el pensamiento indigenista. favre.pdf

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- -- ··- ··-----, HE:IJRt FAV12.{; eL I I()DI6UJ13MO, F_ C (;:. IT. EL PENSAMIENTO INDIGENISTA LA PERSISTENCIA de la indianidad, a pesar de todas las !eyes liberaJe.s y dentro de una sociedad de clases, se manifiesta repentinamente hacia mediados del s1glo XIX. En MCxico,la guerra con los Estados Unidos, que principia en 1846 y va muy pronto a Ia catastrofe, se termina dos aiios mas tarde con Ia pCrdida de la mitad del territorio nacional. EI resquebl-ajarniento del poC.:.er, provocado por Ja intervenci6n extranjera, incita a los indios a sacudirse el yugo de los hacendados y de las autoridades locales. Se producen levantamientos en todo el pafs, particularmente en el sur, donde los mayas se apoderan de Ia mayor parte de Yucatan. En PerU, Ia desastrosa guena con Chile, que opone a los dos pafses entre 1879-y 1883, degenera igualmente en guerra cia!. En varias regiones, los indios que se organizan en guerrillas para combatir al invasor chilena, vuelven sus armas contra los peruanas blancos y mestizos. En Bo- livia, Ia guerra civil de 1898 sufre el mismo desvio. Las multitudes indigenas, movilizadas por el partido ral con miras a arrcbatarle el poder a los conservadores, no tardan en emanciparse para llevar a cabo su propia Iucha contra todos los no indios. Esas "guerras de co- lares", tam bien llamadas "guen-as de castas", mente interpretadas como guen-as de Ia barbaric tra !a civilizaci6n, no representan sino los mementos cu111bre de una agitaci6n india que se desarroUa a todo -- --. -----· ····.·- } mitad del siglo XIX y que en los !o largo de la segt 1 hasta los afios veinte del aiscs andinos se pro ongara p actual. EL RACISMO . I violencia el indio desgarra el .A.l surgir de a "via la America Latina desde vdo de Ia bcciOn en ntel (1832-1893) d dencia Franctsco tme Ia i,n epen ·. "1.>•y dos pueblos en un mismo -1 aue en extco h sen a a • esos dos pueblos son asta . · y lo pcor es que d . [ ] El hombre de la raza e cierto enemtgos lacer la destrucci6n de las bronCe vtslumbra con gr 1 bora propicia para salir de ·. as y espera que a otras taz 1 la supremacta que letargo y restablecer en e pat "bl , y su l 11 e lo mas pronto post e . slente pertenecer e1 sigan en.el estado en l "M" entras o::; m cone uye; 1 1 te Mexico no podra q ue se encuentran actua men ' . " Estarci te al rango de nacwn . pirar verdaderamen te al riesgo de convulsio- d manera permanen . expuesto e 1 nerable a cualquter . ue lo hacen tan vu nes mternas q era las "guerras de . , t niera De esa man agreswn ex ra . . de que e1 indio plan tea .. 1 n tomar conctencta cast.as lace 1 ·a- todavia est.a par ha- bl de que a nact n un pro em a y fr t s llevan a una consideraci6n que cerse. Esos co_n el cenu·o de Ia cuesti6n na- sit6.a el problema m ende el advenimiento _de donal, de cuya . .P en sus diferentes ver- la nacionalidad. El mdtgemsmo, 1 . 'n 1 b eda de esta. so uno · siones, nace de a . esto entonces en marcha se El proyecto pu I ue se adhieren los inspira en el postuvtsmo, a q . . d 1860. . t lectuales de America Latma a parur e los tn e 37

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Page 1: El pensamiento indigenista. Favre.pdf

- -- ··-··-----, HE:IJRt FAV12.{;

eL I I()DI6UJ13MO, F_ C (;:.

IT. EL PENSAMIENTO INDIGENISTA

LA PERSISTENCIA de la indianidad, a pesar de todas las !eyes liberaJe.s y dentro de una sociedad de clases, se manifiesta repentinamente hacia mediados del s1glo XIX. En MCxico,la guerra con los Estados Unidos, que principia en 1846 y va muy pronto a Ia catastrofe, se termina dos aiios mas tarde con Ia pCrdida de la mitad del territorio nacional. EI resquebl-ajarniento del poC.:.er, provocado por Ja intervenci6n extranjera, incita a los indios a sacudirse el yugo de los hacendados y de las autoridades locales. Se producen levantamientos en todo el pafs, particularmente en el sur, donde los mayas se apoderan de Ia mayor parte de Yucatan. En PerU, Ia desastrosa guena con Chile, que opone a los dos pafses entre 1879-y 1883, degenera igualmente en guerra so~ cia!. En varias regiones, los indios que se organizan en guerrillas para combatir al invasor chilena, vuelven sus armas contra los peruanas blancos y mestizos. En Bo­livia, Ia guerra civil de 1898 sufre el mismo desvio. Las multitudes indigenas, movilizadas por el partido libe~ ral con miras a arrcbatarle el poder a los conservadores, no tardan en emanciparse para llevar a cabo su propia Iucha contra todos los no indios. Esas "guerras de co­lares", tam bien llamadas "guen-as de castas", sistematica~ mente interpretadas como guen-as de Ia barbaric con~ tra !a civilizaci6n, no representan sino los mementos cu111bre de una agitaci6n india que se desarroUa a todo

-- --. -----· ····.·-

} ~~da mitad del siglo XIX y que en los

!o largo de la segt 1 ~ hasta los afios veinte del aiscs andinos se pro ongara p actual.

EL RACISMO

. I violencia el indio desgarra el .A.l surgir e~ ~~:dw de a "via la America Latina desde vdo de Ia bcciOn en que~ p· ntel (1832-1893)

d dencia Franctsco tme Ia i,n epen M~ ·. "1.>•y dos pueblos en un mismo - 1 aue en extco ~ h sen a a • esos dos pueblos son asta . · y lo pcor es que d ten-ttono~ . [ ] El hombre de la raza e cierto p~nto enemtgos a~· lacer la destrucci6n de las bronCe vtslumbra con gr 1 bora propicia para salir de ·. as y espera que a ~ otras taz • 1 ~s la supremacta que

letargo y restablecer en e pat "bl , y su l 11 e lo mas pronto post e . slente pertenecer e1 ~~digenas sigan en.el estado en

l "M" entras o::; m ~ cone uye;

1

1 te Mexico no podra as~ que se encuentran actua men ' . ~ " Estarci te al rango de nacwn .

pirar verdaderamen te al riesgo de convulsio-d manera permanen .

expuesto e 1nerable a cualquter . ue lo hacen tan vu nes mternas q era las "guerras de . , t niera De esa man • agreswn ex ra ~ . · . . de que e1 indio plan tea .. 1 n tomar conctencta cast.as lace 1 ·a- todavia est.a par ha-bl de que a nact n un pro em a y fr t s llevan a una consideraci6n que cerse. Esos co_n ~~ ~ el cenu·o de Ia cuesti6n na­sit6.a el problema m ·~ne~e ende el advenimiento _de donal, de cuya soh~ct . .P en sus diferentes ver-la nacionalidad. El mdtgemsmo, 1 . 'n

1 b ~ eda de esta. so uno · siones, nace de a . usq~ esto entonces en marcha se

El proyecto n~c~o.na pu I ue se adhieren los circu~ inspira en el postuvtsmo, a q . . d 1860.

. t lectuales de America Latma a parur e los tn e •

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Page 2: El pensamiento indigenista. Favre.pdf

• .. -•

S<! basa en una definicion renovada de I .. ,,. ,, gun Pimentel, Ia naci6n es una "a ~~acton. . . bres que profesan creencias com grupacwn de hon:·· nados par una misma ide u~es, que estan don,;_. fin". Deja de ser esa asoci:cr6~ue uenden a un mismo raci6n desde Ia in depend . co~tra~ctual cuya gene. establecer estatutos para c~:~~r~erlaabta esforzado por una comunidad de . en un cuerpo, en solidaria y homo ~ pens~miento, en una colectividad

m, b genea, nTeductible a Ia suma d tern ros y qu e sus

un destin~ S e sc: proyecta en Ia historia para realizar · emeJante concepci ~ d 1 - ~

entre nacionalidad . d' . on e a nacwn crea patibilidad h em tamdad wla relaci6n de incom­exclusivos. que ace a estes dos thminos mutuamente

En cuanto al ind· · paradigma racista to, es ~nterpretado en funci6n del ci6n indfgena rep!usee rtaegia en ese entonces. La pobla-

n aunarazaquel · d' , las reconocen l'n' , p os m 1gems-1enor. ero a d'f, . tas, quienes hacia finales . I erencta de los racis-posici6n con Ia llegada d~e~ stgl_o ~IX ven ~eforzada su no reconocen un ~ arwJ.msmo soCial, aquf:llos En su lvlemoria so'-: .. alracter ~atural en esa inferioridad.

urc-- as causas qu h · · ciOn actual d· 1 . e an ongmado la situa-

... a raza mdiu-. . (1864),Pimentellaan·b ben~ y medtos de remediarla que, al mantener a los ~n~~e a a colonizaci6n espaiiola civilizada contrib ~ tos al margen de Ia cOITiente

• uya a aumentar el · ~ . que mastraban los bl - retraso htstonco Europa en el mo pued os americanos respecto de

menta cIa canq , L no es, en tonces in£ . msta. a raza india infcriorizada p;r Ia ~::i~o~ ~aturalez~; es una raza padccido. Si no h d' acwn deprec-tadora que ha . a po tdo pro mcpta para cl prom· p· gresar, no por ella es

t>.eso. tmentel presenta como prue-

:~:-i

.. ··.) bade sus capacidades intelectuales el angulo facial del indio, que se parece al de Ia raza mas inteligente, la raza

curopea. Treinta ailos mas tarde, el peruanojavier Prado re-

curre a los mismos argumentos. Efectivamente, Ia situa­ci6n en que la raza india permanece estancada no tiene para los indigenistas un autf:ntico fundamento bio16gico. Cansecuencia de un proceso hist6rico deter­tninado por la politica de Espana en Amhica, tal si­t~aci6n resulta del regimen instaurado por las leyes de Indias, que se juzg6 discriminatorio y segregacionista a despecho de las intenciones protectoras que hayan po­dido animarlo. Una vez debilitados los sentimientos antihispcinicos Iuego de la derrota militar que los Esta­dos Unidos infligieron en 1898 a Ia antigua metr6poli europea, se buscarian otras explicaciones en la in­fluencia del ambiente, en las costumbres aliment.arias o en el estado social, par ejemplo. Sin embargo, nin­guna habria de poner en duda que, colocado en las mismas condiciones que el blanco, el indio pudiera_

tarde o temp:rano igualarlo. Aun cuando sus aptitudes en tanto que ser cultural

escin plenamente admitidas, el indio no deja de estar condenado a desaparecer en tanto que ser racial. El destine que los indigenistas le asignan es el de su fu­siOn con Ia pobiaci6n criolla, con objeto de engendrar una raza mestiza que sea la raza autf:nticamente naciO­nal. El mesrizaje bio16gico ofrece la soluci6n defmitiva al problema indio, al mismo tiempo que Ia de la cues· ti6n nacional.en todos sus aspectos. La miscibilidad no s61o abatid. en Ia realidad cotidiana las barreras que aislan a los diversos componentes de ia poblaci6n, sino

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' '

·:;·

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que adem~ 1 -. as reso vera la.s contradicciones . , s~cta~es que desgarran al pais y amenaza . era. Gra · n su .. dr<l av cias a ella, el pueblo al fin "nacionalizado" .. .-

anzar con segurid d ~ -D a por Ia VIa del progreso · e esa manera sec 1 · .-, ..

genismo y el d . . onsuma a ruptura entre el indi. anvtmsmo social s

pules latinoamericanos c C. 1 pencer y sus disci-Jose Ingenieros sosti ' omo ar os Octavia Bunge o conquistador c~n el e~~eb~oque Ia ~ezda del pueblo manera infalible a 1: de e con~~usta~o conduce de hacen el . . g neracton fistea y moral y

mventano de toda 1 • mente afli en . s as taras que supuesta-testa con !hemaleme~tlzo.Justo Sierra (1848-1912) pro-

ncia contra sem · afi queJ'uzga do ~ · CJante trmaci6n Ia gmauca y despr · d ' ya que precede de una ~VISta e valor cientffico, hechos. Seglln Sierra Ia defi~~ente o_bservaci6n de los la cual comprueba ' farm~~a mesuza, a prop6sito de ver las riquezas en~~n rdegoc~o que "empieza a remo-. " rra as en nuestro s 1 .. senta ei factor d" ~ . ue o , repre-mamJco de nuestra h · · " motivo, esta Hamad " IstorJa . Por ese mcntos que Ia engen:: rea.~sorber en su seno los ele­tntir la naci6n El ~on , a fin de terminar de cons-

. mesuzo es el ho b el pais tiende a ro m re nuevo en que ctestino colectifo /ecta~ su concepciOn totalizante del nacionalidad. a qmen confia el estandarte de Ia

La apologia mis ar men ;lfmntalada sobr 1

gu . tada, cuando no Ia meior • e e mestizo s =.~

rio· prnble·mrrs nacionales An ·~ e e.n~uentra en Los gran--1 !1·10) . . . dres Mohna Enriquez (1866-

. qmen publicae l"b ~kxico, intenta dem ste I ro en el aiio de 1909, en osu·ar Ia · · r, nllc ·d inc!' - supenondad del mestizo

• IO, pero tambie f al . I<'· j,.., niollos pert n rente cnollo. En efec-

enecen a una raza, Ia raza europea,

i"

! ' ' '

0ue no ha dejado de luchar con otras razas a todo lo

1~rgo de su historia. Debido ala selecci6n operada par la competencia interracial, se sitUan en un alto grado de civilizaci6n, lo que se traduce en una gran cficacia para Ia acci6n. En cambia, est<ln mal adaptados al media americana, que no es el suyo, de lo que resulta una escasa capacidad de resistencia. Inversamente, los indios pertenccen a una raza que ha vivido en el aisla­miento haSta principiar el siglo XVI, al margen de la cOmpetencb interracial. Poco evolucionados, estan no obstante bien adaptados, de suerte que su capacidad de resistencia es considerable. Las cualidades comple­mentarias de las dos razas se trasladan al mestizo, que hereda Ia eficacia para la acci6n del criollo y la resis­tencia del indio. SegU.n semejante constrUcci6n 16gica, la raza mestiza que se forma en America Latina no puede dejar de ser superior ala nueva raza blanca que, al mismo tiempo, toma forma en los Estados Unidos. Esta Ultima esti compuesta por elementos raciales dis­tintos pero cmparentados, provenientes en esencia de Europa y par lo tanto muy evolucionados, pero que carecen de resistencia debido a que no est<ln adapta­dos a su tierra de adopci6n, lo que permite que Mo­lina Enriquez se lance a esta profecia optimista: "Los mestizos terminarin par absorber a los indios y com­pletarin la fusi6n de los criollos y de los residentes extranjeros dentro de su propia raza y, par consi­guiente, la raza mestiza se desarrollad con toda liber­tad. Una vez que asi sea, no s6lo rcsistir<l ala inevitable colisi6n con la raza americana del norte, sino que sur­

gira victoriosa de ese conflicto". Sin embargo, el gran cantor del mestizaje es otro

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; .

