el sistema educativo nacional como conjunto de ...universitarios, así el sistema educativo mexicano...
TRANSCRIPT
El sistema educativo nacional como campo organizacional
1
XIV Congreso Internacional de la Academia de Ciencias Administrativas A. C.
(ACACIA)
El sistema educativo nacional como campo organizacional
Capítulo: Administración de la Educación
Autor: Miguel Angel Vértiz Galván
Instituciones de adscripción: Universidad Pedagógica Nacional Unidad Ajusco
Dirección: Itzcoatl 42, Int. A-102, Col. Tlaxpana, Miguel Hidalgo, México D.F., C.P.
11370
Teléfono: 55 46 90 39
Correo electrónico: [email protected]
Comunicación dirigida a Especialistas e interesados en los estudios
organizacionales con énfasis en organizaciones de educación básica.
Monterrey, Nuevo León del 27 al 30 de abril 2009.
El sistema educativo nacional como campo organizacional
2
El sistema educativo nacional como campo organizacional
Resumen
Se presenta un ejercicio de construcción de lo que DiMaggio y Powell (1999) han
llamado “Campo Organizacional”, para la educación básica, definiendo sus cuatro
etapas: el grado de interacción de las organizaciones, la estructura organizacional y
sus patrones de coalición; la carga de información que deben ocuparse las
organizaciones; y la conciencia de los participantes de las organizaciones que están
en una empresa común. Lo anterior se presenta con la intención de aportar un
lenguaje de análisis y una metodología de investigación para abordar la reflexión en
torno a la vinculación de las políticas educativas con los procesos organizacionales e
institucionales de la educación.
Palabras clave:
Organizaciones
Campo organizacional
Educación Básica
El sistema educativo nacional como campo organizacional
3
1. IntroducciónCon la intención de aproximar un modelo organizacional explicativo de la política
educativa, se definen los elementos del campo organizacional (Powel y DiMaggio,
1999) que constituyen la estructura institucional que permite la interpretación de los
procesos de cambio de las políticas educativas y su gestión en las organizaciones
de educación.
Como inicio se identifican los tipos y relaciones entre las organizaciones de éste
campo. El sistema educativo mexicano, estructura en su marco institucional dos
grupos de organizaciones según el nivel gubernamental que define sus órganos de
gobierno: a) el nivel federal donde se diseñan las políticas educativas nacionales y
se establecen los mecanismos de regulación y evaluación de la educación; y b) el
nivel estatal, donde se administran los diferentes servicios educativos. Cada uno de
estos dos niveles se constituye de sus propias organizaciones que se interrelacionan
entre sí y el otro nivele, con base en el marcos institucionales que determinan sus
competencias particulares [1].
La principal organización federal es la Secretaría de Educación Pública (SEP), en
cuya estructura hay tres subsecretarías, de acuerdo a como tradicionalmente se han
clasificado y especializado las organizaciones educativas en México, tales son:
educación superior, educación media superior y educación básica. Por otra parte,
cada entidad federativa cuenta con una secretaría o instituto responsable de la
administración de los servicios educativos, que si bien pueden ser estructurados con
base en los criterios que cada Estado decida priorizar, de forma mimética (Rowean y
Meyer, 1999) todos se estructuran con base en estos conocidos niveles educativos,
a excepción de un corto periodo entre 1992 y 1997 en el estado de Nuevo León,
cunado se estableció una estructura organizacional por funciones que intentó
sustituir a la tradicional por niveles educativos (Mejia Ayala, 1999).
Este mimetismo organizacional, que estructura al conjunto de las organizaciones
encargadas de administrar y regular la educación, que aglutinan a la SEP y las
dependencias estatales de educación con base en los niveles educativos, se puede
explicar tanto por factores estructurales del propio campo organizacional, como por
las redes epistémicos de la educación (Rowan y Meyer, 1999). El primer grupo de
factores se constituyen por el conjunto de arreglos institucionales por medio de los
El sistema educativo nacional como campo organizacional
4
cuales se vinculan las dependencias estatales con los diferentes programas y
regulaciones de la Secretaría de Educación Pública de la federación por una parte, y
por otra parte con la estructura organizacional del SNTE, que fue diseñada para
funcionar como sindicato nacional con un patrón federal y vinculado tradicionalmente
con base en niveles educativos.
