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Elogio al hombre loco que debe gobernar la vida y la muerte, luego de ser y convertirse en el súper hombre de nietzsche.

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El origen poético de las cosas y la locura

rafael romero arze

[1]

El origen poético de las cosas

y la locura

rafael romero arze

El origen poético de las cosas y la locura

rafael romero arze

[2]

La presente edición es propiedad del autor. Quedan reservados

todos los derechos de acuerdo a la ley.

Coordinación y redacción

rafael romero arze

Diagramación

Federico Gastón Gutiérrez Prudencio

Foto de portada:

rafael romero arze

Darechos de autor: I-412/2010

Editorial Adonai

[email protected]

www.iespana.es/adonai

teléfono: 4252181 – 4296234

Celular: 71773573

Impreso Bolívia – Printed in Bolivia

El origen poético de las cosas y la locura

rafael romero arze

[66]

explotado, infortunado y excluido, que haga su

voluntad sobre las cosas e imponga su propia

locura. La locura tiene esa fuerza, hace que

todo sea distinto y único. Las cosas cambian,

la locura hace posible esos cambios. Siempre

son tiempos de cambio, pero un cambio sin

locura, sin pasión y sin la verdad de las cosas,

no merece llamarse cambio. La locura es

irreverente ante la muerte y respetuosa con la

vida. El hombre de hoy tiene que ser loco, ya

no más racionales, mediocres y asustadizos de

las cosas; el loco debe ocupar su lugar y reinar

con locura poética la vida y la muerte. Para

concluir este inicio recalco: Las cosas dieron

origen a la locura, y los locos hicieron de las

cosas, su poesía. ¡Salud!

El origen poético de las cosas y la locura

rafael romero arze

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El origen poético de las cosas y la locura

rafael romero arze

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La locura

No es el caballero de la triste figura que arrastra sus sombras como cualquier viajero. Corretea en los cielos y los infiernos. Camina sufriendo por tanto silencio. Es la hacedora de las galaxias. A su edad, se ha convertido en un genio inspirado. Es una dulce hermafrodita. Ha creado a los hombres y les ha dado un corazón endeble, de igual manera, les ha

negado la inmortalidad.

rafael romero arze

El origen poético de las cosas y la locura

rafael romero arze

[65]

por sí solo permite que los hombres muestren

su verdadera naturaleza. Un hombre mediocre

y racional con poder, se convierte en un poder

improductivo y sin ningún norte de cambio, se

concentra en vicios de mediocridad. En

cambio, la locura del poder es la razón pura

del poder, se encarga de elevar las fuerzas

creadoras de los hombres, su preocupación no

es la hegemonía, busca la locura de los

hombres, de aquellos que cambien el mundo.

Sabe la importancia de la vida y comprende la

necesidad de la muerte del hombre inmortal.

Con la locura del poder, el pueblo deja de ser

una “esfinge con cabeza de asno”, hace su

voluntad y entiende que su posición es la que

él ha elegido. El poder busca hombres

académicos y que hayan leído miles de libros -

racionales que aman lo colectivo-. La locura del

poder anhela que el hombre piense por sí

mismo -locos individualistas y con voluntad-.

El poder siente lástima por el infortunado y el

excluido, lamenta que ese pobre hombre haya

sido explotado y engañado por sus

explotadores por cientos de años. La locura del

poder no tiene lástima ni pena por nada y

nadie; le permite a ese hombre pobre,

El origen poético de las cosas y la locura

rafael romero arze

[64]

nos hace falta que nos definan o

conceptualicen, son nuestras acciones las que

definen nuestras locuras. Para entender al

hombre loco es suficiente saber que no encaja

en el engranaje del sistema, un medio que ha

sido construido por unos pocos hombres

racionales. No es mi intención matar al hombre

loco, cada uno de nosotros podemos cultivar a

ese loco que anda perdido en nuestro interior.

Pero no es fácil, el camino es un abismo sin

fin, es decir, se vuelve un trabajo que nunca

termina, ni siquiera cuando nos encontramos

con la muerte.

Pareciera que el hombre loco se ha

extinguido, ya no hay más, y en su lugar, están

hombres racionales y mediocres que juegan al

discurso y a la tautología de las cosas. Hablan

de cosas simples y prostituyen a las palabras y

restan la fuerza de su uso. Se aprovechan de la

masa estéril y se erigen como sus salvadores y

líderes llenos de una ética intachable. Hablan

de consensos y concertaciones, pero por debajo

hacen artimañas mezquinas para cumplir sus

metas miserables. Anhelan el poder -fuerza de

la razón-, y no así la locura del poder. El poder

El origen poético de las cosas y la locura

rafael romero arze

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El origen poético de las cosas y la locura

rafael romero arze

[6]

El individuo ha luchado siempre para no ser absorbido por la tribu. Si lo intentas, a menudo estarás solo, y a veces asustado. Pero ningún precio

es demasiado alto por el privilegio de ser uno mismo.

Friedrich Nietzsche

El origen poético de las cosas y la locura

rafael romero arze

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verdadero amante y hace el amor con el cuerpo

de las palabras, las ideas y los pensamientos.

La locura no es ciega, tampoco ve lo que todos

ven, tiene una visión particular. Distinta, eso

es todo. El loco prefiere creer en la voluntad y

no en la razón, pero se exige a sí mismo

suprimir esa voluntad, quiere superarla. Llegar

a un nirvana. Su única finitud es que no existe

una realidad trascendente, tampoco hay

destino y ningún privilegio para los seres

humanos. El único sentido de la vida es el que

él le ha dado. Su amor es dionisíaco. No quiere

ser igual a los demás y no teme a lo nuevo.

Podría decir muchas cosas acerca del

hombre loco, pero eso significaría limitar su

existencia. No es mi intención. Mi locura no

permite que pueda decir más cosas. Pero no

hay un patrón antropológico que defina al

hombre loco. Nadie puede matarlo. Me niego

rotundamente a crear un arquetipo de hombre

loco. Considero que si alguien lo define -al

hombre loco- es por la estupidez de querer

poner nombre a todo, o de que todo tenga

algún sentido. No. No es así. El hombre loco es

libre ¿Qué es un hombre libre? A los locos no

El origen poético de las cosas y la locura

rafael romero arze

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importante. El hombre loco no nace, sino que

se hace a su propia imagen, semejanza y

conveniencia de las cosas. Es el propio hacedor

de la vida y la muerte. Es él, quien elige por

voluntad propia y no así por la razón. Su

pasión desencadena actos de locura, muchas

veces motivado por la voluntad de hacer lo que

sienten sus almas. Es un espíritu libre. El

hombre loco no tiene una sola alma, posee

millones. En esa pluralidad de fuerzas

argumenta su existencia en el tiempo y el

espacio. Acepta la razón, pero la evita como

recurso discursivo. Ante todo es un hombre

solitario, amante del silencio y del amor a las

cosas. El hombre loco ama la vida, pero detesta

lo que hay en ella; anhela la muerte y huye de

la inmortalidad. Busca que su muerte sea

poética, igual que su vida. Es un hombre

individual, y como tal, tiene ideales propios.

Considera que la sabiduría sólo está en los

hombres locos racionales. Al hombre loco no le

interesa ser un sabio, le interesa y cree en la

vida. Le gustan los riesgos y asume la

responsabilidad de ellos. No se enamora de

personas, sino de almas. Busca provocar a sus

fantasmas y enamora a sus demonios. Es un

El origen poético de las cosas y la locura

rafael romero arze

[7]

DEDICATORIA

A todas aquellas almas que aún deambulan en el

limbo y en la oscura noche de la vida.

El origen poético de las cosas y la locura

rafael romero arze

[8]

Prólogo

El análisis de la locura de este libro

traspasa todos los países, tanto desarrollados,

como emergentes y subdesarrollados. El

mundo es uno, y hoy en día los procesos

sociológicos y antropológicos, se deben analizar

sin olvidar la globalidad de la raza humana en

su conjunto.

Por esa y otras tantas razones,

encontrarse en el presente que nos acompaña,

con escritos que apuntan hacia otros objetivos,

diferentes de los que usualmente conocemos,

es algo que, en lo personal, me produce un

hondo placer. En la modernidad y en el siglo

veintiuno, tiempo donde se supone que el

conocimiento está más abierto que nunca a

escuchar nuevas voces e ideas, en que el

mundo está llano al cambio continuo y al

nomadismo en todo sentido (ideas, cuerpo,

sistemas, etc.), es cuando hemos fallado, ya

que la comodidad en que nos envuelve la vida

de ciudadanos nos ha provocado un olvido, o

más bien, un letargo que ha adormecido la

única obligación importante de todo habitante,

El origen poético de las cosas y la locura

rafael romero arze

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causa de lealtad a los valores de la vida y la

muerte. Es un hombre superior que destruye

al inferior -mediocre-. En otras palabras, se

convierte en un caminante libre como las

sombras. Es un libre pensador. Un loco que

confecciona una libertad de pensamiento de

almas fieles. Para él no existe lo nacional ni lo

universal, sólo las cosas eternas de la vida y la

muerte. No hay gentilicios, sólo almas vivientes

en el interior de las personas.

