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EL CUCHILLO DE DOS FILOS

Gabriel Rivas

EL 21 de septiembre de 1997 se produjo un misterioso asesinato, cuya víctima fue una mujer de 43 años llamada Julieta Quiñones. Recibió 46 puñaladas en el estómago con un cuchillo de doble filo, marcas de golpes en la cabeza, y, a su lado, encontraron un papel escrito con sangre que contenía las letras DP.

Misteriosamente, un par de días atrás había encontrado una alpargata en su puerta, por supuesto, nadie le dio importancia.

Hasta que unos días después fue asesinada otra mujer mayor, llamada Inés Castillos. También había sido asesinada con un cuchillo de doble filo y encontrada en su mesa de luz un papel que decía DP, también escrito con sangre. La sangre de Inés.

Unos días antes había encontrado en el umbral de su puerta unas botas.

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-Lo convocamos porque creemos que estamos en peligro, Detective Bruno.-Creemos que podemos ser asesinados –Agregó el señor Nicola.María y Nicola le explicaron sobre los asesinatos previamente nombrados con lujo de detalles.-Ayer a la noche encontramos unas ojotas en el umbral de nuestra puerta –Dijo María- y, siguiendo el patrón de los asesinatos, creemos que somos los siguientes.-¿No le avisaron a la policía? –Preguntó el detective Bruno-Claro, pero no le prestaron atención –RespondieronEl detective Bruno se acomodó en un sillón y se llevó unas tostadas a la boca.-Déjenmelo a mí –Dijo con la boca llena –Voy a mandar a unos amigos para que vigilen su casa. Cierto, denme el calzado que dejaron en su puertaMaría le entregó las ojotas y el detective Bruno las examinó con precaución.BINGO! –Dijo para sus adentros el detective Bruno.

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A la vuelta, interrogó al dueño y empleados de la zapatería Don Pepe – Las ojotas eran de allí –. Con un grabador escondido, les hizo unas cuantas preguntas, todos tenían una coartada, pero nada era seguro hasta comprobarlo.El principal sospechoso era el jefe, que decía que en el día del primer asesinato había estado en el bar “La renga”. Ya en el bar, el detective Bruno le preguntó al muchacho de la barra si había visto a un hombre de mediana edad, con barba marrón y medio pelado, y este respondió:

- Escucha, amigo, yo atiendo a unas… 70, 80 personas por día, y, ¿pretendes que me acuerde de una persona entre todas las que veo a diario?El detective Bruno le pidió las grabaciones de las cámaras de seguridad, al ver que en muchacho se negaba, le dio unos cuantos dólares y este accedió.Al día siguiente, el Detective Bruno se dirigió a la zapatería y le dijo a Don Pepe que no lo había visto en la grabación de la cámara.-Eso es imposible, yo estuve allí. Muéstreme esa cinta-Tuve que devolverla-Pero…-Lo tendremos vigilado –Respondió el detective Bruno, y se fue sin darle tiempo a hablar –

PARTE 2Encontraron huellas de zapatillas en la casa de Inés, las compararon con los calzados de Inés, pero no hay parecido.EL detective Bruno consiguió una copia del molde y eran de la zapatería Don Pepe*.El detective Bruno logró entrar a la casa y la revisó a fondo, en la mesa de luz encontró un cuchillo de 2 filos, tomó las huellas dactilares y se las guardó. Como su principal sospechoso era Don Pepe, fue a la zapatería a revisar las huellas. Estaba cerrado por duelo.Cuando preguntaban, los conocidos decían que se tuvo que ir de viaje al entierro de su madre, en Canadá.Entonces, Bruno pidió un taxi hasta el aeropuerto y tomó el primer vuelo a Canadá: Tuvo suerte, el avión partía en unos minutos.En Canadá, luego de 6 horas de investigación, encontró dónde se alojaba Don Pepe.Al llegar al edificio, preguntó al portero por Don Pepe. AL abrir la puerta de su departamento y dar un paso dentro, un golpe seco lo dejó inconciente. Despertó en una sala oscura, lo único que vio fue una silueta y una voz de retumbó en toda la sala:- Idiota. Abandoná este caso si no querés que te maten. –Y le dio una cachetada.- Ya vuelvo. Cuando vuelva, te pego un tiro – Dijo la voz – Bruno recordó que tenía una navaja en el bolsillo se sacudió en la silla – No podía usar las manos porque estaba atado – Y logró que cayera al suelo. Don pepe se dio vuelta junto a la silla y trató de agarrar la navaja con las manos. Lo logró, luego empezó a cortar la soga. Cuando lo logró, se ató las manos con un nudo falso, justo cuando escuchó que se acercaba el hombre misterioso.

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-¿Sabés? No fue Don Pepe. Te equivocaste. Siempre estuve ahí. –Bruno logró divisar la cara de Nicola – - Para qué me llamaste entonces? – Preguntó Bruno – - SI no lo hacía yo, lo haría otro. Y podrías descubrirme.Se prendió la luz, Bruno vio a María con la cara deformada a golpes y la panza totalmente abierta, dejando al descubierto sus tripas. Un charco de sangre la acompañaba.-Las huellas las puse yo. María nada más era una chica a la que le pagaba por fingir ser mi esposa. Sabía demasiado. – Dijo Nicola – Y vos también sabés demasiado – Estaba sacando el arma, cuando Bruno se desató las manos, se puso de pie y le dio un golpe en la cabeza a Nicola. Nicola le devolvió una patada, pero Bruno sacó su navaja y le cortó la cara, Nicola disparó dos veces, una bala entró en el brazo de Bruno, haciendo que caiga su navaja, y cuando se agachó a recogerla, Nicola le dio un rodillazo en la nariz y se la dejó sangrando. Bruno logró agarrar la navaja y le cortó una pierna, cuando Nicola estaba en el suelo, Bruno tomó la pistola, y luego, con la navaja, le cortó los tendones de los pies para que no pueda levantarse.Logró escapar y llamó a la policía.

EL 29 DE ABRIL DE 1992 NICOLA SPIEGELMAN ES ACUSADO DE HOMICIDIO MÚLTIPLE, SECUESTRO E INTENTO DE ASESINATO. Actualmente espera su condena en la penitenciaría de Springfield.

El 21 de octubre, NICOLA SPIEGELMAN es ejecutado en la silla eléctrica.

FIN