PRESENTACIÓN

La presente obra trata de reflejar las sensaciones, sentimientos, pensamientos, emociones que en un momento dado se despertaron en el autor. No son relatos solamente, sino que aspiraron ir un poco más allá de lo que puede considerarse una “fotografía intelectual”. Tampoco son poesía, porque la poesía requiere dominio y arte en el uso de las técnicas donde las metáforas tomen forma y puedan constituirse en una de las más sublimes manifestaciones de la literatura. La poesía merece todo el respeto posible para pretender crearla y requiere de la disciplina y el dominio de las herramientas necesarias para ello, situaciones carentes en el autor. Simplemente se trata de compartir esas cosas con los demás, algo de lo mucho que se produce en nuestro interior, algunas de ellas resultado de cavilaciones juveniles para que no se queden guardadas, así no más. Una vez dicho esto, a ti amable lector, dejo la libertad para hacer tus juicios con la seguridad de que se tomarán con el más profundo sentido de la comunicación. Respecto al título de la obra “El Puente del Igual”, se puede mencionar que su concepto es algo abstracto como lo es la abstracción matemática de donde proviene, en su enfoque algebraico. Sirve para la resolución y despejamiento de la incógnita o las incógnitas; cualquier proceso para ir despejando esas incógnitas tiene que ser aplicado a los dos elementos que une el signo del igual, llámese suma, resta, multiplicación o el cociente y se debe aplicar a ambas partes o elementos de la ecuación. Se tiene que hacer así para no romper el equilibrio y se mantenga como una igualdad, del tal manera que, si no se hace así, nunca se llegarán a despejar las incógnitas llamadas mayormente "x" ó "y". Una representación gráfica se puede auxiliar de la física, concretamente con la óptica, en donde los ejemplos podrían ser la reflexión y la refracción. En la reflexión, la imagen real se reproduce en una imagen virtual gracias a los rayos de luz que rebotan en una superficie pulida, (espejo); en este caso el espejo podría ser el puente entre una imagen y la otra; "el puente del igual". En el caso de la refracción, donde el rayo de luz pasa de un medio a otro, el "puente del igual" estaría en el momento en que ese rayo de luz sufre una pequeña desviación en su ángulo de incidencia. Se hacen notar las coincidencias entre la palabra reflexión de la luz y las reflexiones cognitivas, puntos de introspección, meditación, autocrítica y proceso de descubrimiento y generación del conocimiento interior. La refracción estaría más orientada a esas situaciones en que pasamos de un medio a otro pero que no dejamos de mantener nuestra esencia. ¿Podemos mantener nuestras esencias cuando cambiamos de un medio a otro? Los medios son muy diversos, desde medios ambientales hasta medios de comunicación. También las incógnitas denominadas "X" y "Y" coinciden con las denominaciones asignadas a nuestros genes que aportan nuestros padres y que nos definen con nuestras características físicas del sexo y que forman parte de la cadena hereditaria. Está a su consideración. Enrique Aguirre Huacuja

INVITACIÓN

Un día, cuando quieras, te invito a visitar mi mundo. Un día, si tienes el valor, te invito a visitar mi mundo, donde hallarás además de otras cosas, que el cúmulo de complejidad tiene su origen en una sola causa. Un día, si te atreves, te invito a visitar mi mundo, a que veas mis desgracias incumplidas mis tristezas adquiridas y mis contadas alegrías insatisfechas. EI mundo que habito, poblado de fantasmas encubiertos inundado de dudas y quimeras,

desgarrado en la sospecha.

Una noche, si gustas, te invito a visitar mi mundo; el pobre mundo estéril, de donde salieron alguna vez los poetas, aquellos que se lanzaron a comprender el mundo ajeno donde crecieron y asumieron por entero sus afrentas. Una noche, si lo deseas, te invito a visitar mi mundo con diferentes realidades y con esperanzas desechas. Ese mundo te invito a visitar, alguna noche, algún día, cuando gustes, cuando quieras, cuando tengas valor, cuando te atrevas.

EL PUENTE DEL IGUAL

Una balanza Dos elementos Una ecuación Signo del igual. Cualquier fuerza, cualquier movimiento cualquier disposición afecta a ambos. Un incremento, una disminución, un factor, una fantasía, una compuerta, afecta a ambas partes, altera el equilibrio. Y para que no se pierda la igualdad, ya que tú eras un elemento y yo, el otro, en esta ecuación, mantengamos siempre, el puente del igual. El puente del igual constantemente transitado en esa búsqueda activa de tenerte en equidad. Allá estás tú tras el puente, presente complemento distante a veces, te veo como reflejo y mitad. Parto y comparto tu encuentro renuevo cada viaje por el puente del igual.

TRAIGO UN CANTO QUE HA NACIDO

desde los siglos, que contempla el paso del hombre y su destino, que se encumbra de orgullo en su existencia, y el egoísmo origina su lindero. Traigo un canto que lucha porque penetre a la savia de su más cercano oyente, quien es motivo de complacencia y de su suerte. Desde los siglos surge el añejo llamado que viaja a través de un sueño a veces es mentira y a veces se vuelve cierto, toma las vibraciones de los colores y de nuestra mente se hace dueño. Llamado presente en cuatro paredes estrechas de seda blanca, y se vuelve a sentir frío y pesado sin saber si es para la vida o para la muerte. Desde los siglos coincide y se une un solo canto, aprovecha su estadía aquí presente, sin que nada a su paso quede inerte y se integre como uno con Dios, con la Vida y con la Muerte,

EL MUNDO DE LAS FORMAS

Era de mañana cuando descubrí que estaba en el mundo de las formas, que les habían dado esas curiosas formas en esas cosas, para mí entonces nuevas, aunque ahora se han hecho familiares.

Después de haber estado en un mundo de colores, con luces aformes y volátiles, vi que a los elementos los habían combinado y obligado a permanecer así, con su límite de espacio. Al principio no entendí cómo la claridad escapaba de la sombra, conocí apenas que había cosas verticales, horizontales, redondas o planas, que terminaban en perímetro o en aristas. Recuerdo que fue sorprendente ver tales limitaciones; estaba en la tierra de fronteras y murallas, con las rosas de los vientos en mis manos con las cotas en todos mis aposentos. Estaba en la tierra de las formas y a esas formas les habían dado nombres, muchos de ellos no correspondían con las realidades, y que habían creado raíces, convertidos ahora en hechos cotidianos. Fue más grande la sorpresa

al contemplar que yo tenía forma, y que esa forma me pesaba, que estaba encerrado dentro de una de esas estructuras, semejante a las que me rodeaban. Era ya de tarde cuando descubrí las formas en las cosas, que yo tenía forma, nombre y todo tenia límite, y ese límite me pesaba. Fue entonces cuando, para entender ese mundo, me rodeé del escudo del egoísmo el cual creció y me cercó dolorosamente y a cada paso más me castraba; fue el tiempo en el mundo de las formas.

EL MUNDO DE CRISTAL

Estuve en el mundo de cristal, donde todos los habitantes éramos esferas, contenidos y debatiéndonos dentro de ellas. Éramos esferas transparentes que flotábamos en una materia etérea. Nuestro lenguaje viajaba en música; se recibía y mandaba como chispa luminosa de color. Éramos un conjunto de armonía con ritmo y melodía. Unos decían que éramos las notas de una sinfonía, otros, más sencillos, pompas de jabón.

Otros más ambiciosos, decían que lo que nos rodeaba era un universo. nosotros éramos soles, planetas, estrellas. Cuando vimos con terror que algunas esferas empezaban a estallar, supimos que nuestro fin estaba cerca. Cuando a mí me llegó el momento, comprobé lo que siempre había sospechado: ¡Éramos una célula!

ABRÍ LOS OJOS y sentí que una mirada me veía. Vi unos ojos que me pertenecían. Vi esa mirada muy mía. Vi esos ojos que siempre han estado para verme, que siempre han estado para mí. Abrí los ojos ,

los vi de dentro los vi muy míos.

Abrí los ojos, los acepté callado ya no me confundí. Abrí mi ser a la maravilla del vivir. Abrí mi ser cuando abrí mis ojos y sorprendido yo me vi. Abrí mi ser y observé yo todo

desapareció el no sé. Me observé y callado me acepté. Acepte mi realidad presente, mi nacer constante, mi criterio emergente, mi debilidad cambiante, mi voluntad creciente, mi libertad condicionante. Todo, todo ello, con una mirada, lo acepté.

UN OJO Y UN SOL

Alcé mis ojos hacia el sol del cenit y sus rayos los hirieron.

Con gran dolor quedé ciego, en ese momento comencé a ver:

Un ojo con un mundo de moléculas dentro. Un sol enmarcado en su límite de espacio. Un ojo que tiene el código genético. Un sol que se convierte en flor. Un ojo que se mira a sí mismo. Un sol que escapa de su marco. Un ojo que tiene dimensión del universo. Un sol que es un grano de polen. Un ojo que es la tierra prometida. Un sol que es generación de vida. Un ojo y un sol que son la explosión donde nació el amor a la vida, donde nació mi amor hacia el sol.

Y ESTOY AQUÍ PORQUE…

…de alguna forma, que ya no recuerdo, hubo una vez un fragmento que se apellidaba “x”, al que se le unió otro, que se apellidaba “y”, diseñado para este mundo, me trajo de golpe el nacimiento, y estoy aquí desde hace varios septenios. A veces se cierran puertas, pero entonces se abren otras, estoy aquí por ese abrir de encuentros, por ese juego del adiós. Procedo de sangre mezclas, soy amasijo, lo represento, a veces no sé cuál es mi tiempo, creo que es eterno, lo presiento. Mi búsqueda se reduce simplemente a trascender, trascenderme a mí, conociéndome; trascender mi momento, creando; trascender mi espacio, expandiéndome; trascender mi yo, comunicando.

Me gusta ver de frente, aunque mis ojos no miren bien, encontrarles la fiesta a mis sentidos y de vez en cuando retomar la otredad; a un mal momento llamarlo experiencia, y a uno bueno, casualidad.

LA ORACIÓN DEL OLVIDO

Va por la calle muerta aquella oración perdida que algún hombre olvidó. Va de silencio impregnada, sin saber cuál fue el camino por el que ella se salió. Va en la obscura noche, por la calle muerta, esa vieja oración que a nadie interesó. Va desgarrando sus sílabas, perdiendo sus letras, esfumándose en silencio, aquella triste oración. Va camino del cementerio, con sílabas olvidadas, con frases inarticuladas, deshaciéndose en palabras que se llevan su intención. Va por la calle muerta, cubierta de amargura, con resignación, impregnada de silencio, porque alguien la olvidó,

va rumbo al cementerio; aquella vieja oración.

LA SANTA CRUZ DE ZACATE

Era una pareja enamorada que vivía en la tierra del Nayar, ellos, de la tribu Cora, ante la Cruz de Zacate se juraron fidelidad. Dicen que faltando unos días para la boda los dos murieron, en el mismo momento, mas en distinto lugar. No se supo la causa no se conoció el motivo, no hubo agentes conocidos la muerte no les permitió juntar. Fue junto a la reja de fierro donde se juraron su amor, fue que en el día de su muerte, en el centro de la cruz, nació una flor.

ES TAN GRANDE ESTE VERDE

Este verde que me inunda, me abarca, me envuelve, se impregna, se queda y me sueña. Es tan grande este verde, y el otoño tan pequeño, como micra, como molécula como célula, tan pequeño que un segundo rebasa su pulsar. Es tan grande este verde, tanto, denso y ágil, rebelde y domeño, propio y ajeno, vasto con toda vastedad. Es tan grande este verde, tanto, que es todo árbol o una sola hoja a la que la tarde otorga dimensión, cobertura de encanto, clorofílica llenura, zagalejo y redención. Es tan grande este rio, tanto pasa con su fluir horizontal y su extraño devenir vertical este va hacia el cielo, el otro va hacia el mar. Es tan grande este río, tanto, que su mensaje se desliza por toda la vía del cosmos, por toda nuestra certeza existencial.

Es tan grande este río y es tan grande este verde, que mi canto es pequeño y me cobijo a otro cuidado, para pedir prestadas un mil voces de plumería, mil de agua-selva y una de calor. Voces que alaban y proclaman a la tarde como reina, soberana de los verdes, princesa de reflejos, señora de los cantos, la tarde regia, rumbosa, hacedora del paisaje, con vestuario de ramas-hilos, con adornos de cristal y agua. Señora metálica de la tarde, fundes el mercurio con el horizonte, la esmeralda con la arboleda y embrujado tu boscal. Señora de la dulce compañía, de puente, ola y marejada, de grato aroma penetrante, plateados sabores de yodo y de sal. Señora que en el verde que enarbolas reconcentras la razón iridiscente. Señora que en el agua que meneas reconformas la razón de contrición. Señora-plata señora-agua

señora-selva señora-tierra señora-mar señora-ave señora-sol. Señora-playa señora-arena señora-insecto señora-brisa señora-luna señora-piedra señora-metal. Regia señora, mi señora, mi gran señora,

mi única señora, Señora de la tarde.

BONAMPAK Y LACANJÁ

Bonampak olor de selva

misterio verde, de selva que devora

ayer pirámide, hoy, cerro de selva verde

herencia maya del lejano Bonampak.

Lacanjá antigua joya

en cofre verdeado con maderas finas

y cerradura de humedad, calor de selva, antiguo verde,

ayer perpetuado en la escondida Lacanjá.

Herencia maya, misterio verde,

de siempre selva, de siempre llueve,

de hoy reliquia, que el tiempo agrede.

Misterio Maya, herencia verde, en Bonampak y en Lacanjá.

MIRA LOS ROSTROS DE POLVO

De polvo-polvo acumulado, mira las grietas del tiempo, son huellas de espera que el polvo-tiempo solos les dejó. Mira los rostros de hojas, de hojas-hojas todos los rostros, con ojos de estrella alerta, mira los arboles-rostros que las hojas han formado. Mira el viento, se lleva las hojas, mira el agua, borra las grietas. Quedan las caras de lodo, caras de superficie tersa, caras de noche, caras con ojos de estrella. Rostros de polvo-hojas, rostros de polvo-estrellas, caras de polvo-viento, caras de polvo-espera.

DEJÉ VOLAR una ilusión en una queja,

frágil y consabida en la tristeza,

y al tornar arrepentida hasta mi reja, inútil revivirla,

estaba muerta.

Sentimientos de ayer que al marcharse nos dan

una vaga impresión de soledad.

Vuelve por favor yo te lo pido;

vuelve pero viva en mi delirio.

MIENTRAS TU SÓLO TE PEINAS

Mirando la lámpara pendiente del techo pienso en la luna y pienso en ti, la veo como luna a punto de llenar, pienso en la dama de espuma, en su risa de estrella, con su encaje blanco y delicado. Vuelo de mi estancia en París para poder estar en cualquier parte, salgo de mi mundo para el tuyo, porque es tuyo desde que te lo compartí. Una música, suena, viene, viaja conmigo me lleva a ti. Es la luna casi llena un disco que suena a ti, tu querrías caminar conmigo

junto al Támesis, junto al Sena, querrías pisar de nuevo el adoquín de aquellas viejas calles con hojas-carteles donde anuncian a los árboles que estamos aquí. Cómo podría contarte todo esto, mientras tú sólo te peinas; decir que quiero compartirte este mundo, y que por tu silencio sólo me pertenece a mí.

