El secreto de la isla de San Borondón

Dicen que las Islas Canarias son siete, pero... ¿Sabías que se busca una octava? ¿Una isla misteriosa... fantástica? ¿La isla de la Felicidad y la Fortuna?

Acompáñame, te voy a contar una historia llena de magia y fantasía. Una historia en la que vas a descubrir un gran secreto: el de la isla de San Borondón, la isla Fantasma de las Canarias.

Todas las noches, frías o calientes, un viejo pescador salía a pasear con su barca. Acompañado por su perro recorría el mar canario buscando el mejor lugar donde echar sus redes y coger los mejores peces.

Una noche suave y tranquila echó, como de costumbre sus redes y, al sacarlas no podía dar crédito a lo que veían sus ojos. Dentro de la red, entre algunos peces, se encontraba una corona. Una corona de oro, con brillantes.

-¡Una corona de oro! exclamó. ¡Una corona de rey!

Aún no había acabado de admirar su pesca cuando se levantaron unas nubes y a lo lejos, envueltas en niebla, vio una isla flotante. Una isla que aparecía y desaparecía a su antojo.

- ¡Es la isla de San Borondón! ¡Si llego hasta ella seré el hombre más rico del mundo!

Así fue como remó en dirección a la isla. Cuando llegó a la playa estaba muy cansado de navegar pero todo su agotamiento se le pasó cuando al desembarcar vio un espectáculo fastuoso: arboles dorados, flores y frutas extrañas, fuentes milagrosas...

Quedó ensimismado con la extraña atmosfera que se respiraba en el lugar. De repente, escuchó unos lamentos que parecían salir de entre unos arbustos.

-¡Ay! ¡Ay! sollozaba alguien.

Su perro le ayudó a encontrar el lugar del que venían los lamentos y cuando se acercaron descubrieron su origen.

Una mujer bellísima, envuelta en cabellos ensortijados, los estaba mirando con dolor.

-¿Viste mi corona? le preguntó.

Soy la musa de la poesía, de la belleza y la creación literaria. Sin mi corona no puedo irradiar luz a la inspiración de los poetas, escritores, pintores... ¡Que va a ser de la creatividad si no puedo atravesar los sueños de la fantasía y la imaginación!

El pescador, al ver todo lo que el mundo podía perder si era codicioso, la consoló y le dijo:

-No os preocupéis. La corona la tengo yo. La saqué del fondo del mar con mi red.

Regresó a la barca que dejara en la orilla de la playa y corona en mano llegó de nuevo ante la Musa de la Poesía.

-Tomad. Ahora todos los niños y niñas del mundo podrán gozar de las maravillosas historias que la inspiración de los artistas puedan fabricar con su ayuda.

La musa agarró la corona y la colocó en la cabeza. Entonces miles de rayos de luces de colores invadieron el espacio y salieron en todas direcciones buscando una mente abierta a la belleza.

En agradecimiento por su gesto, la Musa de la Poesía le regaló al pescador un bolígrafo mágico.

- Con este bolígrafo, le dijo, podrás escribir las obras de teatro, los poemas y los cuentos más maravillosos y divertidos. Los niños y las niñas y los mayores con corazón de niño van a disfrutar como nunca.

El pescador regresó a su casa muy feliz. Ahora con aquel bolígrafo escribe libros hechizados para todos los lectores. Los que los leen dicen que tienen la sensación de estar en un lugar hermoso donde solo hay bien y felicidad. Muchos de ellos están en las bibliotecas. Pídelos.

Y la Musa sonríe divertida en su isla de fantasía.Poesía visual: La musa de la poesía. Ilustraciones de alumn@s DE 6º DE PRIMARIA del Ceip Barrié de la Maza-Santa Comba.CONTADORA DE SOÑOS-PROYECTO EIRÍN 2010-2011LA COMETA DE LOS CUENTOS