emisiÓn postal 500 aÑos del … andrés... · les de seguridad, protección y salvaguarda...

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El Ministerio de Tecnologías de la Información y las Co- municaciones, a través de la empresa oficial de Correos de Colombia, que opera bajo la marca 4-72, ha autorizado la presente emisión filatélica en la cual expone con orgullo la geografía del Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina y sus cayos de Serrana, Serranilla, Roncador, Quitasueño, Bajo Nuevo, Alburquerque y Este-Sureste. Los 9 motivos que conforman la presente emisión están sustentados sobre un hermoso arrecife coralino, que unido a la descripción de islas y cayos enmarcan el corazón de Co- lombia en el Caribe. Agradecemos la valiosa colaboración y asesoría recibida por parte del Presidente de la Academia Colombiana de Historia, Dr. Enrique Gaviria Liévano, del Contralmirante Leonardo Santamaría Gaitán, Director General Marítimo y del Capitán de Fragata William Pe- droza Nieto, Coordinador de Asuntos Internacionales de la Dirección General Marítima de Colombia - DIMAR. Esperamos que la presente serie de estampillas no solamen- te enriquezca las colecciones de los filatelistas, sino que sea un canal de educación y conocimiento para las nuevas ge- neraciones y despierte en ellas el verdadero sentido de per- tenencia y defensa hacia cada rincón de nuestro bello país. Juan Ernesto Vargas Uribe Presidente Servicios Postales Nacionales S.A. Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, sábado 12 de junio de 2010. Especificaciones técnicas Presentación El oasis de los 7 colores, ¡intensamente colombiano! Apostado en el corazón del Caribe colombiano, el Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina ha protagonizado una de las más hermosas historias de crecimiento y progreso, que han permiti- do consolidar un verdadero oasis en el que se mezcla de manera armoniosa, el encanto de la naturaleza, la exuberancia biodiversa, exóticos paisajes y ensoñado- res escenarios de paz. Una inmensa riqueza adorna hoy la isla y sus cayos, permanentemente admirados por propios y visitan- tes, constituyen el verdadero tesoro del departamen- to, más valioso aún, que el que habría sido enterrado por el Capitán Morgan, aquél famoso y ciertamente no muy legal corsario, que pareciera no querer aban- donar el Archipiélago, inmortalizando su rostro en la insular Santa Catalina. Su población pluriétnica y multicultural, conforma- da por descendientes nativos e inmigrantes, también la integran hoy numerosos turistas que han decidido establecerse en sus inmediaciones, enriqueciendo de manera importante la sociedad y su entorno, que ha sido foco de atención en los diversos órdenes econó- micos, ambientales, religiosos, culturales, educativos y laborales. El Gobierno Nacional, comprometido con sus áreas insulares ha ejercido soberanía sobre el Archipiélago y sus cayos, no solamente con esquemas instituciona- les de seguridad, protección y salvaguarda territorial, sino aplicando un modelo económico ambiental y sostenible que busca concertar las diversas necesida- des de la población, en franca línea con el fortaleci- miento de sus ecosistemas naturales. 500 AÑOS DEL DESCUBRIMIENTO DEL ARCHIPIÉLAGO DE SAN ANDRÉS Y PROVIDENCIA ENRIQUE GAVIRIA LIÉVANO* De acuerdo con una versión histórica muy difundida, lo que es hoy el archipiélago de San Andrés, Providen- cia y Santa Catalina, fue descubierto el 25 de noviembre de 1501 por la expedición de Diego de Nicuesa, luego que se separó de Alonso de Ojeda cuando una borrasca arrojó su barco a una tierra a la que le puso el nombre de Santa Catalina por ser la Santa de ese día, según era cos- tumbre en ese entonces; y comoquiera que, al acogerse al puerto que se le ofrecía hallara otra isla, bautizó a ésta como Providencia “tanto por haberse allí salvado, como por la dificultad que tuvo en ganar el ansiado abrigo”. A lo anterior se agrega que, de acuerdo con la división administrativa que impuso España para repartir los te- rritorios pertenecientes a las Presidencias, Virreinatos y Capitanía que dependían de la metrópoli española; la Real Orden del 20 de noviembre de 1803 dispuso que, se segregaran de la antigua Capitanía General