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.--- '~-.-. ,_

mexicano,Jose Vasconcelos (1881-1959). En La raza mica de 1925, e Indologia, una iuterprctaciOn de Ia cultuTa -.-. iberoameri.cana de 1926, este fil6sofo !ffi:.:o r visionarlo"' invoca a Mendel contra Danvin y Spencer para afirmar que los cruces genCticos mejoran a todas las especies, incluyendo a la humana. El hombre que desea per­durar en su situaci6n, dice, en realidad dedina. De esa man era, el mestiz<Ue es "Ia esperanza del mundo" y el evangelic que America Latina, en donde las razas no han cesado m::1ca de cruzarse, hade predicar a Ia hu­manidad. La raza latinoamericana en formaci6n repre­senta el crisol en el que todas las otras razas estill des­tinadas .a fundirse. "El destine ha querido que las razas que viven en AmCrica Latina nose mantengan sepa­radas, sino que mezclen su sangre. El mestizo de indio y de blanco y el mulato de blanco y de negro nacidos de esa mezcla constituycn los ghmenes de un tronco humane que remplazara a todas las demas razas cono­cidas hasta hoy." Como Gobineau, Vasconcelos piensa que las razas tienden a fusionarsc. Pero mientras que para Gobineau Ia fusiOn racial conduce a Ia especie humana a su pCrdida, para Vasconcelos dcber<i llevar a Ia humanidad bacia su plenitud. La quinta y Ultima raza, la "raza c6smica, fruto de todas las razas anterio­rcs y supcraci6n de tocio el pasado", crcani. una ci\-iliza­ci6n universal cuyo centro estar<i locaiizado en los tr6-picos americanos. Su Ilegada seitalara el paso ai estadio supremo de Ia historia, ai cstadio espiritual o estetico, en cl que todos lo:; hombres comulgaran en Ia contem­placi6n de la beHeza.

Sin embargo. una dificultad subsiste. Si la raza na­ciona! resulta del cruce entre criollos. e indios, algunos

-I~

. ) . .- 'Itimos deberlan reaparecer,

rasgos fistcos de estes u vo fenotipo. Ahora dos en su nue

:rn3s o menos atenua ' I blanca encarna el . ·a en que a raza

bien, en una epoc . como modele a Euro-. es que uenen

Progreso y en pats . . aceptable. De esa rna­. rspecuva es m d pa, semeJante pe d" .• n entre Ia necesida

. arece una contra tcCIO "fi d nera, ap_ .. ·e Ia intenci6n mam testa e reconoCida del mesuzaJ y.. blanca Esta contradic-

• d ·1 una nacwn · crear a traves e e . Ia formula y la Pimentel qmen .

ciOn no escapa a . l . :'Pero Ia mezcla de indtos fesuelve de un solo tmpu so. . roduce acaso una

d" • aJmlnOS (no P y de blancos, tran . b- . '?La raza. mixta, respon-d a raza mtxta.

raza bastar a, un • za de transici6n; al cabo demos nosotr_os, sera u~~ :~ mundo sed. blanco''. En de un breve ttempo. to a'tt"cos de los indios

• . 1 caracteres som otros termmos, os . . tras que los caracteres tendrian que ser re~estvos, ~tenn dominantes. En el es-

• . d los cnollos serta b • somaucos e . 5 el mestizai.e ha ra taS generacwne • :..~

pacio de unas cu~n de difundir los segundos en de borrar los pnme~os y Ri Palacio (I832wl896) se

I · • Vtcen te va toda I a pob acwn. "Ia ley de la prepon-. d · ntiftcamente

Propene fun ar cte . · • n de los carac-. 1 en la transmtsto

derancla del ~ anr.~ d: liferencia del criollo. no teres". SegU.n el, cl ml Jo, a 'u·ene premolares. Pero el

· os· en su ugar, · D 1 posee canm , d . de tener canmos. e mestizo' por su parte •. no eJa ta siempre una cierta

d l mesuzo presen . d 1nistno mo o, e 1 . dt"o est3 desprovtsto e

. · tras que e tn vellostdad, mten . p 1 . calcula entre uno o . 1 R1va a.aclO

todo vella corpota. I h • falta a MCxico para I · 0 que e ara ,

dos siglos e uemp . • . . d" "blanquearse f do bwlogtco Ill to y .

purgarse de su on • . d te periodo de transi-t AI tenmno e es .

completamen e. • de raza europea, stn · canos seran ci6n todos los mext

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.. ··.·

i.

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. . . ~ .

.. ·:J / que su ascendencia indf na ' , a traves de algUn e uge_ se reveJe de otto m~do como na . , p q eno detalle que los distiinE:uit

ciOn entre las de , . misma manera que los ita~'as nacwnes blancas, de, espaiioles y de los alem Janos se distinguen de los

s· b' anes. ~ Ien el indigenismo racis . ·. samiento nacionalista en M' .ta domma todo el pen­de 1910, no ocurre ~~ . extco hasta Ia revoluci6n rica del Sur en d dmismo en varies pafses de Arne' . 'oneprel, -

tr.empo un danv.inismo . If va ecera durante mucho Ia poblaci6n indfgena ecno J.Za~o. Argentina, en donde srnuymmo. . zar el me_stizaje sin com r ntana, puede recha-convertirse en una nac·~ o:eter sus oportunidades de le trazaronjuan Bautis~~~~~~o de Ia perspectiva que Sarmzento, sus "padres fundad I Y~.ommgo Faustino rechazo con dena a otro , ores . Pero semejante esta - s patses en los qu I mas afii"mada a re . ' e a presencia nai ' nun czar a todo Y a quedane por eso . porvenir nacio-so D h- mismo al mar d . e a I el pesimismo d gen el progre-de ensayos con n b esesperado de toda una serie

· ' om res general sur~tdos a Ia luz apenas Jle ad me_me reveladores, contmente enferm d I g o el stglo XX, como El p bl 0 e venezolano c-

ue o enfermo del bolivian . esar Zumeta, o del mestizaje, no hay salvaci~;;!ctdes Arguedas. Fuera

EL CULTURALIS_MO

La fascinaci6n que Euro . -toea a su fin con I . pa CJercia en Amhica Lati

I apnmeraG M na

0 C]HC los e uerra undial El d uropeos habian · mo e-

l"<'Sic• del mundo d p:opuesto 0 impuesto a} urante el Siglo XIX . d

·1·1 pier e su valor

)

cjemplar. Por lo demcis, ellos mismos reconocen que Occidente declina y que su civili7..aci6n es mortal. como Io escribe Spengler en libros que ticnen una amplia difusion del otro !ado del AtHintico. En Mexico, Manuel Garnio (188~1960), en F01jando patria (1916), confirma el fracaso en el que desemboca.la imitaci6n servil de lo extranjero. Todos los esfuerzos desplegados por los paises de America Latina para hacerse semejantes a Europa los han convertido en caricaturas de naci6n. La critica a ese mimetismo esteril es tan fructifera, que ia revoluci6n a Ia que se Ianz6 Mexico parece abrir una­via autenticamente latinoamericana hacia lo que aiin entonces se conoce como progreso, y que muy pronto sera designado con el nombre de modemidad. En sin­tesis, a partir de la prim era decada de este siglo, America Latina tiende a replegarse en si misma para buscar en su senoIa identidad que verdaderamente le pertenece.

Se produce un retorno al pasado indigena, que se redescubre y recobra. La arqueologia, que empieza a constituirse como disciplina cientifica, hace retroceder los limites temporales de ese pasado. Las ruinas explo­radas por Gamio, en Tcotihuaccin, durante la revolu­ci6n mexicana; por Alfonso Case (1898-1970) en Monte Albcin, en los aiios treinta; por el peruano Julio cesar Tello (1880-1947) en Chavin, hacia Ia misma epoca, en los Andes, son reconstruidas -mis que restau­radas~ par cl Estado, que las integra al patrimonio nacional e invita al pueblo a contemplarse en el espejo de su grandeza. Los resultados de las bU.squedas de las que son objeto circulan mas alia de las aulas academi­cas, adquiriendo una significaci6n polftica y cargcindose

de un contenido ideol6gico. 45

----·-·----·---·----· --

,,_., V: r_. i

' t . t. I I r ' r. •

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~--.

)

Sin embargo, ese pasado que se habia manterlidlo'1 distancia nunca fue totalmente olvid<:.do. En 1880, nuel Orozco y Berra habia hecho apa~·ccer incluso una documentada Historia antigua y de Ia conquista de Mbcico. Ellibro dcsglosaba minuciosamente Ia antigu~ cultura mexicana en sus elementos constitutivos, que eran clasificados segiin categorias universales explicadas en funci6n de I eyes universales que rigen Ia evoluci6n de todas las sociedades humanas. Los aztecas eran una muestra suplementaria de pueblo semib<irbaro que ofrecia todos los caracteres tipicos de los pueblos situa­dos en el.mismo nivel de evoluci6n. La disecci6n a Ia que se les sometia los mostraba tam bien como un pue­blo muerto cuyos restos no podian ser reivindicados par Ia posteridad.

Muy distinta es Ia perspectiva que adopta Gamio en La poblaci6n delualle de TeotihuacO.n (1922). En princi­pia, Gamio no intenta situar a los antiguos mexicanos en una escala evolutiva de Ia humanidad con la inten­ci6n de compararlos con otros pueblos. Adepto del "particularismo hist6rico" que le fue enseiiado par el antrop6Iogo Franz Boas en Ia Universidad Columbia de Nueva York, se a plica par el contrario a seiialar lo que es e.specffico de su cultura, y Ia hace propiamente incomparable. Despues, demuestra que esta cultura es muy anterior a los aztecas, quienes son sus tardios herederos. Posee una muy larga historia cuyos humil­des origenes se remontan ala epoca litica y cuyos hitos fundamentales fueron Ia invenci6n de Ia agricultura, la aparici6n de las ciudades y Ia formaci On del Estado. Par Ultimo, Gamio observa que semejante tradici6n cultural, tan hondamente arraigada en Ia profundi-

46

.) .. , l conquista europea, se

dad del tiempo, so?revlVlDt~ daurante toda Ia domina-. landestmamen e · manuene c !"dad permanece VIVa - . 1 J n en I a actua 1 .

ciOn espana a~ Jau. dia Las ideas religiosas de los m­cotre Ia P_?blacton ~:.e~ lode esta singular continui­dios -sen ala co~o ::1 p l de sus antepasados pre-

1 mtsmas que as . d l dad- son as b d s baJ· o Ia apariencta e colombinos, aunque em oza a

catolicismo. . . d Amhica Latina no ·a la htstona e

J?~ esa man.et ' de los europeos, ni tamp~co cmpteza con la Uegada I .tccas y de los incas, smo

· · tode osaz con el adv~nn~uen ~ E1 indio· es el artesano oscuro sialos y mtlemos atras. l tar los hilos que los o. Aivoveraa

que teJe su tratna. a y otra vez, le propor-. · tos rom pen un J

acontecnnten . d d Criollos y mestizos estan ciona una notabl~ unt a . 1 obra hist6rica del-in­o~ligados a idenufica~s:~o:Ce~tado plenamente. En dto, una vez que _la ~ y a ue sc consideraba extran­efecto, la cultura mdt~e~ ' q l nto particular de los

mo e1 umco e erne jera, aparece co . e los distingue del extran-paises latinoamenc~o:yR~~tl Haya d~ la Torre (1895-jero. El peruano VIcto . n no poco exito en su 1979) propane ?o~· otra1p::e~~~re de Indoamerica Ia momenta, susutmr c~l. Latinoamerica para desig­apelaci6n de Ibe~·?amenca o

nar a toda Ia regwn. Am J • Latina siempre re-El indio es la cara que encan todo caso devalu6.

- d J isma oquee pudi6 u ocultoJ est m ' "la came de nuestra c<!me, Sin embargo, el represent~ " como dice Moises los huesos de nuestros \l~:~:~conocerse en ely al Saenz (i888-194l).Alaccp . idesimismos loslati-

1 Parte esenCia ' incorporar o como . · lidad Incorporar noamericanos acceder<in ala naCiona .

47

Page 7: El pensamiento indigenista. Favre.pdf

) f) al indio no significa europ · I

1

'-.. . . . e1zar o. En su . un Mr.\'lm mtegro (1939) Sa d , · · . ' enz eclara que . b" . que mcorporar a1 indio a I , "I' 'SI zen · alamizam · ·-mente neccsario incorpor M' . exxcana, es iaw::ol ar a eXIco a I E • •

0~ gena. Pcro tampoco se tr ta d . a amilza indi .r .. a emclian' I · uJOs. Saenz es ciaro· '"T. IZar a os nom· · ~o no perte -st·ntimentales que quiere nezco al grupo de los ·

1. n conservar a1 · d"

we w; no cotnparto I ·I . , m 10 como a 1 llSIOll roma ~: ilqudlos que tratan d . d' . nuca y pue-ril de em 1amzar aM' · poco quicro conserva I . exzco; como tam-f . r o en un pmto . unstas". Lo que •1 . resqmsmo par . I e qUiere es comb' I a

uH ia con Ia tradi . • mar a tradici6n cwn europea de t I produzca'una cult ' a modo que se ura en teramen t nwn tc original que a b e nueva y poderosa-":\1 "lahorar una cuitca efipor ser Ia cultura nacionai · ura 1el a Ja . ·

rlquecida par las ap . vena mdfgena yen . ortacwn s 'd • n·ahzar ei miiagro d e occi en tales, podremo

e engendrar e s lUI modC"!o de civiliz . ~ . n esta nuestra tierra - acwn mdolati " 'II pane. sospecha que "mara . n~a que Gamio, por g"'"'_Hks valores". villara al mundo por sus

l·.n comparac-i6n , . I con el mdige . 'I.!.; o \1'\, t·l C"Ilfoque del r ~Ismo racista del IICI!I n.lt innal cambia de~ o~~~a _mdio }'de Ia cues­,.,, ItT !It ic""' de un n e. mdw es aprehendido I uevo paradigm ,

' r\ "'nnt·" ..,Jgnificantes de la h . ~ segun el cual las r n: .de/,, t,H·ial s!no de canic umanidad no son dena­f,,J'I'/ l'onillo \' R. c tercultural. Yaen 1904Jos' ol . OJaS, al final d ' e r·Ju.~., IIIH}" spencet:fan d e ~n estudio por lo '' •:u lt!s_i~·,n de que el in~· ~La raza zndigena. lleg6 a Ia , r\'J!u.H u·m com pane G n~ uo pertenece a Ia raza cuya 1 • , u I' · · amw muestra q I ... ·' < Jstmguc mal a Ia ind' . ue e ctiterio de .... , ,., hJ;JJJcw; de sanm·e Iantdad, al e\·ocar el caso de

,::,· aparentement Js e pura que viven

como los indios cuya lengua incluso hablan. Sienz hace notar igualmente Ia incongruencia de ese crite­ria, al seilalar que el indigen:?. ~ue cambia de condi­ciOn social e intelectual y que emigra ala ciudad nose considera ya indio y deja de scr considerado como tal. Esto llevad. a Caso a formular una definiciOn fenome­nol6gica de la indianidad sabre la base de Ia cultura tal y como esta se ofrece a los ojos de los demas y tal y como se la vive desde el interior: "Es indio todo aquel

' que sienta pertenecer a una comunidad indigena, es decir, a una comunidad en la que predominan los ras­gos som3.ticos no europeos, que hable de preferencia una lengua indigena:, cuya cultura material y espiritual incluya una proporciOn considerable de elementos indigenas y, par Ultimo, que posea el sentimiento so­cial de constituir una colectividad aislada entre las dem3.s colectividades a su alrededor y de saberse dis­tinta de las aglomeraciones de blancos y mestizos".

