el ingenioso hidalgo -...

20
T T ienes entre tus manos, lector amigo, el ejemplar de EL INGENIOSO HIDALGO correspondiente al curso 2002/2003. Van con estas páginas incontables horas de mucha gente que ha derrochado ilusión. Cuantos han constitui- do este año el equipo de redacción han sido conscientes de lo que nos jugábamos: estar una vez más a la altura de las circunstancias en la tarea de continuar dignamente esa antigua tradición en el Instituto, que es publicar la revista del Día del li- bro y de Cervantes, evitar que se secaran las aguas de ese río de personas que han permitido dejar constancia escrita un año tras otro de una parte de la vida del Centro. La principal novedad este curso probablemente haya sido la incorporación del nuevo primer ciclo de la Enseñanza Secundaria en el turno diurno; chicos y chicas de 12 y 13 años han llegado a nuestro Centro para empezar aquí sus estudios de la ESO. Con ellos han llegado también sus profesores, otra de las novedades del año. A la redacción de EL INGENIOSO HI- DALGO acudieron los más pequeños con tal ímpetu y tantas ga- nas de escribir que hubo que asignarles dos páginas para que nos contaran su gran experiencia: la alegría (luego supimos que también sintieron temor y alguna nostalgia) del primer día de clase. De los nuevos redactores fue Laura la primera en encontrar tema para escribir: el peso de su mochila había crecido y eso sig- nificaba perfectamente el cambio del colegio al instituto. Soraya, que quiere ser escritora, enseguida trajo una entrevista, a la que siguieron tantos trabajos que temimos que ella pretendiera hacer sola la revista de este año. Juan Coronado pasó un fin de semana de miedo para poder escribir sobre un libro de fantasmas. Ani- mando a estos chicos estuvo permanentemente Pedro Hernández, nuevo profesor de Lengua. También encontrarás, lector solícito, otra doble página en la que hemos querido dar la bienvenida a aquellos alumnos que han llegado desde los puntos del mundo más lejanos. Compro- barás, lector paciente, qué sorprendentes testimonios (qué esti- mulantes, por otra parte) nos brindan algunos de estos mucha- chos: la norteamericana Erika (tan rubia como la Iseo del libro de Béroul), la búlgara Sally (que sonríe en cinco idiomas, que además habla), su compatriota Svetlana, los peruanos Elisabeth y Hanz, que nos han querido contar su largo viaje desde el otro lado del Atlántico... Son las experiencias de algunos de aquellos a quienes se oye hablar español pronunciado con otros acentos en nuestras aulas. Como comprobarás, atento lector, otra de nuestras dobles pá- ginas ha sido dedicada a la información deportiva. Muchos alumnos del Cervantes practican los más variados deportes como meros aficionados; pero también hay quienes, llevados por sus aptitudes y una insobornable fuerza de voluntad, los practican ya muy cerca de convertirse en profesionales. Son muchos los que juegan al fútbol o al baloncesto en los equipos cantera de los grandes clubes nacionales; o destacan en nata- ción, en tenis, en judo, en gimnasia rítmica... Unos cuantos de esos selectos deportistas nos han escrito sus reflexiones; coinci- den todos en expresar su común pasión por el ejercicio, pero también coinciden en revelar el sacrificio que les requiere su práctica: los madrugones para ir a la piscina antes de entrar a la clase de las ocho y media, las ojeras por la corta noche tras un partido, la renuncia a la salida con los amigos...; por el deporte se están perdiendo a algunas cosas queridas y propias de su edad. También te encontrarás, lector fiel, con la sección del cómic: no ha faltado Paco Buil a la cita anual (en esta ocasión bromea con la disciplina de la que es profesor, la Filosofía); tampoco ha faltado Mortadelo, disfrazado esta vez de Alberto Garrido (aho- ra acompañado de Virginia Galán). Y encontrarás, lector interesado, otras secciones bien conoci- das de otros años: los Premios Cervantes, prosas y versos que dieron este año mucho trabajo al jurado y algún quebradero de cabeza; también hallarás los versos ganadores de un prestigioso concurso en el que triunfó Adrián Álvarez. Tampoco echarás en falta, como otras veces, algunas noticias, añejas cuando salimos de la imprenta, la reseña de ciertas actividades extraescolares, el recuerdo de algunas personas que nos visitaron (el escritor ale- mán Uwe Timm, el humanista y científico José Manuel Sánchez Ron, recién elegido académico), la escritura de los antiguos (alumnos que dejaron de serlo como Rebeca González, Diego Garrocho o Houda El Bakkali, profesores que se jubilaron como los innolvidables Elisa de la Vega, José Antonio Monge y Anto- nio Sanllorente); también encontrarás, lector prudente, los dibu- jos de Laura Ríos y su entrevista siempre perfecta (exigió una vez más que no se cortase una sola línea), y muchos otros artí- culos. Encontrarás, además, algunas firmas de lujo: la de José Antonio Marina, siempre generoso con nosotros; la del escritor y nuevo profesor en esta casa Santiago Trancón, que se ha interesado por lo poco que duermen los adolescentes, él que tan- to sabe de sueños de héroes; y la de Ángel Repáraz, que impre- sionó hondamente en la redacción con su comentario a esa terri- ble foto del espanto; y la de Milagro Fernández, que nos desvela otro misterio de nuestro patrimonio (te enterarás, al fin, de qué barco es ese que se conserva en el vestíbulo del Instituto); y la sabiduría de Pilar Freire...; y admirarás, por fin, lector sensible, las fotos del artista que es Fernando Rivero («Nando») y los di- bujos de Luis Maroto y Andrés Castellanos. Otro número, en fin, de EL INGENIOSO HIDALGO. Desde el pasado mes de octubre nos hemos reunido todos los jueves para preparar los trabajos que ahora ven la luz; hubo jueves de ilusión y jueves de zozobra: cada uno de ellos trajo su afán y dejó su recuerdo. ¿Cómo olvidar el día en que apareció Jesús Cano, capaz de sacar de sus bolsillos puñados de palabras siem- pre comprometidas con causas justas? ¿Cómo olvidarse de Bru- no, que agitaba su inquieta coleta contra el aire mientras prepa- raba la oración más larga que nunca nadie había escrito en español? ¿Cómo no acordarse de Carmen Gallar, vestida a veces de hippy, y a veces, peinada con las coletas que Astrid Lindgren imaginó para sus Pipi Calzaslargas? ¿Cómo no recordar a las 4 de 4º B: Marta, la que mandaba en el grupo; Marina, que tam- bién mandaba lo suyo; Vanessa, la conciencia rebelde; y Lore, la siempre olvidadiza Lore, la única llamada a obedecer en aquel grupo de líderes? No quiero olvidarme de Adrián, ni de Marcos, ni de Fernan- do, que son nuestros especialistas en Tolkien; tampoco de Car- lota, que un año más se desentendía de las convocatorias, aun- que, como siempre, acabó cumpliendo casi al final y fuera de todo plazo. Y no puedo olvidarme de Antonio Bernalte, y los malos ratos que nos dio el ratón de la Sala de Juntas; cuánta paciencia la de Antonio, tantos días amarrado al ordenador, mientras acompa- ñaba de exclamaciones castizas sus órdenes erróneas a las te- clas. No me olvido de las risas de Ramón Asquerino, animándo- nos a todos, ni de los chistes de Paco Palicio, compatibles con un horario saturado. Y echo de menos a Santiago Rodríguez, del que nos ha falta- do en este número algún verso que, seguramente, anda imagi- nando en estos días lentos y tristes de hospital. Te dejo, pues, desocupado lector, con un deseo: que te divier- tas con este número. «Dios te dé salud, y a mí paciencia». Cervantes dixit. En nombre del Consejo de Redacción: Juan M.ª Marín Martínez Profesor de Lengua VOCES EN LIBERTAD EL INGENIOSO HIDALGO I. E. S. Cervantes. Madrid ABRIL 2003 II Época - N.º 7 en la fiesta de Cervantes Al curioso lector H H ablamos mucho de personas inteligentes y de personas estúpidas, pero ¿qué significan real- mente esas palabras? ¿Es el campeón mundial de ajedrez el hombre más inteligente del mundo, como dice el título de un libro? ¿Lo son los premios Nobel? He dedicado una gran parte de mi vida a in- vestigar este asunto. He estudiado la inteligencia de los animales, de los seres humanos en diferentes cul- turas, y he llegado a la conclusión de que nos estába- mos equivocando al determinar quién es inteligente y quién no lo es. Os pondré un ejemplo. Hace unos años se hizo una encuesta paralela entre estudiantes universitarios esta- dounidenses y los miembros de una pequeña tribu afri- cana llamada los “baoulé”. Se les pidió que definieran lo que era una persona inteligente: Todos dijeron que era una persona que aprendía con facilidad, que era ca- paz de resolver problemas nuevos, y de expresarse bien. Pero los“baoulé” añadieron que además tenía que com- portarse justamente y colaborar con el bien de la tribu. Los estadounidenses dijeron que eso no tenía que ver con la inteligencia. Una persona muy inteligente puede ser un asesino, un individuo cruel, o un dictador. ¿Quién tiene razón? Estoy seguro de que los “ba- oulé”. Una gigantesca equivocación histórica, que pa- decemos hace veinticinco siglos, nos hace repetir como loros que saber resolver ecuaciones diferencia- les es una demostración de inteligencia mayor que sa- ber mantener unas relaciones satisfactorias, organizar una familia feliz o construir una sociedad justa. Esto me parece una insensatez. ¿En qué mundo os parece mejor vivir? ¿En un mundo donde la inteligencia fue- ra la capacidad de imponerse a los demás, salirse con la suya, mejorar las armas destructoras, conseguir el poder, alcanzar la riqueza de cualquier forma? ¿O un mundo feliz, de defender al débil, de proteger la na- turaleza, de gastar más dinero en salud que en armas, de favorecer la convivencia entre personas y entre naciones, de arreglar los conflictos por otros medios que la guerra? Tal vez cuando leáis esto haya estallado la guerra. Os pido que os fijéis en las pantallas de televisión para com- probar la contradictoria situación que vivimos. Vais a contemplar una maravillosa tecnología militar, un prodi- gio de ciencia aplicada, el colmo de la modernidad téc- nica, dirigida por un proyecto estúpido, viejísimo y ana- crónico: resolver los conflictos matando. Esta es la imagen atroz de una inteligencia fracasada. Es como una persona que se pasara la vida ejercitándose para de- sarrollar un brazo musculoso, y no supiera hacer la o con un canuto. Después de estas explicaciones os repito la pregun- ta del principio: ¿Eres inteligente o estúpido? José Antonio Marina Filósofo y Profesor ¿Eres inteligente?

Upload: doandan

Post on 15-Apr-2018

227 views

Category:

Documents


4 download

TRANSCRIPT

Page 1: EL INGENIOSO HIDALGO - EducaMadridies.cervantes.madrid.educa.madrid.org/periodico_archivos/num7.pdf · ¿En un mundo donde la inteligencia fue-ra la capacidad de imponerse a los demás,

TTienes entre tus manos, lector amigo, el ejemplar de ELINGENIOSO HIDALGO correspondiente al curso2002/2003. Van con estas páginas incontables horas de

mucha gente que ha derrochado ilusión. Cuantos han constitui-do este año el equipo de redacción han sido conscientes de loque nos jugábamos: estar una vez más a la altura de lascircunstancias en la tarea de continuar dignamente esa antiguatradición en el Instituto, que es publicar la revista del Día del li-bro y de Cervantes, evitar que se secaran las aguas de ese río depersonas que han permitido dejar constancia escrita un año trasotro de una parte de la vida del Centro.

La principal novedad este curso probablemente haya sido laincorporación del nuevo primer ciclo de la EnseñanzaSecundaria en el turno diurno; chicos y chicas de 12 y 13 añoshan llegado a nuestro Centro para empezar aquí sus estudios dela ESO. Con ellos han llegado también sus profesores, otra delas novedades del año. A la redacción de EL INGENIOSO HI-DALGO acudieron los más pequeños con tal ímpetu y tantas ga-nas de escribir que hubo que asignarles dos páginas para quenos contaran su gran experiencia: la alegría (luego supimos quetambién sintieron temor y alguna nostalgia) del primer día declase.

De los nuevos redactores fue Laura la primera en encontrartema para escribir: el peso de su mochila había crecido y eso sig-nificaba perfectamente el cambio del colegio al instituto. Soraya,que quiere ser escritora, enseguida trajo una entrevista, a la quesiguieron tantos trabajos que temimos que ella pretendiera hacersola la revista de este año. Juan Coronado pasó un fin de semanade miedo para poder escribir sobre un libro de fantasmas. Ani-mando a estos chicos estuvo permanentemente Pedro Hernández,nuevo profesor de Lengua.

También encontrarás, lector solícito, otra doble página en laque hemos querido dar la bienvenida a aquellos alumnos quehan llegado desde los puntos del mundo más lejanos. Compro-barás, lector paciente, qué sorprendentes testimonios (qué esti-mulantes, por otra parte) nos brindan algunos de estos mucha-chos: la norteamericana Erika (tan rubia como la Iseo del librode Béroul), la búlgara Sally (que sonríe en cinco idiomas, queademás habla), su compatriota Svetlana, los peruanos Elisabethy Hanz, que nos han querido contar su largo viaje desde el otrolado del Atlántico... Son las experiencias de algunos de aquellosa quienes se oye hablar español pronunciado con otros acentosen nuestras aulas.

Como comprobarás, atento lector, otra de nuestras dobles pá-ginas ha sido dedicada a la información deportiva. Muchosalumnos del Cervantes practican los más variados deportescomo meros aficionados; pero también hay quienes, llevadospor sus aptitudes y una insobornable fuerza de voluntad, lospractican ya muy cerca de convertirse en profesionales. Sonmuchos los que juegan al fútbol o al baloncesto en los equiposcantera de los grandes clubes nacionales; o destacan en nata-

ción, en tenis, en judo, en gimnasia rítmica... Unos cuantos deesos selectos deportistas nos han escrito sus reflexiones; coinci-den todos en expresar su común pasión por el ejercicio, perotambién coinciden en revelar el sacrificio que les requiere supráctica: los madrugones para ir a la piscina antes de entrar a laclase de las ocho y media, las ojeras por la corta noche tras unpartido, la renuncia a la salida con los amigos...; por el deportese están perdiendo a algunas cosas queridas y propias de suedad.

También te encontrarás, lector fiel, con la sección del cómic:no ha faltado Paco Buil a la cita anual (en esta ocasión bromeacon la disciplina de la que es profesor, la Filosofía); tampoco hafaltado Mortadelo, disfrazado esta vez de Alberto Garrido (aho-ra acompañado de Virginia Galán).

Y encontrarás, lector interesado, otras secciones bien conoci-das de otros años: los Premios Cervantes, prosas y versos quedieron este año mucho trabajo al jurado y algún quebradero decabeza; también hallarás los versos ganadores de un prestigiosoconcurso en el que triunfó Adrián Álvarez. Tampoco echarás enfalta, como otras veces, algunas noticias, añejas cuando salimosde la imprenta, la reseña de ciertas actividades extraescolares, elrecuerdo de algunas personas que nos visitaron (el escritor ale-mán Uwe Timm, el humanista y científico José Manuel SánchezRon, recién elegido académico), la escritura de los antiguos(alumnos que dejaron de serlo como Rebeca González, DiegoGarrocho o Houda El Bakkali, profesores que se jubilaron comolos innolvidables Elisa de la Vega, José Antonio Monge y Anto-nio Sanllorente); también encontrarás, lector prudente, los dibu-jos de Laura Ríos y su entrevista siempre perfecta (exigió una

vez más que no se cortase una sola línea), y muchos otros artí-culos. Encontrarás, además, algunas firmas de lujo: la de JoséAntonio Marina, siempre generoso con nosotros; la del escritory nuevo profesor en esta casa Santiago Trancón, que se hainteresado por lo poco que duermen los adolescentes, él que tan-to sabe de sueños de héroes; y la de Ángel Repáraz, que impre-sionó hondamente en la redacción con su comentario a esa terri-ble foto del espanto; y la de Milagro Fernández, que nos desvelaotro misterio de nuestro patrimonio (te enterarás, al fin, de québarco es ese que se conserva en el vestíbulo del Instituto); y lasabiduría de Pilar Freire...; y admirarás, por fin, lector sensible,las fotos del artista que es Fernando Rivero («Nando») y los di-bujos de Luis Maroto y Andrés Castellanos.

Otro número, en fin, de EL INGENIOSO HIDALGO. Desdeel pasado mes de octubre nos hemos reunido todos los juevespara preparar los trabajos que ahora ven la luz; hubo jueves deilusión y jueves de zozobra: cada uno de ellos trajo su afán ydejó su recuerdo. ¿Cómo olvidar el día en que apareció JesúsCano, capaz de sacar de sus bolsillos puñados de palabras siem-pre comprometidas con causas justas? ¿Cómo olvidarse de Bru-no, que agitaba su inquieta coleta contra el aire mientras prepa-raba la oración más larga que nunca nadie había escrito enespañol? ¿Cómo no acordarse de Carmen Gallar, vestida a vecesde hippy, y a veces, peinada con las coletas que Astrid Lindgrenimaginó para sus Pipi Calzaslargas? ¿Cómo no recordar a las 4de 4º B: Marta, la que mandaba en el grupo; Marina, que tam-bién mandaba lo suyo; Vanessa, la conciencia rebelde; y Lore, lasiempre olvidadiza Lore, la única llamada a obedecer en aquelgrupo de líderes?

No quiero olvidarme de Adrián, ni de Marcos, ni de Fernan-do, que son nuestros especialistas en Tolkien; tampoco de Car-lota, que un año más se desentendía de las convocatorias, aun-que, como siempre, acabó cumpliendo casi al final y fuera detodo plazo.

Y no puedo olvidarme de Antonio Bernalte, y los malos ratosque nos dio el ratón de la Sala de Juntas; cuánta paciencia la deAntonio, tantos días amarrado al ordenador, mientras acompa-ñaba de exclamaciones castizas sus órdenes erróneas a las te-clas. No me olvido de las risas de Ramón Asquerino, animándo-nos a todos, ni de los chistes de Paco Palicio, compatibles conun horario saturado.

Y echo de menos a Santiago Rodríguez, del que nos ha falta-do en este número algún verso que, seguramente, anda imagi-nando en estos días lentos y tristes de hospital.

Te dejo, pues, desocupado lector, con un deseo: que te divier-tas con este número. «Dios te dé salud, y a mí paciencia».Cervantes dixit.

En nombre del Consejo de Redacción:Juan M.ª Marín Martínez

Profesor de Lengua

V O C E S E N L I B E R TA D

EL INGENIOSO HIDALGO

I. E. S. Cervantes. MadridABRIL 2003

II Época - N.º 7en la fiesta de CervantesAl curioso lector

HHablamos mucho de personas inteligentes y depersonas estúpidas, pero ¿qué significan real-mente esas palabras? ¿Es el campeón mundial

de ajedrez el hombre más inteligente del mundo,como dice el título de un libro? ¿Lo son los premiosNobel? He dedicado una gran parte de mi vida a in-vestigar este asunto. He estudiado la inteligencia delos animales, de los seres humanos en diferentes cul-turas, y he llegado a la conclusión de que nos estába-mos equivocando al determinar quién es inteligente yquién no lo es.

Os pondré un ejemplo. Hace unos años se hizo unaencuesta paralela entre estudiantes universitarios esta-dounidenses y los miembros de una pequeña tribu afri-cana llamada los “baoulé”. Se les pidió que definieranlo que era una persona inteligente: Todos dijeron queera una persona que aprendía con facilidad, que era ca-paz de resolver problemas nuevos, y de expresarse bien.Pero los“baoulé” añadieron que además tenía que com-portarse justamente y colaborar con el bien de la tribu.Los estadounidenses dijeron que eso no tenía que vercon la inteligencia. Una persona muy inteligente puedeser un asesino, un individuo cruel, o un dictador.

¿Quién tiene razón? Estoy seguro de que los “ba-oulé”. Una gigantesca equivocación histórica, que pa-decemos hace veinticinco siglos, nos hace repetircomo loros que saber resolver ecuaciones diferencia-les es una demostración de inteligencia mayor que sa-

ber mantener unas relaciones satisfactorias, organizaruna familia feliz o construir una sociedad justa. Estome parece una insensatez. ¿En qué mundo os parecemejor vivir? ¿En un mundo donde la inteligencia fue-ra la capacidad de imponerse a los demás, salirse conla suya, mejorar las armas destructoras, conseguir elpoder, alcanzar la riqueza de cualquier forma? ¿O unmundo feliz, de defender al débil, de proteger la na-turaleza, de gastar más dinero en salud que en armas,de favorecer la convivencia entre personas y entrenaciones, de arreglar los conflictos por otros mediosque la guerra?

Tal vez cuando leáis esto haya estallado la guerra. Ospido que os fijéis en las pantallas de televisión para com-probar la contradictoria situación que vivimos. Vais acontemplar una maravillosa tecnología militar, un prodi-gio de ciencia aplicada, el colmo de la modernidad téc-nica, dirigida por un proyecto estúpido, viejísimo y ana-crónico: resolver los conflictos matando. Esta es laimagen atroz de una inteligencia fracasada. Es comouna persona que se pasara la vida ejercitándose para de-sarrollar un brazo musculoso, y no supiera hacer la o conun canuto.

Después de estas explicaciones os repito la pregun-ta del principio: ¿Eres inteligente o estúpido?

José Antonio MarinaFilósofo y Profesor

¿Eres inteligente?

Page 2: EL INGENIOSO HIDALGO - EducaMadridies.cervantes.madrid.educa.madrid.org/periodico_archivos/num7.pdf · ¿En un mundo donde la inteligencia fue-ra la capacidad de imponerse a los demás,

E L I N G E N I O S O H I D A L G OE L I N G E N I O S O H I D A L G O22

DDormir y soñar. Ambas cosas son necesarias.Para el cuerpo y para el cerebro, para el bie-nestar físico y el equilibrio mental. Durante el

reposo y el sueño, el cuerpo y la mente llevan a cabofunciones y reajustes imprescindibles para el mante-nimiento de la vida y la salud física y psíquica. Laperturbación del sueño, el dormir poco y mal, provo-ca en cualquier persona irritabilidad, estrés, vulnera-bilidad y descontrol emocional, menor capacidad deatención y concentración, ansiedad y depresión. Encualquier persona, pero mucho más en un adolescen-te. Salud física, rendimiento intelectual, controlemocional y desarrollo biológico: todo puede ser al-terado si un adolescente no duerme las horas sufi-cientes. No hablamos de hipótesis u opiniones: sonhechos contrastados con estudios científicos.

Preocupados por el tema quisimos comprobar al-guno de los datos que estos estudios manejan. Prepa-ramos unas preguntas y llevamos a cabo 150 encues-tas entre los alumnos de 14 a 16 años de nuestroInstituto. No pretendíamos un estudio rigurosamenteestadístico, sino meramente orientativo. No se tomenlos resultados, por tanto, al pie de la letra ni del nú-mero. Nos han servido, sin embargo, para dar ciertaobjetividad a las reflexiones que siguen. Las encues-tas fueron realizadas por un grupo de alumnos de 3ºD de nuestro Centro, como parte de las actividadesde la materia «Proceso de Comunicación».

LOS DATOS

Los resultados más significativos de nuestra en-cuesta fueron los siguientes:

1. Horas de sueño: Durante la semana (de lunes aviernes) la media es de 7,20 h. diarias, es decir,menos de 7 horas y media al día. Durante el finde semana (viernes y sábado) el tiempo de sue-ño aumentan hasta 9,30 h., pero en este caso esmuy significativo que una mayoría no seacuesta antes de las 2 de la mañana.

2. Tiempo dedicado a ver diariamente la televi-sión: 3,30 h. como media.

3. Conciencia de la importancia de dormir sufi-cientemente y sus efectos: muy poca. La ma-yoría desconoce la biología del sueño y susefectos sobre el comportamiento y el rendi-miento escolar.

No se aprecian diferencias significativas entrechicos y chicas en ninguno de los resultados.

Existe, por tanto, un combinado explosivo: menoshoras de sueño de las necesarias (casi dos horas me-nos al día, ya que lo aconsejable está entre 9 y 10 ho-ras diarias para las edades que estamos analizando),demasiadas horas de televisión y nula conciencia dela importancia del sueño en una edad especialmentecrítica para el desarrollo biológico, emocional e inte-lectual. El retraso en la hora de acostarse y el dormirun poco más los fines de semana, lejos de arreglar,empeora la situación, ya que introduce en el organis-mo una perturbación de los ciclos biológicos y circa-dianos.

Estos son los hechos. Frente a ellos la primera re-acción puede ser el rasgarse las vestiduras y clamaral cielo. Es una respuesta no sólo inútil, sino derro-tista. Mucho más inteligente es el sacar algunas con-clusiones prácticas.

REFLEXIONES Y SUGERENCIAS

Los hábitos perniciosos que hemos constatado noson el resultado de una actitud especialmente perver-sa, estúpida o irresponsable de los adolescentes. Cul-parles de este comportamiento insano sería injusto yserviría de muy poco. Injusto, porque no es más queel resultado de un conjunto de estímulos poderosos

que actúan sobre el adolescente de modo permanen-te a lo largo del día y que le impiden «desconectar»y relajarse cuando su cuerpo lo necesita. Ineficaz,porque está demostrado que la culpa es uno de lospeores recursos pedagógicos. ¿Qué hacer? Buscarlas soluciones más inteligentes, que siempre seránlas más eficaces.

Analizar y comprender el problema.

Si sólo reaccionamos emocionalmente (enfado,rechazo, desprecio) ante la conducta adolescente (eneste caso, el trastorno del sueño, pero vale para cual-quier otro problema), y justificamos nuestra actitudcon frases y pensamientos negativos y tópicos(«dónde vamos a parar», «ya no hay disciplina», «nosaben lo que es el esfuerzo», «en mi tiempo...», etc.)demostramos, entre otras cosas, una falta total de in-teligencia y bastante masoquismo, ya que esta formade pensar y reaccionar no sólo resulta inútil, sino quenos debilita e imposibilita intelectual y psicológica-mente para encarar y resolver los problemas. Descu-brir y analizar las causas nos ayuda, por el contrario,a distanciarnos, a aceptar los hechos y a actuar, por-que lo fundamental es actuar para superar la sensa-ción de derrota e impotencia, como si no hubieraotra posibilidad que la resignación, el enfado o lavuelta al autoritarismo, la amenaza y el castigo. No-sotros señalamos, en el tema que nos ocupa, la so-breestimulación ambiental, la presión escolar (hora-rio, materias, espacio, exámenes, etc.), el exceso detolerancia familiar respecto al horario de descanso,los programas televisivos... como algunas de las cau-sas que llevan a ese desbarajuste del sueño y nosayudan a comprenderlo.

Información objetiva

Dar una información concreta y motivadora sobrela biología del sueño, su importancia en el desarrollo(secreción de hormonas sexuales y del crecimiento,neurotransmisores...), los efectos sobre el rendimien-to escolar, el estado de ánimo, etc., ayudará al ado-lescente a tomar conciencia de sí mismo y de sucuerpo, a responsabilizarse de las consecuencias dela falta de sueño y a comprobar los beneficios deunos hábitos más saludables. Su cuerpo está ya de-masiado sometido a desarreglos hormonales comopara que le añada ese desorden del sueño que alteratodos los ritmos biológicos naturales, provocándole,en definitiva, mayor malestar y sufrimiento. La in-formación incluye el analizar las consecuencias deuna buena o mala higiene del sueño y ayudar a quecada adolescente compruebe por sí mismo los resul-tados de una u otra conducta.

