el plagio en los trabajos escolares
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El plagio en los trabajos escolares
por Victor Hugo Jiménez Bastián
En este ensayo intentaré demostrar que el plagio, además de ser una
actividad muy extendida entre estudiantes de diversos niveles no sólo en México
sino en todo el mundo, no contribuye al desarrollo auténtico del pensamiento, por
lo cual incluso perjudica a quienes lo practican. Mi objetivo consiste en
contraponer dichas desventajas con cada una de las habilidades del pensamiento
crítico para demostrar que éstas solo pueden desarrollarse mediante la práctica de
la escritura.
Para lograr lo anterior, acudiré a información del Diccionario Esencial de la
Real Academia Española así como del sitio web de La Jornada, y el portal
educativo Eduteka, pues considero que la información disponible en dichos sitios
respecto al tema es vigente y pertinente.
Comenzaré por definir el plagio, para lo cual me basaré en tres definiciones
tomadas tanto de diccionarios impresos como de sitios web.
¿Qué es el plagio?
En el Diccionario esencial de la lengua española se indica que plagiar
consiste en “… copiar en lo sustancia obras ajenas, dándolas como propias”1.
Por su parte, en el sitio web de Wikipedia, además de la definición anterior
se presenta otra de carácter legal:
… es una infracción del derecho de autor sobre una obra artística o intelectual de cualquier
tipo, que se produce cuando se presenta una obra ajena como propia u original. Así pues, una
persona comete plagio cuando copia o imita algo que no le pertenece haciéndose pasar por el
autor de ello. En el caso de documentos escritos, por ejemplo, se comete plagio al no citar la fuente
original de la información incluyéndo (sic) la idea, párrafo o frase dentro del documento sin comillas
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o sin indicar explícitamente su origen. Esto constituye, específicamente una violación a la
paternidad de la obra, contemplada dentro del marco de los derechos morales2.
Finalmente, en el artículo El plagio: que es y como se evita (sic), se indica
que: “El plagio ocurre cuando usted toma prestadas palabras o ideas de otros y no
reconoce expresamente haberlo hecho”. Un ejemplo de lo anterior podría ser la
novela El perfume, del escritor alemán Patrick Suskind, ya que según el periódico
mexicano La Jornada en 1983 (mientras el escritor trabajaba para la editorial suiza
Diógenes, seleccionando libros), llegó a sus manos un texto llamado “Lo fétido y lo
fragante: historia de los olores en Francia”, de Alain Corbín (recientemente
publicado por la editorial francesa Aubier-Montagne).
De acuerdo con dicha publicación, Corbín analizaba el desarrollo de los
perfumes y de lo meritíco en París durante los siglos XVIII y XIX, considerando
que el sentido del olfato era el más despreciado en las costumbres occidentales
de la época, pero Suskind, en calidad de asesor editorial desaconsejó su
traducción al alemán y su publicación: dos años después aparecía la novela El
Perfume, firmada por él3.
Como señalé al inicio de este documento, el plagio no se practica
únicamente en México: hace algunos meses el ministro de Defensa de Alemania
Karl-Theodor zu Guttenberg fue acusado por cometer plagio en su tesis doctoral,
por lo cual la Universidad de Bayreuth posiblemente le retiraría su título.4
No obstante que este fenómeno se ha extendido debido –en parte-, a la
facilidad con que es posible “copiar y pegar” textos digitalizados, hasta el momento
no existen datos precisos sobre la cantidad de personas o documentos que
incurren en esta práctica. Lo que sí se puede afirmar es que quienes incurren en él
argumentan como causa(s) el exceso de trabajo, la falta de conocimientos o
experiencia en la investigación así como en la redacción de trabajos escolares.
Tomar información de libros, revistas, sitios web o algún otro texto para
enriquecer nuestras investigaciones o para redactar una tarea escolar no es malo:
el problema es que si no indicamos cuál información fue redactada 2
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previamente por otras personas y la hacemos pasar por nuestra estaremos
cometiendo plagio, lo que –como se dijo arriba-, podría conducir a problemas y
consecuencias no sólo en la escuela sino hasta de carácter legal. En el artículo El
plagio: que es y como se evita (sic), se afirma que incluso al resumir o parafrasear
el enunciado o párrafo original de un documento y dejar que las palabras sean
parecidas a las originales puede incurrirse en el plagio5.
“Copiar y pegar” impide el desarrollo de nuestra capacidad intelectual.
