Una madre y su hija iban caminando por la montaña. De pronto la hija se cayó, se lastimó y gritó: ¡aaaaaaahhhhhh!

Con sorpresa oyó una voz en algún lugar de la montaña que decía: ¡aaaaaahhhhhh!

La niña, entonces, gritó con fuerza: ¿Quién eres tú?, y recibió de respuesta: ¿Quién eres tú?

La niña se enfadó y gritó de nuevo con más energía: ¡cobarde!, y recibió de respuesta: ¡cobarde!

Angustiada preguntó a su madre: ¡Mamá!, ¡Mamá!, ¿qué sucede?

Arrullándola en un fuerte abrazo, la mamá le dijo: ¡Presta mucha atención!. Inmediatamente gritó a la montaña: ¡Te admiro!. Y la voz respondió: ¡Te admiro!

De nuevo gritó: ¡Eres una mujer valiente!. Y la voz respondió: ¡Eres una mujer valiente!.

Ante los ojos sorprendidos de la niña la madre continuó: La gente lo llama ECO, pero en realidad es LA VIDA. Ella te devuelve todo lo que dices o haces. Es el reflejo de nuestras acciones.

LA VIDA TE DARÁ COMO RESPUESTA, EXACTAMENTE, AQUELLO QUE TÚ LE HAS DADO.

TU VIDA NO ES UNA COINCIDENCIA, ES UN REFLEJO DE TI MISMA.