El mestizaje todavia es considerado como Ia so­luci6n de Ia cuesti6n nacional, pero su concepciOn se modifica. Aun cuando Gamio sigue situando durante mucho tiempo Ia fusiOn racial entre las condiciones que es necesario satisfacer para ediflcar Ia naci6tJ., el termino de mestizaje no se refiere ya a Ia amalgama de las razas sino ala mezda de las culturas. Al perder su sentido inicial de miscibilidad, adquiere el de acultu­raci6n. Concepto clave que Gonzalo Aguirre Beltran (nacido en 1908) explicitar3. en El proceso de acultum­ci6n (1957), la aculturaci6n se define como el proceso mediante el cualla cultura iJ!dia y Ia cultura occiden­tal, que par principia se plantean como complemen­tarias, deben interpenetrarse, intercambiar entre elL\s

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prestamos, y reducir poco a poco sus diferenc· el momenta f. · las, --A en que onnen !':)~ sola. y misma . -· .. b ~stas dos culturas se les tie11t': por iguales al no ...

mrse ninguna superioridad d f ' a~~ · Sin . e una rente a Ia o ·.: embargo, los mdigenistas estin de acuerdo lra;·

nocer que Ia cultura india sufre de en_reco-

or~~n ci,entffic~ y tecnico, causantes ~:~=sp~"i:';;~~ ~e' po acwn mdigena asi como d 1 . e a existencia C . e a precanedad de su

:; aso escnbe en lndigenismo (1958) aculturacwn tiene . que Ia "c b' 1 precisamente como objetivo el d

am Iar os aspectos arcaicos, deficientes y e e rosos casos, nocivos de esta cultura en ' n nume-. iitiles para Ia vida del ind' 'd d, aspectos mas

· IVI uo Y e Ia colectivid d" ;:ru~ctalmente en el terreno de Ia economia y d: I~

Pero Ia aculturaci6n no debe fun . sentido La tr c . ctonar en un solo

I. . ans.~-erencJa de tCcnicas occidentales qu

rea tza en provech d I . d' e . . - o e os m tos, supuestamente d b 1r acompanada d e e cultur . ~ e u~a transferencia inversa, lade Ia

. a mdtgena hacta Ia cultura de los criollos y I mestizos L · d' · os turales ,·n· dt~ossm tgem~tas retienen los elementos cui-

- que esuma · · difundidos por tod I n postU~os y dignos de ser organizaci6il colectiov: lcuerpo soctal: el sentido de Ia

tir, l~ man era de estar ~: ::;:~~:eq-~=:~ibir y de sen-medto de d · expresa por son ~ . una pro ucciOn artistica cuyas cualidades

unammemente celchrada<: AI , , qu E .. mismo uempo en

L ~ uropa se entusiasma por el arte negro Am~ .

auna descubre 1 I • enca ind' . - e va or cstetico del arte indio ue el tgemsmo senala como Ia {mica fuente -~1 d

un arte autCnticamcntc nacional. post e e

En el proceso de aculltlracio'n, Ia Cducaci6n esta

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' dcstinada a desempeiiar una funci6n capital. AI reco- / oocCrsele al indio aptitudes intelectuales identicas a Jas del blanco, los indigenistas racistas admitian de en­trada que se le podia educar. Pero algunos, como Pi­rnentel, pensaban que la educaci6n no desttUiria for­zosamente el muro de incomprensi6n y de odio que separa a las dos razas,_ y temian que al poner al indio en igualdad respecto del blanco, dicha educaci6n no des~mbocara en la posibilidad de que Ia raza conquis­tada se vengara de los innumerables ultrajes que sus conquistadores le infligieron durante tantos siglos. Otros no Ia preconizaban mas que para acercar social­mente a los indios con los blancos a fin de favorecer los intercambios matrimoniales y contribuir indirecta­mente a Ia amalgama biolOgica. En cambia, e1 cultura­lismo hace de ella el instromento esencial del mestizaje cultural. Liberado de toda determinaciOn racial, el in­dio puede ser formado y transformado integramente par la educaciOn, a la que los culturalistas atribuyen

nn poder soberano. Aun cuando el pensamiento culturalista est€: intima-

mente ligado a Ia RevoluciOn mexicana, la que lo hari proyectarse en toda Amhica Latina, Ia ruptura con el siglo XIX no es total. El indigenismo culturalista pro­longa la tradiciOn del positivismo latinoamericano debido tanto a su pretensiOn de cientificidad como a su afan de hacer desembocar la reflexi6n intelectual en la acciOn politica y social. En efecto; aqm!l se construye a partir de un an3.lisis de la realidad india y nacional que se quiere cientifica. Se alimenta de las aportacio­nes de la antropologia, estudiada por la generalidad de los indigenistas en los Estados Unidos y que se

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Page 9: El pensamiento indigenista. Favre.pdf

I

ELMARXJSMO

Si Marx es conocido en Am, . XIX, el marxismo latin e~Ica Latina desde el siglo

oamencano no ad · mente fuerza sino a . qUiere real- ' 1917, y b,Yo su influe p_anAnzr de Ia Revoluci6n rusa de___ lj

. ncia. tes de esta fech I . nac16n radical del orde 'a! a, a unpug-

d I nsocl sefundeenl d . nas e socialismo llamado ''ut6 . " as octn-de preferencia Ia ideal a , pic? ' Y luego adopta cialistas ''ut6picos" gia an_arc?smdicalista. Asi, so-neralmente a consid:r==~~O~I.ndicalistas tienden ge­indiferenciado de un " ~~ ,10 como ~~ componente uniformemente oprir!~e ~ o de un 'proletariado" car:icter particular a . o, ~~ .. n reconocer nunca un

. su sttuacwn. Sm embargo, un libertar' M

(!848-19!8) fu . 10' anuel Gonzalez Prada

- • e quten puso 1 · · que el indigenismo marx· os :Imientos sabre los tarde AI meditar . ISta habna de edificarse mas I · acerca de Ia humill t d os peruanas sufrie d an e errata que

G ron uran te Ia gu onz3.lez Prada descub I erra con Chile,

re a causa de lam· ausencia de todo senti . . , . Isma en la mien to patnouco entre los in-

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) dios. La servidumhre en la que los mantienen los gran­des terratenientes y que contribuye a apartarlos del resto de la pobl.,ci6n, impide que las masas indigenas, reducidas a la condid6n de parias, accedan a ese sen­timiento de pertcnecer a una patria. Tal sel\'idumbre hace que PerU no seam~ que un "territorio habitado". Para que se conviena en una naci6n, es necesario que el indio se emancipe y que sea destruido el poder terri­torial al que esta sujeto. Asi pues, e1 problema indio no es Un problema· racial. Tam poco es un problema cultu­ral que encuentre su posible soluci6n en Ia educaci6n. Es un problema esencialmente econ6mico y social. Tal es la conclusiOn a Ia que, en 1904, desemboca Ia larga meditaci6n de Gonzalez Prada acerca de la cuesti6n nacional.

Jose Carlos Mariategui (1894-1930) parte dellugar al que su compatriota lleg6. En sus Siete ensayos de inter­pretaciOn de larealidadperuana (1928), tam bien e1 sos­tiene que "el problema indigena precede de nuestra economia. Se origin a en el regimen de la propiedad de la tierra. Toda tentativa por resolverlo mediante me­didas administrativas 0 policiales, mediante metodos de ensefianza o a traves de la construcci6n de caminos, seguir3. siendo un trabajo infructuoso o accesorio, en tanto subsista la feudalidad de los grandes propieta­rios". La propiedad subproductiva, cuya continua expansiOn desde la era colonial estudia Mari<itegui, es un factor de estancamiento. La explotaci6n a la que somete al indio lo empobrece y deprime, empobre­ciendo y deprimiendo al mismo tiempo a 1a naci6n. La opresi6n que hace pesar sabre ei lo disminuye como hombre y lo devaliia como trabajador. Cuando el indio

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) ejerza Iibrcmente su actividad, s61o entonces adquirir la calidarl de productor y de consumidor que.· Ia economia modcrna cxige de todos. En resumen . . . mtentras no se le desliguc de estas "feudales" relacio. nes ~social_es; ct: producci6n, no senl Util al progreso, y Peru segmra s1endo una "naci6n en formaci6n ".

La lfnea de fractura con el indigenismo culturalista es franca. Segiin los culturalistas, los indios forman co. lectividades aisladas que viven al margen de los centres de Ia vida moderna, con los que seria conveniente ponerlos en comunicaci6n para que, a su vez, se moder~ nizaran. Los culturalistas no ignoran el aspecto econ6-mico del problema indio, pero piensan tratarlo me­dian_te Ia difusi6n de nuevas y m:is eficaces tecnicas y medtante la integraci6n al mercado. Tampoco ignoran las relaciones de domi~aci6n y de dependencia que unen a los indfgenas con los criollos y los mestizos. Sin embargo, Aguirre Beltran, quien intenta tardfamente hacer su descripci6n en Regiones de refugio (1967), los ve como vestigios locales de un pasado.colonial que desa­parece y no Jes atribuye mayor importancia. Para los marxistas, en cambia, esas relaciones caracterizan en Ultima instancia una formaci6n social que es segura­mente arcaica, pero cuya desaparici6n nada hace su­poner. Por otra parte, Mari<itegui muestra c6mo los grandes terratenientes se apoyan en el capital extran­jero_ para consolidar y perennizar su poder. Esta alianza en ~re el feudalism a y el imperialismo, que le permite cahficar a America Latina de "semifeudal" y de "se­micolonial", se opone al surgimiento de una burguesfa y bloquea el desarrollo de un capitalismo nacional. Por esto es imposible Ia transici6n al socialismo porIa

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,_ ) "a democr<itica burguesa. El socialismo resultar.i nece­~ariamente de una ruptura revolucionaria. Y tal rup­tura sera efectuada por el indio, sustituto funcional del

proletariado. . . . . Los incas ejercen en cl mdtgemsmo mannsta una

fascinaci6n ficilmente comprensible. La visiOn de l~ antigua civilizaci6n de los Andes, ~eredada d.e, GarCJ­laso de Ia Vega, se presta a una mterpretac10n que muestra a los indios como a los fun dad ores del com~­Ilismo perfecto. En Lajusticia del Inca (1926), el boli­viano Tristan Marof (seud6nimo de Gustavo Navarro, 1898-1979) destaca que ellos "formaban un ~u:b1o que nadaba en Ia abundancia. Sus !eyes eran n~das, severas, pero justas. La economfa estaba maravtl~~sa­mente prevista y regulada. Los aiios bu~nos penmuan atravesar los malos. La cosecha se repartia escrupulosa­mente y el Estado administraba un siste.ma armonioso [ ... ] Todo mundo comia como era debtdo y cada cual era feliz. Se desconocia el crimen y Ia sombra tutelar del honor flotaba sabre todo el imperio. S61o habia un delito: Ia pereza". Mari<itegui comparte ampliam~nte esta interpretaciOn idilica, pero, no obstante, habra ~e utilizar thminos mas sobrios para ofrecer su propta versiOn. Por una parte, esta interpretaciOn hace de America Latina, y mas exactamente de los Andes, el Iugar de apariciOn de la organizaci6n comunista primi­tiva mils avanzada conocida hasta entonces en el mundo, como dice Mari<itegul. Por otra parte, postula una .tra­dici6n Iatinoamericana de comunismo con modahda­des y orientaciones particulares, como lo ~~stiene Marof. Asi, responde indirectamente ala acusacwn, a menudo hecha a los marxistas latinoarnericanos, de propagar

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una ideologia exOtica inc . ~.;..,de Ia . ~ ompauble con Ia '1iiosin ····· regzon. ...