de Gua- temala y se agregaran al Virreinato de la Nueva Gra- nada la Costa de Mosquitos desde el Cabo Gracias de Dios hasta el río Chagres y las islas de San Andrés. La disposición nunca fue derogada, sino por el contrario, ratificada mediante otra del 26 de mayo de 1805. Desde entonces, éste es el título inobjetable que tiene Colombia sobre todas las formaciones insulares que in- tegran el archipiélago y que incluyen naturalmente los cayos de Roncador, Quitasueño y Serrana, que a su vez tienen su propia historia. Sin embargo, a pesar de la claridad de nuestros derechos sobre estas tres formaciones desde 1803; los Estados Uni- dos interesados en el guano en las islas del Caribe expidie- ron una legislación para el efecto y le otorgaron licencia de explotación (1869) al norteamericano James. W Jen- nett en los cayos de Roncador y Quitasueño y luego en Serrana. Más tarde, en la famosa Proclama del Presidente Woodrow Wilson de 1919, los mismos Estados Unidos declararon que el cayo Roncador quedaba reservado para la erección de faros para la ayuda de la navegación “con sujeción a la acción legisladora que el Congreso de los Estados Unidos pueda tomar al respecto”. En razón a las reiteradas protestas de Colombia por el desconocimiento de sus títulos legítimos sobre estos tres cayos; se llegó a un acuerdo o statu quo con los Estados Unidos en la Notas Olaya Kellogg del 10 de abril de 1928. En ellas Colombia se compromete a no objetar los servicios de navegación en Roncador, Quitasueño y Serrana y los Estados Unidos a no hacerlo tampoco en relación con la pesca de los nacionales colombianos en las aguas pertenecientes a dichos cayos. El mismo año de 1928 se celebró otro tratado con Ni- caragua sobre cuestiones territoriales, conocido como el Esguerra Barcenas del 24 de marzo de 1928 en el que Colombia le reconoce a Nicaragua la plena soberanía so- bre la costa de Mosquitos desde el Cabo Gracias de Dios hasta el río San Juan y las Islas Mangles y a su vez Nicara- gua le reconoce a Colombia la soberanía y pleno dominio sobre las Islas de San Andrés, Providencia, Santa Catalina y todas las demás islas, islotes y cayos que hacen parte del referido Archipiélago de San Andrés. Expresamente se dice que en este Tratado no se consideran incluidos los cayos Roncador, Quitasueño y Serrana; “el dominio de los cuales está en litigio entre Colombia y Estados Unidos”. El 5 de mayo de 1930 se verificó el acta de Canje de este tratado, en el que se acordó que el Archipiélago de San Andrés que allí se menciona, no se extiende al oriente del meridiano 82 de Greenwich. Si se observa un mapa se verá que los tres cayos de Roncador, Quitasueño y Serra- na están situados al occidente de dicho meridiano, con lo cual se reafirma una vez más la soberanía colombiana. No obstante, el 8 de septiembre de 1972 Colombia y los Estados Unidos celebraron un tratado (Vásquez- Saccio) sobre la situación de Roncador. Quitasueño y Serrana, en el que el segundo renuncia a cualesquiera y a todas las reclamaciones de soberanía sobre los referi- dos cayos. Lo anterior significa que estas tres formacio- nes insulares le pertenecen exclusivamente a Colombia. Así lo consagra además nuestra Constitución política (Art. 101) al disponer que hace parte del territorio co- lombiano el departamento Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina. Es decir, las Islas de San Andrés, Providencia y Santa Catalina y los cayos de Roncador, Quitasueño, Serrani- lla, Serrana, Bajo Nuevo, Alburquerque y cayo Bolívar. *Presidente Academia Colombiana de Historia. El Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina El Archipiélago de San Andrés, Providencia y San- ta Catalina tiene una población cercana a los 70.000 habitantes. Visitarlo, además de experimentar la paz y tranquilidad que genera un mar de múltiples colores, evidencia el reencuentro con la diversidad étnica, que hace de Colombia una Nación multicultural, pues su gente, su música, folclor, gastronomía y demás costum- bres, nos permiten apreciar y admirar los imponentes valores caribeños que poseemos como país. Las innumerables riquezas de este importante departa- mento del territorio nacional, constituyen un espacio vital para Colombia. La amabilidad de