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EL PROBLEMA DEL HUMUS José Carballo Caabeiro Ingeniero Agrónomo. (1. N. 1. A.) Anualmente se vienen realizando, en los cur- sillos de preparación de Agentes y Ayudantes de Extensión Agrícola, prácticas consistentes en la transformación de la paja en estiércol, empleando diversos sistemas y productos. Es- tas líneas únicamente pretenden servir de re- cordatorio de tan importante práctica y de acicate para que la práctica de la estercoliza- ción se difunda, como único medio de mejo- rar y conservar el suelo hispano. El incremento de la motorización agrícola lleva en sí anejo una disminución del ganado de trabajo que no se encuentra compensada, en general, con el aumento correlativo del ga- nado de renta. A pesar de las prudentes ins- trucciones dictadas por el Ministerio de Agri- cultura para conservar e incrementar el peso vivo por hectáreas, la reducción de los efec- tivos ganaderos viene a plantear entre otros problemas el inherente a la disminución de la cantidad de estiércol disponible. Las adicio- nes de materia orgánica al suelo se van redu- ciendo de tal forma que la disminución pro- gresiva de la riqueza en humus puede llegar a plantear en un futuro no muy lejano una disminución notable de la producción. En vano nuestros técnicos se afanarán en un cuidadoso estudio genético de las varieda- des existentes con el fin de lograr su mejora, en probar la introducción de otras de mayor rendimiento en colaboración estrecha con el agricultor, en mejorar la fórmula de abonado para que la planta encuentre en todo momen- to aquellos elementos nutritivos necesarios, si al mismo tiempo no nos preocupamos de con- servar la fertilidad natural del suelo, procu- rando mejorar y conservar su estructura. El incremento del rendimiento por hectárea no solamente se debe a la aportación de una buena semilla, al empleo de una fórmula ra- cional de abonado, a la realización de las la- bores y de los tratamientos fitopatológicos en la época conveniente, sino que también se debe a la conservación del suelo en las condiciones más adecuadas para la movilización de sus reservas. Una simple mejora de la estructura lleva en sí aneja, sin otras prácticas, una me- jora notable del rendimiento. En estas líneas únicamente abordaremos el problema en el aspecto de considerar el hu- mus como el elemento conservante de la es-

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EL PROBLEMA DEL HUMUSJosé Carballo CaabeiroIngeniero Agrónomo. (1. N. 1. A.)

Anualmente se vienen realizando, en los cur-sillos de preparación de Agentes y Ayudantesde Extensión Agrícola, prácticas consistentesen la transformación de la paja en estiércol,empleando diversos sistemas y productos. Es-tas líneas únicamente pretenden servir de re-cordatorio de tan importante práctica y deacicate para que la práctica de la estercoliza-ción se difunda, como único medio de mejo-rar y conservar el suelo hispano.

El incremento de la motorización agrícolalleva en sí anejo una disminución del ganadode trabajo que no se encuentra compensada,en general, con el aumento correlativo del ga-nado de renta. A pesar de las prudentes ins-trucciones dictadas por el Ministerio de Agri-cultura para conservar e incrementar el pesovivo por hectáreas, la reducción de los efec-tivos ganaderos viene a plantear entre otrosproblemas el inherente a la disminución dela cantidad de estiércol disponible. Las adicio-nes de materia orgánica al suelo se van redu-ciendo de tal forma que la disminución pro-gresiva de la riqueza en humus puede llegara plantear en un futuro no muy lejano unadisminución notable de la producción.

En vano nuestros técnicos se afanarán enun cuidadoso estudio genético de las varieda-des existentes con el fin de lograr su mejora,en probar la introducción de otras de mayorrendimiento en colaboración estrecha con elagricultor, en mejorar la fórmula de abonadopara que la planta encuentre en todo momen-to aquellos elementos nutritivos necesarios, sial mismo tiempo no nos preocupamos de con-servar la fertilidad natural del suelo, procu-rando mejorar y conservar su estructura.

El incremento del rendimiento por hectáreano solamente se debe a la aportación de unabuena semilla, al empleo de una fórmula ra-cional de abonado, a la realización de las la-bores y de los tratamientos fitopatológicos enla época conveniente, sino que también se debea la conservación del suelo en las condicionesmás adecuadas para la movilización de susreservas. Una simple mejora de la estructuralleva en sí aneja, sin otras prácticas, una me-jora notable del rendimiento.