Cómo podría decirte que llevo estos mis latidos, por lugares excitantes, cómo poder hacer que entiendas el ritmo de mis mareas y los vaivenes de mi corazón, mientras tu sólo te peinas y te alejas cada vez mas de mi sentir.

a Lilia Carrillo.

La lámpara es como una luna que casi se llena, circunferencia de luz tratando de alcanzar el tres-punto-catorce-dieciséis. Algo como lluvia, afuera ventana, algo...¿cómo dice? parece canción, un radio portátil de pilas gastadas, gastadas como mis suelas de tanto caminar ciudad, gastadas almohadas por recostar mis sueños, mas sólo así, poderte encontrar. No me despido ni me he despedido, aun traigo prendido tu ¿para qué? Traigo marcado tu gusto a lo oculto, oculta obediencia a lo que fue. Caminaste por el arte abstracto por donde anduviste, camino muy triste por ese París,

el Monte de Mártires volcando tu imagen, tu boca sonriendo con vino francés. La luz juguete rebelde, tu pincel, látigo domador, la sombra, tenaz compañera, ganó al escudo de tu dolor. Todo en ti, fue estallido, estallaste en vida al haber nacido, estallaste en risa al tener uso de la razón, estallaste inmóvil de crisol creativo, estalló tu cuerpo estalló tu amor. De antes, mucho antes fueron santos tus óleos; tus ojos marcados de premonición, de antes, mucho antes hablabas con tus voces, submundo pintado de donde tomó la materia, Dios. Nos diste el todo con un poco de nada,

retrataste el mundo antes que se formara; y hoy te agradezco las cosas un poco a mi modo, te doy las gracias en una oración.

C E N I Z A S

Todo el mundo será templo,

y todo hombre será celebrante, así, todo alimento será hostia. . .

Llevamos la ceniza en nuestros cuerpos, forma nuestra estructura material, y el armazón de nuestra arquitectura ceniza que todavía quema, ceniza que si le soplan, vuela. Somos ceniza de volcanes, de ilusiones y de ideales. Somos ceniza de bosques incendiados. Somos ceniza de cenizas de tiempos olvidados. Somos... depósitos de ceniza, ceniceros, tenemos la ceniza que depositada por las personas que hace tiempo nos trataron. Somos ceniza y cenicero, briznas y residuos, somos ceniza de recuerdos. Somos el polvo en el que nos convertiremos, son cenizas nuestros cuerpos, cenizas que enajenan. Sólo polvo y ceniza sin que hasta ahora haya nada de mentira ni nada verdadero. Polvo y ceniza somos, y al polvo y ceniza

¡Volveremos!

LOS NÓMADAS

Fáciles al adiós, conjunción en su mirada de goces y tragedias. Su palabra, asiento de sapiencia, alertas a los cambios, vigías evolutivos, domadores de las suertes, renovadores del dolor, con raíces sólo aéreas, proyección en lo insondado y anclas en lo nuevo.

Fáciles a la partida, por aquí están pasando, cada uno en su senda con distinto rumbo, hacia diferente camino de lo condicionalmente fijado con su hechura, con su tradición. Fáciles al adiós,

sin promesas aseguradas,

sin cortejo ni séquito, reyes en su privacidad, y la forja de su destino, portadores de su ligereza, promotores de su aislamiento, escanciadores de su soledad, por aquí vinieron, con sus rutas no marcadas, por aquí llegaron y pasaron, los que saben despedirse sin palabras,

los que temen arraigarse, los que quieren parecer etéreos, los que atesoran secreciones, los que cuando volteas, ya no están, por aquí vinieron, por aquí desfilaron los nómadas.

LOS COFRES

. . . y están también sobre esta tierra pisando el mismo polvo que pisamos

parados sobre esta misma hierba.

Nosotros somos semejantes a ellos

depositarios de múltiples dádivas

nos tienen mucho parecido, pero llegamos a ser diferentes. Somos cofres que guardan los tesoros que otros nos dan, gema por gema, uno nos da una estrella, otro nos da una piedra; pero nuestro cofre todavía no se llena. Hay los cofres parecidos, pero que no tienen fondo, su tapa raras veces se abre, guardan celosos el hueco de sus vidas. A veces sin quererlo, se abren nuestras tapas mostramos nuestro tesoro todavía incompleto, cuando yo la he abierto, quedo sorprendido al ver que soy uno con la piedra, que soy uno con la estrella, con el polvo, y con la tierra. Que soy uno contigo compartiendo nuestra querella.

EL VISITANTE

Visitó una vez a un sabio, que poseía el saber de los saberes, un anciano sabio que fue eremita también mundano, fue religioso y a la vez pagano.

Un asceta de elevado grado espiritual que podía ver con esos sentidos desarrollados sólo con una gran evolución. Un sabio que conocía casi todo acerca de sí mismo. Lo único que no sabía era cuando debía ser su salida de este mundo. Visitó al sabio anciano quien al reconocerle dijo: La paz sea contigo noble ser que de tan distantes vibraciones nos observas y visitas. Dime ente divino el mensaje del cual eres portador. Dime mensajero ¿sabes tú el momento en que deba salir hacia el Será? ¿es acaso ahora cuando tu presencia me visita?

El ser por respuesta lo miró dulcemente y asintió con la cabeza pensando al mismo tiempo que esa era la última vida de ese anciano sabio en esta tierra, y que en esa su última terminó siendo un pordiosero. Vio a un niño que jugaba con la niebla, la desenredaba con sus dedos y la colocaba en una taza para beberla. Vio a la madre que tomaba hilos de las estrellas con los que hacía un manto, destinado a su hijo, en el telar de su ilusión. El niño, al verlo Ie ofreció su taza sonriéndole abiertamente. El ser al beber de ella pensó en el viejo sabio cuando dejó la tierra pensó en la paz que tenía la paz que era la misma mostrada por el niño que se vestía de estrellas y se nutría de niebla.

EL ATÉMPORO

Visitó a ese niño en su nacimiento, dándole la semilla futuro árbol que Ie serviría de guía y a su espíritu de alimento. Lo visitó en su justo momento, en su precisa dimensión. Pasó su mano sobre la pequeña cabeza e hizo la señal convenida al instruirlo sobre lo atémporo. "Para romper las barreras de cronos en ti y las tuyas con el tiempo, después de cuarenta días de tu primer septenio sembrarás la semilla en tu huerto, observarás diariamente su crecimiento y en cada luna repasarás sus partes para descubrir lo nuevo y llevarlo en tu inventario personal como puntual registro de tu memoria. Harás todo ello hasta que sea un respetable árbol, en cada estación tomarás una pequeña muestra, la flor, la hoja, la semilla, la pequeña rama seca. Compararás cada una con las que las que antecedieron comerás sus frutos, beberás sus infusiones,

meditarás bajo su sombra, conocerás sus ciclos y cuidarás de él y de su funcionamiento. Cuando hayas reunido suficientes muestras, en el árbol habrá un signo de que ya hubo dado todo lo que tenía que dar; en ese momento quemarás todo lo guardado, conservarás sólo una semilla, que será el don del tiempo y la tendrás lista para obsequiarla al siguiente "Atémporo".

N I Ñ O P A Z

Niño, Niño Paz, tú no sabes de discordia, tú no tienes confusión. Con tu alma mar tranquila, con sonrisa de equilibrio, con tus ojos de bondad. Niño, niño; Niño Paz, no quisiera perturbar tu calma con mis problemas triviales, con mi indeleble tristeza, con mi insensata ansiedad. Paz de niño,

regalo de algún ángel, sólo aspiro tu amistad, Niño, Niño Paz, sin angustias, sin maldad, tal vez en algún tiempo lleguemos al lugar donde adquiriste tu calma donde adquiriste tu paz. Y seamos sanos, y seamos puros como tú niño, como tú, niño de la paz.

NIÑA MORENA DEL SUR

Al sur de tu rostro corren tus Iágrimas, al sur diriges tu mirada, al sur te diriges tú. Al sur de tu rostro corren tus Iágrimas bañan tu cara con agua evaporada, convertida en estrellas y formó una gran cruz, estreIIas que brillan ahora en el hemisferio sur. Al sur Ilevo ahora mis ojos para volver a ver tus lágrimas y recordar tu belleza morena, morena como de noche, morena como inquietud. Tierna niña morena con Ia ternura húmeda que supiste dar tú. Niña morena de noche. Nina morena del sur.

PASAR PASANTE Aquí frente a la ventana, donde cuentan que había una pasante de medicina quien pasaba los días contemplando la inercia del vacío, aquí estoy ahora y me gustaría saber qué era lo que miraba, desde una cortina vieja y vidrios sucios, donde se ve una puerta que nunca se abre, con todo el polvo del tiempo acumulado, dintel de esa puerta, que quizá conduzca a otro tiempo, a otro mundo, a otra dimensión.

Puerta de olvido, puerta misterio,

puerta sin aparente sentido, puerta que no pisa ni pasa nadie, únicamente pasan de largo las hormigas, las sabias hormigas, indicadoras del clima, consejeras meteorológicas, en desfile de provisión, las hormigas cargando volúmenes superiores a ellas, como que transportan su mundo a cuestas, y llevan su alimento para la conserva, para conservar la vida que llevan a cuestas. Viendo por la ventana

eso que quizá era lo que ella veía, con un poco de calma, con un poco de inquietud, con un poco de eso que no sé cómo se llama.

Es como querer recordar algo muy grato, que llenó todo un momento, algo que hizo que uno vibrara, algo que por más que se trata no se llega a recordar, quizá porque ya se ha olvidado, quizá porque no haya nada digno para ello. Pienso en el clima, ahora aquí es como de donde vengo, pero es también un poco como yo, en extremos, el frío como de nieve, el calor como desierto, como de cierto, como de cientos grados en una ignota escala . El calor en el que nunca he estado, el calor que llegará en cualquier momento, y la ventana que tiene barras horizontales, porque las barras siempre serán horizontales, únicamente los barrotes son y serán verticales, pero al fin y al cabo primos hermanos que juntos cuadriculan la libertad. Estoy en la ventana y penetra el aire, ese aire fresco de mañana y que, quizá mañana ya no habrá, pienso en la pasante y en lo que buscaba, pienso que sería lo mismo que ahora busco yo. Y al mirar a la ventana, de momento se presenta a mi propia imagen,

con mucho de nostalgia, con un poco de soledad, la mi imagen de contrastes llegados desde su insignificancia hasta su grandeza, de su riqueza hasta su miseria, y aprende a mirar. Esa rueca donde se hila y se carda lo cotidiano, en ese giro de trocar los polos, los positivos en negativos y viceversa, donde la lejanía es compañía y la compañía es soledad. Veo ahora esta ventana-espejo donde se refleja mi imagen y veo esa puerta. Voy sabiendo como pasante que pasa el tiempo, que paso el tiempo pasando puertas, pasar pasante, pasar paseo de cavilaciones, pasante de paso por esta ventana y esa puerta, pasar pasante sin arraigarte. Pasar pensante, pasar pasante, pasar, pasar.

LA ESTRELLA SILVESTRE

La presencia solar permite que graviten las pequeñas esferas alrededor de ti a las que das luz y calor y haces que el naranja sea siempre tu color. La presencia solar te marca de combustión interna con permanentes fisiones, con esas explosiones obedientes a la ley de la materia: ...nada se destruye, nada se crea... Plagio solar que tú y yo seguimos, y nos permite proyectarnos en nuestro particular sistema. La presencia solar se conjunta con tu sol, ese sol por mi descubierto, reconocido, sorprendido, apreciado ,retratado en su color, cantado en las estelas, ungido con flores-soles, flores-estrellas, polen de flores, polvo en el tiempo como de años luz. Confirmación-mística-sideral, conjunción cósmica-terrestre, en donde fui planeta de tu sol y a veces su cometa. Con esto refrendo mi mensaje cuando soy de tu sol, estrella gemela, sistema vecino, compañero galáctico, reflejo de tu universalidad. Eres un sol, estrella silvestre de ese campo en donde suele dormir la siesta Dios.

NUESTRA SEÑORA DEL REINO VEJETAL

Con lo que tiene el amor de indispensable aparto muestras de la región más botánica del universo.

Con esos ejemplos y con respeto, hoy formo mi tributo para saludarte así: Con el trigo, noble cereal, yo te bendigo paloma de altos vuelos y eternos mensajes, montañas de granos para soportar las hambres, cadenas con las cuentas-silos de tu provisión apuntan al firmamento de tus estrellas, van coleccionando dentro, eternas primaveras, llevando tu sendero de luminosidad. Protegen tus sueños, esencias de flores, cúpulas-murallas, campanas de agua polen, hechuras de corolas y la sutil petalería, pistilos-saetas en tu cotidiano batallar. El carcaj primitivo, honda y ballesta, los asiduos componentes, elementos silvestres, mudan y van rotando por todo tu arsenal. Renuevos todos de hierbas finas, de hierbas santas, Santa María del perejil promesa del cilantro y de la albahaca equinoccio del misto y del laurel, vida de tomillo y menta en este abril.

Clave de nardo y clavel, combinación - cerrojo de tu sacrísimo claustro procuro el fermento de tu trato, aguardando los frutos de tu fraterna labor el dulce condimento, resumen de obreras, en esa rica síntesis que ofrece el panal. La carne-vida de manzanas, extractos de limoneros,

el agua-simiente del cocotero y la triste nostalgia prendida del nogal. Ofrenda con que pago añeja deuda, luz de las candelas, conjuro de lo que será. El llanto de la savia surge en humaradas,

presencian el tiempo y la noche

perfumes de incienso, aromas de copal.

Brota hoy para ti, este canto de yerbería,

casi indigno de tu ariana sabiduría. Que te bendiga siempre el Eterno, que conserves perenne la claridad de tu bondad. Seas siempre abogada nuestra y guía, permanentemente fuente de amor y de amistad.

Giralda que marque los vientos, astrolabio para el puerto de la salud, firme puente carretero hacia la paz Señora nuestra del reino vegetal.

Y TUS NIÑOS SE QUEDARÁN,

Se quedarán en ti el brillo de sus ojos estará en los tuyos y tu sonrisa será la suya, verán las cosas nuevas a través de ti vivirán siempre que vives tu, y estarán, no en tu casa física sino en tu corazón. Porque tus niños no se irán permanecerán ahí contigo sonreirán lo que tu rías, mirarán lo que tú mires. Estarán como niños en tu día y como ángeles en tu noche. Estarán ahí hasta que viajes a lo lejos y descansen un momento, las niñas que fueron de tus ojos y te unas a los niños que fueron de tu encuentro.

AMAZONA SOLITARIA

De la esencia cuneiforme y la plástica jeroglífica, de aquellos códices multiformes que están por interpretar.

De esos, exactamente de esos, traigo este mensaje para ti. Con andar de fantasía, con sonar de suspicacia, quiero volcar esos signos, trocarlos en este escrito, darles ritmo y enmarcarlos en una vieja melodía con un nuevo sabor. Conjurar este lenguaje para saludarte a ti. Cuántas lunas de octubre anduviste cuántos besos de otoño recibiste, cuántas conjeturas hicimos, cuánta música escuchamos, cuántas gracias tuyas recibí. Poco a poco van formando ese manto de armónico ese ritmo de tu esencia, melodía de tu candor. Y ahí estas, cabalgante otra vez, lanzándote por esos campos adornados con trigo y abedul

y lanzas tus saetas a la luna y lanzas tus suspiros al sol. Amazona solitaria, flechadora de mil voces, triunfadora de mil guerras, hacedora de mil trovas, cantadora del amor. Se entretejen las cuerdas verticales de tus arcos con los hilos horizontales de tu canevá, donde se unen, en un quién sabe, con la esperanza de que quizá vendrá. Tejes y destejes con estelas, la bandera de las mil penas, mil derrotas hicieron tu victoria, mil y una noches te rehicieron del dolor. Amazona solitaria, hilandera de sufragios, salvaguarda de naufragios, vestal de redención.

