el espacio en el teatro de oriente y occidente ii la espectacularidad en roma, edad media y...
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UNA 2014 Historia del teatro de Oriente y Occidente
Catedra: Gerardo Camilletti Proyecto de Adscripción de Agustina V. Palermo
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El espacio en el teatro de oriente y occidente II:
La espectacularidad en Roma, Edad Media y el renacimiento.
Introducción
“El plano de un teatro no es simplemente su transcripción geométrica sobre el papel, la proyección inanimada de sus límites y de su división interna; nos parece un todo orgánico capturado en un determinado estado
de su desarrollo, como el vivo reflejo de un medio social que evoluciona modificando el marco con el cual comparte las formas.”
H. Leclerc1
A partir del avance romano (primero de la república y después durante el imperio), y luego en la
Edad Media, el teatro pierde pregnancia en las espectacularidades de cada época dejando espacio a
otras formas de representación. En este sentido encontrándose el teatro en la periferia, y frente a la
pluralidad de otros espectáculos, encontramos una diversidad de arquitecturas y dispositivos que
sirven a los fines de las distintas instancias representativas o espectaculares respectivamente.
Recién hacia el renacimiento podemos encontrar y una arquitectura teatral consolidada de la que
disponemos mayor documentación, ya que en esta época comienzan numerosos desarrollos
tecnológicos para el edificio teatral, siendo tan imponente que su influencia llega incluso hasta la
actualidad, siendo el inicio del teatro “a la italiana”.
Este trabajo es la continuación de un estudio que comenzó con el primer año de adscripción y
abordo el espacio realizado sobre las formas teatrales Kathakali, Ópera de Beijín, Kabuki y Teatro
griego. Algunos puntos sobre todo los referidos al teatro griego serán tenidos en consideración ya
que son la piedra fundamental sobre la que se cimienta la construcción arquitectónica teatral
occidental dominante y que tienen directa relación con los temas a tratar.
En el presente trabajo entonces, buscaremos rastrear y desarrollar los usos del espacio de
representación de esta amplia porción de tiempo (que abarca desde los romanos, luego el desarrollo
de la Edad Media y más tarde el renacimiento) plasmados en esas arquitecturas, tablados, y/o
espacios de usos múltiples dando cuenta de algunos aspectos fundamentales de cada cultura.
1 Cita obtenida del libro “Teatro y poder en occidente” de Jean-Luc. Lagarce, Referencia original: H. Leclerc “Los orígenes italianos de la arquitectura teatral moderna”, parís, 1946, p.8.
2
Espectacularidad en Roma
El teatro durante la república y el imperio Romano no tiene un lugar preponderante, compite junto a
otras espectacularidades para divertir, entretener y agradar al público. Para el estudio de los
espacios específicamente teatrales nos basaremos principalmente en las referencias del libro V de
los estudios de arquitectura realizados por Vitrubio, tomamos de diversas fuentes referencias a los
otros espacios destinados a la espectacularidad donde se realizaban peleas de gladiadores, carreras
de caballos, batallas navales, y otros eventos espectaculares de la época.
Teatros y Odeones:
Las primeras formas de representación en Roma se establecieron sobre teatros y tablados
desmontables. El primer teatro edificado de la época romana data del siglo I aC en la zona plana del
llamado Campo de Marte, con una construcción cávea que montaba gradas sobre arcadas
superpuestas. En todos los ámbitos culturales, en la época romana se influenciaron por la cultura
griega. El teatro no escapa a esta situación y tanto en las influencias textuales, como en la
consolidación de los espacios arquitectónicos, podemos notar claramente esta impronta griega. En
el caso del edificio teatro, sin embargo vemos algunas modificaciones acordes a las necesidades
espectaculares de la época cuyo fin primordial era el entretenimiento.
