el legado de los garnelo -...

13
El legado de los Garnelo Página 1 El legado de los garnelo Siempre hay quien pretende que contemplemos nuestra Comarca como una pobre isla entre tanta exuberancia como la rodea. Explican, además, tal realidad en el hecho de estar apartada de las corrientes socioculturales habidas en la humanidad. En consecuencia, afirman que debemos sentirnos como anclados en el tiempo cual pueblo arcaico y, consiguientemente, pobre cuando no mísero. Tal concatenación de falacias a deshacer queda contestada por multitud de hechos acaecidos en nuestro territorio. Uno entre ellos es la existencia de una larga lista de familias inmigrantes, entre las que podemos seleccionar, incluso, bastantes de aquellas llegadas desde otras partes, incluso de lo que vino a conocerse como el Imperio de un Rey “en cuyos dominios no se ponía el sol”: Italia, Alemania, Países Bajos,etc. En efecto, a nuestras tierras, se acercaron los Verde o los Garnelos, entre los provenientes de lo que hoy conocemos como Italia, o Bussi, entre los de los Países bajos. Familias que aquí llegaron en un período de nuestra historia, se asentaron y nos dejaron claros vestigios de su estancia entre nosotros. Lógicamente, cuando cambiaron las circunstancias, sus respectivos descendientes abandonaron estos lares en su instinto de supervivencia. Regla inexorable en los movimientos migratorios, con consecuencias en aquellas personas más dinámicas, cuyo éxodo conduce al empobrecimiento del conocido capital humano. Pero, tal fenómeno de la llegada de gentes provenientes de diferentes tierras, ya se había producido con anterioridad, y continuaron llegando posteriormente. Insistimos es una conclusión de las condiciones políticas, que derivan en las económicas; o viceversa, que para todos los gustos hay respuesta. Pues bien, hoy queremos centrarnos en una de las sagas significativas de cuanto venimos de referenciar: los Garnelos.

Upload: trinhbao

Post on 08-Oct-2018

216 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: El legado de los garnelo - biblioteca.fundacionlasierra.orgbiblioteca.fundacionlasierra.org/sites/default/files/El_legado_de... · le atribuye la paternidad y origen de la Saga de

El legado de los Garnelo Página 1

El legado de los garnelo

Siempre hay quien pretende que contemplemos nuestra Comarca como una pobre isla entre

tanta exuberancia como la rodea. Explican, además, tal realidad en el hecho de estar apartada

de las corrientes socioculturales habidas en la humanidad. En consecuencia, afirman que

debemos sentirnos como anclados en el tiempo cual pueblo arcaico y, consiguientemente,

pobre cuando no mísero.

Tal concatenación de falacias a deshacer queda contestada por multitud de hechos acaecidos

en nuestro territorio. Uno entre ellos es la existencia de una larga lista de familias inmigrantes,

entre las que podemos seleccionar, incluso, bastantes de aquellas llegadas desde otras partes,

incluso de lo que vino a conocerse como el Imperio de un Rey “en cuyos dominios no se ponía

el sol”: Italia, Alemania, Países Bajos,etc.

En efecto, a nuestras tierras, se acercaron los Verde o los Garnelos, entre los provenientes de

lo que hoy conocemos como Italia, o Bussi, entre los de los Países bajos. Familias que aquí

llegaron en un período de nuestra historia, se asentaron y nos dejaron claros vestigios de su

estancia entre nosotros. Lógicamente, cuando cambiaron las circunstancias, sus respectivos

descendientes abandonaron estos lares en su instinto de supervivencia. Regla inexorable en

los movimientos migratorios, con consecuencias en aquellas personas más dinámicas, cuyo

éxodo conduce al empobrecimiento del conocido capital humano.

Pero, tal fenómeno de la llegada de gentes provenientes de diferentes tierras, ya se había

producido con anterioridad, y continuaron llegando posteriormente. Insistimos es una

conclusión de las condiciones políticas, que derivan en las económicas; o viceversa, que para

todos los gustos hay respuesta.

Pues bien, hoy queremos centrarnos en una de las sagas significativas de cuanto venimos de

referenciar: los Garnelos.

Page 2: El legado de los garnelo - biblioteca.fundacionlasierra.orgbiblioteca.fundacionlasierra.org/sites/default/files/El_legado_de... · le atribuye la paternidad y origen de la Saga de

El legado de los Garnelo Página 2

El primer Garnelo de quien consta referencia, nos llegó procedente de Italia. De él sabemos

que vino aquí allá por los años de 1620/16231.

Don Pedro Sucías, a propósito del origen de algunos apellidos, dejó escrito lo siguiente:

(Garnelo). No conocemos de donde se deriva esta voz y creemos que es un apellido

convencional. Tenemos visto en los libros parroquiales de Enguera; a mediados del siglo

XVII este apellido fue al venir un maestro relojero a colocar el primer reloj. Aquí es en

donde hemos visto este apellido; pero desconocemos su etimología.

Y el Dr. Albiñana, por su parte, en referencia a esa misma fecha, nombra a un tal Garnelo de

quien dice que era maestro herrero.

Aunque parece existir contradicción entre ambos autores –dado que uno dice que fue un

maestro relojero y en el otro un maestro herrero–, no son necesariamente discordantes, sino

que pudo ser idéntica persona el Garnelo herrero (maestro forjador) y el que llego a Enguera

entre 1620/1623 como maestro relojero o maestro forjador.

