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Simposio 4o. FRONTERAS EN LATINOAMERICA EL ESTADO EN LAS FRONTERAS: ECONOMÍA, POLÍTICA Y ESPACIO EN EL PIEDEMONTE CAQUETEÑO EN LA PRIMERA DÉCADA DEL SIGLO XX 1 . ESTEFANIA CIRO UNIVERSIDAD DE LOS ANDES ECONOMISTA-CANDIDATA MAESTRIA EN HISTORIA [email protected] 1. Introducción La construcción de los Estado-Nación en América Latina y el papel de las fronteras ha sido un tema ampliamente debatido dentro de las Ciencias Sociales desde distintos flancos, haciendo de este tema un espacio interdisciplinario de discusión valiosísimo 2 . Esta ponencia trata sobre el proceso de expansión del Estado en el piedemonte caqueteño, desarrolla planteamientos que han surgido a partir de esta lectura interdisciplinar que me han llevado a insistir en la necesidad de estudios de casos, sobre “radiografías” del proceso de expansión estatal y su relación con nuevos actores o nuevos espacios que permitan probar, reformular, defender, debatir y aportar sobre estas reflexiones. La estructura de esta ponencia es la siguiente; me remitiré inicialmente a incursionar geográficamente por el piedemonte y a ubicar la problemática de la coyuntura histórica específica que transforma este espacio entre finales del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX. Después les plantearé mis objetivos, mis hipótesis básicas y desarrollaré la exposición al respecto. Finalizaré con algunas conclusiones. 2. Espacio y tiempo: coyuntura histórica del piedemonte del Caquetá entre 1880 y 1910 El Departamento del Caquetá hoy ocupa solamente una parte de lo que durante la segunda mitad del siglo XIX sería considerado el Territorio del Caquetá, dentro de lo que el ordenamiento territorial de la naciente república de Colombia denominaría como “Territorios Nacionales”. Estos territorios nacionales tendrían dos connotaciones: una política, pues harían parte de estos espacios no controlados entera y únicamente por el Estado recién fundado, eran parte de la “frontera estatal”. Segundo, económicamente estos territorios estaban todavía lejos de las fronteras agrarias internas del país aunque no estaban desconectados de otras formas de actividad económica, como la extracción del tabaco, la quina, la tagua o el caucho. Así, por un lado los territorios nacionales no eran automáticamente los únicos territorios baldíos de la nación, al contrario, los 1 Esta ponencia hace parte del trabajo de investigación El Estado y las fronteras: proceso de articulación del piedemonte caqueteño entre 1884 y 1930. 2 Algunos trabajos que ilustran los debates sobre la construcción de la nación, las élites, las fronteras y trabajos regionales al respecto están en BOLIVAR (2005, P. 86-99), BOLIVAR (2006), KONIG (2005), Un interesante artículo sobre las distintas escuelas económicas y sus discusiones en torno a las Instituciones, entre ellas el Estado está en RODRIGUEZ, (2001, P. 52-77). Sobre fronteras se publica en el 2003 una compilación de artículos de distintas nacionalidades y disciplinas GARCIA (2003).

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Simposio 4o.

FRONTERAS EN LATINOAMERICA

EL ESTADO EN LAS FRONTERAS: ECONOMÍA, POLÍTICA Y ESPACIO EN EL PIEDEMONTE CAQUETEÑO EN LA PRIMERA DÉCADA DEL SIGLO

XX1.

ESTEFANIA CIRO UNIVERSIDAD DE LOS ANDES

ECONOMISTA-CANDIDATA MAESTRIA EN HISTORIA [email protected]

1. Introducción La construcción de los Estado-Nación en América Latina y el papel de las

fronteras ha sido un tema ampliamente debatido dentro de las Ciencias Sociales desde distintos flancos, haciendo de este tema un espacio interdisciplinario de discusión valiosísimo2. Esta ponencia trata sobre el proceso de expansión del Estado en el piedemonte caqueteño, desarrolla planteamientos que han surgido a partir de esta lectura interdisciplinar que me han llevado a insistir en la necesidad de estudios de casos, sobre “radiografías” del proceso de expansión estatal y su relación con nuevos actores o nuevos espacios que permitan probar, reformular, defender, debatir y aportar sobre estas reflexiones.

La estructura de esta ponencia es la siguiente; me remitiré inicialmente a

incursionar geográficamente por el piedemonte y a ubicar la problemática de la coyuntura histórica específica que transforma este espacio entre finales del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX. Después les plantearé mis objetivos, mis hipótesis básicas y desarrollaré la exposición al respecto. Finalizaré con algunas conclusiones.

2. Espacio y tiempo: coyuntura histórica del piedemonte del Caquetá entre

1880 y 1910 El Departamento del Caquetá hoy ocupa solamente una parte de lo que durante

la segunda mitad del siglo XIX sería considerado el Territorio del Caquetá, dentro de lo que el ordenamiento territorial de la naciente república de Colombia denominaría como “Territorios Nacionales”. Estos territorios nacionales tendrían dos connotaciones: una política, pues harían parte de estos espacios no controlados entera y únicamente por el Estado recién fundado, eran parte de la “frontera estatal”. Segundo, económicamente estos territorios estaban todavía lejos de las fronteras agrarias internas del país aunque no estaban desconectados de otras formas de actividad económica, como la extracción del tabaco, la quina, la tagua o el caucho. Así, por un lado los territorios nacionales no eran automáticamente los únicos territorios baldíos de la nación, al contrario, los 1 Esta ponencia hace parte del trabajo de investigación El Estado y las fronteras: proceso de articulación del piedemonte caqueteño entre 1884 y 1930. 2 Algunos trabajos que ilustran los debates sobre la construcción de la nación, las élites, las fronteras y trabajos regionales al respecto están en BOLIVAR (2005, P. 86-99), BOLIVAR (2006), KONIG (2005), Un interesante artículo sobre las distintas escuelas económicas y sus discusiones en torno a las Instituciones, entre ellas el Estado está en RODRIGUEZ, (2001, P. 52-77). Sobre fronteras se publica en el 2003 una compilación de artículos de distintas nacionalidades y disciplinas GARCIA (2003).

baldíos se regaban como islas por todo el país; por otro, los territorios nacionales no son los espacios aislados que usualmente se ha creído3. Además, para la segunda mitad del siglo XIX, de hecho no sería hasta 1932, las fronteras de las nuevas repúblicas no habían sido aclaradas; Colombia no tendría claro el asunto limítrofe ni con Ecuador, ni con Perú, ni con Venezuela ni Brasil. Esto agregaría una discusión más al complejo manejo territorial de los territorios nacionales que, en la mayoría de los casos, serían parte de las fronteras nacionales en litigio. Esto demandó nuevas estrategias y actores en el proceso de la consolidación del Estado-Nación; las Misiones y los empresarios de las actividades extractivas tuvieron su parte.

A Colombia la parte tres cordilleras, llamadas por su ubicación geográfica, la

oriental, la central y la occidental. Lo que consideramos el Piedemonte Caqueteño, es la cordillera oriental que atraviesa el país desde el suroccidente hasta el nororiente y en la parte sur es considerada la “puerta de entrada” a la Amazonia colombiana. Como piedemonte, cumple unas funciones especiales porque “es reiteradamente lugar de encuentro: mezcla entre la margen y el centro; un espacio tan urbano, desarrollado y “civilizado” como el centro, pero también, tan rural, atrasado y “salvaje” como la margen…el piedemonte, como todo lugar de frontera, es un espacio de mezcla, es un crisol donde se funden diferentes valores territoriales y culturales”4. Su papel como punto de comunicación entre la Amazonía, donde los ríos corren hacia el suroriente, y lo que podíamos denominar el eje del río Magdalena, donde los ríos van de sur a norte, fue activo desde antes de La Conquista. El ser parte de una lógica distinta no lo hizo un lugar aislado. Varias investigaciones han hecho inmensos avances en la comprensión de la lógica indígena en la apropiación del espacio amazónico, caracterizada por la compleja y armoniosa relación con la selva. En contraposición a la idea de una tierra sin hombres, se han reconocido sistemas de adaptación y estrategias para la reproducción y desarrollo de las comunidades indígenas con un sobresaliente respeto 3 En las Disposiciones Generales de la Constitución de 1863, se redacta la idea que precedería a los Territorios Nacionales. El Artículo 78 dice: “Serán regidos por una ley especial los Territorios poco poblados, u ocupados por tribus de indígenas, que el Estado o los Estados a que pertenezcan consientan en ceder al Gobierno general con el objeto de fomentar colonizaciones y realizar mejoras materiales. Desde que un territorio cuente con población civilizada que pase de tres mil habitantes, mandará a la Cámara de Representantes un Comisario, que tendrá voz y voto en la discusión de las leyes concernientes a los Territorios, y voz, pero no voto, en las leyes de interés general. Desde que la población civilizada llegue a veinticinco mil habitantes, el Territorio mandará, en vez de Comisario, un Diputado con voz y voto en toda discusión; y de cincuenta mil habitantes arriba, mandará los Diputados que le correspondan conforme al Artículo 38 de esta Constitución”. “ Durante los tres siglos de ocupación colonial se consolidaron una serie de espacios articulados al proyecto de urbanización, a la producción y al comercio metropolitanos que ocuparon grosso modo el eje Norte-Sur de las tres cordilleras y la costa Caribe entre los ríos Sinú y Magdalena. Paralelamente, hubo otro conjunto de zonas que se marginaron de este ordenamiento debido a razones multiples, las que se presentaron muchas veces de manera simultánea….. Entre estas regiones se pueden contar la Alta Guajira, la Sierra Nevada de Santa Marta, la Serranía de Perijá, el Catatumbo y el valle medio del río Madgalena, la Serranía de San Lucas, el Alto Sinú y San Jorge, el Darién, el litoral Pacífico, el piedemonte oriental y la mayor parte de la Amazonia y la Orinoquia. Más de la mitad del territorio nacional”. SERJE (2005. P. 3). 4 “El piedemonte es el intersticio hasta donde se extiende la prosperidad del centro y comienza el atraso de la periferia; en lo natural, es la transición entre la montaña y la llanura; en lo político-administratrivo, se encuentra entre el centralismo, el abandono y el incipiente desarrollo territorial; en lo cultural, es una mezcla entre los andes mestizos y la indianidad amazónica; y en lo económico, entre la legalidad y la ilegalidad”. Aunque los conceptos de un “atraso” y de la “prosperidad” del centro son asuntos discutibles, lo que se quiere resaltar es el papel de punto de comunicación, de encuentro, de transición. Los espacios están en muchos casos desarticulados por barreras naturales pero eso no quiere decir que estén aislados, ni que se puedan considerar unos avanzados y otros atrasados sin contextualizar las lógicas espaciales que incumben cada una. JIMENEZ y MONTOYA. (2003, P. 85).

por los econichos y conocimiento de su medio, además de una red de circulación de bienes entre el mundo andino prehispánico y la Amazonia. Varios sistemas adaptativos han sido descubiertos; “la existencia de niveles considerables de población en zonas fértiles por su alta carga sedimentaria”, la existencia de policultivos y polivariedad y la comprobación de que “los campos de cultivo no se abandonan; simplemente la intensidad y el carácter de la utilización, le existencia del nomadismo claramente evidenciado en nuestra época con la comunidad nukak, y el de relaciones comerciales y de intercambio interétnico, intraregional e interregional entre las tierras bajas amazónicas y las tierras altas andinas”5. Todos esos imaginarios no sólo restringen los alcances de la investigación sobre la región sino es más, permitieron la masacre humanitaria durante la explotación cauchera a principios del siglo XX6.

