El Futuro es Ahora.

A continuación arrancaremos en viaje. Recorreremos el mundo y desde el mundo a la Universidad y desde la Universidad a nuestro Instituto.

Abrochaos por lo tanto los cinturones.

Un par de advertencias antes de partir: Vivimos en un mundo desutópico. Todo el imaginario expresado en la literatura y en el cine sobre el advenimiento de una sociedad indeseable, llena de contradicciones y peligros se ha vuelto realidad. Aquellas reflexiones consideradas exageradas y casi paranoicas por muchos, durante mucho, se han materializado ya: Estamos ante el fin de los tiempos.1

El mundo se cae a pedazos. Y no solo el mundo que conocemos, es decir, el mundo de nuestros diferentes presentes históricos (para algunos el mundo post 1968, para otros post 1989, para los más jóvenes post 2001) el que se cae a pedazos es el mundo entero. El de ayer, el de hoy, y el de mañana2. Que se entienda bien, en toda su dimensión y con toda su fuerza: De continuar por la senda actual y de no existir un cambio radical de las relaciones de producción (y también en cierta forma en las fuerzas productivas) no tendremos más opción que bajar para siempre el telón de la historia.

Primera parada del viaje entonces: el mundo. Levantamos la cabeza y miramos hacia nuestro alrededor. Lo que vemos no se aleja de nuestras ideas preconcebidas. Vemos ante todo un Imperio (E.E.U.U.) sumamente fuerte y tendencialmente agresivo. Un Imperio que a primera vista nos parece todopoderoso pero que en realidad es solo un instrumento. Hay una entidad por sobre él que lo domina desde las sombras y lo utiliza para conseguir, mantener y aumentar la dominación capitalista sobre el globo. Esta entidad es la súpersociedad global.3

1 Léase el interesante (aunque pesimista) libro de Slajov Zizek: Viviendo en el final de los tiempos. Madrid: Akal, 2012.2 Ante la gravedad de los problemas ecológicos, ¿Existirá un mañana?...3 Giulietto Chiesa: La guerra infinita. La obsesión de EEUU por el dominio total. Santiago; El periodista, 2004.

“En general, los hombres juzgan más por los ojos que por la inteligencia, pues todos pueden ver, pero pocos comprenden lo que ven”...

Nicolás Maquiavelo.

Nuestra atención se fija entonces en esta súpersociedad global. Descubrimos que es internacional e internacionalista: se compone de las elites estadounidenses, chinas y europeas. Descubrimos también que es dueña de la economía (industrial, financiera, comercial) de los gobiernos, de las transnacionales y de los poderosos medios de comunicación. Descubrimos también que es un grupo relativamente cohesionado que se cuadra con un proyecto en común: La construcción de una nueva sociedad más allá de la actual, una sociedad donde las libertades civiles y los derechos humanos serán sacrificados en el altar del mercado y la seguridad privada.4

El paisaje puede ser aún peor. Sigamos.

La súpersociedad global subyuga al mundo desutópico basándose en cuatro poderes. Todo ellos potencian su proyecto y le entregan una apariencia aún más apocalíptica al presente. Primero, el poder económico. El neoliberalismo avanza rampante por el planeta entero privatizando todos los espacios sociales: Privatización del medioambiente, privatización de los recursos naturales, privatización de los servicios sociales, privatización de la política, privatización de los estados…perdida de la soberanía nacional y auge de organizaciones internacionales que responden solo ante los intereses de la súpersociedad. Un ejemplo cercano que ilustra todo lo anterior: Siryza, Tsipras, la UE, la Troika y Grecia humillada.5

Segundo, el poder militar. Después del 11 de septiembre (aunque ha sido una tónica recurrente en las relaciones internacionales desde el fin de la Guerra de Estados Unidos contra México)6 la guerra se ha convertido en el medio legítimo para solucionar crisis de

