el rol de la mujer azteca
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Universidad Nacional Autónoma de México
Facultad de Filosofía y Letras
Colegio de Lengua y Literaturas Hispánicas
El papel de la mujer en la sociedad Azteca
Profesora: Patricia Lucia Ávila
Alumna: Madeline Castillo Paz
Grupo: 1103
Fecha de entrega: México D.F a 7 de septiembre de 2012
El papel de la mujer en la sociedad Azteca
“Parece que querían que las mujeres
Fuesen sordas, ciegas y mudas.
Gerónimo de Mendieta.
La posición que la mujer ocupaba en la sociedad azteca era de acuerdo con la clase social a la que
pertenecía, la edad que tenía y sus características individuales. Pero sin importar las características
anteriores todas las mujeres se veían sometidas por los varones, esto era porque todas las
mujeres fueron apartadas de las actividades que implicaban riqueza, poder o prestigio, como el
comercio, la guerra y la cacería ritual.
Esta posición por debajo del hombre, se debía a que los aztecas eran una sociedad
principalmente militarizada y resolviendo siempre cuestiones de guerra, además de no ser
necesario hacer distinguir a las mujeres con ropa llamativa debido a su escasa participación en
actividades prestigiosas o con un gran merito.
Las madres les dirigían largas disertaciones a sus hijas, entre ellas:
Hecho esto comienza luego a hacer lo que es de tu oficio, o hacer cacao, o moler maíz, o a hilar, o a tejer; mira que aprendas muy bien cómo se hace la comida y la bebida para que sea bien hecha; aprende muy bien a hacer buena comida y buena bebida,
que se llama comer y beber delicado para los señores.1
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1. Eduardo Matos Moctezuma, Tenochtitlán, p. 150
Situación social de la mujer noble
Estas mujeres por pertenecer a un estamento dominante nobleza, compartían con sus compañeros
masculinos algunos privilegios que les concedía su posición, como por ejemplo: podían heredar tierras, sin
embargo por sí mismas no podían tener acceso al poder político ni mucho menos tener el derecho a
heredarlo.
En cuanto a la educación de la mujer noble, ésta era mucho más rígida que la de la gente
del pueblo, debido que la mujer era la que depositaba la honra del linaje. Al nacer una niña se
enterraba el cordón umbilical debajo del fogón de la casa, “porque la vida de la mujer es criarse,
estar y vivir en ella” 2, y al bautizarla le entregaban con rituales y sermones pequeñas replicas de
instrumentos domésticos. Desde los 5 años les enseñaban a labrar la tierra, a tejer y a hilar.
La joven por ser noble debía llevar una vida muy austera, tanto social como sexual. Eran
criadas con mucho recato, que podría decirse que su vida transcurría en cautiverio forzoso hasta
que se casaran.
Condición de la mujer del pueblo.
Se les conocía como macehualtin que quiere decir del pueblo. Este grupo abarcaba a
todos los que trabajaban para el gobierno y tenían la obligación de pagarle tributo.
La mujer del pueblo compartía con el varón el pago del tributo en trabajo y especie, pero
además de la explotación sexual.
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2. Rodríguez Shadow María J. La mujer azteca, p. 94
La mujer del pueblo desempeñaba labores domesticas, como cuidar la casa, atender a su
marido y a sus hijos; pero también colaboraba con su marido a las labores agrícolas, además de
fabricar el vestuario para su familia y las mantas para el tributo asignado a su barrio.
“Las crónicas dicen que las mujeres pobres eran educadas con el mismo rigor que el
aplicado a las doncellas”. 3 Y en efecto se les educaba con el mismo rigor, con el mismo recato y
sobre todo con mucha honestidad, pero las mujeres nobles no tenían tanta libertad sexual y no
podían ejercer la prostitución porque las castigaban con la muerte; mientras que las mujeres del
pueblo gozaban de ciertas libertades sexuales y la prostitución no solo les era permitida, sino que
les fue impuesta.
Los oficios femeninos
Las mujeres que participaron en la estructura ocupacional no respetaron, en modo alguno,
competencia para los varones, pues solo se les permitió desempeñar las labores que ningún hombre
azteca debía hacer: “las relacionadas en forma directa con las tareas que generalmente la mujer
desarrolla en su hogar” 4
Las mujeres del pueblo se dedicaban a las ventas de algunos artículos y servicios en los
mercados para poder sustentar algunos gastos en su hogar; los hombres podían ofrecer a la venta
en los mercados innumerables productos y ejercer 35 oficios diferentes, las mujeres solo vendían 6
productos y podían ejecutar 16 actividades:
________________________________________________________________________3. Rodríguez Shadow María J. La mujer azteca, p. 94
4. Ibídem. p. 118
Guisanderas: preparaban ciertos guisos en su hogar y los llevaban a vender al mercado,
exponiéndolos en grandes cazuelas donde mezclaban pepitas, ají, tomates y chiles verdes.