Motivación constante

Estimular, motivar, animar, buscar constantemen-te refuerzos positivos: no hay mejor método pedagó-gico. El mayor estímulo es la aprobación y el reco-nocimiento de los otros. Está más que demostrado ylo sabemos todos, pero lo olvidamos ante la primeradificultad. Es preciso mantener siempre una actitudpositiva. La mejor motivación, en este caso, es lacomprobación de los beneficios que trae consigo unamejora en el aumento de las horas de sueño, perotambién el alertar sobre los efectos de la sobreexci-tación física y neurológica (bebidas, tabaco, aditivosquímicos, ruidos, música...) y psicológica (televi-sión, ordenador, relaciones, discotecas...).

Hemos estudiado brevemente un problema, el sue-ño de los adolescentes. Algo nos dice sobre la faltade rendimiento y el fracaso escolar, tema convertidohoy en peligrosa obsesión por parte de algunos res-ponsables públicos que tratan de encubrir y simplifi-car con ello las graves deficiencias de nuestro siste-ma educativo. Pasar de los lamentos, las descalifica-ciones globales y derrotistas, los exabruptos y lasamenazas, para encarar y analizar los problemasconcretos: he aquí lo único inteligente y saludable.Respetemos el sueño de los adolescentes, animémos-les a dormir y a soñar. A soñar, primero, con quepueden vivir mejor y ser más felices si aman su cuer-po y respeten los ritmos naturales de la vida, que ne-cesita cada día de un sueño profundo y reparador. Asoñar, también, con un mundo mejor, que respete losritmos naturales del planeta e impida la guerra, ladestrucción masiva de la vida.

Santiago TrancónProfesor de Lengua

El sueño de los adolescentes

EEsto de ser escritor es como ser mago. Te subes al escenario, y de tu sombrero de Fortunato te sacasuna vida que no suele ser la tuya, y se la enseñas a todo el mundo, y los espectadores se quedan ob-servándote con interés mientras algunos escépticos salen a por un vermú. Lo bueno es cuando la gen-

te aplaude.En El Mundo me han aplaudido. No, no creo que literalmente, lo digo de una forma meramente simbólica.

Para los no informados, en la versión escolar de El Mundo (presente en la biblioteca) hay un suplemento lla-mado Aula. Y en ese suplemento celebran un concurso literario una vez al año. Se me ocurrió presentarme así,como quien no quiere la cosa, cuando me enteré de ello gracias a la fotocopia de las bases que hay en la puer-ta de la biblioteca.

Pues fíjate tú por dónde me ha tocado uno de los premios. Un accésit, dicen. Que tengo que hacerme foto-grafías, ir a la entrega de premios, aparecer publicado en un libro y dejar que me hagan entrevistas, dicen. Vale,me apunto. Cuando te aplauden es lógico hacer reverencias al público.

Pero os confesaré una cosa. Si soy sincero, hace que no leo el suplemento de marras... ¡buf!, bastante tiem-po. Desde el colegio, y lo único que me gustaba eran los crucigramas y un par de secciones aisladas.

Espero que no se enteren de que me metí en su concurso de forma casual, y que el suplemento de donde vie-ne no me interesa demasiado. Al menos, hasta que haya recogido el premio y salido del escenario.

Adrián Álvarez Muñoz2.º Bachillerato

Nota de la redacción

El 6 de febrero pasado El Mundo publicó el siguiente poema de Adrián, al que concedía un premio en el IIICertamen Aula.

El tren

LLo que hemos visto en los meses últimos es di-fícil de creer y más terrible aún de asimilar.Hemos sufrido en nuestras propias carnes la

más dura catástrofe ecológica de la historia de nues-tro continente. No podemos menos que conmover-nos ante las cifras de víctimas de este desastre, tantoanimales y vegetales como humanas. No quisiera te-ner que imaginar lo que será la vida de aquellos quese quedaron sin nada. No quisiera imaginarlo, perome obliga el sentido común. No podemos olvidar eldesconsuelo de los que han perdido para siempre suforma de vida, y digo forma de vida y no trabajo, yaque es importante recordar, que, para los afectados,el mar no es tan sólo un medio para explotarlo, sinoque es leyenda, es tradición, es cultura, es vida. ¿Ytodo a consecuencia de qué? Resultado del más bajoinstinto humano, del más rastrero de los posibles ennuestra especie: la avaricia.

Los hechos alcanzan nuestras fibras más sensiblesy somos la gran mayoría conscientes de la dimensiónde la catástrofe porque hemos presenciado en vivosu desarrollo. Muchos estábamos viendo las imáge-nes del hundimiento cuando la primera manchaemergía. Vimos cómo se partía en dos aquel malditobarco en estricto directo, y mientras sedesplomaba la poca estructura que que-daba a flote, solo nos quedaba buscaruna sola razón que justificará la legali-dad de un petrolero en ese estado.

Uno de los mayores motivos de de-sagrado con la actuación llevada a cabose fundamenta en la falta de informa-ción en este aspecto. Tenemos derechoa tener datos objetivos y verificables.Es vergonzoso que el calibre de unadesgracia como ésta, varíe tan exagera-damente tan solo dependiendo del canalde televisión que estemos viendo, o delperiódico que compremos. Esto no esuna manifestación con la cual se puedan

realizar manipulaciones o modificar cifras para ha-cer campaña. No se puede y ha quedado demostrado.El pueblo por fin ha asumido su gran responsabili-dad como participante de una democracia y ha inva-dido playas y rías con los humildes medios de losque disponía para acabar con lo que de momentosólo había sido motivo de trifulca y discusión en ungran circo de políticos, el fuel.

Desde mi punto de vista, el verdadero problemaen este asunto es que, en realidad, nunca seremos co-nocedores ni de los responsables ni de los movi-mientos y flujos de intereses que permitieron estedesastre que ahora pretenden enterrar.

Lo que ha sucedido es realmente trágico y muydoloroso; no podemos permitir que se haga borrón ycuenta nueva. Estamos en nuestro derecho de pedirresponsabilidades.

Podrán eliminar las manchas en meses, quizás enaños, pero jamás podrán acabar con la auténtica ma-rea. La marea blanca de voluntarios que salpicanuestras costas a grito de nunca más.

Pablo Pérez Martínez 2º Bachillerato

Magia y aplausos

¡Nunca más!

O P I N I O N E S , I M P R E S I O N E S , V I V E N C I A S

Me dejaron soloen una cesta en el andén.¿Sabéis mi desgracia?Mi mamá subió al tren.

Y crecí solo, rodeado de lobossedientos de sangre,ansiando mi carne.Y seguí por encima de todos,y acabé con:mi juventud, mi pobreza,mis escrúpulos;volví al andénsin subirme al tren.

Hice amigos que no merecía,hice amigos que no debía,y subí por encima de ellos.Hice enemigos que no deseaba,hice enemigos donde no quería,y a pesar de todo quise vivir.Acabé amando tanto la vida que no quería morir.

La muerte se impacientaba.Y avisótocando el silbato,llamándome al tren,llevándose amigos,llevándose amantes,

llevándose enemigos,y se marchó,pero no quise ir.Solo volví a estar,¿no me sirvió nada de lo que hice?Muerte que te llama a su tren.¿No lo oyes? Ven.Sólo tienes que cruzar el andén.

Mi vida tocaba a su fin.¿No lo oyes? Ven.Es su fin,pero no quise verlo, no me di cuenta de que era el fin de mi trayecto,me quedé solo, junto al trensin decidirme a subir.Intenté decirme que era un sueño(no lo digas, no hagas nada,que no vea tu miedo).

Un ruido detrás de míy la muerte me apuntabacon su pistolay de un disparó me metió:

en el tren,en la eternidad,se acabó la soledad,creí terminar.

Pero me equivoqué:sólo acaba de empezar.

EEn la temporada 2002/2003 la A.M.P.A., enuno de los mejores años para el deporte en elInstituto, ha conseguido situar en competicio-

nes municipales un total de nueve equipos, en losque participan unos noventa alumnos. Los equiposson: dos de baloncesto, cuatro de fútbol sala (mascu-linos y femenino) y tres de fútbol-11.

Queremos agradecer la labor del Jefe del Departa-mento de Educación Física, D. Eduardo Ruiz Vinue-sa, que coordina todos estos equipos y sus entrena-mientos semanales. También es de agradecer elcompromiso de aquellos voluntarios (alumnos, anti-

guos alumnos y padres) que, semana a semana, seresponsabilizan de estas actividades, puesto que, de-bido a los pocos fondos de la A.M.P.A., son ellos,con su altruismo, los que posibilitan que nuestroschicos y chicas practiquen estos deportes.

Desde aquí os animamos a continuar en esta línea:practicar el deporte como una ayuda o complementopara el estudio, teniendo siempre en cuenta que lomás importante es participar.

Un saludo para todos.José María Díaz Navarro

Responsable de Deportes de la A.M.P.A.

El deporte en el I.E.S. Cervantes

NA

ND

O

Page 3: EL INGENIOSO HIDALGO - EducaMadridies.cervantes.madrid.educa.madrid.org/periodico_archivos/num7.pdf · ¿En un mundo donde la inteligencia fue-ra la capacidad de imponerse a los demás,

E L I N G E N I O S O H I D A L G OE L I N G E N I O S O H I D A L G O 33

AAfuerza de salir a nuestro encuentro cada día, apenas lo miramos. La imponente mole gris rotunda y ar-moniosa del acorazado “Hertha” nos saluda cada vez que cruzamos el umbral, convertido en diqueseco, del Cervantes. De vez en cuando podemos ver la figura curiosa de algún visitante que, extraña-

do, pega sus ojos al cristal de la urna protectora y escudriña entre ma-romas, cañones y chimeneas, intentando descifrar números, medidas,tonelajes, lugares y nombres escritos en alemán; no es raro que, sor-prendido, nos pregunte: “Oiga, ¿qué hace aquí este barco?”.

Es una larga historia. Tenemos que remontarnos al año 1896; enAlemania había subido al trono el Káiser Guillermo II que emprendióun viraje agresivo e imperialista en la tradicional política de contenciónbismarckiana. La importancia geopolítica del control de los mares iba aser una de las bases de la nueva “Weltpolitik” germánica y el encargadode elaborar los planes de rearme naval sería el almirante Von Tirpitz,verdadero artífice del espectacular crecimiento de la flota de guerra. Enesos planes estaba la construcción de una flotilla compuesta de cincocruceros equipados con los más sofisticados medios: cañones de largoalcance, blindajes especiales, torpedos, máquinas y motores especial-mente diseñados para alcanzar altas velocidades de navegación. Fueronbautizados con los nombres: “Freya”, “Vineta”, “Hertha”, “Hansa”,y dirigidos por el buque insignia “Victoria Louise”.

Construidos en los astilleros que la empresa naval alemana A.G.Vulcan tenía en el puerto de Bredow, Hamburgo, filial de la navieraprincipal de Stettin en el mar Báltico. El “Hertha” fue botado el 4 de abril de 1897, participó en campañas mi-litares en el Pacífico en tareas de control de las colonias alemanas.

En 1909 ayudó en el rescate de las víctimas del terremoto de Messina y como transporte de mercancías ypasajeros en el Mediterráneo; el 16 de noviembre de 1914, iniciada la Primera Guerra Mundial, fue excluidode servicio para fines militares y pasó a ser utilizado como base de alojamiento. En 1919 se le dio de baja enla flota alemana y en 1920 el “Hertha” se redujo a chatarra.

En su campaña de rearme y de exhibición de fuerza, el alto mando germano reprodujo, en magníficas ma-quetas, las unidades navales más representativas que eran enviadas a organismos e instituciones dependientesdel gobierno alemán; como muestra del orgullo germánico, nuestro barco pasó a formar parte del Colegio Ale-

mán en Madrid, fundado en 1910 y ubicado en la calle Fortuny, junto a enseres, libros, películas, mapas, apa-ratos de laboratorio que este centro cultural tenía como material didáctico. Los acontecimientos políticos trasel fin de la Segunda Guerra Mundial en 1945 provocaron que el gobierno español se incautara de todas las pro-

piedades alemanas en España (aunque nuestro país no había participa-do en la guerra), años después sería comprado por el gobierno espa-ñol. Al mismo tiempo, la sede que ocupaba el instituto Cervantes de lacalle Prim se encontraba en una situación casi de ruina tras los avata-res de la Guerra Civil española, por lo que el Ministerio de Educacióndecidió su traslado al airoso edificio de la calle Fortuny, antes ColegioAlemán; ese sería el comienzo de una larga relación entre la vieja eimponente maqueta naval y nuestro instituto. Cuando se constituyó laRepública Federal Alemana en 1949, se iniciaron conversaciones parala devolución del patrimonio alemán en España exigiendo la entregade edificios que habían sido colegios alemanes. El gobierno españolentregó la sede en 1958, pero el Cervantes permanecería en aquellasinstalaciones dos años más hasta el traslado al actual edificio en la ca-lle de Embajadores, a la que llegó con el material, tanto didácticocomo mobiliario, que tenía el edificio de Fortuny.

El viejo barco, orgullo del káiser, “navegó” a través de las callesde Madrid y echó el ancla en el caserón neomudéjar que le sirve dedársena y cobijo.

Para cientos y cientos de alumnos y profesores que han pasado porel Cervantes, el barco alemán se encuentra en alguna parte del paisaje cotidiano de su memoria. Pero, además,se ha convertido en una seña de identidad, con más de un siglo a cuestas, de nuestro instituto. Todavía siguenentrando personas anónimas que quieren verlo de nuevo; en su presencia parece como si el corazón y la mira-da recuperaran las sensaciones juveniles de un tiempo ya pasado.

Si, de vez en cuando, miras al «Hertha» estarás haciendo un guiño a la Historia.

Milagro Fernández Fernández-Cuesta Profesora de Historia

¿¿QQuién no conoce GREENPEACE? Unaorganización ecologista emblemática porsu lucha y defensa del medio ambiente y

del desarrollo sostenible. Estos “guerreros del arcoiris” han surcado casi todos los mares, se han subidoa las más altas chimeneas, incluso a edificios emble-máticos, todo para movilizar las conciencias. Una lu-cha que para López Uralde empieza a dar sus frutos.

—¿Qué perspectivas ves a la ecología? ¿Existeen este país conciencia ecológica?

—Yo ahora mismo soy bastante optimista despuésde un periodo de bastante pesimismo, porque veo queempieza a haber una reacción, por lo del Prestige opor lo de la guerra, pero por primera vez en muchosaños veo una sociedad con cierto movimiento de in-dignación y cabreo ante las cosas que están pasando.Hasta ahora pasaban y protestábamos muy pocos,ahora veo que ha habido una reacción muy fuerte, alo mejor es un espejismo, pero me da la sensación deque la sociedad española empieza a despertarse.

—¿Qué se consiguió en la cumbre de la Tierradel pasado año en Johanesburgo?

—Lo primero es que ésta es la continuación de lacumbre de Río de Janeiro del 92, allí se consiguióuna serie de acuerdos en diversos temas: cambio cli-mático, desertización, diversidad biológica... Perodurante estos diez años todos esos acuerdos se hanincumplido sistemáticamente. En Johanesburgo habíaun intento por parte de gobiernos, como el de EEUU,y otros, de destruir de alguna manera lo que se habíaconseguido en Río; por ejemplo, a través de la intro-ducción de un apartado que adscribía los acuerdosambientales a los acuerdos de la organización mun-dial del comercio. Entonces, lo más importante quese consiguió fue parar lo que se quería destruir conrespecto a Río, pero no se consiguieron grandesavances porque la actitud de EEUU y de algunos paí-ses europeos, como España, impidió que se fuera másallá.

—¿Las conclusiones a las que se llegó y los pro-tocolos firmados sirven de algo para el desarrollosostenible de nuestro planeta?

—Sirve de algo si los gobiernos aplican los acuer-dos en sus políticas. Lo que vimos en Río es que nose aplicaron, por lo tanto, si no hay una presión socialno servirán. Pero es que ha habido una tendencia enlos últimos diez años a que cada vez los gobiernosmanden menos, y las empresas manden más. Los es-tados han ido renunciando a su propia capacidad demandar, entonces, realmente, hay unas cuantas insti-tuciones internacionales, fundamentalmente la Orga-nización Mundial del Comercio, que es la que prácti-camente decide las “reglas del juego”. Cada vezestamos más en manos de los puros intereses econó-micos.

—¿Qué es el desarrollo sostenible?—El término se utilizó por primera vez de una

manera pública en el año 87, en un informe de Na-ciones Unidas sobre medio ambiente y desarrollo; loque define ese informe es un modelo de desarrollo enel cual se utilizan los recursos naturales de una ma-nera que se garantiza la supervivencia de la genera-ción actual sin comprometer la capacidad de las ge-neraciones futuras para satisfacer las suyas. Porprimera vez se introduce en la agenda internacionalel concepto de las generaciones futuras.

—¿A qué peligros nos enfrentamos si no nosponemos de acuerdo a la hora de defender el me-dio ambiente?

—Bueno, más que peligros, realidades. Nos en-frentamos al agravamiento del problema del cambioclimático, a que continúe la destrucción de los recur-sos naturales, a la pérdida de diversidad biológica...Sobre todo a que siga primando el interés económicosobre el interés común, patrimonio de todos, el medioambiente.

—¿Llegará un momento en el que el problemaecológico haga daño también al interés económi-co?

—Está ocurriendo ya en muchos sectores, comopor ejemplo en el sector pesquero, lo que pasa es queel daño afecta siempre a los más débiles; en el casodel sector pesquero, la esquilmación de los recursospesqueros se da en las zonas costeras, sin embargo

las grandes compañías tie-nen capacidad para, congrandes barcos, ir a pescar azonas más lejanas.

—¿Cuándo se va a pro-ducir ese punto de infle-xión?

—Probablemente se estéproduciendo, pero es que seda la paradoja de que ennuestro sistema económico,por ejemplo el caso del Pres-tige, hace que el PIB suba,porque alrededor de ese de-sastre ecológico se generauna actividad económica,movilización de dinero, sub-venciones, operaciones delimpieza... Y eso desde el

punto de vista del PIB cuenta como una actividadeconómica, la cual no se habría dado si el desastre nose hubiera producido. Entonces, el daño a largo plazono sale en las cuentas.

—Ya ha habido con anterioridad desastres eco-lógicos similares ¿Por qué nunca se hace nada?¿Sólo podemos lamentarnos y esperar una próxi-ma vez?

—Pues parece que la sociedad sólo reacciona antelas grandes catástrofes, hay un aumento de la con-ciencia, pero cuando eso se tiene que transformar encambios en la legislación, hay lobys que tienen unagran influencia sobre los que hacen la política. En-tonces, desde lo que se dice en el momento en el quese produce la catástrofe hasta que la legislación sale,pasan años, y toda esa legislación va perdiendo todasu fuerza por la acción de esos lobys. Y desgraciada-mente nos enfrentamos con gobiernos que defiendenintereses económicos privados de empresas privadasque están en sus países.

—Hace poco un barco suyo abordó un petrole-ro. ¿Qué está pasando en Gibraltar?

—Gibraltar es un paraíso fiscal y en eso consistesu independencia, es todo una pura pantomima, esdecir, los ricos de Gibraltar viven todos en España. Yademás es una zona estratégica y muy importante porel paso del Estrecho; en ese paraíso fiscal se ubican,entre otros, empresas petroleras como la que fletó elPrestige, que lo que hacen es establecerse allí y teneruna especie de gasolineras flotantes, que son estospetroleros. Entonces cuando los petroleros pasan porel Estrecho van a estos barcos, cargan gasolina y si-guen su camino. Todo esto es un negocio muy lucra-tivo porque se hace sin pagar impuestos y en unascondiciones muy peligrosas para el medio ambiente.

El problema es que Gibraltar, desde el tratado deUtrecht, que establecía la soberanía inglesa sobre latierra, no dice nada acerca del mar. En teoría Gibral-tar no tiene aguas, pero ellos unilateralmente decidenque tienen una franja de aguas territoriales y allí esdonde desarrollan estas actividades. Esto en teoría esilegal.

—¿Cuál ha sido el impacto ecológico real de lazona afectada por el vertido del Prestige?

—Todavía es pronto para medirlo, pero ya se sabeque hay más de 2.000 kilómetros de costas afectados,tanto en el Atlántico como en el Cantábrico; se calcu-la que ha habido unas 130.000 aves afectadas por elPrestige, lo cual quiere decir que la mortandad deaves ha sido brutal y masiva; los indicadores de espe-cies como las aves o los mamíferos marinos ya sonmuy significativos; además se sabe que los fondos departes importantes de las costas de Galicia, como lasIslas Cíes, que es un parque nacional, están afectadaspor contaminación por petróleo. De todas maneraslos impactos van a ser devastadores.

—¿Y cuánto tiempo está estimado para su re-cuperación, si se sabe?

—De mareas negras se sabe bastante, porque des-graciadamente hay muchas mareas negras; los estu-dios en Alaska o en La Coruña muestran que aún pa-sados más de diez años los ecosistemas no serecuperan del todo, hay especies más sensibles quedesaparecen, pero en general hay una recuperaciónvisual al cabo de un año, lo que no quiere decir quela contaminación no exista, parte de ésta sigue en elmedio, porque los hidrocarburos se meten en la ca-dena trófica. Nunca será un ecosistema igual al queera antes de que se produjera una catástrofe de estetipo.

—La marea negra ha afectado a zonas de muydifícil acceso para su limpieza, como los acantila-

dos, cuya zona intermareal tiene especies de muydifícil recuperación. ¿Qué pasa en estas zonas?

—La zona intermareal es probablemente la zonamás rica de producción ecológica, depende de cuálsea finalmente el daño. Nosotros lo que pretendíamoses que a lo largo de todo el litoral se establecieran zo-nas de especial protección, y hacer todos los esfuer-zos para que estas zonas no se dañaran y sirvierancomo puntos de avance de la recolonización, y, por lotanto, una recuperación más rápida del resto de laszonas. Si esto no se hace y el impacto es lineal entoda la zona, entonces, efectivamente, la recupera-ción va a ser dificilísima, casi imposible. Es esto porlo que estamos luchando, pero no lo conseguimos,porque, por ejemplo, una de estas zonas era las IslasCíes, y ya están contaminadas, no hicieron nada porprotegerlas.

—Una última pregunta, ahora que se está dan-do todo el problema de la crisis de Irak: ¿Qué im-pacto ecológico puede tener una guerra de estasdimensiones?

—Puede ser peor que lo del Golfo; pero es que nisiquiera hace falta utilizar armas de destrucción ma-siva, con armas nucleares o químicas los efectos pue-den ser devastadores. Las experiencias que hay indi-can que la naturaleza se utiliza cada vez más comoarma. Tampoco necesitas armas químicas, con bom-bardear una fábrica de cloro, por ejemplo, puedesprovocar unos efectos incluso peores.

GREENPEACE está haciendo protestas en todo elmundo, algunas coordinadas, otras colectivas y otrasestilo GREENPEACE. “Creemos que en España hayuna labor grande que hacer y cuantos más seamos,más se podrá hacer”.

Laura Ríos Villar1º Bachillerato

Juan López Uralde, directorejecutivo de Greenpeace España“Cada vez estamos más en manos de los purosintereses económicos”

Hazte socioSan Bernardo, 107 - 28015 Madrid

Tel. 91 444 14 00 - Fax 91 447 13 71www.greenpeace.es

El “Hertha” echa el ancha en el Cervantes

NANDO

O P I N I O N E S , I M P R E S I O N E S , V I V E N C I A S

Page 4: EL INGENIOSO HIDALGO - EducaMadridies.cervantes.madrid.educa.madrid.org/periodico_archivos/num7.pdf · ¿En un mundo donde la inteligencia fue-ra la capacidad de imponerse a los demás,

AAcualquiera que visite el Instituto por latarde le llamará la atención la presenciade chicos y chicas que bailan por los pasi-

llos, en el vestíbulo, en las aulas (sólo entre clasey clase). Son alumnos que aquí estudian bachille-rato por la tarde y que han pasado la mañana estu-

diando danza. Hasta ahí es normal. Lo raro fue vera alumnos del diurno moviéndose como si fueranlos bailarines del vespertino. Ocurrió en la segun-da quincena del mes de noviembre: varios gruposde alumnos participaron en una experiencia pro-movida por la Asociación Cultural por la Danzaen la Comunidad de Madrid y financiada por laConsejería de Educación de nuestra Comunidad.

El día 15, en el salón de actos, varios repre-sentantes de la compañía se reunieron con los cua-tro grupos participantes (4º B, 1º D, 1º E y 2º B deBachillerato), quienes informaron de qué preten-dían lograr con la actividad y en qué consiste, agrandes rasgos, la danza contemporánea. Janis, de4.º de la ESO, nos lo resumen así: «Los bailarinesnos contaron cómo empezaron en la danza, quéles aportaba esa actividad y muchas curiosidadessobre su profesión». Después, cada uno de loscuatro grupos tuvo un taller de danza, dirigido porun bailarín o una bailarina. Moisés Rosique acla-ra: «Los de 4º B, por ejemplo, aprendimos conMercedes del Castillo a dar una serie de pasos, di-

vididos en tiempos de ocho, para aplicarlo luego auna canción. Fue una actividad muy entretenida,que gustó a todos».

El día 20 del mismo mes de noviembre asisti-mos a la representación de su espectáculo en elTeatro Francisco Rabal, en Palomeras. «Resultó

un magnífico espectáculode danza —es otra vez Ja-nis quien nos lo cuenta—;a veces dramático, a vecesmuy gracioso. En el últi-mo cuadro los actores nostiraron a los espectadores«lacasitos» y resultó muydivertido. Cuando termi-nó la actuación nos per-mitieron hacerles pregun-tas por si teníamos dudassobre lo que habíamosvisto y para aclarar lo queno hubiéramos entendidobien. Me habría gustadover después algún otroespectáculo, pero los ac-tores nos aclararon quepor el momento sólo re-

presentan esos cuadros en ese teatro. Me habríagustado repetir la experiencia, prueba de que lacampaña organizada por la Comunidad de Madridpara promocionar la danza es muy acertada». Car-lota Morán, de 2.º de bachillerato nos da su im-presión sobre el espectáculo: «Los bailarines qui-sieron demostrarnos en su visita al instituto que elarte puede ser divertido, además de que la danzaes una forma de expresión y una vía de escapepara aliviar tensiones. Cuando los vi en el teatro,comprendí que efectivamente tenían razón. A tra-vés del movimiento del cuerpo transmitieron todotipo de emociones en una selección de diversascoreografías perteneciente a obras diferentes. Tea-tro, técnica, sentimiento y ritmo, mucho ritmo, sefundieron para recrear una típica escena de parejallena de humor, reivindicar un estilo propio («Estees mi rollo») o concienciar acerca de los proble-mas de nuestra sociedad como el alcohol o lasdrogas. Fue una actividad muy positiva que acer-có el arte a las aulas de una forma participativa yamena».

E L I N G E N I O S O H I D A L G OE L I N G E N I O S O H I D A L G O44

V I D A D E L I N S T I T U T ODanza también el diurno

HHijo de peletero, aprendió este oficio antesde hacer el bachillerato, a los 21 años. Sedoctoró en 1971 con una tesis sobre el ab-

surdo en Albert Camus. Este escritor alemán nosvisitó el pasado 14 de noviembre.

Se trataba de un encuentro con las letras alema-nas; no sabemos si por casualidad o no, eligiónuestro instituto, el Cervantes.

Uwe Timm derrochaba simpatía y amabilidadenfrentándose a nuestra curiosidad después deleernos uno de los relatos incluidos en su libroNicht morgen, nicht gestern (Das Schliessfach).

Le obligamos a recordar... “Mi primera novelaresultó ser un diario que escribí debajo de mi pu-pitre, con 12 años, obligado por tener muy malaortografía y un profesor muy severo...”.