VIAJERA

Viajera que velan tus telas, mágico correr de tu universo. Naves-tijeras, agujas que reman vía celeste a tu constelación. Ruedas que truecas en ruecas, timón que haces de tu huso vuelos de tu imaginación. Viajas por todo tu cuarto, tocas en cuerdas hiladas la música que pauta la araña-tela encaje de obrera que se hace canción. Dedales-tijeras, zurcidos en cantos, hilos-tejidos, agujas y mantos, el borde y desborde de tu corazón.

Tu llanto ha sido el agua necesaria,

para que florezcan tus ojos sinceros. Tu llanto ha sido la lluvia necesaria para despejar tu nublado cielo y permitirnos ver tus ojos-luceros. Flores regadas con tu llanto estrellas lavadas con tu lluvia. Flores y estrellas sembradas con tus soles bañadas con tus lunas. Lluvia luna, triste plata en tu media bruma, moja el prado de tus cavilaciones

donde crecen tus soleadas flores par de astros en tu cara luz y guía; fuente y reflejo de todas tus acciones. Que tu llanto riegue los pétalos de tus ojos que tu lluvia pula el brillo de tus dolores pero no los inundes con exceso, no los ahogues en tus decesos, no los enjuagues en el desamor. Bruñe su chispa con suaves brisas, limpia su encanto con tenue humedad, sin daños, sin prisas, sean siempre tus ojos muestras perennes de tu bondad flores-estrellas siempre tus ojos

regalos constantes de tu Amistad.

PUEDES IR DE VIAJE

y divertirte en tus viajares, puedes estar muy lejos y querer yo me recordares. Puedes tratar a la gente, gente que tiempo ha no vieres, recordar tu pasado tiempo y renovar tus viejos quereres. Mandar mensaje quizá deseares, o hacerme en tu recuerdo prometieres de no olvidar nunca mis ojos aunque los tuyos mirasen otros seres. Sólo una cosa me alegraría que cumplieres, que cuando lejos estuvieres, nunca, nunca te acordares ni de mis ojos, ni mis enseres. Que no quiero robarle la atención que merecen los otros seres, que no quiero verte, sin la libertad de tener tu mente, en lo que tu quisieres.

REGALO PALOMAS

Palomas, aves palomas, palomas que te regalo, enmascaran sus grises sombras notas de azules planos. Regalo es lo que quisiera tuvieran siempre tus sueños, palomas-aves para volarlos con sólo límite de azules planos, llevarlos por los espacios libres, amplios, vastos, representadas en esta imagen que hoy sirve de pretexto para depositar este deseo y brindártelo como regalo. Palomas, aves palomas, te brindo hoy de trasmano, vehículo solamente, pretexto de mi regalo, motivo de nuestro amor.

MIL IMÁGENES TE REGALO,

una, mil, un millón imágenes irrepetibles pirotecnia geométrica malabar de cristalería, sufragios de imaginación. Virtuales reflejos atrapados en el juego del inteligente acomodo dentro de largos espejos. Fugaces milagrerías con su propio tiempo se hacen y rehacen en su desplazamiento en el tubo mágico de tus manos. Tu ojo ensueña atrapa y trampea una a una, cada etapa para tu pupila niña, núbil momentánea de tu audaz visión. Mira los soles y sus espejos Sus cálidos reflejos mundanos En el macro y microscopio Del regalo que hoy te ofrezco. Las importantes miríadas que con esta posibilidad te doy, refacciones recombinadas, reflexiones recompuestas

reproducen con sigilo todas tus imágenes, tus tucanes y tus canes, tus tortugas y tus nubes, tus rosas y el halcón. Pretexto para la génesis venero de descubrimiento, lo importante es que seas el caleidoscopio testigo símbolo de tu unión.

DOÑA PERO

Doña Pero, tu mente crea males y los siente. Doña Pero, quieres atraparnos en las angustiosas redes de tu eterno encierro. Doña Pero, quieres capturar rayos de soles ajenos y aún de noche, retenerlos. Doña Pero imaginas peligros y amenazas fuera de tu posesivo feudo. Doña Pero, ya sólo peinas canas - nostalgia, canas - tristeza, canas - impotencia, en tu mundo de prejuicios, en tu mundo de destierro. En el quieres controlar esferas que ya no tienes,

esferas que nunca tuviste, esferas que no puedes ni siquiera imaginar. En el quieres alcanzar pIanos que no te tocan, decantar tu decadencia, acompañar tu intolerancia justificar tu indecisión. En el quieres vivir en hogares donde ya no moras, en el iluso pasado, para dominar tu desesperación. Doña Pero, traes tormentas de la inercia, traes los sismos de dominios, traes arenas de desierto, traes las llaves de tu cárcel, traes lo amargo y la humedad. Doña Pero, Doña Pero, tu casa huele a aburrimiento.

A Laura Esquivel

Siete dolores esquivas cabalgando en tu corcel, con tus pendones alados tras de los siete naufragios de toda la semana, por los caminos sinuosos y los siete pecados, de la rendición, como notas insurrectas sin filtro, crónicas asonantes en tu doloroso traje, con acervo de plañidera, cauda de tu desalianza contractura en tu condición. Apuñalados corazones en tu collar, tu abrigo gris cubre el llanto reprimido, arrastras su mordida como fardos de sentencia irrenunciable en conflicto existencial. Coatlicue fracturada, esperas la hora para saber esquivar el cúmulo de lobregueces, y los ajenos caudales de algún otro desamor. Los ríos y sus afluentes llegan a esos mares de egoísmo y de envidia, desatención cotidiana irrestricta e irredenta.

En esos los siete mares naufragan y se ahogan esperanzas y optimismos némesis en arrecifes filos en convención. Temerosa, esperas la hora en que él esquive tus dones, que en su ausencia enfrentes lo que ya no es, que disperse infiel sus atenciones que te retire su palabra, que te niegue por tercera vez. Este día te antecedió tu tristeza, así lo presentí y confirmé con el pesado heraldo portador de tus velos, sombría situación, aún así eres fuerte en tu duelo, recia y estoica desahogas tu tristeza y ensayas el perdón. Siete dolores esquivas siete, con tu corcel, siete los retos que enfrentas querida Laura Esquivel.

SOY LA NOCHE

Soy la noche, voz de canto que viene a enjuagar tu llanto, soy el sueño abrigador que viene a tender el manto el perfume olvidador. Soy la muerte chica, la que te hace olvidar, la que te lleva a parajes distintos la que embalsama tu triste penar. Soy tu oasis cristalino del desierto del sentir, descansa peregrino y llega a dormir. Soy la noche, voz de canto, que se lleva tu risa y te seca tu llanto.

NOCHE DE ARISTA

Pulular de astros, playa sirena, mitad cielo, mitad tierra. Noche de Arista de pisarenas de pisa estrellas. Noche de Arista camino de astros en la playa sirena, en la playa su arena, en la playa serena. Noche de Arista rumores de olas, con mares de estrellas, en cielos lejanos, diluvio de soles en nuestras plantas viajeras. Bóveda celeste al alcance de las manos. En el mar de los astros camino de cielo, Noche de Arista, pie en la estrella.

LA NOCHE DEL COPAL

Fuego nuevo como invierno, fuego frío como infierno, como témpano rechina en el tímpano su crepitar. Fuego nuevo, estelante, incesante, aluminado, contra dicente. Fuego nuevo, fuego frío, como averno gélido, con oscuridad blancuzca, como solar repleto, como fracción cambiante para perpetuar el mal. Frío fuego, fuego nuevo, demoliente y aplastante, humarado y nebulante. Frío fuego, destructivo como guerra, penetrante flama de puñal.

Frío fuego, fuego nuevo, sin sorpresa, sin espera. Frío fuego es invierno, fuego nuevo es infierno. Frío fuego de soledad, fuego nuevo de falsedad. Frío fuego fuego nuevo... en la noche de copal.

NOCHE SIN LUCES

Noche obscura esa noche cuando escuché una voz que me dijo conocer los secretos anhelos de mi voluntario destierro. Hoy me pensó la noche y observó cómo me muevo, buscando las luces en su manto, buscando el desborde de su pleno. Hoy meriendo la noche, la como, como pan negro. Buscando las luces de tus ojos en su seno, buscando tus luces la sueño, buscando tus palabras y tus ojos, la ceno. Hoy se duerme la noche sin luces en el cielo, y en esa obscuridad aparece la luz de tu recuerdo, que da a mi melancólica paz, el consuelo. Hoy se duerme la noche sin luces

en el cielo pienso en otra noche sin luces. Noche que aún añoro, noche en que abrazándome fuerte, dijiste a mi vida: ¡Te adoro!

TE SALUDO NOCHE

Te saludo noche con rumor profanado en mis mejillas, con llanto mezcla de miseria y de riqueza, con el dardo clavado de pregunta hiriente, suavizada con vela de luces mercuriales, con la espera tanto tiempo renovada, con la risa tanto tiempo retenida, con la fe tanto tiempo olvidada. Te saludo noche con el llanto que ahoga mis palabras, miles de senderos trajeron aquí, miles de segundos se vertieron en mi mente, torrente que ya no pude dializar. Miles y miles de miradas, que prometen y no dan recuerdan pretéritas ternuras, acarician, hablan, cortan el aire, levantan las velas, dan calor, las que ruegan por nosotros y las nuestras que damos al adiós. Te saludo noche con lucero que templaran las edades, con canto de triunfos y reproches, con la fianza de ironía, con destellos, con fragor. Te saludo noche

con estrella como broche, preámbulo del mañana, lágrima de felicidad cristalizada, obsequiada, donada, regalada, prendida a la mirada. Te saludo noche.

NOCHE SIN TUS PASOS

Ya hace mucho tiempo que no escucho pasos, pasos que me muevan el amor para esperar. Hoy los voy siguiendo sólo sin sonido, noche sin tus pasos, ¿cuándo pasarás? El ruido de otros pasos saben de mi espera, el tiempo que ya no queda el frío que no se va. Noche sin sonidos, ausencia de tus pasos noche sin tus besos, ¿cuándo pasarás?

DUERMES SOÑANDO

Duermes soñando con algo que la música hace funcionar en tu mente cerrada ahora al alerta, abierta al mundo onírico, con esa lógica surreal que nos persigue siempre mientras no se puede despertar. Tus imágenes se entrelazan, miras al caballito-mecedora que salta afuera-ventana y te lleva al campo de excursión. Ves a la gira-bailarina que nunca se marea en su eterno danzar. Tus tres esferas contrapuestas, persona-espacio-tiempo, siguiendo la misma y múltiple pirueta, risa-sorpresa del genio de la caja que te guiña un ojo mientras señala el camino por donde seguirás. Te miras infante-tiempo, lugar atémporo, te observas cuando feto, paseas en el carrusel de la espiral de tu código genético, canicas de hidrógeno llevan tus bolsillos, y la llave para darle cuerda al tren-serpiente que trata de alcanzar su cabús

para hacerle el viaje-juego a la eternidad. Tu universo en fiesta se derrama cuando soplas a las velas del pastel, produciendo el viento que eleva tu cometa-mariposa llevándote a que mires la azotea de tu casa, en donde ahora pretendes descansar. En tus ejes giras en el aire, giras en esos tres ejes, tiempo-espacio-persona, rehiletes en los álamos y en los cipreses, flores que llueven sobre para-flores, paraguas al revés, embudos que condensan los pétalos de ese boscal y los llevan en tubos de cristal hasta la buhardilla-alquimia, donde gota a gota se filtra el perfume que siempre usas y a veces, cuando duermes, te hace soñar. En el punto agravitado de tu cosmos tus tres ejes, espacio-persona-tiempo, mantienen la energía de tu nave espacial amniótica, especial. Sales a tu caminata pendiendo de tu traje y todas las estrellas se te prenden de los ojos, giras por su peso, sintiendo esa caída, que a veces cuando duermes, te hace despertar.

SUEÑO-VIAJE

No duermas sola esta noche que no es bueno para ti, déjame dormir contigo, que mi cuerpo te de abrigo y tu alma me pueda acompañar. La invitaría a transcurrir por esos sueños, a que paseara por los parajes muy míos. Llegaríamos tomados de la mano a esas praderas que tanto nos han gustado, aunque pocas veces podemos ya disfrutar. Retozaremos una vez más sobre la hierba regodeándonos sobre ella, quedaremos boca arriba para ver el paso del desfile de las nubes hasta el momento de su cierre por estrellas como candado gotero de la inmensidad. Saltaremos de mis sueños a los tuyos, visitaremos ciudades de casas ruinosas, sabremos dónde estuvo oculto su tesoro, que por no ser nuestro, no quisimos encontrar. Acariciaremos otra vez ese cachorro, estrenaremos camisa de cuadros amarilla, sonreiremos mutuamente al acordarnos cuando por primera vez dijimos: papá.

Comeremos despacio las uvas de los días sin la premura que la adultez acompañó, volveremos a disfrutar bajo la sombra la herencia que la parra en traspatio nos legó. Treparemos a la higuera de la infancia, comeremos sus higos-frutos a hurtadillas y como pájaros con sus notas vespertinas, cantaremos aquella sinfonía postprandial. Trazaremos en el aire mariposas con crayolas y una hoja de papel, veremos crecer esa semilla de frijol humedecida que dejamos en un vaso de cristal con algodón, pintaremos aviones en el suelo, y carreteras para alta velocidad. Escribiremos con gises las paredes palabras nuevas aprendidas en la escuela, descubriremos alguna ya escrita por otra mano y que no debemos mencionar. Veremos tras la ventana de la casa soldaditos que se forman con la lluvia en los charcos donde bota y rebota cada gota que se quiere regresar. Haremos un barquito sin un ancla que viaje y nos pueda transportar al punto donde iniciamos nuestra ruta puerto tu cama, muelle nuestro despertar. No duermas sola esta noche, hoy no es bueno para mí, déjame dormir contigo, que tu cuerpo me de abrigo

y mi alma te pueda acompañar. Y al despertar de ese sueño-viaje en la aduana presta de vigilia, me preguntes sobre mi visa y pasaporte, sabré que simplemente he de responder: ¿qué tal? ¿dormiste bien? ¿qué soñaste?

LA MERIENDA

Me atraen aromas de grosella o frambuesa cuando la carencia de energía eléctrica, en mi recinto morador de ahora, me hace acercarme, oscuramente a la ventana. Miro las luces que van cubriendo parcelas de esta tierra reducto de falda de montaña, con la red suburbana de maraña improvisada.

El cuarto creciente plateado semidisco de la media luna, pone el acento en los árboles que quedan, sacuden el polvo de reciente tolvanera. Y ese aroma de grosella me traslada a la fábrica de dulces o a la preparación de la merienda. Mi cena esta vez, es como tantas otras, es el pan negro de la noche untado con nostalgia mermelada.