sus habitantes, su historia, cultura, y ancestrales tradiciones, hacen del Archipiélago un lugar ideal para los visitantes. Es por ello que esta emisión filatélica constituye una muestra de orgullo y sentido de pertenencia nacional hacia uno de los departamentos más cercanos al alma de los colombianos, cuya grandeza está representada en la calidad de sus pobladores y en la generosa belleza de su geografía. La jurisdicción colombiana sobre el Archipiélago Las islas de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, así como los cayos de Roncador, Quitasueño, Serrana, Serranilla, Bajo Nuevo, Alburquerque, y Este-Sureste con todos los islotes, cayos y bancos cercanos constitu- yen el Archipiélago de San Andrés, una de las regiones más activas e importantes de nuestro país. El Archipiélago es parte de Colombia desde principios del siglo XVIII cuando fue adscrito al Virreinato de la Nueva Granada por la Real Orden de 1803. Desde en- tonces, primero el Virreinato y luego la República de Colombia, ejercieron jurisdicción y soberanía en forma pacífica e ininterrumpida, no solo sobre las islas, sino sobre todos y cada uno de los cayos, que han estado siempre estrechamente relacionados con las islas de San Andrés, Providencia y Santa Catalina. El gran geógrafo, navegante y expedicionario español Francisco Fidalgo realizó a partir de 1804, por instruc- ciones impartidas desde España a través del Goberna- dor de Cartagena, un detallado levantamiento de todos los cayos. El Capitán de Fragata Manuel del Castillo y Armenta, adelantó el cuidadoso y detallado trabajo que presentó a su regreso a Cartagena a las autorida- des españolas. Posteriormente, en las “Instrucciones a los EMISIÓN POSTAL Emisión: 500 Años del Descubrimiento del Archipiélago de SAN ANDRÉS, PROVIDENCIA Y SANTA CATALINA Motivos: Nueve (9) Valor facial: $ 5.900 pesos Cantidad: 90.000 estampillas, 10.000 unidades por cada motivo. Tamaño: 30 X 40 mm. Presentación: Pliego de nueve (9) estampillas Color: Policromía Papel: Sopal Goma: Tropicalizada Sobres de primer día: 3 motivos, 900 unidades numeradas de cada uno, total 2.700 unidades. Dirección editorial: Marianella Garzón Vergara Asesora de Comunicaciones 4-72 Textos boletín informativo: Enrique Gaviria Liévano Presidente Academia Colombiana de Historia Dirección General Marítima de Colombia DIMAR Diseño: Milena María Monguí Estupiñán Fotos: ARC - DIMAR Impresión: Offset Impresor estampilla: Thomas Greg & Sons de Colombia S.A. Impresor piezas complementarias: JH Impregraf Ltda. Primer día de circulación: San Andrés, junio 12 de 2010 500 Años del Descubrimiento del Archipiélago de SAN ANDRÉS, PROVIDENCIA y SANTA CATALINA Navegantes,” editado por la oficina hidrográfica de la Marina Española en 1820, aparece una detallada des- cripción del Archipiélago, que incluyó varios de los cayos y bancos que lo integran. Durante el siglo XIX y hasta la actualidad, todos los cayos han sido administrados por las autoridades de San Andrés y por el Gobierno central, como cualquier otra parte del territorio nacional, y han sido objeto de una cuidadosa atención del Estado colombiano y del reconocimiento por parte de todas las Naciones. Por sus particularidades naturales, su riqueza biológica y las tradiciones de su población ancestral, el Archipié- lago fue declarado por la Unesco “Reserva de Biosfera Seaflower” en noviembre del año 2000. Algunas características del Archipiélago Tiene las barreras arrecifales más extensas de Co- lombia, siendo la de Providencia una de las más amplias del hemisferio occidental. Concentra el 78% de las áreas coralinas del país. Más de 85 especies de corales duros y blandos, y 100 especies de esponjas. Más de 270 especies de peces y 4 de tortugas ma- rinas. Más de 40 playas, algunas casi vírgenes, y la mayo- ría de arena coralina blanca. Más de 100 especies de aves entre migratorias, re- sidentes y endémicas. Varios bosques de mangle bien conservados, don- de habitan numerosas especies de cangrejos, lagar- tos, peces, aves, etc. Extensas praderas de pastos marinos que son sitio preferido de caracoles, erizos, estrellas de mar, pe- ces y otras especies. En sus bosques y parches de vegetación crecen al- rededor de 400 especies de flora tropical.

