el retablo de la iglesia de elciego vii.-domingo antonio de elcaraeta

17
VIII.- Esculturas de los Retablos colaterales de Domingo Antonio de Elcaraeta 8.1.- Nuevo estilo y mensaje Con el cambio de siglo se produce un cambio estético, formal, ideológico y técnico en el mundo artístico. Las formas barrocas fueron derivando hacia una complejidad que se basaba en el recargamiento y los excesos. Esto provocó un rechazo hacia esos diseños y una preferencia por la limpieza, sobriedad, contención y armonía en los proyectos. En el S XVIII, por tanto, lo que podemos denominar como “gusto” cambia influenciado, también, por las nuevas corrientes ideológicas y religiosas que están desarrollándose en el contexto europeo. En la península la pervivencia de los estilos anteriores, es mucho más dilatada que en otras zonas debido a que la mayoría de los gremios artísticos están conformados por auténticas dinastías familiares que van pasándose, de generación en generación los conocimientos y técnicas a la hora de realizar sus labores artesanales. Es el caso de Domingo Antonio de Elcaraeta que se forma en el taller de su padre, Bernardo de Elcaraeta, aunque contaba con tan sólo quince años cuando éste falleció, asimilando estilo y forma escultórica de sus maestros. Aun así, se desvincula de su antecesor adoptando un estilo más personal que adelanta el nuevo concepto artístico y estético que estará vigente en este siglo: sus figuras tienen más movimiento pero a su vez no son exageradas

Upload: jesus-fernandez-ibanez

Post on 14-Apr-2017

981 views

Category:

Education


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: EL RETABLO DE LA IGLESIA DE ELCIEGO VIi.-Domingo Antonio de Elcaraeta

VIII.- Esculturas de los Retablos colaterales de Domingo Antonio de Elcaraeta

8.1.- Nuevo estilo y mensaje

Con el cambio de siglo se produce un cambio estético, formal, ideológico y técnico en el mundo artístico. Las formas barrocas fueron derivando hacia una complejidad que se basaba en el recargamiento y los excesos. Esto provocó un rechazo hacia esos diseños y una preferencia por la limpieza, sobriedad, contención y armonía en los proyectos.

En el S XVIII, por tanto, lo que podemos denominar como “gusto” cambia influenciado, también, por las nuevas corrientes ideológicas y religiosas que están desarrollándose en el contexto europeo. En la península la pervivencia de los estilos anteriores, es mucho más dilatada que en otras zonas debido a que la mayoría de los gremios artísticos están conformados por auténticas dinastías familiares que van pasándose, de generación en generación los conocimientos y técnicas a la hora de realizar sus labores artesanales.

Es el caso de Domingo Antonio de Elcaraeta que se forma en el taller de su padre, Bernardo de Elcaraeta, aunque contaba con tan sólo quince años cuando éste falleció, asimilando estilo y forma escultórica de sus maestros. Aun así, se desvincula de su antecesor adoptando un estilo más personal que adelanta el nuevo concepto artístico y estético que estará vigente en este siglo: sus figuras tienen más movimiento pero a su vez no son exageradas y están dotadas de una gran naturalidad.

Cuando se contrata a Domingo Antonio de Elcaraeta, para realizar el programa escultórico de la Parroquia de San Andrés de Elciego, debemos comentar que la propia institución eclesiástica está inmersa en un proceso de cambio tanto ideológico como en lo que se refiere a su organización y estructura. Las tesis Trentinas (las expuestas en el Concilio de Trento) pierden progresivamente, su importancia y la Iglesia abandona la rigidez dogmática a la que le sometió lo acordado en el famoso Concilio. El racionalismo, como modelo filosófico imperante en el S. XVII y que derivará en el pensamiento Ilustrado, empapará el pensamiento religioso y general a finales del S. XVII y principios del XVIII. El impacto social de la Iglesia será menor en este momento y hasta el clero se compone de miembros más ilustrados que se fundamentan en el pensamiento racionalista y en el método científico, convirtiéndose en agentes innovadores que rechazan lo férreamente doctrinal e importantes agentes de cambio intelectual y social, sin abandonar la base ideológica de la Iglesia Católica.