Las áreas que tenía el edificio teatral mantienen la denominación del teatro griego, pero cambia de
“escena” a público la orchestra. Así, tenemos dos secciones destinadas al área de representación: el
PROSCENIUM similar al prosenikon griego, pero más grande, con el tablado del ancho del edificio y
una gran profundidad, cubierto por techo en declive (con función también de tornavoz), y por otra
parte está el FONS CENAE, un muro con tres puertas en escena: la puerta central “puerta real” (que
se alinea en el extremo opuesto al pórtico de entrada de los espectadores), y dos puertas a los
costados de esta llamadas “hospitalia”. El fons cenae tenía también a los costados dos puertas una a
cada lado llamadas “puertas de retorno”.
A estos dos espacios de la escena se le confrontan entonces dos espacios asignados para el público
ORCHESTRA y GRADERIO en forma de semicírculo, dice Vitrubio respecto del espacio de esta nueva
disposición respecto del teatro griego:
(…) por el centro trácese con un cordel una línea paralela —al frontal de la escena— que separe el estrado del proscenio de la
parte dedicada a la orquesta. Así, el estrado alcanzará una mayor anchura que el de los griegos, pues todos nuestros actores
actúan en el escenario y la orquesta quedará reservada para los asientos de los senadores. (Tratado de arquitectura, l ibro 5 to
capitulo 6: trazado del teatro2)
Recordemos que en el teatro griego, la orchestra también era parte de la escena ocupada por el
coro, que a su vez era una representación del pueblo, generando una gradación entre escena y
público. En el teatro romano el público colocado en la orchestra y graderío se confronta rompiendo
esa gradación. Este sector del público era cubierto por el velum que protegía a los espectadores del
sol. El velum también podía funcionar como ligero tornavoz pero la acústica trabajaba
principalmente a través de resonadores en compartimentos bajo el graderío con vasos de bronce a
2 Vitrubio Los diez libros de arquitectura, Libro V Capítulo VI, en la traducción de José Luis Oliver Domingo, Alianza, Madrid, 1997.
3
los que también muy detalladamente Vitrubio refiere en su tratado de arquitectura para precisar la
colocación de los mismos de acuerdo a las proporciones y dimensiones de cada edificio teatro.
3
Así, en las arquitecturas de los teatros y odeones (que eran teatros más pequeños para conciertos y
lecturas), encontramos que el confort de los espectadores es fundamental, ya sea con el uso del
velum protegiéndolos del sol como se expuso anteriormente, pero también con otras medidas tales
como regular la altura del tablado para mejorar la visión, y también protegiendo la “sanidad” de los
espectadores manteniéndolos lejos de las aguas de pantanos, tal como vemos en las siguientes citas
Vitrubio:
-La altura del tablado no debe sobrepasar los cinco pies, de modo que los que están sentados
adelante en la orchestra puedan ver todo lo que hacen los actores.4
-Ahora bien, es muy importante que este lugar sea sano (…) porque los espectadores que
están sentados largo tiempo en un mismo lugar con sus mujeres y sus hijos, pueden verse
incomodados en su salud si el aire que los rodea estuviera corrompido por los vapores de los
pantanos (…).5
En materia escenográfica, quedan pocos rastros de los decorados de la época romana, se sabe que
también funcionaban los pericatos (prismas rectos triangulares cubierto de telas pintadas). Sin
embargo no puede terminar de definirse su ubicación y función específica por problemas de
3 Surgers, Anne Escenografías del teatro occidental página 28. Imagen: plan del teatro romano, según Vitrubio en les diz libres d´architecture. 4 Op Cit. página 30 5 Op Cit pág. 26
4
interpretación posible de la traducción de los estudios de Vitrubio y la falta de dibujos específicos
sobre la disposición escénica. Encontramos también que en algunos teatros comienzan a utilizar
telón delante del proscenium operado con maniobras hidráulicas.
Vemos así que la separación entre escena y público se establece primeramente como ya
mencionamos arquitectónicamente con una frontera simbólica entre el prosenikon y la orchestra, y
luego acentuada materialmente con el telón. Comenzando así una tradición que luego se mantendrá
en el devenir del teatro a la italiana que comienza en el renacimiento.