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El Ministerio de Tecnologías de la Información y las Co-municaciones, a través de la empresa ofi cial de Correos de Colombia, que opera bajo la marca 4-72, ha autorizado la presente emisión fi latélica en la cual expone con orgullo la geografía del Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina y sus cayos de Serrana, Serranilla, Roncador, Quitasueño, Bajo Nuevo, Alburquerque y Este-Sureste.

Los 9 motivos que conforman la presente emisión están sustentados sobre un hermoso arrecife coralino, que unido a la descripción de islas y cayos enmarcan el corazón de Co-lombia en el Caribe. Agradecemos la valiosa colaboración y asesoría recibida por parte del Presidente de la Academia Colombiana de Historia, Dr. Enrique Gaviria Liévano, del Contralmirante Leonardo Santamaría Gaitán, Director General Marítimo y del Capitán de Fragata William Pe-droza Nieto, Coordinador de Asuntos Internacionales de la Dirección General Marítima de Colombia - DIMAR.

Esperamos que la presente serie de estampillas no solamen-te enriquezca las colecciones de los fi latelistas, sino que sea un canal de educación y conocimiento para las nuevas ge-neraciones y despierte en ellas el verdadero sentido de per-tenencia y defensa hacia cada rincón de nuestro bello país.

Juan Ernesto Vargas UribePresidenteServicios Postales Nacionales S.A.

Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, sábado 12 de junio de 2010.

Especifi caciones técnicas

Presentación

El oasis de los 7 colores, ¡intensamente colombiano!

Apostado en el corazón del Caribe colombiano, el Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina ha protagonizado una de las más hermosas historias de crecimiento y progreso, que han permiti-do consolidar un verdadero oasis en el que se mezcla de manera armoniosa, el encanto de la naturaleza, la exuberancia biodiversa, exóticos paisajes y ensoñado-res escenarios de paz.

Una inmensa riqueza adorna hoy la isla y sus cayos, permanentemente admirados por propios y visitan-tes, constituyen el verdadero tesoro del departamen-to, más valioso aún, que el que habría sido enterrado por el Capitán Morgan, aquél famoso y ciertamente no muy legal corsario, que pareciera no querer aban-donar el Archipiélago, inmortalizando su rostro en la insular Santa Catalina.

Su población pluriétnica y multicultural, conforma-da por descendientes nativos e inmigrantes, también la integran hoy numerosos turistas que han decidido establecerse en sus inmediaciones, enriqueciendo de manera importante la sociedad y su entorno, que ha sido foco de atención en los diversos órdenes econó-micos, ambientales, religiosos, culturales, educativos y laborales.

El Gobierno Nacional, comprometido con sus áreas insulares ha ejercido soberanía sobre el Archipiélago y sus cayos, no solamente con esquemas instituciona-les de seguridad, protección y salvaguarda territorial, sino aplicando un modelo económico ambiental y sostenible que busca concertar las diversas necesida-des de la población, en franca línea con el fortaleci-miento de sus ecosistemas naturales.

500 AÑOS DEL DESCUBRIMIENTO DEL ARCHIPIÉLAGO DE SAN ANDRÉS Y

PROVIDENCIA

ENRIQUE GAVIRIA LIÉVANO*

De acuerdo con una versión histórica muy difundida, lo que es hoy el archipiélago de San Andrés, Providen-cia y Santa Catalina, fue descubierto el 25 de noviembre de 1501 por la expedición de Diego de Nicuesa, luego que se separó de Alonso de Ojeda cuando una borrasca arrojó su barco a una tierra a la que le puso el nombre de Santa Catalina por ser la Santa de ese día, según era cos-tumbre en ese entonces; y comoquiera que, al acogerse al puerto que se le ofrecía hallara otra isla, bautizó a ésta como Providencia “tanto por haberse allí salvado, como por la difi cultad que tuvo en ganar el ansiado abrigo”.

A lo anterior se agrega que, de acuerdo con la división administrativa que impuso España para repartir los te-rritorios pertenecientes a las Presidencias, Virreinatos y Capitanía que dependían de la metrópoli española; la Real Orden del 20 de noviembre de 1803 dispuso que, se segregaran de la antigua Capitanía General de Gua-temala y se agregaran al Virreinato de la Nueva Gra-nada la Costa de Mosquitos desde el Cabo Gracias de Dios hasta el río Chagres y las islas de San Andrés. La disposición nunca fue derogada, sino por el contrario, ratifi cada mediante otra del 26 de mayo de 1805.

Desde entonces, éste es el título inobjetable que tiene Colombia sobre todas las formaciones insulares que in-tegran el archipiélago y que incluyen naturalmente los cayos de Roncador, Quitasueño y Serrana, que a su vez tienen su propia historia.

