el escenario geopolÍtico en america latina

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EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA EN LA CRISIS DEL MODELO NEOLIBERAL Dr. Pablo Casillas Herrera 1 Para cuando aparezca nuestro tercer número de la Revista Configuraciones Latinoamericanas, en enero de 2009, será de todo mundo conocido ampliamente que el modelo neoliberal del capitalismo ha entrado en una crisis profunda, de la cual varios países del mundo y en primeras cumbres mundiales han ido enfrentándola con una variedad de respuestas sólo en sus manifestaciones coyunturales pero aún no sistémicas y de la cuál difícilmente se resolverá en su problema estructual. En esta crisis sistémica nos encontramos en una heterogeneidad de realidades y diversas posibilidades que, sin embargo, se han venido entretejiendo como soluciones a la crisis del sistema capitalista neoliberal desde finales del siglo XX y se han ido profundizando hacia el siglo XXI. Soluciones con modelos alternativos como el mixto, una especie de socialismo con capitalismo regulado por el Estado, como es el caso de China; pero para el caso de América Latina, que es el que nos ocupa, nos encontramos con tres tendencias: una primera, que puede caracterizarse por “socialistas” del siglo XXI, un fuerte Estado social con un modelo económico neoliberal regulado por el Estado, diferentes a la del siglo XX, en donde están los países de Venezuela, Bolivia, Ecuador, con la excepción de Cuba que tiene un sistema socialista y un Estado regulador; una segunda tendencia, que puede caracterizarse de socialdemócrata, que le son de mayor simpatía a los EEUU, con un modelo económico neoliberal regulado por el Estado como los países de Argentina, Chile, una excepción de Brasil que tiene un Estado nacionalista con un modelo económico neoliberal centrado por el Estado; y una tercera tendencia, con fuertes fundamentos neoliberales ortodoxos del BM, FMI y EEUU, donde el Estado no regula ni controla al mercado, y, por el contrario, aparece mercado como regulador y controlador del Estado, con países como México, Colombia y Perú. En estas tendencias de respuesta a la crisis del sistema capitalista neoliberal en América Latina podemos apreciar la transformación del Estado en tres direcciones: una primera dirección, hacia un Estado social-político, Comunal, indo-américano, con amplios movimientos sociales; una segunda dirección, hacia un Estado socialdemócrata; y una tercera dirección, hacia la persistencia de un Estado más neoliberal, de libre mercado, excluyente y clasista. 1. LAS CRISIS DEL CAPITALISMO NEOLIBERAL 1 Dr. Pablo Casillas Herrera. Profesor-Investigador del Departamento de Estudios Ibéricos y Latinoamericanos CUCSH- Universidad de Guadalajara y Presidente de la Red Continental de Pensamiento Latinoamericanos. Correo electrónico: [email protected]

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Page 1: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA EN LA CRISIS DEL MODELO NEOLIBERAL

Dr. Pablo Casillas Herrera1

Para cuando aparezca nuestro tercer número de la Revista Configuraciones Latinoamericanas, en enero

de 2009, será de todo mundo conocido ampliamente que el modelo neoliberal del capitalismo ha

entrado en una crisis profunda, de la cual varios países del mundo y en primeras cumbres mundiales

han ido enfrentándola con una variedad de respuestas sólo en sus manifestaciones coyunturales pero

aún no sistémicas y de la cuál difícilmente se resolverá en su problema estructual. En esta crisis

sistémica nos encontramos en una heterogeneidad de realidades y diversas posibilidades que, sin

embargo, se han venido entretejiendo como soluciones a la crisis del sistema capitalista neoliberal

desde finales del siglo XX y se han ido profundizando hacia el siglo XXI. Soluciones con modelos

alternativos como el mixto, una especie de socialismo con capitalismo regulado por el Estado, como es

el caso de China; pero para el caso de América Latina, que es el que nos ocupa, nos encontramos con

tres tendencias: una primera, que puede caracterizarse por “socialistas” del siglo XXI, un fuerte Estado

social con un modelo económico neoliberal regulado por el Estado, diferentes a la del siglo XX, en

donde están los países de Venezuela, Bolivia, Ecuador, con la excepción de Cuba que tiene un sistema

socialista y un Estado regulador; una segunda tendencia, que puede caracterizarse de socialdemócrata,

que le son de mayor simpatía a los EEUU, con un modelo económico neoliberal regulado por el Estado

como los países de Argentina, Chile, una excepción de Brasil que tiene un Estado nacionalista con un

modelo económico neoliberal centrado por el Estado; y una tercera tendencia, con fuertes fundamentos

neoliberales ortodoxos del BM, FMI y EEUU, donde el Estado no regula ni controla al mercado, y, por

el contrario, aparece mercado como regulador y controlador del Estado, con países como México,

Colombia y Perú. En estas tendencias de respuesta a la crisis del sistema capitalista neoliberal en

América Latina podemos apreciar la transformación del Estado en tres direcciones: una primera

dirección, hacia un Estado social-político, Comunal, indo-américano, con amplios movimientos

sociales; una segunda dirección, hacia un Estado socialdemócrata; y una tercera dirección, hacia la

persistencia de un Estado más neoliberal, de libre mercado, excluyente y clasista.

1. LAS CRISIS DEL CAPITALISMO NEOLIBERAL

1 Dr. Pablo Casillas Herrera. Profesor-Investigador del Departamento de Estudios Ibéricos y Latinoamericanos CUCSH-Universidad de Guadalajara y Presidente de la Red Continental de Pensamiento Latinoamericanos. Correo electrónico: [email protected]

Page 2: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

La aplicación del modelo neoliberal de globalización en los ochentas ha sido muy diferente para

América Latina que para Europa o los Estados Unidos. Según Valenzuela Feijóo la concepción

estribaba fundamentalmente en algunas dimensiones preponderantes: una dimensión ideológica de

economía de mercado, que en la teoría subyacía un conjunto de proposiciones sobre la economía

capitalista: El pleno empleo de los recursos, tanto de la fuerza de trabajo como de los medios de

producción; maximización de los recursos, los productos y el crecimiento; libre comercio y plena

libertad en el movimiento de los capitales. En los neoclásicos neoliberales, la teoría se subordina a los

intereses y esconde la realidad. De esta manera, el neoliberalismo se puede definir como una ideología,

en tanto que representa una polaridad social. Una segunda dimensión política-económica en la que se

podrían identificar cuatro ejes: la desregulación económica estatal y los procesos de privatización; el

control (y reducción) del nivel salarial; la apertura externa y la liberalización de los flujos externos

(mercancías y capitales, no así de la mano de obra); la preferencia por el capital financiero en lugar del

productivo. La tercera dimensión, la del patrón de acumulación, es una forma históricamente

delimitada, de funcionamiento de la economía capitalista. En América Latina nos encontramos con la

nueva lógica del control de la fuerza de trabajo: las nuevas formas flexibles de organización del trabajo,

de los procesos de producción y de las relaciones laborales; la nueva lógica de la reproducción de la

fuerza de trabajo: la Sociedad del conocimiento, la autoreproducción social. La cuarta dimensión, la

clasista, tiene una tendencia en el modelo neoliberal de beneficio al monopolio bancario y financiero,

como fracción hegemónica, y al capital monopolista industrial (transnacionales), tendiente al capital

monopolista extranjero; Esto constituye una nueva hegemonía geopolítica del capital especulativo y

productivo en el mundo, que yo he llamado de recentralización y reterritorialización.

Si nos atenemos a este modelo que ha privado en América Latina podríamos entender su fracaso, por

las promesas que desde siempre se hicieron con la teoría de Friedman: que suponían que la economía

de mercado elevaría la productividad que se encontraba atada por el estatismo y el asistencialismo del

Estado de “bienestar” o social de cuño taylorista; la elevación de la productividad ocasionaría que la

riqueza se derramase por el conjunto de la sociedad y por lo tanto se resolverían las carencias sociales;

y la democracia liberal y formal se convertiría en la estabilidad política.

Sin embargo, los resultados fueron absolutamente opuestos a la doctrina neoliberal: el crecimiento del

PIB en A. L., frisa en el 4% en 2006, parte del crecimiento es producto de remesas; crisis de la

democracia formal: la transición de Partidos Oligarcas en movimientos sociales y de Partidos con

tendencias Socialdemócratas como en Argentina, Brasil, Chile, de izquierda con Venezuela, Ecuador y

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Bolivia, y de derecha como en los casos de México, Colombia; el crecimiento del comercio de EU a

costa de A. L.; A. L. principal surtidor de petróleo (bruto) y no de hidrocarburos; Incremento

porcentual de migración sólo hacia EEUU, 18 millones de latinoamericanos; 200 millones (32%) de

latinos en A. L. viven en la pobreza; vulnerabilidad de las instituciones estatales; fomento de la

violencia y del narcotráfico desde sudamérica hasta norteamérica, es decir desde Colombia hasta

EEUU; estancamiento del crecimiento económico; crisis de la regulación social y política del Estado,

donde el Estado ha perdido la legitimidad y la legalidad de la representación política de la sociedad (en

algunos casos de América Latina como es el caso de México), ahora la sociedad tiende a representarse

políticamente a sí misma.

El fracaso del modelo neoliberal en América Latina tiene el contexto internacional que puede percibirse

desde sus inicios con el fracaso del Consenso de Washington (1990): integrado por los Organismos

Internacionales (FMI, BM), el Congreso de EEUU, la Reserva Federal, los altos cargos de

Administración y los grupos de expertos, que propusieron una disciplina presupuestaria, cambios en las

prioridades en el gasto público (en áreas de sanidad, educación, e infraestructuras); reforma fiscal

(encaminada a buscar bases imponibles amplias y tipos marginales moderados); liberalización

financiera, especialmente en los tipos de interés; Búsqueda y mantenimiento de tipos de cambio

competitivos; liberalización comercial; apertura a la entrada de inversiones extranjeras directas;

privatizaciones de los sectores públicos; desregulaciones; garantías de los derechos de propiedad.

Curiosamente el modelo que se pensó para América Latina no se aplicó para Estados Unidos ni para

Europa, de ahí, en parte, la crisis del modelo neoliberal.

Asimismo el fracaso del modelo neoliberal se debe al fracaso de la política internacional: la invasión de

EU a Irak: la hegemonía de EEUU y de la OEA; la crisis de identidad, legitimidad y poder de la ONU;

El surgimiento continental del Mercosur y un nuevo subhegemón: Brasil en lugar de México; nuevos

poderes políticos y económicos mundiales: China; India, la UE, Japón, Irán; la pérdida del TLC en la

región como referente hegemónico; el fracaso del Plan Puebla Panamá; el fracaso de EEUU por

importar el plan de Seguridad antiterrorista en A. L.; El fracaso del ALCA. En Estados Unidos vimos:

a) la aplicación de programas de antiterrorismo y de antinarcotráfico: el Plan Colombia y el Plan

Mérida, para controlar no sólo el narcotráfico sino las guerrillas, de “seguridad nacional”, y de políticas

de intervención; b) estrategias de aplicación de tratados de libre comercio con América Latina, con el

propósito de desintegrarla: el caso del tratado con Chile para debilitar al Mercosur; b) las sugerencias

del FMI: una estricta disciplina fiscal y total apego a la ortodoxia; estabilizar e incrementar primero la

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tributación del IVA y del ISR, antes de realizar una reforma tributaria;

La aplicación del modelo neoliberal que se concibió para América Latina no fue la misma para los

países de Europa y Estados Unidos sobretodo en el control y regulación del capital financiero. La crisis

financiera de 2008, que tiene sus orígenes en 1997, se considera en tres ejes claves: primero en una

crisis de liquidez; segundo, prestamos bancarios sin garantía de solvencia económica; tercero, un

problema macroeconómico que es el que ocasiona los dos primeros, que es el estructural, el de la

especulación capitalista.

2. LAS TENDENCIAS DE SOLUCIONES DE DIVERSOS MODELOS A LA CRISIS DEL

SISTEMA CAPITALISTA

Las tendencias que nos encontramos en América Latina han sido producto la aplicación del modelo

neoliberal y algunas de ellas han pretendido alejarse de este modelo.

La primer tendencia, que puede caracterizarse de “socialistas” del siglo XXI, diferente a la del siglo

XX, están países como:

Venezuela: con una democracia formal-social-participativa, con referéndums y plebiscitos; con

Partidos Políticos oligárquicos en crisis que permitieron el surgimiento de nuevas representaciones

políticas de movimientos sociales y militares que los llevaron al poder, como el Partido Socialista

Unido de Venezuela; Con un modelo económico social de Estado, estatista, un Estado Comunal, con

políticas sociales surgidas de las “misiones” que son los enclaves de los Consejos Comunales; Con

empresas sociales del Estado, “fábricas socialistas” “cooperativas comunales”: que no siguen ningún

modelo de propiedad directa ni individual ni colectiva, sino que son consideradas de propiedad social,

bajo el control de los trabajadores y de las comunidades; con un proyecto político al socialismo (indo-

americano), de transición con programas sociales bajo el proyecto de Revolución Bolivariana: a) una

Ley Habilitante (nacionalización de las empresas energéticas); b) reforma constitucional; c) impulso a

la educación popular para crear y reforzar nuevos valores no capitalistas; d) “nueva geometría del

poder” (reordenamiento territorial); e) Estado Comunal constituido con Consejos comunales, obreros,

empleadas, maestros, hoteleros, medios de comunicación, etc; con fuertes movimientos sociales

chavistas que controlan los excesos; El rechazo del referéndum de 2007 significó una derrota simbólica

y política para el proyecto de la revolución bolivariana: a) un sistema de seguridad social para los

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trabajadores informales y autónomos, rango constitucional a las misiones y consejos; b) se modifica el

régimen de propiedad, eliminando las capacidades de alquiler, y de venta y herencia, restringiéndola al

uso y consumo. Modificación de los mecanismos de expropiación permitiendo la ocupación de un bien

expropiado permitido por el gobierno; c) Modificación de las funciones de las fuerzas armadas, se les

suprimió el carácter profesional, imparcial y apolítico, y se les convirtió en una “fuerza

antiimperialista” guiada por los principios de la “doctrina militar boliviariana” y se le dio al presidente

de la República poder para decidir en el ascenso de los oficiales de cualquier rango; d) Se Suprimió la

autonomía al Banco Central y se colocó bao la autoridad del presidente de la República, quien controla

las reservas monetarias internacionales; f) un período presidencial de 6 a 7 años y la reelección por un

segundo período; g) el intento fallido de la reelección perenne.

Bolivia: con una democracia formal-social-participativa, con referéndums y plebiscitos; Con Partidos

Políticos oligárquicos en crisis que permitieron el surgimiento de nuevas representaciones políticas de

movimientos sociales que los llevaron al poder; con un modelo económico social de Estado, estatista,

con políticas sociales; Aún no hay un proyecto político claro de socialismo, pero sí una refundación del

Estado a través de fuertes reformas-sociales, estatista, un Estado étnico-clasista, con fuertes

movimientos sociales indígenas con autonomías culturales y políticas, y fuertes movimientos obreros.

Ecuador: con una democracia formal-social-participativa; con Partidos Políticos oligárquicos en crisis

que permitieron el surgimiento de nuevas representaciones políticas de movimientos sociales que los

llevaron al poder; con un modelo económico social de Estado, estatista, con políticas sociales, asentado

en un sistema capitalista; no se tiene claro un proyecto de socialismo; con fuertes movimientos

indígenas con autonomías culturales y políticas, y fuertes movimientos y obreros.

En una segunda tendencia que puede caracterizarse de socialdemócratas y que le son de mayor simpatía

a los EEUU aunque no del todo para el FMI y el BM, están los países de:

Argentina: con una democracia formal-social-participativa; con fuertes Partidos Políticos apoyados por

amplios movimientos sociales; con un proyecto económico de libre mercado, regulado y controlado por

el estado, con políticas sociales mixtas (mercado-protección estatal), asentado en un sistema capitalista;

con fuertes movimientos sociales, de estudiantes, obreros; no hay un proyecto de socialismo.

Chile: con una democracia formal-social-participativa, de referéndums, plebiscitos; con fuertes Partidos

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Políticos apoyados por amplios movimientos sociales; con un proyecto económico de libre mercado,

regulado y controlado por el Estado, con políticas sociales mixtas (mercado-regulación estatal no

protección), asentado en un sistema capitalista; con fuertes movimientos sociales, de estudiantes y

obreros; no hay un proyecto de socialismo.

Brasil: con una democracia formal-social-participativa; con fuertes Partidos Políticos apoyados por

amplios movimientos sociales que los llevaron al poder; con un proyecto económico mixto,

nacionalista y de libre mercado, aunque regulado por el Estado; un Estado social con políticas sociales,

asentado en un sistema capitalista; no hay un proyecto de socialismo; con fuertes movimientos

campesinos, agraristas, latifundistas y obrero;

Una tercera tendencia, que se puede caracterizar de neoliberales ortodoxas que son el modelo de

EEUU, BM, FMI, para América Latina, están los países de:

México: una democracia liberal en crisis; con fuertes Partidos Políticos oligárquicos en crisis de

representación política; con una izquierda fraccionada sin un proyecto político, con amplios

movimientos sociales en contra de las políticas neoliberales; una derecha en el poder con un proyecto

económico neoliberal ortodoxo: de desregulación estatal, libre mercado, apertura de política exterior,

de competencia social y económica extranjera, de privatización, de liberalización de flujos de

financieros, de mercados de capitales, de fuerza de trabajo, del patrón de acumulación, etc; no hay un

proyecto de nación, el proyecto es de globalización neoliberal, de Plan Mérida sin narcotráfico o de un

cambio de hegemonías de cárteles de narcotráfico; hay fuertes movimientos sociales, de maestros,

obreros, campesinos, guerrilleros, de narcotráfico; una fuerte descomposición social, etc.

Colombia: una democracia liberal, formal en consolidación, con plebiscito; con Partidos Políticos

oligárquicos en crisis de representación política pero con una amplia base social y con altos índices de

aceptación (de ahí la reforma constitucional para la reelección); con un proyecto económico neoliberal

ortodoxo: de desregulación estatal pero con ciertos controles de participación de capitales extranjeros,

de libre mercado, de apertura política exterior, de competencia social y económica extranjera, de

privatización, de liberalización de flujos de financieros, de mercados de capitales, de fuerza de trabajo,

del patrón de acumulación, etc; El proyecto de nación es de cero tolerancia con el Plan Colombia, sin

guerrillas, sin narcotráfico, pero con paramilitares; hay fuertes movimientos sociales por los

desaparecidos de los movimientos guerrilleros, de los movimientos estudiantiles, campesinos,

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maestros, etc., por los guerrilleros, por los paramilitares, por los gobiernos de Uribe y Pastrana;

3. LAS DIRECCIONES DE TRANSFORMACIÓN DEL ESTADO EN AMÉRICA LATINA.

En América Latina podemos apreciar algunas direcciones de transformación del Estado: una primera

dirección, hacia un Estado social-político, Comunal, indo-américano, con amplios movimientos

sociales; una segunda dirección, hacia un Estado socialdemócrata; una tercera dirección, hacia un

Estado neoliberal, excluyente y clasista.

América Latina aparece así como una región diversa y rica de concepciones políticas e ideológicas que

nos permite visualizar una complejidad de grandes tendencias pero que en el análisis específico en cada

uno de los países que la componen nos encontramos una densidad donde se expresan movimientos

sociales muy fuertes por las ideas y proyectos del libre mercado pero también de movimientos

indígenas, sindicales, sociales, etc., por la autonomía y soberanía del Estado. Nos encontramos también

en América Latina un campo fértil donde han emergido gobiernos de concepciones políticas diferentes

y novedosas a las aplicadas por el modelo neoliberal, que tienden hacia la reforma energética, del agua

y del territorio, así como de los derechos culturales, de identidad y diversidad en formas de gobierno.

Pero también nos encontramos con gobiernos en América Latina que se alejan de estas concepciones y

se consideran menos radicales con estructuras neoliberales pero con políticas sociales. Son aquellos que

están por una concepción liberal del mercado pero con una fuerte regulación y control del Estado y una

clara incidencia en políticas públicas como modelo de desarrollo y crecimiento. De esta complejidad

regional nos encontramos entonces con algunas tendencias y desafíos:

a) Los gobiernos de “centro-izquierda” o “progresista” de A. L. del sur se han planteado la necesidad

de abandonar las políticas neoliberales impuestas por los Estados Unidos y los organismos

internacionales y adoptadas por las elites oligárquicas de los gobiernos neoliberales de A. L. Estos

gobiernos pueden ser considerados como los de Chile, Venezuela y Uruguay, no así el Brasil que se

caracteriza por ser más liberal-nacionalista. Sin embargo, es preciso aclarar que en la generalidad de los

casos los cambios más importantes se han producido en la retórica que en las políticas económicas y

sociales.

b) Las reformas sociales por genuinas y energéticas que propongan los gobiernos de “centro-izquierda”

o “progresistas”, no cambian la naturaleza de la sociedad preexistente. El problema es de un modelo

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económico y político, es decir estructural, no obstante que la reforma social se ha convertido en la

coyuntura actual como la única alternativa disponible para hacer política, como así sucede con los

gobiernos “centro-izquierda” o “progresistas”, sin embargo se requiere de un giro estructural, de

modelo económico y político diferente al neoliberal.

c) La creciente desconfianza de los nuevos movimientos sociales y de las fuerzas políticas a los

gobiernos de “centro-izquierda” o “progresistas”, que han escuchado las sirenas neoliberales, creyendo

que la solución de los problemas sociales se tratan de cuestiones técnicas y no estructurales. Esta

tendencia ha vaciado de todo contenido al proyecto democrático y debilitado irreparablemente. Esta

condición imposibilita el tránsito al post-neoliberalismo.

d) La necesidad de un Estado construido desde las fuerzas sociales y políticas: como sucede en algunas

localidades de Colombia, Perú, Bolivia, Venezuela, Ecuador y últimamente en Uruguay, que tienen en

sus gobiernos fuerzas de indígenas, de movimientos urbanos, sociales y políticos.

e) Los gobiernos de “centro-izquierda” o “progresistas” tienen el desafío de construir el poder político

desde las fuerzas y los movimientos sociales; de darle contenidos de cambio programáticos

estructurales a las políticas económicas y sociales, pues los resultados hasta ahora han sido

decepcionantes en los casos de Brasil con Ignacio Lula y de Venezuela con Hugo Chávez.

f) Los gobiernos de “centro-izquierda” o “progresistas” tienen el desafío de desideologizar, de

modificar los contenidos neoliberales al Estado, de darle una fuerza política en materia de economía

nacional e internacional; de regresarle su capacidad de autonomía, soberanía y hegemonía política; de

regresarle su capacidad de autosuficiencia económica sin que ello signifique una disciplina fiscal en

castrántes gravámenes tributarios en IVA e ISR, sino en la posibilidad de formular políticas

alternativas, no de políticas de desregulación social, apertura comercial, liberalización y privatizaciones

que despojen a los Estados de instrumentos estratégicos para el “crecimiento” y “desarrollo” de las

naciones como ha sucedido con el neoliberalismo, sino de “ajustes”, de “contrapesos” y “equilibrios”

estructurales, sin estas estrategias el tránsito al post-neoliberalismo en A. L. no será posible.

g) Los movimientos sociales, las fuerzas políticas opositaras y la izquierda en A. L., se han planteado el

desafío de constituirse en una real alternativa, demostrar su capacidad para neutralizar el accionar de

los aparatos ideológicos neoliberales y hacer de su mensaje y su discurso una esperanza de ecología

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política; de formularse una agenda política y económica propia; de reflejar su identidad cultural y

política frente a la neoliberal, en su propia diversidad, como la única posible al tránsito post-neoliberal.

i) Los países del Mercosur y del Grupo Andino tienen el desafío de hacer viable la UNASUR (Unión

de Naciones de Sudamérica, en una integración económica y política subregional que tenga como

respuesta hegemónica primero al ALCA, y segundo que constituya una contención a las políticas

neoliberales del FMI, BM y EEUU. Este desafío para A. L., del sur es un desafío en la misma lógica

para toda A. L.

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LA UTOPÍA DE “UN MUNDO DONDE QUEPAN TODOS LOS MUNDOS”

Alfonso Ibáñez1

“Hace muchos años, un contemporáneo de todos nosotros, José Carlos Mariátegui, dijo que el socialismo indoamericano no sería ni copia ni calca, sino creación heroica. Yo no digo que lo que se está haciendo en los Caracoles zapatistas sea el socialismo, pero de lo que no tengo duda es que ahí se está haciendo una creación heroica, que puede ser la piedra de toque de un futuro socialismo, sin patrones, ni generales; sin timoneles ni jefes…”.

Sergio Rodríguez L.

Escribir sobre el movimiento neozapatista de Chiapas, que irrumpió espectacularmente el

1º de enero de 1994, resulta cada vez más difícil, pues ya hay un mar de tinta al respecto2.

Y eso está bien, porque también existen enormes silencios y olvidos interesados, que es

parte de la confrontación en que nos encontramos ahora. Por ello, más que decir algo nuevo

u original, aquí se intentará hacer una lectura propia de este movimiento socio-político

desde una perspectiva utópica. Pues si algo llama la atención de los zapatistas es lo

atrevido de su proyecto histórico, que surge en un momento de derrotas y agotamiento de

ilusiones pasadas, en pleno auge de los procesos de globalización neoliberal. Cuando todo

parecía quedar comprendido en el “pensamiento único” predominante a escala global, surge

un grito disidente con el ¡Ya basta! que conmovió al mundo y abrió un horizonte de

esperanza. Como lo ha declarado el Subcomandante Marcos, “sólo nos propusimos

transformar el mundo”, ¡ni más ni menos!, y el resto lo han ido improvisando sobre la

marcha. De ahí también la frescura de su andar, de su discurso y sus gestos, que ponen al

descubierto otra cultura política. Para comenzar, “un pequeño ejército de locos” pobres y

mal armados se enfrenta al poderoso estado mexicano, exigiendo la renuncia del presidente

                                                            1  Dr. Alfonso Ibáñez Izquierdo. Profesor-Investigador. Departamento de Estudios Ibéricos y Latinoamericanos. Universidad de Guadalajara. Mail: [email protected] 2Así, por ejemplo, Octavio Gordillo y Ortiz en su libro El EZLN: una aproximación bibliográfica, Praxis, México D.F., 2006, consigna 732 títulos que, por supuesto, nadie podrá leer completamente.

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de la república. Felizmente que la llamada sociedad civil, nacional e internacional, se

interpuso a tiempo para impedir la masacre masiva que se avecinaba con el despliegue de la

tecnología militar más sofisticada de nuestra época. Esta intervención suscitó un giro

radical que hizo aparecer en la escena pública a la flor de la palabra. Así es como se inició a

irradiar la voz de los sin voz, de los olvidados de siempre, configurando la utopía de “un

mundo donde quepan muchos mundos”, todos los posibles. Pero no en tanto que una meta

preconcebida, sino como un camino a transitar del dolor a la esperanza, convocando a todos

los excluidos de la tierra. Pues la famosa globalización del dinero y el poder, pese a su

engañosa nomenclatura, no es incluyente de las personas ni de la mayor parte de la

humanidad3. Es más, como lo han denunciado los zapatistas, nos encontramos ya en una

nueva guerra mundial: “El neoliberalismo impone así una guerra total…, la IV. La peor y

más cruel. La que el neoliberalismo libra en todas partes y por todos los medios en contra

de la humanidad”4.

Una rebelión de la dignidad humana

¿Por qué tuvo tan fuerte impacto la aparición del Ejército Zapatista de Liberación

Nacional? Para responder a esta pregunta hay que tener en cuenta el elemento de sorpresa y

lo sensacional del operativo militar de la toma de las ciudades el primero de enero, así

como la osadía de un ejército de indios que cuestiona al gobierno mexicano y al sistema de

partido-estado. Además hay que evocar el kairós, como se dice en griego, es decir el

momento propicio, justo cuando se ponía en práctica el tratado de libre comercio (TLC),

que para algunos era el ingreso de México al primer mundo. Por otro lado, no se trataba de

una mera insurrección indígena local en Chiapas, sino de un movimiento de alcance

nacional que, aunque no tuvo mucho éxito inmediato, convocaba al conjunto de la

población del país. De ahí la importancia de resignificar los símbolos patrios y los

                                                            3Enrique Dussel indica que “el ‘sistema de los 500 años’ –como lo llama N. Chomsky-, la Modernidad va llegando a su término, sembrando en la tierra, en la mayoría de la humanidad, el terror, el hambre, la enfermedad y la muerte, como los cuatro caballos del Apocalipsis, entre los excluidos de los beneficios del Sistema-mundo que se globaliza”, Etica de la liberación en la edad de la globalización y de la exclusión, Trotta, Madrid, 1998, p. 567. 4“7 piezas sueltas del rompecabezas mundial”, EZLN. Documentos y comunicados (DyC) 4, Era, México D.F., 2003, p 53.

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personajes históricos nacionales, especialmente el Votán-Zapata. Pues como lo han

puntualizado, “unido al Votán, al Guardián y Corazón del Pueblo, Zapata se levantó de

nuevo para luchar por la democracia, la libertad y la justicia para todos los mexicanos.

Aunque tiene sangre indígena, Votán-Zapata no lucha sólo por los indígenas, lucha también

por los que no son indígenas pero viven en la misma miseria, sin derechos, sin justicia para

su trabajo, sin democracia para sus decisiones y sin libertad para sus pensamientos y

palabras. El Votán-Zapata es el todos que marcha con nuestra bandera. Votán-Zapata es el

uno que camina en el corazón de todos y cada uno de los hombres y mujeres verdaderos.

Todos nosotros somos uno en Votán-Zapata y él es uno en todos nosotros”5.

Aunque se habían preparado para la guerra como diez años, los combates abiertos no

duraron más que unos días, haciendo surgir en el escenario político ya no el entrecruce de

balas sino el intercambio de las palabras. Allí, lo que algunos han denominado la primera

“guerrilla posmoderna”, tuvo que dar razón de su aventura, explicando en los mass-media

el sentido profundo de su lucha que venía de quinientos años de opresión y resistencia. Es

en ese nuevo contexto que nace propiamente el neozapatismo, como lo ha señalado el Sub

Marcos, expresando en un lenguaje de tradición indígena que incorpora las reivindicaciones

modernas, el significado de su rebeldía. Si bien es cierto que arrancaron poniendo sobre el

tapete demandas de derechos elementales, como el de la vida, el trabajo, la alimentación, el

techo, la salud o la educación, todo ello se resumía en el derecho a tener derechos. Por ello

se refirieron muy pronto a la dignidad humana, dando así un alcance universal a sus

reclamos básicos. Escribiendo al Consejo 500 años de Resistencia Indígena, sostienen que

“entonces ese dolor que nos unía nos hizo hablar, y reconocimos que en nuestra palabra

había verdad, supimos que no sólo pena y dolor habitaban nuestra lengua, conocimos que

hay esperanza todavía en nuestros pechos. Hablamos con nosotros, miramos hacia adentro

nuestro y miramos nuestra historia: vimos a nuestros más grandes padres sufrir y luchar,

vimos a nuestros abuelos luchar, vimos a nuestros padres con la furia en las manos, vimos

que no todo nos había sido quitado, que teníamos lo más valioso, lo que nos hacía vivir, lo

                                                            5DyC, 2, Era, México D.F., 1995, p. 307.

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que hacía que nuestro paso se levantara sobre plantas y animales, lo que hacía que la piedra

estuviera bajo nuestros pies, y vimos, hermanos, que era DIGNIDAD todo lo que teníamos,

y vimos que era grande la vergüenza de haberla olvidado, y vimos que era buena la

DIGNIDAD para que los hombres fueran otra vez hombres, y volvió la dignidad a habitar

en nuestro corazón, y fuimos nuevos todavía, y los muertos, nuestros muertos, vieron que

éramos nuevos todavía y nos llamaron otra vez, a la dignidad, a la lucha”6.

Los zapatistas sabían muy bien en que lío o laberinto se habían metido, por eso pedían a sus

diferentes interlocutores que “no nos dejen solos”. Pero antes de ello habían decidido

dejarlo todo en la entrega más generosa a la causa de la dignidad, hasta jugarse la vida con

tal de morir de pie. Motivo por el cual, en el texto ya citado, enunciaron una expresión muy

incluyente: “para todos, todo, nada para nosotros”7. Tal vez esto le indujo a Antonio García

de León a explicitar que “en la medida que proliferaban los comunicados rebeldes, nos

fuimos percatando que la revuelta en realidad venía del fondo de nosotros mismos, que

cubría todos nuestro territorio social, y que mientras creíamos al indio pagando las culpas

del progreso necesario…, en realidad lo que llevaba a cuestas eran nuestras propias

dolencias, los crímenes de una sociedad entera carente de democracia y de justicia. Es por

eso que el llamado de la selva caló tan hondo en el corazón de los mexicanos de todas las

latitudes. Es por eso que el rostro oculto de ellos apareció ante nosotros como un espejo, en

donde podríamos contemplar nuestro propio rostro aprisionado”8. Pero la música de la

rebeldía zapatista tuvo una resonancia mayor, incluso a nivel mundial, como se hizo

evidente en el Encuentro Internacional por la Humanidad y contra el Neoliberalismo en

julio de 1996. John Holloway ha sostenido que la clave de la resonancia universal de la

lucha zapatista tiene que ver con el desbordamiento: “No es una lucha por la autonomía

                                                            6DyC, 1, Era, México D.F., 1994, p. 119. 7Al respecto dice Marcos que para el EZLN “la referencia es el Che que sale de Cuba y se va a Bolivia. El Che que continúa luchando, que elige seguir siendo un rebelde, el que decide abandonar todo y empezar de nuevo, en otro lugar, con todas las dificultades que esto representó y los fracasos o errores que se cometieron. Nuestra referencia es más el lado humano, el lado de la resistencia, de la rebeldía, la semejanza de ‘para todos todo, nada para nosotros’ que encontramos en la propuesta de Guevara, más que su política o su manual de toma del poder”. Yvon Le Bot, Subcomandante Marcos. El sueño zapatista, Plaza & Janés, Barcelona, España, 1997, p. 265-266. 8DyC, 1, p. 14-15.

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indígena ni por la soberanía mexicana: es más que eso. No dicen ‘somos indígenas’ ni

‘somos mexicanos’, sino ‘somos indígenas, mexicanos y más que eso’. No es una lucha

para crear una nueva identidad ni para afirmar una vieja, más bien es la afirmación y la

superación simultánea de una identidad. Ése es el sentido del concepto de la ‘dignidad’.

Dignidad no quiere decir simplemente ‘tengo el orgullo de ser quien soy’, sino ‘soy quien

soy y mucho más que eso’, o tal vez, en otras palabras, ‘todavía no soy quien soy’. La

dignidad es un proyecto, una lucha, no una descripción”9.

El árbol de la esperanza

La lucha por la dignidad pasó muy rápido al combate por una paz justa y digna, que

suponía entrar a negociar con el gobierno mexicano. Ese cambio de coyuntura hizo que se

hiciera patente la palabra verdadera de los “profesionales de la esperanza”, como los

calificó Marcos desde el comienzo. Pues como había dicho el viejo Antonio, “si no puedes

tener la razón y la fuerza, escoge siempre la razón y deja que el enemigo tenga la fuerza. En

muchos combates puede la fuerza obtener la victoria, pero en la lucha toda sólo la razón

vence. El poderoso nunca podrá sacar razón de su fuerza, pero nosotros siempre podremos

obtener fuerza de la razón”10. He aquí una sabiduría que convierte al Votán-Zapata, en tanto

que intelectual colectivo, en un filósofo de la esperanza. Guillermo Michel comenta que

“puede apreciarse aquí y ahora, cómo el logos zapatista, su discurso, se manifiesta

esplendente, ocultándose, en este breve texto donde la dualidad fuerza/razón, razón/fuerza

se entrelazan de tal manera que aún siendo opuestas se hacen complementarias, a pesar de

la multiplicidad de sentidos que fuerza y razón pudieran tener. Pero, en última instancia,

‘sólo la razón vence’: la no-violencia. Tal es el fundamento de su esperanza”11. Lo cual nos

remite, a su vez, a uno de los pensadores más importantes del siglo XX, Eric Weil, quien

consideraba que “el filósofo quiere que la violencia desaparezca del mundo. Reconoce la

necesidad, admite el deseo, conviene en que el hombre permanezca animal siendo

razonable: lo que importa es eliminar la violencia. Es legítimo desear lo que reduce la

                                                            9J. Holloway, “La resonancia del zapatismo”, en Chiapas Nº 3, Era, México D.F., 1996, p. 47. 10Subcomandante Insurgente Marcos, “Siete piezas sueltas del rompecabezas mundial”, Ediciones del FZLN, México, 1997, p. 37. 11G. Michel, Votán-Zapata. Filósofo de la esperanza, Rizoma, México D.F., 2001, p. 44.

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cantidad de violencia que entra en la vida del hombre; es ilegítimo desear lo que la

aumenta”12.

Ahora bien, aquí no voy a ahondar en la “cosmovisión” maya intersubjetiva de las etnias

chiapanecas, pero sí tener muy en cuenta que, como lo ha analizado Carlos Lenkersdorf en

el ámbito social de los tojolabales, “a solas nadie puede hacer nada. Todos necesitamos de

todos para lograr el consenso comunitario. Por ello, para todos y cada uno hay

interdependencia en lugar de dependencia y sumisión”13. Con este trasfondo cultural se

entiende mejor la búsqueda afanosa de los zapatistas del diálogo con la sociedad civil para

impedir, como dicen en la Segunda Declaración de la Selva Lacandona, “que nos roben la

esperanza”. Para lograrlo aconsejan “que la esperanza se organice, que camine ahora en los

valles y ciudades, como ayer en las montañas. Peleen con sus armas, no se preocupen de

nosotros… sabremos esperar… Los llamamos a un diálogo nacional… para organizar la

expresión civil y la defensa de la voluntad popular… Unan su voz, hermanos, griten con

nosotros, hagan suya nuestra voz: ‘¡No nos rendimos! ¡Resistimos!’”14. Desde la

Convención Nacional Democrática han insistido, de forma un tanto voluntarista e

impaciente, en la conformación de un frente amplio opositor arraigado en la heterogénea y

muchas veces apática sociedad civil que, según ellos, es una señora que comparte su

sueño: “No son las armas las que nos dan radicalidad; es la nueva práctica política que

proponemos y en la que estamos empeñados con miles de hombres y mujeres en México y

en el mundo: la construcción de una práctica política que no busque la toma del poder sino

la organización de la sociedad. Intelectuales y dirigentes políticos, de todos los tamaños, de

la ultraderecha, de la derecha, del centro, de la izquierda y la ultraizquierda, nacional e

internacional nos han criticado este despropósito. Somos tan radicales que ni siquiera

encontramos acomodo en los parámetros de la ‘ciencia política’ moderna. No nos estamos

presumiendo, señora; sólo señalamos un hecho. ¿Hay algo más radical que pretender

                                                            12E. Weil, Logique de la philosophie, Vrin, Paris, 1974, p. 20. 13C. Lenkersdorf, Los hombres verdaderos. Voces y testimonios tojolabales, Siglo XXI, México, 1999, p. 83. 14DyC, 1, pp. 274-278.

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cambiar al mundo? Usted lo sabe porque comparte con nosotros este sueño y porque, la

verdad sea reiterada, lo estamos soñando juntos”15.

No obstante, la utopía zapatista no es un mero soñar despierto o la imaginación de un

mundo fabuloso, porque supone un compromiso ético-político con todos los excluidos de la

tierra. De ahí que la flor de su palabra verdadera está teñida de sangre y lágrimas, pero

también de sus alegrías y bailes. Refiriéndose al árbol de la esperanza, Marcos dice que “es

un árbol para todos, para quienes no han nacido todavía, para quienes no conocemos…

Cuando nuestro árbol crezca, bajo su sombra se sentarán grandes y chicos, blancos y

morenos y rojos y azules, indígenas y mestizos, hombres y mujeres, altos y bajos, sin que

importen diferencias y, sobre todo, sin que ninguno de ellos se sienta menos… por ser

como es. Bajo ese árbol habrá respeto al otro, dignidad…, justicia y libertad. Si me apura a

que defina ese árbol le diré que es el árbol de la esperanza”16. Así, pues, cultivar con

paciencia, entre el lodo y la sangre, este árbol de la esperanza, constituye una exigencia

ético- política de máxima importancia. Por ello anotan que “en medio de este largo navegar

del dolor a la esperanza, la lucha política se ve a sí misma desnuda de los ropajes oxidados

que le dejó el dolor; es la esperanza la que obliga a buscar nuevas formas de lucha; es decir,

nuevas formas de ser políticos, de hacer política. Una nueva política, una nueva moral

política, una nueva ética política es no sólo un deseo, es la única posibilidad de avanzar, de

brincar al otro lado”17. Como lo ha observado Guillermo Michel, aquí se advierte no sólo un

deseo, sino el Deseo (en el sentido levinasiano) de “brincar al otro lado”, a lo cual añade:

“Sin el pesimismo de Levinas que prácticamente niega la posibilidad de construir una

moral, una ética política, pues según él ambos términos son excluyentes, los zapatistas no

únicamente la consideran posible, sino indispensable, al afirmar que es la única posibilidad

de avanzar”18.

                                                            15DyC, 3, Era, México D.F., 1997, p. 371. 16La Jornada, México, D.F., marzo 25, 2000. 17DyC, 1, p. 68. 18G. Michel, Votan Zapata…, op. Cit., p. 85. Emmanuel Levinas en Totalidad e infinito. Ensayo sobre la exterioridad, Sígueme, Salamanca, 1995, sostiene que “la política se opone a la moral, como la filosofía a la ingenuidad” (p. 47). Pero habría que ver qué entiende por política…

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Coincidiendo con Levinas, el Votán-Zapata en tanto que filósofo de la esperanza,

probablemente tiene como filosofía primera a la ética en tanto que compromiso con el

prójimo muy atento a la interpelación del otro, especialmente cuando se trata de las

víctimas del sistema-mundo establecido, pero una ética que está estrechamente ligada a la

política. Ya que como anota Marcos, “tal vez la nueva moral política se construya en un

nuevo espacio que no sea la toma del poder, sino servirle de contrapeso y oposición que lo

contenga y obligue a, por ejemplo ‘mandar obedeciendo’”19. Esto explica que su propuesta

política se oriente hacia la socialización del poder a través de una relación más horizontal

entre gobernantes y gobernados, que implica una nueva manera de concebir a la

democracia, más allá de la simple democracia formal o representativa. Pues como lo ha

resaltado Susan Street, “ejercer el poder bajo el concepto de ‘mandar-obedeciendo’ es la

manera en que la ‘palabra’ es recuperada, lanzada y reelaborada colectivamente, con base

en valores comunitarios compartidos y en continua renovación… Mi lectura del zapatismo

ubica la democracia en la trascendencia de la forma por el fondo: la democracia abandona

su sitio estructural para ubicarse en la intercomunicabilidad humana que se da en la relación

social (de fondo cultural) entre gobernados y gobernantes o entre representados y

representantes”20. Entender a la democracia como un modo de vida implica la formación de

sujetos democráticos con capacidad ética, que quieran romper con las prácticas sociales

dominantes y recrear los viejos y nuevos valores en los sitios atravesados por la vida

cotidiana. Como ya lo expresaba Marcos a sólo veinte días de la irrupción del EZLN:

“Nosotros pensamos que el cambio revolucionario en México no será producto de la acción

en un sólo sentido… Será, primordialmente, una revolución que resulte de la lucha en

variados frentes sociales, con muchos métodos, bajo diferentes formas sociales, con grados

diversos de compromiso y participación. Y su resultado será, no el de un partido,

organización o alianza de organizaciones triunfante con su propuesta social específica, sino

una suerte de espacio democrático de resolución de la confrontación entre diversas

propuestas políticas. Este espacio democrático de resolución tendrá tres premisas

                                                            19Subcomandante Marcos, “De árboles, transgresores y odontología”, en La Jornada Semanal Nº 45, México, D.F., enero 1996, p. 8. 20S. Street, “La palabra verdadera del zapatismo chiapaneco. (Un nuevo ideario emancipatorio para la democracia)”, en Chiapas Nº 2, Era, México, D.F., 1996, pp. 85 y 91.

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fundamentales que son ya, históricamente: la democracia para decidir la propuesta social

dominante, la libertad para suscribir una u otra propuesta y la justicia a la que todas las

propuestas deberán ceñirse…”21.

Caminar preguntando y poniendo semillas

El talante filosófico de los neozapatistas en su larga travesía del dolor a la esperanza, se

pone de manifiesto en su búsqueda interminable de la verdad, más allá de todo dogmatismo

anquilosado. De ahí que hayan tenido que ir modulando sus pasos según las distintas

coyunturas, aprendiendo a distinguir las posibilidades de sus diferentes interlocutores según

el ritmo de los acontecimientos. Así sucede cuando se hizo contundente el incumplimiento

de los Acuerdos de San Andrés con el gobierno federal, pese a la Marcha por la Dignidad

Indígena o del Color de la Tierra y la histórica intervención de la comandante Esther en el

Congreso de la Unión, por lo cual decidieron guardar un silencio prolongado que también

era muy elocuente22. La promulgación de la nueva ley de contrarreforma indígena,

aprobada por toda la “clase política” del país, no hizo más que confirmar esa frustración.

Sin embargo, continuaron construyendo en la práctica lo pactado a través de los municipios

autónomos, las Juntas de Buen Gobierno y los Caracoles. Hay ahí un cierto repliegue en las

comunidades indígenas de Chiapas, pero conviene no olvidar que el Votán-Zapata nos

invita a concebir a los otros como hermanos o hermanas en la “comunidad cósmica” de la

que todos somos responsables. Por ello, como lo expresó la mayor Ana María en un célebre

discurso, “detrás de nuestro innombrable nombre. Detrás de los nosotros que ustedes ven.

Detrás estamos ustedes. Detrás estamos los mismos hombres y mujeres simples y

ordinarios que se repiten en todas las razas, se pintan de todos los colores, se hablan en

todas las lenguas y se viven en todos los lugares. Los mismos hombres y mujeres

olvidados… Detrás de nosotros estamos ustedes. Detrás de nuestro pasamontañas está el

                                                            21DyC, 1, p. 97-98. 22Enrique Rajchenberg y Catherine Héau-Lambert sostienen que “en la tradición cultural maya, el silencio se concibe como matriz de lo que está por venir, antecede a la historia de los dioses. Si bíblicamente la palabra es fundadora, en esta tradición lo es el silencio… El peso discursivo del silencio indígena se equipara al valor de los silencios en una partitura musical donde la pausa anuncia y pone de relieve el siguiente movimiento”. “Los silencios zapatistas”, en Chiapas Nº 16, Era, México D.F., 2004, pp. 52 y 61.

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rostro de todas las mujeres excluidas. De todos los indígenas olvidados. De todos los

homosexuales perseguidos. De todos los jóvenes despreciados. De todos los migrantes

golpeados. De todos los presos por su palabra y su pensamiento. De todos los trabajadores

humillados. De todos los muertos de olvido. De todos los hombres y mujeres simples y

ordinarios que no cuentan, que no son vistos, que no son nombrados, que no tienen

mañana…”23.

Motivo por el cual después del repliegue táctico, donde se dedicaron a la “creación heroica”

de los municipios autónomos a través de diversas formas de autogestión y autogobierno,

vino el despliegue estratégico de La Otra Campaña, aprovechando la coyuntura electoral de

2006. Como lo señala Raúl Zibechi, “allí donde el movimiento indio ha sido capaz de

lanzar amplias y contundentes movilizaciones, se ha registrado un proceso previo de

reconfiguración de las comunidades tradicionales: democratización interna, supresión de

jerarquías antiguas y creación de vínculos más horizontales entre sus miembros,

emergencia de una nueva generación de dirigentes jóvenes y femeninos, toma de decisiones

en base al consenso, entre los más destacados. Un buen ejemplo de estos cambios internos

en las comunidades es lo sucedido con los miles de indios que migraron desde las cañadas

de Chiapas hacia la selva Lacandona”24. Así, pues, había buenas condiciones como para

ensayar la implementación de una democracia comunitaria en las distintas dimensiones de

la vida social25. Ya que como lo sostiene Luis Villoro, “la lucha por la autonomía es una

forma de lucha por una democracia participativa en todos los ámbitos sociales. El

movimiento de difusión del poder hacia la base de la sociedad puede aprovechar las

estructuras de las instituciones democráticas de los Estados ya existentes… El municipio

podría ser, así, la estructura política del Estado para la transferencia del poder a las

comunidades locales”26. Pero no se crea que todo es ideal y fantástico, porque también se

                                                            23DyC, 3, p. 314. 24R. Zibechi, “Espacios, territorios y regiones: la creatividad social de los nuevos movimientos sociales de América Latina”, en Contrahistorias. La otra mirada de Clío Nº 5, 2006, p. 44. 25Véase las “Intervenciones de las Juntas de Buen Gobierno en el Primer Encuentro de los Pueblos Zapatistas con los Pueblos del Mundo”, en ContrahistoriasNº 8, 2007, pp. 9-46. Cf. Raúl Ornelas, “La autonomía como eje de la resistencia zapatista. Del levantamiento armado al nacimiento de los Caracoles”, en Ana Esther Ceceña (Comp.), Hegemonías y emancipaciones en el siglo XXI, CLACSO, Buenos Aires, 2004. 26L. Villoro, Los retos de la sociedad por venir, FCE, México D.F., 2007, p. 180-181.

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dan limitaciones, contradicciones e incoherencias, sobre todo en un contexto de “guerra de

baja intensidad” o de “alta iniquidad” o como se la quiera denominar, donde la existencia

del propio EZLN con su jerarquía militar puede ser de hecho un problema27.

Ahora bien, la práctica y el discurso zapatista han puesto sobre el tapete de discusión la

cuestión en torno al poder, especialmente desde la publicación de John Holloway de

Cambiar el mundo sin tomar el poder. Hay que ir hasta la última página para informarse de

que “entonces, ¿cómo cambiar el mundo sin tomar el poder? Al final del libro, como al

comienzo, no lo sabemos. Los leninistas lo saben, o solían saberlo. Nosotros no… Hemos

perdido toda certeza, pero la apertura de la incertidumbre es central para la revolución.

‘Preguntando caminamos’, dicen los zapatistas”28. Como posteriormente lo ha subrayado

Enrique Dussel, este asunto está mal planteado porque el poder no se toma, como si fuera

una cosa, sino que es una facultad de la comunidad política del pueblo: “el poder que

pareciera que se ‘toma’ es solamente el de las mediaciones o instituciones del ejercicio

delegado del indicado poder fundamental”. A lo cual agrega que “para cambiar el mundo

debe contarse con un postulado político sumamente saludable, el de la ‘disolución del

Estado’”29. El tema del poder es, como se puede suponer, múltiple y complejo, pues habría

que ir de lo implícito a lo explícito así como de lo micro a lo macrosocial. Pero en el caso

del poder burocrático estatal, que se erige por afuera y por encima de la sociedad,

convendría retomar a un clásico de la revolución como Karl Marx reflexionando sobre la

Comuna de París, quien afirmaba que habría que destruir al poder estatal para poner en su

lugar a las formas de autogobierno del proletariado. Por ello tal vez acierta más Carlos

Aguirre al aseverar lo siguiente: “Modificación total y profunda de la esencia del poder

estatal y del poder político, que explica entonces la razón por la cual los neozapatistas han

insistido en que, para ellos, no se trata simplemente de ‘tomar el poder’, sino más bien de

revolucionarlo radicalmente, colocando en el lugar que hoy ocupa el actual Estado, y en el                                                             27También hay que tener en cuenta a los que dicen que han despertado del “sueño zapatista”, como Marco Estrada Saavedra en La comunidad armada rebelde y el EZLN. Un estudio histórico y sociológico sobre las bases de apoyo zapatistas en las cañadas tojolabales de la selva Lacandona (1930-2005), El Colegio de México, México D.F., 2007. 28J. Holloway, Cambiar el mundo sin tomar el poder, Universidad Autónoma de Puebla y Revista Herramientas, Buenos Aires, 2002, p. 308-309. 29E. Dussel, 20 Tesis de Política, Siglo XXI-CREFAL, México, 2006, pp. 151 y 152.

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espacio que hoy ocupan los partidos y las organizaciones políticas, a unas formas y figuras

tan diferentes de las actuales, que sólo pueden ser nombradas y comprendidas desde el

oxymorón del ‘mandar obedeciendo’, y también, desde la lógica cualitativamente distinta

del ejercicio y despliegue de una ‘otra política’, completamente diferente de la actual”30.

Problemática estimulante en la cual no están solos los zapatistas en la historia. Resulta

fuertemente impactante enterarse, por ejemplo, de que cuando a una pensadora del calibre

de Hannah Arendt le preguntaron “¿en qué otra concepción del Estado piensa usted?”,

respondió que desde las revoluciones del siglo XVIII todo gran levantamiento ha

desarrollado los rudimentos de una manera de gobierno enteramente nueva: “Esta nueva

forma de Gobierno es el sistema de consejos que, como sabemos, ha perecido cada vez y en

cada lugar, destruido, bien directamente por las burocracias de las Naciones-Estados, bien

por las maquinarias de partido. No puedo decir si este sistema es una pura utopía: en

cualquier caso sería una utopía del pueblo, no la utopía de los teóricos y de las ideologías.

Me parece, sin embargo, la única alternativa que ha aparecido en la Historia y que ha

reaparecido una y otra vez”31. Por su lado Cornelius Castoriadis, quien animó al grupo y la

revista Socialismo o Barbarie durante un buen tiempo, también se adhirió a la larga

tradición consejista. Y aunque después tomó distancia del marxismo y de Marx mismo,

centrando su atención filosófica en la creación imaginaria de la autonomía individual y

colectiva, siempre defendió hasta el final de su vida a las diversas formas de autogestión y

autogobierno. Por ello en un debate público, con toda la pasión de que era capaz este

“Aristóteles acalorado”, expresó que “queda la cuestión real de una democracia directa a

escala de las sociedades modernas, de naciones, quizás de continentes, quizás de la

humanidad entera. No poseo la respuesta sobre las formas institucionales para ello. Lo

único que digo es que, en la creación de los grandes movimientos políticos y sociales de la

época moderna, se puede encontrar todavía gérmenes de formas de regímenes que permiten

una democracia directa… yo pienso que la democracia sólo puede ser democracia directa; y

que la democracia directa sólo puede venir como resultado de un enorme movimiento

                                                            30C. Aguirre Rojas, “Generando el contrapoder desde abajo y a la izquierda”, en Contrahistorias Nº 8, p. 82-83. 31H. Arendt, Crisis de la República, Taurus, Madrid, 1973, pp. 230 y 232.

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popular de la sociedad, de la gran mayoría de la sociedad”32. A inicios del siglo XXI, se

puede tener la impresión de que esta tradición popular es la que resurge en términos

originales en los distintos movimientos sociales de América Latina. La exclamación de los

piqueteros argentinos, “¡que se vayan todos!”, es un grito extremo pero que pone de

manifiesto, de modo muy significativo, la voluntad de asumir un protagonismo y una

responsabilidad socio-política33.

