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NÚMERO 8/SÁBADO 11 DE NOVIEMBRE DE 2006 N A T U R A EL MUNDO España, y muy especialmente Canarias, están sufriendo ya algunas de las peores plagas de procedencia foránea TANA OSHIMA Vienen de fuera para quedarse, ca- si siempre traídas por el hombre. Llegan a un hábitat que no es el su- yo y se adaptan tan bien que proli- feran. Acaparan los recursos y desplazan a los individuos nativos, e incluso en ocasiones los arrojan al borde de la extinción. Hoy, ape- nas quedan en la Tierra lugares que no hayan sido tocados por ellas: las especies invasoras son la versión biológica de la globaliza- ción. Transportadas de un lugar a otro por los desplazamientos hu- manos, encuentran en su nuevo destino mejores condiciones para la vida que en su lugar de origen, y su arrollador éxito reproductivo acaba convirtiendo en conquista lo que parecía una visita accidental. Por su estrecha relación con el hombre, gran parte de los invaso- res comienza su periplo en áreas urbanas y llega incluso a multipli- car temporalmente la variedad de flora y fauna de una ciudad. Pero muy pronto se expanden y, lejos de suponer una riqueza añadida, pasan a constituir uno de los prin- cipales motivos de pérdida de bio- diversidad: las especies abundan- tes y comunes se propagan con ra- pidez en una silenciosa conquista de lo raro y escaso. En España, la plaga del mejillón cebra está provocando pérdidas millonarias en la cuenca del Ebro, y la dificultad para erradicarla pro- mete que se multipliquen las con- secuencias económicas en el futu- ro. En las islas Canarias, la mitad de la flora es ya de procedencia ex- tranjera. Mientras, las especies fo- ráneas continúan impasibles con- centradas en cumplir con su único objetivo: perpetuar la especie, a costa de lo que sea. / PÁGINAS 2 A 4 LOS INVASORES La globalización y el deterioro ecológico facilitan el aumento de especies dañinas Los hongos brindan al campo una oportunidad de negocio DESARROLLO RURAL La Reserva Nacional Pacaya-Samiria, en Perú, es uno de los grandes espacios protegidos de la cuenca amazónica, pero sólo sobre el papel, pues está sometido al continuo acoso de extractores ilegales. Un grupo de nativos está dando una lección de desarrollo sostenible al conseguir licencia para explotar de forma ordenada y autónoma los recursos de sus lagunas. En una década los Yacutaitas o padres del agua, como son conocidos, han logrado que se recupere la biodiversidad y aumentar sus ingresos. Los furtivos han desaparecido. / PÁGINAS 12 Y 13 VIDA SANA Una lección de gestión sostenible en la selva peruana AMAZONAS Tras los fuegos del verano, la lluvia pasa factura en Galicia arrastrando la tierra desprovista de cobertura vegetal INCENDIOS PÁGINAS 6 Y 7 Islandia sienta un grave precedente al romper la moratoria e iniciar como Noruega la caza comercial de cetáceos BALLENAS PÁGINAS 8 Y 9 Se estrena en España el documental de Al Gore que alerta sobre el riesgo de seguir con las emisiones de CO2 a la atmósfera CLIMA PÁGINA 18 Las setas están cada día más de moda entre los buenos gourmets. La demanda de estos manjares está impulsando el desarrollo de algunas áreas rurales ricas en recursos micológicos. Los aficionados que provienen de las ciudades son los grandes clientes de las jornadas gastronómicas, las rutas guiadas y del turismo rural. Los hongos son una nueva oportunidad para el campo. / PÁGINAS 20 Y 21 RAÚL ARIAS JOSÉ LUIS CUESTA

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N Ú M E R O 8 / S Á B A D O 1 1 D E N O V I E M B R E D E 2 0 0 6

N A T U R AEL MUNDO

España, y muy especialmente Canarias, están sufriendoya algunas de las peores plagas de procedencia foránea

TANA OSHIMA

Vienen de fuera para quedarse, ca-si siempre traídas por el hombre.Llegan a un hábitat que no es el su-yo y se adaptan tan bien que proli-feran. Acaparan los recursos ydesplazan a los individuos nativos,e incluso en ocasiones los arrojanal borde de la extinción. Hoy, ape-nas quedan en la Tierra lugaresque no hayan sido tocados porellas: las especies invasoras son laversión biológica de la globaliza-ción. Transportadas de un lugar aotro por los desplazamientos hu-manos, encuentran en su nuevo

destino mejores condiciones parala vida que en su lugar de origen, ysu arrollador éxito reproductivoacaba convirtiendo en conquista loque parecía una visita accidental.

Por su estrecha relación con elhombre, gran parte de los invaso-res comienza su periplo en áreasurbanas y llega incluso a multipli-car temporalmente la variedad deflora y fauna de una ciudad. Peromuy pronto se expanden y, lejosde suponer una riqueza añadida,pasan a constituir uno de los prin-cipales motivos de pérdida de bio-diversidad: las especies abundan-

tes y comunes se propagan con ra-pidez en una silenciosa conquistade lo raro y escaso.

En España, la plaga del mejillóncebra está provocando pérdidasmillonarias en la cuenca del Ebro,y la dificultad para erradicarla pro-mete que se multipliquen las con-secuencias económicas en el futu-ro. En las islas Canarias, la mitadde la flora es ya de procedencia ex-tranjera. Mientras, las especies fo-ráneas continúan impasibles con-centradas en cumplir con su únicoobjetivo: perpetuar la especie, acosta de lo que sea. / PÁGINAS 2 A 4

�LOS INVASORES➔

La globalización y el deterioro ecológicofacilitan el aumento de especies dañinas

Los hongos brindan al campouna oportunidad de negocio

DESARROLLO RURAL

La Reserva Nacional Pacaya-Samiria, en Perú, es uno delos grandes espacios protegidos de la cuenca amazónica,pero sólo sobre el papel, pues está sometido al continuoacoso de extractores ilegales. Un grupo de nativos estádando una lección de desarrollo sostenible al conseguirlicencia para explotar de forma ordenada y autónoma losrecursos de sus lagunas. En una década los Yacutaitas opadres del agua, como son conocidos, han logrado que serecupere la biodiversidad y aumentar sus ingresos. Losfurtivos han desaparecido. / PÁGINAS 12 Y 13

VIDA SANA

Una lección de gestiónsostenible en la selva peruana

AMAZONAS

Tras los fuegos delverano, la lluvia pasa factura enGalicia arrastrando la tierradesprovista de cobertura vegetal

INCENDIOS

PÁGINAS 6 Y 7

Islandia sienta ungrave precedente al romper lamoratoria e iniciar como Noruegala caza comercial de cetáceos

BALLENAS

PÁGINAS 8 Y 9

Se estrena en España eldocumental de Al Gore que alertasobre el riesgo de seguir con lasemisiones de CO2 a la atmósfera

CLIMA

PÁGINA 18

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Las setas están cada día másde moda entre los buenosgourmets. La demanda deestos manjares estáimpulsando el desarrollo dealgunas áreas rurales ricasen recursos micológicos. Losaficionados que provienende las ciudades son losgrandes clientes de lasjornadas gastronómicas, lasrutas guiadas y del turismorural. Los hongos son unanueva oportunidad para elcampo. / PÁGINAS 20 Y 21

RAÚL ARIAS

JOSÉLUIS

CUESTA

E L M U N D O / N Ú M E R O 8 / NATURA / S Á B A D O 1 1 / N O V I E M B R E 2 0 0 6N2

TANA OSHIMA

Era agosto de 2001cuando miembros de laasociación ecologistaGrupo de Natura Freixevieron en el bajo Ebro,

entre Xerta y el embalse de Riba-rroja, a un sospechoso bivalvo queenseguida reconocieron como el te-mido mejillón cebra (Dreissenapolymorpha). Cinco años después,se ha convertido en una de las pla-gas más amenazantes y económi-camente onerosas de España. Pro-

bablemente introducidos en formade larvas a través del agua de lastrede los barcos o adheridos a las em-barcaciones, estos mejillones origi-narios del Mar Negro han coloni-zado, en un espacio de tiempo muycorto, cinco ríos de la cuenca delEbro que afectan a nueve autono-mías, y se teme que se propague atodos los cauces del país.

Las consecuencias afectan alos ecosistemas fluviales, a la ca-lidad del agua y, en última instan-cia, a la salud humana. La Confe-

deración Hidrográfica del Ebro es-tima que la plaga ha tenido unoscostes totales (en mantenimiento,limpieza e investigación) de2.680.325 euros entre 2001 y 2005.Las cifras previstas para los próxi-mos 20 años se elevan a 40 millo-nes de euros.

El mejillón cebra no es más queun ejemplo de las llamadas espe-cies invasoras, especies alóctonas(exóticas, foráneas) que son intro-ducidas accidental o deliberada-mente en un nuevo hábitat al queno habrían llegado por sí solas yque acaban desplazando a las es-pecies nativas o endémicas (úni-cas de ese lugar) por su gran éxitoreproductivo; a veces, incluso,destruyendo ecosistemas. El re-sultado es una pérdida de biodi-versidad y diversidad genética,además de enormes daños econó-micos y sociales. La Unión Mun-dial para la Conservación (IUCN)considera que es la segunda causade pérdida de biodiversidad des-pués de la destrucción de hábitats.

Si bien una gran mayoría de lasespecies exóticas muere cuandoes trasladada a un ambiente muydistinto del que procede, algunaslogran sobrevivir y, entre ellas,muchas se naturalizan y se adap-tan sin causar alteraciones. Sólo

unas pocas se convertirán en inva-soras. Predecir cuáles lo serán ono es una tarea complicada. Perose ha constatado que, a mayor de-terioro ambiental, más posibilida-des hay de que se produzca unainvasión.

«En los ambientes bien conser-vados, los recursos están copadospor las especies. Pero si por ejem-plo talas y matas a muchos indivi-duos, quedan huecos para otrasespecies que pueden ser exóticas»,explica Pilar Castro-Díez, del De-partamento de Ecología de la Uni-versidad de Alcalá de Henares. Laglobalización permite el trasladode estas especies, y unavez en su nuevo destino,vuelve a ser el hombre elque facilita el camino alas invasiones mediantesu mano destructora. «Siabres claros en una co-munidad, liberas recur-sos y reduces competencia; estásdebilitando la resistencia biológicaa los invasores», sostiene.

A pesar de que es la flora la quesuele llevarse la peor fama, en laEspaña peninsular el mayor núme-ro de especies foráneas se da enlos ríos: cada vez son más numero-sos los peces –introducidos por afi-cionados a la pesca y a los acuarios

o por escapes de piscifactorías–que se naturalizan y, en muchoscasos, se vuelven invasores.«Nuestros ríos están siempre entrelos 18 y los 25 grados de tempera-tura. Muchas especies se adaptanestupendamente. Además, las ad-ministraciones tienen la costum-bre de que cuando los peces seaclimatan, los dan por pescables.Eso invita a que venga otro y suelteun nuevo pez», señala IgnacioDoadrio, profesor de investigacióndel CSIC.

«La fauna con más endemismosespañoles está en los peces conti-nentales, pero son los más amena-

zados por las invasoras, porquenuestros ecosistemas fluviales es-tán muy manipulados y contami-nados», apunta Juan José Areces,jefe de sección en el Ministerio deMedio Ambiente. Así, las especiesexóticas de peces de agua dulce enEspaña han alcanzado proporcio-nes alarmantes: más del 25%son foráneos, frente a un 18%

INVASIONES BIOLÓGICAS EFECTO GLOBAL➔

Las especies invasoras soncada vez más frecuentesdebido a la globalización

EL ENEMIGOEN CASA

P R I M E R P L A N O

Imagen de un río colonizado por el jacinto de agua o camalote (’Eichhornia crassipes’), una especie amazónica que se ha expandido por todo el mundo. / WOLFGANG KAEHLER / CORBIS

En España, una cuarta partede los peces de río son especiesextranjeras que se han adaptado

JACINTO DE AGUAUn tapiz imparable. El jacinto de agua(Eichhornia crassipes), también conocidocomo camalote, es una de las especies in-vasoras más virulentas en la actualidad.Originaria del Amazonas, esta planta acuá-tica ha cubierto la superficie de lagos y ríosen regiones tan distintas como Florida(EEUU), la India, España o China. En esteúltimo caso, la especie fue introducida enlos años 30 como planta ornamental y sefomentó su uso de forma masiva entre los50 y los 70 como purificador natural deaguas. El resultado ha sido una de las peo-res invasiones biológicas que sufre Chinaen sus ecosistemas acuáticos.

PERCA DEL NILOEl peor caso registrado. En 1954, laperca del Nilo (Lates niloticus) llegó alLago Victoria, en África, para contrarres-tar la pérdida de reservas de peces comes-tibles debido a la sobrepesca. En unas dé-cadas, este animal foráneo y depredadoracabó con 200 especies endémicas de ciclí-nidos (peces). Al ser más aceitoso queotros pescados, requería más leña para se-carse, por lo que se talaron los bosques co-lindantes. La erosión del suelo hizo que laslluvias arrastraran más nutrientes al lago.Esto provocó una proliferación de algasque redujo los niveles de oxígeno en elagua provocando más muertes de peces.

PASTO EUROPEOLa planta que llama al fuego. Algunasespecies invasoras destacan porque acen-túan las adversidades naturales. Es el casode la gramínea Imperata cylindrica que fueintroducida en Florida (EEUU). Originariade arenales europeos, es una especie quese regenera muy bien tras los incendios yque además propicia los fuegos por sermuy inflamable. La frecuencia de incen-dios en la región aumentó considerable-mente y provocó la destrucción de las es-pecies nativas, mal adaptadas a las llamas.Esto ha hecho que la especie se expandaocupando las áreas que las nativas van de-jando vacías al no poder regenerarse.

HORMIGA LOCAPequeña pero devastadora. La hor-miga amarilla o ‘loca’ (Anoplolepis gracili-pes), oriunda de África o Asia y llamada asípor sus movimientos frenéticos, ha cau-sado daños ambientales en múltiples islas,desde Hawai hasta Zanzíbar. El caso mássonado es el de la isla Christmas, pertene-ciente a Australia, donde ha formado colo-sales colonias en ocho áreas de la selvadesplazando o devorando a los demás ha-bitantes, incluso del dosel forestal. En sólo18 meses esta hormiga foránea ha matadoa tres millones de cangrejos rojos de tierra,una especie muy importante en el equili-brio del ecosistema forestal de la isla.

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INVASIONES BIOLÓGICAS EFECTO GLOBAL➔

P R I M E R P L A N O

de reptiles, un 15% de mamí-feros, un 14% de anfibios, un 14%de plantas y un 5% de aves. Detrásde ello se esconden, casi siempre,intereses comerciales.

En el pasado, algunos de los ca-sos más sonados de invasión bioló-gica se debieron a causas tan ino-centes como pudo ser la compañíaamistosa del gato doméstico de unsolitario farero en la isla deStephen, Nueva Zelanda. El gato(Felis catus), el único depredadorjunto con las ratas de Polinesia(Rattus exulans), acabó con una es-pecie endémica, el chochín de la is-la de Stephen (Xenicus lyalli), unave no voladora que ya había sidodiezmada por los roedores. Sólo enGran Bretaña, los felinos domésti-cos, muy invasores, son responsa-bles de la muerte de 20 millones deaves al año, según un estudio publi-cado en 2001 en Issues in Ecology.

Como el gato del farero, las es-pecies alóctonas pueden acabarcon las autóctonas por medio de lapredación o, si son herbívoras, porel consumo de especies vegetalesnativas, como ocurrió en Nueva Ze-landa con el caballo (Equus caba-llus) asilvestrado, introducido amediados del siglo XIX y converti-do entonces en el único gran herbí-voro del archipiélago. En otros ca-sos, las especies son portadoras demicroorganismos que provocan en-fermedades para las que las espe-cies nativas no están preparadas,mientras que otras minan las po-blaciones locales al competir conellas por los recursos, como ha ocu-rrido con cabras (Capra aegagrus)y cerdos (Sus domesticus) en las is-las Galápagos. Las especies tam-bién pueden propagarse por hibri-dación, como es el caso del esparti-llo norteamericano (Spartina alter-niflora), que se cruzó con el esparti-llo inglés (S. maritima) y, por unamutación genética, terminó por darhíbridos invasores.

La introducción deliberada deespecies resulta hoy más fácil quenunca a raíz de la eliminación defronteras en la UE y la accesibili-dad a lugares lejanos. En su mayo-ría son especies comerciales, mas-cotas que se abandonan o escapan,o plantas ornamentales que se pro-pagan sin control. Para prevenirlo,«lo primero que hay que hacer eseducar a la gente», dice LauraCapdevila, del Grupo Especialistaen Invasiones Biológicas (GEIB).«Hay gente que viaja a países exóti-cos y se trae alguna semilla. Y eninternet puedes conseguir de to-do», señala. La ley prohíbe soltaranimales exóticos en espaciosabiertos, pero es algo muy difícil decontrolar, añade.

Según un estudio de la Universi-dad de Cornell, EEUU pierde al año120.000 millones de dólares en da-ños ambientales por invasiones.Aunque el fenómeno no es nuevo,sí ha alcanzando una frecuencia eintensidad sin precedentes. Los ex-pertos prevén que el número de in-vasores crecerá en el futuro ali-mentados por el cambio climático,que «reducirá el grado de ajuste delas especies nativas y hará queaquéllas venidas de fuera puedanencontrarse mejor adaptadas a losnuevos cambios», dice Pilar Cas-tro-Díez. En la globalización, unosganan y otros pierden. En este ca-so, es la biodiversidad del planetala que puede salir perjudicada.

T. OSHIMA

El islote ha quedadolimpio de conejos.En un año y medioconseguimos erra-dicarlos, y todo sin

usar veneno», presume orgu-lloso Aurelio Martín, profesorde biología de la conservaciónnatural en la Universidad deLa Laguna, Tenerife. Pese a lacrudeza de su frase, este ex-perto en invasoras tiene moti-vos para sentirse satisfecho: halogrado salvar en el islote deMontaña Clara a numerosasespecies de flora autóctonasque corrían el peligro de desa-parecer debido a la presenciadel conejo español (Oryctola-gus cuniculus).