Page 2: EL RETABLO DE LA IGLESIA DE ELCIEGO VIi.-Domingo Antonio de Elcaraeta

A modo de ejemplo, y en el caso que nos ocupa, cabe destacar la figura de D. Francisco Manuel Navarrete Ladrón de Guevara que formándose en los mejores centros académicos del momento, ocupando diversos puestos en la jerarquía eclesiástica y con un pensamiento estrictamente moderno, llegó a ser Arzobispo de Burgos realizando diversas reformas ideológicas, jurídicas y de tipo estamental así como siendo una especie de mecenas artístico, en todos los centros episcopales o arzobispales en los que ocupó algún cargo. A parte de las importantes labores asociadas a su cargo, fue uno de los motores de cambio más importantes del momento en la Villa de Elciego.

El cambio ideológico dentro de la iglesia se ve claramente en el contrato que se realiza con Domingo Antonio de Elcaraeta para realizar las esculturas de los retablos colaterales. Ambos serán una especie de “propaganda” de esa renovación eclesiástica con la temática propuesta en los mismos.

Así vemos que en el Colateral del lado de la Epístola, está dedicado a la temática Carmelita. Es en este momento cuando se reconoce la reforma del Carmelo (llevada a cabo por Santa Teresa y San Juan de la Cruz) que ganará popularidad y adeptos a lo largo de este nuevo siglo tras haber estado casi proscrita por su profunda espiritualidad, que era entendida en clave “iluminista” y herética. Los relieves que se le encargan a Elcaraeta aluden a dos episodios fundamentales relacionados con los reformadores de la orden del Carmelo Descalzo. Por un lado tenemos el relieve que narra la historia de San Simón Stock al que la propia Virgen del Carmen le entrega la casulla de la orden y el escapulario que será uno de los elementos físicos religiosos más populares de este momento. El otro relieve Carmelita, alude a las visiones de uno de los reformadores directos de la orden, San Juan de la Cruz durante sus estancias en prisión. Se completa el programa de relieves en este altar, con uno historiado que muestra un episodio de la pasión, en este caso la coronación de espinas, que tiene un equivalente en el colateral del lado del Evangelio. Se completa el programa escultórico con varias figuras de bulto que corresponden a San José, con sus atributos correspondientes, la Virgen del Rosario y un San Sebastián en el remate del mismo.

El Altar Colateral del lado del Evangelio, está dedicado a otra de las nuevas grandes órdenes surgidas en ese momento y que alcanzará una gran importancia dentro de la jerarquía de la iglesia: La Compañía de Jesús y a la reforma Franciscana. Es en este momento cuando la Compañía alcanza gran importancia, sobre todo dentro del ámbito colonial, donde el arte del retablo alcanza mayor importancia y esplendor que en la propia península transfiriéndose influencias de ultramar a nuestros ámbitos más cercanos. Los Jesuitas desarrollarán dos vertientes que estarán muy presentes dentro del orden social: por un lado, serán educadores de las grandes élites y por el otro, realizarán una importante labor misionera y científica.

Los fundadores de la Compañía, al igual que los reformadores carmelitas, fueron canonizados en pleno S.XVII.

A Elcaraeta se le encarga un relieve que represente una escena de la vida de San Bernardino de Siena, reformador de la orden Franciscana que continuaba gozando de popularidad en este periodo; y otro relieve que narre uno de los ciclos de la pasión. En este caso la flagelación y que, tal y como hemos comentado anteriormente, continúa con la temática del retablo del lado de la Epístola. Se completa el programa con escultura de bulto. En este caso representan a San Francisco Javier, ideal de misionero propuesto como modelo doctrinal e intelectual en ese momento.

Los relieves están realizados bajo la técnica del bajo y medio relieve. Es aquí donde percibimos más claramente ese cambio estético y técnico de Domingo Antonio de Elcaraeta: un trabajo que no intenta conseguir el casi bulto redondo en la composición y donde el juego de luces

Page 3: EL RETABLO DE LA IGLESIA DE ELCIEGO VIi.-Domingo Antonio de Elcaraeta

y sombras es mucho menos violento; consiguiendo por medio de las líneas ondulantes, una mórbida delicadeza que anticipa las formas clásicas del nuevo estilo.

En las composiciones los personajes no siguen un esquema geométrico en su colocación: esto logra que los movimientos sean más realistas y menos teatralizados aunque percibimos cierta similitud con la técnica de Bernardo de Elcaraeta sobre todo en la concepción de las extremidades. Las formas arquitectónicas que actúan como paisaje o telón de lo narrado, preludian el arte que está por venir.