Pese a que la mayoría de su obra esté dirigidaa adultos, no olvidó el mundo infantil: “He escri-to tan sólo cuatro cuentos, uno para cada uno demis hijos”.

Confiesa que escribir le resulta muy duro por-que “te obliga a meditar sobre ti mismo”. Nuncase imagina al lector mientrasescribe, según dice, y escri-be únicamente pensando enél, en sus sentimientos; alhacerlo refleja sus miedosen sus personajes, a los queadmira en muchos casos.Muchos de ellos ni siquieraestán lejanos de personasmuy conocidas para Timm.

El lado oscuro del alma.Así lo presentó nuestro di-rector Ramón Asquerino, li-gándolo a otros hombresgrandes: Hölderlin, SanJuan de la Cruz, AlonsoQuijano y Cervantes.

Pero Timm también cuenta historias locas, depequeñas rebeldías nunca realizadas pero muchasveces pensadas, en las que dudas sobre el prota-gonista, ya que siempre escribe en primera perso-na del singular.

Sin escritor favorito aunque sí admirador deArno Schmidt y de Alfred Düblin, Timm comentaademás su interés por la literatura latinoamerica-na, García Marquez, Allende, Alejo Carpentier yOctavio Paz se encuentran entre sus favoritos.

Laura Ríos Villar1º de Bachillerato

Bibliografía de Uwe Timm:

Novelas: Nicht morgen, nicht gestern (Ed.DVT), La noche de San Juan (Ed. Alfaguara),Erzählen und kein Ende, Die Entdeckung derCurrywurst, Vogel, friss die Feige nicht: Römis-che Aufzeichnungen [...]. Cuentos: El tesoro dePagensand (Ed. Anaya), Rennschwein Rudi Rüs-sel, Die Pirateninsel.

EEl 18 de enero fue un día diferente para al-gunos alumnos de 1º de bachillerato, puesvisitamos la Biblioteca Nacional para ver

un par de exposiciones. También contemplamosuna serie de monumentos de Madrid. Completa-mos el día con la visita al Museo Thyssen.

En la Biblioteca Nacional vimos su exposiciónpermanente sobre la historia y evolución de la es-critura y del libro. Después contemplamos lamuestra titulada Arte y Poesía. El amor y la gue-rra en el Renacimiento, que celebraba los qui-nientos años del nacimiento de Garcilaso de laVega. Combinaba con mucho acierto diversosmateriales artísticos: pintura, escultura, objetos,libros...

Al terminar, anduvimos hasta Cibeles, dondeun compañero (Bruno Teixidor) y la profesora(doña Esperanza Rodríguez) nos dieron una breve

explicación sobre el significado mitológico de laestatua. En Neptuno, la profesora, esta vez sola,hizo otro tanto, y entonces fuimos a ver la facha-da del Museo del Prado, donde nos detuvimosante otros seres mitológicos (Apolo, etc.), asícomo diferentes virtudes (la Fortuna...).

Finalmente, nos acercamos al Museo Thyssen, aver la exposición temporal de Venus a través delespejo. Allí pudimos apreciar el canon de bellezafemenina en el Renacimiento, retomado de la dio-sa de la belleza del mundo clásico, Venus. Las dosgrandes obras de esta exposición eran las Venuspintadas por Tiziano y por Rubens, que con increí-ble similitud se miraban a sus espejos, sujetos porAmorcillos o Cupidos.

Aprendimos de este modo ameno e interesantealgo más sobre el vínculo entre la época clásica yel Renacimiento.

El Renacimiento y el mundo clásico

Semana de las Letras Alemanas

Uwe Timm, el precoz hacedor de sueños

UUn año más se celebró la inauguración del cur-so con una conferencia a la que asistieron va-rios grupos de alumnos. Este año pronunció

la lección inaugural el catedrático de Historia de laCiencia y antiguo alumno del Cervantes José ManuelSánchez Ron, que habló sobre la ciencia y, más con-cretamente, sobre Marie Curie Para conocer un pocomejor a Sánchez Ron, habría que decir que realizósus estudios en el extranjero y su tesis doctoral en In-glaterra, para luego regresar a España, donde actual-mente imparte clases en la Universidad Autónoma deMadrid. Interesado inicialmente en la relatividad, hapublicado un gran número de libros, ensayos y artí-culos sobre la física teórica, y la historia y filosofía dela ciencia.

El acto comenzó con la bienvenida y una pequeñaintroducción que hizo el profesor de Física RicardoFernández, que dio paso a la conferencia de SánchezRon. Una vez finalizada esta, se le hicieron las si-guientes preguntas:

—¿Qué recuerdos conserva de la etapa en queestuvo en el Instituto?

—Pues muy buenos, porque fueron nueve años, demanera que prácticamente toda mi enseñanza antesde la universidad fue en el Instituto Cervantes. Porejemplo, algunos de mis mejores amigos fueron deaquella época; y no sólo eso, recuerdo a algunos pro-fesores en especial, como Raúl Vázquez, al que ledebo mi amor por la Filosofía, una de mis grandesaficiones. El recuerdo no sólo del lugar sino de losconocimientos: de que te enseñan Francés, te enseñanMatemáticas, Física... eso es el instituto. Luego te vasdando cuenta de una manera imperceptible de queeste instituto era uno de los mejores, o que este teníauna historia y que por él pasaron grandes profesores,grandes profesionales. Recuerdo también el placer dedescubrir cuando nos mudamos de la sede de la CalleFortuny aquí, el placer de descubrir un nuevo lugar,el jardín, los edificios que había al fondo en el patio,los árboles de morera que utilizábamos para alimen-tar a los gusanos de seda, árboles podridos que tirá-bamos a lo bestia en los recreos... En fin, yo no estoyexcesivamente apegado al pasado y tengo mala me-moria, pero siempre he tenido un especial cariño ybuenos recuerdos por este instituto.

—¿Tiene alguna anécdota muy marcada de suépoca en el Instituto?

—Tengo una que no es simpática. En un momentode irritación de quien entonces era director, fui sor-prendido con un libro que había sacado de la biblio-teca, que era La Celestina. Parece que no le gustómucho porque me lo partió en dos. Pero una anécdo-ta positiva o graciosa es que fui miembro del coro deeste instituto durante un día. No sé aún por qué meadmitieron, porque mi voz no da para eso. El segun-do día, cuando nos hicieron la prueba y se dio cuentael maestro de que no tenía voz, me retiró.

—¿Ha encontrado muy cambiado el Instituto?—Sí... Sin ir más lejos, han bajado los techos, que

en nuestro tiempo le daban un aire bastante más frío;laboratorios que he visto como el de Física y Quími-ca bien dotados, mientras que recuerdo que, no sé queaño, el profesor pidió dos o tres voluntarios porquehabían recibido material de prácticas de Física porprimera vez, y yo fui uno de ellos. Ahora, sin embar-go, he visto que abundan esos materiales. Tambiénhay pabellones nuevos que en mi tiempo, por supues-to, no existían: las clases de Educación Física las ha-cíamos en el patio.

—¿Cuándo se dio cuenta de que le gustaba más

el camino de la ciencia? ¿Qué es lo que le gusta deella?

—No lo sé. Es una pregunta que yo me he hechomás de una vez. Recuerdo, por ejemplo, que me hu-biera gustado hacer los bachilleratos de letras y cien-cias al tiempo, pero no era posible; era complicado, yopté por el de ciencias. El porqué tampoco lo tengomuy claro: supongo que pensaba que era una instruc-ción más difícil de obtener de otra manera. Pero elcaso es que una vez hecho el bachillerato de ciencias,ya te restringía algunas carreras, como en mi caso hu-biera sido Filosofía y Letras, porque no había estu-

diado Griego. Y una vez seguido ese camino, la Físi-ca como conocimiento más fundamental del mundoera claramente lo que más me atraía, pero en cual-quier caso siempre han coexistido en mí los amorespor las ciencias y por las letras.

—Esto es, ¿que si no hubiera sido físico habríasido filósofo?

—O escritor (risas).—Bueno, escritor ya es, ¿no?—Sí, yo creo que lo he conseguido. Siempre digo

que la vida es complicada, pero en mi caso me hapermitido pasar tres años estudiando Filosofía, y es-cribir en uno de mis libros una mezcla de literatura yensayo científico.

—¿Tiene ahora en la universidad algún otroproyecto? ¿Está estudiando algo?

—Tengo dos fundamentalmente. Uno es comple-tar el segundo volumen de mi Historia de la FísicaCuántica, que abarcará desde 1926 hasta los añoscuarenta. Y luego también un libro más ambicioso ymás completo que tratará sobre la vida y obra deEinstein.

Jesús Cano Reyes y Fernando F. Maestre1° Bach.

Inauguración del Curso 2002-2003

Un científico en el Cervantes

Nuevo académico

José Manuel Sánchez Ron, autor de laHistoria de la física cuántica, El siglo de lacreación o El futuro es un país tranquilo,entre otras importantes obras, fue elegidoel 20 de marzo pasado, en primera vota-ción, nuevo miembro de la Real AcademiaEspañola, en la que ocupará el sillón G. Enel nombre de cuantos constituimos ahora elIES Cervantes, le enviamos nuestra felici-tación.

Page 5: EL INGENIOSO HIDALGO - EducaMadridies.cervantes.madrid.educa.madrid.org/periodico_archivos/num7.pdf · ¿En un mundo donde la inteligencia fue-ra la capacidad de imponerse a los demás,

E L I N G E N I O S O H I D A L G OE L I N G E N I O S O H I D A L G O 55

L O S A N T I G U O S T A M B I É N E S C R I B E N

NNo es precisa la aritmética para decir quefue hace veintisiete años cuando tras-pasé por primera vez las puertas del

Instituto Cervantes. La imagen del recuerdo deaquel día que, superpuesta a las más recientes,pone de manifiesto los muy diferentes contor-nos de las realidades sociales, políticas y cultu-rales de las fechas comparadas, o los fortuitosencuentros con antiguos alumnos, hoy converti-dos en maduros hombres y mujeres, son expre-siones de una realidad temporal inexacta.

Porque, en mi interior, percibo que fue ayercuando impartí mi primera clase en el InstitutoCervantes. Y esa apreciación liviana del trans-currir del tiempo, que ha sido una constantedurante todos estos años, sin duda fruto de los

gratos momentos vividos en la sala de profeso-res, pasillos y aulas, es la deuda pasada quetengo con el centro que me acogió con tantagenerosidad.

Pero mi deuda presente y futura consiste enpoder disfrutar de la renta, vitalicia en mi de-seo, que constituye la sincera amistad de miscompañeros. A ellos, sin olvidar a los que yano están, y a todas las generaciones de alum-nos que se han formado en el Instituto Cervan-tes, es mi obligación expresarles, con motivode mi despedida, mi enorme gratitud y mis me-jores deseos de futuro.

Elisa de la VegaProfesora de Lengua

Mis deudas

SSe abre la guitarra. Arpegio de guitarrasy acento a soleá. Canta el maestro. EsCamarón el que llora. Es Camarón a la

voz y a la guitarra. Sonido flamenco y sonidogitano descarnado. Elegancia manifiesta delque más sabía y sabe de esto. Es el tono secode una voz desgarrada al candor de una guita-rra que tiembla con el flamenco. Sabe bueno.

La soleá es un cante muy digno. Es el cantodel que pierde, como el tango. Dice Benedettique el perdedor disfruta de una dignidad quenunca tendrá el que gana. La soleá me recuer-da a aquello, la soleá se me antoja digna. No esel “quejío” de un llorón, es el llanto de un va-liente. Del flamenco a lo andaluz, de lo anda-luz a lo lorquiano y de lo lorquiano a lo gitano.¡Reyerta! Que no hay gitano cobarde, que lasoleá es digna.

La dignidad en el dolor se me antoja impor-tante. El que llora, y llora bien, lo que es es unvaliente. Esta es una canción valiente. Es fla-menco, poesía sin adornos, sentimientos en elgolpe a la guitarra, sentimientos que se expre-san mejor en andaluz que en cualquier otroacento. A mí me huele a cueva del Sacromon-te, a corrillo de hombres, a botella de vino yluz de farol. ¡Que le pongan unos grillos a estasoleá! Ahora sí, ahora solo falta la luna pa´ quesea flamenco.

Seguimos en el viaje imaginario por esta so-leá y por el flamenco. Camino por el llanto y el“quejío”, que las bulerías nunca me gustaron.

El que canta llora y el que diga lo contrariomiente. Decía un poeta que cuando está la cin-tura de una mujer cerca, no se coge la guitarra,la guitarra es para las penas. El flamenco tienemucho de eso. Los gitanos de sufrir saben casitanto como de quitarse las penas, y mira quede eso saben algo.

De todos los flamencos Camarón destaca enalgo. Los más puristas me han dicho que no esel mejor, lo que está claro es que a todos lesgusta. Tiene ese tono agudo peculiar que con-serva la difícil elegancia. Ahora nos está can-tando solo, llevando él la guitarra y nada malpor cierto. Qué tendrá el flamenco que cadavez que se siente te hace llevar el pie al com-pás y te obliga a cerrar los ojos...

Escuchar hoy a Camarón es un viaje. Cuan-do lo veo dolerse lo siento presente. Cuando loveo llorar me recuerda el sufrimiento de tantosamigos gitanos. Cuando oigo flamenco, losojos se me tornan hacia el sur. Dale maestro alcante y la guitarra, que hoy aún quedan muchosque lloramos las soleás contigo. Dale al agua,dale a la luna, dale a la faca si quieres, dale a laguitarra, dale a su caja y a sus cuerdas, dale alllanto y al sentimiento. Canta y mantén el gritoque aquí se escucha la voz del gitano que fueratodo. Que como diría un amigo, tu pena tam-bién vale más que todas las alegrías.

Diego S. Garrocho SalcedoAntiguo Alumno

Camarón y su soleá:el llanto de un valiente

A mi hermana.

SSería en 1988, cuando regresé a Madrid,y hacia el mes de septiembre de esemismo año cuando me preguntaron: ¡Y

ahora!, ¿a qué Instituto vas a ir?, como si no losupieran ya, “el lustroso Cervantes”, toda unatradición en mi familia, mi padre, mis tíos…(como veis, sólo chicos, pues, aunque parezcamentira, sólo hace unos 30 años no era mixto),en fin que estaba decidido, así que ahí aparecí,más novata que novata, sin conocer a nadie yencima el primer día, el “Aula Magna” –sepresentó el director, los profesores, nos habla-ron del buen nombre del memorable “InstitutoCervantes”, y cómo no, de Antonio Machado–,y a continuación, clases y más clases, y de re-pente me pregunto: ¿que tengo que tomarapuntes? Y eso ¿cómo se hace?, pues nada, ha-ciéndolo, y si no sabes, aprendes, y ¡tanto queaprendí! –esto sólo fue el principio del camino,que como decía el ilustre Machado, “caminan-te, no hay camino, se hace camino al andar»–;bueno, sigamos, creo, que estaba ya en 3º deB.U.P, ¡cómo no me voy a acordar!, si por en-tonces fue cuando se decidió restaurar el edifi-cio principal y nos tuvimos que ir a unas case-tas prefabricadas en el patio, allí sí quepasamos frío, imaginaos, dando latín y griego,y con el plumas puesto, o intentando descifrarpor qué los reyes visigodos se mataban entreellos y estornudando cada dos por tres, por nodecir lo que suponía centrarse sobre “la premi-sa mayor», la conclusión… en fin la vida de la“lógica”, todo fuera por el “Cervantes” (queme voy del tema); lo que quería contar, es quefue entonces cuando nos fuimos a “Estrasbur-go”, sí, amigos, al Parlamento Europeo: eranunas jornadas sobre los jóvenes europeos, yallí que aparecimos, en representación de Es-paña, ¡menudo viaje le dimos a Milagro! (laprofe de historia). Poco después, ¡el viaje defin de curso!, que si nos dejan que si no nosdejan, que si el dinero, pues nada a hacer fies-tas y más fiestas, para luego jugarnos el dineroa la lotería y perderlo; al final nos fuimos aSuiza, pues meses antes nos rompimos los“cuernos” para el concurso de “BANESTO”, ydejamos a nuestro Cervantes en las primerasposiciones; no podía ser para menos, pues poraquel entonces nos jugábamos nuestra propiareputación, y es que todavía, los de aquellaspromociones, recordamos aquello de “Cervan-tes, ADELANTE”; en fin, que así fui crecien-do en aquellas aulas. Al año siguiente, inaugu-ramos el edificio “nuevo”, pero eso no noshizo olvidar que estábamos en el ya desapare-cido “C.O.U”, ¡menudo curso!, lo primero queoímos y durante todo el curso, unas diez oveinte veces al día, era “selectividad”, así quecon aquel ogro esperándonos en junio, nos ini-ciamos en la difícil tarea de estudiar sin des-canso. (Inciso importante y tal vez sea el desti-no, ahora mismo, mientras escribo, suena en laradio. “U2”, el grupo de moda en aquellosaños, y fíjate por donde, sigue sonando). Locierto es que es ahora cuando me doy cuentade que aquel año, como en los anteriores, no

sólo estudiaba o aprendía para esa selectividado para esos continuos exámenes, sino que, sindarme cuenta, había creado los cimientos detoda una vida, así, con esos viajes, entre loscuales no os he contado los intercambios conFrancia (en otra ocasión), aprendí amistad,compañerismo, independencia…, con el Tallerde teatro, el dominio de los sentimientos, conlos profes y sus clases, ¡tantas cosas!, porejemplo, quién me iba a decir a mí que ese la-tín, que al principio parecía chino, me iba apermitir tomarme copas los fines de semana,pues sí, pasé toda la carrera de Derecho ense-ñando las famosas “quaestio quo” o la impor-tancia de la cantidad vocálica en la poesía deVirgilio, y cómo no el “E.M.T”, –gracias pro-fesor Gesteira–, y qué decir de las clases dehistoria y de arte, por un lado, no sabéis lo bienque quedas, cuando en una conversación, pue-des hablar de AL-ÁNDALUS, como si lo hu-bieras vivido anteayer o de los canecillos deorigen italiano en no sé cuántas catedrales, porno decir de todas las batallas de los cristianosen la Reconquista, y por otro, de la importan-cia del “subrayado”, qué habría hecho yo sinesa noción tan elemental del esquema y la uti-lización del lápiz azul y rojo, en mi oposicióna judicatura –también gracias a Trinidad Ortú-zar– no me olvido de la filosofía, esa asignatu-ra que al principio nadie entiende, porque¿quién fue Platón? y ¿Aristóteles? Y no diga-mos Kant, con esa teoría de la razón pura, perosi la palabra misma lo dice, decía mi profesorade griego, aquéllos que amaban la sabiduría,pues, qué es la filosofía sino “AMOR A LASABIDURIA” –gracias profesor RodríguezBuil–, y ahora, estudiantes del Cervantes,aprovechad, todo lo que tenéis a vuestro alcan-ce, que es mucho, sólo tenéis que dejaros lle-var, de verdad que merece la pena.

Yo os puedo decir que después de terminaren el Instituto, empecé la carrera de Derecho(otros compañeros hicieron aeronáutica, filolo-gía alemana, física, matemáticas, historia, yotros se decidieron, directamente, por el mun-do laboral, también estaban preparados y lesfue muy bien). El primer año de la carrera losaqué con la gorra, pues después del tute deCOU bastante conocía yo a Locke, Hume oDescartes, entre otras cosas, y cuando terminé,allá por el año 1997, decidí que, dado que elmercado de trabajo estaba un poco mal, apos-taría por una oposición, no en serio, seríanciertos valores que adquirí durante mi adoles-cencia, donde ahora estáis, que quise servir enalgo al ciudadano y por una lucha personal porlos derechos fundamentales de la persona, queme dije ¡quiero ser juez!, ardua tarea, no osvoy a mentir, pero hace dos años lo conseguí,y me siento feliz por ello, así que, chicos, bus-cad vuestra felicidad, puede estar en cualquiersitio, pero creo, sinceramente, que sólo la en-cuentran aquéllos que tienen libertad y éstasólo la consiguen quienes tienen la capacidadsuficiente para elegir, y eso es en definitiva loque ahora estáis aprendiendo.

Rebeca González Morajudo

Yo pasé por el Cervantes. Ahora soy juez

SSobre el escenario, humo. Un piano gris,copas azules, velas de Bali, un biombojaponés y un viejo barco de madera

brasileña. En una de las esquinas Mami, ne-gra, exuberante, africana y golosa, sostiene un

corsé de encajes negro, zapatos rojos y unsombrero con plumas. Marilyn corre entrebambalinas buscando la tentación. Muerdepinceles, moldea líneas, enreda curvas, absor-be ideas con colores que se hacen desde elhumo que la traga. Siente que con el vientoque se fuma volará sobre vientres, entre dien-

tes y cientos de mentes que se la bailan. En elcamerino de los gigantes, Dulcinea y el noblehidalgo ensayan su tango. Buscan en sus sie-nes posturas enredadas, descalzadas, presiona-das, posturas descontroladas y abandonadasque danzan y bailan y caen en el lienzo dondedescansan. Son sólo versos del artista. Humoque baila.Voces de fondo. Alguien que leepoemas. Enciende palabras que se humedecencon palabras y palabras. Palabras que llaman alas cosas con nombres distintos, con humos yverbos y otras palabras. Otra vez ese humoque se esfuma y esfumo. Es arte. Es sólohumo que protege el cielo que me fumo y des-fumo. Sobre el escenario escarlata, la bellaEscarlata. Imaginada, pintada, bordeada y, alfin, con pinceles controlada. La traga el vinoque la derrama entre bocas locas, entre olas ymás olas que la hunden desde el aire hasta elarte que la envuelve de humo. Se oyen pintu-ras con eco. Subirán el telón. Las verán, des-pués las tocarán, las soñarán y las saborearán.Bajarán el telón. Se esfumarán, se harán humoy arderán.

Houda El BakkaliEx alumna del Instituto Cervantes

Estudiante de periodismo de la Universidad de Málaga

Ilustración: Gran Teatro Cervantes, Tánger. Pintura de Consuelo Hernández

Escena con humo y humo en elGran Teatro Cervantes

Page 6: EL INGENIOSO HIDALGO - EducaMadridies.cervantes.madrid.educa.madrid.org/periodico_archivos/num7.pdf · ¿En un mundo donde la inteligencia fue-ra la capacidad de imponerse a los demás,

““LLo que uno más quiere en la vida es que loquieran”. Con estas palabras inició el escri-tor Luis Landero el pasado día 27 de marzo

el coloquio que se llevó a cabo en el IES Beatriz Ga-lindo. Comenzó analizando la que fue su primera no-vela, Juegos de la edad tardía, para dar paso a conti-nuación a una serie de preguntas. Después del actofue entrevistado por EL INGENIOSO HIDALGO.

—Hay una frase en El Guitarrista que me gustamucho y dice algo así como que “lo importante noes equivocarse, sino haber tenido el valor de ele-gir”. ¿Cree usted que merece la pena centrar todoen un sueño, en un ideal, aun a riesgo de acabarestrellándose?

—Yo pienso que alguien fracasa cuando no hace loque quiere hacer; alguien que intenta hacer lo querealmente quiere, aún cuando no le hayan salido bienlas cosas, no se puede decir que haya fracasado. A ve-ces no se hacen cosas por pereza, por falta de coraje,por falta de paciencia, por falta de valor... Pero es im-portante intentar hacer las cosas que uno quiere. Conpersistencia se consiguen muchas cosas, como hacernovelas. Yo aprendí a tocar la guitarra a base de mu-chas horas. Luego hace falta talento, pero con muchotrabajo se hacen milagros.

—¿En qué se parece usted a Emilio, el protago-nista de El guitarrista?

—Los dos aprendimos a tocar la guitarra, los dostrabajamos en un taller mecánico, los dos conocemosel amor, la amistad…

—¿Adriana, el amor de Emilio, es un personajereal?

—No, es imaginario, lo que pasa es que a veces lospersonajes imaginarios están hechos de varias perso-nas reales; no sólo de una, sino a lo mejor de tres ocuatro mujeres que he conocido, ha surgido Adriana.

—¿Qué lecturas le han influido?—Sería una lista interminable. En cada época he

tenido unos escritores que me han influido. He tenidouna etapa de literatura norteamericana o inglesa:Faulkner, Scott Fitgerald, Virginia Woolf… La litera-tura hispanoamericana de Vargas Llosa, Juan Rulfo,García Márquez, Borges, Cortázar y tantos otros tam-bién fue muy importante. Y Valle-Inclán, y Baroja, ypor supuesto los clásicos, y la novela del XIX: Balzac,Flaubert o Dostoievski.

—¿En qué momento decidió que quería dedi-carse a la literatura?

—No lo tengo claro, más o menos con quince odieciséis años, a la vez que empezaba a tocar la guita-rra. Comencé escribiendo poesía, porque siempre se

empieza por la poesía, aunque rompí todos mis poe-mas. Y poco a poco, a través de un convencimientode uno, dos, tres años, decidí que quería ser escritorpor encima de todo.

—¿Qué proceso sigue para escribir una novela?—Lo primero es tener algo que contar, que puede

surgir de un personaje, una anécdota… Hay un nú-cleo sobre el que se va escarbando, se va trabajando yse va montando una estructura narrativa, un andamia-je. Hay escritores a los que le gusta tener la estructu-ra de la novela bien montada y luego escribirlas, yosoy de esos.

—¿A cuál de sus novelas tiene más cariño?—No lo sé, yo creo que la primera y la última:

Juegos de la edad tardía y El guitarrista, pero no sa-bría decir por qué.

—¿Qué concepción tiene de la literatura en ge-neral?

—La literatura es para empezar un modo de entre-tenimiento en el sentido más alto, un modo de conoci-miento. Ayuda a mantener vivos los ojos, la capacidadde asombro, a fomentar algo fundamental para la inte-ligencia: la imaginación. La imaginación es un bienmuy raro y escaso, y hay que cultivarlo. Y el mejormodo de cultivarlo es la lectura. La imaginación esuna vía fundamental de conocimiento. Las cosas no seconocen a través de la lógica; la lógica te conduce porcaminos trillados. Es la imaginación, la subjetividad,lo que nos enseña.

—¿Cree que todas las obras tienen que tener al-go de crítica social?

—Desde luego. La literatura no es sólo un juegode evasión, no basta con contar una historia, hay quecontarla bien. Los libros tienen que impactarte. Comodecía Kafka: “Un libro es como un puñetazo en lafrente”, te tiene que mostrar cosas distintas del mun-do. Siempre ha existido la literatura de aventuras, deentretenimiento... Pero particularmente a la literaturale pido algo más; yo le pido placer, que es una diver-sión más elevada.

—¿Cuál cree que es el estado de la literaturaactual en España, cree que falta cultura, concien-cia para leer más?

—Hay buenos escritores en España y buenos lec-tores, pero sí sería conveniente que se leyera más. Ycreo que donde se forman los lectores es en las es-cuelas y en los institutos. Pero la nueva ley de ense-ñanza va camino de cargarse la literatura en ESO yBachillerato en beneficio de la lengua, y esto es unabarbaridad, porque el mejor modo de aprender len-gua es leer. Se puede terminar sabiendo mucha len-gua pero sin saber leer ni escribir bien, lo cual no sir-ve para nada. Si quieres conducir un coche, que te en-señen a conducir, pero que no te digan el motor es és-te, la gasolina ésta… Es un problema de montaje.

—¿En qué proyectos esta trabajando?—Estoy trabajando en dos cosas: una novela, pero

no te puedo adelantar el argumento porque soy muysupersticioso, y un libro de ensayos sobre literaturaerótica.

—Cambiando de tema, ¿qué opina del actualconflicto de la guerra de Irak?