En este contexto histórico inmediato es donde debe ubicarse a La Otra Campaña “desde

abajo y a la izquierda”, desde los que viven en el sótano del mundo y adoptan una posición

radicalmente anticapitalista, que es una cuestión de principios. Hay aquí un viraje político

que va más allá de la alternativa entre lucha armada o lucha electoral. Por ello comenta

Marcos que, “como siempre, el EZLN llega de malora a decir no, la disyuntiva es falsa, no

es una cosa u otra. Y nosotros decimos: la única posibilidad de salir adelante y dar

perspectivas a la gente, pero que sea incluyente, es La Otra Campaña… una movilización

civil, pacífica, donde cada quien tenga el lugar para participar”34. Es que se trata de crear y

consolidar un poderoso movimiento opositor nacional y hasta internacional, un movimiento

de movimientos individuales y colectivos, que vaya construyendo una nueva hegemonía

cultural y política, tal como lo concebía Gramsci. Lejos de la visión elitista de la política,

que la considera el monopolio de los expertos o profesionales del asunto, como lo enfatiza

Gloria Caudillo “la apuesta de la Otra Campaña es, a corto plazo, ofrecer una alternativa

diferente de hacer política a la sociedad civil y evidenciar la decadencia de los partidos

políticos en la coyuntura electoral; otra de más largo plazo es generar espacios de

autogestión y de resistencia para enfrentarse al modelo neoliberal en México y en el

mundo. El reto es escuchar(nos) y hablar(nos) desde ‘lo puro plano’ o de manera

                                                            32C. Castoriadis, Democracia y relativismo. Debate con el MAUSS, Trotta, Madrid, 2007, p. 73. Cf. F. Guibal y A. Ibáñez, Cornelius Castoriadis: lo imaginario y la creación de la autonomía, U de G, Guadalajara, 2006. 33Según Raúl Zibechi, “’que se vayan todos’ es como decir basta de tutelas, es un llamado como el sonido del candombe, que no llama a los esclavistas sino a los esclavos a encontrarse; es la autoconvocatoria… Llama a seguir desarrollando y reinventando las capacidades colectivas negadas por el sistema, que se venían practicando en múltiples pequeños espacios. ‘Que se vayan todos’ es afirmarse como seres capaces de hacer y dirigir su propia vida”. Genealogía de la revuelta. Argentina: la sociedad en movimiento, Ediciones del FZLN, México, 2004, p. 171-172. 34S. I. Marcos, “Balance de La Otra Campaña”, en Contrahistorias Nº 8, p. 65-66.

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horizontal, como dicen los zapatistas, para irnos encontrando desde nuestra diversidad e ir

construyendo sobre la marcha otra forma de caminar el mundo”35. Otra lógica, una muy

otra política que apunta a la elucidación compartida de las experiencias, a la

autodeterminación social y la prueba de formas de democracia directa en lo organizativo.

Lo cual me remonta a mi experiencia peruana de hace ya veinte años cuando estimaba,

como lo reitero en este momento, que “la autoeducación popular debería ser el estilo y la

manera de hacer la revolución”36.

El tejido de la red de rebeldías solidarias en un proceso abierto y a ritmos dilatados, tiene

que tomar en cuenta y procesar las limitaciones internas y externas. En lo interno baste con

aludir al sectarismo, dogmatismo e individualismo de una cultura muy densa que nos

atraviesa a todos. En lo externo cabe citar a Jaime Preciado cuando expone perspicazmente

que “el desprecio de los zapatistas por la vía electoral de transformación política del país –

que acierta en sus demoledoras críticas de la política tradicional- no cuenta con posibles

puentes de inclusión de otros que comparten el diagnóstico del país que hacen los rebeldes,

pero que difieren en los métodos de cambio”37. Convergiendo con esta perspectiva,

Immanuel Wallerstein sostiene que si bien el cambio debe venir desde abajo hacia arriba,

por medio de la organización popular y la creación de espacios autónomos, “también es

verdad que este proceso debería en un momento dado alcanzar la cumbre, y entonces

transformar y/o abolir el Estado o los Estados”. Él piensa que gracias a La Otra Campaña y

al Foro Social Mundial se podría ejercer una presión extremamente potente sobre los

movimientos que se reclaman de izquierda y que han asumido el poder del Estado. Así es

como se pregunta: “¿Podemos institucionalizar La Otra Campaña en el nivel nacional y

mundial, al mismo tiempo en que nos comprometemos en una actividad política defensiva

orientada hacia el Estado? ¿Pueden los dos tipos de organización mencionada,

promoviendo cada una de ellas una estrategia distinta, mantener una relación civilizada e

                                                            35G. A. Caudillo Félix, “La Sexta Declaración Zapatista y la Otra Campaña”, en Adrián Scribano (compilador), Zapatismo: La Otra Campaña, Centro de Investigación para la Intervención Social y Centro de Estudios Avanzados, Córdoba, 2006, p. 19. 36A. Ibáñez, Educación Popular y Proyecto Histórico, Tarea, Lima, 1988, p. 80. 37J. Preciado Coronado, “La otredad de la otra campaña”, en Adrián Scribano (Compilador), Zapatismo: La otra Campaña, op. Cit., p. 21.

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interactiva? No lo sé. Esto nunca se ha hecho antes. De otra parte, no veo cómo vamos a

alcanzar ese otro mundo posible, a menos que podamos desarrollar este tipo de asociación

igualitaria”38. De cualquier modo, La Otra es un proceso inconcluso y de larga duración,

muy susceptible de relanzarse y reelaborarse permanentemente, sobre todo si quiere

desplegar un Plan Nacional de Lucha y más tarde hacer una nueva Constitución. Pero tal

vez por ahora lo más importante es que siga colocando semillas de amor y esperanza en las

relaciones sociales a escala local, e incluso “intergalácticas”, y posea una dinámica utópica

incluyente. Pues como lo dice Marcos sencillamente, “es este ‘el mundo donde quepan

todos los mundos’. No es una consigna, es un mundo donde yo quepa. Yo, con mi

demanda, y con mi vida digna, y mi respeto”39.

                                                            38I. Wallerstein, “La Otra Campaña en perspectiva histórica”, en ContrahistoriasNº 6, 2006, p. 78. Pero no se debe desechar tampoco la opinión de Raúl Zibechi para quien “el divorcio entre la izquierda electoral y los movimientos no tiene solución. En la primera hay demasiados intereses materiales y complicidades con el aparato estatal para pensar que puede producirse un viraje, salvo que el abajo cobre la fuerza suficiente como para que el arriba no pueda ignorarlo. La izquierda electoral no es la enemiga de los movimientos, pero su acceso al poder estatal puede hacerles un daño irreparable si los movimientos no tienen ganada la suficiente autonomía material y política”. Autonomías y emancipaciones. América Latina en movimiento, UNMSM, Lima, 2007, p. 154. 39S.I. Marcos, “Balance de La Otra Campaña”, op. cit., p. 67. Motivo por el cual, en palabras de uno de sus intérpretes más lúcidos, “la Utopía zapatista no se pierde en reflexiones abstrusas, sino que demanda respeto a la dignidad de todos y cada uno. Aunque este respeto, como bien lo advierten ellos reiteradamente, no se logrará si no se organiza la esperanza y se construye un frente amplio opositor” G. Michel, Ética política zapatista. Una utopía para el siglo XXI, Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco, México D.F., 2003, p. 248.

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¿CÓMO SON ESTABLECIDOS Y APLICADOS LOS CRITERIOS DE VALOR EN CADA SOCIEDAD?

Verónica Ramona Ruiz Arriaga1

Noviembre 2008

RESUMEN

En esta ocasión comparto algunas interrogantes y reflexiones acerca del proceso de

valoración social, luego de revisar su relación teórica con la subjetividad y la

reflexividad, incluyendo la discusión del origen de los juicios valorativos antagónicos

(“superior” e “inferior”, “bueno” y “malo”), observando la fuente, los elementos y

secuencia involucrados en la asignación cultural de valores positivos o negativos, así

como los efectos de la reflexión sobre las apreciaciones individuales y sociales. Así, este

abordaje desde un ángulo alternativo del proceso de valoración que forma parte de cada

cultura, incorpora algunos elementos adicionales para los interesados en estos tópicos.

INTRODUCCIÓN

Cuando se desea comprender de mejor manera lo cultural, resulta importante revisar el

proceso valorativo como parte esencial de la subjetividad y la capacidad reflexiva

operante, que tiene un papel fundamental en su desarrollo2.

Una de las maneras en la cual ha sido analizado aquel proceso valorativo se debe a

Nietzsche, y dentro de su planteamiento deseo aquilatar la ausencia de la capacidad

humana reflexiva y discutir algunas de las atribuciones que efectúa.

La argumentación se presenta con la secuencia siguiente:

1 Dra. Verónica Ramona Ruiz Arriaga. Investigadora de la Universidad Autónoma de Tlaxcala. Mail: [email protected] 2 El proceso valorativo social que aquí se plantea, se relaciona con la investigación denominada “Mecanismo cultural de la violencia intrafamiliar actual, en Tlaxcala”, recientemente concluida.

Page 26: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

En el primer apartado hago una breve referencia al tratamiento sociológico sobre las

bases de la subjetividad, destacando algunos aspectos que colocan a lo subjetivo como

ámbito de la construcción valorativa.

El provocativo supuesto de Nietzsche, respecto a la manera en la cual se inició y dejó

establecida la valoración y jerarquización entre los seres humanos, es materia de la

segunda parte de este trabajo.

En el tercer apartado, incluyo una alternativa para describir el mecanismo subyacente en

las valoraciones cotidianas; y, al final, presento un sintético comentario general.

I. LA SUBJETIVIDAD EN LA SOCIOLOGÍA

Las teorías sociológicas han optado por diferenciar objetivismo y subjetivismo,

estructura y acción para estudiar la prelación entre ambas, la preponderancia de una

sobre otra, su relación, elementos, niveles, etc.3, lo que establece explícita o

implícitamente una visión acerca de la subjetividad.

En este trabajo únicamente serán revisadas algunas categorías de Schütz, Bourdieu y

Giddens para analizar la subjetividad4 y su intrínseca relación con las valoraciones

2

3 La teoría social estadounidense desde los años ochenta, privilegió el análisis de lo macro y de lo micro, y acogió las tendencias socio-psicológicas (interaccionismo simbólico y la perspectiva etnometodológica, por ejemplo), teniendo como contraparte al enfoque de la estructura y de la acción, básicamente imperante en Europa.

En lo particular, destaca: la influyente concepción filosófica de Nietzsche; el pensamiento clásico de Weber y Parsons; la sociología conservadora francesa a que contribuyó Durkheim alrededor de 1910; la sociología fenomenológica de Schütz, Berger y Luckmann (surgida en Alemania aproximadamente en 1930, con antecedente en el pensamiento filosófico de Husserl); el interaccionismo simbólico que estudió la conciencia vinculada a la práctica social (Mead y Cooley) y a la acción e interacción (Simmel y Blumer), consolidándose alrededor de 1934 en la Escuela de Chicago; y más recientemente: la etnometodología de Garfinkel; la teoría dramatúrgica de Goffman; a la par que, siguiendo la concepción socio-estructural europea, destaca la sociología reflexiva de Bourdieu y la teoría de la estructuración de Giddens (que considera como dualidad acción y estructura). 4 El término subjetividad es una derivación reciente del complejo vocablo “subjetivo” (cfr. Williams, 2003: 307-311); ha sido considerada como el objeto de que se ocupa la sicología (cfr. Grawitz, 1990: 314), consistente en el mundo interno del individuo, en la configuración mental que se hace de las cosas. Sin embargo también es parte del análisis sociológico. Coincidiendo con Schütz, Manheim afirma: “al conocimiento lo determina la existencia social”, y agrega que en consecuencia, las ideas devienen de la posición social del individuo (por ejemplo por la generación a que pertenece).

Page 27: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

cotidianas, considerándolas en efecto, construcciones intersubjetivas, pues forman parte

de la configuración mental de la realidad que se integra con la colaboración de quienes

nos rodean y de quienes nos antecedieron.

1.1. REFLEXIÓN DE SCHÜTZ

Para desarrollar la fenomenología, Schütz se ocupó del mundo social, la naturaleza

social del conocimiento y el papel de la intersubjetividad misma, permeada por todo un

sistema de significatividades, dinámico e interactuante con la estructura (cfr. 1974: 216

y ss.). De esa manera hace observable que la experiencia sedimentada del grupo, se

integra al acervo de conocimientos a mano, haciendo las veces de apoyo hermenéutico y

forma parte de la cultura de cada individuo (cfr. Schütz, A. y Thomas Luckmann, 1973),

cultura sobre la cual sin embargo, podrá reflexionar e influir.

Por otra parte, distingue en primer término el mundo de vida cotidiana o “ámbito de la

realidad que el adulto alerta y normal, simplemente presupone en la actitud de sentido

común” (Schütz y Luckmann, 1973:25), es experimentado como incuestionable,

aproblemático y considerado real, en formas al mismo tiempo inevitables y pautadas

(intersubjetivamente) como marco preexistente al individuo, que sobrepasa su existencia

y está vigente hasta nuevo aviso. En segundo lugar, queda referido implícitamente el

ámbito de “lo problemático” (contraparte del mundo de vida) y sobre todo, la relación

entre ambos.

Entonces, los valores adoptados en cada grupo social son parte de los significados

vigentes ya sea como parte de lo aproblemático o de lo problemático, pues de acuerdo

con Schütz ese sinnúmero de valores, normas, significados y hechos que suelen

presentarse en lo cotidiano aproblemáticamente como parte del medio, en algún

momento, pueden ser cuestionados (problematizados) y modificados, mediante la

intervención racional de los individuos en el mundo de vida.

Con ayuda del esquema de Maturana y Varela (1996), este cambio se podría explicar por

la reflexión (pues afecta lo que sabemos y hacemos) y el moldeamiento que opera entre

individuo y medio. De esta manera, esa vivencia adquiere una dirección diferente a lo

3

Page 28: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

prescriptivo-integrativo que sugería en Parsons a un individuo cuya conducta tiende a la

simple adecuación.

En síntesis, los valores forman parte de lo que conocemos para poder interpretar el

entorno y para actuar en la vida con un cierto entendimiento intersubjetivo y actualizado,

aunque no sea homogéneo ni aproblemático, sino el resultado de una constante

modificación más o menos negociada, basada en un ajuste pragmático y transitorio.

Veamos las diferencias que con este autor tienen Bourdieu y Giddens.

1.2. APORTE DE BOURDIEU Y GIDDENS

Entre las principales aportaciones de Bourdieu se cuenta su teorización del habitus

(diferenciable por su complejidad funcional del término cultura5) y haber relacionado

ese concepto con el de campo y con el de violencia simbólica, explicando de esta forma,

entre otras cosas, la razonabilidad de los agentes, es decir, su sentido práctico.

El habitus para este autor, es

un sistema de disposiciones durables y transferibles -estructuras

estructuradas predispuestas a funcionar como estructuras estructurantes- que

integran todas las experiencias pasadas y funciona en cada momento como

matriz estructurante de las percepciones, las apreciaciones y las acciones de

los agentes de cara a una coyuntura o acontecimiento y que él contribuye a

producir (Bourdieu, 1972: 178).

Ese esquema singulariza a los sujetos sociales de acuerdo a la diversidad de condiciones

en que se formaron y les permite una pequeña variabilidad en sus decisiones, en las

4

5 El vocablo cultura es descriptivo e implica un “conjunto de prácticas, creencias, instituciones, costumbres, hábitos, mitos, etcétera, construido por los humanos y transmitido de generación en generación. En este modo de empleo, la cultura se contrapone a la naturaleza: su posesión es lo que nos distingue de los demás animales” (Sewell, 1999: 40).

En cambio el habitus explica un proceso de internalización de esa estructura y la manera en que es vivida y reproducida.

Page 29: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

percepciones, apreciaciones y acciones que realizan6 (cfr. Bourdieu, 2003), y generan

diferentes racionalidades prácticas en los sujetos sociales, según la lógica de un

determinado campo (cfr. Bourdieu, 1991 y 2003: 63, 247 y ss.).

Considera que el campo, es un espacio de conflictos y de competencia interpersonal para

establecer un monopolio sobre una especie de capital, eficiente para construir una

autoridad y un poder. En esa lucha por la definición del juego y sus reglas que son

características de toda relación social, el campo

se define entre otras cosas definiendo objetos en juego […] e intereses

específicos, que son irreductibles a los objetos […] y a los intereses propios

de otros campos y que no son percibidos por nadie que no haya sido

construido para entrar en el campo (cada categoría de intereses implica la

indiferencia a otros intereses, a otras inversiones, abocados así a ser

percibidos como absurdos, insensatos, o sublimes, desinteresados). Para que

un campo funcione, es preciso que haya objetos […] y personas dispuestas a

jugar […], dotadas con los habitus que implican el conocimiento y el

reconocimiento de las leyes inmanentes del juego […]. (Bourdieu, 2000:

113).

Por su parte Giddens es proclive a la integración acción-estructura y plantea que ambas,

forman una dualidad porque están involucradas mutuamente, constriñendo y

permitiendo.

Como hemos visto, haciendo uso de diferentes herramientas conceptuales dada su

adscripción teórica, Bourdieu y especialmente Schütz y Giddens (cfr. 2001: 138),

reconocen el potencial de reflexión generativa de pensamientos y acciones del ser

humano en que insisten Bateson, Maturana y Varela (1996) desde la biología y la

5

6 En este aspecto y a pesar de que Bourdieu generalmente repele al determinismo estructural, sus planteamientos acerca del habitus han provocado que, de alguna manera, se le considere próximo a él.

Page 30: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

cibernética de segundo orden, y por medio de ese factor se comienza a vislumbrar la

explicación a la diversidad de valoraciones posibles en momentos y espacios diferentes,

pues los procesos sociales no son sólo resultado de la combinatoria simple del programa

social y de la estructura, sino que también interviene la creatividad humana, derivada de

su capacidad reflexiva.

II. JUICIOS VALORATIVOS

Para analizar cómo construimos las valoraciones (que más tarde derivan en posiciones

desiguales en las interrelaciones), considero indispensable enfrentar la pregunta acerca

del origen de los juicios valorativos antagónicos (“superior” e “inferior”, “bueno” y

“malo”), y del valor7 subsumido en esas palabras, partiendo del proceso en que se

establece cada valor en una sociedad, atendiendo luego a quien lo hace posible.

Coincidiendo con la inquietud planteada por Nietzsche en su libro La Genealogía de la

Moral (cfr. 2005: 8, 9 y 13), me pregunto sobre las condiciones en las cuales el ser

humano creo estos juicios de valor, reflexionando al mismo tiempo en la posibilidad de

que en esas palabras queden insertas todas las valoraciones, todas las diferenciaciones,

todas las discriminaciones que hacemos.

Nietzsche discute (cfr. 2005: 21) las respuestas reiteradas por los filósofos y por la

tradición de los psicólogos ingleses, quienes consideran que el juicio acerca de lo

“bueno”, surge originariamente de las acciones útiles y no egoístas que fueron alabadas

por sus beneficiarios, pero en el proceso histórico, más tarde la utilidad específica de la

acción, se olvidó, y sin embargo, la acción mantuvo su categoría de “buena” gracias al

hábito, haciéndola ver como “buena en sí”, constituyéndose de ese modo, en un “valor”8.

6

7 Entendemos que valorar es la acción y efecto de atribuirle a algo o a alguien, determinada importancia, utilidad, preponderancia o cualidad; y en cambio, el valor es el atributo en sí (importante, útil, etc.). 8 El valor moral subyace en el derecho natural, al cual Weber identifica como “el conjunto de normas que valen no en virtud de provenir de un legislador legítimo, sino en virtud de cualidades puramente inmanentes” (Weber, 1983: 640), aunque de acuerdo a la valía demostrada en la práctica de la convivencia social.

Page 31: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

Sin embargo, a Nietzsche le parece poco creíble que el espíritu de una acción altruista y

útil subsista como valor, mientras la utilidad pragmática se pierda en el olvido.

Argumenta que es justamente la experiencia cotidiana en todos los tiempos (la utilidad),

lo que puede quedar más presente en la conciencia, coincidiendo con Spencer, quien

asimila lo bueno, con lo demostradamente útil o conveniente.

A este cuestionamiento podemos reponer que la construcción del lenguaje, acontece de

manera similar a ese desdoblamiento utilidad-valor. Como Nietzsche mismo lo

reconoce, las palabras en un estadio primitivo, carecían de simbolismo y se empleaban

con un significado directo y estrecho, (cfr. Nietzsche, 2005: 29), pero al evolucionar el

uso, se hizo más complejo y simbólico. Los conocimientos, creencias, deseos, intereses,

objetivos, actitudes, normas y valores de los usuarios de la lengua, son factores influidos

por la comprensión del discurso. La psicología social y el estudio de la comunicación de

masas, han analizado cómo el individuo y los grupos, son influidos por los discursos

ajenos y cómo se forman y se transforman (cfr. Van Dijk, Teun A., 1983: 98-99). De

suyo, ese proceso es evidente, y denota el poder que posee el ser humano para

transformar (paulatinamente) el propio mundo, gracias a la reflexión (aunque limitada)

de la cual nos hablan Bateson, Maturana y Varela (cfr. Maturana y Varela, 1996: XIV) y

que depende del constante e infinito ciclo “conocer-hacer-conocer”, es decir del proceso

que nos lleva a acumular una experiencia que posteriormente genera nuevas prácticas y a

su vez más experiencias.

Ese desdoblamiento del lenguaje, es similar al de los valores que van separándose de la

utilidad directa y abstrayendo la esencia guardada por la memoria colectiva, esencia que

además puede y va siendo redefinida en extensión, importancia y profundidad, a partir

de su retroalimentación con las experiencias.

El individuo se nutre del valor, de la norma vigente; las vivencias y las significaciones

experimentadas por cada individuo, se someten a un proceso de “ajuste” social,

consistente en una evaluación tácita o expresa que indica si está dentro de lo “normal”.

Si está fuera de aquel parámetro de valor, ese grupo tratará de recortar (con más

7

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severidad en tanto más pronunciados sean), los picos que salen de la normalidad

socialmente definida, como lo explica Elías (cfr. 1997: 462).

Ahora bien, en la búsqueda de ese ajuste, también el concepto social hasta entonces

imperante se re-visa y se afina, se moderniza, se adapta a partir de la reflexión que puede

ser profunda o superficial. La historia registra episodios de quiebre de valores y de

olvidos de eslabones grandes y pequeños, en los cuales lo apreciado y considerado

“normal”, se vuelve despreciable y vergonzoso9. Lo persistente, en su mayoría, se vive

cotidianamente sin mediación de un expreso y concienzudo análisis social o individual

acerca de los motivos para su implementación y conservación, ni de las rupturas o

pérdidas que lo han puesto en su actual vigencia.

En múltiples estudios se ha demostrado (desde la teoría de la Evolución de Charles

Darwin) que en las civilizaciones primitivas, la fuerza física por ejemplo, era

fundamental para garantizar la supervivencia de la especie y fue uno de los criterios para

jefaturar, sin embargo, con el paso del tiempo, se desarrollaron y valoraron destrezas que

requerían menos fuerza física y mayor habilidad en el manejo de armas más sofisticadas,

pero aunque paulatinamente hubieran dejado de ser la mejor defensa del grupo, no se

desdeñó totalmente a los fuertes, sólo perdieron la preponderancia que tenían. En la

actualidad aún es valorada la fuerza física, justificada en parte por la moderada utilidad

inmediata de ese atributo, y porque implica alguna garantía de una mejor defensa frente

a hipotéticos peligros, pero además puede estar respaldada por el ya lejano prestigio,

ganado desde esas primeras gestas, que permitieron la supervivencia de la especie

humana y su evolución.

Hay otros valores surgidos sin tan noble e importante función, pero en su momento, se

han juzgado deseables y han estado vigentes en una sociedad determinada, por lo cual es

válido afirmar que también funcionan como ecos en la conciencia social y con el tiempo,

repiten más suavemente parte del potente mensaje inicial.

8

9 Un buen ejemplo, es la venta de esposas en Inglaterra practicada en los siglos XVII a principios del XIX y repudiada aún en el siglo XIX (cfr. Thompson, 1995), o los que narra Elías (1997).

Page 33: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

Con respecto a quién determina lo valioso, y descalificando la explicación de los

psicólogos ingleses, Nietzsche señala que el reconocimiento de “bueno”, no ha sido

dado por los beneficiarios de la acción, sino por los propios hacedores, quienes desde su

posición de poder se arrogaron el derecho de crear valores, darles un nombre, y sin que

les importara la utilidad social de sus acciones “se sintieron y se valoraron a sí mismos y

a su obrar como ‘buenos’, o sea, como algo de primer rango, en contraposición a todo lo

bajo, vulgar y plebeyo” (Nietzsche, 2005: 22). Es decir, el origen de la antítesis bueno-

malo es la operacionalización del “duradero y dominante sentimiento global y radical de

una especie superior dominadora en relación con una especie inferior” (Nietzsche, 2005:

22).

En principio, coincido con Nietzsche en que efectivamente el poderoso es quien decide,

valora y denomina10, pero cabría preguntarle ¿de qué poderoso habla? ¿cómo se

constituyó en superior? ¿quién es poderoso? ¿cuándo es poderoso? ¿bajo qué atributo

está configurada esa especie superior de que habla?

Estas preguntas se originan al advertir que Nietzsche, pareciera ver surgir las categorías

de lo bueno y lo malo, en un escenario donde están presentes las dos clases de seres

humanos que identifica como “los de arriba” y “los de abajo”, quienes a su vez nacieron

con ese status, dado connaturalmente. Si procuramos imaginar lo que el autor parece

presuponer, podemos mirar una escena estática, en la cual el poder está determinado por

atributos muy claros, por ejemplo, la fuerza física.

9

Ahora bien, aún en ese contexto puede apreciarse a la fuerza física como un atributo

cuyo punto de rendimiento máximo, es finito, transitorio (por lo cual el poder que le

confiere a su portador, también lo es). Con esto queremos decir que si tomamos a la

fuerza como parámetro valorativo, nadie (ningún ser vivo), nace teniendo el poder físico

suficiente para dominar plenamente a los demás miembros de su especie, pues

originariamente todos somos frágiles, dependientes y por lo tanto, estamos situamos

entre “los de abajo”, más tarde, nos fortalecemos y hay quienes alcanzan una plenitud

10 Sin embargo, habrá que tener presente que ambas especies (dominante y dominador) tendrían que compartir esa visión y para “saber o creer algo, un individuo debe aceptar la información como cierta o probablemente cierta” (Van Dijk, Teun A., 1983: 101) por evaluación y cotejo.

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física, ciertamente superior a la de los demás elementos de su grupo, pasando a formar

parte de “los de arriba”, aunque posteriormente pierdan esa posición.

Desviando un poco nuestra atención, es interesante referir de paso, el papel que juega en

ese orden de cosas, la serie de factores que pueden intervenir para equilibrar o hacer más

profunda la diferencia de poder entre “los de arriba” y “los de abajo” (pues no es

unifactorial). Podría pensarse que cuando habla de “los de arriba”, respecto al factor

fuerza, Nietzsche estaría aludiendo a individuos situados en un momento vital de fuerza

plena, sin embargo, al involucrar al análisis otros factores, llegamos a la conclusión de

que también el poder del cual gozan esos forzudos individuos, es relativo. Así, un

individuo por fuerte que sea, puede ser vencido por varios sujetos menos fuertes al estar

en desventaja numérica, e incluso por una persona físicamente débil, pero armada.

Análisis equivalentes podrían hacerse, tratándose de otros atributos de los individuos

(económico, político, académico, etc.) para demostrar que el poder, es siempre

multifactorial y relativo a la situación y al oponente, pero sería dar un innecesario rodeo

antes de continuar hacia nuestro objetivo.

Todo lo dicho, nos lleva a disentir de la argumentación de Nietzsche, pues respecto a sí

mismo y en función de diferentes circunstancias como el tiempo, sus condiciones físicas,

morales, intelectuales, económicas, etc., el ser humano cambia la posición de poder con

que nació. Y en función de los demás, el individuo a veces tendrá diferentes grados y

tipos de poder y otras, estará entre los más débiles, dadas las características que cada uno

de ellos reúna relativa y circunstancialmente.

Lo anterior, no sólo no niega, sino muestra que son considerablemente mayores las

probabilidades de una persona mejor equipada, de acuerdo a las valoraciones sociales

(en lo físico, intelectual, económico, político, etc.), de tener un superior número de

momentos, grados y tipos de poder11, respecto a otra persona menos dotada en todos

esos flancos.

1

11 Eso no excluye tampoco, que ese poder pueda ser usado en forma constructiva o destructiva, solidaria o egoísta.

Page 35: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

A pesar de que parece poco probable, si Nietzsche se estuviera refiriendo como fundador

de “lo bueno” y “lo malo”, al poderoso visto en esa transitoriedad situacional (pues su

referente constante a lo largo de su libro es simplemente dual: la “especie superior

dominadora” y la “especie inferior”), seguiría siendo insostenible que las categorías de

bueno y malo, fueron impuestas por el superior, y sólo por él. De hecho,

contradictoriamente Nietzsche reconoce la existencia de la “manera caballeresco-

aristocrática” (o superior) impuesta absolutamente a “los plebeyos”, pero que tiene como

enemiga a la “manera sacerdotal”, la cual va en contra de todos los signos de vida -

propios por lo caballeresco- y que subvierten el orden de los superiores, a partir del odio

y la venganza (cfr. Nietzsche, 2005: 32 y ss.). Esa victoria de “los de abajo”, demuestra

no sólo que todo poder es relativo y transitorio como lo señalamos antes, sino que la

resistencia implica también un poder y aun cuando es acotado, juega un papel

importante en la definición de los valores imperantes en cada sociedad. De hecho, la

historia demuestra que los subordinados y su infrapolítica en forma de resistencia

discreta y de expresión indirecta, es parte de la solución de los conflictos y de la

construcción cultural (cfr. Scott, 2000: p. 44).

Uno de los motivos más importantes para nuestro desacuerdo, radica en que Nietzsche

omite analizar la relación entre los sujetos y el papel que desempeñan. Olvida la

existencia de los líderes o los confunde con los poderosos, y desdeña el papel de la

comunidad, tratándola como “el grupo de abajo” sin analizar su influencia en la

determinación de los valores sociales, de acuerdo al contexto sociohistórico en que se

desarrolla.

Entonces, para explicar la constitución de dichos valores, no basta el reconocimiento de

los beneficiarios de las obras útiles realizadas de manera no egoísta (aunque tenga a su

favor el implícito aval del instinto de supervivencia y la mencionada fuerza grupal), y

menos aún se explica sólo con el auto reconocimiento de “los poderosos”, defendido por

Nietzsche. Más bien, esos dos factores coexisten, pero además interviene la

1

Page 36: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

“reflexividad operante”12, facultando a los individuos para cuestionar y trascender los

valores dados por la estructura, a pesar de que al nutrirse con el medio local y temporal,

la versión subjetiva del individuo esté en evidente desventaja frente a la potestad de la

“voluntad social histórica” inscrita en esa estructura.

III. PROPUESTA

A partir de los elementos reunidos hasta aquí, considero a los valores imperantes en una

sociedad, como resultado del ajuste entre lo que ha venido juzgándose valioso o nefasto,

y lo conocido, reflexionado y retomado por los individuos, en su propio contexto y

experiencia.

Sin embargo, en este punto surgen dos interrogantes más ¿cuál es el proceso para

adjudicarle un valor determinado a cada persona en una relación social? y ¿cómo se

lleva a cabo el cambio social de valores?

Desde mi punto de vista, la primera cuestión tiene que ver en cada situación, con los

valores atribuidos a las personas concretas, como producto de una evaluación de sus

condiciones personales ya tipificadas socialmente como “bueno” o “malo” y que en

cualquier relación interpersonal se ponen en operación con comparativos (mejor, igual o

peor), respecto al sexo, etnia, edad, condición socioeconómica, instrucción, etc.)13, lo

cual nos hace apartarnos del esquema propuesto por Bourdieu, respecto a la

intencionada, especializada y libre competencia personal, situada por él en cada

“campo”.

En síntesis, entiendo que el sistema de valoración, opera como una báscula automática

analógica, de múltiples platos, que todos usamos, la cual mide (comparativamente) a las

personas presentes en una relación (momentánea o prolongada), y posiciona –en cada

1

12 La reflexividad operante, es la capacidad racional personalísima que Giddens considera “central y distintiva” del ser humano (cfr., 2001:140). 13 Esa apreciación, pasa por el mecanismo cultural automático que está más allá de las expresiones y quereres individuales, junto con algunos cuestionamientos (acorde al esquema de Schütz).

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situación- más arriba, igual o más abajo a cada sujeto, respecto a los demás (de acuerdo

siempre con los valores establecidos socialmente), a partir de las características objetivas

y subjetivas portadas por cada individuo.

Esas características por ser tan variadas, realmente no integran un capital fijo al que

Bourdieu ubicaría en el capital cultural (integrado por conocimientos legítimos), el

económico, el social (relaciones sociales) y el simbólico (proveniente del prestigio y el

honor). Más bien, constituye una cartera diversificada, la cual dependiendo de la

situación en que se encuentren las personas, adquiere una cotización determinada por

cada uno de sus bonos, o al menos, por aquellos que para ambas partes tienen más

importancia, y cuya suma constituye su cotización total, apreciada en cada momento de

cada relación.

En cuanto a la segunda pregunta, relativa al proceso de transformación de los valores,

podemos decir que se lleva a cabo, cuando los quereres individuales cuestionan

reflexivamente a los valores vigentes; entonces, la voluntad personal o colectiva

determina el cambio de valor y lo convierte en parte de la nueva cultura del individuo o

del grupo.

El tránsito vital pues, tiene dos vías de circulación y cada una de ellas, dos niveles:

• En el nivel micro, existe una autopista en donde la cultura no problematizada en

lo cotidiano, “educa” la asertividad del individuo mediante la interacción; pero

también está la vía alterna, la reflexiva, la cual opera usando la propia

asertividad, y con ese apoyo, el individuo observa, revisa, cuestiona y

transforma sus pautas y conductas personales, que más tarde pueden extenderse

a otros individuos.

• En el correspondiente nivel macro, encontramos la autopista del mundo de vida

social (que no problematizamos), donde la cultura actúa sin cortapisas,

superponiéndose a la voluntad del grupo y haciéndola ser como es; y el camino

alterno, en el cual se da un cuestionamiento social voluntario, de lo que está

ocurriendo con las prácticas en esas vialidades. Tal cuestionamiento puede

1

Page 38: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

someter a la cultura y hacerla cambiar, modificando sus prácticas mediante

acciones colectivas o movimientos sociales, por ejemplo.

De todo esto resulta que la competencia de las condiciones personales, es regida entre

los individuos del mismo grupo social, por un sistema de pesas y medidas que muda

generalmente de modo casi imperceptible, al ritmo de la cultura de que se trate,

modificando sus equivalencias y sus parámetros y cuya transformación puede ser a

veces violenta, tanto en el ámbito individual, como en el social.

IV. COMENTARIO FINAL

Hemos tratado de recuperar algunos aportes sociológicos coincidentes con los de la

biología y la psico-cibernética para fundamentar nuestra conjetura sobre la construcción

de los valores de una sociedad determinada, vista como producto de la reflexividad

desarrollada a nivel personal o a nivel grupal, inscrita en su experiencia y en un proceso

histórico (dinámico) que lleva a identificar necesidades y satisfactores y a optar

consecuentemente por crear, acatar, modificar o cambiar los criterios de valor, como

parte del acoplamiento continuo entre individuo y medio (entorno).

De acuerdo con lo antes argumentado, los grupos o individuos en el poder y quienes le

están subordinados en un momento histórico determinado, definen y asumen en su

interacción, los valores sociales vigentes hasta nuevo aviso, y éste depende de la

creatividad y del cuestionamiento que pueda plantear una persona (nivel micro) o un

sector de esa sociedad (nivel macro), reflejando con frecuencia de manera más clara, las

prioridades de esa sociedad .

El mecanismo social conocer-hacer-conocer, implica el desarrollo acumulativo de

experiencias, conocimientos e ideas, así como el ejercicio a lo largo de la vida de la

capacidad reflexiva humana, independientemente del mayor o menor grado de

conciencia presentado. Por una parte, ayuda eficazmente para tener un adecuado

desempeño operativo en las relaciones humanas, pues nos ubica en lo “superior” o

“inferior”, “bueno” o “malo”, informando analógicamente, el “peso” o “cotización”

1

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(comparativa y dependiente de las percepciones y de los valores dados) de quienes están

interactuando en una situación determinada; y también nos permite someter a revisión,

algunos valores con los que se norma la conducta individual o social, al mismo tiempo

que da margen a asumir otros, sin cuestionamiento alguno.

Entonces, podemos concluir que en el proceso de definición de los valores sociales, es

importante la intervención de los poderosos en un momento histórico determinado, pero

la huella de los débiles también está inscrita en esos valores, y por tanto, esos criterios

son un producto social reflexivo y fungen como herramientas cognoscitivas,

hermenéuticas y operativas que facilitan el entendimiento intersubjetivo, aún sin ser

homogéneos.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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1

Page 41: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

1

Page 42: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

LA CULTURA POLÍTICA,

UNA APROXIMACIÓN DESDE SUS COMPONENTES.

C. Maura de la Caridad Salabarría Roig1

Resumen: El trabajo forma parte de la labor que desarrolla el Grupo de Ciencia Política de

la Sociedad Cubana de Investigaciones Filosóficas por construir una nueva politología2

con una perspectiva alternativa a la elaborada en los centros de poder, y una óptica que

incluya tanto, las problemáticas de los países del Tercer Mundo, como los enfoques

provenientes de ellos.

A partir del análisis de los diferentes paradigmas teóricos y metodológicos desde los que

se aborda la problemática de la cultura y subcultura políticas, la autora propone una

conceptualización de la cultura política según sus componentes y realiza una

caracterización de los mismos.

Desarrollo:

El tema de la cultura política reviste una significación cardinal en el ámbito de la Ciencia

Política por su carácter integrador del conjunto de relaciones que aquella refleja y

contextualiza, su elucidación coadyuva a una visión de la sociedad donde se involucra, en

la explicación de la trama compleja de los acontecimientos políticos, la percepción que de

ella tienen los diferentes actores.

Los estudios sobre cultura política, que han aumentado su frecuencia desde la segunda

mitad del siglo pasado, confrontan una serie de obstáculos que no han permitido a la

comunidad científica arribar a un consenso en torno a los planteos teórico- metodológicos

respecto a esta área de la cultura.

Entre otros inconvenientes, se halla la cada vez mayor fragmentación y diversificación de

nuestras sociedades que dificulta la caracterización de la cultura política en un marco

territorial o poblacional determinado. Ello, a su vez, contrasta con los argumentos acerca

de la presunta congruencia entre los sistemas políticos, la propia cultura política y los

procesos de socialización política. La referencia a la cultura política de uno u otro grupo o 1 Dra. C. Maura de la Caridad Salabarría Roig. Investigadora del Instituto Superior Politécnico “José Antonio Echeverría” (CUJAE). Mail: [email protected] 2 La Ciencia Política tradicional cuyos centros se hallan en Europa y en los Estados Unidos fundamentalmente, ha elaborado un conjunto de tesis y categorías para la explicación de los fenómenos políticos desde la óptica de los países del occidente capitalista desarrollado, el Grupo de Ciencia Política de la Sociedad Cubana de Investigaciones Filosóficas desarrolla una labor fundacional, la creación de una Nueva Ciencia Política, desde el Sur Político, donde predominen análisis con el enfoque de los países menos desarrollados y oprimidos del mundo.

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clase social, de un país, región o época no constituye la solución de este problema, como

suele plantearse, pues tal formulación no logra trascender la visión de que se trata de

entidades donde prevalece una unidad absoluta e indistinta.

En sentido general se asume que la cultura política es un elemento constitutivo del sistema

político por lo que son frecuentes las reflexiones acerca del papel de los factores

culturales en el funcionamiento de las instituciones y los mecanismos de gobierno. De

estas consideraciones, se desprende que la cultura política alcanza una doble ubicación

respecto al sistema político en su conjunto, ya que no sólo sirve de marco referencial a las

transformaciones gubernativas, sino que también es expresión de la efectividad y la

calidad de las decisiones políticas.

Suele afirmarse que la independencia que adquiere la cultura política y su capacidad de

promover el cambio es una demostración de que se halla separada de la estructura

socioeconómica lo cual pudiera explicar la falta de correspondencia de la llamada cultura

política “democrática” tanto, con el corte imperial de la economía de países como los

Estados Unidos, como con el atraso socioeconómico que existe en los países de América

Latina. De ahí se derivan fundamentaciones para negar la importancia de la defensa de los

modelos culturales y las identidades en los países del Tercer Mundo.

Algunos representantes de la Ciencia Política tradicional afirman que, en las sociedades

aristocráticas o premodernas, la cultura política es un atributo solo de las élites políticas,

debido al desempeño de determinados roles en el gobierno, mientras que el resto de la

población carece de la misma.3 Esta tesis es reflejo de las tendencias que, privilegian el

contenido cognoscitivo en la cultura política, otorgan rango de actores políticos solo a los

gobernantes y separan de manera absoluta el área de la sociedad civil y la sociedad

política, donde la cultura política se identifica con la percepción general de los ciudadanos

respecto al entorno social, en dependencia de la posición que ocupan en el mismo, sin un

vínculo específico con la gestión gubernativa4.

3 Galindo Cáceres, Jesús. Dimensiones Internacionales de la Comunicación. Cultura Política, comunicación y Democracia. En Internet. (1997) http://www. Razón y palabra.org.mx/anteriores/n7/lozano.htm. Negro Pavón, Dalmacio La cultura política. Catedrático de Historia de las Ideas y Formas Políticas en la UCM. En Internet. (2002) http://www.conoze.com/doc.php?doc═1514 4 “el elemento central de la noción es la relación con lo social por parte de los individuos el punto de partida es su entorno inmediato y la ubicación percibida de ese entorno con el escenario social general, es decir, la percepción y valoración del propio lugar en relación al todo, esta situación es de sentido al mismo tiempo que de comportamiento, las acciones son consistentes con la percepción”. Ver Galindo Cáceres, Jesús. Cultura política, comunicación y democracia. Número 7, año 2, junio-agosto 1997.Formato digital en Internet. http://www.razón y palabra.org.mx/anteriores/n7/Jesús.htm

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Se alude también a la crisis de la cultura política, cuya esencia se relaciona, por algunos

autores, con el agotamiento de los modelos políticos tradicionales y la falta de puntos de

referencia, a partir de los cuales el ciudadano considera el hecho político y se proyecta

hacia él,5 otros se refieren a la falta de correspondencia entre la programática de los

partidos y movimientos políticos con los intereses de su presumible base electoral, que ha

traído a su vez la falta de representación que sufre una parte considerable de los

ciudadanos del mundo, en las instituciones políticas existentes, en contraposición con las

ilusiones de cambio político que despiertan las campañas electorales. 6 Por otro lado se

presenta la interrogante acerca de cuáles factores provocan cambios en las formas de

percibir y hacer la política.

En cierta medida, la crisis de la cultura política se explica por el actual reordenamiento de

las claves interpretativas, mediante las cuales se puede entender la propia noción de

política y su lugar respecto al resto de las esferas de la sociedad. Se atribuye este proceso,

por una parte, a la fractura del modelo ideológico que se produce a partir del derrumbe del

campo socialista y, por otra, al redimensionamiento de los espacios políticos a partir de los

procesos de globalización y fragmentación, con el consecuente avance de las sociedades

de mercado, el desarrollo científico tecnológico, comunicacional e informático, que alteran

las medidas y las proporciones, desdibujando el lugar de la política7.

Los efectos de tal situación en la cultura política están dados, además, por la erosión de

otras nociones afines como, Estado, sociedad civil, derecho público y privado, consenso,

legitimidad. Esto presenta un nuevo reto a la politología, asociado al incremento de la

información, a la vertiginosidad de los cambios sociales y a la creciente autonomía

alcanzada por diferentes esferas, todo lo cual torna impreciso el rol de la política; los

límites que distinguen la esfera política de la no política, el campo de competencia propio

del quehacer político, en fin, el sentido de hacer política”8. Sin embargo, la existencia

actual de proyectos como el de Venezuela y Bolivia donde a partir de alternativas políticas

se ha comenzado a incidir en la solución de problemas reales de la población de América

5 Lechner, Norbert. La dimensión cultural de la política. Tomado de Acorta Silva Adrián. La dimensión cultural de la política. Una conversación con Norbert Lechner. Fuente Revista Nexos En Internet. (Consultado 2002) http://www.política.com.ar/Filosofía-política/Lechner.htm- 6 Lechner Norbert. Cultura política y gobernabilidad democrática En Internet. (2002) http//deceye.ife.org.mx/cultura-política-%20-%20gobernabilidad.htm.erosion. Las condiciones de la gobernabilidad democrática en la América Latina de fin de siglo. En Internet. (1997) http://catedras.fsoc.uba.ar/toer/articulos/txt-lechner.html 7 Ibídem.

8 � Ibídem.

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Latina reafirman, tanto la responsabilidad, como el “rol sintetizador e integrador de la

política a escala societal”.9

• ¿Qué entender por cultura política?

Si bien la cultura política constituye un subsistema de la cultura general, contiene sus

especificidades en relación con el área de la actividad política, las cuales deben clarificarse

en función de establecer sus componentes.

El papel de la cultura en la producción de sentido, en la conceptualización de la vida

política, especialmente de las estructuras y mecanismos establecidos para el ejercicio del

poder, así como de las relaciones que de ellos se derivan, se acentúa al tratarse de la

cultura política. Ello implica aceptar que los sistemas políticos se asientan en la

aprehensión humana, individual y colectiva del sistema de relaciones que ellos constituyen

-en forma de conocimientos, valoraciones, valores y disposiciones comportamentales-

desde donde se refleja y se sustenta a las instituciones políticas, se legitiman sus procesos,

se aporta cualidad distintiva a la comunidad política en su conjunto y se genera su

adaptación10 a las exigencias de conservación y perfeccionamiento del sistema político.

En el ámbito de la cultura política adquiere especial significación la teoría que concibe la

cultura como un sistema de producción11, ya que destaca su carácter de proceso, de

constante construcción, en una dinámica que produce la renovación instantánea de algunos

de sus componentes, promoviendo al escenario político, elementos, cuyo carácter

emergente no excluye su función contextual respecto a las instituciones políticas.

Las relaciones de la cultura política con otras áreas de la cultura general son, en buena

medida, un producto del propio carácter decisorio de la política, que alcanza a todas las

esferas de la sociedad. De aquí se deriva que la cultura política es una cultura de y sobre

9 Fung Riverón, Thalía. Reflexiones y Metareflexiones políticas. Editorial Félix Varela. La Habana, 1998. (67) 10 Adaptación, en este casos se refiere al proceso de asunción de las pautas y normas que emanan de las decisiones adoptadas por las élites políticas, implica un movimiento constante por parte de los sujetos que se subordinan al poder, de adecuación a los cambios en la cultura política, a sus estrategias políticas en función de los procesos, conflictos y crisis sociales, así como la remodelación de sus formas de participación política en correspondencia con las exigencias de la situación. 11 “la cultura es la capacidad humana, en constante evolución, de interpretar y cambiar el entorno, adaptándose a él, en una praxis constitutiva de nuevos modos de realidad.” Morató, Javier del Rey. La comunicación social en la era de la globalización. En Internet (2004) http://www.oei.es/oeivirt/globalizacion.htm

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la toma de decisiones, lo cual eleva a un rango significativo su aspecto constantemente

constructor de subjetividades y la asocia a los cuestionamientos actuales en torno al

bienestar de la sociedad, los problemas medioambientales, éticos y otros cuya

trascendencia atañe, tanto a la comunidad científica como a los gobiernos, no sólo por el

rango legal, sino por el rango moral de su adopción.

Desde este ángulo la cultura política se deriva tanto, de los procesos de socialización

política estratégicamente configurados desde el poder, que se encaminan a formarla a

propósito de las necesidades del propio sistema político, como de los efectos e

interacciones específicos que provoca en cada estrato la distribución de valores societales

escasos que resulta de las políticas públicas, en los contextos donde los portadores de la

cultura política desenvuelven sus actividades cotidianas, bajo la influencia de múltiples

factores internos y externos12.

Todo ello le otorga a la cultura capacidad real para cohesionar a la comunidad y crear una

identidad política, a despecho de las diferencias que estos procesos revisten en contextos

disímiles, pues la socialización política, al responder a las demandas de cada sistema

político específico, adopta formas que van desde la imposición de los intereses de grupos e

individuos en entornos donde se practica la represión directa, pasando por la acción de los

agentes socializadores(familia, escuela, partidos y organizaciones, etc.) e incluye la

influencia del liderazgo sobre todo en procesos transicionales.13 Lo anterior no debe

interpretarse como un proceso de homogeneización de la sociedad, pues los objetivos de la

socialización no impactan por igual a todos los actores políticos y, en ese proceso de

construcción de unidad social y comunitaria las diferencias ocupan un lugar relevante, no

sólo en la aceptación o no de los objetivos de los gobernantes, sino en su replanteamiento

desde la sociedad civil.

De este condicionamiento al cual se halla sujeta la cultura política, la literatura occidental

pretende derivar el carácter paradigmático de ciertas culturas políticas con respecto a

otras, atribuyéndoles superioridad injustificada. En realidad las variaciones en la cultura

política tanto entre los diferentes estratos como al interior de los mismos determinan la 12 en la formación de la cultura política no puede obviarse el papel de condicionantes externas, ya sea la existencia de un clima político favorable de convivencia pacífica y entendimiento mutuo, o un clima de hostilidad y confrontación. Su influencia puede llegar a ser significativa en la formación y funcionamiento de la cultura política de los diferentes individuos, clases, grupos, naciones y pueblos. 13 Plain Rad-Cliff, Elsie. La socialización política: Un proceso continuo y discontinuo, en La Nueva Ciencia Política. La búsqueda de lo complejo. En, Fung Riverón, Thalía y Pineda Guadarrama, Juan de Dios. La Nueva Ciencia Política. La búsqueda de lo complejo. Facultad de Estudios Superiores Acatlán, Universidad de la Habana. Editorial Lagares. S.A. de C. V., 2004. Pág. 207

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existencia de una unidad compleja que contiene las diferencias estables y dinámicas que

existen al interior de los sectores sociales. Ello torna relevante el estudio de la subcultura

política para una mejor comprensión de esta área de la cultura.

Tal complejidad y contradictoriedad ínsitas a la cultura política ofrecen, a nuestro juicio,

elevadas posibilidades para la construcción teórica. Al respecto, los intentos que se han

articulado para su conceptualización ponen de relieve una interesante problemática

relacionada con la medida en que están presentes la estabilidad y el cambio en la esencia

de la cultura política. Su esclarecimiento tiene relación, por una parte, con la descripción

del tipo de contenidos que la distingue y, por otra, con la expresión que adquiere este

fenómeno en la subcultura de los diferentes portadores.

Entre otros factores, esta interrogante es a la vez producto de la combinación de dos

mundos o esferas sociales cualitativamente diferentes y complejos: cultura y política; no

sólo por la profusión de significados e indeterminaciones que encierran, como fue

abordado en los epígrafes anteriores, sino porque no representa una simple suma, es una

integración con su propia identidad sustantiva, una de cuyas esencialidades, está dada,

precisamente, por la forma especial en que se construye. Ello está vinculado a la

existencia de múltiples fenómenos que encuentran lugar en la esfera de lo político, así

como a los diversos actores que intervienen en el proceso lo cual condiciona una acción

muy diversa de las élites políticas, impelidas a cambiar sus decisiones con inusitada

rapidez.

A partir del carácter en cierta medida opuesto de los fenómenos presentes en el referente

real que ella refleja, se genera una contradicción al interior de la cultura política. Sin

negarle su propia identidad sustantiva, hay que reconocer que el término pone a dialogar a

dos mundos o esferas sociales cualitativamente diferentes y complejos. Esta problemática

deviene punto de partida para la búsqueda en torno a la forma en que ambos momentos -la

cultura y la política- participan en la estructura de la cultura política, así como a los modos

de su interacción bajo la influencia de procesos, relaciones, socialización y actividad

políticos. Más que los propios contenidos de la cultura y de la política, al esclarecimiento

de la esencia de la cultura política tributa la dinámica que integra a ambos elementos,

produciendo los mecanismos para su estabilidad y cambio, esenciales en la determinación

cualitativa del fenómeno.

Page 48: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

Desde el ángulo de los componentes14 que la integran, la cultura política se presenta como

un proceso de construcción y deconstrucción constantes, a partir de las interacciones

mutuas entre los componentes del nivel interno (se refiere a los elementos más estables

que intervienen en la comprensión de los acontecimientos políticos por parte de

individuos, grupos, y otros portadores)) que en su interacción con el momento político

(en el ámbito de nuestro trabajo se trata de la combinación de acontecimientos

pertenecientes a cualquier esfera del quehacer social con las decisiones emanadas de los

gobernantes para modificar su aprehensión por los sujetos políticos) , se revelan a través

de componentes periférico dinámico emergentes de la cultura política cuyas características

principales son la variedad y el cambio. Esta construcción adquiere características propias

en cada estrato social donde los componentes se hallan con intensidad y preeminencia

diferentes en dependencia del impacto contextualizado del dispendio de valores societales

escasos.

Por tanto, la cultura política es una entidad que, desde la perspectiva de sus componentes,

es irreductible a uno de ellos, pues resulta de la combinación de todos los elementos que la

integran. Asimismo, no debe considerarse sino como un resultado en proceso de

transformación perenne, lo cual no significa que deje de ser un producto, pero un

producto, cuya producción no se ha agotado. Lo anterior indica que en el ámbito de la

cultura general, esta área se distingue por su estructura dinámico- generativa, tanto en su

expresión a escala societal, como en el plano de los estratos en que se agrupan los

portadores de la misma. Ello tipifica la naturaleza compleja de este fenómeno.

Las consideraciones planteadas permiten conceptuar la Cultura Política como la

interacción sistémica actualizada de los componentes (cognoscitivos,

macrovaloraciones políticas, axiológicos, afectivo emocionales y disposiciones

comportamentales) que en cada uno de los portadores, se integran con el momento

político y producen expresiones emergentes y específicas, a través de las cuales se

involucran en la red de relaciones políticas.

En este concepto se destacan además dos elementos esenciales, en primer lugar que la

cultura política no constituye una suma de elementos dispersos que actúan de forma

independiente entre sí, sino un conjunto integrado donde la forma que adopta y el grado

de desarrollo de uno de los componentes incide en el resto y le otorga identidad cualitativa

a la cultura política de determinado portador; en segundo lugar, tal interacción entre los 14 En el próximo epígrafe se caracterizan detalladamente este componentes

Page 49: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

componentes se actualiza en dependencia de las condiciones cambiantes de la esfera

política, bajo el impacto de la gestión gubernativa.

Con la presente conceptualización, aunque parte de una óptica específica, la de los

componentes de la cultura política y responde a las necesidades del estudio empírico que

forma parte de esta investigación, se pretende colaborar con las búsquedas de elementos

novedosos que permitan la elaboración de una concepción más precisa sobre este

problema y reducir la indeterminación que distingue al concepto de cultura política.

• Los componentes de la cultura política

Para los componentes de la cultura política asumimos la siguiente clasificación:

• Componentes cognoscitivos.

• Macro valoraciones políticas.

• Valores políticos.

• Componentes afectivo- emocionales.

• Disposiciones comportamentales.

Es conveniente aclarar que los rasgos a partir de los cuales caracterizamos cada

componente no incluyen la magnitud que han alcanzado en cada uno de los portadores.