En consecuencia. Pensamos que el primer Garnelo vino a Enguera como herrero (maestro

forjador), para trabajar en las construcciones y en la forja como decoraciones de rejas, etc. Y si

era un herrero con suficiente experiencia pudo realizar, con mínimo esfuerzo añadido,

productos de aspectos más refinados como, además del armazón metálico, los engranajes del

reloj. Por lo que bien se puede concluir que el reloj fue fabricado por la misma persona.

Por lo demás, no podemos olvidar que este tipo de relojes vienen denominándose por los

entendidos como “reloj de herrero”, precisamente por ello, porque los fabricaban los herreros.

* * *

A este Garnelo, que vino en un momento de desarrollismo en nuestra Comarca, es a quien se

le atribuye la paternidad y origen de la Saga de los Garnelos de nuestros pueblos.

En efecto, recientemente, Cuello Garnelo, en su “Breve anecdotario de Jose Garnelo”, escribió:

“GARNELO” Este apellido no era levantino, ni andaluz, ni español siquiera. Se trata de un

apellido de origen Italiano, (sur de Italia) “Garnello o Garnel.lo” en su forma originaria, que

derivó en el Garnelo que conocemos.

Desde 1620, 1650, 1686, 1692, 1698, 1704, 1759, 1830 y 1867 [los Garnelo] destacaron

como: herrero (maestro forjador), académicos, banqueros, bodegueros, miembros de la

curia eclesiástica o médicos.

Es decir, nos encontramos con un largo y esplendoroso linaje forjado en nuestras tierras que,

lamentablemente, no ha sido estudiado por tanto subvencionado como venimos sufriendo.

Desconocida la evolución de la Saga, si queremos conocer el Legado de dicha familia entre

nosotros, habrá que dar el salto hasta los sucesos políticos acaecidos en pleno siglo XIX,

cuando la Villa de Enguera secundó el alzamiento de Vicálvaro, era el año 1854. Sabemos que,

1 Pensamos que éste fuera su origen pues, aunque algunos opinan que es apellido oriundo de Galicia, no parece

verosímil que proviniera de un reino, para la época, tan lejano y tan poco vinculado a la Corona de Aragón. Por lo demás, la técnica constructiva de los relojes del Levante difieren de aquella del noroeste peninsular, al decir de los

estudiosos.

Page 3: El legado de los garnelo - biblioteca.fundacionlasierra.orgbiblioteca.fundacionlasierra.org/sites/default/files/El_legado_de... · le atribuye la paternidad y origen de la Saga de

El legado de los Garnelo Página 3

se constituyó una Junta Gubernativa Local, de la que formaba parte un ferviente

constitucionalista llamado don Manuel Garnelo.

Este honrado ciudadano ejercía la profesión de cerrajero, realizando con gran habilidad

toda clase de trabajos de herrería, a los que transmitía un sentido artístico y un sello

peculiarísimo; la esbelta veleta que remata la torre parroquial fue trabajaba en el taller de

Manuel Garnelo.

El honrado ciudadano –a decir del Dr. Albiñana– fue a quien, en nombre de la Junta Gubernativa del partido de Enguera –constituida como tal, en la sala capitular a las 2 de la madrugada, por los vecinos Francisco Aparicio Simón, Agustín Úbeda, Manuel Garnelo, Jaime Fillol, José Ramón Martí, Vicente Fillol, Francisco Estarlich, José Aparicio, José Sánchiz y Antonio Rico, bajo la presidencia de Don Plácido Pereyra– le correspondió hacer público el

pronunciamiento de la Declaración en Alzamiento al grito de ¡Viva Isabel II y la Constitución de 1.837!, el día 27 de julio de 1864, consecutivo a los sucesos de Vicálvaro, manifestando que obraban así para recuperar los derechos de que alevosamente se había privado a los pueblos, y que se hallaban consignados en nuestras leyes fundamentales.

Tal pronunciamiento se efectuó sin alteración del orden y con beneplácito del vecindario. Esta Junta se dirigió a los pueblos de la Comarca recabando su adhesión al movimiento, la cual prestaron todos. Este Manuel Garnelo tuvo dos hijos: al mayor, se llamó Manuel, como su padre; y el menor, José Ramón, llevó el nombre de su madre. En el hogar modesto del probo artesano, surgió el pavoroso problema de la educación filial; ¿qué rumbo tomarían los hijos? – ¿Seguirían el oficio de su padre? ¿Existían posibilidades económicas para proporcionarles una carrera? Aquí se bifurcan las vocaciones, dando lugar a dos ramas de la dinastía. El hijo mayor, Manuel, heredó la profesión paterna y

tuvo por descendientes inmediatos a los artistas que tanto honraron los apellidos Garnelo Fillol. El menor, José Ramón, se hizo médico, y asumiendo por sus propios méritos literarios y pictóricos el origen efectivo de la dinastía artística, fue padre de los que tanto enaltecieron los apellidos Garnelo Aparicio y Garnelo Alda, pues es de advertir que José Ramón, casado dos veces, tuvo hijos de ambos matrimonios.

Tras este largo párrafo del Dr. Albiñana, procedemos al estudio biográfico, de los hijos y nietos del Garnelo constitucionalista y edil de municipio, por orden cronológico familiar

* * *

Manuel Garnelo Gonzálvez, cerrajero.