El porvenir nose encuentra d ;·: ... ' aJ pasado Pero . b' esde luego en el ·: . . ' si ten el comunis . . .

~~~~:c~~: 1\Ie ~"; co_n el socialismo .. :e:~~~.~~;~~~o I

. . · s aun cuando ha sob .. d e as VICtsitudes de Ia h. t . reVIVI o a toctas

I IS ona para veni c. •

e seno de Ia comunidad indi r a relUgiarse en manifiesta una singular vitali~ena en Ia que aUn hoy dia indigena (1924) que influiri dad. En Nue:tra comunidad Marhitegui, y luego en D l a e man era tmportante en lista (1936) el e ayllu al cooperativismo socz"

. ' peruano H'ld b a-(1890-1945) analiza el fu . I e rando Castro Pozo comunitaria en Ia que senc~ona.n:xento de la instituci6n n_o. Ni Ia agresi6n consta~t rp;t~a el ay~lu precolombi­gtslaci6n agraria liberal u ~ e as haciendas ni Ia le­dad social que pone ~ dte:on acabar con esta uni-d en eJecuct6n de tr d 1

e propiedad colecti fi ' n o e as tierras producci6n basadas eva,! ormas de organizaci6n de Ia

n a ernul c· • 1 La persistencia de la c 'd a ton y a cooperaci6n. d . omum ad da prueb d I

enc1a natural del . d' a e a ten-. m 10 al cornu · · lgualmentc Ia gran adaptabTd d msn_w. Manifiesta comunidad no s61o I I a de Ia mstituci6n. La

d es capaz de resi f ·

e evolucionar y p . . s IT, smo tambiC:n ...... ' or consigmente d d . L.astro Pozo cita como e·em 1 ' e mo em1zarse. comunidad que se tr :I c p o.el caso de Muquiyauyo

ans.Lorrno esp t' • cooperativa de producci6n on anearnente en El caso de Muquiyau ' de consume y de crC:dito. que transfCri·r Ia u· yo puede generalizarse. S6lo hay

an gua trad' ·, · nismo agrario a . ICIOD mdigena del cornu-

'- un marco mstit . I canlcter cooperative d ucwna moderno de l6gito a Ia concienci' yd a; un nuevo contenido ideo­

a e as masas indigenas. El coo-

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0 perativismo, e~ decir, "el a?llu rejuvenecido por el es­piritu de Marx', Implantara un sociahsmo con los colo-

res de AmC:rica Latina. Todas estas ideas parecen muy poco ortodox.~.:; ala

Tercera lnternacional,la que trata de tamar las riendas de los partidos comunistas de la regiOn bacia finales de Jos aiios veinte. En la Conferencia Comunista Latina­americana que se Ueva a cabo en Buenos Aires en 1929 y qt~e examina pa:-ticularmente si la lucha antiimpe­rialista debe incluir la lucha de los indios en favor de sus nadonalidades qprimidas, los representantes del Komintern afirman que la revoluci6n habci. de modifi-car forzosamente las fronteras de los diferentes paises, a fin de permitir el nacimiento de repUblicas indias. Sus interlocutores, nacionalistas en el m:is alto grado y que, en primer Iugar y antes que nada, ven en el socialis-m a el media m:is d.pido y seguro de construir lana­ci6n, no pueden aceptar semejante tesis. Algunos es­grimen que, seglln la definiciOn que de ella da Stalin, la nacionalidad no s6lo es un grupo humano poseedor de un territorio, .de una historia, de una lengua y de una cultura, sino que es tambiC:n un mertado. De esa manera, como los indios no constituyen mercados internos, no podrian ser reconocidos en tanto que n-a­cionalidades. Mari:itegui declara que s6lo fonnan una clase explotada. El reconocimiento de nacionalidades indias, dice, retomando la tesis defendida antaflb por Radek y Luxemburgo desembocaria en la creaci6n de Estados burgueses y tendria como {mica consecuencia lade retrasar la revoluci6n. Si bien el Komintern logra hacer que la emancipaci6n de las nacionalidades in­dias se inscdba por un tiempo en el programa oficial de

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.) los partid 05 comunistas Iati . en cambia alinear a I noamencanos, no con"'" xista en su propia po ~~ ;oceros del indigenismc

EJ . SICIOn. _ · me>.::tcano Vicente L .

I 968) se siente ombardo Toledano , por el ~ d ' empero, fuertemente i:m]>n"i,;n~:~

meta o que Ia Uni6 -~ . . resolver el preble d n SoVIetica emplea .. fica de "genial" mU:a e_s~s nacionalidades, al que r .. i! p en n VULJP al m do de '-4.tt-

ero, aun si se inspir - un lporvenir(193m· cierto que despuCs de a ~n este m~todo, se niega ~ a Mexico como E d a gun~s vacllaciones- a defim· d

. sta o mulun · tr tos que, a sus . - acronal. Los (micas . r d . Ojos, pod nan re m~

I ad son los mayas d u.. presemar una naciona re . . e ~ucatan aunqu b •

?r_onahsmo yucateco ' e o serva que el retvtndicaci6n nacionato ;.s tanto el reflejo de una de los intereses de una a:ina~ge~a c~mo la expresi6n que permitirfa a los indi g. qma cnolla Seglln ei, lo -­son numericamente m os e!er~er el poder ahf donde administrativa que h' _ayontanos, serfa una reforma

ICiera co· · d' colectividades territori I mcx Ir los lfmites de las cos. Ei aprenct· .. d a es c~n las de los grupos em·-

. . IZaJ e el espan 1 I csuma Indispensable deb ~ ~' cuya generalizaci6n vern<iculas para I ' ena e ectuarse en las lenguas l. . ' as que se establ -t anscnpci6n Po - ecena un sistema d . . . . I otra parte Ia II . e

!>at ecc mcompatibl ' caste amzaci6n no 1 Jndigenas, lo que d:~:~~:~a r~Iu~ci6n de las culture: )' su orgullo. Sin e b a al mdto toda su dignidad s_oluci6n del probl:n:r~~- confia ~n que Ia verdadera lrzaci6n proleta . m Io provenga de la indu tr"

nzan te. AI gu d . s ta-tendencia ruralista que d _ar ar sus distancias de Ia hardo T oledano pr . omx~a al indigenismo, Lom-e , ecomza Ia xmpl -- ·

en tros industriale d ~ antacwn de gran des s entro del ambito ind~

, .._, tgena, que • l,-,

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,) e:<plotarfan y transformarian los recursos locales, como sucede en el Giucaso sovietizado. Dichos cen­tros arrancarian a los indios del campo, proletarizfuldo­tos, y los despertarian ala conciencia revolucionaria.

En Amhica del Sur el indigenismo marxista com­bate from.almente al culturalismo, mientras que en Me­:dco la Revoluci6n, y la reforma agraria que acarrea, lo limitan a hacer una critica generalmente timida del mismo. El pensamiento de Mariitegui es emblemitico

' del primero, como el de Gamic lo es respecto del indi-genismo culturalista. Sin embargo, tal pensamiento no se proyectar<i realmente fuera del PerU sino a partir de los aiios sesenta, una vez que se pongan en evidehcia las convergencias que ofrece con la doctrina maoista.

EL TELUR:iSMO

Se designa con el nombre de telurismo a una corriente difusa del indigenismo que atribuye la formaci6n de la naci6n ala acci6n de fuerzas de la naturaleza y que hace del indio, producto original de esas fuerzas a las que esta .sometido, el mis autentico representante de la nacionalidad. Esta corriente se origina en los paises andinos, para despues propagarse en America del Sur y llegar incluso a Mexico, en donde Alfonso Reyes escribinl que el entmno del Anahuac hace que los me­xican as de la actualidad se sientan mis cerca de los aztecas que de ningUn otro pueblo contempor<lneo. El ensayo de pretensiOn literaria o filos6fica mas que cientifiCa, constituye el vehiculo privilegiado de los te­mas que el indigenismo telurista cruza entre si y a pro-

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p6sito de los cuales entreteje diversas varia~iones. de esos temas, tal vez el que ocupa Ia posiciOn ce:ntral,e'f5.'t que el mestizaje biol6gico o cultural es iniitil, si no· h,,,,; pernicioso, y que, par el contrario, es necesario de'?­pertar en el criollo yen el mestizo el espiritu del indio que el genio de Ia tierra americana les ha insuflado.

Seg(ln e1 boliviano Franz Tamayo (1879-1956), e1 hombre, al igual que el 3.rbol, depende del entotno en el cual vive. No s6lo son los animales, los vegetales y los minerales que utiliza, el aire que respira, el agua que be be o el sol con el que se calienta lo que lo liga al me­dia. Es Ia energia que brota de Ia tierra, que Ia tiena le transmite. y que ei transforma en voluntad." La tierra ejerce un poder tal, que unifica las etnias y las razas que Ia ocupan conJuntamente. Ella les da rasgos comunes, una voluntad Unica; en una palabra: un caricter na­cional. Por eso, aquellos que pretenden que Bolivia no se convertir.i nunca en una naci6n porque dentro de sus fronteras cohabitan blancos, mestizos e indigenas, est:an equivocados. La naci6n boliviana existe ya en el indio, que es el depositario de su energia. Se realizara plena­mente cuando blancos y mestizos, vueltos receptivos al influjo de los Andes, hayan interiorizado los val ores que el entorno andino ha inculcado a las masas indigenas. En Creacirin de una pedagogia nacional (1910), Tamayo pide con este fin que se suprima el sistema de educaci6n importado de Europa, empeiiado en occidentalizar a los indios, en provecho de otro sistema educative que se aplicaria a I a "andinizaci6n" de los no indios.

Otro bo1iviano,Jaime Mendoza (1874-1939), en El macizo boliviano (1935), y el argentino Ricardo Rojas (I 882-1957) en una serie de Iibros par Ia dem3.s incon-

!i(J

0 . da orBlas6ndeplata(1910),reconocen

c}usos, maugura p . l . Rojas se propane distpar el mismo poder al genzus oa.. ta de que la Argentina

. ~ a a sus compatno s, t Ia ilusiO~, car o Las ''fuerzas eternas de la n~ u­es un prus neoeurope . . l ~ de los pueblos, dtce, aleza" que modelan la pstcO og~a- 1 s italianos o ale-

r . ·grantes espana e , roducen en los Iflffil . g· 1 indio fue fisica-

p ~ t acionahzante. I e " manes un e ec o n " ala tierra que lo forma mente exterminado, regr~solos nuevas llegados. "Su

Pafil renace~ en el alma . e pero el espiritu que

. 6 para siempre, fl forma se desvaneci . , de los paisajes, ota

b dura en la emociOn . lo anima a per - las llanuras que antes habitara, Sobre las montanas Y . !lama nuestros cora­

. "ti o quem arde en el amor patno .. c " able en los ideates de zones y se hace todavta mas :mas en practica." El te­fraternidad que nosotros leon arentesco espiritual ~ntre rritorio establece un Iazo p t das las generaciones

1 habitan y entre a todos los que a oci6n es decir, un sen-

que ahi se suceden. Crea tma emsenta ~1 verdadero fun­. do que repre ·

timiento comparu. ' . d E en esta "emoci6n tem-damento de la naoonahda .. s tada par los indios

. ente expenmen torial"' antenorm d la Argentina, don de se como primeros acupantes e

1 " gentinidad". d descubre a ar . (1893-1987) en Tempesta ""

En Peni, Luis Valca;cel 1 Garcia (1889-1965) en El los Andes (1927) y Jose Une anera ven en la cor­n·uevo i-ndio (1930)' c~da uno ala sdu m1a naci6n. El primero

.. 1 spma dors e 1'-dillera anctma a e ~ . de Ia costa crio XI. a · flcaci6n ettuca

sueti.a con una pun. . oseedoras de }a fuerza te-tl·av€:s de las masas mdias p u·1o menos brillante, el

An' Enunes dl liirica de los aes. . 1 d'nizaci6n espiritual e segundo s6lo precomza ~an ~ iento de la "peruani­litoral a fin de provocar e naCim

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' f.-' ' ' ' }

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' ) dad". La revista La Sierra, fun dada en Lima por cianos, confronta a estas dos regiones anla(j6,ok:e~~t Andes representan supuestamente ellado m'm:ulir viril y perenne de PerU; ellitoral, su aspecto feinenii frivol a y ex6tico. Mientras que Lima se abre a todas penetraciones extranJeras, Ia sierra india p<,.noaJne,,~· cetTada en Ia tradici6n nacional de Ia que es su ce.los;i guardiana. En esta exaltaci6n de Jo andino, hay sin duda tanto de nostalgia por la provincia que se ha abandonado, como desconcierto frente a Ia modemi­zaci6n de la regiOn costera que parece efectuarse a expensas ~ei interior del pais.

La idea central del telurismo, segUn Ia cuallas for­maciones nacionales son el producto de su entorno Iisico, coincide con Ia noci6n spengleriana de "alma del paisaje", de Ia que probablemente se deriva. Pero las relaciones que los teluristas mantienen con el pen­samiento aleman no se limitan a este prestamo. Du­rante un viaje a Bolivia, el fil6sofo germanobaltico Hermann von Keyserling se dej6 seducir por el pen­samiento de Tamayo, que desarrollar<l despues en sus Sildamerillanische Meditationen (1932) [Meditaciones su­damericanas/. Desde Ja cima de los Andes, America se le aparece como "el continente del tercer dia de Ia Crea­ci6n", dia en que, segUn el Genesis, Ia vida empez6 a desprenderse de Ia miner:alidad. "El hombre es ahf tierra, y fuerza pura de Ia tierra." La indolencia y Ia inercia de los indios, Su insensibilidad, su natural desa­tenci6n a la historia, su sorda melancolia que no Ilega ala simple noci6n de esperanza, escribe, todo ello es vcrdaderamente inorg<inico. El indio, en suma, cariitide alm intcgrada ala roca, serfa absolutamente hombre

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.:-~ encama el polo opuesto al del td(trico. Por esa razon, d" . ado por el Espiritu. Re-

tr do y con teton . hombre pe~e a bTd d Ellibro de Keyserhng tuvo

Prcsenta Ia mmuta t I a . ontribuy6 conside-

Am, · del Sur que c tal Cxito en enca . divnlgar en ella las ideas fablemente a afirmat Y. a . , icluristas de las que se altmento.

---- ••• ··--- --- -· """"0"". --·-··"' ••••••• "" ••••

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.. · ·.·· ···. "·'·'·

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IV. LA POLITICA INDIGENISTA

~N ~ medida en que frena Ia ex . , . mcip_iente en America Latina d~::.Ion d~l ~apnalismo del siglo XIX, Ia formaci6n social dte el_ulumo tercio que la independencia ha de'ado e ?r~gen colonial como un a . . :J subsistlr se presenta

nacromsmo cada . tir de 1900 B . I - . , vez menos tolerable a par-. · aJo a presiOn de 1 .

econ6micos, que refuerzan ro o~ nuevas mtereses sentaci6n politica p gresivamente su repre-

a expensas de 1 tr d · · deres territoriales ero ta b', ~s a_ I CIOn ales po­ciente de los sect~:e m dien baJO Ia mfluencia ere­los gobiernos acab~ ya mo ernizad~s de la sociedad, reglamentarias qu ti podr tamar medtdas legislativas o

. e en en a rehabilitar 1 1 · entre mdios"' pobla . , . . as re acwnes .. , ' Cion no md1a y a d"fi

dicion indigena. Alm timida mo I car lacon­basta 1930 esas Jned"d s yen general puntuales

' 1 as amplia · . Ia obra pion era de Ia R 'I . ~ mente msptradas en evo ucton mex.i . nan y se radicalizan mas all' d cana, se coordt-. a e esta fecha I ~ nes popuhstas nacJ.dos d I -_ . ~os regtme-' e agrand -~ criben en una p

1.,. epreswn, las ins-

o 1 tea cuyos pri · · ~ establecen entonces r~· ncipws Y metodos se blemente a toda la' pob!HI~~ q~e es aplicada invaria-

. po acwn mdige d umforme pero con cad . . na, e manera

. . . enczas vanables. La pohuca mdigenista consti ~

de una politica rna's I tuye un capitulo dentro . genera de mod · .•

sooedad. Pero ta b". ermzacwn de Ia m Ien representa d. del cual el Estad . . • un me to a traves

o, cuya misiOn se precisa de manera

92

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.) I distinta y cuyo campo de interveud6n se amplia con- / siderablemente, pretende convenir a esta sociedad en

naci6n.

ORiGENES

