el apaleador .episodio 4

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1 1 El Apaleador, Episodio 4. Salamea es un pueblo español de no más de 2500 habitantes ubicado al borde de los Pirineos, protegido por las montañas la zona goza de un buen clima durante casi todo el año. Los veranos son cálidos pero no sofocantes y los inviernos son suaves hasta que cae la noche donde la variación climática es más notable. Tuvo sus casos especiales, por ejemplo en 1724 hubo una mítica inundación como no volvió a producirse de nuevo según los lugareños fue a causa de una discusión entre el párroco y el conde Montiveros por cuestiones de mujeres. En 1904 una nevada arruinó cultivos y cubrió de blanco casas, calles y un intenso frío caló los huesos de los habitantes durante dos semanas. La gente en su mayoría trabaja en el campo cultivando maíz, trigo y cebada, cada familia cuenta con su propia huerta y comparten entre todos los productos de la tierra. Al mediodía es común ver desiertas las calles porque el almuerzo es un momento sagrado de reunión y recogimiento. En las tardes se ve más gente cuando los parroquianos se reúnen a tomar una copa en la taberna o en la fonda, a la noche nadie salía hasta la llegada del apaleador. La distribución del lugar es caprichosa, el terreno no se adaptó al poblado sino que este se ajustó al suelo. Las empedradas callejuelas serpentean, bajan y doblan, se angostan y ensanchan sin orden ni sentido lógico. Cuenta con dos plazas la principal donde se encuentra el monumento al Conde Montiveros fundador y primer alcalde, alrededor se ubican los edificios principales la iglesia, la alcaldía y la comisaría. La segunda plaza es más pequeña y es conocida como la plazoleta del Búho por tener una estatua de este animal en el centro. Es la preferida de los niños por los juegos y los vendedores de dulces. La alcaldía es un edificio construido al estilo colonial antiguo haciendo recordar a nuestro cabildo aunque sin la torre y siendo esta versión española más amplio en su espacio interior. La oficina del Alcalde se encuentra en el piso inferior con un gran ventanal que le trae el aire fresco del campo, las paredes están revestidas de madera al igual que el techo y el piso. El emblema del poblado junto a la bandera española y un retrato de cuerpo entero del Conde son la única decoración a excepción de una pequeña biblioteca con pocos libros y un sofá de tres cuerpos forrado en terciopelo rojo. La autoridad mayor de Salamea se encontraba sentada en su escritorio retorciendo su bigote mientras miraba a Lalo parado frente a él con las manos cruzadas a la espalda. -Me llamó, acá me tiene...Señor Alcalde.-dijo el apaleador. -Apaleador, os tengo que haceros un encargo muy importante...-expresó seriamente el hombre del traje blanco. -Diga nomás...

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Nuevas aventuras de Lalo y mas personajes de Salamea.

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El Apaleador, Episodio 4

El Apaleador, Episodio 4.Salamea es un pueblo espaol de no ms de 2500 habitantes ubicado al borde de los Pirineos, protegido por las montaas la zona goza de un buen clima durante casi todo el ao. Los veranos son clidos pero no sofocantes y los inviernos son suaves hasta que cae la noche donde la variacin climtica es ms notable. Tuvo sus casos especiales, por ejemplo en 1724 hubo una mtica inundacin como no volvi a producirse de nuevo segn los lugareos fue a causa de una discusin entre el prroco y el conde Montiveros por cuestiones de mujeres. En 1904 una nevada arruin cultivos y cubri de blanco casas, calles y un intenso fro cal los huesos de los habitantes durante dos semanas.