Los bienes en circulación entre ambas partes durante la época prehispánica

consistían desde la región amazónica a los Andes, “plumas, esclavos, monos, loros, papagayos y contrayerba, lo mismo que cuentas de mopamopa y oro de aluvión”, además de plantas medicinales y todos los servicios de curanderismo. Hacia el sur, circulaban perros, sal y hachas y además existía una ruta de intercambio consolidada también entre la Jurisdicción de Pastos que bajaban a las selvas cerámica7. Hasta el siglo XIX hay información de las relaciones entre el piedemonte y los valles andinos, y también de relaciones entre las comunidades nativas de la selva. La ruptura drástica se dió a partir de la cruenta masacre de indígenas, que desconfiguró todo tipo de organización indígena y con ello sus relaciones interétnicas, y de la cual Rafael Reyes, cauchero y ex-presidente colombiano, hace referencia en sus Memorias “ Estas tribus salvajes tienden a desaparecer, aniquiladas por las epidemias, abusadas y sacrificadas por lo que hacen la caza y comercio de hombres, como en África, y por los negociantes de caucho8. La Amazonia deshumanizada, ahistórica y virgen que se tuvo en la cabeza no existió; los métodos indígenas de adaptación al espacio frágil de la selva lograron una convivencia armoniosa y cuidadosa, respetuosa con la región, que no estuvo desligada de los procesos históricos del territorio que en el futuro sería Colombia gracias a unas relaciones activas y continuas entre los valles andinos y la zona baja de la Amazonia, donde el Piedemonte sobresalió por ser el paso de comunicación entre ambos mundos, y también dentro de la misma región amazónica,. El imaginario de 5 GOMEZ. (1996/1997, P. 51-80). Una interesante apreciación sobre la comprensión indígena del espacio, sobre las dimensiones culturales y económicas en la consolidación de procesos muiscas rescatando la complejidad en la organización dejando a un lado la idea de la organización indígena como retrasada además de una breve alusión a la relaciones interétnicas andinas y amazónicas la hace LANGEBAEK (1987). Sobre caminos y comunicación precolombina HERRERA y CARDALE DE SCHRIMPFF (2000). 6 De esta manera, agrega Augusto Gómez, reconocido investigador de la Amazonia colombiana y en especial del periodo cauchero: “ Esas imágenes negativas que se han construido históricamente sobre el territorio amazónico, han impedido comprender la existencia de sistemas adaptativos, tecnologías, y estrategias que, en un largo proceso de relación con su entorno, han permitido el desarrollo y la reproduccion de las sociedades nativas de la selva, como también el aprovechamento de sus recursos por parte de sociedades de otras regiones, como los Andes, mediante un complejo tejido de relaciones de intercambio”. GOMEZ, (1996/1997, P. 52). 7 GOMEZ. (1996/1997, P. 66). 8 “…..Los tratantes de hombres penetraban en grandes canoas llamadas batelones en los ríos Putumayo y Caquetá y excitaban a las tribus más fuertes a que hicieran guerra a las más débiles y les compraran los prisioneros, de los cuales conservaban algunos para sacrificar en sus fiestas, dándoles en pago alcohol, tabaco y cuentas de vidrios, espejos y otras baratijas. Después que los tratantes o compradores de indios recibían su mercancía, embarcaban en los batelones apiñados unos sobre otros como sardinas hombres, mujeres y niños atados con cuerdas de pies y manos, desnudos, devorados por los moscos y sin protección contra los rayos del sol…” REYES, Rafael (1986).

“retraso” y de “subdesarrollo” fue una invención cultural dominante que fue producto y excusa para la apropiación sangrienta de la región a principios del siglo XX9.

Tomado de JIMENEZ y MONTOYA. (2003, P. 89). A finales del siglo XX son caracterizados cuatro tipologías de sistemas urbanos

en Colombia; el eje caribeño, occidental, el central y el oriental. Esté último consiste en todo el grupo de centros urbanos alineados en el piedemonte de la cordillera oriental, que se parte en el piedemonte llanero y el amazónico; este último a su vez se divide en el putumayense y el caqueteño, espacio en cuestión10. Los primeros pueblos que se consolidaron en este piedemonte se fundaron entre 1890 y 1917 fueron Florencia, Puerto Rico, San Vicente del Caguán y Belén de los Andaquíes. Este trabajo intenta

9 Trágica descripción de la organización y articulación al sistema extractivo de la Casa Arana, métodos de explotación y el impacto en la vida cotidiana de los indígenas entre 1900 y 1930. PINEDA, Roberto. “Holocausto en el Amazonas: Una historia social de la Casa Arana”. Planeta: Bogotá, 2000. También la descripción del proceso de apropiación espacial y poblacional de la región Amazónica desde la época colonial hasta 1930 la desarrolla DOMIGUEZ (1994). 10 JIMENEZ y MONTOYA. (2003, P. 89).

aproximanos a este proceso, el de la consolidación de los primeros pueblos estables en el piedemonte.

Cuadro 1. Habitantes de las cuatro primeras poblaciones del Piedemonte Caqueteño. PUEBLOS 1912 (II) 1918 (I) 1928 1964 1973 CAQUETA 103,718 180,297 Florencia 2,034 2,957 5,652 30,445 49,101 Belén de los Andaquíes - 955 - 16,390 12,764 Puerto Rico - 276 - 10,328 24,842 San Vicente del Caguán - 809 2,333 10,936 23,129 Solano - 357 - 3,156 4,635 Fuentes: Censo General de 1912, 1918, 1928, 1964 y 1973. DANE.

Una de las particularidades más importantes que otorga el ser punto de conexión

entre la dinámica andina y la dinámica amazónica es no ser ni lo uno ni lo otro, es decir; ser periferia en ambas dinámicas. Hace parte de las márgenes del mundo andino, considerando que el eje principal de éste es el río Magdalena y la comunicación con Bogotá y los puertos colombianos. Por otro lado, hace parte de la periferia de la dinámica cauchera, pues el eje principal de esta dinámica es el río Amazonas cuyo acceso no es posible por el río Caquetá, aunque si por el Putumayo. Esta doble personalidad restringida en gran parte por las condiciones geográficas hizo del piedemonte un lugar especial y determinó el rumbo de lo que sería esta región durante el siglo XX.

Un proceso histórico que marcaría a toda la Amazonia, en la segunda mitad del

siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX sería la economía extractiva, desde la quina hasta el caucho. Un cambio en la dinámica mundial de la actividad reflejada en una gran volatilidad en precios y el inicio de los procesos judiciales contra la Casa Arana en la primera década del siglo XX, la desaparición del árbol en el piedemonte y la presión de los ganaderos del Departamento del Huila, adyacente al Caquetá, provocó en la región piemontana una transformación de la actividad económica del caucho a la ganadería. Entre 1900 y 1920 se establecerían las condiciones básicas para el fortalecimiento de la actividad ganadera que sería la actividad por excelencia del Caquetá durante el siglo XX y la fuente de muchos conflictos. Esta transformación implicó los procesos que entraremos a describir en las siguientes páginas, siendo uno de los más importantes el cambio socio-espacial, un flujo constante de colonos que poblaron la región, la fundación de pueblos y un incipiente pero acelerado mercado de tierras. A partir de este momento podemos decir que el Estado tomó la delantera ante otros poderes de control político, social y espacial de la región, como las Misiones y los caucheros e inició su proceso de expansión sobre la región que durante el siglo XX sería muy accidentado.

3. El Estado y las Fronteras: aproximación conceptual, objetivos e hipótesis El triángulo de la discusión está constituído por el Estado, las márgenes y

régimen económico. Consideramos, como Ingrid Bolivar, que “el Estado- Nación es sólo una forma histórica de tal dominación (la política), porque no es un destino último, ni necesario, ni deseable por sí mismo. Y además, porque, en cuanto tal, la dominación estatal se articula, se apoya, se monta, se actualiza o se enfrenta

permanentemente con otras formas de dominación política”11. Estos otros tipos de dominaciones políticas que han producido las relaciones de poder en espacios determinados y que anteceden o van paralelos al proceso de estatalización, que se basa en “las divisiones político-administrativas, las denominaciónes de los lugares, el establecimiento de oficinas públicas y distintos discursos políticos que circulan en las regiones”12, terminan finalmente siendo ocultadas por la expansión del Estado-Nación, que no es un ente todopoderoso sino que se construye cotidianamente y lucha por obtener el control espacial, económico, político y social sobre el territorio nacional. Bajo el supuesto claro de que una cosa es lo político y otra cosa lo estatal, es importante resaltar que pueden convivir e interactuar distintos tipos de dominaciones políticas, de manera violenta o no, pero esto implica formas de pensar el control social, la regulación y el ordenamiento espacial muy distintas. Es más, en una época en la que poblar era gobernar, el ordenamiento espacial estaba estrechamente relacionado con el ejercicio del poder13. El Estado no es continuo ni homogéneo, y el espacio que lo contiene no es apolítico ni neutro; el valor de esta apreciación reside en que su construcción es un proceso conflictivo, de inclusión- exclusión, de luchas por el poder o acuerdos explícitos o implícitos para la permanencia de un equilibrio o la existencia de desequilibrios14. En estas luchas por el poder, las posiciones de negociación fueron claves; qué se negocia, saber las ventajas sobre ello y las desventajas, con quién y cómo fue la clave para que los poderes obtengan lo que quieren. Estos poderes de negociación no dependen de la fuerza, sino de otras características igual o más importantes, como las ventajas o desventajas de las condiciones espaciales, sociales, económicas y políticas que incluyen rasgos inalterables, como la geografía que pueden cambiar su valor según las coyunturas históricas que se vivan.