El capitalismo, que saca a Amhica Latina del estan­camiento econ6mico en el que habia entrado con la ind,ependencia, ofrece tres caracterist.icas. Primero, afecta al sector de las actividades primarias, es decir, la agricultura y la industria extractiva. Despues, los pro­ductos que se derivan de esas actividades, como el al­god6n, el cafe, el az(J.car, el tabaco, el cacao, el cobre y otros minerales, se destinan esencialmente al mercado mundial. Por Ultimo, la producci6n se localiza con mis frecuencia en la periferia de los espacios de anti­gua colonizaci6n y siempre al margen de las grandes concentraciones humanas que la economia del Estado inmoviliza. Las regiones en las que se desarrolla el nuevo modo de producci6n -las estepas del Mexico septentrional, la planicie literal de Ecuador o I a franja costera de PerU, por ejemplo- son zonas subpobladas, cuando no vacias de hombres. La penuria de brazos que se hace sentir en ellas constituye el principal obsciculo para hacerlas fructificar. En Mexico, la prolongada dictadura de Porfirio Diaz, anterior ala Revoluci6n, consigue no obstante dar al capitalismo emergente Ia fuerza de trabajo que requiere, al organizar autorita­riamente transferencias interregionales de poblaci6n. Pero, en otras partes, los grupos capitalistas seven obli­gados a disputarles a- las- posesiones tradicionales la mano de obra que les hace falta, apelando a la aboli-

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Page 16: El pensamiento indigenista. Favre.pdf

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ciOn ?el vasallaje y a Ia instauraci6n de I a I"b - :; . trabaJO.

1 ertad

Eta · · d' s s relVIn !caciones son asUJnil.ut~. . -.~i:· las clases medias en forma ._ d ~ y amphadas por · cwn e:1tro de Ia cmdades, y por los intelectuales que s s grandes En 1909, universitarios y ab d . urgen de elias. Asociaci6n pro Indigena 1 oga obs fund~n en Lima la

I • a que a re em1soras d'

en as provincias andin ra Iales

b as para recoger infor .

so re Ia condici6n ind' L . . mactones ta. a asoctact6n de · tantemenle ante los tribunal 1 nunc~a cons­los terratenientes y ase es os ~busos que cometen legal de los que s~n su g~r~ gratmtamente Ia defensa que apaiecen un poco ;:~~:a:. Las Li?~s pro Indias, igualmente lazes entr 1 d en BoliVIa, establecen las masas a las que Ia oepe s~~tor urbana y moderno y

# reston mantiene 1 arcatsmo en lo prof undo d I e~ e mayor d.icatos que organizan un er~tmP:'· Los pr:meros sin­e! pan en la instauraci6n d~ re;tandado ~acl~nte parti-Ctnica en cuyo

1 es e sohdandad inter-

' seno a pobl · # · . conciencia de sus dere I #acwn mdta adquiere c 10s, ast como c · d hacerlos valer. La agitaci6n a . a pact ad para el sur de PerU en el . grana que se propaga en das de 1910 y [920 allttplano _boliviano en las dCca-

reve a que cte ta · · se consideraban norm I r s sttuacwnes, que

· a es, ya no son ac t d res1gnaci6n v fatalism . ep a as con de la viole , . o par qmenes las sufren. En vista

ncta controlada ala modestos aunque bien a un dque n~c~rren y de los jan, fo.s movimientos desp tal.os objettvos que se fi-

centra tzados qu . esta agitaci6n se disf e manuenen del siglo XIX Co dmguen ~a de las insurrecciones

· · n to o contnbuye c ni6n de que los tetTate '. n a re!orzar Ia opi-

< mentes par otra . de saca

1· partido racio 1 ' parte mcapaces na mente de Ia mano de obra

94

indigena que monopolizan, embrutecen a los indios, los conducen a Ia rebeliOn y ponen de esa manera en peli­

gro toda Ia sociedad. El Estado interviene prudentemente como 3.rbitro

de esos intereses en competencia. Las decisiones que toma, y que son el resultado de convenios por lo general dificiles, tienden en primer Iugar a desligar a los indios de Ia gleba, a fin de favorecer su movilidad, y a crear un mercado de trabajo. En el momenta en que Ia Re­voiUciOn mexicana Iibera Ia mano de obra rural, el Congreso peruano promulga una ley que prohibe mantener a los trabajadores en las posesiones contra su voluntad y secuestrar bienes y personas por causa de deuda. Esta ley de 1916 obliga tambien a los patronos a remunerar en efectivo Ia fuerza de trabajo qUe utili­zan. Ademis, instituye un salario minima cuyo manto corresponde a Ia tasa promedio de los salarios practica­dos en las plantaciones modernas de Ia costa. En 1918, el gobierno ecuatoriano aboliO a su vez el sistema de endeudamiento de los trabajadores, localmente cono­cido con el nombre de concertaje, con miras a generali­zar Ia prictica del salario y extender a Ia totalidad del pais las relaciones sociales de producci6n capitalistas que

privan en Ia planicie litoral. Al mismo t.iempo que empieza a constituirse un

mercado de trabajo, se manifiesta Ia preocupaciOn par garantizar a Ia poblaciOn india la formaciOn necesaria para que pueda llevar a cabo nuevas funciones en la producci6n. Desde 1907, el gobierno boliviano estable­ce un cuerpo de institutores ambulantes al que confia Ia tarea de alfabetizar y de castellanizar a los indios, sin dejar de transmitirles los rudimentos de un conoci-

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Page 17: El pensamiento indigenista. Favre.pdf

mien to pd.ctico c inmediatamente utilizable.<LaS~5)ij. siones cu!tt'J·:~i..::s" itinerantes que crea VasconceiOs-en Mexico en l ~123 son m<is ambiciosas. SegUn Ia in ten. ci6n de su fundador, no s6lo deben combatir el arialfa. betismo, difundir Ia lengua espaiiola y dispensar una enseiianza b<"i.sica, sino tam bien contribuir a Ia promo­ciOn material, moral e intelectual del mundo indigena. Cada misi6n se compone de un institutor, un agr6no­mo, un medico, una partera y un experto en albaiiilerla, carpinteria o rnecinica, actuando en equipo en Ia zona a su cargo. La fundaci6n de "brigadas voladoras_ de cul­turizaci6n indigena" del PerU, en 1939, basadas en el modele de las misiones culturales mexicanas, repre­senta otra de esas primeras tentativas que los poderes piiblicos realizan para modemizar al indio y para trans­formarlo en productor eficaz para beneficia de Ia eco­nomla capitalista.

Paralelamente, el Estado se dedica a atender los de­rechos de los indios dentro de las tierras que estos lograron arran car a Ia codicia de lOs blancos y de los mestizos. La legislaci6n agraria que habla sido promul­gada a to do Ia largo del siglo xrx, con miras a liquidar Ia propiedad colectiva, es revisada con este fin. La nueva Constituci6n adoptada por PerU en 1920 reconoce Ia existencia de las comunidades indigenas, cuyas tierras ya no pueden ser objeto de transacciones comerciales y a las que; les sera restituida Ia personalidarljuridica por media del C6digo Civil de 1936. La ley boliviana de 1925 retira igualmente del mercado los fondos co­munitarios indios con Ia prohibici6n de su venta, su embargo y su hipoteca. En 1937, una ley ecuatoriana los volvera inalienables, mientras qu~ el estatuto del

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' i . i dotada Ia facultari a promo~er

que Ia comumdad esta 1 1 organizaci6n colecuva . · · A1 devo ver a a

acci6n enJusucta. . d ncia le habia heche per-!a via legal que la mdepen :bl. o no tiene la intenci6n

. lpoderpu tc 1 cter un stglo antes, e . pecificidad cultura . 1 indtos una es 1 etc reconocer a os t ner definitivamente a

. ... b'etivo cs cone cualqmera. ::-:;u o ~. e han entrada en una nue-ofensiva de las hactendas ~~ En ese tiempo, efectiva-

• . f- e de expanswn. d va y uluma ... s . tradicionales que no pue en ment~, los terratemct~~~~ d buscan Ia manera de acre­aumentar su producm 1 a 1' r sus ganancias al mismo ., deeeva centar su produccton y odemo de la eco-

. d par e1 sector m nivel de las reahza as . , de sus propiedades pa-nomia, mediante la extenston

trimoniales. . ' dis osiciones correrian el Todas estas medtdas ) . p fuera porque una vo-

1 t a muerta st no . i

riesgo de ser e r fl ·a una nueva relacton ,. nlaquesereeJ . d

luntad pohuca, e cionales del po er, de fuerzas en _l~s ... -~str~~~~~i~~straci6n pltblica, que vela por su apl~ca ... to~- , t' mejor controlada por el adquierc conststenCla y :s a na imparcialidad

1 "ntervtene con u ..,.0 bierno centra • 1 n las comunidades a b 1 r . "os que opone creci.ente en os mgt 8 f tos y subprefectos penta-

. E 191 pre ec . · las posestones. n • ayuda y aststencta . . ·On de pres tar nos red ben la msu ucci statal comienza a otor-

. d" El aparato e . legales a los m ms. . 1. das en los asuntos m-

'fi ·ones especta tza . garse rami tcact b rocracia indigemsta

f1guran una u digenas que pre_ . lo sucesivo. Es asi como, a destinada a prohfet ar ei~. 1 can dido de Silva Ron­iniciativa del futuro mat_ts~a d Protecci6n del Indio

1 1 Sen'telO e d6n se estab ece e d su remplazo porIa ' H 1 momenta e

(SPl) en 1910. asta~ d 11 dio (FUNAl) en 1967, el SPl, FundaciOn Nactona c n .

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que depende del ministerio de Ia . sedentarizar a los obi - Agncultura, tratar.id militares descubrc~ al :dc:es mdigenas a los que l e traves del A ·na en er los cables telegr;:;r:

08

r.u zonas y . 411Cos para que puedan em~nc~onverurlos a la agricultur: en que los coloc6 el parse de Ia tutela dd Estad 1921, el gobierno pe estatuto del indio en 1928. Eo As ruano crea el D n

untos Indigenas den . . epartamento d llo a fin de vigilar las :a del MmiSterio del Desarr: concernientes a las tsp~stcwncs constitucional f d comumdades l - es un a el Patronato Naci y, a ana siguiente

Ia finalidad de zan·ar lasonal de I~ Raza lndigena co~ ~~dios, evitando asf ~a los d:::.enctas entre indios y no em y las demoras del proc l dantes los gastos de justi~

eso egal.

EL DESARROLLO

La · · cnsts econ6mica d I -ev I ·- - . . e os anos t · . . o ucmn tmcmda y d remta prectplta I dd conucea!ad .• a

a era polftica indigenista El a opcwn de una ver-engendra se expresa a tr -- malestar social que esta que artie ulan las rcivinda.ves ~e poderosos movimientos c.on 1 1 1 tcacwnes de 1 1 as c e c.:ampesinado d I as c ases medias za Popular Revolucionari'a Aeyn:letariado. Asf, laAlian-en Me · ruuencana (APRA) xtco el peruano Vfc ~ que funda que durante un buen ti tor Raul Haya de Ia Torre !a ':"da politica de Peru empo som:tera a su influenci; Iatmoamericanos reU.nper~ tambten Ia de otros paises pequeiios empres~ios ee abmtelectuales desclasados a ti • n ancarrota • erra }'a obreros desem 1 ' a campesinos sin lucha antioligarquica Ep eados~ e~ un solo frente de

. sos movt_mientos lie I 98 ~a~

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dcr a gobiernos autoritarios, nacionalistas y modemiza­clorc:>, como los que se suceden en Bolivia tras la guerra del Chaco y que preparan la revoluci6n de 1952. Ins­u\Uran regimenes que se apoyan en Ia mo':"Iizaci6n de \as masas -cuyo scntimiento nadonal tanto como su rescntimiento social manipulan- yen la adhesion de la poblaci6n a partidos y organizaciones sindicales cqr­

porativistas o semicorporativistas !igadas al Estado. Socializantes siempre en sus ~isc~rsos, fascizantes·con frecuencia en la pr:ictica, estos regimenes, que son calificados de "populistas" y cuyo prototipo fue crea­do en Mexico par Plutarco Elias Calles y Lazaro Car­denas entre 1929 y 1940, anuncian la intenci6n de con­cluir !a uniflcaci6n nacional incorporando a! indio a !a

naci6n. Las repercusiones econ6micas a largo plaza de la crisis no son menos importantes que sus consecuencias sociales y politicas. La caida del precio de las materias primas y de los productos agr[colas de los que es ex­portadora Ainerica Latina, reduce considerablemente la capacidad financiera de los paises de la regiOn para importar los productos industriales que necesitan. El segundo conflicto mundial revalua y reactiva conside­rablemente las exportaciones latinoamerkanas, pero hace desaparecer del mercado mundiallos bienes ma­nufacturados, que han dejado de ser producidos par los paises industriales debido a que su potencial econ6-mico esti cnteramente orientado hacia el esfuerzo de guerra. Semejante coyuntura incita a Ainerica Latina a producir en su propio territorio lo que no puede comprar en el exu·anjero, tanto a causa de su insolvencia como en raz6n del agotamiento de la oferta. Se inicia

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Page 19: El pensamiento indigenista. Favre.pdf

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~~ pm~_eso de indust.-ia1izaci6n mediante . . . ' e .u.p._.r't<JCJones sosten•'d d' .. .. ' o Y mmdo 1 E

popuDsta por media de interv . b- pore stad()-can en la vida econ6mica Se o enct?nes que se multipli­de desarrollo, cuya elabo~ci6;~~~ un ~uevo modelo por Ia Comisi6n Econ ~ . eonca sera emprendida

onuca de las N · para America Latina (CEPAL) . . a_cwnes Unidas cincuenta, pero que yah b~ a pnncipiOs de los aiios el campo del capital' a ta ~pliado desde los treinta

. . Ismo latmoamerica d 1 . rr:mano al sector secundario de 1 . ~o, e sector

mtcas, volviendo a as actlvtdades econ6-. someter a debate 1 d' .. , . nacional de las labores La a r . , a lVISIOn mter­implica no s6lo la exte~si6n ~ I~acwn de ese modele que debe responder a una of e me~cado de trabajo, industriales relativamente e er~ c_reciente de empleos Ia creaci6n de s~eciahzados, sino tambiCn

un mercado Intern absorber Ia produc . ~ d .

0 q~e sea capaz de ciente. No basta- cwn e la mdustria nacional na­

' pues, con que el · d' productor tamb' ~ . m IO se convierta en

, Ien es necesano que d -greso, se incluya entr 1 d • ueno de un in­forme en consumido e a emanda solvente y se trans­

r. La politica indigenista sed 1"

de reform a agraria E M ~ . esp Iega sobre un fondo

1 • .nextcoqued1'

a materia, se aplica en an ' a e eJemplo en den cia de C<irdenas 1 gr r de escala durante la presi­

. a re1orma p · 1915 y que se inscribe en laC ~evi~~ porIa ley·de Bolivia, que seguir<'i 1 o_ns~tucwn de 1917. En

1M . • as masas md1as m -1-

e ovtmiento Nac•'o 1. R ~ • OVI 1zadas por . na ISta evol · .

reahzan espontaneamen . . ucwnano (MNR),la en 1952, de manera t~ ~~vadtendo las posesiones guiente no hara sino qu~fi a ey promulgada el afi.o si­los demis pafses ser::ue~car e_l hecho consumado. En

100

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esano esperar hasta . . pnnct-

···-· ··•-·-·····.· ·-···

) pios de los aii.os sesenta para que se efectU.e una redis­tribuci6n de la propiedad territorial, misma que los Estados Unidos ponen como condici6n para la aporta­ci6n de ayuda en el marco de la Alianza Para ell'n• .. greso. Con la reforma agraria, que liquida los vestigios de los poderes tenitoriales tradicionales, el indio es dc­[mitivamente liberado de todas las antiguas formas de vasallaje. Pero, con frecuencia, cae bajo la dependen­cia del partido que le ha abierto un acceso a la tierra, o bieD. bajo la del regimen que lo mantiene en la incerti­dumbre de una posesi6n en tCrminos juridicamente mal defmidos; o si no bajo la del Estado, al cual esta obligado a paga:r durante muchos aiios una parte del valor de la parcela que ha obtenido. Los beneficiaries de la reforma agraria mexicana no disponen mis que del usufructo de las parcelas que reciben dentro de los ejidos, mientras que en PerU no gozan m<'is que de un derecho te6rico de propiedad sobre las grandes em­presas agricolas de caricter parapUblico o cooperative establecido por la ley-decreto de 1969, y de las que en

realidad son asalariados. Aun cuando el Ecuador crea adem3.s un Servicio Am-

bulante de ExtensiOn Cultural en el Ministcrio de la Educaci6n, en 1950, la enseiianza ambulatoria revela los U:mites de sus capacidades, de modo que la red es­colar se va extendiendo poco a poco de las ciudades hacia el campo. En Mexico, donde todo ejido esti obli­gado a consu·uir una escuela a la que e1 Estado da auto­Inaticamente un maestro, la escolarizaci6n del mundo rural e indigena progresa altitmo de Ia reforma agraria. A partir de los a:ii.os cuarenta, la parte del presupuesto nacional destin ada ala educaci6n muestra una fuerte