Por otra parte, en cuanto a las redes epistémicos en México, se han aglutinado
especialistas, investigaciones y estudios de postrado, bajo el paradigma de estudio e
investigación de la educación por niveles educativos, encontrándose plenamente
legitimados y suficientemente conceptualizados como campos de conocimiento
específicos cada uno de estos niveles educativos.
Figura 1: Conjuntos de organizaciones que se estructuran en el campoorganizacional de la educación pública en México
Fuente: Elaboración propia con base en información de la Ley general de educación,
el Acuerdo para la descentralización de la educación básica y normal.
De forma general, la SEP se vincula a través sus funciones de normatividad,
regulación e la implementación de políticas educativas federales, con el conjunto de
organizaciones estatales que administran a las escuelas, que aquí también
entenderemos como organizaciones; a su vez las dependencias estatales se
vinculan con la SEP a través de la información que entregan, los resultados de
evaluaciones y seguimiento. Adicionalmente, el Consejo Nacional de Educación,
El sistema educativo nacional como campo organizacional
5
constituido por todos los responsables de las dependencias de educación en los
Estados y el secretario de la SEP, constituye un órgano de acuerdos básicos.
Las interrelaciones entre estas dos dimensiones organizacionales, lo federal y lo
estatal, sólo completa la red con la incorporación de la organización sindical del
“Sindicato nacional de trabajadores de la educación” (SNTE) y los sindicatos
universitarios, así el sistema educativo mexicano es una red de organizaciones
compleja que se rige a través de dos marcos institucionales paralelos, por una parte
las estructuras y reglas burocráticas del gobierno federal y los gobiernos estatales, y
los sindicatos por el otro (Cervantes, 2003). Esta sobre posición resulta importante
en la interpretación del diseño e implementación de las políticas públicas en
educación, pues las organizaciones sindicales han jugado el papel de
organizaciones que institucionalizan procesos de estabilidad, logrando muchas
veces que las reformas acaben siendo modificadas y adecuadas para ajustarse lo
más posible a lo ya existente (Tyack y Cuban, 2000).
2. El ámbito externo de las organizaciones educativas.La complejidad de definir el ámbito externo de la de organización, impone la tarea de
elegir entre un conjunto de categorías alternativas para ello, la pertinencia del
concepto de campo organizacional, permite ubicarlo como el ámbito externo de las
organizaciones de educación pública, como sector especializado de lo público, y con
ello establecer una vinculación teórica e interpretativa que permita incorporar las
políticas públicas en educación.
El campo organizacional de la educación pública es definido en gran medida por el
papel del Estado y los códigos institucionalizados para la función docente como
profesión (Powell y Dimaggio, 1999), para definirlo es necesario referirse a las
organizaciones que en su conjunto constituyen el área reconocida de la vida
institucional del sistema de educación pública, desde el punto de vista de la
conexión de las redes organizacionales que interactúan y los actores importantes.
Desde esta visión que se aborda el campo organizacional, en las escuelas del
sistema educativo, en particular las de educación básica, deben poderse observar
los rasgos comunes que son resultado de un proceso de mimetismo organizacional
que surge de la estructuración de los campos organizacionales.
Tradicionalmente, desde el punto de vista de la vinculación organizacional de la
SEP, el sistema educativo se estructura en tres subsistemas, congruente con sus
El sistema educativo nacional como campo organizacional
6
tres subsecretarías operativas: educación básica, educación media superior y
educación superior. Anterior a 1996, las normales, a pesar de constituir un sistema
específico de formación docente, se vinculaban estructuralmente en la subsecretaría
de educación básica, posterior a la reforma que elevó los estudios de educación
normal a licenciatura (V. García Garrido, 2001), se vincula con la subsecretaría de
educación superior. La relevancia de que en el campo organizacional exista ésta
estructuración institucionalizada por niveles educativos, radica en la posibilidad de
definirlos como subcampos organizacionales, con un marco institucional compartido,
pero con arreglos institucionales más específicos en cada uno, por lo tanto
diferenciados procesos de mimetismo y grados de homogeneidad en los códigos y
procesos sedimentados (Sucker, 1999) entre los docentes; así como formas
diferentes de influencia y vinculación entre los grupos organizacionales que
constituyen el campo (Cervantes, 2003).