4 Un dato alarmante: Londres cuenta con más de cuatro millones de cámaras de vigilancia (una cámara por 14 habitantes) que logran capturar 300 imágenes de cada ciudadano por día.5 Lo sucedido en Grecia debiese ser aprendido casi de memoria por todo aquel que quiera llamarse estudiante de Historia. Vamos por parte. Primero, la crisis griega y la inmediata capitulación ante la UE del gobierno “socialista” de Papandreu. Luego las medidas de austeridad y los paquetes de reformas al sistema de protección social. Posteriormente la ira del pueblo griego, el ascenso de la izquierda radical y su victoria en las elecciones, la llegada de Siryza al poder y su rechazo a los acuerdos de austeridad. Segundo, para demostrar su potente respaldo popular el gobierno de Tsipras convoca un plebiscito en el cual el pueblo griego debe aceptar o no las medidas impuestas por la UE. En dicho plebiscito el pueblo griego apoya a su gobierno y con más del 60% de los votos grita un ¡No! tajante a la UE. Esta muestra de apoyo popular reafirma la postura de Siryza y Tsipras y los hace enfrentarse a la UE. ¿Cuál fue la respuesta de la Unión Europea y la Troika?... ¿Un apoyo a la decisión soberana del pueblo griego? No. Jamás. Por el contrario, se endureció la postura y se amenazó a Tsipras con cerrar bancos, expulsarlo de la zona Euro y provocar el estallido de una crisis financiera (e industrial) de proporciones gigantes.Tercero, Tsipras, solo, colocado contra la espada y la pared por la UE y la Troika, decide capitular y aceptar todo el paquete de reformas que en un primer momento había rechazado él y el 60% de Grecia… ¿Entonces, es aún la soberanía nacional un rasgo determinante de las relaciones exteriores?... ¿Por qué razón la Universidad, el Instituto y nuestros “revolucionarios” y “radicalizados” representantes estudiantiles no hablan de la lucha del pueblo griego contra la Unión Europea y la Troika? ¡Misterio!Para mayores detalles: http://www.lemondediplomatique.cl/La-Europa-que-no-queremos.html

toda índole. La forma que ha tomado la guerra hegemónica en el siglo XXI es preventiva.7 La Guerra Preventiva tiene como fundamento atacar primero. El objetivo es prevenir “crisis” que puedan afectar los intereses de la súpersociedad. Esta forma de guerra tiene varias características: 1.- Preferencia por el armamento tecnológico antes que el nuclear,8 2.-Mantencion y refinamiento de los servicios de inteligencia como la CIA. 3.-Instalar bases militares permanentes con la finalidad de asegurar dependencias y lealtades políticas. 4.-Militarizacion del espacio exterior.9

En tercer lugar, el poder policial. La Guerra Preventiva no solo es externa sino que también interna. Hoy por hoy EEUU es un Imperio Penal que exporta su modelo carcelario al mundo entero. Por primera vez desde el delirante macartismo, EEUU (instrumento de la súpersociedad) ha visto modificadas sustancialmente sus políticas internas.10 El espionaje, las detenciones arbitrarias, el arresto a extranjeros sin límite de tiempo sin siquiera respetar el habeas corpus, la plena libertad policial contra agrupaciones “sospechosas” etc…todos estos factores se han convertido en pan de cada día en el Imperio y se convierten también en algo cotidiano en aquellas zonas que aceptan este modelo sin cuestionamientos.