El proyecto de estado-nación no es uno preconcebido, homogéneo que se basa

en unos lineamientos centrales que se extienden a lo largo del espacio para la construcción de un espacio nacional, sino al contrario, el estado-nación se construye en los espacios locales, condicionado por las características locales de producción que permite establecer unas relaciones específicas con ejes de producción nacionales y entonces, otorga un lugar específico a la región en el orden nacional. Nuestra hipótesis es que fue la nueva posición de negociación de los poderes locales los que abrieron la puerta para la expansión estatal, más que el cambio en el discurso nacional sobre la Amazonia y las fronteras o un proceso automático de expansión estatal desde el centro.15

Tres partes constituirán esta ponencia: ¿ Cuáles fueron las relaciones entre las

misiones, la actividad cauchera y el Estado a finales del siglo XIX?, ¿ Qué provocó la

11 BOLIVAR, Ingrid (2006, P. 119) 12 BOLIVAR, Ingrid (2006, P. 121) 13 HERRERA (2002. P. 20). 14 “Los procesos de construcción de la nación muestran esto con claridad. dos tipos principales de procesos de integración sobresalen en su curso, cada uno con sus luchas de integración específicas: los procesos de integración territorial o regional, y los procesos de integración de los estratos sociales”. ELIAS. (1998. P. 109) 15 Sobre discusión de las fronteras o las márgenes. DAS y POOLE (2004). GARCIA (2006. P. 203-219). GARCÍA (1993). Aunque los trabajos sobre frontera han sido importantes en los últimos años, estos se centran a mediados del siglo XX, lo que lleva a investigar principalmente temas como el de la identidad, el de la violencia, coyunturas distintas vividas a los de principio del siglo XX que incumbe a esta ponencia.

transformación de las condiciones socio-económicas de la región?, ¿ Cómo respondieron los actores regionales y el Estado a la nueva coyuntura histórica? 16

a. Poderes y equilibrios en el piedemonte amazónico colombiano a finales del

siglo XIX y principios del veinte entre Misiones, las Caucherías y el Estado. Como afirma Augusto Gómez, “la asimilación de la población indígena

amazónica y la incorporación de los territorios orientales fueron propósitos conscientes y en gran medida compartidos, de tal manera que las discrepancias que se suscitaron estuvieron más bien relacionadas con los medios con base en los cuales podría adelantarse esa asimilación e incorporación”17. Estos mecanismos fueron diversos; el Estado influyó directamente de cuatro maneras: por medio del nombramiento de los Comisarios del Territorio del Caquetá, de los continuos cambios en el reordenamiento de las entidades administrativas territoriales del país, que dieron pie a la creación de los inciertos Territorios Nacionales, por medio de la promulgación de leyes, decretos, particularmente legislación agraria sobre baldíos, y a través de la adjudicación de contratos en el territorio, en particular sobre indígenas y explotación de la riqueza natural18. Indirectamente el Estado fue igual o más eficiente; firmó el “Concordato” en 1887 con la Santa Sede, donde este último se comprometía a suplir los recursos necesarios para “la reducción de la tribus salvajes” en la Amazonia19, mientras el primero financiara su actividad evangelizadora que en últimas terminaba siendo un mecanismo de soberanía, de colonización, de justicia y de promoción de la instrucción pública en la Amazonia20. El Concordato afectó de una manera radical el desarrollo de las misiones evangelizadoras en todo el país21; los misioneros se convirtieron en funcionarios públicos en regiones donde al Estado se le dificultaba entrar directamente, eran defensores no sólo de las almas y responsables de la “reducción” y “civilización” de los indígenas sino también fueron los garantes de la soberanía, amenazada con las acciones constantes de los peruanos caucheros en la frontera y en general de la

16La característica principal del Estado asumida a continuación es en su carácter burocrático-administrativo, la extensión de mecanismos de control estableciendo una dualidad en el significado del Estado. “ Esto implica, que partimos de la dualidad o complementariedad de Estado y nación y tenemos por necesaria la transformación del Estado territorial en un Estado-nación para que este Estado sea más que una institución de coerción y reciba la aceptación y lealtad de sus miembros” KONIG (2005) 17 GOMEZ (2005, P. 84) 18 Por ejemplo, entre las competencias del Gobierno Central en la Carta Constitucional de ese mismo año están “1. el fomento de la instrucción pública, 2. El servicio de correos, 3. La estadística y la carta o cartas geográficas o topográficas de los pueblos y territorios de los Estados Unidos; y, 4. la civilización de los indígenas”. Constitución de 1863. 19 Este concordato se firma con la promulgación de la Ley 35 de 27 de Febrero de 1887 y el Decreto 86 del 21 de Septiembre de 1987. El concordato y las convenciones, los presupuestos y demás acuerdos entre la Santa Sede y el Estado fueron tomadas de RUEDA V, (1937, P. 167). 20GOMEZ ( 2005. P. 88) 21 Jose Ricardo Arias afirma: “ ……. se firma la “Convención de Misiones” (1892), un tratado que, en la práctica, hace del misionero un funcionario del Estado en las extensas áreas de misión, que corresponden a casi el 70% del territorio nacional, pero que albergan a un porcentaje mínimo de la población colombiana…. A partir de este momento, la Iglesia, legitimada constitucionalmente, apoyada por el gobierno e inmune a las aisladas críticas del debilitado radicalismo, consolida su protagonismo en la sociedad como nunca antes lo había hecho. Durante varias décadas, su ideología, sus intereses, y su visión del mundo tienen una influencia notable en el curso de los acontecimientos del país….La Iglesia católica colombiana se encuentra, en los albores del siglo XX, en una posición privilegiada respecto a lo que sucede en el resto del continenete latinoamericano, en donde el embate de los partidos liberales había logrado, en cierta medida, debilitar, aunque provisionalmente, la influencia social de la institucion eclesiástica”. ARIAS (2003, P. 52-53).

incertidumbre de los límites fronterizos. Además de ser financiados con presupuesto de la nación, pudieron negociar sus exigencias ante el Estado a través de su posición aventajada y casi indispensable para la “defensa de la patria”. Gracias al Concordato, en 1893 se crea la Misión del Caquetá, en manos de padres capuchinos traídos principalmente del Ecuador, con influencia de la Arquidiócesis de Popayán22. La acción misionera capuchina marcaría para siempre el rumbo del piedemonte amazónico, vestigios que aún permanecen en la arquitectura de los pueblos, en la historia y heroes de su fundación23. Este fenómeno se desarrollaría paralelo en el Ecuador y en Perú24.

El otro poder de control sobre la región fue la actividad cauchera, y sus

principales protagonistas, los caucheros y los indígenas. Esta actividad estuvo restringida por las condiciones geográficas y sociales de la región; la navegabilidad e interconectividad de los ríos con el Amazonas, el tipo de árbol configuró las relaciones “laborales” de extracción, algunas fomentaron la esclavitud de indígenas degenerada en masacres, otras, como en el Caquetá, se permitieron relaciones más estables, libres con mano de obra blanca25. Estamos hablando de caucheros de todas las regiones del país, entre ellos el presidente de Colombia a principios del siglo XX Rafael Reyes. No fue una región aislada, al contrario, aún cuando la infraestructura vial fue precaria y exclusiva de las agencias caucheras, los caucheros movilizaron mano de obra, viajaban por los ríos, conocían el negocio y la historia de la región, nutriendo para su beneficio también todos los imaginarios que la rodeaban. La relación entre los caucheros y el Estado fue cercana a finales del siglo XIX; uno de los discursos más recurrentes en los informes y decretos del Estado fue el papel de la industria como “forjadora del progreso en la región”, a los “empresarios” en la Amazonia como verdaderos héroes de la patria26. En general, los cónsules más representativos en Manaos e Iquitos fueron caucheros lo que desencadenó, como afirma el profesor Zárate “la reducción de las funciones consulares a las necesidades comerciales del país, y por defecto con la

22 Los capuchinos, encargados de la evangelización en el sur de Colombia a finales del siglo XIX, llegan a Venezuela en 1842 y es desde allá que se expanden por toda hispanoamérica. Un grupo parte hacia Guatemala, El Salvador y Panamá, pero para 1872, salen expulsados y llegan a Ecuador en 1873. A los tres años de su llegada al Ecuador, abren un noviciado en Ibarra en 1876 y en 1887 inaguran el seminario seráfico en Tulcán; es de esta institución que salen 23 religiosos que van a extender su acción por toda la región, hasta llegar a Colombia. De esta manera, su primera misión es en el Caquetá, cuando en 1893, el Padre Ángel de Villalba, acompañado de Padre Francisco de Ibarra, hacen una expedición al Caquetá. RECALDE ( 2002, P. 7 ) 23 PERDOMO (1999) 24 JORDAN (2004). 25 “In all of the Amazon´s extractive cycles …the river system as a hydrologically, topographically, materially and biologically differentiated space created the conditions for the reproduction of the resource extracted and the means of its transport. The hydrology and the topography of the river directly shaped the human activities aimed at profitable extraction. In the case of rubber, they directly limited the speed and proliferation of core technological innovations that incorporated rubber into an expanding range of increasingly productive and profit-generating machines. The materio-spatial attributes of rubber and the river system that conditioned its natural production and commercial access to it affected the economic opportunities and the social and political organization of firms and states in the industrializing nations as much as of local merchant, rubber-tappers, boat owners and politicians”. BUNKER (2003, P. 236). Dos libros también muy completos sobre los procesos históricos y económicos de la Amazonia y la Amazonia colombiana son SANTOS (1980) y DOMINGUEZ y GÓMEZ (1990) respectivamente. 26 “el medio más eficaz de atender simultáneamente a la colonización, el desarrollo del comercio y de la industria, la civilización de las tribus indígenas y la protección de los derechos territoriales de la República en las regiones mencionadas, consiste en estimular la industria privada ante el arrendamiento de las tierrras baldías”. Decreto número 645 de 1900 (9 de Febrero). GOMEZ (1992, P. 81).

posibilidad de delegación de la salvaguarda de los asuntos políticos en agentes de otras naciones.”27.También extraños contratos de explotación fueron cedidos a caucheros, entre otros a Florentino Calderón, sobrino de Rafael Reyes28. Esta serie de intereses en conflicto, otorgó por omisión o por acción, amplias concesiones a los caucheros para actuar sobre la Amazonia y sobre los indígenas. Todo cambia entre 1900 y 1910 pues estos funcionarios tendrían que tomar una posición ante la crisis entre caucheros peruanos y colombianos y todos los vejámenes que se descubrieron en la selva, donde muchos estuvieron implicados29.