Cuadro 1: Distribución porcentual del las organizaciones educativas según elnivel educativo al que se vinculan
Nivel de educación 1950 1960 1970 1990 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 eBásica 98,63% 98,63% 97,25% 94,67% 93,52% 93,17% 92,81% 92,56% 92,43% 92,27% 92,20%Básica y normal 98,63% 98,63% 97,28% 94,97% 93,82% 93,47% 93,11% 92,79% 92,64% 92,47% 92,39%Media superior 0,76% 1,00% 2,04% 3,97% 4,58% 4,89% 5,15% 5,38% 5,48% 5,53% 5,57%Licenciatura 0,62% 0,37% 0,68% 0,79% 1,08% 1,10% 1,16% 1,23% 1,26% 1,38% 1,41%Licenciatura con normal 0,62% 0,37% 0,72% 1,09% 1,39% 1,40% 1,46% 1,46% 1,47% 1,58% 1,61%
Fuente: Elaboración propia con base en datos del INEGI
Como se presenta en la tabla anterior, las escuelas (organizaciones educativas) que
se vinculan en el llamado sistema de educación básica, han constituido el grueso de
las organizaciones del subsistema educativo nacional, aunque proporcionalmente de
menor tamaño en cuanto a su estructura y miembros de las organizaciones,
respecto a las organizaciones de los otros subsistemas. Se observa una natural
tendencia en el incremento de la participación porcentual de las organizaciones de
educación media superior, aunque a una tasa promedio inferior a partir del 2000,
tendencia que responde a la demanda que genera una creciente cobertura de
educación básica entre la población (Latapí, 2000), y una tendencia más modesta en
las organizaciones de educación superior.
Si bien las organizaciones de educación básica representan la proporción mayor
dentro de las organizaciones del subsistema educativo, estas a su vez son
El sistema educativo nacional como campo organizacional
7
diferenciadas por subnivel educativo en tres especializaciones del subcampo
organizacional, que además se diferencian por sus estructuras organizacionalas y
procesos. Analizando la población de este tipo de organizaciones con base en sus
subniveles, se observa una tendencia en el Incremento de la participación de las
escuelas secundarias acompañado de una disminución en la participación de las
escuelas primarias, lo cual se puede explicar por un incremento en la demanda de
educación secundaria al ampliar la cobertura de educación primaria. En el caso de
preescolar, el drástico aumento de su participación a partir de 1990, se explica por
su incorporación a la educación obligatoria, por lo que es esperable que se sigan
incrementando las escuelas de preescolar hasta que alcance la normalidad en
proporción a la población, lo cual implicará que incluso rebase a la proporción de
escuelas primarias, debido a que éstas últimas tienen una mayor capacidad para dar
servicios educativos a un número mayor de estudiantes, lo cual tiene que ver con el
tamaño de las organizaciones.
Cuadro 2: Distribución porcentual del las organizaciones educativas deeducación básica
Nivel de educación 1950 1960 1970 1990 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 e Preescolar 3,3% 5,1% 5,7% 29,8% 33,7% 33,9% 34,0% 34,3% 35,2% 36,3% 37,1% Primaria 93,7% 90,3% 83,9% 52,5% 46,5% 45,8% 45,3% 44,6% 43,5% 42,2% 41,2% Secundaria 1,6% 3,2% 7,7% 12,3% 13,3% 13,4% 13,5% 13,7% 13,8% 13,8% 13,9%
Fuente: Elaboración propia con base en datos del INEGI
Lo anterior ilustra como la regulación del Estado constituye un factor determinante
en la definición del campo organizacional de la educación pública en México, a
través de las políticas públicas, que en este caso modifica la estructura porcentual
del tipo de organizaciones educativas. Por otro lado, también refleja uno de los
mitos institucionalizados del campo organizacional, que estructura a las
organizaciones educativas en cuanto a su tamaño, pues el mito institucionalizado
(Powell y DiMaggio, 1999) consiste en asumir que un nivel educativo inferior
requiere de una organización educativa más pequeña para dar el servicio. En el
nivel básico se trata de organizaciones con un promedio de alrededor de 5
miembros, lo que las hace organizaciones pequeñas, comparadas con las de
educación media superior que tienen un promedio de 20 y las de licenciatura con un
promedio superior a 70 miembros.
