UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR

FACULTAD DE FILOSOFÍA LETRAS Y CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN

PSICOLOGÍA EDUCATIVA Y ORIENTACIÓN

INTERVENCIÓN

MSC. ALBA YÉPEZ

ENFOQUE PSICOLINGÜÍSTICO

ALUMNA: JACKELINE HERRERA

SEMESTRE: 6T0. “B”

CONCLUSIÓN:

Se llega a la conclusión que los problemas desde este enfoque no son perceptivos

visuales, aunque otros autores lo dicen que lo visual si tienen importancia a la hora

de adquirir el proceso lector, este enfoque toma en cuenta otros aspectos

influyentes como es el tiempo de reacción ante la presencia de estímulos visuales,

la capacidad para segmentar palabras en fonos, es aquí donde se hace mayor

énfasis ya que se dice que los malos lectores son buenos para segmentar las

palabras en sílabas pero no en fonos, además tienen una deficiencia en una de las

vías del proceso léxico interno siendo esta la indirecta ya que esta hace de las

personas lectores autónomos.

Los docentes deben ayudar a comprender la relación existente entre letra y

segmentos de palabras como se representan cada una, deben proveer a los

alumnos de métodos y estrategias que dejen de lado los procesos laboriosos por

algo creativo que llame la atención de los niños y no se compliquen a la hora de

adquirir el proceso lector.

PROPUESTA:

El procesamiento es totalmente automático. Si también sabe leer entenderá esta

frase escrita. La diferencia fundamental que distingue al que sabe leer del que no

sabe es la capacidad de atribuir un sentido preciso a cada una de las palabras

escritas que componen la frase. Lo demás, los conocimientos sintácticos y

pragmáticos, son indispensables para leer pero no son “saber leer” sino conocer la

lengua en la que se lee.

La lectura es más que una simple actividad de decodificación, si se la entiende no como un proceso mecánico en el que primero se aprende a identificar y nombrar bien cada una de las letras para luego, al unirlas, pensar qué dicen, sino como un proceso en el cual el lector a medida que se enfrenta al texto escrito va construyendo el significado. La posesión del código alfabético permite leer de manera autónoma y esto, tal como

argumentamos abundantemente antes, mejora el funcionamiento del sistema de

procesamiento de las palabras (autoaprendizaje) y enriquece los conocimientos

lingüísticos y generales del lector. Los recursos de orden superior, necesarios para

leer textos de cierta complejidad, se desarrollan leyendo, por lo que la enseñanza

de la lectura debe llevar al niño al nivel de lector autónomo lo antes posible.