Ello es objeto de otro trabajo donde se caracterizan los componentes predominantes de la

cultura política.

• Componentes cognoscitivos:

Se refieren a los conocimientos sobre el sistema político, las instituciones y órganos que lo

componen a escala nacional o local y los procedimientos para su establecimiento; incluyen

conocimientos acerca de las formas en que se efectúan los procesos electorales y se

organiza la participación de los diferentes sujetos políticos en los mismos, así como los

mecanismos para la designación de los cargos y su revocación. Estos conocimientos

versan también sobre el funcionamiento de dichos órganos, las decisiones que de ello se

derivan y los mecanismos empleados para su adopción.

Un lugar importante en este componente lo ocupa el conocimiento de la historia política

del país, de las figuras que han desempeñado roles políticos relevantes en la misma, así

Page 50: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

como la herencia que dejaron en quehacer político. Esto aporta al conocimiento de los

estilos actuales predominantes en la vida política de las naciones y comunidades.

Asimismo, la tendencia a mantenerse o no al tanto del acontecer nacional, así como la

significación que los actores le atribuyen a la misma, pasa a formar parte de los

componentes cognoscitivos. Los conocimientos sobre la sociedad son producidos en

mayor medida por las ciencias sociales y en menor grado por otras formas de la

producción espiritual, como el arte, la religión, la moral etc. y su difusión entre todos los

sectores sociales, favorecen la función crítico valorativa de la cultura política y generan

una socio visión específica de las relaciones políticas.

La comprensión de conceptos tales como democracia, derechos humanos, sociedad civil,

sistema político, estado y otros, tienen como premisa el desarrollo de componentes

cognoscitivos, pues ello permite que sin desvincularse de los intereses vitales de los

sujetos, se extienda su mirada hacia la discusión de temas, cuyo alcance sea más global

(nivel de la sociedad, del mundo) y a la adopción de formas más elaboradas de

participación política.15

Este análisis no implica que la carencia de los conocimientos sobre la política denote

ausencia de cultura política, tampoco debe entenderse, como suele afirmarse, que poseer

conocimientos políticos o no, torne a la cultura política más o menos elevada, pues ello

significaría la existencia de un parámetro a alcanzar, criterio que no es congruente con la

perspectiva del enfoque asumido en esta tesis. Si reconocemos el peso de los

condicionamientos en que se conforma la cultura política, asumiremos que en algunos

sujetos políticos este tipo de componente no predomina y, por tanto, no constituye una

premisa de su actuación respecto a los acontecimientos políticos, lo cual no niega su papel

en el conjunto.

• Macro valoraciones políticas.

Este componente esta integrado en lo fundamental por los juicios que los portadores

elaboran alrededor de la calidad de las decisiones emanadas del sistema y de las

15 El tema de la movilización cognitiva, abordado en los trabajos de Inglehart, trae a colación el papel que juega el conocimiento de los acontecimientos sociales en la asunción de lo que pudiera considerarse posiciones políticas más activas, en el desarrollo del interés por temas nuevos, no tan estrechamente asociados a las problemáticas personales de cada individuo o estrato. Esto es tratado por el autor mencionado de modo bastarte absoluto y generalizado como si fuera un resultado definitivo, o sea, sin tener en cuenta que, en determinadas condiciones otros componentes de la cultura política pueden resultar movilizadores Inglehart, Ronald. El cambio cultural en las sociedades industriales avanzadas. Centro de investigaciones sociológicas. Madrid, 1991.

Page 51: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

percepciones y comportamientos del resto de los sujetos políticos en relación con las

necesidades de la sociedad en su conjunto.

Las valoraciones implican, al menos, un análisis de los factores que suelen motivar la

adopción de decisiones en el ámbito de un sistema político, del que se ha formado parte

durante un período relativamente prolongado que, si bien pueden o no ser aceptados por el

sujeto, son entendidos a partir de sus conocimientos y bajo el prisma de los valores que en

él predominan, así como de la aprehensión de las necesidades societales que ha logrado a

través de ellos.

A partir de sus conocimientos, experiencias y vida política, los sujetos elaboran juicios

relativamente estables sobre la capacidad del sistema político para hacer frente a los

requerimientos de la sociedad. Esto no se refiere a la evaluación de una decisión

específica, sino a una tendencia que aparece en los sujetos, productora de convicciones

sobre la calidad y eficacia que las instituciones políticas pueden alcanzar en el trazado de

estrategias que afecten las diferentes esferas de la sociedad. El componente incluye juicios

alrededor de las normas que se derivan del funcionamiento del sistema político, su

viabilidad, la necesidad de su cumplimiento. En él predomina una evaluación racional,

asentada en la ejecutoria política de un período considerable en el que los éxitos o fracasos

en el desarrollo económico, la capacidad de proporcionar oportunidades estables a los

ciudadanos, la conservación de un clima de gobierno legítimo, y el establecimiento de

relaciones internacionales pacíficas y prósperas con el resto de los países o, por el

contrario, la existencia de conflictos armados o coyunturas tendentes a ellos, determinan la

aceptación o no del sistema político.

Lo anterior no sólo se refiere a la calidad de los órganos e instituciones que se hallan al

frente de la sociedad, también tiene incidencia sobre el resto de los sujetos políticos, sean

estos hombres u organizaciones, así como, especialmente, al desempeño de las élites

políticas.

Las macro valoraciones políticas incluyen, además, la asunción del lugar e importancia de

la política en el conjunto del desarrollo social y generan la evaluación de su pertinencia

como área o esfera de la sociedad.

El hecho de que este componente sea considerado como uno de los más estables, no niega

que en torno a las autoridades y funcionarios políticos, a las instituciones, a los procesos y

estrategias políticas de gobierno, se formen percepciones flexibles y de corta duración

Page 52: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

que se integran a las convicciones políticas y valores fundamentales16 que estructuran y

dan sustancialidad a este componente, pues tributan a la estabilidad en cuanto a la

aceptación o no del sistema por los diferentes actores.

• Valores políticos.

Al concebir la cultura política como un elemento movilizador de una proyección integral

de los sujetos hacia los órganos de poder, los sujetos dirigentes y los productos de la

actividad política, es imposible dejar de considerar el papel de los valores, aunque su

abordaje sea tan complejo como el de la propia cultura política en su conjunto. Este asunto

forma parte de las consideraciones que se elaboran alrededor de la relación ética- política,

lo que no obvia que el lugar de los valores no sólo se halla en la esfera de lo moral.

Resulta muy difícil delimitar en las dimensiones de los valores, el porciento que es

reflejo exclusivo de la vida política del país o cuáles pudiéramos caracterizar como sus

contenidos específicamente políticos; particularidades estas que se salen de los límites

heurísticos de nuestro trabajo, sin que ello signifique que no sea importante establecer

ciertas precisiones alrededor del lugar de los valores como componentes de la cultura

política.

Los valores se mueven a la vez en los planos espiritual y material de la actividad humana,

se forman a partir de cualesquiera de las áreas de la misma y tienden a convertirse en un

contenido relativamente estable de la cultura general. A pesar de ello, suelen ser

identificados con los valores morales que nos permiten “experimentar una preferencia,

sentido del deber u obligación hacia las relaciones o acciones (consideradas) buenas,

correctas o justas y aversión hacia sus manifestaciones contrarias.”17

Por otro lado, el carácter totalizador de la política, la incidencia de la integración del

sistema político en el establecimiento de relaciones entre todos los elementos de la

sociedad, convierte los valores que se forman en cualquier esfera, en aspectos

significativos para el desenvolvimiento político de la sociedad. De ahí su importancia en el

ámbito de la cultura política.

Actualmente podemos encontrar en la literatura, múltiples y diversas concepciones acerca

del valor, las que dependen de la disciplina científica, el enfoque filosófico y el objeto de

16 Almond, Gabriel y Verba Sidney. La cultura política en “Diez textos básicos de Ciencia Política”. Editorial Ariel. S.A. Barcelona, 1992 Pág. (215) 17 D Angelo, Ovidio. Sociedad y educación para el desarrollo humano. Publicaciones Acuario. Centro Félix Varela, La Habana, (37), 2001.

Page 53: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

estudio entre otros factores.18 A los efectos de la presente investigación se asume como

premisa la definición que en el plano filosófico aporta Zaida Rodríguez Ugidos, donde se

concibe el valor como el significado social que portan objetos y fenómenos de la realidad

en una sociedad dada en el proceso de la actividad práctica, en unas relaciones sociales

concretas, asumido por los sujetos, en correspondencia con sus necesidades.19

Los valores emergen en condiciones socioeconómicas, políticas, culturales, etc., y al ser

expresión de las mismas, tienen una estrecha relación con las necesidades, por lo que su

conformación y su transformación en los sujetos están asociadas a la satisfacción o

insatisfacción de aquellas. Este rol de las necesidades adquiere especial connotación al

tratarse del proceso de asunción de los valores por los individuos y colectividades, el cual

se produce en estrecha relación con la actividad humana e implica un proceso de

configuración personal del valor donde cada sujeto o comunidad le otorga un sentido

propio al mismo.20 Tal consideración implica que no tienen un contenido abstracto, es

decir, fuera de dicha concreción, sólo son capaces de movernos a actuar en sentido

relativo. Es por eso que desde un área de la cultura como la que nos ocupa, es necesaria

una concepción de los valores que tipifique su papel en la construcción de modelos de

acción política que, por una parte, sean congruentes con las especificidades de cada uno de

18 “Los valores son determinadas maneras de apreciar ciertas cosas importantes de la vida por parte de los individuos que pertenecen a un determinado grupo social o cultura”(Tamayo, A. y Mtnez, A.,1994. Tomado de D 'Angelo, Ovidio. Sociedad y educación para el desarrollo humano. Publicaciones Acuario. Centro Félix Varela, La Habana (48), 2001…”las orientaciones de valor podríamos considerarlas …como componentes estructurales de la personalidad que definen la posición del individuo hacia determinadas situaciones vitales relacionadas con valores sociales y se manifiestan de manera más o menos estable... Podemos entender por valor las características por las que un objeto o situación es término de una actitud favorable.” “Valor, es, para cada quien, lo que responde a su interés…interés es un tipo especial de actitudes duraderas que se refieren regularmente a una clase de objetos más que a un objeto” Villorio, L. El poder y el valor. Fundamentos de una ética política. F.C.E. El colegio nacional. México (13 y 15), 1997. Para John Rawls los valores políticos consisten en una serie de acuerdos sobre la viabilidad de la vida política fuera de otro tipo de razonamiento ético y filosófico, que implica la conservación del orden a partir de la conservación del poder, per se. Elósegui, María. El liberalismo político de John Rawls. En Internet. Consultado 2003) http://www.aceprensa.com/listo/119132052.htm ..."cuando tratamos de comprender el significado del término valor estamos aludiendo a los objetos, fenómenos o sus cualidades, que influyen en el proceso de asimilación del mundo por parte del hombre y de la satisfacción de sus necesidades materiales y espirituales. De hecho cuando hablamos de valor siempre hemos de tener en cuenta la relación entre sujeto y objeto." López Bombino Luis R. Pensar en los valores, en Etica y Sociedad tomo 1. Editorial Félix Varela. Ciudad de la Habana, (174) 2002. La formación de valores se halla asociada “al sentido de la responsabilidad que es el principio clave en toda actitud ciudadana, que supone el compromiso moral”. Ver Valdés Menocal, Célida. La bioética sustentable en la era de la tecnociencia, en Ética, política y cultura desde Cuba. Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Universidad de la Habana, Doctorado Interinstitucional en Derecho, México (118), 2005. 19 Rodríguez Ugidos, Zaira. Filosofía, Ciencia valor. Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, (227)1985. 20 López Bombino, Luis R. Ética y Sociedad. (175). Ob Cit.

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los actores políticos y los momentos políticos en que ellos se involucran y, por otra, los

consideren capaces de atraer la voluntad colectiva y forjar una identidad común.

En el ámbito de la cultura política, el valor implica la asignación de significados vitales,

por parte de los portadores, a los objetos políticos, a las normas y pautas

comportamentales que se derivan de su funcionamiento, a la actuación de los actores

políticos, (ya sean personas, instituciones u organizaciones) en relación con las

necesidades societales, grupales, socioclasistas o individuales. Así, los objetos políticos y

sus derivaciones devienen medios para la realización práctica de un conjunto de

cualidades o virtudes que deben ser preservadas en aras del bien común.

Lo anterior no reduce los valores a cualidades o virtudes. Dicha significación puede ser

adquirida por los objetos políticos, por los productos de su funcionamiento, o por las

personas, en tanto estas constituyen su actividad política en función del bien social, sin

embargo, esta noción tampoco es única ni abstracta, toma su contenido de los referentes

reales y de las posiciones a partir de las cuales los hombres configuran sus intereses e

influyen en los significados que se asumen como valores (en diferentes dimensiones).

A pesar de que algunas consideraciones,21 conciben el valor político como una instancia

suprasocial moderadora de los intereses y las pasiones o subordinan su contenido a la

realización efectiva de la autoridad o a las necesidades de la conservación del orden

político, independientemente de su relación con el bien común, el condicionamiento en

que la cultura política se halla respecto a las necesidades de los individuos y la relevancia

que en ella adquiere la dimensión afectiva , hace que el valor sea construido sólo si el

orden político se ha configurado en una relación favorable respecto a los procesos que

promueven la satisfacción de necesidades y la construcción del bienestar de la comunidad.

De ahí que al asignar significados a las instituciones y actos políticos, se tenga en cuenta,

esencialmente, su eficacia en el logro de los propósitos mencionados. Este análisis nos

indica que aquellos que estamos considerando valores, pueden ser también los llamados

antivalores o valores negativos22, en dependencia de los intereses que promueven la

21 Guilhan Alburquerque, José Augusto. Los valores en la concepción democrática del orden político. Revista Contribuciones (1) 39, /2000. 22 La Ciencia Política del Sur contiene una concepción ética donde se consideran antivalores aquellos que otorgan significados a los objetos y relaciones políticos en la medida que promueven la explotación, la obtención desmedida de riquezas para un pequeño grupo de la sociedad, los conflictos bélicos en aras de incrementar las ganancias o cualquier otra manifestación política que condicione el bienestar del hombre a su posición económica y desconozca la importancia de poner la inteligencia, la creatividad, la capacidad de trabajo y otras potencialidades humanas en función del beneficio, no sólo individual, sino también social. Desde otras posiciones éticas, sin embargo, el individualismo, la capacidad de obtener una posición

Page 55: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

asignación o asunción de significados elaborados en el presente o heredados de otras

etapas históricas.

Desde este ángulo, por ejemplo, en el ámbito del capitalismo salvaje, los valores de las

élites políticas y su influencia al escoger los fines y los medios para su consecución,

desconocen sistemáticamente las nociones de bien común aceptadas por otros sectores

sociales o le adjudican contenidos diferentes en correspondencia con sus respectivos

intereses.

El contenido ético normativo de la relación entre los fines y los medios, deviene un

proceso donde ambos son evaluados, ante todo, respecto a las necesidades societales,

teniendo en cuenta que estas últimas, a su vez, pueden haber sido interiorizadas

respondiendo a contenidos diferentes por parte de las personas, los estratos y la sociedad

en sentido general, así como por los miembros de las élites políticas. Unos y otros se

trazan e interpretan los fines políticos como vías para satisfacer las necesidades de las

comunidades y los individuos, lo que influye también en la proyección y aceptación de los

medios para lograrlos.

La política deviene uno de los medios a través de los que se produce la realización efectiva

de los proyectos de vida de los individuos y las comunidades. En este sentido, ella está

pautada por los significados históricamente elaborados y trasmitidos a partir de la

experiencia histórico social de la humanidad.

Es por eso que, desde su cultura, los sujetos evalúan las políticas públicas y estrategias

concebidas desde la esfera del poder, así como a los gobernantes, en dependencia de su

capacidad de conservar y estimular la realización de fines con relevancia social como la

oportunidad de desenvolvimiento personal, la libertad, la justicia, el respeto a la dignidad

humana, el derecho a la vida, a la salud, a la educación, el cuidado y preservación de los

bienes públicos y privados y otros, no concebidos en forma abstracta y generalizada; sino

a partir de los contenidos que les incorporan cada uno de los contextos en que se mueve la

actividad política, así como en dependencia de las posibilidades que esas políticas

ofrezcan para la realización de los potenciales esencialmente humanos igualmente

condicionados. Ello le otorga uno de sus significados esenciales a los objetos y relaciones

políticos y conforma uno de los aspectos del valor político.

económica con independencia del daño o beneficio que pueda causarse a otros, constituyen valores, o sea, tributan a una noción de bien común diferente a la nuestra.

Page 56: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

A su vez, la actividad política es productora de valores específicos que la dotan de sentido

y le permiten realizarse en tanto esfera del ejercicio del poder. Estos valores no sólo

resultan de la aprehensión espiritual de la realidad política, sino adoptan expresiones en la

práctica y de esa forma devienen valores políticos: el Estado, como aparato especial para

hacer efectivo dicho ejercicio, y los mecanismos a través de los cuales lo logra; los

partidos y las organizaciones a las que los hombres pertenecen, así como las relaciones

que en ellos se establecen, mediante las cuales se involucran en la vida política y son

reconocidos y avalados ante la sociedad. De esta forma adquieren significados también,

la autoridad, la obediencia, la disciplina social, el orden y la legitimidad, así como la

estabilidad que sea capaz de alcanzar un sistema político y su capacidad de movilización

entre otros. Por otra parte, la participación, el protagonismo, la capacidad de la opinión

pública para influir en las decisiones societales, la eficacia en la gestión estatal y el lugar

de los espacios público y privado en la solución de los problemas sociales, se constituyen

en significados importantes que propician la intervención del ciudadano en la distribución

del poder y al perfeccionamiento de los sistemas políticos en su conjunto. Estos últimos

tienden a la formación del otro aspecto del valor político el cual se halla relacionado con la

capacidad de las instituciones políticas para conservarse y perfeccionarse.

En los valores políticos ambos significados se complementan, los que tienen que ver con

la realización del bienestar material y espiritual de los sujetos, no pueden hacerse efectivos

sin los que atañen a las potencialidades de la política para lograrlos. Es en esa conjunción

que los valores participan en la cultura política.

Esta unidad es concebida de diferente forma por los estratos, clases sociales individuos y

élites políticas. Respecto a estas últimas es importante destacar que aun cuando se

identifican con el interés por preservar los valores que les permiten conservar el poder y,

en ocasiones, se pretende demostrar que esos valores se hallan alejados de otros

contenidos sociales, realmente se encubre su afán de preservar significados específicos,

congruentes con los intereses asociados a su posición dirigente. Desde esta Ciencia

Política que pretende expresar las carencias y aspiraciones de los menos favorecidos,23

23 “la Ciencia Política tercermundista parte de que la ética por su naturaleza específica, debe servir a la política. Esta relación de servicio la concreta la ética ejerciendo su función crítica sobre la actividad política misma cuando esta, en nombre de exigencias tácticas recurre a medios que entran en contradicción con los fines humanistas que la ética no puede dejar de tener presente. Una política puede ser condenada éticamente cuando recurre a ciertos medios que no pueden ser justificados por los fines...para ponerla en la relación adecuada con el fin al que deben servir...el mejoramiento social humano.” Ver Chávez Antúnez, Armando. Ética y política. Una nueva relación en Los desafíos de la ciencia política en el siglo XXI. Ob. Cit. , (80) 2002

Page 57: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

entendemos como valores políticos aquellos significados de las relaciones políticas

según su capacidad para articular soluciones que contribuyan a satisfacer las

necesidades socialmente reconocidas y conservar el poder que hace posible lo

anterior, asumidos social e individualmente por los portadores de la cultura política.

• Componentes afectivo-emocionales

El carácter vinculante de las decisiones, afecta con particular énfasis los intereses

personales asociados a la realización de los proyectos de vida, fundamentalmente en el

plano individual, lo cual se materializa en las escalas familiar, profesional y laboral. De lo

anterior se deriva un juicio que es resultado de la contrastación de las decisiones políticas

y el comportamiento de los diferentes actores con las necesidades personales del sujeto.

Ello se concreta en una identificación emocional con las instituciones y organizaciones

establecidas que pueden incidir en la realización de esos proyectos lo cual conlleva,

generalmente, a la aceptación o rechazo de las decisiones emanadas de su funcionamiento,

sin que obligatoriamente medie la comprensión racional de lo que motiva su adopción.

Esta identificación proviene en gran medida, de los sentimientos y emociones que se

conforman en torno a las repercusiones vivenciales derivadas de las decisiones políticas,

de la intensidad de las experiencias confrontadas como actor político, de la recepción

emocional de las características y desenvolvimiento de los dirigentes políticos, así como

de su discurso; y de una ejecutoria política generalmente exitosa.24 También su contenido

se halla asociado a la existencia de períodos importantes de bienestar o frustración, que

revelan la capacidad o no del sistema político para resolver los asuntos particulares que

interesan a los individuos, para enfrentar situaciones complejas, lo cual genera confianza,

seguridad, satisfacción o sus contrarios. Tal componente suele reflejarse en la literatura

politológica como creencias.

Esto es fuente de legitimidad, pues los sujetos experimentan la posibilidad real de que sus

intereses y objetivos sean satisfechos y desarrollan un compromiso con la conservación

del sistema político, aun cuando en momentos o períodos específicos este no pueda

satisfacer sus necesidades de forma inmediata; así se desarrolla la comprensión emocional

de las decisiones y el apoyo a las mismas o lo contrario. Una muestra del peso de lo

emocional en la legitimidad política lo ofrecen las investigaciones de Easton (1975) e

24 Se refiere al éxito político durante un período prolongado, a la capacidad de salir airoso de situaciones agudas, de atraer opiniones favorables tanto en el ámbito de las relaciones internas como externas aunque se confronten contratiempos, obstáculos o fracasos de breve duración en el conjunto del desempeño político.

Page 58: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

Inglehart (1990), sobre el apoyo difuso.25 Aunque en el modelo de Inglehart la satisfacción

vital y la satisfacción política, así como otros sentimientos, están asociados a un

componente cultural general, o sea, no se explica el vínculo específico con los órganos de

poder y las relaciones políticas, este nos ofrece una visión bastante clara del papel de los

aspectos emocionales en la cultura política. En el caso de Easton, aunque el término

(apoyo difuso) resulta ambiguo, revela que la importancia de lo afectivo en la vida de los

sujetos lo convierte en un componente significativo de las culturas políticas. No obstante,

han existido sistemas autoritarios que con muy poco apoyo de ese tipo, se han conservado

a partir de otros mecanismos.

Otra forma de identificación emocional se expresa como sentimientos de seguridad que

experimentan los actores políticos al ser protagonistas principales de los acontecimientos

sociales, por haber sido objeto de reconocimiento por las instituciones y las élites políticas,

así como porque confían en que sus acciones pueden promover el voto hacia una u otra

opción política y provocar la adopción o el cambio de las decisiones políticas, así como

condicionar la elección de una variante más o menos radical o revolucionaria. Estas

experiencias generalmente ponen al sujeto en contacto con otros sujetos políticos

(personas, organizaciones o instituciones) lo cual conlleva a la extensión de la confianza

hacia los mismos, la que se desarrolla, igualmente, como resultado de la experiencia

histórica de los pueblos, al tiempo que se desprende de la ejecutoria gubernativa. 25 Inglehart pone de manifiesto en sus investigaciones, la existencia de un componente, que llama cultural, subyacente a las respuestas fluctuantes a corto plazo, aunque estos se asocian a cambios económicos más frecuentes. Aquel puede jugar un papel importante a la hora de mantener la viabilidad de las instituciones, incluso, cuando los resultados económicos son contrarios a las expectativas, ya que los modelos culturales, una vez establecidos tienen una autonomía considerable y pueden, subsiguientemente influir sobre los procesos políticos y económicos. Tal es el caso de las diferencias que establece entre la satisfacción vital y la satisfacción política, atribuyendo las variaciones de esta última a los cambios de acontecimientos, a lo situacional, mientras que la primera la consideran como un componente cultural significativo que subyace a estas fluctuaciones.( Las instituciones democráticas parecen depender mucho más de rasgos culturales estables tales como la satisfacción vital y la confianza interpersonal que de variables relativamente fluctuantes como la satisfacción política. Esta última puede ser un mejor pronosticador de la popularidad de un gobierno dado en un determinado momento pero, precisamente porque fluctúa con las condiciones a corto plazo, resulta menos eficaz para el mantenimiento de la estabilidad de las instituciones democráticas a largo plazo. Esta posición de Inglehart es cuestionada actualmente por otros politólogos, lo que suscita un agudo debate académico. Easton distingue tres tipos de apoyos como inputs o insumos del sistema político, entre los cuales está el llamado apoyo difuso que se debe a los sentimientos de lealtad, afecto, legitimidad, o por la noción de que el bien común logrado trasciende al individual. ...además considera este un tipo de apoyo sin el que ningún sistema político puede persistir mucho tiempo. (Ver Inglehart, Ronald. El cambio cultural en las sociedades industriales avanzadas. Ob cit y Gregory A. Caldeira y James L. Gibson. Democracia y legitimidad en la Unión Europea: el tribunal de justicia y sus constituyentes. En Internet. (Consultado 2004) http://www.unesco.org/issj/rics152/caldeiraspa.htm

Page 59: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

Precisamente, procesos de gran magnitud en la determinación de la independencia, de las

condiciones de libertad de los hombres o sus contrarios, como los procesos de

colonización o las revoluciones, los movimientos de liberación nacional, etc., generan

fuertes respuestas que nutren los componentes emocionales, pues tributan a la hazaña, la

acción epopéyica y afectan con fuerza el plano personal, generando un nivel de

congruencia con las influencias elitarias que en estos períodos convulsos, adquieren mayor

significación.

• Disposiciones comportamentales

Este componente sintetiza las premisas para el comportamiento político. Su contenido son

las capacidades y habilidades del sujeto como actor político y su percepción de las

mismas; así como los hábitos opináticos y participacionales que en él se hayan

desarrollado, su interés por estar o no presente en los acontecimientos y por aportar, en

fin, las predisposiciones para asumir uno u otro comportamiento político, que incluyen las

habilidades comunicativas de las personas que inciden en el logro de un mayor nivel de

intersubjetividad de los actores.

Aunque no agotan el componente, en el mismo aparecen elementos comportamentales,

pues la actividad política, en tanto área donde se revelan e integran en forma sistémica los

componentes cognoscitivo, valorativo, afectivo emocional y las disposiciones

comportamentales,26 constituye a la vez fuente y reservorio de contenidos que tienden a

reflejarse en la cultura política de los individuos.

Sin embargo, los componentes comportamentales se diferencian del comportamiento, en

tanto son menos perceptibles que este y constituyen una relación todavía indirecta de los

sujetos con el sistema político. Tales disposiciones también se revelan mediante el

comportamiento político, pero allí aparecen en síntesis con los otros componentes y en

interacción con el momento político.

26 Cabrera Rodríguez, Carlos. Ob. Cit., (109) Algunos estudios realizados en esta dirección concluyen que la conducta real puede preeverse con exactitud según las predisposiciones al comportamiento siempre que se midan las opiniones sobre las normas que rigen determinado tipo de conducta, la actitud positiva o negativa que uno manifiesta ante esa conducta y los juicios que se sostengan sobre la eficacia de la misma.

Las propias investigaciones de Inglehart hacen referencia a la correspondencia entre las predisposiciones actitudinales obtenidas en estudios del año 1974 y su conversión en acciones prácticas, lo cual fue comprobado en estudios de l980- l981. En estas investigaciones se aplicó una llamada escala de protesta potencial donde se combinan estudios de conducta, intenciones de conducta y aprobación de determinadas acciones. Inglehart, Ronald. Ob. Cit. (347- 348)

Page 60: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

Las disposiciones comportamentales se hallan en estrecha relación con los componentes

anteriores que, al desplegarse hacia el ámbito de la actuación , devienen incentivos para

ejecutar o no la acción política o para ejecutarla de una u otra forma; ello propende de

diversas maneras a la conservación o no del sistema político, al perfeccionamiento o no

de las funciones que este cumple en relación con la totalidad social y, aunque la praxis

política, en su mayor parte, se ubica en el área conceptuada como externa, su ejecución

repetida propende también a la formación del nivel interno de la cultura política.

Una de las áreas en que se desarrollan estos componentes es la de las habilidades y

disposiciones opináticas y comunicativas que se despliegan en algunos sujetos, lo cual se

expresa en la tendencia a formular opiniones-variables- sobre la gestión gubernativa y sus

productos con relativa frecuencia.

La presencia de este componente se manifiesta también en la disposición a participar en

organizaciones de diferente tipo, formar parte de su membresía activa, ayudar a la

financiación de su funcionamiento y están prestos a intervenir a través de ellos en actos

que constituyen una relación de los mismos con el poder. Se incluyen también la

propensión a intervenir en campañas electorales, a ejercer el derecho al sufragio y exigirlo

en caso de que no se posea.

De igual forma se incluyen el interés y la aceptación sostenidos en formar parte de

equipos que participen en la formulación, planificación, seguimiento y evaluación de

política públicas que conducen a la integración social. Es decir, a participar en la toma de

decisiones, en el ejercicio del poder. Aquí se incluye la propia valoración del sujeto

sobre sus habilidades para este ejercicio, así como de las personas con que se relaciona en

el entorno de sus actividades cotidianas y de las organizaciones a que pertenece y con las

que se siente identificado en relación con el poder.

Es importante en los sistemas políticos, donde se pretende estimular la incorporación

efectiva a la actividad política, tener en cuenta que los ciudadanos no definen sus

comportamientos sólo por intereses materiales de corto plazo y por emociones de la misma

forma que lo hace un consumidor en un supermercado. En tanto actor político, es un sujeto

multidimensional, que además de estar motivado por intereses de emergencia, posee

conocimientos sobre la política, valoraciones y valores que lo llevan a actuar de manera

más compleja.

Page 61: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

El desarrollo de disposiciones comportamentales requiere la inserción de los sujetos en

escenarios de participación27 cuya dinámica particular estimula el desarrollo de las

mismas; así como el conocimiento de las estructuras que las propician,28 y permiten a los

actores el empleo de los canales y procedimientos habilitados para intervenir en la gestión

política.

Esta visión de la cultura política que coloca el énfasis en los componentes que le aportan

identidad sustantiva y la identifican como un fenómeno peculiar dentro del sistema

político, tributa a la clarificación de las diferencias en la cultura política, al estudio de los

componentes predominantes en la misma y a la redefinición del fenómeno de las

subculturas políticas. Tales herramientas teórico metodológicas constituyen, en opinión de

esta autora, elementos imprescindibles para el desarrollo de la Nueva Ciencia Política.

Bibliografía:

1. Almond, Gabriel y Verba Sidney. La cultura política en “Diez textos básicos de

Ciencia Política”. Editorial Ariel. S.A. Barcelona, 1992

2. Galindo Cáceres, Jesús. Dimensiones internacionales de la comunicación. Cultura

política, comunicación y democracia. En Internet. (1997)

Website: http:www.Razonypalabra.org.mx/anteriores/h7/lozano.htm

3. Lechner, Norbert. Cultura política y gobernabilidad democrática. En Internet.

(2002) Website:

http//deceye.ife.org.mx/cultura-política-%20-%20gobernabilidad.htm.erosion

4. La dimensión cultural de la política. Tomado de Acosta Silva, Adrián. La

dimensión cultural de la política. Una conversación con Norbert Lechner. 2002

Website: http: www.política.com.ar/Filosofía-política/Lechner.htm-

5. Fung Riverón, Thalía. Fung Riverón Thalía y otros. Ciencia Política: Indagaciones

desde Cuba. Editorial Félix Varela. La Habana, 1997

6. Fung Riverón Thalía M. (Coordinadora). El estado del arte de la Ciencia Política.

Editorial Félix Varela, La Habana, 2005.

27 Linares Fleites, Cecilia. La participación. ¿Solución o problema? Centro de investigación y desarrollo de la cultura cubana Juan Marinello, (711) 1996. 28 Ibídem (72)

Page 62: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

7. Fung Riverón Thalía y Pineda Guadarrama, Juan de Dios. El estudio de la Nueva

Ciencia Política. Perspectivas generales. Universidad de la Habana, Benemérita

Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, Centro Internacional de Estudios

Estratégicos, Gobierno del Estado de México, 2006.

8. __________________ La Ciencia Política en el tránsito al siglo XXI. Editorial

Félix Varela, La Habana, 2000.

9. _________________ La Nueva Ciencia Política. La búsqueda de lo complejo.

Facultad de Estudios Superiores Acatlán, Universidad de la Habana. Editorial

Lagares. S.A. de C. V., 2004.

10. _________________Reflexiones y Metareflexiones políticas. Editorial Félix

Varela. La Habana, 1998

11. Inglehart, Ronald. El cambio cultural en las sociedades industriales avanzadas.

Centro de investigaciones sociológicas. Madrid 1991.

12. Linares Fleites, Cecilia. La participación. ¿Solución o problema? Centro de

Investigación y Desarrollo de la Cultura Cubana Juan Marinello, 1996.

13. López Bombino, Luis R. y otros. Ética y sociedad. Editorial Félix Varela.

Ciudad de la Habana, 2002.

14. Rodríguez Ugidos, Zaira. Filosofía, Ciencia valor. Editorial de Ciencias Sociales,

La Habana, 1985.

Page 63: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

CAMBIO ESTRUCTURAL EN MÉXICO Y DESENCUENTROS DE SU EVOLUCIÓN ECONÓMICA RECIENTE.

Pablo Pineda Ortega.1

Abstract.

El ensayo analiza las principales características del modelo económico mexicano actual, a

la luz de su implementación hace algunos lustros debido a la crisis económica de 1982.

Después de estudiar la base conceptual de la escuela neoclásica que le da sustento, se

revisan los aspectos más representativos de su operación en el país, y la forma en que éstos

han incidido en su evolución reciente. Se destaca la importancia que para México

representa su creciente vinculación económica con Norteamérica y cómo ésta ha

significado que en algún grado el derrotero del país se diferencie del resto de América

Latina, sin que esto haya significado en modo alguno que su desarrollo sea más exitoso.

1 Dr. Pablo Pineda Ortega. Profesor-Investigador del Departamento de Estudios Ibéricos y Latinoamericanos. Universidad de Guadalajara. Mail: [email protected]

1Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009

Page 64: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

1. Introducción.

La literatura en torno a la historia contemporánea en el subcontinente latinoamericano es

muy amplia y, en general, ella da cuenta de cómo se presenta un movimiento de péndulo en

las últimas décadas, que pasa de un importante intervencionismo del estado, tanto como

propietario como regulador de grandes empresas y procesos económicos, a una retracción

muy significativa en diversos ámbitos de su quehacer a partir de los años setenta.

El proceso resultó aún más evidente en las economías grandes y medianas de la región

debido a que por sus dimensiones, ellas pudieron instrumentar con mayor éxito la

propuestas cepalinas de finales de los años treinta que promovían el modelo de sustitución

de importaciones. Tal fue el caso de México en donde las políticas de industrialización

fincadas en un proteccionismo pragmático lograron avances que no se pueden subestimar.

A la postre, a estos avances se asociaron también desequilibrios que condujeron al

agotamiento del modelo y que orillaron a sus gobiernos a darle un golpe de timón a la

economía.

Cuan inoportuno fue ese cambio, en razón de qué se emprendió y cuáles han sido sus

principales aciertos y yerros es el propósito de este ensayo, debido a lo cual, además de esta

introducción, se analiza en su segundo apartado la lógica del modelo económico actual y la

manera en que –según argumentan sus promotores- a través de él se puede avanzar hacia el

desarrollo con bases sostenibles. En el tercer apartado se plantea cómo este modelo fue

concebido como una alternativa a las deficiencias del viejo modelo de sustitución de

importaciones, y cómo tuvo importantes yerros en su instrumentación, para revisar en el

cuarto los aspectos más controversiales que presenta en el México actual. Finalmente, se

recapitula sobre las tesis centrales del ensayo.

2. Modelo Neoliberal y la lógica de sus políticas.

Como es sabido, la visión neoliberal recoge la concepción neoclásica de economía según la

2Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009

Page 65: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

cual los agentes por su propia iniciativa y al margen del estado pueden alcanzar la

mejor asignación de los recursos de la sociedad, y pueden así conseguirse más altos

estándares de bienestar. En ese orden de ideas, el intervencionismo estatal en los procesos

económicos se ve con reserva, y con frecuencia se le concibe no sólo como innecesario

sino que en ciertas actividades económicas es considerado del todo contraproducente. La fe

en la eficiencia económica de los actores sociales (en los agentes económicos) refleja así la

desconfianza en el aparato público, y justifica la petición de principio según la cual la

iniciativa privada debiera tener prioridad en las actividades económicas, reconociéndole al

estado sólo un papel de subsidiariedad.

La eficiencia atribuida al mercado deriva de la suposición de que los precios envían señales

a los agentes indicando las opciones de mayor rentabilidad a las empresas y de mayor

utilidad a los consumidores que, a la postre, elevan el bienestar general; si el estado busca

incidir en esta dinámica genera distorsiones que conducen a una subóptima conducción

económica y deterioran el funcionamiento de los mercados.

Una caracterización genérica pero razonablemente exhaustiva del modelo está sintetizada

en el llamado Consenso de Washington2, expresión formulada por el economista John

Williamson para referir las reformas instrumentadas por los gobiernos de Latinoamérica en

las últimas décadas del siglo pasado.

En lo sustantivo, tal Consenso pugnaba por la reducción de la participación del estado en la

economía, lo cual abarca la desregulación económica, esto es, la eliminación de trabas al

libre flujo de las transacciones económicas pues ellas imponen rigideces a la oferta y elevan

sus costos3; las privatizaciones de empresas públicas, pues se ha podido constatar –se

argumenta- que los niveles de productividad de las empresas públicas son inferiores a los

habidos en las privadas4; así como la liberalización de la economía. Con esta última se

lograría alcanzar una más eficiente asignación de los recursos productivos y refiere muy

señaladamente dos importantes planos del quehacer económico internacional: el comercio y 2 El nombre deriva del hecho de que las tres instituciones que lo promueven, el Tesoro de los EU, el Banco Mundial y el FMI, se encuentran en tal ciudad. 3 En ese orden de ideas, se argumenta que “las regulaciones excesivas son barreras de entrada que provocan estrangulamientos, promueven el comportamiento monopólico y afectan la capacidad de los productores nacionales para competir en el exterior” (Brothers, 1992: 84). 4 El otro argumento esgrimido a favor de las privatizaciones gira en torno al costo que implica subsidiar a aquellas empresas públicas que trabajan con números rojos. En el periodo más álgido de las privatizaciones en México, el sexenio de De la Madrid, se vendieron más de 700 empresas lo que significó un ahorro fiscal anual promedio de 0.3% del PIB (Brothers, 1992: 81).

3Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009

Page 66: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

el flujo de capitales. Por lo que va al primer punto se recurre a la vieja teoría del

comercio internacional fincada en las ventajas competitivas, según la cual cuando los países

se dedican a la producción de aquellos bienes que les implican menores costos se logra una

mejor asignación de los recursos globales. Por su parte, la liberación de los flujos de

capitales permitiría su canalización a aquellos lugares y actividades a donde su

productividad marginal fuese más elevada, esto es, a donde la proporción capital trabajo

fuese menor, tal y como en efecto sucede en las economías en desarrollo.

3. El agotamiento del viejo modelo y la liberalización económica.

Ya se mencionó que en la historia reciente de América Latina a la par de una inicialmente

exitosa instrumentación del modelo de sustitución de importaciones a partir de los años

treinta, también comienzan a gestarse las bases de su posterior agotamiento. En efecto, la

férrea protección arancelaria instrumentada para apoyar a las industrias nacientes terminó

por inhibir una sana competencia que permitiera elevar la calidad y la productividad de las

empresas5, y los subsidios no diferenciados y arbitrariamente aplicados deterioraron las ya

de por sí raquíticos ingresos fiscales; a esto último contribuyó también una muy

insuficiente base fiscal y los esfuerzos limitados e inconsistentes de recaudación en dicha

base.

A lo anterior se fue sumando una laxa política de deuda pública que elevó

exponencialmente los pasivos gubernamentales, al tiempo que la política cambiaria

desalentó el crecimiento del sector exportador con recurrentes estrategias de sobrevaluación

monetaria. Con esta estrategia, como es sabido, se buscaban enfrentar las presiones

inflacionarias derivadas del componente importado de la oferta local, así como preservar –y

aún mejorar- sobre bases no sostenibles el poder adquisitivo de las clases medias de la

región. Lo cierto es que las recurrentes sobrevaluaciones no sólo desalentaron las

exportaciones sino que agudizaron así el deterioro de la balanza comercial.

5 Para el caso mexicano, por ejemplo, la alta dispersión arancelaría que se gestó a partir de los años treinta generó fuertes distorsiones entre las distintas actividades y sectores económicos, alentando así importantes ineficiencias.

4Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009

Page 67: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

En lo que respecta al caso mexicano en lo particular, las reformas que debieron

instrumentarse para modificar este entorno simplemente se pospusieron debido al

descubrimiento y explotación de importantes yacimientos petrolíferos en los años setenta,

lo que permitió aún por un periodo reducido revertir con creces el deterioro de la balanza

comercial de la cuenta corriente. De hecho, a finales de tal década ya prácticamente el 70%

de los ingresos por exportaciones provenían exclusivamente de los hidrocarburos.

El caso mexicano destaca porque debido a lo anterior los efectos del agotamiento del

modelo de sustitución de importaciones fueron aún más agudos y condujeron a la crisis

económica de 1982, la más importante que el país había vivido en sus últimas décadas. En

efecto, la elevación del precio de la mezcla mexicana junto con un significativo aumento en

el volumen exportado elevaron de manera importante los ingresos fiscales durante la

segunda mitad de los setenta. Con ello, el gobierno se permitió obviar las reformas al

régimen fiscal que hubiesen permitido elevar los ingresos tributarios y, más aún, se

permitió elevar los montos de deuda pública contratados en el extranjero. Cuando las tasas

de tales préstamos se dispararon debido a la fuerte demanda de fondos en los mercados

internacionales por el elevado déficit fiscal norteamericano, México alcanzó un

inmanejable déficit fiscal de más de 12% sobre el producto que inevitablemente desató la

crisis.

El Banco Mundial planteó en su oportunidad que la estrategia de sustitución de este modelo

agotado, que condujo a un entorno de crisis generalizada en la mayor parte de los países

latinoamericanos, debía implicar necesariamente un proceso complejo caracterizado por

tres grandes fases, mismas que Foxley (Bulmer-Thomas, et al, 1997: 9-10) sintetiza en los

siguientes términos:

La primera, inmediatamente después de la crisis de la deuda, estuvo dominada sólo

por la necesidad de estabilizar la economía. Durante la segunda fase empezaron a

ocurrir transformaciones estructurales: la apertura de la economía al comercio, el

proceso de privatización y, en algunos países, un rapidísimo proceso de

liberalización financiera. Por último hay una tercera fase, una etapa en que,

habiendo pasado con éxito las dos anteriores, los países logran aumentar

considerablemente la inversión y desarrollan su capacidad de incrementar su

5Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009

Page 68: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

productividad, de manera más o menos constante.

Sobra decir que esta esquemática linealidad se alejó totalmente de la realidad que vivió el

subcontinente en los pasados lustros, y las historias particulares de cada país ya han sido

ampliamente analizadas por la literatura. Lo que importa destacar aquí, más bien, es cómo

la visión de los promotores del nuevo modelo económico ofrecía un diagnóstico sobre las

raíces de la crisis de los primeros ochenta, que se fincó justamente en los importantes

efectos indeseados de un –en su opinión- excesivo intervencionismo público en los

procesos económicos.

No se puede desestimar, sin embargo, que las intervenciones públicas que se emprendieron

en todo el periodo de la sustitución de importaciones propiciaron desarrollos razonables en

materia de infraestructura, política social y promoción económica, si bien esta última con

las importantes deficiencias antes citadas.

Lo cierto es que la transformación del modelo económico implicó, a partir del citado

diagnóstico, desmantelar importantes esferas de participación económica y social del

estado, cuyo apresuramiento y falta de sistematicidad generaron, una vez más, crisis y

descalabros económicos. A esta circunstancia contribuyó también el hecho de que en la

primera fase referida, la de la estabilización, no se pudo resolver –no podría haberse

resuelto en el corto plazo- uno de los principales factores propiciatorios de las crisis: el

elevado endeudamiento público de los lustros previos.

Los factores más señalados para explicar tales descalabros de las liberalizaciones en la

región tienen que ver con la pérdida de capacidad pública para influir sobre la economía,

derivada de las privatizaciones y la liberalización comercial, principalmente, que le habrían

restado ingresos al fisco para la promoción de más activas políticas sociales, y que

dificultaron la protección de las fuentes de empleos afectadas por las repentinas entradas

de importaciones. ¿Son éstas consecuencias inevitables de todo proceso de liberalización?

en lo absoluto, y mucho se ha escrito sobre el particular. De manera muy señalada, fueron

tres las estrategias públicas emprendidas en la era de las liberalizaciones que resultaron

especialmente contraproducentes, a saber: la estrategia emprendida en materia cambiaria, la

instrumentada en el ámbito fiscal, y el ritmo e intensidad de las desregulaciones. Aunque

de manera sucinta, a continuación se explican cada una de ellas.

6Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009

Page 69: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

Por lo que va a la estrategia cambiaria, a ella se le han asociado de manera importante

los fracasos de las primeras liberalizaciones, debido a que en el periodo de la eliminación (o

reducción, según el caso) de aranceles, se recurrió en ocasiones a la fijación de la paridad

cambiaria como un instrumento de contención inflacionaria. De este modo, aunque la

estrategia de contener la devaluación nominal contribuía a disminuir las presiones

inflacionarias, generaba también una sobrevaluación real de la moneda que le restó

competitividad a los productos locales, lo que a la postre condujo a abruptos ajustes

cambiarios y crisis. Como antes se mencionó, esta errática estrategia también fue utilizada

en el periodo de la sustitución de importaciones (muy señaladamente en México) pero

debido a la protección comercial imperante en aquel momento sus efectos revaluatorios no

deterioraron de manera repentina la balanza comercial.

En lo que refiere a la política fiscal, su contribución al surgimiento de nuevas crisis en la

era neoliberal se explica mayormente por los choques fiscales que implicó, en algunos

países, la drástica caída de los ingresos públicos, ingresos que antes le generaban las

empresas paraestatales recién privatizadas, así como la inadecuada administración de los

recursos obtenidos de tales privatizaciones (con frecuencia hubo una lastimosa confusión

entre lo que es un ingreso corriente y lo que no lo es). Con las liberalizaciones tampoco se

consiguió incrementar la base fiscal, y en algunos países la eliminación de políticas

impositivas progresivas implicó un deterioro aún mayor de los contribuyentes cautivos.

Finalmente, el agobio no resuelto de la deuda pública histórica siguió limitando los grados

de libertad que podía tener la política de gasto.

El ritmo y la intensidad de las desregulaciones, como queda dicho, fue la tercera estrategia

del nuevo modelo que generó importantes efectos indeseados, mismos que se pueden

sintetizar como sigue. En la perspectiva de los promotores del nuevo modelo y como queda

dicho, las excesivas reglamentaciones públicas generan distorsiones y rigideces que

conducen a una ineficiente asignación de recursos productivos, razón por la cual conviene

eliminarlas. Lo cierto es que la acelerada eliminación de dichas reglamentaciones permitió

que las firmas con mayores posibilidades (derivadas de la tecnificación de sus procesos

productivos, sus niveles de organización y producción, su aprovechamiento de economías

de escala y de aglomeración, o simplemente de su cercanía a los poderes públicos)

ampliasen su mercado absorbiendo la participación que anteriormente tenían otras

7Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009

Page 70: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

empresas, con lo que se consolidaron mercados oligopólicos. Lo anterior implicó el

desmantelamiento de empresas medianas y pequeñas en distintos sectores, que no sólo tuvo

importantes efectos en los niveles de ocupación sino que también aceleró una tendencia

regresiva en la distribución del ingreso.

La apertura del capital extranjero condujo a que importantes sectores tuviesen ahora una

mayoritaria participación de empresas no nacionales en ellos, lo que terminó afectando el

margen de maniobra de las políticas públicas. Más en general, este margen se redujo

también por la eliminación y desmantelamiento de algunos instrumentos de política pública

que tradicionalmente le habían permitido a los operadores públicos orientar sus políticas.

Tal es el caso del comercio exterior, por ejemplo, en donde la eliminación de las cuotas y

la reducción (y aún eliminación) de aranceles, limitó sensiblemente las acciones de

protección hacia los productores locales.

En consecuencia, la retracción que emprendieron los gobiernos de la región de sus

atribuciones en distintos ámbitos de la política pública, por un lado, y las inadecuadas

estrategias desarrolladas en el plano macroeconómico para lidiar con los efectos no

deseados de la liberalización, por otro, contribuyeron a que el balance general resultase

negativo. La liberalización económica emprendida, en breve, tuvo importantes errores de

instrumentación y careció de acciones firmes de política que redujesen las consecuencias

disruptivas del proceso

Es necesario señalar, sin embargo, que estos resultados no derivan exclusivamente de la

estrategia de liberalización, pues de ser así esto supondría que atendiendo adecuadamente

los yerros citados se estarían resolviendo los desajustes estructurales que acompañaron al

proceso. Lo cierto es que el problema rebasa la instrumentación de la estrategia pues refiere

de manera fundamental la forma en que fueron afectados los circuitos de producción y

distribución, tal y como se estudia en el siguiente apartado para el caso concreto de

México.

4. Factores clave para la comprensión del neoliberalismo en México.

8Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009

Page 71: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

Antes se señaló que la crisis de 1982, el año de quiebre de la evolución económica del

país, tuvo sus raíces en el agotamiento del modelo de sustitución de importaciones. El

cambio del modelo empero, no resolvió todos los grandes problemas estructurales de la

economía mexicana, y la mayor evidencia de ello lo fue justamente la crisis de 1994.

Los orígenes de esta crisis sin embargo, son de una naturaleza distinta a los habidos en

1982 en tanto que obedecen a la instrumentación de una estrategia de liberalización errónea

en la que la política macroeconómica jugó un papel importante. La sobrevaluación real de

la moneda, en efecto, se constituyó en el principal factor detonante de la crisis, y de manera

adicional, se instrumentó un inadecuado manejo de la abultada deuda pública externa

mediante la sustitución de la misma por bonos pagaderos en dólares (tesobonos) que a la

postre contribuyó a la acelerada corrida contra el peso.

Lo anterior destaca el hecho de que la segunda fase del proceso general de transformación

del modelo referido en el punto anterior, consistente en una liberalización y desregulación

que permitiesen el llamado cambio estructural, no fue alcanzado de manera exitosa, con lo

que no se pudo llegar tampoco a la tercera fase, la del crecimiento sostenido. Debe

señalarse sin embargo que el paso de la primera a la segunda fase sí implicó el alcance de

algunos objetivos intermedios básicos, tales como baja inflación, crecimiento de las

exportaciones y finanzas públicas equilibradas.

En el apartado anterior se enfatizan los errores más importantes de la estrategia, errores que

no son en modo alguno privativos del nuevo modelo económico, y en éste, en cambio, se

destacan los aspectos que sí son característicos del nuevo modelo, tal y como éste se ha

instrumentado en México; se analizan así los yerros que subyacen al modelo económico

liberal y que derivan de una preconcepción inexacta de la forma como operan los mercados

en economías con insuficiente desarrollo.

La más importante preconcepción tiene que ver con la suposición de que los mercados –

tanto de bienes finales como de factores- operan de manera fluida porque están completos.

Esto es, se prejuzga que las asimetrías de información tienen poca importancia, por lo que

los agentes operan con pleno conocimiento de las opciones que les permitan maximizar su

beneficio y minimizar sus costos. Se subestima asimismo la condición desigual entre los

distintos productores, expresada en una distinta participación de mercado, lo que al minar

la competencia le resta bondades al esquema de libre mercado. Adicionalmente, la

9Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009

Page 72: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

incompletez de los mercados de factores (pobres y poco competitivos mercados de

capital, insuficiente calificación del factor trabajo, infraestructura inadecuada…) no permite

una asignación eficiente de los recursos productivos ni incentiva tampoco tasas más

elevadas de inversión, tales como las prevalecientes en los países de rápido crecimiento de

Asia: en éstos las tasas de inversión han promediado 35 puntos porcentuales del producto

mientras que en América Latina sólo han representado el 20% en los años recientes

(Stallings).

Una segunda preconcepción sugiere que la apertura comercial per se conduce a una

asignación de los recursos productivos a los sectores en los que el país tenga una ventaja

competitiva, lo que a la postre permitirá alcanzar una balanza comercial equilibrada y con

más elevados niveles de bienestar. La vieja teoría del Poder de la Paridad de Compra

también contribuye a sustentar esta posición, en tanto que –al decir de ella- el arbitraje

comercial derivado de los desiguales poderes adquisitivos entre socios comerciales

conduciría eventualmente a nuevos equilibrios a través de ajustes en la paridad cambiaria.

La liberalización de la cuenta de capitales se sustenta en una tercera precondición, según la

cual la rentabilidad marginal del capital determina hacia donde éste habrá de fluir, de

manera que un entorno de relativa escasez del mismo en las economías en desarrollo

necesariamente lo estaría atrayendo. Como en el caso anterior, se prejuzga que la

información fluye de manera automática para que los agentes asignen los recursos escasos

hacia las mejores opciones de inversión, y en consecuencia los ajustes en la dirección y

monto de los flujos de capital sólo se enmarcan en la búsqueda de nuevos equilibrios,

razón por la cual resulta contraproducente imponerles algún tipo de control.

En ese orden de ideas se explica la decisión emprendida en México de una acelerada

liberalización comercial desde mediados de los ochenta y el inmediato ingreso al GATT,

luego de lo cual se alcanza la firma del tratado de libre comercio de Norteamérica en 1994.

Asimismo y no obstante el papel de equilibrio que pudieron haber jugado los controles al

capital en la crisis de 1994, y que hubiesen podido reducir su intensidad, el gobierno ha

mantenido una total liberalidad hacia el mismo, apostando a que la solidez de su variables

macroeconómicas no inducirán un choque o ajustes repentinos de tales flujos que

desequilibren la economía.

La evolución que ha seguido el comercio exterior del país a lo largo de los últimos años

10Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009

Page 73: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

aparece en las gráficas 1 y 2, a donde destaca su prácticamente sostenido crecimiento,

y la gráfica 3 presenta la evolución reciente de la inversión extranjera directa (IED) que, a

diferencia del comercio, no muestra una tendencia definida. El dato es interesante porque a

tono con las preconcepciones arriba citadas se podría pensar que el crecimiento del

comercio exterior tiene como su contraparte un igualmente sostenido crecimiento de la

IED, lo que no se constata en la experiencia mexicana; si bien tal inversión no es reducida,

es claro que su desempeño no va de la mano con el crecimiento de las exportaciones, lo que

indica que el dinamismo exportador está sólo parcialmente asociado al influjo de capital

externo (más adelante se matiza este dato).