Gracias a Vitrubio podemos recuperar esta utilización y disposición de los espacios teatrales,
exponiendo como el confort y se vuelve fundamental para mantener al pueblo y a los senadores, en
un lugar privilegiado, dispuestos al entretenimiento.
Otras formas espectaculares de la época romana
Tal como antes se expuso, los espectáculos y entretenimientos no teatrales eran populares y tenían
preponderancia en la época romana. Cada uno de estos contaba con construcciones
arquitectónicamente desarrolladas de acuerdo a las actividades que allí se realizaban:
En los anfiteatros, se encontraban las siguientes formas de entretenimiento entre otras: combates
con animales, lucha de gladiadores, y espectáculos náuticos. El anfiteatro contaba con un dispositivo
de poleas para colocar también el velum para proteger a los espectadores. Los dispositivos como el
velum y los requeridos para las batallas navales hablan de un gran desarrollo tecnológico. Resulta
llamativo y asombroso, el manejo del sistema hídrico de los anfiteatros para inundar y luego vaciar la
arena para continuar con el resto de las actividades. Aun hoy quedan muchas dudas de cómo se
realizaba esta hazaña en los anfiteatros pese a tener edificios específicos. Naumaquia se llamaba
tanto las batallas navales en si como los edificios específicamente destinados para ellas.
6
6 Imagen extraída de http://commons.wikimedia.org/wiki/File:NaumaquiaenelColiseoRomano.jpg
5
El circo en donde se celebraban los ludi era una arena rectangular redondeada hacia los laterales con
una spina central. Sobre esta spina que era un muro bajo se colocaban esculturas, obeliscos y otras
ornamentaciones. El estadio de forma similar pero de mayor dimensión y sin spina central.
Estos espacios estaban diseñados para ver por ejemplo las carreras de carros, exhibición de animales
salvajes y simulacros de lucha con estas bestias. Los Ludi comenzaron como un culto religioso, pero
luego fueron utilizados para el entretenimiento del pueblo y los emperadores les ofrecían “pan y
circo” tal como se alude con expresión popular actual.
7
De esta manera vemos como en roma, tanto en el teatro como en las otras manifestaciones
espectaculares los dispositivos tecnológicos, el entretenimiento y el confort del público estaba en
función de distraer y mantener a la sociedad contenta para dominarla.
7 Imagen obtenida dehttps://geohistoriact.wordpress.com/2012/02/20/lugares-para-espectaculos-en-el-mundo-romano/
6
El Teatro Medieval:
En la época medieval no hay “teatro” sino teatralidades, tampoco encontramos edificios específicos
para el teatro. Los tablados y dispositivos creados para la representación fueron amplios y variados,
pero en general no eran duraderos y permanentes. Es importante entender que desde la
cosmovisión medieval con alta influencia religiosa, la teatralidad despliega toda su potencialidad en
función de deslumbrar, atraer y hacer participar a los fieles desde el rito, y los escenarios se solían
construir para las ocasiones festivo-religiosas específicamente. En contraste encontramos
manifestaciones profanas, informales, y no del todo habilitadas van afianzando los antecedentes del
teatro callejero, teatro cómico, y manifestaciones que devendrán luego en la commedia dell´ arte.
Representación religiosa
El concepto de la representación en la liturgia comienza en las artes visuales a través de la pintura,
escultura, mosaicos, etc. en la decoración de las iglesias, principalmente con los dípticos y trípticos,
que mostraban determinados pasajes o historias bíblicas.
La teatralidad en la Edad Media será entonces otra forma más de representar los pasajes religiosos,
dentro de la vida cotidiana que estaba atravesada constantemente por la espiritualidad.
Encontramos sobre todo en la alta Edad Media lecturas de diálogos y luego hacia la baja Edad Media
algunos pasajes representados durante la liturgia, y
más adelante representaciones sacras para eventos y
fiestas religiosas por fuera de la iglesia con carros y
tablados que en general alentaban la peregrinación
de los fieles. De esta manera la teatralidad se va
desarrollando a medida que el rito la va
“necesitando”
Arquitectónicamente, la organización espacial de la
iglesia estaba cargada de representaciones
simbólicas y metafóricas de los pasajes de las
sagradas escrituras.