La privatización del sistema carcelario es tema aparte. Es, sin lugar a dudas una actividad muy rentable. Corrections Corporation of America obtuvo más de 162 millones de dólares de beneficios en 2011.11 Empresas como esta exigen que las cárceles se mantengan llenas 6 Anderson Perry: Imperium Et Consilium. La política exterior norteamericana y sus teóricos. Madrid, Akal, 2013.7 Hay otras formas que aún no son totalmente dominantes, pero que son sumamente importantes. Basta un ejemplo solamente: La reaparición de los “señores de la guerra” luego de siglos de monopolio armamentístico por parte de los estados-nación. La guerra también se privatiza y responde a lógicas individuales o grupales de acumulación radical de capital. (Narcotráfico). Para una aproximación muy elemental y esquemática: Eric Hobsbawm: “Guerra y Paz en el Siglo XXI”, Critica, 2007.8 Como los drones, por ejemplo. ¿Qué son los drones? Básicamente son aparatos aéreos sin tripulación controlados a distancia que pueden volar hasta 1.80 km desde su base de partida y, dirigidos desde un ordenador, realizar una misión y regresar. Los drones son un instrumento esencial de la guerra actual. Ha sido el propio Obama el que ha controlado las listas de humanos y agrupaciones a eliminar. También hay que destacar la Ciberguerra.9 La situación del espacio es análoga a la del mar: En la actualidad hay más de 1000 satélites en el espacio exterior. EEUU posee el monopolio satelital con más de 500 satélites, el resto es repartido entre las diferentes potencias como China o Rusia. ¿Es descabellado pensar en conflictos bélicos espaciales? No. De hecho la posibilidad de una guerra espacial se ha convertido en una posibilidad concreta. Todas las potencias con satélites cuidan sus intereses creando “vehículos asesinos “que están programados para reaccionar ante cualquier provocacion de un satélite “enemigo”…Dada la dependencia satelital y el uso cotidiano del espacio (tecnología informática) ¿Alguien ha reparado en los alcances que podría tener para la economía y la política la inhabilitación o destrucción de un satélite? Tal parece que no, pues, la academia, y más aún ciertos “líderes estudiantiles” tienen preocupaciones más fútiles en su agenda “política” como, por ejemplo, la mera administración de eventos deportivos, peñas o aquelarres.10 Véase la “Ley patriota” y todo el debate que existe en torno a su continuidad o expiración.11 Josep Fontana; El futuro es un país extraño. Una reflexión sobre La crisis social a comienzos del siglo XXI. Barcelona; Pasado presente, 2013.

por lo menos en un 90% para garantizar sus beneficios. Esto explica –en parte- el retroceso del garantismo12 y el endurecimiento de las leyes contra la inmigración, contra el tráfico de drogas y contra delitos menores13. Todo esto, funcional (demasiado funcional) a los intereses de la Guerra Preventiva externa e interna. Si, así es, aunque cueste creerlo por desinformación o ingenuidad, hoy por hoy, y con más fuerza que antes, la guerra es un negocio privado, descaradamente privado.14

Finalmente, pero no menos importante (de hecho es lo más importante) el poder ideológico. Sin lugar a dudas es el pilar más poderoso de la súpersociedad global.15 Lo sabemos: la pluma es más poderosa que la espada. El “control” de la opinión pública se ha realizado desde dos tipos de plataformas. Una plataforma digamos “masiva” (medios de comunicación) que trasmite 24/7 la Filosofía de la futilidad16 (preocupación por cuestiones superficiales, como el consumismo, el arribismo, la cultura/basura, etc.) Y otra plataforma más sofisticada la intelectual amparada en Universidades del mundo entero.17 Desde las que se propagarían varias filosofías; el productivismo (intelectuales mercancía) y el posmodernismo (relativización discursiva de la realidad).18