“La locura retrasa la pérdida precoz de la

juventud y aleja de nosotros la inoportuna

vejez”, nos dice Erasmo de Rótterdam en su

obra Elogio a la locura. La locura es aquella

alquimia mítica de la juventud eterna. Para

Erasmo es la encargada de esparcir la alegría

sobre los dioses y los hombres. Para nosotros

la locura y las cosas son lo mismo, una no

existe sin la otra. Las cosas dicen y la locura

hace que las cosas tengan vida -la cosa en sí-.

Así es cómo nace el hombre loco, gracias al

engendro de las cosas nace la locura.

El hombre loco puede ser varón o mujer.

La procedencia étnica o telúrica no es

El origen poético de las cosas y la locura

rafael romero arze

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príncipe azul con su corcel (porsche reciente

modelo) para que le cambie la vida. En cambio,

Judit es la mujer que no espera ningún

príncipe, sino que se libera. Es así la locura, la

liberadora de las cosas. La locura hace libre al

hombre solo y le permite hacer cualquier cosa.

Por ejemplo, intentar instaurar el caos es

aceptar el bien y el mal dentro de cada uno. El

caos es el equilibrio de las cosas que ofrece la

locura. No tiene orden y su sujeto es la

elección creadora de la vida y la muerte. El

caos es un agente de las cosas porque permite

que exista un movimiento de voluntad libre, no

realiza planes y tampoco maquina ideas. El

caos es un anagrama de la cosa. Al principio

existió el caos, o sea, la cosa del mundo, luego

el caos liberó a sus hijos, es decir, la cosa en sí

fluyó a través del universo. El caos es la

poesía que permite que la cosa exista y que la

locura vuelva loco al hombre. Si el orden es lo

racional -coerción-, pues el caos es lo

irracional -voluntad-. En el orden hay una

moral deformadora de la realidad, en cambio,

en el caos la moral es la transmutación hacía

el hombre verdadero, un asesino por

naturaleza. Quien eleva su energía por una

El origen poético de las cosas y la locura

rafael romero arze

[9]

no de naciones y gobiernos, sino de sí mismo:

Aceptar su esencia y origen más allá de

preceptos inculcados socialmente. La

comodidad es siempre peligrosa para alcanzar

este tan ansiado deseo de todo hombre loco. Y

en un mundo de burgueses, como el de hoy, el

loco obviamente sobresale.

En esta obra, el autor vuelca toda su

impotencia frente a un mundo que muchas

veces le agobia, siente que le vence y que

dentro del proceso de estandarización que toda

sociedad conlleva (no solamente humana), le

produce la aniquilación de su creatividad y de

sus anhelos.

A pesar de esta sensación de

abatimiento, el escribidor no pierde la fe ni las

fuerzas, más bien propone una solución a esta

hibernación de la humanidad nacida gracias a

los beneficios de la vida en sociedad: Ofrece la

“locura” como salvación de las almas.

Hablar de conceptos “puros” envolverá

eternamente diversas discusiones; el lenguaje

cobra vida por nosotros mismos. Por esa razón,

el autor no intenta describir qué es la locura

El origen poético de las cosas y la locura

rafael romero arze

[10]

con palabras tal como lo haría un diccionario;

lo hace por medio de ejemplos cotidianos, por

medio de nuestro uso del lenguaje cuando nos

referimos a la locura. El autor enlaza la

existencia de las cosas y la locura ¿Qué está

primero? ¿Las cosas o la locura?, se pregunta.

Como no podemos negar nuestra naturaleza,

nos debemos situar en la situación, de

humanos que se vuelven locos por las cosas.

Personalmente, la locura comenzó a

llamar mi atención (conscientemente) en el

mismo tiempo en que el autor escuchó su

llamado. Vivíamos juntos en San Rafael del

Sur, un pequeño pueblo de Nicaragua, como

voluntarios de una pequeña ONG. En esos

días, días salvajes sin duda, el mundo era una

turbulencia interminable dentro de nosotros.

Sufrimos una explosión de ideas, causada por

infinitas situaciones: Juventud, idealismos,

amor, mundo finito, notoriedad de lo efímero,

situación económica flébil, infidelidades

amorosas, calores extremos y un trópico

incesante. Sin embargo, este estado de nuestra

alma se debió, más que todo, al ambiente

distinto en que nos situamos, diferente de la

El origen poético de las cosas y la locura

rafael romero arze

[59]

Antes de hablar del hombre loco

debemos comprender que la ira y la locura son

emociones que alteran nuestras conductas

como respuestas a distintos sistemas de

nuestro entorno. Según Robert W. Levenson,

conductualmente “las emociones sirven para

establecer nuestra posición con respecto a

nuestro entorno, impulsándonos hacia ciertas

personas, objetos, acciones, ideas y

alejándonos de otras”. Por ejemplo, la ira de

Judit cortando la cabeza de Holofernes es un

acto poético de locura, porque hace su

voluntad -nace de una emoción que altera su

conducta-, en otras palabras, mata lo racional

en ella. Destruye a su príncipe. A este pasaje

no debe malinterpretarse como una apología de

la violencia, sino más bien la actitud que

asume una mujer como un acto de liberación

de lo racional. No obstante, pintores tales como

Caravaggio, Artemisia Gentileschi y otros,

durante el período del Renacimiento y Barroco,

quedaron enamorados de Judit. Confieso que

yo también siento algo por ella. Es locura e

irracional porque el arquetipo de mujer va

contra los cánones del arquetipo de la mujer

contemporánea; es decir, la que espera a su

El origen poético de las cosas y la locura

rafael romero arze

[58]

Una cosa es el hombre racional y otra,

distinta y antagónica es el hombre racional

erudito. El hombre racional erudito es un loco

racional. Cree en la razón como la supremacía

de todas las cosas. Pero es su locura racional

lo que le permite entender el proceso de

creación y producción. Está más interesado en

la calidad que en la cantidad. “Si lo bueno

breve, dos veces bueno”, decía Baltasar

Gracián. El loco racional es un apasionado por

la razón porque en ella encuentra el sentido de

su existencia individual. Cuestiona la moral

ortodoxa y propone invertir la tabla de valores,

a eso Nietzsche le llama moral de los señores.

Para este hombre loco, el bien y el mal son dos

fuerzas complementarias de mutua

dependencia. Por principio de vida, dice la

verdad antes que la verdad. No teme a las

críticas y detesta al hombre racional mediocre.

Su locura racional no le permite acercarse a

los políticos y lamenta la ausencia de

verdaderas políticas públicas para construir un

mundo ideal dentro de sus cánones racionales.

Cree en el Estado y la superación de éste. El

hombre racional erudito es un loco racional.

El origen poético de las cosas y la locura

rafael romero arze

[11]

comodidad de nuestros hogares, o al cobijo de

nuestro país. En fin, no era la primera vez que

viajaba, pero sí por primera vez intenté vivir

una aventura más allá de la burguesía; los

viajes con papá o los mochileros de verano,

más que una aventura son vuelos burgueses;

vuelos sin alas. Esa primera vez es inolvidable:

Pérdida de la virginidad frente a la vida.

Remarco esa experiencia pasada porque

la considero similar a la que describe el

escritor a través de la historia de Mc Candless:

“La cosa adquiere cuerpo y materia cuando

ambos deciden explorar el lado salvaje” dirá

aquél en este libro, y con cuánta propiedad lo

dice. Su alma no es tan distinta de la de Mc

Candless.

Relatos como el que describe Romero

Arze, o la vida de Mc Candless son

consecuencias de una oposición entre la

dualidad popular de la civilización/desarrollo,

y la existencia de “diferencias improductivas”

que no se acoplan a esta dualidad. “En el

mundo de hoy debes producir, si no produces

estás fuera” ¿Producen los locos? ¿Los locos

El origen poético de las cosas y la locura

rafael romero arze

[12]

dan beneficios a la sociedad? ¿Los excluimos

porque consideramos que dañan a la sociedad

o porque simplemente nada aportan? Rafael

Romero Arze responde a estas preguntas y

reivindica a los locos y su especie; explica que

son ellos a quienes les debemos los cambios de

este mundo. La locura es la responsable de los

sueños, a ella le debemos los pocos momentos

de felicidad que nos acompañan. Para el autor

ser loco es el acto más racional de un ser

humano: Actos coherentes con los

pensamientos e ideales propios. También

recalca la aceptación y el amor, no sólo a la

vida, sino también a la muerte por parte de los

locos. Ellos aceptan la muerte, no andan a

hurtadillas tratando de engañarla como el

ciudadano de naciones; ellos saben que la

muerte es tan importante como la vida: Lo

único que sabemos al momento de nacer.