Tal como vemos en el plano de la Iglesia abacial de
Centula de la época carolingia, que se muestra aquí
al costado al ser contrastada junto con la
representación de un cristo medieval en la cruz,
podemos distinguir que se forma una homologación
entre las partes constitutivas de una y otra: la nave
(piernas) el crucero (cuerpo) y el coro (cabeza). 8
Así cuando se comienzan a realizar los tropos y
breves teatralidades litúrgicas que se presentan en el
templo el lugar elegido para la presentación de las
mismas se ajusta y distribuye en el espacio
8 Imagen templo: Surgers, Op. Cit.; imagen de cristo: obtenida en http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Pisan_master1.JPG
7
arquitectónico de acuerdo a estas codificaciones simbólico-religiosas preexistentes del templo. Al
respecto dice Massip:
(…) la medieval es una escenografía constructiva (tridimensional y transitable) que es usada en la
acción por lo que representa. (…) Ya hemos hablado del decorado simbólico en el drama eclesiástico,
que aprovechaba elementos arquitectónicos preexistentes y del mobiliario litúrgico (p.81)9
Un ejemplo de esta superposición espacial se encuentra en la primera teatralidad litúrgica de la que
se tienen datos: una teatralización realizada recién en el SX para la pascua, en donde un grupo de
clérigos representaba10 la visita de mujeres piadosas a la tumba de resurrección donde un ángel se
les aparece. En el escrito de este tropo, se propone que se utilice un altar donde había un hueco
para una imitación del sepulcro. De esta manera la teatralidad interviene el espacio de la iglesia que
ya estaba pre configurado simbólicamente, bajo distintas capas de representación, simbólico -
arquitectónica y luego simbólico-teatral, pero siembre bajo el marco simbólico-religioso que es el
aspecto primordial de las formas de representación en la Edad Media.
Según la liturgia y el tropo, las teatralidades realizadas se ubicaban en distintos lugares de la iglesia,
y se acostumbraba que los que interpretaban peregrinos que venían llegando, transitaran los
mismos lugares que atravesaban los fieles al ingresar, por ejemplo desde el macizo occidental hacia
la nave. Tambien en algunas ocasiones la escena también “dialogaba” con el coro (que en la
simbología litúrgica representa al espíritu santo) envolviendo al público que se encontraba ya en la
nave. Así, la teatralidad recorría espacialmente 3 aspectos: simbólico (la valoración espacial
arquitectónico-religiosa ya mencionada), literal (la configuración del espacio y su potencialidad de
utilización en la interpretación del pasaje bíblico) y figurado (espacio de ficción como en el ejemplo
que el hueco de abajo del altar que imitaba el sepulcro). Estos 3 aspectos espaciales, se daban en
simultáneo en capas no contradictorias con la idea de representación de la época.
A medida que esta teatralidad litúrgica se desarrolló se añadieron algunas construcciones
desmontables tales como tabernáculos elevados y poco a poco también se agregaban elementos de
utilería, dispositivos y efectos para destacar la representación. Con este crecimiento de la teatralidad
y desarrollo de los tropos, poco a poco las representaciones se fueron desplazando fuera del templo.
Así aparecieron otras formas de representación tales como los misterios, milagros, que se condicen
con nuevas utilizaciones del espacio y efectos. El montaje de estas representaciones tenían
numerosos “secretos” que eran dispositivos para generar apariciones, desapariciones, vuelos, e
incendios entre otros, que estaban a cargo de un “conductor de los secretos”, así aunque la
teatralidad estaba ligada a la liturgia los efectos especiales y la sorpresa era permanentemente
buscada.