—Estoy completamente indignado: es una guerrailegal, inmoral e innecesaria, que se podía haber evi-tado. Los inspectores estaban haciendo un trabajo es-tupendo; ha sido sencillamente la decisión de unpaís que tiene mucho poder y lo está demostrando,ocultando además oscuros y sórdidos problemas eco-nómicos y de fondo. El que España se haya metidoen esto es lamentable, es una decisión idiota, un pro-blema de pura ambición personal por parte de Aznar.Me parece lamentable, todo lo que se diga es poco.Voy a todas las manifestaciones, y yo creo que es lasolución. Tantos movimientos sociales en torno a es-ta pesadilla son esperanzadores, que la gente esté

despertando, que semanifiesten los es-tudiantes, que semovilicen las uni-versidades en favorde algo tan noblecomo la lucha con-tra el sufrimientodel pueblo iraquí.Es hermosa la revi-talización de las de-mocracias, de pala-bras como justicia,igualdad, libertad,que son palabrasdesgastadas y per-vertidas.

Jesús Cano - 1° E

E L I N G E N I O S O H I D A L G OE L I N G E N I O S O H I D A L G O66

E N T R E G U E R R A S

¿¿VViste la obra del año pasado, Comogustéis, de Shakespeare? Si no es así,muy mal hecho. En primer lugar, de-

jaste pasar la oportunidad de ver teatro de cali-dad, gratuito y encima representado por tus com-pañeros del instituto. ¡Qué más quieres! Pero esque encima quedamos cuartos en el IX Certamende Teatro Escolar de la Comunidad de Madrid,con premios al mejor actor protagonista (DiegoGarrocho) y mejor actor de reparto (David Sole-ra), y «nominaciones» a la mejor dirección(¡nuestra increíble e inigualable Esther Lorente),mejor actriz de reparto (Andrea Taladriz) y mejorvestuario (somos de un “apañao”...).

Este año preparamos la obra Así que pasen cin-co años, que fue curiosamente terminada por Lor-ca cinco años antes de su muerte. Subtitulada “le-yenda del tiempo en tres actos y cinco cuadros”,pertenece junto con El público y Comedia sin tí-tulo (representada por nosotros en el 2000) a eseúltimo ciclo en el teatro de Lorca, un teatro inno-vador, el que realmente quería hacer, rompiendocon la mala situación del teatro en España. Se tra-ta de una obra en la que un gran número de per-sonajes giran en torno al protagonista, el joven,que espera a su novia, con la que se casará alcabo de cinco años. El tiempo es el tema centralde la obra. Se paraliza o avanza según el antojodel autor, y los distintos personajes, que formanel mundo y la personalidad del protagonista comosi se tratara de un sueño, le dan diferentes puntosde vista sobre la forma de vivir el tiempo: vivirhacia el pasado, del recuerdo; vivir el presente, o

vivir hacia el futuro, siempre esperando. Esa es-pera es la que realmente critica Lorca, defendien-do al hombre de acción. Personajes apasionados,desesperanza, y como era de esperar en Lorca,poesía, forman esta obra a la que esperamos nofaltéis.

Carlota Morán2º de Bachillerato

Luis Landero: “La guerra de Irakes ilegal, inmoral e innecesaria”

Luis Landero nació en Alburquerque (Badajoz) en 1948. Debutócon Juegos de la edad tardía (1989), con la que obtendría el Premio Na-cional de Literatura y el Premio de la Crítica en 1990. Después le se-guirían Caballeros de Fortuna, El mágico aprendiz y Entre líneas: elcuento o la vida. En el 2002 apareció su última novela: El guitarrista.Actualmente compagina su oficio de escritor con sus clases de literatu-ra en la Escuela de Arte Dramático de Madrid.

EEs una foto de aficionado, de soldadoen campaña, pero ha detenido parasiempre un fragmento de la infamia.

Se la debemos a la costumbre que teníansus protagonistas de fotografiar la historiareal de la invasión de Rusia durante la IIGuerra Mundial. Infracción significativa,puesto que la jerarquía lo había prohibidorepetidamente; es probable que las fotogra-fías -se conservan más de este mismo suce-so- fueran halladas entre las pertenencias deun soldado muerto o prisionero.

Es el 29 de noviembre de 1941. La mu-chacha del centro se llamaba Zoia Kosmo-demianskaia y es miembro de las Juventu-des comunistas. Fue sorprendida cuandointentaba incendiar unos establos del ejérci-to invasor en Petrizewo, cerca de Moscú.Cinco meses después de su irrupción en elpaís los alemanes continuaban avanzando.Pero los partisanos eran ya muy activos cor-tando vías férreas o destruyendo puentes enlas zonas ocupadas. La respuesta alemanafue entonces particularmente brutal, muy enla línea del veneno vertido años antes porun libro detestable, Mein Kampf.

Lo primero que golpea a quien lo con-templa es la banalización del acontecimien-to por parte de quienes acompañan a la mu-chacha, que va a ser ahorcada. La estructuraformal de la escena y la sonrisa de algunossoldados nos hace pensar de inmediato enun motivo reiterado de la iconografía pictó-rica antigua: Jesucristo en su camino alGólgota rodeado de los sayones. Los solda-dos regulares que caminan despreocupadosni siquiera son miembros de las temiblesSS. Alguno fuma; ninguno lleva casco, armas, arne-ses o correajes; estamos, por tanto, en una zonacuando menos algo alejada del frente. Llevan el go-rro de campaña, alguno con orejeras; en ninguno seperciben distintivos de rango, como máximo a la de-recha lo que parece un cabo primero (Obergefreiter).¿Han decidido ellos la ejecución? Los soldados ale-manes estaban facultados para ello sin órdenes espe-ciales, y las Directrices para el comportamiento delas tropas en Rusia establecían sin medias tintas losgrupos a liquidar: comunistas, guerrilleros, judíos.

Así que estos jóvenes ya habían abdicado de ladecencia humana elemental cuando llegaron aquí.Tres años antes eran mecánicos en el Ruhr, barberosen Viena, no hay dificultad tampoco en imaginar queentre ellos había algún maestro o profesor de institu-to. Habían sido adscritos a la idiocia moral cuandolos convencieron de que luchaban “por la pureza dela raza” contra “subhombres” (de los 5.7 millones deprisioneros de guerra rusos se calcula que murieron3.3 de hambre y enfermedades no tratadas). La cri-minal agresión de junio de 1941 cogió a los soviéti-cos por completo desprevenidos, y la por su partecriminal incompetencia staliniana hizo el resto. Aquílos intrusos se dejaron los últimos restos de inhibi-ción civilizatoria; lo que son las cosas, en sus cartas

a casa los soldados nunca mencionan cosas como lasde la imagen.

El pie de la fotografía revela algo horripilante:“sometida a un brutal interrogatorio, no reveló infor-mación”. Y, al parecer, al final se volvió para incre-par así a sus verdugos: “No podéis ahorcar a 190 mi-llones de los nuestros”. A ella está claro que no lahan podido quebrar, y ahora nos parece el único serdigno en el grupo. Un cartel al cuello en la lengua delos agresores, seguramente desconocida para ella,alude a su actividad guerrillera, la palabra ‘incendio’(Brand) es legible. Más o menos una semana des-pués de la foto se detuvo la hasta entonces fulguran-te penetración alemana; en julio de 1942 los soviéti-cos recuperan Sebastopol y Rostov, algo más tardevon Paulus capitula en Stalingrado. El resto ya esotra historia.

Nota

La foto está extraída de William Fowler, El frentedel Este. Fotografías inéditas de 1941-1945, trad. deJosé Luis Tamayo, LIBSA, Madrid 20003.

Ángel RepárazProfesor de Alemán

Comentarios a una fotografíaantigua

De nuevo Lorca

E N T R E B A M B A L I N A S

Page 7: EL INGENIOSO HIDALGO - EducaMadridies.cervantes.madrid.educa.madrid.org/periodico_archivos/num7.pdf · ¿En un mundo donde la inteligencia fue-ra la capacidad de imponerse a los demás,

E L I N G E N I O S O H I D A L G OE L I N G E N I O S O H I D A L G O

MMe llamo Belén y soy la que nada en la fo-to. La mayor parte de vosotros puede queno me conozcáis ya que soy nueva en el

centro.Llevo desde los cuatro años practicando la nata-

ción, un deporte en el que se aprenden muchas co-sas; una de las cuales es ser feliz y disfrutar de todoaquello bello y no tan bello que nos rodea. Actual-mente, estoy en el R. Canoe NC, el iniciador de estedeporte en Madrid. La natación es un deporte duro ysacrificado, pero con multitud de recompensas. Elnivel que tenemos en España es excesivamente bajosi lo comparamos con el de otros países, ya que norecibimos ningún tipo de ayuda. A pesar de ello se-guimos luchando para que algún día obtengamos al-gún tipo de reconocimiento.

Yo voy a entrenarme seis días a la semana (doshoras en la piscina y una en el gimnasio del club,además): hago dos sesiones antes de ir a clase, a las6.30 de la mañana. La mayor parte de los sábados te-nemos competiciones e incluso los domingos, por loque no gozamos de un minuto de descanso.

Como en todos los deportes, dependiendo de laedad hay diferentes categorías; yo me encuentro enla categoría absoluta, lo que implica poder competiral máximo nivel. He viajado por muchos lugares,competiciones internacionales, trofeos... y he forma-do parte del equipo nacional en el año 2000.

Encontrar a un nadador totalmente satisfecho conel entrenamiento, con ganas e ilusión deportiva y vi-tal a prueba de toda dificultad es difícil, pero siemprehay alguno en todos los equipos.

Somos deportistas que nos mantenemos en com-

petición durante muchos años: unos, conocidos entodo el mundo, otros, sin tanta clase, se mantienenahí. Somos personas que disfrutamos de casi todo loque hacemos o tenemos y no perdemos el tiempoquejándonos o deseando que las cosas fueran de di-ferente manera. Sacamos el mayor partido de todoaquello que hacemos. Nos divertimos nadando, estu-diando, en el cine, en la discoteca, o en la playa.

Si el entrenamiento es fuerte, nos gusta; si coinci-de con la semana de exámenes, la afrontamos: no setrata de disfrutar lo que sucede, sino de aceptarlo taly como es.

Si hay que luchar para enfrentarse a situacionesnegativas, enfermedades, cansancio, etc., luchare-mos con entusiasmo. Reconocemos nuestros erroresy aprendemos del pasado.

Las preocupaciones no nos atormentan, no nospreocupamos por algo que puede o no salir bien,pensamos en el presente. No buscamos el aplauso delpúblico, la alabanza o la publicidad, no la necesita-mos. Y las medallas, son algo secundario.

Tenemos buen humor y nos gusta reír, nos reímosde la vida y con la gente, no de la gente. Nos toma-mos muy en serio nuestros proyectos; nos aceptamosa nosotros mismos tal y como somos.

No somos aficionados a ir a la discoteca o a fies-tas con todo el mundo, pero nos divertimos en ellas;somos dueños de nosotros mismos y no nos conver-timos en esclavos de los vicios en los que caen confacilidad otros jóvenes. Un problema es sólo un obs-táculo que hay que vencer y no un reflejo de lo quesomos o lo que dejamos de ser como personas.

No somos gente enfermiza, nos deshacemos de

dolores de cabeza o resfriados y no contamos a losdemás lo mal que nos encontramos. Nos cuidamosporque nos queremos y por ello comemos bien.

Somos personas con altos niveles de energía, ne-cesitamos menos sueño y descanso que los demásPodemos almacenar grandes cantidades de energíapara afrontar las clases y los entrenamientos y pode-mos recargarnos en poco tiempo porque nos compro-metemos en ello considerándolo una actividad esti-mulante, satisfactoria y no como trabajos forzados.Esta actitud hace que nos cansemos menos. No sabe-

mos aburrirnos. Todo lo que hacemos nos brinda laoportunidad de pensar, sentir y vivir.

Nunca sabemos lo suficiente. No nos preocupa ha-cerlo bien o haberlo hecho mal, sino la oportunidad deaprender más. No tenemos miedo al fracaso. Realizarlas cosas con excusas no nos divierte. Queremos ganarpor nuestros méritos y no por el fallo de los demás. Nocompetimos contra ellos, sino contra nosotros mismos.

Belén Ramiro Rodríguez1º Bachillerato C

77

E S T U D I O Y D E P O R T ELa madurez de la nadadora estudiante

MMe llamo Andrés y actualmente curso 1º debachillerato. Soy ese que corre con el ba-lón en la fotografía. Desde muy pequeño

me gustó el fútbol, jugué en un equipo del barrio pa-ra posteriormente pasar a la cantera del Atlético deMadrid; esta temporada estaba en la categoría de Ju-veniles, sin saber la dificultad que esto entrañaríapara con mis estudios.

Hoy en día la práctica de un deporte a un cierto ni-vel se convierte en una tarea algo complicada. Com-paginar los entrenamientos, que no son pocos, con losestudios se convierte en un trabajo costoso que mu-

chas veces suele acabar mal. Para poder llevar las doscosas por buen camino hay que tener la mente muydespejada y saber aprovechar cada minuto del día.Cuando eres pequeño, todo va bien pero a medidaque uno alcanza la adolescencia el número de entre-namientos aumenta y la intensidad de estos también;por si fuera poco, los estudios cada vez se hacen másduros y la mente en esta etapa de la vida no está deltodo despejada.

Para enfrentarse a todo esto la actitud del depor-tista ha de ser fuerte, luchadora y sacrificada. Dichoasí es fácil, pero cuando uno después de seis horas deinstituto, dos horas de entrenamiento que se convier-ten en tres horas y media con los desplazamientos,llega a casa y tiene que ponerse delante de los libros,estas palabras ya no tienen el mismo sentido para él.

Además de este sacrificio, también hay que saberrenunciar a las cosas de la juventud; en muchas oca-siones, mientras tus amigos van a la discoteca o al ci-ne, tú tienes que recuperar el tiempo que has perdidodurante la semana por los entrenamientos.

El deporte es sacrificado y duro, pero no todo esmalo en él, la felicidad que te proporciona practicar-lo y las recompensas que te puede aportar compen-san en gran medida todos los contratiempos anterio-res. La práctica de un deporte no debe de dejar de la-do los estudios, esto nunca debe pasar, porque puedesuceder que las cosas que pretendes alcanzar con élnunca lleguen, por lesiones y otros contratiemposajenos a uno mismo que pueden surgir; debido a es-to los estudios se convierten en el pilar básico que teproporcionará beneficios para ayudarte a vivir mejoren el futuro.

Andrés Novoa1º Bachillerato

A veces acaba mal

EEl tenis español es un deporte que, como otros,al ganar un título o trofeo importante comofue, por ejemplo, la Copa Davis, adquirió

más aficionados, que hoy van a clases extraescola-res, polideportivos o clubes donde practicar un de-porte completo y divertido adaptado al nivel de cadauno; algo así ocurrió también cuando España se cla-sificó para la final de la Davis, con Manolo Santanaa la cabeza, jugando contra Australia allí, en hierba,en la época de nuestros padres. No ganamos el títulopero igualmente hubo otro “boom” del tenis.

También hay seguidores que, a pesar de no practi-carlo apenas, les gusta seguir por televisión a losgrandes como Juan Carlos Ferrero, Alex Corretja,Albert Costa, Carlos Moyá, Arantxa Sánchez Vicario(antes) o Conchita Martínez, pero además de todosestos conocidos tenistas hay muchos otros, entreellos, chicos y chicas jóvenes, con mucho futuro quecada vez hacen mejores apariciones en circuitos ytorneos superando a algunos de los más conocidos;entre esos chicos y chicas están, Feliciano López,David Sánchez y Anabel Medina.

Nantu Arroyo GarcíaTenista y alumna de la ESO

Las nuevas promesas del tenis español

SSoy uno de los estudiantes de bachillerato quecompaginan el deporte con los estudios. Enesta foto me han cogido resolviendo un exa-

men de Lengua. Esto me obliga a ser responsablecon las dos actividades. Practico el baloncesto y meentreno todos los días de la semana: hay días quefalto a clase porque tengo que entre-narme por la mañana. Tengo la obli-gación de ir a los entrenamientos por-que ya estoy en un nivel que esprofesional.

Un fin de semana sí y otro no, ten-go partido fuera de Madrid. Estos via-jes, por una parte, son bonitos porqueconoces ciudades y, por otra, resultanduros, pues si perdemos el partidodespués de estar viajando durante cua-tro, cinco o seis horas tenemos quemeternos otra vez el mismo viaje devuelta tristes por el resultado. Sueloirme de viaje el viernes y suelo volverel domingo, a veces de madrugada,aunque a las ocho y media del lunestengo que estar en el Cervantes.

La verdad es que llevo un ritmo devida duro, aunque para la gente quedesde fuera me ve piensa que no escomplicado. Yo no tengo tardes libresy no salgo casi ningún fin de semana,

como hacen los chicos de mi edad por lo general.En definitiva, es difícil compaginar estudio y de-

porte, pero si te gustan las dos cosas, ambas se pue-den sacar adelante.

Sergio Delgado1º de Bachillerato

Baloncesto

EEn primer lugar me presento: soy Lucía, es-tudiante de segundo de bachillerato y ¡ju-doka!

¿Qué es el judo?

Es un arte marcial, el único considerado deporteolímpico, y nos permite desarrollar tanto lo físico(cualidades como agilidad, velocidad...) casi sin dar-nos cuenta, como lo psíquico, y nos enseña a contro-lar nuestra agresividad. En este deporte se requierede una preparación aeróbica (como los corredores) yanaeróbica (levantadores de pesas). Es un deporte decontacto en el que no se utilizan golpes, sino que seemplean, en sus dos tipos distintos, distintas técni-cas:

— En judo pie: técnicas de proyección (derribodel contrario).

— En judo suelo: estrangulaciones, luxaciones yinmovilizaciones.

¿Por que me gusta?

Empecé a los 4 años, con un cinturón blanco: pa-ra mí era una hora de juego después de clase. Actual-mente, soy cinturón negro, y el ejercicio se ha con-vertido para mí en algo a lo que entregarme por com-pleto y a lo que espero enfocar mi vida. Poco a pocodejé de verlo como un juego y empecé a verlo como

una asignatura más, que realmente me interesaba, se-gún iba aprendiendo me fascinaba más. Y con el cin-turón negro llegué a un punto donde reflexioné so-bre dónde había llegado y lo que había aprendidocon quince años y hasta dónde me quedaba por llegary por aprender con toda la vida por delante. Y me dicuenta de que nunca y en ninguna circunstancia loiba a dejar.

Los pasados días 15 y 16 de febrero se celebró elCampeonato de judo de la Comunidad de Madrid,categoría júnior (sub-20), en el que me hice con él tí-tulo de campeona de Madrid, de lo que estoy tre-mendamente orgullosa, ya que de alguna manera setendrá que ver recompensado el esfuerzo y, en mi ca-so, el campeonato ha sido un premio aunque aspiro amás pero “la casa no se empieza por el tejado”. Estome supuso la clasificación para el campeonato de Es-paña, que se celebrará el sábado 1 de marzo y queespero con ansiedad, ya que al año pasado no salímuy bien parada aunque también es verdad que en elde Madrid, mi puesto era inferior al de este año aligual que mi preparación; por lo tanto, tengo espe-ranzas, aunque no sean excesivas.

(P.D.: El 1 de marzo no me sonrió la suerte. ¡Otravez será!)

Lucía Martín Pérez2º Bachillerato

¡El judo en mi vida!La vida de la ganadora del Campeonato de Madrid

Page 8: EL INGENIOSO HIDALGO - EducaMadridies.cervantes.madrid.educa.madrid.org/periodico_archivos/num7.pdf · ¿En un mundo donde la inteligencia fue-ra la capacidad de imponerse a los demás,

E L I N G E N I O S O H I D A L G OE L I N G E N I O S O H I D A L G O

Entrevista a Anabel Medina Ganadora del Masters Nacional Femenino

HH emos entrevistado a una de las mejores tenistas españolas, Anabel Medina, que ha ga-nado el Masters Nacional Femenino, un torneo para elegir a la mejor jugadora espa-ñola del año, en el que superó a Arancha Sánchez Vicario, Conchita Martínez y Mar-

ta Marrero entre otras.

—¿Cómo empezó en esto del tenis?—Vivo en Torrent, Valencia, y mi padre iba mucho al polideportivo de allí a jugar al frontón, y

de tanto ir y venir, a los 7 años me apunté aclases de tenis.

—¿Cuál es o ha sido su ídolo?—Desde siempre: Pete Sampras. —¿Cuándo supo que le gustaba real-

mente y quiso dedicarse a ello?—Nunca dije “ahora quiero dedicarme a

esto”, surgió. Jugaba torneos en Valencia, lascosas me iban bien y empecé a jugar fuera.

—¿Cuándo empezó a entrenar duro?—A hacer preparación física, a los 16 ó 17

años, por aquello de dejar desarrollarse alcuerpo.

—¿Qué entrenamiento sigue?—De 9 a 12 tenis y de 12:30 a 14:00 o

14:30 preparación física. Por las tardes, elhorario depende de si hay torneo o no.

—¿Cuáles han sido sus torneos más im-portantes?

—El Masters nacional –que gané– y los 4Grand Slams.

—De la lesión pasada sufrida en la rodi-lla, ¿cómo se recuperó?¿la aceptó bien?

—Sí, la acepté bien, no me vine abajo,sólo me afectaba cuando me dolía.

—¿Qué alimentación sigue?—Ahora no sigo ningún régimen especial,

con la lesión perdí peso y tengo que recuperarlo, también estoy tomando complejos vitamínicos.Durante los torneos como mucha pasta, es lo que más aporta, sobre todo hidratos. Algo que siem-pre me ha dicho la gente es que debería evitar comer tantas chucherías, pero soy muy golosa y meencantan.

—¿Qué se necesita para jugar al tenis?—Además de formación física, hace falta mentalidad ganadora. El tenis es un deporte individual

y muy competitivo. Estás tú sola, sin un equipo que te ayude en un mal día, como en volleyball obaloncesto, y te tienes que buscar la vida

—Ventajas e inconvenientes de su profesión:—Ventajas: se conoce a mucha gente, y siempre muy sana, todos están relacionados con el de-

porte. De hecho, mi mejor amiga es mi compañera de dobles, Mª José Martínez. Inconvenientes:el tiempo de ocio que pierdes, sobre todo antes, cuando era niña, lo notaba más.

—Alguna anécdota.—Al volver a España cuando me lesioné, en Barcelona, el hombre que pedía la tarjeta de em-

barque me reconoció, y me dijo “Anda chiquilla, mira que nos hiciste sufrir”.—¿Quiere hacer algún llamamiento?—Sí, me gustaría que hubiese más medios. Por ejemplo, en Italia las niñas pueden jugar muchos

torneos sin necesidad de salir de su ciudad, eso sería lo ideal.

Nantu Arroyo GarcíaTenista y alumna de 3º de la E.S.O.

Astrid Sánchez, entrenadoranacional de gimnasia rítmica

LLa gimnasia rítmica no es un deporte muy conocido en España. Por eso he querido hacer estaentrevista y darlo a conocer. Astrid Sánchez Villazva es una persona normal, aunque, comomuchas otras, se dedica a la enseñanza de un deporte: la gimnasia rítmica. Tiene un alto ni-

vel como deportista. Astrid es alta, más bien delgada, morena, de ojos negros. Astrid tiene un ca-rácter fuerte. Siempre viste con ropa deportiva. Tiene treinta años y lleva, según nos cuenta, vein-ticuatro con la gimnasia. Astrid ha pertenecido a la selección nacional y, por tanto, ha participadoen competiciones dentro y fuera de nuestras fronteras. Sus gimnastas han ganado en muchas oca-siones medallas de oro y suelen competir a nivel nacio-nal, como en los Campeonatos de España.

Celebramos esta entrevista una tarde en el polidepor-tivo de Portazgo, enfrente del campo Teresa Rivero, enVallecas; allí Astrid ejerce como entrenadora nacionalde gimnasia rítmica.

—¿Qué persigue la práctica de la gimnasia?¿Cuáles son sus objetivos?

—Principalmente se trata de llegar a expresar los sen-timientos a través de los movimientos corporales.

—¿Qué características físicas se exigen para prac-ticar este deporte?

—Primeramente, que te guste mucho y ser muy res-ponsable; después, una tipología física adecuada; tam-bién mucha flexibilidad. Otros aspectos importantes sonla habilidad manual, reflejos, velocidad de reacción...Desde los cuatro años, ya puede practicarse este depor-te.

—¿Qué aporta la gimnasia a quienes la practican?—El desarrollo físico (las cualidades físicas más

esenciales) y también el cultivo de valores tales como la capacidad para el trabajo en equipo, y laconsecución de cualidades como el adecuado sentido del ritmo.

—Popularmente se dicen algunos disparates como que es un ejercicio que entraña ciertospeligros o que puede tener desagradables consecuencias físicas, como la deformación.

—Nada de eso es cierto. La práctica de la gimnasia no entraña ningún peligro si se realiza adecua-damente y de ninguna manera puede deformar físicamente a la gimnasta. Tampoco es verdad, comose oye a veces, que se administren medicamentos para detener el desarrollo de las ginmastas.

—Cuando tus chicas obtienen una victoria, ¿cómo reaccionas?—Me siento enormemente orgullosa de ellas y veo mi trabajo y mi esfuerzo inmensamente re-

compensado.—¿Y cuando pierden?—Al principio, una gran decepción; después reflexiono sobre los fallos que ha habido y sobre la

forma de corregirlos.—¿En qué te fijas para eligir a una gimnasta?—En que sea muy trabajadora y constante, aparte de que tenga la tipología necesaria.—¿Crees que alguna de tus gimnastas irá a las olimpiadas de 2004 en Atenas?—No; las participantes están elegidas desde que eran muy pequeñas.Dejamos a Astrid en el polideportivo. Seguirá entrenando a chicas como yo, a las que nos ha

atraído este deporte, al principio, por el espectáculo, después, por la satisfacción de su práctica dia-ria. Practicar este tipo de gimnasia compensa, aunque requiera mucho esfuerzo y tanta renuncia: tepriva de salir con amigos y amigas, ir a patinar...; de todos modos merece la pena. A veces se lodigo a mis amigos: no me aburre llevar ya ocho años practicando la gimnasia rítmica, pues siem-pre se puede mejorar. Lo único que el público ve son los tres minutos que dura una actuación.«¡Qué bonito!», suelen decir. Y apenas le dan más valor; pero esa actuación nos ha supuesto me-ses y meses haciendo un ejercicio y en esos tres minutos nos lo jugamos todo.

Soraya Rodríguez Oronoz1º de la ESO y gimnasta desde los 4 años

88

D E P O R T E S

ANUNCIO

Page 9: EL INGENIOSO HIDALGO - EducaMadridies.cervantes.madrid.educa.madrid.org/periodico_archivos/num7.pdf · ¿En un mundo donde la inteligencia fue-ra la capacidad de imponerse a los demás,

E L I N G E N I O S O H I D A L G OE L I N G E N I O S O H I D A L G O

MMe llamo Svetlana Ivanova Razvigorska, vengo deBulgaria y estudio bachillerato en el Cervantes. Mipaís está situado en la Península Balcánica, a unos

tres mil kilómetros de España. Es un país muy bonito, aunqueen este momento tiene la economía y la política en malas con-diciones. No ofrece trabajo a sus ciudadanos y por eso ellosabandonan su patria.