Segunda parada de nuestro viaje: La Universidad. Esta institución que si bien nunca fue un espacio totalmente crítico contaba con ciertos focos de resistencias contrahegemonicos que eventualmente podían denunciar las políticas impulsadas por los representantes de la súpersociedad. Ella fue uno de los principales blancos en la cruzada 12 El garantismo intenta poner fuertes y rígidos límites a la actuación del poder punitivo del Estado. Lease: http://www.miguelcarbonell.com/docencia/Qu_es_el_garantismo_Una_nota_muy_breve_printer.shtml13 En EEUU la proporción de presos asciende casi al 1% de su población total (3 millones de presos en 2013)14 ¿Lo ha sido antes? 15 Sin duda la modificación de las relaciones ideológicas aparece como la más relevante de todas. La ideología condiciona y determina nuestras relaciones con lo real, ella es el marco de referencia que mediatiza las acciones de las mujeres y los hombres con sus condiciones de existencia. Ella justifica una realidad determinada, la naturaliza y determina el pensamiento y la práctica de los individuos en sociedad.Uno de los intelectuales que ha reflexionado con mayor detención sobre el rol que juega la ideología, es el filoso francés Luis Althusser. Althusser demostró que la ideología tenía tal relevancia y tal fuerza que en ningún caso podía ser reducida al plano superestructural. La ideología más que estar ubicada en los últimos pisos del edificio social, sería el cemento que entrega unidad al edificio entero. La ideología está presente en el momento económico, en el político, en el jurídico, y hasta en el científico. La ideología es omnipresente y eterna, como el inconsciente en Freud.16 Noam Chomsky; Ambiciones imperiales. El Mundo después del 11-S. Ediciones Península, 2006.17 George, Susan; El pensamiento secuestrado. Como la derecha laica y la religiosa se han apoderado de los Estados Unidos. Editorial Diario Público, 2009.18 Extrañamente hoy nos encontramos con una paradoja bastante irrisoria. La educación (en este caso universitaria) es más masiva que nunca pero al mismo tiempo los saberes han sido privatizados por la filosofía del capitalismo post-forista: el posmodernismo. El uso de un lenguaje oscuro y esotérico, elitista y excluyente es una nueva forma de privatización del saber que aborrece su función social y política y lo reduce a un puro juego abstracto de conceptos de bajo contenido y dudosa validez.Para una crítica a las elucubraciones (vacías y superfluas) del posmodernismo y su arraigo en las Universidades véase el “Escándalo Sokal”. O el texto posterior: Sokal y Bricmont; Imposturas Intelectuales; Paidos, 1999.

ideológica de la Súpersociedad. Ya se controlaban los medios comunicativos, ahora solo faltaba controlar la educación. Para que esos focos contra-hegemónicos fueran anulados o invisibilizados era necesario atacarlos en su raíz, es decir, quitar autoridad y prestigio a la institución universitaria que los cobijaba. Lo ideal era reducirla a un espacio más dentro de muchos en la nueva sociedad, una institución como cualquier otra, sin mayor peso teórico, sin mayor peso ideológico. 19

Tercera y última parada de nuestro viaje: Instituto de Historia de la Universidad de Valparaíso. Y en esta parte del viaje las cosas se colocan candentes.

Un par de palabras (brutales): Nuestro Instituto jamás ha sido un olimpo del saber. Nunca ha sido un espacio realmente “crítico” en el sentido fuerte de la palabra. Tampoco ha sido un espacio de lucha teórica y política que cuestione contundentemente la hegemonía cultural del modo de producción actual. Mucho menos ha sido un espacio de reflexión y difusión. Nada de eso. Jamás lo fue, no lo es y quizás tampoco lo sea en un futuro cercano.

No nos engañemos, aceptémoslo de una buena vez: Este Instituto tiene muy poco de crítico, muy poco de izquierdas, muy poco de compromiso. Todas las verdades enumeradas en nuestro viaje al mundo y a la universidad son absolutamente ignoradas por la gran parte de la academia. Entre profesores y estudiantes realmente se hace muy poco para cambiar sustancialmente esta situación. Académicos proletarizados y estudiantes neoliberalizados son cómplices de la explotación. 20

Debido a las exigencias mercantilistas, el productivismo sin sentido y la obsesión con la eficiencia y la eficacia, todos, o por lo menos una buena mayoría de los académicos y estudiantes caen en una suerte de ansiedad acrítica. No existe tiempo para reflexionar, ni para comprender, ni para complejizar, ni para criticar. No hay espacio para la duda, la investigación o el debate. Por el contrario; lo que se requiere son logros y resultados rápidos para los cuales la medición cuantitativa se convierte en el instrumento ideal.21