En estas líneas únicamente abordaremos elproblema en el aspecto de considerar el hu-mus como el elemento conservante de la es-

POLETIN INFORMATIVO

tructura del suelo y, por tanto, de la estabi-lidad del mismo. La conservación de la es-tructura es preocupación de muchos países, yaque la escasez de estiércol es fruto de las mo-

dernas concepciones agrícolas, y así se ha pre-conizado el empleo de sustitutivos del humusque figuran en el mercado con diferentes nom-bres (krilium y otros), que tienden a incre-

mentar la producción por la simple mejora dela estructura. Esta acción es la que hastaahora ha realizado el humus, de una formaracional y completa, y su sustitución por otros

productos denominadosacondicionadores del sueloson por ahora totalmenteprohibitivos para nuestraeconomía, dado el elevadoprecio y el pequeño lapsode tiempo durante el cualmanifiestan sus efectos.

Debes, pues, volver alhumus y procurar que seencuentre en los terrenosagrícolas en las proporcio-nes adecuadas del 2 al 3por 100, para que el efec-to que produzca sea efecti-vo. Nos vamos a referir ena la paja de cereales, comouna de las fuentes princi-pales de humus en el suelo.

La paja por sí se trans-forma difícilmente en elsuelo o en el montón, asíno es raro encontrar mon-tones de paja que han per-manecido durante años ala intemperie sin presentarapenas síntomas de trans-formación. Es un productoque carece de elementos fá-cilmente solubles que favo-rezcan y estimulen el des-arrollo de los microorganis-mos encargados de sutransformación, y, por tan-to, hay que realizar unaadición previa. En la ex-plotación agrícola clásicael ganado se encarga derealizar con perfección ab-soluta las operaciones ne-cesarias para ello. Sirvien-do de cama al ganado, lapaja absorbe tos elementoslíquidos necesarios paraempaparse, cargándose,además, de los elementosnutritivos y adquiriendoaquellos microorganismosnecesarios para que en elestercolero se produzca lafermentación q u e origineuna degración apreciable

de los elementos hidrocarbonados complejos yse obtenga un producto de fácil transformaciónen el terreno, hasta dejar como residuo máso menos estable el humus.

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SERVICIO DE EXTENSION AGRÍCOLA

La acción realizada por el ganado es per-fecta: mojar adecuadamente la paja y propor-cionarle los elementos nutritivos y los micro-organismos necesarios para su transformaciónposterior. Estas operaciones son las que hayque realizar manualmente cuando no existe ga-nado en la finca: un mojado perfecto de lapaja con agua abundante y la adición de ele-mentos minerales amoniacales o ricos en ni-trógeno orgánico (cianamida de calcio, urea),que favorecen la fermentación al mismo tiempoque mantienen un pH neutro en el montón.Es decir, que sin ganado podemos obtener unestiércol adecuado siguiendo las normas indi-cadas en las prácticas realizadas en los cursi-llos de formación de los Agentes de Extensión.

Es necesario que la paja y los residuos vege-tales vuelvan al suelo, y ésta será la únicaforma de conservar el nivel adecuado á hu-mus, de conservar la estructura de los suelosy de aumentar los rendimientos de las cose-chas, modificando y conservando convenien-temente las condiciones físicas y físicoquimi-cas del suelo.

La materia orgánica ya transformada enel estercolero sufre el ataque rápido de losmicroorganismos del suelo, que van produ-ciendo su solubilización y mineralización, que-dando un residuo de color oscuro, más lenta-mente transformable en el suelo, que es el hu-

mus. Esta sustancia, de composición un pocoindefinida, sufre una pérdida anual, variablesegún las condiciones de humedad, tempera-tura y textura del suelo, pero que se puedeevaluar en nuestro clima en el 1,3 por 100.

Vamos a indicar cómo una tierra dedicadaal cultivo de secano, y a la que se reintegraíntegramente la paja y desperdicios de cose-cha, puede conservar su riqueza en humus,dentro de los límites que la técnica ha demos-trado ser el nivel adecuado que hay que man-tener para que surta el óptimo efecto.