Frente a este desplazamiento por fuera de la iglesia se genera la necesidad de crear nuevos
dispositivos espaciales tales como carros, escenarios de 40 metros de largo, o espacios múltiples de
representación. Esta situación favorecían el peregrinar de los fieles y la simultaneidad de
acontecimientos era una constante. Dice D´amico al respecto: el escenario medieval no representa
un lugar sino el Universo. Es decir una cantidad de lugares: y no uno después de otro, sino como
9 Massip, Francesc. (1992) El teatro medieval. Voz de la divinidad, cuerpo del histrión. Barcelona, Montesinos. 10 aquí ya se hablaría de personajes, por eso se distingue de otros episodios simbólico religiosos
8
ofreciéndolos a todos simultáneamente ante la mirada de los espectadores. (p.308) 11 y continua más
adelante diciendo que el teatro medieval es un teatro no narrativo sino realmente activo (p.310)12
refiriendo a la participación colectiva del rito en el que se ven involucrados actores y participantes
sin distinción.
Al no haber un solo foco de atención, podríamos decir que la representación estaba por todas
partes, todo era parte del mismo evento litúrgico, y los acontecimientos con teatralidad se daban
principalmente a través de la diferenciación espontanea mediante utilería de aquellos participantes
que en determinados momentos se identificaban como intérpretes para luego reincorporarse al rito.
En su libro teatro y poder en occidente, Lagarce refiere a esta acción como una utilización del poder
de la iglesia sobre los participantes:
En su voluntad de reunir un grupo importante de personas alrededor de una misma bandera, la de la
iglesia católica, el teatro religioso cumple su misión en dos niveles: la reunión de espectadores, pero
asimismo, la reunión imponente de “actores-participantes”. (…) el poder que ejerce entonces el
organizador, la iglesia, se apoya sobre las ramificaciones complejas que se construyen entre el grupo
de “actores” y el grupo de “espectadores”, fundidos en una misma totalidad, la de los participantes.
(p.79)13
Otras manifestaciones profanas de la edad mdia:
Encontramos primeramente en contraste con la ritualidad, el carnaval como un tiempo de libre
albedrío “habilitado” de orden colectivo, pero en sentido contrario al orden propuesto por la iglesia
normalmente. El carnaval funcionaria así como una válvula de escape a la presión que ejercía el
orden religioso.
Tal como lo analiza Bajtin: esta eliminación provisional, a la vez ideal y efectiva de las relaciones
jerárquicas entre los individuos creaba en la plaza pública un tipo particular de comunicación
inconcebible en situaciones normales. (p.16)14. Las situaciones normales a las que refiere son
justamente aquellas donde el poder religioso estaba al mando, estableciendo “la norma” las reglas,
que el carnaval rompía.
Entre otras formas de representación profanas que se daban en paralelo a las formas de
representación sacra, encontramos mimos, compañías itinerantes, juglares y otras manifestaciones
en general de orden cómico, que por su carácter informal es difícil de recomponer cuál era su
dinámica y utilización espacial específica, aunque han influido directamente a las formas de
representación cómicas posteriores tales como la commedia dell´ arte.
11 D’Amico, Silvio, Historia del teatro, México, UTHEA, 1961. 12 Op.Cit 13 Lagarce, Jean-Luc. (2007) Teatro y poder en occidente. Buenos Aires, Atuel. 14 Bajtin, Mijail. (1988) “Introducción. Planteamiento del problema” en La cultura popular en la Edad Media y el Renacimiento, Madrid, Alianza.
9
En algunos estudios podemos encontrar que hacia fines de la Baja Edad Media se disponían tablados
circulares. Este espacio circular para el desarrollo de espectáculos está constituido básicamente por
un anillo construido con un vacío central.
Es importante destacar que el circulo es una figura importante en la configuracion de la mentalidad
medieval: el círculo con una cruz en el medio representaba un modelo reducido del cosmos, en
donde el círculo central representa la unidad, que está atravesado por los ejes horizontal este-oeste
y vertical norte-sur cuyo cruce marcaba el centro.