«Colocamos unas 300 tram-

pas. Al final, dimos los conejosa un centro de beneficenciapara que se los comieran»,añade contento. Día tras día, elequipo minó el suelo de arte-factos, convencido de que asílograría su meta sin tener querecurrir al veneno, una prácti-ca extendida que sin embargoacarrea consecuencias sobreotras especies. «En todo esetiempo sólo tuvimos dos muer-tes accidentales de otros ani-males», declara triunfante.

La tarea de Aurelio Martínno responde a ninguna excen-tricidad. La conservación de la

biodiversidad en las islas se haconvertido en una de las prio-ridades del Convenio de Di-versidad Biológica auspiciadopor Naciones Unidas, según elcual las islas son particular-mente vulnerables al asalto delas especies invasoras.

«Esto es así debido a que laflora y la fauna insulares sue-len ser más pobres en númeroque en las zonas continenta-les, lo que hace a su vez queestén acostumbradas a teneruna menor competencia entreellas para sobrevivir. Así,cuando llegan las alóctonas,las especies locales no ofrecendemasiada resistencia a la in-vasión», explica Mario Sanz,de la Gerencia Territorial delCatastro de Segovia y experto

en plantas exóticas.La pérdida de bio-

diversidad como con-secuencia de las inva-siones biológicas esespecialmente graveen el caso del archi-piélago canario, quecon más de 4.000 es-pecies propias puedepresumir de tener unaltísimo grado de en-

demicidad (es decir, especiesúnicas). La región macaronési-ca (a la que pertenecen Cana-rias, Azores, islas Salvajes, Ca-bo Verde y Madeira) se carac-teriza por contar con hábitatsmuy singulares como es la lau-risilva, un bosque tropical re-manente del Terciario (haceunos 60 millones de años),cuando este tipo de vegetaciónse extendía por toda la cuencamediterránea y Europa.

La laurisilva, así llamada porser un bosque dominado porárboles con hojas en forma delaurel, acoge un sorprendente

número de especies endémi-cas, únicas de ese hábitat. Se-gún Juan Carlos Moreno, Di-rector General del Medio Natu-ral de la Consejería de MedioAmbiente y Ordenación Terri-torial del Gobierno de Cana-rias, la cantidad de endemis-mos podría ser aún mayor da-do que cada seis días se descu-bren nuevas especies en las is-las. De hecho, la zona de Cruzdel Carmen, en Tenerife, re-presenta el punto más calientede biodiversidad por kilómetrocuadrado que hay en Europa.

Sin embargo, actualmenteCanarias está en peligro: lallegada de especies foráneases frecuente pero invisible, yla posibilidad de que prolife-ren aquéllas de climas cálidosestá aumentando con la «tro-picalización» del archipiélago.El resultado es que una de ca-da dos especies de flora ya esextranjera.

Hoy, cualquier planta o ani-mal exótico que haya pasadoya alguna aduana de la UniónEuropea puede ser introducidaen Canarias sin obstáculos. Laley autonómica sólo puede in-tervenir cuando la especie hademostrado ser invasora: es loque ha ocurrido, por ejemplo,con la plaga del picudo rojo(Rhynchophorus ferrugineus),un insecto responsable de lamuerte masiva de la palmeraautóctona canaria (Phoenixcanariensis). Esta planta ya es-taba amenazada por la hibri-dación con otras palmeras ex-tranjeras importadas que son,precisamente, las portadorasdel insecto.

Para los expertos, la plagase antoja muy difícil de con-trolar. «Mientras más pequeñaes la especie y cuanto másgrande es su área de distribu-ción, más difícil es», dice Ma-rio Sanz. De momento, la Con-sejería ha aprobado un decre-to específico para proteger laidentidad genética de esta es-pecie de palmera y una orde-nanza por la que se establecenmedidas fitosanitarias paracontrolar la población del in-secto. Sin embargo, a diferen-cia del conejo en MontañaClara, el picudo está lejos deerradicarse. Y el problema vamás allá de las fronteras cana-rias: cada especie endémicaque pierde el archipiélago esuna especie que pierde elmundo.

Una de cada dos especies deflora canaria es ya foránea

LA SILENCIOSACOLONIZACIÓNDE LAS ISLAS

�➔ Viene de pág 2

ILUSTRACIONES: ARTURO ASENSIO

E L M U N D O / N Ú M E R O 8 / NATURA / S Á B A D O 1 1 / N O V I E M B R E 2 0 0 6N4

tiene un homólogo nativo conquien competir, pero es «un herbí-voro generalista» que está dañan-do a las plantas locales. A su vez,infiltrado en las palmeras orna-mentales que llegaban del Nortede África llegó a Almuñécar en1993 el picudo rojo, un insecto roji-zo originario del Sudeste Asiáticoy Melanesia que está dañando laspalmeras de Canarias, del Sur ydel Levante.

Al galápago de Florida lo traji-mos, sin embargo, como «animalde compañía», y cuando nos harta-mos de él lo soltamos en jardinespúblicos donde no tardó en hacer-se con el espacio de las tortugasibéricas (galápago europeo y galá-pago leproso). Además de poder

vivir en condiciones naturales quelos otros galápagos no toleran, al-canza tallas superiores a las de losnativos, produce una mayor des-cendencia, tiene una madurez se-xual más temprana y su dieta esmás variada. La UE prohibió suimportación en 1997 porque trans-mite salmonelosis a sus propieta-rios, pero ni su cría ni su venta es-tán prohibidas en España.

En cuanto a las plantas invaso-ras, son tan «ferozmente coloniza-doras» que hasta la FAO ha exigi-do seriamente a los gobiernos quetomen medidas para frenar su ex-pansión. En su Top 20, el GEIBdescribe el alga asesina, la mimosaplateada, el ailanto o árbol del cie-lo, el helecho de agua, el carquejo,

INVASIONES BIOLÓGICAS ESPAÑA➔

CANDELA MARTÍNEZ

Llegan desde territorioslejanos pegadas a losbarcos, resguardadas enlos materiales de emba-laje, como mascotas o

adorno floral, se propagan ennuestro territorio a una velocidadde vértigo, se hacen las amas de suentorno y los investigadores exper-tos en el tema advierten de quecada vez son más a medida quecrecen el transporte y el comercioglobal. El camalote, el visón ameri-cano, el alga asesina, el cangrejorojo o la uña de gato son algunosde los peores intrusos a los que seenfrentan la flora y la fauna ennuestro país según la publicaciónLas 20 especies exóticas invasorasmás dañinas presentes en Españadel Grupo Especialista en Invasio-nes Biológicas (GEIB).

Laura Capdevila, coordinadoradel proyecto, auspiciado por laFundació Territori i Paisatge deCaixa Catalunya, incide en quedesde el momento en el que las es-pecies exóticas «se introducen conéxito, podemos hablar de que nosencontramos con una situación deextremo riesgo ambiental» como laque está provocando el mejillón ce-bra, que tiene otro compañero si-milar en nuestro país, también da-ñino, la almeja asiática.

«Imparables» son también ennuestros ríos dos tipos de cangre-jos invasores, el rojo y el chino. Elsegundo tiene tal intensidad exca-vadora de madrigueras y túnelesque está erosionando riberas y di-ques, provocando el desplome delas orillas y acelerando los proce-sos erosivos. Se concentra en lasredes y trampas de los pescadorespara comerse los cebos y los pecesque caen cautivos y está acabandocon los cangrejos nativos.

Pero uno de los casos más lla-mativos de supremacía sobre suhomólogo en España es el de lamalvasía canela, un pequeño patobuceador que llegó a nuestras la-gunas y pantanos a comienzos delos 80 y, lento pero imparable, seha instalado en 21 provincias enlas que está acabando con la mal-vasía cabeciblanca, mundialmenteamenazada. El poder de la malva-sía canela reside, según el GEIB,en la ferocidad reproductiva de losmachos, «que son polígamos y másdominantes, agresivos y astutos enel cortejo que los autóctonos», porlo que cuentan con más posibilida-des de ser aceptados por las hem-bras cabeciblancas.

LOS ‘OKUPAS’PENINSULARES

P R I M E R P L A N O

FUENTE: GEIB. Rafa Estrada / EL MUNDO

LOS VEINTE CASOS MÁS ACUCIANTES

LOS EFECTOS QUE PRODUCEN

IMPACTOS ECOLÓGICOS

Vegeta

les

Crustáceos

Mam

íferos Molu

scos

Inse

ctos

Peces

Aves

Reptiles

Algas

Mejillón CebraDreissena

polymorpha

Visón americanoMustela vison

CoipúMyocastor coypus

Cangrejo americanoProcambarus clarkii

Alga asesinaCaulerpa taxifolia

Mimosaplateada

Acaciadealbata

Árbol de cieloAlianthus altissima

Helecho de aguaAzolla filiculoides

CarquejoBaccharishalimifolia

Uña de gatoCarpobrotus sp.

PlumeroCortadeira selloana

Jacinto de aguaEichhornia crassipes

ChumberaOpuntia ficus indica

Falsa acaciaRobinia pseudoacacia

Cangrejo demitones

Eriocheir sinensis

Picudo rojoRhynchophorus

ferrugineus

GambusiaGambusia holbrooki

Malvasía canelaOxyura jamaicensis

Tortuga de FloridaTrachemys scripta elegans

Almeja asiáticaCorbiculafluminea

La biodiversidad autóctona está sometida a crecientes amenazas derivadas de la introducción de especies exóticas introducidas voluntaria o involuntariamente.

Sobre los individuos

Sobre las poblaciones

Sobre los ecosistemas

Sobre los genes

Alteraciones delcomportamiento

Escasareproducción

Competenciainesperada

Enfermedades

Hibridación Nuevos genotiposinvasores

Más o nuevas perturbaciones(fuegos, etc.)

Cambios en el medio físico

Depredacióny herbivoría

Cambios en laabundancia ydistribución

Alteraciones enla composición

Extinciones Pérdida dela diversidad

Cambian los hábitats, poniendo en riesgo ecosistemas enteros.

Desplazan o reemplazan a las especies nativas que son necesarias para mantener el equilibrio de un hábitat.

Afectan a la salud humana y medioambiental al actuar como foco de enfermedades.

Afectan negativamente a las actividades económicas como la pesca, la agricultura y la explotación forestal.

Al fuerte retroceso de la especienativa ha contribuido también elvisón americano, que está hacien-do desaparecer al europeo en elcentro de España desde que se es-capó en los años 50 de una granjade Segovia. El visón americano esun fuerte competidor por su ma-yor tamaño y agresividad, por suscamadas numerosas y porque en-tra en celo antes que el europeo yse aparea con sus hembras produ-ciendo un embrión inviable. Ade-más, es portador de enfermedadesque afectan ya a los ejemplareseuropeos en España, y depredadorde aves nidificantes en el suelo.

Por escapes de granjas se intro-dujo también el coipú, un roedorcon apariencia de rata grande. No

la uña de gato, la chumbera, elplumero, el jacinto de agua y lafalsa acacia como «las más agresi-vas» en nuestro territorio. La ma-yoría de ellas han llegado a travésde la jardinería, aunque tambiénhan sido consecuencia de descui-dos, como el alga tóxica Caulerpaque acabó en aguas del Mediterrá-neo tras escaparse por un desagüedel acuario de Mónaco.

Los expertos en invasoras con-sideran especialmente «destructi-vas» a las acacias, como la mimosaplateada, cuya facilidad para ger-minar tras los incendios le permi-tió colonizar las zonas arrasadaspor el fuego, empobreciendo la di-versidad florística e inhibiendo elcrecimiento de otros vegetales. Aincrementar la frecuencia de in-cendios contribuye, por otra parte,el plumero o hierba de las Pam-pas. Pero si hay una planta invaso-ra habitual en nuestro entorno esel ailanto, que por su tolerancia ala sequía y al tipo de suelo «ha co-lonizado los márgenes de carrete-ras y cunetas, dañando el alcanta-rillado, los cimientos de los edifi-cios y las aceras».

En los ríos, el camalote (jacintode agua) ha ocupado casi 100 hec-táreas del Guadiana poniendo enpeligro los sistemas de riego y lafauna acuática, ya que su concen-tración reduce el nivel de oxígenoe impide el paso de la luz del sol.Efectos similares tiene el helechode agua en este río y en el Guadal-quivir.

Los expertos crean unalista de las 20 especiesmás dañinas del país

E L M U N D O / N Ú M E R O 8 / NATURA / S Á B A D O 1 1 / N O V I E M B R E 2 0 0 6N6

A C T U A L I D A D

PEDRO CÁCERES

Posa para la foto en laparcela de investiga-ción de la Facultad deBiología de la Univer-sidad de Vigo, donde

es profesor de Ecología. Enseñaa la cámara unos plantones dediferentes tipos de castaño hí-brido, uno de esos árboles au-tóctonos con los que cree quehabría que repoblar los montesgallegos, invadidos por especiesexóticas y amigas del fuego.Llueve y, esa lluvia, que llegótarde para apagar los incendiosde verano, cae ahora justo a

tiempo para arrastrar toneladasde tierra fértil hacia los ríos, lospueblos y el mar gallego.PREGUNTA.— ¿Las inundacio-nes que está sufriendo Galiciaeste otoño tienen que ver conlos incendios?RESPUESTA.— Sí. En esta co-munidad tenemos dos proble-mas, uno grave, que son los in-cendios forestales, y otro muygrave, que es una urbanizaciónmal hecha. Ves el mapa de lasinundaciones y coincide con zo-nas quemadas este verano. Latierra desprotegida de vegeta-ción se arrastra a zonas dondenunca debió construirse. Perola lluvia no es culpable de eso.P.— ¿Tan grave es la erosiónque producen los incendios?R.— Hay que tener en cuentaque además de los daños inme-

diatos, también se producen acorto y medio plazo severos im-pactos ecológicos inducidos. Laerosión puede superar las 50 to-neladas por hectárea y año.Además, se incrementa la esco-rrentía de agua superficial, loque reduce el agua disponibleen el suelo y la recarga de acuí-feros. En Galicia afecta a losmanantiales de zonas inferio-res. La pérdida de fertilidad ynutrientes reduce la producciónvegetal y causa efectos en cas-cada sobre la cadena trófica.Los daños derivados de los in-cendios en Galicia son, por uni-dad de superficie quemada, másseveros que en otras partes deEspaña.P.— ¿Esos daños hacen másvulnerable el monte?R.— Sin duda. El incendio es unriesgo de degradación irreversi-ble del suelo. Favorece condi-ciones más adversas para el cre-cimiento de las plantas, sobretodo si la pendiente del terrenoes alta. Esto ayuda a prosperara las especies arbóreas pirófitas[amantes del fuego] preexisten-tes antes del fuego, como pinosy eucaliptos.P.— ¿Cómo actúa ese mecanis-mo de degradación?R.— En Galicia, a veces el fuegoelimina selectivamente robles,castaños y otras especies cadu-cifolias, además del estrato ar-bustivo bajo el dosel. Además,facilita la regeneración desdesemillas de los pinos o eucalip-tos del área quemada o de suentorno. El eucalipto rebrotatras el fuego desde el tronco odel tocón si es talado. Se empo-brece la diversidad biológica lo-cal. Si rebrota el eucalipto, po-drá rebrotar el fuego. Es un fe-nómeno cíclico de retroalimen-tación positiva asociado a in-cendios recurrentes en unmismo lugar bien conocido. Losimpactos de los incendios, enespecial la erosión, los hacenmás susceptibles al fuego. Pue-de afirmarse que los daños eco-lógicos propician la frecuenciade incendios y la extensión de lasuperficie quemada.P.— ¿Y cómo se puede evitaresa dinámica de la que habla?R.— Rompiendo el círculo vicio-so, utilizando árboles caducifo-lios más resistentes al fuego, co-mo varias especies de robles ycastaños, y árboles de hoja pe-renne y que se regeneran bientras los incendios, como el ma-droño y el alcornoque. La res-

tauración ecológica ofrece múl-tiples técnicas y diversidad deespecies frente al monocultivode pinos o eucaliptos.P.— ¿En qué consiste esa res-tauración ecológica?R.— Las actuaciones deben de-finirse mediante criterios comola calidad ecológica antes delfuego, la severidad de los da-ños, los riesgos de degradaciónexistentes, la capacidad naturalde recuperación y el tipo de ve-getación y uso deseados por lospropietarios. No debe hacersede forma aislada, sino en el con-texto de un proyecto global derestauración del área quemada.Existen diferentes técnicas, co-mo la hidrosiembra de especiesherbáceas y el acolchado dematerial vegetal. Estas técnicasatenúan los riesgos de degrada-ción a corto plazo. Después hayque introducir arbustos o árbo-les para restaurar una cubiertaprotectora permanente.P.— Galicia lleva años y añossufriendo incendios en verano.¿Se están paliando esos daños?R.— La mayoría de las actuacio-nes de restauración se hacen sinun conocimiento ecológico ade-

cuado. A veces son perjudicia-les, desencadenando procesoserosivos. No consiste en realizarsimples repoblaciones de espe-cies arbóreas. Las actuacionesse ejecutan a menudo tarde, malplanificadas e ignorando losriesgos de degradación, la vege-tación idónea a implantar o laopinión de los propietarios.Construir depósitos de agua pa-ra incendios, plantar pinos o se-leccionar brotes de eucaliptosen áreas quemadas de Galiciano es restaurar, es gastar dineropúblico de forma ineficaz.P.— Entonces, ¿qué hacer?R.— Restaurar donde sea nece-sario y viable. Las zonas agríco-las llanas, cultivadas o no antesdel incendio, y los prados noson prioritarios. Las amplias zo-nas de matorrales de tojo y bre-zo se recuperan bien también.Sin embargo, las laderas de losmontes productivos arboladosnecesitan actuaciones que ayu-den a la recuperación global deun ecosistema. En las regionesde abundantes lluvias, y en lasáreas con mayor pendiente,prevenir la erosión del suelo esuna actuación estratégica.