Las relaciones que se establecieron entre caucheros y misioneros estuvieron

inicialmente marcadas por los temas de identidad nacional; por su papel como agentes “soberanos” en la región, las relaciones con los caucheros peruanos fueron conflictivas, pero entre los caucheros colombianos, el asunto fue todo lo contrario30. En los informes de los misioneros que emprendieron los viajes por los ríos de Caquetá y Putumayo, está plasmada la cotidianidad de su obra evangelizadora; los lugares que frecuentaban, los obstáculos y la manera como los superaban, sus relaciones con los indígenas y con los caucheros31. Al igual que ellos, las misiones necesitaban de “mano de obra” indígena, no sólo para evangelizar sino para emprender las obras como carreteras, construcción de edificaciones y de iglesias y para producir la comida ya que una de las quejas recurrentes de la población en la región es la especulación de precios por lo restringido del mercado de productos alimenticios y de productos en general como herramientas, ropa, etc. Esta última restricción era lo que presionaba a los misioneros a quejarse ante la "falta de consideración” de los caucheros para con los indígenas pues no los dejaban trabajar en sus “chagras” por lo menos un par de días a la semana.

El control de la mano de obra creó distanciamientos pero también unió ambas

dominaciones; fue frecuente ver en estos viajes cómo eran recibidos los misioneros por los propios caucheros para realizarles los sacramentos bautismales, de matrimonio, catequización, etc a sus “trabajadores”. Las agencias eran lugares donde ya había

27“En estas condiciones no podía extrañar que durante periodos relativamente largos, las representaciones consulares en Colombia en Manaos y en Iquitos se desempeñaran de manera honorífica por ciudadanos de diferentes nacionalidades, incluidas las europeas, que invariablemente eran actores económicos de primer nivel y representaban por tanto los intereses económicos de sus países de origen”. ZARATE (2006, P. 37) 28 El caso de Florentino Calderon esta reseñado en CAJIAO (1900). ARTUNDUAGA ( 1999). 29 ROZO( 1906) . CAJIAO (1900). SAMPER, (1900). SALAMANCA, (1916). 30 Por ejemplo, Carlos Rey de Castro en una de sus réplicas ante las acusaciones sobre la masacre indígena a su amigo Julio Cesar Arana “Prescidiendo del concepto que a mi, individualmente, pudiera merecerme la eficacia de las misiones religiosas, y respetando el sentir de los demás, sólo las aceptaría aquí, en el Putumayo, si estuvieran compuestas de sacerdotes peruanos. Quienes consideren indispensable que los indios conozcan al Dios de los cristianos, y lo sirvan, no han de considerar menos indispensable que amen a su Patria y estén dispuestos a servirla, hasta el sacrificio si fuere necesario. Una misión extranjera se preocupará de lo primero, creyendo quizán tiempo perdido para sus fines religiosos- y tal vez si contrario a ellos- catequizar al indio en el sentido de que sea un buen patriota y un buen soldado peruano”…. “Tratándose del Putumayo, zona limítrofe de varios países que nos promueven cuestiones fronterizas y dada la fragilidad de la naturaleza humana, nadie nos puede garantizar que un fraile extranjero, pastor de ovejas indígenas, no se convierte mañana en agente secreto de cualquiera de nuestros adversarios y, por corta providencia, aree con todo el rebaño para casa ajena".REY DE CASTRO (1913, P. 59). 31 RECALDE, (2002, P. 7)

poblaciones sustanciales de indígenas lo que permitía su fácil evangelización32. Fue en esta interacción cotidiana que las fuerzas se equilibraron y permitieron que los tres poderes se consolidaran. No obstante, entre las misiones y los caucheros poco a poco se había formado un discurso en el que iban responsabilizando al Estado del progreso de la Amazonía33. Todas sus quejas iban encaminadas a él.

Entre 1900 y 1910 hubo una serie de cambios en el ordenamiento de los

Territorios Nacionales que dió pie a la creación de las Intendencias y Comisarías, una entidad administrativa-territorial con menos autonomía que los Departamentos34. En 1912 se crea la Comisaría Especial del Caquetá. La actividad cauchera iba en decadencia y las misiones habían logrado consolidar como centro de operaciones el eje piemontano del Putumayo, donde la población indígena y el río Putumayo eran centros de atracción claves; el piedemonte caqueteño sería una periferia también en este aspecto35.

b. Estado y Amazonia: legislación agraria y su efecto sobre el Piedemonte. Uno de los planteamientos que proponemos en esta ponencia es que la

expansión estatal sobre el piedemonte caqueteño no se debió principalmente a transformaciones importantes en el discurso del Estado sobre la articulación de esta región a la nación, al contrario, la nueva articulación de esta región surgió a partir de presiones locales y de coyunturas históricas específicas logrando construir una posición de negociación distinta frente al Estado. Aunque hay un proceso nacional que ocupa dos cuestiones principales que es la legislación de baldíos y el reordenamiento de los territorios nacionales que iría a durar casi todo el siglo XX, esto no significa que solamente esto activó la expansión estatal que se vería a principios de siglo. Esto no fue suficiente.

El tema de la legislación tiene que ver con adjudicaciones, baldíos y sobre la

frontera agrícola en Colombia. Como afirma Catherine Legrand, después de sus viajes, “Codazzi concluyó que aproximadamente el 75 por ciento del territorio colombiano consistía en terrenos baldíos sobre los cuales nadie reclamaba derechos de propiedad”, ubicados principalmente en los llanos orientales del país, las selvas amazónicas pero “incluía también áreas que habrían de ser objeto de encendidas disputas en el siglo siguiente- enormes extensiones de tierra en el corazón mismo del país y en las estribaciones de los Andes, así como en las tierras bajas del Caribe”36. Algunos ejemplos de cierre de frontera agraria en el corazón de Colombia fue la fundación de los pueblos agrícolas en Huila, Tolima, Valle y Bolívar, movimientos 32 En otra misión Padre Antonio Maria de Calamocha cuenta que en San Diego “ Por la noche se quemaron cohetes y una rueda de fuegos artificiales, acompañando la fiesta los jornaleros caucheros de Ramirez con bombo y flauta, con lo que los indios quedaron muy contentos, manifestando su alegria cada momento con estas palabras…”. RECALDE. (2002, P. 163). 33 Reclamos del tipo: “!Ojalá que el gobierno ordenara se hiciesen canoas para ambos puertos!”33 “ ¡Ojalá que el gobierno delegara a los misioneros dichas facultades, y que estas se extendiesen a todos los indios de este territorio, pues por más que tengan su cabildo, nosotros, que los tratamos y que vemos su ignorancia y triste estado, podemos decir que son semi-salvajes!” .RECALDE (2002, P. 170) 34 MOTTA V. (2005) 35 La Misión del Caquetá se convierte en Prefectura del Caqueta en 1904 y es nombrado Prefecto Padre Fidel de Montclart, quien se posesiona en Sibundoy como “cabecera del gobierno Eclesiástico”, desde donde gobernaría todo el territorio del Putumayo, Caquetá y Amazonas. PERDOMO (1999. P. 21) 36 “ Así, a comienzos del siglo XIX, …. habia tierras públicas inexplotadas en todos los departamentos, a cierta distancia de las ciudades principales y de las rutas de transporte”. LEGRAND (1988. P. 21-24).

colonizadores en Sumapaz, cerca a Santa Marta y en el Líbano, Tolima37. Podriamos decir que entre el abanico de opciones de los colonos para establecerse, el Caquetá no estaba entre las primeras, la frontera agraria todavía estaba lejos de llegar allá; Legrand afirma al respecto “ Dictada con miras a defender las fronteras internacionales del país contra la rapacidad de sus vecinos, las leyes que otorgaban tierras gratuitas a colonizadores en los límites con Perú y Venezuela tampoco dieron mayor resultado. Esas fronteras, en los llanos orientales o en las selvas del Amazonas, estaban demasiado aisladas para atraer colonizadores, tanto del país como del exterior”. La Ley 61 de 1874 y la ley 48 de 1882 demarcaron una nueva política con respecto a la apropiación de baldíos “la propiedad de baldios se adquiere por cultivo, cualquiera que sea su extensión”38. Las características de esta ley eran la capacidad de aumentar el monto de la adjudicación de igual tamaño adyacente, el límite máximo de hectáreas fue cinco mil hasta 1912, cuando se redujo a la mitad y el poder de revertir la adjudicación si en diez años las tierras se mantenían inexplotadas. La transformación de los resguardos indígenas que quedaban en haciendas ganaderas provocó la movilización indígena hacia montaña arriba o hacia el Caquetá y Putumayo durante las primeras décadas del siglo XX. Así, la legislación agraria tenía como prioridad el cierre de las fronteras agrarias internas del país y efectivamente logró otorgar concesiones sobre los espacios cafeteros por el Tolima, Caldas y Valle39. Los principales beneficiados en este cierre de la frontera agraria interna fueron los terratenientes, llevando a plantear reformas que cerraran las posibilidades a mayor concentración de la tierra y facilitar el acceso a la tierra de los colonos40. El accionar del Estado en el Caquetá no se basó directamente en esta política sino en su alianza con los intereses ganaderos.

Las adjudicaciones y concesiones de más de 1.000 hectáreas hechas en el

Caquetá entre 1855 y 1933 fueron entre otras una en 1873 por 10.000 hectáreas, dos contratos de concesión como parte de pago de obras públicas a Lemly y John Bidlake entre 1899 y 1902, dos a la Concesión Cano-Cuello y Hermanos Perdomo a cambio de los caminos particulares que atravesaban la cordillera en 1905 y una a Maria Josefa Perdomo en 1933 para cultivos y ganadería41. En Florencia entre 1918-1931 se hacen 142 concesiones con 8.499 hectáreas reportadas42. Esto contrasta agudamente con el panorama de grandes concesiones en el resto del país.

El quiebre del equilibrio entre dominaciones políticas estaría basado en dos

coyunturas específicas; la primera, la presión que aparecería por los ganaderos huilenses sobre la región, las fincas ganaderas del sur del Huila, departamento limítrife a la Comisario, sí encontrarían razones para preocuparse por el poblamiento del Caquetá, pero sería así, de abajo hacia arriba, que se construiría el Estado en la región: “ Al entrar al siglo XX, el Huila estaba sumido en una profunda crisis económica y social que redundaría, hacia las primeras décadas del nuevo siglo, en una

37 LEGRAND, (1988. P. 47-48) 38 Ley 48 de 1882. 39 LEGRAND (1988, P. 34, 45,130). 40 En 1917 con la Ley 71, a los colonos que buscaran la adjudicacion de menos de 20 hectáreas les eximían de los costos de las adjudicaciones, que incluían agrimensor, papel sellado y correo. En 1926 los procedimientos de adjudicación se simplificaron aun más y el Estado empezó a ofrecer crédito, herramientas y semillas. 41 Los cuadros 3, 4 y 5 construídos a partir de VILLEGAS y RESTREPO ( 1978) ARTUNDUAGA, (1999). BOTERO y VILLEGAS (1978). 42 Según Legrand, el número de hectáreas totales adjudicadas entre 1918 y 1931 es de 482.875 Has. La distribución era así, menores de 1000 hectareas 133.761 Has y mayores 349.114 Has.

profundización de la lucha por la tierra por parte de aparceros y arrendatarios”43. La guerra de los Mil días forzaría a un inicial flujo de población que puebla y coloniza el piedemonte. Segundo, la expansión cauchera desde el Perú que enfrentaría caucheros colombianos y peruanos en nombre de la soberanía.