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tendencia al alza en todos los ~ . ~ . versas experiencias se Ilevan a :a:~es dellafiregt.on. D~~ definir una pedago ia . con a mahdad de

, ambito indigena. U~a ~~~~!':~a a las condiciones de! , mtenta Elizardo Perez "'n B I' ~s mteresantes es Ia que

. .... otVIaconla" 1 que maugura en T-luar· ' escue a-ayllu"

r rsata en 1931 d 1 hacer el instrumento m d' 'y e a que quiere local se hani cargo de e xant~ el cual Ia poblaci6n escuela no se limit s~ pro~xa modernizaci6n. La

a a pt oporc10nar 1 · d' cultural estratf:gico 1 1 _ a m 10 un bien ci6n le estaba hast; eanteongua esdpanola, cuya adquisi-

nces ve ada AI d'f . modelos de comportam' . · I undtr los

h~ tento mestiZo y b . a t donde pretende ad ur ana, mcluso Ia esc ucla despierta aptarse ~las realidades locales

. nuevas asptrac· . ' etta nuevas nece 'd d tones soCiales y sus-

• SI a es econ6mi 1 biernos se esfuerzan p cas a as que los go-

or responder. Durante Ia Revoluci6n mexican

habia ya empeiiado e d'fi a, Manuel Gamic se n mo 1 1car Ia c d . ., pobladores del vall d T . on tcwn de los e e eouhua ~ los conocimientos q 1 can, aprovechando ciones etnol6oicas Eule e proporcionaban sus investiga-

, · o· · eqmpo de macstr r teem cos que habia reunido os, cntermeros y una acci6n al mr·srr o ,. a su alrededor, se oblig6 a

• 1 1empo cole · ~ ruptura. Colectiva, pues dich . ~uva, mtegra y sin mover al grupo y no a lo . d~ ~dccion ~puntaba a pro-

. . s m IVI uos Int pt etendia mejorar todo I . egra, porque Sin ruptura porque I ds os aspectos de Ia vida social.

' e csarrollo i d 'd ~ zarse sohre Ia hase de l t· d' . ~ n UCI o debia reali-

1 G . a 1a ICion Late ta" .

c e amw sc vueh·e a P : . n Uva pwnera

l.- . . oner en pracuca c I E " .xpenmcnt"l.i cle 1 . . on a stacwn

• < ncm poraCI6n d 1 I d' Mt )lsi·s Siienz en Ca , e n 10, fundada por

• '£ rapan entre 1 (;in I'll 1 q·~<J E t ' os tarascos de Michoa-... ~- s e centro de obsen>aci6n, de experi-

J()~

··-·-~~ I ") '"iii~\~ lit l'l\'' ·o ~~-~""~:;;::--- I t,_~f;-_r.·,

mentaci6n y de acci6n pretende aislar las diferentes \ i .;!~- ,i / variables sociales a partir de las que es conveniente in- \ \ 'l: :1 ~crvcn1r, a fin de sa car a la comumdad de su estado de , \ \ i, . \; postraci6n y, segUn los resultados obtenidos, definir ~- ,:_' 1 L-una metodologia del desarrollo comunitario capaz de ~--: .. l 1'-'=::

ser aplicada invariablemente al nivel nacional en todas . ' · · las zonas indigenas. La estaci6n interrumpe sus activi-

1

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dades demasiado pronto para que una empresa tan am- , II I biciosa tenga tiempo de dar todos sus frutos. Sin em- \1\. ,

bargo, representa un hi to importante en el proceso ', q 1 que conduce a los indigenistas a salir del campo de la reflexi6n especulativa para intemarse en la acci6n con el apoyo de los poderes piiblicos. Y no es sino un ejem­plo de las diversas tentativas que se efectuaron en Ame­rica Latina por la misma epoca, con la idea de contro­lar el cambia social y de utilizar las tecnicas con miras a incorporar al indio a Ia vida niodema.

En 1938, Ia vm;! Conferencia Panamericana que tiene lugar en Lima sugiere proceder a un intercambio de informaciOn referente al problema indio y a una con-frontaci6n de experiencias realizadas para darle una soluci6n. A raiz de esta sugesti6n, el gobierno mexica-no convoca a un Congreso Indigenista lnteramericano en 1940. El Congreso, que se lleva a cabo en Pitzcuaro, lugar en el que cuatro siglos antes Vasco de Quiroga habia fundado uno de los "pueblos-hospitales", movido por una generosa utopia, reline a ias delegaciones de d~eciocho paises del continente. Los congresistas emiten un diagn6stico sabre Ia condici6n de los indios, cuyOs diferentes aspectos examinan, y despues proponen a los gobiernos una serie detallada de medidas concretas para cambiar tal situaci6n y, fmalmente, abolirla: redis-

103

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' / . ) lribuci6n de Ia tierra aVabeu' ' . , .. '· • t, zacton y · -· ~:~nc:amiento del media ambi. t d. . · en e 1gmficac · ' J;::.uer, protecci6n de Ia · .r. • ' zon dela . m~ancia, desarrollo d 1 CUJtura y del artesanad . . e a agn.

I. o, meJoramtento d 1 - .

a tmemario y de las co d' · e regtmen . n tcwnes de aJoiam · haJO, ctcCte·a. :.~ tento y de tra-

El pensamiento culturali.sta . I

· mextcano d · tra )ajos del congreso I . I omma los · nsptra os tres grand . que son solemnemente proclam d es pnncipios y que habrian de guiar toda Ia a, ~s e_n e! acto final primero de esos prin . . pohuca mdigenista. El

f Cipws es que el pr bl .

o rcce un in teres piibl" . 0

ema mdio · teo Y revtste un , gt:>ncia. El Estado deb

1 caracter de ur-

. e tacerse directam <'l. y todos los gobieinos se ente cargo de

I I. . • encuentran en 1 · .

0 ' 1gacwn de trata 1 . a tmpenosa

. . ... r o con pnorid d El npio es que ese proble a . segundo prin-

1 rna no es de fndol ·a1

c e naturaleza cultural "a! ~- . e ract , sino - · ' soct Y economtc c

pracuca derivada d a. ualquier r e conceptos o de te ~ ICJ uen Ia desigualdad on as que justi-

n_Jndenada, cuando ele:~~e !as razas es :or_malmente msta radica en poner I ~e_ttv~ de Ia pracuca indige-. - a os mdws en ve d d

nrm de igualdad con la obi . ~ . : a era situa-cl tc!-ccr principia es ~c acton no mdta. Por Ultimo, los derechos de I . dq_ ' para alcanzar tal objetivo · OS lll IOS debe ' len didos en el marco d I . n ser protegidos y de-

e sistema legal e . greso econ6mico ase rado n VIgor, su pro­de Ia tCcnica mod gu y su acceso a los recursos

eJnaydela. T .• rantizado en el r .- ClVItzacwn.universal ga-

, espeto de sus val . . personalidad hist6rica I ores posiUvos y de su cs -~- . y cu tural La cultu . ct•

· exp ICitamente rec "d · ram tgena . . on ocr a como fa t d Ull1Iento de Ia cuilura de cad ~ c or e enrique­de Ia naci6n. a patsY de consolidaci6n

104

'--~,

<) De conformidad con Ia recomendaci6n del congreso

de P3.tzcuaro, es creado un Institute Indigenista Inter­americana (m) en tanto que instancia continental de concertaci6n de las politicas nacionales aplicada!; ··.:=":I. poblaci6n india. Confiado a Gamio~ que seci su d.irtctor hasta su muerte, en 1960, el Ill se convierte en una agenda especializada de la Organizaci6n de los Esta­dosAmericanos {oEA) en 1948. Con diversas categorias y compet.encias, que van del simple consejo hasta la realizad6n de programas, otros institutes indigenistas nacionales aparecen en Colombia, en Ecuador y en Nicaragua en 1943, en Costa Rica en 1944, en Guate­mala en 1945, en PerU en 1946, en Argentina en 1947, en Bolivia en 1949 yen l1 anam3. en 1952. El Institute Nacional Indigenista (INl) establecido en Mf:xico por Ia ley de 1948 y bajo la direcci6n de Antonio Caso, es el mas notable de todos. Agenda federal dotada de auto­nomia financiera y de personalidad juridica. eliNl es un organismo de investigaci6n, de consulta, de ejecu­ci6n y de informaciOn que desempeiia una funci6n fundamental en la elaboraci6n y la aplicaci6n de la po­litica indigenista mexicana. Tiene vocaci6n de coordi­nar a los departamentos ministeriales en su con junto y otros servicios gubernamentales en las zonas indias. Esta coordinaci6n se realiza a traves de "centros coor­dinadores", el primero de los cuales se abri6 entre los tzotziles y los tzetzales de Chiapas, en el antiguo obis­pado de Bartolome de Las Casas, en 1951. y el segun­do entre los tarahumaras al aiio siguiente. En 1954, se fundaron otros tres centres en Oaxaca, entre los mix­tecos y los mazatecos. Especie de misi6n cultural se­dentarizada y pro"vista de acrecentados medias y de

105

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ampliadas prerrogativas, el centro coordinador s~gue estando dirigido por un antrop6logo, lo que snbr.tyala importancia que Ia polftica indigenista atrib~y·. 'll fac­tor humano y social. Incluye cinco departamento.s que representan los grandes campos de intervenci6n del lNl: educaci6n, salud, agricultura, comunicaciones y asuntos juridicos. Cada departamento dispone de un equipo tCcnico que actUa bajo Ia responsabilidad de un experto.

En America del Sur, los paises que no poseen los mismos recursos financieros y humanos que Mexico recurren a Ia ayuda multilateral para poner en prcktica su politic a indigenista. La Oficina deJa Asistencia Tec­nica (BAT) de las Naciones Unidas encomienda a Ia Organizaci6n Internacional del Trabajo (OIT), que desde 1921 ha acUmulado una amplia experiencia en el mejoramiento de las condiciones de vida y de trabajo de las poblaciones indigenas en los paises indepen­dientes,_la creaci6n de una Misi6n Andina en Ia que participan Ia Organizaci6n para la Alimentaci6n y Ia Agricultura (FAO), Ia Organizad6n Mundial de la Salud (OMS), la Organizaci6n para Ia Educaci6n, Ia Ciencia y la Cultura (UNEsco), el Fondo Internacional para Ia Infancia (UNICEF) y el Programa Mundial de Alimen­taci6n (PAM). La Misi6n Andina etnpieza a operar en PerU yen Boli\-ia en 1953, yen Ecuador en 1954, a par­tir de "bases de acci6n" constituidas scgU.n el modelo de los centros covrdinadorcs mexicanos y animados por equipos multidisciplinarios de expertos nacionales c intefnacionales. En Perl!, apoya un programa que a punta al descongestionamiento de las superpobladas ticrras altas de la zona de Puna, sascitando una co-

106

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~.,~~,J··· -""""' '-:·;.c: ::;-;:·:,-- :-- I . _) · 1 maz6nico / . . 1 terreno aluvta a ~

rriente migratona hacta ~ no Tampobata). Despues de los Andes (proyect~ ·ctud; las zonas de Ayacucho, ·:

Po de acUVl a 1 • ~mplia su cam £ an con Puno, e area de Apurimac y de Cuzc~: q':e d~rmdcl' pais. En Bolivia,

ntracwn m Ja b · de mayor co nee rna de colonizaci6n de tierras aJas, sostiene otro progra igrantcs llegados de

d Santa Cru7., por em . s en la zona e . . ( ecto Cotoca), mtentra

. d 11 go Tti:Icaca pray . . las nberas e a llo comumtano, uno ctos de desarro

realiza tres proy~e . . Imente centrado en el coope-de los' cuales esta prm_CIP\y otro en la educaci6n (pro­rativismo (proyecto Ptl~~~ll~imo en la salud <~:oyecto yecto Playa Verde) y d la modernizacwn de la Otavi). En Ecuador, emprenO e 1 tradicionalmente

d 1 zona de tava o, d . economia e a al del teiido antes e tm-

l · d stria artesan :..~ ' . basada en am . u a en l 956 y de difundtrse por plantarse en Riob~mdb 1959

· aparUI e · Co toda Ia sterra . . de sus operaciones a -M .. ~ Andma exuen 1958·

La tston C de la Guajira, en • . 1 zonas del auca y 1 ltas

lombta, par as ".. en Pugentina, en as a . I zona de ru1.ca, y la en Chtle en a . ~ltmo en Venezue • ' . en 1961· yporu 1 ~

estepas de]tlJUY, . d • la frontera de este pats 1 ~,iiros sn.ua os en · d los

entre os gudJ . p desde principws e 1 b. en 1963. ero, se

con Co om ta, b.l.d d de los programas 1 responsa 1 1 a - .

aiios sesenta, a 1 E tados Los functona-sivamen te a os s . . ..

transfiere progre al relevo de los expertos tnLer-rios nacionales entra~ . . s pUblicas absorben

. 1 s admtmstracwne , . _ nacwnales, y a . l ba· o la Cgida de las Nacw las estructuras estableCic ~s. ~ ala Misi6n An dina

. E 1961 Peru mcorpor . • A. nes Umdas. ' 11 • • ~ d la Poblacwn oo-

. 1 de In tegracwn e p al Plan Nacwna . ~ r Cooperaci6n a-

habra de sostene . rigen (PNIPA.) que . 1 1 desarrollo. Bolivia la mtegra

ular, la agenda naclOna c e p 107

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111!,1• ;i: .::

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. . ..... .. ..

I . ' ) I , ~. al servicio nacional de desarrollo de las comunidades

en 1967, y Colombia al Plan Nacionai Indigenista, ese mismo aiio. En 1973,la Misi6n An dina, completamente nacionalizada, es oficialmente disuelta.

La polftica indigenista alcanza una consagraci6n internacional con Ia ConvenciOn 107 sabre las pobia,. ciones indigenas, tribales y semitribales que elabora Ia OIT en 1957. Este texto vuelve a los principios enuncia. dos por el Congreso lndigenista Interameiicano en Patzcuaro en !940, y les confiere un alcance universal.

La polftica indigenista puede definirse como Ia acci6n sistem:hica emprendida par el Estado par media de un aparato administrative especializado, cuya finalidad es inducir un cambia controlado y planificado en el seno de Ia poblaci6n indigena, con objeto de absorber las dis­paridades culturales, sociales y econ6micas entre los indios y la poblaci6n no indfgena. Esta polftica esta­blece su propio marco legal. Sin dejar de favorecer al terrene educative, sc basa en una metodologia del des­arrollo y genera una ingenieria social destin ada a po­ner en pnictica esta metodologia.

La lcgislaci6n indigcnista no a punta a do tar aJ indio de una categorfa personal, y de ninguna man era infrin­ge cl principia de igualdad en que descansa el regimen

lOR

.. ·····--···· .. ... ··-- ··.·•

. : •') . . 'tar el sistema al mismo . L · de resuct d l

·epubhcano. CJOS d' . 'tna•or1o de las leyes e · · tay tscnm • -· tiempo proteccwms .

1 .•. rcr efectivos los

d . el conu·ano lo-t· •• ~ Indias, preten e pm l ob'--,·:,n indiaadqumo

· d d 'aque ap ••a-.. .... derechos de cm a am h podido ejercer

d · que nunca a con la indepen e_n~~a y dis osiciones protectoras debido a su condtcwn: L~~~ d:las que disfrutan otras que contiene no van m_~s a a los niiios, las mujeres

- • la poblacwn, como .. ~ categonas oe • de la articular postcton que y los obreros, en razon . 1 los argumentos que los ocupan en el cuerpo socta d durante mucho tiempo conservadores han esg_r,tmt o d' das en favor de los

d 1 d pe1on de me 1 • en contra e a a o d' st'ciones volvenan d ue tales tspo indios, arguyen o q l 'edad sabre una base

·· de asoct legalla segmentacton lmente infundados. Nose etnica, est:in, por ella, tot~ 'al sino de liquidar defi­trata de volver at pasa~o co om '

nitivamente su herenct_a. . • . dt'genista esta funda-, 1 Jegtslacwn m d

Por lo demas, a 1

. dt'os campesinos e b'd para os m .

mentahnente conce t a 1 . lo XVI sufren la domt-las altas tierras que desde el Slg su·zos No toma mu-

1 Yde osme · . naci6n de los b an cos . Jar de las poblacw-. ·on parucu

cho en cuenta la suuact . bajas que, ciertamente, nes semin6madas de las ~erras ntaie del total de la

muv baJo porce :.~ l representan un ' . • . Latina. Excepto ta vez .. . d' ena de Amenca • Poblacwn m tg • . d 1 Amazonas todavta se . l upos etmcos e 1·

en Brastl, os gr . 1

gal Par otra parte, a hallan privados de existenCla e . ·. de los poderes . a a al dommto

mayorfa de ellos esc p b' "enezuela, en oca-Colom m o v,

pUblicos que, como en gregaciones misioneras . delegando a con . . . ta siones stguen . •

1 Congreso mdtgems

Ia autoddad de excepc~OI~ que e bstante, a ejercer. mterame . n·cano les ha mvitado, no o

... ·-·-·-·-­···· ········

!09

.. ._ .. ·.· ······ ....

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·····-·-·······

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SOlo hacia finales de los a-ber~iios de Ia cuenca del :;::szses.~nta, l~s ~stados ri· gobierno brasileiio ~ on,.}:, !"Jt)r Jmciativa d I ( , empezaran a t ., e Iva de su territorio am , . . Ot.lar posesi6n efec-

de los limbos legales azon;co y a ex traer a estas et.atias consolidaci6n front • _en e marco de una politica d A , enza. El Tratad d C e

mazonica que conclu o _e ooperaci6n conquista de Amert'ca . ~e~ den 1_978 sen ala el fin de Ia

. . llliCia a em · 1 tam bien Ia pCrdida d fi . . co stg as antes. como