De este Garnelo apenas si conocemos noticia escrita. Pero lo que sí comprobamos es la

existencia de una pequeña parte de su impresionante obra de cerrajería artística que, a pesar

de los ayuntamientos tardo-franquistas, ha llegado a nuestros días.

Page 4: El legado de los garnelo - biblioteca.fundacionlasierra.orgbiblioteca.fundacionlasierra.org/sites/default/files/El_legado_de... · le atribuye la paternidad y origen de la Saga de

El legado de los Garnelo Página 4

No sabemos dónde tenía el taller, si bien cabe pensar que en la calle del Mesón, si hacemos

caso a la Resolución del Ayuntamiento, en 13 de agosto de 1864, ante la demanda de una

vecina de la calle San Lorenzo por molestias derivadas de tal actividad.

También podemos afirmar que era un trabajador nato y que lo hacía de sol a sol, tanto en

verano como en invierno, según reza la Resolución a tal acusación que, bien pudiera devenir

no de sonoras molestias, sino de aquellas derivadas de la diferente ideología política.

El hecho es que, por los trabajos que conocemos, era un preciosista cerrajero que, en sus

obras, supo reflejar el brillante esplendor de la clase industrial

de la época, a la vez que sufrió en sus carnes el hundimiento

de aquel momento en que la nueva agricultura de la pasa

acompañaba en su desmoronamiento al de la industria y, en

consecuencia, de la construcción.

En efecto, la emigración a Valencia debió ser la única salida

ante tal encrucijada, al igual que constataremos la de su

hermano José Ramón hacia Montilla. Así de escueto lo dejó

escrito, en su autobiografía, su hijo Isidoro:

Mis queridos padres y hermano Salustiano, que hacía

ya medio año que residían en Valencia, nos llamaron a

mi hermano Manuel y a mí, y fuimos a la ciudad el día

24 de septiembre del año 1875.

Gracias que, antes de partir, el extraordinario cerrajero ya nos había dejado para la posteridad

su obra en rejas y balcones en ambos ensanches urbanísticos de la burguesía enguerina.

Del matrimonio de Manuel Garnelo Gonzálvez y María Teresa Fillol Palop nacerían Salustiano,

Isidoro, Manuel, Hilario, éste último viviendo ya en la calle Gracia, y Jaime.

* * *

José Ramón Garnelo Gonzálvez, médico, pintor y poeta.

Hermano de Manuel se hizo médico, y asumiendo por sus propios méritos literarios y

pictóricos el origen efectivo de la dinastía artística, fue padre de aquellos que enaltecieron los

apellidos Garnelo Aparicio y Garnelo Alda, a los que también dedicaremos somera referencia.

Pero volvamos a José Ramón de la mano del Dr. Albiñana.

Este ilustre varón, que por sus múltiples aptitudes culturales y la brillante forma en que las

manifestó, recuerda a los hombres privilegiados del renacimiento, nació en Enguera el día

16 de Mayo del año 1830. … era hijo menor de Manuel Garnelo. En su pueblo natal

aprendió las primeras letras, y su buen padre, sacrificando gustoso su bienestar para

proporcionar a su hijo una instrucción esmerada, le envió a Valencia, donde cursó la

segunda enseñanza y los estudios de Medicina, licenciándose con brillantez en la

Universidad Valenciana. Era tal las inclinaciones artísticas del joven José Ramón, que,

simultaneadas con los de Medicina, aprobó por mero capricho, la mayor parte de las

asignaturas que integraban la carrera de Arquitecto.

Su actividad estudiantil compartiala con sus aficiones pictóricas, favorecidos por la

amistad que trabó con el famoso don Salustiano Asenjo, profesor y Director de la Escuela

de Bellas Artes de San Carlos, de Valencia, el cual mostró gran predilección por su joven

amigo, en el que comprobó extraordinarias aptitudes para el cultivo de las Bellas Artes,

Page 5: El legado de los garnelo - biblioteca.fundacionlasierra.orgbiblioteca.fundacionlasierra.org/sites/default/files/El_legado_de... · le atribuye la paternidad y origen de la Saga de

El legado de los Garnelo Página 5

prodigándole amablemente sus eficaces enseñanzas, y conservando su amistad, de por

vida. Pero una vez terminado su carrera, José Ramón, se vio precisado a ejercerla para

atender a su subsistencia, instalándose en Enguera, al lado de sus padres, a quienes

ayudaba fervorosamente con los productos de su profesión.

En la vida pacífica y austera de la Villa, encontró el medio para desarrollar sus

determinaciones artísticas, que simultaneaba con la práctica ingrata de la Medicina.

Privaba en aquellos tiempos, como tema preferente de la pintura, el asunto histórico, y

atendiendo al influjo dominante, pintó La muerte de Lucano, hermoso lienzo, reconstructor

del último momento del Ilustre poeta cordobés: este cuadro y otro titulado Labradoras

valencianas, fueron presentados en la Exposición Nacional de 1886, dónde llamaron

mucho la atención de la crítica, siendo muy elogiados, aunque su autor no pretendía

ninguna distinción oficial

De este período de su estancia en su pueblo quedan, como testimonios, un Acta Municipal de

su pertenencia a la Junta Local de Instrucción Primaria, así como unos artísticos carboncillos,

que enviara al semanal El Museo Universal, bajo los títulos siguientes: Fiesta de San Gil, La

Fuente de Marzo, Lugar que ocupaban las fábricas de los Fuster y Desolación de los

trabajadores de los Fuster; los tres últimos referenciados a las inundaciones del año 1864.

