el budin esponjoso - hebe uhart

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  • 7/30/2019 El Budin Esponjoso - Hebe Uhart

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    El budn esponjosoHebe Uhart

    Yo quera hacer un budn esponjoso. No quera hacer galletitasporque les falta la tercera dimensin. Uno come galletitas y pareceque le faltara alguna cosa; por eso se comen sin parar. Las galletitasparecen hechas con pan rallado o reconstituido. Los nicos quesaben comer galletitas como corresponde son los perros: las cazanen el aire, las destrozan con un ruido fuerte y ya las tragaron en unsuspiro, levantando un poco la cabeza.

    Tampoco quera hacer un flan, porque el flan es un proto-alimentoy se parece a las aguas vivas. Ni un bizcochuelo borracho, que esuna torta ladina. Es una masa a la que se le pone vino; uno vaconfiado, esperando sabor a torta y resulta que tiene otro; un gustofuerte y rancio.

    El bizcochuelo esponjoso que yo quera hacer era como una tortaque com una vez, que vena hermosamente envasada en una cajita:se llamaba torta Paradiso. En la caja haba una figura de una mujer,con un vestido largo: no recuerdo bien si era una mujer y unhombre o una mujer solamente; pero si era una mujer solamente,estaba esperando a un hombre.

    La torta Paradiso era tan esponjosa como nunca volv a comer nadaigual; no es que se deshiciera en la boca; apenas se masticabasuavemente y uno senta que todos los procesos de masticacin,deglucin, etc., eran perfectos. Adems no era como las galletitas,que son para comer cuando uno est aburrido; era para pensar en latorta Paradiso alguna tarde y comerla, alguna tarde de lindospensamientos. Cuando vi la receta "Budn esponjoso", dije: Conesto, voy a hacer una cosa semejante. Le ped a mi mam que medejara usar la cocina econmica para hacerla.

    Ni en sueos me dijo.

    La cocina econmica nunca se encenda; era un artefacto negro ygrande que tena una tapa tambin negra. Nunca supe cmo era

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    por dentro ni cmo funcionaba. No se usaba porque parece que erafastidiosa. Estaba todos los das en la cocina como un fastidiodesconocido. Era como el horno para hacer pan; en el fondo habaun horno para hacer pan pero yo no vi nunca hacer pan all ni asarnada. Este era considerado otro fastidio, pero al aire libre. Peropara m eran diferentes; de la existencia de la cocina econmica yorara vez me acordaba porque era como un mueble. Del horno s,porque cada vez que me iba a jugar, iba a saltar desde la base delhorno (previa mirada adentro, a lo oscuro, ya que estaba, lleno deceniza vieja, de mucho tiempo atrs) hasta el suelo. Pareca unpalomar el horno y si alguna vez haban hecho pan ah, nadierecordaba y pareca que no quisieran recordar, como si ese hornotrajera malos o despreciativos recuerdos. En la cocina econmica no

    era posible que yo hiciera budn esponjoso, en la cocina comn,tampoco. Entonces pregunt:

    Puedo hacerla en el galpn?

    S me dijo mi mam.

    Poda hacerlo en el galpn con un calentador.

    En la cocina no, porque los chicos enchastran la cocina. En el galpnmi mam iba a prender un calentador (es peligroso, los chicos nodeben manejarlo).

    Hice el budn en una cacerolita que por su tamao ni era apta parahacer sopa ni nada. Yo no conoca a esa cacerolita verde, sera dealgn juego anterior cuando yo no haba nacido.

    Si el calentador era tan peligroso, como decan, yo no s cmo mimam se arriesgaba a darle fuelle con ese inflador. A cadabombeada mi mam se arriesgaba a ser quemada por un estallido;puede ser que la muerte no le importara.

    Como ese budn tena que dorarse arriba, sobre la cacerolita verdehaba unas brasas peligrosas. Para esta empresa yo quera que meayudara mi amiga que viva enfrente. Desde el da anterior le dijeque tena permiso para hacer el budn esponjoso y qued en venir.Vino con cara de haber venido por no tener otra cosa mejor quehacer y particip en calidad de observadora reticente. Ella tampocotena miedo de la muerte por estallido de calentador y cuando sebajaban las llamas, bombeaba dndose el lujo de dar una ltima

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    bombeada fuerte, como diciendo "Lista esta merda". Pero yoadvert que no bombeaba como contribucin al budn, sino por elejercicio en s, por hacer algo, porque ella estaba acostumbrada amanejar ese artefacto y le resultaba una cretinada que se apagara,por el hecho en s.

    Ya la cacerolita estaba al fuego con el budn esponjoso adentro;pero yo quera ver si ya estaba cocinado; mejor dicho, quera vercmo se iba cocinando. Igual que un japons que tena un vivero yse levantaba de noche para ver cmo crecan las plantas.

    Pero no poda levantar esa tapa que estaba llena de brasas; lepregunt a mi amiga y se encogi de hombros.

    Ah, ya s Pens Con un palo largo.

    Agarr un palo largo de escoba y trat de pasarlo por la manija dela tapa; mi amiga me ayudaba, con reticencias. Cuandointentbamos abrirla, vino mi mam y mi amiga puso cara y aspectogeneral (lo que adems era cierto) de que no tena nada que ver conesa idea luminosa del palo. Mi mam supo enseguida que esa ideaera ma.

    Qu mana! Dijo De mirar las cosas crudas, antes de que sehagan! A eso le falta mucho.

    Cuando ella se fue, pude levantar la tapa con un palo ms fino ypude espiar apenas un momento el pastel. Tuve una idea vaga, perotodava pareca un panqueque, no tena la tercera dimensin.

    A lo mejor todava sube me dijo mi amiga y me propuso hacerotra cosa mientras. Pero yo no me iba a mover hasta ver qupasaba.

    Al rato lo abr, ya definitivamente, porque no se podan sacar yponer las brasas a cada momento: el pastel se haba puesto de colormarrn subido, se haba replegado en si mismo en todasdirecciones: a lo largo y a lo ancho. Qued como una facturamarrn, de esas que llaman vigilantes.

    Mi mam dijo:

    Es lgico, yo ya supona.

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    Yo pens que para los grandes la confeccin de soretes era una cosalgica e inevitable.

    Pero yo no lo com ni nadie lo comi. Usted tampoco hubierapodido comer eso.

    Hebe UhartEl Pas Cultural N 515 de octubre de 1990