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Viernes 8 de febrero de 2019 EL UNIVERSAL C12 CULTURA El guardián entre el centeno y los adolescentes PROYECTO UNAM Texto: Roberto Gutiérrez Alcalá [email protected] Derecho para no juristas El Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM invita al diplomado “Derecho para no juristas. Cuarta edición 2019”, que coordinará Sandra Gómora Juárez y Edith Cuautle Rodríguez todos los martes, del 19 de fe- brero al 17 de septiembre, de 16:00 a 20:30 horas, en el Auditorio Dr. Héctor Fix-Zamudio del citado instituto, en CU. Informes en el teléfono 56-22-74-74 extensiones 85210 y 85211, y en el correo electrónico d i f i i j @ u n a m.m x ESPECIAL Centro de datos de clase mundial, en la UNAM El Centro de Datos y Cómputo de Alto Rendimiento, que se ubica en el Instituto de Ciencias Nucleares (ICN) de la UNAM, es el centro de almacenamiento de datos cientí- ficos más grande de México. Igual que una enorme biblioteca de la era digital, contiene la informa- ción de importantes proyectos científicos nacionales e interna- cionales, como el Laboratorio Na- cional HAWC de Rayos Gamma, el detector ALICE del Gran Colisio- nador de Hadrones, el Experi- mento de Energía Oscura DESI y el Observatorio Pierre Auger de Rayos Gamma. Se abrió el Recinto Rubén Bonifaz Nuño en CU En el segundo piso de la Biblioteca Central, en CU, se abrió el Recinto Rubén Bonifaz Nuño. Ahí, el pú- blico en general puede consultar los libros del poeta, traductor y editor mexicano, y observar algu- nos de sus objetos más preciados: una de sus máquinas de escribir, sus chalecos y unos pocos de sus muchos reconocimientos, como la medalla al Editor Universitario, que lleva su nombre. En este re- cinto, además, se trabaja en la ca- talogación de la obra del autor de La muerte del ángel . Está abierto de las 9:00 a las 14:00 horas, de lu- nes a viernes. ESPECIAL El guardián entre el centeno y los adolescentes El escritor estadouni- dense Jerome David Sa- linger era un bicho raro. Huidizo, huraño, celoso de su privacidad hasta extremos delirantes, mostraba un absoluto desdén por las entrevis- tas, los reflectores, el aplauso… Una vez alcanzó la fama, se recluyó en su granja de Cornish, New Hampshire, y le dio la espalda al mundo hasta el día de su muerte, el 27 de enero de 2010. Aunque escribió otras obras excelentes Nueve cuentos , Franny y Zooey, L evantad, carpinteros, la viga del tejado y Seymour: una intro ducción—, J. D. Salinger es recordado, so- bre todo, por su novela El guardián entre el cen- teno ( The Catcher in the Rye), publicada por pri- mera vez en 1951. Con motivo de los 100 años del nacimiento de este escritor entrañable, ocurrido el 1 de ene- ro de 1919 en Nueva York, se impone la nece- sidad de revisitar El guardián entre el centeno y tratar de entender por qué, apenas salió de la imprenta, se volvió un fenómeno literario en Estados Unidos. “Yo creo que esta novela ejerció una poderosa influencia en los adolescentes de principios de la década de los años 50 del siglo pasado porque de alguna manera captó su voz y sus inquietudes, las cuales eran totalmente diferentes de las de los adolescentes de la época de sus padres. Éstos eran mucho más formales y estaban mucho más ape- gados a la disciplina y la educación tradicionales estadounidenses. Tengo la impresión de que ni el propio Salinger fue consciente de que su libro se- ría una propuesta moral y de actitud frente a las cosas que estaban pasando entonces en la muy conservadora sociedad de Estados Unidos”, dice Hernán Lara Zavala, escritor y profesor de la ca- rrera de Letras Inglesas en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Inteligente, rebelde e inmaduro El guardián entre el centeno está narrada en pri- mera persona por Holden Caulfield, un joven inteligente, rebelde e inmaduro que, con una buena dosis de desparpajo y cinismo, rechaza la lógica y las convenciones de la sociedad en la que le ha tocado vivir. Y para exponer su historia recurre a un lenguaje antisolemne, cargado de un humor desvergonzado e irreverente. “En esos años, escritores iconoclastas como Henry Miller ya utilizaban de una manera abierta, sin tapujos, toda clase de palabras se- xuales en sus obras. En el caso de El guardián entre el centeno, yo creo que Salinger respetó la norma ética y un poco puritana de la sociedad estadounidense, y no recurrió, salvo muy con- tadas veces, a las malas palabras, sino a lo que se conoce como maldiciones. Es decir, en cuan- to a la lengua, en general fue bastante consi- derado frente a la opinión pública. En cambio, puso todo el peso específico de su novela en el espíritu de rebeldía de Holden Caulfield”, in- dica Lara Zavala. En efecto, Holden Caulfield es el prototipo del joven desarraigado, insumiso y resentido que anda en busca de sí mismo; pero también es un joven profundamente tierno. De ahí que Lara Zavala considere que este personaje constituye una especie de radiografía de esa etapa tan di- fícil y compleja por la que todos pasamos: la adolescencia. “No es el adolescente modelo, ni mucho me- nos; es el adolescente disidente, inconforme. Creo que ese espíritu de rebeldía ya estaba en el aire a finales de la década de los años 40, como sucedería inmediatamente antes del 68. Hay ciertos espíritus que privan en la sociedad y que