Durante su estancia y trabajo profesional como médico, consta que trabajaba por mero

capricho decorando el domicilio de algunos amigos, con pinturas de mucho mérito. Agregando

el Dr. Albiñana que auxilió al pintor Simarro en la reparación ornamental de la Iglesia, así como

obras escultóricas, tales como la que fuera conocida como la Purísima de las casadas.

Entusiasta de su pueblo, escribió varias piezas teatrales de ambiente local, entre las que

sobresale una titulada La comedia Enguerina, llena de gracia y de ingenio.

Contrajo matrimonio con doña Josefa de la Cruz Aparicio Sarrión, hija de Montilla, pero de

padres que compartían su residencia entre Enguera y Andalucía. Las molestas comunicaciones

motivaron que durante uno de los viajes de doña Josefa de la Cruz, pasando en galera por

Sierra Morena, adquiriese un enfriamiento que determinó la grave enfermedad, de la cual

falleció. Atribulado el artista por la pérdida de su compañera, que le había dado dos hijas,

Elena y Eloísa, refugió su dolor en el culto al hogar y a su inclinación favorita, la pintura,

Page 6: El legado de los garnelo - biblioteca.fundacionlasierra.orgbiblioteca.fundacionlasierra.org/sites/default/files/El_legado_de... · le atribuye la paternidad y origen de la Saga de

El legado de los Garnelo Página 6

produciendo diversas obras, retratos y bodegones la mayor parte, que debieron figurar en

colecciones particulares, al decir del Dr. Albiñana.

Casado en segundas nupcias con doña Josefa Dolores Alda, de este matrimonio nacieron dos

hijos, José y Manuel. Agobiado por nuevas tristezas familiares, como el fallecimiento de sus

padres, se trasladó a Montilla en 1887, donde muy pronto adquirió excelente reputación como

médico y hombre de tan excepcional ilustración, que se le designaba con el sobrenombre de El

Culto. En su nueva residencia cordobesa continuó cultivando con maestría no solo la pintura,

sino la literatura, destacándose como poeta. De esta época es su lamentación dolorida,

añorando y rechazando a un tiempo la sombra del campanario que tañó fúnebres sones sobre

la tumba de sus mayores. De este choque de sentimientos brotó una composición poética

dedicada a Enguera, bella pieza olvidada digna de ser recordada para refrescar la memoria de

los enguerinos.

* * *

Isidoro Garnelo Fillol, escultor y pintor

Este enguerino, establecido profesionalmente en Valencia, nació el día 20 de Marzo de 1867, a

las doce horas y media de la noche, hijo, como venimos de decir, de Manuel Garnelo

Gonzálvez y María Teresa Fillol Palop.

En su autobiografía afirma que

A la edad de cinco años se despertó en mí una fuerte vocación al arte, tanto en las

manifestaciones pictóricas, como escultóricas. El caso más remoto que recuerdo de estas

cosas es el siguiente:

Era una tarde de invierno, viviendo nosotros en la calle de Gracia, dónde nació mi hermano

Hilario; después de la comida, estábamos todos reunidos en el comedor, donde mi tío Pepe

Garnelo, médico y hermano de mi padre, tenía un techo pintado, qué tal vez existe todavía,

en aquella tarde lluviosa recogió un pedazo de barro mi padre, y para distraer a todos sus

hijos, comenzó a modelar una figura yacente de Cristo; es seguro que estaría muy mal;

pero yo que recuerdo perfectamente la impresión que me produjo, me pareció que era una

gran cosa. A partir de esta fecha mi vocación por el arte, fue decidida y aumentando cada

día, de tal manera, que yo ya no vivía sino para el Arte y por esta razón fui desaplicado en

la escuela, donde ya no asistí más que hasta la edad de ocho años. En clase, yo solamente

me fijaba en las láminas del Antiguo y Nuevo Testamento, colgadas en las paredes de la

escuela…

Por otra parte, las imágenes de la iglesia y del convento, que con mucha frecuencia yo veía

y admiraba, eran para mí modelos y acabado de perfección y de estudio. En ellas

estimulaba yo mi enseñanza y procuraba imitarlas a cada momento, aprovechando el

barro que se formaba en las calles en los días de lluvia, o bien con cera, cuando en

alguna ocasión podía proporcionármela. Reproducía todas las imágenes que veía, hasta el

extremo de llenar de figuritas muchos rincones de mi casa, y no sabía dónde guardarlas

para que no se me rompieran. También el papel y el lápiz o la pluma, eran para mí

elementos de gran aprecio, porque me permitían el placer de dibujar figuras y

composiciones. Acerca del color puedo decir algo: producía en mi alma unas exaltadas

sensaciones, que entonces no tenían explicación por no haber ninguna persona que

comprendiera en mí aquellos fenómenos de tan fuerte impresión, que dieron lugar a que

un día se me ocurriera recorrer las calles del pueblo buscando pedazos de papel de

cualquier color que fuese, para con ellos hacer mis combinaciones y gozar de la

contemplación de ellas.