• e Imtlva de Ia t • que aun disfrutaban al au onamia de Ia indfgenas diseminada gu~as pequeiias comunidades

. s en as profundidades de Ia selva.

La educaci6n

~rente a las fuerzas conserva mdios una educact' . d_oras que desean dar a los fi on especifica 1 · d' Iende el principia cl

1 _ • e m tgenismo de-

br e a ensenanz ~ . o tgatoria. Los debiles esf . a umca, gratuita y cducaci6n indfgena a t duet zos _hechos a favor de Ia

d n es e los an · a espqjar a! indio de ''' "b b . os vemte apuntaban · ar ane" un cmdadano sometid . I • para hacer de eJ

~ 0 a a autorid d ~ . petuoso de Ia propiedad . a publica y res-prcvcnir las "gttcrras de :::va~.a. E~ta~ban destinados a sc:ncadenar un IHoce d tas '. ~mdandose de no de-

d. so e moVIhd d .

pu tera mochficar 1

. a ascenswnal que 1 a Jerarquia d 1 c ascs en Ja sune<hd L . . . e as razas y de las · .. d • · o~ tndtgent<:t .

<lila an1e11

tc .1 1

., 1

. . ~ as, que reacoonan I· , . , concepct6n d I -.I educaciim t;tnto un d' e a ensenanza, ven en

·ts · · me 10 de ema · · ~ , .Lcnso mdi\·idu.dcs co . nCipaciOn y de

11

• - mo un mstrum 1zauon soL i,tl y niili·t· . en to de moder-, · .m para que 1 · ·

1111"1ll<i !oJmaLi,·m

1 . os mdws reciban Ia

que os blancos y los mestizos. El

I I II

) . - / .. ------ '\'): . .'·' .:

espiritu universalist• que los anima conduce a Vascon- \ : i · ' celos a do tar a cada misi6n cultural de una biblioteca , 1 l ' que incluya a los cl2.sicos de la literatura mundial, cuyo formate fue especialmente estudiado para que pu­cliera sostenerse sabre la albarda de un mulo y de esa man era llegara hasta las aldeas mas alejadas. En reali-dad, el universalismo se combina con e1 nacionalismo para conftar a Ia escuela una doble misi6n: poner Ia cultp.ra al alcance de todos, perc tamhi<!n dar a todos

la misma cultura. Per ella, con mucha prudencia se ponen en pd.cti-

ca las adaptaciones que requiere el sistema educative nacional para acercarse a las rcalidades cotidianas de la vida indigena. asi como los metodos pedag6gicos particulares, necesarios para hacer que el contenido de la enseiianza sea mas fcicilmente asimilable por los indios. La idea de que es mas racil enseiiar el espaiiol a los alumnos que han sido previamente alfabetizados en su lengua materna se abre paso con dificultad. La utilizaci6n de las lenguas vernaculas en la enseiianza no s6lo encuentra una oposici6n de natnraleza politica e ideol6gica, sino tam bien dificultades u~cnicas. lmplica la codificaci6n de las lenguas indigenas, el estableci­mientc de sistemas de transcripd6n y la elaborad6n de materialcs did3.cticos. No obstante, la tarea es empren­dida especialn1ente par el Instituto de Alfabetizaci6n en Lenguas Indigenas, creado en Mexico en 1945, pero sabre todo por el Institute Lingiiistico de Verano (ILV) que el gobierno mexicano introduce en America La­tina, sellando con ei un con venia en 1937. Dependen­cia de una organizaci6n protestante norteamericana de Oklahoma (la ·wycliffe Bible Translators, que pre-

111

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' tende poner Ia Bibl" 1 · del mundo) el ILV I: a alcance de todos los pueblos I

,i Ecuador en i953y c' lconbv~cado a Perft en 1945 a / a o om Ja en 1961 ct d ' ' servicio de los ro ra . . • on e pone ai

sus lingiiistas. ferog el ~-~~ e~~cauvos Ia :apacidad de que Cste practical fi mgms~o y el btculturalismo

·-

con mes mtsionales 1 muy pronto a numer ~ . . , o exponen bilingiiismo ·que el . ~~as c~IUcas. La (mica forma de ciOn, es decir un b ~~ ~~~msmo tolera es el de transi­lengua nacio~al .ru:,mgdmsmo ~ue facilita el paso a Ia

~ · es e los anos sete t 1 1 vemaculas habra d n a, as emmas - n e ser empleadas de tr d I o nanza sOlo en algu ~ n o e a ense-nos pa1ses donde . recurso al br"lr"n - · ' • POI otra parte el gmsmo de tr · · ~ • el estadio experimental. ansiciOn casino rebasara

En cambia se ace ta debe limitars~ a tra p . ~uy pronto que Ia esc.uela no nsmt1lr un conocim"

a los niiios ni a inc 1 1

xento acadCmico • u car a cultura · 1

venes generacione . d~ nacwna a las j6-s m 1genas Se Ie p"d . en todos los puntos d 1 ·

1 e que trradie

plante, organizando e a comunidad en donde se im-lf . cursos nocturno _

a abeuzaci6n para adult . s, campanas de domCstica para mu. e os, programas de economia cola e incluso act" _Jd rdes, proyectos de extensiOn agri-

• IVI a es culturales ~ · uvas. En los eiidos . • arusucas y depor-d. "J mextcanos por ejem 1 1

Ispone de una parcela en I· ' P o, a escuela terminada Ia clase e . a que los alumnos, una vez

· • xpenmentan nuev 1 · mcas agricolas m d os cu 1lvos y ti:c-

0 ernas La cased b · parte entre los pad · ta

0 temda sere-

res que de esa mar gar los resultados d I . . ~ Iera puedenjuz-e a mnovac10n y 1 · su adopciOn E"l a Importancia de . , concepto de ed . ~ que JOrmula Ia UNESCO en 1947 ucac~on fundamental ("I s<·no del Cc . R . yqueestadesarrollaen

ntt o egwnal de EducaciOn Funda-

II~

•.) mental (cREFAL), establecido en MC:xico en 1951, debe mucho, sin duda, a los expcrimentos de fonnaci6n de base realizados en Amtrica Latina desde los aiios veinte, en el marco de una escuela abierta no sOlo a su entomo, sino tambien completamente integrada al sis­tema institucional de Ia comunidad y verdaderamente convertida en propiedad de Ia poblaci6n local.

· El desarrollo comunitario

La politica indigenista concentra su acci6n sabre Ia comunidad indigena. Aun cuando tienen influencia en la totalidad de una zona, los centros coordinadores del INI mexicano, las bases de acci6n de la Misi6n An­dina -y todos los programas de desarrollo- inter­vienen en el plano del espacio comunitario, donde normalmente se localizan todos los factores del estan­camiento y que al mismo tiempo contiene los elemen­tos del progreso. El desarrollo comunitario consiste en la acci6n sabre esos factores y elementos, con objeto de iniciar un proceso de modernizaci6n. Asi pues, el cambia no se impone desde el exterior, sino que se produce en el mismo seno de Ia comunidad, en particu­lar por media de un reacondicionamiento institucio­nal debidamente controlado para que no engendre

fen6menos de desestructuraci6n social. El desarrollo comunitario recurre a las instimciones

tradicionales reorientadas por el mismo y a las que asigna nuevas funciones. De esa manera, la asamblea pUblica ( cabildo abierto) de origen colonial, que reline a los comuncros y toma Ja<; decisiones que colectivarnente

113

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Page 26: El pensamiento indigenista. Favre.pdf

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les atan . ' J ···. en, se conVIerte en Ia instanc·

cuten los proyect . Ia en Ia que se ..1: d os mnovadore· El -us-e desarrollo consiste rl ~ •. . . ~- papel del agente

a~amblea de man era no·d· !:'<.~en tar los proyectos a Ia ctones que provo can u ecuva, en escuchar las reac­~ueden ofrecer. Per~ :s ~: ~ealzar. las ventajas que s~empre Ia Ultima palabra E~omumdad la que tiene vtenen, determina el ord~n a esc_og~ los que le con­de sus propios criterios y d ~e pn~r~dad en funci6n ser<in ejecutados. e _me e rltmo con el que

Otra instituci6n trad' . desarrollo comun'tan' tcmnal puesta al servicio del

b I o es Ia que d'f

res (rnita, fiaena ~e·• 'bl' • con I erentes nom-, ru zca etc ) T mente, en el transcurso ct'I _· ,lmoVI IZa peri6dica-de los comunes en tareas; ~no,, a fuerza de trabajo por ello se les desvie d e~nteres colectivo. Sin que mas de trabajo coo ere ~us mes habituales, estas for­truir el local escolar ~ !a vo son utilizadas para cons-

. e centro medic un SIStema de distribu . . d o, o para construir tribuinl a san ear el Cibo.n e agua potable que con-u d am tente o :ncl

na re de irrigaci6n que fb • • l uso para cavar azares de Ia temporad d 11 I . rara a Ia cosecha de los del desarrollo comun ata ~ u~as. Uno de los principios d · 1 no extge qu 1 eCide sabre los pro .. e a poblaci6n, que m d" yectos, parttctpe e · e 1ante una aport . • n su Cjecuci6n

acton de trabai agenda de desarrollo ro . . :.~o, en tanto que la financiero y el marro ~ ~mcwna solamente el apoyo comunidad denrr;d ecmco. EI esfuerzo hecho par Ia

I e esta reparti · • d

ma mente debe a . Cion e tareas nor-

!. seg'...tl ar qu·e el p · rea 1dad como un . I oyecto se acepte en

d a neces1dad y que 1 a1·

que ebe desembocar n • . a re IZaciOn en Ia teiminado. o sera deJada sin usa, una vez

114

.;- .

) ) La reorientaci6n y 1'3. refuncionalizaciOn de la an­

tigua organizaci6n cole;:.tivista indigena son, asimismo, bases para fun dar las cooperativas de producciOn, de consumo ode cr€:dito. En cambio,la introducciOn de la medicina modema es m<is dificil, en la medida en que pone en entredicho el sistema de creencias de la co­munidad. asi como la categoria de los curanderos tradicionales cuyas pr<icticas curativas se inscriben en una visiOn del mundo radicalmente distinta de Ia con­cepciOn occidental del universo. Especialistas de lo sobrenatural, los curanderos manipulan las fuerzas c6smicas a favor del bienestar fisico y moral de la po­blaci6n. Ejercen una autoridad difusa y participan en el control social. Par esto,las.agencias de desarrollo tratan de gan<irselos proporcion:indoles una forma­ciOn param€:dica que pueden utilizar conjuntamente con sus conocimientos empiricos. Eventualmente son empleados como socorristas o como aux.iliares durante las campaiias de erradicaciOn de las enfermedades

end€:micas. Desde muy temprano se dej6 sentir la necesidad de disponer de contactos y de relevos permanentes en la comunidad para que la acciOn indigenista tenga en ella una eficacia Optima. A partir de 1926 se crea en M€:xico Ia Casa del Estudiante, con la intenci6n de for­mar aj6venes indios que, una vez devudtos a sus co­munidades de origen, podrian reflejar las aspiraciones y las-necesidadcs de la poblaciOn local y convertirse en los vectores del cambia. Sin embargo, estos indios aculturados cxperimentan muchas dificultades en el cumplimiento de la funci6n de mediadores que les ha sido asignada, o bien porque han dejado de ser consi-

115

-·.-·······-····· --- --.··-.-------·

·'

I ' i

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) derados como indios ellos mismos ya par s~s pares, o bien porqu " no se consJderen com I e promotores culturales" I o ta es. Estos sue en ver en el 1

ocupan el punta de partida d emp eo que al cabo de un cierto ti e un ascenso social que vamente con su medi~mypaof, losdl'leva a romper definiti~

b • un 1rse entre 1 . u: anos, con los que se han identifi d os mestizos Solo al final de lo - ca o culturalmentf' . s anos sesenta 1 · . . ~· movilidad social c . • as posibihdades de

om1enzan a red · que las agencias de desarr Jl d ~cirse, mom en to en estables de promotores o o po ran constituir cuerpos fesion~lizados. culturales completamente pro-

. El desarrollo comunitario atr'b . tan cia al desenclave d I I ~ye particular impor-ci6n_ a las metrOpolis ~e;~oc~;umdad_es y a su articula­cammos. Las carreteras . es ~ediante una red de los excedentes creados slon mdispensables para que

d en a comunid d

e Ia productividad de Ia . ~a por el aumento tamente en los mery d produccwn se vendan direc~ b.~ ca OS urbanos S'

Ien son necesarias ara I . m embargo, tam~ mercado ofrece llegup !que os nuevos bienes que el · d' en msta Ia co 'd . m Irectarnente a I mum ad e mciten os comunes a d . COD tal de poder ad . . pro UCir todavia m<ls del cambio Ia inserqci~Inrdlosl. Como efecto esperad~

~ ' on e a com 'd nomia mercantil deb"d um ad en Ia eco~

·. ' I aaunaespe · d . ITIICISta, suele por otra art . cie e denva econo­ci6n suya. Incluso se p . e considerarse como condi~

e desarrollo ruraii.nt d pnncipal objetivo . d

1 • convrerte en el · .

egra o de i · · ~ . que, durante los an- A , nspiracwn hberal

B os .-.etenta y b · I . '

an co Mundial hab - d d , . aJo a mflucncia del · ' ra e esalo1ar 1 d

mtario como metod I , :.J a esarrollo comu­c.:ampo. 0 ogia de Ia modernizaci6n del

11 (j

) La ingenieria social

La Ultima car:acter!.stlca, y quizi lamas original, de la politica indigenista, es Ia ingenieria social que ·pro­duce para alcanzar sus objetivos. La acci6n indigenista presupone un conocimiento del medio en que aquella se aplica. Sin este previo conocimiento, dice Gamic, ''las necesidades de Ia poblaci6njamis podrin ser sa­tisfechas, si no es de manera unilateral y por lo tanto in'eficaz". De ahi Ia importancia que los indigenistas atribuyen a las ciencias sociales, y particularmente ala antropologia, ala que Gamio exige "proporcionar un conocimiento sobre Ia poblaci6n, que es la materia prima con la que se gobiema y porIa que se gobiema", a fin de permitir "el ejercicio de un buen gobiemo". Re­conocida su utilidad pUblica, Ia antropologi.a es elevada basta la condid6n de ciencia ''politica" y puesta al ser­vicio del proyecto nacional. El Departamento de Antro­pologla que Gamic funda en la Secretaria de Agricul­tura en 1917, y que es el primero de Amhica Latina, recibe por misi6n, segiin los estatutos, Ia de "preparar la reconciliaci6n racial, la fusiOn cultural, la unifica~ ciOn lingii.istica y el equilibria econ6mico de la po­blaci6n, de modo que puedan formal· una nacionali­dad coherente y definida y una verdadera patria".

La principal vocaci6n de la Escuela Nacional de An­tropologia, creada por Caso en 1942, en la ciudad· de Mexico; la del Institute de Emologia fun dado por Val­circe\ en 1946, en Lima~ y Ia de diversas instituciones de enseilanza y de investigaciones etnol6gicas que salen ala luz en otras partes por la misma epoca, no es tanto la de formar a investigadores desinteresados,

117

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.) c~mo Ia de propocionar al indi enismo I directives que le hac en falta Si !a . o~ e~pertos y que no sean tambiCn. c:~uu-o. 61 existen mdige~istas antrop6logos que no sean fnct?gos~ tampoco CXIsten

sea porque Ia profesi6n carece ~emstas, a~nque sOlo tropologfa se desarrolla en fun . ~ otras sahdas. La an~ de Ia polftica indigenista la CI~n.de l~s necesidades taciones te6ricas le ,· ' que e Impnme sus orien-

' mpone su probl ~ · su temitica La depend . emauca y le asigna

~ · enc1a a Ia qu 1 solo tuvo consecuencia . e se e somete no condujo a los antra 6los :sega~vas. Pa~ticularmente,

J·ar en los f ~ p g launoamencanos a traba-

enomenos de acult · ~ que la ~omunidad cientffica uraciOn mucho antes de nalmente la validez d 'en 1936, reconociera fi-

e c::ste concepto. La antropologia nose limi . -

informaciOn relativa a Ia obi:-.~ r:un_xr y elaborar Ia intervenci6n de la politica~ndi CI~n mdxa para Ia eficaz acompaiian esta inte . ~ gemsta. Los antrop61ogos

rvenciOn a todo 1 I d ferentes fases, aplid.ndose a fo . ~ argo e sus di­bien observa el cambio I E IJ~: sus mstrumentos. Si sa:nz a Carap<in, prete~;e :s~c~on Experim~nt.al, de fimr las tecnicas capace d mtsmo producirlo y de­del c<imbio social en s ~-c~ntrolarlo. La producci6n establecimiento d~ un~oten ICI!on~s de _Iaboratorio, y el

d cno ogta social q ·

su ominio, se sitiian . 1 ~e garantice I investigaciones rear Igud a mente en el coraz6n de las ' . . Iza as en este cen tr . i mdxgenistas peruanas a an ~ - o, que. asocta I sidad de Cornell a . d tropologos de Ia Univer-

parttr e 1951 v· -· los Andes Las . • en 1cos, Iugar de . · expenencias latinoamerican

po de Ia mgenieria social han . . as en el cam­significativa a Ia constitu ·- d clontnbmdo de manera cion e aantro 1 ~ . en tanto que subdisci r d I . . po ogta aplicada p ma e a cxencta antropol6gica.