Cuadro 1. Ahorro e inversión. Proporción del PIB a precios corrientes. Concepto 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003Financiamiento de la formacion bruta de capital

22.64 23.44 24.43 23.19 23.46 19.6 20.9 19.5 20.9 21.0 23.7 20.9 20.6 20.6

a. Ahorro externo 3.01 5.05 7.31 6.36 7.82 0.5 0.6 1.9 3.8 2.9 3.1 2.9 2.2 1.4

b. Ahorro interno bruto 19.63 18.39 17.11 16.83 15.64 19.2 20.3 17.6 17.1 18.1 20.6 18.0 18.4 19.2

Fuente: Banxico. El cuadro 1 presenta la pobre evolución del financiamiento a la formación bruta de capital,

que muestra el reducido nivel de ahorro interno, así como la inconsistente participación del

ahorro exterior. Si hemos de creer que la desregulación económica de los últimos lustros

contribuiría de manera sensible a la mejor asignación de los recursos productivos, no se

pueden explicar las bajas tasas de inversión, no obstante el importante crecimiento del

comercio exterior asociado a la liberalización comercial y, de manera muy señalada,

asociado al acuerdo comercial de Norteamérica.

En consecuencia, la eliminación de las trabas a la otrora excesiva regulación económica no

generó los efectos deseados que se le atribuían, según los cuales habría una elevación de

las tasas de inversión. Este pobre desempeño se explica, más bien, por la inconsistente tasa

de crecimiento del producto, según se aprecia en la gráfica 4. Dicho en otros términos, la

evolución de la demanda agregada, y no la aparente optimización de la oferta producto de

las reformas, es la que mayormente ha incidido en el pobre desempeño de la inversión, que

11Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009

Page 74: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

es el principal motor del crecimiento sostenido. Pero ¿porqué en ese sentido el fuerte crecimiento del sector exportador no ha tenido un

efecto difusión al resto de la economía?. Una vez más, la explicación se encuentra en las

imprecisiones del modelo liberal antes referidas, mismas que han conducido a que la

liberalización de los mercados agudice la citada incompletez con que han venido operando,

en el marco de una fuerte heterogeneidad estructural. En ese orden de ideas, el que los

mercados de factores al interior del país no operen de manera fluida conduce a que el

pujante sector exportador recurra para el suministro de sus insumos mayormente a los

mercados globales, con lo que el valor agregado del sector productivo local resulta

sumamente limitado.

Nótese en ese sentido en el cuadro 2 la participación tan grande que han mantenido los

bienes intermedios en las importaciones totales a lo largo de la última década6, y que

terminan colocando en un papel muy marginal a los proveedores locales de las grandes

empresas exportadoras. Estos proveedores, debe recordarse, han jugado un rol de primera

importancia en las historias de éxito de los países de reciente industrialización

El dato también resalta que la supuesta reconfiguración industrial que habría de alcanzarse

–en la lógica liberal- por la mayor rentabilidad derivada de la eliminación de las intrusivas

regulaciones, en el balance generó más bien un desmantelamiento de importantes cadenas

productivas desarrolladas durante el periodo de la sustitución de importaciones. Como estos

eslabonamientos no han logrado ser sustituidos, la citada reconversión no ha conducido a

que el pujante sector de bienes exportables llegue a ser tan importante como lo fueron los

sectores que se han venido desmantelando, orientados al mercado local.

En este orden de ideas se ha argumentado que al igual que en el periodo inmediato anterior

al de las dos importantes crisis de los últimos lustros, si bien ahora con una menor

intensidad, la política macroeconómica reciente ha conducido a una realineación no

sostenible de macro precios clave, muy señaladamente de la paridad cambiaria y de las

tasas de interés (French Davis, 2005).

En efecto, la paulatina sobrevaluación de la moneda mexicana con respecto al dólar, una

vez más, no ha sido revertida por un ajuste cambiario que vuelva más competitiva a la

industria local vis a vis con la norteamericana. Este sesgo anti-exportador ha obrado en

6 Del 74.9, 75.6 y 73.6%, por ejemplo, en los años 2002, 2004 y 2006, respectivamente.

12Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009

Page 75: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

contra de la consolidación de importantes sectores productivos que, de otro modo,

habrían alcanzado un elevado potencial. Por lo que va a las tasas de interés, si bien ha

habido una razonable caída de los réditos en México y con ello se ha venido reduciendo el

diferencial entre las tasas líderes de los mercados del país y de Estados Unidos, nuestras

tasas continúan siendo muy superiores a los de los mercados de ese país, además de

mantener un elevado spread entre las tasas activas y pasivas, lo que implica que ese

importante componente del costo de las empresas no pueda tener estándares

internacionales.

Gráfica 1 Gráfica 2 Exportaciones

79,5 96 11

0,4

117,

5

136,

4 166,

1

158,

816

1

164,

8

188 21

4,2 25

0

0

50

100

150

200

250

300

1995 1997 1999 2001 2003 2005

Miles de millones de dólares

Importaciones

72,5 89

,5 109,

812

5,4

142 17

4,5

168,

416

8,7

170,

519

6,8

221,

8 256,

1

0

50

100

150

200

250

300

1995 1997 1999 2001 2003 2005

Miles de millones de dólares

Gráfica 3. Flujos de Inversión Extranjera Directa a) Millones de Dólares

18,9

38

19,6

4322,3

01

15,3

4519,3

42

15,

040

1/

17,7

76

13,7

05

12,4

16

12,8

30

9,18

6

27,4

87

-2000

3000

8000

13000

18000

23000

28000

1996

1997

1998

1999

2000

2001

2002

2003

2004

2005

2006

1/ Excluye la operación de venta de Banamex. Fuente:Banxico y Secretaría de Economía.

Gráfica 4. Tasa de crecimiento del PIB.

13Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009

Page 76: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

4.80

%

2.80

%4.15

%

1.35

%

0.83

%

6.62

%

3.87

%4.95

%6.80

%

5.20

%

4.42

%

1.92

%3.60

%

4.20

%

5.12

%

-6.1

5%

-0.1

5%

1990

1991

1992

1993

1994

1995

1996

1997

1998

1999

2000

2001

2002

2003

2004

2005

2006

Fuente: Banxico e INEGI Cuadro 2. Balanza Comercial. Fuente: Banco de México.

14Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009

Page 77: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004

EXPORTACIONES 79,542

96,000

110,431

117,500

136,391

166,455 158,443

160,682

164,766

187,

Manufactureras 66,558

80,305 94,802

105,933

122,085

145,334

141,353

141,989

141,087

157,

Maquiladoras 31,103

36,920 45,166 52,864 63,854 79,467 76,881 78,041 77,467 86,9

Resto 35,455

43,384 49,637 53,069 58,231 65,867 64,472 63,948 63,620 70,7

IMPORTACIONES

72,453

89,469

109,807

125,243

141,975

174,458

168,396

168,679

170,546

196,

Bienes de Consumo 5,335 6,657 9,325 11,109 12,175 16,691 19,752 21,178 21,509 25,4 Bienes Intermedios

58,421

71,890 85,366 96,805

109,270

133,637

126,149

126,508

128,831

148,

Maquiladoras 26,179

30,505 36,332 42,557 50,409 61,709 57,599 59,296 59,057 67,7

Resto 32,242

41,385 49,034 54,248 58,860 71,929 68,550 67,212 69,774 81,0

Bienes de Capital 8,697 10,922 15,116 17,329 20,530 24,130 22,496 20,992 20,206 22,5

BALANZA COMERCIAL 7,089 6,531 624 -7,742 -5,584 -8,003 -9,954 -7,997 -5,780 -8,8

En todo caso, no puede dejar de desconocerse que la modificación del modelo económico

ha implicado un importante impulso al sector exportador de un grupo selecto del ramo

manufacturero, y si bien ya antes se documenta la insuficiente consistencia entre el

crecimiento del comercio exterior y la IED, no puede ignorarse el peculiar caso que se

presenta con EU; a lo largo de los últimos años más del 85% de nuestro comercio exterior

se ha dirigido a ese país, y la gráfica 5 muestra cuán grande es la IED del mismo, vis a vis

con la inversión que nos llega de otros países.

Gráfica 5. Inversión Extranjera Directa por país de origen.

15Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009

Page 78: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

(Cifras en millones de dólares)85

,582

.44

16,0

88.0

1

18,1

71,9

7

4,61

7.68

193.

44

2,12

4.84

-143

.09

3,46

8.18

2,35

9.54

-800

9200

19200

29200

39200

49200

59200

69200

79200

89200

Del primer trimestre de 2000 al cuarto trimestre del 2006

EEUU Holanda EspañaReino Unido Francia AlemaniaJapon Canadá Suiza

Fuente: Elaboración propia con datos de informes de la Secretaria de

Economía, distintos años. De este modo, a la par de que el modelo no ha propiciado un crecimiento sostenido a través

de un efecto difusión de los sectores exportadores más dinámicos, tampoco ha permitido

que tales sectores amplíen su cobertura a otras importantes regiones económicas del globo.

De hecho, la recesión que atraviesa actualmente la economía norteamericana ya afectó de

manera más intensa el crecimiento de México, que ya de suyo venía presentando un

comportamiento mediocre. En ese sentido, véase en el cuadro 3 la evolución que muestran

países selectos de la región en su tasa de crecimiento del PIB; ahí se aprecia cómo el país

presenta el comportamiento más deficiente, si bien muy cercano al penúltimo lugar, Brasil.

Por lo que va a la tasa de crecimiento por habitante, evidentemente el desempeño tampoco

es bueno, si bien es un poco mejor en tanto que la tasa de crecimiento poblacional es

inferior al promedio de los otros países.

Cuadro 3. Tasas de crecimiento del producto en países selectos de Latinoamérica. 1995 2000 2003 2004 2005 2006 2007 Argentina -2.9 -0.8 8.8 9.0 9.2 8.5 8.6 Brasil 4.2 4.3 1.1 5.7 2.9 3.7 5.3 Chile 10.6 4.5 3.9 6.0 5.7 4.0 5.3 Colombia 5.2 2-9 4.6 4.7 5.7 6.8 7.0 México -6.2 6.6 1.4 4.2 2.8 4.8 3.3 Perú 8.6 3.0 4.0 5.1 6.7 7.6 8.2

16Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009

Page 79: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

Fuente: Cepal.

Todo lo anterior denota, en breve, cuán importante pueda ser en un futuro próximo una

más sólida y consistente política pública de promoción económica, que focalizada en un

conjunto limitado pero eficaz de estrategias no distorsione los incentivos de mercado, y

contribuya así a elevar los estándares de competitividad del país.

5. Conclusiones.

Cuando se agudizaron los desequilibrios que acompañaban la evolución del modelo de

sustitución de importaciones (desarrollo desigual entre regiones, inequitativa distribución

del ingreso, brecha de la balanza con el exterior, entre otros) la crisis se presentó de una

manera espacialmente aguda en aquellos países que, como México, dependían de manera

importante de un solo producto exportador. Dicha crisis orientó a un importante sector de

los analistas y operadores políticos a inclinarse por una estrategia de corte liberal

(neoliberal).

El nuevo modelo en realidad era parte de los nuevos paradigmas mundiales en políticas

públicas y economía y, en ese tenor, importantes organismos internacionales hicieron

propia esta orientación, y condicionaron sus apoyos a los países latinoamericanos a la

asunción de esta estrategia económica. El neoliberalismo se convirtió así en el modelo de

política pública estándar en el subcontinente, y permitió el alcance de metas intermedias

importantes tales como el equilibrio fiscal, baja inflación y crecimiento del comercio

exterior.

Es claro que tales metas no han resultado suficientes para la promoción de un crecimiento

sostenido en la región, debido a lo cual otros objetivos de la política pública, tales como la

tasa de crecimiento económico per capita, o los índices de inequidad, han mostrado un

desempeño muy pobre. En ese orden de ideas, México presenta un elevado coeficiente de

Gini de 0.45.

El ensayo muestra que si bien México ha preservado en las pautas básicas de este modelo

(apertura comercial, desregulación, equilibrio fiscal…), su circunstancia es un tanto distinta

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Page 80: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

a la de los otros países del subcontinente por su creciente integración económica a EU,

integración que no ha resultado, empero, plenamente bonancible. Esta circunstancia se

aprecia a través de dos importantes indicadores de su historia reciente: el crecimiento del

comercio exterior con ese país y la evolución de la IED que llega del mismo.

Este muy limitado éxito de la estrategia de crecimiento hacia afuera, y a diferencia de lo

ocurrido en las economías de reciente industrialización en Asia, se explica por la carencia

de sólidos eslabonamientos de la planta productiva local a las pujantes empresas

exportadoras que han consolidado su espacio en los mercados globales. Como es sabido, la

gran mayoría de estas empresas son de capital extranjero y se han establecido en el país

tanto para aprovechar las oportunidades que ofrece nuestro propio mercado como para

competir sobre mejores bases debido a la cercanía al mercado norteamericano.

Cambio estructural en México y desencuentros de su evolución económica reciente.

Pablo Pineda

1. Introducción.

2. Modelo neoliberal y la lógica de sus políticas.

3. El agotamiento del viejo modelo y la liberalización económica.

4. Factores clave para la comprensión del neoliberalismo en México.

5. Conclusiones.

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19Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009

Page 82: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

DE LA RESISTENCIA A LA TOMA DEL PODER: EL DISCURSO DE EVO

MORALES ANTE EL CONGRESO1

Gloria Alicia Caudillo Félix2

La llegada al poder de Evo Morales en Bolivia inaugura un nuevo ciclo histórico

desde la visión de larga duración y de resistencia de los pueblos indígenas, ya que por

primera vez, un indígena aymará, quien además es dirigente de un movimiento social,

con una larga trayectoria de lucha, es Presidente del país. Y esa organicidad con su

pueblo, la revela Evo en el discurso de toma de posesión ante el Congreso el 22 de

enero de 2006.3

Sus primeras palabras detonan la memoria al recordar a los antepasados que

desde la perspectiva andina están adelante como ejemplo para los vivos. Por eso pide un

minuto de silencio para líderes como Manco Inca, Tupaj Katari, Tupac Amaru o

Bartolina Sisa entre otros. Esa recuperación de la memoria remite también a lo que

Forrest Hylton y Sinclair Thomson señalan como “cultura indígena insurrecional (que)

se ha inspirado en el recuerdo de levantamientos anteriores y se ha alimentado de la

experiencia práctica acumulada por los que habían participado en procesos de lucha

anteriores”.4

Pero esa memoria de larga duración se articula con otras luchas emprendidas por

líderes no indígenas como el Che Guevara o Marcelo Quiroga, boliviano defensor de los

recursos naturales, lo que nos muestra una postura plural, respetuosa de la diversidad e

incluyente de quienes han luchado por una mejor Bolivia. Evo muestra también el

respeto por seres anónimos que se levantan y mueren todos los días sin ser recordados y

se adscribe a su organización recordando a sus “hermanos caídos, cocaleros de la zona

del trópico de Cochabama”, pero también a los “hermanos caídos en la defensa de la

dignidad del pueblo alteño” y al movimiento social de toda América, lo que revela una

identidad continental que rebasa los marcos nacionales y que se identifica con los de

abajo. La frase que cierra estos primeros párrafos “Gloria a los mártires por la

1 Este artículo fue publicado en la Revista Perspectivas, V.32, julio-diciembre 2007, Sao Paulo, UNESP. 2Dra. Gloria Alicia Caudillo Félix. Profesora-Investigadora del Departamento de Estudios Ibéricos y Latinoamericanos. Universidad de Guadalajara. e-mail: [email protected] 3 Todas las citas del discurso de Evo Morales en el Congreso, están tomadas de la página: http://www.bolpress.com el 24 de enero de 2006. 4 “Ya es otro tiempo el presente”, introducción al libro Ya es otro tiempo el presente, cuatro momentos de insurgencia indígena, La Paz, Bolivia, Muela del diablo editores, segunda edición, 2005

Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009 1

Page 83: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

liberación¡ revela también la pertenencia a un movimiento andino como el cocalero que

desde fines de los años ochenta han mostrado un espíritu de sacrificio en las marchas

que han emprendido para visibilizar sus demandas ante la sociedad.

Esa Visión de sacrificio Evo la muestra en su identificación con el máximo

mártir de la liberación andina en Bolivia, al rendirle un homenaje tiempo después en la

ceremonia por los 225 años de su muerte:”Tupac Katari ha dado su vida, los verdaderos

líderes, dirigentes, autoridades originarias y sindicales daremos nuestra vida por esta

tierra hasta que Bolivia se libere”.5

Al agradecer a todos los políticos presentes, al pueblo boliviano, a sus padres, a

Dios, a la Pachamama y sobre todo al movimiento popular, al movimiento indígena de

Bolivia y de América por haberle dado la posibilidad de estar ahí e iniciar funciones

como Presidente, reproduce su cultura en donde para comenzar las actividades del día,

siempre hay que agradecer al Sol y a la Madre Tierra.

Recupera la memoria tomando como eje al movimiento indígena boliviano y

establece tres épocas: la colonial, la republicana y la del neoliberalismo, para luego

mostrar la densidad (62.2%) de los pueblos indígenas y su diversidad (aymaras,

quechuas, mojeños, chipayas, muratos, guaranies) y la paradoja de ser marginados y no

ser reconocidos como seres humanos a pesar de ser los “dueños absolutos de esta noble

tierra, de sus recursos naturales”. Se adscribe a un nosotros indígena pero luego se

separa para situarse como intermediario de esos pueblos desde un espacio de poder.

Proyecta la esperanza de un nuevo amanecer, de lograr la igualdad y acabar con

la discriminación a través de la lucha del “movimiento indígena originario” y de la

conciencia del pueblo sin venganzas ni rencores a pesar de haber sido sometidos y

busca mostrar esa brutalidad ante la prensa internacional: “…a los primeros aymaras,

quechuas que aprendieron a leer y escribir, les sacaron los ojos, cortaron las manos para

que nunca más aprendan a leer, escribir”.

Al nombrar al movimiento indígena como “originario”busca legitimarlo y

demostrar que son los primeros habitantes de esas tierras y que tienen derechos

ancestrales que no les han sido reconocidos, pero la vinculación “movimiento indígena”

con “originario” pretende mostrar la potencialidad de la movilización permanente de los

pueblos indígenas para transformar la realidad. Por eso en Tiahuanacu un día antes

5 Agencia Boliviana de Información: http://www.abi.bo

Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009 2

Page 84: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

decía: “a nuestras autoridades originarias, a nuestras organizaciones, a nuestros amautas

a controlarme, si no puedo avanzar, empújenme ustedes, hermanas, hermanos”.6

Destaca la importancia de la campaña 500 años de resistencia indígena –negro-

popular emprendida por los pueblos indígenas de América con lo que muestra su

identidad y su pertenencia al movimiento indígena continental, pero su llegada a la

Presidencia la sitúa como un parteaguas necesario que cierre el ciclo de la resistencia y

abra uno nuevo de toma del poder para el movimiento popular: “Estamos acá para decir,

basta la resistencia. De la resistencia de 500 años a la toma del poder para 500 años de

indígenas, obreros, todos los sectores para acabar con esa injusticia”. Enfatiza la

necesidad de acabar con la desigualdad, discriminación y opresión indígena donde

“hemos sido sometidos como aymaras, quechuas, guaranies”.

Esta visión de que se abre un nuevo ciclo con su llegada al poder y que es el

tiempo de gobernar, aunque remite a la realidad actual en la que por primera vez en la

historia un indígena es Presidente, también reproduce la visión cíclica de larga duración

presente en la cultura andina y que detona en momentos insurreccionales a partir de la

utopía descolonizadora que proclama “ya es otro tiempo el presente”. “La idea de un

nuevo tiempo y que “a ellos les tocaba el mandar” también apareció en 1781 y

asimismo se expresó en el levantamiento de 1795 de Jesús de Machaca (provincia

Pacajes). El líder en Jesús de Machaca proclamó: “Ya era otro tiempo el presente y que

el cacique, su segunda, tanto como también el cura se habían de mudar y que se habían

de poner los que el común quisiese”7 La diferencia también radica en que esa utopía de

gobernar los próximos 500 años involucra no sólo a los indígenas sino a otros sectores

sociales explotados, aunque se prioriza al movimiento indígena al llamarlo “originario”.

Y en este nuevo ciclo desde esa visión incluyente, Evo recalca el derecho de

todos “a vivir en esta vida, en esta tierra”, legitima las elecciones que lo llevaron a la

Presidencia como resultado de la combinación de la “conciencia social con la capacidad

profesional”. Destaca el respeto y la admiración del movimiento indígena a todos los

sectores y espera reciprocidad (un valor andino central) para los pueblos indígenas “que

es la reserva moral de la humanidad” y en este sentido se pronuncia por una relación

6 “Los discursos de Evo Morales”, Página 12, Buenos Aires, Argentina, martes 31 de enero de 2006, en http://www.aporrea.org 7 Sinclair Thomson, “Cuando sólo reinasen los indios: recuperando la variedad de proyectos anticoloniales entre los comunarios andinos (La paz, 1740-1781), en Ya es otro tiempo el presente…op.cit.,p.49

Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009 3

Page 85: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

intercultural en la que sea reconocida la diferencia colonial a partir de la valoración del

otro excluido y discriminado, porque como señala Walter Mignolo:“…la

interculturalidad no es solo el “estar” juntos sino el aceptar la diversidad del “ser” en

sus necesidades, deseos, conocimiento, perspectiva, etc. … el proyecto “intercultural”

en el discurso de los movimientos indígenas está diciendo toda otra cosa, está

proponiendo una transformación”8

Su llegada al poder, Evo la ubica como parte de una lucha y una revolución

democrática cultural que no comienza ahora, sino que es continuidad de la lucha de los

antepasados pero también de líderes no indígenas como el Che y Bolívar de los que

recupera la lucha por la igualdad y la lucha por la integración de los pueblos.

Cuestiona la concentración del capital en pocas manos y señala el derecho de

todos a vivir bien pero “sin robar, sin explotar, sin humillar, sin someter a la esclavitud”

Al recordar de manera simbólica que en la Plaza Murillo hace poco “querían

hacer colgar a Evo Morales, querían descuartizar a Evo Morales” hay un hilo de

continuidad y una identificación con los líderes de la época colonial como Túpac Amaru

o Tupaj Katari que fueron exterminados de esa manera, pero ubica esa situación en un

momento en que ya no se puede permitir ese desmembramiento y fragmentación,

porque se abre un nuevo ciclo que ya no es de llanto, sino de triunfo, alegría y fiesta y

eso implica cambiar la historia no sólo en Bolivia sino en Latinoamérica y no con balas

sino con votos que a su juicio también han costado sangre para los pueblos indígenas.

La revolución democrática implica un nuevo momento histórico, un vuelco un

pachakuti en el que simbólicamente Evo, el movimiento indígena y otros sectores

sociales toman el poder colectivamente para comenzar un nuevo ciclo caracterizado por

la movilización permanente para acabar con la desigualdad, la discriminación y la

opresión.9 En este nuevo momento histórico ya no es posible descuartizar a líderes

como Evo porque la lucha del movimiento indígena los acerca al centro y no van a

permitir seguir en los márgenes, aunque ellos tampoco van a actuar de la misma manera

excluyendo a quienes excluyeron a los indígenas.10

8 Catherine Walsh, “Las geopolíticas del conocimiento y la colonialidad del poder. Entrevista a Walter Mignolo” en Indisciplinar las Ciencias Sociales. Geopolíticas del conocimiento y colonialidad del poder. Perspectivas desde lo andino, 9 Según Jan Szeminski, en el mundo andino, la cuenta de un Sol dura 500 años y se llama Pachakuti que implica el fin de una época y el comienzo de otra. Pacha significa mundo y kuti volver, en La utopía tupamarista, Lima,. Pontificia Universidad Católica del Perú, segunda edición 1993 10 En el mundo andino, en la época colonial estaba la percepción de que con la Conquista el mundo se puso al revés: “en el cual el centro es ocupado por la gente de la periferia y de afuera. Los qullana ocupan

Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009 4

Page 86: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

Desde la utopía andina proyectada en el discurso, la vinculación Evo - a quien

no lograron desmembrar y dispersar su cuerpo por los cuatro lados del mundo, como en

la época colonial lo hicieron con Túpac Amaru y Túpaj Katari -, con el movimiento

indígena originario, que a su vez se articula con otros sectores permitirá reconstruir al

país fragmentado, a partir de una revolución democrática cultural descolonizadora que

trastoque el desorden actual y construya un nuevo orden incluyente y respetuoso de la

diversidad. Señala Ricardo Melgar Bao que:

La cosmovisión de los grupos étnicos de América Latina reproduce un mismo tenor, a

partir de sus categorías tempoespaciales, tal es el reconocimiento de que su

subalternidad política y cultural, corresponde a un tiempo invertido, ajeno y hostil, así

como un cambio de posición espacial entre centro y entorno, arriba y abajo.11

Por eso Evo señala la necesidad de descolonizar al Estado que ha discriminado

permanentemente a los pueblos indígenas, a partir de la apertura de espacios al diálogo

y al debate. En esta propuesta está presente la necesidad de construir un Estado

multiétnico que respete la diferencia y que ha sido una de las demandas centrales del

movimiento indígena aymará desde los años setenta.”Tenemos que acabar con el estado

colonial. Imagínense: después de 180 años de la vida democrática republicana recién

podemos llegar acá, podemos estar en el Parlamento, podemos estar en la presidencia,

en las alcaldías. Antes no teníamos derecho”

Silvia Rivera, en su excelente trabajo titulado: “La raíz: Colonizadores y

colonizados” lanza como hipótesis central que: …en la contemporaneidad boliviana

opera, en forma subyacente, un modo de dominación sustentado en un horizonte

colonial de larga duración, al cual se han articulado- pero sin superarlo ni modificarlo

completamente- los ciclos más recientes del liberalismo y el populismo.( y

agregaríamos del neoliberalismo). Estos horizontes recientes han conseguido tan sólo

refuncionalizar las estructuras coloniales de larga duración, convirtiéndolas en

modalidades de colonialismo interno que continúan siendo cruciales a la hora de

explicar la estratificación interna de la sociedad boliviana, sus contradicciones sociales

fundamentales y los mecanismos específicos de exclusión- segregación que caracterizan la periferia en vez del centro. Es a la vez una inversión de relaciones entre lo de arriba hanan y lo de abajo hurin” en La utopía tupamarista, op.cit.,p.140 11 Ricardo Melgar Bao, “Las categorías utópicas de la resistencia étnica en América Latina”, Cuicuilco, 49, México, julio-septiembre, 1991

Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009 5

Page 87: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

a la estructura política y estatal del país y que están en la base de las formas de violencia

estructural más profundas y latentes.”12

Evo interpela el pacto por la democracia sustentado en la corrupción, el saqueo,

el engaño en un país con tantas riquezas naturales que paradójicamente es pobre y lo

contrapone a Suiza, un país desarrollado sin recursos naturales. Presenta el panorama de

un Estado caótico, dependiente económicamente y descapitalizado que será rescatado

gracias a la conciencia del pueblo boliviano y a otra forma de hacer política en la que

construye a partir de las oposiciones entre “servir al pueblo no vivir del pueblo” y “vivir

para la política y no vivir de la política”. Esta concepción la rescata de su propia cultura

retomando el ejemplo de “las autoridades originarias” e invita a todos los

parlamentarios a que sirvan al pueblo retomando esos valores, los próximos cinco años.

En esta percepción expresada está presente la idea de larga duración de que el presente

es un tiempo de desorden y se abre una nueva época como la predijo de manera

profética Tupac Amaru en el Cuzco. Señala Szeminski que en la cultura andina : “Hay

indicios que el comienzo de tiempos nuevos se hallaba ligado a una purificación moral

y restauración de buenas costumbres”13

Recuperando las luchas de los movimientos sociales, que desde el año 2000

emprendieron movilizaciones por la defensa de los recursos naturales, Evo cuestiona

toda forma de privatización y plantea acabar con el modelo neoliberal: “Las luchas por

el agua, por coca, por gas natural nos han traído acá hermanas y hermanos. Hay que

reconocer que esas políticas equivocadas, erradas, recursos naturales subastados,

servicios básicos privatizados, obligó a que haya conciencia del pueblo boliviano.

Estamos en la obligación de cambiar esas políticas”. Solicita ayuda de la cooperación

internacional no de manera individual sino para el pueblo boliviano, hace un recuento

de las implicaciones de la aplicación del modelo neoliberal y hace un llamado a “saldar

ese error social, económico e histórico, que mejor juntos todos podemos cambiar y

corregir esos errores implementados por instituciones seguramente extranjeras” La

postura que se expresa en el discurso es que hay políticas externas que no corresponden

a la realidad boliviana pero al mismo tiempo recurre a la solidaridad internacional para

cambiarla. La política de Evo desde que ganó la presidencia fue desplegar una estrategia

política de sensibilización en países europeos para apoyar al desarrollo de Bolivia y en

12 En el libro coordinado por Xavier Albó y Raúl Barrios, Violencias encubiertas en Bolivia, La Paz, Bolivia, CICPA, 1993 13 La utopía tupamarista, op.cit., p231

Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009 6

Page 88: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

el caso de América Latina ha buscado vincularse con países afines como Cuba y

Venezuela y ha buscado entablar relaciones armónicas con los países vecinos.

Observamos en Evo un discurso de lo colectivo en el que subyace la idea de que

el está en el poder con todos y no va a gobernar de manera individual, aunque si asume

un papel de liderazgo e intermediación. Por eso ha sido muy citada su frase de cierre en

la ceremonia en Tiahuanacu: “Por eso, hermanas y hermanos, gracias al voto de ustedes,

primeros en la historia boliviana, aymaras, quechuas, mojeños, somos presidentes, no

solamente Evo es el presidente, hermanos y hermanas”14 En esta postura subyace la

“identidad relacional” andina en la que el individuo es tal en la medida en que forma

parte de la comunidad o de lo colectivo: “El hombre andino entonces define su

‘identidad’…en y a través de relaciones; es en sí mismo una chacana, un puente o un

‘nudo’ de múltiples conexiones y relaciones”15 Esta potencialidad cultural Evo la

despliega en distintos planos desde el espacio de poder en el que se encuentra.

Las luchas de larga duración las centra en la participación del movimiento

indígena originario, pero el mecanismo político para acabar con las injusticias de 500

años es lo que Evo llama “instrumento político por la soberanía, un instrumento político

del pueblo, un instrumento político de la liberación, un instrumento político para buscar

la igualdad, la justicia, un instrumento político como el Movimiento al Socialismo, que

busca vivir, paz con justicia social, esa llamada unidad en la diversidad”.

Al llamarlo instrumento político, lo diferencia de un partido político y de una

organización formada por especialistas o politólogos y resalta su conformación plural

sustentada en distintas organizaciones populares para argumentar que el MAS es la vía

mediante la cual se expresó en las pasadas elecciones, el poder de la conciencia frente al

poder económico de la prebenda y pese a la depuración electoral ilegal “el pueblo

boliviano ha demostrado que hay una vocación democrática para cambiar en

democracia la situación económica, social de nuestro país”. Al señalar las características

especiales del MAS, en el discurso se busca legitimarlo como el portavoz colectivo de

las demandas populares dentro del sistema político. La “Tesis”del Instrumento Político,

en el que busca articularse lo político y lo social, fue propuesta en el “Primer Congreso

Tierra y Territorio”, en el que participaron los principales sindicatos campesinos del

país, como lo señalan Alvaro García Linera y Pablo Stefanoni:

14 “Los discursos de Evo Morales”, op.cit.,p.3 15 Josef Esterman, Filosofía andina. Estudio intercultural de la sabiduría autóctona andina, Quito, Abya Yala, 1998

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Page 89: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

Dicha “tesis”, asentada en la articulación de memorias indígenas, campesinas y

mineras- consistió en fundar un movimiento organizado como extensión de las

instancias sindicales campesinas que venían protagonizando grandes movilizaciones en

defensa de la tierra, el territorio y contra la erradicación de la hoja de coca. De esta

forma, los “partidos” emergentes del nuevo ciclo de luchas campesino-indígenas han

nacido a partir de congresos sindicales (cocaleros del Chapare y los Yungas e indígenas

del Altiplano) para conseguir proyección política y una prolongación parlamentaria de

la acción colectiva. Evo Morales señalaba que “El MAS no tiene una estructura política

partidaria, sino que las mismas estructuras del sindicalismo campesino e indígena son

las estructuras del MAS”16

Volviendo al discurso, podemos observar que si antes Evo buscaba mostrar el

caos imperante en el Estado boliviano ahora destaca el hecho de que su llegada al poder

no implicó caos económico como algunos señalaban por lo que su llegada más bien va a

implicar ordenar el desorden y en actitud conciliatoria agradece la visita a su casa del

representante de Estados Unidos, pero inmediatamente habla del gobierno de Cuba y del

apoyo internacional. Y aunque observamos en todo momento una actitud dialogante en

el plano nacional e internacional, está presente en su discurso la propuesta de cambiar al

país desde una postura de defensa de los recursos naturales y de construir un proyecto

propio a partir de las potencialidades culturales, políticas y económicas del pueblo

boliviano, porque para Evo “En Bolivia el modelo neoliberal no va”

Felizmente el pueblo es sabio. Esa sabiduría del pueblo boliviano hay que reconocerla,

hay que respetarla y aplicarla. No se trata de imponer políticas económicas o recetas

económicas desde arriba o desde afuera y la comunidad internacional tiene que entender

eso; el querer importar políticas a Bolivia es un error. Las organizaciones sociales, los

consejos de amautas que admiro muchísimo, en el Altiplano paceño, esos sindicatos del

campo y la ciudad, esas organizaciones llamadas capitanías en el Oriente boliviano, son

el reservorio de conocimientos, el reservorio de conocimientos científicos de la vida

para defender a la vida, para salvar a la humanidad. Se trata de coger de esas

organizaciones para implementar políticas y no se trata de imponer políticas al servicio

de grupos de poder en Bolivia o en el exterior.

16 Alvaro García Linera y Pablo Stefanoni, “Territorios, identidades y acción colectiva. Un ensayo sobre los movimientos sociales contemporáneos en Bolivia”, en Revista Ciencias Sociales, número 23, segundo trimestre 2005, Quito, Editorial Abya Yala.

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Page 90: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

En esta propuesta Evo plantea la descolonización del Estado y de la sociedad

boliviana a partir de la construcción de un proyecto intercultural sustentado en la

diversidad, en los distintos saberes desde abajo y desde dentro, desde el lugar. Esta

propuesta busca la dignificación y valoración del conocimiento indígena y popular,

tradicionalmente despreciado por los grupos de poder y le da no sólo un estatus

científico sino salvador de la humanidad, interpelando de esta manera la visión

eurocéntrica que desprecia la sabiduría indígena.

Pero al mismo tiempo que valora todos esos conocimientos y busca

incorporarlos al proyecto nacional, Evo ubica el sistema político como el lugar donde

hay que hacer los cambios desde una forma dialogante de hacer política en la que no se

margine o expulse a nadie como hicieron con él hace tiempo buscando desprestigiarlo:

“¿Recuerdan algunos compañeros? Que Evo es asesino, Evo es narcotraficante, Evo es

terrorista. Yo dije ese momento, me estarán expulsando pero voy a volver con 30, 40

parlamentarios, si es posible 70, 80. Lo que dije un día en el 2002 se ha cumplido”. En

estas frases que suenan proféticas, encontramos de nuevo la identificación de Evo con

Tupaj Katari, líder aymara, quien, al momento de morir sentenció: “yo muero, pero

volveré y seré millones”y esa profecía desde el imaginario andino se ha cumplido

porque la vuelta o el retorno como señala Evo en el caso del Parlamento siempre ha sido

con mayor fuerza hasta situarlo en la Presidencia a pesar de la guerra sucia desatada

permanentemente contra él desde el 2002 y aplicada de manera más clara en el proceso

electoral reciente.

Estas frases de Evo proyectan la visión cíclica del tiempo andino y se puede

percibir el movimiento circular permanente que genera la imagen de una espiral en el

que se regresa con más fuerza cada vez y en el momento adecuado. Ese regreso Evo lo

ubica como una inversión en la que le llegó el turno de gobernar al movimiento

indígena: “Algunos decían en su debate acá para expulsarme: hay que acabar con el

radicalismo sindical; ahora nos toca decir, hay que acabar con el radicalismo neoliberal

hermanas y hermanos”. Pero esa inversión no se va a hacer mediante los mismos

mecanismos de exclusión anteriores: “Pero lo vamos a hacer sin expulsar a nadie, no

somos vengativos, no somos rencorosos, no vamos a someter a nadie”

La propuesta de Evo ante el Parlamento es:

…el pedido clamoroso del pueblo boliviano, que es la Asamblea Constituyente, una

refundación de Bolivia que reclaman los hermanos indígenas de todo el país, el

Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009 9

Page 91: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

movimiento popular. Todos los sectores queremos una Asamblea Constituyente de

refundación y no una simple reforma constitucional. Una Asamblea Constituyente para

unir a los bolivianos, una Asamblea Constituyente donde se respete la diversidad. Digo

esto porque es verdad que todos somos diversos.

La propuesta de Asamblea Constituyente que retoma Evo, en efecto es una de

las principales demandas del movimiento indígena desde el año 2000 en el que

comienza un ciclo de rebeliones contra la política de privatización del gobierno y que

tiene su punto culminante con la “guerra del gas” de octubre de 2003 que termina con la

salida de Gonzalo Sánchez de Losada del poder y su sustitución por el vicepresidente

Carlos Mesa, que también es destituido en junio de 2005 por Eduardo Rodríguez, para

luego convocar a elecciones.

En el discurso se expresa la necesidad de “refundar” al país y esto implica un

nuevo comienzo un pachacuti que desde el origen resuelva el problema colonial. Por

eso se señala que no se busca una “simple reforma constitucional” ya que seguiría

presente el desorden anterior. Esa refundación, desde la perspectiva del discurso

enarbolado por Evo es la única garantía de lograr una revolución democrático cultural

que garantice un nuevo orden en el que se respete la unidad en la diversidad o en el que

las partes del cuerpo social desmembrado entren en armonía y equilibrio.

Pero la unidad en la diversidad implica el respeto a las distintas culturas, por lo

que inmediatamente se retoma una demanda central del movimiento indígena boliviano

y latinoamericano: la autonomía

Paralelamente juntos tenemos que garantizar el Referéndum sobre la autonomía.

Queremos autonomía, los pueblos indígenas originarios históricamente, antes de la vida

republicana lucharon por la autodeterminación. Autonomía no es invento de nadie, es la

lucha de los pueblos indígenas de toda América por esa autodeterminación. Pero

queremos autonomía, autonomía con solidaridad, autonomía con reciprocidad,

autonomía donde se redistribuya las riquezas, autonomía para los pueblos indígenas,

para las provincias, para las regiones. Buscamos eso, y eso debe hacer uniendo a Bolivia

y eso debe hacerse mediante la Asamblea Constituyente.

Observamos que el concepto de autonomía que despliega Evo remite a una

demanda originaria, legítima y de larga duración de los pueblos indígenas, lo que

implícitamente interpela la demanda de autonomía de algunas regiones bolivianas en

Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009 10

Page 92: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

donde está concentrada las riquezas naturales y en los que los sectores dominantes

convergen en intereses con las trasnacionales. Por eso la autonomía que plantea no

implica separatismo ni concentración de la riqueza, sino que recupera la solidaridad,

reciprocidad y redistribución que son valores ancestrales andinos y desde esa visión

extiende la autonomía para provincias y regiones, recalcando la necesidad de la unidad

del país y desde su punto de vista el vehículo para garantizar la autonomía, es la

Asamblea Constituyente.

Ubica al nuevo parlamento como producto de las luchas sociales y como un

escenario revolucionario, como el “ejército de liberación nacional…el ejército de la

lucha por la segunda independencia”, que garantizará las transformaciones, aunque le da

el beneficio de la duda al señalar que “si no pueden acá, seguirán siendo los

movimientos sociales, el movimiento indígena que siga luchando por esa segunda

independencia de nuestro país”

Podemos ver que las esperanzas de Evo están depositadas en el Parlamento con

el MAS como representante de los movimientos sociales en la Asamblea Constituyente,

pero sin perder de vista la potencialidad de la lucha de larga duración del movimiento

indígena.

Hace un llamado a todos a soñar con la instalación de la Asamblea Constituyente

el 6 de agosto en Sucre “capital histórica de la República” y en los siguientes párrafos

“construye” la instalación con la presencia de diversos actores internacionales y

nacionales a manera de profecía para que se haga realizable mediante la articulación de

sueños y deseos, ya que en el mundo indígena los sueños son “…la representación de

una posible o futura verdad…(y)…revelan posibilidades emergentes, no hechos

consumados”17. Esa visión profética es una característica que Szeminski ha encontrado

en las rebeliones andinas, pero también me recuerda la construcción del itinerario de la

marcha zapatista en Chiapas en febrero del 2001, en la que se reprodujo simbólicamente

la marcha formando un caracol que los comandantes recorrieron previamente y que

reproduce elementos proféticos de la cultura maya. Tal vez tenga que ver con que en el

mundo andino y maya el futuro es desconocido y oculto y hay que visibilizarlo

simbólicamente. Señala Szeminski que : “Todo hablante del aymara y quechua encara

su pasado, visible a la luz del día y conocido hasta el horizonte. Su futuro se encuentra

17 Véase el artículo de Bárbara Tedlock, “La cultura del sueño en las Américas” en De palabra y obra en el nuevo mundo. Tramas de la identidad, España, Siglo XXI editores, 1995

Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009 11

Page 93: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

detrás suyo, invisible y desconocido, sin luz.”18 Respecto a la Asamblea Constituyente

lo único que queda claro, como señala Silvia Rivera Cusicanqui es que con ella se busca

la refundación del país y “detrás de esto está la idea de que el mundo está al revés y de

que hay que volverlo a poner sobre sus pies” pero es como “un talismán cuyo brillo no

deja ver su contenido” y se pronuncia por “…consultar a los viejos, a los yatiris, a los

sabios de las comunidades19

El sueño de “recuperar el territorio” por parte del “movimiento indígena

originario” como demanda central que recupera sus derechos colectivos, Evo lo articula

con la nacionalización de los recursos naturales que deben estar en manos del pueblo y

el Estado boliviano para industrializarlos y superar el papel de productores de materias

primas que se les ha impuesto. Hay un proyecto nacionalista descolonizador en Evo que

articula derechos territoriales indígenas con la potencialidad de los recursos naturales

para construir un proyecto económico independiente que en manos nacionales combata

la pobreza indígena.

A partir de esa propuesta fundamental se pronuncia por una política de

austeridad, contra la corrupción, por la expropiación de tierras improductivas, contra la

esclavitud en el Oriente boliviano, por la alfabetización con apoyo de Cuba y

Venezuela, por la documentación de todos los habitantes, por un seguro social universal

para ancianas y ancianos, por hospitales móviles para los pueblos y para todas esas

medidas hay una permanente petición de ayuda a la comunidad internacional, sobre

todo en lo que se refiere a la condonación de la deuda externa. Pero después de esa

petición recalca la importancia de “desarrollar una economía con soberanía” mediante

inversión pública y privada y enfatiza:”Es verdad que Bolivia necesita socios, no

dueños de nuestros recursos naturales” y afirma que las empresas tienen derecho a la

ganancia “solo queremos que esa ganancia sea con principio de equilibrio, que el

Estado, el pueblo se beneficie de esos recursos naturales”

En el tema del narcotráfico se pronuncia por cocaína cero pero no por la coca

cero y recalca “…que la cocaína no sea una excusa para que el gobierno de Estados

Unidos domine o someta a nuestros pueblos. Queremos diálogo de verdad, sin

sometimientos, sin chantajes, sin condicionamientos.” Para ello considera importante

que se abra el mercado para otros productos como soya y azúcar. La propuesta es

18 La utopía tupamarista, op. cit.,p.99 19 Silvia Rivera Cusicanqui, “Ciudadanía se escribe en plural” en Agora, julio 2005, No.1 en http://www.cne.org.bo

Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009 12

Page 94: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

generar mercado para micro empresarios, empresas comunitarias, asociaciones y

cooperativas por eso considera necesario analizar las políticas de comercio vigentes. El

discurso de Evo plantea acabar con la concentración de la riqueza y generar una

articulación entre producción y mercado justo para lograr una redistribución equitativa

entre los bolivianos.

Hay también elementos de un proyecto de integración que busca vincular a

Bolivia con los países vecinos a través de caminos y acuerdos rescatando el valor de la

reciprocidad del movimiento indígena, que después se estampará en la propuesta del

Tratado de Comercio de los pueblos. Señala Josef Sterman que en el mundo andino:

El principio de reciprocidad es el marco formal de todo obrar humano. Actúa de tal

manera que tu obrar sea una restitución correspondiente de un bien o favor recibido, o

que apunte a que los benefactores puedan restituir en forma proporcional el bien o el

favor hecho. El telos implícito de tal obrar es el equilibrio social, a nivel familiar y

comunitario, que puede traducirse en términos de justicia social.20

En todo el discurso observamos ese principio de reciprocidad que ofrece y

espera, que abre alternativas de un diálogo con dignidad para el pueblo indígena

boliviano, que destaca los valores andinos para ofrecerlos al mundo y mostrar sus

potencialidades autonómicas, sin dejar de interactuar con el mundo y que sueña y desea

el apoyo de “todos y todas”.

Hay en Evo un estilo que podemos ubicar como “diplomacia andina” en el que

se busca de manera permanente el diálogo retomando valores fundamentales andinos

como el respeto, la solidaridad y la reciprocidad, pero también se percibe una insistencia

constante en la situación y en la lucha de larga duración que han entablado los

movimientos indígenas para cambiar la historia y lograr la igualdad, así como una

reiteración constante de su condición originaria para legitimarlos y dignificarlos. Evo

asume su indianidad “…como primer presidente que vengo de los pueblos indígenas” y

como tal retoma mensajes de los antepasados:”Tupac Yupanqui decía: un pueblo que

oprime a otro pueblo no puede ser libre” y valores centrales de la cultura andina:

“Queremos gobernar con esa ley que nos han dejado nuestros antepasados, el ama sua,

ama llulla, ama quella, no robar, no mentir, ni ser flojo, esa es nuestra ley”

20 Filosofía Andina…op.cit.,p.239

Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009 13

Page 95: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

Y su identidad indígena que inaugura un nuevo ciclo la expande a la región:

“…quiero ser el mejor presidente de los bolivianos y porqué no decirlo de los

latinoamericanos” Walter Mignolo reflexiona sobre las implicaciones que tiene la

llegada de Evo Morales a la presidencia de Bolivia al resaltar su “indianidad”: “Es

precisamente el haber mantenido la diferencia lo que le permite a Evo Morales el

desprendimiento, hacer el giro descolonial e iniciar una apertura a una política

económica y a una economía política que se apoya en subjetividades que nunca fueron

colonizadas”21

En su intervención Evo destaca su respeto al “movimiento indígena originario de

Bolivia y de América, a los movimientos sociales, a sus dirigentes que apostaron por

este movimiento, a los profesionales e intelectuales que se sumaron oportunamente para

cambiar nuestra historia”, y en esas frases se observa una identidad indígena que de

Bolivia se expande a América, pero también se articula con los movimientos sociales y

los intelectuales para mostrar una alianza potencial de la que se siente parte. Cierra el

discurso con una vuelta a lo local al agradecer a su dos lugares de pertenencia:

“Orinaca…que me vio nacer y me educó para ser honesto” y el Sindicato en

Cochabamba, lugar “de mi nacimiento en la lucha sindical y la lucha política”, con lo

que cierra su discurso retomando sus dos orígenes y desde ahí se proyecta de nuevo al

plano nacional e internacional.

En su compromiso final Evo recupera la frase zapatista de “mandar

obedeciendo” y la repite dos veces, con lo que reitera su vocación de servicio al pueblo

boliviano y de articulación permanente con las demandas de los movimientos sociales.

Reflexiones finales:

El discurso de Evo Morales revela una identidad primordialmente indígena que

rescata la memoria colectiva del pueblo movilizado desde el plano local al continental y

que proyecta la utopía andina de que se vive un nuevo momento histórico, un nuevo

ciclo de transformación, un pachacuti en el que la llegada al poder de un líder indígena

y de la colectividad que representa, permitirá la descolonización del Estado a través de

una revolución democrático cultural en donde el instrumento político de liberación

(MAS) asumirá en el Congreso el proceso de cambio respondiendo a las demandas

21 Walter Mignolo, “Giro a la izquierda o giro descolonial? Evo Morales en Bolivia” en Revista del Sur no.164-marzo-abril 2006, en http://www.redtercermundo.org.uy

Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009 14

Page 96: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

sociales de convocar a una Asamblea Constituyente y al Referéndum sobre autonomía,

lo que posibilitará la refundación del país priorizando las demandas del movimiento

indígena originario, pero respetando las distintas identidades para unir a Bolivia desde

su diversidad en un nuevo pacto social.

Esa identidad indígena que proyecta Evo no es excluyente pues incorpora en su

memoria colectiva y en su imaginario las luchas de otros líderes no indígenas que

buscaron la liberación boliviana y latinoamericana y destaca la potencialidad de las

alianzas con los movimientos sociales, profesionistas e intelectuales para lograr la

transformación boliviana.

Despliega también una “diplomacia andina” que busca la sensibilización y el

apoyo de la comunidad internacional destacando la necesidad del diálogo sin

sometimientos, buscando mostrar que su gobierno es honesto y legítimo y que el pueblo

boliviano y el movimiento indígena “originario” tienen el derecho, los valores y la

posibilidad de construir un modelo propio de desarrollo a partir de sus potencialidades

económicas, políticas y culturales.

Pero la utopía descolonizadora y la revolución democrático cultural que busca

ser detonada y plasmada a través de la Asamblea Constituyente y que está en marcha

actualmente en Bolivia, ha desatado y desbordado las pasiones que muestran que la

larga duración de la era colonial, sustentada en el poder de una minoría que excluye,

discrimina y concentra la riqueza del país en alianza con intereses externos, es difícil de

superar pues se aferrarán a sus privilegios, aún a costa de la confrontación y la

fragmentación de Bolivia

La “colonialidad del poder” sustentada en la idea de raza como señala Aníbal

Quijano, ha implicado para países mayoritariamente indígenas como Bolivia el despojo

y la represión de sus identidades y la permanente necesidad de subversión y

reoriginalización cultural que se expresa en estos momentos en una conflictividad social

que muestra la tensión entre distintos sujetos y proyectos. Lo que se advierte en el

proceso boliviano es la dificultad a la que se enfrenta el gobierno del primer Presidente

indígena para representar y canalizar las demandas ancestrales del movimiento indígena

que le exige actuar, sin generar una confrontación con los grupos dominantes que no

van a permitir perder sus privilegios.

Por lo pronto La Asamblea Constituyente ha sido nombrada Originaria para

reivindicar a los pueblos indígenas y la dirige una mujer indígena. La revolución

cultural está en marcha….

Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009 15

Page 97: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

LA CONSTITUCIÓN RECIPROCA DEL ALUMNO EN LÍNEA FRENTE

AL ASESOR-FACILITADOR: LA EXPERIENCIA DEL MÓDULO “MÉXICO”

DEL PROYECTO ALFA-AMELAT.

Ramón Gómez Zamudio1

“Estudiar a distancia es más duro y sacrificado y requiere una

alta dosis de voluntad y planificación y organización del propio

tiempo. Por esto lo que debemos hacer es aprovecharnos de los

recursos que nos ofrece la metodología virtual para hacer que el

estudiante no se sienta solo, motivarlo, animarlo e ilusionarlo, en

su propio camino hacia el aprendizaje”

Gabriel Ferrate.

Las ideas presentadas en este documento se enmarcan en la experiencia tutorial, y en

las reflexiones derivadas de ella, institucionalizada en el Programa ALFA-AMELAT

XXI. Como tutor responsable del “Módulo México” de la maestría virtual en Estudios

Contemporáneos de América Latina, he derivado algunas consideraciones que deseo

compartir con colegas de la educación a distancia (EAD); consideraciones que se

centran en la importancia que representa el desempeño del tutor/asesor, del docente en

línea/facilitador del aprendizaje; desempeño que, sostengo, es fundamental para la

permanencia y el éxito del estudiante en línea.

La importancia que se deriva del rol de tutor que desempeñé en el módulo de esta

maestría, está dada por el resultado peculiar que ocurrió antes, durante y después de

trabajadas las tareas que el módulo implicó para los estudiantes, para los profesores y

para el propio tutor. Esto que llamo “resultado peculiar”, contrasta lo que la literatura

perfila como un buen docente en línea y como un buen estudiante en línea contra la

práctica que desarrollamos quienes nos involucramos en el módulo señalado (Cruz

2006; Delgadillo 2003; Diaz 2004). Así, se llama la atención sobre dos aspectos

relacionados con la educación a distancia y que se constituyen en el foco de discusión

de este documento: 1) sobre la importancia fundamental que reviste el desempeño del

1 Mtro. Ramón Gómez Zamudio. Profesor-Investigador, DEILA, CUCSH, Universidad de Guadalajara. Tutor del módulo “México” de la Maestría en Estudios Contemporáneos sobre América Latina, Proyecto ALFA-AMELAT XXI

1Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009

Page 98: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

tutor/asesor de la educación en línea2; desempeño que, en nuestro caso, recayó

sobre profesores sin experiencia previa en la teoría y en la metodología para la

enseñanza en línea (aunque de reconocida trayectoria como profesores y como

investigadores y de extensa experiencia en la docencia presencial); 2) y,

paradójicamente, sobre los “excesos” en que se puede incurrir al perseguir el logro del

perfil académico óptimo para la enseñanza y el aprendizaje en línea; excesos que en

nuestra experiencia quedaron de manifiesto en una evaluación que, por una parte, se

expresó en el trabajo de los profesores y de los alumnos a niveles de producción y de

participación muy altos, no obstante la “novatez” de los profesores en el trabajo en

línea; y por la otra, a que, por lo mismo, se sacrificaran aspectos formativos valiosos en

la enseñanza en esta modalidad, tales como la interacción “horizontal” entre los

alumnos y los profesores, promotora de cohesión y de presencia social (Insuasty 2005;

Gunawardena 2003).

Presento, primero, una breve contextualización del proyecto ALFA-AMELAT, del

módulo “México”, y de los antecedentes que implicaron la preparación de los docentes

para el trabajo en línea. En un segundo apartado, destaco la importancia que reviste el

trabajo responsable del tutor/facilitador en la formación de estudiantes en línea.

Posteriormente, presento los resultados derivados del trabajo de los docentes en línea,

de la tutoría y de la evaluación que de nosotros hicieron los alumnos inscritos en el

módulo. Finalmente, discutimos los resultados obtenidos a la luz de las

recomendaciones que en este campo se han formulado.

Contextualización del Proyecto

El proyecto del que se deriva esta experiencia, forma parte del Programa de

Cooperación Académica entre la Unión Europea y América Latina, Fase II del Proyecto

ALFA: AMELAT XXI. Este proyecto se propuso implementar una maestría en línea, en

la cual colaboraron profesores de distintas universidades europeas, norteamericanas y

latinoamericanas. En la elaboración del Módulo “México”, participó la Universidad de

Guadalajara a través del Departamento de Estudios Ibéricos y Latinoamericanos, 2 Expreso mi reconocimiento a mis compañeros profesores del módulo “México”, Alberto Rocha, Jaime Preciado, Jorge Ceja y Jorge Abel Rosales, por los valiosos aprendizajes que derivé de haber compartido no sólo la elaboración del módulo en cuestión, sino del trabajo, paciencia y dedicación con que afrentaron las tareas de docencia en línea.

2Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009

Page 99: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

perteneciente al Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades. El

Departamento de Estudios Ibéricos y Latinoamericanos (DEILA en lo sucesivo) de la

Universidad de Guadalajara, designó a un coordinador para que representara a la

Universidad ante ALFA-AMELAT, y para que gestionara el diseño, los contenidos y la

implementación de un módulo (“Política, Economía y Sociedad Civil en México”) para

la maestría en línea. El coordinador y cuatro profesores diseñaron cuatro unidades

(descritas brevemente en el Apéndice A) de las que constó el módulo. Cada curso o

unidad, constó de 50 páginas de autoría original de los profesores, lo que sumó un total

de 200 cuartillas del módulo. Un tutor desempeñó labores de dinamizador del trabajo

en línea, apoyando a los profesores y a los alumnos en la realización de las actividades

previstas en cada curso. La Universidad Nacional de Educación a Distancia en Madrid,

España, proporcionó capacitación al tutor para el diseño instruccional, para la

elaboración de las guías didácticas y para la estructuración en línea del módulo, además

de la capacitación para el desempeño de las tareas de profesor-tutor en línea. La

capacitación constó de trabajo en línea y de una fase presencial, ambas modalidades

enmarcadas en un Diplomado en Educación a Distancia de 8 meses de duración.

Veintidós alumnos fueron aceptados a la maestría. Durante dos años, trabajaron

módulos sobre teoría y metodología en ciencias sociales. El último año, ellos eligieron

un país o región en la cual deseaban especializarse y sobre la cual realizarían su trabajo

de tesis.

Para el estudio del módulo “México” de este proyecto, se estimó un aproximado de

180 horas de trabajo por alumno, que se organizaron en 80 horas teóricas; 40, prácticas;

y 60 destinadas a la investigación documental y a la realización de tareas.

La plataforma de aprendizaje WebCT 4.3 alojó los módulos, los cursos y los demás

componentes de la maestría. Dentro de la plataforma, en especial en los foros de

comunicación y de discusión, se asentó la experiencia que hoy nos ocupa.

El centro de discusión de este documento, está dado por el énfasis que en la literatura

sobre la educación en línea se da al rol del tutor/facilitador/docente en línea. En efecto,

los resultados educacionales que se generan en un ambiente virtual se atribuyen en gran

medida a la preparación profesional, a la experiencia en la enseñanza virtual, al

conocimiento de las estrategias pedagógicas que enmarcan la educación en línea y a las

habilidades básicas en el manejo del software y demás programas informáticos

pertinentes. En la experiencia aquí relatada, este presupuesto no se cumplió sino de

manera parcial, apresurada y un tanto improvisada. El equipo docente conformado por

3Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009

Page 100: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

los cuatro profesores, sólo había tenido conocimiento previo de una plataforma

educativa –Moodle; conocimiento que quedó frustrado, luego de dos sesiones de

aprendizaje en las que el responsable de su enseñanza “desapareció” tanto física como

virtualmente, pues al haber repasado un manual de aprendizaje para el conocimiento de

la plataforma ya no atendió ni le dio seguimiento a las inquietudes de sus alumnos –los

profesores en cuestión. Por ello, el tutor del módulo –con experiencia previa en el

diseño de cursos en línea y en la comunicación mediada por computadora- procuró

entrenar a los futuros profesores del módulo en los principios básicos de la enseñanza

virtual. En tiempos dispuestos por las ocupaciones de los profesores, y a unas pocas

semanas de que iniciara nuestro módulo, dediqué entre dos y tres horas a explicar el

ingreso a la plataforma WebCT; a su acceso desde el campus virtual de la Universidad

Complutense de Madrid; a las rutas de acceso a los componentes de la plataforma en

que estarían trabajando; y, en general, a la parte meramente mecánica –de

familiarización con los componentes de la plataforma, de sus funciones y utilización-

del trabajo con los alumnos a través de WebCT.

En estas sesiones individualizadas, enfatizé recurrententemente con todos y cada uno

de ellos acerca de la importancia de atender de manera rápida, constante y cortés a todas

y cada una de las intervenciones de los alumnos, fueran éstas de carácter académico (en

los foros de discusión, por ejemplo), personal (a través del correo electrónico) o de

cualquier otra índole. Dada la premura de tiempo de que disponíamos, destaqué la

importancia que reviste el componente de WebCT “Foro de Discusión”, para que en él

se generaran las discusiones referentes a los cursos de cada proesor, para que en él se

asentaran las discusiones, se formularan las preguntas y se orientara hacia la reflexión

de los temas que cada curso del módulo contemplaba como focales. En este sentido, el

foro se constituiría en la columna vertebral de cada curso en la medida que cada

profesor gestionara de manera inteligente y constante el trabajo propio y el de los

alumnos. Esta gestión contemplaría la formulación de preguntas, la orientación hacia la

discusión sobre conceptos y modelos y el propiciar no sólo una comunicación constante

entre los alumnos y el profesor, sino entre ellos mismos. Las aportaciones hechas por

los alumnos en cada foro, abriría espacios para evaluar sus avances, sus dudas y para

responder a sus preguntas. En los foros, además, se podría orientar a los alumnos a la

realización de tareas y a la lectura de documentos adicionales a cada curso.

Habiendo entregado a la coordinación general el módulo “México” con sus cuatro

cursos debidamente organizados, sus anexos y sus lecturas complementarias, el tutor y

4Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009

Page 101: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

los profesores nos dispusimos a esperar el arranque formal del trabajo en línea.

Cada uno de los profesores dispondría de 18 días aproximadamente para trabajar su

curso respectivo, según las estimaciones que realizamos en el marco de tiempo de 3

meses de duración de que constaría el módulo.

Como tutor del módulo, no podía de dejar de interrogarme sobre el resultado de

nuestro trabajo, sobre la participación de mis compañeros profesores, sobre el

rendimiento de nuestros alumnos y de la evaluación del módulo. En lo que sigue,

presentaré algunas reflexiones de carácter teórico que me parecen relevantes al trabajo

del tutor/docente en línea, e intercalaré algunos de sus postulados con las experiencias

que marcaron nuestro trabajo en lo que fue para todos nuestra primer aproximación al

trabajo docente virtual. Al final, destacaré los resultados de esta gestión, subrayando el

comportamiento que tuvieron los profesores del módulo; comportamiento que rebasó

sobradamente las expectativas de rendimiento que al respecto tenía, dados los

antecedentes de formación que he descrito.

El estudiante y el docente en línea

Por principio, quiero llamar la atención sobre los aspectos de formación –sobre todo

los relacionados con la interacción docente-alumno- que conforman a un estudiante

virtual. Reconociendo las similitudes entre los procesos formativos que “esculpen” a un

estudiante presencial y a uno en línea, centro mi atención en los inherentes a la

educación en línea. Parto de la siguiente hipótesis de trabajo:

Un buen estudiante en línea se constituye como tal, en función de procesos

derivados de su interacción con una ambiente de aprendizaje, con una plataforma

educativa y con una arquitectura educacional que lo promueva efectivamente como

tal; y en función de procesos pedagógicos, psicológicos y educacionales

relacionados fundamentalmente frente al desempeño del profesor-asesor. Aquí,

acentúo la importancia que reviste la comunicación promovida por el asesor-

facilitador en estos procesos de formación.

La formulación de esta hipótesis, se plantea en función de dos hechos que llaman la

atención. Primero, una extensa bibliografía referente a la educación en línea, destaca

como candidato deseable a los estudios en línea, a estudiantes que se ajusten a un perfil

personal, académico y de vocación idealizado, que se formula en lo abstracto, partiendo

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Page 102: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

de la idea de lo que debiera ser un buen estudiante (Ramírez 2005; Padula 2004;

Valenzuela 1999). Paradójicamente, se asienta la existencia efectiva de estudiantes con

características óptimas, como si los sistemas educativos, en general, y en particular el

mexicano destacaran positivamente en este rubro (Moreno 2006). Segundo, las

condiciones para el ingreso al estudio de cursos en línea3, establecen como requisitos un

menú de cualidades pre-establecidas; cualidades que, en cursos presenciales,

procuramos crear en nuestros estudiantes a lo largo de muchos años de formación –

exitosa, en el mejor de los casos; regular y deficiente, como norma (Guevara 1992;

calero 2000). En este sentido, un estudiante con los perfiles deseables para la educación

en línea, se constituiría en resultado de la acción paciente y progresiva del trabajo plural

entre varios elementos articulados y orientados –profesores, compañeros, apoyos

bibliográfios, tecnológicos, etc.

Tomemos como ejemplo uno de los cientos de perfiles que, en este caso, definirían a

un estudiante en línea “exitoso”:

“Los que triunfan como estudiantes a distancia:

• Están altamente motivados.

• Son independientes.

• Son estudiantes activos.

• Tiene habilidades para administrar su tiempo y organizarse.

• Tiene la disciplina para estudiar sin recordatorios externos.

• Puede adaptarse a ambientes de estudio nuevos” (Ramírez 2005).

Un estudiante así definido no existe en abstracto. Se produce como resultado y como

tarea en marcha, siempre en proceso de formación. Como tal, es el ideal al que, con

nuestras acciones, aspiramos formar. No existe ya hecho, ya terminado; y si existe, es,

entonces, producto del trabajo paciente de decenas de profesores, de tutores, de amigos

y de familiares, como del propio estudiante; trabajo realizado, por cierto, con muchas

limitaciones de recursos pero que, eventualmente, puede culminar con una meta común:

un buen estudiante en el sentido más amplio de la palabra. Sin embargo, da la

3 Por criterios prácticos, resumimos en el término “cursos en línea”, todas las ofertas educativas que, desde módulos independientes hasta diplomados, licenciaturas y postgrados, se despliegan en el Internet con sus requerimientos y grados de sofisticación correspondientes.

6Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009

Page 103: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

impresión de que al así exigirlos en la enseñanza en línea, aceptáramos la idea de

que estudiantes “calcados” del perfil existen de facto, como norma, como producto

predecible de nuestro sistema educativo. De manera por demás curiosa, pareciera que la

exigencia así establecida, acentuada en las bondades del alumno, nos eximiera de

trabajo formativo, del compromiso docente y de la responsabilidad que nuestro perfil

nos obliga a asumir: que nuestros estudiantes se constituyen como tales en un contexto

educacional en el que la plataforma educativa y el desempeño del profesor-asesor son

fundamentales en este proceso de formación (Moreno 1999, 2006, 2007).

A continuación, propongo algunas reflexiones sobre las que debiera considerarse la

formación de estudiantes en línea plenamente identificados con una nueva forma de ser

y de aprender: la virtualidad. Estas reflexiones son resultado provisional de la consulta,

de la conversación y de la curiosidad acuciosa por escuchar a los usuarios y

destinatarios de nuestro trabajo y de una auto-evaluación del desempeño del equipo

docente, y de los resultados de la evaluación formal que efectuaron los alumnos y los

coordinadores del proyecto ALFA-AMELAT. Este proceso de doble conformación

identitaria entre el profesor-asesor y entre el alumno, se centra en la indagación de las

expectativas, de las dudas, de las necesidades y de las cualidades este último. Para ello,

he platicado con numerosos estudiantes, tanto de nuestro módulo como de otros cursos,

con los docentes responsables de cada curso del mismo, con algunos de los

administradores y coordinadores del proyecto ALFA-AMELAT, profesores de la

UNED y de la U de G Virtual, así como con algunos profesores de otros cursos en línea.

El Constructivismo y la Educación en Línea

La retórica de la educación de inspiración “constructivista”, más platicada que

implementada, se ha constituido en una de las afirmaciones más comunes en los diseños

de los ambientes de aprendizaje virtual (Padula 2004; Hernández 1998). Una revisión

de las justificaciones que se sustentan como promotoras del aprendizaje en línea,

destaca la repetición con la que el vocablo se reitera en cursos en línea de diverso orden

temático y de variada exigencia académica. Se asume como argumentación

fundamental que, al promover en el alumno el aprendizaje autónomo, autogestionado y

responsable, los principios del constructivismo se articulan de manera natural con las

bondades del aprendizaje en línea: la activación del aprendizaje a partir los

7Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009

Page 104: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

conocimientos previos, la gestión del conocimiento de manera independiente, la

manipulación de la información de manera creativa, el trabajo de equipo como entorno

del aprendizaje colaborativo, etc. Uno de estos principios asienta que el conocimiento

se genera a partir de la puesta en marcha de conocimientos previos, y del movimiento al

razonamiento y a la acción de las inteligencias del estudiante (Smith 2001).

Esta puesta en marcha de las habilidades cognitivas no ocurre en el vacío. Es el

trabajo de un buen facilitador del aprendizaje hacer que esto ocurra; es la dedicación de

tiempo completo a las preguntas, a las aportaciones y a las dudas que el estudiante

formula, lo que verdaderamente enmarca una construcción del conocimiento propositiva

y confiable. Fuera de este constante monitoreo orientado a acompañar al estudiante,

toda intención queda en palabrería o, en el mejor de los casos, en buenas intenciones y,

frecuentemente, ni en eso.

Por otra parte, esta premisa se ha constituido, en la práctica, en justificación para

presentar material al estudiante, y luego comportarse como si se estuviera entregando un

paquete de curso por correspondencia. Es decir, el docente en línea asume el rol de

cartero de conocimiento: “aquí están los materiales, las instrucciones y unos ejemplos

de evaluación. Ajústate a las fechas oficiales y avísame cuando termines de revisarlos

para que te sometas a las evaluaciones formales y apruebes el curso”. Palabras más,

palabras menos, la responsabilidad del facilitador se reduce a diseñar y a organizar el

material o a trabajar con material ya realizado. Se razona que, ante estudiantes adultos

y/o con experiencia en educación escolarizada, el trabajo ya está hecho, pues están

suficientemente equipados como para poder ingresar, resolver y terminar un curso. Se

olvida con facilidad que un alumno en línea no es un alumno presencial; y que a uno y a

otro hay que formarlos como tales; que a uno y a otro hay que instrumentarlos con las

habilidades que requieren sus respectivos ambientes. En especial, ya asentado el perfil

deseable del estudiante en línea por la investigación educativa, el trabajo de profesor-

facilitador no es excluir a quienes no se ajusten o no se acerquen al perfil ideal. Nuestro

trabajo consiste en la promoción dedicada, paciente y constante a la construcción de

dicho perfil; en el trabajo afectivo para hacer que el estudiante se sienta

permanentemente acompañado y atendido; en el trabajo académico para hacer que el

estudiante consulte, comparta, opine, lea y redacte sus conocimientos. Esta es

responsabilidad primera y última del profesor-asesor. En la balanza de equilibrios entre

el perfil de un buen estudiante en línea y el de un buen profesor en línea, no hay mayor

peso de ninguna de las partes. Sin embargo, si hay que declararse fieles a la

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Page 105: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

prescripción constructivista del conocimiento, la responsabilidad formativa en este

balanza recae, sin duda, en el profesor-asesor. En este sentido, el perfil no se constituye

en requisito sino en producto; no en condicionante para el estudio en línea, sino en

resultado y en meta de trabajo colectivo que, al tiempo que instrumenta al alumno para

operar en el mundo, le configura una identidad única, derivada de un contexto virtual

dinámico y propositivo.

El Ambiente Virtual de Aprendizaje

Las características de que se compone una plataforma de aprendizaje amigable e

intuitiva han sido objeto de atención de muchos docentes, usuarios e investigadores de

la educación en línea (Cañas 1998; Gabela 2002; Moreno 1999). Siguiendo a Cañas

(1999), se ha señalado, por ejemplo, que “el ambiente debe proveer herramientas de

interacción entre el estudiante y el profesor; herramientas que deben de trascender el

mero intercambio de correo electrónico, propiciando la interacción a diferentes niveles

de gestión y de representación del conocimiento. En efecto, la comunicación

facilitador-estudiante, no puede quedar circunscrita ni limitada por la posibilidad que el

correo electrónico representa. Este instrumento de comunicación abre canales de

expresión privados, propios para el planteamiento de asuntos que no pueden o no deben

de abrirse al grupo. Ya sea que se utilice para el tratamiento de cuestiones personales

como para la negociación de aspectos del trabajo, el correo electrónico se despliega

como medio para compartir, para acompañar y para hacer de la experiencia de

aprendizaje una actividad conjunta. Nunca está por demás insistir en la necesidad –la

obligación, hay que enfatizarlo- de responder de manera expedita a todo mensaje

recibido. El limbo de incertidumbre que se genera en la cabeza del estudiante cuando

no sabe si su mensaje “llegó”, no sólo es innecesario sino indeseable en el marco de la

confianza requerida para sentirse escuchado, entendido y atendido.

Cuando el trabajo de discusión, de colaboración y de realización de tareas se

manifiesta en los Foros de Discusión, hay principios básicos de administración del

trabajo cuya importancia hay que subrayar. De elemental cortesía y de responsabilidad

asumida, el monitoreo permanente de las actividades de los estudiantes, adquiere forma

expresa al responderle de manera personal (o colectiva, cuando así se asienta en una

actividad particular) a todas y a cada una de sus aportaciones o mensajes. No es

suficiente una bienvenida en abstracto, seguida de esporádicas intervenciones y de un

9Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009

Page 106: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

cierre de curso. Se motiva al estudiante a participar al tiempo que éste se sabe

“escuchado” –leído. Se promueve a que sus aportaciones tengan carácter constante,

oportuno y relevante, al tiempo que se le responde a todas y a cada una de ellas. El

espacio para el enriquecimiento académico, para la reflexión, para la producción teórica,

lo proporcionan los foros de construcción del conocimiento.

Foros de Construcción del Conocimiento

En efecto, y adelantándonos a la discusión de nuestra experiencia, proponemos que es

en los espacios abiertos de comunicación en línea, en donde cobra especial importancia

un uso inteligente de los foros de discusión (Cañas 1999; Cruz 2006). Los espacios

para el intercambio efectivo de ideas, para la transmisión y para la generación de

conocimiento, se potencian con un uso hábil y provocador de los foros de discusión;

sobre todo, en aquellos foros en donde se asienta el análisis de los temas centrales de

que consta un curso. Es en estas líneas en donde adquiere sentido el precepto que Cañas

propone, según el cual: “Las herramientas computacionales deben progresar hacia una

verdadera colaboración en la construcción del conocimiento por parte de los

estudiantes” (Cañas 1999). Un foro lineal que no se gestione como raíz hacia la

discusión de asuntos relevantes, y un foro al que el profesor-asesor ingrese de manera

esporádica, sin aportar ni agilizar la discusión de sus participantes, es un foro pobre, un

foro huérfano, un foro que no fructifica porque el profesor-asesor no se entrega.

Un foro árido se constituye en desierto por la falta de apoyo y de sentido de

comunidad y de pertenencia a un grupo virtual de aprendizaje. Este sentido de cohesión

se forma y se fortalece en la medida en que el profesor-asesor lo cuida, lo desarrolla y lo

proyecta hacia los objetivos educativos del curso. Esta formación se sostiene en un

precepto elemental: la comunicación. No la comunicación monosilábica, sino la que

aporta, la que alienta, la que estimula y la que reta de manera afectuosa a proponer, a

construir y a compartir. Este diálogo, al decir de una buena cantidad de usuarios de

cursos en línea, queda, lamentablemente, en tinta, en prescripción. Así, una aportación

del alumno que no sea atendida, equivale a una opinión excluida en el aula presencial.

El sentimiento generado en un caso y en otro es de desconcierto, de frustración y de

desaliento. Si el foro de discusión es, en verdad, “el alma de un curso en línea”, éste

debe de encausarse en espiral, en constante acompañamiento, desafiando al alumno a

dar más de sí, y motivándolo a emprender y a concluir las tareas asignadas.

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Page 107: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

Presencia Social

Alberto Cañas ha señalado que… “El ambiente debe apoyar la interacción rápida y

efectiva entre los estudiantes” (1998). El contexto de socialización propio de las

interacciones académicas y no académicas merece especial atención en el diseño de la

plataforma. La experiencia propia y la derivada de la consulta con usuarios de cursos en

linea frecuentemente sugiere que estos cursos no proporcionan el espacio ni la ocasión

para el esparcimiento, para la recreación ni para la comunicación personal. En absoluto

desacuerdo con una gestión ocasional y no comprometida por parte del docente en línea,

afirmamos el entorno virtual como un espacio en el que se pueden vertir los afectos, los

acuerdos y los desacuerdos. Como en la modalidad de educación presencial, la creación

de espacios de esparcimiento y de recreación adquiere valor especial, pues la

socialización que se genera en un ambiente virtual es de suma importancia.

Siendo señalada como una deficiencia y como una carencia frente a los cursos

presenciales, hay que destacar que el carácter social del aprendizaje en línea va de la

mano con la creación de lo que los expertos denominan “comunidades virtuales de

aprendizaje” (Borges 2005, Diaz 2004). En efecto, este sentido de pertenencia a un

grupo, de cohesión entre iguales, se da, por una parte, en la medida en que se compartan

objetivos académicos y/o personales y se persigan unas metas sobre las que se trabajen

constantemente. Por otra parte, el trabajo del conductor de esta orquesta es vital: la

propuesta oportuna, el cuidado constante a las necesidades de cada estudiante, la

respuesta alentadora, la guía, el consejo y la comprensión en los logros y en los fracasos

se conforman, todas ellas, en componente fundamental en la constitución de una

comunidad virtual.

Se organiza el trabajo en grupo y se celebra la realización de la tarea. Se agota la

paciencia, se renueva, se requiere de respuestas y se solicita apoyo. Este “se”

impersonal, es, en realidad, un trabajo tanto del diseñador de la plataforma que

contempla los espacios para este propósito, como los del profesor-facilitador que los

activa y los mantiene vivos. Afirmar que el discurso escrito “a distancia” no promueve

los afectos ni la cohesión de comunidades de aprendizaje virtual, equivaldría a

desacreditar siglos de expresión escrita transmitida en textos académicos, en literatura y

en epístolas religiosas y personales. La ventaja, hoy, en tiempos de plataformas

asentadas en el internet y en las oportunidades de aprendizaje enmarcadas en ellas, es

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Page 108: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

que redefinimos el concepto de distancia y que la formación de comunidades

virtuales de aprendizaje contextualizan estos esfuerzos a niveles de interacción

prácticamente sin límites. La no distancia, hoy, es, entonces, cuestión de acceso a una

estación informática, computacional, y no ya asunto de espacios geográficos.

La Comunicación en Línea

“El profesor deberá contar con herramientas que le permitan administrar

eficientemente su comunicación con todos y cada uno de sus estudiantes y el progreso

de sus cursos” (Cañas 1998). El énfasis en la comunicación, arriba expuesto, no se da

en la nada; no se da sin un sentido ni sin ninguna proyección. Los objetivos del curso,

enmarcados claramente como el propósito, el sentido y la significación de las tareas y

de las actividades, definen la trayectoria a recorrer. Esta trayectoria se sostiene en

tareas, en consultas, en lecturas y en todas las actividades que resulten relevantes y

apropiadas a la consecución de las metas. Una utilización productiva de la plataforma

para estos propósitos, preverá que ésta permita conocer los ingresos, los tiempos, la

cantidad y la hora en que se producen. Este monitoreo tendrá como finalidad no la

fiscalización morbosa ni la observación voyerista, sino la dedicación comprometida a

atender las necesidades y a orientar las rutas de respuesta de nuestros estudientes.

He hablado de la importancia que reviste el monitoreo constante al desempeño de

nuestros estudiantes en el desarrollo de un curso. Esta administración eficiente de los

recursos de la plataforma, así como la atención esmerada al trabajo de cada estudiante,

se constituyen en imperativos de formación y en perfil obligado para quien se asuma

como profesor-facilitador. Si este imperativo parece sin sentido, el lector no es

candidato a profesor-asesor en línea. No comprometerse con estas cualidades equivale

a trabajar para cobrar; a trabajar según el vergonzoso dicho de “hago como que trabajo

porque hacen como que me pagan”. Si esta oración le indigna al educador, sus alumnos

están en buenas manos.

La Plataforma de Aprendizaje

Contar con la mejor de las plataformas de aprendizaje en línea, de muy poco sirve, y

escaso sentido tiene, si quien la gestiona se comporta con ella como con una obra

acabada. Una buena plataforma sólo tiene posibilidades de fructificar en todos los

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Page 109: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

espacios de promoción del aprendizaje, en la medida en que éstos sean puestos en

marcha de una manera atenta, aplicada y continua. En este sentido, un facilitador que

se limite a presentar un curso –al margen de los reconocimientos que su diseño generen-

, considerando que con ello su trabajo ya está hecho, no hace sino delegar toda su

responsabilidad al estudiante; no hace sino asumir cómodamente que el estudiante ya

está hecho; que su rol de facilitador no le requiere nada más que la exigencia de

cumplir; y que su responsabilidad con su desempeño de profesor en línea termina con

cumplir a secas.

Hay que señalar, entonces, que aún antes de la presentación de una plataforma de

aprendizaje, hay en quienes la diseñan, una serie de concepciones sobre la

comunicación, sobre el conocimiento y sobre el aprendizaje. Estas concepciones –una

“filosofía de la educación”- enmarcan la arquitectura de la plataforma. En este sentido,

la plataforma no consiste sólo de una disposición de iconos, de gráficos y de

instrucciones para aprender; es, sobre todo, una expresión que sobre la educación

impera en las mentes de quienes las crean. Ya sea que la disposición de los módulos de

que conste, se organice según lógicas conceptuales, cronológicas o de otro orden, hay

que destacar la conveniencia de ajustarse al dictado de “si lo bueno es sencillo, es,

entonces, dos veces bueno”. Un exceso de botones, de enlaces y de clickeos puede

resultar poco productivo y abrumador. También puede resultar poco atractivo el

interactuar con una plataforma árida, lineal, como reproducción escaneada de un texto

plano.

Esta concepción de la educación se refleja en la estructura y en la disposición de los

componentes de una plataforma. La forma en que el estudiante se ve obligado a

interactuar con ella, es también fruto de estas concepciones. Así, por ejemplo, una cosa

es pedirle a un usuario que, para la realización de una tarea, accione un ícono,

despliegue un documento, lo lea y luego elabora una reseña entregándola en un buzón;

otra es solicitarle que lea un documento, comparta con sus compañeros/as en un foro sus

impresiones y luego colabore en equipo para la realización de un producto final –un

ensayo, una reseña, una propuesta. No es que una tarea sea intrínsecamente mejor o

peor que la otra; pero el problema estriba cuando un curso se sostiene en actividades

que reproducen los esquemas de trabajo presencial tradicional, al más puro estilo

bancario en la concepción Freiriana de la educación.

Por otra parte, las estrategias de comunicación que dinamiza el profesor-facilitador se

vienen a constituir en la columna vertebral de la misma. Estas estrategias, fructificarán

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Page 110: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

en aprendizajes significativos, duraderos, relevantes, si la plataforma los facilita

mediante una disposición inteligente de módulos y de espacios apropiados; incluso,

muchas veces, a pesar de que la plataforma no tenga la sofisticación de las más

elaboradas y costosas.

Comunidades Virtuales de Aprendizaje

Dado que estamos perfilando los contornos ideales, resultado de lo que no se da ni

ocurre en la cotidianeidad de los aprendizajes virtuales, el profesor aludido en esta

aseveración se concreta en la realidad en los acercamientos y en las semejanzas de los

profesores-asesores a este ideal. Entre la indiferencia del docente-cartero y el

compromiso del profesor-asesor, conocemos profesores cuyos perfiles se acercan más o

menos al de guía, de acompañante y de asesor comprometido. Tal vez sean estos rasgos

los que más requieran de una conjunción entre las características de personalidad más

maduras y equilibradas y las de la vocación para la docencia. Habiéndolos, éstos se

constituyen en ejemplos vivientes, en modelos ante quienes se contrasta y aspira el

aprendiz a profesor-asesor. También de los que distorsionan el perfil ideal se aprende,

si no al menos por oposición a lo que no hay que hacer. Como afirma Ferrate, “Estudiar

a distancia es más duro y sacrificado y requiere una alta dosis de voluntad y

planificación y organización del propio tiempo. Por esto lo que debemos hacer es

aprovecharnos de los recursos que nos ofrece la metodología virtual para hacer que el

estudiante no se sienta solo, motivarlo, animarlo e ilusionarlo, en su propio camino

hacia el aprendizaje” (2005). De esta afirmación, destacamos no las cualidades de

voluntad, de planificación y de organización supuestas y deseables en un estudiante,

sino las referentes a los recursos –comenzando con un asesor efectivo- disponibles para

que el estudiante emprenda y culmine de manera exitosa su camino hacia el aprendizaje.

Dentro de estos recursos, adquiere capital importancia el sentido de pertenencia a un

grupo, a un colectivo con quien se comparta la realización de las tareas. Para esto, no es

suficiente iniciar una presentación entre los estudiantes, para luego dejarla al arbitrio de

la mano justa del libre mercado académico. La creación de vínculos personales es una

tarea que se recrea constantemente, en virtud de la animación constante a la

participación, a la opinión, a la réplica y a la crítica respetuosa. El trabajo en equipo se

proyecta como trasfondo permanente en el que los alumnos trabajan para el logro de

tareas. Esta proyección no ocurre por sí sola: es, otra vez, producto del trabajo paciente

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Page 111: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

y constante del profesor-asesor. Así como el niño forma algunos de las rasgos más

importantes de su personalidad frente a sus padres, de manera análoga y metafórica,

podemos afirmar que la personalidad e identidad virtual de un estudiante en línea se

conforma frente a su(s) profesor-asesor(es). En un caso y en otro, disculpándonos por la

simpleza del razonamiento, las virtudes, las cualidades, los vicios y los defectos de los

unos y de los otros, se harán manifiestos en la “edad adulta” del estudiante en línea.

ALFA-AMELAT, Módulo “México”: Discusión

Casi 300 participaciones sumaron el total de aportaciones y de colaboraciones que

nuestros estudiantes aportaron a los foros de discusión de los 4 cursos de que constó

nuestro módulo. De este total, 287 tuvieron carácter estrictamente académico; es

decir, respondieron a las preguntas formuladas por los profesores, se plantearon en

calidad de preguntas y/o de reacción a comentarios hechos por los propios alumnos

y, en no pocos casos, se constituyeron en verdaderos “microensayos” que daban

testimonio del trabajo de lectura y de análisis que efectuaban alumnos y profesores.

Destaco la cantidad de aportaciones a los foros, pues no es común encontrar

cantidades tan altas en cursos de duración relativamente corta -3 meses, en nuestro

caso. La cantidad, más allá de sí misma, era, por principio, calidad expresada en

textos densos que daba cuenta del crecimiento académico que en los alumnos se

efectuaba. En algún momento, a inicios del módulo, uno de los alumnos sugirió

crear un foro de recreación, denominado “Café”, en el que se redactarían ideas y

afectos distintos de los expresados en los foros académicos, y que permitirían,

además, generar un clima de camaradería, de pertenencia y de cohesión. Dispuesto

el foro, para sorpresa mía, éste permaneció prácticamente desierto y con muy pocas

aportaciones al mismo. La razón que parece explicar este hecho, estriba en el

trabajo intenso que profesores y alumnos efectuaban a ritmos regulares, constantes y

sin descanso. Si bien la calidad e intensidad del trabajo realizado dibujaba

expresiones de satisfacción en nosotros, simultáneamente, generaba en mi una

especie de preocupación, pues los procesos de formación afectivos, de valores y de

comunicación “horizontal” entre profesores y alumnos no se estaba dando ni

terminó por darse. En este sentido, una insistencia de mi parte para que los

profesores atendieran constantemente a sus alumnos, pareció desembocar en un

efecto exclusivamente académico; es decir, de trabajo sobre los textos, sobre las

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Page 112: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

lecturas adicionales y de las reflexiones que unos y otros realizaban conjuntamente.

La insistencia señalada se asentaba en el temor de que los profesores incurrieran –

por desconocimiento, por inexperiencia o por vicio de formación- en prácticas

docentes limitadas y pobres. A decir de los resultados, esto no ocurrió; más aún, el

trabajo de producción académica fue muy bueno, no obstante el sacrificio de las

interacciones de cohesión social entre los alumnos. En este sentido, habrá que

destacar la peculiaridad de nuestro curso: profesores sin experiencia en la enseñanza

en línea fueron capaces de desempeñarse exitosamente al haber enmarcado en su

trabajo una consigna fundamental: la comunicación constante con el alumno, la

atención permanente a sus inquietudes y el monitoreo comprometido con el trabajo

de los alumnos. Por ello, volvemos a la hipótesis planteada al principio de este

documento:

Un buen estudiante en línea se constituye como tal, en función de procesos

derivados de su interacción con una ambiente de aprendizaje, con una

plataforma educativa y con una arquitectura educacional que lo promueva

efectivamente como tal; y en función de procesos pedagógicos, psicológicos y

educacionales relacionados fundamentalmente frente al desempeño del

profesor-asesor.

Aquí, como al principio, acentúo la importancia que revistió la comunicación

promovida por los profesores de los cuatro cursos de que constó nuestro módulo.

Compromiso y comunicación: estos son los elementos educacionales que hemos

procurado enfatizar a lo largo de este documento; aspecto que hemos querido

enmarcar en torno a lo que define a un buen docente en línea y a un buen

estudiante. En este sentido, un estudiante virtual auto-definido como tal, comienza a

serlo a partir del momento en que el profesor-asesor se compromete de tiempo

completo a hacer verdad el adagio chino que establece que “si el alumno no supera

al maestro, ni es bueno el alumno ni es bueno el maestro”. Este proceso sólo tiene

sentido en función de las metas, de las tareas y del objetivo final de la educación:

gestionar el aprendizaje efectivo, independiente, crítico y propositivo de nuestros

alumnos. Con ello, participamos de la nueva constitución de estudiantes virtuales;

estudiantes virtuales que prefiguran nuevas formas de aprender, nuevas estrategias

de asumirse como aprendedores de oficio de tiempo completo y de nuevas formas

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Page 113: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

de identidad. El trabajo de nuestros compañeros/as es el mejor ejemplo de que este

objetivo se puede cumplir.

Sabemos que la prescripción no es suficiente para que todo este trabajo se lleve a

cabo. La reflexión y la autocrítica del trabajo docente, el diálogo con el estudiante en

línea, con los colegas y con otros usuarios de estos ambientes de aprendizaje

promoverán el reconocimiento de lo que puede cambiar, de lo que debe se reformular.

Sin este ejercicio de diálogo interno y de escrutinio sobre la práctica docente, sobre el

ensayo y sobre la apuesta por el cambio, toda intención quedará reducida a mera

palabrería…de nosotros depende escuchar y proponer.

Apéndice A

Equipo de trabajo y de investigación del módulo:

Dr. Jaime Preciado Coronado. Coordinador de módulo y representante de la

Universidad de Guadalajara ante ALFA. Docente en línea.

Dr. Alberto Rocha Valencia, Profesor-Investigador DEILA. Docente en línea

Dr. Jorge Abel Rosales Saldaña. Profesor-Investigador DEILA. Docente en línea

Dr. Jorge Ceja Martínez. Profesor-Investigador DEILA. Docente en línea

Mtro. Ramón Gómez Zamudio. Profesor-Investigador DEILA. Tutor del módulo

Contenido del módulo “México”:

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Page 114: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

El módulo contempla el estudio de temáticas que se organizan en cuatro cursos,

los cuales se constituirán en unidades didácticas.

La primera, “Descentralización, desarrollo regional y elecciones”, estudia la reciente

transformación y reforma del Estado mexicano, en su dimensión nacional y regional. Se

exploran las principales políticas públicas vinculadas con la descentralización y con la

planeación. Se abordan los medios institucionales para relacionar a las regiones con la

federación, y se estudia la composición básica de la geografía política a partir de las

elecciones federales y de las entidades locales.

En la segunda parte, se analiza el tema “México en los procesos de integración

continental, regional y subregional; sus dimensiones institucionales”, dando cuenta del

impacto ejercido por el Acuerdo de Libre Comercio de las Américas; del Tratado de

Libre Comercio de América del Norte y de los esquemas subregionales y binacionales

en los que México participa. Se estudia la proyección geopolítica del país y el proceso

de institucionalización asociado con la integración, principalmente en la esfera

intergubernamental.

La tercera parte, “Democratización, ciudadanía y sociedad civil en México”, discute

en torno a cómo la apertura política formal del país ha sido acompañada de procesos de

pérdida substancial de ciudadanía y las respuestas de la sociedad civil que se expresan

en demandas de inclusión, que desembocan en propuestas de desarrollo y participación

política alternativas.

En la cuarta parte, se aborda la “Dimensión geoeconómica de la integración de

México al mercado mundial”, destacando las dinámicas impuestas por los acuerdos y

tratados de libre comercio, en función de los niveles de apertura y liberalización

alcanzados; sus implicaciones económicas, políticas y sociales. Se enfatiza el caso del

Acuerdo de Libre Comercio México-Chile, como prototipo de integración bajo

principios neoliberales.

18Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009

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1999 Los Tres "Autos" del Aprendizaje: Aprendizaje Estratégico en Educación a

Distancia. Documento presentado en el VIII Encuentro Internacional de Educación a

Distancia, Universidad de Guadalajara, en Guadalajara, Jalisco, el 2 de diciembre de

1999

23Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009

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DE LA LEGITIMACIÓN A LA PARTICIPACIÓN. EL COMITÉ CONSULTIVO DEL SISTEMA DE INTEGRACIÓN REGIONAL

CENTROAMERICANO (CC-SICA).

Francisco Santos Carrillo1

RESUMEN

La institucionalización de la participación de los actores sociales en el Sistema de

Integración Centroamericano (SICA), llevada a cabo a través del Comité Consultivo del

SICA (CCSICA), nos muestra el único ejemplo de formulación de tipo supranacional

realizado entre los distintos procesos de integración regional existentes en América

Latina. Esta singularidad, forjada al amparo de su celosa autonomía, convierte a dicho

órgano en uno de los más fervientes promotores de la profundización del proceso

integracionista como instrumento de desarrollo para Centroamérica. Pero le ha

reportado un interminable catálogo de obstáculos y deficiencias que sólo en los últimos

años parece estar en disposición de superar. El presente trabajo pretende mostrar el

proceso de conformación del CCSICA y la persistencia en una fórmula que, si bien

dificultaba enormemente su supervivencia, parece haber terminado por representar la

conciencia de una ciudadanía regional en ciernes.

1. INTRODUCCIÓN

El Comité Consultivo del Sistema de la Integración Centroamericana (CCSICA) es el

órgano representativo de la sociedad civil centroamericana en la estructura del SICA,

convocado para fortalecer la integración, el desarrollo y la democracia en

Centroamérica desde su fundación y constitución definitiva en noviembre del año 1995.

El acto de constitución del CCSICA se apoya en el artículo 12 del Protocolo de

Tegucigalpa, aprobado en 1991, en el cual se definen los órganos del SICA, y en el

numeral 34 de la Agenda de Guatemala en 1993, de la XIV Reunión de Presidentes

Centroamericanos, por el que se insta a la Secretaría General del SICA a “organizar las

reuniones preparatorias conducentes a la integración del Comité Consultivo, previsto

en el Protocolo de Tegucigalpa, que asegurará la participación democrática de las

fuerzas vivas de Centroamérica que están organizadas regionalmente con propósitos

integracionistas”2. Siguiendo las disposiciones del artículo 12, por el cual debe regirse,

                                                            1 Dr. Francisco Santos Carrillo. Investigador de la Fundación ETEA / Institución Universitaria de la Compañía de Jesús. 2 Agenda de Guatemala (1993), p. 7

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el CCSICA está compuesto por organizaciones de todos los países miembros del SICA

pertenecientes a los sectores empresariales, laboral, académico, de género, étnicos y

otras agrupaciones civiles del Istmo Centroamericano representativas de los sectores

económicos, sociales y culturales que buscan promover y facilitar la participación de la

sociedad civil en el proceso de integración centroamericana.

A lo largo de su trayectoria, este organismo ha venido superando obstáculos de toda

índole, a los que se ha visto expuesto tanto por su carácter independiente del tutelaje

promovido inicialmente por los estados como por su concepción supranacional. El

reconocimiento por parte de la estructura del SICA siempre fue traumático, pese a estar

presente en los tratados fundamentales desde el principio. Aún así, ha conseguido

mantenerse como el primer espacio institucionalizado donde la sociedad civil tiene la

posibilidad de expresarse acerca de las políticas llevadas a cabo en el marco del proceso

de integración regional, si bien su consulta permanece sin ser un procedimiento de

obligado cumplimiento. La inclusión en los textos jurídicos parecía obedecer a una

estrategia de legitimación, más que a una verdadera intención de promover la

participación de la ciudadanía, pero ha terminado por crear un verdadero derecho

comunitario. Esto se ha producido, en gran medida, por los avances institucionales

registrados, el spill over del proceso, generador de una progresiva demanda participativa

de los actores sociales de la región. Por tanto, la superación de estas dificultades bien

pudiera entenderse como una verdadera conquista de las sociedades centroamericanas,

un síntoma de creciente madurez democrática. Especialmente si pensamos que se trata

de un organismo inédito y autónomo, formulado a partir de un período histórico de gran

polarización, en el que una gran parte de la sociedad centroamericana acababa de pasar

por un enfrentamiento civil armado.

Desde su puesta en marcha, el CCSICA se ha visto sometido a un complejo proceso de

construcción orgánica y de creación de la base social con que acometer su proyecto

institucional integracionista. Hubo de enfrentar la desconfianza entre los diferentes

grupos que acoge en su seno, la indiferencia de la clase política y las carencias

presupuestarias. Por si fuera poco, la necesidad de vincularse a la estructura

institucional de la integración, dominada por el intergubernamentalismo, y por

consiguiente por las políticas neoliberales de los diferentes gobiernos nacionales, le

granjeó la animadversión de un importante número de organizaciones de la sociedad

civil de la región que no sólo no tuvieron interés en formar parte del mismo, sino que se

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mostraron muy críticas con las organizaciones que sí lo hicieron. Este cisma,

alimentado por la inexistencia de ejes articuladores con las respectivas sociedades

civiles nacionales, puso permanentemente en tela de juicio su representatividad.

Finalmente, tampoco ha contado con respaldo alguno proveniente de la opinión pública,

que desconoce el propio proceso de integración regional en sí mismo.

A pesar de todo, no se puede negar que este organismo ha sido capaz de crear espacios

para el diálogo y la concertación en el seno de los diferentes colectivos civiles.

Partiendo de posiciones otrora irreconciliables, se sientan en la misma mesa y defienden

propuestas comunes, aun representando intereses diferenciados e incluso contrapuestos.

Y lo que es más, aunque atravesó por momentos difíciles en más de una ocasión, ha

sabido mantener cierta continuidad en su misión y objetivos. Sin embargo, si bien hoy

estos objetivos se encuentran mucho más cercanos, el CCSICA todavía no ha

conseguido alcanzar plenamente la misión principal para la que fue creado, esto es,

constituirse como un órgano de consulta. Por tanto, no se puede considerar como una

experiencia exitosa, antes bien tendría que superar importantes retos. Entre otros, debe

constituir de forma inmediata su articulación con las respectivas sociedades civiles

nacionales, lo que se ha venido en llamar “capítulos nacionales”; conseguir establecer

los mecanismos de consulta, aún pendientes de determinar; y resolver la confusión

institucional provocada por la existencia de otras instancias consultivas de la sociedad

civil en el proceso de integración con las que la coordinación es muy débil o incluso

inexistente, como son actualmente las correspondientes a los subsistemas económico o

ambiental y, cuando se lleve a cabo, la correspondiente al subsistema social.

A continuación, se intenta mostrar de forma somera la trayectoria del CCSICA como

espacio de participación de los actores sociales en el SICA, con el objeto de identificar

su singular configuración supranacional y analizar las repercusiones de la misma. El

siguiente epígrafe se hace eco de la compleja institucionalidad jurídica y ambigüedad

existente en torno a la participación de la sociedad civil en el proceso de integración

centroamericano. Seguidamente, el trabajo se centra en los antecedentes, actores

participantes y constitución oficial del CCSICA, para analizar a continuación su

trayectoria a lo largo del proceso. Para finalizar, se intenta esbozar unas conclusiones.

2. UN ORGANISMO SUPRANACIONAL EN UN MARCO INSTITUCIONAL

COMPLEJO Y AMBIGUO

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La participación de la sociedad civil en los Sistemas de Integración Regional (SIR)

forma parte de la dimensión social de los procesos. Arrinconada en un período

dominado por el ciclo neoliberal de las reformas estructurales y del “Consenso de

Washington” que en definitiva los alumbró, la dimensión social nunca fue una prioridad

en los SIR latinoamericanos, siendo más bien utilizada como instrumento de

legitimación. No obstante, su inclusión en los textos jurídicos dio lugar a un

compromiso que alentó el debate sobre las políticas sociales regionales, la apertura de

espacios de consulta y participación, la creación de órganos de representación política,

etc. En lo que se refiere a la apertura de espacios de consulta a la ciudadanía, una vez

establecidos desde organismos de derecho comunitario a tal efecto, la dimensión social

queda superada, pasando a formar parte de la dimensión política del proceso. Esto

convierte a los mismos en órganos muy sensibles a los juegos y equilibrios de poder que

se llevan a cabo en el seno de los SIR.

En este marco, la puesta en marcha del CCSICA tiene su origen en el Proceso de Paz de

Esquipulas y en la posterior democratización de los diferentes estados, referentes que

sostienen la reactivación del proceso de integración regional centroamericano en el que

se inscribe. El mensaje que se lanza a la sociedad parece querer demostrar la buena

voluntad política que guiaba el proceso, apelando a la confianza de una ciudadanía en

ciernes. Sin embargo, en la práctica, la implementación de este pilar fundamental

vendrá cargada de retórica, como se ha demostrado a lo largo de todos estos años. Esta

actitud forma parte del accionar de las nuevas democracias latinoamericanas. Juan E.

Méndez, en su aportación al estudio del PNUD sobre la democracia en América Latina,

sugiere la existencia de una convicción según la cual las organizaciones de la sociedad

civil son actores imprescindibles en la generación de sociedades abiertas, pero tanto los

sistemas políticos como sus líderes muestran una decidida hostilidad y aversión hacia

las organizaciones independientes de la sociedad civil, especialmente si reivindican

intereses colectivos sensibles o la promoción de políticas sociales3.

El escenario donde se puso en práctica esta iniciativa fue el proceso de Cumbres o

Reuniones de Presidentes de Centroamérica, impulsor de la nueva política regional del

istmo y centro generador de la institucionalidad jurídica. La Reunión de Presidentes es

el órgano supremo de la integración regional centroamericana, de donde emana todo el

                                                            3 Méndez, J. E. En PNUD: “La democracia en América Latina”, (2004), pp. 131-138

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entramado legal-institucional del proceso regional. Iniciado en 1986, ocupó sus

primeros años de existencia en alcanzar un acuerdo de paz para la región sustentado en

la democracia. A partir de la VIII Cumbre de Presidentes de Antigua (1990), el proceso

inicia un viraje hacia la creación de una nueva estrategia de desarrollo para la región,

que tendrá su eje en la reactivación de proceso de integración regional. Desde este

momento, las alusiones a la participación de la sociedad civil y a la creación de

instituciones regionales que la albergara, en sus diversas acepciones, se encuentran

presentes de forma continuada en casi todos los documentos emanados de las cumbres

presidenciales.

Este proceso culmina con la inclusión de un Comité Consultivo como organismo

perteneciente a la estructura institucional del SICA, según el artículo 12 del Protocolo

de Tegucigalpa, aprobado en la XI Reunión de Presidentes Centroamericanos celebrada

en Tegucigalpa los días 12 y 13 de Diciembre de 1991. Según el Protocolo de

Tegucigalpa, documento principal del SICA: “El Comité Consultivo estará integrado

por los sectores empresariales, laboral, académico y otras principales fuerzas vivas del

Istmo Centroamericano representativas de los sectores económicos, sociales y

culturales, comprometidos con el esfuerzo de integración ístmica. Este Comité tendrá

como función asesorar a la Secretaría General sobre la política de la organización en

el desarrollo de los programas que lleva a cabo4”.

El Protocolo de Tegucigalpa institucionaliza por derecho propio la participación de las

organizaciones de la sociedad civil en el proceso de integración regional. Sin embargo,

la determinación de sus miembros, compromiso, componentes y funciones, en este

primer documento constitutivo, no se evidencian más que a grandes rasgos. Esta

indefinición permanecerá sin resolver a lo largo del tiempo, una prueba más de la escasa

importancia que se le atribuyó, alimentando una controversia que ha durado hasta la

actualidad. Su inclusión como organismo se sitúa en el segundo nivel de relevancia, tras

los cuatro órganos principales5, y junto a otros organismos como la Reunión de

Vicepresidentes –órgano de asesoría y consulta; el Parlamento Centroamericano

(PARLACEN) –órgano de planteamiento, análisis y recomendación; y la Corte

Centroamericana de Justicia –que garantiza el respeto del derecho y sus instrumentos

complementarios o actos derivados del mismo. Con el tiempo, estos órganos

                                                            4 Protocolo de Tegucigalpa (1991), p. 5. En www.sica.int (30-4-07) 5 La Reunión de Presidentes, El Consejo de Ministros, El Comité Ejecutivo y La Secretaría General.

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supranacionales, con la excepción de la Reunión de Vicepresidentes, correrán destinos

similares, marcados por problemas de legitimidad y presupuestarios, lo que en definitiva

viene a poner de manifiesto el sesgo intergubernamental que ha caracterizado al

proceso.

La función principal que se le asigna es la de asesoramiento a la Secretaría General del

SICA (SGSICA), acerca de las políticas de los diferentes programas. Es decir, una

función que, a nuestro entender, abarcaría todo el sistema de forma global o universal.

Según De la Ossa, en un principio se interpretó que la función de asesoramiento a la

Secretaría General del sistema sería su única función, otorgando al comité una limitada

posición cuyo control recaería en esta institución6. La gestación del mismo estuvo

también rodeada de desconfianza, ya que la convocatoria fue realizada por la SGSICA

en reuniones tendentes a establecer un grupo previo para organizarlo y preparar sus

normas básicas partiendo de criterios selectivos unilaterales, según este autor7. La idea

original parecía ser la configuración de un Comité de carácter intergubernamental,

formado por aquellos grupos gubernamentales o empresariales involucrados a nivel

nacional en el proceso de reforma estructural que regía el proceso. Todo ello puso en

riesgo su credibilidad y representatividad ante la incipiente sociedad civil plural que se

estaba gestando en la región tras la estela del proceso transnacional surgido en respuesta

a la globalización. Un temor que se disipó en el momento en el que el Comité fue

tomando forma, para posteriormente crearse como organismo supranacional y

autónomo, uno de sus mayores y menos valorados activos, a nuestro entender. Otro de

los elementos que se definieron fue la instancia que debía resolver la constitución del

Comité, otorgando esa facultad al Consejo de Ministros de Relaciones Exteriores, lo

que se puede entender como una clara vinculación al sistema político de la integración.

La concepción intergubernamental planeada se evidencia en los documentos emanados

de las cumbres presidenciales subsiguientes. En la XII Cumbre de Presidentes celebrada

en Managua en Junio de 1992, surge la “Agenda de Managua”, donde se convoca la

Segunda Reunión Plenaria de la Comisión Coordinadora para el Desarrollo de

Centroamérica, en cuyo marco encontramos una vez más referencias a la participación

                                                            6 De la Ossa, A. En Jácome, F. y Serbin, A. (coords.) “Sociedad civil e integración regional en el Gran Caribe”, (1998), p. 150 7 Ibídem.

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de la sociedad civil. En su punto 30 se estipula8: “Reafirmar la urgente necesidad de

crear un foro regional de diálogo y apoyo a la integración centroamericana en el que

intervengan miembros y organismos del sector privado y público, con el fin de

coordinar las acciones que permitan avanzar en la nueva etapa del proceso de

integración regional. En este sentido se han escuchado con interés las inquietudes

presentadas por el Comité Centroamericano de Coordinación Interinstitucional

(CACI). Convocar a la Segunda Reunión Plenaria de la Comisión Coordinadora para

el Desarrollo de Centroamérica (CCDCA) y ampliar las delegaciones nacionales a

cinco miembros representativos de los sectores de gobierno, tanto a nivel político como

económico, privados, empresarial, académico y laboral, de los cuales, al menos uno

sea miembro de la llamada Comisión Sanford”.

En principio, podríamos pensar que la formulación intergubernamental inicial respondía

a los planteamientos habituales en este tipo de procesos, cuyos antecedentes se ceñían

únicamente al proceso europeo, de similar configuración. Además, se ajustaba a los

intereses de la clase política gubernamental que dirigía el proceso desde las cumbres

presidenciales, quienes pasaban a contar con otro espacio político bajo su control. Sin

embargo, los actores regionales se estaban organizando ya con el proyecto regional en el

horizonte. Encontramos varias razones que podrían justificar esta tendencia. En primer

lugar, la región contaba con una historia política común –la Federación

Centroamericana- que se había mantenido en el imaginario de algunos actores,

especialmente en la de los más tradicionales. Además, el desprestigio de los sistemas de

partidos y de las elites políticas nacionales, a pesar de la democratización, eran motivo

de desconfianza generalizada. Finalmente, la creación de una incipiente red de

organizaciones y nuevos movimientos sociales, surgidos al amparo de los cambios

estructurales producidos en la región, estaba generando procesos de carácter

transnacional que aspiraban a ocupar un espacio en la esfera pública resultante9. En

definitiva, se fue conformando un movimiento asociativo de carácter regional tanto en

las plataformas de las organizaciones tradicionales (algunas de las cuales ya contaban

con cierto dinamismo): empresariales, universitarias y, en menor medida, sindicales y

cooperativistas, como por parte de las nuevas redes de organizaciones sociales y civiles

de nuevo cuño.

                                                            8 Agenda de Managua (1992), p. 6 9 Garretón, M. A. “Cambios sociales, actores y acción colectiva en América Latina”. CEPAL, Serie Políticas Sociales. Santiago de Chile, 2001.

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Los sectores empresariales fueron el primer sector organizado de la sociedad civil

centroamericana que se aprestó a mostrar su apoyo al nuevo proceso desde el momento

inicial, lo que sin duda le otorgó importantes cuotas de oportunidad, legitimidad y

concertación. La creación del Comité Centroamericano de Coordinación Intersectorial

(CACI), cuyo nacimiento databa de agosto de 1991, reunió a los sectores empresarial,

laboral y universitario, en una alianza hasta entonces no experimentada en la región.

Tras el diseño de un reglamento al uso, quiso ejercer como foro extraoficial de consulta

intersectorial de los sectores no gubernamentales del istmo, arrogándose legitimidad

sobre asuntos de carácter regional y dispuesto a evacuar consultas a petición del SICA,

probablemente por entender que contaba con el respaldo de los gobiernos y que cumplía

con los requisitos especificados en el Plan de Acción Económico para Centroamérica

(PAECA) y en el Protocolo de Tegucigalpa. Así, en la mencionada cumbre de Managua

lanzó su órdago particular, presentando una solicitud para ser reconocido como órgano

del SICA, ocupando de esta forma el espacio que el Protocolo de Tegucigalpa reservaba

al denominado Comité Consultivo10.