El sistema educativo nacional como campo organizacional
8
Cuadro 3: Personal docente por escuela según nivel educativo 2004Nivel Personal docente Escuelas Personal por escuela
Básica 1078942 208830 5,17Básica y normal 1095773 209294 5,24Media superior 248282 12382 20,05Licenciatura 206903 2939 70,40Licenciatura con normal 223734 3403 65,75
Fuente: Elaboración propia con base en datos del INEGI
Se puede sostener como argumento explicativo, que la demanda de niveles
educativos cada vez mayores va diminuyendo como consecuencia de la
estratificación social, por una parte, y el esfuerzo por acercar los servicios
educativos a los beneficiarios implica organizaciones educativas con menor
capacidad de atención. Aunque ambas cosas son ciertas, el contrafactual
justamente se manifiesta en el nivel de educación básica, pues no parece haber
alguna razón adicional para explicar porqué las organizaciones de educación
preescolar deben ser más pequeñas que las de educación primaria.
Cuadro 4: Personal docente por escuela según tipo de organización 2004Nivel Personal docente Escuelas Personal por escuela
Preescolar 179667 79444 2,26 Primaria 559491 98178 5,70 Secundaria 339784 31208 10,89
Fuente; Elaboración propia con base en datos del INEGI
Al interior de las diferentes tipos de organizaciones del nivel básico también hay
diferencias en tamaño importantes, pues las de tipo secundaria cuentan en promedio
con casi 11 miembros en sus organizaciones, lo que las hace el tipo de organización
más grande dentro de las de educación básica, pero en promedio, el tamaño de la
organización de educación primaria, medido por el número de miembros, es el doble
que el de las de educación preescolar.
Figura 2
El sistema educativo nacional como campo organizacional
9
Figura 3
El sistema educativo nacional como campo organizacional
10
DiMaggio y Powell (1999) identifican cuatro etapas para la definición de un campo
organizacional: el grado de interacción de las organizaciones, la estructura
organizacional y sus patrones de coalición; la carga de información que deben
ocuparse las organizaciones; y la conciencia de los participantes de las
organizaciones que están en una empresa común.
3. La interacción de las organizacionesSe pueden identificar dos ámbitos institucionalizados de interacción entre las
organizaciones del sistema educativo nacional, por una parte el de las relaciones
intergubernamentales, que definen los procesos decisorios de las políticas públicas y
por otra parte el de las organizaciones que implementan las políticas públicas con
las encargadas de brindar directamente educación pública. Los primeros son
unidades administrativas de las políticas públicas, mientras que los últimos son las
escuelas.
El sistema educativo nacional como campo organizacional
11
A partir del acuerdo nacional de modernización de la educación básica y normal, la
responsabilidad de administrar los servicios públicos de las escuelas de educación
básica y normal, se transfiere a las entidades federativas (Latapí, 2000), mientras
que la Secretaría de Educación Pública del gobierno federal mantiene la rectoría de
la educación (Covarrubias, 2000), por lo que conserva el control de las instituciones
formales que regulan el diseño e implementación de políticas educativas, así como
la regulación del sistema educativo, aunque excluyendo los contenido curriculares,
existe concurrencia en las políticas públicas, por lo cual se han establecido un
conjunto de acuerdos entre cada uno de los gobiernos estatales y el federal para
que las políticas públicas diseñadas por el gobierno federal se implementen con
apoyos diferenciados de las entidades federativas, con modestas concesiones en el
diseño e implementación para los estados.
La interacción de las organizaciones que imparten educación pública en el nivel
básico, se da ahora a través de las autoridades estatales de manera directa en
cuanto a las relaciones laborales y dotación de infraestructura, y a través de los
acuerdos de coordinación con las autoridades federales en cuanto a instrumentos
institucionales de políticas como la currícula, y el diseño de los programas
educativos. Sólo el Distrito federal sigue administrado en su totalidad por el
gobierno federal.