19 Borón, Atilio: Consolidando la explotación; La academia y el Banco Mundial contra el pensamiento crítico.Córdoba, Espartaco, año 2008.20 Es irrisorio el hecho de que algunos de los compañeros de cursos inferiores que llegan a cargos de representación ignoren por completo esta situación y propongan como gran solución a los males que aquejan a nuestro instituto una reestructuración elaborada desde los intereses de los estudiantes. Se omite, quizás por ignorancia, quizás por ingenuidad, la radical neoliberalizacion de la mayoría de los estudiantes de nuestro instituto: Estudiantes (mejor dicho “clientes) que pocas veces estudian, que privatizan el conocimiento (sin quererlo) pero que de todas formas aspiran a engrosar las filas de una clase media nacional empobrecida y embrutecida que hoy por hoy solo cuenta con su moralidad (y con el crédito bancario)…¿Por qué los estudiantes que ganan elecciones (muchas veces por amiguismo) omiten esta situación? ¡Misterio!21 Aquella cuantificación que además de encontrarse en perfecta sintonía con los requerimientos del mercado laboral, juega otro rol bastante extraño: Además de convertirse en la gran meta, el fin trascendental, ella reifica a los estudiantes condicionando su valoración intelectual tanto para ellos mismos como para el resto de la institución de saber de la que son parte. La cosificación evaluadora señala quienes

Sin embargo, dentro de este panorama desolador (e intelectualmente desmoralizante) y en abierta oposición con el carácter irreflexivo, acrítico, apolítico y mediocre que reinaba y que aún reina en nuestro instituto, poco a poco, de forma periférica y marginal, fueron constituyéndose espacios que escapaban de esta atmosfera. Profesores comprometidos y verdaderos estudiantes de Historia (no “consumidores de pasado”) impulsaron gradualmente espacios de discusión y talleres de reflexión crítica. Todos ellos consiguieron –tras arduas luchas- contribuir a que la operación historiográfica no sucumbiese ante una pedagogía mal entendida y mal practicada que calzaba perfectamente con los requerimientos del mercado laboral.

Todo esto hasta el año (clave) 2014.

Los esfuerzos teóricos y políticos de profesores y estudiantes fueron arduos (y muchas veces triunfantes) pero la atmosfera dominante nunca desapareció. El 2014 fue la evidencia más nítida de que el extraño (pero solido) matrimonio entre el derechismo (acriticismo, productivismo, intelectualidad mercantilizada, mantención del estatus quo) y el ultraizquierdismo22 (romanticismo infantil, entiéndase por ello idealismo, moralismo, el activismo y el abajismo) nunca fue cuestionado oficialmente.23 Es más, hasta el momento en que se escriben estas líneas este matrimonio ideológico ha sido capaz de ganar todas, absolutamente todas, las elecciones estudiantiles.

¡Están exagerando! ¡Una vez más están exagerando! -Nos gritará a coro toda la maquinaria estudiantil actual. Pero lo cierto es que no exageramos, solo enumeramos y denunciamos los hechos. Hechos que se hacen infinitos muchas veces y que no se agotan en un par de páginas sino que se multiplican: El analfabetismo funcional de nuestros representantes, su ignorancia y/o ambigüedad respecto a la situación actual (mundo, universidad, instituto) su naturalización de la intervención reduciéndola a un problema administrativo (Es imposible levantarla…debemos aprender a vivir con ella…)24 Resulta increíble que estudiantes de Historia ignoren, conozcan a medias tintas y luego naturalicen procesos políticos. ¡Ellos la vanguardia radical! ¡Ellos la avanzada estudiantil!

son los más “aptos” y quiénes no. Señala a los superiores e inferiores, señala a aquellos que tendrán mayores posibilidades de sobrevivir al salvaje mercado laboral y quiénes no.22 Personas de buenas intenciones y altura de miras. Pero… ¿Estudiantes de Historia?23 De hecho aquellos que más lo proclamaban fueron ampliamente victoriosos. Léase la declaración de victoria de nuestro actual CEE que por ese entonces era la lista B y su particular interpretación del estado de la Universidad, de nuestro instituto y de la intervención. Cuando más necesario eran los elementos teóricos para explicar esta nueva situación, cuando mayor necesidad había de conceptos y proposiciones para evidenciar y concientizar sobre esta nueva situación, se optó por la vía más fácil y se apeló a una explicación moralista: Todo podía reducirse a una simple “lucha de egos”.24 Pensamiento administrativo que fue confundida con una realpolitik muy mal entendida.