requieren un disparador para manifestarse, y yo creo que El guardián entre el centeno fue el dis- parador de ese espíritu de rebeldía que ya flo- taba en el ambiente al término de la Segunda Guerra Mundial”, refiere el autor de C h a r ra s . En opinión de Lara Zavala, Holden Caulfield, quien vive en Nueva York, ha sido expulsado de la escuela y se encuentra sumido en una crisis existencial, también tiene mucho de pícaro. “Es como un pícaro porque todo el tiempo va de un lado a otro, todo el tiempo va huyendo y todo el tiempo le suceden cosas malas, depri- mentes; esas cosas que hacen que los jóvenes se sientan incomprendidos. Sin embargo, a final de cuentas, Holden Caulfield, experimenta, gracias a su sensibilidad y a la presencia adorable e ilu- minadora de su hermanita Phoebe, una suerte de redención. En este sentido, El guardián entre el centeno es una novela de formación.” Influencia en México La literatura mexicana no fue ajena al estallido y la onda expansiva que causó la aparición de la novela de Salinger en el mundo de las letras. Al respecto, Lara Zavala comenta: “Por ejemplo, en La tumba, de José Agustín, encuentro muchos reflejos de El guardián en- tre el centeno. José Agustín asimiló muy bien la influencia del estadounidense. No fue un epígono de él, más bien entendió cuál era el sentido de su novela y lo adaptó a la sociedad mexicana. La tumba también gira alrededor de la problemática y del descontento juvenil, y también es burlona e irreverente. Creo que La tumba está casi signada por la influencia muy bien asimilada de Salinger. Esta influen- cia, por otro lado, la veo menos en De perfil y prácticamente ya no la siento en Se está ha- ciendo tarde ( final en laguna), donde José Agustín se separa de la parte juvenil para me- terse directamente en la contracultura.” Vivita y coleando Si bien El guardián entre el centeno es una no- vela arquetípica de la adolescencia que ha lo- grado llegar vivita y coleando hasta nuestra épo- ca, es muy probable que cada vez tenga menos lectores jóvenes. Por lo que se refiere a los adolescentes esta- dounidenses de ahora, quizá podrían sentirse más identificados con los personajes de otro tipo de novelas juveniles, como Menos que cero, de Bret Easton Ellis, donde las drogas duras, como la cocaína, juegan un papel preponderante. Con todo, mientras haya quien se acerque a ella y lea los 26 capítulos que la conforman, Hol- den Caulfield, con su ridícula gorra de cazador roja —que usa como o t ra manera de desafiar a la sociedad—, seguirá en pie de lucha contra los falsos e hipócritas, persiguiendo su anhelo de ser sólo un guardián entre el centeno para evitar que los niños —los jóvenes rebeldes como él— caigan al precipicio. “Una de las maravillas de la literatura es que te hace ver que no estás solo en el mundo. Así, cuando leo una obra, puedo decirme a mí mis- mo: ‘Lo que estoy sintiendo, ya lo ha sentido este autor y me lo está explicando y lo entiendo y me comunico con él.’ Lo mismo puede decirse a sí mismo un joven al leer hoy El guardián en- tre el centeno, a pesar de los años transcurridos desde que se publicó por primera vez”, finaliza Lara Zavala. b ESPECIAL “Yo creo que esta novela ejerció una poderosa influencia en los adolescentes de principios de la década de los años 50 del siglo pasado porque de alguna manera captó su voz y sus inquietudes, las cuales eran totalmente diferentes de las de los adolescentes de la época de sus padres” HERNÁN LARA ZAVALA Escritor y profesor de la carrera de Letras Inglesas en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM Con motivo de los 100 años del nacimiento de J. D. Salinger, autor de esta novela, Hernán Lara Zavala, escritor y profesor universitario, analiza el fenómeno literario que representó cuando salió publicada Leyenda negra bbb A partir de tres hechos violen- tos, la novela de Salinger se ha visto envuelta en una leyenda negra que no guarda ninguna relación con su tra- ma ni con su factura literaria. El 8 de diciembre de 1980, después de dispararle con una pistola a John Lennon en Nueva York, Marck Chap- man, su asesino, sacó de su abrigo un ejemplar de El guardián entre el cen- teno que recién había comprado —y donde escribió: “Ésta es mi declara- c i ó n”— y se puso a leerlo hasta que la policía llegó y lo detuvo. Asimismo, John Hinckley Jr., quien intentó matar al presidente es- tadounidense Ronald Reagan el 30 de marzo de 1981 en Washginton D. C., declaró que estaba obsesionado con esta novela. Y Robert John Bardo llevaba con- sigo un ejemplar de este libro cuando asesinó a la actriz Rebecca Schaeffer el 18 de julio de 1989 en Los Ángeles, California. b bbb Con El guardián entre el centeno y, posteriormente, con algunos de los cuentos que integrarían su segundo libro ( Nueve cuentos ), Salinger inau- guró un singular modo de abordar la vida y los problemas de los adolescen- tes, que se volvería muy popular en la revista The New Yorker. “Muchas veces basados en su pro- pia experiencia personal, otros escri- tores como Truman Capote, John Up- dike y John Cheever comenzaron a escribir obras en las que reflejaban las contradicciones, paradojas, ambicio- nes y frustraciones de la juventud. Sin duda, Salinger inauguró la moda de contemplar, con una mirada fresca y aguda, a los personajes juveniles”, apunta Lara Zavala. b Moda