En el proceso de individualización de la

sociedad, tal como explican algunos filósofos

postmodernos, el incremento de la

individualidad no es un sinónimo de extensión

de poder del individuo; todo lo contrario, éste

se encuentra más expuesto como “ser

El origen poético de las cosas y la locura

rafael romero arze

[57]

trabajo y cuenta con ellos para todo -él no hace

nada-. Al final su idea innovadora es un ideal

colectivo y ajeno a sí mismo. Es una máquina

de hacer amigos. Piensa que no hay un sólo

amor eterno, sino varios. No es leal, pero es fiel

a su pareja. Le gusta el machismo. Ignora el

cambio, le teme a los riesgos y escapa de la

muerte. Para él, la economía es todo, y todo

hace con dinero. Compra amor, porque es

incapaz de amar a una prostituta. Hace

exactamente lo que tiene que hacer siguiendo a

su manera las normas y las reglas de la

sociedad. El hombre racional es mediocre

porque no cambia el mundo, y se conforma con

las peores cosas. Quiere ser apolíneo9 y vivir en

el mundo de la legalidad y la racionalidad.

Adopta una moral de esclavos, y para

Nietzsche ésta moral es de la voluntad de

igualdad, resentimiento contra la vida

superior, censura la excepción, glorifica lo que

hace soportable la vida a los enfermos y débiles

de espíritu, la concordia, el altruismo y la

hermandad entre los hombres.

9 Que posee los caracteres de serenidad y elegante equilibrio atribuidos a Apolo, dios griego.

El origen poético de las cosas y la locura

rafael romero arze

[56]

mundo; segundo, el hombre loco que destruye

el mundo para instaurar el caos.

Hablemos del hombre racional. Puede

ser varón o mujer. Tienen un alto grado de

compromiso con las demás personas. Se dice a

sí mismo humanitario. Trabaja con denuedo y

a veces, con ahínco. Lee y escribe artículos

racionales en los que hace gala de su

inmaculada moralidad racional. Puede creer en

alguna teodicea de salvación. Su aspiración es

enumerar sus éxitos y logros mundanos,

aunque no haya producido y creado nada.

Siempre está atento a las noticias informativas.

Opina de política y economía. Es un

apasionado del fútbol. Toma alcohol y le gusta

emborracharse para alimentar su ego. Ama los

ternos cafés8. Se identifica con la cultura

nacional, o bien con la gastronomía local.

Escucha música de la temporada y baila

cualquier ritmo. Cuando el hombre racional

produce, su principal preocupación es la

cantidad y no la calidad. Sus ideas son

innovadoras porque confía en su equipo de

8 Es una alegoría que hiciera Juan Carlos Gumucio al criticar al hombre mediocre -periodista- que espera que la noticia llegue a él sin que haga nada.

El origen poético de las cosas y la locura

rafael romero arze

[13]

individual”, tanto en sus acciones como sus

pensamientos; publica lo que le justifica como

individuo: Sus sueños, ideales y deseos

interiores. Este libro es un avance notable en

la importancia que tiene la locura en el devenir

de los hombres. La locura es la esperanza en la

marcha de individualización global actual, la

esperanza para que aquella no sólo sea una

consecuencia social, sino para que también

podamos poetizarla y tomar sus riendas como

seres que no dejamos de fantasear con la

libertad: La locura es la corriente de

pensamiento que transformará a la

individualidad en un acto poético. La vigilancia

dada por las sociedades al sexo y la locura van

de la mano con el discurso de este libro: “Son

de las pocas alternativas que nos van

quedando para descifrar la naturaleza

humana”, nos dice Foucault en su historia de

la Sexualidad.

Los conceptos son manipulados por

nosotros mismos; en consecuencia las

estructuras de poder se notan aun más en el

uso del lenguaje. “Se ha manipulado la locura”,

dice el autor a conveniencia del poder. Pero el

El origen poético de las cosas y la locura

rafael romero arze

[14]

poder no vence, los locos deben reafirmar que

son los verdaderos ciudadanos porque son los

únicos que aman a la humanidad, y es por esto

que la relación del loco con la muerte es tan

cercana: “Pues el loco encontró la muerte,

sabía que al hacer esa cosa -manejar bicicleta-

podía terminar con su vida. Entonces los locos

arriesgan todo por las cosas ¿Qué cosas? Pues

todas. O sea, el todo para un loco es el sentido

que él mismo le da a la vida y la muerte”.

El escritor habla de armonía y locura,

que unidas caminan por los senderos de la

existencia. Qué acertada verdad, si se me

permite decir: La armonía es esencial en el

proceso de la individualización. Re-

conceptualizando: No pensemos en armonía

como una cosa tranquila similar a un río de

aguas calmas; pensemos en armonías

diferentes que se adapten a cada individuo:

Unas pueden ser tormentosas, otras calmas,

algunas indiferentes, pero justifican su

armonía porque pertenecen a ese y sólo a ese

individuo, y él las acepta, curso que permite el

nacimiento de su armonía: “Las cosas dieron

El origen poético de las cosas y la locura

rafael romero arze

[55]

Están seguros de que pueden dominar y

amedrentar a todos ¡No! El hombre adinerado

que maneja el poder del dinero, jamás, jamás

de los jamases podrá conquistar el alma de un

hombre loco. El hombre loco es superior a

todo, porque comprende la cosa y la locura de

la cosa en sí.

La locura da sentido y valor de verdad al

planteamiento de las cosas. Una persona que

no concibe la locura y las cosas, tiene una

visión deformada de la realidad; está más

circunscrita a los códigos urbanos de las tribus

salvajes metropolitanas. Para él -hombre

modernista y académico-, la locura es algo

patológico y carece de razón. Para nosotros, la

locura cuestiona la razón, y en la “locura está

la razón pura”, diría Foucault. Sobre el loco, él

“explica el amor a los enamorados, la verdad

de la vida a los jóvenes, la mediocre realidad de

las cosas a los orgullosos, a los insolentes y a

los mentirosos”, escribe Foucault en la Historia

de la Locura en la época clásica, tomo uno. A

partir de este hecho bifurcamos

arbitrariamente dos categorías de hombres;

primero, el hombre racional que no cambia el

El origen poético de las cosas y la locura

rafael romero arze

[54]

los locos requieren que las cosas existan. El

hombre ha olvidado el motivo de su existencia.

Se plantea objetivos y metas estériles, su único

afán y logro es el dinero, acumulación de

capital. No importa si tienen que abandonar

por lapsos cortos y largos a sus seres queridos,

lo hacen no por cumplir sus locuras, sino para

acceder a un mundo económico. Piensan que

con eso cumplirán sus sueños. Están

convencidos de que ascenderán socialmente.

Confían que su vida tendrá otro sentido. Saben

que accederán a lugares donde antes no

accedían. Buscan la estabilidad y la seguridad

para su vida postrera. Han acumulado riqueza.

Se enorgullecen de comprarse tierras, autos y

casas como símbolos de poder. Son

inversionistas y contratan empleados. Hablan

del trabajo de esclavo y de la vida sacrificada a

la que se sometieron. Son esclavos de las horas

y del trabajo. Son hombres nuevos, hombres

que han cambiado su vida. Cuando el hombre

tiene dinero cree que tiene el poder, piensa que

puede hacer todo lo que quiere. Quieren tener

una muerte segura y se compran un sitio en el

cementerio para descansar en paz. Confían en

que comprarán amor eterno. Pagan por amor.

El origen poético de las cosas y la locura

rafael romero arze

[15]

origen a la locura, y los locos hicieron de las

cosas, su poesía”.

Para hallar finalmente una “completa”

conceptualización de los locos y su verdadero

rol en la sociedad, se necesita el trabajo de

toda una vida; y en ese camino largo, este libro

es una aproximación inicial, innovadora y

novedosa hacia la problematización de los

locos en nuestras sociedades, y de qué manera

los hemos conceptualizado.

Así, Rafael Romero Arze crea una oda a

la importancia de los locos, gracias a ellos, a

su anacronismo total y a su genialidad

inadaptable, se adelanta a la historia y nos

presagian futuros desconocidos. He ahí su

genialidad y también su desamparo: Ser loco

implica un proceso de discriminación en la

sociedad actual. Estamos todos locos, la

diferencia está entre los que están dispuestos a

aceptar los sacrificios que la felicidad supone,

y los que no la aceptan.

Felipe Symmes

Lyon, Francia, 2010

El origen poético de las cosas y la locura

rafael romero arze

[16]

Las cosas y la Locura

El universo estalló de ira porque alguien

se adelantó a escribir sobre las cosas. No es

justo. Hay tantas cosas que se han dicho. Lo

peor de todo: Se han redactado en otros

códigos lingüísticos tales como el arameo, el

sánscrito, el hebreo, el griego, el latín, el

alemán, el francés, el inglés, y otros ¡Qué

tragedia! Apenas podemos comprender un poco

nuestra propia idiomática, porque entenderla

del todo, sólo es la locura de unos pocos. En

fin, no debemos desanimarnos y mucho menos

dejar que nuestra autoestima decline por

nuestra propia incapacidad. Bautista Saavedra

decía “Se puede ignorar todas las lenguas,

menos una, y ser un famoso lingüista. En

El origen poético de las cosas y la locura

rafael romero arze

[53]

indiferentes de su entorno, que había incubado

la “locura destructiva” de la Primera Guerra

Mundial. Segundo, un hombre -Hugo Ball- se

cansa de todo y decide crear y producir cosas

distintas. A esa iniciativa otras personas se

adhieren y eligen crear una palabra para

identificarse, Dadá, esa palabra no tiene

sentido, no significa nada, fue inventada en un

cabaret y su voluntad hace que su locura cobre

fuerza no sólo en Europa, sino también en los

Estados Unidos. Tercero, es por esa razón que

se ha escogido este movimiento, para explicar

que los actos de locura permiten que las cosas

cobren sentido no sólo en un lugar, sino que

tienen la opción de trascender las fronteras.