Verduleras: algunas mujeres obtenían ingresos extras si tenían una pequeña hortaliza en su
casa o recolectaban hierbas comestibles como el eloquilitl, el mozoquilitl, el axalli popoyahu y
“otras hierbas buenas para comer” 5
Tamaleras: los hacían ellas mismas o los compraban ya hechos para vender en el mercado.
Tortillera: las mujeres que tenían recursos más limitados que las tamaleras se dedicaban a la venta de tortillas solas, con chile o con carne.
Comerciante de plumas: eran hiladas y las obtenían de las aves que tenían en sus propios
hogares y las ofrecían con cierto tipo de trabajo.
Medicas: eran las que podían cuidar a los enfermos, debían saber dar purgas, echar medicina
y untar el cuerpo, además de curar llagas, el mal de ojos, y otras enfermedades.
Terapeutas tenían menos preparación que las medicas y curaban los que se decía “Embarrado
de cabeza, en esta operación ocupaban barro y unas hiervas llamadas xiuhquilitl”6
Hechiceras: tenían mala reputación, se rumoraba que tenían pactos con el demonio, porque
sabía dar bebedizos que mataban a los hombres, engañaban a las gentes con su hechicería,
pero también podían saber si un niño se curaría con solo tirar maíz en un tapete o chupando
al enfermo.
Sopladoras: hacían ritos y ceremonias especiales que se efectuaban cuando un baño
era calentado.
Parteras: solo las mujeres ancianas podían ser parteras, éstas ayudaban a la
parturienta a dar a luz.
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5. Rodríguez Shadow María J. La mujer azteca, p. 1216. Ibídem. p. 124
Tejedora: tejía mantas labradas o pintadas, decían que debía ser diestra.
Costurera: solo cosía y labraba.
Hilandera: su trabajo era escarmenar y sacudir el algodón, prepararlo para la labor y
que el hilado fuera delgado y parejo. También debía ser diestra.
Casamenteras: eran viejas matronas que se dedicaban a intervenir en las
negociaciones matrimoniales.
Amantecas: estas mujeres tenían éste trabajo gracias a su padre o a su marido,
consistía en hacer piezas artesanales muy complejas.
Pintoras: en los mercados habían mujeres que ofrecían sus servicios como pintoras,
éstas se dedicaban a decorar figuras en la piel de los que solicitaran.
Sobre su sexualidad
La sexualidad de la mujer en la sociedad azteca antes del matrimonio era mal
visto y sancionado hasta con la muerte, se decía que los dioses les castigarían pudriéndole
los órganos sexuales, que las ahorcarían o que morirían apedreadas o ahogadas. El
matrimonio era más bien un vinculo político entre dos grupos sociales y no una unión de
apego afectivo entre un hombre y una mujer.
Introducción
Suena interesante investigar qué papel desempeñaba la mujer en la sociedad Azteca,
de ahí el nombre del tema que abordare en el presente trabajo.
Se tiene la idea de que la mujer siempre ha estado sojuzgada por el hombre y su único
rol en la sociedad era en relación a la casa, y todo lo concerniente a ello, sin dejar de
lado la reproducción.
Es por eso que la idea central de éste trabajo es explicar todo lo relacionado a la
organización familiar, el tipo de educación que recibía, y las actividades a las que podía
dedicarse o los oficios que podía llevar a cabo, siempre y cuando fuera mujer de
pueblo, porque las mujeres de nobleza tenían más reglas.
Conclusión
La mujer azteca en el ámbito social no era tan reprimida a como se tenía una idea,
gozaba de ciertos “privilegios y libertades”, más si era una mujer de pueblo, las mujeres
de la nobleza tenían más restricciones.
Y de las libertades en cuanto a su sexualidad, eran tan ligeras que casi las obligaban a
prostituirse para poder apoyar en los gastos económicos del hogar.
La mujer del pueblo podía desempeñarse en varias actividades, más bien en varios
oficios, no era tan reprimida la sociedad azteca, le permitían a la mujer trabajar en lo
que ella pudiera desempeñar.
En lo personal estaba bien que le dieran su lugar, pero lo que no terminó de agradarme
es que en los matrimonios no era una unión amorosa entre la pareja, sino más bien una
unión política establecida por los padres de estos para asociarse.
Bibliografía
Rodríguez Shadow María J. La mujer Azteca, México, UAEM, 2000
Matos Moctezuma Eduardo, Tenochtitlán, México, CFE, 2006
Clavijero Francisco Xavier , La cultura de los mexicanos, Conaculta,
2002