BOSCAL Uno trabaja más cuando anda en las introyecciones, que cuando se distrae en el trabajo cotidiano. Resulta que las cosas que se vienen a la mente se presentan como si fueran un árbol, transcribirlas en el papel es muy difícil, además, quedan muy diferentes, es como desmenuzar su raíz y describirla, como enunciar las texturas de su tronco, como limpiar hoja por hoja y trocarlas por las hojas de un cuaderno. Calcular la edad de ese árbol al que está ligada tu existencia y descubrir el secreto de lo atémporo, viajar por ese árbol, servirte de su guía, imaginarlo pseudorreal, eterno, vigente, testimonio esencial, testigo permanente, anhelo constante, inquietud insatisfecha, presente, siempre presente. Bosquejo de un cuadro varesco, bosquejo de conciencia con sus imágenes, seres, cuentos, personajes, palabras, hechos, intenciones, bosquejos, árboles, árboles en convención, en convivencia, bosque que hace mi boscal, boscal donde me pierdo, boscal donde me encuentro.

Boscal con colores húmedos, con sabor incierto, como cuando miro mis brazos negros, obscuros de soledad, como cuando miro la sequia de mis segundos, como cuando a mi frío lo cobija el insomnio. Como cuando mi voz se pierde al infinito y se hace estrella, colgada con tantas otras y mi deseo se vuelve aroma de cedros, de pinos, de liquidámbares, de abetos, de arboles de bosque... Boscal.

"A" jAh! del tiempo de hacer la casa, voy teniendo mi boscal. boscal mi casa donde me pierdo, boscal mi ser donde me encuentro, vela velero al onírico renacimiento,

donde ha de ser lo que será', donde he de tener lo que tendré, donde la "y" griega busca etimología, donde el cicIo retoma la "0",

donde la "u" aparece como uno igual a uno, puente del igual. jAh! del malabar de las palabras, ¡ah! de interjección brotada, degeneración espontánea. "A" de las aes. Alondra alondrares, "a" color azul-amarillento,

"a" orgásmica, "a" canción, "a" de todas mis aes, que vuelves, que reprimes, que contraes,

contractura, aspiración,

"a" aspirada, "a" de adorno adornares, "a" de sueño almohadares, "ah" sorpresa sorpresares. A divina, adivina,

a ti, a mí, a Dios.

TUS OJOS NEGROS

Ojos de misterio brillo luminoso de tus ojos negros. Cadencia de mirada distancias escapadas con rayos de tus ojos negros. Risa escondida mirada que espera las dulces caricias que sabes otorgar con tus ojos negros. De lluvia fueron cuna de luna el destello y de noche un suspiro beso que prendió el fuego. Fue toda la magia fue toda la gracia hechura de milagros con tus ojos negros. Mujer de embrujo tiene tu nostalgia atracción y hechizo de tus ojos negros.

ME LLUEVE

tu recuerdo en nuestro tiempo ido, cuando reímos de champaña y lloramos de coñac. Había lluvia también y en tus ojos, fuego-chimenea, madera triste. Me llueve, estas en lluvia vertiéndote en mi dentro, como tantas veces, tú y yo y el convidado mudo de tu miedo. Llueve fuera, contigo dentro, tributo a la tierra, pago el sustento de vivir conmigo solo, con mi lluvia y contigo lejos.

YO VER, LLOVER

A donde quiera que voy llevo mi lluvia. A ti te encontré en un día de sol, me reían los pasos al verte siguiéndome, y se me hizo sístole el puede ser. Pusiste algo en su lugar, después miraste la pequeña llave que siempre llevo colgada en la horquilla del esternón. Y cuando salí contigo me puse mi mejor ayer, hubo un ten, en el saludo y fuimos... ya fuimos... Llover. A donde quiera que voy llevo mi lluvia, hoy me llovió el silencio de pensar en ti. Y me llueve en el miedo que inundan tus temores. Mi propio miedo en tránsito cíclico de castigo psíquico de fenómeno físico. de quererte y no querer yo ver.

VOLVIÓ MI LLUVIA,

inundando mis adentros creí que nunca esta sequía se llegaría a acabar. Qué doloroso es abrir de nuevo el cauce mojar el surco, reabrir el viejo caudal, qué difícil es remojar la dura costra, desazolvar el enquistado tiempo. Volvió mi lluvia aunque ya se presentía, ya bastante fue todo lo que la anunciaba, demasiado era lo que la necesitaba. La ansiaba con sed constante, con avidez de acequia, con el páramo sediento de mi cuerpo y ni brisa ni gota para evaporar. Volvió mi lluvia, imitando el conteo pluvial de mis ciclajes, recuerdo hidratante de otra soledad, la misma forma de llover, más diferente agua ¿qué fenómeno ahora la reclama?, ¿qué vieja cita? ¿qué extraño ritual?

Volvió el llover atávica promesa, muerte que se piensa, ave que regresa, migración de mi existir. Volvió mi lluvia, cuando casi la olvidaba, vertiente sin sorpresa, cauda de mi tristeza, afluente de mi ser trivial. Volvió mi lluvia, ¿quién te acompañará ahora? ¿hacia qué mar ahora se conducirá?

El tiempo de lluvias,

ahora un poco retrasado, también confluye en nuestro ser. Somos tan atávicos con las lluvias, que nos mueve a savia nuestro ancestro vegetal, que nos mueve a mar nuestra cuna mineral. Y las sabias inferencias de: “no todo lo que relumbra es oro”. A la hora de la hora, hora-oro, tiempo dado, envidiado, convenido, dilapado, desgastado, devaluado.

LIBRO EN BLANCO

"...oímos el rumor de unos pasos,

supimos que eran de la muerte..."

Porque después de haber recibido el mensaje de los muertos, confirmo y ratifico lo que ya sabía, sé que pasamos esta vida reflejándonos en el espejo de la muerte. Y sólo somos un libro con las páginas en blanco esperando que alguien venga a escribir en ellas la palabra AMOR.

ROSTROS

Rostro sin carne, rostro con ojos, más allá de las órbitas vacías, simuladas. Rostro sin carne blando, dúctil, compactante... Rostro sin carne, cubriendo tu otro rostro, tus cientos de rostros, bajo esa máscara de juego, de fiesta, de premonición. Rostro simulante encima de tu rostro de donde parte tu voz. Tu voz cálida y fría, cercana y distante, sombra presente, originada la caverna

de tu boca, entrada y salida de tu voz, la cual es reconocida, tu voz presente de tiempo y dádiva de vida. Voz que cubre todas las voces que están bajo de ti. Y las cuencas vacías, dentro de ellas reconozco la luz-chispa-fuego caricia-misterio de tus ojos, tan ciertos, encubiertos, traicioneros, insinuantes, tan distantes, tan adiós. Tus manos, húmedas a veces, a veces descamantes, con uñas mordidas por dientes de ansiedad. Con huellas de cuerdas cancioneras, con ecos de trovas que cantaras a otras pieles. Tus manos

de palmas mallorquinas con surcos que has creído detener. Tus manos que no mienten retiran el rostro mascarado, queda tu rostro de ahora y acompaña tu realidad. Tu rostro que lleva una daga en la frente, daga que bordó la mente, daga que llega a quemar. Y es tu rostro máscara nuevamente el brillo de tus ojos vuelve a quedar muy atrás. Vuelven tus manos verdaderas a quitar esa máscara y vuelves a enmascararte sucesivamente. Y es tu rostro máscara nuevamente el brillo de tus ojos vuelve a quedar muy atrás. Vuelven tus manos verdaderas a quitar esa máscara

para quedar enmascarado indefinidamente. Esperando encontrar tu verdadero rostro de vida, pasas el tiempo retirando las mascaras de muerte.

DESCANSA EN PAZ

Piedras de mis manos, tabiques de mi cuerpo, espectro que camina sobre el paisaje yerto. Ruinas de un averno, chimeneas derruidas, labraron en mi alma su queja corrompida. Páramos resecos, mis labios sin huellas ya de besos, desiertos de palabras, mudos ante lo ancestro. Olivas de mis huertos, llagas de mi espíritu, cosmos infinito negrura lejana. Estrella inalcanzable, brillo de promesa mis olas de tristeza, mi cuerpo sin su llama. Empiezo a tejer el nuevo velo, me cubrirá mientras mi carne se agusana, pruebo el nuevo bolo alimenticio, sacrifico mi carnalidad, mientras se deshace mi ser en el sudario y la tierra me va absorbiendo como cosmos, me embalsama.

Todos mis caminos me salen a la cara, rayos de mis manos se van a la montaña, de furia son mis ojos, es de cárcel mi sotana. Vago sin sentido piso mis propias huellas, remolino de distancia, moléculas solitarias, adiós, palabra para mi vedada, terreno prohibido, sólo en nada prometido. Giro entre el humo de velas al ritmo de las cuentas de rosarios, entre flores que ofrecieron de apariencia viva pero están como yo, arrancadas, comen el pan, beben el vino para que mi presente estancia sea ya más descansada. Siempre pensé que la seda era muy burda al espíritu pero muy tersa a la carroña, y muy fría, muy húmeda está la tierra en julio. Resbalando por la ruta de mi oído cayeron los últimos sonidos captados por la fina mecánica del tímpano, yunque, martillo y estribo: Descansa en paz hijo mío.

INNOMINADA

Vienen pasos cansados por las losas de la noche, doblar la esquina, encontrar lo supuesto, el cascarón quebrado del tercer parto. Descorrer lentamente la crujiente abertura, querer volver al mundo ayer dejado. Entrar con tu invitada, que hoy, se ha vestido de gala, pasarla al recibidor, todo duerme empolvado, atávico esperar, señalamiento requerido para despertar. Está todo lo conocido con aroma de humus y rostros tapizando las paredes mirándote a través de sus lágrimas de liquen. Hay varias formas para visitar tu búsqueda, se puede ir en el reojo de un cuarto a otro, o trasponer los velos del indumento de tu invitada de honor, traspasar su cuerpo, retomar el efluvio de una grieta para ascender al piso superior,

a ese salón de luz desvelada con lámparas de inagotable aceite, ver el telar infinito de la espera donde los dedos helénicos toman y destoman la promesa. Recoger las hebras, atar los cabos, cavilar en el humo de la niebla, caer por la resbaladilla de un reloj de arena, quedar frente al muro de los rictus, cada uno con su espasmo de desilusión. Yuxtaposiciones céreas ante la imagen de la del manto magnetizado, la dama del protón. Y la plegaria crónica, el deshundir tus sienes, el desanclar tus naves tus velas de papantli y tu canto de quetzal. En la tarde ícara el hecho a mano herrumbrado, el sobretodo gris, visiones del instante cuando tu mirada, bruñida en llanto, reflejó a la invitada, a la que no pude atreverme a preguntar su nombre cuando se distrajo con esa pequeña ave disecada. Sí, yo se que estás,

pero, ¿cómo llamarte si te vas?

AIDS

Cuántas veces estuve ante el mismo fenómeno, cuántas veces reconocí la misma facies con el sutil velo de la cercana mortandad, cuántas veces me visitó con su mensaje, este personaje al que no se me permitió nombrar. El mismo olor del cuarto, la misma interacción de la dolencia, la misma queja, el mismo umbral. Otras lágrimas, otro llanto, otro sentido, otra forma, otro canto para decir adiós, nuevas distancias, nuevos quebrantos, rehacer esencias, disponer encantos, hacer de tripas-corazón. Tener el valor de enfrentar la etapa final de la nueva peste, viejo llanto para nueva muerte, saber de tiempo y esperanza, saber de muchas horas y del regreso, nuevo llanto para la vieja muerte, pasando por el 1-2-3 de: estable, grave, muy grave y ya. Enfrentar el compromiso insoslayable con vaguedad recién parida, con voluntad enmohecida, con disposición refrescada, reclamada, nunca, nunca encontrada.

Mirar otra vez la sinuosa realidad del ser, heme aquí que para vivir hemos nacido, sin saber dónde quedó la convicción de que hemos venido para morir. Y en esta circunstancia, vuélveme lo que púdome, címbrame lo que hiéreme, impresióname lo que logró motivación y hoy es contundente realidad. Capricho nuclear, incidencias en el duro gene, trastocar las órdenes, saquear la defensa para allanar otra densidad, más frágil, más incierta. Y la muerte con sombrero o sin sombrero con moño o sin moño, con luto o sin luto, siempre la muerte en esa que puede ser la última mirada de la que no te podrás despegar. Te cercioras del adelgazamiento, está hasta el punto-cubilete, ya no da para más, piensas que en este tiempo dinámico, electrónico, cinético informático, telefónico, robótico ecológico, científico y espacial. Un par de tibias quieren mimetizar su evidente y magra sequedad, al cruzarlas discreta, disimuladamente, en un acto seminconsciente, semivolitivo, como que querría decir: Esto no es cierto, es pasajero.

Como pasajero fue el hecho del espacio loco en donde se fundieron entes e ilusas ganas, efímeras pasiones, soledades vanas, despeñadas por la pendiente montaña, ruleta rusa atinándole a la probabilidad. jAy! sonrisas pre fingidas, llanto aguantado, para dar un impotente ánimo, negación justificada, realidad, realidad. Hay que hacer como que no sabes, o que si sabes, no Ie das importancia para infundir equivocada fuerza de voluntad. Estar ahí, rotar violentamente las defensas, ser testigo consciente y actor de la ruptura entre

el yo espectador y el tu ser doliente, actuar en consecuencia dar el trueque, quedar tu yo crucificado,

con miradas perforadas que dan inicio a otro tiempo distante. Tiempo de reír y tiempo de llorar, solidario tiempo del adiós.

EL PUERTO NAVIDAD

La madre mulata, el padre cambujo, celebran ahora al esperado niño recién llegado. Aromas de almendros perfuman la noche, la luna salada se asoma a mirar, brisa de estrellas que cubren la arena, la espuma en las olas moviendo su cuna, la luz que refleja la estrella en el mar La madre mulata, el padre cambujo, reciben ahora a los pescadores que vienen a verlo para regalarle algas, líquenes, ramas de corales, sartas caracolas, figuras de ámbar perlas y cristal. Santo es este niño de esta noche buena, el niño venido esta Navidad.

A su alrededor todo lo aclama, lo que es natural, los moluscos y aves, cocuyos y peces, cantos de palma palmeras, vientos de playa playeros, luz, humedad tropical. La virgen mulata lo mira sonriendo y José Cambujo guarda su cayuco, en esta madrugada no saldrá a pescar. Cuidará al pequeño que esta noche santa nació en esta palapa de esta costa nueva, en la playa bella, Puerto Navidad.

EL CANTO DE LOS MESES

Me gustaría cantar a los meses, cantar por ejemplo a enero-Jano, a sus caras y frio cabañuelero; a febrero con viento de olvido, con sus locuras y desviejadero. Presentar a la promesa marceña las primeras voces, el primer botón, potencia-muestra de la primavera. Canto segundo será para abril, segundo y minuto abrileños, aries de encuentros y peregrinar, buscando ritmo e imaginación. Después lavar las tardes durante mayo, las secaría en pentagrama-tendedero, para en junio mirar sólo el solsticio, con los acordes de una tonada, con lo barroco del contrapunto, con sus bemoles y entonación. En pleni-julio el canto tercero; lluvia-llanto de agosto, pluvialidad, en septiembre salto-equinoccio, libra librando cubriré octubre, reza rezando con cirios noviembre para llegar directo a diciembre y hacer sincero el canto final.

