José Antonio Crespo, Las urnas de Pandora.Partidos políticos y elecciones en el gobiernode Salinasf México, Espasa Calpe, 1995, 316 p.

Diego Antoni

En la Teogonia de Hesíodo, Zeus engalana a Pandora, la primera mu

jer, con todos los atributos de la belleza para que seduzca a Epimeteo, hermano de Prometeo. Al consumarse el

matrimonio entre Epimeteo y Pandora, unión que Prometeo siempre viocon desconfianza porque intuía queen realidad la primera mujer ocultabaperfidia y mentira, Zeus le entrega aPandora un cofre que no debía abrirpor ningún motivo. Incitada por la curiosidad, ella desobedece el mandatoy provoca que surjan de la caja todaslas calamidades que desde entoncesaquejan a la humanidad.

Puede parecer ocioso el recuentode este mito para reseñar un libro sobre democracia electoral. Sin embar

go, con el afán de transmitir el espíritu didáctico de la obra más reciente

de José Antonio Crespo, es útil recurrir a la mitología griega. Así como lainviolabilidad de aquella caja aseguraba el bienestar de Peuidora, Epimeteo y la humanidad en general, en elsexenio de Carlos Salinas de Gortari

convenía que las urnas se manejarancon cautela. Y el sentido poUtico de lamovihzación poselectoral de 1988, asícomo los vaticinios de intelectuales-

Prometeos que advirtieron tempranamente la necesidad de un cambio

en el régimen so pena de no poder manejar unas urnas electorales que predecían turbulentas, constituyeron losoráculos que el sexenio anterior nosupo descifrar ni aprovechar.

Como Pandora, el mandatario

electo en 1988 logró lucir por unosaños ropajes más atractivos que losque tuvo al nacer y estas nuevas prendas habrían satisfecho a electores

guiados por el bienestar del presente(como Epimeteo, que en griego significa "el que entiende después de habervisto"). Sin embargo, nos dice el autor,Carlos Salinas cedió a la tentación de

manipular y abrir las imias de Peui-dora de donde afloraron "dificultades

de toda índole: marchas, plantones,tomas de inmuebles, quemas de actasy boletas, confrontaciones y violencia"(p. 312). ¿Por qué razones Carlos Sa-

Política y Gobierno, vol. III, núm. 1, primer semestre de 1996

linas no supo capitalizar sus relativoséxitos económicos y su renovada imagen para contribuir al tránsito pacífico hacia la democracia?

Los ocho capítulos de este libroaportan una respuesta tanto teóricacomo histórica para entender estemalentendido sexenal. En el primercapítulo, José Antonio Crespo hace imrecuento histórico que arroja luz sobre im contexto político que poco influyó para que el régimen de partidohegemónico, que gobierna a Méxicodesde 1929, iniciara por sí solo unatransformación democrática pacíficay ordenada que, a la postre, le hubierabeneficiado en términos electorales.

El autor concluye, pues, que dadas lascaracterísticas peculiares de la hegemonía priísta —que en ningún momento se asemejaron a las de los partidos únicos fascistas y comimistas—,resulta difícil transitar de im sistema

de partido hegemónico, que excluye laalternancia, a im sistema de partidodominante que la hace improbablepero no imposible (es el caso de la democracia cristiana en Italia en los cin

cuenta años posteriores a la segundaGuerra), aunque este cambio fuerateóricamente racional para todo elmimdo.

En los dos capítulos siguientes

el autor expHca cómo el sistema departidos del "peculiar régimen priísta" había logrado canalizar con relativo éxito el descontento antirrégi-men, manteniendo a la oposición en"ciertos límites aceptables". De estamanera se inhibió el iónico acicate quehubiera podido iniciar los cambios necesarios. De ahí que Carlos Sahnas(como su antecesor Miguel de la Ma

drid) al inicio de su sexenio confiaraen la tradicional hberalización electo

ral dosificada. Así, la tentación de manipular las urnas de Pandora no sehizo esperar a pesar de que contaba,en 1991, con im entorno pofítico particularmente favorable.