A tenor de lo expresado en el punto 30 de la Declaración de Managua, los presidentes

parecieron eludir dicha propuesta a cambio de “reafirmar la urgente necesidad de crear

un foro”. Esta omisión parece mostrar, cuando menos, dos hechos. En primer lugar, la

pervivencia de la desconfianza por parte de la clase política hacia las organizaciones

independientes de la sociedad civil, en la línea de lo ya indicado anteriormente; en

segundo lugar, que aún no parecía estar madura la idea entre los gobiernos de la región

acerca de implantar un proceso consultivo cuyas consecuencias eran escasamente

previsibles, especialmente estando comandado por la clase empresarial en un momento

como el que atravesaba la región. Abundando en esta línea de argumentación, cabe la

posibilidad de que los presidentes se mostraran cautelosos ante la consideración de un

escenario regional de organización civil todavía “inmaduro” que no recomendase la

asignación de representatividad a organizaciones incipientes. En esta línea se posiciona

Morales, para quien el factor representativo fue fundamental a la hora de no aceptar al

CACI como instancia consultiva del SICA. Para este autor, uno de los referentes

imprescindibles en el análisis del comportamiento de la sociedad civil de la época,

existía el problema de que otras expresiones regionales de la sociedad civil no

                                                            10 Ver FEDEPRICAP (1993), p. 261-262

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consideraban al CACI una organización representativa de sus respectivos sectores11,

como ya veremos con mayor profundidad en el próximo apartado. Pero también es

posible que se estuviera pensando en la necesidad de crear espacios de participación

diferenciados, de índole sectorial, donde tendrían cabida exclusivamente los ámbitos

económico y social, como posteriormente se pondrá en evidencia en el Protocolo de

Guatemala y en el Tratado de Integración Social. En este último caso, es necesario

plantear la cuestión fundamental de la delimitación de funciones para cada uno de los

comités consultivos, así como de la articulación entre ambas instancias, global y

sectorial. Finalmente, es bastante probable que aún no existiera una determinación

acerca del contenido y del diseño que se pretendía ofrecer a estas plataformas de

participación civil. Esta última presunción pareciera ser la más acertada, si atendemos a

los avatares y a la evolución que ha sufrido el proceso a lo largo de todos estos años. Es

también la más lógica, ya que difícilmente cabe pensar en el diseño de una estrategia a

estas alturas de la reactivación del proceso, máxime con la fragilidad del incipiente

proceso democratizador, la falta de tradición y articulación de los colectivos civiles de

la región o la inexistencia de experiencias anteriores similares. Sea como fuere, la

ambigüedad de las declaraciones presidenciales emanadas de las cumbres de esta época

dan lugar a la confusión y al solapamiento de funciones incluso antes de que los

organismos se constituyesen y entrasen en funcionamiento.

En la siguiente cumbre de Panamá (la XIII, de Diciembre de 1992), los sectores

empresariales volvieron a presentar sendos documentos de posicionamiento. El primero

incluía una visión sobre el desarrollo agropecuario de la región, un tema prioritario

según sus apreciaciones12. En el segundo, además de reiterar el apoyo expreso al

proceso de integración, exponían el informe del “Segundo Congreso Centroamericano

de la Libre Empresa”, celebrado en San Salvador en julio de ese mismo año, donde se

establecían las condiciones que el sector entendía debían darse para llevar a cabo el

desarrollo económico de la región13. La reiterada presencia de este sector en el debate

de la integración regional hay que verlo como un acicate que probablemente indujo a los

gobiernos a poner en marcha el proceso de apertura de espacios a los sectores civiles y

privados.

                                                            11 Morales, A. En Sanahuja, J. A. y Sotillo, J. A. (coords.) “Integración y desarrollo en Centroamérica. Más allá del libre comercio”. 1998, p. 211 12 Ver FEDEPRICAP (1993), pp. 297-306 13 Ibidem, p. 337-347

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La siguiente Reunión de Presidentes (la XIV, celebrada en Guatemala en Octubre de

1993), alumbró el Protocolo de Guatemala, que define el subsistema económico del

SICA. Este documento proveyó al sistema de un nuevo comité consultivo de carácter

sectorial (el Comité Consultivo de la Integración Económica, CCIE), aunque no dejó lo

suficientemente claro su articulación con el Comité Consultivo del Protocolo de

Tegucigalpa, documento político. Con la adopción de esta medida, parecía tomar forma

la idea de optar por la creación de espacios de participación de tipo sectorial, cuya

lógica indica que debían estar vinculados a través de la relación con el CCSICA. La

fórmula sectorial presenta, a priori, la ventaja de obtener un escenario más homogéneo,

con una representación de intereses más marcados, unas relaciones más estrechas entre

organizaciones y, en definitiva, un mayor dinamismo y facilidad para la toma de

decisiones. Por el contrario, fragmenta el proceso participativo y lo condiciona, siendo

necesario que su diseño responda a un rol de subordinación con respecto al órgano

general, que en este caso no puede ser otro que el CCSICA, y a su vez conlleva la

articulación y la coordinación con el resto de las instancias representativas y de

participación. Todas estas premisas no quedan del todo claras en el momento de

constituir el CCIE.

El modelo sectorial responde también a la coyuntura en la que se encontraba el proceso.

En un momento en el que la región atravesaba un período de transición y reconstrucción

social, sólo los sectores empresariales se habían organizado con solidez y mostraron

siempre su apoyo al proceso, ante la oportunidad que suponía para sus intereses la

reorganización de los mercados intrarregionales. Por si fuera poco, constituían un grupo

afín a los intereses políticos de los gobiernos del momento, inmersos en pleno proceso

de implantación de las políticas de ajuste y de reforma estructural. Es razonable, pues,

pensar que se creasen espacios en los que se permitiera la presencia de estos sectores,

los únicos que de momento demandaban su inclusión.

A pesar de que falta el elemento que establezca la relación y la coordinación con el

CCSICA, la creación del CCIE en el Protocolo de Guatemala se define con mayor

precisión que la precedente para el CCSICA. En Guatemala se constituye un espacio

declaradamente sectorial, aclarando quiénes son los miembros y cuáles son las

coordenadas a las que responde el diseño de esta institución participativa. El CCIE

queda constituido, pues, como un organismo de carácter sectorial, exclusivamente

consultivo, integrado por representantes del sector privado organizado y vinculado a la

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Secretaría de Integración Económica (SIECA). A diferencia del Comité Consultivo

previsto en el Protocolo de Tegucigalpa, ahora se puntualizan aspectos concretos de su

conformación, tales como su exclusiva vinculación a SIECA, la capacidad de actuación

y, especialmente, el organismo responsable de su reglamentación.

La mención a la sociedad civil en esta XIV Reunión de Presidentes Centroamericanos

de Octubre de 1993 no se circunscribió al Protocolo de Guatemala. De la misma emana

también la denominada “Agenda de Guatemala”, una serie de mandatos presidenciales

que establecen la agenda de trabajo para la región en el corto plazo. El artículo 34

reitera la “voluntad de promover la participación de los sectores privados

centroamericanos en la promoción del desarrollo económico y la integración de

Centroamérica” e instruye “a la Secretaría General del SICA en la vía de organizar las

reuniones preparatorias conducentes a la integración del Comité Consultivo, previsto

en el Protocolo de Tegucigalpa, que asegurará la participación democrática de las

fuerzas vivas de Centroamérica que están organizadas regionalmente con propósitos

integracionistas14”. Lo más importante de esta disposición es que se convierte en el

detonante que dará lugar a la formación de una plataforma de organizaciones civiles que

terminará por propiciar la creación efectiva del CCSICA. El mandato, asumido por la

Secretaría General del SICA (SGSICA), promovió una convocatoria destinada a las

organizaciones de la sociedad civil centroamericana para constituirse en comité. Aquí

aparece ya el primer antecedente de supranacionalidad, respondiendo aparentemente a

la realidad que mostraban los actores regionales. En Febrero de 1994, la SGSICA

convocó en San Salvador a una serie de organizaciones representativas de diversos

sectores, que conformaron la Comisión Preparatoria encargada de elaborar el primer

reglamento del CCSICA. Esta fórmula, unida a la inexistencia de fondos públicos para

cubrir su puesta en marcha –un elemento fundamental a la hora de explicar la

conformación supranacional del CCSICA, y al recelo de la propia sociedad civil ante

una clase política que aún debía ganarse su credibilidad democrática, dará lugar a la

gestación de un organismo singular que se va a caracterizar por su independencia con

respecto a los gobiernos miembros del SICA. La comisión llevó a cabo cinco reuniones

a lo largo de 18 meses, en la que participaron 17 organizaciones regionales que

finalmente culminaron con la aprobación de la reglamentación del CCSICA. La fecha

de constitución formal tuvo lugar el 2 de noviembre de 1995, acto celebrado en la sede

                                                            14 Agenda de Guatemala (1993), pp. 6-7 Ibidem

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del Ministerio de Relaciones Exteriores del Gobierno de Costa Rica, país que ostentaba

en ese momento la presidencia pro-témpore del SICA.

Posteriormente, con el CCSICA ya constituido, aunque aún no perfilado, se firmó el

Tratado de Integración Social (XVI Reunión de Presidentes, Cerro Verde, marzo de

1995), que incluye la presencia de un Comité Consultivo de Integración Social (CCIS)

en su seno. La creación del espacio institucional para el CCIS repite el esquema

utilizado ya en el caso del CCIE, incluyendo la expresión sectorial y la confusa

vinculación con el CCSICA. Mantiene igualmente abierto el capítulo relativo a los

miembros y organizaciones que deben formar parte de este comité, quedando por

especificar qué sectores representativos de la región se consideran comprometidos con

el esfuerzo de la integración social.

El último foro institucionalizado que se crea es el del Foro Permanente de la Sociedad

Civil en el Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (FOSCAD), que entra

en vigencia en 2001. Su antecedente hay que situarlo en la Cumbre Ecológica de

Masaya de 1995, cuyo documento de compromisos instruía a la Comisión

Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD) al establecimiento de un sistema

de información y documentación ambiental que ampliara el acceso de la sociedad civil a

los servicios de comunicación. El FOSCAD se vinculó desde sus inicios al CCSICA,

mediante un acuerdo que lo convertía en un foro especializado del mismo. Este acuerdo,

igualmente sectorial, ofrece como novedad el aspecto de la colaboración entre comités,

aunque siguen sin mostrarse los vínculos de dependencia.

Finalmente, otra modalidad más de participación es la recogida en el Tratado Marco de

Seguridad Democrática (TMSD), donde también se establece una instancia de consulta

con la sociedad civil. Este documento consagra el compromiso de la región con la

democracia basada en el Estado de Derecho, en la garantía de las libertades

fundamentales y en el predominio del poder civil sobre el militar. En este caso, la

fórmula adoptada utiliza una vía indirecta, a través de la SGSICA, para hacer llegar la

voz de la ciudadanía, facultada en el CCSICA, que refuerza su posición de comité

predominante, aunque también podría pensarse que su invocación responde a su carácter

de instancia sectorial de la política. El Tratado, a pesar de constituirse en uno de los

documentos fundamentales del proceso, no carece de debilidades, ya que muestra una

clara falta de consenso: Costa Rica y Panamá sólo lo firmaron parcialmente.

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Nos encontramos, por tanto, con la existencia de cuatro comités consultivos reservados

como espacios de participación de la sociedad civil centroamericana en el SIR: el

CCSICA, adscrito a la Secretaría General del SICA (SGSICA); el CCIE, adscrito a la

Secretaría de Integración Económica (SIECA); el CCIS, adscrito a la Secretaría de

Integración Social (SISCA); y el FOSCAD, adscrito a la Comisión Centroamericana de

Ambiente y Desarrollo (CCAD). Cuenta también con un mecanismo de participación

indirecta en el Tratado Marco de Seguridad Democrática, a través de la SGSICA y del

CCSICA. El CCSICA, tanto por su adscripción como por sus componentes efectivos y

reconocidos15, adquiere un carácter general, mientras que el CCIE y el CCIS poseen un

carácter declaradamente sectorial. Los textos prescriben que los dos comités sectoriales

“estarán relacionados” con el CCSICA o comité general, pero no indica la fórmula

específica que los relacione. Otra cuestión de relevancia es la composición de estos

comités. Si el CCSICA tiene reconocida expresamente una composición de carácter

universal16, los comités sectoriales parecen tenerla genérica, ya que no determina de

forma clara qué sectores son aquellos que deben estar presentes en su seno17. Más bien,

dejan una participación abierta que, por sí misma, podría constituirse como un

instrumento muy operativo, dado que no habría restricciones para la participación. Sin

embargo, al no existir ninguna reglamentación que articule las relaciones entre los

comités, en realidad termina provocando desorden y una enorme confusión, ya que

existe el riesgo de un alto nivel de solapamiento entre los distintos comités. Un riesgo

que hoy es ya una realidad. En realidad, todas las organizaciones cuentan con sobradas

cualidades para estar presentes en más de un comité. Finalmente, la independencia en la

que se forja esta sociedad civil, unido a la falta de financiación por parte de las

instituciones del SICA, a la heterogeneidad de intereses, al carácter federal de muchas

organizaciones y a la falta de debate como corolario de los anteriores, termina dando

lugar a actuaciones unilaterales y conductas erráticas, ofreciendo una imagen de

desorganización e improvisación en torno a las actuaciones de estas organizaciones.

                                                            15 De forma efectiva, tras su creación, y de forma preceptiva en el artículo 12 del Protocolo de Tegucigalpa 16 “...fuerzas vivas representantes de los sectores económicos, sociales y culturales comprometidas con el esfuerzo de integración...”. Protocolo de Tegucigalpa (1991), artículo 12. 17 “...se integrará con representantes del sector privado organizado regional...”; Protocolo de Guatemala (1993), artículo 49. Y también “...estará conformado por los diversos sectores representativos de la región comprometidos con el esfuerzo de la integración social centroamericana...”; Tratado de Integración social, artículo 9.

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Page 133: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

En resumen, podríamos decir que la construcción institucional de los espacios

participativos de la sociedad civil en el SICA responde a un modelo supranacional (por

su carácter regional y autónomo), sectorial (por la existencia de distintos comités en

algunos de los subsistemas), desarticulado (por no existir vínculos definidos ni

jerárquicos entre ellos), disperso (por encontrarse desestructurado en cada uno de los

subsistemas y secretarías del SIR) y asimétrico (por la existencia de secretarías que no

cuentan con el mismo y por el solapamiento de la participación de las distintas

organizaciones en los diferentes comités). Todo ello en un marco integracionista de

carácter mixto (con estructuras de carácter intergubernamental y supranacional),

multidimensional (política, económica, social, ambiental), multinivel (porque en tanto

no exista la consulta de obligado cumplimiento, está dominada por más de un centro de

autoridad: Reunión de Presidentes, las distintas Secretarías que las acogen y los propios

Comités Consultivos) y multiviable (porque dentro del marasmo descrito, coexisten de

forma efectiva el CCSICA, el CCIE y el FOSCAD, con diferentes modalidades de

participación, regulación y articulación18).

3. ACTORES Y ORGANIZACIONES DEL CCSICA

La década de los noventa verá emerger el embrión de una sociedad civil

centroamericana, en gran medida propiciada por la creación del espacio abierto a la

participación gestado en el marco del SICA. Esta sociedad civil, como en el resto de

América Latina, se va a caracterizar por su diversidad social, organizativa e

ideológica19. Pluralidad y heterogeneidad, elementos escasamente reconocibles en las

organizaciones existentes anteriormente, son sus principales características. Gozan de

autonomía y confeccionan su propia agenda de intereses, entre los cuales se encuentra el

proceso de integración regional. El Informe del Estado de la Región de 1999 recogía ya

las características distintivas esta nueva sociedad civil regional20: el ámbito de trabajo

supranacional; un propósito declarado de trabajar por la integración; su acción frente a

gobiernos, instituciones de integración y entidades de cooperación internacionales como

voceros regionales; o la representación de visiones, intereses y proyectos de grupos

sociales muy diversos

                                                            18 El CCIS aún no se ha creado de forma efectiva. 19 Ver Morales, A. y Cranshaw, M. I. (1997) 20 Informe del Estado de la Región. Capítulo 13. pp. 343-344

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Page 134: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

Siguiendo a los autores que estudiaron la sociedad civil centroamericana desde este

primer periodo21, en general se trató de organizaciones de carácter nacional que,

partiendo de posiciones sectoriales, siguieron un proceso hacia arriba, hasta desarrollar

acciones a nivel regional. Más novedoso es la formación de redes y foros de ámbito

exclusivamente regional, que serán las encargadas de poner de relieve la existencia de

una conciencia regional con capacidad de articular intereses comunes, integración a

nivel popular y voluntad de concertación con otros sectores sociales y gubernamentales.

A medida que la pacificación y la democracia se fueron consolidando, el proyecto

integracionista fue adquiriendo mayor protagonismo, hasta su identificación como una

política estratégica del desarrollo regional. Dos factores intervienen a favor de la

identificación del espacio regional como idóneo. El primero es la falta de espacios

abiertos a la participación en el ámbito nacional, que ponía de relieve la baja calidad de

las democracias nacionales e impedía la construcción de una auténtica ciudadanía

nacional. El segundo es la existencia de una dimensión regional que se mostraba más

adecuada para la acción colectiva: sus estrategias alcanzaban objetivos globales, al

buscar la inserción en los mercados internacionales; y se contaba con un mayor y más

plural número de actores a nivel regional, lo cual facilitaba las alianzas y la búsqueda de

modelos alternativos de desarrollo.

La visión sesgada que muchos de estos grupos adquirieron de los primeros pasos de la

reactivación del proceso de integración centroamericano fue un elemento determinante a

la hora de establecer sus posicionamientos. Hoy día este hecho se ha diluido en gran

medida, aunque persisten redes que prefieren mantenerse al margen, como ALOP, la

Iniciativa CID, la Alianza Social Continental o Centroamérica para el Diálogo. Desde

el principio, se tendió a tachar al proyecto integracionista de un marcado tono

economicista, así como de plegarse a los programas de ajuste estructural sin atender las                                                             21 Coincidiendo con cierto entusiasmo proporcionado por la novedosa aparición de estas organizaciones en el seno de la región, la segunda mitad de los noventa recoge un importante número de trabajos de investigación y análisis que permiten un acercamiento al perfil de la sociedad civil centroamericana de la época. Estas investigaciones se situaron en la órbita de proyectos surgidos en instituciones como FLACSO, la Fundación Arias o el proyecto Estado de la Región, así como en la creación de algunas revistas específicas nacidas en el seno de la propia sociedad civil centroamericana, como es el caso de “Pensamiento Propio”, de CRIES, o los trabajos de ALOP. También se localizan en algunos proyectos puntuales relacionados con la evaluación del apoyo de las agencias de cooperación internacional, como la danesa o la canadiense. Por desgracia, y por diferentes motivos, estos trabajos no han tenido continuidad a partir de la entrada de la nueva década y el nuevo siglo. Entre los autores más destacados es necesario mencionar a Álvaro De la Ossa y Abelardo Morales, especialmente, pero también a Aitkenhead, Benavente, Campos Hernández, Monterrosa o Rojas. En la actualidad, los trabajos más destacados que se ofrecen sobre la sociedad civil de la región provienen de las propias organizaciones, destacando los Informes de ALOP. De todas estas fuentes bebe el presente trabajo.

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Page 135: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

propuestas de índole social o participativa. Es en esta coyuntura donde se empiezan a

forjar los primeros escenarios de confrontación respecto al modelo integracionista

puesto en práctica. Sin duda, la canonización de esta idea, por más que tuviera visos de

realidad, se constituyó en un impedimento importante que ha venido oscureciendo

algunos logros y obstaculizado algunas oportunidades que se han presentado a lo largo

del proceso. En realidad, el trasfondo del enfrentamiento es bastante simple y se inserta

dentro del debate ideológico que ha colapsado diversos momentos de la historia

latinoamericana. Por lo general, las organizaciones de carácter civil, no gubernamental o

del “Tercer Sector”, mantienen una actitud crítica sobre las políticas de desarrollo

económico y social aplicadas por los gobiernos de la región y su correspondiente

equivalencia en el proceso de integración regional, lo que las convertía a muchas de

ellas en “outsider”22. Una política que se tacha de neoliberal, al servicio del capitalismo

excluyente, que proporciona una mayor pobreza y exclusión y que, en general, no presta

suficiente atención a los problemas sociales de la región. En la otra orilla, nos

encontramos a las organizaciones empresariales, quienes reclaman a los gobiernos e

instituciones regionales un mayor despliegue de políticas que posibiliten la creación de

una auténtica economía de mercado capaz de competir en los mercados internacionales

y globalizados.

Dentro de esta diversidad, las organizaciones de la sociedad civil poseen una agenda

propia y unos intereses diversos muy marcados, en ocasiones contrapuestos, que

defienden ante los órganos de la integración, de los gobiernos y de la cooperación

internacional. A medida que el proyecto integracionista fue tomando forma, muchos de

estos grupos y redes que partían de posiciones outsider fueron modificando su posición,

entendiendo que su carácter regional les obligaba a estar en el único marco institucional

existente. Junto con otros grupos con intereses sectoriales más definidos, se mostraron

dispuestos a contribuir al proceso, pasando a considerarse actores “insider”. Estos

grupos, procedentes en su mayoría de las dos grandes redes que se configuraron en el

período inicial, constituirán el grueso del CCSICA. Por lo general, aunque el nivel del

debate es muy discutible, se enfrentaron de forma crítica a las deficiencias de la

estructura institucional y del ordenamiento jurídico del SICA, posicionándose desde

                                                            22 Los términos “insider” y “outsider” han sido tomados de Jorge Balbis. Fundación ETEA: Programa de Formación en Integración Regional Centroamericana. Jornada de formación en Integración Regional y Sociedad Civil para el CCSICA. Conferencia: “El CCSICA y la cuestión de la representatividad: la articulación con el resto de la sociedad civil centroamericana”, San Salvador, 2 de Octubre de 2008

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Page 136: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

reivindicaciones más propias de los sectores sociales. Tras su conformación, el ámbito

de actuación será regional, asumiendo un principio de supranacionalidad muy alineado

con el espíritu integracionista que, en teoría, debía regir el proceso. En sus mecanismos

de actuación prevalecían los intereses regionales, existiendo una clara desarticulación

entre las organizaciones regionales y sus capítulos nacionales, más notoria entre las

organizaciones no empresariales, que contaban con peores canales de coordinación,

menos recursos y menos influencia política23. El tema de la representatividad ha sido

tradicionalmente uno de los instrumentos de descrédito de la sociedad civil

centroamericana, favorecido por la endeblez de las redes y organizaciones del “Tercer

Sector”. Un buen análisis de ellos se encuentra en el trabajo que Morales y Cranshaw

realizaron para FLACSO a propósito de la evolución de siete redes, coordinaciones y

programas llevados a cabo para el Programa Regional “Ibis” de la cooperación danesa24.

Señalan una débiles bases organizativas en las estructuras nacionales asociadas; una

escasa presencia como organizaciones regionales y locales, especialmente en aquellos

espacios de la vida pública que comandan los medios de comunicación; un menor

número de acciones frente a las políticas económicas a nivel local, en relación con la

atención puesta a la incidencia regional; estilos de dirección y coordinación que no

propician la participación y la democracia en la toma de decisiones; poca claridad de

objetivos y limitada capacidad técnico-política de propuesta; escasa coordinación y

débil concierto de intereses; así como una escasa participación en niveles más amplios,

especialmente entre estructuras intermedias y de base, así como en los procesos de

decisión.

En el perfil de la nueva sociedad civil centroamericana, se constata ahora el nacimiento

de una conciencia regional y una convicción integracionista que llega hasta las clases

populares por vez primera. Es heterogénea, debido a la diversidad de intereses; no tiene

protagonismos claros ni liderazgos aceptados. Los movimientos sociales tradicionales,

tales como el sindicalismo o los movimientos estudiantiles o intelectuales, declinan en

favor de otros más activos como el de los campesinos, pequeños productores,

movimientos urbanos, étnicos, de género, migrantes, etc. Muestran un desarrollo

institucional débil, con escasa autonomía, cohesión y una insuficiente capacidad

organizativa, en parte debido a una crítica situación financiera, pero también debido a la

                                                            23 Estado de la Región (1999), p. 350 24 Morales, A. y Cranshaw, M. I. (1997)

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Page 137: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

falta de democracia y al desconocimiento en el manejo de los instrumentos de la acción

colectiva.

Junto a las nuevas organizaciones de carácter popular, las organizaciones procedentes

del sector empresarial, más tradicionales y con presencia habitual en las políticas de

desarrollo de los diferentes estados, también mostraron gran interés en el nuevo proceso

de integración. La ampliación de los mercados regionales y su tradicional cercanía a los

gobiernos proporcionaban una oportunidad única para ampliar su ámbito de incidencia.

La apuesta por la integración quedó demostrada desde los albores del proceso, a través

de la acción de la Federación de Entidades Privadas de Centroamérica y Panamá

(FEDEPRICAP). En general, funcionaron como una proyección ampliada de las propias

instituciones nacionales, utilizando para ello una estructura federada de ámbito regional

con mayor capacidad organizativa, las cámaras. Aunque también se han mostrado

críticas con el proceso, su presencia en las instituciones las convierte a priori en un

sector más alineado con las políticas de desarrollo emprendidas.

El Comité Consultivo acabó por reunir a redes regionales representantes de

prácticamente todo el arco social centroamericano: organizaciones de campesinos,

cooperativas, organizaciones de derechos humanos, indígenas, medio ambiente,

mujeres, municipalidades, empresarios, ONG, trabajadores y otras. Inicialmente, el

propósito estuvo centrado en la participación plena en el proyecto integracionista,

teniendo como objetivo principal la provisión de un espacio capaz de incidir en el

proceso. Su nacimiento fue producto del trabajo de una comisión que integró a los dos

foros surgidos de la sociedad civil centroamericana, el ya citado CACI y la Iniciativa

Civil para la Integración Centroamericana (ICIC). Como ya hemos adelantado, el CACI

fue una red formada por los sectores tradicionales de la sociedad civil, cuyo objetivo era

constituirse en foro representativo para el proceso de consulta en el SICA, sin éxito.

ICIC, por el contrario, fue una red mucho más homogénea que aglutinó a buena parte de

los nuevos movimientos sociales surgidos en la región, cuyos objetivos se centraban en

la transformación política, social y económica en base a nuevos modelos de desarrollo.

Los sectores empresariales, confirmando su papel de promotores activos, se

constituyeron como el grupo con mayor dinamismo en el proceso de búsqueda de

espacios para la participación. Lógicamente, este interés concuerda con los beneficios

que potencialmente puede reportarle el proceso de integración regional, especialmente

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Page 138: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

por la unificación de los mercados y la creación de una unión aduanera. Desde las

primeras acciones por parte de FEDEPRICAP, los intereses empresariales se

promovieron a través de la plataforma del CACI, aunque no fueron los únicos

representados en ella. Estos sectores ven la integración regional como una oportunidad

de índole económica y comercial, a partir de la ampliación de los mercados

intrarregionales y de la inclusión de sus intereses en los tratados comerciales

internacionales. Lógicamente, a diferencia del CACI, la ICIC estimaba que el proceso

de integración debía promover un modelo de desarrollo más acorde con las necesidades

de las sociedades centroamericanas. Para esta última red, el problema histórico de la

integración podría volver a repetirse si no se recogían las aspiraciones de la mayoría de

la población y se trabajaba por obtener beneficios para todos los actores, tanto

económicos como sociales. Sus propuestas se situaron, por tanto, en un modelo de

desarrollo sostenible, preocupado por la generación y distribución de la riqueza, por el

apoyo al pequeño empresario y productor, por el fomento de la competitividad del

sector industrial regional, por la diversificación de los mercados externos y, en

definitiva, por un modelo más democrático de redistribución25. Lo verdaderamente

relevante, es que el CCSICA consiguió aglutinar a la mayoría de organizaciones que se

situaban en ambas vertientes ideológicas.

3. LA TRAYECTORIA DEL CCSICA COMO ÓRGANO REPRESENTANTE DE

LA SOCIEDAD CIVIL CENTROAMERICANA EN EL SICA

A lo largo de estos años, el CCSICA ha mostrado bastante continuidad entre sus

miembros. En la actualidad, está conformado por 26 miembros representantes de

sectores empresariales, laboral, académico, mujeres, indígenas, afro caribeños y

municipales. Cuenta con una Asamblea Plenaria, un Directorio y una Dirección

Ejecutiva. En contraste con este importante activo, persiste la diferenciación de

intereses y la falta de un debate estratégico en profundidad sobre éstos, a pesar de que se

han planteado hasta tres planes de acción que apenas tuvieron opción de implementarse.

La inexistencia de fuentes de información sistematizada, debido a que la entidad no ha

contado con una secretaría que registrara el proceso y ordenara el voluminoso archivo

documental surgido de sus actividades, hace muy laborioso y esforzado la labor de

análisis de su trayectoria. Tras el trabajo recopilatorio de estos últimos años, nos

                                                            25 Enríquez, A. (1999), pp. 46-47

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Page 139: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

atrevemos a proponer tres periodos: un primer período que llega hasta la Plenaria de

Diciembre del 2000, en el que se construye la identidad del CCSICA como organismo;

un segundo período que iría hasta la Plenaria de Noviembre de 2005, en el que se

pusieron de manifiesto las dificultades para la consolidación del proyecto; y un tercer

período que llega hasta la actualidad, tras un proceso de afirmación basado en la

continuidad y la revitalización institucional, que ha tenido como resultado de este

esfuerzo la obtención de mayor reconocimiento y la consecución de algunos de sus

objetivos tradicionales.

El primer período registra su actividad en torno a cuatro ejes de análisis, abarcando una

sucesión de hechos significativos producidos tanto por la propia dinámica interna del

proceso como un espacio en formación, ya fuera por el hecho extraordinario que supuso

la catástrofe del huracán Mitch o la inclusión en la agenda de la integración regional del

ALCA, hechos estos últimos que terminarían por modificar la agenda de la integración

y distorsionar el rumbo del proceso centroamericano. En primer lugar, es necesario

destacar el protagonismo y la actividad que aún se lleva a cabo por parte de las dos

plataformas originarias, el CACI y la ICIC, ambas abocadas a ceder el testigo al

CCSICA, cuyo reconocimiento institucional en la estructura del SICA lo convertía en el

interlocutor legítimo (al fin y al cabo las anteriores habían sido fruto de la inexistencia

de dicho espacio). La conquista del liderazgo de la sociedad civil institucionalizada por

parte del CCSICA costará algunos años. En su seno se producen fricciones y conflictos

propios de una entidad en proceso de maduración, con dificultades para lograr acuerdos

por la heterogeneidad de los intereses en liza y con ciertos desequilibrios organizativos.

El resultado será el cuestionamiento sufrido desde la mayoría de los sectores. Por su

parte, la perduración inicial de CACI e ICIC no fueron, precisamente, un apoyo, ya que

su propio accionamiento cuestionaba la ya de por sí depauperada legitimidad del

anterior. Aunque tendieron a perder protagonismo, toda vez que la mayoría de sus

miembros se hallaban adscritos al CCSICA, la escasa operatividad del CCSICA y la

relevancia de los acontecimientos los mantuvieron en la brecha por algún tiempo.

En lo que se refiere al capítulo del Mitch, su importancia radica en que sirvió de

escenario para la puesta de largo internacional de la sociedad civil centroamericana,

aunque el papel del CCSICA fue inexistente por su todavía falta de madurez (al igual

que el resto de la institucionalidad del SICA, en general). El proceso de conferencias

que culmina en Madrid en 2001 situó a la sociedad civil como actor imprescindible para

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Page 140: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

la implementación de la ayuda a la reconstrucción, dando un gran impulso a su

reconocimiento y legitimación.

La institucionalización de las relaciones con la SGSICA se llevó a cabo a través de una

serie de acciones realizadas en ambos sentidos. La relación principal tendrá lugar en

torno a la búsqueda de financiación para el sostenimiento del CCSICA. Todos los

intentos resultaron infructuosos.

Finalmente, el cuarto eje se centra en el debate estratégico sobre la identidad y el

posicionamiento institucional. Este debate tiene dos momentos: el primero, desarrollado

desde mayo de 1997 hasta finales de 1999 merced a un programa de apoyo de la

cooperación canadiense; el segundo se lleva a cabo en el seno del propio CCSICA,

como resultado de su propia dinámica de trabajo. Toda esta discusión terminará por dar

sus frutos a través de lo que se denominó la “Agenda de la Sociedad Civil

Centroamericana” emanada del Foro de la Sociedad Civil Centroamericana celebrada en

San Salvador en noviembre del 2000. El Foro se encargó de revisar la agenda de

desarrollo y las diferentes propuestas del momento para la región, además de exponer

por vez primera su visión del mismo y del proceso de integración regional. Todo ello

nos lleva a catalogar a dicho documento como el primer documento estratégico del

CCSICA, cuya implementación dará lugar a una agenda que, de una u otra forma, con

mayor o menor éxito, marcará un nuevo período de su existencia.

El segundo período se caracteriza por la crisis y por el deterioro de su imagen. La

irrelevancia del papel desempeñado en el contexto integracionista unido a los graves

problemas de sostenibilidad y las deficiencias en su organización interna, lo situarán en

la marginalidad y en la periférica del SICA. Es este un período en el que arrecian las

críticas, especialmente las provenientes de organizaciones “outsiders” de la propia

sociedad civil centroamericana. La desaparición de la escena de debate y la incapacidad

mostrada a lo largo del proceso de negociación del Tratado de Libre Comercio con los

Estados Unidos (CAFTA) marcan el punto culminante de desprestigio. Pese a todo,

había iniciado el período con fuerza, presentando su primera propuesta estratégica en el

año 2000, renovada en 2003 junto a una modificación mejorada de su reglamento. Ya en

2004 se pronunció sobre la reapertura del proceso de reforma, a instancias de la

SGSICA, en lo que fue su primera experiencia consultiva, que reveló las deficiencias

existentes en su seno.

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Page 141: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

La acción en los grupos consultivos de Estocolmo y Madrid fue, sin duda, una

oportunidad perdida. Las actividades del grupo de seguimiento de la sociedad civil

surgido de Estocolmo, donde la participación de la sociedad civil estuvo fragmentada

sin la presencia del CCSICA, no había obtenido resultados satisfactorios, lo que

legitimaba aún más un hipotético protagonismo por parte del organismo representante

de la sociedad civil regional en la institucionalidad del proceso de integración regional.

La SGSICA, sin embargo, gestionará la ejecución del mandato presidencial sin

conceder protagonismo al CCSICA, al que aún no identificaba como un actor de

confianza, a tenor de las actuaciones. En el diseño del procedimiento que debía alcanzar

una propuesta consensuada para llevar a Madrid, la SGSICA constituyó un Comité

Coordinador ajeno al CCSICA, ignorando claramente la propia normativa

integracionista, aunque incluyó a un representante del CCSICA entre la comitiva

presente en Madrid. Sin duda, el organismo aún no había alcanzado la madurez, así

como tampoco disponía de financiación para acometer un proceso de consulta, ni quizás

la SGSICA disponía de fondos para financiarlo. Así todo, la presencia del CCSICA fue

más simbólica que real.

Entre los documentos estratégicos presentados a lo largo de este segundo período, la

“Agenda de la Sociedad Civil Centroamericana” es el primer documento de posición

que surge del CCSICA. En ella se expresa por primera vez una visión conjunta e

institucionalizada de la sociedad civil centroamericana. Este primer posicionamiento es

muy crítico e idealizado. La Agenda expone su particular apuesta por el futuro de la

región, basada en un modelo de desarrollo que prima el equilibrio entre lo económico y

lo social, con base en la Alianza para el Desarrollo Sostenible (ALIDES) y en el TMSD.

Un modelo de democracia más participativa y ciudadana que garantizara la

participación y los derechos de las minorías, dotada de importantes instrumentos de

control que permitieran contrarrestar la corrupción. Se promueve también un modelo de

integración que no comulga con el regionalismo abierto, construido desde abajo con la

participación de las organizaciones de base, que propiciara una inserción selectiva en la

economía global, reforzando su carácter regional, permitiendo la vinculación con otros

esfuerzos integracionistas en la región. Esta visión sólo podía ser una visión ideal de

futuro, dado que se correspondía muy poco con la realidad. En muchas ocasiones, la

crítica que acompaña a esta visión idealizada se sustenta sobre argumentos poco

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Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009  

Page 142: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

solventes que demuestran cierta confusión a la hora de valorar los límites de la

integración, un desenfoque sobre las metas y el significado del proceso.

Es una época, asimismo, de lucha por la supervivencia y por la continuidad. El

mantenimiento de su actividad y la reivindicación de su papel fueron llevados a cabo en

la periferia del sistema, dada la falta de representatividad y la incapacidad financiera.

Ante esta debilidad, en la Reunión de Presidentes de Diciembre de 2002 (Cumbre XXII

en San José), el directorio consiguió introducir en la agenda un documento en el que

solicitaba el apoyo de los presidentes para dar solución a una problemática que

integraba una mayor visibilidad, mecanismos de consulta efectivos y una solución para

la sostenibilidad financiera. Los presidentes instruyeron un mandato a la SGSICA a

presentar una propuesta que permitiera el desarrollo de sus funciones, lo que viene a

suponer el apoyo solicitado. La SGSICA dotará fondos a través del PNUD, un programa

que atravesó serios contratiempo y que no consiguió el objetivo fundamental, como era

la financiación de la sostenibilidad del Comité.

El documento más relevante fue la formulación del Plan de Acción de 2003. Éste recoge

tres ámbitos de actuación: una estrategia de posicionamiento e incidencia un catálogo de

acciones inmediatas; y un nuevo plan de sostenibilidad financiera. Su implementación

fue un sonado fracaso. En cuanto a los contenidos, mantuvo la línea discursiva de la

Agenda del 2000, manifestando, no obstante, algunas de las debilidades que aquejaban

al Comité: falta de cohesión interna, escasa inserción institucional, falta de participación

y de propuestas y, en general, ausencia de debate. Técnicamente, se constituye,

igualmente, en un documento confuso. El Plan de Sostenibilidad Financiera,

especialmente, no se apegaba a la realidad, ya que se fundaba principalmente en una

hipótesis altamente cuestionable, como era las aportaciones de los gobiernos, tal y como

se ha demostrado con el tiempo. En resumen, el Plan fue un paso más en el proceso de

construcción, madurez y consolidación del CCSICA, pero adolece de cierto rigor y

formalidad, lo cual contribuía aún más en profundizar sobre algunos de los grandes

problemas que lo aquejaban.

La labor consultiva fue muy escasa, lastrada por la escasa voluntad política de los

actores principales del proceso y por la falta de mecanismos e instrumentos para poner

en marcha el proceso de consulta. Tampoco se contaba con capacidad técnica para

llevarlo a cabo, ni con la comunicación necesaria con las organizaciones de base de

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Page 143: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

carácter nacional. Para colmo, en este momento se estaban gestando algunos de los

proyectos más importantes y de mayor impacto económico y social para la región de las

últimas décadas. Tanto la puesta en marcha del Plan Puebla Panamá como el proceso de

negociaciones del CAFTA carecieron de procesos consultivos abiertos desde la

institucionalidad del SICA. Se apreció una actitud muy pasiva por parte del CCSICA,

que contrastaba con la actividad mostrada por los grupos de la sociedad civil no

institucionalizados en el ámbito de la integración regional, especialmente los

empresariales. A lo largo del año y medio que duraron las negociaciones del CAFTA,

por citar el proyecto más relevante, no sólo no asumió el papel de liderazgo que

correspondía, sino que apenas estuvo presente. Ni siquiera solicitó la participación en

“el cuarto adjunto”26. A pesar de la desaparición del CCSICA, el impacto y las

implicaciones del CAFTA para la región llevaron a la sociedad civil regional no

institucionalizada a tomar conciencia con respecto a la participación en el proceso.

Aunque se careció de un liderazgo unánimemente reconocido y de un frente único,

algunas iniciativas y sectores empresariales se mostraron muy dinámicos. La creación

del Consejo Empresarial Centroamericano (CECA) se llevó a cabo con enorme

celeridad para estar presente en los “cuartos de al lado”27. Entre sus promotores

principales se encuentran miembros relevantes del CCSICA, como FEDEPRICAP,

FECAEXCA o FECAICA, lo que pone de manifiesto la escasa confianza que buena

parte de las organizaciones depositaban en el CCSICA, ya sea por su propio carácter

plural o por sus escasas posibilidades de ser reconocido como un interlocutor apropiado

por parte de los gobiernos. Este Consejo no sólo terminó por suplantar el espacio que le

hubiese correspondido al CCSICA, sino que actuó como freno en otros escenarios de

debate como por ejemplo la lucha por la creación del Comité Consultivo de Integración

Económica (CCIE).

Por último, en los últimos años se ha producido cierta revitalización y consolidación del

proyecto, fundado en la continuidad. A pesar de la grave crisis de credibilidad y

representatividad que vivía a finales de 2005, merced a una trayectoria casi invisible

dominada por la irrelevancia, la combinación de factores coyunturales con la

persistencia en el proyecto y el interés de algunos actores, permitirá relanzar el proyecto                                                             26 Al menos así se desprende de las palabras de Randolph Von Breymann en la Asamblea General Anual del CCSICA de Febrero de 2004, con el motivo de la presentación antes este organismo de su estudio sobre el aprovechamiento de las condiciones del CAFTA para el fortalecimiento de mecanismos de diálogo y consulta ciudadana. Ver Acta Asamblea General. 27 El Consejo Empresarial Centroamericano nace el 26 de Febrero de 2002.

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a partir de la Plenaria de Noviembre de 2005. La atinada gestión de dicha oportunidad

ha permitido al CCSICA sobreponerse en cierta medida a la imagen negativa que lo

lastraba, perdurable, no obstante, en algunos actores de la región.

Un elemento estructural y dos coyunturales aparecen como instrumentos que propician

el cambio de rumbo. En primer lugar, la agenda de la integración tenía pendiente de

resolución la cuestión de la Reforma Institucional, la cual afectaba al CCSICA; en

segundo lugar, la aparición de PAIRCA, como programa llamado a financiar dicha

reforma, y el proceso de negociación de un Acuerdo de Asociación con la Unión

Europea, le han proporcionado respectivamente el apoyo financiero necesario para

mantener viva la agenda estratégica y el protagonismo en la agenda de la integración.

El punto de partida podríamos situarlo en la Declaración de Presidentes de la XXV

Cumbre de El Salvador, en diciembre de 2004. Esta cumbre supuso el espaldarazo del

máximo órgano de la integración centroamericana a la propuesta de reforma

institucional. En el punto 7 de los Acuerdos de 15 de Diciembre, los presidentes deciden

“Impulsar el fortalecimiento del Comité Consultivo (CC-SICA) para que con el apoyo

de los Gobiernos y de la SG-SICA, se constituya en importante interlocutor entre la

sociedad civil y los órganos, organismos e instituciones de la integración

centroamericana”28. El Programa de Apoyo a la Integración Centroamericana

(PAIRCA) de la Comisión Europea, gestionado por la SGSICA, fue el instrumento que

permitió afrontar esta regeneración, al constituirse en el principal aporte y sustento

financiero del Comité desde 2005. En este sentido, podríamos decir que la reforma

institucional de 2004 ha tenido una incidencia positiva para el CCSICA.

A nivel interno, encontramos otros factores que coadyuvan hacia esta nueva tendencia,

como los sucesivos cambios de Directorio, el relevo en la dirección del la SGSICA o la

confirmación del apoyo de la Fundación para la Democracia (FUNPADEM) y de la

cooperación canadiense (ACDI) para la puesta en marcha, por fin, de los capítulos

nacionales. Todos estos factores, gestados a partir de la Plenaria de Febrero de 2004,

terminan por cristalizar a partir de la aprobación del Plan de Acción para el

fortalecimiento del CCSICA en Noviembre de 2005. La reformulación estratégica

impulsó una nueva visión del Comité que se ha visto respaldada durante estos últimos

                                                            28 ACUERDO XXV CUMBRE ORDINARIA DE JEFES DE ESTADO Y DE GOBIERNO DEL SISTEMA DE LA INTEGRACIÓN CENTROAMERICANA. San Salvador, 15 de diciembre de 2004, p. 3

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años por la consecución de algunos objetivos perseguidos durante años. A partir de

2005, se inicia así un período de revitalización para el CCSICA que lo dotará de mayor

dinamismo y de una mayor presencia en los temas de la agenda integracionista,

conformada –una vez cerradas las negociaciones del CAFTA- por la puesta en marcha

de PAIRCA, el propio debate sobre las repercusiones del CAFTA, de la reforma

institucional o del PPP, y del estudio de la CEPAL sobre Beneficios y Costos de la

integración. A su vez, el horizonte de una negociación para el Acuerdo de Asociación

con la Unión Europea (ADA) dará lugar a los avances en el proceso de conformación de

la Unión Aduanera.

El mantenimiento de la unidad del Comité, registrándose incluso un ligero aumento

transitorio, será otro factor que reforzará la vía de la renovación. El Directorio se llevó a

cabo en estos años un gran esfuerzo por mejorar los aspectos de funcionamiento interno

y comunicación con las organizaciones miembros. La inauguración de una página web

propia sirvió de plataforma de difusión de los contenidos, pero también aumentaron el

número de reuniones de seguimiento, continuó el proceso de conformación de las

mesas nacionales, el diálogo con otros actores no institucionales y se dio inicio a los

debates para la creación de los comités sectoriales. También se ampliaron las relaciones

de colaboración y cooperación con otras instituciones, organizaciones y redes de la

sociedad civil europea y latinoamericana, incluyendo la participación en diferentes

eventos internacionales. En resumen, impelidos por la dinámica del nuevo Plan de

Acción y por las garantías de financiación que aportaba PAIRCA, se multiplicaron las

actividades y se sucedieron los documentos de posición, boletines y comunicados sobre

la agenda.

Ya más recientemente, el papel adoptado por el CCSICA en los debates y negociación

para el Acuerdo de Asociación con la Unión Europea es mucho más activo y

protagonista. En la actualidad, está intentando ejercer el liderazgo representativo que le

corresponde, para lo cual ha sido capaz de construir una sólida estrategia de alianzas,

especialmente con el Consejo Económico y Social Europeo (CESE), que le garantizan

la presencia como actor indiscutible en el proceso. En estos momentos, son las

organizaciones outsiders las que están solicitándole la cesión de un espacio para poder

participar en el proceso del ADA. Alejado de posiciones maximalistas, se está

mostrando abierto a la interlocución y la colaboración con las instituciones y con las

diferentes expresiones de la sociedad civil centroamericana. En el recuerdo se

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Page 146: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

encuentran las negociaciones del CAFTA, una piedra de toque inigualable, que arrojó

experiencias y aprendizajes indiscutibles, muy presentes en el conjunto de

organizaciones de la sociedad civil centroamericana. Pero no hay que olvidar que la

coyuntura es muy diferente, tanto por la menor relevancia de las negociaciones para los

gobiernos de la región como por la actitud proactiva de la Unión Europea a la hora del

establecimiento de espacios para la participación de la sociedad civil.

4. CONCLUSIONES

Tras este rápido recorrido por la conformación del CCSICA, podríamos extraer algunas

conclusiones que, a nuestro juicio, responden a la identidad, al significado y a la

trayectoria del mismo.

En primer lugar, nos encontramos con un organismo cuya creación fue resultado de la

conjugación de los diferentes factores que se mostraron en el momento de su

conformación, por lo general de carácter negativo. Inicialmente proyectado con una

visión intergubernamental, la combinación de debilidades internas y fortalezas externas

terminaron por configurar un órgano supranacional. Las debilidades internas mostraban

la inmadurez del proceso integracionista, destacando la inexistencia de una visión

estratégica sobre el rol de la sociedad civil, la falta de fondos para financiar el proyecto

participativo, la debilidad de la estructura institucional o la ambigüedad del marco

jurídico. Este último aportó importantes dosis de irracionalidad al proceso por la vía del

solapamiento de espacios de participación en los diferentes subsistemas sin dotarlos de

la necesaria articulación. Frente a ellas, existieron factores de carácter exógeno que

terminaron predominando sobre el proyecto, como los antecedentes histórico-culturales,

la falta de espacios de participación en las incipientes democracias nacionales, la

actualidad de los procesos transnacionales y la mayor viabilidad de una acción colectiva

con la pluralidad que proporcionaba el ámbito regional.

Los actores que protagonizaron este proceso tenían orígenes bien diferenciados. Los

grupos tradicionales mostraron desde el principio el apoyo a la integración, incluso una

parte de los sectores laboral-sindical, agrupándose de forma heterogénea en un comité

de coordinación, el CACI, liderado por las organizaciones empresariales. Por su parte,

los grupos y redes surgidos de los nuevos movimientos sociales que se configuraron en

la década de los noventa formaron un bloque más homogéneo, muy crítico con el

modelo de desarrollo que había emprendido la región y mucho más dogmático, el ICIC.

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Page 147: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

Los primeros contaban con amplitud de movimientos y maniobrabilidad, gracias a una

mayor capacidad para acceder a recursos humanos y financieros, así como por su

pragmatismo. Los segundos tenían mayores dificultades para subsistir, serias

deficiencias en la gestión de su representatividad, comunicación, liderazgo y

organización interna. Sin embargo, llegado el momento, la mayor parte de ambos

grupos terminaron por confluir en el CCSICA, única fórmula para hacer efectiva su

acción sobre las instituciones regionales existentes. Ese es el gran activo del CCSICA,

haber sido capaz de reunir y dar continuidad a una masa crítica heterogénea, suficiente y

representativa de las organizaciones de la sociedad civil regional. En el camino

quedaron otras organizaciones que no se sumaron al proceso, manteniendo una postura

de crítica e intransigencia ante el mismo. Así y todo, las deficiencias mostradas en el

seno del CCSICA siguen siendo importantes, tanto a nivel de representatividad,

cohesión interna, organización, comunicación y debilidad del debate.

Y la trayectoria mostrada a lo largo de su existencia no mejora el balance anterior,

aunque recientemente parece haber recobrado el entusiasmo a partir de una mayor

participación y liderazgo, en parte por haber resuelto los problemas más acuciantes de

sostenibilidad.

La falta de recursos ha sido una constante a lo largo de su existencia, no permitiendo

crear la infraestructura organizativa necesaria para poner en práctica las sucesivas

estrategias que identificaba. No contó casi nunca con el apoyo del SICA, resultado del

ejercicio de una autonomía y supranacionalidad mal entendida. Por no contar, ni

siquiera llegaron a diseñarse los mecanismos de consulta, un acto conjunto que debió

haber partido del SICA. En definitiva, su participación en el proceso ha sido siempre

marginal y periférica. El punto culminante de esta situación se situó en el período de

negociación del CAFTA, manteniéndose ajeno y sin capacidad de maniobrabilidad, por

lo que otras organizaciones pasaron a ocupar el espacio y el protagonismo que le

hubiera correspondido como actor institucionalizado. Tampoco aquí recae toda la

responsabilidad en el CCSICA.

Finalmente, el camino de la continuidad le granjeó el apoyo de la Reunión de

Presidentes y la identificación como un actor imprescindible por parte de la comunidad

internacional. Impelidos por la dependencia de los fondos aportados por la cooperación

internacional, la reforma institucional de 2004 acabó por beneficiar al proceso a través

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del programa PAIRCA de la Unión Europea. Podríamos decir que ésta última se ha

convertido en la principal impulsora del CCSICA, ya que además de dotarla de fondos

con el programa PAIRCA, ha propiciado una alianza estratégica con el CESE que le ha

permitido obtener cierto grado de protagonismo en las negociaciones del ADA. Y en esa

coyuntura se encuentra actualmente. Dotada por primera vez de fondos para su

sostenimiento, recientemente ha sido posible dotarse de una Secretaría Ejecutiva que

tendría que ayudar a resolver los problemas organizativos y de comunicación interna,

así como asegurarse la ejecución de los proyectos estratégicos. Está poniendo en marcha

el proceso de consolidación de los capítulos nacionales y realizando gestiones para la

subsanación de los problemas y mecanismos institucionales que obstaculizan una

participación integral sobre el proceso. Y finalmente, está viendo la posibilidad de una

nueva reforma de su reglamento que dé mayor cabida a otros grupos de la sociedad civil

centroamericana.

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Page 152: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

HACIA ALGUNAS ALTERNATIVAS DEL NEOLIBERALISMO EN AMÉRICA LATINA.

Raúl Olmo Fregoso Bailón.1

En el presente trabajo se abordará el neoliberalismo y algunas de las alternativas que

presenta el escenario latinoamericano. Para tal efecto se retomarán algunos

antecedentes, supuestos, actores y acciones concretas que ha tenido el patrón de

acumulación capitalista en su etapa actual neoliberal en la globalización, para luego

retomar dos de las múltiples alternativas que están surgiendo de la realidad

latinoamericana: una desde la toma del tomar, el caso de la revolución bolivariana o

chavismo, y otra sin tomar el poder: el caso del planteamiento teórico de John

Holloway.

Antecedentes del neoliberalismo.

 

Es importante iniciar con un breve repaso de algunos antecedentes sobre el

neoliberalismo.

Un referente obligado es el de Adam Smith: “Tras la ideología del libre mercado hay un

modelo, que suele ser atribuido a Adam Smith, según el cual las fuerzas del mercado

tienen una motivación del beneficio que dirige la economía hacia resultados eficientes

como si la llevara una mano invisible. “ 2

A su vez, Dieterich 3 alude a que otro antecedente importante del neoliberalismo son las

leyes de supresión de ayuda a los pobres de Robert Malthus (1766-1834) ya que éste                                                             

1 Profesor-investigador de la Universidad Pedagógica Nacional, Unidad Tlaquepaque, Jalisco, México. Correo electrónico: [email protected]

2 Stiglitz, Joseph, (2003), El malestar en la globalización, México, Tesaurus, p. 103.

3 Dieterich, Heinz, et. Al, (1998) El Nuevo Proyecto Histórico, México, Nuestro Tiempo. p: 108.

  1Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009 

Page 153: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

decía que: “la tiranía, la dependencia, la indolencia y la infelicidad” que genera la

beneficencia pública implica el rechazar todo derecho de los pobres a que se les

mantenga, ya que este autor ingles propone que: “ningún niño nacido de cualquier

matrimonio que tuviera lugar un año después de la..promulgación de la ley (de

supresión de beneficencia),y ningún hijo ilegítimo nacido dos años después de aquella

misma fecha, tendría derecho a la asistencia parroquial”.

El mismo Dieterich 4 también señala al darwinismo social como otra fuente ideológica

histórica del neoliberalismo, ya que cita como William Graham Summer en el siglo

XIX en Estados Unidos dio una propagación importante a este tipo de influencia que

señalaba que ha sido la competencia la que ha podido elegir a los más aptos para que

éstos dirijan los destinos de los demás, de tal suerte que la intervención del Estado sería

contra-natura.

 

Ya en el siglo XX se podría hablar de varios referentes, uno ellos el libro fundacional

del neoliberalismo, el texto llamado “liberalismo” de Ludwig von Mises de 1927. En

este misma línea histórica aproximadamente en 1947, Hayek funda en Suiza la Sociedad

MontPelérien junto con otros colegas: por supuesto Ludwig von Mises, Frank

Knight, Karl Popper, Milton Friedman, exministros de (el genocida), (el paréntesis

es mío) Pinochet y otros políticos de tendencia derechista.5. Siendo Reagan y Tatcher

íconos del impulso al neoliberalismo a finales del siglo XX permitiendo que se

solidificara este movimiento en varios países, entre ellos por supuesto la gran mayoría

en América Latina.

Supuestos del neoliberalismo.