Sin embargo, a pesar de la claridad de nuestros derechos sobre estas tres formaciones desde 1803; los Estados Uni-

dos interesados en el guano en las islas del Caribe expidie-ron una legislación para el efecto y le otorgaron licencia de explotación (1869) al norteamericano James. W Jen-nett en los cayos de Roncador y Quitasueño y luego en Serrana. Más tarde, en la famosa Proclama del Presidente Woodrow Wilson de 1919, los mismos Estados Unidos declararon que el cayo Roncador quedaba reservado para la erección de faros para la ayuda de la navegación “con sujeción a la acción legisladora que el Congreso de los Estados Unidos pueda tomar al respecto”.

En razón a las reiteradas protestas de Colombia por el desconocimiento de sus títulos legítimos sobre estos tres cayos; se llegó a un acuerdo o statu quo con los Estados Unidos en la Notas Olaya Kellogg del 10 de abril de 1928. En ellas Colombia se compromete a no objetar los servicios de navegación en Roncador, Quitasueño y Serrana y los Estados Unidos a no hacerlo tampoco en relación con la pesca de los nacionales colombianos en las aguas pertenecientes a dichos cayos.

El mismo año de 1928 se celebró otro tratado con Ni-caragua sobre cuestiones territoriales, conocido como el Esguerra Barcenas del 24 de marzo de 1928 en el que Colombia le reconoce a Nicaragua la plena soberanía so-bre la costa de Mosquitos desde el Cabo Gracias de Dios hasta el río San Juan y las Islas Mangles y a su vez Nicara-gua le reconoce a Colombia la soberanía y pleno dominio sobre las Islas de San Andrés, Providencia, Santa Catalina y todas las demás islas, islotes y cayos que hacen parte del referido Archipiélago de San Andrés. Expresamente se dice que en este Tratado no se consideran incluidos los cayos Roncador, Quitasueño y Serrana; “el dominio de los cuales está en litigio entre Colombia y Estados Unidos”. El 5 de mayo de 1930 se verifi có el acta de Canje de este tratado, en el que se acordó que el Archipiélago de San Andrés que allí se menciona, no se extiende al oriente del meridiano 82 de Greenwich. Si se observa un mapa se

verá que los tres cayos de Roncador, Quitasueño y Serra-na están situados al occidente de dicho meridiano, con lo cual se reafi rma una vez más la soberanía colombiana. No obstante, el 8 de septiembre de 1972 Colombia y los Estados Unidos celebraron un tratado (Vásquez-Saccio) sobre la situación de Roncador. Quitasueño y Serrana, en el que el segundo renuncia a cualesquiera y a todas las reclamaciones de soberanía sobre los referi-dos cayos. Lo anterior signifi ca que estas tres formacio-nes insulares le pertenecen exclusivamente a Colombia. Así lo consagra además nuestra Constitución política (Art. 101) al disponer que hace parte del territorio co-lombiano el departamento Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina.

Es decir, las Islas de San Andrés, Providencia y Santa Catalina y los cayos de Roncador, Quitasueño, Serrani-lla, Serrana, Bajo Nuevo, Alburquerque y cayo Bolívar.

*Presidente Academia Colombiana de Historia.

El Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina

El Archipiélago de San Andrés, Providencia y San-ta Catalina tiene una población cercana a los 70.000 habitantes. Visitarlo, además de experimentar la paz y tranquilidad que genera un mar de múltiples colores, evidencia el reencuentro con la diversidad étnica, que hace de Colombia una Nación multicultural, pues su gente, su música, folclor, gastronomía y demás costum-bres, nos permiten apreciar y admirar los imponentes valores caribeños que poseemos como país.

Las innumerables riquezas de este importante departa-mento del territorio nacional, constituyen un espacio

vital para Colombia. La amabilidad de sus habitantes, su historia, cultura, y ancestrales tradiciones, hacen del Archipiélago un lugar ideal para los visitantes.

Es por ello que esta emisión fi latélica constituye una muestra de orgullo y sentido de pertenencia nacional hacia uno de los departamentos más cercanos al alma de los colombianos, cuya grandeza está representada en la calidad de sus pobladores y en la generosa belleza de su geografía.

La jurisdicción colombiana sobre el Archipiélago

Las islas de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, así como los cayos de Roncador, Quitasueño, Serrana, Serranilla, Bajo Nuevo, Alburquerque, y Este-Sureste con todos los islotes, cayos y bancos cercanos constitu-yen el Archipiélago de San Andrés, una de las regiones más activas e importantes de nuestro país.