Cuarto, en la actualidad, el dadaísmo parece

estar en statu quo, o por lo menos, hasta que

algún loco decida darle continuidad, o bien,

hacer algo nuevo ¿Cómo está el mundo ahora?

¿Tiene sentido? ¿Hay todavía locos que quieren

cambiar o ver arder al mundo? ¿O es que los

locos están incomprendidos en esos centros

médicos que a base de drogas quieren hacerles

entrar en razón? Malditos ¿Es necesario

comprender y tomar más en serio a la locura

de las cosas? El mundo necesita de los locos, y

El origen poético de las cosas y la locura

rafael romero arze

[52]

sentido a la realidad visible e invisible de las

cosas. Incluso consideramos que cada persona

no tiene un alma, sino millones ¿Qué tiene que

ver esto con la carroña de Baudelaire? Pues un

objeto -cuerpo-, o bien, una cosa que antes

tenía vida, sirve de alimento a otro objeto para

seguir con vida. Y esa dualidad invita a

reflexionar y a pensar sobre el amor y lo

trascendente que es la vida y la muerte. Una

imagen fétida y nauseabunda, se convierte en

un poema para expresar el “enlace de almas

fieles”. Pareciera que eso ha sido una parte de

la contribución del dadaísmo en la poética.

Permitir abordar nuevas figuras y hacer de

ellas cosas poéticas. Pero para que lo Dadá se

exprese así, tiene que haber locura, porque ella

es la generadora de nuevas formas de

pensamiento. Sin locura, el hombre no existe y

las cosas son estériles objetos sin sentido.

¿Por qué se ha tomado lo dadaísta? ¿Qué

es exactamente lo que se busca? ¿Cuál es la

relación de este movimiento con la locura?

¿Para qué sirve todo esto? Primero, este

movimiento surge como respuesta a una abulia

carente de actitud crítica y creativa de artistas

El origen poético de las cosas y la locura

rafael romero arze

[17]

cambio, se puede poseer el uso de muchos

idiomas y no ser ni un incipiente filólogo; son

dos cosas muy distintas”. Es difícil precisar

con exactitud matemática la cantidad de

idiomas que existen en el mundo. Los idiomas

en cierta manera nos describen el mundo

según las estructuras de pensamiento de cada

sociedad. Por ejemplo, en alemán la palabra sol

(Die Sonne) es femenino, en cambio, la palabra

luna (Der Mond) es masculina. Ocurre lo

contrario en español, la palabra sol es

masculina y la luna femenina. Ambas

estructuras lingüísticas tienen valor de verdad.

Ninguna ofende ni lastima. Es una existencia

armónica de mundos distintos. Entonces

debemos aceptar que existen diferencias entre

las personas, y no sólo en lo idiomático, sino

en lo étnico también. El hecho de pertenecer a

cierta comunidad de hablantes, nos acerca y

aleja de otras comunidades de hablantes, por

ejemplo, entre un país y otro existen

diferencias que jamás se salvarán. Estamos

divididos y distanciados por el idioma y las

costumbres, pero estos elementos no pueden

representar ningún obstáculo para que

podamos relacionarnos sin importar las

El origen poético de las cosas y la locura

rafael romero arze

[18]

diferencias que existen entre los países del

mundo. Hay algo que une al universo. Pulula

libremente en las galaxias, en los planetas y en

la mente del hombre. Son las cosas. Al hablar

de las cosas, la cosa tiene un significado

común. Algo que permite la comprensión y

explicación de los mundos. Veamos. La cosa en

español significa todo lo que tiene entidad, ya

sea corporal y espiritual, natural o artificial,

concreta, abstracta o virtual, según la Real

Academia Española (RAE). En inglés la cosa es

Thing. En alemán la cosa es Die Sache. En

francés la cosa es Chose. En rumano la cosa es

Lucru. En portugués la cosa es Coisa. En

italiano la cosa es Cosa. Todos esos vocablos,

es decir, el contenido de la cosa, casi siempre

tienen equivalentes en cada idioma. Por

ejemplo, juguemos con el español, “¿Qué vas a

hacer?”, pregunta alguien. “No lo sé, cualquier

cosa”, responde. Esa cosa, en realidad es algo.

O sea, ese algo viene a constituir una cosa que

puede reemplazar a otra. Cualquier cosa puede

ser tomar un helado, salir a caminar, leer un

libro, chatear un rato, navegar por Internet,

dormir, salir con la pareja, manejar bicicleta,

ver películas, estudiar, nadar, comer, cocinar,

El origen poético de las cosas y la locura

rafael romero arze

[51]

ánemos; y es que los hombres parecemos tener

vida por el aire que respiramos, lo cual es

totalmente falso, ya que el alma es concebida

mucho antes de que el ser humano pueda

respirar por su boca, pues en el vientre

materno ya tiene vida. Por lo tanto, el alma no

es aire. […] No obstante, se la llama alma

porque vive; en cambio, se dice espíritu debido

a su naturaleza espiritual, o porque inspira en

el cuerpo. Cabe decir igualmente que ánimo

(animus) y alma (anima) es una misma cosa.

Pero el alma está referida a la vida, mientras el

ánimo lo está a la inteligencia”, puntualiza San

Isidoro de Sevilla. De regreso al tema, cuando

Baudelaire en su primera línea dice / Recuerda

el objeto que vimos, alma mía, / Alma mía. Eso

dice mucho. Mayormente se piensa en amor

mío y se entiende, pero alma mía, son palabras

que engloban la vida en su totalidad, no hay

género ni nada, sólo vida y muerte. El alma

vendría a ser ese misterio inescrutable donde

filósofos, pensadores, escritores, poetas,

idealistas, materialistas y teólogos, han

intentando hacer aproximaciones sobre su

definición. En nuestro caso, nos quedamos con

la idea de que alma es vida y muerte que da

El origen poético de las cosas y la locura

rafael romero arze

[50]

idioma original, el francés. Podríamos decir que

las cosas y la locura han hecho posible que el

dadaísmo surja como un movimiento artístico,

varias personas se han identificado con sus

postulados y posteriormente dio inicio la

corriente surrealista. Pero cabe aclarar que son

las personas que dan sentido a las cosas y a la

locura. Ellas -las cosas- por sí mismas, no

tienen la posibilidad de materializarlo porque

son entes abstractos que se materializan por

medio de la cosa en sí. La cosa está ahí, mucho

antes que el hombre, y tiene sentido cuando el

hombre hace algo, y eso es la locura que le

lleva a pensar de manera distinta y hacer las

cosas diferentes. Por ejemplo, Baudelaire en su

poema hace referencia a un amor de almas, y

no de personas. Habla de cosas. Es necesario

hacer un paréntesis y hablar de las almas y

espíritus para no tener una idea inequívoca.

Según San Isidoro de Sevilla, la naturaleza

“hace nacer las cosas”, a esto diremos que las

cosas no son sólo visibles, sino que hay cosas

que no podemos observar ni mirar, como el

alma. Sobre el nombre de alma, el teólogo

sostiene (anima) es de origen pagano, y se la

llamó así a causa del aire. “En griego aire es

El origen poético de las cosas y la locura

rafael romero arze

[19]

amar, pasear a los perros, lavar ropa, limpiar

la casa, ir de compras, pintar, practicar algo,

en síntesis, todo1. Con la cosa podemos decir

cualquier cosa sobre algo. Y es ese algo lo que

permite que hablemos de las cosas, y las cosas

hablan al decir algo. Cuando en inglés decimos

por ejemplo: “Say something”, dice alguien.

“For example?”, contesta. “I don’t know,

anything”, sentencia. Alguien pide información

sobre algún tema de interés en común, pero el

interlocutor no sabe exactamente qué decir.

Alguien quiere saber algo de un suceso

específico, para ello interroga al interlocutor y

le pide que diga cualquier cosa, en el momento

en que diga algo, la cosa puede tener sentido o

no tenerlo. Ahora en alemán. “Wie läuft die

Sache” (como marcha la cosa, el asunto), dice

alguien. “Sehr gut” (muy bien), contesta. La

cosa es la unión de una acción que permite a

dos sujetos establecer que algo está saliendo

bien para ambos. En portugués. “Dá-me

qualquer coisa”. Esto implica ya un universo de

contenido. “Dar cualquier cosa” depende del

1 Entendemos a la cosa como la parte y el todo. Es decir, como categorías filosóficas que reflejan la relación y la conexión entre sus distintos objetos, sus aspectos y elementos. Ver Iudin Rosenthal, Diccionario Filosófico.