El acuerdo por el que se descentraliza la administración de los servicios educativos
a favor de las entidades federativas, desde la perspectiva académica no ha logrado
mejorar la calidad de los servicios educativos (Cervantes, 2003), ha enfrentado una
serie de procesos que mantienen el estado anterior de las cosas (Guerra, 1987), se
ha constituido como una integración que homologa la educación básica sobre
nuevas bases (Arnault, 1998), ha perpetuado las asimetrías educativas entre las
entidades federativas (Latapí, 2000), ha mantenido un sistema educativo indiferente
a las necesidades directas de las comunidades y a la participación social (Ornelas,
1995), y sigue enfrentando el problema estructural de la transferencia de recursos
sin las facultades necesarias (Cabrero, 1996), especialmente en el caso del fondo
quinto del ramo 33 [2].
De manera sintética se puede plantear que si bien representó un cambio en las
estructuras administrativas del sistema educativo, muchos de los procesos
fundamentales no se transformaron, en principio por que todo proceso de cambio
enfrenta el problema de que la estabilidad institucional es necesaria para dar
El sistema educativo nacional como campo organizacional
12
certidumbre a la interacción social [3], pero también por la existencia de procesos
que resultan altamente resistentes al cambio derivado de la eficacia que han
desarrollado para la solución de problemas de la interacción entre los diferentes
actores (North, 1993), tales como la administración de los servicios educativos de
educación básica por subniveles, pues esta característica del marco institucional ha
sido referente para la institucionalización de procesos particulares de interacción,
desde el diseño de programas educativos en las normales referidos a cada uno de
los niveles, la concentración de docentes, tanto en las estructuras administrativas,
sindicales como la formación de identidades profesionales y códigos y lenguajes
comunes referidos a la pertenencia de cada nivel. Así el proceso de mimetismo en
las estructuras administrativas de las dependencias estatales, se desprende no sólo
de la búsqueda de los actores de certidumbre en la interacción, pues esto no implica
la ausencia de cambios bajo procesos ciertos, como se planteará más adelante,
principalmente por la fuerte tensión de los procesos de interacción
institucionalizados con los docentes, los programas de formación docente, las
representaciones sindicales y las escuelas, que en su conjunto constituyen la base
del complejo tejido de relaciones e identidades profesionales del campo
organizacional de la educación en México.
Para las organizaciones de educación básica, las relaciones se establecen a través
de las dependencias educativas de las entidades federativas, aunque la regulación y
el diseño de políticas, aunque existe un esquema de concurrencia, de facto son
definidas por del gobierno federal, por lo que las discrecionalidad de las autoridades
estatales es limitada y se concreta en la aplicación de las reglas de operación de los
programas.
Así, en términos de la interacción entre organizaciones, las organizaciones
educativas interactúan directamente con las dependencias de los gobiernos
estatales, en estructuras mimetizadas en el modelo de niveles educativos, aunque la
capacidad de estas últimas para el diseño de los programas federales se encuentra
acotada y la mayoría de las veces condicionada a la aportación de recursos para los
mismos programas de la federación [4]
Dado que el interés se centra en las escuelas al ser éstas la organizaciones en las
que recae en última instancia la implementación de las políticas públicas, debe
destacarse que la vinculación de las escuelas como organizaciones con el resto de
las organizaciones educativas se da de manera directa en el ámbito estatal, que
El sistema educativo nacional como campo organizacional
13
aunque en éste ámbito pueden existir acciones o programas, normativamente se
constituyen como organizaciones que administran la implementación de los
programas federales a través de sus convenios.
Sin entrar en la discusión sobre la naturaleza endógena o exógena del cambio
institucional (March y Olsen, 1999), las escuelas reaccionan a los cambios e
interactuar con base en la vinculación que mantiene con las estructuras
administrativas, y son éstas últimas quienes establecen una interacción con el
conjunto de escuelas, por lo que la información que fluye entre las escuelas como
organizaciones, es a través de éstas estructuras administrativas o de las estructuras
del SNTE, por lo que los docentes, como miembros de las escuelas, se apropian del
principio de pertinencia (March y Olsen, 1999) y de los derechos de propiedad de la
decisión (Felman y March, 1981) como los principales procesos que estructuran su
vinculación con las estructuras administrativas y el SNTE, y con el resto de las
escuelas a través de la intermediación sindical y administrativa.