Como todo cuerpo teórico y pragmático, este patrón de acumulación expresado en su

etapa neoliberal contiene sus supuestos que subyacen a sus prácticas, y el revisarlos es

                                                            

4 Ibídem, p. 109.

5 Vergara Estévez, Jorge (2003) “La utopía neoliberal y sus críticos” Revista Laberinto, No. 12, edición electrónica.

  2Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009 

Page 154: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

fundamental. Para Vergara 6 el neoliberalismo tiene ciertas bases antropológicas donde

convergen tres tradiciones teóricas: por una parte el economicismo de los clásicos

ingleses, el darwinismo social y varias concepciones conservadoras.

Bajo un supuesto economicista neoliberal, en el ser humano la idea de posesión y

propiedad son fundamentales, por lo que el intercambiar, acumular, consumir, etc.

serían actividades realizadas en el mercado guiadas sobre todo por el afán individualista

de maximización de beneficios y reducción de costos, por lo tanto la razón y más aún, la

subjetividad, tendría fines instrumentales, siendo el cálculo económico el criterio central

en las actividades humanas. Bajo esta idea, Jorge Vergara 7 cita como Friedman ofrece a

los padres y madres de familia el criterio de pensar a los hijos como bienes de consumo

para decidir sobre tener hijos o no.

 

En este mismo sentido, Dieterich 8 habla de que en el neoliberalismo existe una

concepción del ser humano como homo homini lupus (“el hombre es el lobo del

hombre”) y de la sociedad como bellum omnium contra omnes (“guerra de todos contra

todos”), para lo cual retoma el Leviatán de Hobbes y recobra algunas aportaciones del

“filósofo de la utilidad”, Jeremy Bentham (1748-1832), quien hablaba de que el ser

humano tenía un corazón donde el interés propio era algo más importante que la

preocupación por los demás. De tal manera se presenta a un ser humano egoísta por

naturaleza donde los reforzadores positivos y negativos en una racionalidad costo-

beneficio serían los factores rectores del comportamiento humano.

Así mismo, la idea de la desigualdad es básica. Vergara 9 expone como en la obra de

Hayek subyace una concepción de masas que “no pueden comprender las leyes

abstractas de la vida social” y una élite con todas las cualidades necesarias para poder

entender estas leyes abstractas, y cuyos miembros triunfarían en el mercado porque

serían los más competitivos: “para Friedman los países, las empresas y los hombres

débiles no tienen derecho a vivir” 10 “el mismo Hayek reconoce que la mayoría, “la

                                                            

6 Ibídem, p.5.

7 Ibídem, p.6.

8 Dieterich, Heinz, et. Al, Op, cit. p.110.

9Vergara Estévez, Jorge Op, cit. , p.6.

10 Ibídem, p.6.

  3Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009 

Page 155: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

masa”, según dice, actúa movido por “atavismos” como la solidaridad, la búsqueda de la

justicia social”.11. De tal suerte que obstruir la desigualdad es limitar la libertad. Las

únicas ideas de igualdad que aceptarían los neoliberales de acuerdo a Hayek serían la

igualdad ante la ley, el sistema judicial y el mercado.

Como lo documento Stiglitz, 12 el supuesto de la desigualdad tiene intelectuales que la

respaldan, tal como Arthur Lewis, premio Nobel, quien sostiene que la desigualdad es

buena para el desarrollo y el crecimiento de la economía, toda vez que los ricos ahorran

mucho más que los pobres y la pieza clave del crecimiento es la acumulación de capital.

Otro Nobel es Simón Kuznets, quien ha afirmado que la desigualdad crecería en los

primeros estadios de desarrollo, pero que disminuiría después.

Sin embargo, esta desigualdad de los actores económicos en su interacción, y más aún

en la trama del neoliberalismo, ha traído que “los empleos se destruyan a más velocidad

que la creación de nuevos puestos de trabajo” 13 ya que las transnacionales poderosas al

entrar a los contextos nacionales eliminan muchos empleos, efecto que no se logra

retraer como se ha difundido.

  Otro supuesto fundamental es la idea de la libertad, sólo que para esta corriente

neoclásica se trata de una libertad negativa, es decir de no hacer, de no intervenir,

una libertad individual y económica que tendría en el mercado su espacio por excelencia

donde el Estado no tendría que intervenir en el intercambio de compra y venta.

Sin embargo, como lo expresa Joseph Stiglitz en su texto: “El malestar en la

globalización”: “el flujo de dinero caliente entrando y saliendo del país, que tantas veces

sigue a la liberalización de los mercados de capitales produce estragos. Los países

subdesarrollados pequeños son como minúsculos botes. La rápida liberalización de los

mercados de capitales, del modo recomendado por el FMI, significó soltarlos a navegar

en un mar embravecido, antes de que las grietas de sus cascos hayan sido reparadas,

                                                            

11 Ibídem, p. 7.

12 Vergara Estévez, Jorge Op, cit. ), p. 109.

13 Ibídem, p.43.

  4Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009 

Page 156: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

antes de que el capital haya sido entrenado, antes de subir a bordo los chalecos

salvavidas” 14

“La liberalización-supresión de interferencias públicas en los mercados financieros y de capitales, y de las barreras al comercio- tiene muchas dimensiones. Actualmente hasta el FMI admite que insistió en ella excesivamente, y que la liberalización de los mercados de capitales y financieros contribuyó a las crisis financieras globales de los años noventa y puede ser devastadora en un pequeño país emergente”. 15.

 

Esto lleva a retomar este otro supuesto del neoliberalismo: la competencia perfecta, el

cual ha sido abordado en su crítica por varios autores, entre ellos Oskar Mongenstern,

quien es citado por Vergara 16 aludiendo como este autor señala que la llamada

competencia perfecta conduciría a una paradoja, ya que si fuera posible conocer de

forma exacta el comportamiento de los factores económicos ajenos se produciría una

inmovilización de la actividad económica, de tal suerte que sólo hay actividad en este

sentido si cada uno de los actores en cuestión tienen cierta incertidumbre del

movimiento del otro. Esta idea ha redundado en acciones con consecuencias terribles:

“Forzar a un país en desarrollo a abrirse a los productos importados que compiten con

los elaborados por alguna de sus industrias, peligrosamente vulnerables a la

competencia de buena parte de industrias más vigorosas en otros países, puede

tener consecuencias desastrosas, sociales y económicas”17

Hinkelammert también ha abonado a esta crítica al sentenciar que “si fuera perfecta no

habría razón para competir”, y en “una competencia perfecta nadie compite” 18 y al

mismo tiempo Stiglitz 19 señala: “De hecho, los avances más recientes de la teoría

económica-realizados irónicamente justo durante el periodo de seguimiento más

inexorable de las políticas del Consenso de Washington han probado que cuando la

información es imperfecta y los mercados incompletos (es decir: siempre y

                                                            

14 Stiglitz, Joseph, Op. Cit. p. 43.

15 Ibídem, p. 87.

16 Vergara Estévez, Jorge, Op. Cit. 14.

17 Stiglitz, Joseph, Op. Cit. p. 42.

18 Hinkelammert cit. En Vergara, 2003, p.14.

19 Op. Cit. p.44.

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Page 157: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

especialmente en los países en desarrollo), entonces la mano invisible funciona de modo

muy deficiente”.

De la mano de este supuesto hay otro de suma importancia: el papel de la inversión

extranjera. Se dice que este tipo de inversión incentivará en gran medida el desarrollo

dentro de las naciones puesto que inyectará recursos al capital productivo, sin embargo,

los resultados no han sido los esperados. Stiglitz 20 muestra como cuando llegan las

empresas extranjeras a contextos nacionales, las cimientes de industria nacional son

destrozados, no pueden competir, o como el caso Wal-Mart, que se justifica con precios

bajos, siendo que realmente, a decir de Stiglitz, Wal-Mart destruye los comercios

locales, después, emplea su poder monopólico para subir los precios y las consecuencias

no eran las que se habían anunciado.

De esta manera sale a relucir que el mercado es otro eje vital para esta corriente

neoclásica:

 

“Los neoliberales han desarrollado una concepción que sacraliza al mercado, atribuyéndole en alto grado los perfecciones que la teología cristiana atribuye a Dios en un exceso y absoluto. Es así que, según Friedman, el mercado es el más justo, porque da a cada uno en proporción exacta de los que ésta da, por

ello será un perfecto intercambio de equivalentes. Sería el más sabio porque sus precios libres reunirían más información que toda la que podría conocer un hombre. Sería, también, lo más generoso porque da bienestar a todos. Sería la fuente de vida puesto que permite que vivan más

personas. Sería lo más poderoso en la tierra porque puede hacer mucho más que los Estados..(..)..El mercado es visto como un ser viviente, pues piensan que posee mecanismos de regulación”. 21

En este mismo sentido, Dieterich 22 enfatiza que se ha construido una metafísica

alrededor del mercado donde hay atributos al Dios Yahvé del viejo testamento, ya que

cuando alguien pierde su trabajo, es el mercado el culpable, si un joven no encuentra

una fuente laboral es porque el mercado lo ha castigado por no obedecer, por no haberse

educado de acuerdo a sus condiciones, y de igual manera cuando una persona grande de

edad es visto como un estorbo es porque es “improductivo”. Es decir, no sólo la idea del

mercado, que esconde a ganadores y perdedores concretos, lleva a consecuencias

directas sobre las vidas de las personas, hay también una referencia reificada sobre sus

                                                            

20 Op. Cit. 97.

21 Vergara Estévez, Jorge Op. Cit. p. 8.

22 Op. Cit. p. 111.

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Page 158: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

poderes y una transposición de la racionalidad instrumental del mercado a la manera en

que se entiende la existencia en todas las esferas de la vida.

Mittelman 23es otro autor que muestra cómo el mercado, (sustantivo utilizado para

ocultar a capitalistas concretos) es presentado como el árbitro más justo y no sólo eso,

sino el más eficiente, mucho más que el Estado, por lo tanto se optó por abandonar la

industrialización mediante la sustitución de importaciones para participar en la dinámica

mundial orientada hacia las exportaciones, las cuales, de acuerdo a esta teoría

neoclásica, podrían competir en el mercado sólo si la producción se libera de los

diversos controles sobre precio, pero ¿en realidad esta competencia puede dar resultados

tan buenos para el desarrollo?

 

Esta revisión a muy grandes rasgos de los supuestos del neoliberalismo muestra como

éste es un dogma que se ha tratado de disfrazar de teoría económica por parte de sus

apologistas. De hecho, Dieterich 24 alude a que en este corpus neoclásico se conjugan

los principios de la libre competencia, la desigualdad, el mercado y el darwinismo social

ahora encarnado en el neoliberalismo, que ha revitalizado esta concepción general

de la selección natural:

“Todo sistema ampliado de cooperación tiene que adaptarse continuamente a los cambios de su entorno, la demanda, de que sólo deba haber cambios con resultados justos, es ridícula. Es casi tan ridícula como la creencia, que la organización deliberada de la reacción a estos cambios puede ser justa. Sin desigualdad..la humanidad no hubiera podido alcanzar nunca su grandeza ni pudiera mantenerla hoy” 25

Estos elementos del neoliberalismo muestran cómo éste tiene una constitución bastante

abstracta y simplista, bajo la cual dicta acciones en todas las esferas de la vida humana,

es decir, expone valores, teorías y prácticas para todos y en todo momento: “La teoría

neoliberal, relacionada como ésta con las supuestas leyes universales del desarrollo,

señala que, en principio, pueden aplicarse las mismas reglas de desarrollo económico a

                                                            

23 H. Mittelman, James, (2002), El síndrome de la globalización, México, Siglo XXI, p.165.

24 Op. Cit. p. 110.

25 Ibídem.

  7Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009 

Page 159: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

todos los países desde el más desarrollado hasta el menos desarrollado. En sí esta teoría

es exageradamente mecánica..(..)..” 26.

Neoliberalismo como ideología.

 

Hinkelammert 27 ha sido un autor más que ha expuesto la manera en que el capitalismo

en su etapa neoliberal ha retomado aspectos cualitativos que inciden en el control

cuantitativo de los recursos económicos, ya que expone cómo se ha construido un mito

total, para lo cual recurre a categorías de Levi-Strauss, tales como los “mitemas” los

cuales conforman un mito total pero no lo explicitan en su totalidad en ninguna parte,

únicamente se pueden entender a través de comprender el mito total. De esta manera

Hinkelammert muestra cómo este patrón de acumulación contemporáneo ha llevado a

cabo un trabajo ideológico en el que las condiciones actuales son expuestas como las

únicas viables y posibles, ya que hasta algunos de los precursores indican algunos de los

sus efectos negativos, pero argumentan que no hay otra manera de existir, lo cual

es propio de la construcción de un mito donde “la publicidad convierte en filosofía

popular las ilusiones y expectativas que ofrece el mercado.

En este mismo sentido, Mittelman 28 expone que: “Así mismo, la ideología neoliberal

promueve la expansión de mercados como algo natural e inevitable, mientras que los

arreglos sociales existentes, contexto parcial de las economías, son tratados como

cadenas que es necesario romper”.

De igual forma Kuhn 29 expone al respecto como el neoliberalismo no tiene una

consistencia teórica, pero si un trabajo político y económico que fuerza una

coincidencia entre realidad y teoría, para lo cual la publicidad, la industria cultural y la

toma de los significados ha sido fundamental. En el mismo sentido Bourdieu 30señala

                                                            

26 H. Mittelman, James, Op. Cit. p. 172.

27 Op. Cit. en cit. En Vergara, 2003, p.15

28 Op. Cit. p. 113.

29 Op.cit. en Vergara, 2003, p.15.

30 Op. Cit. en Vergara, 2003, p.16.

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Page 160: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

“como los políticos, economistas y empresarios neoliberales intervienen la realidad para

intentar hacerla coincidir con su modelo abstracto, y a pesar de que dicen buscar realizar

la libertad individual han creado un vasto sistema de coerciones laborales, económicas

y simbólicas cada vez mayores”.

Mittelman añade también argumentos de cómo los valores son una creación con fines

de consenso sobre los propios procesos productivos:

“Las ideas predominantes acerca del orden mundial desde los años ochenta han sido de índole neoliberal, en parte son una reacción a la influencia del estructuralismo de los sesenta y setenta, y actualmente es muy común verlas traducidas en preceptos políticos. Por ideas me refiero a los significados comunes materializados en la cultura. Cuando se transmiten transnacionalmente, ayudan a preservar y reproducir el orden social, específicamente al obtener consenso de los grupos dominantes y de los subordinados. Los significados compartidos no sólo afianzan al permanencia de un orden dado, puesto que tienen la capacidad de crear e inventar nuevos modos de vida, los valores universalizantes tienen el potencial de ser agentes transformadores”. 31 (2002:164):

 

Así mismo, un elemento a destacar que demuestra el carácter ideológico del

neoliberalismo es su discurso del bienestar para todos, dando como resultados

beneficios para unos cuantos, hechos que hacen necesario un proceso de legitimación

ideológica para sustentar tal contradicción. Un ejemplo muy citado es el manejo

que se da a las privatizaciones, en el sentido de presentar como única alternativa la

venta de las empresas públicas, sin mostrar la posibilidad de mejorarlo, entonces se

presenta la figura ideológica de que lo público es sinónimo de ineficiencia y lo privado

de eficacia, sin embargo, se presenta al mercado aceptando que no funciona bien, pero

ese sí es susceptible de mejoras.

Y esto se entiende porque, como menciona Vergara 32, las acciones son transversales, lo

que hace más difícil la denuncia de lo que encubren: “De ahí que los neoliberales actúen

como un “partido político” exclusivo, de “vanguardia”, que reúne empresarios,

políticos, economistas y otros profesionales. Este es un partido transversal, una

“minoría consistente”, cuyos miembros pertenecen a distintos partidos, a la

administración del Estado, a las fuerzas armadas, las iglesias, los medios comunicativos,

los organismos internacionales, especialmente los crediticios y la Organización Mundial

de Comercio, y a diversas organizaciones”.                                                             

31 Op. Cit. p.164.

32 Op. Cit, p. 18.

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Page 161: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

De esta manera se muestra cómo se ha articulado un trabajo teórico, ideológico, pero

que tiene intenciones concretas:

“Por supuesto el neoliberalismo no es meramente un modelo económico que anuncie la primaría de los mercados, sino también un medio de actuar que se traduce en políticas para la apertura de mercados. El Impacto no es neutral hacia distintos grupos, sino que favorece ciertas fuerzas: las grandes firmas, los grandes inversionistas y los principales capitalistas. La ideología del neoliberalismo también se relaciona con el declive de la soberanía económica de los estados, las reducciones en los beneficios sociales y la transformación del capitalismo estatal en un capitalismo de libre mecado” 33).

De tal manera que este proceso ideológico ha desencadenado un nuevo tipo de dictadura

que ha permeado, con ciertas complicidades de los entornos nacionales, casi todas las

esferas de la vida humana.

Por una parte la coerción ya no es llevada a cabo por un líder identificable y

personalizado, ahora son los organismos internacionales, el capital financiero con su

fuerza para hacer quebrar economías enteras sino se someten a sus señalamientos, los

que configuran un nuevo tipo de dictadura.

 Eso por una parte, pero también es importante cómo el mercado está en casi todos

los ámbitos de la vida de los seres humanos, es él quien toma las decisiones de lo

que circula y lo que no, por lo tanto de lo que se ve o no, es decir, determina lo que

es existente o inexistente, esto tanto en el plano de las ideas, los significados, como de

los productos. Lo que no está de acuerdo a las reglas del mercado, simplemente éste se

encarga de desaparecerlo. Un nuevo tipo de dictadura sofisticada. “Puede tolerar ciertas

forma de pensamiento que no sea funcional al sistema. Emplea de modo intensivo y

diversificado todos los medios de comunicación, y de producción y difusión de

representaciones, para difundir un “pensamiento único”, mediante una propaganda

intensiva y diversificada de internalización de la ideología neoliberal que justifica y

presenta como racional la creciente irracionalidad del sistema” 34

Es un nuevo tipo de totalitarismo, pero con un programa más sofisticado. El actor

principal, a diferencia de los otros tipos de totalitarismos, ya no tiene su legitimación es

un orden teológico, ni humano con toda la carga subjetiva e histórica que esto implica,

                                                            

33 Op. Cit p. 186.

34 Forrester cit. En Vergara, 2003, p.20.

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Page 162: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

tales como los casos de varios personajes en la historia; ahora la legitimación es

científica, racionalizando causas con resultados irracionales, el mercado es una figura

técnica, neutra, compleja, inalcanzable en su comprensión, pero masificada en versiones

simplistas que la presenta como la única opción viable y posible.

El Neoliberalismo en acciones y actores internacionales.

Como se ha mostrado, este patrón de acumulación se ha formado de una sólida

consistencia ideológica que ha estado intentando cada vez más abarcar la totalidad de

los ámbitos de la vida de los seres humanos, y para tal efecto, además de constituirse en

un dogma cualitativo, también se ha traducido en acciones concretas y en actores

sociales que le han permitido ir “privatizando” cada vez más la mayoría de los ámbitos

de vida.

 

Partiendo de una dimensión deductiva e internacional, el neoliberalismo se ha traducido

en políticas de ajuste implementadas sobre todo por el Banco Mundial y el Fondo

Monetario Internacional, de las cuales los más y casi únicamente beneficiados han

sido los dueños del capital que ahora pueden sobrepasar fronteras, ya que los grandes

exportadores están más libres de las políticas comerciales restrictivas, de igual manera,

varios bancos se han aprovechado de las privatizaciones, la desregulación y la

liberalización de mercados.

Es decir, a un nivel macro, estos grandes actores sociales han reconcentrado la toma de

decisiones y para tal propósito han venido configurando el fenómeno de la globalización

económica como un intento contemporáneo de expandir y perpetuar el capitalismo: “La

globalización es enérgicamente impulsada por corporaciones internacionales que no

sólo mueven el capital y los bienes a través de las fronteras, sino también la tecnología”. 35

De tal surte que las acciones que llevan a cabo estos actores internacionales no es

resultado neutro de acciones basadas en la técnica depurada de la economía, sino de

                                                            

35 Stiglitz, Joseph, Op. Cit. p. 34.

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Page 163: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

movimientos de poder, ya que como señala Acevedo 36, el expandir los mercados

internacionales implica geoestrategias de mercadotecnia, desarrollo de tecnología y

productos con fines prediseñados, no sueltos a las fuerzas del mercado, es decir, el

deshacer fronteras, rehacer políticas públicas, cambiar marcos jurídicos en los Estados y

crear instituciones que permitan el comercio mundializado para poder liberar las

acciones del capital de cualquier restricción, entraña un cálculo para lograr en un

esfuerzo geopolítico, cambiar la composición internacional de la mayoría delas

naciones. Esto no puede ser neutral.

 

                                                            

36 Acevedo López, María Guadalupe y Sotelo Valencia Adrián (2004) Reestructuración económica y

desarrollo en América Latina, México, Siglo XXI, p.22.

  12Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009 

Page 164: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

El FMI y el Banco Mundial.

Es así como se entiende que algunos de los actores internacionales ,en este proceso de

un nueva liberalización del capital, sean el Fondo Monetario Internacional, (FMI) y el

Banco Mundial (BM), para lo cual vale la pena hacer un breve repaso acerca de los

mismos.

 

Es conocido que el FMI y el BM se originaron en la II Guerra Mundial como resultado

de la Conferencia Monetaria y Financiera de las Naciones Unidas en Bretton Woods,

New Hampshire en 1944, donde se trabajaba el tema de reconstruir Europa y asistir a

una agenda que evitara más crisis económicas internacionales en el futuro. A decir de

Stiglitz 37 la mayor parte de la tarea acerca de la estabilidad económica fue

encomendada al FMI, ya que estaban frescos los resultados de la peor crisis del

capitalismo: la gran depresión de los treinta, por lo que el FMI tenía la misión de

impedir otro evento de esta naturaleza, de tal manera que la creación de este organismo

se da en la aceptación de que los mercados no funcionan, por eso se hace necesario su

existencia, por lo que el FMI tenía la misión de lograr estabilidad económica a

escala internacional, así como la ONU tenía su tarea en lo político.

Stiglitz 38 expone como el FMI es una institución pública establecida con el dinero de

los contribuyentes, donde el control, al igual que la ONU está determinado por los

países que concentran el ingreso, pero más aún, es Estados Unidos quien tiene el poder

de veto en la toma de decisiones: “Los problemas también derivan de quien habla en

nombre del país. En el FMI son los ministros de Hacienda y los gobernadores de los

bancos centrales. En la OMC son los ministros de comercio. Cada uno de estos

ministros se alinea estrechamente con grupos particulares en sus propios países..(..)..Los

ministros de Hacienda y los gobernadores de los bancos centrales suelen estar muy

                                                            

37 Op. Cit. p. 36.

38 Ibídem.

  13Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009 

Page 165: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

vinculados con la comunidad financiera; provienen de empresas financieras y , después

de su etapa en el Gobierno, allí regresan”.39

Un paso interesante en este desarrollo histórico se da en los ochenta bajo la influencia

de Thatcher y Reagan, ya que éstos hicieron lo propio para que tanto el FMI como el

BM se consolidaran como las herramientas fuertes para la implementación del

neoliberalismo en muchos contextos del planeta, ya que en estos años el BM no sólo dio

préstamos específicos, sino que dictó medidas de ajuste estructural, que junto con lo

realizado por el FMI, representaban condiciones para el país necesitado en cuestión,

mientras el control sobre este organismo por parte del G7 (E.U., Japón, Alemania,

Canadá, Italia, Francia e Inglaterra) se hacía más notorio.

 

El acuerdo de Bretton Woods también contemplaba otra organización más que

gobernaría las relaciones comerciales, por lo que se pasó del Acuerdo General sobre

Aranceles y Comercio (GATT), que logró eliminar algunas barreras comerciales, a la

Organización Mundial del Comercio en 1995, constituyéndose, en palabras de Stiglitz 40

en un foro donde las negociaciones sobre comercio se darían lugar garantizando que los

acuerdos se cumplan. Pero, ¿Cuál sería el balance de estos organismos

internacionales al pasar de siglo? Este mismo autor da su versión: “Medio siglo

después de su fundación, es claro que el FMI no ha cumplido su misión. No hizo lo que

supuestamente debía hacer: aportar dinero a los países que atravesaran coyunturas

desfavorables para permitirles acercarse nuevamente al pleno empleo” 41. Es así como

“Las instituciones están dominadas no sólo por los países industrializados más ricos

sino también por los intereses comerciales y financieros de esos países, lo que

naturalmente se refleja en las políticas de dichas entidades”42

                                                            

39 Ibídem, p.45.

40 Op. Cit. p. 41.

41 Ibìdem.

42 Ibídem, p. 44.

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Page 166: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

Expresiones de la globalización en la pobreza.

Una de las expresiones del neoliberalismo es la expansión de capitales por medio de la

globalización económica, situación que ha sido impulsada bajo los supuestos del

neoliberalismo: apertura de mercados, liberalización comercial, eliminación de

restricciones arancelarias, control de variables macroeconómicas, desregulación laboral,

privatizaciones etc.: “El neoliberalismo proporciona la razón de ser de las medidas que

impulsan la globalización, como son las políticas de ajuste estructural..(..)..por ende la

globalización neoliberal se presenta como antídoto contra el problema de la pobreza, y

no como su generador”.43

 

Más allá de las mil definiciones de lo que es la globalización, se podría retomar, para ser

ilustrativos, una definición conservadora por parte de Stiglitz 44 quien la define en estos

términos: “la integración más estrecha de los países y los pueblos del mundo, producida

por la enorme reducción de costes de transporte y comunicación, y el desmantelamiento

de las barreras artificiales a los flujos de bienes, servicios, capitales, conocimientos y

(en menor grado) personas a través de las fronteras”. Es tan conservadora que hasta

llega a concebir que en la globalización se involucre la movilización de personas

en las fronteras, sin embargo es interesante que aún teniendo este carácter reconozca

que se trata en su dimensión más amplia de la eliminación del capital para que pueda

acrecentarse, obviamente no para si, sino para quienes se ostentan como los propietarios

de dichos recursos.

Algunos de los efectos de estos procesos son alarmantes:

“Hay evidencias que contradicen las afirmaciones del neoliberalismo y que llevan a opinar que un mayor grado de globalización se traducen en más pobreza. Si bien el ingreso promedio se ha incrementado en el mundo, el número total de pobres (definido como aquellas personas que ganan menos de un dólar al día) aumentó de 1230 millones en 1987 a 1310 millones en 1993.(Banco Mundial: 1996: 7-9 cit. En Mittelman: 2002:109). ..(..)..En otras palabras, la pobreza global abarca una espiral descendente de condiciones económicas en algunos países y otros lugares, un sentido de disyunción entre el crecimiento macroeconómico y las privaciones materiales persistentes para mucha gente”.45

                                                            

43 H. Mittelman, James, Op. Cit. p.113.

44 Op. Cit. p. 34

45 Mittelman, Op. Cit., p. 109.

  15Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009 

Page 167: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

Dicho en palabras de Stiglitz46, los resultados tras las políticas neoliberales impulsadas

sobre todo por los organismos internacionales, como el FMI, se ha traducido en

pobreza, zozobra política y social, ya que para este autor, este organismo neoliberal no

ha hecho bien las cosas en las áreas en que ha actuado, tales como desarrollo, manejo de

crisis, etc., así como los llamados programas de ajuste estructural no propiciaron un

crecimiento sostenido ni aun en los países que siguieron al pie de la letra las medidas

“recomendadas”, ya que en varias naciones la excesiva austeridad destruyó el

crecimiento.

De esta manera hay varios argumentos que sustentan la relación entre globalización y

pobreza: “Nuestra hipótesis medular es que si bien la pobreza es un fenómeno ancestral,

actualmente se entiende como un resultado de las interacciones entre globalización,

marginación y género”.47

 

Stiglitz, 48 habla concretamente de cómo los beneficios de la globalización que han sido

lo anunciados por sus defensores no se han presentado, además de que el precio pagado

ha sido inclusive superior, ya que el deterioro en el medio ambiente, la corrupción de

los procesos políticos han sido negativos.

En este mismo sentido Mittelman 49 se muestra como un crítico más de los

procesos de la globalización en el marco neoliberal al hablar de cómo existe una

relación directamente proporcional entre globalización y pobreza, ya que afirma que a

mayor globalización, más acrecentamiento de la marginación: “es posible combinar el

sentido visual del término “margen”, la orilla vista desde el centro, con su uso dentro de

la economía: el punto en el cual los ingresos derivados de una actividad apenas cubren

su costo”.

De esta forma los países del centro han instrumentado al neoliberalismo para seguir

acaparando los beneficios, ya que como lo testifica Stiglitz 50 los países concentradores                                                             

46 Op. Cit. p. 46.

47 Mittelman, Op. Cit. p.109.

48 Op. Cit. p. 39.

49 Op. Cit. p. 110.

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Page 168: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

de los recursos recurrieron de forma hipócrita a universalizar el discurso de la

eliminación de las barreras al comercio cuando ellos no abrieron estas fronteras

comerciales frenando la importación de las exportaciones que dependen principalmente

del sector primario, como es el caso de las naciones latinoamericanas. Mientras que en

los países ricos siguieron los subsidios a productores se exigió a los países pobres la

eliminación de los mismos dentro de sus territorios lo que llevó a una desigual relación

económica en la esfera internacional.

“Mientras que la globalización ofrece oportunidades económicas sin parangón para algunos, también reconfigura la incidencia de la pobreza dentro de los países y entre ello. Lo anterior significa que la globalización y la marginación son procesos interconectados, y la primera conduce a la segunda. Impulsada por la hipercompetencia, la globalización empuja hacia los márgenes a algunos grupos, típicamente a las mujeres, lo cual arraiga aún más la pobreza.” 51

 

Es decir, hay una presión estructural en la que la pobreza está diseñada: “Los términos

del intercambio, los precios que los países desarrollados y menos desarrollados

consiguen por las cosas que producen, después del último acuerdo comercial de 1995 (el

octavo) revelan que el efecto neto fue reducir los precios que algunos países más pobres

del mundo cobran con relación a lo que pagan por sus importaciones” 52

“Nuestra teoría, por lo tanto, es que la interacción de esos procesos: globalización, marginación y fuerzas sociales, moldea tanto los patrones de la pobreza y como otros resultados de índole distributiva. En este contexto, es importante conceptualizar la pobreza en términos de las relaciones sociales de producción”. 53

Lo que nos lleva a entender el carácter contradictorio que ha presentado la globalización

entre la promesa de mayor bienestar y los resultados de miseria que ha traído para

muchas regiones del mundo: “Nadie desea que sus hijos mueran cuando hay

conocimientos y medicinas disponibles en otros lugares del mundo”. 54

“El supuesto amortiguador del neoliberalismo no hace más que perpetuar la pobreza al reconcentrarla..(..)..La estrategia neoliberal combina una posible solución a la pobreza y una causa

                                                                                                                                                                              

50 Op. Cit. p. 31.

51 Mittelman. Op. Cit. p.125..

52 Stiglitz Op. Cit. p.32.

53 Mittelman, Op. Cit. p.125.

54 Stiglitz, Op. Cit. p.35.

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Page 169: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

subyacente de la misma. Pero, ¿existe otra alternativa para amortiguar la pobreza? Si nuestro enfoque de la estructuración de la pobreza es correcto, el problema de amortiguarla se traslada a la pregunta de desafiar las estructuras subyacentes”. 55

Una aproximación al debate sobre el concepto de pobreza.

El concepto de pobreza esta lleno de una carga subjetiva y de poder, ya que la

definición de pobreza, como toda construcción social está llena de arbitrariedades.

 

Como lo señala Mittelman 56, un engaño consiste en entender a la pobreza como una

categoría estática, idea reforzada por su expansión extraordinaria en ciertas regiones del

planeta, lo que puede reforzar la idea de que los pobres se encuentran contenidos en

unidades identificables, pero sobre todo, que son algo fijo, lo que ha abonado también a

la cuestión de utilización de líneas de pobreza mediante herramientas intelectuales

imperantes. Para este autor, esto constituye un paradigma proveniente de la escuela de

la modernización, la economía neoclásica y ahora en el neoliberalismo se sigue

presentando como un marco donde se entiende a la pobreza a partir del consumo, lo que

se expresa en políticas para integrar a los pobres al mercado: “Dichas líneas

resultan útiles al principio, pero presentan a la pobreza con una claridad falsa que

ofusca las relaciones que la generan.”. Es decir, este autor señala que la pobreza es un

proceso con presiones estructurales, donde el trabajo de los pobres les genera un costo

más elevado que el propio producto del mismo haciendo que la pobreza sea también

transnacional, ya que atraviesa no solo estados, sino regiones completas del mundo; de

igual forma muestra como la impotencia de los pobres puede explicarse por la creciente

separación de los mercados de sus sociedades, ya que estos mercados son excluidos de

los procesos que especifican que cosa va a producirse, de tal manera que la pobreza es

un proceso más de arriba hacia abajo donde los recursos de las personas no son

suficientes para enfrentar las relaciones sociales y de producción que los constriñen.

                                                            

55 Mittelman, Op. Cit. p. 126.

56 Op. Cit. p. 114.

  18Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009 

Page 170: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

 

En este mismo sentido Stiglitz 57 apunta que para un abordaje más serio sobre la

pobreza es importante problematizar las causas y la naturaleza de este fenómeno, donde

necesariamente habría que identificar muchos elementos importantes: que los pobres no

lo son por flojos, ya que la gran mayoría de ellos trabaja más que cualquiera con

grandes recursos, la naturaleza del trabajo nunca será la misma, siempre será más difícil

el trabajo de los pobres, por algo ellos tienen que hacer y los que no son pobres se las

arreglan para no tener que hacer este tipo de actividades; son los que se nutren de forma

más deficiente lo que trae enfermedades, lo que limita su capacidad de procurarse

ingresos puesto que su cuerpo, es decir, su fuerza de trabajo es la única mercancía que

vale algo en el capitalismo; como hacen mucho por sobrevivir, la educación es un lujo

que no todos se pueden dar, de tal suerte que podría decirse bastante sobre como los

círculos viciosos de la pobreza se reproducen y se alimentan, por lo que un enfoque que

presente el fenómeno de la pobreza como un problema individual viendo las cosas de

esta manera resulta por demás polémico: “Los pobres sienten que no tienen voz y que

no controlan su propio destino; son golpeados pro fuerzas que no pueden

contener..(..)..Y los pobres se sienten inseguros. No sólo son sus rentas inciertas-los

cambios en las circunstancias económicas, que no manejan..(..)..”.

El crecimiento no genera necesariamente disminución de la pobreza.

De la mano de estos argumentos esta la idea de que después del crecimiento está el

desarrollo y la superación de la pobreza. Stiglitz 58 señala: “Al contrario, las estadísticas

indican que algunos países han crecido sin recortar la pobreza y que algunos países,

para una misma tasa de crecimiento, han tenido a la hora de mitigar la pobreza mucho

más éxito que otros”. En este mismo sentido, este autor, con datos históricos y

contemporáneos problematiza la idea mítica del crecimiento: en la Inglaterra del siglo

XIX el país creció en su conjunto, aumentado sin precedente la pobreza y la miseria; ya

en el siglo XX el caso de los propios Estados Unidos en los ochenta donde la economía

creció y la clase baja vio como sus recursos se hicieron más escasos y después, con                                                             

57 Op. Cit. p. 114.

58 Op. Cit. p. 113.

  19Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009 

Page 171: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

Clinton, se pusieron en marcha diversos programas para los pobres bajo el supuesto de

que la llamada economía de filtración o “goteo” no era un referente óptimo:

“Las políticas del Consejo de Washington casi no prestaron atención a cuestiones de distribución o “equidad”. Si eran presionados, muchos de sus partidarios replicarían que la mejor manera de ayudar a los pobres era conseguir que la economía creciera. Creían en la economía de la filtración que afirma que finalmente los beneficios del crecimiento se filtran y llegan incluso a los pobres. La economía de filtración nunca fue mucho más que una creencia, un artículo de fe.” (Ibídem).

Crecimiento con pobreza: el caso del trabajo.

 

El argumento es que si la mercancía fuerza de trabajo se deja al libre juego del mercado,

los empresarios aumentarán su nivel de ingresos, lo cual generará más inversión, más

empleos, aumentará la demanda, subirá el precio de la mercancía fuerza de trabajo y se

generaría mayor bienestar, la pregunta es, ¿esto ha sucedido, sobre todo en América

Latina con el neoliberalismo. Jorge Vergara 59da su versión: “Actualmente, la mayor

concentración de ingreso en los sectores empresariales no garantiza un aumento de la

inversión productiva, pues gran parte se destina al capital especulativo”.

Es decir, como lo muestra Mittelman, 60, bajo los supuestos del neoliberalismo, el

trabajo es una mercancía de oferta mayúscula que reacciona a las acciones del mercado,

lo que hace ver a la pobreza como una abundancia de trabajo sin utilizar, por lo que se

dice la solución está en aumentar el empleo, pero claro vía crecimiento

macroeconómico, por lo que se maneja el discurso de que los pobres tienen el activo

fuerza de trabajo y que cuando las variables macroeconómicas crezcan, es decir, cuando

ganen más quienes más tienen, entonces tendrán empleo, pero los resultados son otros:

“No obstante, la erosión actual de gran parte del empleo seguro, en el contexto de los

programas de ajuste estructural, saca a la luz una nueva demanda contradictoria. El

trabajo ahora debe “diversificarse” y “ajustarse”. La velocidad y flexibilidad del capital

en el contexto de la globalización se proyectan en el trabajo..(..)..El Resultado da

nuevos ganadores y nuevos perdedores, así como algunos segmentos de la fuerza de

trabajo que se incorporan rápidamente a la pobreza”.

                                                            

59 Op. Cit. p. 117.

60 Op. Cit, p. 113.

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Page 172: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

En este contexto, las privatizaciones vienen a precarizar aún más al situación laboral, ya

que como lo apunta Stiglitz 61, los defensores de la idea de que lo privado es eficaz de

suyo, argumentan que el empleo vendría tras el aumento de inversión, pero lo que ha

pasado es que muchas empresas al ser adquiridas por particulares han sido seguidas por

procesos masivos de despedidos, aludiendo a que se tienen que regularizar

financieramente a las empresas, entonces la protección al empleo es mínima y los

empresarios pueden eliminar a muchas personas de su trabajo con un costo

prácticamente nulo, toda vez que los propietarios extranjeros están mucho más

comprometidos con sus accionistas en el aumento de ganancia y eliminación de costos y

se sienten menos identificados con “las plantillas infladas”: “más que crear nuevos

puestos de trabajo, la privatización a menudo los destruye”.

 

De tal suerte que como dice Dieterich 62, el trabajo existe para la mayoría de las

personas en el capitalismo y aún más en esta fase neoliberal como algo reificado, se

instala en su versión frankensteiniana y como medio deshumanizante ya que se deshace

el vínculo entre el hacer y lo hecho, entre la producci.ón y el producto haciendo que el

ser humano sea definido por su capital humano, es decir, por lo que puede dar para

aumentar las ganancias, hay, por lo tanto una negación en el trabajo del sujeto.

Ahora bien, respecto de las organizaciones que debieran ser para la defensa de los

trabajadores ante este escenario, Vergara 63 muestra como para el patrón de

acumulación neoliberal, la actividad de las diversas agrupaciones sindicales es negativa

ya que tienden a establecer controles y reglamentaciones al trabajo, como el salario

mínimo, puesto que atentan contra el principio de igualdad ante la ley, “estableciendo

discriminación positiva e injustificable para los asalariados, basados en la errónea y

peligrosa creencia en la justicia social”. Lo cual implica una acción del Estado hacia la

                                                            

61 Op. Cit. p. 84.

62 Op. Cit. p. 112.

63 Vergara Estévez, Jorge (2003) “La utopía neoliberal y sus críticos” Revista Laberinto, No. 12, edición

electrónica, p.116.

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Page 173: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

desregulación de cualquier norma que incida en la mercancía fuerza de trabajo, la cual

debería definirse por la oferta y la demanda, para autores como Hayek.

Un acercamiento al neoliberalismo en América Latina.

Algunos Antecedentes.

Como lo expone Mittleman, 64, el neoliberalismo actual en América Latina obedece a un

intento más por parte de los Estados Unidos, entre otros actores sociales que se han

sumado actualmente, para tratar de sostener su hegemonía en el continente, acciones

que tienen sus antecedentes desde la doctrina Monroe del siglo XIX, lo que ha venido a

desarrollar controles en todos los aspectos: históricos, militares, comerciales y

culturales, entre otros.

 

Ya en el siglo XX se documentan varios acciones de control continental, tal es el caso

de la Cuenta del Caribe impulsada por Ronald Reagan en 1982, lo que se tradujo

en una injerencia directa para apoyar regímenes de derecha en Centroamérica para

sabotear el gobierno sandinista así como un medio más para presionar el gobierno de

Castro en Cuba, de tal suerte que las acciones se dirigieron en ofrecer recursos por parte

de Reagan a la región, incentivos a la inversión, acceso exento de aranceles al mercado

estadounidense pidiendo a cambio la anuencia de los gobiernos locales y hasta soportar

la invasión militar directa, todo para evitar que se gestara una alternativa al

neoliberalismo en los ochenta.

Cómo se introduce el neoliberalismo en América Latina.

En Agosto de 1971 Nixon suspende las ventas de oro, lo que ocasiona que se cancele la

conversión de dólares en oro 65 Esto provocó que se rompieran los acuerdos de tipo de

                                                            

64 Op. Cit. p. 186.

65 Friedman y Mansell cit. En Acevedo, 2004, p.23.

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Page 174: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

cambio fijos, lo que llevó a una inestabilidad monetaria, y esto afectó al abanico de

economías nacionales en lo que respecta a las políticas monetarias, fiscales y

arancelarias, elementos determinantes en las variables macroeconómicas.

Se suma a esto el embargo del petróleo a occidente por parte de la Organización de

Países Exportadores de Petróleo (OPEP) en 1973, lo que hace que el precio del crudo

suba 400% ,lo que llevó a que los gobiernos ya no pudieran el costo del petróleo, cuadro

que explica en parte la gran recesión desde los años treinta para los años 1974-1975. 66

 

Lo anterior llevo a diversos países de América Latina a realizar diversas estrategias:

formación de organizaciones de los países más productores de materias primas para

exigir precios internacionales justos, empresas multiestatales con participación privada,

el Sistema Económico Latinoamericano (SELA), y en 1975, por iniciativa de México en

la ONU la prescripción de la Carta de los Deberes y Derechos Económicos de los

Estados, entre otras medidas. A decir de Acevedo 67 Estos intentos de los Estados en la

región fueron vistos como una competencia para la escena que se preparaba de tipo

neoliberal, ya que de haber apoyado estas acciones descritas se habría seguido

impulsando el desarrollo interno de las economías y no la plataforma en la que las

multinacionales y otros actores con grandes intereses pudieran tener condiciones

más cómodas, de ahí la intervención militar de las diversas dictaduras genocidas en

América Latina en los años de 1974-1979.

“Las consecuencias-la recesión económica-de las crisis bancarias desencadenas por la desregulación de los mercados de capitales, dolorosas para los países desarrollados, fueron mucho más graves para los subdesarrollados. Los países pobres carecen de red de seguridad para mitigar el impacto de la recesión. Así mismo, la competencia limitada en los mercados financieros significaba que la liberalización no siempre acarrea a el beneficio prometido de unos tipos de interés más bajos” 68

Paralelamente se desarrollo un colapso de la inversión en los países desarrollados, lo

que ocasionó que los bancos buscaran a quien más prestarle, lo que significó un proceso                                                             

66 Acevedo López, María Guadalupe y Sotelo Valencia Adrián (2004) Reestructuración económica y

desarrollo en América Latina, México, Siglo XXI, p.24.

67 Ibídem.

68 Stiglitz, Op. Cit. p. 94.

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Page 175: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

fuerte de endeudamiento en los gobiernos de la región. Se suma a esto la recesión

mundial de 1980-1982 que trajo el que muchos productos primarios cayeran en su

precio drásticamente, esto trajo diversas consecuencias: llevó a que las reservas de los

países latinoamericanos disminuyeran significativamente, Estados Unidos protegiera el

dólar, las tasas de interés internacionales aumentaran, se agranda la inestabilidad

financiera y se hace insostenible el costo de la deuda.69

Esta crisis en las variables macroeconómicas ocasiona que: a) los gobiernos dependan

de grandes préstamos extranjeros para hacer frente a sus compromisos así como

acrecentar la dependencia de la exportación de sectores primarios, b) la necesidad de

insertarse en los mercados financieros, monetarios, c) abandonar la industrialización

interna, d) frenar la expansión del sector público en la economía (Ibídem) y e) tener

todas las condiciones necesarias para la implementación del neoliberalismo en gran

escala, para lo cual se abre paso a los grandes organismos internacionales expertos que

dirán lo que hay que hacer.

Tal como lo señala Stiglitz:

  “Quienes trabajaban en las naciones en desarrollo sabían que algo no iba bien cuando asistían a al generalización de las crisis financieras y al aumento del número de pobres. Pero ellos no podían

cambiar las reglas del juego o influir sobre las instituciones financieras internacionales que las dictaban. Quienes valoraban los procesos democráticos comprobaron que la “condicionalidad” que los prestamistas internacionales imponían a cambio de su cooperación, minaba la soberanía nacional” 70

Tras la crisis de la deuda, los gobiernos en la región vieron como se desarticulaba el

papel como rectores de sus propias economías. Las industrias nacionales no asimilaron

los cambios hasta tener consecuencias graves tras una apertura indiscriminada, ya que el

Estado dejó el control en gran parte de la banca, los energéticos, las comunicaciones,

puertos, empresas estatales, etc. Para dar cabida a un proceso de recomposición

estructural. 71

                                                            

69 Acevedo, Op. Cit. p. 25.

70 Op. Cit. p. 33.

71 Acevedo, Op. Cit. p. 23.

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Page 176: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

Es decir, a principios de los ochenta pagar los intereses de la deuda ya no era posible y

se renegocia dicha deuda. “A las negociaciones de los planes Baker, se suceden los

planes Brady y se introducen las reformas del Consenso de Washington”, siendo John

Williamson la persona que publicaría estas medidas en 1990 con el título: “What

Washington Means by Policy Reform” cuyo propósito era: “lograr la estabilidad

económica y desmontar los elementos fundamentales del modelo proteccionista de

desarrollo” 72

Stiglitz 73 abona en este sentido al afirmar que las medidas del Consenso se

desarrollaron en América Latina donde los gobiernos de los Estados habían perdido el

control presupuestario, además de que las políticas monetarias se habían traducido en

cifras inflacionarias elevadas, por lo tanto tras elaborar y difundir un discurso donde

todo esto había sido ocasionado por al excesiva intervención estatal, las ideas

neoliberales expresadas en el Consenso obtuvieron su legitimidad.

 

Las políticas neolibeales han traído consecuencias desastrosas en América Latina, ya

que como lo señala Stiglitz 74, las reformas de ajuste estructural en esta parte del

continente han tratado de ser matizadas con el caso Chileno que se presume como

el país que no le ha ido mal como a Argentina, donde el desempleo subió dos

dígitos en 1995, sin embargo, este autor documenta que ya tenía arrastrando un nivel de

paro en los últimos siete años muy grande, por lo que sorprende que hayan resistido

tales condiciones, aún antes de la catástrofe del 2001, sin embargo es claro en las

repercusiones en general para América Latina: “Incluso los países que han

experimentado un moderado crecimiento han visto cómo los beneficios han sido

acaparados por los ricos, y especialmente por los muy ricos-el 10% más acaudalado-

mientras que la pobreza se ha mantenido y en algunos casos las rentas más bajas han

llegado a caer”.

                                                            

72 Berky y Perry cit. En Acevedo,  2004, p. 26. 

73 Op. Cit p. 44.

74 Ibídem.

  25Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009 

Page 177: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

En este sentido Stiglitz, 75 establece como afirmación general que los países donde se

adoptaron las medidas del Consenso de Washington los pobres no fueron beneficiados y

al respecto cita el caso de América Latina donde el crecimiento no trajo la reducción de

la pobreza ni de la desigualdad, caso contrario, la pobreza aumentó. Este autor critica la

manera en que el FMI presumía de gran manera, hasta antes del desastre del mejor

alumno argentino, el éxito de sus políticas en esta parte del continente y como en

general se habla poco sobre el número de pobres.

Algunas de las propuestas ante el neoliberalismo en América Latina.

El panorama mostrado hasta ahora presenta dos escenarios: por una parte un contexto

internacional difícil por el gran aparato estructural del actual patrón de acumulación

capitalista, y por otro lado, una realidad latinoamericana marcada de sobremanera por

esta forma de ejercer el capitalismo.

 Sin embargo, como diría el compañero Salvador Allende: “La historia la escriben

los pueblos” y en ese sentido sería oportuno, aún de forma exploratoria, mostrar

dos de los múltiples esfuerzos que se están gestando en la América herida por hacer una

propuesta contrahegemónica.

En este sentido se esbozarán dos alternativas interesantes: una lucha tratando de tomar

el poder (el caso del chavismo o revolución bolivariana) y otra sin tratar de tomar el

poder (el planteamiento teórico de John Holloway).

Tomando el poder: El chavismo o revolución bolivariana.

Chávez llega al poder en Venezuela a finales de los 90 por el colapso, por una parte del

sistema de partidos que predominó después de 1958 y en segundo termino por el

agotamiento del Pacto del Punto Fijo, el cual consistió, a inicios de la década de los 60,

en un convenio entre las principales fuerzas políticas para repartirse el botín de un

desarrollismo sustentado en el petróleo y una complicidad de la izquierda de ese país.

                                                            

75 Ibídem, p. 110.

  26Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009 

Page 178: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

No obstante, a principios de los ochenta, cuando la crisis de la deuda también llegó a

Venezuela, la renta petrolera también se desplomó, lo que ocasionó que las relaciones

partido y sociedad se desgastaran hasta la fricción, llevando a que después de una

imposición en 1989 de una serie de paquetes de reformas neoliberales, la población

estallara eliminando de facto el llamado Pacto de Punto Fijo originando “el caracazo”,

una revuelta nacional en protesta a las medidas neoliberales en el país.

Al poco tiempo, en 1992, se erige un golpe de Estado que tenía como objetivo derrocar

al régimen neoliberal de Andrés Pérez, el cual no tuvo éxito y donde Chávez participó

como el líder principal. Tras fracasar, Hugo Chávez fue llevado a prisión donde se

acrecentó su popularidad para finalmente ser liberado y participar en las elecciones

presidenciales de 1998.

 

Hellinger 76 muestra como en la carrera a la presidencia en este periodo, la derecha

presentó al candidato Salas Römer y a la ex miss universo Irene Sáez, sin embargo, a

decir de este autor, la propuesto anti-neoliberal radical de Chávez le valió el apoyo

popular tras el hartazgo de la población venezolana de un régimen de medio siglo que

vio su desmoronamiento tras implementar medidas neoliberales.

En sus primeros años de gestión, tal como lo presenta Edgardo Lander 77 en cuanto

a las variables macroeconómicas se dio prioridad al equilibrio de dichas variables y al

control de la inflación, ya que ésta había sido en la década de los ochenta de un 50,5%

habiendo llegado a un 99.9% en 1996. Se siguió con el pago puntual de la deuda

externa, pero no se solicitan nuevos préstamos al Fondo Monetario Internacional, lo que

ocasionó que hubiera más deuda pública interna, alza de interés y el un aumento de

ganancias del sector financiero.

No obstante estas medidas, las élites de empresarios y los mercados financieros retoman

más el discurso político que las medidas económicas concretas, por lo que hay una

                                                            

76 Ellner, Steve/Daniel Helllinger (2003), La nueva política venezolana en la época de Chávez, Clases, polarización social y conflicto. Nueva Sociedad. Venezuela, p.50.

Lander Edgardo. (2004), “Venezuela: la búsqueda de un proyecto contrahegemónico” en Ana Esther Ceceña (Comp) . Hegemonías y emancipaciones en el siglo XXI. CLACSO, p. 4.

77 Ibídem.

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Page 179: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

salida abundante de capitales sin precedentes, de tal suerte que se produce una

contracción de la formación de capital fijo por parte de la iniciativa privada lo cual no es

compensado con la formación de capital fijo público entre 1999 y 2002: “Durante los

primeros cuatro años de gobierno (1999-2002) la formación bruta de capital fijo como

porcentaje del producto interno bruto (PIB) bajó a un promedio de 15%, comparado con

un promedio de 17.5% de los cuatro años anteriores (1995-1998) (BCV 2004). Esto se

traduce en caídas del producto interno bruto de 7.4% en el año 1999 y 12.6% en 2002.

(BCV 2004). La tasa de desocupación se eleva de 11.8% en el segundo semestre de

1998, a un 16.2% en el segundo semestre de 2002. (BCV 2004)”78.

Sin embargo se abrió un espacio de cambios significativos. Chávez toma el poder en

enero de 1999 y en el mismo día de su toma de posesión como presidente anunció el

referéndum para consultar a la población sobre una convocatoria para una asamblea

constituyente. El llamado era para formular la “Quinta República”, un paso diferente y

hacia adelante pensando en la Cuarta República representada por el Pacto del Punto Fijo

marcado por un convenio entre las élites y en su última parte marcado con una serie de

medidas de reformas neoliberales.  

Esta nueva constitución establece una responsabilidad central del Estado en la

política comercial y la defensa de las industrias nacionales:

“Art. 301. El Estado se reserva el uso de la política comercial para defender las actividades económicas de las empresas nacionales públicas y privadas. No se podrá otorgar a empresas y organismos o personas extranjeros regímenes más beneficiosos que los establecidos para los nacionales. La inversión extranjera está sujeta las mismas condiciones que la inversión nacional”. 79

En el mismo sentido, el Estado adquiere un papel fundamental en cuanto a la actividad

petrolera y otros sectores estratégicos:

“Art. 302. El Estado se reserva, mediante la ley orgánica respectiva, y por razones de conveniencia nacional, la actividad petrolera y otras industrias, explotaciones y bienes de interés púlibco y de carácter estratégico. El Estado promoverá la manufactura nacional de materias primas provenientes de la explotación de los recursos naturales no renovables, con el fin de asimilar, crear e innovar tecnologías, generar empleo y crecimiento económico, y crear riqueza y bienestar para el pueblo”.80

                                                            

78 Ibídem , p.5.

79 Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, 1999.

80 Ibídem.

  28Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009 

Page 180: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

De igual forma en el desarrollo de la agricultura sustentable y la seguridad alimentaria:

“Art. 305. El estado promoverá la agricultura sustentable como base estratégica del desarrollo rural integral, y en consecuencia garantiza la seguridad alimentaria de la población; entendida como la disponibilidad suficiente y estable de alimentos en el ámbito nacional y el acceso oportuno y permanente agropecuaria interna, entendiéndose como tal la proveniente de las actividades agrícola, pecuaria, pesquera y acuícola. La producción de alimentos es de interés nacional y fundamental al desarrollo económico y social de la Nación” 81

Otro aspecto a subrayar, es el hecho de que en la nueva constitución se adhieren todas

las principales propuestas en materia de derechos humanos nacionales e internacionales.