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Viernes 8 de febrero de 2019 EL UNIVERSALC12 CU LT U R A

El guardiánentre elce nte n o y losa d o l esce ntes

PROYECTO UNAM Texto: Roberto Gutiérrez Alcaláro [email protected]

Derecho para no juristasEl Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM invita al diplomado“Derecho para no juristas. Cuarta edición 2019”, que coordinará SandraGómora Juárez y Edith Cuautle Rodríguez todos los martes, del 19 de fe-brero al 17 de septiembre, de 16:00 a 20:30 horas, en el Auditorio Dr. HéctorFix-Zamudio del citado instituto, en CU. Informes en el teléfono 56-22-74-74extensiones 85210 y 85211, y en el correo electrónico d i f i i j @ u n a m.m x

E S P E

C I A L Centro de datos

de clase mundial,en la UNAMEl Centro de Datos y Cómputo deAlto Rendimiento, que se ubica enel Instituto de Ciencias Nucleares(ICN) de la UNAM, es el centro dealmacenamiento de datos cientí-ficos más grande de México. Igualque una enorme biblioteca de laera digital, contiene la informa-ción de importantes proyectoscientíficos nacionales e interna-cionales, como el Laboratorio Na-cional HAWC de Rayos Gamma, eldetector ALICE del Gran Colisio-nador de Hadrones, el Experi-mento de Energía Oscura DESI yel Observatorio Pierre Auger deRayos Gamma.

Se abrió el RecintoRubén BonifazNuño en CUEn el segundo piso de la BibliotecaCentral, en CU, se abrió el RecintoRubén Bonifaz Nuño. Ahí, el pú-blico en general puede consultarlos libros del poeta, traductor yeditor mexicano, y observar algu-nos de sus objetos más preciados:una de sus máquinas de escribir,sus chalecos y unos pocos de susmuchos reconocimientos, comola medalla al Editor Universitario,que lleva su nombre. En este re-cinto, además, se trabaja en la ca-talogación de la obra del autor deLa muerte del ángel. Está abiertode las 9:00 a las 14:00 horas, de lu-nes a viernes.

E S P E

C I A L

El guardiánentre elce nte n o y losa d o l esce ntes

El escritor estadouni-dense Jerome David Sa-linger era un bicho raro.Huidizo, huraño, celosode su privacidad hastaextremos delirantes,

mostraba un absoluto desdén por las entrevis-tas, los reflectores, el aplauso… Una vez alcanzóla fama, se recluyó en su granja de Cornish, NewHampshire, y le dio la espalda al mundo hastael día de su muerte, el 27 de enero de 2010.