Page 7: El legado de los garnelo - biblioteca.fundacionlasierra.orgbiblioteca.fundacionlasierra.org/sites/default/files/El_legado_de... · le atribuye la paternidad y origen de la Saga de

El legado de los Garnelo Página 7

Las flores naturales de todas clases, producían las mismas sensaciones en mi alma, por su

color y forma, y con frecuencia salía al campo a cogerlas o les pedía a las personas que las

cuidaban en sus patios o jardines, pues aún sigo creyendo que las flores son una bendición

que Dios ha dado al hombre para hacerle agradable la vida de este mundo por el deleite

que su contemplación proporciona a los sentidos.

Los grabados de las obras y las estampas de los libros, me absorbían de tal manera, que se

me pasaban las horas sin darme cuenta del tiempo. Todos estos detalles que llevo

apuntados y otros que omito en gracia a la brevedad, tienen, a mi entender, mucha

importancia, aunque otros crean no tenerla, pues ahora es cuando yo me explico, y veo

claro que todas aquellas manifestaciones, entonces

incomprensibles, no eran otra cosa que la emoción

aprisionada de un artista incipiente, que pugnaba por salir de

la cárcel en que se encontraba. Así se explica cómo en cuanto

ingresé en las clases de dibujo de nuestra escuela de Valencia,

vencía fácilmente a todos los alumnos, ganando los premios,

no obstante mi escasa edad de doce años.

Como dejamos escrito más arriba, el día 24 de

septiembre del año 1875 abandona Enguera, con

objeto de ingresar en la Escuela de Bellas Artes, cosa

que no pudo hacerse por carecer de la edad necesaria

para tal acceso. Para aprender algo que se relacionarse

con la pintura o con la escultura y, sobre todo, por la

necesidad de aportar algo a la economía familiar, entró

en el taller de un escultor que trabajaba en una

alfarería haciendo figuras de barro y, posteriormente,

en la casa de un pintor de abanicos y de otro pintor,

que era sevillano, y pintaba imágenes.

Pero su ilusión, y la de sus padres era que ingresara en

alguna de las escuelas de dibujo que, por entonces,

existían en la ciudad. Como la escasez de recursos era

determinante, los padres bregaron para que accediera

a la Escuela del Ateneo Casino Obrero, establecido en la calle de Ruzafa, que existía por el año

1878. La clase de este centro se daba por la noche y, gracias a ello, encontró el eslabón que

necesitaba: el taller de escultura del maestro José Guzmán Guallar, sito en la calle Quevedo.

Allí entró y de esta guisa relata su estancia en el taller del susodicho maestro:

… al ingresar yo en su taller, no me hizo dibujar como era costumbre hacer con todos los

que empezaba a trabajar y aprender en su casa. Conmigo procedió de distinta manera que

con los otros aprendices y desde el primer momento me puso a modelar extremidades y

cabezas, con lo que pase todo un año haciendo esta clase de ejercicios, hasta que por fin,

viendo mi mucha aplicación, se decidió un día a darme un pedazo de madera para que yo

hiciera un pie, y al ver lo bien que lo hice, me dio a hacer otro, como el que vio confirmado

que yo sería capaz de hacer una figura si me obligaban. Y al efecto, me propuso que

hiciera una figura de una Aurora que le encargaron, y procuré tener todo el cuidado

posible para hacerla bien y que él quedara contento. Conseguido esto, me dijo que hiciera

otra figura más difícil que la anterior; y habiendo quedado igualmente satisfecho, no cesó

ya de darme todos los trabajos que le encargaban a él, por lo que comenzó a pagarme

jornal, que fue aumentado rápidamente, hasta el extremo de que, cuando salí de aquella

Page 8: El legado de los garnelo - biblioteca.fundacionlasierra.orgbiblioteca.fundacionlasierra.org/sites/default/files/El_legado_de... · le atribuye la paternidad y origen de la Saga de

El legado de los Garnelo Página 8

casa, después de los nueve años que en ella pasé, ganaba yo seis pesetas diarias, sueldo

crecido para los muchachos de mi época… hasta el extremo de que me hizo proposiciones

de pasar a asociarme con él, partirnos por igual las ganancias y vivir en una misma casa,

que compraríamos entre los dos.

Un año antes de morir su padre, el día 30 de abril del año 1890, salió de aquella casa donde

trabajó tantos años y quiso la fortuna que Joaquín Sorolla hubiera concluido la pensión que

disfrutara de la Diputación de Valencia en Roma; por ello, y como en 1888 salió a oposición

dicha plaza, se presentó a la misma luchando no con aprendices, sino con maestros.

Tras varios avatares en dicha oposición, venció el mérito y fue propuesto para pensionados en

Roma por el Tribunal competente, la Excelentísima Diputación Provincial de Valencia confirmó

tal nombramiento en el año 1891.

En los carnavales de 1892 partió hacia Roma, donde coincidiría durante medio año con sus

primos José y Manuel, a los que haremos referencia en su momento.

Vuelve a Valencia, como en un descanso y realiza un viaje a Enguera para ver a su abuela, que

se encontraba gravemente enferma; viaje en el que le encargan sendas figuras o grupos del

San Rafael, que existió en el Hospital, y del San Roque, que estuvo en la Iglesia, por encargo de

don José Ibañez Fabra, según reseña de El Enguerino, tomada de las Efemérides de 1893.