Es así como las vicisitudes elec

torales generadas por las diferentesmanipulaciones, reseñadas en los siguientes capítulos, afectaron de manera duradera la credibilidad que lacreciente fluidez del electorado mexi

cano hacía más necesaria que mmca.Carlos Salinas practicó permanentemente ima política cahficada por elautor de "democracia selectiva", caracterizada por una cerrazón sistemática hacia el PRD y im espíritu deapertura, rayando en la compHcidad,hacia el PAN. Los procedimientos extralegales, prevalecientes en las renuncias de Ramón Aguirre en Guana-juato y de Fausto Zapata en San LuisPotosí en 1991, constituyen quizá losejemplos más evocadores de dicha po-htica.

Sólo los acontecimientos políticos de 1994 fueron capaces de desincentivar esta democratización selec

tiva (el conflicto armado en Chiapasresultó ser una prueba evidente de loscostos que implicó la cerrazón institucional hacia la izqmerda). La tercera (y de mayor alcance) reforma electoral surge pues en im contexto político sumamente crítico que hacíapredecir nuevas urnas de Pandora en1994. Sin embargo, como dice JoséAntonio Crespo, la clara preferenciapor la estabilidad expresada por loselectores en los comicios de ese año

aminoró los estragos que se preveían.

José Antonio Crespo, Las urnas de Pandora

¿Qué implicaciones tienen estasvicisitudes electorales en el proceso dedemocratización que está experimentando nuestro país? Aiín es prematuro, advierte el autor, identificar concerteza los estragos causados por lasurnas de Pandora en el sexenio de Sa

linas. Sin embargo, Crespo esboza ensu conclusión varios ejes de reflexiónque constituyen una muy acertada ydidáctica lección que todo mexicanodebiera meditar. En primer lugar, resulta más que evidente que Salinasdesaprovechó condiciones políticasmuy favorables para facilitar el tránsito hacia la democracia por la vía institucional, que sigue constituyendopara el autor la mejor y casi única alternativa para el México de mañana.En vez de sondear esta oportunidadhistórica. Salinas pensó que la democracia selectiva bastaría para llevar acabo sus reformas económicas.

En segundo lugar, parece quelas vicisitudes electorales del sexenio

de Salinas golpearon de manera duradera el incipiente escenario tripar-tidista mexicano. Por una parte, la polarización ideológica y táctica suscita-da por la "democracia selectiva"instrumentada por Salinas hasta1994 compromete el diálogo necesariopara la construcción de una oposiciónmás unida o por lo menos solidaria

ante la adversidad. Ciertamente, estadesarticulación de la oposición sedehe también a errores tácticos tanto

del PAN (apertura excesiva hacia elPRI) como del PRD (radicalización de

su discurso), pero en Salinas sigue recayendo una responsabilidad que sóloel futuro inmediato del país podrá poner en perspectiva. Por otra parte, lavariedad de desenlaces que caracterizó a las elecciones de 1988 a 1994, restó credibilidad al marco legal en quese desarrollaron.

No obstante laincertidumbre, elautor no cede al pesimismo. Al contrario, de su libro se desprende un optimismo moderado y lúcido que deningima manera cae en la complacencia. José Antonio Crespo sigue creyendo que es posible transitar pacíficay ordenadamente hacia una democracia de la que el PRI no estaría necesariamente excluido. Si este último

pasara a ser un partido dominante,electo de manera democrática y representativo por su ideología de unaparte de la sociedad mexicana, la democracia en el país podría funcionarde manera más satisfactoria. Esta es

una esperanza que muchos mexicanos compartimos. Pero como dice He-síodo en su relato acerca de Pandora

y Epimeteo: "en el fondo de la caja sóloquedó la esperanza".