Aunque escribió otras obras excelentes—Nueve cuentos, Franny y Zooey, L evantad,carpinteros, la viga del tejado y Seymour: unaintro ducción—, J. D. Salinger es recordado, so-bre todo, por su novela El guardián entre el cen-teno (The Catcher in the Rye), publicada por pri-mera vez en 1951.

Con motivo de los 100 años del nacimientode este escritor entrañable, ocurrido el 1 de ene-ro de 1919 en Nueva York, se impone la nece-sidad de revisitar El guardián entre el centenoy tratar de entender por qué, apenas salió de laimprenta, se volvió un fenómeno literario enEstados Unidos.

“Yo creo que esta novela ejerció una poderosainfluencia en los adolescentes de principios de ladécada de los años 50 del siglo pasado porque dealguna manera captó su voz y sus inquietudes, lascuales eran totalmente diferentes de las de losadolescentes de la época de sus padres. Éstos eranmucho más formales y estaban mucho más ape-gados a la disciplina y la educación tradicionalesestadounidenses. Tengo la impresión de que ni elpropio Salinger fue consciente de que su libro se-ría una propuesta moral y de actitud frente a lascosas que estaban pasando entonces en la muyconservadora sociedad de Estados Unidos”, diceHernán Lara Zavala, escritor y profesor de la ca-rrera de Letras Inglesas en la Facultad de Filosofíay Letras de la UNAM.

Inteligente, rebelde e inmaduroEl guardián entre el centeno está narrada en pri-mera persona por Holden Caulfield, un joveninteligente, rebelde e inmaduro que, con unabuena dosis de desparpajo y cinismo, rechaza lalógica y las convenciones de la sociedad en laque le ha tocado vivir. Y para exponer su historiarecurre a un lenguaje antisolemne, cargado deun humor desvergonzado e irreverente.

“En esos años, escritores iconoclastas comoHenry Miller ya utilizaban de una maneraabierta, sin tapujos, toda clase de palabras se-xuales en sus obras. En el caso de El guardiánentre el centeno, yo creo que Salinger respetó lanorma ética y un poco puritana de la sociedad

estadounidense, y no recurrió, salvo muy con-tadas veces, a las malas palabras, sino a lo quese conoce como maldiciones. Es decir, en cuan-to a la lengua, en general fue bastante consi-derado frente a la opinión pública. En cambio,puso todo el peso específico de su novela en elespíritu de rebeldía de Holden Caulfield”, in-dica Lara Zavala.

En efecto, Holden Caulfield es el prototipo deljoven desarraigado, insumiso y resentido queanda en busca de sí mismo; pero también es unjoven profundamente tierno. De ahí que LaraZavala considere que este personaje constituyeuna especie de radiografía de esa etapa tan di-fícil y compleja por la que todos pasamos: laadole s cencia.

“No es el adolescente modelo, ni mucho me-nos; es el adolescente disidente, inconforme.Creo que ese espíritu de rebeldía ya estaba en elaire a finales de la década de los años 40, comosucedería inmediatamente antes del 68. Hayciertos espíritus que privan en la sociedad y querequieren un disparador para manifestarse, y yocreo que El guardián entre el centeno fue el dis-parador de ese espíritu de rebeldía que ya flo-taba en el ambiente al término de la SegundaGuerra Mundial”, refiere el autor de C h a r ra s .

En opinión de Lara Zavala, Holden Caulfield,quien vive en Nueva York, ha sido expulsado dela escuela y se encuentra sumido en una crisisexistencial, también tiene mucho de pícaro.

“Es como un pícaro porque todo el tiempo vade un lado a otro, todo el tiempo va huyendo ytodo el tiempo le suceden cosas malas, depri-mentes; esas cosas que hacen que los jóvenes sesientan incomprendidos. Sin embargo, a final decuentas, Holden Caulfield, experimenta, graciasa su sensibilidad y a la presencia adorable e ilu-minadora de su hermanita Phoebe, una suertede redención. En este sentido, El guardián entreel centeno es una novela de formación.”