Tengo 18 años, que acabo de cumplir aquí, en España. Cuan-do vine, tenía 16. Vivo con mi familia. Mis padres trabajan aquí;mi hermano está estudiando tercer curso de Primaria. Vine a Es-paña porque mis padres decidieron quedarse aquí de momento.El viaje hasta aquí lo hice en autobús, con mi abuela, la herma-na de mi madre y dos chicos. El viaje fue largo, pero emocio-nante, y se pasó rápido porque esperaba ver a mis padres. Lle-gamos a la Estación Sur de Autobuses, en Méndez Álvaro, endonde, por fin, vi a mis padres. Fue un momento muy feliz yemocionante porque no nos habíamos visto desde dos años an-tes. Lloramos mucho, pero no de tristeza, sino de alegría.

Desde aquel momento mi vida cambió radicalmente. He co-nocido a mucha gente nueva; allí dejé a todos mis amigos, a misabuelos y primos, pero ahora lo más importante es que estoyjunto a mi familia. Se puede vivir sin amigos, pero sin padres esimposible. En Bulgaria me quedaban sólo dos años para termi-nar mi Secundaria e iba a pasar directamente a la universidad.

En mi país había estudiado el español durante dos años, pe-ro aquí he mejorado mucho. Ahora pienso hacer una carrera(Derecho). Aunque mi vida cambió mucho, yo no me deprimo,porque sé quetengo ganas deluchar y conse-guir mis metas.Si se lucha poralgo, siempre seconsigue el ob-jetivo. Hay quetener fe.

Ojalá algúndía regrese a mipaís para ser fe-liz allí dondenací y en donde tuve mi infancia. La gente que conozco y losprofesores que he tenido hasta ahora me han aceptado tal y comoyo quería. Por eso, muchas gracias a todos. Estoy muy contentaviviendo en España y a lo mejor, si de nuevo tuviera la oportuni-dad de elegir un lugar en el que vivir, seguro que vendría aquí.

Svetlana Ivanova Razvigorska1.º de Bachillerato

99

D E S D E L E J O S , P E R O T A N C E R C A . . .

«Se puede vivir sin amigos, pero no sin padres»

IInmigración, inmigración según un diccionario cual-quiera es: «Llegada de personas a un lugar para viviren él».

En este caso el «lugar» elegido es España, que como todossabemos sufrió y sufre un aumento de población masivo.

Yo no quiero hablar sobre qué es la inmigración, porque a mijuicio ya lo sabemos todos por el diccionario; de lo que quierohablar es de la definición que nos dan sobre dicho fenómeno enlos medios de comunicación y en nuestro propio entorno.

A mi modode ver las co-sas, que no tie-ne que ser elmismo que elde los demás,las personasque abandonansu país paravenir a uno ex-tranjero delque en algunoscasos no saben

nada, excepto que el viaje para un futuro «mejor» cuesta deter-minados euros o determinados dólares, no lo estarán pasandomuy bien. Lamentablemente no reciben la información que anosotros desdichadamente nos repiten hasta la saciedad: «Lle-gada de una patera a las costas con inmigrantes ilegales. A bor-do viajaba una mujer embarazada y siete niños de edades com-prendidas entre los dos y los ocho años. En el viaje fallecieroncuatro hombres y dos mujeres». Y digo que nos la repiten por-

que siguen llegando en esta situación muchas personas con laidea de poder trabajar, tener una casa y una buena educación pa-ra sus hijos. En algunos de los casos se encuentran con genteque piensa la gran barbaridad de: «A este paso nos quitan el pa-ís»... pero, ¡por favor!, ni que el país fuera de él o nuestro en es-te caso, debe de ser que no nos acordamos de cuando eran losespañoles los que emigraban de España para una vida mejor.

Sólo tengo una idea clara: que yo, como todos, estoy aquípor casualidad y que el país no es mío, es de todos los españo-les y de la gente que lo necesite.

Dentro del grupo de los inmigrantes también vienen inmi-grantes legales con sus permisos de residencia, sus pasaportes ytodos sus documentos en regla, pero con el mismo deseo: en-contrar casa, educación, dinero y la calidad de vida que no en-cuentran en su país. Para las familias que se separan no debe deser nada fácil, pero siempre tendrán la esperanza de que si haysuerte podrán estar todos juntos.

Mi conclusión es que ni los inmigrantes son buenos ni sonmalos, porque mucha gente los define de una manera o de otra,son como nosotros, algunos buenos, otros malos, a unos les gus-ta esto y a otros nos gusta lo otro.

Mi forma de pensar es que eso de a mí me molesta este por-que es extranjero no es correcto, a ti te molesta ese porque temolesta, independientemente de donde sea. Yo no pienso quetengan nada mío, excepto respeto como todas las personas a lasque no he tenido el gusto o el disgusto de conocer, y si tuvieranalgo mío se lo dejo.

Sandra Rivera Flores1º de la ESO

La inmigración

EEra un día del verano de 2001. Hacía mucho calor. Depronto recibí la noticia de que tenía que ir a vivir conmi madre, que estaba muy lejos, en Madrid, una ciudad

desconocida...Me puse muy contenta al saber que pronto vería a mi ma-

dre y estaría junto a ella después de cuatro años sin verla (nola había vuelto a ver desde que cumplí los 11 años hasta los 15años que tenía en ese momento). Pero mi dicha no era com-pleta. Aparte del sentimiento de felicidad, también sentí unaenorme tristeza porque tenía que dejar a gran parte de mi fa-milia y a mis amigos. A todos les conté que pronto haría unlargo viaje para ver a mi madre. Ellos se pusieron muy con-tentos al saber que mis sueños se harían realidad.

Pasaron los días y disfruté al máximo de las últimas sema-nas, días, horas, minutos y segundos con todas las personas a lasque quiero. Al fin llegó la hora de la despedida en el aeropuerto.Mis amistades fueron a despedirme y me dijeron que a pesar dela distancia, los grandes amigos no se olvidan. Fue una despedi-da muy triste porque sabe Dios cuándo los volveré a ver.

El avión despegó rumbo a Madrid. Estaba muy ilusionadaal saber que vería a la persona que más quiero en el mundo.Anduve imaginando durante todo el viaje cómo sería el reen-cuentro con mi madre. Me empecé a preguntar muchas cosas:¿cómo estaría?, ¿habría cambiado?...

Durante el largo viaje conocí a muchas personas que ibancomo yo a Europa: a España, a Italia, a Francia, a Alemania...También traté de imaginarme cómo iba a ser mi vida en Madrid.Para empezar, sabía que no tenía ningún amigo ni ninguna ami-ga salvo a mi madre, pero no me importaba nada más que ver aesa persona que me había dado la vida, a la que le debo todo loque soy y que al final del trayecto encontraría muy feliz.

En el avión me acordé de que a la hora de la despedida mis

amigos me habían dado un regalo. Lo abrí en ese momento yencontré... ¡un montón de tarjetas y de cartas! Hablaban deamistad, la amistad que habíamos tenido durante el transcursode mi vida.

El viaje se me hizo muy corto. Cuando bajé del avión, todoocurrió como lo había imaginado. Y como verán ustedes aho-ra estoy aquí, en Madrid, redactando sobre el viaje más largode mi vida, un viaje que no tiene retorno. Y con una experien-cia vivida muy importante e inolvidable: la experiencia de laamistad y, sobre todo, la del cariño por mi madre.

Elisabeth Atanazio4º de la ESO

SSoy alumna del Cervantes desde el año 2001. Llegué enmitad del curso sin saber hablar castellano ni conocerprácticamente nada de la cultura y modo de vida ma-

drileños, para continuar mis estudios. Tuve la suerte de vivir yconocer distintos países con diversas culturas: la búlgara, lafrancesa, la tunecina, la sueca, la española ahora, en la que meestoy integrando cada día más gracias a mis profesores, com-pañeros y mis amigos, que me permitieron sentirme como unamás entre ellos y formar parte de esta sociedad. Al principiome sorprendió la amabilidad de la gente y la calurosa acogidaque me tributaron. Sin embargo, fui descubriendo después queson cualidades que forman parte de esta cultura y de esta for-ma de ser. En realidad, los españoles son gente curiosa, llenade alegría, que reacciona de forma espóntánea y natural contranquilidad en su toma de dicisiones y experta en vivir dis-frutando cotidianamente. Estos son rasgos que los caracte-rizan frente al resto del mundo. De todos los países que hevisto, este es el más interesante y en el que más fácilmente sepuede adaptar un extranjero. Esa es mi experiencia.

Durante mi estancia aquí, he visitado varias comunidadesespañolas y por los grandes territorios que abarca España, senota el cruce entre las diversas culturas que a lo largo de lossiglos influyeron de distinta forma en cada zona. Esto me re-cuerda en cierto modo a mi propia vida, con una mezcla devarias culturas a lo largo de mis 17 años. Estas diversas for-mas de vida hicieron que tuviese una perspectiva amplia yampliara mis nuevos horizontes dispuesta a que se enriquezcami forma de ver el mundo y tener la oportunidad de escoger lomejor de cada una de aquellas culturas.

Me considero privilegiada ya que no todo el mundo tiene la

suerte de viajar y conocer otros países. A pesar de que muchasveces te sientes desconcertado cuando te preguntan de dóndeeres. Lo cierto es que para la mayoría de las personas es muyfácil decir soy español, francés o inglés, pero para mí es unapregunta de las más difíciles, ya que soy búlgara por mis docu-mentos de identidad, pero en realidad no me siento como tal yvaya donde vaya siempre seré extranjera. Algunas veces meparo a pensar en lo que he vivido y lo que he experimentadohasta ahora y me resulta triste ver que cada vez que logro inte-grarme en un país y consigo adaptarme al modo de vida (mepasó ya en Francia o en Túnez), me toca otra vez abandonarloen búsqueda de nuevas aventuras, pero al acordarme de las ex-periencias ya acumuladas y del lado positivo, no me echo paraatrás y no cambiaría mi vida por la de ninguna otra persona. Lomás positivo es queestos viajes meconvirtieron en unaciudadana del mun-do y me permitie-ron aprender cincoidiomas que por sertan universales mepermitieron sentir-me cómoda y com-prendida en cual-quier lugar delmundo.

Sally Djabo1.º de Bachillerato

Un largo camino

EEl viaje más largo que yo he hecho ha sido desde Perú aEspaña. Fue mi primer viaje en avión. En el momentodel viaje no pensaba ni en el avión ni en el país al que

me dirigía a pasar el resto de mi vida, sino que sólo tenía enla mente el sentimiento intenso de que iba a estar con mis pa-dres. Ellos solían ir a Perú cada seis meses, pero para mí unmes era tan largo como medio año; por eso no pensaba nadadurante el viaje, sólo quería que duraran poco las semanas ylos días que me separaban de mis padres, y reencontrarme conellos.

Cuando empecé a despedirme de mis amigos, de mis pri-mos, de mis tíos, de mis abuelos... para irme desde Trujillo(provincia en la que vivía) a Lima (la capital del país), empecéa comprender que no era tan fácil abandonar a tu gente, el lugardonde naciste para ir a un país totalmente desconocido. Desdeese momento empecé a tener cierta tristeza; y durante el viajeno paré de pensar en mis amigos y en mis familiares, que se ha-bían quedado allí. Cuando llegué a Lima me fui poniendo ner-vioso pensando en el viaje que me aguardaba. Mis padres medecían que en el avión no se sentía nada especial, que era comoestar en un restaurante lleno de gente. Cuando llegó la hora deirse, notaba un cosquilleo en el estómago, no sabría explicar dequé era, pero cuando viajaba en el avión entendí que ese cos-quilleo era la curiosidad por saber cómo sería viajar en el avión.Durante el viaje no me moví ni para ir al aseo porque en ese

momento tenía un poco de nervios por si pudiese ocurrir algo,pero luego me llenó de alegría escuchar por el altavoz del aviónque ya íbamos a aterrizar en Madrid.

Hanz Silva Narváez 4º de la ESO

Mi primer viaje en avión

LLlegué a España en el verano de 1990. Los primeros años,y especialmente el primero, los recuerdo con una sonrisa.Supongo que la ilusión que siente una niña de cuatro añi-

tos ante la aventura de viajar a un país lejano y desconocido hi-zo que el cambio de Estados Unidos por España no fuese de-masiado duro.

Tengo recuerdos muy bonitos de aquel entonces: mi primerviaje en avión, la vecina de abajo escandalizada al vernos co-rretear por casa descalzas, el carnicero del mercado que nos re-galaba «sugus», nuestra primera Navidad, la ilusión de la Ca-balgata...

Muchas veces la gente me pregunta si me resultó muy difí-cil aprender el castellano, pero la verdad es que no me acuer-do. Cuando nos mudamos a Valencia (antes vivíamos en Ma-drid), comencé a ir al colegio. Aunque tengo un vago recuerdo

de no entender muy bien a la profesora, no puedo decir: «¡Ah,sí! A partir de entonces supe hablar en español». Es difícil ex-plicarlo, pero el castellano es tan lengua materna para mí co-mo el inglés. Por eso me resultan muy graciosos los comen-tarios que hacen algunas personas al descubrir que no soy es-pañola de nacimiento. Unos dicen: «Pues no se nota para na-da». Otros: «¡Ay!, casi no tienes acento. Claro que si no fuerasrubia, a lo mejor pasabas por española».

Un día, en una tienda, me fue dificilísimo contener la risacuando la propietaria me aseguró, después de que yo le habíacomentado que no nací aquí: «Se nota muchísimo: tienes unacento muy americano».

Aún más interesantes, y a veces disparatadas, son las presu-posiciones que los españoles hacen sobre Estados Unidos o quelos americanos hacen sobre España. Por lo general, aquí son deltipo de: «Y allí, en Norteamérica, coméis siempre pizza y ham-burguesas, ¿no?» o «Por allá son todos ricos, ¿verdad?». En Es-tados Unidos una niña me preguntó si aquí en España teníamosordenadores y televisores.

Bueno, risas aparte, la pregunta más común que me suelehacer la gente es: «¿Qué país prefieres?». Por lo general les res-pondo con una sonrisa y unas cuantas frases un tanto ambiguas.Creo que la razón por la cual no puedo dar una respuesta direc-ta a esta pregunta es que no me considero ni americana ni espa-ñola, aunque en mi pasaporte se diga «estadounidense» y en miDNI «extranjera». Soy una mezcla de las dos culturas.

A veces cuando me pongo a pensar sobre este tema, me di-go a mí misma: «Ojalá me hubiera criado sólo en EstadosUnidos o sólo en España. Sin haber hecho tantas mudanzas ytantos cambios la vida habría sido mucho más fácil». Peroluego me doy cuenta de la riqueza que me ha ofrecido una vi-da multicultural; lo que me ha hecho aprender a través de si-tuaciones difíciles, estar al otro lado del Océano en el que es-tán mis abuelos y el resto de mi familia, tener que pasar porlo que parecen miles de traslados... He podido aprovecharesos «malos» ratos y crecer, no de un modo físico, sino men-tal y espiritual.

Erica May Satterthwaite1º de Bachillerato

«Me siento una norteamericana de Madrid»

«Vaya a donde vaya siempre seré ciudadana del mundo»

¡GRANDES VIAJEROS!En el Cervantes estudian bastantes chicos y chicas que han nacido amuchos kilómetros de Madrid. Proceden de países que están al otrolado del Atlántico o mucho más allá de los Pirineos o de Gibraltar.Algunos de ellos han aceptado nuestra invitación a contarnos susviajes y sus experiencias.

Page 10: EL INGENIOSO HIDALGO - EducaMadridies.cervantes.madrid.educa.madrid.org/periodico_archivos/num7.pdf · ¿En un mundo donde la inteligencia fue-ra la capacidad de imponerse a los demás,

E L I N G E N I O S O H I D A L G OE L I N G E N I O S O H I D A L G O11 00

B I E N V E N I D O S A L C E R V A N T E S

Empieza el Curso

Grandes y pequeños mezclados

LLos primeros días de clase me sorprendió lo grande que erael instituto. ¡Y la cantidad de alumnos que había! Me sor-prendió sobre todo ver mezclada a gente tan mayor con no-

sotros, los nuevos, los recién llegado, tan pequeños...Al llegar al instituto, necesitas adaptarte al nuevo centro, a un

horario tan distinto del que había en el colegio, a los nuevos com-pañeros... Hay que acostumbrarse, además, a tener un profesorpara cada asignatura (antes teníamos un profesor para casi todaslas asignaturas).

La primera vez que bajas al patio vives una sensación muy ex-traña.

Fueron pasando las semanas y nos fuimos acostumbrado a la nueva situación. Yo es-toy muy contento de estar matriculado en el Cervantes, donde ha estudiado gente muyimportante y en donde fue profesor el escritor Antonio Machado.

Juan Coronado Peláez1º de la ESO

La gran novedad durante este curso ha sido la llegada alCervantes de los alumnos diurnos del primer ciclo de la En-señanza Secundaria Obligatoria. Durante el verano de 2002se acometieron las obras necesarias en las aulas del edificioanejo y empezó el nuevo curso con un instituto rejuvenecido.Recuérdese que hace muchos años estudiaban en los institu-

tos todos los alumnos de bachillerato, desde los diez años;ahora han vuelto aquí los más jóvenes, los que habitualmen-te terminaban los cursos de 7.º y 8.º en los colegios de nues-tra zona. Han venido cargados de ilusiones. Por eso les he-mos cedido esta doble página y los hemos invitado a contarsus cosas.

La presentación

Un poco de mala fama

LLa víspera de empezar el curso no podía dormir: estaba muynerviosa porque al día siguiente era la «presentación» (ni si-quiera sabía qué quería decir eso exactamente; sólo sabía

que tenía que ir a las once y media al Aula Magna). Cuando entréallí, me quedé alucinada; era una sala muy grande y todos los ni-ños hablaban. Yo me sentía como un bicho raro porque no teníaamigas. Luego nos hicieron subir a las aulas; mi clase me pareciómuy extraña y pensaba que nunca llegaría a encajar en ella. Lamayoría de mis compañeros ya se conocían porque venían del co-legio Legado Crespo; yo, en cambio, no conocía a nadie, pues ve-nía del Ciudad de los Ángeles.

Durante el primer mes me di cuenta de que no todo era fácil y que me tenía que adap-tar, pero aún pienso en mis amigos de 6.º C y creo que es la mejor clase que he tenido;al principio me resultó difícil separarme, porque llevaba con ellos desde los cuatro añosy creía que no los volvería a ver, pero he descubierto una cosa muy importante: los ami-gos de verdad nunca se separan. Sigo quedando con mis antiguas amigas. ¡Hay tiempopara todo!

El primer día de clase me sentía observada, por lo tanto, algo incómoda. Creía que mehabía tocado el peor curso que existía debido a que el primer día ya teníamos mala fama,porque un niño pegó a otro; bueno, total, un lío patatero. Ahora también es malo mi gru-po, pero sólo son dos los que molestan y por eso pido que dejen de molestar, para que nonos excluyan de las excursiones sin tener culpa y nos castiguen por ellos.

Soraya Rodríguez1.º de la ESO

¡¡No hay quienme calle!!

EEl primer día en el Instituto fue muymalo. Vine contenta, pero cuando lle-gué me dijeron mis amigas: ¡No vas

con ninguna de nosotras! Yo me asusté. En elAula Magna, durante la recepción, estuve porirme a casa, pues estaba muy triste.

El primer día de clase me senté con Johan-na, y luego empecé a hablar con Paula, Aran-cha, Bárbara, Marina, Laura... Antes no ha-blaba, pero ahora ¡no hay quien me calle!

Estefanía Gómez Jiménez1º ESO

Hablaban muy bonito

AAl principio, cuando he entrado en la clase y he visto a todos mis compañeros, mesentía muy alegre. Cuando entraron los profesores en la clase, estaba emociona-da. Los profesores hablaban muy bonito conmigo y con mis compañeros. Los pro-

fesores se han comportado muy bien. Me sentía muy asustada porque no sabía muy bienhablar español, pero los profesores me entendían. Lo que más me asustaba era suspenderlas asignaturas.

Cuando me he enterado de que hay una chica rumana en mi clase, me he puesto muyalegre.

Alexandra Elena Mocean1º de la ESO

Mejorando el rendimiento

LLa vida de Ángel en el Cervantes empezó con mala pata, ya que Daniel, su mejoramigo de toda la vida, estaba en una clase distinta a la suya. Ángel y Daniel seveían en el recreo y a veces iban a la biblioteca, sobre todo cuando uno de los dos

tenía un examen, o simplemente a leer el periódico. En la clase de Ángel había treinta ydos niños, de los cuales Ángel sólo conocía a Marina, Laura, José e Izán. También cono-cía a Ivette, pero menos que al resto. Ángel hizo muy pocos amigos aparte de los que yaconocía. Los amigos que hizo fueron: Alexandra, Johanna, Fanny y Arancha. Los prime-ros días Ángel bajó un poco su rendimiento académico, ya que él siempre sacaba notableo sobresaliente y ahora sólo sacaba suficiente o bien, pero en cuanto se adaptó, regresó asu rendimiento académico normal. Algunos chicos se meten con Ángel, pero eso le hapasado desde que iba a preescolar y no le da importancia. A Ángel casi le ponen un par-te por salir del Instituto mientras otro niño lo esperaba.

P.D.: Entre la gente a la que conocía se me ha olvidado poner a Bárbara.

Ángel Ramón Martínez Bastida1º de la ESO

NA

ND

O

Page 11: EL INGENIOSO HIDALGO - EducaMadridies.cervantes.madrid.educa.madrid.org/periodico_archivos/num7.pdf · ¿En un mundo donde la inteligencia fue-ra la capacidad de imponerse a los demás,

E L I N G E N I O S O H I D A L G OE L I N G E N I O S O H I D A L G O 11 11

B I E N V E N I D O S A L C E R V A N T E SDía de nervios

MMi llegada al Instituto fue algo extraño, ya que tenía muchos nervios y no sabíaqué hacer. Lo primero fue buscar mi nombre en las listas. Unos minutos des-pués nos llamaron y nos llevaron al Aula Magna, donde nos esperaban los pro-

fesores y el director. Nos hablaron de cómo había que comportarse y de la puntualidad.Después de asignarnos al tutor fuimos a un aula provisional.

Con la única persona que hablaba era con María Fernanda, realmente me sentía desu-bicada y fuera de lugar. Pero ya se me ha pasado y me siento más a gusto con todo.

Daniela Gómez2º de la ESO

Un día mágico

PPor la mañana, cuando estaba en el Cervantes, pensé en la suerte que había tenidoal estar en la misma clase de todas mis amigas. También me sentía como un poco(mejor dicho, mucho) insignificante, al ver a todos los mayores de bachillerato y

verme a mí, una niña pequeña de primero de la ESO.Los profesores tenían cara de sabios en su asignatura y, al mismo tiempo, cara de se-

rios. Eso me pareció antes de conocerlos bien. Recuerdo que fue un día mágico para mí.

Ana Demay Fortea1º de la ESO

Un aula reclicada

MMi primer día en el Cervantes fue bastante diferente a como yo me lo imaginaba.Pensaba que los profesores iban a ser muy estrictos y las materias dificilísimas;por tanto, pensaba que iba a sacar malas notas, pues el nivel que llevábamos el

año pasado era bastante bajo.Los mayores de bachillerato nos miraban como a personas insignificantes y nos lla-

maban los enanos. Tuve mucha suerte de que me tocara con mis amigas del año pasado,aunque ahora conozco a mucha otra gente muy simpática. Cuando hicieron la presenta-ción de los tutores, me alegré de la que me tocó, pues parecía maja y flexible.

Me decepcionó el edificio: me desilusionó la clase porque yo esperaba un aula nuevay no reciclada.

María Castillo San Juan1º de la ESO

Muchas más chicas

EEl día 17 de septiembre entré en el Cervantes. Me quedé impresionado al ver el Au-la Magna y los jardines que hay en el edificio principal. Cuando empezamos lasclases, conocía a pocas personas de mi grupo, aunque ahora tengo muchos y bue-

nos amigos. También conocí a mis nuevos profesores.Reconozco que el primer día me daba miedo el Instituto ya que no conocía a la gente,

pero ahora estoy bien. Me gusta más el Cervantes que mi antiguo colegio, porque tienemejores instalaciones y muchas más chicas.

David Velázquez2º de la ESO

Del paso del colegio al peso del instituto

EEl último día de clase de 6.º de primaria, guardé mis libros, guardé mis apuntes yguardé, por fin, mi mochila, esa mochila con ruedas que me había acompañado to-das las mañanas y todas las tardes durante bastantes años.

Me preguntaba, a veces, durante el verano: ¿cuánto sería el peso de mi mochila?,¿cómo sería el paso al instituto?, ¿cómo iban a ser mi clase y mis compañeros? ¿Y misdeberes?; pero, sobre todo: ¿a qué hora me tendría que levantar?

Al llegar septiembre, los he-chos empezaron a responder amis dudas: mi mochila pesa mu-cho más este año que el anterior,pues no podemos dejar ningún li-bro en las clases; para casa tengodemasiados deberes, además deestudiar para los muchos exáme-nes. Doy asignaturas nuevas, quealgunos ya dieron en sus colegios,como el Francés o la novedad dela Tecnología. Aunque los profe-sores realmente son especialistasen sus materias, recuerdo cariño-samente el Inglés de Patri, quetanto me enseñó, las Matemáticasde Juan y la dedicación de M.ªSalías, cuando yo tenía cuatroaños. Eso sí: me tengo que levan-tar mucho más pronto, casi de no-che. Por otro lado, en el colegiome quedaba a comer, y aquí no,pues se sale más tarde y ya comoen casa, aunque puedo tomarmealguna cosa en la cafetería, siem-pre abarrotada: hay bocadillos, eincluso un menú para los del tur-no vespertino o los que quierancomer allí. En este instituto pode-mos usar el salón de actos, la biblioteca, los laboratorios, las aulas de tecnología, infor-mática, música y plástica. También está la posibilidad de escribir en una revista. Todasestas cosas no las había en mi colegio, aunque supongo que a lo mejor en otros sí.

También allí estaban mis amigos, ahora repartidos en otros institutos y colegios deMadrid. Igual que me tendré que acostumbrar al peso de la mochila, también me tendréque acostumbrar a echarlos de menos.

Laura Asquerino Egoscozábal1.º de la ESO

Una nueva etapa

CCuando llegué en septiembre al instituto recuerdo, junto a la inquietud y los inte-rrogantes que uno se hace ante el comienzo de una nueva etapa profesional, laemoción de llegar a un centro de larga tradición educativa en Madrid y en el que,

aunque fuera sólo por unos días, diera clases el gran poeta Antonio Machado, modelo detantas cosas.

Con el paso del tiempo aquella inquietud ha ido dejando paso a un sentimiento de ilu-sión y esperanza en el trabajo por realizar, a pesar de todas las dificultades con las quenos enfrentamos en nuestra labor docente diaria.

El inicio de una nueva etapa educativa, la llegada de nuevos profesores y alumnos, nosobliga a todos a realizar un esfuerzo de adaptación, de reflexión y revisión de métodos ycriterios pedagógicos con el fin de ofrecer una educación pública de calidad, plural yabierta a todos. Para llevar a cabo esta labor se necesitan medios humanos y materialessuficientes que debemos exigir a la administración educativa. Pero también necesitamosla participación ilusionada y decidida de todos porque como en algún lugar leí, creo queeran palabras de Fernando Savater, la educación no es el lugar más adecuado para los pe-simistas o resignados. Con la esperanza de mantener esta ilusión y colaborar en esta ta-rea de construir un futuro mejor a través de la educación, hemos llegado un grupo demaestros a este instituto.