Supongamos una hectárea de terreno de se-cano en que la profundidad de las labores vie-ne a ser de 0,20 metros, y consideremos unadensidad media aparente de la tierra de 1,2,el peso de la capa de tierra removida por hec-tárea es de 10.000 X 0,20 X 1,2 = 2.400 tone-ladas, y considerando una riqueza en humuscomprendida entre el 1,5 y el 2 por 100, tene-mos que la cantidad de humus oscila entre 36y 48 toneladas. Las pérdidas anuales que hayque reponer, según se ha indicado anterior-mente, son del orden del 1,3 por 100, es decir,oscilan entre 468 y 630 kilogramos.

Para contrarrestar estas pérdidas hay queconsiderar los residuos de las cosechas en for-ma de raíces, rastrojos, etc., y las adicionesde estiércol natural o artificial que se ha ela-borado con la paja obtenida. Para el cálculo

BOLETÍN INFORMATIVO

podemos considerar que 100 kilogramos de es-tiércol hecho proporcionan, después de sutransformación en el terreno, 10 kilogramos dehumus, o bien que 100 kilogramos de pajapueden producir unos 25 kilogramos de humus.

Suponiendo que el terreno de que se trateproporcione una cosecha mínima de 1.000 ki-logramos de grano por hectárea, se puedenproducir unos 1.600 kilogramos de paja y unos600 kilogramos de residuos entre rastrojos yraicillas.

La reincorporación del rastrojo y de las rai-cillas se realiza siempre por medio de las la-bores y no se pierden para el suelo, y sepuede calcular que pueden proporcionar unos90 kilogramos de humus. Si se devuelve lapaja obtenida, previa estercolización, devolve-mos 400 kilogramos de humus, es decir, pode-mos restituir al terreno unos 490 kilogramos,cifra que compensa sobradamente las pérdidasque se han valorado anteriormente en 468 ki-logramos, lo cual demuestra que el nivel delhumus puede conservarse en una cifra supe-rior al 1,5 por 100, cifra muy adecuada paranuestro secano.

Si consideráramos una explotación semiin-tensiva, en terrenos que pueden recibir algúnriego de socorro en primavera, bien cultiva-dos, podremos considerar que se pueden obte-ner rendimientos del orden de 2.000 kilogra-mos de grano y unos 2.800 kilogramos de paja,con 90 kilogramos de residuos, sobre el terre-no, y raicillas.

En este caso se puede restituir al terrenola siguiente cantidad de humus:

Kgs.

Por las raicillas y residuos, unos 110Por la paja 700

TOTAL 810

cifra que puede considerarse suficiente paraconservar el nivel en el 2 por 100, aunquelas labores sean algo más profundas.

Si consideramos un terreno de cultivo in-tenso, con producciones en grano superiores,con la paja obtenida y los residuos de otrascosechas que entren en la rotación, fácilmentellegaríamos igualmente a la conclusión de quesi logramos una adecuada transformación dela paja en nuestro grano el problema del hu-mus estará totalmente resuelto, para lo cualhay que difundir entre los agricultores la prác-tica de la estercolización de la paja en aque-llos casos en que escasee el ganado.

Si, por el contrario, olvidamos de restituiral suelo aquellas materias vegetales produc-toras de humus, el nivel del mismo irá des-cendiendo hasta llegar a aquel en que las pér-didas sean los 90 kilogramos de humus, quepueden restituir el rastrojo y las raicillas (in-ferior al 0,3 por 100).

Evidentemente, el empleo de las modernasmáquinas de recolección provoca problemas enel aprovechamiento de /a paja, quedando éstaextendida en las piezas, y para ahorrar su ma-nejo, más o menos difici ltoso, se apelan a pro-cedimientos poco adecuados y efectivos, o porlo menos se prevé que cualquier accidente odescuido elimine de una forma natural el pro-blema de su recolección y manipulación.

Hoy en día el Agente de Extensión debeluchar con ahinco para difundir entre los agri-cultores la práctica de estercolización artificialy llevar al ánimo de los propietarios la enor-me utilidad que el tratamiento de la paja pue-de representar para su economía, siempre quecuente con los elementos fundamentales: aguay mano de obra.

Con las cifras anteriores, que se puedenconsiderar aproximadas, se ha querido demos-trar únicamente, de un modo palpable, quese puede mantener el nivel adecuado de hu-mus si existe una pequeña preocupación porparte del agricultor de introducir dentro de lasprácticas a realizar la de la estercolización ar-tificial.

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