El origen poético de las cosas y la locura

rafael romero arze

[20]

contexto de la historia que se dice del hablante

y el oyente. La cosa es el elemento que permite

que la cosa en sí tenga sentido. Por ejemplo, si

dos personas hablan de literatura, ambas

están conversando sobre la misma cosa que es

la cosa en sí. Si dos deportistas intercambian

indumentaria, sería lo mismo para ellos, en

otras palabras, esa cosa que han

intercambiado ambos, les será útil en su

actividad física, la cosa en sí. No importa el

idioma ni la costumbre, la cosa no deja de ser

la cosa. “Estoy loco por las cosas” ¿Cómo uno

puede volverse loco por las cosas? Pues sí, a

través de las cosas uno puede llegar a la locura

¿Tal vez las cosas nos acercan a la locura? No

es malo. Debe estar claro que no puede existir

un orden jerárquico de las cosas y la locura,

por naturaleza son una empresa libre e

independiente que según el uso pueden ser

indivisibles e indelebles. Para comprender con

mayor precisión lo expuesto, debo hacer un

paréntesis para hablar acerca de dos hombres

que se volvieron locos por las cosas, son Chris

McCandles y Everett Ruess. Dos almas libres.

Dos almas inconquistables ¿Qué tienen de

común estos nombres? La locura por las cosas,

El origen poético de las cosas y la locura

rafael romero arze

[49]

nos miraba con aire enojado,

espiando el momento de recuperar del

esqueleto

el trozo que había abandonado.

Y, por tanto, tú eres parecida a esta porquería,

a esta horrible infección,

estrella de mis ojos, sol de mi naturaleza,

tú, mi ángel y mi pasión.

¡Sí! tal serás, oh, reina de las gracias,

después de los últimos sacramentos,

cuando irás bajo la hierba y las floraciones

grasas,

a enmohecer entre las osamentas.

Entonces, ¡oh, mi belleza! dile al gusano

que te comerá a besos,

que he guardado la forma y la esencia divina

de mis amores descompuestos.

Con esta poesía, el poeta maldito habla

sobre las cosas, o sea, amor, muerte, vida,

aromas, belleza y recuerdos. Aunque por

motivos de traducción francés al español, no

existe ese ritmo y melodía que tiene en el

El origen poético de las cosas y la locura

rafael romero arze

[48]

Las moscas zumbaban sobre este vientre

pútrido,

de donde salían negros batallones

de larvas, que se deslizaban como un espeso

líquido

a lo largo de estos viventes harapos.

Todo aquello descendía, subía como una ola,

o se lanzaba chispeante;

se habría dicho que el cuerpo, hinchado de un

aliento vago,

vivía multiplicándose.

Y este mundo comportaba una extraña música,

como el agua corriente y el viento,

o el grano que un aventador de un movimiento

rítmico

agita y devuelve a su harnero.

Y las formas se borraban y sólo eran un sueño,

un esbozo lento en venir,

sobre la tela olvidada, y que el artista acaba

solamente para el recuerdo.

Detrás de las rocas una perra inquieta

El origen poético de las cosas y la locura

rafael romero arze

[21]

o bien, sus cosas y la locura ¿Cómo? ¿De qué

manera la cosa se vuelve locura? No es fácil

explicar, pero voy a intentar establecer el nexo

natural de la locura con las cosas. Cuando

terminé de leer el libro Into the Wild -un regalo

que me hicieron- supe que había encontrado a

varios locos. En primer lugar, las historias –de

Chris y Everett- que voy a nombrar son

extraídas del libro -Hacia rutas salvajes, en

español- de Jon Krakauer. El hecho central del

libro es la muerte de McCandles, un joven de

veinticuatro años que decide tener una vida

nómada y busca el lado salvaje -literalmente-

de la vida. Equipado con pocas cosas decide

entrar en Alaska completamente solo, después

de un potente invierno, el cuerpo es

encontrado congelado e inerte -muere de

hambre-, al lado del cadáver había varios

libros y una nota donde se despedía del

mundo. Krakauer investiga el hecho y hace un

relato que describe toda su agudeza

investigativa sobre la muerte de McCandles. No

sólo habla de él, sino que también hace

referencia a Everett Ruess, otro muchacho que

decide ingresar en el desierto -en Utah- para

no salir nunca más de él. Creo que el objetivo

El origen poético de las cosas y la locura

rafael romero arze

[22]

del autor en nombrar y citar a otros jóvenes

que corrieron la misma suerte de McCandles,

tiene la finalidad de hacernos [re]pensar

nuestra existencia y el estilo de vida que

llevamos los hombres urbanos y rurales.

Ambos personajes tenían una visión distinta de

la vida, ellos exploraban todo lo que se

proponían. Buscar el lado salvaje era la cosa

que les motivaba a seguir con vida. Ambos

mueren. Para ellos lo importante es no tener

una vida sedentaria y estable, sino entrar a un

mundo lleno de emociones e incertidumbres;

podría decirse que es buscar y vivir la vida

según sus propias reglas. En este caso la cosa

es una filosofía de vida, la cosa se convierte en

la razón de su existencia misma. La cosa

adquiere cuerpo y materia cuando ambos

deciden explorar el lado salvaje. Son locos

porque son leales a sí mismos, tienen un

propio discurso y una filosofía de la vida y la

muerte. La locura se expresa cuando ellos

hacen sus cosas, y esa práctica tiene sentido

para ellos. Hay lógica pragmática. No hay ideas

luxadas ni tampoco tibias. Entrar en tierras

salvajes es un acto de locura, pero tiene

sentido porque hay una cosa que les impulsa a

El origen poético de las cosas y la locura

rafael romero arze

[47]

Charles Baudelaire, presenta una locura, una

visión distinta acerca del objeto. Hace un

poema motivado en una carroña, y dice:

Una carroña

Charles Baudelaire

Recuerda el objeto que vimos, alma mía,

aquella bella mañana de verano tan dulce:

al torcer de un sendero una carroña infame

sobre una cama sembrada de guijarros,

las piernas al aire, como una mujer lúbrica,

ardiente y sudando los venenos,

abría de una manera descuidada y cínica

su vientre lleno de exhalaciones.

El sol brillaba sobre esta podredumbre,

como para cocerla a punto,

y de rendir al céntuplo a la gran Naturaleza

todo esto que al mismo tiempo había unido.

Y el cielo miraba el esqueleto soberbio

como una flor abrirse.

El hedor era tan fuerte, que en la hierba

te creíste desmayar.

El origen poético de las cosas y la locura

rafael romero arze

[46]

Ahora saque cada recorte uno tras otro Copie concienzudamente [subrayado mío] en el orden en que hayan salido de la bolsa El poema se parecerá a usted Y es usted un escritor infinitamente original y

de una sensibilidad hechizante, aunque

incomprendido del vulgo.

El texto fue publicado en la recopilación

Siete manifiestos dadá, "Dadá manifiesto sobre

el amor débil y el amor amargo", VIII (1924). Si

no es locura hacer un poema de esa

naturaleza, por lo menos difiere de los

principios de toda producción poética. Sin

embargo, hay que tener cuidado en considerar

que una creación de esa naturaleza es poesía

pura y debe considerársela como tal. No es así,

y tampoco para el dadaísmo lo sería. Son ellos

mismos los que exigen que sus poemas

contengan melodía y ritmo.

No sólo los escritores y poetas recibieron

esta influencia -Dadá-, también los músicos,

pintores y fotógrafos. Este movimiento llegó

hasta los Estados Unidos. La generación de los

poetas malditos de igual manera tuvo

influencia dadaísta. Por ejemplo, en Francia,

El origen poético de las cosas y la locura

rafael romero arze

[23]

seguir sus ideales individuales, a conseguir y

materializar sus sueños. Everett Ruess envía

una carta a su hermano Waldo, en que le

expresa que no volverá a la civilización porque

está encantado con la vida de vagabundo que

lleva. También le comenta que ha buceado en

las profundidades de la vida y que no piensa

renunciar a una vida sin emociones. Así son

los locos, prefieren una vida de emociones que

una sin sentido y estéril. Pongo énfasis en la

palabra bucear, eso implica una acción de

doble esfuerzo en la vida. El mundo de los

locos, el mar. Ese océano que ha dado origen a

las historias y leyendas más importantes de

nuestra existencia.

Por su parte, McCandles también

escribió varias cartas a familiares y amigos,

pero una en especial es la que llamó mi

atención. Le escribe a Ron, le dice que sea

audaz, que las personas se han acondicionado

para aceptar una vida estable, convencional y

conformista. Le aclara que ese molde mental es

lo más perjudicial para el espíritu aventurero

del hombre. Le exhorta a vivir experiencias

El origen poético de las cosas y la locura

rafael romero arze

[24]

nuevas donde el horizonte cambie

constantemente cada día.

Hacia rutas salvajes, donde no hay

camino ni sendero, ni nada por el estilo. Sólo

una ruta invisible que traza la vida de los

hombres locos. Un camino imaginario que

existe gracias a la locura de las cosas. A partir

de estos hechos y de estas experiencias, la

locura adquiere un espíritu individual y único.