JAVIER MONTALVO

«Muchas actuacionesde restauración se hacende modo inadecuado»

«Prevenir la erosión esuna acción estratégicatras los incendios»

«Más de la terceraparte de Galicia serepobló con árbolesforáneos desde 1940.Hoy, los montes yterrenos arboladosson un paisaje muyinestable, en riesgode degradaciónirreversible porfuego y erosión. Haymucho combustibleen forma de madera,hojas y otros restos.Están prestos paraarder. Elincendiario sóloprende la llama»

«Hay árboles másrentables y resistentes alfuego que el eucalipto»

«Recrear un paisajeestable y diverso seríael mejor cortafuegos»

«Las zonas inundadascoinciden con las queardieron en verano»

ANA RODRÍGUEZ

E L M U N D O / N Ú M E R O 8 / NATURA / S Á B A D O 1 1 / N O V I E M B R E 2 0 0 6 N7

P.— ¿Qué paisaje va a quedaren Galicia después de las olasincendiarias y las lluvias catas-tróficas?R.— Primero hay que tener encuenta que el paisaje gallego noha sido siempre igual. El paisajeprimitivo, con pocos o ningúnhumano, estaba dominado porbosque caducifolio mixto atlán-tico. Si nos referimos a épocashistóricas, el árbol no era domi-nante. Antes de la despoblacióndel medio rural, el uso tradicio-nal del territorio estaba diversi-ficado, era sobre todo ganaderoy agrícola. El paisaje formabaun mosaico estable y sin proble-mas de incendios. Los cultivosdominaban las tierras más lla-nas y se extendían incluso pormuchas laderas de los montes.Existía un sistema de aprove-chamiento integrado de la bio-masa del monte. Desde media-dos del siglo pasado, el paisajesufrió una intensa mutación.P.— ¿Cómo es ahora esa reali-dad?R.— Hoy, los cultivos forestalesy bosques son el uso del suelopredominante. Un uso uniformee industrial del monte, para pro-ducir madera. Más de la terceraparte de la superficie de Galiciafue repoblada con especies ar-bóreas foráneas después de1940. Ocuparon sobre todo losmontes, pero también las parce-las agrícolas. Hoy, en conjunto,los montes y terrenos arboladosrepresentan un paisaje muyinestable, con riesgos de degra-dación irreversible por fuego yerosión. Hay demasiado com-bustible en forma de madera,hojarasca y otros restos predis-puestos para arder. Los incen-diarios sólo encienden la llama.P.— ¿Cuál debería ser el paisajegallego ideal desde un punto devista ecológico y económico?R.— Deben combinarse usos yfunciones que recreen un paisa-je más estable y diverso, que esel mejor cortafuegos. Impulsarun aprovechamiento mecaniza-do de la biomasa de matorrales,y de la madera y residuos vege-tales de cultivos forestales parafines energéticos y producciónde compost; un uso moderno dela ganadería extensiva para re-crear prados y montes más cui-dados; usar quemas controladaspara prevenir daños; restaurarel bosque autóctono y revalori-zar su potencial turístico y re-creativo. Es un paisaje alternati-vo y con futuro, sin los proble-mas de incendios del presente ymás rentable.P.— ¿Hay alternativas al mono-cultivo del eucalipto?R.— Sí, y la Administración yaes consciente. Tras los incen-dios de verano, el director gene-ral de Montes de la Xunta deGalicia reconocía que el euca-lipto es una auténtica bomba yanunciaba que se eliminará delos planes de reforestación. Enmi opinión, hay que dar un pasomás: comenzar a eliminarlo delpaisaje. Las extensas superfi-cies de esta especie invasora,que propaga incendios y destru-ye diversidad, hipotecan el futu-ro de los montes gallegos. Hayalternativas. Una es sustituirlospor cultivos arbóreos sosteni-bles como castaño y cerezo,más rentables y más resistentesal fuego. Debe haber deduccio-nes fiscales por invertir en estasplantaciones, como en Francia.

A C T U A L I D A D

MIGUEL G. CORRAL

Sólo un refrán es capaz deresumir de forma certerael ciclo de desastres eco-lógicos que está azo-tando a Galicia desde

este verano: «De aquellos polvos,vinieron estos lodos». Después desufrir durante el mes de agostouna terrible ola de incendios, lasfuertes lluvias sólo han agravadola situación en los ecosistemascosteros y forestales gallegos.

Según las cifras oficiales ofre-cidas por la Xunta de Galicia, elfuego arrasó 77.772 hectáreas demonte. Buena parte de ellas per-tenecían a zonas cercanas a lacosta. Después, el clima vino a po-ner su granito de arena en el de-sastre. El ciclón Gordon, que atra-vesó Galicia a finales de septiem-bre, venía con intenciones de darla razón a los expertos que duran-te el verano pusieron el grito en elcielo presagiando las riadas de lo-do. Finalmente fue sólo el barrun-to de la verdadera tormenta.

«Bajaba un auténtico mar deagua, lodo y tierra», recuerda elalcalde de la localidad coruñesade Cee, José Antonio Domínguez,refiriéndose a las riadas que tu-vieron lugar a mediados de octu-bre. Tras los incendios, los mon-tes no tenían vegetación que fija-se el suelo y frenase la tromba deagua. «Las cenizas contienen pro-ductos no solubles que al juntarsecon grandes cantidades de aguaforman lodos finos que por esco-rrentía [circulación de agua debi-da a la pendiente] llegan a los ríosy se depositan en las playas», diceMiguel Ángel Alcaraz, profesorde investigación del CSIC en elCentro Mediterráneo de Investi-gaciones Marinas y Ambientales.

El problema comenzó en losmontes en verano. Dos mesesdespués ha llegado a las playas dela Costa de la Muerte, aunque lasconsecuencias más graves las han

sufrido en las Rías Bajas debido aque presentan mayor superficiede bosque quemado.

«El problema es que se hanjuntado las lluvias más fuertes en30 años con unos montes despro-tegidos y no fijados por cubiertavegetal», asegura el científico delInstituto de Investigaciones Mari-nas de Vigo, Uxío Labarta. Bajo

estas condiciones se produce enel monte un problema de sobree-rosión del suelo que merma engran medida su capacidad pararecuperar la cobertura vegetal.«Se produce erosión química deelementos solubles, erosión me-cánica por arrastre de materialesy erosión biológica debida a la eli-minación de semillas y esporas

presentes en los suelos y que sonuna reserva de diversidad biológi-ca», comenta la profesora de Eco-logía de la Universidad de Santia-go, Mercedes Casal.

En Rianxo, un pueblo pesquerosituado en la ría de Arousa, ha ar-dido la mayor parte del monte delmunicipio. «Siempre ha habidoincendios, pero este año ha sido elpeor. Se ha quemado más que encualquier año anterior. Por esodespués de las tormentas se haproducido la riada. Hay zonas enlas que el lodo ha alcanzado másde metro y medio de altura y haacabado con todo el berberecho,con la japónica y con la almeja fi-na», dice Baltasar Rodríguez, pa-trón mayor de la cofradía de pes-cadores de Rianxo.

Para los científicos, la causa dela muerte del marisco que vive en-terrado en la zona intermareal noreside sólo en la acumulación delodo sobre los fondos. «Es ciertoque los lodos y arcillas que se handepositado tienen una granulome-tría muy fina e impiden la respira-ción de los bivalvos», afirma Labar-ta. «Pero el problema principal esel descenso de la salinidad, que hapasado de 35 partes por mil a 20. Ellodo se puede retirar con mediosmecánicos», apunta. Las trombasde agua dulce que llegan a las ríasson para los bivalvos igual de peli-grosas, o más, que las riadas de lo-do. Como recuerda Baltasar Rodrí-guez, «en Rianxo aún nos estamosrecuperando de las lluvias torren-ciales de 2000, que acabaron concasi todo el marisco».

«Los organismos sésiles [suje-tos al sustrato] son los que mássufren las consecuencias», asegu-ra Labarta. «Pero, ecológicamen-te, las rías gallegas estaban muymal antes de la riada. Producensólo 8.000 toneladas de bivalvosal año, sin contar el mejillón, y es-to es muy poco para unas rías co-mo las nuestras», dice.

Los incendios y las fuertes lluvias se alían contra la costa gallega...VINIERON ESTOS LODOSUn trabajador retira con una pala los restos dejados el mes pasado por la riada de lodo en la playa de la Torre, en la localidad pontevedresa de Rianxo. / AFP / MIGUEL RIOPA

�RÍAS AFECTADAS

El 90% de los incendios quese produjeron en Galiciadurante este verano tuvieronlugar en el litoral, la mayoríade ellos en la provincia dePontevedra. Por ello, lasriadas han causado losmayores daños en lasdesembocaduras de los ríos.Ría de Arousa. Laspoblaciones más afectadashan sido Rianxo, en el fondode ría, y Pobra do Caramiñal.Ría de Pontevedra. Lospueblos de Poio y Combarro,que están en el fondo de ría.Ría de Noia. Pertenece a lasRías Altas. Apenas se havisto perturbada.

�ESPECIES

En las rías gallegas lasmayores pérdidas son las demoluscos bivalvos, pero notodos se han visto afectados.Berberecho (Cerastodermaedule). Ha sufrido unaenorme mortandad debido ala bajada de salinidad y a laacumulación de lodos.Almeja fina (Tapesdecussatus). Ambos factoreshan reducido su población.Almeja babosa (Venerupispullastra). No le afecta ellodo, porque vive en él, perosí la bajada de la salinidad.Mejillón (Mytilusgalloprovincialis). Las bateasno han sufrido daños.

Restos del derrumbamiento de la ladera de una montaña en Ourense. / ROSA VEIGA

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B I O S F E R A

Islandia se suma a Noruega en laexplotación comercial de ballenas

TANA OSHIMA

Hace dos décadas, elgrave declive de cetá-ceos registrado comoconsecuencia de unacaza masiva y unos

métodos insostenibles llevó a losmás de 70 países firmantes de laComisión Ballenera Internacio-nal (CBI) a imponer una morato-ria sobre la captura comercial,que redujo a cero la cuota permi-tida. Unos pocos países, comoJapón, se opusieron y se apoya-ron en los permisos científicosde la CBI para continuar ma-tando cierto número de ejempla-res de determinadas especies.Ésta también fue la postura deIslandia durante los cuatro pri-meros años de moratoria, hastaque decidió abandonar volunta-riamente todo tipo de caza. En2003, tras 17 años cumpliendolas imposiciones de la CBI, elpaís ártico sorprendió al mundoal anunciar su decisión de reanu-dar la captura de cetáceos consupuestos fines investigadores.

El paso definitivo llegó el pa-sado 21 de octubre, cuando elGobierno islandés dejó de escu-darse en tales fines científicos y

declaró abiertamente que inicia-ba la caza comercial de ballenasrompiendo así la moratoria vi-gente, tal como lo hizo Noruegaaños atrás. Tras esta nueva deci-sión, la cuota de captura islande-sa se multiplicará, oficialmente,por dos. A la caza científica –enla temporada 2005-2006 el paísobtuvo con estos fines 39 rorcua-les aliblancos (Balaenopteraacutorostrata), también conoci-dos como ballenas Minke– seañadirán otros 39, de los quenueve serán rorcuales comunes(Balaenoptera physalus). Estasdos especies, y especialmente laúltima, han sido catalogadas porla Unión Mundial para la Con-servación (IUCN) como vulnera-bles, cuando no amenazadas.

«El problema no es tanto quelos islandeses ahora cacen unasballenas más, sino el hecho de quese levante la veda y pueda iniciar-se una carrera peligrosa», opinaIsabel Moreno, catedrática de Bio-logía Marina en la Universidad deIslas Baleares. «Además, al seranimales migradores, no son deningún sitio. Son patrimonio de lahumanidad, por lo que los paísesballeneros se están apropiando de

un recurso que no es suyo», aña-de. Pese a que el número de ejem-plares que caza Islandia es bajo sise compara con el de Noruega oJapón, para los conservacionistasla iniciativa significa un paso ha-cia atrás y un grave precedente enla historia de las convenciones in-ternacionales.

Tras la decisión islandesa, Ja-pón es el único país que continúaesgrimiendo supuestos motivosinvestigadores para cazar cetá-ceos. Con todo, su cuota de captu-ras es, de lejos, la más alta de lasnaciones balleneras, y en el año2005-2006 alcanzó el récord conun total de 1.243 ejemplares (eldoble que Noruega), entre los quese contaban, según la CBI, indivi-duos de cachalote (Physeter ma-crocephalus), rorcual de Bryde(Balaenoptera edeni), rorcual co-mún, rorcual aliblanco común,rorcual aliblanco de la Antártida yballena de Sei (Balaenoptera bo-realis), todas ellas vulnerables.

Históricamente, los cetáceoshan representado una rica fuentede proteínas para numerosos pue-blos del mundo. Los países caza-dores continúan respaldán-dose, de forma más o menos

esde hace unos meses venimos asistiendoa un grave hostigamiento entre militantesdestacados de Los Verdes. Esta forma-ción pactó con el PSOE en convocatoriaselectorales anteriores y logró, por prime-

ra vez, meter a un parlamentario en elCongreso español (Francisco Garrido) y a un

eurodiputado en el Parlamento Europeo (David Hammers-tein). En aquellos acuerdos preelectorales, otros verdes ocu-paron cargos y actividades en instituciones oficiales contro-ladas por el PSOE.

El enfrentamiento es entre José Santamarta, director de larevista WorldWatch en español y directivo de Los Verdes, y eleurodiputado Hammerstein. Las acusaciones de corrupciónal eurodiputado han ido subiendo de tono con el paso de losmeses. Hammerstein, de nacionalidad hispano-estadouni-dense, también ha sido denunciado por acoso laboral a suasistente residente en Bruselas, a la que ha despedido.

Al menos dos de los hechos están en los juzgados. En Va-lencia hay una querella de Hammerstein contra Santamartapor injurias, cuya sentencia se ha dado a conocer y condenaa Santamarta a una multa de 15.000 euros. El caso del despi-do también tendrá consecuencias judiciales en próximas fe-chas. En la vista del juicio de Valencia, en un intento de lo-grar una sentencia favorable, se ha abusado de la buena fede un periodista para obligarle a trasladarse a Valencia a de-clarar a favor de Hammerstein.

Las acusaciones más graves y recientes contra Hammers-tein son las de malversación de los fondos europeos. Segúndijo Santamarta a este medio, «Hammerstein llega a cobraral año hasta 500.000 euros». Y según añadió, el dinero se logasta de manera poco ortodoxa, como por ejemplo, «hacerobras en la casa de su novia por una elevada cantidad ale-gando que la vivienda es la sede de Los Verdes, o contratar a

un diseñador de una página web al que oficialmente le paga3.000 euros al mes, pero que luego recibe 600». La picaresca–según Santamarta– es también lograr que la institución eu-ropea «le pague un fondo de pensiones de 2.000 euros men-suales o el pago de cartelería política por valor de varios mi-les de euros».

El círculo profesional organizado por Hammerstein a cos-ta del erario del Parlamento Europeo le ha llevado a tenerhasta cuatro asistentes simultáneos: uno en Madrid y otro enBruselas, al que ha despedido; un diseñador de páginas weby un gabinete de prensa dirigido por un periodista que ha de-jado a Hammerstein.

Otra de las acusaciones implica a la asistente sevillana deleurodiputado, cuyo novio es el que hace los trabajos de car-telería. Según Santamarta, «en el domicilio sevillano de laasistente figura la sede central de la Fundación Ozono, queha recibido una elevada subvención oficial de 300.000 eurospara dar simplemente cursillos por internet».

Hammerstein niega todo. Su asistente más fiel, también.Aseguran que ellos no pueden desmentir cada acusación yque la verdad se conocerá en los tribunales. Mientras, laexhibición de trapos sucios de una formación política agra-ciada por las siglas del PSOE es bochornosa. Como patéticoha sido siempre el chalaneo de estos personajes pintados deverde, que ponen y quitan candidatos a base de navajeo en ca-da cita electoral. Que se creen con derechos porque registranuna sigla añadiendo el apellido verde. Es normal que el electo-rado les castigue, pero los demás no tenemos que sufrir queEspaña siga sin políticos verdes de verdad.

LOS VERDES ANAVAJAZO LIMPIOPor Gustavo Catalán Deus

D

INMERSIÓN

Unhombre toca la aleta de una ballena jorobada (’Megaptera novaeangliae’) varada el pasadooctubreenEEUU. / BILLWAGNER / AP

AJUBEL

FIN DE LA TREGUACETÁCEOS

primero, más hay delsegundo. «Si el krill hadisminuido es porque hayfalta de hierro. El Océano Surestá anémico», señalóSmetacek. El hierro, insolubleen el agua, es primeroabsorbido por el fitoplancton(algas microscópicas), que escomido por el zooplancton, asu vez devorado por lasballenas. Éstas, con susheces, devolvían el hierro almar en forma de abono, locual beneficiaba a laspoblaciones de plancton.«Era la ballena la quemantenía estable a lapoblación de plancton, y conello a todo el ecosistema»,enfatizó el científico.

Una hipótesis novedosa.Según la teoría dominante, ladisminución de krill (pequeñoorganismo en forma degamba que constituye elzooplancton del que sealimentan muchos animalesmarinos, sobre todo losgrandes cetáceos) registradoen los últimos años en laAntártida es debida a losefectos del calentamientoglobal. Sin embargo, VictorSmetacek, del InstitutoAlfred Wegener deInvestigación Polar deAlemania, tiene una nuevahipótesis. Según él, en contrade lo que se creía, lasreservas de krill han

disminuido en la Antártidadebido, precisamente, a lareducción de su principaldepredador: la ballena azul(’Balaenoptera musculus’).«Antes del gran exterminiohabía unas 300.000 ballenasazules en el Océano Sur.Todas ellas comían krill»,explicó el científico el pasadomes de octubre en la sede dela Fundación BBVA, enMadrid. «Ahora quedan1.700». Previamente,científicos españolesliderados por Carlos Duarte,del Instituto Mediterráneo deEstudios Avanzados del CSIC,habían establecido larelación entre el hierro y elplancton: cuanto más hay del

� LA BALLENA AZUL, UNA FERTILIZADORA DEL MAR

�➔

E L M U N D O / N Ú M E R O 8 / NATURA / S Á B A D O 1 1 / N O V I E M B R E 2 0 0 6 N9

B I O S F E R A

ay lenguajes que puede entender cual-quier animal humano. La sonrisa, el llan-to, la carcajada, el grito de dolor, el chilli-do de pánico, el suspiro de alivio y tantasotras expresiones emocionales son códi-

gos de comunicación que comparten todoslos miembros de nuestra especie. Aunque no

sepamos ni una palabra de chino, árabe o swahili, podemosdetectar cuándo un sapiens de alguna de estas comunidadesculturales está de buen rollito o de mala leche, por usar doscuriosas expresiones del actual repertorio lingüístico espa-ñol. Al mismo tiempo, a pesar de la extraordinaria diversi-dad que refleja esa impresionante Torre de Babel que hanconstruido las sociedades humanas a lo largo de los siglos, elhecho de que hoy El Quijote pueda leerse en japonés oHamlet en euskera es una prueba contundente de aquelloque Noam Chomsky bautizó como la «gramática universal»del cerebro humano. En la base de todos los maravillososedificios lingüísticos que han forjado las diversas colectivi-dades de nuestra especie, existen unos cimientos simbólicoscomunes que nos permiten traducir conceptos de un idiomaa otro y entendernos (a pesar de que, como reza el título deaquella deliciosa película de Sofia Coppola, algunos maticesse queden lost in translation).