TAL VEZ ALGÚN DÍA,

pueda cantar a la vida como yo quiero. Tal vez descubra una nueva manera de decir las cosas. Que no queden guardadas en los baúles del ensueño. Falta tanto por aprender. Sé que hay varias formas de expresión, y que podemos llegar a ellas hay veces que lo intento y no puedo. Hay tanto que yo siento y que quisiera decir. Tal vez algún día pueda cantar a la Vida con todas las voces y todos los instrumentos. Quizá necesite inventar otras partituras para los mismos sentimientos, y pueda cantar a la Vida como yo quiero para arrancarle al Será todos sus secretos. Secretos que son tesoros de los seres vivos

y de los ya muertos. Para con ellos ya nunca decir no puedo. Para con ellos sin miedo decir: te quiero. Decirlo con mis labios, y con mis hechos, decirlo con mis manos y con mi cuerpo. Decirlo estando vivo, con toda esa vida que llevo aquí dentro, y estando muerto, darlo aun por hecho. Tal vez algún día, pueda cantar a la Vida y decirte que te quiero.

IMÁGENES

Desde aquí te escribo en una hora cualquiera, de cualquier noche como aquellas que pasamos como se pasa un túnel, donde paredes agrietadas, nos lavan el lodo y se llevan los pasos. Desde aquí, donde me fragmento en los pedazos de lo que fui y lo que debería ser, como hecho 'de desintegridad, como acto de desacrisolización.

Me fragmento en pedazos caídos del molde, quedando sólo los huecos, espacios de un vacio rompecabezas o un ausente rompe cuerpos. Me fragmento ante ti, me deshago, me desintegro ante tu imagen, apenas con esfuerzos logro que algo quede en su lugar. Todo lo demás se desvincula, cae con gravedad de hojas otoñales, con seriedad de cosecha estéril, intención de precipicios, ínfimo peso gravitacional. Me fragmento ante ti, ante tu imagen,

me desintegro, queda sólo el fantasma de mí yo, el humo de mi presencia y el polvo de mi basamento. Queda sólo mi imagen ante tu imagen; mi imagen sorprendida de que seas también imagen, nebulosidad, sombra, destello, polvo sin sustrato, resplandor, vaguedad.

Mi imagen, tu imagen mis imanes, tus imanes, mis genes, tus genes, mis imágenes, tus imágenes. Huellas digitales en un pedazo de vidrio, líneas de las palmas sin las manos. náufrago egonauta beso tus sienes, despierto ante la evidencia del no-mi-cuerpo, del no-tu-cuerpo, sólo sus imágenes. Sé entonces lo que fuiste, del por qué eres, del porqué soy, se de lo que fui y atravieso el puente del igual, me transfiero a tu lugar, comulgo con tu presente realidad.

Soy en ti, eres en mi,...regreso... pero quedo convencido de que he descubierto una forma nueva de llegarte a amar.

PONGO MIS LABIOS sobre tu pelo, para descubrir tu pensamiento. Pongo mis labios sobre tus ojos, para saber de tus imágenes. Pongo mis labios sobre los tuyos, para que no se pierdan nuestras palabras. Porque lo que tenemos que decirnos, el espacio no debe cruzarlo. Y en el momento mismo que salga de mi, llegue a ti. para que sólo tú lo sepas. para que sólo tú lo entiendas. Pongo mis labios sobre tu pelo, sobre tus ojos, sobre tus labios, para tener el privilegio de comunicarnos.

PRETENDO QUE TE AMO,

pero todavía no es cierto y voy creyendo que es cariño el que te tengo y voy pensando que es amor lo que te siento. Pretendo que te amo, pero es el juego de mi cuento y voy viviendo con mi engaño, cercándote en posesión, privándote de lo liberto. Pretendo que te quiero, cuando sólo deseo tus frutos en mi huerto. Y te voy asfixiando en mis redes y te voy marchitando en mis papeles, como única salvación de mis temores, como pieza-colección de mis ayeres. Pretendo que te amo, pero todavía no es cierto, porque aún te llamo, aún te pienso,

aún te extraño y te celo, aún te busco y te deseo. Porque mi vida sin ti no es lo mismo, porque aun te liga mi egoísmo, porque los labios están al acecho de tus besos y mi ser entero está expectante de tus hechos. Porque mi mano añora aún tu mano; pretendo. . . pretendo que te amo.

CUANDO TODAVÍA NO ERAS,

tus ojos eran sin nota de color, eran, como palabra imaginada, como irrealizada creación, como suspiro reprimido, como promesa sin decir. Cuando empezaste a ser, empezó el matiz dentro tus ojos adoptando los colores que veían, impresiones tamizadas de texturas. Y comenzaron a ver, miraron un día hacia arriba, quedaron tus ojos color del cielo, miraron una vez hacia una hoguera, quedaron tus ojos color de fuego, miraron otra vez la selva negra, quedaron tus ojos color-misterio, y si miraron la noche, quedaron color de estrella, y si miraron la barda, quedaron color de hiedra. Color madera cuando miraron el árbol, color sorpresa cuando miraron la célula.

En una ocasión miraron hacia el tiempo atrás, hacia las cosas que pasaron, las cosas tristes que quedaron cuando miraron atrás, en ese entonces miraron el mar inmenso de las lágrimas salido del pasado, mar formado con diluvio-tristeza y el destino ahogado. Para siempre quedaron tus ojos con el color verde-agua-marina, de cuando los volvieron al pasado, de cuando miraron atrás.

ESTELA DE LA MAÑANA

Estela de la mañana sorprendió a la ciudad desperezándose en la bruma, fue sentir la mañana, común a todas, distinta, como sólo una. Estela de la mañana, presencia de lo vivido, conciencia de lo compartido, regalo que trae la aurora, estela al despertar. Estela de la mañana al seguir nuestro camino. Fue la noche trascendida, fruto-sueño donde fue zurcida la tela de nuestro empeño para comenzar un nuevo día para proseguir nuestro viajar. Estela de la mañana, estela del despertar, mi tu.. mi yo... frente al nuevo día, mi tu mi yo... en la hermandad.

ESTELA DE LA TARDE

Estela en la tarde, fueron nuestras sombras crecidas en la hierba, juntas en un acaso. Estela de la tarde, fueron nuestras almas al sentir que la paz del río nos daba un abrazo. Estela de la tarde, estela de quietud, morir de soles, nacer de ocasos, ribera tranquila serenidad. Estela de la tarde, daga del astro moribundo con sus rayos lanzados que agonizan cruzando el agua que eterniza nuestra alianza con la paz. Estela de la tarde, puente de grandeza, mi tu mi yo... en la bondad.

ESTELA DE LA NOCHE

Estela de la noche fueron tus labios que recorrieron el camino trazado por tus manos en mi cuerpo. Temblor de entrega en el mar - silencio, tu casi -ausencia, tu esencia viva, tu respiro, tu aliento. Volar de besos, roce de pieles, cinetismo quinético generador de luces, generador de soles, generador de fuerza del amanecimiento. Estela de la noche, estela de silencio, bajar de ofrenda, subir de encuentro. Estela de la noche fueron tus cuerpos permisibles de expandirse hasta abarcar el mar de luces de la explosión - encuentro. Estela de la noche fueron mis cuerpos,

en el no existo, en el no tiempo, en el no espacio, en el no pienso. Sólo una estela pudo traspasar la noche, llegar hasta el nuevo día. Sólo una estela pudo echar a andar el detenido tiempo, traer aurora, liberación nocturna, separación corpórea. Estela de la noche, puente del día, mi tu... mi yo... en el silencio.

LO SÉ TODO

"...tomamos el silencio

de la casa y llegamos

a saberlo todo".

Fuimos semicírculos que se unieron para formar el centro sin gravedad que navegó por tu casa cuando la inundó el silencio.

Y después de haberte amado, lo sé todo, sí, todo. Lo sé todo de tus ojos, de tu pupila en cenit

y lo en ella reflejado. Lo sé todo de tu boca, de tus palabras pensadas, escondidas, ocultas en los rincones de tu boca, que es fuente del silencio que llena tus paredes; cuna donde duerme tu palabra muy escasa y que llena de silencio los rincones de tu casa. Lo sé todo, lo que guardan tus oídos, frases que dejaron tus ayeres, promesas y alabanzas de tus antiguos quereres.

Lo sé todo de la almohada de tus senos, lo sé todo de tus extremos de tus manos de tus dedos, desde tus puntas hasta tus cabellos. Lo sé todo, todo lo de tu cuerpo. Lo sé todo y hallo lo nuevo en tu silencio que al mío agrego. Lo sé todo, todo lo de tu cuerpo y siempre encuentro lo no descubierto, que es tomado del silencio siempre expectante, siempre dispuesto a ser bebido por nuestros cuerpos. Lo sé todo lo de tu cuerpo, casa de tu espíritu, templo de mi recogimiento. Lo sé todo y somos nosotros bebedores de silencio, creadores de silencio, los también destructores del silencio con nuestro beso.

Beso con el que tomamos el silencio de la casa y llegamos a... saberlo todo.

VOY A DECIRLE A TU PIEL

tu nombre, lo diré como secreto pronunciaré las sílabas de tu nombre muy despacio, lentamente como un rezo. Voy a decirle a tu piel tu nombre con veneración, asumiré el reto-riesgo de caer en sacrilegio al irrumpir los caminos de tus guardados secretos. Voy a decirle a tu piel tu nombre y justo cuando mis labios recorran tu piel enfrentaré los perjuros escarnios antibioéticos. Voy a decirle a tu piel tu nombre y haré en tu epidermis la comunión profana, trueque en lo liberto. Y otra vez, en otro tiempo, cuando vuelva a estar en tu aposento, recorran mis oídos los caminos de tu ser, oirán la voz, de aquella vez, que con tu nombre, besé tu cuerpo.

VUELVE OTRA VEZ

tu viento a señalar mi ruta que removió las hojas de mis remotos bosques en mis lejanos lares Vuelve otra vez tu ser sediento a encontrar mi oasis en tu desierto. Vuelve otra vez tu pie perdido a rescatar sus huellas en mil caminos por vanidad seguidos. Vuelve otra vez tu tierra seca a recibir mi lluvia, vuelves a buscar el calor de mis silencios. Vuelve otra vez a brotar la chispa que enciende los sentidos, estar y ser nosotros en el universo. Vuelve otra vez, tu cuerpo errante busca mi lecho tu ser insatisfecho tu sino infante duerme en mi pecho, tu sien inquieta redescubierta.

Vuelve otra vez el calor de tu epidermis a ser recibido por mis besos, tu alma sola cubre mi abrigo y se dispone a estar conmigo. Vuelve otra vez el fuego de tus pieles a estar en mi aposento, vuelve otra vez tu palabra a sonar mi música y cantar agradecida. Vuelve otra vez tu ser hambriento para tomar el pan dulce de mi ser, ese ser siempre dispuesto a darme a ti y honrarte generoso tu correspondido amor.

PIENSO EN TU VACÍO,

y pienso en mi miedo, ese tu mismo vacío, tan igual e inaparentemente mío, tan semejante y contrastante. Órbita hueca de visiones, arena escapante, rasguñar la nada al preguntarlo todo, mirar con esa ceguera lineal los polos. Pólenes. Poleneo, traspasar los vientos. Poleneo, prometer incierto. Poleneo, posponer la especie.

Poleneo. Polen de sol. Oro molido. Solvente atmosférico. Repetir el conteo pluvial. Pluvileo, ciclos de agua. Pluvileo, deuda acérrima.

Pluvileo, llanto en plata. Pluvileo, en hojalata. Pluvileo tus ojos, pluvileo del cielo. Y presentir martillos, martillar de tiempo, observar tras cerraduras suponer tus huellas, preparar caminos, desanclar los restos, para descubrir el vacío con el triste júbilo de mi miedo. Jubileo, jubilar la espera. Jubileo, exhumar razones. Jubileo, detectar acciones.

Jubileo, quedar siempre en el fin-principio del mismo génesis tuyo júbilo, lluvia, polen, muestra, botón, capullo, de pensar en tu vacío y quedarme con mi miedo.

GRABARÉ TUS PALABRAS

". . . sellaré mis palabras con el beso que nazca a piel de labio

y llegue hasta los huesos..."

Grabaré tus palabras en mis pieles, piel de mis manos, piel de mis brazos, piel de mi cuerpo. Llevaré en tatuaje tus palabras, para que todos vean que es a mí a quien hablas y es de mí de quien tomas el consejo. Grabaré tus palabras desde mis pieles hasta mis huesos y quedarán impresas en todas las células de todo mi cuerpo. Grabaré tus palabras en mis huesos, tus palabras salidas de nostalgia, de tu baja de ánimo y de tu cuita de tristeza.

Grabaré tus palabras en mis huesos, tallaré uno a uno cada secreto confiado y llevaré en cada marca el más hondo motivo de tus rezos. Grabaré tus palabras en mis huesos, y sólo, cuando ya haya muerto, quizá hagan una flauta con uno de mis huesos. Entonces, sonará algo triste, sonará la música que formen tus palabras y que una vez grabara en mis huesos. Cuando en ceniza, queden confundidos con el polvo-cementerio, llegase alguien a pisarlos en la simple casualidad, sentirá que se Ie enmudecen los labios, sentirá que una queja, le llega hasta los huesos.

REENCARNAR

...y se quiebran mis palabras por el frío...

Deshilo los caminos que contigo anduve, reverso las frases que contigo hallé. Te dejo un beso en el dorso de tu mano, que quizá un sueño te podrá traer. Llego a mi cuarto, cámara de siempre, cristal adolescente, recinto de mi ayer, refugio de mi ahora, guarida de mi aquí, saboreando este presente de vivir incierto por definir este otoño, pretender mi noche, reencontrar amor. Me despojo primero del tiempo prendido en mi pulso, después, dejo la soga que me oprime, la máscara que llevo desde este despertar, después retiro las prendas que me cubren escamas de este día, armadura de esta era, mimetismo de este hoy.

Me sumerjo en la sábana indiferentemente fría, sorprendida con arrugas de bostezos y dejo que la almohada me robe otra vez los sueños, pretextando los olvide, y podérmelos callar. Recuerdo sólo uno, que fue atémporo y fue muy real, sueño con unas manos que jugaban con sonrisas, de un espejo reflejante, de un boscal con un solo hábitat. Recordar las manos deshaciendo un sueño, al sueño de besar tus manos, al beso de soñar tu amor. Quedarme nuevamente en el silencio hasta el nuevo día, romper la voz de un saludo, saludar lo nuevo. Reencarnar.

NO TE CONOZCO,

pero te supongo, sé que así se empieza, -también se cómo se acaba-. Se trabajan los encuentros, que a veces pueden mas que los miedos nos encontramos cuando me buscas, mientras yo sólo, sólo te pienso. No te conozco pero te presiento, sé qué es lo que te hace ser, que es lo que te volvió y te devolvió. No te conozco pero te adivino, sé que fue lo que te formó, que es lo que te mueve y te remueve. Substancias, las reconozco, dispersas en ti, substancias, elementos, disparentes, divergentes, dentro de ese tu al que sólo conozco por lo que quedó en las yemas de mis dedos,

quemadas por tu piel, asida de calor. No te conozco, me encuentras, y sólo, sólo te pienso repaso mis yemas llenadas llenas yemadas de ti. No te conozco pero te supongo, sé que así se empieza también se cómo se acaba. Repaso mis yemas formándose un hilo, que sostengo por la punta, como haciendo la seña del pequeño momento que fue tu visita sueño, en que estuviste… casi conmigo, porque aun así, no te conocí. Hilo que sostengo por una punta, porque la otra esta en ti. No sé por dónde te ande atada a qué substancia a qué elemento, pero sé que está en ti, porque. . . no te conozco... pero lo presiento.