La locura se re-politiza a sí misma, ya no es

sinónimo de demencia, ahora se convierte en

una corriente de pensamiento. Una opción

para cambiar el mundo. Una alternativa para

descifrar la naturaleza humana. La locura ha

sido liberada nuevamente, ya no más encierro,

libertad absoluta. Dejar todo, abandonar un

estilo de vida por ideales propios e individuales

no es algo nuevo, siempre ha existido y

existirá, aunque son pocos los locos que ponen

en práctica su locura, muy pocos. El mundo

real no tiene dimensiones, la realidad también

está presente en los caminos literarios, por

ejemplo, en Don Quijote de La Mancha, cuando

Luscinda acepta a regañadientes desposarse

con don Fernando, Cardenio -su amante- deja

El origen poético de las cosas y la locura

rafael romero arze

[45]

no será el único y último. El dadaísmo hizo

cosas para cambiar otras cosas. Así como

también la Revolución Francesa cambió las

cosas. Lo que se quiere decir es que la locura

hace que las cosas cambien -nuevamente la

cosa en sí adquiere voluntad antes que la

razón-. Pero uno tiene que aceptarla tal como

es. Y Sebastián Brant bien decía /Y al

contemplarse todos saben/ que ni somos ni

fuimos cuerdos, / y que no debemos tomarnos/

por eso que nunca seremos. / Para muchos

poetas escribir versos requiere de mucho

trabajo, tiempo y algo de locura, sin embargo,

esa locura es comprendida sólo por ellos. Pero

otros poetas escriben sin locura. Para ilustrar

la estética dadaísta, Tristan Tzara dio consejos

para hacer un poema dadaísta:

Coja un periódico Coja unas tijeras Escoja en el periódico un artículo de la longitud que cuenta darle a su poema Recorte el artículo Recorte en seguida con cuidado cada una de las palabras que forman el artículo y métalas en una bolsa Agítela suavemente

El origen poético de las cosas y la locura

rafael romero arze

[44]

junto a otras personas, un movimiento

artístico que surge en 1916 en el cabaret

Voltaire. El movimiento se llamó Dadá y su

característica fue ir contra las convenciones

literarias y artísticas, especialmente burlarse

del artista burgués y su arte. Por ejemplo, sus

poemas eran una sucesión de palabras y

sonidos, había dificultad para encontrar lógica.

Se inclinaba hacia lo dudoso, la muerte, lo

fantasioso y la constante negación. Según De

Micheli Mario en su libro de Las vanguardias

artísticas del siglo veinte, el dadaísmo surgió

del desencanto que sentían las personas al

vivir en Europa, en el período tardío de la

Primera Guerra Mundial y posteriormente, en

actitud de rebelión a hacia la abulia y el

desinterés social característico de los artistas

del período de entreguerras. Esa actitud

mezquina de los artistas hace que las cosas

cambien, es decir, que se hagan locuras. La

cosa en sí empieza a maquinar por voluntad

propia. Empezar a proponer ideas diferentes

ante un sistema ordenado, productivo,

coercitivo, pero de espíritu estéril. Eso produce

la locura de las cosas. Este movimiento fue

necesariamente un acto poético de locura. Pero

El origen poético de las cosas y la locura

rafael romero arze

[25]

la ciudad para adentrarse en las montañas

decepcionado por lo acontecido; pero Luscinda

no aguanta ese matrimonio impuesto y decide

huir a las montañas y vagar en ellas. En ese

episodio vemos a dos almas que dejan todo y

se refugian en páramos agrestes y solitarios.

Esos caminos nos indican los principios de la

locura que han producido ciertas cosas, así es

cómo comienza la locura de las cosas. Al final

el hombre loco hace lo que tiene que hacer, sin

importar que ese camino le conduzca hacia la

muerte; siente el miedo, pero es un hombre

que necesita de emociones para sentirse vivo.

El mundo de la locura es amplio. El orbe de las

cosas es infinito. El mundo es pequeño, el

tiempo es violento y la vida de los hombres se

define por sus acciones finitas.

Lamentablemente el hombre es un animal

evolucionado, ha aprendido a seleccionar lo

que le conviene, mantiene el hambre y la

miseria en el mundo por un cálculo político, y

explica con frases y fórmulas económicas las

razones de las guerras y las hambrunas en

todo el planeta. Desde que el hombre le ha

dado un valor económico al papel -ha

divinizado su vida-, la sociedad y el mundo

El origen poético de las cosas y la locura

rafael romero arze

[26]

entero por arreglo a fines -praxis- ha

tergiversado y manipulado a su conveniencia a

la locura. Para ellos, los locos son los dementes

y los que no tienen razón. Malditos, no por

poetas, sino por racionales. El hombre

evolucionó e hizo descubrimientos novedosos,

pero todo es usado para conquistar territorios

e imponer ideales colectivos ¿Por qué debemos

vivir sometidos al imperio de la ley? ¿Por qué

seguir a individuos para quienes su único

interés es conseguir el poder? ¿Por qué existe

la división y la creación de fronteras? La

respuesta es fácil, el hombre necesita rigor,

leyes y sanciones para ser un hombre recto.

Las leyes son para los hombres racionales y

conformistas, para aquellos que aceptan la

imposición del castigo y la condena de lo bueno

y lo malo de vivir en un mundo sedentario, un

sistema que está regido por normas sociales y

derechos colectivos que obliga

a las personas a perderse en la masa y

la ignorancia del pueblo. Todos deben tener

identificación e identidad. El sistema obliga a

que todos tengan un nombre, un trabajo, y

una vida para proteger al sistema. En cambio,

El origen poético de las cosas y la locura

rafael romero arze

[43]

abstracto que se materializa sólo en el mundo

de la locura. Es la locura la voluntad que anula

a la razón y que le permite -discursivamente-

encontrar el sentido social de la cosa para

entrelazarla poética y materialmente con las

cosas en sí. La locura tiene voluntad y juega

con las cosas, hace que las realidades tengan

otro sentido y determina la realidad irracional5

de la experiencia. Para precisar, la locura y las

cosas son las Musagetas6 (musas) de nuestro

infierno. Sin ellas nuestra religión (la locura de

las cosas) carece de fe; nuestro cuerpo se

convierte en un delito, así como esas masas

humanas moviéndose en hornos de

mediocridad, mezquindad, moralidad y

sabiduría racional. Estamos hablando de

pasión, pasión en puta7.

Las cosas (guerra y sus efectos) hacen

que en Zürich (Suiza) surja un movimiento

propuesto por Hugo Ball y posteriormente se

adhiere Tristan Tzara, quienes promueven,

5 Entiéndase desde una perspectiva de Nietzsche y Shopenhauer, como teoría vitalista, es decir, la voluntad por la razón. 6 Se dice de Apolo y de Hércules como conductores de las musas. 7 “En puta”, expresión centroamericana (Nicaragua) que hace referencia al sentimiento más puro y noble que tiene una persona por su par.

El origen poético de las cosas y la locura

rafael romero arze

[42]

Y al contemplarse todos saben que ni somos ni fuimos cuerdos, y que no debemos tomarnos por eso que nunca seremos.

No hay un hombre sin una grieta, y nadie puede pretenderlo; nadie está exento de locura, nadie vive del todo cuerdo.

Este poema fue escrito por nuestro

teólogo alemán, dice muchas cosas. En cierto

aspecto cuestiona el carácter racional del

hombre, “nadie está exento de locura, / nadie

vive del todo cuerdo”/, afirma. En esas líneas

uno puede hacer su propia interpretación, no

hay una locura, sino varias. El hombre sólo

hace que las cosas tengan sentido para él. No

se puede comprender las cosas sin las cosas en

sí4, ambas son partes de un engranaje

4 Las cosas en sí -según Kant- son las realidades que no pueden conocerse por hallarse fuera del marco de la experiencia posible. Por ejemplo, ¿Qué forma o color tiene la locura? Sin embargo, las cosas en sí se materializan en el discurso literario y en la voluntad, y es en esa narrativa donde las cosas en sí, son también cosas. “Nadie ama, sólo las cosas son las que aman”, dice Jaime Sáenz. En Definitiva, las cosas y el amor existen, pero no en cuanto a materia. Con las cosas en sí, queremos comprender que esas realidades pueden experimentarse mediante el discurso narrativo y las prácticas individuales propias generadas por acción volitiva.

El origen poético de las cosas y la locura

rafael romero arze

[27]

el hombre loco juega -temporalmente- el juego

de la vida, no puede excluirse, pero mantiene

su lucha que se ha convertido en una guerra

silenciosa y anónima. Existen guerreros, pero

que no postulan ni creen en ninguna bandera

ideológica política, son locos que hacen que su

vida tenga razón de ser y de vivir. Viven. Son

hombres que dejan todo para imponer su

voluntad individual. No buscan gloria, fama ni

fortuna, son almas libres que deambulan en

un mundo equivocado. La presencia de Chris

McCandles, Everett Ruess, Steve Irwin y la

existencia de autores tales como Homero,

Dante, Víctor Hugo, Cervantes, Shakespeare,

Modigliani, Da Vinci, Aspasia, por citar

algunos, son personajes que han existido y en

cierta manera se han vuelto locos por las cosas

¡Las cosas han provocado la locura en esas

personas! ¡Ellos han cambiado al mundo!