Sin embargo, aunque lo deseable sería que celebrásemosla diversidad lingüística de la Humanidad como un tesorocultural de la especie, respetando la riqueza de cada idioma,la realidad es que con frecuencia estas diferencias han desa-tado y siguen desencadenando graves conflictos entre dis-tintas sociedades de Homo sapiens. Este triste fenómeno loconocemos muy bien en un territorio como el nuestro, don-de algunos animales humanos han denigrado, insultado e in-cluso agredido a otros por «no hablar la lengua del Imperio»o por traicionar la lengua de tal o cual patria.

En cualquier caso, la diversidad en los códigos de comuni-cación tampoco es un monopolio exclusivo del animal huma-no. A pesar de que el conocimiento científico sobre los soni-dos que emiten otras especies aún está en pañales, ya se hanlogrado algunos hallazgos espectaculares en este campo,gracias a iniciativas como la Fonozooteca del Museo de Cien-cias Naturales de Madrid, donde hay más de 27.000 registrosde rugidos, cantos, aullidos, ladridos, gemidos y un largo et-cétera de las melodías que utilizan las criaturas con las quecompartimos la Tierra para sus conversaciones. Se ha com-probado, por ejemplo, que los lobos también tienen dialectosque varían en diferentes zonas geográficas: los aullidos dellobo ibérico no son iguales, ni tienen la misma vocalización,que los lobos boreales de Canadá. Lo mismo puede decirsede muchas especies de pájaros, cuyos cantos muestran dife-rencias regionales sorprendentes. Y por supuesto, nuestrosparientes más cercanos, los chimpancés, también recurren auna gama amplia de alaridos que pueden variar de una formaconsiderable incluso entre manadas vecinas.

La Humanidad, por lo tanto, no es la única especie con di-visiones lingüísticas, y conforme avancen las investigacio-nes en las fonozootecas de todo el mundo, sin duda surgiránnuevos datos sobre los dialectos de otros animales. Lo queno sabemos es si otras especies también se tiran los trastos ala cabeza por estas cuestiones. Pero es probable que un lobo,si pudiera entendernos, se quedaría estupefacto al escucharciertos aullidos humanos como aquel «Pujol, enano, ¡hablacastellano!» que reflejan el extraño narcisismo lingüísticoque pueden llegar a sentir los sapiens más exaltados.

LOS DIALECTOSDE LOS LOBOSPor Pablo Jáuregui

H

EL ANIMAL HUMANO

RICARDO

abierta, en esta tradición culi-naria, pero ecologistas y expertosdenuncian que tratándose de paí-ses industrializados la carne de ba-llena es sólo un producto de lujopara ellos y no un alimento de sub-sistencia. «Lo que cazan son canti-dades anecdóticas como paraabastecer a un mercado, por lo quecreemos que es más una provoca-ción. Además, es una parte peque-ña de su dieta y la pueden sustituirperfectamente», dice José LuisGarcía, responsable del programamarino de WWF-Adena.

Los cazadores de mamíferosmarinos insisten en que su caza essostenible ya que está reguladamediante cuotas inofensivas que amenudo fijan ellos mismos. Estaargumentación despierta la ira en-tre ecologistas y dudas entre la co-munidad científica. «La caza biengestionada puede ser viable, siem-pre y cuando se tenga en cuentaque la viabilidad debe incluir mu-chos factores de riesgo, algunos deellos completamente desconoci-dos, como el sufrimiento del ani-mal durante la caza u otros efectosindirectos que puedan tener reper-cusiones en la población de la es-pecie y en los ecosistemas. En miopinión, como esto último es extre-madamente difícil de saber, no hayuna buena justificación científicade la sostenibilidad de la caza», ex-plica Jaume Forcada, Ecólogo Po-blacional de la División de Cien-cias Biológicas de British AntarcticSurvey.

De forma unilateral, las nacio-nes balleneras han capturado, en-tre fines científicos y comerciales,un total de 28.950 cetáceos desdeque entró en vigor la moratoria en1986. Japón, Noruega e Islandiadefienden que gran parte de la ca-za se centra en el rorcual aliblanco,la especie más numerosa con másde 750.000 ejemplares en el mun-do, y que el número de capturas esmuy bajo como para que haya ungrave impacto. Sin embargo, estosdatos son difíciles de probar, diceJaume Forcada: «Una cuestión im-portante es que, en un planeta enel que el cambio global es una rea-lidad, nunca se tienen en cuentalas consecuencias sobre los ecosis-temas marinos. Saber cuántas ba-llenas se pueden cazar sin dañar lasostenibilidad de las poblacionesnaturales es complicado, y muchomás saber cuáles serán las conse-cuencias para los ecosistemas».Sobre todo, teniendo en cuentaque las poblaciones de cetáceos serecuperan muy lentamente, ya queson especies que viven mucho ytienen poca descendencia.

Para Alex Aguilar, del Departa-mento de Biología Animal de laUniversidad de Barcelona y unode los mayores expertos en cetá-ceos de España, el actual númerode capturas –al menos el que secomunica oficialmente– no es tanelevado como para que tenga con-secuencias graves a nivel global.«En los años 60 se estaban cazan-do más de 50.000 sólo en la Antár-tida», recuerda. «Otra cosa distin-ta es el impacto sobre la poblaciónlocal de la especie», matiza, «quesí puede ser grande». Es el casodel rorcual aliblanco en el Atlánti-co Norte, dice, cuya población estásiendo sometida a una gran pre-sión de caza por la industria balle-nera, o, más aún, el caso de la es-casa y enorme ballena polar (Ba-laena mysticetus), capturada porlas comunidades indígenas deAlaska, en Estados Unidos, pese a

1 ’Balaenoptera physalus’. El rorcual común mide hasta 22 metros yestá presente todo el año en el Estrecho de Gibraltar.

2’Balaenoptera borealis’. La ballena de Sei alcanza los 21 metros.Prefiere las aguas frías tanto del hemisferio norte como del sur.

3‘Balaenoptera acutorostrata’. El rorcual aliblanco o ballena Minkees, con menos de 10 metros, el más pequeño de los grandes cetáceos.

4’Balaenoptera edeni’. La ballena de Bryde mide unos 12 metros yvive en aguas templadas y cálidas.

5‘Physeter macrocephalus’. El cachalote mide hasta 18 metros yvisita el Estrecho de Gibraltar entre abril y agosto.

encontrarse gravemente amenaza-da. De esta última especie quedanapenas unos 8.000 ejemplares enel mundo.

Algunos países como Noruegaconsideran que matar cetáceos fa-vorece además a otras pesquerías.«Se justifica la caza de ballenas di-ciendo que éstas comen muchopescado y plancton [los rorcualesaliblancos, por ejemplo, se ali-mentan de enormes cantidades dekrill y de peces pequeños o crías].Al reducir la población de balle-nas, se reduce un competidor. Es-to es así, pero si aplicásemos este

principio deberíamos eliminar atodos los animales del mar que co-men peces y plancton», continúaAlex Aguilar.

El científico advierte, sin em-bargo, que «mucho más preocu-pante es la situación de especiesmarinas [muy pescadas por Espa-ña] como el atún rojo, el bacalao,el rape o la cigala». Especies quesin duda merecen movilizaciones ycampañas de sensibilización simi-lares a las que han gozado los cetá-ceos. Porque, una vez más, el hom-bre se presenta como el peor ene-migo del mar.

Unoperario descuartiza una ballena enHvalfjordur (Islandia) el pasado22deoctubre. / AP

LUIS SÁNCHEZ PAREJO

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A R T E

FOTOGRAFÍA

CONCURSOEl certamen organizado porel Museo de Historia Naturalde Londres y la revista ‘BBCWildlife’ llega a su 52ª edición

OLALLA CERNUDA

Una espectacular imagen de una morsa revol-viendo el fondo marino para atiborrarse de bi-valvos tomada por el fotógrafo sueco GoranEhlmé se ha alzado con el premio Mejor Foto-grafía de Naturaleza del año 2006. El con-

curso, organizado por el Museo de Historia Natural deLondres y la revista BBC Wildlife Magazine, ha elegido deentre 18.000 instantáneas de todo el mundo natural lasmás impactantes. La imagen ganadora –la segunda, em-pezando por arriba en esta página– se titula Beast of thesediments (La bestia de los sedimentos, en español), y fuetomada en aguas de Groenlandia el pasado verano. Perocaptar el especial momento en el que la morsa se sumerge

en el sedimento marino pararebuscar algo de comida nofue fácil de conseguir: Ehlmétuvo que hacer más de 400imágenes digitales del mo-mento, y el fotógrafo perma-neció sumergido junto al ani-mal casi cinco horas. «Sabíaque el momento oportuno ha-bía llegado. La morsa se giró,me miró y siguió nadandocomo si tal cosa», señalóEhlmé.

No es el único de los pre-miados que tiene que dargracias a las posibilidadesque permite la fotografía di-gital. Como por ejemplo, notener que subir a la superficiea cambiar el carrete cada 36fotos. Que se lo digan si no alespañol Manu San Félix, fi-nalista en la categoría deMundo Submarino con unainstantánea –la primera em-pezando por arriba– tomadaen Fuerteventura, cuando secruzó con un banco de pecesque se desplazaba asustadopor la presencia de algún de-predador.

El objetivo del concurso, que ya va por su 52ª edición,es mostrar a un público de ámbito mundial las mejoresimágenes captadas en la Naturaleza, «mostrando el es-plendor, dramatismo y variedad de la vida sobre la Tie-rra». El certamen pretende que las personas se preocupenpor el futuro del planeta. También intenta mostrar el arteinvolucrado en la fotografía de naturaleza y promueveque una nueva generación de fotógrafos produzca inter-pretaciones visionarias y evocativas de ella.

Algo así sintió el holandés Jan Veermen cuando se en-contró con una estampa casi irrepetible en la paradisiacaisla de Aldabra, en el océano Índico. Su imagen del solita-rio cangrejo subiendo por una palmera en la playa le havalido el segundo premio en la categoría de Animales ensu entorno, mientras que el premio en la sección de Re-tratos animales fue para una imagen de una foca asoman-do el hocico en un agujero del hielo en Baard Naees, enNoruega. Aunque el suyo debería ser un premio a la pa-ciencia. «Vi unos bigotes moverse en el agua, así que mequedé allí sentado, al lado del agujero, esperando como loharía un oso polar a su presa, hasta que la cabeza de la fo-ca apareció allí apenas unos segundos», dijo. Suficientepara que el instante quedara inmortalizado para siempre.

El Museo de Historia Naturalde Londres y la revista ‘BBCWildlife Magazine’ entregan suspremios anuales de fotografía

LA NATURALEZAMÁS IMPACTANTE

MEJOR FOTÓGRAFODE NATURALEZADEL AÑOEl concurso es una cita anual queorganizan entre el Museo deHistoria Natural de Londres y larevista BBCWildlife / Este año,los premiados han sidoseleccionados entre las más de18.000 imágenes recibidas detodos los continentes / Lasinstantáneas ganadorasaparecerán en una revistaespecial de recuerdo, gratuita,que se entregará con el númerode noviembre de la BBCWildlifeMagazine / Las fotos premiadasse expondrán del 21 de octubrehasta el 29 de abril de 2007 en elmuseo londinense / Después, lamuestra viajará por todo elmundo / La revista se puedecomprar también en la tienda online del Museo de Historia Natural/ A partir de enero de 2007 sepueden empezar a enviarfotografías para el concurso delaño 2007

La primera fotografía empezando porarriba se titula The swirling soal (Elremolino acuático, en español) y fuetomada por Manu San Félix en aguasde Formentera. Ganó el segundopremio en la categoría MundoSubmarino. La siguiente imagen setitula Beast of the Sediment (La bestiadel sedimento) y es obra de Goran

Ehlmé, ganador absoluto del concurso.La siguiente instantánea, llamadaCoconut crab going up (Cangrejo decocotero subiendo), ganó el concursoen la categoría de Animales en suentorno, mientras que Ice hole(Agujero en el hielo) fue finalistaentre los mejores retratos animales. /WILDLIFE PHOTOGRAPHER OF THE YEAR

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por el ruido del remo que impulsa la canoay por los gritos de las aves. La cocha [lagu-na] El Dorado bulle de vida al amanecer: alo largo de la orilla, decenas de caimanesasoman los ojos y la nariz en busca de unaposible presa, mientras oleadas repentinasdelatan a los paiches y a los delfines rosa-dos que salen a respirar a la superficie, se-guros de la invulnerabilidad que su tamañoles da ante los gigantescos reptiles. Milesde garzas y cormoranes buscan los mejoreslugares para desayunarse con una opíparadieta de peces, mientras oleadas de guaca-mayos y otros loros cruzan bulliciosos elcielo hacia sus lugares de alimentación. Enla lejanía se escucha el profundo grito delos monos aulladores.

Son las seis de la mañana de un día cual-quiera a principios de la vaciante amazóni-ca, y la cocha El Dorado, en la Reserva Na-cional Pacaya-Samiria, parece una estam-pa del paraíso terrenal. No nos extraña queasí fuera percibido por los primeros explo-radores que recorrieron este rincón de laAmazonía peruana hace ya cuatro siglos ymedio. No siempre, sin embargo, esta co-cha conservó su belleza.

Cuando el cronista Antonio de León Pi-nelo visitó a principios del siglo XVII laAmazonía norperuana, se quedó tan impre-sionado por el paisaje y por la abundanciade recursos de que disponían los indígenasque escribió un libro, El Paraíso en el Nue-vo Mundo, publicado en 1653. En general,los viajeros, exploradores o científicos quevisitaron la Amazonía durante la coloniahablan con admiración de la extraordinaria

abundancia de comida. Fray Gaspar deCarvajal, cronista de la expedición de Ore-llana de 1542, la primera en navegar por elAmazonas, describe que en un solo pueblodel bajo Napo «había muy gran cantidad decomida, ansí de tortugas, en corrales y al-bergues de agua, y mucha carne y pescadoy bizcocho, que había para comer mil hom-bres un año».

El naturalista inglés Alfred Russell Wa-llace, que exploró la Amazonía a mediadosdel XIX, calculó que en una sola playa cer-cana a Manaos se cosechaban más de cincomillones de huevos de la tortuga charapa.Eran aplastados para extraer su grasa, quese exportaba a Europa para el alumbrado.Sin embargo, Wallace cita las quejas por eldescenso de charapas por la sobreexplota-ción. Apenas un siglo después, la charapase convirtió en una de las especies másamenazadas de la Amazonía y su poblaciónse redujo a unos pocos cientos recluidas enáreas protegidas que albergan bosquesinundables, como la Reserva Nacional Pa-caya-Samiria, en Perú, y su similar Mami-rauá, en Brasil. Este colapso ha ocurrido yocurre con todos los recursos amazónicosque, por su valor para la alimentación o laindustria, tuvieron demanda y mercado.

Hoy, el ecosistema amazónico está en-fermo debido a esta explotación desmediday selectiva, aunque nadie puede decir hastaqué punto. En el último siglo, numerosasespecies han desaparecido virtualmente dela mayor parte del territorio. Entre ellasdestacan primates y aves grandes de caza,tortugas acuáticas, caimanes, peces gran-des (especialmente gamitana y paiche), y

mamíferos como el tapir, el lobo de río y elmanatí. Entre las plantas, son graves los ca-sos del palo de rosa, el cedro y la caoba, ex-terminados de la mayor parte del territorio.Las consecuencias del saqueo son ecológi-cas y económicas: hoy, el bosque amazóni-co, tanto el de tierra firme como el inunda-ble estacionalmente, está enfermo, ya quecarece de muchos de los dispersores de se-millas y predadores de la vegetación queforman parte del ecosistema.

Un ejemplo del problema ecológico es ladesaparición de los animales grandes quehabitaron un día en enormes números losecosistemas acuáticos, especialmente lastortugas charapa, taricaya y cupiso (Podoc-nemis spp.), peces como la gamitana (Co-

lossoma macropomum) y mamíferos comoel manatí (Trichechus inunguis). Estos ani-males contribuían a dispersar las semillas ya controlar la vegetación acuática de lagos yotros cuerpos de agua en la Amazonía (es-pecialmente el manatí). Sus excrementosfertilizaban el agua y eran la base de una ri-ca cadena trófica, que hacía posible una delas pesquerías más ricas del planeta.

Hoy esta pesquería está colapsando y enla Amazonía peruana se pesca apenas unaquinta parte de lo que se capturaba haceapenas una década. Debido al exterminiode los herbívoros acuáticos, muchos lagosestán cubiertos de vegetación flotante, queinterfiere en el intercambio de oxígeno yextrae los nutrientes de las aguas, dejándo-las casi improductivas. Los bosques inun-dables por el Amazonas, y los lagos fluvia-les asociados, uno de los ecosistemas másricos de la Tierra, que es fertilizado todoslos años gracias a los sedimentos que lascrecientes arrastran desde los Andes, hoyestá subutilizado y enfermo: millones de to-neladas de frutos y vegetación se desperdi-cian cada año, ya que fueron exterminadoslos animales que se alimentaban de ellos.

