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pobreza, alcoholismo, contaminación ambiental, etc.) en una forma cristiana? ¿Cómo una iglesia, una parroquia puede actuar “fuera del templo” de una forma evangélica, sin violencia pero con firmeza? En otras palabras: ¿cómo colaborar a la implementación del Reino de Dios en nuestra realidad social? No queríamos ser una iglesia cerrada en el culto, alienada de la vida y del dolor de nuestro pueblo.

El primer paso fue involucrar a la comunidad. Los líderes de COFOA iniciaron lo que se conoce como 1 a 1: visitas a muchas personas para escuchar de ellas cuales son las mayores necesidades del pueblo y proponiéndoles involucrarse y ayudarnos en la lucha (organizar a la comunidad). El alcoholismo y la prevención con los jóvenes eran unas de las prioridades señalizadas por muchas de las personas que visitamos. En noviembre de 2009, los líderes presentarán al Alcalde y a su consejo, 600 firmas de los habitantes de Cuyultitán (notar que Cuyultitán tiene una población adulta de menos de 3000 personas) pidiendo la regulación de la venta y consumo de bebidas alcohólicas en el municipio y en el parque municipal como signo de una lucha para los valores y la vida.

“Pedimos al alcalde de firmar públicamente un compromiso (hay que “presionar pacíficamente” a las autoridades) y marcamos una fecha para evaluar sus actuaciones”.

¡Lo logramos! Lo que parecía un sueño imposible hoy es realidad: en el parque de Cuyultitán (pequeño pueblo de El Salvador) hoy está prohibido vender y consumir cualquier tipo de bebida alcohólica. Parece una victoria pequeña, pero en un país donde el pueblo se tenía que quedar siempre callado, que solo los políticos son los todopoderosos, donde el alcoholismo es una plaga social, el pueblo se organizó y logró presionar las autoridades públicas para que lo escuchara. ¡Y ganó! ¡El pueblo organizado tiene poder! Sabemos que el poder público dialoga solamente con otro poder: o del dinero o del pueblo organizado. Desde algunos años implantamos en nuestra comunidad un proyecto que se llama COFOA (o sea: Comunidades de Fe Organizadas para la Acción). Iniciado por un jesuita en USA hace unas décadas (las iniciales en ingles son PICO), este proyecto está siendo exportado hace pocos años para Centro América. Tiene como misión la de formar líderes que lleven sus valores de fe a la vida pública, y que participen activamente en sus comunidades llevando la voz de los que no la tienen, para que todos y todas sean escuchados, líderes conscientes de su amor por el prójimo, y de su pertenencia a Dios. La visión de COFOA es la de tener comunidades más justas, donde la ley y el respeto a los demás, sea la regla de conducta, para tener comunidades más seguras y equilibradas donde reine la paz y la armonía.

La gran pregunta que se plantea COFOA es: “¿Cómo enfrentar los problemas sociales (violencia,

Vida en Comunidad

En Cuyultitán, El SalvadorEl pueblo organizado logró lo que parecía

un sueño imposible

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Después de varios encuentros de COFOA con el alcalde y su consejo e insistir para que se diera seguimiento al compromiso firmado, logramos que se cumpliera con la primera parte del pedido de la comunidad: hoy en Cuyultitán está prohibida la venta y consumo de alcohol en el parque.

Sábado 2 de Octubre de 2010: La celebración de un logro.

El Alcalde, el Síndico Municipal, los Sacerdotes presentes, un pastor evangélico, y toda la comunidad se comprometieron a continuar luchando, en contra de la venta no regulada de alcohol, así como hacer la denuncia de actos ilegales que afecten a las familias Cuyultecas.

“Nos parecía un sueño: un pueblo que siempre tuvo miedo por causa de la represión, volvía a tener voz, a ser protagonista de su propia historia. Este día marcará la historia y el futuro de nuestro pueblo.

También se tuvo la participación de grupos de jóvenes y adolescentes que se involucraron en el evento, que apoyaron de diversas formas, este es un logro mas pues de esta manera se busca que los jóvenes tomen conciencia, se expresen y sean parte activa en las soluciones de una comunidad; donde se apuesta principalmente a la prevención.

Se respiraba un ambiente de unidad y fiesta en una cancha llena de personas de todas las edades: adultos, adolescentes, jóvenes, niños, ancianos; nos sentimos una gran familia orgullosa por haber cumplido el mandato supremo de nuestro señor Jesucristo de defender la vida, de prevenir la violencia y el vicio; al fin nuestros niños y jóvenes tienen un lugar para poder disfrutar sin miedo a la violencia.

Se pudo apreciar cómo los valores de la fe se habían transformados en vida concreta; notamos una

comunidad cristiana más madura, más consciente y preocupada por el bien común; nos damos cuenta que estamos creciendo en las relaciones fraternas, en la capacidad de participación y de diálogo sereno y maduro con las autoridades civiles y religiosas. También fue un éxito porque se dio un paso más en la dimensión ecuménica: participó del evento el pastor de una iglesia evangélica. Nos damos cuenta que el dolor y las amenazas a la vida no tiene religión ni edad: en el campo de la caridad podemos dejar de lado nuestras diferencias y ser hermanos con personas de otras iglesias o sin religión.

Todavía nos falta mucho por hacer; sabemos que debemos trabajar por comunidades mas concientes es un reto que tiene la iglesia en general, pero la experiencia realizada nos deja claro que los cambios y la conciencia se logra dando pasos con paciencia. Como cristianos continuaremos empeñados por realizar el proyecto de Dios que es vida y paz para todos los habitantes de Cuyultitán.

Es el Evangelio de Cristo que nos pide de vivir el “AMOR EN ACCIÓN”, y preocuparnos por el bien de todos.

El poder de la comunidad para hacer cambios que beneficien a las mayorías, fue el resultado del trabajo organizativo de los líderes de COFOA Cuyultitán, quienes pacientemente trabajaron por lograr este importante triunfo.

Confirmando que un pueblo organizado y conciente de los valores de fe puede realizar cambios y siempre será escuchado por las autoridades.

Un principio de COFOA/PICO es el siguiente:“Aquellos que viven el problema, son los que deben

estar al frente en la búsqueda de su solución”

Tebby Sánchez, Alberto Velasquez y Andrés Onestini

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