en el cuarto de arriba

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Cuando llegue la primavera: DWW en la intimidad por Masud Khan

Winnicott en el cuarto de arriba por Paula LarotondaPresentamos esta vez, lo vivo de la historia de Donald Winnicott (DWW, tal como lo llamaba en la intimidad, o el viejo zorro -as aluda al Winnicott en su tarea de supervisor-) en el testimonio de su discpulo Masud Khan.

Nacido en la India, prncipe de la familia Khan de Pakistn, Masud Khan se form en Londres y fue paciente de Winnicott, supervis pacientes con l y colabor en la preparacin de sus libros. Analista, escritor y editor. Muri en Londres, en 1989. Poco antes de su muerte, con un cncer de garganta, fue expulsado de la Sociedad Britnica de Psicoanlisis...

Sus textos: The Privacy of the Self, Alienation in Perversions; Hidden Selves y When Springs come. En este ltimo, Cuando llegue la primavera nos deja testimonio de la especial relacin que l y Winnicott haban construido.

Con el siguiente recorte quiero destacar precisamente el vnculo de confianza, de cuidado, de intimidad y de respetuosa distancia que estos dos hombres mantenan. Si por un lado, Masud reconoca en dicho vnculo, el amor y la admiracin a un padre; por el otro podemos palpar -a travs del relato- la cualidad del sostn que posibilita el despliegue de la vida de un hijo.

Asistimos tambin por medio de este escrito a la capacidad de trabajo de Winnicott, a su pasin, a su jugar, al valor prestado a los detalles, a las ceremonias de buen ingles, al lugar sagrado de los afectos...Y finalmente a sus dolores, no slo los que deba soportar por las anginas de pecho, sino tambin los de aquellas heridas de soledad infligidas por sus pares, los analistas.

Finalmente reproduzco las palabras con las que nuestro querido Emilio Rodrigu evoc su encuentro con Masud Khan: Masud era compaero de seminarios: un tipo algo temido, alto, elegante, muy incisivo. Era irnico y arrogante, era un prncipe de verdad. Y era muy admirado por su inteligencia. Masud fue uno de los tipos ms inteligentes que conoc en mi vida. Con l hemos pasado noches charlando, tomando mucho te de la plantacin de su padre. Una noche yo me quejaba de un trabajo muy difcil de una analista, Susan Isaacs (mano derecha de Melanie Klein), que acababa de morir. Le dije a Masud que no haba comprendido nada y l me dijo Ese trabajo le tom seis meses a la autora redactarlo, era su testamento y tu pretendes comprenderlo en un da?...

Cuando llegue la primavera por Masud Khan

...El verdadero propsito que me llev a escribir este captulo es el de compartir con el lector mis experiencias gozosas, aunque tambin muy estrictas, de trabajar con D.W.W. sobre casos reales...

...Nada de inusual haba en esta visita que le haca a D.W.Winnicott la maana de aquel domingo, alrededor de las diez de la maana, en el mes de noviembre de 1969. Haca dos aos que, despus de montar, iba directamente a lo de D.W.W. todos los domingos por la maana y me quedaba dos horas o ms, segn su deseo y su necesidad. Nunca me quedaba a almorzar. La salud y la fuerza de D.W.W. se haban debilitado crticamente durante estos aos. Quera que lo ayudara a terminar de escribir y preparar para su publicacin el libro Playing and Reality (Juego y Realidad). Era para m un placer ayudarlo a D.W.W. Sola presentarme algunas notas o materiales clnicos mecanografiados y entonces las trabajbamos hasta darles una forma adecuada para su publicacin. A travs de estos encuentros aprend de D.W.W. ms que en ninguna ocasin. Sola hablar con libertad y variedad, rara vez permaneca largo tiempo trabajando sobre el texto mecanografiado. Con frecuencia se dejaba llevar a un estado de quietud somnolienta, en el que llegaba casi a dormitar. Estos ratos me daban la oportunidad de leer las notas o volver a pensar sobre lo que me haba dicho. Pronto se rehaca, y comenzaba nuevamente a conversar. Lo ms entretenido era que a veces, al volver a su conciencia parlante, D.W.W. me reprenda de buen modo: Sabe usted Khan (siempre me llam por mi apellido) casi sueo. Pero no pude porque su presencia aqu me estorb el camino del sueo. Yo lo escuchaba con alegre indulgencia, le haca alguna broma, y volvamos al trabajo.