El discurso de que la industria y los empresarios son quienes articularán la

región se refleja, entre otras, en las consideraciones de los decretos establecidos y las acciones promovidas y la respuesta del Estado durante las dos primeras décadas del siglo XX. En este objetivo, fue utilizado el resaltar la importancia de la región como fuente de riquezas para la nación y el papel de la iniciativa privada como el real articulador, igual como el caucho lo había sido durante las décadas pasadas. Las consideraciones de los decretos sobre colonización afirman “3o. Que el medio más eficaz de atender simultáneamente a la colonización, el desarrollo del comercio y la industria, la civilización de las tribus indígenas y la protección de los derechos territoriales de la República en las regiones mencionadas consiste en estimular la industria privada mediante el arrendamiento de las tierras baldías” del decreto 645 de 1900 y diez años después “3o. Que es de absoluta necesidad fomentar y favorecer la explotación de los artículos que, a más del caucho, pueden extraerse de algunos de los bosques nacionales” del decreto 208 de 1910. Cuando la iniciativa privada cauchera estuvo debilitada, una mezcla entre compañías privadas y entes estatales de colonización entrarán en escena, como lo sería la Compañía del Caquetá en 1887, fundada por huilenses o el Cuerpo Especial de Zapadores que en 1911 sería creado en el Caquetá y Putumayo44. Los distintos proyectos emprendidos por el Estado para consolidar los pueblos que lentamente se iban fundando y la apropiación y mejoramiento de los caminos.

c. Espacio, economía y política: transformación definitiva del paisaje

piemontano caqueteño en la primera década del siglo XX. Al contrario del modo de producción industrial, las economías de escala en

actividades extractivas a medida que se expanden no sufren reducción de costos unitarios sino al contrario, presionan su incremento, por el aumento de la distancia absoluta entre centros de recolección de materia prima y de manufactura y por el control de mano de obra. La presión por las ganancias, las condiciones biológicas del árbol y las condiciones geográficas del acceso tanto al caucho como a la mano de obra indígena moldearon una organización social y política específica incentivando un tipo de lazos especiales entre la economía mundial, los Estados de los países amazónicos, la élite cauchera, la sociedad de las nacientes ciudades de la Amazonia y la población

43 “ ..una invocación que se repetirá durante toda la primera mitad del siglo XX: el llamado a la agricultura y la ganadería, precisamente, en ese mismo orden, incluso con el señalamiento de los mismos productos, como las actividades productivas que harían posible el desarrollo del Huila. De paso, este llamado contrastaba con las actividades extractivas y especulativas de las cuales el Huila había derivado algún beneficio: de la quina primero y, luego del caucho. Al finalizar el siglo XIX y durante los primeros lustros del XX, el Huila continuaría participando en la economía cauchera por la vía del tráfico comercial y, en otro sentido, por la vinculación de un número grande de huilenses a la extracción de caucho en la región amazónica”. TOVAR Z. (1995-1996, Pg 78) 44 Decreto número 978 de 1911.

indígena que permitían que el sistema fuera rentable de una manera particular, y en últimas, establecieran la articulación específica de la región45.

Dos tipo de gomas fueron extraídas de la Amazonia; la del género Hevea y la

Castilla. La primera también es conocida como jebe o siringa que también se divide entre jebes débiles y jebes verdaderos. Los jebes débiles fueron extraídos del piedemonte, de nombre Hevea Guianensis, en su variedad lutea. En el piedemonte también había la variedad Castilla Ulei, conocidos cauchos blancos, colorados y grises. Dos autores, Camilo Dominguez y Augusto Gómez comentan al respecto: “..el Castilla ulei es la especie de caucho negro propia de la región amazónica. Su hábitat de mayor extensión fue la planicie cercana a la Cordillera de los Andes y el propio piedemonte, por donde llega a ascender hasta los mil metros de altura, resistiendo una temperatura de 18oC como descenso térmico máximo. En este tope máximo altitudinal se mezcla con otras gomas de más baja calidad, como los Sapium y los Ficus, pero, a medida que se desciende, alcanza clima entre los 300 y 500 m sobre el nivel del mar. En la región de la Uribe y la Macarena, por ejemplo, formaban “manchales” casi homogéneos”46. Cada árbol exigía una manera de ser explotado distinta; mientras la explotación del Castilloa consistia en destruir el árbol, el Hevea se explotaba siendo desangrado lentamente. Por eso también, la logística extractiva del Castilloa consistía en cuadrillas de trabajadores blancos de aproximadamente 10 trabajadores que se introducía a la selva, elegían los árboles y preparaban la tala; al contrario, el Hevea, abundante en la selva baja amazónica, se extraía por medio de la mano de obra indígena que era la única capaz de internarse permanentemente en la selva y regularmente estar extrayendo la goma. Por estas razones y por la facilidad del clima piemontano, que no era tan agresivo como el de la selva adentro, se incentivó la entrada a colonos blancos, según las fuentes, bien remunerados a la región47. Distintas agencias se establecieron allí y las principales abrieron trochas que comunicarían con los pueblos del sur del Huila.

Otra limitante fue la navegabilidad de los ríos; los ríos durante el periodo

cauchero fueron además de las vías de comunicación, los centros de acopio de caucho y provisión de víveres en la Amazonía y características particulares hacían del piedemonte un lugar especial. Dos afluentes del río Caqueta son claves para conocer la dinámica en la región; el río Caguán y el Río Orteguasa, donde se ubicaron las principales agencias caucheras. En el Alto Caquetá los ríos no son navegables en invierno porque los rios “se hacen invadeables hasta el punto de interceptar toda comunicación”, también su acceso al Amazonas está limitado por barreras naturales como los Chorros del Araracuara, lo que impide el movimiento continuo y constante de barcos48. Además de las consideraciones geográficas fundamentadas principalmente en los largos trayectos, los fletes a las mercancías que atravesaban los ríos, que según un viajero en 1903 era de 50 por ciento sobre el valor de la mercancía49, y las ganancias de los comerciantes hacían que los precios de las mercancías fueran exorbitantes y además, que las ganancias dependieran directamente del negocio del caucho, porque en su mayoría, eran transacciones fiadas que se pagaban con las cosechas. Así, los víveres

45 Se plantea que el piedemonte caqueteño ocupa un lugar periférico en la actividad económica extractiva de la Amazonia entera y también un lugar marginal en la nación. Estas dos características hicieron que el poblamiento tuviera unas caracteríticas particulares y la dinámica espacial también. 46 DOMINGUEZ y GOMEZ (1990, P. 84) 47 DOMINGUEZ y GOMEZ (1990, P. 90). 48 DOMINGUEZ y GOMEZ (1990, P. 154) . ROCHA, (1905 P. 56). 49 ROCHA, (1905, P. 122)

se suplían por dos lados, por Perú en el Bajo Caquetá y desde Neiva, en el piedemonte y las vegas adyacentes. Las vegas sobre el río Pescado, sobre el río Hacha, el Orteguaza y el Caguán fueron entonces lugares climatológicamente hablando menos agresivos que la selva baja, lentamente desmontados por la destrucción del árbol del caucho y con pespectivas agrícolas como el cultivo entre otros del cacao y de la ganadería constantemente discutidas en prensa y discursos de la región.

La principal pérdida de dinámica regional del negocio del caucho se ubica entre

1911 y 1914, no sólo por la caída de los precios, que ya venían en caída desde los primeros años del siglo XX, sino por la transformación en la demanda de la goma silvestre. Según Ocampo, la oferta proveniente de Sumatra, el compatidor de la Amazonia, fue de un 11 % de la producción mundial en 1910 a un 60% en 1914 y un 87% en 1920. Entonces, la expansión de la Casa Arana buscando nuevos árboles y mano de obra indígena para explotar fue el hecho que marcaría estos primeros años en la economía extractiva de la Amazonia colombiana; la producción de la agencia peruana pasaría de 17 toneladas anuales a finales del siglo XIX a 225 en 1903, 700 en 906 y 750 en 1907-1908. Aunque declinaría la producción en 1909 en 444 toneladas, la producción en 1912 estaba en aumento.

En 1900, la conexión con el Magdalena desde las agencias caucheras era por los

ríos y por carretera y esto se reflejó en el trazo de las carreteras; principalmente cuatro caminos atravesaban en piedemonte de norte a sur, el camino San Vicente - Campoalegre que comunicaba el Rio Caguán y la más importante agencia de ese lado, Las Delicias. La otra ruta era Puerto Rico- Campoalegre que comunicaba el Río Guayas y el Río Caguán con Neiva. El tercero era La Perdiz, o Florencia, con Altamira y Neiva que conectaba el río Orteguasa y el último, una vía que comunicaba lo que sería más adelante Belén de los Andaquíes con Timaná50. Cada fin de camino se convirtió el un pueblo. Aparecería Puerto Rico, como agencia ex-quinera ahora cauchera de la Compañía Vargas y Cano, San Vicente, de la agencia de los Hermanos Perdomo, Florencia que sería antes la agencia la Perdiz y la actual ciudad más importante del piedemonte amazónico, de los Hermanos Gutierrez y Belén, que sería abandonada y re-fundada en 1917. Estos caminos fueron privados y normalmente cobraban peaje para permitir el tránsito. Con la pérdida de dinámica de la actividad cauchera, la primera acción del Estado fue la de apropiarse de dos de estos caminos a cambio de grandes concesiones de tierras: el camino Gigante- Puerto Rico en 1905 fue cambiado a la Compañía Cano y Cuello por treinta mil millas cuadradas y el camino de San Vicente a Campoalegre de los Hermanos Perdomo por veinte mil pesos y la adjudicación de sesenta mil hectáreas.

El siguiente rasgo de la expansión del Estado durante la primera década del

siglo XX fue la contratación particular para proveer servicios que no habían sido posibles establecer anteriormente; en 1902 se firma un contrato con John Bidlake para el fomento de la navegación por los ríos Putumayo, Caquetá y otros navegables. El otro tipo de injerencia fue a través de decretos sobre las fronteras: la creación de la Inspección Fluvial en la Pedrera, su re-establecimiento como Aduana del Bajo Caquetá en La Pedrera en 1909, y también otro llamado a su re-establecimiento en 1911.