Pedro Hernández HernándezProfesor de Lengua

NA

ND

ON

AN

DO

Page 12: EL INGENIOSO HIDALGO - EducaMadridies.cervantes.madrid.educa.madrid.org/periodico_archivos/num7.pdf · ¿En un mundo donde la inteligencia fue-ra la capacidad de imponerse a los demás,

E L I N G E N I O S O H I D A L G OE L I N G E N I O S O H I D A L G O11 22

P O R E L B A R R I O

EEn el corazón del Madrid castizo, siguien-do los pasos de las chulapas retratadaspor Ricardo de la Vega en alguna alegre

zarzuela, a muy pocos metros de la plaza deLavapiés, encontramos la plaza de Agustín deLara, que recibe a los que bajan desde Tirso deMolina por Mesón de Paredes. En este centroestratégico de la capital se está realizando unproyecto urbanístico ambicioso y no exento decierta polémica. En este emplazamiento se en-cuentran las ruinas de las antiguas EscuelasPías de San Fernando, y su antigua capilla, en-frente de las galerías de La Corrala.

Las Escuelas Pías de San Fernando fueronfundadas en 1729 en el emplazamiento de laErmita de Lavapiés. Esta capilla junto con elCarmen había sido “Hospital de los Aragone-ses” hasta su traslado a Montserrat; pero siem-pre conservó el nombre de Nuestra Señora delPilar o también llamada “El Pilarito”. Más tar-de el pórtico de la ermita fue convertido en unaescuela de limosna para los niños pobres delbarrio que quisieran acudir. Pronto se quedópequeña y en 1767 empezaron las obras deampliación. Años más tarde se demolieron es-tas escuelas provisionales para dar lugar a laedificación de la iglesia, que se concluyó en1788 y sobre el solar del antiguo templo seedificaron las nuevas escuelas que, por falta demedios, terminaron en 1833.

Con motivo de la celebración del segundocentenario de las Escuelas Pías, el Rey Alfon-so XIII concedió el título de “Real” al colegiode San Fernando.

Durante la última guerra civil el colegio yla iglesia fueron incendiados y quedaron to-talmente destruido el colegio y en ruinas laiglesia. Ya en los años 50 y 60 se construye-ron el teatro-cine de Lavapiés, el mercado yviviendas todas ellas en la calle Tribulete.Actualmente el resto de la finca es propie-dad del Ayuntamiento, que consolida la pla-za tal y como es hoy y dedica al ilustre com-positor mejicano Agustín Lara, creador delpopular chotis titulado Madrid, Madrid,Madrid.

El objetivo principal de estas obras es la re-cuperación de las ruinas de las antiguas Es-cuelas Pías de San Fernando para ofrecer unuso cultural, y lo hace proponiendo dos posi-bilidades, bien cerrándolo en su totalidad yreconstruyéndolo, o la que finalmente ha sidoelegida, que es cerrando una parte y otra de-jarla al aire libre. En las ruinas de las Escue-las, la rehabilitación va a estar distribuida dela siguiente forma: una zona cubierta dedica-da a sala de exposiciones y una zona al airelibre para sala de exposiciones y actuacionesculturales

Otro de los objetivos que buscaba la rehabi-litación de esta zona era la construcción de unaparcamiento subterráneo para residentes de lazona con una capacidad mínima para 225 vehí-culos, aunque finalmente la Gerencia Munici-pal de Urbanismo ha construido un aparca-miento subterráneo de 386 plazas en cuatroplantas, de las cuales una es de uso público,otra se destina al futuro edificio cultural (que

se pondrá en uso tras la rehabilitación de lasEscuelas Pías de San Fernando) y las otras dospara los residentes.

A raíz de la construcción de este aparca-miento, los vecinos de la zona han presenta-do numerosas denuncias referidas al estadode la plaza después de dichas obras: muroslevantados delante de los pisos bajos, nume-rosos respiraderos, falta de zonas verdes,etc. Finalmente los autores del proyecto tu-vieron que eliminar algunos elementos de

los que provocaron inicialmente la protestavecinal.

Aún tendremos que esperar para ver finali-zado el proyecto con la construcción del futurocentro de cultura. Esa cultura que inspiró aAgustín Lara para decir aquello de... “Cuandovayas a Madrid, chulona mía, voy a hacerteemperatriz de Lavapiés”.

Violeta Lumbreras Jara2º de Bachillerato

FFinalmente toma cuerpo, tras ser retoma-do en 1996 con Alberto Ruiz Gallardónen la presidencia regional, el proyecto

ideado por su predecesor socialista, JoaquínLeguina, tres años antes: el hermoso conjuntoneomudéjar obra de Giménez Corera y variasedificaciones aledañas que integran la antiguafábrica de cerveza “El Águila”, sita entre lascalles de general Lacy, Ramírez de Prado, Varadel Rey y Bustamante, albergan ya, tras la re-habilitación a cargo del equipo de Tuñón Álva-rez y Moreno Mansilla, el Archivo y la Biblio-teca Regional de Madrid.

Si bien el proyecto original –un centro cul-tural y artístico con pretensiones muy superio-res– se ha visto mermado, la puesta en prácti-ca es ciertamente satisfactoria: la instalación

cultural de mayor importancia desde la apertu-ra de los museos Reina Sofía y Thyssen, el pri-mer centro bibliográfico de la Comunidad Au-tónoma, en el que converge una amplia red deservicios bibliotecarios de distintos ámbitos,desarrollando la especial función de reunión,conservación y difusión de un creciente y yaexhaustivo fondo documental relativo a la re-gión madrileña, que cuenta con más de730.000 documentos en todos los formatos,160 puestos de trabajo y lectura, 96 puestos in-

formatizados y 24 puestos de visionado de ma-terial audiovisual.

Dentro del recinto, que, girando en torno ala antigua maltería, que alberga las salas abier-tas al público, engloba la heladería, los silos yun edificio de nueva planta, el usuario (previaexpedición del carné: sin él sólo le será posibleconsultar el catálogo, la prensa del día y unacolección de obras de referencia) puede con-sultar el extenso fondo bibliográfico, los regis-tros y el material de la hemeroteca y la cartote-ca, el material audiovisual de la mediateca(videograbaciones, CD´s, casetes, DVD´s...),servirse de las salas de trabajo e investigación(necesaria para esto último una autorización,con la que se tendrá acceso a las obras de fon-do antiguo, ejemplares valiosos y manuscri-tos), así como acceder, a través de las termina-les para ello dispuestas, del catálogoinformatizado de la Biblioteca Regional, Inter-net y al uso de programas ofimáticos.

Igualmente, la biblioteca cuenta con un sa-lón de actos polivalente con capacidad para150 personas, que contará con equipamientopara traducción simultánea, videoconferencia,proyecciones y conexión a la intranet del restodel edificio.

Vistas las características de esta fuerteapuesta por la zona sur, prolongación del ejecultural de la Castellana y el paseo del Prado,que en un par de meses estará funcionando–esperemos- a pleno rendimiento, la impresióngeneral, no obstante un horario que a ciertasluces limita el público potencial (lunes a vier-nes de 9 a 21 horas), no puede ser más buena.

Mario Luis Sánchez Cabezay Bruno Teixidor López

1º de Bachillerato

El mercadillo

EEn contacto directo con ese Gabinete,ATILA, la Policía y don Emilio Peñafiel,la comunidad educativa, agradeciéndoles

a esas entidades su apoyo e incluso a Tele Ma-drid, solicita otra vez que el asunto del extrañomercadillo no se pierda en el olvido.

No hay forma humana de pasar sin ser mo-lestados no sólo los ojos -por la degradada vi-sión barojiana de los puestos- sino en cuantoa los pies –por las dificultades de sortear ca-chivaches de dudosos géneros que atentan ala estética-, sin ser atropellados todos los díasante el despliegue matinal de esos enseres yseres, respetuosos, pero que impunementeorinan contra la fachada del centro y además–ejemplar procedimiento de juego a ver quiénllega más lejos- en el propio recinto del apar-camiento.

Aparte del cotidiano espectáculo que sopor-tamos, ya en un transido caso de estoicismo se-nequista, no resulta aleccionador el panoramadescrito brevemente y en imágenes llevado:nos sentimos desamparados, en soledad calla-da, pantalla de un desfile desharrapado que nibeneficia al Instituto ni a la enseñanza públicani a la calle Embajadores ni a sus vecinos.

El 6 de noviembre del año anterior recibi-mos de doña Carmen González –después dehabernos atendido muy amablemente por telé-fono- un escrito por el que sentía la expansióndel problema entre los menores, población ma-yoritaria de esta comunidad educativa. Reem-prendiendo los pasos perdidos, volvemos a laesquina del asunto para volverles a pedir todasu colaboración ante los incidentes, tal vez fu-turos accidentes.

De Sombrerete a Tribulete, pasando por La Corrala

La fábrica de cervezas ”El Águila”acoge ya la Biblioteca RegionalJoaquín Leguina

Page 13: EL INGENIOSO HIDALGO - EducaMadridies.cervantes.madrid.educa.madrid.org/periodico_archivos/num7.pdf · ¿En un mundo donde la inteligencia fue-ra la capacidad de imponerse a los demás,

E L I N G E N I O S O H I D A L G OE L I N G E N I O S O H I D A L G O 11 33

L I B R O SEl Señor de los Anillos

Las dos torresPara comenzar queremos decir que no es nada fácil hablar sobre una películaintentando no destripar su argumento y en caso de que revelemos algo impor-tante, esperamos que para la fecha de publicación de este artículo todos hayáisvisto la película pues merece la pena.

EEn esta segunda película se pone más demanifiesto la dificultad de llevar un libroal cine, y más un libro tan detallado como

éste, que además es uno de los más vendidos des-de la segunda mitad del siglo XX. Es un dilemapara el director y los guionistas, ya que por unlado está el ser lo más fiel posible al texto y porotro el contar la historia como ellos quieren.

En este caso creemos que han optado por con-tar la historia como ellos querían, incluyendo mu-chos más matices y cambios que en la primerapelícula, pero siempre basándose en la obra deTolkien. Ahí es donde se crea la controversia en-tre los que han leído el libro y les han gustadoesos matices y los que no les han gustado. Uno delos aspectos que menos ha gustado (y esto es unaopinión completamente subjetiva) es el que la pe-lícula haya cambiado al verdadero protagonista

del libro, que es Frodo,el portador del anillopor Aragorn, que esel que aparece en lapelícula como elprincipal protago-nista.

Una última cosaque quiero decir esque en algunos sitios

se ha dicho de la pelí-cula que dedica dema-siado tiempo a la bata-lla del Abismo deHelm (casi una terceraparte de la película),

afirmación con la queno podría estar más de

acuerdo ya que en el libroapenas ocupa veinticuatro

páginas de las casi quinien-tas que tiene.

Pero de todos modos los aspectos negativos noson nada comparados con todo lo que está bienhecho y por ello recomendamos a todas las perso-nas que vayan a ver la película y, si el verla, oshace leer el libro mejor aún ya que descubriréis laverdadera maravilla.

Conviene recordar que en la primera película,la Comunidad del Anillo, Frodo Bolsón, un jovenhobbit, sobrino de Bilbo Bolsón, tiene la peligro-sa misión de destruir el Anillo Único. Para ello,un grupo de compañeros se ofrece ayudarlo for-mando todos la llamada “Comunidad del Anillo”,que da título a la primera entrega.

La segunda entrega –de la que trataremosaquí– lleva por título Las dos torres, homónimo,como la primera de la saga de Tolkien.

EL VIAJE DEL ANILLO

Frodo y Sam se dirigen hacia el Monte delDestino, lugar donde deben arrojar el anillo paraque este sea destruido, pero un día topan con lacriatura Gollum. Antiguamente este ser fue, aligual que Frodo, un hobbit llamado Sméagol.

Tras la batalla de Dagorlad, en la que Isildurarrancó el Anillo a Sauron, el rey de los hombressufrió una emboscada y el anillo desapareció has-ta que Sméagol, casualmente lo encontró. El ani-llo actuó sobre el hobbit transformándolo y porello pasó a llamarse Gollum.

Sam desconfía de él desde el primer momento;pero Frodo, que se siente identificado con él (Go-llum fue anteriormente poseedor del anillo), decideque los guíe hacia Mordor ya que sabe el camino.

Gollum acepta y los guía pasando primero porla Ciénaga de los Muertos, lugar donde se respiraun olor pestilente y bajo las aguas hay guerrerosmuertos. Al llegar a la puerta de Mordor, tomanotro camino pero es en Ithilien donde son captu-rados por Faramir, hermano de Boromir (miem-bro de la Comunidad del anillo que cayó a manosde Lurtz a la orilla del río Anduín) e hijo del se-nescal de Gondor Denethor. Se siente tentado (aligual que Boromir) de poseer el anillo.

LA CAPTURA DE LOS HOBBITS

Los Uruk-hai (véase el número anterior de Elingenioso hidalgo) se dirigen rápidamente haciaIsengard donde les espera su amo Saruman queles encargó el atrapar a un hobbit que tenía un po-deroso objeto. Pero los medianos logran escapar-se y se adentran en el bosque de Fangorn, dondeencuentran a un ente llamado Bárbol, un árbol ca-paz de hablar y caminar. En principio no quiereentrar en la guerra pero cambia de idea al ver ladestrucción que ha causado el mago Saruman.

HACIA EL ABISMO

Aragorn, Legolas y Gimli persiguen a los cap-tores de Pippin y Merry, pero cuando los encuen-tran están todos muertos y no hay rastro de loshobbits.

En el bosque de Fangorn (anteriormente cita-do) se encuentran con Gandalf, al que creíanmuerto, pero ha derrotado al poderoso Balrog yse ha convertido en Gandalf el Blanco. Los cua-tro se dirigen hacia Rohan donde habitan Theo-den, la hermosa Eowyn y el consejero del reyGrima. Hablemos de ellos.

Theoden: es el rey de Rohan, pero ha sido em-brujado por Saruman y su consejero Grima y de-cide no hacer frente a la guerra. Con la llegada deGandalf recupera el sentido y echa a su consejerodel reino.

Eowyn: es la sobrina del rey y hermana del po-deroso guerrero de la Marca Eomer. Sabe mane-jar la espada y parece estar enamorada de Ara-gorn.

Grima Lengua de Serpiente: es el consejerodel rey, pero en verdad trabaja para Saruman, de-bido a que este le ha prometido el amor de laDama Eowyn.

A causa de la llegada masiva de diez mil orcoslos hombres (menores en número) deben defen-derse en el Abismo de Helm, una fortaleza impe-netrable. Además recibe la ayuda de los elfosdonde, al igual que en la batalla de Dagorlad, sa-lían para acabar con las fuerzas oscuras.

Marcos Crespo y Adrián MartínIlustración: Fernando Pazos

4º de E.S.O

La historia como ficción

Trafalgar según B. P. GaldósBenito Pérez Galdós: Trafalgar. Editorial Vicens Vives, Aula de Literatura.

TTrafalgar fue una de las principalesbatallas navales que precedieron ala guerra de la Independencia y es

el tema de una novela de Benito PérezGaldós, aquella que inicia los tituladosEpisodios Nacionales.

SU AUTOR

Benito Pérez Galdós (1843-1920) nacióen Las Palmas de Gran Canaria en el senode una familia acomodada. Un abuelo in-quisidor, un tío cura, una madre muy reli-giosa y un padre militar: quizá esa ascen-dencia sorprenda en un anticlerical, liberaly republicano como fue sin duda Galdós,el mejor novelista español del siglo XIX.Su obra, ante todo, impresiona por su vas-tedad: Fortunata y Jacinta, Doña Perfec-ta, Ángel Guerra, Nazarín, Miau, Miseri-cordia, La de Bringas, Tristana yTormento; aunque solamente los famosos46 volúmenes de Los Episodios Naciona-les constituyen por sí solos un cosmos quenos da una visión viva de la historia espa-ñola decimonónica. La serie más famosaes la primera, que, iniciado con Trafalgar,versa sobre las acciones de la Guerra de laIndependencia española.

Trafalgar está compuesto por 17 capítu-los, en los cuales se habla de las peripeciasde un joven llamado Gabriel de Araceli, cuyavida transcurre durante los siglos XVIII y XIX enEspaña.

TRAFALGAR

Gabriel es el protagonista, nacido en Cádiz.Cuando muere su madre, Gabriel se marcha aMedina-Sidonia, donde es acogido por D. Alonsoy Dña. Francisca.

Gabriel, D. Alonso y Marcial (su amigo) semarchan a Cádiz para presenciar el combate na-val entre la flota hispano-francesa y la inglesa.

El 19 de octubre de 1805 parte El SantísimaTrinidad de Cádiz y el 21 de octubre de 1805 seinició el combate contra los ingleses; hechos pri-sioneros, los supervivientes de la batalla consi-guen sublevarse contra los ingleses y regresan aCádiz en El Santa Ana y El Rayo. En el caminode vuelta Marcial muere ahogado. Dña. Franciscase casa con Rafael Malespina y al poco del enla-ce D. Alonso muere; y Gabriel se marcha a Ma-drid en busca de nuevas aventuras.

LAS INTENCIONES DE GALDÓS

Galdós empieza a escribir Los Episodios Na-cionales como respuesta a la pregunta del por-

qué de la situación en España. El primer librode los cuarenta y seis que forman las cinco se-ries de Los Episodios Nacionales fue Trafalgary en él se procura relatar la decadencia españo-la, con esto pretendía reavivar el sentimientopatriótico español. Además Galdós también qui-so responder con la novela al historiador fran-cés Adolphe Thiers, que culpaba de la derrota aCarlos IV. Para escribir la novela se documentóconcienzudamente leyendo muchos libros deModesto Lafuente, M. Marliani, J. Ferrer deCouto, etc.; sin embargo, cometió algunos des-lices producidos por errores documentales. Elautor reprodujo con fidelidad la batalla ocurridaen octubre de 1805, aunque introdujo persona-jes ficticios.

Leer este libro permite conocer la historia de labatalla de Trafalgar como si se tratase de un cuen-to de ficción, en vez de llegar a ella a través delos a veces tediosos libros de historia, por eso osrecomiendo la lectura de esta novela de Galdósque la edición de Vicens Vives reproduce con no-tas aclaratorias, una magnifica introducción ybastantes materiales que ayudan a comprendermejor la obra.

Mario L. Sánchez Cabeza1º de Bachillerato

RRelatos de fantasmas es un libro fácil deleer, de unas noventa páginas; son ochocuentos de terror y misterio. Algunas de

las historias son espeluznantes: un viajero tienepor acompañante a un muerto viviente; una le-yenda que se hace realidad; un ladrón que se hacepasar por cazafantasmas.

El libro lleva notas que aclaran las palabras di-fíciles y al final figuran unas actividadades pararealizar después de la lectura.

A mí me gusta mucho este libro y espero queguste a otros muchos lectores.

Juan Coronado Peláez1º de ESO

FantasmasSteven Zorn: Relatos de fantasmas. Editorial Vicens Vives.

EEstrenada el 2 de octubre de 2002 en Sala-manca, esta obra maestra de Ramón M.ªdel Valle Inclán permaneció del 27 de fe-

brero al 30 de marzo en el Teatro Albéniz denuestra ciudad, donde un gran número de espec-tadores ha podido acompañar a Max Estrella ensu última noche en un Madrid absurdo, brillantey hambriento.

Helena Pimienta y la compañía UR han prepa-rado una puesta en escena, como de un tiempo aesta parte viene siendo tendencia consensuada,sobria, un escenario desnudo, camaleónico, quedelimitan paredes de listones con la sola compli-cidad de la luminotecnia y la sencillez de lo im-prescindible, para ceder la palabra al discursomordaz y altisonante del genial poeta ciego MaxEstrella, compartiendo escenario con su lazarillo,un don Latino más cínico y aprovechado, y unpintoresco coro de personajes.

Una trouppe, en palabras de la directora, des-pojada de su halo mítico, deambulando y precipi-tándose por una bohemia que se nos antoja másgrotesca y deslustrada, sórdida, menos románticay en absoluto deseable, tal vez, pero siempre eldilatado reflejo que devuelven los espejos del ca-llejón del Gato de una época convulsa y sus per-sonajes.

MAX.—La tragedia nuestra no es tragedia.DON LATINO.—¡Pues algo será!MAX.—El Esperpento.

Bruno Teixidor,1º de Bachillerato

Valle Inclán. Regreso a la bohème madrileña

Luces de Bohemia

Page 14: EL INGENIOSO HIDALGO - EducaMadridies.cervantes.madrid.educa.madrid.org/periodico_archivos/num7.pdf · ¿En un mundo donde la inteligencia fue-ra la capacidad de imponerse a los demás,

E L I N G E N I O S O H I D A L G OE L I N G E N I O S O H I D A L G O11 44

A U L A M A G N A

PPor motivos muy diferentes últimamentese ha vuelto a mencionar con frecuenciael nombre de «Babel». Así denomina la

Biblia a Babilonia, la legendaria ciudad de los«jardines colgantes», una de las siete maravi-llas del mundo antiguo, famosa también por sustorres escalonadas, mitad templos, mitad obser-vatorios astronómicos (los «zigurats»). Estabasituada en el centro de Mesopotamia, «entre losdos rios» (potamós es «río» en griego) Tigris yÉufrates. Es decir, en el actual Iraq. «Babel»era el título del principal periódico iraquí. Lodirigía el hijo del dictador, Udai Sadam Husein.Las ruinas de Babilonia se encuentran a pocoskilómetros al sur de Bagdad. Éste es uno de losmotivos a que me refería.

Otro motivo tiene mucho que ver con uno delos problemas más difíciles y delicados a losque se enfrenta la Unión Europea: el de la di-versidad lingüística. Tras la inminente amplia-ción, que elevará a veinticinco el número depaíses miembros, las lenguas utilizadas con ca-rácter más o menos oficial en el espacio de laUnión serán más de cincuenta. La pugna ya en-tablada ahora entre la racionalidad, o la econo-mía, por una lado, que parecen aconsejar laadopción de una «lengua de trabajo» única, co-mún, y la defensa nacionalista del papel de lapropia lengua, sobre todo por parte de los paí-ses con mayor peso económico y de población,no hará sino agravarse. ¿Y qué tiene que verBabilonia con esto? Mucho. Recordemos loque se cuenta en el Génesis (11,1-9): «Era latierra toda de una sola lengua y de unas mis-mas palabras. En su marcha desde Oriente ha-llaron una llanura en la tierra de Senaar y seestablecieron allí... Y dijeron: Vamos a edifi-carnos una ciudad y una torre, cuya cúspidetoque a los cielos y nos haga famosos». La ideano le gustó a Yavé, que se dijo: «Bajemos,pues, y confundamos su lengua, de modo queno se entiendan unos con otros... Por eso sellamó Babel, porque allí confundió Yavé la len-gua de la tierra toda». Y por eso se habla deBabel cuando se afronta el tema de la plurali-dad de lenguas.

Muchos han sido los intentos de solucionarel problema o, si se quiere, de enmendar la pla-na a Yavé y volver a la situación primitiva(«una sola lengua, unas mismas palabras»).J. L. Borges en un famoso cuento titulado «ElCongreso», que forma parte de su Libro de are-na, se plantea el tema, entre irónico y nostálgi-co. Con motivo de la organización de un es-trambótico «Congreso del mundo que represen-taría a todos los hombres de todos los países del

mundo», uno de los organizadores, el narradordel cuento, acude a la biblioteca del Museo Bri-tánico «en busca de un idioma que fuera dignodel Congreso del mundo». Tras exponer lasventajas de algunos de las soluciones propues-tas (el esperanto, el Volapük, el idioma analíti-co de Jhon Wilkins), el narrador escribe: «Con-sideré los argumentos en pro y en contra de re-sucitar el latín cuya nostalgia no ha cesado deperdurar al cabo de los siglos». La «nostalgiadel latín» es una idea recurrente en Borges, tan-to en el contexto cultural general, como en el

terreno de la experiencia personal («mis nochesestán llenas de Virgilio» escribirá en «El lec-tor», poema de Elogio de la sombra).

María Moliner, en su Diccionario de uso delespañol define «nostalgia» como «pena por elrecuerdo de algún bien perdido». Y no es de ex-trañar que al plantearse un problema como elde la diversidad lingüística de la Unión Euro-pea o, yendo más allá, el de la utilidad de unalengua común, lo que podríamos llamar una«lengua franca», universal, para el intercambiocultural y científico, haya quien se acuerde dellatín. Porque el latín hizo ese papel de lenguafranca cultural y científica en el ámbito de Eu-ropa (y sus colonias) hasta el s. XVIII, es decir,hasta diez siglos más tarde de haber dejado dehablarse como tal al trasformarse en las dife-rentes lenguas románicas. Durante la primeraparte de la Edad Media, hasta el s. XII, todo loque se escribía se escribía en latín. Al surgir laliteratura en las diferentes lenguas modernas, el

latín perdió su monopolio en este campo, perono del todo: hasta el Renacimiento se siguió es-cribiendo poesía y prosa en latín (los humanis-tas rivalizaban ente ellos en el uso del latín lite-rario y se carteaban en latín). En los demáscampos culturales y científicos el latín siguiósiendo la lengua escrita dominante. La mitad delos libros impresos en Francia o Italia en el s.XVI lo fueron en latín. En Alemania lo seguíansiendo en el XVII. Igual en las imprentas deOxford. En el XVIII se mantenía en un treintapor ciento para el conjunto de las obras de lospensadores y científicos de toda Europa.

Si nos centramos en la producción científicaen sentido estricto, duranto los siglos XVI alXVIII, cuando la ciencia moderna despega de-

finitivamente de la plataforma heredada de laAntigüedad clásica, nos encontramos con quelas obras decisivas en las distintas ciencias fue-ron escritas y publicadas en latín, o traducidasal latín inmediatamente de su publicación enuna lengua nacional. Aparecieron por primeravez en latín obras tan importantes y conocidascomo De revolutionibus orbium caelestium delpolaco Copérnico (1543), a partir de la cual seempezó a hablar, con un juego de palabras, de«revolución copérnicana» (es la Tierra la quegira alrededor del Sol y no al revés), o la Astro-nomia nova de Kepler (1609) en que se fijanlas primeras leyes sobre las órbitas de los pla-netas, o el Novum organum del inglés Bacon(1620) en que se inicia la moderna metodologíacientífica (la generalización a partir de numero-sas observaciones específicas), o las Operageometrica del italiano Torricelli (1644) con suteorema sobre la velocidad de caída de los lí-quidos, o la Philosophiae naturalis principia

mathemática en la que inglés Newton (1687)formuló la «ley de la gravitación universal» ylas leyes fundamentales de la mecánica, o elconjunto de obras con las que el sueco Linneofundó la Botánica como ciencia, por ejemplo suSystema naturae (1735) o su Genera planta-rum, en que fija el sistema de clasificación ynomenclatura de las plantas aún vigente; hastael alemán Gauss, el de la famosa «campana»,publicó sus teorías en latín bien entrado ya els. XIX... Y había especialidades como la medi-cina, la botánica o la química, en las que quienno manejaba con soltura el latín no tenía nadaque hacer. Entre los casos más conocidos detraducción inmediata al latín tras su apariciónen la lengua del autor podríamos citar el Dis-curso del método del francés Descartes (1637)que publicó en latín sus obras más importantes(como sus Principia Philosophiae de 1644), olos Dialogui dei due massimi sistemi del mon-do, Tolemaico e Copernicano (1632), obra conla que Galileo se ganó la condena de la Inquisi-ción. Su traducción hizo posible su enorme di-fusión e influencia en todo el continente.

Sí, puede decirse que el latín fue sin apenasdiscusión la lengua franca del mundo de laciencia y de la cultura europeas durante mu-chos siglos. Cuesta creerlo, ¿verdad? Pero asífue. Ni el francés que intentó sustituirlo en esafunción durante los siglos XVIII-XIX («cuandoEuropa hablaba francés»), ni más tarde el in-glés, han llegado a alcanzar el nivel de eficaciay de aceptación que tuvo el latín. La explica-ción es que toda la gente culta de Europa sabíalatín porque no sólo estudiaba latín, es que es-tudiaba en latín. Esto permitía que el latín fue-ra el vehículo de la expansión de las ideas y delas teorías de una punta a otra de Europa y loque permitía que la comunicación entre los sa-bios y científicos fuera mucho más fluida. Algoimposible si cada uno escribiera en su propialengua, sobre todo cuando se trataba de lenguasno suficientemente «rodadas» en cuanto a laexpresión abstracta. Y, además, resultaba mu-cho más fácil que tener que aprender una seriede lenguas distintas.