Influencia en MéxicoLa literatura mexicana no fue ajena al estallidoy la onda expansiva que causó la aparición de lanovela de Salinger en el mundo de las letras. Alrespecto, Lara Zavala comenta:

“Por ejemplo, en La tumba, de José Agustín,encuentro muchos reflejos de El guardián en-tre el centeno. José Agustín asimiló muy bienla influencia del estadounidense. No fue unepígono de él, más bien entendió cuál era elsentido de su novela y lo adaptó a la sociedadmexicana. La tumba también gira alrededorde la problemática y del descontento juvenil,y también es burlona e irreverente. Creo queLa tumba está casi signada por la influenciamuy bien asimilada de Salinger. Esta influen-cia, por otro lado, la veo menos en De perfil yprácticamente ya no la siento en Se está ha-ciendo tarde (final en laguna), donde JoséAgustín se separa de la parte juvenil para me-terse directamente en la contracultura.”

Vivita y coleandoSi bien El guardián entre el centeno es una no-vela arquetípica de la adolescencia que ha lo-grado llegar vivita y coleando hasta nuestra épo-ca, es muy probable que cada vez tenga menoslectores jóvenes.

Por lo que se refiere a los adolescentes esta-dounidenses de ahora, quizá podrían sentirsemás identificados con los personajes de otro tipode novelas juveniles, como Menos que cero, deBret Easton Ellis, donde las drogas duras, comola cocaína, juegan un papel preponderante.

Con todo, mientras haya quien se acerque aella y lea los 26 capítulos que la conforman, Hol-den Caulfield, con su ridícula gorra de cazadorroja —que usa como o t ra manera de desafiar ala sociedad—, seguirá en pie de lucha contra losfalsos e hipócritas, persiguiendo su anhelo deser sólo un guardián entre el centeno para evitarque los niños —los jóvenes rebeldes como él—caigan al precipicio.

“Una de las maravillas de la literatura es quete hace ver que no estás solo en el mundo. Así,cuando leo una obra, puedo decirme a mí mis-mo: ‘Lo que estoy sintiendo, ya lo ha sentidoeste autor y me lo está explicando y lo entiendoy me comunico con él.’Lo mismo puede decirsea sí mismo un joven al leer hoy El guardián en-tre el centeno, a pesar de los años transcurridosdesde que se publicó por primera vez”, finalizaLara Zavala. b

E S P E

C I A L

“Yo creo que esta novela ejercióuna poderosa influencia en losadolescentes de principios de ladécada de los años 50 del siglopasado porque de alguna maneracaptó su voz y sus inquietudes,las cuales eran totalmentediferentes de las de losadolescentes de la épocade sus padres”HERNÁN LARA ZAVALAEscritor y profesor de la carrera de Letras Inglesasen la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM

Con motivo de los 100 años del nacimiento de J. D.Salinger, autor de esta novela, Hernán Lara Zavala,escritor y profesor universitario, analiza el fenómenoliterario que representó cuando salió publicada

Leyenda negrabbb A partir de tres hechos violen-tos, la novela de Salinger se ha vistoenvuelta en una leyenda negra que noguarda ninguna relación con su tra-ma ni con su factura literaria.

El 8 de diciembre de 1980, despuésde dispararle con una pistola a JohnLennon en Nueva York, Marck Chap-man, su asesino, sacó de su abrigo unejemplar de El guardián entre el cen-teno que recién había comprado —ydonde escribió: “Ésta es mi declara-c i ó n”— y se puso a leerlo hasta que lapolicía llegó y lo detuvo.

Asimismo, John Hinckley Jr.,quien intentó matar al presidente es-tadounidense Ronald Reagan el 30 demarzo de 1981 en Washginton D. C.,declaró que estaba obsesionado conesta novela.

Y Robert John Bardo llevaba con-sigo un ejemplar de este libro cuandoasesinó a la actriz Rebecca Schaefferel 18 de julio de 1989 en Los Ángeles,California. b

bbb Con El guardián entre el centenoy, posteriormente, con algunos de loscuentos que integrarían su segundolibro (Nueve cuentos), Salinger inau-guró un singular modo de abordar lavida y los problemas de los adolescen-tes, que se volvería muy popular en larevista The New Yorker.

“Muchas veces basados en su pro-pia experiencia personal, otros escri-tores como Truman Capote, John Up-dike y John Cheever comenzaron aescribir obras en las que reflejaban lascontradicciones, paradojas, ambicio-nes y frustraciones de la juventud. Sinduda, Salinger inauguró la moda decontemplar, con una mirada fresca yaguda, a los personajes juveniles”,apunta Lara Zavala. b

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