La gente en su mayora trabaja en el campo cultivando maz, trigo y cebada, cada familia cuenta con su propia huerta y comparten entre todos los productos de la tierra. Al medioda es comn ver desiertas las calles porque el almuerzo es un momento sagrado de reunin y recogimiento. En las tardes se ve ms gente cuando los parroquianos se renen a tomar una copa en la taberna o en la fonda, a la noche nadie sala hasta la llegada del apaleador.La distribucin del lugar es caprichosa, el terreno no se adapt al poblado sino que este se ajust al suelo. Las empedradas callejuelas serpentean, bajan y doblan, se angostan y ensanchan sin orden ni sentido lgico. Cuenta con dos plazas la principal donde se encuentra el monumento al Conde Montiveros fundador y primer alcalde, alrededor se ubican los edificios principales la iglesia, la alcalda y la comisara. La segunda plaza es ms pequea y es conocida como la plazoleta del Bho por tener una estatua de este animal en el centro. Es la preferida de los nios por los juegos y los vendedores de dulces.

La alcalda es un edificio construido al estilo colonial antiguo haciendo recordar a nuestro cabildo aunque sin la torre y siendo esta versin espaola ms amplio en su espacio interior.La oficina del Alcalde se encuentra en el piso inferior con un gran ventanal que le trae el aire fresco del campo, las paredes estn revestidas de madera al igual que el techo y el piso. El emblema del poblado junto a la bandera espaola y un retrato de cuerpo entero del Conde son la nica decoracin a excepcin de una pequea biblioteca con pocos libros y un sof de tres cuerpos forrado en terciopelo rojo.

La autoridad mayor de Salamea se encontraba sentada en su escritorio retorciendo su bigote mientras miraba a Lalo parado frente a l con las manos cruzadas a la espalda.

-Me llam, ac me tiene...Seor Alcalde.-dijo el apaleador.

-Apaleador, os tengo que haceros un encargo muy importante...-expres seriamente el hombre del traje blanco.-Diga noms...

-Un nuevo grupo de paleo antroplogos continuar sus excavaciones en la Cantera de la Viuda...-Debo entender que ya vinieron antes...-dedujo el thrasher.

-S, hace tres meses. Dejaron su trabajo llevando sus muestras para analizarlas, los resultados fueron alentadores. Por eso regresaron.

-Con ms presupuesto...

-Exacto, adems Lalo, podis imaginaros que en nuestra Salamea se hagan descubrimientos como el de Sierra Molina ao 94 o Ata puerca ao 96. An ms optimistas que encuentren el eslabn perdido.

-AHA! Y...?-pregunt sin entender.

-Debis proteger a nuestros visitantes, velareis por su integridad fsica frente a los yetis...

-En su visita anterior, Vieron algo?

-Slo les llegaron rumores, son gente de ciencia, no hicieron caso...

-Porque no vieron nada...-exclam Lalo.

-Quizs algunas sombras, nada concreto...

Sus palabras fueron interrumpidas, un Almasty haba destrozado la ventana irrumpiendo en la oficina. En un veloz y decidido movimiento Lalo lanz un cuchillo al intruso, el arma gir en aire encajndose en el pecho de la bestia. Baj la vista con asombro para ver la prominente empuadura. Un temblor recorri su cuerpo inclinndose contra la pared, la vida lo abandon. Su cuerpo fue resbalando lentamente hasta caer al suelo.

-Ac tiene algo concreto...dijo Lalo sealando el cuerpo del yeti.

El Alcalde pegado a su silln no sala de su asombro.

Lalo cruz el ro pasando por un puentecito de piedra, del otro lado no muy lejos se recortaba una mole rocosa era la Cantera de la Viuda.

Andamios montados permitan a los investigadores examinar las paredes, al mismo tiempo el suelo estaba dividido en cuadrculas. Tcnica que permite excavar cada sector capa por capa. Los visitantes bullan de un lado a otro como si fueran hormigas. Escarbaban, desenterraban, cotejaban, catalogaban y tomaban notas. Todo bajo la mirada critica de los profesores Sergio rboles y Natalia Miotti. El thrasher le dio la bienvenida.

-Bienvenidos buscadores de huesos y piedritas!