4. Estructura y coalicionesLa estructura del sistema educativo se da por el conjunto de relaciones entre las
organismos estatales responsables de la educación pública, de entre los cuales
algunas entidades manejan dos organismos para mantener separados a los
profesores que pertenecían a los sistemas estatales y a los incorporados por
transferencia de la federación, específicamente por los problemas de homologación
de las condiciones laborales. Por lo que el conjunto de escuelas en una entidad
federativa puede entenderse como un sistema de organizaciones flojamente
acoplado a través de un conjunto de prescripciones normativas coordinadas por una
secretaría estatal u organismo equivalente y la sobre posición estructural del SNTE.
Desde el año 2004 se constituyó el consejo de secretarios de educación que preside
el secretario de educación de la federación, donde se acuerdan los mecanismos de
implementación de las políticas públicas de sus responsabilidades. En este
organismo se mantienen coaliciones de carácter político entre las diferentes
entidades federativas y ha constituido una simplificación en las negociaciones con
las entidades federativas para la implementación de programas federales que antes
se hacia bis a bis.
La estructura entre estos organizamos se encuentra altamente determinada por las
competencias presupuéstales, pues cada programa federal supone una asignación
El sistema educativo nacional como campo organizacional
14
de recursos para las entidades federativas en su implementación, pero condicionada
a la aportación de recursos por la propia entidad federativa, así los estados se
encuentran en una estructura en la que la aplicación en sus entidades de los
recursos asignados para estos programas federales se encuentran comprometidos
no solo a la implementación de estos programas, sino también a financiar con sus
propios recursos una parte de estos. Así los mecanismos institucionales que definen
la estructura del sistema educativo para la implementación de políticas en las
organizaciones educativas, es siempre a través de los organizamos estatales bajo
algún mecanismos de sobredeterminación de las políticas federales sea por su
implementación voluntaria, por que se detecta una necesidad y el programa ofrece
una solución; sea coercitiva, por que la entrega de los recursos se condiciona a la
implementación del programa, o sea mixta, por que se detecta la necesidad y a la
vez el recurso se encuentra condicionado (V. Forssell y Jansson, 1996).
Un actor relevante es el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE)
y su disidencia la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE),
a quienes los gobiernos estatales en su totalidad, a través de convenios, han
reconocido como representantes sindicales de los trabajadores de la educación. Sin
embargo las coaliciones son diferenciadas con el sindicato, particularmente por el
origen del partido político del gobierno estatal, pues donde el gobernador es de
procedencia del PAN, la coalición con el sindicato es fuerte, en cambio los gobiernos
provenientes del PRD mantienen mejor coalición con la disidencia de la CNTE,
mientras que en los que gobierna el PRI mantienen diferenciados niveles de
acuerdos políticos, pero en la mayoría de los casos con bastantes niveles de
tensión, derivados de conflictos internos que ha tenido la líder del SNTE cuando
militaba en el PRI con los diferentes grupos de poder de ese partido.
En el nivel de las escuelas, la influencia del SNTE es muy relevante, auque el apego
institucional a las autoridades constituye un elemento característico de la cohesión
del sistema educativo en todo el país.
El análisis de la estructura y coaliciones del campo organizacional de la educación
pública en México, han estructurado el conjunto de procesos, que han establecido
los mecanismos por los cuales las organizaciones educativas escuelas dan sentido a
sus procesos internos, que de manera sintética las escuelas, como todas las
organizaciones, se autoreferencían dentro del campo organizacional con base en los
Stakeholders relevantes. Para el caso mexicano, hacer una detallada lista de
El sistema educativo nacional como campo organizacional
15
Stakeholder incluiría a los padres de familia, los alumnos, las organizaciones
educativas de los niveles educativos inmediatos superiores o inferiores, empresas y
empleadores, etc. Sin embargo para las escuelas de educación básica el
Stakeholder relevante son las dependencias administrativas y las representaciones
sindicales. Las primeras a través de la legitimación de la función docente en cuanto
evaluación normativa y la segunda en tanto asignador de incentivos selectivos.