En las figuras de bulto redondo es donde vemos más claramente la pervivencia del estilo barroco aunque, Domingo Antonio de Elcaraeta concibe unas figuras más serenas formalmente. Las diferencias esenciales se perciben en la forma de realizar las vestiduras. Los paños tienen menos volumen creando un efecto más liviano y de un movimiento más ligero. Despoja a las figuras de la rígida pesadez de los vestidos y de la rotundidad que le daba el juego de pliegues en las ropas, a las figuras de Bernardo Elcaraeta.

Debemos destacar que Elcaraeta también realiza un relicario para el altar del Evangelio. En el mismo vemos cómo las formas más puramente barrocas perviven en su diseño y ornamentación. Se aleja radicalmente del romanismo con el que Fabricio concibió el relicario del altar mayor creando un sagrario de corte más hexagonal, muy ornamentado y rematado con un frontón curvo con venera.

Page 4: EL RETABLO DE LA IGLESIA DE ELCIEGO VIi.-Domingo Antonio de Elcaraeta

8-2.- CONTRATO DE ESCULTURA CON DOMINGO ANTONIO DE ELCARAETA

La liquidación de las deudas de la Fábrica de la iglesia con los herederos de los artistas de los retablos, proporcionó tranquilidad a los Clérigos y beneficiados locales así como a la propia Diócesis, que finalmente resolvía en sus tribunales unos problemas que llevaban arrastrándose casi treinta años

Esta nueva época de menos problemas y más dineros en las arcas parroquiales animó a las autoridades de la Diócesis y a las locales a continuar con la ornamentación interior del templo parroquial. Ya hemos visto la finalización del Retablo Mayor con la entrega del plafón historiado de la Visitación, el dorado del frontal del propio Altar Mayor e incluso el dorado y estofado de la imagen y la caja que presiden dicho Retablo: San Andrés Apóstol.

En la Visita que hizo el propio Obispo a la Parroquia en 1713, dejó en el acta el reconocimiento de la “necesidad de hacer nuevas la efigies y bustos de San Juan y San Sebastián para los dos colaterales y en los altares del Santo Cristo y Nuestra Señora, se necesita remover los pedestales de ellos por ser sumamente vicios y antiguos y no concurrir con lo moderno y que también hay necesidad de segundo sagrario para evitar las indecencias que pueden ocurrir haciendo necesidad de administrar el Sacramento de la Comunión cuando se está diciendo misa en el altar mayor…” El propio Obispo deja constancia en el acta de dar “licencia en forma para que de los efectos de la dicha fábrica y reservar de ella lo necesario para los alimentos precisos se puedan hacer dichas efigies, sagrario y demás necesario para el adorno y compostura de dichos colaterales “

Estaba claro que los deseos del prelado eran compartidos por los responsables del templo parroquial, puesto que al año siguiente hacen un contrato con Domingo Antonio de Elcaraeta, el hijo del escultor de los Apóstoles y los plafones del Retablo Mayor, para unas efigies para los colaterales. Domingo Antonio no tuvo influencia artística de su padre puesto que éste falleció cuando era muy niño; pero el ambiente artístico en el que se crió hizo que desarrollara sus cualidades siguiendo la estela de su padre.

El 19 de julio de 1714 firmaron el contrato entre el cura Juan Antonio Mendiluce y Domingo Antonio de Elcaraeta. (ANEXO XLV) En el mismo documento se especifican las esculturas que debe realizar:

“una hechura de San José hueco con su niño en los brazos; de altura dicho santo de siete cuarta” para colocar en el altar de Nuestra Señora del Carmen

Page 5: EL RETABLO DE LA IGLESIA DE ELCIEGO VIi.-Domingo Antonio de Elcaraeta

“un trono a dicha imagen de Nuestra Señora con ángeles nubes y serafines y dos niños volando enfrente de la corona y una media luna”

“Y en el pedrestal de dicho altar tres historias, la de medio Nuestra Señora del Carmen, poniendo la casulla a San Simón Carmelito con su trono de gloria y ángeles”

“y en el lado de la Epístola la historia de San Juan de la Cruz”

Page 6: EL RETABLO DE LA IGLESIA DE ELCIEGO VIi.-Domingo Antonio de Elcaraeta

“y en el lado del Evangelio la historia de San Francisco de Sena”