50 DOMINGUEZ y GOMEZ (1990, P. 55).

Las características más importantes de los contratos y los decretos expedido entre 1900 y 1910 fueron por un lado, la inicial indefinición territorial que comprometía al Putumayo y al Caquetá; las dinámicas entre el piedemonte caqueteño y el putumayo se iban diferenciando sea por el ejercicio de las misiones, que tenían un centro de operaciones en Putumayo y por las caucherías que giraban alrededor de dos ejes, el río Caqueta y el Putumayo con tres salidas a su exportación, Tumaco, puerto en el Pacífico, el Amazonas y el Río Magdalena. Estos espacios empiezan a ser diferenciados, aún antes de la creación de las comisarias respectivas; la posición de negociación de la región mejora ante el Estado con una élite huilense en germen que pasó del caucho y la ganadería y le interesa poblar estas regiones con colonos blancos y ante la incertidumbre de las fronteras nacionales, a la vez que varias transformaciones territoriales de las entidades administrativas van tomando forma, lo que terminaría con la creación de la Comisaría Especial del Caquetá en 1912.

Tres problemas indistintos espacialmente marcan la influencia del Estado sobre

la región; el problema del “despoblamiento”, la falta de soberanía en estas regiones y la necesidad de explotar los recursos cuyas soluciones son incentivar la iniciativa privada, la inyección de presupuesto y responsabilidades a las misiones y los contratos de concesión otorgados desde el Estado51. Se promulgan órdenes sobre la creación de la Inspección fluvial en el Bajo Caquetá, se impulsa la colonización por medio de planes de organizar la navegación, el comercio y el respectivo presupuesto, el apoyo a las misiones por medio de auxilios y la creación de una colonia en el Caquetá que apoye la colonización, pero el éxito o el fracaso de estos proyectos depende en gran parte, de su cercanía con los nuevos intereses, los ganaderos.

2. El campo de negociación; nueva posición de la región y las

transformaciones definitivas del paisaje piemontano. Para 1909, una nota enviada al Gobernador del Departamento del Huila es

remitida por este al Ministro de Obras Pública en Bogotá y es publicada en el Diario Oficial. Su título es “Nota relativa a los trabajos del camino de Guadalupe a Florencia y al Río Orteguasa”, con fecha de 30 de Octubre de ese año y es firmada por “vecinos, colonos y comerciantes de Florencia”. Es una nota que inicia con el objeto de agradecer al gobernador por su interés en la reconstrucción del camino que comunicaba Florencia con Guadalupe y ofrecer el apoyo que puedan dar los firmantes en la empresa. El grueso de la carta es la extensión del discurso que antes estaba en boca de los misioneros, de los representantes del Estado y los caucheros pero ahora lo asumían los vecinos de Florencia. Esta carta hablaba del futuro de toda la nación en las manos de las riquezas del Caquetá, “la única capaz de levantar nuestra República a positiva altura y engrandecimiento porque en ella duermen los elementos de su riqueza natural”, riquezas que se supondríam, irían a ser explotadas gracias a la reconstrucción del camino que conectaría el río Caquetá. El mismo discurso de Reyes décadas anteriores, el mismo de los viajeros como Abel Calderón o Joaquín Rocha, las ideas de 51 Decreto número 290 de 1906. También Decreto número 25 de 1906: En este decreto, el gobierno faculta al Ministerio de Obras Públicas y Fomento “reglamentar y dar impulso a la colonización, navegación y comercio en las expresadas regiones del Caquetá y Putumayo”, destinando la suma de diez mil pesos oro. Otro ejemplo más de lo estrechos que estan estos tres proyectos, la colonización, la navegabilidad de los ríos y el comercio por los mismos. En particular el de la navegabilidad va a ser un propósito que el Estado nunca va a poner a funcionar, ni tampoco la iniciativa privada cuyo fracaso se hizo evidente con la experiencia de Rafael Reyes en el Putumayo. El Río Putumayo además siempre tuvo más ventajas sobre la navegabilidad ante el Río Caquetá.

Agustín Codazzi y muchos más; los ríos con el poder de movilizar “muchos colombianos amantes del trabajo, unos a ofrecer sus brazos a la sin igual savia del caucho, y otros a invertir sus capitales en labores caucheras, el descuaje de las montañas y el ensanche de la agricultura y ganadería; la última de éstas cuenta con dos mil reses de cría escogida”52. El poder de articular la región por el caucho, por la agricultura, los desmontes y la ganadería. Ya los únicos constructores de trochas no son simplemente las agencias caucheras sino los mismos colonos empiezan a desmontar selva para por sus medios, lograr conectarse53.

Así como la quina construyó una “infraestructura poblacional” y física, que

permitió el funcionamiento del negocio del caucho, este también dejó su legado a la ganadería; cada dinámica económica particular se equilibró en unas condiciones sociales, físicas, económicas y políticas que a la vez permitió la extracción delas rentas necesarias, el salto a otros equilibrios con nuevos actores y escenarios pero cuya reiteración y acumulación consolidó de los primeros pueblos y la ganadería a partir de la segunda década del siglo XX. Dos procesos nuevos promovieron esta nueva dinámica y mejoraron la posición de negociación de la región frente al Estado; la influencia huilense y la amenaza peruana en las fronteras pero nada se concretaría hasta las acciones del Estado frente a la apertura y mantenimiento de las nuevas vías, los proyectos fracasados del establecimiento de la navegación y el éxito de la colonización. El éxito o el fracaso indica en este nuevo panorama, qué sería valorado y qué sería descartado abriendo una brecha radical entre la actividad cauchera y la ganadera.

La amenaza peruana era un hecho real, de hecho informaciones en 1914

comentaban que el Corregimiento del Yarí, cercanísimo al piedemonte tenía problemas de administración “por hallarse inmediata a los puntos habitados por los peruanos y que el personal, casi en su totalidad de indígenas, se encuentra bastante disperso”54. Las hostilidades peruanas habían sido denunciadas ante el Estado desde el inicio del siglo XX, por ejemplo, un reclamo contra actos de ocupación peruana en territorio colombiano en 1903 fue enviado por el ministro plenipotenciario de Colombia al ministro de Relaciones Exteriores de Perú donde comentaba la existencia de un “plan perfectamente preconcebido y combinado con el objeto de ir tomando posesión de esos territorios, para los cual se han establecido en distintos puntos avanzados de ellos Comisarías Fluviales, autoridades militares, aduanillas, en fin, todo aquello que constituya perfecta y absoluta soberanía” 55, y enumeran los distintos conflictos entre los caucheros a los dos lados de la frontera. Una prueba de ello también es la creación en 1909, antes de la Comisaría Especial del Caquetá, de la Comisaría Judicial del Caquetá, cuyo objetivo era el de ser un centro de operaciones para la recuperación de 52 Nota relativa a los trabajos del camino de Guadalupe a Florencia y al Río Orteguasa. Neiva, 11 de Diciembre de 1909. 53 “Y mientras se establece algun servicio de lanchas o pequeños vapores, sería obra eficaz y de verdadera utilidad arreglar la trocha que los mismos colonos han abierto hasta el río San Pedro, pero que siendo todos colonos pobres, no lo pueden hacer....” 26 de mayo. 1912. “Todos los caminos seccionales están abriendose a expensas de los colonos, en lo general pobres". Rafael Santos. 54 Decreto número 13 de 1914 (12 de diciembre) por el cual se hace una variación de los corregimientos de Tresesquinas y el del Yarí. Diario Oficial, Pg 450. 55 “Podría, Sr Ministro, citar muchos otros hechos, pero juzgo suficientes los que he mencionado, para demostrar el empeño con que las autoridades peruanas están procediendo con el deliberado fin de tomar posesión, no sólo de territorios situados en la zona oriental disputada entre Colombia y el Perú, sino aún en regiones de absoluta e indiscutible propiedad de Colombia. ......”. Límites en la frontera del sur. Reclamo contra actos de ocupación de territorios en la margen septentrional del Amazonas, ejercidos por autoridades peruanas. 18 de febrero de 1903.

pruebas para la Comisión Mixta Internacional encargada de revisar la cuestión limítrofe entre ambas naciones y dictar su veredicto frente al control territorial de la Amazonia56.

Los caminos son uno de los ejemplos que muestran este proceso acumulativo

que va descartando y aprovechando legados; el Estado ahora fue el encargado de su mantenimiento. El Estado respondió al llamado de los poderes regionales y abrió la partida presupuestal para el inicio de la carretera Guadalupe- Florencia- Río Orteguaza en 1911.

La apertura del camino principal Florencia-Guadalupe se hace sobre el trazado

de la Trocha Pizarro, el camino utilizado para la agencia La Perdiz, ubicada en Florencia para la extracción del caucho. Las obras inician a principios de 1911 y es llevada más allá de Florencia, hasta el sitio denominado La Muralla, desde donde el río Orteguasa podía ser navegable.

Cuadro 6. Porcentaje de Exportaciones de Café y de Caucho por Puertos de Salida. 1909.

ARTÍCULOS Y ADUANAS

TOTAL ARTÍCULOS

% Art. Exportación por puertos de salida

KILOS PESOS Kilos Pesos

CAUCHO Por Barranquilla 53,393 49,849 15.39 13.77 Por Buenaventura 19,638 27,376 5.66 7.56 Por Cartagena 197,952 164,357.36 57.04 45.41 Por Riohacha 105 105 0.03 0.03 Por Tumaco 75,925 120,215.23 21.88 33.22 Total 347,013 361,902.59 100.00 100.00 Fuente: Ministerio de Hacienda. Exportaciones de Cacao, Café, Caucho, Cueros y Sombreros de Paja. 190957

Caminos a través de la Cordillera Oriental en el Piedemonte Caqueteño en 190058.