Pero el problema no sólo es ecológico:estos animales constituían la principalfuente de proteína para la población huma-na de la Amazonía. Hoy las comunidadesrurales sufren las consecuencias de la ca-restía y pasan hambre, algo inconcebiblehace apenas un siglo y medio. Cerca del60% de los niños del primer grado de pri-maria en zonas rurales padecen hambre,según datos del Ministerio de Educación dePerú. Lacras sociales antes desconocidas,

La placidez del lago es rota apenas

Las aves han vuelto

a surcar sus cielos,

los peces a poblar

sus aguas y el bosque

bulle pletórico de vida

De vuelta al paraíso

Por José Álvarez Alonso

R E P O R T A J E

AMAZONÍA PERUANA

En la Reserva Nacional Pacaya-Samiria, en Perú, un grupo de pobladores explota de forma sostenible una de sus lagunas, traslograr alejar a los furtivos. Después de años de autogestión, el lugar ha ganado en biodiversidad y ha elevado los ingresos de loshabitantes. Este artículo, publicado en la revista Mi Tierra Amazónica de Iquitos, ha ganado el Premio de Reportaje sobreBiodiversidad 2006-Perú que promueve la Fundación Biodiversidad. Su autor, José Álvarez, recogerá el galardón durante el VIIICongreso Nacional de Medio Ambiente que se celebra en Madrid a finales de noviembre. NATURA reproduce un amplio extracto

Tras un intenso aguacero, el arco iris se refleja en una de las lagunas que forma el río Samiria, en el corazón de la Amazonía peruana. / FOTO: José Luis Cuesta

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como el alcoholismo, la prostitución y ladelincuencia, son moneda común en mu-chas comunidades indígenas amazónicas,a las que han entrado de la mano de made-reros, comerciantes y patrones que explo-tan como mano de obra barata a los que undía fueron propietarios.

En 1993 la cocha El Dorado, en las cabe-ceras de la quebrada Yanayacu-Pucate(dentro de la Reserva Nacional Pacaya- Sa-miria), era un lugar desolado. A pesar deser una de las cochas más grandes y pro-ductivas de esta reserva, la pesca y la cazaincontroladas habían reducido al mínimolas poblaciones de los peces y animalesmás valiosos. El paiche (Arapaima gigas),un pez que llega a medir dos metros y a pe-sar 100 kilos, casi había desaparecido. Y nihablar de las tortugas acuáticas, la charapay la taricaya, los grandes monos y aves, loscaimanes, el manatí y el lobo de río. Uncenso de paiche ese año mostró que queda-ban cuatro en la enorme cocha. Por iniciati-va de algunos pobladores de la comunidadde Manco Capac, en la orilla del Ucayali, ycon apoyo de la ONG Pronaturaleza y de laJefatura de la Reserva, se formó un grupode pescadores al que se le delegó atribucio-nes para manejar esta cocha. El grupo fuebautizado con el sugerente nombre de Ya-cutaita: «Padre del agua», en kichwa.

Los yacutaitasEl grupo estuvo integrado en un inicio

por 18 miembros. La gente del pueblo viocon escepticismo esta iniciativa, y los Yacu-taitas tuvieron que batallar duro para pro-teger la cocha de los saqueadores, de den-tro y de fuera de la comunidad. «Al princi-pio nos tomaban por locos, nos decían queestamos trabajando por gusto, para losgringos, se burlaban de nosotros», cuentaDon Ramón Pacaya, un anciano de poca es-tatura y con apariencia insignificante, peroque transmite al hablar una energía increí-ble. Fue uno de los miembros fundadores.Las actividades, aparte de la vigilancia paraevitar la extracción ilegal de recursos en lacocha El Dorado y sus caños asociados, in-cluyeron desde el inicio el manejo de tortu-gas acuáticas (charapa y taricaya), el apro-vechamiento controlado de peces menorescomo gamitana, boquichico y carachama,el manejo de la arahuana para aprovecharsus alevines, que se venden para acuarios,y el manejo experimental del paiche.

La recuperación de los recursos fue len-ta, pero la luz llegó al final del túnel: un po-co más de una década después, tras milesde horas de vigilancia no remunerada, detrabajo denodado del grupo de los yacutai-tas, la cocha El Dorado ha vuelto a lucir co-mo probablemente lo hacía hace cuatro si-glos: las aves han vuelto a surcar sus cielos,los peces y otros animales acuáticos a po-blar sus aguas, y el bosque bulle de vida.

El grupo Yacutaita no fue bien visto porlos extractores acostumbrados a saquear asu libre antojo. Les acusaban de «mezqui-nar» la cocha, como siempre ocurre en laselva cuando alguien quiere cuidar algo.Además, los primeros años los beneficiosdel manejo no fueron muy patentes. Sólodespués de varios años, los yacutaitas co-menzaron a recuperar un poco la inversiónrealizada gracias a las cosechas crecientesde pescado. El paiche demoró en recupe-rarse un poco más. En evaluaciones anua-les se monitoreó la población: en cincoaños los adultos y juveniles ya habían llega-do a los 200 individuos, luego 400, 500....En 2003 el censo arrojó la cifra de 600 pai-ches adultos y subadultos, todos descen-dientes de los cuatro paichecitos de 1993.

El grupo Yacutaita comenzó entonces aaprovechar comercialmente al paiche, pri-mero 10 ejemplares, el siguiente año 20,hasta el tope de 60 adultos en un año, unascinco toneladas de carne, lo que representaun ingreso económico extraordinario, puesel kilo de paiche es vendido en el lugar porel equivalente a tres euros. Con la aproba-ción por parte del Ministerio de la Produc-

ción y de la Jefatura de la Reserva, los ya-cutaitas han podido aprovechar legalmenteuna cuota de paiche en años siguientes: esel primer plan de manejo de paiche aproba-do y aplicado en la Amazonía peruana.

Pero no sólo se ha recuperado el paiche,sino otros recursos pesqueros como laarahuana. La cosecha ha pasado de unos8.000 alevinos en 1994 a 25.000 al año, conlo que logran ingresos importantes. Laarahuana se ha recuperado gracias a medi-das muy simples de manejo: ya no matanmás adultos, como se hacía en el pasado,para cosechar las crías, sino que usan tram-pas en las que caen las arahuanas y las sa-can antes de que se ahorquen, cuidando decosechar las crías de menos de un 20% delos adultos censados.

La gamitana y el boquichico, por su par-te, también están en recuperación: cadaaño el grupo pesca de la primera 100 kilospor persona cada tres meses, y de la segun-da, el cupo para cada miembro es de 100 ki-los mensuales de pescado seco salado. An-tes, estas especies casi habían desapareci-do, porque los pescadores comerciales usa-ban enormes redes dañiñas e incluso vene-nos. Hoy, ambos métodos de pesca estánprohibidos y los socios usan para pescarsólo trampas, flechas y anzuelos.

Otros animales también se han recupe-rado significativamente: tortugas taricayas,de las que ahora hay gran abundancia, gra-cias a la siembra anual en playas artificia-les de entre 500 y 600 nidos que realiza Ya-cutaita. La tortuga charapa, los caimanes,las grandes aves y monos, y el lobo de río,especies protegidas por la ley y muy atrac-tivas para el turismo, también se han recu-perado, gracias a la protección, aunque nose ha hecho ningún manejo específico.

La comunidad de Manco Capac es hoyun modelo de desarrollo para las comuni-dades vecinas gracias al manejo sosteniblede la cocha El Dorado por el grupo de losyacutaitas. La gente en esta comunidad dis-pone de dinero, no le falta nunca pescadopara alimentar a sus hijos y sus perspecti-vas mejoran cada año. El grupo Yacutaitatiene hoy un capital de trabajo también im-portante que incluye motores para las bar-cas, botes, equipo de radiofonía y redes pa-ra pescar paiche y gamitana. Según un es-tudio realizado hace unos años en el bajoUcayali, el ingreso económico promediopor familia ronda los 30 euros mensuales,cuando los ingresos de un miembro de losYacutaita puede llegar a los 120-160 euros.

Además, cada año son más los turistasque visitan El Dorado y se deleitan con loslogros de los yacutaitas, como poder obser-var nueve grupos de lobo de río, una de lasespecies más amenazadas de la Amazonía.La recuperación de los recursos en El Do-rado contrasta con el deterioro ocurrido enzonas de la Reserva Nacional Pacaya-Sa-miria controladas por el mismo Estado, víaguardaparques y puestos de vigilancia. Pe-ro son incapaces de controlar el ingreso deilegales y las actividades de aprovecha-miento destructivo de los recursos, dadaslas mil vías de acceso que esta reserva tiene

en tiempos de inundación. Se demuestrauna vez más el principio de la tragedia de locomún: cuando algo es considerado unbien público, y cualquiera tiene el derecho,real o sentido, de acceder a él, se producela sobreexplotación o destrucción del mis-mo. La gente cuida lo que siente como suyoy tiene garantía de que sus esfuerzos enmanejo o control le va a beneficiar directa-mente. Los yacutaitas están haciendo histo-ria en la Amazonía. Son un ejemplo de queel manejo comunal protagonizado por losmismos pobladores selváticos es una alter-nativa viable, sostenible y ética para la con-servación y uso sostenible de la amenazadabiodiversidad amazónica.

José Álvarez Alonso es investigador del Institutode Investigaciones de la Amazonía Peruana.

Fundación Biodiversidad. El 30de noviembre se otorgarán los galardonesde la II edición del Premio de Reportaje so-bre Biodiversidad 2006 que promueve laFundación Biodiversidad en colaboracióncon Conservación Internacional. El acto secelebrará en Madrid, durante la VIII edi-ción del Congreso Nacional de Medio Am-biente. El Premio de Reportaje sobre Bio-diversidad 2006 en España distingue losmejores artículos publicados en medios es-pañoles de prensa, radio, televisión y me-dios on line. En la misma ceremonia, losganadores de los países latinoamericanosdonde también se realiza este premio: Bo-livia, Brasil, Colombia, Ecuador, México,Perú y Venezuela, recibirán sus galardo-nes nacionales. Entre ellos estará José Ál-varez Alonso, autor de este artículo.

El manejo comunal

de los recursos es un

camino viable para

cuidar la diversidad

biológica amazónica

R E P O R T A J E

En la imagen superior, varios operarios capturan un ejemplar de paiche (Arapaima gigas) en uno de losestanques experimentales del Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana, cerca de Iquitos.Debajo, grandes troncos recién talados flotan sobre el cauce del Amazonas, aguas abajo de la ReservaNacional Pacaya-Samiria. FOTOS: JOSÉ LUIS CUESTA. En la imagen inferior, un caimán negro(Melanosuchus niger), especie muy escasa, en los humedales de la reserva. FOTO: HEINZ PLENGE

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El director de cine que atravesó Siberia con un trineo

���BATALLAS GANADAS

Un paciente observador. Conocer enCanadá a Norman Winther fue uno delos grandes momentos en la carrerade Vanier. Este cazador profesionalse convertiría en el actor principalde El último trampero. Una películaen la que el ritmo pausado deNorman retrata a la perfección unmodo de vida al borde de la extinción.

���BATALLAS PERDIDAS

Palabras vacías. «Representas laarmonía del hombre con su medionatural», dijo Jaques Chirac cuandoVanier llegó a Moscú después derecorrer más de 8.000 kilómetros enSiberia. «La naturaleza es muyhermosa pero no nos damos cuentade lo que sufre. Es el momento deactuar», respondió Vanier resignado.

NICHOLAS STERN:

El prestigioso economistabritánico ha sorprendido a lacomunidad internacional alanunciar los resultados delinforme que le encargó elGobierno de Tony Blair sobreel cambio climático. SegúnStern, el mundo debe actuarde inmediato si quiere evitarun «auténtico desastre» en laeconomía mundial, que podríacaer hasta un 20% debido alcalentamiento global. Losgobiernos de todo el mundodeberían fijar un precio a lasemisiones de CO2 medianteimpuestos. Además, laeconomía mundial podríaobtener unos beneficios de 2,5billones de dólares al año sólocon las medidas para limitarlas emisiones de CO2. De noactuar a tiempo, lasinundaciones y la sequíaconvertirán a 200 millones depersonas en refugiados, y elretroceso de los glaciaresdejará sin agua a una sextaparte de la población mundial.

FELIPE GONZÁLEZ:

El ex presidente delGobierno español ha dadoun giro radical a su posturafrente a la energía nuclear yha defendido que España sedebe replantear seriamentela moratoria que él mismoimpuso en 1984 sobre laconstrucción de nuevascentrales. «Yo tomé ladecisión de la moratoria haceveintitantos años porrazones de seguridad y de lasobrerresponsabilidad» queimplicaba la gestión de losresiduos, recordó FelipeGonzález. Ahora, dice, lascircunstancias han cambiado.

MIGUEL ÁNGEL MATEO:

El investigador del CSIC ycoordinador del equipo queestudia el almacenamiento deCO2 en las praderas deposidonia oceánica haanunciado los resultados desu investigación. Según él,unos 200 millones detoneladas del carbono emitidoanualmente a la atmósfera–que derivan de la quema decombustibles fósiles y de ladeforestación– están siendoretenidos en la biosfera poralgún elemento desconocido.Los sedimentos de posidoniaoceánica podrían serresponsables de algo más del12% de esa capacidadamortiguadora.

ENRIQUE MACPHERSON:

El profesor de investigacióndel Centro de EstudiosAvanzados de Blanes del CSICha advertido del graveimpacto que está causando lasobrepesca: tres meses depesca de arrastre –unatécnica muy destructivapracticada por España y queen opinión de losoceanógrafos debería estarprohibida– acaban con el 80%de la biomasa del fondomarino. La sobreexplotaciónactual de las pesqueríascondenará a la extinción anumerosas especies yconvertirá los fondos marinosen desiertos, añadió.

�NICOLAS VANIER➔

ADN

ASUNCIÓN SERENA

La vida de Nicolas Vanieres una aventura perma-nente. Él es un enamo-rado de la naturaleza,pasión que le ha llevado

a realizar cerca de treinta grandesexpediciones por tierras de Sibe-ria, Laponia, Alaska o las Monta-ñas Rocosas. A pie, en canoa, entrineo arrastrado por perros, a ca-ballo... Nicolas Vanier utiliza encada ocasión medios tradicionalespara desplazarse por esos parajescasi desconocidos.

Su última proeza ha consistidoen recorrer este año 8.000 kilóme-tros del corazón de Siberia y atra-vesar en trineo los Urales, en laépoca más cruda del invierno,acompañado de sus 10 perros. To-do un récord que le ha llevado dela orilla del lago Baikal a la PlazaRoja de Moscú.

Le llaman el Jack London de lostiempos modernos. Éste no encon-tró oro cuando fue a buscarlo en elKlondike, pero el contacto con losbuscadores, los tramperos y los in-dios de la zona le sirvió como fuen-te de inspiración para escribir elprimero de una larga serie de li-

bros, fruto de sus viajes y experien-cias. Nicolas Vanier ha seguido suejemplo, escribiendo sin descansoy filmando durante horas los mejo-res momentos de sus aventuras.

Su primera odisea se remonta a1982. Vanier comenzó sus expedi-ciones atravesando a pie las vas-tas planicies de Laponia, regiónsituada al Norte del Círculo PolarÁrtico. Después le siguió, en1983, una travesía en canoa por elgran norte canadiense, desdeShefferville hasta la bahía de Un-gava, siguiendo los pasos de losindios Montagnais.

Cuando todavía no había acaba-do ese año, aprovechando la llega-da del invierno, protagonizó una

nueva aventura atravesando la pe-nínsula del nuevo Quebec-Labra-dor en trineo arrastrado por pe-rros. De esta experiencia surgieronun primer libro, Grand Nord (GranNorte), y una primera película, Lescoureurs des bois (Los corredoresde los bosques), a los que luego sesumarían muchas otras, como me-dio para compartir con el gran pú-blico sus travesías.

En busca de nuevas emocionesque le hicieran sentir la fusión queen otros tiempos han vivido loshombres con la naturaleza que lesrodeaba, Nicolas Vanier y su equi-po se enfrentaron a un nuevo reto:imitar el modo de vivir de losgrandes pioneros del oeste ameri-

cano recorriendo 7.000 kilómetrosa través de las zonas más salvajesde las Rocosas y de Alaska, en tresetapas, una a caballo, otra en ca-noa o balsa, y la última en trineo.

El siguiente viaje le llevó a Sibe-ria, donde utilizó los medios tradi-cionales para afrontar las condi-ciones extremas del clima que im-pera en la zona. La travesía duróaño y medio, pero debió saberle apoco porque unos años más tarderegresó a estas tierras para com-partir durante un tiempo la vida deuna familia de pastores de renos,nómadas, en el ártico siberiano.

Hasta 1995, Nicolas Vanier ha-bía llevado a cabo sus aventuras ensolitario o acompañado de un equi-po igual de aguerrido y apasionadoque él, pero entonces decidió aco-meter una nueva experiencia: revi-sitar la región del Yukon, pero estavez acompañado de su mujer y suhija, que no tenía entonces másque año y medio. Durante meses,Vanier y su familia recorrieron laregión, una de las más hostiles delplaneta, a caballo o en trineo, e in-cluso invernaron en una cabaña demadera construida con sus propiasmanos. La epopeya quedó refleja-da en dos libros: L’enfant des nei-ges (La niña de las nieves) y Ot-chum, chef de meute (Otchum, eljefe de la jauría); y una película,L’enfant des neiges.

A fuerza de servirse del engan-che arrastrado por perros de tri-neo, Nicolas Vanier ha acabadopor adquirir una gran destreza ensu manejo. En 1996 participó porprimera vez en la carrera de tri-neos considerada como la más di-fícil del mundo, la Yukon Ouest,que consiste en realizar 1.600 ki-lómetros a través del Gran Nortede Canadá y Alaska.

Ávido de enfrentarse y superarnuevos desafíos, Vanier decidiópreparar durante los años siguien-tes la Odisea Blanca, un viaje de8.600 kilómetros entre Skagway yQuebec, que llevó a cabo en me-nos de 100 días. Fue aquí dondeconoció a Norman, un tramperode unos 50 años que vive con Ke-baska, una india Nehanni. Nor-man acabó convirtiéndose en elactor principal de El último tram-pero, una película sobre su vida decada día, la belleza que le rodea, ylos peligros a los que se enfrenta.

Este año, Vanier ha decididoponer fin a 25 años de aventuras, yempleará a partir de ahora todassus fuerzas en transmitir su pa-sión por la naturaleza más salvaje.

PERSONALTiene 44 años / Nació enDakar (Senegal) el 5 demayo de 1962 / Es escritory director de cine / Estácasado y tiene dos hijos

TRAYECTORIAEn 1982 realiza su primeraexpedición con la cámara alhombro / Seis años despuéslanza su primer documental /En 2005 hizo su 10ª película

Su primera expedición fue en 1982 y en ellaatravesó a pie las vastas planicies de Laponia,región situada al norte del Círculo Polar Ártico

Entre Skagway y Quebec conoció a Norman, uncazador de 50 años que acabó convirtiéndose enel actor principal de la película El último trampero

Z O O H O M O S A P I E N S

Nicolas Vanier junto a los perros de su trineo a su llegada a Quebec, después de atravesar Canadá. / AFP / ROBERT LABERGE

J. ARÉVALO

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A I R E L I B R E

Huyendo de la «callada desesperación» de losmortales, dispuesto a afrontar «los hechosesenciales de la vida», Henry David Thoreauhace la mochila, carga con los clavos y lostablones y enfila hacia Walden, donde se

construirá una cabaña y vivirá los dos años másmemorables de su corta vida (1817-1862).