Un hombre de unos cuarenta y tantos aos se le acerc. Vestido como un explorador, ropajes que le sentaban bastantes ridculos en especial los pantalones cortos que dejaban ver sus esculidas piernas, barba entrecana y lentes. Su amplia sonrisa le arrugaba los mofletes, una mirada afable se vea bajo las gafas de vidrios fotos cromticas.-Vosotros debis ser Lalo, el Alcalde os habl de ti.-dijo el explorador.

-Qu le dijo?

-Pues que contamos con vuestra absoluta colaboracin...-le ech una mirada-Sois leador?-pregunt sealando el hacha de su cinturn.

-Corto cosas, no precisamente rboles...

-Me alegra, ese es mi apellido...Sergio rboles...-ri como si fuera un gran chiste.

El apaleador sonri tenuemente pensando para s.-Ese chiste debe hacer furor entre las calaveras...

Sergio se sec las lgrimas -Os interesa la arqueologa?-dijo adelantndose.

Lalo mir a una mujer escarbando de rodillas en el suelo cola hacia arriba.

-Las arquelogas, dira yo...-opin sincero.

La mujer quit las ltimas partculas de tierra a un hueso fmur, se levant para alcanzrselo al profesor rboles.

-Serg mirad...-dijo con voz melodiosa.

Al levantarse Lalo la pudo ver de cuerpo entero. Vestida de la misma manera que el ridculo de Sergio aunque a ella las ropas le sentaban mejor. Era una atractiva mujer de formas armoniosas, no ms de 24 o 25 aos, cabello castao medianamente largo y lacio. Sus ojos marrones translucan una mirada curiosa y tierna a la vez. Ella hablaba con rboles. Lalo no escuchaba nada slo vea a la mujer y lo dems no importaba.

-Y usted que opina?-le pregunt ella.

Lalo se despabil de golpe y alcanz a decir.- EEEHHH! Es un lindo huesito.

-No esta tan bien conservada, he visto piezas mejores.-dijo rboles.

-A este no lo saques de los huesos, esta chica es un verdadero hallazgo.-pens para s el apaleador-Usted es...?-pregunt interesado.

-Natalia Miotti., arqueloga y paleo antroploga... Y usted es leador?

-AAAHH, una mujer brillante...con respecto a su pregunta le explicaba a su colega que me encargo de cortar cosas de vez en cuando pero no rboles...-Sergio empez a rerse otra vez.-Ah vamos de vuelta...-opin resignado.

-Qu cosas son esas?-quiso saber Natalia.

-Bueno...supongo que les habrn llegado algunos rumores sobre...

La llegada de un estudiante corriendo desde el interior de la cantera cort su frase.

-Profesores vengan aprisa, es increble...!-dijo el estudiante muy excitado y casi sin aire.

El muchacho corri tras l todos los dems, Lalo tambin aunque siguiendo a Natalia. Los llev hasta una de las paredes donde la abertura de una cueva apareci durante las excavaciones.

-Qu sucedi Jess?-pregunt emocionado Sergio.

-Pue quitamo una piedra y se vino abajo.-explic Jess.-Alguien denme una linterna, coo!-grit el profesor.

-Vais a ir tu slo?-dijo Natalia mostrndole la linterna cerca de su rostro y alejndosela cuando trat de agarrarla.

-Puede ser peligroso...-dijo Sergio con la mano en el aire

-Disculpen, me encargaron cuidarlos. As que entren los dos o slo uno voy con ustedes. Los dems esperaran afuera...-los estudiantes protestaron con silbidos y abucheos.

-Tenis razn Lalo. Estudiantes os callis y esperareis aqu fuera.-dijo enrgico Sergio.