ES QUE…

aun no he terminado, voy contigo mecánico moviviéndote, prendido de tu centro, aferrado a tu agonía infinita, en esa posición biventral, que nos fue prohibida y que tanto nos gusta. Es que, estas aquí de presencia física, en la gravedad de cuerpos, con ese roce de siempre, de estar y no estar; con ese morderte los quejidos, con ese tragarnos las palabras, con ese besarte los suspiros, con ese revuelco equidistal. Es que, no termino, voy poseyéndote siempre, voy conociéndote siempre, surcándote de placeres, trisándote la pasión.

Es que, eres de estas latitudes seminales, me cubro con la piel de todo esto, con tu piel, mitad humana, mitad animal.

Piel mía que se mima, mimetiza, se vuelve vela y navega hinchada de viento hormonal, que se vuelve fuego que electriza se vuelve chispa que eterniza, se funde en tu piel, muy de aura, muy boreal. Latitud encendida, coordenada aprehendida, vamos en ese sentirnos uno y al mismo tiempo cada quien, en el universo orgásmico de nuestro transcurrir.

TENDIDO

...Hubo día, hubo noche; y vio Dios que era bueno.

Tendido, siguiendo la dirección del pensamiento disecado y recién adquirido, apenas insinuado. Hube de querer decirte lo que no hizo falta que dijera. Hube de querer hacerte Lo que no hizo falta que te hiciera. Tendido, junto a tu ser, recobrado, abierto, enardecido de sangre identificada, cubriendo huellas de antiguos cuerpos en tu lecho de ahora, irrumpen mis dedos los ajenos caminos y me llevan a los rincones de tu piel e indagan el secreto de lo tierno. Hubo noche, hubo día, Hubo lo bueno, de haber estado, tendido, una vez, junto a tu cuerpo.

ME GUSTA LA TARDE

porque tiene tus colores. Me gusta la tarde, sabor de ocasos que borra lo temores. Me gusta la tarde me dirijo a ella en la vía de euforia, matizada de vivencia dibujada de colores. Me gusta la tarde porque es tu hora y me dices: amigo y te digo: hola.

AGUA DE ROCA,

tus lágrimas, agua de roca tu confesión roca tu vida encerrada, roca tu ser que salido con el agua de roca de tus lágrimas. Agua de roca que mi interés extrajo que mi intención produjo que mi pasión hurtó.

MALABARISTA, MALABAREANTE

Duerme el malabar, malabarista, malabareante.

Duermen tus ojos, tus esos ojos que dan canción, que dan quietud, que dan quemantes, malabarista, malabareante.

Duermen tus ojos que dan tu amor, malabarista de tres esferas, retienes una, vuelan las otras dos. Duerme en tu noche, reposa en tu sueño, para seguir mañana ese camino y des el brillo, como siempre haces a la esfera que tienes en tus manos creyendo encontrar lo que buscaste, malabarista, malabareante. Que necesitas del equilibrio para tener y retener la esfera justo el tiempo necesario para el juego de tus manos y poder así completar tu acción,

malabarista, malabareante. Duerme en tu noche, duerme en tu sueño, duerme en tu amor malabarista, malabareante.

MEDIA HORA

Treinta minutos, la espera, treinta minutos, que median la media hora que priva, treinta minutos, tu ausencia, treinta minutos, secuencia, calor opaco de la ciudad, te escapas; escapar asfixiante, transporte, combustión que merma el cielo; anhelo, escape indiferente, treinta minutos,

cargados de toda la soledad, soledad de siempre, la espera, que priva,

tu ausencia, secuencia,. en treinta minutos cabe todo el tiempo de mi soledad, dimensión del tiempo, secuencia convencional; tener todo y tener nada, tener que compartirte siempre.

El poder y no tenerte el tener y no poderte querer como quisiera. En treinta minutos

cambiará todo este momento, en treinta minutos

te diré solamente: ¡hola!

CALENDARIO

Te dejo el símbolo del tiempo, piedra del sol, calendario de otra era. No sabes mi nombre pero llámame como quieras; soy agua, soy aire, y juntos soy niebla, me filtro, me evaporo, me fundo, me disuelvo, me inicio y me termino, soy principio y final. Te dejo el símbolo del tiempo, que no existió ni existe para nosotros, no importa el vehículo de ahora, quizá mañana portaré un nuevo traje, te dejo el tiempo en la antesala presente para hacer como si un minuto fuera una hora, ahora y siempre, aquí y en ausente. Te dejo el tiempo del encuentro, tiempo del tiempo, tiempo silente; porque si alguien te preguntara: ¿qué hiciste todo ese tiempo? dirás que visitó por un momento, la muerte ..... que te habló del aire y del agua de la nube y la niebla.

Que te mencionó del universo y de las leyes de la energía, finalmente juegos de magia, de suerte, de estar siempre consciente, de lo que es la vida y lo que es la muerte. Mejor no digas nada y coloca ese símbolo como, otro eslabón a tu cadena, porque no te digo adiós sino hasta siempre.

PIEDRAS DE MÚZQUIZ

Déjame que te cuente...

De donde trabajo a mi casa hay unas cuantas cuadras, las camino con pasos de noviembre en una noche callada. Únicamente silbando rompo el silencio que a veces se me derrama.

...Déjame que te diga la gloria...

Voy silbando esa canción peruana pasando por estas casas de Múzquiz que me van reflejando en sonido. Hay unas que lo acogen y lo guardan, hay otras que les es indiferente, entonces el sonido se va hasta el final de la calle; -de estas calles deprimentes, de primera, se va hasta la sierra que cubre el sur. A veces se queda conmigo, como si no saliera de mi boca, como si sólo fuera para retener un olvido, como si fuera a adelantar el adiós.

...del ensueño

que evoca la memoria...

Estamos en el dintel del invierno y sigo silbando y silabando el pensamiento de las horas quietas, pienso en un patio de paz en el rincón de las velas, en la risa de lado de la luna, en un huele-de-noche.

...del viejo puente del río y la alameda...

Boca-sonido en la boca-calle, donde el silbido se me hizo cruz. Rodó una piedra al tropezarme, piedra que trajo tu nombre, piedra rodante de mi silbar.

...y recuerda que...

Tropecé con tu nombre ahora, y te quise saludar.

FUI ARRANCADO DE MI SITIO TERRESTRE,

en un girar de suelo devorando serpientes nuestra vida depende ahora bajo los carriles de tus brazos. Los huracanes golpeando en mis sienes, lenguas de aire que zumban mis oídos, la distancia ya no sorprende cuando nada estorba nuestro paso. Y el viento envuelve los sentidos y al llegar espero que llegue mi trazo para estar de nuevo completo y volver a lanzarnos a la euforia de que nada nos pasará mientras que todo con gran rapidez a nuestro lado pasa. Seguir en el girar de ruedas, seguir bebiendo lo veloz, para embriagarme de lo rápido, así hasta cansar a la emoción para después saborear la calma que viene y se queda en el reposo y deja al cuerpo y alma en un estado silencioso.

PROMETEO DE LA ILUSIÓN

Guardo lo trajes que hemos usado, tejidos en pentagrama, bordados con notas de ilusión; canción-murmullo tu boca alada, abrazo suave que da tu piel. Dejaste música en esos trajes, dejaste tu presencia al haber estado, cada respiro tuyo en un rincón, cada latido tuyo, está grabado en los milímetros y en los momentos de tu canción. Existen presencias tuyas guardadas en mi hábitat, esencias en donde estuviste labradas con un tu y yo.

Huida-encuentro de tu silencio, tu beso húmedo, tu deseo despierto, tu dar incierto, redobles en tu pecho, tremor-inhibición entrega refrenada, sentido desbordado, recato de pasión.

Es normal que quiera rescatarte del olvido, descubrirte poco a poco en mi sabor, entregarte el tiempo pasado, restaurarte en el camino recorrido, aprehenderte lentamente en lo que se, satisfacerte en vida con lo ya vivido, rasgar los sellos del templo, colocarte en el sitial que hace mucho clausuré. Siento tus presencias con todos mis sentidos, el oído que canta con tu música, el gusto embriagado en tu licor, el olfato recordándome fragancias, el tacto explotado con tu calor, el sentido de mi vista recubierto con el brillo triste de tus ojos, y mi otro sentido, aún dormido, se inquieta y convulsiona al volverte yo a reconocer. Abre la puerta miedo carcelero, abre la puerta, salga ya el celo, que sea lo que ha de suceder. Crea el tiempo propicio señor de la creación, recréame en esta obra, creatura de este tiempo, hechura de este hoy. Que se cumpla el plazo, que se pague la promesa, que resurja,

que emerja, que renazca, me rehaga me reencuentre en otra nueva canción. Y mis sentidos se vuelvan música en la presente existencia, en el momento propicio sea lo que no ha podido haber ya sido, que se amarre el hato que dejamos sin anudar. Te lo pido a ti, Señor del Resurgimiento. Te lo pido a ti, Prometeo de la Ilusión.

.

GÉNESIS 3.

Bruma Niebla, torbellino en gris, vuelo de granos, semillas cinéticas sin éticas, que lo inundan todo en espera de germinar. Huracán gestante en la sala de tormentas, en la gruta de mi ser, mi cuerpo devorado por mil bocas, bolo alimenticio de prejuicios; ciento un mil estallidos celulares, siento un billón de moléculas en derrumbe. Cada respiro, es humo,

cada vez, es zumo,

aspirado de la ciencia del bien y del mal. Cada voz es grito ensordecido, escuchado sin ruido, olido sin aroma; gustado, repelido; tacto sin sentido;

visto ya sin estar. Y giro en sentido del eje vertical de mi cuerpo, quedando nuca-frente, palma-dorso, sacro-sexo, para empezarme a separar viendo mis ojos, besando mis labios, rozando mi pecho y mi vientre, juntando mis sexos, pisando mis pies, entrecruzados, entre despiertos, los dedos se aferran a mis manos, líneas que se intentan remodelar. Entro en ese antro, anti-mundo, anti-materia, entre conmigo, entre sin ti; entre que salgo, entre que soy; ente que arrastro, ente que vago, ente que soy. Salgo sin mí, Con algo que todavía tengo enfrente, en labios, en coito, en largo, unión. Estoy en ambos momentos, en el ser y en el no ser, repaso toda mi historia entiendo mi nuevo estado, irreversible ahora, mientras que continua el proceso de dejarme ir. Pequeñas navajas biafiladas, centellean por entre mi y entre yo

trisando cuerdas que jala el viento convirtiéndome en ffffffuuiiiii, transformándome en vvvvvoooyyy. En el centro de mi, otro giro, quedo cruzado al centro, cruz de ombligo, adiós de cruz y ficción. Dejo mi cáncer, voy de mi, por mi y a mí de nuevo, lo nuevo en mi. Cruzo la zona de comunes, Luego, las corrientes de doble sentido, luego a un cinteado, polaridades magnetizadas, interferencias, ruido, lluvia geométrica, precipitaciones matemáticas, cuevas, logaritmos, depresiones algebraicas, signos, trígonos, métricas. Ecuación. Floto, loto, otro; todo; magma. Primero sin fuerza,

mar es magma, mar es magno, maremágnum. Madre protoplasma, vertiente genética, espiral nucléica, escala, ascensión, puentes hidrógeno, emblemas, símbolos, códices coligando, corrigiendo, compartiendo, compitiendo, contentando, contestando, cooperando, contrastando, ascensión. Padre enzimático, carrera, corredera, coalición, coadyuvante, cofactante, complicante, complaciente, condición, conflicto, sinflicto, síntesis, sintrastando, sinergismo, fuerza en el sí mismo

Vuelta a la "ye" , vuelta al calvario de la "equis", vuelta al yo de mi mismo, vuelta al ser de mi soy.

Paso el puente del igual, la mínima expresión, uno igual a uno, 1=1. Misterios, mis tedios, mi “te de dios",

mi sentado de nacer, mi sentido de vivir. Circulación, brecha vereda, camino, senda, calle, vía, doble sentido, dualidad. Id y venid, llevad y traed, dad y recibid. Dualidad, cualidad comed, este cuerpo, tomad esta mi sangre.

Comed este mi cuerpo

hasta saciarse bebed esta mi sangre hasta embriagarse. Hartarse y emborracharse de pan y vino, a la mar se vino, a la mar se fue, a amar se vino, a la víbora del amar. Llenarse de cuerpos, embotarse de sangres, cuerpos y sangre, sangres de cuerpos, en cuerpos

turgentes de sangre de los mil cristos aquí presentes y de los mil cristos todavía por llegar. La venida de los mil cristos, o las mil venidas de Cristo, avenida de viacrucis, la amargura en calles, encallos, encallar, tomad y callad, comed y callad tomad y comed; haced esto en memoria mía me moría, renacía. La resurrección de la carne ideal para la escasez, escasa, es caso, es cosa de vida o muerte vida, diva, viva muerte, fuerte.

Te ver te tenerte tener te de verte de muerte , te muerde. Diva, viva, vida. Vivid.

Creced y planificaros, haced esto a imagen y semejanza mía, ayer planifiqué, y hoy solo soy, soy solo el yo de ml mismo, el ser de mi soy. Estoy conmigo siempre, siempre conmigo voy,

comiendo, tomando, creciendo, planeando, amando al ser de mi mismo, para amar a los mismos seres que están a mi alrededor, a todos, puede no ser ahora pero puede ser en el Será.

“...de cómo, tomo, planifico, el yo de mí mismo, con Marcelino, pan y vino,

con papá, mamá y la víbora del amar en homenaje al plano del Será..."

" o de cómo Adán se quedó sin suegra”.

NUEVO VIAJE

Me sorprendo en esta nueva travesía, emprendo en cada momento recorrido el asombro permanente ante esta realidad, venerando como nunca cada instante de mi estancia en tu plena geografía. Voy abriendo brecha en la selva virgen de tu ser, descubro esas cosas aun por ti desconocidas, rescato los tesoros dejados por otras vidas, escenario donde completo mi cotidiano quehacer.

Boca-volcán, fuego encarnado, es la causa de este incendio; transito pretéritos desiertos, abrasado por el sol del cenit, produzco esa grata sensación, incidente y perpendicular fuerza que lacra nuestra arena, mar en lava ya erosionada, canto-orilla, acantilado grito que hoy hacia ti me llama. Surco-visión, barco débil de papel naufrago en ese lago, encuentro solamente en tus ojos, el derecho de tener rescate en su lunar. Ese lugar, bosque ya recuperado;

te señoreas y te implantas en todo lo que hasta hoy era mi boscal, me cubren semillas de eucalipto, aromas de cedros, laurel y misto, me pierdo en el musgo de tu pelo, traspasas la corteza de mi yo. Repto por la gruta secreta, atesorada de tu padecer, caverna de tu pensamiento, génesis de tus sentimientos recinto de tu yo individual, hallo un añejo precedente, dejo mi huella de egonauta, siembro mi intención de lo plural. Nunca como ahora me he sentido tan colmado, nunca en este presente tan bienaventurado, renovando cada día la firme convicción de entregarme por entero como actualmente hoy a ti me entrego, viajero de perenne derrotero, andante con nueva guía, completo, cabalmente lleno. Todo en mi me está diciendo fiesta, al hacer conciencia de que ahora habito en tu entera ecología. Todo en ti, me rehace, me despierta, gozando cada instante

en que coincide nuestra símil naturaleza. Todo en ti, me sorprende y me descubre, ubicado en distintos panoramas, cotidiano trueque de nuestro transcurrir. Todo en ti me consume como flama, todo en mi te venera, te aclama, todo en mi me grita que me amas.,

Todo en ti

lo sabré corresponder.