5. Carga de informaciónLa información que deben considerar el conjunto de organizaciones que constituyen
el campo institucional de la educación pública, es muy homogénea y fluye a través
de canales institucionalizados, aunque a nivel de las escuelas suele ser muy
confusa, a pesar de existir la institucionalidad de los mecanismos de comunicación,
la tradición verbal sigue siendo la imperante dentro de la institucionalización, por lo
que al bajar por las diferentes reinterpretaciones de los sujetos incorporados en los
organismos intermedios de las administraciones públicas estatales, hasta llegar a los
directores y docentes, generalmente se vuelve confusa en diversos grados.
El campo organizacional contiene circuitos institucionales para el flujo de
información, pero generalmente restringidos. Los circuitos de información más
relevantes se constituyen por los procesos de los programas que constituyen las
políticas públicas, se verá más difundida la información en la medida que más
actores y stekeholders se vean involucrados. El caso del programa de formación de
recursos humanos basada en competencias, que se aplicó hasta el 2006 [5], cuyo
objetivo era la normalización y certificación de competencias laborales para romper
las asimetrías de información en los mercados laborales, especialmente derivadas
de las competencias adquiridas por la experiencia, al involucrar a un número
reducido de actores fuera de las organizaciones administrativas, fue poco conocido
en las organizaciones de educación media superior y superior, aunque se trata de un
programa que buscaba certificar por mecanismos alternativos a los programas de
estudio, niveles de capacitación equivalentes a carreras técnicas, tecnológicas y de
educación superior. Por otra parte, programas como enciclopedia son de alto
conocimiento, pus involucra a todas las organizaciones de educación primaria con la
dotación de pizarrones electrónicos.
Entre los programas federales en educación básica que constituyen los circuitos de
información, además de los dos mencionados son programa de escuelas de calidad,
El sistema educativo nacional como campo organizacional
16
que aporta un presupuesto para las escuelas a cambio de que realicen una gestión
basada en la elaboración y ejecución de una planeación estratégica que denominan
proyecto escolar; el programa nacional de lectura que abastece de una selección de
libros a las organizaciones educativas y una red de bibliotecas; el programa nacional
de becas, que entrega un recurso mensual a estudiantes de escasos recursos para
que no abandonen sus estudios y el programa carrera magisterial, que constituye
una prerrogativa sindical en la mayoría de las entidades federativas.
En otros casos estos circuitos involucran a stekeholders de otros espacios
especializados de lo público, que pueden llegar a manejar una mayor cantidad de
información específica sobre un conjunto de organizaciones educativas, derivado de
su participación en el circuito de información que define el programa.
Finalmente se tiene una fuerte conciencia de pertenecer a un sistema educativo
público, particularmente derivado de una identidad profesional y de la pertenencia a
un gremio aglutinado en un sindicato nacional.
6. ConclusionesEl ejercicio de definir el campo organizacional de la educación pública en México,
puede aportar un lenguaje de análisis y una metodología de investigación para
abordar la reflexión en torno a la vinculación de las políticas educativas con los
procesos organizacionales e institucionales de la educación. Aunque debe advertirse
que enmarcar al conjunto de elementos del campo organizacional a partir de la
identificación de los elementos comunes, principalmente a través de los procesos de
mimetismo, nos lleva inevitablemente a destacarlos elementos comunes de las
organizaciones educativas, en menoscabo de las diferencias.
No obstante lo anterior, aplicar el conceptote campo organizacional, como marco
referencial, no impide la elaboración de estudios sobre las especificidades de las
organizaciones educativas y sus implicaciones en las interacción sociopolítica.
Notas[1]Artículo 3º. Constitucional; Ley general de educación y el Acuerdo nacional para la
modernización de la educación básica y normal.
[2]Se refiere al fondo etiquetado para educación que el gobierno federal transfiere a
los municipios.
[3]Esto es parte del problema que busca esclarecer la presente investigación.