Tras estos meses con la familia y amigos, regresa a Roma para cumplir con las obligaciones del

pensionado, siendo de aquella segunda etapa el cuadro titulado Profecía de San Vicente Ferrer

al Papa Calixto tercero, como Príncipe de la Iglesia, cuadro presentado en la Exposición

Nacional celebrado en Madrid el año 1895, obteniendo segunda medalla.

Con dicho lienzo, presentó dos estudios más, de los realizados para la Diputación de Valencia,

como pensionado del segundo año.

Realiza oposiciones a la cátedra de colorido y composición, que se hallaba vacante. Nuevos

episodios retardan la resolución, si bien, finalmente, el día 19 de abril del año 1892, la

Diputación de Valencia aprobó y confirmó la propuesta del Tribunal, nombrándole Catedrático

de la clase de colorido y composición de la Escuela de Bellas Artes de Valencia, cargo que

desempeñó desde aquella fecha, sin interrupción alguna.

La muerte del Director de dicha escuela dio lugar a que ocupara el cargo de forma interina,

toda vez que era el profesor más antiguo del claustro de profesores. Tales acontecimientos

dieron lugar, más tarde, a que el claustro celebrara una junta, el 23 de enero del año

1927, y acordara en ella el nombramiento por unanimidad de Director y, consecuentemente,

entró a formar parte integrante del Patronato de la Escuela de Bellas Artes. Finalmente, el 8 de

noviembre de 1927, ingresó, como académico en la Real Academia de San Carlos de Valencia.

Entre la obra que podemos disfrutar en Enguera, además de la copia a que ya nos referimos

que lleva por título: Profecía de San Vicente Ferrer a Calixto III, príncipe de la Iglesia, y que se

conserva en la Diputación Provincial de Valencia, Enguera pudo disfrutar las siguientes.

Entre la obra desaparecida, además de los referenciados grupos de San Rafael y de San Roque,

recordemos, gracias a fotografías de la época, las esculturas de los tres arcángeles para las

hornacinas de la fachada principal de la Parroquia.

Page 9: El legado de los garnelo - biblioteca.fundacionlasierra.orgbiblioteca.fundacionlasierra.org/sites/default/files/El_legado_de... · le atribuye la paternidad y origen de la Saga de

El legado de los Garnelo Página 9

Siguiendo con sus trabajos de escultura, ofrecidos a Enguera, cabe destacar la lápida que

rótula la calle del Doctor Albiñana, bronce en el que aparece el busto del homenajeado,

reproducido, y rodeado de atributos intelectuales y patrióticos, que se inauguró el 30 de

septiembre de 1.926. Otro, más significativo, es la fuente, diseñada por Isidoro Garnelo y

ejecutada en piedra por el marmolista señor Carbonell, instalada en la Plaza, cuya construcción

e instalación finalizó en marzo de 1930.

También podemos disfrutar de la maqueta que modeló para que Giner construyera la imagen

de San Miguel el Grande.

Recientemente, y para formar parte de su patrimonio, La Sierra, Fundación de la CV, adquirió

en subasta el lienzo La conversión de San Humberto, patrón de los cazadores. Inmenso

óleo/lienzo de 160 x 130, colofón de la lápida que se realizó con motivo del LXXV aniversario

del fallecimiento de tan preclaro hijo de Enguera.

* * *

Jaime Garnelo Fillol, pintor

Hermano y colaborador de Isidoro, nacido en Enguera el 3 de enero de 1870, igualmente

realizó su desarrollo profesional en la ciudad de Valencia desde el taller del maestro José

Guzmán Guallar hasta la realización del lienzo Los votos de San Ignacio y sus primeros

compañeros para la Iglesia de la Compañía, habiendo pasado por la Escuela de Bellas Artes de

Valencia.

Su obra más conocida es un lienzo, premiado en la Exposición Nacional de Bellas Artes,

celebrada en Madrid en 1895. La escena, que el autor pintó en Enguera, está inspirada en

costumbres y con elementos de Enguera. El asunto es sencillo y conmovedor. En el humilde

hogar de un tejedor enguerino se ve una cuna modesta, sosteniendo un rollizo niño

dormido. Detrás de la cuna aparece el torno de la canillera, abandonado por la madre ausente,

entregada a quehaceres domésticos. La forzosa ausencia, privaría a la criatura de la necesaria

vigilancia; pero un hermoso perro, fiel amigo del infante, guarda, en actitud celosa, el sueño

del tierno vástago. El niño está acostumbrado a la compañía del perro. Son evidentemente,

Amigos inseparables.

El Dr. Albiñana, de quien hemos tomado la información, finaliza afirmando:

Page 10: El legado de los garnelo - biblioteca.fundacionlasierra.orgbiblioteca.fundacionlasierra.org/sites/default/files/El_legado_de... · le atribuye la paternidad y origen de la Saga de

El legado de los Garnelo Página 10

La ejecución del cuadro es de un verismo sorprendente. La escena reproduce uno de los

hogares proletarios, tan comunes y típicos en las calles del Santísimo y San Antonio de

Padua.

En 1897 volvió a la Exposición Nacional de ese año donde consiguió otra 2ª medalla.