15
Respecto de este espacio para espectáculos que contaba con un anillo construido con un vacío
central, es curioso que no se haya podido determinar con claridad, si el público estaba sobre el anillo
y lo que se presentaba en el vacío central (como se ve en la imagen de arriba), si era exactamente la
distribución opuesta, o incluso si variaba según la presentación. De esta manera quedan muchos
lugares de indeterminación respecto de la espectacularidad de la prolongada Edad Media, pero los
espacios eran específica y efectivamente construidos de acuerdo a las necesidades de las distintas
manifestaciones espectaculares, teatralidades, presentaciones y representaciones realizadas.
15 Surgers, Op cit. pág. 57
10
El teatro en el renacimiento
Ya desde fines de la Edad Media la espectacularidad iba creciendo en relación a los efectos
especiales de las primeras manifestaciones de teatralidad sacra, con los carros, escenarios y
dispositivos para las fiestas religiosas cargados de efectos (con los secretos y los maestros de
secretos), y también en las manifestaciones profanas que debían generar atracciones.
Todo este devenir paulatino hacia el crecimiento de la espectacularidad, sumado a el recupero y
valoración dado en el renacimiento por los saberes de la época clásica greco-romana, se ve de
manifestó en un avance tecnológico sustancial en los edificios teatrales, dando los primeros pasos
del llamado teatro a la italiana.
Tal como se lee en los estudios de Vitrubio ya en el teatro romano hay un importante paso en el
devenir de la arquitectura teatral con los teatros y odeones. En el renacimiento se retoma esta
postura y se termina de establecer el cerramiento del edificio, sugerido en su momento por el velum
romano.
Para adentrarnos en la configuración arquitectónica es importante comprender que el renacimiento
surgió en Italia con una valoración de la racionalidad y por sobre la espiritualidad. Dentro de los
muchos estudios abordados y desarrollados en esta época, los estudios pictóricos se concentraron
en desarrollar la perspectiva, que fue aplicada también a la arquitectura teatral como un eje
ordenador fundamental.
La perspectiva se organiza para generar una ilusión, de ahí que por un lado se acentúa la frontalidad
entre escena y público con el marco de escena o cuadro dorado que enmarca la representación, y la
caja escénica se organiza arquitectónica y pictóricamente mediante una mirada frontal, con una
imagen delimitada cuadrangular, y el punto de vista hacia un punto de fuga. Este punto de fuga
trazado desde la visión privilegiada nos coloca en una dimensión fuertemente antropocéntrica.
16
16 Surgers, op cit. pág. 74. Ilustración del fons senae al cuadro de escena Palladio-Scamozzi Teatro Olímpico de Vicenza (1580-1585) Plan conjunto y elevación del muro de escena y de la perspectiva de las calles. Dibujo de Dominique Leconte
11
Es importante destacar que en esta perspectiva antropocentrista proveniente del ámbito pictórico,
hace que en el teatro la mirada privilegiada que establece el punto de fuga de ese marco o cuadro
dorado de representación es la que se llamó lugar de príncipe (de frente a la escena en la primera
galería sobre el eje de simetría del teatro).
Así los que estaban más cerca de ese lugar dominante disfrutaban plenamente de la ilusión
generada por la perspectiva, y la ilusión se rompía para los que estaban más lejanos a esa mirada
central. Esto da cuenta de una sociedad jerarquizada donde todas las miradas están condicionadas a
ese centro y los que estaban más lejos debían “ajustar su perspectiva” a esta visión dominante.
Acentuando esta jerarquía, es importante destacar que el teatro a la italiana se fue gestando
progresivamente a partir del siglo XV y comenzó a organizar su distribución espacial a parir de fiestas
principescas y operas, correspondientes con formas “eruditas” de cultura. El éxito en esta forma de
representación que contaba con un impacto visual novedoso y llamativo se propago y extendió
rápidamente por toda Europa.