Ahora bien. Atreverse a caminar desnudo

por las calles es cosa de locos. Los locos y sus

cosas. Diría que el practicar deportes extremos

y arriesgar la vida es cosa de locos. Muchos

dirán que uno tiene exceso de adrenalina; tal

vez la adrenalina sea una parte de la locura,

El origen poético de las cosas y la locura

rafael romero arze

[28]

independientemente de la explicación

fisiológica de las glándulas suprarrenales.

Vayamos más lejos. Bucear en un arrecife,

territorio de tiburones blancos, es un acto de

locura, porque eso implica arriesgar la vida.

Observamos que la muerte y la locura están

relacionadas con las cosas “¿De qué murió?”,

preguntan. “No lo sé, de algo”, contestan. Ese

algo hace referencia a la cosa, por ejemplo, un

accidente de tránsito. “Era un loco, andaba con

su bicicleta a toda velocidad y no le importaba

nada”, comentan. Pues el loco encontró la

muerte, sabía que al hacer esa cosa -manejar

bicicleta- podía terminar con su vida. Entonces

los locos arriesgan todo por las cosas ¿Qué

cosas? Pues todo. O sea, el todo para un loco

es el sentido que él mismo le da a la vida y la

muerte -es el caso de Chris McCandles-. Ahora

vayamos imaginariamente a Australia para

conocer a un hombre loco, Steve Irwin, el

verdadero “Cocodrilo Dundee” que encontró la

muerte en sus locuras cuando una Manta

raya-Gimnuridos, -en Port Douglas en

Queensland- lanzó su ballesta a la altura de su

pecho y atravesó su corazón; falleció en el

transcurso del viaje al Hospital. Este

El origen poético de las cosas y la locura

rafael romero arze

[41]

su propia pragmática discursiva, posee ideas y

pensamientos propios, es decir, se constituye

en una corriente de pensamiento, aunque

muchos digan que eso es una locura -tontera

dirían los contemporáneos-, pero no, es la

voluntad de los hombres que hacen que las

cosas estén por encima de la locura misma. El

hombre ha tenido que realizar hazañas de toda

índole, ha llegado al espacio, conoce

superficialmente la profundidad de los

océanos, ha podido volar, ha conquistado

corazones y ha hecho temer al hombre por el

hombre. La locura no tendría sentido si no

fuera por las cosas. La cosa en sí ha hecho de

la locura una cosa para nosotros. Es decir, que

las cosas han permitido que el hombre se

apropie de la locura. El mundo existe por la

locura del caos. Al respecto, Sebastián Brant,

en la Nave de los Locos nos dice:

Stultifera Navis

Esta es mi nave de los locos de la locura es el espejo. Al mirar el retrato oscuro todos se van reconociendo.

El origen poético de las cosas y la locura

rafael romero arze

[40]

Foucault. El inglés y el español son testigos de

la creación de la locura trágica que nace en el

siglo décimo quinto. En síntesis, es en el

Renacimiento cuando la locura empieza a

encontrar el sentido verdadero de las cosas.

La locura no es una categoría filosófica

como el espacio, el tiempo y las cosas. Pero sí

se puede hacer ensayos filosóficos de ella, por

ejemplo, La nave de los locos por Sebastián

Brant, Elogio de la locura por Erasmo de

Rótterdam, La historia de la locura en la época

clásica primera, segunda y tercera parte por

Michel Foucault. La locura es una parte y el

todo del carácter del pensamiento humanista3,

y puede comprenderse como una corriente de

pensamiento libre basado en los actos volitivos

de las personas. La locura es una corriente de

pensamiento porque tiene su propio discurso,

y está establecida por la razón de las cosas; es

ella la que da sentido y el hombre usa ese

mundo de contenido para hacer algo. Al tener

3 En este período la locura fue liberada del encierro, pero la “razón” se impuso por el uso de la violencia en la época clásica y la volvió a encerrar y a confundirla con los aspectos más bajos y mezquinos de los hombres, al extremo de que a los locos les encerraban con los criminales, enfermos y desorbitados.

El origen poético de las cosas y la locura

rafael romero arze

[29]

veterinario estaba consciente de que esa cosa -

su trabajo- iba a ser la causa de su muerte.

Entonces las cosas vienen a constituirse como

un cómplice no sólo en las palabras, sino que

también en las acciones de los locos. Antes de

entrar en caminos de locura es menester que

esté claro que las cosas son una parte y el todo

de la vida. No entraremos en caminos de las

teodiceas ni religiones, tampoco en lo

sobrenatural. Aunque todo eso involucra a las

cosas. Nuestra empresa no es teleológica.

Regresemos. Hay muchas cosas que hacen los

locos, la principal, o bien, la fuerza que

impulsa sus acciones son las pasiones que él

siente por la vida y la muerte. Son esos

placeres clandestinos por las cosas, es decir,

arriesgar todo por hacer algo que a él le

satisface; y no hago referencia exclusivamente

a quienes realizan deportes extremos, sino a

todas las personas que hacen lo que quieren

hacer y están en armonía con sus propias

cosas. Al final son ellos -comunidad de locos

hablantes-, los que generan sentido a las cosas

-palabras-. Una cosa es hablar y decir algo,

otra distinta es plasmar por medio de la

palabra escrita alguna cosa.

El origen poético de las cosas y la locura

rafael romero arze

[30]

Escribir no es fácil; sostengo que no

todos deben escribir, menos aún los que

escriben sin pensar. Escribir y no estar locos

por alguna cosa es un delito inmortal. No se

puede escribir por escribir y conformarse con

lo que uno escribe, hacerlo de esa forma es

negar lo trascendental de uno mismo. Las

letras forman palabras, pero son arbitrarias

según la abstracción mental de cada persona.

Escribir es un acto poético donde se involucra

los pensamientos del escribiente; es él, quien

define qué y cómo escribir; en cierta manera,

expresa su forma de pensar sobre la vida y la

muerte. Las cosas dieron origen a la locura, y

los locos hicieron de las cosas, su poesía. Si el

hombre no sueña, las cosas se vuelven

estériles. No es suficiente hablar con

propiedad, uno tiene que decir algo en sus

peroratas. Por favor, un orador por naturaleza

tiene cualidades para decir las cosas. Existen

personas que hablan y hablan por horas, pero

no dicen absolutamente nada. “Ninguna cosa

importante rescato de su exposición de tres

horas”, dicen. Los oradores saben cuándo

callar. Un orador no nace, necesariamente

tiene que estudiar, prepararse y otras cosas

El origen poético de las cosas y la locura

rafael romero arze

[39]

perseguía para encerrarlo. Por fortuna, su

cuerpo atlético le permitió burlar al orden

establecido. Retomemos la nave de los locos

¿Para qué utilizar balsas llenas de hombres

locos y arrojarlos al mar? ¿Por qué

encerrarlos? La nave de los locos. La balsa de

la locura ¿Qué tiene que ver el mar con la

locura? Ambas son la misma cosa. El mar

extiende sus brazos de locura para que fluyan

los locos libremente. El mar es el hogar de las

criaturas más extrañas y exóticas de todos los

mundos. Existen monstruos, dioses, demonios

y locos que hacen poesía con las cosas. Y las

cosas danzan en la realidad de la locura. No

por nada el capitán Nemo aún insiste en

navegar sus veinte mil leguas de viaje

submarino con su tripulación de locos. Y no

sólo Julio Verne llega a escribir locuras,

también William Shakespeare y Miguel de

Cervantes. Las obras de estos dos últimos

están dentro de los cánones de la locura. “En

la obra de Shakespeare encontramos las

locuras emparentadas con la muerte y con el

homicidio; en la de Cervantes, las formas que

se ordenan hacia la presunción y todas la

complacencias de lo imaginario”, señala

El origen poético de las cosas y la locura

rafael romero arze

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el Renacimiento. Los locos “vivían

ordinariamente una existencia errante”. En

Francfort, en 1399, se encargó a unos

marineros que libraran a la ciudad de un loco

que se paseaba desnudo. Ese hombre fue

puesto a la fuerza en una balsa para llevarlo

mar adentro ¿Cuán peligroso puede ser un

hombre desnudo? “¡Daños a la moral y falta a

las normas de urbanidad!”, dirán esos

“espíritus elevados”. Pobres bobos. El desnudo

no es sólo arte, es una musa que influye a los

mortales. Ha gobernado reinos y destruido

imperios. Imponen su verdad y cuestiona la

razón mediocre del hombre. En efecto,

solamente los locos andan desnudos. Me

pregunto: ¿Por qué hacemos el amor con el

cuerpo desnudo? ¿Será que estamos algo

locos? Sin lugar a dudas que sí. Recuerdo una

anécdota que me contó un amigo hace un par

de años, él se había jurado a sí mismo que si

aprobaba el examen de ingreso a una de las

más prestigiosas universidades de su país,

correría desnudo por las calles metropolitanas

de su ciudad. Así lo hizo, tuvo que correr,

corrió y disfrutó, para él tenía sentido estar

desnudo, pero no para la policía que le

El origen poético de las cosas y la locura

rafael romero arze

[31]

más. Tiene que leer. Es la lectura la que nutre

de una dulce locura. Una locura que despierta

la razón de las cosas, la palabra ¡Oh!, la

palabra confecciona todo, ella describe, narra,

explica y hace su voluntad al decir algo. El

texto describe los contextos, dicen los

lingüistas. Se manifiesta por medio del texto la

relación entre el polo del lector y el polo del

escritor ¡Diablos!, escribir no había sido tan

fácil como creía. Se debe diferenciar el oficio de

escribir y la pasión que se tiene al escribir. El

primero está vinculado a lo cotidiano, una

persona por lo general escribe algo todos los

días, sin importar qué, no es necesario pensar.