Sacar a relucir ahora el latín no quiere decirque esta lengua sea una candidata a hacerle lacompetencia al inglés. Hablamos de nostalgia(recordemos la definición de María Moliner),no de reivindicaciones anacrónicas. Pero noestá de más reconocer a esa vieja lengua el mé-rito de haber servido hasta no hace tanto paraburlar la maldición de Babel. Y de haber con-tribuido en gran medida a que la ciencia mo-derna, entre otras cosas, sea lo que es. Suumcuique.

Jose Antonio Monge MarigortaProfesor de Latín

Latín versus Babel

SSe ha intentado explicar el estancamientode la civilización china, de glorioso pa-sado, en base a la carencia en su religión

de un Creador-legislador de aspecto humanoque hubies dictado sus leyes a la naturaleza yque, por tanto, hubiese despertado la curiosi-dad del hombre por su conocimiento. No eseste el caso de la civilización occidental, puesse nos dice con gran belleza en el bíblico libro‘Sabiduría’ que Dios ‘lo dispuso todo con me-dida, número y peso’. Semejante revelación di-vina, desveladora de la hechura de un universoarmónico en todo semejante al ”cosmos” de lamejor tradición clásica griega, ha despertadoen el hombre, a lo largo de los siglos, sus másprofundos sentimientos de admiración ante locreado. Entre los numerosos salmos, cánticos,poemas, etc., que celebran las glorias del Cre-ador, seleccionamos este texto de Goethe porla perla expresiva que contiene:

«¡Como si el mundo exterior no revelaradía y noche por doquier, a todo el que tieneojos, las leyes más misteriosas de la naturale-za! En esta persistencia de la infinita diversi-dad es donde yo veo con más claridad la cali-grafía de Dios».

Junto al ”libro de la Revelación” –las Escri-turas–, el hombre creyente dispuso siempre del”libro de la Naturaleza”. Así surgió lo que másadelante se llamaría teología natural, que trata-ba de hallar en la naturaleza pruebas de la exis-tencia de un Creador. Algunos se dedicaron a

tal empresa con tanto entusiasmo que provoca-ron el recelo de los teólogos, bien porque a ve-ces se rozaran los límites de la ortodoxia, bienporque corriera peligro de caer en el olvido lareligión revelada. Tal pudo ser el caso de Tom-masso Campanella, dominico y coetáneo deGalileo, que escribía en una de sus cartas:

«Yo aprendo más de la anatomía de unahormiga o de una hierba que de todos los li-bros que han sido escritos desde el principiode los siglos hasta mí, después que aprendí afilosofar y a leer el libro de Dios; de acuerdocon este ejemplar, corrijo los libros mal y ca-prichosamente copiados que no se atienen allibro original del universo».

No pocas veces la teología natural corrió pa-reja con la idea de finalismo que impregna lareligión cristiana. En efecto, y volviendo otravez a la Biblia, se nos dice en el ”Génesis” quesojuzguemos la naturaleza, dominando sobre”los peces del mar, las aves del cielo y todoaquello que bulle sobre la Tierra”. La Crea-ción, pues, estaría hecha en función del hom-bre, y todo lo que ”bulle” en la Tierra o alum-bra en los cielos existiría tan sólo en beneficionuestro.Tan generosa carta de donación divinaderivó en la Edad Media en la singular bús-queda de las intenciones –materiales o de otraíndole– con las que Dios había creado a suscriaturas en beneficio nuestro, ya fuese pararecordarnos de continuo nuestro objetivo desalvación eterna, para ejemplificar algunas vir-

tudes cristianas, o, finalmente, para servirnosde utilidad en algunos menesteres. Así, la Lunaera la imagen de la Iglesia al reflejar la luz di-vina; el número once sería la imagen del peca-do por transgredir al diez, considerado númeroperfecto desde los pitagóricos; la fabulosa avefénix, que renacía periódicamente de sus ceni-zas y cuya existencia nadie se molestaba encuestionar, sería símbolo de la resurrección deCristo.

Esta línea de pensamiento no murió con laEdad Media, y así, en una de las muchas y sin-gulares charlas mantenidas entre don Quijote ySancho, aquél comentaba al hilo de las buenasrelaciones habidas entre Rocinante y el asnodel escudero:

«... que de las bestias han recebido muchosadvertimientos los hombres y aprendido mu-chas cosas de importancia, como son: de lascigueñas, el cristel; de los perros, el vómito y elagradecimiento; de las grullas, la vigilancia;de las hormigas, la providencia; de los elefan-tes, la honestidad, y la lealtad del caballo».

La teología natural alcanzó su culmen en elsiglo XVIII como reacción lógica ante la apari-ción de un deísmo que pregonaba la posibilidadde llegar por la sola vía de la razón al conoci-miento de Dios, un Dios impersonal y, por cier-to, nada providente, como lo acababa de demos-trar el célebre terremoto de Lisboa. Y si a ello seañade una corriente de pensamiento materialistaque traspasaba sin más a la pura y simple mate-ria las potestades que otrora se habían otorgadoa la divinidad, nada más natural que algunos se-sudos teólogos cristianos aguzaran su ingenio a

la búsqueda y captura de toda clase de indiciosy pruebas en la naturaleza que confirmasen laexistencia de un Dios todopoderoso y providen-cial. Y así aparecieron el “Espectáculo de la Na-turaleza”, de Pluche, la “Teología de los insec-tos, o demostración del poder de Dios en todo loque concierne a los insectos” y la “Teología delas conchas”, de Lesser, la “Teología del agua”de Fabricius, etc. Al margen de argumentos mássólidos, la teología natural derivó en trivialida-des tales como el que la providencia divina semanifestaba en hechos como el que la brisa so-plase durante el día de mar a tierra para refres-carnos, y por la noche en sentido inverso a finde limpiar la atmósfera; o en que las estrías queaparecen en el melón tuviesen como objetivo elque el padre de familia lo pudiese cortar conmás facilidad en porciones adecuadas para cadamiembro de la familia.

Hoy día, si bien el asombro del hombre anteel espectáculo de la naturaleza no ha mengua-do, sí puede asegurarse que prácticamente hadesaparecido la teología natural. Por eso, cuan-do un teólogo preguntó a J.B.S. Haldane quéconclusión se podía sacar sobre el Creador apartir del estudio de su obra, el científico res-pondió con la humorada de que Dios debía ha-ber tenido ”una afición desmedida por los es-carabajos”, de los que hay más de un millón deespecies. Aunque todavía no han pasado dossiglos, está claro que nos hallamos ya a añosluz de lo que hubiese contestado Goethe.

Antonio Sanllorente Lozano Profesor de Física

La caligrafía de Dios

Page 15: EL INGENIOSO HIDALGO - EducaMadridies.cervantes.madrid.educa.madrid.org/periodico_archivos/num7.pdf · ¿En un mundo donde la inteligencia fue-ra la capacidad de imponerse a los demás,

E L I N G E N I O S O H I D A L G OE L I N G E N I O S O H I D A L G O 11 55

A U L A M A G N A

SSi bien el que hoy día es consideradojunto a Ferdinand Hodler el maestro dela pintura simbolista suiza del siglo

XIX, Arnold Böcklin, se formó en la Acade-mia de Arte de Düsseldorf, podemos conside-rar que su producción y técnica están fuerte-mente influenciadas por los temas y estilosclásicos que descubrió en sus sucesivos viajesa Italia (Roma en 1856, Nápoles y Pompeya en1862), donde posteriormente se estableceríahasta su muerte en 1901. Esto, y su participa-ción en la tendencia romántica alemana neta-mente nacionalista de recuperar las viejas tra-diciones y sagas nórdicas (que atestigua, porejemplo, el ciclo operístico de Wagner El ani-llo del nibelungo, para cuya puesta en escenase negoció insatisfactoriamente la colabora-ción del pintor), así como el tratamiento vívidoy realista de que dotaba a sus composiciones(manifiesto en sus paisajes, aunque en estecaso nos interesen más trabajos como Los jue-gos de la ola –1883– y Náyades jugando–1886–, en los que los retratados tritones, sire-nas y ninfas se nos antojan tan cercanos queparece imposible que Böcklin no los hubieracontemplado alguna vez) configuran algunasde las principales características de una obraque buscaba provocar los sentimientos, im-pregnando el alma.

El cuadro que ahora nos ocupa es la terceravariación –1883-, de las cinco existentes, sobreuna visión del paso al más allá, inicialmenteencargo de una aristócrata alemana.

Bajo un cielo nublado encendido por la tor-menta, enfilando hacia ella una barca con unafigura envuelta en una sábana como único pa-sajero, aparece la onírica isla, una mole de pie-dra añeja que se alza a modo de muro por suscostados, en los que se vislumbran practicadasentradas a su seno, existiendo así un único ac-ceso a la misma, por el que se llega a lo queparece una escalinata cuyos peldaños se pier-den en la densa oscuridad de un tupido grupo

de altos cipreses, símbolo de lo eterno, lo per-durable. Es la luz crepuscular que baña la es-cena la que la convierte en dominio de una ex-traña mezcla de irrealidad, inquietud ysolemne pesar, inspirando a ojos de espíritussensibles el temor a perturbar su solemne si-lencio con una palabra en voz alta al que serefería el autor.

Pese a los años transcurridos, y en parte gra-cias al actual auge del tema de género, que laha acercado a profanos como el que escribe, la

perenne obra de Böcklin, y en especial esteóleo en cuestión, continúa gozando de un am-plísimo número de admiradores, que no dudanen homenajearla (destacamos las inquietantesreinterpretaciones del también suizo H. R. Gi-ger junto a la escenografía que inspirara al ge-nial Dalí, sita en el teatro-museo de Figueras)y dedicarle estudios diversos (el documentalbiográfico de Bernhard Raith, ganador del pre-mio del jurado en Montreal, y una completa re-trospectiva de su obra editada por la Reunión

des Musées Nationaux), siendo Internet un me-dio en el que suscita pasiones, pudiéndose en-contrar on-line la práctica totalidad de sus cua-dros (aquí La Isla... recibe el tratamientopropio de un icono pop), reseñas biográficas yun largo etcétera.

Tal vez sea porque, en el fondo, todos so-mos ese ánima amortajada que hace a la isla suúltimo viaje.

Bruno Teixidor López 1º de Bachillerato

LLa historia de la pintura está llena deenigmas que nos atraen, que nos envuel-ven en un misterioso clima buscado qui-

zás por el autor, o que nosotros hoy descono-cedores de su intención queremos imaginar,jugando a desvelar un mundo de sensaciones,de sensualidad, de pequeñas intrigas persona-les, que nos acerquen a esos seres que recla-man nuestra atención desde su inmutable per-petuidad en la materia pictórica; tantos cua-dros con personajes de otros tiempos, anóni-mos y sin embargo elevados por el pintor alrango de protagonistas, de los que no sabemosnada, están ahí, a veces nos miran o nos igno-ran, pero casi siempre despiertan nuestra cu-riosidad.

¿Quién es, por ejemplo, esa mujer jovencísi-ma que se vuelve sorprendida a mirarnos, a de-cirnos algo, con sus labios entreabiertos, quepintó Johannes Veermer hacia 1665? No lo sa-bemos, y los estudios sobre el pintor no arrojanninguna luz al respecto, pero algunas veces, unautor se ha atrevido a dejar volar la pluma eimaginar quién pudo ser el modelo, y cómo sepintó un cuadro, eso es lo que hace Tracy Che-valier en “La joven de la perla”, con rigor cien-tífico y formato de novela, escribe una delica-da obrita de un encanto extraordinario que nosintroduce en un espacio donde esa “Joven conperla”, tiene un nombre, es una criatura de gransensibilidad pese a su condición de criada, ypuede llegar a ver con los mismos ojos del ar-tista, recreándonos su mundo, su forma de pin-tar, observado en silencio por ella.

En la industriosa ciudad de Delft, mayorita-riamente calvinista, pero con una minoría decatólicos, que en esta época eran tolerados, na-ció y pintó Veermer quien posiblemente se hi-zo católico al casarse. Es un pintor de escasaproducción, dos o tres obras al año, se conser-van treinta y una, pero debió de realizar unassesenta obras como máximo en sus veintidósaños de trabajo, y no debió de tener una situa-ción desahogada ya que al morir, su viuda pa-ga con dos obras al panadero, y justifica su ma-la situación por el número de hijos, quince.

Aunque nunca vendió a precios altos sus obras,ni llegó a cobrar las cantidades que otros con-temporáneos, era considerado un buen pintor.Después de su muerte, desaparece su rastro,aunque es nombrado algunas veces, pero no se-rá hasta 1822 en que se vende su “Vista deDelft”, cuando empieza realmente a ser valora-do, y ya definitivamente cuando Marcel Prousthace de ésta su obra preferida.

Veermer es el pintor de la luz, pero no con elclaroscuro queRembrandt empleapara expresar conél una “estéticaprotestante”, luz ysombra como el an-tagonismo entrecielo y tierra, o ma-teria y espíritu, sinola luz inmaterialcomo unión místicade lo visible y loinvisible, que Veer-mer reconcilia enuna estética católi-ca, con efectos lu-minosos de una be-lleza sublime.

Tanto él comosus contemporáne-os van a reflejar ensus obras un mun-do básicamente fe-menino, la mayoríade éstas pintadasde la segunda mi-tad del siglo XVII en las Provincias Unidasestán protagonizadas por mujeres y en un uni-verso doméstico. ¿Por qué? Es posible que enun periodo difícil, como era éste, de guerrascontinuas con las potencias europeas, este es-pacio interior tranquilo, sosegado, cargado desimbolismo, y, a pesar de su aparente realis-mo, ilusionista, es decir inventado, quisieraproponer lo contrario de la realidad, y al mis-mo tiempo ofrecer en ese ámbito doméstico a

la mujer como guardiana de la tradición, y enun mundo en crisis, proponer lo antiguo comomodelo de lugar seguro: Todo estaba cam-biando a su alrededor, pero ella conserva elpasado.

Así la mayoría de los pintores contemporá-neos de Veermer nos ofrecen interiores do-mésticos donde los temas del amor y la se-ducción, o la vanidad, o las virtudes de unamujer en el hogar, son todos moralizantes, ynos están diciendo con claves: el acicala-miento de la mujer con joyas ente un espejo,o los cupidos, instrumentos musicales y car-tas de amor, o las labores de costura y los

utensilios de coci-na o limpieza, res-pectivamente quees lo que está o noestá bien hecho, loque es punible oelogiable.

Y esto que en to-dos estos pintorescomo Gerard Dou,Gerard Ter Borch oPieter de Hooch yotros, queda bas-tante claro, en Ve-ermer es ambiguoporque intenciona-damente con unameticulosidad in-creíble, va supri-miendo todo aque-llo que le estorbadespués de haberpintado la obra, conlo que la lectura dela misma se quedasin claves, es como

si quisiera que le interpretásemos cada uno denosotros, sugerir pero no imponer con la fuer-za del símbolo conocido por todo el mundo ensu época, y así las mujeres que leen cartas ensus cuadros, no tienen como las de otros pinto-res la alusión a Cupido, es decir, lo tenían enun primer momento, pero luego descuelga elcuadro donde aparecía y nos enseña la paredvacía. Esto además de simplificar la obra,aporta una división geométrica que da una sen-

sación espacial única, al tiempo que la luz jue-ga un papel inundador admirable, que es lo queconvierte al pintor en un maestro.

Otro de los aspectos que cobra más fuerzaen él es la sensación que tenemos como espec-tadores de intromisión, de voyeurismo; esta-mos invadiendo un espacio privado donde enmuy pocas ocasiones los protagonistas advier-ten nuestra presencia, tenemos que observarsin ser vistos, andar de puntillas para no serdescubiertos, hasta los objetos nos impiden elpaso como la escoba de “La carta de amor·, ola cortina descorrida de la “Lectora en la ven-tana”, que por cierto, y como curiosidad, pare-ce que alude a la costumbre de poner a los cua-dros de tema escabroso o a los que eran muyvaliosos una cortina que los ocultaba, aunqueotros lo interpretan como un efecto de sorpresailusionista que añade verosimilitud al cuadro alconfundirse el espacio real y el pintado, comoel precedente clásico de los pintores griegosZeuxis y Parrasio, que compitiendo para de-mostrar quién hacía una pintura mas realistapintaron el primero unas uvas que eran tan rea-les que los pájaros iban a picotearlas, por loque Parrasio pintó encima una cortina que lastapaba de forma tan real, que Zeuxis intentódescorrerla.

En Madrid no podemos contemplar habi-tualmente la obra de este pintor, ni de la ma-yoría de sus contemporáneos, por eso es unauténtico privilegio gozar de la exposiciónque desde el 19 de febrero y hasta el 18 demayo nos ofrece el Museo del Prado de seisobras de Veermer y de otros contemporáneoscon el tema del interior holandés. No ha ve-nido a esta exposición la “Joven con perla”,pero quiero comentarla brevemente, es unode los dos cuadros de Veermer en que el fon-do es oscuro, y sobre él destaca la joven co-mo pintura hecha luz, apareciendo desde lasombra para cruzar su mirada con la nuestra,que queda prendida en la perla y en los ojos,perlas también, que reflejan la luz, y a noso-tros mismos... la perla ha captado la luz y alartista, ha hecho prisionero al espectador desu propia luz.

Pilar FreireProfesora de Arte

Una visión simbolista: La isla de los muertos, de Arnold Böcklin

La joven de la perla

Page 16: EL INGENIOSO HIDALGO - EducaMadridies.cervantes.madrid.educa.madrid.org/periodico_archivos/num7.pdf · ¿En un mundo donde la inteligencia fue-ra la capacidad de imponerse a los demás,

E L I N G E N I O S O H I D A L G OE L I N G E N I O S O H I D A L G O11 66

¿Q¿Qué se puede decir de este gran artista queno se haya dicho ya? Para los más reza-gados, habrá que decir que es el autor /

dibujante / guionista de Mortadelo y Filemón, Rom-petechos, el Botones Sacarino y muchos otros perso-najes que ya han pasado a formar parte de la culturapopular de este país. Es una figura artística reconoci-da a nivel mundial y la exportación de su obra se pue-

de comparar al Astérix de Uderzo, el Tintín de Hergéo la Patrulla X de Stan Lee, y su obra ha sido traduci-da a multitud de idiomas, y que recibe en este Salóndel Cómic de Madrid el Oso de Oro a toda una vidadedicada al mundo del cómic y a su desarrollo.

–Bueno, pues empezamos la entrevista, por su-puesto, felicitándole por otro premio más...

–Hombre, muchas gracias. Estas cosas de los pre-mios son muy de agradecer. Yo no soy de los que tie-nen la postura de “A mí esto me resbala”, “Yo estoypor encima de estas cosas”, pues mire usted, yo estoymuy por debajo. Ahora, que yo también digo siempreque los premios de verdad son ese señor, ese niño queestá ahí fuera, esperando una hora, dos horas, bajo elsol o bajo la lluvia para que le haga un dibujo, o laniña que suelta un chillido cuando me ve, o ese chi-quillo que viene con los ojos abiertos, que ha estado

ensayando para decirte algo y cuando se encuentra de-lante de ti se queda parado sin saber qué decir. Éstosson los premios bonitos de verdad.

–¿Cuántos años tiene Mortadelo?–Pues tiene ya cuarenta y cinco desde el momento

que yo lo creé, en el 57 o así, y se empezó a publicaren el 58, así que de cara al público el próximo mes deenero cumplirá cuarenta y cinco años.

–¿Cree que la base de que Mor-tadelo siga vendiendo mucho es quese ha incorporado a la actualidad?

–Pues sí, claro. Hay muchos perso-najes que han sido maravillosos y caenporque su autor o su guionista no haquerido ponerse al día. En el caso deMortadelo no es así, el personaje ha te-nido que evolucionar, y no solamenteporque toca temas de actualidad, que,en fin, que son del dominio público,sino su forma de actuar, de moverse, dehablar. Utiliza un poco, yo diría, el len-guaje de la calle. Un personaje que nohace eso es un personaje muerto.

–Además, Mortadelo se ha trans-formado en una cosa muy típica deuna casa. Si me permite, todo el

mundo tiene en casa una raqueta, todo el mundotiene una guitarra, y todo el mundo tiene un Mor-tadelo, ¿no?

–Claro, claro. Incluso hemos llegado al tiempo,como el Cómic ya no es lo que fue, ese noveno arteque decían en los 60, pues incluso ha llegado un mo-mento en que los chiquillos ya no dicen a su mama:“Mama, cómprame un cómic”, sino que dicen“Mama, cómprame un Mortadelo”, lo que es un granhonor para mí, para qué vamos a negarlo.

–Además, hablando de esa época dorada de quehablamos, los años 60 y 70, parte de la base del en-riquecimiento del cómic en España, y quizá el pilarfundamental es Cataluña. ¿Cómo ve usted, actual-mente, el cómic desde Cataluña?

–Desde Cataluña, igual que desde cualquier otraparte de España, habría que darle gracias a estos cer-

támenes, tanto el que se hace en Barcelona, como elque se hace aquí en Madrid, como cualquier otro quese pueda hacer, de que haya señores que se decidan asacar a estos personajes, e incluso que se hagan, aun-que esto nos roba bastante clientela, estos jueguecitosen CD de estos personajes en el que los chiquillosmueven a sus personajes a través de pantallitas y tal,pero que por lo menos hace que guarde ese regustillopor el cómic. Todavía recuerdo aquellos tiemposcuando los quioscos estaban repletos de cómics delCapitán Trueno, del Capitán Relámpago, del Capitánde todos los fenómenos atmosféricos que quieras, yahora no. Ahora solamente veo a la Capitana Rociíto,a la Capitana Obregón... afortunadamente entre ellastodavía hay por ahí algún Mortadelo.

–Hemos hablado de Mortadelo, pero no de losmillones de series que usted sacó en su momento,como Rompetechos, Pepe Gotera y Otilio, 13 Ruedel Percebe, el Botones Sacarino... ¿Qué ha sido deellos?

–No están muertos, ni mucho menos. Están retira-dos. A veces intento trabajar con la izquierda pero to-davía no lo consigo, pero sigo recibiendo todavía car-tas de gente que me pregunta: “Oye, que pasó conPepe Gotera y Otlilio” o con Rompetechos, un perso-naje queridísimo por mí... En el momento que recibacartas que me digan que Mortadelo es un rollo o cosasasí en cualquier momento puedo echar mano de unode esos personajes que tengo metidos en la carpetita,no muertos, sino durmiendo, sacarlo, lo pongo al díay otra vez a ganarme los garbanzos con ello, claro.

–Podría definirme, en tres palabras, ¿en quéconsiste Mortadelo?

–(Risas). Pero es que no lo sé ni yo mismo. Yo di-ría que es un cabroncete muy humano, sencillamente.

–Hay una referencia total del estilo Mortadelo,pero hay algunos autores actuales, como BernardoVergara, que se identificaba con el “estilo Brugue-ra”. ¿Cree usted que realmente hubo un “estiloBruguera”, esa editorial tan conocida y que real-mente sentó una base de cómic durante una época?

–Bueno, claro, indudablemente hubo una época enque se empezó a publicar masivamente y que parecíaque se hacía la competencia a sí mismo, con un estilode publicación, el “estilo Bruguera”, pero es que nopodía haber otro porque era la única editorial queexistía en ese momento que publicara cómics. Y los

colaboradores te decían: “Imite, imite usted esto queestá vendiendo en todo el mundo”, y yo decía, “Vale,vale, Señor Dire, vamos a imitarlo”, y hacía un par depaginitas, pero luego volvía a lo que yo hacía. Ahora,que, indudablemente, ha quedado la forma de hacerlo,porque aquello se vendía como rosquillas y algo haquedado para las editoriales actuales.

–¿Cuantos álbumes tiene Mortadelo?–Ha hecho varias colecciones. En una de ellas se

junta casi toda la producción de Mortadelo, que es lacolección Olé!, y ahí debe de haber unos ciento seten-ta, o ciento ochenta álbumes.

–Hablando en una entrevista con Dave Gib-bons, el guionista de Watchmen, un guionista ame-ricano, él decía que el secreto del buen dibujante,del buen artista de cómics, es ponerse, es decir, tútrabajas de nueve a cuatro de la tarde, y es lo mis-mo que un trabajo, sólo que trabajas en casa, untrabajo como cualquier otro, me refiero, de tiem-po. Muchas horas todos los días.

–¡Quién pudiera! ¡Quién pudiera sentarse a lasnueve y terminar a las cuatro! ¡Es un trabajo de locu-ra! Para hacer todos esos álbumes de los que te habla-ba, trabajaba 16 horas diarias, y no existían puentes,ni vacaciones, ni fines de semana. Por eso siempredigo que si algún día alguien se decide a escribir mibiografía le bastará con una línea o un par de líneas:Era un gilipollas que trabajó, trabajó, trabajó y traba-jó, y ahí acaba la cosa.

–Pues, señor Ibáñez, muchísimas gracias y mu-chas felicidades... Bueno, también ha recibido unamedalla al trabajo, ¿no es así?

–Sí, por supuesto. Eso fue en junio: el Rey, ni másni menos, me entregó la medalla de oro al mérito artís-tico, correspondiente al año 2000-2001, el cual agra-dezco mucho, como todos los premios, que aunque nosean mi objetivo primordial, siempre son de agradecer,y ensanchan el alma, y te da la sensación de que lo queestás haciendo tiene una cierta resonancia.

–Intuyo que mira hacia atrás y mira hacia ade-lante en su carrera artística, y está satisfecho.

–Sí, completamente, absolutamente. Ahora estoydiciendo que debería ir al zapatero a que me ensanchelos zapatos porque de tanta satisfacción estoy que noquepo en mí.

Alberto Garrido y Virginia Galán

N U E S T R O S R E P O R T E R O SEntrevista a Francisco Ibáñez

FFuimos al plató donde se grababa Un paso ade-lante en Boadilla del Monte y estuvimos de-lante del decorado donde se encontraba Dafne

Fernández (Marta en la serie), que era la que nosayudó a hacer la visita. Mientras Dafne grababa, nosescapamos a cotillear un poco los platós, donde pu-dimos ver varias escenas de la serie y la tensión quese vive en cada momento.

Dafne nos presentó al «musculitos» de Pablo Pu-yol (Pedro en la serie), que enseguida se mostró sim-pático, aunque no nos pudo dedicar mucho tiempoya que tenía que seguir grabando una escena. Des-pués estábamos investigando y nos encontramos conRober, Pedro y Gero, y su puerta estaba llena de ca-ricaturas y fotos muy divertidas de los actores. Está-bamos pensando en llevarnos una, cuando de repen-te..., ¡bu! la puerta se abrió y Pablo Puyol nos pillóin fraganti y conseguimos hacernos una foto con él.

Bajamos a maquillaje donde nos encontramos aBeatriz Rico (Diana), que ya había terminado su par-te del rodaje y tuvo tiempo para firmarnos y hacerseuna foto con nosotras.

Nos llevamos un disgusto cuando vimos que elplató era mucho más pequeño de lo que parecía en eltelevisor y nos resultó raro ver cómo es todo detrásde las cámaras: algunos decorados no son más queun sofá y un cuadro; las paredes son huecas, pero

hay cosas que resultan muy divertidas como la cajaregistradora, que era de juguete (o eso parecía); loque no ve el público es el duro trabajo que se realizadetrás de las cámaras.