El Archipiélago es parte de Colombia desde principios del siglo XVIII cuando fue adscrito al Virreinato de la Nueva Granada por la Real Orden de 1803. Desde en-tonces, primero el Virreinato y luego la República de Colombia, ejercieron jurisdicción y soberanía en forma pacífi ca e ininterrumpida, no solo sobre las islas, sino sobre todos y cada uno de los cayos, que han estado siempre estrechamente relacionados con las islas de San Andrés, Providencia y Santa Catalina.

El gran geógrafo, navegante y expedicionario español Francisco Fidalgo realizó a partir de 1804, por instruc-ciones impartidas desde España a través del Goberna-dor de Cartagena, un detallado levantamiento de todos los cayos. El Capitán de Fragata Manuel del Castillo y Armenta, adelantó el cuidadoso y detallado trabajo que presentó a su regreso a Cartagena a las autorida-des españolas. Posteriormente, en las “Instrucciones a los

EMISIÓN POSTAL

Emisión:500 Años del Descubrimiento del Archipiélago de SAN ANDRÉS, PROVIDENCIA Y SANTA CATALINA

Motivos: Nueve (9)

Valor facial: $ 5.900 pesos

Cantidad: 90.000 estampillas, 10.000 unidades por cada motivo.

Tamaño: 30 X 40 mm.

Presentación: Pliego de nueve (9) estampillas

Color: Policromía

Papel: Sopal

Goma: Tropicalizada

Sobres de primer día:3 motivos, 900 unidades numeradas de cada uno, total 2.700 unidades.

Dirección editorial: Marianella Garzón VergaraAsesora de Comunicaciones 4-72

Textos boletín informativo:

Enrique Gaviria LiévanoPresidente Academia Colombiana de HistoriaDirección General Marítima de Colombia DIMAR

Diseño: Milena María Monguí Estupiñán

Fotos: ARC - DIMAR

Impresión: Offset

Impresor estampilla: Thomas Greg & Sons de Colombia S.A.

Impresor piezas complementarias:

JH Impregraf Ltda.

Primer día de circulación: San Andrés, junio 12 de 2010

500 Años del Descubrimiento del Archipiélago deSAN ANDRÉS, PROVIDENCIA y SANTA CATALINA

Navegantes,” editado por la ofi cina hidrográfi ca de la Marina Española en 1820, aparece una detallada des-cripción del Archipiélago, que incluyó varios de los cayos y bancos que lo integran.

Durante el siglo XIX y hasta la actualidad, todos los cayos han sido administrados por las autoridades de San Andrés y por el Gobierno central, como cualquier otra parte del territorio nacional, y han sido objeto de una cuidadosa atención del Estado colombiano y del reconocimiento por parte de todas las Naciones. Por sus particularidades naturales, su riqueza biológica y las tradiciones de su población ancestral, el Archipié-lago fue declarado por la Unesco “Reserva de Biosfera Seafl ower” en noviembre del año 2000.

Algunas características del Archipiélago

Tiene las barreras arrecifales más extensas de Co-• lombia, siendo la de Providencia una de las más amplias del hemisferio occidental.Concentra el 78% de las áreas coralinas del país.• Más de 85 especies de corales duros y blandos, y • 100 especies de esponjas.Más de 270 especies de peces y 4 de tortugas ma-• rinas.Más de 40 playas, algunas casi vírgenes, y la mayo-• ría de arena coralina blanca.Más de 100 especies de aves entre migratorias, re-• sidentes y endémicas.Varios bosques de mangle bien conservados, don-• de habitan numerosas especies de cangrejos, lagar-tos, peces, aves, etc.Extensas praderas de pastos marinos que son sitio • preferido de caracoles, erizos, estrellas de mar, pe-ces y otras especies.En sus bosques y parches de vegetación crecen al-• rededor de 400 especies de fl ora tropical.

y un ancho de 11, dispuesto en dirección suroeste - noreste. Hacia el centro de éste se encuentra un faro operado por la Armada Nacional.

9-) Cayos del Este-Sureste: Es un atolón localizado a 30 kilómetros al sureste de la Isla de San Andrés, que se extien-de por 13 kilómetros en direc-ción Norte-Sur. Está formado por dos cayos (East Cay y West Cay) y un banco de are-na. East Cay está cubierto por cocoteros, arbustos bajos y algunas gramíneas. Los pes-cadores lo utilizan para pernoctar durante sus jornadas de pesca y es también frecuentado por turistas. West Cay, denominado también “Cayo Bolívar” dispone de un faro y un puesto de la Armada Nacional.