LOS CINCUENTA

jAh!, el tiempo del jubileo por lo que el tiempo ha sido, momentos de recapacitar en lo que se ha tenido, por lo que se ha vivido, por lo que es y lo que será. Tiempo para la cosecha, para desgranar las cuentas, aparente improvisación entre el estar y no estar entre el ser y el tener. Momento atémporo por contradicción, se establece un punto-referencia, punto de reencuentros de contrición, mitad en la cuenta decimal, mitad no llena, mitad no vacía, donde se llena el miedo vacío, donde se vacía la luna llena, en línea divisoria, horizontal, punto de contacto entre los medios cota de avatares y destino, lindero que cumple con la refracción, cuenta referente del pretérito,

punta de apoyo hacia el futuro, nuevo pago a la deuda existencial. Con esa cuenta irrenunciable por delante, enfrentar el futuro, lo joven y lo nuevo, completa conciencia de lo que ya no está, darse cuenta plena del presente añejo con la certeza viva en la propia frente y darle cabida con tolerante madurez. Trocar las cuentas para tener el tino de que de las uvas viejas nazcan racimos, poseer ese anhelado equilibrio de la regresión esperanzada y la esperanza regresada, porque finalmente para crecer nacimos. Motivar los pasos que nadie puede detener, creer en lo que tienes que creer, porque en este día y después de todo, estás con los que para tí son importantes sobretodo cuentas contigo, es mejor, porque al final de cuentas lo adverso y lo difícil del destino no importan si se ha asimilado todo lo anterior.

Así es que ni en cuenta, sin cuenta... cincuenta.

CUANDO SALGO POR TI,

me visto con mi mejor ahora, dejo atrás todo lo desierto, traspaso el quiste de mi encierro, obtengo el don de lo plural. Cuando salgo por ti, deshago todo mal infortunio, destruyo cualquier mal augurio, trasciendo mi carestía espiritual.

Cuando salgo contigo, procuro el mejor ambiente, respiro la mejor bondad, me refuerzo contra el mal adverso, me armo contra el mal olvido, me fortifico contra el mal humor. Cuando salgo contigo, se satisfacen mis necesidades, se me llenan los sentidos, con todos esos estímulos que me hacen sentirme bien y me prometen estar mejor, porque te unes conmigo porque todo lo hacemos al alimón.

Salgo por ti, a ti y para ti contigo cruzo esos caminos

de renovada libertad, ando esas veredas de entrega y sinceridad, y curiosamente todo ello sólo cuando salgo contigo, cuando sólo contigo salgo, cuando solo contigo voy.

HAY COSAS

que sin memoria, que sin historia, nomás se dan. Hay cosas que sin medida, como la vida, nomás se dan. Hay otras, que aunque las quieres y las deseas nomas no están. Las pienso una y mil veces, sólo las pienso y no se dan. Hay cosas que en nuestra vida, por más que luches, por más que incidas, no pasarán. La siento una y mil veces, no las explico, nunca se dan.

EL YIN DE MI YANG

Los cuatro jinetes de un apocalíptico vocabulario circulando por mi mente, en desordenado transcurrir, al mismo tiempo adoptar una postura que pueda parecer interesante. Ese tanto fluir, ese transitar de tantas imágenes convergidas en un solo punto. Se echa mano de lo que sea, de lo que se deje y pueda, pero ni las piedras gritando, ni el polvo sutil del olvido, ni el zumo aspirado del fruto prohibido, nada ayuda, ni los crípticos retratos de la convención astral. Se podría decir contestando una pregunta; si usted fuera "x", ¿qué Ie diría a "y"? o si yo fuera "x" ¿qué les diría a los "y" o a los "z"? “dijera lo que dijera que nada le importa al rey”.

O a la tierra que fueres, haz lo que vieres, o a la tierra que fueres, di lo que eres. Pero, ¿decir qué? Volver a plantear la pregunta, la vieja cuestión del ¿dónde? ¿porqué? ¿hacia dónde? ¿hacia qué? ¿porqué vengo? ¿Porque voy? siento un mil estallidos de premonición; traducir todas esas preguntas a la mínima expresión; 1=1, uno igual a uno; o al siguiente paso de el tu y el yo. ¡Ah! de este diálogo interno que nunca se podrá acabar. ¡Ah! de esta distancia, aquesta lejanía, de este conversar.

¡Ah! de este tener, tenencia infinitesimal, que aunque nada material tuviese, siempre será mi posesión secreta, siempre estará en mi interior.

¡Ah! de este fraseo sempiterno, del que surgen algunas conexiones hacia afuera. Que de los mil caminos que llevo dentro,

sólo un puente cruza para afuera. Y en esa proporción geométrica de uno es a mil, se cubre la distancia entre el tu y entre el yo.

VIENDO MIS MANOS

Cumplí mis cuarenta y cuatro años Viendo mis ojos, paséeme por el arco del iris, me regodeé en el columpio de mis pupilas me deslicé en ese mar de la introspección. Vi mis ojos, esos mis ojos, centro del rostro, que con curioso azoro así preguntaron: ¿quién ha ganado en todos estos años? Antes de hacer la pregunta surge la respuesta autocritica respuesta: manos, ojos, rostro en un cumpleaños con canas recientes y arrugas descubiertas Rostro convirtiéndose cada vez en palmas, por las vías y cruces, el tremor y la acción. En ese momento ser consciente y honesto Enfrentar la fragilidad y toda tu desazón. Con la palma-paleta, y los dedos-pinceles pintar el tiempo, friable estado de rebelión a la promesa del Gran Presente, ciclo vital, por un lado, se percibe, la orilla-muerte, por el otro, tiembla y se abre la vida-botón. Viendo mis manos vi también aquellos heraldos con los pergaminos de lo que vendrá. Viendo mis ojos Ratifico la constante lucha

entre lo que somos, debemos ser y será ese equilibrio entre el distante destino, y el instante camino todavía por recorrer que al recorrerlo, acaba también con uno. Duerme y despierta el ciclo viviente, por un lado, la orilla-muerte, por el otro, la vida-botón veo mis manos se me adelantan nuevos heraldos con los pergaminos de lo que vendrá. Viendo mis ojos se ratifica la permanente lucha por lo que debemos ser, ese equilibrio entre el instante destino, entre el distante camino acabado de recorrer y que por recorrerlo, acaba con uno, para llegar a la conclusión: Esa canción de la vida, que cuando llegas a descifrarla en sones nuevos y viejas tonadas, con ímpetus recuperados, afrentas perdonadas y esencias reconciliadas, comienza tu físico a languidecer.

CONFESIÓN INCONCLUSA

Realmente no debí dejar que se interrumpiera el registro de ese diálogo, ¿cómo empezó? o más bien, ¿cómo empecé a ser consciente de él creo que, fue al saber que podía caminar y a hacerlo, o que la música tenía letra y entendí que eran palabras tratando de decir algo en eso que llaman canción. O que mi cuerpo tenía obstáculos que limitaban su desplazamiento, -el barandal de la cuna-, o cuando la naturaleza, rodeándome, me hizo sentir que yo ya era parte de esta tierra. O cuando supe que estaba en el mundo de las formas. ¡Ah! de esas evocaciones proustianas, ¡Ah! memoria recobrada, ¿qué juego bioquímico me trajo a ti? ¡Ah! del juego de espejos, descubrir la reflexión física

o también la refracción, el rayo de luz que pasa de un medio a otro, el palito que se doblaba al meterlo en la pileta. Nueva distancia, fuerza palanca de entretenimiento. ¡Ah! del reto galileano "Y sin embargo se mueve". ¿Qué archivos hube consultado? para llegar a esa conclusión: uno igual a uno. Puente del igual. Consulta, descubrimiento, recuerdo. La posición platónica del ahora recordar y su antítesis, vivir es recordar.

Yo pecador,

me arrepiento de todo lo que no he hecho, de lo que directa o indirectamente no me dejaron hacer, de lo que no me he permitido hacer, de lo que me ha atado la libertad de ser. Perdono a los que me encerraron en su cárcel de prejuicios, perdono a los que bloquearon mis sentidos, perdono a los que me castraron. Porque aun siento, aun vivo, aun sigo aquí; porque no hay verdades absolutas, porque lo de ayer no valdrá hoy ni valdrá mañana, porque he roto el mito de la soledad. Porque he aprendido a enfrentar el domingo interpretándolo, haciendo de toda la semana un sólo domingo; porque lo he aprehendido así, desde hace muchos, no he tenido un domingo igual. Porque sé que la única manera de vivir lo negativo, es trocarlo en positivo.

Porque en mis derrotas mi derrota, mi gran derrota, he encontrado mi victoria.

Para hablar de la sopa primitiva, hay que haber sido sopa primitiva, rayo derivado y ser en tus actos, juntar en el punto gravitado de tu cosmos; los tres ángulos, o los cuatro vértices del triangulo pirámide de lo que eres, lo que crees que eres y lo que creen que eres, además de lo que quieren que seas. Presencia cósmica, ausencia terrenal, donación existencial.

De todas las conexiones,

de todos los puentes, de todas las convenciones, escojo hoy, el binomio, la simple expresión,

no por ello menos complicada, del tu y el yo; tú y yo en todas sus conjugaciones. El tu, persona y el yo mi imagen, imán y gene, mutante; reflexiones, clepsidra,

refracciones, transformaciones. Trueque de mis segundos por tus células, cambio de mis recuerdos por tu ser, tu medio, vehículo de mi existencia, vínculo del tu ahora y mi aquí, tu astrolabio y mi veleta. Vuelve tu viento a señalar mi ruta, vuelvo a vestir el traje de tu encuentro, vuelve mi vela a hincharse de viento hormonal, vuelve tu lluvia a salpicar mi sequedad, vuelve tu ser a visitar mi lecho. Vuelve tu aliento a nutrir mi canto con el rítmico fuelle de tu respirar. Vuelve tu piel a sonar el eco perdido entre la selva de tu besado cuerpo. Vuelve el cicIo del alfa y omega, fin de partida, punto inicial, tu como principio, yo como final.

ANTES DE TI,

el yo fantástico, magma macro dimensional, contenido todo en mil de mis partículas vivientes, recorriendo los ríos internos de tu ser concreto, nutrientes de tu sangre nueva, reflejos de tu despertar boreal. Por ti vine, por ti soy, cadencia de mis transducciones, latencia de tus emociones, cambio bipolar. Del yo-tu es el rito, tuyo y mío es el reto, para saberte y decirte que eres tú, el yin de mi yang.

CON DOS MITADES FUI HECHO,

en dos mitades unido. Una mitad mira al junco del paraíso perdido, otra mitad al consumo de lo que hemos vivido. En dos mitades fui hecho con dos mitades unido. Vuelco mi ser en mitades sin pretensión ni castigo, como mitad sola, soy mi enemigo; como mitad solo, cascabel herido. Mano barrera en mis noches crisantemo, nardo, corazón dolido. Con dos mitades hecho en dos mitades muerto mitad muerto mitad vivo. En dos mitades partido por este mal que me has hecho por ese adiós sin despido. En dos mitades dejaste el desamor y el desvarío. Una mitad mira al norte, negro crespón del olvido. otra mitad vuelta al oriente rojo festón desagradecido.

Culpa pretendo, comprensión no pido, ni referente natural, ni lugar común, ni monte encallecido, peldaño y soborno desobedecido, vitualla, argamasa, dosel cautivo troquelado viento, sueño fundido. En dos mitades a ultranza me vengo por donde he venido. En dos mitades conciencia, tierno, acecho de ensueño y del amor que no hemos compartido. En dos mitades te nombro hemisferio irredento hemiglobo insurrecto. En dos mitades me nombro hemiplagio, hemiastral. Sólo con dos mitades reúno mi dimensión auto habitacional solo con mis mitades resumo mi compromiso existencial. Con mis mitades rehago el capricho de lo convencional. Con mis mitades reencuentro la vía permanente, al puente del igual.

CON AMOR,

y por amor es que alimento mis días, con amor a lo que hago con amor a lo que soy. Con amor y por amor es que puedo rescatar mis noches por amor a lo que tengo por amor a donde estoy. Con amor y por amor es que puedo rescatar mi pasado que fue hendido, troquelado por amor y con amor, nunca ofendido, nunca malhadado, nunca volitivo, nunca interterpelado. Con amor al mandato genético, por amor a la disposición cosmoética que por ventura sincrética hizo de un solo tiempo y espacio la fundición corpórea, el suceso posible de la magia intangible, de ese hecho irrepetible, causa por lo que ahora estoy por amor y con amor aquí. Hundido por la muerte, traspasado en el estar,

consciente del avatar, consagro este presente entre el ser y el deber ser, entre el estar y el deber estar entre cociente; entre consciente, entre que salgo ente que vago, ente que soy. Y voy a mi futuro por amor y con amor con la fuerza de la expresión, mente, pluma, papel, diente, lengua, letra, palabra, tono y ética, fonética, comunicación. Finalmente para eso estamos, por eso vivimos volcándonos hacia dentro es que nos volcamos hacia fuera, simple y llanamente, con o sin segunda intención y gracias a todo ello que finalmente entendemos y nos intentamos fundir a ese hecho, verdad inexpugnable, verdad irreducible de que con amor y por amor somos, hemos sido y seremos y que independientemente de nosotros, así será, por amor y con amor…

así fue, así es y así será.

CRISÁLIDA REITERADA

El antiguo reto la misma incógnita la similar sentencia la vieja cuestión. Añeja pesquisa pregunta reiterada dulce sabor de la duda presente dolor de lo ignoto. Bálsamo para reiniciar el rumbo con diferente calma y abordar la afrenta con la misma conciencia, con el viejo armazón. Cumplir la sempiterna cita más allá de la palabra sin cobertura de letra ni de voz. Vuelta al no sé de mi mismo vuelta al no sé de mí soy. ¿Qué fragmento insignificante somos? ¿Qué símbolo en mis manos dibujado? ¿Qué grano de polen nonato? ¿Qué marca espiral de las mareas? ¿Qué signo indescifrable? ¿Qué ruina no descubierta? ¿Qué fragmento de estafeta retomada? ¿Qué átomo perdido de qué sol? ¿Qué deuda arancelaria? ¿Qué gravamen de existencias? ¿Qué fardo del destino? ¿Qué resto de qué herencia?

Adán Perón y las dos manzanas,

la de la discordia y la de lo peor. La primera se la dio Eva un domingo cuando hacía mucho calor. La segunda la aportó Isabel, mezcló en el Prado los dones, confundiéndose los frutos, revolviendo sus intenciones, transmutándose en sus sabores, mimetizándose en su color. Y así se ofrecieron en bandeja de plata (argentum) la manzana y los dos perones la una, para reforzar discordias, los otros, para el oprobio uno, y el que quedó para el deshonor.

AVE DEL SUR

Te vas sin irte aunque, estando aquí quizá no estuviste, nos desapartas de ti para no ver tu muerte. Ave del sur ve a ser lo que serás a bendecir lo que dirás a obedecer lo que harás a bien sonar tu cualidad Ave del sur será tu ausencia Como hoguera sin su chispa como canción no cantada como reloj sin marcar las horas como lluvia sin caer como semilla aún sin germinar. Ave del sur encuentra tu distinción conquista tu cualidad emite tu propio mandato de emitir y defender tu inalienable libertad.