Aunque pueda parecerlo, la suya no es la escapada deleremita, deseoso de romper con las tentacionesterrenales y refugiarse en las altas moradas del espíritu.Mientras duró su exilio en Walden, siempre tuvo alalcance tres sillas, «una para la soledad, otra para laamistad y otra para la sociedad». Con frecuencia bajabaal pueblo, y con pasión compartía sus descubrimientoscon Emerson, Alcott, Channing y demás paisanos deConcord.

Al final de la jornada, eso sí, sentía la imperiosallamada del bosque y desandaba el camino. Por nada delmundo cambiaba el despertar con el gorjeo de lospájaros, el primer aliento del sol entre las ramas y elbautismo diario en las aguas de ese lago que figura desdeentonces en el imaginario de todos los amantes de lanaturaleza. «Parece increíble que un naturalistaamateur, refugiado en una casa de juguete, al borde de

una devastadaparcela de bosque,fuera el santofundador delmovimientoecologista», escribe elbiólogo Edward O.Wilson, el más devotode los cientos deperegrinos que todoslos años bordean ellago hasta llegar almontón de piedrasque recuerda dóndeestuvo la cabaña,venerada como el

santuario del trascendentalismo.Walden, pese a sus resonancias míticas y utópicas,

queda muy a mano. Apenas tres kilómetros lo separan delos campanarios de Concord, y la carretera abreva comoquien dice en la orilla. El zumbido de los coches y eltraqueteo del tren resultan inevitables. Y en el aire pesa lapresión urbana de la vecina Boston, a media hora escasa.

Cualquier domingo de verano, la playa se pone comoel madrileño pantano de San Juan, y hay que recorrer conel tiento de un zahorí el perímetro de 2,5 kilómetros paraencontrar un remanso a la medida y evocar las palabrasdel profeta: «Simplificad, simplificad, simplificad».

Ya en 1867, veinte años después de la singladurasolitaria de Thoreau, su hermana Sophia lamentaba elasedio de bañistas, remeros y pescadores que habíanpervertido el espíritu del lago. «Me parece casi unaprofanación», escribía. «Vuelvo a Walden y tengo lasensación de una profunda pérdida. Se diría que lasaguas se han contagiado del mismo desconsuelo».

Habría que preguntarle qué piensa al mismísimoThoreau, inmortalizado en estatua de hierro, a la entradade una réplica de la austera casucha en la que vivió, juntoa la tienda donde venden ahora camisetas, gorras ytazones de Walden, estrangulada por aparcamientos quetodos los fines de semana rebosan de domingueros parabañarse en sus aguas o patinar en sus hielos, paracontemplar la caída de las hojas o celebrar la eclosión dela primavera. Podríamos sondear también a Thoreau

La cabaña junto al lago dondevivió H. D. Thoreau, precursor delecologismo en el XIX, es un‘santuario’ del trascendentalismo

EL ETERNORETORNO AWALDENPor Carlos Fresneda

EL VIAJE

«Cada mañana era

una alegre invitación a

imitar la simplicidad,

cuando no la inocencia,

de la Naturaleza»

sobre los planes del rockero Don Henley, de los Eagles,que fundó el Walden Woods Project para proteger el lugarde la carroña inmobiliaria. Ahora le critican por quererconvertir aquello en poco menos que un parque temático,como si no hubiera otra manera de preservar el legado delprecursor del ecologismo, de la resistencia civil y delrabioso inconformismo («puede que la civilización hayamejorado las casas, pero no ha mejorado de la mismamanera a los hombres que las habitan»).

Thoreau era consciente de la fragilidad de Walden, ydel avance inexorable de la marabunta humana desde quese retiraron los glaciares, hace unos 10.000 ó 12.000 años.De aquella marcha atrás dan fe los incontables lagos quemotean el manto boscoso, casi selvático, de esa NuevaInglaterra que deslumbra al visitante con sus colinasabigarradas de robles, pinos, arces y hayas.

En Massachusetts hay lagos mucho más bucólicos yrecónditos, parajes donde poder disfrutar aún a plenopulmón y de todo corazón de la naturaleza, sin el molestorumor de fondo del progreso. Pero algo tiene sin dudaWalden. Quizás sea el contoneo de sus orillas, lainquietante neblina o el incendio de sus atardeceres. Oquizás la belleza insondable de sus aguas (31 metros ensu parte más profunda) y la pureza cristalina que atrajohasta aquí al famoso Frederic Tudor, el rey del hielo,convencido de sus propiedades mágicas «comparables alas del río Ganges».

Desde los cuatro años, Thoreau soñaba con vivir algúndía al oreo de aquel lago, y si pudo permitírselo fue graciasa su mentor y amigo del alma, Ralph Waldo Emerson, quecompró un pequeño terreno en la orilla sureste: sietehectáreas, suficientes para construir un sueño. Emersoninsufló en Thoreau el veneno de Naturaleza (1837), y ochoaños después proyectó en él su propia utopía. «Cadamañana era una alegre invitación a imitar la simplicidad,cuando no la inocencia, de la Naturaleza (...). Melevantaba temprano por la mañana para bañarme en elestanque, y era para mí un ejercicio religioso. Dicen queConfucio hizo grabar en su baño unos caracteres paraconseguir ese efecto: ‘Renuévate a ti mismocompletamente todos los días, y hazlo una y otra vez,eternamente’». El 4 de julio de 1845 Henry David Thoreauproclama discretamente su independencia y se traslada aorillas del lago Walden, a solas con sus pensamientos y susescasas pertenencias. Dos años y dos meses dura su viajeinterior, navegando contra la corriente de la sociedad

preindustrial, explorando con pasión «la extraña libertadde la naturaleza», destilando la soledad y otras hierbas.Lejos de idealizar su rebeldía individual, Thoreau desnudasu alma y deja a la luz las profundas tensiones entre su yo«civilizado» y su yo «romántico».

Durante su estancia en Walden, en una de esasfrecuentes visitas a sus amigos de Concord, el alguacilSam Staples le recuerda que debe 1,50 dólares enimpuestos atrasados. Thoreau le dice que no piensa pagarun centavo para sufragar la esclavitud y la guerra conMéxico. El vecino ejemplar acaba pernoctando en la cárcellocal, y Ralph Waldo Emerson le visita: «Henry, ¿por quéestás ahí?». «Waldo, ¿por qué no estás tú aquí conmigo?»,le responde Thoreau, maestro en el arte del sarcasmo.

Aquella noche en chirona es el germen deDesobediencia Civil (1849), la tarjeta de retorno deThoreau al mundo de los humanos, echando la simientede las libertades civiles, desbrozando el camino a Gandhi,quien tenía la obra como libro de cabecera. Walden, o lavida en los bosques no se publicó hasta 1854, y aunque fuerecibido con albricias, no vendió más allá de 2.000ejemplares. El redescubrimiento de Thoreau, el eternoretorno a Walden, no llegó hasta 1945, cuando elarqueólogo Roland Wells Robbins desentierra loscimientos de la cabaña. El hallazgo simbólico impulsa lacreación de la Thoreau Society, en los albores delmovimiento ecologista. Las nuevas generaciones debiólogos, capitaneados por Edward O. Wilson, miranhacia atrás para vislumbrar El Futuro de la Vida, acuden atomarle el pulso vital al lacónico lago, como si fuera unenfermo en la unidad de vigilancia intensiva y escriben:«Querido Henry, el mundo natural está desapareciendoante nuestros ojos...».

Carlos Fresneda es corresponsal de EL MUNDO en EEUU.

EL SANTUARIO. La reconstrucción dela cabaña de Thoureau en el lagoWalden junto a la estatua delescritor. / FOTO: LEE SNIDER / CORBIS

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A I R E L I B R E

Sí. Mírenlo. Noviembreentorna sus ojos,como si su miradafuera el regazo parauna de las luces más

cariñosas del año. Dense cuentade su serena postura, también le-vemente abrazada a la desnudezde los panoramas.

Ciertamente es el paisaje ente-ro, y no sólo su posición en el ca-lendario, lo que medita. Tiempo ylugar, pues, para pensadores. Unperiodo del año para que tambiéna nosotros las ideas nos acerquena lo que las genera.

Si finalmente todos nos pone-mos a pensar es porque la clari-dad asoma por muchas partes. Ano confundirla con la luminosi-dad, ni siquiera con la transpa-rencia. Lo que en realidad estáclaro es que lo desnudo llama ala indagación. Que este despo-jarse de lo aparente, que consoli-

da el otoño, brinda la posibilidadde adentrarnos en lo que se es-conde a cielo abierto. Acaso conalgo de tristeza en sus adentros.Que son los nuestros. Porque siel afuera de lo espontáneo es elpanorama, el interior es un serhumano, allí en medio, asom-brándose de estarlo.

Por eso mismo, acaso sea ésteun buen momento, incluso, paraque nos percatemos de que esoque miramos es la respuesta ince-sante a la eterna pregunta deabrir los ojos. Y toda la inteligen-cia, si es que la hemos alcanzado,fluye desde ese manantial. Es de-cir, que cuando el año se acuesta,puede ser oportuno que nosotrosdespertemos a las propuestas quehace el paisaje.

Un menú intelectual que vamucho más allá de las pincela-das naturales al uso y al abuso.Porque esta parcela del calenda-

rio, cuando el otoño ya ha deja-do de ser una segunda primave-ra, nos deja al descubierto elgran escenario de la esenciali-dad. No hay ni polvo ni paja. To-

do es enjundia y grano.La ancianidad del año nos

convoca a disfrutar también delas grandes bandadas, de losenormes silencios, del gran

charco en que se convierte casitodo, de las prolíficas setas, delas primeras nevadas y, por su-puesto, de auscultarle los latidosal paisaje para comprobar conqué solemne serenidad la vidafluye por todos los escenarios.Algo que hace sin prisa y sin ca-minos. No dejando más huellade su paso que algunos imborra-bles recuerdos en nuestra emo-ción. Para lo que no es poca ayu-da, insisto, esta desnudez transi-toria de tantos panoramas.

Ya están, en efecto, casi todaslas hojas caídas. Ya podemos ca-minar sobre el futuro del bos-que. Húmedo y mullido, el sueloamortigua el sonido de nuestrospasos, lo que nos dejará másdespejado aún el panorama so-noro para que podamos escu-char una leve trama de escondi-dos reclamos.

Pero no menos hay que apro-vechar la enorme cantidad depropuestas más concretas, cer-canas, incluso minúsculas, queesta tierra nuestra le hace a lacuriosidad más sana. El topillolevantará montones de tierra so-bre el herbazal, el picapinos ta-ladrará madera podrida y el lú-gano apalancará las piñitas delaliso.

En suma, paseemos por lasmeditaciones de noviembre, yacaso su mudez transparentenos transmita aquello de que elúnico progreso del todo cierto esla renovación de la vida. Tan in-terrumpida ella por el afán deunos pocos de llenar el paisajede viviendas vacías.

�BOSQUE DE BOSQUES

Acontecimientos en el mundo vegetal.Que lo alto le otorgue a lo bajo todosu esplendor no es el único granacontecimiento del mundo vegetal.Incluso las especies de hojasedentaria entregan a la tierra algotodavía más crucial que esas hojasllamadas a ser una de las principalesmaterias primas de la fertilidad. Nosreferimos, por supuesto, a lamadurez de las bayas, frutos ybellotas. Todos los esfuerzos delbosque culminan para la prácticatotalidad de las especies de árboles ymatorrales del ámbito mediterráneo:encinas, alcornoques, quejigos,robles, madroños, lentiscos, olivillas,arrayanes… La bien conocidacronología de los olivos, que yavarean miles de personas, puede ydebe recordarnos la grangenerosidad de la comunidadbotánica para los muchos millones debeneficiados por la madurez de susfrutos.

�MAPA DE LOS ESTADOS DEL CIELO

Meteorología para naturalistas. Se nos quiere olvidar, y nada más lógicopor sus recientes traiciones, que estamos en el mes que normalmenteaporta más caudales a los cauces. En no pocos ejercicios, en efecto,noviembre se resuelve con casi la mitad de la lluvia anual. Sobre todo enmuchas localidades de la mitad sur. Que el cielo tenga ahora los techosmás bajos que nunca y que de ellos manen los llantos más alegres será elprincipal propósito del aire: más limpio que nunca, por cierto, por lomucho que felizmente lo ha lavado octubre.

�LOS NIDOS DE LA LUZ

O de los colores del paisaje. Nuestra capacidad visual resulta una de las máscompletas de cuantas se dan en el conjunto de los seres vivos. Consideran loscientíficos que nuestros ojos pueden llegar a reconocer hasta un millón de lostonos que se esconden en el arco iris. ¡Quién los viera todos juntos! ¡Cuándollegaremos siquiera a darles nombre! Mientras tanto, este penúltimo mes del añodeja caer, desde sus encapotados desvanes, esa gama tan difícil de los grises.Entreverados de cárdenos con estrías perladas y amuscadas de plomizospizarrosos… entre los que suelen chispear algunos loquillos aloques.

�SORBOS DE VIDA

Singladuras de peces y anfibios.Casi todo, en nuestros paisajes, bebecomo si hubiera atravesado el desiertosin dar un solo sorbo. Pero lo que más,el propio ciclo del agua: beben lasnubes, bebe el agua, beben los ríos.Engordados los cauces y los acuíferos,las lagunas y todos los otros aguazales,la vida a ellos ligada suspira aliviada. Enrealidad no suele producirse unareacción inmediata entre el auge deagua y la productividad de la misma.Sin duda, porque las fuertes corrientesde los ríos y las bajas temperaturas noson el mejor marco para iniciarprocesos de reproducción. Con algunasexcepciones en la heroica estirpe de lossalmónidos que se enciendenprecisamente ahora. También seproduce en este mes el retorno al marde las pocas anguilas que han superadosu larga estancia en nuestros ríos.Apreciamos, asimismo, unaconsiderable actividad entre lassalamandras y tritones.

�ARTE DEL AIRE

Tareas y destrezas de las aves.Temporada alta –y con huéspedes de lamejor condición posible– con no sernunca mala ni la del más modesto oabundante de los pajarillos. La cuestiónes que entre esos nómadas queesquivan a los fríos, cada día másmenguantes en nuestras latitudes,están los grandes, los masivos. Ya sonlas aves capaces de cuajar un horizontede aletazos, de atiborrar una campiñade bípedos correteos o a un aguazal deun crepitar de chapoteos. Paisajesengalanados con los escuadronesorganizados de grullas, patos, gansos,gaviotas, cormoranes... O con caóticasbandadas de avefrías, agujas, palomas,estorninos, alondras, lúganos… Sinolvidar la desparramada condición delos zorzales, petirrojos, acentores,fringílidos. No pocos de losmencionados inquilinos invernales denuestros derredores dedicarán muchosde sus mejores esfuerzos a evitar losdisparos de los cazadores. ¡Lástima!

�CÁLIDOS LATIDOS

Historias naturales de los mamíferos.La taquicardia, inseparable del celo,anda ya apaciguándose en el pecho demuflones, rebecos y cabras montesas.La calma, en consecuencia, se afianzaen el paisaje de los mamíferos. Nopocos murciélagos, ese grupo queaporta más especies a esta clase, yahan elegido el más cómodo y secohuraco. Se trata de aletargarse parapaliar la erradicación temporal deinsectos voladores. Lo que no evita queotros parientes, como el murciélago decueva, aprovechen precisamente elcorazón del otoño para encelarse ycopular. Los osos eligen también elmejor resguardo posible con talfinalidad, y son imitados por marmotasy lirones. Con todo, lo más inadvertidosucede hacia finales de mes. Entoncesse pueden llegar a detectar losprimeros síntomas de la más necesariacoincidencia que pueda darse ennuestros paisajes: la de dos lincesadultos de distinto sexo.

TRANSPARENCIAS

Un bando de grullas alzando el vuelo en un campo alemán, al inicio de lamigración. /AP

Por Joaquín Araújo

PENSATIVONOVIEMBRESe apagan los celos y se enciendenlos cielos para la incorporación masivade aves invernantes a nuestro país

«Soy el Poema de la Tierra,/ dijo la voz de la lluvia»–WALT WHITMAN / Poeta estadounidense (1819-1892)

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JOSÉ LÓPEZ-CÓZAR

Ya está en cartelera el documental Una verdadincómoda, la historia apasionada de un hombredecidido a recorrer auditorios, escuelas y salasde conferencias de medio mundo para explicarel problema del cambio climático y sus posibles

consecuencias. Este hombre no es otro que el exvicepresidente estadounidense Al Gore, quien después deperder las elecciones a la Casa Blanca en el año 2000,decidió cambiar de rumbo y dedicarse por entero a otra desus grandes pasiones: la defensa del medio ambiente,«una realidad por encima de colores políticos, razas oculturas», según sus propias palabras.

El filme revela, con una original mezcla de humor,dibujos animados y pruebas científicas convincentes, losefectos del calentamiento global en el planeta. Todo ellosalpicado de escenas de indudable impacto visual, quemuestran cómo las nieves de las cumbres másemblemáticas de nuestro planeta (Himalaya,Kilimanjaro...) se derriten a una velocidad dramática, ocómo el famoso Parque Nacional de los Glaciares deEstados Unidos cuenta ya con muy pocos glaciares.

Durante la hora y media de duración de la película, AlGore no se muerde la lengua a la hora de explicar lo queestá pasando, y critica a quienes se quedan impasiblesante hechos tan graves. En su opinión, los seres humanosestamos sentados sobre una bomba de relojería que puedeestallar en cualquier momento: la temperatura del planetaaumentó un grado durante el último siglo, y los 10 añosmás calurosos de los que tenemos constancia están entrelos últimos 14. Esto provoca el recalentamiento de losmares, creando tormentas y huracanes tropicales deefectos tan devastadores como el Katrina. «Ha llegado elmomento de actuar», insiste una y otra vez.