Así mismo, resalta como en esta nueva carta magna se establecen formas de

participación política de la población, lo cual viene a dar un nuevo matiz a la

democracia participativa combinándose estas propuestas con una propuesta de

vinculación entre la economía y la participación popular:

 

“Art. 70. Son medios de participación y protagonismo del pueblo en ejercicio de su soberanía, en lo político: la elección de cargos públicos, el referendo, la consulta popular, la revocatoria del mandato, la iniciativa legislativa, constitucional y constituyente, el cabildo abierto y la asamblea de ciudadanos y

ciudadanas cuyas decisiones serán de carácter vinculante, entre otros; y en lo social y económico, las instancias de atención ciudadana, la autogestión, la co-gestión, las cooperativas en todas sus formas incluyendo las de carácter financiero, las cajas de ahorro, la empresa comunitaria y demás

formas asociativas guiadas por los valores de la mutua cooperación y la solidaridad. La ley establecerá las condiciones para el efectivo funcionamiento de los medios de participación previstos en este Artículo” 82

En este mismo sentido, en el 2001 con la aprobación de la Ley Habilitante, la cual le da

potestad al presidente para dictar Decretos con Fuerza de Ley. Mediante esta ley,

Chávez emite tres leyes que implican cambios significativos: La Ley de Pesca y

Acuicultura, La Ley de Tierras y Desarrollo Agrario y la Ley Orgánica de

Hidrocarburos. La primera tiene el objeto de asegurar el “aprovechamiento responsable

y sostenible de los recursos hidrobiológicos” 83 y para ello se define como “propiedad

del Estado los recursos hidrobiológicos que se encuentran permanente u ocasionalmente

en el territorio nacional y en las áreas bajo soberanía de la República”. La ley de Tierras

y Desarrollo Agrario pone límites a al propiedad del latifundio y da reconocimiento del

derecho a la tierra que tienen los campesinos, así como la función prioritaria de la tierra                                                             

81 Ibídem.

82 Ibídem.

83 Ibídem.

  29Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009 

Page 181: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

para la seguridad alimentaria. Por su parte, La Ley Orgánica de Hidrocarburos “precisa

un conjunto de normas sobre la principal industria del país que define orientaciones

radicalmente contrarias a la ortodoxia liberalizadora en la mayoría del continente” 84 Por

lo que se define fuertemente la propiedad de la República sobre todos los yacimientos

de hidrocarburos. Al mismo tiempo se explicita el control público sobre PDVSA

(Petróleos de Venezuela), empresa que venía adquiriendo un matiz más transnacional

que público y que es de una importancia tal como PEMEX para México, al respecto de

este nuevo control del petróleo se señala:

“Corresponde al Ministerio de Energía y Minas la formulación y seguimiento de las políticas y la planificación, realización y fiscalización de las actividades en materia de hidrocarburos, lo cual comprende lo relativo al desarrollo, conservación, aprovechamiento y control de dichos recursos..(..)”.85

 

Otra de las reformas importantes han sido hechas en la materia de política social o

aquellas que tienen el fin de erradicar la pobreza. Una parte importante es el rechazo

que se a las políticas focalizadas que actúan bajo el supuesto de que le mercado es el

distribuidor por excelencia de la riqueza, y el problema de la pobreza es un asunto de

intervenir con los que no fueron capaces de competir en el mercado. En sentido

contrario, se parte de la necesidad de instrumentar políticas universalistas, la cuales

actúan bajo el supuesto de que independientemente del mercado, todos los seres

humanos tienen derechos sociales que el Estado debe garantizar. 86.

En este sentido, al contrario del resto del continente, La Ley Orgánica del Sistema de

Seguridad Social, el financiamiento de las pensiones y jubilaciones no es de manejo

personal, sino colectivo siendo el gran responsable el Estado. Así mismo, en el sector

educativo se produce un aumento importante de la matrícula, así como la

implementación de las Escuelas Bolivarianas donde los estudiantes tienen una jornada

escolar completa, alimentación y servicios de salud.

Estas medidas, entre otras, fueron posibles por un aumento en el gasto público en el

2001 como porcentaje del PIB, ya que pasó del 22.8% en 1998 al 27.8%, de igual forma

                                                            

84 Lander, Op. Cit. p. 5.

85 Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, 1999.

86 Lander, Op. Cit. p. 7.

  30Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009 

Page 182: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

el gasto social como porcentaje del gasto público fue de 8.4% en 1998 al 11.3%, yendo

casi todo este aumento a seguridad social y a educación.87

Bajo este esquema en el 2001 Chávez lanza el Plan Bolívar consistente en la acción

cívico militar para reparar la infraestructura de los barrios, escuelas, hospitales, atención

médica, construcción de vivienda y distribución de comida.

 

En el terreno productivo se da un impulso a las organizaciones y cooperativas con

microcréditos, por ejemplo el Banco de la Mujer, el cual capacita en lo técnico y

financiero a mujeres pobres del país, de tal suerte que se han trabajado unidades

económicas asociativas cuyos proyectos productivos son apoyados. De igual manera se

han entregado tierras a campesinos de acuerdo para impulsar los “Fundos Zamoranos”

que incluyen de acuerdo al Instituto Nacional de Tierras: “tierra; organización;

asistencia técnica y capacitación; mercadeo; infraestructura, servicios y financiamiento” 88 y de acuerdo a este mismo instituto la meta para el año 2003 era la entrega de dos

millones de hectáreas junto con programas de apoyo. Así mismo se han introducido

programas de apoyo crediticio a la pequeña y mediana empresa con un fuerte

componente en el sentido cooperativo, para las cuales se establecerán márgenes de

preferencia, contratos reservados que involucren incorporación de bienes de valor

agregado nacional y tecnología.

Estas medidas se enmarcan en la versión oficial en lo que se denomina la “Economía

Social” la cual consiste en:

“Promover y estimular el desarrollo de las pequeñas y medianas industrias y las cooperativas que estén ubicadas en el país, sean productoras de bienes, ejecutoras de obras o prestadoras de servicio, mediante el establecimiento de márgenes de preferencia, contratos reservados y la utilización de esquemas de contratación que impliquen la incorporación de bienes con valor agregado nacional, transferencia de tecnología, y la incorporación de recursos humanos en los procedimientos de selección de contratistas regidos por el Decreto de Reforma Parcial de La Ley de Licitaciones, así como en la contratación de servicios profesionales”..(..)..Este decreto ha tenido un significativo impacto en las compras gubernamentales de obras, bienes y servicios a las pequeñas y medianas industrias y las cooperativas.”.89

                                                            

87 Ibídem.

88 Ibídem.

89 Ibídem.

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Page 183: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

Así mismo merece una atención especial lo realizado en materia de salud. En el 2003 se

inicia una misión más: Misión Barrio Adentro el cual consiste en la prestación del

servicio de salud a la mayoría de las personas con una distribución de este servicio

mediante una ubicación de médicos, sobre todo cubanos, mediante colonias, parroquias,

etc. De tal suerte que se han llegado a construir como “departamentos” de dos pisos, en

la parte de arriba vive el médico y abajo es el consultorio donde pueden atender al

paciente que lo solicite las 24 horas. Si alguien requiere servicios más especializados, es

remitido a otras clínicas más sofisticadas o inclusive es llevado a Cuba para la atención

que requiera.

Estas tres leyes fueron catalogados por las oligarquías nacionales y extranjeras como un

atentado a la propiedad privada, por lo que el 10 de diciembre de 2001 se realiza un

paro patronal nacional de 24 horas exigiendo la revisión de dichas leyes, de tal suerte

que la oposición actúa con un papel decisivo de los medios de comunicación.

 

Como se ha mostrado, la lucha bolivariana ha tratado de hacer la lucha contra el

neoliberalismo tomando el poder del estado: la pugna por la posesión de la presidencia

vía electoral, control de una nueva constitución y acciones sociales por parte del

Estado en manos del chavismo, sin embargo, también pueden caber otras formas

de hacer la revolución, como se verá en la siguiente sección.

Sin tomar el poder: Holloway.

Esta lucha sin tomar el poder puede tener dos referentes, por decirlo de una forma

didáctica: uno abstracto, el planteamiento teórico de John Holloway de cambiar al

mundo sin tomar el poder; y otro empírico: los esfuerzos concretos de la dignidad

zapatista en México.

En el presente texto solamente se retomara el aspecto abstracto de la propuesta teórica

de Holloway por dos razones: 1) porque cada rubro merece su espacio en el análisis por

la propia riqueza de sus aportaciones y 2) porque un trabajo sobre la dignidad zapatista

merece un esfuerzo mayúsculo objeto de un trabajo aparte.

  32Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009 

Page 184: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

De tal manera que esta sección se abordará de forma muy general algunos de los

elementos de la propuesta teórica de John Holloway de cómo se puede hacer la

revolución sin tomar necesariamente el poder.

Holloway ha problematizado, entre otras cosas, la idea de lo que es la revolución, ya

que pone en la mesa del debate el hecho de que lo que significó durante mucho tiempo

cambiar el mundo no consiguió sus objetivos. Principalmente tomar el control del

Estado para luego hacer los cambios sociales, no significó una fórmula que diera

resultados.

En muchos de los casos, expresa el autor en su principal obra: “Cambiar el mundo sin

tomar el poder: el significado de la revolución hoy” (2002), tomar el Estado sólo

originó una privatización del poder por una burocracia centralista. En palabras del autor:

“Cambiar el mundo sin tomar el poder, como su propio nombre indica, implica una necesidad de cambio del mundo. Este cambio debemos hacerlo partiendo de la base de que la lucha por cambiar el mundo no debe ser una lucha centrada en el estado y en la toma de poder del estado. Es fundamental que desarrollemos nuestras propias estructuras, nuestras propias formas de hacer las cosas” . 90

 

Otro concepto que problematiza este intellectual es el de la concepto de lucha de clases,

en el sentido de su relevancia como herramienta conceptual en la época

contemporánea, es decir, ¿es aún pertinente esta categoría en la actualidad?

A decir de este autor, hoy en día existen por un lado hay muchas protestas contra el

neoliberalismo, contra el capitalismo, pero no son realizadas todas por la clase obrera,

por lo que el concepto de lucha de clases si no ha desaparecido se ha transformado

radicalmente: los cocaleros en Colombia, Perú, Bolivia, los piqueteros en Argentina, las

victorias electorales de los regímenes de izquierda en América Latina, los zapatistas,

Evo Morales, los Sin Tierra, todos estos movimientos son contra el capitalismo en su

etapa neoliberal, pero no todas son hechas por la clase obrera, entonces, ¿Qué es la

lucha de clases?

Para este investigador de la Universidad Autónoma de Puebla, la categoría lucha de

clases debería abrirse, evitar la sacralización de un fetiche para esta herramienta

conceptual, evitar su cosificación, no eludir la construcción social que está implicada

también en las categorías, de tal suerte que los sustantivos se conviertan en verbos, de

                                                            

90 Holloway en http://www.republicart.net/disc/aeas/holloway01_es.htm..

  33Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009 

Page 185: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

esta manera la cuestión sería no definir, encerrar la categoría en cuestión sino

problematizar los antagonismos implicados en una definición de clase. 91

Es así como la lucha de clases debe entenderse como un polo del antagonismos social,

es la lucha que no implica la determinación de cierto grupo de personas, y este

entendimiento se vería que hoy en día la lucha de clases totalmente vigente.

Si luchar puede ser lucha de clases, entonces se verá que lo indispensable es el hacer, si

la lucha de clases no le corresponde solamente a la clase obrera, si cualquier intento de

hacer frente al capitalismo puede caber en esta categoría marxista, entonces si alguien

decide no comprar un producto de cierta empresa, hacer una marcha, formar un

sindicato, todo esto cabe en la lucha, implicadas todas estas formas de acción en el

hacer, en la capacidad del sujeto de ser actor.92

 

De tal suerte que será obvio que todo hacer es social, en toda obra está implicada por el

grupo de personas del cual somos parte. Se podría pensar que esto es natural a nuestro

estado animal, ya que todos, sino es que la gran mayoría de los animales crean toda su

vida en comunidad, sin embargo Holloway 93 cita la distinción hecha por Marx de

la diferencia del ser humano y el resto de los animales: “la proyección”, y lo hace

por medio del ejemplo de la abeja y el trabajador de la construcción: pese a que

cualquier abeja pudiera superar a un ser humano en la construcción de un espacio, la

abeja no proyecto antes de hacer su obra en su mente, mientras que el ser humano sí lo

hizo.

De esta manera el hacer es fundamental, y es social, pero ¿Qué sucede con el hacer en el

capitalismo? Para Holloway,94 el hacer es destrozado en el capitalismo porque el

capitalista separa el hacer de lo hecho, el capitalista forma un mundo donde presenta a

la propiedad como algo muy deseable y para tener esa propiedad es indispensable tener

                                                            

91 Holloway, John (Coord.) (2004), Clase=lucha, Argentina, Editorial Herramienta. IICH-BUAP, p.80.

92 Ibídem.

93 Holloway, Op. Cit. p. 86.

94 Op. Cit. p. 46.

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Page 186: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

dinero, el cual es obtenido vendiendo la fuerza de trabajo de cada ser humano, para lo

cual el capitalista dispone los medios de producción y un salario que lo hará volver día

tras día. Pero quien decide que tiene que hacer el trabajador es el capitalista, se ha

terminado la capacidad de proyección para el que hace, sólo le concierne la ejecución, el

ser humano es ahora convertido en abeja, ya no es un ser humano, el capitalista se

apropia del producto del trabajo de los demás y esto le da más y más riqueza al

propietario porque el trabajo vale más que lo que se paga en salario al hacedor, el

capitalista le extrae más valor de lo que paga.

Es así como “el hacer que crea las condiciones para el hacer de otros es ahora visto

como la producción de cosas que los demás compran”. Esto ocasiona que las relaciones

entre las personas son mediadas por cosas, ya sea dinero, mercancía, el Estado, las

relaciones sociales se fetichizan en cosas.

 

El hacer es entonces el punto nodal de la lucha, de la defensa y del contraataque del

capitalista. La apuesta de Holloway 95 es entonces entender que el hacer es desde no

comprar un producto hasta tener un puesto de alto mando, en este sentido tiene tanta

trascendencia para la revolución un acto como el otro, por lo que una apuesta

desdeñada desde la visión macro puede ser ahora una forma determinante de hacer

la revolución: hacer grietas en el tejido de dominación capitalista, así hacer la

revolución puede tener lugar en todas partes del mundo, de tal suerte que el lugar no

tiene que ser sólo el Estado como se decía en la segunda mitad del siglo XX, entenderlo

de otra manera implicará que hay una multiplicidad de lugares “válidos”.

El capitalismo así se puede terminar no por un ataque al corazón sino por una multitud

de picaduras de abeja para poder destruir al capitalismo porque éste esta destruyendo

todo. Hay una idea importante en esta discusión: si el capitalismo se hace no sólo por

medio de grandes estructuras sino que es una construcción social que se hace y rehace

todos los días en todos los instantes en todos los espacios, el ataque implicará también

la lucha en todos esos espacios oblicuos, lo que implica que la revolución puede ser

aquí y ahora.

                                                            

95 Op. Cit. p. 56.

  35Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009 

Page 187: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

Hacer esta reflexión expresará que el capitalismo es una creación y como tal se rehace

todos los días, por lo que el ataque a este sistema de organización social que esta

acabando con la vida se concretizara en un hacer diferente: un no hacer, dejar de hacer

el capitalismo, dejar de alimentarlo bajo la creencia de que estará para siempre, ilusión

que apacigua cualquier intento de hacer una vida diferente. Así las cosas se pensaría

más en dejar de hacer el capitalismo que en destruirlo, es dejar entonces se ser

subordinado, ya que como dice Marx: “la mercancía niega nuestro hacer, pero nosotros

la creamos”96

 

                                                            

96 Ibídem.

  36Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009 

Page 188: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

Conclusiones.

Es claro que el patrón de acumulación capitalista tiene su rostro contemporáneo en el

neoliberalismo y su globalización económica, fenómenos que han traído, sobre todo

para América Latina, procesos de empobrecimiento para la mayoría de su población.

Es importante ver cómo el neoliberalismo, al ser revisado en los supuestos que le

subyacen, se erige como un dogma con unas bases muy concretas, fenómeno

fundamental para entender que este patrón de acumulación tiene fines muy concretos

más allá de la multiplicidad de prácticas que pudieran desviar la mirada, sin embargo, es

compacto en su estructura: la concentración de poder y de recursos.

Dicho proceso se ha sofisticado día con día, sobresaliendo la manera en que el

capitalismo para perpetuarse ha tomado no sólo la esfera productiva del quehacer

económico, sino también ha acrecentado su poder vía la especulación financiera.

 

Así mismo, ha renovado su poder por la “privatización” de los universos simbólicos,

por el apoderamiento del sentido común en la racionalidad de la mayoría de los pueblos

del mundo, de tal manera que una manera de reconcentrar el poder ha sido

tomando las esferas cualitativas que antes no pertenecían al capital, lo que ha

formado un gran eje ideológico que permea la mayoría de las esferas de la vida de los

seres humanos.

Para América Latina se torna interesante la manera en que se fue insertando el

neoliberalismo: desde una crisis de la deuda y la necesidad de comprometerse con los

grandes organismo internacionales, hasta la complicidad de las oligarquías nacionales

en cada contexto específico, sin embargo, los resultados han sido evidentes: mayor

exclusión y pobreza.

Ante este escenario se ha retomado en una polarización sólo didáctica dos casos

paradigmáticos de cómo se pudieran luchar contra el capital en el escenario

latinoamericano: desde el poder o sin el poder. Es claro que en estos dos extremos no se

agotan las alternativas, sin embargo es ilustrativo mostrarlo así para despertar la

reflexión sobre la apertura que pudiera tener el hacer la revolución.

En este sentido, tanto la revolución bolivariana como la propuesta teórica de Holloway

se erigen como interesantes por una razón fundamental: indican que hay una lucha

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Page 189: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

permanente contra el capital, muestran que los seres humanos no hemos aceptado este

destino y que todo estamos construyendo varias caminos para poder alzar otra realidad.

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  39Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009 

Page 191: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

EL ERRÁTICO PAPEL DE LAS ORGANIZACIONES ECONÓMICAS EN EL ORDEN INTERNACIONAL

Dr. Jorge Abel Rosales Saldaña1

1) Introducción:

La actual crisis económica iniciada en diciembre de 2007 en el sector inmobiliario de

los Estados Unidos, es el mejor ejemplo que ilustra la irresponsabilidad con que han

actuado en las últimas décadas los organismos internacionales encargados de poner

orden en la economía global, particularmente el Fondo Monetario Internacional y el

Banco Mundial. La falta de responsabilidad y previsión de los bancos, la carencia de

regulaciones adecuadas que contengan la voracidad del sector financiero, el afan de

lucro de los grandes inversionistas y el control de intereses privados de las grandes

potencias sobre las organizaciones económicas internacionales, son factores que

explican la crisis económica mundial y el desprestigio de los organismos impulsores de

la globalización económica.

En este ensayo se resalta la importancia creciente que han adquirido las

organizaciones económicas en el sistema internacional, sobre todo al observar un

desarrollo espectacular del fenómeno organizacional a partir de la segunda mitad del

siglo XX. Se parte también de la convicción de que en el campo de las relaciones

interestatales, las instituciones internacionales son necesarias para impulsar la

cooperación entre los países, dado que los Estados nacionales no son capaces de

satisfacer plenamente las necesidades de sus ciudadanos, especialmente en términos de

seguridad y bienestar.

Esa fue una de las ideas originarias que impulsaron la creación del sistema

internacional de la segunda posguerra, basado en instituciones especializadas de

1 Dr. Jorge Abel Rosales Saldaña. Profesor-investigador del Departamento de Estudios Ibéricos y Latinoamericanos. CUCSH-Universidad de Guadalajara

1Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009

Page 192: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

carácter internacional o regional. Y es que al menos en teoría, en el fondo de todas

estas instituciones se encuentra la premisa de la cooperación multilateral tendiente al

logro de objetivos comunes.

Sin embargo, en la actualidad se está cuestionando fuertemente a las

organizaciones económicas y financieras multilaterales porque pasaron a constituir

instrumentos políticos, bajo el dominio de los Estados Unidos y de los países más

influyentes del Grupo de los Siete. Potencias que han impuesto una gestión por parte del

Fondo Monetario Intrnacional (FMI), el Banco Mundial (BM) y la Organización

Mundial de Comercio (OMC), enfocando la globalización desde puntos de vista

particularmente estrechos, modelados conforme a una visión específica de la economía

y la sociedad que ha desembocado ya en varias crisis económicas que han llevado a la

ruina a muchas sociedades. Por lo que se impone en la actualidad una necesaria reforma

para democratizar las prácticas y procedimientos de esos organismos internacionales.

2) Enfoques conceptuales

Fue David Mitrany (1983) quien originalmente planteó un modelo de

integración del sistema internacional que implica la existencia de organizaciones a las

que se les transfieren ciertas funciones y lealtades por parte de los Estados, pero que son

manejadas por técnicos profesionales y no por elites políticas. Mitrany también

desarrolló el concepto de ramificación al considerar que si la integración mundial ha

comenzado en un área determinada, el mismo proceso lleva a cooperar en otros ámbitos

comunes. Tal como ocurrió, por ejemplo, en la construcción de la actual Unión

Europea.

Mitrany (1983) argumentaba que la innovación institucional requerida para

afrontar el reto de la interdependencia llevaría a la creación de múltiples instituciones

2Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009

Page 193: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

internacionales “funcionalmente eficientes” por corresponder a un conjunto de

intereses colectivos predeterminados y sus demandas. Paralelamente, el enfoque que

centraba el análisis de las relaciones internacionales solamente entre gobiernos

nacionales fue cuestionado nuevamente en los años setenta por la creciente visibilidad

de los actores internacionales diferentes al Estado.

Robert Keohane y Joseph Nye, padres de la teoría de la interdependencia,

adelantaban en su obra denominada: Transnational Relations and World Politics (1971)

la existencia de un paradigma de la política mundial que “trasciende el problema del

nivel de análisis ampliando el concepto de actores para incluir a los actores

transnacionales y desglosando conceptualmente el duro esqueleto del Estado-nación”

(Keohane y Nye, 1971: 380).

Con este paradigma, Keohane y Nye profundizaron una de las ideas centrales de

su trabajo cumbre, la obra posterior que denominaron Power and interdependence

(1988), esta idea era que la interdependencia creciente estaba generando una pérdida de

autonomía política y económica en los países desarrollados, que debía ser atendida

mediante la adopción de “políticas de cooperación que involucren la coordinación

conjunta de políticas a través de instituciones internacionales” para obtener “resultados

óptimos” (Keohane y Nye, 1988: 393-394).

Con el paso del tiempo, las instituciones internacionales, más allá de limitarse a

su rol como instancias de coordinación para obtener resultados mutuamente ventajosos

en la cooperación requerida en un mundo cada vez más interdependiente, también se

proyectaron como una de las instancias que han cambiado la toma de decisiones en la

política internacional.

Así lo señala Held (1996: 411) cuando afirma que “el desarrollo de las

organizaciones internacionales y transnacionales ha conducido a importantes cambios

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Page 194: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

en la estructura de toma de decisiones de la política mundial”. Esto significa que

las dramáticas transformaciones en el orden global representan serios desafíos para los

analistas del sistema internacional, dado que sugieren una transferencia de poder desde

los Estados-nación hacia entidades multilaterales de carácter intergubernamental.

Proceso que se complementa actualmente con la desconcentración de funciones y

prerrogativas a las entidades subnacionales, como a las provincias, municipios y a los

gobiernos locales y, en algunos casos, hasta las organizaciones de la sociedad civil que,

al no perseguir fines de lucro, pueden ser mas eficientes, tener mayor capacidad de

convocatoria y generar más confianza entre la población.

Esa importancia creciente de las instituciones internacionales ha dado pie al

desarrollo de enfoques como el del institucionalismo neoliberal que cuestionan

postulados centrales del realismo como el concepto de “anarquía”. Al respecto, Lebow

(1994: 269) señala que “las supuestamente ineludibles consecuencias de la anarquía han

sido ampliamente superadas por una compleja red de instituciones que gobiernan las

relaciones interestatales y proveen mecanismos para resolver disputas”. En consecuecia,

esas instituciones contribuyen a sostener un consenso a favor de la consulta y el

compromiso para evitar las consecuencias de los desequilibrios de poder entre Estados.

Y es que una premisa fundamental del enfoque teórico desarrollado por Grieco (1990)

establece que la anarquía puede ser administrada a través de instituciones que otorguen

cierta predictibilidad o estabilidad sobre las relaciones interestatales.

Al igual que los iterdependentistas, Grieco (1990) destaca mediante el enfoque

del institucionalismo neoliberal, que las instituciones internacionales cuyos integrantes

son gobiernos nacionales presuponen elevados niveles de interdependencia y que siendo

esos procesos sumamente dinámicos, el número, las atribuciones, los instrumentos y

capacidades de las instituciones internacionales irá en aumento y estarán en evolución

4Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009

Page 195: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

constante. Una situación que ya se esbozaba aunque en forma menos clara desde la

perspectiva del funcionalismo, corriente que al hablar sobre la interdependencia

mundial argumentaba que se trataba de una condición del entorno que demandaba una

constante innovación institucional.

Estas instituciones intergubernamentales, sin embargo, han tenido desarrollos

distintos a partir de su creación: algunas han perdido vigencia, otras han tenido que

transformarse, la mayoría siguen innovando para responder a contextos de rápido

cambio, y sólo algunas han mantenido un rol determinante en el sistema internacional.

En el caso latinoamericano, instituciones como el FMI, el BM, la OMC, la Comisión

Económica Para América Latina (CEPAL), la Organización de Estados Americanos

(OEA), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y, sólo por extensión, los

diversos esquemas de integración regional amparados en el marco jurídico de la

Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), entre otros, han sido actores de

primer orden en los procesos de desarrollo de la región.

3) Los pilares institucionales del sistema mundial

La Organizacion de las Naciones Unidas (ONU) ha sido la institución

multilateral por excelencia utilizada por los países latinoamericanos para tratar de

equilibrar sus relaciones asimétricas con Estados Unidos y lograr un desarrollo integral

sostenible. La Carta de las Naciones Unidas, que recoge los postulados centrales del

derecho internacional, es al menos formalmente el instrumento garante de unas

relaciones equitativas, respetuosas y cooperativas entre las naciones, que ha sido

utilizado por países como México para exigir respeto a su soberanía, para compensar su

relación bilateral asimétrica con Estados Unidos, para abogar por la autodeterminación

de los pueblos en casos como el del régimen de Allende en Chile, o reclamar la no

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Page 196: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

intervención y la solución pacífica de los conflictos como el centroamericano en la

década de los ochenta.

En la Asamblea General de la ONU se plantean los más diversos temas globales

que requieren de la cooperación, el apoyo, la solidaridad y el compromiso

multilaterales. Desde este foro, los países latinoamericanos han respaldado la adopción

de la Carta de Derechos y Deberes Económicos de los Estados, que sentó un precedente

importante en la responsabilidad que tienen los países industrializados en el desarrollo

de las demás naciones, y han impulsado la negociación de regímenes internacionales

como el del derecho marítimo, que establece los límites de las aguas consideradas

patrimonio exclusivo de cada país, entre otros logros. El Consejo de Seguridad, con los

dos asientos no permanentes para la región latinoamericana, es un órgano de

deliberación sobre los conflictos y las amenazas internacionales, donde los países

latinoamericanos han trazado una historia a favor de la solución pacífica de las crisis

políticas, la no intervención y el respeto a la legalidad internacional, principios

frecuentemente violados por los gobiernos poderosos que no respetan sus propios

compromisos.

La amplia labor realizada por los organismos especializados de la ONU ha

impulsado el desarrollo de la región en temas como la educación, los derechos

humanos, la agricultura, la salud, entre otros. Además, en el caso particular de la

CEPAL, los países latinoamericanos se han acogido a los lineamientos planteados por

este organismo regional, adoptando, por ejemplo, programas económicos inspirados en

las teorías del desarrollo y la dependencia, y emprendiendo fases históricas de

crecimiento, basadas en el modelo de sustitución de importaciones. Las conclusiones de

Raúl Prebisch (1952: 12) en el sentido de que “mediante la industrialización los países

tienden a crecer con ritmo superior al de sus exportaciones”, o que a través de planes de

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Page 197: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

desarrollo estatales y grupos de integración regionales, se podría estimular el

comercio recíproco entre los países de la región (Prebisch, 1964: 20) fueron en su

momento muy influyentes.

De igual forma, el pensamiento neoestructuralista ha representado un contrapeso

a la interpretación monetarista que en las últimas décadas han impulsado los organismos

financieros internacionales que crearon el catálogo de recetas agrupadas en el famoso

“Consenso de Washington”, que condicionan el acceso al crédito internacional al

compromiso con las reformas de ajuste estructural para abrir mas el mercado interno a

favor de los grandes monopolios y bancos internacionales.

La CEPAL sigue aportando elaboraciones teóricas diseñadas para América

Latina que luego son debatidas en el ámbito internacional, como las contenidas en los

documentos publicados en los años noventa: Transformación productiva con equidad;

Equidad y transformación productiva, un enfoque integrado; Políticas para mejorar la

inserción en la economía mundial. O como el concepto de “regionalismo abierto”, que

con sus propias modalidades implementan México y Chile para lograr una

complementariedad bilateral y su inserción en la economía mundial.

Por otro lado, pero influyendo más decisivamente, se encuentran las

instituciones financieras internacionales como el FMI, el BM y el BID, las comerciales

como la OMC, y la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos

(OCDE) que como “club de ricos”, gestionan la globalización a través sobre todo de

préstamos condicionados, en el caso de los organismos financieros, y de políticas que

causan temor sobre la exclusión de los mercados, en el caso de los comerciales. Estos

organismos han impulsado reformas de corte neoliberal decisivas en las economías

latinoamericanas.

Con este enfoque, los procesos de apertura comercial, liberalización financiera,

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Page 198: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

privatización y reducción del gasto público; así como los énfasis

macroeconómicos, la visión que coloca a las exportaciones como el “motor económico”

y la supresión de mecanismos redistributivos en las políticas del Estado, representan

algunos de los postulados centrales que tales instituciones han promovido y que

nuestras economías han adoptado en mayor o menor medida. Tal política supone que

realizando reformas de mercado se asegura la recuperación económica, el crecimiento

de largo plazo y la estabilidad económica. Pero de cara a la realidad, en las últimas

décadas la experiencia internacional demuestra que los resultados han sido

contraproducentes en los países que han aplicado a ciegas tales recomendaciones.

Contrariamente, en el caso de la crisis económica de 2008 generada en los Estados

Unidos, se observa un absoluto desdén a cualquier recomendación o regulación por

parte del sector financiero y el gobierno federal con respecto al papel que están

obligados a ejercer estos organismos.

El Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional son las organizaciones

financieras que a través de los programas de ajuste estructural, cuentan con mas

instrumentos para presionar a los países en desarrollo para que se liberalicen en

términos comerciales. Tal liberación es una de las principales condiciones para

conseguir apoyo financiero en casos de quiebra económica, la reducción de la deuda

externa y el flujo de inversiones productivas. Las famosas “cartas de intención”

impuestas por el FMI a decenas de países que han caído en la bancarrota (Rosas, 1999),

generalmente exigen de los gobiernos la reducción del gasto público, la supresión de los

subsidios a los sectores sociales mayoritarios, el aumento y generalización de los

impuestos como el Impuesto al Valor Agregado, la privatización de las empresas

estatales y los servicios públicos, y el abatimiento de los apoyos a los productores

nacionales, con el consiguiente aumento de los costos de los insumos, que impiden una

8Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009

Page 199: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

competencia más equitativa en los mercados internacionales.

Cabe destacar que a pesar de que al menos en teoría, los principios inspiradores

de estas instituciones son altamente plausibles, en la actualidad están muy lejos de

promover los objetivos sobre el desarrollo y la cooperación plasmados en sus

documentos constitutivos. Como son en el caso de la OMC, el compromiso de que las

relaciones económicas deben tender a elevar los niveles de vida, el pleno empleo, el

ingreso real y la demanda efectiva. O como también se enuncia en el protocolo

fundacional de la OMC, el postulado de promover la producción y el comercio de

bienes y servicios, mediante la utilización óptima de los recursos mundiales con base en

el desarrollo sustentable, protegiendo el medio ambiente y atendiendo el nivel de

desarrollo de cada país.

El Banco Mundial, por su parte, expresamente declara que su principal objetivo

es reducir la pobreza y elevar los niveles de vida, promoviendo el desarrollo sustentable

y la inversión en recursos humanos. En tanto el FMI, organismo especializado en

rescatar a las economías en quiebra, dice que ”concede préstamos a los países miembros

que tienen dificultades para cumplir con sus obligaciones financieras externas, pero sólo

a condición de que emprendan reformas económicas que permitan eliminar dichas

dificultades, por su propio bien y el de todos los países miembros” (Driscoll, 2003: 2)

Es interesante notar que en el documento oficial titulado ¿Qué es el FMI?”, se niegue

que el Fondo tenga control sobre las políticas internas de sus países miembros y que

sólo trata “mediante la argumentación racional, de persuadir al país miembro de los

beneficios internos y externos” de la adopción de sus recomendaciones, mismas que

cuentan con “apoyo del conjunto de los países miembros” (Driscoll, 2003: 4), cuando en

realidad las famosas recetas son diseñadas por una pequeña burocracia al servicio de los

intereses específicos de los inversionistas financieros internacionales y de los países del

9Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009

Page 200: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

Grupo de los Siete que monopolizan los Derechos Especiales de Giro y, por tanto,

el voto dentro del FMI y el BM.

La falta de congruencia entre los objetivos postulados oficialmente por esos

organismos financieros y la función perversa que en las últimas décadas están

desarrollando y que ha llevado a la ruina a muchas sociedades, ha sido analizada por

varios destacados autores, que en esencia explican que en los años sesenta operó un

cambio importante que marcó la vocación de esas organizaciones a favor de intereses

particulares del sector financiero y comercial de los países centrales, específicamente de

los Estados Unidos. Corbalán (2003: 1) señala al respecto que durante esos años “la

pérdida de hegemonía norteamericana incentiva a sectores políticos, financieros y

productivos de ese país a una recuperación del liderazgo perdido tanto en el terreno

comercial como monetario”.

La forma de retomar ese liderazgo fue a través de la promoción de “un sistema

de coincidencias y consensos que pudieran permitirles desarrollar y administrar una

política de conjunto para reordenar el plano de las relaciones internacionales”

(Corbalán, 2003: 1-2). Así, agrega Corbalán, “tanto para las relaciones entre el mundo

desarrollado respecto a los países subdesarrollados y socialistas se potencia el

carácter instrumental de los Organismos Internacionales de Crédito con el objetivo de

ejercer el disciplinamiento, el monitoreo y el control de las políticas económicas que

pudieran gestarse e implementarse”.

La formalización de esta estrategia vino años después con la denominada

“Comisión Trilateral” de 1973. Como también apunta Corbalán (2003: 3), “esta

Comisión, promovida en sus inicios por David Rockefeller, fue incluyendo a los más

destacados sectores del stablisment norteamericano, japonés y de algunos países

europeos como Alemania y Francia, al que se suman otros como Canadá y Reino

10Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009

Page 201: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

Unido. En realidad es la expresión de las elites del capital financiero y

transnacional, al que se suman aportes importantes de sectores del mundo académico

de Universidades y centros de Investigación de dichos países. También dueños y

directivos de medios de comunicación, sobre todo de la gran prensa”.

La idea era sustentar la expansión del capital financiero y las empresas

transnacionales en el terreno global de manera sistemática, mediante el impulso de

reformas a las estructuras estatales y la adopción de esquemas que rompieran con la

definición tradicional de soberanía. En este sentido, el concepto de interdependencia se

utilizaría como un eslogan de esta pretendida globalización del capital, en primer lugar

porque presuponía colocar a los diversos actores, en este caso a los Estados en calidad

de socios, y segundo, porque dependiendo del área de interés, podían incluir a agentes

tales como las empresas transnacionales, los bancos internacionales y las organizaciones

representativas de la sociedad civil, de modo que los nuevos socios no quedarían

reducidos al ámbito del Estado, lo que de entrada empataba con la erosión del concepto

tradicional de soberanía.

De este modo, aunque la Comisión Trilateral tenía un origen eminentemente

privado, pronto tuvo como socios principales a los Estados capitalistas mas

desarrollados. Lo que se reflejó a su vez en los organismos internacionales como el

FMI, que en 1974 instaura los préstamos del “servicio ampliado”, que a decir de autores

como Bitar (1988: 1), eran muy similares a los denominados de “ajuste estructural” que

aparecieron en 1980 en el BM y en 1986 en el propio FMI. Es decir, se trata del

antecedente directo de los créditos impulsores de reformas de corte neoliberal, que en

un contexto de regímenes autoritarios y de las continuas crisis y necesidades de

financiamiento en la región latinoamericana, terminaron por implementarse a diferentes

ritmos y profundidades según cada país, configurando los escenarios que hoy

11Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009

Page 202: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

conocemos.

No obstante, como ya se destacó en el caso de la CEPAL, estas reformas

encontraron contrapeso en el pensamiento latinoamericano, lo que si bien no pudo

contener la expansión neoliberal en la región, al menos contuvo algunas políticas y ha

permitido mantener ciertos mecanismos redistributivos que el modelo neoliberal insiste

en desaparecer. Además, al interior de los propios organismos se han venido

desarrollando posturas críticas que han modificado parcialmente los enfoques más

dogmáticos. Por ejemplo, el paso de Joseph E. Stiglitz por la vicepresidencia del BM

contribuyó a distinguir la distancia que se venía trazando de tiempo atrás entre ese

organismo y el FMI respecto a las consecuencias negativas de la imposición del

neoliberalismo a ultranza.

En contrapartida, en posturas mas recientes el BM ha reconocido la necesidad de

la intervención y regulación del Estado en las áreas en que el mercado demuestra

grandes fallas, y ha enfatizado una política social menos focalizada, que ahora ya no

sólo se concentraría en la moderación de la pobreza extrema sino que promovería la

inversión en desarrollo humano, en el sentido de considerar a algunos rubros del

presupuesto social no como un gasto sino como una inversión.

Pero eso no ha sido suficiente, en palabras de Stiglitz , la política del FMI ha

fallado porque “persigue no sólo los objetivos expuestos en su mandato original [...]

También promueve los intereses de la comunidad financiera. Esto significa que el FMI

tiene objetivos que suelen estar mutuamente en conflicto” (Stiglitz, 2002: 261) Stiglitz

explica que en el FMI jamás se planteó formalmente situar los intereses de la

comunidad financiera por encima de la estabilidad de la economía global o el bienestar

de los países en desarrollo. El problema reside en que el personal del FMI provenía de

la comunidad financiera “y muchos de ellos, tras servir con diligencia a dichos

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Page 203: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

intereses, retornaban después a ocupar cargos bien pagados en la comunidad

financiera”.

El FMI se convirtió, así, en el cobrador del Grupo de los Siete en detrimento de

los niveles de bienestar y de las empresas locales de los países en desarrollo. En mucho,

siguiendo con esta explicación, eso ha dependido de la ideología fundamentalista de los

funcionarios, que se adhieren a la fe en los mercados libres y que están convencidos de

que la agenda que promueven favorece el interés general: “El problema estriba en que

presentan sus recomendaciones como si fuera doctrina establecida con un amplio

acuerdo, como si fuesen el conjunto único de políticas correctas, sin examinar otros

enfoques ni considerar otras experiencias de desarrollo (Stiglitz, 2002: 276).

En lo que respecta a la OMC, cabe decir que esta institución ha sido otro de los

pilares de la rápida expansión de la globalización económica actual y su influencia es

quizá más evidente. Por ejemplo, en la década de los noventa, mientras que el PIB

global creció alrededor del 3%, el intercambio internacional lo hizo a una velocidad tres

veces mayor. Esto, según Tamames (2002), “debido, entre otras cosas, a las facilidades

de comercio creadas por el GATT (Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y

Comercio) y desde 1995 por su entidad sucesora, la Organización Mundial de

Comercio (OMC); con áreas de actividad mucho más amplias: derechos de propiedad,

movimientos de capitales, libre circulación de servicios, tecnologías de la información,

etc”.

La adhesión a la OMC por parte de los países latinoamericanos responde a la

lógica de la búsqueda de una mayor diversificación y reciprocidad en los intercamnios,

y a la búsqueda de alguna garantía en el acceso a sus mercados tradicionales de

exportación como los Estados Unidos y Europa. En el caso mexicano, por ejemplo, la

liberalización comercial se fue dando de manera unilateral a partir de 1983, pero era

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necesario procurar que esa reducción arancelaria iniciada por el país fuera

recíproca, y se decidió que la mejor forma de hacerlo era con la adhesión al GATT,

misma que se concretó en 1986. No obstante, las grandes expectativas puestas por

nuestros países en este organismo no se correspondieron con la evolución del

multilateralismo. La Ronda Uruguay se prolongó tanto (de 1986 a 1994) y logró tan

pobres resultados que a la par de las negociaciones en esa Ronda, los países de la región

decidieron reimpulsar los procesos de integración, proliferando entonces la renovación

de los proyectos ya iniciados, y el surgimiento de otros nuevos esquemas.

Pero si bien el GATT-OMC no participó como un factor directo en las

negociaciones que dieron como resultado la creación de nuevos esquemas de

integración latinoamericanos como el MERCOSUR o bilaterales como el de México-

Chile, su influencia indirecta es notable, dado que la mayoría de estos acuerdos han

hecho patente su intención de ser compatibles con las normas y principios del GATT-

OMC, lo que imprime la huella de este organismo en los trazos de la integración

regional. Al final de cuentas, nadie niega que es preferible un sistema comercial con

reglas claras y equitativas a un sistema de negociaciones bilaterales frente a potencias

como Estados Unidos, donde la asimetría ofrece pocas garantías de buen éxito

negociador.

En la actualidad resulta evidente la falta de efectividad de esta institución para

desmantelar los mecanismos desleales de comercio, como el dumping y los subsidios, y

las prácticas proteccionistas de los países más avanzados en áreas sensibles como la

agricultura, en contraposición con la presión contundente que a través de este organismo

realizan los países industrializados en temas como el de los servicios, los derechos de

autor y la propiedad intelectual, compras de gobierno y una mayor apertura unilateral

por parte de los países en desarrollo.

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Así, como un efecto colateral no deseado, el GATT-OMC acabó definiendo

en gran medida un nuevo impulso hacia la integración regional, en un contexto donde el

inminente fin de la Guerra Fría iba colocando a los temas económicos en primer plano

de las relaciones internacionales, por encima de las consideraciones estratégico-

militares: "... en mucho mayor grado de lo que se reconoce a menudo, las iniciativas

regionales multilaterales de integración no son elementos substitutivos, sino

complementarios para el logro de un comercio más abierto". Ésta es la conclusión a que

llegó en 1995 un estudio de la Secretaría de la OMC, en el cual se observa que los

acuerdos regionales habían permitido que cada grupo de países negociasen normas y

compromisos que van más allá de lo que era posible multilateralmente en aquel

momento.

Pero en la interpretación de Renato Ruggiero, primer director general de la

OMC, la creación de esa organización va más lejos, en 1998 declaró: “estamos al

principio de una nueva fase de internacionalismo. Vivimos un momento de rápida

transición hacia un mundo diferente. (Tenemos) la oportunidad de reafirmar nuestra

voluntad política mediante un sistema mejor de gobierno global...y de formar

instituciones de una economía que tenga cada vez menos fronteras. Eso es lo que hace

falta en la gran promesa de la nueva edad global” (Madeley, 2003: 92).

No cabe duda que la OMC pretende no solo ser la base jurídica e institucional

del sistema multilateral de comercio sino convertirse en el principal foro y juez, y que a

través de su mecanismo para la solución de controversias, ejercer un poder considerable

y directo en la orientación de los flujos mundiales de comercio, dominados por las

grandes monopolios. No obstante, se puede observar que muchos de sus principios y sus

normas a veces no se cumplen, tanto por la arrogancia de los gobiernos poderosos que

imponen medidas neoproteccionistas y otorgan amplios subsidios a sus empresas, como

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por la erosión que ocasiona la corrupción de las autoridades que toleran la

economía informal, el contrabando y la piratería, que aquejan a amplios grupos sociales

de los países pobres.

Al igual que para el FMI y el BM, se puede observar que la filosofía del libre

comercio de la OMC ha influido decisivamente en otras negociaciones internacionales.

Al respecto se afirma, por ejemplo, que el Acuerdo Multilateral de Inversiones,

propuesto por la OCDE, se derivó de otras negociaciones de la Ronda Uruguay del

GATT. También es difícil separar los ámbitos de acción de cada una de las

organizaciones porque éstas se refuerzan mutuamente y los requisitos o disposiciones de

la OMC no son ajenos a las obligaciones contraídas con otras entidades. Tal es el caso

de algunas normas de la OMC que permiten que los países en desarrollo puedan

proteger a sus agricultores imponiendo aranceles a las importaciones agrarias, pero es

posible que los programas de ajuste estructural del Banco Mundial y del FMI no lo

permitan (Madeley, 2003: 96).

Y no sólo ocurre eso, Madeley (2003: 95) asegura que los representantes de las

empresas transnacionales ejercen una poderosa influencia en la OMC: “Aunque son los

ministros y sus colaboradores quienes negocian en las reuniones de la OMC, suelen

asistir representantes de las principales empresas para presionar a favor de decisiones

favorables a sus negocios, y es posible que incluso formen parte de la delegación

oficial”. Con esas presiones de las empresas transnacionales dentro de la OMC es muy

probable que hayan determinado la adopción de normas de comercio internacionales

enfocadas a la creación de un “orden mundial moldeado a imagen de las

multinacionales”

Por su parte, Joseph E. Stiglitz, premio nobel de economía en 2001, dice que la

OMC es el símbolo más obvio de las desigualdades globales y de la hipocresía de los

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países industrializados mas avanzados. “Habían predicado –y forzado- la apertura

de los mercados de los países subdesarrollados para sus productos industriales, pero

seguían con sus mercados cerrados ante los productos de los países en desarrollo como

los textiles y la agricultura. Predicaron a los países en desarrollo para que no

subsidiaran a sus industrias, pero ellos siguieron derramando miles de millones de

dólares en subsidios a los agricultores, haciendo imposible que los países en desarrollo

pudieran competir” (Stiglitz, 2002: 304). Por tanto, la percepción que tiene parte de la

opinión pública mundial de que la OMC responde prioritariamente a los intereses

particulares de los países avanzados, ha llevado a múltiples organizaciones de la

sociedad civil a demandar una agenda internacional más equilibrada, un sistema

económico mas justo, y una mayor vigilancia y control por parte de la sociedad

internacional.

Por tal razón, Guerra-Borges (2002: 193) ha dicho que la OMC es la

organización que en teoría está llamada a ajustar su organización a los nuevos tiempos

de un mundo multipolar, pero no es seguro que lo pueda lograr por carecer de una

auténtica capacidad de liderazgo. Agrega que eso es evidente por lo que toca a los

Estados, que hasta ahora son los depositarios exclusivos de la suerte de los organismos

internacionales, exclusividad que comienza a erosionarse. “La sociedad civil

internacional ha pasado a ser un actor de creciente relevancia en la arena mundial y ha

venido demandando, entre otras cosas, que la OMC marque un alto en sus actividades

liberalizadoras y sea evaluada con participación social” (Guerra-Borges, 2002: 193). Tal

como ha ocurrido en las últimas reuniones ministeriales de la OMC, al percibir que su

actuación está determinada por intereses exclusivistas, que la negociación que se da en

su seno no beneficia a las sociedades y si en cambio a los industriales monopolistas.

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Conclusiónes

Se puede concluir, por tanto, en relación a las instituciones económicas

internacionales tanto financieras como comerciales, que si bien son instancias para la

búsqueda de acuerdos multilaterales, reflejan en su interior las estructuras mismas del

poder internacional. Como impulsoras de la globalización económica son actores

internacionales relevantes y marcan en gran medida las tendencias ideológicas

neoliberales que subyacen en el fondo de los procesos de integración, ya sea como

respuesta estratégica a la globalización neoliberal, como podrían ser algunos de los

esquemas regionales en Latinoamérica, o como reproductores de sus lógicas verticales,

principalmente del TLCAN, pero también del proyecto del Área de Libre Comercio de

las Américas, en los últimos años.

Como organismos impulsores de la globalización y la regionalización, las

organizaciones económicas y financieras multilaterales constituyen un instrumento

político, hoy por hoy, bajo el dominio de los Estados más influyentes del Grupo de los

Siete. En otras palabras, como ha dicho Stiglitz (2002: 269), el problema no es la

globalización sino el modo en que ha sido gestionada por parte de FMI, el BM y la

OMC, que ayudan a fijar las reglas del juego, pero lo han hecho enfocando la

globalización desde puntos de vista particularmente estrechos, modelados conforme a

una visión específica de la economía y la sociedad que ha traido graves consecuencias

para los pueblos que resienten la imposición de tales políticas.

De ahí deriva una necesaria reforma democrática, en la forma de dirigir, en las

prácticas y los procedimientos del Fondo Monetario Internacional, del Banco Mundial y

de la Organización Mundial de Comercio; en el sistema de votación que permite que

sean dominados por los países altamente industrializados; en transparentar la forma de

negociación, evitando el secreto en las discusiones y en la toma de decisiones; y, en el

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sentido de que no solamente se oigan las voces de los ministros de Comercio o

Hacienda, sino de la sociedad civil internacional que reclama que como instituciones

públicas que lo son, deben de estar supervisadas por la opinión pública internacional.

BIBLIOGRAFÍA: Bitar, Sergio (1988), “Neoliberalismo versus neoestructuralismo en América Latina”, en: Revista de la CEPAL, No. 34, abril, Chile. CEPAL (1994), El regionalismo abierto en América Latina y el Caribe, Santiago: CEPAL. Corbalán, Alejandra (2003), “El sistema Internacional y los organismos Internacionales de crédito”, ponencia presentada en el VI Congreso Iberoamericano de Historia de la Educación Latinoamericana, San Luis Potosí, México, del 19 al 23 de mayo de 2003. Driscoll, John (2003), ¿Qué es el FMI?, en página en Internet del FMI. Guerra-Borges, Alfredo (2002), Globalización e integración latinoamericana, México: Siglo XXI- Grieco, Joseph (1990), Cooperation Among Nations: Europe, America, and Nontariff Barriers to Trade, Ithaca, New York: Cornell University Press. Held David; McGrew, Anthony; Goldbatt, David y Perraton Jonathan (2001), Global Transformations, Stanford: Stanford University Press. Held, David (1996), “The Decline of the Nation State”, en: Becoming National: A Reader, editado por G. Eley y R. G. Suny. New York: Oxford University Press. Keohane, Robert y Nye, Joseph, editores (1971), Transnational Relations and World Politics, Cambridge: Harvard University Press. Keohane, Roberto y Joseph Nye S. (1988), Poder e Interdependencia, la política mundial en transición, Argentina: GEL, Argentina. Madeley, John (2003), El comercio del hambre, Barcelona: Intermón Oxfam. Mitrany, David (1983), A Working Peace System: An Argument for the Functional Development of International Organization, London: Royal Institute of International Affairs. Prebisch, Raúl (1952), Problemas teóricos y prácticos del crecimiento económico, Santiago: CEPAL. Prebisch, Raúl (1964), Nueva política comercial para el desarrollo, México: FCE.

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Rosas, María Cristina (1999), México y la política comercial de las grandes potencias, México: UNAM.

Stiglitz, Joseph E, (2002), El malestar en la globalización, Madrid: Taurus. Tamames, Ramón (2002), “La irreversible globalización: premonitores, protagonistas y descontentos. Entre Davos y Porto Alegre”. Conferencia impartida el 14 de septiembre en el IV Congreso Andaluz de Filosofía, Jaén.

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DEJOS DE CONCIENCIA

SANTIAGO BOJÓRQUEZ CAUDILLO1

Gustoso disfruto cuando un dejo de conciencia te invade

Cuando las poses se dejan ir sobre aquella vereda

que se acongoja por el gentío de seres ensimismados

que caminan como las top model de moda en pasarela

y se contonean como gatos asustados mostrando colmillos

fauces que se tragan y se besan en un llanto risueño

El gusto me embarga cuando de hambre muere un niño y no lo ignoras

Me da gusto que no seas de hielo

Mi tristeza emerge cuando voy deshilando el hecho de que nos calentamos

y lo único frío es la indiferencia

y se declara una guerra que trae fuego y es fría como hielo

y la incierta certidumbre que indica que nada es seguro

y se secan las almas y se vuelven cartón

Guerras estúpidas

Celebro que llores en la oscuridad,

Celebro que tengas lo que buscaste

Celebro el castigo que surge…

de solo mirarte a ti.

1 SANTIAGO BOJÓRQUEZ CAUDILLO El autor es diseñador gráfico, músico, poeta y loco por convicción. Correo electrónico: [email protected]

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Page 212: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

PARA LO QUE VENGO

SANTIAGO BOJÓRQUEZ CAUDILLO1

No estoy aquí para aburrirte con fatalidades

No estoy aquí para decirte que este siglo

arroja dolor a borbotones

ni para esperar que aceptes el hecho

de que el amor ha muerto

víctima de la mercadotecnia

y que cada vez somos mas gringos

que una hamburger

Estoy aquí para decirte que no nos quejamos ya

que estamos atónitos e inmóviles….

Estupefactos

Que nos descartan por ser amigos de la utopía

Que lloramos lágrimas muertas

Que poco a poco nos estamos convirtiendo en cartón

No estoy aquí para decirte que vivir duele

Estoy aquí para decirte

que no estamos tristes ni dolidos

tan solo estamos devastados

1 SANTIAGO BOJÓRQUEZ CAUDILLO El autor es diseñador gráfico, músico, poeta y loco por convicción. Correo electrónico: [email protected]

Revista Configuraciones Latinoamericanas. Año 2. Número 3 Enero-junio 2009

Page 213: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

EL LLANTO EN MIS HERMANOS

SANTIAGO BOJÓRQUEZ CAUDILLO1

Hermanos de llanto

no dejen de escribir

no dejen que los cartones los cubran

Lloren como locos

Que una lágrima queda impresa también en un libro

cuando cae pesadamente con el peso de su tristeza

Un poco de nuestro dolor prevalece

Prevalece para perpetuar la conciencia que nos invade

Hermanos de amor

no dejen de dibujar corazones

que la esperanza todavía no se ha vuelto puta

que la ilusión no es ilusoria

que está naciendo una nueva conciencia

construida a fuego y sangre

a llanto y risa

Desdibujemos las imágenes impositivas

Desdibujemos los colores que siempre dan negro

Caminemos cuando haya que retroceder

Esperemos cuando haya que correr.

1 SANTIAGO BOJÓRQUEZ CAUDILLO El autor es diseñador gráfico, músico, poeta y loco por convicción. Correo electrónico: [email protected]

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Page 214: EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO EN AMERICA LATINA

¿QUIÉN QUERRÁ A ESTE VIEJO?

SANTIAGO BOJÓRQUEZ CAUDILLO1

Quien va a sentir amor por un octogenario atrapado

en el cuerpo de un hombre en sus 20s

Quien va a quererlo cuando llora a moco tendido

Con la carne al rojo vivo

Quien le va a querer

Quien me va a querer si mis valores

son los del oeste, o norte, sur o a quien putas importa

si los tengo

Quien besará mi cara en la mañana

Y a quien le diré que lo ultimo que quiero ver al cerrar

los ojos son los suyos,

Mi musa se sobrecoge a veces

Solo ella es más vieja que yo

pero irradia juventud

Quien querrá a un viejo que lee cómics y a Marx

Que es una contradicción mal dicha

Quien le amará así como es

En fin quien me amará.

1 SANTIAGO BOJÓRQUEZ CAUDILLO El autor es diseñador gráfico, músico, poeta y loco por convicción. Correo electrónico: [email protected]