La falta de salud, impidió a Jaime Garnelo rendir todo el trabajo artístico que sus grandes

actitudes prometían. Sin embargo, apremiado por las necesidades abrumadoras de la

existencia, pintó multitud de encargos, que continuamente recibía, figurando todos en

colecciones particulares. La vida de este artista exquisito, que tan precozmente conquistó la

fama, se extinguió en Valencia el día 13 de enero de 1899, a los 29 años y cuatro días de edad.

Fue una pérdida dolorosa para el arte, que se veía prematuramente despojado de un insigne

cultivador. Sus restos reposan en el cementerio general de dicha ciudad, y su recuerdo se

conserva victoriosamente en la historia de la pintura nacional.

En el templo parroquial de Enguera se conserva un lienzo sin firma –El descendimiento de la

cruz– que algunos atribuyen a su paleta.

* * *

Eloísa Garnelo Aparicio, pintora

Fue la hija menor del matrimonio de José Ramón Garnelo con Josefa de la Cruz Aparicio, toda

vez que su hermana Elena fue la primogénita. Nació el 5 de enero de 1863 en Enguera y,

sufriendo de escasa salud, algún autor atribuye a ello la causa

de su voluntaria reclusión en sus estudios pictóricos,

entregada por completo a la ejecución.

Su personalidad artística destaca públicamente por vez

primera en la Exposición de 1887 presentando el cuadro La

hija de Debútades. En 1892, exhibe su lienzo Vendimiadoras

montillanas, que alcanza grandes elogios; si bien obtendrá

recompensa oficial en la Exposición de Barcelona, de 1896,

por la pintura de un tapiz florentino, premiado con segunda

medalla.

Con todo, su máxima aportación profesional vendrá de una

obra –de título “Memoria”–, presentada en la Exposición

General de Bellas Artes de Madrid, año 1904. Se trata de una

obra acerca del dibujo artístico industrial, acompañado de 135 dibujos que son un portento de

técnica. La importancia de esta obra colosal para la enseñanza de los Institutos artísticos y

Escuelas industriales es inapreciable, toda vez que resalta su aportación patriótica, al sustituir

los modelos de la enseñanza industrial española, en su mayoría extranjeros, por otros de

producción nacional, que los superan notoriamente.

Falleció en Montilla, el 18 de Febrero de 1907, y no contamos con ninguna de sus obras para el

legado de la villa que la viera nacer, pero su nombre refulge en toda la nación y,

consiguientemente, también el del pueblo donde viera las primeras luces de su existencia.

* * *

Page 11: El legado de los garnelo - biblioteca.fundacionlasierra.orgbiblioteca.fundacionlasierra.org/sites/default/files/El_legado_de... · le atribuye la paternidad y origen de la Saga de

El legado de los Garnelo Página 11

José Santiago Garnelo Alda, pintor

Si Elena fue la hermana mayor del primer matrimonio de don José Ramón Garnelo Gonzalvez,

el 25 de julio de 1888 nació, también en Enguera, José Santiago como primogénito del

matrimonio con doña Josefa Dolores Alda.

Sus padres se trasladan a Montilla y es allí donde desarrolla su infancia, pasando luego a Sevilla

donde simultanea los estudios de dibujo y colorido en la Escuela de Bellas Artes, así como

aquellos de la Facultad de Filosofía y Letras. Pasa a la Escuela Superior de San Fernando, de

Madrid, donde sigue estudios de dibujo al natural y colorido así como composición en 1886.

José Santiago, que se sentía discípulo de Casto Plasencia, destacó su personalidad pictórica en

la Exposición de 1887, alcanzando segunda medalla por su famoso cuadro La muerte de

Lucano, –recordemos que su padre ya había pintado otro cuadro con idéntico motivo– lo que

le llevó a conquistar de modo permanente el figurar en el Museo de Arte Moderno, de Madrid.

En 1888 obtuvo plaza de pensionado de número en Roma, donde en la Academia Española de

Bellas Artes sigue su formación con Palmaroli. De esa época

son los lienzos La madre de los Dracos y Un duelo

interrumpido.

Viajero incansable lo hace por Austria y Alemania2 y en 1893

consigue la medalla de oro en la Exposición Nacional de

Bellas Artes, con tan solo 26 años de edad. Expone en

Chicago o Bilbao y crea para personalidades de la época

como el banquero londinense Thomson o el poeta uruguayo

Zorrilla de San Martín.

Ese mismo año de 1893 inicia su carrera de Profesor

obteniendo la cátedra de dibujo en la de Bellas Artes de

Zaragoza, de donde pasa a Barcelona al año siguiente. Al

quedar vacante en la Escuela Especial de Pintura, Escultura

y Grabado de Madrid, por fallecimiento del titular –el pintor

Luis de Madrazo– y, anunciado el turno de oposición a la Cátedra de Dibujo Antiguo y Ropaje,

nuestro José Santiago ganó la plaza en 1899. Lógicamente, a partir de entonces formaría parte

de numerosos tribunales de oposición para profesores y ayudantes de Escuelas de Artes e

Industrias, así como de pensionados en Roma.

Todo y eso no cejó en su trabajo de pintura que culminaría en la decoración mural del palacio

de la Infanta Isabel, sito en la calle Quintana, gracias a la colaboración con Mariano Benlliure.

En 1902 es nombrado caballero de la Orden de Carlos III y Comendador de número de la Orden

de Alfonso XII.