Para Al Gore ya ha terminado el debate acerca de siexiste o no el calentamiento global. «Ahora sólo quedasaber si reaccionaremos a tiempo o si, por el contrario,permitiremos que las generaciones venideras nosreprochen: ¿porqué no hicisteisnada cuando eraposible?». Losproductores de lapelícula reconocenque al principioestabanpreocupados por laforma en que elpúblico y losmedios decomunicaciónpodrían recibir estedocumental sobreun tema tancontrovertido comoel cambio climáticoy la visión tanpersonal del quepudo ser presidentede los EstadosUnidos. Sin embargo, estas inquietudes se disiparon trasel estreno en el pasado Festival de Sundance, donde logróel espaldarazo unánime de crítica y público. Actualmente,la cinta se proyecta en más de 20 salas de nuestro país conla intención de concienciar a la sociedad española sobreeste problema de dimensiones planetarias. En opinión deArturo Gonzalo Aizpiri, secretario general de CambioClimático del Ministerio de Medio Ambiente, «todo elmundo debería ver este documental, jóvenes, mayores ypor supuesto la clase política».

C INE

UNA VERDADINCONVENIENTEDocumental / 2006/EEUU/Duración: 100minutos /Director:DavisGuggenheim

Ya se ha estrenado en España el largometrajepresentado por Al Gore que incita a tomarmedidas para luchar contra el cambio climático

UN NECESARIODOCUMENTAL

E S C A P A R A T E

LAS CITAS

LOS TRABAJOS

CONVOCATORIAS

VIII Congreso Nacional del Medio Ambiente. ElPalacio Municipal de Congresos del Campo de lasNaciones de Madrid acoge del 27 de noviembre al 1de diciembre la octava edición del CONAMA. Esteaño la atención se centra en torno a losayuntamientos como depositarios de competenciasen materia de medio ambiente y desarrollosostenible. Más información: www.conama.org

Exposición de Hongos de Madrid. La SociedadMicológica de Madrid inaugura el 11 de noviembre enla Facultad de Farmacia de la UniversidadComplutense su XXXIV exposición de setas deMadrid. Hay tres días de actividades comoconferencias, degustación de productosmicológicos o un concurso de dibujo para niños.Más información: www.socmicolmadrid.org

Congreso Ibérico sobre Gestión y Planificacióndel Agua. La portuguesa ciudad de Faro acogerádel 4 al 8 de diciembre la quinta edición de estecongreso. En el marco de este acto de debatirántemas como los paisajes del agua y suconservación, el agua y la salud pública o laparticipación de los ciudadanos y la comunicaciónsocial sobre el agua. Más información:www.ualg.pt/5cigpa/

Ciclo de conferencias sobre el cambio global. LaEstación Biológica de Doñana realiza este otoño uncompleto ciclo de conferencias sobre el cambioinducido por el hombre en la biosfera, que se haacelerado en los últimos 50 años. El 15 denoviembre dará una conferencia Miguel ÁngelGaertner. Más información: www.ebd.csic.es

CURSOS Y TALLERES

Curso práctico de micología. El objetivo de estecurso es aprender a clasificar e identificar lasespecies más comunes de setas de nuestrosbosques, en especial las que tienen valor culinario ylas tóxicas con las que pueden confundirse. El cursoestá organizado en dos días de clases teóricas y unajornada de campo. Comienza el 14 de noviembre yfinaliza el 18. La inscripción cuesta 50 euros. Másinformación en: www.geographica.es

Taller de fotografía de naturaleza. El escenarioserá el delta del Ebro. El taller, que estará impartidopor los fotógrafos Juan Gil y Santi Martorell, estádestinado a todos los niveles. El objetivo es conocerla fauna y los paisajes de la zona húmeda másimportante de Cataluña y la segunda de lapenínsula Ibérica después de Doñana. Las fechasprevistas son los días 24, 25 y 26 de noviembre y elprecio es de 180 euros.Más información: www.fotonatura.org

Curso de comportamiento de carnívoros. Estecurso está orientado al conocimiento de la etologíade los carnívoros silvestres de la península Ibérica.Se tratarán áreas temáticas como la sociobiología,la evolución del comportamiento o la taxonomía.Además de las clases teóricas el curso tiene unajornada de observación de carnívoros en semi-libertad en el Parque de Naturaleza de Cabárceno.Del 6 al 12 de diciembre en Aguilar de Campoo,provincia de Palencia.Más información: www.nissus.org

Un fotograma de la película en el que aparece Al Gore junto a una proyección del huracán ‘Katrina’ visto desde el espacio. / UIP

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VIDA SANAHONGO S

MIGUEL G. CORRAL

La tarde está llu-viosa. Los seterosse acercan go-teando con las ces-tas de mimbre col-

gadas del brazo. En el hall dela Facultad de Farmacia de laUniversidad Complutenseles espera el profesor Fran-cisco de Diego Calonge ro-deado por sus colegas de laSociedad Micológica de Ma-drid (SMM).

«Buenas tardes, ¿cómo haido la semana? A ver qué te-nemos por ahí», se asoma alas cestas. Los aficionadosvan sacando los ejemplaresrecolectados sobre los quetienen dudas y los depositan

encima de la mesa. «A éstehay que pelarlo y quitarle lasesporas [lo hace con una na-vaja]. Ahora, pruébelo. Estábueno. Es Suillus variegatus,¿a que lo ha cogido en un pi-nar entre Madrid y Sego-via?», acierta Carlos, uno delos miembros de la SMM queparticipa en estas jornadasde identificación de setas.

La tradición siempre hacontemplado la recogida desetas como una práctica ru-ral. Sin embargo, la crecien-te afición urbana a la mico-logía ha propiciado que seorganicen en pleno centrode Madrid unas jornadas dereconocimiento de especiescomo las que organiza cadalunes la SSM. El objetivo esformar buenos recolectores,respetuosos con el monte yfamiliarizados con las prác-ticas de recogida y con lasespecies comestibles pre-sentes en cada uno de losbosques de la península.

Lo que hace décadas for-maba parte del acervo cultu-ral y de la gastronomía de lapoblación rural se está con-virtiendo en una vía de esca-pe para urbanitas y en unaoportunidad de desarrollopara las comunidades autó-nomas con mayor riquezamicológica.

La Junta de Castilla y Le-ón ha desarrollado desde

2001 tres proyectos –llama-dos MYAS (Micología yaprovechamiento sosteni-ble)– destinados a impulsarla economía local basándo-se en el potencial turístico ygastronómico de las setas.«El objetivo es la puesta envalor de los recursos mico-lógicos y su gestión sosteni-ble en los montes de Castillay León», dice Mercedes Mo-lina, directora de los proyec-tos MYAS y decana de la Fa-cultad de Geografía e Histo-ria de la Universidad Com-plutense de Madrid. «He-mos pretendido llegar a unmodelo de regulación mico-lógica para evitar los gran-

des abusos del medio am-biente y las malas prácticasde recogida que se han veni-do repitiendo a lo largo demuchos años», asegura.

Aunque mucha gente enel medio rural aún no esconsciente de la riqueza quebrota de sus montes, en lasáreas forestales comienza aextenderse la idea de que lassetas son un recurso de altovalor y con una amplia de-manda en los mercados gas-tronómicos. «Esto ha sidogracias a nuestro trabajo.Antes la gente recogía lascinco especies que se cono-cían en los pueblos. Despuésdel estudio que hicimos so-bre las especies presentes enlos bosques leoneses se reco-lectan hasta 40 especies deexquisita calidad y perfecta-mente comercializables»,afirma Jaime Olaizola, técni-co del MYAS de la provinciade León.

María Luisa Rodríguez vi-ve en un pueblo de León lla-mado Tabullo del Monte. Esla presidenta del comité deseguimiento del MYAS y noentiende por qué «si hemosregulado en nuestros bos-ques el aprovechamiento dela madera, de la caza y, hacetiempo, también el de la re-sina, ¿por qué no los recur-sos micológicos?».

La regulación de esta acti-vidad sólo funciona por elmomento en Soria, donde esnecesario obtener un permi-so de recolección de setaspara poder recoger hongosen muchos de sus montes. Elprecio depende del tiempopara el que se quiera la li-cencia, de la cantidad que sedesee recolectar y del usoque se le quiera dar, pero entodo caso son tarifas simbó-licas que revierten en el de-sarrollo de las comunidadesrurales.

«Se trata de regular la co-mercialización y de ofrecergarantías de procedencia ycalidad, además de buscar lacompetitividad en los merca-dos internacionales que pue-da desarrollar el mercado es-pañol y ofrecer una oportu-nidad de empleo a la pobla-ción local», asegura Molina.«También hemos buscadoformar a la gente. Se han he-cho cursos de guías micoló-gicos, de recolección de se-tas, de cata, de cocina e in-cluso de inspectores sanita-rios enfocados al mundo mi-cológico», añade.

«Antes se usaba rastrillopara encontrar níscalos(Lactarius deliciosus) deba-jo de la pinocha en los pina-res, ahora se ha restringidoel uso de estas artes. Se obli-ga a la recolección con na-vaja o con cuchillo y a usarcesta, canasta o barquillaque permita la aireaciónde las setas. Se prohíbe

Las setas estánde moda. Cadadía más personasse aficionan a lamicología y a lagastronomíarelacionada. Loshongos ofrecenuna oportunidadde desarrollo alas áreas rurales

INICIATIVAS PARA EL DESARROLLO

� Gastromyas. Una de las ramas de los proyectos demicología y aprovechamiento sostenible (MYAS) consisteen dotar a los establecimientos y restaurantes que losoliciten y acrediten un conocimiento elevado enmicología de unos distintivos de calidad que reconocensus buenas prácticas y que garantizan la procedencia delos productos que ofrecen. Ya hay 75 distintivosotorgados en la Comunidad Autónoma de Castilla y León.� Lonjas micológicas. Se trata de lugares donde losrecolectores pueden acudir a vender las setas que hayanrecogido y en los que todos los productos pasan unregistro sanitario antes de ser vendidos. La primera quecomenzó a funcionar fue la de Jimena de la Frontera, enla provincia de Cádiz.� Grupos de acción local. Los proyectos MYAS hanorganizado sus trabajos buscando la participación de lapoblación local. Por ello existen en la actualidad 19 gruposde acción local repartidos por la comunidadcastellanoleonesa que desarrollan cursos, exposiciones yexcursiones y que forman parte de la toma de decisionesdel proyecto general.� Turismo rural. Los alojamientos de turismo rural hanexperimentado un fuerte impulso gracias al desarrollo deluso sostenible de la micología. Durante algunos meses deotoño e invierno en los que antes tenían muy pocaocupación debido a las bajas temperaturas, este año hanestado completos casi todos los fines de semana.� Jardín micológico. La Junta de Andalucía haaprobado la creación del primer jardín micológico deEuropa. Es una iniciativa paralela a la puesta en marchade un Punto de Información Micológica por provincia.

«Hemos explotado lamadera o la caza. ¿Porqué no las setas?»

«Antes se cogíancinco especies,y ahora más de 40»

�➔ FUENTE: Junta de Andalucía Rafa Estrada / EL MUNDO

EL ‘CULTIVO’ DE TRUFAS

LA MICORRIZA

LA RAÍZ DE ENCINA Y LA TRUFA

Hifas externasdel hongo

Espora

Micelio del hongoHifas internasdel hongo

Célulasepidérmicasde la raíz

Jeringuillacon hongos

Esquejede encina

Endodermis

Se llama micorriza a la estructura que forman el hongo y las raíces de la encina al asociarse. Esta simbiosis beneficia a ambas especies.

A través de esta asociación el hongo obtiene del árbol hidratos de carbono y a cambio el hongo facilita la absorción de fósforo y nitrógeno a la encina.

La técnica consiste en inocular el hongo en las raíces de la plántula de encina.Una vez que se produce la simbiosis entre el joven árbol y el hongo la planta está preparada para sembrarla en el campo.

Trufa

Un sabroso negocio para el medio rural

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remover el suelo o notapar los agujeros que secrean al extraer la seta»,asegura José Antonio Vega,técnico del proyecto Recur-sos Micológicos y Desarro-llo Rural que está apunto deentrar en vigor para conti-nuar la labor comenzada porel MYAS.

La seta es sólo el aparatoreproductor del hongo. Perola parte que vive todo el añoes una maraña de filamentos(hifas) que vive bajo tierra yque puede ocupar enormessuperficies. Es importanteconocer la biología de estosseres vivos y las buenasprácticas para la recolecciónde setas. El rastrillado deuna zona setera o no taparlos agujeros que se generanal sacar un ejemplar puedenacabar con el hongo entero ydar al traste con la produc-ción del año siguiente.

Además, muchas de lasespecies más exquisitas for-man relaciones de coopera-ción (simbiosis) con deter-minados árboles de las queambos se benefician a travésde unas estructuras llama-das micorrizas. Por ejemplo,la trufa (Tuber nigrum) con-vive con la encina (Quercusilex), y el níscalo (Lactariusspp.) y el delicioso Boletusedulis micorrizan con el pi-no (Pinus spp.). De modoque si se daña un hongo sepuede estar perjudicandotambién al bosque en el quese encuentra.

«Las repoblaciones conespecies micorrizadas sepueden hacer con varias es-pecies siempre y cuandoutilices el hongo adecuadocon la planta apropiada pa-ra que funcione la simbio-sis. Se está haciendo en Es-tados Unidos y también enEuropa con Boletus edulis ypino», asegura De Diego

Calonge, que es profesor deinvestigación del ConsejoSuperior de InvestigacionesCientíficas (CSIC) y presi-dente de la SMM.

La Junta de Andalucía hapuesto en marcha un ambi-cioso programa de conser-vación de los recursos mi-cológicos –el Plan de Con-servación y Uso Sosteniblede las Setas y Trufas de An-dalucía (Plan Cussta)– quecontempla la repoblaciónde áreas tradicionalmenteagrícolas con encinas mico-rrizadas con trufa. De estamanera las parcelas agríco-las pasan a ser forestales yse recuperan manchas debosque mediterráneo quese habían perdido.

El director del programaCussta, Baldomero More-no-Arroyo, cuenta orgullo-so los trabajos científicosque se han llevado a cabodesde que empezó la inicia-tiva. «Hicimos un inventa-rio de especies para saberrealmente el potencial mi-cológico de Andalucía. Enél identificamos más de2.600 especies de hongos,lo que sitúa a la región co-mo la más rica en diversi-dad de Europa». Los proble-mas llegaron más tarde,cuando «vimos que la po-blación de trufa en las sie-rras de Granada y Jaén es-taba en regresión. Así quecomenzamos a experimen-tar con la repoblación deencinas micorrizadas. Yahemos plantado en 28.000hectáreas de monte».

Todas estas actuacionespretenden impulsar el desa-rrollo de estas zonas y fijarpoblación en el medio rurala través de la explotaciónde los recursos micológi-cos. Pero de forma paralelatambién producen benefi-cios ambientales visibles enlos montes. Baldomero Mo-reno-Arroyo recuerda que«además de restaurar elcampo, estas iniciativas re-ducen los procesos erosivosen lugares con elevada pen-diente donde el aprovecha-miento agrícola era muy ba-jo. Pero también genera unrendimiento económico pa-ra las poblaciones locales.En el Parque Natural de losAlcornocales (Cádiz), se re-colectan durante la tempo-rada más de 1.000 kilos dia-rios de chantarellas(Cantharellus cibarius)».

En Cádiz se recogen1.000 kilos cadadía de chantarellas

Algunas de las másexquisitas formansimbiosis con árboles

�➔

02BIOCULTURA

NATURA

L a gran feria de las alternati-vas y el consumo responsableha vuelto a Madrid. En su 22ª

edición celebrada entre el 3 y el 7de noviembre, BioCultura ha invi-tado a sus más de 140.000 visitan-tes a dar un paso más en nuestroshábitos para lograr, además de unabuena salud y un medio ambientelimpio, un objetivo igualmente acu-ciante: reducir las emisiones a laatmósfera de gases de efecto inver-nadero.

Una de las formas más sencillasy eficientes de lograrlo es evitar eltransporte a grandes distancias delos productos ecológicos que com-pramos: es decir, intentar consumirlos productos locales. Los gases deefecto invernadero, como el dióxi-do de carbono (CO2) que libera laquema de combustibles fósiles (pe-tróleo, gasolina, etc.), están siendoresponsables del calentamientoglobal del planeta.

Reunidos en uno de los pabello-nes de la feria, los productores ydistribuidores de alimentos bio–procedentes de cultivos o ganade-rías que prescinden de sustanciasquímicas y respetan el medio am-biente– demostraron que la ofertade este tipo de alimentos es cadavez más grande... y 100% española:vinos con denominación de origen,jamones de jabugo y embutidos,quesos manchegos, aceitunas, acei-te de oliva, azafrán o especias típi-cas como el pimentón compiten enun mercado cada vez más grande,el de la alimentación ecológica,que es, de lejos, el más importantede la feria.

Sin embargo, no siempre es fácilencontrar estos productos. Es más:

es frecuente hallar en las tiendasespecializadas hortalizas italianaso mermeladas francesas. ¿Adóndeva a parar toda la producción espa-ñola? Con más de 400.000 hectá-reas cultivadas, Andalucía repre-senta la mitad de toda la superficieagrícola y ganadera ecológica deEspaña. Pese a ello, la gran mayo-ría de estos alimentos se exporta apaíses vecinos de la Unión Euro-pea. El resultado es que la ofertaespañola en el mercado nacionalno crece como debería, y en cambioabundan los productos importados.

Promover la oferta interna de ali-mentos de la zona también signifi-ca mantener los pueblos con vida.Así lo manifestó Ángeles Parra, di-rectora de BioCultura, quien opinaque es importante relocalizar laeconomía para luchar contra la de-sertización de los pueblos y la de-sestructuración social.

Son muchas las iniciativas pues-tas en marcha para fomentar la dis-tribución local ya no sólo a nivelnacional, sino a nivel regional y depequeñas conunidades, mediantecooperativas y grupos de consumoque acercan al público los saboresde la zona. El producto así obtenidoserá doblemente ecológico: habránacido en un ecosistema saludabley apenas habrá requerido quemarpetróleo para ser transportado has-ta el consumidor. Quizás la granasignatura pendiente continúesiendo el sector cárnico, cuya ofer-ta es aún muy pequeña y sus pre-cios, muy elevados.