Los dispositivos escénicos para generar la ilusión escénica son diversos. Principalmente podemos
mencionar los escontillones que son unos rieles sobre los que se deslizan los bastidores
rápidamente; Piso móvil para poder cambiar rápidamente de escena, y trampas por donde podían
aparecer y desaparecer personajes y objetos colocadas en las calles o falsas calles generadas por los
bastidores. Pero el principal recurso para generar esta ilusión de la perspectiva en el renacimiento
fueron los decorados.
En una primera instancia los decorados eran cuadros pictóricos desplegados en bastidores en el
espacio, con lo cual la profundidad que se desarrollaba con la perspectiva muchas veces “trucaba” el
espacio físico del teatro ampliándolo. También el escenario tenía un declive que favorecía esta
visión. Pero siendo el espacio representado pictóricamente trucado, se encontraba fuera de la escala
humana, por lo que el área de representación concreta era acotada para no develar esta ilusión y
romper la perspectiva dibujada.
En esta progresión, podemos distinguir tres grandes momentos, primero de los decorados pictóricos
de bajo relieve de comienzos del siglo XVI, luego de medio relieve a mediados del siglo XVI donde
también aparecen los bastidores oblicuos, y decorados de alto relieve hacia finales del siglo XVI.
Así los decorados pictóricos eran justamente ornamentales y tenían un fin meramente plástico, sin
mayores intervenciones de los actores. Ajustar esta visión meramente plástica de los decorados a la
concepción actual de escenografía fue uno de los mayores devenires del teatro a la italiana en los
siglos sucesivos.
Paralelamente el teatro que se ofrecía en la vía publica, popular y en general de carácter cómico,
continúo la tradición de tablados improvisados espacialmente y con escasos elementos o utilería de
mano para evocar los espacios de la ficción propuestos. La commedia dell arte, es una de las
manifestaciones más significativas de estas representaciones por fuera del teatro erudito
12
Devenir de la arquitectura del espacio teatral y conclusiones:
En el devenir y constitución del espacio teatral desde los griegos hasta el periodo renacentista como
germen del teatro a la italiana tal como lo conocemos hoy, se vuelve fundamental señalar en la
arquitectura teatral occidental el progresivo cerramiento del edificio y una progresiva separación
entre escena y público.
Al plano de Vitrubio ya expuesto en este trabajo como antecedente de este fenómeno, se exponen a
continuación tres planos de teatros “a la italiana” que dan cuenta de la profundización de estas
pautas para construir esta caja de ilusiones:
Teatro Olímpico de Vicenza (1580-1585) 17.
Aquí vemos la herencia del teatro romano en la utilización y fons
cenae y las puertas de fondo pero profundizada mediante la arquitectura para favorecer la
perspectiva.
Proyecto de teatro de Iñigo Jones. Principios del siglo XVII18
En esta imagen vemos como se focaliza en una sola puerta
esta perspectiva, y se agudiza un poco más la forma de herradura por parte de la sala.
Teatro Ducal de Parma (1618-1628)
Aquí los decorados son los que construyen la
perspectiva por parte de la escena y no ya la arquitectura, y se acentúa la
distancia de la mirada de príncipe para enfatizar desde la sala la perspectiva.
Esta ejemplificación marca claramente esta tendencia hacia el alejamiento de escena y público dado
en el edificio teatral occidental. Este paulatino alejamiento reflejado en las arquitecturas se produce
17 Surgers, op cit. Pag 74. 18 Op cit. Pag 76
13
por el cambio de propósito y funcionalidad del espectáculo o representación: Cuando la teatralidad
se acerca más hacia el rito todos participan y por lo tanto es más difícil distinguir entre escena y
público como veíamos en los orígenes del teatro griego y en el teatro de la Edad Media. En contraste
con esta finalidad religiosa, en una segunda instancia más representativa se va focalizando el punto
de vista, generando un cerramiento y una distancia en esta diferenciación entre escena y público. Ya
en el teatro griego vemos como a medida que se va alejando de la espiritualidad, donde estaba la
vista a la polis, se realizó cuando se volvió más representativo y menos ritual un primer cerramiento
con la construcción de la skene y el prosenikon que confrontaba a las gradas y ya no usaba esa
“escenografía natural” de la polis como visión de la profundidad en lo bajo de la montaña.19
Del mismo modo tanto en la espectacularidad en roma que tenía como propósito entretener a la
audiencia, y luego el teatro a la italiana que nace en el renacimiento con la función de generar una
ilusión escénica para esa visión privilegiada, el espectador está más distanciado del espectáculo en
tanto que modifica su acción para con el acontecimiento: y ya no es “el que participa” sino el que
observa, podríamos decir que se aleja de una instancia de participación de orden colectivo como
público y se convierte en espectador. Todo este desplazamiento de funciones está reflejado en este
devenir arquitectónico al que nos referimos anteriormente.