-Entremos de una vez, muero de la ansiedad!-exclam Natalia.-Dos linternas ms por favor!-pidi Lalo, un estudiante se las alcanz.Ya dentro de la cueva tapada por los siglos donde la oscuridad y el silencio reinan desde hacia tiempo los profesores estaban obnubilados y emocionados con cada detalle del lugar. Las linternas luchaban para quebrar las aejas sombras. Cerca de la entrada haba unas marcas de garras posiblemente un oso que antao marc su territorio cuando la abertura se encontraba ms adentro. Detrs de ellos Lalo observaba todo con poco inters. En las paredes se vislumbraban dibujos de animales, personas, escenas de caza y de vida cotidiana. Una amplia gama de negros y rojos.-Pinturas rupestres, verdad?-pregunt Lalo.

-Hermosas, no es cierto...dijo Natalia extasiada.

-Cuidaos la cueva tiene una violenta esquina.-advirti Sergio.

El camino giro abruptamente a la izquierda siguiendo esa direccin ms adelante se encontraron con un ondulante sendero en bajada. Al final haba algo aunque no se distingua muy bien en la oscuridad, las linternas alumbraban a muy corta distancia.

-Qu os parece Natalia?

-Podra ser un lugar de refugio o usado como templo...no puedo decirlo an Serg...

Lalo observ desde arriba el sendero a recorrer.

-No! Estn en pedo si piensan que voy a caminar hasta ah...-dijo esto cuando los profesores iban un trecho adelante.

Natalia gir a verlo.-No vienes Lalo, Os asustan las profundidades?-le pregunt-Ya voy no se preocupe, siga su camino.

Natalia continu caminando tras Sergio.

-Para que caminar, si puedo saltar...-dijo Lalo al estirar sus brazos y sonar su cuello hacia un lado y hacia otro.- A volar!-Salt descendiendo a gran velocidad rebot en los bordes del sendero, lleg abajo mucho antes que los dems.-Uy, ahora hasta que lleguen...!-de su bolsillo sac un chocolate quitndole el envoltorio.-Chocolate con moras, Vamos a ver que onda!-comi mientras con su linterna curioseaba .-Cielos madonna santa!-frente a l una alfombra de huesos tapizaba el suelo de la cueva. De toda clase, de todo tamao hombres y animales muertos por igual.- Huesos enteros, huesos hechos bolsa! Mi pobre perro Tucho all en Argentina se hara un festn. No lo sacas ms de ac dentro...-en un extremo unos crneos llamaron su atencin, se acerc para verlos mejor.-Esto no es humano, no soy experto pero son huesos de yetis, para colmo ni siquiera del bosque ni de la montaa.-cerca de ello haba unas piezas de armaduras.- Empeora a cada momento! Se supone, digo yo, que en ese entonces no haba quien trabajara metales tan bien.-Alumbr una pared un gran smbolo tallado en la roca se recortaba por la luz, los profesores llegaron sorprendidos de verlo.

-No venais detrs nuestro? Cmo es posible?-pregunt Sergio.

-No hay otra forma de bajar...-dijo Natalia.

-Eso no importa, explquenme Qu es ese smbolo?-ambos se aproximaron a su lado.

-Recoos!-solt Sergio.

-Diantre! Qu es eso?-exclam Natalia.

-Lo supuse, nunca lo vieron...

El Smbolo era un crculo perfecto de piedra en su interior dos extraos animales alados mezcla de serpiente y dragn conformaban una especie de letra M. Teniendo como punto de unin una versin ptrea en pose amenazante del rostro de un yeti de la montaa. La misma insignia se vea en los cascos y piezas de armaduras.

-Les encargo entonces como tarea averigurmelo, mientras me llevo uno de estos.-dijo Lalo al agarrar un casco frente a la mirada atnita de los profesores.

-Qu estis haciendo? No es un mercado...-gru Natalia.

-Habis enloquecido?-dijo Sergio.-SSSHH! Escuchen...!Provenientes del exterior un amasijo de ruidos, gruidos y gritos desesperados retumbaron en las profundidades de la cueva.

-Qu os acontece all afuera?-pregunt Sergio.

Fuera de la cueva un grupo de Almastys atacaba al equipo arqueolgico.