D.W.W. trabajaba sobre sus textos como un inquieto y activo chico de nueve aos. A menudo deca: A los nueve aos ya todo me haba ocurrido. Ni en espritu ni en estilo he crecido desde entonces, sola aadir, bastante apenado. Y tena razn. Lo que todos nosotros, quienes trabajamos cerca de D.W.W. en esos ltimos aos de su vida valoramos ms en l fue aquel irreprimible bullir de pensamiento creador y del esfuerzo clnico que lo caracterizaba. Todava vea, aunque slo en casos de consultas, pacientes adultos y nios. (La mayora de los primeros eran analistas que venan de todo el mundo , con reputaciones muy bien establecidas, que buscaban la ayuda de D.W.W. porque haban ledo sus escritos. Todos haban tenido largos anlisis personales por uno u otro motivo, con propsitos de formacin o a causa de sus problemas). D.W.W. examinaba conmigo slo aquellos casos que yo poda ayudarle a escribir, ya para convertirlos en una narracin clnica, ya para que despus los organizara en otras secuencias de pensamiento. D.W.W. nunca, hasta donde yo s, escribi lo que uno podra llamar un trabajo puramente terico. Siempre comenzaba con alguna tarea clnica reciente y pasaba a teorizar a partir de ella. La razn de la escasez y ausencia de material clnico en sus artculos, por ejemplo, The use of an object (1969), reside en que D.W.W. era muy puntilloso en materia de preservar la privacidad de sus pacientes, inclusive la de los nios de, pongamos, cinco aos, y prefera no citar el material clnico que le haba llevado a una determinada nocin terica.

...Esa maana encontr a D.W.W. en un estado de excitacin. No haba acabado yo de quitarme el abrigo de montar y de sentarme frente a una taza de t, por l mismo preparada en la habitacioncita de la secretaria donde siempre trabajbamos juntos y podamos comunicarnos en una situacin propiamente privada, cuando sent que D.W.W. estaba a punto de plantear una demanda curiosa. Iba a encargarme una nueva tarea! Era tan poco lo que se expresaba explcitamente entre nosotros. Para entonces haca ya dos dcadas que nos conocamos, trabajando con mucha proximidad y manteniendo no obstante nuestra distancia. Nunca form parte en ningn sentido de su vida social y familiar, ni l de la ma...

... Aunque l nunca me lo haba dicho, cara a cara, saba yo por otros cunto esperaba de mi D.W.W. Era en muchos sentidos una persona que nada peda y esto haca que sus demandas mudas, no formuladas, se tornaran atrozmente exigentes. Era intil preparar los textos cuando uno deba encontrarse con D.W.W. tena un modo misterioso de desubicarlo a uno con preguntas inocentes, casi tontas- de modo que decid llegar a lo de D.W.W. sin ensayo alguno.

Eran las siete de la tarde. Fue su hermana quien me abri la puerta. No era esto nada alarmante. Nunca me abra la puerta la seora Winnicott. Me dijo: Por favor suba. Donald lo espera. D.W.W. me reciba arriba (as lo llambamos) slo cuando estaba indispuesto: ste era nuestro eufemismo para decir que haba tenido un ataque de angina pectoris, que lo incapacitaba por varios das. La puerta de su dormitorio estaba abierta. D.W.W. estaba plcidamente acomodado en la cama y se oa el clido sonido de la estufa de gas. Me sonri amablemente (...) Me sent. Srvase un poco de whisky. slo si tiene usted pura malta. s, queda un poco en la botella que est detrs de usted. Me serv con generosidad. Estaba ahora ms nervioso. Cualquier signo de que a D.W.W. le fallaran las fuerzas me pona muy ansioso. El siempre trataba de ocultarlo ante m y yo pretenda que haba tenido xito. Era un tonto juego britnico, que l jugaba mejor que yo. Haba nacido en ese juego y en l lo haban criado. A m, no.

