara que si damos al necesitado es como si prestáramos a Dios y El no dejará de retornar con creces lo que le has dado.

Proverbios 19:14 A Jehová presta el que da al po-bre,Y el bien que ha hecho, se lo volverá a pagar.

Si quieres ver un incremento sobrenatural en tus finanzas, empieza a dar a la obra del Señor, únelo con ayudar al necesitado y prepárate para ver los cielos abiertos a tu favor.

Dios da la semilla al que desea sembrar.

El Señor fue tan fiel y justo en su deseo de que todos sus hijos sean prosperados que se aseguró de que nadie pudiese tener una ex-cusa para no prosperar. No hay quién pueda esbozar el argumento de que no puede dar, porque Dios mismo se comprometió a dar la semilla al que desea sembrar, para asegurar así que todo aquel que desea obedecer y hon-rar este principio de la Palabra pueda experi-mentar el cumplimiento del deseo de Dios de prosperarle y activar en su vida Su promesa de fructificar y multiplicar la semilla en cose-cha extraordinaria.

Isaías 55:8 Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros camin-os, y mis pensamientos más que vuestros pens-amientos. Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra,

y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo qui-ero, y será prosperada en aquello para que la envié.

El Apóstol Pablo retoma este principio y lo une al concepto de dar ofrendas.

2 Corintios 9:6 Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará. Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra; como está escrito:Repartió, dio a los pobres;Su justicia permanece para siempre. Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sement-era, y aumentará los frutos de vuestra justicia, para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio de no-sotros acción de gracias a Dios.

Si en este día tu reconoces que has estado viviendo tiempos de escases y por tu mente ha corrido la idea de que es imposible sem-brar y dar para iniciar en tu vida ese ciclo ex-traordinario de siembra y cosecha, comienza con una decisión clara en tu mente, establece un deseo de ofrendar, de sembrar y dar a otros que están en necesidad. Añadido a esto pídele al Señor que ponga una semilla en tu mano, que te provea de forma milagrosa una ofrenda, también procura tener la fidelidad y el discernimiento de reconocer que eso que va a venir sobrenaturalmente será una semilla y que no te la vas a comer, sino que tendrás

la diligencia de sembrarla en su Reino, luego abona tu mente con la Palabra y confiesa que así como Dios es justo en poner la semilla en tu mano, será doblemente justo en hacer que esa semilla produzca una cosecha multiplica-da en abundancia y ten la disposición que en el momento que esa cosecha venga, aparta de nuevo una semilla para el siguiente ciclo de siembra y cosecha. Es así como vas a ver a Dios prosperando tu vida.

Dios desea prosperarte en todo y que su bendición la puedas disfrutar.

Recuerda, Dios como tu Padre y uno bueno que no se compara con ninguno, El desea darte lo mejor y prosperarte en abundancia, El Señor no se alegra en tu escases, ni la utiliza para hacerte más santo ni mucho menos castigarte. Jesús se hizo pobre para que en su pobreza tu seas enriquecido, así que convéncete de una vez y para siempre que lo que te está pasan-do negativo es temporal y que a través de tu obediencia a la Palabra y la fidelidad del prin-cipio de Dios, vas a prosperar de forma pro-porcional a como prospera tu vida espiritual y tu alma.

3 Juan 1:2 Amado, yo deseo que tú seas prosper-ado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.

Tienes que sacar de tu mente las viejas en-señanzas religiosas que te hicieron creer que la prosperidad era del diablo y que Dios te quería en esa estreches y limitación. Recon-oce que Dios quiere darte todo en abundancia para que lo disfrutes con los tuyos y que seas bendición para muchos. El Apóstol Pablo in-spirado por le Espíritu Santo así lo reconoce:

1 Timoteo 6:17 A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abun-

dancia para que las disfrutemos. Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos; atesorando para sí buen fundamento para lo por venir, que echen mano de la vida eterna.

No es pecado delante de Dios tener un deseo correcto de prosperar para poder ser bendi-ción a muchos, más bien es un buen testimo-nio prosperar, ya que habla de la fidelidad de Dios, su amor y su cuidado. La prosperidad de Dios no solo se refleja en lo material, también involucra un crecimiento en tu vida espiritual, en tu relación con Dios y su Palabra. Más bien es consecuencia de ello y te va a conducir a mejorar y ser excelente en todo lo que hagas y emprendas. Te obligará a convertirte en un buen administrador, un mayordomo diligente e íntegro de los recursos que Dios pone en tu mano. Ser prospero de forma integral va de la mano también con una actitud trabajadora, con la integridad que se demanda para afron-tar la vida con principios y valores acordes con la Palabra. Para prosperar es fundamental una vida en orden delante de Dios, porque Dios no patrocina el pecado, si en tu vida no están Sus principios, por lo tanto no estará Su provisión y bendición. Así que prosperar demanda una disposición mayor de buscar su Reino, para que lo demás sea provisto.

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