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' EVALUACI6N

El analisis critico de Ia politica indigenista revela algu­nas debilidades, insuUciencias o fallas que, sin duda, han reducido su alcance. Esta politica tiende a ejercer una acci6n integra. Sin embargo, Ia coordinaci6n entre los servicios administrativos que semejante acci6n im­plica ha encontrado dificultades que no siempre han sido fa.ciles de superar. Asi, Ia agenda no ha conseguido mintener en ningiin pais un cierto dominic sobre la variab-le territorial, que no ha dejado de e!itar bajo el exclusive control del organismo encargado de Ia refor­ma agraria. Incluso en MCxico, eliNI, que no obstante goza de competencias particularmente extensas, no ha podido integrar la redisu·ibuci6n de Ia tierra a sues­

u-ategia de desarrollo comunitario. El af<in de no causar Ia destrucci6n del marco de

vida tradicional ha hecho que Ia politica indigenista · inscriba la modemizaci6n en un proceso evolutivo cuya culminaci6n se difiere allargo plazo. Los cambios a los que la poblaci6n indigena est<i expuesta son general­mente inferiores a los que seria capaz de absorber, asi como a los que serian necesarios para transformar ra­dicalmente su posiciOn. Por otro lado, al actuar dentro­de la comunidad -cu)ra organizaci6n es para ella ori­gen de todos los bloqueos presentes, asi como porta­dora de tados los dinamismos futuros-la politica in­digenista dcscuida los factores externos que tanto condicionan el desarrollo. Especialmente, deja intactas las estructuras regionales de explotaci6n que refuer­zan el tradicionalismo indigena y que constituyen sin duda el mayor obst<iculo para el cambia. Las redes de

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,-desigual intercambio . ,·") ' mestizos siguen or I que amman los comerciantes

..- tes producidos p! I o gene~al cap tan do los exceden~ de man era que I as comumd~des que se modemizan

os comunes stguen t b • antes y sus esfuerzos d an po res como seven esalentad L de caminos que llevan d. os. a creaci6n fundaci6n de coo . trectamente al mercado y Ia

perativas no siem h pasar por encima d I . pre an permitido rios, pero tampo he a rapaCidad de los intermedia-. co an bastado par

nora de sus activi"d d E a acarrear el dete-a es. •n el Chia · come en el Chitnb pas meXIcano, asi

orazo ecuatoria h observar que Ia ayuda d d I . no, se a podido finalmente a Ia pobl . ~ a a a os mdios beneficiaba

acwn no indfge 1 ba, y que en algunos lu na que os explota-

. gares contribuia £ anttguos mecanismos de ext . , are orzar los bles que antes. orswn, todavfa mas renta-

Por fdtimo, los gobiernos . acci6n indigenista t ' que siempre dan a su

d ma gran publicidad

erivar de ella un 1 Y que buscan .-- veces lc han propc~t~p cmdento de legitimidad, pocas

rc1ona 0 los re necesarios para Ia real' . , curs.os materiales tensiOn del cam o d Iza~IO~ ,de sus Objetivos. La ex­nista se ha hech~ gene aplhcacwn de la politica indige-

era mente a un r· 1 manera considerable h . Hmo en toy, de

d I • se a VISta expue ta 1

e a coyunrura fin . s a os azares ., anciera En 1966 en p , C

cwn Popular via repen tin.:UU ' eru, o~pera­por un congreso escaso d d'ente cortados sus creditos

e mero de suert h que aplazar el Plan N . ' e que ubo Poblaci6n Aborigen y acwln96al de Integraci6n de la ·· ·en 8enMC' 1 ·

cion presupuesta.Iia d I ' , xtco, a astgna-. . e INI, que est:a a d . sets mdlones d . d' . cargo e cmco o

e m IOs $tgue sie d consagrada a Ia d ' . . , n o men or a Ia suma

ecoracwn floral de la ciudad de

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) MCxico, como entonces lo seiialara con amargura un

indigenista. De todm loa recursos que el Estado destina alamo-

dernizaci6n del mundo rural, las comunidades indige-nas no recibirin nunca sino una infima parte. Todos los gobiernos tienden a canalizar lo esencial de esos recursos a las explotaciones agricolas que pueden ser tecniftcadas y que pueden aumentar su productividad gracias a una capitalizaci6n intensiva. Mediante un otorgamiento de cri:ditos de tasas de in teres reducidas. a veces inferiores ala tasa de inflaci6n, mediante dis­posiciones fiscales que permitan un amortizamiento acelerado, mediante la desgravaci6n de Ia energia, tales gobiernos incitan ala mecanizaci6n agricola y al em­plea de delegados indUstriales en la agricultura. Estas medidas, que las comunidades son incapaces de apro­vechar debidamente, contribuyen a aumentar la dis­tancia que separa al pequeiio productor indio del me­diana y gran explotador. La "revoluci6n verde" en Ia que, antes que nadie, MCxico se inscribe tras la reforma agraria cardenista, se refieja en una orientaci6n de los fondos pUblicos, del sector refonnado de la agricultura hacia el sector privado, que al mismo tiempo se encarga , de satisfacer la demanda alimentaria interna y de con­currir al equilibria de la balanza comercial mediante

la exportaci6n de excedentes. La contradicci6n entre la politica indigenista y las

grandes opciones econ6micas del Estado se acentlla mas a partir de los aiios cincucnta, cuando el peso de­mografico y politico que empiezan a adquirir las aglomeraciones urbanas lleva a las autoridades guber­nament.ales a prestar una atenci6n creciente al aprovi-

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sionamiento de las ciudades al men or costa. A fin· d(" que los p!·o:-J.octos alimenticios de primera necesidad se manlen;;~~rt accesibles a todos los ciudadanos, de evitar los conflictos sociales debidos a1 encarecimiento de Ia vida, de frenar el alza de los salaries industriales y de con tener Ia inflaci6n, los gobiernos abren cada

_.-vez mas las fronteras a Ia entrada de productos agrico­las de gran consume Ucgados del extranjero, que en ocasiones son subvencionados. El pequeiio productor

-indio que estaba relativamente bien protegido, queda expuesto a los efectos de una competencia interna­ciona~ a Ia que no le es f<icil enfrentarse. Su situaci6n econ6mica se vuelve todavia mas precaria cuando la

_ adrninistraci6n o los centres de comercializaci6n que el Estado ha creado para abastecer mejor los mercados urbanos, lo obligan a vender sus cosechas a un precio que, en ocasiones, no cubre siquiera el costa de pro­ducci6n.

El impulse dado a Ia capitalizaci6n de la agricultura y la presiOn ejercida directa o indirectamentc sobre los precios de las mercancias agricolas, anulan los efectos que la acci6n indigenista pudiera tener a favor del des­arrollo comunitario. En todas partes, las comunidades entran en crisis. El campesinado indfgena se descom­pone y se deja arrastrar por las corrientes migratorias hacia las ciudades, en las que los indios, en niimero cada vez mayor, desaparecen entre Ia masa de un pro­letariado mestizo. Iniciadas durante loS aiios cuarenta, estas migraciones alcanzan con rapidez una intensidad tal que, en el transcurso de las tres ctecadas siguientes, Ia rclaci6n entre Ia poblaci6n rural y Ia poblaci6n urbana se invierte en toda Ia regiOn. Desplazan el cen-

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;: J , fi o de Perii de la sierra al tro de gravedad demogra .lC rgullosa ciudad blanca literal costero, y hacen de r.:;na, o der de los Andes, un

que los indios invaden al escen

· l • · 0 y cultural. d' crisol raCia • etmc . 1 indigenismo preten Ia Resueltamente rurahsta,_ ed' a en su hibitat. Sin

bl ·on m Igen modernizar a la po act as· que modernizarse,

- · digenas m embargo los terrunos m . ' - deseaban censer-

. . 1 indtgentstas .. se vadan. Asimtsmo, os conodan de posttlVO

· d" lo que re var la cultura m Ia en 1 tos occidentales los en' ella, remplazando c~n e ~m:~ncepci6n de la cui­que les pared an negauv?sd :ecanicista para que se­tura era, sin duda, demastado bocar en el resultado

· diera esem · d mejante tentauva pu ctivamente, es una totalida esperado. Una cultura, efe "ble cambiarle una parte integrada ala q~e noels poafst ectadas y sin que se per-. l demas resu ten . .. d un sm que as . ·, La creacwn e

d dispostcton. turbe el arden e su . l rovoca un aumento de sistema de riego, por eJembp' o, ~nUeva una diferencia-

. , Pero tam ten c . la produccwn. . n acceso a ese ststema

es que ttene ci6n entre los comun ·guaimente al aban-. n Conduce, 1 '

Y quienes no Io ttene ·. . . de la lluvia y ala des-. roptctatonos

dono de los ntos p . l d"VI'nidades que pro-1 encta en as 1

aparid6n d: . a ere .. la Por muy modesta que s:a, tegian la a~~vtda~Tc:cl~s ~elaciones sociales, las pra~­la innovacton mo .. , del mundo. En reah-

h ta la vtston . ticas culturales Y as d . ala par de una acct-. ., se pro UJO dad la modcrmzacton 'dad en los , . a en la comunt • dentalizaCI6n que emptcz ue termina en las

Pupitres de Ia escuela rural. per_o qple y sencillamente

d nde descmboca stm . . 1 ciudades, en o., nto mas cuanto que el mdto, a en una asimilacton. Ta b' as racilmente por la huir del campo. y a fin de su tr m

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:) escala social, en el imbito urbana intenta deshacerse de su cultura de origen, misma que asocia a su antigua condici6n, en Iugar de perpetuar sus vestigios.

Algunas cifras muestran las dimensiones de este proceso. Mientras que Ia poblaci6n de America Latina se multiplica con un coeficiente del arden de 2.5 entre

:"--1920 y 1970, y que rebasa los 250 millones en Ia iiltima de estas fechas, Ia poblaci6n censada como indigena permanece estable alrerledor de los 30 millones. Par consiguiente, Ia proporci6n de indios en el total de los efectivos demognificos de Ia regiOn desciende a 12%. En Mexico, pais en el que una larga pr3.ctica censual propordona datos estadisticos relativamente precisos y

- confiables, desciende incluso de 30% a menos de 8%, de man era que Caso puede prever legitimamente, pro­longando Ia tendencia, que la solu~_i6n definitiv?- del· problema indigena noes mas-qUe una cuesti6n de .aiios. Si el descenso es menos cspectacular en algunos paises, como Guatemala, Ecuador o Bolivia, no deja de ser cierto que, en su conjunto, todo el aumento de Ia de­mografia indfgena latinoamericana es enteramente captado por Ia socicdad nacional. Asl pues, en el trans­curse de los cincuenta afios considerados, varias dece­nas de millo:nes de indios escapan de una condici6n cultural, social y econ6mica que permitirfa identificar­los como tales. Este gran movimiento de reabsorci6n de Ia indianidad en Ia ilacionalidad. resulta esencial­mente de tres factores que participan e.n el seno de la formaci6n social: Ia escolarizaci6n del campo, Ia emi­graci6n de los rurales -yen principia aquellos que pasaron ··par Ia instituci6n escolar y hablan Ia len"gua nacional- bacia las aglomeraciones urbanas, y Ia pro-

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) . . i rantes en una estructura de

lct<!rizacwn de los em g b" ta a Ia que se integran y ;· . pliamente a Ier . . I d

c:os;~~ muy am 'b"!"dades indiVldua es e . grandes pos1 1 1 • 1 q~l'.! lcs garanuza 1 royecto nacwna , . D a manera e P --- "'

ascenso socml. e es • }>Unto de cuajar an-rormulado un siglo antes, esta a nales de los ailos sesenta.

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!

CONCLUSION

En America Latina, el Estado precede a Ia naci6n. Los paises latinoamericanos proclaman su independencia dejando intactas las estructuras de dominaci6n intema que mantienen en un mismo arden de casas Ia divi­siOn de la poblaci6n, sabre una base etnica estahlecida de derech~ par el antiguo regimen colonial. Pero muy pronto, mmadas par las insurrecciones indias que se ~esencadenan a todo lo largo de Ia segunda mitad del stglo XIX, esas antiguas estructuras de dominaci6n son tambi~n ~mpugnadas cada vez con mas intensidad por el capitahsmo naciente. El indigenismo viene entonces ajustificar ideol6gicamente su acusaci6n en nombre de un ideal nacional.

Como todo nacionalismo, el indigenismo intenta reduci: lo n:Ultiplc a 1~ unidad. Sin embargo, no pi"e­tende tdenttficar la umdad con lo identico, incluso si el "~lanqueamiento" de Ia poblaci6n indi~ entra por un nempo en el esbozo de sus primeros proyectos. Pre­coniza Ia fusiOn del indio y del blanco, a fin de que, porIa via del mestizaje, nazca una socif:dad de sintesis, ni indigena ni criolla, a Ia que la_indianidad haria to­talmente original y singular. Si los indios estan conde­nad~s a desaparecer como tales, Ia diferenci~ que manifie.stan debe ser apoyada par la naci6n entera y converttrse en el fundamento de su identidad. El Es­tado autoritario, nacionalista y modernizador que en

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•.J el siglo XX se adueiia del proyecto indigenista, se em­peiia en foijar esta identidad nacional que se presenta como Ia condici6n de la autonomia de los paises lati­noamericanos frente ala Europa colonizadora, y como Ia garantia de su pleno desarrollo en el concierto de las naciones.

Pueden ser ficilmente rastreadas las grandes ten­dencias en el inventario del indigenismo. Desde el final de Ia primera Guerra Mundial, las afirmaciones nacio­'nales han acentuado de manera progesiva Ia diferen­ciaci6n interna de America Latina, hasta e1 grado de convertirla en simple expresi6n geogrifica. Por otra parte, Ia influencia que Europa ejercia tradicional­mente en Ia regiOn, no ha dejado de reducirse. Pero si America Latina ha roto sus am<irras europeas, Unica­mente ha sido para insertarse mas en Ia dependencia con respecto a los Estados Unidos. Ni la ret6rica gustosa­mente imperialista de sus dirigentes, ni tampoco el modelo nacional de desarrollo de caricter autirtico que han adoptado, han impedido que esos palses, cada vez mas diferenciados unos de otros, cayeran colectiva­mente no sOlo en la dependencia econ6mica y politica, sino tam bien intelectual y moral, de su gran vecino del norte.

Tanto como en Ia forma de vida de los acomodados, la norteamericanizaci6n se revela en las aspiraciones de los mas humildes yen los suefi.os de los mas desfa­vorecidos. El indigenismo vefa en el hispanismo a su adversario, y es el panamericanismo el que finalmente lo ha derrotado.

Hoy en dia, Ia "globalizaci6n" del mundo y su triba­lizaci6n hacen caduca cualquier proyecto nacional. La

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mundializaci6n hace pasar al indigenismo a Ia historia. ·: En r;uanto a Ia tribalizaci6n, esta garantiza, dentro de las Hocicdadcs fragmentadas, el renacimiento de Ia in­dianidad; o, mas exactamente, el nacimiento de una nueva indianidad.

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INDICE

/ntroducciOn . . . . . . .

I. Los antecedentes coloniales La querella del indio . El patriotismo criollo . Los porvenires de la independencia

II. El pensamiento indigenisla El racismo ... El culturalismo . El marx.ismo . . El telurismo . .

Ill. Las lelras y las aries indigenistas . La literatura . . . . . . . . La pintura y las artes plcisticas . La mUsica, el canto y Ia danza.

IV. La politica indigenista. Orfgenes .. El desarrollo . . . . Caracteristicas . . . . La legislaci6n, 108; La educaci6n, 110; El desarrollo comunitario, 113; La ingenicria social, 117

Evaltiaci6n. . . . . . . . . . . . . V. Del indigenismo al indianismo . . . . . .

El agotamiento del modelo de desarrollo Las organizaciones indianistas. . . . El Estado y Ia gesti6n de la etnicidad .

ConclusiOn . Bibliografia.

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