...Dijo, con mucho laconismo: S, Khan! Gracias por no fallarme casi nunca. Buenas noches. Viniendo de parte de D.W.W., sas eran grandes alabanzas...

..Cuatro das ms tarde, un jueves, D.W.W. me llam por telfono alrededor de las nueve de la noche y me pidi que me llegara a su casa. Quera discutir algo con urgencia. Agreg. Khan, llueve terriblemente afuera. Si su auto ya est guardado, no me cuesta nada ir con el mo y recogerlo. Le dije que tena mi auto estacionado abajo, justo frente a la puerta, y que en cinco minutos estara en su casa. D.W.W. viva a la vuelta de la manzana. Al llegar me llev a la cueva, como la llambamos entre nosotros: la habitacin de su secretaria en el semistano. Como ocurra siempre por las noches, la tetera estaba al fuego, y estaban dispuestos biscochos digestivos en un plato con trozos de queso cheddar, un jarrito para m y una taza para l, la azucarera, una botella de whisky de malta, una jarra de agua y dos vasos. En las visitas nocturnas ver los objetos me haca sentir cmodo. No me agradaba mucho ir a lo de D.W.W. por las noches. Perturbaba su vida privada, o al menos as lo senta yo.

... (D.W.W.) tomaba de a traguitos un whisky de malta muy diluido. Siempre consider que eso era un ultraje brbaro contra un whisky de malta bien estacionado. El argumentaba que si se lo diluye con agua, el whisky produce efecto con mayor rapidez. Hasta donde yo s, D.W.W. slo tomaba whisky cuando se insinuaban los dolores de la angina o cuando estaba recuperndose de un ataque. (...) Me pregunt: Ha tenido tiempo de echarle una mirada al borrador a mquina revisado del Captulo X? Hasta la seora Coles se est hartando de volver a pasarlo a mquina tantas veces. Parece que no logro expresar bien la diferencia entre fantasa y fantaseo, segn me dicen. Fui un poco cortante con D.W.W.: Por qu les pide su opinin? Usted nunca los toma en serio. Eso no es justo Khan. Realmente tomo nota de lo que dicen. Pero tiene razn, no tendra que mostrrselo a tantos. Pero entonces hablan mal de usted, Khan: que me impide relacionarme con ellos A usted le importa lo que dicen, D.W.W.? A m no. s, me importa, Khan. Temo que le hagan dao cuando yo ya no est. ya hemos tratado este tema cien veces, D.W.W. Laissez aller! Si me incomodan demasiado, siempre puedo irme a Pars. Por lo dems, la seorita Freud sigue muy firme y saludable. De modo que, por favor, no se preocupe.

Yo saba que estbamos simplemente charlando para distendernos, hasta que D.W.W. estuviera listo para decirme lo que quera. Se prepar una taza de t, otro de sus hbitos brbaros, mezclar el t con el whisky. Se recost hacia atrs, como encaramado en la silla giratoria de la seora Coles. Sola moverse inquieto, hacia los costados y hacia atrs, una y otra vez. Yo siempre tema que pudiera dar toda la vuelta y caerse hacia atrs. D.W.W. todava se comportaba como si fuera el joven y gil atleta que fue en 1914, cuando se entrenaba para la carrera larga. Se fue aquietando hasta quedarse inmvil...

... Vamos ahora a trabajar sobre la copia final de su libro Playing and Reality (...) Logramos terminarlo y la copia a mquina qued lista para enviarla a los editores el martes siguiente. A la seora Coles le quedaban muchas pginas que copiar. As era siempre con D.W.W. Grandes revisiones de ltima hora. Se haca necesario arrancarle literalmente el manuscrito de las manos y decir est terminado para que se detuviera.

...Constantemente jugbamos el uno con el otro estos juegos infantiles. Es inusual que uno encuentre un personaje de la estatura y la anciana madurez de D.W.W. y pueda descubrir una relacin mutua tan gozosa y espontnea. D.W.W. me llevaba aproximadamente un cuarto de siglo. Pero he advertido que los ingleses tienen un autntico talento para promover tales amistades con las generaciones ms jvenes, con la debida ceremonia y el debido afecto. Yo siempre fui Khan para l, y l fue, en privado, D.W.W. En pblico doctor Winnicott.