“Y en altar del Colateral del Santo Cristo se ha de hacer un San Francisco Javier con un crucifijo en la mano “

“un sagrario de la altura de dicho pedestral “

Page 7: EL RETABLO DE LA IGLESIA DE ELCIEGO VIi.-Domingo Antonio de Elcaraeta

“y al lado del Evangelio la historia de Nuestro Señor en la columna”

“ y al lado de la Epístola la historia de cuando coronaron a Cristo de espinas. “

“un San Juan Bautista con su cordero “

Page 8: EL RETABLO DE LA IGLESIA DE ELCIEGO VIi.-Domingo Antonio de Elcaraeta

“en el colateral del lado de la Epístola se ha de hacer un San Sebastián de la misma altura que el dicho San Juan.”

“ una imagen de Nuestra Señora del Rosario para las procesiones de los primeros domingos de meses “

Aparte de estas efigies, también tendría que fabricar “ un Santo Cristo con su cruz para sobre la mesa del altar mayor, cuatro blandones para la dicha Iglesia y dos peanas para Santa Lucía y Santa Catalina “

Especifican en el contrato que la madera ha de ser de nogal seco y limpio. El trabajo no se puede demorar y fijan en un año el plazo de ejecución de todas estas efigies, aparte de traerlas al propio templo de Elciego y colocarlas en sus lugares señalados; plazo que debe cumplirlo el artista porque en caso contrario, el cura y patronos de la Iglesia le pueden aplicar las sanciones establecidas.

Page 9: EL RETABLO DE LA IGLESIA DE ELCIEGO VIi.-Domingo Antonio de Elcaraeta

El precio del trabajo pactado se acordó en 5.300 reales pagados en tres plazos: el primero al inicio de la obra, otra tercera parte a la mitad de la obra y la última el día en que se entregaren y pusieren las obras en los lugares correspondientes.

Parece que no hubo ningún problema en el la ejecución de las obras, aunque los plazos de los pagos no llegan a coincidir con el tiempo de un año establecido en el contrato. En el libro de fábrica de la Parroquia correspondiente a 1714 hay un pago de 2.000 rs que pagó a Domingo Antonio de Elcaraeta maestro escultor “ por las efigies de santos y demás obra que ha de hacer para esta Iglesia” (Libro de Fábrica 1714)

En los asientos correspondientes a 1715 se refleja el pago de 990 rs a Elcaraeta “por cuenta de la obra de escultoría que trabaja para dicha iglesia” y en 1716 “2.880 reales por cuenta de la obra que ha hecho para esta Iglesia”. En este mismo año se registra otro pago de 133 rs por el gasto que hizo“Don Antonio de Elcaraeta y sus oficiales en el tiempo que se ocuparon en asentar y plantar la obra que han hecho para esta iglesia”, así como otro correspondiente al Sagrario de 225 rs por “libramiento y cartas de pago constó haber entregado a Francisco de Leiba por los adornos que hizo para el sagrario del altar del Santo Cristo.”

Era común aprovechar la presencia de maestros ejecutores en los templos para realizar algún otro cometido añadido. En este caso la presencia de Domingo Antonio Elcareta y sus oficiales es aprovechada para el montaje y desmontaje del llamado “Monumento” que todos los años en la Semana Santa se levantaba en el templo. Era una especie de catafalco provisional para acoger con solemnidad y pomposidad el pan consagrado el Jueves Santo y tenerlo en el “Monumento” hasta el Domingo de Resurrección. Se le pagaron 36 reales “ a Domingo de Elcaraeta por hacer y deshacer el monumento”. También se le abonaron 40 reales “por componer los yugos de las campanas y retejar el tejado de la Iglesia”.

De todos estos trabajos añadidos y algunas otras menudencias, quedaron pagos pendientes a Elcaraeta, puesto que en 1717 se le abonan 690 rs “por resto y fin de pago de la obra de escultura que ha hecho para esta Iglesia”

Page 10: EL RETABLO DE LA IGLESIA DE ELCIEGO VIi.-Domingo Antonio de Elcaraeta

ANEXOS

Page 11: EL RETABLO DE LA IGLESIA DE ELCIEGO VIi.-Domingo Antonio de Elcaraeta

ANEXO XLV

2014-07-19

La obra que ha de ejecutar Domingo Antonio de Elcaraeta en la Iglesia de la villa del Ziego es la siguiente:

Lo primero en el altar de Nuestra Señora del Carmen se ha de poner una hechura de San José hueco con su niño en los brazos; de altura dicho santo de siete cuartas y en el dicho altar se ha de hacer un trono a dicha imagen de Nuestra Señora con ángeles nubes y serafines y dos niños volando enfrente de la corona y una media luna para delante de Nuestra Señora Y en el pedrestal de

dicho altar tres historias, la de medio Nuestra Señora del Carmen, poniendo la casulla a San Simón Carmelito con su trono de gloria y ángeles; y en el lado de la Epístola la historia de San Juan de la Cruz; y en el lado del Evangelio la historia de San Francisco de Sena. Y ambas historias de los lados han de ser de bara y cuatro dedos de largo y la historia de medio ha de ser de dos baras de largo de manera que todo venga a medida de los huecos del pedestral de dicho altar.

Y en altar del Colateral del Santo Cristo se ha de hacer un San Francisco Javier con un crucifijo en la mano de la altura de San José y en pedestral de dicho altar un sagrario de la altura de dicho pedestral y al lado del Evangelio la historia de Nuestro Señor en la columna y al lado de la Epístola la historia de cuando coronaron a Cristo de espinas. Cuyas historias han de ser de la anchura y altura correspondiente a los huecos de dicho pedestral

Así mismo se ha de hacer en el colateral del lado del Evangelio un San Juan Bautista con su cordero y ha de tener de altura cinco pies y así mismo en el colateral del lado de la Epístola se ha de hacer un San Sebastián de la misma altura que el dicho San Juan.

Item una imagen de Nuestra Señora del Rosario para las procesiones de los primeros domingos de meses y ha de ser de media bara de altura y a llevar su peana garbosa.

Un Santo Cristo con su cruz para sobre la mesa del altar mayor

Item cuatro blandones para la dicha Iglesia los cuales han de ser de la hechura y altura de los otros dos que tiene la Iglesia

Item dos peanas para Santa Lucía y Santa Catalina para que queden con la altura que corresponde a los huecos donde deseen poner las santas

Toda la referida obra ha de ser de nogal seco y limpio. La cual dicha obra se ha de ejecutar el dicho Elcaraeta dentro de un año de la fecha de esta escritura con obligación de traerla y plantarla a su costa en la Iglesia de esta villa pena de que no cumpliendo pueda el cura y Patronos de dicha Iglesia compelerle a ello y buscar maestros que la ejecuten y si importase más exceso que dicha obra la ha de pagar dicho Maestro el exceso y por ello ha de poder ser ejecutado. Y por dicha obra se le han de dar cinco mil y trescientos reales de vellón pagados en esta forma: la tercera parte para dar principio a dicha obra; la otra tercera parte para mediada la obra y la otra tercera y última para el día en que se entregare y diere puesta dicha obra dicho Maestro a

Page 12: EL RETABLO DE LA IGLESIA DE ELCIEGO VIi.-Domingo Antonio de Elcaraeta

cuya paga se obliga el cura de dicha Iglesia con los bienes de ella pena de excomunión y costas de la cobranza.

Domingo Antonio de Elcaraeta

Escritura de los Santos y demás obra que se ha de hacer para la Iglesia de esta Villa del Ziego.

Sepan cuantos esta escritura de obligación como yo el Licenciado Don Juan Antonio de Mendiluce Cura y Beneficiado en la Iglesia Parroquial de esta villa del Ziego de la una parte y de la otra Domingo Antonio de Elcaraeta vecino de la ciudad de Santo Domingo de la Calzada y Maestro de escultura decimos que por cuanto tratando la dicha Iglesia de hacer un San Joseph y un San Juan Bautista para los altares que en ella están del Santo Cristo y de Nuestra Señora del Carmen y otras efigies y obras que se contienen y mencionan en las condiciones para ello hechas que todo ha sido rematado en mí el dicho Domingo Antonio de Elcaraeta en cinco mil y trescientos reales de vellón como todo lo susodicho más largamente consta de dichas condiciones que están en poder del presente escribano y son del tenor siguiente