El sistema educativo nacional como campo organizacional
17
[4]En todos los convenios para la implementación de los principales programas
como los son escuelas de calidad y enciclomedia, los apoyos federales para estos
se condicionan a la aportación de los estados de recursos propios, lo que disminuye
su capacidad de aplicar programas regionales y casi siempre se limitan a la
aplicación de los federales en los que tienen un mínimo margen de discrecionalidad.
[5]Anterior a 2003 y desde 1995 se conocía como proyecto para la modernización de
la educación técnica y la capacitación, y su cambio de nombre se acompaña de la
incorporación de la certificación de competencias profesionales.
BibliografíaArnault, Alberto (1998) La federalización educativa en México 1889-1994,
SEP/CIDE/CM/CONALITEG, México.
Cabrero Mendoza, Enrique (1996) “Claro obscuros del nuevo federalismo”, en
Gestión y Política Pública, núm 2, Vol. XXII, CIDE
Cervantes Galván, Edilberto (2003) Los desafíos de la educación en México,
FUNDA/Colegio de Tamaulipas, México.
Covarrubias, O. Mauricio (2000), Federalismo y reforma del sistema educativo
nacional, INAP, México.
Crozier, M y E. Friedberg (1990), El actor y el sistema, Alianza, México.
DiMaggio, Paul J. y Walter W. Powell (1999) “Retorno a la jaula de hierro: El
isomorfismo institucional y la racionalidad colectiva en los campos
organizacionales”, en DiMaggio, Paul J. y Walter W. Powell (Corrrd.) El
nuevo institucionalismo de análisis organizacional, FCE, México,
Felman y March (1981) “Behavioral decision theory and organizational decision
theory”, en G. Ungson y D. Braustein (eds), Decision Making: An
Interdisciplinary Inquiry, Publishing Company Kent, Kent.
Forssell, Anders y David Jansson (1996), “The Logic of Organizational
Transformnation: On the Conversión of Non-Business Organizations”, en
Czarniawska, Barbara y Guje Sevón (eds.) Translating Organizational
Change, New York.
García Garrido, José Luis (2001) “Tendencias de presente y de futuro”, en García
José Luis et all, Génesis estructura y tendencia de los sistemas educativos,
OEI, Madrid.
El sistema educativo nacional como campo organizacional
18
Guerra Rodríguez, Diodoro (1987) La descentralización educativa. Estrategia para
el desarrollo, Leega, México
Latapí Sarre, Pablo y Manuel Ulloa H. (2000), El financiamiento de la educación
básica en el marco del federalismo, FCE, México.
March, James G. y Johan P. Olsen (1997), Redescubriendo las instituciones. La
base organizacional de la política, FCE, México.
Mejía Ayala, José Antonio (1999) “Federalismo e innovación educativa en México: El
caso de Nuevo León” en Pardo, Ma. Del Carmen (coord), Federalización e
innovación educativa, CM, México; también Rodríguez Rodríguez, Raúl
(1999) “Modernización y cambio institucional de la educación en Nuevo León,
1999-1998”, en Espinoza Valle, Victor Alejandro (Coord.) Modernización
educativa y cambio institucional en el norte de México, Colegio de la frontera
norte, México.
North, Douglass C. (1993), Instituciones, cambio institucional y desempeño
económico 2ª. reimpresión, FCE, México.
Ornelas, Carlos (1995) El sistema educativo mexicano. La transformación de fin de
siglo,FCE, México.
Rowan y Meyer (1999). “Organizaciones institucionalizadas: la estructura formal
como mito y ceremonia”, en DiMaggio, Paul J. y Walter W. Powell (Corrrd.) El
nuevo institucionalismo de análisis organizacional, FCE, México
ZucKer, L. (1999) “El rol de la institucionalización en la estabilidad cultural”, en
DiMaggio, Paul J. y Walter W. Powell, (Corrrd.) El nuevo institucionalismo de
análisis organizacional, FCE, México
Tyack, D. y Larry Cuban (2000) En busca de la utopía. Un siglo de reformas de las
escuelas públicas en estados Unidos, FCE, México, pp. 120.
Vértiz Galván, Miguel Angel (2007) “La política educativa como proceso de cambio
en los sistemas educativos”, en Pedraza Cuerllar, David et all (Coord), Las
Políticas Educativas en México. Sociedad y conocimiento, Pomares/UPN,
México.