el siglo de la integración (segunda parte)
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EL SIGLO DE LA INTEGRACIÓN
Segunda parte
TRANSFORMACIONES SOCIALES Siglo XVII fue un siglo de asentamiento. Supone la transformación de lo que quedó, y
la creación de formas de vida. En este proceso se define la peculiaridad de
Nueva España que deja de ser un lugar colonizado y se convierte en un país.
LAS ENCOMIENDAS Los conquistadores y sus descendientes
lograron mercedes de encomienda: indios que debían servirles y tributarles como encomendados.
El encomendero estaba obligado a ver que se les diera doctrina cristiana y buen tratamiento.
Con este sistema se consideraba que quedarían resueltos los problemas centrales del nuevo país: evangelización y mantenimiento en la observancia cristiana.
Después de 1580 perdió su importancia debido a que otras instituciones cumplieron mejor las funciones de control político y cristianización de los indios.
REPARTIMIENTO: En él el servicio estaba retribuido con un
salario que se suponía justo. Estaba a cargo de oficiales reales, de
caciques y mandones de la propia organización política de los pueblos indios.
Permitía un sinnúmero de abusos. El servicio retribuido que debían prestar los
indígenas se organizaba atendiendo a las necesidades de los empresarios españoles, agricultores, ganaderos y mineros.
LA HACIENDA La encomienda sufrió las consecuencias del
desarrollo de la hacienda. Los indios encomendados eran “sonsacados
y retenidos” por los hacendados. La permanencia de los indios en las
haciendas era más voluntaria que forzosa. En la hacienda había servicios religiosos con
más regularidad. Parece ser un lugar en el que se cumplieron
finalidades que la encomienda no pudo cumplir: la casa de la hacienda, la iglesia y junto éstas la cuadrilla o caserío del peonaje.
Tuvo el espacio territorial definido que había faltado a la encomienda para hacer materialmente posible el cumplimiento de sus funciones de protección y doctrina.
La manera de mantener a los peones asalariados fue el endeudamiento: se adelantaba parte del salario, y se les mantenía dentro de la hacienda por la obligación de los pagos.
LOS OBRAJES La industria textil en Nueva España fue una
constante preocupación para las autoridades, pues implicaba competencia para uno de los principales productos de Castilla.
El obraje resultaba una empresa costeable, pues la principal inversión era la mano de obra.
Empleaban a personas condenadas por diversos delitos de prestación de servicios forzosos.
Muchas veces el infeliz trabajador terminaba su vida sin salir de las casas de los obrajes.
SOCIEDAD Y GOBIERNO La república de los indios. A los indios trató se incorporárseles a la más
pura cristiandad. Creación de cabildos en los pueblos indios,
siguiendo el modelo del gobierno municipal español.
El patrimonio principal de las comunidades eran sus tierras.
Fue indudable el éxito de la llamada “conquista espiritual”: los religiosos iban moldeando a los pueblos indígenas conforme a ideas religiosas y sociales de gran cohesión.
La república de los españoles. Su existencia y su modo de convivir se
asumen como hecho dado. Ciudades y villas eran las poblaciones con
prestigio y titulo reconocido. Podían aspirar a los cargos de los cabildos
todos los hombres de orden que no fueran indios, “mestizos”, negros o castas.
Los cargos de verdadera importancia política se reservaban por los general a peninsulares.
CASTAS Y “GENTE MENUDA”: Andaban fuera de todo orden de república. Se les temía por el desconcierto que ponían
en la tierra. Participaban en los desórdenes de nota. Junto con ellos andaban españoles pobres y
pícaros faltos de fortuna. No podían legalmente aspirar a ocupaciones
honrosas. Los negros cimarrones, esclavos huidos y
nacidos en zonas de refugio, eran un peligro para el orden y paz de la tierra.
EL EJERCICIO DEL PODER La lucha de los conquistadores para conseguir
señoríos con poder jurisdiccional terminó cuando la Corona se afirmó como única titular del gobierno y decisión.
Se consolidó el poder de la Corona sobre los dominios americanos.
Para ejercer el poder hubo una jerarquía organizada.
Dentro de la jerarquía de las autoridades civiles y eclesiásticas había más divisiones que concierto.
El sistema de gobierno de las Indias, y en particular el de Nueva España, se nos presenta como un orden legal, muy moderno en su forma.