Por ejemplo, “Hola, cómo estás, te cuento que

hace dos días te mandé un sobre y espero te

guste el obsequio, bla, bla, bla”, escribe

alguien. Pero este simple mensaje puede

representar mucho para el emisor, tal vez ese

regalo que hizo le cambie su vida. No pretendo

decir que al escribir una nota simple, no exista

pasión, sí puede haberla, pero dependerá de la

fuerza que otorgue el escribiente a su texto y la

relación del continente con el contenido. Para

expresar pasión no es necesario ser poeta y

trovador, sino que se debe decir lo apropiado.

El origen poético de las cosas y la locura

rafael romero arze

[32]

El segundo, hay algunos escritores de oficio,

esos que escriben por escribir cosas de amor y

se preocupan de la humanidad porque se

llaman a sí mismos humanistas. Pareciera que

han olvidado el miedo, esa emoción

escalofriante y tenebrosa de dejar espacios en

blanco, esa ausencia de la palabra escrita que

describe a las cosas. Al usar la palabra no sólo

decimos algo, sino que también hacemos algo;

pensar y reflexionar en cada letra y espacio en

blanco. Por ejemplo, “Permítaseme que no

admita el impedimento del enlace de las almas

fieles. No es amor el amor que al percibir un

cambio cambia, o que propende con el

distanciado a distanciarse. / ¡Oh, no! Es un faro

inmóvil que contempla las tempestades y no se

estremece nunca; es la estrella para todo barco

sin rumbo, cuya virtud se desconoce aunque se

tome su altura. El amor no es un juguete del

Tiempo, por más que lleguen al alcance de su

corva guadaña los labios y las mejillas de rosa;

el amor no se altera con las horas y las

semanas rápidas, sino que perdura hasta el fin

de los días. / Si esto es error y puede

probárseme, yo no he escrito nunca, ni hombre

ninguno ha amado jamás.” dice Shakespeare.

El origen poético de las cosas y la locura

rafael romero arze

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encerrados, estudiados y tratados por

psiquiatras, quienes intentan mantenerlos o

sacarlos de sus desórdenes mentales. Creo que

es ahí donde se jode todo -se impone el poder

de la razón-, cuando a ese hombre desnudo se

le ocurre andar por las ciudades, le encierran,

le someten a diagnósticos y le hacen una serie

de estudios. A nadie le importa. “¡Ha perdido la

razón ese pobre hombre! ¡Qué barbaridad,

cómo va a andar desnudo! ¡Es un pervertido!

¡Atrevido! ¡Impuro! ¡Satánico! ¡Loco!”, dicen los

“elevados de espíritu”.

El loco ha sido estigmatizado en todo

periódo, por ejemplo, “Un nuevo objeto acaba

de aparecer en el paisaje imaginario del

Renacimiento; en breve, ocupará un lugar

privilegiado: Nef des Fous, la nave de los locos,

extraño barco ebrio que navega por los ríos

tranquilos de Renania y los canales

flamencos”, apunta nuestro filósofo francés. El

Narrenschiff -continúa la explicación- es una

composición literaria inspirada en el ciclo de

los Argonautas. Se dice que de todos los navíos

novelescos o satíricos, el Narrenschiff es el

único que ha tenido existencia real. Retomando

El origen poético de las cosas y la locura

rafael romero arze

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seré tu modelo favorito”. Horas más tarde ella

cumplió su promesa. Se suicidó para

inmortalizarlo en la muerte. Es el hombre loco

el que hace que funcionen con locura las

cosas.

Hablar de locura es contar la historia de

la vida. A la locura se la consideraba como la

lepra, es decir, involucraba el encierro, la

exclusión y la discriminación. A los leprosos les

encerraban como a los locos. “Para un millón y

medio de habitantes, existían en el siglo doce,

en Inglaterra y Escocia, doscientos veinte

leprosorios”, explica Foucault. Una vez

desaparecida la lepra, hubo otras

enfermedades, por ejemplo, las venéreas, esos

hospitales del siglo décimo sexto -sin leprosos-,

empezaron a ser utilizados por estas personas,

pero no en su totalidad, los enfermos eran

pocos. Posteriormente los bienes de esas

infraestructuras fueron pasando a manos

privadas, y otros fueron destruidos. En nuestro

tiempo aún existen esos centros de atención

para aquellas personas que sufren de algún

desorden mental, comúnmente llamados locos.

Pero no son locos, sino desorbitados. Estos son

El origen poético de las cosas y la locura

rafael romero arze

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Estas letras no fueron escritas sin pensar, son

inmortales, en cierta manera ha matado al

tiempo. A pesar de que los días pasan y los

años transcurren con sus días y sus noches,

este verso aún existe en la existencia del

tiempo. Es el lector quien dará sentido a cada

línea del contenido. Son palabras que

trascienden más allá de los límites de la

consciencia y el conocimiento. Se hacen

inmortales ante la presencia de todos los

semidioses que están debajo de todo el cielo.

“Enlace de las almas fieles”, con esa frase

inmortaliza al amor, le da libertad y locura. El

amor ya no pertenece a las personas, ya no es

una prerrogativa del reino animal, sino que es

de las almas, atrás queda el varón y lo

femenino, ahora un hombre puede amar a

otro, y la mujer, también amará a otra. El

género ha sido destruido para siempre en el

mundo de los locos, ya no más masculino ni

femenino, ahora son estrellas y barcos.

Incluso, el sexo ya no es igual. Adiós a esas

falsas musas, ahora son musos los que

provocan la creación y los cantos de amor de

media noche. El hombre hace de la mujer un

mito, y del hombre una mujer, según el

El origen poético de las cosas y la locura

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Tratado de Perversiones de Francisco Umbral.

La unión de personas del mismo sexo era

condenada, juzgada y sentenciada a la

exclusión -en algunos lugares aún persiste-,

ahora hay países donde es legal y legítimo el

matrimonio del mismo sexo. Al decir enlace se

refiere a la unión de dos amantes que se

entregan ante la locura de las cosas, el amor.

El hombre loco es el único que ama a las

cosas. Eso no es todo, hay que aclarar algo

para evitar sucias interpretaciones a todo lo

expuesto. Cuando hablo de la libertad y la

locura del amor, estoy diciendo que el amor no

distingue si es varón o mujer, para el amor eso

no importa, tampoco la edad ni la raza, el amor

es loco, en esa locura se encuentra el sentido

de las cosas. Para el loco amor está permitido

el enlace de hombre y mujer, como también el

de hombre con hombre y el de mujer con

mujer. Sólo hay una exigencia de ese loco

enlace de amor: Es la lealtad a la pareja, el

enlace sólo se da una vez, no hay más, es como

la vida, sólo tenemos una. El amor que plantea

la locura es uno solo. Muchas veces he

escuchado hablar acerca del primer amor, por

lógica si hablamos de un primer amor,

El origen poético de las cosas y la locura

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debemos considerar a un segundo, a un

tercero, etcétera. Falso, sólo hay uno solo,

nada más. Pero no es fácil. Insisto en que sólo

algunas personas están con su amor loco, el

resto, no. Las causas son varias, desde la

mentira, la infidelidad hasta la indiferencia.

Hoy, el hombre ha perdido la noción del amor

loco, ya nadie ama, “y son las cosas las que

aman”, escribió Jaime Sáenz. Pareciera que

nadie está dispuesto a dejar todo por amor.

Cuando alguien está con su amor loco, la vida

se convierte en una locura y le invaden miles

de emociones para entender la vida. No es fácil

mantener vivo el amor loco. Existen riesgos y

desafíos. Algo que sólo los locos están

dispuestos a hacerlo. Por ejemplo, Modigliani2

en plena agonía pidió a Jean que estaba

embarazada de nueve meses mientras le

pintaba: “Sígueme en la muerte y en el cielo

2 Pintor Italiano (1884 – Paris, 1920) que en 1917 conoce a Jean Hébuterne, quien será su compañera hasta la muerte. En diciembre de ese año realiza su primera exposición individual en la galería de Berta Weill; el día de la inauguración, la policía retira cinco desnudos por ofensas al pudor y no se vende ningún cuadro. Los biógrafos lo consideran como un artista bohemio vinculado con las drogas, alcohol, mujeres, pobreza y enfermedad. Su fama llegó cuando él murió, pero su extraordinario talento ha legado a la posterioridad.