Redactar implica imaginar: crear o evocar la imagen de un objeto o acción, pero
¿Cómo reproducir una imagen usando palabras? La principal limitante al respecto
es que no conocemos el significado de muchísimas palabras del vocabulario, por
lo cual confundimos o de plano no sabemos qué frases usar adecuadamente.
Otra limitante consiste en mantenerse consciente de la intención con que se
escribe, es decir, del propósito que tenemos al redactar un texto largo. No es lo
mismo garabatear un recado para avisar que se estará fuera de casa que elaborar
más de cinco hojas en donde la gran mayoría de los párrafos debe orientarse a un
mismo punto. Personalmente, yo tengo la costumbre de releer los ensayos que
escribo cada vez que termino de redactar tres o cuatro párrafos para verificar si
cada uno de ellos se relaciona con la hipótesis y los objetivos o debo corregir.
Mantenerse sentado -la mirada fija en el monitor o la página-, concentrado,
tampoco es fácil: muchos de nosotros seguimos escuchando los sonidos de la
calle, la oficina, la radio, el televisor y somos sensibles a los cambios de
temperatura, luz, viento así como a nuestras propias necesidades biológicas (las
páginas que ahora leen requirieron 8 horas). ¿Pero entonces, qué hace que valga
la pena no plagiar? En el próximo apartado trataré de responder esta pregunta.
¿Y entonces, qué se necesita para escribir sin plagiar?
Más allá de la posibilidad de obtener una calificación, la satisfacción de
demostrar la capacidad de escribir un texto interesante o de cierto nivel
académico, la escritura representa la oportunidad de desarrollar diversas
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habilidades del pensamiento que nos ayudarán a tomar conciencia de nuestra
relación con el mundo.
Dichas facultades son descritas por Peter A. Faccione, Doctor en Filosofía y
ex rector de Loyola University (Chicago, E.U.A.), en el documento “Pensamiento
Crítico: ¿Qué es y por qué es importante?”, a saber:
Interpretación: muchos especialistas consideran que esta es una de las
habilidades más complejas, pues involucra la capacidad de comprender y
expresar el significado tanto de experiencias, situaciones como de datos,
eventos, juicios, convenciones, creencias, reglas y procedimientos como de
criterios. Su aplicación requiere aplicar otras “sub-habilidades”: categorizar,
decodificar y aclarar significados (analizar).
Esta facultad se aplica cotidianamente al leer las intenciones de una
persona en la expresión de su rostro y, en el ámbito científico, cuando se identifica
y describe un problema de investigación.
El filósofo norteamericano también describe el análisis como habilidad cognitiva:
“consiste en identificar las relaciones de inferencia reales y supuestas entre
enunciados, preguntas, conceptos, descripciones u otras formas de
representación que tienen el propósito de expresar creencia, juicio,
experiencias, razones, información u opiniones”.
Esta facultad incluye la capacidad de examinar las ideas, detectar y analizar
argumentos como sub habilidades del análisis, mismas que se aplican al identificar
las similitudes y diferencias entre dos enfoques para solucionar un problema dado,
identificar una suposición no enunciada en un texto, redactar un bosquejo de las
relaciones que las oraciones o los párrafos tienen tanto entre sí como con el
propósito principal de un pasaje o elaborar un organizador gráfico de este
documento.
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Por su parte, la evaluación es descrita por el mismo autor como: “(la) valoración
de la credibilidad de los enunciados o de otras representaciones que
recuentan o describen la percepción, experiencia, situación, juicio, creencia
u opinión de una persona; y la valoración de la fortaleza lógica de las
relaciones de inferencia, reales o supuestas, entre enunciados,
descripciones, preguntas u otras formas de representación”.
El mismo Faccione nos presenta como ejemplo la facultad de juzgar la
credibilidad de un autor o de un orador mediante la comparación de las fortalezas
y debilidades de interpretaciones alternativas; la valoración acerca de la
credibilidad de una fuente de información (al determinar si dos enunciados son
contradictorios), o al considerar si la evidencia que se tiene a mano apoya la
conclusión a la que se ha llegado.
La inferencia es otra capacidad cognitiva que el ahora profesor en Loyola
University define como “identificar y asegurar los elementos necesarios
para sacar conclusiones razonables; formular conjeturas e hipótesis;
considerar la información pertinente y sacar las consecuencias que se
desprendan de los datos, enunciados, principios, evidencia, juicios,
creencias, opiniones, conceptos, descripciones, preguntas u otras formas
de representación”.