La gran cita delas alternativasEn su XXII edición,la veterana feriaapuesta porel consumode productosecológicos localescomo una formade luchar contrael cambio climático

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Visitantes de la feria BioCultura celebrada en Madrid pasean por los expositores de alimentación ecológica. / ANTONIO HEREDIA

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03L A T RA S T I E N DA

QUÉ: Mezclas de especias para cocina.Fabricante: The Cape Herb & Spice Company esuna empresa sudafricana creada en 1994 queofrece productos elaborados sin químicosartificiales ni organismos modificadosgenéticamente. La ONG Intermon-Oxfam distribuyeen España sus productoscomo parte de su defensa delmovimiento del ComercioJusto, que intenta conseguircondiciones laborales ycomerciales justas eigualitarias entre el Norte y elSur.Composición: Lavariedad Harissa ofrece unamezcla de hierbas habitual enel norte de África que seemplea para dar sabor picantea sopas, carnes, arroces ycuscús. Otra opción ofrece uncondimento a base detomates secados, pimienta yaceitunas. Ideal para pasta,patatas y ensaladas.Puntosde venta: Enwww.intermonoxfam.orgPrecio: 5,10 euros el frasco.

QUÉ: Verduras ecológicas en conserva de SoriaNatural.Cómo: Cultivadas a más de 1.200 metrossobre el nivel del mar, en los terrenos propios de laempresa y siguiendo los principios de la agriculturaecológica.Virtudes: En su producción no seemplean herbicidas, pesticidas ni abonosinorgánicos. Se elaboran siguiendo el métodotradicional, sin utilizar conservantes, colorantes niañadidos químicos. Las semillas son tradicionales,no modificadas genéticamente.Variedades:

Penca de acelga,acelga troceada,puerro, judíaverde, tomatenatural triturado,remolacha roja,zanahoria,chucrut, apio.Puntos deventa:Supermercadosecológicos,herboristerías yEl Corte Inglés.Precio: Entre1,66 y 3,45 euros.

HÁBITOS VERDES

ESTIBALIZ REDONDO

La aparición de uncartel propagan-dístico en el por-tal no siempre re-cibe la atención

de los vecinos. Pero si en élse vislumbra la posibilidadde obtener algún tipo demejora en el inmueble, lacosa cambia. Eso es lo queocurrió en las tres comuni-dades ganadoras del con-curso La Comunidad Aho-rra 2006 convocado por laCasa Encendida –el centrocultural de la obra socialde Caja Madrid– para fo-mentar el ahorro de ener-gía en las viviendas.

Los 300 hogares partici-pantes, agrupados en 10comunidades, se han so-metido durante seis mesesa una auditoría para com-probar que reducían suconsumo energético y porello sus emisiones de CO2.

Leire Sardón es la vice-presidenta del número 9de la calle Pez, en el barriocentro de Madrid, una delas comunidades ganado-ras. Ella fue la primera desu edificio en fijarse en elolvidado cartel que colga-ba en su portal y que anun-ciaba el concurso. Desdeese momento comenzó suparticular periplo por lasconciencias de sus veci-nos, planteando en la juntade propietarios una seriede medidas destinadas areducir el consumo ener-gético tanto individual co-mo colectivamente.

A pesar de que el edificiode la calle Pez tiene más de100 años, las medidasadoptadas para optar a lainstalación de los panelessolares fotovoltaicos que fi-guraban como premio nosupusieron cambios radica-les. Bastó la colocación detemporizadores en la esca-lera para que el tiempo deencendido fuera más cortoy el cambio de las bombi-llas por otras de bajo con-sumo, medida adoptadatambién en la mayoría delas viviendas particulares.

En cada una de las ca-sas se tomaron medidasde ahorro. Por ejemplo, enel baño, donde cada vi-vienda posee un termoeléctrico que les suminis-tra agua caliente, la solu-ción fue tan fácil comodisminuir el nivel de tem-peratura del agua. En lacocina, llenar la lavadoraantes de ponerla en mar-

cha o sustituir los electro-domésticos por otros cuyaclase energética fuera A.«Ver el descenso en la fac-tura de la luz te anima aseguir», incluso cuando al-gún vecino «pasa un pocodel tema» como reconocela propia Leire.

En el caso de la comuni-dad de la calle Valencia nú-mero 4 los vecinos ya cono-cían el concurso porque enla edición anterior habíanquedado en cuarto lugar;por lo que muchas de lassugerencias planteadas porLa Casa Encendida ya esta-ban puestas en marcha. Sinembargo, su presidente, Jo-sé Mediavilla, no perdió laesperanza y volvió a con-vencer a sus vecinos paraparticipar este año. Su per-severancia ha tenido re-compensa. No olvida cuálesson los pilares fundamenta-les que le han proporciona-do el triunfo: la conciencia-ción y el perfecto aislamien-to térmico de las casas. Elpremio para José no es so-lamente conseguir la placasolar para su comunidad si-no la satisfacción personalde haberlo logrado.

Diana Allende, presi-denta de la comunidad devecinos de la calle Amparonúmero 83, es el ejemplodel eslogan «Piensa glo-balmente, actúa localmen-te». La participación en elconcurso ha supuesto paraella la materialización dela sostenibilidad urbana,«de la que se habla muchopero se practica poco». Pa-

ra Diana, esta iniciativasupone «perder la depen-dencia energética en laque vivimos» y echar portierra la teoría de que re-ducir el consumo energéti-co supone una merma enla calidad de vida. «Todo locontrario, así se optimizanlos recursos de los que sedispone», asegura.

El resultado de La Co-munidad Ahorra 2006 sepuede analizar desde tresperspectivas diferentes: laeconómica, porque cadauna de las comunidadesparticipantes ha reducidoen un 17% su gasto de gas yelectricidad. La ambiental,ya que gracias a ese des-

censo se ha evitado la emi-sión de 35 toneladas de ga-ses de efecto invernadero ala atmósfera. Y la social,porque de esta manera eldebate sobre el cambio cli-mático, la sostenibilidad ylas energías renovables hasalido a la calle.

Los vecinos, no obstan-te, prefieren la otra caradel concurso: la instala-ción de los paneles solarespuede llegar a suponer a lacomunidad unos ingresostotales de alrededor de1.600 euros anuales gra-cias a la compra de la ener-gía que producen por partede la red eléctrica. Un éxi-to para todos.

Los modernos vecinosde la ‘ecocomunidad’Centenaresde viviendasparticipan enun concursopara ahorrarelectricidady reducir susemisiones.El premio esun panel solar

Se ha evitado laemisión de 35toneladas de CO2

Los edificios hanreducido su facturaeléctrica un 17%

QUÉ: Protector labial de Savia Viva.Composición: El producto contiene aceite deoliva virgen extra con certificación ecológica (esdecir, el olivo ha sido cultivado sin pesticidasquímicos y cuidando al máximo el medioambiente), cera de abeja, cera de carnauba yaceites esenciales de mirra y vainilla. No contieneningún derivado del petróleo como vaselina,parafina o petrolátum.Dónde: El aceite de olivaprocede de Priego de Córdoba, con denominaciónde origen. Para qué: Esta mezcla vegetal sirvepara hidratar los labios agrietados o secoscaracterísticos del otoño y del invierno. Tambiénpuede utilizarse como protector labial contra lasquemadurassolares en lanieve y contra elfrío. Puntos deventa: Enfarmacias,parafarmacias,ecotiendas yherbolarios detodo el territorionacional.www.saviaviva.net Precio:Entre 3,50 y 4euros (preciorecomendado).

José Mediavilla, Diana Allende, Leire Sardón y Pedro Rubio, los vecinos premiados, junto a una placa fotovoltaica. / DIEGO SINOVA

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04DIETA SANA

En el siglo V a. de C.,Hipócrates, padre dela Medicina, ya asegu-

raba: «Que tu alimento seatu medicina y que tu medi-cina sea tu alimento». Lasmás recientes investigacio-nes en el campo de la nutri-ción y de la química hanservido para explicar losmotivos por los cuales la

afirmación del médico de laAntigua Grecia era cierta.

Los alimentos funciona-les son aquellos que, ade-más de su valor nutritivo,tienen beneficios extra parael cuerpo, promocionan lasalud y mejoran el bienestarsi se consumen a diario den-tro de una dieta equilibrada.Se trata de un grupo de ali-mentos naturales que con-tienen ciertos minerales, vi-taminas, ácidos grasos, fi-bra o sustancias antioxidan-tes y aquellos alimentos mo-dificados o enriquecidoscon este tipo de sustancias.

La soja, la avena o algu-nas frutas y verduras for-man parte de los alimentosfuncionales. En España, So-ria Natural, una empresapionera en el cultivo ecoló-gico y en la comercializa-ción de plantas medicinales,ha ahorrado el trabajo debúsqueda a los consumido-res y ha lanzado una líneade productos –harinas deavena, zumos de frutas o

cremas de verduras– basadaen alimentos funcionales.

«El Soymel, por ejemplo,es un batido muy completo.Está hecho de soja, avena yLactobacillus casei, y apor-ta isoflavonas o beta gluca-no. Los beneficios están enla mejora del sistema inmu-ne o en que ayuda a contro-lar el colesterol», afirmaCarlos Carricajo, directorde I+D de Soria Natural.

Para que un alimento seafuncional no es necesarioque proceda de agriculturaecológica, pero si ademáscuenta con este añadido, seevita la ingesta de produc-tos químicos que puedenser perjudiciales para la sa-lud. Carricajo asegura que«aunque el uso de algunospesticidas, como el DDT,está prohibido en Europa,es posible comprar aquí so-ja procedente de China enla que se detecta la presen-cia de este químico». «Laúnica forma de asegurarque el producto no contiene

pesticidas o abonos quími-cos es que procedan de cul-

tivos ecológicos y que lle-ven el sello del organismoregulador», continúa.

Dentro de la lista de ali-mentos funcionales estánaquéllos que han sido enri-quecidos o modificados pa-ra que contengan mayorcantidad del compuesto be-neficioso. Este es el casodel zumo de tomate ecoló-gico de Alecosor, la divi-sión alimenticia de SoriaNatural. «Hemos seleccio-nado de forma natural las

variedades de tomate másricas en licopeno, que es unpotente antioxidante, y sonésas las que utilizamos ennuestros zumos. Así, ayudaen la protección contra losrayos UVA y tiene propie-dades antienvejecimiento»,afirma Carricajo.

Aunque estos alimentosno curan ni previenen en-fermedades por sí solos,son una opción a tener encuenta si se está decidido allevar una vida sana.

Los alimentos quenutren y beneficianNace una gamade productosque además desus popiedadesnutritivasaportanbeneficios parael cuerpo. Sonlos alimentosfuncionales

Zumos de frutas y verduras variadas pertenecientes al grupo de alimentos funcionales. / SORIA NATURAL

El cultivo ecológicoes la única forma deevitar los químicos

El tomate es ungran antioxidantedebido al licopeno

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L E T R A S

CAR TA S V E R D E S

Necesitaba sentirse sola, por esohabía ido a la cabaña de madera y techoquinchado donde se escuchaba el ruido te-naz y recurrente del océano pero no se oíanvoces humanas: los pocos pescadores que seinternaban en diminutas barcas al amanecereran hombres de pocas palabras, de pala-bras llenas de silencios. Y cuando regresa-ban, al atardecer, con las barcas cargadas depeces, tampoco hablaban mucho. Le ofre-cían, acaso, una corvina no muy grande (sa-bían que estaba sola) o se la regalaban.

La primera noche no durmió, porque eltopeteo del océano, obsesivo, la mantuvo enestado de vigilia: como si cada ola fuera ellatido de un corazón cuyo ritmo hay quecontrolar. Siempre ocurría igual. La prime-ra noche, no dormía, pero después se acos-tumbraba al bamboleo del océano y se con-vertía en un sonido familiar, en una nanamarina. También sabía reconocer el sonidodel viento, las ráfagas de aire marino quehacían crujir las ramas. Los ruidos en la so-ledad inmensa del océano tenían una corpo-reidad física, como si los pudiera tocar: co-mo si pudiera acariciar el lomo blanco delas olas, el fondo húmedo de las barcas o eltronco resinoso de las acacias.

Por eso le sorprendió tanto escuchar,al anochecer, un sonido leve en la puerta,un rasguido, como si alguien pulsara lascuerdas de una guitarra. No tenía miedo:era una mujer de treinta años, observado-ra, firme, entera, segura de sí misma. Noesperaba a nadie en su refugio del océa-no, donde no había ni línea telefónica, nitrenes, al que llegaba en su viejo Peugeotamarillo una o dos veces al año, cuandoestaba harta de las tensiones de la vidaurbana. Miró por la ventana y no divisó anadie. El cielo, intenso, se deshacía enlargas nubes lilas, como cada atardecer,muy cerca del Apocalipsis. Dudó un ins-tante. El sonido, parecido a una rama quegolpeara la puerta se repitió, breve, perotenaz. Por un momento tuvo miedo. Pen-só en llamar desde el móvil a la policía,varios kilómetros más allá de su refugio,pero le pareció ridículo: lo más probablees que no hubiera nadie y, además, no te-nía qué denunciar. En una cabaña frenteal océano, sacudida por el viento, el soni-

do que había escuchado podía atribuirsea cualquier cosa.

A la tercera vez, decidió abrir la puerta.La ayudó el viento del Norte que empeza-ba a soplar, como el ulular de un barcoperdido o de una ballena enferma. A la al-tura de sus ojos, no había nadie. Sólo elazul intenso del océano lanzando espuma,un pinar quebradizo a la izquierda y variasbarcas de colores vivos a la derecha, comozapatos torcidos y abandonados, luego deun baile. Entonces, bajó la cabeza y vio aun perro con la boca abierta, chorreandosaliva. Lo miró sorprendida, pero sin mie-do. No temía a los perros que vivían en laplaya, olfateando restos de comida, cabe-zas de pescado, almejas podridas o can-grejos enganchados a las rocas. Eran li-bres, duchos en la supervivencia y poco

acostumbrados a recibir mimos o caricias:tenían algo de la naturaleza salvaje del lu-gar, vivían y morían en el ciclo de la natu-raleza. El perro le sostuvo la mirada yahuecó los ojos, como si quisiera obser-varla mejor. Sostenía en el aire una de laspatas delanteras, como si tuviera miedo deapoyarla. Ella pensó cuántos kilómetroshabría recorrido renqueante, con una delas patas en alto, quebrada. Le gustabanlos animales. Los perros, especialmente. Yse comunicaba fácilmente con ellos. Demodo que decidió arrodillarse frente a él,sin tocarlo, para examinar la lesión. Élaceptó su acto de aproximación sin recelo.Parecía confiar en ella. «Veamos, de modoque te has quebrado la patita. Y has venido

a ver qué puedo hacer. Has recorrido to-dos esos kilómetros de la playa buscandoun hogar. Bien, veré qué puedo hacer», ledijo mentalmente.

Se irguió y le abrió paso, para que entra-ra a la casa. Seguramente no había estadoen ninguna, había llevado una vida de vaga-bundo (como Sebastián, pensó ella. Sebas-tián había sido su último amante, más jo-ven. Lo dejó antes de que él la dejara: no ha-bría podido soportarlo). Lo entablilló con untrozo de madera y una venda elástica. Él ladejó hacer, convencido de que se trataba delo mejor que le podía ocurrir. Hay dos cla-ses de enfermos: los buenos y los malos. Losmalos se quejan, colaboran poco y se creenel centro del mundo. El perro era de los bue-nos: tenía una gran dignidad para soportarlos males del cuerpo, en este caso, una desus patas delanteras.

Se hicieron inseparables. Aceptó vivir enla casa, comer del plato, acompañarla co-jeando cuando salía a recorrer la playa ydormir en un viejo edredón en el dormito-rio. A ella le pareció que su compañía eramás fiel que la de Sebastián. Y sintió unagran alegría el día en que la pata estuvo cu-rada, por fin, pudo quitarle la tablilla y lo vioapoyarse con comodidad en el suelo, reco-brar el movimiento y saltar, a poco, como sinunca hubiera estado lesionado.

Había hecho planes para regresar con éla la ciudad. Se sentía incapaz de abando-narlo, ahora que estaba domesticado y erasu compañero. Un compañero más fiel queSebastián. Pero el día antes de su marcha,cuando amaneció, el perro no estaba en lacasa. Seguramente había conseguido saltarpor una de las ventanas y ya no lo vio más.

Desolada, recorrió la playa con la oscuracertidumbre de que no lo encontraría. Algu-nos pescadores estaban a punto de zarpar yles preguntó por el perro. Nadie lo habíavisto. «Desaparecido», sentenció, como ellahabía desaparecido de la vida de Sebastián,sólo un momento antes de que él la abando-nara. «Pero si yo pensaba llevarte conmigoa la ciudad, tonto», pensó, y tuvo un accesode lágrimas.

A la otra mañana, partió en el viejo Peu-geot amarillo. No quiso coger la autopista,pensó que quizás si iba bordeando la vereda

del mar podía encontrarlo, olfateando algaso restos podridos de pescado en alguna pla-ya perdida. No lo encontró.

Doce meses después volvió a su cabañade madera. El invierno había destrozadoparte del quinchado y contrató a un albañilpara que lo reparara. Había comprado algu-nos enseres para que su refugio fuera máscómodo. Sebastián había desaparecido desu mente casi tan rápido como el perro.

Un anochecer, cuando estaba leyendosentada en el sofá marrón que había com-prado, escuchó un raro sonido en la puerta.No era el viento, porque se trataba de unatardecer plácido, sin corrientes de aire. Noera el océano, que parecía dormido. No eraninguno de los pescadores que todavía nohabían regresado porque seguramente ha-bían tenido un buen día de pesca. Con un

vago presentimiento, abrió la puerta. Vio elviejo pinar trémulo a la izquierda, y a la de-recha, algunas barcas abandonadas, comozapatos rotos luego del baile. Bajó la mira-da. Allí, a la altura de sus rodillas, estaba elperro que ella había curado. Esta vez, teníalas cuatro patas apoyadas en el suelo y noparecía dolorido. Pero a su lado, cojeante,asustado, había un pequeño perro negro,con una de las patas delanteras quebradaque alzaba en gesto suplicante.

El regresoPor Cristina Peri Rossi

RAUL ARIAS

«Se acostumbraba al

bamboleo del océano

y se convertía en un

sonido familiar, en

una nana marina»

«Le gustaban los

animales. Los perros

especialmente.

Y se comunicaba

fácilmente con ellos»

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Cristina Peri Rossi

Es escritora. Su último libro publicadoes Poesía reunida (Lumen). Cuentosreunidos se publicará próximamente.