Integrantes:

Mercy Cueva Walter RivasJulian Cortez

Andrea Jimenez

Se origino en Roma en el siglo XVII donde se desarrollo como una expresión de triunfo de la reciente iglesia católica.

Rompiendo con las formulas un tanto estáticas del renacimiento, la arquitectura Barroca fue, en principio y ante todo un arte de persuasión.

Emergió un nuevo y dinámico vocabulario arquitectónico a veces basado en la repetición, rotura y distorsión de los movimientos renacentistas clásicos.

Paredes cóncavas y convexas se utilizaban con relativa libertad entre los arquitectos barrocos, creando estilos muy personales.

El Barroco no solo puede ser entendido como sombra de la estricta ortodoxia del clasicismo: es la fuerza generada por sus propuestas iniciales que se desata como culminación de las posibilidades plásticas que se encierra en su origen.

Gracias a la experiencia plástica de Miguel Ángel, se desdoblan las intensidades formales del Barroco, que toman también en Italia sus primeras expresiones; considerando así a Miguel Ángel el padre de Barroco.

Heinrich Wolfflin fue el primero en señalar las diferencias fundamentales entre el arte del siglo XVI y el del XVII, afirmando que “el barroco no es ni el esplendor ni la decadencia del clasicismo, sino un arte totalmente diferente”. Con esto llegó a la conclusión que el Barroco es un proceso como evolución de la visión, desde la contemplación de lo inteligible, hacia la celebración de lo sensible.

Con este concepto construyó una diferenciación teórica entre la belleza clásica y la Barroca, que las orientaba a una comprensión de sus diferencias.

Guarino Guarini propuso un intelectualismo simple basándose en una extrema elaboración de los arabescos geométricos que sustentan las formas de la arquitectura.

Las iglesias del alto Barroco se caracterizaron por el estilo de Guarini debido a la planta centralizada, grandiosos altares y techos, y por sus fachadas ornamentadas.

Barromini influenciado por las propuestas de Guarini exploró la matemática y la cultura, así como las interminables elaboraciones de elementos simple; gracias a sus iglesias transformó Roma en una ciudad Barroca. También fue encargado de remodelar los palacios, usando métodos de unificación.

La difusión de las figuras del Barroco da lugar a una nueva conciencia estética, que atiende la percepción y la sensación, que funda en estas reacciones frente a las formas el valor estético de las construcciones.

A partir de esto se irá abandonando el sentido ancestral de la fundación del valor de las artes en una verdad cósmica que todavía marca los valores iniciales del clasicismo como propuesta estética.

Es un estilo complejo y variado. En parte como reacción a los excesos del Barroco, es un intento de volver a la pureza y nobleza de la arquitectura, y que se establece aparentemente como réplica de base arqueológica, de la arquitectura de la antigüedad, aunque centrada esta vez en la perdida imagen de la Grecia clásica.

Este marca un desplazamiento general desde una concepción antigua del orden universal de lo bello, hacia una concepción moderna que establece en el juicio de gusto el principal signo de presencia de la belleza.

La disolución del clasicismo como norma de la arquitectura es un viaje de muchas etapas:

4.Se inicia en la expansión figurativa del Barroco, que complica desde los mínimos elementos ornamentales hasta la geometría que rige el proyecto.

6.Se detiene aparentemente en el rebote del Neoclasicismo.

8.Culmina en los excesivos repertorios de la arquitectura del siglo XIX, que denotan la definitiva derrota del clasicismo único.

La arquitectura del siglo XIX , sometida a intensos cambios técnicos, se aísla de manera excepcional del resto de las artes.

La arquitectura del siglo XIX libra una batalla entre las máscaras de sus distintos estilos para poder elaborar en el futuro el discurso de sus esencias, esos elementos van siendo eliminados recursos estilísticos a lo largo de todo el siglo y principios del siglo XX.

Las obras que se construyeron en las ultimas décadas del siglo XIX y principios del XX, aparecen ya como los armazones sobre los cuales va a ser capaz de construir el movimiento moderno los trazos fundacionales de su nueva tradición.