Se nos hizo tarde y tuvimos que comer allí conciertos actores; cuando por fin vimos a MiguelÁngel Muñoz (Rober), y aprovechamos para hacerleunas preguntas, que a pesar de que tenía poco tiem-po nos contestó muy amablemente entre bromas.Más tarde fuimos a maquillaje y estaba Mónica Cruzy él, y seguimos la entrevista.

–¿Habéis dado algún tipo de clase de danzapara actuar en la serie?

–Mónica Cruz: He dedicado 21 años de mi vida ala danza.

–M. A. Muñoz: Yo no sabía bailar, así que me lotomé en serio y estuve tres meses bailando 9 horas aldía.

–¿Alguno de vosotros se siente identificado consu papel en la serie?

–Gamunos: No (sólo fue un no rotundo).–¿Cómo ha cambiado vuestra vida desde que

sois famosos?–Gamunos: Ahora tenemos mucho más trabajo.–¿Intentáis demostrar en la serie el trabajo

que conlleva sacar un disco y mantenerlo en lospuestos altos?

–Mónica Cruz: Intentamos demostrarlo que cuesta sacar un disco adelante enla vida real.

–¿Qué creéis que tiene la serie paraque goce de tanta audiencia?

–Mónica Cruz: Fuerza e ilusión.–¿Si tuvieseis que elegir entre el

mundo de la música, la danza o la in-terpretación con cuál os quedaríais?

–Mónica Cruz: Danza e interpretación(lo dijo sin rodeos).

–¿Con el tiempo que dedicáis a laserie y al disco os queda tiempo paravuestra vida privada?

–Gamunos: Poco; el baile me ocupamucho.

–¿Antes de ser actores a qué pensa-bais dedicaros?

–Gamunos: Yo quería ser futbolista, de hecho hejugado en los alevines del Real Madrid.

–Mónica Cruz: Yo siempre he querido ser bailari-na.

–¿De dónde sois?–Mónica Cruz: Todos somos de Madrid.–¿Va a haber más temporadas de la serie?–Mónica Cruz: Sí.–¿Qué va a pasar con Rober y Silvia?–Mónica Cruz: No lo sabemos aún. –¿Va a seguir Lola con Gero o preferirá a Pe-

dro?–Gamunos: (Entre risas) En realidad Lola está

enamoradísima de mí, pero lo guarda en secreto,pero todo se verá en los próximos capítulos...

Y con esto terminamos la entrevista. Queremos agradecer en especial, a Silvia Martí

(Ingrid), a Erica en la serie, a Dafne Fernández porsu amabilidad, a Pedro Puyol (Pedro), a MiguelÁngel Muñoz (Rober) y a Beatriz Rico (Diana); y alos que no nos prestaron demasiada atención les di-remos que otra vez será.

Vanesa Pérez, Marta Arroyo,Marina de la Fuente y Lore Agustí

4º de la E.S.O.

EEstuvimos con Rosa Mariscal, la actriz que davida a Andrea en la serie Hospital Central,que emite Telecinco todos los martes por la

noche. Rosa, que ha trabajado en películas comoAmor, curiosi-dad, prozac ydudas y enobras de teatrocomo Fuente-ovejuna, ade-más de seruna grandísi-ma actriz esuna buenísi-ma persona.Nos concedióuna entrevistaprivada en laque nos con-testó a todaslas preguntas

que le hicimos, incluso las inconfesables (que no po-nemos aquí). Ahí van algunas de sus respuestas.

–¿Te costó mucho llegar a ser actriz?–Desde pequeña hice teatro y además a los 8 años

empecé a hacer danza para dedicarme a ello, pero alos 15 lo dejé porque me cansaba y era muy duro. Alos 17 se me presentó la oportunidad de hacer unaobra de teatro e ir de gira por toda América del Sur yacepté. Ahí me inicié como actriz.

(También nos contó que el ser actriz es una profe-sión muy dura y que en la realidad no es como la pin-ta en la tele de color de rosa).

–¿Recibiste el apoyo de tu familia desde el pri-mer momento?

–La verdad es que no, a mi padre no le pareciómuy buena idea porque quería que fuese farmacéuti-ca, pero sólo pensar en que tendría que estar ahí todoel día me daba dolor de cabeza..., pero al cabo de untiempo se fue haciendo a la idea.

–¿Cómo empezaste a formarte para ser actriz?–Tuve que hacer muchos cursos, incluso terminé

de hacer uno hace unos meses, porque una nunca ter-mina de formarse como actriz.

–¿Te sientes identificada con tu personaje?–Hay cosas en que sí y otras en que no, tal vez no

sea tan fría como ella..., pero hay cosas en que sí.–¿Crees que tu personaje, Andrea, es una per-

sona de mal carácter y enfadada con la vida?–(Risas) No, lo que pasa es que Andrea es una

chica pobre cuyo padre era portero y que lo pasó malde pequeña por la pija de su vecina y su padre per-vertido... Por esto, Andrea se ha formado un carácterfuerte y luchador, que puede parecer borde, pero losque verdaderamente la conocen saben que no es así,que es una especie de “superviviente” a la que le en-cantan los niños y que ha sido capaz de conquistar almismísimo Vilches.

–¿Hay buen ambiente entre los compañeros dela serie?

–Sí, y no sólo entre los actores sino también conlos técnicos, cámaras y demás con los que he hechobuenas migas...

–Cuéntanos alguna anécdota divertida...–(Risas) La verdad es que tengo muchas, sobre to-

do con los niños que son muy graciosos, a mí en larealidad me chiflan. Una vez teníamos que rodar conun hámster y al niño le daban mucho miedo, así queal cogerlo le apretaba mucho y el pobre casi se asfi-xia... Cuando me lo pasó a mí me dio tal mordisco

que hasta se me saltaron las lágrimas y el hámster nome soltaba el dedo, lo increíble fue que esa escenafue la válida... Luego me tuvieron que hacer hastapruebas y ponerme una vacuna a pesar de que elhámster estaba muy bien cuidado.

–¿Qué te parece el éxito que está teniendo la se-rie?

–La verdad es que casi no me lo creo. Cada vezque viene la chica que nos trae las audiencias, quesuele ser los jueves, nos ponemos muy contentos yaque nos ilusiona ser una de los programas con másaudiencia y eso te anima mucho a seguir adelante.

–¿A qué crees que se debe este éxito?–Porque una serie española como esta, de médi-

cos, que se puede decir que tiene un cierto parecido ala famosa y cara Urgencias, puede ser de igual o me-jor calidad aunque no tenga los mismos recursoseconómicos. Lo mejor es que Hospital Central haconseguido atraer a gente tanto joven como adulta.

–Y por último, ¿va a comenzar Andrea una re-lación seria con el doctor Vilches?

–Pues eso es lo que todos queremos y ahora con loque pasa con su hijo y todos se están acercando cadadía. Habrá que ver lo que pasa...

Marta Arroyo, Marina de la Fuente y Lore Agustí

4º de la ESO

Un día de rodaje

Una actriz de Hospital Central

Entrevista a Rosa Mariscal

Page 17: EL INGENIOSO HIDALGO - EducaMadridies.cervantes.madrid.educa.madrid.org/periodico_archivos/num7.pdf · ¿En un mundo donde la inteligencia fue-ra la capacidad de imponerse a los demás,

E L I N G E N I O S O H I D A L G OE L I N G E N I O S O H I D A L G O 11 77

S O N R I S A S F I L O S Ó F I C A S

““NNo me vengas con filosofías” dice mucha gente cuando la respuesta de su in-terlocutor le parece sospechosamente vaga, llena de tecnicismos abstractoso contrarios al sentido común. Esos mismos, probablemente, mostrarían la

perplejidad que muestra el padre de Mafalda en la primera de las ilustraciones de nues-tra página, si se les preguntara en qué consiste la filosofía.

Así que los filósofos –y los profesores de filosofía– somos responsables de dos cosas:de que mucha gente no comprenda en qué consiste esta actividad, y de que crea que setrata de algo muy difícil, oscuro e inútil para su vida.

Los dibujantes de cómic, muchos de ellos auténticos filósofos del lápiz y de lo coti-diano, han sabido captar ambas creencias y reírse así de la filosofía como actividad quemuestra a la vez una enorme capacidad analítica y crítica para detectar los problemas hu-manos… y una igual de grande incapacidad para resolverlos… quizás porque las cues-

tiones a las que la filosofía apunta no son meros problemas y no tienen una única y de-finitiva solución.

Lo peor de la filosofía no es su falta de unanimidad; lo que la hace verdadera-mente risible y criticable es cuando los filosofantes se engarzan en una pseudorre-flexión preocupada de sí misma que se olvida del hombre y de sus problemas. Enesos casos, vale el chiste de otro dibujante que decía que si bien todos decimos ton-terías, los filósofos son esos señores que las dicen en serio. Claro que lo mismo po-dría decirse de los economistas, los políticos o los historiadores, pero esta vez nues-tra página de humor nos invita a reírnos y a que nos tomemos las cosas en broma,pero con filosofía.

Fco. Javier Rodríguez BuilProfesor de Filosofía

Page 18: EL INGENIOSO HIDALGO - EducaMadridies.cervantes.madrid.educa.madrid.org/periodico_archivos/num7.pdf · ¿En un mundo donde la inteligencia fue-ra la capacidad de imponerse a los demás,

E L I N G E N I O S O H I D A L G OE L I N G E N I O S O H I D A L G O

Lucía

LL ucía llevaba un fastuoso sombrero coro-nado por una pluma naranja. A pesar deque habían pasado muchos años desde

la última vez que la había visto, el tiempo ape-nas la había maltratado; tenía todavía la apa-riencia de una adolescente. Sus ojos glaucosconservaban el fulgor de la juventud y su cabe-llera morena mantenía el brillo de sus días me-jores. Al oírla hablar, recordé la voz melifluaque tanto me había deleitado tiempo atrás yvolvieron a mi cabeza algunos momentos quehabía vivido con ella, que de golpe se me anto-jaron muy cercanos.

Extasiado como estaba en la recreación delpasado, tardé un rato en darme cuenta de quesu voz adoptaba progresivamente un tono me-tálico. Inquieto, levanté la mirada y observéque su piel iba adquiriendo un color amarrona-do y una apariencia leñosa.

Con un movimiento involuntario del brazoempujé el marco de una foto, que cayó estrepi-tosamente al suelo, y comencé a temblar. Tratéde levantarme de mi asiento, pero alguna fuer-za extraordinaria me lo impedía, empujándomecon fuerza hacia abajo. Su piel era ya comple-tamente marrón, y sus brazos comenzaban adeformarse y a crujir, como si fueran las ramas de un árbol. Ella seguía hablando con normalidady sin dar señales de percatarse de lo que ocurría; mantenía su mirada fija en mis ojos.

Entonces, Lucía se levantó y pude contemplarla de cuerpo entero. La estampa era espeluznan-te: todo su cuerpo se había convertido en un gran tronco, del que salían por todas partes pequeñasramas, que crecían a una velocidad desmesurada y provocaban rasgaduras en su vestido blanco.Su rostro estaba totalmente desfigurado y el único rasgo humano que no había perdido eran losdos pequeños ojos, que me observaban con aterradora vitalidad. Lo último que alcanzo a recordares una lágrima que se deslizó por mi mejilla y un sombrero con una pluma naranja en lo alto deuna planta aborrecible.

Me desperté bañado en mi sudor, oprimido por una manta espesa y caliente. Tardé unos minutosen reaccionar y en darme cuenta de que estaba despierto y había vuelto de una pesadilla terrible. Sa-biendo que ya iba a ser incapaz de volver a conciliar el sueño, me levanté y, al ponerme las zapati-llas, pisé un objeto extraño. Asombrado, comprobé que en el suelo yacía inerte una pluma naranja.

El insomnio me atormentó a lo largo de las semanas siguientes. Por la noche no conseguía dor-mir y por el día me encontraba deshecho y sin fuerzas para nada. La visión de la pluma me habíahecho reflexionar sobre la realidad del sueño, y me obsesionaba la idea de que este no hubierasido tal y fuese víctima de un suceso sobrenatural. A pesar de que finalmente la cordura se acabóimponiendo en mis pensamientos y decidí considerarlo como un mero capricho del azar, me tor-turaba el solo recuerdo de mi pasado con Lucía, probablemente la única mujer que he amado.

Pasado un tiempo, una noche que llegué tarde a casa, cuando prácticamente había olvidado loocurrido, me sorprendí al descubrir una pluma naranja junto al rellano de mi puerta. Temiendo lopeor, entré en casa y me tranquilizó que aparentemente no hubiese entrado nadie y estuviese todoen orden. No obstante, un escalofrío recorrió mi espalda.

–Hola.–Lucía –murmuré antes de volverme.

Jesús Cano Reyes1° de BACH.

El misterio de mi alma gemela

EE l misterio de mi alma gemela empezó con la llegada de mi tío Antonio de uno de sus tan-tos viajes por Egipto. Ese mismo domingo de finales de agosto fuimos mi madre y yo a vi-sitarlo. Ella es la menor de cuatro hermanos, y mi tío, el mayor; para mi madre, su herma-

no es como un ídolo; siempre lo ha admirado y envidiado por su vida de viajero y descubridor demisterios y tesoros arqueológicos.

Después de darle una calurosa bienvenida y una sorpresa con sus bombones preferidos, noscontó algunos detalles de su expedición, que todavía no se habían hecho públicos; acababan dedescubrir una nueva tumba real, de una dinastía que se creía parte de una leyenda. Todavía está-bamos emocionadas por su relato, cuando de pronto sacó de su vieja maleta de cuero un pequeñopaquete hecho con un papel corriente y arrugado.

–Es un regalo para mi sobrina favorita -dijo guiñándome un ojo.Lo desenvolví cuidadosamente y vi que era una pequeña figura de un barro extraño, verdosa y

con inscripciones que parecían antiguas. Era preciosa.–Muchas gracias, tío -susurré, y le di un fuerte abrazo.Esa noche me pasé tiempo y tiempo en la cama observando fascinada la pequeña esfinge y re-

cordando las historias que contó mi tío de esa familia de reyes desconocida. Hasta que me quedédormida con ella en las manos.

A la mañana siguiente, cuando me levanté, escuché un raro crujido en el suelo. Me llevé ungran disgusto al ver que la esfinge estaba rota. Al ir a recogerla, entre sus pedazos, vi que habíauna especie de papel enrollado.

Me vestí rápidamente y salí hacia la casa de mi tío.–Sofía, ¿sabes qué hora es? -dijo al abrir la puerta, entre bostezos y todavía en pijama.Después de explicarle con voz tímida cómo se me rompió la figurita y lo del pequeño rollo de

papel, él tenía tantas ganas como yo de ver inmediatamente su contenido. –Ábrelo, es tuyo.Nada más abrirlo, me quedé sin habla. Era el retrato de una chica igualita a mí.–¿Esto es una broma, no? -le dije mosqueada a mi tío.Antonio, sorprendido, negó con la cabeza. Se quedó mudo; después de unos minutos, empezó

a traducir los signos que rodeaban el dibujo.–“Yo, Sofía, princesa

del Alto Nilo, envíoeste mensaje a travésde los siglos, a ti, Sofíadel futuro, para quetengas buena suerte entus propósitos, como latuve yo en los míos.Este mensaje te acom-pañará siempre”.

Mi tío y yo nos mira-mos. Nuevamente lepregunté si era una bro-ma.

Muy serio, Antoniodijo que no. Despuésme pidió los trozos dela pequeña esfinge y elpapiro, para examinar-los científicamente.

Dos meses más tarde, mi tío me invitó a merendar en su casa. Cuando abrió la puerta, me con-dujo al salón y muy emocionado me dijo:

–Tienes una gemela que vivió hace dos mil quinientos años.

Nuria Henríquez Navarro1º de E.S.O.

No sirve de nadaNo sirve de nada temer a los problemasno luchar por conseguir aquello que aprecias,abandonarlo todo por los miedos,no luchar por realizar tus sueños.

No sirve de nada ocultar las apariencias,tener miedo a la vida y a sus consecuencias,no vivir cada segundo como un último suspiro,disimular que me enrojezco siempre que la miro.

No sirve de nada llorar sin aprender,tumbarte en la cama sin saber qué hacer,mirar por tu ventana y no sentirte agraciado,recordar melancólico los tiempos pasados.

No sirve de nada esquivar a tu amada, sufrir por no recibir aquella llamada,pasarte la vida en una sala de espera,olvidar el presente por un mañana que no llega.

No sirve de nada no ser escritor de tu historia,marearte antes de subir a esta noria,no pedirle a los tuyos lo que necesitas,no comprender que lo que la vida te da también te lo quita.

No sirve de nada actuar ante la gente,no ser tú mismo con tal de que se te recuerde,parecer quien no eres ante los desconocidos,reírles las bromas a los falsos amigos.

No sirve de nada dejar de lado a los que quieres,si cuando te faltan te mueres,olvidar lo que sentisteis todos juntos, hacer de las tonterías todo un mundo.

No sirve de nada moverse en soledad,no pensar en qué se puede mejorar,buscar en el dinero la felicidad,no sentir que sin ti este mundo, no sería igual.

Pablo Pérez Martínez2º de Bachillerato.

11 88

P R E M I O S C E R V A N T E SSiguiendo la ya vieja tradición, se volvieron a convocar para los alumnos del Instituto los concursos de creación literaria con el

nombre de Premios Cervantes. El Jurado, compuesto por los alumnos de segundo de bachillerato, Lorena Benito Ramos y Cristina Mu-nera Zarza, y por los profesores Ramón Asquerino, Pedro Hernández y Juan M.ª Marín, hizo público su fallo el día 18 de febrero de 2003.Estos son los trabajos ganadores:

Mejores creaciones del primer ciclo de la ESO: Una chica de color (de Soraya Rodríguez, de 1º C), El misterio de mi alma gemela(de Nuria Hernández Navarro, de 1º A).

Mejores creaciones del segundo ciclo de la ESO: Sola (de Sonia Durán Hernán, de 4º F) y Un suspiro en el tiempo (de CarolinaMarza Morales, de 4º A).

Mejores creaciones de bachillerato: Lucía (de Jesús Cano Reyes, de 1º E) y No sirve de nada (de Pablo Pérez Martín, de 2º F).En estas páginas editamos los trabajos premiados.

Page 19: EL INGENIOSO HIDALGO - EducaMadridies.cervantes.madrid.educa.madrid.org/periodico_archivos/num7.pdf · ¿En un mundo donde la inteligencia fue-ra la capacidad de imponerse a los demás,

Una chica de color

TTodos sabemos lo difícil que está para los inmigrantes el llegar a España; aun así hay genteque cruza la frontera en pateras arriesgando sus vidas y pagando precios muy altos. Veanesta historia que es la realidad de muchas familias.

Esto era una vez, no hace mucho tiempo, una familia que vivía en África, concretamente enEtiopía. Tenía cinco hijos de diversas edades. La más pequeña era Nohomi, con siete años de edad.Sus padres veían que no podían mantener a todos y decidieron enviar a Nohomi a España y sushermanos se irían a Tijuana, una ciudad de México .

Los padres de Nohomi consiguieron la cantidad que tendrían que pagar por el viaje en pateraspara su hija pequeña. Ya se acercaba el día de la separación. Mientras preparaban su maleta los pa-dres no hablaban, pero en cambio Nohomi seguía ilusionada, con su rostro siempre alegre, sus ojosmarrones expresaban sus sentimientos y a la vez su tez morena indicaba su sufrimiento .

Cogió su maleta; no llevaba gran cosa, tan sólo su mayor alhaja: un diario y su lapicero, que eransus mejores amigos (se pasaba horas y horas escribiendo en él). De siempre había dicho que iba a serperiodista y siempre estaba entrevistando a su familia. Mientras Nohomi escribía sus últimas palabrasen casa, los padres estaban preparando los trámites de adopción. Ella curiosa preguntó: ¿Qué es laadopción? Sus padres se lo explicaron con pelos y señales, además le dieron un papel en el que indi-caba la calle en la que vivían los que iban a ser sus padres adoptivos. A todo esto se hizo la hora dezarpar. Nohomi embarcó y mientras con una mano sujetaba la maleta con la otra decía adiós.

Pasaron segundos, minutos, horas, hasta que gritó el señor que les llevaba: «¡Tierra a la vis-ta!»; todos se levantaron y, aunque Nohomi no entendía nada, lo mismo hizo. En el puerto muchagente había pero Nohomi hizo caso del cartelito en el que ponía su nombre. Era una señora bajitay delgada la que la recogió (esa señora se llamaba Almudena y sería su nueva madre). Su nuevamadre le explicó que tendría una hermana de su misma edad y que irían a la misma escuela. Pasóun buen rato hasta que llegaron a casa. ¡Era enorme! Por fin conocía a su hermana nueva, Miriam.Y a su padre también lo conoció. Era tarde, cenaron y se fueron a dormir: al día siguiente se tení-an que levantar pronto. Nohomi no podía dormir, así que sacó su diario y escribió su viaje. Hastabien tarde no se durmió, pero a la mañana siguiente estaba tan activa... serían las camas: en su paíseran de paja y pinchaban .

Llegó el autobús del colegio y se marcharon. Cuando llegaron al colegio varios niños se metie-ron con ella, pero la gran mayoría le dio la bienvenida. Esta rutina la siguieron todo el año. Noho-mi apenas se acordaba de su familia. Echaba en falta una foto, para recordar su país y los rostros desus familiares. ¡Cómo se alegrarían sus verdaderos padres al ver que era tan buena estudiante!

La protagonista se fue haciendo mayor, fue aprobando todos los cursos hasta llegar a ser pe-riodista. Regresó a su país natal a entrevistar a una familia con Miriam que se hizo su ayudante .

Tras un largo viaje el avión aterrizó. Anduvieron un buen rato hasta toparse con una vieja cha-bola, llamaron a la puerta y les abrió una señora bajita y rechoncha. Al ratito salió un hombre vie-jo y arrugado, las invitó a sentarse y así lo hicieron, sacaron un papel donde tenían las preguntas

—¿Cuántos años tenía su hija cuando tuvo que irse? —preguntó Nohomi.—Siete —contesto la mujer .—¿Qué le gustaba hacer? —preguntó Miriam.—Escribir —dijo el hombre.—¿Cómo se llamaba?—Nohomi.Nohomi tragó saliva y se quedó callada.—¿La conoces? —dijo la madre.—No, bueno, sí, regular —dijo Nohomi —Explícate —dijo el padre.—Me resulta difícil explicarlo, pero...Nohomi soy yo.—No puede ser... —dijo la madre.Se abrazaron llorando. Había muchas cosas que contar en

tan poco tiempo... La emoción corría por las venas, pero todotiene un fin, en este caso no, los padres verdaderos tenían dine-ro para costearse el viaje y supondrán que ahora viven felicestodos juntos y comen perdices, pues no, bueno, en parte, pero secompran un piso y lo van pagando a plazos, forman una familiay desayunan todas las mañanas. Espero que os haya gustado.

Y si no ...

Soraya Rodriguez - 1º de la ESO

Sola

LLos primeros síntomas aparecieron cuando ni siquiera recuerdo la edad que en aquel duromomento tenía yo, fueron lentos pero muy progresivos, espasmos musculares leves, queapenas eran apreciables desde un primer momento, pero que poco a poco se fueron convir-

tiendo en bruscos movimientos involuntarios de todo el cuerpo marcados por fuertes cambios ensu personalidad. Recuerdo que su lenguaje era inseguro e indeciso, aunque con el paso de los añosera todo todavía más difícil, lo que dio como resultado la pérdida total del control físico de su cuer-po, y era casi imposible la comunicación entre ambos. Fue al cabo de muchos años cuando supeque los movimientos involuntarios que mi padre realizaba tenían un nombre.

Durante los años de evolución de su enfermedad yo deseé su muerte en repetidas ocasiones; loquería tanto y de tal manera que no era capaz de ver esa mirada triste, llorosa, de sufrimiento, va-cía... con la que repetidamente me topaba y que en el fondo algo me decía.

Aunque no quisiese, yo era consciente de que él apreció su vida, que la tuvo llena de ilusiones yesperanzas, aunque el oscuro agujero de esa enfermedad algún día se lo llevase. No recuerdo apenascuándo aún caminaba o cuándo todavía podía hablar y en mi caso el recuerdo es horrible, ya que, dehaberlo sabido, habría valorado algo más cuando me enseñó a montar en bici o cuando en la playa co-rría detrás de mí para que yo no cayese al agua...; miles de recuerdos que en el fondo se perdieron.

En fin, después de muchos años de sueños, ilusiones y sufrimiento, mi padre fue a una resi-dencia, cuando vimos que la situación se nos iba de las manos. Aún puedo verme reflejada en sutriste mirada cuando recuerdo la primera vez que fui a verlo; era como si me suplicase que lo lle-vase conmigo o que no lo sacase nunca jamás de allí. Unos meses más tarde, en unas pocas horastodo terminó. Cuando entré en la habitación del hospital donde se encontraba, estaba tumbado enla cama, atado de pies y manos, pues entró en un estado de ansiedad en el cual yo no le había vis-to nunca. Estuvo durante doce horas balbuceando la misma palabra, que en aquel momento no sa-bíamos cuál era. Pocos días después de dar vueltas a la cabeza, me di cuenta de cuál era esa pala-bra que tanto repetía: «Ayúdame». Miré a mi alrededor y me encontré sola en aquella habitación.Le solté de pies y manos y comencé a notar cómo sus fuerzas empezaban a fallar, su respiraciónera diferente y sus ojos no tenían palabras.

Cogí su mano y me di cuenta de que sus uñas estaban azules y muy frías, respiró hondamenteuna vez más y ahí terminó todo. Ese fue el momento más duro de mi vida y la decisión más im-portante que en mi vida he tomado, ya que sabía que si avisaba a alguna enfermera, prolongaría susufrimiento durante algunos días, semanas, incluso meses.

Sonia Durán Hernán - 4º de la E.S.O.

Un suspiroen el tiempo

Triste al mirarte,contemplo tu rostro,batalla perdida,el tiempo lo es todo.

Envejece en silenciotu cuerpo poroso,tu alma enmudece.

Se apresura mi aliento,mi cuerpo se enciende,

de mí sale húmedo fuego.

¡Tiemblo! ¡Dios mío!Contemplo ese espejo,maldigo el reflejo.

Carolina Marza Mocales4º de la E.S.O.

E L I N G E N I O S O H I D A L G OE L I N G E N I O S O H I D A L G O 11 99

P R E M I O S C E R V A N T E S

ANUNCIO

Page 20: EL INGENIOSO HIDALGO - EducaMadridies.cervantes.madrid.educa.madrid.org/periodico_archivos/num7.pdf · ¿En un mundo donde la inteligencia fue-ra la capacidad de imponerse a los demás,

E L I N G E N I O S O H I D A L G OE L I N G E N I O S O H I D A L G O22 00

O T R A S M I R A D A S

EL INGENIOSO HIDALGO EL INGENIOSO HIDALGO EN INTERNETEN INTERNEThttp://centros5.pntic.mec.es/ies.cervantes/directorio.htm

PREMIOS CERPREMIOS CERVVANTESANTEShttp://centros5.pntic.mec.es/ies.cervantes/premioscervantes.htm

Fotografías realizadas por NANDO.

Consejo de Redacción: Milagro Fernández, Francisco Palicio, Antonio Bernalte, Juan M.ª Marín, Luis Maroto y Luis de Peña.

Y todos los escribientes y dibujantes que nos prestan su graciosa colaboración: alumnos y profesores, de ayer y de hoy, que nosregalan su tiempo, su colaboración y su arte.

DEPÓSITO LEGAL: M-13.369-1997 - ARTES GRAFICAS RUIZ, S. L. - TEL. 914 782 012