¡Ellos los representantes de la carrera! Si, así es, ellos, hoy, en pleno siglo XXI, no hablan de política, ni tampoco de Historia. Que entienda quien pueda.25

Y aún hay más. Todavía hay más: El boicot contra los talleres de estudio instrumentalizando a la asamblea (colocando asambleas en el mismo horario de los talleres), el desprecio de la reflexión teórica, el fetiche de la “calle” y la “acción”…

No nos confundamos. Este no es un viaje al mundo del futuro, ni a la universidad del futuro ni al instituto del futuro. No es un viaje al próximo lustro, ni a la sucesiva década, ni al siguiente siglo. Es un viaje (vago e impreciso fruto de nuestra ignorancia) al mundo actual, a la universidad actual, a nuestro Instituto actual. El futuro es ahora. No olvidar.

Como en todo viaje, una vez finalizado siempre existe espacio para la reflexión. Esta vez no será la excepción.

Primera reflexión; la necesidad de estudiar con rigor y dedicación y estar a la altura de las tareas históricas que se avecinan en nuestro siglo. No renunciar a la función social de la Historia en ventaja de un acriticismo y/o voluntarismo romántico e infantil. Pedir, por no exigir, más teoría, más teoría y más teoría. Entender que la superación de las actuales relaciones de producción solo es posible a través de un estudio profundo del modo de producción actual. En el mundo de hoy, que cae a pedazos, un estudiante de Historia debe tener conocimiento detallado del funcionamiento de las estructuras sociales actuales y propuestas claras para un orden alterativo. Para que estas propuestas no sean solo retorica (rabiosa pero vacía) es necesario el estudio de la economía política, del derecho, de la ideología, de la ciencia, del arte, etc...

Segundo, establecer jerarquías; primero el estudio, luego la calle. No todo lo que brilla es oro. Detrás de esos atractivos y románticos discursos propagados por ciertos colectivos y ciertas agrupaciones, no hay más que vacío y superficialidad. Apelar a la emocionalidad del estudiantado y ganarse su favor con juegos de palabras es una mala práctica que no debe perpetuarse. El mundo se salvará y progresará gracias a la razón y el conocimiento, no gracias a los sentimientos ni a emocionalidades fetichistas.

Y para aquellos que aún crean que el estudio crítico y la lucha por hacer de la Historia un conocimiento científico es cosa de academicistas e idealistas alejados por completo de la

25 El hecho de que un grupo de representantes llegados a la mesa de representación con una alta mayoría en una carrera de Historia, en la facultad de humanidades, que atacados por su anti-intelectualismo, rehúyan hablar de historia y de política, es más, que ni siquiera cuenten con los elementos mínimos para hacerlo, es un caso digno de investigación histórica.

realidad, oponemos la máxima con la que este taller ha trabajado desde siempre: Cambiar el modo de razonar también es praxis, la mayor forma de praxis.

Tercero y último. El mundo se cae a pedazos, todo bajo el cielo es completo caos y oscuridad: La ocasión es perfecta. Es hora de asumir las tareas que tenemos por delante. Es momento de despertar y trabajar en la construcción de un conocimiento crítico y emancipador que contribuya a superar este callejón sin salida en el que se encuentra la humanidad. Nosotros, hijos de la clase trabajadora, somos aquellos a quienes hemos estado esperando. Sobre nuestro hombros caerá la vergüenza…o la gloria...

¿Estáis dispuestos? La invitación está allí, encima de la mesa….

TPC.