COMO EGONAUTA, FUI DE VIAJE A MI MENTE, penetré por la entrada de los ojos, que eran como los ojos de caverna oscura, era la gruta en donde estaban adornos emergentes y colgantes, estalactitas y las estalagmitas formadas por el filtro destilado de pequeñísimas cascadas. Fui buscando en los vericuetos, en las rinconadas de toda esa gruta extraña, las claves para deshacer las sombras, las rutas para conocerla toda. En una de las cavernas estaba, dentro de un bloque de hielo, rodeado de un escudo de fuerza, la figura de un fantasma, al reconocerle me di cuenta que era: Anec Miguel. Anec Miguel, con su estampa carcelaria, con el aspecto transparente, transparentemente oscuro, color con el que esa gruta está pintada. Anec Miguel permanencia impasible imperturbable, silencioso, sin que nada despertara su letargo de invierno. Hielo formado con agua destilada de caverna, congelada con el frío de soledad en amalgama de invierno y de tiniebla.

No sé desde cuando ha estado ahí reposante, ni cuánto más permanecerá en ese aposento, en donde apenas se distinguen las formas, paredes inmensas, suelos disparejos, bóvedas de techos imperfectos. Anec Miguel semeja las estatuas dejadas alguna vez por aquellas civilizaciones, de las que todo se supone, todo se imagina pero no se sabe nada de ellas. Creo que es posible que Anec Miguel fue sólo una imagen, quizá verdadera, mero espejismo, amalgama de tiniebla mezcla de sorpresa, pasado de amargura y futuro de promesa. Caminé entre rocas que crecieron sobre rocas, como capas de olas que cubrían otras huellas, olas de piedra, olas de espera, olas de soledad. En la caverna hay joyas, hay tesoros ocultos Hay gemas, extraídas de las entrañas de la tierra secretos de los mares encerrados como perlas. En algunas paredes hay escenas pintadas por manos conocidas en la prehistoria, escenas del pasado, donde merodeaba la aventura. Alguna vez, se refugiaron en esta gruta los hombres que navegaron en su mar, perenne búsqueda para su reposo de egonauta, se pueden ver restos de sus esqueletos.

También en esa gruta hay palabras, salidas de las piedras, florecientes para ser oídas, grabadas como epitafios de mentes preocupadas en salir también de su destierro. En la gruta de mi mente, hay miles de mentes encerradas, que coinciden en sus epitafios diciendo:

Aquí dejé todas mis lágrimas lloradas, y el escape de mis risas producto del vínculo de mis alegrías con mis tristezas. En la gruta hay otra caverna donde se forman las tormentas que ascienden y salen por mis ojos, ahí se forman, en ese cuarto inmenso, las pequeñas brisas, las medianas lluvias, los grandes ciclones, los tsunamis que salen por la puerta oscura, de mis ojos, siempre en espera siempre en tinieblas

ANEC MIGUEL Anec Miguel nació con llanto y del llanto se formó. Anec Miguel lloró y lloró tanto, que en sus pies el llanto, y el polvo se hicieron lodo, lodo que secó su lágrima El lodo se hizo duro y Anec Miguel estaba solo, el lodo era ajeno y Anec Miguel era pequeño. Anec Miguel creció en la tierra deslindada, donde las tolvaneras opacan las tardes y polvo es en los paladares, es en las orejas, en los plantares, en los lugares de comer y es en los de sentarse todo es polvo, polvo es en todas partes.

Anec Miguel tiene el código de sus realidades en los laberintos de su mente, donde se asientan sus nobles señores, el señor de las razones, el señor de las justificaciones. Anec Miguel pone altares para venerar a sus santos,

los santos del averno y les coloca lugares, los siete lugares, para los pecados capitales, que nunca se ocupan en su frustrado aquelarre. Anec Miguel hace canciones y toma lejanas músicas de antiguas partituras, con ritmos asonantes melodías silentes con estridentes volúmenes, provenientes de futuros clanes donde llueven radiaciones que secan a las plantas, derriten los metales y calcinan animales. Anec Miguel maldice todo lo que lo hace ser: Anec Miguel; maldice a la madre que lo parió y a los templos que deshace, maldice al mismo tiempo, a su comida y a su excremento y que haya frutos que se pudran antes de ser maduros, maldice que haya tuertos que miran lo desconocido. Anec Miguel funciona con criterio de cadáver piensa con su mente de embrión, siente que no es dueño ni de sus hechos ni sus acciones. Anec Miguel anda borracho,

borracho de cavilaciones y el camino se Ie tuerce y se dirige de una vez, a los cuatro puntos cardinales. Anec Miguel pasea, anda cuarenta días en los desiertos, y cuarenta noches en los bosques, Anec Miguel se entiende con los muertos, toma rayos de luces de sus soles y los lanza a las simas de sus meditaciones y los rayos se evaporan formando sólo bruma nublando sus revelaciones. Anec Miguel es rico, tiene millones de partículas en el polvo de sus ciudades, en el polvo de sus basuras, en el polvo de su gente. Pero Anec Miguel ya no admite que se Ie diga preso, que se Ie niegue el agua, que se Ie tome el pelo. Anec Miguel mira a los ojos, cree que son puertas, cree que son ventanas, para salirse de sus encierros, para librarse de sus misterios. Anec Miguel es prisionero en la tierra de nadie que es su mente, pero tiene esperanza de ver su semilla florecer,

adquirir la nueva vida, de que sus pies vuelen, que sus ojos rían y su ser despierte. Anec Miguel sueña, en su voluntad erguida piensa en su libertad creyente, en la realidad vertida fuera de esa tierra de nadie, que es su doliente alma su contundente realidad. Anec Miguel, reposa en su noche de media luna, en su lecho de ser paciente. Anec Miguel duerme apenas siente que su alma vale, se siente vencedor porque su fe respira y su convicción restaura. Anec Miguel flota a la deriva en la tierra de nadie; en la cárcel perpetua, que es su mente.

PARA VOLVER A TI Volvemos a citarnos en conjuro, con voz de existencia presentida, en yugo de nostalgia presabida, en duelo de involuntario acatar. Fluir de añeja resistencia, dólmenes agrietados, pasos mudos, rehacer antigua contingencia, sobrevivir para cumplir el pacto que no se en dónde se hizo ni en dónde se ha de realizar. Para regresar aquí, hube de fragmentarme, esparcirme entre esta orografía, obscurecerme y eclipsarme nuevamente, lloverme y volverme a evaporar. Para regresar aquí, hube de disfrazarme mil y una veces, disimular mi esencia, mimetizar mi sangre, enmascarar mi estado, aparentar en mi otra presencia, y tener la ambivalencia por armadura y antifaz. Para regresar aquí,

hube de romper mis antiguos ligamentos, propiciar la diáspora, ahuyentar mis añejos elementos, dispersarme en partículas incontables, dejar que las fuerzas incoercibles me traspasen hasta donde ya no se puede regresar. Para regresar a ti, hube de solventar aguda fianza, aceptar mi condición y sin tardanza la imposición arancelaria de nuevos genes, el pago irreversible de mi vida y el compromiso inalienable de mi duda existencial.

Para regresar a ti, he contenido las más de mis preguntas, tan vitales, depositadas en los fragmentos que de mi quedaron, partículas infinitesimales, testigos perennes de aquel tiempo ruinas del templo en donde te adoré.

Para volver a ti, hube de expiar ajenas culpas, redomar mis potros nuevamente desbocados, resucitar la virtud ya soterrada, converger en esta coordenada, aceptar la forma de lo convencional.

Para volver a ti,

no hubo ni puerto prefijado, ni puerta ya traspuesta, ni medio no probado, ni camino sin recorrer ni instrumento utilizable, ni formula sin experimentar.

Para volver a t1, hube de rehacerme, reconstruirme, recocerme reconquistarme, hube desde inventar el molde para volverme a fundir, hube de desacrisolarme, y en nuevo y doloroso parto repetir el acto de encarnar. Para volver a ti, hube de remojar la noche con las gotas de agua día, con reflejos de aguasol. Para volver a ti, ahora confirmo lo que antes ya sabía, que tenía que ser yo el que volviera, que tenía que haber reencuentros con mi perpetuo valor mismo que a ti pertenecía, mismo que siempre ha sido aun desde antes de que fueras tu, aun desde antes de que fuera yo,

aun desde antes de empezar.

Para volver a t1, tuve que saber que hay que ser, Ser, que hay que estar y tener disposición de regresar a ti, para volver a mí, para volver a ti, para volver, a ti.

UNA VEZ CUANDO YA NO ESTE AQUÍ,

por la noche volveré. Vendré como una sombra deslizándome por la calle de tu sueño. Tu creerás que soy cualquier sombra Apartada de esa procesión de infinito, e iré tomando forma. Cuando me reconozcas, pensaras que habré cambiado, pero cuando te deje mi mensaje, veras que soy lo mismo, en esencia, mas no en estado. Sentirás que soy lo mismo por lo que antes habíamos hablado, que desde el pasado era lo mismo en la vastedad del pIano del Será. Comprenderás que no me he ido, que siempre he permanecido en ti aun desde antes que nacieras. Comprenderás que tu vida y mi vida

f son la Vida entera, y me dirás un hasta pronto para que nos volvamos a reunir.

MICROTEXTOS

No recuerdo cuándo había vivido

ni como había ya muerto

pero esto ya lo había dicho

en algún otro momento.

TOMATLÁN

Lugar de frescura, sitio de eterna paz,

tranquilidad que perdura, angustias que se van.

Pecados que se lleva el rio,

verdes que explotan en vegetación. Tomatlán, de verde-agua-selva. Tomatlán de luz-sombra-amor.

TUS OJOS DE NIÑA

Me llevo tus ojos estrellas de niña,

me llevo tus manos sonidos de ilusión.

Me llevo tus labios de acento castizo,

me llevo sus mieles de tu corazón.

AVE MARÍA, MÚZQUIZ,

vas para el día de muertos con flores de papel y cera.

Ave María Múzquiz,

velas, panteón y tierra.

Ave María Múzquiz, eres el día céreo.

Celofán Esdrújulo

de tu pasado.

Don aire desaire Óptimo de ti… duele.

Haz gata

cubata.

Difuso per uso.

Don antes

parlantes.

Súbito

orgasmo No retención.

Di no

Denario Simiente

Sorpresario.

TRANSCISION

Probé tu tuna desde donde dejó

de ser nopal. Miel fue.

Caro dominio Escapulario

Cópula Cúpula

septuagenario

Sinalefa Atávica Acción.

Ataca brioso el calendario.

Sin escasez se cuece

rémora de ti… Aún tengo rémoras

que me limpian la envidia

Quiero verificar con mi boca Si tu sonrisa es cierta

Con ese tacto oral confirme Lo que se me ofrece a la vista Quiero saber cada vericueto

de tu gesto risueño darles ese gusto a mis papilas

ratificar el insondable mensaje de tus pupilas.

Tez morena Porcelana gitana Prendimiento de Tus ojos negros

Tus labios de filigrana.

El maestro octogenario Toca el violín para vivir

Y vive para tocar el violín. El maestro octogenario

Toca el bastón para andar y anda entre su música y su son.

Saludo de viento tocó mi mano

próximo invierno.

Tienes un tesoro en lo hondo de tu ser,

tienes un tesoro y lo quiero conocer.

La rosa de tu pecho se abre para que

yo la deshoje.

A veces el teléfono suspira con una llamada

equivocada.

ÍNDICE

-INVITACIÓN -EL PUENTE DEL IGUAL -TRAIGO UN CANTO -EL MUNDO DE LAS FORMAS -EL MUNDO DE CRISTAL -ABRÍ LOS OJOS -UN OJO Y UN SOL -Y ESTOY AQUÍ… -LA ORACIÓN DEL OLVIDO -LA SANTA CRUZ DE ZACATE -ESTAN GRANDE ESTE VERDE -BONAMPAK Y LACANJÁ -MIRA LOS ROSTROS DE POLVO -DEJÉ VOLAR -MIENTRAS TU SÓLO TE PEINAS -A LILIA CARRILLO -CENIZAS -LOS NÓMADAS -LOS COFRES -EL VISITANTE -EL ATÉMPORO -NIÑO PAZ -NIÑA MORENA DEL SUR -PASAR PASANTE -LA ESTRELLA SILVESTRE -NUESTRA SEÑORA DEL REINO VEGETAL -Y TUS NIÑOS SE QUEDARÁN -AMAZONA SOLITARIA -VIAJERA -TU LLANTO HA SIDO EL AGUA -PUEDES IR DE VIAJE -REGALO PALOMAS -MIL IMÁGENES TE REGALO -DOÑA PERO -A LAURA ESQUIVEL -SOY LA NOCHE -NOCHE DE ARISTA -LA NOCHE DEL COPAL -NOCHE SIN LUCES

-TE SALUDO NOCHE -NOCHE SIN TUS PASOS -DUERMES SOÑANDO -SUEÑO VIAJE -LA MERIENDA -BOSCAL -“A” -TUS OJOS NEGROS -ME LLUEVE -YO VER,LLOVER -VOLVIÓ MI LLUVIA -EL TIEMPO DE LLUVIAS -LIBRO EN BLANCO -ROSTROS -DESCANSA EN PAZ -INNOMINADA -AIDS -EL PUERTO NAVIDAD -EL CANTO DE LOS MESES -TAL VEZ, ALGÚN DÍA -IMÁGENES -PONGO MIS LABIOS -PRETENDO QUE TE AMO -CUANDO TODAVÍA NO ERAS -ESTELA DE LA MAÑANA -ESTELA DE LA TARDE -ESTELA DE LA NOCHE -LO SÉ TODO -VOY A DECIRLE A TU PIEL -VUELVE OTRA VEZ -PIENSO EN TU VACÍO -GRABARÉ TUS PALABRAS -REENCARNAR -NO TE CONOZCO -ES QUE… -TENDIDO -MEGUSTA LA TARDE -AGUA DE ROCA -MALABARISTA, MALABAREANTE -MEDIA HORA -CALENDARIO -PIEDRAS DE MÚZQUIZ -FUI ARRANCADO -PROMETEO DE LA ILUSIÓN -GÉNESIS 3 -NUEVO VIAJE -LOS CINCUENTA

-CUANDO SALGO POR TI -HAY COSAS -EL YIN DE MI YANG -VIENDO MIS MANOS -ADÁN PERÓN -CONFESIÓN INCONCLUSA -YO PECADOR -PARA HABLAR DE LA SOPA PRIMITIVA -ANTES DE TI -CON DOS MITADES FUI HECHO -CON AMOR -CRISÁLIDA REITERADA -AVE DEL SUR -COMO EGONAUTA -ANEC MIGUEL -UNA VEZ CUANDO YA NO ESTÉ AQUÍ -MICROTEXTOS -NO RECUERDO -TOMATLÁN -TUS OJOS DE NIÑA -AVE MÁRÍA MÚZQUIZ -CELOFÁN -DON AIRE -HAZ -DIFUSO -DON ANTES -SÚBITO -DI NO -TRANSCISIÓN -CARO DOMINIO -SINALEFA -ATACA BRIOSO -SIN ESCASEZ -QUIERO VERIFICAR -TEZ MORENA -EL MAESTRO OCTOGENARIO -SALUDO DE VIENTO -TIENES UN TESORO -LA ROSA DE TU PECHO -A VECES EL TELÉFONO