En buena lógica, tales merecimientos, le llevaron a los más altos puestos oficiales, dentro de su

actividad pictórica, y elegido Académico de Número de la Real Academia de Bellas Artes de San

Fernando, ingresó en la misma, el 14 de abril de 1912; título del discurso El dibujo de memoria.

2 No olvidemos que el 10 de enero de 2015, publicamos en esta misma web su trabajo Descripción pinturas murales

en Soria, al igual que nos consta otro trabajo, éste en el tomo XXV, año 1917, pg. 40 – 50. Año del jubileo del Boletín de la Sociedad Española de Excursiones. Arte, Arqueología e Historia, bajo el título de Recordando un viaje a Grecia –Corfú, Olimpia, Corinto, Eleusis, Atenas, Delfos–

Page 12: El legado de los garnelo - biblioteca.fundacionlasierra.orgbiblioteca.fundacionlasierra.org/sites/default/files/El_legado_de... · le atribuye la paternidad y origen de la Saga de

El legado de los Garnelo Página 12

Su carrera culminaría, además de ser Subdirector del Museo del Prado, con el nombramiento

el 22 de Marzo de 1930 como Director de la Escuela Especial de Pintura, Escultura y Grabado

de Madrid.

Entre la obra que podemos disfrutar en Enguera, además de aquella que existe desparramada

en domicilios y otras colecciones a las que no hemos tenido acceso, podemos disfrutar dos

reproducciones –Autorretrato y Huerta de Engra–, El tránsito de San Francisco de Asís,

[ubicado en la parroquia, regalo que hiciera a la misma del boceto para el ábside la capilla de

los Franciscanos de Bilbao] y Anciano óleo–lienzo–tablex 30 x 24 cms., propiedad de La Sierra.

* * *

Manuel Garnelo Alda. Escultor

Este ilustre y más joven vástago del árbol artístico de los Garnelo, hijo de don José Ramón y

hermano de José Garnelo, nació en Montilla, el día 1 de enero de 1879. Se trata del primer

fruto de la Saga no nacido físicamente entre nosotros; en otras palabras, es la eclosión de la

idea básica que expusimos en el inicio del trabajo: Familias que aquí llegaron en un período

de nuestra historia, se asentaron y nos dejaron claros vestigios de su estancia entre nosotros.

Lógicamente, cuando cambiaron las circunstancias, sus

respectivos descendientes abandonaron estos lares en

su instinto de supervivencia. Regla inexorable en los

movimientos migratorios, con consecuencias en aquellas

personas más dinámicas, cuyo éxodo conduce al

empobrecimiento de lo conocido como capital humano.

Pero es que, no habiendo nacido aquí, sus raíces eran tan

nuestras que nos legó parte de su obra, como veremos

en su momento.

Cuando apenas contaba doce años de edad, su hermano

José lo llevó a Roma, colocándolo bajo la dirección

escultórica de Aniceto Marinas. Allí inicio sus estudios,

revalidándolos en la Escuela Superior de Madrid. En 1899

ganó las oposiciones de pensionado en Roma, donde

estudió durante cuatro años, siendo compañero de Chicharro, Benedito y Sotomayor.

Ganó en concurso – oposición la plaza de profesor numerario de carpintería artística en la

Escuela de Bellas Artes de Granada.

Del cincel de Manuel Garnelo han brotado preciadas esculturas y monumentos públicos, lo

mismo que obras decorativas. Es autor de la capilla y del altar del Sagrario en la parroquia de

Montilla; del altar Mayor de la Concepción, de Madrid; de otros notables del mismo género en

las Hermanas del Sagrado Corazón, de Granada, y en Chamartín de la Rosa.

Entre sus trabajos de más mérito figura una maravillosa lámpara votiva, en bronce, que se

conserva en la catedral de Orense, donada por los adoradores nocturno de toda España. Para

la familia Moreno, de Guadalajara, construyó un gran monumento sepulcral.

Page 13: El legado de los garnelo - biblioteca.fundacionlasierra.orgbiblioteca.fundacionlasierra.org/sites/default/files/El_legado_de... · le atribuye la paternidad y origen de la Saga de

El legado de los Garnelo Página 13

Los grandes merecimientos de tan laborioso artista, hicieron que fuera oficialmente nombrado

Director de la Escuela de Bellas Artes de Granada.

Y no deja de ser curiosa esa triple coincidencia en el tiempo, que seguramente no volverá a

darse en ninguna otra familia de artistas. Tres fueron los personajes de esta laureada dinastía

que, por orden cronológico, José, Isidoro y Manuel Garnelo residiendo, respectivamente, en

Madrid, Valencia y Granada, conquistaron por su respectivo mérito el más elevado puesto

oficial de su profesión, dentro de la capital de su residencia. José, director de la Escuela de

Pintura, de Madrid; Isidoro, director de la Escuela de Bellas Artes de Valencia, y Manuel,

director de la de Granada.

Entre la obra suya que podemos disfrutar en Enguera encontramos, ubicada en la plaza de la

Era, el monumento al teniente coronel don José Ibáñez Marín, conmovedora y sencilla obra

que revela su delicada inspiración.

Recopilación efectuada por

José Cerdá para la exposición

El legado de los Garnelo De próxima inauguración en D. Enrique Sánchiz, 26. Enguera