La perspectiva jerárquica que impuso la caja a la italiana para los espectadores mantuvo el
monopolio de arquitectura occidental por excelencia hasta entrado el siglo XX. Contestatariamente a
esta propuesta jerarquizada de la sociedad que propone la perspectiva ordenadora de la caja a la
italiana, varios destacados exponentes teatrales propusieron (partiendo desde Artaud en las
vanguardias) y proponen permanentemente volver a un sentido ritual de la representación.
En estas propuestas que pretenden modificar el rol de los espectadores volviéndolos participantes
más activos, la mayoría de las veces se comienza por una reestructuración en la configuración de la
distribución de escena y público, ya sea por un acercamiento de la escena hacia el público, o
rompiendo absolutamente esa división al no establecer claramente lugares asignados para uno y
otro, etc. De esta manera vemos como el espacio y su utilización determinan absolutamente la
funcionalidad del hecho teatral.
19 Esta observación sobre el teatro griego está desarrollada en el primer trabajo realizado para la cátedra: El espacio en el teatro de oriente y occidente. Un estudio sobre Kathakali, Ópera de Beijín, Kabuki y Teatro griego. (ficha cátedra adscripción 2013)
14
Bibliografía:
Bajtin, Mijail. (1988) “Introducción. Planteamiento del problema” en La cultura popular en la
Edad Media y el Renacimiento, Madrid, Alianza.
D’Amico, Silvio, Historia del teatro, México, UTHEA,1961.
Lagarce, Jean-Luc. (2007) Teatro y poder en occidente. Buenos Aires, Atuel.
Massip, Francesc. (1992) El teatro medieval. Voz de la divinidad, cuerpo del histrión. Barcelona,
Montesinos.
Surgers, Anne. (2005) Escenografías del Teatro Occidental, Buenos Aires, Ediciones Artes del
Sur.
Solari, Mariela. (2013) La escenografía y el actor. Tesis de licenciatura en escenografía
Departamento de artes visuales IUNA.
VITRUVIO, Los diez libros de arquitectura, Libro V Capítulo VI, en la traducción de José Luis
Oliver Domingo, Alianza, Madrid, 1997.
Obtenido en: http://aparejadoresacc.com/wpcontent/uploads/Vitruvio_Polion_Marco.pdf
Fichas de catedra:
Sagaseta, Julia Elena. El teatro medieval. Publicación de la cátedra
V. Palermo, Agustina. El espacio en el teatro de oriente y occidente. Un estudio sobre Kathakali,
Ópera de Beijín, Kabuki y Teatro griego. (ficha cátedra adscripción 2013)
Imágenes:
nota: algunas las imágenes fueron intervenidas. Originalmente fueron extraídas de las siguientes
fuentes:
Surgers, Anne. (2005) Escenografías del Teatro Occidental, Buenos Aires, Ediciones Artes del Sur.
Espectacularidad en roma:
o http://commons.wikimedia.org/wiki/File:NaumaquiaenelColiseoRomano.jpg
o https://geohistoriact.wordpress.com/2012/02/20/lugares-para-espectaculos-en-el-mundo-
romano/
Teatralidad medieval
o http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Pisan_master1.JPG