-De cosas como esas tengo que cuidarlos...-exclamo Lalo antes de marcharse con el casco en sus manos.Saltando lleg arriba con rapidez, los yetis corran persiguiendo a los estudiantes. Uno de ellos cay dentro de un pozo una de las bestias se le lanz encima golpendolo repetidamente. Otros intentaban llevarse algunas personas por la fuerza, Lalo sali de la cueva para presenciar todo aquello.-Se termino la fiesta para unos pocos...Olvdenlo, al ultimo que dijo eso no le fue nada bien.-dijo el apaleador.

De frente a l un Almasty se aproxim con el casco le detuvo los golpes y lo noque dndole de lleno en la mandbula. Desenfund sus armas arrojando a un lado el casco.

-Ahora va en serio!-exclam.

El yeti que golpeaba al estudiante dentro del pozo arremeti como un tranva, Lalo se libr de l con un certero golpe de hacha a la altura del cuello. Algo pareci rodar por el suelo.

-No pierdas la cabeza!

Fue tras los que intentaban secuestrar a los estudiantes. Al primero le hundi sin piedad su pual en la espalda.

-Corran!-grit a los jvenes.

Los cautivos escaparon, la pelea continu. Lalo luch con dos a la vez un golpe de hacha hiri en el pecho al primero, pate en el estomago y dio un puetazo en la cara del segundo. El herido agarr al apaleador por la espalda el segundo trat de atacarlo Lalo lo tom del cuello con ambas piernas. Los tres rodaron por el suelo. El thrasher consigui liberarse para realizar una seguidilla de golpes de golpes de mano a los rostros de sus rivales atontndolos. Los termino asindolos del cuello con cada brazo para escuchar luego el tronido de sus huesos cayendo al suelo como bolsas de papas.La lucha an no conclua los profesores se asomaron fuera de la cueva un Almasty se les acerc peligrosamente.

-A no, eso s que no!-grit Lalo.

Se dirigi hacia ellos a toda velocidad, intercepto a su objetivo tomndolo por la espalda. Sin mucho esfuerzo lo lanz contra una pared de la cantera, la bestia qued pegada como un afiche deslizndose lentamente al suelo.-De estas cosas tengo que protegerlos...!-les deca a dos sorprendidos profesores cuando un yeti interrumpi su platica.

Lanzndose sobre l cayeron ambos pesadamente sobre una mesa de campaa donde se encontraban una gran cantidad de muestras de huesos y piedras clasificadas. La mesa se hizo aicos y las muestras acabaron diseminadas por el suelo en todas direcciones. El animal subido encima del apaleador le dio golpes de puo en el pecho e intent a su vez estrangularlo. Lalo agarr un hueso fmur partindoselo en la cara, al quebrarse el fsil quedo con una punta la cual enterr en el pecho de su rival a la altura de su corazn. De un empujn se lo quit de encima ponindose en pie de un salto.-Quien dijo que la arqueologa no sirve!-exclam eufrico.

Un pedido de ayuda lleg a sus odos desde arriba.

-Auxilio alguien ayudadme!-dijo la voz.El thrasher se dirigi hacia ella en la parte superior de uno de los andamios un estudiante era acorralado contra uno de los extremos por un Almasty que poco lo iba acechando.

-Pibe, tranquilo y escchame!-el yeti tambin lo mir-Agarrate fuerte de donde sea!

-Esta bien, Has algo por favor!-grit el estudiante.

-Ah va...-dijo Lalo lanzando su hacha al aire.

El arma dio varias vueltas al caer cort a la mitad el tabln donde estaban parados un paso adelante del yeti. La fsica lo hizo caer por el hueco llevndose puesto todo cuanto encontr en su trayecto al suelo. El andamio se derrumb siendo salvado el estudiante por los brazos de Lalo.

-Te tengo! Estas bien?