... S, Khan, A la gente le encanta soar! Eso no es ninguna novedad para m. He visto en consulta ms de siete mil nios. Algunos llegan soando y se van corriendo de vuelta a sus casas soando todava. En esos casos la tarea clnica es la de no perturbar su sueo. No dar las interpretaciones del analista. D.W.W. haba acentuado las palabras del analista de modo sugerente. Algo lo haba fastidiado. Resulta extrao advertir cuntos fantasmas guardaba este sabio clnico dentro de s como jueces internos: Melanie Klein, Ernest Jones (que haba dictado conferencias sobre los sueos en la Sociedad Britnica cuando D.W.W. era todava un candidato, haca unos treinta y seis aos), inclusive la seorita Anna Freud. Lo hacan trastabillar del modo ms ridculo. Yo lo haba presenciado durante las Reuniones Cientficas de la Sociedad. No Jones, por supuesto; no recuerdo que haya ido alguna vez a escuchar un trabajo de D.W.W.

...Ve usted, Khan, he tenido este problema con ellos desde los das en que haca mi formacin con James Strachey. Nunca me analic con la seora Klein. Y no puedo decir que haya tenido un anlisis con Joan Riviere; es verdad, no obstante, que efectivamente me analiz durante unos diez aos. Y sigui analizndome durante las discusiones que se producan en las Reuniones Cientficas.

Permanec en silencio, y dej que se descargara y se librara de recuerdos que lo haban perturbado. A menudo sola tomarle el pelo dicindole: Sabe D.W.W., usted tiene realmente una cosa en comn con Freud, y l la tena en comn con el Prncipe Hamlet... Qu cosa? Preguntaba siempre con impaciencia. usted, Freud y Hamlet podan haber vivido felices en una cscara de huevo si no hubiese sido que los tres tenan malos sueos.

...D.W.W. experimentaba ese ao, 1970, una sensacin de urgencia por dejar preparados para su edicin, conmigo, tanto como le fuera posible de sus borradores, notas tomadas al pasar, etc. Yo ya haba hecho esto anteriormente, unos treinta y siete aos antes: para y con mi padre, Khan Bahadur Raj Fazaldad Khan, durante el ltimo ao de su vida. Le haba ayudado a organizar prolijamente sus vastas posesiones y a distribuirlas entre sus ocho hijos y dos esposas, segn sus deseos. El haba tomado conocimiento del hecho de que su fin haba llegado y lo haba aceptado silenciosa y gozosamente. Haba tenido buenas experiencias durante noventa y tres aos. D.W.W. tena slo setenta pero lo haban daado malamente unos ataques al corazn que tuvo desde 1950. S! Era una persona completa y lograda cuando tom el camino que lo conduca hacia su fin y lo recorri airosamente. A nosotros nos hizo sufrir a todos y cada uno de quienes lo ambamos. No era yo el nico, sino tan slo uno entre un amplio nmero. Lo mismo haba ocurrido al llegar el feliz fin de mi padre.

No hay dos personas que pudiesen ser ms diferentes, en la mayora de los aspectos, que mi padre y D.W.W., pero tenan en comn estas cosas: una inagotable energa de vivir; una capacidad de trabajo infatigable; y un compromiso total con el cuidado y el bienestar de los dems. Ambos y cada uno de ellos eran brutalmente exigentes, sin darse cuenta, para con los otros pocos a quienes respetaban o queran. De modo que llegu a mi relacin con D.W.W. bien preparado por mis diecinueve aos de agotador y amante aprendizaje con mi padre. Tena conciencia de esta correspondencia. Tambin la tena D.W.W. No obstante, jams nos dijimos una palabra sobre este punto. Los miembros de la profesin que nos observaban tenan sus propias versiones e interpretaciones para murmurar y difundir.

Lic. Paula Larotonda

[email protected] Editorial Paidos, Buenos Aires, 1991.

Masud Khan fue expulsado de la Sociedad Britnica de Psicoanlisis a poco tiempo del fallecimiento de Winnicott.