La investigación, información y opiniones aquí expresa-das son responsabilidad de sus autores y no refl ejan nece-sariamente el pensamiento del Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, ni de Servicios Postales Nacionales S.A.

Álvaro Uribe VélezPresidente de la República

Daniel Enrique Medina VelandiaMinistro ( E ) de Tecnologías de la Información

y las Comunicaciones

Junta Directiva Servicios Postales Nacionales S.A.Ramón Angarita Lamk

Rubén Darío Mestizo ReyesDouglas Velásquez Jácome

José Fernando Torres Fernández de Castro

Juan Ernesto Vargas UribePresidente Servicios Postales Nacionales S.A.

Sonia Patricia Cáceres MartínezSecretaria General Servicios Postales Nacionales S.A.

Guillermo Eduardo Márquez FerroVP. Comercial Servicios Postales Nacionales S.A.

Martha Lucy Giraldo DuqueJefe Nacional de Filatelia Servicios Postales Nacionales S.A.

fi [email protected] center (571) 4199299 y 4199292 ext. 1505 en Bogotá

01 8000 111 210 a nivel nacional www.4-72.com.co

El mayor de ellos tiene una longitud de 650 metros y una anchura de unos 300 metros. Su máxima altura sobre nivel del mar es de 8 metros, ubicada en el ex-tremo occidental del cayo. Posee un nutrido cultivo de palmas de coco.

Este cayo se localiza sobre el Banco de Serranilla, a 300 kilómetros al noreste de la isla de Providencia. Tiene forma ovalada con un diámetro aproximado de 50 ki-lómetros. La Armada Nacional opera un faro y cuenta con estación de radio y facilidades para el aterrizaje de pequeñas aeronaves.

7-) Cayos de Alburquerque: Atolón localizado a 40 kiló-metros al sur de la Isla de San Andrés, tiene una forma ovala-da con un diámetro de 8 kiló-metros. Está formado por dos cayos cubiertos de vegetación que se denominan South Cay y North Cay. En este último se localiza un faro operado por la Armada Nacional.

Los dos cayos están separados por un canal de unos 400 metros. La vegetación está constituida básicamente por palmas de coco, algunos árboles de caucho (Ficus sp.) y arbustos bajos (Scaevola sp, Tournefortia sp). Tiene la formación coralina mejor conservada del Archipiélago. En las aguas de estos cayos hay una hermosa y variada fauna: barracudas, peces ángel, estrellas de mar, tiburo-nes, delfi nes y muchas otras especies.

8-) Cayos de Bajo Nuevo: Se encuentran localizados a 120 kilómetros al este del Banco Serranilla, tiene una longitud aproximada de 33 kilómetros

5-) Cayos de Quitasueño: Los cayos de Quitasueño, se encuentran ubicados en un banco que tiene una longitud aproximada de 57 kilómetros de largo y 45 de ancho. En el extremo Este del banco existe una barrera de arrecifes de unas 25 millas de longitud en direc-ción E-S, que se encuentra sobre el nivel del mar en muchos puntos. Igualmente, emerge en forma perma-nente en pleamar un considerable número de cayos de distintos tamaños. Allí tiene lugar una intensa actividad de pesca artesanal e industrial de langosta (Panulirus spp.), caracol de pala (Strombus gigas), y pesca blanca. Los cayos y el banco han sido objeto de múltiples estu-dios por entidades colombianas debido a sus caracterís-ticas geomorfológicas y ecológicas. En su interior se encuentra una amplia zona de arrecifes y bajos fondos que se extienden en dirección norte-sur, especialmente ricos en fl ora y fauna marina, que han merecido especial protección y estudio por las autori-dades colombianas encargadas de la conservación de los arrecifes y del medio ambiente, así como también por las autoridades navales y marítimas colombianas que cumplen múltiples tareas en el área. La Armada Nacio-nal opera allí dos faros.

6-) Cayos de Serranilla: El complejo en general mide unos 44 kilómetros de longitud y 37 de ancho y en el lado Sureste presenta una cadena de arreci-fes coralinos y tres cayos: Cayo Oriental (East Cay), Central (Middle Cay) y Cayo Beacon (Beacon Cay).

na a los 1.000 metros y una anchura media de 400, se encuentra a 10 metros por encima del nivel del mar.

Está cubierto por arbustos, matorrales y palmeras. Se puede obtener agua semipotable perforando pozos a cor-ta distancia de la playa, existe incluso uno de 6 metros de diámetro, del cual se abastecen los infantes de mari-na que lo vigilan y los pescadores, quienes frecuentan el cayo. Cuenta con paneles solares, sistemas de comunica-ción y un faro, operados por la Armada Nacional.