56 La Comisaría Judicial Especial, con jurisdicción en los Corregimientos del Orteguasa, Caguán y Yarí. La residencia sería “el caserío de florencia, cabecera del Corregimiento del Orteguasa”. El sueldo del Comisario seria de 200 pesos oro y el del Secretario Escribiento sería de 150 pesos. Este fue uno de los precedentes para la creación en 1912 de la Comisaría Especial del Caquetá. Esta Ley la firma Ramón Gonzáles Valencia como Ministro de Gobierno. Ley número 24 de 1910 por la cual se crea una Comisaría Judicial Especial en el Territorio del Caquetá. 14 de Julio de 1910. 57 Diario Oficial. Cuadro de Exportaciones de Cacao, Café, Caucho, Cueros y Sombreros de Paja en el año 1909. Pg 1626. 58 Tomado de DOMINGUEZ y GOMEZ (1990, P. 55)

. La vía Florencia- La Muralla ya había sido trazada a mediados de la primera década por Benjamín Ferreira pero sin mantenimiento, para 1913 estaba en pésimas condiciones. Este camino beneficiaría en el flujo constante de población que empezaba a establecerse en las vegas del Orteguasa y del río Hacha. La apertura y mantenimiento de la vía hasta Florencia había costado 42.000 pesos y fue necesario aumentar la partida en 18.500 para el tramo que faltaba59. Aunque la magnitud de la obra a nivel de ingeniería fue enorme pues implicaba atravesar la cordillera, el impacto social y económico no tuvo comparación. Primero, la logística de la obra movilizó 500 hombres divididos en cuadrillas60, a quienes tocaba proveerles alimentación y estadía, lo que se logró por medio de contratos a particulares. Esto también implicaba el control de los trabajadores, tanto para la organización de actividades extra-laborales como fiestas nacionales, fiestas regionales61 y la disciplina62. Segundo, indirectamente, la obra atrajo a muchos colonos que se ubicaron a lo largo del camino o que lo cruzaban camino hacia Florencia; el director de la obra cuenta en 1911 que hacia Florencia han pasado “en el curso de estos dos meses más de sesenta personas a conocer; varías se han quedado estableciendo trabajos, y otras han regresado con la esperanza de que si

el Gobierno las auxilia, volverán”63. La obra implicó desmontes y siembra de cultivos64 pero al terminar, dos retos importantes quedaban; primero, comunicar los distintos pueblos que se iban consolidando a lo largo del piedemonte, que al parecer, estaban desconectados obligando a los viajeros que iban por ejemplo de Florencia a Puerto Rico tener que salir al Huila por una trocha y volver a entrar por la cordillera. Para finales de 1920, el presupuesto de Gastos de la Comisaría tendría cinco caminos en consideración, dos en proceso de apertura y tres en el de conservación65. Otro reto

59 Solicitudes de Créditos Suplementales para la terminación del Camino entre Puerto Asís y Umbrío y para la obra del camino de Guadalupe a Florencia. 12 de Febrero de 1913. Diario Oficial. 60 AGN 698. No 271. Septiembr 18. Florencia. Comunicacion al Ministro. “Actualmente trabajan unos 430 obreros que ganan un jornal de 30 pesos unos y 40 pesos otros. Esta diferencia la ha impuesto el clima. En las zonas frías nuestros obreros nativos de tierras cálidas sólo trabajan halagándolos con un jornal que no puedan alcanzar en tierras bajas”. 61 " Y fue de lamentarse que no hubieramos llevado a cabo nuestor proyecto, porque el entusiasmo en todas las clases sociales rayaba en lo increible. Todos los pueblos del Sur habían venido en peregrinación a beber en esta fuente de trabajo y civilización, circunstancia que aprovecharíamos para dictarles conferencias patrióticas y levantar el espiritu". Informe del Administrador General de los trabajos del camino de Guadalupe y Florencia a los rios Hacha u Orteguasa sobre los trabajos ejecutados en esa vía durante los meses de Noviembre y Diciembre de 1911. 9 de enero de 1912. Diario Oficial, Pg. 445. 62 Informe de los trabajos del camino de Guadalupe y Florencia al Caquetá rendido por el Administrador y el Ingeniero de la obra. Mayo 26 de 1912. 63 “De Timaná llegó el domingo un individuo con el fin de averiguarme si era exacto que el Gobierno fomentaría la colonización para alistarse con tres familias; el de los ríos Orteguasa y Caquetá, conteste afirmativamente, pero aplazándolo". Diario Oficial. Informe rendido por el Administrador General de los trabajos de constructor del camino de Guadalupe y Florencia a los rios Hacha y Orteguasa en el Alto Caquetá. 21 de noviembre de 1911. Pg 1236. 64 Diario Oficial. Informe rendido por el Administrador General de los trabajos de constructor del camino de Guadalupe y Florencia a los rios Hacha y Orteguasa en el Alto Caquetá. 21 de noviembre de 1911. Pg 1236. AGN 698. No 271. Florencia, 18 de Septiembre de 1912. “La colonización ha aumentado considerablemente a lo largo del camino sobre todo en la parte cálida de los contrafuertes orientales de la cordillera. Se han establecido cultivos de plátano, maíz, yuca y pasto saboyá, que rodean casitas de pobre apariencia y que serán sustiuidas por otras de mejor consturcción luego que empiecen a ser explotados los cultivos”. 65 Para abrir estaba la trocha de Puerto Rico a Garzón y de Puerto Rico a Florencia; las mejoras se hacían en la vía de Puerto Rico a San Vicente, de Florencia al Río Bodoquero y de Florencia a Belén del

sería el mantenimiento de los caminos que pondría en discusión el papel de los zapadores, soldados encargados de obras públicas, el papel de los “colonos camineros”, el proyecto que inicialmente contrató a los colonos en la vera de los caminos a ser los encargados del mantenimiento de la vía a cambio de baldios y herramientas, o la contratación particular, como sucedería en 192066.

Las otras vías que habían sido claves en la consolidación cauchera habían sido

los ríos pero aún seguía siendo extremadamente difícil para el Estado establecer un sistema de navegación continuo. Varios saltos y raudales establecen límites naturales no sólo a la comunicación entre comunidades sino que también en su momento, fueron las fronteras de la acción franciscana española en la región. Estos se ubican al oriente de la boca del Caguán en el Caquetá. Otras barreras naturales fueron el salto del Araracuara, los Chorros de la Pedrera, Angostura y los Chorros de Córdoba, que serían la resistencia a la expansión lusitana en la región desde Solimoes y Rio Negro o por el Amazonas mismo67. Aunque esto no implicó un aislamiento de la región, si significó un quiebre en la lógica que otorgó, por ejemplo a La Pedrera y al Araracuara, un lugar especial en la historia de la región. Ambos fueron puntos de desencuentro cauchero colombiano y peruano; la primera fue el último punto de lucha de Arana sobre el territorio colombiano y el Araracuara sería un centro de operaciónes, de recolección cauchero. Estas dos lógicas no estaba aisladas, la comunicación fluía entre ambos espacios, pero tenían diferencias y habían obstáculos. En los trayectos era notable. Tras la pérdida de dinámica de la actividad cauchera, la navegación no pudo volver a activarse hasta tiempo después, los contratos que el Estado firmó con particulares para el establecimiento regular de navegación de barcos a vapor no sería exitoso, solamente bogas y canoas serían el medio de transporte utilizado en la región68.

El tercer aspecto en el cual el Estado participó fue en el de la colonización, que

fue tema prioritario de la articulación local y de las negociaciones entre ambos lados. Fue un tema trasversal en los informes de los directores de obra, en los informes de los comisarios, en las consideraciones de los decretos y las leyes redactadas y en los informes misioneros. Una propuesta fue la de las colonias agrícolas, basadas en los principios de producción y defensa militar porque “es impracticable la colonización sin la confianza que inspira la fuerza armada; o por lo menos, los colonos deben ser provistos de fusiles para rechazar cualquier ataque a sus hogares y para conservar la soberanía de la nación, siquiera en los núcleos que se funden”69. La ubicación

Andaquí. Decreto numero 1112 por el cual se aprueba otro del Comisario Especial del Caquetá. 28 de mayo de 1920. 66 Contrato sobre ejecución de algunos trabajos en la via nacional del Caguán. 19 de agosto de 1920. Diario Oficial. Pg 150. 67 PINEDA Y LLANOS (1982. P. 57) . PINEDA (P. 13) . 68 Decreto 25 de 1906. También Contrato celebrado con el Sr John Bidlake, sobre fomento de la navegación de los ríos Caquetá, Putumayo y los demás ríos de la región colombiana del Caquetá, que sean navegables, 21 de Marzo de 1902. Diario Oficial 11653. En otra región también en la Amazonía esta Contrato celebrado con los Sres Indalecio Camacho B. y Antonio Rua Díaz, para el establecimiento de la navegación por vapor de los ríos Alto Orinoco y sus afluentes en el Vichada, Guaviare y su afluente, el Inírida, el Atabapo y su afluente, el caño Guacavis, el Guanía o Rio Negro y su afluente el Isana, en la región oriental de la República. 5 de Febrero de 1903. Informe del Inspector fluvial del Alto Magdalena y del Camino de las Papas. 21 de Junio de 1907. 69 AGN. 698. No 264. Carta de Bernardino Ramirez, Florencia 13 de Agosto de 1912. Argumenta el Comisario, “Este temor es explicable por los muchos vejámenes de que han sido víctimas nuestros compatriotas. La última expedición cauchera, cuyo patrón era Alcídes Cortés, cruzando las aguas del Caquetá fue aprehendido por un destacamento estacionado en Las Delicias. Cortés, después de doce

propuesta para estas colonias serían puntos estratégicos para la soberanía como Tresesquinas.

Clave para incentivar la colonización de estas regiones fue la valorización de la

tierra, por medio de obras públicas. Una de las estrategias para esta valorización fue la creación de un Cuerpo Especial de Zapadores, dependiente del Ministerio de Guerra que prestaría servicios tanto en el Caquetá como en el Putumayo. Eran aproximadamente 80 personas, entre soldados, jefes, sargentos, subtenientes, tenientes, y médicos. Ellos se encargaban de obras como desmontes, mantenimiento de vías, apertura de caminos y a su vez pero también, se contrataban distintos servicios como alimentación y vestuario con particulares para su sostenimiento70.

Los primeros sitios de gran afluencia fueron los desmontes en el río Hacha,

Orteguasa y Pescado entre 1900 y 191171. Los dos primeros estarían conectados directamente con Florencia y en el segundo estaría ubicada la población de Belén. Era común encontrar en estos primeros desmontes, pasto natural y artificial, maizales, yucales y cañaduzales, plátano y algunas veces palmicha y chontaduro. Algunas tenían ganado. También en empezaban a abrirse fincas en San Vicente, Tresesquinas y Puerto Rico72. Cuadro 3. Porcentaje de la Población según propietarios y tipo de trabajo en 191873.