Aquí las condiciones

Y cumpliendo con el tenor de dichas condiciones de ajuste, yo el dicho Domingo Antonio de Elcaraeta otorgo que me obligo con mi persona y bienes muebles y raíces habidos y por haber a que haré y fabricaré las efigies del Señor San Joseph, San Juan Bautista y demás obra contenida y declarada en dichas condiciones a los días tiempos y plazos y en la forma que en ellas se especifica conforme a arte y sin faltar en cosa alguna y a vista de Maestros peritos en el dicho arte nombrados por una y otra parte pena que no lo haciendo y cumpliendo así pagaré los daños intereses y menos cabos que en razón de ello se siguieren y causaren a dicha Iglesia además de que por parte de ella se pueda buscar Maestro o Maestros que hagan la dicha obra por la cantidad que las concertaren y por el exceso que hubiere de la cantidad en que está ajustada he de poder ser ejecutado en virtud del tal concierto y de esta escritura sin otra justificación ni instrumento alguno porque en todo y por todo he de guardar, cumplir y ejecutar lo contenido en esta escritura y dichas condiciones que tengo vistas y entendidas las cuales les siendo necesario y a mayor abundamiento las he aquí por repetidas para que no perjudiquen. Y si por no cumplir con lo que llevo dicho y al tenor de dichas condiciones o cualquiera cosa de ellas el Mayordomo de dicha Iglesia que al presente es o por tiempo fuere otra cualquiera persona en su nombre fuera a la dicha ciudad de Santo Domingo y a otra cualquiera parte donde residiere o tuviere bienes y hacienda le pagaré quinientos maravedíes de salario de los que se ocupare en la ida estada y vuelta que confieso he moderado y en él no pediré baja ni descuento aunque lo pueda hacer por derecho costumbre estilo de audiencia o por otra causa porque todo lo renuncio y de ello me aparto y por lo que montaren dichos salarios quiero ser ejecutado como por lo principal y en los días de ocupación sea creída la persona que en ella entendiese por su declaración simple o jurada en que lo difiero sin que sea necesario mostrar testimonio nuestro recaudo alguno y renunciando la ley de Madrid y demás que hablan en razón de la imposición de salarios. Y yo el dicho Juan Antonio Mendiluce Echeandia, como tal cura de dicha Iglesia, en virtud de comisión que tengo de la Parroquia y de Auto de visita que se halla en el libro de dicha Iglesia me obligo con los bienes frutos y rentas de ella a dar y pagar al dicho Domingo Antonio de Elcaraeta y quien en su derecho hubiere los dichos cinco mil y trescientos reales contenidos en esta escritura a los días tipos y plazos que refieren dichas condiciones pena de excomunión y costas de la cobranza por cualquiera de ellos y demás de que pueda venir o emplear persona a la cobranza con quinientos maravedíes de salario por cada un día de los que en ella se ocupare así de venida como de

Page 13: EL RETABLO DE LA IGLESIA DE ELCIEGO VIi.-Domingo Antonio de Elcaraeta

estada que confieso ser moderado y de él no se pedirá baja aunque se pueda hacer por cualquier razón que para ello haya y por lo que montaren dichos salarios pueda ejecutar como por lo principal y en los días de ocupación sea creída la persona que entendiere de dicha cobranza por su declaración simple o jurada sin que sea necesario mostrar otra justificación porque en ello lo difiero y renuncio la ley de Madrid y las demás que son y hablan en razón de las imposiciones de salarios. Y ambos las dichas partes guardaremos y cumpliremos lo que dicho es sin faltar en cosa alguna y damos poder cumplido a las justicias cada uno a las de su fuero para que nos compelan y apremien al cumplimiento de lo que dicho es como si fuera sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada consentida y no apelada sobre que renunciamos las leyes fueros y derechos de nuestro favor con la general en forma que yo el dicho Don Juan Antonio Mendiluce y Echeandia renuncio asimismo el capítulo suam de penis duardus de solucionibus y todas las demás leyes fueros que son y hablan en favor de los eclesiásticos como en ellas se contiene para que no me valgan ni aprovechen en este caso y ambos los dichos otorgantes lo otorgamos según y de la manera que dicho es ante el presente escribano público y testigos en esta villa del Ziego a diez y nueve días del mes de Julio de mil setecientos y catorce años siendo testigos Matheo Montoia mayor, Martín de Medrano y Pedro Rodríguez de Villarreal vecinos de esta dicha villa y los otorgantes. Yo el escribano doy fe lo conozco firmaron

(AHPA 1714 José Ramírez Prot 8264)