Según el mismo autor, cuestionar la evidencia, proponer alternativas, y
sacar conclusiones, son las “sub-habilidades” incluidas al ejercer esta facultad,
mismas que se aplican en situaciones tales como identificar las posibles causas y
fines de la posición asumida por alguien en al hacer una afirmación, durante un
debate o en un documento de su autoría (carta, discurso, ensayo, tesis, etc.).
Una disposición señalada los expertos como sumamente compleja es la
explicación, definida una vez más por Faccione como la capacidad de presentar
los resultados del razonamiento propio de manera reflexiva y coherente, lo cual
significa ser capaz enunciar y justificar ese razonamiento en términos de las
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consideraciones de evidencia, conceptuales, metodológicas, de criterio y
contextuales en las que se basaron los resultados obtenidos. Las “sub-
habilidades” de la explicación son: describir métodos y resultados, justificar
procedimientos, proponer del mismo modo que defender, con razonamientos
válidos, las explicaciones propias causales y conceptuales de eventos o puntos de
vista así como presentar argumentos completos y bien razonados en el contexto
de buscar la mayor comprensión posible.
La facultad referida se aplica al elaborar un cuadro que organice los
hallazgos propios; al escribir, para referencias futuras, una idea propia acerca de
algún asunto importante y complejo; cuando se enuncian los resultados de una
investigación y se describen los métodos así como los criterios utilizados para
alcanzar dichos resultados; last but not least: al diseñar una presentación gráfica.
Para concluir esta sección, deseo señalar que Faccione habla de otra
habilidad: la autorregulación, que consiste en el “monitoreo auto consciente de las
actividades cognitivas propias, de los elementos utilizados en esas actividades del
mismo modo de los resultados obtenidos, aplicando particularmente habilidades
de análisis y de evaluación a los juicios inferenciales propios, con la idea de
cuestionar, confirmar, validar, o corregir el razonamiento o los resultados propios”,
para lo cual es necesario el auto-examen y la auto-corrección.
Estas dos sub-habilidades entran en juego al examinar los puntos de vista
personales sobre un asunto controversial e identificar las posibles influencias de
prejuicios o intereses personales; al acordarse de diferenciar las opiniones y
presunciones personales de las del autor de un pasaje o texto del mismo modo
que al reconsiderar su interpretación o juicio en busca de realizar un análisis más
profundo de los hechos del caso; también al revisar las respuestas en base a los
errores descubiertas en el propio trabajo (¿Se admiten los errores y se corrigen?,
¿Se ocultan o niegan?, ¿Qué se gana al sentirse culpable o es mejor culpar a
otros?).
A manera de conclusión, y con base en la información aquí asentada, el
plagio no sólo no es deseable desde el punto de vista académico o legal: para ser
capaz de pensar en forma auténticamente crítica es necesario dejar de “copiar y
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pegar” para atreverse a escribir lo que sea y la cantidad de veces que sea
necesario pues las habilidades y sub-habilidades arriba referidas no se desarrollan
solas y de la noche a la mañana: como cualquier otra habilidad humana, requieren
mucha práctica, motivación, constancia y voluntad propia.
Referencias:
“El plagio: que es y como se evita (sic)”, en sitio web de Eduteka, disponible en
http://www.eduteka.org/PlagioIndiana.php3 (visitado el 30-julio-2010).
“Pensamiento Crítico: ¿Qué es y por qué es importante?”, en sitio web de
Eduteka, traducción por María Cecilia Bernat de la Rosa, revisión y
actualización: EDUTEKA, disponible en
http://www.eduteka.org/PensamientoCriticoFacione.php (consultado el 25-
enero-2008).
“Plagio”, en sitio web de Wikipedia, disponible en es.wikipedia.org/wiki/Plagio
(consultado el 2-julio-2011).
“Suskind, acusado de plagio por un periódico mexicano”, en sitio web de El País,
España, 31 de enero de 1987 (edición impresa, cultura), disponible en línea
en
http://www.elpais.com/articulo/cultura/SUSKIND/_PATRICK/Suskind/acusad
o/plagio/periodico/mexicano/elpepicul/19870103elpepicul_3/Tes (visitado el
28-mayo-2011).
DEUTSCHE ASSOCIATED PRESS. “Ministro alemán acusado de haber plagiado
tesis pide que le retiren su título de doctor”, en sitio web de La Jornada,
México, miércoles 23 de febrero de 2011, p 29, disponible en línea en
http://www.jornada.unam.mx/2011/02/23/index.php?
section=mundo&article=029n2mun (consultado el 28-mayo-2011).
Diccionario esencial de la lengua española, Madrid: Real Academia Española-
ESPASA CALPE, 2006, p 1160.
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