Propietarios Trabajo Municipios Sexo Població

n total rurales urbanos no son

propiet.por cuenta propia

por cuenta ajena

no trabajan

Florencia total 2957 628 165 2164 1264 809 884 % % 21.24 5.58 73.18 42.75 27.36 29.90

Andaquí total 955 71 152 732 563 280 112 % % 7.43 15.92 76.65 58.95 29.32 11.73

Puerto Rico total 276 9 11 256 168 33 75 % % 3.2 3.98 92.7 60.87 11.96 27.17

San Vicente total 809 45 71 693 264 377 168 % % 5.56 8.78 85.66 32.63 46.60 20.77

Solano total 357 14 18 325 227 47 83 % % 3.92 5.04 91.04 63.59 13.17 23.25

Total total 5354 767 417 4170 2486 1546 1322

días de prisión, fue puesto en libertad, y por el monte ha podido regresar puesto que todos los vehículos de transporte le fueron comisados. Los peones que llevaba no han vuelto aún por lo que se juzga que los han internado y están al servicio de nuestros enemigos” 70 “ que el cuerpo de gendarmería nacional, al que corresponde prestar este servicio es insuficiente para atenderlo debidamente por el desarrollo de las obras acometidas en esas zonas, que por su transcendental importancia requieren el mayor impulso posible, el cual es preciso garantizar por la manera como se mantenga el orden en esas comarcas”. Decreto número 978 de 1911. Diario Oficial 14.491. Contrato sobre compra de un champán para el servicio de la Expedición del Cuerpo de Zapadores acantonado en San Vicente, Territorio del Caquetá, 1 de Marzo de 1913. Contrato sobre el suministro de ochenta arrobas de víveres y vestuario para la expedición del Cuerpo Especial de Zapadores del Territorio del Caquetá. 21 de Abril de 1913. 71 Para 1913, una muestra de las compraventas hechas ese año mostraría que la mayoría de los desmontes seguían siendo sobre el Río Hacha y el Río Orteguasa . En la muestra, 18 del total de 62 desmontes están sin especificar su ubicación. Oficina de Registro de Florencia- Caquetá. Escrituras compraventa. 1913. 72 DOMINGUEZ (1994. P. 76) 73 DOMINGUEZ (1994. P. 76)

% % 14.33 7.79 77.89 46.43 28.88 24.69 La mayoría se establecerían en Florencia y en general estarían dedicados a la

industria agrícola, a las artesanías y al comercio y sólo 39 personas, según el censo, estarían dedicadas a la industria pecuaria. A partir de 1912, cuando se crea la Comisaria Especial del Caquetá, se decretan las elecciones, se elige un consejo, se organizan las rentas y se abren las primeras instituciones administrativas, como la Administración de Hacienda, la Alcaldía, una oficina telegráfica y correos, la Casa de Gobierno del Comisario y se levanta la Iglesia. Florencia tendrá dos escuelas. El 84% de la población en 1918 no sabe ni leer ni escribir, el 67% son solteros, sólo 205 concurren a la escuela74. Según el cuadro 3 podemos ver dos dinámicas diferenciadas; resaltando que una minoría de la población, el 22% son propietarios, la mayoría se ubica en territorios rurales pero por el enorme peso que tiene este hecho en Florencia; al contrario, en San Vicente, Solano, Puerto Rico y Andaquí, la mayoría de la propiedad legitima está en la zona urbana. El hecho de que la mayoría de la población no fuera propietaria y que colonos independientes irían abriendo la frontera agraria con una gran proporción de terrenos baldíos aún por desmontar sería el caldo de cultivo de los conflictos por la tierra en la década de los 30´s, peleas retardados por la gran cantidad de tierras, pero un proceso no exento de la acelerada concentración de la tierra en los latifundios ganaderos que terminaría en fenómenos como sería el de la Hacienda Larandia, que alcanzó a tener “33.000 hectáreas de pastos de primerísima calidad para 40.000 cabezas de ganado seleccionado; 1.200 puentes, el último sobre el río Orteguaza, con 97 metros de luz, longitud de 4.5 metros y costo de $1.500.000; 47 kilómetros de carretera dentro de la hacienda; 4 ríos, 18 mayordomías; un aeropuerto de 1.800 metros de longitud y costo de 5.000.000; 1.000 caballos para uso de los vaqueros; 1.200 hombres en época de pleno empleo, cientos de animales pura sangre, importados, 9.000 nacimientos de cabezas al año y cercas que cubrirían la distancia entre bogotá y Buenaventura”75, que sumó inicialmente hectáreas con la ayuda de la adjudicación de tierras del Estado a Maria Josefa Perdomo Serrano en 1933 de un total de 5000 hectáreas, quien sería esposa de Oliverio Lara Borrero, dueño de la finca y activo político de la región.

Conclusiones En la región a finales del siglo XIX, hay un cambio de régimen de acumulación,

del caucho a la ganadería, así como antes fue de quina al caucho. Esta transformación exigió un cambio en el papel del Estado y en el tipo de negociaciones entre los poderes locales, es decir; lo que podríamos concebir como un campo de negociación: los mecanismos, estrategias, los espacios y los intereses en cuestión. Esta dinámica tuvo consecuencias directas sobre el espacio, como la fundación de los primeros pueblos que no correspondían a la dinámica efímera de las poblaciones del régimen cauchero, también sobre el uso del suelo y en general, sobre un nuevo tipo de articulación del piedemonte con la nación que impulsó el proyecto de Estado-nación colombiano en esa región. En ambos regimenes, el Estado actuó eficientemente, siendo exitoso bajo la coyuntura específica, bajo sus intereses y formas particulares76. 74 DOMINGUEZ (1994. P. 76) 75 BERMUDEZ (1965). 76 “La dominación política ejercida por el Estado puede tener dos formas, una indirecta y otra directa, como afirma Charles Tilly; la primera es ejercida por redes de poder preexistentes como élites

En lugar de poner los términos de la discusión en la dicotomía presencia-

ausencia del Estado, la intención es dejar claro que su dominio, el estatal, a finales del siglo XIX convivía con otras prácticas y otras dominaciones políticas sobre los llamados Territorios Nacionales, en particular sobre el piedemonte caqueteño. El Estado logró expandirse desde finales del siglo XIX basado en la concesión de responsabilidades a las misiones o cuando aumenta la presión por su presencia tras la crisis cauchera de las fronteras; no es un Estado ausente, al contrario, es un Estado que logra ser eficiente por otros medios y sirve a unos intereses particulares. Por eso también, la problemática de “presencia del estado” resuelta supuestamente a partir de la Guerra con el Perú tambien es un tema debatible; varios mecanismos fueron hilándose desde la segunda mitad del siglo XIX, consistentes en la expansión creciente del Estado acompañado de sus distintas perspectivas y conceptos sobre el espacio y el ordenamiento. El Estado ocupó el lugar que le exigió cada coyuntura histórica; otros conflictos surgirían a mediados del siglo que rebatirían esta conclusión también, principalmente ocasionados por las características de la ocupación del Estado, su apoyo a la articulación económica implicó apoyo a los poderes locales ganaderos, permitiendo en este primer periodo la llegada de población pero vulnerables dentro de la lógica de expansión ganadera que implicaba grandes latifundios desmontados a costa de los colonos.

Existió un “equilibrio inicial” entre las distintas dominaciones políticas; es

decir, las misiones, las caucherias y el Estado, en el Territorio del Caquetá a finales del siglo XIX. El tipo de relaciones que se tejieron algunas veces fueron hostiles, otras veces fueron amistosas, según la cercanía o el conflicto entre sus intereses y sus lógicas propias producidas para comprender y apropiarse del piedemonte amazónico, pero a grandes rasgos se equilibraron a finales del siglo XIX permitiendo que las tres fortalecieran su control en la región, en particular las misiones y el Estado, después de siglos de fracasos. Este equilibrio también permitió preparar el terreno para la posterior expansión estatal en la región y a las condiciones que el Estado establecería para la futura expansión latifundista, que a su vez, como en el periodo cauchero, sería la encargada de la infraestructura física que carecía la región y de su privatización, a costa de los colonos pequeños.

Las prioridades de la legislación agraria no estaban centradas en el piedemonte

caqueteño, ni siquiera en el amazónico, la frontera agraria interna estaba cerrándose apenas y los procesos de poblamiento de las dos primeras décadas del siglo XX de esta región no estaban determinadas por la presión por la tierra en la forma que sucedería a mediados del siglo XX. Los primeros interesados en la expansión territorial del Estado fueron distintos poderes huilenses, que estuvieron presentes también en el periodo cauchero y desde el inicio de las primeras poblaciones.

Las características espaciales y topográficas moldean los procesos productivos,

configuran los sistemas de transporte y la infraestructura consolidada para la producción. Por esta razón, estos sistemas trascienden la simple esfera extractiva y establecen una relación directa con la estructura social y política nacional al ser los regionales, instituciones como la Iglesia o partidos políticos, la segunda es el tipo de redes especializadas como los empleados públicos, el ejército o las Fuerzas Armadas”. Como veremos a continuación, estos dos aspectos de la dominación estatal son evidentes en este caso particular. TILLY, (1996).

responsables de lograr estos objetivos. El simple hecho de que la infraestructura en el transporte se convierta en una obligación del Estado o de poderes privados, la sociedad pone en funcionamiento unos campos de comunicación entre ambos entes; poderes locales y el Estado responden a las presiones y oportunidades de la producción. De la misma manera, los distintos espacios adquieren poderes distintos en coyunturas diferentes; mientras la navegación fue un elemento clave en el desarrollo de la actividad cauchera, en el proceso inicial de la consolidación los caminos adquieren mayor valor por la necesidad de incentivar el flujo de población libre para los desmontes y de ahí la necesidad hacerlos públicos.

Por medio de las escrituras, es evidente el inicio de un incipiente mercado de

tierras, mercado de desmontes, que en boca de Reboratti muestra que “en pocos casos tiene una relación directa con el valor formal de un terreno, casi siempre lo que está en juego en las transacciones de compra y venta no es la propiedad real de un terreno sino el derecho a usufructuarlo”77. El precio está dado por las mejoras, por el trabajo realizado para mejorarlo. Este proceso implica la delimitación de los terrenos y la seguridad sobre los derechos de propiedad y no está claro rodeado de conflictos.

Entonces, el proceso de expansión estatal se construyó por la participación

activa de sectores regionales más que por el cambio del discurso sobre la articulación de la región, que siempre fue basada en procesos económicos extractivos y en los discursos sobre el papel del fomento de la industria en el progreso no sólo de la región sino de la nación; por eso el Estado se construyó de una manera particular y generó dinámicas distintas en este espacio regional. No fue una región aislada como se cree, al contrario, además de los argumentos anteriores, la movilización de población de todas las regiones fue importante y también el conocimiento de políticos activos durante los distintos gobiernos hizo de conocimiento público la situación del Caquetá. La frontera no puede ser reducida a la discusión de subordinación centro-periferia, al contrario, el caso del piedemonte muestra cómo este discurso fue utilizado para presionar la activa participación del Estado en la región y aceleró la articulación.

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