-S, estuvo cerca. Gracias mi guapo salvador...!-dijo el estudiante muy carioso.

Lalo lo dejo caer al suelo.

-AY, que brusco!

-Mantente lejos de m, lo ms posible...!-

-Cuidado, all tenis otro...!-avis Natalia.

El apaleador volte a ver un ultimo atacante tom el casco en sus manos intentando escapar corriendo. Lalo ech una rpida mirada a su alrededor vio un crneo en el suelo. Levantndolo lo observ.

-Ser o no ser, esa es la cuestin!-dijo en pose teatral.

Lo lanz como una pelota de bisbol en direccin a la nuca del fugitivo. Al hacer blanco el crneo se fragment en miles de pedazos. El yeti gir en el aire cayendo boca arriba. Lalo se aproxim con rostro triunfante.

-La prxima, manda a hacerte uno, este es mo...-dijo agarrando el casco.

Junto sus armas, viendo que volvi la calma todos se acercaron y ayudaron al herido del pozo. El Alcalde los visit sorpresivamente.

Mirando a su alrededor exclamo.- Apaleador! Tamao revoltijo habis armado! En que pensabais?

-No fue para tanto, nadie muri o desapareci. Los Almastys salieron perdiendo a excepcin de un herido por all...

-Lamento lo sucedido, no era mi intencin que ustedes personas de ciencia...-en medio del discurso del Alcalde el yeti del andamio se incorpor.

Se dirigi en direccin al Alcalde Lalo lo corri del medio de un empujn lanzando una vez ms su pual.

El cual gir en el aire clavndose en el pecho del Almasty quien cayo muerto deslizndose hasta lo pies del Alcalde. Todos aplaudieron.

-Solo cumplo con mi trabajo, parece Alcalde que atrae a los yetis como el jamn. Es la segunda vez que lo salvo...dijo el apaleador.

El Alcalde lo mir con un gesto de tragarse su coraje.

A la noche Lalo se encontraba en su cabaa cuando golpearon la puerta, al abrir se encontr con la mirada de Natalia.

-OH, la arqueloga, Cmo anda?

-Puedo pasar?-pregunt tmidamente.

-Claro...

Natalia entro muy despacio.

-No os agradec por lo que hicisteis hoy, adems me disculpo, ya sabis...la cueva...

-No pasa nada, tal vez se me fue la mano. Van a seguir ac?

-Siempre y cuando cuidis de nosotros...-dijo suavemente.-Ser un placer...

-Bueno...tengo que irme.-se sonri.

-S...s...claro...-le abri la puerta-Chau...

-Adis...

-Nos vemos...

-Hasta luego...Lalo.-dijo al irse.

Suspiro-Que buena esta!-cerr la puerta.

Las letras titilaron en la pantalla.

...As conoc a Natalia Miotti, vos me queras escuchar hablando de minas ah tenes, en Salamea hay aunque nada sobresaliente.

Con respecto a la cueva la cantidad de huesos es industrial, no se van a ir ms de ac...en cierto modo mejor para m...te preguntaras por el casco, los restos antiguos de yetis, el smbolo de piedra. Melquades esta buscando en sus antiguos, ajados y empolvados libros esperemos encuentre algo.

Mientras escribo estas lneas disfruto de un buen mate, con cada sorbo cierro los ojos y es como si estuviera all...ac estar bien pero no hay nada como tu pas, te lo dice un exiliado...

Por lo que escribiste casi me desmayo, viendo la cantidad de lneas que mandaste, disfrutaste mucho el jamn segn vos tiene poderes afrodisacos. En serio te echaste cuatro en una noche? MMMM! Tendra que preguntarle a tu novia, si fue con ella, claro...me peds ms embutidos, no te envicies, vas a terminar como mis amigos peludos...

Bueno guacho, voy a ver que hago, me despido, ya sabes, un beso y un abrazo para vos y otro para tu novia en el tatuaje...

PD: Manda ms yerba LALO_