Existe igualmente otro cayo que se encuentra a 3 metros sobre el nivel del mar, con una longitud aproximada de 300 metros de largo y 200 de ancho, de las mismas ca-racterísticas que el anterior. Es utilizado también como base de actividades y refugio de pescadores colombia-nos que frecuentan el área.

Los cayos son lugares de anidamiento de pájaros bo-bos (Sula sp.), fragatas (Fregata magnifi cens), tortugas y otras especies marinas.

4-) Cayos de Roncador: Es un atolón constituido por varios cayos que mide unos 15 kiló-metros en sentido NW-SE y aproximadamente 7 kilóme-tros en su parte más ancha. El principal de ellos se encuentra sobre un banco coralífero en forma de pera que tiene cerca de 400 metros de largo, por 300 de ancho, y a unos 5 metros sobre el nivel del mar. Cuenta con paneles sola-res, sistemas de comunicación, un helipuerto y un faro, igualmente operados por la Armada Nacional.

Está cubierto por arbustos, matorrales y palmeras y en él anida una gran cantidad de aves marinas.

mentado notablemente en los últimos años.

En las islas se encuentra el Par-que Nacional Natural “Old Providence McBean Lagoon’’. El manglar con que cuenta es el más representativo y el me-jor conservado de todo el Ar-chipiélago. El área protegida incluye la Laguna de Mc Bean, los Cayos de los Tres Hermanos y Cayo Cangrejo. El parque es el único del Sistema de Parques Nacionales Naturales de Colombia en el Caribe insular oceánico del país. Las islas hacen parte del Área de Manejo Es-pecial del Archipiélago desde 1996, de la Reserva de la Biosfera Seafl ower desde el 2000 y de las Áreas Marinas Protegidas del Archipiélago desde 2004.

En su sector terrestre el parque está conformado por una pequeña colina aislada con fuertes pendientes conocida como Iron Wood Hill, que se eleva hasta los 150 metros sobre el nivel del mar. En su área marina se destaca una barrera arrecifal que protege las costas de la isla de Pro-videncia, segunda más extensa del Caribe, después de la de Belice. Este gran arrecife de coral, con sus variadas formaciones, le dan al mar una espectacular gama de colores que van desde el azul profundo hasta un verde aguamarina traslúcido. Es gracias a este singular colori-do que el mar de Providencia es conocido como “el mar de los siete colores’’.

3-) Cayos de Serrana: Es un atolón coralífero al NNW (North Northwest) de Ronca-dor de unos 28 kilómetros de largo por 22 de ancho que tiene varios grupos de cayos, el mayor de ellos, de una longitud cerca-

Una población nativa ancestral que desarrolló una • cultura propia, mezcla de tradiciones africanas y europeas, que data del siglo XVII.

Islas y cayos del Archipiélago

1-) Isla de San Andrés: Es la mayor de las islas que for-man parte del Archipiélago.

Está cruzada de sur a norte por una pequeña serranía cuya máxima altura se en-cuentra en el cerro La Loma de unos 100 metros de alto.

En el sector noroccidental de la isla se encuentra un arrecife coralino y varios cayos que son el hogar de variada fauna y fl ora marina, y son visitados por mul-titud de turistas cada año.

La ciudad de San Andrés es el mayor núcleo urbano y sede principal de las autoridades de las tres ramas del Poder Público, así como del comercio, bancos y buena parte de la oferta hotelera. En la bahía de San Andrés, funciona el puerto de El Cove.

La Loma es otro núcleo urbano importante que se encuentra en el centro de la isla, ubicado sobre una cadena de colinas (Flowers, Orange, Shingle y Lion’s Hill). Mientras que al sur está San Luis, un poblado de gran actividad.

2-) Islas de Providencia y Santa Catalina: Están ubi-cadas a unos 90 kilómetros al norte de la isla de San Andrés. Con muy arraigadas y legendarias tradicio-nes, su tierra fértil es utilizada desde el siglo XVII en diversos tipos de cultivos. El turismo se ha incre-

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12 de junio de 2010

Boletín informativo No. 8 de 2010

Ministerio de Tecnologíasde la Información y las Comunicaciones

República de Colombia

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500 Años del Descubrimiento del Archipiélago deSAN ANDRÉS, PROVIDENCIA y SANTA CATALINA

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